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Al igual que en el caso del estudio de la materia, con la luz vamos a volver a encontrarnos con
Empédocles. Como ya dijimos, Empédocles es el padre de la teoría de las cuatro raices y, dentro
de ésta, consideraba que Afrodita había hecho el ojo humano a partir de los cuatro elementos y
había encendido el fuego que hacía posible la visión. Más allá de la leyenda, Empédocles,
consideraba que había una interacción entre los rayos que salían de los ojos y los rayos
procedentes de fuentes luminosas como el sol.
Dentro de la Grecia clásica quizas fuera Euclides el que más avanzó en el estudio de la luz y de
la óptica. Euclides, en su tratado Óptica, realiza un estudio matemático de la luz, elaborando
postulados importantes, relativos a la naturaleza de la luz y afirmando que la luz viaja en línea
recta. Además, Euclides, describe las leyes de la reflexión y las estudia desde el punto de vista
matemático.
Euclides
Dentro de los científicos griegos, en relación al estudio de la luz, es necesario destacar a Herón
de Alejandría (formuló el principio de que la luz recorre el camino más corto entre dos puntos)
y Claudio Ptolomeo que realizó un estudio de las propiedades de la luz que está recogido en su
tratado Óptica.
Saltando casi 1.000 años, nos encontramos con un personaje importantísimo: Alhazen.
Alhazen fue un científico árabe que vivió a caballo de los siglos X y XI de nuestra era y que
desarrolló un importante trabajo en óptica además de en otras disciplinas (astronomía, física,
etc.). Alhazen es uno de los primeros en afirmar que la vista es consecuencia de la incidencia de
la luz en el ojo y no debida a un rayo que sale del ojo hacia los objetos visionados (tal y como
afirmaba la tradición ptoloméica). Alhazen consideraba la luz como flujos de
pequeñas partículas que se reflejaban sobre los objetos y viajaban en línea recta hasta el ojo.
Además postula que la luz viaja a una gran velocidad pero no infinita y afirma que
la refracción de la luz está causada por la diferencia en la velocidad de propagación de la luz
entre los distintos medios.
Alhazen
Pasarían prácticamente 600 años hasta que vuelva a haber avances significativos en el
conocimiento de la luz. A lo largo de esos 600 años se desarrolla la óptica y quizás lo más
destacable sea el trabajo de Roger Bacon relativo a la óptica, que se basa en las obras
de Ptolomeo y Alhazen.
Tras este salto de seis siglos nos encontramos, a comienzos del siglo XVII, con una figura clave
en la historia de la luz: Johannes Kepler. Kepler realizó un considerable trabajo matemático en
relación con la óptica, derivando la primera teoría matemática relativa a la cámara oscura.
Kepler, elaboró hipótesis acertadas, relativas al funcionamiento del ojo humano y determino la
relación entre la intensidad observada de una fuente luminosa y la distancia a dicha fuente. Sin
embargo, Kepler se equivocó al considerar que la velocidad de la luz era infinita. El trabajo de
Kepler sirvió como base para la construcción del telescopio por parte de Galileo.
Johannes Kepler
Tras Kepler, el estudio de la luz y de la óptica a lo largo de los dos primeros tercios del siglo
XVII está lleno de nombres importantes en ciencia: Thomas Harriot, René Descartes, Pierre de
Fermat, Willebrord Snel van Royen, Bonaventura Cavalieri y James Gregory (descubridor de
la difracción), entre otros, hicieron aportaciones notables a la óptica y al estudio de la luz pero,
para no alargar en exceso esta descripción vamos a centrarnos en tres figuras clave del mismo
siglo XVII.
El último tercio del siglo XVII fue muy fructífero en relación al estudio de la naturaleza de la
luz. Por una parte, el holandés Christian Huygens y el inglés Robert Hooke desarrollan la
primera teoría ondulatoria de la naturaleza de la luz basándose en ideas previas de René
Descartes. Por otra parte, Isaac Newton, después de muchos estudios, publica en 1672 su teoría
del color y en ella postula su teoría corpuscular de la luz proporcionando evidencias
experimentales de que la luz está formada por corpúsculos que viajan en línea recta. La teoría
corpuscular de Newton fue duramente criticada por Hooke y Huygensabriéndose, de esta
forma, una discusión que se mantendría durante los doscientos siguientes años.
Isaac Newton
Otro avance destacable, realizado en el siglo XVII, fue la primera determinación de la velocidad
de la luz realizada por el danés Ole Rømer en 1676.
El prestigio de Newton hace que la teoría corpuscular de la luz mantenga no sea discutida hasta
que Leonhard Euler publica, en 1747, su trabajo sobre óptica. Euler, defiende la teoría
ondulatoria sobre la base de la dificultad en explicar la difracción a través de la teoría
corpuscular. La teoría ondulatoria de Euler recibe un gran soporte a través de los experimentos
de interferencia de Thomas Youngen 1797. A comienzos del siglo XIX, Augustin Fresnel, a
través de una serie de experimentos y publicaciones consolida la teoría ondulatoria de la luz.
Ya situados en el siglo XIX y antes de acercarnos a dos figuras clave en el estudio de la luz,
merece la pena citar a algunos científicos que realizaron aportaciones importantes durante esta
centuria: Étienne-Louis Malus, Joseph von Fraunhofer, Robert Bunsen, Gustav
Kirchhoff o Hippolyte Fizeau (que determinó la velocidad de la luz como 300.000 Km/s en
1849 sin usar mediciones astronómicas).
El siguiente hito a considerar en el estudio clásico de la luz se produce en 1845 cuando Michael
Faraday descubre el efecto que lleva su nombre (rotación del plano de polarización de la luz por
un campo magnético). Faraday propone que los efectos magnéticos y eléctricos asociados a la
materia tienen influencia sobre la propagación de la luz. Realizando, de esta forma, el primer
acercamiento entre materia y luz.
Sobre la base de los experimentos realizados por Faraday, el escocés James Maxwell se da
cuenta de la relación existente entre electricidad, magnetismo y luz y desarrolla la formulación
matemática del campo electromagnético que se concreta en las famosas ocho ecuaciones de
Maxwell.
James Maxwell
Maxwell termina, de esta forma, con la teoría corpuscular de Newton al afirmar que la luz es
una onda. Sin embargo, las ondas para su propagación, de acuerdo al conocimiento existente
en la época, requerían de la existencia un medio elástico (por ejemplo, la superficie del agua, el
aire, una cuerda de un instrumento, un parche de un tambor, etc.) sobre el que se propagan.
Este hecho hizo que se postulase la existencia de una substancia denominada éter que
proporcionaba el soporte a la transmisión de ondas electromagnéticas. Como veremos, la
existencia del éter fue breve y controvertida.
Sin embargo, Isaac Newton había explicado a principios del siglo XVIII
algunos fenómenos como la reflexión, la refracción y las sombras, dando
por supuesto que la luz era un torrente de partículas. Esta teoría se llamó
"Corpuscular" porque esas partículas - los fotones - son cuerpos.
Teoría electromagnética
Según la teoría electromagnética, la onda luminosa se encuentra
representada, en cada punto de su esfera de emisión, por un plano
perpendicular a la dirección de propagación. En este plano se
encuentran dos vectores oscilantes perpendiculares entre sí, uno
eléctrico y el otro magnético. Es otras palabras, definimos una radiación
como la variación periódica, en el espacio, de un campo magnético.
Características de la luz
La transmisión
La absorción de la luz
Los objetos "se quedan" una parte de la luz que reciben y nos
devuelven la que les sobra. O no. Vamos a ver cómo lo hacen.
Una de las propiedades básicas de la luz al dar sobre un objeto es la
Absorción.
Cuando la luz blanca incide sobre un cuerpo éste absorbe total o
parcialmente una parte del espectro y refleja o transmite (según sea
opaco o transparente) una determinada gama de longitudes de onda,
que constituyen su color. Es entonces cuando la energía luminosa puede
convertirse en otro tipo de energías como el calor o la electricidad, o
producir una reacción química como la que ocurre en la fotografía
analógica y los soportes fotosensibles.
Tipos de Absorción
La reflexión de la luz
El color luz
El color pigmento
Contraluz
Los contraluces se producen cuando la fuente luminosa se encuentra
detrás del motivo e incide frontalmente sobre la cámara. Este tipo de
iluminación crea siluetas con total facilidad. Combinar los contraluces
con determinados factores atmosféricos como la niebla puede dar lugar
a fantásticos efectos de iluminación.
Los mejores motivos para realizar una fotografía a contraluz son las
hojas, las flores, el agua y, en general, todos aquellos en que su finura
haga que se filtre la luz con facilidad.
Luz Silueta
Con este otro tipo de iluminación a contraluz se consigue el efecto
llamado "Luz Silueta". Para poder lograr el efecto silueta es preciso tener
una objeto opaco sobre un fondo luminoso. De este modo, fotografiando
con un contraluz directo, midiendo la escena según la luz emitida por el
fondo y dándole a la cámara los valores de exposición adecuados a esta
medida, obtendremos una fotografía con el efecto luz silueta.
Luz ambiente
La luz ambiente suele ser una iluminación suave que, a menudo, está
rebotada de una superficie a otra. Como resultado de una iluminación
no directa, el brillo del sujeto es mucho menor que en otro tipo de
iluminación. Este tipo de iluminación suele ser el utilizado por fotógrafos
no profesionales que no controlan la luz en absoluto para sus tomas.
La luz ambiente es usada en fotografía de paisajes habitualmente.