Solicita la expulsión de la militante María del Pilar

Armanet Armanet, por infracción grave a la declaración de

principios, programa y línea política del PPD.

Tribunal Supremo del Partido Por la Democracia

Los abajo firmantes, militantes y dirigentes del PPD,

venimos a solicitar la expulsión de María del Pilar

Armanet Armanet, RUN 5.809.729-2, ingresada al partido el

15 de diciembre de 1987 y con su militancia ratificada

desde el 7 de febrero de 2017, por las razones que a

continuación exponemos:

Mediante Oficio de la Cámara de Diputados Nº 13.758, del

26 de enero de 2018, dicha Corporación envió al Excmo.

Tribunal Constitucional el texto de la recién aprobada

Ley de Educación Superior (Boletín 10.783-04), para su

correspondiente revisión de constitucionalidad preventivo

y obligatorio.

La ley de Educación Superior es uno de los pilares de la

Reforma Educacional impulsada por el gobierno de la ex

Presidenta Michelle Bachelet. El PPD no solo formó parte

de su gobierno, sino que también lideró durante los

cuatro años de administración el Ministerio de Educación,

con los ministros Nicolás Eyzaguirre y Adriana Delpiano.

La Reforma leva el sello del PPD.

La ley en comento establece la obligación para las

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universidades de destinar sus recursos y reinvertir sus

excedentes en la consecución de sus fines y en la mejora

de la calidad de la educación que brindan, cuestión que

resulta evidente a partir de la prohibición legal del

lucro que existe hace décadas en nuestra legislación,

pero que en la práctica no ha sido respetada, habiéndose

naturalizado distintas formas de elusión de la ley por

parte de algunas universidades privadas. Por esta razón,

la ex presidenta Bachelet, en línea con su programa de

gobierno, impulsó en esta legislación la necesidad de que

“Las instituciones de educación superior organizadas como

personas jurídicas de derecho privado sin fines de lucro

sólo podrán tener como controladores a personas

naturales, personas jurídicas de derecho privado sin

fines de lucro, corporaciones de derecho público o que

deriven su personalidad jurídica de éstas, u otras

entidades de derecho público reconocidas por ley”, tal

como quedo plasmado en su artículo Nº 63.

Con fecha 26 de enero de 2018, y en el marco de la

revisión de constitucionalidad del proyecto, doña Pilar

Armanet hizo ingreso al Tribunal Constitucional, en su

calidad de presidenta de la Corporación de Universidades

Privadas, de un escrito en el cual se solicita:

- Declarar inconstitucional el texto íntegro del

artículo 63º.

- En subsidio, y en caso de no concretarse la

pretensión principal, declarar inconstitucional a

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 palabra “sólo”, que contiene la primera frase del

referido artículo, para permitir la presencia de

controladores con fines de lucro en las

instituciones de educación superior.

A esta fecha, el Pleno del TC se encuentra resolviendo al

respecto, habiendo trascendido (incluso en boca de su

presidente Iván Aróstica) la muy posible declaración de

inconstitucionalidad, cuestión que vendría a responder

solo a la pretensión expresada por la señora Armanet,

puesto que ningún parlamentario de Chile Vamos impugnó al

artículo 63 como contrario a la Constitución.

De confirmarse el fallo en este sentido, sus

consecuencias serían gravísimas. Por una parte, se

consagraría constitucionalmente el modelo de elusión de

la ley que prohíbe el lucro en las universidades,

manteniendo el negocio para grupos como Laureate

International Universities, quienes han sido empleadores

de Armanet y han reconocido públicamente que retiran

utilidades de sus operaciones en Chile.

Hace pocos días, Eilif Serck-Hanssen, CEO de Laureate,

señaló que “siempre y cuando se implemente esta ley tras

la revisión constitucional” se desencadenaría un evento

para la desconsolidación de sus activos en el país. Con

frases como estas queda claro quienes se verían

beneficiados con la acción encabezada por Armanet ante el

Tribunal Constitucional.

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Por otra parte, la declaración de inconstitucionalidad

también tendría efectos en cuando a las instituciones de

educación superior facultadas para percibir ingresos

públicos por vía de gratuidad, hoy limitada a

universidades que no posean controladores con fines de

lucro, abriendo la puerta a las mismas universidades del

grupo Laureate.

En síntesis, el efecto de la pretensión sostenida por

Pilar Armanet sería mutilar la principal herramienta

jurídica de la Reforma Educacional para terminar con el

lucro en la educación, haciendo incluso que más recursos

públicos terminen en manos de universidades que retiran

utilidades. Sería transformar completamente el carácter

de la reforma de la ex presidenta Bachelet,

convirtiéndola a través de subterfugios constitucionales

en una nueva forma de hacer negocios para los grupos

educacionales privados. Todo el esfuerzo que puso el PPD

desde el gobierno y el congreso por sacar adelante la

reforma a la educación superior, habría sido en vano

producto de la acción de una militante de sus filas.

Postura del PPD respecto al lucro en la educación

superior

El artículo 28º de la Declaración de Principios

establece, respecto a la educación superior, que:

(…) “El PPD impulsará una educación gratuita

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y de calidad, desde los primeros años hasta la educación

superior, así como una formación durante toda la vida

activa. (…) El Estado tiene la obligación de desarrollar

un sistema de educación pública vigoroso en todos los

niveles educativos.”

En efecto, la ley de educación superior que impulsó el

PPD desde el gobierno y desde el Congreso Nacional se

hace cargo de estos principios, los cuales son

incompatibles con seguir permitiendo el lucro encubierto

de muchas universidades chilenas, situación que se hizo

patente desde las movilizaciones estudiantiles del año

2011, y que nuestro partido suscribió en al menos dos

documentos oficiales.

Así, en julio de 2011, la directiva del PPD elaboró un

documento llamado “El Lucro sí importa”, que aparece en

la página del partido como “La postura del Partido Por la

Democracia sobre el lucro en la Educación”. Este

documento señala:

“El lucro ha estado en el corazón de la polémica a

propósito del conflicto educacional. (…) hay un sector

muy influyente del país que ha planteado que el lucro no

es un problema, que lo importante es la calidad de la

enseñanza. Según esta visión, la objeción al lucro es

ideológica e injustificada.”

“La expansión de instituciones lucrativas ha generado

poderosas dinámicas que alejan al sistema educacional de

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los valores que esperamos que la animen y esa es la causa

del descontento (…) Por algo será que las instituciones

educacionales de excelencia sean a nivel escolar como

superior, en todas partes del mundo son públicas o

privadas sin fines de lucro.”

“Debido al lucro, se han sentido atraídos por el sector

educativo un tipo de empresarios voraces e

inescrupulosos, que han desarrollado prácticas

comerciales, publicitarias, de cobranza pedagógicas y de

selección de estudiantes que atentan contra los

principios más elementales de una buena educación.”

(…)”Dada esta realidad, es aún más discutible que gran

parte de los recursos que el Estado destina a la

educación vaya a parar a instituciones que persiguen

fines de lucro. Eso significa que una parte del

financiamiento público educacional termina enriqueciendo

a los chilenos de más altos ingresos. Ello es

inaceptable.”
“La educación debe ser movilizada por instituciones que

no persigan fines de lucro sino proyectos educativos”.

“La prohibición del lucro en la educación universitaria

debe respetarse y es una obligación del Estado hacerla

cumplir. El cumplimiento de la ley se debe fiscalizar

rigurosamente y sancionar el uso de subterfugios y

ficciones para retirar utilidades”.

Con igual claridad se expresa el Estatuto Programático

del PPD, sancionado el año 2013, a partir de diversos

votos políticos aprobados tanto en Consejos Nacionales

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como en Consejos Regionales, y que viene a especificar

los lineamientos desarrollados en la Declaración de

Principios. Respecto a la Educación Superior se

establece, en la página 38:

“Establecer un nuevo modelo regulatorio en que las

instituciones de educación superior se obliguen a

aranceles razonables para financiar la educación de sus

alumnos, sin la posibilidad de lucrar con ellos y

transparentar totalmente las fuentes de ingresos, egresos

y se sometan a una regulación estricta de las

transacciones con entes relacionados.”

Solicitud a este Tribunal

Nos parece irrisorio que sea el PPD uno de los partidos

que más aportó a la materialización de la reforma a la

educación superior, y al mismo tiempo sea una militante

de nuestras filas quien lidere la ofensiva para hacer

caer esta reforma en el Tribunal Constitucional.

El pluralismo y la diversidad que siempre han

caracterizado al PPD tiene un límite: los principios

establecidos por sus órganos regulares, y la defensa de

las políticas públicas que el propio partido ha

impulsado. De lo contrario no podríamos llamarnos partido

político.

Doña Pilar Armanet ha sido una opositora sostenida a los

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cambios que en educación propició el gobierno de la ex

presidenta Bachelet. En efecto, en abril de 2016, cuando

asumió como presidenta de la Corporación de Universidades

Privadas siendo además rectora de la Universidad de Las

Américas (Grupo Laureate), el tenor de sus críticas hizo

que la Juventud PPD le solicitara suspender su militancia

mientras ejerciera en dicho cargo, como forma de proteger

la imagen e intereses del partido, que ya en ese entonces

recibía duros reproches públicos con su accionar.

La señora Armanet no solo hizo caso omiso de dicha

solicitud, sino que se refichó pocos meses después en el

PPD. Hoy, la acción que presentó ante el Tribunal

Constitucional hace que sea absolutamente incompatible su

personería como jefa de las universidades privadas con la

militancia en el PPD. En efecto, independientemente del

sentido del fallo del Tribunal Constitucional, creemos

que el solo hecho de pretender -accionar ante la justicia

en ese sentido- mutilar la reforma a la educación

superior y transformarla en un nuevo negocio para

quienes, eludiendo la ley, han lucrado con la educación

en Chile, merece la máxima sanción de reproche que

nuestros Estatutos de acuerdo con el artículo 53: la

expulsión del PPD.

De acuerdo con lo establecido en dicho artículo en su

letra d), la militante María del Pilar Armanet Armanet ha

caído en las siguientes conductas reprochables:

infracción a la declaración de principios, línea

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política, acuerdo de los órganos regulares del partido,

actos que han comprometido el prestigio y los intereses

del PPD.

En consecuencia, habiéndose expuesto los antecedentes de

hecho y de derecho, solicitamos la expulsión del PPD de

doña María del Pilar Armanet Armanet.

Farid Seleme, miembro de la Directiva Nacional y ex pdte

de la Juventud PPD

Noelia Tastets, presidenta de la Juventud PPD

Henry Varas, encargado de educación del PPD y ex

presidente federación Universidad de Talca

Fabio Salinas, encargado secundario del PPD y ex

coordinador nacional de la CONES

Rodrigo Suazo, miembro de la Comisión Política del PPD

Eraldo Betancourt, ex pdte federación de estudiantes

Universidad de Concepción sede Chillán

Felipe Sepúlveda, ex encargado de educación del PPD y ex

asesor Mineduc