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I.

INTRODUCCIÓN
La entrada en vigencia del Código Procesal Penal del 2004, ha traído consigo la
imposición de una nueva idiosincrasia al momento de litigar y resolver los conflictos en
materia penal, es notorio el cambio de cultura, pues luego de haberse infectado el CPP de
1940 de una practica auténticamente inquisitiva, hemos dado paso a un proceso de
refundación del sistema acusatorio, instalando un modelo procesal garantista, que concibe al
proceso penal constitucionalizado como la herramienta no solo instrumentalizadora del
derecho penal sustantivo, sino además, como el fortín de los principios y garantías
limitadores de toda arbitrariedad; resulta además necesario expresar, que los aportes del
modelo adversarial le dan al proceso penal actual, la posibilidad de alcanzar los niveles de
eficiencia que son necesarios para mitigar la insatisfacción ciudadana respecto a la justicia
penal. Como es sabido a partir de la entrada en vigencia del Código Procesal Penal del 2004,
en el distrito judicial de la Libertad, hemos acogido un nuevo sistema procesal, el cual se
caracteriza por su orientación acusatorio con tendencia adversarial ([1]). Nos inclinamos por
señalar que el Código del 2004 no es del todo adversarial, sino que presenta rasgos
adversariales, sobretodo en cuanto se refiere a la litigación oral y su practica estratégica,
como también a ciertos procedimientos especiales que ofrecen una alternativa distinta a la
solución de los conflictos.. En este sentido el proceso abarca tres etapas bien definidas. La
primera: la investigación preparatoria –y sus dos sub etapas: investigación preliminar e
investigación preparatoria propiamente dicha; la etapa intermedia y finalmente la etapa del
juzgamiento.

En el presente trabajo, analizaremos, de manera sistemática el articulado que regula


una de las etapas más importantes del proceso penal: el juzgamiento. Etapa que ha sido
regulada de manera extensa en el código procesal penal, con la novedad de que quién instruye
o investiga no juzga, pues las funciones y/o roles –tanto de investigación como de
juzgamiento – están claramente delimitadas, respetándose el Principio Acusatorio,
enarbolando de ese modo, además la imparcialidad del investigador y juzgador.

II. ENSAYANDO UNA DEFINICIÓN


Para el ilustre maestro trujillano Florencio Mixan el juzgamiento, consiste en la
actividad procesal específica, compleja, dinámica y decisoria, de índole rigurosamente
discursiva y de discernimiento sobre el valor de la prueba en el caso y que, a su vez, permite
al juzgador descubrir si óptica y jurídicamente es real la imputación, así como formarse
convicción sobre el tema probandum y concluir declarando la responsabilidad o
irresponsabilidad penal del acusado([2]).
Por nuestra parte diremos que es la etapa principal del proceso penal, en la que se
postula por ultima vez la admisibilidad de la prueba, bajo cierto régimen de excepción y
constituye el momento oportuno en la que se realiza la actividad probatoria, bajo la
dinámica que impone el contradictorio, es decir contrastando y verificando los postulados de
las partes, en procura de la afirmación y sustento en la decisión del fondo, que se ve
plasmado en la sentencia emitida por el órgano encargado del juzgamiento.

III. PRINCIPIOS QUE INTERACTUAN EN LA ETAPA DE JUZGAMIENTO


Se destacan en este marco de litigación oral los siguientes principios:

 PRINCIPIO DE ORALIDAD
 PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
 PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN
 PRINCIPIO DE CONTRADICCION

PRINCIPIO DE ORALIDAD (Art. 361 CPP)


Lo encontramos regulado en el Art. 361 del CPP. Se erige en un método
y/o como un medio apropiado para la actuación de la PRUEBA; se materializa en
una audiencia oral continua que se rige bajo los lineamientos de la concentración. No
nos cabe la menor duda, que se trata del Principio Eje y/o columna vertebral, a través
del cual se garantizan la Inmediación y la Publicidad.

En la oralidad –la palabra y la litigación oral([3]), en el contexto de las estrategias


introducidas por las partes al debate– cobra gran relevancia en este nuevo modelo
procesal, sin embargo, dejamos constancia que no hemos eliminado totalmente la
escrituralidad, por cuanto, las sesiones de audiencia se van registrando y
consolidando en actas que pasan a formar parte de los cuadernos de audiencia, sin
perjuicio del registro auditivo, a cuyas copias tienen derecho las partes.

PRINCIPIO DE PUBLICIDAD (Art. 357 CPP)


El juicio se desarrolla ante la comunidad, a efecto de garantizar precisamente la
transparencia e imparcialidad del Poder Judicial en el servicio de justicia que brinda
a la sociedad y que constituye la esencia de su autonomía. De este modo se afirma
que con la publicidad se garantiza la marcha del proceso mismo y de cierto modo se
obliga al juzgador a decidir, con sentido de justicia.
Es bueno advertir que la publicidad tiene un régimen de excepción, que se dan
por causas establecidas en el código, entendemos que ello se ha dado porque se busca
proteger el norma desarrollo del juicio, que se vería opacado por determinadas
conductas. Las excepciones son:
Afectación al honor o integridad física
Afectación al orden público o seguridad nacional
Afectación al secreto comercial o industrial
En los casos que la ley lo señale

Cabe destacar que la excepcionalidad de la privacidad de la Audiencia, deberá generar


una debida motivación de parte del Juez del juicio. En la actualidad la motivación ha
cobrado gran relevancia, por lo que se convierte en un deber de los juzgadores y en
un derecho de las partes procesales, siendo ello así todos los actos que tiendan a
decidir una situación con relevancia jurídica deberán de recibir una debida
motivación([4]).

PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN (Art. 359 CPP)


El desarrollo del juicio exige en todo momento la participación personal del
juez, quién con su presencia garantiza a los sujetos procesales en conflicto, una legal
y oportuna apreciación la prueba.

La inmediación a su vez presenta algunos Sub principios:


a) Identidad del juzgador, pues el mismo que intervine en las
audiencias apreciando las pruebas actuadas debe ser aquel que emita la
sentencia.
b) Concentración, que implica evitar la dispersión de los actos
procesales, de tal suerte que se puedan realizarse todos los actos procesales de
manera correlativa y en el menor tiempo posible.
c) Continuidad de las audiencias, que tiene mucha relación con el
principio anteriormente referido, pues las audiencias deben de realizarse de
manera sucesiva e ininterrumpida. Sin embargo la continuidad puede verse
alterada, de manera excepcional, cuando por razones de enfermedad de los
sujetos procesales no puedan acudir a las audiencias; en caso fortuito o fuerza
mayor o cuando el código lo disponga.
Teniendo como sustento los sub-principios mencionados, se hace necesario que el
juzgamiento se de en el menor numero de audiencias, debiendo estas ser sucesivas e
ininterrumpidas. Sólo podrá suspenderse por las causas anteriormente señaladas por
un plazo no mayor a ocho días hábiles. En el supuesto de exceso en el plazo previsto,
la norma sanciona con nulidad todas las actuaciones que se hayan dado hasta ese
momento y el juicio vuelve a realizarse nuevamente por otro juzgador.
Por otro lado, el Art. 359 del CPP establece que la concurrencia del juez y de
las partes es obligatoria, sin embargo la norma no es tan clara cuando se da la
inconcurrencia de uno de los miembros del tribunal colegiado, máxime si por el
Principio de Inmediación se exige que él suscriba la sentencia. Ante ello surge la
pregunta ¿Qué hacer en esos casos? Proponemos que se debe dar la instalación de la
audiencia, con el magistrado llamado por ley y luego declararse la suspensión de la
audiencia, hasta que este presente nuevamente el miembro que estuvo ausente, a
efectos de no quebrantar el principio de inmediación, teniendo en consideración, que
la norma citada, establece que el juez que presenció el juicio oral desde el inicio debe
ser el mismo que delibere en la sentencia, respetándose al mismo tiempo el principio
de identidad del juzgador.

PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN
Importa una garantía Constitucional, a través de la cual fundamentalmente se
preserva el derecho de defensa; asimismo se impone con rigurosidad y especial
relevancia en el momento en el que se actúan las pruebas, sobretodo en sus dos
momentos claves:
Conocimiento, debido que permite al juzgador aprecia las posturas de las
partes de manera directa, en la cual actúan bajo el contexto de igualdad
procesal
Discusión, permitiendo refutar la tesis de la parte contraria y hacerlo notar
sus debilidades frente al juzgador para que este tome una postura definida.

El juez garantiza el Principio de contradicción (Art. 363 y 354), regulando y


limitando la actuación de los demás sujetos procesales, garantizando el derecho de
defensa, pero eso si, siempre en un contexto de igualdad de armas([5]) y de actuación
ética en el debate.

IV. PREPARACIÓN DEL DEBATE


ACTORES PRINCIPALES DEL JUICIO
a) JUZGADOR
Es la persona encargada de poner fin al proceso penal, mediante una sentencia,
siempre recaerá dicha función en una persona preparada e imparcial que tomara una
decisión luego de observar la actividad probatoria y las pretensiones de las partes.
Del mismo modo le corresponde la dirección –moderador del juicio oral, y los
parámetros de su actuación deben ceñirse a criterios de imparcialidad.

El código procesal penal ha establecido, dependiendo de la naturaleza del


delito instruido y sobretodo de la gravedad de la pena prevista para ellos, que el
juzgador podrá ser:
Unipersonal, si la pena prevista para el delito a juzgar es, en su extremo mínimo
menor a seis años (Art. 28 numeral 2 CPP)
Colegiado, que esta integrado por tres jueces, siempre que los delitos instruidos
tengan en su extremo mínimo pena privativa de libertad mayor de seis años (Art. 28
numeral 1 del CPP)

b) FISCAL
Su actuación se rige bajo pautas de independencia y objetividad([6]),
principalmente en el rol acusatorio que le ha asignado el modelo procesal,
defendiendo siempre la legalidad; la defensa de su tesis acusatoria dependerá de la
estrategia fáctica y legal que imprima su postulado, siempre dentro de los parámetros
de legalidad.

Normalmente siempre se tuvo la concepción que el Fiscal, a toda costa debería


buscar el castigo para la persona sometida a un juzgamiento, talvez ello se debía al
modelo inquisitivo que tan arraigado estuvo en nuestra legislación. Sin embargo en
la actualidad el Fiscal, como defensor de la legalidad también puede opinar, incluso
cuando haya emitido acusación por la inocencia del acusado, haciéndose evidente de
ese modo la objetividad en su actuación([7]).

c) DEFENSOR
Ejerce el derecho de defensa del imputado, garantizándole un juicio justo y/o
debido, controla la introducción de los medios de prueba y tiene una participación
activa en el desarrollo del juicio, bajo los lineamientos de la estrategia que ha
diseñado.
Es indispensable la preparación del abogado defensor, pues si bien el acusado,
por regla constitucional goza de la presunción de inocencia, no menos cierto es que
necesita defenderse de las acusaciones que realiza el ministerio público; preparación
en torno a litigación oral y argumentación jurídica

PREPARACIÓN DEL DEBATE (ART. 367 Y SS CPP)


El desarrollo del Juicio supone la presencia obligatoria de las partes procesales, en
especial el acusado –y su defensa y el Fiscal. Respecto al acusado, en caso de
inconcurrencia injustificada se le podrá apercibir, y luego hacer efectiva la declaración
de contumacia.

El juzgamiento se verificara en la sala de audiencia designada con antelación y con el


conocimiento de las partes; sin embargo por razones establecidas en la ley se designaran
ambientes especiales. Las situaciones para designar estos ambientes especiales son:
Enfermedad o razón justificada, debiendo de realizarse en el lugar donde se
encuentra el procesado
Prisión preventiva, debiendo de realizarse en el lugar adyacente al centro
penitenciario

En cuanto a la ubicación de las partes en la Sala de Audiencia, se verificara el


siguiente orden:
El acusado frente al juez
El Fiscal y actor civil a la derecha juez
A la izquierda del acusado su abogado defensor
Los testigos y peritos, si los hubiera, en sala contigua, de tal maneara que no se
pueda manipular ni orientar en un determinado sentido la declaración que han
de prestar en audiencia.

V. DESARROLLO DEL JUICIO


APERTURA DEL JUICIO (ART. 371 – 374 SS CPP)
Consiste en la actuación primigenia que deberá de realizar el juez penal, en
donde deberá de enunciar:
Número del proceso
Finalidad específica del juicio
Datos del acusado
Situación jurídica
Delito objeto de acusación
Nombre del agraviado

ALEGATOS PRELIMINARES (ART. 371. 2 CPP)


También llamados alegatos de apertura, su diseño obedece al ámbito de la
llamada teoría del caso([8]) en el que las partes (Fiscal, Actor Civil y Tercero Civil y
Abogado de la defensa) presentan un resumen de sus pretensiones, con el propósito
de crear la primera convicción en el juzgador. Para ello es necesaria la utilización de
argumentos jurídicos –dentro de los cuales comprende la dogmática y jurisprudencia
así como la utilidad de la prueba; es evidente que la presentación del caso obedece a
una estrategia previamente diseñada por el sujeto procesal, en procura de salir
vencedor en juicio,.

El código establece y delimita además de manera clara la actuación de los


sujetos procesales. Así una vez aperturado el juicio (Art. 371 numeral 1 CPP) el Fiscal
deberá de exponer, de manera resumida, los hechos objeto de la acusación, la
calificación jurídica y las pruebas ofrecidas y admitidas. Luego de ello será el turno
del Actor civil y tercero civil, si los hubiera, debiendo de exponer sobre sus
pretensiones y sus pruebas ofrecidas y admitidas. Y para finalizar lo hará el defensor
del acusado debiendo de basar su discurso en los argumentos de defensa y las pruebas
de descargo ofrecidas, que demuestran la inocencia de su patrocinado. Se exige que
el desarrollo del juicio se de en el orden establecido en líneas anteriores.

Una vez culminados los alegatos preliminares, el juez le deberá de informar al


acusado sus derechos –tales como a ser oído, declarar o guardar silencio, y a
conferenciar con su abogado –, esta manifestación procesal, no hace sino garantizar
los derechos del justiciable, ofreciéndole un proceso justo, imparcial y oportuno.

CONCLUSIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO (Art. 372 CPP)


El juez luego de terminados los alegatos preliminares y hacerle conocer sus
derechos al acusado esta en la obligación de preguntarle si se confiesa autor o
participe del delito y responsable de la reparación civil. Acá encontramos dos
situaciones que debemos de detallar.
Si el acusado acepta los cargos imputados, se da la conclusión del juicio,
pudiendo negociar la pena con el Fiscal, debiendo el Juez Penal dictar sentencia
en la misma sesión o dentro de las 48 horas siguientes, bajo sanción de nulidad.
Si se produce algún cuestionamiento acerca de la conclusión del juicio, solo podrá
ser respecto a la pena y a la reparación civil, no pudiendo versar sobre otro
aspecto, debiendo centrarse el debate en este punto. Si existen varios acusados, la
conclusión anticipada o juicio de conformidad, se aplicara respecto a los que
acepten los cargos, sobre el resto se seguirá el cause normal del proceso.
En el caso que haya negativa, y no se acepten los cargos el juicio sigue,
entendiendo que se ha respetado el derecho a no auto- incriminarse

En términos simples debemos entender a la conclusión anticipada del proceso o


juicio de conformidad como algunos le denominan, como la aceptación de los
cargos por parte del imputado. En otras palabras constituye el allanamiento a la
acusación, de manera total o parcial, posibilitándose algunas reducciones de la pena,
previa negociación con el Fiscal. No debemos confundir a la conclusión anticipada
del proceso con el proceso especial de terminación anticipada([9]), púes este ultimo
solo puede gestarse durante el desarrollo de la Investigación Preparatoria y antes de
emitirse la acusación, importa propiamente una negociación de la pena entre el
investigado y el persecutor del delito, a efecto de que sea el Juez quién apruebe y/o
desapruebe el mismo, bajo ciertas reglas de confesión y de beneficios en la rebaja de
pena.

SOLICITUD DE NUEVA PRUEBA (ART. 373 CPP)


El derecho a la prueba constituye el fundamento del derecho a la defensa, todo
ello como contenido del debido proceso([10]). En este sentido, el legislador ha
posibilitado, por medio del Art. 373 CPP, que las partes puedan ofrecer nuevos
medios de prueba o reintentar el ofrecimiento de las declaradas inadmisibles en la
audiencia de control de la acusación. La parte que pretenda introducir una nueva
prueba deberá, de manera necesaria, argumentar de manera oral la utilidad de la
prueba y justificar su obtención de manera tardía. En el caso que no se demuestre la
utilidad ni el requisito temporal –haberlo obtenido luego de la audiencia del control
de la acusación el Juez penal deberá opinar por el rechazo del medio probatorio
ofrecido; asimismo en el supuesto excepcional de reintentar el ofrecimiento de una
prueba que fuera rechazada en el estadio de control de la acusación, se exige una
especial argumentación que exprese la necesidad de admisión y actuación de la
prueba en debate.

VI. ACTUACIÓN PROBATORIA


ORDEN DEL DEBATE PROBATORIO (ART. 375 CPP)
El debate probatorio se debe someter a un orden que ésta predeterminado por la
ley procesal, en el orden siguiente: 1) Examen del acusado; 2) actuación de los medios
de prueba admitidos; y; 3) oralización de los medios probatorios.

El orden establecido deberá de respetarse siempre y sin ninguna excepción. Es


una regla rígida.

Al momento de realizar el examen al acusado, que no es otra cosa más que


interrogarlo –y contrainterrogarlo– sólo podrá ser llevado a cabo por el Fiscal y por
los abogados de las partes. De este modo se limita que sea el Juez penal quien
interrogue y pierda objetividad e imparcialidad. Sin embargo lo puede hacer de
manera excepcional, en casos que hubiera quedado vacíos o sea necesario hacer
ciertas aclaraciones. Por lo que podemos concluir que la participación, en lo que a
examen se refiere, es facultativa y excepcional([11]).

DECALRACIÓN DEL ACUSADO (ART. 376 AL 377 CPP)


Es la primera oportunidad donde el acusado ejercita su defensa material, siempre
y cuando quiera ejercer su derecho a declarar. Cuando se desea examinar al acusado,
todo depende de que quiera o no someterse al examen por parte de los abogados de
las partes. En el caso que acepte ser interrogado se deberá respetar, al momento de
realizar las preguntas, las regla de la utilidad, idoneidad y pertinencia.

Cuando el acusado hace uso de su derecho al silencio, tal situación no se tomara


como una aceptación tacita de los hechos. Así se respeta el derecho a no auto
incriminarse en sentido negativo. Todo esto, es decir, tanto el aceptar o no aceptar
someterse al examen deberá de constar en el acta correspondiente.

INTERROGATORIO DE PERITOS Y TESTIGOS


En principio se procede a que los testigos y peritos declaren bajo juramento –
cuando profesan alguna religión– o bajo promesa de decir la verdad, en el caso que
no lo hicieran, así podrían ser autores del delito contra la administración de
justicia([12]). Su examen es vital por cuanto permite conocer hechos relevantes para
llegar a una verdad. Por ello, en caso de inconcurrencia injustificada de peritos o de
testigos, se ordenara su conducción compulsiva y en el caso que no sea encontrado se
prescindirá de su examen. La norma, sin embargo no establece cuando tiempo es
posible esperar a que sea localizado el testigo para hacer efectivo el apercibimiento
de prescindir de su declaración. Ahí debemos de recurrir al principio de concentración
y evitar que el plazo de juzgamiento se vea dilatado indebidamente por argucias
legales utilizadas por los abogados de las partes. El examen lo desarrolla en primer
termino quien propone al testigo o perito, según sea el caso, luego de ello es el turno
de las demás partes procesales.

Los testigos son aquellos que deponen sobre los hechos que percibieron o tomaron
conocimiento –directa o indirectamente según sea el caso– por lo que su examen es
vital para crear una convicción en el juzgador. Pueden ser objeto de ciertas
protecciones, especialmente cuando es un menor de dieciséis años, debiendo de
protegerse en todo momento su integridad.

Los peritos, por su parte, son personas especializadas en una determinada materia,
por lo que su examen también se convierte en uno de vital importancia, puesto que
cuentan con información técnica – científica. Antes de ser interrogados deberán de
exponer brevemente el contenido y la conclusión de su dictamen, luego de ello
deberán de reconocer el contenido y la firma del mismo, debiendo de tener el
dictamen, obviamente a la vista. Y por último deberán de explicar en que consistió la
operación pericial, para luego ser interrogados. Pudiendo consultar en todo momento
apuntes, notas o publicaciones que hagan más convincente sus respuestas.

PRUEBA MATERIAL (ART. 382 CPP)


La prueba material o documental está relacionada con las evidencias;
instrumentos, objetos o efectos del delito. Estas deben ser recogidas, conservadas e
incorporadas con anterioridad al juicio para ser presentados en esta etapa.

La prueba Material podrá ser presentada a los acusados, testigos o peritos durante
sus declaraciones a efecto de que reconozcan o informen sobre ellas.

PRUEBA DOCUMENTAL Y ORALIZACIÓN (ART. 384 AL 385 CPP)


Tal como viéramos, al momento de desarrollar los principios que rigen en la etapa
del juzgamiento, la oralidad se erige como máximo estandarte del modelo procesal
vigente. En este sentido no sólo es necesario el ofrecimiento de pruebas documentales
–tales como actas, denuncias, dictámenes, etc.– que por si solas no nos dicen nada,
sino que para ello se requerirá de la oralización, mediante el cual se da lectura a los
documentos incorporados antes del juicio oral, los que serán sometidos al
contradictorio.

Como informa la doctrina, la oralización tiene particular importancia ya que por


el principio de oralidad debe ponderarse únicamente aquello que fue objeto de
discusión en el debate. De esto se deduce que todo lo que ha de utilizarse para la
sentencia debe ser leído y debatido en juicio. Incluso los documentos extensos deben
ser leídos –por lo menos la parte pertinente con el fin de que todos los que participan
en el juicio conozcan su contenido([13]), garantizando a la misma vez el contradictorio,
pues en ultima instancia las partes pueden sacar sus conclusiones sobre el contendido
de las pruebas documentales debiendo de quedar registrado todos esos hechos en el
acta de su propósito.

PRUEBA DE OFICIO (ART. 385.2 CPP)


El modelo procesal penal ha considerado la participación activa de los sujetos
procesales, con especial incidencia en el Fiscal –como director de la investigación; el
imputado –y su defensa, respetando sus derechos reconocidos a nivel constitucional
y con una notable revaloración de la victima. Ellos son los actores principales, que se
desenvuelven dentro de la escenografía y dan vida al proceso. Sin embargo su rol
protagónico cobra mayor importancia al momento que llegan a la escena donde se
actúa el juzgamiento. El Tribunal cumple con la función de espectador, determinando
cual fue el actor que más le convenció y dándole su aprobación, al momento de emitir
sentencia.

Ello quiere decir, que cada parte procesal ofrece, sustenta el valor de sus medios
probatorios, interroga y a través de sus alegatos demuestra que su teoría del caso es
la más convincente para que el Tribunal tome la decisión. Sin embargo, el Art. 385
numeral 2 del CPP permite que de manera excepcional el Tribunal, asuma –o se
irrogue la facultad activa de las partes– la posibilidad de actuar pruebas de oficio,
siempre y cuando estas resulten indispensables o manifiestamente útiles para crear
convicción en el juzgador.

Ante ello han surgido críticas fundadas desde nuestro punto de vista, sobre la
intromisión del juez al ordenar la actuación de una prueba, pues las partes no saben
de manera exacta el objeto del examen, con lo cual se podría estar afectando el
derecho de defensa y el principio de contradicción, cayendo en el mismo juego
contemplado en el Código de Procedimientos Penales de 1940, que permitía que el
Tribunal sea el protagonista principal del juzgamiento, relegando de ese modo la
participación de las partes procesales a un plano secundario.

Cuando el Tribunal toma la decisión de actuar una prueba de oficio, la resolución


que la apruebe es irrecurrible. Ante tal situación somos de la idea que debe estar
debidamente motivada([14]) explicando de manera clara y precisa el objeto de la
actuación de la prueba de oficio, garantizando de ese modo el debido proceso en
general, y el derecho de defensa, en específico.

VII. FINALIZANDO EL JUICIO


ALEGATOS FINALES (386 CPP)
Decíamos, al referirnos a los alegatos de apertura o preliminares que en ese estadio
las partes aún no están en condiciones de arribar a conclusiones, puesto que la prueba aun
no se ha actuado. En lo referente a los alegatos finales la situación es totalmente distinta,
puesto que la prueba ya se actuó y la actividad probatoria quedó cerrada. Por ello, el
alegato final –o discusión final es definido como los informes, que son siempre orales,
en donde las partes expondrán los hechos que consideren probados en la vista, su
clasificación legal([15]) y en general la apreciación sobre cada prueba actuada de tal suerte
que se convierte en el último instante para terminar de crear convicción en el juzgador, a
través de conclusiones concretas, dando paso a un ejercicio sistemático .

La norma procesal, Art. 386 CPP, ha establecido el modo como se inician los alegatos
finales, siendo el Fiscal, el primero en esbozarlos, luego los abogados del actor civil y del
tercero civil, posteriormente el abogado defensor del acusado, para que finalmente sea el
acusado quien ejerza su defensa cautiva, o autodefensa. Al momento de desarrollar los
alegatos finales, no se podrán leer escritos, excepto ayudas memorias, siendo
imprescindible que el Fiscal y los abogados de las partes sean amplios dominadores de
las técnicas de litigación y argumentación oral. Todas las intervenciones, anteriormente
señaladas, serán limitadas por el Juez Penal quien ejercerá la función de moderador,
fijando siempre un tiempo prudencial, para que las partes den por concluida y perfilada
su teoría del caso.

ALEGATO FINAL DEL FISCAL (ART. 387 CPP)


El fiscal como defensor de la legalidad, una vez terminada la actuación probatoria,
tiene la posibilidad de ratificarse en su acusación, cuando este plenamente convencido
de la responsabilidad penal del acusado, debiendo de sustentarla oralmente; con
mayor énfasis en los hechos probados.

Producto de esa misión –de defensor de la legalidad también puede retirar la


acusación([16]), cuando considere que de todas las pruebas actuadas ninguna indica la
participación y consecuente responsabilidad del procesado.

En este caso el Juez, luego de escuchar a las demás partes, emite la sentencia en
la misma audiencia, y excepcionalmente lo podrá hacer antes de los dos días hábiles
siguientes. Si el juez esta de acuerdo con el retiro de la acusación dará por sobreseída
la causa; pero si discrepa de lo alegado por el fiscal, se elevaran los actuados al fiscal
jerárquico superior, aprobando o desaprobando lo establecido por el fiscal inferior,
teniendo un plazo de tres días para hacerlo. La opinión del fiscal superior vincula
tanto al juez como al fiscal inferior, debiendo estos actuar, de acuerdo a lo decidido
por primero.

ALEGATO FINAL DEL ACTOR CIVIL (ART. 388 CPP)


Se entiende que para que haya alegatos del actor civil, éste se ha constituido con
las formalidades exigidas por la norma procesal y de manera oportuna.

Básicamente se argumentará sobre el agravio sufrido –estando imposibilitado de


calificar el delito– demostrando de ese modo la necesidad de reparar el daño,
debiendo de traducir ese daño en un monto dinerario y si fuera posible la restitución
del bien.

ALEGATO FINAL DEL TERCERO CIVIL (ART. 389 CPP)


Los alegatos finales del tercero civil, estarán destinados a demostrar la
inexistencia del hecho delictivo atribuido al acusado, o en su defecto la falta de
responsabilidad solidaria que existe entre ellos. De este modo sólo se posibilita al
tercero civil, referirse al objeto civil del proceso y se le niega toda posibilidad de
referirse a la imputación penal.

ALEGATO FINAL DE LA DEFENSA (ART. 390 CPP)


Es el momento oportuno e ideal, para que la defensa técnica, por última
vez, rebata la imputación y demuestre que su patrocinado no tuvo participación en el
hecho, de tal suerte que genere en el juzgador la convicción de inocencia.
Dentro de esta antitesis –contraria a la planteada a la del Ministerio Público, en el
caso que haya seguido ratificándose en su acusación– puede referirse al monto de la
reparación y de la pena, si las considera excesiva, solicitando por último la absolución
o la atenuación de la pena. Tal como se dijo y lo volvemos a recalcar, es el alegato
final del defensor del de que dependerá la inocencia o culpabilidad de su patrocinado.

DEFENSA CAUTIVA O AUTODEFENSA (ART. 391 CPP)


En principio, el derecho o facultad del acusado a decir la última palabra ante el
tribunal tiene naturaleza constitucional([17]). Sin embargo como todo derecho, no es
irrestricto sino que tiene límites, en este caso, sólo debe referirse a lo que es materia
de la acusación y dentro del tiempo designado por el juez.

Tal como sostiene el profesor Vicente Gimeno Sendra([18]), es la intervención


directa y personal del imputado en el proceso, realizando libertades encaminadas a
preservar su libertad. Esta facultad se da luego de que el acusado ha tenido pleno
conocimiento de toda la actividad probatoria y de los argumentos vertidos en los
alegatos, posibilitándose de ese modo que puede contradecir o someter a contraste el
desarrollo de la vista, añadiendo todo aquello que estime pertinente para su mejor
defensa.

No se puede perder de vista que si bien el derecho a la autodefensa permite que


el acusado sea escuchado en última instancia por el Tribunal, no menos cierto es que
ese derecho debe ser acompañado de la defensa técnica, ejercida por un profesional
del derecho, pues en el caso que ello no ocurra habrá una violación flagrante al
derecho de defensa.

VIII. SENTENCIA: FIN DEL PROCESO


DELIBERACIÓN (ART. 392 CPP)
Después de cerrado el debate, en secreto y de manera ininterrumpida el tribunal,
unipersonal o colegiado, toma la decisión que será plasmada en la sentencia, que
declarará la inocencia o culpabilidad del procesado. Obviamente la deliberación lo
harán, tal como lo exige el Art. 359 numeral 2 del CPP, el o los magistrados que
intervinieron durante todo el desarrollo del juicio oral, bajo sanción de declarar nula
sentencia, por no observar las normas procesales.
La deliberación deberá ser hecha, de manera obligatoria y necesaria, sobre lo
ocurrido el desarrollo del juicio, exigiendo ser exhaustiva y profunda, orientada en
dos sentidos: por una parte a la construcción de la norma aplicable al caso; por la otra,
al análisis de la información reunida en relación a las distintas hipótesis en juego. El
primer nivel es el del análisis jurídico, el segundo, el de la valoración de la prueba([19]).

El tiempo para la deliberación, no podrá exceder dos días, ni podrá suspenderse


por más de tres días en casos de enfermedad de uno de los jueces, siempre y cuando
se traten de procesos simples. En el caso que el proceso haya sido catalogado como
complejo los plazos señalados anteriormente –dos días para la deliberación y tres días
por suspensión– se duplicaran. En el caso que no se respeten estos plazos sin que se
dicte la sentencia, el juicio deberá repetirse por otro juzgado. De este modo se
consagra el respeto al principio de inmediación.

VOTACIÓN Y DECISIÓN (ART. 393 CPP)


Luego de examinar las pruebas actuadas en juicio, sólo esas, de manera individual
y conjunta deberán ser valoradas, de acuerdo a la libre valoración de la prueba, a
efectos de que sustente la decisión que tome el tribunal. En todos los casos se necesita
mayoría para adoptar tal decisión, sin embargo, tratándose de delitos que ameriten la
imposición de cadena perpetua se requerirá unanimidad.

Para la votación y decisión el tribunal deberá de observar las reglas que el Art.
393 CPP impone. Todas las estipulas en la norma –v. gr. cuestiones incidentales,
hechos y circunstancias, calificación del hecho, determinación de la pena y la
reparación, etc– deberán de cumplirse de manera obligatoria debiendo de merecer
una motivación adecuada y suficiente.

SENTENCIA (ART. 394 CPP)


Luego de toda la actuación realizada durante la etapa del juzgamiento, esta
culmina con la resolución final, llamada sentencia([20]). De acuerdo al papel que hayan
desempeñado las partes, el Tribunal calificara la actuación, siendo la aprobación
condenatoria o absolutoria. Nos explicamos. Cuando la sentencia es condenatoria, se
entiende que la tesis planteada por el fiscal ha creado la suficiente convicción, en el
juzgador, como para generar la imposición de una pena y un monto establecido de
reparación civil. En sentido contrario, si la sentencia es absolutoria, la teoría del caso
planteada por la defensa del acusado ha tenido el debido sustento fáctico y jurídico
para enervar la responsabilidad del mismo.

Con la sentencia, el proceso llega a su fin, por lo menos a lo que a primera


instancia se refiere. Su importancia es más que evidente, pues ella contendrá la
responsabilidad o irresponsabilidad del acusado. Por ello el Código Procesal Penal le
ha dedicado, exactamente 6 artículos que regulan desde los requisaos mínimos que
deben de contener, la forma como se debe redactar y leer, la coherencia que debe
guardar entre la acusación y la decisión y los tipos de sentencia.

En cuanto a los requisitos nos parece acertada haber considerado la inclusión


necesaria de los datos del proceso a fin de individualizarlo correctamente. Así
también, el haber considerado la necesidad de motivar de manera clara y lógica cada
una de las pruebas que sirvan de sustento para la absolución o condena del acusado.
Con ello se satisfacen los demás requisitos, pues al estar debidamente motivada la
sentencia permite que los justiciables conozcan las razones por las cuales se ha
tomado la decisión, respecto a todos los delitos atribuidos al acusado.

Los principios que inspiran el nuevo modelo procesal, sin duda alguna buscan no
solo un proceso justo y debido, sino además la eficiencia del mismo, ello podemos
darnos cuenta, cuando por ejemplo se regula la institución de la caducidad,
debiéndose de cumplir los plazos previstos de manera obligatoria. En principio es
regla que la sentencia sea emitida luego de la deliberación y votación, sin embargo
cuando el caso requiera ser analizado de manera más detallada podrá prorrogarse la
emisión de la sentencia hasta un plazo no mayor de 8 días, aun cuando la norma no
establece el efecto que produciría si se excede el plazo, haciendo una correcta
interpretación con el Art. 144 numeral 1, somos de la opinión que la sentencia
emitida, fuera de ese plazo incurrirá en caducidad y consecuentemente acarreará la
nulidad de la resolución final.

Contra la sentencia, sea absolutoria o condenatoria, cabe interponer recurso de


apelación –Art. 401 CPP– por quien se considere afectado con la decisión adoptada
en ella. Sin embargo no basta con interponer de manera verbal el recurso de apelación
sino que de acuerdo al Art. 414 numeral 1 literal “a” del CPP tendrá que
fundamentarse por escrito dentro de los cinco días hábiles siguientes de leída –para
los acusados o partes presentes en la lectura de la sentencia o de notificada –para los
acusados o partes que no concurran a la lectura de la sentencia– la resolución final.
El órgano encargado de resolver la apelación será la Sala de Apelaciones.

LITERATURA JURÍDICA CONSULTADA

1. Aroca Pérez, Alex. “El Nuevo Sistema Procesal Penal”. Santiago de Chile.
2. Benavente Chorres, Hesbert; AYLAS ORTIZ, Renato; BENAVENTE CHORRES,
Saby. “Las Pruebas de Oficio en un Modelo con Tendencia Acusatorio –
Adversarial”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 168. Noviembre del 2007.

3. Beytelman A., Andrés / DUCE J., Mauricio. “Litigación Penal. Jucio Oral y
Prueba”. Editorial Alternativa. Lima 2005.
4. Binder, Alberto. “Introducción al Derecho Procesal Penal”. Ad-Hoc. Buenos Aires,
1993.

1. Caro Magni, Raúl Esteban. “El Nuevo Código Procesal Penal y el Sistema
Acusatorio Adversarial”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 175. Junio del 2008.

6. Colomer Hernández, Ignacio. “La Motivación de las Sentencias: sus exigencias


constitucionales y Legales”. Tirant lo Blanch. Valencia, 2003.
7. Gálvez Villegas, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO,
Hamilton. “El Código Procesal Penal. Comentarios Descriptivos, Explicativos y
Críticos”. Jurista Editores. Lima – Perú.
8. Gimeno Sendra, Vicente et al. “Derecho Procesal Penal”. Tirant lo Blanch.
Valencia, 1990.
9. Gomez Colomer, Juan Luís. “El Juicio Oral”. En: Derecho Jurisdiccional III
Proceso Penal. Bosch Editor. Primera Edición. Barcelona, 1994.
10. Mixan Mass, Florencio. “Juicio Oral”. Ediciones BLG. Trujillo 1993.

1. Peña Cabrera Freyre, Raúl Alonso. “Lo Adversarial de la Investigación Criminal


en el Código Procesal del 2004”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 158. Enero del
2007.

12. Peña Cabrera Freyre, Alonso Raúl. “La posición del Ministerio Público en el
Código Procesal Penal del 2004”. En: Actualidad Jurídica Nº 149. Lima, Perú.
13. Villavicencio Ríos, Frezia Sissi / REYES ALVARADO, Víctor Raúl. “El Nuevo Código
Procesal Penal en la Jurisprudencia”. Gaceta Jurídica. Lima, 2008.

* César A. Alva Florián, Profesor de Derecho Procesal Penal de la Universidad Privada del Norte

([1])
El sistema acusatorio se caracteriza, esencialmente por la delimitación de funciones de cada sujeto procesal.
Es decir que el acusador, y sólo él, puede perseguir el delito y ejercer el poder requirente; mientras que el
imputado dispone de amplias facultades para rebatir la acusación a través del reconocimiento de sus derechos
de defensa; y, por último el tribunal, ejercía el poder decisorio. Como es de verse entre la función del Fiscal y
del imputado se nota la tendencia adversarial que no es otra cosa más que la participación activa de las partes
procesales por defender su teoría propuesta. Cfr. BENAVENTE CHORRES, Hesbert; AYLAS ORTIZ,
Renato; BENAVENTE CHORRES, Saby. “Las Pruebas de Oficio en un Modelo con Tendencia Acusatorio –
Adversarial”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 168. Noviembre del 2007. Pág. 126. En el mismo sentido AROCA
PÉREZ, Alex. “El Nuevo Sistema Procesal Penal”. Santiago de Chile. Pág. 09. PEÑA CABRERA FREYRE, Raúl
Alonso. “Lo Adversarial de la Investigación Criminal en el Código Procesal del 2004”. En: Actualidad
Jurídica. Tomo 158. Enero del 2007. Pág. 122 – 123.
([2])
MIXAN MASS, Florencio. “Juicio Oral”. Ediciones BLG. Trujillo 1993. Pág. 9.
([3])
En un interesante estudio sobre Litigación Penal vid BEYTELMAN A., Andrés / DUCE J.,
Mauricio. “Litigación Penal. Jucio Oral y Prueba”. Editorial Alternativa. Lima 2005.
([4])
El Tribunal Constitucional, en una extensa sentencia ha establecido los requisitos mínimos para considerar
motivada una resolución judicial –también extensible a los órganos del ministerio público– en la cual resuelve
una situación de connotación jurídica. Vid. Sentencia recaída en el Exp. Nº 00728-2008-PHC/TC-Lima de fecha
13 de octubre del 2008.
([5])
Tanta relevancia, ha cobrado en el actual sistema procesal penal, la igualdad de armas que incluso ha sido
recogido como un principio, en el Título Prelimar del CPP, específicamente en el Art. I numeral 3.
([6])
BEYTELMAN A., Andrés / DUCE J., Mauricio. Op. Cit. Pág. 38.
([7])
Cfr. PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. “La posición del Ministerio Público en el Código Procesal
Penal del 2004”. En: Actualidad Jurídica Nº 149. Lima, Perú. Pág. 119.
([8])
La teoría del caso implica la explicación al juez de los alcances de la prueba o evidencia que se actuara en
el escenario del juicio oral (…) En este estadio las partes aún no están en condiciones de arribar a conclusiones,
puesto que la prueba aun no se ha actuado. Gálvez Villegas, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS,
William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. “El Código Procesal Penal. Comentarios Descriptivos, Explicativos y
Críticos”. Jurista Editores. Lima – Perú. Pág. 732.
([9])
El proceso de terminación anticipada se encuentra regulado en los Art. 468 al 471 del CPP y se caracteriza
por los beneficios que recibe el imputado al haber confesado la comisión del delito.
([10])
“El debido proceso implica el respeto dentro de todo el proceso, de los derechos y garantías mínimas con
las que debe contar todo justiciable, para que una causa pueda tramitarse y resolverse en justicia. Tal es el caso
del derecho al juez natural, a la defensa, a la pluralidad de instancias, etc.”. Ver Exp. N° 0200-2002-AA/TC.
En el mismo sentido “cualquier actuación u omisión de órganos estatales, dentro de un proceso, debe respetar
el debido proceso legal. Uno de los atributos del debido proceso lo constituye el derecho de defensa”. Ver Exp.
N° 2508-2004-AA/TC.
([11])
GÁLVEZ VILLEGAS, Tomás Aladino; RABANAL PALACIOS, William; CASTRO TRIGOSO, Hamilton. Op.
Cit. Pág. 742.
([12])
Específicamente Art. 409 del CP que establece “El testigo, perito (….) que, en un procedimiento judicial,
hace falsa declaración sobre los hechos de la causa o emite dictamen (…)”.
([13])
BAUMANN, Jurgen. “Derecho Procesal Penal”. Ediciones Depalma. Buenos Aires 1986. Pág. 82.
([14])
Sobre la importancia de la motivación de resoluciones judiciales, establecido a nivel jurisprudencial ver
pie de página 5. En la doctrina, es importante mencionar el estudio realizado por COLOMER HERNÁNDEZ,
Ignacio. “La Motivación de las Sentencias: sus exigencias constitucionales y Legales”. Tirant lo Blanch.
Valencia, 2003.
([15])
GOMEZ COLOMER, Juan Luís. “El Juicio Oral”. En: Derecho Jurisdiccional III Proceso Penal. Bosch
Editor. Primera Edición. Barcelona, 1994. Pág. 300.
([16])
En el Exp. Nº 691-2007-Primer Juzgado Penal Colegiado de Huaura, específicamente en la resolución Nº
12 de fecha 08.08.2007 se produjo la siguiente situación: “(…) tal como consta de las actas respectivas, el
representante del Ministerio Público en su alegato de cierre ha procedido a retirar acusación contra el procesado
(…), en razón que durante el desarrollo del juicio los cargos que se le han imputado se han enervado (…),
siendo así no existen suficientes elementos de convicción para determinar la responsabilidad penal (…) por lo
que en aplicación del artículo trescientos ochenta y siete numeral cuatro del Código Procesal Penal, procede a
retirar acusación”. Tomado de VILLAVICENCIO RÍOS, Frezia Sissi / REYES ALVARADO, Víctor Raúl. “El
Nuevo Código Procesal Penal en la Jurisprudencia”. Gaceta Jurídica. Lima, 2008. Pág. 262
([17])
El Tribunal Constitucional ha establecido, la doble dimensión del derecho de defensa, dentro de las cuales
se encuentra, la autodefensa, sosteniendo: “La Constitución Política del Perú, en su artículo 139°, inciso 14),
reconoce el derecho de defensa. El Tribunal Constitucional considera que el principio de no ser privado del
derecho de defensa en ningún estado del proceso, constituye una de las condiciones indispensables para que un
proceso judicial sea realizado con arreglo al debido proceso”. Sigue el colegiado “El ejercicio del derecho de
defensa, de especial relevancia en el proceso penal, tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho
del imputado de ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le
atribuye la comisión de determinado hecho delictivo; y otra formal, lo que supone el derecho a una defensa
técnica, esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el
proceso. Ambas dimensiones del derecho de defensa forman parte del contenido constitucionalmente protegido
del derecho en referencia. En ambos casos, se garantiza el derecho a no ser postrado a un estado de indefensión”.
Ver. Sentencia recaída en el Exp. Nº 2028-2004-HC/TC de fecha 05 de julio del 2004. Fundamentos Jurídicos
2 y 3.
([18])
GIMENO SENDRA, Vicente et al. “Derecho Procesal Penal”. Tirant lo Blanch. Valencia, 1990 Pág. 359
([19])
BINDER, Alberto. “Introducción al Derecho Procesal Penal”. Ad-Hoc. Buenos Aires, 1993. Págs. 243 y
244.
([20])
Concebimos a la sentencia como una acto, eminentemente, jurisdiccional que emana de un juez que pone
fin al proceso, la cual tiene como objetivo reconocer, modificar o extinguir una situación jurídica así como
formular ordenes y prohibiciones.

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