Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Universidad de
Construcción de
la Identidad
Latinoamericana
Elcida Gamboa Gamboa
Presentación
La educación superior se ha convertido hoy día en prioridad para el gobierno
Nacional y para las universidades públicas, brindando oportunidades de superación
y desarrollo personal y social, sin que la población tenga que abandonar su región
para merecer de este servicio educativo; prueba de ello es el espíritu de las
actuales políticas educativas que se refleja en el proyecto de decreto Estándares
de Calidad en Programas Académicos de Educación Superior a Distancia de la
Presidencia de la República, el cual define: ”Que la Educación Superior a Distancia
es aquella que se caracteriza por diseñar ambientes de aprendizaje en los cuales
se hace uso de mediaciones pedagógicas que permiten crear una ruptura espacio
temporal en las relaciones inmediatas entre la institución de Educación Superior y
el estudiante, el profesor y el estudiante, y los estudiantes entre sí”.
Introducción
¿Qué es América?¿Qué factores han influenciado en la construcción de identidad
de los países latinoamericanos?
Podríamos decir que un continente con una historia propia, que lo ha transformado
en lo que algunos le llaman “Encuentro de dos mundos”.
Horizontes
• Plantear estrategias pedagógicas y didácticas para la interpretación histórica
del proceso de construcción de identidad latinoamericana.
UNIDAD 1
Nuestras Raíces Aborígenes
Descripción Temática
En esta unidad se presentan los principales aportes de los pueblos indígenas a los
países latinoamericanos.
Al mismo tiempo nos ubicamos desde diferentes puntos de vista en los rasgos
culturales de los aborígenes latinoamericanos y detallamos las consecuencias del
mal llamado “encuentro de dos mundos”, buscando establecer relaciones entre
estos acontecimientos y el proceso de aculturación que determinará la
construcción de una nueva identidad latinoamericana.
Horizontes
• Analizar las estructuras sociales, económicas, políticas, religiosas y culturales
de los pueblos indígenas americanos.
• Desarrollar procesos de reflexión critica desde lo pedagógico y didáctico para el
estudio de la conquista y desencuentro de los dos mundos.
• Contrastar la situación de vida de los pueblos aborígenes y del nuevo hombre
latinoamericano.
Proceso de Información
1.1 ANTECEDENTES
De hecho, entre uno y otro centro de desarrollo mayor existen bastos territorios
escasamente poblados en donde asientan como unidades, en cierta medida
independiente, participes de una agricultura primitiva de tubérculos –yuca,
camote, ñame- y de formas culturales muy simples, en la hoya amazónica en la
isla del caribe, y en general, en las selvas tropicales, en las zonas periféricas del
continente, en los desiertos y paramos sobreviven bandas recolectoras, cazadoras,
o pescadoras en un gran numero, pero extremadamente pardas en cuanto a la
suma de sus miembros integrantes. Rebeldes a la organización tribal y a la vida
civilizada, estas bandas constituyen los llamados indios bravos.
Todas las sociedades tenían determinadas normas de conducta, sobre todo las de
la relación del individuo con el grupo social al que pertenecía, lo que llamaríamos
Derecho o normas jurídicas. Las había sobre la propiedad, personal o comunal, con
sus implicaciones de herencia de derechos y obligaciones; las referentes a las
calificaciones de rango social, militar y religioso; las de matrimonio y
descendencia; las de las relaciones de estamentos o clases, etcétera. Todo un
cuerpo de preceptos coactivos, establecidos por la costumbre y el uso, se
transmitían por vía oral y eran acatados por toda la sociedad. Un personaje entre
legendario y real, Netzahualcoyotl de Texcoco, en el altiplano de México, había
establecido un cuerpo jurídico compuesto de 80 leyes, las cuales se transmitían
oralmente por los dedicados a ello.
Artes: Los testimonios del arte aborigen americano más frecuentes provienen de
as excavaciones arqueológicas y en realidad nos muestran la evolución cultural
general, de la que es parte la del arte. La mayoría de esos testimonios son de
alfarería, piedra o metal, algunos de hueso, marfil, asta y concha, muy pocos los
de madera, fibras vegetales o cuero; es notable, por ejemplo, la parte desértica de
la costa peruana de tal sequedad que ha permitido la conservación de finísimos y
elaborados textiles, entre otras cosas de materia orgánica, plumas, cueros y
madera. La voracidad por el oro y la plata hizo que se destruyeran muchas joyas
de esos materiales, fundiéndose en lingotes o martillándose, para facilitar su
manejo. Las que conocemos, como las abundantes y bellísimas del Museo del Oro,
en Bogotá, son producto de excavaciones, en este caso concreto en su mayoría
obtenidas por los llamados «huaqueros», nombre local de los saqueadores de
tumbas.
La estatuaria fue destruida por el celo religioso, que veía en ella la representación
del demonio y la que conocemos es de origen arqueológico.
Otro aspecto, dentro del mismo renglón, son las pinturas parietales rupestres, que
en América van desde lo visiblemente naturalista a lo más simbólico. Con colores
sobre todo de origen mineral y diversos estilos, por así llamarlos, se extienden por
toda América sin que existan datos para atribuirlos a un nivel cultural o a otro.
Parte de este género de ornamentación son las pinturas murales de algunos
edificios de Mesoamérica.
1.2.1 Artes
La estatuaria fue destruida por el celo religioso, que veía en ella la representación
del demonio y la que conocemos es de origen arqueológico.
Otro aspecto, dentro del mismo renglón, son las pinturas parietales rupestres, que
en América van desde lo visiblemente naturalista a lo más simbólico. Con colores
sobre todo de origen mineral y diversos estilos, por así llamarlos, se extienden por
toda América sin que existan datos para atribuirlos a un nivel cultural o a otro.
Parte de este género de ornamentación son las pinturas murales de algunos
edificios de Mesoamérica.
1.2.2 Agricultura
Entre los aztecas los principales animales domésticos fueron el pavo y el perro
mudo pelón «izcuintli». Los incas tuvieron como animal doméstico principal la
llama y otros camélidos, el cuyo y diversos animales de menor consumo. El
pescado constituyó una fuente rica en proteína animal que llegaba a las áreas
interiores mediante una tecnología alimentaria adecuada. Aparte del soasado de
carnes, pescados, tubérculos y cereales que detiene la degradación enzimática. los
incas utilizaban el «tocosh» de las pautas para degradar la celulosa y la
congelación de estos tubérculos para obtener el «chuño».
1.2.3 Ecología
1.2.4 Arquitectura
que se dividían introduciendo cuñas de madera entre las grietas, que luego se
humedecían previamente al labrado y se cortaban mediante sierras con dientes de
obsidiana. Los albañiles precolombinos utilizaban plomadas, compases, reglas,
escuadras, paletas y niveles, contaban además con hachas de piedra y mazas de
piedra de gran dureza. En las construcciones mayas y en las aztecas se encuentran
cementos, morteros y estucos de varias clases, unos de cal y arena, otros de arena
fina y conchas calcinadas, y otros que incluyen asfaltos y resinas.
1.2.5 Metalurgia
Los mayas no trabajaron los metales, pero los chibchas y luego los incas y los
aztecas procesaron el cobre «tepuztli», el oro o excremento del sol, «teocuitl atl»,
y en menor grado la plata o excremento de la luna, «iztac teocuitlatl»; asimismo
trabajaron el zinc, <amoc htli» y el plomo. El oro se obtenía de las arenas auríferas
Los aztecas utilizaban crisoles de caolín y braseros alimentados con carbón de leña
húmedo, activando la llama con sopletes de medio metro de longitud que
permitían alcanzar temperaturas de unos 1.500 ºC. Recordemos que el zinc funde
a 231 ºC. el plomo a 327 ºC, la plata a 960 ºC, el oro a 1.064 ºC, y el cobre a
1.082 ºC; la fusión del hierro a partir de 1.507 ºC y la sílice a 1.710 ºC explica la
ausencia de hierro y cristal precolombinos Para la fundición del oro se seguía la
técnica de la cera perdida, partiendo de una pasta hecha con polvo fino de carbón
batido con arcilla de alfarero, que servía de modelo para esculpir el positivo. Se
recubría éste con una capa fina de cera de abejas mezclada con «copal» y
finalmente el modelo se cubría con polvo de carbón y la pasta de arcilla y carbón,
dejando un orificio que servía para drenar la cera que fluía al calentar el molde en
el brasero y a la vez para el vaciado con el oro fundido. La dureza de las
aleaciones precolombinas era variable: las hachas de cobre batidas en frío
alcanzaban una dureza Brinell de 128, que descendía a 50 con recalentamiento. El
bronce con siete por ciento de zinc llegaba a 203 batido en frío, y descendía a 70
por recalentamiento.
1.2.6 Textiles
Los tejidos mesoamericanos eran de algodón cultivado que las mujeres hilaban en
husos con torteros de barro cocido, muchas veces decorado, y se tejía en hilares
individuales horizontales. Estos se construían con dos palos pulimentados
paralelos, de aproximadamente un metro de longitud, entre los que se anuda la
urdimbre. El palo distal se sujetaba a un poste, mientras que el proximal lo
sujetaba la hilandera a su cintura, lo que le permitía mantener la tensión del tejido
a medida que entrecruzaba los hilos. Los aztecas y mayas también tejieron las
fibras de ágave y decoraron los tejidos de algodón con tintes en sellos de barro,
pintaderas y realizaron brocados y bordados. Los textiles más delicados fueron los
incas, que además del algodón tejieron en el altiplano las lanas de llama y vicuña.
Utilizaron el telar horizontal «ahuana» y otro vertical construido con dos postes
verticales fijos, unidos por un travesaño superior y otro inferior. Los colorantes
precolombinos de más belleza fueron el anaranjado del achiote, el azul del añil
«xiquilite», y en especial el rojo de la cochinilla «nochtli». Se usaba la orina como
mordiente.
1.2.7 Química
1.2.8 Matemáticas
Los incas utilizaron «quipus», cuerdas anudadas a lo largo de otra más gruesa y de
diferente longitud y color, que por su posición y anudación permitía representar,
transmitir y almacenar datos estadísticos de cantidades. También tuvieron como
los aztecas y los mayas medidas de longitud y volumen, pero curiosamente
ninguna cultura precolombina conoció las medidas de peso. Los mayas y los
aztecas utilizaron en sus cómputos un sistema vigesimal basado en el número de
los dedos de manos y pies del hombre. Ambos representaban la unidad por un
punto y cinco unidades por una raya —, el 20 por una bandera, el 400. múltiplo de
veinte, por 20 por una pluma, y 8.000, múltiplo de 400, por 20 por una bolsa de
<copal».
En los diversos pueblos de América existen una serie de ritos y ceremonias, más
elaborados cuanto más avanzada era la sociedad. Los mas simples, que se han
El matrimonio podría ser desde por simple acuerdo de la pareja, hasta el que era
de pura conveniencia política, pero casi siempre con algún género de dote, que iba
desde la aportación del aguar e instrumental propio de las simples labores
femeninas hasta el de grupos humanos dependientes, completos, con súbditos,
territorio y productos. El divorcio era común, desde la separación, la simple ruptura
de nexos, hasta los procesos mas complicados, pues en las sociedades en las que
ya existía algún modo de propiedad privada, implicaba problemas de orden
económico.
en las que almacenaban bultos de mortuorios, esto es, el muerto en posición fetal,
envuelto en pieles o esteras.
Se practico también el entierro secundario, o sea, reunir los huesos tras un tiempo
de entierro primario o descarnamiento, y enterrarlos o hacer un bulto mortuorio
con ellos. Se han encontrado entierros secundarios en los que lo huesos estaban
pintados de rojo, con hematita o cinabrio, lo que también se hizo con entierros
primarios. En otros casos existió la cremación, que muchas veces solo se
practicaba con los muertos de cierta categoría social o religiosa y son bien
conocidas como momias, como en el Perú.
El Imperio del Sol” Los Incas, una pequeña tribu de orígenes inciertos, se
establecieron en el valle de Cuzco poco antes del año 1300. Probablemente los
cuzqueños procedían de territorio Huari. En menos de 200 años pasó de ser una
simple formación tribal a constituir el poderoso imperio del Tahuantisuyu o
Tawantisuyu (significa “las cuatro partes del mundo”) que dominó sobre un
territorio de más de 5000 Km. de Norte a Sur. A partir del siglo XIV el estado inca
comenzó desde su base en el Cuzco de las montañas meridionales de los Andes
hacia todas las direcciones, desde las tribus de los Pasto por el norte y los
Picunche por el sur, hasta la Amazonia por el este, situando su límite de expansión
al oeste definido por el océano Pacífico.
A lo largo del siglo XV y a comienzos del XVI, los incas extendieron sus fronteras y
su dominio sociopolítico sobre los reinos y etnias del Altiplano, la Sierra, la Selva y
la Costa Pacífica. A partir de Cuzco, los territorios controlados por ellos se
Los Incas tenían una visión de su propio mundo basada en los conceptos de
espacio y tiempo, y establecían diversas divisiones, entre ellas la división del
universo en tres sectores:
• Hanan Pacha, el mundo de arriba, donde moran los dioses.
• Kay Pacha, el mundo de aquí, donde viven los hombres.
• Ucu Pacha, el mundo subterráneo, donde habitan los muertos.
Los sacrificios religiosos eran una de las prácticas habituales del ritual incaico.
Generalmente de trataba de ofrendas de alimentos, coca, maíz y chica y también
cuyes y llamas, a las que el sacerdote cortaba la cabeza y ofrecía a la imagen
divina. En Cuzco cada mañana se quemaba una llama como ofrenda al Sol, y cada
primero de mes se tiraban al fuego 100 llamas. Los sacrificios de estos animales
servían a los sacerdotes para predecir el futuro mediante el estudio de vísceras, el
corazón y los pulmones. Las ofrendas que consistían en líquidos eran vertidas en
fuentes y canales, donde caía la chica o la sangre de animales en señal de
sacrificio.
andino era la base sobre la que se sustentaba toda la ideología del poder. El culto
se propagaba por todos los resquicios de la sociedad andina, desde los ayllus,
representados por sus curacas, hasta el Estado, representado por el Inca.
La nobleza inca era la clase más privilegiada pues vivía en estrecha relación con el
inca. La nobleza de sangre estaba integrada por los familiares del inca. De este
grupo formaban parte las mujeres, legítimas o no, del Inca reinante, las ñustas o
princesas solteras y los hijos de los nobles. El pueblo llano está formado por la
gran masa social que recibía el nombre de atún runa. Su actividad principal era la
agricultura y vivían dispersos en las zonas rurales. Gozaban de una absoluta
igualdad de derechos y su vida se desenvolvía bajo el control de la administración
estatal.
La vida de las gentes del Imperio inca se desarrollaba de acuerdo con unas pautas
que tomaban en consideración los momentos más importantes de la vida de todo
ser humano. Al llegar a la pubertad, los chicos y las chicas recibían su nombre
definitivo. Esto significaba que ya estaban preparados para el matrimonio y la
formación de la unidad económica, la familia. Este paso re celebraba con una
ceremonia, por el que los jóvenes deben mantenerse en ayuno 48 horas tomaban
un poco de maíz crudo al tercer día, se lavaban al cuarto día, recibían sus vestidos
nuevos y se trenzaban el cabello. Cuando acaba la ceremonia, ya eran
consideradas mujeres. Se daba una gran importancia al matrimonio, que asumía
un rango estatal al ser legalizado por los representantes del Inca. Era muy distinto
según la jerarquía social. Para el hombre y la mujer del pueblo llano era
estrictamente monógamo; en cambio, para las clases privilegiadas y el Inca, era
polígamo.
El pueblo Inca creía en una vida más allá de la muerte, tal como se advierte por
los utensilios que depositaban junto al difunto, para que éste pudiera seguir con su
vida en el otro mundo. Cuando se trataba de una mujer, se ponían en su tumba su
telar y lana para hilar. Si el difunto era hombre, las mujeres se cortaban el cabello
como señal de duelo, se ponían manto en la cabeza, lloraban, gemían y cantaban
alabanzas de difunto.
Los aztecas ocuparon una parte pequeñísima del extenso territorio mexicano. Su
escenario natural fue el Altiplano meridional, donde se encuentra hoy la capital del
Estado. Este Altiplano esta constituido de valles fluviales y de cuencas lacustre
que, en ciertas zonas, convierten el terreno en una sucesión de pantanos y
marismas. Cuando los aztecas llegaron al Altiplano lucharon con los pueblos que
residían en él con el fin de apropiarse de las zonas más aptas para la agricultura y
más salubres para la vida, pero fueron derrotados y se vieron obligados a ocupar
zonas pantanosas y lacustre.
El alimento básico de los aztecas era el maíz, que se consumía sobre todo en
tamales y en tortillas. Los tamales consistían en maíz acompañado de carne, y las
tortillas eran harina de maíz envuelta en una hoja de la planta y frita. Se empleaba
además para cocinar otro muchos platos.
Para los aztecas, el mundo era un lugar condenado a desaparecer, como ya había
ocurrido en tres ocasiones anteriores. Los orígenes de todas las cosas se remontan
a un período de creación presidido por la pareja divina, un solo principio dual,
masculino y femenino.
Cuando los difuntos aztecas iniciaban el viaje hacia los paraísos y los infiernos, su
destino no era consecuencia de su tipo de vida o de su conducta, si no la manera
en que había muerto, sin que entrase ningún tipo de consideración moral o de
castigo. El sincretismo hizo coexistir la visión del más allá de los diferentes pueblos
que agrupaba el imperio.
Los dioses del cielo tenían gran importancia en la eterna dualidad que regía el
mundo azteca, que dividía su mundo en día y noche, sol y luna, norte y sur,
oriente y occidente, es decir, en conceptos antagónicos. El panteón azteca
albergaba gran número de dioses, que a veces eran fruto de la fusión de varios
dioses locales en un dios mayor; en otras, un dios podía dividirse en dioses
menores, repartiendo sus atributos. Asimismo, eran capaces de reproducirse para
habitar al mismo tiempo en el cielo, la tierra o el inframundo; así el viento tenía su
corazón divino de viento, pero aparte existía en el otro mundo el dios Viento.
Para los aztecas el tiempo lo era todo y abarcaba desde el nacimiento o el ciclo de
las estaciones a las catástrofes e incluso el fin del mundo. Era un ciclo perpetuo de
renovación de la vida, que giraba alrededor del Gran Círculo dibujado y
determinado por la voluntad de los dioses. El universo se hallaba en renovación
perpetua, pero en el imaginario de los aztecas podía terminarse algún día, por
decisión de los dioses.
A partir del siglo XVI, la organización social de los mexicas adquirió una marcada
complejidad y jerarquización, dominada por una casta de nobles, sacerdotes y
militares. Con los años, sólo quedaba el recuerdo de aquella primitiva organización
tribal de 7 o 10 clanes.
Para los mexicas, cuanto existía pertenecía a un universo sagrado. Por ese motivo,
la religión era el fundamento último, en el cual todo tenía su propio fundamento y
explicación, y el hombre azteca vivía impregnado de ese mundo de símbolos, ya
desde la infancia, la educación, el trabajo o las manifestaciones artísticas.
Hacia el año 1500ª.C llegó a la región del Petén y a la península del Yucatán un
pueblo indígena que fue capaz de desarrollar una civilización avanzada, con un
gobierno centralizado, artesanos especializados y una religión muy completa tanto
en el terreno doctrinal como en el cultural. Estas gentes vivieron en los actuales
territorios de Guatemala y del sur de México hasta la llegada de los españoles, que
conquistaron definitivamente la región en 1696.
Los mayas concibieron una cosmología única sobre el origen del mundo, la forma
del universo y las deidades que lo habitaban. Estas creencias les permitían
interpretar el cosmos y vincularse con él, y tuvieron un papel muy importante en
su vida cotidiana, puesto que todas la actividades estaban regidas por los dioses:
agricultura, al marcar los ritos agrícolas, las ceremonias públicas, el arte y la
cultura. El gran número de dioses, las constantes ceremonias y celebraciones
rituales y la erección de pirámides, templos y canchas de juego de pelota ponen de
manifiesto que la religión fue el principal aglutinante de la sociedad maya y el
instrumento de dominio de la clase dirigente.
puesto que las demás actividades diarias, como por ejemplo preparar la comida, se
realizaban en el exterior en un espacio central común. El reparto de las tareas
entre hombres y mujeres estaba perfectamente definido: las mujeres se ocupaban
en las tareas domésticas, y los hombres en el mantenimiento de las chozas y los
cultivos. Estos métodos agrícolas y tradicionales familiares han sobrevivido durante
siglos y constituyen aún hoy en día la forma de vida de muchas comunidades
rurales mayas.
La existencia de una literatura precolombina fue ignorada por los europeos hasta
el siglo XIX. Los cronistas españoles del período colonial había trascrito en sus
obras algunas poesías, oraciones y otros fragmentos literarios de los indios. La
literatura maya no fue conocida hasta que los estudiosos descubrieron los
maravillosos textos y leyendas que aún se conservan en la región, entre ellos cabe
destacar el Popol Vuch
El arte maya constituye una de las más hermosas aportaciones del área
mesoamericana. Si bien el florecimiento que ha hecho célebre a la civilización
maya corresponde básicamente a las artes elaboradas durante el período clásico,
especialmente a partir del año 600, las bases técnicas, ideológicas y formales se
asentaron ya en períodos anteriores.
Actualmente, los mayas habitan las áreas de Yucatán, Chiapas y Guatemala. Son
descendientes directos de la antigua civilización que ocupó estas tierras y
herederos de sus ancestrales ideas, pero, al mismo tiempo, son el resultado de
una larga historia de encuentros y desencuentros, influencias y rechazos, con sus
colonizadores. La llegada de los españoles supuso numerosos cambios en el modo
de vida de los mayas, sobre todo el aspecto religioso y social. Los mayas tuvieron
que adoptar la nueva religión de los conquistadores españoles, aunque muchas
veces únicamente adaptaron de forma aparente sus antiguas creencias a los
patrones católicos, y también tuvieron que dejar sus asentamientos dispersos por
toda la geografía maya para concentrarse en torno a los pueblos.
A manera de síntesis podemos mencionar que por ser la cultura Inca, Maya y
Azteca, pueblos dependientes de la agricultura, todos practicaban una especie de
panteísmo que rendía culto a las fuerzas de la naturaleza e identificaba los cuerpos
celestes. Su supervivencia exigía la alianza con los dioses, de ahí que la religión, a
través de rituales escrupulosamente observados, se orientara a la consecuencia de
efectos benefactores y se hallara presente en todos los momentos de su vida.
Desde 1492 han ocurrido sucesos que merecen nuestra total atención, ya que
desde ese año comenzó nuestro origen como raza, donde se ha visto involucradas
innumerables culturas y consigo muchas costumbres también.
Si se examinan esas diferencias con más atentamente, podemos notar que se trata
de diversidad de lenguajes, las ideas, las creencias, los códigos sociales, las
técnicas, los ritos y las concepciones artísticas, éticas y religiosas.
También notamos que estos elementos se hallan presentes en todos los grupos
humanos, que construyen creación propia y particular en cada uno de ellos, en
consecuencia son distintos a los demás.
Estos elementos propios de la humanidad son los que conforman la cultura, que es
por tanto característica del hombre.
En el caso la música se señala el hecho que fue a partir de 1.770 que se trajeron a
Caracas los primeros texto de enseñanza musical, los primeros instrumentos y
partituras de algunos compositores de la época.
Otras edificaciones notables del periodo fueron los castillos fuertes, fortines y
murallas levantadas en las costas y en el río Orinoco para defender la colonia de
los frecuentes atacas de saqueadores extranjeros.
1.6.1 Alimentación
Los Diablos Danzantes: desde la época colonial, se celebraban fiestas con música
y la presencia de personas con vestidos y máscaras de dragones, diablos y figuras
gigantescas. De acuerdo con las crónicas de tiempos pasados, los diablos
danzaban en la ciudades principales como en El Sombrero y San Rafael de Orituco
(Guarico), San Carlos y Tinaquillo (Cojedes), San Francisco de Asís, Villa de Cura,
Santa Cruz, Maracay, Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo
(Aragua). Este último pueblo lo celebra actualmente en Maracay, pues sus
pobladores fueron trasladados hacia esa ciudad. En Carabobo los lugares que
celebran esta fiesta eran Guacara, Tocuyito, Canoabo y Patanemo, los Diablos de
Patanemo todavía están activos.
1.6.2 Cultura
Visto en conjunto, ese gran hecho, es que en muchos sentidos único y que
continua en su evolución, no ha sido fácil de abarcar y comprender en toda su
significación pasada y presente.
Si damos una mirada al mapa observamos, con toda evidencia, que la península
Ibérica es el promontorio que apunta hacia América y, al mismo tiempo, la casi isla
en la que se cruzan las rutas de África y de Europa y del Mediterráneo y el
Atlántico. Estaba escrito así en la geografía un destino de encrucijada y encuentro,
de vocación histórica de universalidad.
Desde los griegos hasta el siglo XV los europeos conocieron la existencia de tres
continentes que formaban el mundo, el propio, el muy vecino y vinculado de África
y el mas remoto y desconocido de Asia. Con África había tenido contacto, guerra e
intercambio. Desde la prehistoria, la península Ibérica había sido invadido por
africanos. Con Asia desde el imperio Alejandrino hasta Marco Polo, había existido
una relación efectiva, cambiante e incompleta,. Era la tierra del lujo, la porcelana,
la seda, las joyas, la sabiduría y las apetecidas especias. Una cierta forma de
complementariedad económica y la cultura se había establecido entre los dos
continentes que se verificaban a través del mediterráneo Oriental. Cuando la toma
de Constantinopla por los turcos en 1.453 cierra esta ruta, la necesidad de
encontrar otra vía se hace perentoria.
¿Qué había hallado? Fue inseguro y divagante el camino hacia ese conocimiento.
Los descubridores traían en la cabeza el Viejo Mundo y de la Antigüedad Clásica.
Creían que habían llegado a los lugares del Paraíso Terrenal, de la perdida Edad de
Oro, de la Fuente de la Juventud, el reino fabuloso de la Amazonas y de la
prodigiosa utopía de El Dorado.
En una rápida sucesión vértigo surge el Perú. > Por aquí se va al Perú ha hacerse
rico>. Lo que encuentra Pizarro parece aun mas deslumbrante de lo que hallo
Cortes. El cuadro de Atahualpa llena de oro hasta la altura que alcanza la mano va
a disparar las imaginaciones. Tiene que haber un tercer Imperio aun mas rico y
esplendoroso que los dos hallados que va ha ser El Dorado que, por largos y
trágicos años, los aventureros van a buscas desde la sabana de Bogota hasta la
selva Amazónica y que todavía a finales del siglo XVI Waltr Raleigh hace esperar
ante los ojos de la reina Isabel de Inlaterra para anunciarle el Imperio de
Guayana, que hará al soberano que lo posea mas rico y poderoso que el Gran
Turco.
Habían hallado, lo fueron sabiendo poco a poco. la masa continental más larga del
planeta que iba. sin corte, desde el Ártico hasta el Atlántico y abarcaba todos los
climas de la tierra. Un continente de dimensiones gigantescas donde las nociones
tradicionales del espacio europeo resultaban inadecuadas.
Inmensas cordilleras nevadas que más que doblaban las alturas mayores de
Europa, ciudades establecidas a alturas equivalentes a la cumbre de los picos de
los Alpes, dos inmensos océanos, las más extensas llanuras nunca vistas,
descomunales ríos junto a los cuales el Guadalquivir, el Sena o el Támesis parecían
insignificantes, terremotos, huracanes, una extensión inabarcable de selva tropical,
y una flora desconocida para la que no tenían nombre, extrañas plantas como el
cacao, el tomate, el maíz, el tabaco, el caucho, la pina, el erguido penacho
arquitectónico de la Palma Real.
Nada era semejante a lo que habían dejado en la Península nativa, era en toda
realidad un mundo diferente; describirlo, comprenderlo y conocerlo constituyó un
largo proceso de equívocos y asombros. No sólo se agotaban los términos y los
contenidos de su saber tradicional sino que les planteaba problemas de la historia
del mundo y de la teología, como lo observó el Padre Acosta en su deslumbrante
descripción. ¿Habían estado aquellos animales en el Arca de Noé? La sola
abundancia de tubérculos alimenticios desconocidos de los europeos desde la yuca
y el boniato hasta la papa significaba un cambio radical en la alimentación. En
lugar del pan de trigo, el pan de maíz y el casabe de la yuca.
La sola percepción del espacio geográfico constituyó una dificultad. La Europa del
siglo XV no manejaba ordinariamente conceptos continentales. Venían de una
Europa de regiones, que era un campo pugnaz de pequeños reinos. No se
pudieron dar cuenta de haber llegado a un continente nuevo. Primero fueron las
islas, dentro del largo error de haber alcanzado el borde de Asia. Aparece una
especie de nuevo Mediterráneo en el que tienen lugar los primeros experimentos
de colonización y de organización política. Es sólo más tarde, a partir del
Descubrimiento del Pacífico y del reconocimiento de la costa atlántica desde
Terranova hasta Patagonia, cuando la verdadera magnitud de lo hallado se hace
patente. Era una inmensa y aislada masa continental que recorría todos los
paralelos y los climas, desde los círculos polares hasta la zona tórrida, un inmenso
espacio se abrió ante los ojos de los exploradores.
No era un espacio vacío, desde el primer momento toparon con otros hombres
muy distintos de ellos mismos y de los que ellos habían conocido a lo largo de su
historia. Varios aspectos señala Colón, en la carta de 1493 que circuló por toda
Europa llevando la increíble nueva, y en el Diario de a bordo que transcribió el
Padre Las Casas. Era el señalamiento perdurable de las diferencias, «desnudos
como su madre les parió», «ni negros ni blancos», «los cabellos como cerdas de
cola de caballo y con el cuerpo y el rostro pintarrajeados de colores», y luego la
observación que tantas consecuencias iba a tener en la mente de los humanistas y
en la evolución de las ideas políticas: «No tienen hierro, ni acero, ni armas». «Son
tanto sin engaño y tan liberales de lo que tienen que no lo creería sino el que lo
viese...» «De cosa que tengan, pidiéndosela jamás dicen que no... y muestran
tanto amor que darían los corazones». Es allí donde por primera vez se les llama
«indios». De la parte de los indios no tenemos el testimonio pero debió ser todavía
de más asombro, por primera vez veían hombres blancos, vestidos, calzados y
armados, con banderas, arcabuces, espadas, sombreros y estandartes. El
Descubridor señala cómo se acercaban a los recién venidos para mirarles y
tocarles las barbas.
Los antropólogos piensan hoy que el hombre penetró en América en varias oleadas
distintas. Las más antiguas penetraron desde la Mongolia, por el Paso de Behring
en el norte de Alaska. La fecha de la aparición es debatida y va desde 40.000 a
9.000 años antes de la era cristiana. En un lenco proceso el hombre fue ocupando
de norte a sur la nueva tierra. Eran seres del Paleolítico. Debió haber, más tarde,
una o dos nuevas oleadas, que pudieron llegar por la costa del Pacífico,
representantes de culturas más avanzadas del Neolítico, de las mismas que
dejaron los impresionantes monumentos de la isla de Pascua, y que pudieron ser
los creadores de las avanzadas civilizaciones que los españoles hallaron en la
América Central, en México y en los Andes.
Muy poco tenían en común los europeos recién llegados y aquellos otros hombres
tan distintos. El contacto se fue haciendo gradualmente desde las culturas más
primitivas de las Antillas hasta las grandes civilizaciones de aztecas, mayas e incas.
mucha disputa, mucho alegato erudito con base en los filósofos griegos, y en los
Padres de la Iglesia, mucha convicción moral, para que finalmente el Papa Paulo
III, en la Encíclica «Sublimis Deus» de 1537, los reconociera y los hiciera
reconocer plenamente como hombres, con todas las consecuencias inherentes a
esa condición.
Los españoles traían una larga experiencia de lucha y convivencia con infieles, que
no era exactamente la que encontraron en América. Dos propósitos,
indisolublemente unidos, los movían: conquistar para el rey y para su bienestar
personal y convertir en cristianos aquellos pueblos tan ajenos. La mezcla de las
dos acciones y propósitos no se dio en ese grado en ningún otro episodio imperial
moderno y explica mucho de la originalidad del hecho americano. Los ingleses en
la parte norte no tuvieron ni el propósito ni el problema. Iban específicamente a
establecerse en las nuevas tierras, desplazando al indígena y con el menor
contacto con él. Eran como segmentos europeos que se implantaban en el nuevo
espacio para continuar, con las menores alteraciones, sus modelos de vida.
Se ha dicho, con razón, que el viaje más importante de Colón fue el de regreso. En
efecto, es entonces cuando comienza el proceso de la creación intelectual del
Nuevo Mundo. La carta de 1493 va a circular en los centros más importantes del
saber. La imagen entusiasta y deformada que el Almirante da de su hallazgo va a
formar la base sobre la que el pensamiento de los humanistas va a elaborar su
nueva visión del mundo. Vendrán Pedro Mártir de Anglería y Américo Vespucci y
completarán el cuadro que va a perdurar y que influirá de mil modos en la
concepción y el destino de las nuevas tierras. Las ideas tradicionales, que venían
de lo que se sabía en la Antigüedad y del espacio cultural de la Edad Media, van a
entrar en un proceso de examen y replanteamiento ante los hechos insólitos que
revela la nueva circunstancia. Desde la concepción del universo y de la humanidad
hasta la idea de la historia y de la justicia social. Se inicia una nueva visión de la
condición humana y de sus posibilidades para desembocar, siglos más tarde, en
una voluntad de reformar la sociedad tradicional.
Desde la Utopía de Moro hasta Rousseau y los enciclopedistas del siglo XVIII se
puede trazar una continua genealogía, la imagen colombina del «buen salvaje» va
a ser la base de muchas novedades en la filosofía política. Con razón. Paúl Hazard
llamó a ese proceso «la crisis de la conciencia europea», porque lo que ocurre,
finalmente, es la formación de un nuevo proyecto para la sociedad. La palabra de
Colón, pasando por Moro y Montaigne, desemboca en Rousseau y en Locke para
formar el instrumento intelectual de la era de las revoluciones. Podríamos decir
que Marx es una de las últimas mutaciones de la semilla que plantó Colón.
Literalmente, los europeos llegaron a las nuevas tierras con un mundo a cuestas,
que era el suyo, y se encontraron con otro distinto, que era el de las sociedades
indígenas y los nuevos paisajes, para crear, por medio de su mezcla y confluencias
otro, que es el verdadero Nuevo Mundo. No un trasplante de Europa. ni tampoco
una continuación de las culturas indígenas, sino el más vasto y transformador
proceso de adaptación mutua, de mestizaje cultural y de aprendizaje de una nueva
situación que es la característica dominante de la América genuina.
Junto al hallazgo de grandes hechos nuevos hay una continua creación intelectual
que, con frecuencia, entra en pugna con la realidad. La búsqueda de El Dorado y
del paso para Asia les revela un inmenso continente desconocido. Van a encontrar
nuevas maneras de ser hombre, una naturaleza distinta, y va a surgir en ellos un
constante conflicto de adaptación. Van a hallar formas de sociabilidad que no
habían conocido para tratar de sustituirlas por otras que eran las de su herencia
occidental. Se inicia el largo proceso de acomodamiento y pugna, que ocurre tanto
en los hechos como en las mentalidades. Abruptamente todos van a mestizarse,
desde el español que tiene que cambiar de hábitos y circunstancias, que
experimenta un desajuste con el espacio y con el tiempo, que tiene que cambiar
muchas de sus nociones más inveteradas, hasta el indígena y el africano, que
entran, forzadamente, en un proceso similar. Hay que tomar en cuenta, también,
la temprana presencia de asiáticos y de su comercio en algunas regiones de la
costa del Pacífico.
Hay todo un aspecto de pura creación intelectual, que abarca desde la identidad
de las tierras que encuentran hasta la pura creación gratuita de circunstancias y de
nombres. Llegan los gobernadores y escribanos a tierras por descubrir, que a
veces nunca encuentran, para improvisar magistraturas y funciones que no tenían
ningún antecedente ni relación con la nueva realidad humana, se revisten de
títulos y funciones que no corresponden a los hechos reales. Se puede observar
esa tendencia a la pura creación intelectual frente a la realidad, en la fundación de
nuevas ciudades. Se comenzaba por un acto solemne y notariado de fundación,
No fue una mera disputa académica, confinada a los claustros, en la que juristas y
teólogos desarrollaban sus disputas inagotables sino una crisis de conciencia que
abarcó todo el imperio en todas sus dependencias, desde los gobernantes a los
vasallos, durante más de cuarenta años y en cuyo discurso se proclamaron y
adoptaron oficialmente como guías de conducta para la acción práctica los
principios más generosos y elevados sobre el derecho de los pueblos, la
comunidad humana y la dignidad y atributos inherentes a la condición humana que
había que respetar en todos los pueblos.
Esa crisis provoca una nueva toma de conciencia sobre las obligaciones creadas
por la comunidad y sobre la condición misma del hombre, y se adoptan principios
que hasta entonces no habían pasado nunca más allá de los ambientes
académicos para convertirse no sólo en leyes ordinarias sino, sobre todo, en una
noción de culpabilidad que ponía en riesgo la salvación del alma. Desde el rey
hasta el último pasajero de Indias se sintieron parte del mismo conflicto insoluble.
El proceso político del hecho americano se unió para siempre a un concepto de
justicia que iba más allá de la querella de jurisdicción para convertirse en una
cuestión de fe y justicia divina.
El medio siglo largo, desde los inicios de la ocupación hasta el final del reinado de
Carlos V. más que a la crónica de los pueblos ibéricos pertenece a la historia moral
de la humanidad. Ante la denuncia hecha por los frailes de los crímenes e injusticia
de toda invasión armada, hecha en el tono conminatorio y temible de un
Montesinos en Santo Domingo, en 1511, que va retomar con resonante amplitud
Las Casas, el aparato del poder público se agita y alarma y parece detenerse
perplejo ante la magnitud de la cuestión de conciencia.
Los Reyes, desde Fernando el Católico, designaron juntas sucesivas de los más
prestigiosos juristas y teólogos para estudiar el caso y aconsejar la forma en la que
se podía seguir el proceso de conquista sin violar los principios de la ley de Dios y
de la justicia. Lo que se dijo en esos debates y las decisiones que se tomaron a la
luz de ellos, constituyen un extraordinario monumento moral que ha marcado la
historia subsiguiente de la comunidad.
que todos los hombres tienen iguales derechos y todos los pueblos son naciones
que gozan de la misma dignidad.
Dos fueron los aspectos fundamentales del problema: la justicia y la validez de los
títulos que la corona de Castilla podía invocar para ocupar los territorios
americanos, y la condición jurídica de los indios con respecto a los europeos. La
consecuencia admirable fue reconocer y proclamar un orden impuesto por Dios
que debía regir las relaciones entre todas las naciones en el que no toda guerra ni
ocupación eran justas, y sobre todo, que todas las gentes del mundo son hombres
y que todos los hombres tienen la misma condición e iguales derechos.
Muy pronto va a comenzar la etapa de las capitulaciones, por las cuales la corona
otorga autoridad y título a grupos de aventureros que, a su propio riesgo físico y
económico, se lanzan al reconocimiento y conquista de los espacio» presentidos.
La empresa es, fundamentalmente, privada en su aspecto militar y económico,
pero bajo la autoridad y el control de la Corona y de sus representantes locales y
lejanos. Con el Descubrimiento aparece la voluntad de permanencia y el espíritu de
Percibían que habían entrado en un espacio y un tiempo diferentes del que habían
dejado en España. No podían seguir siendo los mismos pero no podían dejar de
ser lo que habían sido tan profundamente. Casi sin darse cuenta van a cambiar,
están cambiando en cada hora, la Castilla que dejaron va con ellos pero el hecho
nuevo les plantea nuevas condiciones y exigencias. Cristianizan a los indios y los
someten a las leyes de la vieja Corona, pero no por eso son los mismos vasallos y
los mismos cristianos del otro lado del mar.
De la Península vendrán los funcionarios, los jueces, los pesquisidores, las leyes,
las ordenanzas; de las nuevas tierras surgirá otra realidad que no se podrá reducir
a aquellas normas. La pugna entre el conquistador y la Corona era inevitable.
Aquellos seres tenían la convicción irrebatible de que aquello lo habían ganado
ellos casi solos y que, luego, la Corona pretendía desconocer sus derechos,
arrebatarles sus presas y convertirlos en meros súbditos pasivos de un poder
lejano e inaccesible. Esa querella, nunca resuelta, que dura decenios y que
aparece desde México hasta Perú y la selva amazónica, es la primera
manifestación visible de la dificultad de reducir el hecho americano a los conceptos
y formas de las metrópolis. Un nuevo tiempo de dominio burocrático y
sometimiento de los aventureros surge desde la creación de los grandes
Virreinatos y Audiencias. Con don Antonio de Mendoza comienza otro tiempo
americano.
Del tiempo de las primeras experiencias y respuestas, que se prolonga hasta bien
avanzado el reinado de Carlos V, se desemboca en el lento tiempo consolidador y
uniformador de Felipe II. Es en esos largos años del rey calmo, cauteloso y
suspicaz, que cobra su fisonomía definitiva el imperio americano, el nuevo hecho
con sus dos vertientes, la peninsular y la americana, y la definición de los
personajes y los escenarios de la historia futura.
Las leyes venían de la metrópoli pero algunas de ellas tenían un carácter limitado y
local. El elemento unificador era la monarquía castellana y el factor de
diversificación y particularismo se manifestaba en las diferentes circunstancias
locales. El juego continuo de esos dos factores, el unificador y el centrífugo, va a
determinar la formación de los dos grandes conjuntos sociales y políticos del
Nuevo Mundo; las Antillas, México, el Perú, la Costa Atlántica y el Río de la Plata,
van a constituir realidades humanas peculiares. La presencia de Portugal en el
Brasil introduce otra fuente de particularismo, no sólo por las lenguas y las
políticas propias de España y Portugal, sino por el diferente concepto de la forma
de la colonización.
Cuando Felipe II muere, casi con el siglo XVI, el Nuevo Mundo ha adquirido la que
va a ser su fisonomía definitiva. Las grandes jurisdicciones quedan definidas, la
pluralidad de las situaciones aceptada, y el rumbo del futuro de las distintas partes
señalado dentro de la amplia comunidad. La etapa de exploración y búsqueda de
riquezas concluye y comienza la larga y definitiva del establecimiento. Surge un
nuevo hecho social, económico y cultural, con distintos matices en las diversas
regiones, de acuerdo con la importancia y la influencia respectiva de los grandes
actores culturales. Sin embargo, los factores locales variables, la poca
comunicación interregional y la directa y propia dependencia de cada una de las
jurisdicciones de la Corona, no afectarán la base unitaria de la comunidad,
fundamentalmente la de la lengua y la cultura españolas, la de las instituciones. la
de la cristianización definitiva y la del mestizaje creador de una nueva realidad
común.
Desde el punto de vista social y económico se fue tejiendo una estrecha relación
de interdependencia. En el solo siglo XVI se estima que alrededor de 150.000
españoles pasaron a Indias. Pronto surgió la figura popular del indiano en la
sociedad española. De manera creciente hijos de las clases ricas iban a educarse o
a pasar temporadas más o menos largas en la Península. Los españoles, junco con
sus costumbres y su cultura, comenzaron muy pronto a aclimatar animales y
plantas europeas en las nuevas tierras. Por otra parte, una agricultura cuantiosa
se desarrolló en las nuevas posesiones y afluyó a España para influir en muchas
formas en los hábitos alimenticios y en las costumbres; tales como el azúcar de
caña, el cacao, el maíz, el tomate, el tabaco, la quina. El crecimiento económico
americano fue relativamente rápido y comenzó a desempeñar un papel creciente
Una nueva realidad económica, con todas sus implicaciones, se forma, en la cual
las Indias dejan de ser solamente una fuente de metales preciosos para
convertirse en un espacio gigantesco de crecimiento productivo, que desborda
pronto los estrechos marcos de un intercambio de metales por mercancías para
afectar toda una amplia variedad de transacciones, en la que España tiende a
convertirse en un puente entre Europa y América, desde que el interés financiero y
mercantil de franceses, alemanes, ingleses, italianos y holandeses penetra en el
viejo y apartado reino castellano.
Para la segunda mitad del siglo XVIII, particularmente bajo el reinado de Carlos
III, la América hispana constituye una importante realidad política, cultural y social
que cada vez cobra más conciencia de su ser y de sus posibilidades. Muchos
observadores de ambos lados advirtieron la nueva situación y sus posibles
Lo que ocurrió con el Brasil, a partir de 1808, hace pensar que si el propósito de
Aranda de crear tres reinos en América, con príncipes de la dinastía española,
hubiera podido ser llevado a la práctica, posiblemente se hubiera evitado la
profunda y costosa ruptura de la guerra de Independencia y la evolución del
mundo iberoamericano en el siglo XIX hubiera sido notablemente distinta.
El ejemplo de las Juntas españolas se va a repetir al otro lado del océano. Los
criollos entienden y expresan que no son una posesión traspasable y cesible sino
los depositarios de una personalidad jurídica inalienable. Las Juntas no son otra
cosa que el primer acto de soberanía propia que ejercen los criollos con intención
evidente de no renunciar a ella.
gobierno peninsular.
No ha faltado quien diga que la Guerra de Independencia fue una guerra civil.
Mucho de verdad hay en ello porque, en el fondo, más allá del aspecto formal de
una metrópoli que combate una insurrección colonial, una revuelta de «cipayos»,
lo que se abre es otro campo para la lucha sin tregua entre los partidarios del
absolutismo y los defensores de la libertad, entre «serviles» y liberales, que es, en
muchos aspectos, un capítulo de la vieja pugna de las dos Españas.
Así como la creación del Nuevo Mundo es un proceso comunitario, que se produce
en ambas riberas del océano, la Independencia tiene también ese carácter. Lo que
ocurre no es simplemente la ruptura de un vínculo colonial, sino el comienzo de
una nueva etapa de una comunidad forjada en tres siglos. Más visible en América
que en España, pero no menos real en ambas.
Fue literalmente una creación «ex nihilo» que estaba condenada al fracaso o a la
simulación. No había pueblo en el sentido que esta palabra tenía para los teóricos
de la revolución europea, ni propiamente había nación con vida autónoma. No se
ha dejado de advertir que en la América hispana el Estado precedió a la nación.
pacifica. No fueron caudillos alzados en armas los que alcanzaron, al precio de una
larga lucha sangrienta, la autonomía política, sino el propio hijo del rey de
Portugal. lo que permitió una continuidad constructiva que no conoció la América
Española.
situación enteramente inusitada para ellos. Describen cosas para las que no tenían
palabras, han cambiado bruscamente sus parámetros habituales de medida y
relación, se sienten en otro espacio rodeados de otra naturaleza, en otra situación
humana, y hasta en otro tiempo.
El hecho literario no hacía otra cosa que reflejar la condición peculiar de una
sociedad nueva. En los testimonios, del lado de la Península, que dejaron los
capitanes de la creación del Nuevo Mundo, se manifiesta la dimensión del cambio.
Al hombre que viene de las Indias lo señala Lope de Vega como «gran jugador del
vocablo», con lo que estaba adviniendo una nueva sensibilidad que es la que le va
a dar su carácter propio a la literatura hispanoamericana.
El crecimiento vegetal de las formas las incorpora al paisaje, aparece en ellas una
nueva sensibilidad que se expresa en formas y combinaciones de color y
estructura. Se ha llegado a decir, con autoridad, que de las ocho obras maestras
de la arquitectura barroca en el mundo cuatro están en México: el Sagrario
En lo literario el Nuevo Mundo tuvo voz propia desde el primer siglo de su proceso
de formación. Resulta redundante insistir en el caso del Inca Garcilaso. No tiene
paralelo en ningún otro proceso de colonización y habría que buscar muy atrás, en
el Imperio Romano expandido, para hallar un ejemplo semejante de autonomía
cultural. El caso de Sor Juana Inés de la Cruz no es menos llamativo.
Dentro del arraigado florecimiento del culteranismo en las letras castellanas ella
surge con una poderosa personalidad y deja una obra poética que hay que calificar
de mayor. Pero no es ella sola, fueron muchos los escritores que, desde su
situación inocultable de americanidad, formaron una nueva provincia espiritual del
barroco, a la altura del siglo XVII.
La trayectoria del positivismo, que tanta y tan profunda influencia ejerció por más
de medio siglo, desde México hasta la Argentina, alcanzando caracteres casi
religiosos en el Brasil, está estrechamente asociada con la larga crisis de
conciencia sobre la propia identidad. Habría que averiguar lo que pudo tener en
común el positivismo hispanoamericano con la filosofía de Augusto Comte. Sufrió
numerosas adaptaciones y modificaciones que, a veces, llegaron a transformar su
contenido mismo. Podría hablarse de un aspecto hispanoamericano de las ¡deas y
las doctrinas filosóficas y científicas, que las entiende y absorbe en una forma
parecida a la que Nicolás Berdiaeff señalaba para lo que calificó como «el aspecto
ruso de las teorías científicas».
La guerra por la Independencia fue larga y cruenta. Desde los inicios de 1810
hasta la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, no sólo repudió y rompió
el viejo orden político y social, sino que produjo negaciones y desgarraduras que
hicieron imposible una relación normal y fecunda entre la comunidad de la antigua
metrópoli y de sus antiguas posesiones. En muchas formas la lucha tuvo aspectos
de guerra civil, porque nunca hubo una clara línea de frente entre peninsulares y
Hacia fines del siglo XIX, gracias sobre todo a la visión abierta y dolorida de los
hombres del 98, se produce no sólo una renovación del interés del pensamiento
español por América, sino, sobre todo, una forma de identidad en lo profundo, de
cenestesia histórica. La reunión en Madrid del Congreso Iberoamericano de 1900
es la manifestación más espectacular de esa nueva actitud que se va a extender y
consolidar por el creciente intercambio que desde entonces, se intensifica en todos
los aspectos.
Esa integración no puede concebirse fuera de la realidad del mundo actual sino
dentro de él, con clara apreciación de las posibilidades que ofrece y de los
obstáculos que presenta.
Las vías y las formas de la integración progresiva y viable son fáciles de discernir.
De hecho en los últimos años se han desarrollado muchas formas públicas y
privadas, por la vía bilateral. En varios aspectos importantes se han iniciado
proyectos de intercambio y cooperación,
Habría, a estas alturas, que dirigir el esfuerzo a determinadas áreas por medio de
proyectos concretos diseñados en forma colectiva. En el terreno económico ya
existen iniciativas que podrían ampliarse y hacerse más eficaces. La ALALC, el
Pacto Andino, el SELA, constituyen valiosos antecedentes parciales, hasta ahora
circunscritos al ámbito americano.
foros internacionales debería multiplicar el peso que hoy escasamente tienen ante
los grandes centros de poder.
Solución de Problemas
• ¿Considera que los grupos indígenas americanos poseen un alto grado de
desarrollo?, Argumente.
• Expresar de manera critica la forma como se dio “el encuentro de dos
mundos”
• ¿Cómo contempla el manejo ambiental desarrollado por las culturas
americanas? Acuda a otras consultas para argumentar su respuesta.
• Está de acuerdo con la siguiente afirmación: “Los grupos aborígenes
americanos poseían un nivel cultural muy avanzado” Argumente.
Autoevaluación
• ¿Cuáles son las principales características políticas, sociales, culturales,
económicas y religiosas de las culturas indígenas americanas?
• ¿Qué diferencias establece entre las culturas Inca, Maya y Azteca?
• ¿Qué elementos socio culturales determinan la identidad latinoamericana
actual?
• Explicar los rasgos culturales que se conservan en la actualidad de los grupos
aborígenes americanos.
Repaso Significativo
• Elaborar un ensayo (mínimo 5 paginas) teniendo en cuenta los aspectos
sociales, políticos y culturales de las culturas Inca, Maya y Azteca.
Bibliografía Sugerida
GALEANO, Eduardo. Las Venas Abiertas de América Latina. Editorial Printer
Colombiana Ltda., Bogota. 1998
HANKE, lewis. Estudios sobre Frai Bartolomé de las Casas y Sobre la Lucha por la
Justicia en la Conquista Española de América. Ediciones de la Biblioteca. 1968.
UNIDAD 2
Procesos de Transformación Cultural
Descripción Temática
Las manifestaciones artísticas de los seres humanos, los avances tecnológicos, las
ideologías... son sus características inherentes y fortalecen el entorno cultural de
los pueblos de la misma forma hacen parte del engranaje que constituye la
realidad mundial y enfrenta a los latinoamericanos con sus esencia y lo cuestiona
frente a su identidad en la época actual.
Por ello es importante adentrarse en todos los procesos vividos durante la época
con el fin de llevar a los estudiantes a afianzar, contrastar y valorar su arraigo
cultural y de esta manera contribuir en la formación de una conciencia
latinoamericana inmersa pero no perdida en el contexto global.
Horizontes
• Determinar los principales conflictos en la construcción de identidad
latinoamericana.
Proceso de Información
2.1 LA IDENTIDAD COMO CONFLICTO Y DESAFIÓ CREADOR
Pero, ¿qué tipo de mirada? ¿Una mirada descriptiva? ¿O una mirada crítica que
apunte a establecer problemas?
La ambigüedad tiene que ver con la dominación. Ningún pueblo, por dominado
que esté, deja de mostrar de algún modo su propio ser, de manifestar su
diferencia, de expresar un sentido propio de la existencia. En algunos ámbitos,
seguramente realiza su Identidad de manera positiva, como afirmación consciente;
en otros, como reacción, como rebelión inconsciente, como fuga de esos
elementos reprimidos, negados. Ocultados.
No es posible la negación absoluta de una cultura por otra. No tenía razón Milán
Kundera, hace algunos años, cuando, angustiado, señalaba la negación completa
de la cultura de su pueblo por otro. Pero la dominación aprisiona, deforma. Invade
espacios, Impone Imaginarios y comportamientos.
Jesús Martín Barbero lo define así: "El mestizaje no es sólo aquel hecho racial del
que venimos, sino la trama, hoy, de modernidad y discontinuidades culturales, de
formaciones sociales y estructuras del sentimiento, de memorias e imaginarios que
revuelven lo indígena con lo rural, lo rural con lo urbano, el folklore con lo popular,
lo popular con lo masivo" (Barbero, 1985).
Esta definición establece unas claves para encontrar la identidad. La sitúa como
trama, cruce de muchos hilos, punto de encuentro de variadas vivencias, lugar
donde se anudan distintas vertientes. La trama es el conjunto de voces que se
oyen en un argumento. Es el conjunto de hechos e ideas que le dan sentido a una
historia.
La pregunta por nuestro ser es una pregunta por la historia, pero es esencialmente
una pregunta por nuestro presente, por las dominaciones y resistencias, por lo
indígena y lo campesino, pero principalmente por lo urbano y lo masivo que
encuadra y modifica lo anterior, que estatuye otra perspectiva.
Tenemos entonces claves para indagar nuestra identidad. Saberla mediada por la
alienación. entenderla como trama, buscarla desdeel presente, otearla desde lo
urbano y lo masivo. asumirla como algo dinámico: fluido y cambiante. Discutir
estos punios de partida en la Escuela resulta fundamental.
El maestro Alfonso Reyes nos llamó alguna vez pueblo síntesis. Quizás aludía a que
somos la confluencia de diversos pueblos; en ese sentido puede tener plena
validez la caracterización, pero la palabra síntesis significa también un punto de
llegada de un juego de contrarios, un momento donde se restablece la armonía, el
lugar donde se une lo diverso. Y en este sentido no es precisa esa caracterización
para América Latina.
Lo Ibérico confluyó con lo indio y lo negro, dando origen al primer mestizaje; fue
mestizaje pleno: de sangres y culturas. Pero simultáneamente con la confluencia
comenzó la represión de lo indio y lo negro, las señas que venían de estas culturas
fueron repudiadas, se fueron hundiendo poco a poco en un vasto inconsciente
latinoamericano,
El ello latinoamericano -para utilizar una categoría tan cara a Freud- se fue
poblando de elementos de las culturas negras, indias, españolas. El súper yo, la
razón occidental dominante en el mundo, en estos dos últimos siglos, ha
demandado. ha exigido permanentemente a estos pueblos un comportamiento
acorde con sus códigos y ese inconsciente Latinoamericano, donde bullen
elementos de diversas culturas, se ha rebelado una y otra vez; en el medio ha
quedado un yo latinoamericano debilitado y confuso. Entender esto es vital. La
identidad latinoamericana existe pero no es firme, segura, clara.
Lo que dice Leopoldo Zea es verdad: nuestra cultura es una mezcla de elementos
yuxtapuestos o superpuestos, es un cúmulo de presencias sin concierto. Pero le
faltó agregar que de cuando en cuando se produce la fusión, la unidad, se produce
una actuación propia, auténtica.
Ahora bien, la comprensión del estado de nuestra identidad puede tener un gran
efecto transformador. Podemos ayudar a liberar nuestro ser latinoamericano,
podemos ayudar a identificar los puntos de conflicto, podemos contribuir a desatar
lo reprimido, lo pasado, y a situarlo en la realidad presente.
Entender que nuestra identidad está en construcción y descubrir los líos que
enfrenta es un paso, un gran paso, en el camino de la liberación de América
Latina.
Para controvertir esta idea hay, desde luego, muchos argumentos. Hay momentos,
cuando el hambre se impone como principal preocupación, en los que este
concepto no parece fácil de defender. Pero aún en este tiempo, aguzando un poco
los sentidos y la razón, podemos encontrar angustias distintas al hambre y
descubrir también que se reclama un modo particular de resolver la indigencia del
comer.
Para qué se vive, cómo se vive, cómo se quiere vivir, son problemas planteados en
el ámbito de la cultura. Y cada pueblo -también cada individuo- quiere tener
derecho a resolver estos problemas de modo particular. Cada pueblo busca,
construye, defiende un sentido propio del existir.
En esta tensión bulle la lucha por la identidad. Jesús Martín Barbero lo expresa así:
"Un salto en la internacionalización de un modelo político y la lucha contra la
dependencia se torna en lucha por la identidad propia dentro de un sistema
transnacional, difuso, complejamentado, interrelacionado, ínterpenetrado"
(Barbero. 1990).
Rodolfo Kusch hace esta versión de la relación que se da en nosotros entre el ser y
la conciencia: "Se trata de la distancia que especialmente aquí, en América, se
marca entre nuestro quehacer conciente en el así llamado patio de los objetos y
nuestra vida cotidiana.
estas entidades fueron importadas. Pero van siendo bloqueadas por nuestras
raíces: las nuestras y las del pueblo" (Kusch, 1989).
¿Qué pasa en esta relación? ¿Por qué este desencuentro entre la vida y la
conciencia? O ¿Por qué esta forma de encuentro tan particular?
De pronto suena muy dramático el señalar esto como una forma de esquizofrenia
colectiva; claro que no es una incoherencia discursiva, pero es una incoherencia
entre el discurso y la acción, entre el decir y el hacer: una distancia entre el
discurso y la cotidianidad. La unidad, si la hay. Es sólo aparente, sólo artificio.
Hemos construido una manera de convivir con el conflicto. Como hay un discurso
que se ha impuesto como universalmente válido, un discurso que es el referente
común del mundo, un discurso que no es posible rechazar de buenas a primeras –
el riesgo del rechazo es la soledad-; entonces, se toma este discurso, se utiliza.
"Una cultura no se destruye: para lograrlo habría que matar a todos sus
portadores y destruir todas sus obras. Este portador tampoco puede introducirse
en la otra cultura como si la suya hubiese desaparecido; entonces percibe aquella
a partir de lo que le encuentra de diferencia. Se empieza, así, un proceso que no
es de asimilación, sino de reformulación, que muchas veces se convierte en
deformación."
Uno de los "grandes legados" que dejó España fue el cristianismo medieval,
encargado de bendecir amas y "salvar almas". Los intereses papales viajaban
también con ansia de más fíeles y obviamente. más tierras.
Fue todo un aparato ideologizante el que llegó. Pero con ellos llegaron también
algunos cristianos que se rebelaron frente al sistema esclavista y asesino de
indígenas, entre ellos. Antonio De Montesinos (1545), quien, por orden de su prior,
Pedro de Córdoba (1460-1525). lanzo. en 1511. el primer grito critico-profético en
América.
La realidad propia de América suscita una manera nueva de hacer teología desde
la perspectiva del pobre y el marginado, como resultado de la imposición. la cual
provoca un fenómeno contrario al interior de la iglesia institucional de cristiandad,
La Iglesia en América Latina necesita una reforma "desde abajo": debe convertirse
en la "Iglesia de los Pobres", ya que hay dos iglesias, dos lenguajes en nuestro
mundo latinoamericano. Por ello, si la iglesia quiere ser fiel al Dios de Jesucristo,
debe tomar conciencia de ella misma, desde abajo.
Por el otro lado. se han conformado grupos reducidos y poco orgánicos pero que
mantienen una presión constante sobre el sistema institucional por el
reconocimiento de los valores que defienden: ecologistas, grupos de defensa de
los Derechos Humanos, feministas o comités de mujeres, organizaciones juveniles.
Todos estos movimientos son los que varios sociólogos latinoamericanos han
caracterizado como "nuevos movimientos sociales" (E. Jelin: F. Calderón; T. Dos
Santos; T. Evers; Harmult Karnen;S. Maiwaringy E. Viola). Nuevos, desde luego,
no significa que algunos de ellos no tuvieran una existencia previa: algunas
organizaciones barriales, por ejemplo. tienen una presencia importante en el
escenario sociopolítico latinoamericano desde los años cincuenta, es decir, desde la
acelerada urbanización de los países de ingreso medio en América Latina.
Los nuevos movimientos sociales pueden ser clasificados en dos tipos principales:
Como vemos, en América se abren caminos nuevos para crear y recrear nuestra
identidad; compromiso que, como dignos hijos de esta Abya Yala forjada por
nuestros abuelos, estamos llamados a asumir.
"Los sueños y las pesadillas están hechos de los mismos materiales, pero esta
pesadilla dice ser nuestro único sueño permitido: un modelo de desarrollo que
desprecia la vida y adora las cosas..." Eduardo Galeano
Parece ser que tenemos unos aspectos comunes, los cuales nos unen,
desafortunadamente, en lo negativo que la crisis de la modernidad ha dejado.
La crisis que vive hoy América Latina corresponde a una crisis estructural del
mundo occidental, a la decadencia de un modelo cultural y socioeconómico que
reposaba sobre tres procesos distintos:
• La modernización económica: crecimiento económico, progreso de las ciencias
y las técnicas.
• La modernización política: racionalización burocrática de la política y de la
administración. Interpretación y transformación de la realidad en función de
proyectos políticos y utopías.
• Modernidad cultural: expansión de la educación forma!. Transformación de la
cultura en un bien de consumo para las masas. Idea de progreso; vanguardias
artísticas. Liberación de las trabas formales a la creatividad artística.
Así. las actitudes más comunes entre los pobladores son. en primer lugar, una falla
total de disposición al conflicto: la anomia se traduce en apatía social -como lo
habían observado ya desde los años setenta los "sociólogos de la modernización"-.
una carencia de motivaciones hacia la participación política y una indiferencia total
hacia los partidos, los sindicatos y otras organizaciones sociopolíticas. Se suele
tener una esperanza vaga en una solución a los problemas por parte del Estado.
por la tercera revolución industrial que facilita que los flujos puedan ser realizados
en tiempo real.
Por todo ello debemos diversificar nuestra mirada para dar cuenta de las variadas
interrelaciones entre lo global y lo local, lo público y lo privado, lo individual y lo
comunitario, la ganancia individual y el bien común, el conflicto y la construcción
de consensos, los cambios culturales, la pobreza y violencia urbana.
• Oportunidades
• Amenazas
Para Néstor García Canclini los imaginarios que acompañan a los datos duros de la
globalización son en primer lugar elaborados desde los centros de poder. Tienen
que ver con la pretensión de una homogeneidad cultural global en clave neoliberal.
Pero, por otra parte, la globalización, activa la interculturalidad y provoca el
surgimiento de otros imaginarios contrapuestos a las narrativas hegemónicas.
García Canclini muestra una serie de factores, incluyendo los imaginarios, que
pueden ayudar a una acción política pero no anuncia una salvación encarnada en
un actor específico dotado de propiedades especiales. En este sentido Garcia
Canclini puede leerse haciendo un paralelo con el México profundo de Guillermo
Bonfil Batalla. La biografía del autor, marcada por el hecho de ser un exilado
argentino radicado desde hace dos décadas en México ("tan lejos de Dios y tan
cerca de los EE.UU." recordamos nosotros), deja huellas en sus análisis de la
hibridación cultural y de los imaginarios de la globalización.
Las instituciones que los mismos encuestados consideraban con más poder
(Gobierno, grandes empresas, militares, bancos y partidos políticos) resultaron
aquellas en las que menos se confiaba. Las crisis de gobernabilidad, las
devaluaciones, junto al aumento del desempleo y la pobreza, fueron algunos de los
hechos que conducían a un número creciente a dudar de la democracia y pedir
mano dura: el porcentaje era menor en los países que salieron hace pocos años de
dictaduras militares (Argentina, Chile, Brasil), pero subía significativamente en
otros, entre ellos Paraguay y México, con procesos de democratización incipiente.
De 1996 a 1997, los paraguayos partidarios de una solución "autoritaria" pasaron
del 26 al 42%, y los mexicanos del 23 al 31%. Salvo Costa Rica y Uruguay, donde
la credibilidad en el sistema político sigue siendo alta, en el resto de América
Latina un 65% se mostraba "poco o nada satisfecho" con el desempeño de la
democracia (Moreno, p. 4).
La instalación del euro como moneda única a partir de 1999, proceso que culminó
en el 2002 con la desaparición de las monedas nacionales, afianza la unificación
económica y tiene fuertes consecuencias para la comunidad simbólica identitaria.
Estos cambios son ampliamente difundidos y explicados con ilustraciones
didácticas para todos los electores. Sin embargo, los periodistas conceden poco
espacio a la mayoría de estos acontecimientos y confiesan su dificultad para
traducirlos al lenguaje de los diarios. Analistas preocupados por la participación
social se preguntan si la complejidad técnica de la europeización de la política "no
es contradictoria con el ideal de una democracia fundada en la transparencia y en
Un obstáculo clave para que los ciudadanos puedan creer en los proyectos de
integración supranacional son los efectos negativos que tienen tales
transformaciones en las sociedades nacionales y locales. Es difícil obtener
consenso popular para cambios en las relaciones de producción, intercambio y
consumo que suelen desvalorizar los vínculos de las personas con su territorio
nativo, suprimir puestos de trabajo y rebajar los precios de lo que se sigue
produciendo en el propio lugar. El imaginario de un futuro económico próspero,
que pueden suscitar los procesos de globalización e integración regional, es
demasiado frágil si no toma en cuenta la unidad o diversidad de lenguas,
comportamientos y bienes culturales que dan significado a la continuidad de las
relaciones sociales.
Cada vez está más limitado lo que los sindicatos pueden negociar, y a eso las
empresas sin rostro, con marca pero sin nombre, le llaman "flexibilizar el trabajo".
En verdad, lo que se vuelve -más que flexible- inestable es la condición laboral; el
trabajo es rígido porque es inseguro, hay que cumplir estrictamente los horarios,
los rituales de sometimiento, la adhesión a un orden ajeno, que el trabajador
acaba interiorizando para no quedarse sin salario. Recuerdo, entre muchos
ejemplos recogidos en la literatura sobre globalización, como este que cita Ulrich
Beck: "Son las 21:10; en el aeropuerto berlinés de Tegel una rutinaria y amable
voz comunica a los fatigados pasajeros que pueden finalmente embarcarse con
destino a Hamburgo. La voz pertenece a Angelika B., que está sentada ante su
tablero electrónico de California.
Después de las 16:00, hora local, la megafonía del aeropuerto berlinés es operada
desde California, por unos motivos tan sencillos como inteligentes. En primer lugar,
allí no hay que pagar ningún suplemento por servicios en horas extracomerciales;
en segundo lugar, los costos saláriales (adicionales) para la misma actividad son
considerablemente mucho más bajos que en Alemania". De modo análogo, los
entretenimientos son producidos por otros lejanos, también sin nombre, como
marcas de fábrica -CNN, Televisa, MTV-, cuyo título completo a menudo la mayoría
desconoce. ¿En qué lugar se producen esos thrillers, telenovelas, noticieros y
noches de entretenimiento?; ¿en Los Angeles, México, Buenos Aires, Nueva York o
quizá en estudios disimulados en una bahía de EEUU?; ¿Sony no era japonesa?;
¿qué hace entonces transmitiendo desde Miami? Que los conductores del
programa hablen español o inglés, un español argentino o mexicano, como hace
MTV para sugerir identificación con países específicos, significa poco. A fin de
cuentas, es más verosímil, más coincidente con esta desterritorialización y esa
lejanía imprecisa, cuando se nos habla el inglés deslocalizado de CNN, en el
español desteñido de los lectores de noticias de Televisa o de las series dobladas.
En otro tiempo, algunos pensábamos que los estudios sobre hábitos de consumo
podrían contribuir a conocer lo que efectivamente quieren los receptores. Aún
estas indagaciones pueden servir para democratizar las políticas culturales en
ciudades, radios o centros culturales independientes, en la esfera de lo
micropúblico. Pero la mayor parte de las encuestas de audiencia no busca conocer
los hábitos de consumo, sino confirmar o desmentir las preferencias puntuales, ese
día y en ese horario.
Tal vez podemos explicar este achicamiento del horizonte social saliendo de la
oposición frecuente entre lo global y lo local. Hay que reelaborar entonces, de un
modo más complejo, las articulaciones entre lo concreto y lo abstracto, lo
inmediato y lo intercultural. ¿Cómo denominar estos cambios en las maneras de
hacer cultura, comunicarnos con los diferentes o que imaginamos semejantes,
Como una primera vía para organizar esta diversidad de situaciones, y repensar la
impotencia que induce la lejanía o la abstracción de los vínculos, en necesario
tomar en cuenta el esquema con que Craig Calhoun, y luego Ulf Hannerz,
reformulan la antigua oposición entre Gemeinshaft y Gesellschaft, entre comunidad
y sociedad. La globalización ha complejizado la distinción entre relaciones
primarias, donde se establecen vínculos directos entre personas, y relaciones
secundarias, que ocurren entre funciones o papeles desempeñados en la vida
social.
¿Qué podemos hacer con este mundo en que pocos observan a muchos?; ¿es
posible organizar de otro modo los vínculos mediatizados, sus astucias de
simulación para personalizarlos, despegarnos de sus procedimientos de selección y
segregación, de exclusión y vigilancia, en breve, reconvertirnos en sujetos del
trabajo y el consumo? Una reacción posible es evocar con nostalgia la época en
que la política se presentaba como el combate militante entre concepciones del
mundo entendidas como antagónicas.
George Yúdice emplea esta expresión para describir cómo los curadores de
exposiciones y las revista s de arte estadounidenses, diseñan los papeles del arte
latinoamericano en EEUU, con más poder que los artistas y los organismos
culturales de los países originarios, e influyen sobre la autopercepción de los
artistas y sobre los públicos latinoamericanos, aun en cuestiones que trascienden
lo artístico. Algunos sociólogos demuestran cómo todas estas acciones han
reconceptualizado el significado de los pueblos indígenas de América Latina, las
representaciones de etnicidad, género y las relaciones transculturales entre las
Américas.
Vamos a tratar de distinguir en varios procesos culturales qué hay de real y cuánto
de imaginario en esta ampliación del horizonte local y nacional. Habrá que
diferenciar quiénes se benefician con el ensanchamiento de los mercados, quiénes
pueden participar en él desde las economías y culturas periféricas, y cuántos
quedan descolgados de los circuitos globales. Las nuevas fronteras de la
desigualdad separan cada vez más a quienes son capaces de conectarse a redes
supranacionales de quienes quedan arrinconados en sus reductos locales.
En las estructuras, reaparecen los sujetos. A la inversa, los relatos enunciados por
actores locales dicen más si nos preguntamos cómo hablan, a través de los dramas
particulares, los grandes movimientos de la globalización y los discursos colectivos
que establecen las reglas actuales de la producción y las modas del consumo. No
es fácil juntar ambas perspectivas en esta época en que cada vez se cree menos
en la capacidad explicativa de un paradigma.
Por más que se quiera circunscribir las investigaciones a un barrio o a una ciudad,
o a los extranjeros radicados en un país particular, llega un momento en que -si
uno trabaja en Occidente- tiene que hacerse preguntas sobre cómo están
cambiando las estructuras globalizantes y los procesos de integración
supranacional. Por ejemplo, las relaciones entre Europa, América Latina y EEUU. Es
posible responder que un universo tan extendido es inabarcable y dejar la
cuestión.
Pero las interrogantes siguen ahí, condicionan lo que uno está estudiando, y aun
cuando decida no hacer generalizaciones sobre el desarrollo de Occidente, los
viejos supuestos de la filosofía y la epistemología occidentales permanecen como
Junto a ese crecimiento económico cada vez más lento, aumenta la desregulación
o, en otras palabras, aumenta el dejar que el mercado funcione de manera
incontrolada, irrestricta, y esa desregulación tiene lugar en los planos monetario,
financiero, comercial y también laboral. Y junto a estos dos fenómenos de
crecimiento mas lento y aumento de desregulación, aumenta la especulación en la
economía mundial.
Las tendencias a una economía mundial cada vez más parasitaria -pudiéramos
decir-, en las cuales la creación de nueva riqueza en términos de crecimiento
económico real, cede el paso a la llamada "burbuja financiera" o crecimiento
desmesurado del capital especulativo, que tiende a convertir la economía mundial
en una especie de gran economía "casino", en la cual gigantescos capitales
especulativos, giran en esa inmensa ruleta en que parece haberse convertido la
economía mundial.
Hoy se calcula que por cada dólar surgido de la economía real, de la economía
productiva, hay entre 30 y 50 dólares surgidos del mercado financiero girando en
la ruleta de la economía "casino". ¿Qué peligros tiene esto?, que es en definitiva
quizás, lo que más nos pueda importar más allá de los asuntos técnicos del
problema. Pues, ese lento crecimiento alimenta la especulación financiera, y al
mismo tiempo alimenta la agresividad del capital; mientras que también,
simultáneamente, la desregulación agrava el potencial explosivo de esa
contradicción,
¿Qué dice el discurso neoliberal sobre el mercado de trabajo? Dice que como en
todo mercado, siempre se deberá llegar a un precio de equilibrio que será el
salario, el cual consistirá en el punto en que los compradores no podrán pagar más
y los vendedores no podrán cobrar más, y en que todos quedarán satisfechos.
Tampoco, por supuesto, debería existir un salario mínimo, fijado por acción
legislativa, puesto que también esto seria violentar el infalible dictamen del
mercado.
bien cruda. De los 5.600 millones de habitantes del planeta, unos 2.800 millones
constituyen la población económicamente activa, o población que se encuentra en
edad laboral. De esos 2.800 millones de personas en edad laboral se encuentran
desempleados o subempleados 1.140 millones, que representan el 41% de la
población económicamente activa a nivel mundial.
Si se quiere una expresión más contundente del fracaso y del profundo sentido
antiprogreso y antihumano de la actual globalización neoliberal, no tendríamos más
que repetir estas cifras, en las cuales el sistema mantiene a más del 40% de la
población mundial en edad laboral en condiciones de desempleo o de subempleo.
Además de eso, algunos otros datos mostrarían, por ejemplo, que unos 300
millones de personas, entre ellas gran cantidad de mujeres, dependen del sector
informal, sin seguridad social, sin seguro contra el desempleo, sin derechos
laborales ante la invalidez o ante la disminución de la capacidad laboral.
De los 5.600 millones de habitantes del planeta, viven en la pobreza extrema 1.500
millones; existen 800 millones de hambrientos en el mundo.
Hay que poner fin al sistema que puede hacer opulento al 10% de la humanidad,
pero degrada y condena al 90% restante, coloca a las mercancías por encima de
las personas, confunde calidad de vida con cantidad de cosas y niega todo valor a
lo que no tiene precio.
Si las economías nacionales han perdido sentido, como postula esta visión
fundamentalista, entonces la soberanía nacional también lo ha perdido, y la única
soberanía realmente actuante sería la soberanía del mercado. Los estados
estarían colocados como espectadores pasivos frente a acontecimientos globales
que nunca antes los afectaron tan profundamente y, lo más importante, frente a
los cuales son impotentes.
La mano invisible, de la cual nos hablaba la economía liberal del siglo pasado, era
la expresión de un orden natural que aseguraba la articulación de lo público y lo
privado en el mejor empleo de los recursos y el mayor bienestar, según postulaba
aquella comente liberal. El mensaje político de aquel entonces era contra la
monarquía absoluta y en favor del liberalismo, que se asociaba al naciente y
La globalización real que tiene lugar en nuestros días, esa globalización concreta
que puede ser explicada en sus raíces históricas, en lo que ha avanzado y en lo
que aún resta por avanzar, es un proceso objetivo, como una nueva etapa de un
antiguo proceso de internacionalización del capital cuyo planteo teórico-lo
podemos encontrar en germen.
Estos elementos, entre otros, pudieran ser los siguientes: más del 80% de la
producción mundial se destina a los mercados internos de los países. No es esta la
realidad que intenta presentar la visión fundamentalista de la globalización
planetaria a ultranza.
Nueve de cada diez trabajadores producen para los mercados de sus países. Si se
mide la apertura de las economías por la relación entre el intercambio comercial y
el Producto Interno Bruto (PIE), se encuentra que entre 1913 y 1993 las
economías de países desarrollados como Francia, Japón, Holanda y el Reino Unido,
lejos de haberse abierto a la economía mundial, como postula el discurso del
pensamiento único, lo que hicieron fue exactamente lo contrario; aumentaron el
papel de sus mercados intentemos, mientras que otras economías, como las de
Alemania y Estados Unidos, se abrían, si, pero con Estados Unidos, haciéndolo a
partir de un nivel todavía sumamente bajo y con la economía alemana abriéndose
en un pequeño grado.
Por otra parte, la enorme masa de recursos financieros del mercado globalizado es
una burbuja de transacciones en papeles, en opciones, derivados y otros
instrumentos sin vinculación, en su inmensa mayoría, con las actividades reales de
la economía. Alrededor del 95% de la acumulación de capital al nivel mundial se
financia con ahorro interno de los estados nacionales.
Tal vez una primera explicación sería que estos mitos contribuyen a descargar la
responsabilidad de los gobiernos neoliberales acerca de las consecuencias de sus
políticas: si aumenta el desempleo, descienden los sálarios reales, empeora el
sistema de salud pública o empeora la educación, la culpa sería de la globalización
y no de las clases dominantes, aunque esta mitología es muy frágil tan pronto uno
trata de hacerse algunas preguntas. Porque, por ejemplo, cómo podríamos
entender que Alemania sea competitiva teniendo un mercado laboral que se
considera altamente regulado y, sin embargo, se acuse a Brasil de no poder ser
competitivo, porque tendría un mercado laboral demasiado rígido; es decir,
demasiado regulado.
Cabe considerar que ya hoy el debate acerca de esto resulta obvio. Ejemplo:
América Latina, que no ha podido aún recuperar el nivel del producto por
habitante que tenía en 1980; el quiebre en América Latina de lo que fueron en su
momento prestigiosas y muy publicitadas experiencias neoliberales, como en los
casos de Argentina, de México y de otros países. Y tal vez con más fuerza, en este
momento, la situación de la economía mundial.
La pobreza crece también como islotes en los países desarrollados y se calcula que
en Estados Unidos y Europa el 15%, como mínimo, de la población vive en
condiciones de pobreza . Es, en definitiva, el desastre social que el neoliberalismo
exhibe hoy como su expediente de resultados.
Los economistas, que son los profesionales más directamente aludidos por la
globalización de la economía mundial y los que en muchas ocasiones han repetido
sus mitos, no pueden permanecer indiferentes ante la deformación neoliberal de la
globalización; frente a la tragedia humana ocasionada por el neoliberalismo; frente
a la exclusión que el neoliberalismo impone a las acrecentadas posibilidades de
mejoramiento humano que se derivan de la globalización misma; frente al
empobrecimiento de nuestra ciencia económica y su alejamiento de la rica realidad
económica, cultural e histórica del proceso de desarrollo para encerrarse en
investigar trivialidades con instrumentos de excelencia técnica.
Entre 1950 y 1990 la producción mundial creció 5 veces, en tanto que el comercio
mundial lo hizo en 11,5 veces.
Pero aún más revelador es que en 1970 el 90% del capital empleado en
transacciones internacionales era real, mientras que al finalizar 1995 dicho capital
no iba más allá del 10%. Según cálculos del Harvard Business Review por cada
dólar emanado de la producción y el trabajo productivo, circulan actualmente en la
economía mundial entre 30 y 50 dólares surgidos del mercado financiero, girando
en la ruleta de la economía "casino".
Solución de Problemas
• Según García Canclini la globalización es imaginaria porque no constituye una
realidad decantada e impersonal, ¿qué proyecta García Canclini?
• ¿Cuáles son considerados los problemas políticos más relevantes de
Latinoamérica?
• Retomando el texto “La identidad como Conflicto Creador”, estudiado en la
unidad, ¿cuál es la expresión cultural más acertada para caracterizar al pueblo
latinoamericano?
NEOLIBERALISMO
CAUSAS
CONSECUENCIAS
CARACTERÍSTICAS
CULTURALES
• Escribir una explicación para cada uno de los siguientes planteamientos socio
culturales:
- Los españoles traían una larga experiencia de lucha y convivencia con infieles,
que no era exactamente lo que encontraron en América.
- El hecho americano, desde sus inicios, va a transformar la vida europea, va a
traer nuevas ideas y nuevas posibilidades, provocarán un cambio que va a
abarcar todas las formas de la vida colectiva, desde la moral hasta la
alimentación, desde la religión hasta la política.
- La forma en que se desarrolla el proceso de creación del Nuevo Mundo
determina las bases para una comunidad cultural, política y espiritual entre la
península y las nuevas tierras.
- La globalización neoliberal ha sido y continua siendo como un huracán, que ha
caído sobre el planeta afectando a todos los países en mayor o menor grado,
creando unas sociedades cada vez más excluyentes y polarizadas.
- La globalización nos asalta desde revistas, seminarios, noticias de prensa, es el
mensaje predilecto difundido por los medios. Se nos habla de una “Economía-
mundo” en la que los estados nacionales se han disuelto y ha perdido sentido
la soberanía nacional.
Autoevaluación
• Construir una línea de tiempo sobre la construcción de identidad
latinoamericana.
Repaso Significativo
• Analizar y comentar con tus compañeros del CIPA la siguiente proposición: “La
cultura es producto de practicas sociales, de la cotidianidad”
Bibliografía Sugerida
GALEANO, Eduardo. Las Venas Abiertas de América Latina. Editorial Printer
Colombiana Ltda. Bogota. 1998
UNIDAD 3
Modernidad y Posmodernidad en América
Latina
Descripción Temática
América Latina en la mayor parte de sus procesos se ha visto ahogada por visiones
y perspectivas de desarrollo impuestas desde lo externo y no construidas desde su
contexto, intereses, necesidades, desde su realidad, mucho menos elaboradas
desde el sentir y con participación de sus comunidades.
Horizontes
• Establecer la diferencias entre modernidad y postmodernidad
Proceso de Información
Con frecuencia sé que esta polémica sobre modernidad – modernización-
postmodernidad es un debate “importado” desde las metrópolis intelectuales en
donde el conflicto modernidad-posmodernidad si parece tener “carta de
ciudadanía”.
Para otros, es "sólo una moda", porque aquello que los debates teóricos esbozan
no corresponde con la práctica; punto de vista que evidenciaría una incomprensión
de la relación teoría-práctica, cuestión ya clásica, de la cual podríamos echar mano
para definir el significado, la pertinencia y el objetivo de esta polémica.
El término moderno tiene una larga historia. Según Hans RoberJauss, la palabra
moderno, en su forma latina, modernus, se empleó por primera vez a finales del
siglo V para distinguir el presente, que se había convertido en cristiano, del pasado
Romano y Pagano. Expresaba así la conciencia de una época que se sentía
portadora de lo nuevo, que en relación con el pasado antiguo, se consideraba
como el resultado de la transición de lo viejo a lo nuevo. El tiempo nuevo es la
época moderna.
Hasta el siglo XVII, lo nuevo era restándole una relación renovada con los
antiguos, pero siempre la antigüedad se consideraba como un modelo a recuperar
por medio de alguna forma de imitación (en ello descansa parcialmente la
denominación de Renacimiento). Pero con la ilustración francesa la idea de lo
moderno, que seguía haciendo referencia a lo nuevo, no implicó ya alguna forma
de conservación de lo antiguo, más bien podría afirmarse que acabó con la
fascinación que los clásicos del mundo antiguo ejercieron.
Este culto de lo nuevo implicaba de hecho una exaltación del presente, pero
también una nueva conciencia del tiempo que comprende las ideas de movilidad
en la sociedad, de aceleración en la historia, y de discontinuidad en la vida
cotidiana; una valoración del transitorio y un reconocimiento al futuro. Y con todo
ello, una idea de progreso. El mundo nuevo, el mundo moderno, se distingue del
antiguo por estar abierto al futuro.
Los acontecimientos históricos que según Hegel hicieron posible esta idea de
subjetividad, fueron: La Reforma, La Ilustración y La Revolución Francesa. Con
Lutero la fe religiosa se toma reflexiva, la proclamación de los derechos del
hombre hace valer el principio de la libertad de la voluntad como fundamento
sustancial del Estado; el derecho y la eticidad se fundan en la voluntad del
hombre.
Esto implica que la modernidad deba concebir un orden abierto que ofrezca esas
condiciones al individuo que por decisión personal busque su propio lugar y persiga
sus fines objetivos. Esto es lo que hace posible que además de ser sujeto y
persona pueda ser ciudadano.
tiempo que permita la realización de tos intereses individuales proteja tos intereses
colectivos.
Así, los problemas del mundo natural y social fueron abordados como cuestiones
de conocimiento, justicia y moralidad o gusto. Las teorías sobre tales cuestiones
dieron lugar a Instituciones y tos problemas respectivos fueron objeto del estudio
de expertos.
Cada una de esas esferas tiene su lógica propia y una racionalidad (cognitivo-
instrumental, moral-práctica y estético-expresiva).
En estas condiciones el ideal de modernidad formulado por los filósofos del siglo
XVIII se resquebrajó, pues el fortalecimiento de la esfera de la ciencia con la
expansión de la racionalidad cognitivo-instrumental, que se apropió de todas las
manifestaciones de la vida de la sociedad, acabó con la idea de la subjetividad y la
reflexión, con su carácter autónomo, crítico y responsable, para dar idea de un
sujeto autorreferencial que se piensa como un objeto cualquiera, que se objetiva a
sí mismo de igual manera que lo hace con el mundo natural (positivismo).
Este hecho se vuelve apremiante, si como hoy sucede, ser Moderno significa
apostar por un futuro definido, no en la entraña democrática de los procesos de
participación ciudadana, sino, en oficinas burocratizadas de organismos
internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, en
donde no existe diferencie alguna entre Modernidad y Modernización.
Sin embargo, el cambio no fue tan sólo de significado parte de una nueva moda.
La nueva concepción implicaba profundas modificaciones que tuvieron expresión
en el campo de la cultura. Para Max Weber, la modernidad cultural estaba
caracterizada por “La separación de la razón sustantiva expresada en la religión y
la metafísica en tres esferas autónomas. Estas son la ciencia, la moralidad y el
arte... El discurso científico, las teorías de la moralidad, la jurisprudencia, la
producción y la crítica de arte pudieron ser sucesivamente institucionalizadas,
tratadas por expertos, por profesionales”
Este retroceso nos deja ver el carácter agónico de las propuestas neoliberal-
conservadoras, que pretenden dar solución a problemas nuevos con soluciones
viejas. La modernidad, la sociedad capitalista, recibieron un notable impulso y una
fundamentación ético moral de las reformas religiosas que se iniciaron con las
propuestas de Lutero. Pero, esto fue eficaz hace 300 años. En la actualidad el
camino de la sociabilidad no se apuntala sobre una ética religiosa, sino sobre una
ética ciudadana fundada en el respeto al otro, a la pluralidad y a la tolerancia. Es
decir, en la asunción de la democracia no sólo como modo de participar, sino como
modo de vivir y sentir.
Los temas claves para rescatar del discurso postmodernista en América Latina son:
el culto a la diferencia, el disenso, la variedad, la variedad, la tolerancia, entre
otros.
Aquellos que retoman y hacen suyas al pie de la letra las nuevas profecías de las
pitonisas postmodernistas de Europa y Norteamérica, no perciben las sacudidas
que estas incitan sobre nuestro suelo.
¿Son realmente débiles las estructuras creadas por las transnacionales y los
gobiernos de los países capitalistas desarrollados o aspiran a debilitarse para
ponerse a tono con los augurios postmodernistas? La utopía no se muere,
reverdece entre los pies de su sepulturero.
Una filosofía que niega los valores del pasado, cualesquiera de ellos, en tanto que
valores, esto es entidades de significación positiva al menos para los sujetos
históricos de la valoración, no puede constituir alternativa alguna para un empezar
de nuevo. Sencillamente porque no existe realmente la posibilidad de la arrancada
a partir de cero. Y si acaso existiera potencialmente, seria muy triste no poder
ejecutaría por no contar con tos suficientes hombre-tabula rasa.
Más que filosofías de sospecha, América Latina necesita filosofías del rescate y
proyección. Lo cual no significa que haya que renunciar a toda sospecha; ninguna
filosofia, incluyendo el postmodemismo ha podido evadir ser considerada
sospechosa, pues como plantea Arturo Andrés Roig "renunciar a la sospecha,
significa renunciar a la denuncia" y no es posible el filosofar sin someter a juicio
crítico la realidad, que se incomoda siempre al ser denunciada.
Este tipo de discurso postmodemista, ya que por suerte hay otros más
alentadores, no resurta paradigmático ni para esta parte del mundo, ni para el
orbe en su conjunto, cuando se amenaza su existencia misma a menos que se
logre concierto no sólo ecológico en múltiples problemas que afectan a la
eternamente inacabada modernidad.
Los latinoamericanos tenemos ante todo que nacemos la pregunta í de qué nos
viene a rescatar el postmodernismo? y después ¿Qué propone en sustitución de lo
derruido?
Si nos viene a rescatar de tos resultados de tos proyectos fracasados por sus
demagógicas indumentarias a través de medidas viables de dignificación humana,
bienvenido sea. Pero si, como todo parece indicar soto sustituye uno de esos
fracasos por otro con la desventaba de que renuncia de hecho a la posibilidad de
una reorientación de la historia humana, porque no admite ni tendencias en ella. ni
que el hombre actúe conscientemente para lograr su perfeccionamiento, porque ni
siquiera admite la existencia de tal proceso, entonces es preferible continuar
completando nuestra imperfecta modernidad.
Solución de Problemas
• Realizar una breve explicación sobre cada uno de los siguientes planteamientos
relacionados con la modernidad y postmodernidad en América latina (si es
necesario acuda a otras consultas)
- Para algunos el concepto de moderno es falaz porque es ambiguo, pues se ha
entendido de diferentes maneras, que la modernidad históricamente
considerada es una seudofecha temporalmente vaga.
- El culto a lo nuevo implica de hecho una exaltación del presente pero también
una nueva conciencia del tiempo que comprende las ideas de movilidad en la
sociedad, de aceleración en la historia y de discontinuidad en la vida cotidiana.
- El desarrollo de las concepciones propias de la ciencia moderna, con su fe en el
progreso infinito del conocimiento y en las enormes posibilidades de avance de
las mejoras sociales y morales facilitaron el cambio de significado.
- La modernidad ha pasado del optimismo y la serenidad de mediados del siglo
XIX, a una profunda crisis a finales del siglo XX.
- América latina no puede fiar su marcha a las fieras corrientes económicas y
políticas que se enfrentan en el mundo contemporáneo y deshacerse de
brújulas para esperar tranquilamente el destino que la zozobra le asignara.
• ¿Qué expresión considera que se debe utilizar para caracterizar la vida actual
de los pueblos latinoamericanos? ¿Modernidad o Postmodernidad? Sustentar
su respuesta acudiendo a diferentes textos o autores.
Autoevaluación
• Explicar los fundamentos básicos de la modernidad en América latina.
• Escribir y explicar cinco conclusiones sobre modernidad en Latinoamérica
• ¿Qué relación existe entre la ilustración y el comienzo de la modernidad?
• Establecer una comparación entre modernidad y post modernidad, situar los
países de América latina.
• ¿Cuáles son las características culturales de la modernidad latinoamericana?
Repaso Significativo
• En lenguaje actual desarrollar un escrito tomando como punto de partida la
lectura complementaria que aparece a continuación, relacionándola con el
problema de identidad en Latinoamérica.
Este territorio, “el paraíso perdido”, como lo llegaron a llamar algunos monjes que
vinieron en la fatídica expedición europea, era el lugar donde se forjaba una
civilización humana, que hacia su camino con el criterio claro de tener como centro
al hombre. Por eso la vida era comunitaria, la riqueza era distribuida según las
necesidades reales de cada familia.
Entonces los incas pensaron en el ayllu, y los aztecas en el calpulli como unidad
social básica; la tierra tan cuidada y respetada, era la madre que daba alimento,
que producía vida. La profunda sabiduría de estos pueblos, que escuchaba en la
voz de sus ancianos , los llevaba a entender la existencia como una integridad.
No se puede desconocer por ello que al ser civilizaciones humanas también tenían
limitaciones: guerras, divisiones, jerarquías, entre otros, que fueron precisamente
las que debilitaron sus estructuras.
Los pueblos precolombinos eran pueblos con una identidad clara, definida; que
iban en busca de su desarrollo, hasta que la profecía anunciada por el Chumel y el
Ttzimín en el libro de los libros del Chilam Balam se cumplió:
Si, llegaron los europeos y con ellos occidente, con su individualismo, con su fría
racionalidad que condena los mitos y la magia de estos pueblos; llegaron con la
ambición delirante de riqueza y , por encima de muchas vidas y de mucha cultura,
impusieron un dios con el que justificaron la muerte y crucificaron creencias por
demoníacas; violaron mujeres; profanaron templos; saquearon minas; ¡causaron
un aborto en América!
Fue así como empezamos a tener diferencias muy notorias con el norte, a forjar
costumbres, estilos de vida, creencias con una carga indígena, negra y blanca, que
hace de esta parte de América una cultura multiforme que, precisamente,
complejiza la definición de nuestra identidad.
Bibliografía Sugerida
CHAPARRO CUERVO, Nidia, y Otros. Revista de la Universidad del Tolima,
Humanidades y Ciencias Sociales. 1994
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
CHAPARRO CUERVO, Nidia, y Otros. Revista de la Universidad del Tolima,
Humanidades y Ciencias Sociales. 1994
HANKE, lewis. Estudios sobre Frai Bartolomé de las Casas y Sobre la Lucha por la
Justicia en la Conquista Española de América. Ediciones de la Biblioteca. 1968.