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las articulaciones
Aunque pueda parecer lo contrario, el ejercicio físico de bajo impacto es muy beneficioso
para paliar el dolor articular. Es importante adaptarlo a las posibilidades de cada uno
La rigidez en las articulaciones suele deberse a uno de los tipos de artritis que puede
desarrollar cualquier persona durante su vida.
Por lo general esta condición se da durante la vejez, pero hay quienes, por cuestiones
genéticas, intervenciones quirúrgicas, lesiones u otros factores la desarrollan en edades más
tempranas.
Sus principales síntomas son el dolor y la rigidez, a tal punto que pueden generar
incapacidad de movimiento en los pacientes.
1. Apio
El apio está considerado como el alimento estrella para la dieta y el tratamiento de aquellas
personas que tienen algún tipo de enfermedad asociada a la inflamación.
Entre otras cosas, su ingesta favorece la digestión, disminuye la presión arterial y podría
tener un efecto positivo contra las células cancerígenas.
No olvides leer: Relaja tus músculos con esta bebida natural de zanahoria y apio
¡Fácil! El apio se puede disfrutar de múltiples forma en la dieta, y algunas ideas incluyen:
Zumo natural.
Batido verde.
Ensaladas y sopas.
Arroces.
Sándwiches.
2. Zanahoria
Esta hortaliza tan consumida en el mundo puede ser un gran complemento para la hierba
anterior. Cuenta con una acción antiinflamatoria muy poderosa que protege las arterias y
disminuye el dolor.
Debido a su delicioso sabor y versatilidad, existen cientos de recetas para incorporarla casi
a diario en la dieta. Sin embargo, para disfrutar al máximo todas sus bondades, cabe decir
que lo mejor es comerla cruda.
Jugos naturales.
Ensaladas.
Rallada en sopas (sin cocinar).
3. Jengibre
Las cualidades analgésicas y antiinflamatorias del jengibre se han podido utilizar como
tratamiento interno y externo para aliviar las articulaciones.
Su consumo diario disminuye el dolor y reduce la inflamación que impide el
movimiento; además, aplicándolo de forma local puede relajar la zona afecta para una
mayor sensación de alivio.
Esta especia cuenta con un ligero sabor picante que muchos añaden a sus recetas de
panadería, sopas, jugos y otras comidas. Sin embargo, como remedio es mejor tomarla en
té o infusión.
Para usarla de forma externa, sumerge un paño en la infusión tibia o caliente y aplícalo en
la zona afectada.
¿Qué necesitas?
1 litro de agua
20 g de hojas de laurel
1 paño de algodón
Instrucciones
Coloca a hervir un litro de agua y, cuando llegue a ebullición, incorpora las hojas de
laurel y déjalas a fuego mínimo durante cinco minutos adicionales.
Retira la infusión del fuego, déjala reposar otros 10 minutos y, cuando esté apta para
su aplicación, sumerge el paño y colócalo sobre la zona dolorida durante 5 minutos.
Repite este proceso varias veces al día, todos los días.
Esta maravillosa especia está en los primeros lugares de los antiinflamatorios naturales, ya
que además es antioxidante y analgésica.
Está comprobado que puede ayudar a los pacientes con artritis y otras condiciones que
afectan los músculos y las articulaciones.
Para disfrutar de sus cualidades cada día, se puede incorporar en varios tipos de recetas.
Como el objetivo es complementar el tratamiento contra la rigidez y el dolor, no hay un
tiempo límite para tomarla, siempre y cuando sea en cantidades moderadas.
Disfrútala en:
Sopas.
Ensaladas.
Batidos.
Té e infusión.
Arroces.
Como recomendación final, independientemente del caso, recuerda que debes procurar
mover las articulaciones con la práctica de ejercicios de bajo impacto.
Aunque pareciera que la actividad física aumenta el dolor, lo cierto es que es una de las
mejores terapias para controlar este tipo de enfermedades. ¡No lo olvides!