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1 . Introducción
Por lo tanto, desde un marco teórico definido por los conceptos desarrollados desde la
sociología de espacio abordaré el estudio de estas dos calles como un espacio
multidimensional producido socialmente.
3 . Pregunta de investigación
¿Cómo las calles Moromoro y T. Hugo Ortiz del Barrio Turubamba constituyen un espacio
multidimensional?
Las calles Moromoro y T. Hugo Ortiz son un territorio conjunto formado por pequeños
negocios y comerciantes informales en el que se ha observado la mayor afluencia de
personas, quienes realizan actividades como compras, reuniones, paseos a pie, caminatas,
celebran fiestas y realizan ritos.
Los negocios en Turubamba surgieron a la par de la fundación del barrio en el que se pueden
distinguir la creación de casas y edificios habitacionales como parte del mismo proyecto de
urbanización de Quito.
En este territorio existen 43 locales y 8 puestos informales que se dividen en cuatro áreas de
acuerdo a los productos que ofrecen en: alimentación, salud, vestimenta y servicios terciarios.
5 . Marco teórico
En la obra de Correa (2013) se presenta la clasificación del espacio concebida por Lefebvre:
vivido, concebido – planificado y sensorial. Junto a la distinción espacial de Harvey:
orgánico, perceptual, simbólico.
La delimitación geográfica del objeto de estudio se basa en establecer una analogía del
concepto de metrópoli moderna de Weber al barrio Turubamba: “hablaremos de "ciudad" en
sentido económico cuando la población local satisface una parte económicamente esencial
de su demanda diaria en el mercado local.” (Weber: 1992/2014, 1939). Se retoma la
importancia del mercado local equivalente al espacio comercial del barrio en tanto que
satisface la demanda de la población local y permite la asociación del barrio. En el mismo
sentido de Weber “la ciudad sea no sólo una aglomeración de casas sino, además, una
asociación económica con propiedad territorial propia” (Weber: 1992/2014, 1943).
En torno a significación positiva del trabajo entre comerciantes y vendedores se crea una
identidad de vecindad. En el sentido que se plantea en la obra de Sepúlveda “la vecindad es
una agrupación de personas cuyas residencias están próximas y que mantienen
ciertas relaciones de ayuda y frecuentación. Constituyendo un grupo primario
informal conformado por relaciones cara a cara que como red de interconexión
relativamente individualizada” (Sepúlveda: 2004, 60). Entonces consideraré las
posibilidades de que este fenómeno desde una significación positiva del trabajo determine
unidad.
Además, en este nivel espacial como se menciona en la obra de Espín: “se crean estructuras
sociales a las que Lomnitz denomina redes de intercambio entre parientes, vecinos y
conocidos, que permiten la sobrevivencia […] supliendo la falta de seguridad social,
reemplazándola con un tipo de ayuda mutua basada en la reciprocidad" (Espín: 2012, 126).
Entendiendo el espacio comercial como un espacio público, las prácticas relacionadas con
paseos cortos por estas calles, actividades colectivas o festividades no están determinadas
por el consumo. “Tanto las calles como las esquinas constituyen no sólo un espacio de
tránsito, sino también de estar” (Correa: 2013, 87).
Un factor para explicar las causas de actividades no determinadas por el consumo es que “las
dimensiones de los edificios, menores en altura [...] reduce las posibilidades de los espacios
interiores en favor de lugares públicos como plazas y avenidas” (Correa: 2013, 87). En el
espacio, objeto de estudio, las edificaciones más altas son los edificios habitacionales que
constituyen solamente el 10%.
6 . Metodología
La metodología que se usará en el presente ensayo será de carácter cualitativo porque se
pretende investigar configuraciones de espacio basadas en imaginarios, percepciones y
subjetividades. Por lo tanto, la investigación se realizará a través de una etnografía con el
objetivo de realizar un acercamiento a la producción del espacio delimitado en el objeto de
estudio.
7 . Hallazgos y análisis
Además, la asociación de los habitantes del barrio fue posible mediante la constitución de
este espacio comercial. El señor Ruiz recuerda que:
“Recién llegados acá, vimos como una oportunidad de negocio poner locales porque
cada vez más personas comenzaron a pasar por llegar al registro civil […] Entonces
no fue que cada uno construyó su casa y hasta ahí llegó sino que comenzamos a
ayudarnos” (ENTREVISTA 1, 2017).
Los productos ofrecidos abastecen la demanda diaria según la señora Ana, dueña de una
tienda: “aquí hay locales muy variados y […] es lo más cercano para todos los del barrio, no
hay necesidad de salir para conseguir las cosas del día a día” (ENTREVISTA 3, 2017). Así
mismo de acuerdo a la señora Teresa “todo el barrio tiene que ver con esta calle porque es
como el centro de todo el barrio. En el que todos compran lo que necesitan, pero entre todos
nos conocemos” (ENTREVISTA 2, 2017).
Además, en el mapa sobre actividades comerciales realizado, se evidencia que los productos
ofrecidos por los locales y comerciantes de esta zona se pueden dividir de forma general en:
vestimenta, alimentación, servicios terciarios y salud.
De las observaciones realizadas se puede determinar que desde la apertura de los negocios,
entre las 6 y 8 de la mañana, hasta cuando la mayoría de negocios cierran, alrededor de las
10 de la noche, la afluencia de gente es constante. Existen dos periodos de tiempo en los que
la afluencia de gente aumenta considerablemente, desde las 12:00 hasta las 14:00, y desde
las 17:00 hasta las 20:00.
Esta vía comercial posee cierta autonomía respecto al centro comercial ubicado a pocos
metros y respecto a los policiales municipales que desde hace cuatro años no han intentado
desalojar a los comerciantes informales como lo describe Alexandra:
“hace cuatro años fue la última vez que intentaron sacarnos de aquí y quitarnos
nuestras cosas […] Vinieron guardias metropolitanos e intentaron quitarnos nuestras
cosas pero salieron todos, hubo una pelea y también llegaron los policial nacionales
pero no pudieron con nosotros, nos defendimos. Desde ahí nunca más nos intentaron
sacar, ahora podemos nomás trabajar tranquilamente. La policía no hace mayor cosa,
la otra vez hubo un incendio en el UPC y no se dieron cuenta porque estaban
borrachos […] la llegada del centro comercial no nos afectó en las ventas” (Entrevista
6, 2018).
“aquí todos nos conocemos porque somos vecinos, somos buenas personas, la
mayoría venimos del campo. Aquí, usted ve que nadie roba, es tranquilo, aunque si
hay partes del barrio que son peligrosas. En esta calle esta todos nos cuidamos como
se hacía en el campo mismo. Si dejáramos que roben nomás en algún local, entonces
lo mismo nos puede pasar a nosotros [...] los disgustos no crean problemas al final
aquí todos estamos trabajando y esas cosas se deben dejar de lado porque no hacen
bien” (Entrevista 4, 2018).
Las personas que ocupan la vía comercial del barrio se perciben como un grupo de vecinos,
un nosotros. Sobre esto durante las observaciones realizadas se ha percibido que entre
comerciantes y dueños de negocios prevalece la palabra “vecino” para referirse hacia el otro.
Expresiones como “vecino cámbieme el billete”, “vecino deme cuidante el puesto un ratito”,
“vecino présteme...”, etc. Además, durante las entrevistas y conversaciones realizadas se ha
advertido que ellos mismos se perciben como vecinos: “no tengo problemas con las personas
que venden en la calle, es más yo mismo le ayudo a la vecina a descargar las cosas cuando
solo está con el marido” (Entrevista 4, 2017), “la vecina de la tienda en la esquina es un poco
gruñona y a veces se enoja porque no vende las verduras […] es que claro, la señora del
puesto de la calle le vende un poco más barato” (ENTREVSITA 1).
Además de la distribución del espacio y del tiempo entre comerciantes informales, los dueños
de los locales también se encuentran en el mismo lugar. En algunos casos los entrevistados,
dueños de locales, manifiestan una relativa tensión con los comerciantes informales:
“ellos solo llegan y se ponen a vender no tienen que pagar impuestos, ni la luz, ni
agua, nada […] nos afecta porque algunos venden lo mismo y baja la clientela para
nosotros pero no podemos hacer nada porque ellos también están ganándose el dinero
de forma honrada. No hay muchas maneras porque no hay fuentes de trabajo”
(ENTREVISTA 6, 2017).
Sin embargo, no todas las actividades que se realizan sobre este espacio se encuentran
relacionados con el comercio. De la observación de campo se derriba que se han realizado
diversas convocatorias a reuniones con los comités del barrio (la organización territorial del
barrio de divide en manzanas, y cada una tiene un comité). Según afirma la señora Yolanda
“por esta calle siempre saben hacer la novena, el pase del niño y en fin de año se queman los
viejos” (ENTREVISTA 7, 2017).
Durante los meses comprendidos entre noviembre de 2017 hasta febrero de 2018 se han
realizado 10 días de observación participante de 3 horas en promedio. Considerando las
celebraciones y festividades, el periodo mencionado puede ser dividido en tres ejes: navidad,
fin de año, carnaval.
Para celebrar el fin del año 2017 los dueños de los locales, junto otros habitantes del sector,
se organizaron para hacer cinco estaciones en la vía Moromoro, adornadas con hojas de
eucalipto y aserrín, compuestos por monigotes que se denominan añoviejos acompañados de
algún mensaje con frases típicas o cualidades de personas a las que representan, parlantes
con música y hombres vestidos de mujeres que se denominan viudas.
En el periodo de carnaval durante las visitas que se realizaron, la mayoría de los dueños de
los locales, comerciantes, adolescentes y habitantes del barrio en general jugaban haciéndose
bromas carnavalearas que consistían en lanzarse agua, desperdicios, huevos, carioca y
harina. Durante este periodo también se observó que entre comerciantes y vendedores
tomaban cerveza a lo largo del día.
1. Conclusiones
El territorio tomado como objeto de estudio es abordado teóricamente desde una concepción
multidimensional del espacio. Esto permite entender la articulación de actividades
relacionadas con las actividades comerciales y no- comerciales.
El primer nivel espacial analizado revela la importancia del espacio comercial en la
constitución histórica del barrio Turubamba Bajo, desde su origen. A partir de estas
actividades se logra la asociación de los pobladores en la satisfacción de sus necesidades
básicas. Además, esta asociación no se encuentra analizada desde una perspectiva meramente
económica sino que se ha considerado la agencia social de los pobladores.
El trabajo configura una unidad entre los entre los dueños de locales y comerciantes
informales alrededor de un sentido vecindad. Las tensiones personales no trascienden la
importancia del trabajo. Por lo tanto, se logra mantener la unidad de estas personas.
Los límites de este ensayo se encuentran en no haber abordado el análisis de los comerciantes
informales y dueños de locales desde una perspectiva relacionada con la migración.
Tampoco se abordó el caso de los comerciantes de origen indígena que viven en el barrio y
traen las cosechas de sus campos sobre todo de Cotopaxi para venderlas.
1 . Bibliografía
Espín, María Augusta (2012) "Los indígenas y el espacio citadino: los lugares de vivienda"
en Eduardo Kingman (coord.) San Roque: indígenas urbanos, seguridad y patrimonio. Quito:
FLACSO Sede Ecuador: HEIFER. págs. 101 – 134.
Correa, Ahmed (2013) "Del Caribe a la Mitad del Mundo. Inserción laboral y producción de
espacios. Migración cubana en Ecuador", Tesis de Maestría en Ciencias Sociales con
mención en Sociología, FLACSO Ecuador. Capítulo III: "El espacio urbano como testimonio
de la disputa por la inserción social de la migración cubana en Quito y Guayaquil" págs. 75
- 109.
Simmel, Georg (1986) “las grandes ciudades y la vida del espíritu” en Cuadernos
políticos, No. 45, México, p.5 -10 y “La metrópolis y la vida mental” en Antología
de Sociología Urbana, p.47-61.
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