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Pensadores de la Contabilidad

Jacques Savary y Mathieu de La Porte: dos clásicos del Gran siglo


Medio siglo después de Luca Pacioli (1494), son Domenico Manzoni (1540) y Jan Ympyn
(1543), quienes fueron verdaderamente los primeros divulgadores de la llamada
contabilidad "a la italiana". Principalmente por la incorporación en sus registros un
ejemplo de diario, comprendiendo una serie de registros correspondientes a las diversas
operaciones comerciales - desde la apertura hasta el cierre de libros -acompañado del
respectivo libro mayor.
Ellos fueron los que inauguraron un modelo retomado luego por la mayoría de manuales
de teneduría de libros hasta comienzos del siglo XX.
En la larga lista de autores que les siguieron raros son los que innovaron realmente,
fuera de Angielo Pietra (1586) o de Simón Steven (1608). La mayoría se contentó con
reproducir el modelo básico, aportando algunas modificaciones de manera marginal.
Sin embargo, durante el último tercio del siglo XVII, se observa en Francia una
multiplicación de obras destinadas a los mercados y más particularmente a tratados de
teneduría de libros. Este movimiento acompaña los frutos de un crecimiento de la
actividad comercial que haría de este país una de las primeras naciones comerciantes
de la Europa del XVIII siglo. El toma en consideración la existencia de las necesidades
específicas de formación y testigo de la constitución de un verdadero mercado
especializado. En efecto, la formación de negociantes y de sus tenedores de libros no
puede limitarse a la sola transmisión oral de saberes al interior del mostrador. Ciertas
técnicas, como la contabilidad, necesitan recurrir a otros sectores. Las lecciones de un
maestro especializado y el uso de un manual vienen a complementar el aprendizaje.
Complemento tan necesario como la Ordenanza de Comercio de 1673 previendo que el
aspirante a maestro del cuerpo de los comerciantes sería "interrogado sobre los libros y
los registros en partida doble y partida simple, sobre las letras y billetes de cambo, sobre
las reglas de la aritmética..."

Edmon Degrange padre e hijo


Edmond Degrange (padre) es uno de los autores contables franceses que su obra ha
tenido más éxito: la primera edición de su obra " La teneduría de libros vuelta fácil".
(TLRF en la continuación del artículo) con fecha de 1795, y seguida por cerca de una
treintena de autores, la última en 1920. En 1826, el libro es traducido al español, luego
al italiano en 1842, 1862, y 1870; Será también editada en Bruselas en 1833. Edmon
Degrandge será también autor de muchas más obras, la mayoría de ellas reeditadas.
Por lo tanto, los dos principales avances teóricos que él realizó parecen modestos.
1. De un lado, él regresa de haber separado las cuentas generales (no es
más que las cuentas personales débitos y créditos) en cinco categorías: Caja,
Mercancías generales, Cuentas por cobrar, Cuentas por pagar, Pérdidas y
ganancias. Esta división de cuentas es nueva, más no forzosamente eficaz en
el plano pedagógico; nosotros llegaremos más lejos.
2. De otra parte, él propuso un ensamble entre el diario y el libro mayor,
permitiendo reunir estos dos documentos en un sólo. Esta manera de actuar
constituye indiscutiblemente un progreso que permite aumentar la productividad
de la teneduría de libros; ella no es totalmente nueva puesto que varios de sus
predecesores habían ya pensado en ampliar el número de columnas en el
diario. Este diario-libro mayor no aparecerá que en el "Suplemento a la
teneduría de libros rendue -vuelta- fácil"(1804)
A más de ser un divulgador eficaz, deber reconocérsele otro mérito, que la mayor parte
de sus sucesores y los historiadores de la contabilidad han pasado en silencio, aquel
de haber comprendido la universalidad de la contabilidad por partida doble. Degrange
ha mostrado claramente como este sistema , puesto a punto por y para los
negociantes, pudiendo perfectamente adaptarse a las necesidades de información de
los industriales, de contadores públicos, etc., por simple extensión del uso de cuentas
"Comerciantes Generales".
Eugène Léautey y Adolphe Guilbaut: La cara matemática de la contabilidad
Eugène Léautey y Adolphe Guilbaut, publicaron en 1889 La ciencia de las cuentas
puesta a disposición de todos. Tratado teórico y práctico de contabilidad
doméstica, comercial, industrial, financiera y agrícola. Esta obra escrita por dos
hombres de experiencia, hará historia en la literatura contable francófona a la cual
le abre nuevos horizontes. Adolphe Guilbaut era un hombre de experiencia que
conocía las fábricas, su tecnología y su contabilidad industrial. Eugène Léauteay
era un contador ubicado en la reflexión y la teoría que no desdeñaba las
consideraciones prácticas. Ellos sacaron partido de su asociación escribiendo una
obra de lectura fácil, introduciendo nuevos conceptos, o aclarando los antiguos
por unos nuevos. La ambición de Léauteay y de Guilbaut fue la de:
 crear un lenguaje preciso de la contabilidad y de una forma final bien
elaborada.
 apoyar este lenguaje a los principios razonables y a una teoría científica
seria
 de crear una nomenclatura asociada a una clasificación metódica y práctica
de cuentas
 de establecer un formato y un contenido uniforme para el balance (Colasse
y Durand, 1994, pp43-44).
Todos estos puntos, claramente expuestos en La ciencia de las cuentas, fueron
posteriormente retomadas por los teóricos contables franceses, que han a menudo
hasta 1973, privilegiado los estudios relativos a la normalización de las
contabilidades, garantía de la precisión de nomenclaturas, de racionalidad y de
uniformidad y dado a la cuenta un papel central de descripción de las operaciones
económicas fundamentales.
Jean Dumarchey: una contribución a la teoría del balance y del valor
Jean Dumarchaey es una importante figura entre los grandes autores en contabilidad,
de principios del siglo XX, tanto en Francia como en Europa. Sus obras han tenido un
impacto "non négligeable" para la reflexión contable de su época, por el lugar dado al
balance y a la valorización de las cuentas del balance. Este impacto se refiere tanto a
sus partidarios, que lo consideraban como un "comptologue" como a sus detractores,
que le reprochaban por recurrir sistemáticamente a la demostración matemática para
apoyar sus reflexiones.
¿En qué es importante la contribución de Dumarchey? El mismo podría sin duda
haberse respondido, puesto que él comprendió que la contabilidad no podía reducirse
al arte de la escritura, que existía "una filosofía contable y que esta materia es una mina
de problemas tan profundos e infinitamente más interesantes que aquellos que, luego
de siglos, agita nuestra vieja enseñanza escolástica, una campo de trabajo y de
investigación, casi virgen todavía y de una fecundidad incomparable (Le Bilan Expliciite,
p.4)".
La contribución de Dumarchey se sitúa en varios niveles, pero mucho más su
contribución a la enseñanza de disciplina sea la más plena de sentido implícito hoy en
día. En contravía de los autores de finales del siglo XIX, Dumarchey rechaza el camino
tradicional que concentra la contabilidad en la escritura. Él propone, al contrario, una
definición de la contabilidad centrada en el balance. Es desde esta defunción que se
origina su contribución a la enseñanza de la asignatura. Él pone, también, las bases de
una aproximación moderna de la contabilidad que se interroga sobre la
representación de la empresa por el balance, sobre los conceptos de base, por la lógica
de su presentación, por la evolución de las cuentas. Él no ignora por consiguiente, los
problemas de la teneduría de libros puesto que él elaboró un sistema integro buscando
responder a las preocupaciones prácticas de la organización contable.
Gino Zappa: El institucionalismo en la contabilidad financiera
Gino Zappa (1879-1960) es el fundador a la vez de la teoría contable dominante
en Italia en el transcurso del siglo XX y de la teoría de las organizaciones
económicas, basada en el sistema contable, que denominó Economía de la
Hacienda.
El aporte original de Gino Zappa a la investigación contable está fundamentada en
una paradoja: en tanto que un modo de representación de los fenómenos
económicos, la contabilidad constituye a la vez un elemento central y un punto de
partida. Es por esto que para remontar la paradoja que Zappa va a desarrollar su
ambicioso proyecto teórico. Y es esta voluntad de crear una tensión fundamental
en el seno del enfoque contable usual que lo hace un gran autor contable. Su
proyecto intelectual se apoya en la contabilidad, necesita de este punto de
partida, pero a partir de aquí, busca sobretodo de apropiarse y de representar la
acción humana en toda su amplitud en el seno de las organizaciones económicas.
A partir de 1927, Gino Zappa introdujo dos novedades fundamentales en la
tradición italiana en los estudios contables.

A.C. Littleton y W. A. Paton: la normalización contable entre inducción y


deducción
A. C. Littleton (1886-1974) y W. A. Paton (1889-1991) escribieron en colaboración
un clásico An Introduction to Corporate Accounting Standars, resultado de un siglo
de pensamiento contable que lanzó en 1940 bases serias de la normalización
contable contemporánea. Parte de su pensamiento común reunido en esta obra,
no puede hacer olvidar sus divergencias, ni tampoco sus coincidencias. Littleton
es un soporte del método inductivo, Paton es partidario del método deductivo.
Ellos se reencuentran con base en los resultados. Tenían casi la misma edad y
salidos del modelo americano de triunfar basados en el esfuerzo y la
perseverancia; no hay vías reales para los estudios superiores y no es deshonra
haber trabajado en las vías férreas o en la granja paternal antes de conquistar los
laureles universitarios.
Ambos escribieron sus tesis importantes sobre ambiciosos temas.La tesis de
Littleton, Evolución Contable a 1990, sustentada en 1931 y publicada en 1933 es
considerada como un modelo de historia de la contabilidad, la tesis de Paton, La
Teoría de la Contabilidad, sustentada en 1916 y revisada, aumentada y publicada
en 1917 bajo el título de Teoría Contable con referencia especial a la Empresa
Corporativa. Ambos sobrepasan las 150 publicaciones académicas.

Kiyoshi Kurosawa: el primer samurái de la contabilidad


La contabilidad es una vieja disciplina en el Japón (1) y desde la creación en 1884
de la primera cátedra de contabilidad en la Universidad de Hitotsubashi (2), su
auge a lo largo de todo el siglo veinte ha hecho de ella un campo de investigación
importante en el seno de las ciencias sociales. Los trabajos científicos de sus
fundadores, Kiyoshi Kurosawa es uno ellos, han contribuido fuertemente a este
auge. La obra de este autor es doblemente importante: una producción muy
abundante en el plano teórico (más de 640 artículos y 60 obras), él ha jugado un
papel preponderante en la concepción y la evolución del sistema contable japonés.

El contexto socioeconómico difícil en el cual Kurosawa hizo su debut(los años


treinta) ha permanentemente marcado su obra; desde finales de los años 1920, el
Japón fue sacudido por una crisis financiera que provocó una fuerte recesión y
trastornos económicos. Esta experiencia de la crisis parece haber determinado la
búsqueda de Kurosawa de una contabilidad ideal, multivariada a lo largo de la
evolución de sus teorías, más siempre representativa de un óptimo social.
Las primeras obras de Kurosawa aparecen en un período articulado a la historia
de la contabilidad japonesa, con los primeros signos de normalización, y un debut
de autonomía de la disciplina contable frente a frente con la ciencia económica.
Como en el derecho comercial, la contabilidad japonesa ha sido permanentemente
influenciada por el pensamiento alemán, con especialmente la adaptación del
código de Comercio alemán al Japón revisado en 1899. Seguidamente, desde el
fondo de la crisis, los primeros reglamentos financieros y contables se expidieron
(1934) pero no fueron verdaderamente aplicados puesto que eran opcionales.
David Solomons: de una teoría de la evaluación en contabilidad a una teoría
contable
Nada más agradable que rendir cuentas de los trabajos de un autor de gran carrera
y tan rica como la de David Solomons, su primera publicación (según nuestro
conocimiento) que data de 1948 y una última, publicada de manera póstuma, en
1995, David Solomons hizo parte de la primera generación de profesores de
contabilidad de tiempo completo en el Reino - Unido.
Luego William Baxter, nombrado en 1947 en la Escuela de Economía de Londres
(LSE), luego Donald Cousin en la Universidad de Birmingham, él adquiere totalmente
la nueva cátedra de contabilidad en la universidad de Bristol. Antes de 1947, no había
profesores de tiempo completo en el Reino - Unido, las cátedras eran ejercidas por
técnicos, que ejercían de medio tiempo, en un contexto de investigación académica
poco desarrollada. En ello, David Solomons y sus colegas de la época tuvieron un
impacto considerable en el desarrollo del pensamiento contable y de la investigación
académica en contabilidad en el Reino Unido. Uno podría igualmente poner de
presente el hecho que la carrera de David Solomons fue llevado de un lado a otro del
Atlántico. Solomons se instaló en efecto, en los Estados Unidos en 1959, donde se
convirtió en profesor de contabilidad en la Universidad de Wharton. Él es además el
primero en haber sido a la vez la cabeza de la asociación académica británica y de
su similar americana. Otro hecho destacado, y no de los menores, tienen en las
implicaciones en los asuntos de la profesión contable, participando en la reflexión y
ocupándose de las solicitudes de los temas de la formación de los contadores o de
la elaboración de las normas contables o de auditoría. De estos trabajos, sobresale
la capacidad de movilizar una reflexión teórica sobre los problemas que interesan de
la práctica contable.

Raymond John Chambers: por una contabilidad continuamente actual


La audiencia y la notoriedad del australiano Raymond John Chambers desborda
ampliamente las fronteras de su país y se extiende a todo lo largo del mundo
anglosajón.
Él dejó para la posteridad una obra considerable de la cual la producción, que
culmina en los años sesenta, se extiende por más de cincuenta años. Su primera
obra, un manual de gestión financiera publicado en 1947, será seguida por una
decena de otras, de más de una centena de artículos, y de una serie interminable
de comunicaciones, de editoriales y de notas diversas.
En el seno de su obra, la obra de mayor de Chambers, su opus mágnum, es sin
ninguna duda aquel que él publicó en 1966 bajo el título Accounting, Evaluation
and Economic Behavior (" Contabilidad, evaluación y comportamiento
económico"). Es en esta obra que expone por primera vez su método de la
contabilidad continuamente actualizada (Continuously Contemporary Accounting
(CoCoA) basada en la evaluación de activos a su precio de cesión (exit price). Por
esta contribución al pensamiento contable que lo ha hecho un precursor de la
contabilidad del valor justo. Él recibirá, hecho extrañamente para un no americano,
la medalla de oro del Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados
(AICPA). En sí misma la obra es importante, más aun, es la ilustración de de un
nuevo mercado calificado de normativo que contribuirá a estimular la investigación
contable. Promotor pues, de un nuevo comportamiento de investigación, expuso la
primera vez primera vez en 1955 en un sonado artículo publicado en 1955 en
Accounting Research e intitulado "Blueprint for a Theory of Accounting " (lo que se
puede traducir como bosquejo de una teoría contable"). Chambers no es
solamente un investigador sino también un metodólogo muy preocupado por el
progreso científico de esta disciplina.

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