Vous êtes sur la page 1sur 5

BAMBUCO

Ritmo característico de la zona andina colombiana, cuyo origen se ha localizado en el


departamento del Cauca, a mediados del siglo XVIII, en el ambiento de los esclavos traídos
de África. El bambuco viejo, que hoy se toca y se baila en el litoral Pacífico, es una
supervivencia de él. Desde fines del siglo XIX, por efecto de la labor reformadora de Pedro
Morales Pino, el bambuco asumió el metro de 3 por 4, que hoy es el preferido por muchos
compositores. Con el correr del tiempo, el bambuco fue adquiriendo peculiaridades propias
de cada región: en el Huila es por ejemplo la rajaleña, en Nariño la guaneña o el son sureño
y en Antioquia es el compromiso de dos voces recias con estilo propio. Es la danza de mayor
dispersión en el país y por lo tanto en una época se consideró como la más representativa
de lo colombiano. La pareja se mueve siempre en ademanes serenos e insinuantes y el
hombre la persigue con timidez y la mujer responde con ingenuos coqueteos.

PASILLO
Nació a mediados del siglo XIX en la atmósfera galante del vals del cual se derivó. El pasillo
se bailaba en campos y ciudades y no podía faltar en el repertorio de las bandas de música.
El pasillo popular tiene tres partes: una introducción que se repite; una segunda parte en la
cual la melodía adquiere pleno desarrollo y una tercera que es conclusiva y suele repetirse
en la ejecución.
SAN JUANERO Y RAJALEÑA
Se considera como Bambuco y se reviste de movimientos un tanto teatrales, que se
encuentran en el énfasis dado al vuelo de las faldas, la excesiva flexión de los pies al dar el
"salto" al estilo can-can por parte de las mujeres, la realzada expresión de esas en busca de
figuración escénica y actitudes no tradicionales que los hombres hacen con el sombrero.
Influencia rítmica de la zona de los llanos orientales y se presenta en la región ganadera del
Tolima y Huila se celebran de San Juan y San Pedro.
Variante del rajaleña del Huila que, a ritmo de bambuco, tipifica la música fiestera
tradicional de las celebraciones de San Juan, de San Pedro y San Pablo y otras
conmemoraciones en el Gran Tolima. Los rajaleñas se distinguen por las coplas llenas de
humor, picaresca y erotismo. El bambuco sanjuanero y el rajaleña se bailan con el paso del
bambuco. El rajaleña tiene su ritual para la ejecución: el canto es a dos voces, que dialogan
con el grupo instrumental. Varias danzas de esta región como los Estandartes, La custodia,
Los Monos, se bailan a ritmo de rajaleña.
2. REINADO DEL BAMBUCO:
EL Festival Nacional del Bambuco se inició en honor a san Juan Bautista. Un santo de la
antigua Europa cristiana, que los españoles trajeron América.
En 1790, el gobernador de esta provincia, don Lucas de Herazo ordeno la celebración como
acción de obediencia al rey de España se trataba de un jolgorio que se prolongaba durante
10 días en el mes de junio ordenándose una serie de actividades en las que intervenía el
pueblo. Participaban todos los pueblos del departamento regido por la parroquia de cada
uno. La tradición se extendió a punto de que el san Juan era una fiesta rural y el san pedro
una fiesta urbana; pero ambas estaban unidas por varios días de regocijos continuos.
Las fiestas duraban antiguamente ocho días distribuidos así: el 24 de junio: San Juan, el 25
de junio: San Eloy, el 26 de junio: San Eloicito, el 27 de junio: San Churumbelo, el 29 de
junio: San Pedro, el 30 de junio: San Pablo y el primero de julio: San Pablito.
Durante el San Pedro, los huilenses y sus visitantes escuchaban a grupos musicales
folclóricos que se presentaban en los diferentes actos oficiales y concursos de rajaleñas que
hacen parte del programa que ameniza los eventos.
Cuando se celebró el Cincuentenario del Departamento, el Huila consideró que debía darse
a conocer al país como pueblo con cultura propia: las fiestas que se habían celebrado desde
la Colonia en honor de San Juan y San Pedro, como síntesis de su cultura, se convirtieron en
fiestas oficiales y hoy son la mejor estampa de recordación nacional del Huila.
Oficializadas las fiestas, los organizadores estandarizaron algunos de los elementos que
debían son típicos. Definieron un tipo específico de vestido para el hombre y otro para la
mujer, establecieron la coreografía del baile del Sanjuanero huilense y fijaron unas pautas
para la programación, de tal manera que hubiese eventos populares y certámenes cerrados.
Con el tiempo, lo estandarizado se tornó más importante que la expresión popular y
folclórica de donde había surgido. Sólo la tambora, el chucho, la puerca y la esterilla junto
con el tiple, el requinto y la copla picaresca permanecen inalterables como testimonio de
un pasado remoto en el que el sirviente se valía de las fiestas y de sus instrumentos para
criticar al principal, para saldar cuentas con quien lo había ofendido o para advertirle a la
mujer sobre sus humanas intenciones.
El Congreso de la República mediante Ley 1026 del 2 de Junio de 2006, considerando que
el Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional del Folclor,
"Es en la actualidad el único festival folclórico de Colombia capaz de reunir la
interculturalidad de la Nación Colombiana y que es en el Departamento del Huila donde
convergen todas las manifestaciones culturales del país en una dinámica de diálogo social
que materializa el fundamental propósito del componente cultural", aprobó la Declaratoria
de Patrimonio Cultural de la Nación.
COMPARSA MITOS Y LEYENDAS DEL HUILA
TRADICIONES DURANTE LAS FIESTAS
En las celebraciones familiares se baila, se toman bebidas y se comen alimentos especiales:
asado huilense, chicha, guarapo, dulces y aguardiente.3 Otra riqueza de la ciudad es la
imaginación popular para explicar algunos fenómenos naturales o cotidianos. Esta se
resume en la gran cantidad de historias y leyendas que tienen cabida dentro de la tradición
oral que cubre al Alto Magdalena. La Llorona, La Madremonte, El Mohán, La Muelona, La
Patasola, El Duende y El Sombrerón, son algunas fantásticas historias que habitan en el
imaginario colectivo de los neivanos.

EL SANJUANERO HUILENSE
El baile del sanjuanero es un hecho folclórico significativo ya que caracteriza los cambios de
cuarenta años de Reinado y Festival Nacional del Bambuco y contribuye a recuperar y
proyectar la idiosincrasia del pueblo huilense. La creación del sanjuanero huilense se debe
a David Rivera Moya, un costumbrista que recogió los bailes estudiados por Jacinto
Jaramillo, otro maestro de danza, y luego los desarrolló gracias al grupo de danzas de la
coreógrafa Inés García de Durán. En cuanto a la rutina básica se refiere, durante el baile se
marca en forma permanente el escobillado y la coreografía presenta ocho figuras básicas.
Se mantiene el conocido paso caminadito o punto tierra.

PASOS OFICIALES DEL BAMBUCO SANJUANERO (SEGÚN ACUERDO 006 DE 1982 – MAYO
28)
-Invitación
-Retroceso
-Ochos
-Codos
-Arrastrada del ala
-Persecución
-Arrodillada
-Salida final

Vous aimerez peut-être aussi