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Nombre de la investigación:

Acoso escolar en el colegio público Andrés castro del barrio francisco rojas, del
municipio de tipitapa, departamento de Managua, primer semestre del año 2016,
con la finalidad de tomar conciencia y educar.
Introducción:
Los nicaragüenses, como pueblo y cultura, son una múltiple e interesante mezcla
étnica racial; y en el territorio esto ha sido desde tiempos precolombinos,
geográficamente Nicaragua está dividida en tres regiones, el pacifico, atlántico y la
zona central. Esta división influye en las diferentes expresiones culturales, así que
tomando en cuenta esta diversidad es importante velar por la educación y la
formación de la sociedad y la familia con respecto a los valores que se enseñan a
nuestros niños y adolescentes para prevenir fenómenos sociales en crecimiento
como lo es el caso escolar.
Un informe presentado por el fondo de las naciones unidas para la infancia
(UNICEF) en 2014 revela que 1 de cada 3 estudiantes entre los 13 y 15 años en el
mundo informaron haber participado en una o más peleas en el último año y que
casi una tercera parte de los adolescentes de 11 a 15 años de Europa y América
del norte reconocieron haber acosado o intimidado a otros en la escuela por lo
menos una vez en los últimos meses, así que se ha considerado de mucha
importancia analizar los factores y causas más frecuentes que desarrollan este
fenómeno social y de esta manera informar y educar para poder prevenir el aumento
de más incidentes que tengan que ver con el acoso escolar en nuestro país, por
otra parte la investigación contribuirá a contrastar con datos de otros países donde
el problema es aún mayor debido a los incidentes que terminan en tragedia, que
son relativamente frecuentes en comparación con Nicaragua.
Planteamiento del problema:
Cada vez es mayor la frecuencia con que las instituciones educativas aparecen en
los medios de comunicación por episodios de violencia entre estudiantes, que
alcanzan gran atracción pública y causan alarma social. Se distinguen conductas
de exclusión social (ignorar y no dejar participar); agresión verbal (insultar, poner
apodos ofensivos, hablar mal del otro); agresión física directa (pegar); agresión
física indirecta (robar, romper, esconder); amenazas; acoso sexual (verbal o físico).
A estas manifestaciones se ha unido últimamente el denominado “ciber-bullying”,
conductas en las que cualquiera de los otros tipos de agresiones se realiza
grabando la agresión y difundiéndola mediante el celular o internet, o se utilizan
estos medios para acosar a la víctima fuera del recinto escolar. Hay una gran
diversidad de aspectos que deben ser considerados para analizar el acoso escolar,
como las posibles variaciones según el género y el curso, así como tener en cuenta
dónde sucede, quién lo lleva a cabo, no sólo en cuanto al género de los agresores,
sino también al número y configuración del grupo, y también a quién se lo cuentan
las víctimas, si piden ayuda o no y a quién lo hacen y cómo se comportan los testigos
que asisten a estos conflictos. Asimismo, el acoso escolar se aborda en el marco
de la educación para la convivencia, del desarrollo de la competencia personal y
social y del clima de relaciones interpersonales, dado que el maltrato entre alumnos
se entiende como un problema de convivencia, una forma de malas relaciones entre
iguales y, un fracaso en el aprendizaje de la competencia social. Sobre esta
problemática del acoso escolar, no se cuenta aún con suficientes datos a nivel
nacional sobre la incidencia del acoso escolar tanto en instituciones públicas como
privadas, que se constituyan en un punto de partida para explorar los métodos más
eficaces para intervenir en este problema y prevenirlo.
A partir de estos datos surge el siguiente planteamiento: ¿Cuál es la situación del
acoso escolar y las estrategias de prevención abordadas por la institución y los
profesores en el colegio Andrés castro de tipitapa del primer semestre del año 2016
específicamente del cuarto año de secundaria?
Objetivos:
 Objetivo General:

1. Conocer si está presente el acoso escolar en el colegio Andrés castro de


tipitapa.

 Objetivos específicos:

1. Determinar con qué frecuencia se presentan los diversos tipos de violencia


en la escuela secundaria.

2. Analizar cómo afecta a los alumnos de la secundaria este tipo de violencia e


investigar qué consecuencias a corto, mediano y a largo plazo se producen

3. Conocer que estrategias se pueden implementar dentro de la secundaria


para combatir este tipo de conductas negativas.

Hipótesis:

La comunicación de alumnos a maestros para ventilar el problema y tomar medidas


de corrección y prevención del acoso escolar y mitigar el problema.
Marco teórico:

 Violencia:
En 1996 la Asamblea número 49 de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
declaró la violencia como un problema importante de Salud Pública en constante
aumento en todo el mundo. Esto, para llamar la atención acerca de las serias
consecuencias a corto y largo plazo de la violencia, tanto para individuos como para
las familias, comunidades y países, y de los efectos que tienen las manifestaciones
para los servicios de salud. El fenómeno de la violencia no es simple ni tampoco se
manifiesta de una sola forma o modo. Aparece en distintos niveles y magnitudes,
con distintas características según tiempo y lugar, y también con distintos actores.
Es por ello difícil de definir. La OMS propone la siguiente definición de violencia:

“El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de


amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o
comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar
lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o
privaciones.” (OMS, 2002; citado por Monclús, 2005).
 Violencia Escolar:
A veces al momento de conceptualizar el término violencia escolar resulta un poco
complicado debido a los significados y la amplitud de este, que algunos
investigadores del tema le han venido asignando, pero para fines de esta
investigación lo definiremos de la siguiente manera:
“Se entiende por violencia escolar la acción u omisión intencionadamente dañina
ejercida entre miembros de la comunidad educativa y que se produce dentro de los
espacios físicos que le son propios a las instalaciones escolares, bien en otros
espacios directamente relacionados con lo escolar (alrededores de la escuela o
lugares donde se de desarrollan actividades extra-escolares) “
Más adelante veremos como este concepto puede adquirir un concepto más amplio
cuando definamos con más precisión el tema de investigación.
La violencia escolar es una violencia particularmente específica por los siguientes
aspectos:
1. El espacio de la victimización es la propia escuela, el lugar donde se
desarrolla el proceso educativo.

2. Los participantes de la violencia, es numerosos casos son los alumnos, esto


constituye una línea endeble entre los autores de los hechos de violencia y
las víctimas.
3. El personal docente se muestra vulnerable por no poder controlar la violencia
de la institución escolar, esto conduce a una permisibilidad y agravamiento
de los comportamientos violentos.

4. La importancia del rol y la función social del maestro no es suficientemente


valorada, comprendida y apoyada en nuestra sociedad.

5. Tanto la sociedad en su conjunto como el ámbito escolar han abandonado


una educación cimentada en los principios básicos de los derechos
humanos, el respeto, la igualdad y la paz.

 La violencia escolar y sus denominaciones breve recorrido histórico:


Aunque la violencia entre escolares ha existido siempre, tal como queda reflejado
en la historia de la institución escolar, las primeras investigaciones sobre los malos
tratos entre iguales se iniciaron a principios de los años setenta por los
escandinavos Heinemman (1972) y Olweus (1973), bajo la denominación de
mobbing, y por los británicos Smith y Sharp (1994), bajo la denominación de
bullying, de manera que este tipo de maltrato ha sido etiquetado, en distintos
momentos y países, con términos diferentes y no siempre equivalentes, si bien en
la actualidad están diferenciados el mobbing (acoso moral en el trabajo, o
psicoterror laboral) y el bullying (conductas de acoso y amenaza entre escolares).
Los primeros términos utilizados en Escandinavia para referirse a las conductas de
acoso en los lugares de trabajo fueron mobbing en Noruega y Dinamarca, y
mobbning en Suecia y Finlandia. Por otra parte, cuando comenzaron las
investigaciones sobre este fenómeno diferentes investigadores utilizaron, de forma
indistinta, las palabras mobbing, mobbning y bullying para referirse al mismo.
El pionero de las investigaciones sobre el mobbing fue el psiquiatra sueco Peter
Paul Heinemann, que durante los años sesenta del siglo XX utilizo el termino ingles
mobbing (del verbo “to mob” = regañar, maltratar, asediar o atacar; del sustantivo
“mob” = muchedumbre) para referirse al acoso en el trabajo por parte de una
persona o grupo. Acosar consiste en someter a una persona de forma reiterada
(mediante palabras, gestos, comportamientos o actitudes) a pequeños ataques que
por su repetición y sistematización atentan contra su dignidad o integridad, con la
intención de desestabilizar su clima laboral, poner en peligro su empleo y deteriorar
su círculo de relaciones.
Heinemann, que tomo el termino mobbing de Konrad Lorenz (el primero que lo
utilizo, en su caso desde la etología), detecto también este comportamiento hostil
en niños en edad escolar, siendo el primero en aplicar el termino mobbing a las
conductas hostiles de ciertos niños respecto a otros en las escuelas. En 1972
publico el primer libro en el que aborda la problemática de la violencia de grupo
entre los niños.
Otro pionero en mobbing fue el psicólogo Heinz Leymann, alemán afincado en
Suecia que a principios de los años ochenta investigo el mismo tipo de
comportamiento hostil entre trabajadores de diferentes organizaciones. Gracias a
él, el mobbing se ha convertido en una palabra internacional. Se le considera como
el primer investigador y pionero en la divulgación del acoso psicológico en Europa.
Otros pioneros europeos en mobbing son la psiquiatra francesa Marie France
Hirigoyen y el psicólogo español Inaki Pinuel y Zabala.
Leymann sugiere reservar la palabra mobbing para el acoso entre adultos en los
lugares de trabajo y utilizar el término bullying para referirse al acoso entre niños y
adolescentes en la escuela.
Este último fenómeno (el bullying) comenzó a ser estudiado de forma sistemática
por el psicólogo Dan Olweus, quien lo denomino “Maltrato entre Iguales por Abuso
de Poder”, considerándolo una modalidad de “mobbing”, aunque posteriormente se
fijó para el la nomenclatura anglosajona que se refiere al acoso entre escolares con
los términos “bully” (para designar al autor de la acción: intimidador, abusón, matón)
y “bullying” (para designar la acción: intimidación, maltrato).
Más en concreto, Olweus se basó inicialmente en lo que el padre de la etología,
Konrad Lorenz, denomino mobbing (acosar, rodear). Lorenz utilizo este término
para designar «un ataque colectivo por un grupo de animales contra un animal de
otra especie, que usualmente es más grande y enemigo natural del grupo» (Lorenz,
1963), definición que no tiene en consideración las agresiones de individuo a
individuo, al limitar el fenómeno a hechos grupales. Sin embargo, investigaciones
posteriores demostraron que en los malos tratos entre escolares las agresiones
individuo a individuo representan un porcentaje muy elevado, dato que influyo en la
sustitución del concepto de mobbing por el de bullying, termino este último que da
una cobertura semántica mucho más amplia y ajustada al fenómeno que nos ocupa.
Como detalla en una entrevista el propio Olweus, “En los años 70 empezamos a
acuñar otro termino, bullying, para determinar toda conducta agresiva, negativa,
repetitiva, realizada por un individuo o un grupo contra otro individuo que tiene
dificultades para defenderse a sí mismo” (Álvarez y Grass, 2005).
A Dan Olweus, profesor de Psicología del Centro de Investigación para la Mejora
de la Salud de la Universidad de Bergen (Noruega), se le considera como el pionero
del estudio de las conductas de acoso y amenaza entre escolares, siendo además
el autor que más ha estudiado este fenómeno, cuyo mapa social es muy similar en
todo el mundo. De hecho son varios los países que llevan aplicando, desde hace
más de 20 años, el Programa Olweus para la Prevención del Bullying (1).
En la actualidad, el concepto de «bullying» goza de un amplio consenso en la
literatura científica para identificar el acoso entre escolares, aun cuando se trata de
una denominación que deja fuera la idea de exclusión social como forma agresiva
de relación. Por ello, para referirse al fenómeno completo de lo que en español
denominamos como maltrato, intimidación o abuso entre compañeros, al término
«bullying» se le añade con mucha frecuencia el de «exclusión social».
 Acoso escolar:
En el contexto europeo, existen estudios sobre malos tratos entre escolares desde
principios de los años setenta. El fenómeno conocido como mobbing por los
escandinavos (Heinemman, 1972; Olweus, 1973) y como bullying por los británicos
(Smith y Sharp, 1994) no ha dejado de ser objeto de interés en los últimos treinta
años. Desde entonces, este interés creciente ha ido centrándose en diferentes
tópicos que abarcan desde el estudio de la naturaleza del fenómeno y las variables
que en ella influyen, hasta el diseño de modelos intervención - prevención en el
ámbito escolar.
En relación con la naturaleza y definición del problema, los primeros trabajos datan
de 1972 de la mano de Heinemann. Este médico sueco describió el problema, que
denomino mobbing siguiendo la terminología de Lorenz, como la agresión que un
grupo de alumnos contra uno de sus miembros que interrumpe las actividades
ordinarias del grupo. Cuando la agresión termina, los miembros del grupo vuelven
a sus actividades cotidianas. A este estudio, que tuvo la virtud de llamar la atención
sobre el problema, le siguieron un número relativamente amplio de investigaciones
realizadas en los países escandinavos (Ekman, 1977; Olweus, 1973, 1978;
Pedersen, 1975; Pikas, 1975) que nos permitieron profundizar en la naturaleza del
fenómeno. Entre ellas, sin duda, las más representativas son las desarrolladas por
Olweus (1989, 1993) y los desplegados por Smith y Sharp (1994). Los avances
obtenidos en estos estudios han supuesto la transformación progresiva de la
definición del problema del abuso entre iguales o fenómeno bullying. En este
proceso han sido varios los aspectos que, en diferentes momentos, se han ido
añadiendo a este concepto (Ortega y Mora-Merchan, 2000): agresiones
protagonizadas por un solo agresor; inclusión de diferentes formas de agresión;
consideración de la frecuencia como aspecto necesario; intencionalidad del agresor;
y autopercepción diferencial de la víctima; desigualdad de poder entre víctima y
agresor; efectos que estas conductas tienen en quien en ellas participa.
En la actualidad, aunque no es posible hablar de una definición única, podemos
afirmar que existe un alto índice de acuerdo a la hora de plantear cuales son los
elementos claves para definir el acoso escolar o bullying. En primer lugar, estamos
ante un comportamiento de naturaleza claramente agresiva, independientemente
de la forma que tome (física, verbal o social). En segundo lugar, esta conducta debe
repetirse en el tiempo con cierta consistencia. Por último, la relación que se
establece entre agresor y víctima se caracteriza por un desequilibrio de poder. En
esta línea, posiblemente la definición más aceptada es la formulada recientemente
por Olweus (1999, pag.31):
«Decimos que un estudiante está siendo intimidado cuando otro estudiante o grupo
de estudiantes: dice cosas mezquinas o desagradables, se ríe de él o ella o le llama
por nombres molestos o hirientes. Le ignora completamente, le excluye de su grupo
de amigos o le retira de actividades a propósito. Golpea, patea y empuja, o le
amenaza. Cuenta mentiras o falsos rumores sobre él o ella, le envía notas hirientes
y trata de convencer a los demás para que no se relacionen con él o ella. Y cosas
como esas. Estas cosas ocurren frecuentemente y es difícil para el estudiante que
está siendo intimidado defenderse por sí mismo. También es bullying cuando un
estudiante está siendo molestado repetidamente de forma negativa y dañina. Pero
no lo podemos llamar bullying cuando alguien se mete con otro de forma amistosa
o como en un juego. Tampoco es bullying cuando dos estudiantes de la misma
fuerza discuten o pelean»

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