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Capítulo 1.

SISTEMAS NACIONALES DE RELACIONES


LABORALES EN EUROPA

1. Relaciones laborales: la construcción social de las normas de la relaciones de


empleo
Las RRLL se pueden definir como la normalización del empleo y del trabajo que
comporta, siempre que incluya:
- El conjunto de normas que regula ese empleo y trabajo. El trabajo está sometido
al derecho laboral, que es un principio organizador
- Los procesos sociales por los que se somete el empleo a esas normas
- Los actores que lo protagonizan (trabajadores y sindicatos, empresarios y
asociaciones, estado y sus organismos)
Las normas deben entenderse como principios organizadores, tomando la forma de una
orden terminante, una prohibición para evitar un comportamiento o simplemente una guía
para la acción.
Las normas constituyen la capacidad real de regular las interacciones sociales.
¿Qué implican?
Implican diferentes formas de regulación social. En cada país, dentro de cada uno de los
regímenes existentes, siempre hay alguna interacción entre la regulación social y el
empleo, que no suele ser equilibrada.
Los mercados laborales no son mercados típicos mercados de compra-venta de
mercancías, puesto que la fuerza del trabajo tiene capacidad volitiva. Además, supone
una relación continuada en el tiempo. En este contexto, es difícil considerar un sistema
productivo basado únicamente en la interacción monetaria, el grado en que las fuerzas de
oferta y demanda configuran las relaciones de trabajo cambian según tiempo y lugar.
Históricamente, en Europa occidental, el esfuerzo por construir sistemas nacionales
laborales comporta el fortalecimiento de la regulación social durante los 30 años
siguientes a la II Guerra Mundial (1945), sometiendo las fuerzas del mercado a unas
normas determinadas de carácter colectivo.
Las normas pueden referirse a:
- Contenido: salarios, tiempo de trabajo, garantías, … -> REGULACIÓN
SUBSTANTIVA
- Procedimientos que identifican los actores y definen los procesos de interacción
a través de los cuales se producen reglas substantivas. -> REGULACIÓN
PROCEDIMENTAL.
Las RRLL implican interacción de ambas regulaciones.
¿Cómo se constituyen?
Se constituyen y funcionan a partir de:
- La especificación de unas normas básicas en las relaciones de empleo: edad
mínima, salario mínimo, tiempo de trabajo máximo…
- La legitimación de los actores de las relaciones laborales
- La delimitación de los procesos de interacción (protesta, negociación, mediación,
conciliación, arbitraje) mediante los cuales se seguirán construyendo nuevas
reglas substantiva y procedimentales en distintos ámbitos.
La expresión de sistemas de relaciones laborales se utiliza precisamente porque se
corresponde con una configuración particular de reglas, actores y prácticas.
Los sistemas en los que predominan las normas básicas generan una regulación
relativamente universal, en los que predominan las segundas (que derivan de la
negociación colectiva) se obtiene una regulación más limitada en su alcance.
El sistema español de RRLL es bastante equilibrado, aunque a partir de 1994 se decanta
a favor de las últimas.
Fuentes de normalización social. Cuatro formas
a. Fuente: Estado. Tiene como base la legislación y otros tipos de intervención
estatal, y varían según país y momento histórico.
b. Fuentes: actores sociales (sindicatos y patronales). Acuerdos establecidos
mediante negociación cuyo desarrollo se basa en criterio de representatividad y
derechos de organización.
c. Concertación social, que se establece entre sindicatos, patronales y gobierno, para
definir las políticas públicas.
d. Normas de carácter informal, que derivan de determinadas creencias y valores que
predominan en la sociedad civil. Se le ha denominado “regulación comunitaria”.
Ejemplos de estos son la fijación de puestos de trabajo para hijos de empleados.
Estas normas también ordenan las relaciones entre empresarios y trabajadores
(convenios en ciertas empresas)

¿En qué consiste la concertación social?


Consiste en encuentros tripartitos (patronal, sindicatos y gobierno) más o menos
regulares, en los que se debaten temas sociales y económicos (legislación laboral,
fiscalidad, seguridad social, enseñanza, sistema de salud…). Dos rasgos característicos:
- Los debates no implican más que a un número reducido de organizaciones, con
capacidad de expresarse en nombre de sus afiliados y de reconocido monopolio
de la representación.
- Estas organizaciones se implican en la elaboración de las políticas públicas.
Esto confiere legitimidad al gobierno en sus políticas, al mismo tiempo que transfiere
cierta responsabilidad.
Uno de los temas principales de estos debates suele ser la política salarial.
Cuando las relaciones entre las organizaciones implicadas en el tripartidismo son fuertes
y con sólida presencia de las partes o agentes sociales, se habla de corporatismo. Durante
un tiempo, éste se considera como algo positivo, ya que los países en los que se desarrolla
más parecen afrontar mejor las consecuencias de la crisis de los años 70 (Austria, Suecia,
Noruega, Holanda, Bélgica). Estos países crean un consenso en el que la moderación
salarial es su eje básico, a cambio de políticas sociales. Se trata de un intercambio político
entre, por un lado, el poder político, quien acepta negociar una mejor redistribución de la
riqueza, y por otro, de las partes sociales, especialmente sindicatos, quienes se
comprometen a cooperar a cambio en la activación de políticas sociales y económicas y
a asegurar una cierta estabilidad social.

2. El entorno actual: desmoronamiento y declive de los sistemas nacionales de


relaciones laborales.
Las RRLL surgen sobre una base local o sectorial en el s. XIX, que se corresponde con
la configuración de los mercados laborales, y se consolidan en el s. XX, sobre todo
después de la II GM, dentro de un contexto de políticas keynesianas de postguerra
caracterizadas por la centralidad de la demanda, implicando intervención estatal en la
planificación, impulso de una política orientada a la plena ocupación, y relevancia de
los procesos de negociación colectiva de las condiciones salariales.

Rasgos comunes en los sistemas nacionales de RRLL


- Se acepta que el mercado laboral se regule socialmente.
- Reconocimiento social de los diferentes intereses de trabajadores y empresarios.
- Las entidades de representación colectiva (sindicatos y patronales) son
instituciones LEGÍTIMAS que cuentan con el reconocimiento público, se aceptan
y se favorecen.
- La negociación colectiva, a través de la que se ajustan los intereses de trabajadores
y empresarios, proporcionan una base efectiva para la regulación del empleo.
Rasgos diferenciales
Provocadas por las diferentes estructuras productivas, tradiciones, políticas y prácticas
sociales.
- Grado en que las condiciones de trabajo y negociación colectiva se regulan por
ley.
- Existencia o ausencia de estructuras de representación en el centro de trabajo
(DDPP, comités de empresa, DDSS,… y derechos)
- El nivel de conflicto (peso relativo del antagonismo entre empresarios y
trabajadores).

Consolidación de los SSNN de RRLL


Las RRLL tal como se entienden ahora están asociadas al estado nación. En la mayor
parte de países europeos occidentales se consolidan a partir de mediados del sXX, excepto
en España, Portugal y Grecia. Esta consolidación se produce en un entorno de estabilidad
relativa en puestos de trabajo para la mayoría de trabajadores de grandes fábricas, sobre
todo hombres, en condiciones macroeconómicas de pleno empleo. Esto es posible por
una demanda estable o en expansión y por las limitaciones institucionales para paliar el
efecto de la competencia a escala internacional, no solo entre empresas sino entre
economías nacionalmente organizadas, el denominado capitalismo organizado (la política
regula el mercado), que se extiende desde 1945 hasta la crisis económica de los años 70.
El funcionamiento de las economías es visto como un proceso que puede interesar a todos
los sectores sociales, por lo que se implican en él.
esta nueva visión de la economía contribuye al reconocimiento de los sindicatos como
actores centrales de los sistemas nacionales de regulación de empleo. El sindicalismo se
LEGITIMA y ya no es sólo una organización hostil sino que participa en el progreso
nacional de empresas y Estado. Comporta apertura y mayor transparencia de las
relaciones productivas para los trabajadores ya que ciertos aspectos de procesos como
innovación tecnológica o reorganización laboral pueden ser negociados.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la dureza del trabajo y el despotismo de
fábrica no estaban bien considerados, en un entorno donde las relaciones vitales eran
jerarquizadas (por género y raza/etnia), así como la correspondencia entre el desarrollo
de las economías de países industrializados con el expolio de las materias primas en países
no industrializados y con el desmantelamiento de sus sistemas productivos.

Cambios en capitalismo organizado y estructuras empresariales.


Este capitalismo (o economía social de mercado) cambia a partir de la crisis de los 70,
donde la economía pasa a estar inspirada por principios neoliberales. Este proceso,
conocido a partir de los 90 como globalización, supone cambios en las estructuras
empresariales y en los procesos y las RRLL.
- Creación de grandes compañías a partir de fusiones/adquisiciones de empresas.
Se acelera la inversión externa entre países de la UE. Las eurocompañías, tienen
su actividad en varios países y controlan mejor los mercados de sus productos,
pueden promover estrategias de empleo y gestión de mano de obra para rehuir
limitaciones de los SSNN de RRLL.
- Descentralización productiva. La externalización supone una multiplicación de
las empresas que participan en la producción de un bien o servicio, pero también
una diseminación de la misma por el espacio nacional e internacional (la empresa
red). Varios motivos, desde perspectiva económica, minimizar costes, desde la
organización empresarial, reducir estructuras internar, transferir
responsabilidades o mayor flexibilidad externa; desde las RRLL, sortear el
cumplimiento de la normativa laboral.

¿Cómo socavan las grandes compañías los sistemas de RRLL?


La activación de estrategias orientadas a eludir ciertos sistemas nacionales de RRLL
conlleva una pérdida de interés de las compañías multinacionales de integrarse en los
mismos y respetarlos. Las multinacionales que ya se habían insertado en los SSNN de
RRLL en los 50,60 y 70, ante la mayor perspectiva de “movilidad” atacan la regulación
colectiva. Las multinacionales extranjeras, sobre todo americanas, perjudican a sindicatos
y estado, ante la dificultad de éstas para encajar en un mercado donde predomina la
negociación colectiva sectorial y superior, donde debe respetarse unos niveles mínimos
en condiciones de empleo. A partir de los 80, el problema se reformula ante la nueva
actitud beligerante de las grandes compañías, que se reorganizan internamente. El
problema es aún mayor porque se ha internacionalizado algunos segmentos de capital
nacional que tampoco tienen interés en permanecer dentro de esos sistemas. Con esta
actitud se socava la regulación colectiva (sobre todo a través del convenio colectivo
sectorial o multisectorial), por miedo al dumping social (que las empresas desplacen su
producción a países con salarios más bajos y regulación laboral más laxa). Muchas
compañías se valen de la amenaza de deslocalización como factor disciplinario en las
negociaciones, para incrementar productividad sobre salarios.
La reorganización interna repercute en las negociaciones laborales. La centralización
financiera ofrece cierta autonomía de gestión a las unidades locales, aunque éstas deben
seguir las prácticas marcadas por las oficinas central, lo que conlleva más presión en las
formas de organización local, que se traduce en jornadas flexibles, más flexibilidad
funcional, mayor movilidad horizontal…. De esta forma se socavan las normas
substantivas conquistadas por el movimiento obrero y la negociación colectiva tiene
menos influencia, aumentando la de los empresarios.
Las pymes (subcontratistas en su mayoría) trasladan la presión a los costes (en cascada)
lo que conlleva mayor precariedad y menor salario para los trabajadores de las mismas.
Además, el movimiento de capitales “desdibuja” el valor de las empresas (especulación)
y se integra como factor de disciplina.

¿Cómo actúa el capital financiero?


La liberalización (sentido ideológico de la palabra) supone la desprotección de la parte
más débil (social), materializado en diferentes reformas laborales
Desde principios de los años 80 se ha producido la liberalización de los mercados
internacionales de capital y divisas, una aceleración de las transacciones principalmente
por las TIC y su desregulación. El resultado es una fuerte volatilidad de los capitales, es
decir, las fluctuaciones de los valores de las acciones de las empresas o de las divisas
nacionales son imposibles de predecir, lo que se traduce en inestabilidad de la economía
productiva.
Para afrontar esta volatilidad, se ha producido una respuesta unilateral de los órganos
dirigentes de la UE, que en cierta forma es el proyecto de la Unión Europea y Monetaria.
Su materialización requiere que los gobiernos participantes adopten un régimen
monetario similar (euro) y que respeten los criterios de convergencia definidos en
Maastricht 1992, entre otros, un déficit público inferior al 3%. Consecuencias: aumento
de las privatizaciones, restricciones en las prestaciones sociales y en el empleo público,
reactivación de los conflictos laborales y de las protestas sociales.
El mercado predominante adopta un carácter plurinacional, donde la creciente
competitividad internacional en el mercado de productos, la imposición de limitaciones a
las políticas activas de los gobiernos y las decisiones de traslados por parte de las
compañías, cuestionan e imponen restricciones a la prácticas e instituciones
características de los sistemas nacionales de RRLL. Destaca el cuestionamiento de las
prácticas tripartitas, cuyo alcance y operatividad se limitan.
En este entorno, la liberalización se convierte en un punto de referencia obligado. En el
ámbito económico defiende la acción individual, persiguiendo sus propios fines privados,
sin restricciones normativas o institucionales, para garantizar una producción óptima al
mínimo coste. Sin embargo, liberalizar no es más que una opción de regulación, cuyo fin
es desregular eliminando prescripciones que favorecen a la parte social para favorecer a
la económica. La presión del mercado, resultado de esa ideológica liberal, ha supuesto el
establecimiento de una nueva correlación de fuerzas entre las clases sociales, que se
inclina a favor de los propietarios de los medios de producción, así como el aumento de
la capacidad de las compañías multinacionales para establecer regímenes específicos por
factoría y la dotación de mayor autonomía (sin control político) a los bancos centrales y
otras instituciones financieras, cuyos objetivos son diferentes al pleno empleo y la
protección social.

3. Las relaciones laborales en transición. Su agenda de estudio.


Cambios en las últimas décadas:
- Concentración intraeuropea de capital que ha llevado a un aumento de
eurocompanías. La existencia de diferencias en los sistemas nacionales de RRLL
les permite comparar los rendimientos laborales en cada territorio, salarios,
ordenación del tiempo de trabajo, las formas de entrada y salida de las empresas…
La flexibilidad organizativa se convierte en un factor clave a la hora de decidir
sobre las inversiones futuras. Esas diferencias también les permite evaluar el tipo
de instituciones colectivas y su implantación, ejerciendo presión sobre estos
sistemas, es decir, sobre los derecho y normas laborales.
- La integración económica y monetaria de naciones, impulsada por los estados de
los que reciben soporte, con motivo de proteger las divisas nacionales de la
especulación cambiaria. Sin embargo, la unión monetaria ha supuesto la
aceptación y compromiso de convergencia para las naciones suscritas. Las
restricciones sobre los déficits presupuestarios limitan el gasto público, con lo que
se paralizan o reducen las políticas de bienestar social o el empleo público.

¿Se puede construir a nivel europeo (supranacional) la regulación del empleo que se
deteriora a nivel nacional? ¿Qué se ha ido observando?
La liberalización económica desde finales de los 70 afecta al conjunto de la economía. Al
principio, se considera que esa expansión continuada puede conducir a un modelo único
de capitalismo, donde las instituciones que regulan el mercado laboral y organizan las
relaciones entre sus agentes acabarán por desaparecer (tesis de la convergencia). La
convergencia económica se explica por la presión de las multinacionales –poder
económico- para esquivar las instituciones laborales y fortalecer la regulación en la
empresa/centro de trabajo.

En las décadas 80 y 90, y ante la pervivencia de esas instituciones, se centra la atención


en analizar la desorganización y desestructuración de los sistemas de RRLL: entorno de
fuerte competencia en el mercado de productos, mayor flexibilización y diferenciación
de la mano de obra, y búsqueda de las empresas de la cooperación de los empleados,
declive y descentralización de la negociación colectiva con un debilitamiento de los
sindicatos, erosión del estado de bienestar, desregulación del mercado laboral, … Todo
esto se traduce en un desmoronamiento de los sistemas de RRLL (Tesis de la
desorganización)
Los cambios acontecidos varían mucho de unos países a otros, se relaciona con la fuerza
de las instituciones y con la capacidad estratégica y cultural de los actores. Así, los
cambios se inscriben en el continuo de las trayectorias nacionales seguidas anteriormente
(dependencia del sendero, path dependancy). La presión de los mercados coexiste con la
permanencia de las diferencias institucionales entre países, y conlleva prácticas y
respuestas diferenciadas atendiendo a su propia biografía. La perspectiva
neoinstitucionalista defiende que la resistencia de las instituciones a los efectos
desestructuradores delos mercados se relaciona con la existencia de dispositivos legales
que favorezcan la acción colectiva, y su eficacia deriva de las percepciones y de las
habilidades de los actores sociales a la hora de manejar los dispositivos legales. Su
ausencia explica que una legislación amplia en ciertos países, como España o Francia, no
se traduzca en fuerza institucional.

¿Posibilidades de construir un sistema de RRLL supranacional?


Dos visiones:
- Pesimista. Se considera que las inversiones fluctuarán hacia los lugares con
sistemas de RRLL que ofrezcan mayores posibilidades para ganar más capital,
provocando mayor competencia y la erosión de la regulación colectiva existente
y sus políticas de bienestar. Por eso, una normalización del empleo a escala
europea podría limitar estos resultados, aunque muchos gobiernos nacionales ven
ventajas en la esa competencia entre sistemas y quieren aprovecharlas, y la mano
de obra está muy dividida, por lo que tiene menos fuerza.
- Optimista. Las relaciones laborales están registrando cambios, la relación de
empleo está presidida cada vez más por la racionalidad económica en lugar de la
regulación social, aunque se perciben ciertos avances en la regulación
supranacional. Cobra gran importancia el fortalecimiento de la sociedad civil,
siendo los sindicatos los que deben sopesar e impulsar ese fortalecimiento a escala
supranacional.

Problemas prioritarios de estudio en el ámbito de las relaciones laborales


- Impacto de la liberalización económica europea sobre las instituciones nacionales
y las condiciones laborales derivadas
- El efecto práctico de las medidas de regulación social que se han adoptado a escala
supranacional (europea), concretamente entre los países que la componen
- La evolución de las instituciones supranacionales del sindicalismo en esta misma
escala, tanto en organización como en formas de acción

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