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FOLCLORE

Concepto

Término general que abarca un conjunto de tradiciones, creencias, costumbres


y conocimientos populares de cualquier cultura transmitidos por vía oral, por
observación o por imitación, el cual se conserva y transmite de generación en
generación con constantes cambios según la memoria, la necesidad inmediata
o el propósito del transmisor. Incluye los cuentos, leyendas, mitos, dichos,
supersticiones, canciones, danzas, fiestas, juegos, etc.

El término folklore fue acuñado en 1846 por el anticuario inglés William John
Thoms para sustituir el concepto de antigüedades populares. El interés por el
folklore se inició durante el Romanticismo (Cuentos de Perrault y los Hermanos
Grimm), pero hasta la segunda mitad del siglo XIX, no se constituyó en ciencia,
al pasar de la simple recopilación de tradiciones populares a un estudio crítico e
histórico de estas. En la actualidad forma parte de la antropología cultural y
social.

Folclore y Cultura Popular

Los folcloristas actuales distinguen entre el folklore auténtico y otras


manifestaciones culturales como las canciones populares o las historias o
leyendas del pasado. Este tipo de material, considerado a menudo por los
medios de comunicación como parte de la herencia folclórica, es definido por
algunos folcloristas como conocimiento popular o cultura popular. Sin embargo
la tradición folclórica y la popular se solapan, las formas populares utilizan de
modo continuo formas genuinamente folclóricas para inspirarse y el
conocimiento popular a veces llega a ser tan conocido que los grupos folclóricos
lo adaptan a su tradición oral.
Orígenes y tipos de folclore

Los estudiosos consideran que el folclore no se limita a las comunidades rurales,


sino que también aparece en las ciudades y que, en vez de extinguirse, continúa
siendo parte activa del aprendizaje de todos los grupos, desde las unidades
familiares a las nacionales, aunque con formas y funciones diferentes.

El folclore como actividad recreativa y conjunto de afirmaciones y creencias no


verificables sigue vivo. Los diferentes objetivos y procedimientos de
investigación de antropólogos, sociólogos, psicólogos, lingüistas y escritores han
modificado considerablemente la tendencia anterior a considerar la literatura y
las costumbres folclóricas como algo extravagante y romántico o como algo
inferior a la cultura tradicional. El folclore ha llegado a ser considerado como
parte del proceso de aprendizaje humano y como fuente importante de
información para la historia de la humanidad.

El material folclórico puede clasificarse en cinco grandes áreas: creencias,


costumbres, relatos, canciones y refranes, y arte popular:

Las creencias populares engloban todo tipo de ideas sobre los temas que por
tradición han preocupado al hombre, desde la causa y curación de enfermedades
hasta la especulación sobre la vida después de la muerte, así como
supersticiones, magia, adivinación, brujería y apariciones fantasmales o de
criaturas fantásticas y mitológicas.

Las costumbres comprenden todo el material relativo a modos de festejos,


juegos y danzas, aunque también se refieren a las relativas a cocina y
vestimenta.

Los relatos abarcan baladas y diferentes formas de cuentos tradicionales y


música tradicional, basados a veces en personajes reales o acontecimientos
históricos.
Las canciones y refranes abarcan nanas y rimas infantiles, trabalenguas y
acertijos.

El arte popular abarca cualquier manifestación artística creada por el pueblo de


forma anónima y que expresa el carácter de su vida en comunidad.

Primeros estudios folclóricos

El estudio formal del folclore comenzó hace unos 300 años. Entre los primeros
libros que trataron este tema se encuentran Traité des superstitions (Tratado de
las supersticiones, 1679), obra del francés Jean Baptiste Thiers y Miscellanies
(Misceláneas, 1696), del inglés John Aubrey sobre las creencias y costumbres
populares relativas a augurios, sueños, premoniciones y fantasmas.

El primer libro importante sobre el folclore fue Antiquitates Vulgares


(Antigüedades vulgares, 1725), obra del sacerdote británico Henry Bourne,
donde resume las costumbres populares de las celebraciones religiosas. El libro
Reliquias de la poesía antigua inglesa (3 volúmenes, 1765), editado por el poeta,
anticuario y obispo inglés Thomas Percy, contiene una colección importante de
baladas inglesas y escocesas.

Folklore Espiritual o Animista.

Incluye el estudio -por ejemplo- de las creencias, supersticiones, mitos, leyendas,


káso ñemombe’u, ñe’ẽnga, juegos y pasatiempos, devociones populares, etc.

1. Relaciones: son versos que se dicen a la pareja, y que pueden tener


respuestas de la otra parte, especialmente en el pericón (pericón con relación).

En la esquina de mi huerta hay una planta de aromita hetaite jepe la gente pero
che rohetãmíta. En la esquina de mi huerta hay una planta de takuare’ẽ
Ko’agagua kuñataĩkuéra ohohape oñe’ẽrei.
2. Adivinanzas: se manifiestan a través de la expresión “maravichu, maravichu,
mba’émotepa”, es decir una pregunta, que espera la respuesta deductiva de la
contraparte.

Maravichu maravichu, mba’émotepañapo’ẽramo hesape okaru (jetapa).


Maravichu, maravichu, mba’émotepa peteĩ karai porâ oike ka’aguýpe ha osẽ
iñakã rehe ysypo (ju).

3. Creencias: son falsas nociones naturales o suposiciones ilógicas aceptadas


tradicionalmente sin análisis, porque sí, sin intervención de la razón ni de la
voluntad; son expresadas en forma de enunciados o de juicios breves,
elementales.
■Mbarakaja hekove pokõi (El gato tiene siete vidas)
■Mbarakaja hũ ome’ẽ po’a (Gato negro da suerte)
■Chavurro hasẽramo, okýta (El burro que rebuzna, anuncia lluvia próxima)
■Ara vai guasu jave, ojehapýva pindo karai (Cuando mal, tormentas, etc.,
nuestra gente acostumbra quemar un poco de pindo karai).

Supersticiones: son falsas nociones sobrenaturales, originadas en el mundo


sobrenatural o que suponen creencias falsas de poderes sobrenaturales o en
materia religiosa; siendo aceptadas tradicionalmente sin análisis ni intervención
de la razón ni de la voluntad.
■Ojehecháramo hyeguasúva, upéva ome’ẽ po’a (Ver embarazada da suerte)
■Ojehecháramo panambi isa’yhetáva, he’ise oĩha marandu porã (Ver mariposas
en colores quiere decir que habrá o hay buenas noticias).
■Pitogue opurahéiramo, he’ise oĩha hyeguasúva (Si canta el pitogue por los
alrededores, quiere decir que hay alguna embarazada)

5. Magia (Paje): en la acepción actual, indica hechicería, embrujo, hechizo. Este


vocablo es también aplicado al médico -entre los indígenas- igualmente al
hechicero, al mago, al exorcista. En la versión popular, se puede empayenar (el
vocablo es hoy de uso corriente: embrujar, hechizar) directamente dando
brebajes, elixires y otras formas de vehículo del hechizo, poniendo algo en la
comida, en la bebida, o indirectamente, ofreciendo un cigarro, una flor; y aún a
distancia, con invocaciones, rezos o realizando ciertas prácticas

Material empleado en la práctica del paje: espejos, utensilios, tinta, papel, ropas,
pañuelos, cintas, figuras, fotografías, cuadros de santos, muñecos, cruces y
paños de cruces. Agua bendita, sal, vinagre, pimienta. Cabellos, sangre, saliva,
huesos. Kavure’i rague, sapos, grasa de guinea, excrementos. Ka’avo rogue,
ka’a y roméro. Itakaru (imán), tierra de cementerio, agujas, alfileres, vidrios y
clavos. También se acude a oraciones, especialmente a San Antonio, San Miguel
Arcángel, Santo Tomás, Santa Elena, y Santa Catalina de Sena. Algunos
ejemplos:
■Para combatir tristezas y contrariedades, por ejemplo, llevar siempre consigo,
en un “relique” colgado al cuello, pluma o cabeza disecada de kavure’i;
■Para ahuyentar malos espíritus de una casa, por ejemplo, ahumar las
habitaciones, los días martes y viernes quemando hojas de laurel, roméro, pindo
karai, azúcar kande, incienso, y recitar: “Espíritus infernales alejaos de mi paso,
que en esta casa, recinto de paz y dulzura, reine siempre la armonía y que el mal
espíritu se aleje a regiones ignotas. Que entre el bien y que salga el mal”;
■A personas muy celosas, por ejemplo, darle de tomar caldo de gallina clueca;
■Para enamorar a un hombre, por ejemplo, la mujer debe untarse con grasa de
guínea y pasarlas por el cabello del hombre sin que se de cuenta.

6. Medicina popular: en el caso de nuestro país, ella está fuertemente


impregnada de los conocimientos Guarani, particularmente en el empleo
terapéutico de plantas medicinales; a ellos se sumaron otros conocimientos por
transculturación española, durante la colonia, particularmente de las Misiones.
Un personaje sobresaliente en la medicina popular paraguaya, es por ejemplo,
la Partera Chae, la partera empírica; que sin tener preparación académica ni
título habilitante, se dedica a la “profesión”. Otros tipos de médicos también
existen, como los médiko y, los médiko ñana; o los curanderos, aunque este
último término sea, a veces despectivos.

En muchos se mantiene aún la creencia -que viene de los Guarani- de que la


enfermedad puede ser debido a la penetración en el cuerpo, de espíritus
malignos; el mecanismo sería por una acción maléfica de otra persona, de
poderes mágicos, de fuerzas extraordinarias, de conjuros, etc. El ente maligno,
la enfermedad, puede penetrar en uno por descuido, de modo natural, en ciertas
ocasiones (heridas, sustos), por la conjunción de circunstancias adversas
(Chejéta aikóvo; ho’avaipa chéve; mba’eve nosẽporãi chéve), épocas de
epidemias, etc. Para nuestra gente también ejerce influencias el tiempo que
puede exacerbar la fiebre, empeorar un estado, las heridas, etc., como el
plenilunio, el viento sur, el noroeste. Algunas “enfermedades folklóricas”, a
criterio del vulgo, son: ohéo (especie de hidrocefalia); py’aruru (especie de
hepatitis); tavardillo (fiebre puerperal); kambyrujere (gastroenteritis aguda en los
recién nacidos sobretodo); mitãreterasy (dolores musculares del recién nacido);
isípula (erisipela); topepireko (orzuelo), etc.

El ohéo se cura, por ejemplo, poniéndole una media en la cabeza al paciente; el


py’aruru por su parte con el famoso “jehai” y abundante terere con parapara’i y
aguakáte rogue; el tavardillo se previene, según las abuelas de antaño, no
bañándose la parturienta durante cuarenta días, y cubriéndose la cabeza con
algún paño (akãkua), y usando medias; el kambyrujere deber ser atendido por
una médika que deberá igualar las piernas, ya que el kambyrujere acorta una de
las piernas del recién nacido; el mitãreteras y por su parte se cura envolviendo a
la criatura con una camisa sudada del padre, y no torciendo más la ropa del
recién nacido; la isípula se cura con un sapo. Reipichy kurusuva’erã hasykatúva
retymáre; por último, el topepireko se cura, por ejemplo, frotando la parte
afectada con anillo de oro “entibiado”.

Muchos tratan sus enfermedades con productos de origen mineral como azufre
en barra, kaolín, kerosén, etc.; o bien, con productos de origen animal como
grasas de gallina, jakare, de tatu, etc. También, tonsinsal, aceite de maní, yema
de huevo, orina de niño, etc.; y por último se pueden usar también productos de
origen vegetal, como: plantitas enteras, bulbos, raíces, lianas, cortezas,
cáscaras, frutos, jugos, savias, y semillas, etc.

Algunas plantas medicinales usadas por nuestro pueblo, son por ejemplo para la
disentería: ka’ahái, ka’arẽ; anticatarrales, como guavirami, taperyva;
antidiarreicos, como arasa, granada, yvapurũ; desinfectantes, como aromita,
arasa rogue, tapekue; febrifugos, como tarope, jaguarundi; abortivos, como ruda,
ápio, ka’apeva; espectorantes, como amba’y, kumanda yvyra’i, malva blanca y
mamón; hepáticos, como kokũ, jaguareteka’a; purgantes, como rosa mosqueta,
karaguata, mba’ysyvo; refrescantes, como ka’arurupe y ka’apiky’i; reumatismo,
como kalaguala, palo santo.

Creencias

Creencias son falsas nociones naturales o suposiciones ilógicas aceptadas


tradicionalmente sin análisis, porque si, sin intervención de la razón ni de la
voluntad; son expresadas en forma de enunciados o de juicios breves,
elementales.

Creencias populares del Paraguay

Muchas creencias están arraigadas en nuestra gente, provenientes de la


experiencia, algunas sin ningún fundamento científico.
Las mismas suelen referirse a:

La predicción del tiempo


Los campesinos no suelen necesitar del boletín meteorológico para saber qué
tiempo se anuncia, porque:
• Siempre llueve cuando las nubes se levantan hacia el oeste, pues “poniente
no miente”.
• Si los relámpagos son generalizados en todos los puntos cardinales,
generalmente no llueve.
• Si relampaguea en un solo punto, de ahí proviene la lluvia.
• Si las nubes se levantan hacia el norte sopla durante tres días, al cuarto llueve.
• El Sol muy rojo al ponerse, anuncia sequia.
• Si el viento Sur sopla, ya no llueve.

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