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CONFIRMACIONES

2014

Juan XXIII Cartuja

1
RITOS INICIALES

Rito de recepción del Presidente (En pie)

Procesión de entrada

Entran en primer lugar los jóvenes que van a ser confirmados,


seguidos por los presbíteros celebrantes. Mientras canta la
asamlea.

Monición de entrada
Lector:

¡Sed todos bienvenidos! Nos encontramos hoy aquí para celebrar


de forma festiva y gozosa el Sacramento de la Confirmación:
abrazo de Dios Padre a estos hijos suyos que desean
comprometerse con un SI sincero y confiado a Jesús y a su
Iglesia; y don del Espíritu Santo que plenifica en nosotros la
gracia que ya recibimos en nuestro bautismo, y que hoy
descenderá de nuevo con nueva fuerza y ardor, para hacernos
crecer y madurar como cristianos. Renovemos todos nuestra fe en
la presencia del Espíritu en medio de nuestra asamblea, y
dispongámonos a recibir un nuevo impulso que nos aliente en el
camino cristiano en medio de nuestro mundo.

Canto de entrada

Bendigamos al Señor
Bendigamos al Señor, EL ESPÍRITU DE DIOS
Dios de toda la creación, HOY ESTA SOBRE MI.
por habernos regalado su amor. Y ES QUIEN ME HA UNGIDO
Su bondad y su perdón PARA PROCLAMAR,
y su gran fidelidad LA BUENA NUEVA A LOS MÁS POBRES,
por los siglos de los siglos durarán. LA GRACIA DE SU SALVACIÓN.

2
Enviados con poder Con la fuerza de su amor
y en el nombre de Jesús, y de la resurrección
a sanar a los enfermos del dolor, anunciamos llega ya la salvación.
a los ciegos dar visión, Que ni el miedo ni el dolor,
a los pobres la verdad ni la duda o la opresión
y a los presos y oprimidos libertad. borrarán la paz de nuestro corazón.

Rito de entrada

Presidente: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del


Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Presidente: La paz esté con vosotros.
Todos: Y con tu Espíritu.

Acto penitencial

Presidente: Antes de celebrar los sagrados misterios de la pasión,


muerte y resurrección del Señor, reconozcamos
humildemente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos,


que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa por mi gran culpa Por eso ruego a santa María,
siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros,
hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

Presidente: Dios
todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

Todos: Amén.

V./ Señor, ten piedad. R./ Señor, ten piedad.


V./ Cristo, ten piedad. R./ Cristo, ten piedad.
V./ Señor, ten piedad. R./ Señor, ten piedad.

3
Gloria cantado.
1. Todo mi ser canta hoy SIEMPRE CANTARE
por las cosas que hay en mí. TU FIDELIDAD. (bis)
Gracias te doy, mi Señor,
Tú me haces tan feliz. 2. Siempre a tu lado estaré
Tú me has regalado tu amistad, alabando tu bondad.
confío en Ti, me llenas de tu paz. A mis hermanos diré
Tú me haces sentir tu gran bondad el gran gozo que hallo en Ti.
yo cantaré por siempre tu En Ti podrán siempre encontrar
fidelidad. fidelidad, confianza y amistad.
Nunca fallará tu gran amor
GLORIA A TI, ni tu perdón. Me quieres tal como
SEÑOR, POR TU BONDAD. soy.
GLORIA, GLORIA,

Gloria Cantado
1. No sé como alabarte, ni que decir, Señor.
Confío en tu mirada que me abre el corazón.
Toma mi pobre vida que, sencilla ante Ti,
quiere ser alabanza por lo que haces en mí.

GLORIA, GLORIA A DIOS,


GLORIA, GLORIA A DIOS,
GLORIA, GLORIA A DIOS,
GLORIA, GLORIA A DIOS.

2. Siento en mí tu presencia, soy como Tú me ves,


bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.
Indigno de tus dones, mas por tu gran amor,
tu Espíritu me llena, ¡gracias te doy, Señor!
3. Gracias por tu Palabra, gracias por el amor,
gracias por nuestra Madre, gracias te doy, Señor.
Gracias por mis hermanos, gracias por el perdón,
gracias porque nos quieres juntos en Ti, Señor.

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Oración colecta

Envíanos, Señor, tu Espíritu Santo, para que, caminando en la


unidad de la fe y fortalecidos con su amor, contribuyamos a que la
Iglesia, Cuerpo de Cristo, alcance su plenitud. Por nuestro Señor
Jesucristo.

El Presidente se sienta. Comienza la liturgia de la palabra.

LITURGIA DE LA PALABRA (Sentados)

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Ezequiel 36, 24-28

Esto dice el Señor Dios:


Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.

Palabra de Dios.

5
Salmo responsorial Sal 144, 1-2. 8-9. 10-11. 13cd-14 (R.:
cf. 1)
R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;


bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré y alabaré
tu nombre por siempre jamás. R.

R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

El Señor es clemente y misericordioso,


lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.

R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,


que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

El Señor es fiel a sus palabras,


bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R

R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-6. 14. 22b-23. 32-33.

6
Todos los discípulos estaban juntos del día de Pentecostés.
De repente un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en
toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas,
como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada
uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en
lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el espíritu le
sugería.
Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de
todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa
y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su
propio idioma.
Se presentó Pedro con los Once, levantó la voz y dirigió la
palabra:
-Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el
hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio
los milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al plan
previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por
mano de paganos, lo matasteis en una cruz.
Pues bien, Dios resucitó a este Jesús y todos nosotros somos
testigos. Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido el
Espíritu Santo que el Padre había prometido, y lo ha derramado.
Esto es lo que estáis viendo y oyendo
Palabra de Dios

Canto Secuencia
Ven Espíritu Divino
Ven, Espíritu divino, Ven, dulce huésped del alma,
manda tu luz desde el cielo. descanso de nuestro esfuerzo,
Padre amoroso del pobre; tregua en el duro trabajo,
don, en tus dones espléndido; brisa en las horas de fuego,
luz que penetra las almas; gozo que enjuga las lágrimas
fuente del mayor consuelo. y reconforta en los duelos.

7
Entra hasta el fondo del alma, calor de vida en el hielo,
divina luz, y enriquécenos. doma el espíritu indómito,
Mira el vacío del hombre, guía al que tuerce el sendero.
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado, Reparte tus siete dones,
cuando no envías tu aliento. según la fe de tus siervos;
por tu bondad y gracia,
Riega la tierra en sequía, dale al esfuerzo su mérito;
sana el corazón enfermo, salva al que busca salvarse
lava las manchas, infunde y danos tu gozo eterno. Amén.

CANTO - Aleluya de la tierra

¿Quién quiere resucitar, a este mundo que se muere?


¿Quién cantará el aleluya, de esa nueva luz que viene?
¿Quién cuando mire la tierra, y las tragedias observe,
sentirá en su corazón, el dolor de quien se muere?
¿Quién es capaz de salvar, a este mundo decadente,
y mantiene la esperanza de los muchos que la pierden?

EL QUE SUFRE MATA Y MUERE, DESESPERA Y ENLOQUECE,


Y OTROS SON ESPECTADORES, NO LO SIENTEN
ALELUYA CANTARÁ, QUIÉN PERDIÓ LA ESPERANZA,
Y LA TIERRA SONREIRÁ. ALELUYA. (BIS)

El presbítero pide la bendición al Presidente.

EVANGELIO (En pie)

Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 21-24

En aquel tiempo, lleno de la alegría del Espíritu Santo, Jesús


exclamó:
-Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has
revelados a la gente sencilla.
Si, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es
el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquél a
quien el Hijo se lo quiera revelar.

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Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:
-¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os
digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis
vosotros y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron

Palabra del Señor.

Terminado el evangelio el presbítero o presidente besa el libro, y se sienta. El párroco o


el catequista presenta a los confirmandos llamándolos por su nombre y se levantan.

Presentación de los Confirmandos (En pie)


La comunidad del centro Juan XXIII le presenta a este
grupo de jóvenes, para que por medio de la imposición de las
manos y la unción con el crisma reciban la fuerza del Espíritu
Santo que les ayude en su vida de cristianos y sepan dar
testimonio del amor de Dios a los hombres y mujeres de este
tiempo. A lo largo de un tiempo estos jóvenes se han ido
preparando y descubriendo la presencia de Dios en sus vidas.
Como responsable en esta formación tengo la alegría de
presentarlos para que usted les confiera el sacramento del
Espíritu. He aquí sus nombres: (Susana Cámara Machado,
Santiago Francisco Díez Corbera, Cristina Gutiérrez Ibáñez, Ana
Belén Marañón Contreras, Marta Moraga Gallegos, Verónica
Santiago Rodríguez, Patricia Vega Jiménez, María Irene Vélez
Palomino)
Responden: Aquí estoy

Homilía (Sentados)
Terminada la homilía el Presidente, interroga a los confirmandos, les pide la renovación
de los compromisos bautismales y al final proclama la fe de la Iglesia.

Renovación de las promesas del Bautismo (De pie, delante)


Presidente:

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Queridos jóvenes:

¿Estáis dispuestos a luchar contra el pecado que se manifiesta,


entre otras cosas, en el egoísmo, la envidia, la venganza, la
mentira, el pensar solo en vosotros mismos y en el desinterés
hacia los demás y especialmente hacia los que sufren?

Sí, estoy dispuesto/a


Presidente

¿Estáis dispuestos a perdonar cuando os hagan una injuria; a amar


incluso a los que no os quieren bien; a ayudar a los que os
necesiten, sean quienes sean; a poner vuestra vida al servicio de
un mundo más digno para todos, sin distinciones injustas?

Sí, estoy dispuesto/a


Presidente

¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la


tierra?

Sí, creo
Presidente

¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de


Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucito de entre los
muertos, y está sentado a la derecha del Padre?

Sí, creo
Presidente

¿Creéis en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que hoy os


será comunicado de un modo singular por el sacramento de la
Confirmación, como fue dado a los apóstoles el día de
Pentecostés?

Sí, creo

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Presidente

¿Creéis en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos,


en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, y
en la vida eterna?

Sí, creo
Presidente

Y, de acuerdo con el Evangelio de Jesucristo, ¿confiareis siempre


en Dios en todas las circunstancias de la vida?

Sí, confiaré
Presidente

¿Tratareis a todos los hombres como hermanos vuestros, sin hacer


distinciones por razón de raza, cultura, modo de pensar, origen o
posición social?

Sí, los trataré


Presidente

¿Queréis vivir como Jesucristo vivió?

Sí, quiero
Presidente

¿Trabajareis para que llegue a todos los hombres la vida y la


salvación de Dios?

Sí, trabajaré

A esta profesión asiente el Presidente proclamando la fe de la Iglesia:

Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos


gloriamos de profesar en Cristo Nuestro Señor.

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Y los fieles, a su vez, asienten también diciendo:

Amén.

Monición general al Rito de la Confirmación

Llega el momento importante para estos jóvenes. Después


de renovar las promesas bautismales que un día sus padres y
padrinos hicieron por ellos, ahora el Vicario general en nombre
de nuestro Obispo les impondrá las manos al igual que hacían los
Apóstoles. Imponer las manos es uno de los gestos para conferir
el don del Espíritu Santo y nos indica la transmisión de un poder,
de una fuerza para ellos.
Seguido a este gesto y a la oración, el Presidente crismará a
los jóvenes imponiéndoles la mano y marcándoles con la señal de
la cruz. Ser crismado es lo mismo que ser Cristo, ser mesías, ser
ungido. A partir de este momento tendrán la misión de dar
testimonio de la verdad y ser fermento de santidad en el mundo.
Participamos todos de este rito orando por los que van a ser
confirmados.

Imposición de las manos. (De pie)


El Presidente, de pie, con las manos juntas y de cara al pueblo dice:

Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle


que derrame el Espíritu Santo sobre estos hijos de adopción que
renacieron ya a la vida eterna en el Bautismo, para que los
fortalezca con la abundancia de sus dones, los consagre con su
unción espiritual y haga de ellos imagen perfecta de Jesucristo.

Todos oran en silencio unos instantes.

Después el Presidente impone las manos sobre todos los confirmandos. Mientras tanto
dice:

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Dios todopoderoso, Padre de nuestro señor Jesucristo, que
regeneraste, por el agua y el espíritu santo, a estos siervos tuyos y
los libraste del pecado, escucha nuestra oración y envía sobre
ellos el espíritu santo defensor; llénalos de espíritu de sabiduría y
de inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu
de ciencia y de piedad, y cólmalos del espíritu de tu santo temor.

POR JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR.

R./ Amén.

Crismación

(Sentados, van saliendo de uno en uno cuando son


llamados)
Un presbítero presenta el santo crisma al Presidente. En este momento se acercan al
Presidente los confirmandos.

Los padrinos que presentan al confirmando colocan la mano derecha sobre el hombro de
éste y dice al Presidente el nombre del Confirmando.

El Presidente moja el dedo pulgar de su mano derecha en el santo Crisma y hace con él
la señal de la cruz sobre la frente del confirmando diciendo:

N., recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo.

Y el confirmado responde:

Amén.

El Presidente añade:

La paz sea contigo.

El confirmado responde:

Y con tu Espíritu.

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Terminada la unción el Presidente va a la sede, se lava las manos e introduce la oración
de los fieles.

a) Se omite el Credo.

b) Algunos de los Confirmados pueden llevar al altar el pan y el vino y otras


ofrendas. En este momento el Presidente se pone la mitra

Oración de los fieles (De pie)

Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso y, ya que


es una misma la fe, la esperanza y el amor que el Espíritu
Santo ha infundido en todos nosotros, que nuestra oración
sea también unánime ante la presencia de nuestro Padre
común.

Por la Iglesia, para que todos sus miembros sepamos


transmitir fielmente el mensaje del evangelio a todos los hombres
y mujeres de nuestro tiempo, roguemos al Señor. Señor, escucha
y ten piedad.

Por nuestro Obispo Javier y por nuestro vicario Blas, que nos
preside en esta celebración, para que sean buenos pastores en la
Diócesis y sepan animar a nuestras comunidades, roguemos al
Señor. Señor, escucha y ten piedad.

Por los que rigen las naciones, para que procuren siempre la
paz y la concordia entre todos los pueblos, roguemos al Señor.
Señor, escucha y ten piedad.

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Por nosotros que acabamos de recibir el Espíritu de Dios, para
que seamos responsables en la tarea de la evangelización,
roguemos al Señor. Señor, escucha y ten piedad.

Por nosotros, aquí reunidos, por nuestras familias; para que el


Espíritu Santo siempre nos mueva a estar al lado de los que más
lo necesitan, roguemos al Señor. Señor, escucha y ten piedad.

Por esta comunidad educativa que forma, por nuestros


animadores y amigos, que nos han acompañado en este camino,
para que el Espíritu Santo sea realmente su corazón, su fuerza y
su guía, roguemos al Señor. Señor, escucha y ten piedad.

Señor, Dios nuestro,


que diste a los Apóstoles el Espíritu Santo,
y quisiste que por ellos y sus sucesores
fuera transmitido a todos los fieles,
atiende nuestras súplicas y concédenos
que lo que tu amor realizó
en los comienzos de la Iglesia
se realice también hoy
en el corazón de los creyentes.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

R/. Amén.

LITURGIA EUCARÍSTICA

(Los confirmandos pueden acercar ofrendas al presbiterio)

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Presentación de las ofrendas

Cruces

Te ofrecemos Señor estas cruces, como símbolo de amor


entregado, ese amor de Jesús que incluso nos acompaña ne
los malos momentos.

Biblia

Te ofrecemos Señor esta biblia, porque a través de ella,


hemos aprendido a conocerte mejor y a darnos cuenta de
todo lo que has hecho por nosotros.
IF

Te ofrecemos Señor, el itinerario de educación en la Fe, que


representa para nosotros todas las experiencias vividas a lo
largo de nuestro paso por el movimiento Luz Vida/ Cristo
Vive.

Luz

Te ofrecemos Señor, esta luz, la luz de una vela que


representa la presencia del Espíritu Santo, al que estamos
acogiendo en el día de hoy.

Pan y vino

Te ofrecemos Señor, el pan y el vino, que son alimento para


nuestra vida y nos nutren en la Fe. Gracias a esta fe
suscitada por el Espíritu, sentimos Señor, tu presencia en lo
más profundo de nuestro corazón.

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Luego el presidente prosigue:

Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea


agradable a Dios, Padre todopoderoso.

El pueblo responde:

El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria


de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

Oración sobre las ofrendas

Recibe, Padre Santo, las ofrendas de tu familia, para que, quienes


acaban de recibir el don del Espíritu Santo, conserven siempre lo
que han recibido y alcancen un día los premios eternos. Por
Jesucristo nuestro Señor.

CANTO OFRENDAS – EN SU MESA HAY AMOR


EL SEÑOR NOS HA REUNIDO JUNTO A EL.
EL SEÑOR NOS HA INVITADO A ESTAR CON EL.
-EN SU MESA HAY AMOR,
LA PROMESA DEL PERDON,
Y EN EL VINO Y PAN, SU CORAZON. (bis)
1. Cuando, Señor, tu voz,
llega en silencio a mí
y mis hermanos me hablan de Ti,
sé que a mi lado estás
te sientas junto a mí,
acoges mi vida y mi oración.
EL SEÑOR NOS HA REUNIDO JUNTO A EL…

CANTO- Santo haendel


HOSANNA HOSANNA
Santo, oh Santo HOSANNA EN EL CIELO. (2)
Santo es el Señor Dios del
Universo. Bendito el que viene
Llenos están el cielo y la tierra en nombre del Señor
de tu gloria hosanna. Hosanna en el cielo, Hosanna

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RITO DE LA COMUNIÓN

CANTO - Paz en la tierra…

PAZ EN LA TIERRA, PAZ EN LAS ALTURAS.


QUE EL GOZO ETERNO REINE
EN NUESTRO CORAZÓN. (bis)
Da la paz, hermano, da la paz.
Constrúyela en tu corazón
y con un gesto afirmarás que quieres la paz.

Que tu paz, hermano, sea don


es el mejor signo de amor
que tú nos puedes ofrecer. Abrazo de paz.

CANTO COMUNIÓN – Bienaventuranzas

Felices somos en la pobreza,


si en nuestras manos hay amor de Dios,
si nos abrimos a la esperanza,
si trabajamos por hacer el bien.
Felices somos en la Humildad,
si como niños sabemos vivir,
será nuestra heredad, la tierra, la tierra.

SI EL GRANO DE TRIGO NO MUERE EN LA TIERRA


ES IMPOSIBLE QUE NAZCA FRUTO.
AQUEL QUE DA SU VIDA PARA LOS DEMÁS,
TENDRÁ SIEMPRE AL SEÑOR.

Felices somos si compartimos,


si nuestro tiempo es para los demás,
para quien vive en la tristeza
y para quien camina en soledad.
Felices somos si damos amor,
si en nuestras manos hay sinceridad,
podremos siempre mirar
y ver a Dios, y ver a Dios.

Felices somos si ofrecemos paz,


si nuestra voz denuncia la opresión,
si desterramos odio y rencores,
será más limpio nuestro corazón.
Felices somos en la adversidad,
si nos persiguen cuando no hay razón,
la vida entonces tendrá
sentido en Dios, sentido en Dios.

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CANTO COMUNIÓN – La sal y la luz
El que me sigue la vida, sal de la tierra será,
mas si la sal se adultera, los hombres la pisarán.
QUE SEA MI VIDA LA SAL, QUE SEA MI VIDA LA LUZ.
SAL QUE SALA, LUZ QUE BRILLA; SAL Y FUEGO ES JESUS.
Sois como la luz del mundo que a la ciudad alumbra,
ésta se pone en la cima donde el monte se encumbra.
Que brille así vuestra vida ante los hombres del mundo,
que pasen las buenas obras, de lo externo a lo profundo.

ACCIÓN DE GRACIAS

RITO DE CONCLUSIÓN
El Presidente, extiende las manos hacia el pueblo y dice:
El Señor esté con vosotros.

El pueblo responde:
Y con tu espíritu

Bendición solemne
Dios Padre todopoderoso,
que os adoptó como hijos,
haciéndoos renacer del agua y del Espíritu Santo,
os bendiga y os haga siempre dignos de su amor.
R. Amén.

El Hijo unigénito de Dios,


que prometió que el Espíritu de verdad
estaría siempre en la Iglesia,
os bendiga y os fortalezca en la confesión
de la fe verdadera.
R. Amén.

El Espíritu Santo,
que encendió en el corazón de los discípulos
el fuego del amor,
os bendiga y, congregándoos en la unidad,
os conduzca a los gozos del reino eterno.

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R. Amén.

Y añade:
Y la bendición de Dios todopoderoso
Padre , Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
El Pueblo responde:

Amén.

CANTO CONCLUSIÓN – Déjame


Déjame aprender bajo tus alas,
dormir en tu regazo, comer en tu mano,
crecer a tu lado,
mirarme en tus ojos, andar tus caminos,
guiarme por tus estrellas, hacer mío tu destino

DÉJAME SENTIR CUÁNTO ME AMAS, ENAMORARME


CADA MAÑANA DE TU REINO DESDE MI NADA.
DÉJAME SENTIR TU ABRAZO DE PADRE,
TUS CUIDADOS DE MADRE
Y EN NOSOTROS LA POTENCIA DE TU FE.

Déjame beber de tu fuente, hacer tu tiempo mío,


poner en tu hombro mi frente
si estoy solo y vencido.

Déjame quedarme, Señor, contigo,


y vivir como Tú quieres,
quererte en mis hermanos
y en ellos conquistarte, comprenderte,
escucharte, poder verte.

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