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Roberto Vasquez.
Introducción.
Se podría pensar que, al leer los textos de Hobbes establece una esencia del
hombre y esta con un significado totalmente malvado, definiendo al ser
humano como malo por naturaleza, pero no es así, Hobbes no define una
esencia del hombre, no establece algo fijo de él mismo en meras esencias,
por lo que a continuación explicare más a detalle esta parte, para que quede
claro lo que explica Hobbes. A demás como es que el mismo hombre toma
conciencia de un estado mejor que al del estado naturaleza y cómo este
hombre se inyecta en él, eliminando o quizás controlando el estado malvado
para la sobrevivencia humana. Y como es que se busca justificar la vida
desde este autor, la forma de decidir, establecer contratos, reglas, con el fin
de perdurar. La guerra Hobbes intenta desaparecerla del ser humano, busca
una forma de que el mismo pueda llevar una buena relación y corregir los
conflictos en los que puede caer, mencionare varios puntos a continuación.
Pero en el análisis de este apartado, hay que observar que el ser humano no
se le establece una esencia que se inclinara en definirlo como un ser malo,
ya que estas son potencias y no esencias. Dado esto las potencias que tiene,
es por las pasiones, los deseos, que tiene en su naturaleza, hay que aclarar
que, si Hobbes hubiera establecido al hombre como ser malvado, esto
rompería la teoría, porque ¿cómo sería posible que una esencia malva
naciera una sustancia que lo gobierne y sea buena, con categorías positivas?
Estas no podrían ceder una de la otra, ya que al mezclarlas saldría una
deformación, volviendo directamente incorrectas. Porque al hablar de dos
categorías: pacto y contrato, nos da el juicio de esclarecer potencias de paz
y no de guerra, ¿entonces existen potencias positivas y negativas? Ante la
reflexión que intento hacer, al parecer existen, pero hay una más cercana al
hombre, que es en el estado naturaleza, que sería resultado de la guerra. El
hombre se inclinado por sus potencias, pero estas mismas hacen que el
estado social nazca, ya que, al poseer el miedo como una pasión, pero como
una acción de reprimir o gobernar, existe la potencia de enemigos, pero
también de regularnos, ¿las pasiones y potencias nos inclina a vivir juntos?
Así es, nos inclina el miedo, el temor a morir en una muerte violenta, nos
aterra y dado esto existen leyes naturales.
Existe un temor recíproco y este nos une por conveniencia, para establecer
un lugar mejor para vivir. El hombre ha atravesado tres niveles, el primero
que es el estado de maldad, el segundo el estado de potencias y convivio
social (praxis) y el tercero el estado de autocorregirse. Al final de cuentas el
hombre es impulso sobre sus pasiones y deseos, mediante solamente esto
no puede ser buenos, pero al establecer reglas crean una lucha pacífica y
con posibilidad en acceder a lo que quiere. Por eso el hombre crea el pacto
(donde los súbitos son representados por el soberano) donde se forma el
leviatán, que mediara las potencias negativas.
La paz está fundada en el contrato social pactado para elegir el estado, este
monopoliza y concentra el poder absoluto (leviatán) los ciudadanos renuncian
a su libertad por tener seguridad. El contrato social costa de dos partes, una
de ellas es el pacto de un hombre a hombre para validar el reconocimiento,
para posibilitar la elección del soberano y la otra transferencia de los derechos
a una persona o institución. Para evitar la guerra y buscar la paz. El soberano
no puede quejarse de las decisiones de quien lo gobierna, pues sería
quejarse de su propia decisión, pero entendamos de quien gobierna, siempre
será en respeto al pacto y el contrato que se establece desde un principio.
De tal manera, el miedo regula el daño de entre otros, porque tendrías miedo
de que lo hicieran contra ti, dando la recompensa de la paz o, por el contrario,
el hecho de que la paz evite el dolor, por miedo a el mismo.
¿La seguridad trae paz? Pensando más a profundidad este apartado, la paz
tendría que traernos tranquilidad como exterior e interior, esta tendría que
llenarnos de un estado de gusto, de dulzura, de estabilidad, un clima en
donde no hay perturbaciones y claro, garantizarnos la felicidad, pero hay
alguna seguridad que limitaría la paz interior, por el hecho de que, al no
provocar un conflicto exterior, tendrías que soportar la interior, pero acaso
¿esto es justo? Nos metemos en un problema en pensar esto, ya que,
proponiendo un dilema, si el estado te ofreciera seguridad a cambio de la
educación, al parecer desde Hobbes sería válido y justo, porque buscaría la
plenitud, ir en contra del estado de naturaleza, pero para el propio ser humano
¿esto sería auténticamente valido? Se dice que no existe abuso de poder en
Hobbes, porque todo lo que el gobernante hace es por los intereses del
soberano ¿pero por miedo qué somos capaces de hacer? Al parecer como lo
ha expuesto Hobbes en el Leviatán y en sus textos, podríamos caer en una
obsesión y condenarnos a nosotros mismos. ¿Quién regula esta
exageración? Hemos visto que ir en retroceso, lo regula el estado, pero qué
regularía el ir hacia adelante, puede ser que los mismos pactos y contratos,
pero con alguna ayuda extra, que nos diera el control de las pasiones.
El interés sobre salir del estado naturaleza fue solucionado por el estado
contractualista, pero el hombre no se queda ahí y pide más. Dentro de la
teoría de Hobbes hemos visto que establece el estado moderno, por lo que
da las bases más importantes, pero ir más allá, que sería el logro del
desarrollo social.
La vida del hombre en estado natural es solitaria, fea, pobre, horrible, corta,
no hay regulación de leyes, ni quien llame la atención, son todos contra todo.
Pero el brinco esta cuando se conjunta la sociedad civil (soberano) mediante
el contrato social, donde los individuos ceden sus derechos a toda cosa para
lograr su seguridad. El estado es autoritario, para evitar la guerra, se debe
respetar todo sin hacer daño a nadie.
A) Antropología.
B) Psicología.
C) Política.
Desde aquí infiere y parte para dar el salto para fundamentar un lugar para
vivir saludablemente.
Conclusión.
Referencias.