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TOLERAR VERSUS ACEPTAR


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viernes en horarios de oficina. Para algunos la geografia contemporánea del ser humano no ha
cambiado: mismas virtudes, identicos latrocinios, misma empatia, semejante maldad. Para otros la
geografia actual si se ha modificado: más crueldad, más odio, menos esperanza, menor solidaridad. Las
diferencias de opinión tienen origenes diversos, imposibles de compaginar: la vida en Berlin y en
Puerto Principe difieren en todo. La situación actual del mapamundi humano tiene demasiados rostros;
innumerables identidades habitan el mundo; en ocasiones se mezclan con exito, otras veces luchan y
matan al diferente. Tolerancia es una bella idea. No más.
Amen de terso, tolerancia es un termino complejo. Suele considerarse un acto positivo, una acción en
bien de la sociedad. Politicos y religiosos se refieren a ella con frecuencia y la usufructúan. No a todos
gusta el concepto. De hecho, como en múltiples circunstancias, el Diccionario de la lengua española de
la Real Academia Española no sólo no ayuda, confunde. Comparto dos conceptos. Tolerar: 1. Sufrir,
llevar con paciencia. 2. Permitir algo que no se tiene por licito, sin aprobarlo expresamente.
Reflexiono: quien sufre se agota, dificilmente continúa aceptando oprobios. Reflexiono de nuevo: es
dificil aprobar y convivir con una situación ilicita y hacerse cómplice de un evento con el cual no se
está de acuerdo.
Soportar a otro, sufrirlo o tolerarlo, a la larga, o más bien a la corta, es imposible. De soportar a
prohibir hay un paso. Y entre prohibir y violencia hay menos de un paso.
Algunas ideas filosóficas y prácticas sobre tolerancia ilustran la salud de la humanidad y la dificultad
de aplicarla a pesar de sus buenas intenciones originales: la convivencia pacifica entre creyentes de
religiones diversas. Siguiendo a J. Ferrater Mora, tolerancia implica indulgencia hacia ciertas doctrinas
(sentido teológico); conlleva respeto a las prácticas politicas siempre que se hallen dentro del orden
prescrito y aceptado libremente por la comunidad (sentido politico); por último, tolerancia insta a una
actitud de comprensión frente a opiniones contrarias en la relaciones interindividuales sin la cual no
prosperan dichas relaciones (sentido social).
Un repaso rápido sobre la salud del mundo contemporáneo indica que la tolerancia, como principio, ha
fracasado. En el sentido teológico, doctrinas como las del Estado Islámico generan muerte y terror; la
asunción de Trump, la soberbia de Correa, mandatario de Ecuador, la tirania de Netanyahu y de Putin y
de muchos otros han sepultado el sentido politico de la tolerancia, mientras que las bondades implicitas
en el sentido social, han sido enterradas por la falta de aceptación de opiniones divergentes y la
complejidad para convivir cuando las opiniones difieren.
Lars Gustafsson, escritor sueco, reta, invita y siembra nuevas dudas: “La tolerancia de la intolerancia
engendra intolerancia. La intolerancia de la intolerancia engendra tolerancia”. Gustafsson plantea un
juego de sumas y restas: dos conceptos negativos (intolerancia) devienen una situación positiva
(tolerancia). Si aceptamos que en el mundo prevalece la intolerancia, la ecuación filosófica/literaria de
Gustafsson podria conllevar mejoras. Sin embargo, la intolerancia acaba con vidas, con esperanzas,
entonces, ¿que hacer? Ir a la genesis de la intolerancia. Como en múltiples situaciones, los promotores
de ella son los politicos y los religiosos, mancuerna simbiótica (perdón por la ironia) desde antes de
Adán y Eva. Por ende, restarle voz y poder a opiniones autoritarias de politicos y religiosos cuyas
acciones son el eje de la intolerancia deberia ser la meta. ¿Cómo? Fomentar la desobediencia,
cuestionar, y utilizar la palabra aceptar en lugar de tolerar es una posibilidad. En esta ocasión, el
Diccionario ayuda. Aceptar: Aprobar, dar por bueno, acceder a algo. Reflexiono: es más sencillo
aceptar otras ideas y a otras personas que tolerarlas.
No hay duda del fracaso de los modelos educativos imperantes. A pesar de las cifras gloriosas
espetadas desde las oficinas del Banco Mundial o de la Organización Mundial de la Salud, entre otras
instituciones, las enfermedades del mundo, llámense miseria, injusticia, falta de libertad, o diferencias
diametrales entre las expectativas de vida en paises pobres y ricos, es un triste retrato que conjuga la
suma del poder de la politica y de quienes utilizan la religión para beneficio personal en detrimento de
la sociedad. Las acciones de politicos y religiosos han propiciado la falta de educación y son algunas de
las razones que explican la situación actual de la humanidad.
Como he escrito en otras ocasiones, sembrar etica desde la primaria y crear asignaturas donde la
aceptación del otro sea tema central, podria modificar al menos un poco el desasosiego contemporáneo.
Enseñar, desde el primer año de la escuela, Ética, crear una materia cuyo eje central sea aceptar, y
difundir arte —música, poesia, danza— como me lo han sugerido algunos lectores, deberia ser parte
del curriculo escolar.
Notas insomnes. Ética, arte y aceptar al otro es el reto. En ocasiones los sueños guajiros se convierten
en realidad.
Médico

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