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RAMÓN I. CARDOZO
Asunción
Imprenta Nacional
1928
REFORMA ESCOLAR
FUNDAMENTO
por población
por kilómetro
Población (1)
Extensión (1)
Elementales
de Escuelas
Proporción
Proporción
Graduadas
DEPARTAMENTOS
Escuelas
Escuelas
Escuelas
Rurales
Total
1. Capital: suburbios 5 4 2 6 12 -- -- -- --
2. Concepción 7 5 4 8 17 41763 32570 2456 1915
3. San Pedro 9 3 2 26 31 28685 35633 1247 1149
4. Caraguatay 13 9 17 79 105 91834 5625 874 53
5. Villarrica 6 5 7 31 43 58085 1957 1350 45
6. Yhú 5 3 6 18 27 25836 14882 956 551
7. Caazapá 7 6 4 37 47 47068 10790 1001 229
8. Encarnación 7 4 7 21 32 52969 27367 1655 855
9. San Ignacio 8 5 1 16 22 37352 7648 1697 347
10. Quiindy 6 6 -- 37 43 60222 6769 1400 157
11. Paraguarí 11 10 7 55 72 119724 2836 1662 39
12. Villeta 8 6 4 30 40 95804 4495 2395 112
13. Pilar 11 2 5 29 36 48436 8634 1345 239
ORGANIZACIÓN ESCOLAR
a) escuelas inferiores.
b) escuelas medias y
c) escuelas superiores.
Serán de la primera clase, todas las escuelas de los fundos rurales. Constarán de tres
años de estudios divididos en primero inferior, primero superior y segundo.
De la segunda clase, las de los pueblos o centros urbanos. Constarán de cinco años
de estudios divididos en cuatro grados
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progresivos: primero inferior, primero superior, segundo, tercero y cuarto grado.
De la tercera clase, algunas de las de segunda ampliadas con un grado más o curso
ampliatorio. Constará, por tanto, de los cuatro grados y uno superior, el cual será un
curso de transición entre el estudio primario y el secundario o normal. La enseñanza
impartida en este sexto año se distinguirá de la elemental por acercarse a la secundaria.
***
---1919---
---1920---
---1921---
---1922---
Como se ve en los anteriores datos estadísticos, los niños dejas desiertos los dos
últimos grados. En muchos pueblos no se puede formar ni el 4.o grado por falta de
alumnos. Los cuadros dicen que a 43.511, 41.461, 43.667 y 49.872 inscriptos en primer
grado en los años 1919, 20, 21 y 22 corresponden sextos grados de 817, 532, 508 y 836
alumnos, es decir, el 1.50%.
¿A qué obedece esta ausencia de los niños del 5.o y 6.o grado?
A dos causas principales: a dificultades que se ofrecen al hogar pobre para tener sus
hijos muchos años en la escuela sin que esos niños ganen la vida, o adquieran un oficio,
y a deseos del hogar acomodado de hacer alcanzar a los suyos las aulas secundarias. El
ausentismo comienza desde el tercer grado, pero de un modo no tan pronunciado como
en el quinto y sexto. El hogar pobre, sin recurso, como la mayoría de nuestros hogares,
no puede soportar por muchos años, la carga de la educación de sus hijos de ambos
sexos, porque, en la generalidad de los casos (salvo los casos de prodigio) los niños
repiten el primer grado lo menos dos años consecutivos por insuficiencia de desarrollo
mental, incompetencia profesional del docente y prejuicio sentado de una falsa
graduación de dificultades y de necesidad de mejor preparación de los niños. Así, el
niño salva en tres años el primer grado, en dos el segundo y en cuatro los grados
tercero, curto, quinto y sexto (si no ocurre la subdivisión del tercero y del cuarto en
secciones; o sea, en 9 años!
Así, poco a poco, se retiran de las escuelas contentándose con la preparación de
tercero o cuarto grado y queda un tanto por ciento escaso (1.50%) para adquirir
preparación comple-
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ta, con el interés de pasar a los institutos normales o a los colegios nacionales.
Debe reducirse el ciclo primario a cinco años de estudios de modo que, ingresando
el niño a los siete, llegue al cuarto grado a los 12.
El primer grado debe dividirse en dos años de estudios, primero inferior y primero
superior, porque la división es impuesta por razones psicológicas y pedagógicas.
En nuestros centros educacionales, el niño no termina en un año escolar el
aprendizaje de los fundamentos de la lectura para internarse en la corriente, porque su
desenvolvimiento mental, entorpecido por causas de diversos órdenes, no le habilita
para el difícil arte de leer. Naturalmente no faltan excepciones; hay niños que consiguen
vencer en un año todas las dificultades mecánicas e ideológicas. Estas excepciones de la
regla general no pueden servir como elemento de juicio universal y categórico. Por esta
razón, veo necesaria la consagración del estudio del primer grado en dos años.
Sujetándose a este tiempo, el niño terminará su cultura elemental a los cinco años de
colegio y adquirirá el derecho al certificado de estudios primarios al concluir el cuarto
grado.
Mas, es el caso de pensar si sería suficiente la preparación dada para alfabetizar a
los ciudadanos, como dice Mercante. Con el programa trazado en el proyecto, la
enseñanza será suficientemente intensificada para dar la preparación necesaria a los
fines de una cultura general primaria.
***
***
EDAD ESCOLAR
La edad de ingreso del niño en las escuelas deberá variar según las condiciones
fisiológicas, psíquicas, cósmicas y sociales.
La edad fisiológica es distinta de la psíquica. No marchan paralelamente. En algunas
razas, la primera es más adelantada que la segunda. Mientras que en otras, no.
Del mismo modo del crecimiento físico no es igual en los distintos pueblos.
Véase la siguiente estadística comparada:
FRANCIA
ESPAÑA
NORTE AMÉRICA
Asunción (1992)
***
Consultando el desarrollo psíquico del niño se encuentran condiciones desfavorables
para el ingreso prematuro en las escuelas comunes.
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El periodo psicofisiológico de la edad del niño conocido con la denominación de
―segunda infancia‖ (de los 2 a 7 años) es el menos apropiado para la adaptación al
ambiente de nuestras instituciones escolares comunes. Es el periodo de la aurora de la
vida psíquica, de la organización de las fuerza superiores de la mente, que requiere
cuidados especiales.
La atención del niño, instable en el comienzo, evoluciona con la edad, hasta hacerse
más estable (Senet). La duración de la atención tiene un coeficiente mínimo que va
creciendo con la edad. El niño de cinco y seis años la tiene sumamente fugaz, por lo que
requiere técnica especial para su explotación en la educación.
La memoria está sujeta al mismo ritmo de desenvolvimiento. La segunda infancia se
caracteriza por la memoria sensitivo-sensorial, preparatoria de la intelectual. Ella es
impropia e inadecuada para la vida escolar por requerir aplicaciones especiales del
maestro. Si la educación no es dirigida por un maestro psicólogo, conocedor profundo y
sagaz de la naturaleza infantil y de las reglas propias para su dirección, el niño no
progresa en la enseñanza y pierde su tiempo en los cursos de repetición y le ocurre la
atrofia de la memoria organizada. ―El cultivo de la memoria bruta (sensitivo-sensoria)
mediante frecuentes ejercicios, no parece el procedimiento más indicado para obtener el
desarrollo de la memoria organizada, sino todo lo contrario. La hipertrofia de la primera
se hace con detrimento de la segunda‖ (Senet).
El estado de desarrollo de los centros de asociación en la misma edad, es el menos
favorable para el aprendizaje de la lectura, escritura y aritmética, que son conocimientos
que exigen complicados mecanismos ideomotores. Rodolofo Senet dice al respecto: ―Ya
se ha vulgarizado bastante la noción de la inconveniencia de enviar a los niños a los 4 a
5 años de edad; en gran mayoría se cansan más tarde y desfraudan todas las esperanzas
que permitían fundar sus primeros ensayos. El aprendizaje penoso de la lectura y
escritura en niños de esa edad se convierte en sumamente rápido en chicos de 7 a 8 a los
y no sólo en la lectura y escritura, sino también en todas las demás materias, hasta el
punto de que niños ingresados a la escuela a estas últimas edades, es muy común que no
sólo alcanzan, sino sobrepasan, en un solo año, a chicos con dos o tres año de escuelas,
pero ingresado a 4 a 5 años‖.
Las condiciones cósmicas del lugar geográfico deben ser con-
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sultadas igualmente para la determinación de la edad de ingreso. La generalidad de
nuestra población escolar se halla diseminada por nuestras campiñas semidesiertas,
llenas de arroyos, esteros y bosques. La distancia, sin medios de locomoción que la
acorten, y los accidentes naturales son grandes obstáculos para que los niños menores
de ocho ños puedan vencerlos (1).
Por otra parte, las condiciones de los hogares paraguayos, sobre todo de los
campesinos, son distintas de las de los del viejo mundo, donde la lucha por la vida, tan
rigurosa, tan tiránica, lleva al padre y a la madre a los talleres y a las fábricas de día y de
noche, obligándolos a abandonar la infancia a todo género de peligros. Lo hogares de
nuestros campesinos no están aún sujetos a dichas tiranías; quedan casi siempre bajo la
tutela de la mujer que permanece en casa para preparar la modesta comida.
Asímismo, la moralidad en el hogar no es tan averiada por lo que el niño, en la edad
delicada de la primera infancia, edad de inocencia y de plasticidad asombrosa, de copia
y de imitación, no tiene muy malos ejemplos que copiar oportunidades para
corromperse. Muchos psicólogos y educacionistas están contestes en que el niño no
debe ingresar en el colegio primario antes de cumplir los 6 años o más.
Don Darío E. Salas, en su proyecto de reforma educacional de Chile, ha pedido lo
siguiente: ―Lo padres o guardadores de niños menores de trece años están obligados a
hacerlos frecuentar un establecimiento de educación primaria, fiscal o particular, desde
los siete años de edad, si viven en poblaciones de más de dos mil habitantes, y desde los
ocho, si viven en poblaciones menores o en el campo, siempre que exista una escuela
pública dentro de un radio de dos kilómetros, o de cuatro si poseen medios gratuitos de
transportes‖.
Y en la ley de Educación Primaria Obligatoria de la misma
(1) En los Estados Unidos de Norte América, se han ideado las escuelas consolidadas para salvar estos y otros
inconvenientes. Se reunen varias escuelas rurales en una sola. Con la concurrencia de las dotaciones de todas ellas se
mejora la escuela única. Para salvar las distancias los vecinos costean vehículos especiales en los que transportan a niños
y maestros, diariamente.
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República, del año 1920, en forma definitiva, los 8 años como edad mínima inicial.
La Ley Argentina fija los 6 años contra la crítica de distinguidos pedagogos quienes
claman por los 7, como Pizzurno, Mercante y Senet.
En el Uruguay la edad de ingreso es igualmente, los 6 años, pero la estadística
prueba ―que la mayor parte de los niños no ingresan a esa edad sino a los 7 y 8 años‖
(Memoria del Inspector Nacional correspondiente a los años 1911 y 1914).
La República Alemana en su nueva organización escolar determina de 6 a 14 años.
En Norte América el pedagogo Lesther Burbank ha sostenido que los niños de las
aldeas y poblaciones rurales deben ser educados a los 10 años, mientras que en las
grandes ciudades deben ser llevados antes de esa edad como un medio de preservación.
―Me refiero al niño que tiene la suerte d crecer en el mismo sitio que es realmente
apropiado para desarrollar al niño o a la planta, el campo o la ciudad pequeña.
―Mientras más cerca de la naturaleza, mejor. En el caso de los niños obligados a
vivir en las grandes ciudades, las tentaciones son tan grandes, la vida tan artificial, el
ambiente tan parecido al de un invernadero, que el niño debe ser llevado al colegio antes
de esa edad, como una medida de preservación‖. (Citado por Anales de Instrucción
Primaria, de Montevideo, N. 3, Tomo XIX).
Fundado en estas condiciones pido que la edad escolar sea de 7 a 14 años para las
poblaciones urbanas y 9 a 14 años en las rurales, en vez de la de 5 a 14 años impuesta
por la Ley de Educación Obligatoria.
¿Qué ventaja se alcanzarían con esta reforma?
En primer término las pedagógicas ya citadas: el niño ingresaría en la niñez y no en
la infancia. En aquella edad las funciones mentales están ya en condiciones de
adaptabilidad escolar; y por lo tanto, el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de la
aritmética, se hará con mayor facilidad y el ejercicio funcional de la mente en el juego
natural de la adquisición de aquellos conocimientos, prodigaría el atributo biológico
esencial: el placer. Del mismo modo, la edad fisiológica, más desarrollada y enriquecida
por la experiencia personal, proporcionaría aptitudes personales para desafiar los
peligros inherentes a los distritos rurales. En segundo, se introduciría otra ventaja
también pedagógica no des-
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preciable, cual es la unificación de la edad de los escolares en los grados inferiores, pues
es la regla general observada que en ellos se inscriben niños no solamente de diferentes
edades psíquicas, sino también fisiológicas; al lado de los niños de cinco años se sientan
de ocho, nueve o diez. Esta heterogeneidad es bastante perjudicial por la dificultad de
adaptación de la enseñanza al término medio mental de la clase.
En tercer término, se produciría un superávit de asientos, para proporcionarlos a los
que constantemente son rechazados de las escuelas públicas, en época de inscripción.
Como complemento de esta reforma, debe estimularse la creación de escuelas
infantiles y nocturnas. Las primeras en las ciudades para recoger a los niños de edad
preescolar y darles una preparación tendiente a iniciarlos en la vida escolar intensa, así
como también ayudar al hogar pobre, que no puede disponer de amas o criadas
encargadas de cuidar los primeros pasos del infante, y salvar del abandono y sus
consecuencias perniciosas. Y las segundas, para aquéllos que, por su género de vida, por
el trabajo a que se entregan para ganarse la vida, se han visto obligados a abandonar las
aulas diurnas, sin completar su preparación elemental.
Para el jardín infantil, en mi opinión, es preferible el sistema Montessori por ser el
más consecuente con la naturaleza infantil: ―educar al niño en la disciplina de la
libertad‖.
II
ORIENTACIÓN DE LA ENSEÑANZA
***
En el noble afán de buscar para nuestras escuelas los mejores modelos, hemos
adoptado planes, programas y sistemas de enseñanza primaria de la República
Argentina cuya influencia pedagógica es perjudicial para nosotros, porque cohonesta
nuestro descuido y nos priva de buscar ―lo nuestro‖ o por lo menos, lo que se adapte a
lo que somos y queremos ser.
El primer plan de estudios y programas sistemáticos y científicos adoptados fueron
los de 1898, tomados casi in tottum de unos en experimentación en una provincia
argentina.
Aquellos programas sintéticos pecaban de los dos grandes defectos: el
enciclopedismo y la ampulosidad. Eran aquellos una enciclopedia y el niño, sometido a
la tiranía de una mal interpretada enseñanza integral, estaba obligado a convertirse
forzosamente en un pozo de sabiduría. Desgraciadamente se olvidaban del niño
paraguayo, heredero de la raza indígena, de la mentalidad del personal encargado de
ponerlos en práctica y de los medios sociales y materiales de que disponía. No se
basaban en la naturaleza propia del pueblo.
En su confección se ha consultado más el exotismo, el ―qué dirán los extraños‖, que
la psicología de nuestros chicos, nuestras condiciones peculiares de pueblo y raza. Por
eso no tardó para que la convicción de la inutilidad y de la perniciosidad se hiciera carne
en la conciencia pública: con elos conducíase a las generaciones a la extenuación
mental.
Entonces fue que se estudió el problema y se presentó el proyecto de plan de
estudios en vigor actualmente.
En la exposición de motivos que sirve de presentación al plan de estudios de 1915,
se hacen las siguientes consideraciones: ―La tendencia del enciclopedismo, de que
nuestros planes vigentes se hallan impregnados, y su resultado desastroso en la práctica,
de formar una insuficiencia ficticia en el educando hasta hacerla caer en una pedantería
chabacana, me ha impulsado a desviar por completo la dirección espiritual del plan
anterior‖ ….. ―El enciclopedismo trata de formar cerebros capaces de conocer y
comprenderlo todo aún los asuntos particulares accesibles a nuestro
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estudio, lo que no es posible realizar, pues no habrían maestros que pudieran enseñarlo
todo…‖ ―Pareciera que el objeto de nuestra enseñanza sólo fuera rellenar el cerebro de
ideas y conocimientos, más o menos inconexos y acaso estériles, antes que ilustrar la
inteligencia y crear el dominio de la propia voluntad‖.
Indudablemente el plan de 1915 es mucho mejor que el de 1898. La determinación
de los ramos de estudios está más acertada y las asignaturas mejor clasificadas. Se ha
comprimido el extenso y largo estudio de las ciencias naturales a un ciclo más reducido
y procedido a la agrupación de las asignaturas de modo más científico. Más aún; en la
determinación de los tópicos de los diversos programas se ha señalado un derrotero más
fijo, marcando al maestro una oreintación más racional de la enseñanza.
Pero el plan no da igual importancia a los trabajos manuales que a la enseñanza
intelectual y moral, para que sea completamente integral.
A pesar de los elevados ideales señaldaos en la exposición de motivos, conforme se
ha visto en los párrafos transcriptos, muchos programas sintéticos, como los de
―Naturaleza y sus fenómenos‖, por ejemplo, no están libres de ese enciclopedismo
contra el que acertadamente se protestara; muchos puntos fijados escapan de la aptitud
adaptiva del medio, pues no ha sido posible hasta hoy hallar ―maestros que pudieran
enseñarlos todos, ni alumnos capaces de comprender todos‖.
Y el no haberse, hasta hoy, redactado los programas analíticos, imprescindibles
entre nosotros a pesar de la crítica pedagógica desfavorable a los programas únicos, ha
conducido a la enseñanza primaria en nuestro país, a pesar del plan moderno que
tenemos, al terreno estéril del abstractismo y memerismo. La enseñanza libresca y mal
digerida, apartada de la naturaleza, fuente de verdad y sabiduría; el rellenamiento de la
cabeza infantil con palabrerías aprendidas de memoria, hanse apoderado de la
generalidad de nuestras escuelas, atrofiando mentes, aniquilando voluntades nacientes e
inutilizando a los hombres del futuro. He ligado a conocer escuelas donde a niños de
tercer grado, se suministraban conocimientos de historia y de gramática con la misma
extensión que a los alumnos de primer curso del Colegio Nacional!
De esta diversidad de interpretación y aplicación del plan
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***
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mayor que el fijado en el plan vigente, insuficiente, por múltiples razones, para
desempeñar el papel directivo que se le quiere dar.
La característica de la reforma es la implantación de la enseñanza industrial en
forma real e intensiva, como vehículo, medio de canalización del instinto constructor
del niño y de realización del papel social y funcional de la escuela moderna.
Claparéde, en su estudio de la pedagogía de John Dewey dice: ―Es al trabajo manual
que Dewey, quisiera colocar en el centro de la vida escolar, y la mayor parte de las otras
enseñanzas se convertirán en sus auxiliares, sacarían de esta situación un gran provecho
para ellas mismas, pues ellos le conferirían ese valor funcional, ese valor instrumental
propio para darle una significación a los ojos de los niños‖.
―Su finalidad (la del trabajo manual) no es del todo la de ser el aprendizaje de un
oficio con miras de una carrera profesional definida, sino de ser ―método de vida‖, es
decir, centros de curiosidad científica y de investigación activa, puntos de partida, de
donde los niños serán conducidos a realizar el desarrollo histórico del hombre‖.
En los países europeos, donde se ha producido una reacción social en contra de los
preconceptos históricos, la reforma educacional ha comenzado por la socialización de
las escuelas convirtiéndolas en ―centros industriales‖ en los que el niño no sólo adquiere
el ―método de vida‖ sino también, ―siente el valor del trabajo, su dignificación social y
humana‖.
No daré nada de las reformas educacionales de Rusia donde hanse ajustado a la
pauta de la revolución convirtiendo las instituciones manual y el amor al trabajo
benéfico y ennoblecedor. En Alemania la constitución política ha prescripto el método
de la escuela del trabajo como único tipo de la Alemania nueva. La Arbeitschull
(Escuela de Trabajo) ideada por el gran pedagogo de Munich, Kerschensteiner,
transforma la escuela antigua, libresca, en centro de comunidad. Allí los alumnos deben
convivir y resolver los mismos problemas de la vida real, familiar y social.
¿Qué diré de la reforma, muy anterior, realizada en Filipinas por los
norteamericanos? Según la información del señor Ernesto Nelson, aquellas escuelas
librescas y aristocráticas quedaron transformadas, en corto tiempo, en verdaderos
talleres en cuyo
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recinto los niños pasan horas convirtiendo las materias primas de aquellas ricas islas, en
objetos, en medio del mayor regocijo.
Nuestras escuelas deben sufrir igual metamorfosis, merced a un esfuerzo
mancomunado de autoridades, maestros y pueblo.
Las escuelas rurales deben transformarse, cuanto antes, en escuelas nuevas, para que
el niño aprenda allí a perfeccionarse en la profesión de los padres y de la suya futura, a
recibir el impulso homocéntrico que le permitiría desprenderse de la atadura de la rutina
para lanzarse a mejorar su posición económica, a evitar las enfermedades endémicas, a
tener cariño a la relativa comodidad de la vida y adquirir la necesaria e imprescindible
noción práctica del ahorro y de la economía, base del bienestar individual.
La enseñanza debe ser integral. Para ello no debe descuidarse el cultivo de la
inteligencia, del sentimiento y de la voluntad, y la ejercitación manual. Sobre este
cuádruple cimiento debe descansar todo el edificio de la educación campesina si
queremos que este pueblo regenere y se levante. La enseñanza no debe reducirse a la
lectura, la escritura y el cálculo, sino debe abarcar las nociones que darán la conciencia
de la ubicación en el espacio (Geografía) y en el tiempo (Historia); de higiene y de
instrucción cívica y las habilidades prácticas agropecuarias. Toda escuela rural debe
tener su huerta anexa donde el niño haga su cultivo racional, cuide aves, tenga colmena.
Con el mismo espíritu se dará la enseñanza en las escuelas de los centros urbanos,
aunque más adaptada a las condiciones de éstos.
Como una iniciación anticipada se ha ensayado este año la enseñanza del trabajo
manual en las escuelas con una orientación completamente nueva. En la Capital el
ensayo ha tenido un éxito halagador, lo cual prueba la posibilidad de la reforma
educacional que propicio.
Para mujeres
B – Orientación de la enseñanza
1 – En las escuelas inferiores (rurales) se da preponderancia a los cuatro ramos
fundamentales: lectura, escritura, aritmética y lengua oficial, y se los completa con
aquellos conocimientos nece-
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sarios e imprescindibles para el campesino-ciudadano: higiene, instrucción cívica,
moral, historia, lugar y conocimientos agropecuarios. Para la enseñanza eminentemente
práctica de estos últimos se fija un tiempo de 11 horas semanales.
2 – En las escuelas medias (urbanas) igualmente, hay concentración en torno a los
cuatro ramos instrumentales: lectura, escritura, lenguaje y aritmética. Se les
complementan con los conocimientos necesarios para la cultura integral y general.
3 – Tanto en las escuelas inferiores como en las medias, la asignatura antiguamente
denominada ―Cuerpo Humano‖ se cambia en Higiene, con la comprensión de los
conocimientos incidentales del organismo humano y sus funciones, y la enseñanza
detenida de la salud del pueblo, o sea de las diversas enfermedades endémicas y
comunes, como la anquilostomiasis, el paludismo, la tuberculosis, la sífilis, etc.
Creo que la escuela no debe olvidar, un solo momento, este aspecto de su misión
social: velar por la salud del pueblo previniendo. La cura corresponde a otra entidad;
pero enseñar al pueblo las cosas que ignora y le mantienen en la osbcuridad do reina la
superstición, es deber de la escuela. ¿Para qué le sirve al pueblo saber que el hombre
tiene treinta y cuatro costillas, doscientos huesos y treinta y dos dientes, si ignora lo que
debía saber, las causas de sus dolores físicos, de las enfermedades que le aniquilan y
que él en su ignorancia recoje del medio en que vive? Por eso doy a la enseñanza la
nueva orientación de ilustrar al pueblo, por medio del niño, en los conocimientos
vulgarizados por la ciencia médica, respecto al orígen, propagación y profilaxis de la
tisis, del mbaasy kaneó, del akandundú roih y de las sífilis que tantos estragos le causan.
4 – La enseñanza de minerales, plantas y animales en las escuelas inferiores en
encadenará con la de manualidades, de tal modo que de la práctica, de los trabajos del
niño se vayan induciendo las nociones teóricas correspondientes. En las medias y
superiores las nociones se concretarán exclusivamente a las que tienen aplicación
práctica y utilidad inmediata.
El maestro aprovechará las clases de trabajos industriales para entablar
conversaciones con los niños sobre las materias primas empleadas: el animal, planta o
mineral de que proceden; la descripción taxonómica y zoográfica; las diversas
aplicaciones de que pueden ser susceptibles.
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5 – El tiempo lectivo destinado a trabajos manuales en las escuelas inferiores es de
11 horas distribuido en 3 horas de trabajos agrícolas, 3 horas de trabajos pecuarios y 5
de trabajos industriales y otras labores de mano.
En la Enseñanza del Trabajo Manual se intensifica y sistematiza la utilización de las
materias primas nacionales, como el algodón, mbocayá, yvira, caraguatá, isypó, etc. y se
orienta la capacidad productiva de las generaciones ejerciendo sobre su mente, su
voluntad y su mecanismo motor una persistente presión directiva.
6 – Se introducen en el plan tres asignaturas nuevas: Economía Doméstica,
Puericultura e Industrias. Las dos primeras para las niñas y la última para los varones.
Las razones del por qué fueron incluidas las dos primeras son obvias puesto que son
conocimientos indispensables para la preparación integral de la mujer, futura madre y
ama de casa. Y las de Industrias, por la necesidad de ejercer mayor dirección en la
orientación intelectual de la población para el desarrollo del amor al trabajo manual.
7 – Obedeciendo a una necesidad sentida en los estudios normales y secundarios, se
reincorpora en el plan del curso preparatorio, la enseñanza de las Ciencias Naturales
para que los niños tengan suficientes bases para sus estudios posteriores y para la
práctica de la enseñanza. La preparación científico-natural de los niños, adquirida en
1.o, 2.o y 3er. grado, no es suficiente.
8 – Como coronamiento del trazado de una nueva orientación de la enseñanza
intelectual y práctica, se delinea la enseñanza nacionalista, la formación del patriotismo
en su amplia y moderna acepción.
RAMÓN I. CARDOZO
PRIMERA PARTE
fomenta la paz interna, con lo que disminuye las convulsiones armadas que hacen
estacionar el progreso.
Educando al pueblo se consigue hacerlo apto para la vida civilizada y se ahorran los
desperdicios de fuerzas y de riqueza.
Este razonamiento nuestro – ya sabemos – es, hoy día, una perogrullada, puesto que
cualquiera conoce el valor de la educación.
En prueba de la importancia que se da al problema educacional, que, como bien lo
ha dicho el señor Darío E. Salas en su estudio de las cuestiones escolares de Chile, es
nacional, tenemos que las cabezas pensantes, al ocuparse en la suerte de la nacionalidad,
con bastante frecuencia, indican la necesidad de modificar la educación de los niños y
de los jóvenes. Como un sordo clamor levantado del seño silencioso de nuestra
sociedad, elevan su voz y expresan que la instrucción pública en nuestro país, está
pasando por un cuarto de hora difícil. La prensa diaria, de cuando en cuando, publica su
inquietud y pide la reforma de ella, porque la considera deficiente y aún perjudicial. Y
todos coinciden; ninguno discrepa. Nadie dice una palabra sobre la bondad de la
enseñanza actual, lo que prueba el consenso unánime, universal.
Es, pues, una ansiedad general que, de un modo impreciso, vuela en el ambiente y
toca, de vez en cuando, las campanas metálicas llamando la atención pública sobre la
deficiencia de nuestro sistema educacional. Pero, desgraciadamente, nadie atrapa el
pájaro de mal agüero para proponer la manera de estrangularlo; nadie se ocupa en el
sistema que deberá actuar de un modo salvador sobre el pueblo. Nadie, en sus
elucubraciones, ha presentado la receta para completar sus trabajos. La expresión de las
inquietudes del espíritu no es suficiente.
¿Qué quiere decir esto? ¿Qué conocemos el mal pero nos sentimos incapaces de
remediarlo? ¿Qué confiamos demasiado en la acción lenta del tiempo? Ambas hipótesis
no son aceptables, porque no es concebible la ausencia de hombres capaces para tomar
sobre sí la obra de realizar un anhelo colectivo, ni la decisión de dejar en poder del
tiempo la tarea que nos corresponde a nosotros los hombres responsables del destino de
la sociedad.
¿Por qué razón, por qué destino misterioso nos entrega-
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ríamos en brazos de una impotencia individual y colectiva? ¿Por qué haríamos prender
en nuestros músculos, en nuestra sangre y en nuestro cerebro esa abulia, sinónima de la
desesperación de una raza vigorosa y dispuesta a realizar grandes sacrificios en aras del
bien? O ¿somos un pueblo decadente, donde la lámpara de la vida colectiva va
extinguiéndose paulatinamente para ser absorbida por la impotencia espiritual y
corporal?
No lo hemos comprendido así y hemos querido dar a la patria lo que es de ella: el
fruto de nuestros desvelos y de nuestros estudios, concretando nuestros puntos de vista
sobre las deficiencias y trazando un plan de reforma para establecer el necesario
equilibrio entre el sistema de educación y la sociedad. ¿Nuestra obra es perfecta? No lo
creemos así; por eso la hemos dado a publicidad pidiendo colaboración y crítica.
En realidad nuestro sistema general de educación es bastante defectuoso. Es, como
hemos dicho en un estudio anterior, pasado de momento. Las necesidades de los
pueblos cambian con el progreso de la humanidad. Las de hoy no son las de ayer. Y
¿cuál es el fin supremo de la educación de un pueblo? Es preparar a los componentes de
la sociedad para vivir en el medio ambiente señalándoles por el destino de la vida, para
adaptarse a las necesidades sociales. Por eso, en síntesis, la educación es un fenómeno
especial de adaptación. Los inadaptados son los ineducados.
Hay que distinguir dos géneros de educación de este concepto: uno de carácter
general correspondiente a todos los seres con vida, y otro, de carácter especial, propio
del hombre. Los seres vivientes, como las plantas y los animales, reciben educación por
la acción refleja del ambiente cósmico, y a trueque de luchas, muchas veces cruentas,
esos seres viven o mueren. En el primer caso, consiguen su adaptación al sol, a la
temperatura, a la humedad y a la dureza del suelo. Entonces se han educado. Mientras
que en el segundo, no han podido adaptarse, no se han educado. No otra cosa ocurre con
el hombre: lanzad a un niño a una ciudad populosa donde la vida es cara y difícil y
obeservadle en la lucha que emprende. El medio cósmico y social actúa sobre aquel
débil ser y obra sobre él en distintos sentidos. Aprende muchas cosas: la manera de vivir
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primaria se apodera de él otro sistema que, o bien anula la educación anterior, o le deja
en statu quo sin cumplirse en él la ley del progreso gradual e indefinido. Entonces en el
zig-zag de la educación se malogran los esfuerzos y no se aprecia la bondad del sistema
aplicado parcial y limitadamente. Al niño, como al árbol para que crezca derecho, debe
enderezársele desde chico y hasta grande.
Hay necesidad de comprender bien esta verdad para poder apreciar la magnitud del
conjunto, como vasto panorama que se extiende a la vista de la imaginación. La escuela
primaria sola no puede hacer milagros; la educación escolar de cinco o seis años no es
suficiente para modelar definitivamente los caracteres. El niño que sale de una escuela
primaria después de completar su ciclo elemental, puede compararse con una estatua
figulina que, sin ser sometida a un procedimiento superior de cocción en el horno, se
entregan al público. Esa figulina con el menor uso o manoseo se inutiliza. Y este fracaso
no se puede atribuir al alfarero modelador. El niño es así: sale blandamente modelado
de la escuela, con la forma artística que debe tener con los colores propios; pero no se le
ha endurecido con persistencia, y se le ha dejado rodar por el escenario de la vida.
Claro, la obra inicial se inutiliza presto.
Pero sigamos adelante. La enseñanza pública y privada de un país obedece siempre
a fines preconcebidos y a organizaciones propias para la consecución de los mismos.
Una ligera ojeada a la educación de los pueblos al través de la historia nos dará una idea
de esta particularidad.
Podemos citar a Grecia como modelo de la antigüedad. Allí las dos ciudades Atenas
y Esparta, tenían su sistema de educación peculiar. Sabemos que en Atenas se preparaba
a la juventud para la vida más o menos democrática; de modo que hacia ese lado se
orientaba la enseñanza. Mientras que en Esparta era completamente distinto, pues las
leyes de Licurgo perseguían otro ideal. Roma tenía el suyo: algo de Atenas y mucho de
Esparta. La edad medioeval no tuvo, en realidad, un sistema de educación. Con el
renacimiento retoñaron las ideas y surgieron los diversos estados que fueron iniciando
la organización de la educación pública, hasta que en la edad contemporánea se crearon
los diversos sistemas de enseñanza popular.
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lencia para la educación, como el más conforme con los principios psicológicos y las
leyes sociológicas. ―No se debe recibir nada sin reaccionar‖ es decir, el niño no debe ser
receptáculo pasivo, bolsa que llenar, sino factor, elaborador de sus propios
conocimientos, de sus propias adquisiciones sean ellas físicas, intelectuales o morales.
Las ideas adquiridas deben ser ejecutadas. Tampoco debe recibirse ―ninguna impresión
sin expresión‖, es decir, ninguna sensación, ninguna percepción sin traducirse, sin
exteriorizarse sea con palabras y frases o ejecuciones y actos. Deben enlazarse siempre
los símbolos con las ideas, la palabra con las imágenes, la acción con la representación,
con el pensamiento.
Pero el mejor medio para la realización de este enlace de lo interno con lo externo,
de este proyectar del yo sobre el mundo, de esta adaptación del individuo al medio, es el
trabajo manual.
La mejora má scolosal obtenida durante los últimos años en la educación libre, dice,
es debida a la institución de escuelas para los trabajos manuales, no porque con ellos se
produzca gente más diestra, más práctica para la vida doméstica, más apta para el
comercio, sino porque se producirán ciudadanos de una fibra intelectual más distinta. El
trabajo de laboratorio y el de los talleres engendrarán tales hábitos de observación, tal
conocimiento de la diferencia que existe entre la precisión y la determinación, y tal idea
de la complejidad de la naturaleza y de la insuficiencia de todas las definiciones
verbales abstractas de los fenómenos de la realidad, que si la mente la adquiere una sola
vez ya la adquisición es para mientras dure la vida del individuo‖.
La mente es un instrumento de producción. Así como los órganos de los insectos les
sirven para la realización de sus instintos constructivos la mente sirve al hombre para
producir, con la diferencia de que los insectos no tienen el don de agregar a sus órganos
ninguna pieza artificial, como lo ha dicho Bergson, mientras el hombre prolonga,
multiplica sus órganos poniendo al servicio de su mente las herramientas necesarias.
Otra de las fórmulas pedagógicas de transcendental importancia emitidas por W.
James es la referente a la costum-
48
bre. La costumbre no es otra cosa que un solo efecto de la plasticidad del sistema
nervioso, por eso James dice que ―nuestro sistema nervioso debe ser nuestro aliado y no
nuestro enemigo‖, es decir, es preciso amoldar nuestro sistema nervioso a nuestras
necesidades, de modo que pueda sernos útil para nuestras reacciones favorables y
nuestras adaptaciones a la vida. ―Es preciso, dice, haberse un fondo de caja, de
adquisiciones; capitalizarlas y después, vivir cómodamente de los intereses del capital.
Con este objeto; debemos convertir en automáticas y habituales, cuanto antes el mayor
número de acciones útiles que podemos, y procurar no adquirir hábitos que puedan
sernos perjudiciales‖.
De lo que llevamos estractado, podemos inducir que la pedagogía de W. James es
pragmática y voluntarista, puesto que proclama la necesidad de dar a la educación un
carácter de la impulsión de la conciencia a la acción, o sea que debe reconocerse la
influencia y predominio de la voluntad en la vida humana, y como tal, educarla,
canalizándola hacia fines útiles de la vida.
ción. La concepción genética del niño establece que, como los intereses del párvulo son
esencialmente móviles y transitorios, no conviene cultivar sus intereses tal como se
presentan, pues entonces significaría detención del desarrollo infantil. Se tornarían esos
intereses como signos de necesidades del ser, de funciones que moran en lo íntimo y
cuyo desarrollo se debe favorecer. El método del educador consistirá en estudiar esos
deseos e intereses como síntoma de funciones internas cuya salida debe favorecer y
estimular.
Dewey predica la pedagogía funcional.
Como James, rechaza la concepción clásica de las llamadas ―facultades‖ como
elementos orgánicos constitutivos del alma o del espíritu. Admite la unidad de la
conciencia o de la mente que se halla constituida con unas energías propias. No admite
la existencia de las facultades mentales, y, por consiguiente desaprueba, por erróneo y
falso, el antiguo método de enseñanza que concibe desarrollables a las facultades con
ejercicios y aprendizajes. De ninguna manera, dice, toma mayor incremento la energía
mental llamada memoria porque se aprenda a recitar como papagayo trozos en prosa y
verso; ni desarrolla la mente con la adquisición o suministro a los niños de una gran
cantidad de conocimientos; ni se enseña a hablar con reglas gramaticales. Las energías
mentales son instrumentos de acción, son funciones, cuya propiedad es adaptarse a
situaciones creadas en la relación del mundo interno con el externo. Para desenvolver
estas energías hay que colocar al niño en situaciones naturales que despierten su interés
biológico, y así esas funciones se orientan hacia lo útil y provechosos para el niño.
Dewey no pára aquí. Considera también el aspecto social de la pedagogía. El medio
normal del niño es la sociedad. La educación debe tender a preparar al niño a adaptarse
a ese medio en que debe vivir. Preparar al niño para la vida social y en la vida social;
ésa es la gran misión de la pedagogía. ¿Para qué sirve la educación que prepara al niño
para un mundo que no es el suyo, para una sociedad en la que no debe vivir? Esta
preparación sería artificiosa y completamente antinatural. Así como debe educársele
considerando el carácter funcional de su
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mente, así también debe prepararse al niño para que sea una función de la sociedad.
El régimen industrial, dice, ha anulado la acción de los padres en la preparación
social de los hijos, para hacerlos vivir lejos de la actividad y la adquisición de las
habilidades del hogar y de la sociedad. La escuela debe llenar esa alta misión social de
sustituir a los padres, a la familia y preparar al niño en el mismo ambiente familiar y
hacerle adquirir las habilidades necesarias que le harán convertir en una función social.
Llevado por esta concepción social de la educación, patrocina la creación de la
―escuela-comunidad-embrionaria‖, en la que los niños son miembros de una sociedad
donde, el calor del agradable compañerismo, cultiven todas las virtudes sociales de
colaboración, esfuerzo en común, ayuda mútua y se dediquen en un trabajo manual. En
esta escuela la disciplina y el progreso individual deben nacer del esfuerzo conciente de
sus componentes; allí se cultivará la disciplina de la libertad por el interés y el esfuerzo
sin premio, sin imposición. El método principal para conseguir todo ello es el trabajo
manual que debe ser la columna vertebral sobre la que girará todo el mecanismo
escolar.
―todo desarrollo espiritual avanza siempre de los intereses prácticos a los teóricos‖.
La moralización del individuo y de la comunidad de la profesión viene a ser el
segundo y tercer fin de las escuelas públicas, la comunidad del trabajo aplicada en la
escuela primaria, desarrolla en el educando el sentimiento de la dignidad profesional.
Trabajando el niño en compañía de los demás, prestándose mútuo auxilio para la
realización de sus empeños, desarrolla en sí el sentido moral del servicio de los demás,
el principio de la responsabilidad y el cariño a la profesión. Todos estos sentimientos
engendra el espíritu de sacrificio que hace a la comunidad capaz de grandes hazañas en
pro del bien colectivo. Pero hay necesidad de que los maestros, ante todo, sientan
iguales emociones, que sean idealistas; porque si miran la profesión sólo como medio
de obtener el sueldo, a más de rebajarse moralmente, no se colocará nunca en situación
de inculcar a sus educandos la elevación moral del altruísmo.
La enseñanza del trabajo en comunidad, habitúa desde temprano a trabajar en
servicio de una causa, de una idea. Para esta comunidad del trabajo debe iniciarse al
niño de la escuela en la vida social, haciéndole partícipe de asociaciones de fines
morales y útiles tales como ―para fomentar las comodidades de la escuela‖, ―dar buen
ejemplo‖, ―cuidar la conservación de los muebles‖, etc.
En síntesis, Kerschensteiner, dice: ―El anhelo y la preocupación de todos los
reformadores serios de nuestros días, es que la escuela primaria llegue a ser un
instrumento para la formación del carácter. La experiencia del siglo pasado nos enseña
que el saber que domina el espíritu de nuestras escuelas primarias generales y
secundarias, no conduce a aquella educación racional y humana que necesitan, cada vez
más, los estados modernos‖, y que ―El sentido de la Escuela del trabajo es desarrollar en
un minimum de materias instructivas un máximum de destreza, capacidades y
satisfacciones por el trabajo puesto al servicio de un carácter cívico‖.
al más alto grado posible, para colocar la escuela en consonancia con la orientación
económica de la humanidad. Esta pedagogía, que aspira a la educación del niño y del
joven en medio propicio y adecuado como preparación para la verdadera vida que deben
llevar, va abriéndose paso a través de la tupida selva de la pedagogía clásica. Ya, en
varias naciones, se ha iniciado la aplicación, y el ideal de una educación práctica, es la
preocupación de los pedagogos avanzados y de los gobiernos con aspiraciones
superiores.
Desde que Otto Salomón ideó la introducción de la enseñanza del trabajo manual en
los países escandinavos para combatir la corrupción, hasta la época contemporánea en
que aquella enseñanza ha venido cruzando las escuelas y los años con diversas suertes y
denominaciones, mucho se ha hecho en pro de los trabajos manuales en las escuelas.
Pero aquel slojd ha caído en desuso, porque el pueblo no creyó en la importancia de
aquellos juguetes sin aplicación en la vida práctica.
Ha evolucionado el concepto del trabajo manual hasta alejarse de su punto de origen
tendiendo a convertir la escuela en taller. Así se incorporaron a muchas escuelas, los
talleres de carpintería, herrería, encuadernación y la agricultura. Pero no satisface esta
organización; el practicismo de la enseñanza debe ser amplio. Nacieron las escuelas del
trabajo (arbeischuls), la escuela-hogar, la escuela-comunidad y la escuela-taller (1) la
que consisten en hacer las instituciones escolares a imagen viva del hogar moderno, de
la lucha activa, de la sociedad donde debe vivir el niño, de modo que no haya solución
de continuidad entre el hogar, punto de partida, la escuela, punto de perfeccionamiento,
y la sociedad, punto de lucha por la existencia. El niño debe ver todo y hacer en la
escuela lo que se hace en el hogar y deba hacerse en sociedad; debe estar rodeado de un
ambiente de trabajo real, no ficticio para modelar sus sensaciones, percepciones, ideas,
su carácter, su voluntad, en una palabra, su personalidad moral, individual y social.
Debe alejarse de los centros de educación todo formu-
(1) Arbetsstugor según el interesante informe del Dr. Viriato Díaz Pérez.
55
lismo, toda simulación para hacer vivir al párvulo la vida real, de modo que se realice
aquel sabio precepto de Quintiliano que dice: la escuela debe preparar para la vida y no
para la escuela. Porque el niño está llamado a vivir ―la vida‖, en sociedad y no en la
escuela, bajo la dirección externa del dómine que como aquel doctor Tirteafuera
marcarále los platos que debe comer en sociedad.
Los norteamericanos van avanzando por ese sendero de avenida tan agradable y las
escuelas van orientándose francamente hacia ese punto. Han realizado admirablemente
el ideal en Filipinas donde cada escuela es un taller en que el niño aprende a
manufacturar las materias primas del país; y siguen implantando en diversos centros,
según el valor de los superintendentes y directores. Pero donde más abierta y
francamente se ha realizado el ensayo en forma pura es en Munich, Alemania, por el
famoso Kerschensteiner.
Bien. El ideal pedagógico que nosotros poseemos para la escuela paraguaya, no es
tan avanzado, sino adaptado a lo que somos y queremos ser. Optamos por la línea más
prudente, del término medio: por el eclecticismo. La escuela ecléctica atenderá, por
igual, el cultivo del espíritu y de las aptitudes corporales, de modo que, sin descuidar la
mente, dará una educación práctica, real, habituando al niño en el trabajo y en la acción.
El eje sobre el cual debe girar la enseñanza será el trabajo manual, libre, práctico, útil
y variado. Debe enseñarse al niño cuanto tiene que serle útil en la vida práctica, lo que
tiene que hacer y lo que debe darle el sustento; lo que debe marcarle rumbo para sus
actividades, proporcionarle gusto y cariño al trabajo, sea cual fuere su índole.
A este espíritu debe ceñirse toda la esperanza, porque la lectura, el cálculo, la
higiene y las ciencias físico-naturales deben proporcionar al niño facilidades para
resolver los problemas de la vida práctica, y no ocurrir, como es común, que el niño y e
joven lanzados al campo de lucha, no saben hacer uso de aquellos medios que la escuela
les había proporcionado.
Enseñanza práctica en todos los ramos del plan de estudios: mucha lectura de
revistas, folletos y periódicos; muchos problemas aritméticos sobre las necesidades de
la vida y casos prácticos de la misma; enfermedades del pueblo y su profila-
56
xis; estudio de las ciencias aplicadas a la naturaleza, a las plantas de cultivo y a los
animales de explotación; buenos hábitos morales; ejercicios al aire libre; trabajos de
mano en el taller, el jardín y el campo para fabricar, producir y cultivar, combatiendo la
rutina y encaminando a las innovaciones y al progreso. Y como coronamiento del vasto
plan de acción, la cooperación del hogar a la gran obra de la educación.
Este es el plan general al cual intentamos sujetar la enseñanza en las escuelas
nacionales. Es demasiado superior al medio y a los recursos. Pero tenemos fe,
proporcionado por un optimismo en el ideal, y por la experiencia de que se realizarán.
Todo es cuestión de tiempo. No pensamos en que la enseñanza debe supeditarse a la
arquitectura, a las comodidades de orden material, sino en que éste debe subordinarse a
aquélla. Debajo de cualquier techo, de cualquier árbol protector, se puede cosechar en
forma. Es un error querer esperar tener palacios para iniciar la reforma de la enseñanza
arcaica.
tivo en lo utilitario. Armonizar lo educativo con lo útil, de modo que todo lo que se
enseña al niño al par de educarle, le proporcione utilidad inmediata y mediata. Sobre
todo en la enseñanza de los trabajos manuales, porque ya se ha dicho, el trabajo manual
debe ser el eje sobre el cual debe girar el mecanismo de la enseñanza. Este practicismo
debe perseguirse en los tres órdenes de la enseñanza: en lo físico, en lo moral y en lo
intelectual. En lo físico comprenderá la cultura del cuerpo, la higiene y la salud del
niño; en lo moral la formación de los buenos hábitos, del carácter, y la educación de la
voluntad, y en lo intelectual, la adquisición de conocimientos y el adiestramiento del
intelecto en la comprensión de las cosas, en la solución de las contingencias y en la
aplicación de los conocimientos. La enseñanza de los trabajos manuales, o labores
participa de los tres órdenes, porque es la armonía de las manos con los dictados de la
inteligencia y del corazón. El niño debe retirarse de la escuela con las manos y los ojos
hábiles para el trabajo, con la comprensión de lo que puede hacer o producir para su
bienestar y el de la colectividad, y con profunda fe, amor y cariño al trabajo. Orientada
así la enseñanza del niño éste se convertirá en elemento de progreso social, será célula
dispuesta a evolucionar y a manejar. Sólo tendrá que haber continuidad en su
preparación. Por eso habíamos dicho que la escuela debe modelar y los otros institutos
fijar definitivamente la acción escolar.
De este modo, el niño forma su personalidad social mediante la acción funcional de
la escuela. Pero, repetiremos, para el efecto, el niño debe vivir en la escuela la vida
real, aproximada al hogar, al hogar tipo. Debe rodeársele de todas las consideraciones
necesarias para que con la acción sinérgica del medio surja su personalidad. Tal vez se
no moteje de utópicos y de que, a nombre del pragmatismo, queramos llevar la
enseñanza al terreno de lo irrealizable. Diremos que gran parte de este sistema está
realizada en las escuelas con notable éxito.
Siendo el eje de la enseñanza pragmática el trabajo manual es fácil comprender que
la escuela debe transformarse en taller. La escuela-taller proporcionará el medio, el
ambiente necesario para la formación del educando, tal como desean los nuevos
orientadores y lo deseamos nosotros mismos. La escue-
59
Un breve resumen de lo dicho en la primera parte nos servirá para jalón de arranque
a esta segunda. Dijimos que la enseñanza no debe ser estática, sino dinámica. Debe
seguir la marcha evolutiva de la sociedad a cuyo perfeccionamiento debe aspirar.
Uno de los aspectos sociales actuales es el conocimiento; los pueblos viven para la
producción y por la producción. Pueblo que no produce, que no tiene comercio, es
pueblo que muere de asfixia. Para que la enseñanza llene sus fines primordiales debe
adaptarse a esta condición; preparar al pueblo para esa necesidad nueva, la vida
práctica, para producir. La despreocupación de todo lo que sea trabajo manual para
seguir prestando únicamente atención a los estudios literarios y al cultivo de la
inteligencia, seria error lamentable en este siglo. Si esta necesidad es real en los pueblos
ricos y productores, cuya industria es floreciente y el comercio copioso, con mayor
razón debe serlo aquí entre nosotros, donde el pueblo apenas produce para vivir.
Al par de proporcionarse enseñanza práctica en el orden intelectual y moral, debe
intensificarse la enseñanza de los trabajos manuales que tienen relación con todo género
de producción. Que el niño, el futuro poblador del Paraguay, adquiera habilidad para
transformar las numerosas materias primas existentes en su tierra; que adquiera amor al
trabajo, que cul-
62
tive intensivamente la tierra; que sepa explotar la industria avícola, pecuaria y apícola;
que adquiera la noción y el hábito del ahorro como medio de asegurar el bienestar
individual y colectivo; que sepa hacer uso, en cualquier momento y en cualquier
circunstancia, de su preparación intelectual, es el fin escolar que entrevemos; y que la
escuela urbana y la escuela rural se conviertan en talleres donde el niño se amoldará a
las condiciones del trabajo y apreciará el valor aplicativo de los conocimientos, tales
son, más o menos, las consideraciones de carácter pedagógico que expusimos a la
orientación que debe darse a la enseñanza.
A ellas hemos agregado que las escuelas nacionales, como están organizadas y
orientadas actualmente, no responden a las necesidades presentes ni futuras. El defecto
capital de nuestro sistema de enseñanza es el de ser libresco, memorista abstracto e
intelectualista.
Para poner a salvo la educación de nuestro país, hay que reformar la enseñanza
orientándola hacia el rumbo marcado por el pragmatismo.
Aunque en principio, la enseñanza primaria común debe ser igual para todos los
niños de la República, ella sufre una pequeña variación para amoldarse a las
condiciones de hecho de la población del país. No es posible confundir al hombre rural
con el hombre urbano; al habitante de los fundos rurales, del campo, del bosque y de la
pradera con el de las villas y ciudades. Tienen caracteres distintos, intelecto
diferentemente desarrollado, instintos y hábitos propios y, sobre todo, necesidades si no
opuestas, al menos separadas.
La diferenciación se intensifica a medida que las villas progresan y se acomodan a la
vida urbana. Así notamos una graduación bastante acentuada entre los pobladores de las
campiñas de Yhú, por ejemplo, los de este pueblo y los de la ciudad de Villarrica. Los
tres medios son distintos y muy caracterizados de un modo gradual y claro.
¿Sería propio, entonces, educar de la misma manera, instruir en las mismas cosas al
niño del campo y al de los pueblos? Una misma pedagogía ¿servirá para ambos?
Consistiendo, como hemos dicho, la educación en un fenómeno de adaptación
individual y colectiva al medio en que deberán actuar los sujetos de ella ¿llenaría sus
fines la escuela si no enseña al rural lo
63
que corresponde al rural y al urbano lo que debe saber el urbano? Por estas razones
creemos que la escuela debe adaptarse a estas peculiaridades. Las escuelas primarias
comunes comprenderán, por lo tanto, dos grupos inconfundibles, emergentes de estas
condiciones cósmicas y sociales.
Deben existir dos variedades de enseñanza primaria: la que corresponde a los
campesinos y a los hombres de pueblo; la de las escuelas rurales y la de las urbanas,
que tendrán sus planes distintos, y organizaciones también diferentes. Pero, tendráse en
cuenta, muy en cuenta, que a pesar de esta bifurcación, la enseñanza primaria común no
perderá la unidad necesaria, la armonía, con el fin de evitar el divorcio absoluto entre la
escuela rural y la urbana. Deben tener su filum común, un eje central en torno al cual
girarán las diferenciaciones correspondientes, de modo que el niño rural, si desea seguir
su preparación, en virtud de su propio derecho de aprender, pueda pasar al segundo
ciclo sin retardo ni pérdida de estudio.
¿Qué debe enseñarse al hijo del campesino? – Lo que el campesino debe saber y
conviene que sepa, hemos dicho. A leer, escribir, redactar, calcular; a conocer la
higiene, nociones de derecho civil y político; habilidades manuales para construir,
edificar, aprovechar la numerosa materia prima a su alcance, el cuidado y explotación
racional de las vacas, aves, chanchos, abejas. el cultivo mejorado de la tierra, así como
el aprovechamiento y rendimiento de los frutos terrestres.
¿Y al hijo del urbano? Las mismas cosas que al del rural, pero variadas en
intensidad, extensión y género. A saber leer y utilizar la lectura para su propio progreso;
redactar cartas y documentos; cálculos completos de aritmética; higiene personal,
derecho civil y política; ciencias aplicables a la vida; nociones de mecánica,
hidrostática, hidráulica, electricidad; ciencias naturales en su relación con el cultivo y la
producción. Trabajos manuales propios a los sexos, a la región y al país.
Algunas modalidades mentales de los distintos medios escolares que acabamos de
diseñor, nos darán a conocer las cualidades de ellos y la labor que debe realizar la
escuela al iniciarse la reforma predicha.
Conforme a la ley de la inercia, entre los elementos de ambos grupos, se encuentran
resistencias efectivas a la enseñanza práctica. El campesino, acostumbrado in illo
tempore, a ser
64
enseñado a leer, a escribir y a contar, no admite, de buenas a primeras, que sus hijos
reciban enseñanza práctica. No quiere que se les enseñe la agricultura, ni la ganadería; a
arar y cultivar la tierra; a formar un gallinero, un vivero; a hilar, a tejer, a remendar, a
construir cestos, etc., porque ―esas cosas se las tienen bien aprendidas en el hogar‖, o
por lo menos, las aprenden en casa; él ―no envía a sus hijos a la escuela para trabajar,
sino para aprender a leer, a escribir y a contar‖. Esta resistencia racial, proviene de allá
lejos; desde que la raza paraguaya se ha originado, ha venido sometiéndose al mismo
procedimiento educacional naturalmente, todo paso de un estado de cosa secular a otro
nuevo ofrece resistencia.
Sin embargo, hemos podido observar un fenómeno consolador. Esa resistencia no es
sistemática: cede ante los hechos y las ventajas de la realidad y la práctica.
En el hogar del campesino llega el dinamismo escolar. El niño sobre quien la
escuela ha actuado en forma suficiente, lleva, como prolongación espiritual, las
novedades al hogar y demuestra, con la sencilla elocuencia de las lecciones de cosas,
que lo enseñado de agricultura y ganadería, que las habilidades de las manos, tiene
utilidad en la economía paterna. Entonces el tronco inflexible cede, acepta y utiliza la
enseñanza. El niño ejerce un poder sugestivo en el hogar y con su gracia, su sonrisa y su
actitud acaba por imponerse, y por introducir allí también la reforma. El niño es una
prolongación de la escuela, y, así, ésta por intermedio de los centenares de chiquillos,
lleva su acción allá a los centros donde la inercia tenía ya establecida la línea de
conducta hasta entonces invariable.
Hé aquí, por cierto, el gran papel de los niños que la escuela debe explotar y
aprovechar a los fines de la educación popular, procurando influir sobre las costumbres,
usos, sentimientos e intelecto del padre y, en general, del hogar por medio de los hijos,
como injerto de nuevas células en el organismo decadente del padre.
¿Es realizable esta obra? Podemos afirmar que sí; la experiencia nos ha probado.
Hemos visto hogares sometidos a las actividades manuales recuperar vida, aliento con la
resurrección de costumbres de antaño, tan hermosas y consoladoras. Hemos visto, en
plena ciudad, revivir la sana costumbre de hilar y tejer como pasatiempo, y de preparar
cosas útiles
65
para la familia, y hemos visto, allí, en las veladas largas de invierno, a los miembros de
la familia, alrededor del tronco común, pasar horas honestas, confortantes y útiles.
La resistencia que comentamos no es únicamente de las gentes rurales, de los
hombres rudos, de mentalidad rudimentaria. También los urbanos la ofrecen y con
mayor fuerza aún. No hay por qué extrañarnos, puesto que obedecen a la misma causa;
la infalible ley de la inercia.
Si comparamos la organización social con la nerviosa del hombre, podríamos
explicar esta resistencia. Se sabe por la filosofía nerviosa que un fenómeno psico-
fisiológico es consciente en su comienzo y sobre todo, al ejecutarse por primera vez,
porque las vías no están saturadas y la mielinización, más tarde, facilita el paso de la
corriente. Esta resistencia, entonces, es sinónima de adaptación. ¿Qué sacamos de esta
comparación? Que la resistencia a la reforma es un fenómeno de adaptación propio a
todo organismo pluricelular.
En la aplicación parcial de la reforma de enseñanza hemos observado muchos casos
de resistencia. En una aldehuela, en cierta escuelita rural, la maestra no podía enseñar a
hilar a las niñas que no sabían hacerlo, porque los padres decían que sus hijas no iban a
la escuela para mejorar el uso sino para aprender a leer, escribir, a saber historia y a
declamar. En otra escuela, de categoría algo superior, se encontró la misma resistencia,
nada de hilado ni de tejido; nada de huertas escolares, por las mismas razones, y porque
―las niñas deben aprender únicamente a declamar y a bordar‖. Así, hay varios casos,
pero el más típico fue el siguiente: el director de cierta escuela inició a los varones en la
formación de la huerta escolar, y llevaba a los niños a trabajar a horas determinadas del
día en su propia compañía. Un día, casi fue linchado el pobre maestro: se le presentaron
varios padres protestando contra el ―abuso que estaba cometiendo con sus hijos
haciéndolos trabajar como peones, en trabajos rudos y groseros, cuales son los de
laboreo de la tierra‖. El pobre educador tuvo que ceder al pedido de los padres, dejando
la enseñanza agrícola en carácter facultativo.
La resistencia de las gentes del pueblo, tanto de los fundos rurales como de las
poblaciones urbanas, revela la menta-
66
que quiere que se inicie al niño en la enseñanza del hilado y del tejido con máquinas
perfeccionadas, confunde el objeto de dicha enseñanza y no atina el método. Está bien
que se enseñe con máquinas perfeccionadas en las escuelas de artes y oficios; pero en la
común donde no se persigue ningún profesionalismo, no tiene mayor objeto. Al
contrario, el método de educación requiere que el niño siga el proceso evolutivo de la
humanidad en la adquisición de las artes para no mecanizar al individuo, como ocurriría
con la enseñanza con máquinas perfeccionadas que sustituyen a la inteligencia humana
y automatizan a la persona por influjo propio. En todo método de enseñanza, marchando
de lo simple a lo complejo, se repetirá el esfuerzo de la humanidad, se seguirán las
mismas fases de su evolución en la adquisición del arte. ¿Acaso no se imita, no se
reproduce el mecanismo seguido por la humanidad en la adquisición de la lectura,
dibujo, escritura y aritmética? Porque es rutinario ¿no enseñaríamos al niño la aritmética
comenzando por los cálculos fundamentales? No; hay que repetir con el niño el proceso
de la adquisición de la humanidad. Debe ponerse en manos de él las cosas rústicas, en
estado natural para que ejercite su ingenio, su inteligencia, habilite su voluntad. Esa es
la gran obra educativa de la enseñanza manual. ¿Por qué se pondría en manos de la niña
la aguja para coser a mano la ropa puesto que eso es rutinario, atrasado teniendo las
máquinas de coser tan perfeccionadas? Habría que iniciar entonces a cada niña en el
manejo de una Singer o de una New Home. Dewey dice al respecto ―…Este trabajo
sirve de punto de partida para que el niño pueda trazar y seguir el progreso de la
humanidad a través de la historia, obteniendo también un conocimiento de los
materiales utilizados y de los principios mecánicos que se aplican. En conexión con
estas ocupaciones, se recapitula el desenvolvimiento histórico de la humanidad. Por
ejemplo, se da al niño primero el material en bruto, la planta del algodón, la lana tal
como viene del lomo de la oveja. Sigue luego el proceso necesario para tejer las fibras.
Vuelven a inventar por sí mismos el primitivo sistema de cardar la lana – una pareja de
tablas con clacos agudos. Después se introduce al niño en la invención más próxima
dentro del orden histórico, hasta llegar al moderno telar completo‖. (La Escuela y al
Sociedad por John Dewey, pág. 39).
68
(1) En este año de 1928 de la reedición de este opúsculo se halla en pleno vigor la reforma con plan y programas nuevos.
71
máquina de coser, bordados, etc, etc. Diremos sencillamente que no hay tal derogación,
ni supresión, sino una ampliación de los programas de los diversos grados y una
orientación más definida hacia lo útil y lo práctico. No desconocemos, en ningún
sentido, la importancia de la preparación manual de la mujer en la confección de sus
menajes propios, ni de la adquisición de la habilidad para ganarse la vida cortando,
cosiendo y bordando. No; al contrario, recomendamos se persista en esas enseñanzas, se
las oriente mejor, de acuerdo con el practicismo general, de modo que la mujer pueda
ganarse la vida con la profesión. Ejemplos hemos dado, en el apoyo y fomento que
prestamos a las academias de corte y confección. Pero, sí, no aprobamos que se reduzca
la enseñanza de la mujer en la confección de bordados en seda, repujados, que a más de
ser costosos, son ocupaciones en desacuerdo con el carácter común, democrático de la
escuela primaria.
Naturalmente, en los primeros pasos o ensayos que se han hecho para la aplicación
del programa complementario, ensayos que han costado grandes esfuerzos, porque
todo se tuvo que improvisar y crear – hasta las habilidades – se ha sacrificado el tiempo
disponible para otras enseñanzas, a cuyas expensas tuvo que implantarse la reforma.
Pero eso es lógico. No se puede erigir un equilibrio completo en una modificación casi
radical que se ha introducido en el sistema de enseñanza. Hasta nos hemos dado cabal
cuenta de que en algunas escuelas se sacrificaba la preparación intelectual con el afán de
ir adelante en el experimento. Ya vendrá el momento en que se equilibrarán los diversos
ramos de la enseñanza y se dominará la impaciencia propia del encargado de aplicar la
reforma. Ahora, si, los maestros que han intensificado la práctica y que han conseguido
dominar el escenario, están en condiciones para volver al quicio la enseñanza
desequilibrada.
Otros han dicho que de esas fruslerías introducidas en la escuela so pretexto de
enseñanza manual industrial, ninguna utilidad se sacará. ¿Qué utilidad dará el hacer
hilar con el vetusto huso, tejer unos generitos toscos, desfibrar mbocayá, torcer fibras,
hacer hamacas, fabricar sombreros, etc.? Es una vano modo, dicen, de perder el tiempo
y de desnaturalizar el carácter propio de la escuela primaria. ¿Es difícil contestar estas
preguntas? Como única contestación vamos a formular las
72
Para terminar este estudio vamos a dar a conocer, a grandes rasgos, las partes que
comprende el plan de reforma escolar propiciada por la Dirección General de Escuelas.
Ellas son:
***
Establecidas las características del método de proyectos en la forma procedente,
veamos la definición de él y los comentarios que le corresponden. El ya citado doctor
Srevenson lo define diciendo que un proyecto es un acto.
El método de proyectos se diferencia del método de preguntas porque éste concede
preponderancia a la información de memoria sobre el razonamiento y ejercita el acto en
un ambiente artificial; el tema tiene igual característica que la pregunta, concede más
importancia a la memoria que al razonamiento, se desenvuelve en medio artificial y
antepone los principios a los problemas; las aplicaciones, demostraciones, ilustraciones,
experimentos y prácticas no reúnen tampoco las cuatro condiciones del proyecto, dan
prioridad a los principios los cuales son explicados en las primeras, demostradas en las
segundas y ejemplificadas en la últimas.
Kiltatrick dice que los problemas son meramente intelectualistas mientras que los
proyectos contemplan el aspecto realmente práctico.
95
El ambiente del problema puede ser artificial, es decir, plantando fuera del ambiente
natural donde vive y debe vivir el niño, fuera del ambiente natural donde vive y debe
vivir el niño, fuera de lo real, en el reino de lo ficticio; mientras que el proyectos es
siempre llevado al terreno real de la vida, dentro de las posibilidades normales. De
modo, pues, tenemos que cuando el problema es llevado al ambiente real, natural, es un
proyecto. El problema supone simplemente una posibilidad intelectual, una aplicación
especulativa. El proyecto supone el ―poder hacer‖, la acción. El uno puede
desenvolverse dentro de lo ficticio, y de lo abstracto, y el otro, dentro de lo real y de lo
concreto.
Como puede dar lugar a confusión la distinción de problemas manuales, que
significa ―hacer‖ y un proyecto intelectual que envuelve una especulación, veamos la
distinción que hace la Edición de la Lectura, tomándolo del mismo doctor Stevenson,
sobre la enseñanza del timbre eléctrico. ―Si la lección se limitase a señalar problemas
intelectual. Si el problema tiene que realizar experimentos en la forma descrita y
señalada por el manual de física, aunque tenga que hacer algún trabajo de construcción,
se clasificará este ejercicio como un problema manual. Ambos son ―problemas‖ porque
se presentan dificultades no resueltas. Pero no son ―proyectos‖ porque falta el
―ambiente natural‖.
―El estudiante puede llegar a incesarse por los timbres eléctricos, timbres de alarmas
y demás aparatos análogos, y tomando el asunto en serio, bien extensamente, con objeto
de familiarizarse con sus detalles. Si el ejercicio fuese llevado hasta el punto de instalar
un timbre eléctrico o un timbre de alarma, acaso en el mismo domicilio del alumno, la
actividad representaría un proyecto manual, mientras que en el caso anterior sería
simplemente intelectual. Ambos son proyectos, porque las dificultades surgen y son
resueltas en el ambiente natural‖.
Entre los resultados de la aplicación del método de proyectos puede mencionarse el
interés que despiertan los ejercicios prácticos de aplicación. Cuando el alumno se da
cuenta que la aplicación de su actividad no solamente le proporciona los goces naturales
de la inteligencia sino también utilidad a si mismo y a su hogar, padres y familias, el
entusiasmo por el trabajo es profundo, intenso, puesto que la actividad va asociada con
los intereses del alumno y de la sociedad. Y hay que tener presente que son múltiples
los intereses que aquella actividad despierta. ―Si un muchacho, dice la publicación que
glosamos, tiene que estudiar o ha-
96
Cer análisis de las diferentes variedades de maíz con el solo objeto de dar lección o
de pasar un ejercicio de examen, todo su interés procedieron de una fuente: su deseo de
salir airoso en la clase o en sus exámenes. Pero si, además, hace el análisis para ayudar a
su padre a comprar la mejor semilla económicamente, si lo necesita por estar encargado
del cultivo de algunas áreas de maíz de cuya cosecha ha de participar si algo propio
suyo o de su padre, depende del éxito de este análisis, entonces son muchos los
manantiales de intereses que alimenta el proyecto y el muchacho trabajará en él con
más gusto y más ardor que en el primer caso.
―El interés que despiertan los proyectos estimula al niño a la investigación
científica, a arbitrar formas de salir airoso en las empresas; le estimula a buscar en la
escuela, en las bibliotecas, en la vida práctica y en todas partes los medios necesarios
para solucionar las cuestiones de conformidad con la necesidad real.
―Uno de los propósitos de todo sistema educativo es la formación de hábitos en cada
una de las disciplinas‖. El método de proyectos se presta maravillosamente para
adiestrar al educando en la técnica de las materias que forman el plan de estudios. La
crítica mas fundamental que se hace a la enseñanza teórica y dogmática es la falta de
preparación práctica que proporciona. Cuántos jóvenes entregados al torbellino de la
vida no puede gobernar el timón de la nave, fracasan, no por falta de conocimiento de la
técnica sino por falta de hábitos! Su mecanismo fisio-anatómico mental no está
constituido, al decir de Bergson, y en cada caso, ante cada dificultad el individuo se ve
perplejo para resolverla. Si se emplea en la preparación práctica del joven una serie bien
combinada de proyectos, el polígono mecánico y mental se organiza y la solución de las
dificultades se hace familiar. Ya M. LeBon lo ha dicho que la educación en resumidas
cuentas, no consiste sino en convertir lo consciente en inconciente, es decir, lo difícil en
lo fácil, lo extraño en lo habitual, o en otros términos, en organizar el campo de la
ejecución, en hacerlo expedito.
La aplicación consciente y metódica del método de proyectos desarrolla igualmente
en el educando la conciencia de la personalidad pues oblígale a colocarse frente a la
vida y a luchar solo para salir airoso en la lid. Ante el sentimiento de la responsabilidad,
pues, el alumno se coloco en la situación de hacerse cargo de la consecuencia de su
acción, del éxito o del fracaso.
97
Acabamos de oir en lo expuesto más arriba que el método de proyectos es un medio
eficaz de obtener la enseñanza pragmática preconizada en un medio eficaz de obtener la
enseñanza pragmática preconizada por la nueva pedagogía y que hemos indicado a los
maestros paraguayos en el ―Fundamento‖ de nuestra reforma escolar y en nuestro
folleto ―La Nueva Orientación de la Enseñanza‖. El método de proyectos, pues es
contrario, absolutamente a la enseñanza abstracta, memorista y dogmática. Exige la
enseñanza abstracta, memorista y dogmática. Exige la enseñanza intuitiva, experimental
y real. Exige del estudiante de medicina el estudio sobre cadáveres en los laboratorios
con el bisturí y el microscopio en la mano; del de jurisprudencia el estudio y solución de
proyectos sobre casos prácticos de derecho en el mismo ambiente donde él actúa; del de
ingeniería, el manejo del teodolito, del logaritmo, de las máquinas y ejecución de
trabajos; del escolar, la solución de problemas adaptados al ambiente natural.
Para la mejor comprensión de la teoría expuesta, vamos a extractar aquí los distintos
proyectos tipo presentados en la publicación de La Lectura, titulado ―Método de
Proyectos‖ y algunos tomados de nuestro propio ambiente.
1–– Un proyecto de conocimiento cívico, –– Para niños de grados superiores se les
presentan las siguientes cuestiones: 1) ¿Cuál es el estado actual de los asuntos cívicos
en mi ciudad? 2) ¿Cómo comparados con los de otras ciudades de parecido tamaño y
análogas condiciones industriales? 3) ¿Qué necesita realizar una generación para
convertirla en la mejor ciudad posible de las de su categoría? En varias semanas de
labor los alumnos pueden formular el análisis de las cuestiones, fijar los tópicos y
recoger los datos sobre los trabajos, condiciones del trabajo, facilidades de transportes,
condiciones higiénicas, facilidades de comercio, industrias, población, etc.
2–– Proyecto de higiene, –– Campaña contra las moscas, –– Cuando el profesor de
biología de una escuela normal norteamericana comprendió que su enseñanza no daba el
resultado práctico que él deseaba y esperaba obtener, trazó un nuevo plan y recurrió al
siguiente modo: empezó por hacer dentro de la escuela una gran propaganda contra las
moscas, se valió de un periódico que aprecia en la misma institución y por intermedio
de él hizo llegar la idea a los hogares, fábricas y comercio. Entusiasmada la población
estudiantil se puso de acuerdo con las autoridades locales y entonces organizó una
verdadera campaña sanitaria sobre la ex-
98
tirpación de los focos de multiplicación de la mosca, agente de las enfermedades.
Dividió la junta estudiantil en secciones distribuidas por barrios, manzanas y un
día señalado la escuela se encargó de la higienización de la ciudad. Los estudiantes se
vieron obligados a buscar la causa de la abundancia de las moscas, los medios en que
estos insectos viven y se multiplican, y, por consiguiente, la manera rápida y eficaz de
extirparlos. Con sumo entusiasmo los estudiantes realizaron el trabajo, y sobre el
terreno mismo solucionaron el problema. Desde entonces son los mejores conocedores
de la vida de los insectos, de la higiene y de la profilaxis.
Proyecto de geografía. Importancia de la viabilidad en el desarrollo cultural y
económico del Paraguay. –– El maestro plantea a los niños del tercero, cuarto y quinto
grado la cuestión y les pide que investiguen y opinen sobre el particular. Puede darles
ocho días de tiempo para la información e indicarles las principales fuentes a donde
acudir: las ofic. de Tierras y Colonias, la Dirección de Obras Públicas, la
Municipalidad, el Touring Club, las publicaciones de dichas oficinas. Los niños
recurrirán a esas fuentes para conocer la importancia de los caminos, de las vías férreas,
de los ríos navegables; las facilidades que proporcionan para el transporte de los
productos, para el contacto de las gentes. Allí verán el estado actual de la viabilidad en
el Paraguay, nuestro atraso y nuestro esfuerzo, conocerán la de otros países, trazarán
planos y planes; inducirán reglas y principios. Los trabajadores serán escritos,
presentados en clases, leídos y discutidos.
En correlación con los caminos los niños estudiarán los medios de transportes,
construirán vehículos en miniatura, de madera, cartón y arcilla, como carretas de
distintos tipos, acémilas, camiones, autobuses, etc.; dibujarán, harán recortes de diarios,
revistas y presentarán una exposición el día de la discusión del tema. Juntamente con los
medios de transporte confeccionarán cuadros de valores de precios de costo, empleo de
tiempo.
Los medios de transportes serán aplicados al comercio, a la industria, a los actos
culturales, a la guerra para conducción de tropas, víveres y municiones.
Con la solución de este proyecto, se obtendrá el cultivo de la observación, del
raciocinio, de la imaginación y del espíritu de iniciativa y de acción.
99
4. ––La misma asignatura se presta a otros numerosos proyectos, entre ellos
vamos a indicar los proyectos de viaje. El maestro puede proyectar viajes simulados
dentro de la República o fuera de ella. En tal caso el alumno resolverá entre otros tantos,
los siguientes puntos: 1. Punto de partida y de llegada. 2. Medios diversos de transportes
existentes en la vía a recorrer, facilidades que ofrecen; ventajas. 3. Costo del viaje
incluyendo transportes, viáticos, hotel, propinas. 4. Itinerario del viaje; pueblos. Puestos
o estaciones que pasar, lugares célebres que cruzar; panoramas naturales que ver; obras
de arte que utilizar, y edificios, instituciones, parques que visitar en la ciudades
comprendidas dentro del itinerario. Fuentes de información: estaciones de ferrocarril,
empresas, agencias, periódicos y revistas.
5. –– Otros proyectos de geografía. –– Importancia de las colonias. –– En el estudio
de la geografía nacional cobra importancia suma la comprensión del valor social de los
diversos centros de colonización que se organizan en el país. Los alumnos de grados
superiores estudiarán el valor de las diversas nicleaciones de poblaciones que organiza
la Dirección de Tierras y Colonias; que con ellas se resuelven muchos problemas
sociales tales como la concentración de los pobladores, la proporción de tierra a los
habitantes, la utilización de las riquezas naturales del suelo, etc. Los niños podrán
informarse en la oficina ya citada sobre el número de las colonias, calidad y cantidad de
los habitantes; la ocupación de los mismos, los medios de transporte, el comercio, etc.
Será la ocasión para resolver la necesidad de la inmigración de extranjeros, de la
reimpatriación de los nacionales radicados en las naciones fronterizas y los medios que
se deben emplear para el efecto.
6 ––Proyecto de conocimiento Cívico: acción municipal. –– Los alumnos pueden
proyectar sobre el siguiente punto: Obras necesarias en una ciudad, pueblo o lugar. Es
otro tema interesante de palpitante actualidad para el niño que mañana será miembro de
la comunidad. Los niños pueden presentar proyectos sobre las obras públicas mas
necesarias (edificios, parque, afirmado de calle, caminos, cloacas, agua corriente; luz
eléctrica, tranvía, etc.): plano de recorrido; extensión, material, costo, medios para
pagar, beneficios que reportarán. Juntamente con el proyecto presentarán dibujos,
estampas, fotografías, recortes, etc. El día de la cla-
100
Se, se hará en el salón una exposición de los distintos estudios, planos, fotografías y
los proyectistas discutirán ampliamente.
7 ––Proyecto de trabajo manual. Edificación o refección de la casa escolar. –– El
siguiente proyecto copiamos del libro ―Método de Proyectos‖, pág. 162 “Un gran
proyecto de Trabajo Manual”. El proyecto aquí descrito fue realizado en la escuelas
públicas de Clifton Illinois (Norte Aérica), Durante el año 1911-1912, bajo la dirección
del director Charles Triwble, y repetido el año 1912-1913. la descripción del plan de
enseñanza manual de las escuelas de Clifton.
―Había un gran deseo por `parte del Consejo Escolar, padres y alumnos de la
escuela de un curso de enseñanza manual. Este mismo deseo se encuentra en casi todas
las escuelas de tipos elementales. No tenía la gente un propósito determinado, sino que,
como otras escuelas tenían estos cursos, por eso, seguramente Clifton debía tener uno
también. El curso escolar era tradicional para niños de ocho años con los tres a los
trabajos de escuela superior. El Director organizó el programa de estudios e intervino en
su administración. El Consejo Escolar, aunque simpatizando con el plan de introducir la
enseñanza manual, no se creyó en el deber de gastar el dinero necesario para una
instalación completa. Accedió, sin embargo, a proporcionar el material necesario para
reconstruir y hacer los bancos si los muchachos hacían los demás. El Director era un
hombre práctico, carpintero y constructor, trabajó en esta obra durante los meses de
vacaciones así como en horas extraordinarias durante el año escolar.
―Al principio, Mr Trimple, se propuso determinados fines. Encontró éstos en la vida
y actividad de los niños. Por las conversaciones con los muchachos averiguó lo que
éstos necesitaban hacer y cómo pensaban utilizar los productos. Cada muchacho tenia la
idea de una cosa que deseaba hacer. Los muchachos o sus padres se comprometieron a
proporcionar las herramientas y los materiales necesarios.
―El edificio escolar era el tipo corriente de escuela graduada. En el sótano, sin
embargo, había una bodega en el cual habían acumulado una gran cantidad de trastos
inútiles. De esta habitación, decidieron los muchachos hacer su taller. Estaba sin
terminar, pues carecía de piso y de luz conveniente. El piso, decidieron hacer de
cemento y las ventanas se trazarían en cuanto estuviese
101
Terminada la instalación completa de los bancos. Al principio los muchachos trabajaron
como aprendices. En el asiento de la construcción del piso, sin embargo, era necesaria
alguna investigación. Ellos se apropiaron de toda la información que pudieron hallar
acerca del cemento en la biblioteca escolar, pero ésta resultó inadecuada. Recorrieron
entonces a los periódicos mercantiles y a las publicaciones de las compañías de
cemento, y de todo ello aprendieron la historia del cemento desde a época en que está la
cantera hasta su empleo en la acera o en el edificio. Aprendieron especialmente los
géneros de cimentación en uso, las proporciones empleadas en las mezclas, clases de
éstas, maneras de aplicarlas, y las precauciones que deben tomarse. ―Era muy
importante‖, dice Mr Trimble, ―que no se cometiese ningún error. Una labor mal hecha
no sólo hace decaer el interés en el trabajo, sino que además es un continuo fastidio.
Cuando todo estuvo cuidadosamente planeado los muchachos compraron el cemento, lo
transportaron a la casa escuela e hicieron la labor, como consecuencia inmediata de ésta
uno de los muchachos compró material, lo mezcló e hizo una acera en su casa.
―Después vino el problema de los bancos de carpintería, los de sierra y las cajas de
herramientas. Para esto el Consejo Escolar proporcionó la madera, pero todo el trabajo
fue ejecutado por los muchachos.
―En la mayoría de los talleres escolares hay un banco para cada muchacho. Cada
uno está equipado con los tornillos, topes y tarugos. Nosotros creímos que nada de eso
era necesario, pues cuando uno de los muchachos estaba trabajando en el banco, otro lo
hacían en la sierras. Además ningún carpintero práctico necesita esta clase de cosas.
―Por consiguiente, se hicieron un banco, grande que casi se extendía a todo lo largo
de la habitación y otros dos más pequeños. Se los equipó con torno de carpintero que
hicieron los muchachos y que funcionaban como los tornillos de los bancos de sistema
antiguo. La labor fue cuidadosamente planeada bajo la dirección del maestro, así que el
material pudo ser aserrado y preparado antes de armarlo. Había poco gasto de material.
De igual modo se hicieron las cajas para acomodar en ellas las herramientas que los
muchachos tenían o las llevaron de sus casas. Muy pocas fueron suministradas por el
Consejo Escolar.
―Todo el trabajo realizado en este taller se hizo por el Mé-
102
todo de Proyectos. Mr Trimble primeramente hacía que el muchacho supiese lo que
necesitaba hacer y en qué iba a utilizar luego lo hecho. El muchacho prestaba entonces
el dibujo que fuese interpretable y con las dimensiones razonables. Muy pocas
limitaciones se ponían a los proyectos intentados, únicamente lo de que el resultado
fuera útil. Se permitía a los muchachos hacer aquellas cosas que ellos o sus padres
desean comprar. Unos pocos proyectos se han realizado como simples ejercicios de
destreza (1).
b ––Proyecto de economía doméstica. ––Sacamos igualmente del mismo libro el
modelo siguiente de un proyecto de economía doméstica.
“Un proyecto de régimen alimenticio. –– El objetivo del siguiente proyecto era
determinar la cantidad de alimento que necesita diariamente una persona. Tuvimos para
ello en cuenta nuestras ocupaciones y el peso medio de la clase; y sobre esta base
calculamos luego un menú diario. Utilizando este menú preparamos y comimos un día
tres platos en el departamento de ciencia doméstica. Esos platos constituyeron todo el
alimento que comimos aquel día. De todo esto sacamos la impresión de que una persona
ordinariamente come demasiado; y su régimen alimenticio no es suficientemente
variado. Encontramos mucho mayor interés en el problema de preparar nuestro menú,
sabiendo que teníamos que comer lo que hubiésemos proyectado que si tuviéramos
trazado un menú representativo para ser únicamente registrado en nuestros cuadernos.
Todo lo aprendido con este proyecto quedó más fuertemente grabado en nosotros que
con el procedimiento actual de trabajos con cosas supuestas‖
____________________
Con el breve resumen que antecede podrán darse cuenta del método de proyectos y
aplicarlo en la escuela. Solamente hay que recomendar se tengan muy en cuenta las
siguientes condiciones de aplicación para que dé el resultado deseado: al plantear un
proyecto debe determinarse con claridad los objetivos y fines de su aplicación, y la
posibilidad de su solución con los elementos del medio ambiente.
1927.
____
(1) La ejecución de este proyecto en las escuelas norteamericanas ––donde la riqueza sobra –– puede servir de
lección a los que quieren exigir ―todo‖ del gobierno y que no permiten que sus hijos se ocupen en trabajos manuales
consistentes en arreglo y construcción de la casa escolar.
EL PSICOANALISIS Y LA EDUCACIÓN O SEA, EL
FREUDISMO COMO MODELO AUXILIAR DE
EDUCACIÓN
Piérre Bovet, director del Instituti J.J Rouseau de Ginebra, Suiza, ha publicado un
librito con el primer título con el fin de vulgarizar el conocimiento de las ideas
pedagógicas del concretador del método psicoanalítico. Al escribir nosotros la presente
síntesis no tenemos la pretensión de dar a conocer algo nuevo, sino llevar a
conocimiento de los educadores paraguayos estudiosos la novedad pedagógica que dice
el subtitulo. No quisiéramos que se nos atribuyera el deseo de que los maestros
profundizasen este método psicológico aún difuso, pues así podríamos ser tachados de
pretenciosos y embarulladores de la preocupación mental de los educadores, quienes,
para el mejor desempeño de sus funciones, deben, antes todo, estar bien interiorizados
de lo que deben enseñar y de la técnica, o sea, de la manera de enseñar para que su labor
resulte fructífera. Si pretendiésemos que todos los maestros se dedicasen al estudio
profundo de este nuevo método psicológico que más bien corresponde a los médicos
dedicados a la cura de los casos de neurosis, nos ocurriría lo que pasó a fines del siglo
pasado a los maestros norteamericanos que se entusiasmaron con la psicología del niño
y la paidología hasta el extremo de constituir un snobismo insoportable, que les valió de
parte del psicólogo William James una crítica burlesca.
Hechas estas salvedades, entremos en materia.
I ––LA CONCIENCIA
Claro está que aquí nos ocuparemos de la conciencia psicológica que, según
algunos, ―es el conocimiento inmediato que
104
II-LA SUBCOCIENCIA
y he emprendido en estos días una cura para adelgazar‖. Causa del olvido: una
identificación inconsciente con el pino del blanco sudario.
Un presidente de la cámara austríaca abrió las sesiones en un período
turbulento, diciendo: ―Se levanta la sesión‖, en vez de ―se abre. El presidente
quería internamente la clausura de la sesión y la boca dijo lo que el corazón
sentía. Este deseo estaba relegado en el fondo de la conciencia, con
prohibiciones de salir.
Freud empezó examinando la subconsciencia de los morbosos, en los casos
psicopatológicos, y de las numerosas observaciones hechas en los pacientes,
indujo la teoría sobre ella y la generalizó diciendo: ―También en individuos
sanos, no neuróticos, hallamos indicios abundantes de una resistencia que
opone al recuerdo de impresiones penosas y a las representaciones de
pensamientos desagradables‖. Mas, dice el mismo, para estimar
cumplidamente la significación del fenómeno, es necesario penetrar en la
psicología de los neuróticos. Por poco que en ella nos adentremos, se nos
impondrá, en efecto, el indicado impulso defensivo elemental contra las
representaciones susceptibles de despertar sensaciones desagradables, impulso
solo comparable al reflejo de fuga ante los estímulos dolorosos, como una de
las principales bases de sustentación de los síntomas histéricos. Contra la
hipótesis de tal tendencia defensiva, no se puede objetar, que por lo contrario,
no es imposible, muchas veces, escapar a recuerdos penosos que nos persiguen
y espantar emociones dolorosas, tales como los remordimientos y los
reproches de nuestra conciencia, pues no afirmamos que dicha tendencia venza
siempre y que no pueda tropezar, en el juego de las fuerzas psíquicas, con
factores que persigan para fines distintos, lo contrario que ella y lo consigan a
su pesar‖.
Según Freud, ―el principio arquitectónico del aparato psíquico parece ser la
estratificación, esto es, la composición por instancias superpuestas unas a
otras‖. Y en las instancias inferiores mora el subconsciente, pugnando
siempre por subir como en los ejemplos anteriores.
107
III-EL PSICOANALISIS
había oído al azar en un café. Su aplomo le valió, no sé por qué motivo, una alta
nota. Pero mas tarde le produjo el olvido del nombre Gassendi motivado por el
remordimiento.
2- Las equivocaciones.- Las equivocaciones orales o lapsus linguae son también
notables por su motivación inconsciente. Veamos los siguientes ejemplos presentados
por Freud
Menciona el caso de una pariente quién, preguntada por un tío suyo respondió: ―No
lo sé. Ahora no lo veo más que infraganti‖. Al día siguiente se disculpo por la
equivocación pues había querido decir “en passant”. Causa error: la paciente había sido
sorprendida por el tío en una ocasión infraganti, en ciertas cosas, y el mecanismo de lo
inconsciente descubrió el secreto.
En cierta ocasión se encontró con unas señoras en traje de turismo. Conversando
con una de ellas sobre los placeres y molestias de las excursiones salió a decir la señora:
―Es cierto que no resulta nada agradable el sentir sobre el cuerpo, después de haber
estado andando el día entero, la blusa y la camisa empapadas en sudor; pero cuando se
llega a ―pantalones‖ y puede uno cambiarse de ropa‖… La señora había tenido
escrúpulo de pronunciar el nombre de esta última prenda de vestir, pero contra su
voluntad, abrió paso a la palabra inhibida, cometiendo el error.
Los casos de lapsus calami son igualmente inexplicables con la psicoanálisis.
Veamos. En una hoja de papel de anotaciones profesionales, escribió: ―Jueves, 20 de
setiembre‖ en vez de ―Jueves 20 de octubre‖. El anoto 20 de setiembre porque había
pensado que aquella fecha era muy tarde y que el cliente hubiese venido antes. Expresó
un deseo oculto.
Todos estos casos de olvido prueban que fueron originalmente por disgustos y
preocupaciones penosas.
3-Extravío de objetos.- En la generalidad de los casos significan deseos ocultos.
Veamos:
Una señora al sacar un paquete de galletas para comerse unas cuantas, pensó que
cuando viniese a darles las buenas noches la señorita S, tendría que ofrecerles algunas, y
se propu-
111
so no dejar de hacerlo a pesar de que hubiese preferido guardar las galletas para si sola.
Cuando llegó el momento, extendió la mano hacia la mesita para coger el paquete que
creía haberlo dejado ahí, pero se encontró con que había desaparecido. Se puso a
buscarlo y lo halló dentro del armario, donde, sin darse cuenta, lo había encerrado.
Causa: el deseo recién reprimido de no invitar a la visita con la galleta, se había abierto
paso y ejecutádose automáticamente la ocultación de las galletas.
H. Sachs, estuvo dudando para ponerse a trabajar o salir de paseo un día domingo.
Se resolvió por quedarse a trabajar pero le falto papel. Sabía que poseía en un cajón del
escritorio y se puso a buscar sin encontrarlo. Convencido, al cabo de largo rato de
búsqueda, de la inutilidad de su empeño, dejó de trabajar y salió a la calle. A la vuelta
sus ojos se fijaron en unos cajones y recordó que ahí tenía guardado el que tanto había
embarullado.
Cuenta que en una casa, a que durante seis años seguidos iba dos veces diarias, le
sucedió subirse distraídamente un poco más arriba, porque se hallaba en una ocasión
perdido en una fantasía ambiciosa de que se eleva cada día más.
4-Torpezas.-Coger una cosa por otra, o cogerla mal obedece siempre a propósitos
oscuro, porque en la vida, los actos con los pensamientos y las palabras todas
obedecen a causas ocultas, o a una segunda personalidad oculta que se aprovecha
de un momento de libertad para obrar libremente.
Dice Freud: ―Raras veces rompo algo; soy muy cuidadoso, pero en cierta ocasión
rompí la tapa de un tintero con un torpe movimiento‖. La explicación de la torpeza es la
siguiente. Su hermana horas antes, le había dicho que todo su escritorio estaba muy
bien, pero que el tintero no guardaba armonía con el conjunto. Su torpeza obedeció a
intención oculta de cambiar el tintero.
De todas estas observaciones deduce que ―no hay torpeza inintencionada‖.
Una muchacha, dice, fue a un museo para copiar, a pesar de su gran deseo de salir a
pasear ese hermoso día. Ante todo tenía que comprar de paso papel. Llegó a la tienda,
compró lápices y otros útiles, pero olvido comprar el papel. Cuando llegó al museo para
trabajar notó el olvido y tuvo
112
que volver a la tienda. Con los elementos completos se puso a trabajar afanosamente. Al
poco sintió unas campanadas, y creyó que eran las doce y cuarto hora de retiro. Recogió
sus objetos y se dirigió a través de un parque, a casa de una hermana a tomar café. Al
llegar a un punto vio, con asombro, que todavía no era la hora de retiro. La tendencia
reprimida del paseo, la había engañado.
5-El sueño.- El estudio de los sueños ha proporcionado a Freud material abundante
para dar a conocer el funcionamiento automático de fuerzas ocultas y comprimidas allá
en las capas íntimas de la conciencia para rebelarse durante el sueño.
Todo sueño expresa la realización disfrazada de un deseo, dice Freud, y hace estudio
de unos casos comprobadores de la verdad. ¿Por qué se disfrazan los deseos para que
broten a la superficie durante el sueño? Porque la mayor parte son deseos vedados,
comprimidos, que solamente disfrazados pueden ser admitidos.
He aquí, según Bovet, la forma como se presentan las ideas en el sueño:
1.0 Antífrasis:-una imagen está presentada por la imagen que corresponde a la idea
contraria.
2.0 La muestra:-Un conjunto aparece representado por un detalle. Así una mujer
sueña con unos calzados de hombre; los calzados con los de su novio; luego,
ha disfrazado al novio.
3.0 El parecido:- Una señora sueña con un mongol y al hacerse el análisis resulta
que el marido, las veces que se enfada, da a la cara el aspecto de la de un
chino.
4.0 Contigüidad:- Dos muebles del mismo cuarto son sustituibles. Envidia vd. la
cama de una amiga y sueña con un sofá de la misma.
IV-DETERMINISMO
En lo ligeramente sintetizado vemos que todos los actos, los pensamientos,
las palabras, los errores y los sueños tienen su causa o su explicación causal.
Freud dice: ―en lo psíquico no existe nada arbitrario ni indeterminado”.
Los números que uno elige al parecer arbitrariamente responden también a
fuerzas y determinaciones ocultas. Nada hay arbitrario ni determinado en lo
psíquico.
113
V-MANIFESTACIONES PORNOGRAFICAS
ra a muchos actos como catárticos. La pornografía infantil que hemos mencionado más
arriba, no es más que, según parece, la exteriorización del instinto social comprimido.
Hay instintos que deben descargarse y otros, ser reprimidos de acuerdo con fórmulas
educacionales. De aquí la importancia de la psicología del subconsciente para la guía
del educador.
Según Freud, la represión de las fuerzas subconscientes, la expulsión violenta de
ellas del campo de la conciencia para impedirles vida común con las demás, ocasiona,
en la mayoría de las veces, desequilibrios peligrosos en el mundo anímico, causa de las
perturbaciones nerviosas llamadas neurosis. El pedagogo necesita conocer esto, como
hay que restablecer el equilibrio entre los dos mundos psíquicos de que hemos hablado
para evitar consecuencias fatales en la vida del niño y normalizar las funciones
nerviosas del mismo.
La mejor regla de educación en conocer esos instintos, cuales deben de ser
reprimidos y expulsados, cuales orientados y canalizados, y cuales modificados en
absoluto. Hay que tener siempre presente, conforme a la tesis de Freud, que la,
tendencia contrariada ―desaparece de la conciencia clara, pero vive en el subconsciente
una vida particularmente molesta, tales las obsesiones, tics, fobias, etc‖. (Bovet)
―Contra estas observaciones y los automatismos, dice Bovet, el esfuerzo voluntario
es totalmente impotente. Es más perjudicial puesto que conduce a repeler aún más, y por
lo tanto a exasperar la tendencia perturbadora‖.
De aquí, en muchos casos, el educador debe emplear la ternura como medios de
educación puesto que el niño la necesita. Freud denomina ―Complejo de Edipo‖ es una
manifestación subconsciente que debe canalizarse para que no se refugie en las
profundidades del ser y perturbar la existencia. El niño débil e indefenso necesita
ternura en su educación. La ternura en el trato tiene propiedad catártica, mientras que la
aspereza, la violencia contra el ser del niño, hace que su instinto de ternura se refugie en
el fondo y mate la vida moral orgánica.
―Nuestros instintos, hasta los más brutales, dice Bovet, son susceptibles de ser
educados, o como dicen los psicoanalis-
116
tas, sublimados, es decir, alterados de una manera en otra, de modo que resulten no
solamente inofensivos, sino hasta útiles desde el punto de vista social‖.
La educación, pues, no es más que la sublimación de los instintos antisociales.
El educador debe de proceder siempre con amable exigencia.
En la educación, para que no se produzca con frecuencia el olvido, debe hacer
agradable, querida la idea porque se escapa más fácilmente de la memoria aquella que
no es desagradable o desfavorable (Ver causa del olvido). Así mismo, no debe repelerse
con violencias las tendencias infantiles, sobre todo las afectuosas, porque es una regla
de educación, dice Guyau, que en materia de sentimiento, es preciso sugerir más que
censurar.
Cristo ha dicho: ―Dejad que los niños se acerquen a mí‖. La pedagogía moderna
ilustrada por la psicología dinámica, dice: ―Dejad que los niños se afirmen‖.
Contrarrestar rudamente una tendencia instintiva, dice Bovet, es peligroso. Nos
exponemos a detener brutalmente todo el desarrollo del niño y causarle un grave daño‖.
Los maestros irreflexivos o ignorantes pueden tronchar la vida del niño, convertir
aquel valle lleno de encanto en un paramo triste. Pues ―nada nos autoriza a negar el
papel del los accidentes afectivos en el origen de la neurosis, nada nos excusa de hacer
todo cuanto esta en nosotros para evitarlos a los niños que nos han sido confiados‖
(Bovet).
El niño necesita amar y ser amado. Solamente con el amor el educador puede hacer
el milagro de la educación. Cuantos niños, señores, se entristecen a los pocos tiempos
de estar en la escuela, se desilusionan y pierden el entusiasmo por el estudio, porque no
encuentran en la maestra la ternura sustitutiva de la madre, o el cuidado amoroso en el
trato de sus pequeñas inclinaciones. ¡Hay maestras que tratan a los niños tiernos como
adultos. Ay ¡de los niños a su cargo!
Nos hemos apartado accidentalmente del tema de esta disertación para acentuar
algunos aspectos pedagógicos que resultan de la ignorancia de la naturaleza del niño.
Con ello no hemos querido hacer otra cosa que resaltar la necesidad del mejor estudio
del niño, y presentar a la vista la importancia del psicoanálisis aplicado a la educación.
El maestro conocedor de la existencia de un mundo psicológico misterioso-la sub
117
Conciencia -que tiene tanta influencia sobre los actos, el desarrollo físico y moral del
niño, y del método para penetrar aquel mundo, con toda seguridad, no procedería
negativamente en su misión educadora.
―Los temores inmotivados, los rubores súbitos (fobias), las imágenes obsesionantes,
las pequeñas manías como comerse las uñas, ceñirse a ritos minuciosos a los que se liga
una significación supersticiosa desconocida, ya sea sudando, trabajando, o
acostándose‖, la tartamudez, ―rebelión frente a sus padres y maestros‖; charlatanería,
pereza, distracción robos, etc. nos presentan al subconsciente en plena actividad
(Bovet), y su conocimiento ilumina la conciencia profesional y su análisis facilita el
cumplimiento de la misión y puede salvarnos en la inmensa responsabilidad que
tenemos ante la sociedad que nos hace depositarios del porvenir de los niños, es decir,
de la nacionalidad misma
Abril de 1927
LA ESCUELA ACTIVA
LA ESCUELA ACTIVA
Conferencia dada por el autor de la síntesis en las
normales de la capital y de Villarrica
--―El término ―escuela activa‖ fue empleado por primera vez, dice Pierre Bovet, en
1919 y simboliza el ―movimiento de reacción contra lo que subsiste de medioeval en la
escuela contemporánea, contra su formulismo, contra su hábito de situarse al margen de
la vida, contra su incomprensión radical de lo que constituye el fondo y la esencia de la
naturaleza del niño‖. ―No es antiintelectual, pero es antiintelectualista‖. ―La orientación
del espíritu ante los grandes problemas religiosos, filosóficos, sociales, morales de la
existencia , la elección de los fines hacia los que se ha de dirigir, y la de los medios que
se emplearían para alcanzarlos, dependen mucho menos de las nociones aprendidas que
los hábitos adquiridos. No basta reflexionar, preciso vivir. Si la vida sin reflexión es
poca cosa, la reflexión sin la vida no es nada.
Ya William James lo había dicho en su concepto pragmático de la vida que la
bondad de las doctrinas filosóficas se juzga por el resultado práctico y el practicismo
pedagógico levanta como enseña de la escuela actual, la educación del niño en la
121
vida y para la vida, de cosas prácticas y útiles que puedan facilitar el cumplimiento
de sus fines biológicos.
Ferriére se abstiene en definir la ―escuela activa‖ porque dice, no es posible hacerlo
a priori; ella no es ni puede ser un concepto definible por lo inestable: ―ella no es,
deviene‖. ―Lo que era ayer, ya no lo será mañana‖.
Uno de los principales postulados de la ―escuela activa‖ es la naturaleza sui generis
del niño que no es ningún ―hombre en miniatura‖. El niño es niño y como tal tiene sus
propias necesidades físicas, intelectuales y morales. Hacer vivir al niño en su propio
ambiente, en contacto con sus propias necesidades es el deber de la pedagogía racional,
es la misión de la ―escuela activa‖. El divorcio entre las cosas y la idea de las cosas solo
produce el naufragio del buen sentido. Privar al nuevo ser del contacto con las cosas es
un crimen de lesa infancia. En conclusión: los niños vivirán en el seno de la realidad
visible y palpable, su acción se refería a esta realidad y su experiencia se nutrirá de
ella‖.
***
La escuela activa, según Ferriére, se basa en la naturaleza del niño cuya esencia es la
espontaneidad, la libertad. Esa libertad obra de conformidad con cuatro fenómenos
propios del ser humano: el impulso vital o dinamismo que le anima; la ley del
progreso; la ley biogenética y los tipos psicológicos.
El impulso vital.- En virtud del dinamismo el niño reacciona ante los estímulos
externos. La vida es precisamente así: reacciona ―favorable‖ o ―desfavorablemente‖.
Las reacciones favorables aumentan el poder del niño; las desfavorables los disminuyen.
En el primer caso el sujeto siente placer y en el segundo, dolor. Lo que le produce
placer lo atrae; se empeña en adquirirlo, y lo que le proporciona dolor, le repulsa;
procura rechazarlo.
Una de las características de la naturaleza infantil derivadas del dinamismo vital y
las reacciones afectivas, es el interés es uno de los aspectos de esa cualidad. ―El interés
es un aspecto intelectual‖; ―es un hambre que se manifiesta; hambre de saber,
122
hambre de aumentar sobre tal o cual punto el campo ilimitado de los conocimientos,
la potencia del espíritu, potencia lógica o potencia práctica. ―Cuando hay interés
verdadero, dice reproduciendo a Dewey, es que el yo se identifica con una idea o un
objeto, es que el yo ha encontrado en ese objeto o en esa idea el medio de manifestarse‖.
El interés no debe confundirse con la simple atracción; lo atractivo simple no
produce esfuerzo porque es pasajero; solo el interés es hondo, dinámico, potente, capaz
de levantar montañas.
¿Qué se induce de esto? Que la base principal de toda enseñanza, de toda pedagogía,
de acuerdo con el impulso vital, fenómeno característico del espíritu del niño, es el
interés. De esto, a la vez, se induce que el esfuerzo del niño por la educación debe ser
personal, paidocéntrico. De ningún modo la educación o la enseñanza debe imponerse a
la fuerza para dentro. Debe de rechazarse la enseñanza homocéntrica por ser contraria a
la naturaleza infantil y a la natural tensión del espíritu del niño.
El deber del educador es conocer la existencia de este impulso centrífugo, vital del
niño y admitirlo como postulado de la ciencia de la educación. Del conocimiento exacto
de esta naturaleza formará en el educador, la conciencia de su augusta misión, y con la
ciencia, el respeto a la naturaleza del niño. Máxima debetur puero reverentia! dice
en alta voz. El respeto al niño ha dado origen a la nueva pedagogía ya proclamada por
todos los precursores como Tolstoi, Rousseau, Pestalozzi y Montessori.
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(I) Ver nuestro escrito: ―La individualización de la enseñanza en el N.3 de ―La
Nueva Enseñanza‖.
125
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(2) Ver nuestra ―Nueva orientación de la Enseñanza‖.
127
fuera para adentro, sino respetando la energía que surje del interior y se dirige
hacia afuera, conforme a la ley de impulso vital proclamada como fundamento
de la escuela activa. Con este método se consigo organizar la autonomía de la
escuela y se liberta normalmente al maestro de las atenciones y quebrantos y al
niño de la opresión del educador. ―El maestro, dice, pasa de soberano absoluto a
simple representante del poder ejecutivo. ―La liga secreta en que todas las
escuelas coahga tácitamente a los alumnos contra los maestros ya no tiene razón
de ser, y se establece en seguida relaciones de confianza‖
Preparar al niño para la vida y no para la escuela es la fórmula de la
pedagogía nueva y , por consiguiente, de la escuela activa de Ferriére. El
precepto tan antiguo de Quintiliano tiende a triunfar en nuestros tiempos. En
vano Pestalozzi y Rousseau se empeñaron en convertirlo en la fórmula
pedagógica. La escuela intelectualista ha venido recorriendo el mundo
triunfalmente, bajo la férula de la imposición. Hoy es unánime la aspiración de
todos los doctos en pedagogía de convertir en bella realidad la preparación para
la vida.
El niño, como bien lo ha dicho Dewey, debe aprender la ciencia de la
existencia en la escuela de la vida. Ferriére apoya fuertemente su pedagogía en
esta fórmula. Todas las ciencias, todos los conocimientos, todas las experiencias
deben ser recogidos de la sociedad, del mundo, del medio ambiente. El niño
debe vivir en consorcio con la Naturaleza para recoger de ella todos los datos
necesarios. Tagore en su ―Shantinikestan‖ no dispone de aulas para encerrar,
como nosotros, a los niños durante las horas de clase. El salón de clase de
Bolpur es un rincón del Mundo sin más limitación que la de la potencia personal
de los educados.
La escuela activa opta por la hermosa sala de la Naturaleza donde actúa
libremente el niño. En este escenario el niño recoge los ejemplares de estudio,
los clasifica y cataloga para tenerlos siempre pronto para las necesidades del
aprendizaje.
Bajo la dirección del educador, y proclamado el tema de estudio el alumnos
saca los ejemplares y los examina. La escuela activa tiene su programa elegido y
no un horario rígido. Es bueno trascribir aquí lo que dice el doctor Ferriére
128
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Abril de 1928
SOBRE LA ENSEÑANZA CUANTITATIVA Y CUALITATIVA
Ninguna moral puede existir fuera de las reglas y dogmas católicos. Por otro
lado, se infiltró rápidamente la heterodoxia con la práctica del libre examen que
engendró la libertad religiosa; ésta y la propaganda de los enciclopedistas dieron
origen a la enseñanza libre.
Asistimos a una era completamente nueva en la que la pedagogía tomó vuelo
y la escuela adquirió, en el concepto de los pueblos, importancia; se comprendió
que la democracia surgente de los esfuerzos populares, debe basarse
indefectiblemente en la educación. Entonces nació el ideal educativo de la
cultura popular. La sociedad democratizada requirió tener las instituciones
escolares al alcance de la masa, terminando el privilegio de los ricos y
aristócratas quienes eran los únicos que tenían derecho de educarse, para dejar
abandonado al pueblo, a los siervos, en la ignorancia.
Talleyrand haciéndose eco de la revolución proclamó la democratización de
la educación, pidiendo la instrucción primaria obligatoria para enseñar a todos y
de modo que todos puedan enseñar.
No poco contribuyeron para la preparación de la nueva pedagogía, que se
iniciaba entonces, los piestistas y filántropos alemanes y suizos. Estas sectas
religiosas proclamaron como ideal de su enseñanza la piedad y la filantropía
para remediar los males de la humanidad. Así lo proclamaron Frank Basedow y
el inmortal pedagogo de Stanz, y lo pusieron en práctica abriendo colegios
donde recogieron a huérfanos y pobres para educarlos. Ya sabéis que la
pedagogía moderna, diríamos mejor contemporánea, nació de la piedad del hijo
de Zurich. Compadecido de la suerte de tantos niños pobres de Stanz. Y así se
hizo maestro, educador, reformador y padre de pedagogía.
La rigidez escolástica iba cediendo a la filosofía de la época. Los conceptos
de la personalidad humana sufrían una revolución completa. Se iba saliendo del
predominio cada vez más debilitado del imperio ideológico de la edad media,
con lo mirada fija al helenismo que tantos frutos maduros y sabrosos dio a la
humanidad. Se busco el perfeccionamiento integral de la naturaleza humana.
Pero en este tren de reconquistar el perdido reino de la educación griega, se
pensó en que la cultura debe basarse en el estudio de las letras y en el
conocimiento
145
las lenguas muertas, con el fin de ―saturar del espíritu helénico, con la voluntad
y las fuerzas inquebrantables para explorar la verdad, dotarlas de energías
independientes y perseverantes para triunfar en esta lucha, y de entusiasmo
vigoroso por lo bello y lo perfecto‖. Este ideal humanista preponderó casi todo
el siglo diez y nueve tanto en la educación primaria, como en la secundaria y
universitaria.
Después de la organización de las diversas nacionalidades europeas surgió en el
cielo de la pedagogía una nueva estrella como guía de los pueblos y de los
gobiernos: el ideal nacionalista. Sobre todo los ideales de sectas, sobre todas las
aspiraciones colectivas se hizo primar el ideal de que la enseñanza en los
diversos grados debe perseguir la formación de una condena nacional tendiente a
establecer la unidad necesaria entre los hombres de un mismo estado, y a hacer
levantar a la patria a la altura máxima. La patria antes de todo y sobre todo; la
nacionalidad sebe ser suficientemente orgánica y fuerte, por su comercio, por su
riqueza, por su ciencia y por sus medios de defensa. Para conseguir este ideal se
tiene que obras sobre la conciencia de la población, orientar su mente. Con este
fin introdujese la enseñanza de la historia de la patria y de la instrucción civica
como medios poderosos de instrucción de educación nacionalistas.
No cabe duda que la educación, guiada por esta idea-fuerza, consiguió
preparar las generaciones imbuidas en el fuerte y sublime sentimiento nacional.
Italia, Francia, Suiza y Alemania consiguieron elevarse sobre la unidad básica de
su organismo político cohesionado por la nueva fuerza moral que obraba sobre
los átomos sociales, si bien es cierto que la exaltación exagerada del ideal
nacionalista ha creado sentimientos bastardos que proporcionan al mundo
europeo días de zozobra y de luto, pues, ha desarrollado odios y recelos mutuos
a falta de sentimientos sedantes.
En oposición a este ideal ha nacido otro, el socialista que levanta como
bandera el principio de la redención y mejoramiento del pueblo, de la clase
trabajadora. La suprema aspiración humana es el bienestar y ese bienestar debe
ser de conformidad con el dictado de la justicia distribuída entre todos los
miembros de la sociedad. Para conseguir este postulado hay que proteger a la
sociedad contra el despotismo y tiranía de los
146
individuos que amparados por sus posiciones privilegiadas, oprimen a los más
faltos de medios de defensa. Para la solución de este problema social se han
ideado diversas y variadas doctrinas que no entraremos a estudiar por no ser del
dominio de esta exposición sintética de los diversos ideales de la humanidad.
Solo diremos que el bienestar social es una cuestión que ha preocupado al
mundo desde la más remota antigüedad, desde el reinado de Servio Tulio que
repartió tierras públicas a los plebeyos, hasta hoy día y quien sabe hasta cuanto.
La educación, pues, no puede estar libre de los planes innovadores del ideal
socialista, ni permanecer indiferente ante el influjo de sus principios. Así,
aunque en diversas formas, en todo el mundo, la doctrina socialista va trazando
ideales pedagógicos cada vez mas conformes con las ansias de un futuro
humano mejor, de la difusión de la cultura en masa, de la democratización de la
ciencia y del arte, de la intervención de los padres de familia en la escuela, de la
desaparición de las aulas de las distinciones sociales, del establecimiento de la
comunidad de vida entre los niños de todas las familias, ricas y pobres,
religiosas y no religiosas, de un credo político y otro.
Otro ideal es el masculino. El hombre, el varón, ha sido y sigue siendo
dueño de los destinos humanos. El dicta las leyes, el establece planes de
educación, el reglamenta la vida de la sociedad. Por eso, en todos los órdenes se
encuentran el plan de mantener el predominio del varón en la dirección de los
negocios, en los destinos nacionales. De aquí el ideal de que la educación debe
preparar al hombre varón la lucha por la vida, manteniendo sus cualidades
específicas de virilidad, fortaleza, emprendedor y aptitud para gobernar. Los que
profesan este ideal no admiten la coeducación ni aceptan como conveniente la
enseñanza del varón a cargo de la mujer, y quieren que los planes de estudios
sean distintos para uno y otros sexos.
Frente a este ideal, venciendo la resistencia creada por los espíritus forjados
a su empuje, va organizándose el feminista que persigue la educación de la
mujer casi en las mismas condiciones del varón, con el fin de prepararla, como a
aquel, para luchar por la vida y en la vida con ventaja.
La mujer no necesita saber otra cosa que lo necesario para la administración
del hogar, para la primera educación del hijo y para desempeñarse correctamente
en los actos sociales,
147
fue el ideal sustentado respecto a la educación femenina y que aún persiste en
muchos espíritus que se resisten a las innovaciones de las ideas liberales. En
Francia, como vosotros sabéis, se inicio el movimiento a favor de la educación
de la mujer con Madame Maintenon y Rollin quien llegó a decir que ―el sexo no
pone diferencias entre dos espíritus‖. Desde entonces en la educación de la
mujer se ha trazado un ideal. Al principio este consistió en una educación
especial, dadas en liceos y universidades, para conservar la feminidad que
constituye el tesoro de la vida espiritual de la mujer aparatándola
cuidadosamente de la masculizacion. Hoy día, la idea ha evolucionado
grandemente, hasta el extremo de que, en muchos países como en Norte
América, Alemania como Inglaterra, la educación masculina ha dada paso a la
femenina hasta en sus costumbres y en sus usos. No hay ya centro de cultura que
lo frecuenten las muchachas, ni juegos y deportes en que no se ejerciten
libremente. La natación, la equitación, los juegos de bochas, etc. etc. todos están
invadidos por las mujeres y hay instituciones de enseñanza que ofrecen
ampliamente estos medios, más que para las habilidades caseras.
En las naciones europeas citadas, la guerra mundial ha enseñado muchas
cosas y no solamente enseñado, sino revelado cosas ignoradas: durante ella la
mujer probo tener las mismas aptitudes que el varón y que podría ocupar sus
sitios con mucha competencia. Entonces fue que en la reorganización postguerra
se prestó a la educación de la mujer la atención necesaria. En Alemania, por
ejemplo, según el profesor Keiper, se llegó a trazar la siguiente directiva para la
educación de la mujer: ―Preparar a la mujer tanto para su futura tarea como para
profesiones prácticas, científicas o administrativas en la misma proporción o
intensidad que al hombre‖.
En el período de vida que lleva la humanidad y sobre todo, los pueblos
europeos, en la postguerra, el concepto de la enseñanza utilitaria ha ganado
terreno y predomina como uno de los ideales pedagógicos.
En la antigüedad, Roma dio a la educación del niño una tendencia utilitaria y,
posteriormente, Spéncer comenzó su famosa obra su educación clasificando los
conocimientos que deben construir un plan de estudio en relación con la utilidad.
―la cuestión esencial, dice, para nosotros, es la de cómo vivir‖.
148
ciencia y con amor. El maestro debe saber que el niño, como dice Patri, va a la
escuela en función de un derecho, el de educarse, el de ser tratado con amor. El
niño, por naturaleza necesita ternura, dijimos al tratar del Psicoanálisis como
método de educación‖, y volvemos a repetir: el niño es ávido de ternura. El
maestro autoritario, el maestro rutinario, el maestro por ―horas‖, no cumple con
su deber, no conoce el aspecto moral de su profesión, y si lo conoce, no lo
cumple, no lo practica. En esta forma es doblemente violador de la moral
profesional.
El maestro debe saber que el niño encomendado a su cuidado, a su guía, tiene
derecho a su integridad biológica. La ética profesional le impone que debe velar
por la salud física y moral del ser confiándosele. El porvenir del niño, toda la
existencia; el porvenir de la sociedad, todo entero, está en sus manos. Puede
condenarlo al infierno del dolor por toda su vida, o puede infectar a la sociedad
entregándole niños enfermos.
Oh, vosotros maestros: ¿habéis reflexionado alguna vez sobre nuestra
responsabilidad?
Pero el maestro no solo debe cuidar su ética profesional, sino también su
ética personal. Entre la ética profesional y la ética personal del educador debe
haber perfecta armonía. Debe vivir honestamente para educar honestamente;
debe tener carácter para ser profesor de carácter; debe ser cariñoso para formar
alma cariñosa. Para guiar moralmente debe conocer el camino de la virtud. El
ejemplo vale más que el precepto. ¿Cómo un ladrón puede enseñar honradez; un
el rio, temperancia; como un tornadizo, fortaleza de carácter; un traidor, la
lealtad; un farsante, la sinceridad? El educador debe cuidar su interno, llevar una
vida ejemplar, para ser modelo de la juventud. Estamos en un periodo de
desorientación. Se levantan pseudos mentores de la juventud que predican
regeneración y practican degeneración; que dicen ser maestros y huyen de la
escuela. Hemos visto a la juventud clasificar a sus maestros en buenos y malos
solo por simpatías personales sin pensar en la balanza de la justicia los meritos
individuales. No da importancia a la ética personal que es un tesoro conseguido
a fuerza de privaciones. Eso es un fenómeno de desorientación de la educación
moral. ¿Vale o no la vida de un hombre consagrada
151
al deber, y cuto altar reprime sus apetitos, reprime sus inclinaciones naturales?.
Pero vamos llegando al final de esta disertación. Trataremos del ideal del
maestro. ¿Debe tenerlo? La pregunta se contesta a si misma. Si el hombre es un
ser inminentemente idealista, el maestro debe serlo como hombre y como
educador. El ideal es la estrella polar que le guiara en el piélago del mar en las
noches obscuras. El maestro debe tener trazado un ideal, para lanzarse tras él en
el cumplimiento de su augusta misión. El maestro sin ideal, debe ser un barco
sin timón, juguete de las borrascas pasionales. El maestro con ideales marchara a
su destino con la frente alta, la mirada fija y el corazón firme. Nunca será
abatido por las tormentas de las pasiones que lleguen a azotarle.
Y ¿Cuál debe ser ese ideal? Ser modelo de bondad; de espíritu de justicia; de
moralidad; de exactitud; de laboriosidad; aproximarse con el estudio constante,
la observación, a los grandes héroes de la educación; levantar la escuela a su
cargo; levantar el prestigio del magisterio de que forma parte, elevándose a si
mismo; mantener un espíritu constantemente juvenil, buscar al niño adonde este
para educarle, y ser un apóstol, un mensajero de la civilización, siempre listo
para llevar la luz adonde fuere necesaria.
Uno de los primeros deberes de su apostolado debe ser un intenso amor a la
patria. En tal sentido como maestro paraguayo debe tener el ideal de soñar con
un Paraguay grande, prospero y culto, grande por el trabajo de sus hijos,
prospero por el desarrollo de sus industrias y culto por la función de sus
escuelas, colegios y universidades; por la cultura de su juventud inspirada en los
puros principios democráticos y en el sentimiento de la confraternidad de los
pueblos.
ENSEÑANZA NACIONALISTA
midos los exámenes de fin de curso sustituidos, como medio de promoción, por
los mensuales que proporcionarían las calificaciones en cada asignatura, las que
darán los promedios anuales que servirán para el pase de un alumno de un grado
a otro. Para que este sistema de promoción rinda el fruto deseado, cual es la
mejor selección de los alumnos de modo que sean promovidos los
suficientemente preparados es necesario observar en las prácticas las siguientes
reglas: 1.o- En cada asignatura el maestro hará constante revisión de los puntos
fundamentales enseñados desde el principio del curso.-2.o En cada prueba
mensual los alumnos serán examinados por escrito en todas las asignaturas y de
todos los puntos enseñados durante el año y no solamente, en el mes. 3.o Las
notas mensuales deben ser la expresión numérica real de suficiencia o
insuficiencia de los alumnos, de modo que estos no sean promovidos sin
preparación. 4.o Los directores vigilarán el exacto cumplimiento etc.‖
La adopción del nuevo sistema se ha ido generalizando paulatinamente a
todas las escuelas por orden de importancia y capacidad del personal. Los
resultados obtenidos, hasta ahora, no se pueden aun apreciar en toda su
extensión; pero creemos firmemente, que el sistema puesto en práctica será
beneficioso.
COEDUCACION
I-SU CONCEPTO
portes, bien aseadas y con árboles a los costados. Muchas flores cultivadas para
las niñas formaran el jardín escolar.
―Este es en lo material. En lo espiritual: la escuela constituirá un centro
rural donde convergerá toda la vida mental del lugar. El director con su familia,
debe ser el centro espiritual: el cuidara la casa, la chacra y los animales como
cosas propias; pudiendo acrecentar la hacienda como suyas. Desde luego, las
vacas, las aves, etc. las puede tener en comunidad con la escuela, usufructuarlas,
para ayudarle el costo de la vida-
―La casa debe estar algo distante del camino, poseerá un jardín al frente, en
cuyo centro será izada la bandera nacional en las horas de la clase‖.
***
1.o El primer interés del niño es la alimentación. Hay que enseñarle ―lo que
come‖ y ―lo que bebe‖; los vegetales y los animales utilizados en la
alimentación: los cereales, las legumbres, las frutas, las verduras; las aves y los
mamíferos que proporcionan huevos, leche y carne. Debe conocer los enemigos
de los vegetales y de los animales útiles. El segundo interés es el abrigo. Debe
conocer los vegetales y los animales que le suministran materias para el vestido:
el algodón, su aplicación; la lana, su origen y aplicación; vestidos para invierno
y para verano. Como construye el hombre su habitación. El tercer interés es su
salud. Debe saber de qué depende la salud; la higiene personal del niño, la
higiene de la boca, de la mano, del cuerpo en general; baños tibios y fríos, baños
diarios; régimen de alimentación; hay que inculcarle la idea y formar la
costumbre de la templanza; combatir la intemperancia. Debe enseñársele a
preparar comidas sencillas de los frutos de la huerta y de la chacra para mejorar
su régimen alimenti-
165
cio y con ello la raza por aquello de que ―la raza por la boca entra‖.
La gimnasia metódica, al aire libre y el canto coral son medios poderosos
para conservar la salud y el bienestar físico y moral de las personas. Debe
seguirse las indicaciones del plan de estudios.
**
SEGUNDO GRADO
SEGUNDO GRADO
del lavado y peine; idem del cepillo de boca (Debe cuidarse que tanto el peine
como el cepillo sean de uso personal). Conversación sobre los órganos de respiracíon;
deçibujo; sobre el aire puro y viciado; el aire frío. Las habitaciones; necesidad de que el
rancho campesino sea más espacioso y contenga más salas para viviendas para evitar la
aglomeración de personas en un mismo cuarto; combatir la costumbre de hacer dormir
animales en el dormitorio; el peligro de la humedad del suelo de la casa; de la
proximidad de los rediles (chiqueros) a las viviendas. La ventilación de las habitaciones
– Conversación sobre el vestido para verano y para invierno ; necesidad de abrigarse
en la estación fría-- Relacinar el origen de los géneros con los animales y vegetales de
que proceden; lugares geográficos donde se fabrican; comercio; viaje simulado al
respecto.
Enfermedades contagiosas : conversación sobre la tuberculosis; su forma de
contagiarse; peligro.
2.0 – EL AMBIENTE
***
Medios de adaptación –
dras, plomada, etc. En la carpintería, los niños podrán construír telares, pizarrones,
bancos, sillas, mesas, carretillas, mangos de hachas y de azadas, arados, envases,
cajones para colmenas, etc.
6.0 – Se debe tener también un tallercito de herrería para las reparaciones más
necesarias de las herramientas, Una fragua, un yunque y un martillo con unas cuantas
limas serán suficientes.
7.0. Todos los trabajos, hasta aquí enumerados, casi son propios de los varones,
por más que también las niñas pueden ejecutar algunos de ellos. A continuación vamos
a indicar los propios del sexo femenino.
¿Los niños deben hacer esas cosas¿ Creemos también que sí. La casa de la
escuela es casa de la comunidad escolar, de los padres de familia, de los alumnos. Es
propio que ellos arreglen, reparen y construyan sus propias casas. Así se desarrollarán
en ellos los sentimientos de cooperación, de colaboración, de esfuerzo común y de bien
público.
Naturalmente, todo se hará metódicamente, sin perjudicar a los otros estudios,
sin obligar a nadie, de modo que el trabajo no resulte desagradable y llegue a inspirar
repulsa. Jamás debe obligarse al niño ejecutar nada fuera de la voluntad para que el
trabajo, ora individual, ora colectivo, se nota que alguien se cansa, se aburre,
inmediatamente ese alguien debe dejar el trabajo para descansar.
9.0 – Los niños, deben, además, fabricar adoves para las paredes, hornos para
cocer chipá, etc.
178
VIII – Acividades sociales
En primer término debe organizarse esta Comisión que debe estar constituída
por los padres de familia, por los maestros y ex alumnos, conforme la Reglamentación
establecida por el H. Consejo. Se procurará que ellas sean constituídas por personas
honorables y de buena voluntad para la causa de la educación popular. Toda comisión
que no trabaja debe ser renovada inmediatamente, hasta que se encuentre la necesaria a
los fines escolares.
La Comisión debe celebrar sus sesiones en el local de la escuela; puede hacerlo
los domingos o días feriados.
Ella realizará frecuentes fiestas escolares, en colaboración, naturalmente, con el
personal de la escuela, a las que serán invitados los vecinos, ya sea para organizar la
Caja Escolar, o para otros fines educacionales.
De estas comisiones depende el mayor éxito del esfuerzo del director tendiente a
la aproximación estrecha del hogar y la escuela. Es necesario convencer a los vecinos,
sean padres o madres de familia, hermanos o parientes de los niños, que la escuela es la
casa de los niños, de sus hijos y, por consiguiente, de ellos mismos y que, por lo tanto,
es necesario que frecuenten a cualquier hora, el local escolar para presenciar la
educación de sus hijos, para auriliar al maestro en el gobierno de la casa de educación.
179
C) Clubs.
Puede organizarse clubs de niños con distintos fines: de foot – ball, de atletismo
y de temperancia; clubs de arborizadores; clubs de criadores de gallinas, de abejas, de
conejos y de chanchos; clubs de cuidadores de caminos públicos ( de la vecindad de la
escuela); clubs de puentes; clubs de ahorro, etc.
D) Conferencias.
Nuestra escuela rural debe ser centro preferido para las conferencias o
conversaciones con los vecinos. El Director de la escuela, con suficiente autoridad
moral en el vecindario, debe, con frecuencia, dar a los vecinos conferencias sobre la
escuela, la educación, la moralidad, la honradez, la virtud, el ahorro, contra el robo,
contra el alcoholismo. Debe evitar tocar todos aquellos puntos que pueden herir
susceptibilidades y ofender delicadezas personales. Su misión es obtener unión y
concordia; la elevación moral del campesino. – Debe procurar desviar a los vecinos del
camino de las tabernas, de los reñideros de gallos.
En la escuela también debe dar conferencias el inspector de escuelas, el guarda
de la zona sanitaria y el inspector de agricultura. El guarda, sobre la salud del
campesino, sobre la anquilostomiasis, el paludismo, la tuberculosis, la sífilis, la grippe,
etc. con el fin de ilustrar el criterio del hombre rural sobre la causa de las enfermedades
y la manera de evitarlas. El inspector de agricultura, sobre los cultivos necesarios y de
valor económico superior; sobre la selección de la semilla, la ro-
180
tación del cultivo, las enfermedades de las plantas, los implementos agrícolas, el valor
de los distintos productos, sobre cooperativas agrícolas, manera de estirpar las plagas
agrícolas; el ahorro y la economía.
Si la inspección de agricultura colabora en la obra común de la educación
agrícola campesina, con la Dirección General de Escuelas, como lo esperamos con toda
seguridad, prestará importantísimo servicio a la educación dentro del plan de la
Dirección General. Al par de trabajar con los adultos para orientar sus actividades en
sentido útil y positivo para la economía nacional, debe ocuparse en la formación de loos
niños en cuyas manos está el porvenir rural. Hoy día los pobres maestros de escuela, sin
más bagaje que su buena voluntad y su amor a la patría, están empeñados en realizar
obras para lasque no tienen suficiente técnica. Los técnicos de la Dirección de
Agricultura pueden dar la mano a la escuela para el mayor éxito de la patriótica
empresa. Solamente de la colaboración común, de la acción sinérgica de las diversas
oficinas y de los distintos funcionarios, podrá obtenerse resultados satisfactorios a plazo
corto. ¿Cuáles son esos resultados que esperamos? El progreso de la Nación y la cultura
de nuestra heróica población campesina en cuyas manos está le economía nacional.
Octubre de 1928.
LO QUE SE HA HECHO POR LA EDUCACIÓN POPULAR Y LO QUE
DEBE HACERSE AUN
Y ya que hablamos de las escuelas rurales vamos a dejar constancia de que uno
de los puntos dignos de atención, uno de los problemas fundamentales de la enseñanza
popular es la organización de las escuelas rurales. Las escuelas medias están más o
menos orientadas y organizadas como para dar resultados satisfactorios con sólo
persistir en la exacta aplicación de los programas y en facilitarles los medios materiales
de que han menester. Francamente, no nos preocupamos de ellas, puesto que han
entrado ya en el camino necesario.
Las escuelas rurales, si nos preocupan. Quisiéramos darles la verdadera
orientación que necesitan. Para el efecto creemos que la acción de las autoridades
públicas debe encaminarse a organizarlas convenientemente.
Es necesario que se creen en cada departamento escolar una escuela rural tipo,
una pequeña granja – escuela, donde al par de formarse el personal para la enseñanza
rural, se proporcionen, los conocimientos prácticos agropecuarios necesarios para el
levantamiento intelectual y moral de la juventud campesina. Estas escuelas rurales
deben ser instaladas en predios de cuatro y más hectáreas de terreno, tener casas
necesarias, los útiles de agricultura, los animales para el estudio práctico, así como
también deben ser centros de una comunidad social donde los agricultores, los vecinos,
encontrarán medios para instruirse, conocimiento para su vida rural y consejos del
director.
Nos dirán talvez, y ¿por qué no llevaron a la práctica tan buena idea? - Entonces
contestaremos que esta innovación descansará en el presupuesto y el presupuesto no lo
hacemos nosotros, sino se nos da hecho para aplicarlo. De este modo, la organización
no se puede sujetar a un plan técnico ni a nuestra concepción pedagógica.
En nuestro folleto titulado ― Nueva orientación de la enseñanza primaria‖,
expusimos nuestras ideas respecto a las escuelas rurales y describimos nuestra
concepción pedagógica, las que, por cierto, en muchos centros agrícolas, donde tienen la
suerte de contar con un educador consciente, eristen en aplicación. Como viene al caso
nos permitiremos repetirles aquí las ideas descriptas. ―Una escuela rural tipo debe
tener su local propio con terreno anexo, si es posible de cinco a seis hectáreas,
mínimum. La casa puede ser de material cocido o crudo,
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al estilo campesino, aunque sea con techo de paja, pero con cierto confort
moderno ; con tres piezas; dos de los extremos con tapias, puertas y ventanas, y la del
medio, abierta completamente. Casa alta, ventilada; paredes blanqueadas o rebocadas
con greda blanca o con cal. Las clases ordinariamente funcionarán en los dos extremos
y las de trabajos manuales en el centro.
―Al lado del edificio escolar debe tener su habitación el director con su familia;
porque esa es condición esencial: el director debe vivir en la misma escuela.
―La casa escolar debe estar rodeada de árboles frondosos, como el naranjo o el
paraíso.
―Cerca de la casa principal el director tendrá el gallinero, la pocilga y el corral
para las vacas. El terreno debe estar dividido en dos zonas: una para chacra y otra para
plaza de deportes, foot – ball, pelota, gimnasia, etc. La plaza debe ser bien aseada y
tener árboles a lo0s costados. Muchas flores cultivadas por las niñas formarán el jardín
escolar.
―Esto es en lo material. En lo espiritual: la escuela constituirá un centro rural
donde convergerá toda la vida mental del lugar. El director con su familia, debe ser el
centro espiritual: él cuidará la casa, la chacra y los animales como cosas propias,
pudiendo acrecentar la hacienda con la suya. Desde luego, las vacas, las aves, etc., las
puede tener en comunidad con la escuela y usufructuarlas, para ayudarle el costo de la
vida. El local escolar, además, debe ser un centro de reunión de los vecinos. Una
Comisión popular, de acuerdo con el maestro y el inspector regulará estas reuniones que
deberán celebrarse con suma frecuencia. Durante la gira del inspector respectivo, las
reuniones se realizarán bajo su presidencia, y ellas tendrán por objeto tratar los intereses
escolares. Además, el inspector de escuela y el del Banco Agrícola, darán conferencias
sobre educación, cultivo, precio, economía, higiene, etc., a los padres de familias y
vecinos reunidos.
―Los niños vivirán en la escuela, en las horas de clase, como en hogar propio y
cuidarán la conservación de la casa y de los mensajes.
―La casa debe estar algo distante del camino y poseerá un jardín al frente, en
cuyo centro será izada la bandera nacional en los horas de clases.
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1928.
LA PEDAGOGÍA Y LA UNIVERSIDAD
rior, distintos del primario que debe tener limites más estrechos.
La formación del docente superior es necesaria. La sola erudición y vastedad de
conocimientos no son suficientes para dictar cátedras y sobre todo, educar.
Pero el objeto del estudio pedagógico en las Universidades no se limita en la
formación del docente, sino también sirve como disciplina moral.
La Pedagogía superior, no la exclusivamente didáctica, tal como se la concibe
actualmente, es una de las ramas del saber más influyentes en la disciplina mental y en
la formación del carácter.
No puede ser de otro modo, pues es la aplicación de la filosofía a la vida
práctica. La Psicología le proporciona conocimientos de la materia prima, los
fenómenos de conciencia; la Lógica , las leyes del pensamiento y las reglas para hallar y
probar la verdad; la Etica, los ideales superiores de la vida individual y colectiva y la
práctica, la disciplina de la voluntad.
Hay otra razón para los estudios pedagógicos. La Pedagogía puede ser suplida,
hasta cierto modo, por las ciencias jurídicas y morales en el sentido de trazar normas
prácticas de la vida social. Donde la importancia del conocimiento de la Pedagogía
adquiere mayor relieve es en la vida del ciudadano como funcionario y legislador.
¿ Cuál es una de las misiones primordiales del Estado respecto a los ciudadanos?
Es la de velar por el imperio de la Constitución y la leyes, por la libertad y bienestar de
los habitantes.
Velar por la educación del pueblo es velar por el bienestar y la libertad; es velar
por el medio único y poderoso para conseguir el perfeccionamiento indefinido de la
sociedad. La salud de la República depende de la educación popular en sus múltiples
aspectos: intelectual, moral, cívico y social.
El Estado traza rumbo a la educación pública por medio de leyes e instituciones,
y la organiza dotándola de presupuestos y vehículos propios para desenvolverse. Pero el
Estado está representado por individuos que ejercen las altas funciones en su nombre y
representación. Los funcionarios discuten y resuelven los grandes problemas sobre la
educación. Para atender debidamente la educación del pueblo, sus males y remedios,
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