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Código Teodosiano, I,4,3.

LOS EMPERADORES TEODOSIO Y VALENTINIANO, AUGUSTOS, AL SENADO


DE LA CIUDAD DE ROMA.

Confirmamos todos los escritos de Papiniano, Paulo, Gayo, Ulpiano y Modestino, de tal
manera que acompañe a Gayo se dé la misma autoridad que a Paulo, Ulpiano y los demás y se
reciten los textos de toda su obra.

También decretamos que sea confirmada doctrina de aquéllos cuyos tratados y sentencias
se mezclaron con las obras de todos los anteriormente citados, como Escévola, Sabino, Juliano,
Marcelo y todos los que ellos citan, siempre que si por su antigüedad fuera dudosa la cita de sus
libros, se confirme mediante su cotejo.

Pero allí donde se pronuncien diversas opiniones, prevalezca la de mayor número de


autores, y si el número fuera igual, preceda la autoridad de aquella parte en la que sobresale
Papiniano, varón de insigne ingenio, quién si bien vence a cada uno, cede a dos.

Mandamos que carezcan de valor las reglas de Paulo y de Ulpiano recogidas en las obras
de Papiniano, como hace tiempo está establecido.

Donde se aduzca el mismo número de opiniones cuya autoridad se considere igual, deberá
seguirse aquélla que elija la prudencia del juez.

Respecto de las opiniones de Paulo, mandamos que valgan siempre.

Dada el 8 de los idus de noviembre en Rávena, bajo el XII Consulado de nuestro señor
Teodosio, Augusto, y el XII de nuestro señor Valentiniano, Augusto (Año 426).

INTERPRETACION: Esta ley muestra qué sentencias valen de las obras de derecho, esto
es, de Papiniano, Paulo, Gayo, Ulpiano, Modestino, Scaévola, Sabino, Juliano y Marcelo, de los
cuales, si se presentan diversas sentencias, venza la parte donde estén de acuerdo mayor número.
Pero si acaso hubiese en ambas partes igual número, sea preferida la autoridad de aquella en la que
Papiniano coincide con igual número; puesto que Palpiniano vence a cada uno, de la misma manera
es vencido por dos de ellos.

Scaevola, Sabino, Juliano y Marcelo, no son encontrados en sus obras, sino que se
contienen insertos en las anteriores. Con respecto del Gregoriano y del Hermogeniano no hace
mención esta ley, porque su autoridad es confirmada por la ley primera del título "De los edictos y
constituciones de los príncipes".

Pero de todos estos jurisconsultos, elegimos, porque se han visto necesarios para los pleitos
de los tiempos presentes, al Gregoriano, al Hermogeniano, Gayo, Papiniano y Paulo.

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