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CAPITULO I: NOCIONES INTRODUCTORIAS (UNIDAD 1)

I.LA RELACION DE OBLIGACION, ESPECIE DE LA RELACION JURIDICA.


a) SIGNIFICADO AMPLIO DEL TERMINO
La nocion vulgar de obligación alude a todo vinculo o sujeción de la persona, cualquiera sea su origen y contenido, en
tanto deber de actuar impuesto por la moral, los usos y conveniencias sociales, o por normas jurídicas de cualquier
naturaleza. En el lenguaje común deber y obligación son sinonimos, y trasuntan imposición o exigencia, constituyendo
imperativos de conducta.
b) SIGNIFICADO ESTRICTO O TECNICO
Se encuentra en el art. 724 del CCyC como: “una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho de
exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés licito, y ante el incumplimiento, a obtener
forzadamente la satisfacción de dicho interés”. Se trata en definitiva, de la exigencia impuesta por el ordenamiento
jurídico de obrar una conducta a favor de otro (u otros) de contenido económico. Su capital importancia trasciende las
fronteras del Derecho Privado para emplazarse como una de las Instituciones fundantes del Orden Social.
2.RELACIONES Y SITUACIONES JURIDICAS, DERECHOS Y DEBERES JURIDICOS
El vocablo relación denota conexión, enlace, vinculo o correspondencia entre dos o mas entes, en tanto que situación
indica posicionamiento, modo de ser o de estar frente a algo o alguien.
Situación jurídica: en el ámbito del derecho, es un modo de ser o de estar de las personas o de los bienes regulado por
el ordenamiento jurídico (ser mayor de edad, ser dueño de una cosa, ser deudor o acreedor, que una cosa este
embargada, etc.)
Relación jurídica: es el vinculo regulado por el derecho entre dos o mas personas entre si, o entre personas y cosas. Se
distinguen dos tipos de conexiones que emergen de estas: las externas, que traen aparejado el nacimiento de un deber
jurídico a cargo de toda la comunidad de respetar una relación jurídica ajena, y las internas: que pueden presentarse
entre personas (como en el caso de una relación de obligación) , o entre personas y cosas (como en el caso de los
derechos reales)
Relación entre ambos conceptos: toda situación jurídica provoca la existencia de situaciones jurídicas diversas y
particulares de los diversos entes que la integran. En la relación de obligación, una persona se encuentra en la situación
jurídica de deudor, otra en la de acreedor, y el bien debido integra el objeto de la relación.
A su vez, respecto a las personas, la situacion jurídica asigna un efecto de derecho a quien esta allí emplazado: lo faculta
a obrar o a exigir para la satisfacción de los intereses jurídicos que el ordenamiento le reconoce al colocarlo en ese lugar
o lo posiciona en estado de sujeción frente a otra u otras personas, gravandolo con un deber jurídico.
CLASES DE RELACIONES JURÍDICAS:
*Patrimoniales: tienen contenido económico, las *Extrapatrimoniales: un contenido esencialmente moral.
*Absolutas: no reconocen un sujeto pasivo determinado y- debido a las conexiones externas- se proyectan hacia toda
la comunidad, que tiene el deber de respetarlas.
*Relativas: si bien tmb tienen dicha proyección externa, en la conexión interna vinculan de manera directa a dos o mas
sujetos determinados o determinables, en dos posiciones jurídicas diferenciadas: la titularidad de un derecho o facultad,
frente a un deber jurídico de obrar una conducta determinada.
*Las especies: de la combinación de ambos criterios, surgen cuatro especies de relaciones jurídicas:
a) patrimoniales absolutas: por ej. los derechos reales, b) patrimoniales relativas: la relación de obligación, c)
extrapatrimoniales absolutas: los derechos personalísimos, y d) extrapatrimoniales relativas: las relaciones de familia.
CONCEPTO Y CARACTERIZACION
EL CONCEPTO DE RELACIÓN DE OBLIGACIÓN Y SU DEFINICIÓN EN EL CCYC
a) Las diversas tendencias: desde lo estructural el cpto de obligación fundado en las Institutas de Justiniano fue el que
sentó las bases de todos los desarrollos posteriores. Revela la existencia de tres de los elementos esenciales (los sujetos,
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el vinculo y el objeto), y en nuestra opinión la locución “según nuestro derecho civil” puede ser entendida en el sentido
de que hace referencia a la causa fuente que válidamente originaba las obligaciones.
Giorgianni señala que la amplitud de aquel concepto lo lleva a confundirse con el de deber jurídico.
Propone incorporar dos variables que son las que definen a la obligación y las distinguen de otros deberes jurídicos: el
contenido patrimonial del comportamiento del deudor y el interés del acreedor respecto al cual esta orientado, que
puede o no ser de naturaleza jurídica.

b) La definición legal: una innovación: la definición normativa que se ha incorporado en el CCyC art.724 constituye toda
una novedad legislativa en el derecho comparado. Resulta desusa la definición de la Obligación en un Código, Vélez
Sarsfield desecho su formulación señalando que solo deben existir cuando estrictamente contengan una regla de
conducta, o por la aplicación de sus vocablos o por su influencia en las disposiciones de una materia especial. Entendió
innecesaria una toma de posición sobre algo que consideraba indiscutido, el cpto mismo de Obligación.
La Comisión que elaboro el Anteproyecto del CCyC, justifica la definición legal, señalando que “pone de manifiesto los
rasgos mas relevantes de la figura y remarca, la verdadera estructura institucional de la obligación, en la que aparecen
el debito y la responsabilidad como tramos de una misma relación obligatoria.
El art. 724 reza: la obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho a exigir del deudor
una prestación destinada a satisfacer un interés licito, y ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción
de dicho interés.”

ANÁLISIS DE LA DEFINICIÓN LEGAL


a) Se trata de una relación jurídica: la “relación de obligación”: la relación de obligación es una relación jurídica que
vincula a dos o mas sujetos en posiciones jurídicas contrapuestas, de tanta importancia una como la otra, en compleja
interacción.
b) El vínculo jurídico queda patentizado al aludirse a una “relación jurídica”: toda relación jurídica supone una unión,
un enlace, un nexo entre personas o cosas (en la conexión interna) razón por la cual el “vinculo de derecho” al que se
hace alusión en la definición justinianea se encuentra aquí contemplado.
c) También la causa fuente queda evidenciada al aludirse a una “relación jurídica”: si bien en la mayoría de las
conceptuaciones que proponen los diversos autores se hace referencia a la necesidad de la existencia de una causa
valida que engendre la relación de obligación, ello queda sobreentendido al aludirse a la relación jurídica. Es que no
puede haberla sin un hecho jurídico idóneo para hacerla nacer.
d) Existen dos situaciones jurídicas diferenciadas respecto a los sujetos vinculados: dos situaciones jurídicas principales
que la relación de obligación genera: la del acreedor, titular de un derecho subjetivo y la del deudor, gravado con un
deber jurídico frente al acreedor.
e) El contenido patrimonial de la conducta que debe desplegar del deudor: el vocablo prestación, en cuanto conducta
exigible al deudor, tiene un sentido jurídico que se encuentra en el art. 725 del CCyC. La prestación es una conducta que
debe ser material y jurídicamente posible, licita, determinada o determinable y susceptible de valoración económica. Si
no reúne dichos requisitos, la conducta a obrar por un sujeto podrá eventualmente ser el objeto de un deber jurídico,
pero diferente al emergente de la relación de obligación.
f) El interés del acreedor en las relaciones de obligación: se trata de un elemento teleológico, y es uno de los
componentes del objeto de la obligación (la prestación) y la razón de ser de la obligación considerada en si misma. El
único requisito es que sea licito, con lo cual la utilidad que la obligación le reporte al acreedor puede o no tener contenido
patrimonial, lo que es irrelevante a la hora de determinar si se esta o no frente a una obligación.
g) Se postula al “debito” y la “responsabilidad” como los dos “tramos” siempre existentes en la relación de obligación.
Debito: en el que el deudor se encuentra en puro “estado de deuda” y cumple de manera espontánea.
Responsabilidad: momento en el que, ante el incumplimiento, se activan los mecanismos legales para que, de manera
coactiva, el acreedor obtenga el cumplimiento.

NATURALEZA JURÍDICA
a) La teoría subjetiva: Savigny postula el Derecho Subjetivo como el poder de obrar o de exigir reconocido por el
Derecho, atribuido a la voluntad de la persona, situación en la que dicha voluntad es soberana. Windscheid completa y
desarrolla esta concepción, señalando que el titular del derecho esta facultado para exigir del otro obrar determinada
conducta, y en su caso, de hacerlo por los medios compulsivos que el ordenamiento le otorga. La voluntad del titular es
el valor prevalente y absoluto.

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Trasladado el cpto a las obligaciones, estas otorgan un señorío sobre determinados actos de la conducta del deudor,
que queda sometido a la voluntad del acreedor, en donde el vinculo es esencialmente personal: conecta de esta manera
al acreedor con el deudor.

b) La teoría objetiva: en relación con las obligaciones, el interés del acreedor se logra mediante el sometimiento del
patrimonio del deudor, para lo cual se le otorgan todos los instrumentos necesarios para el logro de su interés. Incluso
se afirma que la obligación no es una relación entre personas, sino entre patrimonios.

c) La moderna concepción del Derecho Subjetivo. La aparición de los intereses legítimos y los difusos.
En este proceso evolutivo, en el ámbito del derecho público, surgió el concepto de interés legitimo que se trata de
supuestos en los que el individuo no pretende la satisfacción inmediata de un interés propio, aunque mediatamente si
puede beneficiarlo, siendo el Estado el garante de la legalidad.
Se elaboro también el cpto de interés difuso, en donde la comunidad en gral o una amplia colectividad de personas (y
no un individuo en particular o un grupo determinado) tienen un interés que les asiste en cuanto tales y de ello se deriva
la posibilidad de exigir su tutela, beneficiando al conjunto.

d) La teoría del débito y la responsabilidad


Originada en Alemania, postula la existencia de dos elementos en la obligación: La DEUDA que es un estado de puro
deber que comienza cuando la oblig. nace y termina con el cumplimiento voluntario del deudor, caracterizado por la
existencia de un “estado de presión psicológica” en este, y la legitima expectativa del cobro del acreedor.
La RESPONSABILIDAD o garantía: que se activa ante el incumplimiento y habilita al deudor a ejercer todo el poder de
agresión patrimonial.
Débito y responsabilidad, inciden sobre el mismo sujeto en convivencia, y no pueden concebirse el uno sin el otro.

e) La teoría del deber libre: tiene dos variantes. Para Binder no hay un deber de pagar, sino en caso de que el deudor
no pague, el juez ordena la ejecución forzada, por ende, la oblig. solo concede una potestad para reclamar judicialmente,
debiendo el deudor solo soportar la ejecución. Brunetti, postula que solo hay oblig. jurídica cuando una conducta
determinada esta garantizada con una sanción, y en las obligaciones civiles ello no sucede, pues la ejecución de los
bienes del deudor no es una sanción, por ende, la oblig. es un deber libre.

f) La concepción actual. Definición art. 724.


*El derecho subjetivo del acreedor: la relación de oblig. emplaza al acreedor en una posición de poder frente al deudor,
y que es una situacion jurídica, que lo faculta a obrar y a exigir no sobre el deudor, sino contra este.
*El deber jurídico del deudor. El deudor se encuentra emplazada en la situacion jurídica de sujeto pasivo directo del
derecho subjetivo, lo que limita su libertad, ya que debe obrar cierta conducta. Ello sucede porque lo ha querido (cuando
se obliga voluntariamente) o porque la ley se lo impone.
*El derecho a exigir la ejecución forzada: si el deudor no cumple con dicho deber, se activan para el acreedor toda una
serie de instrumentos jurídicos que estaban desde el momento mismo del nacimiento de la oblig. tendientes a lograr el
cumplimiento por la vía compulsoria o por equivalente económico, y si ello se frustra, el deudor debe resarcir los daños
ocasionados.
La garantía del acreedor es el patrimonio del deudor, que la ley afecta a tal fin, para que el acreedor pueda satisfacer su
interés, o ser resarcido ante el incumplimiento imputable.
*Limites de los derechos del acreedor: esta situación de sometimiento del deudor no significa sumisión, no solo `porque
la responsabilidad es patrimonial, sino porque además esta se encuentra limitada, ya que no todos los bienes del deudor
se encuentran afectados por el ordenamiento para responder por las obligaciones.
Ante el conflicto de intereses jurídicos de titularidad del acreedor y del deudor, en ciertos casos prevalecen unos u otros,
privilegiando el ordenamiento al que considera más valioso.

TERMINOLOGÍA: la locución que más se ajusta a la esencia de la figura es la de Relación de Obligación, trata de una
relación jurídica, de la que emanan dos situaciones jurídicas claramente diferenciadas: el crédito (situación jurídica
activa) y la deuda (situación jurídica pasiva)

CARACTERIZACIÓN DE LA RELACIÓN DE OBLIGACIÓN

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a) Bipolaridad: contiene dos situaciones jurídicas contrapuestas, el crédito y la deuda. Por ende, han de existir dos
sujetos, el acreedor (sujeto activo, titular del derecho subjetivo) y el deudor (sujeto pasivo, gravado con el deber jurídico
correlativo). En cada polo obligacional puede haber más de un sujeto.
b) Temporalidad: las relaciones de obligación no tienen vocación de perpetuidad, sino que su esencial razón de ser
consiste en la finalidad de satisfacer un interés jurídico del acreedor, lo que produce su inmediata extinción, a través del
pago o cumplimiento. En síntesis, la oblig. supone una situación temporaria, transitoria, perecedera, en la que esta
implicada el orden publico, a punto tal que en ultima instancia prescriben, salvo contadísimas excepciones. Es que el
vinculo de sujeción patrimonial del deudor no puede ser perpetuo.
c) Atipicidad: es posible hoy predicar la existencia de una categoría única, abstracta y universal de “obligación”, en
contraposición con las obligaciones “típicas” que emergían en el derecho romano.
d) Autonomía: “estructural” de la obligación respecto de la causa fuente: esta autonomía es estructural y no funcional.
Cualquiera sea la causa de las obligaciones, estas siempre tienen sus tres elementos estructurales constitutivos (sujeto,
objeto y vinculo jurídico) y las rigen las directrices establecidas para toda obligación respecto de la determinación de sus
calidades en función de la clasificación, las reglas generales que disponen sobre el cumplimiento y el incumplimiento, y
sobre los modos de extinción.
e) Incidencia “identitaria” y “funcional” de la causa fuente en la obligación: cabe afirmar que la causa fuente que da
origen a la oblig. tiene directa influencia en dos cuestiones: la conformación de las características particulares de cada
elemento estructural, y su dinámica funcional.
La conformación de la particular identidad de la obligación depende del rol y la situación jurídica de los diversos
elementos de la causa fuente, que luego asumen un rol especifico en las obligaciones que de ella se derivan. Por ejemplo:
vendedor y comprador pasan a ser acreedor y deudor del pago del precio.
La misma causa fuente incide en lo que se ha dado a llamar la dinámica funcional de la obligación, esto es, la oblig. en
movimiento. Una vez generada y como nace para ser cumplida, pueden presentarse múltiples sucesos tributarios de la
causa fuente que le dio origen. Esta característica a permitido la evolución del derecho de las obligaciones.

LA PARTICULAR SITUACIÓN DE LAS OBLIG. GENERADAS EN LAS RELACIONES DE CONSUMO.


En el art. 42 de la CN se dispone:
“Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su
salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones
de trato equitativo y digno.
Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la
competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la
calidad y eficiencia de los servicios públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios.
La legislación establecerá procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos, y los marcos regulatorios
de los servicios públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de
consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de control.”

a) La situación antes de la sanción del CCyC: se trata de una modificación existencial que quiebra los moldes clásicos de
las relaciones jurídicas patrimoniales, y ellos encuentra hoy su adecuada recepción en la norma constitucional.
Algunos postulaban que constituía un microsistema legal que giraba alrededor del CCyC. Nosotros sosteníamos que se
trataba de un verdadero sistema autónomo. Es que la ley 24.240 conformaba, junto al art.42 CN el marco normativo
gral de este nuevo Sistema con ppios propios, reglas particulares y soluciones especiales.
A partir de la reforma constitucional de 1994 la protección de los derechos del consumidor ha ascendido a la categoría
de Norma Fundamental de nuestro ordenamiento. Se trata de un Derecho Constitucional de Tercera Generacion. La
amplitud con la que se consagran los diversos derechos del consumidor (protección de la salud, seguridad, intereses
económicos, información, libertad de elección, asociación, etc.) llevan a postular un cambio cualitativo que trasciende
las fronteras del Derecho Privado, para situarse como uno de los ejes centrales del nuevo sistema constitucional.
Consecuencias: a partir del art.42 CN las relaciones jurídicas patrimoniales reconocen dos grandes especies: las del
consumo y las que no lo son. Las primeras se encuentran regidas por el Estatuto del Consumidor, las segundas por sus
normas privativas, cualquiera sea estas: el CCyC, las Leyes Especiales o las normas del Derecho Publico.

LOS EFECTOS DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES:


*Norma iusfundamental: porque se emplaza como uno de los pilares en los que se asienta su contruccion.
*Dos tipos de relaciones jurídicas: se trata ahora de Relaciones de Consumo.

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*Rango normativo: está dotado de jerarquía superior a las leyes dictadas por el Congreso de la Nación. La ley 24.240
conforma junto con el art. 42 de la CN el epicentro del Estatuto.
*Adaptación normativa: las normas ya existentes y las que se dictaron con posterioridad al citado art. 42 deben
adecuarse al mandato constitucional.
*Interpretación: los conflictos ley general/ley especial y ley anterior/ley posterior deben ser resueltos tomando en
cuenta el rango normativo superior del Estatuto del Consumidor.
Orden público: la imperatividad de las normas es producto del Orden Público Protectorio que impera en la temática,
reconocido en la ley 24.240 art. 65.
La ley 26.361: una de las reformas más trascendentes ha sido la incorporación legal del cpto de “relación de consumo”,
que, si bien ya se encontraba en el art. 42 CN, de manera expresa quedo emplazado también en la ley 24.240, mediante
la reforma de la ley 26.361.

b) El CCyC
Su emplazamiento en el texto legal: en el libro III Derechos Personales, se encuentran regulados los Contratos a partir
del titulo II (Contratos en gral) y en el titulo III se dispone todo lo atinente a los Contratos de consumo a partir del art.
1092. Y en el art. 1093 el de Contrato de consumo, como comprendido dentro de la primera.

LA RELACIÓN DE CONSUMO: La ley precisa el concepto mismo de la relación de consumo al ubicarla como aquel vinculo
jurídico entre el proveedor y el consumidor o usuario y también sitúa al mismísimo contrato de consumo como
emplazado dentro del concepto de relación de consumo. En el marco de la Ley 26.631 se ha señalado que el art. habla
de vínculos jurídicos en un sentido técnico, que implica la obligación de una o ambas partes de cumplir con aquellos
deberes, que consisten en dar, hacer o no hacer algo por una persona a favor de otra. Una de las fuentes del vinculo
jurídico es el contrato. El vinculo se genera desde el acto de consumir.
En el art. 1092 del CCyC se dispone: “Relación de consumo. Consumidor.
Relación de consumo es el vínculo jurídico entre un proveedor y un consumidor. Se considera consumidor a la persona
humana o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social.
Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como consecuencia o en ocasión de
ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en beneficio propio o de
su grupo familiar o social.”
El art. 1093 reza: “Contrato de consumo. Contrato de consumo es el celebrado entre un consumidor o usuario final con
una persona humana o jurídica que actúe profesional u ocasionalmente o con una empresa productora de bienes o
prestadora de servicios, pública o privada, que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por
parte de los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social.”
En tanto que en la ley 24.240, se dispone:
Art. 1º: Objeto. La presente ley tiene por objeto la defensa de los consumidores o usuarios. Se consideran consumidores
o usuarios, las personas físicas o jurídicas que contratan a título oneroso para su consumo final o beneficio propio o de
su grupo familiar o social:
a) La adquisición o locación de cosas muebles;
b) La prestación de servicios;
c) La adquisición de inmuebles nuevos destinados a vivienda, incluso los lotes de terreno adquiridos con el mismo fin,
cuando la oferta sea pública y dirigida a personas indeterminadas.
Art.2º: Proveedores de cosas o servicios. Quedan obligados al cumplimiento de esta ley todas las personas físicas o
jurídicas, de naturaleza pública o privada que, en forma profesional, aun ocasionalmente, produzcan, importen,
distribuyan o comercialicen cosas o presten servicios a consumidores o usuarios. Se excluyen del ámbito de esta ley los
contratos realizados entre consumidores cuyo objeto sean cosas usadas.
No tendrán el carácter de consumidores o usuarios, quienes adquieran, almacenen, utilicen o consuman bienes o
servicios para integrarlos en procesos de producción, transformación, comercialización o prestación a terceros. No están
comprendidos en esta ley los servicios de profesionales liberales que requieran para su ejercicio título universitario y
matrícula otorgada por colegios profesionales reconocidos oficialmente o autoridad facultada para ello, pero sí la
publicidad que se haga de su ofrecimiento.
Art. 3º: Interpretación. Las disposiciones de esta ley se integran con las normas generales y especiales aplicables a las
relaciones jurídicas antes definidas, en particular las de defensa de la competencia y de lealtad comercial. En caso de
duda, se estará siempre a la interpretación más favorable para el consumidor.

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Consecuencias: En el art. 1094 se dispone: Interpretación y prelación normativa. Las normas que regulan las relaciones
de consumo deben ser aplicadas e interpretadas conforme con el principio de protección del consumidor y el de acceso
al consumo sustentable.
En caso de duda sobre la interpretación de este Código o las leyes especiales, prevalece la más favorable al consumidor.
Y en el art. 1095 se dispone: Interpretación del contrato de consumo. El contrato se interpreta en el sentido más
favorable para el consumidor. Cuando existen dudas sobre los alcances de su obligación, se adopta la que sea menos
gravosa.
Los derechos del consumidor han quedado emplazados no solo en la CN y en la ley especial, sino en el CCyC.

c) Los derechos de los consumidores


1.Derechos fundamentales de carácter primario: Se encuentran en relación con el propio posicionamiento del
consumidor como sujeto activo del marcado: el derecho de acceso a consumo, libertad de elección, sin discriminación
ni arbitrariedades, trato equitativo y respeto a la dignidad del consumidor como ser humano, y derecho a la educación
para el consumo.
2. Derechos sustanciales de los consumidores: Derecho a la seguridad, a la vida, a la salud e integridad, protección del
medio ambiente y prevención de daños, derecho a la información sobre productos y servicios, derecho a la protección
de sus intereses económicos, a la calidad de los productos y servicios, a la justicia contractual, a la reparación de daños.
3. Derechos de carácter operativo o instrumental: Son los que tienden a dotar al consumidor de mecanismos de
implementación que hagan efectivos los derechos sustanciales: a la organización en grupos o asociaciones para la
defensa de sus intereses, a participar, individual o colectivamente, en los procesos de decisión de la administración en
cuestiones que afecten sus intereses, de acceso a la solución de conflictos y de acceso a la justicia, en procedimientos
judiciales y administrativos rápidos y eficaces.

LOS PERFILES DE LA RELACIÓN DE OBLIGACIÓN EN LA ACTUALIDAD


a) La constitucionalización del derecho privado: Cada relación o situación jurídica están regidas por el Ordenamiento en
su totalidad, que tiene vocación de unicidad y coherencia, con toda la incidencia que ello tiene en la interpretación y
aplicación del derecho, no solo en el ámbito extrapatrimonial, sino también en las relaciones económicas.
b) El rol del Estado: Existe un mayor intervencionismo estatal en las relaciones de obligación, fundado en una concepción
diferente al orden público. La aparición de la debilidad negocial (económica y cultural) no solo esta institucionalizada en
materia de derechos del consumidor, sino también en cualquier otro tipo de relación jurídica patrimonial, como es el
caso de los contratos por adhesión.
c) La buena fe y el abuso del derecho: Los ppios de Buena Fe y de Ejercicio Regular de los Derechos han quedado ahora
emplazados en el valioso Titulo Preliminar (arts. 9 a 11 CCyC) como una regla de toda conducta en las relaciones jurídicas,
cualesquiera sean.
d) La dignidad de la persona humana, eje de toda la construcción jurídica: La tutela de la Dignidad de la Persona
constituye uno de los epicentros de la protección (art. 51ccyc) y constituyen un obstáculo a la actuación de las partes en
la relación de obligación, tanto en su generación, como a la hora del cumplimiento.
e) La protección del buen deudor: Plasmado en la consagración de nuevos bienes inembargables (en el art. 744 del CCyC).
Ello no implica alentar el incumplimiento o la irresponsabilidad del deudor, sino buscar un equilibrio, protegiendo al
buen deudor y al buen acreedor.
f) La errática conducta patrimonial del Estado: El Estado, quien debería tener una conducta ejemplar, no la tiene. Todas
las normas del Anteproyecto que de alguna manera establecían la responsabilidad del Estado o de los Funcionarios
Públicos, fueron suprimidas y amputadas. Todo ello ha generado un fenómeno particular y que atenta contra el interés
general.
g) Ampliación del fenómeno resarcitorio: Existe una tendencia en cuanto a la reparación de los daños injustamente
causados, que se ha ampliado y ajustado en varios aspectos en el CCyC. Este lamentable fenómeno, que sigue en
crecimiento, impone nuevas soluciones y miradas.
h) La prevención de los daños como una necesidad inevitable: la irreparabilidad material de ciertos daños, y la pérdida
económica para la sociedad ha colocado en un sitial de privilegio la prevención de los daños como instrumento del
sistema, situación en la cual las relaciones de obligación tienen alto protagonismo, en razón de las facultades judiciales
de disponer su cumplimiento para hacer efectiva dicha prevención.
i) La pluralidad subjetiva en las relaciones de obligación: por lo gral involucran a mas de dos sujetos en las relaciones de
obligación que se generan en consecuencia. La vinculación obligacional plural es el signo de estos tiempos.
j) Definitiva patrimonializacion de la responsabilidad del deudor: La responsabilidad del deudor es exclusivamente
patrimonial, esto es, económica. Sus bienes (y no todos ellos) se encuentran afectados al cumplimiento de las

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obligaciones a su cargo. Sin embargo, por otras razones pueden ser causa de la responsabilidad penal del deudor. Ello
acontece en los casos de estafa, en materia de leyes penales tributarias o incumplimiento de los deberes de asistencia
familiar. Se trata de la violación, por el deudor, de un interés publico, sancionado por la ley penal.

EL CONTENIDO DE LA RELACIÓN DE OBLIGACIÓN


a) El contenido nuclear o esencial: el derecho subjetivo del acreedor
La relación de obligación en su conexión interna vincula a dos personas (o una pluralidad de ellas en cada polo), con
intereses jurídicos contrapuestos. Cada una de ellas se encuentra en una situación jurídica definida. Surgen la existencia
del derecho subjetivo del acreedor y del correlativo deber jurídico del deudor, que constituyen lo que llamamos el
contenido “nuclear” o “esencial” de la relación de obligación.

b) La expansión del contenido obligacional: los deberes accesorios de conducta


-Noción. En el art. 856 CCyC se dispone que las oblig. principales son aquellas cuya existencia, régimen jurídico, eficacia
y desarrollo funcional son autónomos e independientes de cualquier otro vinculo obligacional, y se agrega que los
derechos obligacionales son accesorios a una oblig. principal cuando dependen de ella en cualquiera de los aspectos
anteriormente indicados, o cuando resultan esenciales para satisfacer el interés del acreedor.
-Como se originan. De la causa fuente en la obligación. Cuando la oblig. tiene como causa fuente un acto jurídico, el
interés del acreedor en cada una de las oblig. que de el emergen y constituye una de las células que integra la causa final
de dicho acto jurídico. Si la oblig. no proviene de un acto jurídico, el interés del acreedor no forma parte de un andamiaje
superior, sino que se particulariza en función solamente de la obligación.
-Su regulación. En ciertos casos por su importancia, la ley dispone sobre ellos de manera expresa, como ocurre con los
deberes de brindar información y seguridad.
-Los deberes tipificados. Cuando la relación jurídica se origina en un acto jurídico, y particularmente es un contrato, es
común que se establecen de manera expresa multiples deberes accesorios de conducta, que adquieren tipicidad.
Todas estas oblig. de origen legal, son esenciales para la satisfacción del interés nuclear del contrato, y pueden tener
tanta intensidad como la prestación principal.
-Los deberes accesorios “calificados”: brindar información y seguridad. Se encuentran al lado de las obligaciones
nucleares, y pese a su importancia, no dejan de ser deberes jurídicos u obligaciones accesorios, en función de lo
dispuesto en el art. 856 del CCyC, pero tienen un mayor rango.
A veces surgen de la causa final del acto, en otras oportunidades emergen de manera inmediata de la obligación
individualmente considerada. Según la situación en concreto, el ordenamiento los consagra de manera expresa, o
existen por derivación del principio de buena fe.

c) La situación jurídica del ACREEDOR


*Contenido esencial: El crédito es un verdadero derecho subjetivo. El acreedor dispone desde la gestación misma de la
obligación, de un poder jurídico de actuación para la satisfacción de su interés. Este es su núcleo central: la facultad de
exigir la prestación y el poder de ejecución sobre los bienes del deudor, como medida complementaria, que surgen del
art. 730 CCyC, que reza: Efectos con relación al acreedor. La obligación da derecho al acreedor a:
a) emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha obligado;
b) hacérselo procurar por otro a costa del deudor; c) obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes.
*Otras facultades: tiene el acreedor facultades de disponer de su crédito (por ej. trasmitirlo, renunciarlo, efectuarlo en
garantía al pago), adoptar medidas de resguardo patrimonial, mediante las garantías, desde el momento mismo de su
nacimiento, cuenta con acciones conservatorias, como la de simulación, o la acción subrogatoria, puede hacer valer la
caducidad de los plazos. Esta habilitado para exigir la reparación de los daños derivados del incumplimiento obligacional.

*Los límites: ninguna de estas posiciones activas del acreedor es absoluta. Los limites están marcados por el ejercicio
regular de los derechos (art. 10 CCyC) el deber de obrar de buena fe, la razonabilidad en la ejecución de los bienes del
deudor, la imposibilidad de ejercer violencia sobre la persona del deudor en las obligaciones de hacer y de cualquier
manera afectar la dignidad del deudor, la limitación en la responsabilidad del deudor por el pago de costas.
*Los deberes jurídicos a cargo del acreedor: es mas relevante es el de liberar al deudor cuando este cumple
adecuadamente la obligación, lo que generalmente se materializa mediante el recibo de pago. Pero también existe un
derecho del deudor anterior al cumplimiento, y que es el derecho a pagar.
El acreedor tiene un deber jurídico de recibir la prestación, de allí se deriva el derecho a la liberación por via coactiva,
mediante el pago por consignación.

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*Las cargas: pesan también cargas sobre el acreedor, esto es, conductas que no le son exigibles por el deudor, pero que
si no cumple queda impedido de ejercer ciertas facultades, y pueden llevarlo a colocarlo como sujeto imputable de un
eventual incumplimiento obligacional.
Entre otras, las cargas de colaboración, las cargas de información y las cargas cuya inejecución trae aparejada la
caducidad de un derecho en expectativa.

La situación jurídica del DEUDOR


*Contenido esencial. El deudor tiene a su cargo el deber jurídico nuclear de cumplir la prestación a favor del acreedor,
de manera fiel y exacta. El plan de conducta se vuelve acto de tiempo de cumplimiento. Es el deber central y primario
del deudor.
*Los deberes accesorios de conducta: derivados del ppio gral de buena fe y el deber de comportamiento, de acuerdo
con los usos del tráfico, y que provocan un ensanchamiento del deber de prestación.
Pueden surgir de la ley (por ej. el deber de conservar la cosa o de entregar el manual de uso de un bien), de la voluntad
de las partes (por ej. se pacta que se entregara un automotor higienizado), de los usos y costumbres (por ej. en cosas
frágiles adoptar medidas de resguardo para que no se quiebren por el solo hecho de su traslado), o también de las
circunstancias concretas que el caso presente (por ej. si se entrega una cosa que puede quedar afectada por el agua)
*Los derechos del deudor: de pagar (sea que el acreedor reciba la prestación de manera espontanea o no), y de obtener
la liberación si cumple de manera adecuada, de hacer valer los limites de los derechos del acreedor, de sustraerse al
cumplimiento para el caso en que el acreedor no cumpla con ciertas cargas, de hacer valer los derechos que en concreto
se le asignan ante ciertas situaciones y las presunciones legales que jueguen a su favor, y por cierto el de “agrupar y
colectivizar a sus acreedores” en caso de insolvencia, mediante el proceso concursal.
En el art. 731 del CCyC se dispone: El cumplimiento exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a obtener la
liberación y el de rechazar las acciones del acreedor.
*Limites de los derechos del deudor. Al igual que respecto al acreedor, los limites de estos derechos y facultades están
fijados por el ejercicio regular y la buena fe. En el art. 729 CCyC, el deber de actuar de buena fe se impone tanto al
acreedor como al deudor.

ii. RELACIONES Y COMPARACION CON OTRAS FIGURAS.


Deber jurídico y obligación. Deberes jurídicos relativos no obligacionales.
La naturaleza, características, contenido e intensidad de los deberes jurídicos en concreto, dependen de la realcion
jurídica o la situación jurídica en la que se encuentran emplazados y de la que emanan.
La oblig., vista desde la perspectiva del deudor, le asigna un deber jurídico, de particular fisonomía e identidad, como se
ha visto, con rasgos propios que los distinguen de otros deberes jurídicos.
Asi cabe diferenciarlos de los deberes jurídicos que generan las relaciones de flia, de contenido no patrimonial aun
cuando compartan la calidad de relativos. Debe aclararse que las oblig no emergen solo de las relaciones jurídicas civiles
o comerciales, sino de cualquier vínculo de derecho.

OBLIGACIONES Y DERECHOS REALES:


Son ambos derechos patrimoniales fundacionales de las relaciones jurídicas
a) Doctrinas monistas: identifican a ambos derechos como una sola categoría, aunque con dos variantes.
* monismo obligacionista: postula que los derechos reales no tienen existencia autónoma, sino que son también
relaciones de obligación, en donde el sujeto pasivo es la comunidad sobre quien pesa el deber jurídico de respeto al
derecho ajeno.
*monismo realista: sostiene que la obligación genera un derecho de propiedad del acreedor sobre el patrimonio del
deudor, razón por la cual existe una asimilación completa a los derechos reales. Ambas teorías, no brindan respuestas
satisfactorias y confunden los conceptos y la verdadera esencia de cada uno de estos derechos.
b) Doctrina dualista: es la que distingue a los derechos reales y a las obligaciones como dos derechos de contenido
patrimonial, pero de diferente naturaleza, estructura y efectos. (Vélez Sarsfield estructuro el CC en base a esta distinción)

c) Definición del derecho real en el CCyC. Caracterización: en el art 1882 se introduce un concepto legal de derecho
real: “El derecho real es el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce directamente sobre su objeto, en forma
autónoma y que atribuye a su titular las facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código.”

d) Principales diferencias y notas distintivas de los derechos reales y las oblig:

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*Creación y régimen: los derechos reales solo nacen de la ley no teniendo cabida la voluntad de las partes. Las oblig
pueden surgir de la ley o de la voluntad de las personas, con los limites impuestos por el orden publico, la ley, moral y
las buenas costumbres.
*Carácter absoluto o relativo: los derechos reales son absolutos en el sentido de que no tienen un sujeto pasivo
determinado, sino que pesa sobre toda la comunidad el deber jurídico de respetarlo. En la conexión interna no existe
un sujeto, sino una relación directa con el objeto. Las oblig, en la conexión interna, tienen un sujeto pasivo determinado,
por ellos son relativos.
* Adquisidor o nacimiento (causa fuente): los derechos reales se adquieren de diversa manera, que constituyen
derechos jurídicos específicamente establecidos por la ley: 1-el dominio por modos originarios y por prescripción
adquisitiva. 2-por titulo y modo suficiente, esto es, por un acto jurídico de acuerdo con las condiciones que establece la
ley y por un hecho que puede ser la tradición posesoria, la inscripción registral y por el primer uso en las servidumbres
positivas. 3-por el solo imperio de la ley 4-por el juez excepcionalmente cuando solo lo establece la ley.
Las oblig nacen si se produce un hecho jurídico que la ley prevee.
*Sujetos: en los derechos reales es el titular que puede ser una persona humana o jurídica con excepción de uso y la
habitación, en donde solo son titulares las personas humanas. Pueden existir cotitularidad en los derechos reales.
En las oblig están el sujeto activo (acreedor) y el sujeto pasivo ( deudor), pudiendo cada polo obligacion estar integrado
por mas de una persona.
*Objeto: en los derechos reales pueden ser cosas u otros bienes que la ley contemple. En las oblig es la prestación, que
es un conducta ( de dar, hacer o no hacer) que el deudor debe desplegar a favor del acreedor.
*Oponibilidad. Publicidad: los DR son oponibles a 3º, mediante la publicidad posesoria o registral, según el caso. Las
oblig vinculan a las partes, pero pueden ser oponibles a terceros en diversas circunstancias.
*Posesión: los DR se ejercen por la posesión, con la excepción de las servidumbres y la hipoteca. Las oblig son extrañas
a la posesión, aunque la entrega de titulo puede tener ciertos efectos, por ejemplo, la remisión de la deuda.
*Derecho de persecución: los DR confieren a su titular en razón, de su oponibilidad, el derecho a accionar para el
reconocimiento del derecho y el recupero de las cosas ( si ha desposeído) mediante las acciones reales. Las oblig son
ajenas a esta cuestión.
*Preferencias que otorgan: los DR confieren su prevalencia sobre cualquier otro derecho incompatible que se haya
constituido con posterioridad a la misma cosa. En las oblig, los conflictos de preferencias de los diversos acreedores
frente al deudor común se resuelven por las reglas de los privilegios.
*Prescripción: los DR se adquieren por la prescripción adquisitiva, esto es, la posesión por el tiempo que la ley establece
y la acción de los interesados. Las oblig se extinguen por la prescripción liberatoria, estos es, por el transcurso del tiempo
que marca la ley y la inacción de los interesados.
*Duración: los DR por regla tienen vocación de perpetuidad. No se extinguen por el transcurso del tiempo. También
existen DR temporarios, por ejemplo, usufructo, derechos reales de garantía, etc. Las oblig son temporales. Nacen para
ser cumplidas o bien se extinguen por otros modos establecidos por la ley.
*Extinción: los DR se extinguen por la perdida del bien que constituye su objeto, por su abandono, y por la consolidación
en los derechos reales sobre cosa ajena, y también por el transcurso del tiempo cuando son temporarios. En las oblig el
modo normal de extinción es el pago, la imposibilidad del objeto puede causar su extinción y existen otros modos de
extinción (compensación, novación, confusión, renuncia, etc.)
*Competencia: los cód. procesales establecen reglas diferenciadas para el ejercicio de las acciones reales y las
personales. En el derecho internacional privado, los jueces argentinos son exclusivamente competente para entender
en materia de DR sobre inmuebles; en tanto, existen otras reglas en las otras cuestiones.
*Ley aplicable en las relaciones de Derechos Internacional Privado: existen soluciones diferentes según se trate de
obligaciones (arts. 2650 a 2662), derechos reales (arts. 2663 a 2670)

e) Noción de "relaciones de poder": gran parte de los derechos reales se ejerce por la posesión. Se ha denominado
relaciones reales. se ha denominado relaciones reales. v que ahora en el CCyC se llaman "relaciones de poder”.
El concepto de relación de poder (o relación real), hace referencia a un poderío o señorío material o fáctico (de tipo
físico) sobre las cosas; y que tiene importantísimas consecuencias en el mundo del derecho.
En el art. 1908 del CCyC se dispone que las "relaciones de poder" del sujeto son la posesión y la tenencia,
conceptuándose ambas en los dos artículos siguientes: "Hay posesión cuando una persona, por si o por medio de otra,
ejerce un poder de hecho sobre una cosa, comportándose como titular de un derecho real, lo sea o no" (art. 1909 CCyC);
"Hay tenencia cuando una persona, por si o por medio de otra, ejerce un poder de hecho sobre una cosa, y se comporta
como representante del poseedor".

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El poseedor puede ser o no titular de un derecho real, el tenedor siempre reconoce la posesión en otra persona (por ej.,
el comodatario, o el locatario). Si bien la posesión y la tenencia colocan a sus titulares en especiales situaciones jurídicas
y engendran ciertos derechos a favor de quienes las ejercen, en si mismas no son un derecho subjetivo, como lo es el
derecho real.

DEBERES JURÍDICOS NO OBLIGACIONALES QUE GRAVAN A LOS TITULARES DE DERECHOS REALES, POSEEDORES Y
TENEDORES:
En este marco, las diversas figuras de deberes jurídicos que no son relaciones de obligación que pueden enunciarse son
las siguientes:
a) Cargas o gravámenes reales.
en el art. 18 8 8 CCyC se dispone: "...Con relación al dueño de la cosa, los derechos reales sobre cosa ajena constituyen
cargas o gravámenes reales. Las cosas se presumen sin gravamen, excepto prueba en contrario. Toda duda sobre la
existencia de un gravamen real, su extensión o el modo de ejercicio, se interpreta a favor del titular del bien gravado".
En el art. 1946 CCyC se establece que "el dominio es imperfecto si esta sometido a condición o a plazo resolutorios, o si
la cosa esta gravada con cargas reales.”

b) Las restricciones y límites a los derechos reales y las relaciones de poder:


Entre los arts. 1970 y 1982 del CCyC se dispone sobre los "límites al dominio", que también alcanzan a las relaciones de
poder.
Estos límites imponen deberes jurídicos, algunos de abstención, y otros de actuar. En todos los casos no se trata de
relaciones de obligación, sino de deberes jurídicos no obligacionales, ya que la conducta impuesta al gravado por el
deber jurídico no tiene en sí misma valor económico, ni genera un derecho de "propiedad" del beneficiario como sí lo
hace la relación de obligación respecto del acreedor (por ej., molestias por ruidos -art. 1973 CCyC-).
Se trata de una situación jurídica activa, de sujetos determinados o determinables, que en su caso estarán facultados
para exigir su cumplimiento (por ej., el afectado 'por árboles o arbustos del vecino que causen molestias que exceden la
normal tolerancia, puede exigir que sean retirados)
Estos deberes jurídicos son continuados, en tanto subsista el derecho real o la relación de poder, y se transmiten a los
sucesores universales o particulares; por ende, nunca se extinguen por pago, "liberándose" al gravado. En caso de
incumplimiento por causas imputables al gravado, no existe la posibilidad de la indemnización por equivalente del art.
955 del CCyC.

LAS RELACIONES DE OBLIGACIÓN QUE EMERGEN POR SER UNA PERSONA TITULAR DE DERECHOS REALES O RELACIONES
DE PODER:
Existe una diversidad de obligaciones que se generan debido en la existencia de un derecho real o de una relación de
poder en cabeza de otra persona, y otro u otros sucesos, posicionándola como acreedor o como deudor y con los más
diversos efectos, según los casos. Siempre por imperio de la ley.
Las denominadas obligaciones propter rem, ob rem o ambulatorias (preferimos la primera), también llamadas
obligaciones reales, lleva a una peligrosa confusión con las cargas reales y las limitaciones al dominio, cuando hay un
sujeto activo determinado. Hay casi tantos tipos de obligaciones "propter rem", como obligaciones individualmente
consideradas.

a) La "obligación propter rem" en sentido estricto


(i) Concepto. Son relaciones de obligación que se originan exclusivamente por imperio de la ley, debido a la vinculación
del sujeto con una cosa por ser titular de un derecho real o una relación de poder, sea como acreedor o como deudor;
y que tienen dos características esenciales y constantes.
La primera es la ambulatoriedad. Significa que la calidad de acreedor o deudor la reviste quien actualmente es titular
del derecho real o la relación de poder; y si se transmite el derecho real o la relación de poder, la obligación, por imperio
de la ley, también se transmite, con independencia de todo acto voluntario, aunque se pacte lo contrario. La obligación
"sigue a la cosa".
La segunda es la posibilidad del deudor actual de liberarse mediante el abandono del derecho real o la relación de poder.
Esto es: mediante a la renuncia del derecho real, o del poder de hecho ejercido sobre la cosa, también por imperio de
la ley queda desobligado. Ello podría o no traer aparejada la extinción de la obligación, pero lo cierto es que el
abandonante deja de ser deudor.

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Siempre surgen de la ley. Las partes no podrían válidamente pactarlas como tales, ello se opone el principio de
relatividad de los contratos (arts. 959 y 1022 CCyC), en tanto se tata de obligaciones destinadas a proyectarse sobre
terceros extraños a la relación contractual.

b) Obligaciones en las que el abandono de la cosa no produce la liberación del deudor:


Se trata de obligaciones en las que existe ambulatoriedad, pero no la posibilidad del deudor de liberarse de la obligación
por el abandono de la cosa. Para algunos se trata de una propter rem, aunque sin la posibilidad de liberación por el
abandono.
Aquí no es aplicable el art. 1937 del CCyC, respecto a la liberación del deudor. Aquí lo que ocurre es el abandono del
derecho. ¿El abandono libera o no al deudor? En nuestra opinión, el abandono no produce la liberación del deudor, en
ciertas situaciones, la ley lo dispone.

c) Las deudas por tributos que gravan una cosa, y por obras públicas que la benefician
El propietario de la cosa es deudor de estos rubros; pero también lo es el poseedor. Se dispone en el art. 1939 del CCyC
que "a menos que exista disposición legal en contrario, el poseedor debe satisfacer el pago total de los impuestos, tasas
y contribuciones que graven la cosa”. En nuestra opinión si la ley tributaria no dispone que el abandono liberará al
contribuyente, este seguirá obligado.

d) El caso del hallador de una cosa perdida


En el art. 1956 del CCyC se dispone: “La restitución de la cosa a quien tiene derecho a reclamarla debe hacerse previo
pago de los gastos y de la recompensa. Si se ofrece recompensa, el hallador puede aceptar la ofrecida o reclamar su
fijación por el juez. Sin perjuicio de la recompensa, el dueño de la cosa puede liberarse de todo otro reclamo del hallador
transmitiéndole su dominio.”
Como el hallador "asume las obligaciones del depositario a título oneroso" (art. 1955 CCyC), nacen los derechos
emergentes de dicha situación jurídica (arts. 1357 y 1360 CCyC).
Es por demás evidente que la situación de deuda es la única que tiene vinculación con el dominio de la cosa, y solamente
la liberación de las obligaciones a favor del hallador se producirá si le transfiere el dominio.
Si transmitiera la cosa a un tercero, somos de la opinión que no quedaría liberado ya que la norma limita la liberación
en el caso indicado y el sucesor particular responde con la cosa.

e) El caso del donatario y la obligación de prestar alimentos al donante


En el art. 1559 del CCyC se dispone: "Excepto que la donación sea onerosa, el donatario debe prestar alimentos al
donante que no tenga medios de subsistencia. Puede liberarse de esa obligación restituyendo las cosas donadas o su
valor si las ha enajenado.

f) El caso del usufructuario


En el art. 2148 del CCyC se dispone que "El usufructuario debe pagar los impuestos, tasas, contribuciones y expensas
comunes que afectan directamente a los bienes objeto del usufructo". Esta obligación tiene como acreedor a un tercero
(el Fisco o el Consorcio), y no al nudo propietario, que es un obligado concurrente con el usufructuario. Si los abonare el
nudo propietario, no podría liberarse el usufructuario renunciando (abandonando) el derecho de usufructo.
Si se transmite, rigen las mismas normas que las indicadas para los tributos y las expensas.
En el caso de las mejoras a cargo del nudo propietario y del usufructuario, no sería viable el abandono para liberarse de
las obligaciones.

g) La obligación de responder por el daño causado por la cosa


Al igual que en el Cód. Civil, el dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado por las cosas (arts.
1757 a 1759 CCyC). A esta responsabilidad no es posible trasladarla a un tercero, mediante la entrega de la cosa; o
desligarse de la obligación de reparar el daño causado a través de su abandono.

CAPITULO III. (UNIDAD 2) LOS ELEMENTOS ESENCIALES DE OBLIGACION


Aquellas condiciones que sin las cuales no hay una relación de obligación.
Existen 4 elementos esenciales en toda oblig. uno externo: que es la causa fuente que les da origen (art.726) y tres
elementos estructurales o internos que surgen debido a dicha causa eficiente, que son los sujetos (acreedor y deudor),
el objeto (la prestación) y el vínculo jurídico (que surgen de los art. 724 y 725)

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Los elementos ACCIDENTALES de la relación de obligación.
Se denominan tales a aquéllos que pueden o no estar presentes, y en cuya ausencia la obligación no deja de ser tal; pero
que, cuando la integran traen aparejados efectos particulares.
En el marco del Cód. Civil, se señalaba que eran tres: la condición, el cargo y el plazo. En el CCyC, las tres figuras se han
trasladado a la Parte General, y se encuentran emplazadas en el Cap. 7 del Título IV ("Hechos y actos jurídicos"), bajo el
título "Modalidades de los Actos Jurídicos" (arts. 343 a 357).
En lo referente al cargo, se trata de una obligación accesoria a un acto jurídico, y no de una "modalidad" de las
obligaciones. En tanto que el plazo y la condición pueden constituir modalidades de un acto jurídico (por ej. contrato de
locación) y también, de una oblig. en particular (la obligación de pagar el impuesto locativo que vence mensualmente).
En definitiva, los verdaderos elementos accidentales de las obliga- ciones son el plazo y la condición.

PRIMER ELEMENTO ESENCIAL: LOS SUJETOS


Dos situaciones jurídicas: acreedor y deudor.
En toda relación de oblig. la bipolaridad es de su esencia, lo que significa que existen dos situaciones jurídicas definidas:
la del titular del derecho subjetivo (el acreedor) y la de quien se encuentra gravado con el deber jurídico frente al
acreedor (el deudor). Nadie puede ser deudor o acreedor de si mismo, y de allí que esta alteridad es constitutiva para la
oblig: no la hay si, al tiempo de su nacimiento, no existen sujetos diferentes, y si con posterioridad, previo del pago,
ambas calidades confluyen en la misma persona, la obligación se extingue por confusión.

a) El acreedor- sujeto activo (quien exige determinado comportamiento)


Tiene una legítima expectativa, confía en que el deudor honorara su deuda. Por cierto, ello es más palpable cuando la
oblig. se produce por un acuerdo voluntario, pero también sucede en situaciones en las que se genera una oblig. sin el
concurso de su voluntad (por ej. cuando se causa un daño). El principio de Buena Fe debe imperar en toda relación de
oblig (art.729) del cual se deriva toda una serie de conductas esperables, por ambas partes.
Con respecto al incumplimiento, constituye la faz patológica de la oblig. Independientemente de la confianza del
acreedor, el deudor sabe que, si no cumple, el acreedor cuenta con todo un arsenal jurídico para hacerse de la
prestación, que puede llegar a ser efectivo o no, aun cuando se adopten todas las garantías posibles, en ciertos casos el
cumplimiento puede frustrarse.
b) El deudor. Sujeto pasivo (a quien se le exige determinado comportamiento)
Es aquel cuya persona tiene a su cargo un deber jurídico especifico.
Importa un estado de sujeción, una traba, una atadura. Por ello, también se emplea como sinónimo el vocablo obligado.
Se revela con claridad una situación de sometimiento, que cesa con la liberación, que se produce cuando la obligación
se extingue. El medio normal es el pago.

Unidad o pluralidad de sujetos


Las relaciones de oblig. pueden involucrar un solo sujeto en cada polo, o más. Se habla entonces de obligaciones de
sujetos únicos o de sujetos múltiples.
Tanto la unidad como la pluralidad pueden ser originarias (al tiempo del nacimiento de la obligación) o derivadas (por
un suceso posterior). Por ej. se genera una obligación entre Juan y Pedro, y luego el acreedor cede su derecho a dos
sujetos (cesionarios); y también a la inversa.
Cuando se está en presencia de pluralidad se presenta una situación jurídica diferente, con perfiles propios; existen
tantos vínculos jurídicos como sujetos haya involucrados (si hay dos acreedores y tres deudores, se presentan seis
vínculos jurídicos), y se presenta el problema de establecer qué actos o situaciones obrados personalmente por un solo
sujeto se proyectan a los que integran el mismo polo obligacional (ello se denomina "relaciones internas"), y a los del
polo contrapuesto ("relaciones externas").

Los sujetos de las relaciones de obligación. Los supuestos controvertidos


Por tratarse de una relación jurídica que en su conexión interna siempre vincula a personas, las obligaciones sólo se
establecen entre sujetos de derecho y no entre patrimonios. El patrimonio es objeto de los derechos, y no goza de
personalidad. Por ello, los sujetos de la obligación son las personas humanas (arts. 19 y SS. CCyC) y las personas jurídicas
(arts. 141 y SS. CCyC).

REQUISITOS
a) CAPACIDAD

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*Capacidad DE DERECHO. Es un atributo que se predica tanto de las personas humanas (art. 22 CCyC) como de las
jurídicas (art. 141). Es un requisito indispensable para poder "ser titular de derechos y deberes jurídicos", esto es, para
quedar emplazado en la calidad de acreedor o deudor. En materia de personas humanas, la regla es la capacidad de
derecho, salvo las limitaciones que la ley establezca; en tanto que las personas jurídicas gozan de dicha capacidad para
el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.
*Capacidad DE EJERCICIO. Es un atributo privativo de las personas humanas, para ejercer por sí mismas derechos de los
que es titular. La regla es la capacidad (art. 23 CCyC), la que puede ser limitada por razones de edad o de salud mental
(art. 24 CCyC). Cuando esto último acontece, los derechos se ejercen a través de los representantes legales, o mediante
los sistemas de apoyo al ejercicio de la capacidad.
En lo referente a la constitución de una obligación, las reglas enunciadas son aplicables para el caso en que se generen
por actos voluntarios; en tanto que cuando surgen de la ley, ésta dispone las condiciones para que una persona quede
emplazada en la calidad de acreedor o deudor.

En tanto que en lo que respecta a la dinámica funcional de la obligación, si la persona pierde su capacidad de ejercicio,
para otorgar actos válidamente (por ej., pagar), deberá hacerlo a través de sus representantes legales, o según el sistema
de apoyos que se le haya instituido.

b) DETERMINABILIDAD (sujeto identificado o individualizado)


Para que una obligación sea tal, no es indispensable que los sujetos estén determinados desde el momento mismo de
su constitución, sino que deben ser determinables. Esto significa que, deben estar fijadas en el momento constitutivo
las pautas para la individualización de los sujetos y la indeterminación absoluta desaprueba la existencia misma de la
obligación.
Existen situaciones en las que, desde el nacimiento de la obligación, la identidad de los sujetos puede no estar definida,
aunque deben existir pautas en la misma obligación para establecerla. En todos los casos, al tiempo del cumplimiento
los sujetos deben estar individualizados
Es el caso de las obligaciones disyuntivas, los títulos valores al portador, las promesas de recompensa, las ofertas al
público, el contrato a favor de tercero, el contrario por persona a nombrar, entre otros. Las obligaciones propter rem, y
todas aquéllas que emergen en ocasión de ser una persona titular de derechos reales o relaciones de poder constituyen
también un claro supuesto de indeterminación inicial de los sujetos.

Transmisión de la calidad de sujeto de una relación de obligación:


La obligación fue una relación estrictamente personal, que vinculaba a los sujetos entre quienes se había establecido,
siendo impensable su trasmisión a otros sujetos. Sin embargo, el avance de la civilización y el comercio impusieron otras
necesidades, y comenzó un proceso que hoy permite afirmar la regla contraria. Si bien bajo ciertos requisitos, tanto los
créditos como las deudas son transmisibles; salvo que la naturaleza misma de la relación jurídica lo impida (por ej. Una
obligación de hacer en la que la persona del deudor es esencial, como el caso de una obra artística), las partes lo hayan
pactado, o la ley lo disponga.

Responsabilidad obligacional por el hecho ajeno.


En el art. 732 se dispone: “Actuación de auxiliares. Principio de equiparación. El incumplimiento de las personas de las
que el deudor se sirve para la ejecución de la obligación se equipara al derivado del propio hecho del obligado.”
La responsabilidad obligacional indirecta, deriva del hecho de los “auxiliares” del deudor, cualquiera sea su condición,
incluso colaboradores y sustitutos. Pero siempre se considera que es el propio deudor quien actúa.
(profe) El deudor introduce a un tercero para cumplir la prestación.
El 3º puede ser auxiliar/colaborador: pero la oblig. va a ser ejecutada por el deudor, pero que se sirve de los actos de los
otros para satisfacer el interés del acreedor. El concepto de dependiente es solo para el colaborador.
El 3º sustituto: el 3º desplaza y ejerce por si la totalidad de la prestación. Son sustitutos no dependientes porque no hay
ningún tipo de subordinación.
Los efectos: todos los actos que cumplen son actos como si fueran del propio deudor.

CONSUMIDOR Y EMPRESARIO. LEY DEFENSA DEL CONSUMIDOR 24.240

ART 1. “Objeto. Consumidor. Equiparación. La presente ley tiene por objeto la defensa del consumidor o usuario. Se
considera consumidor a la persona física o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios
como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social.”

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(El bien es todo ente que no necesariamente es una cosa, puede ser un bien intangible como lo es la información. Es
bien todo aquello idóneo para satisfacer un interés. El bien también puede ser materia. No se agota cuando se consume.
Los bienes son estructurales y pueden ser transferidos en un instante mientras que los servicios se entregan en un
periodo de tiempo. Los bienes pueden ser devueltos mientras que un servicio no.)

“Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como consecuencia o en ocasión de
ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en beneficio propio o de
su grupo familiar o social.”
ART.2 PROVEEDOR. (EMPRESARIO)
Es la persona física o jurídica de naturaleza pública o privada, que desarrolla de manera profesional, aun ocasionalmente,
actividades de producción, montaje, creación, construcción, transformación, importación, concesión de marca,
distribución y comercialización de bienes y servicios, destinados a consumidores o usuarios. Todo proveedor está
obligado al cumplimiento de la presente ley.
(excluidos) No están comprendidos en esta ley los servicios de profesionales liberales que requieran para su ejercicio
título universitario y matrícula otorgada por colegios profesionales reconocidos oficialmente o autoridad facultada para
ello, pero sí la publicidad que se haga de su ofrecimiento. Ante la presentación de denuncias, que no se vincularen con
la publicidad de los servicios, presentadas por los usuarios y consumidores, la autoridad de aplicación de esta ley
informará al denunciante sobre el ente que controle la respectiva matrícula a los efectos de su tramitación.

SEGUNDO ELEMENTO. EL OBJETO


Concepto: art. 724: prestación destinada a satisfacer un interés lícito.

El objeto de las relaciones de obligación. Las diversas posiciones


a) La doctrina del "comportamiento debido por el deudor":
Para esta postura el objeto de la obligación es "el comportamiento, la acción o la omisión que debe cumplir el deudor"
(CASEAUX)

b) Las doctrinas patrimoniales:


Rechazan que el objeto esté constituido por una conducta, y postula que en rigor de verdad el objeto es el bien debido
(por ej., la cosa); o la utilidad procurada para el acreedor (lo que permite explicar el objeto en las obligaciones de hacer
y no hacer, cuando no hay cosas involucradas).

c) La doctrina que postula la distinción entre "objeto" y "contenido:


Sostenida en Europa y adoptada en Argentina, postula que el objeto de la obligación es "el bien apetecible para el sujeto
activo, sobre el cual recae el interés suyo implicado en la relación jurídica, o "el bien o la utilidad que satisface un interés
del acreedor, del sujeto activo de la relación" en tanto que la conducta del deudor (la prestación), es una actividad que
éste debe cumplir para que el acreedor obtenga dicho bien o utilidad, integrando ésta el contenido de la obligación.

d) La doctrina de la conducta (prestación) y el interés, corno elementos que conforman el objeto: Postula que el objeto
de la obligación se encuentra dado por el comportamiento o conducta del deudor (prestación) p por el interés
perseguido por el que debe ser satisfecho a través de aquélla.

El art. 725 del Código Civil y Comercial. Sus antecedentes


Art. 725- Requisitos. La prestación que constituye el objeto de la obligación debe ser material y jurídicamente posible,
lícita, determinada o determinable, susceptible de valoración económica y debe corresponder a un interés patrimonial
o extrapatrimonial del acreedor. Además, se define al pago de la siguiente manera: "Pago es el cumplimiento de la
prestación que constituye el objeto de la obligación" (art. 865 CCyC).
La Comisión que elaborara el Anteproyecto señaló que "no se define el objeto del acto ni de las obligaciones ni del
contrato, ya que es una labor doctrinal". Con relación al art. 725 del CCyC, se indica que sus fuentes son el ya
citado art. 1174 del Cód. Civil italiano, el art. 675 del Proyecto de 1998 y el art. 714 del proyecto de 1992.

Interpretación de la norma. La prestación como "conducta proyectada". Caracterización y elementos constitutivos

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Nosotros entendemos que la conducta del deudor (o sea, la “prestación”) es el objeto de la oblig. No hay mas que leer
el articulo 725 del CCyC en donde se dice “la prestación que constituye el objeto de la obligación”. Además, el pago “es
el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación” art. 865 CCyC.
¿Qué es entonces la prestación? Es un actuar humano (ya que a la prestación debe desarrollarla el deudor), positivo (en
las obligaciones de dar y de hacer) u omisivo (en las obligaciones de no hacer)

a) No se trata de una conducta actual, sino potencial. Esto es, un plan de conducta futura o un comportamiento
simplemente proyectado. Lo indicado surge de la definición del art. 724 del CCyC, en donde se indica que el acreedor
tiene derecho a exigir del deudor una prestación. Esta exigencia es futura. Tan es así, que ahora si el pago es el
cumplimiento de la prestación.

b) El bien debido integra la conducta proyectada.


El bien debido (material o inmaterial) forma parte de la conducta que el deudor debe cumplir, la que no se explica sin
aquél.
El bien debido (para algunos "el objeto del objeto") parte constitutiva de la conducta. Define la naturaleza de la
prestación y la de la obligación. No es lo mismo dar, que hacer o que no hacer. Y no es lo mismo dar una "cosa cierta" o
dinero. Los límites del poder de agresión patrimonial del acreedor varían según cuál sea dicha conducta.

c) Puede obrar la conducta el deudor o un tercero.


En principio es el deudor (o eventualmente quien lo suceda) el gravado a cumplir la prestación; pero si no lo hace, en
ciertos casos podrá obrarla un tercero, o se podrá forzar (jurídicamente) al deudor a hacerlo.

d) El interés del acreedor forma parte de la conducta.


La locución "debe corresponder a un interés patrimonial o extra- patrimonial del acreedor", permite afirmar que la
conducta proyectada tiene incorporado en ella el elemento finalista, que en este caso es el interés del acreedor, siendo
también uno de sus elementos constitutivos.

EI interés del acreedor como elemento constitutivo del objeto de la obligación. La importante proyección de dicha
concepción
a) Distinción y relaciones con la causa final del acto jurídico
El interés del acreedor en la oblig. es, su causa final. Pero no debe ser confundido con la causa final del acto jurídico que
le da origen, en el caso en que la oblig. tenga como causa eficiente un acto jurídico. Pero si la oblig. no tiene su origen
en un acto jurídico, es evidente que el interés del acreedor en la oblig. en concreto también se encuentra condicionado
por la naturaleza de su causa fuente.
Siempre la causa fuente tiene incidencia directa en el interés del acreedor en las obligaciones en concreto que de ella
se derivan.
b) No es un elemento autónomo: el interés del AC integra el objeto de la oblig.
Se sostiene que lo que se denomina "el interés del acreedor" ocupa un lugar relevante, junto al comportamiento del
deudor, en la estructura interna del objeto obligacional (PIZARRO/VALLESPINOS)
En definitiva: conducta e interés constituyen prestación.
c) Implicancias: esta concepción es la que permite distinguir las obligaciones de medios de las de resultado, que se ha
incorporado al CCyC en los arts. 774, 775, 1723 y 1768, entre otros. Conducta e interés, al tiempo del nacimiento de la
oblig. coexisten en complicada interacción. En las oblig. de medio el deudor cumple si despliega la conducta proyectada
y en las oblig. de resultado el cumplimiento solo se logra si se satisface el interés.

REQUISITOS DEL OBJETO:


En el art. 725 del CCyC se establecen las condiciones que debe reunir el objeto de la oblig. al tiempo de su constitución.
Si falta alguna de ellas no hay obligación. Cuando la oblig. proviene de un acto jurídico, suele hablarse de nulidad de
obligación. Aquella es un vicio de los actos jurídicos y cuando se esta en frente a un acto nulo, no hay causa fuente valida,
y, por ende, no nace oblig. alguna.

a) Posibilidad material o física


La posibilidad es la “aptitud, potencia u ocasión para ser o existir algo”. La posibilidad material o física no debe ser
valorada en concreto (teniéndose en cuenta las concretas potencialidades del deudor de cumplir la prestación), sino en

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abstracto: si, en los hechos, la conducta es realizable, hay oblig. aun cuando el deudor luego no pueda concretarlo por
causas a el imputables: por ej. cumplir con una obra en cierto tiempo.
La buena fe y el ejercicio regular de los derechos puede habilitar ciertas excepciones, como el caso en que una persona
impedida físicamente se obligue a cumplir una conducta que no puede obrar. Por ello se dice que la imposibilidad debe
ser originaria, objetiva y absoluta esto significa que debe ser algo insuperable. Si se presenta con posterioridad al
nacimiento de la obligación, se producirán las consecuencias del incumplimiento (arts. 955 y 956CCyC).
Si la prestación comprende la entrega de cosas, es valido que se trate sobre cosas que aun no existen, cosas futuras (art.
1007CCyC) en tal caso se considera que el acto esta sometido a una condición suspensiva.
Posibilidad jurídica
Aquí se trata de conductas que el derecho impide, en tanto que la ilicitud versa sobre hechos posibles que el derecho
sanciona. Es por ej. el caso en que una persona se obligue a constituir un derecho real que no esta legislado
(art.1884ccyc)

b) Licitud
La conducta, si es posible materialmente, no debe estar sancionada o prohibida por el ordenamiento. La ilicitud consiste
en la violación del ordenamiento jurídico, concebido este como un todo unitario y coherente y comprensivo no sólo de
la ley, sino de los Principios Generales del Derecho, la Moral, las Buenas Costumbres y los legítimos intereses de terceros.
Por tales razones, no habrá obligación si se ha pactado como prestación obrar cualquier hecho repudiado por el
ordenamiento (matar a una persona, robar algo, injuriar a otro, etc.), o la entrega de un bien que se encuentra fuera del
comercio.

c) Determinada o determinable
La prestación puede estar perfectamente individualizada desde el nacimiento de la obligación, o posteriormente,
siempre antes del cumplimiento, y cuando se encuentren establecidos "los criterios suficientes para su individualización''
(art. 1005' CCyC). Pero no hay obligación si la indeterminación es absoluta.
(i) Obligaciones de hacer; no hacer y de dar cosas ciertas. En todas ellas, la prestación nuclear (la conducta esencial)
siempre está determinada.
(ii) Obligaciones de género y de dar dinero. En estas dos especies existe siempre una indeterminación inicial,
que luego cesa con la individualización de las cosas que deben ser entregadas.
(iii) Obligaciones alternativas y facultativas. En las alternativas, se debe una prestación entre varias
independientes entre sí, una de las cuales debe ser elegida (art. 779 CCyC); en las facultativas, el deudor puede
liberarse cumpliendo otra prestación, que es accesoria, y sólo a su voluntad. (art. 786CCyC)
(iv) Los deberes accesorios de conducta. Por último, cabe tener presente que los deberes accesorios de
conducta a cargo de ambas partes pueden no estar explicitados.
d) Susceptible de valoración económica. Patrimonialidad. La patrimonialidad es de la esencia de la obligación,
y se predica de su objeto: la prestación, debe ser mensurable en dinero. El CCyC establece que la prestación
debe ser valorable en términos económicos, para lo cual el ordenamiento debe asignárselo. Si no tiene este
valor, podrá existir un deber jurídico, pero deferente al que emerge de la relación de obligación.
e) El interés del acreedor. Como la norma lo indica, puede o no ser patrimonial. Los intereses
extrapatrimoniales están mucho mas presente de lo que se piensa, ello se deriva de la causa final del acto
jurídico que les da origen a las obligaciones, cuando estas derivan de aquel.
TERCER ELEMENTO ESENCIAL: EL VINCULO JURIDICO.
Concepto y caracterización.
a) El vínculo jurídico en general
Toda relación jurídica, importa necesariamente la existencia de una conexión, enlace, o vinculo entre dos o
mas entes. El vínculo jurídico es, en general, el elemento de derecho, inmaterial (los sujetos y el objeto son
elementos materiales) que enlaza o conecta de diversas maneras a los otros elementos de la relación, en su
conexión interna. En cada relación jurídica, el vínculo jurídico tiene sus propias notas identitarias.
b) El vínculo jurídico en las relaciones de obligación.
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En las relaciones de obligación, si bien la conexión es por esencia entre los sujetos involucrados, también el
nexo se puede predicar entre el acreedor y el patrimonio del deudor. Su importancia es tal, que la totalidad de
los poderes y deberes jurídicos de cada una de las partes de la relación de obligación existen debido al vínculo
jurídico: “no solo atrapa al deudor, imponiéndole deberes y cargas, sino también al acreedor, sobre quien pesa
el deber de cooperar para que el deudor pueda cumplir y liberarse”. No se tratan de poderes absolutos, las
limitaciones, también llamadas atenuaciones del vínculo jurídico, existen como en todas las relaciones
jurídicas. En el CCyC este elemento se encuentra patentizado en el concepto de relación de obligación del art.
724, al señalarse que es una “relación jurídica”
Pluralidad de vínculos jurídicos en las obligaciones de sujetos múltiples.
En el CCyC se ha adoptado una clara posición: cuando la oblig. es de sujetos múltiples (mas de un deudor o
mas de un acreedor vinculados por una oblig. derivada de una causa fuente única), existe pluralidad de
vínculos, incluso en las obligaciones solidarias, que son aquellas en donde la cercanía entre los integrantes de
cada polo es más intensa.
La especial situación de las “obligaciones reciprocas”
Los contratos bilaterales son aquellos en los que las partes "se obligan recíprocamente la una hacia la otra";
esto es, aquéllos que generan obligaciones a cargo de ambos contratantes, aplicándose dichas normas a los
contratos plurilaterales (art. 966 CCyC). El ejemplo típico es la compraventa: el vendedor debe entregar la cosa;
el comprador, pagar el precio (art. 1123 CCyC).
En este marco, en el art. 1031 del CCyC se dispone: "Suspensión del cumplimiento. En los contratos bilaterales,
cuando las partes deben cumplir simultáneamente, una de ellas puede suspender el cumplimiento de la
prestación, hasta que la otra cumpla u ofrezca cumplir. La suspensión puede ser deducida judicialmente como
acción o como excepción. Si la prestación es a favor de varios interesados, puede suspenderse la parte debida
a cada uno hasta la ejecución completa de la contraprestación".
En concreto: una parte se encuentra autorizada a paralizar el cumplimiento de la obligación a su cargo,
mientras la otra parte no cumpla la suya, u ofrezca cumplirla, por ende, la que se valga de esta herramienta no
caerá en mora. Por último, si una de las partes no cumple, la otra tiene la facultad de resolver total o
parcialmente el contrato, en las condiciones y con los efectos establecidas en los arts. 1083 a 1088 del CCyC.
CUARTO ELEMENTO ESENCIAL: LA CAUSA FUENTE (ART. 726 CCyC)
Causa “fuente” y causa “final”
En nuestro ordenamiento las locuciones “causa fuente” y “causa final” se emplean para asignar dicho rol a
situaciones jurídicas puntuales.
a) Sobre la causa fuente: Cuando se trata de la causa fuente o eficiente, se hace referencia a los hechos jurídicos
(art.257 CCyC) esto es, los acontecimientos que producen el nacimiento, la modificación o extinción de
relaciones o situaciones jurídicas en materia obligacional en el art. 726 del CCyC se identifica a la “causa” de
las obligaciones con su hecho generador.
b) Sobre la causa final: en el ámbito de las obligaciones sólo se hace referencia a la causa fuente (art. 726
CCyC); y la "causa del acto jurídico" que es "el fin inmediato autorizado por el ordenamiento que ha sido
determinante de la voluntad" (art. 281 CCyC), esto es, su causa final. Por ende, a esta causa final se refiere el
ordenamiento cuando emplea el concepto.
La causa fuente de las obligaciones.
a) El artículo 726 del CCyC
Allí se dispone: "Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que se derive de algún hecho idóneo para
producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico". Se trata de que los hechos jurídicos son la causa
fuente de las relaciones de obligación.
b) Antecedentes
c) Los hechos jurídicos, causa fuente de todas las relaciones jurídicas.
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El art. 726 del CCyC refiere a los hechos jurídicos (regulados entre los arts. 257 al 397)
(i) Concepto. En el art. 257 del CCyC se dispone: "El hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme al
ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas".
(ii) Clases. Son naturales o humanos. Los humanos pueden ser voluntarios o involuntarios, según que hayan
sido o no obrados con discernimiento, intención y libertad (y manifestados mediante un hecho exterior). Y em
ambos casos, pueden ser lícitos o ilícitos, según que se ajusten o contravengan el ordenamiento jurídico. Los
actos jurídicos (art. 259) y los simples actos jurídicos (art. 258) son los dos modelos de hechos humanos
voluntarios. A partir de estas bases establecidas en el CCyC se desarrollan las diversas fuentes de todas las
relaciones jurídicas.
d) Prueba de la existencia de una relación de obligación. Presunción de existencia de causa.
En el art. 727 del CCyC .se dispone: "La existencia de la obligación no se presume. La interpretación respecto
de la existencia y extensión de la obligación es restrictiva. Probada la obligación, se presume que nace de
fuente legítima mientras no se acredite lo contrario".
(i) Las obligaciones no se presumen. Criterio restrictivo para determinar su contenido: Sin antecedentes
normativos se dispone la ausencia de presunción legal. Por ende, quien lo invoque tiene la carga de acreditarlo,
asumiendo en caso contrario las consecuencias negativas de la incerteza. Al no presumirse, la prueba debe ser
apreciada con el mayor rigor; y en caso afirmativo, el mismo juicio debe imperar para establecer su contenido.
(ii) Probada la existencia de la obligación, se presume iuris tantum la de su causa: se replica la solución del art.
500 del Cód. Civil, con la presunción iuris tantum de existencia de causa fuente, acreditada la de la obligación,
y con algún ajuste: se indica "fuente legitima", esto es, admitida por el ordenamiento, sea lícita o ilícita. Es por
una cuestión de lógica elemental: si algo, existe (la obligación) es porque algo lo ha generado (la causa fuente).
De allí la presunción legal establecida.
La carga probatoria de la inexistencia de la causa pesa sobre quien aduce. Si bien se trata de un hecho negativo,
la presunción rige, pero podrá exigirse al acreedor que aporte ciertos elementos probatorios, por encontrarse
en mejor condición procesal para hacerlo.
La prueba puede rendirse por cualquier medio, exigiéndose que el criterio de tales pruebas sea muy severo,
atento el mantenimiento de la eficacia de la presunta obligación.
La ausencia de causa determina la inexistencia de la obligación, por la carencia de uno de sus elementos
esenciales. Por ende, pagada una obligación que no existió, nace para el solvens el derecho a la repetición,
bajo las reglas del pago indebido (art. 1796 CCyC)
e) Irrelevancia de la causa fuente en ciertos procesos: En determinadas situaciones, la ley establece que la
determinación de la existencia de la causa fuente es irrelevante, lo que no significa que no exista. Es lo que
acontece con los títulos de crédito (cheques, letras de cambio, pagarés), y con todos los títulos “ejecutivos”,
procesos en los cuales la indagación causal no es procedente, pues gozan dichos títulos de presunción de
legitimidad.
f) La simulación en la causa fuente: Si la simulación es relativa, esto es, si esconde otro acto verdadero, este
último será válido (y engendrará las obligaciones que le son propias) en tanto y en cuanto concurran los
requisitos propios de su categoría, no siendo ilícito, ni perjudicando a un tercero (art. 334 CCyC)

Las diversas fuentes de las obligaciones en particular

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