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Juventino Rosas Matutino

Profra Ruth Arely Cámara Morales

Recopilación de citas del libro “¿Hasta el 100?.. ¡No! ¿y las cuentas?


¡Tampoco! Entonces ¿Qué?

“Una competencia es un conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes,


habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje que se
manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos”

“La competencia es algo más que un conocimiento. Es decir, simultáneamente al


conocimiento deben desarrollar en los alumnos en los alumnos actitudes, habilidades y
destrezas y esto debe expresarse en situaciones y contextos diversos”

Es fundamental que la enseñanza se ocupe de propiciar en los niños las actitudes frente a
lo que desconocen, como lo es la actitud de la búsqueda de la solución de un problema, en
lugar que alguien diga cómo resolverlo”.

“Plantear una consigna a los niños sin decirle como se espera que se resuelva la actividad…
favorece al desarrollo de la habilidad de abstracción numérica”
“Promover el logro de los conocimientos en situaciones y contextos diversos se establecen
en la definición de competencia. También tiene que ver con los procesos de aprendizaje …
una manera de averiguarlo es si frente a situaciones y problemas diversos, en lugar de
esperar que su maestra le diga que tiene que hacer: los niños tienen oportunidad de realizar
las siguientes acciones: A) Busca como solucionar la situación; es decir, si muestra la actitud
de seguridad y certeza como sujetos pensantes que son. D) comprender el significado de
los datos numéricos en el contexto del problema, esto es para mostrar su pensamiento
matemático. C) elegir, del conocimiento aprendido, el que le sirve para resolver la situación.
D) utilizar ese conocimiento con soltura para resolver la situación plateada.
Juventino Rosas Matutino
Profra Ruth Arely Cámara Morales

Situación para trabajar Medida.


Tomaremos dos objetos de la misma clase; fácilmente reconocidos por el niño, cuyas
dimensiones se puedan distinguir claramente (dos manzanas, por ejemplo, en las que el
tamaño fuese superior significativamente al de la otra). -Si tuvieran hambre, ¿Cuál
comerían? - preguntaremos.
Las respuestas del niño más generales pueden ser:
a) Ésa… aquella, etc.
b) La más grande.
Con respecto a la respuesta b) si no es unánime, callaremos. Si son todos los niños que han
elegido les preguntaremos por qué no se comen la otra, con el único fin de verificar si
también se expresan con la palabra “pequeña”. Respecto a la respuesta a) tendremos que
observar si estos pequeños también tienen en su vocabulario las palabras grande-pequeño
aunque en este momento no lo hayan utilizado. Si no las tienen en su vocabulario
volveríamos a hacer la misma pregunta cambiando las manzanas de posición. Es decir, que
si antes la manzana grande estaba a la derecha de la pequeña, la pondremos ahora a la
izquierda de esta.
Seguramente responderán con “ésta”, “aquella”, señalando la misma manzana que habían
señalado anteriormente. Les preguntaremos por qué se comerían esa. Escucharemos
atentamente su respuesta. Supongamos que nos dicen: “porque es cuánto”, entonces le
diremos que “cuánto” se dice “grande”. Del mismo modo les preguntaremos por qué no
eligieron la otra manzana. Supongamos que nos dicen “es que tiene menos”. Entonces les
diremos: “tiene menos” se dice “pequeña”.
Debemos estar preparados para distintas situaciones que pueden producirse, y reflexionar
sobre nuestra propia forma de preguntar.
Elegiremos otros dos objetos o dibujos de la misma clase, muy significativos, y les haremos
preguntas cuyas respuestas obliguen a expresarse con “grande” y “pequeño”, siempre por
comparación.

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