MATEMÁTICAS Y CULTURA

BOLETÍN
23.02.2018 No. 327

COORDINACIÓN DE MATEMÁTICAS

MATEMÁTICAS MATEMÁTICAS
UNA APLICACIÓN DEL ÁLGEBRA VECTORIAL:
OBTENCIÓN DE LA ECUACIÓN CARTESIANA DE UN CILINDRO CIRCULAR

Una forma de definir a un cilindro circular es:

Un cilindro circular es el lugar geométrico en el espacio de tres dimensiones que

equidistan de una recta fija que es eleje del cilindro.

Con base en la anterior definición, emplearemos la expresión que nos permite

calcular la distancia de un punto P  x, y, z  a una recta fija L .

 q  p0   u
d
u

en donde:

p0 es el vector de posición de un punto cualquiera conocido de la recta L

q s el vector de posición del punto desde el cual se quiere calcular la distancia a

la
recta L .
u es un vector paralelo a la recta L .
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Ejemplo.

Determinar la ecuación cartesiana del cilindro circular de radio R que se muestra

en la siguiente figura:

Sea P0  0, 0, 0  un punto de la recta L (el eje del cilindro) y sea Q  x, y, z  un

punto cualquiera, no conocido del cilindro.

 1 3
Un vector u paralelo al eje es u   0 , cos 60, sen 60    0, , 
 2 2 
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Sea, entonces, u   0,1, 3 

Por lo que q  p0   x, y, z    0, 0, 0    x, y, z 

i j k
 q  p0   u  x y z   3 y  z, 3 x, x 
0 1 3

 q  p0   u        x 2
2 2
3 yz 3 x 2

 

además:
u  1 3  2

Sustituimos en d :

 
2
3y  z  4x2
d R
2

Al simplificar se obtiene

 
2
3y  z  4 x 2  4 R2

esta es la ecuación cartesiana del cilindro.

LUIS HUMBERTO SORIANO SÁNCHEZ

PROFESOR DE LA FACULTAD DE INGENIERÍA, UNAM
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CULTURA CULTURA

HAZ EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN

Esta frase es mucho más que un viejo refrán conocido por todo el mundo,
donde se invita implícitamente a cualquier persona a actuar de una manera
positiva y de forma desinteresada sin importar de quien se trate aquella persona
que recibirá ese beneficio.

Y vaya que sí es importante tratar de hacer el bien en este mundo tan

contaminado por tanta gente tóxica, en donde van en aumento las estadísticas
de casos de robo, de fraudes, de venganzas, donde muchos se pelean el tan
anhelado ‘poder’, etc. Y es que lo que la mayoría de la gente no sabe es que hay
algo que se llama karma, o en otras palabras la ley de causa y efecto en todo su
esplendor. Sin embargo, esta ley cuenta con un pequeño detalle, y es que no
importa si uno escoge hacer bien o mal, la opción que haya sido escogida será
devuelta al autor, pero con un efecto multiplicador, es decir, que la acción
benévola o la acción dañina sea la que haya sido vendrá de regreso, pero con
mayor intensidad y muchas veces recayendo en las personas que son
importantes para nosotros. Por eso la recomendación es que lejos de cobrar
venganza a alguien, es mejor alejarse de quien nos incomoda ya que terceras
inocentes personas podrían pagar alguna cuenta que ni siquiera están enterados
de ello ni le deben nada a nadie.

La vida es muy sabia, y por eso mismo sabe perfectamente lo que

hacemos y dejamos de hacer. Por lo tanto, está en nuestras manos ayudar a que
les vaya bien a los nuestros y a nosotros mismos. De nada sirve lamentarse por
los inconvenientes que nos suceden, mejor será reflexionar en qué hemos hecho
inapropiado o lo que podemos mejorar o corregir.
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Pareciera que es algo absurdo y sin fundamentos, pero si investigáramos
un poco más al respecto, nos enteraríamos de que hay un sinfín de reglas en
este mundo que parecieran tan obvias y otras que ni nos imaginamos que
existen. Sería algo así como el instructivo que necesitamos para poder tener una
vida plena en el aquí y en el ahora que vivimos día con día, y de esta manera
evitaríamos gastar nuestra energía en cosas superfluas, que no nos competen o
que simplemente no nos aportan ningún beneficio. Después de todo esta vida se
trata de experimentar la felicidad y la paz a costa de cualquier distractor.

ANGÉLICA LETICIA SERRANO AHUMADA

INGENIERA EN COMPUTACIÓN
EGRESADA DE LA FACULTAD DE INGENIERÍA, UNAM
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CULTURA CULTURA
COMO REFERIRSE CORRECTAMENTE A UN SISMO

Se sabe que México es un país altamente sísmico, los que crecimos en él hemos
escuchado hablar de sismos, temblores o terremotos desde pequeños y
seguramente hemos vivido alguna vez este fenómeno natural, sin embargo, el
conocimiento que se tiene acerca de este tema es en general escaso y un reflejo
de esto es la forma en la que nos referimos a ellos.
Cada vez que ocurre un evento sísmico, los medios de comunicación son los
principales personajes en informar a la sociedad sobre el fenómeno natural, son
ellos los que transmiten a la mayoría de la población la información publicada por
el Servicio Sismológico Nacional (SSN), la cual incluye fecha, hora, localización
del origen del movimiento telúrico, su epicentro y magnitud. A pesar de los
diversos informes que publica el SSN, diversos medios de comunicación siguen
refiriéndose de forma incorrecta a los sismos, por ejemplo, es común escuchar o
leer “El sismo de intensidad 7.1 grados en la escala de Richter”.
La intensidad no es lo mismo que la magnitud de un sismo. La intensidad se
refiere a los daños, sobre todo materiales, causados por un sismo, por lo tanto,
es una escala subjetiva y para definir su valor se puede utilizar la escala de
Mercalli. La magnitud es un valor que está en función del movimiento y la energía
liberada durante un sismo, para calcularlo son necesarios los datos que registran
las estaciones sismológicas y definir qué modelo matemático, o escala, se usará
(SSN, 2016). Cómo se percibe un sismo depende sobre todo de la vulnerabilidad
que se tiene a él. La vulnerabilidad depende de varios factores como la cercanía
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al epicentro, el tipo de suelo y la calidad de las construcciones, por lo tanto, la
intensidad de un sismo varía respecto a la zona, pero su magnitud siempre es
única.
Existen diversas escalas para calcular la magnitud de un sismo. La escala de
Richter fue desarrollada en 1935 por Charles Francis Richter y Beno Gutenberg
en California, Estados Unidos, es una escala logarítmica que aún se puede usar
para definir la magnitud de sismos locales y pequeños, sin embargo, desde 1986
ya no se utiliza en México. La escala más aceptada y usada internacionalmente
es la de momento, de forma abreviada Mw, que fue desarrollada en 1979 por
Thomas C. Hanks y HirooKanamori. Es una escala robusta que no se satura con
sismos de gran liberación de energía, también es logarítmica y está calibrada con
la escala de Richter para poder comparar sismos de diferente tiempo (Cruz
Atienza, 2013).
Independientemente de la escala que se utilice para calcular la magnitud de un
sismo, estas no son escalas en grados, es decir, el valor resultante es solo un
número, así que, es incorrecto agregar la palabra grados después de indicar su
valor.
Finalmente, si alguien quisiera referirse al sismo del 19 de septiembre pasado
bastaría con decir “El sismo de magnitud 7.1”.
Referencias:
Cruz Atienza, V. M. (2013). Los sismos una amenaza cotidiana (Primera ed.).
México: La caja de cerillos ediciones.
Servicio Sismológico Nacional. (2016). Preguntas Frecuentes. Recuperado el 13
de diciembre de 2017, de http://www.ssn.unam.mx/divulgacion/preguntas/
SHAMARA ZERAIDA CRUZ ALANÍS
PROFESORA DE LA FACULTAD DE INGENIERÍA, UNAM
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http://dcb.fi-c.unam.mx erik2306@unam.mx

Por razones de austeridad, el tiraje del Boletín se sigue manteniendo a la mitad

de lo que se acostumbraba.