Nombre: anonimo

Curso: Formación y desarrollo

INTRODUCCION:
En el presente ensayo presentaremos temas desarrollados con la redención salvación del
hombre.

CUERPO:

EL SER HUMANO ANTES DE LA CAIDA.

Aunque hay mucha información diseminada en toda la Biblia acerca del hombre y su
origen, los primeros dos capítulos de Génesis analizan el tema detalladamente y han sido
una fuente esencial para la reflexión teológica a los largo de los siglos. Esta historia ofrece
un relato del origen de la vida y el gozo a través de la creatividad de Dios. El relato del
Paraíso explica el surgimiento de la muerte y la aflicción en el mundo a través de la
desobediencia del hombre.
El texto clave para fundamentar la afirmación de que los seres humanos fueron creados a
imagen de Dios es Génesis 1:26 y 27. El propósito de Dios al crear al hombre fue para
tener un compañerismo amante con Él e ideados de una manera digna de alabanza. Por
ello los seres humanos son imagen de Dios, no como una extensión de su ser, sino como
un retrato realizado por su propio creador.
Dios crea al hombre “bueno en gran manera” (Gn 1:31). Y es sólo en el acto creativo del
hombre que la Deidad delibera entre sí. La posición más elevada del hombre es evidente
en la atención especial que el recibe cuando Dios alienta vida en él (Gn 2:7). Esta dignidad
asociada de Dios se destaca en Génesis 9:6, donde se demanda la pena de muerte para los
culpables de asesinato. Cualquier cosa que amenaza la vida humana debe considerarse
como un ataque contra el Dios que ella representa.
Asimismo la preocupación Divina sobre la naturaleza es expresada frecuentemente en el
relato de la creación. Lejos de conducir al abuso de la naturaleza, como a veces acusaron
los ecologistas humanistas, el dominio sobre la naturaleza hace a los seres humanos
responsables ante Dios por sus acciones en el mundo natural.
El relato del dominio completo dado a la humanidad sólo destaca que la conservación de
la naturaleza es en su propio interés. Dios no dio a los seres humanos meramente un
acceso a los recursos naturales de la tierra, sino a la plena mayordomía de ellos (Gén
1:26).

Las facultades físicas, intelectuales, sociales y espirituales están estrechamente

relacionadas con la dignidad de una persona, un aspecto esencial de ser imagen de Dios
(1 Cor. 11:7).
Entre estas facultades, una de las más valiosas es la libertad. La posesión de la imagen de
Dios implica dependencia de él. Podemos aceptar voluntariamente nuestra condición
como imágenes de Dios y reconocer nuestra humilde dependencia, consintiendo
libremente a los principios de su reino, o podemos rechazarlos, convirtiendo la libertad
en rebelión.
La condición moral en la que fueron creados nuestros primeros padres generalmente se
describe como inocencia, indicando que su virtud (estar libres de una falta moral) todavía
no había sido probada. Dios valora altamente la libertad de los seres humanos.

EL SIGNIFICADO DEL PLAN DE SALVACION

 El plan fue creado mucho antes de que el mundo existiese (1Pedro 1:18-20).
 Llegamos a entender el eterno amor y poder de Dios, porque él nunca planeo abandonar
al hombre a su suerte, sino que su plan era rescatarlo aun si él cayese, su plan era
redimirlo, esto nos muestra su amor y misericordia y su deseo de vida para toda su
creación.
EL SISTEMA DE SALVACIÓN EN TODOS LOS TIEMPOS
 Para hacer realidad este plan de salvación, Dios ideo un sistema, uno que nunca cambio
y que se mantuvo así desde el día en que fue creado. Un sistema que en la historia tomo
diversas formas pero que no cambio. A este plan o sistema se lo puede titular como “La
muerte sustitutoria del Cordero”.
 Para la gente que vivió durante los años transcurridos antes de Cristo, Dios había
ordenado, “Cada día ofrecerás en holocausto a Jehová el sacrificio de un cordero de un
año, sin defecto; cada mañana lo sacrificarás (Eze 46:13).
 No quiere decir esto que el matar un cordero daba salvación al ser humano, pues también
leemos en Oseas 6:6 “Porque misericordia quiero y no sacrificios, conocimiento de Dios
más que holocaustos”.
 La salvación venía por obra de Dios, él es el dueño de la salvación y es el único que la
puede dar.
 La salvación solo la puede dar Dios, y a través del Señor Jesús.
 “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos
justicia de Dios en Él.” (2 Cor. 5:21).
 Podemos ser salvos porque el Señor Jesús, El cordero sin pecado, murió por nosotros,
en lugar del ser humano.
 Por su muerte y la salvación que ella proporciona se beneficiarán los que crean y vivan
depositando su confianza de salvación en ese acto redentor.
 Cuando comprendemos que el plan de salvación que Dios uso con mucho amor en favor
de nosotros por medio Jesucristo sentiremos algo extraño, nos sentiremos culpables de
su muerte y deseoso de no cometer más pecados.
 El arrepentimiento
o El arrepentimiento verdadero significa sentir dolor por haber pecado y la sincera
intención de no volver a pecar.
o La única forma de experimentar arrepentimiento no parte de la bondad del ser
humano sino de la bondad de Dios (Romanos 2:4). Es Él quien nos guía al
arrepentimiento.
 La confesión
o Al aceptamos a Jesús como nuestro único Salvador (Hech 4:12), entonces nos
vemos impulsado por amor a Él, a confesarle nuestros pecados para ser perdonados.
 Justificación
o Cuando Jesús nos perdona, luego de aceptar a Jesús en nuestra vida, entonces
hemos sido justificado.

o La justificación es el acto misericordioso de Dios, por el cual Dios nos declara

justos, aunque no lo seamos. Seguimos siendo pecadores, con naturaleza y deseos
carnales, pero ante los ojos Dios aparecemos como justo. (Efe 2:8,9).
 Santificación
o La santificación es el proceso por el cual Dios nos lleva a la santidad, es decir,
guiarnos a una vida santa.
o El plan de Dios es que en nuestra vida reflejemos a Jesús.
o Dios nos concede el “ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre
interior de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones” (Efe. 3:16, 17).
o El Espíritu Santo mora en nosotros y Él nos ayudará a no vivir más en el pecado,
aunque los deseos carnales aun estén en nosotros.
 El acto salvador del Señor Jesús
o Fue la muerte sustitutoria de Cristo y su resurrección la que hizo posible la
salvación del ser humano, al respecto el apóstol Pablo dice, “porque así como el pecado
reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante
Jesucristo, Señor nuestro (Rom 5:21).
 La obra intercesora del Señor Jesús
o Es necesario considerar que tan importante como la comprensión y aceptación de
la muerte de nuestro Señor en pro de nuestra salvación es el ministerio intercesor que
Él desarrolla en el santuario celestial. (Heb. 8:1-2).

RESULTADO

EL DESTINO FINAL DEL HOMBRE

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Jesús amonestó en cuanto a que antes de la segunda venida, “se levantarán falsos cristos,
y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si
fuere posible, aun a los escogidos”. Dijo el Salvador: “Entonces, si alguno os dijere:
Mirad, aquí está Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis” (Mt 24:23, 24). Con el fin de
permitirles a los creyentes hacer distinción entre el acontecimiento genuino y las falsas
manifestaciones, diversos pasajes bíblicos revelan detalles acerca de la manera en que
Cristo volverá. La segunda venida de Cristo tiene algunas importantes características:
1. Una venida personal y literal
Cuando Jesús ascendió en una nube, dos ángeles se dirigieron a los discípulos, quienes
todavía estaban mirando hacia donde su Señor había ascendido: “Varones galileos, ¿por
qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo,
así vendrá, como le habéis visto ir al cielo” (Hch 1:11).
2. Un retorno visible
La Sagrada Escritura establece claramente que tanto los justos como los malvados serán
testigos simultáneos de su venida. Juan escribió: “He aquí que viene con las nubes, y
todo ojo le verá” (Ap 1:7).

3. Un retorno audible
“El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo” (1 Ts 4:16).

4. Un retorno glorioso
Cuando Cristo vuelve, lo hace en calidad de conquistador, con poder y “en la gloria de
su Padre con sus ángeles” (Mt 16:27).

5. Un retorno repentino, inesperado

“El día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y
seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la
mujer encinta, y no escaparán” (1 Ts 5:2,3; ver también Mt 24:43).
Cristo reitera esta idea, “Porque en los días antes del diluvio estaban comiendo y
bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y
no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida
del Hijo del Hombre" (Mt 24:38,39).

Al esperar la segunda venida de Cristo debemos ser conscientes de todas estas

características, para no ser engañados.

LA MUERTE Y LA RESURRECCION
En contradicción a la advertencia de Dios que la desobediencia les traería muerte,
Satanás les aseguró: “No moriréis” (Gn 3:4). Pero después que transgredieron el
mandato de Dios, Adán y Eva descubrieron que la paga del pecado es, en verdad, la
muerte (Ro 6:23). Por su pecado debieron oír esta frase: “Polvo eres, y al polvo
volverás” (Gn 3:19). Estas palabras no apuntan a la continuación de la vida sino a su
terminación.

La primera resurrección
En la segunda venida, se lleva a cabo la primera resurrección. Los justos, los “benditos
y santos”, son levantados porque “la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino
que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Ap 20:6).

Los justos van al cielo

• Después de la resurrección de los muertos justos, ellos y los santos vivos serán
arrebatados “para recibir al Señor en el aire” (1 Ts 4:17).
• Cristo cumplirá la promesa que hizo antes de salir del mundo: “Voy, pues, a
preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os
tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn 14:2,3).

La tierra queda desolada

 • La visión del milenio que tuvo Juan, presenta en forma viva la desaparición de
Satanás. El vio que al principio de los mil años el “dragón, la serpiente antigua, que es
el diablo y Satanás”, era encadenado y confinado al abismo (Ap 20:2,3).
• El término “abismo” que Juan usa (en griego abyssos) describe en forma
Confinado a esta tierra, Satanás es “atado” por una cadena de circunstancias.
• Estará atado en el sentido que no tendrá nada que hacer. Acontecimientos durante
el milenio Cristo con los redimidos en el cielo.

Los santos reinarán con Cristo

Es durante el milenio cuando Cristo cumple su promesa de dar a los vencedores
“autoridad sobre las naciones” (Ap 2:26). Daniel vio eso después de la destrucción de
los enemigos de Cristo “y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo
de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo” (Dn 7:27). Los que Cristo
despierte en la primera resurrección reinarán con él durante mil años (Ap 20:4). ¿Pero
en qué sentido pueden los santos reinar si están en el cielo y todos los malos están ya
muertos? Su reinado consistirá en la participación en una fase importante del gobierno
de Cristo.

Se juzga a los malvados

Juan vio que durante el milenio los santos tomarían parte del juicio; vio “tronos, y se
sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar” (Ap 20:4). Este es el tiempo
del juicio de Satanás y sus ángeles que la Escritura menciona (2 P 2:4; Judas 6). Es el
tiempo cuando se cumplirá la declaración de Pablo según la cual los santos juzgarían al
mundo y hasta a los ángeles (1 Co 6:2,3).

CONCLUSION
Cuando una persona está en Cristo dice la escritura que es una nueva criatura que las
cosas viejas pasaron y que el Señor ha hecho cosas nuevas en ellos. Por lo tanto no puede
haber maldiciones de ningún tipo en la vida del nuevo creyente y mucho menos
atravesando desiertos. Este nuevo creyente sabe ahora que es hijo de Dios y que las cosas
que le acontecen son retos, pruebas y desafíos y todos los que obedecimos a Dios seremos
salvo en su segunda venida