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KARL MARX (1881-1883)

1. Vida y obras
2. Marx, crítico de Hegel
3. Marx, crítico de la izquierda hegeliana. Crítica a Feuerbach
4. Marx, crítico de los economistas clásicos
5. Marx, crítico del socialismo utópico. Crítica de Proudhon
6. La alienación en el trabajo
7. El materialismo histórico
8. El materialismo dialéctico
9. La lucha de clases
10. El capital
11. El advenimiento del comunismo

1. Karl Marx. Vida y obras


Nació en Tréveris en 1818, pertenecía a una familia acomodada de origen judío, su padre fue abogado.
Como consecuencia de las leyes antisemitas de 1817-1818, que impedían a los judíos el ejercicio de
profesiones liberales, se convirtieron al protestantismo. Karl Marx empezó a estudiar derecho en la
universidad de Bonn. Se trasladó a la Universidad de Berlín en la que estudia Filosofía. En Berlín se
comprometió con Jenny von Westphalen, de familia aristocrática, con la que acabaría casándose.
En Berlín entra en contacto con los jóvenes de la izquierda hegeliana (teólogo Bruno Bauer y se
licencia en filosofía con una tesis titulada: Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de
Epicuro.
Desvanecidas sus esperanzas de lograr un puesto docente en la universidad, se dedica al periodismo,
trabajando como redactor de la “Gaceta renana”, en la que escribían los burgueses radicales y de la que
pronto se convertiría en redactor jefe. El periódico fue prohibido y Marx se dedica al estudio de Feuerbach.
En estos años escribe la Crítica al derecho público de Hegel. Se le nombra codirector de los “Anales franco
–alemanes”. En París conoce a Proudhon, Bakunin y trabó amistad con Friedrich Engels.
Con la ayuda económica de amigos de Colonia prosigue sus investigaciones de filosofía y economía
política. Escribe Manuscritos económico-filosóficos. Colabora con el periódico “Adelante” de los artesanos
comunistas que se difundía también en Alemania. Por este motivo se le expulsa de Francia. En este período
se aparta de la izquierda hegeliana. En Bélgica aparece La sagrada familia escrita en colaboración con
Engels y dirigida contra los hegelianos de izquierda. Oponiéndose a los hegelianos de izquierda Marx y
Engels escriben La ideología alemana; Tesis sobre Feuerbach; La miseria de la filosofía; en la obra:
Respuesta a la filosofía de la miseria de Proudhon, Marx critica al socialismo utópico en nombre del
socialismo científico. Por encargo de la Liga de los comunistas redacta junto con Engels el Manifiesto del
partido comunista. Vuelve a Colonia donde funda la “Nueva Gaceta renana” que será prohibida. Se le
prohíbe residir en París y se instala en Londres. Gracias a la ayuda económica de Engels lleva a cabo las
investigaciones económicas, sociales y políticas que componen El Capital, publicó el primer volumen, los
dos posteriores serían publicados póstumamente por Engels. En 1859 había aparecido su obra fundamental:
Crítica de la economía política. Fundó en Londres la Asociación internacional de trabajadores, La Primera
internacional que fue disuelta ocho años más tarde. En la última década de su vida publicó Crítica al
programa de Gotha trabajando sobre todo en El Capital. Murió en 1883.
2. MARX, CRÍTICO DE HEGEL
El pensamiento de Marx se configura en contacto y oposición al pensamiento de Hegel, de la izquierda
hegeliana, de los economistas clásicos y de los socialistas utópicos.
Desde sus primeros escritos se hace evidente la separación de Hegel en la Crítica a la filosofía del
derecho de Hegel. Critica la filosofía del derecho de Hegel tomando como punto de partida la situación
histórica y política de Alemania. De acuerdo con Marx, las instituciones jurídicas y políticas (por ejemplo la
ley del mayorazgo), así como las distintas formas de Estado, no pueden explicarse como expresión del
desarrollo del espíritu sino que son consecuencia de las condiciones materiales de vida que constituyen la
sociedad civil que depende de la economía política.
La filosofía de Hegel, según Marx es ideología. Hegel piensa que las instituciones existentes
responden a una necesidad racional y de ese modo legitima como inmutable el orden social existente. En
última instancia, Hegel convierte en racionalmente necesarios, hechos históricos y empíricos, esto es, “desde
su espiritualismo cae en el más craso materialismo”.
Marx dirige a Hegel dos acusaciones: subordinar la sociedad civil al Estado y después invertir sujeto y
predicado: convierte a los sujetos concretos en predicados de una sustancia mística universal. Marx
considera que al igual que la religión no es la que crea al ser humano, sino el ser humano el que crea la
religión; tampoco es la constitución la que crea al pueblo, sino el pueblo el que crea la constitución. Por eso,
cuando Hegel describe el Estado prusiano concreto, lo que hace es legitimarlo. Comprenderlo como
expresión necesaria del espíritu, es decir, como esencial. “No hay que reprochar a Hegel que describa el
Estado moderno tal cual es, sino que tome lo que es como si fuese la esencia del Estado”. El error de Hegel
es que después de concebir la esencia de algo, Estado, del arte; considera los estados o formas artísticas
reales y concretas en encarnaciones de esa esencia, es decir, en aparentes.
3. MARX, CRÍTICO DE LA IZQUIERDA HEGELIANA. CRÍTICA A FEUERBACH
Mientras la derecha hegeliana se inspiraba en Hegel para justificar el cristianismo y el estado
existente, la izquierda hegeliana consideraba que todo progresa dialécticamente, pero sostiene frente al
idealismo un materialismo, afirma que la religión cristiana es un producto humano y critica la política
existente desde posturas democráticas radicales.
Sin embargo, Marx y Engels en La sagrada familia critican a Bruno Bauer y Feuerbach. Los autores
de la izquierda hegeliana consideraban que era la religión y los valores los que atenazaban la conciencia de
los individuos, a la que consideraban autónoma de modo que criticaban los valores que, para los hegelianos
conservadores eran determinantes de la sociedad.
Lo que encadena a los seres humanos son sus ideas por lo que exigen que los individuos se
desembaracen de estos impedimentos y modifiquen su actual conciencia por una conciencia humana, crítica
o egoísta. Esto exige que interpreten de modo distinto el mundo. Parecen revolucionarios pero en el fondo
son conservadores.
No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia. Por ello, la
izquierda hegeliana también ve el mundo invertido, por eso es una ideología, como la de Hegel. Los autores
de la izquierda hegeliana no examinaron la relación entre la filosofía y la realidad alemana, entre su propia
filosofía y el ambiente material. Por eso no fueron en absoluto radicales: la liberación del ser humano no
avanza un solo paso por que se disuelvan “la filosofía, la teología, la sustancia y toda la inmundicia en la
autoconciencia”. “La liberación es un acto histórico, no ideal, que depende de condiciones históricas, el
estado de la industria, del comercio de la agricultura” Los jóvenes hegelianos separan teoría y praxis, Marx
las une.
Marx dedica las Tesis sobre Feuerbach a criticar la interpretación de Feuerbach de la religión. Marx
considera que Feuerbach acierta cuando reduce la teología a la antropología. Feuerbach considera que la
religión aliena al ser humano porque proyecta en Dios sus mejores cualidades, en lugar de tratar de
desarrollarlas. Sin embargo, Feuerbach no se plantea por qué el ser humano crea la religión. Los seres
humanos proyectan su ser sobre Dios, cuando la sociedad de clases impide el desarrollo real de su
humanidad. Por tanto, para superar la alienación religiosa no basta con denunciarla, sino que es preciso
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transformar las condiciones sociales que hacen que surja. Feuerbach habla de la alienación de la esencia
humana, es decir, de un individuo abstracto, sin entender que lo que el ser humano es, su forma de entender
el mundo y sus producciones culturales, como la religión, solo se explican por relación a unas condiciones
sociales concretas.
El ser humano crea la religión, pero el ser humano se explica en el Estado en la sociedad. Esta
sociedad produce la religión que es una conciencia invertida del mundo, porque también esa sociedad está
invertida. Existe el mundo fantástico de los dioses porque existe el mundo injusto de los hombres. La
miseria religiosa es expresión de la miseria social. La religión expresa el sufrimiento de la humanidad, por
tanto, para eliminarla hay que eliminar las situaciones sociales que la potencian. “Hasta ahora, afirma Marx,
los filósofos se limitaron a interpretar el mundo de distintas maneras, ahora, se trata de transformarlo”. La
primera tarea de un conocimiento que se ponga al servicio de la historia consiste en desenmascarar la
autoalienación religiosa. Por eso, la crítica a la religión supone crítica del derecho, la crítica a la teología en
crítica política.

4. MARX, CRÍTICO DE LOS ECONOMISTAS CLÁSICOS


En los Manuscritos económico-filosóficos, al igual que en El capital, Marx se enfrenta a los
economistas clásicos (Smith, Ricardo). En las teorías económicas burguesas, que pretendían ser un reflejo y
una explicación del funcionamiento real de la economía, y cuyo principal representante era, según Marx,
David Ricardo (1772-1823), se afirmaba que el desarrollo económico estaba sometido a unas leyes basadas
en un sistema puramente racional e ideal de equilibrio n el mercado entre la oferta y la demanda; los precios
y los salarios; las mercancías y los precios. El beneficio que era el objetivo perseguido por el capitalista al
invertir su dinero, se obtenía simplemente como consecuencia de la circulación de mercancías. Además,
según este autor, solo en un sistema económico sometido a estas leyes se realizan los valores de libertad e
igualdad. El capitalista es libre de abrir o cerrar un negocio y el asalariado es libre de firmar o no un
contrato. La igualdad se logra porque hay un intercambio de bienes equivalentes.
Marx considera que las teorías de David Ricardo no explican coherentemente el funcionamiento de la
economía capitalista, además incurren en una contradicción. Si todo intercambio se produce entre valores
equivalentes, ¿de dónde surge el beneficio?
Se trata de una ideología. Sostiene que las leyes económicas que formula son eternas, inmutables y
naturales. De esta manera, justifica un sistema de relaciones existentes en un estadio determinado de la
historia humana. Gracias al estudio de los economistas clásicos, Marx llega a la conclusión de que a una
máxima producción de riqueza le corresponde un máximo empobrecimiento del obrero.
La economía política nos dice cómo funciona la economía capitalista, pero no nos dice por qué
funciona así y tampoco se plantea cambiarlo. Señala Marx: “la economía política parte del hecho de la
propiedad privada. No nos la explica. Pone de manifiesto el proceso material de la propiedad privada a
través de fórmulas generales, abstractas, a las que otorga luego el carácter de leyes. No comprende estas
leyes, es decir, no muestra cómo surgen de la esencia de la propiedad privada”.
Para la economía política es “válida como última razón el interés del capitalista: supone, pues aquello
que debería explicar”.
De acuerdo Marx, la propiedad privada es un hecho, no una ley. Trata de explicar su origen. La
propiedad privada es el resultado de apropiarse del producto del trabajo ajeno, es el resultado de la
alienación del trabajo. Al igual que en la religión, afirma Marx, cuanto más pone el ser humano en Dios
menos conserva para sí mismo. El obrero pone su vida en el objeto, y esta ya no le pertenece a él, sino al
objeto. Su producto existe ajeno a él, como un poder independiente ante él, y la vida que le ha dado al objeto
se enfrenta a él como un extraño y una enemiga”.

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5. MARX, CRÍTICO DE SOCIALISMO UTÓPICO. CRÍTICA DE PROUDHON
En el Manifiesto del partido comunista Marx y Engels plantean las diferencias entre su socialismo
científico y las otras formas de socialismo: el socialismo reaccionario: feudal (ataca a la burguesía desde la
perspectiva de la sociedad feudal), pequeño burgués (que ataca a la burguesía en nombre de la pequeña
burguesía que amenaza con convertirse en proletariado), el socialismo alemán. El socialismo conservador o
burgués (economistas, filántropos que intenta mejorar la situación del proletariado a través de obras de
beneficencia. Sus representantes más destacados son: Saint- Simon, Fourier, Owen. Su mérito consiste en
apreciar el antagonismo de las clases, ilustraron a los obreros sobre su situación, pero no vieron las
condiciones materiales precisas para la transformación social, que se debe a la praxis revolucionaría del
proletariado, no a una dirección externa de la acción social. De esta manera se deslizan hacia el utopismo:
critican y condenan la sociedad capitalista pero no saben encontrar un camino de salida. De hecho, acaban
identificándose con el conservadurismo. A estos tipos de socialismo contraponen su socialismo científico
que ha descubierto la ley dialéctica que determina el cambio histórico y el desarrollo del capitalismo. Afirma
Engels: “La concepción materialista de la historia y la revelación del misterio de la producción capitalista, a
través de la plusvalía, se la debemos a Marx. Éstas convirtieron en ciencia al socialismo”.
En la Sagrada familia Marx afirma que Proudhon “revoluciona la economía política y hace posible por
primera vez una ciencia real de la economía política”. Coincidían en rechazar la propiedad privada y el
comunismo. Sin embargo en el Manifiesto del partido comunista lo presenta como ejemplo de socialista
conservador o burgués y la Miseria de la filosofía es una sarcástica inversión de la obra de Proudhon:
Sistema de las contradicciones económicas, o filosofía de la miseria.
Desde la perspectiva del materialismo histórico, Marx considera a Proudhon como un moralista
utópico, que no ha entendido el movimiento de la historia, en el que, por tanto, no puede intervenir. En su
intento de eliminar las partes negativas de la sociedad sustituye el análisis económico por una actitud
moralista. Sin embargo, la sociedad no puede cambiarse a base de lamentaciones. Además, los elementos
negativos de cada sociedad no son simples defectos que puedan eliminarse gracias al sentido de la justicia,
son elementos indispensables para el desarrollo social y el progreso hacia una forma de sociedad más
madura. Las contradicciones sociales no se solucionan eliminando una de las partes de la lucha, sino
llevando la lucha hasta el final. Las contradicciones de la sociedad capitalista no se solucionan, como
pretendía Proudhon, repartiendo la propiedad entre los trabajadores, sino en suprimirla a través de la
revolución del proletariado.

6. LA ALIENACIÓN EN EL TRABAJO
De acuerdo con Marx, el ser humano puede vivir humanamente si transforma con su trabajo la
naturaleza en función de sus objetivos, junto con otros seres humanos. El trabajo es lo que distingue al ser
humano de los otros animales, porque el ser humano materializa en la naturaleza sus propios objetivos, la
humaniza, convirtiéndola en su propio “cuerpo inorgánico”. Por tanto, el ser humano es lo que produce y
cómo lo produce, a través de su trabajo va transformándose a sí mismo al tiempo que transforma la
naturaleza.
Sin embargo, si contemplamos la historia y la sociedad, vemos que el trabajo ya no se hace por la
necesidad de apropiarse, junto con los demás hombres, de la naturaleza, ya no se hace para materializar
ideas y proyectos, sino que lo seres humanos trabajan para subsistir. Cuando hay individuos que se apropian
del trabajo ajeno, se produce la alienación. Si bien la alienaciones propia de todas las sociedades clasistas,
llega al extremo en la sociedad capitalista.
El obrero no es dueño de su trabajo, sino que lo vende convirtiéndose en mercancía. El obrero se ve
desposeído del objeto de su trabajo que el capitalista vende en el mercado incrementando su valor, de modo
que cuanto más produce el obrero más beneficio obtiene el capitalista y más se incrementa la desigualdad
social. De este modo, el objeto de su trabajo, se le opone. También la propia actividad, que no es el medio de
materializar sus objetivos, pues se ve desposeído del objeto de su trabajo, sino un medio de subsistencia. La
desposesión genera despersonalización, el trabajo en lugar de ser un medio de realización personal, se
convierte en una actividad despersonalizada, cuyo único fin es la obtención de beneficio. Se altera también
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la relación entre los seres humanos, pues unos se adueñan del trabajo de los otros, lo que impide la
realización de ambos. Se deterioran las relaciones con la naturaleza a la que el ser humano no se ve
reflejado, sino que se reduce a un medio, a una materia prima con la que obtener beneficio. De la alienación
en el trabajo derivan el resto de alienaciones a las que los seres humanos se ven sometidos, la alienación
política, las leyes del Estado se oponen a los individuos, la religiosa.
Marx resume con estas palabras la alienación del trabajo: “Consiste en el hecho de que el trabajo es
externo al obrero, no pertenece a su ser, y por lo tanto, no se fortalece en su trabajo, sino que se niega, no se
siente satisfecho sino infeliz, no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que extenúa su cuerpo y
destruye su espíritu. Por eso, el obrero solo se halla a sí mismo fuera del trabajo, y dentro del trabajo se
encuentra fuera de sí. Si no trabaja, se halla en su propia casa; y si trabajo, no está en su casa. Por lo tanto,
su trabajo no es voluntario, sino obligado, es un trabajo forzado”. El hombre solo se siente libre en sus
funciones animales (comer, beber, procrear…) y animal en su función humana, que es el trabajo.
La alienación en el trabajo hace que el hombre sea tanto más pobre, cuanto mayor sea la riqueza que
produce. “la alienación del obrero en su producto no solo significa que el trabajo se convierta en algo
externo al obrero, sino que la vida que dio al objeto, se le contrapone como algo hostil. Por eso: “cuanto más
produce el obrero, menos tiene para consumir; cuanto mayor valor produce, menos valor y dignidad posee,
cuanto más hermoso sea su producto, más se deforma el obrero”.
Marx trata de explicar las condiciones históricas y sociales que han dado lugar a esta situación, es
decir, la sociedad capitalista como resultado del desarrollo dialéctico de la historia, las contradicciones que
surgen como resultado del desarrollo económico del capitalismo (evolución de la industria, aparición y
organización del proletariado como clase opuesta a la burguesa), revolución del proletariado y la lucha de
clases, la formación de la sociedad comunista.
7. MATERIALISMO HISTÓRICO
Marx afirma que el materialismo histórico es la tesis según la cual: “no es la conciencia de los seres
humanos la que determina su ser, sino al contrario, es su ser social el que determina su conciencia”. La
infraestructura económica es la que determina la superestructura. A lo largo de la historia, señala Marx, los
seres humanos entran en relaciones determinadas, necesarias, ajenas a su voluntad, relaciones de producción
(son las relaciones que los seres humanos establecen entre sí para transformar la naturaleza y producir los
bienes para mantener su vida social) que se corresponden con determinado grado de desarrollo de las
fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones constituye la estructura económica de la
sociedad, la base sobre la que se eleva la superestructura jurídica y política, y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso
social, político y espiritual de la vida”.
En consecuencia, lo que los individuos son depende de las condiciones materiales de su producción.
La primera acción histórica del ser humano consiste en la creación de los medios adecuados para satisfacer
las necesidades vitales. La satisfacción de una necesidad genera otras necesidades. Y por eso, cuando
aumentan las necesidades, ya no es suficiente con la familia: se crean otras relaciones sociales. El aumento
de la productividad, el crecimiento de la población y de las necesidades producen la división del trabajo. La
división entre el trabajo manual y el intelectual genera la ilusión de que la conciencia o el espíritu son algo
separado de la materia y de la historia, y produce la aparición de una clase que vive del trabajo de los otros.
Materialismo histórico significa que la historia real es la que producen los individuos reales al
transformar la naturaleza y sus condiciones materiales de existencia. La conciencia y las ideas son
consecuencia de esta historia y dependen de ella. “La moral, la metafísica, la religión no son autónomas,
cuando cambia la base económica, cambian junto con esta”. Marx y Engels afirman: “Las ideas dominantes
de una época siempre han sido únicamente las ideas de la clase dominante” que son ideologías, porque
ofrecen una imagen falsa de la realidad para justificar el orden social existente.
Marx consideraba que había habido un desarrollo histórico de la sociedad, desde una supuesta
sociedad oriental sin clases, en la que no evolucionaba la forma de producción, hasta las sociedades
clasistas: de la esclavista a la feudal y de ésta a la capitalista. La transformación de la sociedad capitalista
daría lugar a la sociedad comunista: sociedad en la que no habría una clase que tuviese en propiedad los
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medios de producción y el trabajo de la otra clase, no habría propiedad privada, ni alienación, todos serían
libres, realmente dueños de su actividad e iguales, no estarían unos en posesión del trabajo de otros.

8. MATERIALISMO DIALÉCTICO
La doctrina de Marx es materialista porque afirma que la estructura económica, las condiciones
materiales de existencia, determina la superestructura, la conciencia social (que se manifiesta n el aparato
político y jurídico del estado y en las ideologías). Pero se trata de un materialismo dialéctico.
Frente al materialismo mecanicista, Marx toma de Hegel la visión dialéctica de la historia y de la
realidad. La materia es algo dinámico, no inerte, en constante progreso y ese progreso sigue una ley
dialéctica, es decir, se logra con la síntesis de los opuestos. No obstante, si para Hegel la dialéctica es el
modo en que progresa el espíritu, para Marx es el modo en que progresan las condiciones materiales de vida.
Por eso para Marx, la alienación no es una figura especulativa, sino la situación en la que se encuentran los
individuos como consecuencia de la propiedad privada de los medios de producción.
Marx invierte la dialéctica hegeliana, la transporta desde las ideas hasta la historia, desde la conciencia
infeliz hasta la realidad social en contradicción. Cada momento histórico engendra contradicciones en su
interior: éstas constituyen el mecanismo de avance del desarrollo histórico. Esas contradicciones expresan la
oposición entre dos clases sociales, la que representa la fuerza de trabajo y la clase que es dueña de los
medios de producción, esa oposición genera una lucha que conduce a una redistribución de los medios
productivos de vida y, así, a una transformación económica y social.

9. LA LUCHA DE CLASES
En el Manifiesto comunista afirman Marx y Engels: “La historia de todas las sociedades que han
existido hasta ahora, no es más que la historia de la lucha de clases […] esta lucha ha acabado, en todos los
casos, con una transformación revolucionaria de toda la sociedad o con una ruina común de las clases en
lucha”.
En la sociedad burguesa esa lucha se va escindiendo cada vez más en dos clases directamente
contrapuestas entre sí: la burguesía, opresora, y el proletariado, oprimida. La burguesía está compuesta por
los capitalistas, propietarios de los medios de producción y patronos de los asalariados. El proletariado son
los asalariados, que no poseen los medios de producción y se ven obligados a vender su fuerza de trabajo
para poder subsistir.
La clase burguesa surge en el interior de la sociedad feudal, es su negación y superación. Entre los
siervos de la gleba surgieron los primeros burgueses, el avance técnico, las nuevas rutas comerciales dieron
a la burguesía y a la industria un gran impulso. Ya no era suficiente con los gremios, parecieron los talleres
manufactureros. “La clase media industrial suplantó a los maestros artesanos, desapareció la división del
trabajo en las corporaciones gremiales, ante la división del trabajo en cada uno de los talleres”,
paralelamente, los mercados crecían. No era suficiente la producción en los talleres. Entonces, las máquinas
y el vapor revolucionaron la producción industrial. La industria manufacturera fue sustituida por la industria
moderna, la clase media industrial reemplazada por los modernos burgueses. La burguesía desplazó a todas
las clases sociales dominantes del Medievo. La producción industrial no se correspondía con las relaciones
de producción feudal, la propiedad feudal de las vías de comunicación ponía trabas al comercio, encarecía el
producto y hacía insegura su distribución. Fue necesario romper la organización social feudal. Las relaciones
feudales fueron sustituidas por la libre competencia, junto con el dominio económico y político de la clase
de los burgueses”.
De la misma manera que la burguesía es la contradicción interna del feudalismo, el proletariado es la
contradicción interna de la burguesía. La burguesía crece alimentando en su seno al proletariado, pues la
riqueza de la burguesía depende de la producción del obrero que, cuanto más produce, más se beneficia la
burguesía y más se empobrece él mismo. “En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía, es
decir, el capital, se desarrolla el proletariado, la clase de los obreros, que solo vive en la medida en que

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encuentran trabajo y que solo encuentra trabajo en la medida en que su trabajo aumenta el capital”. “las
armas que sirvieron a la burguesía para derrumbar el feudalismo, se vuelven ahora contra la burguesía
misma”. De la misma manera que fue inútil que los señores feudales intentaran defender los derechos
feudales, es inútil que los burgueses intenten conservar sus derechos sobre el proletariado. La burguesía ha
creado las condiciones y a los hombres que la destruirán: los obreros. El avance de la industria va creando
uniones de obreros organizados y conscientes de su propia fuerza y misión. De este modo, “Resultan
igualmente inevitables su ocaso y la victoria del proletariado”. En el Capital Marx se afana en demostrar la
inevitabilidad del ocaso de la burguesía y la victoria del proletariado y en desvelar la ley económica del
movimiento de la sociedad moderna.
10. EL CAPITAL
Marx comienza su obra cumbre con el análisis de la mercancía. La mercancía posee un doble valor:
Valor de uso: se basa en la cualidad de la mercancía que le permite satisfacer una necesidad más bien
que otra.
Valor de cambio: el valor que tiene en el mercado y que permite intercambiarla por otras mercancías
diferentes. La medida equivalente a las distintas mercancías que permite intercambiarlas es la cantidad de
trabajo socialmente necesaria para producirla. Por eso, hablar de la mercancía en sí, sin considerar la como
resultado del trabajo humano es convertirla en un ídolo. Por eso, el intercambio de mercancías no es una
relación entre cosas, sino una relación entre productores.
El trabajo es una mercancía que el proletario vende en el mercado al capitalista a cambio de un
salario. El valor de un trabajo, el salario, viene determinado por el valor de las cosas necesarias para
mantener con vida al trabajador y a su familia.
Sin embargo, la fuerza de trabajo es una mercancía especial porque su valor de uso, su cualidad
especial es que produce valor. El capitalista que compra la fuerza de trabajo tiene derecho a consumirla, es
decir, a obligarla a trabajar muchas horas. Algunas de esas horas sirven para crear productos suficientes
como para que el obrero pueda mantenerse a él y a su familia, que es lo que el capitalista le paga. El resto
del tiempo, crea productos que el capitalista no paga y ese producto que el capitalista no paga al obrero es la
“plusvalía”.
Marx diferencia entre el capital fijo, invertido en la adquisición de medios de producción, y capital
variable, invertido en la adquisición de fuerza de trabajo. Aunque el capitalista deba invertir en medios de
producción y fuerza de trabajo, gracias a la plusvalía siempre obtendrá beneficios, es decir, el dinero
siempre produce más dinero que el que gasta. Además, se pude aumentar la plusvalía fundamentalmente de
dos modos: la prolongación de la jornada de trabajo (plusvalía absoluta), reducción de la jornada de trabajo
necesaria o aumento de la productividad (plusvalía relativa). Hay tres fases en el aumento de la
productividad: 1) la economía de los medios de trabajo. (un mismo taller para muchos obreros), 2) aumento
de la fuerza de trabajo. División de trabajo y la industria manufacturera. “La división del trabajo es el
asesinato del pueblo”. 3) uso de máquinas y la creación de la gran industria.
El capitalista reinvierte la plusvalía para obtener más capital y hacer frente a la competencia. De este
modo, la tendencia es a acumular el capital en pocas manos y aumentar el desempleo con el uso de
máquinas. (Texto página 190).

11. EL ADVENIMIENTO DEL COMUNISMO


El feudalismo produjo la burguesía y ésta, al crecer y desarrollarse genera el proletariado que la hará
desaparecer. Es el propio desarrollo de la industria la que conduce a la generación del trabajo asalariado, la
socialización y reunión de los obreros y las condiciones cada vez más extremas de pobreza que empujan la
revolución. Afirma Marx: “las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa
crean al mismo tiempo las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta formación
social, por lo tanto, se cierra la prehistoria de la humanidad”. El triunfo de la revolución del proletariado será
el día de la resurrección de toda la humanidad.

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Ineludiblemente, la sociedad capitalista dará lugar a la sociedad comunista. “No a través de prédicas
moralizantes”, ni porque la clase obrera lleve a cabo ningún ideal, sino porque se han generado las
condiciones necesarias para su transformación. Se trata de una transformación necesaria a una sociedad sin
propiedad privada, sin clases, sin división del trabajo, sin alienación, sin Estado. El comunismo, afirma
Marx, “es un retorno del ser humano a sí mismo, como ser social, es decir, como ser humano”.
Marx no concreta especialmente cómo se configurará esta nueva sociedad. Afirma que se realizará de
manera gradual. Al principio habrá una cierta desigualdad que desaparecerá cuando se elimine la división
entre trabajo manual e intelectual y la posesión de la fuerza de producción, entonces, “cada uno producirá
según su capacidad y a cada uno se le dará según su necesidades”.
El comunismo en bruto es una etapa previa a la constitución de la sociedad comunista. En esa etapa
previa, la propiedad está en manos del Estado, lo que significa convertir en proletario a todos los individuos.
La nacionalización de la propiedad privada debe ir encaminada a su supresión. Una vez abolida la
propiedad, el poder político iría retirándose paulatinamente, hasta llegar a extinguirse. Para Marx, el Estado
“es la forma de organización que se dan por necesidad los burgueses […] con el fin de garantizarse
recíprocamente su propiedad y sus intereses”, por tanto, no tiene sentido cuando desaparezca la propiedad
privada.
Ahora bien, antes de lograr la sociedad sin clases, se establecerla dictadura del proletariado, que
utilizará su dominio para centralizar todos los instrumentos de producción en manos del Estado, es decir, del
proletariado organizado como clase dominante. Esto ocurrirá mediante intervenciones autoritarias que
promulgarán medidas del tipo: 1) expropiación de la propiedad inmobiliaria, y utilización de la renta
inmobiliaria para los gastos del Estado; 2) imposición fuertemente progresiva; 3) abolición del derecho de
herencia, 4) confiscación de la propiedad de todos los rebeldes y exiliados; 5) Banca oficial con capital del
Estado y monopolio exclusivo; 6) centralización en poder del Estado de todos los medios de transporte 7)
incremento de las fábricas estatales, de los instrumentos de producción y mejora de las tierras de acuerdo
con un plan colectivo; 8) obligación igualitaria de trabajo para todos; formación de ejércitos industriales,
especialmente para la agricultura; 9) unificación de la práctica de la agricultura y la industria, eliminación
gradual del antagonismo entre campo y ciudad; 10) instrucción pública y gratuita para todos los niños;
eliminación del trabajo de los niños en las fábricas; combinación de la instrucción con la producción
material.
La puesta en práctica de estas medidas sería una fase intermedia entre la sociedad burguesa y la
comunista. Más adelante se dará el paso a la libertad: “la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus
antagonismos entre clases, será sustituida por una asociación en la que el libre desarrollo de cada uno es la
condición del libre desarrollo de todos”.
A Marx le interesaba el análisis y la crítica social. Consideraba su propuesta como un socialismo
científico que analiza científicamente las contradicciones de la sociedad capitalista, como resultado del
progreso dialéctico de la historia para guiar la praxis revolucionaria. Tras la muerte de Marx, se derivó de
sus tesis un pensamiento marxista general en varias direcciones. Engels, colaborador de Marx con el que
escribió obras conjuntas: La sagrada familia, el Manifiesto comunista, La ideología alemana, se encargó de
la publicación del II y III volúmenes de El Capital. Extiende la dialéctica a la comprensión de toda la
realidad, también de la naturaleza, acorde, desde su punto de vista al darwinismo y a los últimos adelantos
de la ciencia de su época. Antonio Labriola incide en la importancia humana del trabajo y en el proletariado
como sujeto de la historia, Eduard Bernstein lee a Marx desde Kant, no considera ineludible la revolución
del proletariado, es más, cree en la transformación progresiva de la sociedad en lugar de la revolución
violenta. Sin embargo, Lenin utiliza y sistematiza el marxismo como guía teórica de la revolución rusa,
Stalin posteriormente, convierte al marxismo en la ideología del estado Soviético, prohibiendo cualquier
interpretación de Marx distinta a la que expresó en Materialismo histórico y materialismo dialéctico,
expulsó a Trostky. En la URSS el marxismo se convierte en una ideología dogmática, logrando desarrollarse
en otros países como Alemania (Erns Bloch y más tarde la Escuela de Frankfurt: Adorno, Horkheimer,
Habermas), Francia o Hungría (G. Lukács).

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12. LIMITACIONES DEL MARXISMO
En primer lugar, Marx consideraba que el valor de cambio estaba determinado por el trabajo necesario
para la producción, en la práctica es la demanda de los consumidores, en función de sus preferencias, lo que
determina el valor del producto.
Marx consideraba ineludible una revolución proletaria que no se ha producido. No se han abolido las
clases ni ha desaparecido el Estado.
La determinación de la superestructura por parte de la infraestructura es una suposición difícilmente
demostrable, es cierto que la economía influye en la ideología, pero también la ideología y la mentalidad
influye en la actividad productiva, tal y como señaló Max. Weber.
Marx parece confundir el sentimiento religioso con las instituciones religiosas concretas que pueden
responder a los intereses de una clase social. Lejos de ser el opio del pueblo, la religión puede alentar la
transformación y el compromiso social como señaló el marxita Erns Mach.
Tampoco se puede entender en el sistema marxista convenientemente la estética. Por qué nos sentimos
atraídos por la estética de una sociedad diferente a la nuestra o de una sociedad históricamente pasada, si no
es más que la expresión de un interés de clase de un sistema productivo obsoleto.
Las críticas vertidas al marxismo por Popper, por ejemplo, es su visión dialéctica de la realidad y de la
historia, con el consecuente determinismo histórico. La dialéctica es una interpretación de los hechos desde
una teoría previa que los propios hechos no pueden desmentir, no se trata de una ciencia, sino de una
metafísica. El materialismo histórico pretende una visión totalitaria de la historia, lo que resulta imposible,
pues nosotros mismos formamos parte de la historia: no se trata de una ciencia, sino de una fe.

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