AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO
SENTENCIAS EN CASACIÓN
Año XXI / Nº 734
CAS. Nº 2127-2014 JUNÍN
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. SUMILLA.- No debe
confundirse la oferta al público con la declaración unilateral, pues
mientras en la primera solo existe una invitación y no es en este
sentido vinculatoria, pues la fuerza vinculatoria al exponer su
deseo de aceptar la propuesta, salvo naturalmente que antes de
cualquier acción de su parte se haya retirado la mercadería; en la
segunda el promitente se compromete por su sola declaración de
voluntad a satisfacer una determinada prestación. En el presente
caso la oferta al público quedó aceptada con el Depósito de la
Compensación de Tiempo de Servicios en la Institución Bancaria.
Lima, trece de julio de dos mil quince. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; con el acompañado; visto el expediente número dos
mil ciento veintisiete - dos mil catorce, en Audiencia Pública de la
fecha, y emitida la votación conforme a la Ley Orgánica del Poder
Judicial, expide la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL
RECURSO. Que, se trata del recurso de casación interpuesto por
el demandante Gustavo Arturo Aire Orellana, (folios 737), contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número cincuenta
y seis, (folios 708), del treinta de mayo de dos mil catorce, expedida
por la Segunda Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín, que confirma la sentencia apelada comprendida
en la Resolución número cuarenta, (folios 596), del veintinueve de
abril de dos mil once, que declara fundada en parte la demanda; la
revoca en el extremo que fija la suma de novecientos veintidós
dólares americanos con trescientos cuarenta y ocho centavos
(US$.922.348) a ser pagada por el demandado Banco Continental
a favor del demandante Gustavo Arturo Aire Orellana por concepto
de seguro de desempleo; y, Reformándola fijaron la suma de mil
trescientos ochenta y tres dólares americanos con quinientos
veintidós centavos (US$.1,383.522) a ser pagada por el demandado
Banco Continental a favor del demandante Gustavo Arturo Aire
Orellana por concepto de seguro de desempleo, más los
respectivos intereses legales a computarse desde la fecha de
citación con la demanda; con costas y costos del proceso. 2.-
CAUSALES POR LAS QUE SE DECLARÓ PROCEDENTE EL
RECURSO DE CASACIÓN. Que, esta Sala Suprema por
resolución del veintitrés de setiembre de dos mil catorce, (folios 58
del cuadernillo de casación), declaró procedente del recurso de
casación por causal de: a) La contravención de las normas que
garantizan el Derecho a un Debido Proceso, toda vez que al
determinar el quantum del pago del seguro de desempleo, la
resolución superior ha incurrido en un error al hacerla según los
términos del Manual de Procedimientos Operativos para el Subsidio
de Desempleo y no en el acuerdo de la oferta pública por parte de
la entidad financiera demandada, a pesar de que su apelación se
sustentó en esos términos, así como en la inobservancia de la Ley
de Protección al Consumidor vigente a esa fecha, en lo que
respecta a sus artículos 13 inciso a) 20 y 22 de su Texto Único
Ordenado, de conformidad con las resoluciones emitidas por la
Comisión de Protección al Consumidor del Instituto Nacional de
Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual –INDECOPI, las cuales obran en autos y no han sido
analizadas por el Juzgador, tanto más, cuando la propia sentencia
de vista reconoce que dicho manual no estuvo vigente al momento
de la celebración del Contrato de Depósito de la Compensación por
Tiempo de Servicios (CTS) con Seguro de Desempleo entre las
partes, por consiguiente, el citado manual cuya vigencia data
recién del día seis de julio de mil novecientos noventa y cuatro,
nunca formó parte del contrato que se produjo en el año mil
novecientos noventa y uno, por lo tanto la Sala Superior no debió
valorar la aplicación de dicho manual para determinar el quantum
del pago; b) La inaplicación del artículo 1388 del Código Civil,
toda vez que en la sentencia de vista se ha omitido aplicar dicha
disposición normativa en su parte final, la cual establece que si el
proponente indica que su propuesta tiene el carácter de obligatorio
de una oferta, ésta valdrá como tal; en tal sentido, al haber
aceptado el demandante la oferta del Banco Continental, ésta se
convertía en obligatoria para las partes, no pudiendo unilateralmente
modificar las condiciones propuestas en la oferta; y c) La
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inaplicación del artículo 1398 del Código Civil, toda vez que el
Banco demandado no puede estipular exoneraciones y limitaciones
de responsabilidad de su oferta, al no ser válidas aquéllas
estipuladas a favor de quien las ha redactado, como la facultad de
suspender el contrato, rescindirlo o resolverlo; en tal sentido, no
puede el demandado sustraerse de su obligación de hacer efectivo
el pago del monto del seguro de desempleo en las condiciones en
las que anunció su oferta y que estaban vigentes al momento en
que su parte aceptó su propuesta en relación al depósito de su
Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y el Seguro de
Desempleo. 3.- ANTECEDENTES. Que, para efectos de determinar
si en el caso concreto se infringieron las normas legales señaladas,
es necesario realizar las precisiones que a continuación se
detallan: DEMANDA 3.1. Que, Gustavo Arturo Aire Orellana,
(folios 47), interpone demanda de Obligación de Dar Suma de
Dinero, a fin de que el Banco Continental cumpla con pagarle la
suma de seis mil dólares americanos (US$.6,000.00), más los
intereses legales que le adeuda el demandado por concepto de
seguro de desempleo. Sostiene que mediante Decreto Legislativo
número 650 (Ley de Compensación por Tiempo de Servicio) se
estableció que las empresas debían de depositar la compensación
por tiempo de servicios (CTS) de sus trabajadores en una cuenta
en soles o dólares en alguna entidad financiera elegida por el
propio trabajador, por lo cual se creó una gran competencia entre
las instituciones bancarias que trataron de captar la mayor cantidad
de estos fondos. Es así que el Banco Continental sucursal
Huancayo ofreció dentro de sus beneficios un Seguro de
Desempleo Gratuito, el mismo que era exigible durante el tiempo
que permaneciera depositado en el Banco el dinero del
demandante. Para tener acceso a este seguro debía mantenerse
las aportaciones por tres años, y en virtud al contrato en caso de
que perdiera involuntariamente el trabajo, el Banco se obligaba al
pago de mil dólares americanos mensuales (US$.1,000.00) hasta
un máximo de seis mil dólares americanos (US$.6,000.00); es así
que el recurrente por carta del veintiséis de junio del dos mil uno
solicita se haga efectivo el pago de este seguro por haber cumplido
con los requisitos para su percepción, sin embargo la entidad
Bancaria el veintiuno de agosto del mismo año, contesta
indicándole que la prestación del seguro de desempleo que brindó
estuvo vigente hasta el treinta y uno de diciembre de mil novecientos
noventa y siete, hecho que fue comunicado a todos sus clientes
mediante folletería, publicidad exhibida en sus oficinas así como la
publicación en el diario oficial “El Peruano” del año dos mil, además
señalan que de acuerdo a normas de procedimientos operativos
respecto al pago del beneficio, se había previsto un plazo de
noventa días para la prestación de la solicitud y en caso del
demandante al haberlo presentado un año después esta resultaba
improcedente, por lo que ante la negativa del Banco inicia la
presente demanda toda vez que la entidad demandada no puede
modificar unilateralmente el contrato pues ello solo podía y se
puede modificar por acuerdo entre ambas partes, máxime si nunca
se precisó el plazo de duración de dicho beneficio, sino que, por el
contrario, se precisó que este era exigible durante el tiempo que
permaneciera en el Banco el dinero correspondiente a la
compensación por tiempo de servicios. 3.2. CONTESTACIÓN El
Banco Continental, al contestar la demanda (folios 95), solicita
que se declare infundada la demanda al considerar que el beneficio
no era de plazo indeterminado, sino que tenía una fecha de
caducidad, que fue el treinta y uno de diciembre de mil novecientos
noventa y siete, ya que este seguro de desempleo, no estaba
sujeto a un contrato bilateral, por ser un derecho accesorio,
adicional, gratuito al beneficio principal que era la apertura de una
cuenta para el depósito de la compensación por tiempo de servicios
- CTS, encontrándose regulado por las cláusulas generales de
contratación, es por ello que el demandante no presentó como
recaudo de la demanda el mencionado contrato, es decir no hay
título o documento que sustente la pretensión del demandante. El
actor solicita el pago de seguro de desempleo mediante carta
dirigida a la recurrente el veintiséis de junio de dos mil uno, esto es
después de haber caducado la oferta de acuerdo al manual de
procedimiento operativo para el otorgamiento de subsidios de

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desempleo, que establece en su artículo II inciso 2.4, último párrafo
que, "los requerimientos para acogerse al beneficio del subsidio de
desempleo tendrá validez dentro de los noventa días posteriores al
cese del titular de la cuenta compensación por tiempo de servicios
CTS excedido este plazo no se aceptaran los requerimientos que
hubieren” por lo que su pedido fue totalmente extemporáneo
considerando que fue cesado en su trabajo el trece de agosto de
mil novecientos noventa y nueve. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA 3.3. Culminado el trámite correspondiente, el Juez del
Sexto Juzgado Civil de Huancayo de la Corte Superior de Justicia
de Junín, en cuarta oportunidad al haberse declarado nula las tres
sentencias anteriores, mediante Resolución número cuarenta
(folios 576), del veintinueve de abril de dos mil once, declara
fundada en parte la demanda, y ordena que el Banco Continental
sucursal Huancayo, pague al demandante Gustavo Arturo Aire
Orellana la suma de novecientos veintidós dólares americanos con
trescientos cuarenta y ocho centavos (US$.922.348), tras
considerar que en las publicaciones periodísticas ofrecidas por el
Banco Continental así como lo reconoce el actor, en su escrito de
demanda, se entiende que el monto máximo que se otorgaría como
seguro de desempleo era de seis mil dólares americanos
(US$.6,000.00), que debía ser regulado para el otorgamiento del
mismo, por ello es que el actor apertura su cuenta de Compensación
por Tiempo de Servicios en el Banco demandado, el treinta y uno
de mayo de mil novecientos noventa y uno y realizó el retiro de
dicho depósito de Compensación por Tiempo de Servicios el
dieciséis de abril del dos mil tres (más de tres años); asimismo está
demostrado que el demandante fue despedido de forma arbitraria
por el Banco Continental, -entidad en la que prestó servicios-,
como se advierte de la sentencia dictada en el proceso
acompañado, por el que se determinó que el despido del actor se
había configurado en arbitrario. Es de aplicación el Manual de
Procedimientos Operativos para el Otorgamiento de Subsidios de
Desempleo, publicado el seis de julio de mil novecientos noventa y
cuatro, es decir con fecha posterior a la celebración del contrato de
depósito no solo porque en la oferta que efectuaba el banco se
consignaba la expresión: “hasta el monto máximo de seis mil
dólares, exija una forma de cálculo para otorgar dicho beneficio”,
sino porque además se constata que durante la vigencia de dicha
obligación accesoria, se mantenía el depósito de CTS, la cual
estuvo vigente hasta el treinta y uno de diciembre de mil novecientos
noventa y siete, y es durante dicha vigencia que se expidió el
Manual, en examen. En esa medida es de aplicación el mencionado
Manual para efectuar el cálculo del beneficio económico que
reclama el demandante, quien al mantener un depósito de dos mil
trescientos cinco dólares americanos con ochenta y siete centavos
(US$.2,305.87), al momento de cancelar su cuenta de ahorros de
la Compensación de Tiempo de Servicios - CTS y al ser un monto
menor a lo exigido por el Banco, le corresponde que se le otorgue
el diez por ciento de intereses, es decir doscientos treinta dólares
americanos con cincuenta y ocho centavos (US$ 230.58) que
multiplicado por cuatro meses (establecido en el Manual de
Procedimientos) se le adeuda la suma de novecientos noventa y
dos dólares americanos con trescientos cuarenta y ocho centavos
(US$.992.348). RESOLUCIÓN DE SEGUNDA INSTANCIA. 3.5.
Que, contra la mencionada resolución, el demandante Gustavo
Arturo Aire Orellana interpone recurso de apelación, (folios 586);
por lo que la Segunda Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín, (fojas 708) en quinta oportunidad,
al haberse declarado nula la cuarta sentencia por Ejecutoria
Suprema del doce de junio de dos mil trece, confirma la sentencia
de primera instancia, que declara fundada en parte la demanda, la
revoca en el extremo que fija la suma de novecientos veintidós
dólares americanos con trescientos cuarenta y ocho centavos
(US$.942.348), reformándola fijaron la suma de mil trescientos
ochenta y tres dólares americanos con quinientos veintidós
centavos (US$.1,383.522) a ser pagada por el demandado Banco
Continental a favor del demandante Gustavo Arturo Aire Orellana,
por concepto de seguro de desempleo, más los intereses legales a
computarse desde la fecha de citación de la demanda, con costas
y costos del proceso, al determinar que no se acreditó que la
entidad bancaria demandada haya comunicado al demandante el
término de la vigencia del Seguro de Desempleo, no obstante que
los depósitos de la Compensación por Tiempo de Servicios – CTS
no habían sido cobrados, por lo que se cumplía con los requisitos
del mencionado seguro. En cuanto al quantum, se debe tener en
cuenta que las condiciones de la oferta eran que si luego de tres
años de mantener sus aportaciones, perdiera involuntariamente su
trabajo, el actor iba a contar con un subsidio de desempleo hasta
de mil dólares americanos mensuales (US$.1,000.00), durante seis
meses. Es así que habiendo depositado el accionante su
Compensación por Tiempo de Servicios con fecha treinta y uno de
mayo de mil novecientos noventa y uno y habiendo cesado
involuntariamente por carta de fecha trece de agosto de mil
novecientos noventa y nueve, cuando tenía su depósito en el
Banco demandado, la liquidación tenía que ser por el total de los
seis meses ofertados, y para los efectos de la determinación del
quantum, se debe considerar que el monto depositado fue de dos
mil trescientos cinco dólares americanos con ochenta y siete
centavos (US$.2,305.87), por lo que tomando como referencia la
propuesta de la entidad Bancaria demandada de pagar el diez por
ciento (10%) de los intereses de la vida para saldo actuales
menores a cinco mil dólares (US$.5,000.00), resulta la suma de
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doscientos treinta dólares con quinientos ochenta y siete centavos
(US$.230.587), por concepto de intereses, que multiplicado por los
seis meses da un monto de mil trescientos ochenta y tres dólares
con quinientos veintidós centavos (US$.1,383.522) que el concepto
solicitado le corresponde al demandante. 4.- MATERÍA JURÍDICA
EN DEBATE. En este caso, la cuestión jurídica objeto de control en
sede casatoria consiste en determinar si los Jueces Superiores han
transgredido o no las normas que garantizan el debido proceso, y
los artículos 1388 y 1398 del Código Civil. 5.- CONSIDERANDO.
PRIMERO.- Que, en materia de casación es factible ejercer el
control de las decisiones jurisdiccionales, para determinar si se ha
infringido o no las normas que garantizan el debido proceso,
tomándose en consideración que éste supone el cumplimiento de
los principios y de las garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, cautelando sobre todo el ejercicio absoluto del
Derecho de Defensa de las partes en litigio. SEGUNDO.- Que,
atendiendo a la naturaleza de las denuncias por las cuales se ha
declarado procedente el recurso de casación, corresponde
pronunciarse previamente por la causal in procedendo, pues en
caso de ampararse, se debe declarar la nulidad de la sentencia
recurrida, careciendo de objeto emitir pronunciamiento sobre las
demás infracciones. TERCERO.- Que, la causal de contravención
de las normas que garantizan el Derecho al Debido Proceso se
configura cuando dentro del desarrollo del proceso se encuentran
vicios que afectan el desenvolvimiento del mismo creando una
trasgresión procesal que no hace posible la expedición de una
resolución válida, respecto del fondo de la controversia. CUARTO.-
Que, el debido proceso, está referido al respeto de los derechos
fundamentales consagrados en la Constitución Política del Perú,
por el que, se posibilita que toda persona pueda recurrir a la justicia
para obtener tutela jurisdiccional efectiva, a través de un
procedimiento legal con la observancia de las reglas procesales
establecidas para el procedimiento, en el que las instancias
jurisdiccionales emitan pronunciamiento debidamente motivado
con arreglo a Ley. QUINTO.- Que, “(…) que el debido proceso
puede descomponerse en debido proceso formal o adjetivo, el cual
alude al trámite y procedimiento utilizado para dictar una sentencia;
y en debido proceso sustantivo o material, el cual cuestiona
directamente el fondo de la decisión, cualquiera sea la materia que
en su seno se pueda dirimir. (…). En ese sentido, el Derecho al
Debido Proceso, en su dimensión formal, está referido a las
garantías procesales que dan eficacia a los derechos fundamentales
de los litigantes, mientras que, en su dimensión sustantiva, protege
a las partes del proceso frente a leyes y actos arbitrarios de
cualquier autoridad, funcionario o persona particular pues, en
definitiva, la justicia procura que no existan zonas intangibles a la
arbitrariedad, para lo cual el debido proceso debe ser concebido
desde su doble dimensión, formal y sustantiva”1 SEXTO.-
Precisando el contenido del derecho constitucional a la motivación
de las resoluciones judiciales, como una manifestación del Derecho
a un Debido Proceso, Juan F. Monroy Gálvez, citando a Devis
Echandía refiere: “De esta manera se evitan arbitrariedades y se
permite a las partes usar adecuadamente el derecho de
impugnación contra la sentencia para los efectos de la segunda
instancia, planteándole al superior las razones legales y jurídicas
que desvirtúan los errores que condujeron al juez a su decisión.
Porque la resolución de toda sentencia es el resultado de las
razones o motivaciones que en ellas se explican”2. SÉTIMO.- Que,
entonces se verifica que la denuncia precisada en el acápite a),
por el impugnante carece de base real por cuanto en el proceso no
se verifica la concurrencia de vicios insubsanables que afecten la
contravención a las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, teniendo en cuenta que la Sala Superior estableció lo
siguiente: “Para la determinación del quantum, debe tenerse en
cuenta que las condiciones de la oferta eran que si luego de tres
años de mantener sus aportaciones, perdiera involuntariamente su
trabajo, el actor iba a contar con un subsidio de desempleo hasta
de $1,000 dólares americanos mensuales, durante seis meses”. En
este sentido se verifica que la oferta fue de “hasta” y no “de” mil
dólares americanos (US$.1,000.00), por lo que resultó necesario la
aplicación del Manual Operativo para el cálculo de “quantum”,
considerando que en aquél se establecieron el porcentaje que se
percibiría de acuerdo al aporte efectuado por Compensación por
Tiempo de Servicios – CTS. Es así que los Magistrados Superiores,
establecieron que el monto total que tenía que pagar el Banco
Continental a favor de demandante es la suma de mil trescientos
ochenta y tres dólares americanos con quinientos veintidós
centavos (US$.1,383.522), toda vez que el monto depositado por el
recurrente por la Compensación por Tiempo de Servicios – CTS
fue de dos mil trescientos cinco dólares americanos con ochenta y
siete centavos (US$.2,305.87) y la propuesta del Banco de pagar el
diez por ciento (10%) de los intereses por saldos menores a cinco
mil dólares americanos (US$.5,000.00), por lo que tampoco se
vulneró lo dispuesto en la Ley de Protección al Consumidor.
OCTAVO.- Respecto a las infracciones normativas materiales
indicadas en los acápites b) y c), cabe precisar que Max Arias
Shereiber Pezet, al referirse al artículo 1388 del Código Civil
precisa que “(…) la oferta al público es un modo peculiar de dirigir
una propuesta a personas indeterminadas, esto es, al público en
general. El ejemplo más ostensible lo tenemos en los escaparates
de los establecimientos comerciales. La mercadería está expuesta
en ellos, inclusive con indicación de su precio, pero la oferta no
está dirigida a una persona específica, sino a todos los transeúntes,
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o sea “en bloque”, y constituye, en el fondo, una “invitación a
ofrecer”, tal como la define el artículo 1388. Su fuerza vinculatoria
es por lo tanto peculiar y el dueño o administrador de la tienda no
podrá variar el precio señalado al público visitante si este ingresa al
establecimiento y expone su deseo de aceptar la propuesta, salvo
naturalmente que antes de cualquier acción de su parte se haya
retirado la mercadería”. El artículo 22 del Decreto Legislativo
número 716, contempla un caso singular en que la oferta al público
tiene el carácter de obligatorio de una oferta3. No debe confundirse
por tanto la oferta al público con la declaración unilateral, pues
mientras en la primera solo existe una invitación y no es en este
sentido vinculatoria, en la segunda el promitente se compromete
por su sola declaración de voluntad a satisfacer una determinada
prestación. NOVENO.- Por su parte el artículo 1398 del Código
Civil, sanciona con invalidez aquellas estipulaciones que puedan
ser ostensiblemente onerosas, para el que se adhiere o se
incorpora a las cláusulas generales de contratación no aprobadas
administrativamente, como son aquellas que favorezcan a quien
las ha redactado estableciendo exoneraciones o limitaciones de
responsabilidad, facultándola a suspender la ejecución del
contrato, rescindirlo o resolverlo; de prohibir a la otra parte el
derecho de oponer excepciones o de prorrogar o renovar
tácitamente el contrato. DÉCIMO.- En el presente caso, no se
aprecia infracción a las normas antes señaladas, desde que el
Banco oferto el “seguro de desempleo” en los siguientes
términos: "Si luego de tres años de mantener sus aportaciones,
perdiera involuntariamente su trabajo, usted contará con un
subsidio de desempleo hasta de mil dólares americanos mensuales,
durante seis meses."; en consecuencia, habiéndose probado los
hechos en que se sustenta, en tanto que no se ha controvertido
que mantuvo sus aportaciones de compensación por tiempo de
servicios (CTS), durante más de tres años en la entidad Bancaria,
la pretensión es estimable, y por tanto el demandado se encuentra
obligada al Pago del mencionado seguro. Sin embargo, el
beneficiario tenía conocimiento que no necesariamente recibiría
mil dólares mensuales (US$.1,000.00) al momento de su
aceptación, considerando que la demandada precisó un tope
máximo de hasta mil dólares (US$.1,000.00), siendo así, conforme
determinaron las instancias de mérito correspondía para determinar
el quantum que se aplique el Manual de Procedimientos Operativos
para subsidio de desempleo. DÉCIMO PRIMERO.- En tal contexto
la Jueza Suprema Ponente, Magistrada Huamaní Llamas, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 22 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, se aparta de todo criterio que se contraponga a
los fundamentos de la presente Resolución. 6.- DECISIÓN: Por
tales consideraciones y en aplicación de lo dispuesto por el artículo
397 del Código Procesal Civil: 6.1. Declararon INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto por el demandante Gustavo
Arturo Aire Orellana (folios 737); en consecuencia, NO CASARON
la sentencia de vista contenida en la Resolución número cincuenta
y seis, (folios 708), del treinta de mayo de dos mil catorce, expedida
por la Segunda Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín. 6.2. DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Gustavo Arturo Aire Orellana con el Banco
Continental – Sucursal Huancayo, sobre Obligación de Dar Suma
de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señora Huamani Llamas,
Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, HUAMANÍ LLAMAS,
MARTÍNEZ MARAVÍ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA.
LOS FUNDAMENTOS DEL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR JUEZ
SUPREMO MIRANDA MOLINA SON LOS SIGUIENTES: El
suscrito, invocando la norma contenida en el artículo 22 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial – LOPJ, se aparta de todo criterio que
haya sostenido en causas anteriores y que se opongan a las
consideraciones y fundamentos de la presente resolución. S.
MIRANDA MOLINA
1
LANDA ARROYO, César: “El Derecho al Debido Proceso en la Jurisprudencia:
Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, Tribunal Constitucional,
Corte Interamericana de Derechos Humanos”, página. 17, Academia de la
Magistratura
2
MONROY GÁLVEZ, Juan F. 2007. “Teoría General del Derecho”. Lima,
Palestra Editores, pp. 183.
3
El Decreto Legislativo número 716 fue derogado por el Código de Protección
y Defensa al Consumidor, aprobado por la Ley número 29571 del dos de
setiembre de dos mil diez.
C-1569469-1
CAS. Nº 4030-2014 DEL SANTA
INDEMNIZACIÓN. SUMILLA: El Ad quem ha establecido que por el
mérito del Informe número 157-2009-DDU-GO-MPS, se determina
que el actor tuvo pleno conocimiento del proceso coactivo que se le
siguió, lo cual constituiría una circunstancia que conduce a la certeza
de la existencia de dicho proceso coactivo y de su conocimiento por
el ahora recurrente. Lima, catorce de octubre de dos mil quince. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número cuatro mil
treinta – dos mil catorce, y producidos el debate y la votación
correspondientes, emite la presente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por José
Julio Vega Guzmán a fojas quinientos cuarenta y nueve, contra la
sentencia de vista de fojas quinientos veintinueve, de fecha doce de
setiembre de dos mil catorce, emitida por la Primera Sala Civil de la
96995
Corte Superior de Justicia del Santa; que revoca la sentencia
apelada contenida en la resolución número treinta y tres, que obra a
fojas cuatrocientos ochenta y dos, de fecha veintinueve de enero de
dos mil catorce, que declara fundada en parte la demanda, y
reformándola, la declara infundada; en los seguidos por José Julio
Vega Guzmán con la Municipalidad Provincial del Santa, sobre
Indemnización. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fojas cuarenta y dos del presente
cuadernillo, de fecha veinticuatro de abril de dos mil quince, ha
estimado procedente el recurso de casación referido por las causales
de infracción normativa de derecho procesal e infracción normativa
de derecho material. El recurrente alega lo siguiente: A) Infracción
normativa del artículo 70 de la Constitución Política del Perú:
Afirma haber adquirido el inmueble sobre el cual se hicieron las
construcciones materia de indemnización, suscribiendo para tal
efecto el contrato privado de transferencia de terreno eriazo a título
oneroso, celebrado con la Comunidad Campesina de Chimbote y
Coishco, la cual tiene derecho inscrito en la Ficha número 4151, por
lo que premunido de dicho título de propiedad efectuó las
construcciones que en forma ilegal y prepotente han sido demolidas
por la Municipalidad demandada; no obstante, en la resolución de
vista no se ha tenido en cuenta la norma constitucional que protege
el derecho de propiedad del ciudadano frente a la arbitrariedad; B)
Infracción normativa del artículo 1969 del Código Civil: Sostiene
que la citada Municipalidad al contestar la demanda ha admitido que
el veinte de noviembre de dos mil siete, personal de su entidad ha
demolido las construcciones levantadas aduciendo que las misma
habían sido erigidas sin licencia de construcción, debiendo tenerse
en cuenta que dichas construcciones se efectuaron en un terreno de
su propiedad y que de existir omisión administrativa debía
previamente iniciarse el procedimiento administrativo sancionador
correspondiente, lo que no se ha probado en el proceso, pues ante
la reiterada petición de tales actuados sólo se ha respondido con la
hipotética pérdida de los mismos; C) Infracción de los artículos
229 y 230 de la Ley número 27444: Señala que la Municipalidad
aduce reiteradamente que la demolición de sus construcciones se
efectuó por haberlas edificado sin licencia de construcción y como
consecuencia de ello se expidió la Resolución Gerencial número
303-2007-GO-MPS, ordenándose la demolición; agrega que la
entidad demandada en ninguna etapa del proceso ha presentado los
actuados relativos al procedimiento administrativo sancionador
seguido en su contra, ni los actuados referentes al procedimiento
coactivo, habiendo declarado la Sala Superior en un anterior
pronunciamiento nula la sentencia apelada por considerar que el
punto central de la controversia se basa en esos expedientes
administrativos que no obran en los actuados, motivo por el cual no
existe certeza alguna que justifique la demolición; D) Infracción de
los artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú y
IV numeral 1.2 de la Ley número 27444: Considera que a la
hipotética pérdida de los expedientes administrativos que justifiquen
y sustenten el procedimiento sancionador, se agrega que la
Resolución Gerencial número 000303-2007-GO-MPS, que ordena la
demolición, fue apelada sin que en momento alguno se haya
absuelto tal impugnación; por tanto, la demolición se efectuó sin
observarse la garantía del debido proceso referente a la instancia
plural, a lo que con mayor amplitud se refiere el considerando
noveno de la sentencia de primera instancia y el numeral 8.5 del
considerando octavo de la resolución de vista materia de casación;
E) Infracción del artículo 50 inciso 6 del Código Procesal Civil:
Sostiene que en el considerando octavo de la resolución impugnada
se hace un amplio recuento del material probatorio aportado por el
recurrente, pero en ninguno de los considerandos se ha efectuado el
análisis del mismo para sustentar la decisión, lo cual atenta contra el
principio de motivación de las decisiones judiciales.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la absolución del
recurso de casación sub examine es necesario hacer un breve
recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se advierte
que a fojas ciento veinticuatro, José Julio Vega Guzmán interpone
demanda de indemnización por daños y perjuicios contra la
Municipalidad Provincial del Santa solicitando que le pague una
indemnización ascendente a la suma de setecientos mil nuevos
soles (S/.700,000.00), de los cuales seiscientos mil nuevos soles
(S/.600,000.00) corresponden a daños materiales y cien mil nuevos
soles (S/.100,000.00) corresponden al daño moral que se le ha
ocasionado, así como el pago de intereses legales, costas y costos.
Como fundamentos de su demanda sostiene lo siguiente: Que
mediante Contrato Privado y Transferencia de Terreno Eriazo de
fecha dieciséis de junio de dos mil cuatro, adquirió de la Comunidad
Indígena de Chimbote y Coishco, un terreno rústico ubicado en el
sector de Perla Tres Cabezas – Monte Chimbote, Distrito de
Chimbote, con un área de tres hectáreas (30,000 m²), inmueble que
fue adquirido por la suma de cuarenta mil nuevos soles (S/.40,000.00).
El recurrente realizó mejoras, como la nivelación del terreno con
maquinaria pesada por varias semanas, lo que le demandó la
inversión de una fuerte suma de dinero, ya que también compró
desmonte para rellenar el área. Una vez nivelado el terreno, realizó
la construcción de su vivienda y local comercial de dos plantas (siete
metros de frontera por nueve metros de fondo) y cerco perimétrico
(ochenta metros lineales). Dicha construcción supuso comprar gran
cantidad de piedras, arena, ripio, cientos de bolsas de cemento,
fierro corrugado, miles de kilos de alambre y alambrón, clavos y
demás accesorios de construcción; por mano de obra pagó la suma
de veinticinco mil nuevos soles (S/.25,000.00) y además tuvo que

96996 CASACIÓN
pagar por guardianía desde la fecha en que adquirió el terreno hasta
noviembre de dos mil siete, la suma de doce mil novecientos nuevos
soles (S/.12,900.00). La demandada Municipalidad Provincial del
Santa inició el proceso de desalojo por ocupación precaria contra el
Asentamiento Humano Nuevo Edén, Asociación de Comerciantes
del Mercado Mayorista Centro de Acopio - Chimbote dentro de la
cual se encontraba el recurrente, proceso tramitado bajo el
Expediente número 2007-03592. Estando en trámite dicha causa, y
sin desistirse del proceso ni del procedimiento coactivo de
demolición, sin notificación ni requerimiento previo, demolieron su
inmueble con fecha veinte de noviembre de dos mil siete. En dicho
desalojo y demolición se ha destruido toda su mercadería, y luego de
ello, la hoy entidad demandada se desistió del proceso en cuanto al
hoy demandante, habiéndose declarado infundada la demanda
respecto de Pedro Gilberto Rodríguez Cortijo y Lourdes Vega de
Rodríguez, quienes estaban en la misma situación que el hoy
demandante. SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su
naturaleza, el juez de la causa, mediante sentencia de fojas
cuatrocientos ochenta y dos, su fecha veintinueve de enero de dos
mil catorce, declara fundada en parte la demanda; en consecuencia,
ordena que la Municipalidad demandada pague al demandante la
suma de ciento siete mil novecientos nueve nuevos soles con
cincuenta y cinco céntimos (S/.107,909.55) por concepto de daño
emergente y daño moral, más intereses legales desde la fecha de
ocurrencia del daño, es decir desde el veinte de noviembre de dos
mil siete; e infundada en cuanto al lucro cesante. Como fundamentos
de su decisión sostiene lo siguiente: En este caso, las afectaciones
al debido proceso administrativo son manifiestas, dado que se
realizó la demolición sin resolver siquiera el recurso de
reconsideración interpuesto contra la Resolución Gerencial número
000303-2007-GO-MPS de fecha diecisiete de setiembre de dos mil
siete, olvidando que el procedimiento administrativo, en el caso de
los gobiernos locales, concluye con la Resolución de Alcaldía (que
es la que se debió emitir para resolver el recurso de apelación
interpuesto contra la Resolución de Gerencia número 345-2007-GO-
MPS), y que incluso esta última resolución sería susceptible de
demanda contencioso administrativa. Ahora bien, es cierto que estas
conclusiones podrían ser cuestionadas con el expediente
administrativo del procedimiento sancionador o con el expediente de
ejecución coactiva, y es por ello que, oportunamente, la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa dispuso que se
requiera a la Municipalidad demandada dichos actuados
administrativos; sin embargo, pese a los reiterados requerimientos,
la emplazada ha insistido en que no cuenta con dichos actuados, por
lo que ambas partes han solicitado que se prescinda de su actuación.
Dentro de dicho contexto, la conducta de la parte interesada – es
carga y no obligación de probar -, se sujeta a lo dispuesto por el
artículo 282 del Código Procesal Civil, el cual establece que el juez
puede extraer conclusiones en contra de los intereses de las partes
atendiendo a la conducta que éstas asumen en el proceso,
particularmente cuando se manifiesta notoriamente la falta de
cooperación para lograr la finalidad de los medios probatorios, o con
otras actitudes de obstrucción. Siendo esto así, la Municipalidad
Provincial del Santa no ha desvirtuado las graves afectaciones al
debido proceso administrativo que aquí se han señalado, de manera
que se determina que la entidad demandada no ha acreditado que la
demolición se llevó a cabo en el legítimo desempeño de sus
funciones, y por tanto se trató de un daño injusto. TERCERO.-
Apelada la mencionada sentencia, la Sala Revisora mediante la
sentencia de fojas quinientos veintinueve, de fecha doce de
setiembre de dos mil catorce, la revoca y, reformándola, la declara
infundada. Como sustento de su decisión manifiesta lo siguiente: En
relación al primer presupuesto jurídico relativo a la existencia de una
conducta antijurídica, debemos señalar, que se atribuye a la entidad
demandada el hecho de haber efectuado la demolición de su
inmueble, determinándose que el demandante fue posesionario del
mismo, de allí la vinculación con la Municipalidad demandada. En
relación a la concurrencia de los demás presupuestos legales, es
decir el daño sufrido, el nexo causal entre el daño y la conducta
antijurídica, y la imputabilidad de dicha conducta; conforme a la
demanda se invoca la existencia de daño económico y moral por
haber dejado de percibir sus pensiones. Bajo tales premisas
corresponde analizar tanto el daño patrimonial que comprende el
daño emergente y el lucro cesante y como daño extra patrimonial el
daño moral. Habiendo descrito los elementos que debe contener la
responsabilidad extracontractual se debe determinar si lo descrito
precedentemente ha sido en desmedro del actor, para lo cual se
tienen presentes las pruebas aportadas al proceso. Habiendo
realizado el análisis de los medios probatorios actuados en los autos,
se acredita de manera indubitable que el actor ha realizado las
construcciones en el inmueble; asimismo, se acredita la posesión de
éste sobre el inmueble; sin embargo, se debe tener presente si es
que las edificaciones realizadas se han efectuado con los permisos
correspondientes y si en el terreno donde se ha levantado la
vivienda, el actor es el titular del derecho invocado. Si bien es cierto
que la Municipalidad Provincial del Santa inició un proceso de
desalojo por la causal de ocupación precaria con el objeto de
procurar la desocupación del predio que venía siendo ocupado por
los moradores del Asentamiento Humano Nuevo Edén en el que uno
de los habitantes es el ahora demandante, cierto es también que se
desistió de dicho proceso, al haber iniciado un procedimiento de
ejecución coactiva con el objeto de dar cumplimiento a lo dispuesto
en la Resolución Gerencial número 00303-2007-GO-MPS, en la que
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
se había dispuesto la demolición de un muro perimétrico y la
edificación de material noble, por haber construido en una avenida y
por no contar con la respectiva licencia de construcción, otorgándole
un plazo de veinticuatro horas para que cumpla con demoler las
citadas construcciones; resolución administrativa que no fue objeto
de cuestionamiento en el ámbito judicial con la formulación de la
demanda contenciosa administrativa, pues si bien no obra el
expediente de ejecución coactiva, de autos se verifica con el Informe
número 157-2009-DDU-GO-MPS obrante a fojas cuatrocientos
sesenta y siete, que el actor tuvo pleno conocimiento del proceso
coactivo que le seguía en su contra; máxime si dichas instrumentales
no han sido materia de cuestionamiento. De lo expuesto y anotado
en las líneas precedentes, es de verse que la Municipalidad
Provincial emplazada, a través de su oficina de ejecución coactiva,
en ejercicio propio de sus funciones, se ha limitado únicamente a dar
cumplimiento a lo dispuesto en la Resolución Gerencial número
00303-2007-GO-MPS, en mérito a las facultades otorgadas por la
Ley número 26979 – Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva,
que específicamente en sus artículos 9 y 12 regulan las facultades
de las que está embestida dicha autoridad, quienes para dar
cumplimiento a las disposiciones administrativas pueden solicitar el
apoyo de la fuerza pública, tal como así ha ocurrido en el caso de
autos; en el que para procurar el desalojo del demandante del
terreno donde había constituido su vivienda, han contado con la
garantía de efectivos policiales; de tal manera que no hay posibilidad
de atribuir responsabilidad alguna a la entidad emplazada, más aún
si el demandante no ha acreditado tener o poseer la licencia para la
construcción; pues es claro que han actuado en ejercicio regular de
su derecho; y por lo tanto en aplicación de lo preceptuado en el
artículo 1971 del Código Civil corresponde desestimar la demanda.
CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de
casación ha sido declarado procedente por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
material, debiendo absolverse, en principio, las denuncias de
carácter procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por
esta causal deberá verificarse el reenvío, careciendo de objeto el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. QUINTO.- En tal
sentido, conviene absolver, en primer lugar, la denuncia procesal
contenida en el apartado E): El hecho de que el Colegiado Superior
haya citado, en el punto 8 de sus fundamentos, los diversos medios
probatorios valorados para emitir su fallo no enerva que el documento
determinante de dicho fallo sea el que obra a fojas cuatrocientos
sesenta y siete, de cuyo examen ha concluido que (aún cuando el
demandante alega que no se han presentado los actuados relativos
al procedimiento administrativo sancionador, ni los actuados
referentes al procedimiento coactivo), el actor tuvo pleno
conocimiento del proceso coactivo que se le siguió, el cual tuvo
como corolario la demolición de un muro perimétrico y la edificación
de material noble, en cumplimiento de lo dispuesto por la Resolución
Gerencial número 00303-2007-GO-MPS. Por consiguiente, no se
aprecia vulneración alguna del principio de motivación de las
decisiones judiciales; máxime cuando se aprecia que el Ad quem ha
consignado sus consideraciones de hecho y de derecho en forma
ordenada y coherente, en cumplimiento del mandato contenido en el
artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú; máxime si
la Sala Superior ha consignado, como queda dicho, la explicación de
cuál es el medio probatorio determinante de su fallo. SEXTO.- En
cuanto a la denuncia procesal contenida en el apartado D): El Ad
quem ha establecido que en mérito al documento de fojas
cuatrocientos sesenta y siete, consistente en el Informe número
157-2009-DDU-GO-MPS, se determina que el actor tuvo pleno
conocimiento del proceso coactivo que se le siguió. Esta Sala
Suprema considera que, en atención a lo prescrito por el artículo 276
del Código Procesal Civil, es correcta la conclusión a la que ha
arribado el Ad quem, no sólo respecto a la existencia del proceso
coactivo (que tuvo como corolario la demolición de un muro
perimétrico y de la edificación de material noble por no contar con
licencia de construcción), sino respecto a que el ahora recurrente
tuvo pleno conocimiento del mismo. Es decir, para el Ad quem el
mérito del Informe número 157-2009-DDU-GO-MPS, constituiría una
circunstancia que conduce a la certeza de la existencia de dicho
proceso coactivo y de su conocimiento por el ahora recurrente.
Máxime, cuando (tal como indica el Ad quem), el demandante no ha
cuestionado tal medio probatorio. Por lo tanto, este extremo también
debe desestimarse. SÉTIMO.- En cuanto a la denuncia de carácter
material contenida en el apartado C): Sobre la insistencia del
recurrente en negar la existencia del proceso coactivo que se le
siguió, nos remitimos a lo manifestado en los considerandos
precedentes. OCTAVO.- En cuanto a la denuncia de carácter
material contenida en el apartado B): Es evidente que la
Municipalidad demandada ha reconocido haber efectuado la
demolición a la que alude el recurrente, pero declara haber actuado
en uso de sus facultades, habiéndose seguido contra el demandante
un procedimiento administrativo de demolición de las construcciones
que efectuó sin contar con la respectiva licencia municipal. Cabe
aclarar que, de acuerdo a lo expuesto en párrafos anteriores, el Ad
quem ha considerado probada la existencia de tal proceso
administrativo (proceso coactivo), en mérito al medio probatorio de
fojas cuatrocientos sesenta y siete, habiendo considerado esta Sala
Suprema correcta tal conclusión, al amparo de lo previsto por el
artículo 276 del Código Procesal Civil. Por consiguiente, este
extremo también debe desestimarse. NOVENO.- En cuanto a la
denuncia de carácter material contenida en el apartado A): La
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
alegación del recurrente resulta incongruente, pues el proceso de
indemnización no tiene como objeto determinar si el demandante es
o no propietario del terreno en el cual levantó las edificaciones
demolidas, sino si debe o no ser indemnizado por la Municipalidad
demandada por el hecho de tal demolición, habiendo el Ad quem
determinado que al haber tenido el demandante pleno conocimiento
de la existencia del proceso coactivo de demolición, su demanda no
puede ser estimada. Por consiguiente, esta denuncia tampoco
puede prosperar. Por las consideraciones expuestas, no se
configuran las causales de infracción normativa de carácter procesal
y material, motivo por el cual no procede amparar el presente recurso
de casación, por lo que de conformidad con el artículo 397 del
Código Procesal Civil, declararon INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por José Julio Vega Guzmán a fojas quinientos
cuarenta y nueve; por consiguiente, NO CASARON la sentencia de
vista de fojas quinientos veintinueve, de fecha doce de setiembre de
dos mil catorce, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Santa; que revoca la sentencia apelada contenida en
la resolución número treinta y tres, que obra a fojas cuatrocientos
ochenta y dos, de fecha veintinueve de enero de dos mil catorce, que
declara fundada en parte la demanda, y reformándola, la declara
infundada; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por José Julio Vega Guzmán contra la Municipalidad
Provincial del Santa, sobre Indemnización; y los devolvieron. S.S.
HUAMANÍ LLAMAS, VALCÁRCEL SALDAÑA, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA. EL VOTO EN MINORÍA DEL
SEÑOR JUEZ SUPREMO MENDOZA RAMÍREZ, ES COMO
SIGUE: MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del
recurso de casación interpuesto por José Julio Vega Guzmán a fojas
quinientos cuarenta y nueve, contra la sentencia de vista de fojas
quinientos veintinueve, de fecha doce de setiembre de dos mil
catorce, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia Del Santa, que revoca la sentencia apelada de fojas
cuatrocientos ochenta y dos, de fecha veintinueve de enero de dos
mil catorce, mediante la cual se declaró fundada en parte la
demanda; y reformándola declara infundada la incoada; en los
seguidos por José Julio Vega Guzmán contra la Municipalidad
Provincial Del Santa, sobre Indemnización. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Que, el recurso de casación fue
declarado procedente por resolución de fecha veinticuatro de abril de
dos mil quince, de fojas cuarenta y dos, del cuadernillo formado en
este Supremo Tribunal, por las causales de: 1) Infracción normativa
del artículo 70 de la Constitución Política del Perú; alega haber
adquirido el inmueble sobre el cual se hicieron las construcciones
materia de indemnización suscribiendo para tal efecto el Contrato
Privado de transferencia de terreno eriazo a titulo oneroso celebrado
con la Comunidad Campesina de Chimbote y Coishco la cual tiene
derecho inscrito en la Ficha número 4151 por lo que premunido de
dicho título de propiedad efectuó las construcciones que en forma
ilegal y prepotente han sido demolidas por la Municipalidad
demandada no obstante la resolución de vista no ha tenido en
cuenta la norma constitucional que protege el derecho de propiedad
del ciudadano frente a la arbitrariedad; 2) Infracción normativa del
artículo 1969 del Código Civil; afirma que la demandada al
contestar la demanda ha admitido que el veinte de noviembre de dos
mil siete, el personal de su entidad ha demolido las construcciones
levantadas aduciendo que las misma habían sido levantadas sin
licencia de construcción debiendo tenerse en cuenta que dichas
construcciones se efectuaron en un terreno de su propiedad y que
de existir omisión administrativa debía previamente iniciarse el
procedimiento administrativo sancionador correspondiente lo que no
se ha probado en el proceso pues ante la reiterada petición de tales
actuados solo se ha respondido con la hipotética perdida de los
mismos; 3) Infracción de los artículos 229 y 230 de la Ley número
27444 - Ley del Procedimiento Administrativo General; señala
que la Municipalidad aduce reiteradamente que la demolición de sus
construcciones se efectuó por haberlas edificado sin licencia de
construcción y como consecuencia de ello se expidió la Resolución
Gerencial número 303-2007-GO-MPS ordenándose la demolición;
agrega que la entidad demandada en ninguna etapa del proceso ha
presentado los actuados relativos al procedimiento administrativo
sancionador seguido en su contra ni los actuados referentes al
procedimiento coactivo habiendo declarado la Sala Superior en un
anterior pronunciamiento nula la apelada por considerar que el punto
central de la controversia son esos expedientes administrativos que
no obran en los actuados por lo que no existe certeza alguna que
justifique la demolición; 4) Infracción de los artículos 139 inciso 3
de la Constitución Política del Perú y IV numeral 1.2 de la Ley
número 27444 - Ley del Procedimiento Administrativo General;
considera que a la falta de los expedientes administrativos que
justifiquen y sustente el procedimiento accionador se agrega que la
Resolución Gerencial número 000303-2007-GO-MPS que ordena la
demolición fue apelada sin que en ningún momento se haya absuelto
tal impugnación por tanto la demolición se efectuó sin observarse la
Garantía del Debido Proceso referente a la instancia plural a lo que
con mayor amplitud se refiere el considerando noveno de la
sentencia de primera instancia y el numeral 8.5 del considerando
octavo de la resolución de vista materia de casación; y 5) Infracción
del artículo 50 inciso 6) del Código Procesal Civil; arguye que en
el considerando octavo de la resolución impugnada se hace un
amplio recuento del material probatorio aportado por el recurrente
pero en ningún de los considerandos se ha efectuado el análisis del
96997
mismo para sustentar la decisión lo cual atenta contra el principio de
motivación de las decisiones judiciales. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, del examen de autos se advierte que mediante
escrito de fojas ciento veinticuatro, José Julio Vega Guzmán
interpone demanda de Indemnización por Daños y Perjuicios por
responsabilidad extracontractual contra la Municipalidad Provincial
Del Santa a efecto que se le ordene pagar un total de setecientos mil
nuevos soles (S/.700,000.00), de los cuales seiscientos mil nuevos
soles (S/.600,000.00) corresponden a daños materiales y cien mil
nuevos soles (S/.100,000.00) corresponden al daño moral que se le
ha ocasionado, así como el pago de intereses legales, costas y
costos. SEGUNDO.- Que, admitida a trámite la demanda en la vía de
conocimiento por Resolución número uno de fecha veinte de enero
de dos mil once y notificada conforme a ley; por Resolución número
dos de fecha veintitrés de marzo de dos mil once, se tiene por
contestada la demanda por parte de la Municipalidad Provincial Del
Santa; y por Resolución número tres emitida el veinticuatro de mayo
de dos mil once, se declara la existencia de una relación jurídica
procesal válida en consecuencia saneado el proceso. TERCERO.-
Que, mediante Resolución número cuatro de fecha catorce de junio
de dos mil once, de fojas ciento sesenta y cinco, se fijan como puntos
controvertidos los siguientes: i) Determinar si al demandante le
asiste el derecho al pago de Indemnización por Daños y Perjuicios
por responsabilidad civil extracontractual por el monto de setecientos
mil nuevos soles (S/.700,000.00) que comprende: por daños
materiales seiscientos mil nuevos soles (S/.600,000.00) y por daño
moral cien mil nuevos soles (S/.100,000.00); más el pago de los
intereses legales correspondientes desde que ocurrió el hecho
dañoso, más el pago de costas y costos del proceso; y ii) Determinar
si existe el nexo causal entre la atención recibida y el daño causado;
asimismo, se admiten los medios probatorios de las partes,
señalándose fecha para la Audiencia de Pruebas, la cual se realizó
el diecinueve de julio de dos mil once, conforme obra de fojas ciento
ochenta y uno. CUARTO.- Que, valoradas las pruebas y
compulsados los hechos expuestos, mediante sentencia de primera
instancia de fecha veintiocho de enero de dos mil trece, que corre a
fojas trescientos cincuenta y cinco, se declara fundada en parte la
demanda formulada contra la Municipalidad Provincial Del Santa, en
consecuencia ordena que la entidad demandada pague al
demandante la suma de setenta y dos mil sesenta y seis nuevos
soles con setenta céntimos (S/.72,066.70) por concepto de daño
emergente y daño moral, más intereses legales desde la fecha de
ocurrencia del daño, veinte de noviembre de dos mil siete, e
infundada en cuanto al lucro cesante, sin costas ni costos; basándose
en los siguientes argumentos: 1) Es un hecho no controvertido, pues
en su contestación la demandada no solo no niega el hecho sino que
lo justifica, que con fecha veinte de noviembre de dos mil siete,
personal de la Municipalidad Provincial Del Santa demolió las
construcciones levantadas por el actor1, por tanto no existe discusión
en cuanto al hecho relevante. 2) En cuanto a la existencia de un
daño injusto, debe advertirse que, en efecto, la demolición de una
construcción como consecuencia de un procedimiento administrativo
seguido por construir sin licencia, constituye una atribución de la
demandada. Artículo 49 y 93 de la Ley número 27972 – Ley Orgánica
de Municipalidades; 3) Del Expediente número
03592-2007-0-2501-JR-CI-04, seguido ante este mismo Juzgado
por la Municipalidad Provincial Del Santa, contra el Asentamiento
Humano Nuevo Edén y otros, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria, del que se desprende que: i) mediante demanda de fecha
diecisiete de octubre de dos mil siete, la Municipalidad Provincial Del
Santa pretende que el Asentamiento Humano Nuevo Edén,
Asociación de Comerciantes del Mercado Mayorista Centro de
Acopio – Chimbote, Pedro Gilberto Rodríguez Cortijo y Lourdes
Vega de Rodríguez (sociedad conyugal), y Ezequiel Reyes Lozano,
desocupen el bien inmueble ubicado entre la Avenida Los
Pescadores y la Avenida 1, en el Distrito de Chimbote, Provincia Del
Santa, Departamento de Ancash, con un área de ciento treinta y
nueve mil ciento siete punto sesenta metros cuadrados (139,107.60
m2), predio inscrito en la Partida número 11024894 - Fojas 252 a 259
extensión dentro de la que se encontraba la edificación
realizada por el actor; ii) mediante la Resolución número veinte de
fecha veintidós de octubre de dos mil ocho, se tiene por desistida del
proceso a la Municipalidad Provincial Del Santa, respecto a los co-
demandados el Asentamiento Humano Nuevo Edén y la Asociación
de Comerciantes del Mercado Mayorista Centro de Acopio –
Chimbote, dándose por concluido el mismo respecto a dichos co-
demandados (fojas trescientos dos); iii) mediante Sentencia –
Resolución número treinta, de fecha veintinueve de enero de dos mil
diez, se declara fundada en parte la demanda, en consecuencia, se
ordena que el co-demandado Ezequiel Reyes Lozano restituya a
favor de la Municipalidad Provincial Del Santa, el bien inmueble que
ocupa en el terreno materia de proceso, declara infundada la
demanda respecto de los co-demandados Pedro Gilberto Rodríguez
Cortijo y Lourdes Vega de Rodríguez, y en cuanto a los co-
demandados Asentamiento Humano Nuevo Edén y la Asociación de
Comerciantes del Mercado Mayorista Centro de Acopio – Chimbote,
resulta inoficioso emitir pronunciamiento, en mérito al desistimiento
formulado en autos (fojas trescientos nueve); iv) habiéndose
interpuesto recurso de apelación, mediante Sentencia de Vista –
Resolución número treinta y siete, de fecha veintiuno de setiembre
de dos mil diez, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
Del Santa confirma la recurrida (fojas trescientos quince); v)
habiéndose interpuesto recurso de casación, la Sala Civil Transitoria

96998 CASACIÓN
de la Corte Suprema de Justicia de la República, declaró
improcedente el recurso de casación (fojas trescientos veintidós); vi)
devueltos los actuados, se emite la Resolución número cuarenta y
uno, de fecha seis de julio de dos mil once, que dispone se cumpla
con lo ejecutoriado; y vii) mediante la Resolución número cuarenta y
dos, de fecha dieciséis de noviembre de dos mil once y por la falta de
impulso, se dispone el archivamiento transitorio del proceso (fojas
trescientos veintisiete); 4) Afirma además que la entidad demandada
realizó la demolición de lo edificado (vivienda y local comercial de
dos plantas y cerco perimétrico) con fecha veinte de noviembre de
dos mil siete, fecha en que se desalojó por la fuerza a todos los
posesionarios, entre ellos el actor, de la Asociación de Comerciantes
del Mercado Mayorista Centro de Acopio – Chimbote, para luego
desistirse del proceso en cuanto a la citada Asociación en que el
actor no era parte en el proceso de desalojo ya referido y, por otro
lado, el citado proceso se declaró concluido respecto a la Asociación
de Comerciantes del Mercado Mayorista Centro de Acopio –
Chimbote, de manera que, en principio, los actuados en el
Expediente número 03592-2007-0-2501-JR-CI-04, devienen
irrelevantes para emitir la presente sentencia; 5) En todo caso,
parte de los argumentos de la demanda que se vinculan a estos
actuados, se dirigen a sustentar el derecho de propiedad que el actor
invoca, en virtud de la adquisición onerosa realizada a la Comunidad
Indígena de Chimbote y Coishco (instrumental de fojas cuatro y
cuatro vuelta), derecho que no ha sido plenamente definido, pues la
Municipalidad Provincial Del Santa al ser la propietaria del inmueble
ubicado entre la Avenida Los Pescadores y la Avenida 1, en el
Distrito de Chimbote, el órgano jurisdiccional que conoció el proceso
de desalojo, declaró infundada la demanda contra quienes
acreditaron su adquisición en virtud de documento suscrito con la
Comunidad Indígena de Chimbote y Coishco2. De esta manera, en el
peor de los casos, el actor contaría con un derecho expectaticio
respecto al dominio que hoy invoca, derecho que tiene contenido
económico, de manera que es susceptible de daño3; 6) A partir de lo
anterior se concluye lo siguiente: i) ambas partes están de acuerdo
en que la demolición no se efectuó como parte del trámite del
Expediente número 03592-2007-0-2501-JR-CI-04 (de hecho, en
dichos autos no se realizó lanzamiento alguno); ii) que el actor, en el
mejor de los casos era propietario del inmueble que refiere y, en el
peor de los casos, tiene derechos expectaticios, al no estar
delimitado con claridad el derecho de propiedad, respecto al
inmueble de mayor extensión, cuya titularidad es reclamada por la
Municipalidad Provincial Del Santa y por la Comunidad Indígena de
Chimbote y Coishco. Para corroborar estas conclusiones, la
demandada ha sostenido que: “en uso de sus facultades a través de
sus órganos competentes inicia el procedimiento administrativo de
demolición de las construcciones efectuadas sin contar con la
respectiva licencia municipal de construcción, en el cual se
encontraba el demandante, dicho expediente fue asignado con el
número 026967; así mismo después de los actuados administrativos,
mediante Resolución Gerencial número 000303-2007-GO-MPS de
fecha diecisiete de setiembre de dos mil siete, ordena la demolición
de las construcciones efectuadas sin contar con la respectiva
licencia municipal; contra esta resolución el demandante en calidad
de administrado interpone recurso de reconsideración, el mismo que
fue declarado improcedente mediante Resolución de Gerencia
número 345-2007-GO-MPS de fecha veintiocho de noviembre de
dos mil siete, lo que se observa de la copia del Informe número
069-2008-OAJ-MPS de fecha veintitrés de enero de dos mil ocho, en
la que el Jefe de Asesoría Legal opina declarar infundada dicha
apelación”. Esto quiere decir, que al día veintitrés de enero de dos
mil ocho, no se había resuelto el recurso de apelación interpuesto
por el actor; 7) Si bien es verdad que inicialmente, la demandada
presentó la copia simple de fojas ciento cuarenta y siete (Informe
número 069-2008-OAJ-MPS), con lo que pretendía acreditar la
existencia de un procedimiento administrativo que justificaba la
demolición, también lo es que el procedimiento administrativo existió,
y prueba de ello es el Oficio número 621-2009-DP-ANCASH/CHIM
de fecha seis de agosto de dos mil nueve, en que el Módulo de
Atención de Chimbote de la Defensoría del Pueblo, recomienda al
Gerente del Gobierno Local Provincial Del Santa, “adopte las
medidas correctivas correspondientes, a fin de que, de manera
inmediata, se cumpla con resolver el recurso de apelación interpuesto
por el ciudadano José Julio Vega Guzmán el día doce de diciembre
de dos mil siete (Expediente número 26967), a fojas noventa y tres”;
8) De esta manera, estando a que la demolición se realizó el veinte
de noviembre de dos mil siete, se advierte del propio dicho de la
entidad demandada, que los hechos se realizaron incluso antes que
se resuelva el recurso de reconsideración contra la Resolución
Gerencial número 000303-2007-GO-MPS de fecha diecisiete de
setiembre de dos mil siete (la Resolución de Gerencia número
345-2007-GO-MPS se emitió con fecha veintiocho de noviembre de
dos mil siete) y por cierto, sin haberse resuelto el recurso de
apelación ya descrito. En este punto, no se debe soslayar lo
dispuesto por el artículo 216 de la Ley número 27444 - Ley del
Procedimiento Administrativo General, que si bien establece que la
interposición de cualquier recurso, excepto los casos en que una
norma legal establezca lo contrario, no suspenderá la ejecución del
acto impugnado (216.1), establece también que la autoridad a quien
competa resolver el recurso podrá suspender de oficio o a petición
de parte la ejecución del acto recurrido, si la ejecución pudiera
causar perjuicios de imposible o difícil reparación (216.2.a); 9) En
este caso, las afectaciones al Debido Proceso Administrativo son
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
manifiestas, dado que se realizó la demolición sin resolver siquiera el
recurso de reconsideración interpuesto contra la Resolución
Gerencial número 000303-2007-GO-MPS de fecha diecisiete de
setiembre de dos mil siete, olvidando que el procedimiento
administrativo, en el caso de los gobiernos locales, concluye con la
Resolución de Alcaldía4 (que es la que se debió emitir para resolver
el recurso de apelación interpuesto contra la Resolución de Gerencia
número 345-2007-GO-MPS), y que incluso esta última sería
susceptible de demanda contencioso administrativa5; 10) Ahora
bien, es cierto que estas conclusiones podrían ser cuestionadas con
el Expediente Administrativo del Procedimiento Sancionador o con el
Expediente de Ejecución Coactiva, y es por ello que, oportunamente,
la Primera Sala Civil dispuso que se requiera a la entidad demandada,
dichos actuados administrativos; sin embargo, pese a los reiterados
requerimientos6, la emplazada ha insistido en que no cuenta con
dichos actuados, por lo que ambas partes han solicitado que se
prescinda de su actuación. Dentro de dicho contexto, se ratifica en lo
sostenido con anterioridad, en el sentido que la conducta de la parte
interesada –es carga y no obligación de probar-, se sujeta a lo
dispuesto por el artículo 282 del Código Procesal Civil, que establece
que el Juez puede extraer conclusiones en contra de los intereses de
las partes atendiendo a la conducta que éstas asumen en el proceso,
particularmente cuando se manifiesta notoriamente en la falta de
cooperación para lograr la finalidad de los medios probatorios, o con
otras actitudes de obstrucción. Siendo esto así, la Municipalidad
Provincial Del Santa no ha desvirtuado las graves afectaciones al
Debido Proceso Administrativo que aquí se han señalado7, de
manera que se determina que la demandada no ha acreditado que
la demolición se llevó a cabo en el legítimo desempeño de sus
funciones, y por tanto se trató de un daño injusto; 11) Ahora los
daños alegados. El actor refiere daños patrimoniales: i) daño
emergente8, puesto que la demolición de la construcción y de su
mercadería –se trataba no solo de su vivienda sino también de un
local comercial-, ha supuesto la pérdida de su inversión, de hecho,
no pudo atender de manera puntual a un préstamo contratado con el
Banco del Trabajo, destinado a la construcción del cerco perimétrico;
ii) lucro cesante, por la no obtención de ganancias previstas, las que
pudo haber obtenido en su actividad comercial; iii) daño moral:
sostiene que al no tener una fuente de trabajo para subsistir, ha
tenido diversos problemas personales y familiares, lo que lo afecta
moralmente, tanto más si su hijo Nilton Vega Lázaro ha tenido que
dejar, por este motivo, sus estudios. Respecto del monto solicitado,
el demandante solicita por daños materiales la suma de: seiscientos
mil nuevos soles (S/.600,000.00), sin discriminar cuánto
correspondería al daño emergente y cuánto al lucro cesante, en
tanto que, por daño moral se pretende la suma de cien mil nuevos
soles (S/.100,000.00); 12) Se considera: i) que en cuanto al daño
emergente, esto es, a la disminución de patrimonio existente como
consecuencia del daño, es necesario advertir que, es un hecho no
controvertido la demolición de las construcciones levantadas en el
terreno rústico ubicado en el sector de la Perla Tres Cabezas –
Monte Chimbote, Distrito de Chimbote, con un área de treinta mil
metros cuadrados (30,000 m²); ahora bien, es evidente que la
construcción importa gastos en materiales y en mano de obra9, de
manera que en este punto se verifica el daño emergente, al igual que
en la lógica pérdida de la vivienda familiar, que se presume supuso
gastos de alquiler de un nuevo inmueble10; ahora bien, no puede
decirse lo mismo de los enseres y mercaderías que el demandante
sostuvo se encontraban dentro del inmueble, que utilizaba como
vivienda y local comercial, pues los testimonios de los testigos Julio
Sebastián León Cabanillas y Julia Bocanegra Melgarejo (Acta de
fojas ciento ochenta y uno), no se condicen con el video que se ha
ofrecido como medio probatorio, en el que se aprecia que la
demolición se realizó respecto de un inmueble vacío; tampoco se
verifica daño en el caso del pago realizado a un vigilante, pues este
gasto cumplió su finalidad oportunamente, que era brindar seguridad
durante la construcción; ii) en cuanto al lucro cesante, esto es, la
pérdida de un ingreso cierto, es necesario advertir, que la parte
demandante no ha adjuntado medios probatorios que acrediten sus
ingresos promedio en la actividad comercial que sostiene haber
realizado en la construcción demolida11, de manera que conforme a
lo dispuesto por el artículo 200 del Código Procesal Civil, este
extremo se debe desestimar por improbado, tanto más si no
habiéndose acreditado la pérdida de mercadería ni la venta
anticipada de ésta, siendo perfectamente posible que el actor se
dedique a estas actividades en otro local comercial; iii) en cuanto al
daño moral, la destrucción del bien inmueble ya aludido, y la
consecuente pérdida de la inversión efectuada, genera
razonablemente en el propietario frustración y desasosiego, al ver
comprometida su economía, afectando su sustento y el sustento de
las personas que del demandante dependen12. 13) “La indemnización
comprende las consecuencias que deriven de la acción u omisión
generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la
persona y el daño moral, debiendo existir una relación de causalidad
adecuada entre el hecho y el daño producido. El monto de la
indemnización devenga intereses legales desde la fecha en que se
produjo el daño”. Luego, considera que existe nexo de causalidad
adecuada, toda vez que los daños alegados por la parte demandante
y verificados por el Juzgado, se derivan razonablemente de la
demolición de las construcciones del demandante, pues de otro
modo, no se habrían generado las afectaciones invocadas. Concluye
así, el examen fáctico, en el sentido que se ha verificado un hecho
(la demolición del inmueble por parte del personal de la entidad
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
demandada), daños injustos (daño emergente y daño moral), y que
existe una relación de causalidad entre ambos; 14) En cuanto al
examen de imputación de responsabilidad, el artículo 1969 del
Código Civil, establece que: “aquél que por dolo o culpa causa un
daño a otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de
dolo o culpa corresponde a su autor”, de lo que se tiene que
legalmente se ha establecido la inversión de la carga de la prueba,
pues se presume la existencia de dolo o culpa. Al respecto, de autos
no se advierte que la Municipalidad Provincial Del Santa haya
desvirtuado la presunción de dolo o culpa en su contra, por el
contrario, como ya se ha señalado, pese a sostener que su conducta
fue la adecuada, no acreditó válidamente la preexistencia de un
Debido Proceso Administrativo que legitimara la demolición; de
hecho, siendo la parte para que resultaba menos costoso el
ofrecimiento del Expediente Administrativo del Procedimiento
Sancionador y del Expediente de Ejecución Coactiva, y siendo de su
directo interés –pues la alegación del procedimiento administrativo
fue propuesta por la Municipalidad demandada-, no cumplió con los
reiterados mandatos del Juzgado, antes bien, solicitó se prescinda
de dicha prueba. Siendo ello así, el suscrito considera que hay
responsabilidad civil y, por tanto, corresponde el pago de una
indemnización; 15) Para determinar el quantum indemnizatorio13, por
daño emergente, los gastos incurridos por la construcción y mano de
obra, así como por el monto que debió gastar inicialmente el actor
para alquilar un nuevo inmueble para vivienda. En cuanto al primer
extremo, corren en autos, a fojas uno, el contrato por el que el
accionante adquiere el terreno por la suma de cuarenta mil nuevos
soles (S/.40,000.00), los Contratos de Edificación y Construcción de
fojas trece a catorce por el monto de doce mil quinientos nuevos
soles (S/.12,500.00), de fojas quince a dieciséis por el monto de
ocho mil quinientos nuevos soles (S/.8,500.00) y de fojas veinte a
veintiuno por el monto de cuatro mil quinientos nuevos soles
(S/.4,500.00), de fojas veintitrés a sesenta y nueve corren diversos
comprobantes de pago por la compra de materiales de construcción
por la suma de treinta y seis mil quinientos sesenta y seis nuevos
soles con setenta céntimos (S/.36,566.70); corre también a fojas
noventa y nueve, el cronograma de pagos del préstamo pactado con
el Banco del Trabajo para la adquisición de materiales de
construcción, por la suma de quince mil nuevos soles (S/.15,000.00)14
y finalmente de fojas ciento uno a ciento siete, la valorización de
parte, realizada por las Ingenieras Bertha Aurora Pacheco Jhon y
Patricia Graciela Díaz Crivillero; 16) No es materia de discusión la
actual posesión o el derecho de propiedad del terreno en el cual se
levantó la edificación, sino los daños causados por la demolición, de
manera que, quedando a salvo el derecho del actor para hacerlo
valer conforme a ley, el valor del terreno no formará parte del monto
indemnizatorio. En segundo lugar, si bien la valorización de parte no
se sustenta en la verificación in situ, pues éste se elaboró tiempo
después de la demolición, sirve de referencia para determinar cuál
es el monto con que el actor considera se resarcirán los daños
relativos a la edificación; así, tenemos que el valor de la edificación y
de las obras complementarias, asciende a la suma de veinticuatro
mil ochocientos cuarenta y ocho dólares americanos con sesenta y
nueve centavos (US$24,848.69) monto que, en aplicación del
principio de congruencia, se constituirá como tope; 17) El límite
menor, se puede determinar con las instrumentales de fojas veintitrés
a sesenta y nueve, esto es, con los diversos comprobantes de pago
por la compra de materiales de construcción que totalizan un monto
de treinta y seis mil quinientos sesenta y seis nuevos soles con
setenta céntimos (S/.36,566.70). De esta manera, el monto por los
materiales deberá encontrarse entre este monto y el señalado en la
valorización de parte. Luego, advertimos nuevamente que si bien el
Informe se sustenta en el Cuadro de Valores Unitarios Oficiales de
Edificaciones, de manera que no está desprovisto de sustento, en la
medida que se realizó sobre la base de vídeos y fotografías es
estimatorio. Por ello, es que este Juzgado debe recurrir a un juicio de
equidad para determinar que la suma que corresponde debe
ascender al setenta y cinco por ciento (75%) de la suma determinada
en el Informe de Parte, que teniendo en cuenta un tipo de cambio de
tres nuevos soles (S/.3.00), asciende a cincuenta y cinco mil
novecientos nueve nuevos soles con cincuenta y cinco céntimos
(S/.55,909.55), lo que sumado a los gastos por mano de obra (los
contratos presentados por el actor no han sido desvirtuados y
contienen montos razonables) que ascienden a la suma de
veinticinco mil quinientos nuevos soles (S/.25,500.00), determinan
que el monto a indemnizar por daño emergente vinculado al
inmueble, sea de ochenta y un mil cuatrocientos nueve nuevos soles
(S/.81,409.00). También se ha referido, que la demolición generó
como daño emergente, el gasto que debió realizar el actor para
mudar a su familia a una nueva vivienda, y a este respecto, estando
a que la fijación del hogar es un acto de libertad, el suscrito considera
que debe indemnizarse solo el periodo inmediato posterior a la
demolición, en el que se puede presumir que el actor tuvo dificultades
para el citado cometido. Considera prudente un periodo de tres
meses a una renta promedio de quinientos nuevos soles (S/.500.00)
mensuales, por lo que a juicio de equidad, determina por este
concepto la suma de mil quinientos nuevos soles (S/.1,500.00), lo
que sumado al monto descrito por la construcción, entre materiales
y mano de obra, determina un daño emergente de ochenta y dos mil
novecientos nueve nuevos soles con cincuenta y cinco céntimos
(S/.82,909.55); 18) En cuanto al daño moral, se ha señalado que: “el
daño no patrimonial inferido en derechos de la personalidad o en
valores que pertenecen más al campo de la afectividad que al de la
96999
realidad económica, para paliar el sufrimiento y desasosiego
generado por la demolición de una edificación construida merced a
trabajo y privaciones personales, se fije la suma de veinticinco mil
nuevos soles (S/.25,000.00). Siendo ello así, para resarcir el daño
injusto ocurrido, la Municipalidad Provincial Del Santa deberá
indemnizar al actor con la suma de ciento siete mil novecientos
nueve nuevos soles con cincuenta y cinco céntimos (S/.107,909.55);
y 19) Finalmente, debe tenerse en cuenta que toda obligación de dar
suma de dinero genera intereses legales, en este caso, desde la
fecha de ocurrencia del daño, esto es desde el veinte de noviembre
de dos mil siete (artículo 1324 del Código Civil) y que el artículo 413
del Código Procesal Civil exonera a los gobiernos locales de la
condena de costas y costos. QUINTO.- Que, apelada que fuera la
sentencia de primera instancia, la Sala Superior mediante Sentencia
de Vista de fecha doce de setiembre de dos mil catorce, obrante de
fojas quinientos veintinueve, revoca la sentencia apelada que
declara fundada en parte la demanda de Indemnización por Daños y
Perjuicios; y reformándola declara infundada la demanda interpuesta;
por los siguientes fundamentos: 1) en relación al primer presupuesto
jurídico relativo a la Existencia de Conducta Antijurídica, debemos
señalar, que se atribuye a la demandada el hecho de haber efectuado
la demolición de su inmueble, determinándose que el demandante
fue posesionario del inmueble en mérito a la documental de fojas
cuatro a seis, de allí la vinculación con la demandada; 2) en relación
a la concurrencia de los demás presupuestos legales, es decir daño
sufrido, nexo causal entre el daño y la conducta antijurídica, y la
imputabilidad de dicha conducta; conforme a la demanda se invoca
la existencia de Daño Económico y Moral por haber dejado de
percibir sus pensiones. Bajo tales premisas corresponde analizar
tanto el daño patrimonial que comprende el daño emergente y el
lucro cesante y como daño extrapatrimonial el daño moral; 3)
Habiendo descrito los elementos que debe contener la
responsabilidad extracontractual; se debe determinar si lo descrito
precedentemente ha sido en desmedro del actor y para lo cual se
tienen presentes las pruebas aportadas al proceso como son las
siguientes: a) Contrato Privado y Transferencia de Terreno Eriazo a
Título Oneroso, la cual se encuentra en concordancia con la minuta
de transferencia de lote de terreno a favor del actor (fojas tres a seis);
b) Memoria Descriptiva y Plano Perimétrico del inmueble de fecha
veinticuatro de diciembre de dos mil tres, suscrito por profesional
competente (fojas ocho a doce), acreditándose las construcciones
dentro del inmueble; c) Cuatro Contratos Privados de Edificación y
Construcción de Casa (contrato de obra), de fechas dos de julio de
dos mil dos, diez de agosto de dos mil dos, doce de enero de dos mil
cuatro y quince de mayo de dos mil cuatro, referido al inmueble
sometido a demolición (fojas trece a veintiuno); d) Boletas y facturas
por compras de materiales de construcción de fechas que datan del
año dos mil dos hasta el año dos mil cinco (fojas veintitrés a sesenta
y nueve); coligiéndose los gastos irrigados para la construcción del
inmueble del actor; e) Demanda de Desalojo por Ocupación Precaria
seguido entre la ahora demandada Municipalidad Provincial Del
Santa contra el Asentamiento Humano Nuevo Edén, la Asociación
de Comerciantes del Mercado Mayorista Centro de Acopio –
Chimbote, Pedro Gilberto Rodríguez Cortijo y Lourdes Vega de
Rodríguez (sociedad conyugal) y Ezequiel Reyes Lozano, la cual fue
declara fundada en parte; sin embargo fue al archivo transitorio por
falta de impulso procesal, (fojas setenta y trescientos veintisiete); f)
Oficio número 621-2009-DP-ANCASH/CHIM de fecha seis de
agosto de dos mil nueve, dirigido al Gerente del Gobierno Local
Provincial Del Santa (fojas noventa y tres), donde concluye que la
demolición se hizo efectiva antes de que se tenga respuesta del
recurso de apelación (Expediente número 26967), afectó con la
dilación su derecho a la buena administración; g) Cronograma de
Pagos con el que se acreditan las cancelaciones que debería hacer
el actor al Banco del Trabajo (fojas noventa y nueve); h) Valuación
del Inmueble solicitado por la Policía Nacional del Perú según el
oficio número 1289-XIII-DTP-DIVPOL-CH-DEPICAJ-SECAPJUS
(foja ciento uno); 4) habiendo realizado dicho análisis de los medios
probatorios actuados en los autos, se acredita de manera indubitable
que el actor ha realizado las construcciones en el inmueble conforme
así se puede apreciar de las tomas fotográficas de fojas ochenta y
ocho a noventa y uno, asimismo se acredita la posesión de éste
sobre el inmueble; sin embargo se debe tener presente si es que las
edificaciones realizadas se han efectuado con los permisos
correspondientes y que en el terreno donde se ha levantado la
vivienda, el actor sea el titular del derecho invocado; 5) Si bien la
Municipalidad Provincial Del Santa inició un proceso de desalojo por
la causal de ocupación precaria con el objeto de procurar la
desocupación del predio, que venía siendo ocupado por los
moradores del Asentamiento Humano Nuevo Edén en el que uno de
los habitantes es el ahora demandante, cierto es también que se
desistió de dicho proceso (fojas trescientos catorce), al haber
iniciado un procedimiento de ejecución coactiva con el objeto de dar
cumplimiento a lo dispuesto en la Resolución Gerencial número
00303-2007-GO-MPS en la que se había dispuesto la demolición de
un muro perimétrico y la edificación de material noble, por haber
construido en una avenida y por no contar con licencia de
construcción, otorgándole un plazo de veinticuatro horas para que
cumpla con demoler las construcciones; resolución administrativa
que no fue objeto de cuestionamiento en el ámbito judicial con la
formulación de la demanda contenciosa administrativa, pues si bien
no obra el expediente de ejecución coactiva, de autos se verifica con
el Informe número 157-2009 de fojas cuatrocientos sesenta y siete,

97000 CASACIÓN
que el actor tuvo pleno conocimiento del proceso coactivo que le
seguía en su contra; máxime si dichas instrumentales no han sido
materia de cuestionamiento; 6) Con lo expuesto y anotado en las
líneas precedentes, es de verse que la Municipalidad Provincial Del
Santa, a través de su Oficina de Ejecución Coactiva, en ejercicio
propio de sus funciones se ha limitado, únicamente a dar
cumplimiento a lo dispuesto en la Resolución Gerencial número
00303-2007-GO-MPS, en mérito a las facultades otorgadas por la
Ley número 26979 – Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva,
que específicamente en sus artículos 9 y 12 regulan las facultades
de las que está embestida dicha autoridad, quienes para dar
cumplimiento a las disposiciones administrativas pueden solicitar el
apoyo de la fuerza pública, tal como así ha ocurrido en el caso de
autos; en el que para procurar el desalojo del demandante del
terreno donde habían constituido su vivienda han contado con la
garantía de efectivos policiales; de tal manera que no hay posibilidad
de atribuir responsabilidad alguna a la entidad emplazada, más aun
si el demandante no ha acreditado tener o poseer la licencia para la
construcción; pues es claro que han actuado en ejercicio regular de
su derecho; y por lo tanto en aplicación de lo preceptuado en el
artículo 1971 del Código Civil, corresponde desestimar la demanda.
SEXTO.- Que, corresponde a este Supremo Colegiado verificar
inicialmente si la sentencia de vista se encuentra inmersa dentro de
la causal denunciada consistente en la violación al principio
consagrado en el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Perú, referido a la Observancia del Debido Proceso y Tutela
Jurisdiccional Efectiva, en ese sentido, se advierte que la Sala
Superior ha desestimado la demanda argumentando que la
demandada ha dado estricto cumplimiento a la Resolución Gerencial
número 000303-2007-GO-MPS al contar con dicha facultad, siendo
claro que su actuar se enmarca dentro de lo preceptuado en el
artículo 1971 del Código Civil, aunado a ello señala que el
demandante no ha acreditado tener o poseer licencia para la
construcción. SÉTIMO.- Que estando a los argumentos de la Sala
Superior, es menester señalar que la entidad edil demandada al
contestar la demanda justifica la demolición de las construcciones
efectuadas por el actor al no contar éste con licencia de construcción
y previo procedimiento administrativo, sin embargo ello no lo acreditó
válidamente puesto que nunca anexó el expediente del procedimiento
de Ejecución Coactiva Administrativa iniciada como consecuencia
del procedimiento sancionador (Expediente número 026967), ni
tampoco lo anexó cuando se le requirió judicialmente. A su vez la
Sala Superior no ha tomado en cuenta que en el documento emitido
por la Municipalidad Provincial Del Santa – División de Desarrollo
Urbano consistente en el informe que emitió obrante a fojas
cuatrocientos sesenta y siete, en él precisa que el administrado tiene
conocimiento de todos los procedimientos administrativos llevados a
cabo por la Municipalidad Provincial Del Santa, sin embargo del
aludido informe se advierte que la propia demandada ejecutó la
Resolución Gerencial número 000303-2007-GO-MPS de fecha
diecisiete de setiembre de dos mil siete, que dicha demolición se
realizó el veinte de noviembre de dos mil siete, a cargo de la
Municipalidad Provincial Del Santa, en vía coactiva de medida
cautelar previa, y que mediante Resolución Gerencial de fecha
veintiocho de noviembre de dos mil siete, se declara improcedente el
Recurso de Reconsideración presentado por el actor contra la
Resolución Gerencial número 000303-2007-GO-MPS, todo ello
conlleva a establecer que después de ocho días de haber demolido
la construcción la demandada resuelve declarando improcedente el
Recurso administrativo de reconsideración, cuando ya se había
ejecutado la demolición sin haber dejado transcurrir el plazo legal
para resolver primero el aludido recurso impugnatorio. SÉTIMO.-
Que, siendo ello así es necesario precisar que la Sala Superior
tampoco ha analizado los daños materiales así como lo que implica
el daño moral que pertenece más al campo de la afectividad o de los
sentimientos propios de quien lo sufre y que por su naturaleza son de
difícil probanza, pero ciertamente no impiden que los jueces puedan
pronunciarse sobre su existencia, atendiendo a las conclusiones
fácticas arribadas en torno a los hechos expuestos. OCTAVO.- Que,
en definitiva, la sentencia recurrida contiene una motivación
insuficiente para sustentar la denegatoria a la pretensión
indemnizatoria planteada en autos, amparándose en el ejercicio
regular de un derecho por parte de la demandada. NOVENO.- Que,
en conclusión, consideramos que el recurso de casación debe
ampararse con efecto de reenvío, al haberse infringido el deber de
motivación de las resoluciones judiciales previsto en el artículo 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, debiendo emitir un
nuevo fallo evaluando las consideraciones fácticas acreditadas en
autos y sustentando la decisión adoptada, procediendo conforme a
lo dispuesto en el inciso 3 del artículo 396 del Código Procesal Civil,
careciendo de objeto emitir pronunciamiento por la causal de
infracción normativa material. DECISIÓN: Estando a las
consideraciones expuestas y conforme a lo dispuesto en el inciso 1
del artículo 396 del Código Procesal Civil, MI VOTO es porque se
declare: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por José
Julio Vega Guzmán a fojas quinientos cuarenta y nueve; por
consiguiente SE CASE la resolución impugnada, en consecuencia
NULA la sentencia de vista de fojas quinientos veintinueve, de fecha
doce de setiembre de dos mil catorce, expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa; SE ORDENE que la
Sala Superior emita nueva resolución en concordancia con las
consideraciones expuestas en la presente resolución; SIN OBJETO
pronunciarse por las causales de infracción normativa material
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
denunciada; SE DISPONGA la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por José Julio Vega Guzmán contra la Municipalidad
Provincial Del Santa, sobre Indemnización; y lo devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ
1
Esto también se aprecia en el vídeo ofrecido como medio probatorio y que ha
sido visionado en la Audiencia de fecha 22.11.2011 (Acta Fs. 214 a 215).
2
El Décimo Primer considerando de la sentencia de primera instancia,
establece que “si bien es cierto que la Municipalidad Provincial del Santa
acredita ser propietaria del inmueble materia de litis, conforme se aprecia de
la Partida Nº 11024891, la misma que ha sido independizada de la Partida
Nº 07051859 (…), la intervención de la Comunidad Indígena de Chimbote y
Coishco se efectiviza por cuanto también tiene título de propiedad, conforme
se acredita con la ficha registral (…), demostrándose entonces la existencia
de dos títulos de propiedad del bien inmueble materia de litis“.
3
En este extremo, estando a los puntos controvertidos fijados en autos, entre
los que no se incluye la definición del derecho de propiedad, no cabe sino
dejar a salvo el derecho del actor para que lo haga valer conforme a ley.
4
Artículo 50 de la Ley Orgánica de Municipalidades.
5
Artículo 52 numeral 3) de la Ley Orgánica de Municipalidades.
6
Se encuentran descritos en la parte expositiva.
7
Esto tampoco se desvirtúa con la mera alegación de la falta de licencia de
construcción, y es que la entidad emplazada tendría que haber demostrado,
de quedar firme la resolución sancionatoria, que como ya vimos no es el
caso, que no era posible otorgar licencia en vía de regularización.
8
No se incluye el daño material, toda vez que este tipo de daño, entendido
como daño patrimonial, se ha desagregado como daño emergente y lucro
cesante.
9
Dado que el préstamo pactado con el Banco del Trabajo (folios 99), cuya fecha
de desembolso fue el 27 de junio de 2006, fue aplicado a la construcción del
cerco perimétrico, debe analizarse como parte del daño emergente relativo a
la construcción, no siendo procedente tenerlo como un daño independiente.
10
Este daño se advierte haciendo uso de la presunción judicial, sucedáneo
probatorio legitimado por el artículo 281 del Código Procesal Civil.
11
Tampoco ha acreditado contar con licencia de funcionamiento para un local
comercial.
12
No se ha acreditado en autos, que el hijo del actor, Nilton Vega Lázaro, haya
dejado sus estudios a consecuencia de la demolición.
13
El suscrito emitió una decisión distinta, en cuanto al monto, en la Resolución
Número Diecinueve. Dicha decisión, que ha sido declarada nula, no vincula
al Juzgador, quien ha realizado una nueva valoración de los medios de
prueba, y una nueva estimación del daño.
14
El suscrito considera que dado que el préstamo, conforme a lo referido
por el demandante tuvo como propósito la compra de materiales para la
construcción del cerco perimétrico, su monto se encuentra subsumido en el
listado de materiales ya acotados.
C-1569469-2
CAS. Nº 37-2015 MADRE DE DIOS
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Debido proceso. “Al
no haber incluido en el razonamiento de la Sala Revisora un
aspecto que resulta de plena observancia para los órganos
jurisdiccionales de la República [Cuarto Pleno Casatorio Civil
plasmado en la Casación número 2195-2011/UCAYALI], es
indudable que la recurrida contiene una motivación insuficiente que
genera la violación a las garantías del Debido Proceso y la
adecuada Motivación de las Resoluciones Judiciales contenidas en
los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú. Lima, cinco de octubre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número treinta y siete – dos mil quince,
en audiencia del día de la fecha; y producida la votación con arreglo
a ley, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del recurso de casación de fojas doscientos diecisiete
interpuesto por Jaime José Riega Guerra contra la sentencia de
vista de fojas doscientos ocho, de fecha cinco de setiembre de dos
mil catorce, expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Madre de Dios, que revocando la apelada de fecha tres
de febrero de dos mil catorce, corriente a fojas ciento cincuenta y
seis, declaró infundada la demanda incoada por el referido
impugnante contra Julio Caimachi Pereyra, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE
DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante Resolución
Suprema de fecha diez de mayo de dos mil dieciséis, corriente a
fojas cincuenta y tres del cuadernillo de casación, se declaró
PROCEDENTE el recurso, por las siguientes causales: a) La
infracción normativa del artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, bajo cuyo cargo se ha alegado que se le
pretende desviar del proceso sumarísimo a otro, pese a que es
factible advertir las nulidades manifiestas existentes en el título del
demandado, pues no puede constituir justo título el acto jurídico de
compraventa celebrado con terceros que no tienen la condición de
propietarios, según las fichas del Registro Público de Madre de
Dios; b) La infracción normativa de los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, así como del artículo
197 del Código Procesal Civil, expresando que la recurrida ha
omitido razonar si el artículo 73 de la Ley Orgánica de
Municipalidades faculta a la entidad edil a adjudicar en propiedad
bienes que constituyen propiedad privada de terceros y si los
títulos presentados por las partes son válidos o no, toda vez que en
forma vaga y sin acervo probatorio alguno concluyó que el
demandado es posesionario ilegítimo de buena fe, agregándose
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que tampoco se ha evaluado la carta notarial del demandado
donde éste le hace saber su voluntad de entregar el predio sub
judice el quince de junio de dos mil trece; c) La infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil, bajo cuyo cargo se
ha señalado que el proceso sumarísimo no es obstáculo para que
no se pueda advertir la invalidez absoluta y evidente del título
posesorio; d) La inobservancia del precedente judicial, bajo
cuyo cargo se ha indicado que el Cuarto Pleno Casatorio Civil ha
dejado establecido que en el marco de un proceso sobre desalojo
por ocupación precaria sí se puede advertir la invalidez absoluta y
evidente del título posesorio. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO: En
atención a los efectos nulificantes, corresponde empezar el análisis
del recurso por las causales de naturaleza procesal, habida cuenta
que de resultar amparables será innecesario emitir pronunciamiento
respecto al cargo de índole sustantivo. SEGUNDO: El Derecho al
Debido Proceso previsto en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, está concebido como el cumplimiento
de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que
deben observarse en las instancias procesales de todos los
procesos, a fin de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del
Estado que pueda afectarlos. TERCERO: Una de las garantías que
compone el Derecho al Debido Proceso es la contenida en el inciso
5 del artículo 139 de la referida Carta Magna, que preceptúa que
toda resolución que emita una instancia judicial, debe estar
debidamente motivada, esto es, que deberá contener: a)
fundamentación jurídica; b) congruencia entre lo pedido y lo
resuelto; y c) suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si
ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación
por remisión. CUARTO: A través del escrito obrante a fojas
veintidós, Jaime José Riega Guerra demanda la restitución de la
posesión del inmueble sito en el Lote número cuatro, de la Manzana
“C” de la Asociación de Vivienda y Taller Dieciséis de Junio –
ASCOVITA – Sector El Triunfo, Distrito de las Piedras, Provincia de
Tambopata, Departamento de Madre de Dios; argumenta que su
derecho de propiedad sobre el citado predio emana de la Escritura
Pública de Adjudicación de Bien Inmueble de fecha dieciséis de
Febrero de dos mil doce, celebrada a su favor por la referida
asociación luego de que cumpliera con abonar la totalidad de la
cuotas establecidas en su condición de socio; y que el demandado
Julio Caimachi Pereyra ingresó al inmueble como guardián en
virtud del contrato de fecha veintinueve de enero de dos mil tres, a
cuyo vencimiento, éste manifestó mediante Carta Notarial de fecha
quince de abril de dos mil trece que desocuparía el bien el quince
de junio del citado año, compromiso que al no haber sido honrado
configura su condición de precario. QUINTO: Efectuado el traslado
respectivo, mediante escrito de fojas sesenta y nueve, el
demandado Julio Caimachi Pereyra se apersona al proceso y
contesta la demanda, señalando entre otras razones que no
ostenta la condición que se le atribuye, toda vez que por Resolución
de Alcaldía número 008-2011-ALC-MDLP-SG de fecha veinticinco
de enero de dos mil once la Municipalidad Distrital de las Piedras
dispuso la adjudicación del predio sub judice a su favor, contando
inclusive con Título de Propiedad expedido por la mencionada
comuna, obrante a fojas cuarenta y tres. SEXTO: El Juez del
Primer Juzgado Mixto de Tambopata de la Corte Superior de
Justicia de Madre de Dios, mediante sentencia de fecha tres de
febrero de dos mil catorce declaró fundada la demanda y en
consecuencia dispuso que el demandado desocupe y entregue la
posesión del inmueble sub judice, tras concluir que conforme es de
verse de las fichas registrales que corren a fojas catorce y quince,
con anterioridad a la Resolución de Alcaldía número 008-2011 de
fecha veinticinco de enero de dos mil once, ya se encontraba
inscrito el derecho de propiedad de la Asociación de Vivienda y
Taller Dieciséis de Junio (ASCOVITA) sobre el predio sub judice
-agrupación que adjudicó el bien al actor- por lo que la Municipalidad
Distrital de las Piedras generó de manera ilegal una adjudicación
de un predio que tenía propietario debidamente registrado.
SÉTIMO: Apelada que fue dicha decisión en los términos que
aparecen en el escrito de fojas ciento setenta y tres, la Sala Mixta
de la misma Corte Superior al revocar la apelada y declarar
infundada la demanda, estableció que la supuesta nulidad del que
adolecería el título de adjudicación del inmueble en litigio a favor
del demandado debe ser dilucidado en otra vía, por tanto no cabe
amparar la pretensión de desalojo que se ha instaurado. OCTAVO:
No obstante, el Colegiado Superior no ha tenido en cuenta que el
Cuarto Pleno Casatorio Civil plasmado en la Casación número
2195-2011/UCAYALI ha establecido como doctrina jurisprudencial
vinculante que si el Juez que conoce el proceso de desalojo
advirtiera la invalidez absoluta y evidente del título posesorio con
arreglo a lo previsto en el artículo 220 del Código Civil, que regula
la nulidad oficiosa cuando ésta resulta manifiesta, solamente
analizará dicha situación en la parte considerativa de la sentencia
y declarará fundada o infundada la demanda únicamente sobre el
desalojo, dependiendo de cuál de los títulos presentados por las
partes en litigio es el que adolece del vicio antes acotado.
NOVENO: Por consiguiente, al no haber incluido en el razonamiento
de la Sala Revisora un aspecto que resulta de plena observancia
para los órganos jurisdiccionales de la República, es indudable que
la recurrida contiene una motivación insuficiente que genera la
violación a las garantías del Debido Proceso y la adecuada
Motivación de las Resoluciones Judiciales contenidas en los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú.
97001
DÉCIMO: Además, tampoco puede dejarse de lado el mérito del
Contrato de Guardianía de fecha veintinueve de enero de dos mil
tres que ha sido anexado por el actor a fojas dieciséis, así como la
Carta de fecha quince de abril de dos mil trece, a través del cual el
demandado Julio Caimachi Pereyra habría hecho de conocimiento
del accionante que desocuparía el inmueble sub judice el quince de
junio del mismo año, medios de prueba que deben ser valorados
razonadamente por la Sala de vista conforme al artículo 197 del
Código Procesal Civil que regula el Principio de Unidad de la
Prueba. DÉCIMO PRIMERO: En consecuencia, al haberse
detectado los vicios antes anotados, los mismos que resultan
determinantes para generar la nulidad de la recurrida a tenor de lo
previsto en el artículo 171 del Código Procesal Civil, carece de
objeto emitir pronunciamiento respecto a los demás agravios
invocados en el recurso de casación. 4.- DECISIÓN: Por tales
consideraciones, declararon: FUNDADO el recurso de casación de
fojas doscientos diecisiete interpuesto por Jaime José Riega
Guerra; CASARON la sentencia de vista de fojas doscientos ocho,
de fecha cinco de setiembre de dos mil catorce, en consecuencia
NULA la misma; ORDENARON que la Sala Mixta de la Corte
Superior de Justicia de Madre de Dios emita nuevo pronunciamiento
con arreglo a las consideraciones expuestas en la presente
resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Jaime José Riega Guerra con Julio Caimachi Pereyra,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-3
CAS. Nº 571-2015 CUSCO
DECLARACIÓN DE MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD.
SUMILLA: “Al no existir una debida justificación interna y externa se
incurre en nulidad insubsanable”. Lima, tres de octubre de dos mil
dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número quinientos
setenta y uno - dos mil quince en Audiencia Pública de la presente
fecha y producida la votación conforme a ley, procede a emitir la
siguiente sentencia: I.- ASUNTO: Se trata del Recurso de Casación
corriente de fojas dos mil setenta y dos a dos mil ochenta y dos,
interpuesto por Benjamín Surco Choquetaipe el quince de enero de
dos mil quince contra la Sentencia de Vista dictada por la Sala Mixta,
Penal Liquidadora y de Apelaciones de la Provincia de Canchis de la
Corte Superior de Justicia de Cusco, contenida en la resolución
número ciento cincuenta y cuatro de fecha diez de diciembre de dos
mil catorce, obrante de fojas dos mil cuarenta y cinco a dos mil
sesenta y uno, que confirma en parte la sentencia apelada de
primera instancia inserta en la resolución número nueve de fecha
dieciocho de abril de dos mil trece, que declara: 1) Expediente
número 43-97: a) Fundada la demanda reconvencional interpuesta
por Teodocio Giraldo Huallpa, Luz Marina Alencastre Flores de
Giraldo, Tomás Aníbal Giraldo Alencastre, Teófilo Mercado Vega y
Grimanesa Zavala de Mercado sobre Nulidad de la Escritura Pública
de Adjudicación de Lote de terreno número 3, Manzana K otorgada
por la Cooperativa de Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada
número 542 de Sicuani a favor de Benjamin Surco Choquetaipe y
hermanos así como de Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco y acto
jurídico que lo contiene, en consecuencia nula la inscripción registral
efectuada en el Registro de la Propiedad Inmueble contenida en el
Tomo 03, Asiento 5095, Ficha 2376 del Registro de Propiedad
Inmueble de la Oficina Registral de Sicuani de fecha veinte de marzo
de mil novecientos noventa y cinco; y, b) Infundada la demanda de
Reivindicación instada por Benjamín Surco Choquetaipe, Roberto
Surco Choquetaipe, Wilber Surco Choquetaipe e Isabel Surco
Choquetaipe sobre el inmueble número 372 de la Avenida
Arequipa de la ciudad de Sicuani; y, 2) En el expediente acumulado
número 107-97: a) Fundada la pretensión reconvencional interpuesta
por los demandantes reconvencionales Tomás Aníbal Giraldo
Alencastre sobre cancelación de inscripción registral contenida en el
Tomo 03, Asiento 5095, Ficha 2376, del Lote de terreno número 3,
Manzana K, y en consecuencia dispone la cancelación de la Ficha
Registral número 2376, contenida en el Tomo 03, Asiento 5095, del
Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Sicuani,
que contiene la respectiva inscripción de fecha veinte de marzo de
mil novecientos noventa y cinco. II.- ANTECEDENTES DEL
PROCESO: Expediente número 43-1997 2.1.- Demanda: El
diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y siete, según escrito
corriente de fojas nueve a catorce, Benjamín Surco Choquetaipe,
Roberto Surco Choquetaipe, Wilber Surco Choquetaipe e Isabel
Surco Choquetaipe (hermanos Surco Choquetaipe) interponen
demanda de Declaración de Mejor Derecho de Propiedad y como
pretensiones acumuladas de Reivindicación y Cobro de Frutos
contra Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco, Grimanesa Zavala
Jara de Mercado, Teófilo Mercado Vega, Teodocio Giraldo Huallpa,
Luz Marina Alencastre Flores de Giraldo y Tomás Aníbal Giraldo
Alencastre, señalando como fundamentos de hecho lo siguiente: 1)
El inmueble número 372 de la Avenida Arequipa de la ciudad de
Sicuani es de su exclusiva propiedad, por haber sido adquirido por
su progenitor fallecido Severo Surco Quispe de la Cooperativa de
Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542
(anteriormente Lote 3, Manzana K), en el que construyeron dos
habitaciones y el cerco perimétrico, y al fallecimiento de su progenitor
la Cooperativa les transfiere el Inmueble por Escritura Pública de

97002 CASACIÓN
fecha tres de mayo de mil novecientos ochenta y dos, en la que
participó su progenitora Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco en
representación de los demandantes, por cuanto eran menores de
edad; 2) Los demandados han realizado transferencias falsas
apoderándose del inmueble y desconociendo su propiedad mediante
ventas nulas; y, 3) El Inmueble se encuentra ocupado por los
demandados Teodocio Giraldo Huallpa, Luz Marina Alencastre
Flores de Giraldo y Tomás Aníbal Giraldo Alencastre, en forma
íntegra, habiendo éstos desmantelado la habitación que existía,
teniendo a la fecha una barraca que les genera ingresos económicos,
quienes ingresaron como inquilinos en el año mil novecientos
ochenta, habiendo intentando desalojarlos en el año mil novecientos
ochenta y tres cuando en ese entonces su madre Cirila Choquetaipe
Lipa recurre a su comadre Grimanesa Zavala de Mercado, quien
logra que aquella le otorgue poder al ser analfabeta, aprovechándose
de lo cual se transfirió la propiedad y con ese documento la familia
Giraldo Alencastre ha burlado su derecho de propiedad. 2.2.-
Contestación a la demanda por parte de Teodocio Giraldo
Huallpa, Luz Marina Alencastre Flores de Giraldo y Tomás
Aníbal Giraldo Alencastre, quienes además formulan
reconvención: El cuatro de julio de mil novecientos noventa y cinco,
según escrito corriente de fojas cuarenta y cinco a cincuenta y dos,
los precitados codemandados absuelven el traslado de la demanda,
afirmando que: 1) Adquirieron el inmueble sub litis el doce de
septiembre de mil novecientos ochenta y cuatro de sus anteriores
propietarios Teófilo Mercado Vega y Grimanesa Zavala Jara de
Mercado por Escritura Pública inscrita el tres de diciembre de mil
novecientos noventa (es decir mucho antes que el título de propiedad
de los actores, inscrito recién el veinte de marzo de mil novecientos
noventa y cinco), quienes a su vez adquirieron el bien de Cirila
Choquetaipe Lipa viuda de Surco mediante Escritura Pública de
fecha diecinueve de junio de mil novecientos ochenta y cuatro; 2)
Tienen conocimiento que ésta última transferencia se ha
perfeccionado con autorización de sus hijos Benjamín Surco y los
otros hermanos, quienes incluso se han beneficiado con el dinero
por la venta del inmueble; y, 3) Los actores jamás fueron socios de la
Cooperativa Pro Techo Obrero Limitada número 542 de Sicuani,
salvo Cirila Choquetaipe Lipa, sin embargo sin demostrar
entroncamiento con Severo Surco Quispe, luego de su fallecimiento,
aparecen como adjudicatarios del terreno. De la reconvención:
Solicitan la nulidad de la Escritura Pública de Adjudicación de fecha
tres de mayo de mil novecientos ochenta y dos y del acto jurídico que
lo contiene, así como la nulidad de la inscripción registral en el Tomo
03, Asiento 5095, Ficha 2376, del Lote de terreno número 3 de la
Manzana K del Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Sicuani de fecha veinte de marzo de mil novecientos
noventa y cinco, y declaración judicial de propiedad exclusiva contra
Benjamín Surco Choquetaipe, Roberto Surco Choquetaipe, Wilber
Surco Choquetaipe, Isabel Surco Choquetaipe (hermanos Surco
Choquetaipe), Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco, la Cooperativa
de Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542 de
Sicuani y la Oficina Registral de Sicuani, alegándose que: 1) La
adjudicación formalizada el tres de mayo de mil novecientos ochenta
y dos se sustenta en un acto jurídico suscrito con simulación y
fraude, por cuatro los hermanos Surco Choquetaipe jamás fueron
socios de la Cooperativa adjudicante; 2) Al fallecimiento de Severo
Surco Quispe, cónyuge de Cirila Choquetaipe Lipa, estas personas
aún no eran propietarias, no obstante y sin que Benjamín Surco
Choquetaipe y hermanos hayan demostrado derecho sucesorio se
les adjudica ilícitamente el terreno en contra de los Estatutos de la
Cooperativa, y en el supuesto de admitirse el derecho sucesorio de
los demandados, Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco tendría
derecho al cincuenta por ciento del inmueble por gananciales, más
su cuota hereditaria en concurrencia con sus hijos respecto al otro
cincuenta por ciento; y, 3) La Oficina Registral de Sicuani en forma
ilegal ha registrado en el Registro de la Propiedad Inmueble con
fecha veinte de marzo de mil novecientos noventa y cinco el título de
propiedad de los hermanos Surco Choquetaipe y de su madre, no
obstante que existía una inscripción anterior respecto al mismo
inmueble con fecha tres de diciembre de mil novecientos noventa a
favor de Tomás Aníbal Giraldo Alencastre, es decir antes de la
inscripción del título de los hermanos Surco Choquetaipe. 2.3.-
Contestación a la demanda por parte de Teófilo Mercado Vega y
Grimanesa Zavala de Mercado: El veintidós de julio de mil
novecientos noventa y siete, según escrito corriente de fojas setenta
y tres a setenta y cinco, los precitados codemandados absuelven el
traslado de la demanda, afirmando que han adquirido por
compraventa el inmueble sub litis a título oneroso de su vendedora
Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco, y posteriormente por
convenir a sus intereses transfirieron el predio a los cónyuges
Giraldo Huallpa en representación de sus hijos Tomás Aníbal y Guido
Giraldo Alencastre. 2.4.- Por resolución de fecha quince de octubre
de mil novecientos noventa y siete, obrante a fojas cien, se declara
rebelde a la codemandada Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco.
2.5.- Por resolución de fecha trece de noviembre de mil
novecientos noventa y siete, corriente a fojas ciento seis y
ciento siete, se resuelve acumular el proceso número 197-1997,
seguido por Benjamín Surco Choquetaipe, Roberto Surco
Choquetaipe, Wilber Surco Choquetaipe e Isabel Surco Choquetaipe
(hermanos Surco Choquetaipe) sobre Reivindicación de inmueble y
otros. 2.6.- Contestación a la demanda por parte de Guido
Giraldo Alencastre a través de su apoderado Tomás Aníbal
Giraldo Alencastre: Por resolución número trece de fecha catorce
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de julio de dos mil cuatro se dispone integrar al proceso a Guido
Giraldo Alencastre, quien contesta la demanda por escrito corriente
de fojas ochocientos treinta y nueve a trescientos cuarenta y tres,
señalando que: i) Los actores afirman ser propietarios del inmueble
número 372 de la Avenida Arequipa, debido a que la Cooperativa de
Vivienda Pro Techo Obrero les adjudicó el bien a la muerte de su
padre mediante Escritura Pública de fecha tres de mayo de mil
novecientos ochenta y dos, sin embargo desconocen la venta del
mismo inmueble que su madre Cirila Choquetaipe Lipa viuda de
Surco efectuó a favor de Teófilo Mercado Vega y Grimanesa Zavala
Jara mediante Escritura Pública de fecha diecinueve de junio de mil
novecientos ochenta y cuatro, habiéndolo adquirido posteriormente
sus padres Teodocio Giraldo Huallpa y Luz Marina Alencastre por
Escritura Pública del doce de septiembre de mil novecientos ochenta
y cuatro, inscribiéndose en el Registro de la Propiedad Inmueble de
la Oficina Registral de Sicuani el tres de diciembre de mil novecientos
noventa en la Ficha número 1091, por lo que en el hipotético caso
que el título de los actores tuviera vigencia, prevalece el título de los
hermanos Giraldo Alencastre; y, ii) No se puede amparar la
pretensión de Reivindicación contra quienes son propietarios del
bien, así como la de cobro de frutos, por cuanto la ley le otorga el
poder de disfrutar del bien. 2.7.- Contestación a la demandada
reconvencional por Benjamín, Roberto Wilber e Isabel Surco
Choquetaipe: El doce de agosto de mil novecientos noventa y siete,
según escrito corriente a fojas ochenta y dos y ochenta y tres, los
precitados reconvenidos absuelven el traslado corrido, alegando que
el inmueble fue de propiedad de la Cooperativa de Vivienda Pro
Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542, la que les transfiere
por Escritura Pública de Adjudicación, en la que su madre los
representa por ser menores de edad, por lo que se presume que se
verificó el tracto sucesivo. Expediente número 107-97 acumulado
2.8.- Demanda: El dos de julio de mil novecientos noventa y siete,
según escrito corriente de fojas ciento cuarenta y uno a ciento
cuarenta y nueve, Benjamín Surco Choquetaipe, Roberto Surco
Choquetaipe, Wilber Surco Choquetaipe e Isabel Surco Choquetaipe
(hermanos Surco Choquetaipe) interponen demanda de
Reivindicación y como pretensiones acumuladas la de Nulidad de
las Escrituras Públicas de Compraventa o Transferencia de Dominio
y de los actos jurídicos que los contienen, Cobro de Frutos e
Indemnización por Daños y Perjuicios, contra Cirila Choquetaipe
Lipa viuda de Surco, Grimanesa Zavala Jara de Marcado, Teófilo
Mercado Vera, Tomás Aníbal Giraldo Alencastre y Guido Giraldo
Alencastre, señalando como fundamentos lo siguiente: 1) El
inmueble número 372 de la Avenida Arequipa de la ciudad de Sicuani
(anteriormente Lote 3, Manzana K) es de su exclusiva propiedad en
mérito a la Escritura Pública de Adjudicación de mayo de mil
novecientos ochenta y dos que otorga la Cooperativa de Vivienda
Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542 inscrita en el
Registro de Propiedad Inmueble en el Tomo 233, Folio 131; 2) Las
Escrituras Públicas materia de nulidad se han suscrito con simulación
absoluta entre sujetos que no son los propietarios del inmueble, es
decir no existe la manifestación de voluntad, además que su madre
vendedora Cirila Choquetaipe Lipa nunca fue propietaria ni tenía
autorización judicial para enajenar bienes de menores; y, 3) Los
compradores Tomás Aníbal y Guido Giraldo Alencastre también eran
socios de la Cooperativa, fueron adjudicatarios de un Lote y sabían
perfectamente que el bien era de su exclusiva propiedad, ofreciendo
comprarles otro inmueble como ocurrió en el año mil novecientos
noventa y cuatro. 2.9.- Contestación a la demandada por Teófilo
Mercado Vega y Grimanesa Zavala de Mercado, quienes formula
reconvención (Nulidad de la Escritura Pública de Adjudicación
y el acto jurídico que lo contiene e Indemnización de Daños y
Perjuicios): El once de septiembre de mil novecientos noventa y
siete, según escrito corriente de fojas ciento sesenta y cinco a ciento
setenta y tres, los precitados codemandados absuelven el traslado
de la demanda afirmando que: 1) La adjudicación que producido el
tres de mayo de mil novecientos ochenta y dos es nula ipso jure,
porque Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco nunca pudo ser
despojada de su derecho a formalizar su propiedad, y porque el
fallecido Severo Surco Quispe tuvo que dejar testamento y si falleció
intestado los actores debieron haber sido instituidos como herederos,
lo que se ha tenido que insertar en la adjudicación; y, 2) Cirila
Choquetaipe Lipa viuda de Surco les ofreció el predio en venta por
necesidad de dinero, comprando el bien de buena fe, con el pago del
precio y con inquilinos en el interior, como son los codemandados
Teodocio Giraldo Huallpa y cónyuge. De la reconvención: Solicitan
la Nulidad de la Escritura Pública de Adjudicación de fecha tres de
mayo de mil novecientos ochenta y dos y del acto jurídico que lo
contiene, así como la nulidad de la inscripción registral en el Tomo
03, Asiento 5095, Ficha 2376, del Lote de terreno número 3 de la
Manzana K del Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Sicuani de fecha veinte de marzo de mil novecientos
noventa y cinco, e indemnización por daños y perjuicios contra
Benjamín Surco Choquetaipe, Roberto Surco Choquetaipe y Wilber
Surco Choquetaipe, Isabel Surco Choquetaipe, señalándose que: 1)
El acto jurídico de Adjudicación ha sido otorgado con fines ilícitos y
fraude, con el afán de despojar del derecho de acceder como
copropietaria a Cirila Choquetaipe viuda de Surco, existiendo
connivencia entre los directivos de la Cooperativa con los actores
para celebrar ese acto jurídico, por cuanto no han acreditado la
calidad de herederos de Severo Surco Quispe; y, 2) Se han
violentado normas y derecho que regulan las cooperativas, cuando
afirman que fueron cooperativistas Severo Surco Quispe y su
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
cónyuge Cirila Choquetaipe Lipa, y sin embargo violentando el
derecho de esta última suscriben el documento de adjudicación de
terreno, documento en el que existen anomalías que se consignan
en la cláusula tercera, así como lo añadido o enmendadura en
cuanto al nombre de los actores, que no aparece subsanado al final
de la Escritura Pública conforme a la Ley del Notariado. 2.10.-
Contestación a la demanda por Cirila Choquetaipe Lipa viuda de
Surco: El veinticinco de septiembre de mil novecientos noventa y
siete, según escrito corriente de fojas ciento ochenta y cuatro a
ciento ochenta y seis, la precitada codemandada absuelve el
traslado de la demanda, afirmando que: 1) El inmueble de la Avenida
Arequipa número 372 de Sicuani fue adquirido de la Cooperativa de
Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542 para sus
menores hijos de Isabel, Wilber, Benjamín y Roberto Surco
Choquetaipe, según fue la voluntad de su cónyuge Severo Surco
Quispe; 2) Por su falta de educación fue engañada por la demandada
Grimanesa Zavala de Mercado, por cuanto deseaba que sus
inquilinos Teodocio Giraldo Huallpa y Luz Marina Alencastre Flores
desocupen el inmueble, y al apersonarse a la Notaría con el pretexto
de otorgarle poder la sorprendió con una venta, la cual es nula; 3) En
forma dolosa Grimanesa Zavala de Mercado posteriormente vendió
el inmueble a los inquilinos Giraldo Alencastre para perjudicar a sus
hijos, despojándolos de la única propiedad que les pertenece
exclusivamente a sus hijos. 2.11.- Contestación a la demanda por
Tomás Aníbal Giraldo Alencastre: El trece de octubre de mil
novecientos noventa y siete, según escrito corriente de fojas ciento
noventa y cuatro a doscientos dos, el precitado codemandado
absuelve el traslado de la demanda, afirmando básicamente que: 1)
En caso de tratarse del mismo inmueble, por cuanto en su caso el
derecho de propiedad se encuentra inscrito en el Tomo 2, Asiento 20,
Ficha 109,1 del Registro de la Propiedad Inmueble del tres de
diciembre de mil novecientos noventa, mientras que el derecho de
los demandantes se ha inscrito posteriormente en el Tomo 3, Asiento
5095, Ficha número 2376 del Registro de la Propiedad Inmueble del
veinte de marzo de mil novecientos noventa y cinco, la acción de
reivindicación resulta improcedente, ya que su derecho de propiedad
se encuentra inscrito con mucha anterioridad al de los actores. 2.12.-
Contestación a la demanda por Guido Giraldo Alencastre a
través de su apoderado Tomás Aníbal Giraldo Alencastre, quien
formula reconvención (Cancelación de la Escritura Pública de
Adjudicación y del acto jurídico que lo contiene, y nulidad de la
inscripción registral en el Tomo 03, Asiento 5095, Ficha 2376 del
Registro de la Propiedad Inmueble El cuatro de abril de dos mil
tres, según escrito corriente de fojas ochocientos seis a ochocientos
once, el precitado codemandado absuelve el traslado de la demanda,
alegando que no se puede inscribir un título incompatible con otro ya
inscrito, aunque sea de fecha anterior, sin embargo la Oficina
Registral de Sicuani en forma ilegal ha registrado el veinte de marzo
de mil novecientos noventa y cinco el título de propiedad de los
hermanos Surco Choquetaipe y de su madre, no obstante existir una
inscripción anterior respecto al mismo inmueble con fecha tres de
diciembre de mil novecientos noventa a nombre de Tomás Aníbal
Giraldo Alencastre, por lo que se debe cancelar la inscripción y
formula demanda (reconvención) contra los actores y su madre.
2.13.- Por resolución número diecinueve de fecha diez de junio de
dos mil cinco, corriente de fojas mil veinticinco a mil veintisiete1, el
Juez de la causa declara fundada la excepción de prescripción
extintiva de las pretensiones de Declaración Judicial de Mejor
Derecho de Propiedad, Cobro de Frutos, Nulidad de Escrituras
Públicas y actos jurídicos que los contienen de fechas diecinueve de
junio de mil novecientos ochenta y cuatro y doce de septiembre de
mil novecientos ochenta y cuatro, e Indemnización por Daños y
Perjuicios y en consecuencia concluido el proceso con relación a las
pretensiones formuladas por Benjamin Surco Choquetaipe y
hermanos respecto a las pretensiones precisadas. 2.14.- Sentencia
de Primera Instancia: Tramitada la causa acorde con su naturaleza,
el Juez de primera instancia mediante sentencia contenida en la
resolución de fecha siete de septiembre de dos mil doce, corriente de
fojas mil ochocientos catorce a mil ochocientos veinticuatro2 declara:
1) Infundada la demanda de Declaración Judicial de Mejor Derecho
de Propiedad, Reivindicación y Cobro de Frutos; 2) Fundada la
demanda reconvencional de Nulidad de Acto Jurídico de Adjudicación
del lote; 3) Improcedente la demanda reconvencional de
Indemnización de Daños y Perjuicios; 4) Fundada la demanda
reconvencional sobre Mejor Derecho de Propiedad y Nulidad de
inscripción registral, y en consecuencia como únicos y exclusivos
propietarios del predio sub litis a Tomás Aníbal y Guido Giraldo
Alencastre y como tal quedan sin efecto los actos de trasferencia del
bien contenido en el acto de adjudicación del tres de mayo de mil
novecientos ochenta y dos, suscrito entre los hermanos Surco
Choquetaipe y la Cooperativa de Vivienda Pro Techo Obrero
Vilcanota Limitada número 542, y el acto de inscripción registral
contenido en la Ficha número 2376 de los Registros Públicos de
Sicuani; y, 5) Fundada la demanda reconvencional de Nulidad de
Inscripción Registral. Considera para asumir dicha posición que: 1)
Al cuestionarse la validez del acto jurídico del que emana el derecho
de propiedad de los hermanos Surco Choquetaipe (Escritura Pública
del tres de mayo de mil novecientos ochenta y dos que otorga la
Cooperativa Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542 a
favor de los hermanos Surco Choquetaipe y Cirila Choquetaipe Lipa
viuda de Surco), es necesario previamente emitir pronunciamiento al
respecto: Sobre el objeto y la posibilidad jurídica: i) Del Testimonio
de Compraventa suscrito entre Cirila Choquetaipe Lipa viuda de
97003
Surco con Grimanesa Zavala de Mercado, aparece que la
Cooperativa Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 532 el
dieciséis de febrero de mil novecientos ochenta y dos adjudica el
bien a la primera, signado con el número 372 de la Avenida Arequipa,
y sin embargo en el mismo año la Cooperativa cambiando la
nomenclatura (Lote 3 de la Manzana K) transfiere a los hermanos
Surco Choquetaipe y a la propia Cirila Choquetaipe Lipa viuda de
Surco, sólo como representante de sus hijos menores, sin obrar
constancia ni acto jurídico que acredite haberse resuelto, rescindido
y/o anulado el primero; y, ii) Ello acredita que era jurídicamente y
físicamente imposible la formación del acto jurídico de adjudicación
del bien inmueble a favor de los hermanos Surco Choquetaipe el tres
de mayo de mil novecientos ochenta y dos respecto del bien
inmueble número 372 de la Avenida Arequipa, tanto más que no se
ha respetado el derecho de propiedad de terceros, como son Cirila
Choquetaipe Lipa, Grimanesa Zavala de Mercado y los hermanos
Giraldo Alencastre; 2) De la reivindicación: i) Los demandantes
hermanos Surco Choquetaipe con el Testimonio de Adjudicación de
lote de terreno y la constancia de inscripción registral, acreditan ser
propietarios del Lote de terreno número 3 de la Manzana K (hoy
signado con el número 372) ubicado en la Avenida Arequipa de
Sicuani; ii) Los demandados Giraldo Huallpa con el mérito del
Testimonio de Escritura Pública de transferencia de dominio de la
Casa número 372 de la Avenida Arequipa y la constancia de
inscripción registral, acreditan ser los propietarios de dicho inmueble,
por que corresponde evaluar los títulos de propiedad que poseen
ambas partes; y, iii) El derecho de propiedad de ambas partes nacen
del mismo antecedente dominal, corroborado con la diligencia de
inspección judicial, por lo que no se cumple con el requisito de únicos
propietarios del bien, de lo que se establece que el derecho de
propiedad que ostentan los demandantes hermanos Surco
Choquetaipe no es un título justo y por el contrario es nulo y no
puede oponerse al derecho que ostentas los demandados sobre
dicho bien; 3) Mejor Derecho de Propiedad: i) Los demandados
reconvinientes han inscrito su derecho de propiedad sobre el bien
inmueble el tres de diciembre de mil novecientos noventa y los
demandantes reconvenidos han inscrito su derecho de propiedad el
veintiuno de marzo de mil novecientos noventa y cinco, derecho de
propiedad amparado en un documento afectado de nulidad; ii) Los
demandados han acreditado: a) En el año mil novecientos ochenta y
nueve se encontraban empadronados como socios de la Cooperativa
Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542; b) Del
recibo de instalación de agua se tiene que el nueve de julio de mil
novecientos noventa realizaron trámites ante la autoridad pública
para conseguir la instalación de agua potable; y, c) En el año mil
novecientos ochenta y cuatro mediante edictos ponen en
conocimiento de la ciudadanía que han pasado a ser propietarios de
dicho bien inmueble; iii) Los demandantes reconvenidos no ofrecen
medio probatorio que acredite su posesión sobre el bien inmueble,
únicamente el documento de transferencia nulo; y, iv) Habiéndose
acreditado que los hermanos Tomás y Guido Giraldo Alencastre
ejercen la posesión en calidad de propietarios sobre el predio
materia de litis, así como su derecho de propiedad inscrito en el
Registro de Propiedad Inmueble cinco años antes que los
demandantes, son los únicos y exclusivos propietarios del bien; 4)
De la nulidad de la inscripción registral: i) Con la constancia de
inscripción el derecho de propiedad sobre el predio número 372 de
la Avenida Arequipa se encontraba inscrito a nombre de los
hermanos Giraldo Alencastre, y sin embargo cinco años después se
vuelven a inscribir derechos sobre el mismo bien a favor de los
hermanos Surco Choquetaipe; y, ii) Si bien el título de propiedad de
los hermanos Surco Choquetaipe es del tres de mayo de mil
novecientos ochenta y dos y el de los hermanos Giraldo Alencastre
es del doce de septiembre de mil novecientos ochenta y cuatro, esto
es que se ha formalizado después de dos años de los primeros, sin
embargo al haber sido inscrito con anterioridad al de los primeros, no
estaba permitida su inscripción, por tanto la inscripción realizada a
favor de éstos es nula de pleno derecho; y, 5) de los daños y
perjuicios, es apresurada dicha pretensión formulada por los
reconvinientes. 2.15.- Recurso de Apelación: El veintiocho de
septiembre de dos mil doce el demandante Benjamín Surco
Choquetaipe ejercita su derecho impugnatorio contra la precitada
sentencia de primera instancia, según Recurso corriente de fojas
dos mil cuatro-A a dos mil diecisiete, expresando los siguientes
agravios: i) Del texto de la sentencia se tiene que los mismos
demandados reconvinientes reconocen el derecho de propiedad de
los actores sobre el predio sub litis, por lo que es nula de pleno
derecho la transferencia del diecinueve de junio de mil novecientos
ochenta y cuatro formalizada a favor de Grimanesa Zavala Jara de
Mercado y la Escritura Pública a favor de los demandados Tomás
Aníbal y Guido Giraldo Alencastre; ii) Sobre el análisis de la nulidad
de la inscripción registral, no se han valorado en forma conjunta los
medios probatorios, debido a que la demandada Cirila Choquetaipe
Lipa y Severo Surco Quispe contrajeron matrimonio civil ante la
Municipalidad Provincial de Canchis el cinco de septiembre de mil
novecientos cincuenta y cinco, habiéndose adquirido dentro de dicha
vigencia el Lote materia de litis, por lo que al haber dejado de existir
el cónyuge con fecha ocho de septiembre de mil novecientos
ochenta y uno, pasaron los recurrentes y su madre a ser herederos
del bien, transferido mediante la Minuta del cinco de abril de mil
novecientos ochenta y dos elevada a Escritura Pública el tres de
mayo del mismo año, por lo que al ampararse las acciones
reconvencionales no se indica si se trata de una nulidad sustancial o

97004 CASACIÓN
nulidad formal; y, iii) Sobre la declaración judicial de propiedad
exclusiva, se señala erróneamente que al haberse inscrito con
anterioridad en el Registro de Propiedad Inmueble el derecho de
propiedad de los hermanos Giraldo Alencastre, ya no era posible la
segunda inscripción del inmueble a favor de los hermanos Surco
Choquetaipe, sin analizarse de dónde deriva el derecho de propiedad
de ambas partes, que tienen como partida un mismo título de
dominio, además que no se puede declarar la nulidad y al mismo
tiempo la validez de aquellos títulos de dominio. 2.16.- Sentencia de
Vista: La Sala Superior mediante resolución número ciento cincuenta
y cuatro del diez de diciembre de dos mil catorce, corriente de fojas
dos mil cuarenta y cinco a dos mil sesenta y uno, confirma en parte
la sentencia apelada en el extremo que declara: 1) Expediente
número 43-97: a) Fundada la demanda reconvencional interpuesta
por Teodocio Giraldo Huallpa, Luz Marina Alencastre Flores de
Giraldo, Tomás Aníbal Giraldo Alencastre, Teófilo Mercado Vega y
Grimanesa Zavala de Mercado sobre Nulidad de la Escritura Pública
de Adjudicación del Lote de terreno número 3, Manzana K, otorgada
por la Cooperativa de Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada
número 542 de Sicuani a favor de Benjamín Surco Choquetaipe y
hermanos así como de Cirila Choquetaipe viuda de Surco y acto
jurídico que lo contiene, y en consecuencia nula la inscripción
registral efectuada en el Registro de la Propiedad Inmueble
contenida en el Tomo 01, Asiento 5095, Ficha 2376, del Registro de
Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Sicuani de fecha
veinte de marzo de mil novecientos noventa y cinco; y, b) Infundada
la demanda instada por Benjamín Surco Choquetaipe, Roberto
Surco Choquetaipe, Wilber Surco Choquetaipe e Isabel Surco
Choquetaipe sobre Reivindicación del inmueble número 372 de la
Avenida Arequipa de la ciudad de Sicuani; y, 2) Expediente
acumulado número 107-97: a) Fundada la pretensión
reconvencional interpuesta por los demandantes reconvencionales
Tomás Aníbal Giraldo Alencastre sobre Cancelación de Inscripción
Registral contenida en el Tomo 03, Asiento 5095, Ficha 2376, del
Lote de terreno número 3 de la Manzana K, y en consecuencia la
cancelación de la Ficha Registral número 2376 contenida en el Tomo
03, Asiento 5095, del Registro de la Propiedad Inmueble de la
Oficina Registral de Sicuani, que contiene la inscripción del Lote de
terreno número 3 de la Manzana K en el referido Registro de fecha
veinte de marzo de mil novecientos noventa y cinco; y la revoca en
el extremo que declara fundada la pretensión reconvencional sobre
Derecho Judicial de Propiedad Exclusiva, y reformándola en dicha
parte la declara improcedente. Considera para asumir dicha posición
lo siguiente: 1) Sobre la nulidad del acto jurídico (invalidez
absoluta) de la adjudicación efectuada el tres de mayo de mil
novecientos ochenta y dos: i) Si bien el inmueble correspondía al
padre de los demandantes Severo Surco Quispe como socio de la
Cooperativa de Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada
número 542, ésta calidad de socio concluyó con su fallecimiento y la
inscripción como tal debía ser cancelada en aplicación del Artículo
22° de Ley número 15260, Ley General de Cooperativas, por lo que
en la celebración de la adjudicación se efectuó un acto contra el
ordenamiento expreso de la ley, incurriéndose en acto ilícito; ii) El
Testimonio de Adjudicación en su cláusula tercera consigna que: “…
la institución indicada adjudica a los herederos del que en vida fue
Severo Surco como son Benjamin Surco Choquetaipe, de 19 años,
Roberto, Wilfredo e Isabel Surco Choquetaipe con intervención de
su madre…”, sin que en aquella fecha exista legalmente la condición
de herederos de los demandantes, pues en el decurso del proceso
recién se ha presentado la declaración notarial de sucesión intestada
de fecha veintitrés de mayo de dos mil siete; iii) El reconocimiento
que contiene la aludida cláusula tercera incurre en nulidad por la
vulneraciones de: a) Artículo 22° de la Ley número 15260 Ley de
Cooperativas; y, b) Artículos 667° y 758° del Código Civil de 1936,
además que se ha preterido a la cónyuge supérstite; y, iv) la
imposibilidad jurídica en su objeto, pues se transfirió un derecho a
quien no acreditó titularidad y a quienes carecían de derecho para
sustituir a la persona que era el socio de la Cooperativa, conforme lo
establece el Artículo 1123° del Código Civil de 1936, por lo que el
Contrato de Adjudicación de la Cooperativa de Vivienda Pro Techo
Obrero Vilcanota Limitada número 542 de Sicuani que realiza a favor
de Benjamín Surco Choquetaipe y de sus hermanos representados
por su progenitora Cirila Choquetaipe Lipa viuda de Surco, se
encuentra afectada de invalides así como la inscripción que aparece
en la Ficha 2376 del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Sicuani, en la que aparece inscrita la adjudicación el
veinte de marzo de mil novecientos noventa y cinco, que también
deviene en nula; 2) Reivindicación: i) El derecho de los
demandantes Benjamín Surco Choquetaipe y hermanos no es
oponible a terceros por disposición del Artículo 2022° del Código
Civil; ii) A partir de lo expresado por los demandantes y por los
demandados, quienes se encuentran en posesión del bien son los
demandantes reconvencionales Tomás Aníbal y Guido Giraldo
Alencastre, por lo que no procede la pretensión reivindicatoria a su
favor al estar demostrado que son ellos los únicos poseedores del
inmueble; 3) Sobre la declaración judicial de propiedad
exclusiva: i) Los actos jurídicos celebrados por Cirila Choquetaipe
Lipa viuda de Surco a favor de Teófilo Mercado Vega y Grimanesa
Zavala Jara de Mercado de fecha diecinueve de junio de mil
novecientos ochenta y cuatro y el doce de septiembre de mil
novecientos ochenta y cuatro son válidos, debido a que mediante
resolución número diecinueve del diez de junio de dos mil cinco esa
pretensión y las acumuladas de pago de frutos civiles e indemnización
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
por daños y perjuicios fueron declaradas prescritas; y, ii) Al
descartarse la existencia de dos títulos domínales de la misma o
distinta índole, no corresponde pronunciarse sobre el Mejor Derecho
de Propiedad, reformando dicho extremo que fue estimado y
declarándose improcedente el mismo. III.- RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema mediante la resolución del dos de
junio de dos mil quince, corriente de fojas noventa y nueve a ciento
uno del Cuaderno de Casación, declaró la procedencia del Recurso
por: a) Infracción Normativa Procesal del Artículo 139° incisos 3)
y 5) de la Constitución Política del Perú, debido a que la Sala
Superior transgredió los derechos contenidos en la norma en
mención, pues: i) Debió emplazarse con la demanda que interpuso
a la Cooperativa de Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada
número 542 de Sicuani, ya que al ser una de las intervinientes en el
acto jurídico de adjudicación del tres de mayo de mil novecientos
ochenta y dos, su derecho a la defensa debió quedar resguardado;
ii) Si bien al interior del proceso se dispuso su extromisión, ello
aconteció por un error de apreciación generado por la reconvención
que formuló la parte demandada, que no atañe a la pretensión
principal que se debate en el caso concreto; y, iii) La recurrida no se
encuentra debidamente motivada y vulnera el Principio de
Congruencia Procesal, debido a que en un primer momento atribuye
derecho de propiedad y disposición a Cirila Choquetaipe Lipa viuda
de Surco, otorgándole de esta forma plena validez a la Escritura
Pública de Adjudicación del tres de mayo de mil novecientos ochenta
y dos; y luego de sus otros considerandos lo desvirtúa, pues según
su análisis todo el tracto sucesivo del derecho de propiedad de
Tomás Aníbal Giraldo Alencastre y Guido Giraldo Alencastre tiene su
origen en la cuestionada Escritura Pública en mención, porque es a
través de este acto jurídico que Cirila Choquetaipe Lipa viuda de
Surco e hijos adquieren el derecho de propiedad sobre el bien sub
litis, para posteriormente ella sola transferir ese derecho a favor de
Grimanesa Zavala Jara de Mercado y esposo y éstos a su vez lo
transfieren a favor de Tomás Aníbal y Guido Giraldo Alencastre; y, b)
Infracción Normativa Material del Artículo 2022° del Código
Civil, alegándose que: i) La Sala Superior yerra al considerar que la
inscripción registral del derecho de propiedad de los demandados
Tomás Aníbal Giraldo Alencastre y Guido Giraldo Alencastre, que
aparece inscrito en la Ficha número 1091, Tomo 2, Asiento 1, del
Registro de Propiedad Inmueble, es oponible y con derecho
preferente al derecho inscrito de la parte demandante, bajo el
sustento que ha sido inscrito con anterioridad, pues la oponibilidad a
que se refiere el dispositivo legal en comento está en que el título
oponible no debe adolecer de vicios estructurales en su propia
esfera ni en su tracto sucesivo, esto en aras de hacer efectivo el
otorgamiento de la seguridad jurídica registral; y, ii) No resulta lógico
ni legal que una inscripción efectuada en base a un título registral
viciado de nulidad -como en el caso concreto lo ha determinado la
Sala de vista- resulte oponible y preferente frente a una persona
cuyo derecho también deriva de un mismo título originario. IV.-
ASUNTO JURÍDICO EN DEBATE: En el caso particular, la cuestión
jurídica en debate consiste en verificar si se ha vulnerado el Principio
de Congruencia Procesal y el de Motivación de resoluciones
judiciales y, en caso de no ser ello así, determinar si se ha infringido
lo dispuesto por el Artículo 2022° del Código Civil. V.-
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- En el
presente caso, al haberse declarado procedente el Recurso de
Casación por infracción normativa de derecho material y por
infracción normativa de derecho procesal, corresponde absolver en
primer lugar esta última, toda vez que en caso de declararse fundada
la misma, la decisión respectiva imposibilitaría el pronunciamiento
sobre la causal sustantiva, por su efecto de reenvío hasta la etapa en
la que pueda haberse cometido la infracción. SEGUNDO.- Sobre el
particular, de acuerdo a lo establecido por el Artículo I del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, el derecho de toda persona a la
tutela jurisdiccional para el ejercicio o defensa de sus derechos o
intereses es irrestricto, debiendo sujetarse no obstante a un proceso
regular. Asimismo, este Supremo Tribunal en reiteradas ocasiones
ha establecido que el Artículo 139° inciso 3) de la Constitución
Política del Perú, como garantía y derecho de la función jurisdiccional,
fija la observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional, la cual
asegura que en los procesos judiciales se respeten los
procedimientos y normas de orden público previamente establecidos,
por lo que en tal sentido el proceso regular se constituye como un
derecho de amplio alcance, el cual comprende a su vez el derecho al
Juez natural, a la defensa, a la pluralidad de instancia, a la actividad
probatoria y a la motivación de las resoluciones judiciales, entre
otros, permitiéndose con ello no sólo la revisión de la aplicación del
derecho objetivo desde una dimensión estrictamente formal, referida
al cumplimiento de actos procesales o la afectación de normas del
procedimiento, sino también analizarlo desde su dimensión
sustancial, lo que se ha identificado como la verificación del debido
proceso procesal y material, razón por la cual es posible revisar en
sede de casación la motivación adecuada de las resoluciones
judiciales, por cuanto sólo de este modo se podrá prevenir la
ilegalidad y/o arbitrariedad de las mismas3. Además, el deber de
motivación de las resoluciones judiciales, consagrado como principio
en el Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú,
impone a los Jueces cualquiera que sea la instancia a la que
pertenezcan, que expresen el proceso mental que los ha llevado a
decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de impartir
justicia se haga con sujeción a la Carta Fundamental y a la Ley, por
lo que en ese contexto habrá motivación adecuada siempre que la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
resolución contenga la expresión ordenada de los fundamentos
jurídicos y fácticos que sustentan la decisión, responda a la ley y a lo
que fluye de los actuados y evidencie una correspondencia lógica
entre lo pedido y lo resuelto, de tal modo que la resolución por sí
misma exprese una justificación suficiente de lo que se decide u
ordena, de todo lo cual resulta que si se infringe alguno de estos
aspectos sustanciales de la motivación se incurrirá en causal de
nulidad, contemplada en el Artículo 122° segundo párrafo del Código
Procesal Civil, concordante con el Artículo 171° del Código acotado.
TERCERO.- Igualmente, el Derecho a la Debida Motivación de las
Resoluciones Judiciales ha sido precisado en la Sentencia dictada
por el Tribunal Constitucional el trece de octubre de dos mil ocho,
recaída en el expediente número 00728-2008-PHC/TC, conforme a
una sentencia anterior dictada en el expediente número 1480-2006-
AA/TC: “(…) el derecho a la debida motivación de las resoluciones
importa que los jueces, al resolver las causas, expresen las razones
o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada
decisión. Esas razones (...) deben provenir no sólo del ordenamiento
jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, la
tutela del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no
debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen
las cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios. En tal
sentido (...) el análisis de si en una determinada resolución judicial se
ha violado o no el derecho a la debida motivación de las resoluciones
judiciales debe realizarse a partir de los propios fundamentos
expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás
piezas procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo
pueden ser evaluados para contrastar las razones expuestas, mas
no pueden ser objeto de una nueva evaluación o análisis (…)”. El
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es,
entonces, una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial
y asegura que las resoluciones no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso.
Sin embargo, no todo ni cualquier error en el que eventualmente
incurra una resolución judicial constituye automáticamente la
violación del contenido constitucionalmente protegido del derecho a
la motivación de las resoluciones judiciales. Así, en el expediente
número 3943-2006-PA/TC y antes en el voto singular de los
Magistrados Gonzáles Ojeda y Alva Orlandini (expediente número
1744-2005-PA/TC), el máximo intérprete de la Carta Fundamental
ha precisado que el contenido constitucionalmente garantizado de
este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes
supuestos: a) Inexistencia de motivación o motivación aparente; b)
Falta de motivación interna del razonamiento; c) Deficiencias en la
motivación externa; justificación de las premisas; d) La motivación
insuficiente; e) La motivación sustancialmente incongruente; y,
f) Motivaciones cualificadas. En atención a ello, la Corte Suprema de
Justicia de la República ha señalado que: “La motivación de la
decisión judicial es una exigencia constitucional; por consiguiente, el
Juzgador para motivar la decisión que toma debe justificarla, interna
y externamente, expresando una argumentación clara, precisa y
convincente para mostrar que aquella decisión es objetiva y
materialmente justa, y por tanto, deseable social y moralmente”4. La
primera consiste en verificar que el paso de las premisas a la
conclusión es lógicamente -deductivamente- válido, sin que interese
la validez de las propias premisas. La segunda consiste en controlar
la adecuación o solidez de las premisas, lo que supone que la(s)
normas(s) contenida(s) en la premisa normativa sea(n) normas(s)
aplicables(s) en el ordenamiento jurídico y que la premisa fáctica sea
la expresión de una proposición verdadera5. CUARTO.- Igualmente,
siendo la motivación un instrumento de comunicación, cumple
funciones tanto endoprocesales como extraprocesales. En el primer
caso, la motivación permite a las partes controlar el significado de la
decisión, pero también permite al Juez que elabora la sentencia,
percatarse de sus yerros y precisar conceptos, facilitando la crítica
interna y el control posterior de las instancias revisoras6. En el
segundo supuesto, se posibilita el control democrático de los Jueces,
que obliga, entre otros, a la publicación de la sentencia, a la
inteligibilidad de la decisión y a la autosuficiencia de la misma7. Por
tanto, los destinatarios de la decisión no son solo las partes, sino
también la sociedad, en tanto el poder jurisdiccional debe rendir
cuenta a la fuente del que deriva su investidura8. QUINTO.- Ahora
bien, antes de ingresar al análisis respectivo resulta necesario
precisar lo siguiente: 1) La pretensión de Indemnización por Daños y
Perjuicios interpuesta por Teófilo Mercado Vera y Grimanesa Zavala
de Mercado contra Benjamín, Roberto, Wilbert e Isabel Surco
Choquetaipe, que fue declarada improcedente por la sentencia de
primera instancia contenida en la resolución del siete de septiembre
de dos mil doce, corriente de fojas mil ochocientos catorce a mil
ochocientos veinticuatro, no ha sido materia de impugnación ni
consecuente análisis en la Sentencia de Vista, por lo que esa parte
de la decisión jurisdiccional tiene la calidad de inmutable, de acuerdo
a lo previsto por el Artículo 123° inciso 2) del Código Procesal Civil;
y, 2) El extremo de la Sentencia de Vista que revoca la parte que
declara fundada la pretensión sobre Declaración Judicial de
Propiedad Exclusiva interpuesta vía reconvención por Teodocio
Giraldo Huallpa, Luz Marina Alencastre Flores y Tomás Aníbal
Giraldo Alencastre, según escrito corriente de fojas cuarenta y cinco
a cincuenta y dos, y reformándola declara improcedente dicha
pretensión, no será materia de análisis al no ser objeto del medio
impugnatorio formulado por Benjamín Surco Choquetaipe,
97005
atendiendo a lo previsto por el Artículo 356° segundo párrafo del
Código Procesal Civil: “Los recursos pueden formularse por quien se
considere agraviado con una resolución o parte de ella, para que
luego de un nuevo examen de ésta, se subsane el vicio o error
alegado”, por lo que en ese sentido, al no haber sido impugnada
dicha decisión vía Recurso de Casación por los precitados
reconvinientes, tal extremo también tiene la calidad de inmutable.
SEXTO.- Ahora bien, de la revisión de la demanda, contestaciones a
ella, reconvenciones y contestaciones a esta, así como del Recurso
de Apelación planteado por Benjamín Surco Choquetaipe, se
desprende que la controversia se centra en determinar si
corresponde declarar la nulidad del acto jurídico que representa el
derecho de propiedad que invocan los hermanos Surco Choquetaipe,
constituido por la Escritura Pública de Adjudicación del treinta de
mayo de mil novecientos ochenta y dos, relativo al Lote número 3,
Manzana K, y del acto jurídico que lo contiene, y como consecuencia
de ello declarar la nulidad de la inscripción registral del veinte de
marzo de mil novecientos noventa y cinco, en la Ficha 2376 de la
Oficina Registral de Sicuani, así como la reivindicación a favor de los
hermanos Surco Choquetaipe basada en el precitado título de
propiedad, que ha sido declarado inválido por la Sala de mérito.
SÉPTIMO.- Sobre el particular, los supuestos o causales de la
denominada nulidad absoluta, también conocida como nulidad
radical o de pleno derecho, constituye una exigencia explícita,
referida a que el defecto del acto debe ser estructural e insalvable,
esto es, que tal defecto sea grave e insubsanable en la estructura del
acto jurídico y/o tan importante y relevante que resulta imposible su
subsanación a pesar que el sistema general se esfuerce en
conservar la eficacia y validez de los actos jurídicos. Sobre ello, Betti9
señala que es nulo el negocio jurídico que, por falta de algún
elemento esencial, es inapto para dar vida a aquella nueva situación
jurídica que el Derecho apareja al tipo legal respectivo, en
conformidad con la función económica y social que le es
característica. Por su parte, De los Mozos10 considera que se
sanciona el acto que es contrario al ordenamiento jurídico y que las
dos categorías que la doctrina en general distingue (actos contrarios
a ley y falta de requisitos esenciales del acto o negocio) en esencia
se tratan de lo mismo. En síntesis, el acto jurídico que adolece de
nulidad absoluta, que de acuerdo a nuestra normatividad es nulo de
pleno derecho o jurídicamente inexistente, pertenece al ámbito del
orden público, lo que significa que por su relevancia social escapa a
la esfera privada, explicando ello que no sea un derecho disponible
y como consecuencia de lo mismo no es confirmable. En tal sentido,
cuando se analiza las causales de nulidad debe determinarse los
hechos a efectos de determinar si se subsumen o no en la respectiva
calificación jurídica para que se declare la nulidad, por cuanto el Juez
no debe desnaturalizar la finalidad concreta del proceso, que es
resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre,
haciendo efectivos los derechos sustanciales, ni alejarse de la
finalidad abstracta, cual es lograr la paz social en justicia (Artículo III
del Título Preliminar del Código Procesal Civil), lo que incluye el
impacto social y económico de la sentencia11. OCTAVO.- En relación
a ello y lo expresado en el considerando tercero precedente, este
Supremo Tribunal verificará si la Sentencia de Vista se encuentra
justificada interna y externamente y si ha respetado las reglas de
motivación. En cuanto a la justificación interna, el orden lógico
propuesto por la Sala Superior ha sido el siguiente: I) De la nulidad
del acto jurídico contenido en la Escritura Pública de
Adjudicación del treinta de mayo de mil novecientos ochenta y
dos del Lote número 3 Manzana K: i) Premisa normativa:
Artículos 22°12 de la Ley Nº 15260 Ley de Cooperativas y 667°13
(debió decir 657°14), 758°15 y 1123°16 del Código Civil de 1936; ii)
Primera premisa fáctica: si bien el inmueble correspondía al padre
de los demandantes como socio de la Cooperativa de Vivienda Pro
Techo Obrero Vilcanota número 542, la calidad de socio de Severo
Surco Quispe concluyó con su fallecimiento, y la inscripción como tal
debía ser cancelada; iii) Segunda premisa fáctica: a la fecha de
suscripción de la adjudicación efectuada el tres de mayo de mil
novecientos ochenta y dos no existía legalmente la condición de
herederos, pues recién con la presentación de la declaración notarial
de sucesión intestada del veintitrés de mayo de dos mil siete los
actores son sucesores de Severo Surco Quispe y sólo si la calidad
de socio de Severo Surco Quispe fuera de carácter sucesorio; iv)
Primera conclusión: se efectuó un acto contra el ordenamiento
expreso de la ley, es decir se incurrió en acto ilícito; v) Segunda
conclusión: El Contrato de Adjudicación se encuentra afectado de
invalidez por dos razones: a) El reconocimiento que contiene la
cláusula tercera del documento de adjudicación del tres de mayo de
mil novecientos ochenta y dos incurre en nulidad; y, b) Adolece de
imposibilidad jurídica del objeto, así como la inscripción que aparece
en la Ficha 2376; y, II) De la Reivindicación: i) Premisa normativa:
Artículos 1050° del Código Civil de 1936 y 2012°, 2014° y 2022° del
Código Civil; ii) Primera Premisa fáctica: de la copia de la Ficha del
inmueble signado como Lote de terreno número 3 de la Manzana K
(fojas seis) se aprecia la presentación del documento el catorce de
marzo de mil novecientos noventa y cinco y el asiento de inscripción
del veinte de marzo del mismo año; iii) Segunda premisa fáctica:
de la copia certificada de la inscripción del inmueble a favor de
Tomás Aníbal Giraldo y Guido Giraldo Alencastre (fojas treinta y
siete) se aprecia que la Escritura Pública del doce de septiembre de
mil novecientos ochenta y cuatro se presenta el quince de noviembre
de mil novecientos noventa y se inscribe el tres de diciembre del
mismo año; iv) conclusión: el derecho de los demandantes

97006 CASACIÓN
Benjamín Surco Choquetaipe, Roberto Surco Choquetaipe, Wilbert
Surco Choquetaipe e Isabel Surco Choquetaipe, no es oponible a
terceros. NOVENO.- En dicho contexto, se advierten dos
circunstancias relevantes que abonan a los fines del Recurso
interpuesto en relación a la Nulidad del Acto Jurídico contenido en la
Escritura Pública de Adjudicación del treinta de mayo de mil
novecientos ochenta y dos del Lote número 3 de la Manzana K: 1) La
deducción lógica de la Sala de revisión respecto a la primera premisa
fáctica del item I del considerando precedente: ”si bien el inmueble
correspondía al padre de los demandantes como socio de la
Cooperativa, la calidad de socio de Severo Surco Quispe concluyó
con su fallecimiento, y la inscripción como tal debía ser cancelada”,
no es compatible formalmente con la conclusión, pues el silogismo
empleado no permite advertir que la conclusión se deduzca de la
premisa normativa, al observarse que si bien la inscripción de un
socio es cancelada en el caso de su fallecimiento, no se ha dilucidado
en primer lugar que el inmueble que se adjudicó a los demandantes
correspondía o no al socio antes de su fallecimiento, por lo que no se
justifica la conclusión “se efectuó un acto contra el ordenamiento
expreso de la ley es decir se incurrió en acto ilícito”, en la medida que
no explica con suficiencia a quién pertenecía el bien antes del
fallecimiento del socio Severo Surco Quispe, es decir a la Cooperativa
de Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542 o al
socio de dicha Cooperativa, y si a su fallecimiento al perder la calidad
de socio también perdió la titularidad del inmueble, esto en el
supuesto de establecer que el bien perteneció al socio antes de su
fallecimiento, por cuanto la Sala Superior también ha considerado
que los hermanos Surco Choquetaipe carecían de derecho para
sustituir a la persona que era socio de la Cooperativa, con lo que se
sostiene que existe imposibilidad jurídica del objeto. En dicho
contexto, previamente ha debido de establecerse la condición
jurídica del bien y su relación con las partes procesales, más todavía
si la Sala Superior también concluye que se habría preterido a la
cónyuge supérstite17, en el entendido que hay fin ilícito cuando
respetándose aparentemente la forma del acto jurídico, se evidencia
la intención de conseguir un efecto prohibido por la ley o “(el acto
jurídico) resulta contrario a las normas imperativas o a las buenas
costumbres”18, y es jurídicamente imposible cuando en el plano de la
realidad jurídica, las reglas negociales no pueden ser ejecutadas,
sea porque se dirigen a la consecución de un resultado jurídico no
previsto por el ordenamiento jurídico o porque no toman en
consideración algún presupuesto exigido por este último para la
obtención del efecto deseado, de lo que se tiene que la deducción
lógica de la Sala Superior no es compatible formalmente con la
conclusión; y, 2) La deducción lógica de la segunda premisa fáctica:
“recién con la presentación de la declaración notarial de sucesión
intestada de 23 de mayo de 2007 los demandantes serían sucesores
de Severo Surco Quispe”, tampoco presenta una justificación
interna, pues el silogismo empleado no permite advertir que la
precitada premisa se subsuma en la premisa normativa prevista en
el Artículo 657° del Código Civil de 1936, que establece que desde la
muerte de una persona se transmiten la propiedad y la posesión de
los bienes y derechos que constituyen la herencia, advirtiéndose
más aún que esta Sala Suprema dejó establecido en la Sentencia
Casatoria del quince de diciembre de dos mil ocho, Casación número
170-200819, recaída en el proceso que nos convoca, que producido
el deceso de una persona los bienes, derechos y obligaciones se
transmiten a sus sucesores según se consigna en el considerando
décimo primero, aspecto que no ha sido tenido en cuenta por la Sala
Superior, de lo que se desprende que su deducción lógica no es
compatible formalmente con la conclusión. DÉCIMO.- Respecto a la
pretensión de Reivindicación, tampoco presenta una debida
justificación interna, por cuanto la Sala Superior establece que el
contrato contenido en la Escritura Pública de adjudicación del treinta
de mayo de mil novecientos ochenta y dos del Lote número 3
Manzana K, se encuentra afectado de invalidez así como la
inscripción que aparece en la Ficha 2376. En tal contexto fáctico,
dicho órgano jurisdiccional no obstante declarar inválido el precitado
título por el que los demandantes Benjamin Surco Choquetaipe,
Roberto Surco Choquetaipe, Wilbert Surco Choquetaipe e Isabel
Surco Choquetaipe acreditan su derecho de propiedad, lo confronta
con el de los demandados Tomás Aníbal Giraldo y Guido Giraldo
Alencastre, consistente en la Escritura Pública del doce de
septiembre de mil novecientos ochenta y cuatro y su inscripción. De
ello se desprende que la deducción lógica de la Sala de revisión no
es congruente con la decisión de declarar la nulidad del acto jurídico
contenido en la referida Escritura Pública de Adjudicación del treinta
de mayo de mil novecientos ochenta y dos, por lo que no es
compatible formalmente con la conclusión arribada “el derecho de
los demandantes (…) no es oponible a terceros (…)”. DÉCIMO
PRIMERO.- En lo que se refiere a la justificación externa, que
consiste a decir de Manuel Atienza en controlar la adecuación o
solidez de las premisas20, este Tribunal Supremo observa que sobre
el inmueble en disputa hay dos posiciones distintas: por un lado la
parte demandante Surco Choquetaipe señala ser propietaria del
Lote de terreno número 3 Manzana K; y, por otro lado, la parte
demandada Giraldo Alencastre señala ser propietaria de la casa
número 372 de la Avenida Arequipa, observándose que existen
claras divergencias entre la denominación del inmueble y, sobre
todo, las Fichas Registrales de las que derivan el invocado derecho
de las partes procesales, pues cada parte ha adjuntado su respectiva
inscripción registral del que según afirman deriva su derecho de
propiedad, por lo que es fundamental realizar un análisis exhaustivo
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
no sólo del tracto sucesivo de las correspondientes Fichas
Registrales números 2376 y 1091, sino también del origen de ambas
Fichas21, que permanecen en la esfera jurídica, lo cual objetivamente
no ha ocurrido por las instancias de mérito, máxime si ha evaluado la
fecha de presentación de los asientos y de la inscripción registral
contenidas en las mismas, lo que evidencia una falencia motivacional
sobre ese aspecto que incide de modo directo sobre lo que es objeto
de las pretensiones demandadas, debiendo aplicarse a los hechos
que a partir de ese análisis se establezcan las disposiciones legales
que sean pertinentes y, con ello, viabilizar la obtención integral de los
fines del proceso que recoge el Artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Civil. DÉCIMO SEGUNDO.- En consecuencia,
resultan amparables las alegaciones contenidas en el acápite a)
numeral ii) configurándose la infracción normativa procesal, y no así
las argumentaciones contenidas en el numeral i), por cuanto por
resolución número setenta y seis del veintiséis de diciembre de dos
mil seis, corriente a fojas mil ciento setenta y nueve y mil ciento
ochenta, se resuelve separar del proceso a la Cooperativa de
Vivienda Pro Techo Obrero Vilcanota Limitada número 542 de
Sicuani y a la Oficina Registral de Sicuani, la misma que al ser
apelada por el demandante Benjamín Surco Choquetaipe según
escrito corriente de fojas mil ciento ochenta y siete a mil ciento
ochenta y nueve, fue concedida sin efecto suspensivo por resolución
número setenta y siete del nueve de enero de dos mil siete, obrante
a fojas mil ciento noventa y confirmada en segunda instancia
mediante resolución del diez de marzo de dos mil siete, corriente a
fojas mil doscientos seis y mil doscientos siete, tratándose por tanto
de un tema cerrado y que incluso fue desestimado en la Sentencia
Casatoria del quince de diciembre de dos mil ocho, Casación número
170-2008, no siendo posible amparar un pedido de nulidad respecto
a situaciones anteriormente resueltas, desestimándose la precitada
denuncia. DÉCIMO TERCERO.- En tal sentido, al haberse
demostrado la incidencia de la precitada infracción normativa
procesal denunciada en casación, carece de objeto emitir
pronunciamiento respecto a la infracción normativa sustantiva que
también se denunció en el acápite b), por lo que de acuerdo a lo
razonado además en el considerando inmediato precedente y a lo
previsto en el Artículo 396° inciso 3) del Código Procesal Civil,
corresponde declarar la nulidad de la Sentencia de Vista impugnada
en la que parte que confirma la sentencia de primera instancia y la
insubsistencia de la apelada. DÉCIMO CUARTO.- Finalmente, no
puede dejar de anotarse que este Tribunal Supremo es sensible a la
necesidad de resolver los conflictos con la prontitud que reclama la
comunidad, pero también es consciente que ese aspecto en el que
se manifiesta la tutela judicial no puede encontrarse desprovisto de
la búsqueda del desarrollo de actos que garanticen un proceso en el
que se respeten los principios que recoge el mencionado Artículo
139° de la Constitución Política del Perú, entre ellos la pluralidad de
la instancia, previsto en el inciso 6). En ese contexto, entendemos
ahora que las omisiones advertidas en esta Sentencia casatoria
exigen técnicamente al envío del proceso al Juez de la causa, para
garantizar aquel principio, evitar el nacimiento de incidencias que
perjudiquen la ejecución de lo que finalmente se resuelva y
propender a la recomposición definitiva de la paz social quebrada, lo
que no sería posible si hechos vinculados con aspectos centrales
como los arriba detallados se analizan y resuelven en instancia
única. Por tales razones y de conformidad con lo regulado además
por el Artículo 396° inciso 1) del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por Benjamín Surco
Choquetaipe, en consecuencia CASARON la Sentencia de Vista
contenida en la resolución número ciento cincuenta y cuatro de
fecha diez de diciembre de dos mil catorce dictada por la Sala Mixta,
Penal Liquidadora y de Apelaciones de la Provincia de Canchis de la
Corte Superior de Justicia de Cusco, en el extremo que confirma en
parte la sentencia apelada de primera instancia; INSUBSISTENTE
la sentencia apelada de primera instancia inserta en la resolución
número nueve de fecha dieciocho de abril de dos mil trece,
ORDENARON al Juez de la causa expida nueva resolución con
atención a las consideraciones expuestas en la presente resolución;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por
Benjamin Surco Choquetaipe y otros con Cirila Choquetaipe Lipa y
otros sobre Declaración de Mejor Derecho de Propiedad, y los
devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Confirmada por Auto de Vista contenido en la resolución Nº 26 del 24 de
agosto de 2005 (fojas 1061 a 1604), el que al ser materia del Recurso de
Casación dio mérito a que esta Corte Suprema de Justicia de la República
declarara improcedente el Recurso según resolución del 07 de marzo de
2006 (fojas 1090 a 1094).
2
Luego de haberse dictado: i) una primera sentencia de primera instancia
contenida en la resolución Nº 86 del 19 de julio de 2007 (fojas 1302 a 1315);
ii) Sentencia de Vista contenida en la resolución Nº 94 del 13 de noviembre
de 2007 (fojas 1408 1412), que confirmó la sentencia apelada; iii) Resolución
del 15 de diciembre de 2008 que declaró fundado el Recurso de Casación
ya nula la Sentencia de Vista; y, iv) Sentencia de Vista contenida en la
resolución Nº 100 del 13 de agosto de 2009 (fojas 1476 a 1482), que declaró
nula la sentencia apelada de primera instancia.
3
El Tribunal Constitucional nacional en la sentencia recaída en el expediente
Nº 2508-2004-AA del 12 de diciembre de 2004, fundamento jurídico 1, ha
precisado que: “El debido proceso está concebido como el cumplimiento
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los procedimientos,
incluidos los administrativos, a fin de que las personas estén en condiciones
de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado
que pueda afectarlos (…)”.
4
Primer Pleno Casatorio Civil, Casación Nº 1465-2007-CAJAMARCA,
publicado en diario oficial “El Peruano”, Separata Especial, 21 de abril
de 2009, página 22013 y en el mismo sentido la Sentencia del Tribunal
Constitucional recaída en el expediente Nº 00037-2012-PA/TC, fundamento
35.
5
Moreso, Juan José y Vilajosana, Josep María. Introducción a la Teoría del
Derecho. Madrid, Marcial Pons Editores, página 184.
6
Aliste Santos, Tomas Javier. La motivación de las resoluciones judiciales.
Marcial Pons. Madrid-Barcelona-Buenos Aires, páginas 157-158. Guzmán,
Leandro. Derecho a una sentencia motivada. Editorial Astrea, Buenos Aires-
Bogotá 2013, páginas 189-190.
7
Igartua Salaverría, Juan. El razonamiento en las resoluciones judiciales.
Palestra-Temis, Lima-Bogotá 2014, página15. Aliste Santos, Tomas, La
motivación de las resoluciones judiciales. Marcial Pons. Madrid-Barcelona-
Buenos Aires, páginas 158-159.
8
La motivación de la sentencia civil. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación. México 2006, páginas 309-310.
9
BETTI, Emilio. Teoría general del negocio jurídico. Editorial Comares,
Granada, 2000, página 410.
10
DE LOS MOZOS, José Luis. El acto jurídico. Editorial Montecorvo, Madrid,
1987, página 573.
11
Como sostienen Bullard y Rivarola, debe proponerse una concepción
sistémica de la justicia, no una visión diádica. La justicia no es solamente
un problema de la relación entre dos partes (visión diádica), sino que es
la consecuencia de una visión de la sociedad como un sistema donde
una injusticia afecta a muchos (y no únicamente a quienes han sufrido la
injusticia de manera particular) y por tanto un acto de justicia también afecta
a muchos, incluso de manera injusta o inadecuada. Una visión sistémica (de
sistema) nos ayuda a ser más consciente de todos los efectos de justicia
(o injusticia) de las decisiones judiciales”. BULLARD GONZÁLEZ, Alfredo
y RIVAROLA REISZ, Domingo. Viendo más allá de los expedientes. Los
efectos económicos y sociales de los fallos judiciales. En: Advocatus, Lima,
N° 85.
12
“La inscripción de un socio será cancelada en los casos de renuncia, de
exclusión por las causales que señale el estatuto de la Cooperativa o de
fallecimiento”.
13
Se consigna 667 pero dicha norma regula la exclusión del indigno.
14
“Desde la muerte de una persona se transmiten la propiedad y la posesión
de los bienes y derechos que constituyen la herencia a aquellos que deben
recibirla”.
15
“La herencia corresponde a los herederos legales en los casos siguientes:
1.- Cuando no hay testamento; 2.- Cuando no hay heredero instituido y
el testador no ha dispuesto de todos sus bienes en legados; 3.- Cuando
el testador ha dejado de disponer de alguno o algunos de sus bienes; 4.-
Cuando caduca la institución de heredero voluntario".
16
“El acto jurídico es nulo: 1.- Cuando se ha practicado por persona
absolutamente incapaz; 2.- Cuando su objeto fuese ilícito o imposible; 3.-
Cuando no revistiese la forma prescrita por la ley, salvo que ésta establezca
una sanción diversa; 4.- Cuando la ley lo declare nulo”.
17
Según se consigna en el punto 3 acápite c) numeral ii “(…), además de que
se habría preterido a la cónyuge supérstite”.
18
Gaceta jurídica (2003). Código Civil Comentado – Tomo I, páginas. 679-682.
19
Según se consigna en el décimo primer considerando: “(…) la Sala no ha
indicado en qué norma jurídica sustenta sus conclusiones, basada en el
hecho de que necesariamente a través de la declaración notarial de sucesión
intestada que los herederos tengan derecho a la propiedad de los bienes
dejados por el causante, considerando que es un supuesto reconocido en
nuestra normatividad sustantiva que producido el deceso de una persona los
bienes derechos y obligaciones se transmiten a sus sucesores”.
20
ATIENZA, Manuel. Las razones del Derecho. Sobre la justificación de las
decisiones judiciales. En http://razonamiento jurídico.blogspt.com.
21
Adviértase que la Ficha N° 2376 del Registro de la Propiedad Inmueble
de Sicuani, copiada a fojas 6, anota como antecedente dominial el Tomo
233, folio 131, en tanto que la Ficha Nº 1091 corriente a fojas 37del mismo
Registro Público no anota ningún antecedente dominial, sino que precisa que
se trata de una “Primera de Dominio”.
C-1569469-4
CAS. Nº 696-2015 LIMA
REIVINDICACIÓN. Lima, doce de diciembre de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de este Supremo Tribunal, el recurso de casación interpuesto por
Estefita Ruiz Pezo (folios 664), contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número cuatro del dieciséis de
diciembre de dos mil catorce (folios 652) expedida por la Sexta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual confirmó
la apelada contenida en la Resolución número treinta y siete del
veintitrés de abril de dos mil catorce (folios 505) la cual declaró
infundada la demanda acumulada contra la demandada María
Enriqueta Menacho Bobadilla y en el extremo relativo al pago de
una suma de dinero por concepto de Indemnización por Daños y
Perjuicios; y fundada dicha demanda en su otro extremo y en
consecuencia ordena que la demandada Litisconsorte Necesaria
de la demandada Estefita Ruiz Pezo debe cumplir con entregar la
posesión del departamento B-402 antes B-42 del Jirón Ascope
quinientos treinta del Distrito del Cercado de Lima a Graciela María
Ato de Burneo y Guillermo Burneo Cardo en el término de seis
días; por lo que corresponde examinar si el referido recurso cumple
97007
con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos mencionados
precedentemente, es necesario tener presente que el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a
los requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, esto es: precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en: i) La infracción normativa, o ii) En el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para lograr los
fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y
Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que
emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la parte recurrente fue notificada el día
nueve de enero de dos mil quince1 (folio 657) e interpuso el recurso
de casación el veintidós de enero de dos mil quince (folios 664); iv)
Adjunta el pago del arancel judicial por la presentación del recurso
(folios 663 del principal y folios 126 del cuadernillo de casación).
CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia contenidos en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica que la parte
recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso 1, toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa la impugnó mediante recurso de apelación (folios 589). En
cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que su pedido
es anulatorio. QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso
de casación en la siguiente causal: Infracción normativa material
del artículo 923 del Código Civil; argumentando que no se ha
realizado una correcta aplicación de la norma sustantiva, puesto
que desecha su postulado en el sentido que el Contrato de
Compraventa de fecha seis de abril de mil novecientos setenta y
uno, celebrado por la codemandada con la Compañía Vista Alegre,
mantiene plena vigencia por no haber sido declarado nulo, inválido
o ineficaz, más aún si fue reconocido en el proceso de
reconocimiento judicial, en donde los representantes de la
Compañía Vista Alegre reconocen que el año mil novecientos
setenta y uno realizaron la venta del departamento a favor de la
codemandada, la que no se pudo inscribir porque la Compañía fue
declarada en quiebra. La demandada María Menacho Bobadilla
adquirió la propiedad de un departamento construido (finalizado)
que forma parte integral del Conjunto Habitacional Santa Rosa, es
decir, al momento de realizarse la transacción ya existía el bien
inmueble, no se trata de un bien futuro. Circunstancia distinta en el
caso de la demandante, quien adquiere la propiedad por Remate
Público pero solo de un área de terreno y de ciertas construcciones,
en donde en ningún momento describen que se está rematando
departamentos que se encuentran ubicados en el Conjunto
Habitacional Santa Rosa y mucho menos realizan una descripción
de la ubicación de su departamento, con lo cual se prueba que el
remate solo comprendía los terrenos y no las edificaciones ya
existentes, motivo por el cual el demandante valiéndose de
artimañas y documentos fraudulentos recién inscribe la propiedad
en el año mil novecientos noventa y seis, aduciendo una
independización de los departamentos, como si hubiera sido el
constructor del Conjunto Habitacional, lo cual es falso. Asimismo,
no se ha tenido en cuenta que la recurrente adquirió la propiedad
antes de que los demandantes maliciosamente inscriban la
independización de los departamentos mediante Contrato de
Compraventa debidamente legalizado ante notario público, por lo
que está investido de fecha cierta. De la misma manera no se ha
tenido presente que la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema
estableció un nuevo criterio jurisprudencial para la determinación
de Mejor Derecho de Propiedad mediante la Casación número
3565-2012-Callao, por el que el Supremo Tribunal toma en cuenta
como principio general que “el primer derecho es mejor derecho”.
SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código Procesal Civil, el
recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre

97008 CASACIÓN
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a la infracción denunciada cabe mencionar
que, esta merece ser desestimada, por cuanto los cuestionamientos
de la recurrente, no están orientados al ámbito mencionado
precedentemente (infracción normativa), sino más bien, están
dirigidos a cuestionar el criterio jurisdiccional de las instancias de
mérito que declararon fundada la demanda de Reivindicación, al
considerar que los títulos de propiedad en que sustenta la
litisconsorte el Derecho de Propiedad que alega, Contrato de
Promesa de Venta de fecha seis de abril de mil novecientos setenta
y uno y Contrato de Compraventa de fecha veintisiete de enero de
mil novecientos noventa y uno, no se encuentran contenidos en
instrumentos públicos, menos aún se encuentran inscritos en los
Registros Públicos, no siendo el caso del título de propiedad que
invocan los demandantes, sustentado en la Escritura Pública de
Adjudicación de Remate de fecha trece de noviembre de mil
novecientos setenta y cuatro, inscribiendo su Derecho de
Propiedad conforme se aprecia de la anotación registral de
independización efectuada a su favor inscrita en el Asiento C de la
Partida número 49088967, empero esos aspectos no pueden ser
motivo de casación, pues a través de este medio de impugnación
no se constituye una tercera instancia, para trasladar al órgano
jurisdiccional el poder para de nuevo enjuiciar los hechos y las
pruebas. Por estos fundamentos y conforme a lo establecido en el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el Recurso de Casación interpuesto por Estefita Ruiz Pezo (folios
664), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número cuatro del dieciséis de diciembre de dos mil catorce (folios
652) expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Graciela María Ato de Burneo y otros contra
Estefita Ruiz Pezo y otra, sobre Reivindicación y otro; y los
devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Notificación número 1075-2015-SP-CI a la Casilla de CSJ de Lima número
13912.
C-1569469-5
CAS. Nº 841-2015 LIMA
TERCERÍA EXCLUYENTE DE PROPIEDAD. SUMILLA: “Tanto el
primer como el segundo párrafo del artículo 91 de la Ley General de
Sociedades, exigen que la transferencia de acciones se encuentre
anotada en el libro de matrícula de acciones para que sea eficaz y
oponible frente a la sociedad y frente a terceros, respectivamente.”
Lima, once de abril de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número ochocientos cuarenta y uno –
dos mil quince, en Audiencia Pública de la fecha; luego de verificada
la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: I. MATERIA
DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Eduardo Antonio Jolay Acuña a fojas quinientos
treinta y cuatro, contra la sentencia de vista de fojas quinientos
dieciséis, de fecha veinte de enero de dos mil quince, expedida por
la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
revoca la sentencia apelada de fojas trescientos veintiocho, de fecha
dieciséis de noviembre de dos mil diez, que declaró fundada la
demanda; y reformándola declara infundada la misma; en los
seguidos por Eduardo Antonio Jolay Acuña contra Flavio Luis
Nicolich Luque y otro, sobre Tercería Excluyente de Propiedad. II.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN: El recurso de
casación fue declarado procedente mediante la resolución de fecha
nueve de julio de dos mil quince, obrante a fojas sesenta y uno del
cuadernillo formado en este Supremo Tribunal, por la causal prevista
en el artículo 386 del Código Procesal Civil, por la que se denuncia:
A) La infracción normativa material del artículo 91 de la Ley
General de Sociedades, precisando que el segundo párrafo del
citado artículo no puede ser interpretado aislada ni parcialmente,
sino sistemáticamente con el primer párrafo del mismo artículo. Este
segundo párrafo prescribe que si hay pleito en el que se discute el
mejor derecho de propiedad en contradicción de una persona de otra
(no una tercería), se admitirá el ejercicio de los derechos del
accionista por la misma sociedad; por lo que en este caso, al igual
que en el primer párrafo, nuevamente la sociedad se remite a su
matrícula, a menos que en el juicio de mejor derecho de propiedad
de acciones el Poder Judicial autorice lo contrario. Por lo tanto, en la
resolución impugnada existe una interpretación totalmente errada de
la norma, desnaturalizándola y desestructurándola, pues bajo la
interpretación que la Sala Superior le ha dado a la norma, se estaría
ante el absurdo en el cual un registro privado e interno de una
sociedad mercantil, al cual no puede acceder cualquier persona,
prevalecería sobre un Registro Público que es erga omnes, cuando
un Registro Público per se no genera derecho. Que, otro aspecto
incoherente de la interpretación lo es que por la connivencia evidente
entre quien se apoderó ilegalmente de la empresa con la persona
que embarga, no se inscribió la transferencia a favor del recurrente o
se fabricó un libro para facilitar el embargo; en ese sentido, si por
cualquier motivo de quien tiene en su poder el libro de matrícula de
acciones, no inscribe una transferencia o emplea un medio
fraudulento, transferencia que en este caso, data del año dos mil
cinco, entonces el derecho de propiedad ya no existe. Bajo esa
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
misma interpretación, si el libro de matrículas se pierde, extravía o se
destruye, entonces el derecho de propiedad se extingue.
Interpretación que es totalmente incongruente y viola el derecho de
propiedad a que se refiere el artículo 70 de la Carta Magna; B) La
infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 14 de la
Constitución Política del Perú y del artículo II del Título
Preliminar del Código Civil, precisando que en el presente proceso
judicial la titularidad de las quinientas (500) acciones de la Inmobiliaria
Las Lomas de Monterrico Sociedad Anónima es indubitable, ya que
existe el contrato de compraventa con firmas legalizadas
notarialmente, existe copia certificada del cheque de gerencia que
acredita el pago, también la protocolización de la Junta General de
Accionistas de Inmobiliaria Las Lomas de Monterrico Sociedad
Anónima que da fe del quorum en una junta de accionistas
consignando al recurrente como titular de quinientas (500) acciones
que representan el cincuenta por ciento (50%) del capital social de la
Inmobiliaria Las Lomas de Monterrico Sociedad Anónima y nadie ha
objetado su derecho de propiedad sobre estas acciones,
comunicando incluso a la sociedad la transferencia de las acciones.
III. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, del examen de los autos se
advierte que a fojas once, Eduardo Antonio Jolay Acuña interpone
demanda de Tercería Excluyente de Propiedad, con la finalidad que
se levante la medida cautelar de embargo en forma de inscripción
dictada por el Octavo Juzgado Civil Subespecialidad Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima, mediante Resolución número
dos, de fecha diez de octubre de dos mil siete, que dispuso trabar
embargo hasta por la suma de veinte mil trescientos dólares
americanos (US$20,300.00), sobre el total de las acciones
nominativas que posee el ejecutado Pedro Mario Jolay Argandoña,
en su calidad de propietario del cuarenta y ocho por ciento (48%) de
las acciones en la sociedad denominada Inmobiliaria Las Lomas de
Monterrico Sociedad Anónima. Como sustento fáctico de su
pretensión manifiesta que: a) Mediante Contrato de Compraventa
de Acciones, de fecha diecisiete de enero de dos mil cinco, el
recurrente adquirió de Pedro Mario Jolay Argandoña y esposa, las
cuatrocientos ochenta (480) acciones de la Inmobiliaria Las Lomas
de Monterrico Sociedad Anónima, las mismas que adquirió por un
valor de cuatrocientos ochenta soles (S/480.00), cancelados
íntegramente mediante cheque de gerencia a cargo del Banco
Continental; b) Que, en la cláusula quinta del Contrato de
Compraventa de Acciones, de fecha diecisiete de enero de dos mil
cinco, los vendedores se comprometieron a comunicar de la
operación a la Gerencia General de Inmobiliaria Las Lomas de
Monterrico Sociedad Anónima, respecto a la transferencia para su
registro en el Libro de Matricula de Acciones; c) Que, Pedro Mario
Jolay Argandoña curso dos Cartas Notariales, uno de fecha veintiuno
de enero de dos mil cinco y el otro de fecha once de febrero de dos
mil cinco, tanto al Gerente General de la Inmobiliaria Las Lomas de
Monterrico Sociedad Anónima, como a Enrique Félix Jolay
Argandoña en la que le informa de la venta realizada; sin embargo,
Enrique Félix Jolay Argandoña no habría cumplido con anotar la
transferencia; d) Que, el Libro de Matricula de Acciones donde se
habría anotado la medida cautelar es falsificado, siendo el verdadero
legalizado ante el Notario Público Manuel Forero, bajo el número
035255, además si el libro hubiera sido autentico, se habría anotado
el número exacto de acciones que se afectan y no simplemente decir
que el ejecutado era el titular de un porcentaje de acciones,
circunstancia que resulta ser contraria a lo dispuesto en el artículo
656 del Código Procesal Civil; y e) Que, antes de adquirir las
cuatrocientos ochenta (480) acciones, el recurrente ya era titular de
veinte (20) acciones, circunstancia que aparecía en el libro así como
la titularidad de las cuatrocientos ochenta (480) acciones a favor de
Pedro Mario Jolay Argandoña. SEGUNDO.- Que, admitida a trámite
la demanda, en rebeldía de los demandados y valoradas las
pruebas, el juez de la causa mediante sentencia de primera instancia,
de fecha dieciséis de noviembre de dos mil diez, declara fundada la
demanda. Los fundamentos de dicha sentencia se resumen en el
sentido que el Juez ha establecido que: a) En el presente caso se
trata de dilucidar si de conformidad con las disposiciones legales
vigentes, se ha producido o no la transferencia de propiedad de las
acciones objeto de tercería de propiedad; b) Que, el artículo 91 de la
Ley General de Sociedades establece que la sociedad considera
propietario de la acción a quien aparezca como tal en la matricula de
acciones, por lo que se trata de una presunción iuris tantum respecto
a que si no aparece inscrita dicha transferencia de propiedad a favor
del accionante, debe acreditarse de otra manera que si se produjo
dicho negocio jurídico; c) Que, el artículo 947 del Código Civil
dispone que la transferencia de propiedad de una cosa mueble
determinada se efectúa con la tradición a su acreedor; y d) Que, el
documento que corre en copia certificada en fojas cinco, contiene un
negocio jurídico conforme a lo establecido por los artículos 141 y
1529 del Código Civil, por lo que se ha producido entre las partes,
vendedores y comprador, la translación del dominio de dichas
acciones y consecuentemente, el accionante es titular de las
acciones respecto a las cuales ha recaído medida cautelar de
embargo en forma de inscripción, negocio jurídico que por lo demás
se ha efectuado con anterioridad y con fe pública notarial de su
realización, al dictado y ejecución de la medida cautelar ordenada,
por lo que la demanda debe ser amparada. TERCERO.- Que,
apelada que fuera la sentencia de primera instancia, la Sala Superior
mediante sentencia de vista de fojas trescientos noventa y seis, de
fecha veintitrés de junio de dos mil once, confirma la recurrida.
Habiéndose interpuesto recurso de casación, esta fue declarada
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
fundada mediante resolución casatoria de fecha veintiuno de
diciembre de dos mil doce, disponiéndose que la Sala de Vista
expida nueva resolución. En esencia, esta Suprema Sala estableció
que no se había cumplido con analizar el contenido del segundo
párrafo del artículo 91 de la Ley General de Sociedades en el caso
de autos, a fin de verificar o no su pertinencia, máxime si en el
presente proceso de tercería el actor lo que pretende es hacer valer
su derecho de accionista erga omnes y con ello obtener el
levantamiento de una medida cautelar dispuesta por órgano
jurisdiccional, no existiendo mandato judicial alguno que desvirtúe lo
que aparece consignado en el Libro de Matricula de Acciones de la
empresa Inmobiliaria Las Lomas de Monterrico Sociedad Anónima,
debiendo además emitir pronunciamiento sobre la relación de
parentesco existente entre el actor y el co-demandado Pedro Mario
Jolay Argandoña y la alegada connivencia entre los mismos.
CUARTO.- Que, devueltos los autos, la Sala Superior mediante
resolución de vista de fojas cuatrocientos cincuenta y uno, de fecha
diez de mayo de dos mil trece, confirma la recurrida, señalando
básicamente lo siguiente: a) La aplicación del segundo párrafo no
resulta atendible al caso, al sujetarse a asuntos y/o controversias
societarias, lo que no ocurre en autos, no debiendo confundirse toda
vez que a través de la presente acción no se pretende el ejercicio de
derechos en calidad de accionista por parte del actor, ya que ello
corresponde oponer en una vía distinta a la presente, pues en el
presente proceso lo que persigue el actor es que en atención a su
derecho de propiedad de las acciones que fueron embargadas,
estas sean liberadas de la afectación del embargo en forma de
inscripción; b) No existe prueba alguna y menos indicio alguno que
llegue a determinar que exista un contubernio, confabulación o
conspiración entre el actor y el co-demandado Pedro Mario Jolay
Argandoña para levantar la medida cautelar; y c) No se ha logrado
desvirtuar que el Contrato de Compraventa de Acciones, de fecha
diecisiete de enero de dos mil cinco, haya sido declarado nulo
judicialmente y tampoco que haya sido resuelto, de lo que se puede
afirmar que tal acto jurídico es válido y produce sus efectos frente a
terceros, por tanto vigente los derechos que de tal contrato emanen.
QUINTO.- Que, contra dicha sentencia de vista el co-demandado
Flavio Luis Nicolich Luque, interpuso recurso que casación que fue
declarado fundado, mediante resolución casatoria de fecha dieciocho
de agosto de dos mil catorce, disponiéndose que la Sala de Vista
expida nueva resolución. En esta segunda oportunidad, esta
Suprema Sala estableció que la sentencia de vista no superaba el
control de logicidad, en tanto que en principio estableció que el
accionante resultaba ser propietario del cuarenta y ocho por ciento
(48%) de las acciones de la empresa Inmobiliaria Las Lomas de
Monterrico Sociedad Anónima; sin embargo, posteriormente señaló
que el demandante no tendría la calidad de accionista de la citada
empresa. Asimismo, se le recordó a la Sala Superior que pese a que
la Ejecutoria Suprema de fecha veintiuno de diciembre de dos mil
doce, dejó claramente establecido que lo que realmente pretendía el
accionante era hacer valer su derecho de accionista erga omnes y
con ello obtener el levantamiento de la medida cautelar dispuesta
por el órgano jurisdiccional; la Sala Superior ha sostenido que lo que
pretende hacer valer el demandante es su derecho de propiedad
sobre el cuarenta y ocho por ciento (48%) de las acciones de la
citada empresa, razonamiento que igualmente no guarda el sentido
de coherencia con lo ordenado expresamente por esta Suprema
Sala; por lo que se le ordenó al Ad quem que analice detenidamente
dicho aspecto en concordancia con lo dispuesto en el artículo 91 de
la Ley General de Sociedades y el artículo 533 del Código Procesal
Civil, a fin de emitir un pronunciamiento acorde a derecho. SEXTO.-
Que, devueltos los autos, la Sala Superior mediante sentencia de
vista, de fecha veinte de enero de dos mil quince, revoca la sentencia
apelada y reformándola declara infundada la demanda, tras concluir
que el demandante Eduardo Antonio Jolay Acuña no puede ser
considerado como propietario de las acciones que pretende
desafectar, conforme al segundo párrafo del artículo 91 de la Ley
General de Sociedades, puesto que su derecho, contenido en el
Contrato de Compraventa de Acciones de fecha diecisiete de enero
de dos mil cinco, no se encuentra inscrito en el Libro de Matricula de
Acciones (Libro de Registro de Acciones y Transferencias) de la
Inmobiliaria Las Lomas de Monterrico Sociedad Anónima, al haberse
acreditado que la condición de propietario del cuarenta y ocho por
ciento (48%) de las acciones de la sociedad corresponde solamente
a Pedro Mario Jolay Argandoña. SÉTIMO.- Que, absolviendo los
agravios del recurso de casación interpuesto por la parte
demandante, por causales sustentadas en vicios in procedendo,
como vicios in iudicando, corresponde efectuar en primer término el
análisis del error procesal, toda vez que, de resultar fundada tal
denuncia, dada su incidencia en la tramitación del proceso y su
efecto nulificante, carecería de sentido emitir pronunciamiento
respecto de los errores materiales. -OCTAVO.- Que, respecto a la
causal de infracción normativa procesal de los artículos 139
incisos 3 y 14 de la Constitución Política del Perú y II del Título
Preliminar del Código Civil, la parte recurrente alega básicamente
que la titularidad de las quinientas (500) acciones de la Inmobiliaria
Las Lomas de Monterrico Sociedad Anónima, se encuentra
indubitablemente acreditada con el Contrato de Compraventa de
acciones, con firmas legalizadas notarialmente, la copia certificada
del cheque de gerencia que acredita el pago y la protocolización de
la Junta General de Accionistas de la Inmobiliaria Las Lomas de
Monterrico Sociedad Anónima, comunicando incluso a la sociedad la
transferencia de las acciones. NOVENO.- Que, el Derecho al Debido
97009
Proceso y a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, reconocidos en el inciso
3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, garantizan al
justiciable, ante su pedido de tutela, el deber del órgano jurisdiccional
de impartir justicia dentro de los estándares mínimos que su
naturaleza impone; así mientras que la Tutela Jurisdiccional Efectiva,
supone tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia (derecho
de acción), como la eficacia de lo decidido en la sentencia (derecho
a la ejecución de las resoluciones judiciales), el Debido Proceso,
significa la observancia de los principios y reglas esenciales exigibles
dentro del proceso, bajo sus dos expresiones: la de carácter formal,
que comprende el derecho a un juez natural, al procedimiento
preestablecido, al derecho de defensa y la motivación de las
decisiones judiciales; y la de carácter sustantiva, relacionada a los
estándares de razonabilidad y proporcionalidad que toda decisión
judicial debe suponer. DÉCIMO.- Que, por otra parte, el Derecho a la
Motivación de las Resoluciones Judiciales, consagrado en el inciso
14 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, reconoce el
derecho de defensa, el cual garantiza el derecho a no quedar en
estado de indefensión en cualquier etapa del proceso. En ese
sentido, el contenido constitucionalmente protegido del derecho de
defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso judicial,
cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los
órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficientes y
eficaces para defender sus derechos e intereses legítimos. DÉCIMO
PRIMERO.- Que, finalmente el artículo II del Título Preliminar del
Código Civil, establece que la ley no ampara el ejercicio ni la omisión
abusiva de un derecho. DÉCIMO SEGUNDO.- Que, efectuadas las
precisiones que anteceden, esta Sala Suprema considera que la
sentencia de vista se encuentra suficientemente motivada, no
advirtiéndose argumentos incoherentes o imprecisos o una falta de
valoración de pruebas, que en su conjunto afecten el Derecho a un
Debido Proceso, tampoco se advierte que la parte recurrente haya
quedado en estado de indefensión en el transcurso de proceso, y
menos aun que se haya configurado un abuso de derecho; por lo
que esta causal es infundada, correspondiendo analizar a través de
la causal material, la denuncia sobre la infracción normativa del
artículo 91 de la Ley General de Sociedades. DÉCIMO TERCERO.-
Que, en cuanto a la causal de infracción normativa material del
artículo 91 de la Ley General de Sociedades, la parte recurrente
alega que la Sala Superior ha interpretado aislada y parcialmente el
segundo párrafo del citado artículo, en lugar de interpretarlo de
manera sistemática con el primer párrafo del mismo artículo, pues
bajo la interpretación que la Sala Superior le ha dado a la norma, se
estaría ante el absurdo que un registro privado e interno de una
sociedad mercantil prevalecería sobre un Registro Público que es
erga omnes, y que si el libro de matrículas se pierde, extravía o se
destruye, entonces el derecho de propiedad se extingue; por lo que,
la interpretación correcta es que en ambos párrafos del citado
artículo la sociedad se remite a su matrícula de acciones, a menos
que en un juicio de mejor derecho de propiedad de acciones, el
Poder Judicial autorice lo contrario. DÉCIMO CUARTO.- Que, el
artículo 91 de la Ley General de Sociedades, señala que: “La
sociedad considera propietario de la acción a quien aparezca como
tal en la matrícula de acciones. Cuando se litigue la propiedad de
acciones se admitirá el ejercicio de los derechos de accionista por
quien aparezca registrado en la sociedad como propietario de ellas,
salvo mandato judicial en contrario”. DÉCIMO QUINTO.- Que, para
efectos de verificar la interpretación efectuada por la Sala Superior,
es necesario tener en cuenta lo expuesto por Ricardo Beaumont
Callirgos, al señalar que: “La palabra acción tiene un doble sentido.
Designa el derecho del socio en una sociedad de capitales y se
opone al interés de las sociedades de personas; designa igualmente
el título que no solamente comprueba sino que representa el derecho
(…). Por otra parte es voluntaria, pues el título ha sido creado para
conferir al derecho un carácter particular”1. Por su parte, Cristhian
Northcote Sandoval sostiene con relación a la titularidad de la acción
regulada en el artículo 91 de la Ley General de Sociedades y a la
transferencia de acciones en la sociedad anónima, que: “la sociedad
reputará como propietario de las acciones a quien aparezca en el
libro de matrícula de acciones como tal. Pero, esto no implica que
una transferencia de acciones no sea válida por el hecho de no estar
registrada en el libro de matrícula de acciones. La falta de anotación
de la transferencia en el libro de matrícula únicamente significa que
el adquirente de las acciones no podrá oponer su derecho frente a la
sociedad. (…) la transferencia surte efectos entre el transferente y el
adquirente desde el momento de la celebración del contrato de
transferencia”2. DÉCIMO SEXTO.- Que, en tal orden de ideas,
cuando el artículo denunciado establece en su primer párrafo que:
“La sociedad considera propietario de la acción a quien aparezca
como tal en la matrícula de acciones”, debemos entenderlo en el
sentido que solo se considerará titular de los derechos y obligaciones
“frente a la sociedad” a quien tiene inscrito dicho derecho en el
referido registro, de lo contrario, la relación jurídica entre el
comprador y vendedor de las acciones solo mantendría los efectos
entre ellos más no ante la sociedad; interpretación que se desprende
de lo establecido por el artículo 8 de la citada Ley Societaria que
textualmente señala que: “Son válidos ante la sociedad y le son
exigibles en todo cuanto le sea concerniente, los convenios entre
socios o entre éstos y terceros, a partir del momento en que le sean
debidamente comunicados”. Por lo tanto, de las normas citadas se
desprende que se impone al accionista la obligación de comunicar a
la sociedad la transferencia de acciones, con el fin de que la misma
sea eficaz frente a la sociedad y con ello brindar seguridad a la

97010 CASACIÓN
misma respecto de quienes son sus socios; de modo tal que la
sociedad considerará como socio a quien aparezca en la matrícula
de acciones, no importando que éste haya perdido la calidad de tal.
DÉCIMO SÉTIMO.- Que, ese sentido, si bien es cierto que el
contrato de transferencia surte efectos desde el momento de su
celebración; por lo que, entre las partes, la transferencia es válida y
oponible; sin embargo, a exigencia del artículo 91 de la Ley General
de Sociedades, para que la transferencia sea oponible a la sociedad
se debe comunicar la operación y se debe hacer la anotación
correspondiente en el Libro de Matrícula de Acciones, pues si la
transferencia no es comunicada a la sociedad y no se anota en el
Libro de Matrícula de Acciones, el adquirente no podrá ejercer sus
derechos como accionista. Entonces, aun cuando la anotación
carece de valor constitutivo, pues el acto jurídico de trasmisión de
acciones permanece ajeno a la sociedad; lo cierto es que solo
después de su anotación en el registro respectivo (Libro de Matrícula
de Acciones) la sociedad considerará como socio al nuevo propietario
de las acciones; por lo que, dicha anotación no afecta a la esencia
del acto, sino a su eficacia frente a la sociedad. DÉCIMO OCTAVO.-
Ahora bien, el segundo párrafo del artículo 91 de la Ley General de
Sociedades señala que: “Cuando se litigue la propiedad de acciones
se admitirá el ejercicio de los derechos de accionista por quien
aparezca registrado en la sociedad como propietario de ellas, salvo
mandato judicial en contrario”. Interpretando este segundo párrafo
en forma conjunta con el primer párrafo, se entiende que de mediar
un proceso judicial en el que se discuta la propiedad de las acciones
de una sociedad (que no necesariamente debe ser uno de mejor
derecho de propiedad), el socio que se considere propietario de
dichas acciones podrá hacer ejercicio de todos sus derechos como
tal, siempre que su derecho de propiedad se encuentre registrado en
la sociedad a través de su libro de matrícula de acciones, caso
contrario, no podrá ejercer ningún derecho en el citado proceso,
salvo que por mandato judicial se disponga que una persona que no
está registrada como propietaria de acciones en el libro de matrícula
respectivo, puede hacer ejercicio de sus derechos de accionista al
interior del proceso judicial. DÉCIMO NOVENO.- Que, este Supremo
Tribunal coincide con lo expuesto por la Sala Superior, cuando
concluye que el primer párrafo del artículo 91 de la Ley General de
Sociedades, referido a la “propiedad” de la acción tiene como
destinatario a la “sociedad”, mientras que el segundo párrafo tiene
como destinatario a “terceros”; y que únicamente mediante
resolución judicial se puede ordenar a la sociedad que considere
“propietario” de la acción a una persona distinta a la que tiene su
derecho inscrito en la matrícula de acciones. VIGÉSIMO.- Que, en
consecuencia, debe quedar en claro que tanto en el primer párrafo
como en el segundo párrafo del artículo 91 de la Ley General de
Sociedades, exigen que la transferencia de acciones se encuentre
anotada en el Libro de Matrícula de Acciones para que sea eficaz y
oponible frente a la sociedad y frente a terceros, respectivamente.
VIGÉSIMO PRIMERO.- Que, estando a lo señalado, se llega a la
conclusión que no se evidencia la interpretación errónea del artículo
91 de la Ley General de Sociedades por parte de la Sala Superior,
por lo que el presente recurso debe ser declarado infundado. IV.
DECISIÓN: Siendo esto así, conforme a lo dispuesto en el artículo
397 del Código Procesal Civil; por cuyas razones declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Eduardo
Antonio Jolay Acuña a fojas quinientos treinta y cuatro; en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas
quinientos dieciséis, de fecha veinte de enero de dos mil quince,
expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial "El Peruano", bajo responsabilidad; en los seguidos por
Eduardo Antonio Jolay Acuña contra Pedro Mario Jolay Argandoña y
otro, sobre Tercería Excluyente de Propiedad; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por
licencia del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señor
Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo, “Las acciones de las sociedades
anónimas”. En “Tratado de Derecho Mercantil”, T. I, Derecho Societario,
Gaceta Jurídica, Primera Edición, 2003, p. 373.
2
NORTHCOTE SANDOVAL, Cristhian, “La transferencia de acciones y
participaciones de sociedades”. En Actualidad Empresarial N° 197 –
Segunda Quincena de Diciembre de 2009, p. VIII-1.
C-1569469-6
CAS. Nº 950-2015 PIURA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. SUMILLA: Se
incurre en motivación insuficiente cuando no se han expuesto las
razones de hecho o de derecho indispensables para asumir la
decisión. Artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú.
Lima, dieciocho de enero de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número novecientos cincuenta – dos
mil quince; y producida la votación con arreglo a Ley, emite la
siguiente sentencia: I. ASUNTO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por La Positiva Seguros y Reaseguros Sociedad
Anónima a fojas quinientos cuarenta, contra la resolución de vista de
fojas quinientos veintiuno, de fecha treinta y uno de diciembre de dos
mil catorce, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura, que confirma la resolución apelada de fojas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
cuatrocientos cuarenta y cuatro, de fecha veinticuatro de marzo de
dos mil catorce, que declaró fundada en parte la demanda,
ordenando a los demandados y al denunciado civil pagar la suma de
quince mil soles (S/15,000.00) por concepto de lucro cesante y
treinta y cinco mil soles (S/35,000.00) por concepto de daño extra
patrimonial al demandante; e, infundado el extremo del daño
emergente; en los seguidos por Armando Requena Silva contra la
Empresa de Transportes Guzmán Sociedad Anónima y otros, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios. II. ANTECEDENTES: 1.
DEMANDA: El diecinueve de diciembre de dos mil ocho, mediante
escrito obrante a fojas veintiséis, Armando Requena Silva interpuso
demanda de Indemnización por Daños y Perjuicios; pretendiendo
que se ordene a los demandados se le indemnice en la suma de
ochenta y cinco mil soles (S/85,000.00), que comprende: treinta y
cinco mil soles (S/35,000.00) por concepto de daño emergente,
treinta y cinco mil soles (S/35,000.00) por daño extra patrimonial y
quince mil soles (S/15,000.00) por concepto de lucro cesante;
argumentando que: - El veintiocho de mayo de dos mil ocho se
produjo un accidente de tránsito por choque de dos vehículos,
siendo uno de ellos el ómnibus de placa de rodaje UD-3472 marca
Volkswagen de propiedad de la Empresa de Transportes y Servicios
Generales Santangel Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada conducido por Daniel Emilio Chávez Gómez y un camión
semirremolque de placa de rodaje YG-9852 de propiedad de la
Empresa de Transportes Guzmán Sociedad Anónima conducido por
Óscar Wilfredo Acón Paz. - Como consecuencia del accidente
fallecieron tres personas y resultaron heridas otras más, entre ellos,
el demandante que iba a bordo del ómnibus de propiedad de la
Empresa de Transportes y Servicios Generales Santangel Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada, habiéndose determinado
en la investigación policial que el accidente se produjo por la
imprudencia del conductor del camión de propiedad de la Empresa
de Transportes Guzmán Sociedad Anónima. - El demandante sufrió
lesiones graves que requirieron inmediato tratamiento quirúrgico en
el Hospital Regional de Piura, siendo internado por veintidós días,
además del tratamiento ambulatorio post-operatorio que ha sido
largo, penoso y costoso, debiendo seguir además, un tratamiento en
el Instituto Nacional de Oftalmología. Indica además, que desde el
día del accidente se encuentra desocupado, sin percibir ingresos
económicos, habiendo quedado con su rostro y cabeza totalmente
desfigurados. - Señala que las empresas demandadas deben
responder por la responsabilidad civil extracontractual objetiva que
les asiste, entendida ésta como la que resulta del empleo de cosas
riesgosas o actividades peligrosas, contemplado en el artículo 1970
del Código Civil, no requiriendo que medie una conducta dolosa o
culposa, basta que exista un nexo causal entre el desarrollo de la
actividad peligrosa con el daño causado al agraviado a consecuencia
de dicha actividad. 2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA: El ocho
de junio de dos mil nueve, la Empresa de Transportes Guzmán
Sociedad Anónima, contestó la demanda negándola y
contradiciéndola en todos sus extremos, argumentando que: - La
denunciada civil La Positiva Seguros y Reaseguros Sociedad
Anónima, señala que tiene un seguro de siniestros con dicha
aseguradora, por lo tanto, es ella quien asumirá las responsabilidades
derivadas del presente caso. - La empresa, desde que ocurrió el
accidente, no escatimó esfuerzos para atender a todos y cada uno
de los sujetos agraviados; además, tiene adquirido el Seguro
Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) a través de la
Aseguradora Compañía de Seguros Rímac, en aplicación del mismo
se atendió a los que resultaron perjudicados. - Alega que su empresa
no se ha negado a atender a otros perjudicados; sin embargo, debe
tenerse presente que el Atestado Policial señala que el vehículo de
su propiedad se encontraba en muy buen estado y que el accidente
no se produjo por deficiencias en el vehículo, sino por causas ajenas
a su empresa, pues, el responsable directo es el chofer del vehículo
siniestrado, Óscar Wilfredo Acón Paz. - Indica que el demandante no
ha demostrado el real daño que se le ha causado, pues de los
documentos que presenta se desprende que ha sido atendido por el
Seguro Social de Salud - EsSalud, razón por la cual tanto la atención
médica, quirúrgica, farmacéutica y clínica (internamiento) han sido
satisfechos por dicha entidad, no habiendo probado los gastos que
señala haber incurrido, como tampoco los daños que le hubieren
perjudicado económicamente. - Refiere que la Corte Suprema de
Justicia de la República, en reiteradas ejecutorias ha establecido que
la carga de la prueba para requerir el pago de indemnización por
daños y perjuicios y/o lucro cesante es de quien demanda, y en el
presente caso, no existe ninguna que acredite tales extremos, ni
menos pruebe los montos reclamados. - Así, precisa que del propio
documento, Informe Médico emitido por el Instituto Nacional de
Oftalmología se desprende que los daños que ha sufrido no le ha
generado secuelas que lo incapaciten permanentemente; es por ello
que concluye que el monto de ochenta y cinco mil soles (S/85,000.00)
reclamado no tienen ningún sustento y que obedecen a una
apreciación subjetiva. Asimismo, mediante escrito de fecha dos de
noviembre de dos mil nueve, obrante a fojas ciento ochenta y cuatro,
La Positiva Seguros y Reaseguros Sociedad Anónima, contestó la
demanda señalando que: - La Empresa de Transportes Guzmán
Sociedad Anónima, a la fecha en que se produjo el accidente, tenía
contratado una Póliza de Vehículos número 628681-38, de ahí que
en su condición de aseguradora no tenía ni injerencia, ni
responsabilidad directa en la comisión del daño que motiva la
presente causa, sino que se encuentra inmersa en el proceso por
haber celebrado un contrato de seguro con la demandada, hecho
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que les hace parte del proceso resarcitorio, mas no es parte
directamente comprometida con el siniestro acaecido, hechos que
limitan su responsabilidad en este proceso. - Respecto al daño
emergente alegado sostiene que no existe mayor prueba de la
existencia de este ni del monto reclamado. - Si bien el actor indica
haber realizado gastos por concepto de las curaciones a su persona,
los días de incapacidad debieron ser cubiertas por el Seguro
Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) o por las Asociaciones
de Fondos Regionales o Provinciales contra Accidentes de Tránsito
(AFOCAT), que la codemandada Empresa de Transportes y
Servicios Generales Santangel Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada debía ostentar al momento del accidente,
por lo que su esfera económica como manifiesta no debió haber
mermado, mas no acredita ni el monto del gasto incurrido por su
persona, ni los conceptos de los mismos. - En relación al lucro
cesante, acota que el actor tampoco ha demostrado haber tenido un
trabajo o haber percibido una remuneración. 3. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: El veinticuatro de marzo de dos mil catorce,
mediante Resolución número treinta y dos, obrante a fojas
cuatrocientos cuarenta y cuatro, el Cuarto Juzgado Civil de la Corte
Superior de Justicia de Piura, declaró fundada en parte la demanda,
ordenando a los demandados y al denunciado civil pagar la suma de
quince mil soles (S/15,000.00) por lucro cesante y treinta y cinco mil
soles (S/35,000.00) por daño extra patrimonial a favor del
demandante, lo que hace un total de cincuenta mil soles
(S/50,000.00), e infundado el extremo que solicita el pago de
resarcimiento del daño emergente; señalando que: - El conductor del
vehículo de la Empresa de Transportes Guzmán Sociedad Anónima,
ha invadido el carril de circulación que ocupaba el vehículo de la
Empresa de Transportes y Servicios Generales Santangel Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada, produciéndose el accidente
y, por ende, las graves lesiones del demandante. Por lo tanto, queda
acreditada la conducta antijurídica del conductor de la Empresa de
Transportes Guzmán Sociedad Anónima, pues su acción ha sido
contraria al ordenamiento jurídico, por tanto, es civilmente
responsable de los daños y perjuicios severos afirmados y probados
por el demandante, al tratarse de una responsabilidad civil objetiva.
- Las lesiones físicas sufridas han sido acreditadas con los Informes
Médicos de fecha treinta y uno de julio de dos mil ocho, y dos de
agosto del mismo año. Resultando evidente que dichas lesiones
hayan afectado su estado psicológico al sentir dolor físico por las
lesiones causadas y le han producido un daño moral traducido en un
sufrimiento natural por los efectos del accidente, debiendo ser
acorde el monto indemnizatorio con el grado de sufrimiento de la
víctima y la manera cómo ese sufrimiento se ha manifestado en la
situación de la víctima y su familia en general. Por lo tanto, el
sufrimiento no solo se limita a la pérdida de su normal aspecto facial
y el funcionamiento de sus ojos, sino que se proyecta hacia el
desarrollo de su proyecto de vida personal y familiar; por ello el
importe de este daño no puede ser cuantificado en monto inferior a
treinta y cinco mil soles (S/35,000.00). - De otro lado, en lo que
corresponde al daño patrimonial, de acuerdo con el certificado del
Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) de la Empresa
de Transportes y Servicios Generales Santangel Sociedad Comercial
de Responsabilidad Limitada, a cargo de la Compañía Rímac
Seguros, esta le reconoció al demandante ciento veinte días de
incapacidad para el trabajo, pagándole la suma total de dos mil
ciento noventa y nueve soles con sesenta céntimos (S/2,199.60); sin
embargo, dicho reconocimiento y pago no cubre la totalidad de lo
dejado de percibir, pues, se ha determinado en la Liquidación por
Incapacidad Temporal de fojas doscientos treinta y cinco, que la
remuneración mínima vital era de quinientos cincuenta soles
(S/550.00) a la fecha en que se produjo el evento dañoso, por lo que,
deberá reconocérsele la diferencia de los ingresos dejados de
percibir; siendo así, el importe por este concepto ascendería a
sesenta mil soles (S/60,000.00), no obstante el accionante solo ha
peticionado la suma de quince mil soles (S/15,000.00) por concepto
de lucro cesante; consecuentemente, deberá ser amparado este
extremo de la demanda. - En lo que concierne al daño emergente,
de los medios probatorios aportados por el demandante se advierte
que los gastos generados por el accidente de tránsito han sido
cubiertos por la Compañía de Seguros, no habiéndose acreditado en
el proceso que el demandante haya realizado otros desembolsos de
dinero para su recuperación que hayan afectado su esfera
patrimonial. Con fecha cinco de junio de dos mil catorce, mediante
escrito de fojas cuatrocientos sesenta y seis, la denunciada civil La
Positiva Seguros y Reaseguros Sociedad Anónima, apeló la citada
sentencia. De la misma manera, la demandada Empresa de
Transportes y Servicios Generales Santangel Sociedad Comercial
de Responsabilidad Limitada, mediante escrito de fecha cinco de
junio de dos mil catorce, obrante a fojas cuatrocientos setenta y
siete, interpuso recurso de apelación contra la sentencia número
treinta y dos. 4. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA: El treinta
y uno de diciembre de dos mil catorce, la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Piura, emitió la resolución de vista de
fojas quinientos veintiuno, que confirmó la resolución apelada bajo
los siguientes argumentos: - Respecto al primer agravio de la
denunciada civil previamente se debe proceder a analizar el daño
moral, precisándose que el hecho que el demandante sea una
persona joven, ello no significa que no sufrió menoscabo o daño
alguno; toda vez que el Certificado Médico Legal obrante a fojas
ocho y de las fotografías obrantes de fojas veintiuno a veinticuatro,
demuestran las lesiones ocasionadas al demandante, las mismas
97011
que le han desfigurado el rostro; si se tiene en cuenta que todo aquel
que causa daño está en la obligación de repararlo; no puede
pretender la denunciada civil alegar la juventud del demandante para
no reconocer el daño moral ocasionado. - Respecto al quantum del
daño lucro cesante, se tiene que la Compañía Rímac Seguros en
virtud del contrato de póliza del Seguro Obligatorio de Accidentes de
Tránsito (SOAT) a nombre de la Empresa de Transportes y Servicios
Generales Santangel Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada, ha realizado la Liquidación por Incapacidad Temporal
obrante a fojas doscientos treinta y cinco, por la suma de dos mil
ciento noventa y nueve soles con sesenta céntimos (S/2,199.60) por
ciento veinte días de incapacidad temporal al demandante en
proporción a 1/30 de la Remuneración Mínima Vital; entonces, lo que
ha realizado la juzgadora es completar la totalidad de lo dejado de
percibir por el demandante en su condición de trabajador activo; en
ningún momento ha desconocido los pagos efectuados por la
Compañía Rímac Seguros sino al contrario, completa lo que en
realidad debería percibir el demandante por los días dejados de
laborar, los que no se habían contabilizado en la Liquidación por
Incapacidad Temporal, habiendo incluso precisado la misma en su
considerando duodécimo en la parte in fine que el importe por este
concepto ascendería a sesenta y seis mil soles (S/66,000.00) por
concepto de lucro cesante; sin embargo, el accionante ha peticionado
la suma de quince mil soles (S/15,000.00), que es el monto que ha
fijado la juzgadora. - Consecuentemente, es correcto lo señalado por
la A quo en su décimo sexto considerando respecto a la
responsabilidad objetiva, al haberse acreditado la conducta
antijurídica del conductor del vehículo de placa YG-9852 de
propiedad de la Empresa de Transportes Guzmán Sociedad
Anónima, siendo contraria su acción al ordenamiento jurídico al
infringir las reglas de tránsito e invadir el carril contrario, lo cual ha
producido los daños patrimoniales y extra patrimoniales en el
demandante, quedando desvirtuado el agravio de la demandada. III.
RECURSO DE CASACIÓN: El dos de febrero de dos mil quince, la
denunciada civil La Positiva Seguros y Reaseguros Sociedad
Anónima, mediante escrito de fojas quinientos cuarenta, interpone
recurso de casación contra la resolución de vista, siendo declarado
procedente por este Supremo Tribunal mediante la resolución de
fecha quince de setiembre de dos mil quince, obrante a fojas setenta
del cuaderno de casación, por las siguientes infracciones: a)
Infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú, señala que la Sala Superior
considera que el pago de la Liquidación por Incapacidad Temporal
efectuada por la Compañía Rímac Seguros es prueba de que el
demandante era un trabajador activo; sin embargo, funda su decisión
en una apreciación subjetiva al no tomar en cuenta lo establecido por
el artículo 33 del Decreto Supremo número 024-2002-MTC que
regula los pagos derivados del Seguro Obligatorio de Accidentes de
Tránsito (SOAT), siendo evidente que la Sala Superior incurre en
motivación insuficiente, agregando que los pagos derivados del
Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) son efectuados
de acuerdo a lo establecido por dicho Decreto Supremo, mas no
puede afirmarse que el pago por incapacidad temporal sea prueba
idónea para determinar la condición de trabajador activo. IV.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, el
recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República, conforme
lo señala el artículo 384 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Que,
la infracción procesal se configura cuando en el desarrollo del
proceso, no se han respetado los derechos procesales de las partes,
se han obviado o alterado actos de procedimiento, la tutela
jurisdiccional no ha sido efectiva, el órgano jurisdiccional deja de
motivar sus decisiones o lo hace en forma incoherente, en clara
transgresión de la normatividad vigente y de los principios procesales.
TERCERO.- Que, como se ha señalado en la Sección III referida al
Recurso de Casación, la empresa recurrente ha denunciado
infracción normativa in procedendo, señalando que la Sala Superior
ha vulnerado el deber de motivación de las resoluciones judiciales, al
emitir una sentencia que adolece de motivación insuficiente.
CUARTO.- Que, una indebida motivación1 puede expresarse en: a)
Inexistencia de motivación o motivación aparente: Cuando se
advierte una total ausencia de motivación en cuanto a la decisión
jurisdiccional emitida en el caso materia de controversia o cuando
ésta no explica las razones mínimas de dicha decisión; b) Falta de
motivación interna del razonamiento: Cuando se presenta invalidez
de una inferencia a partir de las premisas establecidas previamente
por el juez, y cuando se presenta incoherencia narrativa, esto es, un
discurso confuso; c) Deficiencias en la motivación externa: Se
presenta cuando existe una ausencia de conexión entre la premisa y
su constatación fáctica o jurídica; d) Motivación insuficiente.- Cuando
se cumple con motivar pero de modo insuficiente, exigiéndose un
mínimo de motivación respecto de las razones de hecho o de
derecho; y e) Motivación sustancialmente incongruente: Se produce
cuando se modifica o altera el debate procesal, sin dar respuesta a
las pretensiones planteadas por las partes, lo que implica poner en
estado de indefensión a las partes. QUINTO.- Que, a efectos de
determinar si la Sala Superior ha incurrido o no en motivación
insuficiente, es necesario agregar que, ésta se da cuando el juzgador
ha cumplido con explicar los motivos de su fallo; sin embargo, lo
realiza de modo insuficiente, y que si bien es cierto, no es necesario
que se responda a cada uno de los alegatos de las partes, cuando la
mencionada insuficiencia sea relevante, esto es, que no exprese las

97012 CASACIÓN
razones de su fallo, se estará afectando el Derecho al Debido
Proceso.2 SEXTO.- Que, así pues, analizada la sentencia de vista,
se tiene que en el caso de autos, la Sala Superior ha cumplido con
expresar que efectivamente el accidente ocurrido el veintiocho de
mayo de dos mil ocho, ha causado severos daños al demandante,
por lo tanto, corresponde fijar la indemnización que demanda, estos
daños son de dos tipos: a) El daño extrapatrimonial, que requiere ser
indemnizado considerando su magnitud, y el menoscabo producido,
tal como lo prescribe el artículo 1984 del Código Civil, es por ello que
teniendo en cuenta que el demandante ha sufrido la desfiguración
del rostro, es evidente el daño que se le ha producido, afectando
evidentemente su vida personal a pesar de ser una persona joven,
por ello, se le ha otorgado treinta y cinco mil soles (S/35,000.00) de
indemnización por este tipo de daño; y b) El daño patrimonial, en su
modalidad de lucro cesante, ha sido resarcido con quince mil soles
(S/15,000.00), en mérito no solo a la carta remitida por la Compañía
Rímac Seguros en la que le reconoce ciento veinte días de
incapacidad para el trabajo, pagándole dos mil ciento noventa y
nueve soles con sesenta céntimos (S/2,199.60) equivalentes a 1/30
de la Remuneración Mínima Vital, sino también que en la Audiencia
Única se ha declarado que prestaba servicios de chofer y técnico de
Electronoroeste Paita, lo cual no ha sido motivo de cuestionamiento
alguno en la etapa correspondiente, manteniendo plena eficacia
probatoria; por lo tanto, mal hace el recurrente al invocar lo
establecido por el artículo 33 del Decreto Supremo número 024-
2002-MTC, pues no solo se ha tenido en cuenta la Liquidación por
Incapacidad Temporal efectuada por la Compañía Rímac Seguros
para fijar el monto indemnizatorio, sino además, otros medios
probatorios obrantes en autos. SÉTIMO.- Que, en ese orden de
ideas, esta Sala Suprema no aprecia que con tal fundamentación se
hayan infringido las normas de derecho procesal denunciadas, por
tanto, el presente recurso de casación debe ser desestimado. V.
DECISIÓN: Por estas consideraciones y en estricta aplicación del
artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon: a) INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto por La Positiva Seguros y
Reaseguros Sociedad Anónima a fojas quinientos cuarenta; en
consecuencia, NO CASARON la resolución de vista de fojas
quinientos veintiuno, de fecha treinta y uno de diciembre de dos mil
catorce, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura. b) DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Armando Requena Silva contra la Empresa de
Transportes Guzmán Sociedad Anónima y otros, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Cfr. STC Exp. N° 728-2008-PHC/TC, publicada el 23 de octubre de 2008.
Fundamento jurídico número siete.
2
Cfr. Figueroa Gutarra. El Derecho a la debida motivación. Lima: Gaceta
Jurídica.2014:81-82.
C-1569469-7
CAS. Nº 995-2015 JUNÍN
REIVINDICACIÓN. SUMILLA: En buena cuenta, el análisis de la
corrección lógica en el defecto de motivación interna del
razonamiento jurídico, permite el control de la denominada
justificación interna de la decisión judicial; esto es, de su aspecto
formal y silogístico, en el cual el juzgador recurre al instrumento
lógico de la deducción para pasar con consistencia de las premisas
(mayor y menor) a la conclusión. En contraposición a la justificación
externa, que es aquélla que controla la solidez o razonabilidad del
argumento de la decisión, la justificación interna examina sólo su
corrección formal, esto es, si la conclusión se sigue lógicamente de
las premisas que se aducen como fundamentación. Lima, dieciocho
de julio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número novecientos noventa y cinco – dos mil quince, y
producida la votación correspondiente, emite la presente sentencia.
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Marcos Francisco Carlos Vittes Freyre a fojas
novecientos veintiuno, contra la sentencia de vista de fojas
novecientos trece, de fecha veintidós de enero de dos mil quince,
expedida por la Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que confirma la sentencia apelada de
fojas ochocientos sesenta y cuatro que declara fundada la demanda,
con lo demás que contiene; en los seguidos por Moraima del Pilar
Oliveira de Samaniego y otro contra Soledad Juana Lázaro Salas y
otro, sobre Reivindicación. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: El
recurso de casación fue declarado procedente mediante resolución
de fecha veintiuno de diciembre de dos mil quince, de fojas ochenta
y tres del cuadernillo de casación, alegando la infracción normativa
de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú y 220
del Código Civil, señalando que se ha emitido un pronunciamiento
que carece de motivación interna del razonamiento, toda vez que el
Ad quem ha establecido como premisa de su decisión que se
aplicaría la facultad de declarar judicialmente de oficio la nulidad de
un acto jurídico, sin recurrir a la vía de acción, cuando resulte ésta
manifiesta o cuando existan pruebas e información a la que el Juez
haya accedido en el curso del proceso; sin embargo, al momento de
emitir su pronunciamiento ha analizado el primero de dichos
supuestos, negando la existencia del segundo, incurriendo con ello
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
en una contradicción lógica. CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine es
necesario hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso.
Del examen de autos se tiene que a fojas veintiséis, Noel Samaniego
Guerra y Moraima del Pilar Oliveira de Samaniego, interponen
demanda de Reivindicación contra Marcos Francisco Carlos Vittes
Freyre y Soledad Juana Lázaro Salas, a fin de que se les ordene la
entrega del inmueble consistente en el tercer piso del edificio sito en
el Jirón Arequipa números 756 y 760 del Distrito y Provincia de
Huancayo, así como la sección delantera de la azotea, inmueble
inscrito en el Asiento número 3C (C-3) de la Ficha número 11925 del
Registro de Propiedad Inmueble de Junín; siendo sus fundamentos
de hecho: Que, son propietarios legítimos del inmueble ubicado en el
tercer piso del edificio sito en el Jirón Arequipa números 756 y 760
del Distrito y Provincia de Huancayo, así como la sección delantera
de la azotea, inmueble inscrito en el Asiento número 3C (C-3) de la
Ficha número 11925 del Registro de Propiedad Inmueble de Junín;
que, adquirieron el inmueble mediante compraventa celebrada con
los ahora demandados, quienes a la fecha vienen ocupando el
predio sin tener título que justifique dicha posesión, usufructuando el
bien sin derecho alguno; que, han cursado cartas notariales a los
demandados a fin de solucionar dicho conflicto de forma armoniosa;
sin embargo, han hecho caso omiso a las cartas cursadas, motivo
por el cual acuden al Órgano Jurisdiccional a fin de que se obligue a
los demandados a reivindicar la propiedad a su favor.-SEGUNDO.-
El A quo, mediante sentencia de fojas ochocientos sesenta y cuatro,
de fecha dieciocho de julio de dos mil catorce, declara fundada la
demanda. Como fundamentos de su decisión sostiene que la parte
actora acredita su propiedad presentando a fojas siete, como anexo
1 – D de la demanda, la escritura pública de compraventa con la que
adquirió la propiedad del predio sub litis. Del referido documento
público se tiene que la primera cláusula de la minuta inserta en ella
identifica el predio materia de venta realizada por sus anteriores
propietarios Marcos Francisco Carlos Vittes Freyre y Soledad Juana
Lázaro Salas, a favor del accionante Noel Samaniego Guerra y su
esposa Moraima del Pilar Oliveira de Samaniego, con lo cual los
accionantes han acreditado la titularidad de la propiedad del predio
que solicitan sea reivindicado a su favor. El demandado Marcos
Francisco Carlos Vittes Freyre ha indicado que si bien se realizó el
contrato de transferencia del inmueble cuya restitución es objeto del
proceso, éste se trató de un acto simulado, con fines de acceder a un
crédito, por lo que se trataría de un acto jurídico inexistente. Con el
argumento vertido, el demandado reconoce la existencia del contrato
de transferencia del predio ubicado en el tercer piso del Jirón
Arequipa números 756 y 760 del Distrito y Provincia de Huancayo, a
favor de los accionantes; señala además, que se encuentra en
posesión del predio desde hace más de siete años, lo cual se ha
podido verificar de la inspección realizada y cuya acta corre a fojas
seiscientos veinticuatro de autos, documento en el que se detalla
que el demandado ocupa el predio sub materia con su esposa e
hijos; sin presentar documento que se oponga al título de propiedad
(Escritura Pública de Compraventa) presentado por el accionante u
otro que acredite su derecho de propiedad respecto del bien sub litis.
En cuanto al argumento del demandado, respecto a que el acto de
transferencia del citado inmueble se realizó de manera simulada,
son fundamentos de materia controvertida que necesariamente
debieron ser planteados (sic) en vía de acción, paralelo a este
proceso a través de una demanda reconvencional en este mismo,
ello debido a que no puede recortarse el derecho de defensa y
contradicción de la parte demandante pues los argumentos del
demandado están basados en hechos discutibles que deben ser
sometidos a valoraciones probatorias, así por ejemplo se tiene que
el recurrente presenta como medio probatorio comprobantes de
pago emitidos por el Banco de Crédito con los que supuestamente él
habría pagado la deuda contraída por el crédito hipotecario otorgado
al demandante Noel Samaniego Guerra, siendo que no se ha
concedido la oportunidad al accionante de manifestarse respecto al
hecho que el demandado tenga en su poder los referidos
comprobantes, todo lo cual imposibilita al A quo la aplicación del
artículo 220 del Código Civil que facultaría un eventual
pronunciamiento de nulidad de oficio en caso que sea manifiesta,
más aún cuando conforme puede verse de lo actuado en el proceso,
se dispuso la acumulación con un proceso promovido por el
demandado Marcos Francisco Carlos Vittes Freyre, sobre Nulidad
de Acto Jurídico, sin embargo, éste fue declarado en abandono, de
tal forma que, no es posible emitir pronunciamiento respecto al
argumento de defensa del actor, subsistiendo sólo la pretensión de
reivindicación, la cual es una acción que tutela el derecho de
propiedad, garantizando el ejercicio de las facultades de un
propietario con la sola verificación de dicha condición, sin tener la
facultad de revisar la validez o no del acto jurídico que le otorgó tal
condición, salvo que sea planteado como pretensión, o como se ha
señalado, que su nulidad sea manifiesta. Por ello concluye que,
atendiendo que el acto jurídico contenido en la escritura pública de
compraventa mantiene su validez por no haberse declarado su
nulidad, queda subsistente el desarrollo realizado respecto al primer
y segundo punto controvertido en los primeros considerandos, así
queda establecido que los demandantes son propietarios del
inmueble ubicado en el tercer piso del edificio sito en el Jirón
Arequipa números 756 y 760 de la ciudad de Huancayo, conforme el
detalle de la escritura pública que obra en autos, así como también
que los demandados se encuentran en posesión de dicho inmueble
sin tener derecho de propiedad sobre el bien sub litis dado que no
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
han presentado título que se oponga al presentado por los
accionantes. TERCERO.- Una vez apelada la mencionada
sentencia, la Sala Revisora, mediante sentencia de vista de fojas
novecientos trece, de fecha veintidós de enero de dos mil quince, la
confirma. Como fundamentos expone que al analizar el contrato de
compraventa con préstamo hipotecario, de fojas siete y siguientes,
mediante el cual los apelantes venden a los demandantes el
inmueble objeto de reivindicación, se aprecia que la supuesta
simulación absoluta que acusa la parte demandada no es manifiesta,
ya que se requiere la actuación de medios probatorios. Asimismo,
sobre la aplicación del criterio del Pleno Jurisdiccional Nacional en
materia civil, del año dos mil diez, tema número cuatro, éste resulta
atendible siempre que la nulidad del acto jurídico sea nítida, clara y
fehaciente, lo que no sucede con el contrato de compraventa con
préstamo hipotecario, páginas siete y siguientes, celebrado por las
partes. En efecto, analizando la sentencia apelada, una de las
razones que justifican su decisión, es que en este proceso se
acumuló uno de nulidad de acto jurídico, precisamente, referido al
mencionado contrato, y que la parte apelante ocasionó su abandono,
argumento de la sentencia que no ha sido contradicho. Es decir, esta
parte tuvo la oportunidad de defenderse y solicitar la nulidad del acto
jurídico que le causaría perjuicio en este proceso, pero su descuido
procesal no puede ser suplido por los Jueces, quienes están
prohibidos de sustituirse en su defensa por ser tercero imparcial en
la resolución de la controversia. Por otro lado, si bien es cierto que
aparece como punto controvertido: “3. Establecer si existe simulación
absoluta en el acto jurídico de transferencia en que se basa la
demanda.”, también lo es que en dicha acta, de fojas ciento cuarenta
y nueve, se admitió la prueba del apelante demandado sobre la
pericia contable acerca de la deuda con el Banco de Crédito, y que
según su contestación de la demanda de fojas setenta y uno, debería
dictaminar sobre: (sic) “9.1 Que, el recurrente pagó las cuentas, en
cuotas según el cronograma de crédito hasta noviembre de dos mil;
9.2. Que, a partir de noviembre de dos mil el demandante ha pagado
el quantum de estos pagos; 9.3. Que, el Perito coteje y compare si la
valorización del inmueble sub litis; sobrepasa y en cuánto a los
pagos realizados por el demandante.- a éstos tal perito informe
sobre esta desproporción inaudita”. Sin embargo, por culpa de la
parte demandada esta prueba no se actuó, conforme lo indica la
Resolución número 71 de fecha veintiocho de abril de dos mil diez,
de fojas seiscientos veintiuno. Asimismo, los apelantes han sido
multados por impedir la diligencia de Inspección Judicial del
inmueble, conforme se observa de la Resolución número 81, de
fojas setecientos diecisiete. Por todo lo que el Ad quem concluye que
al no apreciarse una nulidad manifiesta del acto jurídico en cuestión,
la sentencia apelada no tuvo la obligación de declararla de oficio.
CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de
casación ha sido declarado procedente por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
material; debiendo absolverse, en principio, las denuncias de
carácter procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por
esta causal, deberá verificarse el reenvío, careciendo de objeto el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. QUINTO.-
Respecto a la denuncia procesal contenida en el apartado A) del
recurso, cabe manifestar que, de acuerdo a lo estipulado por el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan, forma parte de los
principios y derechos de la función jurisdiccional. Asimismo, el
Tribunal Constitucional, ha señalado que el fundamento del derecho
a la debida motivación de las resoluciones judiciales reside en ser
una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial, evitando
que las resoluciones se encuentren justificadas en el mero capricho
de los Magistrados, y asegurando que estén justificadas en datos
objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
derivan del caso1. SEXTO.- Específicamente, el recurrente ha
denunciado que en la sentencia impugnada, el Ad quem habría
incurrido en una “falta de motivación interna del razonamiento”, la
cual resulta ser uno de los supuestos señalados por el Tribunal
Constitucional como agraviantes del contenido constitucionalmente
garantizado del derecho a la motivación2; el mismo que ha descrito
como el referido a los defectos de la argumentación desde la
perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.
En buena cuenta, el análisis de la corrección lógica en el defecto de
motivación interna del razonamiento jurídico, permite el control de la
denominada justificación interna de la decisión judicial, esto es, de
su aspecto formal y silogístico, en el cual el juzgador recurre al
instrumento lógico de la deducción para pasar con consistencia de
las premisas (mayor y menor) a la conclusión. En contraposición a la
justificación externa, que es aquélla que controla la solidez o
razonabilidad del argumento de la decisión, la justificación interna
examina sólo su corrección formal, esto es, “si la conclusión se sigue
lógicamente de las premisas que se aducen como fundamentación”3.
SÉTIMO.- En el caso de autos, respecto a la infracción analizada se
aprecia que la Sentencia de Vista emitida por el Ad quem, a fojas
novecientos trece, no carece de justificación interna del razonamiento
como ha sido denunciado por la parte demandada, toda vez que de
sus considerandos II.5 y II.6 se encuentra establecido que, a criterio
de dicho órgano jurisdiccional, la aplicación de la facultad
preestablecida por el artículo 220 del Código Civil, que permite la
declaración oficiosa de la nulidad de actos jurídicos, es excepcional;
y para ser ejercida, la señalada nulidad requiere: a) Ser manifiesta y
97013
b) Que se cuente con la actuación de los medios probatorios
correspondientes; procediendo a continuación el Ad quem, en los
considerandos II.7 y II.8 de su decisión, a señalar no solamente que
la nulidad por simulación argüida por la parte demandada no es
evidente ni manifiesta, sino que no se ha llevado a cabo la actuación
probatoria que permitiría emitir un pronunciamiento sobre la validez
del acto jurídico, por lo que concluye que la referida norma no
debería aplicarse en el presente caso. Más aún, en su fundamento
II.8 la Sala Superior señala que pese a haberse fijado como uno de
los puntos controvertidos de la causa, el establecer si existe o no
nulidad del acto jurídico de transferencia de propiedad que sirve de
título para exigir la reivindicación, la actuación probatoria al respecto
no ha sido llevada adelante por razones atribuibles única y
exclusivamente a la parte demandada, con lo que se tiene que no ha
negado la premisa que antes había fijado, sino que ha concluido que
el supuesto no ha sido cumplido. Siendo así, se tiene que el
razonamiento seguido por el Ad quem para emitir la sentencia
impugnada no contraviene lógicamente las premisas fijadas por
dicho Colegiado para la aplicación de la nulidad de oficio del artículo
220 del Código Civil, sino que más bien los ratifica al analizar los dos
supuestos que ha señalado como pasibles de un pronunciamiento
de nulidad, debiendo por ello declararse infundado el presente
extremo del recurso de casación. OCTAVO.- Asimismo, respecto a la
infracción normativa sustancial denunciada sobre la inaplicación del
artículo 220 del Código Civil, se tiene que dicha facultad debe ser
ejercida cuando la nulidad del acto jurídico sea evidente, como su
propio tenor lo indica. En el caso de autos la parte demandada ha
indicado que el acto de compraventa en el que se sustenta la
pretensión de los demandantes fue simulado con la intención de
poder acceder al dinero que en calidad de mutuo hipotecario fue
desembolsado por el Banco de Crédito del Perú a los supuestos
compradores; sin embargo, las instancias de mérito han determinado
que dicha simulación no fue probada en autos, siendo que aún
cuando a fojas cuarenta y nueve y siguientes se han presentado
documentos que acreditan el pago de cuotas correspondientes al
mutuo señalado, no está acreditado que hayan sido asumidas por
alguno de los codemandados; teniendo además que los otros
documentos de fojas cuarenta y cuatro y siguientes, solamente
acreditarían que los demandados son poseedores del inmueble,
pero de ninguna manera se ha logrado establecer plenamente que
en el contrato de compraventa haya existido disconformidad entre la
voluntad real y lo manifestado por las partes, así como tampoco un
propósito de engañar ni el concierto entre ellas de producir un acto
simulado, elementos que deben existir para que se produzca la
simulación de un acto jurídico4; por todo lo cual, la Sala Superior no
ha incurrido en infracción normativa al no declarar la nulidad del acto
de compraventa presentado por los demandantes. Por las
consideraciones expuestas, no se configuran las causales de
infracción normativa de carácter procesal y material, en consecuencia
no procede amparar el presente recurso de casación, por lo que de
conformidad con el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Marcos
Francisco Carlos Vittes Freyre a fojas novecientos veintiuno; por
consiguiente, NO CASARON la sentencia de vista de fojas
novecientos trece, de fecha veintidós de enero de dos mil quince,
expedida por la Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que confirma la sentencia apelada de
fojas ochocientos sesenta y cuatro que declara fundada la demanda,
con lo demás que contiene; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Moraima del Pilar Oliveira de
Samaniego y otro contra Soledad Juana Lázaro Salas y otro, sobre
Reivindicación; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente N° 00728-
2008-PHC/TC, fundamento 7, primer párrafo.
2
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº
00728-2008-PHC/TC, fundamento 7, segundo párrafo. Se indica que ya
en el expediente Nº 3943-2006-PA/TC, y antes en el voto singular de los
Magistrados Gonzáles Ojeda y Alva Orlandini (Expediente Nº 1744-2005-
PA/TC), se precisó que el contenido constitucionalmente garantizado de
este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación
interna del razonamiento; c) Deficiencias en la motivación externa; d) La
motivación insuficiente; e) La motivación sustancialmente incongruente y f)
Motivaciones cualificada.
3
ALEXY, Robert, Teoría de la Argumentación Jurídica, trad. Manuel Atienza e
Isabel Espejo; Palestra Editores, Lima, Perú; 2010; p. 306.
4
VIDAL RAMIREZ, Fernando; El Acto Jurídico en el Código Civil Peruano;
Cultural Cuzco S.A., Lima, Perú, 1989; pp. 280 y ss.
C-1569469-8
CAS. Nº 1190-2015 LIMA SUR
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: La sentencia recurrida
se sustenta claramente en dos argumentos centrales: a) La calidad
de bien social de las construcciones efectuadas en el bien sub litis
con posterioridad al matrimonio contraído por la demandante y el
vendedor demandado, las cuales han sido especificadas en el
petitorio de la demanda; b) La existencia de los supuestos que
determinan la configuración de la causal de simulación absoluta en
el Acto Jurídico de Compraventa de fecha tres de junio de dos mil

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cuatro. Al respecto, se puede apreciar claramente que se han
consignado los fundamentos que sustentan cada uno de los dos
argumentos señalados; es decir los fundamentos fácticos y
jurídicos que sustentan su fallo, de manera ordenada y coherente,
lo cual importa que se ha dado pleno cumplimiento a la obligación
constitucional de motivación que contiene la norma del artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú. Lima, veinte de julio de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número mil ciento noventa – dos mil quince, efectuados el debate y
la votación correspondientes, emite la presente sentencia:
MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del recurso de casación
interpuesto por Mary Leonor Arias Lima a fojas mil trescientos
ochenta y nueve, contra la sentencia de vista de fojas mil trescientos
cincuenta y tres, de fecha cinco de noviembre de dos mil catorce,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Sur, que confirma en parte la sentencia apelada de fojas mil ciento
ochenta y uno, de fecha veintiséis de octubre de dos mil doce, en
cuanto declara fundada la demanda interpuesta por Susana
Panocca Cconislla de Arias contra Cecilio Arias Lloclla, Leonor
Alejandrina Lima Huamán y Linda Ysabel Arias Lima, en el extremo
de declaración de bien social de la ampliación de la primera planta
compuesta de una habitación con baño completo, cochera y
escalera de acceso al segundo piso, la azotea con dos habitaciones
y lavandería, además de la ampliación de las tiendas con frente a
la Avenida Tomás Guzmán y la construcción total de la segunda
planta. Revoca en parte la sentencia apelada, en el extremo que
declara infundada la demanda de Nulidad de Acto Jurídico y,
reformándola la declara fundada; en consecuencia, nulo el Contrato
de Compraventa de fecha tres de junio de dos mil cuatro, celebrado
entre los codemandados, respecto del predio ubicado en la Avenida
Tomás Guzmán número doscientos veinte, Distrito de San Juan de
Miraflores; asimismo, declara nula la inscripción registral derivada
del citado contrato, inscrito con el Código de Predio número
P03177918 del Registro de Predios de la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos (SUNARP) y ordena se cursen
los partes registrales para la inscripción de la demanda en el
Registro de Propiedad Inmueble. Declara infundada la demanda en
el extremo de Indemnización por Daños y Perjuicios.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fojas cuarenta y siete del presente cuadernillo, de
fecha diecisiete de diciembre de dos mil quince, ha estimado
procedente el recurso en mención, por la causal de infracción
normativa de derecho material, respecto de la infracción del artículo
193 del Código Civil y, de manera excepcional, por infracción
normativa de derecho procesal, respecto del artículo 139 incisos 3
y 5 de la Constitución Política del Perú. En cuanto a su denuncia de
infracción del artículo 193 del Código Civil, la recurrente manifiesta:
Que la Sala Superior ha errado en establecer la relación de
semejanza o de diferencia que existe entre el caso particular
concreto jurídicamente calificado y la hipótesis de la norma, esto es
la acción por simulación, toda vez que a la recurrente no le ha
correspondido ni le corresponde titularidad alguna –ni como
copropietaria, bien propio, condómino o bien ganancial-, e incluso
el efecto de la presente sentencia no le alcanzaría, ya que el efecto
jurídico inmediato de la sentencia casada, es que la propiedad en
litigio, vuelva a Cecilio Arias Lloclla, no ingresando a la órbita
patrimonial de la demandante, precisamente por no ser tercera
interesada y, por ende, menos tercera perjudicada, como exige la
norma que se denuncia. CONSIDERANDO: PRIMERO.- De la
revisión de los autos consta que a fojas doscientos cuarenta y dos,
Susana Panocca Cconislla de Arias interpone demanda contra
Cecilio Arias Lloclla, Leonor Alejandrina Lima Huamán y Linda
Ysabel Arias Lima, solicitando: A) Se declare la nulidad por
simulación de la compraventa de fecha tres de junio de dos mil
cuatro, por la cual los primeros le venden a la segunda (su hija) el
cien por ciento (100%) del inmueble ubicado en la Urbanización
San Juan, Parcela C, Sub Parcela C-1, Manzana K, Lote 34,
Avenida Tomás Valle número 220, Distrito de San Juan de
Miraflores; B) Se declare la nulidad de la inscripción de la citada
transferencia; C) Que los demandados le indemnicen con la suma
de treinta mil dólares americanos (US$ 30,000.00); D) Se declare
la calidad de bien social de la ampliación de la construcción de la
primera planta, la ampliación de las tiendas, la construcción de la
segunda planta, perteneciente al citado inmueble, por corresponder
a la sociedad conyugal conformada por el demandado Cecilio Arias
Lloclla y la demandante. Como fundamentos de su demanda
manifiesta que con fecha veinte de junio de mil novecientos
ochenta y cuatro contrajo matrimonio con Cecilio Arias Lloclla y que
invirtió quince mil dólares americanos (US$15,000.00) en
ampliaciones del primer piso (que ya existía), así como en la
construcción total del segundo piso. Posteriormente, entre los años
mil novecientos noventa y ocho y dos mil tres ha efectuado los
acabados del segundo piso, habitaciones de la azotea y mejoras
en el primer piso, con el producto de su trabajo, inclusive después
de la reclusión de su esposo en el Penal de Lurigancho en el año
dos mil. Que, el demandado Cecilio Arias Lloclla, suponiendo que
la recurrente le había perjudicado y que no contribuyó con las
gestiones para su libertad, se ha puesto de acuerdo con su ex
conviviente (Leonor Alejandrina Lima Huamán) y la hija de ambos
(Linda Ysabel Arias Lima) para hacer una simulación de venta del
total del inmueble, incluyendo las ampliaciones del primer piso y las
construcciones del segundo piso, lo que afecta su derecho de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
gananciales y la de su hijos Susan Estrella y William Jesús Arias
Pariona.- SEGUNDO.- El A quo, mediante sentencia de fojas mil
ciento ochenta y uno, de fecha veintiséis de octubre de dos mil
doce, declaró fundada la demanda en el extremo de la declaración
de bien social, de la ampliación de la primera planta y la
construcción total de la segunda planta, e infundada en el extremo
que pretende la nulidad del acto jurídico y las pretensiones
accesorias a ésta. Apelada dicha sentencia, la Sala Superior,
mediante sentencia de fojas mil trescientos cincuenta y tres, de
fecha cinco de noviembre de dos mil catorce, la confirma en el
extremo de la declaración de bien social, de la ampliación de la
primera planta y la construcción total de la segunda planta; la
revoca en el extremo que declara infundada la pretensión de
Nulidad de Acto Jurídico; y reformándola, declara fundada la
demanda en este extremo; asimismo, nula la inscripción registral
derivada de dicho acto jurídico; e infundada la demanda en el
extremo de la indemnización. TERCERO.- La Sala Superior, como
fundamentos de su decisión expone que: La demandada
compradora (Linda Ysabel Arias Lima) no ha actuado de buena fe
al celebrar el contrato de compraventa del inmueble sub litis,
porque ella ha vivido en el mismo, cuando era niña, conjuntamente
con la accionante (madrastra); entonces, conocía perfectamente
las condiciones del predio antes del matrimonio contraído por su
padre con la demandante; por ende, le consta que las
construcciones sub litis se han efectuado con posterioridad al inicio
de las relaciones sentimentales entre su padre y la demandante.
En aplicación del artículo 311 del Código Civil, la demandada
(Linda Ysabel Arias Lima) debía demostrar que las construcciones
reclamadas ya existían antes del mes de junio de mil novecientos
ochenta y cuatro, cuando su padre aún era soltero, pero no ha
cumplido con tal carga probatoria. Después de haber contraído
matrimonio el demandado y la accionante, cualquier adquisición de
bienes tenía la condición de bien social, conforme lo dispone el
artículo 310 del Código Civil; es así que cualquier mejora o
construcción posterior a su matrimonio en el bien inmueble es de
carácter social e integra la sociedad de bienes gananciales; de allí
que la demandada compradora no puede argüir que actuó de
buena fe al celebrar el contrato de compraventa, al presumir
erróneamente que las construcciones efectuadas por su padre en
el predio con posterioridad a su matrimonio con la actora le siguen
perteneciendo como si fuese soltero, sin poder disponerlos
libremente, pues vulneraría el artículo 315 del Código Civil, que
exige la intervención de ambos cónyuges. Por otro lado está
demostrado que: a) Se vendió el predio encontrándose la
accionante en posesión del mismo; b) El vendedor demandado y
su ex conviviente han simulado en forma relativa una compraventa
con su hija; c) El predio se ha “vendido” por un precio devaluado,
inferior al precio comercial real; además, no está acreditado el
pago de dicho precio; d) El vendedor transfirió el inmueble
incluyendo las construcciones existentes, que en gran parte tienen
la condición de bienes sociales; e) La demandada compradora, por
el vínculo que tiene con las partes procesales tenía pleno
conocimiento que en el predio existían construcciones realizadas
por su padre, conjuntamente con la demandante; f) El vendedor
demandado, después de la venta otorgó poder a su esposa
demandante para que celebre contratos de arrendamiento; g) No
existía ánimo del vendedor demandado de transferir el predio, de lo
contrario se hubiese vendido en su precio real a un tercero
desconocido. No había necesidad ni justificación económica de
vender el predio a un familiar directo. Por cuyos fundamentos, se
concluye que el contrato de compraventa de fecha tres de junio de
dos mil cuatro es un contrato nulo por adolecer de la casual de
simulación absoluta prevista en los artículos 190 y 219 inciso 5 del
Código Civil. CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente,
el recurso de casación ha sido declarado procedente por las
causales de infracción normativa de derecho procesal e infracción
normativa de derecho material; debiendo absolverse, en principio,
las denuncias de carácter procesal, de modo que si se declara
fundado el recurso por esta causal, deberá verificarse el reenvío,
careciendo de objeto el pronunciamiento respecto a la causal
sustantiva. QUINTO.- Por lo tanto, en relación a la causal procesal,
debe manifestarse previamente que el artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, consagra el Principio de Motivación
de las Resoluciones Judiciales, que es un componente del abanico
de derechos que constituye el debido proceso. Una auténtica
motivación comporta la justificación lógica, razonada y conforme a
las normas constitucionales y legales señaladas, así como con
arreglo a los hechos y petitorios formulados por las partes; por
consiguiente, una motivación adecuada y suficiente comprende
tanto la motivación de hecho o in facttum, en la que se establecen
los hechos probados y no probados mediante la valoración
conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a
petición de parte como de oficio, subsumiéndolos en los supuestos
fácticos de la norma, como la motivación de derecho o in jure, en la
que se selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una
adecuada interpretación de la misma. Por otro lado, dicha
motivación debe ser ordenada, fluida y lógica; es decir, debe
observar los principios de la lógica y evitar los errores in cogitando,
esto es, la contradicción o falta de logicidad entre los considerandos
de la resolución. SEXTO.- Del examen de la recurrida, se aprecia
que dicha sentencia se sustenta claramente en dos argumentos
centrales: a) La calidad de bien social de las construcciones
efectuadas en el bien sub litis con posterioridad al matrimonio
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
contraído por la demandante y el vendedor demandado, las cuales
han sido especificadas en el petitorio de la demanda; b) La
existencia de los supuestos que determinan la configuración de la
causal de simulación absoluta en el acto jurídico de compraventa
de fecha tres de junio de dos mil cuatro. Al respecto, se puede
apreciar claramente que el Colegiado Superior ha consignado con
acuciosidad los fundamentos que sustentan cada uno de los dos
argumentos señalados; es decir ha señalado los fundamentos
fácticos y jurídicos que sustentan su fallo, de manera ordenada y
coherente, lo cual importa que se ha dado pleno cumplimiento a la
obligación constitucional de motivación que contiene la norma del
artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú; es decir,
no se vulnera el deber de motivación ni el debido proceso, razones
por las cuales el primer extremo denunciado en el recurso no
puede prosperar. SÉTIMO.- En cuanto a la denuncia de infracción
del artículo 193 del Código Civil, diremos lo siguiente: Resulta
evidente que la norma citada es plenamente pertinente al caso de
autos, si se tiene en cuenta que el Ad quem ha determinado que las
construcciones efectuadas en el inmueble sub litis con posterioridad
al matrimonio contraído entre la demandante y el demandado
vendedor tenían el carácter de bien social; por lo tanto, siendo la
demandante propietaria (por ser parte de la sociedad conyugal
formada con el demandado vendedor), goza de la condición de
tercero perjudicado (a que alude la norma del artículo 193 del
Código Civil), con relación a la compraventa de fecha tres de junio
de dos mil cuatro, cuestionada en la demanda y, por ello, está
plenamente habilitada para ejercer la acción de nulidad de dicho
acto jurídico que ha sido formulada en la demanda del presente
proceso. Por lo tanto, la denuncia de carácter material tampoco
puede prosperar. Por las consideraciones expuestas, no se
configuran las causales de infracción normativa de carácter
procesal y material denunciadas, en consecuencia, no procede
amparar el presente recurso de casación, por lo que de conformidad
con el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Mary Leonor
Arias Lima a fojas mil trescientos ochenta y nueve; por consiguiente,
NO CASARON la sentencia de vista de fojas mil trescientos
cincuenta y tres, de fecha cinco de noviembre de dos mil catorce,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Sur, que confirma en parte la sentencia apelada de fojas mil ciento
ochenta y uno, de fecha veintiséis de octubre de dos mil doce, en
cuanto declara fundada la demanda interpuesta por Susana
Panocca Cconislla de Arias contra Cecilio Arias Lloclla, Leonor
Alejandrina Lima Huamán y Linda Ysabel Arias Lima, en el extremo
de declaración de bien social de la ampliación de la primera planta
compuesta de una habitación con baño completo, cochera y
escalera de acceso al segundo piso, la azotea con dos habitaciones
y lavandería, además de la ampliación de las tiendas con frente a
la Avenida Tomás Guzmán y la construcción total de la segunda
planta. Revoca en parte la sentencia apelada, en el extremo que
declara infundada la demanda de Nulidad de Acto Jurídico y,
reformándola la declara fundada; en consecuencia, nulo el Contrato
de Compraventa de fecha tres de junio de dos mil cuatro, celebrado
entre los codemandados, respecto del predio ubicado en la Avenida
Tomás Guzmán número doscientos veinte, Distrito de San Juan de
Miraflores; asimismo, declara nula la inscripción registral derivada
del citado contrato, inscrito con el Código de Predio número
P03177918 del Registro de Predios de la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos (SUNARP) y ordena se cursen
los partes registrales para la inscripción de la demanda en el
Registro de Propiedad Inmueble. Declara infundada la demanda en
el extremo de Indemnización por Daños y Perjuicios; DISPUSIERON
la publicación de lapresente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Susana
Panocca Cconislla de Arias contra Cecilio Arias Lloclla y otros,
sobre Nulidad de Acto Jurídico y otros; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia
de la Señora Jueza Suprema Cabello Matamala. Ponente Señor
Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA C-1569469-9
CAS. Nº 1216-2015 AREQUIPA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Sumilla: “El derecho a
la tutela jurisdiccional efectiva, como derecho constitucional
también contenido en el inciso tercero del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, puede verse conculcado con
aquellas decisiones o disposiciones legales que establezcan un
obstáculo innecesario y excesivo, careciendo de razonabilidad
respecto de la naturaleza del trámite del proceso y de los fines del
mismo”. Lima, veinte de julio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa el día de la fecha y producida la
votación correspondiente de acuerdo a ley, expide la siguiente
sentencia. I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por la demandada Isabel Amat Quispe
(folios 155), contra el auto de vista contenido en la Resolución
número diecinueve (cuatro – 1SC) de fecha veintiocho de enero de
dos mil quince, (folios 145) expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa la cual confirmó la apelada
contenida en la Resolución número doce – dos mil catorce, que
declaró infundada la contradicción formulada por la demandada y
se ordena llevar adelante la ejecución. II.- FUNDAMENTOS POR
97015
LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL
RECURSO: Esta Sala Suprema mediante la Resolución de fecha
diecinueve de enero de dos mil diecisiete (folios 54 del cuadernillo
de casación) ha declarado procedente el recurso de casación por
la causal de infracción normativa procesal de los incisos 3 y 14 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú y artículo I del
Título Preliminar del Código Procesal Civil; señalando: i) A partir
de la Resolución número seis se le ha notificado en un domicilio
diferente al domicilio procesal fijado, esto es, Centro Comercial La
Gran Vía Oficina número 237 Calle Siglo XX número 120, Cercado
de Arequipa, por lo que, al no habérsele notificado válidamente en
dicho domicilio, se ha afectado su Derecho de Defensa y el Debido
Proceso, encontrándose el auto final viciado de nulidad absoluta e
insubsanable, más aún si no se han subsanado los defectos
advertidos en su apelación presentada con fecha veintiocho de
enero de dos mil catorce, al no asistir a la audiencia programada, al
no apelar de la resolución que rechazó los medios probatorios
ofrecidos en el escrito de contradicción y al no permitirle demostrar
que su nombre “Isabel Amat Quispe” no figura en el Pagaré, entre
otros; ii) La Sala Superior no ha considerado que la recurrente
señaló como su domicilio real sito en la Avenida Arias Araguez
número 910, Distrito de Mariano Melgar, Provincia y Departamento
de Arequipa, por lo que no existe convalidación desde que el
domicilio que figura en su Documento Nacional de Identidad no
puede ser considerado como su domicilio; y, iii) Ha tomado
conocimiento del auto final al apersonarse al Juzgado y de
inmediato interpuso el Recurso de Apelación, por lo que es falso lo
alegado por la Sala Superior referente a una supuesta convalidación
que no existe, por el contrario al no habérsele notificado en su
domicilio procesal, pese a existir un mandato judicial contenido en
la Resolución número tres, que dispuso que se notifiquen todas las
resoluciones en dicho lugar, se ha trasgredido su Derecho a la
Defensa, al no cumplirse el objeto previsto en el artículo 155 del
Código Procesal Civil. III.- CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
antes de absolver los extremos denunciados por la parte recurrente,
conviene hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso.
En tal sentido, se aprecia que Crediscotia Financiera Sociedad
Anónima (folios 11 y 19), interpone acción de Obligación de Dar
Suma de Dinero en la Vía del Proceso Único Ejecución contra
Isabel Amat Quispe con la finalidad que cumpla con pagar la suma
de cuarenta y un mil trescientos cuarenta y uno soles con setenta y
tres céntimos (S/.41,341.73), más los intereses, costas y costos del
proceso que se devenguen hasta su total cancelación. Como
fundamentos de su pretensión, señala: a) Que la ejecutada
mantuvo una relación comercial que se ha traducido en el Pagaré
que en original adjuntan; y b) Que dicha relación se ha visto
afectada por el incumplimiento en el pago de la deuda al
vencimiento de título valor, el veinticuatro de junio de dos mil trece,
por lo que, el referido título fue protestado con fecha uno de julio de
dos mil trece, sin que a la fecha haya sido cancelada la acreencia.
SEGUNDO.- Al contestar la demanda Isabel Amat Quispe (folios
26), formula contradicción al mandato de ejecución denunciando:
a) La nulidad formal del título, señala que en el Pagaré puesto a
cobro no figura el nombre de la recurrente Isabel Amat Quispe sino
que en la parte titular del citado Pagaré figura un nombre diferente
al nombre de la recurrente, es decir, el Pagaré incumple con el
artículo 158 inciso g) de la Ley número 27287, por lo que el título
deviene en nulo; b) Falsedad del título ejecutivo e inexigibilidad
de la obligación contenida en el título, que en el rubro titular del
Pagaré figura un nombre diferente al de la recurrente, por tanto, la
obligación puesta a cobro es inexigible, ya que no se puede
disponer ni obligar a pagar una obligación si no figura el nombre del
titular; que ha solicitado y obtenido un préstamo de dinero del
ejecutante, firmando además del Contrato de Préstamo un Pagaré
en blanco, título que quedó en poder del ejecutante y a mérito del
cual se ha interpuesto la presente demanda, el cual deviene en
falso; Que el Pagaré ha sido llenado de forma abusiva, consignando
una suma que no se le debe y con fecha de emisión y vencimiento
que jamás fueron pactadas, es así que la obligación contenida en
el título no es cierta, expresa ni exigible. TERCERO.- Llegada la
etapa procesal respectiva, el Juez del Segundo Juzgado Mixto –
Sede MBJ Paucarpata, mediante la Resolución número doce – dos
mil catorce, del nueve de setiembre de dos mil catorce (folios 94),
declaró infundada la contradicción y ordena llevar adelante la
ejecución hasta que la demandada cumpla con pagar la suma
puesta a cobro más los intereses, costas y costos del proceso.
Como fundamentos de su decisión señala lo siguiente: a) Del tercer
párrafo del Pagaré (folio 17), suscrito por la demandada, se
advierte que la misma aceptó la emisión del pagaré en forma
incompleta y que el mismo sería completado por la Financiera en
caso de incumplimiento, con el vencimiento pertinente y el importe
del saldo de la operación más los intereses compensatorios y
moratorios por los días transcurridos desde el vencimiento de la
cuota, más las comisiones y gastos de cobranza correspondientes,
por ende, mal haría la demandada en manifestar que el pagaré se
completó en forma contraria a los acuerdos adoptados por las
partes y en forma abusiva; b) En la parte inferior del Pagaré
aparece el nombre de la demandada iniciando con el apellido
paterno, seguido por el apellido materno y finalmente el nombre,
siendo ese el nombre completo de la recurrente, conforme se tiene
del Documento Nacional de Identidad que en copia simple obra a
folio 25, cuyo número y firma corresponden a los consignados en el
pagaré que obra en el expediente. CUARTO.- Al ser apelada dicha

97016 CASACIÓN
resolución por la ejecutada Isabel Amat Quispe, se expide el auto
de vista contenido en la Resolución número diecinueve (cuatro-
1SC) del veintiocho de enero de dos mil quince (folios 145) la cual
confirmó el auto final que declaró infundada la contradicción y
ordenó llevar adelante la ejecución. Precisa en su parte
considerativa lo siguiente: i) Si bien las resoluciones emitidas a
partir de la Resolución número seis no han sido notificadas en la
casilla postal del abogado de la demandada, no puede dejar de
apreciarse que ésta en forma oportuna apeló del auto final, el
mismo que se le notificó en su domicilio indicado en el Documento
Nacional de Identidad, al igual que las Resoluciones seis a la once,
lo que evidencia una convalidación del vicio formal denunciado; ii)
En el recurso de apelación no se ha cuestionado el fundamento
principal que llevó a declarar infundada la contradicción en relación
a no haberse acreditado el abuso del título valor incompleto, por el
contrario, existió autorización para ser llenado en caso de
incumplimiento, extremo que queda firme por el consentimiento
tácito de la demandada apelante. QUINTO.- El Derecho
Constitucional al Debido Proceso tipificado en la Constitución
Política del Perú de mil novecientos noventa y tres establece, en el
inciso 3 del artículo 139 lo siguiente: “Son principios y derechos de
la función jurisdiccional: (…) 3) La observancia del Debido Proceso
y la Tutela Jurisdiccional”. En la sentencia número 0023-2005-AI/
TC el Tribunal Constitucional refirió en el fundamento 43 que: “(…)
los derechos fundamentales que componen el Debido Proceso y la
Tutela Jurisdiccional Efectiva son exigibles a todo órgano que
tenga naturaleza jurisdiccional (jurisdicción ordinaria, constitucional,
electoral y militar) y que pueden ser extendidos, en lo que fuere
aplicable, a todo acto de otros órganos estatales o de particulares
(procedimiento administrativo, procedimiento legislativo, arbitraje y
relaciones entre particulares, entre otros)” y fundamento 48 que:
“(…) este contenido presenta dos expresiones: la formal y la
sustantiva. En la de carácter formal, los principios y reglas que lo
integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales como
las que establecen el Juez Natural, el procedimiento preestablecido,
el Derecho de Defensa y la Motivación; y en su expresión
sustantiva, están relacionados los estándares de razonabilidad y
proporcionalidad que toda decisión judicial debe suponer”. 5.1. Es
así que la garantía al Debido Proceso implica también el administrar
justicia de acuerdo a las normas procesales, porque en razón a su
texto, son consideradas imperativas o de estricto cumplimiento,
consecuentemente, está sancionada su omisión o cumplimiento
deficiente con la respectiva declaración de nulidad, siendo ello así,
es tarea de esta Suprema Sala revisar si se vulneraron o no las
normas que establecen expresamente un determinado
comportamiento procesal con carácter de obligatoriedad, en cuyo
caso, debe disponerse la anulación del acto procesal viciado,
careciendo de objeto el análisis de la infracción normativa
sustantiva. SEXTO.- En tal sentido: “El Derecho a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva”, como derecho constitucional también
contenido en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú, puede verse conculcado con aquellas decisiones o
disposiciones legales que establezcan un obstáculo innecesario y
excesivo, careciendo de razonabilidad respecto de la naturaleza
del trámite del proceso y de los fines del mismo, resultando
pertinente citar al jurista Augusto Morello cuando señala que:
“según constante doctrina constitucional, el Derecho a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva se configura fundamentalmente como la
garantía de que las pretensiones de las partes que intervienen en
un proceso sean resueltas por los órganos judiciales con criterios
jurídicos razonables”1. SÉTIMO.- En el presente caso, es de verse
que la ejecutada pretende que se declare la nulidad de todo lo
actuado hasta el momento en que varió su domicilio procesal al
haberse omitido notificar las resoluciones dictadas, violentándose
su Derecho al Debido Proceso, a la Tutela Jurisdiccional Efectiva y
a la Defensa. OCTAVO.- Conforme fue reseñado por la Sala
Superior, la ejecutada por escrito (folios 26), fijó su domicilio real en
la Avenida Arias Aragüés número 910 Distrito de Mariano Melgar,
Provincia y Departamento de Arequipa y, como domicilio procesal
en el Centro Comercial La Gran Vía Oficina número 237 ubicado en
Calle Siglo XX número 120 del Cercado de Arequipa, asimismo, a
partir de la Resolución número seis- dos mil catorce del veintiocho
de enero de dos mil catorce (folio 68) se notificaron las actuaciones
procesales en el domicilio real de la demandada señalado
originalmente en la demanda y consignado en su Documento
Nacional de Identidad (folio 25), esto es, Avenida Las Malvinas
Manzana A, Lote 5, Pueblo Joven El Paraíso del Distrito de
Paucarpata, Provincia y Departamento de Arequipa, no obstante,
dicha parte ha impugnado oportunamente el auto final, evidenciando
que tuvo conocimiento de las resoluciones que fueron diligenciadas
al domicilio señalado en su Documento Nacional de Identidad, por
lo que, no resulta suficiente alegar la nulidad de un acto procesal o
el incumplimiento de alguna formalidad procesal sino acreditar el
perjuicio con el acto cuestionado conforme lo exige el Principio de
Trascendencia, condición que no ha sido satisfecha, puesto que la
demandada al formular su recurso de apelación contra el auto final
demostró conocer de su contenido, pese a que fue notificada en un
domicilio distinto al fijado en su escrito (folios 26), alcanzando con
ello el objeto de las notificaciones judiciales previsto en el artículo
155 del Código Procesal Civil, además, cabe acotar que la Tutela
Jurisdiccional Efectiva no significa la obligación del órgano
jurisdiccional de admitir la contradicción formulada o que admitida
a trámite tenga necesariamente que declararse fundada la misma,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
por consiguiente, al haberse desestimado la contradicción
formulada, exponiendo claramente las razones jurídicas y fácticas
que sustentan esta decisión y, siendo que la obligación contenida
en el Pagaré es cierta, expresa y exigible, supuestos, que fueron
analizados por las instancias de mérito, no se advierte vulneración
al Debido Proceso, la Tutela Jurisdiccional Efectiva ni al Derecho a
la Defensa. NOVENO.- De otro lado, corresponde mencionar que
la recurrente no ha desvirtuado los argumentos expuestos por la
Sala para desestimar la contradicción al mandato de ejecución, por
consiguiente, al advertirse que el título valor materia de Ejecución
fue aceptado por la demandada, la misma que autorizó a la entidad
financiera a completar el Pagaré (tercer párrafo) en caso de
incumplimiento de pago, además, siendo que el nombre de la
obligada ha sido consignado partiendo por su apellido paterno,
materno y luego el nombre, lo cual permite la plena identificación
de la obligada y no genera duda alguna sobre el compromiso de
pago asumido por la ejecutada, como así lo ha sostenido en su
escrito de contradicción, las infracciones denunciadas deben ser
desestimadas. DÉCIMO.- En tal orden de ideas, se aprecia que las
instancias de mérito han emitido sus fallos consignando sus
consideraciones de hecho y de derecho en forma ordenada y
coherente, dando estricto cumplimiento al deber de salvaguardar el
debido proceso contenido en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, concordante con el artículo I del
Título Preliminar del Código Procesal Civil. IV.- DECISIÓN:
Fundamentos por los cuales, de conformidad con lo regulado en el
artículo 397 del Código Procesal Civil 4.1. Declararon INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto por la demandada Isabel Amat
Quispe (folios 155); NO CASARON el auto de vista contenido en
la Resolución número diecinueve (cuatro – 1SC) de fecha
veintiocho de enero de dos mil quince, (folios 145) expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa.
4.2.- DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad, en los seguidos
por Crediscotia Financiera Sociedad Anónima contra Isabel Amat
Quispe sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por
licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA
1
Morello Augusto. El Proceso Justo. Del Galantismo formal a la efectiva tutela
de los derechos. Buenos Aires. Abeledo- Perrot SA 1994. Páginas 286-287
C-1569469-10
CAS. Nº 1252-2015 LIMA NORTE
TENENCIA Y CUSTODIA DE MENOR. Sumilla.- Se aprecia que,
efectivamente, el Ad quem ha emitido un fallo extra petita, al
otorgar a la demandada (madre del menor) la tenencia exclusiva
del menor hijo de ambos; es decir, se ha pronunciado en forma
distinta a lo que ésta había solicitado al absolver la demanda
(tenencia compartida), implicando ello una infracción al debido
proceso. Lima, cuatro de mayo de dos mil dieciséis. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número mil doscientos
cincuenta y dos - dos mil quince, en Audiencia Pública de la fecha
y producida la votación correspondiente, emite la presente
sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por Jesús Frascuelo Cáceres Cervantes a
fojas trescientos sesenta y ocho, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos cincuenta y uno, de fecha catorce de noviembre
de dos mil catorce, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, que confirma la sentencia
apelada de fojas doscientos setenta y dos, de fecha seis de enero
de dos mil catorce, que declaró infundada la demanda interpuesta
y fija el régimen de visitas a favor de Jesús Frascuelo Cáceres
Cervantes, respecto a su menor hijo Jesús Leal Tadeo Cáceres
Sayas; y la integra declarando que la demandada Olga Sayas Toro
es quien debe tener al menor, disponiendo que el demandante le
entregue al menor dentro del tercer día de notificado con la
sentencia; en los seguidos por Jesús Frascuelo Cáceres Cervantes
contra Olga Sayas Toro, sobre Tenencia y Custodia de Menor.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fojas sesenta del presente cuadernillo, de fecha trece
de julio de dos mil quince, ha estimado procedente el recurso de
casación referido por las causales de infracción normativa de
derecho procesal e infracción normativa de derecho material. El
recurrente denuncia: A) Indebida aplicación de los artículos 418
y 423 inciso 5 del Código Civil: Señala que si bien el artículo 418
del Código Civil define la patria potestad como el deber y el derecho
que tienen los padres de cuidar de la persona y bienes de sus hijos
menores, lo que es distinto a la pretensión demandada que es el
derecho a la tenencia y custodia del menor, el Ad quem no ha
tomado en cuenta la opinión del menor expresada en la audiencia
complementaria de fecha diez de julio de dos mil trece; B)
Interpretación errónea del artículo 81 del Código de los Niños
y Adolescentes: Norma que regula la tenencia del niño y del
adolescente, puesto que la Sala Superior no ha considerado el
extremo de la citada norma en cuanto dispone que se determine la
tenencia tomando en consideración el parecer del menor, por
cuanto, a lo largo de la declaración de éste, ha hecho alusión, de
que quiere quedarse bajo la custodia de su padre. Ello se debe a
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que, como se encuentra acreditado en autos, la madre abandonó a
su menor hijo para irse a vivir con una tercera persona, hecho que
no ha sido desacreditado a lo largo del proceso; C) Infracción
normativa del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política
del Perú: Alega que la sentencia de vista ha perjudicado su
derecho en beneficio de la demandada, máxime si ella no apeló la
sentencia. La doctrina nacional e internacional es unánime al
prescribir que no se puede reformar la sentencia de manera
peyorativa para la única parte apelante, es decir, el Ad quem ha
incurrido en reformatius in peius, la Sala Superior sólo pudo
reformar la sentencia a favor del recurrente y no en contra como ha
ocurrido en el presente caso, al haber concedido la tenencia de su
menor hijo a la parte demandada. De la simple lectura del proceso
se puede constatar que la demandada se limitó a solicitar la
tenencia compartida, por ende, al otorgársele la tenencia total de
su menor hijo, el recurrente alega encontrarse frente a un fallo
extra petita, pues la sentencia rebasa el marco de la demanda en
términos cualitativos, es decir, se pronuncia otorgando pretensiones
que no han sido materia de la demanda, esto es, cuando se otorgan
conceptos o derechos que no forman parte del petitorio de la
misma y menos, se fijó como punto controvertido la tenencia a
favor de la parte contraria. El fundamento central para sancionar el
fallo extra petita en nuestro sistema procesal radica en que
constituye éste una infracción al debido proceso contemplado en la
norma antes citada. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente
a la absolución del recurso de casación sub examine es necesario
hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal
sentido, se advierte que a fojas diecisiete Jesús Frascuelo Cáceres
Cervantes interpone demanda contra Olga Sayas Toro solicitando
que se le otorgue la tenencia y custodia del menor hijo de ambos
Jesús Leal Tadeo Cáceres Sayas. Como fundamentos de su
demanda sostiene que contrajo matrimonio con la demandada el
dieciocho de noviembre de dos mil, ante la Municipalidad Distrital
de San Juan de Lurigancho, procreando al menor Jesús Leal Tadeo
Cáceres Sayas, quien se encuentra viviendo con el demandante;
con fecha uno de noviembre de dos mil doce, su esposa
(demandada) hizo abandono de hogar, puesto que se involucró
sentimentalmente con otra persona, dejando al menor en su poder,
motivo por el cual el recurrente se encarga de su cuidado, sin que
la madre tenga participación alguna. Existe incertidumbre respecto
a la tenencia del menor, ya que la demandada podría arrebatárselo,
lo que pondría en peligro su integridad física y psicológica. Que,
por existir discrepancia y falta de acuerdo en cuanto a cuál de los
padres debe ejercer la tenencia del menor es que interpone la
demanda con el fin de que el juzgado determine el mejor derecho
de uno de los progenitores. SEGUNDO.- Tramitada la demanda
según su naturaleza, el A quo, mediante sentencia de fojas
doscientos setenta y dos, de fecha seis de enero de dos mil
catorce, declara infundada la demanda; fija a favor del demandante
un régimen de visitas, el cual deberá efectuarse los días martes y
jueves desde las cuatro de la tarde hasta las seis de la noche, en el
hogar materno sin externamiento; y el primer sábado de cada mes
con externamiento del hogar materno, debiendo recoger a su
menor hijo a las diez de la mañana y retornarlo al día siguiente
(domingo) al hogar materno a las seis de la tarde; asimismo, el
tercer sábado de cada mes con externamiento del hogar materno,
debiendo recoger a su menor hijo a las diez de la mañana y
retornarlo al hogar materno al día siguiente (domingo) a las seis de
la tarde. Como fundamentos de su decisión sostiene que si bien
ambos progenitores no se encuentran incapacitados para ejercer la
tenencia del menor; sin embargo, siendo relevante crear seguridad
al menor, así como brindarle un hogar en el cual no se le manifieste
la negatividad del progenitor ausente, sino por el contrario,
coadyuvar al mejoramiento de las relaciones parentales; siendo
ello así, estando a que de las pruebas se desprende que el menor
estaría siendo influenciado en forma negativa contra la progenitora,
corresponde cambiar el ambiente del mismo, y que si bien el
demandante señala que la demandada mantiene una relación con
una tercera persona con conductas negativas, sin embargo, del
informe social no se advierte que dicha persona conviva con la
demandada; más aún, la accionada ha señalado en su declaración
de parte estar arrepentida de dicha relación, reclamando sólo a su
hijo. TERCERO.- Apelada la mencionada sentencia, la Sala
Revisora, mediante sentencia de fojas trescientos cincuenta y uno,
de fecha catorce de noviembre de dos mil catorce, la confirma y,
además, la integra declarando que la demandada Olga Sayas Toro
sea quien tenga al menor Jesús Leal Tadeo Cáceres Sayas; en
consecuencia, dispone que el demandante entregue al mismo
dentro del tercer día de notificado con la sentencia; bajo
apercibimiento de ejecución forzada. Como sustento de su decisión
manifiesta que en virtud a los informes sociales practicados en las
viviendas, tanto del demandante como de la demandada, así como
también por los informes psicológicos practicados en ambos y en el
menor, concuerdan con la Juez de la causa en el sentido que las
conductas de aquéllos no constituyen una situación de riesgo para
el desarrollo integral del menor, en tanto que ambos expresan
sentimientos de afecto hacia él, y éste anhela vivir con ambos. De
manera singular, se descarta que la demandada haya tenido -o
tenga- conducta negativa para el menor. La denuncia policial de
“abandono de hogar” interpuesta por el demandante queda
enervada con las denuncias y actuaciones policiales y judiciales
interpuestas en su contra por la demandada. Éstas revelan que la
agredió físicamente en repetidas ocasiones, dando lugar a su retiro
97017
del hogar conyugal. Para definir la controversia, si bien se debe
tomar en cuenta la opinión del niño, como dispone la ley, en el caso
de autos ello no debe ser determinante, por cuanto, en la audiencia
respectiva el menor ha señalado “(…) mi papá me ha dicho que
diga que me quiero quedar con él (…)”, lo que refleja que -dada su
capacidad limitada de discernimiento- ha sido influenciado por su
padre (demandante). En tal contexto, en aplicación del principio del
interés superior del niño invocado, al no existir una situación
negativa para que la demandada tenga a su menor hijo, y aún
cuando ella no ha formulado reconvención en ese sentido, pero
que al contestar la demanda ha expresado dicho interés, lo que ha
sido sometido al contradictorio, en aplicación del principio de
flexibilización del principio de congruencia en asuntos de derecho
de familia establecido por la Corte Suprema de Justicia de la
República en el Tercer Pleno Casatorio Civil, integrando la
sentencia por omisión, se debe decidir porque la tenencia del
menor sea ejercida por la demandada. El ejercicio de ese derecho
debe ser facilitando el contacto físico y moral permanente del
menor con su padre, conforme al régimen de visitas establecido en
la apelada. CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente,
el recurso de casación ha sido declarado procedente por las
causales de infracción normativa de derecho procesal e infracción
normativa de derecho material, debiendo absolverse, en primer
lugar, las denuncias de carácter procesal, de modo que si se
declara fundado el recurso por esta causal deberá verificarse el
reenvío, no teniendo objeto, en tal caso, el pronunciamiento
respecto a la causal sustantiva.QUINTO.- En tal sentido, en su
denuncia de carácter procesal contenida en el apartado C) el
recurrente alega que se ha vulnerado su derecho al debido
proceso, por cuanto la sentencia de vista contiene un fallo extra
petita. Al respecto, debe indicarse que estaremos ante un fallo de
tal cualidad cuando el órgano jurisdiccional otorga un derecho que
no había sido solicitado en la demanda. En el caso sub examine, el
demandante Jesús Frascuelo Cáceres Cervantes solicitó en su
demanda que se le otorgue la tenencia y custodia de su menor hijo
Jesús Leal Tadeo Cáceres Sayas, a fin de ejercerla en forma
exclusiva. Luego, efectuado el emplazamiento de ley a la
demandada, ésta en su escrito de fojas ochenta y uno, no reconvino
solicitando ser ella quien ejerza la tenencia exclusiva; sin embargo,
manifestó que ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo con el
demandante, se dictara un régimen de tenencia compartida. Por
consiguiente, se aprecia que, efectivamente, el Ad quem ha emitido
un fallo extra petita, al otorgar a la demandada la tenencia exclusiva
del menor hijo de ambos; es decir, se ha pronunciado en forma
distinta a lo que ésta había solicitado al absolver la demanda
(tenencia compartida), implicando ello una infracción al debido
proceso. SEXTO.- Sobre el particular debe anotarse que la
tenencia compartida es factible jurídicamente, en atención a lo
previsto por el artículo 81 del Código de los Niños y Adolescentes;
más aún, si se tiene en cuenta que el propio Ad quem ha
determinado en la recurrida que las conductas de ambos padres
del menor no constituyen una situación de riesgo para el desarrollo
integral del mismo, en tanto que ambos expresan sentimientos de
afecto hacia él, y éste anhela vivir con ambos.SÉTIMO.- En
consecuencia, se verifica la denuncia de vulneración del derecho al
debido proceso del recurrente, en los términos antes descritos, lo
cual conlleva la nulidad de la sentencia recurrida, en atención a lo
dispuesto por el artículo 396, inciso 1 del Código Procesal Civil,
correspondiendo al Ad quem renovar el acto procesal viciado, es
decir, emitir nueva sentencia, de conformidad con las
consideraciones previamente vertidas. Cabe agregar que, en
atención a lo establecido en el considerando cuarto de la presente
resolución carece de objeto pronunciarse sobre la denuncia de
contenido material. Por las razones anotadas y en aplicación del
artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Jesús Frascuelo
Cáceres Cervantes a fojas trescientos sesenta y ocho; por
consiguiente, CASARON, la sentencia de vista de fojas trescientos
cincuenta y uno, de fecha catorce de noviembre de dos mil catorce,
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima Norte; en consecuencia, NULA la misma; ORDENARON a la
Sala Superior de su procedencia emita nueva sentencia, con
arreglo a ley, y conforme a lo establecido en los considerandos
precedentes; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Jesús Frascuelo Cáceres Cervantes contra
Olga Sayas Toro, sobre Tenencia y Custodia de Menor; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-11
CAS. Nº 1394-2015 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Sumilla: La sentencia de vista no
adolece de vicio alguno que amerite su nulidad, pues se ha dejado
plenamente acreditado que el actuar del recurrente deviene en
ilícito por cuanto del escrito de oposición como del recurso de
apelación –los cuales constituyen declaraciones asimiladas- éste
tendría conocimiento del proceso de Obligación de Dar Suma de
Dinero, en el cual el Juez de la causa adjudicó el inmueble a la
actora con fecha anterior a la adquisición del bien, por su parte.
Lima, veinte de julio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número mil trescientos noventa y

97018 CASACIÓN
cuatro - dos mil quince, en audiencia del día de la fecha y producida
la votación conforme a ley, emite la siguiente sentencia. I. MATERIA
DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación de fojas
ochocientos sesenta y uno interpuesto por Marcial Adrian Rojas
Peña contra la sentencia de vista de fojas ochocientos treinta y
seis, de fecha ocho de setiembre de dos mil catorce, emitida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte,
la misma que ha confirmado la sentencia apelada que declaró
fundada la demanda, en consecuencia nulo el acto jurídico
contenido en el contrato de compraventa celebrado con fecha
diecinueve de abril de dos mil uno. II. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Esta Sala Suprema Civil Transitoria mediante
Resolución de fecha siete de julio de dos mil quince, declaró
procedente el recurso de casación por las siguientes causales: a)
Infracción normativa material de los artículos 140 y 2014 del
Código Civil; sostiene que no se ha aplicado ni valorado
correctamente el Principio de la Buena Fe del comprador y tampoco
se ha tomado en cuenta la validez de la adquisición. El recurrente
es un tercero adquiriente de buena fe y además el acto jurídico está
revestido de toda licitud y no es contrario a las normas de orden
público, tampoco se ha tomado en cuenta el accionar del
codemandado, quien adquirió el inmueble de los copropietarios,
actos que importan el ejercicio de propiedad exclusiva sobre el
inmueble donde aparecen los derechos inscritos a favor de los
codemandados; b) Infracción normativa material por aplicación
indebida de los artículos V del Título Preliminar y 219 incisos 4
y 8 del Código Civil; la parte recurrente sostiene que se ha
transgredido su derecho al haberse concluido que el recurrente
adquirió el inmueble de buena fe y en forma válida, de sus cuatro
copropietarios, quienes transfirieron de buena fe y en forma
legítima y conforme al orden público y las buenas costumbres,
razón por la cual se puede señalar que dichos principios han sido
mal aplicados, así como los de propiedad y registral; por ello la
sentencia no abarca el real conflicto de intereses planteado, el
mismo que da origen a la sentencia sesgada y que no contrasta la
realidad de los hechos suscitados; y c) Infracción normativa
procesal de los artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, 122 segundo párrafo del Código Procesal Civil; la
parte recurrente sostiene que se ha afectado el Debido Proceso,
por cuanto la sentencia recurrida adolece de una debida motivación,
siendo renuente a lo previsto en las Casaciones números 4534-
2010 y 1156-2013; toda vez que en ningún momento se ha
pronunciado sobre la buena fe del demandado establecida en el
proceso de Mejor Derecho de Propiedad , cuya sentencia se
encuentra firme. III. CONSIDERANDO. PRIMERO.- Corresponde
precisar que por causal de casación se entiende al motivo que la
ley establece para la procedencia del recurso”; pues, éste ha de
sustentarse en las causales previamente señaladas en la ley; es
decir, puede interponerse por infracción de la ley o por
quebrantamiento de la forma; considerándose como motivos de
casación por infracción de la ley, la violación en el fallo, de leyes
que debieron aplicarse al caso así como la falta de congruencia
entre lo decidido y las pretensiones formuladas por las partes y la
falta de competencia; mientras que los motivos por quebrantamiento
de la forma aluden a las infracciones en el procedimiento; en tal
sentido si bien todas las causales suponen una violación de la ley,
también lo es que ésta puede darse en la forma o en el fondo y
habiéndose declarado procedente la denuncia casatoria por causal
material, corresponde hacer un análisis a fin de determinar si las
mismas han sido debidamente interpretadas y aplicadas.
SEGUNDO.- Incursionando en la denuncia procesal, la parte
recurrente sostiene que se afecta el Debido Proceso,
específicamente la Motivación de las Resoluciones Judiciales, por
cuanto los órganos de mérito se han alejado de las disposiciones
establecidas en las Casaciones signadas con los números 4534-
2010 y 1156-2011, ya que han omitido pronunciarse sobre la buena
fe del demandado, establecida en el proceso sobre Mejor Derecho
de Propiedad; por lo que le corresponde a este Tribunal Supremo
verificar si la decisión adoptada por la Sala de mérito fue expedida
respetando lo dispuesto por el artículo 50 inciso 6 del Código
Procesal Civil concordante con la norma contenida en el artículo 12
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial
que estatuyen que los Magistrados tienen la obligación de
fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción de nulidad,
respetando los Principios de Jerarquía de las Normas y de
Congruencia. TERCERO.- Sobre el particular es del caso anotar
que el artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
establece que el Debido Proceso asiste a toda persona por el sólo
hecho de serlo, facultándola a exigir del Estado un juzgamiento
imparcial y justo ante un Juez responsable competente;
constituyendo la Motivación de las Resoluciones Judiciales una
Garantía Constitucional que asegura la publicidad de las razones
que los Jueces tuvieron en cuenta para pronunciar sus sentencias;
resguardando a los particulares y a la colectividad de las decisiones
arbitrarias de quienes de este modo no pueden ampararse en
imprecisiones subjetivas ni decidir causas a capricho. CUARTO.-
Esta Sala Suprema, mediante ejecutorias expedidas con fecha
doce de diciembre de dos mil once y doce de diciembre de dos mil
trece, anuló en dos oportunidades el fallo adoptado por la Sala
Superior, disponiendo se emita nuevo pronunciamiento respecto a
la buena fe del comprador, así como a los efectos jurídicos de las
resoluciones emitidas en el proceso sobre Mejor Derecho de
Propiedad; por cuanto en éste último se dejó abierta la posibilidad
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de que en otro proceso se pueda ventilar un pronunciamiento
respecto a la mala fe del demandado. QUINTO.- Atendiendo a lo
indicado en el considerando precedente, esta Sala Suprema
concluye que de la revisión de autos así como del análisis de la
resolución cuestionada, no se advierte la presencia de vicio alguno
para nulificar la decisión adoptada por la Sala Superior, pues está
siguiendo los lineamientos dados por este Órgano Supremo, ha
confirmado la decisión adoptada por el Juez de la causa, al
considerar que la buena fe del impugnante se desvirtuó por el
hecho de que el mismo puso en evidencia su conocimiento sobre la
transferencia de la propiedad que el Juez de Paz Letrado otorgó a
favor de la actora, cuando se opuso a la orden de lanzamiento del
bien sublitis e indicando ser el poseedor y propietario del bien
desde mil novecientos noventa y siete; hecho que también se
corrobora con las publicaciones realizadas en el inmueble y en el
Diario Oficial “El Peruano”; estableciendo con ello contrario sensu,
su mala fe; acto que no fue desvirtuado por el recurrente a través
de los mecanismos que nuestro ordenamiento legal prevé;
consecuentemente el recurso de casación debe ser declarado
infundado en cuanto a este extremo se refiere. SEXTO.-Habiéndose
desestimado las denuncias procesales, corresponde proceder con
el análisis de las denuncias de las infracciones de orden material,
contenidas en los artículos V del Título Preliminar, 219 incisos 3 y
4, 140 y 2014 del Código Civil, a fin de establecer si el razonamiento
efectuado por la Sala Superior se encuentra arreglado a ley.
SÉTIMO.- Siendo así, y previamente a resolverse la denuncia
acotada, corresponde indicar que no debe perderse de vista que
nuestro ordenamiento legal exige que las normas invocadas deben
demostrar la incidencia directa que sus alegaciones tienen sobre
las decisiones adoptadas, para cuyo fin las mismas no deben estar
referidas a situaciones de hecho, por cuanto las mismas ya fueron
materia de análisis y pronunciamiento en sede superior, debiendo
tener en cuenta más bien que la finalidad que se persigue con tales
cuestionamientos es rebatir el razonamiento efectuado, ya sea por
la interpretación o aplicación indebida o inaplicación de una norma;
y en caso de no cumplirse con dichos lineamientos el recurso debe
ser desestimado, en razón a que esta Sede Casatoria no está
facultada para suplir las deficiencias que las partes tuvieron al
momento de interponer el recurso de casación. OCTAVO.- Como
sustento de su pretensión casatoria, la parte recurrente alega que
se han transgredido las normas acotadas al no haberse valorado
correctamente el Principio de la Buena Fe del comprador, como
tampoco se ha tomado en cuenta la validez de la adquisición del
bien; toda vez que el acto jurídico está revestido de licitud y no es
contrario a las normas de orden público. NOVENO.- Atendiendo a
lo indicado en el considerando precedente, resulta pertinente hacer
las siguientes precisiones, primero: Si bien se alega la transgresión
de los preceptos normativos materiales, consideramos que las
alegaciones que se hagan sobre las mismas deben estar orientadas
a que se verifique si tales preceptos legales o la conformación y
concurrencia de sus elementos constitutivos han sido debidamente
interpretados y aplicados por las instancias superiores, lo cual no
se da en el caso de autos; toda vez que las afirmaciones que sirven
de sustento al recurso de casación están referidas a situaciones de
hecho, como es el caso cuando refiere que no se valoró
debidamente el Principio de la Buena Fe del comprador, ni mucho
menos se tomó en cuenta la validez de la adquisición, ni el accionar
del impugnante quien adquirió el inmueble de sus anteriores
propietarios, aspectos de los cuales se evidencia la intención de
que se ampare su recurso a través de una revaloración de los
medios probatorios; lo cual no es viable en sede casatoria por
contravenir los fines del recurso; segundo: Teniendo en cuenta lo
indicado, esta Sala Suprema concluye que la decisión adoptada
por la Sala Superior se encuentra arreglada a ley, al haber dejado
acreditado en autos que la buena fe –alegada por el recurrente- al
momento de adquirir el inmueble sublitis se ha desvanecido, toda
vez que de las declaraciones asimiladas-consistentes en las
versiones expuestas en el escrito de oposición y el recurso de
apelación- se tiene que éste conocía del proceso sobre obligación
de dar suma de dinero, decisión que encuentra mayor refuerzo al
sostener que también el impugnante tendría conocimiento de dicho
acto con las publicaciones ordenadas en el proceso de ejecución
forzada. Asimismo, la Sala Superior en aplicación del Principio de
Iura Novit Curia, - lo cual es correcto- determinó que resulta
también aplicable al caso concreto los alcances regulados por el
artículo 219 inciso 5 del Código Civil; toda vez que habiendo
pasado la titularidad del bien a favor de la actora con fecha anterior,
éste no podía ser dispuesto por quienes ya no eran propietarios, ni
ser adquiridos por el comprador quien conocía de dicha situación;
consecuentemente el recurso de casación debe ser declarado
infundado. IV. DECISIÓN Por los fundamentos expuestos y en
aplicación de las disposiciones establecidas en el artículo 397 del
Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de
casación de fojas ochocientos sesenta y uno interpuesto por
Marcial Adrian Rojas Peña; NO CASARON la sentencia de vista de
fojas ochocientos treinta y seis, de fecha ocho de setiembre de dos
mil catorce, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte que confirma la apelada que declaró
fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Eudomilia Soto Alvarado con Marcial Adrian
Rojas Peña y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico, y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Barrera por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello
Matamala. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-12
CAS. Nº 1491-2015 LAMBAYEQUE
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. SUMILLA: El pagaré sub materia
que contiene el crédito otorgado a Nélida Edelmira Fernández
Manay constituye una obligación que se encuentra dentro de los
alcances de la garantía hipotecaria otorgada por los garantes
hipotecarios co-ejecutados, pues la garantía de dicha obligación
surge de la Escritura Pública obrante a fojas cinco otorgada a favor
del ejecutante (Banco del Crédito del Perú). Lima, veintidós de julio
de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número mil cuatrocientos noventa y uno – dos mil quince; y,
producida la votación con arreglo a ley, ha emitido la siguiente
sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata
del recurso de casación interpuesto por Mauro Albino Fernández
Lucero e Yris Marilú Céspedes Salazar a fojas doscientos doce,
contra el auto de vista de fojas ciento noventa y dos, de fecha doce
de diciembre de dos mil catorce, expedida por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que confirma
el auto final contenido en la Resolución número cinco, de fojas
ciento cuarenta y dos, de fecha veintinueve de agosto de dos mil
catorce, que declaró infundada la contradicción propuesta por los
codemandados Mauro Albino Fernández Lucero e Yris Marilú
Céspedes Salazar; y se dispone sacar a remate el bien inmueble
otorgado en garantía hipotecaria, en los seguidos por el Banco de
Crédito del Perú contra Nélida Edelmira Fernández Manay, Pascual
Montalvo Díaz, Yris Marilú Céspedes Salazar y Mauro Albino
Fernández Lucero, sobre Ejecución de Garantías. 2. CAUSALES
DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de fecha
diecinueve de enero de dos mil dieciséis, corriente a fojas sesenta
del cuaderno de casación, este Supremo Tribunal ha declarado
procedente el recurso de su propósito, por las causales
denunciadas de: II.1. Infracción normativa de los incisos 3 y 14
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú. II.2.
Infracción normativa del inciso 4 del artículo 720 del Código
Procesal Civil. 3. ANTECEDENTES: Previamente a la absolución
de las denuncias formuladas por los recurrentes, conviene hacer
las siguientes precisiones respecto de lo acontecido en el proceso:
IV.1. Con fecha cinco de marzo de dos mil catorce, a fojas treinta y
tres, el Banco de Crédito del Perú interpone demanda contra
Nélida Edelmira Fernández Manay, Pascual Montalvo Díaz, Yris
Marilú Céspedes Salazar y Mauro Albino Fernández Lucero, a fin
que cumplan con pagarle la suma total de ciento cuarenta y tres mil
novecientos siete soles con cuatro céntimos (S/143,907.04), más
intereses compensatorios y moratorios pactados. Argumenta su
pedido en lo siguiente: I) Se ha otorgado un crédito a favor de los
ejecutados por la suma de sesenta y siete mil quinientos treinta y
ocho soles con cincuenta y nueve céntimos (S/67,538.59)
correspondiente a la tarjeta de crédito número 4099800008939784,
reflejado en la letra de cambio girada; II) Asimismo, se ha otorgado
un Crédito Efectivo número 100305000000000003608601
contenido en el pagaré, por la suma de setenta y seis mil trescientos
sesenta y ocho soles con cuarenta y cinco céntimos (S/76,368.45);
III) Al momento de otorgar dichos montos dinerarios a favor de los
ejecutados se inscribió a favor del ejecutante una hipoteca que
mantiene a su favor hasta por la suma de veinticinco mil seiscientos
noventa y dos dólares americanos con sesenta cuatro centavos
(US$25,692.64), sobre el inmueble ubicado en la Calle Santa Rosa
número 173, Manzana F, Lote 9, de la Urbanización Popular de
Interés Social María Parado de Bellido, Parcela I, del distrito de
José Leonardo Ortiz, provincia de Chiclayo y departamento de
Lambayeque, inscrito en la Partida número P10030334 del Registro
de Propiedad Inmueble de la Zona Registral número II – Sede
Chiclayo, para que en caso de incumplimiento se proceda a su
ejecución; y IV) No se ha cumplido con honrar dichas obligaciones
a favor de la ejecutante, originando que su saldo deudor ascienda
a la suma de ciento cuarenta y tres mil novecientos siete soles con
cuatro céntimos (S/143,907.04). IV.2. Mediante escrito de fecha
dieciséis de mayo de dos mil catorce, de fojas sesenta y dos, Yris
Marilú Céspedes Salazar y Mauro Albino Fernández Lucero
formulan contradicción a la ejecución sustentándola en la causal de
inexigibilidad de la obligación, refiriendo que: I) Es cierto que
otorgaron la hipoteca que ahora se pretende ejecutar; sin embargo,
el crédito reflejado en el pagaré número BNX03941183, de fecha
cuatro de agosto de dos mil once, deriva de una ampliación de
crédito hasta por la suma de setenta y seis mil trescientos sesenta
y ocho soles con cuarenta y cinco céntimos (S/76,368.45), otorgado
sin previo conocimiento de su persona, no obstante que tenían la
calidad de garantes hipotecarios; II) La hipoteca solo garantizaba el
primero de los créditos y no el segundo, advirtiéndose una conducta
dolosa por parte del ejecutante y los co-ejecutados; y III) Respecto
del crédito garantizado, los obligados principales han efectuado
varios pagos parciales, los mismos que no han sido tomados en
cuenta al liquidar la obligación. IV.3. Por Auto Final de primera
instancia de fecha veintinueve de agosto de dos mil catorce,
obrante a fojas ciento cuarenta y dos, el A quo declara infundada la
contradicción formulada por los coejecutados Mauro Albino
Fernández Lucero e Yris Marilú Céspedes Salazar; y en
consecuencia dispone sacar a remate el bien inmueble otorgado
97019
en garantía hipotecaria. Decisión que se basa en los siguientes
fundamentos: I) Examinada la Escritura Pública de Constitución de
Fianza Solidaria y de Hipoteca de fecha veinticinco de julio de dos
mil once, los citados coejecutados constituyeron hipoteca a favor
del Banco de Crédito del Perú, hasta por la suma de veinticinco mil
seiscientos noventa y dos dólares americanos con sesenta y cuatro
centavos (US$25,692.64), sobre el bien inmueble, según lo
pactado expresamente en su cláusula cuarta, que dice el pago de
las obligaciones que el cliente y los ejecutados tenían contraídas
y/o que en el futuro pudiese contraer con el ejecutante, que consten
en contratos y/o títulos valores derivados de los créditos directos o
indirectos que se les haya otorgado y/o que en el futuro les otorgue
el banco, además, de incluir una serie de obligaciones de manera
general; y II) En relación a la obligación puesta a cobro contenida
en el pagaré identificado con número BNX03941183, por la suma
de setenta y seis mil trescientos sesenta y ocho soles con cuarenta
y cinco céntimos (S/76,368.45), emitido el cuatro de agosto de dos
mil once, puede concluirse que esta sí se encuentra garantizada
con la hipoteca otorgada por los ejecutados pues constituye una
obligación futura a cargo de sus afianzados y garantizados,
conforme a lo expresamente pactado por las partes, no requiriendo
que éstos hayan intervenido en la operación de crédito ni en la
emisión del pagaré. IV.4. Elevada la sentencia en apelación, el Ad
quem, por auto de vista de fecha doce de diciembre de dos mil
catorce, obrante a fojas ciento noventa y dos, confirmó el auto
final contenido en la Resolución número cinco, de fecha veintinueve
de agosto de dos mil catorce, que declara infundada la contradicción
formulada por los coejecutados Mauro Albino Fernández Lucero e
Yris Marilú Céspedes Salazar; y en consecuencia, dispone sacar a
remate el bien inmueble otorgado en garantía hipotecaria.
Fundamentan su decisión en lo siguiente: I) Los demandados
otorgaron a favor del demandante una garantía abierta, que
garantiza obligaciones pasadas, presentes y futuras de Nélida
Edelmira Fernández Manay y Pascual Montalvo Díaz y provenientes
de saldos deudores en cuentas corrientes, préstamos, pagarés y/o
letras de cambio u otros títulos valores; II) Al haberse garantizado
entre ellas obligaciones futuras, resultaba necesario que el
ejecutante acredite su nacimiento, es por esta razón que ha
presentado el Pagaré BNX03941183 que contiene el crédito
otorgado a Nélida Edelmira Fernández Manay, obligación que se
encuentra dentro de los alcances de la garantía hipotecaria
otorgada por los garantes hipotecarios coejecutados, siendo
innecesario que éstos suscriban como fiadores el indicado pagaré,
pues la garantía de dicha obligación surge de la Escritura Pública
que contiene la garantía hipotecaria que otorgaron a favor del
ejecutante, concluyéndose que el agravio denunciado por los
apelantes no se configura; y III) En la contradicción se cuestionó la
liquidación del saldo deudor de la Cuenta número
4099800008939784, en razón a que en ella no se habrían
considerado los pagos a cuenta, anteriores a la fecha de la
liquidación, que constan en las documentales obrantes a fojas
cincuenta y seis a cincuenta y nueve; sin embargo, dicho saldo
deudor al ser puesto en conocimiento de la coejecutada Nélida
Edelmira Fernández Manay, conforme consta en la documental de
fecha quince de octubre de dos mil trece, no fue observado dentro
del plazo previsto en la parte in fine del artículo 228 de la Ley
número 26702. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:
PRIMERO.- Que, según lo establecido por el artículo 384 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, el
recurso extraordinario de casación tiene por fines esenciales la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto así
como la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República, por tanto este Tribunal
Supremo sin constituir una tercera instancia adicional en el proceso
debe pronunciarse acerca de los fundamentos del recurso por la
causal declarada procedente. SEGUNDO.- Que, nuestro
ordenamiento procesal ha establecido en especial, tres procesos
de ejecución distintos en el Título V de la Sección V del Código
Procesal Civil: a) El ejecutivo, que se promueve con los títulos
ejecutivos enumerados en el artículo 693 del Código Procesal Civil;
b) El de Ejecución de Resoluciones Judiciales, que se utiliza para
los “títulos de ejecución" previstos en el artículo 713 del Código
Formal; y c) El de Ejecución de Garantías Reales en la forma
establecida en el artículo 720 del Código anotado, correspondiendo
a esta última el carácter de pretensión real, y como se puede
advertir distinta a la pretensión personal que comporta el proceso
ejecutivo. TERCERO.- Que la acción real, llamada propiamente
pretensión real, deriva de un contrato de garantía que como
institución jurídica permite un efectivo aseguramiento del
cumplimiento de una obligación afectando un determinado bien; de
tal modo que, ante el incumplimiento del obligado se constituye en
un mecanismo que permite una expeditiva recuperación del crédito
por hallarse respaldado por el bien gravado de propiedad del
deudor o de terceros. CUARTO.- Que, en el presente caso, el
Banco de Crédito del Perú interpuso demanda de Ejecución de
Garantías Reales a efectos que los ejecutados Nélida Edelmira
Fernández Manay, Pascual Montalvo Díaz, Yris Marilú Céspedes
Salazar y Mauro Albino Fernández Lucero cumplan con pagarle la
suma de ciento cuarenta y tres mil novecientos siete soles con
cuatro céntimos (S/143,907.04), más intereses compensatorios y
moratorios pactados correspondiente a sesenta y siete mil
quinientos treinta y ocho soles con cincuenta y nueve céntimos
(S/67,538.59) reflejado en la letra de cambio girada a la vista (fojas

97020 CASACIÓN
quince), y por el monto de setenta y seis mil trescientos sesenta y
ocho soles con cuarenta y cinco céntimos (S/76,368.45),
correspondientes al Crédito número 100305000000000003608601
contenido en el pagaré obrante a fojas diecinueve, más costas y
costos del proceso. QUINTO.- Que, siendo ello así debe precisarse
que en este tipo de procesos el título de ejecución está constituido
por el documento que contiene la garantía siempre que en dicho
documento también se encuentre contenida la obligación
garantizada conforme a lo establecido en el artículo 720 inciso 1
del Código Procesal Civil, caso contrario también constituirá el
título de ejecución el documento que contenga la obligación
garantizada, como son la letra de cambio (girada a la vista) y el
pagaré. SEXTO.- Que, en relación a la obligación puesta a cobro
contenida en el pagaré identificado con número BNX03941183, por
la suma de setenta y seis mil trescientos sesenta y ocho soles con
cuarenta y cinco céntimos (S/76,368.45) emitido el cuatro de
agosto de dos mil once, este Supremo Colegiado al igual que las
instancias de mérito advierten que sí se encuentra garantizada la
hipoteca otorgada por los ejecutados Mauro Albino Fernández
Lucero e Yris Marilú Céspedes Salazar, pues constituye una
obligación futura a cargo de los fiadores solidarios conforme a lo
expresamente pactado en la cláusula cuarta del documento de
Constitución de Fianza Solidaria y de Hipoteca de fojas cinco y
siguientes en la que expresamente se señala que: “(…) La hipoteca
igualmente respaldará el pago de las obligaciones que el Cliente
y/o el otorgante tiene contraídas y/o que en el futuro pudiese
contraer con el Banco como fiadores avalistas de terceros deudores
del Banco, incluyendo aquellas obligaciones asumidas
originalmente por el Cliente y/o el otorgante a favor de terceros en
contratos y/o títulos valores y que hayan sido transferidas, cedidas
o endosadas a favor del Banco”. SÉTIMO.- Que, siendo ello así el
pagaré sub materia que contiene el crédito otorgado a Nélida
Edelmira Fernández Manay constituye una obligación que se
encuentra dentro de los alcances de la garantía hipotecaria
otorgada por los garantes hipotecarios coejecutados, pues la
garantía de dicha obligación (contenida en el pagaré) surge de la
Escritura Pública obrante a fojas cinco otorgada a favor del
ejecutante (Banco del Crédito del Perú). OCTAVO.- Que, en ese
sentido no se advierte la infracción normativa de carácter procesal
denunciada, esto es, la contravención tanto al Derecho al Debido
Proceso como al de Defensa; de otro lado respecto a la infracción
del artículo 720 inciso 4 del Código Procesal Civil, en el sentido que
la parte ejecutante no ha presentado el estado del saldo deudor del
primer crédito de fecha veinticinco de julio de dos mil once y ello
probaría la connivencia del accionante con los deudores principales
para actuar de mala fe, es de advertirse que lo que es materia de
dilucidación en este proceso es el cumplimiento de la obligación
contenida en el pagaré de fojas diecinueve, mas no el cumplimiento
del monto reflejado en el primer crédito otorgado, en todo caso las
instancias de mérito ya determinaron que de existir pagos parciales
efectuados con anterioridad a la notificación de la Carta Notarial
deben tenerse por descontados en el saldo deudor puesto que este
no fue observado en el plazo de ley; sin embargo, los pagos
posteriores deben descontarse en ejecución de sentencia conforme
a lo establecido en el artículo 1257 del Código Civil. 5. DECISIÓN:
Estando a las consideraciones expuestas y de conformidad con los
artículos 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y 397 del Código Procesal Civil, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Mauro Albino
Fernández Lucero e Yris Marilú Céspedes Salazar a fojas
doscientos doce; en consecuencia, NO CASARON el auto de vista
de fojas ciento noventa y dos, de fecha doce de diciembre de dos
mil catorce, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Banco de Crédito del Perú
contra Mauro Albino Fernández Lucero y otros, sobre Ejecución de
Garantías; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia de la Jueza Suprema
Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-13
CAS. Nº 1757-2015 LA LIBERTAD
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA.- “De
conformidad con artículo 197 del Código Procesal Civil, todos los
medios probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada, no obstante ello, en la
resolución solo es necesario expresar las valoraciones esenciales
y determinantes que de manera objetiva sustenten la decisión”.
Lima, veinte de abril de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número mil setecientos cincuenta y
siete – dos mil quince; y, producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Se trata del recurso de casación interpuesto por
Néstor Facundo Muñoz Layza y Edwin Nando Muñoz Yupanqui a
fojas seiscientos cuarenta y dos, contra la sentencia de vista de
fojas seiscientos treinta y uno, de fecha cinco de noviembre de dos
mil trece (debe decir dos mil catorce), expedida por la Sala Mixta
Descentralizada de Sánchez Carrión de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, que confirma la sentencia apelada de fojas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
seiscientos uno, de fecha dieciséis de mayo de dos mil catorce,
que declaró fundada la demanda interpuesta por Rosa Lila
Quevedo Caballero contra Néstor Facundo Muñoz Layza y Edwin
Nando Muñoz Yupanqui, sobre Desalojo por Ocupación Precaria.
2. CAUSALES DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de
fecha veinte de agosto de dos mil quince, corriente a fojas cuarenta
y nueve del cuaderno de casación, este Supremo Tribunal ha
declarado procedente el recurso de su propósito, por las causales
denunciadas de infracción normativa de carácter procesal de
los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, concordante con el inciso 6 del artículo 50, incisos 3 y 4
del artículo 122, artículo 188 y artículo 197 del Código Procesal
Civil. 3. ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las
denuncias formuladas por los recurrentes, conviene hacer las
siguientes precisiones respecto de lo acontecido en el proceso:
II.1. Mediante escrito de fojas cuarenta y siete, presentado el trece
de junio de dos mil ocho, Rosa Lila Quevedo Caballero interpone
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria contra Néstor
Facundo Muñoz Layza y Edwin Nando Muñoz Yupanqui, solicitando
que los demandados desocupen y le hagan entrega del inmueble
ubicado en el jirón Grau número 479 de la ciudad de Huamachuco.
Argumenta lo siguiente: I) La demandante es propietaria junto con
sus hermanos del inmueble ubicado en los jirones Salaverry
números 258 – 260 - 284 y Grau número 479 de la ciudad de
Huamachuco, por haberlo adquirido por derecho sucesorio de su
difunto padre Segundo Milciades Quevedo Rengifo, quien lo habría
adquirido por compraventa celebrada con Elena Quevedo Rengifo
viuda de Horna, con fecha tres de octubre de mil novecientos
sesenta y ocho, cuya área es de mil ciento noventa y siete punto
diecisiete metros cuadrados (1,197.17 m2); II) El inmueble tiene
salida por los jirones Salaverry y Grau, siendo que la parte del bien
que da a este último jirón viene siendo ocupada en forma precaria
por los ahora demandados, desde aproximadamente veinte años,
y sin tener título alguno que los ampare; III) Dicha ocupación no es
pacífica, pues los demandados les agreden física y psicológicamente
cada vez que le requieren la devolución del inmueble; y IV) La
demandante es la que ha corrido y corre actualmente con todos los
pagos y los impuestos municipales del inmueble, pues los
demandados no pagan los servicios de agua y luz que consumen.
II.2. Mediante escrito de fojas quinientos veinticinco, los
demandados contestan la demanda alegando que: I) Es falso que
la actora sea propietaria del inmueble sub litis y menos del área
que refiere, ya que en el contrato de compraventa por el que su
padre adquirió el bien, hace mención a un área de novecientos
sesenta metros cuadrados (960 m2), que es completamente
diferente a la señalada en la demanda; de ello se determina que la
diferencia nunca fue vendida por Elena Quevedo Rengifo viuda de
Horna, tan es así que los recibos de los servicios de agua y luz,
vienen siendo pagados con el nombre de la persona indicada, no
habiendo la demandante efectuado ninguna gestión con respecto a
ello; II) Los inmuebles números 258 y 260 del jirón Salaverry son
propiedad de Elena Reyes Vera y Rogelio Víctor Ayala Sánchez, al
haberlo adquirido de Timoteo César Paredes Vera, quien lo adquirió
de sus anteriores propietarios José Ruiz Cruz y Hermelinda Lavado
Cruz de Ruiz y estos a la vez lo adquirieron de María Enriqueta
Quevedo de Márquez, por lo que se colige que el documento en el
cual la demandante se ampara para demandar es apócrifo o nulo;
III) Es falso que los recurrentes ocupen el bien en forma precaria,
ya que dicho bien les fue entregado por Jaime Horna en su
condición de dueño inmediato del mismo; y IV) Los suscritos por su
condición de poseedores inmediatos por más de veintiocho años a
la fecha, han adquirido por prescripción, siendo irrelevante que la
demandante pague lo concerniente al impuesto predial. II.3.
Mediante sentencia de primera instancia, de fecha dieciséis de
mayo de dos mil catorce, obrante a fojas seiscientos uno, el A quo
declara fundada la demanda. Los argumentos que sustenta esta
decisión son los siguientes: I) Respecto al Derecho de Propiedad
del bien inmueble objeto de litis, se encuentra probado con la
Resolución del Tribunal Administrativo de la Propiedad número
396-2011-COFOPRI/TAP, de siete de noviembre de dos mil once,
emitida en el Expediente número 2010-314-COFOPRI/TAP, que
generó el Título de Propiedad a favor de la demandante y sus
hermanos, inscrito en los Registros Públicos de Huamachuco, bajo
el Código de Predio número P14155317; y II) Respecto a la
posesión precaria de los demandados, se advierte que tanto la
Constancia de Posesión número 052-2012 emitida por la
Municipalidad Provincial de Sánchez Carrión, como los recibos de
agua y energía eléctrica ofrecidos por los demandados, solo
acreditan que estos vienen poseyendo el inmueble objeto de litis,
empero no acreditan cuál sería el título que justifica su posesión, es
decir, en mérito a qué derecho se les transfirió la posesión de dicho
inmueble, pues de la narración de sus fundamentos de hecho de su
contestación de demanda, los demandados hacen referencia a una
serie de tractos sucesivos por los cuales habrían adquirido la
sucesión; sin embargo, esta no ha sido probada en el presente
proceso con documento idóneo y fehaciente; no obstante ello,
dichos argumentos fueron valorados y desvirtuados por el
Organismo de Formalización de la Propiedad Informal - COFOPRI,
en el proceso administrativo que determinó a quien corresponde la
propiedad del inmueble objeto de litis, expresados en los
fundamentos 6 al 10 de la Resolución del Tribunal Administrativo
de la Propiedad número 396-2011-COFOPRI/TAP, por lo que se
puede concluir que los demandados vienen poseyendo el inmueble
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
sub litis en calidad de precarios. II.4. Elevado el expediente en
mérito al recurso de apelación formulado por los demandados
mediante escrito de fojas seiscientos doce, el Ad quem, por
sentencia de vista de fecha cinco de noviembre de dos mil trece
(debe decir dos mil catorce), obrante a fojas seiscientos treinta y
uno, confirma la sentencia apelada que declaró fundada la
demanda; tras considerar lo siguiente: I) La demandante ha
acreditado su Derecho de Propiedad sobre el inmueble sub litis,
con los documentos recaudatorios de la demanda, agregando a
ello que dicho fundamento no es materia de la contestación de la
demanda; y II) El A quo en los fundamentos de la sentencia
recurrida sí se ocupa y desarrolla respecto a la condición de
ocupantes precarios de los demandados. 4. FUNDAMENTOS DE
ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, según lo establecido
por el artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, el recurso extraordinario de casación tiene por fines
esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto así como la uniformidad de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema de Justicia de la República, por ende este
Tribunal Supremo sin constituirse en una tercera instancia adicional
en el proceso debe cumplir su deber pronunciándose acerca de los
fundamentos del recurso por la causal declarada procedente.
SEGUNDO.- Que, en el caso de autos los recurrentes denuncian la
causal de infracción normativa procesal del artículo 139 incisos
3 y 5 de la Constitución Política del Perú, concordante con los
artículos 50 inciso 6, 122 incisos 3 y 4, 188 y 197 del Código
Procesal Civil, alegando que se han vulnerado dichos dispositivos
legales por las siguientes razones: 1) Por no haber actuado el
medio probatorio ofrecido por esta parte, consistente en el
Expediente número 2005-0048-0-1610-JM-Cl-01, seguido entre las
mismas partes; a pesar de haber sido admitido por el A quo
mediante Resolución número cincuenta y tres; 2) Porque no se
actuó el Dictamen Pericial, conforme a lo ordenado por el A quo en
la Audiencia Única, ni se les dio oportunidad de observarlo, y
tampoco fue explicado en la Audiencia de Pruebas, conforme al
artículo 265 del Código Procesal Civil; y 3) Por haber valorado
indebidamente las siguientes documentales: 3.1) Resolución del
Tribunal Administrativo de la Propiedad número
396-2011-COFOPRI/TAP de fecha siete de noviembre de dos mil
once; 3.2) Título de Propiedad número 2012-00001333 de fecha
diez de mayo de dos mil doce; y 3.3) Partida Registral número
P14155317, a pesar de haber sido declaradas improcedentes su
admisión como medios probatorios, según Resolución número
cincuenta, de fecha veintinueve de agosto de dos mil trece.
TERCERO.- Que, respecto a la primera denuncia, se advierte de
autos que a fojas quinientos setenta obra el acta de la Audiencia
Única en la que se admitió como medio probatorio de la parte
demandada el Expediente número 2005-0048-CI, disponiendo que
se requiera el desarchivamiento del mismo; no obstante el A quo
dicta sentencia a fojas seiscientos uno, sin requerir el mencionado
expediente, por lo que omite valorarlo, razón por la cual los
codemandados denuncian este hecho como un agravio de su
recurso de apelación de fojas seiscientos doce, extremo que la
Sala Superior omite analizar; sin embargo, dicha omisión no resulta
trascendente, en la medida que los codemandados al momento de
contestar la demanda presentan la sentencia dictada en el aludido
proceso, advirtiéndose de la misma (ver fojas quinientos veintiuno)
que la demanda de Desalojo por Ocupación Precaria interpuesta
por la hoy demandante Rosa Lila Quevedo Caballero contra
Rogelio Víctor Ayala Sánchez, Elena Reyes Vera y contra el hoy
codemandado Néstor Facundo Muñoz Layza, fue declarada
improcedente, es decir, se trata de una sentencia inhibitoria que no
tiene calidad de cosa juzgada. Además de los fundamentos de la
misma se advierte que la causal de improcedencia de dicha
demanda fue que el bien inmueble materia de desalojo no se
encontraba debidamente identificado y que el codemandado
Rogelio Víctor Ayala Sánchez poseía el bien a título de propietario
al haberlo adquirido de su anterior propietario Timoteo César
Paredes Vera; sin embargo, en el presente proceso Rogelio Víctor
Ayala Sánchez no ha sido demandado, por lo que este segundo
argumento no puede servir de sustento para el presente proceso;
razones por las cuales esta primera denuncia debe ser
desestimada, al no haberse demostrado su incidencia en el sentido
de lo resuelto en la sentencia impugnada. CUARTO.- Que,
respecto a la segunda denuncia, se advierte de autos que
efectivamente el A quo no ha valorado el peritaje practicado a fojas
doscientos noventa, pero esta omisión tampoco va a modificar el
sentido de lo resuelto, toda vez que en dicho peritaje únicamente
se establecieron el área, linderos y medidas perimétricas del bien
sub litis en base a la inspección judicial practicada conforme al acta
de fojas ciento veinticinco, continuada a fojas doscientos sesenta y
uno, no advirtiéndose en autos que las partes formularan
observación alguna contra dicho peritaje. Además este aspecto no
fue denunciado por los recurrentes al formular su recurso de
apelación, por lo que esta segunda denuncia debe ser igualmente
desestimada, máxime si se tiene en cuenta que la conclusión a la
que han llegado las instancias de mérito con relación a la posesión
precaria de los recurrentes, es el resultado de una confrontación y
análisis del caudal probatorio ofrecido por las partes, de
conformidad con el artículo 197 del Código Procesal Civil, que
establece que todos los medios probatorios son valorados por el
Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada, mas
en la resolución solo serán expresadas las valoraciones esenciales
97021
y determinantes que de manera objetiva sustenten su decisión.
QUINTO.- Que, respecto a la tercera denuncia, se advierte de
autos que la Sala Superior no valora la Resolución del Tribunal
Administrativo de la Propiedad número 396-2011-COFOPRI/TAP
de fecha siete de noviembre de dos mil once, el Título de Propiedad
número 2012-00001333 de fecha diez de mayo de dos mil doce, ni
la Partida Registral número P14155317, como equivocadamente
alegan los recurrentes, puesto que la sentencia de vista señala que
la demandante ha acreditado su Derecho de Propiedad sobre el
inmueble sub litis con los documentos recaudatorios de la
demanda, es decir, con la escritura imperfecta de compraventa de
fecha tres de octubre de mil novecientos sesenta y ocho, de fojas
ocho, por lo que esta última denuncia debe ser desestimada; y en
consecuencia, el presente recurso debe ser declarado infundado al
no haberse configurado las infracciones procesales denunciadas.
5. DECISIÓN: Estando a las consideraciones expuestas y de
conformidad con los artículos 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y 397 del Código Procesal Civil,
declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Néstor Facundo Muñoz Layza y Edwin Nando Muñoz Yupanqui a
fojas seiscientos cuarenta y dos; en consecuencia, NO CASARON
la sentencia de vista de fojas seiscientos treinta y uno, de fecha
cinco de noviembre de dos mil trece (debe decir dos mil catorce),
expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Sánchez Carrión de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Rosa Lila
Quevedo Caballero contra Néstor Facundo Muñoz Layza y otro,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
de la Jueza Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA C-1569469-14
CAS. Nº 1825-2015 CUSCO
RESOLUCIÓN DE CONTRATO. SUMILLA: La motivación de las
resoluciones judiciales es un principio de la función jurisdiccional,
tal como lo dispone el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, concordante con el artículo 12 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, principio que además se encuentra contenido
en el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil, según el
cual, las resoluciones judiciales deben contener los fundamentos
de hecho que sustentan la decisión y los respectivos de derecho
con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto según el
mérito de lo actuado, motivación que de acuerdo al inciso 4 de la
precitada norma procesal, debe incidir respecto de todos los puntos
controvertidos en el proceso. Siendo que a través de los medios de
impugnación se conduce la pretensión impugnatoria del recurrente,
la misma que abre una nueva instancia en el proceso, la decisión
que emite el Ad quem también debe contener un pronunciamiento
congruente, esto es, que se corresponda con todos los extremos
de la apelación, agotando el análisis y absolución de todos los
vicios o errores que fundamentan el pedido impugnatorio. Lima,
doce de agosto de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:
Vista la causa número mil ochocientos veinticinco – dos mil quince,
y efectuados el debate y la votación correspondientes, emite la
siguiente sentencia. MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del
recurso de casación interpuesto por Erwin Demetrio Delgado Peña
y Juana María Pascual Gabriel a fojas trescientos sesenta y ocho,
contra la resolución de vista de fojas trescientos veintiséis, de
fecha veinte de marzo de dos mil quince, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que confirma la
resolución apelada de fojas ciento noventa y nueve, de fecha seis
de junio de dos mil catorce, que declara fundada la excepción de
prescripción extintiva de la pretensión interpuesta. FUNDAMENTOS
DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de
fojas ochenta y siete del presente cuadernillo, de fecha tres de
marzo de dos mil dieciséis, ha estimado procedente el citado
recurso de casación por la causales de infracción normativa de
derecho procesal e infracción normativa de derecho material. Los
recurrentes denuncian lo siguiente: I) Infracción normativa
procesal de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, alegando que se afecta su derecho constitucional
a la motivación escrita de las resoluciones judiciales por cuanto: i)
Se ha violentado el Principio de Congruencia dado que entre los
mismos justiciables existen dos procesos tramitados ante la misma
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, donde en el
expediente número 1716-2012-64-1001-JR-CO-05 (sobre
Resolución de Contrato), la Sala Superior alegó que el “compromiso
de contratar” de fecha treinta de junio de mil novecientos noventa,
y la continuada de fecha doce de agosto de mil novecientos
noventa y dos, habían prescrito, en tanto que en el Expediente
número 716-2012-0-1001-JR-CI-03 (sobre Desalojo por Ocupación
Precaria), precisaron que dichos documentos permanecen
vigentes; y II) Inaplicación de las normas de derecho material
contenidas en los artículos 1001, 1365, 1404 y 1410 del Código
Civil, alegando que se han violentado abiertamente los
fundamentos de las Casaciones números 5031-2009 y 4041-2011,
dictadas en el Proceso de Prescripción Adquisitiva de Dominio,
seguido entre las mismas partes en las que se ha determinado que
el contrato de fecha doce de agosto de mil novecientos noventa y

97022 CASACIÓN
dos es de usufructo y que tiene vigencia de treinta años, por lo que
los contratos vencerían el doce de junio de dos mil veinte y doce de
agosto de dos mil veintidós. CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine
es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido en el
proceso. Del examen de autos se tiene que a fojas ochenta y dos,
subsanada a fojas ciento veinticinco, Erwin Demetrio Delgado
Peña y Juana María Pascual Gabriel interponen demanda de
Resolución de Contrato denominado Compromiso de Contratar, de
fecha treinta de junio de mil novecientos noventa y el documento
denominado Constancia, de fecha doce de agosto de mil
novecientos noventa y dos, contra la Sucesión de Víctor Sotomayor
Arriola; y en forma de acumulación objetiva, originaria y accesoria,
solicitan a) Que los demandados cumplan con devolverles o
restituirles el íntegro de la suma de dinero que han pagado,
actualizada a la fecha por peritos inscritos en el Registro de Peritos
Judiciales (REPEJ), en cuatrocientos cuarenta y nueve mil
ochocientos cuarenta y cinco soles con sesenta y nueve céntimos
(S/449,845.69), más sus respectivos intereses legales; b) Que se
les condene al pago de la indemnización por todo concepto de
daños y perjuicios (daño emergente, lucro cesante y daño moral)
no menor a ochocientos mil soles (S/800,000.00), más sus
intereses legales; y, c) La retención del bien inmueble, denominado
“tienda número 12”, en dúplex con el sótano número 12, con un
área total de sesenta y cinco punto sesenta y cuatro metros
cuadrados (65.64 m2), ubicado en la esquina conformada por Calle
Nueva y Calle Trinitaria, número 501, del Distrito, Provincia y
Departamento de Cusco, hasta que los emplazados cumplan con
devolverles el íntegro del dinero pagado y actualizado con
intereses, así como el pago de la indemnización reclamada.
SEGUNDO.- A fojas ciento noventa y dos, María Elena Sotomayor
Rivas y Clara Luz Sotomayor Rivas deducen excepciones de
caducidad y prescripción extintiva de la pretensión principal de
Resolución del Contrato denominado Compromiso de Contratar de
fecha treinta de junio de mil novecientos noventa, y del documento
denominado “Constancia” del doce de agosto de mil novecientos
noventa y dos, así como la excepción de prescripción extintiva de
la pretensión accesoria de indemnización por daños y perjuicios.
TERCERO.- El Juez de la causa, mediante resolución de fojas
ciento noventa y nueve del Cuaderno de Excepciones número
01716-2012-64, de fecha veintiocho de enero de dos mil quince,
declara infundada la excepción de caducidad y fundada la
excepción de prescripción extintiva contra la demanda sobre
Resolución de Contrato e Indemnización por Daños y Perjuicios.
Como fundamentos de su decisión sostiene que respecto a la
caducidad de la pretensión principal de Resolución de Contrato, de
lo actuado en autos, en especial del escrito de demanda y de la
contestación a la misma, y en especial del documento de fojas
ocho del incidente, se puede apreciar, que el documento suscrito
por ambas partes no era un contrato de compromiso de contratar,
sino uno de compraventa, ya que ambas partes han convenido que
se ha procedido al pago del precio, establecido en la cláusula
segunda, en donde se ha determinado el precio y las fechas en las
cuales se debió pagar dicho monto de dinero. Siendo ello así, no es
de aplicación lo establecido por el artículo 2003 del Código Civil, y
menos lo señalado en el artículo 1416 de la misma norma. En
cuanto a la excepción de prescripción extintiva de la acción
interpuesta contra la misma pretensión principal de Resolución de
Contrato y contra la pretensión accesoria de Indemnización por
Daños y Perjuicios, el artículo 2001 del Código Civil en su inciso 1,
señala que prescriben a los diez años las acciones, reales y
personales entre otras pretensiones, siendo que del documento de
fojas ocho, consistente en el contrato de compromiso de contratar
suscrito entre ambas partes, se puede apreciar que en el literal c)
de la cláusula segunda se ha establecido que el plazo para la
conclusión de la obra terminada era de once meses, es decir, el
mes de mayo de mil novecientos noventa y uno, fecha desde la
cual y ante el incumplimiento de la parte demandada, el actor debió
haber instado las acciones correspondiente, o en todo caso, tenía
la posibilidad de resolver el contrato o demandar la resolución del
mismo, esto de conformidad con lo establecido por el artículo 1993
del Código Civil. Lo mismo sucede con la pretensión de
Indemnización por Daños y Perjuicios, pretensión de naturaleza
personal, por lo tanto, debe correr la misma suerte en cuanto a los
efectos del transcurso del tiempo. CUARTO.- Una vez apelada la
mencionada resolución, la Sala Superior, mediante auto de vista de
fojas trescientos veintiséis del cuaderno de excepciones, de fecha
veinte de marzo de dos mil quince, la confirma. Como fundamentos
expone que debe tenerse en cuenta que el artículo 2001 inciso 1
del Código Civil, establece que hay prescripción, salvo disposición
diversa de la Ley: “A los diez años, la acción personal, la acción
real, la que nace de una ejecutoria y la de nulidad del acto jurídico”.
En atención a ello, y que la pretensión recae en la resolución del
contrato denominado “Compromiso de Contratar”, de fecha treinta
de junio de mil novecientos noventa, y del documento denominado
“Constancia”, de fecha doce de agosto de mil novecientos noventa
y dos, se aprecia que a la fecha de interposición de la demanda
(catorce de noviembre de dos mil doce), conforme corre a fojas
ochenta y dos, el plazo de prescripción ha transcurrido en exceso,
toda vez que han pasado más de veinte años desde la celebración
de aquellos actos jurídicos, momento desde los cuales los
recurrentes tenían habilitado su derecho para hacerlo valer
conforme correspondía. En el mismo sentido corre respecto de la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
pretensión de Indemnización por Daños y Perjuicios, tanto más que
los recurrentes sostienen que los daños son consecuencia de los
contratos no cumplidos. De otra parte, sin entrar al examen de si
las afirmaciones de la parte demandada (fojas ciento noventa y dos
y doscientos ochenta y siete, del principal) constituyen un
reconocimiento de obligación, esto bajo los alcances de lo previsto
por el artículo 1996 inciso 1 del Código Civil, basta con señalar que
éstas han sido expresadas después de haber transcurrido el plazo
prescriptorio, esto es, después de más de veinte años de haberse
celebrado los contratos sub judice. Tampoco puede considerarse
como reconocimiento la carta de fecha dieciséis de abril de dos mil
doce (fojas doscientos cuarenta y nueve), pues, al contrario de lo
que afirman los recurrentes, en dicha instrumental, la hoy
demandada María Elena Sotomayor Rivas, lejos de reconocer la
obligación, enfatiza que el hoy demandante Erwin Demetrio
Delgado Peña, es un ocupante precario que viene ocasionando
daños y perjuicios; por lo que no existe reconocimiento. QUINTO.-
Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de casación
ha sido declarado procedente por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
material, debiendo absolverse, en principio, la denuncia de carácter
procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por ésta,
deberá entonces verificarse el reenvío, careciendo de objeto el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. SEXTO.- La
motivación de las resoluciones judiciales es un principio de la
función jurisdiccional, tal como lo dispone el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, concordante con el artículo
12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, principio que además se
encuentra contenido en el inciso 3 del artículo 122 del Código
Procesal Civil, según el cual, las resoluciones judiciales deben
contener los fundamentos de hecho que sustentan la decisión y los
respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables
en cada punto según el mérito de lo actuado, motivación que de
acuerdo al inciso 4 de la precitada norma procesal, debe incidir
respecto de todos los puntos controvertidos en el proceso. Siendo
que a través de los medios de impugnación se conduce la
pretensión impugnatoria del recurrente, la misma que abre una
nueva instancia en el proceso, la decisión que emite el Ad quem
también debe contener un pronunciamiento congruente, esto es,
que se corresponda con todos los extremos de la apelación,
agotando el análisis y absolución de todos los vicios o errores que
fundamentan el pedido impugnatorio. SÉTIMO.- Siendo ello así, se
tiene que a fojas doscientos ocho del Cuaderno de Excepciones
número 01716-2012-64 obra el recurso de apelación presentado
por el ahora recurrente Erwin Demetrio Delgado Peña, interpuesto
contra la resolución del A quo de fojas ciento noventa y nueve, que
declara fundada la excepción de prescripción extintiva planteada
por la parte demandada. Al plantear dicha pretensión impugnatoria
el apelante ha señalado como vicios del pronunciamiento de
primera instancia que no se tuvo en cuenta que después de
suscribir el documento denominado compromiso de contratar con
los demandados, de fecha treinta de junio de mil novecientos
noventa, ha cumplido con cancelar el precio de venta del bien
inmueble objeto de compraventa, esto es, la tienda comercial
número 108 a ser construida en el Centro comercial “Víctor
Sotomayor Arriola”, ubicado en la esquina formada por la calle
Trinitarias y Calle Nueva de la ciudad del Cusco, siendo que frente
al incumplimiento en la entrega del referido bien, con fecha doce de
agosto de mil novecientos noventa y dos le fue entregada la tienda
comercial número 112 de forma provisional hasta que se cumpla
con lo pactado, con lo cual se tendría que este segundo acto
jurídico constituye un usufructo y que a su vez, en mérito al mismo,
persistiría la ejecución del contrato inicial sobre la tienda comercial
número 108, que ya no sería un simple compromiso de contratar
sino una compraventa, aduciendo incluso que todo ello no sólo
habría sido admitido por los demandados al momento de ejercer su
defensa en autos, sino que habría sido objeto de pronunciamiento
jurisdiccional en el expediente judicial seguido entre las mismas
partes, con el número 2007-1506-0-1001-JR-CI03, cuyos actuados
obran a fojas ciento cincuenta y dos y siguientes del cuaderno de
excepciones. OCTAVO.- Sin embargo, se tiene que al momento de
absolver el grado, la Sala Superior no ha emitido pronunciamiento
respecto a los argumentos antes referidos, así como tampoco ha
merituado los actuados señalados, y que obran en autos en copias
certificadas, limitándose a evaluar parcialmente la argumentación
de los apelantes, negando que la parte demandada haya
reconocido “la obligación” (fundamentos sexto y sétimo),
procediendo a aplicar el plazo fijado en el artículo 2001 inciso 1 del
Código Civil, desde la fecha de suscripción del compromiso de
contratar y de la entrega de la tienda comercial número 110,
cuando el cuestionamiento giraba precisamente en determinar si la
naturaleza de los actos jurídicos antes descritos afectaba el inicio
del cómputo del mismo. Por consiguiente, advirtiendo que dicha
omisión afecta el derecho al debido proceso del demandante, de
conformidad con lo dispuesto en el tercer párrafo del artículo 396
del Código Procesal Civil, debe casarse la recurrida con la finalidad
que la Sala Superior disponga lo que corresponda a fin de emitir
nuevo pronunciamiento, según las consideraciones expuestas en
esta resolución.-NOVENO.- Al haberse declarado fundado el
recurso por la causal de infracción normativa procesal, no cabe
pronunciarse sobre la infracción normativa material por ser
necesario el reenvío de la causa. Por las razones anotadas y en
aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Erwin Demetrio Delgado Peña y Juana María Pascual Gabriel a
fojas trescientos sesenta y ocho; por consiguiente, CASARON, la
resolución de vista de fojas trescientos veintiséis, de fecha veinte
de marzo de dos mil quince, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco; en consecuencia, NULA la misma;
ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia emita nueva
sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en los
considerandos precedentes; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Erwin Demetrio Delgado
Peña contra Juana María Pascual Gabriel y otros, sobre Resolución
de Contrato; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
C-1569469-15
CAS. Nº 1826-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. SUMILLA: “En un
marco fáctico del proceso que ilustra el ejercicio de una acción
causal dentro de un proceso cognitivo, que demanda la existencia
del negocio jurídico fundamental; asume relevancia el análisis
integral de todos los medios probatorios que abonen a esa finalidad;
todo lo cual lleva ínsito el desarrollo de un proceso regular de
acuerdo al contenido contemplado en el inciso 3) del Artículo 135° de
la Carta Magna”. Lima, cuatro de julio de dos mil dieciséis. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE
LA REPÚBLICA; vista la causa número mil ochocientos veintiséis -
dos mil quince en la presente fecha y producida la votación conforme
a ley, procede a emitir la siguiente sentencia: I.- ASUNTO: En el
presente proceso sobre Obligación de Dar Suma de Dinero la
pretensora Martha Susana Desrets viuda de Morán ha interpuesto
Recurso de Casación1 contra la Sentencia de Vista expedida
mediante resolución número dieciséis de fecha doce de diciembre
de dos mil catorce2, que revoca la sentencia apelada de primera
instancia emitida mediante resolución número veintidós de fecha
ocho de enero de dos mil doce3, que declaró fundada la demanda
sobre Obligación de Dar Suma de Dinero y reformándola la
declararon infundada. II.- REFERENCIAS DEL PROCESO: 2.1.
Demanda: El veintisiete de mayo de dos mil diez4 Martha Susana
Desrets viuda de Morán acude al órgano jurisdiccional interponiendo
demanda sobre Obligación de Dar Suma de Dinero, planteando
como pretensión que la demandada Myriam Rosa Valcárcel Herrera
de Blomberg cumpla con pagarle la suma de ochenta mil dólares
americanos (US$ 80,000.00), más intereses, costas y costos del
proceso. Expone como fundamentos principales de su petitorio lo
siguiente: a) La demandada conjuntamente con su cónyuge
contrajeron deudas con la accionante por mutuos dinerarios y hasta
por la suma de cincuenta y cinco mil dólares americanos (US$
55,000.00), otorgados en forma personal en el año mil novecientos
noventa y siete, suscribiendo varias letras de cambio con
vencimientos en el año dos mil uno; b) En mérito al mutuo dinerario
por la suma de cincuenta y cinco mil dólares americanos (US$
55,000.00) otorgado por la hija de la recurrente a favor de la
emplazada y su cónyuge, aceptaron y suscribieron una letra de
cambio por dicha cantidad de dinero con vencimiento al año dos mil
dos, la misma que fue endosada en propiedad a favor de la
recurrente; y, c) Si bien las letras de cambio han perdido mérito
ejecutivo, ello no ha perjudicado la obligación civil de dar suma de
dinero contenida en ellas, por lo que solicita tutela jurisdiccional
efectiva a fin que se le cancele la deuda, dado que la deudora se
encuentra transfiriendo sus bienes a terceros con el objeto de evadir
el pago de la obligación contraída, siendo la única que posee bienes
a su nombre. 2.2. Contestación a la demanda: Mediante escrito
presentado el dieciocho de octubre de dos mil diez5 la demandada
Myriam Rosa Valcárcel Herrera de Blomberg absuelve el traslado de
la demanda, sosteniendo que: a) El petitorio de la demanda asciende
a ochenta y ocho mil dólares americanos (US$ 88,000.00) pero la
fundamentación fáctica solo menciona mutuos por la suma de
cincuenta y cinco mil dólares americanos (US$ 55,000.00), no
habiéndose acompañado la documentación por los mutuos que se
hace referencia ni se ha evocado la fundamentación legal
correspondiente; b) Las cambiales presentadas se encuentran
incompletas, dado que no figura el nombre de la recurrente en la
parte inferior izquierda ni la dirección, por lo que no está obligada
directamente ni como avalista, no habiendo jamás tenido relaciones
de ninguna índole con la pretensora menos con su hija Martha
Morán Desrets, siendo además que la fecha de vencimiento de las
letras de cambio presentadas tienen más de diez años, por lo que
han caducado; c) La demandante y su cónyuge siguen un proceso
sobre Obligación de Dar Suma de Dinero ante el Trigésimo Cuarto
Juzgado Civil de Lima, expediente número 2120-2010, por lo que a
entender de la recurrente la actora está confundiendo obligaciones
que tal vez haya tenido con su esposo; y, d) Es obligatorio presentar
las letras de cambio en original a efectos de acreditar una pretensión,
desde que aquéllas van de mano en mano y si los títulos han perdido
mérito ejecutivo deberá seguirse el proceso de ineficacia de título
valor, dado que nada garantiza que se realice otro proceso judicial
por las mismas letras. 2.3. Sentencia de Primera Instancia:
Mediante resolución número veintidós de fecha ocho de enero de
dos mil doce6, el Tercer Juzgado Civil con Subespecialidad en
materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima declaró
fundada la demanda, señalando principalmente que: i) La obligación
97023
reclamada deriva de un contrato de mutuo el cual no requiere de
ninguna formalidad, no requiriéndose constar en un documento; ii)
El petitorio de la demanda ha sido formulado en la vía causal por lo
que no resulta pertinente verificar la observancia de los requisitos
esenciales de la letra de cambio que prevé la Ley de Títulos Valores;
iii) De la revisión de cada una de las letras de cambio presentadas
se advierte que éstas han sido suscritas por la parte demandada en
la parte izquierda, por debajo de la firma de su cónyuge Luis
Blomberg Flores, acreditándose su vinculación con el negocio
jurídico materia de autos, y tratándose de una acción causal no es
necesario que en las letras de cambio figure el nombre de la
demandada, ni su Documento Nacional de Identidad u otro requisito
esencial, así como la presentación de los originales; iv) Respecto a
la alegada caducidad de las letras, ésta solo puede ser denunciada
válidamente por la parte emplazada o en su caso, advertida y
declarada de oficio por el Juez, cuando la obligación contenida en
ellas se ha emprendido a través de un proceso ejecutivo, que no es
el caso de autos; y, v) El expediente número 2120-2010 iniciado por
la demandante sobre Obligación de Dar Suma de Dinero se siguió
contra la Compañía Inmobiliaria Palmisa Sociedad Anónima en
Liquidación, como obligada principal, y contra Luis Blomberg Flores
en calidad de fiador, para que paguen la suma de trescientos dólares
americanos (US$ 300,000.00), obligación contenida en un contrato
de préstamo que no es el mismo del presente proceso. 2.4. Recurso
de Apelación: El veintinueve de enero de dos mil trece7 la emplazada
ejercita su derecho impugnatorio contra la sentencia de primera
instancia, esgrimiendo sustancialmente lo siguiente: a) Las
cambiales legalizadas no son suficientes para recurrir en busca de
su cancelación en proceso cognoscitivo, como se indica en la
sentencia, sino que deben ser las letras originales, lo que no ha
ordenado el Juez; y, b) La sentencia no se pronuncia por todos los
puntos contenidos en la contestación de la demanda, principalmente
en cuanto a que la letra de cambio ha sido llenada con escrituras de
diversos pulsos de manos y en distintos momentos, además de
haber caducado. 2.5. Primera Sentencia de Vista y Ejecutoria
Suprema: La Primera Sala Civil con Subespecialidad en materia
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima mediante
resolución número diez de fecha cuatro de noviembre de dos mil
trece8, emite Sentencia de Vista confirmando el Auto contenido en la
resolución número dieciséis y revoca la sentencia de primera
instancia que declaró fundada la demanda y reformándola la declaró
infundada. A mérito del Recurso de Casación presentado por la
pretensora el cinco de diciembre de dos mil trece9, declarado
procedente por resolución de fecha veintiocho de abril de dos mil
catorce10 de este Supremo Tribunal, se emitió la Ejecutoria Suprema
número 247-2014 de fecha seis de agosto de dos mil catorce11
declarando fundado el Recurso, nula la Sentencia de Vista y
ordenando la expedición de un nuevo fallo12. 2.6. Segunda
Sentencia de Vista: La Sala Superior en cumplimiento de lo
ordenado por este Supremo Tribunal emite un nuevo fallo a través de
la resolución número dieciséis de fecha doce de diciembre de dos
mil catorce13, con la siguiente motivación: i) La acción causal tiene
como fin la prestación de la relación sustancial que fue causa del
título valor, esto es, entre el acreedor originario y el deudor, sin
extenderse a otros sujetos que participaron, ni por endoso. De ese
modo, lo que debe probarse es si se produjo la celebración de un
contrato de mutuo, ya que es el negocio que dio origen a las letras
de cambio presentadas; ii) De los hechos y pruebas actuadas no se
ha logrado probar la existencia del contrato de mutuo, en el cual se
encontraría el pacto que señale la existencia de la deuda reclamada
en la suma de ochenta y ocho mil dólares americanos (US$
88,000.00); esto es, no existe documento que acredite la relación
subyacente a las letras presentadas, más aún si la demandada en la
Audiencia de Actuación de Pruebas ha señalado que no ha tenido
directamente trato comercial con la accionante, pero sí su cónyuge;
iii) Se desprende de la letra de folios cuatro que fue endosada a
favor de la actora, lo cual importa que no es acreedora originaria,
sino que la titularidad del documento cartular se generó por endoso,
lo que implica que la misma circuló, por lo que no tiene titularidad
para reclamar el pago del monto contenido en dicho documento; y,
iv) No se ha podido determinar la existencia de una relación
sustantiva entre los sujetos de la relación procesal, en la que se
puedan verificar las obligaciones asumidas por las partes y la
exigencia por parte de la demandante de hacer efectivo el cobro de
las sumas contenidas en las letras de cambio sub materia. III.-
RECURSO DE CASACIÓN: La pretensora Martha Susana Desrets
viuda de Morán con fecha tres de marzo de dos mil quince14 interpone
Recurso de Casación contra la segunda Sentencia de Vista, siendo
declarado procedente por este Tribunal Supremo mediante
resolución del catorce de diciembre de dos mil quince15, por
Infracción Normativa Procesal del Artículo 139° inciso 5) de la
Constitución Política del Perú e Infracción Normativa Material
de los Artículos 1219° y 1649° concordado con el Artículo 1605°
del Código Civil. IV.- CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE: En el
caso particular, la cuestión jurídica en debate consiste en determinar
si se han infringido las normas referidas a la motivación de las
resoluciones judiciales y a la probanza de la relación jurídica
subyacente a los títulos valores acompañados en copias legalizadas
a la demanda y, en su caso, si se encuentra evidenciada la existencia
de un Contrato de Mutuo. DESARROLLO ARGUMENTATIVO DE
ESTA SALA SUPREMA: Sobre la finalidad del Recurso de
Casación: PRIMERO.- El Recurso de Casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la

97024 CASACIÓN
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, conforme lo precisa el Artículo 384° del
Código Procesal Civil. En materia de casación es factible el control
de las decisiones jurisdiccionales, con el propósito de determinar si
en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el derecho
al proceso regular, teniendo en consideración que éste supone el
cumplimiento de los principios y garantías que regulan el proceso
como instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del
derecho a la defensa de las partes en conflicto. SEGUNDO.- Por
causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para la
procedencia del Recurso16, debiendo sustentarse el mismo en
aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende
interponerse por apartamiento inmotivado del precedente judicial,
infracción de la ley o por quebrantamiento de la forma. Se consideran
motivos de casación por infracción de la ley, la violación en el fallo de
leyes que debieron aplicarse al caso, así como la falta de congruencia
de lo decidido con las pretensiones formuladas por las partes y la
falta de competencia. Los motivos por quebrantamiento de la forma
aluden a infracciones en el proceso17, por lo que en tal sentido si bien
todas las causales suponen una violación de la ley, también lo es que
éstas pueden darse en la forma o en el fondo. TERCERO.- Así, la
infracción procesal se configura cuando en el desarrollo de la causa
no se han respetado los derechos procesales de las partes, se han
soslayado o alterado actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional
no ha sido efectiva y/o el órgano judicial deja de motivar sus
decisiones o lo hace en forma incoherente, en evidente
quebrantamiento de la normatividad vigente y de los principios
procesales. CUARTO.- En el caso particular, y como se ha
adelantado, se ha declarado procedente el Recurso de Casación por
causales de infracción normativa material y procesal, por lo que en
primer término debe procederse con el análisis de la infracción de
normas de carácter procesal, desde que si por ello se declarara
fundado el Recurso, su efecto nulificante implicaría la anulación de lo
actuado hasta donde se advirtiera el vicio, con disposición, en su
caso, de un nuevo pronunciamiento por el respectivo órgano de
instancia, careciendo de objeto en tal supuesto emitir decisión sobre
la infracción material invocada por la casacionista en el escrito de su
propósito. Sobre el debido proceso: QUINTO.- El debido proceso
(o proceso regular) es un derecho complejo, desde que está
conformado por un conjunto de derechos esenciales que impiden
que la libertad y los derechos de los individuos perezcan ante la
ausencia o insuficiencia de un proceso o procedimiento o se vean
afectados por cualquier sujeto de derecho -incluyendo el Estado-
que pretenda hacer uso abusivo de éstos. Como señala la doctrina:
“(…) por su naturaleza misma, se trata de un derecho muy
complejamente estructurado, que a la vez está conformado por un
numeroso grupo de pequeños derechos que constituyen sus
componentes o elementos integradores, y que se refieren a las
estructuras, característica del Tribunal o instancias de decisión, al
procedimiento que debe seguirse y a sus principios orientadores, y a
las garantías con que debe contar la defensa”18. Dicho de otro modo,
el derecho al proceso regular constituye un conjunto de garantías de
las cuales goza el justiciable, que incluyen la tutela procesal efectiva,
la observancia de los principios o reglas básicas y de la competencia
predeterminada por ley, así como la pluralidad de instancias, la
motivación, logicidad y razonabilidad de las resoluciones, el derecho
a probar y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y de contradicción), entre otros. SEXTO.- Así
también, el Derecho al Debido Proceso, consagrado en el inciso 3)
del Artículo 139° de la Constitución Política del Perú19, comprende a
su vez, entre otros derechos de los ya señalados en el considerando
precedente, el de obtener una resolución fundada en derecho,
mediante decisiones en las que los Jueces expliciten en forma
suficiente las razones de sus fallos, con mención expresa de los
elementos fácticos y jurídicos que los determinaron, dispositivo que
es concordante con lo preceptuado por el inciso 3) del Artículo 122°
del Código Procesal Civil20 y Artículo 12° del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial21. Además, la exigencia de
motivación suficiente prevista en el inciso 5) del Artículo 139° de la
Carta Fundamental22, garantiza que el justiciable pueda comprobar
que la solución del caso concreto viene dada por una valoración
racional de la fundamentación fáctica de lo actuado y la aplicación de
las disposiciones jurídicas pertinentes, y no de una arbitrariedad de
los magistrados, por lo que en ese entendido es posible afirmar que
una resolución que carezca de motivación suficiente no solo infringe
normas legales, sino también principios de nivel constitucional.
SÉPTIMO.- En esa misma línea, la motivación escrita de las
resoluciones judiciales en sociedades pluralistas como las actuales,
importa el deber de justificar las decisiones de ese orden, de tal
manera que sean aceptadas por la sociedad y que el Derecho
cumpla su función de guía23. Igualmente, la obligación de
fundamentar las sentencias, propias del derecho moderno, se ha
elevado a categoría de deber constitucional, a mérito de lo cual la
Corte Suprema de Justicia de la República ha señalado en el Primer
Pleno Casatorio, Casación número 1465-2007-CAJAMARCA, una
similar posición a la adoptada por el Tribunal Constitucional en el
expediente número 37-2012-PA/TC, fundamento 35, en el sentido
que: La motivación de la decisión judicial es una exigencia
constitucional; por consiguiente, el juzgador para motivar la decisión
que toma debe justificarla, interna y externamente, expresando una
argumentación clara, precisa y convincente, para mostrar que
aquella decisión es objetiva y materialmente justa, y por tanto,
deseable social y moralmente. OCTAVO.- Asimismo, el proceso
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
regular en su expresión de motivación escrita de las resoluciones
judiciales, entiende que una motivación defectuosa puede
expresarse en los siguientes supuestos: a) Falta de motivación
propiamente dicha: se presenta cuando se advierte una total
ausencia de motivación en cuanto a la decisum jurisdiccional emitida
en el caso materia de conflicto, sea en el elemento fáctico y/o
jurídico; b) Motivación aparente: cuando el razonamiento en la
sentencia sea inconsistente, sustentado en conclusiones vacías que
no guardan relación con el real contenido del proceso; c) Motivación
insuficiente: cuando se vulnera el principio lógico de la razón
suficiente, es decir que el sentido de las conclusiones a las que
arriba el juzgador no se respaldan en pruebas fundamentales y
relevantes, de las cuales éste debe partir en su razonamiento para
lograr obtener la certeza de los hechos expuestos por las partes y la
convicción que lo conduzca a un sentido determinado, respecto de la
controversia planteada ante la judicatura; y, d) Motivación defectuosa
en sentido estricto: cuando se violan las leyes del hacer/ pensar,
tales como la no contradicción (nada puede ser y no ser al mismo
tiempo), la de identidad (correspondencia de las conclusiones con
las pruebas), y la del tercio excluido (una proposición es verdadera o
falsa, no hay tercera opción), entre otros, omitiendo los principios
elementales de la lógica y la experiencia común. NOVENO.- A la par,
el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales encuentra
inmediato correlato con el derecho a probar, desde que éste último
sirve de soporte a aquél, pues no se concibe una correcta motivación
si no haya respaldo en el material probatorio idóneo para tal fin.
Bustamante Alarcón sobre el particular señala que: “(…) si el derecho
a probar tiene por finalidad producir en la mente del juzgador el
convencimiento sobre la existencia o inexistencia de los hechos
afirmados por los sujetos procesales, este derecho sería ilusorio si el
Juez no apreciara razonadamente todos los medios probatorios
actuados en el proceso con el fin de sustentar su decisión”24. El
control de las decisiones jurisdiccionales y el debido proceso
en el caso concreto: DÉCIMO.- Ingresando al análisis de la
infracción normativa procesal que sirve de fundamento al Recurso
de Casación, se observa que la recurrente invoca como agravio la
vulneración al debido proceso (específicamente al Principio de
Motivación de las resoluciones judiciales y al Principio probatorio), al
considerar que se ha incurrido en motivación deficiente, pues la Sala
Superior evoca una serie de argumentos fácticos para forzar una
justificación, sin responder los cuatro argumentos principales del
recurso impugnatorio ni fundamentar la decisión jurídicamente,
desde que no indica la norma de derecho material aplicable,
limitándose a señalar genéricamente la aplicación del Código Civil.
En tal escenario, corresponde a este Supremo Tribunal determinar si
la decisión adoptada por la Sala de mérito fue expedida respetando
lo dispuesto por el Artículo 50° inciso 6) del Código Procesal Civil,
concordante con el Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, que disciplinan que los Magistrados
tienen la obligación de fundamentar los autos y las sentencias bajo
sanción de nulidad, respetando los principios de jerarquía de las
normas y el de congruencia. DÉCIMO PRIMERO.- Para determinar
si estamos frente a una resolución carente de motivación, el Tribunal
Constitucional ha señalado que: “(…) el análisis de si en una
determinada resolución judicial se ha violado o no el derecho a la
motivación de resoluciones judiciales, ésta debe realizarse a partir
de los propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada,
de modo que las demás piezas procesales o medios probatorios del
proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para contrarrestar
las razones expuestas en la resolución acotada, más no pueden
ser objeto de una nueva evaluación o análisis (…)”25. DÉCIMO
SEGUNDO.- En el camino al examen de la Sentencia de Vista
recurrida para determinar su debida motivación, como así se orienta
en la jurisprudencia transcrita en su parte pertinente en el anterior
considerando, es conveniente citar algunos actos procesales que
resultan trascendentales para lograr el propósito propuesto, así
tenemos: 12.1. De acuerdo al petitorio de la demanda de autos,
presentada el veintisiete de mayo de dos mil diez26, éste contiene la
pretensión de Obligación de Dar Suma de Dinero por el monto de
ochenta y ocho mil dólares americanos (US$ 88,000.00), con
respaldo en las tres letras de cambio que se acompañan por las
sumas de veinte mil dólares americanos (US$ 20,000.00)27, treinta y
tres mil dólares americanos (US$ 33,000.00)28 y treinta y cinco mil
dólares americanos (US$ 35,000.00)29, exponiéndose entre sus
hechos que: ”(…) la demandada, contrajo conjuntamente con su
cónyuge deudas con la demandante por mutuos dinerarios (…)
por diversos préstamos de dinero que se les efectuó en forma
personal en el año 1997, por cuya razón suscribieron diversas letras
de cambios con vencimiento en el año 2011” (el subrayado es
nuestro). 12.2. El Juez Especializado a través de la sentencia
expedida mediante resolución número veintidós de fecha ocho de
enero de dos mil doce30, precisa en el quinto considerando que: “De
lo señalado por la parte demandante y que no ha sido desmentido
por la demandada, la obligación reclamada deriva de un contrato de
préstamo, también conocido como mutuo, el cual no requiere de
ninguna formalidad en particular, a tenor de lo dispuesto por los
artículos 1605 y 1649. SEXTO: En tal sentido, la obligación materia
de autos deriva de un contrato pero no requiere constar en un
determinado documento -como lo exige la parte demandada- e
inclusive puede no constar por escrito, salvo que el contrato se
celebre a titulo de liberalidad. SÉPTIMO: (…) si bien la pretensión
demandada está contenida en letras de cambio, (…) el petitorio ha
sido formulado en la vía causal y no en la cambiaria, esto es, en un
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
proceso cognitivo tramitado en la vía abreviada, (…)”. 12.3. La
primera Sentencia de Vista emitida por la Primera Sala Civil con
Subespecialidad en materia Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima mediante resolución número diez de fecha cuatro
de noviembre de dos mil trece, acotó en su décimo considerando
que: “(…) de lo señalado se desprende que ni del texto de la
demanda, escrito de contestación y pruebas actuadas, se colige la
existencia de una relación sustantiva entre las partes, que justifique
la interposición de la presente acción, la cual requiere necesariamente
–como se ha indicado líneas arriba – la acreditación de la obligación
subyacente, relación que no solo ha sido negada por la demandada,
sino además, no ha sido probada por la actora, quien contrariamente
ha sido explícita al indicar que el contrato de mutuo habría sido
celebrado no con la demandada sino con el cónyuge de ésta. Los
hechos expuestos desvirtúan el origen de la prestación y el nexo
causal que vincula a las partes para el cumplimiento de la obligación
puesta a cobro, (…)” (sin subrayado en el original). 12.4. Esta Sala
Suprema en un primer pronunciamiento, a través de la Casación
número 247-2014 de fecha seis de agosto de dos mil catorce31,
señala en el décimo segundo considerando: “(…) al respecto se
debe precisar primero que tratándose de un proceso cognitivo (…)
corresponde que el Ad quem emita pronunciamiento dentro del
contexto de un proceso cognitivo, sobre el valor probatorio de la
firma suscrita por la demandada puesta en el documento privado y
por debajo de la firma de su esposo Luis Blomberg Flores en la
presente controversia (…) (el subrayado es de este Tribunal
Supremo). Queda claro de las posiciones asumidas por las instancias
de mérito, así como de lo precisado por este Supremo Tribunal en su
primera intervención, que la acción obligacional ejercitada por la
pretensora Martha Susana Desrets viuda de Morán lo ha sido en la
vía causal, esto es en un proceso cognitivo, donde el relación causal
sustantiva ha sido un afirmado negocio jurídico de Mutuo. DÉCIMO
TERCERO.- En ese contexto, la posibilidad de control que se efectúa
debe estar orientada a determinar si se han respetado los criterios
legales que disciplinan la valoración, en los que se establecen los
parámetros que gobiernan dicha tarea y si en dicha valoración se
presentan desvíos o insuficiencias del raciocinio, por lo que deben
explicarse las razones por las que eventualmente se omitió valorar
determinado medio probatorio, o por qué se le consideró relevante,
o por qué se otorgó mayor valor probatorio a tal medio en perjuicio
de otro que pretendía contradecirlo. Ello resulta transcendente dado
que si la valoración de la prueba, siguiendo las reglas de la sana
critica, tiene como una de sus limitaciones a los principios de la
lógica, cobra mayor relevancia el deber de motivar la decisión. La
vulneración de ese principio ocasionará la presencia de una
motivación defectuosa, cuya sanción en virtud de los Artículos 121°
in fine, 122° incisos 3) y 4), 171° y 197° del Código Procesal Civil, es
su nulidad. DÉCIMO CUARTO.- El análisis del Juzgado
Especializado sobre la existencia o no del contrato de mutuo, que se
indica soporta la emisión de las letras de cambio acompañadas en
copia a la demanda, y la probanza del derecho de cobro, se sintetizó
en lo expresado en el noveno considerando: “La demandada alega
no haber tenido relación de ninguna índole con la demandante, y
menos con su hija, que pueda generar la obligación reclamada. Sin
embargo, del tenor de cada una de las letras de cambio
presentadas como recaudo de la pretensión, se advierte que
éstas han sido suscritas por aquella en la parte izquierda de las
cambiales, por debajo de la firma de su esposo, Luis Blomberg
Flores, de modo que su vinculación con el negocio jurídico
materia de autos se encuentra plenamente demostrada” (sin
énfasis en el original). Por su parte, la Sala Superior en el examen
realizado respecto al derecho sustantivo invocado por la pretensora/
casante, argumentó en el décimo considerando de la recurrida lo
siguiente: “(…) corresponderá realizar el análisis necesario para
determinar la existencia de la relación sustantiva invocada con la
demanda, la misma que se encontrará contenida en un contrato de
mutuo dinerario, del cual derivaron las letras de cambio, siendo esto
así se verifica de los hechos y las pruebas actuadas, que, la parte
demandante no ha logrado acreditar documentalmente ni con
otra prueba la existencia de dicho contrato en el cual se
encontraría el pacto que señale que la parte demandada le adeuda
la suma de ochenta y ocho mil dólares americanos (US$ 88,000,00).
UNDÉCIMO: (...) no existe documento alguno que acredite la
relación subyacente a las letras presentadas, más si la
demandada ha negado categóricamente la obligación imputada en
su contra (…) DÉCIMO SEGUNDO: (…) en el caso de autos no se
ha podido determinar la existencia de una relación sustantiva entre
los sujetos de la relación procesal, en la que se pueda verificar las
obligaciones asumidas por las partes y la exigencia por parte de la
demandante de hacer efectivo el cobro de las sumas contenidas en
las letras de cambio sub materia” (sin resaltados en el original).
DÉCIMO QUINTO.- Como se verifica de los pronunciamientos
finales de los órganos judiciales de mérito, sus análisis y criterios
asumidos han sido divergentes respecto al asunto sustancial de lo
que es materia de discusión y sujeto a probanza, como lo es la
existencia de un contrato que permita la satisfacción de la deuda
reclamada. Así, las instancias, respecto a la existencia del contrato
de mutuo que se sostiene dio origen a la emisión de las letras de
cambio y a la obligación reclamada en la vía causal, han señalado,
por un lado (Juez Especializado), que éste se haya probado con el
mérito de las propias letras de cambio, de donde fluye que han sido
suscritas por la emplazada en la parte izquierda de las cambiales, de
tal modo que su vinculación con el negocio jurídico de mutuo se
97025
encuentra demostrada; y de otro lado (Sala Superior), que no hay un
Contrato suscrito por ambas partes que permita verificar
documentalmente que los justiciables suscribieron uno de mutuo,
adicionando que tiene relevancia la negativa expresada por la
demandada en su escrito inicial respecto a que no ha mantenido
relaciones comerciales y menos obligacionales con la accionante,
además de evaluar las declaraciones vertidas en la Audiencia de
Pruebas32 correspondientes a la actora y a su hija Martha Andrea
Morán Desrets. En síntesis, la Sala Superior en sus dos
pronunciamientos ha aplicado lo que regula el Artículo 200° del
Código Procesal Civil sobre la base de la no probanza de la
existencia del negocio jurídico que vincula a las partes, incidiendo en
su último fallo en la no acreditación documental del mutuo. DÉCIMO
SEXTO.- En contraposición a la acción cambiaria que confieren los
títulos valores regulados en la Ley número 27287, así como los que
las leyes especiales determinan, la acción causal analiza el negocio
jurídico que vincula a las partes originariamente (por ejemplo una
compra venta, arrendamiento, mutuo, etcétera) o cualquier acuerdo
que haya causado la emisión del título valor, de donde el documento
cartular viene a ser el instrumento de reconocimiento de una deuda
nacida del contrato causal. En otras palabras, que bajo el título valor
existe un contrato subyacente, también denominado básico o
fundamental, que constituye el presupuesto inicial para poder
plantear el ejercicio de la acción causal, siendo el contrato la razón
de ser del título valor. DÉCIMO SÉPTIMO.- Es entonces con motivo
del nacimiento de relaciones inter partes primarias, que surge una
relación jurídica que se convierte en relación causal y que da origen
a relaciones cambiarias que posteriormente derivan en el nacimiento
de una obligación. En el caso particular, se observa de la actividad
procesal desplegada que los presupuestos jurídicos del nacimiento
de las tres letras de cambios acompañadas en copia a la demanda,
están referidos a un presunto Contrato de Mutuo, como razón o
motivo del libramiento de aquellos documentos. Tal negocio jurídico
básico, a decir de la Sala Superior, no se encuentra probado
documentalmente (existencia física). DÉCIMO OCTAVO.- El marco
fáctico del proceso ilustra que nos encontramos frente al ejercicio de
una acción causal dentro de un proceso cognitivo, que demanda la
existencia del negocio jurídico fundamental que es la razón de
emisión de las tres letras de cambio que reflejan la suma de dinero
reclamada en la demanda. En ese sentido, asume relevancia el
análisis integral de todos los medios de prueba que abonen a esa
finalidad y, dentro de ello, la advertencia o no de otros sujetos que
puedan encontrarse involucrados en la controversia puesta a
consideración de este Poder del Estado, lo que lleva ínsito el
desarrollo de un proceso regular y la solución del conflicto con
intervención de todas aquellas personas que puedan verse
perjudicados con su inicio. DÉCIMO NOVENO.- Es por la indicada
situación que el Código Procesal Civil ha establecido dos situaciones
técnicas que se vinculan con el tema planteado: la primera, en su
Artículo 65°, que la sociedad conyugal y otros patrimonios autónomos
deben ser representados por sus dos conformantes, si ocupan
posición de demandados; y, la segunda, en su Artículo 92°, que hay
litisconsorcio cuando dos o más personas litigan en forma conjunta
como demandantes o demandados, porque tienen una misma
pretensión, sus pretensiones son conexas porque la sentencia a
expedirse respecto de una puede afectar a la otra. En este último
caso puede surgir la figura procesal del litisconsorcio necesario
(Artículo 93°), cuando la relación sustancial sobre la que debe
pronunciarse el Juez está integrada por una pluralidad de sujetos,
bien sean activos o pasivos, de forma tal que no es susceptible
escindirse en tantas relaciones aisladas como sujetos activos o
pasivos individualmente considerados existan, sino que se presenta
como una única e indivisible relación, frente al conjunto de tales
sujetos. El origen del litisconsorcio no se encuentra en la relación
procesal, sino en la material objeto de la controversia. Para un sector
de la doctrina la influencia de la relación material no lo es para validar
la relación procesal, sino en realidad para conseguir que la sentencia
de fondo sea útil. Así, según De la Plaza, citado por la jurista
Marianella Ledesma Narváez: “(…) se produce litisconsorcio
necesario siempre que, por la naturaleza de la relación jurídica
material que en el proceso se crea, los litigantes estén unidos de tal
modo, que a todos afecte la resolución que en él pueda dictarse”33.
VIGÉSIMO.- El fundamento del litisconsorcio necesario reposa en
que existen relaciones jurídicas sustanciales sobre las cuales no es
posible pronunciarse de modo fraccionado o calificándose sólo
respecto de alguno de sus sujetos, porque indispensablemente la
decisión comprende y obliga a todos. En esos casos la intervención
en el proceso de todos los sujetos vinculados a la relación se hace
indispensable a fin que la relación jurídica procesal quede completa
y sea posible decidir sobre el fondo de la materia. VIGÉSIMO
PRIMERO.- En el caso concreto, desde la propia demanda la actora
ha sostenido que la obligación pecuniaria que reclama,
presuntamente emergente de un contrato de mutuo, se contrajo por
la demandada “(…) conjuntamente con su cónyuge (…)”, lo que se
advierte ratificado por aquella parte en la Audiencia de Pruebas a
que se contrae el Acta obrante de fojas setenta y cuatro a setenta y
siete, levantada el dos de junio de dos mil once, donde al responder
la tercera pregunta del pliego interrogatorio presentado por la
demandada (3. Que, yo nunca he recibido dinero de Ud. que hoy día
pueda generar obligación de devolución, como pretende con su
demanda?), sostuvo: “(…) la demandada no ha recibido
directamente, sino el esposo pero que ambos han firmado”,
agregando a la pregunta efectuada por el Juez de la causa en la

97026 CASACIÓN
última parte de aquel acto (¿para que diga si ha tenido un trato
comercial y cuantas veces con la demandada y por qué montos?),
que: “con la demandada no ha tenido directamente trato comercial y
con el esposo sí, dijo no tiene idea en cuanto a préstamos pero sí el
monto de materia de cobranza en el proceso”: VIGÉSIMO
SEGUNDO.- Esas circunstancias, relevantes para la solución de la
controversia, no han sido evaluadas de modo acabado por las
instancias de mérito, lo que advierte una vulneración al debido
proceso por motivación insuficiente, pues el examen de aquello
debió agotarse, como también la implicancia de las referidas
actuaciones (sobre todo las que provienen de la propia actora) en la
necesidad de vincular con el proceso (incorporándolo) a la persona
que se sostiene ha sido parte activa en el contrato de mutuo que se
persigue probar: el cónyuge de la accionada. VIGÉSIMO TERCERO.-
Por lo mismo, la infracción procesal debe ser estimada, casándose
la Sentencia de Vista y declarándose insubsistente la sentencia
apelada, por vulneración de lo regulado por el Artículo 139° inciso 5)
de la Constitución Política del Perú y de las disposiciones que, en
general, regulan el desarrollo de un proceso regular, careciendo de
objeto pronunciarse sobre las infracciones materiales también
denunciadas. Por tales fundamentos y conforme a lo regulado en el
Artículo 396° inciso 3) del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por Martha Susana
Desrets viuda de Morán; CASARON la Sentencia Vista emitida
mediante resolución número dieciséis de fecha doce de diciembre
de dos mil catorce obrante de fojas trescientos sesenta y cuatro a
trescientos setenta expedida por la Primera Sala Civil con
Subespecialidad en Materia Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima, en consecuencia NULA la misma, e insubsistente
la sentencia apelada de primera instancia emitida mediante
resolución número veintidós de fecha ocho de enero de dos mil
doce, corriente de fojas ciento noventa y tres a doscientos tres
expedida por el Tercer Juzgado Civil con Subespecialidad Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima; ORDENARON que el
Juzgado de primera instancia dicte en su momento nuevo
pronunciamiento de mérito sobre la pretensión planteada, teniendo
en cuenta las consideraciones que se anotan en la presente
Sentencia Casatoria; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Martha Susana Desrets viuda de Morán con Myriam
Rosa Valcárcel Herrera de Blomberg sobre Obligación de Dar Suma
de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Escrito Inserto de folios 393 a 402.
2
Inserta de folios 364 a 370.
3
Inserta de folios 193 a 203.
4
Escrito de demanda inserto de folios 11 a 13.
5
Corriente de folios 39 a 43.
6
Obrante de folios 193 a 203.
7
Recurso obrante a folios 209 y 210.
8
Inserta de folios 298 a 304.
9
Inserto de folios 315 a 320.
10
Inserta en copia certificada de folios 325 a 327.
11
Inserta en copia certificada de folios 328 a 337.
12
El sustento base para la declarar nula la primera Sentencia de Vista fue
establecer que adolecía de motivación defectuosa, por cuanto tratándose
de un proceso cognitivo no resultaba necesario que en las letras figure el
nombre de la demandada como obligada principal o avalista, ni ningún otro
requisito esencial, dado que no están siendo merituadas como títulos valores
sino como actos jurídicos diferentes; por lo tanto, corresponde que el Ad
quem emita pronunciamiento dentro del contexto de un proceso cognitivo,
sobre el valor probatorio de la firma suscrita por la demandada puesta en
el documento privado y por debajo de la firma de su esposo Luis Blomberg
Flores en la presente controversia.
13
Inserta de folios 364 a 370.
14
Escrito inserto de folios 393 a 402.
15
Inserto de folios 61 a 63 del Cuadernillo de Casación.
16
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
17
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
18
Faudes Ledesema, Héctor, “El Derecho a un juicio justo”. En: Las garantías
del debido proceso (Materiales de Enseñanza) Lima. Instituto de Estudios
Internacionales de la PUCP y Embajada Real de los Paises Bajos, página 17
19
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
20
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
21
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
22
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
23
ATIENZA, Manuel, “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
24
BUSTAMANTE ALARCÓN, Reynaldo. El Derecho Fundamental a Probar y
su contenido esencial. ARA Editores, página 93
25
STC N° 0896-2009-PHC/TC, dictada el 24 de mayo de 2010.
26
Inserta de folios 11 a 13.
27
Inserta a folios 03, repetida a folios 110
28
Inserta a folios 04, repetida a folios 111
29
Inserta a folios 05, repetida a folios 109.
30
Inserta de folios 193 a 203.
31
Inserta de folios 328 a 337.
32
Acta inserta de folios 74 a 77.
33
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella, “Comentarios al Código Procesal Civil”,
Gaceta Jurídica, Segunda Edición, Tomo I, páginas 214.
C-1569469-16
CAS. Nº 1829-2015 LIMA
TERCERÍA EXCLUYENTE DE PROPIEDAD. SUMILLA: “El único
requisito que se exige a la demandante tercerista que se ampara
en el segundo párrafo del artículo 533 del Código Procesal Civil, es
que su derecho de propiedad se encuentre inscrito en los Registros
Públicos con anterioridad a la hipoteca inscrita”. Lima, veinte de
enero de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número mil ochocientos veintinueve – dos mil quince; luego
de verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata
del recurso de casación interpuesto por Dalia Sivina Hurtado a
fojas ciento veinte, contra el auto de vista de fojas sesenta, de
fecha diez de diciembre de dos mil quince, expedida por la Primera
Sala Civil Subespecializada en Materia Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la Resolución
número uno, de fecha diecisiete de julio de dos mil catorce, obrante
a fojas diecisiete, que declara improcedente la demanda
interpuesta, con lo demás que contiene; en los seguidos por Dalia
Sivina Hurtado contra el Banco de Crédito del Perú y Freddy Jesús
Pajares Rubio, sobre Tercería Excluyente de Propiedad. 2.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución
de fecha treinta y uno de julio de dos mil quince, corriente a fojas
treinta y ocho del cuaderno de casación, este Supremo Tribunal ha
declarado procedente el recurso de su propósito, por las causales
denunciadas de: II.1. Infracción normativa procesal de los
artículos 122 inciso 3, 197, 427 inciso 6 y 533 del Código
Procesal Civil. II.2. Infracción normativa material de los
artículos 311 inciso 1, 315, 1135, 2016 y 2022 del Código Civil.
2. ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por la recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: IV.1. Con
fecha nueve de julio de dos mil catorce Dalia Sivina Hurtado
interpone demanda contra el Banco de Crédito del Perú y Freddy
Jesús Pajares Rubio, solicitando que se ordene el levantamiento
de la hipoteca trabada sobre el inmueble de su propiedad ubicado
en los Girasoles 136, Lote 14, Manzana “G” de la Urbanización Los
Parques de Monterrico, que aparece inscrito en la Partida Registral
número 44904713, debiendo suspenderse el proceso de ejecución
de garantías seguido por el Banco de Crédito del Perú contra
Freddy Jesús Pajares Rubio (Expediente número 5597-2008);
argumentando los siguiente: I) Señala que el co-demandado ha
constituido con fecha siete de junio de mil novecientos noventa y
siete, una hipoteca por la suma de ciento treinta y tres mil
ochocientos siete dólares americanos (US$133,807.00), sobre un
bien que le pertenece a la sociedad de gananciales constituida por
Freddy Jesús Pajares Rubio y la actora, puesto que su matrimonio
data de fecha dos de enero de mil novecientos noventa y seis,
habiéndose inscrito la declaratoria de fábrica mediante documento
de fecha cierta de diez de octubre de mil novecientos noventa y
seis; II) Alega que el dieciocho de junio de dos mil cuatro, el co-
demandado celebró una ratificación de fianza solidaria y
modificación de la hipoteca, constituyendo una hipoteca hasta por
el monto de ochenta y cuatro mil dólares americanos
(US$84,000.00), sin que le haya comunicado los actos de
gravamen o disposición que realizó; y III) Precisa que su derecho
de propiedad es anterior a la inscripción del embargo. IV.2. Por
auto de primera instancia de fecha diecisiete de julio de dos mil
catorce, obrante a fojas diecisiete, el A quo declara improcedente
la demanda de la actora. Los argumentos en los que se sustenta
esta decisión son los siguientes: I) La pretensión postulada
(tercería excluyente de propiedad) contra un gravamen proveniente
de garantía real (hipoteca), no constituye un caso justiciable
amparado por la voluntad expresa de la ley, pues según el artículo
535 del Código Procesal Civil, la tercería puede fundarse en la
propiedad de los bienes afectados por medida cautelar o para la
ejecución; II) Por el contrario, el gravamen o la afectación de un
bien que se efectúa a mérito de una garantía constituida
extrajudicialmente por el propietario del bien, debe su existencia a
la voluntad de las partes constituyentes y no a un mandato judicial;
y III) Estando a lo expuesto, resulta evidente que la presente
controversia no corresponde dilucidarse en un proceso derivado de
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
otro, como es el caso de la presente tercería de propiedad, sino en
un proceso autónomo, más lato. IV.3. Elevado el auto en apelación,
el Ad quem, por auto de vista de fecha diez de diciembre de dos mil
catorce, obrante a fojas sesenta, confirma el auto apelado emitido
el diecisiete de julio de dos mil catorce; tras considerar lo siguiente:
I) El derecho de propiedad que alega tener la demandante sobre el
bien inmueble objeto de ejecución de garantía hipotecaria en el
Proceso de Ejecución de Garantías, no se encuentra inscrito en el
registro de propiedad respectivo, por lo que no se cumple con el
requisito de procedibilidad establecido en el artículo 533 del Código
Procesal Civil, por lo que la decisión del Juez de la causa resulta
acertada; II) Sin perjuicio de lo expresado, el Colegiado Superior
aprecia que en el rubro títulos de dominio aparece la compraventa
a favor de Freddy Jesús Pajares Rubio, soltero, Lima, en fecha
doce de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, y no en el año
mil novecientos noventa y seis como alega la recurrente; y III) Así
la recurrente tiene expedito su derecho para hacerlo valer en el
proceso idóneo, donde se discuta la validez de la hipoteca. 3.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, el
recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia, conforme
lo señala el artículo 384 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.-
Que, habiéndose declarado procedente el recurso por la causal de
infracción normativa material y procesal, corresponde efectuar en
primer término el análisis de la causal relativa a la infracción
normativa procesal, de conformidad con el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil –modificado por Ley número 29364-, que
establece que si el recurso de casación contuviera ambos pedidos
(anulatorio y revocatorio), deberá entenderse el anulatorio como
principal y el revocatorio como subordinado, ello en atención a su
efecto nulificante. TERCERO.- Que, respecto a las causales de
infracción normativa procesal la recurrente alega que la Sala
Superior ha vulnerado los artículos 122 inciso 3, 197, 427 inciso
6 del Código Procesal Civil, porque no ha reparado que la
declaratoria de fábrica es de fecha posterior a la celebración de su
matrimonio con el co-demandado Freddy Jesús Pajares Rubio, por
lo que al tratarse de un bien social que ha sido afectado sin contar
con su intervención en su condición de cónyuge, no se le puede
negar su Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva. Asimismo,
alega que la Sala Superior ha vulnerado el artículo 533 del
Código Procesal Civil, porque dicha norma no estipula que la
propiedad deba ser exclusivamente probada por un documento del
Registro de la Propiedad Inmueble del bien que se pretende
desafectar, resultando por ende suficiente en el caso concreto, la
partida de matrimonio para acreditar el carácter social del bien
afectado por uno de los cónyuges a título personal. CUARTO.-
Que, el artículo 533 del Código Procesal Civil, al definir la tercería
de propiedad, la clasifica en dos supuestos: “La tercería se entiende
con el demandante y el demandado, y solo puede fundarse en la
propiedad de los bienes afectados judicialmente por medida
cautelar o para la ejecución; o en el derecho preferente a ser
pagado con el precio de tales bienes. Sin perjuicio de lo señalado,
puede fundarse en la propiedad de bienes afectados con garantías
reales, cuando el derecho del tercerista se encuentra inscrito con
anterioridad a dicha afectación”. QUINTO.- Que, en el caso de
autos nos encontramos en el supuesto contenido en el segundo
párrafo del citado artículo, que es la tercería de propiedad de
bienes afectados por una hipoteca inscrita, supuesto en el que el
único requisito que se exige a la demandante tercerista es que su
derecho de propiedad se encuentre inscrito con anterioridad a la
hipoteca. SEXTO.- Que, revisados los asientos registrales
anexados a la demanda aparece que el bien inmueble materia de
tercería es de propiedad de Freddy Jesús Pajares Rubio, esposo
de la demandante, quien lo habría adquirido como soltero, por
Escritura Pública de fecha ocho de abril de mil novecientos noventa
y cuatro y con título inscrito en fecha doce de agosto de mil
novecientos noventa y cuatro, es decir, con anterioridad al
matrimonio celebrado con la actora en fecha dos de enero de mil
novecientos noventa y seis; por lo que, el inmueble sub litis no es
un bien social, sino un bien propio del ahora esposo de la
demandante. SÉTIMO.- Que, en ese sentido, si bien es cierto que
a fojas cuatro obra la inscripción de una declaratoria de fábrica
sobre el predio sub litis realizada el diez de octubre de mil
novecientos noventa y seis, es decir dentro del matrimonio
celebrado entre la demandante y Freddy Jesús Pajares Rubio (lo
que significa que dicha construcción se presume como bien social);
sin embargo, este hecho no va enervar la improcedencia de la
presente demanda de tercería, pues la actora sustenta su
pretensión en un documento no inscrito en los Registros Públicos,
como es el acta de matrimonio de fojas ocho. OCTAVO.- Que, en
consecuencia, esta no es la vía idónea para que la demandante
haga valer su derecho de propiedad sobre las construcciones
existentes en el inmueble de propiedad de su esposo Freddy Jesús
Pajares Rubio; por lo que, se deja a salvo el derecho de la
demandante de cuestionar la validez de la constitución y ampliación
de hipoteca en la que no participó, para que lo haga valer en la vía
correspondiente, mas no el presente proceso, porque, al
encontrarnos en el supuesto del segundo párrafo del artículo 533
del Código Procesal Civil, la actora únicamente puede fundar su
demanda de tercería en un documento inscrito en los Registros
Públicos con anterioridad a la hipoteca, que no es el caso; por lo
que las causales de la infracción normativa procesal denunciadas
97027
deben ser desestimadas. NOVENO.- Que, en cuanto a las
causales de infracción normativa material la recurrente denuncia
que la Sala de mérito ha vulnerado los artículos 1135, 2016 y
2022 del Código Civil, porque si bien es cierto que la prioridad
registral solo puede aplicarse a los actos inscribibles a que hace
referencia el artículo 2019 del Código Civil, entre los cuales no
figura la partida de matrimonio, no obstante, esto no significa que
dicha partida y los derechos de la fábrica construida sobre el bien
inmueble carezcan del carácter de inoponibles, en virtud de lo
dispuesto en el artículo 1135 del precitado Código, el cual debe ser
interpretado en armonía con el artículo 2022 del mismo Código, en
el sentido que cuando se trate de varias personas con derechos
reales sobre el mismo bien, prevalece el derecho anteriormente
inscrito en caso de aplicarse las reglas del derecho registral, o en
su defecto el título de fecha anterior en caso de aplicarse las reglas
del derecho civil, siendo este segundo criterio el aplicable al caso
de autos, y es que el título de fecha cierta anterior consiste en la
partida del matrimonio celebrado con anterioridad a la inscripción
del registro de fábrica edificada sobre el bien afectado por una
hipoteca que abarca ilegalmente tal edificación. Refiere además,
que la Sala de vista ha vulnerado los artículos 311 inciso 1 y 315
del Código Civil, porque al haberse inscrito la declaratoria de
fábrica el diez de octubre de mil novecientos noventa y seis, es
evidente que dicho bien se ha adquirido dentro del matrimonio
celebrado el dos de enero de ese mismo año, por lo que la tercería
resulta viable en atención a que se está afectando a título personal
un bien social por medio de un gravamen donde la sociedad
conyugal no ha participado. DÉCIMO.- Que, estando a lo señalado
se advierte que el artículo 1135 del Código Civil, resulta impertinente
para el caso de autos, porque no nos encontramos ante un
supuesto de concurrencia de acreedores de bien inmueble. Lo
mismo sucede con relación a los artículos 2016 y 2022 del Código
sustantivo, porque en el presente caso la parte demandante
pretende oponer su derecho de propiedad basada en “un título no
inscrito en los Registros Públicos”, como es una partida de
matrimonio; por lo que, el Principio de Prioridad Registral y, la figura
de la oponibilidad de derechos sobre inmuebles inscritos en los
Registros Públicos, regulados en las citadas normas, no se
subsumen a los supuestos de hecho de la demanda. DÉCIMO
PRIMERO.- Que, finalmente, este Supremo Tribunal tampoco
advierte la infracción de los artículos 311 inciso 1 y 315 del Código
Civil, pues si bien se encuentra acreditado en autos que la
inscripción de la declaratoria de fábrica fue efectuada dentro de la
vigencia del matrimonio celebrado entre la demandante y Freddy
Jesús Pajares Rubio, este hecho no determina que el predio de
propiedad de este último se presuma como un bien social, pues
también se encuentra acreditado en autos que el predio sobre el
que se ha levantado la fábrica ha sido adquirido por Freddy Jesús
Pajares Rubio cuando este se encontraba soltero, es decir, antes
de haber contraído matrimonio con la demandante; por lo que, la
presunción de bien social únicamente recae sobre la fábrica mas
no sobre el terreno. Dicho esto, cualquier cuestionamiento sobre la
constitución de la hipoteca del predio (terreno y construcción) sin la
participación de la demandante, debe ser dilucidado en otra vía,
mas no en el presente proceso de tercería excluyente de propiedad.
Por las razones anotadas, las causales materiales denunciadas
deben ser igualmente desestimadas. 5.- DECISIÓN: Estando a
las consideraciones expuestas y de conformidad con los artículos
12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial
y 397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto por Dalia Sivina Hurtado a fojas
ciento veinte; en consecuencia NO CASARON el auto de vista de
fojas sesenta, de fecha diez de diciembre de dos mil quince,
expedida por la Primera Sala Civil Subespecializada en Materia
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Dalia Sivina
Hurtado contra el Banco de Crédito del Perú y otro, sobre Tercería
Excluyente de Propiedad; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-17
CAS. Nº 2084-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Sumilla: El daño
moral (Artículo 1984 del Código Civil), es la lesión a cualquier
sentimiento de la víctima considerado socialmente legítimo; es
aquel daño que afecta la esfera interna del sujeto, no recayendo
sobre cosas materiales. Esta categoría del daño es difícil de
acreditar, debido a que las personas no expresan sus sentimientos
o emociones del mismo modo, siendo inclusive fácil para algunas
personas simular sufrimientos o lesiones sin que existan en la
realidad. Además, en algunos casos, ocurre que los sufrimientos
severos son resistidos con fortaleza sin ninguna alteración en la
salud o aspecto físico del sujeto. Lima, seis de julio de dos mil
dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número dos mil ochenta y cuatro - dos mil quince, en Audiencia
Pública de la fecha y producida la votación correspondiente, emite
la presente sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por Félix Alméstar Roa a fojas
trescientos treinta y dos, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos veinticuatro, de fecha veinticuatro de marzo de dos mil

97028 CASACIÓN
quince, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas
doscientos cincuenta y ocho, de fecha once de marzo de dos mil
catorce, que declara infundada la demanda; en los seguidos por
Félix Alméstar Roa contra la Oficina de Normalización Previsional
- ONP y otro, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fojas cincuenta y nueve del presente cuadernillo, de
fecha veinticinco de agosto de dos mil quince, ha estimado
procedente el recurso de casación por la causal de infracción
normativa de derecho procesal, esto es del artículo 139 inciso 5 de
la Constitución Política del Perú. El recurrente alega que la Sala
Superior incurre en una errónea motivación para desestimar la
demanda interpuesta; toda vez que la demandada Oficina de
Normalización Previsional – ONP, como entidad estatal, lejos de
procurar proteger las necesidades mínimas y vitales del recurrente,
dolosamente ha infringido la Ley número 23908; pues a pesar de
tener conocimiento de cuáles son los derechos pensionarios del
actor, le denegó al mismo, el derecho de percibir una pensión de
manera íntegra y concreta, vulnerando de esta manera el contenido
constitucional protegido del derecho a la pensión, causando tales
hechos un serio perjuicio moral y a la persona; correspondiéndole
por lo tanto, la indemnización solicitada. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Previamente a la absolución del recurso de casación
sub examine, es necesario hacer un breve recuento de lo
acontecido en el proceso. En tal sentido, se advierte que a fojas
siete, Félix Alméstar Roa interpone demanda de Indemnización por
Daños y Perjuicios contra la Oficina de Normalización Previsional
– ONP y otro, solicitando que le paguen la suma de trescientos
sesenta mil soles (S/360,000.00) como indemnización por daño
moral y trescientos sesenta mil soles (S/360,000.00) por daño a la
persona. Como fundamentos de su demanda sostiene que la
Oficina de Normalización Previsional – ONP mediante resolución
administrativa de fecha cuatro de octubre de mil novecientos
noventa y uno le otorgó una pensión de jubilación, bajo los alcances
de la Ley número 19990. Sin embargo, dicha entidad no cumplió
con reajustar la citada pensión bajo los alcances de la Ley número
23908 – que establecía en una cantidad igual a tres sueldos
mínimos vitales, determinados para la actividad industrial en la
Provincia de Lima, el monto mínimo de las pensiones de jubilación
a cargo del Sistema Nacional de Pensiones (SNP) –; así como
tampoco reajustó la pensión de viudez del demandante, afectando
con ello su derecho a la dignidad, y provocando un severo daño a
la persona, que se ha visto menoscabado al fallecer su cónyuge.
Agrega, que el Estado tiene la obligación de reparar los daños
ilegítimos, y que la dignidad es un valor, y ante un dolo deliberado
corresponde que se le indemnice el daño ocasionado. SEGUNDO.-
Tramitada la demanda según su naturaleza, el A quo, mediante
sentencia de fojas doscientos cincuenta y ocho, de fecha once de
marzo de dos mil catorce, declara infundada la demanda. Como
fundamentos de su decisión sostiene que: De los actuados se
aprecia que la Oficina de Normalización Previsional – ONP
reconoció inicialmente el derecho a una pensión de jubilación del
actor, bajo los alcances del Decreto Ley número 19990, a partir del
ocho de marzo de mil novecientos noventa y uno y que, al no estar
de acuerdo éste con el monto otorgado, interpuso una acción de
amparo a efectos de que el mismo sea reajustado de acuerdo a la
Ley número 23908, lo cual fue finalmente acatado por la Oficina de
Normalización Previsional – ONP, tal como se desprende de la
Resolución número 00065774-2005-ONP/DC/DL19990. De ello se
concluye que el derecho de pensión de jubilación y su reajuste
nunca le fue negado al actor; por lo tanto, no se aprecia una
conducta dolosa por parte de la demandada Oficina de
Normalización Previsional – ONP, tampoco se aprecia la existencia
de culpa, dado que el actor no ha presentado prueba instrumental
alguna que demuestre lo contrario. Por lo tanto, no se encuentra
acreditado el dolo o culpa por parte de la entidad demandada, así
como la probanza del nexo causal entre el hecho y el daño
producido. Por lo que, en aplicación del artículo 200 del Código
Procesal Civil, la demanda debe ser desestimada, al no haberse
establecido que la entidad demandada haya ocasionado daño
alguno al actor, al no concurrir en el presente proceso los requisitos
exigibles para el resarcimiento económico. TERCERO.- Apelada la
mencionada sentencia, la Sala Superior, mediante sentencia de
fojas trescientos veinticuatro, de fecha veinticuatro de marzo de
dos mil quince, la confirma. Como sustento de su decisión
manifiesta que no se puede apreciar los detrimentos sufridos por el
actor y que la sola declamación o aflicción no son suficientes para
acreditar su pretensión; máxime que ni siquiera se tiene
conocimiento de alguna información adicional que permita
establecer el nexo causal entre la supuesta conducta antijurídica
con los daños alegados y cómo antes de la afectación de sus
intereses extrapatrimoniales se modificó perjudicialmente.
CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso
de casación ha sido declarado procedente, por la causal de
infracción normativa de derecho procesal, esto es del artículo 139,
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú. El Principio de
Motivación de las Resoluciones Judiciales constituye una garantía
de la función jurisdiccional y, en nuestro ordenamiento jurídico está
regulado por los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, 122 inciso 3 del Código Procesal Civil y 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Una
motivación conlleva la justificación lógica, razonada y conforme a
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
las normas constitucionales y legales señaladas, así como con
arreglo a los hechos y petitorios formulados por las partes; por
consiguiente, una motivación adecuada y suficiente comprende
tanto la motivación de hecho o in facttum, en la que se establecen
los hechos probados y no probados mediante la valoración
conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a
petición de parte como de oficio, subsumiéndolos en los supuestos
fácticos de la norma, como la motivación de derecho o in jure, en la
que se selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una
adecuada interpretación de la misma. Por otro lado, dicha
motivación debe ser ordenada, fluida y lógica; es decir, debe
observar los principios de la lógica y evitar los errores in cogitando,
esto es, la contradicción o falta de logicidad entre los considerandos
de la resolución.-QUINTO.- El daño moral (artículo 1984 del Código
Civil) es la lesión a cualquier sentimiento de la víctima considerado
socialmente legítimo1; es aquel daño que afecta la esfera interna
del sujeto, no recayendo sobre cosas materiales, sino afectando
sentimientos y valores2. Esta categoría del daño es particularmente
difícil de acreditar, debido a que las personas no expresan sus
sentimientos o emociones del mismo modo, siendo, inclusive, fácil
para algunas personas simular sufrimientos o lesiones sin que
existan en la realidad. Además, en algunos casos, ocurre que los
sufrimientos severos son resistidos con fortaleza sin ninguna
alteración en la salud o aspecto físico del sujeto. SEXTO.- En tal
sentido, ante la dificultad para probar el daño moral, esta Sala
Suprema ha optado por presumir, en casos puntuales, la existencia
del mismo. En el caso de autos, correspondía a las instancias de
mérito resolver la controversia de los autos a la luz de esta
concepción. Nótese que en autos se encuentra acreditado que el
demandante tuvo que acudir ante el Poder Judicial, mediante el
proceso de amparo, a fin de conseguir que la entidad demandada
cumpliera con otorgarle una nueva pensión, acorde con la Ley
número 23908. Ante ello, resulta comprensible que el accionante
haya podido sufrir daño moral (lesión a su sentimiento), debido a
que se vio obligado a seguir el itinerario judicial en mención, ante la
negativa (ilegítima) de la entidad demandada de reajustar la
pensión que percibía, en consecuencia devendrían en irrelevantes
los argumentos esgrimidos por el Colegiado Superior tendientes a
establecer una pretendida falta de acreditación del daño moral.
SÉTIMO.- Por consiguiente, se advierte que el Ad quem ha
vulnerado el Principio de Motivación de las Resoluciones Judiciales,
por cuanto el razonamiento que expone en su fallo no es congruente
con una auténtica concepción del daño moral y su acreditación,
que deben ser concebidos bajo los parámetros indicados en el
considerando precedente. OCTAVO.- La verificación de la causal
procesal denunciada en el recurso sub examine (vulneración del
Principio de Motivación de las Resoluciones Judiciales) acarrea la
nulidad de la sentencia recurrida, por lo que corresponde renovar el
acto procesal viciado, en atención a lo establecido por el artículo
396 inciso 1 del Código Procesal Civil. Por las razones anotadas y
en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Félix
Alméstar Roa a fojas trescientos treinta y dos; por consiguiente,
CASARON, la sentencia de vista de fojas trescientos veinticuatro,
de fecha veinticuatro de marzo de dos mil quince, expedida por la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; en
consecuencia, NULA la misma; ORDENARON a la Sala Superior
de su procedencia emita nueva sentencia, con arreglo a ley, y
conforme a lo establecido en los considerandos precedentes;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Félix Alméstar Roa contra la Oficina de Normalización
Previsional – ONP y otro, sobre Indemnización por Daños y
Perjuicios; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA. EL VOTO EN MINORÍA DEL
SEÑOR JUEZ SUPREMO YAYA ZUMAETA, ES COMO SIGUE:
vista la causa número dos mil ochenta y cuatro - dos mil quince en
Audiencia Pública de la fecha, producida la votación
correspondiente, y de conformidad con lo opinado por la Fiscalía
Suprema en lo Civil según Dictamen corriente de fojas sesenta y
cuatro a setenta y dos del Cuaderno de Casación, emite la presente
sentencia. I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del Recurso de
Casación obrante de fojas trescientos treinta y dos a trescientos
sesenta y dos del expediente principal, interpuesto por Félix
Alméstar Roa contra la Sentencia de Vista corriente de fojas
trescientos veinticuatro a trescientos veintisiete, expedida el
veinticuatro de marzo de dos mil quince por la Cuarta Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que confirma la sentencia apelada de primera instancia obrante de
fojas doscientos cincuenta y ocho a doscientos setenta y dos, su
fecha once de marzo de dos mil catorce, que declara infundada la
demanda sobre Indemnización por Daños y Perjuicios. II.-
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala Suprema mediante
resolución obrante de fojas cincuenta y nueve a sesenta y dos del
Cuaderno formado, su fecha veinticinco de agosto de dos mil
quince, ha estimado procedente el Recurso de Casación por la
causal de Infracción Normativa Procesal del Artículo 139° inciso 5)
de la Constitución Política del Perú, al haberse alegado que la Sala
Superior incurre en una errónea motivación para desestimar la
demanda interpuesta, toda vez que la demandada Oficina de
Normalización Previsional (en lo sucesivo ONP), como entidad
estatal, lejos de procurar proteger las necesidades mínimas y
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
vitales del recurrente, dolosamente ha infringido la Ley número
23908, pues a pesar de conocer cuáles son los derechos
pensionarios del actor, le denegó los mismos, y con ello el de
percibir una pensión de manera íntegra y concreta, vulnerando el
contenido constitucional protegido del derecho a la pensión,
causando tales hechos un serio perjuicio moral y a la persona,
correspondiéndole por lo tanto la indemnización solicitada. III.-
REFERENCIAS DEL PROCESO: 3.1.- Demanda: Mediante
escrito corriente de fojas siete a cuarenta y dos, Félix Alméstar Roa
interpone demanda de Indemnización por Daños y Perjuicios
contra la ONP y otros, solicitando que le paguen la suma de
trescientos sesenta mil soles (S/ 360,000.00) como indemnización
por daño moral y trescientos sesenta mil soles (S/ 360,000.00) por
daño a la persona. Como fundamentos de su demanda sostiene
que: i) La ONP mediante Resolución Administrativa de fecha cuatro
de octubre de mil novecientos noventa y uno le otorgó una pensión
de jubilación, bajo los alcances de la Ley número 19990, sin cumplir
con reajustarla bajo los alcances de la Ley número 23908, que
establecía en una cantidad igual a tres sueldos mínimos vitales
determinados para la actividad industrial en la Provincia de Lima, el
monto mínimo de las pensiones de jubilación a cargo del Sistema
Nacional de Pensiones (en adelante SNP); ii) Tampoco reajustó la
pensión de viudez del demandante, afectando con ello su derecho
a la dignidad, y provocando un severo daño a la persona, que se ha
visto menoscabado al fallecer su cónyuge; y, iii) El Estado tiene la
obligación de reparar los daños ilegítimos, siendo la dignidad un
valor, y ante un dolo deliberado corresponde que se le indemnice el
daño ocasionado. 3.2.- Sentencia de primera instancia:
Tramitada la causa según su naturaleza, el A quo mediante
sentencia corriente de fojas doscientos cincuenta y ocho a
doscientos setenta y dos, su fecha once de marzo de dos mil
catorce, declara infundada la demanda. Como fundamentos de su
decisión sostiene que: i) De los actuados se aprecia que la ONP
reconoció inicialmente el Derecho a una Pensión de Jubilación del
actor, bajo los alcances del Decreto Ley número 19990, a partir del
ocho de marzo de mil novecientos noventa y uno, y que al no estar
de acuerdo éste con el monto otorgado interpuso un Proceso de
Amparo a efectos que el mismo sea reajustado de acuerdo a la Ley
número 23908, lo cual fue finalmente acatado por la ONP, como se
desprende de la Resolución número 00065774-2005-ONP/DC/
DL19990; ii) De ello se tiene que el derecho a la pensión de
jubilación y su reajuste nunca le fue negado al actor, por lo que no
se aprecia una conducta dolosa por parte de la demandada, ni la
existencia de culpa, dado que el actor no ha presentado prueba
instrumental alguna que demuestre lo contrario; iii) No se encuentra
acreditado el dolo o culpa por parte de la entidad demandada, así
como la probanza del nexo causal entre el hecho y el daño
producido; y, iv) En aplicación del Artículo 200° del Código Procesal
Civil, la demanda debe ser desestimada, al no haberse establecido
que la entidad accionada haya ocasionado daño alguno al actor, al
no concurrir al presente proceso los requisitos exigibles para el
resarcimiento económico. 3.3.- Sentencia de Vista: Apelada la
mencionada sentencia de primera instancia la Sala Superior,
mediante Sentencia de Vista obrante de fojas trescientos
veinticuatro a trescientos veintisiete, su fecha veinticuatro de marzo
de dos mil quince, la confirma. Como sustento de su decisión
manifiesta básicamente que: i) No se pueden apreciar los
detrimentos sufridos por el actor; ii) La sola declamación o aflicción
no son suficientes para acreditar su pretensión; y, iii) No se tiene
conocimiento de alguna información adicional que permita
establecer el nexo causal entre la supuesta conducta antijurídica
con los daños alegados y cómo antes de la afectación de sus
intereses extrapatrimoniales se generó una modificación perjudicial.
IV.- CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE: En el caso particular, la
cuestión jurídica en debate consiste en determinar si en la
Sentencia impugnada se han observado las reglas del debido
proceso y, específicamente, del derecho/deber de la motivación de
la resolución judicial impugnada. V.- DESARROLLO
ARGUMENTATIVO: Sobre la finalidad del Recurso de Casación:
PRIMERO.- El Recurso de Casación tiene por fines la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República, conforme lo precisa el Artículo 384° del Código Procesal
Civil. En materia de casación es factible el control de las decisiones
jurisdiccionales, con el propósito de determinar si en ellas se han
infringido o no las normas que garantizan el derecho al proceso
regular, teniendo en consideración que éste supone el cumplimiento
de los principios y garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del derecho
a la defensa de las partes en conflicto. SEGUNDO.- Por causal de
casación se entiende al motivo que la ley establece para la
procedencia del Recurso3, debiendo sustentarse el mismo en
aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende
interponerse por infracción de la ley o por quebrantamiento de la
forma. Se consideran motivos de casación por infracción de la ley,
la violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así
como la falta de congruencia de lo decidido con las pretensiones
formuladas por las partes y la falta de competencia. Los motivos
por quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el
proceso4, por lo que en tal sentido si bien todas las causales
suponen una violación de la ley, también lo es que éstas pueden
darse en la forma o en el fondo. TERCERO.- La infracción procesal
se configura cuando en el desarrollo de la causa no se han
97029
respetado los derechos procesales de las partes, se han soslayado
o alterado actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha
sido efectiva, el órgano judicial deja de motivar sus decisiones o lo
hace en forma incoherente, en evidente quebrantamiento de la
normatividad vigente y de los principios procesales. CUARTO.- En
el caso particular, y como se ha adelantado, se ha declarado
procedente el Recurso de Casación por causal de infracción
normativa procesal, y, puntualmente, del Artículo 139° inciso 5) de
la Constitución Política del Perú. Sobre el debido proceso:
QUINTO.- El debido proceso (o proceso regular) es un derecho
complejo, desde que está conformado por un conjunto de derechos
esenciales que impiden que la libertad y los derechos de los
individuos perezcan ante la ausencia o insuficiencia de un proceso
o procedimiento o se vean afectados por cualquier sujeto de
derecho -incluyendo el Estado- que pretenda hacer uso abusivo de
éstos. Como señala la doctrina: “(…) por su naturaleza misma, se
trata de un derecho muy complejamente estructurado, que a la vez
está conformado por un numeroso grupo de pequeños derechos
que constituyen sus componentes o elementos integradores, y que
se refieren a las estructuras, característica del Tribunal o instancias
de decisión, al procedimiento que debe seguirse y a sus principios
orientadores, y a las garantías con que debe contar la defensa”5.
Dicho de otro modo, el derecho al proceso regular constituye un
conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable, que incluyen
la tutela procesal efectiva, la observancia de los principios o reglas
básicas y de la competencia predeterminada por ley, así como la
pluralidad de instancias, la motivación, logicidad y razonabilidad de
las resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las
partes (derecho de acción y de contradicción), entre otros. SEXTO.-
Así también, el derecho al debido proceso, consagrado en el inciso
3) del Artículo 139° de la Constitución Política del Perú6, comprende
a su vez, entre otros derechos de los ya señalados en el
considerando precedente, el de obtener una resolución fundada en
derecho, mediante decisiones en las que los Jueces expliciten en
forma suficiente las razones de sus fallos, con mención expresa de
los elementos fácticos y jurídicos que los determinaron, dispositivo
que es concordante con lo preceptuado por el inciso 3) del Artículo
122° del Código Procesal Civil7 y Artículo 12° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial8. Además, la
exigencia de motivación suficiente prevista en el inciso 5) del
Artículo 139° de la Carta Fundamental9, y denunciada en el
Recurso planteado, garantiza que el justiciable pueda comprobar
que la solución del caso concreto viene dada por una valoración
racional de la fundamentación fáctica de lo actuado y la aplicación
de las disposiciones jurídicas pertinentes, y no de una arbitrariedad
de los magistrados, por lo que en ese entendido es posible afirmar
que una resolución que carezca de motivación suficiente no solo
infringe normas legales, sino también principios de nivel
constitucional. SÉPTIMO.- En esa misma línea, cabe anotar que la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en sociedades
pluralistas como las actuales, importa el deber de justificar las
decisiones jurídicas, de tal manera que sean aceptadas por la
sociedad y que el Derecho cumpla su función de guía10. Igualmente,
la obligación de fundamentar las sentencias, propias del derecho
moderno, se ha elevado a categoría de deber constitucional, a
mérito de lo cual la Corte Suprema de Justicia de la República ha
señalado en el Primer Pleno Casatorio, Casación número
1465-2007-CAJAMARCA, una similar posición a la adoptada por el
Tribunal Constitucional en el expediente número 37-2012-PA/TC,
fundamento 35, en el sentido que: La motivación de la decisión
judicial es una exigencia constitucional; por consiguiente, el
juzgador para motivar la decisión que toma debe justificarla, interna
y externamente, expresando una argumentación clara, precisa y
convincente, para mostrar que aquella decisión es objetiva y
materialmente justa, y por tanto, deseable social y moralmente.
OCTAVO.- Asimismo, el proceso regular en su expresión de
motivación escrita de las resoluciones judiciales, entiende que una
motivación defectuosa puede expresarse en los siguientes
supuestos: a) Falta de motivación propiamente dicha: cuando se
advierte una total ausencia de motivación en cuanto a la decisum
jurisdiccional emitida en el caso materia de conflicto, sea en el
elemento fáctico y/o jurídico; b) Motivación aparente: cuando el
razonamiento en la sentencia sea inconsistente, sustentado en
conclusiones vacías que no guardan relación con el real contenido
del proceso; c) Motivación insuficiente: cuando se vulnera el
principio lógico de la razón suficiente, es decir que el sentido de las
conclusiones a las que arriba el juzgador no se respaldan en
pruebas fundamentales y relevantes, de las cuales éste debe partir
en su razonamiento para lograr obtener la certeza de los hechos
expuestos por las partes y la convicción que lo conduzca a un
sentido determinado, respecto de la controversia planteada ante la
judicatura; y, d) Motivación defectuosa en sentido estricto: cuando
se violan las leyes del hacer/ pensar, tales como de la no
contradicción (nada puede ser y no ser al mismo tiempo), la de
identidad (correspondencia de las conclusiones a las pruebas), y la
del tercio excluido (una proposición es verdadera o falsa, no hay
tercera opción), entre otros, omitiendo los principios elementales
de la lógica y la experiencia común. NOVENO.- Igualmente, el
Derecho a la Motivación de las Resoluciones Judiciales encuentra
inmediato correlato con el derecho a probar, desde que éste último
sirve de soporte a aquél, pues no se concibe una correcta
motivación si no haya respaldo en el material probatorio idóneo
para tal fin. Bustamante Alarcón sobre el particular señala que:

97030 CASACIÓN
“(…) si el derecho a probar tiene por finalidad producir en la mente
del juzgador el convencimiento sobre la existencia o inexistencia
de los hechos afirmados por los sujetos procesales, este derecho
sería ilusorio si el Juez no apreciara razonadamente todos los
medios probatorios actuados en el proceso con el fin de sustentar
su decisión”11. El control de las decisiones jurisdiccionales y el
debido proceso (motivación de la resolución judicial) en el
caso concreto: DÉCIMO.- Ingresando al análisis de la infracción
normativa procesal que sirve de fundamento parcial al Recurso de
Casación, se observa que el recurrente invoca como agravio la
vulneración al debido proceso en su matriz de motivación, al
considerar que el Colegido Superior yerra al estimar que no se ha
probado su derecho indemnizatorio, cuando la ONP, como entidad
estatal, lejos de procurar proteger las necesidades mínimas y
vitales del recurrente, dolosamente ha infringido la Ley número
23908, pues a pesar de conocer cuáles son los derechos
pensionarios del actor, le denegó los mismos, y con ello el de
percibir una pensión de manera íntegra y concreta, vulnerando el
contenido constitucional protegido del derecho a la pensión,
causando tales hechos un serio perjuicio moral y a la persona. En
tal escenario, corresponde a este Supremo Tribunal determinar si
la decisión adoptada por la Sala de mérito fue expedida respetando
lo dispuesto en la disposición constitucional invocada, que
encuentra desarrollo en los Artículos 50° inciso 6) y 122° incisos 3)
y 4) del Código Procesal Civil y 12° del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, que disciplinan que los
Magistrados tienen la obligación de fundamentar los autos y las
sentencias bajo sanción de nulidad, respetando los principios de
jerarquía de las normas y el de congruencia. DÉCIMO PRIMERO.-
Para determinar si estamos frente a una resolución carente de
motivación, el Tribunal Constitucional ha señalado que: “(…) en el
análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado
o no el derecho a la motivación de resoluciones judiciales, ésta
debe realizarse a partir de los propios fundamentos expuestos en
la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas
procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo
pueden ser evaluados para contrarrestar las razones expuestas en
la resolución acotada, más no pueden ser objeto de una nueva
evaluación o análisis (…)”. DÉCIMO SEGUNDO.- La Sala
Superior en el examen realizado respecto del derecho sustantivo
invocado por el pretensor y sobre la base de los agravios
planteados en el Recurso de Apelación (circunscritos básicamente
a que la invocada conducta antijurídica de la demandada, al no
otorgarle el monto pensionario que le correspondía, generó en el
actor sufrimiento, aflicción y padecimiento de salud y con ello daño
moral y a la persona) ha expuesto argumentos suficientes que
permiten determinar la inconsistencia de la infracción procesal
denunciada. En efecto: i) En el primer y segundo considerandos
efectúa un desarrollo de lo que es materia de grado y de los
fundamentos del Recurso de alzada; ii) En el tercer y cuarto
considerandos plasma un resumen del contenido de la demanda y
de la sentencia de primera instancia; iii) En el quinto, sexto y
séptimo considerandos desarrolla un concepto de la responsabilidad
civil, y en especial de la extracontractual, así como de sus
elementos constitutivos; iv) En el octavo y noveno considerando
anota el concepto y alcances del daño moral, de acuerdo a la
legislación sustantiva vigente y la doctrina; v) En el décimo
considerando establece la inexistencia de conducta antijurídica por
parte de la ONP porque: “(…) en el presente caso los daños
alegados por el actor (moral y personal) no se encuentran
vinculados de modo alguno con la conducta antijurídica imputada a
la ONP, en vista de que mediante Resolución número 0000065774-
2005-ONP/DC/DL 19990 (…) la entidad demandada reajustó el
monto de la pensión de jubilación del actor (…) denotándose que la
emplazada no demostró una conducta reacia en acatar un mandato
judicial (…)”; vi) En el décimo primer considerando valora los
medios de prueba y determina que el actor no ha probado el daño
alegado, sosteniendo, entre otras cosas, que; “(…) quien invoca
algún tipo de daño o perjuicio tiene la carga de acreditar en qué
consistieron los hechos que generaron el daño a la persona (…)
para efectos de acreditar el daño moral debe tenerse en cuenta lo
siguiente: 1) No basta la sola acreditación de la acción antijurídica
(la acción antijurídica y el daño son elementos heterogéneos dentro
de la responsabilidad que no se pueden confundir ni refundir, dado
que de la acción injusta puede resultar daño moral como también
puede que no resulte dicho perjuicio, resultando en todo caso
necesario verificar el nexo causal que hubiere); 2) La prueba de
una simple aflicción, dolor o molestia no es suficiente (la existencia
del pretium doloris no resulta homologable necesariamente a la
existencia del agravio moral considerado aquel en forma aislada,
sino que constituye una exteriorización de un estado espiritual que
pueda obedecer o no al acaecimiento del perjuicio moral; es decir,
el grado de reacción ante las mismas circunstancias puede
acarrear diferentes estados psicológicos dependiendo del sujeto,
puede que a una persona le ofenda lo que a otra no); 3) Se debe
acreditar que el actor es un sujeto titular de un interés legítimo
extrapatrimonial (lo que se debe acreditar es el estado
extrapatrimonial de la víctima anterior al hecho antijurídico y las
ventajas, beneficios o provechos no pecuniarios de que gozaba
(…); y, 4) Se debe probar la afectación de un interés extrapatrimonial
lícito (el daño moral se constata cuando se produce una disminución
o privación, de cualquier índole o naturaleza, de un interés
extrapatrimonial legítimo, en un grado significativo, o a lo menos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
superior, a una tolerancia mínima del daño (…)”; y, vii) En la última
parte del precitado décimo primer considerando a modo de
conclusión de lo argumentado en los puntos que le precedieron,
indica que de los autos no se desprenden los detrimentos sufridos
por el actor no siendo suficientes la sola declamación o aflicción
para acreditar lo pretendido, más todavía si no se conoce de alguna
información adicional que permita establecer el nexo causal entre
la supuesta conducta antijurídica con los daños alegados. DÉCIMO
TERCERO.- Como se verifica de lo precisado, el Colegiado
Superior ha expuesto las razones y/o motivos por los que arriba a
la conclusión que contiene su pronunciamiento, explicando con
suficiencia por qué a su criterio los agravios que sostienen el
Recurso de Apelación ejercitado por el ciudadano Félix Alméstar
Roa no desvirtúan lo analizado y concluido por el Juez de la causa,
en lo referido a la no probanza del daño moral y el daño a la
persona. DÉCIMO CUARTO.- En ese escenario, considero que la
Sentencia de Vista no vulnera el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, ni incurre en la falta de motivación que se
denuncia, siendo la determinación de la confirmatoria de la
desestimación de la demanda el resultado de un análisis suficiente
sobre los agravios denunciados en el Recurso de Apelación, en
correlato con las afirmaciones sostenidas por el impugnante, sin
infraccionarse el inciso 5) del Artículo 139° de la Constitución
Política del Perú. DÉCIMO QUINTO.- Por lo demás, no escapa a la
apreciación de este Juez Supremo que lo realmente pretendido por
el impugnante a partir del Recurso interpuesto, es que se modifique
la situación fáctica establecida en el proceso (cuando alega que sí
se han producido los daños moral y personal que invoca y que por
ello sí tiene derecho a un resarcimiento económico vía
indemnización), no obstante que ya se ha determinado a nivel de
instancia que esos daños no están probados, aspecto que no sólo
es ajeno al debate en Sede Casatoria, al no tener esta Sala
Suprema la calidad de instancia de mérito, sino que además es
contrario a la finalidad del Recurso de Casación, circunscrita a la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y a la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República. Por tales fundamentos y de acuerdo a lo
regulado además por el Artículo 397° del Código Procesal Civil, MI
VOTO es porque se declare: INFUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto por Félix Alméstar Roa, en consecuencia NO
SE CASE la Sentencia Vista contenida en la Resolución número
veinte de fecha veinticuatro de marzo de dos mil quince obrante de
fojas trescientos veinticuatro a trescientos veintisiete expedida por
la Cuarta Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima; y se DISPONGA la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,bajo responsabilidad;
en los seguidos por Félix Alméstar Roa con la Oficina de
Normalización Previsional – ONP y otros sobre Indemnización por
Daños y Perjuicios; y se devuelvan. S. YAYA ZUMAETA
1
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Elementos de la Responsabilidad Civil.
Editora Jurídica Grijley EIRL. Lima, 2003. 2da edición. Pág. 66.
2
PAZOS HAYASHIDA, Javier. Código Civil Comentado. T. X. Gaceta Jurídica.
Lima, 2005. 1ra edición. Pág.164.
3
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
4
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
5
Faudes Ledesema, Héctor, “El Derecho a un juicio justo”. En: Las garantías
del debido proceso (Materiales de Enseñanza) Lima. Instituto de Estudios
Internacionales de la PUCP y Embajada Real de los Paises Bajos, página 17
6
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
7
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
8
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
9
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
10
ATIENZA, Manuel, “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
11
BUSTAMANTE ALARCÓN, Reynaldo. El Derecho Fundamental a Probar y
su contenido esencial. ARA Editores, página 93
C-1569469-18
CAS. Nº 2116-2015 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: “La Sala
Superior deberá emitir nueva sentencia de vista teniendo en cuenta
el criterio adoptado por la Corte Suprema en el Cuarto Pleno
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Casatorio Civil, para efectos de evaluar las demandas de Desalojo
por Ocupación Precaria en las que se alega la existencia de
edificaciones sobre el predio materia de desalojo”. Lima,
veintinueve de abril de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil ciento dieciséis – dos
mil quince; y producida la votación con arreglo a Ley, emite la
siguiente sentencia: I. ASUNTO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por José Camilo Rivera Berrios a fojas trescientos
veinte, contra la sentencia de vista de fojas doscientos ochenta y
cinco, de fecha tres de diciembre de dos mil catorce, emitida por la
Sala Descentralizada Mixta, de Apelaciones y Penal Liquidadora
de Jaén de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que
revocó la sentencia apelada de fojas ciento ochenta y tres, de
fecha siete de diciembre de dos mil once que declaró fundada la
demanda y reformándola la declaró infundada; en los seguidos por
José Camilo Rivera Berrios contra Carlos Eduardo Berrios Pérez,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria y otro. II. ANTECEDENTES:
IV.1. Con fecha quince de noviembre de dos mil diez, José Camilo
Rivera Berrios interpuso demanda de Desalojo por Ocupación
Precaria mediante escrito obrante a fojas nueve, solicitando que el
demandado Carlos Eduardo Berrios Pérez desaloje la casa
habitación de su propiedad ubicada en el jirón Lima número 530,
536 y 542 del Lote 03 de la Manzana 93 del distrito y provincia de
Cutervo, departamento de Cajamarca y, accesoriamente el pago
de una indemnización de veinte mil soles (S/20,000.00),
argumentando que: I) Ostenta la calidad de propietario del inmueble
sub judice al haberse adquirido mediante Título de Propiedad de
fecha dieciséis de diciembre de dos mil nueve, expedido por el
Organismo de Formalización de la Propiedad Informal - COFOPRI;
y II) Que el demandado ingresó violentamente al inmueble el seis
de noviembre de dos mil diez, pese a que carece de título que
justifique su posesión. IV.2. Mediante escrito de fecha veinte de
diciembre de dos mil diez, obrante a fojas cincuenta y cuatro,
Carlos Eduardo Berrios Pérez contestó la demanda negándola en
todos sus extremos, argumentando que: I) Es legítimo posesionario
del inmueble sub litis, por cuanto el propietario del inmueble fue
don Aurelio Berrios Montenegro fallecido el veintiséis de abril de mil
novecientos cincuenta y seis, y a su muerte heredó el bien Bercelia
Barríos Montenegro, madre adoptiva de su padre Ramiro Berrios
Montenegro, es decir tiene la calidad de heredero forzoso del
referido inmueble; II) No se puede ordenar la desocupación
prescindiendo de lo construido; III) En el proceso de Prescripción
Adquisitiva de Dominio que inició el demandante el veintitrés de
abril de dos mil nueve, consignó como domicilio real el ubicado en
el jirón Comercio número 465, Cutervo, y señaló que el demandado
estaba ocupando el inmueble del jirón Comercio; y IV) El título del
Organismo de Formalización de la Propiedad Informal – COFOPRI,
es nulo. IV.3. Mediante Resolución número diez, de fecha siete de
diciembre de dos mil once, obrante a fojas ciento ochenta y tres, el
Segundo Juzgado Mixto de Cutervo de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, declaró fundada la demanda, en consecuencia
ordenó que el demandado desocupe el inmueble sub litis, bajo los
siguientes argumentos: I) Conforme al título de propiedad expedido
por el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal -
COFOPRI, el cual se encuentra inscrito, se ha logrado acreditar el
título del demandante; sin embargo, cuando se le solicitó al
demandado la exhibición de los documentos que acreditarían su
derecho, manifestó que no tiene documentos escritos por cuanto el
bien es de su padre, aceptó también que ingresó sin permiso y
cambió la chapa, por tanto no cuenta con título que le dé derecho a
seguir poseyendo el bien; II) El título de propiedad otorgado a favor
del demandante ha sido expedido con fecha dieciséis de diciembre
de dos mil nueve, es decir, cuando el inmueble tenía edificación,
por tanto también es parte integrante del mismo, pues al momento
de la inspección judicial se determinó que se trata de una
construcción antigua, por otro lado el demandado no ha demostrado
que haya realizado construcción o mejoras en el mismo; y III) La
alegación de que se ha obtenido el derecho en forma fraudulenta
debe ser descartado, pudiéndolo hacer valer en otra vía, además
según el Decreto Supremo número 009-99-MTC la impugnación
del derecho de propiedad de los títulos expedidos por el Organismo
de Formalización de la Propiedad Informal - COFOPRI, deben
hacerse vía contencioso administrativa. IV.4. Mediante resolución
de vista de fecha tres de diciembre de dos mil catorce, fojas
doscientos ochenta y cinco, la Sala Descentralizada Mixta, de
Apelaciones y Penal Liquidadora de Jaén de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque, revocó la sentencia apelada y,
reformándola declaró infundada la demanda, tras considerar que
se ha determinado que el bien materia de litis no se trata solamente
de un terreno sino que sobre él se ha levantado una construcción
de tres plantas, la cual es antigua conforme se ha dejado constancia
en la inspección judicial, lo que demuestra que la construcción
siempre ha formado parte del lote, es decir, ni el demandante ni el
demandado la han levantado por haber sido construida por sus
estirpes; siendo ello así, se puede asumir que tanto el demandante
como el demandado tienen derechos sucesorios respecto a la
edificación; por lo que ello desvirtuaría la calidad de precario que
se le imputa al demandado. III. CAUSALES Y FUNDAMENTOS
DEL RECURSO DE CASACIÓN: Mediante escrito de fecha
veintitrés de abril de dos mil quince, obrante a fojas trescientos
veinte, el demandante José Camilo Rivera Berrios, interpuso
recurso de casación contra la resolución de vista, siendo declarado
97031
procedente por este Supremo Tribunal mediante la resolución de
fecha tres de setiembre de dos mil quince, por las siguientes
causales: III.1. Infracción normativa procesal por inaplicación
del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil
(Principio de iura novit curia), aduciendo que al tratarse el
inmueble sub judice de un predio urbano adquirido por prescripción,
titulado por el Organismo de Formalización de la Propiedad
Informal - COFOPRI en convenio con la Municipalidad Provincial
de Cutervo, debe entenderse que la transmisión de la propiedad
abarca su totalidad, es decir, tanto del lote como de la construcción
existente; por lo que en atención al Principio de Suplencia de Oficio
no ha sido aplicado, así como a lo dispuesto en los artículos 885,
889 y 902 inciso 1 del Código Civil, es forzoso concluir que el
recurrente adquirió la propiedad del terreno y la fábrica y que por
ende corresponde amparar la demanda. III.2. Infracción normativa
material del artículo 911 del Código Civil, señalando que si bien
los familiares del demandado y del recurrente habrían tenido
derechos hereditarios sobre el lote y construcción que forman parte
del inmueble materia de desalojo; sin embargo, al haberse
declarado la prescripción adquisitiva a su favor, de conformidad
con el artículo 74.6 del Decreto Supremo número
006-2006-VIVIENDA queda cancelado cualquier derecho u
obstáculo registral que afecte el dominio del nuevo propietario, de
manera que el hipotético título justificatorio de la posesión que la
sentencia de vista señala que podría tener el demandado, ha
fenecido. IV. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:
-PRIMERO.- Que, el recurso de casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia, conforme lo señala el artículo 384 del Código Procesal
Civil. SEGUNDO.- Que, habiéndose declarado procedente el
recurso por causales de infracción normativa material y procesal,
en primer término deben dilucidarse las relativas a la infracción
normativa procesal, de conformidad con el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, el cual establece que si el recurso de
casación contuviera ambos pedidos (anulatorio o revocatorio),
deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado, ello en atención a su efecto nulificante.
TERCERO.- Que, la causal de infracción normativa procesal se
configura cuando en el desarrollo del proceso, no se han respetado
los derechos procesales de las partes, se han obviado o alterado
actos de procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva,
el órgano jurisdiccional deja de motivar sus decisiones o lo hace en
forma incoherente, en clara transgresión de la normatividad vigente
y de los principios procesales. CUARTO.- Que, en el presente
caso, el recurrente cuestiona que en la sentencia de vista no ha
aplicado el Principio Iura Novit Curia previsto en el artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, pese a haberse
acreditado que el inmueble sub judice fue adquirido por el
demandante vía prescripción adquisitiva a través del Organismo de
Formalización de la Propiedad Informal - COFOPRI, por lo que
debe entenderse que a tenor de los artículos 885, 889 y 902 inciso
1 del Código Civil, el recurrente adquirió por prescripción la
propiedad del terreno y la fábrica. QUINTO.- Que, conforme al
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, los
jueces tienen la obligación de aplicar la norma jurídica pertinente,
aunque no haya sido invocada por las partes o lo haya sido
erróneamente; sin embargo no puede ir más allá del petitorio ni
fundar su decisión en hechos diversos de los que no han sido
alegados por las partes. -SEXTO.- Que, en esa medida, toda
decisión judicial vinculada con la aplicación del Principio Iura Novit
Curia tiene que ser congruente con el objeto del petitum y la causa
petendi, pues los hechos nacen antes que el proceso, de modo tal
que estos hechos pertenecen a las partes, por lo que el juez no
puede basar su resolución en hechos no alegados por ellos, sino
en el derecho que éste conoce. SÉTIMO.- Que, dentro de esta
línea de acción se advierte de autos que el actor ha basado su
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria en el título de
propiedad otorgado por el Organismo de Formalización de la
Propiedad Informal - COFOPRI y la Municipalidad Provincial de
Cutervo a su favor, mientras que el principal argumento de defensa
de la parte demandada ha sido siempre que tiene la calidad de
heredero forzoso del bien y que el demandante no es propietario de
lo construido. OCTAVO.- Que, si bien es cierto, mediante Ejecutoria
Suprema de fecha diecinueve de julio de dos mil trece, obrante a
fojas doscientos cincuenta y uno, esta Suprema Sala declaró
fundado el recurso de casación interpuesto por el demandado y en
consecuencia declaró nula la sentencia de vista de fojas ciento
noventa y nueve, que confirmó la sentencia de primera instancia de
fojas ciento ochenta y tres, que declaró fundada la demanda, a fin
de que los jueces superiores analicen si efectivamente el
demandante es propietario o no de las construcciones o
edificaciones levantadas sobre el inmueble materia de litis; sin
embargo, no se puede inobservar el Cuarto Pleno Casatorio Civil
recaído en la Casación número 2195-2011-Ucayali, que en cuanto
al tema de las edificaciones ha señalado como uno de los
supuestos contenidos en el artículo 911 del Código Civil, para que
se dé la posesión precaria, lo siguiente: “Cuando el demandado
afirme haber realizado edificaciones o modificaciones sobre el
predio materia de desalojo –sea de buena o mala fe-, no justifica
que se declare la improcedencia de la demanda, bajo el sustento
de que previamente deben ser discutidos dichos derechos en otro
proceso. Por el contrario, lo único que debe verificarse es si el

97032 CASACIÓN
demandante tiene derecho o no a discutir de la posesión que
invoca, dejándose a salvo el derecho del demandado a reclamar en
otro proceso lo que considere pertinente.” (Ver fundamento 5.5.).
NOVENO.- Que, en tal contexto, aun cuando ha quedado
acreditado en autos que existen construcciones sobre el predio
materia de desalojo que datan de fecha antigua, esto es, antes de
que el demandante sea propietario del bien con título otorgado por
el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal –
COFOPRI, en fecha dieciséis de diciembre de dos mil nueve; este
solo hecho no sirve para declarar infundada la presente demanda
de desalojo, a tenor de lo señalado en el considerando precedente;
por lo que la Sala Superior deberá emitir nueva sentencia teniendo
en cuenta el Cuarto Pleno Casatorio Civil, a través del cual las
Salas Civiles de la Corte Suprema han adoptado una línea
jurisprudencial en calidad de precedente judicial vinculante para
efectos de evaluar las demandas de Desalojo por Ocupación
Precaria; por lo que resulta un criterio judicial válido de aplicación y
observancia obligatoria para la resolución de demandas sobre la
citada materia en cualquier instancia y proceso judicial, pues ello
conlleva a generar estabilidad jurídica frente a la resolución de este
tipo de casos, además de cumplir con uno de los fines del recurso
de casación consagrado en el artículo 384 del Código Procesal
Civil, que es la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia. V. DECISIÓN: Por estas
consideraciones y en estricta aplicación del artículo 396 inciso 1 del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por José Camilo Rivera Berrios a fojas
trescientos veinte; por consiguiente CASARON la resolución
impugnada; en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas
doscientos ochenta y cinco, de fecha tres de diciembre de dos mil
catorce, emitida por la Sala Descentralizada Mixta, de Apelaciones
y Penal Liquidadora de Jaén de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque; ORDENARON que el Ad quem emita nueva
sentencia en concordancia con las consideraciones expuestas en
la presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por José Camilo Rivera Berrios
contra Carlos Eduardo Berrios Pérez, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria y otro; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-19
CAS. Nº 2230-2015 LIMA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. SUMILLA: “La
sentencia recurrida incurre en la causal de infracción normativa de
los artículos 197 del Código Procesal Civil y 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú, por afectación al Debido Proceso
consistente en una deficiente valoración de los medios probatorios,
que tiene como resultado que la sentencia recurrida aparezca con
una motivación insuficiente. No se ha efectuado un análisis de los
actuados en forma conjunta, omisión que adquiere especial
relevancia por cuanto el punto central para resolver la presente
controversia consiste en determinar si las pruebas ofrecidas,
admitidas y actuadas, aparece acreditada la posesión del
demandante en forma pacífica, pública, continua y como propietario
del bien inmueble sub litis. Lima, seis de abril de dos mil dieciséis.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la presente causa número
dos mil doscientos treinta – dos mil quince; y producida la votación
con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Alexander Ventura Campos (sucesor procesal de
Ricardo Ventura Enríquez) a fojas quinientos cuarenta y siete,
contra la sentencia de vista de fojas quinientos trece, de fecha siete
de abril de dos mil quince, expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que desaprueba la sentencia
materia de consulta contenida en la Resolución número cincuenta,
de fojas cuatrocientos sesenta y ocho, de fecha treinta de abril de
dos mil trece, que declaró fundada la demanda; reformándola
declararon infundada la misma; en el proceso seguido por Ricardo
Ventura Enríquez contra Dolores Castro Garabito y Adela
Concordia Pacherres de Castro, sobre Prescripción Adquisitiva de
Dominio. 2. CAUSALES DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por
resolución de fecha veintiuno de setiembre de dos mil quince,
corriente a fojas cuarenta y ocho del cuaderno de casación, este
Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de su
propósito, por las causales denunciadas de: V.1. Infracción
normativa procesal de los artículos 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú y 197 del Código Procesal Civil. V.2. Infracción
normativa material del artículo 950 del Código Civil. 3.
ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por el recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: IV.1. Con
fecha veintitrés de abril de dos mil diez, Ricardo Ventura Enríquez
interpone demanda contra Dolores Castro Garabito y Adela
Concordia Pacherres de Castro, solicitando que se le declare
propietario por prescripción adquisitiva ordinaria de un predio de
ciento siete punto ochenta metros cuadrados (107.80 m2) ubicado
en el Lote 08, Manzana “J” del Asentamiento Humano Programa
Municipal de Vivienda Única – Parcela l del distrito de San Juan de
Miraflores, provincia y departamento de Lima, inscrito en la ficha
número P03142306 del Registro de Predios de Lima; asimismo,
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Lunes 2 de octubre de 2017
solicita la cancelación del Asiento número 001 que aparece
registrado a favor de los demandados y la inscripción a nombre del
actor; argumentando que tomó posesión del inmueble desde mayo
de mil novecientos noventa y dos, y la ejerce en forma pública,
pacífica e ininterrumpida en su condición de socio de la ex-
Cooperativa de Vivienda San Miguel de Apuri Limitada, habiendo
adquirido la posesión por cesión de los hermanos Pablo Cuaresma
Llamocca y Teodoro Cuaresma Llamocca mediante documentos
legalizados ante el Notario Público Manuel Noya en mayo de mil
novecientos noventa y dos. IV.2. Mediante escrito de fojas
doscientos veintisiete, Dolores Castro Garabito y Adela Concordia
Pacherres de Castro contestan la demanda alegando que conforme
al documento presentado por el demandante como medio
probatorio de fecha nueve de abril de dos mil uno, el artículo 17 del
Decreto Legislativo número 803, complementado por la Ley
número 27046-COFOPRI se establece que resulta improcedente la
interposición de cualquier acción a fin de cuestionar la validez del
título de inscripción, siendo el interesado que considere vulnerado
su derecho a quien le corresponda solicitar la indemnización por
daños y perjuicios; lo que quiere decir que el demandante se
encuentra impedido por mandato legal de recurrir al Poder Judicial
a fin de cuestionar el título de propiedad expedido amparándose en
la Prescripción Adquisitiva de Dominio de un área de terreno que
tiene legítimos propietarios. IV.3. Por Resolución número cuarenta
y cuatro, de fojas cuatrocientos siete, emitida con fecha quince de
setiembre de dos mil nueve, se tiene por cedidos los derechos de
Ricardo Ventura Enríquez a favor de Alexander Ventura Campos.
IV.4. Por sentencia de primera instancia obrante a fojas
cuatrocientos veintisiete, emitida el veintinueve de diciembre de
dos mil once, se declara fundada la demanda de Prescripción
Adquisitiva de Dominio; en consecuencia, se le declara propietario
por prescripción del inmueble ubicado en el Lote 08, Manzana “J”
del Asentamiento Humano Programa Municipal de Vivienda Única
– Parcela l del distrito de San Juan de Miraflores, provincia y
departamento de Lima, inscrito en la Ficha número PO3142306 del
Registro de Predios de Lima. Elevada a consulta la referida
sentencia, con fecha veinte de setiembre de dos mil doce a fojas
cuatrocientos cincuenta y seis, se declara nula la sentencia apelada
y se ordena que se emita nueva resolución. IV.5. Por sentencia de
fecha treinta de abril de dos mil trece, obrante a fojas cuatrocientos
sesenta y ocho, el A quo declara fundada la demanda del actor y
se le declara propietario del predio materia de controversia. Los
argumentos en los que se sustenta esta decisión son los siguientes:
I) Que conforme a la declaración de los testigos el demandante ha
adquirido la posesión del inmueble de sus anteriores poseedores
conforme al documento de fecha ocho de mayo de mil novecientos
noventa y dos; II) Los vecinos de la cuadra reconocen al
demandante como poseedor del inmueble sub litis conforme a la
Declaración Testimonial; III) El actor tiene constancia de posesión
de fecha uno de agosto de mil novecientos noventa y cuatro,
también tiene constancia de posesión expedida por el Asentamiento
Humano Programa Municipal de Vivienda Única de fecha dos de
setiembre de mil novecientos noventa y ocho; IV) El actor prueba
posesión pública con los recibos de pagos de arbitrios, impuesto
predial, recibo de luz, agua y teléfono que acreditan posesión por
más de nueve años; y V) El actor tiene Contrato de Transferencia
de Posesión de fecha ocho de mayo de mil novecientos noventa y
dos. IV.6. Elevada la sentencia en consulta, el Ad quem por
sentencia de vista de fecha siete de abril de dos mil quince, obrante
a fojas quinientos trece, desaprueba la sentencia materia de
consulta contenida en la Resolución número cincuenta, de fecha
treinta de abril de dos mil trece, que declaró fundada la demanda
de Prescripción Adquisitiva de Dominio; y reformándola, la
declararon infundada; sin costas ni costos; tras considerar lo
siguiente: I) Debe indicarse que el demandante exhibe prueba
documental de la posesión, pero solo a partir del año dos mil uno,
en mérito de los recibos de pago de servicios domiciliarios (fojas
cincuenta y cuatro a sesenta y cuatro), de lo cual efectivamente
puede deducirse que el actor ocupa el predio, en tanto le llegaron a
su domicilio los citados recibos, pero no tiene pruebas de años
anteriores, pues no basta el pago del impuesto predial desde el año
mil novecientos noventa y dos hacia adelante (fojas diez a
cincuenta y ocho), pues tal abono puede realizarse sin tener la
posesión; máxime si el Contrato de Traspaso de Posesión de fecha
ocho de mayo de mil novecientos noventa y dos, aparece
adulterado en el número del lote y el área (fojas tres y cuatro), así
como la constancia de posesión de fecha uno de agosto de mil
novecientos noventa y cuatro, respecto del lote (fojas ocho); por
otro lado, las constancias de posesión emitidas por la cooperativa
de vivienda no generan convicción por tratarse de documentos
privados, no fehacientes, y que además discrepan entre sí, pues la
constancia de fecha diez de setiembre de mil novecientos noventa
y dos, indica que el actor posee un lote de noventa metros
cuadrados (90 m2) fojas siete, mientras que la de fecha dos de
setiembre de mil novecientos noventa y ocho, señala que el lote
mide ciento sesenta metros cuadrados (160 m2) fojas nueve,
siendo que el predio materia de la demanda mide ciento siete punto
ochenta metros cuadrados (107.80 m2); II) Un hecho adicional que
descarta la posesión del demandante en el periodo de mil
novecientos noventa y dos a dos mil, según las pruebas aportadas
en el proceso, es que el Organismo de Formalización de la
Propiedad Informal - COFOPRI otorgó título de propiedad, lo que
exige comprobar la posesión, según el Decreto Legislativo número
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
803 y el Decreto Supremo número 013-99-MTC a favor de Dolores
Castro Garabito y Adela Concordia Pacherres de Castro (fojas
setenta y uno a setenta y dos), por lo que éstas tuvieron que
encontrarse en posesión del inmueble, y no el demandante; III) Por
otro lado, el justo título es el acto jurídico válido, cuya finalidad es
la transmisión de la propiedad, pero que en el caso concreto no
cumple ese objetivo, pues el transferente no es propietario del bien;
por tanto, es justo título el contrato de compraventa, permuta,
dación en pago, donación, aporte en sociedad u otro análogo,
otorgado por persona que no es propietario; IV) En el presente
caso, el actor exhibe una carta de traspaso de posesión (“asumí la
posesión como adjudicatario del bien”: fojas tres), lo que jamás
puede considerarse justo título, pues no tiene finalidad traslativa de
dominio, máxime cuando ese documento aparece adulterado en el
número del lote y área; V) Por las mismas razones, el actor carece
de buena fe, en tanto el acto de traspaso de posesión no puede
fundar la creencia honesta de legitimidad en la condición de
propietario, según el artículo 906 del Código Civil, pues tal ni
siquiera tiene la finalidad traslativa, máxime cuando el Registro
Público anunciaba que el propietario era el Estado (Organismo de
Formalización de la Propiedad Informal - COFOPRI), y
posteriormente, Dolores Castro Garabito y Adela Concordia
Pacherres de Castro (fojas setenta y uno), y no el demandante, lo
que era de su pleno conocimiento, según el artículo 2012 del
Código Civil, y no existe prueba alguna que permita mediatizar esa
conclusión; VI) La buena fe es la creencia en la legitimidad del
título, por tanto, el poseedor, en dicha situación, se considera
realmente el propietario del bien; en tal sentido, no se entiende
cómo puede haber buena fe si el demandante reconoce que no es
propietario, pues solo tiene constancia de posesión y el registro le
ratifica que carece de derecho; VII) En consecuencia, el
demandante carece de posesión con cinco años de antigüedad, de
justo título y de buena fe; y VIII) Por tanto, la demanda de
prescripción adquisitiva ordinaria es totalmente infundada, de
conformidad con el artículo 950 del Código Civil. 4. FUNDAMENTOS
DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, absolviendo los
agravios del recurso de casación interpuesto por el sucesor
procesal de la parte demandante por causales sustentadas en
vicios in procedendo como vicios in iudicando, corresponde
efectuar en primer término el análisis del error procesal, toda vez
que de resultar fundada tal denuncia, dada su incidencia en la
tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de sentido
emitir pronunciamiento respecto de los errores materiales.
SEGUNDO.- Que, respecto a la causal de infracción normativa
procesal de los artículos 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú y 197 del Código Procesal Civil, la parte
recurrente alega básicamente que el Colegiado Superior al
momento de absolver el grado en mayoría no ha cumplido con
valorar todos los medios probatorios en forma conjunta y razonada
conforme se aprecia de los considerandos décimo segundo al
décimo quinto de la sentencia de vista, los cuales demuestran una
actividad contraria a las reglas de logicidad y falta de sentido
común, por lo que los fundamentos de la sentencia de vista resultan
ser incongruentes, contrarios a derecho y con un criterio
absolutamente arbitrario que conculca con el Debido Proceso; de
manera que si en autos se hubiesen respetado las reglas de
valoración de las pruebas la decisión final adoptada habría sido por
fundada la demanda. TERCERO.- Que, el artículo 139 inciso 3 de
la Constitución Política del Perú, establece como principio de la
función jurisdiccional la observancia del Debido Proceso. Este
principio admite dos dimensiones; una formal o procedimental y
otra de carácter sustantivo o material. La primera está concebida
como un derecho continente que abarca diversas garantías y
reglas que garantizan un estándar de participación justa o debida
durante la secuela de todo tipo de procedimiento (sea este judicial,
administrativo, corporativo, particular o de cualquier otra índole).
En tanto que la segunda exige que los pronunciamientos o
resoluciones con los que se pone término a todo tipo de proceso
respondan a un referente mínimo de justicia o razonabilidad,
determinado con sujeción a su respeto por los derechos y valores
constitucionales. Es precisamente en esta segunda dimensión que
el Debido Proceso comprende un repertorio de derechos que
forman parte de su contenido esencial, entre ellos, el Derecho al
Juez Natural, el Derecho al Procedimiento Preestablecido, el
Derecho de Defensa, el Derecho a la Pluralidad de Instancias, el
Derecho a la Motivación de las Resoluciones Judiciales, el Derecho
a los Medios de Prueba, el Derecho a un Proceso sin Dilaciones
Indebidas, etc. Por lo que, la sola inobservancia de cualquiera de
estas reglas o derechos, convierte el proceso en irregular.
CUARTO.- Que, a su vez, el artículo 197 del Código Procesal Civil,
establece que todos los medios probatorios son valorados por el
Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada,
expresándose en la resolución las valoraciones esenciales y
determinantes que sustenten su decisión. Así, uno de los principios
que sirven de pauta para la valoración de la prueba es el de unidad
del material probatorio, según el cual los medios probatorios deben
ser valorados en forma conjunta, confrontándose uno a uno todos
los medios de prueba, puntualizando su concordancia o
discordancia, con la finalidad de que la decisión final sea el
resultado de la totalidad de los medios de prueba de los hechos
que pretendieron acreditar. QUINTO.- Que, en materia casatoria no
corresponde a esta Sala Suprema analizar las conclusiones a las
que llegan las instancias de mérito sobre cuestiones de hecho, ni
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las relativas a la valoración de la prueba examinada en instancia;
sin embargo, es factible el control casatorio tratándose de
infracciones de las reglas que regulan la actividad probatoria, entre
ellas las que establece el artículo 197 del Código Procesal Civil,
con el objeto de hacer efectiva la finalidad de los medios probatorios
a que se contrae el artículo 188 de la misma norma procesal, esto
es, acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza
en el juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus
decisiones. En ese sentido, la valoración de las pruebas mediante
la apreciación en forma conjunta y razonada constituye una de las
garantías del Debido Proceso, por cuanto la obligación de que se
expresen las consideraciones por las cuales se emite una decisión
en base a los medios de prueba, constituye una consecuencia
lógica y necesaria del imperio del Derecho a la Tutela Jurisdiccional
Efectiva y del Derecho a la Motivación de las Resoluciones
Judiciales, porque posibilita que el justiciable pueda comprobar si
el mérito de las pruebas presentadas ha sido efectiva así como si
se han analizado adecuadamente, de modo que en cautela del
mismo la controversia debe resolverse según el mérito de lo
actuado. En ese sentido, resulta pertinente establecer que el
derecho a probar como la mayoría de derechos procesales, tiene
naturaleza compleja en la medida que está integrado por una
diversidad de componentes que se complementan y se relacionan
mutuamente. Conforme lo ha establecido esta Corte de Casación
mediante reiterada y uniforme jurisprudencia1, el derecho a probar
comprende cinco derechos específicos: 1) El derecho a ofrecer las
pruebas en la etapa correspondiente, salvo excepciones legales; 2)
El derecho a que se admitan las pruebas pertinentes ofrecidas en
la oportunidad de ley; 3) El derecho a que se actúen los medios
probatorios de las partes admitidos oportunamente; 4) El derecho a
impugnar (oponerse o tachar) las pruebas de la parte contraria y
controlar la actuación regular de estas; y 5) El derecho a una
valoración conjunta y razonada de las pruebas actuadas, esto es,
conforme a las reglas de la sana crítica. Pero como todo derecho
que no es absoluto, encuentra sus limitaciones en la pertinencia,
idoneidad, utilidad, licitud y eventualidad del medio probatorio.
SEXTO.- Que, en resumen, se puede decir que el derecho a probar
es aquél compuesto por el derecho a ofrecer medios probatorios
que se consideren necesarios, y a que estos sean admitidos y
adecuadamente actuados; por cuya razón la valoración de la
prueba debe estar debidamente motivada, con la finalidad de que
el justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y
adecuadamente realizado. En tal sentido, según se advierte de los
agravios contenidos en la denuncia de infracción del artículo 197
del Código Procesal Civil, el presente análisis se circunscribe en
determinar si la instancia de mérito ha efectuado una valoración
conjunta del caudal probatorio, o si por el contrario ha omitido
valorar pruebas determinantes para resolver la controversia, pues
de ser este el caso, la sentencia de vista vulneraría no solo el
Derecho a Probar sino el Derecho a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales, pues este último derecho se verá
satisfecho cuando la conclusión a la que ha llegado el Juez sea el
resultado de una confrontación y análisis del caudal probatorio
ofrecido por las partes. SÉTIMO.- Que, en el caso de autos, se
advierte que la sentencia de vista de fojas quinientos trece,
presenta el siguiente esquema argumentativo respecto a la
demanda de prescripción adquisitiva: a) En primer lugar, señala
que el demandante únicamente ha exhibido prueba documental de
la posesión a partir del año dos mil uno, pues las pruebas
presentadas correspondientes a años anteriores no pueden ser
valoradas, por las siguientes razones: a.1) porque en el caso de los
recibos del impuesto predial de fojas diez a cincuenta y ocho,
correspondiente a los años mil novecientos noventa y dos hacia
adelante, su pago puede realizarse sin tener la posesión; a.2)
porque en el caso del Contrato de Traspaso de Posesión de fecha
ocho de mayo de mil novecientos noventa y dos y la Constancia de
Posesión de fecha uno de agosto de mil novecientos noventa y
cuatro, obrantes a fojas tres y ocho respectivamente, se encuentran
adulterados en el número del lote y el área; a.3) porque las
constancias de posesión emitidas por la Cooperativa de Vivienda
San Miguel de Apuri Limitada, de fojas siete y nueve, no generan
convicción por tratarse de documentos privados, no fehacientes, y
que además discrepan entre sí respecto al área, b) En segundo
lugar, la Sala Superior señala que el título de propiedad otorgado
por el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal -
COFOPRI a las demandadas, acreditan que estas tuvieron que
estar en posesión del bien y no el demandante, c) En tercer lugar,
la Sala Superior señala que la carta de traspaso de posesión jamás
puede ser considerada como justo título, porque no tiene finalidad
traslativa y porque ha sido adulterada en el número del lote y área,
lo que acredita además la mala fe del demandante, corroborada
con lo publicitado en Registros Públicos, donde aparecía que el
bien era de propiedad del Organismo de Formalización de la
Propiedad Informal - COFOPRI y posteriormente de las
demandadas; y d) Finalmente, la Sala Superior concluye que el
demandante carece de posesión con cinco años de antigüedad,
justo título y buena fe. OCTAVO.- Que, a juicio de esta Suprema
Sala, tal razonamiento vulnera el derecho a un Debido Proceso y el
principio de Valoración Conjunta y Razonada de las Pruebas, pues
si bien es cierto que el documento de fojas tres denominado
Contrato de Traspaso de Posesión de fecha ocho de mayo de mil
novecientos noventa y dos, se encuentra alterado en cuanto al
área y lote, lo mismo que la constancia de posesión de fecha uno

97034 CASACIÓN
de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, de fojas ocho; éstas
no son las únicas pruebas presentadas por el demandante para
acreditar que ha operado la prescripción adquisitiva demandada,
tal es así que, el actor ha cumplido con prestar: I) Copia de carnet
de socio de fojas cinco, que señala como fecha de ingreso del
demandante en calidad de socio de la Cooperativa de Vivienda San
Miguel de Apuri Limitada, el veintiséis de junio de mil novecientos
noventa y dos; II) Copia del recibo de pago de fojas seis, emitido
por la Cooperativa de Vivienda San Miguel de Apuri Limitada, en
fecha veintinueve de junio de mil novecientos noventa y dos, por
concepto de transferencia de lote; III) Copias de las constancias de
posesión de fojas siete y nueve, que identifican el predio como
Manzana “J”, Lote 8 de la Cooperativa de Vivienda San Miguel de
Apuri Limitada; IV) Copias de los recibos de autoavalúo e impuesto
predial de fojas diez a cincuenta y ocho, correspondiente a los años
mil novecientos noventa y dos a dos mil once; V) Copia del
comprobante de información registrada ante la Superintendencia
Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT de
fojas sesenta y siete y sesenta y ocho, que da cuenta que el
demandante es contribuyente afecto desde el uno de enero de mil
novecientos noventa y tres por la venta al por menor de combustible,
con domicilio en la Manzana “J”, Lote 8 de la Cooperativa de
Vivienda San Miguel de Apuri Limitada; y VI) Copia legalizada de la
Autorización de Funcionamiento de Establecimiento Comercial,
Industrial y/o Servicios de fojas sesenta y nueve, expedido por la
Municipalidad Distrital de San Juan de Miraflores, de fecha trece de
octubre de mil novecientos noventa y tres, mediante la cual se
autoriza al demandante en su calidad de propietario del negocio
ubicado en la Manzana “J”, Lote 8 de la Cooperativa de Vivienda
San Miguel de Apuri Limitada, para iniciar sus actividades
correspondientes al giro de grifo, entre otras pruebas, como copia
de los recibos de los servicios públicos de agua, luz y telefonía de
fojas sesenta y uno a sesenta y cuatro, y recibos por concepto de
electrificación de fojas sesenta y cinco y sesenta y seis, que deben
ser analizadas en su conjunto, y corroboradas con las declaraciones
testimoniales actuadas en la Audiencia de Pruebas de fojas
trescientos dieciocho y trescientos veintitrés, a fin de determinar si
el demandante Alexander Ventura Campos (sucesor procesal de
Ricardo Ventura Enríquez) estuvo en posesión del bien inmueble
sub litis desde el año mil novecientos noventa y dos. NOVENO.-
Que, en consecuencia, no habiéndose compulsado adecuadamente
los medios probatorios incorporados al proceso a fin de verificar los
hechos que sustentan la pretensión demandada, se tiene que la
sentencia recurrida ha infringido el artículo 197 del Código Procesal
Civil, y con ello el derecho a la motivación adecuada y suficiente de
las resoluciones judiciales y el derecho a un Debido Proceso,
consagrados en el artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, configurándose la causal procesal denunciada,
por lo que, frente a la invalidez insubsanable de la sentencia de
mérito, corresponde disponer que el Ad quem emita un nuevo
pronunciamiento con arreglo a ley, a efectos de que realice un
mejor análisis de las pruebas que obran en autos, con el fin de
establecer si ha operado la Prescripción Adquisitiva de Dominio
demandada. DÉCIMO.- Que, por las razones anotadas, al haberse
amparado la causal de infracción normativa procesal, carece de
objeto desarrollar la causal de infracción normativa material
denunciada. 5. DECISIÓN: Por estos fundamentos y de
conformidad con lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 396 del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Alexander Ventura Campos (sucesor
procesal de Ricardo Ventura Enríquez) a fojas quinientos cuarenta
y siete; por consiguiente CASARON la resolución impugnada; en
consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas quinientos
trece, de fecha siete de abril de dos mil quince, expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima;
ORDENARON que la Sala Superior emita nueva sentencia, en
concordancia con las consideraciones expuestas en la presente
resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Alexander Ventura Campos (sucesor procesal de
Ricardo Ventura Enríquez) contra Dolores Castro Garabito y otra,
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Casaciones N° 2340-05-Camaná, N° 1548-06-Lima, N° 2646-04-Ica, N°
726-05-Cusco, N° 1058-06-Lambayeque, entre otras.
C-1569469-20
CAS. Nº 2301-2015 AYACUCHO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: “La norma procesal
permite la acumulación cuando existe pluralidad de pretensiones y
de personas, sin que ello restringa el pronunciamiento de fondo de
la controversia reclamada en razón de que las pretensiones se
tramiten en distintas vías procedimentales y las partes seas
distintas en una u otra pretensión acumulada”. Lima, siete de
octubre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número dos mil trescientos uno - dos mil quince en la
presente fecha y producida la votación conforme a ley, procede a
emitir la siguiente sentencia: I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata
del Recurso de Casación corriente de fojas cuatrocientos dieciocho
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
a cuatrocientos veinticuatro, interpuesto por Clara Sánchez
Chilingano contra la Sentencia de Vista contenida en la resolución
del treinta y uno de marzo de dos mil quince, obrante de fojas
trescientos veinticuatro a trescientos treinta, expedida por la Sala
Mixta Descentralizada Transitoria e Itinerante del Vraem de la
Corte Superior de Justicia de Ayacucho, que revoca la sentencia
apelada de primera instancia inserta en la resolución número
veintisiete del diez de mayo de dos mil trece, corriente de fojas
doscientos quince a doscientos veintiséis, que declaró fundada la
demanda en el extremo de la nulidad del Contrato de Compraventa
del veintiséis de abril de dos mil, en consecuencia sin efecto legal
el mencionado acto jurídico, y ordena la restitución a favor de la
actora del bien inmueble ubicado en la Avenida El Aeropuerto sin
número, altura del frente al Instituto Público Kimbiri y Tres Cosos,
Distrito de Kimbiri, Provincia de La Convención, Departamento de
Cusco, e infundada la demanda de indemnización por daños y
perjuicios, y reformando la recurrida declara improcedente la
demanda. II.- ANTECEDENTES DEL PROCESO: 2.1.- Demanda:
El diecinueve de marzo de dos mil diez mediante escrito corriente
de fojas treinta y tres-A a treinta y nueve, subsanado a fojas
cuarenta y cinco y cuarenta y seis, Clara Sánchez Chilingano
interpone demanda de Nulidad de Acto Jurídico planteando como
pretensión principal que se declare la nulidad del documento
consistente en la transferencia de inmueble de fecha veintiséis de
abril de dos mil, suscrito por su cónyuge Martín Víctor Ramírez
Chávez a favor de Percy Morales Ramos, sobre el bien ubicado en
la Avenida El Aeropuerto sin número, altura frente al Instituto
Publico Kimbiri y Tres Cocos, Distrito de Kimbiri, Provincia de La
Convención, Departamento de Cusco, con un área de mil metros
cuadrados, por la causal de falta de manifestación de voluntad del
agente, y en forma acumulada la restitución de la posesión, así
como una indemnización por concepto de daños y perjuicios
ascendente a S/.20,000.00. Expone como fundamentos de su
petitorio lo siguiente: i) es cónyuge del demandado Martín Víctor
Ramírez Chávez desde el quince de abril de mil novecientos
ochenta y uno, habiendo adquirido el inmueble materia de litis en el
mes de julio de mil novecientos ochenta y siete de su anterior
propietaria que en vida fue Herlinda León Rojas viuda de
Llactahuamán; ii) la recurrente se ausentó temporalmente debido a
incompatibilidad de caracteres con su cónyuge, encontrándose en
la ciudad de Lima el año dos mil y posteriormente en el año dos mil
seis residió en la ciudad de Ayacucho, habiendo luego indagado
sobre el estado del predio dándose con la sorpresa que su cónyuge
lo había vendido por la cantidad de US$ 1,000.00, pidiendo en ese
momento que le muestren el documento de transferencia, a lo que
se negó rotundamente, debiendo por ello recurrir a un proceso de
Prueba Anticipada a efectos que se exhiba el documento de
transferencia; y, iii) al no haberse celebrado el acto jurídico
conforme a ley debe ser declarada nula la transferencia y
restituírsele el cincuenta por ciento del predio. 2.2.- Contestación a
la demanda por el codemandado Percy Morales Ramos: Mediante
escrito obrante de fojas cincuenta y siete a sesenta y uno el
precitado codemandado contesta la demanda, señalando
básicamente que: i) desconoce si el codemandado Martín Víctor
Ramírez Chávez contrajo matrimonio civil con la actora, por cuanto
el recurrente ha obrado de buena fe, y respecto a que se adquirió
el predio de su anterior propietaria Herlinda León Rojas de
Llactahuamán en julio de mil novecientos ochenta y siete, ello es
falso, por cuanto el bien es de propiedad de Eduardo Alfonso Risco
Escobar según Escritura Pública de Compraventa de fecha doce
de diciembre de dos mil nueve por la que le transfiere dicho predio;
ii) la actora ha tramitado un proceso de Prueba Anticipada bajo el
número de expediente 396-2009 ante el Juzgado de Paz Letrado
de Ayna San Francisco, para la exhibición de un documento ante
un Juez incompetente; iii) si bien la actora aduce que es casada
con su codemandado, sin embargo éste último al momento de
celebrar el Contrato materia de nulidad manifestó que el inmueble
era un bien propio y de su exclusiva posesión, no existiendo
además un Contrato de Compraventa primigenio que acredite que
la actora sea propietaria del predio materia de litis, de modo que no
se prueba el tracto sucesivo; y, iv) el inmueble es propiedad de
Eduardo Alfonso Risco Escobar, quien le ha otorgado una Escritura
Pública de Compraventa y provenía de una mera posesión, y
además de acuerdo a la ubicación del predio estaría dentro de un
área intangible por ser orilla del Río Apurímac y Ene. 2.3.- Por
resolución número nueve del catorce de abril de dos mil once,
corriente a fojas noventa y dos, se declara rebelde al codemandado
Martín Víctor Ramírez Chávez. 2.4.- Sentencia de Primera
Instancia: Tramitada la causa de acuerdo a su naturaleza se
expidió la sentencia de primera instancia contenida en la resolución
número veintisiete del diez de mayo de dos mil trece, obrante de
fojas doscientos quince a doscientos veintiséis, que declaró
fundada la demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico y ordenó la
restitución del bien inmueble materia del acto cuestionado, e
infundada la demanda sobre Indemnización de Daños y Perjuicios.
Consideró para ello lo siguiente: 1) Al estar demostrado que el año
mil novecientos ochenta y cinco el codemandado Martín Víctor
Ramírez Chávez se encontraba casado con la demandada, al
adquirir el bien inmueble consistente en un lote de terreno de mil
metros cuadrados ubicado en la Avenida el Aeropuerto sin número,
altura del frente al Instituto Público Kimbiri y Tres Cocos, Distrito de
Kimbiri, Provincia de La Convención, Departamento de Cusco, tal
bien inmueble constituía uno social del matrimonio de la actora y el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
codemandado, por lo que para enajenar el referido bien a favor de
un tercero se requería el consentimiento e intervención del
codemandado Martín Víctor Ramírez Chávez conjuntamente con la
demandante, y al verificarse la no intervención de ésta en el
Contrato de Transferencia de fecha veintiséis de abril de dos mil,
este acto jurídico celebrado de manera unilateral por uno de los
cónyuges adolece de nulidad, por falta de manifestación de
voluntad de la esposa demandante; 2) El codemandado Martín
Víctor Ramírez Chávez en declaración asimilada en la cláusula
segunda del Contrato de Trasferencia, ha reconocido que el año
mil novecientos ochenta y cinco adquirió el inmueble materia de
litis, lo cual no haber sido objeto de cuestionamiento por las partes,
por lo que tal medio probatorio surte efecto respecto a probarse la
forma de adquisición del bien y su constitución como uno social de
la sociedad conyugal, por lo que su enajenación requería la
intervención de la demandante bajo sanción de nulidad; 3) De la
declaración de parte del codemandado Martín Víctor Ramírez
Chávez, quien refiere que al momento de celebrar el Contrato de
Trasferencia comunicó al demandado Percy Morales Ramos su
condición de casado con la demandante y encontrarse separados,
causa certeza y convicción de que los accionados conocían que la
actora tenía derecho de posesión y propiedad sobre el bien
inmueble objeto de transferencia; 4) La demandante no ha prestado
su consentimiento para la enajenación del inmueble ni intervino en
la celebración del acto jurídico de transferencia, lo que implica
procurar el retorno del bien a la esfera de dominio de la actora; y, 5)
No existe medio probatorio idóneo y pertinente que de manera
cierta y documental acredite el daño y perjuicio ocasionado a la
demandante. 2.5.- Recurso de Apelación: La precitada sentencia
de primera instancia fue materia de Apelación por el codemandado
Percy Morales Ramos, en el extremo que declaró fundada la
demanda de Nulidad de Acto Jurídico del Contrato de Compra
Venta del veintiséis de abril de dos mil, según Recurso corriente de
fojas doscientos ochenta y nueve a doscientos noventa y tres, en el
que expresa como agravios lo siguiente: i) El A quo no ha valorado
las pruebas, toda vez que está acreditado que la demandante
carece de título para solicitar la nulidad que pretende, al no tener la
actora ni su codemandado Martín Víctor Ramírez Chávez la calidad
de propietarios ni de posesionarios del predio materia de litis; ii) El
recurrente desconocía si su codemandado Martín Víctor Ramírez
Chávez contrajo matrimonio civil con la actora, pues el que directa
y públicamente poseía el predio era aquel codemandado y siempre
se mantuvo en la condición de soltero, por lo que el recurrente
actuó de buena fe, prueba de lo cual es que no se consigna en el
Contrato su estado civil, debiéndose aplicar lo dispuesto por el
Artículo 2014° del Código Civil; y iii) La actora no tiene legitimidad
para atribuirse propiedad sobre el predio, más aún si el recurrente
ha adquirido el mismo de su verdadero propietario Eduardo Alfonso
Risco Escobar mediante Escritura Pública de Compraventa del
doce de diciembre de dos mil nueve, con la que incluso tiene mejor
derecho de propiedad. 2.6.- Sentencia de Vista: La Sala Superior
expide la Sentencia de Vista contenida en la resolución del treinta
y uno de marzo de dos mil quince, corriente de fojas trescientos
veinticuatro a trescientos treinta, por la que revoca la sentencia
apelada que declara fundada la demanda en el extremo de la
pretensión de Nulidad de Acto Jurídico, y al reformar la recurrida en
ese extremo apelado declara improcedente la demanda incoada.
Considera para asumir dicha posición que al no tratarse las
pretensiones planteadas en la demanda de accesorias: 1) no existe
una debida relación procesal, pues los emplazados de la pretensión
principal no son los mismos legitimados pasivos de la llamada
restitución de inmueble; y, 2) existe una indebida acumulación de
pretensiones. III.- RECURSO DE CASACIÓN: La demandante
Clara Sánchez Chilingano con fecha treinta de abril de dos mil
quince interpone Recurso de Casación1 contra la Sentencia de
Vista, siendo declarado procedente por este Tribunal Supremo
mediante resolución del tres de marzo de de dos mil dieciséis,
obrante de fojas treinta y siete a cuarenta y uno del Cuaderno
formado, por: 1) Infracción Normativa de los Artículos 87° y 121°
parte final del Código Procesal Civil; y, 2) Excepcional Procesal del
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú, al existir
aspectos de la Sentencia de revisión impugnada en los que podría
haberse incurrido en vulneración del derecho al debido proceso,
que requieren ser evaluados para el cumplimiento de los fines de la
Casación, específicamente por haberse declarado en segunda
instancia la improcedencia de la demanda por indebida acumulación
de pretensiones al considerarse que no existía una relación jurídica
procesal valida por falta de legitimidad para obrar de las partes,
cuando ello habría sido objeto de evaluación al calificarse la
demanda, durante el saneamiento proceso y al emitirse sentencia
de primera instancia. IV.- ASUNTO JURÍDICO EN DEBATE: En el
caso particular, la cuestión jurídica consiste en determinar si la
Sentencia de Vista impugnada infringe los Artículos 87° y 121°
parte final del Código Procesal Civil, así como lo preceptuado por
el Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú y con
ello el debido proceso. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: PRIMERO.- El Recurso de Casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, conforme lo precisa el Artículo 384° del
Código Procesal Civil. En materia de casación es factible el control
de las decisiones jurisdiccionales, con el propósito de determinar si
en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el derecho
97035
al proceso regular, teniendo en consideración que éste supone el
cumplimiento de los principios y garantías que regulan el proceso
como instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del
derecho a la defensa de las partes en conflicto. SEGUNDO.- Por
causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para
la procedencia del Recurso2, debiendo sustentarse el mismo en
aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende
interponerse por apartamiento inmotivado del precedente judicial,
por infracción de la ley o por quebrantamiento de la forma. Se
consideran motivos de casación por infracción de la ley, la violación
en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así como la falta
de congruencia de lo decidido con las pretensiones formuladas por
las partes y la falta de competencia. Los motivos por
quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el proceso3,
por lo que en tal sentido si bien todas las causales suponen una
violación de la ley, también lo es que éstas pueden darse en la
forma o en el fondo. Sobre el debido proceso: TERCERO.- De
acuerdo a lo establecido por el Artículo I del Titulo Preliminar del
Código Procesal Civil, el derecho de toda persona a la tutela
jurisdiccional para el ejercicio o defensa de sus derechos o
intereses es irrestricto, debiendo no obstante sujetarse al debido
proceso. Asimismo, este Supremo Tribunal en reiteradas ocasiones
ha establecido que el Artículo 139° inciso 3) de la Constitución
Política del Perú, como garantía y derecho de la función
jurisdiccional, fija la observancia del debido proceso y la tutela
jurisdiccional, la cual asegura que en los procesos judiciales se
respeten los procedimientos y normas de orden público previamente
establecidos, constituyéndose el debido proceso como un derecho
de amplio alcance, el cual comprende a su vez el derecho al Juez
natural, a la defensa, a la pluralidad de instancia, a la actividad
probatoria y a la motivación de las resoluciones judiciales, entre
otros, permitiéndose no sólo la revisión de la aplicación del derecho
objetivo desde una dimensión estrictamente formal, referida al
cumplimiento de actos procesales o la afectación de normas del
procedimiento, sino también analizarlo desde su dimensión
sustancial, lo que se ha identificado como la verificación del debido
proceso procesal y material, razón por la cual es posible revisar en
Sede de Casación la motivación adecuada de las resoluciones
judiciales, desde que sólo de ese modo se previene la ilegalidad o
la arbitrariedad de las mismas. Además, el deber de motivación de
las resoluciones judiciales consagrado como principio en el Artículo
139° inciso 5) de la Carta Magna, impone a los Jueces cualquiera
que sea la instancia a la que pertenezcan, que expresen el proceso
mental que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando
que el ejercicio de impartir justicia se materialice con sujeción a la
Constitución Política del Perú y a la Ley. Habrá motivación
adecuada de las resoluciones judiciales siempre que éstas
contengan la expresión ordenada de los fundamentos jurídicos y
fácticos que sustentan la decisión, así como que la motivación
responda estrictamente a la ley y a lo que fluye de los actuados,
con existencia adicional de una correspondencia lógica entre lo
pedido y lo resuelto, de tal modo que la resolución por sí misma
exprese una justificación suficiente de lo que se decide u ordena,
pues si se infringe alguno de estos aspectos sustanciales de la
motivación, se incurrirá en causal de nulidad contemplada en el
Artículo 122° segundo párrafo del Código Procesal Civil,
concordante con el Artículo 171° del Código acotado. El control de
las decisiones jurisdiccionales y el debido proceso en el caso
concreto: CUARTO.- Nuestro ordenamiento procesal civil en
materia de verificación del cumplimiento de los requisitos de
procedibilidad de la demanda, ha fijado tres momentos claramente
diferenciados para que ello ocurra: el primero, al momento de
calificarse la demanda; el segundo, en la etapa del saneamiento; y,
el tercero, en la etapa decisoria, emitiéndose, en su caso y de
modo excepcional, una decisión inhibitoria, por advertencia de una
relación procesal inválida, conforme lo señala el Artículo 121°
última parte del Código Procesal Civil. QUINTO.- Sobre ello, debe
precisarse que la incoación de una demanda o solicitud constituye
un acto procesal destinado a solicitar tutela jurisdiccional efectiva,
respecto a la pretensión que en ella se detalle. En nuestro Código
Procesal Civil se admite la posibilidad de que si no se presentan en
forma clara los presupuestos procesales y los presupuestos
materiales o condiciones de la acción, no puede establecerse una
relación jurídica procesal válida, y si esta ausencia resulta
manifiesta, la demanda deviene en improcedente. La doctrina
reconoce que no es suficiente que la demanda se interponga para
obtener un pronunciamiento de fondo sobre las pretensiones
postuladas en ella, siendo necesario además que la relación
jurídica procesal sea válida. Los requisitos básicos que deben
cumplirse para que exista válidamente dicha relación jurídica
procesal son los llamados presupuestos procesales, a saber: la
competencia del Juez, la capacidad de las partes y los requisitos
de la demanda. Asimismo, antes de emitirse pronunciamiento
sobre el fondo de la controversia, debe verificarse si para quien
solicita tutela es imprescindible la intervención del órgano
jurisdiccional, a efectos de solucionar el enfrentamiento
intersubjetivo de intereses sustanciales, surgido como
consecuencia de la resistencia ofrecida por uno de los confrontados,
y si se está frente a un caso justiciable, lo que se conoce como las
condiciones de la acción (legitimación para obrar, interés para
obrar y voluntad de la ley)4. La ausencia de alguno de los requisitos
anteriormente citados, de ser manifiesta, impedirá, en principio, la
atención de la pretensión invocada por el demandante. El defecto

97036 CASACIÓN
insubsanable en la relación jurídica procesal trae consigo la
conclusión inmediata de la causa, y si el defecto se detecta al
expedirse la sentencia ésta será de carácter inhibitorio, vale decir
sin pronunciamiento sobre el fondo. SEXTO.- Esto último ocurrió
en el caso que nos ocupa, al revocar la Sala Superior la sentencia
de primera instancia que declaró fundada la demanda y reformando
la recurrida declara improcedente la misma, básicamente al
sostener que las pretensiones planteadas (de Nulidad de Acto
Jurídico, Restitución de Posesión e Indemnización por Daños y
Perjuicios) no tienen la condición de principal y accesorias ni existe
una debida relación jurídico procesal, pues los emplazados de la
pretensión principal (Nulidad de Acto Jurídico) no son los mismos
legitimados pasivos de la llamada restitución del inmueble
(Restitución de la posesión), a lo que se suma una indebida
acumulación de pretensiones. SÉPTIMO.- Sobre ello y en adición a
lo detallado en el cuarto considerando precedente, es pertinente
detallar las siguientes disposiciones contenidas en el Código
Procesal Civil referentes a la acumulación de procesos: 1) Artículo
83°, que regula la pluralidad de pretensiones y personas: “En un
proceso pueden haber más de una pretensión, o más de dos
personas. La primera es una acumulación objetiva y la segunda
una acumulación subjetiva. La acumulación objetiva y la subjetiva
pueden ser originarias o sucesivas, según se propongan en la
demanda o después de iniciado el proceso, respectivamente; 2)
Artículo 85°5, que regula los requisitos de la acumulación objetiva:
“Se pueden acumular pretensiones en un proceso siempre que
estas: 1. Sean de competencia del mismo Juez; 2. No sean
contrarias entre sí, salvo que sean propuestas en forma
subordinada o alternativa; 3. Sean tramitables en una misma vía
procedimental. Se exceptúan de estos requisitos los casos
expresamente establecidos en este Código y leyes especiales.
También son supuestos de acumulación los siguientes: a. Cuando
las pretensiones sean tramitadas en distinta vía procedimental, en
cuyo caso, las pretensiones acumuladas se tramitan en la vía
procedimental más larga prevista para alguna de las pretensiones
acumuladas. b. Cuando las pretensiones sean de competencia de
Jueces distintos, en cuyo caso la competencia para conocer las
pretensiones acumuladas corresponderá al órgano jurisdiccional
de mayor grado”; 3) Artículo 87°, que disciplina la acumulación
objetiva originaria: “La acumulación objetiva originaria puede ser
subordinada, alternativa o accesoria. Es subordinada cuando la
pretensión queda sujeta a la eventualidad de que la propuesta
como principal sea desestimada; es alternativa cuando el
demandado elige cuál de las pretensiones va a cumplir; y es
accesoria cuando habiendo varias pretensiones, al declararse
fundada la principal, se amparan también las demás. Si el
demandado no elige la pretensión alternativa a ejecutarse, lo hará
el demandante. Si no se demandan pretensiones accesorias, sólo
pueden acumularse éstas hasta antes del saneamiento procesal.
Cuando la accesoriedad está expresamente prevista por la ley, se
consideran tácitamente integradas a la demanda". De igual modo,
de apreciarse en lo que respecta a la modificatoria contenida en la
Ley número 30293, acorde a lo previsto por la Segunda Disposición
Complementaria y Final del Código Procesal Civil, que: “Las
normas procesales son de aplicación inmediata, incluso al proceso
en trámite. Sin embargo, continuarán rigiéndose por la norma
anterior: las reglas de competencia, los medios impugnatorios
interpuestos, los actos procesales con principio de ejecución y los
plazos que hubieran empezado”. OCTAVO.- De lo antes expuesto
se advierten tres circunstancias relevantes que abonan a los fines
del Recurso interpuesto: i) El petitorio contenido en la demanda
corriente de fojas treinta y tres-A a treinta y nueve, vía acumulación
objetiva originaria y acumulación subjetiva, evidencia con claridad
un requerimiento de declaración jurisdiccional de tres pretensiones
principales: Nulidad de Acto Jurídico, Restitución de Posesión de
Inmueble e Indemnización por Daños y Perjuicios (esta última
pretensión ha sido desestimada por la sentencia de primera
instancia y no ha sido materia de impugnación ni consecuente
análisis en la Sentencia de Vista); ii) La expresión de la Sala de
revisión respecto a que la parte demandada en una y otra
pretensión no son las mismas, no se ajusta a derecho, desde que
el Artículo 83° del Código Procesal Civil no impide la emisión de
pronunciamiento de fondo en razón de que las partes sean distintas
en una u otra pretensión acumuladas, más todavía si no se trata de
pretensiones accesorias como así lo ha considerado la Sala de
mérito, enunciando sólo aquella disposición que puede haber más
de una pretensión (acumulación objetiva) o más de dos personas
(acumulación subjetiva) según se propongan en la demanda
(originaria) o después de iniciado el proceso (sucesiva); y, iii) Al
señalar la Sala Superior que además se advierte una indebida
acumulación (sin especificar si se trata de pretensiones o de
personas), no obstante el contenido y alcances del Artículo 85° del
Código Procesal Civil que permite la acumulación aun cuando las
pretensiones se tramiten en distinta vías procedimental, se
transgrede el ordenamiento procesal y se restringe de modo
irrazonable la tutela efectiva a la que aspira toda aquella persona
que recurre a este Poder del Estado para la dilucidación de un
conflicto de interés o una incertidumbre con relevancia jurídica que
lo involucra. NOVENO.- En efecto, la demandante dirige la primera
pretensión de Nulidad de Acto Jurídico contra Percy Morales
Ramos y Martín Víctor Ramírez Chávez (cónyuge de la actora), y la
segunda pretensión de Restitución de Posesión contra el primero
de los nombrados (indicándose que el demandado Percy Morales
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Ramos se encuentra en la posesión del inmueble). En tal sentido,
este Supremo no advierte, en primer término, la infracción
normativa del Artículo 87° del Código Procesal Civil, pues no se ha
solicitado una pretensión principal y otras subordinada, alternativa
o accesoria y, en segundo lugar, que al considerar la Sala Superior
que no existe una debida relación procesal se afecta el debido
proceso, desde que conforme a lo dispuesto por el Artículo 83° del
acotado Código, es permisible la pluralidad de pretensiones y de
personas sin que ello restringa el pronunciamiento de fondo de la
controversia reclamado por la pretensora, infraccionándose el
Artículo 121° última parte del Código Procesal Civil. DÉCIMO.- En
el mismo sentido, la pretensión de Nulidad de Acto Jurídico se
desarrolla generalmente en la vía del proceso de conocimiento
(Artículo 475° del Código Procesal Civil) y la de restitución del
posesión de inmueble en la vía procedimental sumarísima (Artículo
546° del mismo Código), pudiendo ambas, no obstante, conocerse,
debatirse y resolver en la vía procedimental más larga, como es
posible en el caso planteado y lo informa el Artículo 85° segundo
párrafo del indicado Código, por lo que nada obsta para la
resolución de la causa a través de una decisión de fondo por la
Sala Superior. DÉCIMO PRIMERO.- En ese contexto, no se
advierte en el caso concreto la indebida acumulación de
pretensiones a la que alude la Sala de revisión ni la formación de
una incorrecta relación procesal, denotándose por el contrario que
la instancia superior se ha inhibido de resolver la materia en
controversia invocando una causal de improcedencia que ya no
contemplada en el Artículo 427°6 del Código Procesal Civil, cuyo
texto vigente a la fecha del dictado de la impugnada establece que:
“El Juez declara improcedente la demanda cuando: 1. El
demandante carezca evidentemente de legitimidad para obrar; 2.
El demandante carezca manifiestamente de interés para obrar; 3.
Advierta la caducidad del derecho; 4. No exista conexión lógica
entre los hechos y el petitorio; o 5. El petitorio fuese jurídica o
físicamente imposible (...)”. DÉCIMO SEGUNDO.- Por lo mismo, lo
actuado desatiende sin justificación de fondo el contenido y
alcances de las pretensiones postuladas, en perjuicio de la solución
de las controversias y de la obtención de la paz social, que es uno
de los fines de la actuación de este Poder del Estado en su rol
heterocompositivo, de acuerdo a lo que disciplina el Artículo III del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, configurándose la
infracción normativa de los Artículos 139° inciso 3) de la
Constitución Política del Perú y 121° última parte del Código
Procesal Civil, por lo que al haberse incurrido en causal de nulidad
insubsanable prevista por el Artículo 171° del mismo Código,
corresponde reponer el proceso al estado que corresponde, de
acuerdo a lo estipulado por el Artículo 176° parte final del citado
cuerpo legal. Por tales razones y de conformidad con lo regulado
además por el Artículo 396° inciso 1) del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por
Clara Sánchez Chilingano; CASARON la Sentencia de Vista
contenida en la resolución de fecha treinta y uno de marzo de dos
mil quince, corriente de fojas trescientos veinticuatro a trescientos
treinta, y consecuentemente NULA la misma; ORDENARON que
la Sala Superior expida nueva resolución conforme a lo expresado
en la presente decisión; DISPUSIERON la publicación de ésta
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Clara Sánchez Chilingano con Percy Morales
Ramos y otro sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los
devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Recurso obrante de fojas 418 a 424.
2
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
3
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
4
TICONA POSTIGO, Víctor, Análisis y comentarios al Código Procesal Civil,
Tomo I, Segunda Edición, Editora Jurídica Grijley E.I.R.L., Lima, octubre de
1995, páginas 76-78.
5
Modificado por el Artículo 2° de la Ley N° 30293, publicada el 28 diciembre
2014, que entró en vigencia a los 30 días hábiles de su publicación.
6
Artículo modificado por el Artículo 2° de la Ley N° 30293, publicada el 28
diciembre 2014, que entró en vigencia a los 30 días hábiles de su publicación.
C-1569469-21
CAS. Nº 2359-2015 ICA
NULIDAD DE ACTO JURIDICO. SUMILLA: El tema controvertido
no solo está dirigido a establecer la causal de simulación absoluta
o el fin ilícito, sino que debe analizarse también las demás causales
establecidas en el artículo 219 del Código Civil. Lima, uno de julio
de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.- Vista la
causa número dos mil trescientos cincuenta y nueve – dos mil
quince; y, producida la votación con arreglo a ley, ha emitido la
siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN:
Se trata del recurso de casación interpuesto por Félix Amadeo
Canchos Atahua a fojas trescientos diez, contra la sentencia de
vista de fojas trescientos dos, de fecha veinticuatro de abril de dos
mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ica, que revoca la sentencia apelada contenida en la
Resolución número veintinueve, de fojas doscientos cincuenta y
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
ocho, de fecha veinte de noviembre de dos mil catorce, que declaro
infundada la demanda de Nulidad de Acto Jurídico y Cancelación
de Asiento Registral; y reformándola declararon improcedente la
causa; en el proceso seguido por Félix Amadeo Canchos Atahua
contra Cecilio Canchos Sánches, Celedonia Ccahuay de Canchos,
Angélica Rosalía Canchos Ccahuay y Pedro Humberto Canchos
Ccahuay, sobre Nulidad de Acto Jurídico y Cancelación de Asiento
Registral. 2. CAUSALES DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por
resolución de fecha siete de octubre de dos mil quince, corriente a
fojas treinta y siete del cuaderno de casación, este Supremo
Tribunal ha declarado procedente el recurso de su propósito, por
las causales denunciadas de: V.1. Infracción normativa del
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
concordante con el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial. V.2. Infracción normativa del
artículo 70 de la Constitución Política del Perú y artículo 923
del Código Civil. V.3. Infracción normativa del inciso 5 del
artículo 219 del Código Civil. 3. ANTECEDENTES: Previamente
a la absolución de las denuncias formuladas por el recurrente,
conviene hacer las siguientes precisiones respecto de lo acontecido
en el proceso: IV.1. Con fecha treinta de setiembre de dos mil
nueve, de fojas cincuenta y dos, Félix Amadeo Canchos Atahua
interpone demanda contra Cecilio Canchos Sánches, Celedonia
Ccahuay de Canchos, Angélica Rosalía Canchos Ccahuay y Pedro
Humberto Canchos Ccahuay, solicitando que se declare la Nulidad
del Acto Jurídico contenido en la Escritura Pública de compraventa
de fecha tres de julio de dos mil nueve, celebrado entre los
codemandados Cecilio Canchos Sánchez y Celedonia Ccahuay de
Canchos, a favor de los codemandados Angélica Rosalía Canchos
Ccahuay y Pedro Humberto Canchos Ccahuay, respecto al predio
urbano ubicado en el Centro Poblado Santa Rosa de San Joaquín,
Manzana P, Lote 18, del distrito, provincia y departamento de Ica;
así como también se Cancele el Asiento Registral que contiene el
referido acto jurídico. Argumenta su pedido en lo siguiente: I) Con
fecha veinticuatro de abril de mil novecientos ochenta y nueve, sus
tíos los codemandados Cecilio Canchos Sánches y Celedonia
Ccahuay de Canchos vendieron a la sucesión Canchos parte del
inmueble de mayor extensión de su propiedad, de la Manzana P,
Lote 18; II) Luego lograron inscribir el total de la propiedad del
inmueble en mención a través del Organismo de Formalización de
la Propiedad Informal - COFOPRI el diecinueve de junio de dos mil
nueve, para posteriormente mediante el acto jurídico impugnado
lograr transferir la propiedad del bien a favor de sus hijos los
codemandados Angélica Rosalía Canchos Ccahuay y Pedro
Humberto Canchos Ccahuay, es decir a los catorce días de la
inscripción ante el Organismo de Formalización de la Propiedad
Informal - COFOPRI; III) Es increíble que los codemandados
Angélica Rosalía Canchos Ccahuay y Pedro Humberto Canchos
Ccahuay pudieron obtener la suma de diez mil soles (S/10,000.00),
si ambos se encuentran cursando estudios universitarios; y IV) La
compraventa es nula toda vez que no es posible transferir un
inmueble que le pertenece, por lo que su fin es ilícito. IV.2. Mediante
escrito de fecha trece de enero de dos mil diez, obrante a fojas
ochenta y seis, Angélica Rosalía Canchos Ccahuay, Pedro
Humberto Canchos Ccahuay, Cecilio Canchos Sánches y
Celedonia Ccahuay de Canchos contestan la demanda señalando
que es cierto que los codemandados Cecilio Canchos Sánches y
Celedonia Ccahuay de Canchos pretendieron enajenar el bien
materia de litis, por eso se redactó y firmó el documento, pero los
compradores en este caso el demandante y sus hermanas no
cumplieron con efectuar el pago acordado, motivo por el cual dicho
contrato no produjo efecto jurídico. IV.3. Por sentencia de primera
instancia de fecha veinte de noviembre dos mil catorce, obrante a
fojas doscientos cincuenta y ocho, el A quo declara infundada la
demanda por los siguientes fundamentos: I) El demandante alega
que se ha dispuesto el inmueble materia de litis de propiedad de la
sucesión Canchos; sin embargo, la Escritura Pública de cual pide
su nulidad está referida a la compraventa del inmueble no de esta
área sino que el área que consigna es mucho mayor, tampoco se
precisan las colindancias; y II) No se ha señalado en forma expresa
los fundamentos de hecho en el cual se basa el supuesto del
articulo 219 y no se advierte causal de nulidad en tal acto jurídico.
IV.4. Elevada la Sentencia en apelación, el Ad quem, por sentencia
de vista de fecha veinticuatro de abril de dos mil quince, obrante a
fojas trescientos dos, revoca la sentencia materia de apelación
contenida en la Resolución número veintinueve, de fecha veinte de
noviembre de dos mil catorce, que declaró infundada la demanda
de Nulidad de Acto Jurídico y Cancelación de Asiento Registral; y
reformándola, declararon improcedente la misma; tras considerar
que la demanda incurre en la causal prevista en el inciso 5 del
artículo 427 del Código Procesal Civil, puesto que no existe
conexión lógica entre los hechos expuestos en la demanda y el
petitorio, toda vez que los hechos están referidos a cuestionar la
venta efectuada por los codemandados Cecilio Canchos Sánches
y Celedonia Ccahuay de Canchos efectuado el veinticuatro de abril
de mil novecientos ochenta y nueve, que tiene un área de ciento
treinta y cinco metros cuadrados (135m2); y por el contrario el
petitorio está orientado para que se declare la Nulidad del Acto
Jurídico contenido en la Escritura Pública de fecha tres de julio de
dos mil nueve, mediante la cual los referidos codemandados
enajenan a favor de sus hijos el predio con un área de doscientos
cuarenta y nueve punto tres metros cuadrados (249.3m2), con una
fundamentación imprecisa, sin indicar como se configura la
97037
simulación absoluta alegada, a la vez de la tangencial alusión que
se hace en otra parte de la demanda a la figura del fin ilícito y una
genérica referencia al artículo 219 del Código Civil, distante de lo
que es una fundamentación jurídica. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA
SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, según lo establecido por el
artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, el recurso extraordinario de casación tiene por fines
esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto así como la uniformidad de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema de Justicia de la República, por tanto este
Tribunal Supremo sin constituir una tercera instancia adicional en el
proceso debe pronunciarse acerca de los fundamentos del recurso
por la causal declarada procedente. SEGUNDO.- Que de
conformidad a lo previsto por el artículo 140 del Código Civil el acto
o negocio jurídico es la manifestación de voluntad destinada a
crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas
requiriéndose para su validez la concurrencia de determinados
elementos, presupuestos y requisitos como agente capaz, objeto
física o jurídicamente posible, fin lícito y observancia de la forma
prescrita por la ley bajo sanción de nulidad o dicho de otra manera
los actos o negocios jurídicos son supuestos de hecho conformados
por una o más manifestaciones de voluntad emitidas por los sujetos
con el propósito de alcanzar un resultado práctico el cual tutelado
por el ordenamiento legal se convierte en un resultado jurídico que
consistirá en crear, modificar, regular o extinguir relaciones jurídicas
estando conformada en general la estructura del negocio jurídico
de la siguiente manera: a) Los elementos que son los componentes
indispensables para que los sujetos celebren el acto jurídico y que
son comunes a todo acto jurídico: la Manifestación de Voluntad y la
Causa; b) Los presupuestos que se definen como los antecedentes
o términos de referencia, es decir todo aquello que es necesario
para la celebración del acto y son: el Objeto y el Sujeto; y c) Los
requisitos que son todas aquellas condiciones que deben cumplir
tanto los elementos como los presupuestos para que el acto
jurídico se considere formado válidamente y por tanto pueda
producir efectos jurídicos los cuales vienen a ser: la Capacidad, la
Licitud, la Posibilidad Física y Jurídica del Objeto, la Determinación
de Especie y Cantidad y además que la Voluntad haya estado
sometida a un proceso normal de formación sin vicios de tal modo
que la ausencia de alguno de los elementos estructurales del acto
o negocio jurídico acorde a lo previsto por los artículos 219 y 221
del Código Civil, acarrea la invalidez del mismo por nulidad o
anulabilidad. TERCERO.- Que, a fin de dilucidar los fundamentos
del recurso de casación es preciso tener en cuenta que “el principio
de congruencia procesal implica por un lado que el juez no pueda
ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de
los que han sido alegados por las partes y por otro lado la obligación
de los magistrados es de pronunciarse respecto a todos los puntos
controvertidos establecidos en el proceso, a todas las alegaciones
efectuadas por las partes en sus actos postulatorios o medios
impugnatorios”. CUARTO.- Que, en cuanto a los efectos que
genera la transgresión de la congruencia, estos se sitúan en la
teoría de la nulidad procesal, que permite invalidar los actos que la
contravienen. Es decir, se sanciona la transgresión de la
congruencia porque constituye una garantía para las partes, un
límite para el juez, que otorga seguridad y certeza a las partes e
interviene la posible arbitrariedad judicial. QUINTO.- Que, ahora
bien, la clasificación clásica que se hace de la incongruencia es la
siguiente: 1. Incongruencia por ultra petita (ne eat judex ultra petita
partium), que se produce al otorgar más de lo pedido, circunstancia
que puede darse tanto respecto de la pretensión como de la
oposición. 2. Incongruencia por extra petita (ne eat extra petita
partium), al extender el pronunciamiento a cuestiones no sometidas
a la decisión del tribunal, que puede incluso estar referida a negar
lo que no ha sido solicitado sea por vía de pretensión u oposición.
3. Incongruencia por infra petita (ne eat judex infra petita partium),
defecto cuantitativo cuando se decide sobre una pretensión en
extensión menor que lo solicitado, sea que se conceda o niegue y
en el entendido que se ha requerido una cantidad determinada y no
otra. También concurre si se otorga menos de lo reconocido por el
demandado. 4. Incongruencia por citra petita (ne eat judex citra
petita partium), llamada también omisiva o ex silentio, que se
produce al omitir la decisión de un asunto cuya resolución formó
parte de la contienda y no existir autorización legal que permita así
decidirlo, falta de pronunciamiento que puede ser total o parcial;
igualmente al expresar que no se decide una acción o excepción
por incompatibilidad, la cual resulta inexistente o se reserva el
pronunciamiento para otra etapa u otro juicio, en circunstancias
que no fue solicitado en tales condiciones y no lo ordena la ley.
SEXTO.- Que, en este entendido, para efectos de verificar la
presencia de esta infracción –la incongruencia-, debe analizarse la
cuestión controvertida en el pleito en su integridad, en comparación
con la parte dispositiva de la sentencia, sea que ésta se encuentre
en los considerandos decisorios, como en la resolución del fallo
propiamente tal. SÉTIMO.- Que, en el presente caso el juez no ha
tomado en cuenta que los puntos controvertidos están dirigidos a:
a) Determinar si procede o no declarar la Nulidad del Acto Jurídico
contenido en la Escritura Pública de Compraventa de fecha tres de
julio de dos mil nueve, por estar incursa en causal de nulidad
absoluta; y como consecuencia de ello, b) Determinar si procede
Cancelar la Inscripción del Asiento. OCTAVO.- Que, siendo ello así,
el tema controvertido no solo está dirigido a establecer la causal de
simulación absoluta o el fin ilícito, sino que debe analizarse también

97038 CASACIÓN
las demás causales establecidas en el artículo 219 del Código Civil
puesto que así se advierte del primer punto controvertido.
NOVENO.- Que, de otro lado, es necesario advertir que el derecho
que alega la parte recurrente no es sobre la totalidad del terreno
objeto del acto jurídico de compraventa de fecha tres de julio de
dos mil nueve, sino respecto de una parte de éste, el cual se
traduce en ciento treinta y cinco metros cuadrados (135m2),
conforme se advierte del petitorio de la demanda y del propio
documento denominado Contrato Privado de Compraventa de
fojas cuatro. DÉCIMO.- Que, en consecuencia debemos tener
presente que el Principio de Congruencia es un pilar básico de todo
proceso y, como tal, resulta imperioso que se vea reflejado en toda
resolución, por cuanto, lo lógico y natural es que un fallo sea
coherente con lo peticionado por las partes, debiendo tomarse en
cuenta lo que es materia de la controversia. DÉCIMO PRIMERO.-
Que, por las razones anotadas, al haberse amparado la causal de
infracción normativa procesal al advertirse una motivación
deficiente, carece de objeto desarrollar la causal de infracción
normativa material denunciada. 5. DECISIÓN: Por tales
consideraciones y en aplicación del inciso 3 del artículo 396 del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Félix Amadeo Canchos Atahua a fojas
trescientos diez; por consiguiente, CASARON la resolución
impugnada; en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas
trescientos dos, de fecha veinticuatro de abril de dos mil quince,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Ica; e INSUBSISTENTE la sentencia apelada de fojas
doscientos cincuenta y ocho, de fecha veinte de noviembre de dos
mil catorce, que declara infundada la demanda; ORDENARON
que el Juez de la causa emita nuevo fallo, con arreglo a derecho y
a lo dispuesto en la presente resolución; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Félix Amadeo
Canchos Atahua contra Cecilio Canchos Sánches y otros, sobre
Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los devolvieron. Integran esta
Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La
Barra Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores
Mendoza Ramírez y Romero Díaz. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-22
CAS. Nº 2387-2015 LIMA
TERCERÍA DE PROPIEDAD. SUMILLA: Se torna necesario que el
juez, de manera objetiva y agotando los mecanismos procesales a
su alcance, determine de manera fehaciente e idónea si el
documento de fecha veintisiete de mayo de mil novecientos noventa
y seis, anexado por el demandante tiene correspondencia o no con
la exigencia procesal de documento privado de fecha cierta según
los alcances del acotado artículo 245 del código adjetivo. Lima,
veintitrés de mayo de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil trescientos ochenta y
siete – dos mil quince, en Audiencia Pública llevada a cabo en la
fecha; y, producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata
del recurso de casación interpuesto por Demetrio Jhon Salazar
Aquino a fojas seiscientos noventa y nueve, contra la sentencia de
vista de fojas seiscientos ochenta y nueve, de fecha veinte de abril
de dos mil quince, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada de
fojas seiscientos nueve, de fecha treinta de junio de dos mil catorce,
que declara infundada la demanda, en el proceso seguido por
Demetrio Jhon Salazar Aquino contra Doris Portocarrero Yaguno y
De Fábrica Sociedad Anónima Cerrada, sobre Tercería de Propiedad.
2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por
resolución de fecha once de setiembre de dos mil quince, corriente a
fojas veintitrés del cuaderno de casación, se ha declarado procedente
el recurso de su propósito, por las siguientes causales denunciadas
de: V.1. Infracción normativa material de los artículos 2016 y
2022 del Código Civil. V.2. Infracción normativa procesal de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú.
Para sustentar las causales denunciadas el recurrente señala que el
Colegiado no ha tenido en cuenta que el tercerista presentó no solo
el Contrato de Compraventa de fecha veintisiete de mayo de mil
novecientos noventa y seis, sino también diversos documentos que
acreditan su Derecho de Propiedad como pago del impuesto predial,
acta de entrega del inmueble, registro ante la Municipalidad Distrital
de Surquillo desde el año mil novecientos noventa y siete; medios
probatorios que no han sido tachados por la demandada; con lo que
se aprecia que el Derecho de Propiedad prima sobre el Derecho de
Crédito y que su adquisición fue hace once años, antes de la fecha
de embargo; y que la inscripción en Registros Públicos no es
constitutivo de derechos al no exigirse para perfeccionarse la
transferencia, siendo de aplicación el artículo 949 del Código Civil. 3.
ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por el recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: IV.1. Con fecha
ocho de noviembre de dos mil doce, Demetrio Jhon Salazar Aquino
interpone demanda de Tercería de Propiedad contra Doris
Portocarrero Yaguno y De Fábrica Sociedad Anónima Cerrada, a fin
que se ordene el levantamiento del embargo recaído en el inmueble
de su propiedad sito en la avenida Angamos Este número 1551,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Tienda 221, Block I, Primer Nivel, del distrito de Surquillo; ya que con
fecha veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, celebró
con la codemandada De Fábrica Sociedad Anónima Cerrada un
contrato de compraventa respecto del inmueble, mediante el cual el
demandante adquirió la propiedad del bien cancelándolo de manera
íntegra pero la aludida codemandada no ha cumplido con otorgar la
Escritura Pública, motivo por el cual interpuso demanda de
Otorgamiento de Escritura Pública, la cual no fue admitida por un
tema procesal mas no de fondo. Pese a que desde el año mil
novecientos noventa y siete, la propiedad se encuentra registrada a
su nombre ante la Municipalidad Distrital de Surquillo; tomó
conocimiento que el inmueble tenía una medida cautelar ordenada
por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria – SUNAT, por lo que interpuso una Intervención Excluyente
de Propiedad, la que fue declarada fundada, ordenándose el
levantamiento de dicha medida. Por otro lado, la codemandada
Doris Portocarrero Yaguno ha interpuesto demanda de Obligación
de Dar Suma de Dinero, contra la codemandada De Fábrica
Sociedad Anónima Cerrada, en el Expediente número 12697-2004,
que gira ante el Décimo Primer Juzgado Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, en donde se ha ordenado el remate del inmueble
materia de litis para el día doce de noviembre de dos mil doce. IV.2.
Por escrito de fojas doscientos ocho, la codemandada Doris
Portocarrero Yaguno contesta la demanda, argumentando que el
Derecho de Propiedad que alega el demandante en virtud al contrato
de compraventa celebrado el veintisiete de mayo de mil novecientos
noventa y seis, no puede prevalecer sobre la medida cautelar inscrita
con fecha veintitrés de octubre de dos mil siete, toda vez que dicho
contrato no es un documento público, ni es un documento privado
con fecha cierta. Por su parte la codemandada De Fábrica Sociedad
Anónima Cerrada, no ha contestado la demanda, por lo que ha sido
declarada rebelde, mediante la Resolución número siete, de fecha
veintisiete de marzo de dos mil trece, que va a fojas doscientos
veinticuatro. IV.3. Por sentencia de primera instancia, de fecha
treinta de junio de dos mil catorce, de fojas seiscientos nueve, el A
quo declara infundada la demanda, si bien del contrato de
compraventa se desprendería que el demandante resultaría
propietario del bien, también es cierto que la codemandada Doris
Portocarrero Yaguno, ha inscrito su medida cautelar de embargo
ante los Registros Públicos, el cual figuraba a nombre de De Fábrica
Sociedad Anónima Cerrada, lo que no ha ocurrido con el Derecho de
Propiedad del accionante, quien no elevó a Escritura Pública el
referido contrato; resultando evidente que el contrato de compraventa
de fecha veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, no
puede ser oponible a la medida cautelar de embargo en forma de
inscripción, estando al Principio de Preferencia de Derechos
establecido en el artículo 2016 del Código Civil. IV.4. Mediante
sentencia de vista, de fecha veinte de abril de dos mil quince, de
fojas seiscientos ochenta y nueve, el Ad quem confirma la apelada,
argumentando que el demandante ha presentado copia de un
documento privado de compraventa de fecha veintisiete de mayo de
mil novecientos noventa y seis, donde se observa la certificación
notarial de su legalización con fecha veintidós de agosto de dos mil
tres, siendo en resumen una copia legalizada el cual no puede
subsumirse en cualquiera de los supuestos previstos en el artículo
245 del Código Procesal Civil, resultando insuficiente para acreditar
el Derecho de Propiedad alegado por el accionante. 4.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, el
Debido Proceso tiene por función asegurar los derechos
fundamentales consagrados en la Constitución Política del Perú,
dando a toda persona la posibilidad de recurrir a la justicia para
obtener la Tutela Jurisdiccional de sus derechos, a través de un
procedimiento legal en el que se dé la oportunidad razonable y
suficiente de ser oído, ejercer el Derecho de Defensa, de producir
prueba y obtener una sentencia debidamente motivada que decida
la causa dentro del plazo preestablecido en la ley procesal.
SEGUNDO.- Que, el presente recurso ha sido declarado procedente
por las causales previstas en el artículo 386 del Código Procesal
Civil, por lo que de primera intención debe analizarse la causal de
infracción normativa procesal que tiene relación con la contravención
de las normas que garantizan el Derecho a un Debido Proceso y la
Debida Motivación, de modo que si se declara fundado el recurso
por dicha causal, se omitirá pronunciamiento respecto a la causal de
infracción normativa de derecho material. TERCERO.- Que, en los
procesos sobre tercería excluyente de dominio, como es el caso de
autos, la demanda se entiende con el demandante y el demandado,
y solo puede fundarse en la propiedad de los bienes afectados por
una medida cautelar o para la ejecución, conforme lo establece el
artículo 533 del Código Procesal Civil, siendo que dicha tercería será
admitida si reúne los requisitos del artículo 424 del Código adjetivo y
además, si el demandante prueba su derecho con documento
público o privado de fecha cierta, en su defecto, si da garantía
suficiente a criterio del Juez para responder por los daños y perjuicios
que la tercería pudiera irrogar. CUARTO.- Que, estando a que las
instancias de mérito han desestimado la demanda incoada sobre la
base fáctica que en el documento de compraventa de fecha
veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, no concurren
los requisitos de un documento privado de fecha cierta, resulta
necesario precisar que según la actual doctrina, se considera
documento privado a aquellos documentos otorgados por los
particulares en los cuales no ha intervenido funcionario público
alguno, como puede ser un contrato celebrado entre particulares.
QUINTO.- Que, de otro lado, para que un documento privado
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
adquiera fecha cierta y tenga valor probatorio en juicio, será
necesario que previamente se acredite la autenticidad del
instrumento privado para que sea oponible a tercero. Dicha
comprobación a decir de Hinostroza Minguez1 podrá realizarse
mediante reconocimiento expreso o tácito de la parte frente a la cual
se quiere hacer valer. Por ello, para que un documento privado
pueda tener valor probatorio suficiente en un proceso judicial será
necesario confirmar su autenticidad. SEXTO.- Que, por su parte, el
inciso 3 del artículo 245 del Código Procesal Civil, haciendo
referencia a la fecha cierta de un documento privado, establece que
un documento adquirirá fecha cierta y producirá eficacia jurídica en
un proceso judicial, desde la presentación del documento ante
Notario Público para que certifique la fecha o legalice las firmas.
Adviértase sobre el particular que la norma procesal en comento
destaca dos labores que debe ejercer el Notario Público a fin de
otorgar fecha cierta a un documento privado: primero, la legalización
de firmas que consiste en identificar a las personas que van a
suscribir el documento que se habrá de legalizar, para cuyo efecto
las partes contratantes deberán mostrar su documento de identidad;
y segundo, la certificación de la fecha a fin de tener certeza sobre el
momento en que fue redactado, preparado o producido el documento
privado. SÉTIMO.- Que, la Sala de Vista ha considerado para los
efectos de confirmar la apelada y declarar infundada la demanda,
que el Derecho de Propiedad del tercerista debe acreditarse con la
presentación de un documento de fecha cierta anterior a la
inscripción del embargo sobre el inmueble, y siendo que el
demandante no ha presentado tal documentación, la incoada debe
confirmarse, puesto que se trata de un documento privado en copia
legalizada el mismo que no puede ser subsumido a cualquiera de los
supuestos previstos en el artículo 245 del Código Procesal Civil,
resultando insuficiente para acreditar el Derecho de Propiedad
alegado por el accionante. OCTAVO.- Que, en el caso de autos, se
aprecia que si bien una copia legalizada no puede constituir un
documento privado de fecha cierta conforme a los términos que
establece el artículo 245 del Código Procesal Civil, no obstante, no
debe perderse de vista que igualmente es un deber del Juez resolver
el conflicto de intereses planteado, haciendo efectivos los derechos
sustanciales necesarios, en aplicación de lo dispuesto en el artículo
III del Título Preliminar del Código adjetivo; en ese contexto, se
advierte que el Ad quem debió procurar acopiarse de la
documentación necesaria e idónea para resolver el conflicto de
intereses planteado con el fin de eliminar la incertidumbre jurídica
planteada. NOVENO.- Que, en el sentido anteriormente descrito, se
torna necesario en este caso en particular que el juez, de manera
objetiva y agotando los mecanismos procesales a su alcance,
determine de manera fehaciente e idónea si el documento de fecha
veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y seis, anexado por
el demandante en su escrito de demanda, corresponde o no con la
exigencia procesal de un documento privado de fecha cierta, según
los alcances del acotado artículo 245 del Código Procesal Civil, lo
que según se aprecia no ha sido observado en modo alguno por el
órgano jurisdiccional. DÉCIMO.- Que, por consiguiente, estando a
que dicha controversia debe ser correctamente dilucidada en este
proceso, dado que no se puede merituar un documento privado de
fecha cierta que resulta ser una copia legalizada, tanto más, cuando
resulta ser una exigencia sustancial que el tercerista pruebe su
derecho con documento privado de fecha cierta conforme a lo
previsto en el artículo 535 del Código procesal Civil, se connota que
el presente recurso de casación debe ser declarado fundado. 3.
DECISIÓN: Por las razones expuestas, se llega a la conclusión que
se han contravenido las normas que garantizan el Derecho a un
Debido Proceso, por lo que el presente medio impugnatorio debe
ampararse por la causal in procedendo. En consecuencia, por los
fundamentos expuestos y en aplicación de lo dispuesto por el
artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto Demetrio Jhon
Salazar Aquino a fojas seiscientos noventa y nueve; por consiguiente
CASARON la resolución impugnada; en consecuencia, NULA la
sentencia de vista de fojas seiscientos ochenta y nueve, de fecha
veinte de abril de dos mil quince, expedida por la Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima; ORDENARON el reenvío de
los autos a la Sala Superior de origen a efectos de que expida una
nueva sentencia con arreglo a ley; careciendo de objeto emitir
pronunciamiento sobre la causal por infracción normativa material;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Demetrio Jhon Salazar Aquino contra Doris Portocarrero Yaguno y
otra, sobre Tercería de Propiedad; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA
1
Hinostroza Minguez, Alberto. “Derecho Procesal Civil. Medios Probatorios”.
Lima. Jurista Editores. 2012. pg. 213.
C-1569469-23
CAS. Nº 2445-2015 HUÁNUCO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. SUMILLA: “Las
instancias de mérito han determinado, en base a las pruebas
actuadas en el proceso, que la demandada no ejecutó las
obligaciones contenidas en el contrato, al amparo de la medida
cautelar innovativa concedida a su favor y no por el actuar doloso
de la demandada de querer incumplir sus obligaciones; por lo que,
97039
al no haberse configurado el factor atributivo de la responsabilidad,
no corresponde indemnización alguna”. Lima, seis de mayo de dos
mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número dos mil cuatrocientos cuarenta y cinco – dos mil quince, en
Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha; y producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA
DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Max Huebner Faura Padilla a fojas mil trescientos
quince, contra la sentencia de vista de fojas mil doscientos ochenta
y cuatro, de fecha veinte de mayo de dos mil quince, expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, que
confirma la Resolución número cincuenta, de fojas mil ciento doce,
de fecha diez de julio de dos mil catorce, que declara infundada la
demanda; en el proceso seguido por Max Huebner Faura Padilla
contra el Ministerio de Educación y otros, sobre Indemnización por
Daños y Perjuicios. 2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Por resolución de fecha dieciséis de setiembre de dos
mil quince, corriente a fojas setenta y cuatro del cuaderno de
casación, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el
recurso de su propósito, por las causales denunciadas de: 2.1.
Infracción normativa procesal del artículo 188 del Código
Procesal Civil. 2.2. Infracción normativa material de los
artículos 1318, 1321 y 1985 del Código Civil. 3. ANTECEDENTES:
Previamente a la absolución de las denuncias formuladas por el
recurrente, conviene hacer las siguientes precisiones respecto de
lo acontecido en el proceso: 3.1. Con fecha seis de enero de dos
mil seis, Max Huebner Faura Padilla interpone demanda de
Indemnización por Daños y Perjuicios por incumplimiento de
contrato dirigiéndola contra la Dirección Regional de Educación y la
Junta Administradora de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional
Leoncio Prado de Huánuco, con la finalidad de que se ordene el
pago de cinco millones quinientos veinticinco mil setecientos treinta
y seis soles (S/5´525,736.00), más los intereses legales, costas y
costos; argumentando lo siguiente: I) Mediante Escritura Pública
de fecha seis de diciembre de dos mil dos y sus aclaraciones de
fecha dieciocho de diciembre de dos mil dos y veintiuno de enero
de dos mil tres, el demandante ha celebrado con la demandada un
contrato para constituir derecho de superficie sobre los inmuebles
inscritos en los folios números 463 y 467 del Registro de Propiedad
Inmueble de los Registros Públicos de Huánuco; II) En el citado
contrato la referida Junta se obligaba a permitir la cesión temporal
sobre el terreno de propiedad de ésta, además de la explotación
del terreno, en tanto que su persona se obligaba a realizar la
edificación a favor de la Junta y el pago de una retribución o canon
mensual ascendente a la suma de quinientos setenta dólares
americanos (US$570.00), obligación que debía cumplirse a partir
del seis de diciembre de dos mil dos; III) La demandada
dolosamente y con la finalidad de no ejecutar las obligaciones
contenidas en el contrato, mediante medida cautelar innovativa
dictada con fecha veinticuatro de setiembre de dos mil tres, dentro
del proceso número 152-2003, logra suspender los efectos legales
de dicho contrato, causándole daños y perjuicios por la inejecución
del derecho de superficie, que es imputable a la Junta; IV) Pese a
la suspensión del contrato, la demandada viene recibiendo en
contraprestación la suma de mil cuatrocientos cincuenta dólares
americanos (US$1,450.00) mensuales por concepto de canon,
obligación que el demandante ha cumplido mediante pagos en
consignación en vía de proceso no contencioso, tramitado en los
Expedientes números 149-2003 y 150-2003, seguidos ante el
Primer Juzgado de Paz Letrado de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, y que hacen la suma total de veintiséis mil cien dólares
americanos (US$.26,100.00) dólares americanos, lo que al cambio
en moneda nacional ascendería a la suma de cien mil soles
(S/100,000.00); V) La demandada ha interpuesto una demanda por
supuesta nulidad de contrato de superficie que ha sido declarada
improcedente en el auto de saneamiento; VI) Conforme a la
cláusula Décimo Cuarta de la Escritura Pública de aclaración de
fecha dieciocho de diciembre de dos mil dos, su persona pagó por
deudas pertenecientes a la Junta demandada la suma de siete mil
dólares americanos (US$7,000.00), monto que también ha
significado un menoscabo en su patrimonio o beneficio de la
demandada y que debían ser recuperados una vez iniciadas las
actividades en el terreno materia de derecho de superficie, sin
embargo, no ha sido posible debido a los actos ilícitos de la
demandada; VII) Con fecha catorce de octubre de dos mil dos, el
recurrente celebró un Contrato de Cesión de Derechos con Max
Jhony Faura Padilla, sobre el Contrato de Arrendamiento de fecha
cinco de febrero de dos mil dos, que suscribió con la Junta
demandada sobre el inmueble ubicado en el jirón Dos de Mayo
número 1091 de Huánuco, asumiendo la suma de dieciocho mil
soles (S/18,000.00) que fueron pagados a la Junta para
reconocimiento de deuda del anterior inquilino de la sucesión
Aguinaga Landauro, que debían ser recuperados una vez iniciadas
las actividades en el terreno materia de derecho de superficie, sin
embargo, la demandada ha incumplido dicho contrato; VIII) Con
fecha dieciséis de octubre de dos mil dos, el recurrente suscribió un
Contrato de Cesión de Derechos con la empresa Discoteca
Tragamonedas Jumbo Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada, sobre el Contrato de Arrendamiento suscrito con la Junta
sobre el inmueble sito en el jirón Dos de Mayo número 1080-1090;
asumiendo el monto de veinticinco mil soles (S/25,000.00) por
desembolso de mejoras realizadas sobre el inmueble arrendado

97040 CASACIÓN
con fecha tres de octubre de dos mil, por la demandada; lo que
también ha significado un menoscabo en su patrimonio en beneficio
de la Junta y que debían ser recuperados una vez iniciadas las
actividades en dicho terreno; IX) Con fecha veintinueve de enero
de dos mil tres, suscribió un Contrato de Comodato otorgado por su
persona a Discoteca Tragamonedas Jumbo Sociedad Comercial
de Responsabilidad Limitada, por la que se entrega a su persona la
suma de doscientos mil dólares americanos (US$200,000.00) por
el plazo de treinta años, recaída sobre el derecho de superficie,
razón por la que se realizaron las obras de edificación; asimismo,
con la misma fecha suscribió un Contrato de Comodato con la
misma empresa y las mismas condiciones por la suma de cien mil
dólares americanos (US$100,000.00); ascendiendo la suma total a
trescientos mil dólares americanos (US$300,000.00); razón por la
cual dicha empresa con fecha tres de abril de dos mil tres, remite
una carta indicándole que ha visto por conveniente suspender
temporalmente los contratos de comodato, hasta que se culmine
con las acciones judiciales por la Junta; dejando de percibir el
monto de trescientos mil dólares americanos (US$300,000.00) por
la conducta directa de la Junta de haber incumplido deliberadamente
su obligación contractual; X) Con la finalidad de financiar la
edificación sobre el terreno materia de derecho de superficie, con
fecha dieciocho de enero de dos mil tres, dirige carta al Gerente
General de la empresa IGP (Comercio y Administración Limitada)
para solicitar el préstamo de dos millones de dólares americanos
(US$2´000,000.00), asimismo, con fecha ocho de febrero de dos
mil tres, el representante de la empresa cursa carta informándole la
aprobación del referido préstamo por dicho monto, para la
construcción del edificio de propiedad de la Junta Administradora
de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de
Huánuco; sin embargo, con fecha veintiocho de marzo de dos mil
tres, el representante de dicha empresa le cursa carta
manifestándole que al tener conocimiento de las acciones judiciales
indicadas por la Junta, su representada había visto por conveniente
suspender el préstamo aprobado a su persona, hasta que se
diluciden las acciones judiciales iniciadas; así, dejó de percibir dos
millones de dólares americanos (US$2´000.000.00); XI) La
demolición de la construcción antigua y edificación existente sobre
el terreno materia de derecho de superficie, ha significado un
desembolso económico fuerte conforme prueba con los contratos
de construcción de obra civil, inversiones que han significado un
menoscabo de su patrimonio y que no han podido ser recuperados
a raíz de la medida cautelar innovativa solicitada por la Junta; XII)
Con fecha treinta y uno de diciembre de dos mil dos, suscribió un
Contrato de Estudios Arquitectónicos por la suma de treinta y dos
mil soles (S/32,000.00), para la elaboración del proyecto del local
Comercial y Cultural de Leoncio Prado, suma que también ha
significado un desembolso y menoscabo a su patrimonio, sin
obtener contraprestación alguna a causa de la medida cautelar
innovativa formulada por la Junta Administradora de Bienes
Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de Huánuco, que
se ejecutó después de realizada la edificación por el incumplimiento
de contrato; XIII) Para la construcción de la edificación realizada
sobre el bien materia del derecho de superficie, su persona ha
tenido que gestionar la Licencia de Construcción ante la
Municipalidad de Huánuco, desembolsando la suma de trece mil
novecientos veinticinco soles con setenta y ocho céntimos
(S/13,925.78), lo que ha significado un desembolso económico en
desmedro de su patrimonio, donde no ha podido desarrollar la
actividad económica por el incumplimiento del contrato por parte de
la demandada; y XIV) El pago por lucro cesante se detalla en el
Informe Pericial Contable realizado por el Contador Público
Colegiado César Kanashiro Castañeda, quien realiza el estado de
ganancias y pérdidas por función, teniendo en cuenta las ventas,
costos de ventas, utilidad bruta, gastos administrativos y utilidad de
operación de los años dos mil dos a dos mil cuatro, donde ha
dejado de percibir la suma de tres millones quinientos veinticinco
mil setecientos treinta y seis soles (S/3´525,736.00), monto que
debe ser resarcido; asimismo, el daño moral lo acredita con la
pérdida de sus inversiones que han dejado de ser percibidas,
generando angustias y sufrimientos a causa del incumplimiento del
contrato de superficie de la Junta demandada, acreditándolo
mediante el Informe Psicológico practicado en su persona. 3.2. Por
escrito de fojas doscientos trece, Donato Eugenio Bruno Hipólito,
en su calidad de Presidente de la Junta Administradora de Bienes
Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de Huánuco,
contesta la demanda incoada en los siguientes términos: I) Es
totalmente falso que recibe en contraprestación la suma mensual
de mil cuatrocientos cincuenta dólares americanos (US$1,450.00)
de parte del actor, ya que únicamente aquel ha realizado presuntas
consignaciones, para luego él mismo cobrarlas, de tal manera que
los montos consignados han sido a favor del demandante; II) El
demandante resulta siendo el único que ha sido favorecido con los
contratos de derecho de superficie citados, prueba de ello es que
aquel ha accedido a un crédito por un millón de dólares americanos
(US$1’000,000.00), igualmente realizó contrato de comodato por la
suma de trescientos mil dólares americanos (US$300,000.00), y si
bien es cierto que la referida empresa ha suspendido el Contrato
de Comodato, sin embargo, no aparece en dicha carta que el actor
haya solicitado la devolución del monto antes indicado, tal como
consta en la Escritura Pública de comodato, igualmente el
demandante viene percibiendo dinero por concepto de
arrendamiento mensual de la empresa Discoteca Tragamonedas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Jumbo Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada y
Restaurante Conffettis Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada, por la suma mensual de trescientos y doscientos dólares
americanos respectivamente (US$300.00 y US$200.00), y que
multiplicado por treinta y nueve meses, ha percibido la suma de
diecinueve mil quinientos dólares americanos (US$19,500.00);
aparte de la garantía de diez mil y cinco mil dólares americanos
(US$10,000.00 y US$5,000.00) que recibió por los contratos de
arrendamiento de los inmuebles de propiedad del Colegio Nacional
Leoncio Prado de Huánuco, de tal manera que es el único
favorecido con los contratos de derechos de superficie; III) Alega
que la Junta demandada es administradora de los Bienes
Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de Huánuco,
ubicado en el jirón Dos de Mayo números 1091, 1095 y 1099 y jirón
General Prado número 684 segundo piso, e inscrito en el Tomo
149, Folio 463 y Partida Electrónica número 11001613, con
antecedente registral de la Ficha número 13749 del Registro de
Propiedad Inmueble de Huánuco; y de la propiedad del jirón Dos de
Mayo números 1080, 1090 y 1092, inscrito en el Tomo 149 y Folio
467, con antecedente registral de la Ficha número 13751 del
mismo Registro de Propiedad, los cuales fueron adjudicados a
favor del referido Colegio; IV) Con fecha treinta de setiembre de
dos mil uno, se estableció que cualquier decisión de constitución
de derecho de superficie solicitada por el demandante, debía
cumplirse estrictamente con el ordenamiento jurídico, señalándose
el monto de inversión, las garantías del cumplimiento del contrato,
penalidades, etc., es decir todas las condiciones legales y
económicas a favor de ambas partes contratantes; sin embargo, el
demandante a sabiendas de los graves perjuicios que ocasionaría
al Colegio, procedió a suscribir las Escrituras Públicas materia de
nulidad, sobre constitución de derecho de superficie, transgrediendo
la verdadera manifestación de voluntad de la Junta Administradora
de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de
Huánuco, sin haber seguido el procedimiento legal establecido,
llegándose al extremo de ser un contrato indeterminable y con fines
ilícitos; V) La falta de manifestación de su representada se
establece por cuanto presuntamente se sustentó en el contrato que
las condiciones y cláusulas generales y específicas de contratación
debían efectuarse posteriormente, lo cual resulta siendo ilegal,
pues la común intención de su parte era que en ninguna oportunidad
existía la oferta de un Contrato de Derecho de Superficie por un
plazo de noventa y nueve años, menos aun sin establecerse en
forma expresa en el contrato las condiciones de pago,
construcciones a realizarse, objeto de la construcción, materiales a
emplearse, plazo expreso, etc.; VI) El fin ilícito de los actos jurídicos
cuestionados se acredita, por cuanto se realizaron con documentos
falsos y adulterados, pues conforme es de verse de la copia de la
esquela de observación de fecha dieciséis de diciembre de dos mil
dos, el Registrador Público procedió a formular observación a la
inscripción de las Escrituras Públicas materia de nulidad, solicitando
dicho funcionario registral copia certificada en el cual se autorizaba
expresamente al ex Presidente de la Junta a celebrar el Contrato
de Constitución de Derecho de Superficie y, copia legalizada de la
comunicación efectuada por la Junta Administradora de Bienes
Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de Huánuco dirigida
a la Dirección Regional de Educación y a la Superintendencia de
Bienes Nacionales – SBN, “solicitando la autorización para afectar
el bien inmueble”, por cuanto se trataba de bienes estatales; sin
embargo, los demandados, con anuencia del Notario Público,
elaboraron las escrituras públicas de aclaración de fecha dieciocho
de diciembre de dos mil dos, en la cual presuntamente cumplían
con la subsanación de la observación registral, adjuntando copia
certificada del acta de fecha dos de noviembre de dos mil dos, pese
a que el acta anterior correspondía al veintiuno de noviembre del
mismo año, pues en lugar de realizar una nueva junta yuxtaponen
la mención de una presunta autorización al Presidente de la Junta
Administradora de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio
Prado de Huánuco, que resulta totalmente falsa; además en dichas
Escrituras Públicas de aclaración se han insertado oficios
considerándolos como si fueran autorizaciones del Ministerio de
Educación y de la Superintendencia de Bienes Nacionales - SBN;
sin embargo, dichos documentos no constituyen autorizaciones,
sino que se trata de opiniones legales de absolución de consultas;
VII) Asimismo, resulta siendo otro acto ilícito el hecho de que en la
Escritura Pública cuestionada aparezca como inserto la reunión
que presuntamente tuvieron los miembros de la Junta
Administradora de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio
Prado de Huánuco, con fecha dos de noviembre de dos mil dos,
para tratar la solicitud del actor sobre el Derecho de Superficie
supuestamente de fecha trece de noviembre de dos mil dos, al
extremo que dicho documento no tiene el registro de ingreso por
mesa de partes de su representada, demostrando la ilicitud con
que se ha actuado; VIII) Asimismo, se acredita la nulidad del acto
jurídico contenido en las Escrituras Públicas materia de la presente,
por la causal de ser un contrato indeterminado, pues en dicha
escritura no existe parte de la cláusula octava, tampoco existen las
cláusulas novena, décima, décima primera y décima segunda,
desconociéndose cuáles son las condiciones de dichas cláusulas,
sin embargo, a pesar de la falta de dichas condiciones contractuales
ha procedido a su inscripción en los Registros Públicos; IX)
Igualmente, el demandante a fin de tratar de subsanar la ilegalidad
de las Escrituras Públicas principales números 1046 y 1047 de
fecha seis de diciembre de dos mil dos y sus Escrituras Públicas de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
aclaración números 1061 y 1062, de fecha dieciocho de diciembre
de dos mil dos, procedieron a suscribir otras dos Escritura Públicas
de aclaración números 27 y 28 de fecha veintiuno de enero de dos
mil tres, con respecto a la cláusula quinta de las escrituras
principales números 1046 y 1047, con lo cual supuestamente
subsanaba dicha cláusula, señalando que la edificación a
construirse al término de noventa y nueve años, pasaba a
propiedad del Colegio Nacional “Leoncio Prado” de Huánuco,
hecho que demuestra una vez más el procedimiento ilegal para
suscribir dichas Escrituras Públicas principales de constitución de
derecho de superficie; X) El actor asume un presunto perjuicio
económico, cuando es el único favorecido con los contratos
ilegales, prueba de ello es que hasta la fecha ha obtenido la
cantidad de trescientos mil dólares americanos (US$300,000.00),
además de la suma de diecinueve mil quinientos dólares
americanos (US$19,500.00), por concepto de arrendamiento de
los inmuebles antes citados, en virtud de haber celebrado contratos
de comodato por treinta años con la empresa Discoteca
Tragamonedas Jumbo Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada y con la empresa Restaurante Conffettis Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada, suscrito entre el
demandante con la empresa representada por Max Jhony Faura
Padilla; XI) Asimismo, el actor entrega en arrendamiento el bien
inmueble de propiedad del Colegio, ubicado en jirón Dos de Mayo
números 1090 y 1092 a favor de la persona jurídica Discoteca
Tragamonedas Jumbo Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada, por el plazo de seis años, una merced conductiva de
doscientos dólares americanos (US$200.00) mensuales; y XII)
Ante las ilegalidades generadas en los Contratos de Derecho de
Superficie en total perjuicio de los intereses del Colegio Nacional
Leoncio Prado de Huánuco, interpusieron demanda de Nulidad de
Acto Jurídico, de tal manera que no puede indicarse incumplimiento
de contrato, cuando es pleno conocimiento del demandante que, a
raíz de los Contratos de Derecho de Superficie se está beneficiando
económicamente, por montos superiores a un millón de dólares
(US$1´000,000.00), mientras que el Colegio Nacional Leoncio
Prado de Huánuco nunca ha recibido beneficio alguno, y en función
a ello no puede existir Indemnización por Daños y Perjuicios, dado
que el actor es el único beneficiado con los referidos contratos de
derecho de superficie. 3.3. Mediante escritos obrantes a fojas
trescientos sesenta y cuatro y trescientos setenta y seis, el Director
Regional de Educación y el Procurador del Ministerio de Educación
contestan y contradicen la demanda, respectivamente. 3.4. Por
sentencia de primera instancia emitida con fecha diecisiete de
noviembre de dos mil once, se declara fundada en parte la
demanda; sin embargo, por sentencia de vista de fecha siete de
mayo de dos mil doce, se declara nula la sentencia impugnada por
existir motivación insuficiente, al no analizar el contrato de
superficie. 3.5. Devueltos los actuados al Juzgado de origen, por
sentencia de primera instancia de fecha diez de julio de dos mil
catorce, obrante a fojas mil ciento doce, el A quo declara infundada
la demanda. Los argumentos que sustentan esta decisión son los
siguientes: I) Si bien es cierto que la emplazada ha interpuesto
medida cautelar innovativa dentro del Expediente número 152-
2003, dirigida contra el accionante a fin de que se suspendan los
efectos legales de los contratos de constitución de derecho de
superficie suscritos por ambas partes mediante la Escritura Pública
de fecha seis de diciembre de dos mil dos y sus aclaraciones de
fecha dieciocho de diciembre de dos mil dos y veintiuno de enero
de dos mil tres, la misma que fue admitida por la Sala Civil Superior;
sin embargo, se advierte que dicha solicitud fue realizada en claro
ejercicio regular de un derecho, al haberse determinado por parte
de la Junta emplazada que el actor había sido el único favorecido
con los Contratos de Derecho de Superficie, además, de haberse
transgredido la verdadera manifestación de voluntad de la Junta
Administradora de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio
Prado de Huánuco; y II) Del análisis del documento de fojas setenta
y uno, se tiene que el préstamo solicitado por el actor fue realizado
telefónicamente y como consecuencia de las conversaciones
telefónicas sostenidas con el accionante éste manifestó la
existencia de problemas judiciales con la Junta Administradora de
Bienes Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de Huánuco,
es decir, pretende imputar perjuicio a la demandada de su propia
información dada a su prestataria; de lo que se concluye, que en
autos se han acreditado los presupuestos establecidos por el
artículo 1321 del Código Civil, a efectos de ordenarse el pago de
una indemnización. 3.6. Elevados los autos en apelación, el Ad
quem por sentencia de vista de fecha veinte de mayo de dos mil
quince, obrante a fojas mil doscientos ochenta y cuatro, confirma
la sentencia apelada que declaró infundada la demanda; tras
considerar lo siguiente: I) La pretensión de Indemnización por
Daños y Perjuicios surge como consecuencia de un supuesto
incumplimiento de Contrato de Superficie, el cual según el artículo
1030 del Código Civil, es definido como el derecho del superficiario
de gozar de la facultad de tener temporalmente una construcción
en propiedad separada sobre o bajo la superficie de suelo; II) El
incumplimiento alegado por el accionante no se encuentra
debidamente acreditado en autos, ya que de la prueba actuada y
desarrollada se tiene que al actor se le hizo entrega efectivamente
del bien inmueble materia de superficie, en el cual inició una
construcción de material noble; no obstante ello, si bien no pudo
continuar realizando construcciones sobre dicho inmueble, no se
debe a que la demandada venga incumpliendo las obligaciones
97041
contraídas, sino por el contrario, radica en la Tutela Jurisdiccional
Efectiva del que todo justiciable puede hacer uso; y III) La
demandada dentro de un proceso judicial, en cumplimiento de las
formalidades de ley, ha sido beneficiaria de una medida cautelar
innovativa, la cual de ninguna manera se puede interpretar como
incumplimiento de los contratos suscritos, pues las medidas
cautelares no obedecen al capricho de los justiciables ni menos de
los órganos jurisdiccionales, debiéndose su otorgamiento
únicamente a garantizar el cumplimiento de la decisión definitiva,
pero no cualquiera, sino todas aquellas donde se aprecie la
verosimilitud del derecho invocado, la necesidad de la emisión de
una decisión preventiva por constituir peligro de demora del
proceso o por cualquier otra razón justificable y finalmente la
razonabilidad de la medida para garantizar la eficacia de la
pretensión, factores que han sido analizados por la Corte Superior
en el Expediente número 152-2003 y permite concluir que el
supuesto incumplimiento alegado por el accionante no tiene
asidero fáctico ni legal. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: PRIMERO.- Que, el recurso de casación es un medio
impugnatorio de carácter excepcional, cuya concesión y
presupuestos de admisión y procedencia están vinculados a los
“fines esenciales” para los cuales se ha previsto, esto es, la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, como se especifica en el artículo 384 del
Código Procesal Civil; en ese sentido, la Corte de Casación no
tiene más facultades de revisión que aquellas que han sido objeto
del recurso; y más aun, no puede entrar en el examen de las
cuestiones consentidas por las partes o que no han sido
cuestionadas porque éstas han quedado ejecutoriadas, salvo que
el vicio sea de tanta trascendencia que vulnere el orden público y
las buenas costumbres o que exista una manifiesta vulneración de
derechos fundamentales cuyo cumplimiento no fue advertido por el
recurrente o por el juez. SEGUNDO.- Que, habiéndose declarado
procedente el recurso por causales de infracción normativa material
y procesal, en primer término deben dilucidarse las relativas a la
infracción normativa procesal, de conformidad con el inciso 4 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, el cual establece que si el
recurso de casación contuviera ambos pedidos (anulatorio o
revocatorio), deberá entenderse el anulatorio como principal y el
revocatorio como subordinado, ello en atención a su efecto
nulificante. TERCERO.- Que, respecto a la causal de naturaleza
procesal, el recurrente denuncia la infracción normativa del
artículo 188 del Código Procesal Civil, alegando que en la
sentencia de vista se ha vulnerado el Principio de “Adquisición de
la Prueba” y no ha tenido en cuenta la valoración conjunta de los
medios probatorios, cuya finalidad es acreditar los hechos
expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto a los
puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones. CUARTO.-
Que, el Principio de “Adquisición de la Prueba”, al que hace
referencia el recurrente, si bien no se encuentra recogido
expresamente en nuestro Código Procesal Civil, se trata de un
concepto utilizado en la doctrina bajo distintas denominaciones,
tales como Principio de Incorporación, Comunidad de Pruebas,
Comunidad de Medios de Pruebas, Aportación Indiferenciada o
Indiscriminada de los Hechos. En cuanto a su contenido, Antonio
Valmaña Cabanes señala que: Este principio puede ser entendido
de dos formas: En el primer caso, se configura como aquel principio
que obliga a valorar todas las pruebas practicadas a favor o en
contra de cualquiera de las partes, por lo que las pruebas
practicadas son del proceso y están destinadas al juez, que puede
utilizarlas, prescindiendo de quien las haya producido o aportado,
pudiendo valerse de ellas cualquiera de las partes, y habilitando al
juez para fundar su decisión en la actividad probatoria en su
conjunto. En el segundo, consiste en entender que toda la prueba
que ha sido propuesta, aun sin haber sido todavía practicada, pasa
a formar parte del proceso, por lo que debería dejar de pertenecer
a la esfera dispositiva de las partes y convertirse así en un elemento
más de dicho proceso1. QUINTO.- Que, hecha esta precisión,
tenemos que la causal procesal denunciada resulta infundada,
pues en el punto 5 de la sentencia de vista, se aprecia que la Sala
Superior cumple con valorar en forma conjunta los medios
probatorios que a su criterio resultan determinantes para resolver
la litis, no advirtiéndose que se haya vulnerado el principio
adquisitivo, pues bajo este principio el juez puede valerse de
cualquier prueba para fundar su resolución, con independencia de
cuál de las partes sea la que la ha aportado al proceso y del efecto
que tenga para la parte aportante. En el caso de autos, la Sala de
mérito ha valorado básicamente las pruebas aportadas por el
demandante, tales como: I) Las Escrituras Públicas de fojas uno a
siete, que contiene el Contrato para Constituir Derecho de
Superficie de fecha seis de diciembre de dos mil dos; II) La
Resolución número veinticuatro, de fecha veintiocho de agosto de
dos mil tres, expedido en el Proceso Judicial número 152-2003,
que admitió la solicitud de medida cautelar innovativa solicitada por
la Junta Administradora de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional
Leoncio Prado de Huánuco, obrante de fojas veintiséis a veintiocho
(vuelta); III) Las fotografías de fojas ochenta y uno al ochenta y dos,
la Licencia de Construcción de fojas ochenta y tres; y IV) La
Escritura Pública de fojas ochenta y cinco a ochenta y nueve, que
contiene una declaratoria de fábrica a favor del Colegio Nacional
Leoncio Prado de Huánuco a través del superficiario Max Huebner
Faura Padilla. De la valoración conjunta de estas pruebas, la Sala

97042 CASACIÓN
de mérito concluyó que, si bien el demandante no pudo continuar
realizando construcciones sobre el inmueble sub litis, no fue
porque la demandada incumplió las obligaciones contraídas, sino
al amparo de la Tutela Jurisdiccional Efectiva, al haber sido
beneficiaria de una medida cautelar innovativa, la cual de ninguna
manera se puede interpretar como incumplimiento de los contratos
suscritos. SEXTO.- Que, en cuanto a las causales materiales, el
recurrente denuncia la infracción normativa de los artículos
1318 y 1321 del Código Civil, alegando que la Sala Superior al
expedir la resolución de vista ha interpretado erróneamente los
dispositivos denunciados en cuanto al cumplimiento del contrato
por culpa inexcusable del acreedor, pues partiendo de lo
establecido en el artículo 1351 del Código sustantivo, el contrato
crea convencionalmente una obligación, por lo que no cabe duda
en cumplir la prestación convenida; pero la responsabilidad llamada
contractual, que no es otra que la obligación de reparar cuando no
se cumplió la obligación convencional, nace cuando se produce el
daño, y es solo cuando fracasa la convención, cuando el pacto no
se cumple insuficientemente y tal incumplimiento provoca daño.
SÉTIMO.- Que, el artículo 1318 del Código Civil, establece que:
“Procede con dolo quien deliberadamente no ejecuta la obligación”.
Por su parte, el artículo 1321 del mismo Código, prescribe que:
“Queda sujeto a la indemnización de daños y perjuicios quien no
ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa leve.
El resarcimiento por la inejecución de la obligación o por su
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, comprende tanto el daño
emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencia
inmediata y directa de tal inejecución. Si la inejecución o el
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación,
obedecieran a culpa leve, el resarcimiento se limita al daño que
podía preverse al tiempo en que ella fue contraída”. OCTAVO.-
Que, estando a lo señalado, para que se configure el supuesto del
artículo 1318 del Código Civil, el incumplimiento de la obligación
tiene que haber sido como consecuencia del actuar “doloso” del
obligado. En materia de incumplimiento de la obligación, el “dolo”
alude a la intención con que el deudor ha obrado para inejecutar la
prestación debida (dolo obligacional). Tradicionalmente el dolo se
caracteriza por dos factores: a) La acción positiva de incumplir; y b)
El animus nocendi o la intención de causar daño. En este sentido,
el factor de la intención dolosa se aprecia en consideración al
incumplimiento deliberado de las prestaciones, siendo más
frecuentes los actos positivos u omisiones para rehuir el
cumplimiento de las obligaciones y conseguir un beneficio, que el
hecho de no cumplir con dichas obligaciones intencionalmente con
el propósito de perjudicar a otro. Por otro lado, para que se
configure la indemnización a que se refiere el artículo 1321 del
Código sustantivo, es necesario que el actuar del obligado cause
un daño a la otra parte, susceptible de indemnización. Lo importante
en este caso es el factor atributivo de responsabilidad de carácter
subjetivo (culpa o dolo) y el tratamiento de las consecuencias
dañosas; así, cuando el responsable inejecute sus obligaciones
por “culpa leve” resarcirá las consecuencias directas, inmediatas y
previsibles, en cambio, si el sujeto activo actuara con “dolo” o
“culpa inexcusable”, responderá por las consecuencias directas,
inmediatas e imprevisibles. NOVENO.- Que, estando a lo señalado,
se advierte que la sentencia de vista no ha infraccionado los
artículos 1318 y 1321 del Código Civil, pues no obran en autos
pruebas que acrediten el actuar doloso de la Junta Administradora
de Bienes Inmuebles del Colegio Nacional Leoncio Prado de
Huánuco, al no ejecutar las obligaciones contenidas en el contrato
de fecha seis de diciembre de dos mil dos y sus sucesivas
aclaraciones; por el contrario, las instancias de mérito han
determinado, en base a las pruebas actuadas en el proceso, que la
demandada incumplió las obligaciones contraídas en el citado
contrato, al amparo de la medida cautelar innovativa concedida a
su favor; por lo que, al no haberse configurado el factor atributivo
de la responsabilidad, no corresponde indemnización alguna,
debiendo declararse infundada la causal material denunciada.
DÉCIMO.- Que, finalmente, el recurrente denuncia la infracción
normativa del artículo 1985 del Código Civil, alegando que tanto
el Juzgado Civil como la Sala Superior no han tenido en cuenta que
el segundo y el tercer párrafo del artículo 1321 se refiere al daño
resarcible y al quantum indemnizatorio, por cuanto la inejecución
de una obligación puede generar daños patrimoniales como
extrapatrimoniales, daño emergente y lucro cesante, por lo que
resulta importante considerar que el daño no puede identificarse
tan solo como el valor de la prestación no realizada, sino también
cualquier otra afectación que la parte demandante haya soportado
por el incumplimiento derivado del dolo o la culpa inexcusable con
la que actuó el acreedor. DÉCIMO PRIMERO.- Que, el artículo
1985 del Código Civil, prescribe que: “La indemnización comprende
las consecuencias que deriven de la acción u omisión generadora
del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el
daño moral, debiendo existir una relación de causalidad adecuada
entre el hecho y el daño producido. El monto de la indemnización
devenga intereses legales desde la fecha en que se produjo el
daño”. DÉCIMO SEGUNDO.- Que, estando al contenido de la
norma denunciada, se advierte que esta última causal es
igualmente infundada pues a diferencia de lo que establece el
artículo 1321 del Código Civil -que es aplicable al ámbito de la
responsabilidad contractual- la norma bajo análisis se encuentra en
el campo de la responsabilidad extracontractual, cuyo tratamiento
de las consecuencias dañosas es distinto. DÉCIMO TERCERO.-
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Que, en consecuencia, se llega a la conclusión que no se evidencia
la infracción normativa de las normas denunciadas, por lo que el
presente recurso debe ser declarado infundado. 5. DECISIÓN:
Estando a las consideraciones expuestas y de conformidad con los
artículos 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y 397 del Código Procesal Civil, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Max Huebner
Faura Padilla a fojas mil trescientos quince; en consecuencia, NO
CASARON la sentencia de vista de fojas mil doscientos ochenta y
cuatro, de fecha veinte de mayo de dos mil quince, expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en el proceso
seguido por Max Huebner Faura Padilla contra el Ministerio de
Educación y otros, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y
los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La
Barra Barrera por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello
Matamala. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
VALMAÑA CABANES,Antonio, “El principio de adquisición procesal y su
proyección sobre la prueba no practicada”. Enwww.indret.com. InDret
Revista para el análisis del Derecho, Barcelona, 2012, pág. 7.
C-1569469-24
CAS. Nº 2471-2015 PASCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dos de agosto
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Godiardo Marcelo Espíritu a fojas
ciento setenta y siete, contra la sentencia de vista de fojas ciento
cincuenta y nueve, de fecha dieciséis de enero de dos mil quince,
emitida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Pasco,
que confirma la sentencia apelada de fojas ciento treinta, de fecha
veinte de octubre de dos mil catorce, que declara fundada la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria; por lo que debe
examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Pasco, que emitió
la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo
de diez días de notificada con la resolución impugnada, pues el
recurrente fue notificado el veinticuatro de abril de dos mil quince,
según cargo de notificación de fojas ciento sesenta y seis, y
presentó el recurso de casación el seis de mayo de dos mil quince;
y IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de
casación, según consta a fojas cuarenta y seis del cuadernillo de
casación. TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no
consintió la resolución expedida en primera instancia que le fue
desfavorable a sus intereses, al haberla apelado mediante escrito
de fojas ciento treinta y nueve, por lo que cumplen con lo dispuesto
en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer
el cumplimiento de los requisitos contenidos en los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario que
el recurrente señale en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. QUINTO.- Que,
el recurrente denuncia las siguientes causales: a) Infracción
normativa del artículo 911 del Código Civil, señala que no se
ha aplicado en su real contexto dicho artículo, que se pretende
despojarlo del bien sub materia sin evaluar ni tener a la vista
las condiciones con la cual el demandado ingresó a la vivienda,
bajo título que lo legitimó oportunamente hasta la fecha, ya que
el Convenio Colectivo de Trabajo suscrito con la Federación
de Trabajadores, no obra en autos lo que tampoco ha cumplido
la actora en adjuntar oportunamente al proceso, precisando
que sigue ejerciendo la posesión bajo un título que aun no ha
fenecido. b) Infracción normativa de los artículos VII del Título
Preliminar y 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil y
del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú,
menciona que la sentencia de vista incumple con el requisito de
motivación adecuada y suficiente, pues contiene una decisión que
no se sustenta en la valoración conjunta y razonada de los medios
probatorios aportados al proceso. SEXTO.- Que, del examen de la
argumentación expuesta se advierte que el recurrente no cumple
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, esto es, describir con claridad y precisión la
infracción normativa así como demostrar la incidencia directa sobre
la decisión impugnada, por lo que las infracciones denunciadas en
el considerando que precede deben ser desestimadas. Respecto
a la infracción contenida en el acápite a) del quinto considerando,
se advierte que no se demuestra la incidencia directa de dicha
denuncia sobre la decisión impugnada, advirtiéndose que se
pretende una modificación del criterio asumido, que la Sala Superior
ya ha determinado que el inmueble fue asignado al recurrente
como parte de un beneficio por su condición de trabajador de la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
empresa accionante, lo que lo legitimaba para la posesión del bien
reclamado hasta que finalice su relación contractual, la misma
que ha cesado con el convenio de término de contrato de trabajo
por mutuo disenso obrante a fojas treinta y seis, en la cual ambas
partes voluntariamente acuerdan dar por concluido la relación
entre ellos, acordando las cláusulas que regirían dicho convenio,
entre ellos la entrega de la vivienda, en consecuencia la situación
que legitimaba la posesión ha fenecido al término de la relación
contractual. La titularidad del derecho para la restitución del bien ha
sido acreditada por la empresa accionante con las instrumentales
notariales y registrales de fojas once a treinta y cinco, por otro
lado el emplazado no ha acreditado durante todo el proceso
título vigente que acredite su posesión. Finalmente, en cuanto a
la infracción normativa contenida en el acápite b), se verifica que
la Sala Superior ha cumplido con precisar de forma adecuada,
suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de derecho
que sustentan su decisión, emitiendo un pronunciamiento de fondo
acorde con lo alegado por las partes y debatido en el proceso,
desvirtuando los agravios expresados en el recurso de apelación,
por lo que tampoco se advierte infracción normativa. SÉTIMO.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, si bien el recurrente cumple con indicar
su pedido casatorio anulatorio, no es suficiente para atender el
recurso materia de calificación, en virtud a lo dispuesto en el artículo
392 del Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos
de procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estos fundamentos y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Godiardo Marcelo Espíritu a fojas
ciento setenta y siete, contra la sentencia de vista de fojas ciento
cincuenta y nueve, de fecha dieciséis de enero de dos mil quince,
emitida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Pasco;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Empresa Administradora Cerro Sociedad Anónima Cerrada
contra Marcelo Espíritu Godiardo, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Yaya
Zumaeta. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-25
CAS. Nº 2499-2015 LIMA
VIOLENCIA FAMILIAR. SUMILLA: la ausencia de análisis respecto
a la declaración brindada por el agraviado en Audiencia Única, tanto
en la sentencia de primera instancia como en la sentencia de vista,
así como sobre las observaciones al dictamen y ratificación pericial,
entre otros, argumentos de defensa invocados por la parte
demandada, evidencia que nos encontramos ante una motivación
aparente puesto que se adoptaron las decisiones jurisdiccionales sin
responderse a las alegaciones de las partes, y consecuentemente,
se ha incurrido en la afectación del Derecho a un Debido Proceso
previsto en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú. Lima, veintitrés de mayo de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa el día de la fecha y producida la
votación correspondiente de acuerdo a ley, expide la siguiente
sentencia. I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por César Daniel Sáenz Peraldo (folios 468),
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
cuatro, de fecha veintiuno de enero de dos mil quince (folio 456),
expedida por la Primera Sala Especializada de Familia de la Corte
Superior de Justicia de Lima, la cual confirmó la sentencia de primera
instancia contenida en la Resolución número diecinueve, de fecha
treinta y uno de dos mil catorce (folios 398), que declaró fundada la
demanda interpuesta por la Primera Fiscalía Provincial de Familia de
Lima, en contra de César Daniel Sáenz Peraldo, sobre Violencia
Familiar en su modalidad de Maltrato Psicológico, en agravio de
Vidal Sáenz Flores (padre), disponiendo las medidas de protección
correspondientes. II. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA
DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema
mediante resolución de fecha diecisiete de setiembre de dos mil
quince (folios 82 del cuadernillo de casación), ha declarado
procedente el recurso de casación por la causal de: Infracción
normativa procesal del inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú; se alegó que no se han motivado
debidamente los agravios expresados en el recurso de apelación;
además, solo se limita a copiar lo señalado en la pericia psicológica
sin realizar un análisis de todos los medios probatorios; asimismo, en
el décimo primer considerando la Sala de Familia señala que con el
acervo probatorio acopiado se puede concluir que la actitud de
César Daniel Sáenz Peraldo ha desencadenado en efectos de
episodio de agresión y violencia contra el demandante; sin embargo,
no se justifica de donde llega a dicha conclusión; agrega, que se dejó
de lado lo expresado por el Fiscal Superior en su dictamen y que del
acervo probatorio existe un afán económico en la actuación del
presunto agraviado por lo que no resulta verosímil lo declarado por
el perito psicólogo. III. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente
a la absolución del recurso de casación sub examine, es necesario
hacer un recuento de lo acontecido en el presente proceso, a fin de
poder evaluar si efectivamente se incurrieron en las infracciones
normativas denunciadas: 1.1. DEMANDA.- La Décimo Quinta
Fiscalía Provincial de Familia de Lima (folios 50) interpone
97043
demanda por Violencia Familiar – Maltrato Psicológico contra César
Daniel Sáenz Peraldo en agravio de Vidal Sáenz Flores, indicándose
que el demandado viene agrediendo psicológicamente al agraviado,
pues lo insulta con palabras soeces e irreproducibles, le increpaba
con rudeza y bajo presiones cada vez que lo visitaba a su domicilio
o en cualquier otro lugar, todo a raíz que se frustró una compraventa
de una propiedad inmueble que pertenece al agraviado Vidal Sáenz
Flores, al demandado César Daniel Sáenz Peraldo y a otro hijo del
agraviado, sin embargo, César Daniel Sáenz Peraldo se irrogó ser
único propietario al punto de casi venderlo para su beneficio, empero
la empresa compradora se dio cuenta del fraude del cual iba ser
víctima e invitó a la transacción al agraviado y a su otro hijo, hecho
que no le gustó al demandado, siendo que desde esa fecha no ha
parado de maltratarlo, e incluso lo ha acusado de bígamo; hechos y
actos que le afectan emocionalmente; 1.2. CONTESTACIÓN.- El
demandado César Daniel Sáenz Peraldo contesta la demanda
(folios 208) señalando lo siguiente: 1.- Se trata de una artimaña
elaborada por sus hermanos Carlos Vidal Sáenz Peraldo y Eduardo
Vidal Sáenz Cubas, quienes manipulando a su padre Vidal Sáenz
Flores pretenden despojarlo de su propiedad ubicada en la Calle
Berlín número 1099 – Miraflores que le fuera otorgada mediante
anticipo de legítima por su difunta madre Rosa Peraldo Cabello de
Sáenz, hace más de dos años atrás, no conforme con ello, están
actuando con total mala fe, tratando que su padre lo declare indigno
para que ellos puedan quedarse con todo lo que le pudiera
corresponder legítimamente como hijo de Vidal Sáenz Flores; 2.- No
fue notificado debidamente a efectos de ejercitar su defensa con
arreglo a ley en sede fiscal toda vez que su padre conociendo
perfectamente cuál era su domicilio legal no comunicó tal situación y
lo demanda en un domicilio donde ya no vive desde el cuatro de
noviembre de dos mil doce; 3.- Sus hermanos han estado impidiendo
que hable con su padre, el agraviado Vidal Sáenz Flores, quien debe
encontrarse pasando por un cuadro de ansiedad y depresión desde
comienzos del año dos mil doce, a consecuencia del deterioro físico
y progresivo de quien fuera Rosa Peraldo Cabello de Sáenz, fallecida
tras una caída desde las escaleras de su casa cuando se encontraba
únicamente acompañada del agraviado, lo que le ocasionó un
traumatismo cerebral del cual no se pudo recuperar, permaneciendo
en coma por siete días, y desde esa fecha su padre lloraba
constantemente y se deprimía por su mala decisión de no permitir
que tuviera una enfermera las veinticuatro horas del día según
recomendación médica. Por ello es falso que la ansiedad y depresión
que ha sido evaluada por el médico legista sea causada por las
razones que el agraviado manifiesta y que el Maltrato Psicológico al
cual hace referencia sea el motivo de su estado de salud; 4.- Por esa
razón, sus hijos decidieron llevarlo de viaje por Europa para que se
distraiga y olvide sus penas, pero su padre insistió en correr con
todos los gastos del veintiséis de setiembre al veinticuatro de octubre
de dos mil doce, y si fuera cierto que lo viene maltratando cómo se
explica que le enviará los pasajes para él y su esposa con todo
pagado, lo que demuestra con los pasajes originales que adjunta a
la contestación, siendo que se vio imposibilitado de viajar por motivos
que explicará más adelante; 5.- Es falso que faltó el respeto a su
padre con palabras soeces, con rudeza y/o con algún tipo de presión,
toda vez que ha logrado visitarlo (una sola vez) desde que llegó de
Europa para saber cómo estaba y como se encontraba de salud
puesto que sus hermanos han impedido en otras oportunidades que
se comunique con él, siendo falso que él haya frustrado la
compraventa de su propiedad, cuando lo cierto es que vendió su
propiedad a la Inmobiliaria Gem pero al no cumplir con los pagos
establecidos, se resolvió de pleno derecho el contrato y los montos
pagados quedaron a su favor como indemnización por los daños y
perjuicios ocasionados, por lo que no tendría por qué maltratar a su
padre por esta razón cuando más bien su intervención lo favoreció
pues hasta ahora sigue teniendo su propiedad; 6.- La empresa
Inmobiliaria Gem logró engañar a su padre, haciéndole creer que el
inmueble le pertenece y que le corresponde quinientos mil dólares
americanos (US$.500,000.00) producto de la venta, con la única
finalidad de crear un conflicto familiar y legal, de modo tal que se
favorezca, lo que ha hecho que se despierte la codicia y ambición de
sus hermanos y ha llevado a su padre a que lo demande en tres
juzgados distintos por Nulidad o Anulabilidad de Acto Jurídico; 7.- Es
falso que haya acusado a su padre de bigamia, lo cual se desprende
de la carta enviada a la Notaría Gonzáles Vigil el dieciocho de
octubre de dos mil doce, en donde se refiere al notario que de la
búsqueda de documentos para la realización de la sucesión
intestada de su madre en Registros Públicos se enteró que su padre
aparece casado en el año mil novecientos setenta y dos con la
persona de Rosa Cubas Chillón, madre de Eduardo Sáenz Cubas,
cuando su padre supuestamente está casado con su madre Rosa
Peraldo Cabello de Sáenz, lo cual ha sido utilizado por sus hermanos
para desprestigiarlo ante su padre, el agraviado, y decirle falsamente
que lo ha acusado de bígamo; 8.- Como consecuencia de los actos
infraternos y desleales adoptados por su padre y hermanos al
haberse coludido con la Inmobiliaria Gem para perjudicarlo
económicamente y estar manifestando falsedades referentes a
vicios que emanan de los Registros Públicos y de actos ilícitos
cometidos por su persona, y manifestar que son dueños de su
propiedad dada en anticipo de legítima, cayó en un estado de
ansiedad y depresión, lo que ocasionó que el veinte de setiembre de
dos mil doce le sobreviniera un infarto cerebral; 9.- Viene siendo
medicado por el cuadro agudo de ansiedad, angustia y depresión
desde el mes de setiembre de dos mil doce, y por recomendación de

97044 CASACIÓN
los médicos no se ha permitido hablar con su padre, dadas las
consecuencias emocionales y psicológicas que esto le puede
causar, resultando falsas las acusaciones que éste le hace; 10.-
Desde el mes de mayo de dos mil doce su padre no le paga su
sueldo como gerente, despide a su esposa y lo deja sin ningún tipo
de ingreso económico, no permitiéndosele el ingreso; 11.- Sus
hermanos están tratando de que accione contra su padre y le
demande un interdicto por la forma irracional como está actuando,
para beneficiarse económicamente toda vez que aprovechándose
de la salud emocional y mental de su padre y se han hecho nombrar
legalmente como sus curadores en caso deviniera en incapaz,
cuando son ellos los causantes del maltrato psicológico; y 12.- Él es
quien está afectado y maltratado psicológicamente. 1.3. AUDIENCIA
ÚNICA.- Con fecha veinticinco de junio de dos mil trece se realiza la
Audiencia Única (folio 231), durante la cual se declara saneado el
proceso, se fijaron los puntos controvertidos, calificaron los medios
probatorios, se dispusieron como medios probatorios de oficio la
evaluación psicológica del demandado y la ilustración técnica de la
evaluación psicológica practicada al agraviado, y se actuó la
declaración de parte del agraviado Vidal Sáenz Flores. La Audiencia
Única fue continuada el día catorce de enero de dos mil catorce,
oportunidad en la cual se produjo la ratificación del protocolo de
pericia psicológica (folio 342). 1.4. SENTENCIA DE PRIMERA
INSTANCIA.- Mediante Resolución número diecinueve de fecha
treinta y uno de julio de dos mil catorce (folios 398) el Primer
Juzgado Transitorio de Familia Tutelar de la Corte Superior de
Justicia de Lima, declaró fundada la demanda interpuesta en
contra de César Daniel Sáenz Peraldo sobre Violencia Familiar en la
modalidad de Maltrato Psicológico, en agravio de Vidal Sáenz Flores
(padre), ordenándose diversas medidas de protección a favor del
agraviado. Se fundamentó la Sentencia señalando concretamente lo
siguiente: 1.- El Protocolo de Pericia Psicológica número 002498-
2012-PCS practicado al agraviado Vidal Sáenz Flores concluye que
el examinado presenta: “a. Cuadro ansioso-depresivo por maltrato
psicológico. b. Personalidad dentro de los parámetros normales”,
atribuyendo el agraviado responsabilidad a su hijo, el demandado
Cesar Daniel Sáenz Peraldo; 2.- En el Protocolo de Pericia
Psicológica número 000062-2014-PSC, la psicóloga a cargo de la
evaluación realizada al agraviado explicó las conclusiones de la
pericia psicológica practicada, indicando que presenta un cuadro
ansioso-depresivo por Maltrato Psicológico y Personalidad,
encontrándose dentro de los parámetros de Violencia Familiar,
siendo la causa de este daño los maltratos de los cuales es objeto
por parte de su hijo César Daniel Sáenz Peraldo; 3.- Si bien el
demandado César Daniel Sáenz Peraldo rechaza haber cometido
maltrato psicológico en agravio de su padre, las documentales que
obran de folios 98 a 111 y 173 a 188 no guardan relación con los
puntos controvertidos materia de la presente demanda, y las
documentales de folios 90 a 97, 112 a 172 y 189 a 207, que ofreció
como pruebas, corroboran que existe un conflicto intrafamiliar entre
los sujetos procesales por la herencia del inmueble dejado por la
cónyuge del agraviado; 4.- El demandado no formuló tacha en contra
del protocolo de Pericia Psicológica y no ha presentado medios
probatorios con la finalidad de desvirtuar su contenido y conclusiones;
5.- De lo actuado por la Fiscalía demandante se desprende, a folios
42, que el demandado César Daniel Sáenz Peraldo pese a tener
conocimiento de la denuncia interpuesta en su contra y encontrarse
válidamente notificado, no rindió su declaración indagatoria sobre los
hechos denunciados, demostrando falta de interés para
esclarecerlos; 6.- Durante la continuación de la Audiencia Única, la
Perito Psicóloga Miriam Rocío Cornejo Martínez se ratificó en el
contenido y suscripción del Protocolo de Pericia Psicológica número
02498-2012-PSC, señalando que concluyó que el estado depresivo
o ansioso depresivo está en relación a la problemática que el
examinado vive, que le está causando daño emocional, y que sus
conclusiones se basan en el relato del agraviado, quien señala que
el demandado lo insulta y niega como padre porque se está
oponiendo a la sucesión de la herencia de la madre, lo cual son
hechos de Maltrato Psicológico; 7.- En su denuncia presentada a la
Fiscalía de Familia de Turno y en su declaración de parte prestada
en la Audiencia Única, el agraviado Vidal Sáenz Flores narra
detalladamente los hechos materia de demanda, los que guardan
directa relación y han sido corroborados con lo manifestado por él
durante su entrevista para fines de la Pericia Psicológica que le fue
practicada; 8.- De lo actuado en el proceso se puede advertir que la
comunicación entre el demandado y el agraviado se encuentra
totalmente deteriorada, habiendo coincidido ambos en señalar la
existencia de permanentes discusiones y agresiones verbales
ocasionados por la existencia de conflictos de índole patrimonial, por
la herencia del inmueble dejado por la cónyuge del agraviado; y 9.-
Si bien de la Pericia Psicológica practicada al demandado César
Daniel Sáenz Peraldo no se advierten resultados desfavorables
(“nivel de conciencia conservado sin indicadores de Psicopatología
mental que lo incapaciten” y “personalidad con rasgos histriónicos y
narcisistas”), ello no es óbice para establecer medidas de protección
en favor del agraviado y ordenar una orientación psicológica
adecuada para el demandado a fin de trabajar los rasgos de su
personalidad y de esta manera mejorar sus relaciones interpersonales
con su padre y hermanos. 1.5. RECURSO DE APELACIÓN.- El
demandado César Daniel Sáenz Peraldo interpone recurso de
apelación (folio 423) señalando concretamente: 1.- Debía
determinarse si él es el causante del “Cuadro Ansioso Depresivo por
maltrato psicológico” que de acuerdo a la Pericia Psicológica
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
presentaba su padre Vidal Sáenz Flores; 2.- Ofreció como prueba la
ratificación del Perito Psicólogo que realizó la indicada Pericia
Psicológica, la misma que fue admitida como medio probatorio
número cuatro, por lo que resultaba totalmente incongruente que en
la sentencia de primera instancia se señale –quinto considerando–
que no formuló tacha con el medio probatorio; 3.- Es falso lo señalado
en el quinto y octavo considerando de la sentencia apelada –
respecto a que pese a tener conocimiento de la denuncia interpuesta
en su contra y encontrarse válidamente notificado no se apersonó a
rendir su declaración indagatoria sobre los hechos denunciados por
el agraviado y a que no había presentado medios probatorios
idóneos para desvirtuar el contenido y conclusiones de la pericia
psicológica practicada a su padre– puesto que si presentó medios
probatorios idóneos, siendo que de los veintisiete medios probatorios
presentados por él, fueron admitidos veintitrés, los cuales no han
sido valorados, afectando el Principio de Motivación de las
Resoluciones Judiciales, de conformidad con el artículo 197 del
Código Procesal Civil y el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú; 4.- Es falso que no se haya apersonado a la
instancia fiscal por desinterés sin tener respeto por los órganos de
justicia, pues de acuerdo con los medios probatorios que ha
presentado y que fueron admitidos, y la ficha del Registro Nacional
de Identidad y Estado Civil - RENIEC, es evidente que la notificación
no fue válida, habiéndose considerado como su domicilio el indicado
por la presunta víctima sin corroborar y sin tener en cuenta la
indicada ficha; 5.- Es falso que haya aceptado que con su padre
hayan tenido agresiones verbales, lo que constituye una absoluta
suposición que carece de sustento probatorio, incurriéndose en
motivación aparente; 6.- No se han valorado los medios probatorios
números catorce, quince, dieciséis y diecisiete, que evidencian que
fue el presunto agraviado quien demandó al recurrente en varios
juzgados, y que este último no ha interpuesto demanda en su contra;
7.- Es falso que haya agredido verbalmente a su padre y propiciado
conflictos judiciales con él; 8.- Es falso lo establecido en el
considerando octavo en el sentido del afán patrimonial de parte del
recurrente, puesto que las acciones judiciales siempre han sido
realizadas por el presunto agraviado y no por el apelante, habiendo
incluso presentado como prueba la ficha literal del inmueble (prueba
número veinte), que permite advertir que el inmueble fue bien propio
de su señora madre y que la misma podía realizar los actos de
disposición libremente sobre tal, por lo que el interés patrimonial
surge del presunto agraviado, por la codicia de querer intervenir en
un Contrato de Compraventa sobre un bien que le fue heredado al
demandado; 9.- El relato en la Pericia Psicológica y la declaración de
parte del presunto agraviado son incongruentes, existiendo
contradicciones que no pueden ser valoradas como ciertas, cuando
revisten de por medio una sindicación que no es uniforme; 10.- El
criterio global de la Pericia Psicológica según lo expresado por la
perito tanto en la continuación de la Audiencia Única de fecha
catorce de enero de dos mil catorce, como en la ilustración técnica
presentada al despacho de fecha quince de enero de dos mil
catorce, a folios 355, concluyen en que sus conclusiones sobre la
causa de la Violencia Psicológica es la credibilidad del testimonio; es
decir, la perito ha creído lo que el presunto agraviado le ha indicado;
11.- El Acuerdo Plenario número 02-05 que también es aplicable a
los supuestos de Violencia Familiar, exige que cuando se trate de la
sindicación de un agraviado, ésta debe reunir tres requisitos: a)
Persistencia; b) Uniformidad; y, c) Verosimilitud; pero que en el caso
de autos, la declaración del presunto agraviado no ha sido uniforme,
teniendo variaciones graves, inclusive negando haber señalado que
el recurrente lo haya agredido verbalmente, pues al responder la
pregunta número dos durante la Audiencia Única señaló: “no me ha
ofendido de manera verbal, solo me ha quitado el habla”, por lo que
su versión no es creíble, existiendo problemas judiciales entre
ambos puesto que su padre lo ha demandado en varios juzgados;
12.- Es falso que le haya faltado a su padre y dicho “bígamo”, siendo
que los medios probatorios números siete, ocho, nueve y diez,
fueron presentadas por la parte recurrente y demuestran de donde
afirma tal situación el presunto agraviado; al respecto indica que al
efectuarse la búsqueda de todos los bienes dejados por su madre
para ser presentados en el trámite de sucesión intestada que se
seguía en la Notaría Gonzáles Vigil, el presunto agraviado aparecía
casado con otra señora de nombre Rosa Cubas Chillón, por lo que
informó al Notario que podría tratarse de un caso de bigamia,
oponiéndose al trámite de la sucesión notarial, situación que ha
utilizado su padre para señalar que le han dicho “bígamo”, lo cual es
falso, porque como se observan de los medios probatorios es una
causal de oposición a la sucesión intestada, pero fue dirigida a la
notaria mas no al presunto agraviado; y 13.- No se ha tenido en
cuenta que la parte agraviada no ha presentado testigos, denuncias
policiales anteriores, partes policiales, partes de Serenazgo,
grabaciones, videos, recetas médicas u otros documentos que
acrediten que el recurrente le ha generado algún tipo de Daño
Psicológico, porque no hay de su parte Daño Psicológico alguno a su
padre. 1.6. SENTENCIA DE VISTA.- Por sentencia de vista,
contenida en la Resolución número cuatro, de fecha veintiuno de
enero de dos mil quince, (folios 456) expedida por la Primera Sala
Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima,
confirmó la sentencia de primera instancia que declaró fundada la
demanda, indicándose las siguientes razones: 1.- Respecto al
argumento del demandado en el sentido de que no pudo ejercer su
Derecho de Defensa en sede fiscal, debe señalarse que fue
debidamente notificado (folio 42-A) en el mismo domicilio que señaló
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en su carta notarial del dieciocho de setiembre de dos mil doce
(folios 90 a 92); asimismo, ha contestado la demanda dentro del
plazo de ley; 2.- Es contundente el Informe Psicológico practicado al
agraviado, poniendo en evidencia que los rasgos de una víctima de
Violencia Familiar, quien además manifiesta haber recibido
agresiones verbales y escrita de parte de su hijo, el demandado, lo
que le ha dañado emocionalmente, generando un estado depresivo
así como decepción y llanto; y 3.- Del análisis del acervo probatorio
acopiado se puede concluir que la actitud de César Daniel Sáenz
Peraldo ha desencadenado episodios de agresión y violencia contra
el demandante, a quien el agraviado señala como culpable sin
asumir sus propias responsabilidades, lo que viene ocasionando
daño a la estabilidad emocional de Vidal Sáenz Flores. SEGUNDO.-
El demandado César Daniel Sáenz Peraldo ha interpuesto recurso
de casación contra la sentencia denunciando la afectación de su
Derecho al Debido Proceso por la falta de motivación, por lo que se
ha declarado procedente la casación por infracción del inciso 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, indicándose que no
se han motivado debidamente los agravios expresados en el recurso
de apelación, limitándose a copiar lo señalado en la Pericia
Psicológica sin realizar un análisis de todos los medios probatorios;
asimismo, en el Décimo Primer considerando la Sala de Familia
señala que con el acervo probatorio acopiado se puede concluir que
la actitud de César Daniel Sáenz Peraldo ha desencadenado en
efectos de episodio de agresión y violencia contra el demandante;
sin embargo, no se justifica de donde llega a dicha conclusión;
agrega, que se dejó de lado lo expresado por el Fiscal Superior en
su dictamen y que del acervo probatorio se tiene que existe un afán
económico en la actuación del presunto agraviado por lo que no
resulta verosímil lo declarado por el Perito Psicólogo. TERCERO.- El
inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú
contempla como principio y derecho de la función jurisdiccional, a la
observancia del Debido Proceso y la Tutela Jurisdiccional. Conforme
lo ha interpretado el Tribunal Constitucional en reiterada
jurisprudencia1, el Derecho a un Debido Proceso es un derecho
continente que contiene otros derechos fundamentales, tanto de
orden procesal como material, siendo que precisamente entre los
derechos de orden procesal que contiene se encuentra el Derecho a
la Motivación de las Resoluciones Judiciales, el mismo que está
contemplado en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú. CUARTO.- Al fundamentar la falta de motivación, en el
recurso de casación el recurrente alega: a) Para concluir que la
agresión se encuentra probada la Sala Superior ha copiado in
extenso parte del Protocolo de Pericia Psicológica (apartado IV;
análisis e interpretación de resultados, en el acápite de Personalidad);
b) El análisis del Protocolo de Pericia Psicológica debió realizarse
conjuntamente con la totalidad de los medios probatorios admitidos;
c) No se ha justificado como se llega a la conclusión contenida en el
décimo primer considerando de la sentencia de vista, referente a que
la actitud de César Daniel Sáenz Peraldo ha desencadenado
episodios de agresión y violencia contra el demandante; d) No se
motivó respecto a las incongruencias en las versiones brindadas por
el agraviado; incongruencias que fueron sustentadas en el recurso
de apelación, y que corresponden a su relato en el Protocolo de
Pericia Psicológica número 002498-2012-PSC y la declaración de
parte que brindó durante la Audiencia Única; e) No se apreció el afán
económico de parte del presunto agraviado por razones de herencia,
por un bien propio que la madre del demandado en vida le entregó a
este último, siendo el agraviado quien insulta y agrede al accionado
y además declaró no haber sido atacado verbalmente; situación que
no ha sido considerada; f) No se tuvo en cuenta lo expresado en el
Dictamen Fiscal respecto a que no han sido presentados en el
proceso, como medios probatorios, las cartas notariales mediante
las cuales el agraviado señaló haber sido maltratado
psicológicamente; g) Lo que realmente existió fue una oposición al
trámite de sucesión intestada de la sucesión de su madre Rosa
Peraldo Cabello de Sáenz, y la carta notarial fue enviada a la notaría
donde se seguía el trámite, situación que no fue valorada, lo que
podría establecer que no existió ofensa o maltrato; h) No se han
valorado las cartas notariales ofrecidas como medios probatorios
números siete, nueve y diez, que fueron admitidas en Audiencia
Única, y que corresponden al aludido trámite de sucesión intestada
notarial, por lo que la motivación es insuficiente; e, i) En el recurso de
apelación también cuestionaron los criterios técnicos empleados en
la Pericia Psicológica para arribar a su conclusión, existiendo falta de
motivación al respecto, puesto que la perito concluye que el
demandado es el causante del cuadro ansioso depresivo del
agraviado solo porque así lo indica el agraviado y ella confía en la
credibilidad del testimonio. QUINTO.- Un primer vicio en la motivación
denunciado por el recurrente, en sus recursos de apelación y de
casación, gira en torno a la omisión en que se habría incurrido al
momento de examinar la sindicación efectuada por el agraviado
Vidal Sáenz Flores contra el demandado César Daniel Sáenz
Peraldo, a quien atribuye haberlo maltratado psicológicamente de
manera verbal y por escrito; específicamente, se indica que no se
tuvo en cuenta la versión brindada por el supuesto agraviado durante
la Audiencia Única del veinticinco de junio de dos mil trece, quien en
su declaración de parte, al responder a la segunda pregunta negó
que su hijo César Daniel Sáenz Peraldo lo haya ofendido de manera
verbal. SEXTO.- De la declaración de parte brindada por el agraviado
Vidal Sáenz Flores (folios 232), quien al responder a la pregunta
número dos del pliego interrogatorio (folio 230) respecto a si “(…)
¿Su hijo César Daniel lo ha ofendido de manear verbal? De ser así
97045
explique el motivo, respondió No, no me ha ofendido de manera
verbal, me ha quitado el habla porque no llegamos a un acuerdo
respecto a la herencia de la mamá de él (…)”. La indicada respuesta
no ha sido analizada en la sentencia de primera instancia, y no
obstante que en el respectivo recurso de apelación el demandado
César Daniel Sáenz Peraldo denunció la falta de uniformidad y de
verosimilitud en las versiones que había brindado el supuesto
agraviado, así como la contradicción existente con la declaración de
parte de este último y las motivaciones que habrían generado la
presentación de la denuncia por Violencia Familiar, tales situaciones
tampoco fueron analizadas en la sentencia de vista. SÉTIMO.- Por lo
anterior, la ausencia de análisis respecto a la citada declaración
brindada por el agraviado en Audiencia Única, tanto en la sentencia
de primera instancia como en la sentencia de vista, no obstante que
dicha omisión incluso fue denunciada en el recurso de apelación,
oportunidad en la cual el demandado la invocó como argumento de
defensa respecto al Maltrato Psicológico que se le imputaba,
evidencia motivación aparente puesto que se adoptó una decisión
sin responderse las alegaciones de las partes2, y consecuentemente,
nos encontramos ante la afectación del Derecho a un Debido
Proceso previsto en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú. OCTAVO.- Un segundo vicio procesal en la
motivación gira en torno a la trascripción parcial del Protocolo de
Pericia Psicológica número 002498-2012-PSC en la sentencia de
vista, y la falta de pronunciamiento respecto a los cuestionamientos
que se han realizado a dicha pericia, al acto de ratificación así como
a su “Ilustración Técnica”, por lo que corresponde efectuar el análisis
pertinente. NOVENO.- De acuerdo al primer párrafo del artículo 29
del Texto Único Ordenado de la Ley número 26260 - Ley de
Protección Frente a la Violencia Familiar, aprobado por Decreto
Supremo número 006-97-JUS, y modificado por el artículo 7 de la
Ley número 29282, “(…) Los certificados de salud física y mental
que expidan los médicos de los establecimientos de salud del
Estado, como el Ministerio de Salud, el Seguro Social de Salud
(EsSalud), el Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público y las
dependencias especializadas de las municipalidades provinciales y
distritales, tienen valor probatorio del estado de salud física y
mental en los procesos sobre Violencia Familiar. Los certificados
médicos contienen información detallada de los resultados de las
evaluaciones físicas y psicológicas a las que se haya sometido la
víctima. La expedición de los certificados y la consulta médica que
los origina, así como los exámenes o pruebas complementarios para
emitir diagnósticos son gratuitos (…)” (negrita y subrayado
agregado). DÉCIMO.- Estando a que los certificados de salud física
y mental expedidos, entre otros, por el Instituto de Medicina Legal del
Ministerio Público, tienen valor probatorio respecto del “estado de
salud física y mental” en los procesos sobre Violencia Familiar, no
puede considerarse que se afecte el Derecho a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales cuando al evaluar el estado de salud física
y mental de la supuesta víctima de Violencia Familiar, el juzgador en
la sentencia se remite al análisis o a las conclusiones que contiene
una Pericia Psicológica, puesto que precisamente es un medio
probatorio idóneo que permitiría demostrar dicho estado de salud.
Sin embargo, sí existiría violación al deber de motivación cuando la
certificación de salud física o mental es materia de cuestionamientos
u observaciones por las partes, y los mismos no son resueltos por el
juzgador; en estos casos nos encontraríamos nuevamente ante un
supuesto de motivación aparente al adoptarse una decisión sin dar
respuesta a las alegaciones de las partes. DÉCIMO PRIMERO.- En
el Protocolo de Pericia Psicológica número 002498-2012-PSC (folios
37), que fue adjuntado a la demanda, se concluyó que el supuesto
agraviado Vidal Sáenz Flores presenta un “cuadro ansioso-depresivo
por maltrato psicológico”, consignándose en el acápite
correspondiente al análisis, que el examinado indicaba agresiones
verbales y por escrito por parte de su hijo el demandado César
Daniel Sáenz Flores; al respecto tenemos que: 1.- Al contestar la
demanda César Daniel Sáenz Peraldo negó haber maltratado
psicológicamente a su padre Vidal Sáenz Peraldo, atribuyendo el
cuadro ansioso - depresivo diagnosticado pericialmente, al accidente
y consecuente fallecimiento de su madre Rosa Peraldo Cabello de
Sáenz –cónyuge del agraviado – y a la manipulación por parte de
sus hermanos Carlos Vidal Sáenz Flores y Eduardo Sáenz Cuba,
quienes procuran que sea declarado indigno a fin de que a futuro se
puedan beneficiar con todo lo que le pudiera corresponderle
legítimamente como herencia; y en ese sentido, el emplazado
rechaza ser responsable del cuadro de ansiedad y depresión que
presenta su padre, negando las razones que él manifiesta y que
fueron consignados en el Protocolo de Pericia Psicológica número
002498-2012-PSC; 2.- Durante la continuación de la Audiencia
Única el día catorce de enero de dos mil catorce (folios 342), la
Psicóloga Miriam Rocío Cornejo Martínez se ratificó en el protocolo
de pericia psicológica practicada a Vidal Sáenz Flores, indicando
que concluyó que el estado depresivo o ansioso depresivo está en
relación a la problemática que el examinado vive, quien culpa al
demandado de agredirlo y maltratarlo psicológicamente; precisa que
su examen se basó en la evaluación psicológica y en la credibilidad
de la entrevista, basándose en el relato del agraviado; 3.- Habiéndose
dispuesto en la Audiencia Única del veinticinco de junio de dos mil
trece (folio 231), que como medio probatorio de oficio se elabore una
“Ilustración Técnica” de la evaluación psicológica anteriormente
practicada al agraviado, la Psicóloga Miriam Rocío Cornejo Martínez
expidió el Protocolo de Pericia Psicológica número 000062-2014-
PSC, en el cual concluye que presenta cuadro ansioso-depresivo

97046 CASACIÓN
por maltrato psicológico, encontrándose dentro de los parámetros de
Violencia Familiar, siendo la causa de este daño los maltratos de los
cuales viene siendo objeto, responsabilizando de ello a su hijo el
demandado César Daniel Sáenz Peraldo; 4.- Tras ponerse en
conocimiento del demandado la indicada ilustración técnica derivada
del Protocolo de Pericia Psicológica, mediante escrito presentado el
día veintiuno de marzo de dos mil catorce (folios 390), la defensa de
César Daniel Saenz Peraldo cuestiona que en dicha “ilustración
técnica” no se han establecido cuáles son los métodos psicológicos
empleados para arribar a la conclusión, limitándose a reiterar lo que
ya se estableció en el primer protocolo de Pericia Psicológica,
indicándose que este último solo responde al dicho del examinado y
no al empleo de los mecanismos necesarios para poder llegar a la
conclusión certera de que el estado ansioso depresivo que
presentaría el agraviado ha sido generado por el demandado; 5.-
Emitida la sentencia de primera instancia, en mérito a los protocolos
de Pericia Psicológica actuados, se consideró responsable al
demandado César Daniel Sáenz Peraldo de haber cometido
Violencia Familiar en la modalidad de Maltrato Psicológico contra su
padre Vidal Sáenz Flores; por lo que el citado demandado en su
apelación señala que la Pericia Psicológica y su ilustración técnica lo
responsabilizan de la supuesta violencia psicológica basándose
únicamente en la credibilidad del testimonio del examinado,
agregando que la versión del supuesto agraviado no ha sido
uniforme ni verosímil pues ha tenido variaciones graves, inclusive
negando durante la Audiencia Única que el demandado lo haya
ofendido verbalmente; observaciones que no se han tenido en
cuenta, indicándose que se ha incurrido en falta de motivación; y 6.-
En el recurso de casación, el demandado ha reiterado la falta de
pronunciamiento con relación a los cuestionamientos al protocolo de
pericia psicológica, incluyendo la ilustración técnica. DÉCIMO
SEGUNDO.- Conforme al citado artículo 29 del Texto Único
Ordenado de la Ley número 26260 - Ley de Protección Frente a la
Violencia Familiar, un certificado expedido por el Instituto de Medicina
Legal del Ministerio Público constituye un medio probatorio idóneo
para acreditar el “estado de salud física y mental” en los procesos
sobre Violencia Familiar. Sobre este punto debe aclararse que no es
lo mismo probar el “estado de salud física o mental” y acreditar quién
es el responsable de dicho estado de la víctima; es decir, la
certificación emitida por el Instituto de Medicina Legal u otras
entidades autorizadas, permitirían determinar el estado de salud
física o mental de una persona, evidenciando si presenta, o no, un
cuadro clínico acorde a la Violencia Familiar que se investiga, pero
dicha certificación, por basarse solo en el examen de la presunta
víctima, por sí sola no podría determinar fehacientemente quién es el
responsable puesto que para ello sería necesario evaluar otros
medios de prueba que permitan establecer una relación causal entre
la conducta atribuida al demandado y el resultado acreditado –
estado de salud física y mental–. DÉCIMO TERCERO.- Los
cuestionamientos planteados por la parte demandada, al Protocolo
de Pericia Psicológica número 002498-2012-PSC y al Protocolo de
Pericia Psicológica número 000062-2014-PSC, este último emitido
como “Ilustración Técnica” de la evaluación psicológica anterior, así
como al acto de ratificación de la señora perito (Psicóloga Miriam
Rocío Cornejo Martínez), se basan en que ella concluyó que Vidal
Sáenz Flores presenta un cuadro ansioso-depresivo por ser víctima
de Violencia Familiar en el modalidad de Maltrato Psicológico, y que
el responsable era su hijo César Daniel Sáenz Peraldo, siendo que
el demandado afirma que las conclusiones se están sustentando
únicamente en la credibilidad de la entrevista al supuesto agraviado
–respecto del cual ha indicado las contradicciones existentes en sus
declaraciones en el proceso y en el relato a la psicóloga– además de
que la referida profesional no ha explicado cuáles son los métodos ni
los criterios objetivos empleados en la evaluación. Estos
cuestionamientos no fueron materia de análisis en las sentencias
emitidas por el Juzgado y la Sala Superior, a pesar que fueron
planteados desde primera instancia, y no obstante ello, se asumieron
como válidas las conclusiones arribadas en las indicadas pericias
para dar por acreditada la existencia de Violencia Familiar (Maltrato
Psicológico) así como la responsabilidad del demandado. DÉCIMO
CUARTO.- Un tercer vicio en la motivación ha sido planteado en
torno al argumento del demandado referido a que tampoco existió
agresión por medio escrito y que incluso en la sentencia de vista no
se señala cuál es el documento dirigido al agraviado que permita
observar el maltrato psicológico que se le atribuye. Sobre este punto,
el recurrente sostiene que el documento supuestamente agraviante
lo constituiría una carta notarial mediante el cual se oponía a la
sucesión intestada notarial de Rosa Peraldo Cabello de Sáenz, la
misma que no estuvo dirigida a César Daniel Sáenz Peraldo, y que
habiéndose acompañado la documentación respecto a dicha
oposición, la misma no fue evaluada. DÉCIMO QUINTO.- Tanto la
sentencia de primera instancia como la sentencia de vista hacen
mención no solo a agresiones de tipo verbal sino también escrita por
parte del demandado César Daniel Sáenz Peraldo en contra de su
padre Vidal Sáenz Flores, sin embargo, en ninguno de los casos se
identifica la instrumental dirigida a este último donde constaría la
agresión, y asimismo, omiten examinar el argumento expuesto por el
demandado y los documentos que acompañó para demostrar que el
agraviado, al indicar que se le habría maltratado por medio escrito,
estaba aludiendo a una carta notarial mediante la cual el accionado
se opuso a la sucesión intestada notarial, documento que no habría
sido dirigido al imputado y que tampoco ha sido examinado por las
instancias de mérito. DÉCIMO SEXTO.- En consecuencia, conforme
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
a lo expuesto precedentemente, queda acreditada la infracción
normativa procesal referente a la vulneración del Derecho a un
Debido Proceso por falta de motivación debida (motivación
aparente), y de conformidad con el inciso 3 del tercer párrafo del
artículo 396 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de
la Ley número 29364, deberá declararse casarse la sentencia de
vista y la nulidad de la sentencia apelada, así como ordenarse que el
Juez de primer grado emita nueva sentencia que se encuentre
debidamente motivada. IV. DECISIÓN: Fundamentos por los cuales:
4.1. Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
César Daniel Sáenz Peraldo (folios 468); por consiguiente
CASARON la resolución impugnada; en consecuencia, NULA la
sentencia de vista contenida en la Resolución número cuatro, de
fecha veintiuno de enero de dos mil quince (folios 456), expedida por
la Primera Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de
Justicia de Lima; e INSUBSISTENTE la sentencia apelada contenida
en la Resolución número diecinueve, de fecha treinta y uno de dos
mil catorce (folios 398), que declaró fundada la demanda interpuesta
por la Primera Fiscalía Provincial de Familia de Lima, que declaró
fundada la demanda sobre Violencia Familiar; ORDENARON que el
A quo emita nueva sentencia de primera instancia que se encuentre
debidamente motivada. 4.2. DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”; bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio Público contra
César Daniel Sáenz Peraldo, en agravio de Vidal Sáenz Flores,
sobre Violencia Familiar - Maltrato Psicológico; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
En el Fundamento número 3 de la Sentencia recaída en el Expediente
número 03433-2013-PA/TC se señala: «3.3.1) El derecho fundamental al
debido proceso, tal como ha sido señalado por este Tribunal en reiterada
jurisprudencia, es un derecho –por así decirlo– continente puesto que
comprende, a su vez, diversos derechos fundamentales de orden procesal.
A este respecto, se ha afirmado que: “(...) su contenido constitucionalmente
protegido comprende una serie de garantías, formales y materiales, de
muy distinta naturaleza, que en conjunto garantizan que el procedimiento o
proceso en el cual se encuentre inmerso una persona, se realice y concluya
con el necesario respeto y protección de todos los derechos que en él
puedan encontrarse comprendidos.” (STC 7289-2005-AA/TC, FJ 5).
3.3.2) Al respecto, es importante precisar que, sin perjuicio de esta dimensión
procesal, el Tribunal Constitucional ha reconocido en este derecho una
dimensión sustancial, de modo tal que el juez constitucional está legitimado
para evaluar la razonabilidad y proporcionalidad de las decisiones judiciales.
De ahí que este Colegiado haya señalado, en anteriores pronunciamientos,
que el derecho al debido proceso en su faz sustantiva “se relaciona con todos
los estándares de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que
toda decisión judicial debe suponer.” (STC 9727-2005-HC/TC, FJ 7).
3.3.3) Dicho lo anterior y atendiendo al petitorio de la demanda, se procederá
a analizar si, en el caso concreto, se ha producido algún tipo de afectación
del derecho fundamental al debido proceso alegado por el recurrente, que en
su dimensión procesal comprende, entre otros, el derecho a la motivación de
las resoluciones judiciales y, en su dimensión sustantiva, supone que toda
decisión judicial debe ser razonable y proporcional.»
2
En el literal a) del Fundamento número 11 de la Sentencia del Tribunal
Constitucional recaída en el Expediente número 00079-2008-PA/TC, el
supremo intérprete de la Constitución peruana, al analizar el derecho a la
debida motivación de las resoluciones judiciales, previsto en el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú de 1993, indica que dicho
derecho garantiza que el juez resuelva la controversia jurídica sometida a su
conocimiento exponiendo las razones de hecho y de derecho que justifican
su decisión, requiriéndose que dicha motivación debe ser adecuada,
suficiente y congruente, indicado que: “(…) Está fuera de toda duda que se
viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación
es inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que
no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de que
no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo
intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico (…). (énfasis agregado).
C-1569469-26
CAS. Nº 2592-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. SUMILLA.- El
artículo 1416 del Código Civil prevé: “Plazo del compromiso.- El
plazo del compromiso de contratar debe ser determinado o
determinable. Si no se estableciera el plazo, este será de un año”.
Seguidamente, el artículo 1417 establece: “Renovación del
compromiso.- El compromiso de contratar puede ser renovado a su
vencimiento por un plazo no mayor que el indicado como máximo en
el artículo 1416º y así sucesivamente”. En el caso de autos, a la luz
de los hechos acontecidos según fluye de las cartas recíprocas
remitidas entre los demandantes y el Banco demandado, se constata
que la decisión pronunciada tanto por la Sala Superior como por el
Juez de origen, adolecen del mérito del artículo 1416 del Código Civil
en consonancia con lo estipulado por el artículo 1417 del Código
Civil, pues de actuarse una valoración en su integridad permitiría
arribarse a una conclusión razonada afín a una real convicción en el
Juzgador. Lima, treinta de mayo del dos mil dieciséis. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE
LA REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil quinientos noventa
y dos – dos mil quince, y producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia. 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
del recurso de casación interpuesto por Luis Manuel Chávez Ibarra
y Francisco Xavier Rouillón Picón (fojas 854), contra la sentencia
de vista contenida en la Resolución número cuarenta y cuatro (fojas
808), del dieciocho de marzo de dos mil quince, expedida por la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual
confirmó la Resolución número treinta y ocho (fojas 692), del
veintitrés de abril del dos mil catorce, la cual declaró fundada en
parte la demanda interpuesta, en el extremo que declara: 1)
Infundada la pretensión indemnizatoria por Daño, Lucro Cesante,
Daño Emergente y Daño Moral; revocaron en el extremo que
declara: 2) Fundada la demanda de existencia de responsabilidad de
parte del Banco de entregar el doble de las arras recibidas; en
consecuencia, se dispone que el Banco pague a favor de los
demandantes la suma de cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y
uno dólares americanos con sesenta y seis centavos
(US$.44,291.66), descontando las ya las entregadas, más intereses
con costas y costos; reformándola declárese infundada la existencia
de responsabilidad de parte del Banco de entregar el doble de arras
recibidas, más intereses, sin costas y costos. 2.- CAUSALES POR
LAS QUE SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO DE
CASACIÓN: Esta Sala Suprema por resolución del dieciocho de
setiembre de dos mil quince (fojas 49 del cuadernillo de casación),
declaró procedente del recurso de casación por causal de:
Infracción normativa material de los artículos 1321 y 1416 del
Código Civil e infracción normativa procesal del artículo 87 del
Código Procesal Civil. 3.- ANTECEDENTES: Para analizar esta
causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en las infracciones
normativas a que se hace mención en el párrafo precedente, es
necesario realizar las siguientes precisiones fácticas sobre este
proceso, ya que sin hechos no se puede aplicar el derecho, para
cuyo efecto se puntualiza un resumen de la controversia suscitada,
materia del presente recurso: 3.1. Luis Manuel Chávez Ibarra y
Francisco Xavier Rouillón Picón, a través de su escrito presentado
el veintidós de febrero de dos mil diez (fojas 106), interpuso como: (i)
Pretensión Principal, la Indemnización por Daños y Perjuicios a fin
de que la demandada BBVA Banco Continental Sociedad Anónima
en adelante Banco Continental cumpla con pagarle la suma de
trescientos ochenta y tres mil dólares americanos (US$.383,000.00),
comprendiendo por Daño Emergente el monto de ciento noventa y
nueve mil dólares americanos (US$.199,000.00), por Lucro Cesante
el monto de ciento treinta y un mil dólares americanos
(US$.131,000.00); y por Daño Moral el monto de cincuenta y tres mil
dólares americanos (US$.53,000.00), más intereses legales, costas
y costos que se generen; y, como (ii) Pretensión Subordinada,
solicita el pago del saldo del precio de las arras dobladas equivalente
a la suma de cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y un dólares
americanos con sesenta y seis centavos (US$.44,291.66). Para
cuyo efecto alega los siguientes fundamentos: i) Con fecha trece de
abril del dos mil siete, suscribieron con el Banco Continental un
Contrato de Compromiso de Contratar y Arras Confirmatorias,
respecto al inmueble ubicado en las Pampas de la Yarada, Sector
Asentamiento números cinco y seis de la Provincia y Departamento
de Tacna, con un área de seis mil novecientos treinta y cuatro punto
cinco hectáreas (6,934.5 ha), inscrito en la Ficha Registral número
6341 y continuada en la Partida Electrónica número 05100013 del
Registro de Predios de la Oficina Registro de Tacna, y asimismo del
terreno rústico ubicado en la Provincia y Departamento de Tacna sin
nombre con un área de cuatro mil quinientas hectáreas (4,500 ha),
inscrito en la Ficha Registral número 6228, continuada en la Partida
Electrónica número 05100012 del Registro de Predios de la Oficina
Registral de Tacna, estableciendo por ambos terrenos el precio de
venta de cuarenta y cinco mil seiscientos dólares americanos
(US$.45,600.00), cuya forma de pago consistió en una cuota inicial
de cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y un dólares americanos
con sesenta y seis centavos (US$.44,291.66) que ha sido pagada al
contado y recibida por el Banco a su entera satisfacción a la firma del
contrato y luego el monto de mil trescientos ocho dólares americanos
con treinta y cuatro centavos (US$.1,308.34) al momento de la firma
de la Compraventa definitiva; esto es, que se canceló al Banco
demandado más del noventa y siete por ciento (97%) del valor de los
referidos inmuebles; ii) El ofrecimiento de venta que le hizo la
demandada es como si los inmuebles fuesen de su propiedad pero
es el caso que le vendían una propiedad de terceros que recién iba
a ser adjudicada por el Banco en remate público, cuyo procedimiento
de adjudicación judicial fue de su conocimiento después de la
suscripción del Contrato de Compromiso de Contratar, dado que el
Banco demandado mediante proceso de Ejecución de Garantías
que había iniciado en el año dos mil cinco se iba a adjudicar en pago
los inmuebles antes descritos, proceso tramitado ante el Tercer
Juzgado Civil Sub Especialidad comercial de la Corte Superior de
Justicia de Tacna en el Expediente número 1178-2005; iii) Desde la
fecha de celebración del Contrato de Compromiso de Contratar fue
suscrito el trece de abril de dos mil siete desde aquella fecha hasta
el quince de julio de dos mil nueve, es decir dos años y tres meses
después, no se llegó a suscribir el contrato definitivo de Compraventa
de los inmuebles antes citados; iv) El Banco Continental
(demandado) mediante Carta Notarial del veintidós de enero de dos
mil nueve (después de 1 año, 9 meses y 9 días de haber suscrito el
Contrato de Compromiso de contratar), recién le comunica que
adquirió la propiedad de los inmuebles el día cinco de junio del dos
mil ocho, cuando quedó consentida la resolución de adjudicación de
remate; es decir, la demandada tenía absoluto conocimiento que los
inmuebles materia de Contrato de Compromiso de Contratar y Arras
97047
Confirmatorias a la fecha de suscripción del contrato aún no eran de
su propiedad; sin embargo atribuyéndose la calidad de propietarios
sin serlo, suscribieron el referido contrato, conforme se puede
apreciar de la cláusula primera del mismo; v) Con fecha uno de
agosto de dos mil ocho, solicitaron al Banco demandado suscribir el
Contrato Definitivo, formalizando el correspondiente Contrato de
Compraventa, lo cual no sucedió, no obstante de haber quedado
consentida para aquella fecha, la resolución de adjudicación de
remate, siendo que la demandada tampoco cumplió con lo solicitado;
vi) El incumplimiento del Banco demandado se encuentra acreditado,
toda vez que la suscripción del Contrato Definitivo de Compraventa
debió realizarse en el plazo de un año como máximo, conforme lo
establece el artículo 1416 del Código Civil y, no después de un año,
tres meses y veinte días (uno de agosto de dos mil ocho), fecha en
la cual requirió a la demandada cumpla con formalizar el
correspondiente Contrato de Compraventa, no obstante que su
solicitud para la suscripción del mismo fue reiterativa tanto vía
telefónica como por cartas notariales; es más, insiste en que el
Banco Continental (demandado) tendría que haber adquirido la
propiedad de los inmuebles hasta el trece de abril de dos mil ocho, lo
cual no hizo o no pudo hacerlo sino hasta el cinco de junio del dos mil
ocho (fecha en que quedó consentido el auto de adjudicación),
conforme se desprende de su propia Carta Notarial de fecha
veintidós de enero del dos mil nueve, por tanto al quince de julio del
dos mil nueve no pudo suscribir el contrato definitivo; vii) No existió
de su parte ninguna obligación en firmar el contrato definitivo, ya que
hasta la fecha el Banco demandado no tiene saneada la propiedad,
es decir, existen ocupantes precarios en los inmuebles, por lo que no
resultó factible celebrar el contrato definitivo cuando estos no están
saneados y existía la obligación del Banco como propietario actual
de hacerlo, conforme lo señalan los artículos 1485 y 1491 del Código
Civil; sin embargo hasta la fecha no lo pueden hacer y ha transcurrido
más de dos años que sus representados estuvieron sujetos a esa
incertidumbre, perdiendo inversiones y tiempo; viii) A través de la
Carta Notarial de fecha veintidós de enero del dos mil nueve, que le
cursa el Banco demandado, se le indica que como no requirieron el
bien o la resolución del contrato hasta el catorce de abril del dos mil
ocho en que venció el plazo legal de conclusión del Contrato de
Compromiso de Contratar, prácticamente se acordó, según la lógica
de los representantes del Banco demandado, que a partir del cinco
de junio del dos mil ocho en que quedó consentida la resolución de
adjudicación, recién iba a operar el compromiso de contratar, lo cual
estima un absurdo porque considerar tal fecha implicaría mantener
indeterminadamente el Contrato de Compromiso de Contratar hasta
la eventualidad de que el Banco pueda hacerle entrega física de los
bienes, o también implicaría suponer, según la interpretación del
Banco, que tácitamente las partes han renovado el compromiso de
contratar, lo que afirma no puede suponerse pues la renovación
debe ser expresa y si así las partes lo acuerdan, tal cual lo establece
el artículo 1417 del Código Civil, lo que no se ha hecho, ya que la
finalidad que tuvo para contratar con el Banco era poder invertir y
explotarlos con la posesión inmediata de los bienes y no esperar
más que el tiempo legal; ix) El Banco demandado ha tenido un
actuar doloso y deliberado que tiene que ser indemnizado, pues no
le comunicó que el bien se encontraba en posesión de terceros y
más aún se encontraba en litigio, pues de haberlo sabido hubiera
tomado la decisión correcta de no invertir para perder, ya que tuvo
que esperar más de un año, nueve meses y nueve días para
recuperar el dinero entregado, siendo tal actitud dolosa la que le ha
ocasionado cuantiosas pérdidas económicas ya que los recurrentes
tenían proyectos de inversión sobre dichos terrenos, conforme se
puede apreciar del Estudio del Proyecto de Inversión en el fundo de
once hectáreas (11.00 ha) con cultivos de olivo y para la producción
de tomates de la variedad Nahomi Larga Vida, de fecha febrero de
dos mil nueve, que tuvieron que realizar y no se pudo concretar
debido al incumplimiento por parte de la demandada, adjuntando a
tal efecto el referido informe, y en virtud del cual deduce que debe
ser indemnizado por la suma de ciento treinta y un mil dólares
americanos (US$131,000.00); x) Han aceptado la devolución de las
arras porque no estaban dispuestos a esperar y perder más tiempo
hasta que el Banco demandado pueda adquirir la posesión del
inmueble materia de Compraventa y que tampoco es acorde a ley,
pues han perdido tiempo y dinero, causándoles así el Banco
Continental (demandado) un grave perjuicio económico ya que a la
fecha han transcurrido más de dos años y aún el demandado no
tiene la posesión de los predios. Agrega que, con carta de fecha
doce de enero de dos mil nueve dejó sin efecto el Contrato de
Compromiso de contratar y como tal compromiso de contratar fue
garantizado con Arras Confirmatorias, solicitó el pago de las arras
dobladas frente al incumplimiento, considerándolo como
resarcimiento por Daño Emergente equivalente a la suma de ciento
noventa y nueve mil dólares americanos (US$199,000.00); xi) No
solo han sido perjudicados económicamente sino, también
afectivamente tanto en su personalidad, en su familia, en el trabajo,
ya que no encontraban estabilidad emocional, debido a que tuvieron
que invertir sacrificando el bienestar de su familia y su trabajo, toda
vez que, además de haber invertido y no obtener ningún beneficio,
tuvieron que invertir para su defensa en abogados, gastos judiciales,
viajes, viáticos y demás gastos que actualmente se encuentran
cumpliendo, por lo que peticiona se le indemnice por Daño Moral la
suma de cincuenta y tres mil dólares americanos (US$.53,000.00);
xii) Las arras confirmatorias que entregó al Banco Continental
(demandado) han devenido en penales ante su incumplimiento, por

97048 CASACIÓN
tanto corresponde que se las entregue dobladas al amparo del
artículo 1478 del Código Civil, lo que no ha hecho el demandado
limitándose a devolver la suma entregada por los demandantes
equivalente a cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y un dólares
americanos con sesenta y seis centavos (US$.44,291.66), con lo
cual su pretensión subordinada consiste en el saldo del precio de las
arras equivalente a cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y un
dólares americanos con sesenta y seis centavos (US$.44,291.66).
3.2. La demandada Banco Continental, contestó la demanda (fojas
188-202), solicitando se declare infundada la demandada en
atención a los siguientes fundamentos: i) Es falso que los
demandantes hayan tomado conocimiento después de haber
suscrito del contrato, de que el bien materia de venta estaba en
litigio, ello porque el Contrato de Arras se sustenta en el artículo 1409
del Código Civil (bien litigioso); asimismo, porque Luis Manuel
Chávez Ibarra, uno de los demandantes, reconoce ante la Policía
Nacional del Perú que sabía que el bien iba a ser adquirido por el
Banco vía remate judicial; y, finalmente, porque en el punto 2.6 de la
demanda, reconocen (declaración asimilada) que sabían que el bien
que adquirían sería adquirido por el Banco vía remate y no
estipularon que tomar la posesión demoraría dos o tres años; ii) No
se suscribió el contrato definitivo debido a que terceras personas
usurparon su propiedad, conforme a la denuncia policial que recauda
el propio demandante, lo que a su entender le exonera de cualquier
responsabilidad, agregando que su deseo era formalizar la
Compraventa que se puede perfeccionar sin posesión, si es que lo
acepta el comprador; iii) Al haber caducado el compromiso de
contratar, correspondía la devolución de las arras, lo cual ha
cumplido, siendo hechos ajenos a la recurrente (demora del proceso
y luego usurpación) los que impidieron su formalización; iv) Los
demandantes se contradicen en cuanto al daño causado, ya que si
como señalan que al trece de abril del dos mil ocho había caducado
el plazo para formalizar la Compraventa, como pretenden sustentar
luego que incumplió el requerimiento de formalizar la Compraventa
que le fue remitido el uno de agosto de dos mil ocho, es decir,
cuando ya había caducado; v) La pérdida de la posesión, conforme
a la denuncia formulada, es un hecho realizado por terceros no
imputable a la institución financiera, siendo que las ganancias que a
decir de los demandantes generan un Lucro Cesante son ganancias
hipotéticas y no ciertas, menos probadas; vi) Es falso que exista un
Daño Emergente (pérdida sufrida) ya que no existe pérdida,
atendiendo a que el valor de las arras fue devuelto; vii) Es falso que
exista un Daño Moral, pues éste es inexistente y la condición no
resulta antijurídica ya que ni la demora judicial ni la pérdida de la
posesión son imputables a la institución financiera; viii) El daño
causado que se configuraría en la falta de formalización de la
Compraventa, no fue ocasionada por la conducta del Banco
Continental (causa inicial), sino por fracturas causales o causas
ajenas, que ocasionaron el supuesto daño a la demandante,
previstas en el artículo 1972 del Código Civil, como viene siendo a la
imprudencia de quien supuestamente padece el daño; es decir, un
hecho propio de la supuesta víctima y el hecho determinante de
terceros. En cuanto al primero, la parte demandante pudo formalizar
la Compraventa sin posesión, más aún cuando sabía que se trataba
de un bien litigioso y luego, tomó conocimiento de la usurpación
sufrida que los dejó sin posesión, y respecto a la segunda fractura
causal, ésta se muestra en la demora del remate y adjudicación que
es atribuible al Poder Judicial y la pérdida de la posesión a
continuación de una usurpación verificada por la propia parte
demandante; ix) Atendiendo a que existieron hechos ajenos a la
institución financiera que no pudieron ser previstos, se trataba de
una situación no imputable a su parte, en ese sentido la cláusula
cuarta del Contrato de Arras se sustenta en el artículo 1478 del
Código Civil que señala como supuesto del incumplimiento de la
obligación, la existencia de una causa imputable, por tal motivo al no
haber la parte demandante cumplido con probar la existencia de
responsabilidad del Banco Continental en las causas imputables que
originaron la demora en la adquisición de la propiedad, en tomar
posesión del bien, y luego en perder la posesión, corresponde que al
amparo del artículo 200 del Código Procesal Civil se declare
infundada la demanda. 3.3. Mediante la Resolución número cinco
del nueve de agosto de dos mil diez (fojas 219) se fijó como puntos
controvertidos: 1) Pretensión principal: Determinar si ordenar que
a la parte demandada por concepto de Indemnización por Daños y
Perjuicios el pago de trescientos ochenta y tres mil dólares
americanos (US$.383,000.00), más los intereses legales, costas y
costos que se generen en el decurso del proceso; 2) Pretensión
subordinada: Determinar si procede ordenar a la parte demandada
que cumpla con el pago del saldo del precio de las arras dobladas
equivalente a la suma de cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y
un dólares americanos con sesenta y seis centavos (US$.44,291.66);
3) Determinar si la conducta del demandado respecto al Contrato de
Compromiso de Contratar y Arras Confirmatorias suscrito, genera
una Indemnización de Daños y Perjuicios por responsabilidad
contractual a favor del demandante; 4) Determinar si la inejecución
de la obligación asumida por el demandado en el Contrato de
Compromiso de Contratar y exime de responsabilidad a esta parte;
5) Determinar si en la inejecución de la obligación la demandada con
la diligencia exigible a una entidad bancaria en la adjudicación de
bienes inmuebles. 3.4. El Cuarto Juzgado Especializado en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la
Resolución número treinta y ocho del veintitrés de abril de dos mil
catorce, declaró fundada en parte la demanda interpuesta, debiendo
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
entenderse que se declara infundada la demanda en el extremo de
la pretensión Indemnizatoria por Daño, Lucro Cesante, Daño
Emergente y Daño Moral, y fundada la demanda en el extremo de la
existencia de responsabilidad de parte del Banco de entregar el
doble de las arras recibidas; en consecuencia, se dispone que el
Banco pague a favor de los demandantes la suma de cuarenta y
cuatro mil doscientos noventa dólares americanos con sesenta y
seis centavos (US$.44,290.66), descontando las ya entregadas,
más intereses, con costas y costos; tras considerar lo siguiente: a)
Es un hecho improbable afirmar que el Banco demandado engañó a
los demandantes sobre la existencia de litigio en el bien materia de
Compraventa, debido a que en el contrato suscrito consta anotada la
norma correspondiente al tipo de bienes que pueden ofrecerse,
entre las que se encuentran los bienes en litigio, la misma que si bien
puede ser genérica era de esperarse que, por tratarse los
compradores de empresarios del ramo agrícola y no campesinos sin
instrucción o semi analfabetos, quienes a falta de su abogado en el
momento de contratar, habrían mínimamente solicitado una copia de
la partida o ficha registral del inmueble, en el que habrían encontrado
la titularidad y gravamen del bien, significando ello, el mínimo de
diligencia que podía esperarse de esta parte; en ese sentido, cuando
se decidió comprar un bien litigioso, era un riesgo para los
compradores; por tanto, quien compraba un riesgo no puede
imputarle al otro la pérdida de ese riesgo; b) A ello se suma que los
demandantes no explican las razones por las que habrían hecho un
Contrato Preparatorio, pues si el Banco Continental hubiera sido el
titular en ese momento, no habría la necesidad de hacer este tipo de
contrato, sino una venta directa; c) No existe Daño Emergente ni
Lucro Cesante en los términos que señalan los demandantes,
porque de parte del Banco no hubo error o negligencia en la dilación
del trámite del proceso de ejecución, que si bien no es una “normal”
demora, puede más bien atribuirse el hecho al ejercicio dilatorio de
la parte demandada y la presencia de un tercero que intentó
participar en el proceso y que si bien formalmente no accedió, sí
realizó actos procesales que finalmente dilataron o entorpecieron la
resolución final; es más, partiendo de la premisa de que los
demandantes tenían conocimiento de la situación litigiosa, se infiere
también que éstos estaban asumiendo un riesgo de pérdidas no sólo
en términos de tiempo, sino en destrucción material de elementos de
la propiedad como sembríos, construcciones y otros activos que
generan valor, por lo que tales daños tampoco son imputables al
Banco, incluido el Daño Moral pues no es posible atribuirle al Banco
la aflicción que habrían perdido en expectativas los adquirientes
demandantes, ya que era parte del riesgo asumido; d) Respecto a la
pretensión subordinada, sobre la devolución de las arras dobladas,
sí hubo daños en la formalización del contrato y entrega del predio,
pues pudo haberse formalizado el contrato inclusive desde la fecha
de la resolución que declara consentida la adjudicación del inmueble,
ya que es común que en los procesos de ejecución el adjudicatario
haga sesión de su posición contractual y procesal para que el
propietario final asuma el diligenciamiento de la inscripción registral
ya a su nombre, agregando que en el caso de que los adquirientes
hubieran preferido la entrega sin ocupantes, tuvieron tiempo para
hacerlo desde el cinco de setiembre de dos mil ocho hasta el cinco
de diciembre del mismo año; es decir, no hubo diligencia de parte del
Banco en ejecutar en plazo razonable la parte que le correspondía
(formalizar el contrato y hacer entrega física del predio) lo que
generó las condiciones para la nueva situación; esto es, la presencia
de un tercero a cinco meses después de adjudicado el bien y a tres
meses de haberlo recibido físicamente, habiendo recién el Banco
ofrecido la entrega con ocupantes en enero del año siguiente (2009),
consecuentemente en fecha posterior se dio por resuelto el contrato
cuando éste ya resultaba impracticable, ergo, sí cabe obligación del
Banco de devolver las arras dobladas. 3.5. La Cuarta Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la Resolución
número cuarenta y cuatro del dieciocho de enero de dos mil quince,
confirmó la sentencia apelada en el extremo que declaró
infundada la pretensión Indemnizatoria por Daño, Lucro Cesante,
Daño Emergente y Daño Moral, y revocó en el extremo que
declaró fundada la demanda de existencia de responsabilidad
de parte del Banco de entregar el doble de las arras recibidas,
en consecuencia dispuso que el Banco pague a favor de los
demandantes la suma de cuarenta y cuatro mil doscientos noventa y
un dólares americanos con sesenta y seis centavos (US$.44,291.66),
descontando las ya entregadas, más intereses, con costas y costos;
reformándola, declaró infundada la existencia de
responsabilidad de parte del Banco de entregar el doble de las
arras recibidas, más intereses, sin costas y costos, tras
considerar lo siguiente: a) El Contrato de Compromiso de Contratar
y Arras Confirmatorias que se suscribió consigna en su cláusula
segunda, el artículo 1409 del Código Civil, norma correspondiente al
tipo de bienes que pueden ofrecerse, entre los que se encuentran los
bienes en litigio; b) Los demandantes tenían proyectos de inversión
agrícola de gran envergadura en el inmueble sub litis, entendiéndose
así cierta experiencia en la actividad empresarial, por lo que no
pueden invocar falta de información, cuando por su particular
posición tenían la posibilidad de acceder a determinada información
(Principio de Publicidad), no logrando calificar su omisión en un
quebrantamiento al Principio de Buena Fe, ya que era el mínimo de
diligencia que podría esperarse por esta parte; c) No existe prueba
que sustente engaño alguno, el daño invocado resulta inexistente y
la conducta no es antijurídica, pues ni la demora judicial, la
desvalorización del predio, ni la pérdida de la posesión son
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
imputables a la institución financiera, siendo más bien que los
demandantes asumieron el riesgo del bien litigioso; d) El estudio o
proyecto financiero de inversión agrícola que describe una ganancia
supuesta de quince meses, es insuficiente para sustentar la
existencia de dicha ganancia dejada de percibir por los demandantes,
no acreditándose una lesión patrimonial consistente en la pérdida de
un incremento patrimonial; y, e) El incumplimiento no se prestó por
ninguna causa imputable a los sujetos de la relación jurídica
procesal, porque en principio estos tenían conocimiento que el
inmueble objeto de Compraventa era materia de litigio, habiendo
asumido tal riesgo. En tal sentido, los demandantes estaban
informados de los eventos que suscitaron que se prolongara la
formalización del contrato, así como también tenían conocimiento
que dicha formalización se encontraba supeditada a un proceso
judicial, por lo que entonces, acontece un hecho de fuerza mayor
que extingue la obligación, de conformidad con el artículo 1316 del
Código Civil. 4.- CONSIDERANDO: PRIMERO.- Al momento de
calificar el recurso de casación se ha declarado la procedencia por la
causal de infracción normativa por vicios in iudicando y a la vez por
vicios in procedendo como fundamentación de las denuncias, en
estricto por infracción normativa material de los artículos 1321 y
1416 del Código Civil y por infracción normativa procesal del artículo
87 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Existe infracción
normativa cuando la resolución impugnada padece de anomalía,
exceso, error o vicio de derecho en el razonamiento judicial decisorio,
en el que incurrió el juzgador, perjudicial para la resolución de la
controversia y nocivo para el sistema jurídico, que se debe subsanar
mediante las funciones del recurso de casación. TERCERO.-
Respecto a la procedencia del recurso de casación por la causal de
infracción normativa de derecho material de los artículos 1321 y
1416 del Código Civil e, infracción normativa de derecho
procesal del artículo 87 del Código Procesal Civil; los recurrentes
sostienen en primer término que, (i) Al suscribir el Contrato de
Compromiso de Contratar y Arras Confirmatorias, la empresa
demandada siempre les manifestó de forma verbal y por escrito que
los predios rústicos se encontraban libres de toda carga y gravamen,
además manifestaron que eran bienes libres de procesos judiciales,
las mismas que eran de su entera propiedad, motivo por el cual
procedió a suscribir el contrato, habiendo así el Banco demandado
de manera dolosa y de mala fe, manifestado en la cláusula primera
del referido contrato que: “El Banco es propietario de los siguientes
inmuebles” cuando tenía pleno conocimiento que los predios eran de
propiedad de Juan Alberto Linares Sáenz y Claudio Alberto W.
Linares Sáenz quienes se encontraban en posesión de los mismos;
es decir, en el contrato la demandada hace aseveraciones que no se
ajustan a la realidad pues entiende que el Banco demandado debió
señalar en una cláusula de forma expresa y detallada todas las
cargas, gravámenes y/o procesos judiciales que pesaban sobre los
predios, para lo cual debieron señalar el estado actual de los
terrenos, anotando que la titularidad de los predios recién lo
pretendían adquirir mediante un procedimiento de remate público
que el Banco pretendía adjudicarse. Agrega que, la sentencia de
vista afirma: “(…) que como los recurrentes tienen cierta experiencia
en la actividad empresarial no pueden invocar falta de información,
cuando por su particular posición tenían la posibilidad de acceder a
determinada información (Principio de Publicidad) no logrando
calificar su omisión en un quebrantamiento al principio de buena fe,
ya que era el mínimo de diligencia que podría esperarse de esta
parte (…)”, no encontrándose esta aseveración amparada en alguna
norma legal en la cual se le castigue como una omisión o negligencia,
más aún cuando no se ha demostrado en autos que son empresarios
agrícolas con experiencia, sino reitera, son personas comunes que
desconocen los temas legales y lo único sucedido fue querer iniciar
una nueva actividad empresarial, con lo cual asegura que la
aseveración de la sentencia de vista es totalmente errónea.
CUARTO.- En segundo término (ii) sostiene que en el supuesto
negado que los recurrentes hayan tomado conocimiento que el bien
materia a transferir se encontraba en litigio, el Banco demandado
tenía el plazo de un año para transferir la propiedad, conforme lo
señala el artículo 1416 del Código Civil, norma que la Sala no ha
aplicado, plazo que debía cumplirse como formalidad del Contrato
de Compraventa; adicionalmente a ello, debe tenerse en cuenta dos
aspectos, uno relacionado con la formalización del Contrato al cual
la demandada se comprometió y no pudo cumplirse dentro del año y,
otro relacionado con la imposibilidad de entregar los inmuebles
transferidos por estar ocupados por terceros. A ello suma que el
Banco demandado no ha actuado con la diligencia necesaria pues,
por la experiencia que tiene en los procesos de ejecución de
garantías para adjudicarse diversos predios, debió prever todas las
circunstancias que pudieran haber suscitado para que el contrato se
celebrara dentro del año, o mostrar la diligencia necesaria antes del
vencimiento del plazo comunicándoseles la posibilidad de una
prórroga del plazo o explicar lo que venía sucediendo, no teniendo
los recurrentes que iniciar las acciones necesarias para requerir
mediante Cartas Notariales de fecha uno de agosto de dos mil ocho
la formalización del contrato cuando el plazo para la formalización
venció en abril de dos mil ocho, aspecto que no ha sido valorado por
la Sala, pronunciándose más bien sobre criterios personales no
amparados en normas legales. QUINTO.- Finalmente (iii), afirma
que la Sala ha infringido la norma procesal prevista en el artículo 87
del Código Procesal Civil en cuanto a la pretensión subordinada,
pues si bien su pretensión principal consiste en el pago de la
Indemnización por Daños y Perjuicios por la suma de trescientos
97049
ochenta y tres mil dólares americanos (US$.383,000.00) y como
pretensión subordinada el pago del saldo del precio de las arras
dobladas equivalente a la suma de cuarenta y cuatro mil doscientos
noventa y un dólares americanos con sesenta y seis centavos
(US$.44,291.66), la Sala ha olvidado analizar la naturaleza de la
pretensión subordinada siendo que si la pretensión principal es
desestimada, la subordinada será amparada; sin embargo, al
expedirse la sentencia de vista, revoca el extremo que declara
fundada la demanda de existencia de responsabilidad, reformándola
la declara infundada, lo cual a su entender, infringe la norma procesal
ya que de acuerdo a lo estipulado por la norma precitada, en el caso
de haber desestimado su pretensión principal, debió amparase la
pretensión subordinada, lo que no efectuó y muy por el contrario, lo
denegó. SEXTO.- Respecto a lo manifestado por los recurrentes en
el acápite i) de su recurso, alegan la actuación dolosa del Banco
Continental (demandado) porque omitió comunicárseles que el bien
sobre el que recaía el Contrato de Compromiso de Contratar y Arras
Confirmatorios se trataba de un bien litigioso, cuando más bien por
el contrario siempre les manifestó de forma verbal y por escrito que
los predios rústicos se encontraban libres de toda carga y gravamen,
concluyendo que en la cláusula primera del contrato se estipuló que
el Banco demandado era propietario de los inmuebles, lo que
entiende son aseveraciones que no se ajustan a la realidad. Es más,
refiere que la afirmación del Colegiado superior en el entendido de
que el mínimo de diligencia atribuible a los demandantes como
personas que se dedicaban a la actividad empresarial con cierta
experiencia en dicho sector y en tal razón, tenían la posibilidad de
acceder a determinada información, no se encuentra amparada en
alguna norma legal en el que se le castigue como una omisión o
negligencia de su parte. Sobre el particular, tal como lo identificó la
Sentencia de Vista, del Contrato de Compromiso de Contratar y
Arras Confirmatorias suscrito por los demandantes con el Banco
demandado se observa que en su cláusula segunda se anotó como
sustento legal del compromiso de contratar, entre otros, el artículo
1409 del Código Civil, lo que permite inferir que el referido pacto
versaba sobre bienes futuros, o sobre bienes ajenos o afectados en
garantía, embargados o sujetos a litigio por cualquier otra causa,
inferencia que se consolida con el propio dicho de los demandantes
al haber afirmado en su escrito de demanda bajo el numeral 2.6 del
acápite “Daño Emergente”, lo siguiente: “(…) Si bien es cierto
teníamos conocimiento que el inmueble iba ser adjudicado por
remate judicial, en ningún momento establecimos contractualmente
que los demandantes tenían que esperar de dos a tres años
aproximadamente para ejercer la posesión de los inmueble. (…)” .
Es decir, tal como lo han reconocido los demandantes, sí conocían
de la situación de los bienes litigiosos objeto del contrato, que
suscribieron con el Banco demandado, afirmación que tiene el
carácter de declaración asimilada al amparo del artículo 221 del
Código Procesal Civil; por tanto, la ausencia de dolo de parte del
Banco demandado es evidente, tal como lo ha sostenido la sentencia
de vista. En consecuencia, no se constata infracción normativa del
artículo 1321 del Código Civil, en el sentido evocado por los
recurrentes de que resultaría aplicable al haberse identificado
conducta dolosa del Banco demandado, acarreándole ello
resarcimiento de su parte. SÉTIMO.- En cuanto a lo alegado por los
recurrentes en el acápite ii) de su recurso, éstos objetan en definitiva
el hecho concreto de que no se llegó a suscribir el contrato definitivo
de Compraventa dentro del plazo de un año que estipula el artículo
1416 del Código Civil1 que se tenía a partir de la suscripción del
compromiso de contratar. Lo cual afirma, debe considerarse en dos
aspectos, el referido a la formalización del contrato al cual el Banco
demandado se comprometió y aquel relativo a la imposibilidad de
entregar los inmuebles transferidos por estar ocupados por terceros,
agregando que el Banco demandado no ha actuado con la diligencia
necesaria pues por la experiencia que tiene en los procesos de
ejecución de garantías para adjudicarse diversos predios, debió
prever todas las circunstancias que pudieran haberse suscitado para
que el contrato sea celebrado dentro del año, sin que ellos tengan
que recurrir a iniciar acciones para requerir la formalización del
contrato mediante carta notarial de fecha uno de agosto de dos mil
ocho, cuando el plazo para ello ya había vencido en abril de dos mil
ocho, lo que afirma no ha sido valorado por el Superior colegiado en
la sentencia de vista. Conforme a la declaración asimilada de los
demandantes, de que tenían conocimiento que los bienes objeto de
contrato de compromiso de contratar eran litigiosos y que resultaban
de la adjudicación en un proceso de ejecución de garantías, era de
esperarse con mínima razonabilidad que entre ellos existiese una
constante comunicación; sin embargo, los demandantes afirman que
tuvieron que recurrir a iniciar acciones para requerir la formalización
del contrato como lo viene a ser, la Carta Notarial cursada al Banco
demandado en fecha primero de agosto del dos mil ocho, conforme
se observa de los actuados judiciales (folios 27), en el que en su
último párrafo los recurrentes anotaban: “Siendo ello así, a su
representada solicito informar al recurrente cuando se van a
formalizar dichos contratos teniendo en cuenta el tiempo
transcurrido”. Asimismo, se verifica de los actuados que existen
cartas dirigidas por el Banco demandado a los demandantes en
respuesta a su requerimiento, (folios 32, 35 y 36), así como también
consta la carta de los demandantes al Banco demandado, (folios 49
y 50), documentación que deja entrever que frente a la eventualidad
de no haberse cumplido lo pactado dentro del plazo de un año que
estipula el artículo 1416 del Código Civil invocado por el recurrente,
pudo haberse producido una renovación del precitado contrato, lo

97050 CASACIÓN
que no ha sido tenido en cuenta por el Juzgado de origen ni por el
Colegiado Superior. Ello a fin de determinar si las cartas reciprocas
entre ambas partes generan la renovación del compromiso de
contratar y arras confirmatorias, para a partir de ahí dilucidar si
resulta un actuar imputable al Banco demandado o a los
demandantes la no celebración del contrato definitivo, a modo de
establecer el resarcimiento que establece la cláusula cuarta del
Contrato de Compromiso de Contratar y Arras Confirmatoria.
OCTAVO.- En suma, se constata que a la luz de los hechos
acontecidos, la decisión pronunciada tanto por la Sala Superior
como por el Juez de orgen, adolecen del merito del artículo 1416 del
Codigo Civil en consonancia con lo estipulado por el artículo 1417
del Codigo Civil2. Por tanto, en lo que respecta a esta infracción
denunciada sí resulta amparable el recurso de casación
propuesto, debiéndose de forma excepcional a fin de no vulnerar el
Derecho al Debido Proceso de las partes, anular la sentencia de
vista impugnada y declarar insubsistente la apelada, a fin que se
proceda conforme a los consideraciones precedentes. NOVENO.-
Referente a lo expuesto por los recurrentes en el acápite iii) de su
recurso, éstos afirman que la Sala ha infringido la norma procesal
prevista en el artículo 87 del Código Procesal Civil en cuanto a la
pretensión subordinada, ya que ha olvidado analizar su naturaleza
pues entiende que si la pretensión principal es desestimada, la
subordinada será amparada; sin embargo, al expedirse la Sentencia
de Vista, revocando el extremo que declara fundada la demanda de
existencia de responsabilidad y reformándola, la declara infundada,
debió amparase la pretensión subordinada, lo que no efectuó y por
el contrario, se denegó. Al respecto, el artículo 87 del Código
Procesal Civil, prevé: “(…) La acumulación objetiva originaria puede
ser subordinada, alternativa o accesoria. Es subordinada cuando la
pretensión queda sujeta a la eventualidad de que la propuesta como
principal sea desestimada; es alternativa cuando el demandado
elige cual de las pretensiones va a cumplir; y es accesoria cuando
habiendo varias pretensiones, al declararse fundada la principal, se
amparan también las demás. (…)” (lo subrayado y cursiva es
nuestro). Es decir, la pretensión subordinada ha de ser analizada
siempre que la pretensión principal no sea amparada; lo que no
quiere decir, en absoluto que de plano tenga que ampararse la
pretensión subordinada por el solo hecho de haberse desestimado la
pretensión principal, lo que se desprende más bien que en el fondo
ambas pretensiones (tanto principal como subordinada) son
autónomas, pero que guardan conexión con los hechos evocados en
la demanda. En consecuencia, la pretensión subordinada deberá ser
evaluada también en relación a los hechos y al derecho que
corresponda. DÉCIMO.- Tal como se verifica de la sentencia de
vista, en sus considerandos sétimo y octavo, el Colegiado superior
analiza la pretensión subordinada en relación a los hechos que se ha
creado convicción, concluyendo su discurso argumentativo en la
desestimación de la indicada pretensión debido a la existencia de
fuerza mayor que extingue la obligación de conformidad con el
artículo 1316 del Código Civil y que se concretiza en el riesgo
asumido por los demandantes en el momento de celebración del
contrato, pues tenían conocimiento de que los inmuebles materia de
contrato eran litigiosos; por lo que en este extremo se corrobora que
la sentencia de vista no adolece de la infracción denunciada de
orden procesal. 5. DECISIÓN: Por tales consideraciones y en
aplicación de lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 396 del Código
Procesal Civil, declararon: 5.1.- FUNDADO EN PARTE el recurso de
casación interpuesto por Luis Manuel Chávez Ibarra y Francisco
Xavier Rouillón Picón (fojas 854); CASARON la sentencia
impugnada, en consecuencia; NULA la sentencia de vista en la
Resolución número cuarenta y cuatro (fojas 808), del dieciocho de
marzo de dos mil quince, expedida por la Cuarta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; e INSUBSISTENTE la apelada
contenida en la Resolución número treinta y ocho (fojas 692), del
veintitrés de abril del dos mil catorce. 5.2.- ORDENARON que el
Juez de primera instancia expida nueva resolución en atención a los
fundamentos que anteceden, con arreglo a derecho y al proceso.
5.3.- DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Luís Manuel Chávez Ibarra y otro, con el BBVA Banco Continental
Sociedad Anónima, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y
los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Articulo 1416 del Código Civil.- “Plazo del compromiso.- El plazo del
compromiso de contratar debe ser determinado o determinable. Si no se
estableciera el plazo, este será de un año”.
2
Artículo 1417 del Codigo Civil.- “Renovación del compromiso”.- El compromiso
de contratar puede ser renovado a su vencimiento por un plazo no mayor que
el indicado como máximo en el artículo 1416 y así sucesivamente”.
C-1569469-27
CAS. Nº 2649-2015 LA LIBERTAD
DECLARACIÓN JUDICIAL DE DERECHO DE OPCIÓN.
SUMILLA.- “El A quo ha vulnerado la exigencia de la Debida
Motivación de las Resoluciones Judiciales, consagrada en el inciso
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, así como el
Derecho de Defensa, al haber dictado sentencia de primera
instancia sin pronunciarse previamente respecto del pedido de
intervención litisconsorcial formulado por las recurrentes con
anterioridad a la fecha de emitida dicha sentencia”. Lima, trece de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número dos mil seiscientos cuarenta y nueve – dos mil
quince, en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha; y producida
la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia: 1.
MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de
casación interpuesto por el apoderado judicial de las terceras
coadyuvantes María Ofelia Miro Quesada Cornejo de González
Orbegoso y Daphne Tula Gonzales Orbegozo Michel a fojas
quinientos cincuenta y nueve, contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos ochenta y seis, de fecha diecisiete de noviembre de
dos mil catorce, expedida por la Segunda Sala Especializada Civil
de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que confirma la
sentencia apelada de fojas doscientos treinta y ocho, de fecha
dieciocho de junio de dos mil catorce, que declara fundada la
demanda; en el proceso seguido por el Consorcio Amazónico Pele
& Venus Sociedad Anónima Cerrada contra la Sociedad Minera de
Responsabilidad Limitada San Antonio A.E.G. de Trujillo, sobre
Declaración Judicial de Derecho de Opción. 2. CAUSALES DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de fecha veinticuatro
de setiembre de dos mil quince, corriente a fojas sesenta y cuatro
del cuaderno de casación, este Supremo Tribunal ha declarado
procedente el recurso de su propósito, por las causales
denunciadas de: V.1. Infracción normativa procesal de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú; y artículos 2, 92, 93, 95, 98 y 473 del Código Procesal
Civil. V.2. Infracción normativa material de los artículos 82, 83
y 90 de la Ley General de Sociedades; artículo 165 del Texto
Único Ordenado de la Ley General de Minería, aprobada por
Decreto Supremo número 014-93-EM; y artículos 1414, 1415,
1418, 1422 y 1425 del Código Civil. 3. ANTECEDENTES:
Previamente a la absolución de las denuncias formuladas por las
coadyuvantes, conviene hacer las siguientes precisiones respecto
de lo acontecido en el proceso: 3.1. Con fecha once de junio de dos
mil trece, la empresa Consorcio Amazónico Pele & Venus Sociedad
Anónima Cerrada, interpone demanda mediante escrito de fojas
ciento uno, solicitando como pretensión principal que se declare
que dicho Consorcio ha ejercido válidamente el Derecho de Opción
de Compra establecido en la cláusula décimo segunda del Contrato
de Cesión para Exploración y Explotación Minera con Opción de
Compra que celebró con la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada San Antonio A.E.G. de Trujillo, según Escritura Pública de
fecha cinco de setiembre de dos mil ocho, respecto de las
concesiones comprendidas en la Unidad Económica Administrativa
“San Antonio A.E.G.”, constituida mediante Resolución Directoral
número 08-87-EM-DGM/DCM, de fecha seis de enero de mil
novecientos ochenta y siete, que aparecen inscritas en las Partidas
números 20001408, 20001554, 20001555, 20001556, 20001557 y
20001558 del Libro de Derechos Mineros del Registro de Minería
de la Zona Registral número V – Sede Trujillo; y como pretensiones
accesorias, solicita que: a) Se declare celebrado el Contrato
Definitivo de Transferencia de Concesiones Mineras, respecto de
las concesiones comprendidas en la Unidad Económica
Administrativa “San Antonio A.E.G.”; b) Se declare que el Consorcio
Amazónico Pele & Venus Sociedad Anónima Cerrada, es titular de
las concesiones comprendidas en la Unidad Económica
Administrativa “San Antonio A.E.G.”; y c) Se ordene la inscripción
registral en las Partidas números 20001408, 20001554, 20001555,
20001556, 20001557 y 20001558 del Libro de Derechos Mineros
del Registro de Minería de la Zona Registral número V – Sede
Trujillo. 3.2. La empresa demandante argumenta lo siguiente: I)
Señala que por Escritura Pública de fecha cinco de setiembre de
dos mil ocho, celebró con la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada San Antonio A.E.G. de Trujillo un Contrato de Cesión para
la Exploración y Explotación Minera con Opción de Compra,
respecto de la Unidad Económica Administrativa “San Antonio
A.E.G.”, constituida mediante Resolución Directoral número
08-87-EM-DGM/DCM, de fecha seis de enero de mil novecientos
ochenta y siete, que constan de seis denuncios mineros: 1) San
Antonio A.E.G.; 2) San Antonio A.E.G. número 2; 3) San Antonio
A.E.G. número 3; 4) San Simón A.E.G.; 5) San Simón A.E.G.
número 2; y 6) San Simón A.E.G. número 3; II) Alega que en la
cláusula tercera del referido contrato se estableció que el plazo de
duración de la cesión de compra sería de tres años y que se
computaban a partir de la inscripción en los Registros Públicos,
inscripción que se realizó el cinco de agosto de dos mil nueve.
Asimismo, en su cláusula décima segunda, la empresa cedente les
otorgó una opción de compra por el plazo de tres años, contados a
partir del cinco de setiembre de dos mil ocho, es decir, hasta el
cuatro de setiembre de dos mil once; siendo esta opción de compra
regida por lo dispuesto en el artículo 165 del Decreto Supremo
número 014-92-EM, Texto Único de la Ley General de Minería; y III)
Sostiene finalmente que mediante Carta Notarial de fecha
diecinueve de agosto de dos mil once, le comunicó a la demandada
que ejercían el Derecho de Opción de Compra; sin embargo, no
obtuvieron respuesta. 3.3. Admitida a trámite la demanda en la vía
del proceso de conocimiento, la empresa demandada Sociedad
Minera de Responsabilidad Limitada San Antonio A.E.G. de Trujillo,
se apersona al proceso mediante escrito de fojas ciento cincuenta
y dos, deduciendo la nulidad de todo lo actuado al no habérsele
invitado a conciliar en la dirección que tiene registrada en la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria – SUNAT; asimismo por escrito de fojas ciento setenta,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
deduce la Excepción de Caducidad. 3.4. Por Resolución de fojas
ciento noventa y seis, se declara rebelde a la demandada,
infundada la nulidad deducida, improcedente la excepción de
caducidad y saneado el proceso. 3.5. Por sentencia de primera
instancia de fecha dieciocho de junio de dos mil catorce, obrante a
fojas doscientos treinta y ocho, el A quo declara fundada la
demanda. Los argumentos en los que se sustenta esta decisión
son los siguientes: I) De la Escritura Pública de Contrato de Cesión
para Exploración y Explotación Minera con Opción de Compra, de
fecha cinco de setiembre de dos mil ocho, que celebra de una parte
la demandada Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada San
Antonio A.E.G. de Trujillo, interviniendo como cedente; y de la otra
parte la demandante Consorcio Amazónico Pele & Venus Sociedad
Anónima Cerrada, en calidad de cesionaria; respecto de seis
concesiones mineras metálicas ubicadas en el distrito de Salpo,
provincia de Otuzco, departamento de La Libertad, observándose
en la segunda cláusula que ambas partes acordaron que la cedente
da en cesión a la cesionaria “la concesión” para exploración y
explotación; así también se observa que el plazo pactado para la
duración del contrato es de tres años, el que empieza a regir a
partir de la inscripción en los Registros Públicos; II) En el décimo
segundo acuerdo del referido contrato, la cedente otorgó una
opción de compra a favor del cesionario por el plazo de tres años,
por el precio de transferencia de quinientos mil dólares americanos
(US$500,000.00), el mismo que debe cancelarse dentro de los seis
meses de ejercida la opción, siendo que el presente litigio versa
únicamente sobre el cumplimiento de esta última cláusula; III) De
las cartas notariales cursadas a la demandada, con fecha de
notificación el veintinueve de agosto de dos mil once, mediante las
cuales el Gerente General de la demandante Consorcio Amazónico
Pele & Venus Sociedad Anónima Cerrada, solicitó la celebración
del contrato definitivo, ejerciendo así el Derecho de Opción de
Compra estipulado en el décimo segundo acuerdo del referido
contrato, de tal manera que en aquella oportunidad se solicitó
celebrar contrato definitivo de transferencia de las referidas
concesiones mineras a favor de su representada, manifestando la
intención de cancelar el precio dentro de seis meses de ejercida la
opción; IV) Del contrato celebrado entre ambas partes se aprecia
que este comenzó a regir a partir de su inscripción en los Registros
Públicos, esto es el diecisiete de julio de dos mil nueve,
advirtiéndose que la opción de compra fue ejercida dentro del plazo
de tres años, conforme lo acordaron las partes contratantes, puesto
que las cartas notariales mediante las cuales se solicitó celebrar
contrato definitivo de transferencia, fueron notificadas el veintinueve
de agosto de dos mil once, de tal manera que habiendo pactado la
demandada celebrar el contrato definitivo de transferencia de las
concesiones, ha quedado vinculada a dicha obligación, pues por la
naturaleza irrevocable de la oferta en dicha opción, otorgada por la
empresa demandada, esta deberá cumplirla al haberse ejercido
dentro del plazo acordado; V) Habiéndose configurado el
procedimiento de celebración del contrato de opción, que consiste
en la aceptación de la oferta por el destinatario de la misma y en el
conocimiento por el oferente de esta aceptación dentro del plazo
acordado por las partes celebrantes, también se verifica que la
oferta contiene los elementos y condiciones del contrato definitivo,
acreditándose la declaración de voluntad de ambas partes, así
como la existencia de un fin lícito, además de estar plenamente
identificados los sujetos y de tener un objeto jurídico y físicamente
posible, habiéndose además fijado el precio por la compra de las
concesiones; y VI) Se ha llegado a determinar que procede declarar
celebrado el contrato definitivo de transferencia de concesiones
mineras a favor de la demandante, respecto de las concesiones
comprendidas en la Unidad Económica Administrativa “San Antonio
A.E.G”, constituida mediante Resolución Directoral número
08-87-EM-DGM/DCM, de fecha seis de enero de mil novecientos
ochenta y siete, inscritas en las Partidas números 20001408,
20001554, 20001555, 20001556, 20001557 y 20001558 del Libro
de Derechos Mineros del Registro de Minería de la Zona Registral
número V – Sede Trujillo. 3.6. Por Resolución número once, de
fecha siete de julio de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos
veintisiete, el A quo declara improcedente la solicitud de
intervención como litisconsorte necesario pasivo formulado por
María Ofelia Miro Quesada Cornejo de González Orbegoso y
Daphne Tula Gonzales Orbegozo Michel, siendo incorporados al
proceso en calidad de coadyuvantes de la parte demandada. 3.7.
Elevados los actuados en apelación, el Tribunal Ad quem, por
sentencia de vista de fecha diecisiete de noviembre de dos mil
catorce, obrante a fojas cuatrocientos ochenta y seis, confirma la
sentencia apelada que declaró fundada la demanda sobre derecho
de opción de compra; tras considerar lo siguiente: I) Se ha
establecido la condición jurídica de las partes y como tal, las
peticionantes: María Ofelia Miro Quesada Cornejo de González
Orbegoso y Daphne Tula González Orbegoso Michel ostentan la
condición jurídica de coadyuvantes, por lo que los cuestionamientos
del pronunciamiento extra petita, la incongruencia y su afectación
de nulidad no pueden ser amparados; II) Teniendo en cuenta que el
contrato celebrado entre ambas partes comenzó a regir el diecisiete
de julio de dos mil nueve, desde que fue inscrito en los Registros
Públicos, se advierte que efectivamente la opción de compra fue
ejercida dentro del plazo de tres años, conforme lo acordaron las
partes contratantes, puesto que las cartas notariales mediante las
cuales se solicitó celebrar contrato definitivo de transferencia,
fueron notificadas el veintinueve de agosto de dos mil once, de tal
97051
manera que habiendo pactado la demandada a celebrar el contrato
definitivo de transferencia de las concesiones ha quedado
vinculada a dicha obligación, pues por la naturaleza irrevocable de
la oferta en dicha opción, otorgada por la empresa demandada,
esta deberá cumplirla al haberse ejercido dentro del plazo
acordado; III) Habiéndose configurado el procedimiento de
celebración del contrato de opción corresponde amparar la
presente demanda, más aun si se verifica que la oferta contiene los
elementos y condiciones del contrato definitivo, ya que se acredita
la declaración de voluntad de ambas partes, así como la existencia
de un fin lícito, además de estar plenamente identificados los
sujetos y de tener un objeto jurídica y físicamente posible,
habiéndose además fijado el precio por la compra de las
concesiones; y IV) Se ha llegado a determinar que procede declarar
celebrado el contrato definitivo de transferencia de concesiones
mineras a favor de la demandante, respecto de las concesiones
comprendidas en la Unidad Económica Administrativa “San Antonio
A.E.G.”, constituida mediante Resolución Directoral número
08-87-EM-DGM/DCM, de fecha seis de enero de mil novecientos
ochenta y siete, inscritas en las Partidas números 20001408,
20001554, 20001555, 20001556, 20001557 y 20001558, del Libro
de Derechos Mineros del Registro de Minería de la Zona Registral
número V – Sede Trujillo. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: PRIMERO.- Que, según lo establecido por el artículo
384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, el recurso extraordinario de casación tiene por fines
esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto así como la uniformidad de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema de Justicia por ende este Tribunal Supremo sin
constituirse en una tercera instancia adicional en el proceso debe
cumplir su deber pronunciándose acerca de los fundamentos del
recurso por la causal declarada procedente. SEGUNDO.- Que, en
el caso de autos al haberse declarado procedentes las denuncias
sustentadas en vicios in procedendo como vicios in iudicando,
corresponde efectuar en primer término el análisis de la causal
procesal, toda vez que de resultar fundada esta, dada su incidencia
en la tramitación del proceso y su efecto nulificante, carecería de
sentido emitir pronunciamiento respecto de la causal material.
TERCERO.- Que, en cuanto a la causal de infracción normativa
procesal, la parte recurrente alega que se han infraccionado los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, porque antes de expedirse la sentencia de primera instancia
solicitaron al juzgado su incorporación como litisconsorte
necesarias; sin embargo, no se corrió traslado a las partes ni se
motivó este extremo, lesionando de esta manera su Derecho al
Debido Proceso y la Debida Motivación de las Resoluciones
Judiciales, ya que no lograron poner en conocimiento del juzgado
que el acto jurídico contenido en el Contrato de Cesión para
Exploración y Explotación Minera con Opción de Compra, nunca
fue objeto de acuerdo societario de aprobación y/o ratificación en
Junta General, como lo ordena el artículo 14 de los Estatutos de la
Sociedad. Además al apartar de su dominio las únicas seis
concesiones mineras se pone en grave riesgo su valor económico,
el interés de los accionistas y las operaciones mineras que como
empresa vienen desarrollando. Agrega que no se citó a las partes
para el informe oral correspondiente, luego de la resolución del
juzgamiento anticipado, todo lo cual transgrede lo dispuesto por el
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú,
concordante con los artículos 7 y 14 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y los artículos I del Título Preliminar y 2 del Código Procesal
Civil. CUARTO.- Que, asimismo, alega que se han infraccionado
los artículos 2, 92, 93, 95, 98 y 473 del Código Procesal Civil, al
haber solicitado su intervención como litisconsortes necesarias por
ser accionistas de la empresa demandada, conforme acreditan con
los Asientos números 9, 10 y 11 de la Partida Electrónica número
20000484, por lo que los efectos de la decisión final se extienden
necesariamente al ámbito de la relación jurídica. Asimismo, no se
les citó a la audiencia para que efectúen su informe oral luego de la
resolución de juzgamiento anticipado. QUINTO.- Que, el inciso 3
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, reconoce el
Derecho al Debido Proceso y a la Tutela Jurisdiccional Efectiva en
su doble dimensión: como una garantía al justiciable ante su pedido
de tutela y como un deber del órgano jurisdiccional de impartir
justicia dentro de los estándares mínimos que su naturaleza
impone; así mientras que la tutela judicial efectiva, consagrada a
nivel legal en el artículo 2 del Código Procesal Civil, supone tanto
el derecho de acceso a los órganos de justicia (derecho de acción),
como la eficacia de lo decidido en la sentencia (derecho a la
ejecución de las resoluciones judiciales), el debido proceso,
significa la observancia de los principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso, bajo sus dos expresiones: la de
carácter formal, que comprende el derecho a un juez natural, al
procedimiento preestablecido, al Derecho de Defensa y la
Motivación de las Decisiones Judiciales; y la de carácter sustantiva,
relacionada a los estándares de razonabilidad y proporcionalidad
que toda decisión judicial debe suponer. Por su parte, el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, consagra el
Derecho a la Motivación de las Resoluciones Judiciales, como una
garantía para que los jueces, cualquiera sea la instancia a la que
pertenezcan, expresen el proceso mental que los ha llevado a
decidir la controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad
de Administrar Justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la
Ley, pero también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio

97052 CASACIÓN
del Derecho de Defensa de los justiciables. Bajo este contexto, el
contenido esencial del Derecho y Principio de Motivación de las
Resoluciones Judiciales se respeta siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto
y, por sí misma la resolución judicial expresa una suficiente
justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o
concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión.
SEXTO.- Que, en cuanto a la figura del litisconsorcio, el artículo 92
del Código Procesal Civil, define que: “Hay litisconsorcio cuando
dos o más personas litigan en forma conjunta como demandantes
o demandados, porque tienen una misma pretensión, sus
pretensiones son conexas o porque la sentencia a expedirse
respecto de una pudiera afectar a la otra”. Por su parte, el artículo
93 del mismo Código define la figura del litisconsorcio necesario en
los siguientes términos: “Cuando la decisión a recaer en el proceso
afecta de manera uniforme a todos los litisconsortes, sólo será
expedida válidamente si todos comparecen o son emplazados,
según se trate de litisconsorcio activo o pasivo, respectivamente,
salvo disposición legal en contrario”. Asimismo, en cuanto a las
facultades del Juez respecto del litisconsorcio necesario, el artículo
95 del Código adjetivo, señala que: “En caso de litisconsorcio
necesario, el Juez puede integrar la relación procesal emplazando
a una persona, si de la demanda o de la contestación aparece
evidente que la decisión a recaer en el proceso le va a afectar. Si
carece de la información necesaria, devolverá la demanda y
requerirá al demandante los datos para el emplazamiento al
litisconsorte. Si el defecto se denuncia o el Juez lo advierte después
de notificada la demanda, suspenderá la tramitación del proceso
hasta que se establezca correctamente la relación procesal” y el
artículo 98 del citado Código señala que: “Quien se considere
titular de una relación jurídica sustancial a la que presumiblemente
deban extenderse los efectos de una sentencia, y que por tal razón
estuviera legitimado para demandar o haber sido demandado en el
proceso, puede intervenir como litisconsorte de una parte, con las
mismas facultades de esta. Esta intervención puede ocurrir incluso
durante el trámite en segunda instancia”. Finalmente, el artículo
473 del Código Procesal Civil regula el juzgamiento anticipado del
proceso en los siguientes términos: “El Juez comunicará a las
partes su decisión de expedir sentencia sin admitir otro trámite
cuándo: 1. Luego de rechazada su fórmula conciliatoria, advierte
que la cuestión debatida es solo de derecho o, siendo también de
hecho, no hay necesidad de actuar medio probatorio alguno en la
audiencia respectiva; o, 2. Queda consentida o ejecutoriada la
resolución que declara saneado el proceso, en los casos en que la
declaración de rebeldía produce presunción legal relativa de
verdad”. SÉTIMO.- Que, estando a las normas denunciadas y en
atención a los alegatos expuestos en el recurso, tenemos que la
causal de infracción procesal resulta fundada, pues revisados los
actuados se observa que mediante escrito de fecha once de junio
de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos setenta y ocho, las
recurrentes María Ofelia Miro Quesada Cornejo de González
Orbegoso y Daphne Tula Gonzales Orbegozo Michel solicitaron su
intervención litisconsorcial en aplicación de los artículos 92, 93, 95
y 98 del Código Procesal Civil, alegando ser accionistas de la
empresa demandada Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada San Antonio A.E.G. de Trujillo; sin embargo, mediante
Resolución número once, de fecha siete de julio de dos mil catorce,
obrante a fojas trescientos veintisiete, el A quo declaró improcedente
la solicitud de intervención litisconsorcial necesaria pasiva e
incorporó a las recurrentes como terceras coadyuvantes de la parte
demandada, señalando en la parte in fine de dicha resolución lo
siguiente: “en consecuencia, al haberse emitido sentencia:
NOTIFÍQUESELES, a fin de que hagan valer su derecho (…)”, es
decir, ordenó que las recurrentes fueran notificadas con la
sentencia de primera instancia de fecha dieciocho de junio de dos
mil catorce, obrante a fojas doscientos treinta y ocho, lo que se
corrobora con los cargos de notificación de fojas trescientos
setenta y cuatro, que dan cuenta que con fecha nueve de julio de
dos mil catorce, las recurrentes fueron notificadas en un solo acto
con la sentencia y con la Resolución número once. OCTAVO.- Que,
de lo antes señalado se advierte que, a pesar que las recurrentes
solicitaron su intervención litisconsorcial antes de que se dictara la
sentencia de primera instancia, el A quo dictó dicha sentencia vía
juzgamiento anticipado del proceso para luego resolver el pedido
de intervención litisconsorcial, lo que imposibilitó que estas
pudieran informar oralmente e incluso impugnar la Resolución que
declaró improcedente su intervención como litisconsortes
necesarias pasivas, pues el juez las incorporó como coadyuvantes
luego de dictar sentencia, vulnerando con ello, el Derecho a la
Debida Motivación de las Resoluciones Judiciales y el Derecho de
Defensa, pues si bien las recurrentes apelaron la sentencia de
fojas doscientos treinta y ocho, lo cierto es que no pudieron hacer
uso de su Derecho de Defensa en primera instancia debido a que
el escrito de intervención litisconsorcial no mereció un
pronunciamiento oportuno. NOVENO.- Que, en tal sentido, estando
a lo señalado en los artículos 92 y siguientes del Código Procesal
Civil, el Juez estaba en la obligación de resolver en primer término
el pedido de intervención litisconsorcial formulado por las
recurrentes a fin de que se establezca correctamente la relación
procesal, y luego de ello, dictar sentencia; tanto más si un día antes
de emitida la misma, el Juez dictó la Resolución número ocho,
declarando improcedente un pedido de abandono del proceso
solicitado por la Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada San
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Antonio A.E.G. de Trujillo, oportunidad en la que bien pudo resolver
el pedido formulado por las recurrentes. DÉCIMO.- Que, por las
razones anotadas, se ha configurado la causal de infracción
normativa procesal denunciada, en vista que el A quo ha vulnerado
la exigencia de la Debida Motivación de las Resoluciones
Judiciales, al haber omitido pronunciarse respecto del pedido
formulado oportunamente por las recurrentes en su escrito de fojas
doscientos setenta y ocho, omisión que tampoco fue advertida por
la Sala Superior pese a que las recurrentes denunciaron tal hecho
en su escrito de apelación de fojas trescientos setenta y siete; por
lo que la causal procesal resulta fundada, careciendo de objeto
emitir pronunciamiento por la causal de infracción normativa
material denunciada. 5. DECISIÓN: Estando a las consideraciones
expuestas y de conformidad con los artículos 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 396 inciso 3 del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por el apoderado judicial de las terceras
coadyuvantes María Ofelia Miro Quesada Cornejo de González
Orbegoso y Daphne Tula Gonzales Orbegozo Michel a fojas
quinientos cincuenta y nueve; por consiguiente, CASARON la
resolución impugnada; en consecuencia, NULA la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos ochenta y seis, de fecha diecisiete de
noviembre de dos mil catorce, expedida por la Segunda Sala
Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad;
e INSUBSISTENTE la sentencia apelada de fojas doscientos
treinta y ocho, de fecha dieciocho de junio de dos mil catorce,
incluida la Resolución número once, de fecha trescientos
veintisiete, de fecha siete de julio de dos mil catorce; ORDENARON
que el A quo emita nueva resolución pronunciándose sobre el
pedido de intervención litisconsorcial formulado por las recurrentes
mediante escrito de fecha once de junio de dos mil catorce, en
concordancia con las consideraciones expuestas en la presente
resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por el Consorcio Amazónico Pele & Venus Sociedad
Anónima Cerrada contra la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada San Antonio A.E.G. de Trujillo, sobre Declaración Judicial
de Derecho de Opción; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA C-1569469-28
CAS. Nº 2731-2015 AYACUCHO
IMPUGNACIÓN DE ACUERDO EN JUNTA GENERAL DE
ACCIONISTAS. SUMILLA: Conforme al numeral 18 de la Ley
General de Minería, lo acordado en la cláusula cuarta del documento
denominado Junta General de Socios de la Sociedad Minera de
Responsabilidad Limitada Victoria 100 está referido a una explotación
minera; en consecuencia, no es aplicable el artículo 199 de la aludida
Ley General de Minería, el cual está referido al Quórum Calificado
para la celebración de Juntas Extraordinarias y Ordinarias cuando se
trate de transferencia o cesión de las concesiones. Lima, quince de
junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA.- Vista la
causa número dos mil setecientos treinta y uno – dos mil quince, en
Audiencia Pública de la fecha; luego de verificada la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto por la Minera Molles Sociedad Anónima Cerrada a fojas
doscientos cincuenta y seis, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos treinta y dos, de fecha cuatro de mayo de dos mil quince,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Ayacucho, que revoca en todos sus extremos la sentencia contenida
en la Resolución número catorce, de fojas ciento sesenta y cinco, de
fecha veinticinco de agosto de dos mil catorce, que declaró fundada
la demanda; y reformándola declararon infundada la misma; en el
proceso seguido por la Minera Molles Sociedad Anónima Cerrada
contra la Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada Victoria 100,
sobre Impugnación de Acuerdo en Junta General de Accionistas. 2.
CAUSALES DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de
fecha veinticinco de setiembre de dos mil quince, corriente a fojas
treinta y tres del cuaderno de casación, este Supremo Tribunal ha
declarado procedente el recurso de su propósito, por la causal
denunciada de: V.1. Infracción normativa material del artículo 199
del Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería,
aprobado por Decreto Supremo número 014-92-EM. 3.
ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por la recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: 3.1. Con fecha
veinte de setiembre de dos mil trece, de fojas treinta y cinco, la
Minera Molles Sociedad Anónima Cerrada, interpone demanda
solicitando que se declare impugnado el acuerdo tomado
correspondiente al punto 4 “Celebración de Contratos de Explotación
Minera”, de la agenda desarrollada en la Junta General de Socios de
la demandada Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada
Victoria 100, de fecha quince de mayo de dos mil trece, por falta de
quórum en la toma de acuerdo impugnado; y accesoriamente, la
cancelación del Asiento número 0003 de la Partida número 13013628
del Registro Minero, bajo el Título Archivado número 00461177 -
Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima y Callao, en lo
que respecta al acuerdo tomado correspondiente al punto 4
“Celebración de Contratos de Explotación Minera” de la agenda
desarrollada en la Junta General de Socios de la demandada
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada Victoria 100, de fecha
quince de mayo de dos mil trece; argumentando lo siguiente: I) La
concesión minera Victoria 100 fue aprobada en el año dos mil,
mediante Resolución Jefatural número 05161-2000-RPM,
inscribiéndose en la Ficha número 390479 (actualmente Partida
número 02032057) del Registro de Derechos Mineros, con un capital
inicial de cinco mil soles (S/5,000.00), dividido en cien (100)
participaciones sociales, con un valor nominal de cincuenta soles
(S/50.00), distribuidas en el cincuenta y cinco por ciento (55%) a
favor de Victoria Villavicencio Rosales de Crispín y cuarenta y cinco
por ciento (45%) a favor de la Minera Molles Sociedad Anónima
Cerrada; II) El uno de mayo de dos mil trece, fue publicado en el
Diario Oficial “El Peruano”, el aviso de convocatoria a la Junta
General de Socios de la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada Victoria 100, la misma que se llevaría a cabo el quince de
mayo de dos mil trece, con los siguientes puntos a tratar: 1) Informe
general; 2) Reconocimiento de deudas; 3) Procesos judiciales y
penales; 4) Contratos de exploración minera; 5) Aumento de capital
social; y 6) Aprobación de estatutos; III) El catorce de mayo de dos
mil trece, remitieron a la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada Victoria 100, una carta poder a través de la cual designaban
a la misma persona que participaría en la junta como su
representante, precisando en la misma la reserva a los puntos 4) y 6)
de la agenda de la junta, en aplicación del artículo 124 y 126 de la
Ley General de Sociedades y el artículo 199 de la Ley General de
Minera; y IV) En la fecha y hora de la junta, el representante dejó
constancias de las observaciones respecto al punto 4) de la agenda,
pero a pesar de las reservas y observaciones, la misma se llevó a
cabo sin considerar que no había quórum para decidir acerca de un
acto que constituía una cesión de la concesión Victoria 100, a su vez
de disponer el cien por ciento (100%) del capital social de la Sociedad
Minera de Responsabilidad Limitada Victoria 100, habiéndose
inscrito el mismo el veinte de agosto de dos mil trece. 3.2. Mediante
escrito de fecha diecisiete de diciembre de dos mil trece, de fojas
ochenta y tres, la Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada
Victoria 100, contradice la demanda alegando que: I) No es cierto
que no hubo quórum como expresa la demandante, quien designó a
su representante en la Junta General y con su participación se logró
la asistencia del cien por ciento (100%) de participaciones; II) El
quórum se establece y se computa al inicio de la Junta, tal como
figura del Acta de Junta General de Socios de la Sociedad Minera de
Responsabilidad Limitada Victoria 100, por lo que existía quórum
calificado; III) Las observaciones que efectuó el apoderado de la
Minera Molles Sociedad Anónima Cerrada fueron extemporáneas,
ya que el punto 4 fue puesto en debate y aprobada en mayoría,
habiendo votado el referido apoderado en contra, de lo que se
concluye que sí participó de la Junta y ejerció su derecho a voto; y
IV) Por otra parte, el punto 4 de la agenda referido a los Contratos de
Explotación, no está comprendido en lo estipulado en el artículo 199
de la Ley General de Minería, ni en el artículo 126 de la Ley General
de Sociedades, por lo que para el quórum respectivo, no se requiere
de quórum calificado sino de quórum simple. 3.3. Por sentencia de
primera instancia de fecha veinticinco de agosto de dos mil catorce,
obrante a fojas ciento sesenta y cinco, el A quo declara fundada la
demanda interpuesta por Minera Molles Sociedad Anónima Cerrada,
contra Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada Victoria 100,
sobre Impugnación de Acuerdo en Junta General de Accionistas. Los
argumentos en los que se sustenta esta decisión son los siguientes:
I) Con la Carta Poder para Junta General de Socios de fecha trece
de mayo de dos mil trece, otorgado por el Gerente General de la
Minera Molles Sociedad Anónima Cerrada, el apoderado Manuel
Ramírez Ríos no estaba autorizado para participar en quórum para
los temas 4) y 6), al haberse otorgado dicho poder con la “reserva de
participaciones” para no ser computadas para establecer el quórum
requerido para tratar los puntos de la agenda 4) y 6), de acuerdo a lo
establecido en el artículo 124 de la Ley General de Sociedades, al
considerar que los referidos puntos de acuerdo con el artículo 199 de
la Ley General de Minería y artículo 126 de la Ley General de
Sociedades, son temas que requieren el quórum calificado; II) Pese
a la omisión del apoderado de la demandante, de no haber dejado
constancia de la misma al momento de formularse la lista de
asistentes, la demandada ya había tomado conocimiento de las
facultades con que contaba el mismo, y por tanto, se concluye que
dadas las reservas de participaciones para los temas específicos,
entre ellos el tema 4) de la agenda, no se contaba con el quórum
calificado requerido a fin de tratar el mismo; siendo ello así, la
autorización para suscribir contratos de explotación con mineros
artesanales, a condición del pago de una regalía entre el seis al ocho
por ciento (6% al 8%) y por el plazo de vigencia máximo de cinco
años, que por cierto sí implica actos de cesión, aprobado por mayoría
deviene en inválido al no haberse contado con el quórum calificado
requerido de acuerdo a lo establecido por los artículos 126 y 115 de
la Ley General de Sociedades y el artículo 199 del Decreto Supremo
número 014-92-EM, que aprueba el Texto Único Ordenado de la Ley
General de Minería – Decreto Legislativo número 109; y III) La
referida Junta deviene en nula de conformidad con lo previsto por el
artículo 143 de la Ley General de Sociedades – Ley número 26887;
consecuentemente la Cancelación de la Inscripción Registral de la
misma que corre en el Asiento número 0003 – Título Archivado
número 00461177 de la Partida Registral número 13013628,
resultando amparable en atención que de conformidad con lo
previsto en el artículo 2010 del Código Civil, la inscripción se hace en
virtud de un título y que ante la invalidez del mismo decae también su
97053
inscripción. 3.4. Elevado el auto en apelación, el Ad quem, por
Sentencia de Vista de fecha cuatro de mayo de dos mil quince,
obrante a fojas doscientos treinta y dos, revocó en todos sus
extremos la sentencia apelada que declaró fundada la demanda
interpuesta por la Minera Molles Sociedad Anónima Cerrada contra
la Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada Victoria 100, sobre
Impugnación de Acuerdo en Junta General de Accionistas, y
reformándola declararon infundada la aludida demanda; tras
considerar lo siguiente: I) Por Principio de Especialidad en la
aplicación de la norma la presente causa debe evaluarse según lo
dispuesto por la Ley General de Minería – Decreto Supremo número
014-92-EM; II) El acuerdo materia de impugnación no está
contemplado dentro de las situaciones reguladas por el artículo 199
de la Ley General de Minería – Decreto Supremo número 014-92-
EM, ya que el acuerdo consistió en autorizar la suscripción de
contratos de explotación con mineros artesanales en proceso de
formalización, y no así de un contrato de cesión minera, como lo
alega la parte demandante en su escrito de demanda; y III) Para la
celebración de la Junta General sea esta ordinaria o extraordinaria
sobre temas o asuntos no comprendidos dentro de los alcances del
artículo 199 de la Ley General de Minería – Decreto Supremo
número 014-92-EM, es suficiente la concurrencia de socios que
representen al menos la mitad del capital pagado; siendo así, se
aprecia que la demandada representaba el cincuenta y cinco por
ciento (55%) del capital pagado, es decir cincuenta y cinco
participaciones sociales, cumpliéndose así con el quórum requerido
por ley, por ende, el acuerdo respecto a la suscripción de contrato de
explotación con mineros artesanales también es válido. 4.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que,
según lo establecido por el artículo 384 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, el recurso extraordinario de
casación tiene por fines esenciales la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto así como la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia, por ende
este Tribunal Supremo sin constituirse en una tercera instancia
adicional en el proceso debe cumplir su deber pronunciándose
acerca de los fundamentos del recurso por la causal declarada
procedente. SEGUNDO.- Que, en el caso de autos se ha declarado
procedente la denuncia sustentada en vicios in iudicando,
consistente en la infracción normativa material por interpretación
errónea del artículo 199 del Texto Único Ordenado de la Ley General
de Minería, aprobado por Decreto Supremo número 014-92-EM,
argumentado en el sentido que, para el caso de un Contrato de
Explotación la Junta General no requiere quórum calificado, no
obstante se debió tener presente que la Ley General de Minería en
el Título Décimo Tercero establecía entre los contratos mineros: el de
transferencia, el de opción, el contrato de cesión minera, el contrato
de hipoteca, el contrato de prenda minera (hoy denominado Garantía
Mobiliaria), las sociedades contractuales y sucursales, las
sociedades legales y los contratos de riesgos compartidos,
apreciándose que no existe dispositivo que consigne al Contrato de
Explotación así como tampoco de la Garantía Mobiliaria,
introduciéndose a través del Reglamento aprobado por Decreto
Supremo número 013-2002-EM de fecha veintiuno de abril de dos
mil dos, la figura del Contrato de Explotación; agrega que el artículo
166 del Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería define
al Contrato de Cesión Minera y el artículo 18 del precitado
Reglamento el Contrato de Explotación, en tal sentido analizadas
comparativamente las características de ambos contratos estos
comparten todas esas, siendo la única diferencia que en el Contrato
de Cesión Minera debe cederse toda la concesión a cualquier
persona minera y en el Contrato de Explotación se puede ceder todo
o parte de la concesión a un minero artesanal de lo que se puede
afirmar que el Contrato de Explotación es una Subespecie del
Contrato de Cesión. TERCERO.- Que, en tal sentido, teniendo en
cuenta los argumentos de la parte recurrente es necesario establecer
primigeniamente si la cláusula cuarta del documento denominado
Junta General de Socios de la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada Victoria 100 obrante a fojas once, está referida a un contrato
de Explotación Minera o a uno de Cesión Minera, y para ello resulta
de suma importancia verificar si la Sala de Vista cumplió con analizar
los artículos 166 y 18 del Decreto Supremo número 014-92-EM (Ley
General de Minería) referidos a la Concesión Minera y a la
Explotación Minera respectivamente, el primero de los nombrados
literalmente establece que: “El concesionario podrá entregar su
concesión minera, de beneficio, labor general o transporte minero a
tercero, percibiendo una compensación (…). El cesionario se
sustituye por este contrato en todos los derechos y obligaciones que
tiene el cedente”. Por su parte el artículo 18 del mencionado decreto
supremo (Ley General de Minería), define: “por el acuerdo o contrato
de explotación el titular de un derecho minero autoriza a personas
naturales o jurídicas a desarrollar actividad minera artesanal para
extraer minerales en una parte o en el área total de su concesión
minera, a cambio de una contraprestación”. CUARTO.- Que,
narrando literalmente la cláusula cuarta de la aludida Junta General
de Socios, en ella se estableció que: “El Señor Presidente expresa
que estando vigente la Ley del Decreto Legislativo número 1105,
para formalización de los mineros informales y existiendo un
promedio de más de cien asociaciones de mineros artesanales
informales pero organizados, resulta pertinente suscribir Contratos
de Explotación, con todos aquellos que lo soliciten y acepten las
condiciones de la sociedad como es el pago de una regalía entre
seis a ocho por ciento (6% a 8%), plazo de vigencia máximo cinco

97054 CASACIÓN
años, cumplan con las normas de seguridad y medio ambiente
conforme a la Ley Minera, las operaciones de explotación deben
respetar el área cedida evitando conflictos con sus colindantes”. Y en
su segundo párrafo estableció que: “luego de una deliberación se
acordó por mayoría autorizar al Gerente General suscribir los
Contratos de Explotación con mineros artesanales en proceso de
formalización y esto no corresponde a una cesión minera”.
QUINTO.- Que, estando a lo precedentemente mencionado tenemos
que el Colegiado de vista advirtió que lo acordado estaba referido a
una explotación minera conforme al artículo 18 de la Ley General de
Minería, y si ello quedó claro, consecuentemente no le era aplicable
el artículo 199 de la aludida Ley General de Minería que está referido
al Quórum Calificado para la celebración de Juntas Extraordinarias y
Ordinarias y en su caso, cuando se trate de transferencia o cesión
de las concesiones. SEXTO.- Que, por todo ello, al verificar la
instancia de mérito que no le era aplicable el artículo en mención, sí
resulta de aplicación el artículo 198 de la Ley General de Minería el
cual está referido al Quórum Simple en el que se señala que: “para
la celebración de las Juntas Ordinarias y Extraordinarias, cuando no
se trate de los asuntos mencionados en el artículo 199, se requiere
la concurrencia de socios que representen, cuando menos, la mitad
del capital pagado. En segunda convocatoria, bastará la concurrencia
de cualquier número de participaciones. Finalmente establece que
los acuerdos se adoptarán por mayoría absoluta de las
participaciones concurrentes”. SÉTIMO.- Que, siendo ello así al
representar la demandada el cincuenta y cinco por ciento (55%) del
capital pagado, es decir cincuenta y cinco participaciones sociales,
se cumplió con el quórum establecido en el artículo 198 de la Ley
General de Minería, por ende el acuerdo es válido al haber sido
adoptado por mayoría absoluta de las participaciones concurrentes.
5. DECISIÓN: Por estas consideraciones y en aplicación del artículo
397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso
de casación interpuesto por la Minera Molles Sociedad Anónima
Cerrada a fojas doscientos cincuenta y seis; en consecuencia, NO
CASARON la sentencia de vista de fojas doscientos treinta y dos, de
fecha cuatro de mayo de dos mil quince, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,
bajo responsabilidad; en los seguidos por la Minera Molles Sociedad
Anónima Cerrada contra la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada Victoria 100, sobre Impugnación de Acuerdo en Junta
General de Accionistas; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia de la Jueza
Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-29
CAS. Nº 2766-2015 CUSCO
DIVISIÓN Y PARTICIÓN DE BIENES. Sumilla: La sentencia de
vista se encuentra arreglada a ley, al quedar acreditado que con la
falta de conciliación extrajudicial, no se afecta el derecho de defensa
de la parte impugnante, toda vez que a la fecha de interposición de
la demanda , como del auto admisorio de la misma, en el Distrito y
Provincia de Anta no estaban vigentes los alcances que regula el
Decreto Legislativo número 1070 que modifica la Ley número 26872
- Ley de Conciliación, como si lo estuvo en la Provincia de Cusco;
más aún si para suplir dicho acto, los órganos de mérito otorgaron al
recurrente la oportunidad de arribar a un acuerdo conciliatorio con la
parte actora en la audiencia llevada a cabo el veintiocho de octubre
de dos mil trece. Lima, diecisiete de agosto de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número dos mil
setecientos sesenta y seis – dos mil quince, en audiencia de la fecha
y producida la votación conforme a ley, emite la siguiente sentencia.
I. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación de
fojas trescientos treinta y siete interpuesto por Ubaldo Pinto Andrade
contra la sentencia de vista de fojas trescientos treinta, de fecha
veintinueve de mayo de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Cusco, que confirma la apelada que
declaró fundada la demanda y dispone se proceda a dividir el
inmueble en un cincuenta por ciento para cada propietario. II.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE DECLARÓ
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fecha veintitrés de diciembre de dos mil quince,
declaró procedente el recurso de casación por la infracción
normativa del artículo 236 inciso 1 de la Constitución Política
del Perú; y de la Ley número 26873 regulada por el artículo 6 del
Decreto Legislativo número 1070; alega que previamente a
interponer la demanda no se ha concurrido en forma previa a un
centro de conciliación, conforme a los alcances regulados en los
preceptos legales acotados; pues, las instancias de mérito no han
tomado en cuenta que dicha exigencia ha tomado vigencia en la
ciudad de Cusco en el año dos mil diez, situación que afecta su
derecho a la Tutela Judicial Efectiva y de Defensa. Asimismo, no se
observó que los bienes materia de litis tienen la calidad de bienes
propios por cuanto fueron adquiridos por su padre en un segundo
compromiso, como tampoco se dejó acreditado que la parte contraria
haya aparejado documental alguno con el que demuestre su derecho
de propiedad debidamente inscrito en los Registros Públicos. III.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Corresponde precisar que por
causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para la
procedencia del recurso”; pues, éste ha de sustentarse en las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
causales previamente señaladas en la ley; es decir puede
interponerse por infracción de la ley o por quebrantamiento de la
forma; considerándose como motivos de casación por infracción de
la ley, la violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso,
así como la falta de congruencia entre lo decidido y las pretensiones
formuladas por las partes y la falta de competencia; mientras que los
motivos por quebrantamiento de la forma aluden a las infracciones
en el procedimiento; en tal sentido, si bien todas las causales
suponen una violación de la ley, también lo es que ésta puede darse
en la forma o en el fondo y habiéndose declarado procedente la
denuncia casatoria por ambas causales corresponde hacer un
análisis respecto a la procesal a fin de determinar la existencia de un
vicio que amerite su nulidad. SEGUNDO.- Como sustento de su
pretensión casatoria la parte recurrente sostiene que se afecta su
derecho por cuanto las instancias de mérito no tuvieron en cuenta
que se admitió la demanda sin advertir que previamente a ella no se
fue a la conciliación, por lo que le corresponde a este Tribunal
Supremo verificar si la decisión adoptada por la Sala de mérito fue
expedida respetando lo dispuesto por el artículo 50 inciso 6 del
Código Procesal Civil concordante con la norma contenida en el
artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial que estatuyen que los Magistrados tienen la obligación de
fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de las normas y de
congruencia. TERCERO.- De lo actuado en el decurso del proceso
se advierte lo siguiente: a) Que corrido el trámite de la demanda de
división y partición, Ubaldo Pinto Andrade mediante escrito corriente
a fojas ciento cinco se apersonó al proceso, deduciendo nulidad de
los actuados, al considerar que se ha vulnerado los alcances que
regula el artículo 6 del Decreto Ley número 1070 modificado por la
Ley número 26872 que regula la Ley de Conciliación, pues
previamente a instar la demanda no solicitó la conciliación
extrajudicial; b) El Juez del Primer Juzgado Mixto de Anta de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, mediante resolución de fecha
dieciocho de setiembre de dos mil trece, declaró infundada la nulidad
acotada, al considerar que con la admisión a trámite de la demanda
no se ha vulnerado el derecho de defensa del nulidicente, por cuanto
el mismo cumplió con absolver el traslado de la demanda y que en el
desarrollo del proceso se les convocará a audiencia de conciliación
donde podrán llegar a un acuerdo; c) impugnada que fue dicha
decisión, es de apreciarse que la Sala Superior de la Corte Superior
de Justicia de Cusco, mediante resolución de fecha veintinueve de
mayo de dos mil quince, confirmó la decisión adoptada al considerar
que el fallo del Juez de la causa es correcto, por cuanto la parte
impugnante no demostró encontrarse afectado con la admisión de la
demanda, en virtud a que a la fecha de la interposición de la misma
la vigencia del Decreto Legislativo número 1070 que modifica la Ley
número 26872 - Ley de Conciliación, si bien comprendió el Distrito
conciliatorio del Cusco, cierto también es, que no comprendió el
Distrito de Anta. Asimismo, el Órgano Superior determinó que
tampoco se afecta el derecho del recurrente si al mismo se le dio la
oportunidad de llegar a un acuerdo con la parte actora en la audiencia
de conciliación, intento que fracasó. CUARTO.- Atendiendo a las
denuncias invocadas por la parte recurrente y después de haber
efectuado la revisión de autos y análisis de la resolución recurrida,
ésta Sala Suprema colige que la misma se encuentra arreglada a ley,
toda vez que quedó plenamente acreditado que con la falta de
conciliación extrajudicial, no se afecta el derecho de defensa de la
parte impugnante, toda vez que a la fecha de la interposición de la
demanda como del auto admisorio de la misma, en el Distrito y
Provincia de Anta no estaban vigentes los alcances que regula el
Decreto Legislativo número 1070 que modifica la Ley número 26872
- Ley de Conciliación, como si lo estuvo en la Provincia de Cusco;
más aún si para suplir dicho acto, los órganos de mérito otorgaron al
recurrente la oportunidad de arribar a un acuerdo conciliatorio con la
parte actora en la audiencia llevada a cabo el veintiocho de octubre
de dos mil trece, conforme es de verse del Acta obrante a fojas ciento
ochenta y siete; siendo evidente que con dichas alegaciones lo único
que pretende el impugnante es rebatir el criterio adoptado por los
Jueces de mérito, lo cual no es viable por contravenir los fines del
recurso de casación, como tampoco puede ampararse bajo dichas
afirmaciones las denuncias de las normas constitucionales; por lo
que el recurso de casación deviene en infundado. IV- DECISIÓN Por
los fundamentos expuestos; y en aplicación del artículo 197 del
Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de
casación de fojas trescientos treinta y siete interpuesto por Ubaldo
Pinto Andrade; NO CASARON la sentencia de vista de fojas
trescientos treinta, de fecha veintinueve de mayo de dos mil quince,
que confirma la decisión impugnada; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Eva Segovia Pinto con Ubaldo
Pinto Andrade, sobre División y Partición de Bienes; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-30
CAS. Nº 2892-2015 JUNÍN
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Principio de publicidad.- A
la fecha en que se produjo el acto (…) de adjudicación,(…) la
actora ya contaba con su derecho de propiedad inscrito en una
partida que surgió producto de un acto de independización del
predio sub materia que aparecía registrado; por lo que en el caso
concreto, es forzoso concluir que el artículo 2014 del C.C. debe ser
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
interpretado de manera concordada con el Principio de Publicidad
contenido en el artículo 2012 del C.C. y por el cual nadie puede
negar el conocimiento que se tiene respecto al contenido de las
inscripciones registrales. Lima, diecisiete de junio de dos mil
dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número dos mil ochocientos noventa y dos – dos mil quince, en
audiencia del día de la fecha y luego de verificada la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación de fojas doscientos
ochenta y siete interpuesto por Ricardo Armando Lázaro Romero
contra la sentencia de vista de fojas doscientos setenta y siete, de
fecha veinte de mayo de dos mil quince, que confirma la apelada
de fojas doscientos cuarenta y seis, de fecha catorce de enero de
dos mil quince que declaró fundada la demanda de fojas sesenta y
dos, en consecuencia declara que Irma Miriam Nestares
Iparraguirre ostenta el mejor derecho de propiedad sobre el
inmueble ubicado en el Jirón Loreto número mil doscientos
cuarenta y nueve y mil doscientos cincuenta y uno, signado como
Lote número veinticuatro, de la Manzana “X” del Sector tres del
Centro Poblado Cajas Chico, del Distrito y Provincia de Huancayo
del Departamento de Junín, de una extensión de ciento ochenta y
siete punto cuarenta metros cuadrados (187.40 m2), que aparece
inscrito en la Partida Registral número P16021035. 2.-
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE DECLARÓ
PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante Resolución de fecha
veintidós de octubre de dos mil quince, que corre a fojas treinta y
ocho del cuadernillo de casación, esta Sala Suprema declaró
procedente el recurso de casación por las siguientes causales: a)
Infracción normativa de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, bajo cuyo cargo se ha señalado
que la Sala Superior no ha absuelto sus agravios contenidos en su
recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de primer
grado, ya que el análisis de dicho órgano jurisdiccional no resulta
coherente, lo que demuestra poco entendimiento del proceso y
poco análisis de lo discutido en autos; b) Infracción normativa de
los artículos 2014 y 2015 del Código Civil, bajo cuyo cargo se ha
sostenido que la Sala de vista no ha tenido en cuenta que la
supuesta independización no es otra cosa que una inscripción
doble sobre un mismo inmueble que por su naturaleza y extensión
es fácil de identificar, por lo que al estimar la demanda de mejor
derecho de propiedad se estaría estableciendo que han sido
sorprendidos por el Poder Judicial al haberse realizado un remate
judicial de un predio inexistente. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO:
Dado sus efectos nulificantes, corresponde empezar el análisis del
recurso de casación por la causal descrita en el literal a).
SEGUNDO: Por escrito de fojas sesenta y dos, Irma Miriam
Nestares Iparraguirre demanda que el órgano jurisdiccional
declare, al amparo de los artículos 2014 y 2016 del Código Civil,
que ostenta el mejor derecho de propiedad sobre el inmueble
ubicado en el Jirón Loreto número mil doscientos cuarenta y nueve
y mil doscientos cincuenta y uno, conocido también como Lote
número veinticuatro, Manzana “X”, Sector tres, del Centro Poblado
Cajas Chico, Distrito y Provincia de Huancayo, Departamento de
Junín, de un área de ciento ochenta y siete punto cuarenta metros
cuadrados (187.40 m2), cuyas colindancias y medidas perimétricas
se hallan inscritas en la Ficha número 18442 que fueron trasladadas
a la Partida Electrónica número P16021035 de los Registros
Públicos de Huancayo; acción que la dirige contra Ricardo Armando
Lázaro Romero y Mary Lenny Safora Herrera. TERCERO: Como
sustento de su pretensión, la actora señala que el inmueble ubicado
en la Calle Loreto Cuadra doce de Huancayo fue adquirido por
Juan Mendoza Guerra y Josefina Romero Sánchez el veinte de
febrero de mil novecientos setenta y cinco, tal como aparece
anotado en los Registros Públicos el doce de noviembre de mil
novecientos ochenta y seis en la Ficha Registral número 18442
que continúa en la Partida Electrónica número 02010507; y que en
el año dos mil, el Organismo de Formalización de la Propiedad
Informal - COFOPRI transfiere las inscripciones y anotaciones de la
Ficha número 18442 a la Partida número P16021035 y le asigna
una nueva identificación al inmueble, el de Lote número veinticuatro,
Manzana “X”, Sector tres del Centro Poblado Cajas Chico,
habiendo las mencionadas personas mediante Escritura Pública de
fecha veintisiete de agosto de dos mil cinco transferido cincuenta y
nueve punto treinta metros cuadrados (59.30 m2) del inmueble
ahora signado como el Lote número veinticuatro, de igual manera,
mediante Minuta de Compraventa de fecha veintinueve de
noviembre de dos mil ocho los mismos vendedores antes aludidos
le transfirieron del mismo predio ciento veintiocho punto diez
metros cuadrados (128.10 m2); acto jurídico que se elevó a
Escritura Pública el dos de setiembre de dos mil diez y por el cual
adquirió la propiedad de ciento ochenta y siete punto cuarenta
metros cuadrados (187.40 m2), que es el área total del inmueble
sub judice como aparece anotado en los Registros Públicos en la
Partida número P16021035 desde el veintiocho de junio de dos mil
doce, conforme a la copia literal que corre a fojas veintisiete;
precisa que desde el momento en que se celebraron los negocios
jurídicos en comento pasó a ejercer la posesión directa de las
áreas materia de venta. CUARTO: Acotó que a raíz de la visita a su
domicilio de unos efectivos policiales el veinte de setiembre de dos
mil trece con el objetivo de constatar quienes residían en él, se ha
enterado de la existencia de un proceso de ejecución de garantías
seguido por la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Huancayo
97055
contra los anteriores propietarios Juan Mendoza Guerra y Josefina
Martina Romero de Mendoza (Expediente número 5225-2008) en
el cual, en la etapa de ejecución, se ha rematado y adjudicado el
predio de su propiedad a favor de los demandados Ricardo
Armando Lázaro y Mary Lenny Safora Herrera, a través de la
resolución número cincuenta y tres de fecha diecisiete de junio de
dos mil trece. QUINTO: El Colegiado de la Primera Sala Mixta de
Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín al declarar
fundada la demanda ha concluido, entre otras razones, que del
texto de la Resolución número cincuenta y tres, de fecha diecisiete
de junio de dos mil trece, cuya copia obra a fojas noventa y uno, a
través de la cual se dispuso la adjudicación del inmueble ubicado
en la Calle Loreto Cuadra doce, de una extensión de doscientos
cuarenta y ocho metros cuadrados (248.00 m2) a favor de los
demandados, se puede extraer que ésta hace referencia al predio
que se encuentra inscrito en la Ficha Registral número 18442
continuada en la Partida Electrónica número 02010507 del Registro
de Propiedad Inmueble de Huancayo, documento distinto, en el
que se encuentra registrado el predio a nombre de la demandante
que es la signada como Partida número P16021035 que tiene
como antecedente registral la Partida número P16020887 y que se
deriva de una independización que aparece anotada desde el año
dos mil, conforme es de verse a fojas dieciocho, por lo que es
evidente que al momento de la referida adjudicación, la
independización en comento ya aparecía registrada y publicitada
desde hace más de diez años atrás, generando las consecuencias
jurídicas que impone el Principio de Publicidad contenido en el
artículo 2012 del Código Civil; en tal sentido, puntualiza que aun
cuando los demandados alegan que actuaron de buena fe, dado
que su adquisición se produjo producto de una adjudicación
judicial, lo cierto y concreto es que cuando aconteció tal acto, la
partida donde constaba inscrito el derecho de propiedad de la parte
actora ya existía, no pudiéndose argüirse su desconocimiento, en
aplicación del principio en mención. SEXTO: Al haberse hecho
alusión en el recurso de casación a que el análisis del recurso de
apelación interpuesto contra el fallo de primera instancia resulta
defectuoso, corresponde precisar los agravios esgrimidos en tal
medio impugnatorio; y consecuentemente, verificar si éstos han
sido adecuadamente atendidos por el Colegiado Superior.
SÉTIMO: Del escrito de apelación obrante a fojas doscientos
sesenta y tres se aprecia que el ahora recurrente ha sustentado el
mismo bajo los siguientes cargos: a) que en el presente proceso
debieron ser demandados tanto el Procurador Público del Poder
Judicial así como el de los Registros Públicos y el representante de
esta institución, b) que se ha resuelto la litis sin observar los puntos
controvertidos fijados a través de la Resolución número seis de
fecha treinta de marzo de dos mil catorce corriente a fojas ciento
treinta y siete, atentándose contra lo dispuesto en el inciso 4 del
artículo 122 del Código Procesal Civil; c) que el gravamen de
hipoteca que se pretende ejecutar en el proceso de ejecución de
garantías está inscrito en la Partida número 01020507 que data del
año mil novecientos setenta y cinco, mientras que la partida en la
cual se encuentra registrado el inmueble sub judice a favor de la
actora y la que se pretende valorar es la número P16021035 que
resulta ser duplicada; d) que ha adquirido de buena fe el bien
producto de un remate que se llevó a cabo en el proceso de
ejecución de garantías signado con el número 5225-08; e) la actora
debió haber acudido al proceso de tercería de propiedad para
hacer valer su supuesto derecho; f) no se valoró el proceso de
nulidad de Escritura Pública Hipotecaria interpuesto por Carlos
Mendoza Romero, hijo de Juan Mendoza Guerra y Josefina Martina
Romero de Mendoza (Expediente número 2009-2010), que fue
desestimado tanto en primera como en segunda instancia y cuyos
fundamentos que sostenían su pretensión han sido los mismos que
se han expresado para el sustento de la presente acción. OCTAVO:
Ahora bien, del texto de la sentencia de vista de fecha veinte de
mayo de dos mil quince, corriente a fojas doscientos setenta y siete
se advierte que el Colegiado Superior además de lo expresado en
el considerando quinto de la presente resolución, ha expresado
que: a) estando a que la pretensión de mejor derecho de propiedad
persigue despejar cualquier incertidumbre que pueda existir en
torno a la titularidad dominial de un bien, corresponde al órgano
jurisdiccional determinar cuáles de los títulos que ostentan las
partes que se consideran propietarios resulta ser preferente frente
a la que pueda tener la otra, por lo que no se requiere emplazar a
otras personas que no tengan la cualidad en mención; b) aun
cuando el apelante no ha descrito puntualmente qué punto
controvertido habría sido inobservado, al estar referidas las
cuestiones en debate a establecer cuál de las partes es la que
ostenta el mejor derecho de propiedad, es indudable que el
razonamiento del juzgador ha pasado por esclarecer los puntos
delimitados a través de la Resolución número seis de fecha treinta
de mayo de dos mil catorce, los mismos que están orientados a
dilucidar tal aspecto. NOVENO: Además, enfatizó que: c) de las
instrumentales de fojas quince a veintinueve se aprecia que la
Partida número P16021035 constituye un acto de independización
proveniente de la Partida número P16020887, ya que del Asiento
0001 inscrito el catorce de noviembre de dos mil se desprende que
se ha independizado el predio sub judice en mérito de la inscripción
del plano de trazado y lotización del Centro Poblado Cajas Chico
aprobado por Resolución de Jefatura de la Oficina de Jurisdicción
Ampliada de la Sede Central Lima – Ciudad Huancayo – Jauja,
Concepción, Chupaca número 064-2000-COFOPRIOJAHJCCH;

97056 CASACIÓN
esto es, que se trata de un acto registral de más de diez años; d) la
buena fe que se alega no puede estar desligada en el caso de
autos del Principio de Publicidad contenido en el artículo 2012 del
Código Civil, por el cual se establece que los demandados
adquirieron el predio sub judice, teniendo conocimiento de la
inpedendización registral que aparecía anotada en los Registros
Públicos desde el año dos mil; e) la actora asumiendo la validez del
título que ostentan los demandados ha optado por la interposición
de la presente acción, escenario en el cual el órgano jurisdiccional
determina a cuál de las partes en contienda le otorga la calidad de
propietario con título preferente en relación a la otra, por lo que la
demanda de tercería a la que hace alusión el apelante no tiene
relevancia alguna para el caso de autos; y f) aun cuando el apelante
no ha indicado cuál es la similitud que podría existir entre el
Proceso de Nulidad de Escritura Pública Hipotecaria aludida con el
presente Proceso; lo cierto es que a través del presente Proceso se
persigue establecer cuál de las partes tiene el mejor derecho de
propiedad sobre el inmueble sub judice; además el impugnante no
ha demostrado en qué medida el resultado de dicho proceso va a
tener incidencia con lo que es materia de debate en autos.
DÉCIMO: Así precisadas las cosas, es claro que la recurrida no ha
infringido las garantías contenidas en los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, en los términos que han
sido propuestos por el impugnante, por lo que debe ingresarse al
análisis de la otra causal denunciada en el presente recurso.
DÉCIMO PRIMERO: El artículo 2014 del Código Civil prevé que el
tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de
persona que en el registro aparece con facultades para otorgarlo,
mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque
después se anule, rescinda o resuelva el del otorgante por virtud de
causas que no consten en los registros públicos, agregando dicho
dispositivo legal que la buena fe se presume mientras no se pruebe
que conocía la inexactitud del registro; por su parte, el artículo 2015
del mismo cuerpo de leyes señala que ninguna inscripción, salvo la
primera, se hace sin que esté inscrita o se inscriba el derecho de
donde emane. DÉCIMO SEGUNDO: De lo expuesto se puede
sostener que el artículo 2014 del Código Civil recoge el Principio de
la Buena Fe Registral, en el que para su aplicación deben concurrir
copulativamente los siguientes requisitos: a) el adquirente obtenga
el derecho a título oneroso; b) el adquirente actúe de buena fe tanto
al momento de la celebración del acto jurídico del que nace su
derecho, como al momento de la inscripción del mismo, buena fe
que se presume mientras no se acredite que tenía conocimiento de
la inexactitud del registro, esto es, se trata de una presunción iuris
tantum; c) el otorgante aparezca registralmente con capacidad
para otorgar el derecho del que se tratase; d) el adquirente inscriba
su derecho; y e) que ni de los asientos registrales ni de los títulos
inscritos resulten causas que anulen, rescindan o resuelvan el
derecho del otorgante. DÉCIMO TERCERO: En este orden de
cosas, el Principio en comento persigue proteger al tercero que ha
adquirido un derecho de quien finalmente tiene capacidad para
otorgarlo, lo que implica buscar la seguridad en el tráfico
inmobiliario, no obstante, la búsqueda de la seguridad en tal tráfico
puede importar un sacrificio de la seguridad del derecho; por ello es
que para morigerar tal sacrificio el legislador ha dificultado el
acceso al Principio de la Buena Fe Registral, el que para ser
alegado debe cumplir con los requisitos a los que se ha hecho
referencia anteriormente; por tanto, la norma que contiene el
mencionado principio debe ser interpretada en forma restrictiva.
DÉCIMO CUARTO: Cabe añadir que uno de los requisitos que
tiene que cumplir quien alega el Principio de la Buena Fe Registral
para que su derecho resulte oponible, es que actúe de buena fe
tanto al momento de la celebración del acto jurídico del que nace
su derecho, como al momento de la inscripción del mismo.
DÉCIMO QUINTO: Bajo tal contexto, en el caso de autos se
aprecia una circunstancia muy particular pues nadie duda de la
legalidad que se presume del acto de adjudicación a favor de una
persona que adquiere un bien a consecuencia de un remate
judicial, empero tampoco se puede dejar de lado, conforme lo han
establecido los jueces de mérito, que a la fecha que se produjo en
el caso de autos el acto en mención, esto es junio de dos mil trece,
la actora ya contaba con su derecho de propiedad inscrito en una
Partida que surgió producto de un acto de independización del
predio sub materia que aparecía registrado a partir del año dos mil
con arreglo a la instrumental de fojas dieciocho; por lo que en el
caso concreto, es forzoso concluir que el artículo 2014 del Código
Civil debe ser interpretado de manera concordada con el Principio
de Publicidad contenido en el artículo 2012 del citado Código Civil
y por el cual nadie puede negar el conocimiento que se tiene
respecto al contenido de las inscripciones registrales. DÉCIMO
SEXTO: En tal orden de cosas, la parte demandada no puede
alegar el desconocimiento del acto de independización que
aparecía anotado en los Registros Públicos desde el año dos mil,
justamente en aplicación del Principio de Publicidad al que se ha
hecho alusión, ya que al momento en que se produjo la adjudicación
del bien a su favor, ésta conocía de la existencia de la mencionada
independización que se había efectuado, razonamiento que al
haber sido asumido por el Colegiado Superior evidencia que no se
ha producido la denunciada infracción del artículo 2014 del Código
Civil, al expedirse la impugnada. DÉCIMO SÉTIMO: Asimismo, es
menester destacar que la Sala Superior al confirmar la apelada ha
recogido los fundamentos de ésta en el sentido que de fojas quince
a veintinueve se aprecia que en la Partida Registral número
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
P16021035, cuyo antecedente registral es la Partida número
P16020887, consta anotado el predio signado como Lote número
veinticuatro de la Manzana “X” del Centro Poblado Cajas Chico,
Sector tres, del Distrito y Provincia de Huancayo del Departamento
de Junín, cuya extensión superficial es de ciento ochenta y siete
punto cuarenta metros cuadrados (187.40 m2), metraje que ha sido
adquirido por la actora en virtud de los negocios jurídicos a que ha
hecho referencia en su escrito de demanda, celebrados con Juan
Mendoza Guerra y Josefina Romero Sánchez quienes aparecen
como propietarios en virtud a la Escritura Pública de Compraventa
de fecha veinte de febrero de mil novecientos setenta y cinco
celebrada con la propietaria primigenia Emilia Guerra viuda de
Mendoza, todo lo cual aparece inscrito en la aludida Partida
número P16021035; por lo que no se advierte que en la emisión de
la recurrida se haya infringido el Principio de Tracto Sucesivo
contenido en el artículo 2015 del Código Civil que persigue, entre
otros, que Registros Públicos refleje las transmisiones que se haya
podido efectuar sobre un inmueble que se encuentra inscrito en tal
entidad. DÉCIMO OCTAVO: Por lo demás, cabe precisar que el
impugnante se ha limitado a sostener que el tracto sucesivo está
demostrado por la continuación registral y la supuesta
independización que no es otra cosa que una doble inscripción
sobre el inmueble sub judice, alegación esta última que no ha sido
acreditada en el proceso conforme al Principio de la Carga de la
Prueba que impone a las partes el artículo 196 del Código Procesal
Civil. DÉCIMO NOVENO: Consecuentemente, al no haberse
demostrado que las causales invocadas a través del recurso de
casación resulten amparables, en aplicación del artículo 397 del
Código Procesal Civil, merece ser desestimado por resultar
infundado. 4.- DECISIÓN: Por las razones expuestas, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación de fojas doscientos ochenta y
siete interpuesto por Ricardo Armando Lázaro Romero, en
consecuencia NO CASARON la sentencia de vista de fojas
doscientos setenta y siete, de fecha veinte de mayo de dos mil
quince expedida por la Primera Sala Mixta de Huancayo de la
Corte Superior de Justicia de Junín; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Irma Miriam Nestares
Iparraguirre con Ricardo Armando Lázaro Romero y otra, sobre
Mejor Derecho de Propiedad; y los devolvieron. Ponente Señora
Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-31
CAS. Nº 2799-2015 DEL SANTA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: La figura
jurídica de la convivencia no es un tema que deba ser dilucidado en
este proceso, cuya materia es de desalojo en vía sumarísima, sino
resulta necesario una declaración antelada para poder determinar
si la demandada tiene justificada su posesión partiendo de la
premisa de que ésta sustenta su derecho en mérito al derecho de
adjudicación que habría tenido su conviviente causante. Lima,
diecisiete de junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la presente causa número dos mil setecientos
noventa y nueve – dos mil quince, en Audiencia Pública llevada a
cabo en la fecha; y producida la votación con arreglo a ley, emite la
siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN:
Se trata del recurso de casación interpuesto por la Empresa
Regional de Servicio Público de Electricidad Electronorte Medio
Sociedad Anónima – Hidrandina a fojas trescientos veintidós,
contra la sentencia de vista de fojas doscientos noventa y nueve,
de fecha doce de marzo de dos mil quince, expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa, que
revoca la sentencia apelada contenida en la Resolución número
trece, de fojas doscientos setenta y uno, de fecha treinta de julio de
dos mil catorce, que declara improcedente la demanda de Desalojo
por Ocupación Precaria; y reformándola declararon infundada la
misma; en el proceso seguido por la Empresa Regional de Servicio
Público de Electricidad Electronorte Medio Sociedad Anónima –
Hidrandina contra Zoila Enedina Solís Privat, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria. 2. CAUSALES DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Por Resolución de fecha veintidós de octubre de dos
mil quince, corriente a fojas treinta y uno del cuaderno de casación,
este Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de su
propósito, por las causales denunciadas de: 2.1. Infracción
normativa de derecho material del artículo 326 del Código
Civil. 2.2. Interpretación errónea de una norma de derecho
material del artículo 911 del Código Civil. 2.3. Contravención
de las normas que garantizan el Derecho a un Debido Proceso
del artículo 5 de la Constitución Política del Perú. 3.
ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por la empresa recurrente, conviene hacer las
siguientes precisiones respecto de lo acontecido en el proceso:
3.1. Con fecha veintidós de julio de dos mil trece, a fojas cuarenta
y cuatro, la Empresa Regional de Servicio Público de Electricidad
Electronorte Medio Sociedad Anónima - Hidrandina, solicita que se
le restituya el bien inmueble ubicado en la Urbanización La Caleta,
Manzana T, Lote 03 (Los Fresnos 9A-6) de la ciudad de Chimbote,
con un área de doscientos sesenta punto diez metros cuadrados
(260.10 m2), inscrito en la Partida Registral número 02000674 del
Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de la
referida ciudad, el mismo que se encuentra en posesión de Zoila
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Enedina Solís Privat. Argumenta su pedido en los siguientes
motivos: I) La demandada viene ocupando y ejerciendo la posesión
en forma precaria, sobre el bien materia de litis, de propiedad de la
empresa demandante, desde que en vida fue Lucio Ricaldi Hurtado,
quien laboró para la empresa demandante hasta febrero de mil
novecientos noventa y nueve; II) Al haber cesado su condición de
trabajador de la empresa demandante carece de justo título para
que continúe en posesión del bien inmueble, teniendo en tal sentido
la condición de precaria; y III) Lucio Ricaldi Hurtado interpuso una
acción de cumplimiento (Expediente número 1956-2005) y una
acción contenciosa administrativa (Expediente número 3360-
2007), ambos tramitados ante el Primer Juzgado Civil y vencidos a
favor de la empresa demandante. 3.2. Mediante escrito de fecha
veintitrés de octubre de dos mil trece, a fojas ciento noventa y ocho,
la demandada Zoila Enedina Solís Privat contesta la demanda bajo
los siguientes términos: I) La empresa demandante aduce que la
demandada viene ejerciendo la posesión del inmueble sub litis en
forma precaria; sin embargo, después se contradice cuando señala
que la misma fue entregada como condición de trabajo a su finado
ex conviviente Lucio Ricaldi Hurtado; II) La demandada tiene la
condición de concubina supérstite de Lucio Ricaldi Hurtado, ex-
trabajador de la empresa demandante, con quien ha mantenido
una relación convivencial por más de treinta (30) años; III) El
veinticuatro de febrero de mil novecientos noventa y nueve, la
empresa demandante le informa a su finado conviviente Lucio
Ricaldi Hurtado que tiene la oferta de venta del bien materia de litis,
el cual aceptó esta oferta, pero por motivos que se desconocen la
empresa demandante no cumplió con el procedimiento de venta y
en forma arbitraria me solicitó que desocupara su bien; y IV)
Posterior a ello la empresa demandante le solicitó que presente
una serie de documentación que acredite su posesión, la cual
cumplió pero esta hizo caso omiso y reiteró su pedido sobre
desocupar el bien, motivo por el cual se ha entablado una demanda
contenciosa administrativa. 3.3. Por sentencia de primera instancia,
de fecha treinta de julio de dos mil catorce, obrante a fojas
doscientos setenta y uno, el Tercer Juzgado Especializado Civil de
la Corte Superior de Justicia Del Santa, declara improcedente la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria argumentando que
la demandada sí cuenta con un título válido para oponerse al
desalojo, que vienen a ser las disposiciones de la Ley número
27004, así como la autorización que le otorga la demandante al
conviviente de la demandada Lucio Ricaldi Hurtado, el derecho
preferente de venta sobre el inmueble materia de litis, por tanto al
existir una situación que justifique la posesión de la demandada no
se configuraría la posesión precaria. 3.4. Elevada la Sentencia en
apelación, el Ad quem, por sentencia de vista de fecha doce de
marzo de dos mil quince, obrante a fojas doscientos noventa y
nueve, revoca la sentencia materia de apelación, contenida en la
Resolución número trece, de fecha treinta de julio de dos mil
catorce, que declaró improcedente la demanda de Desalojo por
Ocupación Precaria; y reformándola, declararon infundada la
misma; tras considerar lo siguiente: I) No se fijó como punto
controvertido el determinar la calidad de conviviente de la
demandada; II) Si bien no existe Declaración Judicial de
Convivencia de la demandada con el difunto Lucio Ricaldi Hurtado,
existen otros documentos que acreditan la convivencia, como son
las partidas de nacimientos de sus hijos, así como la de defunción
del referido difunto; y III) El artículo 1 de la Ley número 27004,
autoriza a la demandante la adjudicación en venta directa de los
bienes inmuebles de su propiedad de uso no operativo a favor de
los trabajadores o ex-trabajadores, sus cónyuges o sus
convivientes, con derecho al régimen de gananciales que ocupan
estos inmuebles, por lo que le corresponde a la demandada
adjudicarse del bien materia de litis que en su oportunidad la
demandante le ofreció a su conviviente Lucio Ricaldi Hurtado y que
este aceptó, siendo la demandada continuadora de los derechos
de su conviviente. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:
PRIMERO.- Que, mediante la pretensión de Desalojo por
Ocupación Precaria se deberá establecer si la parte demandante
ha acreditado su derecho a la restitución del bien inmueble, y
respecto al demandado, si tiene un título que justifica su posesión.
En consecuencia, para que prospere la acción de desalojo por esta
causal se requiere la concurrencia inexorable de los siguientes
presupuestos: I) Que, el actor acredite su derecho a la restitución
del bien al tener la condición de propietario de éste o encontrarse
dentro de alguno de los supuestos contenidos en el artículo 586 del
Código Procesal Civil, que legitima a interponer la presente
demanda al arrendador, el administrador y todo aquel que, salvo lo
dispuesto en el artículo 598 del precitado Código, considere tener
derecho a la restitución de un predio; II) Que, no exista vínculo
contractual alguno entre demandante y demandado; III) Que, haya
ausencia absoluta de cualquier circunstancia que justifique el uso y
disfrute del bien inmueble por la parte demandada; y IV) Que, ante
la existencia de título que justifique la posesión del emplazado ésta
resulte ineficaz, es decir, que la posesión sea ilegítima, que no se
ajuste a derecho y, concretamente, que se ejerza bajo alguno de
los siguientes supuestos: a) Que el título con el que se cuenta sea
nulo, haya quedado resuelto o hubiese fenecido; b) Que se
adquiere de aquel que no tenía derecho a poseer el bien; y c) Que
se adquiera de aquél que teniendo derecho a la posesión, se
encontraba impedido de transmitirlo. SEGUNDO.- Que, en el
presente caso, la demandante Empresa Regional de Servicio
Público de Electricidad Electronorte Medio Sociedad Anónima -
97057
Hidrandina, pretende la restitución del inmueble de su propiedad
ubicado en la Urbanización La Caleta Manzana T, Lote 3 (Los
Fresnos 9A-6) de la Ciudad de Chimbote. TERCERO.- Que,
absolviendo los agravios del recurso de casación interpuesto por
causales sustentadas en vicios in procedendo como vicios in
iudicando, corresponde efectuar en primer término el análisis del
error procesal, toda vez que de resultar fundada tal denuncia, dada
su incidencia en la tramitación del proceso y su efecto nulificante,
carecería de sentido emitir pronunciamiento respecto de los errores
materiales. CUARTO.- Que, respecto a la causal de infracción
normativa procesal consistente en contravención a las normas
que garantizan el Derecho al Debido Proceso al no haberse
interpretado correctamente el artículo 5 de la Constitución
Política del Perú, la parte recurrente alega que esta norma ha sido
vulnerada en la Sentencia de Vista al no haberse interpretado
correctamente el último extremo, esto es, en cuanto a que la unión
de hecho “da lugar a una comunidad de bienes sujeta al régimen
de la sociedad de gananciales en cuanto sea aplicable”, agrega
que la interpretación correcta de la frase “en cuanto le sea
aplicable” es que anteladamente se debe acreditar la convivencia
con los requisitos de ley y contar con la decisión jurisdiccional de
haberse constituido de acuerdo a ley, caso contrario no le asistiría
los derechos sucesorios del conviviente. QUINTO.- El artículo 139
inciso 3 de la Constitución Política del Perú, establece como
principio de la función jurisdiccional la Observancia del Debido
Proceso. Este principio admite dos dimensiones; una formal o
procedimental y otra de carácter sustantivo o material. La primera
está concebida como un derecho continente que abarca diversas
garantías y reglas que garantizan un estándar de participación
justa o debida durante la secuela de todo tipo de procedimiento
(sea este judicial, administrativo, corporativo, particular o de
cualquier otra índole). En tanto que la segunda exige que los
pronunciamientos o resoluciones con los que se pone término a
todo tipo de proceso respondan a un referente mínimo de justicia o
razonabilidad, determinado con sujeción a su respeto por los
derechos y valores constitucionales. Es precisamente en esta
segunda dimensión que el debido proceso comprende un repertorio
de derechos que forman parte de su contenido esencial, entre
ellos, el derecho al juez natural, el derecho al procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, el derecho a la pluralidad
de instancias, el derecho a la motivación de las resoluciones, el
derecho a los medios de prueba, el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas, etc.; por lo que, la sola inobservancia de
cualquiera de estas reglas o derechos, convierte el proceso en
irregular. SEXTO.- Que, siendo ello así, tenemos que la Sala de
Vista ha considerado para los efectos de desestimar la demanda
que, la convivencia de Zoila Enedina Solís Privat con Lucio Ricaldi
Hurtado se encuentra fehacientemente acreditada a través de los
medios probatorios consistentes en la copia del Documento
Nacional de Identidad (DNI) de la demandada y el Acta de
Defunción del causante en la cual se verifica el mismo domicilio;
asimismo, el Colegiado de Vista merituó las Actas de Nacimiento
de los hijos de la demandada en donde igualmente se consignó el
domicilio “La Caleta 9A – 6 – Chimbote” arribando a la conclusión
que Zoila Enedina Solís Privat y el difunto Lucio Ricaldi Hurtado
eran convivientes y que aun no existiendo declaración judicial de
convivencia le asiste el derecho que poseía Lucio Ricaldi Hurtado
quien no tenía la calidad de precario y en tal condición la
demandada tampoco lo es. SÉTIMO.- Que, en materia casatoria no
corresponde a esta Sala Suprema analizar las conclusiones a las
que llegan las instancias de mérito sobre cuestiones de hecho, ni
las relativas a la valoración de la prueba examinada en instancia;
sin embargo, es factible el control casatorio tratándose de la
Vulneración al Debido Proceso al no haberse analizado
debidamente si le era aplicable a la demandada el artículo 5 de la
Constitución Política del Perú, luego de verificarse anteladamente
si se encontraba acreditada su convivencia con Lucio Ricaldi
Hurtado y como consecuencia de ello tener justificada su posesión
partiendo de la premisa de que la demandada sustenta su derecho
de posesión en mérito al derecho de adjudicación que tendría su
conviviente causante. OCTAVO.- Que, en ese sentido, la instancia
de mérito debe tener en cuenta que el tema de la convivencia no
debe ser dilucidado en este proceso cuya materia es de Desalojo
por Ocupación Precaria y se tramita en la vía sumarísima; sino que,
como dijéramos precedentemente, debe haberse declarado
anteladamente y ello corresponde ser verificado por el Colegiado
de Vista a los efectos de estimar o desestimar la demanda.
NOVENO.- Que, en consecuencia la sentencia recurrida ha
vulnerado el Derecho a un Debido Proceso, configurándose la
causal procesal denunciada, por lo que, frente a la invalidez
insubsanable de la sentencia de mérito, corresponde disponer que
el Ad quem emita un nuevo pronunciamiento con arreglo a ley, a
efectos de que resuelva el proceso de acuerdo a su naturaleza a fin
de establecer si la posesión de la demandada respecto del
inmueble sub litis deviene en precaria. DÉCIMO.- Que, por las
razones anotadas, al haberse amparado la causal de infracción
normativa procesal, carece de objeto desarrollar la causal de
infracción normativa material denunciada. 5.- DECISIÓN: Por estos
fundamentos y de conformidad con lo dispuesto en el inciso 1 del
artículo 396 del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por la Empresa Regional de
Servicio Público de Electricidad Electronorte Medio Sociedad
Anónima – Hidrandina S.A. a fojas trescientos veintidós; por

97058 CASACIÓN
consiguiente CASARON la resolución impugnada; en
consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas doscientos
noventa y nueve, de fecha doce de marzo de dos mil quince,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
Del Santa; ORDENARON que la Sala Superior emita nueva
sentencia, en concordancia con las consideraciones expuestas en
la presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Empresa Regional de
Servicio Público de Electricidad Electronorte Medio Sociedad
Anónima – Hidrandina S.A. contra Zoila Enedina Solís Privat, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-32
CAS. Nº 2933-2015 LIMA NORTE
OBLIGACIÓN DE DAR. SUMILLA: El derecho a probar además de
garantizar el derecho a ofrecer medios probatorios, a que sean
admitidos, actuados, y a que se asegure su producción o
conservación vía actuación anticipada, también garantiza que sean
valorados de manera adecuada y que dicha valoración se encuentre
debidamente motivada; sin embargo, ello no implica que
necesariamente se deba tener por acreditado el hecho que pretende
probar quien ofreció el medio probatorio en el proceso, sino que el
juez debe fundamentar las razones por las cuales considera si está
acreditado o no el hecho. La resolución que establece medidas
correctivas reparadoras en materia de protección al consumidor, que
causa estado en sede administrativa, constituye título ejecutivo que
puede ser pasible del proceso de ejecución aun cuando se haya
planteado una demanda contenciosa administrativa en su contra.
Lima, veintidós de junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa el día de la fecha y producida la
votación correspondiente de acuerdo a ley, expide la siguiente
sentencia. I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por la empresa demandada AUTOESPAR
Sociedad Anónima, (folios 212), contra el auto de vista contenida
en la Resolución número cuarenta y seis del diecinueve de marzo de
dos mil quince (folios 200), expedido por la Sala Civil Permanente de
la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, la cual confirmó la
apelada contenida en la Resolución número siete, del veintidós de
abril de dos mil catorce, que declara infundada la contradicción al
mandato de ejecución formulada por la ejecutada, ordenando llevar
adelante la ejecución hasta que AUTOESPAR Sociedad Anónima
cumpla con entregar al ejecutante Francisco Hidalgo Valles, un
vehículo nuevo del año, marca Toyota Corolla; precisándose,
conforme al título ejecutivo, contenido en la Resolución número 846-
2013/SPC-INDECOPI del nueve de abril de dos mil trece, que la
demandada cumpla con entregar un vehículo con las características
ofrecidas al demandante o, de no ser posible, devolver el dinero
pagado por el vehículo, equivalente a dieciocho mil trescientos
sesenta dólares americanos (US$18,360.00), más el interés legal,
costas y costos del proceso. II.- FUNDAMENTOS POR LOS
CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO:
Esta Sala Suprema mediante resolución del veintidós de octubre de
dos mil quince [folios 28 del cuadernillo de casación], ha declarado
procedente el recurso de casación por las siguientes causales: a)
Infracción normativa procesal de los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú; manifiesta que la Sala
Superior no realiza una evaluación correcta de los agravios
respaldados por los medios probatorios admitidos, lo que ha
originado que de una manera irregular se confirme la sentencia que
declara fundada la demanda; b) Infracción normativa procesal del
artículo 690-D del Código Procesal Civil; señala que ésta parte
contradijo el mandato ejecutivo en mérito a lo dispuesto en el artículo
690-D del Código Procesal Civil, es decir, en la inexigibilidad de la
obligación contenida en el título ejecutivo, atendiendo a que la
Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI no es exigible, por
cuanto ha interpuesto una demanda contencioso administrativa; y c)
Infracción normativa procesal de los artículos 188 y 196 del
Código Procesal Civil; refiere que ha probado la inexigibilidad de la
obligación, atendiendo a que el título ejecutivo adolece de veracidad
en su contenido y es incongruente con lo ordenado, máxime si se
advierte del propio contenido de la resolución que se ejecuta, que
esta no se encuentra con todos los puntos resueltos. III.-
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la absolución del
recurso de casación sub examine, es necesario hacer un recuento
de lo acontecido en el presente proceso, a fin de poder evaluar si
efectivamente se incurrieron en las infracciones normativas
denunciadas. a) DEMANDA.- El ejecutante Francisco Hidalgo Valles
interpone demanda de obligación de dar contra la empresa
AUTOESPAR Sociedad Anónima (en adelante: AUTOESPAR) en la
vía del proceso único de ejecución, a fin de que –pretensión
principal– cumpla con la entrega de un vehículo nuevo del año,
Toyota Corolla, o alternativamente –pretensión alternativa– efectúe
la devolución del dinero pagado por el vehículo nuevo ascendente a
la suma de dieciocho mil trescientos sesenta dólares americanos
(US$18,360.00). El demandante sustenta su pretensión indicando
que en el año dos mil once adquirió de la empresa ejecutada un
vehículo del año marca Toyota, por el cual pagó la suma de dieciocho
mil trescientos sesenta dólares americanos (US$.18,360.00), y al
figurar en la tarjeta de propiedad que el año de fabricación era el dos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
mil diez, presentó denuncia ante el Instituto Nacional de Defensa de
la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (en
adelante: INDECOPI), siendo que la Comisión de Protección al
Consumidor – Sede Lima Sur número Dos, declaró fundada en parte
su denuncia, ordenando como medida correctiva, que la empresa
ejecutada cumpla con efectuar la entre de un vehículo con las
mismas características ofrecidas o de no ser ello posible, la
devolución del dinero pagado por no tener las características
ofertadas al momento de su compra; decisión que fue confirmada
por la Sala Especializada en Protección al Consumidor mediante
Resolución del nueve de abril de dos mil trece (punto tercero); y
estando a que dicha resolución agota la vía administrativa, de
conformidad con el artículo 115.6 de la Ley de Protección al
Consumidor número 29571 constituye título ejecutivo, y en aplicación
del artículo 688 del Código Procesal Civil interpone la presente
acción ejecutiva; b) CONTRADICCIÓN.- La ejecutada AUTOESPAR
formula contradicción contra la demanda ejecutiva (folios 98)
señalando que han presentado demanda contencioso administrativa
solicitando la nulidad total de la Resolución número 846-2013/SPC-
INDECOPI, por lo que resulta incongruente jurídicamente que el
demandante pretenda ejecutar una parte del acto administrativo que
consiste en la medida correctiva, pues dicho acto está siendo
cuestionado en otra vía procesal, por lo que resulta inexigible
conforme al numeral 1 del artículo 690-D del Código Procesal Civil; y
que por otro lado, si bien el numeral 6 del artículo 115 del Código de
Protección y Defensa del Consumidor señala que la resolución final
que ordena el cumplimiento de la medida correctiva reparadora
constituye un título ejecutivo una vez que quede consentida o
causen estado en la vía administrativa, no obstante dicho dispositivo
legal contraviene el derecho que tiene todo administrado de acceder
a la vía judicial para cuestionar el acto administrativo emitido en
última instancia por la entidad administrativa, afectando así, el
derecho que tiene toda persona a un Debido Proceso y a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva, cuya observación constituye un principio de
la función jurisdiccional, tal como se advierte del inciso 3 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, debiendo aplicarse el control
difuso. c) ABSOLUCIÓN A LA CONTRADICCIÓN.- El ejecutante
Francisco Hidalgo Valles absuelve la contradicción (folios 150)
señalando que el Decreto Legislativo número 1067, en su artículo
25, establece claramente que la admisión de la demanda contencioso
administrativa no impide la vigencia ni la ejecución del acto
administrativo, y agrega que el control difuso que se solicita debía
hacerse valer ante el Tribunal Constitucional. d) AUTO FINAL.- Por
Resolución número siete del veintidós de abril de dos mil catorce
(folios 155) se declaró infundada la contradicción y se ordena llevar
adelante la ejecución hasta que la ejecutada AUTOESPAR cumpla
con entregar al ejecutante Francisco Hidalgo Valles, un vehículo
nuevo del año, marca Toyota Corolla o, cumpla con pagar al
ejecutante el valor del bien equivalente a la suma de dieciocho mil
trescientos sesenta dólares americanos (US$.18,360.00), más el
interés legal; se fundamentó la decisión indicando que el artículo 115
numeral 115.6 del Código de Protección y Defensa del Consumidor
– Ley número 29571, en lo referente a las medidas correctivas
reparadoras establece textualmente que, el extremo de la resolución
final que ordena el cumplimiento de una medida correctiva
reparadora a favor del consumidor constituye título ejecutivo
conforme a lo dispuesto en el artículo 688 del Código Procesal Civil,
una vez que quedan consentidas o causan estado en la vía
administrativa; y que además, según lo previsto en el artículo 25 de
la Ley número 27584, que regula el Proceso Contencioso
Administrativo, la admisión de la demanda contencioso administrativa
como la iniciada por la ejecutada en el caso de autos, no impide la
vigencia ni la ejecución del acto administrativo. e) RECURSO DE
APELACIÓN.- AUTOESPAR apela el Auto Final (folios 163)
señalando concretamente: 1.- La medida correctiva que contiene la
Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI, que constituye el
título ejecutivo, no contiene una obligación exigible porque al amparo
de los artículos 4 y 5 de la Ley número 27584 – Ley que regula el
Proceso Contencioso Administrativo, viene cuestionando dicha
medida correctiva, habiendo solicitado que se declare su nulidad
total ante un Juzgado Contencioso Administrativo, siendo que lo que
se resuelva en ese proceso judicial constituye aquel hecho o suceso
incierto al que está sometido el título; 2.- Por lo anterior, la resolución
administrativa que contiene la medida correctiva materia de
ejecución, está sujeta a una condición consistente en la decisión final
que se emita en el Proceso Contencioso Administrativo, por lo que
no es un título ejecutivo que pueda ser exigible; 3.- En la Resolución
número 846-2013/SPC-INDECOPI, la Sala del INDECOPI decidió
por un lado realizar una pericia al vehículo, la cual constituye una
prueba esencial para determinar si existe o no responsabilidad de
AUTOESPAR, y por otro lado, le ordena que devuelva un vehículo o
su valor equivalente en dinero, sin haberse realizado previamente
dicha pericia, lo que también coadyuva a concluir que el acto
administrativo materia de ejecución resulta ser inexigible; 4.- La
resolución apelada no se encuentra debidamente motivada conforme
lo requiere el inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil,
puesto que no se ha realizado el análisis efectuado en los numerales
precedentes, limitándose a realizar una interpretación literal de las
normas sin considerar que dicha interpretación está causando un
daño irreversible y sin pronunciarse sobre el control difuso solicitado.
f) AUTO DE VISTA.- Mediante el auto de vista contenido en la
Resolución número cuarenta y seis, del diecinueve de marzo de dos
mil quince, se confirmó la resolución apelada. Se fundamenta la
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
decisión indicando: 1.- Se formuló contradicción sin fundamentarla
en alguna de las causales previstas en el artículo 690-D del Código
Procesal Civil; 2.- Según el artículo 25 del Texto Único Ordenado de
la Ley número 27584, modificado por el Decreto Legislativo número
1067, la admisión de la demanda contencioso administrativa no
impide la vigencia ni la ejecución del acto administrativo; 3.- El
cuestionamiento sobre la validez de la resolución administrativa, en
este caso alegando incongruencia, no puede ser efectuado dentro
de un proceso ejecutivo sino en el contencioso administrativo; 4.- La
Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI constituye un título
ejecutivo en aplicación del artículo 115.6 del Código de Protección y
Defensa del Consumidor – Ley número 29571; 5.- Sobre la aplicación
del Control Difuso a fin de declarar inaplicable el citado artículo 115
del Código de Protección y Defensa del Consumidor, la parte
apelante no acredita de modo alguno que la citada norma legal sea
contraria a la Constitución; 6.- La apelante tiene expedito su derecho
para solicitar las medidas cautelares que considere pertinentes en el
expediente contencioso administrativo iniciado por AUTOESPAR en
contra del INDECOPI; 7.- La resolución apelada cumple con el
derecho constitucional a la debida motivación por cuanto el A quo ha
expresado en forma concisa, los fundamentos de hecho y derecho
que fundamentan la decisión; y 8.- Estando a la facultad conferida
por el artículo 407 del Código Procesal Civil, debe aclararse la
resolución apelada, precisándose como lo ordena el título ejecutivo
contenido en la Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI, que
la empresa demandada debe cumplir con entregar un vehículo con
las características ofrecidas al demandante o, de no ser ello posible
devolver el dinero pagado por el vehículo. SEGUNDO.- La recurrente
sostiene que el auto de vista infringe los incisos 3 y 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú porque no se realizó una
evaluación correcta de los agravios respaldados por los medios
probatorios admitidos, lo que ha originado que de una manera
irregular se confirme la resolución apelada; en tal sentido, se señala
que de acuerdo a los medios probatorios aportados por su parte, se
debió revocar la recurrida y desestimar la demanda, especificando
que ha presentado como prueba una copia de la demanda
contencioso administrativa en la cual se argumentó: (a) que hubo un
error en la emisión de la factura y que el consumidor –demandante–
sabía que el vehículo era del año de fabricación dos mil diez y el
modelo dos mil once, lo que le significó un descuento especial, pero
que por un error involuntario se consignó “2011” en el rubro año de
fabricación del documento denominado “orden de venta”; (b) que en
el procedimiento administrativo se demostró que el consumidor tenía
pleno conocimiento de que el año de fabricación era el dos mil diez
desde que adquirió el vehículo, lo que no fue considerado por la
Comisión de Protección al Consumidor; y, (c) que en el expediente
administrativo no existe constancia de que el demandante hubiera
sufrido un accidente el once de agosto de dos mil once en el vehículo
vendido por AUTOESPAR, habiéndolos acusado de fallas en la
fabricación y solo en base a su palabra se admitió la existencia de un
accidente de tránsito; siendo que además, la versión brindada por el
consumidor –demandante– no es coherente porque por un lado
manifiesta haber sufrido un accidente, pero por otro lado señalaba
que el vehículo llegó funcionando a AUTOESPAR sede Fiori, no
existiendo medio probatorio de que el automóvil en cuestión haya
sido remolcado sino que el vehículo llegó funcionando correctamente,
por lo que la versión brindada no se ajusta a la verdad. AUTOESPAR
precisa esta causal de infracción normativa procesal indicando que
no se ha valorado dicha demanda contencioso administrativa donde
se establecen afirmaciones contrarias a las resueltas por la
resolución que impugna, demostrándose la falta de revisión de la
prueba aportada. TERCERO.- AUTOESPAR también señala que
formuló contradicción al mandato ejecutivo en mérito a lo dispuesto
en el artículo 690-D del Código Procesal Civil, alegando la
inexigibilidad de la obligación contenida en el título ejecutivo,
atendiendo a que la Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI
no es exigible por cuanto ha interpuesto una demanda contencioso
administrativa en su contra, la misma que ha sido ofrecida como
medio probatorio y no ha sido valorada. CUARTO.- La empresa
recurrente indica además que se ha incurrido en infracción normativa
procesal de los artículos 188 y 196 del Código Procesal Civil puesto
que ha probado la inexigibilidad de la obligación, atendiendo a que el
título ejecutivo adolece de veracidad en su contenido y es
incongruente con lo ordenado, máxime si se advierte del propio
contenido de la resolución que se ejecuta, que esta no se encuentra
con todos los puntos resueltos. QUINTO.- Respecto al Derecho a la
Debida Motivación de las Resoluciones Judiciales, previsto en el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, el
Tribunal Constitucional ha señalado lo siguiente: “(…) El derecho a la
debida motivación de las resoluciones importa que los jueces, al
resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas
que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, por
lo demás, pueden y deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico
vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente
acreditados en el trámite del proceso (…)1. SEXTO.- Asimismo, el
Tribunal Constitucional también ha señalado en su doctrina
jurisprudencial que el debido proceso –contemplado en el inciso 3
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú– es un derecho
“continente”, puesto que comprende, a su vez, diversos derechos
fundamentales de orden procesal, esto es, una serie de garantías,
formales y materiales, de muy distinta naturaleza, que en conjunto
garantizan que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre
inmerso una persona, se realice y concluya con el necesario respeto
97059
y protección de todos los derechos que en él puedan encontrarse
comprendidos; y, que asimismo, tiene una dimensión sustancial
referido a la razonabilidad y proporcionalidad de las decisiones
judiciales; siendo que en su dimensión procesal el Debido Proceso
comprende, entre otros, el Derecho a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales, y en su dimensión sustantiva, supone que
toda decisión judicial debe ser razonable y proporcional2. SÉTIMO.-
En cuanto a los artículos 188 y 196 del Código Procesal Civil, que
según la empresa recurrente también han sido infringidos, tenemos
que el artículo 188 del Código Procesal Civil estipula: “(…) Finalidad.-
Artículo 188.- Los medios probatorios tienen por finalidad acreditar
los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el Juez
respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones
(…)”. En tanto que el artículo 196 del Código Procesal Civil establece:
“(…) Carga de la prueba.- Artículo 196.- Salvo disposición legal
diferente, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que
configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos
hechos (…). OCTAVO.- Los citados artículos 188 y 196 del Código
Procesal Civil regulan la finalidad de los medios probatorios y la
carga de la prueba, y como tal, constituyen una regulación específica
del derecho a probar, el mismo que también forman parte de la
dimensión procesal del Derecho a un Debido Proceso (derecho
continente). Sobre el derecho a probar el Tribunal Constitucional ha
indicado: “(…) Existe un derecho constitucional a probar, aunque no
autónomo, que se encuentra orientado por los fines propios de la
Observancia o Tutela del Derecho al Debido Proceso. Constituye un
derecho básico de los justiciables de producir la prueba relacionada
con los hechos que configuran su pretensión o su defensa. Según
este derecho, las partes o un tercero legitimado en un proceso o
procedimiento, tienen el derecho a producir la prueba necesaria con
la finalidad de acreditar los hechos que configuran su pretensión o
defensa. Así, por ejemplo, el artículo 188 del Código Procesal Civil
establece que los medios probatorios tienen por finalidad acreditar
los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el Juez
respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones.
Se trata de un derecho complejo que está compuesto por el
derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren
necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente
actuados, que se asegure la producción o conservación de la
prueba a partir de la actuación anticipada de los medios
probatorios y que estos sean valorados de manera adecuada y
con la motivación debida, con el fin de darle el mérito probatorio
que tenga en la sentencia. La valoración de la prueba debe estar
debidamente motivada por escrito, con la finalidad de que el
justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido efectiva y
adecuadamente realizado (…)”3. (Negritas agregadas). NOVENO.-
De esta manera tenemos que, el derecho a probar además de
garantizar el Derecho a ofrecer medios probatorios, a que sean
admitidos, actuados, y a que se asegure su producción o
conservación vía actuación anticipada, también garantiza que sean
valorados de manera adecuada y que dicha valoración se encuentre
debidamente motivada; sin embargo, ello no implica que
necesariamente se deba tener por acreditado el hecho que pretende
probar quien ofreció el medio probatorio en el proceso4, sino que el
Juez debe fundamentar adecuadamente las razones por las cuales
considera que ese medio probatorio ofrecido, admitido y actuado,
acredita o no el hecho. Una vez acreditada o desvirtuada la
circunstancia fáctica alegada, le corresponderá analizar cuál es su
trascendencia en el ámbito jurídico. DÉCIMO.- Los argumentos
presentados por la recurrente dirigidos a denunciar la omisión de
valorar los medios probatorios ofrecidos en el escrito de contradicción,
en concreto, la copia del cargo de la demanda contencioso
administrativa planteada contra la resolución administrativa que
contiene la obligación que se ejecuta, está directamente vinculada a
los derechos a la debida motivación, a la prueba y al debido proceso,
conforme a los incisos 3 y 5 del artículos 139 de la Constitución
Política del Perú, y los artículos 188 y 196 del Código Procesal Civil,
cuya infracción ha sido denunciada en el recurso de casación.
DÉCIMO PRIMERO.- Del auto de vista que es materia de grado se
observa que la Sala Superior sí valoró la copia del cargo de la
demanda contencioso administrativa ofrecida en el escrito de
contradicción y en mérito a ello ha dado por acreditado el hecho
concreto referido a que AUTOESPAR ha impugnado la Resolución
número 846-2013/SPC-INDECOPI en la vía contencioso
administrativa, exponiendo en su parte considerativa el razonamiento
efectuado respecto a dicho medio probatorio, por lo que no se
observa que se hayan vulnerado los artículos 188 y 196 del Código
Procesal Civil, puesto que se ha merituado el medio probatorio
ofrecido por la parte demandada, e incluso dado por acreditado el
hecho que se pretendía probar (la interposición de una demanda
contencioso administrativa). DÉCIMO SEGUNDO.- Los efectos
jurídicos que deriven del hecho acreditado, esto es, de la interposición
de la demanda contencioso administrativa contra la resolución
administrativa materia del presente proceso único de ejecución,
también deben ser motivados, en especial, analizando los
argumentos expuestos por las partes, y en tal sentido tenemos que
la recurrente ha considerado durante el proceso que la interposición
de la referida demanda da lugar –efecto jurídico– la inexigibilidad de
la obligación contenida en el título, conforme al artículo 690-D del
Código Procesal Civil, incorporado por el Decreto Legislativo número
1069. DÉCIMO TERCERO.- De la revisión del auto de vista también
se observa que la Sala Superior ha expuesto las razones por las
cuales considera que sí nos encontramos ante un título ejecutivo que

97060 CASACIÓN
contiene una obligación exigible, por lo que teniendo en cuenta
además que también se ha cumplido con la valoración del medio
probatorio que según la recurrente no habría sido evaluado, no se
observa la infracción normativa de los incisos 3 y 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, referentes al Debido Proceso y
a la Motivación de las Resoluciones Judiciales. DÉCIMO CUARTO.-
Efectivamente, con relación a la valoración probatoria y al deber de
motivación, en el numeral 4.4 del Cuarto Considerando del auto de
vista5 se observa que la Sala Superior al analizar los argumentos de
la recurrente sobre la no exigibilidad de la Resolución número 846-
2013/SPC-INDECOPI, hace mención expresa a la demanda
contencioso administrativa ofrecida como medio de prueba en la
contradicción al mandato de ejecución, identificando incluso los
folios de los actuados principales en los que se encuentra (folios 84)
para seguidamente indicar el fundamento jurídico por el cual se
considera que la interposición de dicha demanda no impide la
ejecución la resolución administrativa que contiene la medida
correctiva dictada por el INDECOPI, referente a la entrega de un
vehículo con las características ofrecidas al demandante o la
devolución del dinero pagado por el vehículo, expresándose también
los motivos por los que concluye que dicha resolución administrativa
(Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI) constituye un título
ejecutivo conforme al artículo 115.6 del Código de Protección y
Defensa del Consumidor (Ley número 29571), según se observa del
numeral 4.6 del Cuarto Considerando6. Así también, del numeral 4.5
de su Cuarto Considerando del auto de vista también se tiene que la
Sala Superior le indicó a la recurrente que dada la naturaleza
ejecutiva del presente proceso, el cuestionamiento a la validez de la
mencionada resolución administrativa no puede dilucidarse dentro
del mismo sino en el respectivo Proceso Contencioso Administrativo,
conforme ya lo había efectuado la recurrente en su demanda
Contencioso Administrativa7. DÉCIMO QUINTO.- En cuanto a la
infracción normativa del 690-D del Código Procesal Civil, incorporado
por el artículo único del Decreto Legislativo número 1069, tenemos
que el mismo contempla en el numeral 1 de su tercer párrafo, a la
causal de contradicción al mandato ejecutivo consistente en la
inexigibilidad de la obligación contenida en el título. DÉCIMO
SEXTO.- La inexigibilidad de la obligación contenida en el título se
presenta cuando el cumplimiento de esta última está supeditado a la
ocurrencia previa de algún hecho o acto; así tenemos que una
obligación es inexigible cuando su cumplimiento está sujeto a plazos
para su satisfacción que no han vencido o a condiciones suspensivas
o cargos que no se han verificado. DÉCIMO SÉTIMO.- De acuerdo
a la recurrente, no es exigible la obligación (medida correctiva)
contenida en la Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI
porque se ha interpuesto demanda Contencioso Administrativa a fin
de impugnarla, siendo necesario que dicho proceso concluya para
que pueda ser materia de ejecución. DÉCIMO OCTAVO.- Si bien el
artículo 690-D del Código Procesal Civil contempla entre las
causales de contradicción del mandato de ejecución a la inexigibilidad
de la obligación contenida en el título, no establece como supuesto
de inexigibilidad que el proceso contencioso administrativo destinado
a impugnar la resolución administrativa que contiene la obligación
haya concluido, sino que por el contrario, el artículo 25 del Texto
Único Ordenado de la Ley número 27584, Ley que regula el Proceso
Contencioso Administrativo, aprobado por Decreto Supremo número
013-2008-JUS, establece: “(…) La admisión de la demanda no
impide la vigencia ni la ejecución del acto administrativo, salvo que el
Juez mediante una medida cautelar o la ley, dispongan lo contrario
(…)”, desprendiéndose que la sola interposición de la demanda
contencioso administrativa y ni siquiera su admisión a trámite son
suficientes para impedir la ejecución del acto administrativo, sino que
se requiere de una medida cautelar o que la ley establezcan dicho
impedimento. DÉCIMO NOVENO.- Asimismo, el numeral 115.6 del
artículo 115 del Código de Protección y Defensa del Consumidor –
Ley número 29571, preceptúa: “(…) El extremo de la resolución final
que ordena el cumplimiento de una medida correctiva reparadora a
favor del consumidor constituye título ejecutivo conforme con lo
dispuesto en el artículo 688 del Código Procesal Civil, una vez que
quedan consentidas o causan estado en la vía administrativa (…)
(negritas agregadas). VIGÉSIMO.- El doctor Jorge Danós Ordóñez,
experto en derecho administrativo, al analizar el artículo 148 de la
Constitución Política del Perú según el cual las resoluciones
administrativas que causan estado son susceptibles de impugnación
mediante la acción contencioso administrativa, señala que deben
entenderse como resoluciones administrativas que “causan estado”
a las «que agoten o pongan fin a la vía administrativa porque fijan de
manera definitiva la voluntad de la administración, constituyendo la
manifestación final de la acción administrativa respecto de la cual no
es posible la interposición de otro recurso administrativo, debiendo
entenderse que ello ocurre cuando se ha llegado al funcionario
superior con competencia para decidir en definitiva sobre el acto
impugnado, por lo que únicamente su pronunciamiento podría ser
objeto de cuestionamiento ante el Poder Judicial (…)8. VIGÉSIMO
PRIMERO.- La Resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI
emitida en última instancia administrativa por la Sala Especializada
en Protección al Consumidor del Tribunal de Defensa de la
Competencia y de la Propiedad Intelectual, que contiene las medidas
correctivas reparadoras que alternativamente pueden cumplirse y
que vienen siendo materia del presente proceso de ejecución,
constituye una resolución que causa estado en la vía administrativa
puesto que ha sido emitida por la instancia que en definitiva debía
resolver en el ámbito administrativo, siendo en su contra no puede
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Lunes 2 de octubre de 2017
interponerse ningún otro medio impugnatorio, y por tanto, constituye
un título ejecutivo conforme a lo dispuesto en el artículo 688 del
Código Procesal Civil, que es pasible del proceso único de ejecución
aún cuando se haya interpuesto una demanda contencioso
administrativa, salvo que una medida cautelar o la ley impida su
ejecución. VIGÉSIMO SEGUNDO.- La exigibilidad de las
obligaciones que se ejecutan (medidas correctivas reparadoras) ha
sido determinada por las instancias de mérito, en aplicación del
artículo 25 del Texto Único Ordenado de la Ley que regula el Proceso
Contencioso Administrativo y del numeral 115.6 del artículo 115 del
Código de Protección y Defensa del Consumidor; normas que no
han sido cuestionadas por la recurrente en el recurso de casación.
VIGÉSIMO TERCERO.- En consecuencia, no habiéndose
acreditado las infracciones normativas procesales denunciadas, la
casación planteada es infundada en aplicación del primer párrafo de
su artículo 397. IV.- DECISIÓN: Por tales consideraciones y en
aplicación de lo dispuesto por el artículo 397 del Código Procesal
Civil: 4.1. Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por la empresa demandada AUTOESPAR Sociedad
Anónima, (folios 212); en consecuencia, NO CASARON el auto de
vista contenida en la Resolución número cuarenta y seis del
diecinueve de marzo de dos mil quince (folios 200), expedido por la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte. 4.2.- DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”; en los seguidos por Francisco
Hidalgo Valles contra AUTOESPAR Sociedad Anónima, sobre
Obligación de Dar; y los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces
Supremos Señores Calderón Puertas y De La Barra Barrera por
licencia de los Jueces Supremos Señores Mendoza Ramírez y
Miranda Molina. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Fundamento número 2 de la Sentencia recaída en el Expediente número
01480-2006-AA/TC.
2
Véanse las Sentencias recaídas en los Expedientes número 03433-2013-
PA/TC (Fundamento número 3) y número 07289-2005-PA/TC (Fundamento
número 5).
3
Fundamento número 15 de la Sentencia recaída en el Expediente número
06712-2005-PHC/TC.
4
De acuerdo al catedrático italiano Michele Taruffo: «No todos los medios
de prueba relevantes y admisibles suponen la “prueba” de los hechos. Un
hecho está probado sólo cuando se extraen con éxito algunas inferencias
concernientes a su ocurrencia a partir de los medios de prueba disponibles.
Esto no sucede siempre, ya que es posible que un medio de prueba
presentado no produzca ningún resultado positivo. Se obtiene la prueba
sólo cuando una inferencia obtenida de los medios de prueba da sustento
a la verdad de un enunciado acerca de un hecho litigioso.» En: “Teoría de la
Prueba”; primera edición; Ara Editores; Perú; 2012; páginas 35-36.
5
«4.4. Además, el argumento del apelante, que la Resolución número 846-
2013/SPC-INDECOPI (fs. 03-10), no es exigible, por cuanto ha interpuesto
una demanda contencioso administrativo, solicitando la nulidad de la
citada resolución (fs. 84-95) y que la validez de la mencionada resolución
está condicionada al resultado del proceso contencioso administrativo
instaurado, tales argumentos carecen de sustento legal, por cuanto según
lo prescrito por el artículo 25 del Texto Único Ordenado de la Ley número
27584, modificado por el Decreto Legislativo número 1067, la admisión de
la demanda contencioso administrativa, no impide la vigencia, ni la ejecución
del acto administrativo.»
6
«4.6 Además, según lo prescrito por el artículo 115.6, del Código de
Protección y Defensa del Consumidor (Ley número 29571), “El extremo
de la resolución final que ordena el cumplimiento de una medida correctiva
reparadora a favor del consumidor constituye título ejecutivo conforme con lo
dispuesto en el artículo 688° del Código Procesal Civil, una vez que quedan
consentidas o causan estado en la vía administrativa.” Siendo esto así, la
resolución número 846-2013/SPC-INDECOPI, emitida por el Tribunal de
Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual, (Expediente 1214-
2011/CPC), con fecha 09 de abril del 2013 (fs. 03-10), constituye un título
ejecutivo.»
7
«4.5. Por otro lado, la empresa apelante refiere que la citada resolución
administrativa adolece de incongruencia, por cuanto por un lado INDECOPI
decide realizar una pericia al vehículo y por otro lado ordena que su
representada devuelva un vehículo nuevo o su equivalente en dinero. Al
respecto se tiene que tal cuestionamiento sobre la validez de la mencionada
resolución administrativa no resulta procedente efectuar en el presente
proceso ejecutivo, por su naturaleza ejecutiva, sino en un contencioso
administrativo, conforme ha efectuado la apelante, según es de verse de la
copia simple del escrito de demanda obrante en autos (fs. 84-95).»
8
En: “La Constitución Comentada. Análisis artículo por artículo”; obra colectiva
escrita por 117 destacados juristas del país; tomo II; primera edición; Gaceta
Jurídica S.A.; diciembre 2005; página 705.
C-1569469-33
CAS. Nº 2993-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dos de agosto
de dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal y
Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
Recurso de Casación obrante de fojas trescientos cuarenta y seis
a trescientos cincuenta y dos interpuesto por José Agapito López,
subsanado por escrito corriente a fojas cuarenta y cinco del
Cuaderno respectivo, a mérito de lo dispuesto por este Supremo
Tribunal por resolución dictada el treinta de marzo de dos mil
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
dieciséis, que corre a fojas treinta y ocho y treinta y nueve del
mismo Cuaderno, contra la Sentencia de Vista contenida en la
resolución número cuatro de fecha dieciséis de junio de dos mil
quince corriente de fojas trescientos veinte a trescientos veinticinco,
que confirmó la sentencia apelada de primera instancia contenida
en la resolución número doce emitida en la Audiencia Única
realizada el veintisiete de noviembre de dos mil catorce obrante de
fojas doscientos doce a doscientos veintiuno, que declaró fundada
la demanda de Desalojo por Ocupación Precaria. SEGUNDO.- En
ese sentido, al haberse verificado los requisitos de admisibilidad,
corresponde realizar la labor de verificación del cumplimiento de
los requisitos de procedencia, en el marco descrito por el Artículo
388° del Código Procesal Civil. Al respecto, el casacionista cumple
con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal
Civil, al no haber dejado consentir la sentencia de primera instancia
que les fue desfavorable, expedida por el Décimo Sexto Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
mediante resolución número doce emitida en la Audiencia Única
realizada el veintisiete de noviembre de dos mil catorce obrante de
fojas doscientos doce a doscientos veintiuno. TERCERO.-
Asimismo, el Recurso Extraordinario de Casación es formal y
excepcional, por lo que debe estar estructurado con precisión y
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo al
impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. En
ese contexto “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el
recurrente denuncie y acredite que la infracción aparentemente
incurrida ha sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no
sólo la infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un
tema que debe ser argumentado por el recurrente y respecto del
cual la Corte debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante
un recurso improcedente”1. CUARTO.- En el sentido anotado,
corresponde realizar la labor de verificación del cumplimiento de
los restantes requisitos de procedencia, en el marco descrito por el
Artículo 388° del Código Procesal Civil. Encaminados en dicha
labor, se desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en
la infracción normativa del Artículo 139° incisos 3) y 5) de la
Constitución Política del Perú alegándose que: i) El Ad quem ha
omitido pronunciarse respecto al agravio consistente en que no
existe relación de identidad entre la pretensión planteada en el
procedimiento conciliatorio y la planteada en la demanda, es decir,
resulta manifiesto que existe una divergencia entre lo que se
pretende en una y otra, lo que implica que el actor carece de interés
para obrar, lo que acarrea la improcedente de la demanda, ii) De lo
antes expuesto fluye de manera manifiesta la vulneración del
irrestricto derecho constitucional y legal al debido proceso y al
Principio de Motivación de las Resoluciones Judiciales, por cuanto
si el Ad quem se hubiera pronunciado respecto al agravio
mencionado habría revocado la sentencia de primera instancia y
declarado infundada la demanda. QUINTO.- Al respecto, analizado
el medio impugnatorio, se desprende que las denuncias formuladas
son inconsistentes y no satisfacen las exigencias que prevé el
Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal Civil. En efecto, el
tema en debate, conforme a reiterada jurisprudencia, se centra en
establecer si la parte accionante tiene título que acredite la
propiedad alegada y si el demandado carece de título para poseer
el inmueble reclamado o el que tenía ha fenecido, conforme a lo
previsto por el Artículo 911° del Código Civil, lo que se ha evaluado
y determinado por el Tribunal Ad quem, (en base a los cuales la
Sala de mérito ha determinado que el demandante acredita ser
propietario del inmueble sub litis conforme la Partida Electrónica
número 40968148 y el demandado no sustente en forma alguna
estar incurso en una circunstancia de protección o tener un titulo
que justifique el derecho a poseer el bien sublitis). SEXTO.- De lo
expuesto se desprende que si bien el recurrente describe las
presuntas infracciones normativas, no demuestra la incidencia
directa de las mismas en la resolución impugnada, pues la Sala
Superior actuó dentro de la función revisora que le confieren los
Artículos 364° y 370° del Código Procesal Civil, sin serle exigible
una actividad nulificante respecto de una hecho que configuran una
excepción, circunstancia que no podrá ser alegada como causal de
nulidad por el demandado que pudo proponerla como excepción
acorde a lo previsto por el Artículo 454° del Código Procesal Civil.
En efecto, el interés para obrar que el demandado aduce en
apelación y ahora en casación, no puede ser invocado como una
defensa que afecte el proceso regular, desde que la controversia
planteada y la actividad probatoria se dirigen a determinar si el
demandante tiene derecho a la restitución del bien y si el
demandado tiene o no título para poseer el inmueble reclamado o
el que tenía ha fenecido, corroborándose que la Sala Superior ha
resuelto la alzada con la correspondiente fundamentación de
hecho y de derecho, acorde al Principio de Motivación consagrado
97061
en el Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú,
concordante con los Artículos 12° del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, 50° inciso 6) y 122° incisos 3) y 4)
del Código Procesal Civil. SÉPTIMO.- Finalmente, si bien el
demandado precisa que su pedido casatorio es revocatorio,
cumpliendo con el requisito previsto por el Artículo 388° inciso 4)
del Código Procesal Civil, ello es insuficiente para declarar
procedente el Recurso planteado, desde que los requisitos de
fondo a los que el mismo se sujeta son necesariamente
concurrentes, lo que no se advierte en el caso concreto. En
consecuencia, al no reunir el Recurso bajo calificación los requisitos
exigidos por el Artículo 388° del Código Procesal Civil y con la
facultad conferida por el Artículo 392° del mismo Código,
declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto
por José Agapito López contra la Sentencia de Vista contenida en
la Resolución número cuatro de fecha dieciséis de junio de dos mil
quince obrante de fojas trescientos veinte a trescientos veinticinco
expedida por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jorge Luis García Barrantes
con José Agapito López y otra sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor
Yaya Zumaeta. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
C-1569469-34
CAS. Nº 3089-2015 LA LIBERTAD
NULIDAD DE ESCRITURA PÚBLICA. SUMILLA: La sentencia de
vista ha sido expedida con arreglo a ley, no se advierte
contravención alguna a la norma aplicada por la Sala de mérito
toda vez que se dejó plenamente acreditado que tanto en el actuar
de la Cooperativa de Vivienda y la Municipalidad Provincial de
Trujillo se da la concurrencia de los elementos constitutivos que
consagra el artículo 219 inciso 4 del Código Civil, a fin de establecer
que el acto de donación efectuado respecto del predio sublitis
perseguía una finalidad ilícita; es decir, la aplicación del Reglamento
Nacional de Construcciones a fin de destinar –entre otros- el predio
materia de litis como aporte en un ocho por ciento para recreación
pública, se efectuó pese a que tanto la Cooperativa de Vivienda “El
Trupal” asi como la Municipalidad Distrital de Trujillo tenían
conocimiento que sobre el predio sublitis existían propietarios.
Lima, veintidós de junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número tres mil ochenta y nueve – dos
mil quince, en audiencia del día de la fecha y producida la votación
con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia. I. MATERIA DEL
RECURSO. Se trata del recurso de casación de fojas quinientos
trece interpuesto por la Municipalidad Provincial de Trujillo, contra
la sentencia de vista de fojas cuatrocientos noventa y seis, de
fecha veintinueve de octubre de dos mil catorce expedida por la
Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Trujillo, la misma que revoca la sentencia de primera
instancia que declaró infundada la demanda y reformando la
misma la declaró fundada; en consecuencia nulo el contrato de
donación celebrado entre la Cooperativa de Vivienda de los
Trabajadores de Trupal Limitada número 006-L-II y la Municipalidad
Provincial de Trujillo. II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO. Esta
Sala Suprema mediante Resolución de fecha veintinueve de
octubre de dos mil quince, declaró procedente el recurso de
casación por las siguientes causales: a) Infracción normativa por
interpretación errónea del artículo 219 inciso 4 del Código
Procesal Civil; sostiene la recurrente que se ha afectado su
derecho, pues el acto jurídico de donación no es ilícito, por cuanto
no se ha probado que su finalidad haya sido cometer un ilícito
reconocido por el ordenamiento jurídico, sino sólo transferir a título
gratuito un bien conforme se desprende del contrato que contiene
el acto jurídico cuya nulidad se pretende; afirma que existe una
identificación entre la finalidad del acto jurídico celebrado y los
efectos queridos y buscados mediante la manifestación de la
voluntad de los contratantes, lo cual fue la transferencia de un
inmueble a título gratuito; consecuentemente la licitud del fin del
acto jurídico debe traducirse en el resultado alcanzado pero al
momento de su celebración; es decir, la motivación de las partes la
cual no ha sido determinada en el presente proceso como ilícita; b)
Infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú, respecto a verificar la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto. III.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Corresponde precisar que por
causal de casación se entiende el motivo que la ley establece para
la procedencia del recurso”, pues, éste ha de sustentarse en
motivos previamente señalados en la ley; es decir, puede
interponerse por infracción de la ley o por quebrantamiento de la
forma. Asimismo, debe indicarse que se consideran como motivos
de casación por infracción de la ley, la violación en el fallo de leyes
que debieron aplicarse al caso así como la falta de congruencia
entre lo decidido y las pretensiones formuladas por las partes y la

97062 CASACIÓN
falta de competencia; mientras que los motivos por quebrantamiento
de la forma, aluden a las infracciones en el procedimiento; en tal
sentido, si bien todas las causales suponen una violación de la ley,
sin embargo, ésta puede darse en la forma o en el fondo;
consiguientemente, al haberse declarado procedente el recurso
por la denuncia casatoria referente a la causal procesal y material,
debe examinarse la primera a fin de verificar si efectivamente se
evidencia la existencia de un vicio que amerite la nulidad del fallo
adoptado. SEGUNDO.- Previamente a emitir pronunciamiento,
corresponde hacer una breve descripción del decurso del proceso;
en efecto, se aprecia que Víctor Hugo Jaico Pereda, por escrito
obrante a fojas treinta y nueve, pretende se declare: (i) La nulidad
de la Escritura Pública de Donación de fecha veinte de noviembre
de dos mil uno, celebrada entre Juan Adolfo Herrera Doroteo,
Presidente del Consejo de Administración y Juan Miguel Espinoza
Estrada, Secretario del Consejo de Administración de la
Cooperativa de Vivienda de los Trabajadores de Trupal Limitada
número 006-L-II (donantes) a favor de la Municipalidad Provincial
de Trujillo, respecto al inmueble ubicado en el Lote número uno,
Manzana “C” de la Urbanización Trupal, con un área de ciento
ochenta y dos punto veinticinco (182.25m2); y (ii) La nulidad de la
Inscripción del Asiento Registral contenido en la Partida número
11006183; invocando para tal efecto el artículo 219 inciso 4 del
Código Civil; por su parte el Procurador Público a cargo de los
asuntos relativos a la Municipalidad Provincial de Trujillo, por
escrito obrante a fojas ochenta y cinco, se apersona al proceso y
contesta la demanda; el Juez del Tercer Juzgado Especializado en
lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, mediante
resolución de fecha tres de junio de dos mil catorce declaró
infundada la demanda; en vía de apelación, la Tercera Sala
Superior, por sentencia de vista de fecha veintinueve de octubre de
dos mil catorce revoca la decisión impugnada y reformando la
misma, declara fundada la demanda y nulo el Contrato de
Donación, así como el Asiento Registral número G00001 de la
Partida Registral de Trujillo; la Sala Superior considera que tanto
Ciro Bocanegra Cerdán como Victor Hugo Jaico Pereda
pusieron en conocimiento de la Municipalidad sus sucesivas
condiciones de propietarios de la finca en cuestión, como
aparece de las declaraciones juradas de Autovalúo para pago del
impuesto predial; esto es, conforme a los alcances regulados en el
ex primer párrafo del artículo 9 del Texto Único Ordenado del
Decreto Legislativo número 776 y conforme a la cédula de
notificación cursada en el año mil novecientos noventa y ocho por
el Ejecutor Coactivo de la Municipalidad a Ciro Bocanegra Cerdán
y a su esposa, comunicándosele que se encuentran en cobranza
ante dicha dependencia su deuda por impuesto predial respecto
del lote sublitis; por lo que no cabe duda que la Municipalidad
conocía la existencia de otros propietarios del predio en cuestión; y
pese a ello celebró un contrato de donación con la Cooperativa de
Vivienda de los Trabajadores de Trupal Limitada número 006-L-II,
determinando con ello que Víctor Hugo Jaico Pereda (cuya
condición de propietario no ha sido cuestionada por los
codemandados) se vea privado del dominio del predio;
consecuentemente, se evidencia que la Municipalidad persiguió
una finalidad ilícita al celebrar el contrato de donación impugnado;
existiendo además un perjuicio al derecho de propiedad del
demandante; por lo cual debe sancionarse la nulidad del contrato
de donación. TERCERO.- Estando a las afirmaciones descritas en
el literal b) del Rubro Fundamentos de Hecho de la presente
resolución, corresponde a este Supremo Tribunal verificar si la
decisión adoptada por la Sala de mérito ha sido expedida
respetando lo dispuesto por el artículo 50 inciso 6 del Código
Procesal Civil concordante con la norma contenida en el artículo 12
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial
que estatuyen que los magistrados tienen la obligación de
fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de las normas y de
congruencia; a fin de establecer si la nulidad de la pretensión
demandada sólo se circunscribe al control de la legalidad y
constitucionalidad de la administración pública o a actos jurídicos
efectuados entre particulares. CUARTO.- Si bien, la motivación de
las resoluciones judiciales constituye una garantía constitucional
que asegura la publicidad de las razones que los Jueces tuvieron
en cuenta para pronunciar sus sentencias, resguardando a los
particulares y a la colectividad de las decisiones arbitrarias; sin
embargo cierto es también que para alcanzar tal finalidad debe
haber una exacta relación o correspondencia (concordancia)
entre la pretensión del actor, la oposición del demandado, los
elementos de prueba válidamente recolectados e incorporados
y la decisión del Tribunal, lo cual se conoce como “congruencia”;
Principio normativo que limita las facultades resolutorias del Juez y
conforme al cual debe existir identidad entre lo resuelto y
controvertido, oportunamente por los litigantes, en relación con los
poderes atribuidos en cada caso al órgano jurisdiccional, por el
ordenamiento jurídico. QUINTO.- En ese contexto, de la revisión de
autos, se aprecia que en mérito a la pretensión demandada así
como a los argumentos expuestos en su contestación, el Juez de la
causa fijó como punto controvertido, establecer si corresponde
declarar la nulidad del acto jurídico de donación así como de la
Escritura Pública celebrada con fecha veinte de noviembre de dos
mil uno, por la causal contenida en el artículo 219 inciso 4 del
Código Civil. Si bien los fallos expedidos, en primer grado donde se
desestima la demanda declarando infundada la pretensión y en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
segundo grado donde se ampara la misma, son opuestos, ello no
importa una vulneración al debido proceso, por cuanto los Jueces
gozan de autonomía e independencia para dictar sus fallos, en
mérito a los lineamientos regulados por el artículo 50 incisos 4 y 6
del Código Procesal Civil concordante con el artículo 10 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Siendo esto
así y al no evidenciarse vicio alguno, en cuanto al debido proceso,
que justifique la nulidad de lo actuado, el recurso de casación debe
declararse infundado. SEXTO.- Habiéndose desestimado la
infracción normativa procesal, corresponde efectuar el análisis
respecto a la denuncia invocada sobre la infracción normativa de
carácter material del artículo 219 inciso 4 del Código Civil, a fin de
verificar si las instancias de mérito han aplicado correctamente los
lineamientos que regula dicho precepto legal. SÉTIMO.- Como
fundamentos de su denuncia, sostiene la parte recurrente que se
ha vulnerado su derecho al haberse desestimado su pretensión sin
tener en cuenta que en el caso concreto no se dan evidencias de
ilicitud en el acto de donación del bien a su favor, pues existe una
identificación entre la finalidad del acto jurídico, los efectos queridos
y buscados mediante la manifestación de la voluntad de los
contratantes. OCTAVO.- En principio debe tenerse en cuenta que
de conformidad con lo previsto por el artículo 140 del Código Civil,
el acto o negocio jurídico, es la manifestación de la voluntad
destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas;
requiriéndose para su validez de la concurrencia de determinados
elementos, presupuestos y requisitos como, agente capaz, objeto
física o jurídicamente posible, fin lícito y observancia de la forma
prescrita por la ley, bajo sanción de nulidad; de tal manera que la
ausencia de alguno de los elementos estructurales del acto y
acorde a lo previsto por los artículo 219 y 221 del Código Civil,
acarrea su invalidez ya sea por nulidad o anulabilidad. NOVENO.-
De la revisión de autos se advierte lo siguiente: a) La Cooperativa
de Vivienda de los Trabajadores de Trupal Limitada número 006-L-
II mediante documento de fecha cinco de mayo de mil novecientos
noventa y cuatro, hace de conocimiento a Ciro Augusto Bocanegra
Cerdán los acuerdos adoptados en Asamblea a fin de que abone el
pago de dos nuevos soles para cubrir las diferentes actividades
económicas que realizan los Directivos de la Asociación de
Vivienda El Trupal; como también se le hace de conocimiento con
fecha dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y cinco la
Compañía Telefónica del Perú empezará la instalación de postes y
cejas de distribución para el servicio de teléfonos; b) Del Certificado
de Adjudicación de fecha veinte de enero de mil novecientos
noventa y siete, se tiene que la Cooperativa de Vivienda de los
Trabajadores de Trupal Limitada número 006-L-II adjudico a Ciro
Augusto Bocanegra Cerdán, el terreno ubicado en la Manzana “C”,
Lote número uno de la Urbanización El Trupal, con un área de
ciento ochenta y dos punto veinticinco metros cuadrados
(182.25m2); c) La Municipalidad Provincial de Trujillo, por cédula de
notificación de fecha diecinueve de marzo de mil novecientos
noventa y ocho comunicó a Ciro Augusto Bocanegra Cerdán, la
transferencia al área de ejecución coactiva, de todas las deudas
relativas al año mil novecientos noventa y siete por concepto de
impuesto predial y arbitrios, con el fin de dar inicio al proceso de
embargo; d) Por contrato de compraventa, con firmas legalizadas,
suscrito el dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y ocho
transfirió a Víctor Hugo Jaico Pereda e Idolina Alcalde Gallardo el
lote materia de lítis, quien efectuó su declaración jurada a fojas
veintiséis; y e) Por Escritura Pública celebrada el veinte de
noviembre de dos mil uno, la Cooperativa de Vivienda de los
Trabajadores de Trupal Limitada número 006-L-II (donante) con la
Municipalidad Provincial de Trujillo (donatario) acordaron en su
segunda cláusula, que de conformidad con lo establecido en el
Reglamento Nacional de Construcciones, en dicha urbanización se
han destinado dos áreas de terreno como aporte del ocho por
ciento a la recreación pública, los mismos que se transfieren a título
gratuito a favor de la Municipalidad Provincial de Trujillo para usos
específicos que establece el reglamento; asimismo en la cláusula
tercera de dicho instrumento público se consignó haberse
destinado como aporte siete lotes de terreno para ser transferidos
a título gratuito, encontrándose dentro de los mismos el terreno
materia de litis, inscribiéndose dicho acto ante los Registros
Públicos con fecha doce de diciembre de dos mil uno. DÉCIMO.-
Atendiendo a la denuncia invocada por la parte recurrente y
habiendo efectuado el análisis de la sentencia de vista, ésta Sala
Civil Suprema determina que la misma ha sido expedida con
arreglo a ley; pues, no se advierte contravención alguna a la norma
aplicada por la Sala de mérito, toda vez que se ha dejado
plenamente acreditado que tanto en el actuar de la Cooperativa de
Vivienda como de la Municipalidad Provincial de Trujillo, se da la
concurrencia de los elementos constitutivos que consagra el
artículo 219 inciso 4 del Código Civil estableciéndose que el acto
de donación efectuado respecto del predio sublitis perseguía una
finalidad ilícita; es decir la aplicación del Reglamento Nacional de
Construcciones a fin de destinar –entre otros- el predio materia de
litis como aporte en un ocho por ciento para recreación pública se
efectuó, pese a que tanto la Cooperativa de Vivienda de los
Trabajadores de Trupal Limitada número 006-L-II así como la
Municipalidad Provincial de Trujillo tenían conocimiento que sobre
el predio sublitis existía propietarios; es decir, respecto a la primera,
se dejó plenamente acreditado que si bien desconocía la calidad
de nuevo adquiriente del actor, ello no es óbice para justificar su
actuar, por cuanto a Ciro Bocanegra Cerdán la misma le habría
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
adjudicado el predio, coligiéndose entonces que al momento de
efectuar la donación, la Cooperativa demandada ya no tenía la
calidad de propietaria; asimismo, se circunscribe la conducta de la
Municipalidad en un actuar ilícito, por cuanto como entidad pública
tenía conocimiento que sobre dicho bien existían propietarios,
dado a que las declaraciones juradas que presentaron ante dicha
entidad, hicieron de su conocimiento su calidad de propietarios;
aspecto que adquiere mayor fuerza, cuando es la misma
Municipalidad quien en el año mil novecientos noventa y ocho
comunica a Ciro Augusto Bocanegra Cerdán y a su esposa que la
deuda por impuesto predial pasaba al área de cobranza coactiva;
por lo que no resulta viable sostenerse a través del presente
recurso de casación, que su actuar está reconocido por el
ordenamiento jurídico. Siendo esto así y no habiendo demostrado
con suficientes argumentos, para revertir el fallo adoptado por la
Sala de mérito, el recurso debe declarase infundado. IV DECISIÓN
Por las consideraciones expuestas y a tenor de lo establecido por
el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO
el recurso de casación de fojas quinientos trece interpuesto por la
Municipalidad Provincial de Trujillo; NO CASARON la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos noventa y seis expedida por la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Víctor Hugo Jaico Pereda con la Municipalidad Provincial de
Trujillo y otros, sobre Nulidad de Escritura Pública y otro; y los
devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces
Supremos Señores Mendoza Ramírez y Miranda Molina. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA,
DE LA BARRA BARRERA C-1569469-35
CAS. Nº 3141-2015 AREQUIPA
TERCERÍA DE PROPIEDAD. SUMILLA: La motivación de las
resoluciones judiciales constituye un elemento del debido proceso
y, además, se ha considerado como principio y derecho de la
función jurisdiccional, consagrado en el inciso quinto del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, norma constitucional que
ha sido recogida en los artículos 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, 50 inciso 6, y 122 incisos 3 y 4 del
Código Procesal Civil, y cuya infracción origina la nulidad de la
resolución, conforme lo disponen las dos últimas normas
procesales señaladas. Una motivación comprende la justificación
lógica, razonada y conforme a las normas constitucionales y
legales, así como con arreglo a los hechos y petitorios formulados
por las partes; por lo tanto, una motivación adecuada y suficiente
comprende tanto la motivación de hecho o in factum (en la que se
establecen los hechos probados y no probados mediante la
valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al
proceso, sea a petición de parte como de oficio, subsumiéndolos
en los supuestos fácticos de la norma) y la motivación de derecho
o in jure (en la que se selecciona la norma jurídica pertinente y se
efectúa una adecuada interpretación de la misma). Lima, tres de
agosto de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número tres mil ciento cuarenta y uno – dos mil quince, en
Audiencia Pública de la fecha y efectuados el debate y la votación
correspondientes, emite la siguiente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto por Isaac
Jesús Valdivia Salinas y Cristina Doris Carnero de Valdivia a fojas
cuatrocientos sesenta y cuatro, contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos cuarenta y siete, de fecha once de junio de dos mil
quince, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, que revoca la sentencia apelada de fojas
trescientos treinta y dos, de fecha siete de julio de dos mil catorce,
que declara fundada la demanda; y reformándola, la declara
infundada, en los seguidos por Cristina Doris Carnero de Valdivia y
otro contra Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta y otros,
sobre Tercería de Propiedad. FUNDAMENTOS DEL RECURSO.-
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas sesenta y uno del
presente cuadernillo, de fecha quince de diciembre de dos mil
quince, ha estimado procedente el citado recurso de casación por
las causales de infracción normativa de derecho procesal e
infracción normativa de derecho material. Los recurrentes
denuncian lo siguiente: A) Infracción normativa del inciso 2 del
artículo 245 del Código Procesal Civil, sosteniendo que el
juzgador no ha tomado en cuenta que si bien es cierto, la Minuta de
Compraventa como documento privado no cuenta con fecha cierta,
es igualmente cierto que en calidad de medios probatorios se han
ofrecido documentos adicionales como pagos de autoavalúo,
licencias municipales, solicitudes de servicios de agua y luz, entre
otros, respecto a los cuales no existe duda sobre su fecha cierta, la
cual data del año mil novecientos noventa y cuatro en adelante y
que acreditan que su derecho de propiedad proviene desde esa
fecha; B) Infracción de los artículos 202 y 1529 del Código Civil,
alegando que según los citados dispositivos legales por la
compraventa, el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un
bien al comprador, y según aparece de los anexos de la demanda,
tales como la licencia de funcionamiento, trámites de agua y luz
desde el año mil novecientos noventa y tres, así como los pagos de
autoavalúo también desde el mismo año, se encuentra por demás
acreditado que el vendedor del inmueble se obligó a transferir el
97063
bien en el año mil novecientos noventa y dos y desde dicha
oportunidad es que los recurrentes son propietarios del bien
materia de autos, lo que se corrobora con los estados de cuenta de
sus pagos que datan del año mil novecientos noventa y tres en
adelante, acreditándose con ello el segundo elemento del artículo
1529 del Código Civil, pues desde dicha oportunidad los recurrentes
compradores se obligaron a pagar el precio en dinero,
configurándose todos los elementos de la compraventa
debidamente documentada desde el año mil novecientos noventa
y dos y/o mil novecientos noventa y tres; en este sentido, la Sala
Superior comete el error de no tener en cuenta que su derecho real
de propiedad debidamente documentado es de fecha anterior a la
inscripción del derecho personal de la parte demandada, pues el
embargo recién data del año dos mil uno; y que por lo tanto,
conforme al artículo 2022 del Código Civil, el derecho de propiedad
de fecha anterior no inscrito de los demandantes es preferente al
derecho personal inscrito de la entidad financiera demandada.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la absolución del
recurso de casación sub examine es necesario hacer un breve
recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se advierte
que a fojas treinta y seis, Isaac Jesús Valdivia Salinas y Cristina
Doris Carnero de Valdivia interponen demanda sobre Tercería de
Propiedad contra Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta y
otros, solicitando se suspenda la ejecución y se levante la medida
cautelar trabada sobre el local número 113 del Centro Comercial
“La Gran Vía” ubicado en la Avenida Siglo XX, números 114 al 120
y Calle Octavio Muñoz Nájar, números 105 al 111 del Cercado de
Arequipa, inscrito en la Ficha Registral número 00103092 del
Registro de Predios de la Zona Registral número XII - Sede
Arequipa, solicitada por el ahora demandado contra la Promotora e
Inmobiliaria La Gran Vía Sociedad Anónima y otros, en el proceso
sobre Obligación de Dar Suma de Dinero que se tramita ante el
Décimo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa, signado
como Expediente número 2001-1042. Como fundamentos de su
demanda sostienen que en el año mil novecientos noventa y dos,
adquirieron el referido inmueble y habiendo obtenido la titularidad
el veintisiete de Noviembre del mismo año, consiguieron la
autorización de licencia de funcionamiento para que en dicho lugar
pueda funcionar un establecimiento destinado a bazar, el día
veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y dos
obtuvieron la autorización de fluido eléctrico y el trece de marzo de
mil novecientos noventa y siete, consiguieron la autorización de
servicio de agua y desagüe. Adicionalmente, desde el año mil
novecientos noventa y tres hasta la actualidad cumplieron con
pagar sus obligaciones tributarias municipales tales como: el pago
de autoavalúo, siendo que se comportaron como propietarios
desde el año mil novecientos noventa y dos, y que pagaron el
mismo mediante descuentos de letras de cambio efectuadas a
través del Banco Wiese (Hoy Scotiabank Perú Sociedad Anónima
Abierta). Dicha entidad financiera sabe que son titulares de la
tienda número 113 del Centro Comercial “La Gran Vía” y que
cumplieron con pagar la integridad del valor del predio, suscribiendo
el treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa y cuatro, una
Minuta de Compraventa del referido inmueble, la cual fue elevada
a Escritura Pública el nueve de mayo de dos mil dos. Pese a que
su derecho de propiedad está acreditado y debidamente inscrito,
Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta, a través del proceso
judicial signado como Expediente número 1042-2001, tramitado en
el Décimo Juzgado Especializado en lo Civil, viene ejecutando la
acreencia contra la promotora e inmobiliaria “La Gran Vía” y otros,
a efecto que cumplan con pagarle la suma de quinientos sesenta y
tres mil quinientos treinta y nueve dólares americanos con
cincuenta y ocho centavos (US$563,539.58), más intereses
pactados, habiendo trabado una medida cautelar de embargo
sobre su inmueble, habiéndose ya nombrado al martillero para que
lleve a cabo el remate de su local comercial así como el de otros
locales. SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su naturaleza,
el A quo, mediante sentencia de fojas trescientos treinta y dos, de
fecha siete de julio de dos mil catorce, declara fundada la demanda.
Como fundamentos de su decisión sostiene que de la prueba
aportada al proceso se verifica que los terceristas, así como la
litisconsorte necesaria activa Gladis Carnero Carazas viuda de
Tokumine, adquieren en propiedad el local signado con el número
113, con una extensión de diecinueve punto veinte metros
cuadrados (19.20 m2), ubicado en la Avenida Siglo XX números
114, 116, 118 y 120 y la Calle Octavio Muñoz Nájar números 105,
107, 109 y 111 del Distrito, Provincia y Región Arequipa, mediante
la Escritura Pública número 02578, del nueve de mayo de dos mil
dos, acompañada a fojas dieciocho, la misma que se encuentra
inscrita. Con vista del Cuaderno Cautelar con registro número
01042-2001-71-0401-JR-CI-10 y del Informe de fojas doscientos
setenta y uno, se verifica que la medida cautelar de embargo en
forma de inscripción fue concedida el trece de marzo de dos mil
uno y registrada el treinta de marzo del mismo año, según la
Constancia de fojas doscientos treinta y ocho del citado cuaderno
cautelar, coincidente con el Asiento número 2-d del rubro
gravámenes y cargas de la Partida Electrónica número 01124483
de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos
(SUNARP) de la página veintitrés. Siendo así, no puede
perjudicarse, ni ser materia de ejecución el derecho de propiedad
adquirido por los demandantes, cuya adquisición es anterior a la
constitución de la medida cautelar ordenada, si se tiene en cuenta
la fecha de la Minuta de Compraventa (treinta y uno de octubre de

97064 CASACIÓN
mil novecientos noventa y cuatro), inserta en la Escritura Pública
de Compraventa de las páginas dieciocho y siguientes, así como
los documentos obrantes en las páginas cinco a doce. En
consecuencia, habiéndose acreditado la propiedad de los
demandantes sobre uno de los bienes objeto de remate judicial,
corresponde estimar favorablemente la demanda. TERCERO.-
Apelada la mencionada sentencia, la Sala Revisora, mediante la
sentencia de fojas cuatrocientos cuarenta y siete, de fecha once de
junio de dos mil quince, la revoca y, reformándola, declara
infundada la demanda en todos sus extremos. Como fundamentos
la parte demandante sostiene haber adquirido el local sub materia
el día treinta y uno de octubre de mil novecientos noventa y cuatro
(fecha de la Minuta de Compraventa), la que luego habría sido
elevada a Escritura Pública el día nueve de mayo de dos mil dos,
acto que se habría inscrito el siete de junio de dos mil diez, y que la
medida cautelar de embargo en forma de inscripción dictada en el
Expediente número 2001-1042 se habría inscrito el día treinta de
marzo del año dos mil uno. Del Asiento número 2, del rubro d),
correspondiente a los gravámenes y cargas, de la Partida número
01124483 que obra a fojas veintiuno, se advierte que la medida
cautelar de embargo en forma de inscripción dictada en el
Expediente número 2001-1042, a favor del Banco Wiese Sudameris
se inscribió con fecha treinta de marzo de dos mil uno. De los
actuados de fojas dieciocho a veinte se tiene que los demandantes
recién adquieren el bien con instrumento de fecha cierta el nueve
de mayo de dos mil dos, como así aparece de la Escritura Pública
número 02578, y recién inscribieron dicha compraventa el día siete
de junio de dos mil diez, como se advierte del rubro número C00002
de la Partida número 01124483, que obra a fojas veinticuatro. En el
caso de autos, existe un conflicto de derechos de naturaleza
distinta, pues el derecho de los terceristas es un derecho real que
proviene de la Escritura Pública de Compraventa número 02578,
mientras que el derecho del Banco demandado es un derecho
personal que proviene de la medida cautelar ordenada trabar sobre
el inmueble sub materia que fue inscrita con fecha treinta de marzo
de dos mil uno, es decir, de fecha anterior al otorgamiento de la
Escritura Pública de Compraventa número 02578, de fecha nueve
de mayo de dos mil dos, y en fecha anterior a la inscripción de la
compraventa realizada el siete de junio de dos mil diez; por lo tanto,
en aplicación de lo dispuesto en el artículo 2012 del Código Civil,
referente a que toda persona tiene conocimiento del contenido de
las inscripciones (presunción absoluta), el Principio de la Buena Fe
Registral establecido en el artículo 2014 del Código Civil, hace
presumir que los ahora accionantes tenían conocimiento de la
existencia de la medida cautelar que estaba inscrita en el Asiento
número 2, del rubro d), correspondiente a los gravámenes y cargas,
de la Partida número 01124483 como aparece a fojas veintiuno y
veintidós, así como de conformidad con lo dispuesto en el artículo
2016 del Código Civil, que brinda la preferencia de los derechos
que otorga el Registro. Siendo esto así, el derecho de propiedad
adquirido el nueve de mayo de dos mil dos, e inscrito el siete de
junio de dos mil diez por los accionantes, al haber sido de fecha
posterior a la inscripción de la medida cautelar (treinta de marzo de
dos mil uno), no es oponible al derecho personal inscrito el treinta
de marzo de dos mil uno. De lo señalado, se tiene que, en el
presente caso frente al Principio de Prioridad de Rango deben
prevalecer los principios registrales de Buena Fe y Prioridad en el
Tiempo, dado que cuando se inscribió el embargo no aparecía
inscrito el título de los terceristas, motivo por el cual el Banco
demandado mantiene su derecho una vez inscrito; ello en
concordancia con los principios del Sistema Registral de Legalidad,
y que en el presente caso cuando se trabó el embargo en forma de
inscripción en el Registro, los demandantes no figuraban como
titulares de derechos y acciones sobre el bien; de Impenetrabilidad,
porque en el presente caso el embargo no se habría inscrito, ya
que de lo contrario en la Partida Registral número 01124483 los
demandantes hubieran tenido inscrito algún derecho; y de
Publicidad, por el cual se presume que toda persona tiene
conocimiento del contenido de las inscripciones. CUARTO.-
Independientemente de la causal invocada por los recurrentes,
este Tribunal considera que para que se ejerciten los fines del
recurso de casación, como son la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República, es
indispensable que las causas sometidas a su conocimiento
respeten ciertas reglas mínimas y esenciales del derecho a la
tutela jurisdiccional efectiva y del derecho al debido proceso, que le
permitan examinar válida y eficazmente las normas materiales
denunciadas. En tal sentido, aún cuando no se ha denunciado en
el recurso de casación la contravención de las normas que
garantizan a ambos derechos, debe examinarse si se ha producido
su afectación. QUINTO.- En ese sentido, se tiene que la motivación
de las resoluciones judiciales constituye un elemento del debido
proceso y, además, se ha considerado como principio y derecho de
la función jurisdiccional, consagrado en el inciso quinto del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, norma constitucional que
ha sido recogida en los artículos 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, 50 inciso 6 y 122 incisos 3 y 4 del
Código Procesal Civil, y cuya infracción origina la nulidad de la
resolución, conforme lo disponen las dos últimas normas
procesales señaladas. Una motivación comporta la justificación
lógica, razonada y conforme a las normas constitucionales y
legales, así como con arreglo a los hechos y petitorios formulados
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
por las partes; por lo tanto, una motivación adecuada y suficiente
comprende tanto la motivación de hecho o in factum (en la que se
establecen los hechos probados y no probados mediante la
valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al
proceso, sea a petición de parte como de oficio, subsumiéndolos
en los supuestos fácticos de la norma) y la motivación de derecho
o in jure (en la que se selecciona la norma jurídica pertinente y se
efectúa una adecuada interpretación de la misma). SEXTO.- De
conformidad con el artículo 533 del Código Procesal Civil, la
tercería se entiende con el demandante y el demandado, y sólo
puede fundarse en la propiedad de los bienes afectados
judicialmente por medida cautelar o para la ejecución; o en el
derecho preferente a ser pagado con el precio de tales bienes.
Asimismo, en el Sétimo Pleno Casatorio en materia Civil celebrado
por las Salas Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia de la República, a propósito de la Casación número
3671-2014-Lima, publicada el siete de diciembre de dos mil quince
en el Diario Oficial “El Peruano”, establece el sentido más apropiado
para la interpretación de la segunda parte del artículo 2022 del
Código Civil, que se refiere a la solución de dichas pretensiones,
teniendo que se ha dilucidado que la frase “derecho común” allí
consignada como criterio para resolver la oponibilidad entre un
derecho real y otro de naturaleza diferente, debe interpretarse sin
recurrir al criterio de prioridad registral, por ser éste propio de una
rama especializada del derecho, correspondiendo al tercerista
acreditar que su derecho de propiedad data de un momento
anterior a la traba del embargo, caso en el que su pretensión
deberá ser amparada1. En ese sentido, se ha establecido como
precedente judicial vinculante que: “En los procesos de Tercería de
Propiedad que involucren bienes inscritos, deben considerarse, de
conformidad con lo dispuesto en la segunda parte del artículo 2022
del Código Civil, en concordancia con los artículos 949 y 1219
inciso 1 del mismo cuerpo legal, que el derecho de propiedad del
tercerista es oponible al derecho del acreedor embargante, siempre
que dicho derecho real quede acreditado mediante documento de
fecha cierta más antigua que la inscripción del embargo
respectivo”2. SÉTIMO.- Del análisis de la resolución recurrida se
puede concluir que ésta no ha cumplido con el deber constitucional
y legal citado en el considerando quinto, pues no se han valorado
en forma razonada los medios probatorios aportados al proceso
por los demandantes, como son los pagos de autoavalúo de la
referida tienda, las licencias municipales para desarrollar actividad
comercial en aquel, así como las solicitudes de servicios de agua y
luz, ello al considerar que la compraventa se habría llevado a cabo
recién al momento en que fue elevada a Escritura Pública, esto es,
en el año dos mil dos, en evidente aplicación de criterios registrales
para resolver la presente demanda de Tercería de Propiedad,
cuando en atención a lo dispuesto en la segunda parte del artículo
2012 del Código Civil, se debió verificar la fecha en la cual los
demandantes habrían adquirido el inmueble sub materia,
examinando para ello si los medios probatorios antes indicados
permiten establecer una fecha cierta acerca de dicha adquisición,
de conformidad con los supuestos establecidos en el artículo 245
del Código Procesal Civil. Siendo así, se tiene que el Ad quem ha
afectado el deber de motivar la resolución expedida, incurriéndose
en irregularidad procesal, motivo por el cual debe declararse la
nulidad de la recurrida, y emitirse nuevo pronunciamiento,
atendiendo a las observaciones realizadas en esta resolución.
Cabe agregar que, en atención a lo establecido en el considerando
cuarto de la presente resolución carece de objeto pronunciarse
sobre la denuncia de contenido material. Por las razones anotadas
y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Isaac Jesús Valdivia Salinas y Cristina Doris Carnero de Valdivia a
fojas cuatrocientos sesenta y cuatro; por consiguiente, CASARON,
la sentencia de vista de fojas cuatrocientos cuarenta y siete, de
fecha once de junio de dos mil quince, emitida por la Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; en consecuencia,
NULA la misma; ORDENARON a la Sala Superior de su
procedencia emita nueva sentencia, con arreglo a ley, y conforme
a lo establecido en los considerandos precedentes; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Cristina Doris
Carnero de Valdivia y otro contra Scotiabank Perú Sociedad
Anónima Abierta y otros, sobre Tercería de Propiedad; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Sentencia de Casación N° 3671-2014-LIMA, apartado VI.3, p.76.
2
Sentencia de Casación N° 3671-2014-LIMA, apartado VII. Decisión, punto
21.
C-1569469-36
CAS. Nº 3179-2015 DEL SANTA
RECONOCIMIENTO DE DERECHO DE PROPIEDAD. SUMILLA:
Según el artículo 10 del Decreto Supremo número 004-96-PRES
correspondía a la Comisión de Privatización de los Mercados
Públicos, luego de efectuados el saneamiento físico legal y la
valorización, cursar las notificaciones otorgando las opciones de
compra a los conductores de los puestos del mercado. Al respecto,
en la sentencia de vista impugnada el Ad quem ha establecido que
era facultad y responsabilidad del Comité Especial de Privatización
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de Mercados de la Municipalidad Provincial del Santa la calificación
de los beneficiarios de la Ley número 26569; que, sin embargo, los
demandantes no se acogieron a dicho trámite, no observándose que
hayan impugnado el hecho de que no se les haya considerado como
posesionarios y conductores de puestos, teniendo en cuenta que les
facultaba tal derecho, al alegar ser conductores de un puesto en el
mercado, para dirigirse a dicha Comisión y presentar la
documentación necesaria que acredite el cumplimiento de los
requisitos, lo cual evidentemente no hicieron. En tal orden de ideas,
al no haber sido considerados los recurrentes como conductores de
los puestos por la entidad competente, no había razón alguna para
que se les notificara la opción de compra. Lima, ocho de julio de dos
mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número tres mil ciento setenta y nueve – dos mil quince, y producida
la votación correspondiente, emite la presente sentencia. MATERIA
DEL RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto por
Celia Lucio Domínguez a fojas seiscientos cinco, contra la sentencia
de vista de fojas quinientos ochenta y seis, de fecha ocho de junio de
dos mil quince, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia Del Santa, que revoca la sentencia apelada de fojas
cuatrocientos cuarenta y nueve, de fecha once de diciembre de dos
mil catorce, que declara fundada la demanda; y reformándola, la
declara infundada; en los seguidos por Celia Lucio Domínguez y
otros contra el Centro Comercial Mercado “Chacra a la Olla”, sobre
Reconocimiento de Derecho de Propiedad. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas
cuarenta y nueve del presente cuadernillo, de fecha cinco de
noviembre de dos mil quince, ha estimado procedente el precitado
recurso, por las causales de infracción normativa de derecho
procesal e infracción normativa de derecho material. La recurrente
denuncia lo siguiente: A) Infracción normativa procesal de los
artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú y 196
y 197 del Código Procesal Civil: Indica que la sentencia emitida
por la Sala Superior contiene una motivación aparente, porque
prescinde de los argumentos que fundamentan cada uno de los
puntos controvertidos, además sólo menciona los medios
probatorios, sin embargo no efectúa una adecuada valoración de los
mismos, además, tampoco existe fundamento legal y constitucional
en su decisión, basándose sólo en los supuestos fácticos de la parte
demandada, vulnerándose así los derechos reclamados; B)
Infracción normativa material de los artículos 896, 900 y 901 del
Código Civil: Refiere que los Magistrados Superiores no tuvieron en
cuenta las normas descritas, considerando que vienen poseyendo
como propietarios los puestos de venta de abastos, con más de
veinte años de actividad comercial, no obstante ello, la Sala Superior
en el fundamento once de su sentencia considera a los demandantes
como posesionarios directos “(…) señala que no se les haya
considerado como posesionarios y conductores de puestos
beneficiarios de la acotada ley de privatización, teniendo en cuenta
que les facultaba el derecho como conductores de un puesto en el
mercado para dirigirse a la Comisión y presentar la documentación
necesaria que acredite el cumplimiento de los requisitos”, lo cual
resulta ilegal, en consecuencia, se vulnera su derecho de posesión,
porque no se cuestiona el proceso de privatización; C) Infracción
normativa material de los artículos 1 y 3 de la Ley número 26569
- que establecen mecanismos aplicables a la transferencia de
puestos y demás establecimientos y/o servicios de los
mercados públicos de propiedad de los municipios-, y los
artículos 5, 10 y 14 de su Reglamento, Decreto Supremo número
004-96-PRES: Refiere que estas normas que regulaban el proceso
de privatización de mercados, llevado a cabo por la Municipalidad
Provincial del Santa, entre ellos la del Centro Comercial Mercado
“Chacra a la Olla”, fueron inaplicados en aquella época, porque
existían dos asociaciones de comerciantes del mercado, una de
ellas la “Asociación de Comerciantes Chacra a la Olla” quienes
inicialmente agrupaban a todos los comerciantes posesionarios,
entre ellos los demandantes, desde el año dos mil dos hasta el año
dos mil seis, y la otra formada a partir del mes de junio de dos mil
seis como asociación paralela denominada “Asociación Unificada de
Comerciantes Chacra a la Olla Pro Privatización”, integrada por
algunos socios poseedores y otros que no lo eran, a quienes
aceptaron la oferta de privatización para evitar que se notifique a la
otra Asociación de Comerciantes del Mercado e impedir su
participación en el proceso de privatización, por lo que se les indicó
que tenían que acudir al Poder Judicial para ser considerados como
beneficiarios adquirentes. CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine es
necesario hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso.
En tal sentido, se advierte que a fojas noventa y siete, Celia Lucio
Domínguez y otros interponen demanda contra el “Centro Comercial
Mercado Chacra a la Olla” solicitando que se les reconozca su
derecho a la adjudicación directa en venta respecto de los puestos
de venta que vienen poseyendo en el interior del “Mercado Chacra a
la Olla”, en su condición de beneficiarios de la Ley de Privatización,
y en las mismas condiciones en que fueron transferidos a los
actuales propietarios privatizados. Como fundamentos de su
demanda sostienen que vienen poseyendo en su condición de
antiguos comerciantes posesionarios de los puestos de venta
ubicados en el interior del “Mercado Chacra a la Olla”, con más de
veinte años de actividad comercial, desde que se creó el mismo,
iniciando su actividad comercial con la “Ex Cooperativa de Servicios
y Comercialización de Productos Agropecuarios y Construcción del
97065
Mercado Limitada número 24 – CECOPA”, conformada en el año mil
novecientos ochenta y dos, e integrada por los comerciantes; siendo
liquidada en el mes de junio del año dos mil dos y en su lugar fue
creada la “Asociación de Comerciantes Chacra a la Olla”, que se
inicio en el año dos mil dos y permitió agrupar a todos los
comerciantes posesionarios de puestos de venta hasta el año dos
mil seis en que Segundo Juvencio Alejos Matos constituyó una
Asociación paralela denominada “Asociación Unificada de
Comerciantes Chacra a la Olla Pro Privatización”. Sostienen, que
esta agrupación solamente estaban constituida por un grupo parcial
de los comerciantes posesionarios, incluyéndose a personas
extrañas a los comerciantes, excluyéndose a otro gran sector de
posesionarios y beneficiarios con la Ley de Privatización número
26569 y su Reglamento, siendo aproximadamente ciento ochenta y
cuatro integrantes, de los cuales forman parte, ello con la finalidad de
convertirse en los únicos propietarios de todos los puestos, para
posteriormente transferir los puestos de venta. Cuando la
Municipalidad Provincial del Santa dispone el inicio del proceso de
privatización de los mercados que funcionan en los terrenos de su
propiedad se percatan que la denominada “Asociación de
Comerciantes Chacra a la Olla”, sin convocar a todos los
posesionarios conductores de puestos de venta, había decidido
aceptar la oferta de privatización del Mercado Chacra a la Olla y
coludiéndose con algunos representantes de la Municipalidad se
apersonan para ser declarados beneficiarios del proceso de
privatización, considerando únicamente a los conformantes de la
citada Asociación Unificada de Comerciantes, excluyendo a los
demás posesionarios conductores, también beneficiarios de la Ley
de Privatización de Mercados con derecho a la adjudicación en
venta directa y que venían reclamando su inclusión en dicho proceso
de privatización, llegando a aprobar la Municipalidad la privatización
del mercado y suscribieron con ellos el contrato de transferencia de
compraventa, consumándose de esta manera la exclusión de los
recurrentes y otros más, pese a que también contaban con su
derecho expedito para participar de dicho proceso de transferencia,
sin embargo cuando se apersonan a la Municipalidad a reclamar su
derecho les informan que había culminado la transferencia del
terreno y que tendrían que recurrir al órgano jurisdiccional para ser
considerados como beneficiarios. Afirman que su derecho de
posesión se encuentra acreditado hasta antes de la privatización del
mercado, por cuanto hasta antes de ese hecho han venido pagando
directamente a la Municipalidad Provincial del Santa, como merced
conductiva hasta el año dos mil tres, y a partir de entonces venían
pagando la renta por concepto de servicios de uso de mercado,
además, por los servicios de agua y luz y lo hacían ante la Ex
“Cooperativa de Servicios y Comercialización de Productos de
Agropecuarios y Construcción de Mercado Limitada número 24 –
CECOPA”, luego a la “Asociación de Comerciantes Chacra a la Olla”,
posteriormente a la “Asociación Unificada de Comerciantes Chacra
a la Olla” y últimamente al “Concejo Directivo de los Propietarios del
Centro Comercial Mercado Chacra a la Olla”, quienes durante los
años iniciales de su gestión les otorgaron recibos por los pagos,
luego se negaron a otorgar dichos recibos y entregaban tickets con
sello parcial y últimamente se niegan a otorgar constancia de pago
alguna de los servicios de agua y luz. Los codemandantes tomaron
conocimiento que en Asamblea General Extraordinaria de Asociados
han acordado la implementación del proyecto de instalación eléctrica
del Centro Comercial “Mercado Chacra a la Olla”, conforme a las
normas y parámetros de defensa civil, y teniendo en cuenta que el
denominado “Mercado Chacra a la Olla” es el actual propietario del
Mercado y cada uno de los recurrente no son propietarios ni
asociados, supuestamente, han dispuesto iniciarles un proceso de
Desalojo y no conforme con ello señalan haber considerado
solamente a los asociados en la implementación de dicho proyecto
de instalación eléctrica y que deberían tomar las medidas necesarias
ya que no podrán seguir brindándoles el servicio de energía eléctrica
a partir del diecinueve de febrero de dos mil trece, pero los
recurrentes respondieron que se encuentran amparados en la Ley
de Privatización. SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su
naturaleza, el A quo, mediante sentencia de fojas cuatrocientos
cuarenta y nueve, de fecha once de diciembre de dos mil catorce,
declara fundada la demanda; en consecuencia, reconoce el derecho
a la adjudicación directa en venta de los puestos de abastos que
poseen los demandantes en el “Mercado Chacra a la Olla”, respecto
a los puestos de abastos números 06, 18, 24, 90, 109, 110, 115, 130,
137, 162, 164 y 183, que vienen conduciendo, para lo cual se deberá
tener en cuenta la valorización que efectúe la Comisión Nacional de
Tasaciones – CONATA, respecto al pago a efectuar a la parte
demandada, luego de lo cual deberán ser incluidos en la relación de
propietarios del “Centro Comercial Chacra a la Olla”. Como
fundamentos de su decisión sostiene que al revisar los documentos
presentados por los accionantes se aprecia que el más antiguo data
del año mil novecientos ochenta y dos, cuando se creó la
Cooperativa, asimismo, obran recibos originales de pagos por
servicios de luz y mantenimiento que se les brindaba a los
codemandantes expedidos por ambas Asociaciones y mejor aún
recibos de pago expedidos por la Municipalidad Provincial del Santa
respecto al servicio público de uso de mercado – de “puestos” que
corresponden a pagos realizados en los años mil novecientos
noventa y siete y mil novecientos noventa y ocho a favor de Eulogia
Inés Nuñuvero Cotos (véase a fojas diecisiete y dieciocho),
observando que en este caso se cumple con lo dispuesto en el
artículo 5 del Reglamento de la Ley número 26569 y que de acuerdo

97066 CASACIÓN
al “Reporte de Deuda” de fojas veintiuno a veinticinco, tenía una
deuda por dicho concepto a partir del año mil novecientos noventa y
seis; de igual manera, conforme al mismo reporte tenemos que
durante el mismo período Celia Lucio Domínguez tiene un deuda por
el puesto número 116, Zeny Barbarita Luján Corcuera por el puesto
número 137, Lucía Cavero viuda de Díaz por el puesto número 140
y Eufemia Cóndor Palacios por el puesto número 164; asimismo,
conforme a la constancia emitida por el Presidente de la “Asociación
de Comerciantes Chacra a la Olla – Pro Privatización”, de fecha
dieciséis de diciembre de dos mil seis, hace constar que Edgardo
Feliberto Alva Díaz es conductor del puesto número 162 desde el
año mil novecientos noventa y cuatro, y los recibos de pago por
concepto de “Cobro de Puesto”, expedidos por la Cooperativa
Secopa Limitada número 24 durante los años mil novecientos
noventa y uno y mil novecientos noventa y dos, así como los recibos
por mantenimiento expedidos por la “Asociación Unificada de
Comerciantes del Mercado Chacra a la Olla” correspondientes a los
años dos mil cinco, dos mil seis y dos mil nueve, de fojas veintisiete
y veintiocho, así como los recibos de pago expedidos por la
Municipalidad correspondientes al año dos mil siete, que corren a
fojas veintinueve y treinta, el Reporte de Estado de Cuenta Corriente
expedido por la Municipalidad por el uso de mercado de fojas treinta
y uno, el Reporte de Pagos de fojas treinta y dos, de igual forma, en
relación a Carlos Alberto Mori Paredes los recibos de pago por
concepto de pago de luz de los años dos mil ocho y dos mil nueve,
expedidos por los propietarios del “Centro Comercial Mercado
Chacra a la Olla” que obran a fojas treinta y seis, así como el Reporte
de Estado de Cuenta expedido por la Municipalidad Provincial del
Santa, correspondiente al año dos mil seis y los recibos de guardianía
que pagaba correspondientes al año dos mil doce, que corren a fojas
treinta y ocho, igual sucede respecto a Zeny Luján Corcuera, como
es de verse a fojas cuarenta y uno, en la cual corre la constancia
emitida por la “Asociación de Comerciantes Chacra a la Olla” y el
Contrato de Compraventa de fojas cuarenta y dos, igual también
sucede respecto a la codemandante Julia del Rocío Flores Reyna
con los recibos de pago expedidos por la Municipalidad Provincial
del Santa por los períodos dos mil dos, dos mil tres y dos mil cuatro,
por servicio público de uso de mercado – “puestos”, documentos que
corren de fojas cuarenta y cinco a cuarenta y ocho, igualmente con
los recibos de pago expedidos por los Propietarios del “Centro
Comercial Mercado Chacra a la Olla” por mantenimiento,
correspondientes a los años dos mil seis y dos mil siete, y con el
Reporte de Pagos de fojas cincuenta y cincuenta y uno, expedidos
por la Municipalidad Provincial del Santa, correspondientes a los
períodos mil novecientos noventa y siete al dos mil seis y del dos mil
tres y dos mil cuatro; asimismo, respecto al codemandante Manuel
Agustín Horna Guevara conforme al recibo expedido por los
“Propietarios del Centro Comercial Mercado Chacra a la Olla” de
fojas cincuenta y dos y cincuenta y tres, por el período dos mil cuatro
a dos mil siete por concepto de luz, asimismo, respecto a la
codemandante Santos Angelita Baylón de Méndez atendiendo al
Acta de Defunción de fojas cincuenta y siete, acaecida el veinticuatro
de julio de dos mil siete, así como el Recibo de Ingresos expedido
por la Municipalidad Provincial del Santa, se aprecia que también ha
realizado el pago por concepto de merced conductiva con fecha
quince de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, según se
puede apreciar a fojas cincuenta y seis, de igual forma respecto a
Celia Lucio Domínguez existe el recibo emitido por la Municipalidad
Provincial del Santa, de fecha trece de febrero de mil novecientos
noventa y seis, de fojas cincuenta y ocho por concepto de merced
conductiva, y Eufemia Cóndor Palacios que ha presentado la
constancia de fecha cuatro de octubre de dos mil seis, emitida por la
Municipalidad Provincial del Santa en la que hace constar que es
conductora y posesionaria del puesto número 164 que corre a fojas
sesenta y dos, aunado a ello, los recibos de pago por concepto de
luz y guardianía expedidos por la Asociación y Cooperativa
correspondientes a los años dos mil uno a dos mil cuatro, así como
el recibo que corre a fojas sesenta y seis, expedido por la
Municipalidad Provincial del Santa correspondiente al año mil
novecientos noventa y siete, así como el Padrón General del
“Mercado Chacra a la Olla” del mes de setiembre de dos mil tres que
corre de fojas setenta y tres a ochenta, en el cual se aprecia que hay
ciento ochenta empadronados. Siendo así, se demuestra que los
codemandantes se han encontrado conduciendo sus puestos de
abastos, haciendo pagos por distintos servicios como agua,
mantenimiento y guardianía. Asimismo, de los documentos
mencionados también se colige que, como lo exponen los
codemandantes el Mercado antes era conocido como “Ex
Cooperativa de Servicios y Comercialización de Productos
Agropecuarios y Construcción del Mercado Limitada número 24 –
CECOPA, esto es, a partir del año mil novecientos ochenta y dos;
posteriormente en junio de dos mil dos se creó como la “Asociación
de Comerciantes Chacra a la Olla” hasta junio de dos mil seis, fecha
en la que Segundo Juvencio Alejos Matos constituyó la “Asociación
Unificada de Comerciantes Chacra a la Olla Pro Privatización”, a su
vez, los codemandantes tal como lo sostienen y de acuerdo con los
documentos presentados se encontraban en posesión de los
puestos comerciales que se ubican en el interior del inmueble
denominado “Chacra a la Olla” al momento de la expedición de la
Ley de Privatización, probando que se han hecho efectivos los
pagos por mantenimiento, servicios de luz y guardianía ante las
autoridades que dirigían en ese entonces dicho mercado, tal como
consta en autos, es decir, que se encontraban formalizados e
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
integrados al gremio de los comerciantes. Para mayor contundencia
de los hechos que afirman los accionantes, al efectuarse la
Inspección Judicial de fecha ocho de julio de dos mil catorce, en el
“Centro Comercial Chacra a la Olla” ubicado en la Avenida Pardo,
número 843 – Frente al Local Central del Poder Judicial, como es de
verse de fojas ciento ochenta y tres a ciento noventa y dos, se
constató que Carlos Alberto Mori Paredes ocupaba el puesto número
90, Celia Lucio Domínguez ocupaba el puesto número 116, Sonia
Lucio Domínguez ocupaba un puesto frente al número 116 y se
dedicaba a la venta de carnes varias; Zeny Barbarita Luján Corcuera
ocupaba el puesto número 137, Lucía Cavero viuda de Díaz ocupaba
el puesto número 140, Eufemia Cóndor Palacios ocupaba el puesto
número 164, Edgardo Feliberto Alva Díaz ocupaba el puesto número
162, Julia del Rocío Flores Reyna ocupaba el puesto número 18,
Eulogia Inés Nuñuvero Cotos ocupaba el puesto número 183 y
Manuel Agustín Horna Guevara ocupaba el puesto número 24, todos
ellos, conforme lo indicaron, dedicados a la venta de productos
perecibles, de lo que se aprecia que tienen sus puestos en actividad,
no apreciándose que exista cuestionamiento de comerciantes o
terceros que aduzcan tener derechos sobre los mismos puestos de
comercio; de otro lado, en relación a la codemandante Santos
Angelita Baylón de Méndez, si bien no se le encontró en posesión de
su puesto, esto fue debido a que según manifestó en el acto de la
inspección judicial, quince días antes había sido despojada del
puesto por la parte demandada y la construcción que se estaba
realizando sobre dicho puesto no le pertenecía, frente a este hecho,
esta situación a tenor de los medios probatorios que ha presentado
debe ser superada con el recibo de ingresos expedido por la
Municipalidad Provincial del Santa en el cual se aprecia que Manuel
Baylón Sánchez (fallecido) representado por Santos Angelita Baylon
de Méndez, en vida ha venido haciendo pagos por concepto de
merced conductiva con fecha quince de noviembre de mil
novecientos noventa y cinco, conforme lo hacían sus codemandantes
según se aprecia a fojas cincuenta y seis, igual con el recibo de pago
efectuado ante la citada Cooperativa en el año mil novecientos
noventa y cinco, como es de verse a fojas cincuenta y cinco, y con la
declaración emitida por Santos Angelita Baylón de Méndez, por
intermedio de su abogado defensor en la citada Inspección Judicial,
sostiene haber sido despojada quince días antes de dicha diligencia.
Por lo tanto, la parte demandada deberá reconocerle el derecho
preferente a la adjudicación en el puesto de abasto que venía
conduciendo, conforme a lo dispuesto en el artículo 1 de la Ley
número 26569 y el artículo 5 de su Reglamento el Decreto Supremo
número 004-96-PRES. Al haber adjudicado la Municipalidad
Provincial del Santa a la demandada, entendida hoy como Asociación
Unificada de Comerciantes del Mercado “Chacra a la Olla”, cuyo
presidente es Segundo Juvencio Alejos Matos, resulta de obligación
para la parte demandada otorgar prioridad en la venta de los puestos
a los comerciantes que los poseen, siendo que en el caso sub
materia no se ha encontrado que otro comerciante solicite la compra
del mismo puesto; de igual forma, la parte emplazada no acredita
con documento alguno que haya ofrecido en venta los puestos, por
lo que debe asumirse que la entidad demandada no ha ofrecido a los
codemandantes la venta de los puestos que poseen, es más, los
codemandantes han solicitado la integración dentro de la Junta de
Propietarios de la Asociación, como es de verse de los escritos de
fojas cuarenta, cuarenta y tres, sesenta y nueve y setenta, e incluso
Segundo Juvencio Alejos Matos en su condición de presidente del
“Mercado Chacra a la Olla” expidió un certificado a favor de uno de
los codemandantes como es, Carlos Alberto Mori Paredes con fecha
veintitrés de noviembre de dos mil diez, en el que hace constar que
trabaja provisionalmente en el Mercado, conforme se aprecia a fojas
treinta y cinco, igual la constancia otorgada a favor de Edgardo
Feliberto Alva Díaz con fecha dieciséis de diciembre de dos mil seis,
como es de verse a fojas veintiséis, no obteniendo respuesta alguna
respecto a las otras solicitudes, excepto en el caso de Alejandro
Lucio Cotrina de fojas sesenta y siete y sesenta y ocho, que según
se aprecia más que una respuesta ha sido una carta de fecha trece
de febrero de dos mil trece, la cual de manera autoritaria explica que
el “Ex Mercado Chacra a la Olla”, ahora “Centro Comercial Mercado
Chacra a la Olla”, es propiedad privada, cuya actual propietaria es la
Asociación denominada “Centro Comercial Mercado Chacra a la
Olla”, y teniendo en cuenta que dicha persona no es propietario ni
asociado, en consecuencia, se ha dispuesto iniciarle un proceso de
desalojo, no haciendo mención que se le haya ofrecido la venta de
su puesto de abastos, lo que evidencia que la entidad demandada
no ha cumplido con lo dispuesto en la Ley número 25659, como es
ofrecer en venta el puesto, por lo que es necesario, en cumplimiento
de la Ley, adjudique en venta directa previa valorización realizada
por la “Comisión Nacional de Tasaciones” (actualización del valor
arancelario), respecto de los puestos de abastos que poseen en el
interior del “Mercado Chacra a la Olla”, en condición de beneficiarios
de la Ley de Privatización, y ordenarse su inclusión en la relación de
propietarios del Centro Comercial “Mercado Chacra a la Olla” por
haberse acreditado que les corresponde ese derecho, en igual
condición que los actuales asociados. TERCERO.- Apelada la
mencionada sentencia, el Ad quem, mediante sentencia de fojas
quinientos ochenta y seis, de fecha ocho de junio de dos mil quince,
la revoca y, reformándola, declara infundada la demanda. Como
sustento de su decisión manifiesta que la sentencia impugnada
considera a los demandantes como posesionarios directos, sin tener
en cuenta que en el artículo 5 del Decreto Supremo número 004-96-
PRES, Reglamento de la Privatización de los Mercados Públicos, se
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
precisa que son "conductores actuales", las personas naturales o
jurídicas, que a la fecha de publicación de la ley, vienen pagando una
renta al respectivo Concejo o entidad administradora del inmueble…”;
y que para efectos de dicha adjudicación directa en venta del
“Mercado Chacra a la Olla”, inscrita en los Registros Públicos, de
donde es parte integrante los puestos cuyo reconocimiento de
adjudicación de venta es materia de este proceso; se ha seguido el
trámite administrativo, iniciándose con la Ordenanza Municipal
número 011-2005-MPS, de fecha veintiuno de noviembre de dos mil
seis, que dispuso llevar a cabo el proceso de privatización y
transferencia del citado mercado, con el Comité Especial de
Privatización de Mercados de la Municipalidad Provincial del Santa,
conforme a la Ley número 26569 – Privatización; quienes se
encargaron del saneamiento físico y legal, la difusión de la venta y
calificación de los beneficiarios de la ley de privatización de
mercados, dándose el plazo de treinta días calendarios para que los
que se consideren posesionarios directos, se acojan a dicho
beneficio; de lo que se infiere que era facultad y responsabilidad de
dicha Comisión, la calificación de los beneficiarios de la citada Ley;
sin embargo, los demandantes no se acogieron a dicho trámite y no
se observa de dicho proceso, que los mismos hayan impugnado el
hecho de que no se les haya considerado como posesionarios y
conductores de puestos beneficiarios de la acotada Ley de
Privatización, teniendo en cuenta que les facultaba el derecho como
conductores de un puesto en el mercado para dirigirse a la Comisión
y presentar la documentación necesaria que acredite el cumplimiento
de los requisitos. Asimismo, cuando se emitió la Resolución de
Alcaldía número 987, de fecha veintidós de diciembre de dos mil
seis, se convocó a Asamblea General Extraordinaria, teniendo como
agenda tanto la exclusión como la inclusión de asociados, entre
otros puntos, en los que aparecen dentro de la relación de asociados
excluidos seis de los once demandantes, quienes no interpusieron
recurso alguno contra dicha exclusión y tampoco hicieron de
conocimiento a la comisión encargada sobre los hechos ocurridos,
así como tampoco cuestionaron la validez del proceso de
privatización, pues no participaron como demandantes en el proceso
contencioso administrativo Expediente número
1598-2008-0-2501-JR-CI-04 [ver fojas cuatrocientos seis a
cuatrocientos veintidós], la misma que declaró infundada la nulidad
de la Resolución de Alcaldía número 987-MPS, de fecha veintidós de
diciembre de dos mil seis. Que, en el presente proceso la sentencia
impugnada reconoce a los demandantes el derecho de adjudicación
directa en venta de los puestos de abastos que ocupan cada uno de
ellos en el “Mercado Chacra a la Olla”, sustentando su resolución en
el fundamento décimo quinto de la sentencia emitida en el citado
Expediente número 1598-2008-0-2501-JR-CI-04; pero, no ha tenido
en cuenta que dicho considerando está referido a los demandantes
de dicho proceso, que no son los mismos que lo actuales y que en
dicha resolución se ha declarado infundada la demanda, la misma
que ha quedado firme y tiene la calidad de cosa juzgada; asimismo,
en dicho proceso se ha precisado que la Resolución de Alcaldía
número 0987 se ha dictado conforme al ordenamiento jurídico, y no
han incurrido en ninguna de las causales previstas en el artículo 10
de la Ley de Procedimiento Administrativo General - Ley número
27444; de lo que se infiere que el proceso de privatización realizado
por la Comisión designada por la Municipalidad Provincial del Santa,
en su época, evaluó a los beneficiarios poseedores directos; y en
cuanto, a que no se les puso en conocimiento del proceso de
privatización, tal argumento queda desvirtuado, no sólo porque los
demandantes tenían pleno conocimiento del proceso de privatización,
pues seis de ellos con fecha veintiséis de junio de dos mil seis
suscribieron el acuerdo mediante el cual se constituye la “Asociación
Unificada de Comerciantes del Mercado Chacra a la Olla - Pro
Privatización” y se aprueban sus estatutos, en cuyo Capítulo XIII se
establece la compra del “Mercado Chacra a la Olla” y en sus artículos
28 y 29 se expresa: El asociado tiene derecho a participar
voluntariamente en la compra del terreno del “Mercado Chacra a la
Olla” de acuerdo a la cantidad de metraje que ocupa y el precio será
el que fije la Comisión Nacional de Tasaciones – CONATA, sino
porque todo el proceso de privatización fue de conocimiento público
conforme se acredita con los recortes periodísticos que obran de
fojas trescientos dieciséis a trescientos veintidós, por lo tanto, en
todo caso los demandantes debieron poner en conocimiento de la
citada Comisión, para que evalúe su condición de poseedores
directos y su integración a dicho proceso para la adjudicación directa
en venta de los puestos del “Mercado Chacra a la Olla”; pero, éstos
no lo hicieron en su oportunidad, ni cuestionaron el proceso de
privatización, ya que la demanda de Nulidad ante el Juzgado
Contencioso Administrativo la interpusieron otras personas y no los
demandantes, y ésta estaba dirigida en otro sentido y con otra
finalidad. CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el
recurso de casación ha sido declarado procedente por las causales
de infracción normativa de derecho procesal e infracción normativa
de derecho material; debiendo absolverse, en principio, las
denuncias de carácter procesal, de modo que si se declara fundado
el recurso por esta causal, deberá verificarse el reenvío, careciendo
de objeto el pronunciamiento respecto a la causal sustantiva.
QUINTO.- En tal sentido, corresponde pronunciarse respecto al
apartado A) antes citado, es decir, respecto a la denuncia procesal
de la infracción de los artículos 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú, 196 y 197 del Código Procesal Civil: No se puede
sostener válidamente la vulneración de las normas invocadas en
este extremo, por cuanto la Sala Superior ha valorado
97067
exhaustivamente los medios probatorios adjuntados a la demanda,
tal como puede apreciarse del examen del apartado número 10 de la
impugnada, para luego exponer sus conclusiones, citando los
fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan su decisión, siendo
pertinente reproducir, en síntesis, tales fundamentos: a) Era facultad
y responsabilidad del Comité Especial de Privatización de Mercados
de la Municipalidad Provincial del Santa la calificación de los
beneficiarios de dicha Ley; sin embargo, los demandantes no se
acogieron a dicho trámite; y no se observa de dicho proceso, que los
mismos hayan impugnado el hecho de que no se les haya
considerado como posesionarios y conductores de puestos
beneficiarios; b) Cuando se emitió la Resolución de Alcaldía número
987, de fecha veintidós de diciembre de dos mil seis, se convocó a
Asamblea General Extraordinaria, teniendo como agenda tanto la
exclusión como la inclusión de asociados, entre otros puntos, donde
aparecen dentro de la relación de asociados excluidos seis de los
once demandantes, quienes no interpusieron recurso alguno contra
dicha exclusión y tampoco hicieron de conocimiento a la Comisión
encargada sobre los hechos ocurridos, así como tampoco
cuestionaron la validez del proceso de privatización, pues no
participaron como demandantes en el Proceso Contencioso
Administrativo, Expediente número 1598-2008-0-2501-JR-CI-04 [ver
fojas cuatrocientos seis a cuatrocientos veintidós], donde se declaró
infundada la nulidad de la Resolución de Alcaldía número 987-MPS,
de fecha veintidós de diciembre de dos mil seis; c) La sentencia
impugnada, reconoce a los demandantes el derecho de adjudicación
directa en venta de los puestos de abastos que ocupan cada uno de
los demandantes en el “Mercado Chacra a la Olla”, sustentando su
resolución en el citado Expediente número 1598-2008-0-2501-JR-
CI-04; pero no ha tenido en cuenta que dicho considerando está
referido a los demandantes de dicho proceso, que no son los mismos
que los actuales, y que en dicha resolución se ha declarado
infundada la demanda, la misma que ha quedado firme y tiene la
calidad de cosa juzgada; asimismo, en dicho proceso se ha
precisado que la Resolución de Alcaldía número 0987 se ha dictado
conforme al ordenamiento jurídico, y no se ha incurrido en ninguna
de las causales previstas en el artículo 10 de la Ley de Procedimiento
Administrativo General - Ley número 27444; d) El proceso de
privatización realizado por la Comisión designada por la
Municipalidad Provincial Del Santa, en su época, evaluó a los
beneficiarios poseedores directos; y en cuanto, a que no se les hizo
de conocimiento del proceso de privatización, tal argumento queda
desvirtuado, no sólo porque los demandantes tenían pleno
conocimiento del proceso de privatización, pues seis de ellos con
fecha veintiséis de junio de dos mil seis suscribieron el acuerdo
mediante el cual se constituye la “Asociación Unificada de
Comerciantes del Mercado Chacra a la Olla - Pro Privatización” y se
aprueban sus estatutos, sino porque todo el proceso de privatización
fue de conocimiento público, conforme se acredita con los recortes
periodísticos que obran de fojas trescientos dieciséis a trescientos
veintidós, por lo que, en todo caso los demandantes debieron hacer
de conocimiento a la citada Comisión, para que evalúe su condición
de poseedores directos y su integración a dicho proceso para la
adjudicación directa en venta de los puestos; pero éstos no lo
hicieron en su oportunidad, ni cuestionaron el proceso de
privatización, ya que la demanda de Nulidad ante el Juzgado
Contencioso Administrativo la interpusieron otras personas y no los
demandantes, y ésta estaba dirigida en otro sentido y con otra
finalidad. Razones por las cuales el primer extremo del recurso de
casación debe desestimarse. SEXTO.- En cuanto a la denuncia B),
es decir, la infracción de los artículos 896, 900 y 901 del Código Civil:
Según el artículo 10 del Decreto Supremo número 004-96-PRES
correspondía a la Comisión de Privatización de los Mercados
Públicos, luego de efectuado el correspondiente saneamiento físico
legal y la valorización, cursar las notificaciones otorgando las
opciones de compra a los conductores de los puestos del mercado.
Al respecto, en la sentencia de vista impugnada el Ad quem ha
establecido que era facultad y responsabilidad del Comité Especial
de Privatización de Mercados de la Municipalidad Provincial del
Santa la calificación de los beneficiarios de la Ley número 26569;
que, sin embargo, los demandantes (ahora recurrentes) no se
acogieron a dicho trámite, no observándose que hayan impugnado
el hecho de que no se les haya considerado como posesionarios y
conductores de los referidos puestos de abasto, teniendo en cuenta
que les facultaba tal derecho, al alegar ser conductores de un puesto
en el mercado, para dirigirse a dicha Comisión y presentar la
documentación necesaria que acredite el cumplimiento de los
requisitos, lo cual evidentemente no hicieron. Nótese, además, que
al no haber sido considerados los recurrentes como conductores de
los puestos por la entidad competente, no había razón alguna para
que se les notificara la opción de compra. Por consiguiente, esta
denuncia casatoria tampoco puede prosperar, pues no existe la
infracción alegada. SÉTIMO.- En cuanto a la denuncia de carácter
material contenida en el apartado C), es decir, referida a la pretendida
infracción normativa de los artículos 1 y 3 de la Ley número 26569,
Ley de Privatización de los Mercados Públicos, cabe manifestar lo
siguiente: Las normas en comentario prescriben que los conductores
de los puestos eran los primeros beneficiaros de la Privatización de
los Mercados Públicos, situación decretada por la Ley número
26569; asimismo, se contrae (artículo 3) a señalar el plazo de treinta
días que tenían dichos conductores para acogerse a la Ley. Sin
embargo, tal como se ha indicado antes, en la sentencia de vista
impugnada el Ad quem ha establecido que era facultad y

97068 CASACIÓN
responsabilidad del Comité Especial de Privatización de Mercados
de la Municipalidad Provincial del Santa la calificación de los
beneficiarios de la Ley número 26569; sin embargo, los recurrentes
no se acogieron a dicho trámite, ni tampoco impugnaron el hecho de
que no se les haya considerado como posesionarios y conductores
de puestos. Por consiguiente, mal pueden los demandantes
pretender que se les aplique los efectos de las normas que han
invocado en esta denuncia, en consecuencia, esta denuncia también
debe desestimarse. OCTAVO.- En cuanto a la denuncia casatoria
contenida en el apartado C), referida a la infracción de los artículos
5, 10 y 14 del Reglamento del Decreto Supremo número 004-96-
PRES: a) Respecto al artículo 5: Esta norma precisa que son
"conductores actuales", las personas naturales o jurídicas, que a la
fecha de publicación de la Ley, vienen pagando una renta al
respectivo Concejo o entidad administradora del inmueble…”; en tal
sentido, para la adjudicación directa en venta de los puestos del
“Mercado Chacra a la Olla”, se siguió el trámite administrativo
correspondiente, iniciándose con la Ordenanza Municipal número
011-2005-MPS, de fecha veintiuno de noviembre de dos mil seis,
que dispuso llevar a cabo el proceso de privatización y transferencia
del mercado, con el Comité Especial de Privatización de Mercados
de la Municipalidad Provincial Del Santa, conforme a la Ley número
26569; sin embargo, se ha establecido que los demandantes no se
acogieron a dicho trámite; y no se observa de dicho proceso, que
hayan impugnado el hecho de no haber sido considerados como
posesionarios y conductores de puestos; b) Respecto al artículo 10:
Al no haber sido considerados los recurrentes como conductores de
los puestos por la entidad competente, no había razón alguna para
que se les notificara la opción de compra. Por consiguiente, esta
denuncia casatoria de carácter procesal no puede prosperar, pues
no existe la infracción alegada; c) Respecto al artículo 14: Tal como
reiteradamente se ha sostenido en los acápites precedentes, los
demandantes no fueron calificados por la Comisión como
posesionarios y/o conductores de los puestos del mercado, por lo
que mal pueden pretender la aplicación de esta norma que beneficia
a los que tienen tal condición. Por las consideraciones expuestas, no
se configuran las causales de infracción normativa de carácter
procesal y material denunciadas, en consecuencia, no procede
amparar el presente recurso de casación, por lo que de conformidad
con el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto por Celia Lucio Domínguez a
fojas seiscientos cinco; por consiguiente, NO CASARON la
sentencia de vista de fojas quinientos ochenta y seis, de fecha ocho
de junio de dos mil quince, emitida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia Del Santa, que revoca la sentencia
apelada de fojas cuatrocientos cuarenta y nueve, de fecha once de
diciembre de dos mil catorce, que declara fundada la demanda; y
reformándola, la declara infundada; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Celia Lucio Domínguez y otros
contra el Centro Comercial Mercado “Chacra a la Olla”, sobre
Reconocimiento de Derecho de Propiedad; y los devolvieron.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-37
CAS. Nº 3225-2015 LIMA NORTE
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. SUMILLA.- Para
la procedencia de la demanda de nulidad de cosa juzgada
fraudulenta se requiere que el acto alegado como viciado haya
provenido de una conducta procesal fraudulenta o colusiva que
afecte el derecho al Debido Proceso de una de las partes, y que
haya sido determinante para la expedición de la sentencia. Lima,
veintisiete de junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil doscientos veinticinco
- dos mil quince; luego de verificada la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Se trata del recurso de casación interpuesto por
Víctor Vives Flor a fojas trescientos sesenta y uno, contra la
sentencia de vista de fojas trescientos cuarenta y cinco, de fecha
cinco de diciembre de dos mil catorce, expedida por la Primera
Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte, que confirma la sentencia apelada de fojas doscientos
setenta y seis, de fecha veintisiete de diciembre de dos mil trece,
que declara infundada la demanda; en el proceso seguido por
Víctor Vives Flor y Gustavo Adolfo Vives Barreto contra Bibiana
Belschack de Rosasco y otros, sobre Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta. 2. CAUSALES DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por
resolución de fecha cinco de noviembre de dos mil quince, corriente
a fojas veintinueve del cuaderno de casación, este Supremo
Tribunal ha declarado procedente el recurso de su propósito, por
las causales denunciadas de: Infracción normativa procesal de
los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Perú, 122 inciso 3, 197 y 198 del Código Procesal Civil y 12 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. 3.
ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por el recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: III.1. Con
fecha veintiuno de agosto de dos mil doce, mediante escrito de
fojas ochenta y nueve, subsanado a fojas ciento quince, Víctor
Vives Flor y Gustavo Adolfo Vives Barreto interponen demanda de
Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta contra Bibiana Belschack
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de Rosasco, Lourdes María Rosasco Belschack, Nelly Enriqueta
Cortez Boszeta Viuda de Rosasco, Rudy Moreno Dávila en su
calidad de Juez del Noveno Juzgado de Paz Letrado de San Martin
de Porres y Marco Antonio Sánchez Navarro en su calidad de Juez
del Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Lima Norte, a
efecto que se declare la nulidad de las sentencias expedidas en el
Expediente número 1538-2008 de fechas treinta y uno de marzo de
dos mil once y treinta de enero de dos mil doce. A fin de sustentar
su demanda los actores argumentan lo siguiente: I) Señala que las
sentencias cuestionadas fueron emitidas con fraude procesal, por
la conducta omisiva y unilateral del juez de primera instancia del
proceso cuestionado, al no haber resuelto oportunamente su
pedido de abandono del proceso, estando pendiente de resolver
dicho pedido durante seis meses, siendo resueltos dolosamente
con fecha atrasada a fin de perjudicar a los recurrentes y ayudar a
la otra parte, creándose la Resolución número dieciocho, de fecha
veinticinco de junio de dos mil diez, pese a que recién fue expedida
el seis de enero de dos mil once, fecha en la que también fueron
descargadas las Resoluciones número diecinueve, veinte y
veintiuno, y notificadas después de seis meses; II) Refiere que la
resolución que declaró improcedente su pedido de abandono
nunca le fue notificada para recurrir en apelación, contraviniendo
su Derecho de Defensa y el Debido Proceso, así como el principio
de congruencia procesal, al no resolver su solicitud de abandono
en el sentido solicitado, sino en sentido diferente a lo invocado; y
III) Agrega que igual suerte corre la resolución que desestimó la
Excepción de Prescripción Extintiva propuesta, por considerarse
que el cómputo del plazo no comienza a correr desde que se puede
interponer la acción conforme al artículo 1993 del Código Civil, sino
desde la fecha de la última cuota impaga de la deuda. III.2. Por su
parte, mediante escrito de fecha treinta de octubre de dos mil doce,
obrante a fojas ciento treinta y seis, el Procurador del Poder
Judicial, contesta la demanda negándola en todos sus extremos,
bajo los siguiente argumentos: I) El demandante no llega a probar
en ninguno de los fundamentos de hecho de su demanda cómo se
habría producido el fraude procesal; II) Los actos realizados en el
proceso fueron emitidos conforme a la normatividad procesal
vigente, respetándose el debido proceso, tal es así que el
demandante ha tenido la oportunidad de impugnar los actos que
consideró lesivos a sus intereses, por lo que no existe fraude o
colusión alguna; y III) El evidente propósito de los demandantes a
través de este proceso es el de volver a impugnar decisiones de
fondo de una pretensión que ya fue atendida en sus instancias
jurisdiccionales, la misma que se encuentra fenecida y con
autoridad de cosa juzgada. III.3. Por Resolución de fecha
diecinueve de abril de dos mil trece, obrante a fojas ciento sesenta
y siete, las demandadas Bibiana Belschack de Rosasco, Lourdes
María Rosasco Belschack, Nelly Enriqueta Cortez Boszeta Viuda
de Rosasco, fueron declaradas rebeldes por no haber contestado
la demanda. III.4. Por sentencia de primera instancia de fecha
veintisiete de diciembre de dos mil trece, obrante a fojas doscientos
setenta y seis, el A quo declara infundada la demanda de Nulidad
de Cosa Juzgada Fraudulenta. Los argumentos que sustentan esta
decisión son los siguientes: I) Los demandantes no han aportado
medio probatorio alguno del cual se advierta o desprenda que la
Resolución número dieciocho, de fecha veinticinco de junio de dos
mil diez, se ha expedido el seis de enero de dos mil once, con fecha
atrasada; ya que el hecho en que haya sido descargado en el
sistema no significa que en esa fecha se ha expedido tal resolución,
ya que ha existido retraso en el descargo de dicha resolución en el
sistema por parte de los Auxiliares Jurisdiccionales; II) No se ha
acreditado el abandono al que hacen mención los demandantes
debido a que el trámite del proceso se impulsa de oficio por el Juez,
conforme al Principio de Dirección e Impulso Procesal de Oficio, no
dependiendo de solicitud o pedido alguno que formulen las partes,
no siendo imputable su eventual demora a las partes sino al Juez,
en cuyo caso no hay abandono conforme al inciso 5 del artículo
350 del Código Procesal Civil, y al cual los demandantes no han
peticionado ni sustentado la nulidad de la Resolución número
dieciocho, de fecha veinticinco de junio de dos mil diez, en el que
pide que se revoque la sentencia apelada; y III) Se pretende
cuestionar el criterio de interpretación aplicado por los jueces para
resolver la excepción en el proceso sub materia, no estando
relacionado tal cuestionamiento con elemento de fraude a que se
refiere el artículo 178 del Código Civil, ni mucho menos incurrido
por los jueces que resolvieron la referida excepción. III.5. Elevado
en apelación, el Ad quem, por Sentencia de Vista de fecha cinco de
diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos cuarenta
y cinco, confirma la sentencia apelada, tras considerar lo siguiente:
I) La atribución de existencia de fraude en el Proceso número
1538-2008 no existe, ya que del reporte del expediente se revela el
desorden del manejo del Sistema Integrado Judicial (SIJ), al no
coincidir las fechas de las resoluciones físicas emitidas en el
desarrollo del aludido expediente; asimismo, la Resolución número
dieciocho, tiene fecha veinticinco de junio de dos mil diez, empero
en el reporte aparece la fecha seis de enero de dos mil once, lo que
implica que en esta última fecha habría sido descargada, no
denotándose la existencia del fraude que es presupuesto para una
demanda de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta; y II) Por los
signos de alteración que presenta la foliación del acompañado,
podría decirse que la Resolución número dieciocho, como las
siguientes diecinueve y veinte, fueron incorporados de manera
deliberada antes del escrito de pedido de abandono del proceso de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
fecha quince de octubre de dos mil diez; empero, de por si ello no
constituye actos fraudulentos que enerven la validez de las
sentencias dictadas en ella, mas si el ahora demandante tampoco
ejercitó ninguna queja disciplinaria contra los responsables de
dichas alteraciones. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: PRIMERO.- Que, según lo establecido por el artículo
384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, el recurso extraordinario de casación tiene por fines
esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto así como la uniformidad de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema de Justicia por ende este Tribunal Supremo sin
constituirse en una tercera instancia adicional en el proceso debe
cumplir su deber pronunciándose acerca de los fundamentos del
recurso por la causal declarada procedente. SEGUNDO.- Que, en
el caso de autos los recurrentes han denunciado la causal de
infracción normativa procesal de los artículos 139 incisos 3 y 5
de la Constitución Política del Perú, 122 inciso 3, 197 y 198 del
Código Procesal Civil y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, alegando que la sentencia de vista
adolece de motivación aparente, toda vez que no se ha tenido en
cuenta los argumentos esgrimidos por el recurrente y que se
encuentran debidamente acreditados. TERCERO.- Que, el derecho
a la motivación de las resoluciones judiciales, consagrado en el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
garantiza que los jueces, cualquiera sea la instancia a la que
pertenezcan, expresen el proceso mental que los ha llevado a
decidir la controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad
de Administrar Justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la
Ley, pero también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio
del derecho de defensa de los justiciables. Bajo este contexto, el
Tribunal Constitucional ha precisado en la Sentencia número 3943-
2006-PA/TC, que la vulneración del contenido constitucionalmente
garantizado del Derecho a la Motivación de las Resoluciones
Judiciales, se da en los siguientes supuestos: a) Inexistencia de
motivación o motivación aparente, que se presenta cuando el
juzgador no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la
decisión o cuando no responde a las alegaciones de las partes del
proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico; b) Falta de motivación interna del razonamiento, que se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de modo
coherente, las razones en las que se apoya la decisión; c)
Deficiencias en la motivación externa - justificación de las premisas,
se presenta cuando las premisas de las que parte el Juez no han
sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o
jurídica; d) Motivación insuficiente, que se refiere básicamente, al
mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho
o de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. Si bien, en este caso, no se trata de dar
respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la ausencia
de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta
manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo; e)
Motivación sustancialmente incongruente, que exige que los
órganos judiciales resuelvan las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer desviaciones que supongan modificación o alteración
del debate procesal (incongruencia activa), y sin dejar incontestadas
las pretensiones, o desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión (incongruencia omisiva); y f) Motivaciones
cualificadas, que se presentan cuando se requiere una especial
justificación para el caso de decisiones de rechazo de la demanda,
o cuando, como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan
derechos fundamentales como el de la libertad. CUARTO.- Que,
bajo estos conceptos y en atención a los alegatos expuestos en el
recurso, tenemos que la causal procesal denunciada resulta
infundada, pues revisada la sentencia de vista se aprecia que la
Sala Superior cumple con analizar los argumentos esgrimidos por
el recurrente durante la secuela del proceso y con valorar en forma
conjunta los medios probatorios que a su criterio resultan
determinantes para resolver la litis, como son los actuados en el
expediente acompañado y el reporte del Sistema Integrado Judicial
(SIJ), llegando a determinar que no existe fraude en el Proceso
número 1538-2008, ya que la fecha de la Resolución número
dieciocho, que aparece en el reporte, es la fecha que habría sido
descargada y que los signos de alteración que presenta la foliación
del proceso acompañado tampoco constituye por sí solos actos
fraudulentos que enerven la validez de las sentencias dictadas en
ella. QUINTO.- Que, la nulidad de cosa juzgada fraudulenta
regulada por el artículo 178 del Código Procesal Civil, constituye en
nuestro sistema procesal un remedio excepcional, de naturaleza
residual y extraordinario, que permite efectuar un nuevo examen
de la sentencia definitiva que adquirió la autoridad de cosa juzgada,
obtenida en base a un engaño o a una simulación que agravie a tal
punto el espíritu de justicia que mantener la cosa juzgada sería una
aberración. A través de este instituto no se busca un reexamen del
criterio jurisdiccional contenido en la resolución cuestionada, lo que
se busca es remediar una situación viciada por fraude procesal que
ha afectado el debido proceso, retrotrayéndose las cosas al estado
anterior al que se produjo el fraude procesal, anulando todos los
97069
actos afectados por tal inconducta; por lo tanto, para la procedencia
de esta demanda se requiere que el acto alegado como viciado
haya provenido de una conducta procesal fraudulenta o colusiva
que afecte el Derecho al Debido Proceso de una de las partes, y
que haya sido determinante para la expedición de la sentencia.
SEXTO.- Que, estando a lo señalado, este Supremo Tribunal
comparte la conclusión arribada por las instancias de mérito, pues
revisado el expediente acompañado, conjuntamente con el reporte
del Sistema Integrado Judicial (SIJ) del proceso cuestionado, se
observa que aun cuando las fechas de emisión de las Resoluciones
números dieciocho, diecinueve, veinte y veintiuno, no coinciden
con las que aparecen en el mencionado reporte; sin embargo, tal
hecho por sí solo no acredita la existencia de fraude o colusión a
que se refiere el artículo 178 del Código Civil, pues la fecha
consignada en el reporte corresponde a la fecha en la que dichas
resoluciones fueron descargadas en el Sistema Integrado Judicial
(SIJ); por lo que la causal procesal denunciada es infundada. 5.
DECISIÓN: De conformidad con los artículos 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 397 del Código
Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Víctor Vives Flor a fojas trescientos sesenta y uno;
en consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas
trescientos cuarenta y cinco, de fecha cinco de diciembre de dos
mil catorce, expedida por la Primera Sala Especializada Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Víctor Vives
Flor y otro contra Bibiana Belschack de Rosasco y otros, sobre
Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-38
CAS. Nº 3261-2015 ANCASH
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Copias Simples.- “De
una interpretación sistemática de los artículos 192, 233 y 234 del
Código Procesal Civil, se puede extraer como conclusión que al
haberse considerado a los documentos como medios de prueba,
calidad que ostentan las fotocopias, corresponde que éstas que
pretenden acreditar un determinado hecho, sean analizadas
acuciosamente dentro del proceso en las que se incorporen, a la
luz de las particularidades que se presenten en cada caso concreto
y con plena observancia del Derecho al Contradictorio y a los
cuestionamientos que se hubieren presentado en cuanto a su
actuación”. Lima, tres de octubre de dos mil dieciséis. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA; vista la causa número tres mil doscientos
sesenta y uno – dos mil quince, en audiencia de la fecha y luego de
verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación de
fojas doscientos treinta y cinco interpuesto por Teodora Sifuentes
Villanueva e Hipólito Acuña Villajuan contra la sentencia de vista de
fojas doscientos quince, de fecha trece de julio de dos mil quince,
expedida por la Sala Mixta Transitoria Descentralizada de Huari de
la Corte Superior de Justicia de Ancash, que revocando la apelada
de fecha veintinueve de abril de dos mil quince, declara fundada la
demanda incoada por Alejandrina Vega Cubos, ordenando que los
demandados Hipólito Acuña Villajuan y Teodora Sifuentes
Villanueva desocupen el inmueble sub litis ubicado en la Manzana
dos, Lote número seis de la Provincia de Huacaybamba,
Departamento de Ancash. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS
CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante
Resolución Suprema de fecha siete de marzo de dos mil dieciséis,
que corre a fojas cincuenta y dos del cuadernillo de casación, esta
Sala Suprema declaró PROCEDENTE el recurso de casación por
las siguientes causales: a) La infracción normativa del artículo
911 del Código Civil, bajo cuyo cargo se ha argumentado que la
posesión que ejercen es producto del poder que le otorga la calidad
de propietario que ostentan, al haber adquirido el bien de buena fe
de parte del padre de la demandante; agregándose que se ha
dejado de lado el Principio de Razón Suficiente; b) La infracción
normativa de los artículos III y IX del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, bajo cuyo cargo se ha señalado que los
documentos que anexaron no han sido tomados en cuenta ya que
son copias simples, no obstante, no se ha tenido en cuenta que en
dichas copias aparece el sello del Juez de Paz. 3.-
CONSIDERANDO: PRIMERO: Dado los efectos nulificantes,
corresponde el análisis del recurso por la causal de orden procesal
contenida en el literal b). SEGUNDO: El Debido Proceso a que se
contrae el numeral 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, está concebido como el cumplimiento de todas las garantías,
requisitos y normas de orden público que deben observarse en las
instancias procesales de todos los procesos, incluidos los
administrativos, a fin de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del
Estado que pueda afectarlos. TERCERO: Por escrito de fojas
catorce, Alejandrina Vega Cubos interpone demanda de Desalojo
contra Teodora Sifuentes Villanueva e Hipólito Acuña Villajuan, con
el objeto de que éstos le restituyan la posesión del mueble ubicado
en el Lote número seis de la Manzana número dos, sector San
Pedro del Distrito y Provincia de Hucaybamba, Departamento de

97070 CASACIÓN
Huánuco, debido a que tienen la condición de ocupantes precarios
ya que no cuentan con documento o contrato que justifique la
posesión que ejercen en el aludido predio. CUARTO: Argumenta
que su Derecho de Propiedad emana del Título de Propiedad
expedido a su favor conjuntamente con su Padre Augusto Vega
Durand por el Organismo de Formalización de la Propiedad
Informal – COFOPRI con fecha catorce de noviembre de dos mil
ocho, el mismo que aparece inscrito con fecha veintiocho de
noviembre de dos mil ocho, en la Partida número P39010257 de
los Registros Públicos de Huánuco, conforme es de verse de la
Copia Literal de fojas siete. QUINTO: Por sentencia de fecha
veintinueve de abril de dos mil quince, corriente a fojas ciento
ochenta y tres, el Juez del Juzgado Mixto de la Provincia de
Huacaybamba, declaró infundada la demanda, tras considerar que
los demandados poseen el inmueble sub judice en mérito a una
Escritura Judicial suscrita a su favor por Augusto Vega Durand y
esposa Anania Cubos Vásquez, ante el Juzgado de Paz del Centro
Poblado de Rondobamba en el mes de julio de dos mil nueve, acto
jurídico que tiene como antecedente el Contrato de Compraventa
de un lote de terreno de fecha cinco de marzo de dos mil tres a
través del cual la actora Alejandrina Vega Cubos le transfiere la
propiedad del predio en mención a su padre Augusto Vega Durand.
SEXTO: Apelada dicha decisión, la Sala Mixta Transitoria
Descentralizada de Huari de la Corte Superior de Justicia de
Ancash mediante sentencia de vista de fecha trece de julio de dos
mil quince, corriente a fojas doscientos quince, revoca la sentencia
de primera instancia y declara fundada la demanda de Desalojo por
Ocupación Precaria instaurada por Alejandrina Vega Cubos, por
estimar que los demandados no cuentan con título alguno que los
acredite con derecho a poseer el bien objeto de controversia; y en
tal sentido, corresponde que se les considere precarios. SÉTIMO:
La conclusión a la que ha arribado el Colegiado Superior parte de
la premisa de que el estado de rebeldía no excluye la facultad de
valoración de la prueba que tiene el Juez de la causa sobre lo
expuesto en la demanda, siendo que si no le genera certeza puede
declarar infundada la demanda, pudiendo considerar necesario
para resolver la controversia admitir de oficio elementos probatorios
de la parte que haya sido declarado rebelde, agregando que no
podían admitirse los elementos probatorios aportados por los
demandados, consistentes en la Escritura Judicial del mes de julio
de dos mil nueve y Contrato de Compraventa de fecha cinco de
marzo de dos mil tres a los que se ha hecho referencia
anteriormente, puesto que éstos han sido rechazados, no por
haber sido presentados de manera extemporánea sino por no
encontrarse debidamente legalizados, que nunca van a generar
convicción en un proceso sea la naturaleza que fuera, excepto se
trate de uno de connotación laboral. OCTAVO: No obstante, el
mencionado órgano jurisdiccional ha obviado al momento de
razonar acerca de su facultad oficiosa de la que se encuentra
premunida el Juzgador por el artículo 194 del Código Procesal
Civil, que a través del escrito de fojas noventa y tres, los
demandados Teodora Sifuentes Villanueva e Hipólito Acuña
Villajuán han anexado los documentos en cuestión debidamente
legalizados por el Juez de Paz Primer Accesitario de Rondobamba
– Huacaybamba, los mismos que obran de fojas ochenta y nueve a
noventa y dos y no han sido rechazados conforme se colige del
texto del proveído de fecha diecisiete de setiembre de dos mil
catorce, obrante a fojas noventa y cinco; tanto más si dicha facultad
oficiosa se encuentra orientada a la obtención de una solución de
la litis que armonice con el fin del proceso previsto en el artículo III
del Título Preliminar del Citado Código, referido a lograr la paz
social en justicia, reflexión que ha sido recogida al momento de
hacer uso de dicha prerrogativa por Resolución número nueve de
fecha veintinueve de octubre de dos mil catorce, corriente a fojas
ciento dieciocho. NOVENO: Asimismo, es menester señalar que de
una interpretación sistemática de los artículos 192, 233 y 234 del
Código Procesal Civil, se puede extraer como conclusión de que al
haberse considerado a los documentos como medios de prueba,
calidad que ostentan las fotocopias, corresponden que éstas que
pretenden acreditar un determinado hecho, sean analizadas
acuciosamente dentro del proceso en las que se incorporen, a la
luz de las particularidades que se presenten en cada caso concreto
y con plena observancia del Derecho al Contradictorio y a los
cuestionamientos que se hubieren presentado en cuanto a su
actuación, entre otros; circunstancias que no han sido tomadas en
cuenta por el Colegiado Superior pues únicamente se ha limitado a
sostener que las copias simples no pueden generar convicción en
un proceso, salvo que se trate de uno de índole laboral. DÉCIMO:
Por consiguiente, se evidencia que el Colegiado de la Sala Mixta
Transitoria Descentralizada de Huari de la Corte Superior de
Justicia de Ancash no ha efectuado un adecuado análisis de lo
actuado en el proceso, vulnerando con ello, la garantía del Debido
Proceso prevista en el numeral 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, así como lo dispuesto en el inciso 3 del artículo
122 del Código Procesal Civil, norma que exige que las resoluciones
judiciales deben sujetarse al mérito de lo actuado y al Derecho,
habiendo inobservado a su vez los artículos 192, 233 y 234 del
mismo Código Adjetivo; normas que son de carácter imperativo y
por ende de ineludible atención, conforme lo informa el Principio de
Vinculación y Formalidad contenido en el artículo IX del Título
Preliminar del Código Procesal Civil. DÉCIMO PRIMERO: Al
haberse detectado los vicios antes anotados, los cuales resultan
gravitantes para generar la nulidad de la recurrida a tenor de lo
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
establecido en el artículo 171 del Código Procesal Civil,
corresponde amparar el presente recurso por la causal de orden
adjetivo sub examen, careciendo de objeto emitir pronunciamiento
respecto de los demás cargos esgrimidos en el recurso de
casación. 4.- DECISIÓN: Por las razones expuestas, declararon:
FUNDADO el recurso de casación de fojas doscientos treinta y
cinco interpuesto por Teodora Sifuentes Villanueva e Hipólito
Acuña Villajuan; CASARON la sentencia de vista de fecha trece de
julio de dos mil quince, corriente a fojas doscientos quince, en
consecuencia NULA la misma; ORDENARON que la Sala Superior
de origen expida nuevo pronunciamiento con arreglo a las
consideraciones expuestas de manera precedente; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “EL
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Alejandrina
Vega Cubos con Teodora Sifuentes Villanueva y otro, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-39
CAS. Nº 3356-2015 CUSCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: En el Cuarto
Pleno Casatorio en materia civil, a fin de evitar los pronunciamientos
inhibitorios, se ha dado al artículo 911 del Código Civil un contenido
que prioriza la efectividad del derecho a la tutela jurisdiccional. Cuando
en el artículo 911 del Código Civil se señala que la carencia de título
para la posesión o el fenecimiento del mismo es condición de posesión
precaria, no se está refiriendo únicamente al documento que hace
alusión al título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o
circunstancia que haya sido alegada por las partes, los cuales pueden
probarse también en la vía del proceso sumarísimo, a través de
cualquiera de los medios probatorios establecidos por la legislación
procesal civil, siendo necesario sólo entender que el derecho en
disputa no será la propiedad sino el derecho de poseer el bien
reclamado. Es en ese sentido que se ha establecido como doctrina
jurisprudencial vinculante que en los casos descritos por las Salas
Supremas en dicha oportunidad, el Juez del proceso no podrá expedir
una sentencia inhibitoria sino que deberá pronunciarse sobre el fondo
de la materia controvertida, en el sentido que corresponda, conforme
a los hechos y la valoración de las pruebas aportadas, sin pronunciarse
sobre la validez de los actos jurídicos. Lima, cinco de setiembre de dos
mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número tres mil trescientos cincuenta y seis-dos mil quince, en
Audiencia Pública de la fecha, y producidos el debate y votación
correspondientes, emite la presente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Miguel
Rodolfo Farfán Carazas a fojas setecientos treinta y uno, contra la
sentencia de vista de fojas setecientos veintitrés, de fecha uno de julio
de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco, que revoca la sentencia apelada de fojas seiscientos
dieciocho, de fecha veintiocho de octubre de dos mil catorce, que
declara fundada la demanda, y reformándola la declara improcedente.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante la
Resolución de fojas cincuenta y seis del presente cuadernillo, de fecha
once de noviembre de dos mil quince, ha estimado procedente el
recurso de casación referido por las siguientes causales: a) Infracción
normativa material por interpretación errónea de los artículos
911, 949 inciso 1 y 968 del Código Civil, señalando que se vulnera
su derecho por cuanto se omite deliberadamente aplicar los artículos
acotados provocando una sentencia inhibitoria que afecta directamente
su derecho de propiedad y la posesión, pues la Sala Superior -en
forma errada- considera a la parte demandada como propietaria del
inmueble por su sola declaración de ser heredera de la anterior
propietaria, pese a que ésta transfirió la propiedad del bien con
anterioridad, lo cual genera un mal precedente, por cuanto los que
declaren tener dicha condición invocarán un derecho de propiedad
sobre inmuebles dejados por sus causantes en vida, provocando
desorden y caos al no respetarse el derecho de propiedad, permitiendo
el abuso de derecho, ya que en el caso de autos el título de propiedad
de quien dice suceder a la de cujus, feneció por la compraventa
realizada por su causante, configurándose la precariedad de su
posesión; b) Infracción normativa procesal del artículo 139,
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, refiriendo que se
afecta su derecho porque si se indica que de los medios probatorios
aportados al proceso se valoró la versión de la parte demandada,
según la cual su posesión no es precaria pues se sustenta en el
derecho de propiedad que le asiste a través del título del referido
predio, debió declararse nula la recurrida a fin de que se emita nueva
resolución, por cuanto no hubo una adecuada valoración de los
medios probatorios, situación que no ha sido advertida por la Sala
Superior ya que se admite que la demandada tiene derecho de
propiedad sin considerar que el mismo se ha extinguido al salir el
inmueble de la masa hereditaria con su transferencia a la demandante.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- A fin de verificar si en el caso de
autos se han configurado las infracciones normativas señaladas, es
necesario indicar que el demandante Miguel Rodolfo Farfán Carazas,
a fojas treinta y ocho interpone demanda de Desalojo por Ocupación
Precaria contra Zandra Ivonne Cárdenas Miranda y Richard Elías
Vargas Pinares, a fin de que le restituyan la posesión del inmueble
ubicado en la Calle Ciro Alegría número C-10 de la Urbanización Villa
Miraflores, del Distrito de San Jerónimo, Provincia y Departamento del
Cusco. Sustenta dicho pedido indicando que por contrato privado de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
compraventa con firmas legalizadas de fecha siete de diciembre de
dos mil seis, quien en vida fue Victoria Espinoza Vallenas le transfirió
la propiedad del inmueble antes referido por la suma de veinticinco mil
ochocientos dólares americanos (US$25,800.00). Al fallecimiento de
la vendedora, antes de que se le entregara la posesión del predio, se
generaron intereses de sus hermanos y sobrinos, siendo que los
ahora demandados ocupan de hecho la propiedad del actor sin tener
derecho ni título alguno, consiguiendo que se les declare como
herederos, lo cual no puede perjudicar su derecho de propiedad, ya
que la transferencia se había materializado anteriormente. Los
demandados interpusieron una denuncia penal por el delito de
falsificación de documentos, proceso en el que se ha realizado un
peritaje del documento de compraventa, determinándose la
autenticidad del mismo y la autenticidad de la firma de la otorgante,
disponiéndose su archivamiento; por lo tanto, no tienen justificación
alguna para ocupar el inmueble de su propiedad. En la cláusula cuarta
del contrato se disponía (sic): “se aclara que la transferencia del
inmueble materia del presente acto se elevará a Escritura Pública una
vez culminado el proceso judicial por Tutoría iniciado por la persona de
Sheyla Isabel Cárdenas Cárdenas, toda vez que el inmueble materia
de la presente se encuentra hipotecado a favor de dicha persona por
la suma de US$20,000.00 (veinte mil dólares americanos) para
garantizar el ejercicio de la Tutoría y Administración de bienes de la
indicada persona, conforme se tiene de la Escritura Pública de fecha
tres de febrero de mil novecientos noventa y ocho, otorgada ante el
Notario Público Carlos Augusto Somocurcio Alarcón, aclarada
mediante el Notario Carlos Augusto Somocurcio Alarcón e inscrita en
la Ficha número 6336 del Registro Público de la Propiedad Inmueble
de la Oficina Registral de Cusco, lo que hace imposible su transferencia
definitiva, de igual forma la entrega física se verificará desocupado el
bien por la vendedora al término del proceso de tutoría garantizando
dicha entrega la vendedora”, siendo que estas condiciones ya se
cumplieron hace tiempo, habiendo concluido el mencionado proceso
signado con el número 2006-2007, seguido ante el Juzgado de
Familia del Cusco, por el desinterés de la entonces demandante,
decisión que ha quedado consentida. SEGUNDO.- Al contestar la
demanda a folios cincuenta y ocho, el demandado Richard Elías
Vargas Pinares absuelve el traslado de la demanda argumentando
que la firma atribuida a Victoria Espinoza Vallenas, que obra en el
documento privado de Reconocimiento de Deuda y Promesa de
Transferencia Definitiva ha sido falsificada, en consecuencia el actor
no tiene derecho de propiedad alguno sobre el bien inmueble que
pretende le sea restituido. Asimismo, el contrato de compraventa
presentado no tiene el precio de la supuesta compraventa,
consecuentemente dicho acto jurídico está viciado de nulidad. No
tiene la condición de ocupante precario por cuanto habita en el
inmueble conjuntamente con su cónyuge Zandra Ivonne Cárdenas
Miranda, por haber sido designada Administradora mediante
resolución judicial. Esta última y otros demandados han pasado a ser
propietarios del inmueble sub litis por haber sido declarados herederos
de la que en vida fue Victoria Espinoza Vallenas mediante sucesión
intestada de fecha veintinueve de diciembre de dos mil diez, conforme
aparece de la lectura del Asiento número 4 de la Partida número
02058582. La codemandada Zandra Ivonne Cárdenas Miranda
también contesta la demanda a fojas setenta y nueve, esbozando
similares argumentos a los de su cónyuge. TERCERO.- El A quo ha
declarado fundada la demanda, mediante sentencia de fojas
seiscientos dieciocho, considerando que el demandante Miguel
Rodolfo Farfán Carazas, para acreditar su derecho de propiedad,
presenta el Documento Privado de Reconocimiento de Deuda y
Promesa de Transferencia Definitiva, de fecha siete de diciembre de
dos mil seis; y analizado dicho documento, advierte que contiene un
acto jurídico de compraventa, lo que se concluye de lo pactado en su
cláusula tercera, en la que se da cuenta de la transferencia de
propiedad del inmueble referido, así como de la cláusula cuarta, que
textualmente indica que: “la transferencia del inmueble materia del
presente acto se elevará a Escritura Pública, una vez culminado el
proceso judicial por Tutoría iniciado por (…)”. Por su parte, los
demandados, cuestionando la validez del referido documento,
formularon denuncia penal contra el hoy demandante, por la presunta
comisión del delito Contra la Fe Pública, en la modalidad de
Falsificación de Documentos en General, sosteniendo que dicho
documento fue adulterado, investigación penal en la que se realizó un
peritaje grafotécnico oficial que ha establecido que la firma de la que
en vida fue Victoria Espinoza Vallenas, y que aparece en el cuestionado
documento proviene de su puño gráfico, argumento que sirvió incluso
para que dicha denuncia penal sea desestimada. Siendo así, no se ha
demostrado en forma alguna que el título de propiedad del demandante
haya sido declarado judicialmente nulo o ineficaz; en consecuencia,
dicha compraventa produce los efectos jurídicos que le son propios.
Con relación al argumento de los demandados, respecto a que no
tienen la condición de precarios, por haber sido declarada la
demandada como heredera de la propietaria del bien, no hay que
perder de vista que el mismo ya no forma parte de la masa hereditaria
transmitida, por cuanto ésta en vida lo transfirió a favor del demandante
mediante documento con firmas certificadas notarialmente. El hecho
de que exista una declaratoria de herederos inscrita en los Registros
Públicos, posterior al contrato de compraventa, así como el
nombramiento de administradora, no puede generar derechos de los
herederos respecto de bienes que ya no forman parte de la masa
hereditaria. Si bien está acreditado el derecho de propiedad del
demandante respecto del inmueble materia de desalojo, en autos la
parte demandada no ha acreditado con medio probatorio alguno que
97071
no tenga la condición de ocupante precario, menos se ha acreditado
que exista cualquier circunstancia que justifique su posesión, por lo
tanto, vienen ocupando el predio como precarios; y es procedente
amparar la demanda.CUARTO.- Al ser apelada dicha resolución, la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco ha revocado la
sentencia apelada, y reformándola, declara improcedente la demanda.
Como fundamentos de dicha decisión indica que en relación al
documento que sirve de sustento a la sentencia apelada, esto es, el
documento que obra a fojas seis y se denomina "Documento Privado
de Reconocimiento de Deuda y Promesa de Transferencia Definitiva",
fue aparentemente suscrito entre la transferente del inmueble y el
actor, constituyendo un contrato de compraventa mediante el cual se
transfirió la propiedad del inmueble a este último. Por otro lado, la
parte demandada señala en su escrito de contestación, que también
posee un título de propiedad a mérito de la inscripción que corre a su
nombre y obra a fojas veintiocho, según la cual, entre otros, la
codemandada Zandra Ivonne Cárdenas Miranda ha pasado a ser
propietaria del inmueble materia de la partida correspondiente, a
mérito de la sucesión intestada de Victoria Espinoza Vallenas. Así
analizados los medios probatorios aportados al proceso, se evidencia
que la sentencia no ha valorado la versión de la parte demandada,
según la cual su posesión no es precaria, sino que se sustenta en el
derecho de propiedad que le asiste a través del título de propiedad
antes referido, siendo que al haber surgido versiones de ambas partes
respecto de la propiedad del inmueble sub litis, y no ser factible discutir
en el proceso de Desalojo -por su carácter sumario- cuestiones
relacionadas (sic) con el mejor derecho de poseer o de propiedad de
las partes. Así, si bien es cierto que se acredita el derecho de propiedad
que asiste al actor, también lo es que la parte demandada posee el
inmueble sub materia a mérito de un título de propiedad; siendo que
ambas afirmaciones se encuentran sustentadas en documentos
aparentemente válidos al no haberse declarado su nulidad, siendo
que dichas situaciones deben ser discutidas en un proceso más lato,
en el que deban acreditarse fehacientemente las afirmaciones
efectuadas por las partes, no siendo éste el escenario idóneo para
analizar tales afirmaciones; debiendo en este caso, la sentencia ser
una de carácter inhibitora, por lo tanto, la demanda debe ser declarada
improcedente, al no haberse acreditado los requisitos para la
procedencia de la misma. QUINTO.- Como se ha indicado
anteriormente, existen denuncias por causal de infracción normativa
de carácter material y procesal, por lo tanto corresponde verificar
primero si se ha configurado o no esta última causal, pues en caso de
ser estimada, se dispondría el reenvío de la causa al estadío procesal
correspondiente, impidiendo que sea factible el análisis de las normas
materiales en las que se sustenta o debió sustentarse la resolución
recurrida. SEXTO.- Respecto a la infracción normativa de naturaleza
procesal por la cual se ha declarado procedente el recurso de
casación, cabe manifestar que, de acuerdo a lo estipulado por el inciso
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, la motivación
escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, con
mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en
que se sustentan, forma parte de los principios y derechos de la
función jurisdiccional.1 Específicamente, el recurrente ha denunciado
que en la impugnada, la Sala Superior habría incurrido en una
“motivación insuficiente”, la misma que resulta uno de los supuestos
señalados por el Tribunal Constitucional como agraviantes del
contenido constitucionalmente garantizado del derecho a la
motivación2. Para entender este supuesto, debe indicarse que si bien
la corrección de la motivación no debe establecerse en mérito a su
extensión (referente cuantitativo), sí es exigible que existan razones
de hecho y derecho mínimas en las que se apoye la decisión
adoptada, existiendo una insuficiencia relevante de la motivación3 si
es que la ausencia de argumentos resulta manifiesta a la luz de lo que
en sustancia se está decidiendo (referente cuantitativo).SÉTIMO.- Así,
en el presente caso, conforme se ha indicado en el precedente
considerando quinto, la Sala Superior ha declarado la improcedencia
de la pretensión de Desalojo por Ocupación Precaria planteada por el
demandado Miguel Rodolfo Farfán Carazas, al entender que ambas
partes ostentaban títulos de propiedad sobre el inmueble ubicado en
la Calle Ciro Alegría número C-10 de la Urbanización Villa Miraflores,
del Distrito de San Jerónimo, Provincia y Departamento del Cusco, los
cuales consisten en el documento privado de compraventa de fojas
seis, para el caso del demandante y la sucesión hereditaria de Victoria
Espinoza Vallenas, inscrita en la Partida número 02058582 del
Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral del Cusco,
Zona Registral número X, Sede Cusco. Sin embargo, dicha motivación
no resulta compatible con lo resuelto en el Cuarto Pleno Casatorio en
materia civil celebrado por las Salas Civiles Permanente y Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia de la República, a propósito de la
Casación número 2195-2011-UCAYALI, en el cual, a fin de evitar los
pronunciamientos inhibitorios4, se ha dado al artículo 911 del Código
Civil un contenido que prioriza la efectividad del derecho a la tutela
jurisdiccional. Así, ha quedado establecido que cuando en aquella
disposición normativa se señala que la carencia de título para la
posesión o el fenecimiento del mismo es condición de posesión
precaria, no se está refiriendo únicamente al documento que hace
alusión al título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o
circunstancia que haya sido alegada por las partes, los cuales pueden
probarse también en la vía del proceso sumarísimo, a través de
cualquiera de los medios probatorios establecidos por la legislación
procesal civil, siendo necesario sólo entender que el derecho en
disputa no será la propiedad sino el derecho de poseer el bien
reclamado5. Es en ese sentido que se ha establecido como doctrina

97072 CASACIÓN
jurisprudencial vinculante que en los casos descritos por las Salas
Supremas en dicha oportunidad, el Juez del proceso no podrá expedir
una sentencia inhibitoria sino que deberá pronunciarse sobre el fondo
de la materia controvertida, en el sentido que corresponda, conforme
a los hechos y la valoración de las pruebas aportadas6, sin
pronunciarse sobre la validez de los actos jurídicos. OCTAVO.- Siendo
ello así, la motivación desarrollada por el Ad quem no resulta suficiente
al no haberse pronunciado sobre el fondo del asunto como se ha
dispuesto para el caso de las pretensiones de Desalojo por Ocupación
Precaria, con lo cual se ha afectado a su vez el derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva del demandante, en consecuencia, el
pronunciamiento recurrido resulta nulo, debiendo la Sala Superior
emitir uno nuevo, observando las consideraciones descritas en esta
resolución. Al haberse encontrado que el pronunciamiento recurrido
adolecía de una infracción normativa procesal que debe ser
subsanada, no corresponderá emitir pronunciamiento alguno respecto
a la denuncia de infracción normativa material, también contenida en
el presente recurso de casación. Por las razones anotadas y en
aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Miguel
Rodolfo Farfán Carazas a fojas setecientos treinta y uno; por
consiguiente, CASARON la sentencia de vista de fojas setecientos
veintitrés, de fecha uno de julio de dos mil quince, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que revoca la sentencia
apelada de fojas seiscientos dieciocho, de fecha veintiocho de octubre
de dos mil catorce, que declara fundada la demanda, y reformándola
la declara improcedente; en consecuencia, NULA la misma;
ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia emita nueva
sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en los
considerandos precedentes; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Miguel Rodolfo Farfán Carazas
contra Zandra Ivonne Cárdenas Miranda y otros, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Señor Juez
Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor Juez Supremo
Mendoza Ramírez. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 00728-
2008-PHC/TC, fundamento 7, primer párrafo.
2
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº
00728-2008-PHC/TC, fundamento 7, segundo párrafo. Se indica que ya
en el Expediente Nº 3943-2006-PA/TC, y antes en el voto singular de los
Magistrados Gonzales Ojeda y Alva Orlandini (expediente Nº 1744-2005-
PA/TC), se precisó que el contenido constitucionalmente garantizado de
este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación
interna del razonamiento; c) Deficiencias en la motivación externa; d) La
motivación insuficiente; e) La motivación sustancialmente incongruente; f)
Motivaciones cualificadas.
3
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 00728-
2008-PHC/TC, fundamento 7, literal d.
4
(…) Ello se agrava más, cuando observamos que hay una alta incidencia de
procesos cuyas pretensiones se declaran improcedentes, bajo la concepción
de que en el Desalojo por Ocupación Precaria, basta que se presente
cualquier aspecto vinculado a la propiedad o cualquier circunstancia que se
alegue, la cual no puede ser controvertida y decidida en el proceso sumario
de Desalojo, para que la jurisdicción la acoja como razón para rechazar la
demanda, considerando que previamente tal situación debe ser discutida
en un proceso de trámite más lato, lo cual desde luego viene afectando
el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, porque con una sentencia
que declara improcedente la demanda, mal puede considerarse que está
propendiéndose a la protección del derecho sustantivo afectado y menos
que se está dando solución al conflicto. Dentro de esta concepción, para
ejercer el derecho a poseer resulta necesario se discuta previamente,
en otro proceso más lato, la defensa expuesta por el demandado, con la
cual pretende justificar su posesión”: Casación N° 2195-2011-UCAYALI,
fundamento 50.
5
Casación N° 2195-2011-UCAYALI, fundamento 51.
6
Casación N° 2195-2011-UCAYALI, apartado b.6 de la parte resolutiva.
C-1569469-40
CAS. Nº 3434-2015 AREQUIPA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Sumilla: No sólo se
advierte error en la sentencia recurrida, sino también en la resolución
impugnada, la misma que debe ser anulada a fin de que se lleve a
cabo una debida valoración de los medios probatorios para establecer
el título que vincule a la obligación demandada. Lima, treinta y uno de
agosto de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número tres mil cuatrocientos treinta y cuatro – dos mil quince,
en audiencia del día de la fecha y producida la votación conforme a
ley, emite la siguiente sentencia. I. MATERIA DEL RECURSO: Se trata
del recurso de casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de
Uchumayo contra la sentencia de vista de fecha diez de julio de dos
mil quince expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, que confirma la apelada que declaró fundada en
parte la demanda, disponiendo que la demandada cumpla con el pago
de seis mil setecientos doce soles con cuarenta y dos céntimos; e
infundada la misma demanda respecto al pago de la Factura número
002-0007333. II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala
Suprema mediante resolución de fecha doce de noviembre de dos mil
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
quince, declaró la procedencia del recurso de casación por la
infracción normativa procesal del artículo 122 inciso 3 del Código
Procesal Civil; sostiene la recurrente que se afecta su derecho por
cuanto se confirma la resolución impugnada bajo el único argumento
de que son las facturas obrantes a fojas catorce, veintidós, treinta y
uno, treinta y tres y treinta y nueve que representan el monto de seis
mil setecientos doce soles con cuarenta y dos céntimos, las que se
encuentran debidamente respaldadas con las Guías de Remisión de
fojas dieciséis, veintitrés, veintisiete, treinta y dos, treinta y cuatro y
cuarenta; sin haberse pronunciado respecto a que si el Juez cumplió
con valorar cada uno de los medios probatorios y si ha señalado que
todos demuestran la existencia de la obligación, pese a que dicho
hecho ha sido alegado en el recurso de apelación. Agrega que
tampoco se consideró el periodo de tiempo transcurrido, ni se tuvo en
cuenta que un proveedor o persona que se dedica a realizar
actividades comerciales no entrega mercadería una y otra vez sin
exigir en la primera el pago correspondiente; situación que demuestra
que la resolución impugnada carece de fundamento al no haberse
establecido cuál es el documento que lo vincula con la obligación
exigida, ni mucho menos puede establecerse la misma por el error
cometido por la encargada de la Mesa de Partes del área que selló las
facturas, pues la recepción no configura obligación, toda vez que no
hay documento que demuestre la relación contractual; y que la
Factura número 000727 por la suma de mil trescientos ochenta y un
soles con treinta y dos céntimos, de fecha tres de junio de dos mil
once, así como la guía de remisión número 00590, de fecha dos de
junio de dos mil once, no guardarían relación con la Orden de
Compraventa - Guía de intercambio número 6392, en virtud a que no
tiene año de remisión, ni menos sello de recepción como tampoco
indica la fecha y hora de la supuesta entrega, pues una cosa es la
orden de compra la cual debe tener fecha anterior a la emisión de las
facturas y guías de remisión y otra cosa distinta es la Guía de
Internamiento; si bien la Sala considera que la Factura número 727 no
ha sido estimada en primera instancia, sin embargo incongruentemente
en dicha resolución se declara infundada la demanda en el extremo
que pretende el pago de la factura número 002-000733 ascendente a
la suma de ciento veintitrés soles con treinta céntimos. III.
CONSIDERANDO. PRIMERO.- Corresponde precisar que por causal
de casación se entiende al motivo que la ley establece para la
procedencia del recurso, pues, éste ha de sustentarse en las causales
previamente señaladas en la ley; es decir, puede interponerse por
infracción de la ley o por quebrantamiento de la forma; considerándose
como motivos de casación por infracción de la ley, la violación en el
fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así como la falta de
congruencia entre lo decidido y las pretensiones formuladas por las
partes y la falta de competencia; mientras que los motivos por
quebrantamiento de la forma aluden a las infracciones en el
procedimiento; en tal sentido si bien todas las causales suponen una
violación de la ley, también lo es que ésta puede darse en la forma o
en el fondo y habiéndose declarado procedente la denuncia casatoria
por causal procesal corresponde hacer un análisis respecto a la
primera a efectos de determinar si se da la existencia de un vicio que
amerite la nulidad de la impugnada. SEGUNDO.- Ingresando
específicamente a los agravios expuestos por la parte impugnante, la
misma alega la afectación a su derecho, pues la Sala Superior no se
pronunció respecto a la valoración defectuosa que realizó el Juez
sobre las Facturas y Guías de remisión aportadas al proceso a fin de
determinar la existencia de la obligación, como la incongruencia que
se evidencia en el razonamiento efectuado por el Juez de la causa al
establecer por una parte que la Factura número 000727 no debe ser
estimada, para luego colegir que la misma deviene en infundada en el
extremo del pago de la Factura número 002-000733 ascendente a la
suma de ciento veintitrés soles con treinta céntimos; por lo que
corresponde a este Supremo Tribunal verificar si la decisión adoptada
por la Sala de mérito fue expedida respetando lo dispuesto por el
artículo 50 inciso 6 del Código Procesal Civil concordante con la
norma contenida en el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial que estatuyen que los magistrados tienen
la obligación de fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción
de nulidad respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia. TERCERO.- El Derecho a la Tutela Jurisdiccional
Efectiva está garantizado por el artículo 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú, el cual proporciona a toda persona la protección
jurisdiccional de sus derechos e intereses a través de procesos
previstos por nuestro ordenamiento jurídico, por cuanto la tutela no se
agota con la sola provisión de protección jurisdiccional pues ésta debe
estar estructurada y dotada de mecanismos que posibiliten el
cumplimiento pleno y rápido de su finalidad; de modo que la protección
jurisdiccional sea real, íntegra, oportuna y rápida1. CUARTO.- En ese
sentido la motivación de las resoluciones judiciales constituye una
garantía constitucional que asegura la publicidad de las razones que
los Jueces tuvieron en cuenta para pronunciar sus sentencias,
resguardando a los particulares y a la colectividad de las decisiones
arbitrarias; aspecto que también ha sido establecido por el Tribunal
Constitucional en el fundamento jurídico número once de la Sentencia
número 1230-2003-PCH/T2 y en ese contexto debe precisarse que el
Derecho a la Prueba es un elemento del Debido Proceso que posibilita
a todo sujeto procesal utilizar los medios probatorios que resulten
necesarios para acreditar los hechos que sirven de fundamento a su
pretensión, el cual se encuentra regulado en el artículo 197 del Código
Procesal Civil3. QUINTO.- De lo actuado en el decurso del proceso, es
de apreciarse que en mérito a las Facturas y Guías de remisión
aparejadas a la demanda, Importadora SEGMIL Sociedad Anónima
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Cerrada pretende que la parte demandada cumpla con pagarle la
suma de seis mil ochocientos treinta y cinco soles con setenta y dos
céntimos, por lo que admitida y contestada que fue la demanda, el
Juez del Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Arequipa,
mediante Resolución de fecha veinticinco de febrero de dos mil quince
declaró fundada en parte la demanda, disponiendo que se cumpla con
pagar la suma de seis mil setecientos doce soles con cuarenta y dos
céntimos, e infundada en el extremo que pretende el pago de la
Factura número 002-0007333 ascendente a la suma de ciento
veintitrés soles con treinta céntimos, al considerar que dentro de dicho
marco teórico se ha formado convicción de que los bienes que
aparecen en las Facturas números 002-000727 por la suma de mil
trescientos ochenta y un soles con treinta y dos céntimos, 001-001540
por la suma de cuatrocientos dos soles con setenta céntimos, 001-
001541 por la suma de sesenta y dos soles con cincuenta céntimos,
001-001542 por la suma de cuatro mil doscientos once soles con
veinte céntimos, 001-001543 por la suma de trescientos sesenta y
siete soles con veinte céntimos y 002-001942 por la suma de
doscientos ochenta y siete soles con cincuenta céntimos, han sido
remitidas a la demandada y recibidos por ésta; máxime que no ha
formulado cuestión probatoria sobre las guías de remisión que tienen
sellos de recepción; por lo que genera una obligación a ser pagada;
con relación a la factura numero 002-000733 al no haberse formado
convicción sobre la recepción de los bienes por la demandada no
puede establecerse que dichos bienes fueron objeto de un contrato de
compraventa; por lo que no existe obligación por parte de la
demandada para cancelar la suma que contiene dicha factura;
decisión que al ser impugnada fue confirmada por la Sala de mérito.
SEXTO.- Efectuada la revisión de autos y atendiendo a las alegaciones
expuestas en el recurso de casación, esta Sala Suprema estima que
del análisis de la Sentencia de Vista, si bien es cierto se advierte que
el razonamiento efectuado por el órgano superior resultaría
insuficiente, cierto también es que el criterio de declarar la nulidad de
dicho pronunciamiento no resultaría suficiente para cumplir los fines
del proceso, toda vez que también se evidencia la existencia de un
vicio en la decisión expedida por el Juez de la causa, quien si bien
amparó en parte la demanda incumplió con precisar de manera clara
y concreta, la prueba que a su criterio le causó convicción para
establecer la existencia de la obligación puesta a cobro, lo cual resulta
indispensable atendiendo a que el presupuesto que el ordenamiento
legal establece para poder incoar una demanda de obligación de dar
suma de dinero es contar con un título que cumpla con los requisitos
esenciales para pretender el pago de la suma demandada, situación
que no sólo afecta el derecho de la impugnante sino también el Debido
Proceso, específicamente el Principio Probatorio así como la Debida
Motivación de las Resoluciones Judiciales; fundamentos por los
cuales el recurso de casación debe declararse fundado, nula la
sentencia de vista e insubsistente la decisión apelada y disponerse la
expedición de un nuevo pronunciamiento. IV. DECISIÓN: Por tales
consideraciones y en aplicación de lo previsto por el artículo 396 tercer
párrafo item 3 del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el
recurso de casación de fojas ciento sesenta y cinco interpuesto por la
Municipalidad Distrital de Uchumayo; CASARON la sentencia de vista
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, en consecuencia NULA la misma e INSUBSISTENTE la
decisión expedida por el Juez de Primera Instancia; ordenaron que
éste emita nuevo pronunciamiento, atendiendo a las consideraciones
expuestas en la presente resolución; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Importadora SEGMIL Sociedad
Anónima Cerrada con la Municipalidad Distrital de Uchumayo, sobre
Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron. Integran esta
Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La Barra
Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores Mendoza
Ramírez y Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN
PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaído en el Exp. N° 763-205-PA/
TC
2
Sentencia del Tribunal Constitucional N 1230-2003-PCH/TC “el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una
garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial previendo que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero capricho de
los magistrados sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento
jurídico o los que se deriven del caso posición que guarda relación con lo
expuesto en la sentencia número 1230-2003.PCH/TC Fundamento jurídico
número once, al indicar que, uno de los contenidos del derecho al debido
proceso es el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta
razonada motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes en cualquier clase de procesos. La exigencia de
que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los términos del
inciso 5 del artículo 139 de la Norma Fundamental garantiza que los jueces
cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan expresen el proceso
mental que los llevó a decidir una controversia asegurando que el ejercicio
de la potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución
y a la ley pero también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del
derecho de defensa de los justiciables. De ese modo la exposición de las
consideraciones en que se sustenta el fallo debe ser expresa clara legítima
lógica y congruente
3
Picó I Junoy, Joan. El derecho a la prueba en el proceso civil, Barcelona,
Bosch 1996, pags. 32, 33.
C-1569469-41
97073
CAS. Nº 3511-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Sumilla:
Motivación de las Resoluciones Judiciales: “El Colegiado Superior
no ha tenido en cuenta la ratio decidendi de la Resolución de Vista
de fecha siete de junio de dos mil trece que ha servido de premisa
para que dicho Órgano Jurisdiccional establezca la existencia del
nexo causal que vincularía al Ministerio Público con el daño que se
ha irrogado al actor; por lo tanto, es indudable que su razonamiento
no se ciñe a la garantía (…) prevista en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú”. Lima, nueve de setiembre de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA; vista la causa
número tres mil quinientos once – dos mil quince, en audiencia
pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite
la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DE LOS RECURSOS: Se
trata de los recursos de casación corrientes a fojas ochocientos
veintiocho y ochocientos cincuenta y cinco, interpuestos por el
Ministerio Público y el Consejo Nacional de la Magistratura
respectivamente, contra la sentencia de vista de fecha nueve de
abril de dos mil quince obrante a fojas setecientos cuatro, expedida
por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
la misma que confirma la sentencia apelada de fecha veinticinco de
noviembre de dos mil trece, corriente a fojas quinientos, que
declaró fundada en parte la demanda de indemnización por daños
y perjuicios incoada por Mario Armando Cavero Velaochaga,
ordenando que las entidades impugnantes paguen solidariamente
al actor las siguientes sumas por los conceptos que a continuación
se detallan: i) doscientos sesenta y un mil setecientos cincuenta y
dos soles con cuarenta y ocho céntimos (S/261,752.48) por lucro
cesante; ii) doscientos veinte mil soles (S/220,000.00) por daño
moral y iii) ciento dieciocho mil doscientos cuarenta y siete soles
con cincuenta y dos céntimos (S/118,247.52) por daño a la persona;
montos éstos últimos que han sido modificados en relación a los
fijados por el Juez de la causa. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS
CUALES SE DECLARARON PROCEDENTES LOS RECURSOS:
Mediante Resoluciones Supremas de fecha diecisiete de noviembre
de dos mil quince, se declararon: PROCEDENTES los recursos por
los siguientes extremos: I.- MINISTERIO PÚBLICO, por: a) La
infracción normativa de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, artículos I, VII del Título
Preliminar, 122 incisos 3 y 4, 196 y 200 del Código Procesal
Civil; y 12, 22 y 142 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, bajo cuyo cargo se arguye que la
sentencia de vista no expresa las razones por las que se ha
ordenado pagar la suma de doscientos sesenta y un mil setecientos
cincuenta y dos soles con cuarenta y ocho céntimos (S/261,752.48)
por concepto de lucro cesante, dispone el incremento de los
montos por concepto de daño a la persona y daño moral y estima
que le asiste responsabilidad en los hechos materia de autos; pese
a que fue el Consejo Nacional de la Magistratura quien al expedir la
Resolución número 381-2002 configuró el daño; no pudiéndosele
atribuir responsabilidad por el solo hecho de haber tenido la calidad
de empleadora del actor; de otro lado, se ha alegado que la Sala
Superior no ha tenido en cuenta que los Fiscales no reciben bono
jurisdiccional y los gastos operativos solo corresponden a los
Magistrados en actividad, no existiendo norma alguna que prevea
que el quantum indemnizatorio deba ser fijado en función a las
remuneraciones que debieron ser percibidas por trabajos no
realizados, más aún si la jurisprudencia no contempla el pago de
remuneraciones por periodos no laborados; b) La infracción
normativa del artículo 1985 del Código Civil, a través de la cual
se indica que la Sala de vista no ha analizado los elementos de
responsabilidad en el caso concreto que le permitan dar a conocer
las razones por las que pese a no ser parte de la relación jurídico
material, se le obligue a que asuma una responsabilidad que no ha
originado, no habiéndose reparado que el Consejo Nacional de la
Magistratura es un Organismo autónomo por mandato
constitucional y ejerce sus atribuciones y funciones según lo
preveen los artículos 2 y 4 último párrafo de su Ley Orgánica; II.-
CONSEJO NACIONAL DE LA MAGISTRATURA, por: a) La
infracción normativa de los artículos 50 inciso 6, 122 incisos 3
y 4 y 221 del Código Procesal Civil, bajo cuyo cargo se argumenta
que la sentencia de vista yerra al determinar que el pago por
concepto de indemnización debe ser solidario, puesto que el actor
claramente ha sostenido que dicho abono lo realice el Ministerio
Público; y que se ha incurrido en un vicio de motivación al momento
de analizarse lo concerniente al daño moral y daño a la persona, ya
que se sustenta en los artículos 1984 y 1985 del Código Civil
referidos a la responsabilidad extracontractual, obviando que en la
etapa de fijación de los puntos controvertidos se precisó que se
estaba frente a un proceso sobre responsabilidad contractual;
asimismo se acota por medio de este cargo que el propio título del
cual se alega nace el derecho del actor para solicitar un pago
indemnizatorio, contiene una declaración libre y voluntaria de parte
de aquél que reconoce que no existió dolo, culpa inexcusable o
culpa leve en el accionar del Consejo Nacional de la Magistratura;
por lo que mal puede la Sala de vista sostener todo lo contrario;
además, la demanda debió ser declarada improcedente al haberse
inobservado el artículo 6 de la Ley de Conciliación número 26872
referido a la obligatoriedad del procedimiento conciliatorio; b) La
infracción normativa de los artículos 1314, 1321, 1330, 1332,
1969 y 1971 del Código Civil, bajo cuyo cargo se sostiene que se
ha incurrido en motivación aparente al establecerse y fijarse el

97074 CASACIÓN
monto ordenado a pagar por concepto de daño moral, no
habiéndose considerado que su conducta contenida en la
resolución de ratificación fue expedida bajo diligencia ordinaria, no
resultando suficiente que se exprese que el reconocimiento de su
derecho a recurrir a la vía interna, determina la existencia del nexo
causal entre el supuesto daño causado y la antijuridicidad que se le
atribuye por la decisión que adoptó. 3.- CONSIDERANDO:
PRIMERO: Constituye uno de los Principios y Derechos de la
Función Jurisdiccional, la observancia del Debido Proceso y la
Tutela Jurisdiccional, tal como lo establece la Constitución Política
vigente en el numeral 3 del artículo 139. SEGUNDO: Una de las
garantías que compone el Derecho al Debido Proceso es la
contenida en el inciso 5 del artículo 139 de la referida Carta Magna,
que preceptúa que toda resolución que emita una instancia judicial,
debe estar debidamente motivada; esto es, que deberá contener:
a) fundamentación jurídica; b) congruencia entre lo pedido y lo
resuelto; y c) suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si
ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación
por remisión, norma que guarda armonía con lo previsto en los
artículos I, VII del Título Preliminar, 50 inciso 6 y 122 numerales 3 y
4 del Código Procesal Civil; y 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, que preceptúan armoniosamente
que toda resolución judicial, en aras de garantizar, entre otros, el
Derecho a la Tutela Jurisdiccional efectiva, debe contener una
expresión fáctica y jurídica coherente sobre los puntos en debate
del proceso, los mismos que son establecidos en función a lo
alegado por las partes. TERCERO: Por escrito de fojas setenta y
uno, Mario Armando Cavero Velaochaga interpone demanda de
indemnización por daños y perjuicios, solicitando que el Ministerio
Público y el Consejo Nacional de la Magistratura le paguen
solidariamente la suma de un millón seiscientos noventa mil
seiscientos treinta y cinco soles (S/1’690,635.00), por los conceptos
de lucro cesante, daño emergente, daño moral y daño a la persona.
CUARTO: Como fundamentos de su pretensión, el actor señala
que el diecisiete de mayo de mil novecientos ochenta y cuatro fue
nombrado Fiscal Superior del Distrito Judicial de Lima y que tras
haber dispuesto el Consejo Nacional de la Magistratura el inicio de
los procesos individuales de evaluación y ratificación, el diecisiete
de julio de dos mil dos, esta institución por acuerdo pleno decidió
no ratificarlo en el cargo a través de la Resolución número 381-
2002-CNM, pronunciamiento que motivó a que interpusiera una
demanda constitucional de amparo, la que fue denegada en
definitiva por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima mediante Resolución de fecha diecinueve de diciembre de
dos mil seis, decisión que lo impulsó a que formulara denuncia ante
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; siendo el
Presidente de la República quien mediante Resolución Suprema
número 261-2006-JUS de fecha quince de diciembre de dos mil
quince autorizó al Ministerio de Justicia a suscribir el Acuerdo de
Solución Armoniosa relativo a las peticiones tramitadas ante dicha
Comisión por los Magistrados no ratificados por el Consejo
Nacional de la Magistratura, entre los que se encontraba el
accionante. -QUINTO: Además señala el demandante, que a raíz
del acuerdo en mención, mediante Resolución del Consejo
Nacional de la Magistratura número 020-2007 publicada en el
Diario Oficial “El Peruano” el once de enero de dos mil siete se dejó
sin efecto los acuerdos adoptados por el pleno de dicho organismo,
en los extremos que no ratificaron y cancelaron los títulos de
nombramiento de los Magistrados del Ministerio Público,
disponiendo rehabilitar los indicados títulos; por lo que por
Resolución de la Fiscalía de la Nación número 089-2007-MP de
fecha veintiséis de enero de dos mil siete se le incorporó al cargo
de Fiscal Superior Titular del Distrito de Lima; esto es, después de
cuatro años y seis meses después de haber sido separado del
cargo, lo que le ha ocasionado los daños y perjuicios que reclama.
SEXTO: El Colegiado de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima al expedir la sentencia de vista de fecha nueve
de abril de dos mil quince, estableció entre otras razones que si
bien el Consejo Nacional de la Magistratura es el único órgano
constitucional autónomo encargado de llevar el proceso de
ratificación de los Jueces y Fiscales a nivel nacional, cierto es
también que por Resolución de Vista de fecha siete de junio de dos
mil trece, corriente a fojas doscientos sesenta y tres del cuaderno
de excepciones que corre como acompañado, se declaró infundada
la excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado
deducida por el Ministerio Público, entidad con la cual el actor
mantuvo una relación de dependencia y subordinación y en esa
condición ejecutó la decisión del Consejo Nacional de la
Magistratura de no ratificarlo, de manera que la relación causal
entre la conducta y el daño se encuentra acreditada; así como
también lo está, que el daño se habría producido por la arbitraria no
ratificación del actor, lo que trajo consigo que éste dejara de percibir
todos los ingresos que le correspondían como Magistrado en
ejercicio (sueldo, bono jurisdiccional, gastos operativos,
gratificaciones y otras bonificaciones especiales otorgadas a los
Fiscales Superiores) desde el momento en que se produjo su
apartamiento del cargo hasta la fecha de su reincorporación; por lo
que corresponde que se le otorgue a título de indemnización por
concepto de lucro cesante la cantidad de dinero que no percibió
durante el tiempo que fue separado del Ministerio Público. SÉTIMO:
No obstante, del texto de la Resolución de Vista de fecha siete de
junio de dos mil trece, corriente a fojas doscientos sesenta y tres
del cuaderno de excepciones, se aprecia que el motivo esencial
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
por el que se declaró infundada la excepción de falta de legitimidad
para obrar del demandado propuesta por el Ministerio Público
radicó en que la sola imputación en calidad de demandado legitima
pasivamente al Ministerio Público para ser parte procesal en la
presente acción, puntualizándose que es la etapa de la sentencia
en la que se determinará lo concerniente a las responsabilidades
que se han atribuido a las partes. OCTAVO: En tal sentido, al no
haber tenido en cuenta el Colegiado Superior la ratio decidendi de
la Resolución de Vista de fecha siete de junio de dos mil trece que
ha servido de premisa para que dicho órgano jurisdiccional
establezca la existencia del nexo causal que vincularía al Ministerio
Público con el daño que se ha irrogado en favor del actor, es
indudable que su razonamiento no se ciñe a la garantía de la
motivación adecuada de las resoluciones judiciales prevista en el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú que
forma parte del Derecho al Debido Proceso a que hace referencia
el inciso 3 del mencionado artículo 139; vicio de orden procesal que
genera la nulidad de la recurrida al haber ésta incurrido en causal
de nulidad insubsanable prevista en el artículo 171 del Código
Procesal Civil. NOVENO: De otro lado, es de advertirse que la Sala
Revisora no ha reparado que tanto el Consejo Nacional de la
Magistratura como el Ministerio Público al impugnar la apelada a
través de sus escritos de fojas quinientos veinticuatro y quinientos
setenta y ocho, han sostenido que el razonamiento empleado por
el Juez de la causa al momento de fijar el monto por concepto de
lucro cesante a favor del actor, no se ajusta a la jurisprudencia
esbozada por el Tribunal Constitucional que establece que los
haberes dejados de percibir solamente resultan procedentes por el
trabajo efectivamente realizado, aspecto que al no haber sido
atendido configura la vulneración no solo de los artículos VII del
Título Preliminar, 50 inciso 6 y 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal
Civil y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, sino además las garantías contenidas en los ya citados
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú.
DÉCIMO: En consecuencia, al haberse detectado los vicios antes
anotados que resultan gravitantes para generar la nulidad de la
recurrida, corresponde ordenar la renovación del acto procesal
afectado, careciendo de objeto emitir pronunciamiento sobre los
demás cargos denunciados a través de los recursos de casación
propuestos por el Ministerio Publico y el Consejo Nacional de la
Magistratura. 4.- DECISIÓN: Por las consideraciones expuestas,
declararon: FUNDADOS los recursos de casación de fojas
ochocientos veintiocho y ochocientos cincuenta y cinco,
interpuestos por el Ministerio Público y el Consejo Nacional de la
Magistratura, respectivamente; CASARON la sentencia de vista de
fecha nueve de abril de dos mil quince, corriente a fojas setecientos
cuatro, en consecuencia NULA la misma; ORDENARON que la
Sala Superior expida nueva resolución, con arreglo a lo expuesto
de manera precedente; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Mario Armando Cavero
Velaochaga con el Consejo Nacional de la Magistratura y otro,
sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-42
CAS. Nº 3525-2015 HUAURA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Sumilla: La doctrina ha
conceptuado el Debido Proceso como un Derecho Humano o
Fundamental que asiste a toda persona por el sólo hecho de serlo
y que le faculta a exigir al Estado un juzgamiento imparcial y justo
ante un Juez responsable, competente e independiente, toda vez
que el Estado no solamente está en el deber de proveer la
prestación jurisdiccional a las partes o terceros legitimados, sino a
proveerla con determinadas garantías mínimas que le aseguren tal
juzgamiento imparcial y justo, entre ellas, la verificación de una
debida motivación en la que se expongan las consideraciones que
fundamentan las subsunciones del hecho así como las
disposiciones legales que resultan de aplicación. Lima, doce de
setiembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número tres mil quinientos veinticinco – dos mil quince, en
audiencia de la fecha y producida la votación conforme a ley, emite
la siguiente sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso del recurso de casación de fojas cuatrocientos sesenta y
dos interpuesto por Manuel Regalado Ardiles y María Graciela De
Paz de Regalado contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
uno, de fecha seis de abril de dos mil quince, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, que confirma la
sentencia apelada de fojas doscientos veintiuno, de fecha
veintinueve de mayo de dos mil doce, que declaró fundada la
demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro. FUNDAMENTOS
POR LOS CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO:
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fecha dieciocho de
noviembre de dos mil dieciséis, corriente a fojas cincuenta y nueve
del cuadernillo formado en esta Sala, declaró procedente el recurso
de casación por la causal prevista en el artículo 386ículo 386 del
Código Procesal Civil, por la que se denuncia: a) La violación del
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
alegando que pese a no haber sido invocada por ninguna de las
partes la figura de la reconvención, la Sala Superior ha amparado
dicho instituto jurídico; b) La vulneración del artículo 139 inciso
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
5 de la Constitución Política del Perú, expresando que el
Colegiado Superior no ha hecho referencia a la ley que sustenta su
decisión de desconocer la Escritura Pública de Compraventa de
fecha treinta de marzo de dos mil once otorgada judicialmente a
favor de los recurrentes; c) La infracción normativa del artículo
225 del Código Civil, indicando que para que estén obligados a
restituir el predio sub judice, es indispensable que se anule la
Escritura Pública de Compraventa de fecha treinta de marzo de
dos mil once, circunstancia que no ha acontecido; por lo que no
existe aun obligación de restituir el bien como erróneamente lo ha
determinado la recurrida; y d) La infracción normativa de los
artículos 923 y 927 del Código Civil, sosteniendo que no se
configuran los presupuestos para que opere la reivindicación, toda
vez que se encuentra vigente la Escritura Pública de fecha treinta
de marzo de dos mil once que le permite ejercer los atributos de la
propiedad; tanto es así, que el demandante ha interpuesto una
demanda de mejor derecho de propiedad contra los recurrentes.
CONSIDERANDO: PRIMERO: Del examen de los autos se
advierte que a fojas cuarenta y dos, Santiago Abelardo Regalado
Ardiles interpone demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico
solicitando se declare la nulidad del Contrato de Compraventa de
fecha veinte de marzo de dos mil cuatro, celebrado por César
Enrique Regalado Aguilar a favor de Manuel Regalado Ardiles y
María Graciela de Paz de Regalado, respecto del inmueble ubicado
en el Jirón Lima sin número - Barranca, hoy Jirón Lima Sur número
doscientos treinta; de un área de mil diecisiete punto cinco metros
cuadrados (1,017.05m2) de extensión; así como la restitución del
citado predio. Invoca las causales de fin ilícito y por ser contrario al
orden público y las buenas costumbres. Sostiene como
fundamentos fácticos de su demanda, haber tomado conocimiento
que el bien sub litis había sido vendido por el codemandado César
Enrique Regalado Aguilar a sus codemandados Manuel Regalado
Ardiles y María Graciela de Paz de Regalado a sabiendas que se
trataba de un bien ajeno; que habiendo formulado la denuncia
penal respectiva, el propio demandado César Enrique Regalado
Aguilar aceptó su responsabilidad por el delito de Estelionato; por
lo que a mérito del acuerdo de terminación anticipada aquél fue
condenado a dos años y seis meses de pena privativa de libertad
cuya ejecución quedó suspendida por un periodo de prueba de un
año; agrega que los codemandados se han coludido con la finalidad
de concertar dicho acto ilícito, habiéndose vendido como propio un
bien que era ajeno a los codemandados por lo que dicha
compraventa no puede surtir efecto alguno con relación al
verdadero propietario que en este caso es el señor Santiago
Abelardo Regalado Ardiles, el mismo que no puede ser despojado
de su propiedad. SEGUNDO: Admitida a trámite la demanda, por
escrito de fojas setenta y dos, se apersonan al proceso Manuel
Regalado Ardiles y María Graciela De Paz de Regalado, señalando
que es falso que César Enrique Regalado Aguilar se haya coludido
con los recurrentes para despojar al demandante de su propiedad;
lo cierto es que su vendedor César Enrique Regalado Aguilar
trabajó para el demandante desde su juventud sin percibir sueldo
alguno, situación que hizo que el mismo demandante una vez
adquirido la propiedad del predio le hiciese entrega en calidad de
pago, comprometiéndose a entregarle posteriormente la
documentación respectiva, motivo por el cual su codemandado
César Enrique Regalado Aguilar les vende el citado bien en el año
dos mil cuatro; agrega que el terreno se encontraba abandonado,
habiéndolo convertido en habitable y adquirido la propiedad
mediante proceso de Prescripción Adquisitiva de Dominio, cuya
declaración judicial se encuentra solicitando en el Expediente
número 291-2008. TERCERO: Habiéndose tramitado el proceso
según su naturaleza y valoradas las pruebas presentadas por las
partes, en rebeldía de César Enrique Regalado Aguilar, por
sentencia de primera instancia de fecha veintinueve de mayo de
dos mil doce, el Segundo Juzgado Civil de Barranca de la Corte
Superior de Justicia de Huaura declaró fundada la demanda sobre
Nulidad de Acto Jurídico y en consecuencia nulo el contrato de
compraventa de fecha veinte de marzo de dos mil cuatro,
disponiéndose que los demandados restituyan al demandante el
predio sub litis, al haberse establecido que la finalidad del contrato
de compraventa cuya nulidad se solicita en este proceso era
transferir una propiedad ajena, debiendo tenerse presente que al
ser ilícito el acto jurídico cuestionado y existiendo una sentencia
que condena al citado vendedor César Enrique Regalado Aguilar
por el delito de estelionato resulta evidente que dicho acto atenta
contra las normas que interesan al orden público y las buenas
costumbres; que en cuanto a la pretensión sobre reivindicación se
verifica que los codemandados Manuel Regalado Ardiles y María
Graciela de Paz de Regalado conocían del hecho que su vendedor
César Enrique Regalado Aguilar le había transferido un predio
ajeno, toda vez que se les notificó la sentencia del proceso penal
de estelionato, sin embargo a pesar de ello iniciaron un proceso de
Otorgamiento de Escritura Pública obteniendo con fecha treinta y
uno de marzo de dos mil once la Escritura Pública respecto al
contrato materia de nulidad en la presente causa; por consiguiente,
resulta evidente que dicha Escritura Pública estaría sujeta a una
nulidad virtual al provenir de un contrato de compraventa que el
mismo vendedor ha reconocido que se trataba de un bien ajeno y
que los compradores han llevado adelante a pesar de conocer
también de dicha situación; siendo ello así, los demandados no
tendrían título, por lo que resultaría procedente la reivindicación a
favor del demandante. CUARTO: Dicha sentencia al ser apelada,
97075
fue confirmada por la Sala Superior reproduciendo los fundamentos
de la apelada de acuerdo a lo estipulado en el artículo 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, sin embargo
esta resolución fue objeto de recurso de casación siendo amparada
por esta Sala Civil Suprema mediante Ejecutoria Suprema de fecha
veinticuatro de Setiembre de dos mil catorce, ordenándose que el
Colegiado Superior emita nueva decisión con arreglo a lo expuesto
en la resolución obrante a fojas trescientos setenta y siete.
QUINTO: Siendo así, la Sala Revisora mediante Resolución de
fecha seis de abril de dos mil quince vuelve a emitir sentencia,
resolviendo confirmar la resolución apelada que declaró la nulidad
del acto jurídico constituido por el contrato de compraventa de
fecha veinte de marzo de dos mil cuatro suscrito entre los
codemandados, disponiendo la reivindicación del referido predio a
favor del demandante, por cuanto con la condena a dos años de
pena privativa de la libertad suspendida en contra de César Enrique
Regalado Aguilar quien admite su conducta delictiva, se acredita la
conducta transgresora de los codemandados; además los
compradores codemandados tenían conocimiento de ello; por lo
que si bien no resulta posible evaluar dicha conducta en este
proceso, si lo es para efectos de evaluarla en el ámbito civil; en ese
contexto, la conducta evidenciada en el actuar de los codemandados
al celebrar el contrato de compraventa queda en evidencia al haber
incurrido en causal de nulidad previsto en los incisos 4 y 8 del
artículo 219 del Código Procesal Civil, máxime si para efectos de
considerarse valido como contrato de compraventa del bien
inmueble, se requiere que quien vende sea el propietario o esté
autorizado para ello, presupuestos que no se cumplen en el
presente caso. En cuanto a la reivindicación del bien inmueble se
debe considerar que habiendo sido declarado nulo el contrato de
compraventa que le dotaba de una supuesta titularidad de
propietarios a los codemandados que intervinieron como
compradores en dicho documento, carecen por tanto de titularidad
sobre el inmueble sub materia, teniendo en cuenta que el
otorgamiento de escritura pública se formalizó a mérito de la
obligación de las partes para hacerlo, sin embargo no surte efecto
contra terceros y menos contra el demandante cuando ha sido
declarado nulo el acto jurídico que lo contiene. En ese contexto
atendiendo a que la calidad de propietario del accionante ha
quedado totalmente acreditado, en aplicación de los artículos 923
y 927 del Código Civil queda facultado para reivindicar el citado
bien inmueble. En lo referente a que en la sentencia apelada se ha
declarado la nulidad virtual de la escritura pública obtenida vía
proceso judicial de otorgamiento de escritura pública, ello
constituye un pronunciamiento plus petita; por lo que corresponde
declarar su nulidad en ese extremo de la sentencia, lo que en forma
alguna afecta al pronunciamiento emitido en la sentencia sobre
nulidad de acto jurídico y reivindicación. SEXTO: La doctrina ha
conceptuado el Debido Proceso como un Derecho Humano o
Fundamental que asiste a toda persona por el sólo hecho de serlo
y que le faculta a exigir al Estado un juzgamiento imparcial y justo
ante un Juez responsable, competente e independiente; toda vez
que el Estado no solamente está en el deber de proveer la
prestación jurisdiccional a las partes o terceros legitimados, sino a
proveerla con determinadas garantías mínimas que le aseguren tal
juzgamiento imparcial y justo; entre ellas, la verificación de una
debida motivación en la que se expongan las consideraciones que
fundamentan las subsunciones del hecho así como las
disposiciones legales que resultan de aplicación. SÉPTIMO:
Habiéndose declarado procedente el recurso de casación por las
causales de infracción normativa procesal y material antes
mencionadas, debe procederse a examinar en principio la causal
por infracción normativa procesal, pues de declararse fundado el
recurso por dicha motivación resultaría innecesario examinar la
causal por infracción normativa material también denunciada.
OCTAVO: Los recurrentes denuncian, en primer término, la
vulneración del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil, alegando que pese a no haber sido invocada por ninguna de
las partes la figura de la reconvención, la Sala Superior ha
amparado dicho instituto jurídico. Sobre el particular cabe precisar
que el simple error mecanográfico en la invocación de la figura
procesal de la reconvención no es suficientemente trascendente
como para declarar la nulidad de una resolución, conforme lo
prescribe la segunda parte del artículo 171 del Código Adjetivo,
mas aun cuando la supuesta afectación no tiene efecto relevante y
trascendental sobre las garantías esenciales de la defensa en el
juicio; tanto más cuando el razonamiento que acompaña a dicha
figura procesal está referido indefectiblemente a la pretensión
sobre reivindicación del predio sub litis; en consecuencia, la causal
procesal denunciada en este extremo debe desestimarse.
NOVENO: En relación a la vulneración del artículo 139 inciso 5 de
la Constitución Política del Perú, los recurrentes denuncian que la
Sala Superior no ha indicado la ley que sustenta la decisión de
desconocer la Escritura Pública de Compraventa de fecha treinta
de marzo de dos mil once. Examinada la causal procesal
denunciada, se advierte en el presente caso, que la sentencia de
vista no adolece de falta de motivación alguna por cuanto lo que en
realidad ha quedado establecido es que en la demanda incoada no
se había invocado como pretensión la nulidad de la citada Escritura
Pública, por consiguiente no cabía emitir pronunciamiento judicial
sobre dicho extremo, tanto más, cuando existía un pronunciamiento
judicial con autoridad de cosa juzgada en relación al proceso sobre
otorgamiento de escritura pública que no puede ser enervado en

97076 CASACIÓN
este proceso por las razones antes señaladas. Por consiguiente,
se verifica que la Sala Superior ha emitido el respectivo
pronunciamiento judicial conforme al merito de lo actuado y al
derecho, tanto más, cuando ha ceñido su accionar conforme a los
términos de la Ejecutoria Suprema emitida por esta Suprema Sala
de fecha veinticuatro de setiembre de dos mil catorce que motivó la
nulidad de la primera sentencia de vista. DÉCIMO: En cuanto a la
presunta infracción normativa del artículo 225 del Código Civil, los
recurrentes refieren que no existe aun obligación de restituir el
predio sub litis al no haberse declarado la nulidad de la escritura
pública de compraventa de fecha treinta de marzo de dos mil once.
Sobre el particular, se advierte que los recurrentes lo que pretenden
en realidad es sustraerse a la reivindicación ordenada por las
instancias de merito luego de haberse determinado que el
demandante era el real propietario del predio sub litis, en tanto que
los demandados carecían de titularidad al haberse declarado la
nulidad del Contrato de Compraventa de fecha veinte de marzo de
dos mil cuatro; advirtiéndose además que el otorgamiento de la
citada escritura pública se formalizó a merito de una obligación
surgida entre las partes que en este caso no surte efectos contra el
demandante por las razones antes referidas. En consecuencia,
analizando la infracción del artículo 225 del Código Civil es el caso
señalar que la norma sustantiva cuya infracción se denuncia
resulta impertinente a la materia controvertida de autos, en tanto
que por lo demás no constituye materia de debate en esta causa la
Escritura Pública de fecha treinta de marzo de dos mil once; por
consiguiente, la afirmación de los recurrentes en el sentido que
mientras no se determine la nulidad de la Escritura Pública de
Compraventa de fecha treinta de marzo de dos mil once no están
obligados a restituir el predio sub materia, carece absolutamente
de justificación fáctica y jurídica y excede lo que es materia de
controversia. DÉCIMO PRIMERO: Finalmente, las alegaciones de
los recurrentes referidas a la existencia de infracción de los
artículos 923 y 927 del Código Civil porque -según se afirma- no se
configuran los presupuestos para que opere la reivindicación a
favor del demandante, devienen en desestimables toda vez que las
mismas están referidas a cuestiones fácticas que han sido
compulsadas por los órganos de instancia al resolver el proceso.
En ese contexto, no resulta viable aperturar el debate probatorio
que ha servido de sustento para emitir la decisión impugnada,
desde que las alegaciones de los impugnantes están orientadas a
provocar un nuevo examen sobre el conjunto de las pruebas
aportadas y en concreto sobre la Escritura Pública de fecha treinta
de marzo de dos mil once; no obstante, tales pedidos inciden,
como ya se dijo, en la revaloración de la prueba aportada al
proceso, la misma que ha sido debidamente merituada por los
órganos inferiores; por lo que no resulta factible en casación
aperturar nuevamente el debate probatorio, toda vez que esta Sala
Suprema no constituye una tercera instancia; por lo que dicha
denuncia material debe desestimarse por improbada. DÉCIMO
SEGUNDO: En consecuencia, al no configurarse ninguna de las
causales denunciadas, el recurso de casación resulta infundado,
debiendo procederse conforme a lo dispuesto en el artículo 397 del
Código Procesal Civil;. DECISIÓN Por los fundamentos expuestos;
y en aplicación del artículo 197 del Código Procesal Civil,
declararon: INFUNDADO el recurso de casación de fojas
cuatrocientos sesenta y dos interpuesto por Manuel Regalado
Ardiles y María Graciela De Paz de Regalado; NO CASARON la
sentencia de vista de fojas cuatrocientos uno, de fecha seis de abril
de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huaura; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Santiago Abelardo Regalado Ardiles con
Manuel Regalado Ardiles y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y
los devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza
Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-43
CAS. Nº 3551-2015 LIMA SUR
MEJOR DERECHO A LA POSESIÓN. SUMILLA: De conformidad
con el artículo 197 in fine del Código Procesal Civil en la resolución
sólo se expresan las valoraciones (de los medios probatorios)
esenciales y determinantes que sustenta la decisión. En tal sentido,
el hecho que la Sala Superior no haya mencionado expresamente
los medios probatorios a los cuales alude el recurrente no significa
que no los haya valorado, sino que, al amparo de la noma
previamente glosada, ha estimado que no eran determinantes en
su decisión y por ello no lo ha citado. Lima, doce de setiembre de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número tres mil quinientos cincuenta y uno–dos mil quince,
efectuados el debate y la votación correspondientes, emite la
presente sentencia: MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del
recurso de casación interpuesto por Ismael Bautista Cuba a fojas
cuatrocientos setenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos sesenta y uno, de fecha treinta y uno de marzo de
dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima Sur, que confirma la sentencia apelada de fojas
trescientos setenta y seis, de fecha veintitrés de mayo de dos mil
catorce, que declara infundada la demanda; en los seguidos por
Antonio Mario Bautista Cuba y otro contra Carmen Rosa Jiménez
Cárdenas y otro, sobre Mejor Derecho a la Posesión.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
resolución de fojas cuarenta y tres del presente cuadernillo, de
fecha diecinueve de noviembre de dos mil quince, ha estimado
procedente el recurso de casación referido por la causal de
infracción normativa de derecho procesal. El recurrente denuncia:
Infracción normativa de carácter procesal de los artículos 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú, 50, 121, 122 inciso
3, 192 y 197 del Código Procesal Civil, sosteniendo que la
sentencia de vista no se encuentra debidamente motivada. Agrega
que sólo ha mencionado parte de los medios probatorios
presentados por su parte, sin ningún comentario ni opinión acerca
de los miembros de la Sala Civil, tampoco se han tomando en
cuenta las declaraciones de los testigos vecinos de su predio, ni se
han valorado los medios probatorios en forma conjunta, pese a que
existen abundantes medios probatorios ofrecidos por los
demandantes y que no han sido valorados, como la Constancia de
posesión de ambos demandantes, la Resolución número SGSC-
SAN-08-0188 de Luz del Sur, la Resolución del Organismo
Supervisor de la Inversión en Energía y Minería - OSINERGMIN
número 0476-2008-OS/JARU-SU1, el Registro de Padrón de
Socios de los demandantes, la Constancia de Vivencia a favor de
los demandantes desde el año mil novecientos ochenta y nueve, la
Constancia de Vivencia de los vecinos a favor de los demandantes,
la Tarjeta de Control de Recién Nacido del hijo de Antonio Mario
Bautista Cuba expedida por el Centro de Salud de La Molina
consignándose en ella la dirección Manzana “C-16”, Lote número
10, Los Huertos de Manchay, el Recibo de Energía Eléctrica con la
mencionada dirección, la Boleta de Venta de Importaciones
Hiraoka, y diversas tomas fotográficas de sus familiares directos –
hijos y esposa- en el interior de su vivienda, el impuesto predial a
nombre de los demandantes, y demás medios probatorios llevados
a cabo en la Audiencia de Pruebas. CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine
es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido en el
proceso. En tal sentido, se advierte que a fojas veintisiete, Antonio
Mario Bautista Cuba e Ismael Bautista Cuba interponen demanda
sobre Mejor Derecho de Posesión contra Carmen Rosa Jiménez
Cárdenas, solicitando que se declare su mejor derecho de poseer
respecto del inmueble ubicado en el Lote número 10, Manzana
C-16, Sector C del Centro Poblado “Los Huertos de Manchay”,
Distrito de Pachacámac, Provincia y Departamento de Lima, con
un área total de quinientos metros cuadrados (500 m2), que está
sub dividido en dos lotes, Sub Lote 10-A de la Manzana C-16, CPR.
Huertos de Manchay, Sector C, propiedad de Antonio Mario
Bautista Cuba; y el Sub Lote 10-B de la Manzana C-16, CPR.
Huertos de Manchay, Sector C, propiedad de Ismael Bautista
Cuba. Como fundamentos de su demanda sostienen que son
fundadores del Centro Poblado Rural Los Huertos de Manchay en
el año mil novecientos ochenta y seis, es así que cuando tomaron
posesión del lugar no existía servicio alguno ni calle transitable,
después de definir la estructura urbana, se les adjudicó el lote de
terreno signado como la Manzana C-16, Lote 10, Sector C,
actualmente subdividido en dos sub lotes, es decir el Sub Lote 10-
A, de Antonio Mario Bautista Cuba y el Sub Lote 10-B de Ismael
Bautista Cuba en partes iguales, es decir cada sub lote de
doscientos cincuenta metros cuadrados (250 m2) de área total.
Desde el veinte de octubre de dos mil siete, por más de veintiún
años, han sido posesionarios en forma pacífica, pública y
permanente del inmueble antes indicado, debidamente
empadronados ante la directiva en el Libro de Registro de Socios
correspondiente; igualmente, con servicio de energía eléctrica
instalado desde el año mil novecientos noventa y cinco; que, en
dicho inmueble tiene una vivienda construida de material noble en
un área de veinticinco metros cuadrados (25 m2), techo de palo y
eternit, piso de concreto, ventana de madera y puerta igualmente
de madera y triplay, la pared a base de ladrillos king kong de
cemento labrado, donde estaban sus bienes, consistentes en
camas, frazadas, sábanas, colchones, artefactos eléctricos,
utensilios de cocina, en fin, bienes que contiene una vivienda
familiar, así como una serie de documentos de valor, que según
información de los vecinos, esta persona los ha incinerado para
borrar las pruebas en su contra, vivienda que han construido en el
año mil novecientos noventa y cuatro. Que, en el año mil
novecientos noventa y cinco aproximadamente hicieron instalar el
servicio de energía eléctrica, con número de suministro 1144157,
Empresa Luz del Sur, medidor número 05137336; la invasora a
quien demandan inicialmente hizo cambiar este servicio a su
nombre, utilizando sólo la constancia que el traficante de terrenos
que dice dirigir la Asociación del Centro Poblado Rural Los Huertos
de Manchay, que no pertenece al “Sector C”, le otorgó. Que, como
persona humana, apoyando a sus semejantes, por súplicas con
llanto y desesperación de no tener una casa donde vivir,
lamentablemente le cedieron a Carmen Rosa Jiménez Cárdenas,
para que sólo por un pequeño tiempo pueda quedarse en su
propiedad, sin haber imaginado que dicha persona tenía una
intención malévola de apropiarse del terreno y bienes, es así que a
partir del veinte de octubre de dos mil siete, esta mujer está en su
casa; a espaldas de la dirigencia del “Sector C”, y a espaldas de los
demandantes esta cruel mujer, había tramitado ante una Asociación
desconocida, la Constancia de Posesión a la que lamentablemente
le brindaron atención, utilizando esa constancia de energía
eléctrica y otras maniobras con la pretensión de quedarse con el
lote de terreno. La emplazada en tan corto tiempo viene causando
muchos daños a los bienes, es así que ha destruido el tanque de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
agua que tenían, ha cambiado el techo de la casa, ha incorporado
paredes improvisadas, ha hurtado todos sus bienes que se
encontraban dentro de la vivienda y otros hechos delictivos; y
actualmente la demandada, les ha prohibido ingresar a la propiedad
con el resguardo de varios delincuentes que están armados, con
armas blancas y de fuego, además de cuatro perros bravos de raza
doberman. SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su
naturaleza, el Juez de la causa, mediante sentencia de fojas
trescientos setenta y seis, de fecha veintitrés de mayo de dos mil
catorce, declara infundada la demanda. Como fundamentos de su
decisión sostiene que la demandada, a lo largo del proceso, ha
acreditado la posesión del terreno bajo litigio desde el año dos mil
siete, y que, además, ha celebrado un sinnúmero de contratos en
cuya virtud se le ha extendido documentos – que obran en autos -
en los cuales ha señalado como su domicilio real y habitual, el
inmueble bajo litigio. En cuanto al derecho que alegan los
demandantes, referido a su pretensión de Mejor Derecho a la
Posesión del bien sub materia a su favor, debe decirse que éstos,
no solamente no tienen documento que acredite la adjudicación a
favor de los mismos respecto del inmueble sub litis, sino que
además, tampoco han acreditado haber poseído en alguna forma u
oportunidad, dicho predio, tanto más cuanto, la demandada, por su
parte, ha acreditado, no solamente el derecho de posesión que la
ampara, en virtud del Contrato de Adjudicación del Lote de Terreno
sub materia, celebrado con la Asociación Centro Poblado Rural
“Los Huertos de Manchay”, de fecha veintiuno de diciembre de dos
mil siete, sino también la posesión que ostenta, habiéndose inscrito
ante la Municipalidad Distrital de Pachacámac como contribuyente,
con fecha trece de noviembre de dos mil siete y habiendo realizado
la construcción en material noble, que cuenta con todos los
servicios elementales y que, además, está viviendo, real y
efectivamente, en dicho predio, conforme así lo ha acreditado con
las pruebas instrumentales que obran en autos; máxime que dichas
documentales no han sido materia de impugnación en su momento
por el accionante. Que, siendo ello así y considerando, además,
que conforme a lo establecido por los artículos 196 y 197 del
Código Procesal Civil, el juzgador concluye que la demanda debe
ser desestimada, dejándose a salvo el derecho de las partes, para
hacerlo valer en la forma legal que corresponde, en un juicio mas
lato. TERCERO.- Apelada la mencionada sentencia, la Sala
Revisora la confirma, mediante sentencia de fojas cuatrocientos
sesenta y uno, de fecha treinta y uno de marzo de dos mil quince.
Como sustento de su decisión manifiesta que al examinar los
medios probatorios de la parte demandante se puede apreciar su
falta de idoneidad para acreditar la posesión alegada por los
mismos. En efecto se trata de documentos que en su mayoría son
de reciente factura y de contenido insuficiente como medio de
prueba de la posesión alegada. La parte apelante aduce, asimismo,
que son elementos probatorios de su posesión continua, pacífica y
pública las siguientes pruebas documentales: …..j) Las copias que
corren de fojas cincuenta y nueve a sesenta y dos, que acreditarían
el pago del impuesto predial hecho por ambos demandantes
durante los años dos mil tres a dos mil ocho, sin embargo su
examen indica que esos documentos no hacen referencia alguna a
los demandantes. Ni en ellos consta pago alguno realizado por
ellos ni por otras personas; K) Los recibos de pago del impuesto
predial, declaración y liquidación de fojas noventa y nueve a ciento
siete, correspondientes a los años dos mil tres y siguientes,
realizados el año dos mil ocho, de los cuales no resulta prueba de
posesión alguna, sino solamente de un pago extemporáneo, que
es por otra parte posterior a la interposición de la demanda. La
prueba glosada es insuficiente para acreditar un mejor derecho a
poseer el bien de los demandantes; por consiguiente, no hay razón
para estimar la demanda y declarar que ellos tienen mejor derecho
a poseer que el que tiene la actual poseedora del bien, quien lo
hace en mérito a la entrega que le habrían hecho los representantes
de la asociación titular del bien litigioso. Todo lo cual ha sido
estimado por el Juez correctamente. Los demandantes aseguran
enfáticamente que hicieron entrega del inmueble a favor de la
demandada, teniendo la condición de invasora por su negativa a
devolverlo, lo cual haría ilegítima su posesión; sin embargo, no han
realizado prueba idónea para acreditar su anterior posesión y la
entrega que hicieron a favor de la misma, ni que ésta haya
procedido a invadir el inmueble despojándolos de la posesión.
CUARTO.- En principio, a fin de absolver los cuestionamientos
efectuados a la sentencia de vista ahora impugnada, es menester
recalcar los fundamentos principales que la sustentan: a) Del
examen de los medios probatorios de la parte demandante se
aprecia su falta de idoneidad para acreditar la posesión alegada
por los mismos. En efecto, se trata de documentos que en su
mayoría son de reciente factura y de contenido insuficiente como
medio de prueba de la posesión alegada; b) La parte apelante
aduce que son elementos probatorios de su posesión las siguientes
pruebas documentales: i) Las copias que corren de fojas cincuenta
y nueve a sesenta y dos, que acreditarían el pago del impuesto
predial hecho por los demandantes durante los años dos mil tres a
dos mil ocho; sin embargo, su examen indica que no hacen
referencia alguna a los accionantes; ni en dichos documentos
consta pago alguno realizado por ellos ni por otras personas; ii)
Los recibos de pago del impuesto predial, declaración y liquidación
de fojas noventa y nueve a ciento siete correspondientes a los años
dos mil tres y siguientes, realizados el año dos mil ocho, no resultan
prueba de posesión alguna, sino solamente de un pago
97077
extemporáneo, que además es posterior a la interposición de la
demanda; c) La prueba glosada es insuficiente para acreditar un
mejor derecho a poseer el bien de los demandantes; por
consiguiente, no hay razón para estimar la demanda y declarar que
ellos tienen mejor derecho a poseer que el de la demandada, quien
lo hace en mérito a la entrega que le habrían hecho los
representantes de la asociación titular del bien litigioso; d) Los
demandantes aseguran que hicieron entrega del inmueble a favor
de la demandada, teniendo ésta la condición de invasora, lo cual
haría ilegítima su posesión; sin embargo, no han presentado
prueba idónea para acreditar su anterior posesión y la entrega que
le hicieron, ni que ésta haya procedido a invadir el inmueble
despojándolos de la posesión. QUINTO.- De lo expuesto se aprecia
que, contrariamente a lo alegado por el recurrente, la sentencia
impugnada se encuentra debidamente motivada, habiendo el Ad
quem consignado sus fundamentos fácticos y jurídicos de manera
ordenada y coherente, dando estricto cumplimiento al deber de
motivación contenido en el artículo 139, inciso 5 de la Constitución
Política del Perú, concordante con los artículos 50, inciso 6 y 122,
inciso 3 del Código Procesal Civil, así como el artículo 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, razones por
las cuales esta denuncia no puede prosperar. SEXTO.- Por otro
lado, se advierte que el recurrente hace referencia en su recurso a
medios probatorios que, según afirman, no se habrían valorado. Al
respecto, cabe indicar que, de conformidad con el artículo 197 in
fine del Código Procesal Civil, en la resolución sólo se expresan las
valoraciones (de los medios probatorios) esenciales y
determinantes que sustenta la decisión. En tal sentido, el hecho
que la Sala Superior no haya mencionado expresamente los
medios probatorios a los cuales alude el recurrente no significa que
no los haya valorado, sino que, al amparo de la noma previamente
glosada, ha estimado que no eran determinantes en su decisión y
por ello no los ha citado. En todo caso, y sin perjuicio de lo antes
anotado, el recurrente no demuestra de qué modo la alegada
omisión de valoración incidiría directamente en la decisión ahora
impugnada, dadas las razonables y acertadas conclusiones a las
que ha arribado el Ad quem, debiendo recalcarse que de
conformidad con el Principio de Transcendencia de la Nulidad,
contenido en el artículo 176, cuarto párrafo del Código Procesal
Civil no hay nulidad si la subsanación del vicio no ha de influir en el
sentido de la resolución. Aplicado al caso de autos, tenemos que
en caso de subsanarse la supuesta omisión de valoración alegada
(que en realidad no existe), el fallo del Ad quem no se modificaría,
teniendo en cuenta la solidez de los argumentos contenidos en su
sentencia, a los cuales ha arribado luego de una valoración de los
medios probatorios ajustada a ley. Razones por las cuales este
extremo tampoco puede prosperar. Por las consideraciones
expuestas, no se configuran las causales de infracción normativa
de carácter procesal denunciadas, en consecuencia, no procede
amparar el presente recurso de casación, por lo que de conformidad
con el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto Ismael Bautista
Cuba a fojas cuatrocientos setenta y tres; por consiguiente, NO
CASARON la sentencia de vista de fojas cuatrocientos sesenta y
uno, de fecha treinta y uno de marzo de dos mil quince, emitida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que
confirma la sentencia apelada de fojas trescientos setenta y seis,
de fecha veintitrés de mayo de dos mil catorce, que declara
infundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Antonio Mario Bautista Cuba
y otro contra Carmen Rosa Jiménez Cárdenas y otro, sobre Mejor
Derecho a la Posesión; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA C-1569469-44
CAS. Nº 3560-2015 CALLAO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: “La vulneración al
Derecho a la Motivación Escrita de las Resoluciones Judiciales se
manifiesta cuando el operador de justicia concentra su análisis en
la sola evaluación de determinado medio probatorio, aunado a una
asunción de deducciones sin un suficiente sustento objetivo ”.
Lima, doce de septiembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número tres mil quinientos sesenta -
dos mil quince en Audiencia Pública de la presente fecha y
producida la votación conforme a ley, procede a emitir la siguiente
sentencia: I.- ASUNTO: En el presente proceso sobre Nulidad de
Acto Jurídico la codemandada Fanny Margot Mauricio More ha
interpuesto Recurso de Casación1, contra la Sentencia de Vista
expedida mediante Resolución número veintiuno de fecha diez de
marzo de dos mil quince2, que revoca la sentencia apelada de
primera instancia emitida mediante Resolución número trece de
fecha veintiocho de abril de dos mil catorce3, en los extremos que
declaró infundada la demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico y
fundada en parte la reconvención de Mejor Derecho de Propiedad
e improcedente la Reivindicación pretendida; reformándola
declararon fundada en parte la demanda, en consecuencia nulo el
Contrato de Compra venta del cinco de octubre de dos mil siete
celebrado entre los demandados respecto de los noventa metros
cuadrados (90 m2) de los aires de la segunda planta del inmueble
ubicado en la Manzana B-3, Lote 17 de la Urbanización Ciudad del

97078 CASACIÓN
Pescador, Distrito de Bellavista, Provincia Constitucional del
Callao, e infundada en parte la reconvención referida al extremo de
Mejor Derecho a la Propiedad; y confirma la sentencia en el
extremo de la reconvención que persigue la Reivindicación del
segundo piso del predio sub materia que tiene un área de ciento
cincuenta y dos metros cuadrados (152 m2) y noventa y nueve
punto setenta y cuatro metros cuadrados (99.74 m2) de área
construida. II.- REFERENCIAS DEL PROCESO: 2.1. Demanda: El
tres de septiembre de dos mil doce4 Lily Marita Vigo Palomino
representada por su apoderada Elsa Antonieta Vigo Palomino,
acude al órgano jurisdiccional interponiendo demanda de Nulidad
del Acto Jurídico de Compra Venta celebrado por Fanny Margot
Mauricio More (vendedora) a favor de Carmen Antenógenes Zavala
Arias, María Apolinaria Aburto de Zavala y Gerardo Ysrael Calle
Zapata (compradores), respecto a la transferencia de los aires del
segundo piso del inmueble inscrito en la Partida número
PO1317166 de los Registros Públicos de Lima y Callao, sección
que -se indica- ya había sido transferida por los anteriores
propietarios Carmen Antenógenes Zavala Arias y María Apolinaria
Aburto de Zavala a la recurrente por compra venta. Expone como
fundamentos principales de su petitorio lo siguiente: a) Con fecha
ocho de noviembre del dos mil uno adquirió por documento privado
de compraventa los aires del inmueble ubicado en la Manzana B-3,
Lote 17 del Programa de Vivienda Urbanización Ciudad del
Pescador, Distrito de Bellavista, Provincia Constitucional del
Callao, con un área de noventa metros cuadrados (90 m2), el que
aparece inscrito en la Partida número PO1317166 del Registro de
la Propiedad Inmueble de Lima y Callao, habiendo levantado una
casa habitación donde habita conjuntamente con su familia,
conforme a la Declaración Jurada del Impuesto Predial del año dos
mil doce; b) En el mes de marzo de dos mil doce tomó conocimiento
que la codemandada Fanny Margot Mauricio More adquirió la
totalidad del predio, incluyendo los aires que le corresponden, de
parte de las anteriores propietarias Carmen Antenógenes Zavala
Arias y María Apolinaria Aburto de Zavala, quienes fueron
representadas por el codemandado Gerardo Ysrael Calle Zapata, y
conocían de la venta realizada a favor de la recurrente; y, c) La
compra venta en mención deviene en nula por cuanto su fin es
ilícito y contrario a las leyes que interesan el orden público y las
buenas costumbres, dado que las vendedoras y la compradora
celebraron la venta de los aires del bien sub materia del cual ya
habían dejado de ser propietarios, por la transferencia hecha a la
recurrente el ocho de noviembre de dos mil uno, esto es
disponiendo de lo que ya no tenían. 2.2. Contestación a la
demanda y Reconvención formuladas por la codemandada
Fanny Margot Mauricio More: Mediante escrito presentado el
veintiuno de noviembre de dos mil doce5 la mencionada
codemandada contestó la demanda en los términos siguientes: a)
Ha adquirido la propiedad del predio sub materia el quince de
enero de dos mil ocho, derecho inscrito el veintiuno de febrero del
mismo año en los Registros Públicos, habiendo desconocido de la
compra venta que habría celebrado la demandante el ocho de
noviembre de dos mil uno, siendo que dicho Contrato no resulta
oponible la título que posee la recurrente debidamente inscrito en
la Partida número PO1317166, dado que el supuesto derecho de la
actora no aparece inscrito; b) En el Contrato de la accionante se
hace mención a noventa metros cuadrados (90 m2), mientras que
el segundo piso de la recurrente tiene un área total de ciento
cincuenta y dos metros cuadrados (152 m2) y un área construida de
noventa y nueve punto setenta y cuatro metros cuadrados (99.74
m2); c) La construcción que refiere haber realizado la demandante
no resulta cierta, pues el primer y segundo piso del predio, de
acuerdo a la página doce de la Partida número PO1317166, fueron
culminados en el mes de junio de mil novecientos noventa y nueve;
d) De acuerdo a las Fichas del Registro Nacional de Identificación
y Estado Civil (RENIEC) la demandante y su apoderada no residen
en el inmueble materia de reclamo, domiciliando la primera de ellas
en 552 Normandi Dr. Evansville In 47715, Missouri, Estados Unidos
de América, y la segunda en Húsares de Junín número 655, Distrito
de Jesús María, Lima; y, e) Ha adquirido el bien de buena fe, siendo
diligente en verificar en los Registros Públicos los poderes
otorgados al codemandado Gerardo Ysrael Calle Zapata,
concurriendo manifestación de voluntad, celebrado entre personas
capaces, con un objeto física y jurídicamente posibles, lícito, sin
simulación alguna y respetando la forma prescrita por la Ley. De
otro lado, funda su petitorio reconvencional consistente en la
declaración judicial de mejor derecho de propiedad de la recurrente
respecto al segundo piso de un área de ciento cincuenta y dos
metros cuadrados (152 m2), con un área construida de noventa y
nueve punto setenta y cuatro metros cuadrados (99.74 m2), que
integra la propiedad ubicada en Calle 28, Manzana B-3, Lote 17 de
la Urbanización Ciudad del Pescador, Distrito de Bellavista,
Provincia Constitucional del Callao, con pedido que se disponga la
reivindicación de esa propiedad, en los siguientes hechos: a) La
ahora demandada goza ilegítimamente de la posesión del segundo
piso del predio sub materia, por cuanto desde el veintiséis de
marzo de dos mil doce usurpó el segundo piso, pretendiendo hacer
valer un contrato de compra venta que habría celebrado con las
personas que le vendieron el inmueble; y, b) Al momento de la
celebración de su Contrato de Compra Venta el predio se hallaba
libre de cualquier carga, gravamen, derecho real de garantía,
medida judicial o extrajudicial y en general de todo acto que impida,
limite o prive la libre disponibilidad del bien, habiéndose adquirido a
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
título oneroso e inscrito en los Registros Públicos, por lo que su
título es oponible de acuerdo a lo previsto por el Artículo 2022° del
Código Civil, siendo superior su derecho al encontrarse inscrito.
2.3. Declaración de rebeldía respecto de los trámites de
absolución de la demanda y reconvención planteadas:
Mediante resolución número cinco de fecha cinco de junio de dos
mil trece6 el Juez de la causa declaró la rebeldía de los demandados
Carmen Antenógenes Zavala Arias, María Apolinaria Aburto de
Zavala y Gerardo Ysrael Calle Zapata; así como la rebeldía de la
parte reconvenida Lily Marita Vigo Palomino, al no haber cumplido
con absolver los traslados conferidos dentro del término de ley o
haberlo hecho fuera del plazo legal. 2.4. Sentencia de Primera
Instancia: Mediante Resolución número trece de fecha veintiocho
de abril de dos mil catorce7, el Sexto Juzgado Especializado en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao, en cuanto a las
materias controvertidas declaró infundada la demanda sobre
Nulidad de Acto Jurídico, fundada en parte la reconvención en el
extremo de la pretensión de Mejor Derecho de Propiedad e
improcedente la misma en cuanto al extremo por el que se solicita
la Reivindicación del segundo piso del predio sub materia,
argumentando principalmente que: i) El Contrato de Compra Venta
de fecha ocho de noviembre de dos mil uno no ha sido materia de
tacha, por lo que conforme al Artículo 246° del Código Procesal
Civil adquiere validez probatoria, más aún si la compra venta del
quince de enero de dos mil ocho celebrada por los demandados es
posterior; ii) El Contrato celebrado por la codemandada Fanny
Margot Mauricio More no puede ser catalogado como contrario a la
ley, con fin ilícito o contario a las normas que interesan al orden
público o a las buenas costumbres, dado que el Artículo 1540° del
Código Civil permite la compra venta de bien parcialmente ajeno,
siendo que la ley sanciona con otra causal la venta de un bien en
tal condición; iii) En caso de venta de un mismo comprador a dos
vendedores distintos tiene preponderancia el que inscribió primero,
de acuerdo a lo previsto por el Artículo 2014° del Código Civil,
siendo que de la Partida número PO1317166 se desprende que
Fanny Margot Mauricio More inscribió su compra venta del total del
predio y la actora no inscribió su venta parcial de los aires, por lo
que aquella ha obtenido la protección de la fe pública registral si
actuó de buena fe en mérito a la publicidad del Registro; iv) No
cabe duda que las vendedoras y su representante actuaron de
mala fe, dado que no había forma de que no conocieran que antes
de vender a la codemandada Fanny Margot Mauricio More ya le
habían vendido una parte de los aires a la accionante; v) La mala o
buena fe de ésta última debe determinarse a partir de si conocía o
no la inexactitud del Registro respecto de la venta efectuada a
favor de la actora; en ese sentido, de la solicitud de publicidad
registral, búsqueda de propiedad, del cinco de octubre de dos mil
siete, se determina que Fanny Margot Mauricio More realizó la
búsqueda del propietario registral, siendo éstos sus codemandados
Carmen Antenógenes Zavala Arias y María Apolinaria Aburto de
Zavala, por lo que se presume su buena fe conforme al último
párrafo del artículo 2014° del Código Civil, deviniendo desestimable
la demanda; vi) Habiendo inscrito la adquirente demandada su
propiedad del total del predio, le favorece la disposición del Artículo
1135° del Código Civil, más aún sino se ha desvirtuado la buena fe
de aquella, guardando concordancia con el Principio de Prioridad
en las inscripciones registrales previsto por el Artículo 2016° del
mismo texto legal; vii) La accionante no ha probado haber
efectuado la construcción de lo edificado, contrariamente de la
Partida número PO1317166 se aprecia la modificación de fábrica el
quince de febrero de dos mil doce, declarada por la compradora
Fanny Margot Mauricio More, registrándose la fábrica sobre la
construcción del segundo piso, el que goza de la protección del
Artículo 2013° del Código Civil, por lo que deviene en infundada la
pretensión de declaración de propiedad de lo construido planteada
por la actora; y, viii) La pretensión de Reivindicación no resulta
procedente pues la actora no domicilia en el predio sub materia
desde mil novecientos ochenta y cuatro, viviendo en el segundo
piso su primo y la familia de éste, no pudiéndose ordenar su
desalojo a tenor de lo previsto por el Artículo 593° del Código
Procesal Civil, al no haber sido demandado en la presente causa
judicial, menos aún la reivindicación planteada vía reconvención.
2.5. Recurso de Apelación de la codemandada Fanny Margot
Mauricio More: El cuatro de junio de dos mil catorce8 la mencionada
codemandada ejercita su derecho impugnatorio contra la sentencia
de primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los siguientes
argumentos: a) La recurrida viola el Derecho a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva, al tomar como ciertas las declaraciones de
la apoderada de la actora en el sentido que en el predio sub materia
vivirían terceras personas, y que por ello es improcedente la
reivindicación pretendida reconvencionalmente, sin existir pruebas
al respecto y habiendo cumplido con los requisitos para invocar la
ius vindicandi; b) Se vulnera el debido proceso al existir una
indebida valoración de los medios probatorios, pues las
declaraciones de la contraria no crean certeza, sin embargo son
valoradas positivamente para señalarse la falta de interés para
obrar para reconvenir por la reivindicación del predio sub materia;
y, c) Se viola el Derecho de Defensa al tomarse como ciertas las
declaraciones de la contraria, no obstante que tales afirmaciones
no formaron parte del contradictorio, por lo que no se efectuó
descargo sobre el particular, colocando a la recurrente en
indefensión al valorar positivamente la versión de la contraria. 2.6.
Recurso de Apelación de la apoderada de la demandante Lily
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
9
Marita Vigo Palomino: El veintiocho de mayo de dos mil catorce
la mencionada pretensora ejercita su derecho impugnatorio contra
la sentencia de primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los
siguientes agravios: a) El Contrato que respalda la propiedad
alegada por la recurrente no ha sido tachado ni observado por las
partes, por lo que es válido en todos sus extremos al amparo de lo
previsto por el Artículo 923° del Código Civil y Artículo 70° de la
Carta Magna; b) Los demandados han celebrado el Contrato cuya
nulidad se pretende a sabiendas que con anterioridad la vendedora
había transferido los aires del inmueble con un área de noventa
metros cuadrados (90 m2) en los que ha construido su vivienda,
acreditándose así la mala fe de éstos, no habiéndose evaluado el
Informe evacuado por el Arquitecto Víctor Segundo Chávez
Velásquez, quien ilustra sobre la construcción del departamento de
la accionante; y, c) El Juzgado establece que el Contrato de
Compra Venta de fecha ocho de noviembre de dos mil uno no ha
sido tachado por lo que deviene en válido, por tanto, la nueva venta
de los aires importa la venta de bien ajeno, por lo que existiendo
mala fe no es aplicable el Artículo 2014° del Código Civil. 2.7.
Sentencia de Vista: Elevados los autos en mérito a los Recursos
de Apelación interpuestos, la Sala Especializada en lo Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao mediante
Resolución número veintiuno de fecha diez de marzo de dos mil
quince10, emite la Sentencia de Vista indicando como pilares
fundamentales de su decisión lo siguiente: i) Desde el ocho de
noviembre de dos mil uno que Carmen Antenógenes Zavala Arias
y su cónyuge declararon su voluntad de transferir a la accionante
los noventa metros cuadrados (90 m2) de los aires del segundo piso
del predio sub materia, la compradora se convirtió en propietaria,
no siendo obligatoria la formalización y su inscripción en los
Registros Públicos, correspondiendo reconocérsele todos los
derechos a la propiedad; ii) Conforme a los antecedentes
registrales la propiedad recién se formalizó en los Registros
Públicos en octubre de dos mil tres, lo cual explica y hace presumir
las razones por las cuales, a la fecha del Contrato, la actora se
encontraba imposibilitada de formalizar su propiedad pues a dicha
data -dos mil uno- el vendedor no tenía inscrita su propiedad,
entendiéndose entonces que cuando se celebró el segundo
contrato -octubre de dos mil siete- las vendedoras ya no eran
propietarias de los noventa metros cuadrados de los aires del
segundo piso, por lo que se trató de una indebida transferencia la
celebrada con la codemandada Fanny Margot Mauricio More,
incurriendo en un acto ilícito y por tanto nulo; iii) La nulidad no
alcanza a la integridad de la declaración de voluntad manifestada
en el segundo Contrato, sólo en el extremo que dispone la venta
del área de noventa metros cuadrados (90 m2) del segundo piso,
por lo que en aplicación del principio de conservación de los
contratos no corresponde anularlo; iv) Revisadas las Partidas
registrales se tiene que a octubre de dos mil tres las vendedoras
solo inscribieron la fábrica del primer piso, y su ampliación al
segundo piso recién se inscribe en febrero de dos mil doce y quien
efectúa dicha ampliación es la demandada Fanny Margot Mauricio
More al ya haberse inscrito su Contrato, deduciéndose que cuando
ésta última adquirió el inmueble, la construcción del segundo piso
no se encontraba inscrita a nombre de las vendedoras, de lo que se
pretende sacar provecho irregularmente; v) Estando a las
declaraciones vertidas en la Audiencia de Pruebas y las tomas
fotográficas del predio, que evidencia un acceso independiente al
segundo piso, generan la convicción que la adquisición de los
noventa metros cuadrados (90 m2) sobre el que se ha construido no
pudo ser ignorada por la demandada Fanny Margot Mauricio More,
más aún si se hallaba ocupado por terceras personas, por lo que la
buena fe de ésta queda desvirtuada; y, vi) Al haberse declarado
fundada la pretensión de nulidad de compra venta de los noventa
metros cuadrados (90 m2) de los aires del segundo piso del predio
sub materia, la lógica secuencia es declarar infundado el petitorio
de reivindicación y lanzamiento. III.- RECURSO DE CASACIÓN:
La codemandada Fanny Margot Mauricio More (adquiriente en el
negocio jurídico de compra venta discutido) con fecha seis de julio
de dos mil quince interpone Recurso de Casación contra la
Sentencia de Vista, el mismo que fue declarado procedente por
este Tribunal Supremo mediante Resolución de fecha diecinueve
de noviembre de dos mil quince, obrante de fojas ochenta y nueve
a noventa y uno del Cuaderno respectivo, por Infracción
Normativa Procesal de los Artículos 139° incisos 3) y 5) de la
Constitución Política del Perú y 122° del Código Procesal Civil.
IV.- CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE: En el caso particular, la
cuestión jurídica en debate radica en determinar si la sentencia de
la Sala Superior ha infringido las reglas de la debida motivación en
sus aspectos de ser congruente y presentar una debida valoración
probatoria. DESARROLLO ARGUMENTATIVO DE ESTA SALA
SUPREMA: Apuntes sobre Recurso de Casación: PRIMERO.-
El Recurso de Casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República, conforme lo precisa el Artículo 384° del Código Procesal
Civil. En materia de casación es factible el control de las decisiones
jurisdiccionales, con el propósito de determinar si en ellas se han
infringido o no las normas que garantizan el derecho al proceso
regular, teniendo en consideración que éste supone el cumplimiento
de los principios y garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del
Derecho a la Defensa de las partes en conflicto. SEGUNDO.- Por
97079
causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para
la procedencia del Recurso11, debiendo sustentarse el mismo en
aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende
interponerse por infracción de la ley o por quebrantamiento de la
forma. Se consideran motivos de casación por infracción de la ley,
la violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así
como la falta de congruencia de lo decidido con las pretensiones
formuladas por las partes y la falta de competencia. Los motivos
por quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el
proceso12, por lo que en tal sentido si bien todas las causales
suponen una violación de la ley, también lo es que éstas pueden
darse en la forma o en el fondo. TERCERO.- La infracción procesal
se configura cuando en el desarrollo de la causa no se han
respetado los derechos procesales de las partes, se han soslayado
o alterado actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha
sido efectiva, el órgano judicial deja de motivar sus decisiones o lo
hace en forma incoherente, en evidente quebrantamiento de la
normatividad vigente y de los principios procesales. CUARTO.- En
el caso particular, y como se ha adelantado, se ha declarado
procedente el Recurso de Casación por causales de infracción
normativa procesal que incide sobre el debido proceso, por lo que
en caso de declararse fundado el Recurso, su efecto nulificante
implicaría la anulación de lo actuado hasta donde se advirtiera el
vicio, con disposición, en su caso, de un nuevo pronunciamiento
por el respectivo órgano de instancia. Sobre el debido proceso –
motivación de las resoluciones judiciales: QUINTO.- El debido
proceso es un derecho complejo, desde que está conformado por
un conjunto de derechos esenciales que impiden que la libertad y
los derechos de los individuos perezcan ante la ausencia o
insuficiencia de un proceso o procedimiento o se vean afectados
por cualquier sujeto de derecho -incluyendo el Estado- que
pretenda hacer uso abusivo de éstos. Como señala la doctrina:
“(…) por su naturaleza misma, se trata de un derecho muy
complejamente estructurado, que a la vez está conformado por un
numeroso grupo de pequeños derechos que constituyen sus
componentes o elementos integradores, y que se refieren a las
estructuras, característica del Tribunal o instancias de decisión, al
procedimiento que debe seguirse y a sus principios orientadores, y
a las garantías con que debe contar la defensa”13. Dicho de otra
manera, el Derecho al Debido Proceso constituye un conjunto de
garantías de las cuales goza el justiciable, que incluyen la tutela
procesal efectiva, la observancia de los principios o reglas básicas
y de la competencia predeterminada por ley, así como la pluralidad
de instancias, la motivación, logicidad y razonabilidad de las
resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y de contradicción), entre otros. SEXTO.- Así
también, el Derecho al Debido Proceso, consagrado en el inciso 3)
del Artículo 139° de la Constitución Política del Perú14, comprende
a su vez, entre otros derechos de los ya señalados en el
considerando precedente, el de obtener una resolución fundada en
derecho, mediante decisiones en las que los Jueces expliciten en
forma suficiente las razones de sus fallos, con mención expresa de
los elementos fácticos y jurídicos que los determinaron, dispositivo
que es concordante con lo preceptuado por el inciso 3) del Artículo
122° del Código Procesal Civil15 y Artículo 12° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial16. Además, la
exigencia de motivación suficiente prevista en el inciso 5) del
Artículo 139° de la Carta Fundamental17, garantiza que el requirente
de justicia pueda comprobar que la solución del caso concreto
viene dada por una valoración racional de la fundamentación
fáctica, de lo actuado y la aplicación de las disposiciones jurídicas
pertinentes al caso, y no de una arbitrariedad de los magistrados,
por lo que en ese entendido es posible afirmar que una resolución
que carezca de motivación suficiente no solo infringe normas
legales, sino también principios de nivel constitucional. SÉPTIMO.-
En esa misma línea, cabe anotar también que la Motivación Escrita
de las Resoluciones Judiciales en sociedades pluralistas como las
actuales, importa el deber de justificar las decisiones jurídicas, de
tal manera que sean aceptadas por la sociedad y que el Derecho
cumpla su función de guía18. Como ya se ha señalado, la obligación
de fundamentar las sentencias, propias del derecho moderno, se
ha elevado a categoría de deber constitucional, a mérito de lo cual
la Corte Suprema de Justicia de la República ha señalado en el
Primer Pleno Casatorio, Casación número 1465-2007-CAJAMARCA,
una similar posición a la adoptada por el Tribunal Constitucional en
el expediente número 37-2012-PA/TC, fundamento 35, en el
sentido que: La motivación de la decisión judicial es una exigencia
constitucional; por consiguiente, el juzgador para motivar la
decisión que toma debe justificarla, interna y externamente,
expresando una argumentación clara, precisa y convincente, para
mostrar que aquella decisión es objetiva y materialmente justa, y
por tanto, deseable social y moralmente. OCTAVO.- El proceso
regular en su expresión de motivación escrita de las resoluciones
judiciales, entiende que una motivación defectuosa puede
expresarse en los siguientes supuestos: a) Falta de motivación
propiamente dicha: se presenta cuando se advierte una total
ausencia de motivación en cuanto a la decisum jurisdiccional
emitida en el caso materia de conflicto, sea en el elemento fáctico
y/o jurídico; b) Motivación aparente: cuando el razonamiento en la
sentencia sea inconsistente, sustentado en conclusiones vacías
que no guardan relación con el real contenido del proceso; c)
Motivación insuficiente: cuando se vulnera el principio lógico de la
razón suficiente, es decir que el sentido de las conclusiones a las

97080 CASACIÓN
que arriba el juzgador no se respaldan en pruebas fundamentales
y relevantes, de las cuales éste debe partir en su razonamiento
para lograr obtener la certeza de los hechos expuestos por las
partes y la convicción que lo determine en un sentido determinado,
respecto de la controversia planteada ante la judicatura; y, d)
Motivación defectuosa en sentido estricto: cuando se violan las
leyes del hacer/ pensar, tales como de la no contradicción (nada
puede ser y no ser al mismo tiempo), la de identidad
(correspondencia de las conclusiones a las pruebas), y la del tercio
excluido (una proposición es verdadera o falsa, no hay tercera
opción), entre otros, omitiendo los principios elementales de la
lógica y la experiencia común. NOVENO.- De otro lado, el Derecho
a la Motivación de las Resoluciones Judiciales tiene como una de
sus expresiones al Principio de Congruencia, el cual exige la
identidad que debe mediar entre la materia, las partes, los hechos
del proceso y lo resuelto por el juzgador, en virtud a lo cual los
Jueces no pueden otorgar más de lo demandado o cosa distinta a
lo pretendido, ni fundar sus decisiones en hechos no aportados por
los justiciables, con obligación entonces de pronunciarse sobre las
alegaciones expuestas por las partes, tanto en sus escritos
postulatorios como, de ser el caso, en sus medios impugnatorios,
de tal manera que cuando se decide u ordena sobre una pretensión
no postulada en el proceso, y menos fijada como punto
controvertido, o a la inversa, cuando se excluye dicho
pronunciamiento, se produce una incongruencia, lo que altera la
relación procesal y transgrede las garantías del proceso regular. En
el sentido descrito, se tiene que la observancia del Principio de
Congruencia implica que en toda resolución judicial exista: 1)
Coherencia entre lo peticionado por las partes y lo finamente
resuelto, sin omitir, alterar o excederse de dichas peticiones
(congruencia externa); y, 2) Armonía entre la motivación y la parte
resolutiva (congruencia interna), de tal manera que la decisum sea
el reflejo y externación lógica, jurídica y congruente del
razonamiento del juzgador, conforme a lo actuado en la causa
concreta, todo lo cual garantiza la observancia del Derecho al
Debido Proceso, resguardando a los particulares y a la colectividad
de las decisiones arbitrarias, conforme a lo establecido por el
Tribunal Constitucional en el fundamento jurídico número once de
la sentencia número 1230-2003-PCH/TC19. Es en el contexto de
todo lo detallado que este Supremo Colegiado verificará si se han
respetado o no en el asunto concreto las reglas de la motivación. El
control de las decisiones jurisdiccionales y el debido proceso
en el caso concreto: DÉCIMO.- Ingresando al análisis de las
infracciones normativas procesales que sirven de fundamento al
Recurso de Casación interpuesto por la codemandada Fanny
Margot Mauricio More, se observa que invoca como agravio la
vulneración a la debida motivación de las resoluciones judiciales,
infracción al Principio de Congruencia Procesal y a la debida
valoración de los medios probatorios, al considerar que la decisión
de la Sala Superior no contiene fundamentos de hecho ni de
derecho que sustenten la nulidad del contrato de compra venta
contenido en la Minuta del cinco de octubre de dos mil siete y está
contenida en la Escritura Pública del quince de enero de dos mil
ocho; que tampoco se pronuncia en forma clara y precisa respecto
de todos los puntos controvertidos; que evalúa ilegalmente algunas
tomas fotográficas ofrecidas fuera de la oportunidad que refiere el
Artículo 189° del Código Procesal Civil, esto es, con posterioridad
a la Audiencia de Pruebas que no han sido admitidas en el proceso
lo que ha imposibilitado el debate contradictorio correspondiente;
que el Colegiado Superior examina la Partida Registral número
PO1317166 sin confrontarla con la Minuta de compra venta sub
materia, que para cuya data el Registro solo informaba sobre la
fábrica del primer piso y la Sala subjetivamente sostiene que la
recurrente al inscribir la ampliación de la fábrica -segundo piso- en
el año dos mil doce se aprovechó irregularmente de ello, lo que no
es sostenible, desde que si se confronta con las cláusulas segunda
y cuarta de la Minuta sub materia, se desprende que la referida
compra fue ad corpus conforme a lo prescrito por el Artículo 1577°
del Código Civil, constituyendo el criterio de la Sala una limitación
al derecho de propiedad, sin considerar que los contratos se
interpretan de conformidad con la buena fe y común intención de
las partes, según lo señalado por el Artículo 168° del Código Civil,
todo lo cual también evidencia un estudio insuficiente de los medios
probatorios aportados al proceso; que, la Sala afirma
incorrectamente que la recurrente no ha agotado diligentemente
las formas para advertir que el inmueble sub materia tenía
propietario, inadvirtiendo las incoherencias e incongruencias
incurridas por la demandante al prestar su declaración en la
Audiencia de Pruebas y tomando en forma negativa la declaración
de la recurrente concluye que ésta actuó de mala fe, sustentado en
dichos de las partes y no en medios probatorios directos; y, que no
ha evaluado que la actora jamás acreditó la posesión mediata o
inmediata del predio ni que edificó el segundo piso. En tal escenario
de agravios, corresponde a este Supremo Tribunal determinar si la
decisión adoptada por la Sala de Mérito fue expedida respetando lo
dispuesto por el Artículo 50° inciso 6) del Código Procesal Civil,
concordante con el Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, que disciplinan que los Magistrados
tienen la obligación de fundamentar los autos y las sentencias bajo
sanción de nulidad respetando los principios de jerarquía de las
normas y el de congruencia, concordante con los incisos 3) y 5) del
artículo 139° de la Carta Magna y numeral 122° del ordenamiento
procesal civil. DÉCIMO PRIMERO.- Procediendo al análisis
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
correspondiente, de la lectura de la sentencia impugnada se
advierte que la Sala Superior considera que desde el ocho de
noviembre de dos mil uno la accionante Lily Marita Vigo Palomino
adquirió noventa metros cuadrados de los aires del segundo piso
del predio materia de autos, ubicado en la Manzana B-3, Lote 17
del Programa de Vivienda Ciudad del Pescador, Distrito de
Bellavista, Provincia Constitucional del Callao20, convirtiéndose en
propietaria del mismo, debiendo reconocérsele todos los derechos
inherentes a la propiedad, por lo que cuando se celebró el segundo
contrato (cinco de octubre de dos mil siete) a favor de la casante,
los vendedores Carmen Antenógenes Zavala Arias y María
Apolinaria Aburto de Zavala21, representadas por Gerardo Ysrael
Calle Zapata, ya no eran propietarios de los noventa metros
cuadrados del segundo piso del predio materia de transferencia,
por lo que -sostiene- esta última transferencia es un acto jurídico
ilícito que deviene en nulo únicamente respecto al metraje
señalado, en aplicación del Principio de Conservación de los
Contratos; asimismo, consideró que de acuerdo a las Partidas
Registrales la propiedad del inmueble recién se formalizó en los
Registros Públicos a nombre de los vendedores en octubre de dos
mil tres, situación que explica y hace presumir las razones por las
que a la fecha del Contrato de la actora ésta se vio imposibilitada
de formalizar su propiedad; que, de acuerdo a las Partidas
Registrales del predio el vendedor demandado Carmen
Antenógenes Zavala Arias a octubre de dos mil tres solo inscribió el
primer piso y el segundo piso lo fue en febrero de dos mil doce por
la recurrente, como si ella hubiese efectuado la construcción,
concluyendo la Sala de revisión que a la fecha de adquisición de la
recurrente la edificación del segundo piso no se encontraba inscrita
a nombre de los vendedores; considerando además que la
casacionista debió conocer del primer Contrato, así como de la
construcción existente en los aires del segundo piso del inmueble
materia de autos y de los ocupantes del mismo, pues afirmó en su
declaración haber ingresado al predio para su posterior adquisición.
No obstante lo glosado como fundamentos relevantes de la
recurrida, este Supremo Tribunal estima que la motivación
desarrollada por el Colegiado Superior es insuficiente, toda vez
que no evalúa elementos relevantes para solucionar la controversia
planteada. DÉCIMO SEGUNDO.- Así tenemos que, en base al íter
procesal desarrollado en la presente causa, se tiene que el petitorio
de la demanda persigue la declaración de nulidad del acto jurídico
de la compra venta del cinco de octubre de dos mil siete, celebrado
por los demandados respecto de la totalidad del predio ubicado en
la Manzana “B - 3”, Lote 17 del programa de Vivienda Urbanización
Ciudad del Pescador, Distrito de Bellavista, Provincia Constitucional
del Callao, por incurrir en las causales de fin ilícito y contravención
a la ley, previstas en los incisos 4) y 8) del Artículo 219° del Código
Civil y actuando de mala fe y temeridad, al entender que los
vendedores/codemandados Carmen Antenógenes Zavala Arias y
María Apolinaria Aburto de Zavala habían dejado de ser propietarios
de los aires del segundo piso del predio sub materia desde el ocho
de noviembre de dos mil uno, al haberlo transferido a favor de la
pretensora en dicha fecha. En tanto, el contradictorio a la demanda
incoada22 postulado por la codemandada Fanny Margot Mauricio
More, se sustenta fundamentalmente en que adquirió su derecho
de propiedad en base a lo previsto por el Artículo 2014° del Código
Civil, que la adquisición del predio lo fue en su integridad, a título
oneroso y de buena fe, creyendo que lo construido lo efectuó la
vendedora, al haberse culminado la edificación en el año mil
novecientos noventa y nueve. Tales posiciones de los justiciables
han sido recogidos como puntos controvertidos según aparece del
texto del segundo considerando de la resolución número siete del
doce de septiembre de dos mil trece23, que describe: “Determinar la
nulidad de Acto Jurídico, del inmueble inscrito en la PARTIDA N°
PO 1317166 de los Registros Públicos de Lima y Callao, en virtud
que doña LILY MARITA VIGO PALOMINO ha adquirido los aires del
segundo piso, en un área de 90.00m, del referido inmueble (…) –
Determinar si los vendedores y la compradora han actuado de
mala fe y temeridad a (sic) sabiendas que los anteriores propietarios
Carmen Antenogenes Zavala Arias y María Apolinaria Aburto de
Zavala, habían dejado de ser propietarios de los aires del segundo
piso, conforme al contrato de compra venta de los aires”. DÉCIMO
TERCERO.- Como puede advertirse de los fallos de las instancias
de mérito éstos han sido discordantes, entre otros puntos, respecto
a la estimación o no de la demanda incoada, habiendo sido el
criterio del Juzgado declarar infundada la demanda impetrada y el
de la Sala Superior declararla fundada, apreciándose que
constituyó tema relevante de análisis la alegada mala fe y temeridad
con las que aparentemente actuaron los vendedores y adquiriente
en la transferencia de la totalidad del predio, cuyo debate es
aspecto medular del presente proceso, y siendo coincidentes los
órganos de mérito en considerar que el primer contrato de compra
venta a favor de la accionante Lily Marita Vigo Palomino es válido,
al amparo de lo desarrollado en el Artículo 949° del Código Civil24,
además de no haber sido declarada su invalidez por
pronunciamiento judicial. DÉCIMO CUARTO.- En esa línea, se
desprende que la Sala Superior luego de señalar que el primer
Contrato -del ocho de noviembre de dos mil uno- es válido y surte
los efectos contractuales queridos por los contratantes, procede a
revisar el invocado Derecho de Propiedad de la recurrente respecto
a la totalidad del predio objeto de transferencia, argumentando
que: “La co-demandada Fanny Margot Mauricio More, sustenta su
derecho en el artículo 2014 del Código Civil, manifestando que
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
adquirió el bien inmueble en su integridad, a título oneroso y de
buena fe, sustentándose en la buena fe registral y en la
circunstancia de que la construcción realizada sobre los noventa
metros cuadrados de los aires del segundo piso, no los efectuó el
demandado, sino el vendedor, por cuanto dicha construcción
terminó de realizarse en mil novecientos noventa y nueve.
Revisadas las partidas registrales del asiento número dos (fojas
cincuenta y tres) el vendedor Carmen Antenógenes Zavala Arias
(sic) a octubre del dos mil tres, solamente inscribe la fábrica del
primer piso, declarando que sólo se ha construido un solo piso, y
recién se inscribe la modificación de la fábrica, ampliándola a la
construcción del segundo piso, en el asiento diez (fojas sesenta y
uno) con fecha febrero del dos mil doce y quien efectúa dicha
inscripción de ampliación de fábrica, como si ella hubiese efectuado
la construcción, es precisamente la segunda compradora
demandada, por cuanto el contrato de compra venta a su nombre,
ya se había inscrito en el asiento siete (fojas cincuenta y ocho), de
lo cual se deduce que cuando la compradora Fanny Margot
Mauricio More, adquirió el inmueble, la construcción del segundo
piso, no se encontraba inscrita a nombre de su vendedor, de lo cual
se pretende sacar provecho irregularmente (…) acepta por tanto
haber tomado conocimiento de la existencia de tal construcción
realizada sobre el segundo piso, área que no se encontraba
registrada, por la que indudablemente tuvo que haber demostrado
interés en conocer la versión de su vendedor y de sus ocupantes,
(…) constan de las fotos (…) está plenamente acreditado que la
construcción sobre los aires del inmueble materia de litis constituye
un área con acceso independiente del primer piso, con puerta
independiente a la calle (…) Todas estas pruebas descritas
generan en este Colegiado la convicción respecto de que la
adquisición de los noventa metros cuadrados, sobre el cual se ha
construido un departamento no puede haber sido ignorado por la
compradora FannyMargot Mauricio More, con mayor razón si se
encontraba ocupado por personas diferentes a su vendedor, por lo
que con todo lo expuesto la presunción de buena fe queda
destruida”. DÉCIMO QUINTO.- Cabe precisar, considerando la
transcripción anterior, que la Sala Superior en la revisión del
debatido tema de la buena o mala fe con que habría actuado la
casante, quien ha manifestado que ignoró la venta realizada a
favor de la pretensora y que su adquisición lo fue de quienes
aparecían en los Registros Públicos como propietarios registrales,
no ha tenido en cuenta varios hechos esgrimidos por las partes y,
en particular, por la segunda compradora y demandada, además
de la evaluación de material probatorio aportado por los justiciables.
Así tenemos que el razonamiento del Colegiado Superior se ha
basado primordialmente en los antecedentes Registrales del
inmueble doblemente transferido, que se desprenden de la Partida
número PO1317166 y en deducciones sin un suficiente sustento
objetivo. En primer lugar, si bien es cierto que en el Asiento 00002
se inscribe por el vendedor Carmen Antenógenes Zavala Arias
-año dos mil tres- la fábrica del primer piso y en el Asiento 000010
aparece la inscripción de la ampliación de la fábrica por el segundo
piso realizada por la casante en el año dos mil doce, quien en el
año dos mil siete ya había adquirido el predio en su integridad, no
se puede llegar razonable y necesariamente a la conclusión que la
inscripción de la ampliación de la fábrica (segundo piso) evidencie
un mal aprovechamiento por parte de la recurrente, toda vez que
no se ha tenido en cuenta que el derecho de propiedad del que era
titular aquella la facultaba a emplear y usar todos los atributos
permitidos por la ley y servirse de las acciones correspondientes,
como la regularización de la inscripción de la construcción existente
en el segundo piso; más aún, cuando los términos contractuales de
la venta del predio hecha a favor de la impugnante fue ad corpus,
esto es, por lo que existe, por lo que se ve a simple vista, sin
medidas específicas, contrariamente a lo que se entiende por ad
mesuram, o “a medida”, vendiéndose en consecuencia lo que
físicamente existe sin tomar medidas exactas, como así se
desprende de la Cuarta Cláusula de la Minuta de Compra venta del
cinco de octubre de dos mil siete, postura que fue alegada por la
casante. DÉCIMO SEXTO.- Asimismo, la Sala de Mérito no ha
tenido en cuenta que conforme fluye de la declaración de la
apoderada de la demandante prestada en la Audiencia de Pruebas,
ésta al responder la quinta pregunta del pliego interrogatorio
presentado25, precisó que la construcción del departamento
levantado en los aires del segundo piso de la finca sub materia se
inició en el año mil novecientos noventa y dos y culminó
aproximadamente en el año dos mil, circunstancia que no se
condice con los propios antecedentes registrales -elemento de
prueba principalmente citado en el fallo de la Sala-, desde que de
acuerdo a lo inscrito en el Asiento 0002 de la Partida número PO
131716626, la fecha de culminación de obra fue en junio de mil
novecientos noventa y nueve, con lo que podría asumirse que para
la fecha de adquisición del predio por la casante –dos mil siete– los
niveles del primer y segundo piso físicamente ya existían y eran
conocidos por la casante demandada, quien declaró en ese sentido
en la Audiencia de Pruebas, al responder la primera pregunta, por
lo que la actividad ejercitada por aquella en el año dos mil doce
inscripción de la ampliación de fábrica ocurrió en su condición de
nueva propietaria con las prerrogativas que tal derecho le confiere
legalmente y, principalmente, en razón a que la venta a su favor fue
ad corpus, de acuerdo a la cláusula cuarta, correspondiendo
interpretar el negocio jurídico de la compra venta a favor de la
impugnante, de acuerdo con lo que se haya expresado en él y al
97081
Principio de la Buena Fe, según lo recogido en el Artículo 168° del
Código Civil. DÉCIMO SÉPTIMO.- De otro lado, la declaración de
la pretensora, a través de su apoderada y hermana Elsa Antonieta
Vigo Palomino, se orientó a afirmar que conjuntamente con su
esposo e hijo comenzaron a vivir en los aires del segundo piso del
predio sub judice desde el año mil novecientos ochenta y cuatro
hasta el año dos mil ocho, cuando fallece su esposo, y que a partir
de dicho año viene ocupándolo la representante en calidad de
cuidadora hasta el año dos mil doce cuando se trasladó a la
Provincia de Chiclayo y que al regresar se dio con la sorpresa que
sus bienes fueron sacados del área ocupada, por lo que permitió el
ingreso de un primo para que lo habitara con su familia. Tal
exposición de hechos no puede constituir elemento suficiente para
coadyuvar a llegar a la convicción de la mala fe que la Sala Civil
atribuye a la casacionista, al carecer de respaldo con medios
probatorios objetivos, habiéndose solo ofrecido la Declaración
Jurada del Impuesto Predial del año dos mil doce, documento que
no deviene idóneo para acreditar la ocupación inicial, secuencial y
final de la demandante y su familia, como se ha aseverado desde
la demanda de autos, no habiéndose actuado medios probatorios
que con evaluación conjunta y razonada acrediten la real ocupación
de la pretensora y su familia desde incluso antes de la celebración
del contrato de compra venta del ocho de noviembre de dos mil
uno, pues se afirma que la posesión de los aires del segundo piso
del inmueble materia de autos se produjo desde el año mil
novecientos ochenta y cuatro, como así declaró la representante
de la accionante. DÉCIMO OCTAVO.- En esa perspectiva, es
imprescindible que la dilucidación en justicia de la materia discutida,
pase por conocer con certeza cuándo ingresó la pretensora Lily
Marita Vigo Palomino a ocupar los aires del segundo piso de la
finca reclamada, información que conjuntamente evaluada con
todas las pruebas actuadas válidamente en autos, deben conllevar
a obtener la verdad sobre la buena o mala fe con que actuó la
casante Fanny Margot Mauricio More y sólo así eventualmente
desestimar la buena fe que le otorga el Artículo 2014° del Código
Civil, modificado por el Artículo 5° de la Ley número 30313,
publicada en el Diario Oficial “El Peruano” el veintiséis de marzo de
dos mil quince, por la cual el tercero que de buena fe adquiere a
título oneroso algún derecho de persona que en el Registro
aparece con facultades para otorgarlo mantiene su adquisición una
vez inscrito su derecho aunque después se anule, rescinda o
resuelva el del otorgante en virtud de causas que no consten en los
Registros, presumiéndose la buena fe del tercero mientras no se
pruebe que conocía la inexactitud del Registro, por lo que en este
caso el Registro de la Propiedad tiene el valor de ser una
manifestación exacta de los derechos frente al adquirente, aunque
en la realidad sea inexacto frente al titular por contrato no inscrito.
En el caso particular y como ya se ha señalado anteriormente, ha
sido argumento de defensa de la compradora demandada que su
adquisición se respalda en el artículo invocado27 y en la presunción
que lo edificado en el segundo nivel lo fue por su inmediato
transferente Carmen Antenógenes Zavala Arias cuyo segundo
nombre de pila fue inscrito vía rectificación en el Asiento 00006 de
la Partida número 1317166, y que por ende desconoció de la
existencia de un propietario distinto al de su inmediato transferente
respecto de los aires del segundo piso del predio sub materia.
DÉCIMO NOVENO.- En la misma línea de ideas, la dilucidación de
controversias como la planteada en esta causa exige de los Jueces
la adecuada aplicación de las disposiciones que emergen de los
Artículos III del Título Preliminar y 188° del Código Procesal Civil,
con un objetivo esclarecimiento de los hechos y la obtención de la
verdad en justicia, desde que el proceso no solo sirve a las partes,
sino que además opera en interés del Estado, para el mantenimiento
del ordenamiento jurídico, el establecimiento y conservación de la
paz jurídica y la comprobación del derecho entre las partes28,
utilizando las herramientas que estime convenientes para alcanzar
esos fines. VIGÉSIMO.- En consecuencia, este Supremo Tribunal
advierte que la Sentencia de Vista vulnera el Derecho a la
Motivación Escrita de las Resoluciones Judiciales, incurriendo en
una motivación insuficiente, lo cual contraviene el Derecho al
Debido Proceso, infringe los incisos 3) y 5) del Artículo 139° de la
Constitución Política del Perú y determina la nulidad de la misma, a
tenor de lo preceptuado por el Artículo 171° del Código Procesal
Civil. VIGÉSIMO PRIMERO.- En ese mismo sentido, al haberse
vulnerado el principio de motivación de resoluciones judiciales,
aquello debe ser enmendado, correspondiendo precisar que el
criterio precedentemente expuesto de manera alguna comporta
apreciación por parte de este Tribunal Supremo sobre el fondo de
la pretensión postulada, limitándonos a sancionar con nulidad una
resolución que no expuso motivación suficiente, debiendo
ordenarse la emisión de una nueva Sentencia de Vista conforme a
los lineamientos establecidos. Por tales consideraciones y de
acuerdo a lo regulado además por el Artículo 396° inciso 1) del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto por la codemandada Fanny Margot Mauricio
More; CASARON la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número veintiuno de fecha diez de marzo del dos mil quince,
expedida por la Sala Especializada en lo Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia del Callao y en consecuencia NULA la
misma, ORDENARON a la Sala Superior expida nueva resolución
atendiendo a lo expuesto en la presente sentencia; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Lily Marita Vigo

97082 CASACIÓN
Palomino con Fanny Margot Mauricio More y otros sobre Nulidad
de Acto Jurídico y otros; y los devolvieron. Ponente Señor Yaya
Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA
1
Inserto de folios 506 a 523.
2
Inserta de folios 472 a 485.
3
Inserta de folios 313 a 338.
4
Escrito de demanda inserto de folios 30 a 35.
5
Corriente de folios 86 a 89.
6
Inserta a folios 173 y 174.
7
Obrante de folios 313 a 338.
8
Recurso obrante de folios 343 a 346.
9
Recurso obrante de folios 379 a 384
10
Inserta de folios 472 a 485.
11
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
12
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
13
Faudes Ledesma, Héctor, “El Derecho a un juicio justo”, en Las garantías
del debido proceso (Materiales de Enseñanza) Lima. Instituto de Estudios
Internacionales de la PUCP y Embajada Real de los Países Bajos, página 17.
14
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
15
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
16
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
17
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
18
ATIENZA, Manuel. “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
19
Tribunal Constitucional, Sentencia N° 1230-2003-PCH/TC
20
Minuta inserta de folios 06 a 08.
21
En el Asiento N° 00005 de la Partida N° PO1317166 se inscribe la corrección
de la titular como María Apolinaria Aburto de Zavala.
22
Escrito corriente de folios 116 a 141.
23
Inserta a folios 198 y 199.
24
El Artículo 949° del Código Civil establece que una de las formas para
adquirir la propiedad es el intercambio de voluntades o solus consensus
perfeccionándose la propiedad inmueble con su transferencia de suerte que
el contrato de compra venta de un inmueble –su forma más caracterizada–
es al mismo tiempo el título de adquisición, que crea la obligación de dar
y el modo de adquisición que perfecciona la adquisición del comprador,
coincidiendo título y modo en términos generales. Precepto legal que
concuerda con la contenida en el artículo 1352° del código sustantivo, el
cual prescribe que los contratos se perfeccionan por el consentimiento de las
parres excepto aquellos que además deben observar la forma señalada por
la ley bajo sanción de nulidad, coligiéndose que el c comprador pasa a ser
propietario del bien al mismo tiempo que el acreedor del mismo y sin tradición
alguna.
25
Inserto a folios 232.
26
Copia literal inserta a folios 61.
27
Su derecho de propiedad se encuentra inscrito en el Asiento 00007 de
la copia literal de la Partida N° PO1317166 de folios 58, con asiento de
presentación al 01 de febrero de 2008 e inscripción al 21 de febrero de 2008.
28
ROSENBERG, Leo. Tratado de Derecho Procesal, Tomo I. Ediciones
Jurídicas Europa América, Buenos Aires, 1995, página 3.
C-1569469-45
CAS. Nº 3608-2015 LAMBAYEQUE
RECONOCIMIENTO JUDICIAL DE PROPIEDAD. Sumilla.- La
motivación de las resoluciones judiciales constituye una de las
garantías de la administración de justicia, conforme lo dispone el
artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, el cual
garantiza que los Jueces, cualquiera que sea la instancia a la que
pertenezcan, deben expresar el proceso mental que los ha llevado a
decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de administrar
justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley, que garantice
además un adecuado ejercicio del Derecho de Defensa de los
justiciables; en este sentido, habrá motivación siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y
que por sí misma exprese una suficiente justificación de la decisión
adoptada, aún si ésta es breve o concisa. Lima, catorce de setiembre
de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número
tres mil seiscientos ocho – dos mil quince, en audiencia de la fecha y
producida la votación conforme a ley, emite la siguiente sentencia.
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso del recurso de
casación de fojas cuatrocientos cincuenta y nueve interpuesto por
Enrique Alfonso Pardo Segura contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos cuarenta y cuatro, de fecha veintiocho de mayo de dos
mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque, que confirma la sentencia de primera
instancia que declaró infundada la demanda sobre Reconocimiento
Judicial de Propiedad. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE
DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema,
mediante resolución de fecha diecinueve de noviembre de dos mil
quince, corriente a fojas treinta y seis del cuadernillo formado en esta
Sala, declaró procedente el recurso de casación por la causal prevista
en el artículo 386 del Código Procesal Civil, por la que se denuncia la
infracción del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del
Perú, artículos I y VII del Título Preliminar y artículo 200 del
Código Procesal Civil, alegando que se desestima la demanda por
improbada aplicando el artículo 220 del Código Procesal Civil; sin
embargo, no se aplica la norma de derecho sustantivo; agrega que la
Sala Civil debió declarar nula la apelada a fin de que se disponga el
emplazamiento de Manuel Segura Tapia para que alegue lo que le
convenga; por lo que se vulnera su derecho; asimismo, se resuelve
mas allá del petitorio al pronunciarse respecto de la copropiedad que
no estaba en debate, ya que se debió establecer si la actora tiene o no
derecho sobre el único inmueble que quedaba inscrito a nombre del
demandado y que le pertenece a la demandante; por lo que se infringe
el Principio de Congruencia. CONSIDERANDO: PRIMERO: Fluye de
la demanda de fojas ciento diecisiete que la demandante Julia Luisa
Segura Tapia solicita se le declare judicialmente propietaria del
inmueble ubicado en la Calle Manuel María Izaga número ochocientos
noventa, de la ciudad de Chiclayo - Lambayeque, inscrito en la Partida
Electrónica Registral 02207237 de la Zona Registral de Chiclayo.
Como sustento fáctico de su demanda manifiesta que el demandado
José Pascual Segura Tapia ha dispuesto de la herencia de su señor
padre y habiendo quedado únicamente el predio antes referido, el
mismo le fue otorgado por su citado hermano mediante el documento
denominado Reconocimiento de Acciones y Derechos de fecha
diecinueve de setiembre de mil novecientos setenta y dos. SEGUNDO:
Admitida a trámite la demanda, en rebeldía del demandado José
Pascual Segura Tapia, valoradas las pruebas y compulsados los
hechos expuestos por las partes, el Tercer Juzgado Civil de Chiclayo
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque mediante sentencia
de primera instancia de fecha veinte de noviembre de dos mil catorce
declaró infundada la demanda. De los fundamentos de dicha sentencia
se extrae sustancialmente que el A quo ha establecido que del
documento denominado Reconocimiento de Acciones y Derechos de
fecha diecinueve de setiembre de mil novecientos setenta y dos no se
desprende que sea voluntad del demandado reconocer el predio sub
litis como propiedad de la demandante, en tanto que su título alude a
la expresión “acciones y derechos”, expresión característica de un
régimen de copropiedad a lo que se agrega que el referido documento
indica además la existencia de varios inmuebles, no precisándose por
lo demás qué parte del bien le corresponderá a la demandante.
TERCERO: Apelada la resolución de primera instancia, la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque mediante
Resolución de fecha seis de abril de dos mil quince confirma la
recurrida, señalando puntualmente que la demandante si bien
pretende adquirir de manera exclusiva la propiedad del inmueble sub
litis, sin embargo del documento titulado “Reconocimiento de Acciones
y Derechos” consta que el citado bien no le corresponde únicamente
a ella sino que también le correspondería al coheredero Manuel Jesús
Segura Tapia, no habiendo en consecuencia la demandante logrado
modificar los términos de la sentencia apelada en cuanto se establece
que el citado documento en realidad alude a un régimen de
copropiedad. CUARTO: La motivación de las resoluciones judiciales
constituye una de las garantías de la administración de justicia,
conforme lo dispone el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, el cual garantiza que los Jueces, cualquiera que sea la
instancia a la que pertenezcan, deben expresar el proceso mental que
los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio
de administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley;
que garantice además un adecuado ejercicio del derecho de defensa
de los justiciables; en este sentido, habrá motivación siempre que
exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo
resuelto y que por sí misma exprese una suficiente justificación de la
decisión adoptada, aún si ésta es breve o concisa. QUINTO: En el
presente caso, la parte demandante interpone su recurso de casación
por la causal de infracción normativa, denunciando puntualmente la
existencia de tres agravios procesales. Sustenta en primer término,
que se ha desestimado la demanda por improbada en aplicación del
artículo 200 del Código Procesal Civil sin haberse aplicado la norma
de derecho material respectiva. SEXTO: Sobre el particular, se debe
precisar que la norma procesal en comento destaca nítidamente que
la función de la prueba debe encontrarse orientada a demostrar los
hechos que sustentan la pretensión demandada. Así, cuando no se
cumple con ese objetivo la pretensión demandada será declarada
infundada. De ello se sigue entonces que, en aplicación de la carga de
la prueba, quien alegue los hechos de su demanda deberá probar la
existencia de los mismos, en atención al caudal probatorio pertinente
y adecuado a fin de convencer al Órgano Jurisdiccional de la veracidad
de los hechos alegados. SÉTIMO: En el caso de autos, las instancias
de mérito han declarado infundada la demanda por considerar que la
actora no ha logrado acreditar los extremos de su pretensión,
conforme a la exigencia prevista en el artículo 200 del Código Procesal
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Civil, toda vez que las alegaciones de la demandante no se
corresponden con el material probatorio aportado; en tanto que el
documento denominado Reconocimiento de Derechos y Acciones no
constituye prueba idónea que acredite la propiedad exclusiva de la
demandante sobre el bien sub litis, toda vez que dicho documento
alude a la existencia de un reconocimiento de derechos y acciones
que reconoce además la existencia de más de un propietario, no
lográndose identificar cuál es el inmueble que le corresponde a la
demandante; por consiguiente, se determina que el derecho de
propiedad de la demandante no se encuentra plenamente acreditado,
por lo que no resulta de aplicación la norma sustantiva alegada en esta
causa. En ese contexto, de la parte considerativa de las sentencias de
mérito, se verifica que se ha cumplido con las garantías del debido
proceso, incluyendo la debida motivación para arribar a la decisión
jurisdiccional respectiva; por tanto no cabe que en esta sede casatoria
la recurrente se limite a cuestionar el criterio jurisdiccional de las
instancias de merito, bajo el argumento de que se ha vulnerado el
debido proceso, por lo que el recurso de casación en este extremo
resulta inestimable. OCTAVO: El recurrente también plantea su
recurso de casación, denunciando que la Sala Civil debió declarar
nula la recurrida a fin de que se emplace a Manuel Segura Tapia para
que alegue lo que a su derecho convenga. El artículo 102 del Código
Procesal Civil consagra la figura procesal de la denuncia civil que
permite incorporar al proceso a un tercero que no habiendo sido
demandado expresamente, asuma las obligaciones o demostrado que la Intendencia de la Aduana Marítima del Callao
responsabilidades que surjan del derecho discutido; de tal manera que
sean emplazados con la demanda y entablen relación procesal con el
demandante. En el presente caso, cabe señalar que la denuncia del
recurrente respecto al emplazamiento al proceso de Manuel Segura
Tapia, resulta ser un argumento que debió ser alegado en su debida
oportunidad mediante la correspondiente denuncia civil conforme lo
prevé el artículo 102 del Código Procesal Civil; siendo dilatorio su
pedido de nulidad del proceso cuando el mismo se encuentra ya
sentenciado; debiendo haber adecuado el recurrente su conducta
procesal a los deberes de lealtad, probidad y buena fe que exige el
artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal Civil. NOVENO:
Finalmente, el recurrente denuncia la infracción del Principio de
Congruencia dado que las instancias de mérito han resuelto más allá
del petitorio, al haberse pronunciado respecto de la copropiedad que
no era materia de debate, puesto que en realidad lo que debió
establecerse era si la demandante tenía o no derecho sobre el predio
sub litis que se encontraba inscrito a nombre del demandado y que
pertenece a la demandante. DÉCIMO: La Congruencia Procesal es
aquel principio normativo que delimita el contenido de las resoluciones
judiciales, las cuales deben expedirse de acuerdo a lo peticionado por
las partes; estando impedido el Juzgador de conceder u otorgar más
de lo solicitado, así como omitir pronunciarse sobre alguna de las
pretensiones de la demanda. DÉCIMO PRIMERO: En el caso de
autos, la demanda de fojas ciento diecinueve presentada por Julia
Luisa Segura Tapia fue dirigida contra José Pascual Segura Tapia a fin
que se proceda a su reconocimiento como propietaria del predio
ubicado en la Calle Manuel María Izaga número ochocientos noventa
– Chiclayo; sin embargo, las instancias de mérito sobre la base del
material probatorio aportado y merituado oportunamente, han
establecido que no solamente no se daban los presupuestos
probatorios necesarios para establecer que el citado inmueble sea de
propiedad exclusiva de la accionante y obtenga por consiguiente el
reconocimiento judicial respectivo, sino que además, del propio
documento de fecha diecinueve de setiembre de mil novecientos
setenta y dos se razona la existencia de un Reconocimiento de
Acciones y Derechos como correlato de un régimen de copropiedad
de varios inmuebles que no habían sido objeto de división y partición;
que inclusive participaban en el citado documento, además de la
demandante, su hermano Manuel Jesús Segura Tapia; en el sentido
descrito, se verifica plenamente que las instancias de mérito han
emitido pronunciamiento de manera congruente con lo solicitado y al
mérito de lo actuado en el proceso, por lo que la causal en este
extremo debe también desestimarse por improbada. DÉCIMO
SEGUNDO: En consecuencia, no habiéndose configurado los
supuestos vicios procesales que alega el recurrente, el recurso de
casación interpuesto por la causal de infracción normativa procesal
denunciada debe ser desestimado; siendo de aplicación lo
preceptuado en el artículo 397 del Código Procesal Civil. DECISIÓN
Por los fundamentos expuestos, declararon: INFUNDADO el recurso
de casación de fojas cuatrocientos cincuenta y nueve interpuesto por
Enrique Alfonso Pardo Segura; NO CASARON la sentencia de vista
de fojas cuatrocientos cuarenta y cuatro, de fecha veintiocho de mayo
de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Sucesión de Julia Luisa
Segura Tapia con La Sucesión de José Pascual Segura Tapia, sobre
Reconocimiento Judicial de Propiedad; y los devolvieron. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-46
CAS. Nº 3646-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN. SUMILLA: El ejercicio regular de un derecho se
configura cuando en la actuación de su propio derecho se viola un
derecho ajeno; entendiéndose que quien lo hace no actúa
antijurídicamente y por lo tanto no se encuentra obligado a
indemnizar. Lima, catorce de setiembre de dos mil dieciséis. LA
97083
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil
seiscientos cuarenta y seis – dos mil quince, en Audiencia Pública
de la fecha, y efectuados el debate y la votación correspondientes,
emite la siguiente sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata
del recurso de casación interpuesto por Hshage Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada a fojas seiscientos treinta
y tres, contra la resolución de vista de fojas seiscientos doce, de
fecha diez de abril de dos mil quince, expedida por la Quinta Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la
resolución apelada de fojas trescientos setenta y cuatro, de fecha
diez de junio de dos mil trece, que declara fundada en parte la
demanda; y reformándola, la declara infundada; en los seguidos
por Hshage Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada
contra la Superintendencia Nacional de Aduanas y de
Administración Tributaria - SUNAT y otro, sobre Indemnización.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fojas treinta y seis del presente cuadernillo, de fecha
veinte de noviembre de dos mil quince, ha estimado la procedencia
del citado recurso de casación por las siguientes causales: I)
Infracción normativa material de los artículos 1969 y 1971
inciso 1 del Código Civil, señalando que la Sala Superior revoca
la resolución apelada y reformando la misma declara infundada la
incoada por responsabilidad extracontractual, no obstante haberse
no expidió conforme a Ley la Resolución de Intendencia número
118-3D0000/2007-001025, lo que implica que emitió una decisión
ilegal y por ende arbitraria y lesiva al no haber autorizado el
reembarque de la mercancía importada, habiendo causado daños
y perjuicios toda vez que la referida mercancía permaneció
inmovilizada por más de un año sin poder disponer de ésta,
encontrándose obligada al pago de almacenaje y depósito de la
mercancía, y su capital de negocio sin movimiento, lo que
demuestra el daño emergente y el lucro cesante ocasionado por la
Administración Pública; arguye además que, cuando se adhirió a la
apelación interpuesta solicitó que se revoque la sentencia apelada
al determinar el quantum indemnizatorio por considerar diminuto el
monto fijado por concepto de lucro cesante en proporción al daño
ocasionado; sin embargo, la Sala Superior al pronunciarse
determina en su octavo considerando que la Intendencia de
Aduana Marítima del Callao ha actuado en el ejercicio regular de
sus funciones, por lo tanto se encuentra exonerada de
responsabilidad civil conforme a lo dispuesto por el artículo 1971
inciso 1 del Código Civil, lo cual resulta ser la interpretación errónea
del referido artículo, ya que el elemento de la antijuricidad quedó
establecido en la Resolución de Intendencia número 118-
3D0000/2007-001025, de fecha diecisiete de julio de dos mil siete,
por emitirse una decisión arbitraria que no se sujetó al ordenamiento
aduanero; además, no se tomaron en consideración los criterios
establecidos por el propio Tribunal Fiscal, el cual mediante la
Resolución número 07051-A-2008 determinó que la Administración
se encontraba obligada a autorizar a su representada el
reembarque de la mercancía, tomando en consideración las
disposiciones expresas como la contenida en el artículo 3 del
Decreto Supremo número 017-2004-PRODUCE, el cual permitía el
reembarque de la mercancía a pesar de encontrarse en abandono
legal, constituyendo indudablemente una conducta antijurídica en
la que se aprecia que actuó con culpa inexcusable al efectuar el
análisis, sin tener sustento en la Ley General de Aduanas; agrega
además, que en autos la Administración Tributaria no ha acreditado
con prueba alguna la falta de dolo o culpa, conforme lo dispone el
artículo 1969 del Código Civil, existiendo por lo tanto responsabilidad
civil susceptible de apreciación pecuniaria por el daño causado
durante el tiempo que se encontró inmovilizada la mercancía sin
poder comercializarla y dejando de percibir las ganancias por el
capital invertido; sostiene que conforme a lo dispuesto por el
artículo 1985 del Código Civil la relación de causalidad se produce
por la inmovilización de la mercancía y por la declaración de
improcedencia de la solicitud de embarque de la misma, es decir,
por el período en el cual se encontró ilegalmente inmovilizada la
mercancía dejaron de percibir ganancias del capital invertido al no
poder disponer de la misma, y en cuanto a lo concerniente al lucro
cesante se reclamó la cantidad equivalente al cuarenta por ciento
(40%) del rendimiento trimestral de la inversión, es decir el
beneficio económico que se hubiera obtenido si se hubiera actuado
conforme a su rol facilitador, lo cual no fue considerado por la Sala
Superior al determinar que la pretensión demandada no cumple los
requisitos establecidos para fijar la responsabilidad civil
extracontractual, y que ésta actuó en el ejercicio regular de sus
funciones. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Del examen de los
autos se advierte que a fojas cuarenta y seis, Hshage Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada interpone demanda de
Indemnización por Daños y Perjuicios por Responsabilidad Civil
Extracontractual a fin que la Superintendencia Nacional de
Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT y el Ministerio de
Economía y Finanzas cumplan con pagar la suma de treinta y seis
mil ciento noventa y ocho soles con treinta y cinco céntimos
(S/36,198.35) por concepto de daño emergente y un millón ciento
veinticinco mil seiscientos veintitrés soles con veintitrés céntimos
(S/1´125,623.23) por concepto de lucro cesante. Como sustento
factico de su demanda manifiesta que en su calidad de empresa
dedicada a la actividad comercial solicitó la importación de
mercancía consistente en doce mil veinticuatro zapatillas marca

97084 CASACIÓN
Shage, no obstante, ingresada al país dicha mercancía fue objeto
de reconocimiento físico por parte de Aduanas, determinándose
que la información consignada en las etiquetas del calzado
declarado, en todas las series, no cumplían con las disposiciones
establecidas en el Reglamento Técnico de Calzado, disponiendo
en consecuencia la administración aduanera la inmovilización de la
citada mercancía; que habiendo solicitado en su oportunidad el
reembarque de la mercancía, la Intendencia de Aduanas Marítima
el Callao, mediante la Resolución de Intendencia número 118-
3D0000/2007-001025, de fecha diecisiete de julio de dos mil siete,
declara improcedente la solicitud de reembarque de la citada
mercancía debido a que la misma se encontraba a la fecha en
situación de abandono legal, al haber transcurrido más de treinta
días, sin que la misma hubiese sido solicitada a destinación
aduanera, no obstante, el Tribunal Fiscal mediante la Resolución
número 07051-A-2008, de fecha cinco de junio de dos mil ocho
revoca la citada Resolución de Intendencia, autorizando a la
empresa accionante para que efectúe el reembarque de la
mercancía materia de inmovilización; en ese sentido, refiere que la
falta de actuación oportuna de parte de la Intendencia de Aduanas
le ha ocasionado un grave perjuicio al no haber podido comercializar
la mercancía importada que fue objeto de inmovilización y posterior
declaración de abandono legal. SEGUNDO.- Admitida a trámite la
demanda, y absuelta la misma por la parte emplazada en los
términos que allí se exponen, el Quinto Juzgado Civil de Lima
mediante resolución de fecha diez de junio de dos mil trece declara
fundada en parte la demanda, disponiéndose en consecuencia que
la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria –
SUNAT, cumpla con pagar la suma total de ochenta y ocho mil
ciento noventa y ocho soles con treinta y cinco céntimos
(S/.88,198.35) por concepto de daño emergente y lucro cesante.
De los fundamentos de dicha sentencia se extrae básicamente que
el A quo ha establecido lo siguiente: a) Que si bien la Intendencia
de Aduana Marítima del Callao resolvió declarar improcedente la
solicitud de reembarque de la mercancía consistente en doce mil
veinticuatro (12,024) zapatillas, marca Shage, por encontrarse en
situación de abandono legal, sin embargo, el Tribunal Fiscal
procedió finalmente a autorizar a la empresa accionante el
reembarque de la mercancía materia de inmovilización al
considerar que si bien una mercancía podía encontrarse en
situación de abandono y no proceder por lo tanto su reembarque;
no obstante, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 82 de la Ley
General de Aduanas, por excepción resultaba procedente que
dicha mercancía sea reembarcada cuando se constate que la
mercancía resulta de importación prohibida o restringida como
consecuencia del reconocimiento físico, criterio que por lo demás
resultaba concordante con anteriores pronunciamientos del
Tribunal Fiscal; b) En ese sentido, resulta evidente que la
Intendencia de Aduana Marítima del Callao no había cumplido con
motivar adecuadamente aquella decisión administrativa al haber
emitido una decisión arbitraria que no solo no se sujetaba al
ordenamiento aduanero sino que además no tomó en consideración
los criterios establecidos por el Tribunal Fiscal; c) Por esta razón,
resulta incuestionable que la negación del reembarque de la citada
mercancía determinada por la Intendencia de Aduana Marítima del
Callao ha traído consigo que la misma permanezca inmovilizada y
sin poder ser objeto de disposición, perjudicando los derechos de
la empresa administrada, al tener que asumir gastos de almacenaje
en el Terminal de Almacenamiento, así como la sobreestadía de los
contenedores, configurándose el daño emergente; por lo demás,
se evidencia que la empresa administrada ha dejado de tener un
rendimiento de inversión por la mercancía no comercializada, por
lo que corresponde amparar igualmente el extremo referido al lucro
cesante. TERCERO.- Apelada la sentencia de primera instancia, la
Quinta Sala Civil de Lima, mediante resolución de vista de fecha
diez de abril de dos mil quince, revoca la sentencia apelada, y
reformándola declara infundada la demanda. La Sala Superior
establece esencialmente lo siguiente: a) A través del Acta de
Inmovilización número 118-2007-0101-000349 de fecha dos de
mayo de dos mil siete, la Intendencia de Aduanas del Callao
inmoviliza la mercancía importada por la empresa demandante,
pues no cumplía con las disposiciones previstas en el Reglamento
Técnico del Calzado, ya que la información consignada en el
etiquetado no guardaba relación con las materias que compone
dicho calzado, asimismo, durante el reconocimiento físico se
evidenció que las zapatillas de todas las series consignaban en las
etiquetas la información de solo tres partes de las cuatro que
componen el calzado, obviándose la parte que corresponde a la
plantilla; b) Mediante la Resolución de Intendencia de fecha
diecisiete de julio de dos mil siete se declaró improcedente la
solicitud de reembarque solicitada por la empresa demandante, la
que al ser apelada fue revocada por el Tribunal Fiscal mediante la
Resolución número 07051-A-2008, de fecha cinco de junio de dos
mil ocho, autorizándose el reembarque de la mercancía; c) En ese
orden, la Intendencia de Aduanas del Callao ha actuado en el
ejercicio regular de sus funciones, toda vez que cuando ordenó la
inmovilización de la mercancía a través del Acta de Inmovilización
número 118-2007, de fecha dos mayo de dos mil siete, debido a
que se había incumplido con el Reglamento Técnico sobre
Etiquetado de Calzado, de manera que la impericia de la empresa
demandante no puede trasladarse a la administración tributaria
para obtener un beneficio económico; d) De otro lado, si bien el
Tribunal Fiscal revocó la Resolución de Intendencia, ello no
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
significa que la Intendencia de Aduana Marítima del Callao haya
actuado contrario a derecho, sino que dentro de un procedimiento
administrativo en materia aduanera, el Tribunal Fiscal ha
interpretado los dispositivos legales aplicables a la solución del
caso de manera diferente a lo expresado por la Intendencia de
Aduana Marítima del Callao, razón por la cual se encuentra
exonerada de responsabilidad civil conforme lo dispone el artículo
1971 inciso 1 del Código Civil. CUARTO.- Antes de ingresar al
estudio y consideración de los agravios vertidos por la empresa
recurrente en cuanto a la infracción de la norma contenida en el
inciso 1 del artículo 1971 del Código Civil, cabe destacar en primer
lugar que el ejercicio regular de un derecho se configura cuando en
la actuación de su propio derecho se viola un derecho ajeno;
entendiéndose que quien lo hace no actúa antijurídicamente y por
lo tanto no se encuentra obligado a indemnizar. Lizardo Taboada1
señala sobre el particular que el artículo 1971 del Código Civil al
señalar en su primer inciso que no hay responsabilidad por el daño
causado en el ejercicio regular de un derecho, está haciendo
referencia implícita al concepto de antijuricidad, por la simple y
evidente razón que cuando se actúa en el ámbito del ejercicio
regular del derecho, a pesar de que se pueda causar daño, el
mismo será resultado de una actividad lícita; ajustada a derecho y
por lo tanto permitida y plenamente justificada por el ordenamiento
jurídico. De ello se desprende entonces, que causar daño en el
ejercicio regular de un derecho elimina el requisito de antijuricidad
en la responsabilidad civil. QUINTO.- En el presente caso,
conforme se aprecia de la resolución de vista impugnada, la Sala
Superior para arribar a la conclusión que la Intendencia de Aduana
Marítima del Callao se encuentra exonerada de responsabilidad
civil, conforme a lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 1971 del
Código Civil, ha merituado las Resoluciones recaídas en el
procedimiento administrativo, habiendo concluido que si bien la
Intendencia de Aduana Marítima del Callao mediante la Resolución
número 118-3D0000/2007-001025, de fecha diecisiete de julio de
dos mil siete, había declarado improcedente la solicitud de
reembarque de la mercancía importada, esta situación se debía a
que la empresa administrada no había cumplido con las
disposiciones previstas en el Reglamento Técnico de Calzado; en
tanto, la información consignada en el etiquetado de la mercancía
no guardaba relación con las materias que componían dicho
calzado; además, las zapatillas de todas las series consignaban
información incompleta, habiendo demostrado la empresa
administrada una falta de pericia y capacidad mínimas exigibles
con la finalidad de lograr de manera oportuna la importación de la
mercancía; de ello se infiere que la actuación de la Intendencia de
Aduana Marítima del Callao se encuentra conforme a derecho.
SEXTO.- En ese contexto, si bien el Tribunal Fiscal como órgano
superior administrativo ha procedido a revocar la citada Resolución
de Intendencia, ello no supone en modo alguno que haya existido
una conducta antijurídica en el proceder administrativo de la citada
Intendencia aduanera, tanto más cuando ello no ha sido acreditado
durante el decurso del presente proceso, sino que por el contrario,
el Tribunal Fiscal ha observado un criterio interpretativo distinto al
empleado por el inferior jerárquico administrativo para finalmente
establecer su propia línea directriz en asuntos de su competencia,
de lo que se demuestra en consecuencia que la administración
aduanera ha actuado dentro del ejercicio regular de su derecho.
SÉTIMO.- En el sentido precedentemente expuesto y de lo actuado
en este proceso se ha determinado que la administración aduanera
demandada al emitir la Resolución de Intendencia de fecha
diecisiete de julio de dos mil siete ha actuado en el ejercicio regular
de sus funciones, siendo de aplicación el supuesto de inexistencia
de responsabilidad civil previsto en el inciso 1 del artículo 1971 del
Código Civil, de manera que esta norma resulta pertinente y
aplicable en función de los hechos acreditados en el proceso, los
cuales resultan incontrovertibles en esta sede de casación, motivo
por el cual la causal denunciada en este extremo deviene en
infundada. OCTAVO.- Finalmente, en cuanto a la causal referida a
la infracción normativa del artículo 1969 del Código Civil, respecto
al supuesto de responsabilidad subjetiva, debe señalarse que
habiéndose acreditado por la Sala Superior sobre el mérito de lo
actuado la inexistencia de responsabilidad civil de la entidad
demandada al haber procedido en ejercicio regular de un derecho,
deviene en inaplicable lo dispuesto en dicho artículo que presupone
la acreditación de la responsabilidad subjetiva de la parte
demandada, así como la concurrencia de los elementos de la
responsabilidad civil, lo que sin perjuicio de no haberse acreditado
durante el transcurso del proceso, no resulta posible en esta sede
casatoria determinarlo, por corresponder a un aspecto ajeno a los
fines de este recurso casatorio, deviniendo por tanto en infundada
la causal propuesta. Por las consideraciones expuestas, no se
configuran las causales de infracción normativa de carácter
material denunciadas, en consecuencia no procede amparar el
presente recurso de casación, por lo que de conformidad con el
artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto por Hshage Sociedad Comercial
de Responsabilidad Limitada a fojas seiscientos treinta y tres; por
consiguiente, NO CASARON la resolución de vista de fojas
seiscientos doce, de fecha diez de abril de dos mil quince, expedida
por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que revoca la resolución apelada de fojas trescientos setenta y
cuatro, de fecha diez de junio de dos mil trece, que declara fundada
en parte la demanda; y reformándola, la declara infundada;
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Hshage Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada
contra la Superintendencia Nacional de Aduanas y de
Administración Tributaria - SUNAT y otro, sobre Indemnización; y
los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Taboada Córdova, Lizardo. Elementos de la Responsabilidad Civil. Editorial
Grijley. Segunda Edición. Año 2005. Pág. 42
C-1569469-47
CAS. Nº 3703-2015 LIMA
DESALOJO POR VENCIMIENTO DE CONTRATO. SUMILLA:
“Sujeto activo en el proceso de desalojo.- “(…) de la norma en
mención [Artículo 586 del Código Procesal Civil] se puede colegir
con mediana claridad que el ordenamiento jurídico no solo habilita
al propietario del bien a que pueda interponer la respectiva
demanda de desalojo, sino además a todo aquel que considere
tener derecho a la restitución del predio en cuestión, lo que nos
lleva a razonar que en este proceso el debate del derecho de
propiedad del inmueble resulta ajeno, conclusión que se ve
corroborada si se tiene en cuenta que dada la breve tramitación del
proceso de desalojo (…) la discusión del derecho de propiedad no
tendría cabida puesto que éste por su naturaleza exige un
escenario amplio (…)”. Lima, siete de octubre de dos mil dieciséis.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número tres mil
setecientos tres – dos mil quince en audiencia pública de la fecha y
producida la votación con arreglo a ley, procede a emitir la siguiente
sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación corriente a fojas cuatrocientos noventa, interpuesto por
Juana Edelmira Ortega Montes viuda de Aliaga, contra la Sentencia
de Vista de fojas trescientos cincuenta y uno, de fecha uno de Julio
de dos mil quince, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirmando la apelada de fecha
cuatro de Junio de dos mil trece, declara fundada la demanda de
desalojo por vencimiento de contrato. 2.- FUNDAMENTOS POR
LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL
RECURSO: Mediante resolución suprema de fecha veintiséis de
noviembre de dos mil quince, se declaró PROCEDENTE el recurso
por los siguientes extremos: a) La infracción normativa de los
Artículos 425 incisos 4) y 5), y 427 inciso 1) del Código
Procesal Civil y VI del Título Preliminar del Código Civil, bajo
cuyo cargo se ha expresado que al contestar la demanda se
planteó la falta de legitimidad para obrar de la demandante y ello
porque a la fecha de interposición de la demanda aquélla ya no era
la propietaria del bien sub litis, ya que por decisión judicial la
propietaria es la CAJA DE PENSIONES POLICIAL MILITAR, no
habiendo los jueces de instancia emitido pronunciamiento al
respecto, puesto que solo lo han hecho mención de manera
tangencial. b) El apartamiento inmotivado del precedente
judicial vinculante contenido en el Cuarto Pleno Casatorio
Civil plasmado en la Casación número 2195-2011/UCAYALI,
bajo cuyo cargo se ha indicado que tal ejecutoria exige que se
acredite la propiedad o se pruebe el legítimo interés para solicitar la
desocupación de un bien, de conformidad con el Artículo 911 del
Código Civil, y que no se ha cumplido con los considerandos
adicionales 42 y 43 de la citada sentencia. 3.- CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que por escrito recepcionado el veintisiete de Abril de
dos mil doce corriente a fojas ocho, la FUERZA AÉREA DEL PERÚ
promueve acción de desalojo por vencimiento de contrato contra
Juana Edelmira Ortega Montes, solicitando que ésta desocupe y le
devuelva el inmueble ubicado en Flat A-1, Departamento número
404 del Conjunto Habitacional FAP “Las Alamedas” del Distrito de
Santiago de Surco, Departamento de Lima. SEGUNDO: Que como
sustento de su pretensión, la actora señala que ambas partes se
vincularon por medio de un contrato de comodato que celebraron el
veinticuatro de Setiembre de mil novecientos noventa y ocho,
comprometiéndose la demandada y su finado esposo el TC3 FAP
Juan Aliaga Mera a desocupar y restituir el referido predio al
vencimiento del mencionado acto jurídico, esto es, veintitrés de
Setiembre de mil novecientos noventa y nueve; no obstante el
tiempo transcurrido, aquélla no ha cumplido con honrar lo pactado.
TERCERO: Que por sentencia de vista de fojas trescientos
cincuenta y uno, el Colegiado de la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima declaró fundada la demanda,
estableciendo que del contrato de comodato obrante a fojas tres,
se aprecia que la FUERZA AEREA DEL PERU actuando como
comodante cedió en uso la casa de servicio sub litis, para uso
exclusivo de vivienda del extinto Técnico de Tercera Juan Aliaga
Mera y su esposa Juana Ortega Montes, en calidad de
comodatarios; negocio jurídico que vencería el veintitrés de
Setiembre de mil novecientos noventa y nueve y del cual fluye la
legitimidad para obrar que ostenta la demandante, no resultando
necesario que ésta acredite la propiedad del mismo, ya que tal
atributo no está en discusión en este tipo de procesos, a lo que se
suma que el artículo 586 del Código Procesal Civil permite que
puedan demandar, además del propietario, el administrador y todo
aquel, salvo lo dispuesto en el Artículo 598 -que regula quienes
pueden hacer uso de los interdictos-, considere tener derecho a la
restitución del predio. CUARTO: Que de las denuncias casatorias
97085
que se han propuesto a través del presente recurso de casación,
se puede establecer que la discusión se centra en determinar si en
el caso concreto se configura el presupuesto a que hace alusión el
inciso 1) del Artículo 427 del Código Procesal Civil referida a la
legitimidad de la actora para entablar el presente proceso, habida
cuenta que en autos aparecería acreditado que ésta no tendría la
calidad de propietaria del inmueble sub judice. QUINTO: La
legitimidad para obrar es entendida como aquella autorización
dada por el ordenamiento jurídico en favor de una persona para
que pueda proponer determinada pretensión en un proceso ya sea
como demandante o demandado, habilitación que recae en quien
afirme ser titular de la relación jurídico sustantiva que da lugar al
conflicto de intereses que hubiera surgido, no resultando suficiente
en algunos casos que la persona acredite ser titular del derecho
que se discute para incoar la acción correspondiente, pues basta
con traer a colación lo previsto en el Artículo VI del Título Preliminar
del Código Civil, norma de la cual subyace la legitimidad para obrar
a partir del legítimo interés económico o moral que se necesita para
ejercitar o contestar una acción, para desvanecer dicha tesis.
SEXTO: El Artículo 586 del Código Procesal Civil, identificando a
los sujetos activos en el proceso de desalojo, prevé que pueden
demandar: el propietario, el arrendador, el administrador y todo
aquel que, salvo lo dispuesto en el Artículo 598, considere tener
derecho a la restitución de un predio. SETIMO: Que de la norma en
mención se puede colegir con mediana claridad que el
ordenamiento jurídico no solo habilita al propietario del bien a que
pueda interponer la respectiva demanda de desalojo, sino además
a todo aquel que considere tener derecho a la restitución del predio
en cuestión, lo que nos lleva a razonar que en este proceso el
debate del derecho de propiedad del inmueble resulta ajeno,
conclusión que se ve corroborada si se tiene en cuenta que dada la
breve tramitación del proceso de desalojo al encontrarse regulado
en el Capítulo I del Título III del Código Procesal Civil que concierne
a los procesos sumarísimos, la discusión del derecho de propiedad
no tendría cabida puesto que éste por su naturaleza exige un
escenario amplio en donde las partes puedan proponer los
argumentos que abonen a sus intereses y ofrecer sus medios
probatorios pertinentes. OCTAVO: En tal sentido, es forzoso
concluir que la acreditación de la legitimidad para obrar activa en el
proceso de desalojo únicamente estará referida a la calidad que
invoque la parte demandante acorde a lo dispuesto en el Artículo
586 del Código Procesal Civil, tales como, propietario, arrendador,
u otro por el cual se estime tener derecho a la restitución del predio.
NOVENO: Bajo tal contexto, al haberse acreditado en autos que la
demandante ha interpuesto la presente acción en virtud al contrato
de comodato que celebró con la demandada el veinticuatro de
Setiembre de mil novecientos noventa y ocho, por el cual entregó
el predio sub judice por el plazo de un año, el mismo que venció el
veintitrés de Setiembre de mil novecientos noventa y nueve, fecha
en la cual ésta tenía la obligación de desocupar y entregar el
inmueble tal como fluye del citado acto jurídico, es indudable la
legitimidad para obrar e interés que ostenta la actora para que por
medio del órgano jurisdiccional exija la restitución del referido
inmueble con arreglo a lo dispuesto en el Artículo VI del Título
Preliminar del Código Civil, independientemente si ésta tiene o no
la calidad de propietaria, ya que como se ha dejado establecido en
este tipo de procesos dicho aspecto no resulta determinante.
DECIMO: Que al haber quedado determinado a la luz del Artículo
586 del Código Procesal Civil, que la demandante se encuentra
habilitada para incoar la presente acción en virtud al contrato de
comodato que ha anexado a su escrito de demanda, y que ésta no
se encuentra dentro del supuesto de excepción que prevé el
Artículo 598 del citado Código Procesal, es claro que la decisión
impugnada no infringe los Artículos VI del Título Preliminar del
Código Civil y 427 del aludido Código Adjetivo ni los incisos 4) y 5)
del Artículo 425 del supra citado Código Procesal, normas éstas
últimas que prevén ciertos anexos que se deben acompañar a la
demanda, al constituir el mencionado negocio jurídico título
suficiente para exigir la restitución del predio. DECIMO PRIMERO:
Que por consiguiente, el razonamiento al que se ha arribado en la
sentencia de vista materia de impugnación en torno a la legitimidad
para obrar activa que se exige para el presente proceso, no solo se
ciñe a los lineamientos dictados a través de la ejecutoria suprema
de fecha tres de Diciembre de dos mil catorce, sino que además,
contrario a lo denunciado, guarda armonía con las directivas
impartidas en el Cuarto Pleno Casatorio Civil -incluidas las
consideraciones a que ha hecho referencia la impugnante-, pues
en éste se ha dejado sentado que en aplicación del Artículo 586 del
Código Procesal Civil, los procesos de desalojo pueden ser
promovidos no solo por el propietario sino por todo aquel que
considere tener derecho a la restitución, circunstancia que ha sido
verificada adecuadamente por la Sala de vista al amparo del citado
dispositivo legal y el contrato de comodato que se ha anexado al
escrito de demanda. Por los fundamentos expuestos y de acuerdo
a lo regulado además por el Artículo 397° del Código Procesal Civil,
declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto a
fojas cuatrocientos noventa por Juana Edelmira Ortega Montes
viuda de Aliaga, en consecuencia NO CASARON la Resolución de
Vista número treinta y nueve de fecha uno de julio de dos mil
quince obrante a fojas trescientos cincuenta y uno expedida por la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos

97086 CASACIÓN
por la Fuerza Aerea del Perú con Juana Edelmira Ortega Montes
viuda de Aliaga, sobre Desalojo por Vencimiento de Contrato; y los
devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-48
CAS. Nº 3723-2015 SAN MARTÍN
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Sumilla.- Ocupante
Precario. El razonamiento de la Sala de vista para determinar (…)
la calidad de ocupante precaria, que se le acusa a la demandada,
en atención a que no cuenta con título alguno que justifique la
posesión que detenta en el predio sub judice, (…) se ciñe al espíritu
del artículo 911 del Código Civil. Lima, diecinueve de setiembre de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número tres mil setecientos veintitrés – dos mil quince, en audiencia
de la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la
siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO. Se trata del
recurso de casación de fojas trescientos veintitrés interpuesto por
Edith Segura Ñahuinccopa contra la sentencia de vista de fojas
doscientos ochenta y uno de fecha veintiocho de abril de dos mil
quince, expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Liquidación
y Apelaciones de Mariscal Cáceres – Juanjuí de la Corte Superior
de Justicia de San Martín, que confirma la apelada de fecha doce
de enero de dos mil quince, obrante a fojas doscientos veintiocho,
que declaró fundada la demanda de Desalojo incoada por Alfonso
Domínguez López, ordenando que la mencionada demandada
restituya el inmueble sub judice a favor del actor dentro del plazo
perentorio de seis días, bajo apercibimiento de dictarse la orden de
lanzamiento. II.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE
DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante Resolución
Suprema de fecha veintiséis de noviembre de dos mil quince,
corriente a fojas veintisiete del cuadernillo formado en esta Sala
Suprema, se declaró PROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Edith Segura Ñahuinccopa por las siguientes
causales: a) Infracción normativa del artículo 911 del Código
Civil, bajo cuyo cargo alega que el Colegiado Superior sin sustento
jurídico y basado únicamente en apreciaciones subjetivas ha
resuelto confirmar la apelada, sin tomar en cuenta los documentos
aportados que acreditan la relación convivencial que mantuvo con
Santos Rubén Silva Benites, quien fue el que adquirió el inmueble
sub litis de Felipa Valdez Arellano y a la vez celebró el contrato de
Compraventa de fecha seis de junio de dos mil trece con el actor;
por lo que es indudable su condición de copropietaria del bien
materia de litis y no de precaria; agrega que se le pretende afectar
con la orden de lanzamiento del inmueble donde actualmente vive
sin que se haya considerado la edificación y el terreno que le
corresponde en un cincuenta por ciento; expresión que ha sido
corroborada por el propio Santos Rubén Silva Benites en su
declaración jurada de fecha cinco de julio de dos mil ocho; b)
Infracción normativa del inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, causal incorporada de oficio a
tenor de lo previsto en el artículo 392-A del Código Procesal Civil.
III. CONSIDERANDOS: PRIMERO: Por escrito de fojas diez,
Alfonso Domínguez López interpone demanda de Desalojo por
Ocupación Precaria, a efecto de que la demandada Edith Segura
Ñahuinccopa cumpla con desocupar y hacer entrega física del bien
inmueble de su propiedad ubicado en el Jirón Néstor Chávez sin
número, cuadra diecisiete, del Distrito y Provincia de Tocache,
Departamento de San Martín; argumentando que su derecho surge
del Contrato de Compraventa de fecha seis de junio de dos mil
trece que celebró con el anterior propietario Santos Rubén Silva
Benites y que la invasión a su predio por parte de la demandada,
ocurrida el día trece de enero de dos mil catorce, la convierte en
ocupante precaria. SEGUNDO: El Colegiado de la Sala Mixta
Descentralizada de Liquidación y Apelaciones de Mariscal Cáceres
– Juanjui de la Corte Superior de Justicia de San Martín ha
confirmado la sentencia apelada que declaró fundada la demanda,
estableciendo que el derecho de propiedad que el actor alega
ostentar sobre el predio sub judice en virtud al contrato de
Compraventa de fecha seis de junio de dos mil trece celebrado con
Santos Rubén Silva Benites, se mantiene incólume, dado que del
contenido del contrato de Compraventa de fecha cuatro de febrero
de dos mil ocho, corriente a fojas veintidós, por el que aquél
adquirió la propiedad del predio sub judice de Felipa Valdez
Arellano no se aprecia que la demandada haya participado como
compradora o que hubiera encargado la compra del inmueble a
Santos Rubén Silva Benites; por lo que es posible concluir que el
título del demandante no presenta vicios que determinen su
invalidez. TERCERO: Asimismo, la Sala ha sostenido que tampoco
se ha anexado resolución judicial firme que hubiere declarado el
estado de convivencia que según la demandada mantuvo con
Santos Rubén Silva Benites, en razón de lo cual y por efectos del
régimen de gananciales le atribuiría derechos sobre el bien sub
judice; además, que la declaración jurada de fojas veinticuatro,
rubricada con posterioridad al contrato de Compraventa de fecha
cuatro de febrero de dos mil ocho, en la que presuntamente Santos
Rubén Silva Benítez reconoció que adquirió el bien en
representación de la demandada, no genera convicción para
amparar la tesis de la demandada referida a su calidad de
propietaria sobre el predio sub judice; ya que se trata de un
documento unilateral que no ha sido reconocido por el supuesto
emitente y además no reúne las condiciones para ser considerado
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
como un documento de fecha cierta. CUARTO: Ingresando al
análisis del recurso de casación, se tiene que el artículo 911 del
Código Civil cuya infracción normativa se ha denunciado, señala
que la posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o
cuando el que se tenía ha fenecido. En tal sentido, la defensa de la
demandada se ha circunscrito a desvanecer el primer supuesto
contenido en el citado dispositivo legal, que se le ha atribuido,
habiendo sostenido que su título posesorio subyace de la relación
convivencial que tuvo con Santos Rubén Silva Benites, al momento
que éste adquirió el predio sub judice de Felipa Valdez Arellano; por
consiguiente, aquél no se encontraba habilitado para disponer
unilateralmente de dicho bien. QUINTO: El Cuarto Pleno Casatorio
Civil plasmado en la Casación número 2195-2011/UCAYALI
sostuvo al interpretar el primer supuesto contenido en el artículo
911 del Código Civil que la figura del precario se va a presentar
cuando se esté poseyendo sin título alguno, esto es, sin la
presencia ni acreditación de ningún acto o hecho que justifique el
derecho al disfrute del derecho a poseer; es decir, en este primer
caso, no necesariamente se requiere de la presencia de un acto
jurídico que legitime la posesión del demandado. SEXTO: De lo
expuesto se puede deducir que la calidad de precario tiene que ver
con la ausencia de título para poseer un inmueble, no estando
referido a un título de propiedad sino a cualquier acto que justifique
su permanencia. SÉTIMO: A propósito de los cuestionamientos
que pudieran proponerse en el proceso de desalojo por ocupación
precaria respecto a la validez del título posesorio presentado, el
Cuarto Pleno Casatorio Civil determinó como doctrina
jurisprudencial vinculante que si en el trámite de un proceso de
desalojo el Juez advierte la invalidez absoluta y evidente del título
posesorio, conforme lo prevé el artículo 220 del Código Civil, solo
analizará dicha situación en la parte considerativa de la sentencia
- sobre la nulidad manifiesta del negocio jurídico - y declarará
fundada o infundada la demanda únicamente sobre el desalojo,
dependiendo de cuál de los títulos presentados por las partes es el
que adolece de nulidad manifiesta. OCTAVO: Como se puede
apreciar, uno de los derechos que se busca cautelar a través del IV
Pleno Casatorio Civil es el de la tutela jurisdiccional efectiva, toda
vez que al haber enfatizado la facultad de la que se encuentra
premunido el Juzgador por el artículo 220 del Código Civil de
analizar de manera oficiosa la nulidad absoluta del título posesorio
incorporado al proceso cuando el vicio fuese visible, notorio o
evidente, lo que se está procurando es que el proceso de desalojo
concluya con un pronunciamiento sobre el fondo del asunto, ya sea
en favor del actor o del demandado. NOVENO: En tal contexto, la
Sala de vista ha determinado que la calidad de propietario que el
actor ostenta en virtud del Contrato de Venta de fecha seis de junio
de dos mil trece, no se ha visto alterada con las pruebas que se han
aportado al proceso, las mismas que luego de haber sido
analizadas bajo el presupuesto que prevé el artículo 220 del Código
Civil no han podido desvanecer no solo la condición que se ha
establecido en favor del actor sino además la calidad de ocupante
precaria que se le acusa a la demandada en atención a que no
cuenta con título alguno que justifique la posesión que detenta en
el predio sub judice; tal razonamiento armoniza con los lineamientos
impartidos en el Cuarto Pleno Casatorio Civil y se ciñe al espíritu
del artículo 911 del Código Civil. DÉCIMO: Asimismo cabe destacar
que la recurrida al resolver el conflicto surgido en autos a la luz de
los medios probatorios incorporados al proceso, ha dado a conocer
las razones por las cuales las pruebas a que hace referencia la
impugnante no enervan en modo alguno la conclusión a la que ha
arribado, garantizando de este modo el Derecho al Debido Proceso
contenido en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú. DÉCIMO PRIMERO: Por lo tanto, no se ha demostrado
que en la expedición de la recurrida se haya infringido lo dispuesto
en el artículo 911 del Código Civil, estando garantizado el Derecho
al Debido Proceso; en consecuencia, corresponde desestimar por
infundado, el recurso de casación propuesto por Edith Segura
Ñahuinccoppa. IV. DECISIÓN. Por estos fundamentos, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación de fojas trescientos veintitrés
interpuesto por Edith Segura Ñahuinccopa, en consecuencia NO
CASARON la sentencia de vista de fojas doscientos ochenta y
uno, de fecha veintiocho de abril de dos mil quince, expedida por la
Sala Mixta Descentralizada de Liquidación y Apelaciones de
Mariscal Cáceres-Juanjui de la Corte Superior de Justicia de San
Martín; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Alfonso Domínguez López con Edith Segura Ñahuinccopa,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-49
CAS. Nº 3732 -2015 HUAURA
INTERDICTO DE RECOBRAR. SUMILLA: “A través de los
interdictos se tutela el hecho fáctico de la posesión, es decir, el
Derecho de Posesión como tal, de ahí que, a tenor de lo señalado
en el artículo 921 del Código Civil, en el interdicto de recobrar se
debe acreditar: I) La posesión o tenencia del bien mueble o
inmueble; II) El hecho del despojo; y III) La fecha en que se
produjo”. Lima, diecinueve de setiembre de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil
setecientos treinta y dos – dos mil quince, en Audiencia Pública
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
llevada a cabo en la fecha; y, producida la votación con arreglo a
ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Se trata del recurso de casación interpuesto por
Esperanza Aurelia Paz Uzuriaga a fojas mil ciento veintisiete,
contra la sentencia de vista de fojas mil ciento siete, de fecha
diecinueve de junio de dos mil quince, expedida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Huaura, que confirma la sentencia
apelada de fojas novecientos cuarenta y siete, de fecha dieciséis
de setiembre de dos mil catorce, que declara infundada la demanda
interpuesta por la recurrente contra Elizabeth Lucía Fuentes Rivera
Montesinos y Fidelina Yolanda Vassallo Alor Vda. de Mugruza,
sobre Interdicto de Recobrar. 2. CAUSALES DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Por resolución de fecha veintiséis de noviembre de
dos mil quince, corriente a fojas cuarenta y dos del cuaderno de
casación, este Supremo Tribunal ha declarado procedente el
recurso de su propósito por las causales denunciadas de: 2.1.
Infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú e inciso 3 del artículo 122 del
Código Procesal Civil. 2.2. Infracción normativa material del
artículo 921 del Código Civil. 3. ANTECEDENTES: Previamente
a la absolución de las denuncias formuladas por la demandante,
conviene hacer las siguientes precisiones respecto de lo acontecido
en el proceso: 3.1 Mediante escrito de fojas treinta y nueve,
presentado en fecha nueve de febrero de dos mil once, Esperanza
Aurelia Paz Uzuriaga interpone demanda de Interdicto de Recobrar
contra Elizabeth Lucía Fuentes Rivera Montesinos y Fidelina
Yolanda Vassallo Alor Vda. de Mugruza, solicitando que se le
reponga en el Derecho de Posesión de parte del inmueble ubicado
en la Calle Mariscal Castilla s/n, Cahua, distrito de Manás, provincia
de Cajatambo, del que ha sido privada el dieciocho de enero de
dos mil once. Argumenta lo siguiente: I) En el año mil novecientos
noventa y cinco, Alejandro Vasallo Montesinos le alquiló una parte
del inmueble referido en el petitorio (una habitación), donde
conducía un negocio de restaurante; II) Meses después dicho
propietario le solicitó que le atendiera en su alimentación, vestido,
medicina y cuidado que requería por su avanzada edad, lo que
sería recompensado con la transferencia de la posesión del
inmueble, por lo que a partir de ese momento tomó posesión de la
totalidad del inmueble que tiene un área de seiscientos dieciséis
metros cuadrados (616 m2); III) Alejandro Vassallo Montesinos
cumplió el acuerdo verbal hasta el día de su muerte ocurrido el
veintisiete de febrero de dos mil uno, de esa manera, desde el año
mil novecientos noventa y cinco, la demandante ocupa el citado
predio en su totalidad en forma pacífica, pública y continua, en la
que incluso conduce un negocio de restaurante en una parte y la
otra le sirve de patio de servicio, de depósito, cocina rústica y corral
para la crianza de animales, lo que es de conocimiento de todos los
vecinos y autoridades; IV) El día dieciocho de enero de dos mil
once a las 12:00 m, aprovechándose de su ausencia las
demandadas rompieron los tres candados de las tres puertas de
ingreso del inmueble y una vez dentro hicieron pasar a los albañiles,
quienes rompieron la pared de las dos puertas de la calle; V) Ante
ello, su hija Elisa Calero Paz acudió a sentar la denuncia, y bajo la
aparente Constatación Policial de dos malos policías obligaron a su
hija a retirar todos sus enseres y sus animales, para entregar la
posesión de parte del inmueble a la demandada Elizabeth Lucía
Fuentes Rivera Montesinos, quien procedió a cerrar las tres
puertas y poner nuevos candados, con la complacencia de los
policías; y VI) A las 2:30 pm la recurrente llegó a la localidad de
Cahua, en circunstancias que las demandadas ya estaban en
posesión de parte del inmueble, pidiendo auxilio a los malos
policías, quienes le dijeron que no podían hacer nada porque la
propietaria ya había tomado posesión del inmueble, en esas
circunstancias, aprovechando su grado de instrucción, su precaria
situación económica y su impotencia de no poder hacer nada, le
hicieron firmar un Contrato de Donación de parte del inmueble
(ciento treinta y cinco metros cuadrados), documento que no tiene
valor, no solo porque no reúne la formalidad de ley, sino porque la
demandada alegaba tener como título un Contrato de Transferencia
de Posesión, mas no un Contrato de Transferencia de Propiedad.
3.2 Admitida a trámite la demanda por Resolución de fojas setenta
y dos, la codemandada Elizabeth Lucía Fuentes Rivera Montesinos
contesta la demanda por escrito de fojas ciento sesenta y cuatro,
alegando lo siguiente: I) Los cuidados que desplegaba la
demandante para Alejandro Vassallo Montesinos fueron
compensados económicamente por los hijos de este, lo que se
acredita con los recibos adjuntos; II) Es completamente falso que la
accionante ocupaba la totalidad del predio desde el año mil
novecientos noventa y cinco, en todo caso, la demandante solo ha
venido poseyendo parte del predio en condición de inquilina y si
bien muchos años después de la muerte del antiguo propietario
ocupó parte del corral, fue bajo la subordinación de la codemandada
Fidelina Yolanda Vassallo Alor Vda. de Mugruza; III) La recurrente
ha adquirido en propiedad el inmueble de los legítimos herederos
de Alejandro Vassallo Montesinos, y la hija de este Fidelina Yolanda
Vassallo Alor Vda. de Mugruza le entregó la posesión del mismo,
habiendo la recurrente ingresado por la puerta, ya que la
mencionada tenía las llaves del predio; y IV) Es cierto que la
recurrente donó a la accionante parte del inmueble que ella venía
conduciendo para no dejarla sin negocio y sin sustento a su familia,
compadeciéndose de su situación, acto que se materializó ante el
Juez de Paz de Cahua, y que a raíz de diversas acciones y
denuncias en su contra, se ha visto en la necesidad de revocarlo.
97087
3.3 Por sentencia de primera instancia de fecha dieciséis de
setiembre de dos mil catorce, obrante a fojas novecientos cuarenta
y siete, el A quo declara infundada la demanda. Fundamenta su
decisión en lo siguiente: I) Señala que de los medios probatorios
obrantes en autos se ha verificado que la demandante no ha
acreditado que se encuentra o encontraba en posesión del bien
materia de litis, ya que no ha adjuntado medio probatorio que
acredite tal hecho; asimismo, solo la parte demandada ha
adjuntado documento con el que acredita que ha estado al cuidado
de la persona de Alejandro Vassallo Montesinos (su padre), por lo
que lo afirmado por la demandante no es cierto, ya que si bien pudo
haber cuidado a dicha persona se le pagó por dicho servicio; y II)
La demandante ha tenido el deber de acreditar la efectiva posesión
del inmueble del cual ha sido despojada, situación procesal que no
se advierte del mismo. 3.4 Elevado el proceso en apelación, el Ad
quem, por sentencia de vista de fecha diecinueve de junio de dos
mil quince, obrante a fojas mil ciento siete, resuelve confirmar la
sentencia apelada que declara infundada la demanda; tras
considerar lo siguiente: I) Si bien la actora alega una desposesión
ilegal del demandado; sin embargo, ello no se aprecia de los
hechos expuestos, pues señala que una vez producido el despojo
le hicieron firmar un Contrato de Donación a través del cual la
codemandada Elizabeth Lucía Fuentes Rivera Montesinos otorga
en donación a la demandante el inmueble objeto de restitución; y si
bien dicho documento no resulta válido para ser considerado una
donación, pues solo podría ser otorgado por Escritura Pública; sin
embargo, el acto de entrega del predio a la demandada resulta un
hecho que acredita la voluntad de entrega por parte de la
demandante, por lo que al no ser una desposesión ilegal, violenta
o clandestina, no es posible considerar que haya acontecido el
despojo; y II) El engaño, el aprovechamiento o el error presunto en
que pudo incurrir la demandante, no puede suprimir el acto de
entrega voluntaria del predio sub litis, por lo que no se cumple con
el requisito de la desposesión ilícita de la actora. 4. FUNDAMENTOS
DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, según lo establecido
por el artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, el recurso extraordinario de casación tiene por fines
esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto así como la uniformidad de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema de Justicia de la República, por ende este
Tribunal Supremo sin constituirse en una tercera instancia adicional
en el proceso debe cumplir su deber pronunciándose acerca de los
fundamentos del recurso por la causal declarada procedente. En
este sentido la competencia de la Corte de Casación, en general, al
enmarcarse en los extremos del recurso “no puede realizar
averiguaciones de hecho ni alterar el relato fáctico resultante de las
sentencias de mérito. No tiene competencia para modificar las
cuestiones de hecho, porque no aprecia prueba, no puede
pronunciarse sobre aspectos de la resolución superior que no han
sido reclamados ni aplicar el derecho de oficio”1. SEGUNDO.- Que,
en el caso de autos al haberse declarado procedentes las
denuncias sustentadas en vicios in procedendo como vicios in
iudicando, corresponde efectuar en primer término el análisis de la
causal procesal, toda vez que de resultar fundada esta, dada su
incidencia en la tramitación del proceso y su efecto nulificante,
carecería de sentido emitir pronunciamiento respecto de la causal
material. Respecto a la causal de infracción normativa procesal
del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú
e inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Que, la recurrente denuncia la infracción normativa procesal de los
citados dispositivos, alegando que la sentencia recurrida no aplica
la ley pertinente (artículo 921 del Código Civil) ni tiene una
fundamentación de derecho, y por el contrario se evidencian
confusiones garrafales al invocar un supuesto “título” cuando en un
interdicto de recobrar se debió discutir simplemente la posesión
como hecho. Refiere que la Sala Superior reconoce que el
“Contrato de Donación” es nulo de pleno derecho por no reunir los
presupuestos previstos en el artículo 1625 del Código Civil; sin
embargo, para su análisis contradictoriamente sí tiene validez.
Agrega que la Sala Superior no se percató que la supuesta donante
no puede donar porque no adquiere la propiedad sino tan solo la
posesión, de acuerdo al Contrato de Transferencia de Uso y
Posesión de Acciones y Derechos de dos Lotes de Terreno y un
Solar, de fecha veintiocho de noviembre de dos mil diez, y lo más
grave es que el “Contrato de Donación” no tiene nada que ver con
el inmueble materia de litis, como equivocadamente sostiene la
Sala, sino que está referida a una pequeña parte del bien, del que
nunca fue despojada y que lo ocupa como vivienda y restaurante,
pues el área total del predio es de seiscientos dieciséis metros
cuadrados (616 m2) mientras que el área que fue materia de
donación mide ciento treinta y cinco metros cuadrados (135 m2).
Finalmente alega que la Sala Superior ha contravenido las normas
que garantizan el Derecho al Debido Proceso, al no tener en cuenta
la finalidad del proceso e invocar el título posesorio en un proceso
de interdicto de recobrar, y al haber pasado inadvertidos
documentos probatorios que demuestran el hecho efectivo de la
posesión sobre el bien, con manifestaciones objetivas, como son
los actos de utilización del predio al momento del despojo, como
por ejemplo la Constatación Policial y otros documentos.
CUARTO.- Que, el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, consagra el Derecho al Debido Proceso y a la
Tutela Jurisdiccional Efectiva en su doble dimensión: como una
garantía al justiciable ante su pedido de tutela y como un deber del

97088 CASACIÓN
órgano jurisdiccional de impartir justicia dentro de los estándares
mínimos que su naturaleza impone; así mientras que la Tutela
Jurisdiccional Efectiva, supone tanto el derecho de acceso a los
órganos de justicia (Derecho de Acción), como la eficacia de lo
decidido en la sentencia (Derecho a la Ejecución de las
Resoluciones Judiciales), el Debido Proceso, significa la
observancia de los principios y reglas esenciales exigibles dentro
del proceso, bajo sus dos expresiones: la de carácter formal o
procedimental y otra de carácter sustantivo o material. La primera
está concebida como un derecho continente que abarca diversas
garantías y reglas que garantizan un estándar de participación
justa o debida durante la secuela de todo tipo de procedimiento
(sea este judicial, administrativo, corporativo, particular o de
cualquier otra índole). En tanto que la segunda exige que los
pronunciamientos o resoluciones con los que se pone término a
todo tipo de proceso respondan a un referente mínimo de justicia o
razonabilidad, determinado con sujeción a su respeto por los
derechos y valores constitucionales. Por su parte, el inciso 3 del
artículo 122 del Código Procesal Civil, señala que las resoluciones
judiciales deben contener la mención sucesiva de los puntos sobre
los que versa la resolución con las consideraciones, en orden
numérico correlativo, de los fundamentos de hecho que sustentan
la decisión, y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado,
bajo sanción de nulidad. QUINTO.- Que, estando a lo expuesto, se
aprecia que la Sala Superior ha empleado en forma suficiente los
fundamentos de hecho (ver considerados seis a doce) y de derecho
(ver considerando dos) que le han servido de base para confirmar
la sentencia apelada que declaró infundada la demanda,
argumentos que no pueden analizarse a través de una causal in
procedendo, especialmente el referido a la supuesta falta de
aplicación del artículo 921 del Código Civil, que deberá ser
analizado al resolver la causal material, extremo en el que se
analizará si en el presente proceso sobre Interdicto de Recobrar
correspondía analizar el Contrato de Donación de fojas treinta y
cinco; consideraciones por las cuales la causal de infracción
normativa procesal resulta infundada. Respecto a la causal de
infracción normativa material del artículo 921 del Código Civil.
SEXTO.- Que, la recurrente denuncia la infracción normativa del
citado artículo, alegando que el Colegiado Superior ignora,
desconoce y soslaya la norma pertinente, así como la
fundamentación razonada del mismo para resolver el caso
concreto, pues del texto de la sentencia de vista no se puede
verificar que han comprobado la realización de los hechos que
deberían conllevar a aplicar la norma desdeñada, con el agravante
que han pretendido apartarse de la jurisprudencia nacional
consistente en que “en un proceso de interdicto de recobrar no se
puede discutir el título posesorio”. SÉTIMO.- Que, el artículo 921
del Código Civil, establece que “Todo poseedor de muebles
inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones posesorias y
los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar
los interdictos que se promuevan contra él”. OCTAVO.- Que, a
tenor de lo señalado precedentemente, a través de los interdictos
se tutela el hecho fáctico de la posesión, es decir, el Derecho de
Posesión como tal, de ahí que, en el Interdicto de Recobrar se
debe acreditar: I) La posesión o tenencia del bien mueble o
inmueble; II) El hecho del despojo; y III) La fecha en que se produjo.
NOVENO.- Que, en el caso de autos, la Sala Superior ha
confirmado la apelada que declaró infundada la demanda de
Interdicto de Recobrar, por considerar que no se ha acreditado con
medio probatorio idóneo la desposesión ilícita del bien inmueble
sub litis, puesto que el documento denominado “Escritura
Imperfecta de Donación” de fecha dieciocho de enero de dos mil
once, obrante a fojas treinta y cinco, acreditaría la entrega
voluntaria del bien por parte de la demandante a favor de la
codemandada Elizabeth Lucía Fuentes Rivera Montesinos. Es
decir, que para la instancia superior, la demanda es infundada
porque no se ha cumplido con el segundo requisito señalado en el
considerando precedente, debido a que la parte demandante hizo
entrega voluntaria del bien a cambio de la donación de una parte
del mismo. DÉCIMO.- Que, al respecto, es pertinente precisar que
en efecto, para que proceda el Interdicto de Recobrar, debe
acreditarse que los actos de despojo fueron con violencia,
clandestinamente o abusando un derecho de confianza; sin
embargo, tal como ha establecido la instancia superior, la parte
demandante no prueba estas circunstancias, pues la Constancia
Policial de fojas tres y el Acta de Constatación de fojas cinco,
únicamente dan cuenta que con fecha dieciocho de enero de dos
mil once, la codemanda Fidelina Yolanda Vassallo Alor Vda. de
Mugruza hizo entrega del inmueble sub litis a la codemandada
Elizabeth Lucía Fuentes Rivera Montesinos en mérito a un Contrato
de Transferencia de Uso y Posesión de Acciones y Derechos;
asimismo, dan cuenta que la última de las nombradas reconoce a
la demandante como posesionaria de una parte del inmueble
donde ejerce actividad comercial, que es precisamente el área del
inmueble que le cede en donación, y en cuyo mérito la actora
retoma la posesión; por lo que, al no existir pruebas que acrediten
por una parte, que la demandante se encontraba en posesión de la
totalidad del inmueble y por otra parte, que esta haya sido
despojada de forma violenta o clandestina o bajo abuso de
confianza; los fundamentos de la sentencia de vista se ajustan a
derecho; por lo que la causal material denunciada devienen
igualmente en infundada. 5. DECISIÓN: Estando a las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
consideraciones expuestas y de conformidad con los artículos 12
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso
de casación interpuesto por Esperanza Aurelia Paz Uzuriaga a
fojas mil ciento veintisiete; en consecuencia, NO CASARON
sentencia de vista de fojas mil ciento siete, de fecha diecinueve de
junio de dos mil quince, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Esperanza Aurelia Paz
Uzuriaga contra Fidelina Yolanda Vassallo Alor Vda. de Mugruza y
otra, sobre Interdicto de Recobrar; y los devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
SÁNCHEZ PALACIOS PAIVA, Manuel. El Recurso de Casación Civil,
Ediciones Legales, Editorial San Marcos, pág. 61.
C-1569469-50
CAS. Nº 3764-2015 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: En el
Cuarto Pleno Casatorio en materia civil celebrado por las Salas
Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
de la República, a propósito de la Casación número
2195-2011-UCAYALI, se ha establecido como doctrina
jurisprudencial vinculante que una persona tiene la condición de
precaria cuando ocupe un bien ajeno, sin pago de renta y sin título
para ello, o cuando contando con uno, el mismo haya fenecido por
alguna razón. Al respecto se ha indicado que el título de posesión
no está constituido únicamente por un documento, sino por
cualquier acto jurídico o circunstancia que autorice el pleno disfrute
del derecho a poseer del demandado, pudiendo presentarse su
fenecimiento en diversas situaciones, siendo que las referidas en la
parte resolutiva de la sentencia casatoria no agotan dicha
posibilidad al no ser numerus clausus. Lima, siete de octubre de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número tres mil setecientos sesenta y cuatro – dos mil quince, en
Audiencia Pública de la fecha, y efectuados el debate y la votación
correspondientes, emite la siguiente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por la
empresa Ixalper Sociedad Anónima Cerrada a fojas cuatrocientos
cuarenta y cuatro, contra la sentencia de vista de fojas trescientos
noventa y tres, de fecha once de agosto de dos mil quince, emitida
por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior Justicia de Lima, que
revoca la sentencia apelada de fojas trescientos cuarenta y tres, de
fecha doce de diciembre de dos mil catorce, que declara infundada
la demanda, y reformándola, la declara fundada. FUNDAMENTOS
DEL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas
treinta y siete del presente cuadernillo, de fecha veintiséis de
noviembre de dos mil quince, ha estimado la procedencia del
citado recurso de casación por las siguientes causales: I)
Infracción normativa material de los artículos 911 y 923 del
Código Civil, así como el Apartamiento inmotivado del
precedente judicial contenido en la Casación número
2195-2011-UCAYALI, para examinar los agravios de la parte
recurrente en cuanto a que la empresa demandada tiene título para
poseer y no es precaria, pues tiene una relación contractual vigente
con la entidad demandante, conforme se ha acreditado
oportunamente según el Acta de Entrega de Inmueble número 025-
07, de fecha veintiuno de noviembre de dos mil siete, suscrita entre
las partes contratantes, en la que se advierte una contraprestación,
es decir, se pacta una mensualidad, la cual es aceptada y recibida
a satisfacción de la parte demandante hasta la fecha, y no como
alega que se trata de una penalidad; afirma que, conforme a lo
establecido en los artículos 1416 y 1417 del Código Civil se trata de
un arrendamiento de duración indeterminada, no por decisión de
su representada sino por la desidia de la entidad demandante,
pues siempre que solicitaron suscribir y formalizar el arrendamiento
pusieron una serie de pretextos, rehusándose a suscribirlo no sólo
con la empresa recurrente, pues hay arrendatarios que no han
suscrito contrato alguno debido a la política de la parte demandante,
resultando aplicable lo previsto por el artículo 1700 del Código
Civil; consecuentemente, tiene título vigente para poseer el
inmueble y no tiene la condición de precaria conforme a lo
establecido en el artículo 911 del Código Civil, arguye además, que
la decisión se aparta del precedente vinculante sobre la materia,
por cuanto la entidad demandante no advirtió la existencia de dicha
jurisprudencia, pues ante la pretensión de desalojo, la empresa
demandada opuso un título para poseer el inmueble reclamado,
debiendo el juzgador verificar si dicho título guarda un mínimo de
verosimilitud, y si el mismo se mantiene vigente, es decir, si no ha
fenecido, empero no se encuentra facultado para determinar el
mejor derecho de propiedad, la nulidad o la anulabilidad del acto
jurídico contenido en el referido título ya que el proceso de Desalojo
no es la vía idónea para ello; II) Inaplicación de los artículos
1363, 1373, 1380, 1402, 1403, 1417, 1687, 1700 y 1701 del
Código Civil, sosteniendo que la Sala Superior sólo se concreta a
señalar que no se ha acreditado la existencia de título vigente,
habiéndose efectuado una interpretación errónea del artículo 911
del Código Civil y del Pleno Casatorio en materia Civil establecido
en la Casación número 2195-2011-Ucayali; III) Infracción
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
normativa procesal de los artículos 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, 12 del Texto Único Ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, I del Título Preliminar y 122
incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil, alegando que la Sala
Superior no ha advertido que el objetivo del requerimiento
contenido en la Carta Notarial de fecha treinta de octubre de dos
mil doce fue para que se pague la renta y los arbitrios municipales,
se desocupe y devuelva el inmueble dentro de las setenta y dos
horas, lo que no ha sido ponderado en forma razonada y conjunta
con sujeción al debido proceso y al derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva, como sí lo ha efectuado el A quo. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Previamente a la absolución del recurso de casación
sub examine es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido
en el proceso. A fojas ochenta y cinco, la Sociedad de Beneficencia
de Lima Metropolitana interpone demanda de desalojo por
ocupación precaria contra Ixalper Sociedad Anónima Cerrada, a fin
que cumpla con restituirle el inmueble ubicado en el Pasaje Olaya
número 110, interior 401 del Cercado de Lima, el cual viene
ocupando sin ningún derecho. Como argumento fáctico expone
que la empresa demandada viene ocupando el predio cuya
desocupación persigue, sin ningún derecho concedido por ella, y/o
acto jurídico lícito que legitime su posesión, y a pesar de sus
continuos requerimientos, ésta ha hecho caso omiso, inclusive a su
petición cursada mediante carta notarial para que devuelva el
inmueble y se apersone a sus oficinas a fin de regularizar su
precaria situación, otorgándosele un plazo perentorio que no
observó. Por su parte, la empresa demandada contesta la demanda
mediante escrito de fojas doscientos sesenta y tres, indicando que
sí tiene título para poseer y no es precaria, pues tiene una relación
contractual con la entidad demandante, nacida de su Solicitud
número 8174, de fecha treinta de abril de dos mil siete, mediante la
cual solicitaron el alquiler del inmueble materia de desalojo, y que
fue aprobada en la Sesión número 18, de fecha cinco de noviembre
de dos mil siete, por el Comité de Gestión Patrimonial de la entidad
demandante, la misma que le puso en conocimiento mediante la
Carta número 207-2008-DGAI/SBLM, de fecha veintiocho de enero
de dos mil ocho, y se concretó con la entrega física y levantamiento
de inventario del bien inmueble, conforme al Acta de Entrega de
Inmueble número 025-07, de fecha veintiuno de noviembre de dos
mil siete. Afirma que con autorización de la entidad demandante,
ha realizado mejoras en el bien inmueble, las cuales, no han sido
consideradas por aquélla, y el tipo de arrendamiento es de
naturaleza indeterminada. SEGUNDO.- El Juez de la causa,
mediante sentencia de fojas trescientos cuarenta y tres, de fecha
doce de diciembre de dos mil catorce, declara infundada la
demanda. Expone como sus fundamentos, que si bien la entidad
demandante se encuentra legitimada como propietaria del
inmueble cuya restitución pretende, lo señalado en su demanda no
se ajusta a la verdad de los hechos, estando la posesión de la
empresa demandada justificada, pues el contrato de arrendamiento
se caracteriza por ser consensual, por cuanto se perfecciona con el
sólo acuerdo de voluntades y, en consecuencia, genera
obligaciones a cargo de las partes, no existiendo formalidad
predeterminada, teniendo los contratantes plena libertad para
establecer la forma de celebrarlo. Asimismo, de la Carta Notarial de
fojas sesenta y nueve, de fecha treinta de octubre de dos mil doce,
remitida por la entidad demandante a la empresa emplazada, se
tiene que el presente caso se encuentra considerado dentro de lo
dispuesto por el artículo 1704 del Código Civil, y para considerar
que el título de posesión ha fenecido, es necesario que en la
comunicación se requiera la conclusión del contrato y la devolución
del mismo, lo que no se da en la Carta Notarial antes referida.
TERCERO.- Una vez apelada la mencionada sentencia, la Sala
revisora, mediante sentencia de vista de fojas trescientos noventa
y tres, de fecha once de agosto de dos mil quince, la revoca, y
reformándola, declara fundada la demanda. Como fundamentos
expone que habiendo admitido la empresa demandada que la
entidad demandante es propietaria del predio materia de desalojo,
el punto en controversia es determinar si la empresa demandada
tiene o no título vigente para poseer. Al respecto, si bien la parte
demandada logra acreditar que su Solicitud número 8174, de fecha
treinta de abril de dos mil siete, mediante la cual solicita a la entidad
demandante el alquiler directo del inmueble materia de desalojo; se
verifica que mediante la Carta número 207-008-DGAI/SBLM, de
fecha veintiocho de enero de dos mil ocho, la entidad demandante
le dio a conocer que el requerimiento de alquiler directo fue
aprobado mediante Acta de Sesión número 18, de fecha cinco de
noviembre de dos mil siete, por el Comité de Gestión Patrimonial, y
que debía apersonarse en el plazo de setenta y dos horas, a
efectos de suscribir el Contrato de Arrendamiento respectivo, y en
caso de no cumplir dicho requerimiento en el tiempo indicado
darían inicio a las acciones judiciales tendientes a la recuperación
del predio. De ello, se verifica que no era suficiente la aprobación
de la solicitud de arrendamiento directo realizada por la empresa
demandada, sino principalmente la formalización y suscripción del
contrato de arrendamiento respectivo, tal como se señaló
expresamente en la carta remitida, de lo contrario y en caso de no
regularizarse dicha tratativa de alquiler, se procedería a solicitar la
devolución del inmueble. En tal sentido, corresponde a la empresa
demandada acreditar que efectivamente cumplió con apersonarse
y firmar el contrato de arrendamiento respectivo, el cual plasmaba
todos los términos y/o acuerdos contractuales aceptados por
ambas partes, con el fin de demostrar que tiene título actual y
97089
vigente para poseer el predio en controversia. Ello es de vital
importancia, puesto que con la suscripción del contrato de
arrendamiento se pueden determinar todos los términos y acuerdos
arribados por las partes, en especial, el plazo del contrato de
arrendamiento para verificar si el mismo está o no vigente. La falta
de suscripción del contrato de arrendamiento genera la aplicación
al caso de lo dispuesto en el artículo 1359 del Código Civil, que
precisa que no hay contrato mientras las partes no estén conformes
sobre todas sus estipulaciones, aunque la discrepancia sea
secundaria. CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente,
el recurso de casación ha sido declarado procedente por las
causales de infracción normativa de derecho procesal e infracción
normativa de derecho material, así como por apartamiento
inmotivado del precedente judicial contenido en la Casación
número 2195-2011-Ucayali; debiendo absolverse, en principio, la
denuncia de carácter procesal, de modo que si se declara fundado
el recurso por esta causal deberá verificarse el reenvío,
imposibilitando el pronunciamiento respecto a la causal sustantiva.
QUINTO.- La motivación de las resoluciones judiciales constituye
una garantía de la función jurisdiccional y en nuestro ordenamiento
jurídico está regulado por los artículos 139, inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, 122, inciso 3 del Código Procesal
Civil, 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial. Una motivación comporta la justificación lógica, razonada
y conforme a las normas constitucionales y legales señaladas, así
como con arreglo a los hechos y petitorios formulados por las
partes; por consiguiente, una motivación adecuada y suficiente
comprende tanto la motivación de hecho o in factum, en la que se
establecen los hechos probados y no probados mediante la
valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al
proceso, sea a petición de parte como de oficio, subsumiéndolos
en los supuestos fácticos de la norma, como la motivación de
derecho o in jure, en la que selecciona la norma jurídica pertinente
y se efectúa una adecuada interpretación de la misma. Por otro
lado, dicha motivación debe ser ordenada, fluida y lógica; es decir,
debe observar los principios de la lógica y evitar los errores in
cogitando, esto es, la contradicción o falta de logicidad entre los
considerandos de la resolución. SEXTO.- Debe tenerse en cuenta
que sobre la extensión de la motivación, el Tribunal Constitucional
ha establecido que “(l) la Constitución no garantiza una determinada
extensión de la motivación, por lo que su contenido esencial se
respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia
entre lo pedido y lo resuelto, y que, por sí misma, exprese una
suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si ésta es breve
o concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión”1,
en consecuencia, no existe una extensión predeterminada de
motivación (referente cuantitativo), sino que se tendrá como
cumplido el deber de motivar la resolución jurisdiccional según la
misma resulte suficiente (referente cualitativo), aunque sea
redactada de forma concisa. Más aún, la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional también ha aceptado la viabilidad de las
motivaciones implícitas, esto es, “aquéllas que están referidas a las
razones que han sido desechadas a consecuencia de haberse
asumido otras”2. SÉTIMO.- En el caso de autos, la empresa
recurrente refiere que el Ad quem no se ha pronunciado sobre la
conclusión a la que llega el A quo, en cuanto a que entre aquélla y
la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, propietaria del
inmueble ubicado en el Pasaje Olaya número 110, interior 401 del
Cercado de Lima, existe un contrato de arrendamiento, pues habría
aceptado el requerimiento formulado por la empresa recurrente e,
incluso, habría generado una renta consistente en el documento
denominado “Autorización de pagos para formalización de
contratos de arrendamiento”, siendo que entonces, superado el
plazo dispuesto por ambas partes, dicha relación contractual se
encuentra considerada dentro de las exigencias dispuestas por el
artículo 1704 del Código Civil, el cual prevé que para entenderse su
conclusión, la misma debe indicarse expresamente, lo cual no
habría sucedido en la Carta Notarial de fecha veinticuatro de abril
de dos mil trece. Sin embargo, de los fundamentos sétimo a noveno
de la recurrida, se tiene que la Sala Superior considera que no ha
existido dicho contrato de arrendamiento al no haber cumplido la
empresa demandada con apersonarse a suscribir el mismo y
formalizarlo, siendo que, a su entender, no bastaba con la
aprobación de la solicitud de arrendamiento realizada por la
compañía demandada en mérito al artículo 1359 del Código Civil,
el cual precisa que no hay contrato mientras las partes no estén
conformes sobre todas sus estipulaciones. Siendo ello así, se tiene
que si bien la Sala Superior no se pronunció expresamente
respecto al agravio de la empresa recurrente, ello fue en mérito a
que considera que no existe contrato de arrendamiento entre
ambas partes, siendo innecesario un pronunciamiento al
entenderse implícitamente denegada la posición antes referida, lo
que hace innecesario un mayor examen del agravio. OCTAVO.- En
cuanto a las infracciones de derecho material denunciadas como I)
y II), debe tenerse en cuenta que en el Cuarto Pleno Casatorio en
Materia Civil celebrado por las Salas Civiles Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, a
propósito de la Casación número 2195-2011-UCAYALI, se ha
establecido como doctrina jurisprudencial vinculante que una
persona tiene la condición de precaria cuando ocupe un bien ajeno,
sin pago de renta y sin título para ello, o cuando contando con uno,
el mismo haya fenecido por alguna razón3. Al respecto se ha
indicado que el título de posesión no está constituido únicamente

97090 CASACIÓN
por un documento, sino por cualquier acto jurídico o circunstancia
-que hayan expuesto las partes en el proceso- y que autorice el
pleno disfrute del derecho a poseer del demandado, pudiendo
presentarse su fenecimiento en diversas situaciones, siendo que
las referidas en la parte resolutiva de la sentencia casatoria no
agotan dicha posibilidad al no ser numerus clausus4. NOVENO.- En
el caso de autos la Sala Superior ha establecido que no existe
relación contractual debidamente perfeccionada, por lo tanto tiene
la condición de precaria. Siendo así, se tiene que el Ad quem no ha
incurrido en las infracciones denunciadas por la empresa
recurrente, deviniendo en infundado el recurso interpuesto. Por las
consideraciones expuestas, no se configuran las causales de
infracción normativa de carácter procesal y material denunciadas,
en consecuencia no procede amparar el presente recurso de
casación, por lo que de conformidad con el artículo 397 del Código
Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Ixalper Sociedad Anónima Cerrada a fojas
cuatrocientos cuarenta y cuatro; por consiguiente, NO CASARON
la sentencia de vista de fojas trescientos noventa y tres, de fecha
once de agosto de dos mil quince, emitida por la Cuarta Sala Civil
de la Corte Superior Justicia de Lima, que revoca la sentencia
apelada de fojas trescientos cuarenta y tres, de fecha doce de
diciembre de dos mil catorce, que declara infundada la demanda, y
reformándola, la declara fundada; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Sociedad de Beneficencia de
Lima Metropolitana contra Ixalper Sociedad Anónima Cerrada,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 01291-
2000-AA/TC, fundamento 2, tercer párrafo. Dicho criterio fue repetido en la
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 01701-
2008-PHC/TC, fundamento 7.
2
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 9208-
2005-AA/TC, fundamento 3, segundo párrafo.
3
Sentencia de Casación N° 2195-2011-UCAYALI, apartado VII. 1.
4
Sentencia de Casación N° 2195-2011-UCAYALI, fundamento 62.
C-1569469-51
CAS. Nº 3767-2015 CUSCO
TENENCIA Y CUSTODIA DE MENOR. SUMILLA: Siendo que la
tenencia compartida presupone la separación de hecho de los
padres del menor, se hace necesario para concederla que entre
éstos exista - o sea probable- una relación de colaboración y
coordinación constante, toda vez que sólo con ello puede
garantizarse que puedan compartir armoniosamente el cuidado del
menor, los gastos de su sustento y otras responsabilidades en aras
de su bienestar. Si dicha colaboración no es posible por la conducta
negativa o confrontacional de uno de los padres, no puede
establecerse una tenencia compartida, por tratarse de una situación
interpersonal conflictiva, que pondría en mayor riesgo la integridad
emocional y física del menor por el actuar irresponsable de sus
padres. Lima, ocho de agosto de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil setecientos sesenta y
siete – dos mil quince, efectuados el debate y la votación
correspondientes, emite la siguiente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto por
Edison Vargas Estrada a fojas mil ciento cuarenta y cinco, contra la
sentencia de vista de fojas mil noventa y dos, de fecha treinta de
junio de dos mil quince, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, que confirma la sentencia apelada
de fojas novecientos veinte, de fecha veintiocho de enero de dos
mil quince, que declara fundada la demanda. FUNDAMENTOS
DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de
fojas sesenta y nueve del cuadernillo de casación, de fecha veinte
de octubre del dos mil quince, ha declarado procedente el citado
recurso de casación, por las causales de: I) Infracción normativa
material de la Ley número 29269 - Ley que modifica los
artículos 81 y 84 del Código de los Niños y Adolescentes,
incorporando la tenencia compartida, alegando que dicha infracción
se ha producido porque la sentencia de vista en su considerando
décimo desconoce la mencionada ley, refiriendo que el sistema
peruano ha adoptado la tenencia de carácter monoparental; y II)
De forma excepcional, en aplicación del artículo 392-A del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, por la causal
de: Infracción normativa procesal del artículo 139 incisos 3 y 5
de la Constitución Política del Perú, a efectos de evaluar si la
Sala Superior ha cumplido con motivar debidamente, y si ha
aplicado normas que resultan pertinentes al caso de autos.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la absolución del
recurso de casación sub examine es necesario hacer un breve
recuento de lo acontecido en el proceso. Del examen de autos se
tiene que a fojas treinta y ocho, Elvira Erika Cabrera Huayllani
interpone demanda de Tenencia y Custodia de su menor hijo,
contra Edison Vargas Estrada; siendo sus fundamentos de hecho
que con el demandado procrearon a su menor hijo Giancarlo
Edison Vargas Cabrera y debido a la conducta del demandado
-alcoholismo y problemas económicos- fracasó la convivencia en
agosto de dos mil doce. El demandado demostró una conducta
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Lunes 2 de octubre de 2017
irresponsable no cumpliendo con sus obligaciones económicas,
motivo por el cual le inició una demanda de Cobro de Alimentos
que se tramitó ante el Juzgado de Paz Letrado de Arequipa. Nunca
privó al demandado de su derecho a visitar a su menor hijo pese a
que la amenazaba con quitárselo. El veintiséis de diciembre de dos
mil doce le permitió verlo, haciéndole creer el demandado que
estaba arrepentido del daño causado, lo que aprovechó éste para
llevarlo a la ciudad del Cusco sin su consentimiento. El demandado
se negó a devolverle a su menor hijo, siendo la persona menos
indicada para estar a su cuidado, por ser una persona
emocionalmente inestable, además de abusivo y obsesivo, como
se tiene de los múltiples mensajes de texto que tiene la accionante
como prueba en las demandas de Violencia Familiar, además de
ser irresponsable, como queda demostrado en la demanda de
Alimentos, así como al padecer de un problema de alcoholismo.
SEGUNDO.- A fojas ciento doce, Edison Vargas Estrada contesta
la demanda señalando que es empleado, con trabajo estable en el
Hospital de ESSALUD de Cusco, laborando en forma ininterrumpida
por quince años como personal administrativo de la Red Asistencial,
dedicándose a su trabajo y al cuidado exclusivo de su menor hijo
debido al abandono económico y moral de la demandante. Con ella
se conocieron aproximadamente en setiembre del año dos mil siete
en dicho centro laboral, siendo que la demandante no le manifestó
que tenía un hijo de otra relación sentimental y que en esa época
convivía con el padre de su menor hijo en la ciudad de Arequipa,
siendo que sólo cuando la accionante se embarazó, en agosto de
dos mil ocho, le puso en conocimiento de ello. La demandante
mantiene una serie de problemas con su ex conviviente a razón de
las denuncias que se han instado ambos en la ciudad de Arequipa,
siendo que mantienen conflictos, peleas, escándalos muy graves
en el domicilio donde se encontraba su menor hijo en la ciudad de
Arequipa, por lo cual se encuentra en inminente peligro de ver
afectada su integridad física, psicológica y moral. Afirma que
siempre de forma responsable y madura quiso preservar su
relación con la demandante, siendo falso que tenga problemas de
alcoholismo. Nunca desamparó económicamente a su menor hijo,
y la accionante le ha iniciado un proceso de Alimentos de mala fe,
siendo que siempre le giró dinero a través del Banco de la Nación,
así como le entregaba dinero en forma personal, llevaba víveres y
prendas de vestir para su menor hijo, e incluso para el otro hijo de
la demandante. Con el único afán de comunicarse con su hijo hizo
instalar un teléfono fijo en el domicilio donde se encontraba
viviendo en Arequipa; sin embargo, la demandante en muchas
oportunidades cortaba el teléfono y no le comunicaba con su hijo.
Para el mejor cuidado de su menor hijo contrató los servicios de
una nana ya que la actora salía a su centro laboral a las siete de la
mañana y retornaba a altas horas de la noche, estando dicho
menor prácticamente abandonado. Luego de hacer varios viajes a
la ciudad de Arequipa, los abuelos maternos le reiteraron que lo
mejor sería que su menor hijo esté a su cuidado y que lo llevara a
la ciudad del Cusco porque no sólo estaba desatendido, sino que
estaba en riesgo su integridad física, psicológica y moral. Su menor
hijo no estaba bien cuidado y, por el contrario, estaba prácticamente
abandonado al igual que su medio hermano, siendo que el veintidós
de diciembre de dos mil doce, visitó una vez más a su hijo en la
ciudad de Arequipa, encontrándolo en estado calamitoso, sin aseo
personal, con ropa no adecuada, mal de salud; motivo por el cual le
reclamó a la demandante, quien le manifestó que ya no podía con
el cuidado de sus dos hijos y que era mejor que lleve a su menor
hijo al Cusco. Sorprendentemente la accionante había asentado
una denuncia en la ciudad de Arequipa y, posteriormente, en la
ciudad del Cusco, enterándose recién que había sido demandado
en el mes de noviembre de dos mil doce por Cobro de Alimentos.
Viendo el abandono moral y económico de su hijo, al que fue
sometido por su progenitora, así como por el grave peligro que
corre su integridad física, psicológica y moral, debido a los
problemas que mantiene aquélla con el progenitor de su hijo mayor,
es el demandado la persona indicada para brindar custodia y
tenencia en su menor hijo, ya que le brinda mejores atenciones y
está en mejor situación de desarrollo, en un clima de tranquilidad y
armonía, en compañía de sus familiares, donde percibe armonía y
paz, considerando, además, que no puede abandonar su formación
educativa ya que se encuentra matriculado en la Institución
Educativa Nuestra Señora del Rosario. TERCERO.- El A quo,
mediante sentencia de fojas novecientos veinte, de fecha veintiocho
de enero de dos mil quince, declara fundada la demanda. Como
fundamentos de su decisión sostiene que del acervo probatorio se
tiene que el menor Giancarlo Edison Vargas Cabrera, entonces de
tres años de edad, se encontraba en poder de la demandante; sin
embargo, el demandado lo apartó de su cuidado. Asimismo, indica
que se ha determinado que la composición de la familia de la
demandante alcanza sólo a la actora y a su hijo mayor David
Alejandro Portocarrero Cabrera, de nueve años de edad, y si bien
aquélla habría padecido de violencia familiar, por parte de Armando
Portocarrero Osorio -progenitor de su hijo mayor-, ello se produjo
antes del nacimiento del segundo hijo de la demandante (veinticinco
de abril de dos mil nueve); no habiéndose demostrado que los
hechos de violencia familiar suscitados en esa fecha hayan
continuado, por lo tanto, no existe posibilidad alguna de riesgo
contra la integridad física del menor. Por el contrario, se infiere del
acervo probatorio consistente en informes psicológicos y sociales,
que el ambiente donde actualmente se encuentra viviendo el
menor no es el adecuado para el desarrollo de su personalidad
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
conforme han arrojado los informes psicológicos, ya que el
demandado es inestable emocionalmente, es violento, vulgar y
sarcástico, lo cual concuerda también con la evaluación del menor,
ya que no puede hablar de su progenitora delante del demandado
y tampoco puede afirmarse en el núcleo familiar donde se
encuentra, no puede contrariar a su progenitor, lo que significa que
el demandado ejerce control sobre las respuestas y formación del
menor, lo que hace que sea inestable emocionalmente,
advirtiéndose indicios de una alienación del menor en contra de la
demandante, por lo que las óptimas condiciones económicas que
el progenitor le brinda no resultan suficientes ante la inestabilidad
emocional en el ambiente en que se encuentra. A su turno, en lo
que concierne a la accionante Elvira Erika Cabrera Huayllani, el A
quo indica que se ha establecido que no presenta sintomatología
psicopatológica que le impida una adecuada percepción y
evaluación de la realidad, siendo que si bien tiene personalidad con
rasgos inestables, tiene capacidad de percibir y evaluar la realidad;
asimismo, presenta una reacción ansiosa mixta depresiva que está
asociada a la situación de su menor hijo y al proceso judicial de
Tenencia. En el informe social se tiene que ésta, reúne las
condiciones necesarias para poder asumir la responsabilidad y
crianza del menor Giancarlo Edison Vargas Cabrera. De todo ello,
infiere que quien se encuentra en mejores condiciones para la
crianza y cuidado del menor es la demandante, puesto que existe
mayor estabilidad sobre todo emocional en ella, tanto más, que la
norma es clara al señalar que en caso de no existir acuerdo sobre
la tenencia, el hijo debe permanecer con el progenitor con el que
vivió mayor tiempo. Finalmente, a fojas quince, obra la Resolución
número uno, de fecha cinco de noviembre de dos mil cinco, sobre
un proceso de Alimentos, seguido por la demandante contra el
recurrente, sin embargo no se acredita que el demandado se
encuentre al día en sus pensiones alimenticias, por lo que no
procede fijar un régimen de visitas para el recurrente. CUARTO.-
Una vez apelada la mencionada sentencia, la Sala Superior,
mediante sentencia de vista de fojas ochocientos cuarenta y cinco,
de fecha treinta de junio de dos mil quince, la confirma. Como
fundamentos expone que el sistema peruano ha optado por la
tenencia de carácter monoparental, es decir, sólo uno de los
progenitores puede gozar de la misma, fijándose un régimen de
visitas para el otro. Asimismo, de la revisión del expediente, colige
que el menor actualmente cuenta con seis años de edad y vive con
su padre, pero conforme a lo manifestado por la demandante en
sus diversos escritos, el demandado no le permite ver al menor, lo
que es corroborado con los resultados de las diferentes pericias
psicológicas y los informes sociales antes descritos, situación que
se torna mucho más grave, en tanto el A quo concedió la tenencia
provisional a favor de la demandante, conforme se desprende de la
Resolución número 41 recaída en el incidente con número de
Expediente 183-2013-42-1001-JM-FC-01 (que obra a fojas
cuatrocientos ochenta y cinco de dicho cuaderno); y requirió en
varias ocasiones que el demandado cumpla con la entrega del
menor a su madre, sin embargo, el recurrente demostró una
conducta reticente a cumplir con dichos mandatos, habiendo
incluso sido pasible de detención por veinticuatro horas (Resolución
número cincuenta y tres, que obra en el cuaderno número
183-2013-42-1001-JM-FC-01, a fojas seiscientos ochenta y uno).
Asimismo, no puede pasar desapercibida la conducta del
demandado, quien al ser entrevistado en la visita social (fojas
setecientos veintiuno), rehusó dar el nombre de la institución
educativa donde el menor cursa sus estudios, señalando que lo
hace por seguridad, con la finalidad de que la demandante no
conozca dicha información, de otro lado a fin de lograr la ejecución
de sus mandatos el A quo incluso llevó a cabo una diligencia de
allanamiento del domicilio del demandado (Acta de fojas
ochocientos cincuenta y siete, en el Expediente número
183-2013-42-1001-JM-FC-01), sin embargo no logró hallar al
menor. Se concluye entonces que quien propicia el alejamiento del
mismo de su madre es el demandado; es decir, asume una
conducta con predisposición para impedir que la demandante se
reúna con su hijo, lo que definitivamente debe tenerse en cuenta,
ya que es atentatorio al bienestar del menor por afectar su
estabilidad emocional, conforme se advierte de las evaluaciones
psicológicas practicadas al mismo. En las diferentes entrevistas
realizadas al menor, éste ha indicado que desea vivir con su padre,
sin embargo, en los informes psicológicos se ha diagnosticado que
el menor se halla necesitado de afecto, y que se desenvuelve en un
ambiente que le impide actuar con libertad, pues existe dependencia
hacia su padre para la satisfacción de sus necesidades; mostrando
ambivalencia y confusión con respecto a sus sentimientos hacia
sus padres, no evidenciándose vinculación afectiva con ninguno de
ellos; todo ello aunado al hecho que se le impide mantener contacto
con su madre, definitivamente esta situación vulnera su estabilidad
emocional y la satisfacción real de sus necesidades afectivas.
Consecuentemente, es posible colegir que lo manifestado por el
menor de continuar viviendo con su padre, no obedece a su
verdadero deseo, en tanto conforme se advierte del Informe Social
de folios setecientos veintiuno, los presuntos malos tratos sufridos
por parte de su madre, que son sustento para rechazar vivir con
esta última, son afirmaciones producto de la influencia del padre
hacia su menor hijo, lo que concuerda con el informe psicológico
correspondiente al menor, que obra a fojas quinientos trece.
Entonces, si bien el menor no tiene animadversión hacia su padre,
pero de otorgarse la tenencia a favor de éste, no sería beneficiosa
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para el menor, en tanto conforme los considerandos expuestos, el
demandado atenta contra su equilibrio emocional al privarlo de la
presencia y atención de su madre, no resultando suficiente que se
brinde al menor sólo comodidades materiales, ni se vele solamente
por su salud física. Siendo la edad del menor del cual se solicita la
tenencia, seis años, devendría en idóneo se otorgue la tenencia a
favor de su madre, en tanto, no se probó que lo tuviera desatendido,
o haya ejercido actos de violencia familiar en su agravio, como
alega el demandado, debiendo tenerse en cuenta además que el
menor vivió con ella desde su nacimiento hasta el veintiséis de
diciembre de dos mil doce. Asimismo de las diferentes evaluaciones
psicológicas practicadas a la demandante no se advierte alteración
mental alguna, ni aspectos que conlleven a considerar inadecuado
que el menor esté bajo su cuidado, como ocurre con el demandado
quien además de impedir que su madre visite al menor, ejerce
influencia negativa en su contra, al instruirle que hable mal de ella.
Por lo expuesto, si bien ambos padres biológicos detentan la patria
potestad, la tenencia se le debe otorgar a la madre biológica,
debiendo confirmarse la resolución materia de apelación, lo que no
debe significar que no se establezca un régimen de visitas, que
permita al menor, seguir vinculado a quien siempre será su padre y
que también le permita estrechar lazos con él; no siendo razonable
se impida al demandado visite a su menor hijo, sustentándose que
incumplió con sus obligaciones alimentarias, sin que ello haya sido
acreditado fehacientemente; asimismo, en salvaguarda del interés
del menor, procurando se logre que la relación de padre e hijo se
fortalezca y estabilice, deviene en irrazonable que se admita el
deterioro del vínculo paterno filial por el incumplimiento de las
prestaciones alimentarias. QUINTO.- Como se ha establecido en el
Tercer Pleno Casatorio Civil, celebrado por las Salas Civiles
Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la
República, a propósito de la Casación número 4664-2010-Puno, la
naturaleza del proceso de familia es tuitiva, y “se concibe como
aquél destinado a solucionar con prontitud los conflictos que surjan
dentro de las relaciones familiares y personales, ofreciendo
protección a la parte perjudicada, ya sea que se trate de hijos,
padres, cónyuges, hermanos, etc., de allí que se diferencia del
proceso civil debido a la naturaleza de los conflictos a tratar, y que
imponen al Juez una conducta conciliadora y sensible, que supere
los formalismos y las meras cuestiones técnicas, reservando la
confrontación como última ratio”1, lo cual guarda relación con lo
establecido en el artículo X del Código de los Niños y Adolescentes,
por el cual el Estado no sólo debe garantizar un sistema de
administración de justicia especializada para los niños y
adolescentes, sino que en los casos sujetos a resolución judicial o
administrativa en los que estén involucrados niños o adolescentes
serán tratados como problemas humanos. SEXTO.- De la
Resolución de fojas sesenta y nueve del cuadernillo de casación,
se tiene que se ha admitido de forma excepcional el presente
recurso casatorio por la infracción normativa procesal de los incisos
3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, a fin de
determinar si se había cumplido con motivar debidamente la
recurrida, aplicando al caso concreto todas las normas
correspondientes. Sin embargo, estando a la relevancia de la
materia objeto de pronunciamiento y a las consideraciones
expuestas en el considerando anterior, de existir una norma jurídica
no aplicada por la Sala Superior para resolver el presente caso,
este Supremo Tribunal deberá pronunciarse considerando la
naturaleza de la norma infraccionada, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 396 del Código Procesal Civil. SÉTIMO.-
En cuanto a la Tenencia del menor, como expresión de la patria
potestad, por la modificatoria introducida por la Ley número 29269,
del dieciséis de octubre de dos mil ocho, el artículo 81 del Código
de los Niños y Adolescentes dispone que cuando los padres estén
separados de hecho, la tenencia de los niños, niñas o adolescentes
se determina de común acuerdo entre ellos, y tomando en cuenta
el parecer del niño, niña o adolescente, siendo que de no existir
acuerdo, o si éste resulta perjudicial para los hijos, la tenencia la
resolverá el Juez especializado, dictando las medidas necesarias
para su cumplimiento, pudiendo disponer la tenencia compartida,
salvaguardando en todo momento el interés superior del niño, niña
o adolescente. OCTAVO.- A partir de la modificatoria antes
señalada, en nuestro ordenamiento jurídico existe la posibilidad de
promover la tenencia compartida o coparentalidad de los menores,
en la cual “ambos padres, pese a vivir separados, tienen los
mismos atributos y facultades sobre los hijos, de modo tal que la
patria potestad queda incólume, es decir, ambos padres siguen
ejerciéndola (…). Los hijos viven de manera alternativa y temporal
con uno y otro progenitor, las relaciones personales se alternan con
la convivencia ordinaria en una distribución temporal variable”2. En
ese sentido, la figura jurídica de la tenencia compartida debe
entenderse de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, que resalta la importancia
de que el niño no sea separado de sus padres, sino cuando sea
estrictamente necesario para preservar su interés. NOVENO.-
Siendo ello así, se tiene que al momento de emitir la sentencia de
vista, la Sala Superior indicó en su considerando décimo que (sic)
“El sistema peruano ha optado por la tenencia de carácter
monoparental, es decir sólo uno de los progenitores puede gozar
de la misma, fijándose un régimen de visitas para el otro”, siendo
que de ello se desprende que al momento de emitir su fallo, lo hizo
negando la posibilidad de establecer si era lo mejor para el menor
que sus padres ejerzan su tenencia de forma compartida, como

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estaba dispuesto en mérito a la modificatoria antes señalada, con
lo cual se tiene que ha emitido una sentencia con infracción
normativa del artículo 81 del Código de los Niños y Adolescentes.
Sin embargo, se tiene que el Ad quem sí ha ingresado al análisis de
si era conveniente o no para el interés del menor el que su padre
continúe ejerciendo su tenencia, aspecto que resulta también
condicionante de la tenencia compartida. En ese sentido, ha
concluido que a partir de las pericias psicológicas de éste (fojas
doscientos veintitrés y quinientos trece) y de su progenitor (fojas
doscientos sesenta y seis y quinientos siete), se evidencia que el
menor presenta un apego a la figura paterna, pero con falta de
estabilidad emocional por una inadecuada estimulación afectiva.
Asimismo, siendo que la tenencia compartida presupone la
separación de hecho de los padres del menor, se hace necesario
para concederla que entre éstos exista -o sea probable- una
relación de colaboración y coordinación constante, toda vez que
sólo con ello puede garantizarse que puedan compartir
armoniosamente el cuidado del menor, los gastos de su sustento y
otras responsabilidades en aras de su bienestar. Si dicha
colaboración no es posible por la conducta negativa o
confrontacional de uno de los padres, no puede establecerse una
tenencia compartida, por tratarse de una situación interpersonal
conflictiva, que pondría en mayor riesgo la integridad emocional y
física del menor por el actuar irresponsable de sus padres. Al
tenerse de autos que la conducta reiterativa del padre del menor ha
sido la de privarlo deliberadamente del contacto con su madre
-como se tiene de su renuencia a cumplir el mandato judicial de
entregar al menor, así como de su poca colaboración para informar
en un primer momento en qué institución educativa seguía
estudios-, habiéndose incluso encontrado indicios de alienación
parental en perjuicio de aquélla, este Supremo Tribunal considera
que no resulta posible conceder la tenencia compartida a favor de
ambos padres, por lo que la evidente inaplicación del artículo 81
del Código de los Niños y Adolescentes en que se ha incurrido al
expedir la recurrida, si bien afecta su motivación, no es casable por
ajustarse su parte resolutiva a derecho, como lo dispone el artículo
397 del Código Procesal Civil. DÉCIMO.- En cuanto a la infracción
normativa del artículo 84 del Código de los Niños y Adolescentes,
se tiene que a partir de la modificatoria introducida por la Ley
número 29269, en adelante, se tiene que en caso de no existir
acuerdo sobre la tenencia, en cualquiera de sus modalidades, el
Juez resolverá teniendo en cuenta que el hijo deberá permanecer
con el progenitor con quien convivió mayor tiempo, siempre que le
sea favorable; que el hijo menor de tres años permanecerá con la
madre; y para el que no obtenga la tenencia o custodia del niño,
niña o adolescente debe señalarse un régimen de visitas, siendo
además que en cualquiera de los supuestos, el Juez priorizará el
otorgamiento de la tenencia o custodia a quien mejor garantice el
derecho del niño, niña o adolescente a mantener contacto con el
otro progenitor. Siendo así, se tiene que no se aprecia tal infracción
normativa, toda vez que los criterios establecidos en dicha
disposición están sujetos a ser aplicados según el interés del
menor, por lo que al haberse establecido en autos que se encuentra
en riesgo la estabilidad emocional del menor por la conducta de su
padre, y que a su vez, resulta que su madre sí cuenta con las
condiciones necesarias para asegurar su cuidado, puede el
juzgador no seguir los criterios allí señalados como determinantes
para fijar la tenencia. Asimismo, dada la conducta del padre del
menor, señalada en el considerando anterior, resulta evidente que
no garantiza el derecho de su hijo a mantener contacto con el otro
progenitor, criterio que la referida disposición normativa también
establece como condicionante para otorgar la tenencia, debiendo
ésta por ello recaer en la demandante. DÉCIMO PRIMERO.-
Finalmente, respecto a la causal de infracción normativa admitida
excepcionalmente, de la revisión de la regulación normativa
aplicable al caso, este Supremo Tribunal aprecia que pese a que
las instancias de mérito determinaron una variación de la tenencia
del menor a favor de su madre, no aplicaron el artículo 82 del
Código de los Niños y Adolescentes, por el cual, debía ordenarse,
con la asesoría del equipo multidisciplinario, que ésta se efectúe en
forma progresiva de manera que no le produzca daño o transtorno,
lo cual resulta relevante para el caso de autos, tomando en cuenta
la edad del menor y el apego emocional que tiene con su padre,
con quien ha vivido los últimos años. Así, el extremo de la parte
resolutiva de la apelada que dispone que el menor sea entregado
en un plazo de cinco días después de notificada la sentencia,
constituye decisión que podría perjudicarlo, debiendo ser dicha
variación de forma progresiva y por períodos de alternancia,
aprovechando para su inicio el siguiente período de vacaciones
escolares del año dos mil diecisiete, a fin de no interrumpir los
estudios escolares del menor. Asimismo, dado que se ha fijado un
régimen de visitas para el demandado, quien continuará por ello en
contacto con el menor y su madre, la terapia psicológica a la que
será sometido el menor debe también ser brindada a ambos padres
a fin de lograr también en ellos estabilidad psicológica y emocional
para garantizar el fortalecimiento del vínculo afectivo con su hijo,
así como el respeto y consideración del otro progenitor, lo que se
justifica tanto por el carácter excepcional de la casación concedida,
como por el interés superior del menor. Por las consideraciones
expuestas, y de conformidad con los artículos 396 y 397 del Código
Procesal Civil, declararon FUNDADO EN PARTE el recurso de
casación interpuesto por Edison Vargas Estrada a fojas mil ciento
cuarenta y cinco; por consiguiente, CASARON PARCIALMENTE
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
la sentencia de vista de fojas mil noventa y dos, de fecha treinta de
junio de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Cusco, sólo en el extremo que confirma que el
demandado entregue al menor Giancarlo Edison Vargas Cabrera a
la demandante Elvira Erika Cabrera Huayllani, dentro del quinto día
de notificado, bajo apercibimiento de darse inicio a la ejecución
forzada de lo dispuesto en dicha resolución, y la ANULARON sólo
en ese extremo; y actuando en sede de instancia REVOCARON
PARCIALMENTE la sentencia apelada de fojas novecientos veinte,
de fecha veintiocho de enero de dos mil quince, en cuanto dispone
que el demandado Edison Vargas Estrada entregue al menor
Giancarlo Edison Vargas Cabrera a la demandante Elvira Erika
Cabrera Huayllani, dentro del quinto día de notificado, bajo
apercibimiento de darse inicio a la ejecución forzada de lo dispuesto
en dicha resolución; y REFORMANDO dicho extremo, dispusieron
que la variación de la tenencia ordenada se efectúe en forma
progresiva y con la asesoría del equipo multidisciplinario, de
manera que no le produzca daño o transtorno a dicho menor y se
lleve a cabo observando las consideraciones expuestas en esta
resolución. Asimismo, INTEGRARON la recurrida, disponiendo
que los Equipos Multidisciplinarios de las Cortes Superiores de
Justicia de Arequipa y Cusco, a través del Juzgado competente de
dichas ciudades, sometan también a terapia psicológica a la
demandante Elvira Erika Cabrera Huayllani y al demandado Edison
Vargas Estrada, en el número de sesiones que resulten necesarias,
debiéndose informar acerca de los avances obtenidos que
propenderán a lograr su estabilidad psicológica y emocional, así
como el respeto y consideración hacia el otro progenitor;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Elvira Erika Cabrera Huayllani contra Edison Vargas Estrada,
sobre Tenencia y Custodia de Menor; y los devolvieron. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA
1
Sentencia de Casación N° 4664-2010-Puno, fundamento 11.
2
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique; Tratado de Derecho de Familia, Tomo III.;
Gaceta Jurídica, Lima; 2012; p. 375.
C-1569469-52
CAS. Nº 3773-2015 CAJAMARCA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: “El conflicto
de intereses en el proceso de desalojo no contiene una naturaleza
compleja, debiendo circunscribirse la dilucidación de la pretensión
planteada a la evaluación del derecho a la restitución del bien como
a la condición de precario del que lo ocupa, sin pago de renta y sin
título para ello o cuando el que se tiene no genere ningún efecto de
protección frente al reclamante, en tal sentido la decisión debe
contener una debida justificación interna y externa y en armonía con
el precedente vinculante establecido en la Sentencia del cuarto
Pleno Casatorio Civil Casación número 21695-2011-Ucayali ”. Lima,
diecinueve de septiembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número tres mil setecientos setenta y
tres - dos mil quince en Audiencia Pública de la presente fecha y
producida la votación conforme a ley, procede a emitir la siguiente
sentencia: I.- ASUNTO: Se trata del Recurso de Casación corriente
de fojas seiscientos cuarenta y uno a seiscientos cincuenta y dos,
interpuesto por Manuela Victoria La Rosa Herrera contra la Sentencia
de Vista contenida en la resolución número veintitrés de fecha
veintidós de mayo de dos mil quince, obrante de fojas quinientos
cuarenta y dos a quinientos setenta y dos, que revocó la sentencia
apelada contenida en la resolución número quince de fecha catorce
de enero de dos mil catorce, corriente de fojas cuatrocientos treinta
a cuatrocientos treinta y siete, que declaró fundada la demanda de
Desalojo por Ocupación Precaria, y al reformar la recurrida declara
infundada la misma. II.- ANTECEDENTES DEL PROCESO: 2.1.-
Demanda El doce de septiembre de dos mil doce, según escrito
corriente de fojas diecinueve a veintidós, subsanado mediante
escrito obrante a fojas treinta y cuatro y treinta y cinco, Manuela
Victoria La Rosa Herrera interpone demanda de Desalojo por
Ocupación Precaria contra Nancy Deidamia Bustamante Urbina a
efectos que se ordene la restitución del inmueble ubicado en Jirón
Yahuarhuaca número trescientos noventa y uno, Distrito de Baños
del Inca, Cajamarca. Como fundamentos de hecho la accionante
señala lo siguiente: 1) Es propietaria del inmueble ubicado en Jirón
Yahuarhuaca número trescientos noventa y uno, Distrito Baños del
Inca, según Escritura Pública de Compraventa del veinticuatro de
abril de dos mil doce, inscrita en la Partida Electrónica número
11004329 del Registro de Propiedad Inmueble de los Registros
Públicos de Cajamarca; 2) La demandada viene ocupando el citado
inmueble como ocupante precaria, pues no tiene título alguno que
justifique su posesión; y, 3) Mediante Carta Notarial del veintiséis de
julio de dos mil doce ha solicitado a la demandada la desocupación
del inmueble, quien ha hecho caso omiso, habiendo cumplido
también con invitarla a una Audiencia de Conciliación, a la que no
asistió, por lo que se ve en la imperiosa necesidad de acudir ante el
Despacho Judicial solicitando el desalojo y restitución del bien.
Ampara la demanda en lo dispuesto por los Artículos 911° del Código
Civil y 546° inciso 4), 547°, 585° y 586° del Código Procesal Civil.
2.2.- Contestación de la demanda por parte de la demandada
Nancy Deidamia Bustamante Urbina El doce de diciembre de dos
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
mil doce, según escrito corriente de fojas cuarenta y cuatro a
cuarenta y siete, la precitada demandada solicita que la demanda
sea declarada infundada, alegando que: 1) La demandante afirma
que el veinticuatro de abril de dos mil doce adquirió el bien de Manuel
César Huamán Aguilar, quien a su vez adquirió la propiedad de
Segundo César Huamán Aguilar el veintisiete de diciembre de dos
mil once; 2) El supuesto vendedor Manuel César Huamán Aguilar
viene a ser hermano de su ex-conviviente Segundo César Huamán
Aguilar, con quien ha convivido en el inmueble sub litis hasta octubre
del año próximo pasado, encontrándose separada desde aquella
época, y además con fecha siete de febrero de dos mil doce ha
iniciado demanda sobre Reconocimiento de Unión de Hecho ante el
Juzgado Mixto del Distrito de Baños del Inca, expediente número
10-2012, a fin que se le reconozcan sus derechos en razón de haber
mantenido relaciones convivenciales por más de veinticinco años
(abril de mil novecientos ochenta y seis hasta octubre de dos mil
once aproximadamente), y se encuentra expedita para emitirse
sentencia; y, 3) en tal sentido su ex-conviviente Segundo César
Huamán Aguilar no tenía derecho absoluto sobre el bien hoy materia
de litis, por lo que no podía realizar una compra venta a favor de su
hermano Manuel César Huamán Aguilar del cien por ciento, ya que
ella cuenta con derechos adquiridos en la medida que se presume el
carácter común de los bienes, de lo que se puede concluir que tiene
derechos patrimoniales sobre el bien sujeto a materia y que por tanto
no es precaria. 2.3.- Sentencia de Primera Instancia: Tramitada la
causa acorde con su naturaleza, el Juez de primera instancia
mediante sentencia contenida en la resolución número quince del
catorce de enero de dos mil catorce, corriente de fojas cuatrocientos
treinta a cuatrocientos treinta y siete, declaró fundada la demanda.
Considera para asumir dicha posición que: 1) Se acredita el derecho
de propiedad de la demandante Manuela Victoria La Rosa Herrera
con la Copia Certificada de la Partida Electrónica y Escritura Pública
de Compra Venta del veinticuatro de abril de dos mil doce, de las que
aparece que adquirió su derecho por venta efectuada por su anterior
propietario Manuel César Huamán Aguilar, habiendo pertenecido
anteriormente a Segundo César Huamán Aguilar, quien lo adquirió
por herencia de sus padres César Huamán Sánchez y Rosa Aguilar
Cabrera de Huamán, y con quien alega y prueba la demandada
haber tenido una relación de convivencia por más de veinticinco
años, según ha quedado establecido en el proceso de Declaración
de Unión de Hecho número 10-2012, seguido por la accionada
contra Segundo César Huamán Aguilar; 2) Se ha acreditado con la
diligencia de inspección judicial que el citado inmueble consiste en
una casa habitación, construida de material noble, de una sola
planta, y que cuenta con todos sus servicios, el mismo que la
demandada Nancy Deidamia Bustamante Urbina viene ocupándolo,
sin embargo, aunque justifica su posesión en el hecho de que fue en
dicho lugar en el que vivió con su ex-conviviente Segundo César
Huamán Aguilar y que por lo mismo tendría derechos adquiridos, lo
cierto es que no cuenta con título alguno que justifique su posesión;
3) Se acredita que el inmueble en litigio constituyó en su momento
bien propio de Segundo César Huamán Aguilar, según Escritura
Pública del dieciséis de noviembre de dos mil, al haber provenido de
herencia; y, 4) En ese contexto, no obstante la acreditación de una
unión de hecho propia, ella en absoluto genera derechos de dominio
sobre el bien, y de asumirse la hipótesis que la construcción o fábrica
encontrada en el inmueble haya sido hecha durante la convivencia,
tampoco ello constituye título que justifique la posesión de la
demandada en el inmueble, pues no por ello ésta adquiere la
condición de bien social, desde que el bien ya fue dispuesto por
persona que en el Registro aparecía como propietario exclusivo, y la
sentencia que declara la unión de hecho recaída en el proceso
número 10-2012 no convierte en copropietaria a la demandada o
poseedora con título que justifique su posesión. 2.4.- Recurso de
Apelación: El treinta de enero de dos mil catorce la demandada
Nancy Deidamia Bustamante Urbina ejercita su derecho
impugnatorio contra la precitada sentencia de primera instancia,
según Recurso corriente de fojas cuatrocientos sesenta a
cuatrocientos sesenta y dos, expresando los siguientes agravios: i)
Pese a que el A quo en el sexto considerando de la recurrida
menciona el proceso número 010-2012, seguido entre su parte y
Segundo César Huamán Aguilar, quien es vendedor primigenio,
sobre Reconocimiento de Unión de Hecho, no ha considerado que al
haberse declarado fundada en parte la demanda y la existencia de la
unión de hecho propia entre Nancy Deidamia Bustamante Urbina y
Segundo César Huamán Aguilar, desde el mes de abril de mil
novecientos ochenta y seis hasta el seis de octubre de dos mil once,
le corresponde “todo” en cuanto sea aplicable el régimen de la
sociedad de gananciales, el cual se encuentra prescrito en el Artículo
5° de la Constitución Política del Perú, por lo que le corresponde el
cincuenta por ciento de la construcción y/o edificación del predio
ubicado en el Jirón Yahuarhuaca número trescientos noventa y uno,
Distrito de Baños del Inca, el cual es hoy materia de litis, por lo que
no es poseedora precaria; y, ii) Ha iniciado en la actualidad un
proceso en contra de Segundo César Huamán Aguilar -vendedor
primigenio-, sobre liquidación de sociedad de gananciales, el cual se
encuentra en etapa de calificación. 2.5.- Sentencia de Vista: La
Sala Superior mediante resolución número veintitrés del veintidós de
mayo de dos mil quince, obrante de fojas quinientos cuarenta y dos
a quinientos setenta y dos, revocó la sentencia recurrida que declaró
fundada la demanda, y reformando la misma la declaró infundada.
Considera que: 1) En la sentencia recaída en el proceso civil número
010-2012-0-0601-JM-FC-01, sobre Declaración de Unión de Hecho,
97093
consentida en la actualidad (al consultarse el Sistema de Información
Judicial), se ha reconocido judicialmente que la hoy demandada
Nancy Deidamia Bustamante Urbina mantuvo con Segundo César
Huamán Aguilar un concubinato propio, iniciado en abril de mil
novecientos ochenta y seis hasta el seis de octubre de dos mil once
(superando los veinticinco años), sujeto al régimen de sociedad de
gananciales, lo que permite establecer que la hoy demandada es
propietaria de la edificación existente en el Jirón Yahuarhuaca
número trescientos noventa y uno, Distrito de Baños del Inca,
Provincia y Departamento de Cajamarca (conjuntamente con su ex-
concubino), al resaltar y tomar como referencia que a la fecha en que
se produce la constatación notarial la totalidad del predio se
encontraba sin construir (año dos mil) y al aparecer con posterioridad
una edificación de material noble con todos sus servicios, siendo
realizada durante la vigencia de la sociedad concubinaria Huamán-
Bustamante, por lo que le asiste el derecho a poseer o permanecer
en el disfrute del inmueble (precisa que no es aplicable la doctrina
jurisprudencial contenida en el apartado 5.51 del Cuarto Pleno
Casatorio Civil-Casación número 2195-2011-Ucayali)2; y, 2) En
evaluación de la nulidad del título de la actora al interior del proceso
de Desalojo (lo que es posible al haberse establecido como doctrina
jurisprudencial vinculante contenida en el apartado 5.33 del precitado
Pleno Casatorio) precisa que: i) el concubino de la actora, Segundo
César Huamán Aguilar, el veintisiete de diciembre de dos mil once
otorgó Escritura Pública de Compraventa a favor de su hermano
Manuel César Huamán Aguilar respecto del inmueble objeto del
actual desalojo, sin haber intervenido la hoy demandada Nancy
Deidamia Bustamante Urbina, pese a que está demostrado que
también es propietaria de la edificación y es quien la ocupa, lo que
trae consigo que ante la unilateral intervención del concubino en la
disposición de un “bien social”, en todo caso, sea por aplicación de
una u otra causal de nulidad, ese acto es nulo de manera manifiesta
(ipso iure); y, ii) por el Principio de Accesoriedad de la nulidad del
acto jurídico (también denominado principio de extensión de la
nulidad o efecto arrastre de la nulidad), de haber el “comprador”
celebrado un posterior acto jurídico, éste es también nulo, es decir,
por el efecto nulificatorio ipso iure, la pretensora carece del derecho
de propiedad; y, 3) No es de aplicación al caso concreto el Artículo
2014° del Código Civil, no obstante se puede advertir que
efectivamente hubo “mala fe” en las transferencias con el fin de
perjudicar a la concubina, despojándola de lo que también es suyo.
III.- RECURSO DE CASACIÓN: Esta Sala Suprema mediante la
resolución del veintiséis de noviembre de dos mil quince, corriente
de fojas ochenta y nueve a noventa y uno del Cuaderno de Casación,
declaró la procedencia del Recurso por Infracción Normativa Material
del Artículo 911° del Código Civil e Infracción Normativa Procesal de
los Artículos 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú y 122°
del Código Procesal Civil, así como por apartamiento inmotivado de
precedente judicial contenido en la Casación número
2195-2011-Ucayali, al sostenerse que: i) La Sala Superior sin
argumento legal distorsiona el Principio de la Buena Fe Pública
Registral prevista por los Artículos 2014° del Código Civil y VII del
Título Preliminar del Reglamento General de los Registros Públicos,
pues la recurrente no ha adquirido el inmueble submateria del
exconviviente de la demandada, sino del entonces propietario
registral Manuel César Huamán Aguilar, lo que significa que la
demandada no tenía ningún vínculo con el vendedor, por ser persona
distinta a su ex-conviviente; y, ii) La Sala Superior ha transgredido el
Principio de Congruencia al aplicar normas que no se han consignado
en los fundamentos jurídicos de la demanda, violándose lo dispuesto
por el Artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil. IV.-
ASUNTO JURÍDICO EN DEBATE: En el caso particular, la cuestión
jurídica en debate consiste en verificar si se ha vulnerado el Derecho
al Debido Proceso y el Principio de Motivación, así como si se ha
producido el apartamiento inmotivado del precedente judicial y, en
caso de no ser ello así, determinar si se ha infringido lo dispuesto por
el Artículo 911° del Código Civil. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: PRIMERO.- En el presente caso, al haberse declarado
procedente el Recurso de Casación por infracción normativa de
derecho material y procesal, corresponde absolver en primer lugar
esta última, toda vez que en caso de declararse fundada la misma la
decisión respectiva imposibilitaría el pronunciamiento sobre la
causal sustantiva, por su efecto de reenvío hasta la etapa en la que
pueda haberse cometido la infracción. SEGUNDO.- Así, de acuerdo
a lo establecido por el Artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, el derecho de toda persona a la tutela jurisdiccional
para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses es irrestricto,
debiendo sujetarse el mismo a un proceso regular. Igualmente, este
Supremo Tribunal en reiteradas ocasiones ha establecido que el
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú, como
garantía y derecho de la función jurisdiccional, fija la observancia del
debido proceso y la tutela jurisdiccional, la cual asegura que en los
procesos judiciales se respeten los procedimientos y normas de
orden público previamente establecidos, por lo que en tal sentido el
debido proceso se constituye como un derecho de amplio alcance, el
cual comprende a su vez el derecho al Juez Natural, a la defensa, a
la pluralidad de instancia, a la actividad probatoria y a la motivación
de las resoluciones judiciales, entre otros, permitiéndose con ello no
sólo la revisión de la aplicación del derecho objetivo desde una
dimensión estrictamente formal, referida al cumplimiento de actos
procesales o la afectación de normas del procedimiento, sino
también analizarlo desde su dimensión sustancial, lo que se ha
identificado como la verificación del debido proceso procesal y

97094 CASACIÓN
material, razón por la cual es posible revisar en sede de casación la
motivación adecuada de las resoluciones judiciales, por cuanto sólo
de este modo se podrá prevenir la ilegalidad y/o arbitrariedad de las
mismas4. Además, el deber de motivación de las resoluciones
judiciales, consagrado como principio en el Artículo 139° inciso 5) de
la Constitución Política del Perú, impone a los Jueces cualquiera que
sea la instancia a la que pertenezcan, que expresen el proceso
mental que los ha llevado a decidir una controversia, asegurando
que el ejercicio de impartir justicia se haga con sujeción a la Carta
Fundamental y a la Ley, por lo que en ese contexto habrá motivación
adecuada siempre que la resolución contenga la expresión ordenada
de los fundamentos jurídicos y fácticos que sustentan la decisión,
responda a la ley y a lo que fluye de los actuados y evidencie una
correspondencia lógica entre lo pedido y lo resuelto, de tal modo que
la resolución por sí misma exprese una justificación suficiente de lo
que se decide u ordena, de todo lo cual resulta que si se infringe
alguno de estos aspectos sustanciales de la motivación se incurrirá
en causal de nulidad, contemplada en el Artículo 122° segundo
párrafo del Código Procesal Civil, concordante con el Artículo 171°
del Código acotado. TERCERO.- Igualmente, el Derecho a la Debida
Motivación de las Resoluciones Judiciales ha sido precisado en la
Sentencia dictada por el Tribunal Constitucional el trece de octubre
de dos mil ocho, recaída en el expediente número 00728-2008-PHC/
TC, conforme a una sentencia anterior dictada en el expediente
número 1480-2006-AA/TC: “(…) el derecho a la debida motivación
de las resoluciones importa que los jueces, al resolver las causas,
expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a
tomar una determinada decisión. Esas razones (...) deben provenir
no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de
los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del
proceso. Sin embargo, la tutela del derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales no debe ni puede servir de pretexto para
someter a un nuevo examen las cuestiones de fondo ya decididas
por los jueces ordinarios. En tal sentido (...) el análisis de si en una
determinada resolución judicial se ha violado o no el derecho a la
debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a
partir de los propios fundamentos expuestos en la resolución
cuestionada, de modo que las demás piezas procesales o medios
probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para
contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una
nueva evaluación o análisis (…)”. El derecho a la debida motivación
de las resoluciones judiciales es, entonces, una garantía del
justiciable frente a la arbitrariedad judicial y asegura que las
resoluciones no se encuentran justificadas en el mero capricho de
los Magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el
ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso. Sin embargo, no
todo ni cualquier error en el que eventualmente incurra una
resolución judicial constituye automáticamente la violación del
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la motivación
de las resoluciones judiciales. Así, en el expediente número 3943-
2006-PA/TC y antes en el voto singular de los Magistrados Gonzáles
Ojeda y Alva Orlandini (expediente número 1744-2005-PA/TC), el
máximo intérprete de la Carta Fundamental ha precisado que el
contenido constitucionalmente garantizado de este derecho queda
delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos: a) Inexistencia
de motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación interna
del razonamiento; c) Deficiencias en la motivación externa;
justificación de las premisas; d) La motivación insuficiente; e) La
motivación sustancialmente incongruente; y, f) Motivaciones
cualificadas. En atención a ello, la Corte Suprema de Justicia de la
República ha señalado que: “La motivación de la decisión judicial es
una exigencia constitucional; por consiguiente, el Juzgador para
motivar la decisión que toma debe justificarla, interna y externamente,
expresando una argumentación clara, precisa y convincente para
mostrar que aquella decisión es objetiva y materialmente justa, y por
tanto, deseable social y moralmente”5. La primera (justificación
interna) consiste en verificar que el paso de las premisas a la
conclusión es lógicamente -deductivamente- válido, sin que interese
la validez de las propias premisas. La segunda (justificación externa)
consiste en controlar la adecuación o solidez de las premisas, lo que
supone que la(s) normas(s) contenida(s) en la premisa normativa
sea(n) normas(s) aplicables(s) en el ordenamiento jurídico y que la
premisa fáctica sea la expresión de una proposición verdadera6.
CUARTO.- De otro lado, siendo la motivación un instrumento de
comunicación, cumple funciones tanto endoprocesales como
extraprocesales. En el primer caso, la motivación permite a las
partes controlar el significado de la decisión, pero también permite al
Juez que elabora la sentencia percatarse de sus yerros y precisar
conceptos, esto es, facilita la crítica interna y el control posterior de
las instancias revisoras7. En el segundo supuesto, se posibilita el
control democrático de los Jueces, que obliga, entre otros, a la
publicación de la sentencia, a la inteligibilidad de la decisión y a la
autosuficiencia de la misma8. Por ello, los destinatarios de la decisión
no son solo las partes, sino también la sociedad, en tanto el poder
jurisdiccional debe rendir cuenta a la fuente de la que deriva su
investidura9. QUINTO.- Asimismo, en virtud al Principio de
Congruencia contemplado en el Artículo VII del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, el Juez está obligado a dictar sus resoluciones
de acuerdo al sentido y alcances de las peticiones formuladas por las
partes, por lo que en ese orden de ideas, en el caso del Recurso de
Apelación, corresponde al órgano jurisdiccional Superior resolver en
función de los agravios y errores de hecho y de derecho en los que
se sustenta la pretensión impugnatoria expuesta por el apelante,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
siendo la única limitación lo que afecte al que interpuso el Recurso,
conforme al aforismo tantum apellatum quantum devolutum y a lo
regulado por el Artículo 364° del acotado Código. Es oportuno
destacar que el Principio de Congruencia Procesal es un precepto
rector de la actividad procesal, por el cual en toda resolución judicial
debe existir conformidad o concordancia entre el pedido formulado
por cualquiera de las partes y la decisión que el Juez estime sobre él.
Dicho principio es transcendente en el proceso, entre otros aspectos,
porque la sentencia judicial tiene que respetar los límites de la
pretensión. SEXTO.- En el caso de autos, la Sentencia de Vista
revoca la sentencia de primera instancia que declaró fundada la
demanda, y al reformar la recurrida declara infundada la incoada, al
determinar la Sala Superior que la demandada es propietaria de las
construcciones y que la pretensora carece del derecho de propiedad,
por haberse establecido la nulidad manifiesta del acto jurídico
consistente en la Escritura Pública de Compraventa del veintisiete de
diciembre de dos mil once, celebrada por Segundo César Huamán
Aguilar a favor de su hermano Manuel César Huamán Aguilar, así
como también la nulidad por el Principio de Accesoriedad “(también
denominado principio de extensión de la nulidad o efecto arrastre de
la nulidad)” la Escritura Pública de Compraventa del veinticuatro de
abril de dos mil doce10, atendiendo a lo dispuesto en la Sentencia del
Cuarto Pleno Casatorio Civil-Casación número 2195-2011-Ucayali11,
así como la existencia de mala fe en las transferencias. SÉPTIMO.-
Sobre ello, y lo expresado en el considerando tercero precedente,
este Supremo Tribunal verificará si la Sentencia de Vista se
encuentra justificada interna y externamente y si ha respetado las
reglas de la motivación. En cuanto a la justificación interna, el orden
lógico propuesto por la Sala Superior ha sido el siguiente: i) Premisa
normativa: Artículo 4° de la Constitución Política del Perú, protección
de la concubina ocupante y su hijo, por aplicación de una u otra
causal de nulidad: a) Artículo 219º inciso 1) del Código Civil o la
contravención al orden público que genera un supuesto de nulidad
virtual (Artículo 315º del Código Civil); b) Artículo 219° inciso 8,
concordante con el Artículo V del Título Preliminar del Código Civil);
c) causal de ineficacia en sentido estricto (o ineficacia en rigor); d)
Principio de accesoriedad de la nulidad del acto jurídico; ii) Primera
premisa fáctica: la concubina hoy demandada es propietaria de las
construcciones; iii) Segunda premisa fáctica: Segundo César
Huamán Aguilar otorgó Escritura Pública el veintisiete de diciembre
de dos mil once a favor de su hermano Manuel César Huamán
Aguilar, sin intervención de la demandada Nancy Deidamia
Bustamante Urbina; iv) Tercera premisa fáctica: si el hermano
comprador nada pudo adquirir (Manuel César Huamán Aguilar),
tampoco nada pudo transmitir al momento en que interviene como
“vendedor” en la Escritura Pública de Compraventa del veinticuatro
de abril de dos mil doce a favor de la ahora demandante Manuela
Victoria La Rosa Herrera; v) Cuarta premisa fáctica: el primer acto
jurídico –concubino y hermano comprador- es nulo de manera
manifiesta (ipso iure), así como también nulo el segundo acto jurídico
-hermano vendedor y demandante Manuela Victoria La Rosa
Herrera- y hubo mala fe en las transferencias; vi) Primera
conclusión: La demandante carece del Derecho de Propiedad; y,
vii) Segunda conclusión: Le asiste a la accionada el derecho a
poseer o permanecer en el disfrute del inmueble. OCTAVO.- En
dicho contexto, se desprende que la deducción lógica de la Sala de
revisión no es compatible formalmente con la conclusión, pues el
silogismo empleado no permite advertir que la conclusión se
deduzca de las premisas normativas y fácticas, por cuanto en el
presente proceso de Desalojo no se ha declarado la nulidad de las
transferencias contenidas en las Escrituras Públicas de Compraventa
del veintisiete de diciembre de dos mil once (Manuel César Huamán
Aguilar a favor de Segundo César Huamán Aguilar) y del veinticuatro
de abril de dos mil doce (Segundo César Huamán Aguilar a favor de
la ahora demandante Manuela Victoria La Rosa Herrera), por cuanto
ello corresponde al Juez en el que se discuta tal situación conforme
a lo precisado en el punto 5612 del Cuarto Pleno Casatorio Civil, así
como también en lo glosado en el punto 5813 del precitado Pleno
Casatorio, por lo que la Sentencia de Vista al concluir que la
demandante carece del derecho de propiedad no presenta una
justificación interna, sin que además se observe que justifique las
razones por las que se evidenciaría la nulidad manifiesta de las
transferencias de Segundo César Huamán Aguilar a favor de su
hermano Manuel César Huamán Aguilar, y de éste a favor de la hoy
demandante, en la medida que no explica cómo llega a dichas
conclusiones, más todavía si la actora sostiene haber adquirido el
bien de Manuel César Huamán Aguilar y la demandada tener
derechos patrimoniales sobre ese bien, debido a que su ex
conviviente Segundo César Huamán Aguilar no podía vender la
totalidad del inmueble a favor de su hermano, al presumirse el
carácter común de los derechos adquiridos sobre las construcciones.
NOVENO.- En tal sentido, a la luz de las afirmaciones expuestas por
las partes, correspondía se analice si Manuel César Huamán Aguilar,
primer comprador (a la fecha de suscripción de la Escritura Pública
de Compraventa del veintisiete de diciembre de dos mil once), y la
demandante Manuela Victoria La Rosa Herrera, segunda
compradora (a la fecha de suscripción de la Escritura Pública de
Compraventa del veinticuatro de abril de dos mil doce), conocían del
presunto carácter social de las construcciones, esto es que el
vendedor primigenio Segundo César Huamán Aguilar no era el único
propietario de las construcciones (por cuanto la Sala Superior toma
como referencia que a la fecha en que se produce la constatación
notarial la totalidad del predio -año dos mil- se encontraba sin
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
construir, y que al parecer con posterioridad surge una edificación de
material noble con todos sus servicios, realizada durante la vigencia
de la sociedad concubinaria Huamán-Bustamante, según sentencia
firme que establece el fenecimiento de la unión de hecho el seis de
octubre de dos mil once), cuestión esencial omitida por la Sala
Superior y que afecta el levantamiento de una tesis fáctica y jurídica
acorde a lo previsto por los Artículos 2013° (Principio de Legitimación)
y 2014° (Principio de Fe Registral) del Código Civil, que debe ser
analizada y explicada sobre la base del debate probatorio respectivo,
todo ello para establecer con suficiencia en la parte considerativa si
los títulos adolecen o no de nulidad y, sobre todo, si ésta es
manifiesta, como lo exige y señala el Pleno Casatorio mencionado.
DÉCIMO.- En lo que concierne a la justificación externa, este
Tribunal Supremo observa, por un lado, que la parte demandante
señala ser propietaria del inmueble materia de desalojo al haberlo
adquirido de Manuel César Huamán Aguilar por Escritura Pública de
Compraventa del veinticuatro de abril de dos mil diez, inscrita en la
Partida número 11004329 del Registro de Propiedad Inmueble de
Cajamarca, y, por otro lado, que la parte demandada sostiene que
cuenta con título que justifica su posesión al ser propietaria de la
edificación realizada con su ex conviviente Segundo César Huamán
Aguilar. Al respecto, la Sala Superior concluye que la actora carece
del derecho de propiedad (lo que no se deduce de las premisas
normativas y fácticas, con la suficiencia ya anotada), y que la
concubina hoy accionada es propietaria de las construcciones, lo
que no puede ser objeto en un proceso de desalojo dado su carácter
sumario, todo lo cual evidencia, en conjunto, una falencia
motivacional que debe ser subsanada por la Sala revisora y que da
mérito para anular la decisión impugnada, en aplicación del Artículo
171° del Código Procesal Civil y al apreciarse un apartamiento
inmotivado de los alcances del precedente judicial contenido en el
acápite 5.314 de la Sentencia del Cuarto Pleno Casatorio Civil-
Casación número 2195-2011-Ucayali. DÉCIMO PRIMERO.- En esa
misma línea de análisis, no debe perderse de vista que la acción
restitutoria de la posesión ha sido promovida por Manuela Victoria La
Rosa Herrera, quien conforme a lo estipulado por el Artículo 979° del
Código Civil está facultada para ejercitar las acciones de
reivindicación y de defensa de la posesión, y que en este caso
específico el conflicto de intereses no contiene una naturaleza
compleja, debiendo circunscribirse la dilucidación de la pretensión
planteada a la evaluación del derecho a la restitución del bien como
a la condición de precario del que lo ocupa, sin pago de renta y sin
título para ello o cuando el que se tiene no genere ningún efecto de
protección frente al reclamante, conforme a la interpretación
sistemática de los Artículos 911° del Código Civil y 585° y 586° del
Código Procesal Civil y en armonía con el precedente vinculante
establecido en el acápite 5.515 de la tantas veces mencionada
Sentencia del Cuarto Pleno Casatorio Civil. DÉCIMO SEGUNDO.-
En consecuencia, al haberse configurado la infracción normativa
procesal, carece de objeto emitir pronunciamiento respecto a la
infracción normativa material, por lo que de acuerdo a lo razonado en
los considerandos precedentes y a lo previsto por el Artículo 396°
inciso 1) del Código Procesal Civil, corresponde declarar la nulidad
de la Sentencia de Vista impugnada y ordenar a la Sala Superior
expida nueva resolución. Por tales razones, declararon: FUNDADO
el Recurso de Casación interpuesto por Manuela Victoria La Rosa
Herrera y en consecuencia CASARON la Sentencia de Vista
contenida en la resolución número veintitrés de fecha veintidós de
mayo de dos mil quince, obrante de fojas quinientos cuarenta y dos
a quinientos setenta y dos; ORDENARON a la Sala Superior expida
nueva resolución atendiendo a las consideraciones expuestas en la
presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Manuela Victoria La Rosa Herrera con Nancy
Deidamia Bustamante Urbina sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
5.5 Cuando el demandado afirme haber realizado edificaciones o
modificaciones sobre el predio materia de desalojo -sea de buena o mala
fe-, no justifica que se declare la improcedencia, bajo el sustento de que
previamente deben ser discutidos dichos derechos en otro proceso. Por el
contrario, lo único que debe verificarse es si el demandante tiene derecho o
no a disfrutar de la posesión que invoca, dejándose a salvo el derecho del
demandado a reclamar en otro proceso lo que considere pertinente.
2
“(…), en razón a que: (i) El apartado 5.5 no recoge la hipótesis en la que
se celebra una compraventa nula en donde la edificación resulta también
de propiedad de la concubina (o eventualmente del cónyuge). En tal caso
se entiende que la edificación es producto del consentimiento y activa
participación del concubino varón –propietario del lote–, muy diferente
a la ratio decidendi que emana de la doctrina jurisprudencial del pleno
casatorio, donde la edificación de buena o mala fe no es efectuada por
el propietario del lote, quien por el contrario inicia el proceso de desalojo
para reclamar su devolución y el demandado le opone la edificación”. (ii) No
existe necesidad de discutir en otro proceso –posterior– el derecho que le
asiste a la demandada, puesto que el derecho a su favor resulta con absoluta
contundencia y claridad del proceso de declaración judicial de unión de
hecho, culminado antes que el proceso de desalojo; por ende, en atención al
artículo 4° de la Constitución Política del Estado, merece especial protección
la concubina ocupante y su hijo, al ser parte de la familia que siempre ocupó
el inmueble y que constituye su casa-habitación. (iii) Se ha logrado verificar
que la ‘demandante’ no tiene derecho a disfrutar de la posesión que invoca,
97095
por carecer del derecho de propiedad” (el sombreado es nuestro).
3
“5.3 Si en el trámite de un proceso de desalojo, el Juez advierte la invalidez
absoluta y evidente del título posesorio, conforme lo prevé el artículo 220°
del Código Civil, sólo analizará dicha situación en la parte considerativa de
la sentencia –sobre la nulidad manifiesta del negocio jurídico, y declarará
fundada o infundada la demanda únicamente sobre el desalojo, dependiendo
de cuál de los títulos presentados por las partes es el que adolece de nulidad
manifiesta”.
4
El Tribunal Constitucional nacional en la sentencia recaída en el expediente
Nº 2508-2004-AA del 12 de diciembre de 2004, fundamento jurídico 1, ha
precisado que: “El debido proceso está concebido como el cumplimiento
de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los procedimientos,
incluidos los administrativos, a fin de que las personas estén en condiciones
de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado
que pueda afectarlos (…)”.
5
Primer Pleno Casatorio Civil, Casación Nº 1465-2007-CAJAMARCA,
publicado en diario oficial “El Peruano”, Separata Especial, 21 de abril
de 2009, página 22013 y en el mismo sentido la Sentencia del Tribunal
Constitucional recaída en el expediente Nº 00037-2012-PA/TC, fundamento
35.
6
Moreso, Juan José y Vilajosana, Josep María. Introducción a la Teoría del
Derecho. Madrid, Marcial Pons Editores, página 184.
7
Aliste Santos, Tomas Javier. La motivación de las resoluciones judiciales.
Marcial Pons. Madrid-Barcelona-Buenos Aires, páginas 157-158. Guzmán,
Leandro. Derecho a una sentencia motivada. Editorial Astrea, Buenos Aires-
Bogotá 2013, páginas 189-190.
8
Igartua Salaverría, Juan. El razonamiento en las resoluciones judiciales.
Palestra-Temis, Lima-Bogotá 2014, página15. Aliste Santos, Tomas, La
motivación de las resoluciones judiciales. Marcial Pons. Madrid-Barcelona-
Buenos Aires, páginas 158-159.
9
La motivación de la sentencia civil. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación. México 2006, páginas 309-310.
10
“En todo caso, sea por aplicación de una u otra causal de nulidad, por
estar demostrado que la concubina no intervino en la compraventa del
27 de diciembre del 2011 (ver ficha registral de fojas 09), celebrada entre
ambos hermanos –concubino y hermano–, este acto es nulo de manera
manifiesta (ipso iure); es decir, atendiendo a la naturaleza retroactiva de la
nulidad, nada pudo adquirir quien aparece como comprador. Asimismo, por el
principio de accesoriedad de la nulidad del acto jurídico (también denominado
principio de extensión de la nulidad o efecto arrastre de la nulidad), de haber
el “comprador” celebrado un posterior acto jurídico, éste es también nulo.
(…)”
11
“5.3 Si en el trámite de un proceso de desalojo, el Juez advierte la invalidez
absoluta y evidente del título posesorio, conforme lo prevé el artículo 220°
del Código Civil, sólo analizará dicha situación en la parte considerativa de
la sentencia –sobre la nulidad manifiesta del negocio jurídico, y declarará
fundada o infundada la demanda únicamente sobre el desalojo, dependiendo
de cuál de los títulos presentados por las partes es el que adolece de nulidad
manifiesta”.
12
“(…) pero sin que el juez del desalojo se encuentre autorizado para declarar
la invalidez, nulidad, ineficacia, etc. de dicho acto jurídico, por cuanto ello
corresponde al juez donde se discuta tal situación”.
13
“(…), dado que para la protección del derecho en análisis la controversia
debe circunscribirse sustancialmente a la alegación y probanza del derecho
al disfrute de la posesión inmediata, independientemente de la determinación
de la propiedad o de la validez o vigencia (en si) del título con el cual se
defiende el disfrute de dicho derecho, lo cual será materia de análisis y
decisión en los otros procesos pertinentes, los cuales, a pesar de alegarse
mantener conexión con el derecho al disfrute del derecho da poseer, para su
satisfacción se exige la acreditación de supuestos diferentes (…)”, en algunos
casos mas complejos de tutelarse y de allí la existencia del cumplimiento de
Bias procedimentales más amplias”.
14
Idem 11.
15
“5.5 Cuando el demandado afirme haber realizado edificaciones o
modificaciones sobre el predio materia de desalojo –sea de buena o mala
fe- no justifica que se declare la improcedente de la demanda, bajo el
sustento de que previamente deben ser discutidos dichos derechos en otro
proceso. Por el contrario, lo único que debe verificarse es si el demandante
tiene derecho o no a disfrutar de la posesión que invoca, dejándose a salvo
el derecho del demandado a reclamar en otro proceso lo que considere
pertinente”
C-1569469-53
CAS. Nº 3882-2015 CUSCO
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
SUMILLA: Se advierte que al fijar el monto indemnizatorio, el Ad
quem no ha tenido en cuenta la alegación del demandante, en el
sentido que con fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro, al
separarse de hecho de la demandada celebraron una Escritura
Pública de Sustitución de Régimen de Gananciales y Adjudicación
de Bienes, en virtud de la cual se le adjudicó el cincuenta por ciento
(50%) de los derechos y acciones que pertenecían al demandante,
respecto del inmueble número E-6-8 de la Urbanización Larapa
Grande del Distrito de San Jerónimo, Provincia del Cusco, llegando
dicha demandada a ser propietaria única del inmueble en mención,
el cual inclusive fue enajenado. Es decir, ha omitido tomar en
cuenta dicho hecho (alegado por el demandante en su demanda),
para efectos de fijar el monto indemnizatorio en mención,
vulnerando el Principio de Congruencia, así como el principio fijado
por el mismo Ad quem en la recurrida, en el sentido que el monto a
fijarse debe ser equitativo y razonable. Lima, veintiuno de setiembre
de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA

97096 CASACIÓN
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número tres mil ochocientos ochenta y dos - dos mil quince,
en Audiencia Pública de la fecha, y producidos el debate y votación
correspondientes, emite la presente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto por
Rubén Paredes Sarmiento a fojas cuatrocientos cincuenta y ocho,
contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos cuarenta y seis,
de fecha seis de agosto de dos mil quince, emitida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Cusco; que confirma la
sentencia apelada de fojas trescientos cuarenta y siete, de fecha
siete de octubre de dos mil cuatro (debe decir dos mil catorce), que
declara fundada en parte la demanda; y revoca el extremo de la
sentencia por el que se reduce la pensión alimenticia fijada en el
Proceso Civil número 187-2004, del treinta al diez por ciento del
haber del demandado; y reformándola, dispone el mantenimiento
del porcentaje originariamente fijado en dicho proceso; la revoca
en el extremo en que se fijó por concepto de indemnización a la
demandada la suma de cinco mil soles (S/5,000.00); y reformándola,
incrementa dicha suma a treinta mil soles (S/30,000.00), que el
recurrente debe pagar a la demandada; en los seguidos por Rubén
Paredes Sarmiento contra Ruth Navarro Arredondo y otro, sobre
Divorcio por Causal de Separación de Hecho. FUNDAMENTOS
DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante la Resolución de
fojas treinta del presente cuadernillo, de fecha once de diciembre
de dos mil quince, ha estimado procedente el recurso de casación
referido por la causal de infracción normativa de derecho procesal.
El recurrente denuncia lo siguiente: Infracción del artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, alegando que la
sentencia impugnada no está debidamente motivada al señalar
que el demandante tiene otros ingresos económicos, cuando sólo
percibe ingresos de la empresa Electro Sur Este Sociedad Anónima
Abierta - Cusco; señala que ha celebrado ante la Notaria Antonieta
Ocampo de la Haza, la Escritura Pública de Sustitución de Régimen
Patrimonial del Matrimonio, Liquidación de Gananciales y
Adjudicación de Bienes, que obra a fojas treinta y seis; como pago
adelantado por indemnización le adjudicó a la demandada el
cincuenta por ciento (50%) de los derechos y acciones que le
corresponden, valorizados en veintiún mil setenta y tres dólares
americanos con cincuenta centavos (US$21,073.50), respecto del
inmueble número E-6-8, ubicado en la Urbanización Larapa
Grande, del Distrito de San Jerónimo, Provincia de Cusco;
resultando en consecuencia, propietaria única y exclusiva del bien
inmueble, el mismo que fue enajenado por la demandada por la
suma de ciento treinta y tres mil soles (S/133,000.00), conforme se
tiene de la copia certificada de la Superintendencia Nacional de los
Registros Públicos – SUNARP; de fojas veintiuno; por lo que es
falso que la demandada hubiere quedado en una situación
económica precaria, tal como lo señala el Ad quem; y que además
ha pagado la suma de cinco mil soles (S/5,000.00) por concepto de
indemnización a favor de la demandada. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Previamente a la absolución del recurso de casación
sub examine es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido
en el presente proceso. En tal sentido, se advierte que a fojas
cuarenta y uno, Rubén Paredes Sarmiento interpone demanda de
Divorcio por Causal de Separación de Hecho, solicitando que se
disuelva el vínculo matrimonial que celebró con Ruth Navarro
Arredondo. Como fundamentos de su demanda sostiene que
contrajo matrimonio el dieciséis de diciembre de mil novecientos
ochenta y nueve, con la demandada Ruth Navarro Arredondo,
dentro de cuya unión no han procreado hijos. Que, luego de
celebrado el matrimonio, han vivido un breve tiempo en armonía,
pero la diferencia de edades entre ambos ha mermado la relación,
además por la naturaleza del trabajo del demandante, tenía que
realizar viajes fuera de la ciudad, y conforme pasaba el tiempo
surgió una grave incomprensión entre ambos, razón por la cual, por
mutuo acuerdo se han separado en forma definitiva desde el
diecisiete de noviembre de dos mil cuatro, es decir, durante un
período mayor de seis años. Es así, que para mantener la paz y
tranquilidad y evitar hechos de violencia familiar, decidieron
conjuntamente con la hoy demandada, formalizar dicha separación
suscribiendo una Escritura Pública de Sustitución de Régimen de
Gananciales y Adjudicación de Bienes, ante la Notaria Antonieta
Ocampo de la Haza, pero a pesar de haber realizado dicho
documento, la demandada se niega a presentar la demanda
acordada sobre Separación Convencional y Divorcio Ulterior. La
demandada ha vendido el terreno cedido a su nombre, así como
también inició un proceso de Alimentos a su persona, el mismo que
se viene cumpliendo con el pago de la suma establecida.
SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su naturaleza, el A quo,
mediante sentencia de fojas trescientos cuarenta y siete, de fecha
siete de octubre de dos mil cuatro (debe decir dos mil catorce),
declara fundada en parte la demanda. En consecuencia, declara
disuelto el vínculo matrimonial existente entre Rubén Paredes
Sarmiento y Ruth Navarro Arredondo. Respecto a los alimentos, el
demandante deberá seguir asistiendo a la demandada con una
pensión alimenticia, la que deberá ser reducida a un diez por ciento
(10%) de los ingresos brutos que percibe el obligado como
trabajador de la empresa Electro Sur Este Sociedad Anónima. El
recurrente deberá seguir asistiendo a la demandada con el seguro
de salud, pero únicamente por un período de dos años más,
considerando el grave estado de salud que ostenta ésta. Sin
régimen de patria potestad al no existir hijos procreados dentro de
la unión matrimonial. En cuanto a la sociedad de gananciales,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
estése a los términos de la Escritura Pública de Sustitución de
Régimen Patrimonial del Matrimonio, Liquidación de Sociedad de
Gananciales y Adjudicación de Bienes. Dispone que el recurrente
indemnice a la demandada por ser la cónyuge más perjudicada con
la separación de hecho, con la suma de cinco mil soles (S/5,000.00).
Como fundamentos de su decisión sostiene que la existencia del
vínculo matrimonial entre el recurrente y la demandada se acredita
con la partida de matrimonio que obra a fojas cuarenta, de donde
fluye que éstos contrajeron matrimonio el dieciséis de diciembre de
mil novecientos ochenta y nueve, en la Municipalidad Distrital de
Wanchaq, Provincia y Departamento del Cusco; y que, no han
procreado descendencia en común, según expresan ambas partes.
Para el supuesto de autos y estando a que los cónyuges en este
caso no han llegado a tener descendencia alguna, el plazo exigible
es el previsto en la primera parte del inciso 12 del artículo 333 del
Código Civil, es decir, de dos años ininterrumpidos. En esa línea se
aprecia que: I) Los documentos identificatorios de fojas dos a
ochenta, de los que se observa que ambos cónyuges efectivamente
consignan direcciones domiciliarias distintas, no obstante tener la
condición de casados: (Rubén Paredes Sarmiento: Urbanización
Tio B-3-8 y Ruth Navarro Arredondo: Zaguán del Cielo B-16); II) La
demandada Ruth Navarro Arredondo en su escrito de contestación
de la demanda, acepta que por las fricciones surgidas entre ambos,
decidieron separarse (punto 1 de los fundamentos de hecho,
escrito de fojas ochenta y cinco); III) La copia certificada del parte
notarial de la Escritura Pública de Sustitución de Régimen
Patrimonial del Matrimonio, Liquidación de Gananciales y
Adjudicación de Bienes, que corre a fojas treinta y seis otorgada
por las partes, dan cuenta de manera cierta y veraz de lo
manifestado por ambas partes, de su voluntad de separarse,
estableciendo así la fecha de separación de los mismos, según la
Escritura Pública de fecha diecisiete de noviembre de dos mil
cuatro. Del análisis efectuado hasta aquí se establecen los
siguientes hechos: A) Que, los justiciables Rubén Paredes
Sarmiento y Ruth Navarro Arredondo están separados de hecho
aproximadamente desde hace más de seis años atrás, tomando
como referencia la fecha de interposición de la demanda y sobre
todo lo expresado por ambas partes, así como los elementos de
juicio aportados, que han sido apreciados en su conjunto; B) Que,
actualmente existe el Proceso de Alimentos número 187-2004,
instado por la demandada en este caso contra el recurrente Rubén
Paredes Sarmiento, donde se ha asignado como pensión
alimenticia el treinta por ciento (30%) de las remuneraciones que
percibe el demandado como trabajador de Electro Sur Este
Sociedad Anónima, como se ve de las copias que corren a fojas
tres y siguientes, mandato que se viene cumpliendo mediante
descuentos, como se ve de las boletas de pago que corren de fojas
tres a nueve; quedando demostrado que el demandante en este
caso se encuentra al día en el pago de dicho concepto. En cuanto
corresponde a la determinación de la patria potestad, tenencia,
alimentos y separación de gananciales; estando acreditada la
causal de divorcio por separación de hecho, es de aplicación lo
dispuesto en el artículo 345 del Código Civil: I.- Respecto a la patria
potestad, tenencia y régimen de visitas, no amerita pronunciamiento
alguno, toda vez que ambos cónyuges no procrearon hijos; II.-
Respecto a la separación de gananciales; ya ha sido determinado
por la Escritura Pública de fojas treinta y seis, otorgada por ambos
cónyuges mediante la cual realizaron la separación de los bienes
de la sociedad conyugal; III.- Con relación a la pensión alimenticia,
es oportuno señalar que el derecho a alimentos, es un derecho
humano fundamental de atención prioritaria, que se encuentra
estrechamente ligado a la subsistencia y desarrollo de la persona,
por ello goza de protección, no sólo en la legislación nacional, sino
en tratados internacionales. Asimismo, la finalidad del otorgamiento
de una pensión alimenticia se sustenta en el deber constitucional
de asistencia familiar; sin embargo, su otorgamiento está
estrechamente ligado a las necesidades de quien la solicita y las
posibilidades del que debe brindarla; en el caso de autos, el estado
de necesidad de la demandada está demostrado con el informe
anátomo patológico que corre de fojas ochenta y dos a ochenta y
cuatro de donde se desprende que se encuentra delicada de salud,
diagnosticada con un cáncer de mama, por lo que su estado frágil,
al encontrarse constantemente sometida a quimioterapias, por
humanidad amerita que el demandante en aplicación extensiva del
artículo 350 del Código Civil tenga que seguir asistiendo a la
demandada con una pensión alimenticia que le permita la
supervivencia, pensión que debe ser reducida al diez por ciento
(10%) de los ingresos brutos que percibe el obligado como
trabajador de la empresa Electro Sur Este Sociedad Anónima,
incluidas gratificaciones, aguinaldos y demás beneficios que se le
otorgue, en forma de descuentos por planilla, modificando lo
dispuesto dentro del Proceso número 184-2004, seguido ante el
Juzgado de Paz Letrado de San Jerónimo, en el que se fijó como
pensión alimenticia a favor de la demandada el treinta por ciento
(30%) de los ingresos que percibe el demandante. Asimismo,
amerita que el recurrente siga asistiendo a la demandada con el
seguro de salud, considerando el grave estado de salud que
ostenta la demandada, lo oneroso que resulta obtener los
medicamentos que le prescriben, así como las quimioterapias que
recibe, conforme la misma demandada lo ha señalado, y máxime
que ella cuenta con una ínfima remuneración. Sobre la
indemnización por separación de hecho, los Jueces de Familia
deben observar lo establecido por la Corte Suprema de Justicia de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
la República en la sentencia dictada en el Tercer Pleno Casatorio
Civil, Casación número 4664- 2010-Puno, respecto a que el
segundo párrafo del artículo 345-A del Código Civil, en forma
imperativa, exige al Juez velar por la estabilidad económica del
cónyuge que resulte perjudicado por el daño personal o moral que
se le cause, señalando como regla en el numeral 4), de acuerdo a
lo establecido en el Tercer Pleno Casatorio Civil Jurisdiccional
enunciado anteriormente y los alcances del artículo 345-A del
Código Civil corresponde determinar si se cuenta con pruebas,
presunciones o indicios de la existencia de un cónyuge más
perjudicado con el divorcio por separación de hecho; en ese
sentido, examinados los medios probatorios actuados en el
presente proceso, en especial el Proceso número 187-2004 sobre
Alimentos, seguido por la demandada, se aprecia que Rubén
Paredes Sarmiento fue sentenciado al pago por alimentos con una
pensión alimenticia mensual del treinta por ciento (30%) de los
ingresos brutos que percibe, a favor de Ruth Navarro Arredondo,
toda vez que la demandada se encontraba recibiendo tratamiento
psicológico por la infidelidad cometida por su cónyuge. A fojas
ciento setenta y ocho obra el informe médico emitido por Essalud,
de fecha trece de abril de dos mil cuatro, mediante el cual se
informa que la demandada fue atendida y evaluada en el consultorio
externo de neurología, por un cuadro “disociativo secundario a
transtorno depresivo” acentuado por problemas conyugales.
Mediante el cual, se advierte que evidentemente la demandada
sufrió daño psicológico ocasionado por el demandante. Que a fojas
ciento ochenta, obra el informe médico de fecha dieciocho de mayo
de dos mil doce, emitido por Essalud, mediante el cual se señala
que la demandada es portadora de “carcinoma de mama lobulillar
infiltrante izquierda”, diagnostico que se le realizó en octubre de
dos mil diez; lo que demuestra que la demandada se encuentra mal
de salud, recibiendo quimioterapias constantes. A fojas ciento
ochenta y nueve corre en fotocopia, la denuncia presentada ante la
Prefectura de Cusco, mediante la cual la demandada solicitó
garantías para su vida, pues fue amenazada de muerte por María
Amelia Morales Sierra y Rubén Paredes Sarmiento; y en la que
detalla las vicisitudes que sufrió en mérito a la infidelidad cometida
por el demandante. A fojas ciento noventa y ocho aparece la
declaración jurada presentada por Alina Luna Aragón, mediante la
cual en su calidad de técnica en enfermería, expresó laborar para
la demandada desde el mes de diciembre de dos mil diez, en que
le diagnosticaron y operaron de cáncer de mama izquierda;
asimismo, señala que la demandada fue operada anteriormente de
la columna, habiéndole quedado secuelas neurológicas crónicas,
por lo que necesita una persona que le atienda. Los medios
probatorios enunciados y apreciados hasta aquí, corroboran la
existencia de daño causado a la demandada por parte del
demandante Rubén Paredes Sarmiento; por lo tanto, se puede
concluir que la demandada Ruth Navarro Arredondo ha sido pasible
de daño a su persona y daño moral. El daño a la persona está
vinculado al proyecto de vida, el daño moral es aquel perjuicio
sufrido a la psiquis de una persona, es la transgresión a los
derechos personalísimos de una persona a través de un agravio a
la dignidad, honorabilidad, sosiego, integridad física, privacidad, o
cualquier elemento que altere la normalidad facultativa mental o
espiritual, constituyéndose en el dolor, angustia, aflicción física o
espiritual. Por lo tanto, verificada la concurrencia de los elementos
establecidos por la Corte Suprema de Justicia de la República,
conforme al fundamento precedente, y atendiendo a que el Pleno
Casatorio ya referido; determina que la indemnización tiene la
naturaleza de una obligación legal cuyo fundamento no es la
responsabilidad civil contractual o extracontractual sino la equidad
y la solidaridad familiar, por lo que el juzgador determina que la
demandada Ruth Navarro Arredondo, resulta ser la cónyuge más
perjudicada con la separación de hecho, debiendo por lo tanto
otorgársele una indemnización acorde a los hechos descritos por
un monto de cinco mil soles (S/5,000.00). TERCERO.- Apelada la
mencionada sentencia, el Ad quem, mediante sentencia de fojas
cuatrocientos cuarenta y seis, de fecha seis de agosto de dos mil
quince, confirma la sentencia apelada de fojas trescientos cuarenta
y siete, de fecha siete de octubre de dos mil cuatro (debe decir dos
mil catorce), en cuanto ha declarado fundada en parte la demanda;
en consecuencia, disuelve el vínculo matrimonial existente entre
las partes; la revoca en el extremo en que ha reducido la pensión
alimenticia fijada en el Proceso Civil número 187-2004 del treinta
por ciento (30%) del haber del demandado al diez por ciento (10%)
del mismo, y reformándola, dispone el mantenimiento del
porcentaje originariamente determinado en el proceso antes citado,
en las mismas condiciones que las fijadas; además, la revoca en el
extremo de la sentencia donde se fijo por concepto de indemnización
a favor de la demandada, la suma de cinco mil soles (S/5,000.00);
y reformándola, incrementa dicho monto a la suma total de treinta
mil soles (S/30,000.00). Como sustento de su decisión, manifiesta
que de lo actuado en el proceso se tiene, que al margen de que la
separación haya obedecido a la infidelidad del demandante o no,
sin embargo, desde cuando la demandada contrajo matrimonio
mantuvo la relación hasta cuando ha sido citada con el presente
divorcio, llevó una vida dedicada al demandante, pretendió
posiblemente formar un hogar feliz y próspero; sin embargo, las
circunstancias no lo han permitido, luego de haber descubierto ser
portadora de un cáncer a las mamas agravado con un problema
cervical, hacen de la demandada una persona que no volverá a
rehacer su vida como ella quisiera hacerlo, lo único que ahora le
97097
queda es esperar que el riesgo se produzca en cualquier momento.
En consecuencia, para ella la separación le ha puesto en un
absoluto desequilibrio no sólo emocional sino también patrimonial,
pues, debe estar sometida a tratamiento médico constante, la
inversión de dinero para una y otra prueba, exámenes,
medicamentos y otros gastos de salud hacen que no los pueda
cubrir por sí misma, menos con la suma que en la sentencia se le
ha fijado por concepto indemnizatorio. Dicho monto debe ser
incrementado en función al estado de salud de la demandada, y a
efecto de fijar el mismo se debe tener en cuenta la doctrina en
función al Tercer Pleno Casatorio Civil. En el caso de autos, como
se aprecia de lo actuado, la demandada sufre una grave
enfermedad, lo que naturalmente ha agravado la afectación
emocional producida por la separación. Lo que además se suma al
hecho de que ha tenido que demandar una pensión de alimentos
contra el recurrente, cuando oportunamente ante las carencias
producidas por la separación, éste debió asumir el pago de los
alimentos oportunamente, sin esperar el inicio de un proceso
judicial, que obviamente genera un padecimiento sentimental por la
sola realización del mismo. Además de haberse mostrado que la
demandada ha quedado en una situación económica precaria,
pues no puede obtener sustento económico por sí misma. En ese
sentido el Ad quem considera que la indemnización no puede ser
menor a treinta mil soles (S/30,000.00), considerando además el
costo natural del tratamiento al que debe someterse por la grave
enfermedad que padece; en este sentido, la sentencia debe ser
revocada también respecto al monto de la indemnización
establecida. CUARTO.- Tal como se ha reseñado anteriormente, el
recurrente ha denunciado la infracción del artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, que contiene el Principio de
Congruencia, en virtud del cual el Juez no puede ir más allá del
petitorio, ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han
sido alegados por las partes. En el caso de las sentencias, la
congruencia se establece con relación a las acciones que se
ejercitan, con las partes que intervienen y con el objeto del petitorio,
de tal manera que el pronunciamiento tiene que referirse a estos
elementos y no a otros. La congruencia implica también que los
fundamentos de hecho expuestos por las partes deben ser
respetados, en el sentido que además de servir de base a la
pretensión, la limitan. QUINTO.- A fin de verificar si el Ad quem ha
cautelado debidamente el principio antes indicado debemos
remitirnos a los términos de la demanda interpuesta en autos, en la
cual, entre otros argumentos, el recurrente expuso lo siguiente:
Con fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro se separó de
hecho de la demandada y posteriormente celebraron una Escritura
Pública de Sustitución de Régimen de Gananciales y Adjudicación
de Bienes, ante la Notaria Antonieta Ocampo de la Haza, en virtud
de la cual se distribuyeron los bienes gananciales, adjudicándose
el cincuenta por ciento (50%) de los derechos y acciones de
propiedad del demandante, correspondientes al inmueble número
E-6-8 de la Urbanización Larapa Grande del Distrito de San
Jerónimo, Provincia del Cusco a favor de la demandada, la cual
pasó a ser propietaria única de dicho predio. Como corolario, la
demandada ha procedido a vender el inmueble en mención
obteniendo como contraprestación la suma de ciento treinta y tres
mil soles (S/133,000.00). SEXTO.- En la sentencia de vista ahora
impugnada, el Ad quem ha establecido, en lo referente al extremo
de la indemnización a que alude el artículo 345-A del Código
Procesal Civil, incrementar el monto señalado por el A quo a favor
de la demandada por concepto de indemnización, a la suma de
treinta mil soles (S/30,000.00), argumentando que la separación le
ha puesto en un absoluto desequilibrio, no sólo emocional sino
también patrimonial, debiendo estar sometida a tratamiento médico
constante, pues sufre una grave enfermedad, lo que naturalmente
ha agravado la afectación emocional producida por la separación,
a lo que se suma el hecho de haber tenido que demandar una
pensión de alimentos contra el recurrente, cuando éste debió
asumir el pago de los alimentos oportunamente, sin esperar el
inicio de un proceso judicial. SÉTIMO.- Sin embargo, se advierte
que al fijar dicho monto indemnizatorio, el Ad quem no ha tenido en
cuenta la alegación del demandante, antes glosada, en el sentido
que con fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro, al
separarse de hecho de la demandada celebraron una Escritura
Pública de Sustitución de Régimen de Gananciales y Adjudicación
de Bienes, en virtud de la cual se le adjudicó el cincuenta por ciento
(50%) de los derechos y acciones que pertenecían al demandante,
respecto del inmueble número E-6-8 de la Urbanización Larapa
Grande del Distrito de San Jerónimo, Provincia del Cusco, llegando
dicha demandada a ser propietaria única del inmueble en mención,
el cual inclusive fue enajenado obteniendo por ello el monto de
ciento treinta y tres mil soles (S/133,000.00). Es decir, ha omitido
tomar en cuenta dicho hecho (alegado por el demandante en su
demanda), para efecto de fijar el monto indemnizatorio en mención,
vulnerando el Principio de Congruencia, así como el principio fijado
por el mismo Ad quem en la recurrida, en el sentido que el monto a
fijarse debe ser equitativo y razonable. Asimismo, se ha omitido
analizar el contenido de los escritos presentados por la demandada
sobre dichos anexos. OCTAVO.- Por consiguiente, habiéndose
verificado la denuncia casatoria, la recurrida deviene en nula,
debiendo el Ad quem renovar el acto procesal viciado, es decir,
emitir nueva sentencia, de conformidad con lo establecido por el
artículo 396, inciso 1, del Código Procesal Civil. Por las razones
anotadas y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código

97098 CASACIÓN
Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Rubén Paredes Sarmiento a fojas cuatrocientos
cincuenta y ocho; por consiguiente, CASARON la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos cuarenta y seis, de fecha seis de
agosto de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco; que confirma la sentencia apelada
de fojas trescientos cuarenta y siete, de fecha siete de octubre de
dos mil cuatro (debe decir dos mil catorce), que declara fundada en
parte la demanda; y revoca el extremo de la sentencia por el que se
reduce la pensión alimenticia fijada en el Proceso Civil número
187-2004, del treinta al diez por ciento del haber del demandado; y
reformándola, dispone el mantenimiento del porcentaje
originariamente fijado en dicho proceso; la revoca en el extremo en
que se fijó por concepto de indemnización a la demandada la suma
de cinco mil soles (S/5,000.00); y reformándola, incrementa dicha
suma a treinta mil soles (S/30,000.00), que el recurrente debe
pagar a la demandada; en consecuencia, NULA la misma;
ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia emita nueva
sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en los
considerandos precedentes; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Rubén Paredes Sarmiento
contra Ruth Navarro Arredondo y otro, sobre Divorcio por Causal
de Separación de Hecho; y los devolvieron. Integra esta Sala el
Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia de la
Señora Jueza Suprema Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-54
CAS. Nº 3875-2015 LIMA NORTE
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, tres de
noviembre de dos mil dieciséis. AUTOS Y VISTOS; con el
expediente principal y Cuaderno de Casación que se tienen a la
vista; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el Recurso de Casación obrante de fojas
quinientos dos a quinientos diecisiete, interpuesto por los
demandados Jaime Celestino Misayauri Peñaloza y su cónyuge
Audelia Ortega de Misayauri contra la Sentencia de Vista contenida
en la Resolución número dieciséis de fecha dieciséis de marzo de
dos mil quince, corriente de folios cuatrocientos ochenta y seis a
cuatrocientos noventa y cinco, en el extremo que confirma la
sentencia apelada de primera instancia que declara fundada la
demanda sobre Otorgamiento de Escritura Pública. SEGUNDO.-
La labor de calificación del Recurso de Casación según lo
preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que
exige que lo que se impugne sea una Sentencia o Auto expedido
por una Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado,
ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así,
si el Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado
que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto
ante el órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii)
La verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la Tabla de Aranceles Judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- Comprobando el
cumplimiento de los requisitos de admisibilidad, se desprende que
el Recurso bajo calificación satisface los citados en el precedente
considerando, por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de
Vista que pone fin al proceso sobre Otorgamiento de Escritura
Pública, contenida en la Resolución número dieciséis de fecha
dieciséis de marzo de dos mil quince, corriente de folios
cuatrocientos ochenta y seis a cuatrocientos noventa y cinco; b) Se
interpone ante la Sala Especializada en lo Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte, como órgano superior
que emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal
circunstancia acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta
dentro del plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista
se notificó a los recurrentes el veintinueve de mayo dos mil quince,
según cargo obrante a folios cuatrocientos noventa y ocho, y el
Recurso se presentó el doce de junio del mismo año; y, d) En lo que
se refiere al pago de la tasa judicial respectiva, se observa que los
impugnantes han cumplido con adjuntar la obrante a folios
quinientos. CUARTO.- Asimismo, los casacionistas cumplen con lo
establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil,
al no haber dejado consentir la sentencia de primera instancia que
les fue desfavorable, expedida por el Segundo Juzgado
Especializado del Módulo Corporativo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, mediante Resolución número treinta y siete
de fecha diez de abril de dos mil catorce, inserta de folios trescientos
noventa y siete a cuatrocientos dos. QUINTO.- El Recurso de
Casación es formal y excepcional, por lo que debe estar
estructurado con precisión y estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedencia,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de las causales
se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo contener
una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. SEXTO.- En ese contexto, corresponde realizar la
labor de verificación del cumplimiento de los restantes requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388° del Código
Procesal Civil. SÉPTIMO.- Encaminados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en la
Infracción Normativa Procesal de los Artículos I del Título
Preliminar, 192°, 194°, 197° y 426° del Código Procesal Civil,
sosteniéndose que: a) Se afecta el derecho a la Tutela Jurisdiccional
Efectiva de los recurrentes al no atenderse que el Contrato sub
materia de Independización y Compra Venta del dieciocho de julio
de mil novecientos noventa y seis, no cuenta con el consentimiento
de la cónyuge casante y solo en la última hoja del referido Contrato
aparecen las firmas de los recurrentes y no en todas, siendo que
tampoco se ha probado que la cónyuge haya recibido el importe del
precio de venta, situaciones éstas que no han sido valoradas por la
Sala Superior; b) Se contraviene el debido proceso y lo normado
por el Artículo 192° del Código Procesal Civil, al sostenerse en los
considerandos de la recurrida que el petitorio de la demanda no es
congruente con las sentencias emitidas en primera y segunda
instancia, existiendo impresión en el contenido de la Minuta y la
Partida Registral actual, dado que aquella exige la escritura de un
tercer piso con parte del cuarto piso, y la existencia real del predio
es una Tercera Unidad inmobiliaria (tercer piso) y una Cuarta
Unidad Inmobiliaria (cuarto piso), contraviniéndose también el
Reglamento de Inscripciones de los Registros Públicos; c) No se
ha considerado ni valorado los medios probatorios ofrecidos con la
contestación de la demanda, inobservándose lo dispuesto por el
Artículo 197° del Código Procesal Civil; d) La parte accionante no
ha precisado en forma clara su petitorio, esto es si lo que pretende
es la Sección C o las Unidades Inmobiliarias tres y cuatro, dado
que los supuestos de hecho datarían del dieciocho de julio de mil
novecientos noventa y seis según se expresa en la demanda,
infringiéndose así el Artículo 426° del acotado Código; y, e) El Juez
debió aplicar el Artículo 194° del Código Procesal Civil y ordenar se
practique una inspección judicial, así como valorar todas las
mejoras existentes en el predio materia de Litis, pues la doctrina
señala que el actor debe probar que es propietario de las
construcciones existentes. OCTAVO.- Los argumentos en los que
se sustentan las denuncias resumidas en el anterior considerando
no abonan a los fines del Recurso, desde que incumplen con los
requisitos de procedencia previstos por el Artículo 388° incisos 2) y
3) del Código Procesal Civil. Ello es así atendiendo a los
fundamentos que a continuación se desarrollan, no sin antes
precisarse que los mismos inciden en los aspectos relacionados a
que el documento que se pretende formalizar no contiene la
voluntad de la cónyuge casante, que el petitorio deviene
incongruente y que no se han valorados los medios probatorios en
la forma señalada por el Artículo 197° del Código Procesal Civil.
NOVENO.- En efecto, de acuerdo a la reiterada jurisprudencia
nacional, la demanda de otorgamiento de escritura pública
respaldada en el Artículo 1412° del Código Civil, permite que las
partes de un contrato puedan compelerse recíprocamente al
otorgamiento de Escritura Pública, lo que supone que la viabilidad
de la pretensión de su propósito atienda a que previamente el
Contrato se haya perfeccionado, esto es, que exista consenso
sobre todas sus estipulaciones, de conformidad con lo regulado por
el Artículo 1359° del Código Civil. De allí que en el proceso de
otorgamiento de escritura pública es posible comprender la
discusión respecto de: a) Si se celebró o no el acto jurídico objeto
de la formalidad; y, b) Si el sujeto que participa en la celebración del
acto jurídico se encuentra obligado a otorgarlo. En ese escenario,
la relación jurídica sustantiva la componen quienes celebraron el
acto jurídico, que para el caso es uno de compra venta y lo
constituyen la sociedad conyugal integrada por los casacionistas
Jaime Celestino Misayauri Peñaloza y Audelia Ortega de Misayauri
(transferentes) y María Paula Melgar Castro (adquirente), por lo
que conforme a la naturaleza del aludido proceso solo debe
discutirse si se celebró o no el acto jurídico y si quien intervino en
la celebración del mismo se encuentra compelido a otorgar la
Escritura reclamada. DÉCIMO.- Expuesto lo anterior, tenemos que
la denuncia contenida en el acápite a) es inconsistente, toda vez
que la alegada afectación del derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva no se evidencia por ser insostenible el basamento para ello
expuesto. Así, revisada la Minuta de Independización y Compra
venta del dieciocho de julio de mil novecientos noventa y seis2
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
(materia de formalización), se desprende que en ella participan los
justiciables (vendedores y compradora), y entre los transferentes la
cónyuge Audelia Ortega de Misayauri, al aparecer en el mencionado
documento la firma de ésta, quien conjuntamente con su cónyuge
Jaime Celestino Misayauri Peñaloza adquirieron la propiedad del
predio transferido (constituido por el Lote 06 de la Manzana “A”, IV
Etapa de la Urbanización El Trébol, Distrito de Los Olivos) del
Servicio de Parques-SERPAR, mediante Escritura Pública de fecha
treinta de abril de mil novecientos noventa, según se desprende de
lo señalado en la segunda hoja del Contrato sub materia, hecho
corroborado con la inscripción que aparece en el Asiento 2-C del
Título Archivado de la Copia Literal de la Partida número 441556993,
evidenciándose de ello el consentimiento de la cónyuge del
demandado en la celebración del Contrato de compra venta
contenida en la Minuta a formalizar, como así se ha determinado en
sede de instancia. DÉCIMO PRIMERO.- Afirman los casacionistas
en otro extremo de la denuncia bajo revisión que el Contrato
materia de autos no es válido porque solo aparece suscrito por los
recurrentes en la última hoja, lo que se corrobora de la revisión del
documento indicado. Sin embargo, es relevante preciar que tal
circunstancia no invalida per se al documento ni al negocio jurídico
en él contenido, porque el ordenamiento civil no señala tal exigencia
(firmar el documento en todas sus hojas), ni que su inobservancia
tenga algún efecto nulificante. En cuanto a la alegada improbanza
del pago de precio de venta, debe precisarse que conforme a la
regla contenida en el Artículo 196° del Código Procesal Civil, las
partes se encuentren compelidas a probar los hechos alegados, y
en ese marco de actuación, se tiene que los casantes no han
desvirtuado lo consignado en la segunda anotación de la Cláusula
Adicional de la Compra Venta, cuyo texto indica: “El precio de la
venta es acordado de común acuerdo entre las partes en dieciocho
mil dólares americanos ($ 18,000.00) (…) los mismos que serán
pagados en la siguiente forma: Al contado y sin mas recibo que la
firma de la presente Minuta; no teniendo nada que reclamar los
vendedores por este concepto”. Tal acuerdo releva de mayor
análisis, desde que en el caso planteado la suscripción de la Minuta
constituye el recibo o constancia de pago, todo ello dentro del
marco del Principio de la Autonomía privada que se subsume en el
Artículo 1354° del Código Civil, debiendo evaluarse también que
estando a la naturaleza del proceso planteado, su procedencia se
encuentra supeditada a que se haya celebrado el acto jurídico cuya
formalidad se persigue y quien deba cumplirlo se halle obligado a
ello, situaciones que se presentan en el caso particular, por
contener la Minuta de Independización y Compra Venta el
compromiso por parte de la sociedad conyugal recurrente de elevar
a Escritura Pública la Minuta sub judice para su posterior inscripción
registral, conforme fluye de la Cuarta Disposición de la Cláusula
Adicional del Contrato. El original del mencionado documento corre
en el Despacho de la Notario Público Loudelvi Yáñez Aspilcueta
para la suscripción de la Escritura Pública respectiva extendida el
dieciocho de abril de dos mil uno, según lo informado en el Oficio
de fecha trece de agosto de dos mil trece4. DÉCIMO SEGUNDO.-
Igual inconsistencia se presenta en relación a la denuncia detallada
en el acápite b), mediante el cual se sostiene la contravención al
debido proceso por incongruencia existente entre lo contenido en
la Minuta que hace referencia a la formalización de un tercer piso
con parte del cuarto piso, siendo que la existencia real del predio es
una Tercera Unidad Inmobiliaria (tercer piso) y una Cuarta Unidad
Inmobiliaria (cuarto piso). Sobre el particular, queda claro para las
instancias de mérito y para este Supremo Tribunal que el petitorio
de la demanda está referido a la formalización de la Minuta de
Independización y Compra venta de fecha dieciocho de julio de mil
novecientos noventa y seis, en cuya Cláusula Segunda se redacta
que los otorgantes han convenido en independizar el inmueble
descrito en la cláusula primera (Lote 06 de la Manzana “A” IV Etapa
de la Urbanización El Trébol, actualmente Angélica Gamarra del
Distrito de Los Olivos) en tres secciones: SECCIÓN “A”, SECCIÓN
“B” y SECCIÓN “C”, estando constituida esta última Sección por el
tercer piso y la Azotea, como así se detalla en el Contrato. Tales
espacios físicos, de acuerdo al Asiento B de la Partida Electrónica
Matriz número 441556995, han sido independizados como
Unidades Inmobiliarias números tres y cuatro, correspondiéndoles
las Partidas Electrónicas números 124204116 y 124204127,
respectivamente. DÉCIMO TERCERO.- De las últimas Partidas
Registrales mencionadas se observa que, en efecto, la Unidad
Inmobiliaria número tres corresponde al tercer piso del predio sub
materia, y la Unidad Inmobiliaria número cuatro corresponde a la
azotea del predio sub litis, independizaciones inscritas sobre la
base del Documento Privado de Reglamento Interno y del
Documento Privado de Independización, ambos de fecha seis de
octubre de dos mil nueve, título que fue presentado el siete de
octubre de ese mismo año, como consta en el Asiento C 00001 de
las Partidas Registrales en mención, de allí que se entienda que en
la Minuta materia de autos, suscrita en el año mil novecientos
noventa y seis (cuando aún no aparecía inscrita la independización)
se haya precisado que la Sección C se encontraba constituida por
el tercer piso y la azotea, y que a su vez en la demanda se haya
detallado que dichas áreas físicas, a consecuencia de la
formalización de independización, son las Unidades Inmobiliarias
números tres y cuatro, respectivamente, debiendo considerarse
que la demanda fue planteada en el año dos mil once -ya inscrita la
independización-, por lo que es válido que así se hayan identificado
las áreas transferidas mediante el documento cuya solemnidad se
97099
pretende. En esa línea de pensamiento, no se evidencia vulneración
al debido proceso ni la incongruencia alegada por los casantes,
más todavía cuando en la Minuta se describe que la Azotea consta
de un cuarto de servicio, baño, cuarto de depósitos con closset,
tendal y azotea con un área construida de cuarenta y cinco metros
cuadrados (45.00 m2), descripción que se condice con lo que se
identifica en la Partida independizada número 12420412, en cuanto
se consigna que la Unidad Inmobiliaria número cuatro es futura
vivienda techada en cuarenta y cinco metros cuadrados (45.00 m2)
y ocupada en un área de ciento treinta y dos punto dieciséis metros
cuadrados (132.16 m2). DÉCIMO CUARTO.- En lo concerniente a
la denuncia descrita en el acápite c), por la que en síntesis se
afirma la vulneración al sistema de valoración del material
probatorio, al sostenerse que no se han valorado los medios
probatorios anexados al escrito de contestación de la demanda,
debe decirse que el Artículo 197° del Código Procesal Civil, al
regular sobre la valoración de las pruebas, lo efectúa en los
siguientes términos: “Todos los medios probatorios son valorados
por el Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada.
Sin embargo, en la resolución solo serán expresadas las
valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su
decisión”. En tal virtud, los medios probatorios forman una unidad y
como tal deben ser encaminados y valorados por el Juzgador en
forma conjunta, confrontando los diversos medios de prueba para
que a partir de dicha evaluación se forme una cabal convicción
respecto al asunto en litis, enunciando solo aquellas valoraciones
que a su criterio son indispensables considerar para sustentar su
fallo. DÉCIMO QUINTO.- Del íter procesal de la presente causa
judicial se tiene que respecto a los medios probatorios admitidos a
los justiciables, en lo que corresponde a los casantes sólo se
admitieron los que aparecen detallados en el Acta de Audiencia
Única del diecisiete de mayo de dos mil doce8, consistentes en la
copia simple de la Hoja de Resumen e Impuesto Predial de los
años dos mil nueve, dos mil diez y dos mil once, Copia Literal de la
Partida número 44155699, la exhibición de los originales de los
recibos de pago de la compra venta de la Sección C del inmueble
sub materia, la exhibición del original de la Minuta materia de la
demanda y la pericia grafotécnica (que posteriormente fue
rechazada), de los cuales claramente el que más directamente
resulta idóneo para los fines probatorios en atención a los agravios
de la pretensión impugnatoria, es la Minuta de Independización y
Compra Venta de fecha dieciocho de julio de mil novecientos
noventa y seis. Ella, precisamente, ha servido de base a la Sala
Superior para efectuar la revisión de los hechos que sirven de
fundamento al Recurso Vertical planteado, por lo que desde dicha
óptica se observa que en el caso de autos se han analizado y
ameritado los medios probatorios admitidos a las partes y en
particular, los de los recurrentes, permitiendo a los órganos de
mérito llegar a la conclusión que el documento cuya formalización
se persigue les causa convicción sobre su contenido, debido a que
el mismo contiene los elementos básicos que comprende la compra
venta, además de la satisfacción del pago del precio de venta de la
transferencia, el que de acuerdo a lo pactado quedó satisfecho por
la sola suscripción de la Minuta, como así consta del propio
documento. DÉCIMO SEXTO.- La decisión adoptada por el
Colegiado Superior se encuentra entonces plenamente justificada
en virtud a la facultad/obligación concedida por el Artículo 197° del
Código Procesal Civil; esto es, que la Sala de revisión utilizando su
sana crítica y valorando el documento conjuntamente con otras
consideraciones, ha concluido que la instrumental sub materia le
causa convicción. Por ello, si existe convicción sobre la Minuta de
Independización y Compra Venta respecto de la cual se ha
solicitado el otorgamiento de escritura pública, se tiene que se ha
acreditado la existencia del acto jurídico contenido en dicho
documento, siendo esta conclusión explícitamente indicada por el
Ad quem en el punto veintiocho de la Sentencia de Vista ahora
impugnada, en virtud a todo lo cual la denuncia bajo examen
carece de sustento. DÉCIMO SÉPTIMO.- En lo concerniente a la
denuncia descrita en el acápite d), referida a una supuesta
imprecisión del petitorio de la demanda, al no saberse con
certidumbre lo que se pide, esto es, si lo pretendido es el
otorgamiento de la Escritura Pública de la Compra Venta de la
Sección “C” o de las Unidades Inmobiliarias números tres y cuatro,
tal reclamo tampoco puede prosperar. El petitorio de la demanda9
contiene la pretensión de otorgamiento de Escritura Pública de la
Minuta de Independización y Compra Venta de fecha dieciocho de
julio de mil novecientos noventa y seis, a través del cual los
demandados/casantes dan en venta real a la accionante el tercer
piso (ahora Unidad Inmobiliaria número tres) y la Azotea (ahora
Unidad Inmobiliaria número cuatro) del predio ubicado en la
Avenida Angélica Gamarra de León Velarde, Manzana “A”, Lote 6,
Urbanización El Trébol, Distrito de Los Olivos, bienes que se
encuentran inscritos en las Partidas independizadas números
12420411 y 12420412 de la Oficina Registral de Lima y Callao. En
esos términos el petitorio demandado es claro y/o carente de las
imprecisiones que se invocan, condiciéndose con los datos
registrales de las unidades inmobiliarias mencionadas, conforme
se desprende de los antecedentes de independización que se
anotan en la Partida Matriz número 44155699 y en las Partidas
independizadas. En esa perspectiva la demanda no incurre en
ninguno de los supuestos de inadmisibilidad recogidos en el
Artículo 426° del Código Procesal Civil. DÉCIMO OCTAVO.- Es
pertinente agregar que a lo largo del proceso los casantes han

97100 CASACIÓN
insistido en sostener la inexistencia de la Unidad Inmobiliaria
número cuatro, de allí que a su entender no sería preciso el petitorio
de la demanda. Contrariamente, los órganos de mérito han
coincidido en el mismo sentido de tener claramente determinado lo
pretendido con la demanda incoada y su fundamentación fáctica,
siendo relevante acotar aquí que la denuncia bajo examen refleja
en realidad el cuestionamiento a la relación fáctica establecida por
el Ad quem y una pretensión de revisión de hechos que no
corresponde a la labor casatoria, de conformidad con lo dispuesto
por el Artículo 384° del Código Procesal Civil, por lo que las
alegaciones postuladas en el Recurso no configuran las
infracciones procesales denunciadas. DÉCIMO NOVENO.- La
denuncia resumida en el acápite e) incide sobre la facultad de los
Jueces del Perú en el uso de la facultad conferida por el Artículo
194° del Código Procesal Civil, disposición en su parte pertinente
regula que: “Excepcionalmente, cuando los medios probatorios
ofrecidos por las partes sean insuficientes para formar convicción
el Juez de Primera o de Segunda Instancia, ordenará la actuación
de los medios probatorios adicionales y pertinentes que considere
necesarios para formar convicción y resolver la controversia,
siempre que la fuente de prueba haya sido citada por las partes en
el proceso. Con esta actuación probatoria el Juez cuidará de no
reemplazar a las partes en su carga probatoria, y deberá
asegurarles el derecho de contradicción de la prueba. La resolución
que ordena las pruebas de oficio debe estar debidamente motivada,
bajo sanción de nulidad, siendo esta resolución inimpugnable,
siempre que se ajuste a los límites establecidos en este artículo”.
Lo transcrito informa que cuando los medios probatorios ofrecidos
por las partes sean insuficientes para formar convicción en el Juez,
éste ejerciendo la potestad que le confiere la jurisdicción, por
resolución debidamente motivada e inimpugnable, podrá ordenar
la actuación de los medios probatorios adicionales que considere
convenientes, cuidando de no reemplazar a la parte litigante, quien
tiene la carga procesal de probar los hechos alegados como
sustento de su pretensión procesal, pues de no probarse estos
hechos debe desestimarse la demanda. En ese sentido, el juzgador
debe hacer uso de la anotada atribución para esclarecer alguna
duda que todavía existiera sobre algún hecho o punto controvertido,
convirtiendo la actuación del Juez en estrictamente subsidiaria.
VIGÉSIMO.- Enuncian los casantes que la magistratura invocando
el Artículo 194° del Código Procesal Civil debió ordenar la
realización de una inspección judicial, con el objeto de valorar las
mejoras efectuadas en el predio materia de Litis, pues la doctrina
señala que se debe probar la propiedad de las construcciones
existentes en el bien. Sobre ello, debemos recalcar que nos
encontramos frente a un proceso que persigue la formalización de
una Minuta de Independización y Compra Venta, por lo que el
debate y los medios probatorios deben estar orientados a probar
los elementos esenciales de procedencia de tal pretensión que,
como ya se adelantó, son la existencia del Contrato y la estipulación
legal o contractual de elevar el documento a Escritura Pública, los
cuales se cumplen en el caso que nos ocupa, de acuerdo a los
términos contractuales contenidos en la Minuta materia de
formalización y a lo establecido en sede de instancia. Además,
como fluye de los fallos emitidos por las instancias de mérito, ellas
se han visto convencidas del petitorio de la demanda, de tal manera
que no han considerado necesario el uso de la prueba de oficio y
menos aún pertinente emplearla para convencerse de un hecho
que no tiene relación con lo que es materia de discusión, como es
la probanza de propiedad de las construcciones existentes en el
inmueble materia de transferencia, por lo que la denuncia revisada
carece de consistencia, máxime si la aplicación del aludido Artículo
194° del Código Procesal Civil no es posible en el caso concreto, al
no advertirse el cumplimiento de la condición de que la fuente de
prueba haya sido citada por las partes en el proceso. VIGÉSIMO
PRIMERO.- En ese contexto, esta Sala Suprema determina, por un
lado, que la Sentencia de Vista contiene una adecuada motivación
en concordancia con la controversia planteada y, de otro lado, que
con las denuncias expuestas por los casacionistas se manifiesta,
en puridad, una intención modificatoria de la conclusión arribada
por la Sala de mérito, asumida en base a las pruebas ofrecidas,
admitidas y actuadas, sin tener en cuenta que la situación fáctica
establecida en sede de instancia no puede variarse, al implicar la
revaloración del caudal probatorio, lo que es un aspecto
generalmente resulta ajeno al debate en Sede Extraordinaria,
atendiendo a las finalidades del Recurso de Casación previstas en
el Artículo 384° del Código Procesal Civil, circunscritas a la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y a la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República. VIGÉSIMO SEGUNDO.- Por último, si
bien los casacionistas precisan que su pedido casatorio es
anulatorio y subordinadamente revocatorio, cumpliendo la
exigencia que informa el inciso 4) del Artículo 388° del Código
Procesal Civil, ello es insuficiente para la procedencia del Recurso
interpuesto, pues los requisitos de fondo que prevé aquella
disposición son necesariamente concurrentes, lo que no ocurre en
el caso concreto. Por tales razones y en aplicación de lo
preceptuado además por el Artículo 392° del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto
por la sociedad conyugal demandada integrada por Jaime
Celestino Misayauri Peñaloza y Audelia Ortega de Misayauri contra
la Sentencia de Vista contenida en la Resolución número dieciséis
de fecha dieciséis de marzo de dos mil quince obrante de fojas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
cuatrocientos ochenta y seis a cuatrocientos noventa y cinco
expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por María Paula Melgar Castro
con Jaime Celestino Misayauri Peñaloza y otra sobre Otorgamiento
de Escritura Pública; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Corriente de folios 03 a 11.
3
Inserta a folios 12.
4
Inserto a folios 363.
5
Inserta a folios 17.
6
Inserta a folios 20 vuelta, repetida a folios 102.
7
Inserta a folios 21, repetida a folios 104.
8
Inserta de folios 197 a 202.
9
Inserta de folios 40 a 51, subsanada por escrito de folios 57 y 58.
C-1569469-55
CAS. Nº 3879-2015 CUSCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dieciocho
de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Walter Wilson Vargas Coaquira a fojas
doscientos sesenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos cincuenta y tres, de fecha tres de agosto de dos mil
quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cusco, que confirma la resolución apelada de fojas ciento
sesenta y dos, de fecha siete de noviembre de dos mil catorce,
que declara fundada la demanda; en consecuencia, dispone
que el demandado Walter Wilson Vargas Coaquira cumpla con
desocupar el Departamento número 500, ubicado en el quinto nivel
del Lote número dieciocho, de la Manzana B, de la Urbanización
Marcavalle, del Distrito de Wanchaq, Provincia y Departamento del
Cusco; dentro del sexto día que quede consentida o ejecutoriada
esta sentencia, bajo apercibimiento de disponerse el lanzamiento
conforme a ley; con costas y costos del proceso. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido el recurrente la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado
en el artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncia: A) El bien sub materia es
un departamento ubicado en el quinto piso de un edificio construido
sin licencia de construcción y carece de conformidad de obra, la
cual debe ser otorgada por la Municipalidad Distrital de Wanchaq
y debe contar con la inscripción de Declaratoria de Fábrica en los
Registros Públicos, conforme lo establece la Ley número 27157 y
su Reglamento. Entonces se advierte que la demandante carece
de título válido para accionar la demanda y le falta legitimidad
para obrar por no tener existencia legal dicha edificación; B) La
falta de título válido de la accionante no fue advertida por el A
quo, el cual constituye un requisito imprescindible para accionar;
lamentablemente la Sala Superior ha omitido tener en cuenta la
realidad concreta y legal y ha emitido una decisión judicial como
si estuviéramos en los casos de la propiedad predial tradicional
con una superficie en terreno firme, omitiendo tener en cuenta
que es una propiedad aérea que tiene régimen legal especial (Ley
número 27157), y en el caso específico el bien se encuentra dentro
de la esfera de informalidad, en consecuencia, no ameritaba tutela
efectiva del Órgano Jurisdiccional, tanto más, que actualmente se
encuentra con mandato administrativo del ejecutor coactivo del
Gobierno Local del Distrito de Wanchaq, para su demolición debido
a su clandestinidad, por haberse construido con siete pisos y no
con seis como dice la demanda; C) El recurrente ejercita el derecho
de posesión a título de un contrato de compraventa a plazos que
fue suscrito con el cónyuge de la finada propietaria, como viene a
resultar su vendedor Libio Solís Martínez, y con el fallo se estaría
relajando el principio de autoridad de los llamados por ley para el
control urbano. CUARTO.- En cuanto a la denuncia contenida en
el apartado A): La pretendida falta de legitimidad para obrar de la
demandante es un tema que ya no puede ser materia de discusión
en sede casatoria, al corresponder a una resolución que no pone
fin al proceso y por ello no resulta ser casable, de conformidad
con lo previsto por el artículo 387 inciso 1 del Código Procesal
Civil. Debe precisarse, que si bien la resolución que resuelve
dicha excepción ha sido emitida conjuntamente con la Sentencia
de Vista, ésta es en realidad una resolución independiente. Por
consiguiente, se aprecia que no existe la infracción aquí alegada,
por lo que no se cumple en rigor, con el requisito del artículo
388, inciso 2 del Código Procesal Civil, debiendo desestimarse.-
QUINTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado B): El
recurrente alega una serie de hechos sin precisar en qué consiste la
infracción normativa, refiriéndose genéricamente a la Ley número
27157, sin indicar concretamente cuál o cuáles de sus normas
se habrían infringido, y en qué modo incidiría ello en el fallo de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
vista cuestionado; por consiguiente, esta denuncia tampoco puede
prosperar, al no dar cumplimiento a los requisitos contenidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. SEXTO.-
En cuanto a la denuncia contenida en el apartado C): Respecto al
pretendido título de posesión al cual alude el recurrente, la Sala
Superior ha establecido de manera acertada que se trata de un
contrato preparatorio de promesa de venta, donde Libio Eusebio
Solís Martínez le transfiere el quinto piso del inmueble sub litis,
sin ser el propietario, porque se encuentra demostrado que el
anterior propietario Américo Tupayachi Gutiérrez le transfirió
a la demandante el inmueble en mención, mediante contrato
de transacción extrajudicial y este argumento tampoco ha sido
cuestionado por el demandado. Por tales razones, este extremo
también debe desestimarse, al no existir la infracción denunciada.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Walter Wilson Vargas Coaquira a fojas
doscientos sesenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos cincuenta y tres, de fecha tres de agosto de dos mil
quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cusco, que confirma la resolución apelada de fojas ciento
sesenta y dos, de fecha siete de noviembre de dos mil catorce,
que declara fundada la demanda; en consecuencia, dispone
que el demandado Walter Wilson Vargas Coaquira cumpla con
desocupar el Departamento número 500, ubicado en el quinto nivel
del Lote número dieciocho, de la Manzana B, de la Urbanización
Marcavalle, del Distrito de Wanchaq, Provincia y Departamento del
Cusco; dentro del sexto día que quede consentida o ejecutoriada
esta sentencia, bajo apercibimiento de disponerse el lanzamiento
conforme a ley; con costas y costos del proceso; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Norma Torres
Gutiérrez contra Walter Wilson Vargas Coaquira, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el
Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor
Juez Supremo Romero Díaz. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-56
CAS. Nº 3896-2015 LIMA
TERCERÍA PREFERENTE DE PAGO. Sumilla: Aplicación
supletoria del Código Procesal Civil. Al no haber previsto el Código
Tributario la regulación de las pretensiones de Tercería Preferente
de Pago, corresponde la aplicación de la Norma IX del Título
Preliminar del Texto Único Ordenado del Código Tributario, que
señala que en lo no previsto por dicho Código podrán aplicarse
normas distintas a las tributarias siempre que no se les opongan ni
las desnaturalicen, supletoriamente se aplicarán los principios del
derecho tributario, o en su defecto, los principios del derecho
administrativo y los principios generales del derecho, norma que
armoniza con la Primera Disposición Final del Código Procesal
Civil que habilita la aplicación supletoria de este cuerpo normativo
procesal a los demás ordenamientos procesales. Lima, veintitrés
de setiembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA;
vista la causa número tres mil ochocientos noventa y seis – dos mil
quince, en audiencia pública de la fecha y producida la votación
con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación de fojas doscientos
setenta y uno interpuesto por Scotiabank Perú Sociedad Anónima
Abierta, contra la sentencia de vista de fojas doscientos treinta y
dos, de fecha veinte de mayo de dos mil quince, expedida por la
Primera Sala Civil con Subespecialidad en materia Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima, la misma que revocando la
apelada de fecha diecisiete de setiembre de dos mil catorce,
corriente a fojas ciento cincuenta y cinco, declara improcedente la
demanda incoada sobre Tercería Preferente de Pago. 2.-
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE DECLARÓ
PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante Resolución Suprema de
fecha once de diciembre de dos mil quince, corriente a fojas
veintiocho del cuadernillo de casación, se declaró procedente el
recurso interpuesto, sustentado en las siguientes causales: a) La
infracción normativa de los artículos 533 y 537 del Código
Procesal Civil, bajo cuyo cargo se ha expresado que la Sala
Superior está haciendo una interpretación antojadiza a las normas
procesales que están reguladas en el Código Procesal Civil
referidas a la Tercería de Derecho Preferente con el argumento que
los procesos de tercería en general sea éste de propiedad o
derecho preferente de pago, solo proceden respecto de un bien
afectado judicialmente; es decir, establecer una limitación respecto
de bienes afectados por medidas cautelares en sede administrativa
que nace de un proceso de ejecución coactiva, como es lo que
ocurre en el caso concreto; b) La infracción normativa del
artículo IX del Título Preliminar y 6 del Código Tributario, a
través del cual se ha indicado que el Código Tributario reconoce el
procedimiento de tercería preferencial de los derechos reales
inscritos con anterioridad a las medidas cautelares ordenadas para
la ejecución de obligaciones tributarias, por lo que está plenamente
acreditado su derecho preferente como acreedor hipotecario en
primer rango, el cual está reconocido tanto por las normas civiles
como por normas tributarias; sin embargo, el mismo Código
97101
Tributario no establece como facultad de los Ejecutores Coactivos
la de resolver tercerías preferente de pago, limitándose solo a
legislar sobre las denominadas intervenciones excluyentes de
propiedad, conforme lo establece el artículo 116 del Código
Tributario; en consecuencia no existe vía administrativa la
posibilidad de ejercer el derecho de preferencia de pago que el
mismo cuerpo legal reconoce al tercero con derecho preferente.
3.- CONSIDERANDOS: PRIMERO: Por escrito de fojas
veintinueve, Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta, al amparo
de los artículos 533, 534 y 537 del Código Procesal Civil interpone
demanda de Tercería de Derecho Preferente de Pago, solicitando
que se le reconozca como acreedor de rango preferente al de la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria - SUNAT. SEGUNDO: Arguye que a través de los avisos
publicados en el Diario Oficial “El Peruano” ha tomado conocimiento
de la existencia del procedimiento coactivo sobre pago de deuda
tributaria seguido por la Superintendencia Nacional de Aduanas y
de Administración Tributaria - SUNAT contra Carrocería Sermet
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, bajo el
Expediente número 0230061433475, mediante el cual se ha
programado un remate del inmueble ubicado en la Calle 1
Urbanización Fundo Bocanegra Alto, Distrito y Provincia del Callao
e inscrito en la Partida Electrónica número 70089212 del Registro
de Propiedad Inmueble de Lima de la Zona Registral número IX
Sede de Lima, Oficina Registral del Callao, de propiedad de la
referida deudora con quien suscribió una Escritura Pública de
Garantía Hipotecaria, la cual ha quedado inscrita con fecha cuatro
de setiembre de dos mil ocho, mientras que el embargo a favor de
la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria - SUNAT aparece anotado registralmente el quince de
agosto de dos mil doce; por lo que en atención a lo dispuesto en el
artículo 2016 del Código Civil que determina la preferencia del
acreedor en base al tiempo de las inscripciones, mantiene un
derecho preferente sobre el inmueble embargado y por ende
corresponde que se le entregue el producto del remate que se ha
ordenado, dado que la empresa demandada tiene un saldo deudor
que al catorce de enero de dos mil trece asciende a ochenta y seis
mil ciento treinta y ocho dólares americanos con treinta y dos
centavos (US$ 86,138.32). TERCERO: Mediante sentencia de
fecha diecisiete de setiembre de dos mil catorce, corriente a fojas
ciento cincuenta y cinco, el Juez del Décimo Quinto Juzgado Civil
con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima declaró fundada la demanda, concluyendo a la luz de lo
previsto en el artículo 6 del Código Tributario que la hipoteca
inscrita a favor del Banco demandante predomina sobre el embargo
inscrito posteriormente a favor de la Superintendencia Nacional de
Aduanas y de Administración Tributaria - SUNAT aunque haya
emanado de una deuda tributaria. CUARTO: Apelado que fue dicho
fallo, el Colegiado de la Primera Sala Civil con Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, revocando la
apelada declaró improcedente la demanda, tras considerar que la
tercería preferente de pago ha sido interpuesta sobre bienes
afectados en un proceso de cobranza coactiva, con el cual se
pretende el pago de una deuda tributaria dentro del Expediente
número 0230061433475, mas no sobre bienes afectados
judicialmente, conforme lo prevé el artículo 533 del Código Procesal
Civil como supuesto de hecho para su procedencia para los casos
de los procesos de tercería; por lo que corresponde que la actora
haga valer su derecho dentro de un proceso declarativo de acuerdo
a sus intereses y utilizando los medios de defensa pertinentes.
QUINTO: Como se aprecia el razonamiento de la Sala Superior
surge a partir del análisis restrictivo que efectúa del artículo 533 del
Código Procesal Civil, en el sentido de que éste prevé que la
tercería solo puede fundarse en la propiedad de los bienes
afectados judicialmente por medida cautelar o para la ejecución, o
en el derecho preferente a ser pagado con el precio de tales
bienes; y como en el caso concreto, la afectación no se ha
producido en el marco de un proceso judicial, sostiene que el
accionante debe viabilizar la interposición de un proceso de
declaración judicial. SEXTO: Concebir jurídicamente que el
proceso de tercería únicamente puede configurarse cuando un
bien se encuentre afectado judicialmente, tal y conforme lo deja
entrever el Colegiado Superior, resulta errado, pues obvia que de
conformidad con lo dispuesto en la Primera Disposición
Complementaria y Final del Código Procesal Civil, las disposiciones
contenidas en este cuerpo procesal se aplican supletoriamente a
los demás ordenamientos procesales siempre que sean
compatibles con su naturaleza. SÉTIMO: En tal sentido, dado la
posibilidad de integración que prevé el Código Procesal Civil para
cubrir un vacío o no regulación de determinados aspectos en otras
legislaciones procesales, no cabe que se le sugiera al referido
afectado que acuda a un proceso declarativo, sin antes analizar el
marco jurídico en que se ha producido dicha afectación y de no
encontrarse regulación al respecto, admitir la posibilidad, conforme
a la disposición final y complementaria en comento que guarda
íntima vinculación con el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva,
que aquella pretensión sea tramitada en el fuero judicial. OCTAVO:
Habiendo quedado desvanecido el razonamiento sobre el que se
ha sustentado la recurrida para la emisión del fallo inhibitorio
impugnado, corresponde que este Tribunal Supremo en aras de
brindar pronta solución al conflicto de intereses surgido, determine
cuál es la autoridad encargada de tramitar las peticiones de
tercerías preferentes de pago como la que se ha invocado a través

97102 CASACIÓN
de la presente acción. NOVENO: Del análisis de los artículos 116 y
120 del Código Tributario aprobado por Decreto Supremo número
135-99-EF, norma que regula el procedimiento de ejecución
coactiva para las obligaciones contraídas con el Gobierno Central,
no se aprecia que el Ejecutor Coactivo tenga la potestad de tramitar
las pretensiones de tercería preferente de pago, ya que conforme
al numeral 11 del primer dispositivo legal citado solo puede admitir
y resolver la intervención excluyente de propiedad; es más ninguna
autoridad administrativa ostenta tal prerrogativa, no pudiéndose
equiparar dichas acciones debido a la disimilitud de la naturaleza
jurídica que existe entre éstas. DÉCIMO: Por tanto, al no haber
previsto el Código Tributario la regulación de las pretensiones de
Tercería Preferente de Pago, corresponde la aplicación de la
Norma IX del Título Preliminar del Texto Único Ordenado del
Código Tributario, que señala que en lo no previsto por dicho
Código podrán aplicarse normas distintas a las tributarias siempre
que no se les opongan ni las desnaturalicen; supletoriamente se
aplicarán los principios del derecho tributario, o en su defecto, los
principios del derecho administrativo y los Principios Generales del
Derecho, norma que armoniza con la Primera Disposición Final del
Código Procesal Civil que habilita la aplicación supletoria de este
cuerpo normativo procesal a los demás ordenamientos procesales,
connotación adjetiva que se advierte en el Código Tributario al
señalar las facultades del Ejecutor Coactivo y la tramitación de la
intervención excluyente de propiedad. DÉCIMO PRIMERO: En
consecuencia, advirtiéndose que la recurrida no solo ha infringido
el artículo 533 del Código Procesal Civil, sino que además ha
trastocado el Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva,
corresponde decretar la nulidad de la misma en aplicación de lo
previsto en el artículo 171 del Código Procesal Civil y ordenar la
renovación del acto procesal afectado, careciendo de objeto emitir
pronunciamiento respecto a los demás cargos denunciados. 4.-
DECISIÓN: Por las consideraciones expuestas, declararon:
FUNDADO el recurso de casación de fojas doscientos setenta y
uno interpuesto por Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta;
CASARON la sentencia de vista de fojas doscientos treinta y dos,
de fecha veinte de mayo de dos mil quince, expedida por la Primera
Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima, en consecuencia NULA la misma; ORDENARON
que la Sala Superior de origen expida nuevo fallo con arreglo a las
directivas impartidas de manera precedente; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Scotiabank
Perú Sociedad Anónima Abierta con la Superintendencia Nacional
de Aduanas y de Administración Tributaria – SUNAT y otro, sobre
Tercería Preferente de Pago; y los devolvieron. Ponente Señora
Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-57
CAS. Nº 3926-2015 AYACUCHO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, quince de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; Con la razón emitida por
el Secretario de esta Sala (folios 54 del cuadernillo de casación), y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto por la demandada
Empresa de Transportes Turismo Libertadores Sociedad
Anónima Cerrada (folios 345), contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número treinta y siete de fecha siete de
julio de dos mil quince (folios 335) expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ayacucho, la cual confirmó la
sentencia de primera instancia contendida en la Resolución
número veinticuatro de fecha veintisiete de agosto de dos mil
catorce (folios 242) que declaró fundada en parte la demanda
interpuesta por César Jerí Vásquez sobre Indemnización de Daños
y Perjuicios por Responsabilidad Extracontractual provenientes del
accidente de tránsito, por fallecimiento de su cónyuge Elva Cuadros
Torres, en consecuencia dispone que la demandada Empresa de
Transportes Turismo Libertadores Sociedad Anónima Cerrada
pague por concepto de Daño Moral la suma de treinta y cinco mil
soles (S/.35,000.00); y revoca en el extremo que ampara la
Indemnización por los conceptos de Daño Emergente y Lucro
Cesante por la suma de dos mil soles (S/.2,000.00) y veinticinco mil
soles (S/.25,000.00); y reformándola la declaró infundada la
Indemnización por dichos conceptos; para cuyo efecto debe
procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que
el recurso cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda
vez que ha sido interpuesto de la siguiente forma: i) Contra la
sentencia de vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ayacucho, que como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante la instancia que
emitió la sentencia que se impugna; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la recurrente fue notificada el diecinueve
de agosto de dos mil quince (folio 341) e interpuso el recurso de
casación el día uno de setiembre de dos mil quince (folio 345); y, iv)
se ha cumplido con el pago de la tasa judicial correspondiente
(folios 342 del principal subsanada a folio 40 del cuadernillo de
casación). TERCERO.- El recurso cumple con el requisito de
procedencia previsto en el artículo 388 inciso 1 del Código Procesal
Civil, puesto que la impugnante no consintió la sentencia de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
primera instancia, habiendo interpuesto en su contra recurso de
apelación (folio 256). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4
de la referida norma, del recurso se tiene que su pedido es
revocatorio. CUARTO.- La recurrente sustenta su recurso en la
primera causal prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, correspondiente a la
infracción normativa que incide directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada; así tenemos que se señala
que se ha incurrido en infracción normativa procesal del artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú por haberse
transgredido las normas y principios referentes al debido proceso,
legalidad y la motivación de las resoluciones judiciales. Al respecto,
se fundamenta el recurso conforme a lo expuesto en los siguientes
ítems: 1.- No se ha tenido en consideración que existen terceros
civiles o denunciados civiles como la Compañía de Seguros
Pacifico, dado que al momento del accidente la recurrente contaba
con un seguro contra todo riesgo con vigencia a la fecha del
siniestro, por lo que al no contemplarse su constitución como
denunciado civil se verifica la evidente contradicción con el artículo
1970 del Código Civil. 2.- No se ha tenido en consideración la
improcedencia del medio probatorio consistente en el nuevo
peritaje técnico que el Segundo Juzgado Civil de Huamanga debió
solicitar a peritos especializados de la Universidad Nacional de
Ingeniería y/o Universidad Nacional Federico Villarreal, a fin de
establecer las causas reales del accidente y determinar si en la
pretensión demandada se configuran los elementos de
responsabilidad civil extracontractual; y. 3.- Resulta compleja la
cuantificación de la Indemnización por Daño Moral, por tratarse de
bienes personalísimos que no tienen un valor establecido en el
mercado en el cual puedan basarse para realizar el cálculo, por lo
que debía informarse o señalar el método o fórmula utilizado para
calcular y/o determinar el monto exacto indemnizable, fijándolo en
la suma de treinta y cinco mil soles (S/.35,000.00). QUINTO.-
Conforme al artículo 384 del Código Procesal Civil, el recurso de
casación tiene por fines la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República; es decir,
se persigue el adecuado control jurídico de las resoluciones
judiciales con el propósito de verificar la correcta interpretación y
aplicación del derecho objetivo y material o procesal al caso
concreto, siendo su finalidad ulterior evitar la infracción o la
violación de la norma legal al resolver la causa1. En vía de casación
no se pueden volver a valorar las pruebas actuadas en el proceso
en mérito a las cuales las instancias de mérito han considerado
acreditado un hecho, puesto que la revaloración probatoria no
resulta acorde con los fines de la casación plasmados en el artículo
mencionado, sino que este recurso versa sobre cuestiones de iure
o de derecho, con exclusión de las de hecho y de lo que se estima
probado. SEXTO.- Acorde con los fines de la casación, el artículo
388 del Código Procesal Civil, al contemplar los requisitos
necesarios para la procedencia del citado recurso, exige –inciso
2– describir con claridad y precisión la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como –inciso 3– demostrar
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
SÉTIMO.- Sobre el ítem 1 del cuarto considerando, referente a la
infracción consistente en no considerar a la Compañía de Seguros
Pacífico como civilmente denunciada en el presente proceso, debe
indicarse que mediante Resolución número cinco del doce de
marzo de dos mil trece (folio 104) se declaró improcedente la
denuncia civil formulada contra dicha compañía por la empresa
recurrente; decisión que quedó firme al no ser apelada
oportunamente, puesto que según se advierte de la Resolución
número seis del once de abril de dos mil trece (folio 114) se declaró
improcedente por extemporáneo el recurso de apelación
interpuesto en su contra. En este orden de ideas, tenemos que la
sentencia de vista materia de casación no ha resuelto sobre la
denuncia civil planteada por la recurrente, puesto que la misma ya
había sido declarada improcedente y tal decisión se encontraba
firme, desprendiéndose de lo actuado en el proceso, que la
supuesta infracción no tendría incidencia directa sobre la decisión
impugnada, puesto que se trata de una cuestión procesal
anteriormente resuelta mediante resolución firme;
consecuentemente, no se satisface el requisito de procedencia del
artículo 388 inciso 3 del Código Procesal Civil. Respecto a este
punto cabe indicarse que la recurrente tiene expedito su derecho
para hacerlo valer frente a la compañía de seguros que considera
debe asumir el siniestro. OCTAVO.- Sobre el ítem 2 del cuarto
considerando, referente a la realización del nuevo peritaje técnico
que fue ofrecido como medio probatorio (número cuatro) en la
contestación de demanda de la empresa recurrente, debe
señalarse que mediante Resolución número diez del veintitrés de
setiembre de dos mil trece (folio 131) se declaró improcedente la
actuación de tal prueba; decisión que fue confirmada por el Auto de
vista (Resolución número tres) del veinte de enero de dos mil
catorce (folio 205). En este orden de ideas, la Sentencia de vista
tampoco se pronunció sobre la práctica de una pericia porque
previamente había sido declarada la improcedencia de la actuación
de dicho medio probatorio mediante resolución firme, por lo que
tratándose de una cuestión procesal ya resuelta, se observa que la
supuesta infracción no tendría incidencia directa sobre la decisión
impugnada, incumpliendo el requisito de procedencia de la
casación del artículo 388 numeral 3 del Código Procesal Civil.
NOVENO.- Sobre el ítem 3 del cuarto considerando, que está
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
relacionado a la fundamentación del Daño Moral y su cuantificación
en el monto de treinta y cinco mil soles (S/.35,000.00) debemos
indicar que los argumentos planteados no están referidos a la
vulneración del deber de motivación previsto en el artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú, sino que se procura
cuestionar los hechos que se han dado por acreditados y demás
argumentos esgrimidos por las instancias de mérito conforme a los
cuales se ha fundamentado tal extremo de la decisión, lo que no
está permitido realizar en vía de casación, por no encontrarse
acorde con los fines que persigue. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la demandada Empresa de Transportes Turismo
Libertadores Sociedad Anónima Cerrada (folios 345), contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número treinta y
siete del siete de julio de dos mil quince (folios 335) expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por César Jerí Vásquez contra la Empresa de Transportes y
Turismo Libertadores Sociedad Anónima Cerrada sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia de la Jueza
Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Romero Díaz,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Carrión Lugo, Jorge. El Recurso de Casación en el Código Procesal Civil.
Volumen II. Tercera Edición. Editorial Iustitia S.A.C. Página 14.
C-1569469-58
CAS. Nº 3938-2015 AYACUCHO
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. SUMILLA: La
motivación de las resoluciones judiciales es un principio de la
función jurisdiccional, tal como lo dispone el inciso 5 del artículo
139 de nuestra Carta Magna, concordante con el artículo 12 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
principio que además se encuentra contenido en el inciso 3 del
artículo 122 del Código Procesal Civil, según el cual, las
resoluciones judiciales deben contener los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito de
lo actuado. Lima, veintitrés de setiembre de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil
novecientos treinta y ocho – dos mil quince, en Audiencia Pública
de la fecha, y efectuados el debate y la votación correspondientes,
emite la siguiente sentencia. MATERIA DEL RECURSO.- Se trata
del recurso de casación interpuesto por Porfirio Yáñez Galindo y
Severiana Juana Pariona Huarhuachi a fojas mil ciento seis, contra
la sentencia de vista de fojas mil treinta y uno, de fecha cinco de
agosto de dos mil quince, emitida por la Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, que revoca la
sentencia apelada de fojas setecientos noventa y seis, de fecha
veinticuatro de octubre de dos mil catorce, que declara fundada la
demanda; y reformándola, la declara improcedente en todos sus
extremos; en los seguidos por Porfirio Yáñez Galindo y otra contra
Natividad Altamirano Laupa y otros, sobre Prescripción Adquisitiva
de Dominio. FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fojas cuarenta y uno del presente
cuadernillo, de fecha veintidós de diciembre de dos mil quince, ha
estimado procedente el citado recurso de casación por las causales
de infracción normativa de derecho procesal e infracción normativa
de derecho material. Los recurrentes denuncian lo siguiente: A)
Infracción de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, 8 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, VII
del Título Preliminar, 122 inciso 4 y 197 del Código Procesal
Civil: La Sala Superior no ha efectuado una evaluación integral de
los fundamentos de la sentencia apelada al no haber tomado en
cuenta los puntos considerados en dicha sentencia que han sido
materia de apelación, aduce que la referida Sala se aparta del
principio tantum apellatum quantum devolutum al no considerar el
thema probandum que ha sido materia de apelación, siendo lo más
grave que en forma confusa, desordenada y con una deficiente e
insuficiente fundamentación ha revocado la sentencia, y
reformándola declaró improcedente la demanda, lo que le causa
agravio y frustra su derecho de formalizar el título de propiedad,
más aún, al considerar que una Minuta de Compraventa es un
simple contrato, y no es título suficiente para que tenga la calidad
de título perfecto, agrega que la Sala Superior solo debió haberse
pronunciado sobre los apartados 3.1, 3.2, 3.3, 3.5 y 3.6, entre los
que se encontraban las tachas no resueltas por el A quo al
momento de emitir sentencia, sin tener en consideración que podía
integrar la resolución y enmendar la omisión cometida por el Juez
de la causa, teniendo que los demandados han dado diversas
versiones sobre el supuesto pago pactado en la Escritura Pública
de Compraventa, faltando a la veracidad y actuando con evidente
mala fe para causarles daños. B) Infracción normativa de los
artículos 950 y 1529 del Código Civil, alegando que se ha
interpretado erróneamente el artículo 950 del Código Civil, dado
que, si bien es cierto la Minuta de Compraventa es un contrato, no
es título suficiente para dar por saneada la propiedad de un
inmueble; por lo tanto, tal como lo señalan la jurisprudencia y la
97103
doctrina, sirve para tramitar o como elemento probatorio para la
prescripción adquisitiva corta. CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine
es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido en el
proceso. En tal sentido, se advierte que a fojas cincuenta y uno,
subsanada a fojas ochenta y cinco, Porfirio Yáñez Galindo y Juana
Pariona Huarhuachi formulan demanda sobre Prescripción
Adquisitiva de Dominio, contra Herminio Lizana Anyosa y Natividad
Altamirano Laupa. Como fundamentos de su demanda sostienen
que desde el diez de marzo de mil novecientos noventa y cinco
vienen poseyendo en forma pacífica, pública, continua y como
propietarios el bien inmueble cuya prescripción adquisitiva
pretenden, el mismo que es una parte de los cuatrocientos
cincuenta metros cuadrados (450.00 m2) de propiedad de los
demandados, quienes lo adquirieron mediante Escritura Pública de
Compraventa de fecha dos de setiembre de mil novecientos
noventa y cuatro, siendo inscrita en la Partida número 02004390,
Ficha número 003702 del Registro de la Propiedad Inmueble de
Ayacucho. Los demandados eran propietarios de la integridad del
Lote número 10 y la mitad del Lote número 09, con un área de
trescientos (300.00 m2) y ciento cincuenta metros cuadrados
(150.00 m2) respectivamente, ubicados en la Manzana “C” de la
Asociación Progreso, del Distrito de Ayacucho, Provincia de
Huamanga, Departamento de Ayacucho, y con fecha diez de marzo
de mil novecientos noventa y cinco, mediante contrato de
compraventa, los demandados transfieren a los demandantes una
parte de dichos lotes, con un área de ciento noventa y cinco
(195.00 m2) y ciento cinco metros cuadrados (105.00 m2)
respectivamente, siendo que desde el veintiuno de abril de mil
novecientos noventa y cuatro comenzaron a pagar el precio,
cancelando el mismo definitivamente en la suma de tres mil
quinientos dólares americanos (US$3,500.00) al suscribirse la
Minuta de Compraventa de fecha diez de marzo de mil novecientos
noventa y cinco. Desde la suscripción de dicho contrato de
compraventa los recurrentes vienen poseyendo dicho bien
inmueble en forma pública, pacífica e ininterrumpida, siendo que
dicha posesión se materializa con la construcción de una vivienda
y diversas plantaciones; asimismo, se acredita con el Certificado de
Posesión otorgado por los miembros de la Junta Directiva de la
Asociación de Propietarios del Barrio “El Progreso”, con el
Certificado de Posesión número 32-2011 otorgado por la
Municipalidad Provincial de Huamanga, además de otros
documentos. Si bien, su posesión proviene de una compraventa
contenida en una minuta, hoy debido a la demanda sobre Nulidad
de Acto Jurídico, incoada por la demandada, se ven obligados a
recurrir a la institución de la usucapión para que se declare su
derecho ya ganado. Se deja constancia que el bien objeto de
prescripción adquisitiva tiene un área de trescientos metros
cuadrados (300.00 m2), con una medida por el frente o Norte de
siete metros lineales con el Jirón Wari (antes Jirón Los Cipreces);
por la derecha en línea quebrada de tres tramos de quince, cuatro
y quince metros lineales con la propiedad de Gabino Roca Prado,
por la izquierda o el Este limita con las propiedades de Vicente
Ramírez y su esposa Julia Lizana Anyosa, y por el fondo o Sur de
trece metros lineales con la propiedad de la familia Cisneros.
SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su naturaleza, el Juez
de la causa, mediante sentencia de fojas setecientos noventa y
seis, de fecha veinticuatro de octubre de dos mil catorce declara
fundada la demanda. Como fundamentos de su decisión sostiene
que a fojas doce y siguientes aparecen tres certificados de
posesión a favor de los demandantes Porfirio Yáñez Galindo y
Severiana Juana Pariona Huarhuachi; a fojas treinta y nueve corre
copia legalizada de la Partida número 02004390 del Registro de la
Propiedad Inmueble de Ayacucho correspondiente al predio
denominado Lotización Progreso, Manzana C, Lotes números 09 y
10, del Distrito de Ayacucho, Provincia de Huamanga, y
Departamento de Ayacucho, con un área de cuatrocientos
cincuenta metros cuadrados (450.00 m2), y en el Asiento número
C-01 aparece la independización a favor de los demandados,
inscrita el siete de junio de mil novecientos noventa y nueve.
Finalmente, a fojas cuarenta y ocho corre copia legalizada de una
Minuta de Compraventa que otorgan los demandados a favor de
los demandantes; con los demás medios probatorios corrientes en
autos. En cuanto a los elementos de la prescripción adquisitiva,
teniendo que el predio materia de adquisición se encuentra ubicado
en la Asociación Progreso, Manzana C, Lotes números 09 y 10 del
Distrito de Ayacucho, Provincia de Huamanga, Departamento de
Ayacucho; el mismo que conforme a la Partida Registral número
02004390 del Registro de la Propiedad Inmueble de Ayacucho fue
adquirido por los demandados, siendo que posteriormente en el
Asiento número C00003 de dicha Partida se anota la Compraventa
de Derechos y Acciones que realiza el codemandado Herminio
Lizana Anyosa a favor de los demandantes, acto inscrito el cinco de
marzo de dos mil doce. Asimismo, que a fojas cuarenta y ocho,
aparece copia legalizada de una Minuta de Compraventa que
otorgan los demandados a favor de los demandantes, respecto del
inmueble objeto de prescripción, la misma que no ha sido
cuestionada en esta causa y menos aparece impugnada
judicialmente, por lo que despliega todos su efectos jurídicos y
probatorios. Si bien la demandada alega en autos que dicho
documento es fabricado, tal hecho no ha sido demostrado en forma
alguna, por lo tanto, resulta una versión improbada en la causa.
Asimismo, a fojas diecisiete corre un contrato de suministro de

97104 CASACIÓN
energía número 973633 celebrado por la empresa Electrocentro
con Porfirio Yáñez Galindo, documento suscrito el veintisiete de
mayo de mil novecientos noventa y siete; de igual forma corre en
autos una boleta de venta que emite la Empresa Prestadora de
Servicios Ayacucho Sociedad Anónima a favor de Porfirio Yáñez
Galindo, respecto del predio sito en el Barrio Progreso, Manzana C,
Lote 10, verificándose en dicha boleta que tiene como concepto
“Cancelación por concepto de conexión domiciliaria de agua
potable“, documento que tiene fecha de cancelación el cuatro de
marzo de mil novecientos noventa y ocho. Además, a fojas veinte y
siguientes, aparecen recibos emitidos por Electrocentro, teniendo
como titular a Porfirio Yáñez Galindo y correspondiente al predio
sito en el Barrio Progreso, número 9, Manzana C, de fechas
diciembre dos mil ocho, diciembre dos mil nueve y noviembre dos
mil diez. Finalmente, a fojas veinticinco aparecen recibos de
consumo emitidos por la empresa Espasa, consignándose como
titular del predio a Porfirio Yáñez Galindo y correspondiente al
predio antes acotado de la Urbanización Progreso, así como
también aparecen recibos de pago de impuesto predial de la
Municipalidad Provincial de Huamanga, con fecha de cancelación
tres de agosto de mil novecientos noventa y nueve. De los actuados
mencionados, se tienen elementos suficientes para determinar la
posesión de los demandantes. Si bien los recibos de la empresa
Espasa y de Electrocentro presentados en autos, tienen fecha de
pago de los años dos mil nueve y dos mil diez, y por lo tanto son de
expedición reciente, se puede anotar que la posesión del predio
data desde que se inician los trabajos de conexión como se indica,
pues ello evidencia que existía posesión de parte de los solicitantes
ahora demandantes, resultando ilógico pensar que se realicen
dichas solicitudes y pagos cuando el bien viene siendo ocupado
por terceras personas. En cuanto a los Certificados de Posesión,
se tiene que si bien los mismos han sido cuestionados respecto a
la autoridad que los emitió, o en otro caso por la deficiencia de su
contenido, esta judicatura verifica por ejemplo, del certificado de
posesión de fecha dieciocho de mayo de dos mil once, que vecinos
de la citada Urbanización Progreso han manifestado
voluntariamente que los demandantes han efectuado el
levantamiento de una construcción en el predio sito en la Manzana
C, Lote 10, documento que al margen del título que tenga, expresa
que los citados vecinos reconocen a los ahora demandantes como
posesionarios del mencionado lote y confirman a su vez las
construcciones con material noble efectuadas para la vivienda lo
que demuestra pues la posesión del indicado bien. De otro lado,
cuando se apersona a los autos el litisconsorte Cipriano Víctor
Cárdenas Casabona manifiesta que el demandado Herminio
Lizana Anyosa se encontraba en la ciudad de Lima, siendo que en
dicha ciudad es donde acuerdan finiquitar el negocio jurídico de
compraventa, siendo que ello se confirma con el Testimonio de
Escritura de Compraventa de Derechos y Acciones que se celebra
en la ciudad de Lima, documento obrante a fojas trescientos dos
(vuelta) de autos; Así, de dicho medio probatorio se acredita que el
codemandado Herminio Lizana Anyosa no tenía la posesión del
predio descrito como Lote 10 de la Manzana C de la Lotización el
Progreso, pues radicaba en la ciudad de Lima. Por último, debe
señalarse que los demandados en ningún escrito presentado en
los autos han acreditado que hubieren tenido la posesión del predio
y que lo vertido por la parte demandante constituyan versiones
temerarias y antojadizas; más aún, si se tienen en cuenta las
testimoniales vertidas en la causa y que obran en la Audiencia de
Pruebas de fojas seiscientos veintidós y siguientes, donde los
testigos en forma uniforme han señalado conocer a los
demandantes desde hace más de diez años atrás, que ingresaron
en un lote vacío y posteriormente construyen su vivienda, lo que
evidencia también la posesión y el período de ella. Respecto a la
posesión continua, si bien es verdad que no existen mayores
medios probatorios que abunden en dicha continuidad, no en
menos cierto que los demandados tampoco han presentado
documentación que desacredite dicha afirmación; por lo tanto, se
puede afirmar la continuidad de la posesión por parte de los
demandantes; en cuanto al elemento de la posesión pacífica
entendida la misma, como la posesión que se realiza sin que sobre
el objeto o las personas se verifiquen actos de violencia o
beligerancia, así la posesión que se afirma tener debe ser una
posesión exenta de cualquier acto que pretenda rechazar esta
situación jurídica; en el presente caso, los demandados no han
acreditado con documento alguno que la posesión que se alega
haya sido no pacífica, por lo tanto dicho elemento de la prescripción
también debe confirmarse. Si bien, la demandada Natividad
Altamirano Laupa ha presentado copia de una denuncia fiscal
ingresada el veinte de agosto último, es de verse que no existe
documentación que indique que la misma haya sido admitida a
trámite y mucho menos se puede determinar que dicha denuncia
haya sido amparada, por lo tanto, resulta irrelevante al caso. En
cuanto a la posesión pública, debemos mencionar que la misma
está referida al ejercicio de la posesión, dando una connotación de
propiedad o de actuar como propietarios; en este punto debemos
resaltar el contrato de suministro para la adquisición de los servicios
públicos (Epsasa, Electrocentro, etc.) y además con los mismos
certificados de posesión antes detallados por los cuales la
comunidad ha dejado constancia de la posesión que han
desarrollado ante sus vecinos, los ahora demandantes;
consecuentemente la posesión pública se encuentra totalmente
verificada. Finalmente, respecto al cumplimiento del plazo de ley,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
esto es la prescripción larga (diez años) y la prescripción corta
(cinco años), como se ha acotado del contrato de suministro de
energía celebrado con la empresa Electrocentro de esta ciudad, se
tiene que el mismo data del año mil novecientos noventa y siete y
en él se aprecia consignado como domicilio del demandante
“Progreso C9”; asimismo, de autos a fojas veintitrés aparece la
boleta de venta que emite la Empresa Prestadora de Servicios
Ayacucho Sociedad Anónima a favor de Porfirio Yáñez Galindo,
respecto del predio sito en el Barrio Progreso, Manzana C, Lote 10,
dicha boleta tiene como concepto “cancelación por concepto de
conexión domiciliaria de agua potable”, documento que tiene fecha
de cancelación el cuatro de marzo de mil novecientos noventa y
ocho y además, como se ha acotado, los recibos de pago del
impuesto predial datan como fecha de cancelación el tres de
agosto de mil novecientos noventa y nueve; siendo así, de la citada
documentación se aprecia que la misma tiene correlación en el
tiempo con la Minuta de Compraventa antes detallada (mil
novecientos noventa y cinco), por lo tanto, se puede indicar que la
posesión data desde los años mil novecientos noventa y ocho – mil
novecientos noventa y nueve, y que estando a la fecha de la
interposición de la demanda, el dos de junio de dos mil once, el
plazo de prescripción adquisitiva es mayor de diez años. Respecto
a la adquisición efectuada por el litisconsorte integrado a los autos,
este Despacho advierte que también, los ahora demandantes han
interpuesto Nulidad de Acto Jurídico respecto de dicha
transferencia, pretensión que se encuentra en trámite en sede
judicial; siendo así, esta judicatura no puede emitir pronunciamiento
alguno respecto al título que presenta dicho litisconsorte en autos.
TERCERO.- Apelada la mencionada sentencia, la Sala Revisora,
mediante sentencia de fojas mil treinta y uno, de fecha cinco de
agosto de dos mil quince, la revoca y, reformándola, declara
improcedente la demanda. Como fundamentos expone que
estando a los hechos descritos en la demanda y a lo invocado por
los accionantes quienes pretenden la usucapión bajo el supuesto
de justo título, ello refiriéndose a la Minuta de Compraventa de
fojas cuarenta y ocho; debe precisarse previamente que el Código
Civil, a diferencia de otros, no define lo que es justo título; sin
embargo, la doctrina lo define como aquél que se encuentra
revestido de las formalidades de ley, pero que tiene algunos
defectos o vicios, de modo tal que no puede ser confundido con un
título perfecto. Además y como parece obvio, si el título fuera
perfecto, sin ningún defecto de forma o de fondo, no sería necesario
recurrir a la prescripción para consolidar el derecho del adquirente.
Los defectos del “justo título” se plantean, cuando menos, en tres
sentidos: i) Que el título emane de una persona que no es el
propietario del bien; lo que cada vez puede resultar menos
frecuente, dado el incremento de la formalización y publicidad
registral; ii) Que el título haya sido otorgado por una persona
incapaz; lo que haría nulo al documento de su propósito, sin que
ello perjudique o desvirtúe la buena fe del poseedor, salvo prueba
en contrario; y, iii) Que el título no revista las solemnidades exigidas
por la ley, bajo sanción de nulidad. Consecuentemente, el justo
título es, en esencia, un título imperfecto, en virtud del cual el
posesionario no adquiere la propiedad (aunque crea que ello sí ha
sucedido), y que le permite, en su momento, presentarlo para una
pretensión de usucapión, con adición de la probanza de los otros
elementos ya mencionados, que deben concurrir para la
declaración de propiedad pretendida. En el presente caso de
autos, los demandantes señalan que el inmueble materia de
prescripción, con un área de trescientos metros cuadrados (300.00
m2), ubicado en la Manzana “C” de la Asociación Progreso; fue
adquirido el diez de marzo de mil novecientos noventa y cinco de
sus propietarios mediante contrato de compraventa (Minuta),
previa cancelación del precio total convenido (contrato que obra a
fojas cuarenta y ocho). Siendo así, estando a las características del
contrato de compraventa, en cuya celebración han intervenido los
vendedores del predio acreditando su condición de propietarios
con la Ficha Registral número 90303702 de los Registros Públicos,
obrante a fojas treinta y nueve y cuarenta; contrato en el cual se ha
determinado el precio y el objeto de la venta conforme al artículo
1529 del Código Civil, de lo cual no se advierte defecto alguno de
forma o de fondo, ni vicio en la Minuta de Compraventa que invalide
su eficacia; consecuentemente, no sería necesario recurrir a la
prescripción para consolidar el derecho del adquirente; pues
conforme se tiene expresado en los considerandos precedentes,
para ser considerado el instrumento como justo título, debe ser
otorgado por una persona que no es el propietario del bien o que el
título haya sido otorgado por una persona incapaz o que el título no
revista las solemnidades exigidas por la ley, bajo sanción de
nulidad; supuestos que no se configuran en el contrato de
compraventa materia de análisis (Minuta). Por lo tanto, resulta un
imposible jurídico pretender la prescripción adquisitiva; tal como ya
se ha establecido en reiteradas jurisprudencias. Igualmente, los
demandantes señalan que el doce de abril de dos mil once han
sido notificados con la demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico del
Contrato de Compraventa, referido a la Minuta de Compraventa,
demanda interpuesta por la accionada Natividad Altamirano Laupa,
es por ello que se ven obligados a interponer la demanda de
Prescripción Adquisitiva de Dominio; sin embargo, lo expresado no
se encuentra acreditado en autos, y mucho menos se puede inferir
que el Contrato de Compraventa haya sido ya invalidado; en todo
caso, los demandantes tienen expedito el derecho de solicitar a los
vendedores la obligación de perfeccionar el contrato a través del
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Otorgamiento de Escritura Pública; toda vez que además de
encontrarse obligado a transferir la propiedad de un bien al
comprador y éste a pagar su precio en dinero, es obligación
esencial del vendedor perfeccionar la transferencia de la propiedad
del bien. CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el
recurso de casación ha sido declarado procedente por las causales
de infracción normativa de derecho procesal e infracción normativa
de derecho material, debiendo absolverse, en principio, la denuncia
de carácter procesal, de modo que si se declara fundado el recurso
por ésta, deberá entonces verificarse el reenvío, careciendo de
objeto el pronunciamiento respecto a la causal sustantiva.
QUINTO.- La motivación de las resoluciones judiciales es un
principio de la función jurisdiccional, tal como lo dispone el inciso 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, concordante
con el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, principio
que además se encuentra contenido en el inciso 3 del artículo 122
del Código Procesal Civil, según el cual, las resoluciones judiciales
deben contener los fundamentos de hecho que sustentan la
decisión y los respectivos de derecho con la cita de la norma o
normas aplicables en cada punto según el mérito de lo actuado.
SEXTO.- Al respecto, se tiene que la Sala Superior ha indicado que
en el caso de autos, los demandantes son propietarios del predio
denominado Lotización Progreso, Manzana C, Lotes 09 y 10, del
Distrito de Ayacucho, Provincia de Huamanga, Departamento de
Ayacucho, en mérito a una Minuta de Compraventa suscrita a su
favor por los demandados, y que en dicha condición, la pretensión
de prescripción adquisitiva que han interpuesto, resulta un
imposible jurídico, en consecuencia, su demanda es improcedente;
sin embargo, en dicha decisión no se ha tomado en cuenta que el
derecho de propiedad de los demandantes se encuentra
cuestionado por una transferencia posterior practicada por los
demandados sobre parte del mismo bien objeto de prescripción, lo
mismo que incluso dio origen a que mediante la Resolución número
22, de fecha nueve de agosto de dos mil trece, se declare
litisconsorte necesario a Cipriano Víctor Cárdenas Casabona.
SÉTIMO.- Como se puede apreciar la Sala Superior no ha tomado
en consideración dicha situación, por lo tanto, no resulta correcta la
conclusión a la que arriba en sus considerandos 4.6 y 4.7 respecto
a la existencia de un título de propiedad plenamente eficaz a favor
de los demandantes, toda vez que si bien no se ha cuestionado
formalmente la Minuta antes referida, la segunda transferencia
realizada sí puede constituir una afectación frente a la cual la
prescripción adquisitiva -como instituto jurídico orientado a
consolidar la propiedad mediante la posesión, bajo ciertos
requisitos- resulta necesaria; lo cual debe ser valorado al momento
de emitir pronunciamiento sobre el caso de autos. OCTAVO.- En
consecuencia, se advierte una motivación defectuosa de la
recurrida, lo cual significa la declaración de nulidad de la misma, de
conformidad con lo establecido por el artículo 396, inciso 1 del
Código Procesal Civil, correspondiendo al Ad quem renovar el acto
procesal viciado, es decir, emitir nueva sentencia, de conformidad
con las consideraciones previamente vertidas. Cabe agregar que,
en atención a lo establecido en el considerando cuarto de la
presente resolución, carece de objeto pronunciarse sobre las
denuncias de contenido material. Por las razones anotadas debe
ampararse el presente recurso casatorio, por la causal de infracción
normativa procesal; en consecuencia, conforme al artículo 396
inciso 1 del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por Porfirio Yáñez Galindo y
Severiana Juana Pariona Huarhuachi a fojas mil ciento seis; por
consiguiente, CASARON la sentencia de vista de fojas mil treinta y
uno, de fecha cinco de agosto de dos mil quince, emitida por la
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Ayacucho, que revoca la sentencia apelada de fojas setecientos
noventa y seis, de fecha veinticuatro de octubre de dos mil catorce,
que declara fundada la demanda; y reformándola, la declara
improcedente en todos sus extremos; en consecuencia, NULA la
misma; ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia emita
nueva sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en
los considerandos precedentes; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Porfirio Yáñez Galindo y otra
contra Natividad Altamirano Laupa y otros, sobre Prescripción
Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA C-1569469-59
CAS. Nº 3967-2015 LIMA SUR
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintidós de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Gilda Carlota Urbina La Cotera a fojas
treinta y dos del cuadernillo formado en este Supremo Tribunal,
contra la sentencia de vista de fojas ciento cuarenta y siete, de
fecha veintitrés de junio de dos mil quince, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que confirma la
sentencia apelada de fojas ciento dos, de fecha diecinueve de junio
de dos mil catorce, que declara fundada la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la recurrente la sentencia de primera instancia que le
97105
fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado
en el artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncia: A) Infracción normativa
del artículo 911 del Código Civil: El presupuesto para que se
configure la precariedad conlleva que el titular haya entregado al
ocupante la posesión del inmueble, generando como único deber
de éste devolver o restituir la posesión cuando le sea requerida,
asistiendo al citado titular el derecho para exigir la restitución. En
ese sentido, la justificación de la posesión a que hace referencia
la norma se basa en las tres hojas de agenda donde constan los
pagos a Mary Urbina La Cotera, quien fue la persona que realizó el
contrato de compraventa con la recurrente y su conviviente Máximo
Oropeza Oscco, copia simple de la Constancia de Vivienda,
boletas de venta del año dos mil once, recibos de agua de los años
dos mil once y dos mil doce y el contrato de compraventa a que se
hace mención en la contestación de la demanda y en el proceso
de Prescripción Adquisitiva de Dominio. Además, dicha posesión
no le fue otorgada por el demandante sino por Mary Urbina La
Cotera y su hijo Ángelo Senisse Urbina; consecuentemente, no se
cumple con los presupuestos que exige el artículo 911 del Código
Civil; B) Infracción normativa de los artículos 139, incisos 3 y
5 de la Constitución Política del Perú, III del Título Preliminar y
197 del Código Procesal Civil: Durante el transcurso del proceso
se ha hecho mención taxativa que Mary Urbina La Cotera, madre
de Ángelo Senisse Urbina (la primera prima de la demandante y
el segundo su sobrino) fueron quienes otorgaron previamente la
posesión del bien sub litis y luego fue la compraventa de Gilda
Urbina La Cotera y su conviviente Máximo Oropeza Oscco;
consecuentemente, no se puede sostener que no tiene relación
sustancial o material con las partes que integran el proceso, lo que
resulta indebido. El A quo atendiendo a los fines del proceso debió
actuar el contrato de compraventa privado, que venía justificado
con los recibos de pago, constancia de posesión y demás actuados,
valorándolos en forma conjunta. Además, en la contestación de
la demanda se adjuntó como anexo 1-B el documento privado
de compraventa, el cual fue admitido en el auto admisorio y en
el proceso sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio, también
corre dicho documento, el cual fue admitido en el proceso.
CUARTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado
A): La recurrente, en lugar de describir con claridad y precisión
el modo en que se habría verificado la infracción del artículo 911
del Código Civil, pretende que se haga una nueva valoración
de los medios probatorios a los cuales alude; sin embargo, ello
no procede en sede casatoria, pues no corresponde a los fines
previstos en el artículo 384 del Código Procesal Civil. Sin perjuicio
de ello, cabe agregar que el Juez de la causa ha cumplido con
valorar dichos medios probatorios al amparo de lo previsto por el
artículo 197 del Código Procesal Civil, concluyendo lo siguiente: De
los documentos en mención, no se advierte que por el transcurso
del tiempo la demandada haya adquirido el título que legitime su
posesión, toda vez que el punto a) se refiere a pagos efectuados
a favor de Mary Urbina La Cotera, quien no tiene relación material
con las partes que integran el presente proceso. El punto b) se
refiere a una constancia de vivienda adjuntada en copia simple, la
cual no genera convicción en el Juzgador. Por otro lado, en lo que
respecta a los tres recibos de agua, los mismos que corresponden
a los meses de octubre de dos mil once, abril de dos mil doce y
agosto de dos mil doce, en lo absoluto acreditan que la demandada
venga poseyendo el inmueble por diez años; mientras que la boleta
de venta adjuntada en fotocopia simple tampoco genera convicción
en el Juzgador. QUINTO.- En cuanto a la denuncia contenida en
el apartado B): Tal como ha establecido el Juez de la causa, la
recurrente no ha presentado el contrato de compraventa por
el cual, según su alegación, habría adquirido la propiedad del
inmueble sub litis; por otro lado, también ha establecido que los
medios probatorios que ha adjuntado la recurrente no le causan
convicción sobre la celebración de dicho contrato, tal como se ha
glosado anteriormente. Por consiguiente, no existe la infracción
aquí alegada, en consecuencia, no se ha cumplido, en rigor, con
el requisito del artículo 388, inciso 2 del Código Procesal Civil. Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Gilda Carlota Urbina La Cotera a fojas
treinta y dos del cuadernillo formado en este Supremo Tribunal,
contra la sentencia de vista de fojas ciento cuarenta y siete, de
fecha veintitrés de junio de dos mil quince, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que confirma
la sentencia apelada de fojas ciento dos, de fecha diecinueve
de junio de dos mil catorce, que declara fundada la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Valeria Isabella Bedón Manrique contra Gilda Carlota Urbina La
Cotera, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-60
CAS. Nº 4123-2015 JUNÍN
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: En el
Cuarto Pleno Casatorio en materia Civil, se ha dado al artículo 911
del Código Civil un contenido que prioriza la efectividad del derecho
a la tutela jurisdiccional, por lo tanto, cuando en aquella disposición

97106 CASACIÓN
normativa se señala que la carencia de título para la posesión o el
fenecimiento del mismo es condición de posesión precaria, no se
está refiriendo únicamente al documento que hace alusión al título
de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o circunstancia que haya
sido alegada por las partes, los cuales pueden probarse también en
la vía del proceso sumarísimo, a través de cualquiera de los medios
probatorios establecidos por la legislación procesal civil, siendo
necesario sólo entender que el derecho en disputa no será la
propiedad sino el derecho de poseer el bien reclamado. Es en este
sentido que se ha establecido como doctrina jurisprudencial de
observancia obligatoria no sólo la configuración del título posesorio
según el artículo 911 del Código Civil en los términos antes referidos
(como acto o documento), sino que, en concordancia con el artículo
585 del Código Procesal Civil, debe entenderse que la restitución del
inmueble poseído precariamente puede ser pretendida por quien
tenga derecho a ello, sin que necesariamente ostente la condición
de propietario (poseedor mediato, administrador, etc.), procediéndose
a extender el concepto de posesión precaria hacia diversos
supuestos incluso más allá de los mencionados en la norma procesal
referida. Lima, veintiocho de setiembre de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número cuatro mil
ciento veintitrés - dos mil quince, y producidos el debate y votación
correspondientes, emite la presente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Johnnie
Marcos Poma Romero a fojas doscientos cincuenta y dos, contra la
sentencia de vista de fojas doscientos cuarenta y tres, de fecha
veinte de julio de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Mixta
de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín, que revoca
la sentencia apelada de fojas ciento noventa y dos, de fecha
veintiséis de mayo de dos mil quince, que declara improcedente la
demanda, y reformándola, declara infundada la misma.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante
resolución de fojas cuarenta y ocho del presente cuadernillo, de
fecha siete de enero de dos mil dieciséis, ha estimado procedente el
citado recurso de casación por las causales de infracción normativa
de derecho procesal e infracción normativa de derecho material. La
parte recurrente denuncia lo siguiente: A) Infracción normativa
procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Perú, alegando que la sentencia de vista omite pronunciarse
sobre los agravios expresados en el recurso de apelación, y a su
vez, emite una resolución en perjuicio del apelante (reforma en
peor); B) Infracción normativa de carácter material del artículo
2012 del Código Civil, alegando que la Sala Superior interpreta
erróneamente la norma en mención porque de manera errada
determina que la inscripción corresponde a la donación realizada a
favor del Arzobispado de Huancayo, cuando en realidad y de la
propia lectura de la citada Partida Registral se precisa que ésta
determina como copropietario al recurrente. La propiedad inscrita en
los Registros Públicos es de conocimiento de todos los ciudadanos;
que en efecto la Partida Electrónica número 02008732 data del año
mil novecientos noventa y seis, es decir, tiene más de diecinueve
años de antigüedad y detalla de manera clara y precisa que el
demandante es copropietario del bien materia de desalojo; por lo
tanto, las supuestas escrituras de donación que obran en autos se
encuentran inmersas en causales de nulidad manifiesta, en
consecuencia, la sentencia apelada debió ser revocada y declarada
fundada; C) Apartamiento inmotivado del precedente judicial
contenido en el Cuarto Pleno Casatorio, alegando que del análisis
de los criterios vinculantes emitidos por la Corte Suprema de Justicia
de la República en el Cuarto Pleno Casatorio Civil, se deduce que en
el Desalojo por Ocupación Precaria se debe verificar si el demandado
ha acreditado que cuenta con título que justifique la posesión y, de
tenerlo, debe verificarse si no es inválido o nulo, siendo que en el
caso de autos, estos criterios no han sido analizados por el Ad quem,
pues aplicando e interpretando los criterios señalados en el
precedente vinculante, se llega a la conclusión que el demandado sí
tiene la calidad de precario, porque el contrato mediante el cual
supuestamente se legitimó la posesión del mismo ha fenecido por
vencimiento de plazo, de la misma manera, el supuesto contrato de
donación a favor de tercera persona se encuentra inmerso en la
causal de nulidad manifiesta pues es contrario a las leyes, no existe
manifestación de la voluntad y su objeto es física y jurídicamente
imposible, pero se da el caso que en la sentencia de vista impugnada
existe apartamiento sin ninguna motivación de la referida doctrina
jurisprudencial. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la
absolución del recurso de casación sub examine es necesario hacer
un breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se
advierte que a fojas quince Bereniz Poma Santos interpone demanda
de Desalojo por Ocupación Precaria, en representación de Johnnie
Marcos Poma Romero y Guillermo Pedro Poma Díaz, solicitando
que los demandados desalojen el lote ubicado en el Pasaje Los
Sauces sin número, Manzana “M”, Lote 8, esquina con el Jirón
Reivindicación, Hechadero II Azapampa, Distrito de Chilca, Provincia
de Huancayo; así como el pago de costos y costas del proceso.
Como fundamentos de su demanda sostiene que sus representados
son propietarios del inmueble denominado Hechadero, ubicado en
Azapampa, debidamente inscrito en la Partida Electrónica número
02008732 por haberlo adquirido como herencia de su padre Pedro
Poma Rodríguez, y que el Hechadero II se encuentra parcialmente
invadido por la Asociación denominada “Padre Pío Sarobe” cuyos
asociados han reconocido la titularidad de sus asociados. El
demandado viene posesionando el predio materia de desalojo sin
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
tener documento alguno que acredite la posesión que tiene sobre el
mismo. Por su parte, el demandado Zenón Reyes Soller, absuelve la
demanda mediante escrito de fojas veintinueve a treinta y cinco,
subsanada a fojas setenta y seis, alegando sustancialmente que,
viene posesionando el inmueble en litigio debido a que fueron
autorizados por el Arzobispado de Huancayo, y que ha existido otra
persona que ha demandado el desalojo por ocupante precario, de
nombre Miriam Maribel Ramos Villanueva en el Expediente Judicial
número 3055-2009, ante el Sexto Juzgado Civil de Huancayo, en el
cual se ha determinado que no es poseedor precario. SEGUNDO.-
Tramitada la demanda según su naturaleza, el Juez de la causa,
mediante sentencia de fojas cien, declara improcedente la demanda,
la misma que fue confirmada por la sentencia de vista de fojas ciento
treinta y seis. Dicha sentencia de vista fue casada por este Tribunal,
mediante sentencia casatoria número 3465-2013, de fecha cinco de
noviembre de dos mil catorce, ordenándose al Juez de la causa
emitir nuevo pronunciamiento con arreglo a las consideraciones
dispuestas en dicha resolución. TERCERO.- Asumiendo
nuevamente competencia, el A quo emite nueva sentencia, de fecha
veintiséis de mayo del dos mil quince, que corre a fojas ciento
noventa y dos, declarando improcedente la demanda. Como
fundamentos de su decisión sostiene que la parte demandante,
alega tener propiedad respecto del inmueble objeto de desalojo,
señalando que lo adquirieron por sucesión intestada de Pedro Poma
Rodríguez, conforme da cuenta la Partida Electrónica número
02008732 de fojas seis a nueve. Sin embargo, de lo actuado se ha
constatado que conforme a lo alegado por el demandado, el mismo
predio Hechadero II con un área de veintiocho mil trescientos
noventa y cuatro punto setenta y ocho metros cuadrados
(28,394.78m2), habría sido donado por Felipe Salazar Fuertes y
Ferbonia Blanca Loayza de Salazar a favor del Arzobispado de
Huancayo, conforme da cuenta la Escritura Pública de fojas cuarenta
y ocho a sesenta, lo que significa, que el Arzobispado de Huancayo
vendría a ser el actual titular de dicho predio, no habiéndose tampoco
acreditado que se haya invalidado judicialmente la precitada
Escritura Pública de donación. Asimismo, de las copias certificadas
del Proceso número 03055-2009-0-1501-JR-CI-06 y que obran a
fojas ochenta y cinco, se advierte que Miriam Maribel Ramos
Villanueva alega también derecho de propiedad sobre el predio
ubicado en el paraje Hechadero II, y es en dicha condición que
solicitó el desalojo de la Asociación de Vivienda Desplazados por la
Violencia Social “Libertadores de Azapampa”, demanda que fue
declarada improcedente. Se tiene entonces, que respecto del predio
en mayor extensión conocido como Hechadero II, con un área de
veintiocho mil trescientos cincuenta y siete punto treinta y cuatro
metros cuadrados (28,357.34 m2), no sólo el demandante reclama
propiedad sino que también hace lo propio el Arzobispado de
Huancayo y Miriam Maribel Ramos Villanueva; por lo tanto, no se ha
acreditado fehacientemente el derecho de propiedad de la parte
demandante, siendo ello así, es de concluirse que no es el presente
proceso sumarísimo el idóneo para discutir el mejor derecho de
propiedad que le puedan asistir a las partes, sino en un proceso más
lato y en cuyo interior las partes puedan discutir el mejor derecho de
propiedad que alegan. Por su parte, el demandado señala en su
contestación a la demanda, que no tiene la condición de precario,
dado que viene posesionando el inmueble en litigio debido a que fue
autorizado por el Arzobispado de Huancayo, siendo que se ha
constatado que dicho predio ha sido donado por Felipe Salazar
Fuertes y Ferbonia Blanca Loayza de Salazar a favor del Arzobispado
de Huancayo, y que el representante de esta entidad ha autorizado
implícitamente para que los miembros de la citada Asociación tomen
posesión de dicho inmueble, tratando además de beneficiarles en
cuanto al saneamiento básico, conforme da cuenta la instrumental
de fojas sesenta y nueve a setenta. Asimismo, se advierte que el
emplazado ha realizado una construcción con material de tapia
como vivienda, conforme da cuenta el Acta de Inspección Judicial de
fojas ochenta y dos a ochenta y tres, y que incluso el predio litigioso
tiene ubicación en una calle con denominación, todo lo que fue
posible debido a la autorización del Arzobispado de Huancayo; por lo
tanto, no se aprecia ausencia absoluta de titulo que justifique la
posesión de los demandados para ocupar el predio sub materia, por
lo que no se configura la ocupación precaria prevista en el artículo
911 del Código Civil. CUARTO.- Una vez apelada la mencionada
sentencia, la Sala Revisora, mediante sentencia de vista de fojas
doscientos cuarenta y tres, de fecha veinte de julio del dos mil
quince, la revoca, y reformándola la declara infundada. Como
fundamentos expone que si bien el demandante ha acompañado la
Partida Electrónica número 02008732 y el plano respecto del predio
Hechadero con un área de ciento diecinueve mil trescientos
cincuenta metros cuadrados (119,350.00 m2), y dentro del cual se
encontraría el inmueble cuya restitución se solicita, sin embargo,
también se ha verificado, conforme a lo alegado por el demandado,
que el predio Hechadero II con un área de veintiocho mil trescientos
noventa y cuatro punto setenta y ocho metros cuadrados
(28,394.78m2), ha sido donado por Felipe Salazar Fuentes y
Ferbonia Blanca Loayza de Salazar a favor del Arzobispado de
Huancayo, conforme da cuenta la Escritura Pública de fojas cuarenta
y ocho, lo que significa que el Arzobispado de Huancayo vendría a
ser actual titular de dicho predio, en mayor extensión, no habiéndose
tampoco acreditado que se haya invalidado judicialmente la
precitada Escritura Pública de donación, que se encuentra inscrita
en la Partida número 02008732. Se verifica asimismo, de las copias
certificadas del Proceso número 03055-2009-0-1501-JR-CI-06, de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
folios ochenta y cinco, que existen procesos similares donde se ha
declarado la improcedencia de la demanda. Véase por ejemplo, el
proceso instaurado por Miriam Maribel Ramos Villanueva que alega
derecho de propiedad sobre el predio ubicado en el paraje Hechadero
II, lado sur del anexo de Azapampa, signado con el Lote número 2,
con un área superficial de trece mil setecientos veinte metros
cuadrados (13,720.00 m2) del Distrito de Chilca y es en dicha
condición que solicitó el desalojo de la Asociación de Vivienda
Desplazados por la Violencia Social “Libertadores de Azapampa”
demanda que fue declarada improcedente, precisamente por la
presencia de la referida asociación de vivienda que alega poseer por
consentimiento del Arzobispado de Huancayo; situación similar a la
del demandado. Se verifica que los argumentos del juzgador para
desestimar la demanda son correctos, en atención a que la parte
demandada ha alegado y acreditado estar en posesión del bien por
parte del Arzobispado de Huancayo. Las instrumentales de folios
cuarenta y ocho a setenta y dos verifican este argumento, por lo
tanto, la decisión del juzgador no encuentra contradicción con la
sentencia casatoria que remite al Pleno Casatorio Civil, salvo en el
decisorio pues, verificado que no existe invalidez absoluta y evidente
del título posesorio del demandado (esto es, de la titulación del
Arzobispado de Huancayo que “justifica y acepta” –folios setenta y
uno- la posesión de los pobladores de la Asociación de Vivienda
“Padre Pío Sarobe”), correspondía la declaración de infundabilidad
de la demanda y no la decisión inhibitoria. Al respecto, sobre el
medio de prueba presentado por el demandante, como es el contrato
privado de folios once a doce, en el que suscriben que los ahora
demandantes son titulares del predio, el mismo que se divide en tres
lotes, I, II y III, además el posesionario Zenón Reyes Soller reconoce
que los propietarios son Johnnie Marcos Poma Romero y Guillermo
Pedro Poma Romero, y éstos a su vez reconocen la posesión de
Zenón Reyes Soller del Lote número 08 de la Manzana “M”,
correspondiente al paraje denominado Hechadero II, cuya área es
de noventa y cuatro punto veinticuatro metros cuadrados (94.24 m2);
debe señalarse que el argumento de la contestación de la demanda
efectuado por el demandado en su escrito de folios veintinueve es el
de la posesión del bien en litigio, por autorización del Arzobispado de
Huancayo, quien tendría titularidad sobre el bien en mayor extensión,
con una titulación inscrita, por ende, no existe omisión alguna que
vulnere el principio de congruencia en lo resuelto por el juzgador ni
tampoco contradicción al Pleno Casatorio tantas veces mencionado.
QUINTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de
casación ha sido declarado procedente por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
material, debiendo absolverse, en principio, la denuncia de carácter
procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por ésta,
deberá entonces verificarse el reenvío, careciendo de objeto el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. SEXTO.- Respecto
a la denuncia procesal contenida en el apartado A), se tiene que la
motivación de las resoluciones judiciales, es un principio de la
función jurisdiccional, tal como lo dispone el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú concordante con el artículo 12 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, principio que además se
encuentra contenido en el inciso 3 del artículo 122 del Código
Procesal Civil, según el cual, las resoluciones judiciales deben
contener los fundamentos de hecho que sustentan la decisión y los
respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables
en cada punto según el mérito de lo actuado, motivación que de
acuerdo al inciso 4 de la precitada norma procesal, debe incidir
respecto de todos los puntos controvertidos en el proceso. Asimismo,
dentro de los supuestos señalados por el Tribunal Constitucional
como agraviantes del contenido constitucionalmente garantizado del
derecho a la motivación1; se ha considerado la motivación
sustancialmente incongruente, la misma que contradice la obligación
de los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
esto es, sin omitir, alterar o excederse en las peticiones ante él
formuladas2. SÉTIMO.- En el Cuarto Pleno Casatorio en materia
Civil, celebrado por las Salas Civiles Permanente y Transitoria de la
Corte Suprema de Justicia de la República, a propósito de la
Casación número 2195-2011-UCAYALI, se ha dado al artículo 911
del Código Civil un contenido que prioriza la efectividad del derecho
a la tutela jurisdiccional, por lo que cuando en aquella disposición
normativa se señala que la carencia de título para la posesión o el
fenecimiento del mismo es condición de posesión precaria, no se
está refiriendo únicamente al documento que hace alusión al título
de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o circunstancia que haya
sido alegada por las partes, los cuales pueden probarse también en
la vía del proceso sumarísimo, a través de cualquiera de los medios
probatorios establecidos por la legislación procesal civil, siendo
necesario sólo entender que el derecho en disputa no será la
propiedad sino el derecho de poseer el bien reclamado3. Es en este
sentido que se ha establecido como doctrina jurisprudencial de
observancia obligatoria no sólo la configuración del título posesorio
según el artículo 911 del Código Civil en los términos antes referidos
(como acto o documento), 4 sino que, en concordancia con el artículo
585 del Código Procesal Civil, debe entenderse que la restitución del
inmueble poseído precariamente puede ser pretendida por quien
tenga derecho a ello, sin que necesariamente ostente la condición
de propietario (poseedor mediato, administrador, etc.)5,
procediéndose a extender el concepto de posesión precaria hacia
diversos supuestos, incluso más allá de los mencionados en la
norma procesal referida. OCTAVO.- En el caso de autos, el A quo al
97107
momento de emitir su pronunciamiento de fojas cien, ha concluido
que existe una controversia respecto a la propiedad del inmueble
cuya restitución pretende Bereniz Poma Santos, toda vez que han
reclamado la misma también el Arzobispado de Huancayo y Miriam
Maribel Ramos Villanueva (en el Expediente número
03055-2009-0-1501-JR-CI-06, cuyas copias obran a fojas ochenta y
cinco). Con ello, no se ha cumplido con observar lo dispuesto por el
Cuarto Pleno Casatorio Civil que, como se ha indicado anteriormente,
ha establecido que la controversia en las pretensiones de Desalojo
por Ocupación Precaria gira en torno sólo al derecho de poseer y no
sobre el derecho de propiedad del inmueble, estando legitimados
activamente a pretender la restitución, incluso quienes no ostentan la
condición de propietarios. En esa misma línea, no se ha tomado en
cuenta que entre los demandantes y el demandado existe el contrato
privado de fecha veinte de junio de dos mil once, que obra en copia
simple a fojas once, por el cual este último reconoce la propiedad de
aquéllos sobre el predio Hechadero (cláusulas primera a tercera), y
a su vez, aquéllos reconocen su posesión sobre el Lote número 8,
Manzana M, ubicado en el mismo predio, documento cuya naturaleza
debe ser dilucidada, así como debe determinarse si se ha cumplido
el mismo o no, a fin de establecer el derecho de poseer del
demandado, más aún, cuando sobre el supuesto título de posesión
del demandado, el cual para el A quo consiste en una autorización
tácita o implícita del Arzobispado, además, no obra en autos actuado
alguno que permita establecer que el mismo beneficie al demandado
o alcance al bien inmueble que posee, toda vez que los documentos
presentados de fojas cuarenta y ocho a setenta y cinco no dan
cuenta específicamente del lote antes descrito, sino de una extensión
de terreno superior de forma genérica; omisión en la que también
incurre el Ad quem, toda vez que si bien se pronuncia respecto a
dicho documento privado, no lo valora al considerar erradamente
que la controversia no lo incluye al haber indicado la demandada que
su posesión proviene de otro título posesorio. Siendo ello así, el Juez
de la causa debe procurar obtener original o copia certificada del
contrato privado de fecha veinte de junio de dos mil once y,
posteriormente, emitir pronunciamiento según las consideraciones
antes mencionadas. NOVENO.- Al haberse declarado fundado el
recurso por la causal de infracción normativa procesal, no cabe
pronunciarse sobre la infracción normativa material por ser necesario
el reenvío de la causa, debiendo procederse a anular la sentencia
del Juez, con el fin de poder dar cumplimiento a cabalidad del
principio de la doble instancia y a los criterios del Cuarto Pleno
Jurisdiccional Civil. Por las razones anotadas y en aplicación del
artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Johnnie Marcos
Poma Romero a fojas doscientos cincuenta y dos; por consiguiente,
CASARON la sentencia de vista de fojas doscientos cuarenta y tres,
de fecha veinte de julio de dos mil quince, emitida por la Segunda
Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín;
en consecuencia, NULA la misma; e INSUBSISTENTE la sentencia
apelada de fojas ciento noventa y dos, de fecha veintiséis de mayo
de dos mil quince, que declara improcedente la demanda, y
reformándola, declara infundada la misma; ORDENARON que el
Juez de la causa emita nueva sentencia, con arreglo a ley, y
conforme a lo establecido en los considerandos precedentes;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Johnnie Marcos Poma Romero y otro contra Zenón Reyes Soller,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia
del Señor Juez Supremo Romero Díaz. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº
00728-2008-PHC/TC, fundamento 7, segundo párrafo. Se indica que ya
en el expediente Nº 3943-2006-PA/TC, y antes en el voto singular de los
Magistrados Gonzáles Ojeda y Alva Orlandini (Expediente Nº 1744-2005-
PA/TC), se precisó que el contenido constitucionalmente garantizado de
este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación
interna del razonamiento; c) Deficiencias en la motivación externa; d)
Motivación insuficiente; e) La motivación sustancialmente incongruente; y f)
Motivaciones cualificadas.
2
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 00728-
2008-PHC/TC, fundamento 7, literal e).
3
Casación N° 2195-2011-UCAYALI, fundamento 51.
4
Casación N° 2195-2011-UCAYALI, punto b.2. de la parte resolutiva (fallo).
5
Casación N° 2195-2011-UCAYALI, punto b.3. de la parte resolutiva (fallo).
C-1569469-61
CAS. Nº 4158-2015 LA LIBERTAD
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintidós de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; con la razón emitida por
el Secretario de esta Sala Suprema (folio 53 del cuadernillo de
casación); y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por
Walter Gonzalo Arana Javier y Haydee Teofila Bejarano Arteaga
(folios 179) contra el auto de vista contenida en la Resolución
número dieciocho de fecha tres de marzo de dos mil quince (folios
167) expedido por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, la cual confirmó el auto final contenida en la

97108 CASACIÓN
Resolución número quince de fecha tres de setiembre de dos mil
catorce (folios 141), que declaró infundada la contradicción; en
consecuencia ordena llevar adelante la ejecución forzada sobre
bienes de propiedad de los ejecutados Haydee Teofila Bejarano
Arteaga y Walter Lozano Arana Javier hasta que la ejecutante
Agropecuaria Chimú Sociedad de Responsabilidad Limitada se
haga cobro de la totalidad de su crédito ascendente a la suma de
noventa mil soles (S/.90,000.00); para cuyo efecto debe procederse
a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia dispuestos
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Antes de revisar el
cumplimiento de los requisitos necesarios para la casación, se
debe tener presente que este recurso es eminentemente formal,
técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en la i) Infracción normativa o en el ii)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión: Nomofiláctica, Uniformizadora y
Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por el
recurrente en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Previo al análisis de los requisitos de procedencia, debe
considerarse que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que solo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que éste tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; en ese sentido, debe fundamentarse de manera, clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
y cuál es la incidencia directa en que se sustenta. CUARTO.- En
ese sentido el recurso reúne los requisitos de admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez
que éste ha sido interpuesto: i) Contra el auto de vista expedido por
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad que como órgano de segundo grado pone fin al proceso
(folios 167); ii) Ante el órgano jurisdiccional citado que emitió la
resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma,
dado que los demandados fueron notificados validamente el doce
de junio de dos mil quince (folios 178) e interpusieron el recurso de
casación el veintiséis de junio de dos mil quince (folios 179); y iv)
Adjuntan el arancel judicial correspondiente a dicho concepto
(folios 49 del cuadernillo de casación). QUINTO.- Evaluando los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, se desprende que el recurrente ha cumplido con el
requisito establecido en el inciso 1 al haber impugnado la sentencia
de primera instancia que le fue adversa; y cumple con lo establecido
en el inciso 4 indicando que su pedido es anulatorio. SEXTO.- En
cuanto a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, la recurrente invoca como causales
de su recurso:1) Infracción normativa procesal del artículo 138
in fine, incisos 3 y 14 del artículo 139, y artículos 188, 191, 197,
201, 214, 263 y 690-A del Código Procesal Civil; denuncia que el
auto de segundo grado vulnera las disposiciones contenidas en las
normas señaladas; que Marina Ruiz Guerra, Gerente General de la
Empresa Agropecuaria Chimú Sociedad de Responsabilidad
Limitada, incurriendo en los ilícitos penales de defraudación
tipificados y sancionados en el inciso 1 y 2 del artículo 197 del
Código Penal, lleno la letra de cambio que los ejecutados le habían
firmado en blanco como personas naturales, en garantía de pago
en partes de una deuda de la empresa Patrón Santiago Sociedad
Anónima Cerrada a la Empresa Agropecuaria Chimú Sociedad de
Responsabilidad Limitada, por ser Haydée Teófila Bejarano Arteaga
su Gerente General y Walter Gonzalo Arana Javier uno de su
socios, y los demando como persona naturales en proceso único
de ejecución por veinte mil soles (S/.20,000.00) más de lo que
realmente debía Patrón Santiago Sociedad Anónima Cerrada a esa
fecha, como si ellos fueron los deudores y no la empresa Patrón
Santiago Sociedad Anónima Cerrada, intentando un provecho
ilícito por el importe señalado e incurriendo en abuso del derecho y
en fraude procesal, puesto que los ejecutados como personas
naturales no deben nada a esa empresa, y fueron demandados sin
escrúpulo alguno. Refiere que el Juez admitió la demanda pese a
que a ésta se acompaño una copia simple del supuesto título
ejecutivo, conforme aparece del Anexo 1-E (folios 5), a pesar que
el artículo 690-A del Código Civil establece que a la demanda se
acompaña el título ejecutivo. Señala que en la contradicción
sustento que la letra de cambio o supuesto título ejecutivo no había
sido destinado para la circulación, sino que se había aceptado en
garantía de pago de una deuda de noventa mil soles (S/.90,000.00)
de la empresa Patrón Santiago Sociedad Anónima Cerrada a la
empresa Agropecuaria Chimú Sociedad de Responsabilidad
Limitada, a cuenta de la cual habían pagado veinte mil soles
(S/.20,000.00) por lo que se les otorgó el recibo por esa suma, y
que carecía de acciones cambiarias por no ser un titulo valor sino
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
que se libró a insistencia del acreedor; y. 2) Infracción normativa
material del artículo 51 de la Constitución Política del Perú;
que refiere que la Constitución prevalece sobre toda norma legal; la
ley, sobre las normas de inferior jerarquía, y así sucesivamente. La
publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del Estado.
SÉTIMO.- El inciso 1 del artículo 387 del Código Procesal Civil,
exige, entre otros requisitos de admisibilidad, que el recurso de
casación se interponga contra las sentencias y autos expedidos
por las salas superiores que, como órganos de segundo grado,
ponen fin al proceso; por ende cabe precisar que las Salas
Supremas solo resuelven los recursos que reuniendo los requisitos
previstos por ley pongan fin al proceso. OCTAVO.- Respecto a la
causal de infracción normativa procesal se aprecia que los
ejecutados reconocen haber suscrito la letra de cambio puesta a
cobro en el proceso; que la letra de cambio es un título valor al cual
el inciso 1 del artículo 90 de la Ley de Títulos Valores número
27287 1, el inciso 1 del artículo 1219 del Código Civil 2 y el inciso 4
del artículo 688 del Código Procesal Civil 3 facultan al acreedor a
promover el proceso de ejecución para satisfacer su acreencia; por
lo que la afirmación del recurrente en relación a que los ejecutados
suscribieron la letra de cambio como personas naturales en
garantía del pago en partes de la deuda de la empresa Patrón
Santiago Sociedad Anónima Cerrada a la Empresa Agropecuaria
Chimú Sociedad de Responsabilidad Limitada, no destinada para
la circulación, no puede anular su carácter de título ejecutivo que la
ley le confiere. Sobre el pago a cuenta de veinte mil soles
(S/.20,000.00) en el recibo presentado (folios 38) no consigna que
ese pago haya sido efectuado a cuenta de la deuda garantizada
con la letra de cambio. Cabe agregar que el original del título
ejecutivo puesto a cobro obra en autos (folios 13) por lo que la
demanda cumple con lo dispuesto en el artículo 690-A del Código
Civil. NOVENO.- Por lo que, advirtiéndose que la fundamentación
contenida en el recurso no señala cuáles son los vicios incurridos
por las instancias de mérito que acarrearían la nulidad de la
recurrida; sino que cuestiona los hechos establecidos y valorados
en el proceso, debidamente dilucidados; en tal sentido atendiendo
a que en vía recurso de casación no es posible volver a revisar los
hechos establecidos en las instancias de mérito o valorar
nuevamente los medios probatorios actuados en el proceso, ya
que tal pretensión vulneraría flagrantemente la naturaleza y fines
del recurso extraordinario de casación; razón por la cual las
causales materia de calificación devienen en improcedentes.
DÉCIMO.- Sobre la infracción normativa material de artículo 51 de
la Constitución Política del Perú, los recurrentes no han cumplido
con describir con claridad y precisión la infracción normativa
incurrida, ni la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada; razón por la cual no procede amparar esta causal.
DÉCIMO PRIMERO.- Analizados de manera conjunta los
fundamentos de las causales denunciadas, se advierte que ellas
no satisfacen las exigencias del inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no describir con claridad y precisión la infracción
normativa incurrida; ocurriendo lo mismo sobre el inciso 3 al no
demostrarse la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada; lo que corrobora la improcedencia del recurso. Por
estos fundamentos y conforme a lo establecido por el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Walter Gonzalo Arana Javier y
Haydee Teofila Bejarano Arteaga (folios 179) contra el auto de
vista contenido en la Resolución número dieciocho de fecha tres de
marzo de dos mil quince (folios 167), expedido por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad; y
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos
por Agropecuaria Chimú Sociedad de Responsabilidad Limitada
contra Walter Gonzalo Arana Javier y otra 4sobre Obligación de Dar
Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
“Artículo 90.- Acción directa, de regreso y de ulterior regreso
90.1 Los títulos valores confieren a su tenedor la acción cambiaria directa,
que puede ejercitarse contra el obligado principal y/o sus garantes.”
2
“Derechos y acciones del acreedor como efecto de las obligaciones
Artículo 1219.- Es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para lo
siguiente:
1.- Emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello a
que está obligado.”
3
“Títulos ejecutivos.
Artículo 688.- Sólo se puede promover ejecución en virtud de títulos
ejecutivos de naturaleza judicial o extrajudicial según sea el caso. Son títulos
ejecutivos los siguientes: (…)
4. Los Títulos Valores que confieran la acción cambiaria, debidamente
protestados o con la constancia de la formalidad sustitutoria del protesto
respectiva; o, en su caso, con prescindencia de dicho protesto o constancia,
conforme a lo previsto en la ley de la materia; (…)”
4
Haydee Teofila Bejarano Arteaga
C-1569469-62
CAS. Nº 4176-2015 CAJAMARCA
DIVORCIO POR CAUSAL DE IMPOSIBILIDAD DE HACER VIDA
EN COMÚN. SUMILLA: Nuestro ordenamiento jurídico ha previsto
un sistema de divorcio mixto y complejo, que contempla la
disolución del matrimonio, tanto por actos que violentan los deberes
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que impone el matrimonio, (divorcio sanción), como por el dato
objetivo de la separación fáctica de los cónyuges sin voluntad de
reconciliación (divorcio remedio), siendo que las causales
detalladas en los incisos 1 a 11 del artículo 333 del Código Civil son
de naturaleza inculpatoria y las causales detalladas en los incisos
12 y 13 no lo son. En ese sentido, se tiene que la causal de
imposibilidad de hacer vida en común, debidamente probada en
proceso judicial (inciso 11 del artículo 333 del Código Civil) da lugar
a un divorcio-sanción, resultando aplicable la restricción del artículo
335 del Código Civil, que prescribe que ninguno de los cónyuges
puede fundar su demanda en hecho propio. Lima, diecinueve de
setiembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número cuatro mil ciento setenta y seis – dos mil quince, y
efectuados el debate y la votación correspondientes, emite la
siguiente sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por Manuel Jesús Hernández
Rudas a fojas doscientos noventa y dos, contra la sentencia de
vista de fojas doscientos setenta y cuatro, de fecha veinte de marzo
de dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Cajamarca, que confirma la sentencia
apelada de fojas ciento treinta, de fecha veintisiete de setiembre de
dos mil doce, que declara infundada la demanda. FUNDAMENTOS
DEL RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas
cuarenta y siete del presente cuadernillo, de fecha nueve de
noviembre de dos mil quince, ha estimado procedente el citado
recurso de casación por las causales de infracción normativa de
derecho procesal e infracción normativa de derecho material. La
parte recurrente denuncia lo siguiente: A) Infracción normativa
procesal del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, alegando que la recurrida incurre en causal de motivación
incongruente toda vez que pese a realizar una descripción de la
secuela de los hechos que constituyen causal de imposibilidad de
hacer vida en común, determina que tanto el hecho de demandar
alimentos y retirarse del hogar conyugal de modo justificado
constituyen circunstancias atendibles para el actuar de la
demandada, como si el impugnante hubiere invocado la causal
contenida en el inciso 5 del artículo 333 del Código Civil, referente
al abandono injustificado del hogar conyugal; indica por otro lado,
que la Sala Superior realiza un juicio de valor a todas luces errado,
al concluir que debido a la fundabilidad del Proceso de Alimentos
número 5009-2009, instaurado por la demandada contra el
recurrente, éste resulta siendo culpable de la imposibilidad de
seguir haciendo vida en común, cuando el solo hecho de acudir al
órgano jurisdiccional, aún en el ejercicio del derecho, resquebraja
las relaciones personales de los cónyuges, por lo que la
construcción de la sentencia de vista no guarda coherencia con la
parte resolutiva, además de no observarse que en anterior
oportunidad se declaró nula la sentencia de vista mediante
ejecutoria suprema por no haberse establecido al cónyuge
culpable, por lo que en este nuevo pronunciamiento la Sala
Superior sólo debió limitarse a indicar al cónyuge culpable de la
misma, que en este caso vendría a ser la demandada; B)
Infracción normativa material del artículo 333 inciso 11 del
Código Civil, refiriendo que se afecta su derecho pues, el mismo
razonamiento efectuado por la Sala Superior se ha encuadrado en
el comportamiento de la demandada, sin tener en cuenta que ésta
se justifica como si se hubiera demandado el divorcio por causal de
abandono injustificado del hogar conyugal, lo que ha llevado a
realizar un juicio errado de los autos, sin tomar en cuenta que él
acreditó que la causal accionada se configuró cuando su cónyuge
lo demandó por alimentos, para luego retirarse del hogar conyugal;
C) Infracción normativa material del artículo 335 del Código
Civil, sosteniendo que se afecta su derecho al haberse realizado
un errado juicio de valor sobre la imputabilidad del cónyuge
culpable de la causal invocada para el divorcio, lo cual ha originado
que se aplique el presente dispositivo de modo erróneo, pues por
los actos realizados por la demandada, se tiene que el recurrente
es el cónyuge afectado; y D) Apartamiento inmotivado del Tercer
Pleno Casatorio en material Civil, afirmando que el Ad quem
aplicó erróneamente lo previsto en dicho Pleno Casatorio, pues en
aquél no se establece que el acudir a un Tribunal Judicial
demandando al otro cónyuge esté justificado, o no sea suficiente
para que las relaciones maritales se resquebrajen con la realización
de dicho acto. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la
absolución del recurso de casación sub examine es necesario
hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal
sentido, se advierte que a fojas diecisiete Manuel Jesús Hernández
Rudas interpone demanda sobre Divorcio por la Causal de
Imposibilidad de Hacer Vida en Común contra Carmen Adela
Huamán Sayas, a fin que se declare disuelto el vínculo matrimonial,
el derecho alimentario, tenencia y cuidado de los hijos y se dé por
fenecido el régimen de sociedad de gananciales, ya que no existen
bienes que repartir. Como fundamentos de su demanda sostiene
que el treinta de julio de mil novecientos noventa y nueve contrajo
matrimonio con la demandada en la Municipalidad Distrital de
Baños del Inca, habiendo procreado a sus hijos Jhonatan, Carlos
Manuel, Rosi Araceli y Ana Cristina Hernández Huamán, y que
durante el tiempo de su relación siempre tuvieron problemas como
pareja, siendo que la actitud violenta de la demandada era cada
vez más frecuente, llegando a agredirlo en varias oportunidades.
En el mes de octubre de dos mil nueve, la demandada interpone
una demanda de Alimentos ante el Juzgado de Paz Letrado de
97109
Baños del Inca, en el Expediente número 5009-2009, por el cual
acude a sus hijos con una pensión de alimentos, pretensión que
inició con la finalidad de hacerlo permanecer en el hogar conyugal.
Posteriormente, el veintitrés de abril de dos mil diez, la demandada
abandona dicho hogar, sito en el Jirón Yahuarhuaca número 464,
interior 4, Balneario 1, del Distrito de Baños del Inca, Provincia y
Región de Cajamarca, llevándose consigo todas las cosas de la
casa, como son muebles, artefactos y ropa, aprovechando que el
demandante laboraba en el campamento de la Minera Yanacocha;
para luego seguir causándole problemas e incluso agredirlo física y
psicológicamente, lo cual no denunció por ignorancia y vergüenza
y por no causarle daño a sus hijos, a los que tampoco le permitía
ver inicialmente, teniendo que iniciar un proceso de régimen de
visitas para poder hacerlo. Luego de ello, su relación se ha tornado
difícil habiéndose visto involucrados en diversos procesos
judiciales. SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su naturaleza,
el Juez de la causa, mediante sentencia de fojas ciento treinta,
declara infundada la demanda, la misma que fue revocada por la
sentencia de vista de fojas ciento setenta, y reformándola, declara
fundada la demanda. Dicha sentencia de vista fue casada por este
Tribunal, mediante Sentencia Casatoria número 3750-2013, de
fecha veintiocho de marzo de dos mil catorce, ordenándose al Ad
quem emitir nuevo pronunciamiento con arreglo a derecho.
TERCERO.- Asumiendo nuevamente competencia, la Sala
Superior emite nueva sentencia de vista, de fecha veinte de marzo
de dos mil quince, de fojas doscientos setenta y cuatro, confirmando
la sentencia apelada que declara infundada la demanda. Como
fundamentos de su decisión sostiene que los argumentos que el
accionante expone en su demanda para dar sustento a la causal
que invoca, son en orden cronológico los siguientes: i) Su cónyuge
lo demandó por alimentos, proceso cuyo trámite continúa; ii) Su
esposa hizo abandono del hogar conyugal, llevándose consigo
todas las cosas de la casa; iii) El demandante inició un proceso de
régimen de visitas, lo que persuadió a que su esposa permita
voluntariamente que esté con sus hijos en las oportunidades en
que pudiera hacerlo, secuencia de eventos que se ha acreditado
con las documentales de fojas seis a doce. Está acreditado como
“primer suceso” el inicio del proceso de alimentos, el cual,
atendiendo a su numeración (5009-2009-F), data indiscutiblemente
del año dos mil nueve, suceso que se originó cuando aún los
cónyuges compartían el hogar conyugal, no llegando a un acuerdo
conciliatorio, por lo tanto, el órgano jurisdiccional tuvo que emitir la
sentencia de primera instancia con fecha once de octubre de dos
mil diez, y que siendo apelada por ambos cónyuges, es resuelta en
segunda instancia con fecha doce de setiembre de dos mil doce
(datos obtenidos del Sistema Integrado de Justicia -SIJ), de lo cual
se infiere que el hoy demandante incumplió los deberes derivados
del matrimonio, sustraerse de la contribución al sostenimiento
económico de su hogar a pesar de tener medios para hacerlo,
constituyendo ello un hecho que configura la causal de imposibilidad
de hacer vida en común. Asimismo, es de advertirse que la referida
demanda de alimentos se produjo antes que la esposa se retire del
hogar conyugal, ya que este hecho recién ocurre el día veintitrés de
abril de dos mil diez (véase copia certificada de la denuncia policial
que presenta la esposa del demandante sobre retiro del hogar
conyugal, obrante a folios diez), y que sin duda fue la causa
determinante o esencial para que se precipiten posteriores
problemas familiares, en los que no sólo se ve involucrado el
cónyuge, sino su propia familia consanguínea, conforme se
encuentra descrito en la copia certificada de la denuncia policial y
solicitud de garantías personales de fojas cuarenta y seis, y de
fojas cuarenta y siete a cuarenta y nueve, respectivamente, las que
fehacientemente acreditan que la hoy demandada, días antes de
su retiro del hogar conyugal, imputa agresiones a los hermanos del
demandante (Luis Hernández Rudas y Martina Hernández Rudas),
así como los responsabiliza por no permitirle el ingreso a su
domicilio (Blanca Flor Hernández Rudas, Martha Hernández Rudas
y Luz Angélica Hernández Rudas), acusaciones que también han
sido judicializadas a través del Proceso de Violencia Familiar
número 00108-2010-0-0601-JM-FC-01, tramitado ante el Juzgado
Mixto del Distrito de Baños del Inca, el cual ha terminado con
sentencia de segunda instancia expedida por esta Sala Superior
que resolvió confirmar la sentencia de primera instancia en el
extremo que declara fundada la demanda planteada por el
Ministerio Público que declara que existieron actos de violencia
física por parte de Luz Angélica Hernández Rudas y Martha
Hernández Rudas contra Carmen Adela Huamán Sayas; la revoca
en el extremo que declaró que también existieron actos de violencia
física por parte de Carmen Adela Huamán Sayas en contra de
aquéllas, y reformándola declara infundada la demanda de
Violencia Familiar (véase la copia certificada de la sentencia en
referencia de fojas doscientos treinta y dos a doscientos cuarenta y
uno, admitida como medio probatorio extemporáneo mediante la
Resolución número veintiuno de fojas doscientos cincuenta a
doscientos cincuenta y dos). Es más, al momento de presentar
denuncia por agresión contra los hermanos de su cónyuge deja
expresa constancia que “su esposo estuvo al interior de su domicilio
pero no hizo nada para defenderla”, la misma que no ha sido
cuestionada por el recurrente. Esta conducta omisiva que resulta
ser injustificable, permite concluir que a consecuencia de la
demanda de Alimentos, existe un deterioro en la relación de pareja,
al haberse provocado el surgimiento de reclamos y enfrentamientos
que en adelante han hecho insostenible la vida en común, en

97110 CASACIÓN
donde incluso han aparecido grescas ante la intervención de los
familiares del esposo, motivando que la esposa se retire del hogar
conyugal en forma justificada para salvaguardar su integridad física
y psicológica, así como la de sus menores hijos, todo lo cual
permite afirmar que es el propio demandante quien hizo imposible
continuar o reanudar la vida común. En tal contexto, en
cumplimiento del mandato casatorio de la Corte Suprema de
Justicia de la República, se determina que el cónyuge culpable de
la causal de imposibilidad de hacer vida en común, es el cónyuge
Manuel Jesús Hernández Rudas, resultando pertinente aclarar que
dicha innovación incorporada a nuestra legislación mediante la Ley
número 27495, no implica que se haya admitido la causal como
puramente inculpatoria, ya que los hechos que dan lugar a la
imposibilidad de hacer vida común y, por lo tanto, a obtener el
divorcio, sólo pueden ser invocados por el cónyuge agraviado, no
por el que los cometió, según se aprecia en la vigencia para esta
causal del principio de la invocabilidad contemplado en el artículo
335 del Código Civil, advirtiéndose que la intención del legislador, y
con ello la finalidad de la norma, es sancionar el actuar del cónyuge
que ha incurrido en la causal, y de este modo no permitir que el
cónyuge fundamente su demanda en una causal en la que él
mismo ha incurrido. Por tales razones y habiéndose determinado
que el demandante es quien ha causado la imposibilidad de hacer
vida en común -máxime, si la demandada Carmen Adela Huamán
Sayas ha mostrado su total predisposición para retomar su relación
conyugal- la presente demanda debe ser desestimada declarando
su improcedencia al no haberse cumplido con un requisito de forma
prescrito en el articulo antes mencionado, concluyendo que debe
revocarse la sentencia recurrida en este extremo. CUARTO.-
Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de casación
ha sido declarado procedente por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
material, debiendo absolverse, en principio, la denuncia de carácter
procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por ésta,
deberá entonces verificarse el reenvío, careciendo de objeto el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. QUINTO.-
Respecto a la denuncia procesal contenida en el apartado A), se
tiene que la motivación de las resoluciones judiciales, es un
principio de la función jurisdiccional, tal como dispone el inciso 5
del artículo 139 de nuestra Carta Magna, concordante con el
artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, principio que además se encuentra contenido en el inciso
3 del artículo 122 del Código Procesal Civil, según el cual, las
resoluciones judiciales deben contener los fundamentos de hecho
que sustentan la decisión y los respectivos de derecho con la cita
de la norma o normas aplicables en cada punto según el mérito de
lo actuado, motivación que de acuerdo al inciso 4 de la precitada
norma procesal, debe incidir respecto de todos los puntos
controvertidos en el proceso. Asimismo, dentro de los supuestos
señalados por el Tribunal Constitucional como agraviantes del
contenido constitucionalmente garantizado del derecho a la
motivación1; se ha considerado la motivación sustancialmente
incongruente, la misma que contradice la obligación de los órganos
judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera
congruente con los términos en que vengan planteadas, esto es,
sin omitir, alterar o excederse en las peticiones ante él formuladas2.
SEXTO.- De autos se tiene que las instancias de mérito sí han
cumplido con pronunciarse respecto a la pretensión de divorcio por
la causal deducida en la demanda -esto es, la imposibilidad de
hacer vida en común, debidamente probada en proceso judicial-
analizando las cuestiones fácticas y jurídicas que al respecto han
planteado las partes en los actos postulatorios de esta causa, por
lo que no se estaría ante una sentencia incongruente, no
encontrándose de la revisión de los fundamentos del recurso de
casación las causales denunciadas (puntos 3.2.a.v y siguientes),
se tiene que lo que verdaderamente denuncia el recurrente es que
la conclusión final a la que arriba la Sala Superior (improcedencia
de la demandada) se contradice con los fundamentos desarrollados
en la recurrida (existencia de hechos que debilitan la relación de
convivencia matrimonial), por lo tanto, se estaría ante una “falta de
motivación interna del razonamiento”, esto es, un defecto de la
argumentación desde la perspectiva de su corrección lógica o
desde su coherencia narrativa. SÉTIMO.- En buena cuenta, el
análisis de la corrección lógica en el defecto de motivación interna
del razonamiento jurídico, permite el control de la denominada
justificación interna de la decisión judicial, esto es, de su aspecto
formal y silogístico, en el cual el juzgador recurre al instrumento
lógico de la deducción para pasar con consistencia de las premisas
(mayor y menor) a la conclusión. En contraposición a la justificación
externa, que es aquélla que controla la solidez o razonabilidad del
argumento de la decisión, la justificación interna examina sólo su
corrección formal, esto es, “si la conclusión se sigue lógicamente
de las premisas que se aducen como fundamentación”3. Al
respecto, se tiene que en los considerandos sexto a décimo de la
recurrida se aprecia que si bien el Ad quem ha indicado que dentro
de las situaciones que pueden generar la incompatibilidad de vida
en común, prevista como causal de divorcio por el Código Civil, se
encuentra el inicio de procesos judiciales en contra del otro
cónyuge, y que han sucedido situaciones que denotan el desgaste
del vínculo afectivo entre los cónyuges, señala a continuación que
pese a ello dicha causal de divorcio no puede ser deducida por el
cónyuge que ha provocado el mismo, situación en la que -a decir
de dicho Colegiado- se encuentra el demandante, con lo cual no
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
existe contradicción en la justificación planteada en la recurrida.
Siendo ello así, el primer extremo del recurso de casación deviene
en infundado. OCTAVO.- Respecto a las infracciones de derecho
material denunciadas, debe tenerse en cuenta que nuestro
ordenamiento jurídico ha previsto un sistema de divorcio mixto y
complejo, que contempla la disolución del matrimonio tanto por
actos que violentan los deberes que impone el matrimonio,
imputables a título de dolo o culpa a uno de los cónyuges (divorcio
sanción), como por el dato objetivo de la separación fáctica de los
cónyuges sin voluntad de reconciliación (divorcio remedio), siendo
que en el Tercer Pleno Casatorio Civil, celebrado por las Salas
Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
de la República, a propósito de la Casación número
229-2008-Lambayeque, se ha indicado que las causales detalladas
en los incisos 1 a 11 del artículo 333 del Código Civil son
inculpatorias y las causales detalladas en los incisos 12 y 13 no lo
son. En ese sentido, se tiene que la causal de imposibilidad de
hacer vida en común, debidamente probada en proceso judicial
(inciso 11 del artículo 333 del Código Civil), da lugar a un divorcio-
sanción, resultando aplicable la restricción del artículo 335 del
Código Civil, que prescribe que ninguno de los cónyuges puede
fundar su demanda en hecho propio. NOVENO.- En autos se tiene
que la Sala Superior no sólo ha determinado que existe un
resquebrajamiento en la relación afectiva y convivencial de los
cónyuges, sino que como fue ordenado por este Supremo Tribunal
mediante la Sentencia de Casación número 3750-2013-Cajamarca,
obrante a fojas doscientos quince, ha procedido a determinar cuál
de los cónyuges resultaba siendo culpable de dicha situación,
pues, si bien los hechos postulados en la demanda daban cuenta
de un accionar negativo por parte de la demandada, los mismos
que -superada una inicial prohibición de trato entre padre e hijos-
consistían en la interposición indebida de una demanda de
alimentos en contra del demandante, así como en el abandono de
la demandada del hogar conyugal, se ha establecido posteriormente
que dichas situaciones se generaron como consecuencia de la
propia conducta del accionante, no sólo al incumplir sus
obligaciones alimentarias para con su cónyuge e hijos, sino al
haber permitido la agresión de aquélla por parte de sus familiares,
con los que compartían morada. Con ello se tiene, que no ha
existido una inaplicación del inciso 11 del artículo 333 del Código
Civil como denuncia el recurrente, ni tampoco se ha aplicado a este
caso el supuesto de Divorcio por Separación de Hecho -lo cual se
comprueba cuando en la recurrida se señala que en efecto existe
un deterioro de la relación conyugal que haría imposible la vida en
común- sino que la Sala Superior ha establecido que en el caso de
autos el demandante había incurrido en la prohibición del artículo
335 del Código Civil, al ser responsable de los actos que
denunciaba como causal de divorcio, no pudiendo este Supremo
Tribunal valorar nuevamente los medios probatorios al respecto,
por no ser ello uno de los fines del recurso de casación, de
conformidad con el artículo 384 del Código Procesal Civil, con lo
cual se deben desestimar las infracciones señaladas como
denuncias B) y C).-DÉCIMO.- Finalmente, respecto al supuesto
apartamiento del precedente vinculante establecido en el Tercer
Pleno Casatorio Civil, se tiene que no se ha señalado criterio de
observancia obligatoria alguno, referido al Divorcio por la Causal
de Imposibilidad de Hacer Vida en Común, por lo tanto, también
este extremo del recurso resulta infundado. Por las consideraciones
expuestas, no se configuran las causales de infracción normativa
de carácter procesal y material denunciadas, en consecuencia no
procede amparar el presente recurso de casación, por lo que de
conformidad con el artículo 397 del Código Procesal Civil,
declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Manuel Jesús Hernández Rudas a fojas doscientos noventa y dos;
por consiguiente, NO CASARON la sentencia de vista de fojas
doscientos setenta y cuatro, de fecha veinte de marzo de dos mil
quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Cajamarca, que confirma la sentencia apelada de
fojas ciento treinta, de fecha veintisiete de setiembre de dos mil
doce, que declara infundada la demanda; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Manuel Jesús
Hernández Rudas contra Carmen Adela Huamán Sayas y otro,
sobre Divorcio por la Causal de Imposibilidad de Hacer Vida en
Común; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº
00728-2008-PHC/TC, fundamento 7, segundo párrafo. Se indica que ya
en el Expediente Nº 3943-2006-PA/TC, y antes en el voto singular de los
Magistrados Gonzales Ojeda y Alva Orlandini (Expediente Nº 1744-2005-
PA/TC), se precisó que el contenido constitucionalmente garantizado de
este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación
interna del razonamiento; c) Deficiencias en la motivación externa; d) La
motivación insuficiente; e) La motivación sustancialmente incongruente; f)
Motivaciones cualificadas.
2
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 00728-
2008-PHC/TC, fundamento 7, literal e).
3
ALEXY, Robert, Teoría de la Argumentación Jurídica, trad. Manuel Atienza e
Isabel Espejo; Palestra Editores, Lima, Perú; 2010; p. 306.
C-1569469-63
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
CAS. Nº 4164-2015 LA LIBERTAD
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, quince de noviembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; Con la razón emitida por el Secretario de
esta Sala (folios 68 del cuadernillo de casación), y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto por el demandado Santiago
Manuel López Calvo (folios 121), contra el auto de vista contenido
en la Resolución número ocho de fecha veintitrés de abril de dos
mil quince (folios 93), expedido por la Segunda Sala Especializada
Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad, la cual confirmó
el auto final contenido en la Resolución número cuatro de fecha
uno de agosto de dos mil catorce (folios 58), que declaró infundada
la contradicción formulada por Santiago Manuel López Calvo y
fundada la demanda; en consecuencia ordena el remate del bien
inmueble ubicado en Calle Ucayali número 312 y Pasaje Pastaza
número 192, Distrito y Provincia de Trujillo, Departamento de La
Libertad; hipoteca inscrita en la Partida número 11055169 del
Registro Inmueble de La Libertad para responder por la suma de
treinta y seis mil trescientos sesenta y dos soles con cincuenta y
dos céntimos (S/.36,362.52), correspondiente al Estado de Cuenta
de Saldo Deudor, más intereses moratorios y compensatorios y
comisiones, costas y costos del proceso; por lo que corresponde
examinar si el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos
por los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del
cumplimiento de los requisitos mencionados precedentemente, es
necesario tener presente que el recurso extraordinario de casación
es eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene
que estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en: i) La
infracción normativa, o ii) En el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Presentar una fundamentación puntualizada,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Esta exigencia, es para lograr los fines del recurso,
estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así,
es responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de la causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por la casante en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Se verifica que el recurso
cumple con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra el auto de vista expedida por la Segunda Sala
Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad,
que como órgano jurisdiccional de segunda instancia pone fin al
proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que emitió la sentencia de
vista impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya
que la parte recurrente fue notificada el día cinco de agosto de dos
mil quince (folio 103) e interpuso el recurso de casación el diecisiete
de agosto del mismo año (folios 121); iv) Adjunta el pago del
arancel judicial por la presentación del recurso (folios 64 del
cuadernillo de casación). CUARTO.- Al evaluar los requisitos de
procedencia contenidos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, se verifica que la parte recurrente cumple con el requisito
previsto en el inciso 1, toda vez que no consintió el auto de primera
instancia, pues al serle adverso lo impugnó mediante recurso de
apelación (folios 67). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4
manifiesta que su pedido es revocatorio. QUINTO.- La parte
recurrente sustenta su recurso de casación bajo las siguientes
causales: a) Infracción normativa de derecho procesal del
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú;
señalando que la Sala ha vulnerado el Debido Proceso, por cuanto,
el proceso de ejecución de garantías es un proceso sumarísimo sui
generis que tutela el derecho del acreedor a hacer pago de
inmediato solicitando al Juez ordene el pago del saldo deudor del
crédito en el plazo de tres días, con el apercibimiento de llevarse a
cabo el remate del predio hipotecado a favor del acreedor, el
artículo 720 del Código Procesal Civil ha previsto presupuestos
especiales de procedencia para la declaración de fondo, distintos a
otros procesos de ejecución, porque afecta inmediatamente el
derecho de propiedad del hipotecante por el artículo 70 de la
Constitución Política del Perú. Si no reúne los presupuestos de
procedencia, principalmente la existencia del crédito, la demanda
será declarada improcedente y el acreedor hará valer su derecho
en el proceso de cognición. No se ha tenido en cuenta el artículo
720 inciso 1 del Código Procesal Civil, por cuanto la Escritura
Pública de Hipoteca no contiene la obligación, ya que en ninguna
de sus cláusulas se ha estipulado que la demandada haya recibido
suma de dinero alguna y que la emplazada haya aceptado los
títulos de ejecución. No aparece estipulado si la suma de cuarenta
mil soles (S/.40,000.00), ha recibido o va a recibir el obligado o en
qué forma el Banco acreedor va a cumplir con su obligación de
entregar el crédito. b) Infracción normativa de derecho procesal
del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú;
señalando que los Juzgadores han incurrido en error al no haber
fundamentado la sentencia en las normas legales pertinentes con
la aplicación indebida de las normas de procedimiento de ejecución
de garantías reales. c) Infracción normativa de derecho procesal
97111
del artículo 139 inciso 14 de la Constitución Política del Perú y
el artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos; señalando que se vulnera el principio y derecho a la
impartición de justicia al haberse vulnerado su Derecho de Defensa
con la producción de medios probatorios que se puede ejercer en
el proceso de cognición. d) Infracción normativa de derecho
procesal del artículo 7 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil;
señalando que se está confirmando la resolución de primera
instancia en sus propios términos, amparando la demanda de
ejecución de garantías reales, calificando a la Escritura Pública sin
que contenga los presupuestos de fondo que pruebe el derecho al
crédito, cuando lo que corresponde al demandante es promover un
proceso de cognición, afectando el derecho a la producción de
pruebas y el derecho de propiedad; y. e) Infracción normativa
material del artículo 1108 del Código Civil; argumentando que la
Escritura Pública de Hipoteca se encuentra dentro de la hipótesis
del mencionado artículo, que prescribe los presupuestos de
observancia obligatoria de las hipotecas constituidas para
garantizar títulos valores que en términos generales denomina
títulos transmisibles. SEXTO.- Conforme al artículo 384° del Código
Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a las infracciones denunciadas por el
recurrente cabe mencionar que: El derecho fundamental al debido
proceso, tal como ha sido señalado por el Tribunal Constitucional,
es un derecho –por así decirlo–continente puesto que comprende,
a su vez, diversos derechos fundamentales de orden procesal. A
este respecto, se ha afirmado que: “(...) su contenido
constitucionalmente protegido comprende una serie de garantías,
formales y materiales, de muy distinta naturaleza, que en conjunto
garantizan que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre
inmerso una persona, se realice y concluya con el necesario
respeto y protección de todos los derechos que en él puedan
encontrarse comprendidos1”. En el presente caso, el demandado
ha señalado una serie de derechos (comprendidos dentro del
Derecho al Debido Proceso) e incluso una norma de derecho
material, que habrían sido vulnerados al emitirse el auto de vista
cuestionado, sin embargo, de la revisión de autos se advierte que
la Sala de mérito, al confirmar el auto final de primera instancia que
ampara la presente demanda ha cumplido con invocar y motivar los
fundamentos fácticos y jurídicos correspondientes de manera
adecuada, garantizando la observancia del Debido Proceso, Tutela
Jurisdiccional Efectiva y Derecho de Defensa, al haberse
establecido que el título de ejecución cumple con los requisitos que
requiere el Código Civil en sus artículos 1097 y siguientes,
concordante con el artículo 720 del Código Procesal Civil, sin que
se haya evidenciado vicio de formalidad alguno, más aún cuando la
causal de contradicción invocada por el ejecutado (inexigibilidad de
la obligación) no ha sido acreditada, advirtiéndose más bien que
los fundamentos del recurso están dirigidos a cuestionar los
fundamentos fácticos que sirvieron de base a la Sala Superior para
confirmar el auto final de primera instancia, sin tener en cuenta que
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandado Santiago Manuel López
Calvo (folios 121), contra el auto de vista contenido en la
Resolución número ocho de fecha veintitrés de abril de dos mil
quince (folios 93), expedido por la Segunda Sala Especializada
Civil de la Corte Superior de Justicia de la Libertad; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Scotiabank
Perú Sociedad Anónima Abierta contra Santiago Manuel López
Calvo sobre Ejecución de Garantías; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia de la
Jueza Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Romero
Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
STC 7289-2005-AA/TC
C-1569469-64
CAS. Nº 4193-2015 CALLAO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, quince de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Transportes Girasoles
Sociedad Anónima Cerrada a fojas cuatrocientos treinta y nueve,
contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos dieciséis, de

97112 CASACIÓN
fecha diecinueve de marzo de dos mil quince, emitida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao, que
confirma la sentencia apelada de fojas doscientos cuarenta y nueve,
de fecha treinta y uno de marzo de dos mil catorce, que declara
fundada en parte la demanda sobre Indemnización por Daños y
Perjuicios. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad,
de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código
Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido los recurrentes
la sentencia de primera instancia que les fue adversa, satisface el
requisito de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso
1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su
recurso denuncia: A) Apartamiento Inmotivado del Precedente
Judicial respecto de la Ejecutoria Suprema número 1647-10-
Lima: Este pronunciamiento se refiere a la condición de prestadora
de bienes y servicios de la compañía aseguradora demandante, la
que en el proceso no ha podido demostrar ni acreditar la existencia
del contrato adicional a las guías de remisión del transporte de
mercadería siniestrada; siendo así, la Sala Superior debió ordenar
la actuación de medios probatorios adicionales, con los cuales se
verifique o compruebe que la empresa recurrente estaba obligada
a ejecutar el contrato de transporte con un personal adicional
de seguridad, sistemas de comunicación por radio y GPS; B)
Infracción normativa del artículo 188 del Código Procesal
Civil: En el caso de autos debió verificarse lo que significaba cada
riesgo con los propios límites contenidos en la póliza de seguros
pactada con la empresa demandante, y ninguna de las instancias
cumplió con evaluar según lo literalmente pactado, pues ordenar el
pago de un derecho subrogatorio implica la verificación del pacto
sujeto a las condiciones mínimas de seguridad para el transporte
pactado en la póliza; C) Infracción normativa del artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil: En el caso de autos
existe responsabilidad funcional sancionada como prevaricato por
nuestro Código Penal, en tanto que el petitorio de la demanda
fue encausado como Indemnización por Responsabilidad
Extracontractual, razón por la cual el A quo no puede cambiar el
sustento del petitorio, al no constituir el mismo una invocación
jurídica errónea; D) Infracción de los artículos 139 inciso 5 de
la Constitución Política del Perú, 12 del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 122 incisos 3 y 4, 50
inciso 6 del Código Procesal Civil: La sentencia de vista es una
resolución no motivada, pues precisa solamente expresiones y
vocablos jurídicos bajados de alguna página doctrinal del Internet,
sin lograr decidir el asunto en litigio. CUARTO.- En cuanto a la
denuncia contenida en el apartado A): No siendo la ejecutoria
aludida por la empresa recurrente una proveniente de un Pleno
Casatorio efectuado conforme a la disposición del artículo 400 del
Código Procesal Civil, no puede sostenerse que tenga carácter
vinculante. Sin perjuicio de ello, cabe agregar que lo alegado por la
empresa recurrente está claramente orientado a que se revalore la
prueba, lo cual no procede en sede casatoria, por no corresponder
a los fines de la casación establecidos por el artículo 384 del Código
Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a la denuncia contenida en
el apartado B): Lo alegado por la empresa recurrente carece de
asidero alguno, pues tal como ha establecido el Juez de la causa,
al haber pagado la empresa demandante el monto por el daño
como consecuencia del robo de seis mil seiscientos veinticuatro
unidades de libros de colección de diez tomos, la empresa Finishing
Sociedad Anónima Cerrada le cedió los derechos y acciones para
proceder contra los terceros responsables del siniestro, según
documento firmado el once de agosto de dos mil diez (fojas treinta
de los autos). Por lo tanto, la empresa demandante al asumir el
pago por concepto de indemnización, se ha subrogado en los
derechos y acciones de la parte agraviada para proceder contra
terceros. Razones por las cuales esta denuncia también debe
desestimarse, pues al no existir infracción alguna, no se cumple,
en rigor, con el requisito del artículo 388 inciso 2 del Código
Procesal Civil. SEXTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el
apartado C): Este Colegiado Supremo estima que es correcto el
razonamiento del Ad quem en cuanto sostiene que si bien existe
invocación errónea al señalarse que la indemnización por daños
y perjuicios solicitada es por responsabilidad extracontractual,
el A quo en aplicación del principio iura novit curia, debe aplicar
la norma jurídica que corresponda al reclamo de la empresa
demandante, a pesar de que haya fundamentado dicho reclamo en
una norma que no es correcta. En este caso la parte demandante
actúa en vía de subrogación, lo que significa que, se transfiere
el crédito del acreedor satisfecho, de lo que se infiere que, la
indemnización por daños y perjuicios que se reclama, es por
responsabilidad contractual. Sin perjuicio de ello, cabe agregar
que de conformidad con la moderna doctrina, debe concebirse la
responsabilidad civil como una institución única, existiendo sólo
algunas diferencias de matiz entre la responsabilidad contractual y
la extracontractual. En tal sentido, aún cuando nuestra legislación
civil se adhiere al sistema tradicional (en que se regulan por
separado ambos aspectos de la responsabilidad civil), ello no es
impedimento para que se entienda que la responsabilidad civil en
el sistema jurídico es una sola, y que se estudia ambas clases de
responsabilidad sobre la base de elementos comunes. La actual
regulación del nuestro Código Civil no puede ser impedimento para
estudiar el sistema de la responsabilidad civil desde una óptica
unitaria. Razones por las cuales esta denuncia también debe
desestimarse, pues al no existir infracción alguna no se cumple, en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
rigor, con el requisito del artículo 388 inciso 2 del Código Procesal
Civil. SÉTIMO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado
D): Tampoco puede prosperar, pues se advierte que la recurrida
ha sido emitida por el Ad quem exponiendo sus argumentos de
hecho y de derecho de manera ordenada y coherente. Con mayor
razón, si se aprecia que, tal como ha hecho en los demás extremos
denunciados, la empresa recurrente pretende una nueva revisión
de la cuestión fáctica y probatoria, lo cual no procede en casación.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Transportes Girasoles Sociedad Anónima
Cerrada a fojas cuatrocientos treinta y nueve, contra la sentencia
de vista de fojas cuatrocientos dieciséis, de fecha diecinueve de
marzo de dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia del Callao; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por El Pacífico Peruano Suiza
Compañía de Seguros y Reaseguros contra Transportes Girasoles
Sociedad Anónima Cerrada y otro, sobre Indemnización por Daños
y Perjuicios; y los devolvieron. Integra esta Sala el Señor Juez
Supremo De La Barra Barrera, por licencia de la Señora Jueza
Suprema Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-
65
CAS. Nº 4288-2015 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veintidós de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; Con la razón emitida por el Secretario
de esta Sala (folios 50 del cuadernillo de casación), y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto por el demandante Héctor Javier
Perca Copa (folios 467), contra la sentencia de vista contenida en
la Resolución número doscientos veinticuatro de fecha veinticinco
de junio de dos mil quince (folios 455), expedida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, la cual
confirmó la sentencia de primera instancia contenida en la
Resolución número doce de fecha dieciséis de setiembre de dos
mil catorce (folios 317), que declaró infundada la demanda; por lo
que corresponde examinar si el referido recurso cumple con los
requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos mencionados
precedentemente, es necesario tener presente que el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a
los requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en: i) La infracción normativa, o ii) En el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para lograr los
fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y
Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que
emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la parte recurrente fue notificada el día
cinco de agosto de dos mil quince1 (folio 461) e interpuso el recurso
de casación el diecinueve de agosto del mismo año (folios 467); iv)
Adjunta el pago del arancel judicial por la presentación del recurso
(folios 46 del cuadernillo de casación). CUARTO.- Al evaluar los
requisitos de procedencia contenidos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, se verifica que la parte recurrente cumple
con el requisito previsto en el inciso 1, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa la impugnó
mediante recurso de apelación (folios 362). En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 manifiesta que su pedido es anulatorio.
QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso de casación
bajo las siguientes causales: a) Infracción normativa procesal
del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial e
incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil;
argumentando que los órganos jurisdiccionales no han tenido en
cuenta que la Resolución número 002-2012-JDC-AA.HH-ARQ.
EMO no ha aplicado normativamente su estatuto y su reglamento
que sí existen, justamente allí está la falta de formalidad, por lo que
esa resolución deviene en nula. Las instancias de mérito han
efectuado una motivación insuficiente o aparente, al señalar que:
“Todo Asentamiento Humano tiene su Estatuto” ese Estatuto rige
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
su procedimiento, sin embargo, no se ha motivado el hecho de que
sí existe un procedimiento que no se ha ceñido la resolución
cuestionada. La Ley número 27444 resulta aplicable para la parte
demandada para anular la Resolución Administrativa número
002-2010-JDC-SEC-ORG-AA.HH.ARQ.EMO de fecha seis de
diciembre de dos mil diez y la Constancia de Posesión número
004-2012-JDC.AA.HH.-EMO-LO, de fecha trece de enero de dos
mil doce, sin embargo, no resulta aplicable dicha ley para su
persona. La Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Lima
Norte no ha sido escrupulosa al detallar las razones de su fallo,
siendo su evaluación prolija en cuanto al material probatorio y el
análisis de las normas jurídicas y hechos sometidos a controversia;
y. b) Infracción normativa procesal del artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil y artículo VII del Título
Preliminar del Código Civil; señalando que las sentencias de
mérito infringen su derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, al
exigirle indicar la norma vulnerada, lo que puede ser solucionado
aplicando el principio iura novit curia, considerando que el acto
jurídico cuestionado no señala ningún artículo o disposición del
Estatuto de la parte demandada. En todo caso la persona jurídica
no inscrita (demandada) debió interponer una demanda de Nulidad
de Acto Jurídico para dejar sin efecto la Resolución número
002-2012-JDC-AA.HH-ARQ.EMO y la constancia de posesión, ya
que la demandada no puede anular sus propios actos jurídicos. Las
instancias debieron observar el Principio de iura novit curia y
aplicar el artículo 220 del Código Civil, que era una norma
pertinente para resolver la controversia, con lo cual se declararía
fundada la demanda. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código
Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a la infracción denunciada en el ítem a), cabe
señalar que conforme lo ha señalado el Tribunal Constitucional2: “El
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es
una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y
garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas en el
mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso.
Sin embargo, no todo ni cualquier error en el que eventualmente
incurra una resolución judicial constituye automáticamente la
violación del contenido constitucionalmente protegido del derecho
a la motivación de las resoluciones judiciales”. Asimismo, señaló
que “La motivación insuficiente, se refiere, básicamente, al mínimo
de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de
derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal
en reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada
una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en
términos generales, solo resultará relevante desde una perspectiva
constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que
en sustancia se está decidiendo”. NOVENO.- En el presente caso,
este Supremo Colegiado considera que la infracción alegada
merece ser rechazada, por cuanto, se aprecia de la revisión de
autos que la sentencia cuestionada se encuentra debidamente
motivada, al haberse expresado en ella los fundamentos de hecho
y derecho suficientes para desestimar la demanda, la misma que
se ampara en el hecho de que la parte demandante no ha señalado
la formalidad (prevista en la ley) omitida en la expedición de la
Resolución número 002-2012-JDC-AA.HH-ARQ.EMO, ni la
disposición o enunciado normativo imperativo o las reglas de
buenas costumbres contravenidas en ella, advirtiéndose más bien
que los cuestionamientos del recurrente, no están orientados al
ámbito mencionado precedentemente, sino más bien, están
dirigidos a cuestionar el criterio jurisdiccional de las instancias de
mérito que desestimaron la demanda de Nulidad de Acto Jurídico,
empero, esos aspectos no pueden ser motivo de casación, pues a
través de este medio de impugnación no se constituye una tercera
instancia, para trasladar al órgano jurisdiccional el poder para de
nuevo enjuiciar los hechos y las pruebas. DÉCIMO.- Por otro lado,
respecto a la infracción denunciada en el ítem b), el recurrente ha
manifestado que se ha vulnerado el Principio de iura novit curia, sin
embargo, lo que pretende el recurrente es que las instancias de
mérito se pronuncien sobre fundamentos de hecho y derecho no
invocados al momento de interponer su demanda, por cuanto, en
ningún momento el demandante ha precisado la forma que tendría
que haberse observado para la emisión de la resolución
administrativa cuestionada, ni menos aún ha indicado si en el
Estatuto de la parte demandada se ha establecido formalidad
alguna que se debía seguir para expedir dicha resolución, es más,
las instancias de mérito han señalado que no se ha previsto
formalidad alguna para actos como el que se impugna en el
presente proceso, apreciándose más bien, que lo pretendido por el
97113
recurrente es que este Supremo Tribunal actúe como una nueva
instancia y pronuncie sobre el fondo de la controversia, lo que de
ninguna manera puede darse. Por estos fundamentos y conforme
a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandante Héctor Javier Perca Copa (folios 467), contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número doscientos
veinticuatro de fecha veinticinco de junio de dos mil quince (folios
455), expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Héctor Javier Perca Copa
contra el Asentamiento Humano Arquitecto Enrique Milla Ochoa,
sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA
1
Notificación dirigida al recurrente el día 08/08/2015 en la Of. De Casilla de la
Central de Notificaciones de la CSJ de Lima Norte número 2688
2
STC 00728-2008-PHC/TC
C-1569469-66
CAS. Nº 4332-2015 LIMA NORTE
REIVINDICACIÓN. Lima, seis de setiembre de dos mil dieciséis.
VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación de fojas doscientos
seis interpuesto por Judith Socorro Ramírez Murga contra la
sentencia de vista de fojas ciento noventa y siete, de fecha
quince de mayo de dos mil quince, expedida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que
confirma la apelada que declaró fundada la demanda y ordena que
la demandada restituya el inmueble dado en garantía; por lo que
corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
del medio impugnatorio conforme a lo previsto por la Ley número
29364. SEGUNDO.- En cuanto a los requisitos de admisibilidad,
es del caso señalar que el presente recurso, acorde a lo dispuesto
por el artículo 387 del Código Procesal Civil, se ha interpuesto: i)
Contra la sentencia de vista expedida por la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte que como órgano
de segundo grado pone fin al proceso; ii) Ante la Sala Superior
que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo previsto
por la indicada disposición procesal; y, iv) Adjunta la tasa judicial
correspondiente. TERCERO.- En lo atinente a los requisitos
de procedencia, se advierte que la recurrente ha observado lo
dispuesto por el artículo 388 inciso 1 del Código Procesal Civil,
al no haber consentido la sentencia de primera instancia que le
fue desfavorable. CUARTO.- De otro lado la impugnante invoca
la infracción normativa de los artículos II del Título Preliminar
y 923 del Código Civil; y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú; sostiene que se afecta su derecho por cuanto
no se ha tomado en cuenta que mediante contrato de promesa de
compraventa verbal María Isabel Gonzales Gamarra y su persona
quedaron que por la transferencia del bien se debe abonar la suma
de seis mil dólares americanos, los mismos que serían pagaderos
en forma mensual, a cien dólares americanos a partir del mes
de diciembre de dos mil cuatro; con la demanda de obligación
de dar suma de dinero y el desalojo constituyen titulo por el cual
acredita su permanencia como poseedor inmediato en el inmueble
y que la impugnada contraviene lo especificado en la Casación
número 2241-2001-AYACUCHO y lo prescrito por el artículo 923
del Código Civil. Al no tenerse en cuenta la existencia del título
justo que sustenta su posesión se atenta contra su derecho a la
propiedad mediante prescripción adquisitiva. QUINTO.- El Recurso
Extraordinario de Casación es formal y excepcional, por lo que debe
estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedencia,
correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de las causales
se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo contener
una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de
las infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia
directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber adecuar
los agravios que invocan a las causales que para dicha finalidad
se encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar
el recurso ni integrar o remediar las carencias del mismo o dar por
supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo subsanarse
de oficio los defectos en que hubiere incurrido la parte recurrente,
en la formulación del recurso. SEXTO.- En cuanto a los agravios
descritos en el cuarto considerando de la presente resolución,
corresponde indicar que los mismos no pueden ampararse por
cuanto incumplen los requisitos previstos en el artículo 388 incisos
2 y 3 del Código Procesal Civil; pues, si bien la parte recurrente
sostiene que se afecta su derecho, no es menos cierto que dicha
denuncia la formula bajo la invocación de normas de orden material
y procesal, sin tener en cuenta la finalidad que persiguen cada una
de ellas; es decir, por la primera se busca revertir el razonamiento
efectuado en la sentencia, mientras que por la segunda lo que se
pretende es nulificar lo actuado hasta donde se halle el vicio. Y,
si bien, la parte recurrente alega que no se consideró el contrato
de promesa de compraventa verbal efectuado entre María Isabel

97114 CASACIÓN
Gonzales Gamarra con su persona, como tampoco se valoraron
adecuadamente los procesos de obligación de dar suma de dinero
y desalojo, los mismos que a criterio de la recurrente constituyen
titulo justo para sustentar su posesión en el inmueble, también
lo es que tales aseveraciones, lo único que hacen es rebatir el
criterio adoptado por las instancias de mérito al cual llegaron los
órganos superiores después de una actuación, valoración y debate
probatorio; por lo que pretender su revaloración en sede casatoria
no es atendible, en razón a que contraviene los fines del recurso de
casación señalados por el artículo 384 del Código Procesal Civil.
Siendo esto así, habiéndose efectuado el análisis de la sentencia
de vista, esta Sala Suprema colige que la misma se ha expedido
con arreglo a ley, al haberse determinado que la legitimidad de la
parte actora no ha sido desvirtuada para solicitar la reivindicación
del predio del cual es titular, pues del titulo inscrito en los Registros
Públicos se tiene que es propietaria del Lote número diez –A,
Manzana L1, del Asentamiento Humano Collique, Segundo Sector
– Zona II del Distrito de Comas, Departamento de Lima; el mismo
que viene poseyendo el emplazado sin título que lo justifique;
consecuentemente, el recurso deviene en improcedente. Por tales
razones y en aplicación de lo preceptuado por el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación de fojas doscientos seis interpuesto por Judith Socorro
Ramírez Murga contra la sentencia de vista de fojas ciento noventa
y siete, de fecha quince de mayo de dos mil quince, expedida por
la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Robert Jaime Matos Tapia con Judith Socorro Ramírez Murga,
sobre Reivindicación; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señora Cabello Matamala,
Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-67
CAS. Nº 4466-2015 LAMBAYEQUE
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Sumilla:
Motivación: “del texto de las sentencias de mérito se desprende
que para el amparo de dicha acción el órgano jurisdiccional ha
señalado que de tal documento se puede apreciar que al momento
de determinarse el monto que por concepto de pensión de
jubilación le corresponde al actor, se han omitido considerar las
remuneraciones en especie que percibió, expresión que no revela
que la referida duda a que se ha hecho mención haya formado
parte del debate instaurado en aquel proceso (…)”, por lo que
puede apreciarse que la recurrida no se sujeta al mérito de lo
actuado y al derecho, conforme lo exige el inciso 3 del artículo 122
del Código Procesal Civil, concordante con el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú. Lima, seis de mayo de dos
mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; Vista la causa
número cuatro mil cuatrocientos sesenta y seis – dos mil quince, en
Audiencia de la fecha y producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se
trata del recurso de casación de fojas cuatrocientos noventa y dos
interpuesto por Alejandro Burga Mejía, contra la sentencia de vista
de fojas cuatrocientos ochenta y ocho, de fecha veinte de agosto
de dos mil quince, expedida por la Primera Sala Especializada Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, la misma que
confirma la sentencia de primera instancia, de fojas trescientos
noventa y cuatro, de fecha dieciocho de marzo de dos mil quince,
que declaró infundada la demanda instaurada por el impugnante
contra la Oficina de Normalización Previsional (en adelante ONP),
sobre Indemnización por Daños y Perjuicios. 2.- FUNDAMENTOS
POR LOS CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO:
Mediante Resolución Suprema expedida con fecha diez de
diciembre de dos mil quince, el recurso de casación presentado por
Alejandro Burga Mejía fue declarado PROCEDENTE por la causal
de infracción normativa del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, a través de la cual se ha alegado
que la recurrida contiene una motivación deficiente al asumir que
no procede indemnización alguna, a pesar del conocimiento que se
tiene de los derechos pensionarios que le asisten al actor, los
cuales no han sido cautelados debidamente por la ONP al momento
de otorgar su pensión de jubilación, conforme a las remuneraciones
que percibió de su ex empleador, en atención a lo dispuesto en los
artículos 8 del Decreto Ley número 19990 y 6 del Reglamento de
Organización y Funciones de la demandada, conforme a los cuales
se considera remuneración asegurable para el sistema pensionario,
al total de las cantidades percibidas por el asegurado por los
servicios que presta a su empleador o empresa, cualquiera sea la
denominación que se le dé; y que es función de la ONP, reconocer,
declarar, calificar, verificar, otorgar, liquidar y pagar los derechos
pensionarios con arreglo a ley; agregándose, que se ha acreditado
la existencia de una responsabilidad civil por parte de la entidad
demandada, ya que ha quedado acreditada su conducta antijurídica
y dolosa, la relación de causalidad y el elemento “daño”;
habiéndosele ordenado únicamente el pago de los devengados e
intereses legales, que no colisionan con la pretensión demandada
que versa sobre el daño moral y personal que se le ha ocasionado;
añadiendo que se ha violado la Ley de las Personas Adultas
Mayores número 28803, norma que ha sido concebida con el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
objeto de garantizar los mecanismos legales para el ejercicio pleno
de los derechos reconocidos en la Constitución y Tratados
Internacionales vigentes, a favor de los adultos mayores, para
mejorar su calidad de vida; debiéndose considerar el valor de la
dignidad y la esencia de los demás derechos fundamentales, entre
ellos el de acceso a las prestaciones de salud y a las pensiones.
3.- CONSIDERANDO: PRIMERO.- El debido proceso a que se
contrae el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, está concebido como el cumplimiento de todas las garantías,
requisitos y normas de orden público que deben observarse en las
instancias procesales de todos los procesos, a fin de que las
personas estén en condiciones de defender adecuadamente sus
derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos.
SEGUNDO.- Uno de los contenidos del Derecho al Debido Proceso
es el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta
razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de
procesos, tal y conforme lo dispone el inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú. TERCERO.- Por escritos de fojas
veinticinco y sesenta y ocho, Alejandro Burga Mejía demanda a la
Oficina de Normalización Previsional – ONP, vía indemnización por
daños y perjuicios, el resarcimiento económico ascendente a la
suma de trescientos sesenta mil nuevos soles (S/.360,000.00) por
concepto de daño moral, así como en igual monto por daño a su
persona; alega que mediante Resolución número 31890-A-9-8-
CH-93 de fecha trece de octubre de mil novecientos noventa y tres,
corriente a fojas dos, se le otorgó una pensión de jubilación en la
suma de ciento catorce millones seiscientos setenta y cuatro mil
ochocientos cuarenta y uno punto treinta y cinco intis
(I/.114’674,841.35), a partir del uno de febrero de mil novecientos
noventa y tres, incluido el incremento por su cónyuge Estanofilia
Azanero Leyva y sus menores hijos; posteriormente, en aplicación
de la Ley número 27561 que precisa los alcances del Decreto Ley
número 19990 para el otorgamiento de las pensiones de jubilación,
mediante Resolución número 0000021425-2002-ONP/DC/DL
19990 de fecha diez de mayo de dos mil dos (obrante a folios
ciento sesenta y dos) se estableció a su favor una pensión de
jubilación ascendente a la suma de doscientos uno nuevos soles
con treinta y nueve céntimos (S/.201.39) a partir del uno de febrero
de mil novecientos noventa y tres, incluido el incremento por su
cónyuge en la suma de quinientos veinticinco nuevos soles con
cincuenta y ocho céntimos (S/.525.58), cantidades que al no
ajustarse a ley motivaron la interposición de una demanda
contenciosa administrativa, como es de verse a folios cinco, a fin
de que se efectúe el recálculo de su pensión bajo todos los
conceptos que conformaron su remuneración, que incluye la
percibida en especie conforme al cuadro de las últimas
remuneraciones rubricado por su ex empleadora Empresa Agro
Industrial “CAYALTI” Sociedad Anónima Abierta. CUARTO.- Aduce,
que el proceso en comento culminó mediante sentencias de fechas
diecisiete de marzo y veinte de setiembre de dos mil diez, las
cuales amparando en parte la pretensión que propuso declararon
nula la Resolución número 0000021425-ONP/DC/DL 19990 de
fecha diez de mayo de dos mil dos, ordenando que la ONP realice
el recálculo de su pensión de jubilación y liquide el pago de sus
pensiones devengadas con sus respectivos intereses legales, lo
que trajo consigo que la referida entidad emitiera la Resolución
número 0000007759-2011-ONP/DPR.SC/DL 19990 de fecha
veintiuno de enero de dos mil once (corriente a folios tres) a través
de la cual se otorgó una pensión de jubilación ascendente a la
suma de doscientos veintiséis nuevos soles con setenta y nueve
céntimos (S/.226.79) a partir del uno de febrero de mil novecientos
noventa y tres, incluido el incremento por su cónyuge, en la suma
de seiscientos treinta y uno nuevos soles con veintiocho céntimos
(S/.631.28). QUINTO.- Acota, que en el contexto antes descrito, no
puede obviarse que cuando la demandada expidió la primigenia
resolución administrativa de fecha trece de octubre de mil
novecientos noventa y tres no cumplió con lo establecido en los
artículos 8 y 73 del Decreto Ley número 19990 que crea el Sistema
Nacional de Pensiones de la Seguridad Social, así como lo
dispuesto en el Decreto Supremo número 001-97-TR que regula la
remuneración computable y lo establecido en el literal a) del
artículo 6 del Reglamento de Organización y Funciones de la ONP,
ya que su pensión de jubilación se estableció en un monto inferior
al cual le correspondía, puesto que no se tuvo en cuenta las
remuneraciones que se otorgaron en especie, a pesar de contar
con toda la información básica y necesaria, como son los libros de
planilla, conforme se aprecia de los informes de verificaciones que
obran en el expediente administrativo, lo que le ha ocasionado un
grave perjuicio moral y personal que se traduce, entre otros, en el
resquebrajamiento de su salud, tal como se desprende de la
Historia Clínica que exige se solicite. SEXTO.- El Colegiado de la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque al confirmar la apelada y declarar infundada la
demanda, ha concluido que en el hipotético caso de que exista un
daño en perjuicio del actor, ello no puede ser imputado a la ONP, en
la medida que cuando ésta procedió primigeniamente al cálculo de
la pensión de jubilación del actor, solo tenía a la vista los conceptos
remunerativos que en dinero, aquél percibió, producto de la
relación laboral que mantenía con la Empresa Agro Industrial
“CAYALTÍ” Sociedad Anónima Abierta y que luego de más de
quince años, acompaña un Cuadro fechado el doce de mayo de
dos mil ocho, de Remuneraciones y Salarios en Especie, percibidos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
y pagados a partir del uno de enero de mil novecientos noventa y
dos hasta el treinta y uno de enero de mil novecientos noventa y
tres, respecto del cual la ONP, en el proceso contencioso
administrativo, ha señalado que en dicho documento se consignan
diferentes rubros, los cuales, no todos tienen la calidad de
remuneraciones asegurables; circunstancia que refleja -según
refiere el mencionado órgano jurisdiccional- que existían razones
jurídicas para sostener una posición contraria a la del actor, la que
ha sido dilucidada a favor de éste, según se aprecia de las
sentencias expedidas en el aludido proceso contencioso
administrativo. SÉTIMO.- No obstante, conforme fluye del recurso
de apelación obrante a fojas cuatrocientos cuarenta y ocho
(sustentado en parte en los fundamentos esgrimidos en el escrito
de demanda de fojas veinticinco), la pretensión del actor se ha
basado, entre otros, en el hecho de que la demandada no le otorgó
diligentemente la pensión de jubilación que le correspondía, en
atención a lo previsto en los artículos 8 y 73 del Decreto Ley
número 19990, Decreto Supremo número 001-97-TR y en el literal
a) del artículo 6 del Reglamento de Organización y Funciones de la
ONP; normas que regulan la remuneración sobre la cual se
procederá a fijar el referido concepto, pese a que contaba
oportunamente con la información respectiva; lo que ha conllevado
a que transite por un proceso contencioso administrativo, que si
bien culminó ordenando que la ONP establezca una pensión a su
favor acorde con la citada normatividad, no se ocupa de los serios
perjuicios que (según refiere) se le han ocasionado en el ámbito
familiar, personal y de salud, al tener que afrontar sus necesidades
prioritarias con una pensión ínfima. OCTAVO.- Así propuesta la
pretensión del actor, es indudable que su dilucidación no se agota
estableciendo que la incertidumbre que alegó la ONP en torno a
qué remuneraciones que aparecen en el cuadro fechado el doce de
mayo de dos mil ocho tienen la calidad de asegurables, ha quedado
resuelta a través de las sentencias expedidas en el referido proceso
contencioso administrativo; ya que del texto de éstas se desprende
que para el amparo de dicha acción el órgano jurisdiccional ha
señalado que de tal documento se puede apreciar que al momento
de determinarse el monto que por concepto de pensión de
jubilación le corresponde al actor, se ha omitido considerar las
remuneraciones en especie que percibió, expresión que no revela
que la referida duda a la que se ha hecho mención haya formado
parte del debate instaurado en aquel proceso, menos aun que la
entidad demandada no haya tenido en cuenta la remuneración en
especie que percibió el actor al momento de fijar su pensión de
jubilación en sede administrativa, sobre la base de lo dispuesto en
los artículos 8 y 73 del Decreto Ley número 19990, en el Decreto
Supremo número 001-97-TR y en el literal a) del artículo 6 del
Reglamento de Organización y Funciones de la ONP, por lo que es
claro que la recurrida no se sujeta al mérito de lo actuado y al
derecho conforme lo exige el inciso 3 del artículo 122 del Código
Procesal Civil, concordante con el inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú. NOVENO.- Otro aspecto que no se
ha tenido en cuenta es que previo a la instauración del proceso
contencioso administrativo que siguió el demandante, éste tuvo
que agotar la vía administrativa correspondiente, conforme se
desprende de las instrumentales que obran a fojas ciento sesenta
y seis, ciento setenta y ciento setenta y uno, de fechas setiembre,
octubre y diciembre de dos mil ocho, que no es otra cosa que la
fase en donde se le brinda a la Administración la oportunidad de
revisar sus propios actos a fin de que el administrado pueda ver
solucionado el menoscabo de sus derechos o intereses de ser el
caso, para lo cual se hace necesario que aquél aporte, entre otros,
las instrumentales que estime coadyuvaran al amparo de su
petición y que servirán de base en un eventual subsiguiente
escenario judicial. DÉCIMO.- De igual modo, no debe perderse de
vista, que del escrito de demanda se advierte que el actor ofreció
como medio de prueba para el amparo de su pretensión
indemnizatoria por daño moral y a la persona, el Expediente
Administrativo número 88802996198, con el objeto de demostrar
que pese a que la Administración ha verificado los libros de planillas
para el cálculo de su pensión de jubilación, en las cuales (según
refiere) aparecen anotadas las ganancias que percibió como
trabajador que incluyen la remuneración en especie, no le otorgó la
pensión correspondiente, petición probatoria que al haber sido
admitida por el Juez de la causa en la audiencia única de fecha
dieciséis de julio de dos mil doce, se dispuso la remisión de dichos
actuados administrativos al presente proceso, tal como aparece del
acta que obra a fojas ciento veinticuatro, motivo por el cual resulta
indispensable que se establezca si las copias que aparecen de
fojas ciento sesenta y dos a ciento setenta y dos resultan suficientes
para la emisión de un fallo que se ciña a los fines que se busca
alcanzar en todo proceso, cuales son resolver un conflicto de
intereses y lograr la paz social en justicia, conforme lo informa el
artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, debiendo
puntualizarse que el ordenamiento procesal establece, previa
verificación de los presupuestos que se exigen para su viabilidad,
una serie de herramientas jurídicas para alcanzar dicha finalidad.
DÉCIMO PRIMERO.- De lo expuesto, se evidencia que las
motivaciones expresadas por el Colegiado de la Sala Superior, no
desvirtuaron adecuadamente los agravios esgrimidos en el recurso
de apelación de fojas cuatrocientos cuarenta y ocho, lo cual vulnera
no sólo el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, sino también el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal
Civil. DÉCIMO SEGUNDO.- En consecuencia, al haberse incurrido
97115
en causal de nulidad insubsanable prevista en el artículo 171 del
Código Procesal Civil, corresponde que este Supremo Tribunal
anule tanto la sentencia de vista como la apelada, por no analizar
tampoco ésta última el contexto en el cual se ha propuesto la
presente acción; debiendo el órgano competente emitir un nuevo
pronunciamiento con arreglo a las directivas expuestas
precedentemente, en armonía con los conceptos de daño moral y
a la persona, definidos por la doctrina y la jurisprudencia; y en
aplicación del Principio de Unidad de la Prueba a que se ha hecho
referencia en la Ejecutoria Suprema de fecha veintidós de octubre
de dos mil catorce, corriente a fojas trescientos setenta y nueve.
4.- DECISION: Por tales consideraciones, declararon: FUNDADO
el recurso de casación de fojas cuatrocientos noventa y dos
interpuesto por Alejandro Burga Mejía; CASARON la sentencia de
vista de fecha veinte de agosto de dos mil quince, corriente a fojas
cuatrocientos ochenta y ocho, e INSUBSISTENTE la apelada de
fecha dieciocho de marzo de dos mil quince, corriente a fojas
trescientos noventa y cuatro; ORDENARON que el Juez de la
causa expida nueva resolución con arreglo a las directivas
expuestas precedentemente; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Alejandro Burga Mejía con la
Oficina de Normalización Previsional – ONP, sobre Indemnización
por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia de la Jueza
Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DIAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-68
CAS. Nº 4526-2015 LIMA NORTE
INTERDICTO DE RECOBRAR. Lima, seis de septiembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal y cuaderno de
Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el Recurso de
Casación obrante de fojas doscientos cincuenta y uno a doscientos
setenta y dos, interpuesto por Agrepina Ccoicca Lizeras contra la
Sentencia de Vista corriente de fojas doscientos treinta y nueve a
doscientos cuarenta y dos, su fecha dieciséis de enero de dos mil
quince, emitida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que confirma la sentencia
apelada de primera instancia del diez de diciembre de dos mil
trece, obrante de fojas ciento ochenta y uno a ciento ochenta y
cinco, que declara fundada la demanda interpuesta por Ceferino
Sánchez Pajuelo y Micaela Tarazona Blaz sobre Interdicto de
Recobrar. En ese sentido, corresponde calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio ejercitado
conforme a lo previsto por la Ley número 29364, que modificó entre
otros los Artículos 386°, 387° y 388° del Código Procesal Civil.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación
según lo preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la precitada Ley número 29364, importa
primariamente la comprobación del cumplimiento de los requisitos
de admisibilidad, referidos a: I) La naturaleza del acto procesal
impugnado, que exige que lo que se impugne sea una Sentencia o
Auto expedido por una Sala Superior que, como órgano judicial de
segundo grado, ponga fin al proceso; II) Los recaudos especiales
del recurso. Así, si el Recurso de Casación es interpuesto ante la
Corte Suprema de Justicia de la República, debe acompañarse
copia de la cédula de notificación de la resolución impugnada y de
la expedida en primer grado, certificada con sello, firma y huella
digital por el Abogado que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad
de su autenticidad, lo que no resulta exigible en el supuesto de
haberse interpuesto ante el órgano jurisdiccional emisor de la
decisión cuestionada; III) La verificación del plazo, que exige que
se interponga el Recurso dentro del plazo de diez días, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
más el término de la distancia, cuando corresponda; y, IV) La
presentación de la tasa judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles
judiciales vigente al tiempo de interposición del Recurso.
TERCERO.- En el caso particular el recurso de casación satisface
los requisitos de admisibilidad citados en el anterior considerando,
por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin
al proceso sobre Interdicto de Recobrar, contenida en la resolución
número veintitrés del dieciséis de enero de dos mil quince, corriente
a fojas doscientos treinta y nueve a doscientos cuarenta y dos; b)
Se interpone ante la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, como órgano superior que emitió la
Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal circunstancia
acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta dentro de
plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista se notificó
a la recurrente el veinticuatro de julio de dos mil quince, según
reporte de notificación corriente a fojas doscientos cuarenta y seis,
y el Recurso se presentó el doce de agosto de ese mismo año,
teniendo en cuente además los feriados nacionales del veintisiete,
veintiocho y veintinueve de julio de dos mil quince y el no desarrollo
de Despacho Judicial el cuatro de agosto del mismo año (Día del
Juez); y, d) En lo que se refiere al pago de la tasa judicial respectiva,
se acompaña la que aparece inserta a fojas doscientos cincuenta.
CUARTO.- Asimismo, la casacionista cumple con lo establecido
por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil, al no haber
dejado consentir la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable, expedida por el Primer Juzgado Especializado en lo

97116 CASACIÓN
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, mediante
resolución número diez del diez de diciembre de dos mil trece,
obrante de fojas ciento ochenta y uno a ciento ochenta y cinco.
QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y excepcional por lo
que debe estar estructurado con precisión y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es, en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los
agravios que invoca a las causales que para dicha finalidad se
encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el Recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo, no pudiendo subsanarse de oficio los defectos incurridos
en su formulación. Por ello “(…) el recurso debe ser concedido solo
cuando el recurrente denuncie y acredite que la infracción
aparentemente incurrida ha sido determinante para decidir el caso.
Por cierto, no solo la infracción sino la calidad de ‘determinante’ de
ésta es un tema que debe ser argumentado por el recurrente y
respecto del cual la Corte debe ser persuadida, de lo contrario,
estaremos ante un recurso improcedente”1. SEXTO.- En el sentido
anotado, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código
Procesal Civil. Encaminados en dicha labor, se desprende del texto
del Recurso que éste se sustenta en: a) Infracción Normativa
Procesal de los Artículos 139° incisos 3), 5) y 6) de la
Constitución Política del Perú y X del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, precisándose que: i) tal infracción tiene
incidencia directa sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada, pues los cuestionamientos hechos por la recurrente
respecto a los medios probatorios no han merecido ningún
pronunciamiento ni por el Juez ni por la Sala Superior al momento
de expedir sentencia, limitándose ambas instancias a sostener en
forma general que son medios de prueba que causan convicción,
sin explicar por qué les causan convicción ni por qué no se
pronuncian sobre sus cuestionamientos a dichos medios de
prueba; b) Infracción Normativa Procesal del Artículo 122°
incisos 3) y 4) del Código Procesal Civil, alegándose que la
Constancia Policial del seis de diciembre de dos mil seis a la que
se hace mención en la sentencia es inconsistente e imprecisa al
señalar “otros enseres”, sin precisar a qué enseres se refiere; c)
Infracción Normativa Procesal de los Artículos 187° y 188° del
Código Procesal Civil, sosteniéndose que: i) la constancia de
posesión del veintisiete de febrero de dos mil nueve es un
documento elaborado en forma circunstancial y a solicitud del
interesado, por lo que no refleja ni genera derecho alguno, al no
describir en absoluto el inmueble y no ser un documento técnico
legal, pues no indica en qué etapa de construcción está el inmueble;
y, ii) la Constancia de Posesión del veintisiete de septiembre de
dos mil siete tampoco precisa el código del inmueble; d) Infracción
Normativa Material del Artículo 920 del Código Civil,
señalándose que se ha inaplicado esa norma, que dispone que en
ningún caso procede la defensa posesoria contra el propietario de
un inmueble; y, e) Infracción Normativa Procesal de los
Artículos 598° y 603° del Código Procesal Civil, argumentándose
que: i) el Artículo 598° del Código Procesal Civil se refiere a otros
derechos reales de usufructo, uso, habitación, superficie y
servidumbre, y no al derecho de propiedad; y, ii) se está amparando
una demanda contra quien no ha acreditado la posesión y mucho
menos ha sido objeto de despojo, pues ninguno de los medios
probatorios son homogéneos para determinar que se trata del
mismo bien, pese a que para tal fin cuenta el juzgador con la
facultad conferida por el Artículo 194° del Código Procesal Civil.
SÉPTIMO.- Al respecto, corresponde precisar que el Interdicto de
Recobrar es aquella pretensión procesal en cuya virtud el poseedor
o tenedor de un bien mueble inscrito o inmueble, del cual ha sido
total o parcialmente despojado, requiere judicialmente que se le
restituya la posesión perdida. En dicho contexto analizado el medio
impugnatorio interpuesto, se desprende que las causales
señaladas en los ítems a), b) y c) no satisfacen el requisito de
procedencia señalado en el inciso 3) del Artículo 388° del Código
Procesal Civil, pues lo que en esencia pretende la impugnante es
que esta Suprema Sala revalore las pruebas presentadas en la
causa, a fin de determinar que los demandantes no han acreditado
haber estado en posesión del inmueble sub Litis, pretensión que
colisiona frontalmente con la naturaleza y fines del Recurso
extraordinario consagrados en el Artículo 384° del acotado Código,
circunscritas a la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y a la uniformidad de la jurisprudencia por la Corte
Suprema de Justicia de la República, por lo que deben ser
desestimadas. Por lo demás, la Sala de revisión en los acápites 5.5
y 5.6 de la Sentencia de Vista expresa una motivación vinculada
con la probanza de la ocupación por la parte demandante del
inmueble sujeto a materia, y con la inconducencia de la probanza
de la propiedad del bien por la parte demandada, razonamientos
que, aunque breves, satisfacen en el caso concreto las exigencias
que se desprenden de las disposiciones que se afirman
infraccionadas. OCTAVO.- Igual desestimación alcanza a las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
causales señaladas en los ítems d) y e), al no resultar de aplicación
al caso de autos la parte in fine del Artículo 920° del Código Civil,
según la cual: “En ningún caso procede la defensa posesoria
contra el propietario de un inmueble, salvo que haya operado la
prescripción, regulada en el artículo 950 de este Código”; desde
que tal disposición se refiere a la figura de la defensa posesoria
extrajudicial que puede ejercer el poseedor a fin de recuperar el
bien de manera directa, cuando ha sido despojado sin orden de
autoridad competente, siempre que no medie intervalo de tiempo ni
utilice herramientas injustificadas por las circunstancias, lo que no
se ha configurado en el caso de autos. Además, el citado párrafo
ha sido incorporado por el Artículo 67° de la Ley número 30230,
publicada en el diario oficial “El Peruano” el doce de julio de dos mil
catorce, esto es con fecha posterior a los hechos materia de la
demanda, iniciada el cuatro de septiembre de dos mil doce.
NOVENO.- Finalmente, si bien la demandada precisa que su
pedido casatorio es revocatorio, cumpliendo con el requisito
previsto por el Artículo 388° inciso 4) del Código Procesal Civil, ello
es insuficiente para declarar procedente el Recurso planteado,
desde que los requisitos de procedencia a los que el mismo se
sujeta son necesariamente concurrentes, lo que no se advierte en
el caso concreto. En consecuencia, al no reunir el Recurso bajo
calificación los requisitos exigidos por el Artículo 388° del Código
Procesal Civil y con la facultad conferida por el Artículo 392° del
mismo Código, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de
Casación obrante de fojas doscientos cincuenta y uno a doscientos
setenta y dos, interpuesto por Agrepina Ccoicca Lizeras contra la
Sentencia de Vista corriente de fojas doscientos treinta y nueve a
doscientos cuarenta y dos, su fecha dieciséis de enero de dos mil
quince, emitida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el diario oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Ceferino
Sánchez Pajuelo y otra contra Agrepina Ccoicca Lizeras sobre
Interdicto de Recobrar; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez
Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
C-1569469-69
CAS. Nº 4566-2015 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: Según el
artículo 949 del Código Civil la sola obligación de enajenar un
inmueble hace al acreedor propietario del mismo; lo cual implica
que la transferencia de propiedad de los bienes inmuebles es
consensual, es decir, no necesita formalidad solemne, y ello es
congruente con la conclusión del Ad quem en el sentido que la
transferencia a favor de los demandados se efectuó mediante un
contrato de compraventa verbal. Lima, diecinueve de octubre de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número cuatro mil quinientos sesenta y seis–dos mil quince, en
Audiencia Pública de la fecha, efectuados el debate y la votación
correspondientes, emite la presente sentencia: MATERIA DEL
RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto por Juan
Orlando Samamé Mendoza y Adela Esperanza Orrillo de
Samamé a fojas trescientos diecisiete, contra la sentencia de vista
de fojas trescientos seis, de fecha veintidós de setiembre de dos
mil quince, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque, que revoca la sentencia apelada de fojas
doscientos treinta, de fecha veintisiete de noviembre de dos mil
catorce, que declara fundada la demanda; y reformándola, la
declara infundada; en los seguidos por Juan Orlando Samamé
Mendoza y otra contra Rafael Hoyos Ramos y otra, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria. FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fojas cincuenta y nueve del
presente cuadernillo, de fecha veintidós de enero de dos mil
dieciséis, ha estimado procedente el recurso en mención, por las
causales de infracción normativa de derecho procesal e infracción
normativa de derecho material. Los recurrentes denuncian: A)
Infracción normativa de los artículos 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, I, VI, VII y IX del Título Preliminar,
50 inciso 6, 121, 122 inciso 4 y 123 inciso 3 del Código Procesal
Civil: Señalando: a) La resolución de vista contiene un
razonamiento incongruente, pues se pronuncia sobre un aspecto
que no ha sido materia de demanda, esto es, sobre la existencia o
validez del contrato de compraventa, sin tener en cuenta que lo que
se pretende en el proceso es el desalojo por la causal de ocupación
precaria; b) También se transgrede el debido proceso, por cuanto
erróneamente la Sala Superior determina que en aplicación de los
artículos 949 y 1529 del Código Civil, los demandantes ya no son
propietarios del inmueble sub litis; c) Se omite valorar la información
expresada por el apoderado Eder Yanil Medina Zelada a nivel de la
Fiscalía, pues éste expresa la existencia de un contrato
preparatorio, mas no la de un contrato de compraventa; d) Los
medios probatorios en los cuales sustenta su decisión la Sala
Superior carecen de eficacia probatoria, ya que el Certificado de
Posesión expedido por el Juez de Paz de Cayaltí discrepa con la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
identificación correcta del inmueble sujeto a materia; B) Infracción
normativa por interpretación errónea del artículo 911 del
Código Civil: Refiriendo que se vulnera dicho precepto legal al
resolverse sobre el derecho de propiedad de los accionantes y no
sobre el tema del desalojo por ocupación precaria, aplicando
indebidamente los artículos 949 y 1529 del Código Civil, para
concluir que los recurrentes ya no son propietarios del inmueble,
sin tener en cuenta que en este tipo de procesos no se discute
dicha naturaleza, tomándose como base lo alegado por el
apoderado Eder Yanil Medina Zelada ante la Fiscalía por el delito
de Usurpación, donde manifiesta la existencia de un contrato
preparatorio y no de uno de compraventa; C) Infracción Normativa
por inaplicación de los artículos 1414 y 1425 del Código Civil:
Sosteniendo que la Sala Superior comete un error de derecho, al
tomar como base para desestimar la demanda que el pago
realizado como precio por la venta del bien, queda confirmado con
la declaración que realiza Eder Yanil Medina Zelada en su condición
de apoderado común de los demandados, sin tener en cuenta que
éste no ha tenido facultades especiales para determinar la
existencia o ausencia de un contrato de compraventa.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- De la revisión de los autos se
aprecia a fojas trece, que Juan Orlando Samamé Mendoza y Adela
Esperanza Orrillo de Samamé interponen demanda de Desalojo
por Ocupación Precaria contra Rafael Hoyos Ramos y Elvia Rosa
Tenorio Torrejón, solicitando que se ordene a los demandados que
desocupen y entreguen la posesión del inmueble ubicado en el
Lote número 07, Manzana "G" (Prolongación Calle Santa María) -
Nueva Urbanización Cayaltí, del Distrito de Cayaltí, Provincia de
Chiclayo, Departamento de Lambayeque, por ser de su propiedad.
Como fundamentos de su demanda manifiestan que son legítimos
propietarios del bien sub materia, conforme al título de propiedad
que fuera expedido por la Municipalidad Provincial de Chiclayo y
por la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal
(COFOPRI), de fecha veintitrés de setiembre de dos mil dos, que
corre inscrito en la Partida Registral número P10114562, de los
Registros Públicos de Chiclayo. Que, sin su autorización y de
manera ilegítima, los demandados han tomado posesión del bien
alegando que tienen derechos. Ante su negativa de entregar el
bien, recurre al Poder Judicial para que se le devuelva su bien,
motivo por el cual solicitan que se ampare su demanda.SEGUNDO.-
El Juez de la causa, mediante sentencia de fojas doscientos treinta,
de fecha veintisiete de noviembre de dos mil catorce, declara
fundada la demanda; en consecuencia, ordena que los demandados
cumplan con desocupar y hacer entrega del bien inmueble
consistente en el Lote número 7 de la Manzana "G" (Prolongación
Calle Santa María) - Nueva Urbanización Cayaltí, del Distrito de
Cayaltí, Provincia de Chiclayo, Departamento de Lambayeque, en
el término de seis días, bajo apercibimiento de lanzamiento en
caso de incumplimiento; con el pago de costas y costos del
proceso. Como sustento de su fallo considera que de folios tres a
cuatro, corre la copia legalizada del título de propiedad expedido
por la Municipalidad Provincial de Chiclayo y la Comisión de
Formalización de la Propiedad Informal (COFOPRI), en la que
consta que los recurrente son propietarios del Lote 7 de la Manzana
G de la Nueva Urbanización Cayaltí, del Distrito de Cayaltí,
Provincia de Chiclayo, Departamento de Lambayeque. De folios
cinco a siete, corre la copia literal de la Partida Registral
número P10114562, que corresponde al bien sub litis, de la que se
desprende que los titulares registrales son los accionantes. Por lo
tanto, se puede concluir que el derecho de propiedad de los
demandantes se encuentra debidamente acreditado; y si bien
tendrían la calidad de copropietarios, ello no obsta para que
pretendan la restitución del bien, en atención a lo establecido por el
artículo 979 del Código Civil. Ahora, respecto a la parte demandada,
se tiene que si bien ésta alega que habría adquirido el bien sub
materia en virtud de un contrato de compra celebrado con los
demandantes, cabe precisar que dicha transferencia fue de forma
verbal; por lo tanto, resulta pertinente tener en cuenta que conforme
a lo dispuesto por el artículo 1351 del Código Civil “el contrato es el
acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o
extinguir una relación jurídica patrimonial”; en consecuencia, dado
que el artículo 140 de dicho dispositivo establece que la
manifestación de voluntad puede ser escrita o tácita, y estando que
“(…) Se distinguen, del mismo modo, los contratos no-solemnes,
en los cuales las partes pueden manifestar de cualquier modo su
voluntad contractual (con la palabra, escrito, etc.), y los contratos
solemnes, en los cuales la manifestación de voluntad debe revestir
una forma determinada, establecida por la ley. (…)”, se puede
concluir que los contratantes –demandante y demandado- podrían
haber celebrado un contrato verbal, máxime si como lo establece el
artículo 143 del Código Civil, cuando la ley no designe una forma
específica para un acto jurídico, los interesados pueden usar la que
juzguen conveniente, pues la regla está representada por la
libertad de forma. El contrato debe revestir una forma determinada
sólo cuando así se prescriba en la ley. Así, tenemos que ellos
sustentan su alegación en que habrían cumplido con cancelar el
monto de la venta que pactaron (veinticuatro mil sesenta nuevos
soles (S/.24,060.00), mediante un depósito en la Cuenta número
04021511264 cuyo titular es el codemandante Juan Orlando
Samamé Mendoza; sin embargo, como se aprecia del oficio que
corre a folios ciento ochenta y siete, el Banco de la Nación ha
informado a este Juzgado, que si bien es cierto que en la
mencionada cuenta existe un depósito por dicha suma, la misma
97117
ha sido depositada por Eberth Castro Pérez identificado con DNI
número 40942173; quien no es parte del proceso; y si bien se alega
que sería familiar político de la demandada, ello no se ha acreditado
en autos; por lo tanto, no existe certeza en autos que efectivamente
los demandados hayan sido quienes hicieron el pago a los
recurrentes. En consecuencia, no puede pretenderse acreditar un
contrato verbal con un voucher de pago, que no se ha efectuado
por quienes alegan haberlo cancelado, pues ello no genera certeza
en el A quo respecto de la existencia real del contrato
verbal, máxime si los otros "supuestos" contratantes niegan la
celebración del contrato, y quienes lo sustentan no han dado
mayores medios de prueba que acrediten su argumento, pese a
que tenían la carga de la prueba. Por ende, al no haberse
acreditado fehacientemente la existencia del contrato de compra
venta del bien sub litis y dado que sí está probado que los
demandados no son arrendatarios ni usufructuarios, y que tampoco
tienen vínculo contractual alguno con los demandantes, se
puede concluir que no tienen título alguno que justifique la posesión
del bien sub litis; por consiguiente, no habiéndose sustentado
probatoriamente que ejerza la posesión del inmueble en base a
algún título de propiedad o de posesión, debe concluirse porque
tiene la condición de ocupante precario. En este orden de ideas,
tenemos que los recurrentes son propietarios del bien, y como tal,
tienen el derecho de poseerlo, máxime si en virtud del artículo 2013
del Código Civil "el contenido de la inscripción se presume cierto y
produce todos sus efectos, mientras no se rectifique o se declare
judicialmente su invalidez", y ellos son titulares registrales del bien;
por lo tanto, se encuentran acreditados los dos presupuestos de la
pretensión sobre Desalojo por Ocupación Precaria: Que la parte
demandante sea propietaria del bien, y que la demandada no
cuente con título que justifique su posesión, por lo tanto, debe
ampararse la demanda y disponerse que entreguen la posesión a
favor de los demandantes.- TERCERO.- Interpuesto el recurso de
apelación, la Sala Superior, mediante sentencia de fojas trescientos
seis, de fecha veintidós de setiembre de dos mil quince revoca la
apelada y, reformándola, declara infundada la demanda. Como
fundamentos de su decisión expone que: si bien los demandados
no cuentan con un contrato escrito por el cual adquieren la
propiedad del inmueble sub materia; sin embargo, acreditan la
celebración de dicho negocio a través de otros medios probatorios
como son: i) El depósito que hiciera Elvia Rosa Tenorio Torrejón, a
través de Hebert Castro Pérez, del precio del inmueble, es decir
por la suma de veinticuatro mil sesenta nuevos soles (S/.24,060.00),
en la Cuenta de Ahorros número 04021511264 que el demandante,
Juan Orlando Samamé Mendoza tiene en el Banco de la Nación.
Hecho que se acredita con la Carta EF/92.029.03 número 016-
2014, del seis de enero de dos mil catorce, de folios ciento ochenta
y siete, y el voucher de depósito de folios ciento ochenta y seis, así
como con el Extracto del Estado de Cuenta de la tarjeta de ahorros
del referido accionante; ii) El pago realizado como precio por la
venta del inmueble sub litis queda confirmado con la declaración
que hace el Abogado Eder Yanil Medina Zelada, en su condición de
apoderado común de los demandantes (según Poder Amplio y
General para Juicios, de fecha veintiuno de enero de dos mil once
obrante de folios ciento sesenta y uno a ciento sesenta y dos
vuelta), en la investigación preliminar en la Carpeta Fiscal
número 2011-66, con motivo de la denuncia que hiciera contra los
ahora demandados Verónica Elizabeth Samamé Orrillo, por el
delito de Usurpación, obrante de folios ciento cincuenta y siete a
ciento sesenta, donde al absolver la cuarta y sétima pregunta del
Fiscal Provincial, en forma explícita no sólo acepta el depósito que
los demandantes hicieran en la cuenta de su poderdante Juan
Orlando Samamé Mendoza sino que, por lo demás, al absolver la
décima cuarta pregunta, reconoce la existencia de un contrato de
compraventa verbal celebrado entre sus poderdantes con los
ahora demandados por vía telefónica. Versión que se condice con
la sostenida por los demandados para legitimar su posesión. De lo
expuesto se infiere que la posesión que ostentan los demandados
respecto al inmueble consistente en el Lote número 7, Manzana
número “G” (Prolongación Santa María), Nueva Urbanización
Cayaltí, del Distrito del mismo nombre, Provincia de Chiclayo,
Departamento de Lambayeque, es a título de dueños. CUARTO.-
Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de casación
ha sido declarado procedente por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
material, debiendo absolverse, en principio, las denuncias de
carácter procesal, de modo que si se declara fundado el recurso
por esta causal deberá verificarse el reenvío, no teniendo objeto el
pronunciamiento respecto a las denuncias de carácter sustantivo.
QUINTO.- En tal sentido, en cuanto al extremo denunciado en el
apartado A)a): Es cierto que el Ad quem, luego del análisis de los
medios probatorios (los más relevantes, los que determinan el
sentido de su fallo) concluye estableciendo la existencia de un
contrato de compraventa verbal, en virtud del cual los demandados
han adquirido la propiedad del inmueble sub litis, estableciendo
también que ejercen éstos a título de dueños, lo que implica que no
existe precariedad en su posesión. Sin embargo, contrariamente a
lo sostenido por la parte recurrente, dicha argumentación no resulta
incongruente, ni es ajena a lo pretendido en la demanda, sino que
es pertinente a la materia controvertida, puesto que el Ad quem se
contrae a analizar cuál es el título de posesión de la parte
demandada, para concluir determinando que ejerce tal posesión a
titulo de dueño, derecho que emerge del referido contrato de

97118 CASACIÓN
compraventa. Razones por las cuales este extremo no puede
prosperar. SEXTO.- En cuanto al extremo denunciado en el
apartado A)b): A invocación del Ad quem en su fallo acerca de las
normas contenidas en los artículos 949 y 1529 del Código Civil,
tampoco es incongruente ni impertinente, pues ellas contienen
preceptos que son adecuados para resolver la controversia de los
autos, pues según el artículo 949 del Código Civil la sola obligación
de enajenar un inmueble hace al acreedor propietario del mismo; lo
cual implica que la transferencia de propiedad de bienes inmuebles
es consensual, es decir, no necesita formalidad solemne y ello es
congruente con la conclusión del Ad quem en el sentido que la
transferencia a favor de los demandados se efectuó mediante un
contrato de compraventa verbal. De otro lado, es precisamente en
mérito a haber adquirido la propiedad mediante contrato de
compraventa celebrado con el anterior dueño, que los demandados
han adquirido la propiedad del bien sub litis, y es por ello que están
legitimados para ejercer la posesión del mismo. Razones por las
cuales este extremo también debe desestimarse. SÉTIMO.- En
cuanto a los extremos denunciados en los apartados A)c) y A)d):
Analizados, en rigor, los argumentos vertidos por los recurrentes,
se aprecia claramente que pretenden una nueva valoración del
material probatorio del proceso, siendo ello ajeno a los fines de la
casación, tal como están determinados por el artículo 384 del
Código Procesal Civil. Sin perjuicio de lo indicado, cabe agregar
que aún si se considera el supuesto de que el acto celebrado por
los demandados no constituye un contrato de compraventa
propiamente dicho, sino un contrato preparatorio, no cabe duda
que tal acto habilitaba a los recurrentes a ejercer la posesión del
bien sub litis. Nótese que, en rigor, en el proceso de Desalojo por
Ocupación Precaria se debe establecer (entre otros aspectos), si la
parte demandada tiene o no título de posesión, mas no si tiene
título de propiedad. Ello sin perjuicio de que si se determina que
una persona (un sujeto de derecho) es propietaria de un bien, es
lógico que esté facultada para ejercer la posesión del mismo; por
cuyas razones este extremo también debe desestimarse, pues en
atención a la norma del artículo 386 del Código Procesal Civil, la
infracción normativa en que se sustenta el recurso debe incidir
directamente en la decisión impugnada, lo cual no ha sido cumplido
por las denuncias bajo examen.OCTAVO.- En cuanto al extremo
denunciado en el apartado B): Tal como se ha indicado
anteriormente la determinación del derecho de propiedad de los
demandados no es un asunto ajeno a la materia controvertida de
los autos, ya que está íntimamente ligado a la determinación de si
dicha parte tiene o no título que la legitima a ejercer la posesión del
inmueble sub litis. En tal sentido, luego de la valoración de los
medios probatorios el Ad quem ha determinado que los
demandados sí están legitimados para ejercer dicha posesión,
precisamente por ser titulares del Derecho de Propiedad, el cual
les faculta a ejercer la posesión. Por consiguiente, este extremo
tampoco puede prosperar; más aún, si se tiene en cuenta que la
parte recurrente, en lugar de describir con claridad y precisión en
qué modo se habría infringido la norma que invoca, pretende una
nueva valoración de los hechos y las pruebas, lo cual no procede
en sede casatoria, tal como se ha indicado anteriormente.
NOVENO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado C):
La parte recurrente pretende una nueva valoración de la prueba al
sostener que la persona de Eder Yanil Medina Zelada en su
condición de apoderado común de los demandados no ha tenido
facultades especiales para determinar la existencia o ausencia de
un contrato de compraventa, sin tener en cuenta que el Ad quem
ha determinado que dicha persona en calidad de apoderado común
de los ahora recurrentes aceptó el depósito efectuado por los
demandados en el presente proceso, y además la existencia de un
contrato de compraventa verbal celebrado entre sus poderdantes y
los ahora demandados. Sin embargo, recalcamos que la
revaloración de la prueba no es parte del oficio de la casación,
razón por la cual este extremo también debe desestimarse. Por las
consideraciones expuestas, no se configuran las causales de
infracción normativa de carácter procesal denunciadas, en
consecuencia, no procede amparar el presente recurso de
casación, por lo que de conformidad con el artículo 397 del Código
Procesal Civil, declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Juan Orlando Samamé Mendoza y Adela Esperanza
Orrillo de Samamé a fojas trescientos diecisiete; por consiguiente,
NO CASARON la sentencia de vista de fojas trescientos seis, de
fecha veintidós de setiembre de dos mil quince, emitida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
que revoca la sentencia apelada de fojas doscientos treinta, de
fecha veintisiete de noviembre de dos mil catorce, que declara
fundada la demanda; y reformándola, la declara infundada;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Juan Orlando Samamé Mendoza y otra contra Rafael Hoyos
Ramos y otra, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-70
CAS. Nº 4677-2015 LAMBAYEQUE
EJECUCIÓN DE GARANTÍA. Lima, dos de agosto de dos mil
dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de éste Supremo Tribunal el recurso de casación
interpuesto por el demandado Juan Arévalo Guerrero (folios 105)
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
contra el auto de vista contenido en la Resolución número siete,
del seis de octubre de dos mil quince (folios 89), expedido por la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, la cual confirmó la apelada contenida en la Resolución
número cuatro, del seis de julio de dos mil quince (folios 68), que
declaró infundada la contradicción propuesta por el ejecutado Juan
Arévalo Guerrero; en consecuencia se dispone sacar a remate el
bien inmueble otorgado en garantía hipotecaria; para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra una Resolución de vista expedida por la Primera Sala
Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque
que como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; ii) Ante
la Sala Superior que emitió la Resolución de vista que se impugna;
iii) Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente
de notificada la Resolución de vista impugnada, puesto que el
recurrente fue notificado el día quince de octubre de dos mil quince
(folio 92) e interpuso el recurso de casación el día veintiséis de
octubre de dos mil quince (folios 105); y, iv) Adjunta el arancel
judicial por concepto de recurso de casación (folios 100 y 104).
TERCERO.- El recurso cumple con el requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
dado que el recurrente apeló la Resolución de primera instancia que
le fue desfavorable (folios 73), la misma que ha sido confirmada por
la impugnada. En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la
referida norma, manifiesta que su pedido es anulatorio. CUARTO.-
El recurrente (Juan Arévalo Guerrero) sustenta su recurso de
casación bajo la siguiente causal: Infracción normativa procesal
del inciso 3 artículo 139 de la Constitución Política del Perú;
al respecto se señala que en la resolución de vista impugnada no
se ha tomado en cuenta lo pactado en la cláusula cuarta prescrita
en la Escritura Pública de Compraventa – préstamo hipotecario del
tres de abril de dos mil doce, que constituye título de ejecución,
y que prescribe que la terminación o resolución de los plazos del
préstamo y/o resolución del contrato por causa de mora incurrida,
será comunicada al cliente por escrito, de ahí que en el escrito
de apelación cuestionó el “saldo deudor” ascendente a setenta y
dos mil trescientos cincuenta y nueve soles con cuarenta y tres
céntimos (S/.72,359.43). QUINTO.- Conforme al artículo 384 del
Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República; es decir, se persigue el adecuado control
jurídico de las resoluciones judiciales con el propósito de verificar la
correcta interpretación y aplicación del derecho objetivo y material
o procesal al caso concreto, siendo su finalidad ulterior evitar la
infracción o la violación de la norma legal al resolver la causa1.
SEXTO.- Acorde con los fines de la casación, el artículo 388 del
Código Procesal Civil, al contemplar los requisitos necesarios para
la procedencia del citado recurso, exige – inciso 2 – describir con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento del
procedente judicial, así como – inciso 3– demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. SÉTIMO.- El
inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, que
según el recurrente se habría infringido, establece como principio
y derecho de la función jurisdiccional, entre otros, a la observancia
del Debido Proceso y la Tutela Jurisdiccional, es decir, garantiza
al justiciable, ante su pedido de tutela, el deber del órgano
jurisdiccional de observar el Debido Proceso y de impartir justicia
dentro de los estándares mínimos establecidos por el ordenamiento
jurídico; sin embargo, en el caso de autos, no se describe con
claridad y precisión la infracción a la indicada norma, puesto que
no se fundamenta el recurso de casación en la inobservancia de
normas referentes al Debido Proceso y a estándares mínimos
que deben respetarse dentro del presente proceso judicial, sino
en el incumplimiento de una cláusula contractual referida a la
comunicación de la resolución del contrato, y en tal sentido, no se
ha satisfecho la exigencia prevista en el inciso 2 del artículo 388
del Código Procesal Civil. OCTAVO.- Asimismo, estando a que nos
encontramos ante un Proceso de Ejecución de Garantías en el cual
el demandante Banco de Crédito del Perú ha solicitado la ejecución
de una garantía hipotecaria a fin de hacerse cobro de una deuda
generada de un Contrato de Compraventa y Préstamo Hipotecario,
y la parte ejecutada ha formulado contradicción alegando la
nulidad formal del título consistente en la Escritura Pública que
contiene los actos jurídicos mencionados, no se advierte que el
argumento del ejecutado referido a la falta de comunicación de una
resolución contractual por incumplimiento del pago, que recién ha
sido planteado en el recurso de casación, tenga incidencia directa
en la decisión impugnada, puesto que no tiene relación con la
alegada nulidad formal del título, que está referido a la omisión
o defecto que incidan sobre los requisitos formales establecidos
indispensablemente para la validez del título que se ejecuta; en
tal sentido, tampoco se ha satisfecho la exigencia del inciso 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por el demandado Juan Arévalo Guerrero (folios 105)
contra el auto de vista contenido en la Resolución número siete,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
del seis de octubre de dos mil quince (folios 89), expedido por la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Banco de Crédito del Perú contra Juan Arévalo
Guerrero sobre Ejecución de Garantía. Interviene el Señor Juez
Supremo De La Barra Barrera por licencia del Señor Juez Supremo
Yaya Zumaeta; Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
Carrión Lugo, Jorge. El Recurso de Casación en el Código Procesal Civil.
Volumen II. Tercera Edición. Editorial Iustitia Sociedad Anónima Cerrada.
Página 14.
C-1569469-71
CAS. Nº 4700-2015 AMAZONAS
INDEMNIZACIÓN POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL. SUMILLA.- En los procesos de
responsabilidad civil extracontractual integran la relación
sustantiva: el afectado de manera activa y el causante del daño y/o
quien por imperio de la Ley o voluntad de las partes deba responder
por el mismo. Lima, veintiuno de octubre de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número cuatro mil
setecientos - dos mil quince; luego de verificada la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: I.- RECURSO DE
CASACION: Se trata del recurso de casación interpuesto por el
Gobierno Regional de Amazonas (fojas 856) contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número cuarenta y seis de fecha
veintitrés de octubre de dos mil quince (fojas 824), expedida por la
Sala Mixta Descentralizada de Utcubamba de la Corte Superior de
Justicia de Amazonas, la cual confirmó la apelada contenida en la
Resolución número veintidós de fecha cuatro de marzo de dos mil
diez que declaró fundada en parte la demanda de indemnización y
revocándola en cuanto al monto indemnizatorio, ordena fijar el
pago de trescientos tres mil seiscientos dos soles con sesenta y
ocho céntimos (S/.303,602.68), a la que se le deberá deducir la
suma de quince mil ciento veinte soles (S/.15,120.00) entregado
por el organismo de salud; excluyéndose de dicha obligación a la
Procuraduría Pública de la Región Amazonas. II.- FUNDAMENTOS
DEL RECURSO: Esta Sala Suprema por Resolución de fecha
veintiocho de enero de dos mil dieciséis (folios 61 del cuadernillo
de casación) declaró procedente el recurso de casación por las
siguientes causales: a) Infracción normativa del artículos I del
Título Preliminar, inciso 1 del artículo 1971, artículo 1972 del
Código Civil y artículo 197 del Código Procesal Civil, alegando
lo siguiente: i) Se ha vulnerado el Debido Proceso y el Principio de
Legalidad al no haberse valorado los medios de prueba aportados
al proceso. Si bien, se señala que los responsables indirectos en
ocasionar el daño es el Ministerio de Salud, la Dirección Regional
de Salud de Amazonas y la Procuraduría Pública del gobierno
Regional de Amazonas, sin embargo, dicha afirmación no es cierta,
por cuanto el actor, de profesión médico y en su calidad de Jefe de
la Red de Salud de Chiriaco, demostrando negligencia en el
ejercicio de sus funciones, no cumplió con sus roles fundamentales,
para supervisar y exigir al conductor que es su subordinado para
que realice la revisión minuciosa de los neumáticos, antes de
iniciar la comisión del servicio; ii) El actor olvida que la ambulancia
que se despisto estaba asignada exclusivamente a la Red de Salud
del Distrito de Chiriaco del cual él era jefe directo y responsable de
cualquier cosa que ocurriera a la ambulancia; pues los hechos
descritos en la demanda indican que es un accidente de tránsito
fortuito por despiste de ambulancia, siendo culpable directo el actor
quien demostrando inercia y negligencia en el ejercicio de sus
funciones, no impartía las órdenes pertinentes al conductor para
que realice el mantenimiento y reparación de la ambulancia; iii) El
actor en la época en la que sucedieron los hechos estaba
contratado en la modalidad de Locación de Servicios para
desempeñar el cargo de Jefe de Red de Salud Chiriaco motivo por
el cual de conformidad al artículo 1764 del Código Civil, el
demandante estaba contratado para prestar servicio para un
determinado tiempo y para un trabajo específico de corta duración,
siendo que su contrato en cualquier momento pudo ser resuelto,
más aún si el contrato no genera estabilidad laboral, ni beneficios
sociales de ninguna naturaleza, motivo por el cual la demandada
no tiene ninguna obligación de indemnizarla; iv) La Responsabilidad
atribuida a la Dirección Regional de Salud de Amazonas y al
Ministerio de Salud por cuanto la ambulancia causante del
accidente de tránsito en el momento del despiste no contaba con el
Seguro Obligatorio de Accidente de Tránsito - SOAT, no resulta
cierta en razón a que el demandante tenía la obligación de tramitar
el Seguro Obligatorio de Accidente de Tránsito - SOAT en su
calidad de Jefe por cuanto éste administraba directamente el
presupuesto; v) De conformidad a lo regulado por el inciso 1 del
artículo 1971 y artículo 1972 del Código Civil y el Reglamento
General de Tránsito, es un hecho estrictamente fortuito y casual,
por lo que está exento de responsabilidad civil, penal y
administrativo salvo en casos en que el conductor de un vehículo
en el momento del accidente se encuentre con ingesta de bebidas
alcohólicas, estupefacientes o drogas debidamente acreditados
con el Dosaje Etílico, y en el caso de autos el accidente se produjo
por negligencia del actor quien no exigió al conductor para que
97119
revise los neumáticos; b) En aplicación del artículo 392-A del
Código Procesal Civil, se declaró procedente el recurso de
casación de manera excepcional por la causal de infracción
normativa procesal de los inciso 3 y 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, por cuanto la recurrida no
guardaría correspondencia con lo resuelto y con la pretensión
demandada, dado que en la parte resolutiva, la Sala Superior omite
consignar a Óscar Ronald Vásquez Sánchez, conductor del
vehículo automotor que causo el accidente, a fin de que cumpla
con consignar en forma solidaria con sus codemandados, el pago
de la suma de trescientos tres mil seiscientos dos soles con
sesenta y ocho céntimos (S/.303,602.68) al actor. III.-
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Del examen de los autos se
desprende lo siguiente: Edwin Salvador Cuyo Gonzales (fojas
148), interpone demanda sobre Indemnización por Daños y
Perjuicios por Responsabilidad Civil Extracontractual a fin que los
demandados cumplan con pagar la suma de un millón ciento
cuarenta y siete mil ochocientos cincuenta y cuatro soles
(S/.1´147.854.00). Como sustento factico de su demanda
manifiesta: i) Con fecha treinta y uno de marzo de dos mil seis
sufrió un accidente de tránsito en la Carretera Bagua- Chiriaco, por
las inmediaciones del Sector Retema, el cual dio como resultado el
deslizamiento de la ambulancia de placa de rodaje número PIF-
675, asignada al Centro de Salud de Chiriaco; ii) En su calidad de
Jefe de dicho Centro se dirigía al Distrito de Bagua en Comisión de
Servicio y al reventarse un neumático delantero la ambulancia se
despistó y cayó a un abismo, sufriendo traumatismo vertebral
medular con luxofractura D12, hemorragia subaracnoidea
postraumática, fractura de tabique nasal y sangrado ocular
tetropericoneal; iii) Después de varios operaciones se le ha
estabilizado con instrumental transpedicular con barras y tornillos
de titanio; asimismo, se le ha ordenado rehabilitación física y
laboral de por vida; sin embargo, no cuenta con los recurso
económicos para viajar a la ciudad de Lima para su chequeo anual
(que debe ser realizado durante tres años); iv) Existe negligencia
de las autoridades de la Red de Salud de Bagua, así como de la
Dirección Regional de Salud de Amazonas y la Microred de
Chiriaco, máxime cuando se trataba de un vehículo que debía estar
en permanente operatividad, a lo cual nunca se le hizo caso, dando
lugar a que por falta de mantenimiento y uso excesivo de los
neumáticos, estos colapsaran reventándose, omisión que dio como
resultado una tragedia; v) Solamente en una oportunidad la
Dirección Integral de Salud entregó a su familia la suma de diez mil
soles (S/.10,000.00) y tres mil quinientos soles (S/.3,500.00)
(gastos de hospitalización y traslado a Lima el ocho de abril de dos
mil seis), siendo esta suma insuficiente; vi) La unidad vehicular
(ambulancia), pese a existir mandato del artículo 30 de la Ley
número 27181, no contaba con el Seguro Obligatorio de Accidente
de Tránsito - SOAT; vii) Como consecuencia del accidente de
tránsito el recurrente se ha visto perjudicado económicamente por
cuanto ha dejado de percibir sus ingresos como Jefe de la Microred
de Salud de Chiriaco, en mil ochocientos soles (S/.1,800.00), no
cuenta con trabajo estable pese a los múltiples ofrecimientos del
Director de la Dirección Regional de Salud de Amazonas. Además,
sus señores padres han tenido que dejar de trabajar ya que por su
delicado estado de salud necesita el apoyo total de ambos.
SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda mediante la Resolución
número uno de fecha veintiocho de febrero de dos mil ocho (folio
215), se corre traslado y el Procurador Público del Gobierno
Regional de Amazonas se apersona al proceso, mediante escrito
(fojas 223), contesta la demanda argumentando lo siguiente: i) El
recurrente no tiene obligación alguna frente al demandante ante
cualquier eventualidad que podría haber sucedido en el
cumplimiento de sus obligaciones; ii) En la cláusula octava de los
contratos de los años dos mil cuatro y dos mil cinco, así como en la
Cláusula Sétima del contrato del año dos mil seis, se establece que
el demandante se obliga a tomar una póliza de accidentes
personales, que cubra los siguientes riesgos: Muerte accidental,
invalidez permanente, gastos de sepelio y gastos de hospitalización,
sin embargo, el accionante no cumplió con lo pactado, razón por la
cual al momento de sufrir el accidente no existió póliza alguna que
cubra con los gastos, omisión del demandante que le ha producido
el desamparo; iii) Resulta cuestionable el hecho que el demandante
manifieste que la Dirección Regional de Amazonas lo ha
abandonado, toda vez que pese a no estar obligada a reconocerle
gasto alguno, por la no existencia de vínculo laboral, mediante acta
de entrega de fecha ocho de abril de dos mil seis se le hizo entrega,
por una compensación por el accidente, por un monto de diez mil
soles (S/.10,000.00), además, de tres mil quinientos soles
(S/.3,500.00) y el pago de una planilla por sueldo correspondiente
a marzo de dos mil seis ascendente a la suma de mil seiscientos
veinte soles (S/.1,620.00), sumando todo ello un importe de quince
mil ciento veinte soles (S/.15,120.00); iv) Lo que pretende el
demandante es percibir una supuesta remuneración que no le
corresponde, por cuanto prestó servicios no personales, a
sabiendas que el Estado solo puede abonar remuneración por
trabajo efectivamente realizado, cuyos beneficios les alcanza a los
trabajadores amparados en el Decreto Legislativo número 276; v)
La suma de dinero que se le otorgó al demandante fue una manera
solidaria de compensar el accidente de tránsito, pues éste se
produjo por fuerza mayor, caso fortuito y de acuerdo a lo establecido
por el artículo 1972 del Código Civil, concordado con el artículo
1971 del mismo código, el que viola un derecho ajeno en el ejercicio

97120 CASACIÓN
de su propio derecho no actúa antijurídicamente y, por consiguiente,
ninguna responsabilidad le incumbe, por los quebrantos que
pudiera ocasionar. TERCERO.- Por su parte, la Dirección
Regional de Salud de Amazonas (fojas 277), contesta la demanda
señalando lo siguiente: i) La recurrente con el afán solidario de
socorrer las necesidades propias del accidente, entregó la suma de
quince mil ciento veinte soles (S/.15,120.00) a los padres del
accionante, por concepto de gastos de intervención quirúrgica,
hospitalización, medicamentos y otros gastos que pudieran
presentarse en su recuperación; por tanto, no son ciertas las
imputaciones vertidas en la demanda en lo que respecta al
abandono de que fue objeto; ii) Respecto al monto que pretende
como discapacitado del sector público resulta improcedente,
porque el demandante fue un locador de servicios y no un
trabajador de servicios amparado en el Decreto Legislativo número
276; iii) Lo que en realidad pretende el demandante es percibir una
supuesta remuneración que no le corresponde, por cuanto prestó
servicios no personales, a sabiendas que el Estado solo puede
abonar remuneración por trabajo efectivamente realizado.
CUARTO.- El Ministerio de Salud, (fojas 284), se persona al
proceso y contesta la demanda en los siguientes términos: i) El
demandante ha iniciado un proceso penal paralelo, por delito
contra la Vida el Cuerpo y la Salud en su propio agravio; la
reparación civil que se derive de tal proceso penal automáticamente
lo excluye de acceder a una pretensión indemnizatoria en la vía
civil; ii) Respecto a la pretensión referida al daño físico, el actor no
presenta medio probatorio alguno para acreditar tal extremo; iii) En
cuanto a la pretensión referida al daño emergente, las cantidades
dinerarias consignadas por el actor importan una liquidación de
parte elaborada con montos subjetivos que no se encuentran
acreditados de manera documental; iv) Respecto a la pretensión
de Lucro Cesante; la recurrente no se encuentra obligada a la
renovación del contrato del demandante, dado que si bien existe
una relación contractual, las normas vigentes permiten al Estado
celebrar contratos de locación de servicios, coexistiendo con el
régimen legal de la Administración Pública regulada por el Decreto
Legislativo número 276, no ostentando el demandante la calidad
de servidor público; v) Lo que realmente pretende el demandante
es que se le cancele una suma de dinero por un servicio que no ha
prestado. QUINTO.- Valoradas las pruebas y compulsados los
hechos expuestos por las partes, por sentencia de primera
instancia expedida mediante la Resolución número veintidós de
fecha cuatro de marzo de dos mil diez (folios 497), se declaró
fundada en parte la demanda, disponiéndose en consecuencia que
los demandados cumplan con pagar en forma solidaria la suma de
noventa y un mil doscientos ochenta y cuatro soles con sesenta y
ocho céntimos (S/.91,284.68). De los fundamentos de dicha
sentencia se extrae básicamente que el A quo ha establecido lo
siguiente: a) Con los contratos de locación de servicios no
personales se acredita que el demandante venía laborando para la
Dirección Regional de Salud de Bagua. y, precisamente con el
Contrato de Locación sin número de fecha quince de marzo de dos
mil seis se acredita que el actor fue contratado como médico para
que desempeñe el trabajo de servicio médico del Centro de Salud
de Chiriaco; sin embargo con el Memorándum número 010-2006-
GO.REG.AMAZONAS.DRSAlDG se acredita que desempeñaba la
función de Jefe de la Microred de Salud de Chiriaco, en ese sentido,
se evidencia que el demandante tenia vínculo vigente durante todo
el mes de marzo de dos mil seis; por consiguiente, el día en que se
suscitaron los hechos, el médico estaba cumpliendo un trabajo
según lo encomendado, lo que se corrobora con su papeleta de
salida y con las hojas de asistencia, lo que evidencia que el
accidente se produjo en cumplimiento del servicio laboral; b) En lo
atinente a la situación de incapacidad del demandante, esta no ha
sido discutida por la demandada, pues del Informe Médico número
249-I.N-R-2006 de fecha dieciocho de agosto de dos mil seis se
determina como diagnostico paraplejia espástica nivel t12 ASIA "C"
Post Traumático Vertebro Medular. Y, en cuanto a sus funciones
biológicas presenta control parcial de esfínteres y Uretral.
Disminución de movimientos en miembros inferiores, hipotrofia
leve de miembros inferiores. Asimismo, del Certificado Médico
número 3471-2007 emitido por el Hospital Nacional Daniel Alcides
Carrión se indica que el paciente presenta traumatismo vertebro
dorso luxo fractura número 011-012, siendo operado el día
diecinueve de abril de dos mil seis, estabilización instrumentada
transpendicular con barra y tornillos de titanio. Asimismo, el
Conadis por Resolución Ejecutiva número 06951-1-2006 SE/REG
de fecha veintidós de agosto de dos mil seis ha resuelto incorporar
al demandante al registro con personas con Discapacidad, es decir
que ha quedado demostrado la incapacidad física del demandante
por la certificación de la autoridad competente; c) Se aclara que si
bien el demandante firmó con la Red de Salud de Bagua un
Contrato de Locación de Servicios no personales en el que aparece
en la cláusula sétima que el demandante tenía la obligación de
suscribir una póliza de accidentes personales para cubrir la
invalidez permanente, sin embargo, dichos hechos no limitan el
derecho del accionante para reclamar una indemnización; d) En
cuanto a la responsabilidad civil demandada, se acredita la
existencia de un daño físico evidente en el demandante, al
presentar traumatismo vértebra muscular dorsal, luxofractura 011-
012 relacionado con los informes médicos (folios 7 y 8). En ese
sentido, si bien no existe pericia valorativa del quantum del
perjuicio; sin embargo, debe fijarse un monto prudencial acorde a
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
su calidad de profesional médico y a sus treinta y cinco años de
edad, que por causa del accidente ha quedado inválido, perdido su
trabajo y frustrada la posibilidad de realizar su proyecto de vida; e)
Se encuentra probado por el propio dicho de la demandada y por la
declaración del chofer que fue este último el protagonista del
accidente por cuanto conducía la ambulancia de propiedad del
centro de Salud de Chiriaco, es decir, el chofer se encontraba en
ejercicio de sus funciones encomendadas por la Microred de Salud
para transportar a un paciente hasta la ciudad de Bagua, en cuya
ambulancia venia también el médico demandante, en consecuencia
la responsabilidad directa recae en el Ministerio de Salud y la
Dirección Regional de Salud que comprende dentro del ámbito de
su competencia a la microred de salud; f) No se ha demostrado que
la conducta del chofer de la camioneta se haya debido a
circunstancias extraordinarias imprevisibles e irresistibles que
hubieran obligado al subordinado a concluir necesariamente en la
producción del daño corporal, en ese sentido, se concluye que era
previsible el hecho ocurrido, máxime si como ha sostenido el
chofer, la carretera era agreste y debió tomar las precauciones, por
lo que no puede recurrirse a la excusa del caso fortuito; g) Si bien
mediante resolución fiscal de fecha treinta y uno de enero de dos
mil ocho se ha resuelto no ha lugar a formular denuncia penal
contra el chofer de la ambulancia, consecuentemente no existe
impedimento legal para determinar responsabilidad civil; h) La
demandada indica que la cantidad de quince mil ciento veinte soles
(S/.15,120.00) ha sido otorgada al demandante como una
liberalidad; sin embargo no ha indicado que su otorgamiento haya
estado supeditada a alguna condición; es decir, ha sido pura y
simple y por consiguiente no puede solicitar que se descuente al
demandante. SEXTO.- Apelada la sentencia de primera instancia,
mediante la sentencia de vista contenida en la Resolución número
treinta y dos de fecha nueve de setiembre de dos mil diez, expedida
por la Sala Mixta y de Apelaciones de Utcubamba de la Corte
Superior de Justicia de Amazonas la cual confirmó la sentencia
apelada, no obstante, al ser materia de recurso de casación esta
Suprema Sala mediante Ejecutoria Suprema de fecha veintiuno de
mayo de dos mil doce declaró fundado el recurso de casación,
disponiendo que la Sala Superior emita nueva resolución. Bajados
los autos para el respectivo pronunciamiento, la Sala Mixta
Descentralizada de Utcubamba de la Corte Superior de Justicia de
Amazonas, mediante Resolución número cuarenta y dos de fecha
veintiséis de octubre de dos mil trece emite nuevo pronunciamiento
confirmando la apelada, siendo objeto nuevamente de recurso de
casación, la que fue declarada fundado mediante Ejecutoria
Suprema de fecha dieciocho de mayo de dos mil quince,
disponiéndose que la Sala de Merito emita nueva resolución.
SÉTIMO.- Mediante Resolución número cuarenta y seis de fecha
veintitrés de octubre de dos mil quince, la Sala Mixta de Utcubamba
de la Corte Superior de Amazonas confirma la resolución apelada
de fecha cuatro de marzo de dos mil diez, que declara fundada en
parte la demanda de indemnización, revocándola en cuanto al
monto indemnizatorio, disponiendo fijar el pago por la suma de
trescientos tres mil seiscientos dos soles con sesenta y ocho
céntimos (S/.303,602.68), a la que se le deberá de deducir la suma
de quince mil ciento veinte soles (S/.15,120.00) entregado por el
organismo de salud; excluyéndose de dicha obligación a la
Procuraduría Pública de la Región Amazonas. La Sala Superior
establece esencialmente lo siguiente: a) En el presente caso existe
responsabilidad por parte del conductor demandado Óscar Ronald
Vásquez Sánchez por cuanto conducía el vehículo-ambulancia al
Centro de Salud de Chiriaco el día en que se produjo el accidente
de tránsito causando daños y perjuicios al demandante, existiendo
además responsabilidad a cargo del Ministerio de Salud propietario
de dicho bien y de la Dirección Regional de Salud de Amazonas; b)
La responsabilidad a cargo de la Dirección Regional de Salud se
encuentra regulada por el artículo 1981 del Código Civil en razón a
que el Centro de Salud de Chiriaco donde prestaba servicios tanto
el demandante como el conductor del vehículo dependen
administrativamente de la Dirección alegada, dándose la figura de
la responsabilidad vicaria; c) En relación a los agravios expuestos
por la Procuraduría Pública del Ministerio de Salud sobre la suma
entregada a los padres del demandante por quince mil ciento
veinte soles (S/.15,120.00), se determina que el razonamiento
efectuado por el juez no es el correcto por cuanto para ser
considerada como una liberalidad, ésta debe constar en una
resolución administrativa que la autorice por tratarse de bienes del
Estado, en consecuencia dicha cantidad deber ser descontada del
monto fijado por concepto de daños y perjuicios; d) Con relación al
Daño Emergente, en el caso de autos está constituido por los
gastos que ha efectuado el demandante para su curación y
tratamiento por la gravedad de las lesiones sufridas como
consecuencia del accidente de tránsito, que de acuerdo a las
boletas de venta, recibos por honorarios profesionales, constancias
de pagos de movilidad, acreditan el menoscabo patrimonial del
actor a los que debe agregarse los gastos relacionados con los
implantes dentales que no han sido considerados por el juez de la
causa, por lo que se considera el pago de sesenta y dos mil
seiscientos dos soles con sesenta y ocho céntimos (S/.62,602.68)
que deberá ser pagada por la parte demandada en forma solidaria;
e) En cuanto al Lucro Cesante que viene a ser la ganancia
frustrada, se determina que el demandante es médico de profesión,
que a la fecha en que ocurrieron los hechos contaba con treinta y
cinco años y que por las lesiones sufridas como consecuencia del
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
accidente se encuentra invalido lo cual le impide ejercer su
profesión a cabalidad, en consecuencia se determina el pago en la
suma de cuarenta y un mil soles (S/.41,000.00); f) En relación al
daño a la persona, se tiene que el Daño Psicosomático, se
encuentra acreditado como consecuencia del accidente de tránsito
al haber sufrido el demandante Daño Físico por las lesiones
sufridas, las que resultan de consideración al presentar traumatismo
vertebro medular dorsal según se detalla de los informes médicos
y Certificado Médico respectivamente, lo cual constituye un daño
irreversible e irreparable en razón de que las lesiones sufridas son
permanentes; g) En cuanto al daño al proyecto de vida, en el
proceso se tiene que lo reclamado con el Daño Físico se armoniza
dado a que su proyecto de vida se ha visto menoscabado, siendo
evidente que como consecuencia del accidente de tránsito las
lesiones sufridas por el demandante son de consideración que han
generado su incapacidad permanente, que lo imposibilita de por
vida a desempeñar su profesión como médico truncando sus
expectativas profesionales de ejercer libremente la profesión como
médico. Asimismo, por la magnitud de la lesiones sufridas por el
demandante se acredita que ha afectado su estado físico y de
salud, consecuentemente su proyecto de vida se ha visto limitado
de manera permanente por lo que debe incrementarse la
indemnización en doscientos mil soles (S/.200,000.00). OCTAVO.-
Habiéndose declarado procedente la denuncia casatoria por las
causales de infracción normativa procesal y material, de primera
intención, debe examinarse la causal in procedendo, pues de
declararse fundado el recurso por dicha motivación, resultaría
innecesario examinar la otra causal invocada. NOVENO.- Existe
afectación al Debido Proceso cuando se transgrede el Derecho a la
Tutela Jurisdiccional Efectiva; hay inobservancia de la jurisdicción
y de la competencia predeterminada por ley; se evidencia error o
deficiencia en la apreciación y valoración de las pruebas, falta de
logicidad y razonabilidad en la fundamentación de las sentencias y
se limita la pluralidad de instancia; debiendo relievarse que para
que exista un pronunciamiento motivado, los jueces deben precisar
los argumentos o razones suficientes en los que sustentan su
decisión, así como la subsunción de los hechos determinados en la
norma apropiada para la solución del conflicto intersubjetivo de
intereses, lo que garantizará a los justiciables el respeto al Derecho
de Defensa y por ende al Debido Proceso. DÉCIMO.- En el
presente caso, aun cuando se advierta en la parte resolutiva de la
sentencia de vista una omisión material al no haberse consignado
el nombre del conductor Óscar Ronald Vásquez Sánchez como
responsable solidario en el pago de la indemnización declarada
fundada, dicha omisión no resulta de tal intensidad que deba
afectar el Derecho al Debido Proceso o que en su caso pueda
constituir una falta de motivación, ello por cuanto de la parte
considerativa de la citada resolución de vista se advierte que el ad
quem ha establecido de manera nítida la corresponsabilidad del
citado conductor en solidaridad con sus demás codemandados;
resultando por consiguiente de aplicación lo dispuesto en el
segundo párrafo del artículo 172 del Código Procesal Civil, en
cuanto establece que no habrá nulidad si la subsanación del vicio
no habrá de influir en el sentido de la resolución o en las
consecuencias del acto procesal; por cuyas razones la causal
procesal denunciada en este extremo deviene en desestimable.
DÉCIMO PRIMERO.- En lo referente a los agravios denunciados
en los puntos i), ii) y iv) de la causal por infracción normativa
material, cabe señalar de primera intención que la negligencia y
responsabilidad que se pretende atribuir al demandante por las
causas y consecuencias del evento dañoso, resulta ser un tema
que al margen de no encontrase acreditado en autos, la recurrente
además no ha aportado medio probatorio alguno tendiente a
acreditar dicha situación, por lo que la causal denunciada en estos
extremos debe desestimarse por improbada. DÉCIMO SEGUNDO.-
En cuanto a la denuncia casatoria descrita en el punto iii), se debe
precisar que dicho agravio deviene en inoficioso al haber sido
materia de estudio y análisis por la sentencia de vista en la que se
determinó la existencia de una responsabilidad vicaria en la
Dirección Regional de Salud en razón a que el Centro de Salud de
Chiriaco donde prestaba servicios el accionante así como el
conductor del vehículo siniestrado, dependían administrativamente
de la citada Dirección Regional; en consecuencia, se advierte que
lo que pretende la recurrente con dicha denuncia es forzar un
reexamen de lo actuado en sede de instancia, lo que resulta
incongruente con la naturaleza del recurso casatorio, por cuya
razón este extremo debe también desestimarse. DECIMO
TERCERO.- Finalmente, en cuanto al agravio denunciado en el
punto v), el tema relacionado al caso fortuito, resulta ser igualmente
un asunto que ha sido debidamente debatido en sede de instancia,
al haberse determinado que el accidente automovilístico con el
resultado dañoso en el demandante, se produjo porque el
conductor de la unidad vehicular no había tomado las precauciones
del caso al tratarse de una carretera agreste y poco propicio para el
tránsito vehicular, habiéndose descartado por consiguiente la
existencia de alguna circunstancia extraordinaria, imprevisible e
irresistible en la producción del daño; por consiguiente, este
extremo debe igualmente desestimarse. IV.- DECISION: Por
tales consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el inciso 1
del artículo 396 del Código Procesal Civil. 4.1.- Declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por el Gobierno
Regional de Amazonas (fojas 856); en consecuencia, NO
CASARON la sentencia de vista contenida en la Resolución
97121
número cuarenta y seis de fecha veintitrés de octubre de dos mil
quince (fojas 824), expedida por la Sala Mixta Descentralizada de
Utcubamba de la Corte Superior de Justicia de Amazonas, la cual
confirmó la apelada contenida en la Resolución número veintidós
de fecha cuatro de marzo de dos mil diez. 4.2.- DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad, en los seguidos por Edwin
Salvador Cuyo Gonzales contra la Dirección Regional de Salud
Amazonas y otros, sobre Indemnización por Responsabilidad
Extracontractual; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
C-1569469-72
CAS. Nº 4705-2015 JUNÍN
INTERDICTO DE RECOBRAR. Lima, veintiséis de julio de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Rocío Mariella Pezúa Meza y Fredy Javier
Alejandro Huamán a fojas ciento tres, contra la sentencia de vista
de fojas noventa y dos, de fecha siete de setiembre de dos mil
quince, emitida por la Segunda Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que confirma la sentencia apelada de
fojas sesenta y siete, de fecha diez de junio de dos mil quince, que
declara fundada en parte la demanda. SEGUNDO.- Examinados
los autos se advierte que el recurso en mención cumple con los
requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por
el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido el recurrente la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado
en el artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso, denuncian: I) Infracción normativa
del artículo 603 del Código Procesal Civil, alegando su indebida
aplicación al caso concreto, toda vez que la demandante no ha sido
poseedora del predio sub litis, toda vez que aquélla ha señalado
que venía ejerciendo la posesión del inmueble ubicado en la Calle
Bolognesi s/n del anexo de Coyllor Grande, del distrito de San
Agustín de Cajas, provincia de Huancayo, Región Junín, en virtud
del contrato imperfecto denominado Transferencia de Derecho
Posesorio de fecha veintinueve de octubre de dos mil trece,
celebrado ante el Juez de Paz de Primera Nominación del Distrito
de San Agustín de Cajas; sin embargo, dicho contrato es en esencia
un documento de compraventa, lo cual ha sido corroborado por el
Ad quem en el numeral 5.2 del quinto considerando de la recurrida,
al señalar “(…) que los demandados transfieren dicho bien de
manera perpetua a favor de la demandante, por la cual no tienen
ninguna limitación de uso de dicho bien”, y en el numeral 5.3 del
mismo considerando, se señala “(…) se entiende que fue cancelada
(precio de venta del inmueble); asimismo, respecto a la entrega del
bien no existe cuestionamiento alguno por parte de la demandante
de lo cual se deduce que fue entregado”, en consecuencia,
si bien se tiene la celebración de una compraventa, ésta no
determina el ejercicio de la posesión por parte del comprador; II)
Infracción normativa del artículo 26 de la Ley número 28687,
Ley de Desarrollo y Complementaria de Formalización de la
Propiedad Informal, Acceso al Suelo y Dotación de Servicios
Básicos1, que faculta a las Municipalidades provinciales y
distritales a otorgar certificados de posesión, alegando que en
el numeral 5.4. del quinto considerando de la sentencia de vista
el Ad quem expone el siguiente razonamiento (sic) “(…) de lo
analizado se pudo observar que los documentos presentados
por la demandante sí tienen validez legal, ya que están validados
por las instituciones emisoras, no verificándose que haya sido
impugnado o exista prueba que deje sin efecto su validez, no
pudiendo amparar los agravios expuestos”, sobre lo cual aduce
que el Colegiado Superior no ha realizado una valoración de la
validez legal de dichos documentos, siendo que en lo referente a la
constancia de posesión emitida por el Juez de Paz del Distrito de
San Agustín de Cajas, de fojas treinta y uno, carece de valor por no
haber sido emitida por la Municipalidad Distrital, toda vez que dicho
documento se limita a describir el inmueble sub litis, no señalando
en ninguno de sus extremos que Carmen Luisa Alejandro Huamán
se encuentra en posesión del bien; III) Infracción normativa
a la Uniformidad de la Jurisprudencia Nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República, alegando que tanto el A
quo como el Ad quem no han dado cumplimiento a la Casación
número 1172-97-APURIMAC, publicada en el Diario Oficial “El
Peruano”, el cuatro de enero de dos mil, donde se indica que
el interdicto de recobrar sólo puede ser amparado cuando el
accionante acredita fehacientemente que tuvo la posesión,
correspondiéndole la carga de la prueba.-CUARTO.- En cuanto a
la denuncia realizada en el apartado I), se tiene que los recurrentes
no han cumplido con describir con claridad y precisión la infracción
normativa denunciada, como lo exige el artículo 388 del Código
Procesal Civil, toda vez que el artículo 603 del citado Código
Procesal Civil, al tratar los elementos de la pretensión de Interdicto
de Recobrar, constituye la disposición normativa que debe ser
aplicada al presente proceso, siendo que lo que verdaderamente
intentan es que este Supremo Tribunal se pronuncie respecto a
la calificación de la premisa fáctica establecida por las instancias
de mérito, las cuales han determinado que sí existía posesión de
la demandante sobre el bien del que fuera despojada, según los
documentos de fojas ocho y tres; conclusiones que no pueden

97122 CASACIÓN
ser ingresadas en sede casatoria, por no encontrarse entre sus
fines, los cuales se encuentran indicados en el artículo 384 del
Código Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a la denuncia realizada
en el apartado II), se tiene que si bien el mencionado dispositivo
normativo contenido en el artículo 26 de la Ley número 28687
menciona que los certificados o constancias de posesión son
documentos extendidos por las Municipalidades, ello lo es sólo
en el contexto del procedimiento de formalización de propiedad y
de servicios básicos que dicha normativa regula, siendo que en el
caso de autos, los certificados de posesión emitidos por el Juez
de Paz del Distrito de San Agustín de Cajas, como cualquier otro
medio probatorio, tienen el valor probatorio que el juzgador les
asigne utilizando su apreciación razonada. Con ello se tiene que
los recurrentes tampoco han cumplido con describir con claridad y
precisión esta infracción normativa denunciada, motivo por el cual
debe ser desestimada. SEXTO.- En cuanto a la denuncia realizada
en el apartado III), referida al apartamiento del precedente judicial,
debe ser desestimada, porque la casación a la que hace referencia
es una jurisprudencia referencial, que no cumple con los términos
que establece el artículo 400 del Código Procesal Civil. Por lo
tanto, el recurso, en ese extremo, no satisface los requisitos de
procedencia precisados en el artículo 388 del Código Procesal
Civil; por lo que, dicha causal debe ser declarada improcedente.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Rocío Mariella Pezúa Meza y Fredy
Javier Alejandro Huamán a fojas ciento tres, contra la sentencia
de vista de fojas noventa y dos, de fecha siete de setiembre de
dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Mixta de Huancayo de
la Corte Superior de Justicia de Junín, que confirma la sentencia
apelada de fojas sesenta y siete, de fecha diez de junio de dos mil
quince, que declara fundada en parte la demanda; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Carmen Luisa
Alejandro Huamán contra Rocío Mariella Pezúa Meza y otro, sobre
Interdicto de Recobrar y otro; y los devolvieron. Integra esta Sala el
Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor
Juez Supremo Mendoza Ramírez. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
“Artículo 26.- Certificados o Constancias de Posesión.- Los Certificados o
Constancias de Posesión son documentos extendidos por las Municipalidades
Distritales de la jurisdicción y exclusivamente para los fines a que se refiere el
presente Título, sin que ello constituya reconocimiento alguno que afecte el
derecho de propiedad de su titular”.
C-1569469-73
CAS. Nº 4734-2015 CUSCO
PETICIÓN DE HERENCIA. Lima, dos de agosto de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de
calificación el recurso de casación interpuesto por el demandante
Augusto Jurado Gutiérrez (folios 254), contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número diecisiete del veintiuno de
octubre de dos mil quince (folios 246), expedida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Cusco la cual confirmó la apelada
contenida en la Resolución número nueve del cinco de noviembre de
dos mil catorce (folios 197), en el extremo apelado que declara
infundada la demanda; por lo que corresponde examinar si el
referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento
de los requisitos mencionados precedentemente, es necesario tener
presente que el recurso extraordinario de casación es eminentemente
formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado
con sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, esto es: precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en i) La infracción normativa, o ii) En el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para
lograr los fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora
y Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.- Se
verifica que el recurso cumple con los requisitos de admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez
que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que como
órgano jurisdiccional de segunda instancia pone fin al proceso; ii)
Ante el órgano jurisdiccional que emitió la sentencia de vista
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que la
parte recurrente fue notificada el día veintinueve de octubre de dos
mil quince (folio 251) e interpuso el recurso de casación el cinco de
noviembre de dos mil quince (folios 254); iv) Adjunta el pago del
arancel judicial por la presentación del recurso (folio 253 vuelta).
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia contenidos en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica que la parte
recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso 1) toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa la impugnó mediante recurso de apelación (folios 210). En
cuanto al requisito señalado en el inciso 4) manifiesta que su pedido
es revocatorio. QUINTO.- La parte recurrente (Augusto Jurado
Gutiérrez) sustenta su recurso de casación bajo la siguiente causal:
Infracción normativa de derecho material de los artículos 660,
815, 816 y 818 del Código Civil; argumentando que al haberse
declarado judicialmente la muerte intestada de la que en vida fue
Francisca Gutiérrez Pinchi, el recurrente conjuntamente con la
demandada han pasado a ser propietarios de los bienes dejados por
su madre, en tanto que la resolución judicial que instituye herederos
se encuentra inscrita en la Partida número 11119387, Asiento 2 de la
Zona Registral número X, Sede Cusco y los bienes dejados por su
madre es el inmueble denominado Jesús Nazareno; ubicado en el
paraje denominado “Choquepata”, Distrito De Lucre, por instrumento
público de fecha treinta y uno de octubre de mil novecientos sesenta
y nueve, otorgado por el Canónigo Manuel Lovón Castro y la
Escritura Pública del veintisiete de febrero de mil novecientos
cuarenta y seis, otorgado por Luciano Jurado y esposa a favor de
Francisca Gutiérrez Pinchi, respecto de la casa sin número, en el
Distrito de Oropeza, por lo que se encuentra acreditado que
pertenece a la masa hereditaria. Asimismo, manifiesta que el análisis
de la Sala Superior resulta ilógico y contradictorio, al sostener que no
ha quedado probado que los inmuebles considerados por el
demandante como parte de la herencia tengan tal calidad, sin
embargo, tiene pruebas que han sido presentadas y actuadas en su
oportunidad que acreditan la vocación hereditaria, por cuanto dentro
del proceso número 192-2011, se ha declarado la muerte intestada
de Francisca Gutiérrez Pinchi, instituyendo como herederos a
Augusto Jurado Gutiérrez y la demandada Felicitas Jurado Gutiérrez,
en tanto que los testimonios de Escritura Pública acreditan en forma
fehaciente e incontrovertible que son bienes adquiridos por la
progenitora y por lógica le pertenecen a sus herederos legales
declarados judicialmente. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del
Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República; de esta manera, tenemos que el recurso de
casación debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes
al logro de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una
nueva evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y
evaluadas por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a las infracciones denunciadas por la parte
recurrente no puede ser atendible, por cuanto los fundamentos del
recurso de casación se dirigen a cuestionar las conclusiones fácticas
de las instancias de mérito que desestimaron la presente demanda,
al pretender que en sede casatoria se vuelvan a valorar las pruebas
(Escrituras Públicas a folios 14 y 19), la cual considera el impugnante,
acreditarían que los inmuebles -materia de la presente demanda-
formaban parte del patrimonio de la causante Francisca Gutiérrez
Pinchi, no obstante las referidas pruebas ya han sido objeto y
materia de evaluación y pronunciamiento por parte de las instancias
de mérito que han desestimado la presente demanda al determinar
con claridad y precisión que no existe certeza, sobre si los inmuebles
al momento del fallecimiento de la madre del recurrente Francisca
Gutiérrez Pinchi, formaban parte de su patrimonio, aunado al hecho
que la parte demandada no posee los bienes materia del presente
proceso a título sucesorio, sino que adquirió la propiedad de los
mismos en mérito a sendas adjudicaciones efectuadas a su favor,
tanto por la Asociación de Productores de Choquepata como por el
Organismo de Formalización de la Propiedad Informal - COFOPRI,
sin embargo, no es actividad constitutiva del recurso de casación
revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron
convicción en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio.
Por estos fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandante Augusto Jurado
Gutiérrez (folios 254), contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número diecisiete del veintiuno de octubre de dos mil
quince (folios 246), expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Augusto Jurado Gutiérrez con Felicitas Jurado de
Dávalos, sobre Petición de Herencia; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del
Juez Supremo Señor Yaya Zumaeta. Ponente Señor Romero Díaz,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-74
CAS. Nº 4803-2015 TUMBES
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, quince de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Daniel Alfredo Morales Camacho a
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
fojas cuatrocientos cuarenta y siete, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos sesenta y cinco, de fecha seis de octubre de dos
mil quince, emitida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia del Tumbes, que confirma la sentencia apelada
de fojas doscientos ochenta y siete, de fecha once de diciembre de
dos mil catorce, que declara fundada la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención
cumple con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo
exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez que
al haberse declarado improcedente la solicitud de auxilio judicial e
inadmisible el recurso de casación, mediante la resolución de fojas
ochenta y tres, el recurrente ha cumplido con realizar el pago de
tasa judicial por concepto de recurso de casación, cuyo recibo obra
a fojas noventa del presente cuadernillo. Asimismo, al no haber
consentido el recurrente la sentencia de primera instancia, que le
ha sido adversa, satisface el requisito de procedibilidad establecido
en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso, denuncia: I) Infracción normativa
de derecho material de los artículos 896 y 911 del Código Civil,
alegando que no se le debe exigir que acredite la propiedad sobre
la casa habitación objeto de litigio, sino que sólo debe justificar su
posesión y permanencia en la misma, en virtud a un título, siendo
que el solo hecho de que el recurrente haya entrado a poseer el
bien no lo convierte en precario, no resultando pertinente en esta
vía sumaria determinar la naturaleza de las relaciones jurídicas
entre ambas partes, por lo tanto, se debió declarar improcedente la
demanda. Además, alega que la Resolución Municipal número
168-2003-MPCVZ, de fecha dieciocho de diciembre de dos mil
tres, emitida por la Municipalidad Provincial de Contralmirante Villar
– Zorritos, así como el Contrato de Compraventa de fecha doce de
julio de dos mil cuatro, que también suscribiera el demandante con
la referida Municipalidad, no pueden acreditar su propiedad porque
resultan nulos, ya que el inmueble materia de desalojo no era de
propiedad de aquella entidad, sino que la propiedad y el dominio
era de la Dirección General de Reforma Agraria y Asentamiento
Rural - Ministerio de Agricultura, inscrito en la Ficha Registral
número 5291 y continuada en la Partida Electrónica número
04001365 del Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Tumbes, Zona Registral número I – Piura; II) Infracción
normativa de derecho procesal de los artículos 139, incisos 3
y 5 de la Constitución Política del Perú, 122, inciso 3, 188, 196
y 197 del Código Procesal Civil, alegando que hay motivación
aparente en la sentencia emitida por el A quo, porque está basada
en definiciones y apreciaciones subjetivas, no habiendo acreditado
el recurrente que le había cedido el inmueble - casa habitación,
pues se ha acreditado que la posesión que ostenta éste data del
año mil novecientos noventa y ocho, y que dicho inmueble lo
construyó él, pese a lo cual se confirmó la sentencia recurrida.
Refiere además que no existe conexión lógica entre los hechos y el
petitorio, en cuanto se refiere a la identificación exacta de la casa
habitación que es materia de desalojo, pues se hace referencia a
diferentes áreas, siendo que el perito no ha cumplido con emitir su
respectivo informe. Además, en la demanda no se ha precisado si
sobre el área de dos mil cien metros cuadrados (2,100.00 m2), se
encuentra ubicada una casa habitación, siendo que de la inspección
judicial, con apoyo del perito, se constata la existencia de un área
de cuatro mil trescientos metros cuadrados (4,300.00 m2), que no
es materia de litis, siendo que el recurrente es propietario de un
área de seiscientos cuarenta y tres metros cuadrados (643.00 m2)
sobre dicho terreno, no habiéndose puesto en conocimiento que de
los dos mil cien metros cuadrados (2,100.00 m2) que conforman la
totalidad del terreno, se han transferido trescientos treinta metros
cuadrados (330.00 m2) a Víctor Hugo Narro Miranda y ciento
ochenta metros cuadrados (180 m2) a Marco Antonio Saldoya
Tinedo. Asimismo, el recurrente ha ofrecido trece documentos,
algunos expedidos por la Municipalidad Distrital de Canoas de
Punta Sal, que tienen el valor de instrumentos públicos porque han
sido otorgados por funcionario público, siendo que aquéllos
acreditan que su posesión es libre y pacífica, lo cual también se
certifica con la inspección judicial, donde aparece claramente que
el demandado es quien se encuentra en posesión. CUARTO.-
Respecto a la denuncia señalada como I) en el considerando
anterior, se tiene que la misma no ha sido descrita con claridad y
precisión como dispone el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, toda vez que las instancias de mérito no sólo han
determinado que el demandante es propietario del bien cuyo
desalojo y restitución se pretende, sino que el demandado no ha
cumplido con acreditar la existencia de documento o acto jurídico
que constituya justo título que le confiera derecho a poseer, lo cual
se ratifica cuando el recurrente se ha limitado a señalar y probar
que ostenta la posesión del inmueble, lo cual constituye hecho no
discutido, pero que no evita que la misma sea considerada precaria,
pues en el Cuarto Pleno Casatorio Civil se ha establecido como
precedente de observancia obligatoria que una persona tendrá la
condición de precaria cuando ocupe un inmueble ajeno (ostente
posesión), sin pago de renta y sin título para ello1, supuesto en el
que ha incurrido el recurrente, no existiendo razones para que se
ventile la controversia en una vía judicial de mayor complejidad, ni
habiéndose probado la supuesta nulidad del título de propiedad del
demandante. Siendo ello así, el recurso en este extremo debe
declararse improcedente. QUINTO.- Respecto a la denuncia
señalada como II) en el considerando tercero, se tiene que la
misma también debe ser declarada improcedente toda vez que el
97123
recurrente pretende que este Tribunal se pronuncie sobre los
medios probatorios que acreditarían su posesión sobre el inmueble
objeto de desalojo, siendo que ello no sólo resulta ajeno al thema
probandum del presente proceso de desalojo -el mismo que no se
centra en la mera posesión sobre el bien sino en el derecho a
poseer del demandado- sino que no constituye un fin de la casación
como lo dispone el artículo 384 del Código Procesal Civil. Asimismo,
tampoco se ha descrito con claridad y precisión la referida
infracción, toda vez que sí existe precisión respecto del inmueble a
desalojar, el mismo que en los actos postulatorios de las partes se
ha descrito como una casa habitación, la misma que de conformidad
con la inspección judicial cuya acta obra a fojas doscientos
cincuenta y siete, resulta la única en el terreno ubicado en la
margen derecha y paralelo a veinticinco metros del eje de la
carretera Panamericana Norte, entre los Kilómetros 1,206 al
1,206+070 (lado cerro), del sector Plateritos, Distrito de Canoas de
Punta Sal, Provincia de Contralmirante Villar y Departamento de
Tumbes; no habiéndose tampoco acreditado que la falta de informe
pericial respecto a la extensión y ubicación del bien a desalojar
haya incidido sobre la decisión recurrida, ya que ello, como se ha
indicado, ha quedado plenamente establecido, a lo que se agrega
que el recurrente pretende una nueva valoración de las pruebas y
un examen de los hechos que ya han sido efectuados en las
sentencias emitidas. Con todo ello, respecto a esta infracción, no
se ha cumplido con lo dispuesto en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil. Por las consideraciones expuestas y de
conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Daniel
Alfredo Morales Camacho a fojas cuatrocientos cuarenta y siete,
contra la sentencia de vista de fojas trescientos sesenta y cinco, de
fecha seis de octubre de dos mil quince, emitida por la Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del
Tumbes, que confirma la sentencia apelada de fojas doscientos
ochenta y siete, de fecha once de diciembre de dos mil catorce,
que declara fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por José Hipólito Morales
Camacho contra Daniel Alfredo Morales Camacho, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el
Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia de la
Señora Jueza Suprema Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
Sentencia de Casación N° 2195-2011-UCAYALI, punto VII, b.2.
C-1569469-75
CAS. Nº 4853-2015 LIMA ESTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiséis de
setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Juan David García Romero a
fojas ciento noventa y siete, contra la sentencia de vista de fojas
ciento ochenta y cuatro, de fecha veintitrés de octubre de dos mil
quince, emitida por la Sala Civil Descentralizada y Permanente de
San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima
Este, que confirmó la sentencia apelada de fojas ciento cincuenta y
dos, de fecha doce de mayo de dos mil quince, que declara fundada
la demanda sobre Desalojo por Ocupación Precaria; por lo que
deben examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Sala Civil Descentralizada y Permanente de San Juan de Lurigancho
de la Corte Superior de Justicia de Lima Este, que emitió la resolución
impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo de diez días de
notificada con la resolución impugnada, pues el recurrente fue
notificado el diecisiete de noviembre de dos mil quince, según
constancia de fojas ciento noventa y tres, y presentó el recurso de
casación el nueve de diciembre del mismo año (teniendo en cuenta
la huelga de los trabajadores del Poder Judicial del veinticuatro de
noviembre hasta el uno de diciembre); y IV) Adjunta el arancel
judicial correspondiente por recurso de casación, según consta a
fojas cuarenta y siete del cuadernillo de casación. TERCERO.- Que,
respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada,
se advierte que el recurrente no consintió la resolución expedida en
primera instancia que le fue desfavorable a sus intereses, al haberla
apelado mediante escrito de fojas ciento sesenta y uno, por lo que
cumplen con lo dispuesto en la norma procesal anotada. CUARTO.-
Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es
necesario que el recurrente señale en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento inmotivado del precedente judicial.
QUINTO.- Que, el recurrente denuncia las siguientes causales: a)
Infracción normativa del artículo 911 del Código Civil, señala que
la demanda interpuesta está enmarcada dentro del presupuesto de

97124 CASACIÓN
ejercer la posesión sin título alguno, puesto que en ningún momento
el actor señaló, en los fundamentos de hecho que la circunstancia
que justificó su posesión en el predio sub litis, fue por haber
celebrado el Contrato de Arrendamiento de fecha veinte de enero de
dos mil diez, entregándole la posesión del inmueble, de modo que es
bajo el supuesto demandado que debió resolverse la controversia.
b) Infracción normativa de los artículos VII del Título Preliminar,
50 inciso 6 y 194 del Código Procesal Civil, sostiene que los
jueces se encuentran obligados, por un lado, a no dar más de lo
demandado o cosa distinta a lo pretendido, ni a fundar sus decisiones
jurisdiccionales en hechos no alegados por las partes. Sin embargo,
las instancias de mérito desarrollaron una causal distinta a la
demandada, valorando una prueba no ofrecida ni admitida en la
etapa probatoria correspondiente, esto es, la carta notarial de fecha
veintinueve de febrero de dos mil doce, para acreditar que se puso
fin al arrendamiento de duración indeterminada no ofrecida ni
admitida en la etapa probatoria correspondiente. c)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial contenido en
la sentencia del Cuarto Pleno Casatorio Civil – Casación número
2195-2011 Ucayali, menciona que las instancias de mérito de no
haberse apartado de dicho precedente judicial, otro habría sido el
resultado, y no el contenido en la resolución cuestionada. SEXTO.-
Que, del examen de la argumentación expuesta se advierte que el
recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir con
claridad y precisión la infracción normativa, así como demostrar la
incidencia directa sobre la decisión impugnada, por lo que las
infracciones denunciadas en el considerando que precede deben ser
desestimadas. Respecto a la infracción contenida en el acápite a) del
quinto considerando, se advierte que no se demuestra la incidencia
directa de dicha denuncia sobre la decisión impugnada, advirtiéndose
que se pretende una modificación del criterio asumido, que la Sala
Superior ya ha determinado que dicho argumento fue dilucidado a
través de la sentencia de vista de fecha veintidós de agosto de dos
mil catorce obrante a fojas ciento veinticuatro, en la cual se admitió
la posibilidad de evaluar la presente causa a través de la causal de
título fenecido, autorizando al A quo la admisión de medios
probatorios de oficio. En cuanto a la infracción normativa contenida
en el acápite b), la Sala Superior ya ha establecido que en Audiencia
Única de fojas ciento cuarenta y ocho, en presencia del actor, se fijó
como uno de los puntos controvertidos determinar la razón o justo
título que justifique la posesión del inmueble por parte del
demandado; con lo cual se aprecia que no se fijó como punto
controvertido de manera específica, determinar si el actor carecería
de título alguno. Siendo que la parte demandante arguyó la carencia
de título, de lo señalado por el emplazado y de lo actuado en el
proceso se ha podido determinar que el supuesto correspondía a un
título fenecido, lo que ha quedado debidamente acreditado (y no
rebatido por el demandado), con lo cual los hechos expuestos por el
propio emplazado y rebatido por el demandante, no han sido
modificados por el A quo sino que el mismo ha adecuado la norma
aplicable al caso. Asimismo, si los hechos que sustentaban la causal
no resultaban claros al actor, tuvo expedito su derecho para
cuestionar tal situación a través de la Excepción de Oscuridad o
Ambigüedad en el Modo de Proponer la Demanda, lo que no se
advierte en autos. Con relación a la indebida admisión de un medio
probatorio extemporáneo, su admisión se realizó en Audiencia Única
de fecha veintiséis de enero de dos mil quince obrante a fojas ciento
cuarenta y ocho, sin que se advierta que el recurrente haya
impugnado dicha decisión pese a que asistió a la mencionada
audiencia correctamente asesorado por su abogado defensor.
Finalmente, respecto al apartamiento inmotivado contenido en el
acápite c), no fundamenta de qué manera las instancias de mérito se
habrían apartado del mencionado precedente judicial vinculante, en
consecuencia dicha denuncia resulta ser desestimada. SÉTIMO.-
Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, si bien el recurrente cumple con indicar su
pedido casatorio como anulatorio, no es suficiente para atender el
recurso materia de calificación, en virtud a lo dispuesto en el artículo
392 del Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Juan David García Romero a fojas ciento
noventa y siete, contra la sentencia de vista de fojas ciento ochenta
y cuatro, de fecha veintitrés de octubre de dos mil quince, emitida por
la Sala Civil Descentralizada y Permanente de San Juan de
Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima Este;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Higinio Pedro González Yufra y otra contra Juan David García
Romero, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por
licencia del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-76
CAS. Nº 4858-2015 LIMA
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS JUECES. Lima, cinco de
diciembre de dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal,
el cuadernillo de Casación y la Razón1 emitida por el Secretario de
esta Sala Suprema de fecha diez de octubre de dos mil dieciséis2;
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto por la demandante Celeste
América Jiménez Caballero3 contra la Resolución de Vista
número dieciséis de fecha treinta de octubre de dos mil quince,
expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima4 que confirmó la Resolución número uno, de fecha treinta
de setiembre de dos mil catorce, que declaró improcedente la
demanda y dispone el archivo definitivo de los autos; para cuyo
efecto debe procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Se verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos
de admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la
Resolución de Vista número dieciséis de fecha treinta de octubre
de dos mil quince, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que como órgano jurisdiccional de
segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada5; iii) Dentro del
plazo que establece la norma, ya que la recurrente fue notificada el
dieciocho de noviembre de dos mil quince6 e interpuso recurso de
casación el cuatro de diciembre del mismo año; y iv) Cumple con
acompañar el arancel judicial respectivo7. TERCERO.- Respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388
del Código Adjetivo, es de verse que la demandante interpuso
recurso de apelación8 contra la Resolución número uno de fecha
treinta de setiembre de dos mil catorce expedida por el Vigésimo
Sétimo Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima que
declaró improcedente la demanda9. En cuanto al requisito señalado
en el inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su pedido es
anulatorio. CUARTO.- La demandante Celeste América Jiménez
Caballero, señala como causales de su recurso: a) Infracción
normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú y artículo 196 del Código
Procesal Civil; refiere que el Colegiado efectuó una indebida
apreciación de las normas puesto que solo se han basado en la
fecha en que fue notificada el auto calificatorio del recurso de
casación y no contabiliza el tiempo que duró el proceso
constitucional de amparo. QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que
el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo
establecido por los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. SEXTO.- Conforme se advierte de la considerativa
cuarta, la demandante pretende que el órgano jurisdiccional
efectúe la contabilidad del plazo para interponer esta acción, a
partir de la notificación de la Resolución dictada por el Tribunal
Constitucional a mérito de la Acción de Amparo que interpuso
contra las resoluciones judiciales emitidas en el proceso de
Desalojo. 6.1. Sobre el particular, es necesario tener en
consideración que la demanda de Responsabilidad Civil está
dirigida contra la doctora Hilda Flor de María Sancarranco Caceda
por su actuación como Juez del Vigésimo Tercer Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
a efectos que cumpla con pagar la suma de trescientos sesenta y
seis mil ciento setenta soles (S/.366,170.00) por concepto de Lucro
Cesante y Daño Emergente, irrogados por el proceso de Desalojo
por Ocupante Precario interpuesta por la recurrente contra José
Enrique Aucallanchi Huamán. 6.2. De acuerdo a lo regulado en el
artículo 514 del Código Procesal Civil, el plazo para interponer la
demanda de Responsabilidad Civil de los Jueces es de tres meses
contados desde que quedó ejecutoriada la resolución que causó
daño. 6.3. En este sentido, tenemos que la resolución que a
consideración de la demandante, le causa daño, es la emitida en el
proceso de Desalojo por Ocupante Precario signado con el número
61211-2006, por lo que, el plazo de tres meses debe contabilizarse
desde la fecha en que se notificó la Resolución que declara
improcedente el recurso de casación interpuesto por la ahora
casante contra la Resolución que confirma la sentencia de primera
instancia que declaró infundada la demanda de Desalojo. Por
consiguiente, al advertirse de la considerativa quinta de la
Resolución del Tribunal Constitucional número 2374-2012/PA-
TC10, que la Resolución Suprema antes mencionada fue notificada
el nueve de marzo de dos mil nueve, a la fecha de interposición de
la presente demanda -veintitrés de setiembre de dos mil catorce-,
ha transcurrido en exceso el plazo de tres meses que establece la
norma procesal, es así que el análisis efectuado por la Sala
Superior se condice con los lineamientos que establece la norma
procesal. 6.4. En este sentido, mal puede pretender la accionante
que se contabilice el plazo para interponer este tipo de demandas,
a partir de la notificación de la última resolución dictada dentro del
proceso constitucional de amparo, puesto que ésta no ha sido
emitida dentro del proceso de Desalojo por la Causal de Ocupante
Precario que considera perjudicial a sus intereses y generadora del
daño sobre el cual pretende el resarcimiento, por lo que, los
argumentos dirigidos a cuestionar la carente motivación de la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
recurrida, carecen de asidero, habida cuenta que no se advierte
que existe transgresión al derecho y deber del órgano jurisdiccional
de motivar las resoluciones judiciales, el que tiene como principio
básico, el de congruencia procesal, ya que existe relación de
identidad entre la decisión arribada con lo que fue materia de
pretensión, asimismo, el órgano jurisdiccional ha justificado
ampliamente el por qué emite una decisión en determinado sentido,
es así que no puede pretender a través del análisis de normas
procesales cuestionar el criterio jurisdiccional asumido en la
Resolución de segunda instancia que desestima liminarmente la
demanda. SÉTIMO.- Por tanto, no habiéndose incurrido en
vulneración de derecho o garantía alguna, o que se haya aplicado
incorrectamente normas de derecho material o procesal, no se han
satisfecho los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, para hacer operante este medio
impugnatorio. Por estos fundamentos y en aplicación de lo previsto
en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandante Celeste América Jiménez Caballero11 contra la
Resolución de Vista número dieciséis de fecha treinta de octubre
de dos mil quince, expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima12que confirmó la Resolución número
uno, de fecha treinta de setiembre de dos mil catorce, que declaró
improcedente la demanda; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Celeste América Jiménez
Caballero contra Hilda Flor de María Sancarranco Cáceda y otro,
sobre Responsabilidad Civil de los Jueces; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
“(…) la recurrente fue notificada con fecha 21 de setiembre de 2016 con la
citada resolución que declara inadmisible el recurso de casación, como es
de verse del cargo de notificación que corre en autos. Que la demandante
Celeste América Jiménez Caballero mediante escrito de fecha 15 de
setiembre de 2016, ha cumplido con presentar el comprobante de pago
de reintegro de la tasa judicial por concepto de recurso de casación de
S/.539.00. Estando a la fecha de notificación de la citada parte procesal,
el referido escrito de subsanación ha sido presentado antes de la fecha de
notificación de la recurrente (…)
2
Folio 33 del Cuadernillo de Casación
3
Folio 265
4
Folio 249
5
Folio 265
6 .
Cargo de notificación número 97607-2015-SP-CI, al domicilio legal sito en el
Jirón Miguel Aljovín 231, Oficina 34 / Lima / Lima a folio 278.
7
Folio 260 y reintegra tasa judicial pro la suma de S/.539.00 soles a folio 29 del
cuadernillo de casación.
8
Folio 163.
9
Folio 76.
10
http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2013/02374-2012-AA%20Resolucion.pdf
11
Folio 265
12
Folio 249
C-1569469-77
CAS. Nº 4941-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN. SUMILLA: Todo daño a efectos de ser
indemnizado debe ser cierto, esto implica en consecuencia que
quien alegué haber sufrido un daño debe demostrar su ocurrencia,
tal como lo exige además nuestra legislación civil. Lima, tres de
octubre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número cuatro mil novecientos cuarenta y uno – dos mil
quince; luego de verificada la votación con arreglo a ley, emite la
siguiente sentencia: I. RECURSO DE CASACION: Se trata del
recurso de casación interpuesto por el Banco de Crédito del Perú
(fojas 267) contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número cinco de fecha once de agosto de dos mil catorce (fojas
250) expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, la cual revocó la sentencia apelada contenida en
la Resolución número diez, de fecha veintiséis de agosto de dos mil
catorce (fojas 184), la cual declaró fundada en parte la demanda
por Resolución Extracontractual; y en consecuencia la demandada
Banco de Crédito del Perú, abone a favor de la demandante
Carmen Teresa Bracale Delgado de Gonzales, la suma de
cincuenta mil soles (S/.50,000.00), por concepto de toda
indemnización. II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala
Suprema mediante resolución de fecha diez de marzo de dos mil
dieciséis (fojas 55 del cuadernillo de casación), ha estimado
procedente el recurso por las causales de: a) la Infracción
normativa procesal de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, artículo VII del Título Preliminar
y artículo 197 del Código Procesal Civil; sostiene que se afecta
su derecho, por lo siguiente: i) La sentencia de vista incurre en
error, puesto que sin efectuar un debido análisis dispone que la
recurrente cumpla con efectuar el pago de una indemnización por
infringir los alcances establecidos por el artículo 7 literal "b" del
Texto Único Ordenado de la Ley de Protección al Consumidor,
aplicable a los solicitantes de productos o servicios; no obstante
que la demandante no tenía la condición de peticionante en la
solicitud de cheque de gerencia materia de cuestionamiento, pues
dicho documento fue solicitado por un tercero, conforme debió
97125
apreciarse en el audio que incorporó como prueba en el proceso; ii)
La sentencia de vista no examina ni justifica las razones por las
cuales considera, si es posible o no que se configure el daño a la
demandante por menoscabo como consumidora cuando la misma
no tenía la calidad de consumidora en la operación materia de la
demanda; tal y como consta en el audio presentado ni mucho
menos indica cómo es posible limitar el acceso al servicio de una
persona que nunca lo solicitó, como tampoco explica la posibilidad
de que se configure el daño por falta de confianza y descrédito
bancario cuando la actora no ha sido reportada a ninguna central
de riesgo donde se determine que no tiene ningún reporte negativo
que pueda dar lugar a desconfianza; iii) La sentencia de vista, sólo
valoró las resoluciones emitidas por el Instituto Nacional de
Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual - INDECOPI, dejando de lado la transcripción de la
grabación telefónica, por el cual se acredita que no fue la actora
quien solicitó la emisión de un cheque de gerencia en la operación
materia de la demanda sino un tercero, por lo que no puede
configurarse la conducta antijurídica de los hechos alegados. b)
Infracción normativa material por aplicación indebida del
artículo 7 literal "b" del Texto Único Ordenado de la Ley de
Protección al Consumidor; sostiene que se afecta su derecho por
cuanto no se valoró el audio que presentó al contestar la demanda,
pues del mismo se aprecia que la demandante omitió señalar ante
el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la
Protección de la Propiedad Intelectual - INDECOPI que no fue ella
quien solicitó la emisión de un cheque de gerencia, por cuya razón
de acuerdo a lo actuado con posterioridad al proceso administrativo,
no podía aplicarse el citado artículo en tanto ella no era consumidora
en la operación materia de reclamación. III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Del examen de los autos se desprende lo siguiente:
Carmen Teresa Bracale Delgado de González (fojas 84),
interpone demanda de indemnización por daños y perjuicios por
responsabilidad extracontractual, solicitando que el Banco de
Crédito del Perú cumpla con pagar la suma de doscientos cincuenta
mil soles (S/.250,000.00) por Daño Moral ocasionado por la
conducta antijurídica de la demandada en menoscabo de su
persona causado por el trato diferenciado por parte del Banco
demandado. Sostiene como argumentos facticos de su demanda lo
siguiente: a) hacia fines de diciembre de dos mil nueve y comienzos
del dos mil solicitó los servicios bancarios del Banco de Crédito del
Perú para la emisión de un Cheque de Gerencia, con la finalidad de
efectivizar una operación comercial de tipo personal; no obstante,
el funcionario que la atendió le informó que no era posible gestionar
este servicio bancario por cuanto su nombre se encontraba
registrado en una lista que, para los efectos internos de la institución
bancaria, no reunía los requisitos dentro de sus estándares
bancarios; b) que ante la respuesta obtenida, la accionante se vio
en la necesidad de formular reclamo telefónico ante la entidad
bancaria, recibiendo como respuesta que la no emisión del cheque
de gerencia constituía una decisión de negocios de la entidad
bancaria; c) habiendo cursado nueva carta el veintiuno de enero de
dos mil diez, solicitando las causales de improcedencia a la emisión
del cheque, obtuvo como respuesta los mismos términos antes
señalados; d) que habiendo acudido ante el Instituto Nacional de
Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad
Intelectual - INDECOPI denunciando la falta de información,
práctica discriminatoria, trato diferenciado, selección de clientela y
exclusión de personas por parte del Banco de Crédito del Perú, se
expidieron sendas resoluciones administrativas, declarándose
finalmente fundada su denuncia por infracción del artículo 7-b de la
Ley de Protección al Consumidor al haberse acreditado que el
Banco de Crédito del Perú denunciado no había brindado la
información solicitada en el requerimiento de información
presentado por la denunciante, precisándose además que el
administrado debía abstenerse de realizar actos de trato
diferenciado en perjuicio de la demandante, sancionando al Banco
de Crédito del Perú con una multa de treinta y cinco Unidades
Impositivas Tributarias (35 UIT) más el pago de las costas y costos
del procedimiento. SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda,
mediante la Resolución número uno de fecha catorce de diciembre
de dos mil doce (folio 97), se corre traslado a la demandante y el
Banco de Crédito del Perú (fojas 112), se apersona al proceso y
mediante escrito de contesta la demanda argumentando lo
siguiente: a) De la grabación telefónica registrada por el Banco, se
advierte que la accionante no fue quien ha solicitado la emisión del
cheque de gerencia en la operación materia de demanda, sino una
tercera persona; por consiguiente, en la operación de emisión del
referido cheque, la demandante no era quien había solicitado el
servicio, habiendo en consecuencia, dado respuesta a su reclamo,
amparado en los artículos 2 y 62 de la Constitución Política del
Perú; b) Señala no haber incurrido en infracción del artículo 7.b del
Texto Único Ordenado de la Ley de Protección al Consumidor, toda
vez que el supuesto de la norma está referido a los solicitantes de
los productos y servicios y en este caso la demandante no tenía la
condición de solicitante como se acredita con la citada grabación
telefónica, además que la accionante no fue quien había solicitado
la emisión del citado cheque de gerencia ni correspondía que este
sea emitido con cargo a sus cuentas, por cuya razón la actora no
se encuentra en el supuesto de la norma cuya infracción denuncia;
c) No existe antijuricidad, factor de atribución ni nexo causal pues
los daños alegados no han sido probados, consecuentemente no
se configura los elementos de la responsabilidad civil alegados por

97126 CASACIÓN
la demandante, cuya concurrencia conjunta es necesaria, por lo
que no resulta amparable su pretensión. TERCERO.- Valoradas las
pruebas y compulsados los hechos expuestos por las partes, el
Decimo Quinto Juzgado Civil de Lima por Resolución número diez
de fecha veintiséis de agosto de dos mil catorce, declara infundada
la demanda. De los fundamentos de dicha resolución se extrae
básicamente que el A quo ha establecido que la demandante en su
denuncia formulada ante el Instituto Nacional de Defensa de la
Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual -
INDECOPI había omitido señalar lo que en su queja telefónica
había manifestado al banco demandado, es decir que no se había
permitido a una tercera persona girar un cheque de gerencia con
cargo a la cuenta corriente en dólares a su nombre;
consecuentemente, los supuestos actos de discriminación no
fueron a su persona, por cuya razón no existiría antijuridicidad en la
conducta del banco hacia la demandante, así como tampoco factor
de atribución ni nexo causal al no ser la demandante quien había
solicitado la emisión del cheque de gerencia sino tercera persona.
CUARTO.- Apelada la sentencia de primera instancia, la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante
Resolución número cinco de fecha once de agosto de dos mil
catorce revoca la apelada y reformándola declara fundada en parte
la demanda, ordenando en consecuencia que el Banco de Crédito
del Perú abone a favor de la demandante la suma de cincuenta mil
soles (S/.50,000.00) por concepto de toda indemnización, al haber
establecido en esencia que la negativa del Banco demandado a
emitir un cheque de gerencia a nombre de la demandante sin
justificación alguna, había generado en la persona de la accionante
un obvio menoscabo en sus sentimientos de valía a consecuencia
de la negativa del banco demandado de emitir un cheque de
gerencia a su nombre, ocasionándole una evidente angustia, y aun
mas sin darle explicaciones de su proceder ante un tercero con el
cual estaba haciendo una transacción comercial, lo cual constituye
una gran afectación al estado emocional de la actora, al no
permitírsele que pueda desenvolverse normalmente en tanto que
su solvencia y credibilidad económica se había puesto en duda
ante su entorno social, a pesar que la actora era cliente del Banco
demandado con servicios activos. QUINTO.- La motivación de las
resoluciones judiciales comporta, por un lado, la justificación lógica,
razonada y conforme a las normas constitucionales y legales
señaladas en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú; inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil, así
como con arreglo a los hechos y petitorios formulados por las
partes; por consiguiente, una motivación adecuada y suficiente
comprende tanto la motivación de hecho o in factum (en el que se
establecen los hechos probados y no probados mediante la
valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al
proceso, sea a petición de parte como de oficio, subsumiéndolos
en los supuestos fácticos de la norma), como la motivación de
derecho o in jure (en el que selecciona la norma jurídica pertinente
y se efectúa una adecuada interpretación de la misma). SEXTO.-
Por su parte, el Principio de Unidad de la Prueba recogido en el
artículo 197 del Código Procesal Civil preconiza que todos los
medios probatorios serán valorados por el Juez en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada; no obstante, en la resolución
solo serán expresadas las valoraciones esenciales y determinantes
que sustentan su decisión. En virtud de este principio las
resoluciones judiciales deberán ser expedidas en mérito de lo
actuado en el proceso y en aplicación correcta de la ley, tal como lo
señala el artículo 122, inciso 3, del citado Código Formal. SÉTIMO.-
Un primer aspecto que debe quedar debidamente establecido en
autos es que la demanda por Indemnización por Daños y Perjuicios
de Naturaleza Extracontractual supone la existencia y acreditación
de un menoscabo en la persona, es decir, de un daño directo a la
víctima, esto implica por consiguiente que quien alegué haber
sufrido un daño debe demostrar su ocurrencia, tal como lo exige
además nuestra legislación civil. Doctrinariamente se exigen
ciertos requisitos para la producción del daño, entre ellos: a)
Afectación personal del daño: es decir, que en todo supuesto
indemnizatorio debe verificarse la existencia de una relación entre
el sujeto responsable y la víctima, siendo esta ultima la llamada a
solicitar la reparación por haberse perjudicado su interés. b) Que el
daño sea injusto: es decir, que el daño debe haberse producido
por efectos de un hecho generador de un supuesto de
responsabilidad civil; y, c) certeza: requisito que se encuentra
relacionado e implica una seguridad en cuanto a su existencia y
que haya irrumpido a la realidad actual, daño que recién se hace
patente en virtud al accionar del sujeto pasivo u obligado.
OCTAVO.- En el caso de autos, se desprende que existe un serio
cuestionamiento a la conducta antijurídica atribuida al Banco de
Crédito del Perú, que es necesario que se esclarezca debidamente,
en tanto que los actos de discriminación, trato diferenciado y falta
de información denunciados por la demandante y que según su
parecer habrían provocado un daño moral en su entorno personal,
no se connotan del todo claros para esta Suprema Sala, habida
cuenta que no habría sido la accionante quien habría solicitado la
emisión del cheque de gerencia sino una tercera persona.
NOVENO.- En efecto, la Sala Superior al declarar fundada en parte
la demanda indemnizatoria, ha establecido que el Banco
demandado sin justificación alguna habría negado la emisión de un
cheque de gerencia a nombre de la demandante lo que habría
provocado un menoscabo en su persona; sin embargo, no se ha
reparado en el hecho que según la grabación telefónica del reclamo
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
número 528167 de fecha once de enero de dos mil diez, adjuntado
como medio probatorio en la contestación de demanda, la
accionante no habría sido quien solicitó la emisión del cheque de
gerencia sino una persona ajena, lo que resulta necesario que la
Sala Superior analice detenidamente en tanto que al versar la
presente causa sobre una Indemnización por Daños y Perjuicios,
deviene en imprescindible identificar plenamente si la accionante
fue realmente la afectada con el daño indemnizatorio invocado y
además si el daño alegado por la no emisión del citado cheque de
gerencia tuvo como hecho generador la solicitud de la demandante
respecto del citado servicio bancario, tanto más cuando de la
exposición de los hechos invocados en la demanda, la accionante
sostiene que fue ella quien solicitó el citado servicio bancario para
la emisión del citado cheque de gerencia. DÉCIMO.- Por
consiguiente, estando a que ninguna de las circunstancias antes
descritas han sido objeto de análisis por parte de la Sala Superior,
este Supremo Tribunal ve limitado el estudio de la infracción
normativa material declarada procedente debido a la falta de
motivación fáctica de la recurrida, deficiencias que deben ser
corregidas para efectos de emitir una sentencia acorde a derecho.
Estando a lo precedentemente expuesto, se aprecia que se ha
incurrido en deficiente motivación que lesiona gravemente el
contenido esencial de la garantía constitucional de la debida
motivación y con ello el debido proceso legal, ambos contemplados
en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú. IV.- DECISIÓN: Que, estando a las consideraciones que
anteceden y a lo dispuesto en el acápite 2.3 del inciso 2 del artículo
396 del Código Procesal: 4.1. Declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por el Banco de Crédito del Perú (fojas 267);
en consecuencia NULA la sentencia de vista contenida en la
Resolución número cinco de fecha once de agosto de dos mil
catorce (fojas 250) expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, la cual revocó la sentencia apelada
contenida en la Resolución número diez, de fecha veintiséis de
agosto de dos mil catorce (fojas 184), la cual declaró fundada en
parte la demanda por Resolución Extracontractual. ORDENARON
el reenvío de los autos a la Sala Superior de origen a efectos de
que expida una nueva sentencia con arreglo a ley. 4.2.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial "El Peruano", bajo responsabilidad; en los seguidos
por Carmen Teresa Bracale Delgado de González contra el Banco
de Crédito del Perú, sobre indemnización; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-78
CAS. Nº 168-2016 LIMA
RETRACTO. SUMILLA: En buena cuenta, el análisis de la
corrección lógica en el defecto de motivación interna del
razonamiento jurídico, permite el control de la denominada
justificación interna de la decisión judicial, esto es, de su aspecto
formal y silogístico, en el cual el Juzgador recurre al instrumento
lógico de la deducción para pasar con consistencia de las premisas
(mayor y menor) a la conclusión. En contraposición a la justificación
externa, que es aquélla que controla la solidez o razonabilidad del
argumento de la decisión, mientras que la justificación interna
examina sólo su corrección formal, esto es, “si la conclusión se
sigue lógicamente de las premisas que se aducen como
fundamentación. Lima, veintiséis de octubre de dos mil dieciséis.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número ciento
sesenta y ocho – dos mil dieciséis, en Audiencia Pública de la
fecha, y efectuados el debate y la votación correspondientes, emite
la siguiente sentencia. MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del
recurso de casación interpuesto por Dominga Pilar Rodríguez
Pachas a fojas cuatrocientos sesenta y seis, contra la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos cuarenta y siete, de fecha veinte de
octubre de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la sentencia
apelada de fojas trescientos setenta y uno, de fecha quince de
enero de dos mil quince, que declara fundada la demanda, y
reformándola, la declara improcedente. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas
treinta y uno del presente cuadernillo, de fecha diecisiete de marzo
de dos mil dieciséis, ha estimado la procedencia del recurso,
sustentado en: A) Infracción normativa procesal de los artículos
139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, 50 inciso
6, 122 inciso 3, 427 y 461 del Código Procesal Civil, alegando
que en la Sentencia de Vista la Sala Superior inicialmente indicó
que la demandante es titular del derecho de retracto, en mérito a
que acreditaba su condición de copropietaria, para seguidamente
ingresar a evaluar el agravio planteado en la apelación de la
sentencia de primera instancia, agravio que giraba en torno al
Contrato Privado del cinco de febrero de mil novecientos noventa y
tres, conforme al cual la parte demandada alegó que se había
puesto fin al régimen de copropiedad mediante acuerdos de
división y partición (sétimo considerando), y que consecuentemente,
no había derecho de retracto porque ya no existía copropiedad; es
así que al evaluar el Contrato Privado en mención, que según la
parte apelante ponía fin a la copropiedad y al derecho de retracto,
la Sala Superior considera, por un lado, que el mismo es ineficaz
porque no pueden producir efectos los acuerdos de división y
partición realizados cuando no se tenía declarada notarial o
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
judicialmente la vocación hereditaria respecto de la causante Ana
Pachas Elguera (octavo considerando), y que, por otro lado,
además, se trata de un acto jurídico que adolece de nulidad porque
no guarda la formalidad de la partición testamentaria según lo
previsto en el artículo 853 del Código Civil, que requiere que el
documento sea extendido por Escritura Pública (noveno
considerando) -argumentos destinados a desestimar el agravio
esgrimido en la apelación- para que seguidamente, en el mismo
considerando, el razonamiento judicial sufra una lesión y se
fracture el principio de congruencia y logicidad al expresar
textualmente “…motivo por el cual corresponde amparar el agravio
esgrimido contra la sentencia, y en ese sentido la demanda resulta
infundada con costas y costos”, procediéndose a revocar la
sentencia de primer grado que declaró fundada la demanda de
retracto y, reformándola, la declara improcedente, con lo cual se ha
incurrido en contradicción entre la parte considerativa y la
resolutiva, lo que vulnera el derecho al debido proceso por
contravenir el principio de motivación adecuada, incurriéndose en
causal de nulidad insubsanable; adicionalmente, en cuanto al
artículo 427 del Código Procesal Civil, se especifica que no se ha
invocado ninguna causal de improcedencia, ni se ha fundamentado
dicho extremo, y en cuanto al artículo 461 del mismo cuerpo
normativo, se sostiene que ha sido inaplicado, puesto que la Sala
Superior no ha tenido en cuenta la situación de rebeldía en que se
encuentran los demandados, lo que causa presunción legal relativa
sobre la verdad de los hechos expuestos en la demanda; B)
Infracción normativa de derecho material del artículo 1592 del
Código Civil, alegando que dicha disposición normativa que
regula el derecho de retracto, indica que dicha norma permite la
subrogación de determinadas personas en el lugar del comprador,
previo reembolso al comprador del precio que pagó al vendedor,
por lo que la sentencia de vista ha inaplicado dicho artículo.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la absolución del
recurso de casación sub examine es necesario hacer un breve
recuento de lo acontecido en el proceso. A fojas cuarenta y tres,
Dominga Pilar Rodríguez Pachas, interpone demanda contra
Antonia Agripina Rodríguez Pachas y Sergio Chávez Eguizabal
sobre Retracto, con la finalidad de sustituirse en el lugar del
comprador en el contrato de compraventa de fecha dieciséis de
abril de dos mil doce, el mismo que fuera elevado a Escritura
Pública el día diecisiete de abril de dos mil doce, cuyo objeto fue la
transferencia de derechos y acciones del inmueble ubicado en el
Lote 15, de la Manzana 8, Zona A, actualmente sito en Avenida Los
Héroes número 361, Urbanización Ciudad de Dios, Distrito de San
Juan de Miraflores, Provincia y Departamento de Lima. Como
fundamentos expone que junto con Ana Pachas Elguera y los
herederos de Fausto Rodríguez Suyo, adquirieron de la Empresa
Nacional de Edificaciones - ENACE la propiedad del inmueble
constituido por el Lote 15, Manzana 8, Zona “A” actualmente sito en
la Avenida Los Héroes número 361, Urbanización Ciudad de Dios,
Distrito de San Juan de Miraflores, conforme aparece del Asiento
0003 de la Partida Registral número P03169612 de los Registros
Públicos de Lima. Posteriormente, la demandante ha adquirido por
compraventa de la mayoría de sus hermanos los derechos y
acciones que les correspondían, siendo que si la demandada tenía
interés de enajenar los derechos y acciones que le corresponden
en el referido inmueble, se encontraba obligada a comunicar ello a
los condóminos, lo que no ha ocurrido; agregando que para la
accionada no le era ajeno ni desconocido su condición de
copropietaria de la demandante, por cuanto con fecha cinco de
febrero de mil novecientos noventa y tres los hermanos Jaime
Arbieto Pachas, Wilson Gómez Pachas, Antonia Agripina Rodríguez
Pachas, Dominga Pilar Rodríguez Pachas y Luis Simón Rodríguez
Pachas, suscribieron de común acuerdo un contrato privado en
virtud del cual se reconocieron iguales derechos de copropiedad
sobre el bien inmueble sub litis, dando fin al régimen de
copropiedad, además como consta en la cláusula tercera del
mismo documento, no se efectuó la declaratoria de herederos de la
causante Ana Pachas Elguera. La demandada vendió al
codemandado Sergio Chávez Eguizabal la totalidad de las acciones
y derechos que le correspondían en relación al bien en referencia,
según contrato de compraventa inscrito en el Asiento número 0003
de la Partida Registral número P03169612 del mismo Registro,
tomando conocimiento la demandante de ello recién el día
veinticuatro de julio del año dos mil doce, siendo su intención
adquirir el íntegro de acciones y derechos del inmueble sub
materia. SEGUNDO.- Tramitada la demanda según su naturaleza,
el Juez de la causa, mediante sentencia de fojas trescientos
setenta y uno, de fecha quince de enero de dos mil quince, declara
fundada la demanda. Como fundamentos se indica que tal como se
advierte del contrato de compraventa, de fecha dieciséis de abril de
dos mil doce, que en copia certificada notarialmente, obra de fojas
cincuenta y nueve a sesenta, la demandada Antonia Agripina
Rodríguez Pachas transfiere sus acciones y derechos sobre el
inmueble sub materia a favor de Sergio Chávez Eguizabal, lo cual
a su vez fue inscrito en el Asiento número 00003 de la Partida
número P03169612, con fecha veintisiete de junio de dos mil doce,
el cual corre a fojas veintiuno de autos. Siendo que a dicha fecha la
demandante tenía la condición de copropietaria del inmueble
materia de litigio, tiene derecho de preferencia para adquirir las
acciones y derechos que corresponden al inmueble del cual es
copropietaria. La accionante refiere haber tomado conocimiento de
la transferencia objeto de la demanda a través de una copia literal
97127
del predio de fecha nueve de julio de dos mil doce, lo cual no ha
sido contradicho por los demandados, quienes se encuentran en
calidad de rebeldes, tal como aparece de las Resoluciones número
cuatro y siete, de fojas ochenta y cuatro y ciento ocho,
respectivamente, siendo que al haber interpuesto la demanda con
fecha ocho de agosto del mismo año, está dentro del plazo fijado
por la segunda parte del artículo 1597 del Código Civil. Asimismo,
conforme aparece de la cláusula segunda de la Escritura Pública
de Compraventa de Acciones y Derechos que es materia de
demanda, se pactó el precio en la suma de cincuenta mil nuevos
soles (S/50,000.00), suma que ha sido consignada por la
accionante al momento de interponer la demanda, así como el
monto de cuatrocientos cinco soles (S/405.00), por concepto de
Impuesto de Alcabala, tal como aparece del Certificado de
Consignación número 2012009912247, cuya copia corre a fojas
cincuenta y seis de autos, cumpliéndose entonces con el reembolso
del precio pagado por el comprador, con lo cual acredita haber
cumplido con los requerimientos dispuestos en el artículo 1592 del
Código Civil, segunda parte, motivo por el cual, la demanda debe
ser amparada. TERCERO.- Apelada la misma, fue revocada por la
Sala Revisora, y reformada, se declaró improcedente la demanda.
Como sus fundamentos indica que la sentencia apelada fue
impugnada señalándose que el A quo no había valorado el contrato
privado de fecha cinco de febrero de mil novecientos noventa y
tres, en virtud al cual los copropietarios decidieron de común
acuerdo extinguir la copropiedad, en cuyo caso, el contrato de
compraventa de fecha dieciséis de abril de dos mil doce contiene
una disposición de la cuota ideal de la codemandada transferente
en el modo establecido por el artículo 977 del Código Civil, por lo
que no eran necesarios el asentimiento o la aprobación de parte de
otras personas al no existir más copropiedad; sin embargo, del
documento privado denominado “Constancia de Documento
Privado sobre División y Partición Testamentaria” respecto de las
acciones y derechos que le correspondían a la fallecida Ana
Pachas Elguera sobre el inmueble mencionado, se aprecia que en
su cláusula tercera los suscribientes reconocen que aún se
encuentra pendiente la Declaratoria de Herederos de la referida
causante, quien falleció el dieciséis de febrero de mil novecientos
noventa y dos, siendo además, que en el punto 8 de la demanda de
fojas cuarenta y tres, se ha indicado que la referida declaratoria de
herederos sigue sin realizarse, concluyéndose que dichos acuerdos
no pueden producir sus efectos porque los acuerdos de división y
partición se realizaron cuando los sucesores no tenían declarada
notarial o judicialmente su vocación hereditaria. Agrega que el
referido contrato privado adolece de nulidad porque no se ha
guardado la formalidad de la Partición Testamentaria, esencial para
su validez, a la que alude el artículo 853 del Código Civil, y siendo
ello así, dicho documento, al no haberse extendido por Escritura
Pública, no es capaz de producir efectos jurídicos respecto de la
revisión y partición, por consiguiente carece de eficacia probatoria,
motivo por el cual corresponde amparar el agravio esgrimido contra
la sentencia y en ese sentido (sic) la demanda resulta infundada.
CUARTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso
de casación ha sido declarado procedente por las causales de
infracción normativa de derecho procesal e infracción normativa de
derecho material, debiendo absolverse, en principio, la denuncia
de carácter procesal, de modo que si se declara fundado el recurso
por esta causal deberá verificarse el reenvío, imposibilitando el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. QUINTO.-
Respecto a la denuncia procesal contenida en el apartado A) del
recurso, cabe manifestar que, de acuerdo a lo estipulado por el
artículo 139, inciso 5 de la Constitución Política del Perú, la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan, forma parte de los
principios y derechos de la función jurisdiccional. Asimismo, el
Tribunal Constitucional ha señalado que el fundamento del derecho
a la debida motivación de las resoluciones judiciales reside en ser
una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial,
evitando que las resoluciones se encuentren justificadas en el
mero capricho de los Magistrados, y asegurando que estén
justificadas en datos objetivos que proporcionan el ordenamiento
jurídico o los que se derivan del caso1. SEXTO.- Específicamente,
la recurrente ha denunciado que en la impugnada, el Ad quem
habría incurrido en una “falta de motivación interna del
razonamiento”, la misma que resulta uno de los supuestos
señalados por el Tribunal Constitucional como agraviantes del
contenido constitucionalmente garantizado del derecho a la
motivación2; el mismo que ha descrito como el referido a los
defectos de la argumentación desde la perspectiva de su corrección
lógica o desde su coherencia narrativa. En buena cuenta, el
análisis de la corrección lógica en el defecto de motivación interna
del razonamiento jurídico permite el control de la denominada
justificación interna de la decisión judicial, esto es, de su aspecto
formal y silogístico, en el cual el Juzgador recurre al instrumento
lógico de la deducción para pasar con consistencia de las premisas
(mayor y menor) a la conclusión. En contraposición a la justificación
externa, que es aquélla que controla la solidez o razonabilidad del
argumento de la decisión, la justificación interna examina sólo su
corrección formal, esto es, “si la conclusión se sigue lógicamente
de las premisas que se aducen como fundamentación”3. SÉTIMO.-
En el caso de autos, respecto a la infracción analizada se aprecia
que la Sentencia de Vista de fojas cuatrocientos cuarenta y siete,

97128 CASACIÓN
en efecto presenta una motivación que es incorrecta desde el
punto de vista lógico. Así, la Sala Superior ha establecido en sus
fundamentos sétimo a noveno que contrariamente a lo afirmado
por la demandada apelante- no es válido, ni produce efectos
jurídicos el denominado contrato privado sobre división y partición
testamentaria, suscrito por los copropietarios del bien inmueble
ubicado en el Lote 15, de la Manzana 8, Zona A, actualmente sito
en la Avenida Los Héroes número 361, Urbanización Ciudad de
Dios, Distrito de San Juan de Miraflores, Provincia y Departamento
de Lima, con lo cual se tendría que la demandante conserva en la
actualidad la condición de copropietaria del mismo, y por tanto, le
asiste el derecho de retracto respecto de la compraventa de los
derechos de otra de las copropietarias; sin embargo, pese a lo
anterior, se ha concluido en su parte resolutiva que la demanda
resulta improcedente, cuando correspondía que -una vez
desestimado el argumento de la apelación- se confirme la apelada.
OCTAVO.- Por consiguiente, advirtiendo que la conclusión (parte
resolutiva) a la que se ha arribado no es consecuencia lógica de las
premisas que había preestablecido la Sala Superior (parte
considerativa), se ha afectado el derecho a la debida motivación de
las resoluciones judiciales, consagrado en el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, con lo cual la recurrida ha
sido afectada con vicio que la invalida, por lo que de conformidad
con lo dispuesto en el tercer párrafo del artículo 396 del Código
Procesal Civil, debe casarse la recurrida a fin de que el Ad quem
emita nuevo pronunciamiento según las consideraciones expuestas
en esta resolución.- NOVENO.- Al haberse declarado fundado el
recurso por la causal de infracción normativa procesal, no cabe
pronunciarse sobre la infracción normativa material, por ser
necesario el reenvío de la causa. Por las razones anotadas y en
aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Dominga Pilar Rodríguez Pachas a fojas cuatrocientos sesenta y
seis; por consiguiente, CASARON la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos cuarenta y siete, de fecha veinte de octubre de dos
mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; en consecuencia, NULA la misma;
ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia emita nueva
sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en los
considerandos precedentes; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Dominga Pilar Rodríguez
Pachas contra Antonia Agripina Rodríguez Pachas y otros, sobre
Retracto; y los devolvieron. Integra esta Sala el Señor Juez
Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor Juez Supremo
Mendoza Ramírez. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº 00728-
2008-PHC/TC, fundamento 7, primer párrafo
2
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída sobre el Expediente Nº
00728-2008-PHC/TC, fundamento 7, segundo párrafo. Se indica que ya
en el Expediente Nº 3943-2006-PA/TC, y antes en el voto singular de los
Magistrados Gonzales Ojeda y Alva Orlandini (Expediente Nº 1744-2005-
PA/TC), se precisó que el contenido constitucionalmente garantizado de
este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente; b) Falta de motivación
interna del razonamiento; c) Deficiencias en la motivación externa; d) La
motivación insuficiente; e) La motivación sustancialmente incongruente; f)
Motivaciones cualificadas.
3
ALEXY, Robert, Teoría de la Argumentación Jurídica, trad. Manuel Atienza e
Isabel Espejo; Palestra Editores, Lima, Perú; 2010; p. 306.
C-1569469-79
CAS. Nº 189-2016 JUNÍN
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: “Se afecta
el debido proceso en su expresión de motivación de las resoluciones
judiciales cuando el Superior deduce la improcedencia de la
demanda en base a la calidad invocada por los actores en la litis.
Dejando de lado que dicho ejercicio se ampara en los Artículos
979°,974° y 976° del Código Civil. Siendo que en el fundamento 59
de la Casación número 2195-2011-UCAYALI se establece que en
el marco del Artículo 586° del Código Procesal Civil, el sujeto que
goza de legitimación para obrar activa no solo puede ser el
propietario, sino también, el administrador y todo aquel que se
considere tener derecho en la restitución de un predio, de lo que a
su vez se entiende que el desalojo por ocupación precaria puede
ser invocado por quien ostenta la propiedad del bien y la probanza
de la legitimidad para obrar activa debe referirse al supuesto que
alegue la parte actora, ya sea como propietario, administrador o
cualquier otra condición que idóneamente considere de su entorno
directo para tener derecho a la restitución del bien; por tanto
deviene innecesario requerir que para la procedencia de la
demanda se exija también la determinación del espacio físico que
por alícuota le corresponde a cada copropietario”. Lima, veintiséis
de octubre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número ciento ochenta y nueve - dos mil dieciséis en
Audiencia Pública de la presente fecha y producida la votación
conforme a ley, procede a emitir la siguiente sentencia: I.- MATERIA
DEL RECURSO: En el presente proceso sobre Desalojo por
Ocupación Precaria el codemandante Johnnie Marcos Poma
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Romero ha interpuesto Recurso de Casación1 contra la Sentencia
de Vista expedida mediante Resolución número treinta y uno de
fecha catorce de septiembre de dos mil quince2, que confirma la
sentencia apelada de primera instancia emitida mediante
Resolución número veintisiete de fecha doce de junio del mismo
año3, que declaró improcedente la demanda interpuesta por Ricner
Richard Villaneda Riveros, en representación de Johnnie Marcos
Poma Romero y Guillermo Pedro Poma Díaz. II.- ACTUACIONES
PRINCIPALES DEL PROCESO: 2.1. Demanda: El seis de marzo
de dos mil doce4 Ricner Richard Villaneda Riveros, en
representación de sus poderdantes Guillermo Pedro Poma Díaz y
Johnnie Marcos Poma Romero, acude al órgano jurisdiccional
interponiendo demanda de Desalojo por Ocupación Precaria,
planteando como petitorio la desocupación del Lote de Prolongación
Arequipa Manzana “E” Lote 06 (un lote antes del Jirón
Reevendicación), y del ubicado en el Pasaje Los Claveles Manzana
“F”, Lote 09 (esquina con el Jirón Reevendicación), ocupado por
los demandados Antonio Melquiades Ponce Hilario y Janet Rosario
Moscoso Avendaño, respectivamente; ambos inmuebles
pertenecientes al Hechadero II, Azapampa, Chilca, Huancayo.
Expone como fundamentos de su pretensión lo siguiente: a) Los
accionantes son copropietarios del predio denominado Hechadero
ubicado en Azapampa del Distrito de Chicla, Provincia de
Huancayo, inscrito en la Partida Electrónica número 02008732 del
Registro de la Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de
Huancayo, al haberlo adquirido como herencia de su padre Pedro
Poma Rodríguez. Dicho bien se subdivide en tres parcelas:
Hechadero I, II y III, de donde el segundo se encuentra parcialmente
invadido por la Asociación denominada Pio Sarobe, cuyos
asociados reconocen la titularidad de los recurrentes,
suscribiéndose un Contrato Privado de Reconocimiento Mutuo
para negociar la compra venta de los lotes que vienen
posesionando, lo que se truncó por la intransigencia de Antonio
Melquiades Ponce Hilario y Julio César Chuquillanqui Patala
(esposo de la demandada Janet Rosario Moscoso Avendaño),
siendo objeto de difamaciones e injurias, atribuyéndoseles la
calidad de traficantes de terrenos; b) Los demandados vienen
ocupando los lotes sin tener justo título que los acredite como
posesionarios, por lo que sus posesiones son precarias conforme
al Artículo 911° del Código Civil; y, c) La titularidad de los
accionantes respecto de los predios lo acreditan con la Partida
Registral número 02008732, cuyo contenido de acuerdo a lo
previsto por el Artículo 2012° del Código Civil se presume que es
conocido por todos. 2.2. Absolución a la demanda planteada:
Mediante escrito presentado el quince de mayo de dos mil doce5,
los accionados Antonio Melquiades Ponce Hilario y Janet Rosario
Moscoso Avendaño absuelven conjuntamente el traslado de la
demanda, siendo sus argumentos principales de defensa los
siguientes: a) Desde el año dos mil cuatro un grupo de pobladores
desplazados por la violencia política poseyeron los terrenos
denominados Hechadero I, II y III, y en aras de formalizar sus
situaciones realizaron un compromiso con la Comunidad
Campesina de Azapampa; b) El terreno denominado Hechadero II
es propiedad del Arzobispado de Huancayo, realizándose
gestiones para viabilizar la donación o, en su caso, la compra venta
del terreno, lo que es conocido por la parte accionante. Se creó la
Asociación “Padre Pio Sarabe” integrada por los ocupantes de
Hechadero II, siendo el Arzobispado quien ha otorgado autorización
para servicios públicos como energía pública; c) Los miembros de
la Asociación de Vivienda “Padre Pio Sarobe” son los mismos
integrantes de la otra Asociación de Vivienda denominada
Desplazados por la Violencia Social Libertadores de Azapampa, y
que el ser demandados por otro supuesto propietario Miriam M.
Ramos en el expediente número 3055-2009, el Sexto Juzgado
Especializado en lo Civil de Huancayo declaró que los demandados
no tenían la condición de precarios, por contar con autorización del
Arzobispado de Huancayo para ocuparlo; y, d) De acuerdo a la
Escritura Pública de Donación del catorce de abril de dos mil diez
los donantes Felipe Salazar Fuertes y Ferbonia Blanca Loayza de
Salazar transfieren la propiedad al Arzobispado de Huancayo, vía
donación del predio denominado Hechadero II con una extensión
de veintiocho mil trescientos noventa y cuatro punto setenta y ocho
metros cuadrados (28,394.78 m2), inscrito en la Partida número
02008732, por lo que el presente proceso sumarísimo no es el
idóneo para discutir el mejor derecho de propiedad que le pueda
asistir a las partes. 2.3. Primer Fallo de Primera Instancia:
Mediante Resolución número doce de fecha diecisiete de junio de
dos mil trece6, el Quinto Juzgado Especializado en lo Civil de la
Provincia de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín
declaró improcedente la demanda. Contra tal pronunciamiento el
representante de los pretensores plantea Recurso de Apelación el
doce de julio del mismo año7. 2.4. Primera Sentencia de Vista:
Por Resolución número dieciséis de fecha catorce de octubre de
dos mil trece8, la Segunda Sala Mixta de la Provincia de Huancayo
de la Corte Superior de Justicia de Junín declaró nula la sentencia
impugnada, disponiendo que el Juez de la causa actúe pruebas de
oficio destinadas a determinar indubitablemente la ubicación de los
lotes materia de desalojo. Por Resolución número diecisiete de
fecha veinte de marzo de dos mil catorce9 se dispuso la realización
de una inspección judicial con el apoyo de un perito Arquitecto y
otro Ingeniero Civil. 2.5. Segunda y última sentencia del Juzgado
Especializado: Mediante Resolución número veintisiete de fecha
doce de junio de dos mil quince10, el Quinto Juzgado Especializado
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en lo Civil de la Provincia de Huancayo de la Corte Superior de
Junín emite nuevo pronunciamiento, argumentando
fundamentalmente lo siguiente: i) Los pretensores presentan como
título de dominio el asiento registral C-1 de la Partida número
02008732, de cuyo contenido aparece que los copropietarios son
Pedro, Atanacio, Saturnina y Bacilio Poma Rodríguez, por sucesión
intestada de su padre Pedro Poma Rodríguez, y que el predio se
ubica en el Paraje Hechadero, Barrio de Azapampa, con frente al
Colegio Túpac Amaru de Azapampa, con una extensión de 25
yugadas, equivalente a ciento diecinueve mil trescientos cincuenta
metros cuadrados (119,350 m2); ii) De acuerdo al asiento registral
Johnnie Marcos Poma Romero ha adquirido en compra venta los
derechos y acciones equivalentes al veinticinco por ciento (25%)
del total del predio (sin precisar la extensión superficial, los linderos
y las medidas perimétricas) de la copropietaria Saturnina Poma
Rodríguez, siendo que los actores no han presentado la división y
partición judicial o extrajudicial que determine la ubicación material
y extensión de la parte que les corresponde en propiedad por los
derechos y acciones adquiridos por sucesión intestada y compra
venta, por lo que la propiedad e individualización de los lotes de
terreno materia de desalojo no están debidamente acreditados; iii)
Los contratos privados acompañados con la demanda no acreditan
que los actores hayan entregado a los demandados los lotes de
terreno que ocupan con cargo a restituirlos; y, iv) Los demandados
acreditan su posesión con el reconocimiento de los propios actores
a través de los contratos privados adjuntados con la demanda,
donde también señalan la posibilidad de una compra venta previa
fijación del justiprecio, habiendo manifestado además que tienen
autorización implícita del Arzobispado de Huancayo quien es
propietario vía donación contenida en la Escritura Pública del
catorce de marzo de dos mil seis. 2.6. Recurso de Apelación: El
uno de julio de dos mil quince11 el codemandante Johnnie Marcos
Poma Romero ejercita su derecho impugnatorio contra la sentencia
de primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los siguientes
agravios: a) Lo expuesto en el tercer considerando es contradictorio,
dado que con la Partida Electrónica número 02008732 se acredita
que los actores son copropietarios del 50% del total de la propiedad
y no solo del 25%, señalando el Artículo 979° del Código Civil que
cualquier copropietario puede promover las acciones posesorias
como el desalojo, como así también lo señala la Jurisprudencia
Suprema; b) Los contratos preparatorios evidencian que los
demandados sabían que los recurrentes son copropietarios del
bien, los mismos que se encuentran fenecidos de acuerdo al plazo
fijado en el Artículo 1416° del Código Civil, y conforme al
fundamento III del IV Pleno Casatorio Civil no genera protección a
la posesión de los demandados; c) Sin fundamento se decide que
los informes periciales que determinan que los predios se
encuentran dentro del inmueble de mayor extensión devienen sin
sustento, desbaratándose el argumento de los demandados que
señalan que el bien no está determinado; y, d) No existe explicación
del porqué el apartamiento del IV Pleno Casatorio Civil, en cuanto
señala que se es precario cuando el título no genere ninguna
protección para quien lo ostenta y así los contratos preparatorios
no generan ninguna protección desde que el plazo se encuentra
vencido. En el expediente número 440-2012 la misma judicatura en
el proceso seguido por el recurrente contra vecinos de los hoy
demandados, se declara fundada la demanda, sin dar razones del
por qué en el caso de autos se declara improcedente la incoada.
2.7. Segunda y última Sentencia de Vista: La Segunda Sala
Mixta de la Provincia de Huancayo de la Corte Superior de Justicia
de Junín mediante Resolución número treinta y uno de fecha
catorce de septiembre de dos mil quince12, emite la Sentencia de
Vista que confirma la sentencia apelada de primera instancia que
declaró improcedente la demanda, constituyendo argumentos
pilares de la decisión: i) Los demandantes no han presentado la
división y partición judicial o extrajudicial que determine la ubicación
y extensión de la parte que les corresponde en propiedad; ii) El
predio ha sido donado al Arzobispado de Huancayo según Escritura
Pública que no sido declarada inválida, siendo que los demandados
han alegado tener autorización implícita de dicho Arzobispado para
ocupar el bien y no existiendo invalidez absoluta y evidente de la
posesión que ejercen los accionados corresponde declarar
infundada la demanda y no improcedente; y, iii) No existe
incongruencia entre lo decidido y el IV Pleno Casatorio Civil,
habiendo sido argumento de la contestación que los demandados
poseen por autorización del Arzobispado de Huancayo. III.-
RECURSO DE CASACIÓN: El codemandante Johnnie Marcos
Poma Romero con fecha quince de noviembre de dos mil quince
interpone Recurso de Casación contra la Sentencia de Vista,
siendo declarado procedente por este Tribunal Supremo mediante
Resolución de fecha dieciocho de marzo de dos mil dieciséis,
obrante de fojas treinta y cinco a treinta y siete del Cuaderno
formado, por las causales de Infracción Normativa Procesal del
Artículo 139° incisos 3) y 5) de la Constitución Política del Perú
e Infracción Normativa Material de los Artículos 979° y 2012°
del Código Civil, así como por Apartamiento inmotivado del
precedente judicial, Cuarto Pleno Casatorio Civil. IV.-
CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE: En el caso particular, la
cuestión jurídica en debate consiste en determinar si lo decidido
por la Sala Superior cumple o no los parámetros mínimos de una
debida motivación, que comprenda la correcta valoración probatoria
dentro del ámbito legal aplicable al caso concreto y de acuerdo a
los lineamientos vinculantes establecidos en el IV Pleno Casatorio
97129
Civil, y, en su caso, si con la decisión cuestionada se han
infraccionado las disposiciones materiales que se invocan.
DESARROLLO ARGUMENTATIVO DE ESTA SALA SUPREMA:
Sobre la finalidad del Recurso de Casación: PRIMERO.- El
Recurso de Casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República, conforme lo precisa el Artículo 384° del Código Procesal
Civil. En materia de casación es factible el control de las decisiones
jurisdiccionales, con el propósito de determinar si en ellas se han
infringido o no las normas que garantizan el derecho al proceso
regular, teniendo en consideración que éste supone el cumplimiento
de los principios y garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del derecho
a la defensa de las partes en conflicto. SEGUNDO.- Por causal de
casación se entiende al motivo que la ley establece para la
procedencia del Recurso13, debiendo sustentarse el mismo en
aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende
interponerse por apartamiento inmotivado del precedente judicial,
por infracción de la ley o por quebrantamiento de la forma. Se
consideran motivos de casación por infracción de la ley, la violación
en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así como la falta
de congruencia de lo decidido con las pretensiones formuladas por
las partes y la falta de competencia. Los motivos por
quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el proceso14,
por lo que en tal sentido si bien todas las causales suponen una
violación de la ley, también lo es que éstas pueden darse en la
forma o en el fondo. TERCERO.- La infracción procesal se
configura cuando en el desarrollo de la causa no se han respetado
los derechos procesales de las partes, se han soslayado o alterado
actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva,
el órgano judicial deja de motivar sus decisiones o lo hace en forma
incoherente, en evidente quebrantamiento de la normatividad
vigente y de los principios procesales. CUARTO.- En el caso
particular, y como se ha adelantado, se ha declarado procedente el
Recurso de Casación por causales de infracción normativa
procesal y material, por lo que en primer término debe procederse
con el análisis de la infracción de normas de carácter procesal,
desde que si por ello se declarara fundado el Recurso, su efecto
nulificante implicaría la anulación de lo actuado hasta donde se
advirtiera el vicio, con disposición, en su caso, de un nuevo
pronunciamiento por el respectivo órgano de instancia, careciendo
de objeto en tal supuesto emitir decisión sobre las infracciones
materiales invocadas por el casacionista en el Recurso de su
propósito. Sobre el debido proceso: QUINTO.- El debido proceso
es un derecho complejo, desde que está conformado por un
conjunto de derechos esenciales que impiden que la libertad y los
derechos de los individuos perezcan ante la ausencia o insuficiencia
de un proceso o procedimiento o se vean afectados por cualquier
sujeto de derecho -incluyendo el Estado- que pretenda hacer uso
abusivo de éstos. Como señala la doctrina: “(…) por su naturaleza
misma, se trata de un derecho muy complejamente estructurado,
que a la vez está conformado por un numeroso grupo de pequeños
derechos que constituyen sus componentes o elementos
integradores, y que se refieren a las estructuras, característica del
Tribunal o instancias de decisión, al procedimiento que debe
seguirse y a sus principios orientadores, y a las garantías con que
debe contar la defensa”15. Dicho de otro modo, el derecho al debido
proceso constituye un conjunto de garantías de las cuales goza el
justiciable, que incluyen la tutela procesal efectiva, la observancia
de los principios o reglas básicas y de la competencia, exigiendo
que los Jueces expliciten en forma suficiente las razones de sus
fallos, con mención expresa de los elementos fácticos y jurídicos
que los determinaron, lo que es concordante con lo preceptuado
por el inciso 3) del Artículo 122° del Código Procesal Civil16 y
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial17. Además, la exigencia de motivación suficiente
prevista en el inciso 5) del Artículo 139° de la Carta Fundamental18,
garantiza que el justiciable pueda comprobar que la solución del
caso concreto viene dada por una valoración racional de la
fundamentación fáctica de lo actuado y la aplicación de las
disposiciones jurídicas pertinentes, y no de una arbitrariedad de los
magistrados, por lo que en ese entendido es posible afirmar que
una resolución que carezca de motivación suficiente no solo
infringe normas legales, sino también principios de nivel
constitucional. SEXTO.- En esa misma línea, cabe anotar que la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en sociedades
pluralistas como las actuales, importa el deber de justificar las
decisiones jurídicas, de tal manera que sean aceptadas por la
sociedad y que el Derecho cumpla su función de guía19. Igualmente,
la obligación de fundamentar las sentencias, propias del derecho
moderno, se ha elevado a categoría de deber constitucional, a
mérito de lo cual la Corte Suprema de Justicia de la República ha
señalado en el Primer Pleno Casatorio, Casación número
1465-2007-CAJAMARCA, una similar posición a la adoptada por el
Tribunal Constitucional nacional en el expediente número 37-2012-
PA/TC, fundamento 35, en el sentido que: La motivación de la
decisión judicial es una exigencia constitucional; por consiguiente,
el juzgador para motivar la decisión que toma debe justificarla,
interna y externamente, expresando una argumentación clara,
precisa y convincente, para mostrar que aquella decisión es
objetiva y materialmente justa, y por tanto, deseable social y
moralmente. SÉPTIMO.- Asimismo, el proceso regular en su

97130 CASACIÓN
expresión de motivación escrita de las resoluciones judiciales,
entiende que una motivación defectuosa puede expresarse en los
siguientes supuestos: a) Falta de motivación propiamente dicha:
cuando se advierte una total ausencia de motivación en cuanto a la
decisum jurisdiccional emitida en el caso materia de conflicto, sea
en el elemento fáctico y/o jurídico; b) Motivación aparente: cuando
el razonamiento en la sentencia sea inconsistente, sustentado en
conclusiones vacías que no guardan relación con el real contenido
del proceso; c) Motivación insuficiente: cuando se vulnera el
principio lógico de la razón suficiente, es decir que el sentido de las
conclusiones a las que arriba el juzgador no se respaldan en
pruebas fundamentales y relevantes, de las cuales éste debe partir
en su razonamiento para lograr obtener la certeza de los hechos
expuestos por las partes y la convicción que lo determine en un
sentido determinado, respecto de la controversia planteada ante la
judicatura; y, d) Motivación defectuosa en sentido estricto: cuando
se violan las leyes del hacer/ pensar, tales como de la no
contradicción (nada puede ser y no ser al mismo tiempo), la de
identidad (correspondencia de las conclusiones a las pruebas), y la
del tercio excluido (una proposición es verdadera o falsa, no hay
tercera opción), entre otros, omitiendo los principios elementales
de la lógica y la experiencia común. OCTAVO.- Igualmente, el
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales tiene como
una de sus expresiones al principio de congruencia, el cual exige la
identidad que debe mediar entre la materia, las partes, los hechos
del proceso y lo resuelto por el juzgador, en virtud a lo cual los
Jueces no pueden otorgar más de lo demandado o cosa distinta a
lo pretendido, ni fundar sus decisiones en hechos no aportados por
los justiciables, con obligación entonces de pronunciarse sobre las
alegaciones expuestas por las partes, tanto en sus escritos
postulatorios como, de ser el caso, en sus medios impugnatorios,
de tal manera que cuando se decide u ordena sobre una pretensión
no postulada en el proceso, y menos fijada como punto
controvertido, o a la inversa, cuando se excluye dicho
pronunciamiento, se produce una incongruencia, lo que altera la
relación procesal y transgrede las garantías del proceso regular. En
el sentido descrito, se tiene que la observancia del principio de
congruencia implica que en toda resolución judicial exista: 1)
Coherencia entre lo peticionado por las partes y lo finamente
resuelto, sin omitir, alterar o excederse de dichas peticiones
(congruencia externa); y, 2) Armonía entre la motivación y la parte
resolutiva (congruencia interna), de tal manera que la decisum sea
el reflejo y externación lógica, jurídica y congruente del
razonamiento del juzgador, conforme a lo actuado en la causa
concreta, todo lo cual garantiza la observancia del derecho al
debido proceso, resguardando a los particulares y a la colectividad
de las decisiones arbitrarias, conforme a lo establecido por el
Tribunal Constitucional en el fundamento jurídico número once de
la sentencia número 1230-2003-PCH/TC. Es en el contexto de lo
detallado que este Supremo Colegiado verificará si se han
respetado o no en el asunto concreto las reglas de la motivación. El
control de las decisiones jurisdiccionales y el debido proceso
en el caso concreto: NOVENO.- Ingresando al análisis de las
infracciones normativas procesales que sirven de fundamento al
Recurso de Casación interpuesto por el copretensor Johnnie
Marcos Poma Romero, se observa que invoca como agravio la
vulneración al debido proceso y la motivación de las resoluciones
judiciales, extendiéndose a la infracción del principio de congruencia
procesal, al considerar que la improcedencia de la demanda
constituye una declaración inhibitoria de la pretensión que le
permite interponer posteriormente una nueva demanda bajo los
mismos fundamentos, pero que sin embargo, al declarar infundada
la demanda ya no podría interponer una nueva demanda, porque la
decisión de infundabilidad supone un pronunciamiento sobre el
fondo; por ello - agrega- se afectan sus derechos cuando la Sala
Superior reforma la sentencia apelada en perjuicio del recurrente.
Se incurre en incongruencia procesal -señala- al interpretarse
erróneamente la Partida Electrónica número 02008732, dado que
éste no corresponde a la persona que el Ad quem menciona, sino
que dicha inscripción registral pertenece al recurrente y familiares.
En tal escenario, corresponde a este Supremo Tribunal determinar
si la decisión adoptada por la Sala de mérito fue expedida
respetando lo dispuesto por el Artículo 50° inciso 6) del Código
Procesal Civil, concordante con el Artículo 12° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que disciplinan
que los Magistrados tienen la obligación de fundamentar los autos
y las sentencias bajo sanción de nulidad respetando los principios
de jerarquía de las normas y el de congruencia, el mismo que tiene
como base, entre otros, la obtención de una resolución que resulte
coherente con las pretensiones propuestas por las partes y que
exprese los motivos mínimos por los cuales se ha adoptado una
determinada decisión en un caso concreto. DÉCIMO.- Procediendo
al análisis correspondiente y siendo que como se ha precisado en
el anterior considerando, la afectación principal procesal está
referida a la infracción del Principio al debido proceso, básicamente
al haberse técnicamente confirmado la declaración de
improcedencia de la demanda impetrada por el casacionista, a
pesar de la posición que se enuncia en la parte final del cuarto
considerando de la Sentencia de Vista. En ese ámbito, el presente
control Supremo se enmarcará a establecer si tal declaración
correspondía ser adoptada en el caso concreto o si ésta se emitió
soslayándose aspectos relevantes y de importancia que hubieran
permitido un pronunciamiento pleno y expreso de fondo. DÉCIMO
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
PRIMERO.- Encaminados a dicho propósito, se desprende de la
demanda incoada que el casante, conjuntamente con su
codemandante Guillermo Pedro Poma Díaz, al pretender la
desocupación de los lotes ubicados en Prolongación Arequipa sin
número Manzana E, Lote 06, Hechadero II Azapampa Distrito de
Chilca, Provincia de Huancayo en la Región Junín, y Pasaje los
Claveles sin número Manzana F, Lote 09, Hechadero II–Azapampa,
Distrito de Chilca, Provincia de Huancayo en la Región Junín,
materias de desalojo, han invocado su calidad de copropietarios de
dichos Lotes de terreno, para cuyo efecto recaudaron como
material probatorio los Antecedentes Dominiales de la Partida
número 0200873220, de cuyo asiento C-1 aparecen como
copropietarios las personas de Pedro, Atanacio, Saturnina y Bacilio
Poma Rodríguez. Además, se consigna en el Asiento C00001 la
traslación de dominio por sucesión intestada del causante Pedro
Poma Rodríguez, respecto del total de las acciones y derechos que
sobre el predio objeto de la Partida le correspondía, a favor de sus
hijos los hoy accionantes. Se registra igualmente en el Asiento
C00002 la compra venta del cien por ciento de las acciones y
derechos que sobre el inmueble materia de la Partida Registral le
correspondía a Saturnina Poma Rodríguez viuda de Carrión a favor
de Johnnie Marcos Poma Romero. En mérito de los mencionados
actos registrados se consolida que el inmueble descrito en el
Asiento b-1 de la Partida número 02008732 pertenece, en
copropiedad, a los actores (por sucesión intestada de su padre
Pedro Poma Rodríguez), a Atanacio Poma Rodríguez y a Bacilio
Poma Rodríguez. DÉCIMO SEGUNDO.- En ese escenario factual
y probatorio los accionantes ejercitan su derecho de acción en
calidad de copropietarios de los lotes de terrenos sub materia,
quienes de acuerdo a lo previsto por los Artículos 979°, 974° y 976°
del Código Civil pueden indistinta o conjuntamente promover las
acciones posesorias, entre otras acciones que la citada norma
contempla, usar y disfrutar del bien, respectivamente. Ello
encuentra concordancia con el dispositivo legal invocado en el
fundamento 59 de la Casación número 2195-2011-UCAYALI,
cuando establece que en el marco del Artículo 586° del Código
Procesal Civil, el sujeto que goza de legitimación para obrar activa
no solo puede ser el propietario, sino también el administrador y
todo aquel que se considere tener derecho a la restitución de un
predio, de lo que a su vez se entiende que el desalojo por ocupación
precaria puede ser incoado por quien ostenta la propiedad del bien
y la probanza de la legitimidad para obrar activa debe referirse al
supuesto que alegue la parte actora, ya sea como propietario,
administrador o cualquier otra condición que idóneamente
considere de su entorno directo para tener derecho a la restitución
del bien. DÉCIMO TERCERO.- Ahora bien, como se ha establecido
por las instancias de mérito, los actores han sustentado su
legitimidad para obrar activa en la calidad de copropietarios,
presentando la documentación que parece respaldar tal afirmación
y que en autos no se advierte que haya sido declarada nula o
invalidada, incluyendo los asientos registrales que existen a su
favor. Desde dicho plano y de acuerdo a los fundamentos
desarrollados en el IV Pleno Casatorio Civil, aludido también por la
Sala revisora, el Plenario Supremo no ha contemplado situación
alguna que condicione el ejercicio de la acción de desalojo en
general, en el sentido que en caso invoque la parte accionante la
calidad de copropiedad respecto al predio cuya restitución reclama,
no sea posible la dilucidación de la materia discutida y menos una
declaración inhibitoria por el hecho de no haberse producido aún la
división y partición de las partes alícuotas que corresponden a
cada copropietario, ya sea judicial o extrajudicialmente, para
determinar la ubicación material y la extensión física de las
alícuotas de cada copropietario, como así lo han requerido la Sala
de mérito. Esa postura no recibe entonces respaldo jurídico, en
virtud a lo cual se advierte que el pronunciamiento recurrido carece
de base legal y/o jurisprudencial y viola el Principio constitucional
de motivación escrita de las resoluciones judiciales y demás
normas conexas de carácter procesal. DÉCIMO CUARTO.-
Asimismo, debe destacarse que el referido Plenario Supremo en el
fundamento 50 de la Casación número 2195-2011-UCAYALI,
evaluó la alta incidencia de procesos cuyas pretensiones se
declaran improcedentes, argumentándose: “(…) que en el desalojo
por ocupación precaria, basta que se presente cualquier aspecto
vinculado a la propiedad o cualquier circunstancia que se alegue
no puede ser controvertida y decida en el proceso sumario de
desalojo, para que la jurisdicción la acoja como razón para rechazar
la demanda, considerando que previamente tal situación debe ser
discutida previamente en un proceso de trámite más lato, lo cual,
desde luego viene afectando el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva, porque con una sentencia que declara improcedente la
demanda, mal puede considerarse que está propendiéndose a la
protección del derecho sustantivo afectado y menos que se está
dando solución al conflicto”, agregando en el fundamento 57 que en
el proceso de desalojo por su sumariedad no se puede discutir si el
derecho de propiedad se encuentra plenamente declarado o no, sino
tan solo si es que se tiene derecho a la restitución del bien. En ese
línea de pensamiento, queda claro que si en los procesos como los
de autos no es indispensable debatir si el derecho de propiedad se
encuentra acreditado plenamente o no, con menor razón se puede
condicionar su tramitación a la existencia de una partición de los
bienes cuando el ejercicio de acción lo realizan quienes ostenta la
calidad de copropietarios. DÉCIMO QUINTO.- De otro lado,
advertimos con extrañeza y preocupación que no obstante que el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Tribunal Ad quem transcribió en el segundo considerando de su
decisión los puntos 5.3 y 6 del IV Pleno Casatorio Civil, cuya parte
pertinente resalta que en esta clase de procesos no puede expedirse
una sentencia inhibitoria, y que en el cuarto considerando de la
Sentencia de Vista se hizo mención a que correspondía declararse
la infundabilidad de la demanda y no una decisión inhibitoria, en la
parte decisoria confirme la sentencia inhibitoria, bajo argumentos
que -insistimos- no tienen la consistencia argumentativa, legal ni
jurisprudencial para sostener su validez, lo que debe ameritar la
corrección respectiva a través de la renovación de los actos
procesales pertinentes, dentro del marco factual y entorno legal que
regula la tramitación de los procesos de desalojo, además de la
observancia de la doctrina jurisprudencial vinculante establecida en
la referida Casación número 2195-2011-UCAYALI. DÉCIMO
SEXTO.- Finalmente, es imperativo señalar que si bien en el acápite
1.2 de la recurrida la Sala Superior describió los agravios que a su
juicio eran los principales, no recoge el argumento impugnativo de
relevancia sustentado en el Artículo 979° del Código Civil, en cuanto
señala que cualquier copropietario puede promover las acciones
posesorias para la defensa del bien y, en el caso de autos, para
ejercer el uso y disfrute que contemplan los Artículos 974° y 976° del
mismo Código, previa restitución del mismo. No existe por ello
ningún análisis que estime o desestime dicho agravio, conducta que
infringe el Principio de Congruencia en su vertiente de citra petita.
DÉCIMO SÉPTIMO.- En ese contexto, el pronunciamiento
confirmatorio de la decisión de primera instancia de carácter
inhibitorio afecta el Derecho al Debido Proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva, por lo que debe ampararse el Recurso de
Casación por la infracción normativa de orden procesal y
apartamiento inmotivado del precedente judicial, careciendo de
objeto emitir pronunciamiento sobre las infracciones materiales
también denunciadas. Por tales consideraciones y de acuerdo a lo
regulado además por el Artículo 396° inciso 1) del Código Procesal
Civil, declararon: FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por
Johnnie Marcos Poma Romero; CASARON la Sentencia Vista
contenida en la Resolución número treinta y uno de fecha catorce de
septiembre del dos mil quince, obrante de fojas trescientos treinta a
trescientos treinta y cuatro expedida por la Segunda Sala Mixta de la
Provincia de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín y en
consecuencia NULA la misma; ORDENARON al Colegiado Superior
emitir nuevo fallo atendiendo a lo expuesto en la presente Ejecutoria
Suprema; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los
seguidos por Guillermo Pedro Poma Díaz y otro con Janet Rosario
Moscoso Avendaño y otro sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La
Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza
Ramírez. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Inserto de folios 339 a 355.
2
Inserta de folios 330 a 334.
3
Inserta de folios 303 a 308.
4
Escrito de demanda inserto de folios 17 a 25.
5
Corriente de folios 30 a 36, subsanado por escrito obrante a folios 71.
6
Obrante de folios 189 a 193.
7
Inserto de folios 197 a 209.
8
Inserta de folios 233 a 242.
9
Inserta a folios 245.
10
Inserta de folios 303 a 308.
11
Recurso obrante de folios 310 a 320.
12
Inserta de folios 330 a 334.
13
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
14
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
15
Faudes Ledesma, Héctor, “El Derecho a un juicio justo”, en Las garantías
del debido proceso (Materiales de Enseñanza) Lima. Instituto de Estudios
Internacionales de la PUCP y Embajada Real de los Países Bajos, página 17.
16
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
17
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
18
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
19
ATIENZA, Manuel. “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
20
Insertos de folios 04 a 07.
C-1569469-80
97131
CAS. Nº 295-2016 PIURA
VIOLENCIA FAMILIAR. Lima, veintinueve de marzo de dos mil
dieciséis. VISTOS; con los acompañados; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que,viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Santos Javier Castillo Romero
de fojas ochocientos sesenta y uno, contra la sentencia de vista
de fojas ochocientos cuarenta y nueve, de fecha veintinueve de
setiembre de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Piura, que resolvió: 1) Confirmar
la Resolución número veintiocho, de fecha catorce de octubre de
dos mil nueve, obrante a fojas cuatrocientos treinta y cuatro, en el
extremo que resolvió declarar improcedente el CD – Audio como
prueba extemporánea; y 2) Confirmar la sentencia contenida en la
Resolución número cincuenta y ocho, de fecha diez de diciembre
de dos mil catorce, obrante a fojas setecientos cincuenta, que
declaró fundada la tacha interpuesta por la demandada contra
la Pericia Psicológica de fecha treinta y uno de mayo de dos mil
nueve; Infundada la demanda de Violencia Familiar sobre Maltrato
Psicológico en la modalidad de Síndrome de Alienación Parental
contra Karina Yuliana Ortega Córdova de Valdebenito; y fundada
la demanda de Violencia Familiar sobre maltrato Psicológico contra
Santos Javier Castillo Romero en agravio de su menor hija de
iniciales M.C.C.O., con lo demás que contiene; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida en la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el
presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Respecto
al extremo contenido en el numeral uno del considerando primero
es una resolución que pone fin al proceso; y en tanto en el extremo
contenido en el numeral dos, se impugna una resolución expedida
por la Sala Superior que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Piura, que emitió la resolución
recurrida; III) Dentro del plazo previsto por ley, pues la resolución
recurrida ha sido notificada el veinte de octubre de dos mil quince,
conforme se advierte del cargo de notificación de fojas ochocientos
cincuenta y cinco, y el recurso de casación se presentó en fecha
veintiocho de octubre del mismo año; y IV) Adjunta el arancel
judicial correspondiente por recurso de casación, según consta a
fojas ochocientos sesenta. TERCERO.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que el
recurrente no dejó consentir la sentencia de primera instancia, en
razón a que le fue desfavorable a sus intereses, por lo que cumple
con lo dispuesto en el inciso 1 de la norma procesal anotada.
CUARTO.- Que, debe considerarse que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
solo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia; en ese sentido, debe fundamentarse
de manera clara, precisa, y concreta indicando en qué consiste
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y
su modificatoria. QUINTO.- Que, el recurrente denuncia como
causales la infracción normativa de los artículos I y III del
Título Preliminar, 307 inciso 6 y 197 del Código Procesal Civil
y del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Perú, señala que la sentencia recurrida no se ajusta a derecho,
pues dos de los jueces que resolvieron eran parte demandada
por su persona en otro proceso, carecían de imparcialidad para
resolver el recurso de apelación, debiendo apartarse del proceso
no lo hicieron. Aduce que no se valoraron íntegramente los medios
probatorios de la parte demandada, aunado a la afectación del
Debido Proceso y a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, por indebida
motivación de las resoluciones impugnadas (de primer y segundo
grado); aparente, falsa o errónea motivación, lo cual incidió sobre
el acto resolutivo de las sentencias impugnadas. SEXTO.- Que,
del examen de la argumentación expuesta se advierte que el
recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir
con claridad y precisión la infracción normativa así como demostrar
la incidencia directa sobre la decisión impugnada, por lo que las
infracciones denunciadas en el considerando que precede deben
ser desestimadas. Asimismo, se hace referencia a cuestiones de
hecho ya dilucidadas por las instancias de mérito, advirtiéndose
que se pretende una modificación del criterio asumido; la Sala
Superior ya ha determinado que si bien existe un proceso de
amparo contra los Señores Jueces Superiores Roberto Palacios
Márquez y Ricardo Gustavo Casas Senador, también es cierto
que la demanda de amparo fue interpuesta con posterioridad al
proceso de autos, deviniendo en improcedente su pedido de
conformidad con el artículo 307 inciso 6 del Código Procesal Civil.
De otro lado, la Sala Superior haciendo una valoración conjunta
de los medios probatorios existentes durante el decurso del
presente proceso, de conformidad con el artículo 188 del Código
Procesal Civil, se advierte del Informe Psicológico (fojas ciento
sesenta y siete a ciento sesenta y ocho), complementariamente

97132 CASACIÓN
del Informe Psicológico (fojas quinientos dos a quinientos tres), así
como la declaración referencial de la menor de iniciales M.C.C.O.
en la Audiencia Única (fojas cuatrocientos cinco a cuatrocientos
ocho y cuatrocientos treinta y cuatro a cuatrocientos treinta y
siete), se ha verificado el daño psicológico sufrido por la menor.
En consecuencia, no se advierte infracción al Debido Proceso, ni
mucho menos una indebida motivación de la sentencia de vista.
Encontrándose los argumentos del recurso casatorio relacionado
a cuestiones de hecho y probanza que implican el reexamen de
los medios probatorios, lo cual es ajeno a los fines del recurso de
casación previstos en el artículo 384 del Código Procesal Civil.
SÉTIMO.- Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4
del artículo 388 del Código Procesal Civil, si bien el recurrente
cumple con indicar su pedido casatorio anulatorio como principal
y revocatorio como subordinado, no es suficiente para atender el
recurso materia de calificación, en virtud a lo dispuesto en el artículo
392 del Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos
de procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Santos Javier Castillo Romero de fojas
ochocientos sesenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
ochocientos cuarenta y nueve, de fecha veintinueve de setiembre
de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Piura; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Santos Javier Castillo
Romero contra Karina Yuliana Ortega Córdova de Valdebenito,
en agravio de la menor de iniciales M.C.C.O., sobre Violencia
Familiar en la modalidad de Maltrato Psicológico; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-81
CAS. Nº 396-2016 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, veinte de diciembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; con la razón emitida por el Secretario de
este Supremo Tribunal1, de fecha veintiséis de agosto de dos
mil dieciséis; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de
calificación el recurso de casación interpuesto por la demandada
Emilia Bregete Brito Acosta2 contra el auto de vista contenido en
la Resolución número tres de fecha veintitrés de setiembre de dos
mil quince, expedida por la Primera Sala Civil con Sub Especialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima3, la cual revocó
el auto contenido en la Resolución número cuatro de fecha diez
de marzo de dos mil quince4, en el extremo que ordena el remate
del bien hasta que se pague el monto indicado en el mandato de
ejecución, esto es, once mil cuatrocientos cuarenta y siete dólares
americanos (US$.11,447.00); reformándolo fijaron en nueve mil
noventa y siete dólares americanos (US$.9,097.00) el monto del
capital adeudado; por lo que, corresponde examinar si el referido
recurso cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387
y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra el auto de vista expedido por la Primera Sala Civil con
Sub Especialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que la
recurrente fue notificada el doce de noviembre de dos mil quince5
e interpuso recurso de casación el nueve de diciembre del mismo
año6 y, iv) Cumple con acompañar el arancel judicial respectivo7.
TERCERO.- Sobre el requisito de procedencia previsto en el
inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es de verse que
la demandada formuló recurso de apelación8 contra el Auto Final
número cuatro de fecha diez de marzo de dos mil quince, expedida
por el Décimo Quinto Juzgado Civil con Subespecialidad Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima9 que resolvió llevar
adelante el remate del bien dado en garantía hasta que se pague
la suma ordenada en el mandato de ejecución, más intereses
compensatorios y moratorios pactados. En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su
pedido es anulatorio. CUARTO.- La ejecutada Emilia Bregete
Brito Acosta denuncia como causales de su recurso: i) Infracción
normativa del artículo 197 del Código Procesal Civil; refiere que
si bien es cierto en casación no corresponde a la Sala Casatoria
analizar las conclusiones a que llegan las instancias de mérito
sobre las cuestiones de hecho, ni las relativas a la valoración de la
prueba examinada en instancia, sin embargo, es factible el control
casatorio tratándose de la infracción de las reglas que regulan la
actividad probatoria, entre ellas, las que establecen que el Juez
tiene la obligación procesal de valorar todos los medios probatorios
en forma conjunta utilizando su apreciación razonada, pues tal
omisión quebranta las reglas estipuladas en la norma denunciada,
el cual tiene por función asegurar los derechos fundamentales
consagrados en la Constitución Política del Perú, dando a toda
persona la posibilidad de recurrir a los Tribunales para obtener
Tutela Jurisdiccional a través de un procedimiento que garantice a
las partes la producción, actuación y valoración de la prueba a fin
de obtener una sentencia justa y legal; y ii) Infracción normativa
procesal del inciso 23 del artículo 2 de la Constitución
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Política del Perú, precisa que toda persona tiene Derecho a la
Legítima Defensa y al Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva.
QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
solo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como
fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial y demostrar
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil. SEXTO.- Respecto al ítem i)
tenemos que en esencia lo que pretende el recurrente, es que se
realice una nueva valoración del causal probatorio, sin tener en
cuenta que no es actividad constitutiva del recurso de casación
revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que
formaron convicción en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate
casatorio, habida cuenta, que a través de este medio impugnatorio,
no se constituye una tercera instancia para trasladar al órgano
jurisdiccional el poder de enjuiciar nuevamente los hechos y las
pruebas, por lo que, las alegaciones vertidas por la casante,
resultan fútiles para el caso, revelando ser solo argumentos para
distraer la obligación incumplida. SÉTIMO.- En cuanto al ítem ii),
pese a que la casacionista precisa que su recurso se sustenta en
la causal de infracción normativa del inciso 23 del artículo 2 de la
Constitución Política del Perú; sin embargo, 1.- No se observa la
segunda condición establecida en el inciso 2 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, esto es, incumple con describir con claridad
y precisión la referida infracción; y 2.- Esta causal exige que tal
infracción incida directamente sobre la decisión contenida en la
resolución impugnada, conforme dispone el inciso 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, lo que tampoco cumple la casante,
pues no demuestra la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada, ya que del análisis de su escrito, se tiene,
que la invocación de la causal de infracción normativa que hace, es
imprecisa. 7.1. Abunda sobre el particular,que la ejecutada no ha
negado que constituyó hipoteca a favor de la demandante a mérito
del mutuo que ésta le concedió, asimismo, su defensa ha radicado
en la inexactitud del saldo deudor aparejado a la demanda, el cual
no contenía los pagos a cuenta que había efectuado, esto es,
de mil trescientos cincuenta dólares americanos (US$.1,350.00)
y un mil dólares americanos (US$.1,000.00), empero, estos
conceptos fueron estimados por la Sala Superior y deducidos del
monto ordenado en el mandato de ejecución, estableciendo que
el capital adeudado debía reformarse en la suma de nueve mil
noventa y siete dólares americanos (US$.9.097.00). OCTAVO.-
Por tanto, no habiéndose incurrido en vulneración de derecho o
garantía alguna, o que se haya aplicado incorrectamente normas
de derecho material o procesal, no se han satisfecho los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, para hacer operante este medio impugnatorio. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Emilia Bregete Brito
Acosta10 contra el auto de vista contenido en la Resolución número
tres de fecha veintitrés de setiembre de dos mil quince, expedida
por la Primera Sala Civil con Sub Especialidad Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima11; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Elia Castañeda Velásquez
contra Emilia Bregete Brito Acosta sobre Ejecución de Garantías; y
los devolvieron. Ponente Juez Supremo Señor Romero Díaz. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Folio 32 del Cuadernillo de Casación, se desprende lo siguiente: “(…) la
Recurrente fue notificada con fecha 05/10/2016 con la citada resolución
que declara inadmisible el recurso de casación como es de verse del cargo
de notificación (…) Emilia Bregete Brito Acosta mediante escrito con fecha
10/10/2016 ha presentado el comprobante de pago del arancel judicial (…)
Estando a la fecha de notificación del recurrente, el referido escrito ha sido
presentado dentro del plazo de los tres días que se concedió (…)”
2
Folio 108.
3
Folio 83.
4
Folio 58.
5
Folio 116, mediante Notificación número 21348-2015-SP-CO a la recurrente
a su domicilio legal sito en la Avenida Petit Thouars 1306, Departamento 401,
Santa Beatriz – Lima / Lima / Lima.
6
Folio 108
7
Folio 30 del Cuadernillo de Casación.
8
Folio 64
9
Folio 58
10
Folio 108.
11
Folio 83.
C-1569469-82
CAS. Nº 415-2016 PIURA
INFRACCIÓN A LA LEY PENAL. SUMILLA.- La prescripción es un
causa de extinción de la responsabilidad penal fundada en la
acción de tiempo sobre los acontecimientos humanos o la renuncia
del Estado al ius puniendi en razón a que el tiempo transcurrido
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
borra los efectos de la infracción. Sin embargo, pueden existir
circunstancias fundadas en que la prescripción penal puede ser
motivo de interrupción, siendo uno de ellas cuando el infractor sea
declarado reo contumaz a tenor de lo dispuesto en el artículo 222
del Código de los Niños y Adolescente. Lima, cinco de setiembre
de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número cuatrocientos quince – dos mil dieciséis; luego de
verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
I. RECURSO DE CASACION: Se trata del recurso de casación
interpuesto por el Ministerio Público (fojas 749) contra el auto de
vista contenido en la Resolución número catorce, de fecha cuatro
de noviembre de dos mil quince (fojas 701), expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, la cual
confirmó el auto apelado contenido en la Resolución número
nueve, de fecha diecisiete de julio de dos mil quince, que declaró
extinguida por Prescripción la Acción Penal por Infracción a la Ley
Penal a favor del adolescente de iniciales G.C.C., en consecuencia
por concluido el proceso, disponiéndose el archivo definitivo. II.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala Suprema por
resolución de fecha catorce de marzo de dos mil dieciséis, (fojas 33
del cuadernillo de casación), declaró procedente del recurso de
casación por la causal de: Infracción normativa procesal de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú; con la finalidad de analizar si sería pertinente la aplicación al
adolescente investigado de la norma contenida en el artículo 222 in
fine del Código de los Niños y Adolescentes en cuanto dispone que
el adolescente contumaz está sujeto a las normas contenidas en el
ordenamiento procesal penal ordinario. III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Del examen de los autos se desprende lo siguiente: El
Fiscal Provincial Titular de la Fiscalía Provincial Civil y Familia
de Morropón (fojas 538) promueve acción contra el adolescente
de iniciales G.C.C., como presunto autor de la Infracción a la Ley
Penal contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de
Homicidio Calificado en agravio de Linder Paul López Rojas, Ingrid
Gleydit López Rojas y Liz Anayu Godos García, además en la
modalidad de lesiones graves en agravio de Vilma Rojas Abarca,
Isaías López Peña y Julia López Peña, ilícito previsto y penado en
el artículo 108 del Código Penal. SEGUNDO.- Promovida la acción
penal en contra del referido infractor, se llevó a cabo el Informe
Social respectivo (fojas 600), declarándose reo contumaz al
adolescente infractor de iniciales G.C.C. conforme a la Resolución
número cuatro de fecha veintiséis de mayo de dos mil catorce
(fojas 609), reiterada mediante la Resolución número siete, de
fecha tres de junio de dos mil quince (fojas 617). En ese estado, por
Resolución número nueve, de fecha diecisiete de junio de dos mil
quince (fojas 636), El Juzgado Mixto de Chulucanas de la Corte
Superior de Justicia de Piura declaró extinguida por prescripción
la acción penal por infracción a la ley penal a favor del adolescente
de iniciales G.C.C. como presunto autor de la infracción a la ley
penal contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de
Homicidio Calificado en agravio de Linder Paul López Rojas, Ingrid
Gleydit López Rojas y Liz Anayu Godos García. De los fundamentos
de dicha resolución se extrae en concreto que el A quo ha
establecido que la Prescripción Penal en el presente caso opera de
pleno derecho con el solo transcurso del tiempo, más aun si la
dilatación del proceso no se ha producido por una demora judicial,
evidenciándose que la presente investigación tuvo un retraso
innecesario, por parte de la Fiscalía de Familia de Chulucanas al
haber remitido dicha investigación a solo una mes de prescribir la
acción penal, habiendo el Juzgado realizado las diligencias
necesarias, las mismas que no bastaron por falta de tiempo, por
ello, al haber transcurrido en el presente caso en exceso el termino
ordinario de prescripción, la acción judicial se encuentra prescrita
respecto del presunto infractor de iniciales G.C.C. TERCERO.-
Apelada la resolución de primera instancia, la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Piura mediante Resolución
número catorce, de fecha cuatro de noviembre de dos mil quince,
confirma la apelada. De los fundamentos de la citada resolución de
vista se aprecia que el Ad quem ha establecido que habiendo el
Representante del Ministerio Público interpuesto denuncia por
Infracción a la Ley Penal contra la vida el cuerpo y la salud en la
modalidad de homicidio calificado a favor del adolescente infractor
de iniciales G.C.C. en agravio de Linder Paul López Rojas, Ingrid
Gleydit López Rojas y Liz Anayu Godos García por hechos
ocurridos el veintiséis de junio de dos mil trece, a la fecha en que
se emitió la Resolución de fecha diecisiete de julio de dos mil
quince, ha transcurrido en exceso los dos años que prevé el
artículo 222 del Código de los Niños y Adolescentes habiendo en
consecuencia prescrito la acción penal a favor del adolescente
Gerar Castillo Cevallos, tanto más, cuando la citada norma no
establece como causal de interrupción de la prescripción el hecho
que se hubiese declarado contumaz al presunto infractor.
CUARTO.- Desde la perspectiva del Código Penal Sustantivo, la
Prescripción de la Acción Penal es una institución de orden público,
en virtud de la cual el Estado cesa su potestad punitiva -ius
puniendi- por el cumplimiento del término señalado en la respectiva
ley. Dicho fenómeno ocurre cuando los operadores jurídicos dejan
vencer el plazo señalado por el legislador para el ejercicio de la
acción penal sin haber adelantado las gestiones necesarias
tendientes a determinar la responsabilidad del infractor de la ley
penal, lo cual a la postre implica que la autoridad judicial competente
pierde la potestad de seguir una investigación en contra del
97133
beneficiado con la prescripción. Conviene igualmente precisar que
según el artículo 1 de la Ley número 26641, ha dispuesto la
suspensión de los plazos de prescripción de la acción penal para
los reos contumaces. QUINTO.- En el ámbito de la justicia penal
juvenil, la norma específica en materia de prescripción viene
establecida por el artículo 222 del Código de los Niños y
Adolescentes que, si bien en esencia guarda la misma finalidad
que la prescripción regulada para los adultos, no obstante, difiere
en cuanto a los plazos de prescripción, así, el texto original de la
citada norma señalaba lo siguiente: “La acción judicial prescribe a
los dos años de cometido el acto infractor. Tratándose de una falta
señalada en el Código Penal prescribe a los seis meses. El plazo
de prescripción de la medida socio educativa es de dos años,
contados desde el día en que la sentencia quedó firme. El
adolescente contumaz o ausente estará sujeto a las normas
contenidas en el ordenamiento procesal penal.” SEXTO.-
Atendiendo los fundamentos de la prescripción descritas en los
considerandos precedentes, resulta evidente que no existe mayor
impedimento para establecer que el término para que opere la
prescripción de la acción penal puede ser motivo de interrupción,
dando lugar a un nuevo cómputo del tiempo con el fin de que el
Estado en su deber constitucional de administrar justicia y de
investigar y reprimir los delitos pueda adelantar de manera eficiente
y eficaz la respectiva investigación. En este orden, para que opere
la interrupción de la prescripción de la acción penal será menester
que el Estado haya adelantado una actuación que sea capaz de
permitirle obtener indicios razonables y suficientes sobre una
presunta responsabilidad por la comisión de un hecho punible y,
justifique, por ende la contabilización de un nuevo término para
investigarlo y sancionarlo. Dicha actuación debe suponer, por lo
menos, la demostración de la ocurrencia del hecho punible y la
existencia de serios elementos de juicio referidos a sus elementos
estructurales como son la tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad.
SÉTIMO.- Ahora bien, desde la perspectiva antes descrita, el
Tribunal Constitucional1, ha venido decantando la idea que para
determinar la razonabilidad del plazo respecto de un proceso,
habrá de tenerse en consideración una serie de pautas o reglas
necesarias que resultan igualmente compatibles para los casos de
adolescentes infractores, así por ejemplo se toman en consideración
las siguientes reglas: a) La complejidad del asunto, b) La actividad
procesal del interesado; y, c) La actuación de los órganos judiciales.
OCTAVO.- Analizando cada una de las reglas antes señaladas en
el caso de autos, se advierte en primer lugar que nos encontramos
frente a un caso complejo debido a que estamos frente a un delito
de homicidio calificado y de lesiones graves con pluralidad de
agraviados y de implicados, además del adolescente infractor. En
cuanto, a la actividad procesal del interesado, se advierte
igualmente de autos que el adolescente infractor ha sido notificado
en el domicilio donde reside con su señora madre hasta en dos
oportunidades para los efectos de prestar su declaración sobre los
hechos denunciados en su contra, no obstante ha hecho caso
omiso en ambas ocasiones, motivo por el cual se le ha declarado
reo contumaz conforme se verifica de la Resolución número cuatro
de fecha veintiséis de mayo de dos mil catorce (fojas 609) reiterada
mediante la Resolución número siete de fecha tres de junio de dos
mil quince (fojas 621), disponiéndose su ubicación y conducción
compulsiva al juzgado para las diligencias ordenadas. Finalmente,
en cuanto a la actuación del órgano jurisdiccional, no se
advierte en este caso en particular que el Poder Judicial haya
incurrido en alguna falta de diligencia durante el decurso de la
investigación pues desde el inicio de la acción penal y la
programación del esclarecimiento de los hechos conducen a
establecer que la actividad jurisdiccional ha sido adecuada y
oportuna. NOVENO.- En el contexto antes descrito, esta Suprema
Sala puede afirmar sin ninguna hesitación que la declaración de
contumacia del adolescente infractor de iniciales G.C.C., ha
generado la suspensión del plazo de prescripción de la acción
penal en su contra, por lo que debe revocarse la resolución apelada
que resuelve declarar la extinción de la acción penal por
prescripción a favor del referido infractor al haber sido emitida sin
tener en cuenta lo dispuesto en la parte in fine del artículo 222 del
Código de los Niños y Adolescentes. IV.- DECISIÓN: Que, estando
a las consideraciones que anteceden y a lo dispuesto en el acápite
2.3 del inciso 2 del artículo 396 del Código Procesal: 4.1.
Declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
Ministerio Público (fojas 749); en consecuencia, CASARON el
auto de vista contenido en la Resolución número catorce, de fecha
cuatro de noviembre de dos mil quince (fojas 701), expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, la cual
confirmó el auto apelado contenido en la Resolución número
nueve, de fecha diecisiete de julio de dos mil quince, que declaró
extinguida por Prescripción la Acción Penal por Infracción a la Ley
Penal a favor del adolescente de iniciales G.C.C., en consecuencia
nula la misma; y actuando en sede de instancia, REVOCARON
el auto apelado contenido en la Resolución número nueve, de
fecha diecisiete de julio de dos mil quince, que declaró extinguida
por Prescripción la Acción Penal por Infracción a La Ley penal a
favor del adolescente de iniciales G.C.C., y por concluido el
proceso, disponiéndose el archivo definitivo; REFORMANDOLA la
declararon INFUNDADA la prescripción de la acción penal. 4.2.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial "El Peruano", bajo responsabilidad; en los seguidos
por el Ministerio Público contra el adolescente de iniciales G.C.Z.,

97134 CASACIÓN
sobre Infracción a la Ley Penal - Contra la Vida, el Cuerpo y la
Salud en la modalidad de Homicidio Calificado, en agravio de Liz
Anayu Godos García y otros; y los devolvieron. Integra esta Sala el
Señor Juez Supremo De La Barra Barrera por licencia del Señor
Juez Supremo Mendoza Ramírez. Ponente Señor Romero Díaz,
Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Expediente número 04352-2009-PHC/TC
C-1569469-83
CAS. Nº 667-2016 LORETO
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, seis de
setiembre del dos mil dieciséis. VISTOS; Y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Mario Alberto Vásquez Pinedo y
Delia Isabel García Saavedra (folios 431) contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número veintiocho de fecha doce
de agosto de dos mil quince (folios 412) expedida por la Sala Civil
(Ex Sala Mixta) de la Corte Superior de Justicia de Loreto la cual
confirmó la sentencia apelada contenida en la Resolución número
veintiuno de fecha veintidós de abril de dos mil catorce que declaró
improcedente la demanda; por lo que se debe examinar si el
referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Antes de revisar el cumplimiento de
los requisitos necesarios para la casación, se debe tener presente
que este recurso es eminentemente formal, técnico y excepcional,
por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a los requisitos
que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en la i) Infracción normativa o en el ii) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión: Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica.
Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber adecuar los
agravios que denuncia a las causales que para dicha finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal;
pues este Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el
recurso de casación, ni de integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco
subsanar de oficio los defectos incurridos por el recurrente en la
formulación del recurso extraordinario. TERCERO.- Previo al
análisis de los requisitos de procedencia, debe considerarse que
el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que éste tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
y cuál es la incidencia directa en que se sustenta. CUARTO.- En
ese sentido el recurso reúne los requisitos de admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez
que éste ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Sala Civil (Ex Sala Mixta) de la Corte Superior de
Justicia de Loreto que como órgano de segundo grado pone fin al
proceso (folios 412); ii) Ante el órgano jurisdiccional citado que
emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que establece
la norma, dado que los demandados fueron notificados el veintiuno
de setiembre de dos mil quince (folios 4151 y 4162), e interpusieron
el recurso de casación el día uno de octubre de dos mil quince
(folios 431); y, iv) Adjunta el recibo del arancel judicial y su
reintegro3 (folios 430). QUINTO.- Evaluando los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
se desprende que el recurrente cumple con lo establecido en los
incisos 1 y 4, debido a que sí apeló la sentencia de primera
instancia que le fue adversa, y cumple con indicar que su pedido es
anulatorio (principal) y revocatorio (subordinado). SEXTO.- Al
evaluar los requisitos de procedencia previstos en los incisos 2 y
3 del Código Procesal Civil, tenemos que el recurso se sustenta en
la causal de: 1) Infracción normativa procesal de los incisos 3 y
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, artículo
III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, inciso 3 del
artículo 122 y artículo 197 del Código Procesal Civil y artículo
12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; a) Señala que no
obstante que la demanda cumple con todos los requisitos de forma
y de fondo, se han expedido sentencias inhibitorias declarando
improcedente la demanda, lo que vulnera el Debido Proceso y el
Derecho a la Tutela Jurisdiccional de los demandantes contenido
en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, y
que el fin del proceso es resolver el conflicto de intereses como lo
prevé el artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
vicios graves e insubsanables que inciden en la decisión impugnada
generando la nulidad total de la sentencia recurrida. b) Se vulnera
el Principio de Motivación de las resoluciones que prevé el inciso 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, inciso 3 del
artículo 122 del Código Procesal Civil y artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, ya que la improcedencia de la
demanda no se fundamenta en ninguna de las causales
establecidas en el artículo 427 del Código Procesal Civil, sino en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
elementos de fondo de la litis (tiempo de posesión), no tiene ningún
sustento legal, es una decisión arbitraria que afecta el Principio de
Motivación de las resoluciones judiciales, generando la nulidad de
la sentencia recurrida. c) Es falso que el actor no haya poseído
como propietario porque está probado que ingresaron a la posesión
del inmueble como propietarios desde el tres de abril de mil
novecientos noventa y seis, fecha cierta en que adquirieron el
inmueble por compraventa celebrada con firmas legalizadas
notarialmente con el representante de la vendedora propietaria del
inmueble; que el animus domini ha sido corroborado con los demás
documentos y testimonios ofrecidos en la demanda; lo que es
contradictorio porque en los considerandos dos y cinco se reconoce
que se efectuó la compraventa, es decir, los demandantes se
constituyeron como propietarios, por lo que la decisión se sostiene
en una motivación aparente lo que Vulnera el Principio de
Motivación de las Resoluciones Judiciales, infracción que se
encuentra sancionada con nulidad como lo prevé el inciso 2 del
artículo 122 del Código Procesal Civil. d) Hay infracción normativa
de la valoración conjunta de la prueba que establece el artículo 197
del Código Procesal Civil, al no valorar la prueba en su conjunto,
como son el Contrato Privado de Compraventa del inmueble de
fecha tres de abril de mil novecientos noventa y seis, los
documentos públicos como es la declaración jurada del impuesto
predial del año mil novecientos noventa y ocho, en que figura como
titular del inmueble el demandante, y las declaraciones de los años
siguientes (1999-2007), que el hecho que la Hoja de Resumen del
impuesto predial de mil novecientos noventa y ocho se haya
reimpreso el veintisiete de noviembre del dos mil doce y se haya
pagado ese año no significa que recién el dos mil doce se haya
realizado la declaración; y no se ha tomado en cuenta las
declaraciones testimoniales de los vecinos colindantes, la memoria
descriptiva y ubicación del inmueble que detalla las construcciones
que sobre el inmueble han realizado los demandantes, la
declaración de Richard Ali Núñez Vásquez apoderado de la
demandante; siendo evidente la valoración restrictiva y excluyente
de las pruebas admitidas al proceso, sin justificación, lo que vulnera
la regla de la valoración conjunta de la prueba y genera la nulidad
de la sentencia recurrida. 2) Infracción normativa material del
artículo 898 del Código Civil; Señala que la sentencia recurrida
no ha aplicado el artículo 898 del Código Civil que prescribe que el
poseedor puede adicionar a su plazo posesorio el de aquel que le
transmitió válidamente el bien, como expresa la Casación número
3446-2011-Ucayali de fecha treinta de setiembre de dos mil trece,
ya que la vendedora Ruti Victoria Núñez Vásquez ha sido
propietaria y posesionaria (mediata o inmediata) del inmueble
desde que lo adquiere el treinta y uno de marzo de mil novecientos
ochenta y nueve hasta que se lo vendió el tres de abril de mil
novecientos noventa y seis; es decir la vendedora tuvo un plazo
posesorio de siete años, y está probado por los documentos
públicos y declaraciones testimoniales que desde el tres de abril de
mil novecientos noventa y seis los demandantes ingresaron
pacíficamente a poseer el inmueble como propietarios, por lo que
hasta la fecha de la presentación de la demanda han estado en
posesión por dieciséis años y ocho meses; y al existir una
transmisión válida del bien, materializada en el Contrato de
Compraventa (válido y vigente) del inmueble sub litis celebrado el
tres de abril de mil novecientos noventa y seis, en que han poseído
de forma homogénea, esto es ambos como propietarios,
corresponde en virtud del artículo 898 del Código Civil la suma de
ambos plazos posesorios, con lo que su plazo posesorio es de
veintitrés años y ocho meses, excediendo el plazo mínimo de diez
años que se necesita para declarar la prescripción larga (primer
párrafo del artículo 950 del Código Civil); infracción normativa que
incide directamente en la decisión impugnada, pues de haberse
observado no se habría declarado improcedente la demanda, sino
por el contrario, necesariamente se habría declarado fundada, al
cumplir con la posesión continua, pacífica, pública y como
propietario por más de diez años del inmueble sub litis. SÉTIMO.-
Ahora bien, entre las diversas formas que las normas prevén para
que los adquirentes o poseedores puedan formalizar la adquisición
de una propiedad, se encuentra la Prescripción Adquisitiva de
Dominio contenida en el artículo 950 del Código Civil por la cual la
propiedad inmueble se adquiere por Prescripción mediante la
posesión continua, pacífica y pública como propietario durante diez
años; o se adquiere a los cinco años cuando median justo título y
buena fe. OCTAVO.- La Prescripción Adquisitiva de Dominio o
Usucapión constituye una forma de adquisición de la propiedad
con la finalidad de consolidar la posesión y la propiedad de una
persona; resultando una de las razones jurídicas de la prescripción
suplir la ausencia de la prueba de la propiedad, toda vez, que
conforme lo sostiene Savigny, en muchos casos, no en todos, la
usucapión no significa cambio de propiedad, sino que sanciona
una modificación ya antigua y cuya prueba no existe, de modo que
la prescripción no hace entonces otra cosa que suplir la falta de
prueba 4. NOVENO.- El actor ha demandado la Prescripción
Adquisitiva señalando que si bien la transferencia fue realizada
mediante Contrato Privado de Compraventa de fecha tres de abril
de mil novecientos noventa y seis, este documento no fue suficiente
para inscribir su Derecho de Propiedad en los Registros Públicos al
no haber sido perfeccionado, sin embargo de los medios
probatorios que presenta con los que pretende acreditar su
posesión tal como las Declaraciones Juradas del Impuesto Predial
y Arbitrios aunque corresponden al período de 1998 a 2012 tienen
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
como fecha el veintisiete de noviembre de dos mil doce (folios 14),
los pagos efectuados a la Gerencia de Rentas de la Municipalidad
Provincial de Maynas por concepto de Costas Judiciales e
Impuesto Predial fueron efectuados el diecinueve de noviembre de
dos mil ocho, tres de febrero de dos mil once y dos de agosto del
dos mil doce (folios 55), recibo de servicios de electricidad de
octubre de dos mil doce (folios 58), recibo de servicios de agua y
desagüe de setiembre de dos mil doce (folios 59), y las
declaraciones testimoniales de Francisco Pinedo Durand, Pedro
Córdova Ramírez, Luz Elena López del Águila y Yolanda Pérez
Ramos (folios 336), por ende dadas las fechas de pago, resulta
evidente que no pueden servir para satisfacer el plazo a que se
refiere el artículo 950 del Código Civil. DÉCIMO.- A mayor
abundamiento, el medio probatorio mas antiguo presentado en el
proceso es del diecinueve de noviembre del dos mil ocho, sin que
exista otro medio probatorio documental anterior a esa fecha que
se pueda contrastar con las declaraciones testimoniales5 y que
valorados en conjunto permitan inferir que los demandantes
puedan cumplir con el requisito de tener por lo menos diez años de
posesión continua, pacífica, pública y como propietario, tal como el
Ad quem ha expresado en la resolución de vista que se impugna.
DÉCIMO PRIMERO.- Por lo que, advirtiéndose que la
fundamentación contenida en el recurso no señala cuales son los
vicios incurridos por las instancias de mérito que acarrearían la
nulidad de la recurrida; sino que cuestiona los hechos establecidos,
valorados y dilucidados; y, dado que en vía recurso de casación no
es posible volver a revisar los hechos establecidos en las instancias
de mérito o valorar nuevamente los medios probatorios actuados
en el proceso; tal pretensión vulneraría flagrantemente la naturaleza
y fines del recurso extraordinario de casación; razón por la cual
estas devienen improcedentes. DÉCIMO SEGUNDO.- Asimismo,
el recurrente ha invocado la infracción normativa material del
artículo 898 del Código Civil al no haberse adicionado a su plazo
posesorio el plazo posesorio que tuvo la vendedora del bien Ruti
Victoria Núñez Vásquez del treinta y uno de marzo de mil
novecientos ochenta y nueve hasta el tres de abril de mil
novecientos noventa y seis, cuando los medios probatorios que ha
presentado en el proceso para acreditar su plazo posesorio rigen a
partir del diecinueve de noviembre del dos mil ocho, dejando un
plazo respecto del cual no se ha probado quien ejerció la posesión
del bien por lo que resulta inviable la suma de ambos plazos
posesorios que pretende; debiendo declararse la improcedencia
de esta causal. DÉCIMO TERCERO.- Analizados de manera
conjunta los fundamentos de las causales denunciadas, se advierte
que las causales no satisfacen las exigencias del inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, ya que no cumplen con
describir con claridad y precisión la infracción normativa incurrida;
y sobre el inciso 3 no demuestran la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos y
de conformidad con lo normado en el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de
Casación interpuesto por Mario Alberto Vásquez Pinedo y Delia
Isabel García Saavedra (folios 431) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número veintiocho de fecha doce de
agosto de dos mil quince (folios 412) expedida por la Sala Civil (Ex
Sala Mixta) de la Corte Superior de Justicia de Loreto;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos
por Mario Alberto Vásquez Pinedo y otra6 contra Fran Gabriel
Núñez Díaz sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra
Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA
1
Notificación número 8270-2015-SPCI, dirigida al recurrente Mario Alberto
Vásquez Pinedo a la Casillas de CSJ de Loreto – Sede Maynas 130.
2
Notificación número 8272-2015-SPCI, dirigida a la recurrente Delia Isabel
García Saavedra a la Casillas de CSJ de Loreto – Sede Maynas 130.
3
Comprobantes de pago por la suma de S/.616.00 y S/.77.00 soles (Códigos
07951 y 07005)
4
Citado por Arturo Valencia Zea en la obra Derecho Civil -Tomo 11 Derechos
Reales – Novena Edición, Editorial Temis, Pág. 307.
5
Esto debido a que en anteriores procesos tal como la Casación número
1000-2002-Lima del 13/08/2000 la Sala Suprema resolvió que: “La sentencia
de vista solo tiene como sustento la declaración de los testigos, que no basta
para declarar la prescripción adquisitiva de propiedad del inmueble sublitis.”
6
Delia Isabel García Saavedra
C-1569469-84
CAS. Nº 722-2016 PUNO
VIOLENCIA FAMILIAR. Sumilla: Debido Proceso.- “El Colegiado
Superior (…) no ha sido merituado (…) el informe Social número
405-2014-TS.2JEF-SRJ/CSJP (…), en el que se ha señalado que
el agraviado (…) muestra una afectación emocional por la conducta
de su hijo y su nuera, a quienes se le sugiere llamar a reflexión,
instrumental que no puede ser dejada de lado no solo por la
naturaleza de la pretensión demandada, sino además porque ello
configuraría una clara transgresión al Artículo 197° del Código
Procesal Civil, que recogiendo el Principio de Unidad de la Prueba
exige que el caudal probatorio debe ser valorado razonadamente
en su conjunto como un todo”. Lima, cinco de setiembre del dos mil
97135
dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número setecientos veintidós – dos mil dieciséis, en audiencia de la
fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto a fojas ciento ochenta y cuatro por Mariano
Orlando Cayo Cota, contra la sentencia de vista de fojas ciento
setenta y cuatro, de fecha seis de enero de dos mil dieciséis,
expedida por la Sala Civil de la Provincia de San Román - Juliaca
de la Corte Superior de Justicia de Puno, que revocando la apelada
de fojas ciento once, de fecha quince de junio de dos mil quince,
declara infundada la demanda de Violencia Familiar en la
modalidad de Maltrato Psicológico promovida por Ayde Ortiz Díaz,
en su actuación como Fiscal Provincial de la Segunda Fiscalía Civil
y Familia de la Provincia de San Román, contra Heraclio Cayo
Quispe y Gladys Adela Condori Lazarte. 2.- FUNDAMENTOS POR
LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO:
Mediante Resolución Suprema de fecha dieciocho de abril de dos
mil dieciséis, se declaró PROCEDENTE el recurso interpuesto por
Mariano Orlando Cayo Cota, por las siguientes causales: a)
Infracción normativa de los artículos 2 y 29 de la Ley número
26260, bajo cuyo cargo se ha argumentado que al tratarse el
proceso de violencia familiar de uno sui generis y netamente tuitivo
o protector, se hace necesario considerar la Pericia Psicológica
realizada por el Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público,
medio probatorio a través del cual ha quedado acreditado la
existencia de las agresiones psicológicas ejercidas en contra del
recurrente; b) Violación al debido proceso, bajo cuya causal se
ha señalado que la Sala de vista para desestimar la declaración del
testigo presencial Mariano Luis Zela Quispe refiere que su versión
no guarda armonía con lo expresado en el escrito demanda, ya que
aquél le atribuyó mayor participación a Gladys Adela Condori
Lazarte en los hechos investigados; en tanto que en el mencionado
documento se atribuyó el mayor grado de intervención a Heraclio
Cayo Quispe, obviando que ambos han sido demandados,
independientemente de su grado de participación; habiéndose
agregado que no se ha tomado en cuenta su declaración y las
respuestas brindadas en la audiencia única, así como el Informe
Social número 405-2014 donde se concluye que se encuentra
afectado por la conducta del demandado, así como que se ha
tergiversado la declaración testimonial de Orlando Cutipa Ramos,
pues éste sostuvo de manera categórica que tanto los maestros de
obra como los demandados dormían en una sola habitación. 3.-
CONSIDERANDO: PRIMERO: Que dado sus efectos nulificantes,
corresponde empezar el análisis del recurso por el cargo descrito
en el literal b). SEGUNDO: Que el Debido Proceso previsto en el
inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, está
concebido como el cumplimiento de todas las garantías, requisitos
y normas de orden público que deben observarse en las instancias
procesales de todos los procesos, a fin de que las personas estén
en condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante
cualquier acto del Estado que pueda afectarlos. Este derecho
continente comprende a su vez una serie de derechos, unos de los
cuales es el derecho de que el razonamiento del juzgador se
sustente en el mérito de lo actuado y el derecho, tal como lo
dispone el inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil, así
como el derecho de que las pruebas aportadas al proceso, ya sea
por los justiciables o por el órgano jurisdiccional, sean valoradas
razonadamente y en conjunto conforme lo dispone el artículo 197
del Código Procesal Civil. TERCERO: Que por escrito de fojas
treinta y seis Ayde Ortiz Díaz en su condición de Fiscal Provincial
de la Segunda Fiscalía Provincial Civil y Familia de la Provincia de
San Román, interpone demanda sobre Violencia Familiar en la
modalidad de Maltrato Psicológico, alegando que el agravio que se
le ha ocasionado a Mariano Orlando Cayo Cota fluye del Protocolo
de Pericia Psicológica número 004150-2014-PSC-VF corriente a
fojas veinticuatro, que concluye que la aludida persona evidencia
indicadores socio - afectivos compatibles a maltrato psicológico.
CUARTO: Que el Colegiado de la Sala Civil de la Provincia de San
Román – Juliaca de la Corte Superior de Justicia de Puno al
revocar la apelada y declarar infundada la demanda, ha concluido,
entre otras razones, que la declaración testimonial brindada por
Mariano Luis Zela Quispe -a quien el agraviado lo ha identificado
como su compadre- no genera convicción para el acogimiento de la
pretensión demandada, en la medida que éste le atribuye mayor
participación en los actos denunciados a la emplazada Gladys
Adela Condori Lazarte; en tanto que los hechos invocados en el
escrito de demanda acusan al demandado Heraclio Cayo Quispe
como aquél que ha intervenido en mayor medida en los referidos
actos, así como que el Protocolo de Pericia Psicológica número
004150-2014-PSC-VF corriente a fojas veinticuatro, no es
suficiente para el amparo de la presente acción en atención a lo
antes expuesto. QUINTO: Que no obstante, el Colegiado Superior
no ha reparado que aun cuando se atribuya al hijo del agraviado
Heraclio Cayo Quispe o a su nuera Gladys Adela Condori Lazarte,
el mayor ejercicio de los actos de violencia denunciados, lo cierto y
concreto es que la presente acción ha sido instaurada contra
ambos sujetos; por lo que el grado de participación de cada uno de
éstos resulta intrascendente para adoptar una decisión en torno a
si existió o no los actos de violencia en la modalidad de maltrato
psicológico que han sido denunciados, etapa que difiere de la que
comprende a las medidas de protección y reparación pecuniaria
que se dicta en favor del agraviado, donde si podría de ser el caso,

97136 CASACIÓN
apreciarse cuál de los agentes denunciados desplegó mayor
actividad en la consumación de los actos considerados como
violentos. SEXTO: Que lo expuesto revela que el análisis que
efectúa la Sala de vista del Protocolo de Pericia Psicológica
número 004150-2014-PSC-VF no se sostiene en una premisa que
enfoque adecuadamente la presente litis; es más, tal medio de
prueba no ha sido merituado en armonía con el Informe Social
número 405-2014-TS.2JEF-SRJ/CSJP que corre a fojas ochenta y
uno, en el que se ha señalado que el agraviado Mariano Orlando
Cayo Cota muestra una afectación emocional por la conducta de
su hijo y su nuera, a quienes se le sugiere llamar a reflexión;
instrumental que no puede ser dejada de lado no solo por la
naturaleza de la pretensión demandada, sino además porque ello
configuraría una clara transgresión al artículo 197 del Código
Procesal Civil, que recogiendo el Principio de Unidad de la Prueba
exige que el caudal probatorio debe ser valorado razonadamente
en su conjunto, como un todo. SÉTIMO: Que por consiguiente,
resulta claro que la resolución de vista materia de impugnación, ha
sido dictada con grave afectación a la garantía del debido proceso
prevista en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, precepto concordante con los artículos 122 inciso 3 y 197 del
Código Procesal Civil; por lo que en aplicación de lo dispuesto en
el artículo 171 del citado Código Procesal corresponde decretar la
nulidad de la recurrida a efecto de que la Sala de origen expida
nuevo fallo, considerando además que la apreciación de las
declaraciones testimoniales pasa por verificar que éstas hayan
sido brindadas de manera clara y precisa. OCTAVO: Que al
haberse determinado el amparo del presente recurso por los vicios
advertidos anteriormente, carece de objeto emitir pronunciamiento
por la causal descrita en el literal a). 4.- DECISIÓN: Por las
consideraciones expuestas, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto a fojas ciento ochenta y cuatro por Mariano
Orlando Cayo Cota; CASARON la sentencia de vista de fojas
ciento setenta y cuatro, de fecha seis de enero de dos mil dieciséis,
en consecuencia NULA la misma; ORDENARON que la Sala
Superior de origen expida nuevo pronunciamiento con arreglo a los
lineamientos expuestos de manera precedente; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio
Público con Heraclio Cayo Quispe y otra, en agravio de Mariano
Orlando Cayo Cota, sobre Violencia Familiar; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por
licencia del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-85
CAS. Nº 748-2016 AREQUIPA
CADUCIDAD DE TESTAMENTO. Lima, cuatro de noviembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; con el Cuaderno de Apelación y Cuaderno
de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Por auto calificatorio dictado el diecinueve de abril
de dos mil dieciséis, corriente de fojas veinticinco a veintinueve,
se declaró procedente el Recurso de Casación obrante de fojas
doscientos quince a doscientos dieciocho interpuesto por el
codemandado Víctor Fausto Llerena Concha, contra el Auto de
Vista contenido en la Resolución número cuatro de fecha diez de
noviembre de dos mil quince, corriente de fojas ciento ochenta y
cuatro a ciento ochenta y ocho, que revocó el auto contenido en la
Resolución número sesenta y siete de fecha veinticuatro de marzo
de dos mil quince obrante de fojas noventa y uno a noventa y tres,
corregida por Resolución número sesenta y ocho – dos mil quince
de fecha quince de abril del mismo año, que declara improcedente
la solicitud de abandono del proceso, peticionada por Aurelio
Humberto Llerena Concha según escrito copiado a fojas setenta y
cinco, y reformando el recurrido declara el abandono del proceso
sobre Caducidad de Testamento por Preterición. SEGUNDO.- En
el caso particular, respecto al requisito de procedencia previsto
por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil “Que
el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso”, corresponde anotar que el Artículo
IX del Título Preliminar del acotado Código prescribe que “Las
normas procesales contenidas en este Código son de carácter
imperativo, salvo regulación permisiva en contrario (…)”. Por ello,
al encontrarse establecido como requisito de procedibilidad que el
recurrente no haya consentido la resolución adversa de primera
instancia cuando esta fuere confirmada por la resolución objeto del
recurso, se debe determinar si la resolución emitida por el A quo,
que declaró improcedente la solicitud de abandono del proceso le
fue o no desfavorable a sus intereses. A ese respecto, se tiene
que el codemandado recurrente Víctor Fausto Llerena Concha,
consintió el auto de primera instancia (como el mismo lo reconoce
en el Recurso de Casación1), contenido en la Resolución número
sesenta y siete de fecha veinticuatro de marzo de dos mil quince
obrante de fojas noventa y uno a noventa y tres2, corregida por
Resolución número sesenta y ocho - dos mil quince de fecha quince
de abril del mismo año, que declaró improcedente la solicitud de
abandono del proceso, peticionada por el codemandado Aurelio
Humberto Llerena Concha, y que dada su condición procesal de
codemandado3 le fue técnicamente desfavorable, por lo que sí le
era exigible el cumplimiento de lo establecido por el Artículo 388°
inciso 1) del Código Procesal Civil. TERCERO.- En ese contexto, si
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
bien es cierto que el Recurso de Casación satisface los requisitos
de admisibilidad previstos en el Artículo 387° del Código Procesal
Civil, por cuanto se recurre contra el Auto de Vista que pone fin
al proceso al declarar el abandono de la causa sobre Caducidad
de Testamento por Preterición, se interpone ante la Sala Mixta
Descentralizada e Itinerante de la Provincia de Camaná de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa que emitió el Auto recurrido,
dentro del plazo respectivo y adjuntando la tasa judicial que
aparece inserta a fojas ciento noventa y ocho, también lo es que
reexaminando el Recurso planteado, se aprecia que no reúne el
requisito de procedencia contemplado en la disposición mencionada
en la última parte del considerando inmediato precedente, desde
que el recurrente codemandado consintió la resolución de primera
instancia que le fue desfavorable (que declaró improcedente
el abandono del proceso solicitado por otro codemandado),en
virtud a lo cual en el precitado auto calificatorio se ha incurrido
en causal de nulidad conforme a lo prescrito por el Articulo 171°
del Código Procesal Civil correspondiendo anular el citado Auto
en el extremo que declara procedente el medio impugnatorio y
reponer el proceso al estado de calificar el Recurso planteado,
con atención a las propias motivaciones contenidas en la presente
resolución, en virtud a las cuales se advierte la no satisfacción por
el casante de lo previsto por el Artículo 388° inciso 1) del acotado
Código y la improcedencia del aludido medio impugnatorio. Por
tales razones y de acuerdo a lo disciplinado además por el Artículo
176° in fine del Código Procesal Civil declararon: NULO el Auto
dictado el diecinueve de abril de dos mil dieciséis en el extremo
que declara procedente el medio impugnatorio de su propósito,
interpuesto por el codemandado Víctor Fausto Llerena Concha,
y reponiendo el proceso al estado calificatorio que corresponde,
se declara: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación obrante
de fojas doscientos quince a doscientos dieciocho, interpuesto
por el codemandado Víctor Fausto Llerena Concha contra el Auto
de Vista contenido en la Resolución número cuatro de fecha diez
de noviembre de dos mil quince obrante de fojas ciento ochenta
y cuatro a ciento ochenta y ocho expedida por la Sala Mixta
Descentralizada e Itinerante de Camaná de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Gerardo Alberto Llerena Concha con Rosa
Llerena Concha y otros sobre Caducidad de Testamento; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La
Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Romero Díaz.
Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Acápite IV punto uno, de los requisitos de procedencia del presente medio
impugnatorio.
2
Resolución apelada por el co demandado Aurelio Humberto Llerena Concha
según escrito obrante de fojas 111 a 114.
3
Condición que consta en el auto admisorio copiado a fojas 163.
C-1569469-86
CAS. Nº 791-2016 LIMA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, dos de
febrero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Albert William Durst a fojas quinientos
diez, contra la sentencia de vista a fojas cuatrocientos noventa y
nueve, de fecha dieciocho de diciembre de dos mil quince; emitida
por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima;
que declara improcedente el pedido de suspensión del proceso
formulado por el tercero coadyuvante; y confirma la sentencia
apelada de fojas ciento dieciocho, de fecha treinta de mayo de
dos mil catorce, que declara fundada la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención
cumple con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo
exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al
no haber consentido el recurrente la sentencia de primera instancia,
que le ha sido adversa, satisface el requisito de procedencia
contenido en el artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil.
TERCERO.- Como sustento de su recurso denuncia: A) Aplicación
del texto derogado del artículo 320 del Código Procesal Civil
e inaplicación de la causal legal de suspensión del proceso,
contenido en el segundo párrafo del texto vigente de dicha
norma: La no aplicación del texto vigente tiene una incidencia
directa sobre la decisión contenida en la resolución impugnada
por cuanto si se hubiera aplicado, el juez estaría en la obligación
de suspender el proceso. La pretensión planteada en el proceso
conexo (expediente número 25194-2014) es una de declaración
de mejor derecho de propiedad, mediante la cual ante la existencia
“aparente” de dos ventas respecto del mismo inmueble, y a pesar
de contar con una escritura pública otorgada por Carlos Enrique
Maranzana Guerrero, con la finalidad de eliminar la incertidumbre
jurídica el recurrente acude a la autoridad judicial para que indique
quién es el real propietario del inmueble. Razones por las cuales
es esencial y determinante que se resuelva previamente la
controversia del expediente número 25194-2014; B) Aplicación
defectuosa del artículo 97 del Código Procesal Civil: El
proceso judicial de mejor derecho de propiedad debe resolverse
previamente al proceso de otorgamiento de escritura pública, para
que la persona que ostenta el derecho de propiedad acceda al
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
registro, de esa forma se cumpla con la finalidad de los procesos
judiciales y se respete el derecho fundamental a la propiedad; C)
Inaplicación del numeral III del Título Preliminar del Código
Procesal Civil: En el proceso de autos no se está aplicando esta
norma, por cuanto en lugar de eliminar la incertidumbre jurídica
se está promoviendo y, como consecuencia de ello, se está
vulnerando el derecho fundamental a la propiedad del suscrito; D)
Vulneración del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú: No puede existir el debido proceso cuando
se fundamenta una resolución judicial en una norma derogada y
menos puede haber una adecuada motivación; E) Vulneración de
los artículos 2, incisos 16 y 70 de la Constitución Política del
Perú: La resolución judicial materia de casación está permitiendo
el acceso a Registros Públicos del derecho de propiedad de
Renzo Eduardo Lara Bravo, derecho aún discutido, en perjuicio
del derecho de propiedad del suscrito, premiando la mala fe del
demandante. CUARTO.- En cuanto a las denuncias contenidas en
los apartados A) y D): en principio, cabe anotar que la decisión
por la que se declara improcedente el pedido de suspensión del
proceso formulado por el tercero coadyuvante (ahora recurrente)
es, en rigor, una resolución independiente de la sentencia de vista.
En tal sentido, siendo claro que aquel no satisface el requisito
del artículo 387 inciso 1 del Código Procesal Civil, no puede ser
pasible de cuestionarse mediante recurso de casación, razón por
la cual las denuncias bajo examen deben desestimarse. QUINTO.-
En cuanto a la denuncia contenida en el apartado B): al respecto,
el Ad Quem ha establecido acertadamente que aún cuando ambos
procesos se refieran al mismo bien inmueble, ello en nada obsta
la interposición de la demanda de mejor derecho de propiedad
presentada por el tercero coadyuvante, no sólo porque el proceso
alegado ha sido interpuesto el tres de junio de dos mil catorce, esto
es, con posterioridad al inicio de la presente causa, iniciada el tres
de octubre de dos mil trece, sino también porque sólo corresponde
al proceso de otorgamiento de escritura pública, la formalización
de un acto jurídico que se solicita, siendo ello independiente del
derecho de propiedad que contenga y que se está discutiendo
en el proceso incoado por el tercero coadyuvante, siendo su
resultado de distinta naturaleza jurídica. Dicha consideración
también resulta extensiva al alegado proceso de indemnización
y a la denuncia penal, incoados ambos por el solicitante, tanto
más si en esta última, no se aprecia que se haya determinado a
la fecha responsabilidad penal alguna contra el denunciado que
puede perturbar la presente acción civil. Razones por las cuales
no procede el pedido de suspensión del proceso, ni que exista
una previa declaración en el otro proceso (sobre mejor derecho
de propiedad), antes de que se resuelva el caso de autos (como
pretende el recurrente). Por consiguiente, no existe el agravio
denunciado en este extremo, razón por la cual no puede prosperar,
al no cumplirse, en rigor, con el requisito del artículo 388 inciso
2 del Código Procesal Civil. SEXTO.- En cuanto a la denuncia
contenida en el apartado C): también debe desestimarse, pues el
recurrente no puede pretender que por haber fallado en contra de
sus intereses no se está dando cumplimiento a los fines contenidos
en el artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, ya
que resulta claro que se está resolviendo el conflicto de intereses
puesto a consideración de las instancias de mérito, habiéndose
respetado plenamente el debido proceso. Por consiguiente, esta
alegación casatoria tampoco puede prosperar, pues al no existir
la infracción alegada, no se cumple, en rigor, con el requisito del
artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil. SÉTIMO.- En cuanto
a la denuncia contenida en el apartado E): las alegaciones aquí
expuestas carecen de asidero alguno, ya que las instancias de
mérito se han limitado a establecer que ha quedado acreditado que
tanto la ley, a través de la obligación del vendedor de perfeccionar
la obligación del bien, como el propio convenio, reflejado en el
contrato privado que se solicita formalizar, obligan a la parte
demandada, la formalización del acto jurídico de compraventa
contenido en la minuta de fecha dieciséis de marzo de dos mil
once; máxime, cuando de su tenor no se aprecia condición alguna
vigente que impida la referida formalización. Razones por las
cuales este extremo del recurso tampoco puede prosperar, por no
existir la infracción alegada. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Albert
William Durst a fojas quinientos diez, contra la sentencia de vista
a fojas cuatrocientos noventa y nueve, de fecha dieciocho de
diciembre de dos mil quince; emitida por la Tercera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Renzo Eduardo Lara Bravo
contra Carlos Enrique Maranzana Guerrero, sobre Otorgamiento
de Escritura Pública; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-87
CAS. Nº 852-2016 TACNA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: “La
demandada incurre en la precariedad que describe el Artículo 911°
del Código Civil, cuyos supuestos son numerus apertus desde que
en la Casación número 2195-2011-UCAYALI, de carácter
vinculante, se ha comprendido una gama indefinida de supuestos
97137
de hecho que pueden configurar una ocupación precaria delimitada
por los propios hechos del caso concreto, desde que se ha
comprobado en autos, por las instancias de mérito, que al ya no
tener la condición de asociada de la Asociación de Cambistas
“Manuel A. Odría” (por renuncia expresa) perdió la autorización de
posesión que provenía por mérito del contrato de arrendamiento
celebrado por la Municipalidad accionante con la referida
Asociación para el uso de tres espacios físicos, ocupado uno de
ellos por la accionada y que es materia de desalojo.”. Lima,
veinticinco de noviembre de dos mil dieciséis.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número ochocientos cincuenta y dos
– dos mil dieciséis en la fecha y producida la votación con arreglo a
ley, procede a emitir la siguiente sentencia: I.- MATERIA DEL
RECURSO: En el presente proceso sobre Desalojo por Ocupación
Precaria, la demandada Rufina Chuquimia de Huarachi ha
interpuesto Recurso de Casación1 contra la Sentencia de Vista
expedida mediante resolución número cincuenta y seis de fecha
quince de enero de dos mil dieciséis2, que confirma la sentencia
apelada de primera instancia emitida mediante resolución número
cincuenta y uno de fecha veintisiete de noviembre de dos mil
quince3, que declaró fundada la demanda sobre Desalojo por
Ocupación Precaria. II.- PRINCIPALES ACTUACIONES DEL
PROCESO: 2.1. Demanda: El veinticinco de abril de dos mil once4
la Municipalidad Provincial de Tacna, a través de su Procuradora
Pública Municipal, acude al órgano jurisdiccional interponiendo
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria, solicitando que la
demandada Rufina Chuquimia de Huarachi desaloje el espacio
número 03 ubicado en el Terminal Terrestre Manuel A. Odría
(Sector Internacional), Sección Cambio de Moneda de la ciudad de
Tacna. Expone como fundamentos principales de su petitorio lo
siguiente: a) Es propietaria del Terminal Terrestre ubicado en la
Calle Hipólito Unánue, calle sin nombre y Avenida Circunvalación
Oeste de la ciudad de Tacna, con dominio inscrito en la Ficha
número 35663, actual Partida Electrónica número 05017973 de la
Oficina de Registros Públicos de Tacna, donde se encuentra
ubicado el espacio número 03 en el Sector Internacional, Sección
de Cambios de Moneda, la que está señalizada con franjas de
color amarillo y cuenta con tres espacios destinados única y
exclusivamente a la actividad comercial de cambio de moneda
extranjera; b) El espacio físico reclamado viene siendo ocupado
ilegalmente por la demandada quien no pertenece a la Asociación
de Cambistas, que es la persona jurídica con quien la recurrente ha
suscrito un contrato de Arrendamiento, habiendo renunciado a su
condición de socia el tres de agosto de dos mil cinco, negándose a
desocupar el bien donde ejerce su trabajo, siendo que la referida
Asociación paga un arrendamiento mensual por cada cupo; c)
Mediante Resolución de Alcaldía número 1614-2006 de fecha
veintiocho de noviembre de dos mil seis se prohibió a la demandada
realizar actividad de cambio de moneda extranjera en el interior del
Terminal Terrestre, no existiendo entre aquella y la recurrente
ningún vínculo contractual; y, d) La referida Resolución
Administrativa ha quedado firme al haberse declarado infundado el
Recurso de Reconsideración interpuesto por la demandada, según
Resolución de Alcaldía número 171-2007. 2.2. Contestación de la
demanda: Mediante escrito presentado el seis de junio de dos mil
once5, la accionada Rufina Chuquimia de Huarachi propone la
excepción de falta de legitimidad para obrar de la demandante y
absuelve el traslado de la demanda, indicando que: a) Existiendo
controversia entre la Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría” y
la recurrente sobre la condición o no de asociada de ésta última, la
demandante no puede intervenir, careciendo de legitimidad para
obrar pues ello le corresponde a la Asociación de Cambistas
“Manuel A. Odría”; b) Es cambista en el Terminal Terrestre
Internacional Manuel A. Odría y en la nueva Asociación constituida
tuvo el cargo de Vocal, inscrita en la Partida Registral número
05019538, siendo asociada fundadora, vendiendo posteriormente
su cupo para luego retomarlo en el año mil novecientos noventa y
nueve; c) Por desavenencias con la asociada Epifanía García
Alarcón, que llegaron a denuncias penales por la comisión de
Delito contra la Fe Pública, es que presentó su renuncia el ocho de
agosto de dos mil cinco, de la que luego se desistió, por lo que no
ha surtido efecto; y, d) El retiro de la denuncia lo comunicó a la
Municipalidad accionante, manteniendo su cargo de Tesorera de la
Asociación de Cambistas de Moneda Extranjera “Manuel A. Odría”,
según Ficha Registral número 1091 y Partida Electrónica número
05019538. 2.3. Primera Sentencia del Juzgado: Mediante
resolución número veintidós de fecha diez de abril de dos mil
trece6, el Juzgado Especializado en lo Civil del Módulo Básico de
Justicia del Distrito de Gregorio Albarracín de la Corte Superior de
Justicia de Tacna declaró fundada la demanda. Contra tal decisión
la demandada interpuso Recurso de Apelación el veintidós de abril
de dos mil trece7. 2.4. Primera Sentencia de Vista: Por resolución
número veintinueve de fecha dieciséis de diciembre de dos mil
trece8, la Sala Especializada en lo Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Tacna confirmó la resolución que declaró
infundada la excepción de falta de legitimidad para obrar de la
demandante y declaró nula la sentencia apelada. 2.5. Segunda
Sentencia del Juzgado: Mediante resolución número treinta y seis
de fecha veinticinco de noviembre de dos mil catorce9 el Juzgado
Especializado en lo Civil de Descarga Procesal del Módulo Básico
de Justicia del Distrito de Gregorio Albarracín de la Corte Superior
de Justicia de Tacna emite sentencia declarando improcedente la

97138 CASACIÓN
demanda. Tal decisión mereció la interposición de Recurso de
Apelación por parte de la Procuraduría Pública de la Municipalidad
Provincial de Tacna el dos de diciembre de dos mil catorce10. 2.6.
Segunda Sentencia de Vista: La Sala Especializada en lo Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Tacna mediante
resolución número cuarenta y siete de fecha dieciséis de junio de
dos mil quince11, declara nula la sentencia impugnada. 2.7. Tercera
Sentencia de Juzgado: Mediante resolución número cincuenta y
uno de fecha veintisiete de noviembre de dos mil quince12 el
Juzgado Especializado en lo Civil de Descarga Procesal de la
Corte Superior de Justicia de Tacna emite nueva sentencia
declarando fundada la demanda. Los argumentos principales del
fallo son los siguientes: i) El derecho de propiedad de la parte
accionante está probado con la Ficha número 35653, título que se
encuentra registrado en la Partida Electrónica número 05017973 a
nombre de la Municipalidad Provincial de Tacna; ii) En autos obran
dos Contratos de Arrendamiento de fechas diecisiete de abril de
dos mil seis y once de febrero de dos mil ocho, celebrados entre la
Municipalidad accionante y la Asociación de Cambistas “Manuel A.
Odría”, estableciéndose en las cláusulas sexta y octava que la
arrendataria se obliga a no ceder parcial o totalmente el uso del
espacio a terceras personas, caso contrario se resolverá el
Contrato y se exigirá la desocupación inmediata; por tanto, la
relación contractual ha sido entablada entre la Municipalidad
accionante y la referida Asociación, y no entre aquella con la
demandada como persona natural; iii) Está acreditado con la Carta
de Renuncia de la demandada a la mencionada Asociación que ha
dejado de ser asociada, pues dicha renuncia ha sido aceptada
conforme a la comunicación del doce de agosto de dos mil cinco y
la Carta número 234-GTT/GM/MPT, Carta número 557-2009-GTT/
GM/MPT y Carta número 287-GTT/GM/MPT, no contando la
demandada con documento ni contrato de autorización para hacer
uso del espacio materia de controversia; y, iv) De autos se advierte
que la Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría” mediante escrito
ingresado el dieciocho de octubre de dos mil once se apersona y
conviene con la demanda incoada solicitando que se declare
fundada, siendo admitida su incorporación al proceso conforme a
la resolución número ocho. 2.8. Recurso de Apelación: El once de
diciembre de dos mil quince13 la accionada Rufina Chuquimia de
Huarachi ejercita su derecho impugnatorio contra la sentencia de
primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los siguientes
argumentos: a) No se ha observado el Principio de Relatividad de
los Contratos a que se refiere el Artículo 1363° del Código Civil, por
el cual éstos solo obligan a las partes celebrantes, por lo que quien
debió demandar el desalojo es la Asociación y no la Municipalidad
accionante con quien no le une vínculo alguno, además que
discutiéndose el derecho de posesión éste no le asiste a la actora
por haberlo cedido a la Asociación de Cambistas; b) Existiendo aún
controversia entre la Asociación de Cambistas y la recurrente sobre
su condición o no de asociada, la Municipalidad demandada carece
de legitimidad para obrar, por cuanto ello le correspondería a la
citada Asociación en vía de acción; c) La apelada adolece de
ausencia de motivación, pues no indica las razones específicas por
las que se desestima su fundamentación; y, d) Presenta medios
probatorios extemporáneos consistentes en copia de voucher de
depósito por la suma de cuarenta y cinco soles (S/.45.00) a favor
de la accionante y copia del escrito del trece de mayo de dos mil
quince dirigido al Gerente General de Terminales Terrestres de la
Municipalidad Provincial de Tacna, haciendo conocer los pagos
que viene realizando desde octubre de dos mil dos por uso de cupo
para el cambio de moneda extranjera. 2.9. Tercera y última
Sentencia de Vista: La Sala Especializada en lo Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Tacna mediante resolución
número cincuenta y seis de fecha quince de enero de dos mil
dieciséis14, emite Sentencia confirmando la sentencia de primera
instancia que declaró fundada la demanda. Constituyen pilares del
fallo los siguientes: i) Se alega que la actora no tiene legitimidad
para accionar y quien debería demandar es la Asociación de
Cambistas “Manuel A. Odría”, aseveración que ya ha sido resuelta
por el Juez declarando infundada la excepción propuesta mediante
decisión que ha sido confirmada, por lo que debe estarse a lo
resuelto en dicho tópico; ii) La demandada ha presentado su Carta
de Renuncia que fue aceptada, situación que es ratificada por la
Asociación de Cambistas al apersonarse al proceso, indicando que
le ha requerido por vía notarial la desocupación del espacio físico
sub materia, lo que ha sido comunicado a la Municipalidad
demandante quien le ha prohibido realizar actividad de cambio de
moneda por Resolución de Alcaldía número 1614-2006 y declarado
infundado el Recurso de Reconsideración planteado contra aquella
Resolución. Ello se corrobora con la declaración de infundabilidad
de la pretensión de Nulidad de la Resolución de Alcaldía a que se
refiere el expediente número 690-2007, la que sido declarada
consentida el doce de marzo de dos mil catorce; iii) No habiendo la
Asociación entregado ningún espacio a la demandada, tras su
renuncia no se presenta supuesto de incumplimiento contractual
que faculte la resolución del contrato directa y únicamente contra la
demandada, y siendo ello así la demandante no solo se encuentra
facultada para demandar el desalojo en su calidad de propietaria
del bien, sino que además dicha pretensión es convenida por la
Asolación de Cambistas; y, iv) La demandada no cuenta con título
vigente y si bien en un principio ocupó un espacio por ser miembro
de la Asociación, una vez aceptada la renuncia ya no pertenece
más a ella, por lo que el título que tenía ha fenecido. No es
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
suficiente para desvirtuar su precariedad alegar que viene haciendo
pagos por uso de cupo para el cambio de monda extranjera en el
Terminal desde el dos mil dos, o que efectuó un pago a la
Municipalidad actora en noviembre de dos mil quince. III.-
RECURSO DE CASACIÓN: La demandada Rufina Chuquimia de
Huarachi con fecha dieciocho de febrero de dos mil dieciséis
interpone Recurso de Casación contra la Sentencia de Vista,
siendo declarado procedente por este Tribunal Supremo mediante
resolución del cinco de mayo del mismo año, obrante de fojas
treinta a treinta y cuatro del Cuaderno respectivo, por Infracción
Normativa Material de los Artículos 1681° inciso 4), 911° y
1363° del Código Civil e Infracción Normativa Procesal de los
Artículos 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú,
12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y 122° inciso 3) del Código Procesal Civil. IV.- ASUNTO
JURÍDICO EN DEBATE: En el caso particular, la cuestión jurídica
en debate consiste en determinar si se han respetado los
parámetros mínimos de una debida y suficiente motivación, y, en su
caso, si la Entidad accionante al haber cedido el uso de una de sus
propiedades a la Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría”
carece o no de legitimidad para pretender el desalojo a pesar de las
diferencias asociativas que existen entre los asociados, y si los
medios probatorios actuados en autos justifican la posesión que
ejerce la demandada. DESARROLLO ARGUMENTATIVO DE
ESTA SALA SUPREMA: Apuntes sobre la finalidad del Recurso
de Casación: PRIMERO.- El Recurso de Casación tiene por fines
la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, conforme lo precisa el Artículo 384° del
Código Procesal Civil. En materia de casación es factible el control
de las decisiones jurisdiccionales, con el propósito de determinar si
en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el derecho
al proceso regular, teniendo en consideración que éste supone el
cumplimiento de los principios y garantías que regulan el proceso
como instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del
derecho a la defensa de las partes en conflicto. SEGUNDO.- Por
causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para
la procedencia del Recurso15, debiendo sustentarse el mismo en
aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende
interponerse por infracción de la ley o por quebrantamiento de la
forma. Se consideran motivos de casación por infracción de la ley,
la violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así
como la falta de congruencia de lo decidido con las pretensiones
formuladas por las partes y la falta de competencia. Los motivos
por quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el
proceso16, por lo que en tal sentido si bien todas las causales
suponen una violación de la ley, también lo es que éstas pueden
darse en la forma o en el fondo. TERCERO.- La infracción procesal
se configura cuando en el desarrollo de la causa no se han
respetado los derechos procesales de las partes, se han soslayado
o alterado actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha
sido efectiva, el órgano judicial deja de motivar sus decisiones o lo
hace en forma incoherente, en evidente quebrantamiento de la
normatividad vigente y de los principios procesales o hasta
fundamentales. CUARTO.- En el caso particular, y como se ha
adelantado, se ha declarado procedente el Recurso de Casación
por causales de infracción normativa procesal y material, por lo que
en primer término debe procederse con el análisis de la infracción
de normas de carácter procesal, desde que si por ello se declarara
fundado el Recurso, su efecto nulificante implicaría la anulación de
lo actuado hasta donde se advirtiera el vicio, con disposición, en su
caso, de un nuevo pronunciamiento por el respectivo órgano de
instancia, careciendo de objeto en tal supuesto emitir decisión
sobre la infracción material invocada por el casacionista en el
escrito de su propósito. Sobre el debido proceso: QUINTO.- El
debido proceso formal constituye una garantía constitucional que
asegura que en la tramitación de una causa se respeten
determinados requisitos mínimos que, en general, se considera
que comprenden los siguientes criterios: a) Derecho a ser
oportunamente informado del proceso, a efectos de otorgar un
tiempo razonable para preparar la defensa; b) Derecho a ser
juzgado por un Juez imparcial, esto es que no tenga interés en un
determinado resultado de la litis bajo su dirección; c) Derecho a la
tramitación oral de la causa y a la defensa de un profesional
(publicidad del debate); d) Derecho a la prueba; e) Derecho a ser
juzgado sobre la base del mérito de lo actuado; y, f) Derecho al
Juez legal. Aquel derecho continente es fundamental y asiste a
todos los sujetos que plantean pretensiones ante los órganos
resolutivos de conflictos. SEXTO.- Así también, el derecho al
debido proceso, consagrado en el inciso 3) del Artículo 139° de la
Constitución Política del Perú17, comprende a su vez, entre otros
derechos de los ya señalados en el considerando precedente, el de
obtener una resolución fundada en derecho, mediante decisiones
en las que los Jueces expliciten en forma suficiente las razones de
sus fallos, con mención expresa de los elementos fácticos y
jurídicos que los determinaron, dispositivo que es concordante con
lo preceptuado por el inciso 3) del Artículo 122° del Código Procesal
Civil18 y Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial19. Además, la exigencia de motivación suficiente
prevista en el inciso 5) del Artículo 139° de la Carta Fundamental20,
garantiza que el justiciable pueda comprobar que la solución del
caso concreto viene dada por una valoración racional de la
fundamentación fáctica de lo actuado y la aplicación de las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
disposiciones jurídicas pertinentes, y no de una arbitrariedad de los
magistrados, por lo que en ese entendido es posible afirmar que
una resolución que carezca de motivación suficiente no solo
infringe normas legales, sino también principios de nivel
constitucional. Sobre la motivación de las resoluciones
judiciales: SÉPTIMO.- La motivación escrita de las resoluciones
judiciales en sociedades pluralistas como las actuales, importa el
deber de justificar las decisiones jurídicas, de tal manera que sean
aceptadas por la sociedad y que el Derecho cumpla su función de
guía21. Igualmente, la obligación de fundamentar las sentencias,
propias del derecho moderno, se ha elevado a categoría de deber
constitucional, a mérito de lo cual la Corte Suprema de Justicia de
la República ha señalado en el Primer Pleno Casatorio Civil,
Casación número 1465-2007-CAJAMARCA, una similar posición a
la adoptada por el Tribunal Constitucional nacional en el expediente
número 37-2012-PA/TC, fundamento 35, en el sentido que: La
motivación de la decisión judicial es una exigencia constitucional;
por consiguiente, el juzgador para motivar la decisión que toma
debe justificarla, interna y externamente, expresando una
argumentación clara, precisa y convincente, para mostrar que
aquella decisión es objetiva y materialmente justa, y por tanto,
deseable social y moralmente. OCTAVO.- Asimismo, el proceso
regular en su expresión de motivación escrita de las resoluciones
judiciales, entiende que una motivación defectuosa puede
expresarse en los siguientes supuestos: a) Falta de motivación
propiamente dicha: cuando se advierte una total ausencia de
motivación en cuanto a la decisum jurisdiccional emitida en el caso
materia de conflicto, sea en el elemento fáctico y/o jurídico; b)
Motivación aparente: cuando el razonamiento en la sentencia sea
inconsistente y/o sustentado en conclusiones vacías que no
guardan relación con el real contenido del proceso; c) Motivación
insuficiente: cuando se vulnera el principio lógico de la razón
suficiente, es decir que el sentido de las conclusiones a las que
arriba el juzgador no se respaldan en pruebas fundamentales y
relevantes, de las cuales éste debe partir en su razonamiento para
lograr obtener la certeza de los hechos expuestos por las partes y
la convicción que lo determine en un sentido determinado, respecto
de la controversia planteada ante la judicatura; y, d) Motivación
defectuosa en sentido estricto: cuando se violan las leyes del
hacer/ pensar, tales como de la no contradicción (nada puede ser y
no ser al mismo tiempo), la de identidad (correspondencia de las
conclusiones a las pruebas), y la del tercio excluido (una proposición
es verdadera o falsa, no hay tercera opción), entre otros, omitiendo
los principios elementales de la lógica y la experiencia común.
NOVENO.- Además, el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales tiene como una de sus expresiones al Principio de
Congruencia, el cual exige la identidad que debe mediar entre la
materia, las partes, los hechos del proceso y lo resuelto por el
juzgador, en virtud a lo cual los Jueces no pueden otorgar más de
lo demandado o cosa distinta a lo pretendido, ni fundar sus
decisiones en hechos no aportados por los justiciables, con
obligación entonces de pronunciarse sobre las alegaciones
expuestas por las partes, tanto en sus escritos postulatorios como,
de ser el caso, en sus medios impugnatorios, de tal manera que
cuando se decide u ordena sobre una pretensión no postulada en
el proceso, y menos fijada como punto controvertido, o a la inversa,
cuando se excluye dicho pronunciamiento, se produce una
incongruencia, que altera la relación procesal y transgrede las
garantías del proceso regular. En el sentido descrito, se tiene que
la observancia del Principio de Congruencia implica que en toda
resolución judicial exista: 1) Coherencia entre lo peticionado por las
partes y lo finamente resuelto, sin omitir, alterar o excederse de
dichas peticiones (congruencia externa); y, 2) Armonía entre la
motivación y la parte resolutiva (congruencia interna), de tal
manera que la decisum sea el reflejo y externación lógica, jurídica
y congruente del razonamiento del juzgador, conforme a lo actuado
en la causa concreta, todo lo cual garantiza la observancia del
derecho al debido proceso, resguardando a los particulares y a la
colectividad de las decisiones arbitrarias, conforme a lo establecido
por el Tribunal Constitucional nacional en el fundamento jurídico
número once de la sentencia número 1230-2003-PCH/TC. En tal
escenario, corresponde también a este Supremo Tribunal
determinar si la decisión adoptada por la Sala de mérito fue
expedida respetando lo dispuesto por el Artículo 50° inciso 6) del
Código Procesal Civil, concordante con el mencionado Artículo 12°
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
que disciplinan que los Magistrados tienen la obligación de
fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia. El control de las decisiones jurisdiccionales y el
debido proceso en el caso concreto: DÉCIMO.- Ingresando al
análisis de la infracción normativa procesal que sirve de fundamento
al Recurso de Casación, se observa que el recurrente invoca como
agravio la vulneración al debido proceso (específicamente al
Principio de Motivación), al considerar que la sentencia recurrida
no se pronuncia por el argumento respecto a que la Municipalidad
Provincial de Tacna pudo requerir a la Asociación de Cambistas la
Resolución del Contrato de Arrendamiento, pero no demandar
directamente a una integrante de la Asociación, incurriendo en
ausencia de motivación, con infracción de los Artículos 12° del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 122°
inciso 3) del Código Procesal Civil. Agrega que no se han expresado
las razones específicas por las que se desestima su fundamentación
97139
y le permita ejercer el adecuado control de legalidad de la decisión
judicial y su derecho a recurrir en apelación, en relación a que el
Contrato de Arrendamiento es entre la Municipalidad Provincial de
Tacna y la Asociación de Cambista “Manuel A. Odría”, y si la
relación contractual es con la citada Asociación y la recurrente es
integrante de ella, por qué la Municipalidad arrendadora se irroga el
derecho de pretender retirar de la ocupación de los espacios a una
asociada de su arrendataria. Es en el contexto de lo detallado que
este Supremo Colegiado verificará si la Sentencia de Vista se
encuentra justificada externa e internamente y si ha respetado las
reglas de la motivación en estricto. DÉCIMO PRIMERO.- En lo
concerniente a la justificación interna, ella consiste en verificar que
el paso de las premisas a la conclusión es lógica o deductivamente
válido, sin que interese la validez de las propias premisas. Al
respecto se tiene que el orden lógico propuesto por la Sala Superior
para descalificar el título que pretende oponer la demandada, ha
sido el siguiente: Premisa normativa. El Artículo 911° del Código
Civil, que establece que la posesión precaria es la que se ejerce sin
título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido; Artículo 586° del
Código Procesal Civil, en cuanto establece quiénes pueden ser el
sujeto activo y pasivo en el desalojo y la aplicación de la
jurisprudencia vinculante establecida en la Casación número
2195-2011-UCAYALI, numeral cuatro, en cuanto señala que el
sujeto que goza de legitimación para obrar activa no solo puede ser
el propietario, sino también todo aquél que considere tener derecho
a la restitución de un predio. Premisa fáctica. La demandada alega
que existe controversia sobre su condición o no de asociada en la
Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría”, por lo que la
pretensora carece de legitimidad para obrar, la misma que
corresponde a la citada Asociación, quien fue la persona jurídica
que le cedió la posesión del espacio físico que ocupa, no uniéndole
ningún vínculo contractual con la Municipalidad accionante.
Conclusión. La condición de no asociada de la emplazada sí se
encuentra acreditada, dado que presentó su renuncia a la
Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría” mediante escrito del
tres de agosto de dos mil cinco22, la que fue aceptada en Asamblea
General de Socios del día diez del mismo mes y año y comunicada
la aceptación por escrito del doce del mes y año citados23. La
anotada Asociación se ha apersonado al proceso precisando que
la recurrente ya no pertenece a la misma y que se ha comunicado
a la Administración del Terminal Terrestre su negativa para
desocupar el espacio ocupado, lo que ha determinado la emisión
de la Resolución de Alcaldía número 1614-2002 del veintiocho de
noviembre de dos mil seis24, mediante la cual se le prohíbe realizar
actividad de cambio de moneda extranjera, decisión que ha
quedado firme al haberse declarado infundado el Recurso de
Reconsideración mediante Resolución de Alcaldía número 0171-
2007 del diecinueve de febrero de dos mil siete25. Por tanto, la
calidad de ocupante precaria se haya probada, máxime si la
pretensión de nulidad de los actos administrativos citados fue
declarada infundada mediante sentencia número 03-201426 emitida
en el expediente contencioso administrativo número 690-2007,
decisión que ha sido declarada consentida el doce de marzo de
dos mil catorce. La emplazada no cuenta con título vigente que
justifique la posesión del espacio físico reclamado, dado que
ejercía la posesión del mismo por ser miembro de la Asociación de
Cambistas ”Manuel A. Odría”, y ya no perteneciendo a la misma el
título que tenía ha fenecido. DÉCIMO SEGUNDO.- En lo que se
refiere a la justificación externa, ella consiste a decir de Manuel
Atienza en controlar la adecuación o solidez de las premisas27, lo
que supone que las normas contenidas en la premisa normativa
sean normas aplicables en el ordenamiento jurídico y que la
premisa fáctica sea la expresión de una proposición verdadera28.
En esa apariencia, este Supremo Tribunal considera que la
justificación externa realizada por la Sala Superior es adecuada,
desde que las premisas indicadas son las correctas para resolver
la materia en controversia, al haber atendido a los términos de lo
que fue objeto debatible y puntos controvertidos29. En atención a la
corrección de las premisas normativa y fáctica, la conclusión a la
que arribó la Sala Superior fue la adecuada, existiendo debida
justificación externa. Por tanto, debe rechazarse la casación por las
infracciones normativas procesales denunciadas, al advertirse un
desarrollo argumentativo suficiente y válido, con apreciación
razonada de las pruebas ofrecidas, admitidas y actuadas. DÉCIMO
TERCERO.- La recurrente también ha denunciado infracción
normativa material de los Artículos 1681° inciso 4), 911° y 1363°
(inaplicación) del Código Civil, bajo los argumentos que de acuerdo
al primero de los Artículos invocados en su inciso citado, la
arrendadora –Municipalidad Provincial de Tacna– se reservó el
derecho de accionar en recuperación del espacio físico cedido en
uso a la Asociación de Cambistas ante cualquier caso de
usurpación, perturbación o imposición de servidumbre que se
realice contra la voluntad de la arrendataria, y que si se diera un
uso distinto o se cediera el uso a tercera persona ello originaría la
resolución del contrato que deberá ejecutar la Municipalidad
accionante. Se agrega que conforme a lo previsto por el Artículo
1363° del Código Civil, los contratos sólo obligan a las partes
celebrantes; que frente a un caso como el de autos en el que se
discute sobre la condición de asociada o no de la recurrente, la
Municipalidad accionante no se encuentra legitimada para
intervenir en dicha controversia, debiendo haber demandado el
desalojo la Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría” y no la
Municipalidad Provincial de Tacna; que paga mensualmente la

97140 CASACIÓN
suma de S/.45.00 en la cuenta que la Municipalidad accionante
mantiene en el BBVA Banco Continental por concepto de uso de
área, lo que se comunica periódicamente al Gerente General de los
Terminales Terrestres y constituyen documentos que justifican la
posesión que ejerce la casante y a los que alude claramente el
Artículo 911° del Código Civil; y que habiendo la accionante cedido
una de sus propiedades a la Asociación, carece de legitimidad para
pretender zanjar cualquier diferencia societaria, salvo que
considere que dicha diferencia constituye un incumplimiento
contractual, en cuyo caso está facultada para resolver el Contrato.
DÉCIMO CUARTO.- Establece el Artículo 1681° del Código Civil en
el inciso 4) que el arrendatario está obligado: “A dar aviso inmediato
al arrendador de cualquier usurpación, perturbación o imposición
de servidumbre que se intente contra el bien”, y el Artículo 1363°
del mismo texto legal que: “Los contratos sólo producen efecto
entre las partes que los otorgan y sus herederos, salvo en cuanto a
éstos si se trata de derechos y obligaciones no transmisibles”. Este
último Artículo sirve de marco general a los diferentes contratos
típicos y atípicos que la legislación civil considera, de tal forma que
ciertamente, y prima facie, los contratos únicamente vinculan a
quienes participan en su celebración asumiendo derechos y
obligaciones, salvo la excepción que el propio articulado se
encarga de precisar. En ese contexto legal, es claro que los
Contratos de Arrendamiento del diecisiete de abril de dos mil seis y
once de febrero de dos mil ocho, que aluden las instrumentales de
fojas diez-once y doce-catorce, vinculan legalmente a la
Municipalidad Provincial de Tacna en su calidad de propietaria del
Terminal Terrestre de Pasajeros de Tacna, Sector Internacional, y a
la Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría”, cuyo objeto fue el
uso y disfrute en alquiler de los espacios físicos que forman parte
del aludido Terminal Terrestre y con el Espacio número 03 ocupado
por la demandada. Es en base a ese Principio de vinculación
contractual que cualquier controversia que surgiera en la ejecución
del contrato debe comprender a las partes intervinientes. No
obstante, cabe señalar que en el caso concreto no se encuentra en
discusión los términos que integran los referidos Contratos de
Arrendamiento ni la ejecución de los mismos, de allí que la relación
jurídica procesal de autos no contempla, en pureza, a la Asociación
de Cambistas, quien con fecha dieciocho de octubre de dos mil
once30 se apersonó al proceso, conviniendo con la demanda de
autos para que se declare fundada, al tener la emplazada la
condición de precaria pues no cuenta con título que justifique la
posesión que ejerce. DÉCIMO QUINTO.- En esa perspectiva, es
claro para este Supremo Tribunal que el acompañamiento de los
Contratos de Arrendamiento y la explicación factual acerca de la
relación contractual mantenida por la actora con la Asociación de
Cambistas que se esboza en la demanda incoada, ha sido con el
propósito de entender la forma cómo la casante ingresó a ocupar el
espacio número 3 materia de desalojo, concluyendo correctamente
los órganos de mérito que la accionada al ya no tener la condición
de asociada de la Asociación de Cambistas “Manuel A Odría”, por
renuncia expresa, incurre en la precariedad que describe el Artículo
911° del Código Civil, cuyos supuestos son numerus apertus desde
que en la Casación número 2195-2011-UCAYALI, de carácter
vinculante, se ha comprendido una gama indefinida de supuestos
de hecho que pueden configurar una ocupación precaria delimitada
por los propios hechos del caso concreto. Tal afirmación resulta
convincente y motivada conforme así se desprende del siguiente
texto de la apelada: “3.7. (…) si bien la recurrente refiere que su
condición de asociada o no asociada aún no se encuentra definida,
dicha afirmación no resulta cierta dado que conforme obra en autos
la recurrente presentó su renuncia a la referida asociación mediante
escrito de fecha tres de agosto de dos mil quince (…) la misma que
fue aceptada en asamblea general de socios de fecha diez de
agosto de dos mil cinco, y finalmente comunicada su aceptación
con escrito de fecha doce de agosto de dos mil cinco (…) hecho
que es ratificado por la Asociación de Cambistas Manuel A. Odría,
representada por su presidente, la cual apersonada al proceso
obrando como Litisconsorte Activo ha indicado que la demandada
no pertenece a la misma por haber renunciado, y que pese a ello
ante su renuencia a desocupar el citado espacio número 03, le
requirieron vía carta notarial de fecha septiembre de dos mil cinco
desocupe el espacio asignado a la asociación (…) habiendo
comunicado a la Administración del Terminal Terrestre Manuel A.
Odría dicha renuncia así como su negativa a desocupar el citado
espacio (…) hecho que tomado conocimiento se emite la
Resolución de Alcaldía número 1614-06 (…) donde se resuelve
‘Prohibir que Rufina Chuquimia de Huarachi realice la actividad de
cambio de moneda extrajera en el interior de los Terminales
Terrestres’, dado que ‘no tiene la calidad de asociada en la
Asociación de Cambistas Manuel A. Odría, misma que es luego
ratificada al declararse infundado el recurso de reconsideración
presentado por la demandada, Resolución de Alcaldía número
0171-07 (…), así como infundada su pretensión de nulidad sobre
las citadas resoluciones, conforme a la sentencia emitida en el
expediente de proceso contencioso administrativo número 690-
2007 (Sentencia número 03-2014) (…) consentida con fecha doce
de marzo de dos mil catorce, la cual si bien fue emitida con
posterioridad al inicio del presente proceso, corrobora que la
recurrente no tiene la calidad de socia de la citada Asociación de
Cambistas. (…) 3.8. (…) Examinado los autos, tenemos que la
demandada Rufina Chuquimia de Huarachi, no cuenta con título
alguno vigente que justifique la posesión del espacio número 03
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
(…) dado que si en un principio ocupaba el mismo por ser miembro
de la Asociación de cambistas Manuel A. Odría, una vez aceptada
su renuncia y no perteneciendo a la citada asociación, como se ha
desarrollado en los numerales anteriores, el título que tenía ha
fenecido, pues la ocupación que (sic) de los espacios existentes
para la labor de cambio de moneda se hace es en razón de
pertenecer a la Asociación de Cambistas Manuel A. Odría, con la
cual la demandante Municipalidad Provincial de Tacna tiene un
contrato de arrendamiento, y así, tampoco cuenta con algún otro
documento o título que le autorice para hacer uso del referido
espacio (…) no resultando suficiente que indique viene haciendo
pagos por concepto de uso de cupo para el cambio de moneda
extranjera en el Terminal Internacional desde el año dos mil dos, o
presente copia de un pago realizado a la Municipalidad Provincial
de Tacna en noviembre de dos mil quince, dado (sic) la imposibilidad
de que se le otorgue como persona natural el uso de alguno de
dichos espacios, conforme al Reglamento de Terminales Terrestres
citado por la demandante y la Asociación de Cambistas Manuel A.
Odría, teniendo entonces la demandada la calidad de ocupante
precario”. A ello debe agregarse que la casacionista no ha probado
que se desistió o retiró la renuncia formulada, que es lo que ahora
invoca, y con lo cual pretende refutar la negativa de la Asociación
de Cambistas y de la entidad demandante en cuanto coinciden en
que la emplazada ya no ostenta la condición de asociada. Por
tanto, aquélla al seguir haciendo uso del Espacio número 03
materia de reclamo, sin tener vínculo de ninguna naturaleza con la
Asociación ni con la accionante, genera la configuración de la
posesión precaria que se le atribuye, de acuerdo a lo previsto por
el Artículo 911° del Código Civil y el desarrollo jurídico de su
contenido y extensión conceptual logrado en la jurisprudencia
vinculante a que se refiere la Casación número 2195-2011-UCAYALI.
DÉCIMO SEXTO.- Finalmente, otro extremo de los fundamentos
del Recurso referido a las infracciones de orden sustantivo, afirma
que la Municipalidad accionante carece de legitimidad para
pretender zanjar cualquier diferencia que se produzca entre los
asociados, salvo que considere que dicha diferencia constituye un
incumplimiento contractual, en cuyo caso correspondería la
Resolución del Contrato. Sobre el particular, y como ya se ha
expresado en anteriores considerandos, no hay duda que la
relación contractual de arrendamiento sub materia relaciona a la
Municipalidad pretensora y a la Asociación de Cambistas “Manuel
A. Odría” y en ese sentido cualquier controversia que surgiera en la
ejecución de dicha relación contractual será resuelta entre ellas,
las suscribientes, de donde también cualquier discusión relacional
entre los asociados de la mencionada Asociación de Cambistas
será resuelta internamente, sin que en ello tenga injerencia la
accionante, quien habiendo sido comunicada oficialmente que la
demandada perdió la condición de asociada, por renuncia expresa,
y habiendo sido tal condición la situación fáctica que legitimaba su
ocupación, es que se convierte en una posesionaria precaria
pasible de ser demandada a efectos que la Municipalidad Provincial
de Tacna, quien no solo ha invocado sino también ha probado tener
derecho a la restitución del espacio número 03 del Terminal
Terrestre de Tacna, ejercite la acción de desalojo por ocupación
precaria. Por lo mismo, las infracciones a las disposiciones
sustantivas incoadas carecen de consistencia, tanto más si la Sala
Superior sobre el vínculo negocial entre la Municipalidad actora y la
Asociación de Cambistas “Manuel A. Odría” ha señalado: “3.7. (…)
del devenir del proceso no se ha acreditado que la demandada se
encuentre en posesión del espacio por que éste le haya sido cedido
por la ya tantas veces citada Asociación de Cambistas Manuel A.
Odría, la cual por el contrario aceptada su renuncia le comunicó
que ya no podía ocupar los sitios exclusivamente asignados a la
Asociación, y le requirió luego desocupe los mismos (…) dando
cumplimiento además a lo estipulado en el artículo 1681, numeral
4 del Código Civil, (…) por lo que no habiéndole cedido la
asociación ningún espacio tras su renuncia, no nos encontramos
ante un incumplimiento contractual que faculte la resolución del
contrato directa y únicamente contra la citada, y siendo ello así la
Municipalidad Provincial de Tacna no sólo se encuentra facultada
para demandar el desalojo en su calidad de propietaria del bien,
sino que además dicha pretensión es convenida por la Asociación
de Cambistas Manuel A. Odría (…)”. DÉCIMO SÉPTIMO.- En la
línea de criterios expuesta, los pronunciamientos finales de los
órganos judiciales de mérito, que han declarado y confirmado la
fundabilidad de la demanda, sostienen que Rufina Chuquimia de
Huarachi no ha desvirtuado la posesión precaria que se le atribuye
y menos aún ha acreditado ser asociada de la Asociación de
Cambistas “Manuel A. Odría”, con quien la accionante celebró un
Contrato de Arrendamiento por el uso de los espacios del Terminal
Terrestre de Tacna. DÉCIMO OCTAVO.- Por tanto y como se ha
logrado comprobar en sede de instancia, la recurrente Rufina
Chuquimia de Huarachi no cuenta con título que justifique la
posesión que ejerce sobre el espacio número 03 sub materia, por
lo que el Recurso de Casación debe ser desestimado. Por los
fundamentos expuestos y de acuerdo a lo regulado además por el
Artículo 397° del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO
el Recurso de Casación interpuesto por la demandada Rufina
Chuquimia de Huarachi, en consecuencia NO CASARON la
Sentencia Vista contenida en la resolución número cincuenta y seis
de fecha quince de enero de dos mil dieciséis, expedida por la Sala
Especializada en lo Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Tacna; DISPUSIERON la publicación de la presente
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en
los seguidos por Municipalidad Provincial de Tacna con Rufina
Chuquimia de Huarachi sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
los devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Inserto de folios 454 a 461.
2
Inserta de folios 443 a 449.
3
Inserta de folios 398 a 404.
4
Escrito de demanda inserto de folios 26 a 28.
5
Corriente de folios 59 a 64.
6
Obrante de folios 169 a 173.
7
Recuro inserto de folios 179 a 184.
8
Inserta de folios 215 a 222.
9
Inserta de folios 277 a 281.
10
Recurso inserto a folios 286 y 287.
11
Inserta de folios 365 a 370.
12
Inserta de folios 398 a 404.
13
Recurso obrante de folios 411 a 416.
14
Inserta de folios 443 a 449.
15
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
16
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
17
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
18
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
19
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
20
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
21
ATIENZA, Manuel. “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
22
Inserto a folios 17.
23
Documento inserto a folios 19.
24
Inserta a folios 05 y reverso.
25
Inserta a folios 06 a 09.
26
Inserta de folios 246 a 255.
27
ATIENZA, Manuel. Las razones del Derecho. Sobre la justificación de las
decisiones judiciales. En http://razonamiento jurídico.blogspt.com.
28
MORENO, Juan José y Vilajosana, Josep María. Introducción a la Teoría del
Derecho. Madrid, Marcial Pons Editores, página 184.
29
Fijados en la Audiencia Única del 21 de noviembre de 2012, obrante de
folios 141 a 146, consistentes en: 1) Determinar si la demandada está
en posesión del espacio N° 03 en el Terminal Terrestre Manuel A. Odría
(Sector Internacional), Sección Cambio de Moneda, sin título que ampare
su posesión, teniendo la condición de precario; 2) Determinar si procede la
restitución del referido inmueble a favor de la demandante, y, 3) Determinar
el derecho de propiedad de la entidad demandante.
30
Escrito inserto a folios 89 y 90.
C-1569469-88
CAS. Nº 1235-2016 LIMA NORTE
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, nueve de
agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por los demandantes Gabino Lázaro Carrión y Alicia
Pillaca Bautista de Lázaro (folios 577) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número cuatrocientos dieciocho del
catorce de setiembre de dos mil quince (folios 570) expedida por la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte, la cual confirmó la apelada contendida en la Resolución
número cuarenta y uno, del treinta de junio de dos mil catorce
(folios 525) que declaró infundada la demanda; para cuyo efecto
debe procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la parte recurrente fue notificada
validamente el tres de noviembre de dos mil quince (folio 590) e
interpuso recurso de casación el dieciséis de noviembre del mismo
97141
año (folios 577) y, iv) Cumple con acompañar el arancel judicial por
la presentación del presente recurso (folios 574). TERCERO.-
Respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del
artículo 388 del Código Adjetivo, se desprende (folios 534), que los
recurrentes impugnaron oportunamente la sentencia de primera
instancia. En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la
referida norma, manifiesta que su pedido es anulatorio (principal)
y revocatorio (accesorio). CUARTO.- Los demandantes Gabino
Lázaro Carrión y Alicia Pillaca Bautista de Lázaro, señalan como
causales de su recurso: a) Infracción normativa procesal del
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú e
inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil; refiere que
existe una motivación deficiente por parte de la Sala al no
pronunciarse correctamente sobre las normas sustantivas
invocadas, limitándose solo ha mencionarlas, además, toma como
prueba un medio probatorio impertinente que no tiene incidencia
con el presente proceso, hechos que atentan contra su Derecho a
la Tutela Judicial Efectiva, al no recibir, por parte del Estado, un
pronunciamiento acorde con los hechos y las pruebas aportadas
en el proceso. Del texto de la sentencia de vista, se advierte que la
Sala solo se ha limitado a describir los artículos del Código
Sustantivo, supuestamente aplicables al presente proceso, no está
demás mencionar el error en los considerandos 3.33 y 3.34 donde
hacen referencia a un artículo que no guarda ninguna coherencia
con lo actuado, en tanto la resolución cuestionada adolece de
motivación deficiente al no exponer detalladamente las razones a
su decisión jurisdiccional. Que la Sala para justificar su decisión
hace un razonamiento lógico a partir de una prueba impertinente,
confiriendo un sentido distinto a la misma; y. b) Infracción
normativa material de los artículos 896, 989, 950 y 952 del
Código Civil; señala que si bien es verdad que la declaración
judicial de la Nulidad de un Acto Jurídico produce la ficción jurídica
de que el acto nunca existió, esa ficción no puede ir más allá de la
realidad de los hechos y del derecho, pues en ese supuesto no
podría existir la figura del poseedor precario, por haber fenecido el
título que tenía, es más si el poseedor precario ocupa un bien en
forma pública, pacífica y continua por más de diez años, nada le
impide adquirir un bien por Prescripción. Que, en el considerando
3.8 se indica que no se ha probado el plazo de diez años, ni la
posesión continua, pacífica y pública como propietarios respecto al
lote, sin embargo, cómo se podría llegar a ese pronunciamiento si
antes no se ha dado tiempo de examinar correctamente los medios
probatorios y con ello llegar a un pronunciamiento de acuerdo a
derecho. Precisan que no tienen la condición de arrendatarios
como se ha mencionado en la resolución cuestionada, puesto que
desde que han adquirido la posesión del bien, siempre han actuado
como propietarios, por ese derecho han procedido a arrendar dicho
bien a una Empresa como lo han demostrado con el Contrato de
Arrendamiento, convirtiéndose, de acuerdo con el artículo 905 del
Código Civil en poseedores mediatos y nunca en arrendatario.
QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso de casación es
un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil. SEXTO.- En cuanto a la infracción
procesal denunciada en el ítem i) debe indicarse que los
argumentos expuestos por los demandantes se orientan a
cuestionar el valor probatorio de las pruebas analizadas por la Sala
Superior, es así que lo que pretenden los recurrentes es que realice
una nueva valoración del caudal probatorio, sin tener en cuenta
que ello, no es actividad constitutiva del recurso de casación,
además, no resulta factible revalorar los hechos ni juzgar los
motivos que formaron convicción en la Sala Superior, lo que es
ajeno al debate casatorio. 6.1 Por consiguiente, no se advierte
trasgresión al derecho y deber del órgano jurisdiccional de motivar
las resoluciones judiciales, el que tiene como principio básico, el de
congruencia procesal, que exige la relación de identidad entre la
decisión y los puntos controvertidos, esto es, en estricto la relación
de correspondencia que debe haber entre lo que se pide y resuelve
– en su dimensión objetiva, subjetiva y fáctica –, por medio del cual
se controla al órgano jurisdiccional, que desde la perspectiva de la
motivación interna y externa, haya justificado el por qué emite una
decisión en determinado sentido, condiciones que han sido
satisfechas en la sentencia recurrida puesto que ésta se pronuncia
sobre lo que fue materia de pretensión, esto es, la Declaración de
Propiedad por Prescripción Adquisitiva, estableciendo que el
demandante no acredita ejercer la posesión como propietario de
forma continua, pacífica y pública por el periodo que establece la
norma sustantiva, por lo que, se concluye que la recurrida contiene
una motivación coherente, precisa y sustentada en base a los
hechos invocados, absolviendo las posiciones y contraposiciones
asumidas por las partes durante el desarrollo del proceso,
valorando en forma conjunta los medios probatorios, utilizando su
apreciación razonada en observancia a la garantía constitucional
contenida en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú concordante con el inciso 3 del artículo 122 del Código

97142 CASACIÓN
Procesal Civil, deviniendo en improcedente la causal denunciada.
SÉTIMO.- En cuanto a la causal señalada en el ítem ii), tenemos
que el argumento para sustentar la denuncia de las normas
materiales, radica en que ha cumplido con acreditar una posesión
superior a los diez años si es que se le suma el ejercicio posesorio
de los anteriores transferentes, con lo que se satisfacerian los
requisitos necesarios para que opere la declaración de propiedad
por Prescripción Adquisitiva, sobre el particular, debe tenerse en
cuenta que los actores han pretendido a lo largo del proceso que se
les adicione el periodo de tiempo de posesión que, supuestamente,
ejercieron los anteriores vendedores, empero, conforme fue
señalado por el Colegiado Superior, el Contrato de Compraventa
mediante el cual se transfiere la posesión a favor de Eleazar
Requez Eguzquiza, quien es a su vez quien transfiere el bien vía
Contrato de Cesión de Posesión a Javier Lázaro Pillaca, quien
finalmente transfiere la posesión a los ahora demandantes, ha sido
declarado nulo por Resolución de Vista del veinticinco de noviembre
de dos mil diez y no puede surtir efecto alguno, abunda sobre el
particular, que la parte actora no ha proporcionado medios
probatorios que acrediten que desde que celebró el Contrato de
Cesión de Posesión de Terrenos del siete de enero de dos mil
once, ejerció la posesión como propietario ni acreditó el ejercicio de
la posesión de los cedentes, condiciones necesarias para que
prospere este tipo de acciones, supuestos que fueron evaluados
por el Colegiado Superior. OCTAVO.- Por tanto, no habiéndose
incurrido en vulneración de derecho o garantía alguna, o que se
haya aplicado incorrectamente normas de derecho material o
procesal, no se han satisfecho los requisitos exigidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, para hacer operante
este medio impugnatorio. Por estas consideraciones y de
conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por los demandantes Gabino Lázaro Carrión y Alicia Pillaca
Bautista de Lázaro (folios 577) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número cuatrocientos dieciocho del
catorce de setiembre de dos mil quince (folios 570) expedida por la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Gabino Lázaro Carrión y otra contra la Asociación de Vivienda
La Casuarinas de Santa Rosa ,sobre Prescripción Adquisitiva de
Dominio; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-89
CAS. Nº 1292-2016 LIMA
IMPUGNACIÓN DE ACUERDOS. Lima, cuatro de octubre de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es
materia de calificación el recurso de casación interpuesto por la
demandante Perfecta Estela Velásquez Robles (folios 328)
contra el auto de vista contenido en la Resolución número cinco de
fecha veintitrés de setiembre de dos mil quince (folios 287),
expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que confirmó el auto apelado contenido en la resolución
número uno de fecha veinte de noviembre de dos mil catorce (folios
138), que declaró improcedente la demanda; por lo que corresponde
examinar si el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos
por los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del
cumplimiento de los requisitos mencionados precedentemente, es
necesario tener presente que el recurso extraordinario de casación
es eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene
que estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la
norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en: i) La
infracción normativa, o ii) En el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Presentar una fundamentación puntualizada,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Esta exigencia, es para lograr los fines del recurso,
estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así,
es responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de la causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por la casante en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Se verifica que el recurso
cumple con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra el auto de vista expedido por la Quinta Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia pone fin al proceso; ii) Ante el
órgano jurisdiccional que emitió el auto de vista impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que la parte recurrente
fue notificada el dos de marzo del presente año (folio 367) e
interpuso el recurso de casación el once de marzo del año en curso
(folios 328); iv) Adjunta el pago del arancel judicial por la
presentación del recurso (folio 326). CUARTO.- Al evaluar los
requisitos de procedencia contenidos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, se verifica que la parte recurrente cumple con el
requisito previsto en el inciso 1, toda vez que no consintió el auto
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de primera instancia, pues al serle adverso lo impugnó mediante
recurso de apelación (folios 244). En cuanto al requisito señalado
en el inciso 4 manifiesta que su pedido es anulatorio y revocatorio.
QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso de casación
bajo las siguientes causales: a) Infracción normativa por
inaplicación del inciso 23 del artículo 2 de la Constitución
Política del Perú; argumentando que no tuvo la oportunidad de
conocer el contenido del Acta de Asamblea Extraordinaria de fecha
dieciocho de julio de dos mil catorce que resuelve su exclusión,
toda vez que, conforme se observa de la Carta Notarial de fecha
veintidós de agosto de dos mil catorce, no se adjunta el Acta que
determina la exclusión, mucho menos señala los argumentos de
hecho y derecho que suponen la aparente falta a fin de que la
demandante en ejercicio de su Derecho de Defensa presente los
descargos correspondientes y pueda impugnar la misma.
Asimismo, señala que la exclusión se produjo como resultado de la
asamblea extraordinaria de fecha dieciocho de julio de dos mil
catorce, a la cual la demandante no acudió, toda vez que
presentaba problemas de salud, conforme al certificado médico
que fue puesto a conocimiento del Consejo Directivo de la
Asociación en su oportunidad, por lo que no debió ser sancionada
en ausencia. b) Infracción normativa por inaplicación del inciso
3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú; señalando
que no se ha tomado en cuenta que hasta la fecha desconoce el
contenido del acuerdo de la Asamblea General Extraordinaria de
fecha dieciocho de julio de dos mil catorce, pese a que se ha
requerido en más de una oportunidad la misma, vulnerándose el
Debido Proceso y Tutela Jurisdiccional. Asimismo, se ha vulnerado
dicho derecho al haberse presentado la demanda dentro del plazo
establecido en el artículo 92 del Código Civil. c) Infracción
normativa por inaplicación del artículo 124 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial; argumentando que del artículo 124 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se desprende que solamente se
permite accionar judicialmente en los días hábiles, por lo tanto los
días inhábiles no son considerados para determinar el plazo de
interposición de la demanda, más aún si el artículo 92 del Código
Civil, no señala si los sesenta días de plazo para interponer la
demanda corresponden a días hábiles o inhábiles. En el presente
caso, la demandante tuvo conocimiento de la exclusión de la que
fue víctima el día veintidós de agosto de dos mil catorce, conforme
se acredita con la carta notarial de la misma fecha, sin embargo a
la referida carta no se le adjuntó el Acta de Acuerdo de Asamblea
Extraordinaria de la Asociación de Comerciantes Apóstol Santiago
de fecha dieciocho de julio de dos mil catorce, por lo que hasta el
momento la recurrente no toma conocimiento del contenido de la
referida acta, más aún no conoce las conclusiones que determinan
su exclusión, sin embargo, se ha señalado que tomó conocimiento
de la exclusión de la que fue víctima el dieciocho de julio de dos mil
catorce, lo que resulta falaz toda vez que en autos se encuentra
acreditado que la demandante no pudo asistir a la asamblea
extraordinaria programada para esa fecha, por lo que la decisión
de dicha reunión fue puesta a conocimiento de la demandante el
veintidós de agosto de dos mil catorce, conforme se advierte de la
carta notarial de la misma, remitida por el Presidente del Consejo
Directivo de la Asociación demandada, acotando que se encontraba
imposibilitada de acudir a presentar su escrito de demanda los días
inhábiles (sábados, domingos y feriados) al no tener atención las
instalaciones del Poder Judicial; y. d) Apartamiento de
Precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional y la Corte
Suprema respecto a los pronunciamientos sobre impugnación
de acuerdos: Expediente número 8605-2005-AA/TC, sobre el
debido procedimiento administrativo y derecho de defensa;
Expediente número 5215-2007-AA/TC, sobre impugnación de
acuerdos. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código Procesal
Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a la infracción denunciada en el ítem a), esta
merece ser desestimada, por cuanto, la parte recurrente confunde
el derecho a la legítima defensa que consagra el inciso 23 del
artículo 2 de la Constitución Política del Perú con el Derecho de
Defensa, en el cual sustenta la infracción alegada, resultando
además impertinente para cuestionar la decisión de las instancias
de mérito que declararon liminarmente improcedente la demanda
sobre impugnación de acuerdos, al no haber el demandante
cumplido con presentarla dentro del plazo previsto por el artículo
92 del Código Civil. NOVENO.- En cuanto a la i n f r a c c i ó n
denunciada en el ítem b), debe mencionarse que el derecho
fundamental al Debido Proceso, es un derecho que comprende, a
su vez, diversos derechos fundamentales de orden procesal que
en conjunto garantizan que el procedimiento o proceso en el cual
se encuentre inmerso una persona, se realice y concluya con el
necesario respeto y protección de todos los derechos que en él
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
puedan encontrarse comprendidos; En este caso, la infracción
señalada debe ser rechazada, por cuanto, se advierte que el
derecho que alega haber sido vulnerado, ha sido respetado a lo
largo del proceso, advirtiéndose más bien que los argumentos de la
parte recurrente están dirigidos a cuestionar el criterio jurídico
adoptado por las instancias de mérito que declararon improcedente
la demanda, por cuanto la misma no fue presentada dentro del
plazo de sesenta días previsto por el artículo 92 del Código Civil,
empero, esos aspectos no pueden ser motivo de casación, pues a
través de este medio de impugnación no se constituye una tercera
instancia, para trasladar al órgano jurisdiccional el poder para de
nuevo enjuiciar los hechos y las pruebas. DÉCIMO.- Respecto a la
infracción denunciada en el ítem c), esta merece ser desestimada,
por cuanto el artículo 124 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que
considera ha sido inaplicado, está referido al plazo de las
actuaciones judiciales, es decir, a las realizadas por los órganos
judiciales, más no por las partes o terceros que intervienen en el
proceso, por lo que no guarda relación con lo resuelto en el auto de
vista impugnado. DÉCIMO PRIMERO.- Finalmente la infracción
denunciada en el ítem d), cabe mencionar que las sentencias del
Tribunal Constitucional mencionadas no se refieren al plazo de
interposición de demanda sobre impugnación de acuerdos y
además no constituyen precedentes judiciales vinculantes, por lo
tanto, al no tener incidencia sobre la decisión adoptada en autos,
dicha infracción merece ser desestimada. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la demandante Perfecta Estela Velásquez Robles
(folios 328) contra el auto de vista contenido en la Resolución
número cinco de fecha veintitrés de setiembre de dos mil quince
(folios 287), expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima,; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Perfecta Estela Velásquez Robles contra la
Asociación de Comerciantes Apóstol Santiago, sobre Impugnación
de Acuerdos; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-90
CAS. Nº 1385-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, nueve de junio
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por Melania Carmela Medina Pérez a fojas
trescientos sesenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos veintiocho, de fecha diecinueve de enero de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas
ciento sesenta y cinco, de fecha diecisiete de marzo de dos mil
quince, que declara fundada la demanda; para cuyo efecto este
Colegiado debe proceder a calificar los requisitos de admisibilidad
y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a la
modificación establecida en la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad, se advierte que el
presente recurso de casación cumple con los requisitos previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez que se ha
interpuesto contra una resolución que pone fin al proceso, ante el
Órgano Jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, dentro
del plazo de diez días contado desde el día siguiente de notificada
la citada resolución y adjuntando la tasa judicial correspondiente.
TERCERO.- Que, como sustento de su recurso, la parte impugnante
alega las causales de infracción normativa de carácter material,
consistentes en: 1) Interpretación errónea del IV Pleno Casatorio
Civil, en el sentido que quien demanda el desalojo tiene que
demostrar ser propietario no solamente del suelo, sino también de
la construcción sobre él existente; sin embargo, a la Sala Superior
le resulta indiferente si la demandante es propietaria o no de la
construcción, porque en todo caso la demandada debe accionar
en otro proceso donde deberá demostrar la propiedad que reclama
y luego solicitar la restitución de esa fábrica , lo cual resulta un
exceso; 2) Interpretación errónea del artículo 954 Código
Civil, señala que la Sala Superior considera que el inmueble es
una unidad, en tanto que la propiedad de uno y otro le pertenece
a la misma persona, lo cual no es así, por cuanto de la norma
en ninguna parte se lee que el terreno y construcción son uno
solo; la norma se refiere a la extensión de la propiedad, es decir
al sub suelo y al sobre suelo; y 3) Inaplicación del Principio de
Primacía de la Realidad, señala que no se ha tomado en cuenta
la verdadera simulación de los actos de traslación de dominio
respecto del inmueble sub litis, puesto que a la recurrente nunca
se le despojó del bien al extremo que inclusive hasta ahora vive
allí; que cuando simula la venta a nombre de su hermano Armando
Victoriano Medina Pérez, este nunca le reclama nada, y cuando
él por orden de la recurrente dona la propiedad a favor de Juan
Aurelio Medina Ramos y su esposa, estos tampoco reclaman la
entrega, es recién que ahora la demandante pretende despojarla
previo apoderamiento de la fábrica. CUARTO.- Que, evaluados los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil respecto a las causales denunciadas, se advierte
que la recurrente apeló la resolución de primera instancia que le
fue desfavorable, conforme se advierte a fojas doscientos setenta
y nueve. Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta
en la causal de infracción normativa de carácter material y a
97143
su vez de los argumentos del mismo se aprecia que su pedido
casatorio es revocatorio; cumpliendo con ello los presupuestos de
los incisos 1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que,
analizada la fundamentación de la causal denunciada se advierte
que no puede estimarse, debido a que el recurso de casación no
satisface el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, al no haberse demostrado la incidencia
directa de la infracción denunciada respecto a la decisión
impugnada, advirtiéndose que lo que pretende la recurrente
es revertir lo resuelto por la instancia de mérito, la misma que
claramente ha establecido que en el Cuarto Pleno Casatorio en
materia Civil, se establecieron reglas claras con carácter vinculante,
a su vez se estableció que cuando el demandado afirme haber
realizado construcciones o modificaciones sobre el predio materia
de desalojo -sea de buena o mala fe- no justifica que se declare
la improcedencia de la demanda, bajo el sustento que debe
dilucidarse previamente en otro proceso. Sino que debe verificar
si el demandante tiene o no derecho a disfrutar de la posesión que
invoca, dejándose a salvo el derecho del demandado a reclamar
en otro proceso lo que considere pertinente. Que en el presente
caso la demandante ha acreditado ser propietaria del inmueble,
mientras que la demandada si bien ha acreditado que ha realizado
las construcciones que se encuentran sobre el terreno, también lo
es que en base al registro que obra en la Partida número 44843617
de los Registros Públicos, la aludida demandada transfirió la
propiedad del bien no pudiendo determinarse en este proceso si
solo transfirió el terreno o también con las construcciones. Por
lo tanto la situación de la demandada es la de precario al haber
fenecido el título que esta tenía; en consecuencia, el recurso
de casación propuesto deviene en improcedente. Por estas
consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Melania Carmela Medina Pérez a fojas
trescientos sesenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos veintiocho, de fecha diecinueve de enero de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Adela Auccapiña Huamán contra Melania Carmela
Medina Pérez y otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La
Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Romero Díaz.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-91
CAS. Nº 1511-2016 TACNA
INTERDICTO DE RETENER. Lima, veintiuno de noviembre de dos
mil dieciséis. AUTOS Y VISTOS; con el expediente principal y
Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
Recurso de Casación obrante a fojas quinientos trece y quinientos
catorce, interpuesto por la Asociación de Comerciantes del
Mercado Santa Susana contra la Sentencia de Vista contenida en
la Resolución número cincuenta y uno de fecha tres de marzo de
dos mil dieciséis, corriente de folios quinientos tres a quinientos
seis, expedida por la Sala Especializada en lo Civil Transitoria de la
Corte Superior de Justicia de Tacna que confirma la sentencia
apelada de primera instancia que declara fundada la demanda
sobre Interdicto de Retener y en consecuencia dispone el cese de
los actos perturbatorios por parte de la Asociación accionada
respecto de la posesión que mantienen en el interior del Mercado
Santa Susana los accionantes, así como la apertura de las puertas
que se encuentran cerradas, las que deben permanecer abiertas
durante el tiempo de atención y/o funcionamiento del Mercado.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación
según lo preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que
exige que lo que se impugne sea una Sentencia o Auto expedido
por una Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado,
ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así,
si el Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado
que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto
ante el órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii)
La verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la Tabla de Aranceles Judiciales vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- Comprobando el
cumplimiento de los requisitos de admisibilidad, se desprende que
el Recurso bajo calificación satisface los citados en el precedente
considerando, por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de
Vista que pone fin al proceso sobre Interdicto de Retener, expedida
mediante Resolución número cincuenta y uno de fecha tres de
marzo de dos mil dieciséis, corriente de folios quinientos tres a
quinientos seis; b) Se interpone ante la Sala Especializada en lo

97144 CASACIÓN
Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Tacna, como
órgano superior que emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose
por tal circunstancia acompañar los recaudos adicionales; c) Se
presenta dentro del plazo establecido por ley, dado que la Sentencia
de Vista se notificó a la Asociación recurrente el uno de abril de dos
mil dieciséis, según cargo de entrega de cédulas obrante a folios
quinientos diez, y el Recurso se presentó el día ocho del mismo
mes y año; y, d) En lo que se refiere al pago de la tasa judicial
respectiva, se observa que la impugnante ha cumplido con adjuntar
la obrante a folios treinta y cuatro del Cuaderno de Casación,
dando cumplimiento al mandato emitido por esta Sala Suprema
mediante Resolución de fecha seis de junio del año en curso,
corriente a folios veintitrés y veinticuatro del mismo Cuaderno.
CUARTO.- Asimismo, la casacionista cumple con lo establecido
por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil, al no haber
dejado consentir la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable, expedida por el Primer Juzgado Especializado Civil
de la Corte Superior de Justicia de Tacna mediante Resolución
número cuarenta y siete de fecha diecinueve de octubre de dos mil
quince, inserta de folios cuatrocientos sesenta y ocho a
cuatrocientos setenta y tres. QUINTO.- El Recurso de Casación es
formal y excepcional, por lo que debe estar estructurado con
precisión y estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo
al impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. SEXTO.- En ese contexto, corresponde realizar la
labor de verificación del cumplimiento de los restantes requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388° del Código
Procesal Civil. SÉPTIMO.- Encaminados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en la
Infracción Normativa Procesal del Artículo 606° del Código
Procesal Civil, sosteniéndose que: a) La Sala Superior no efectúa
una correcta interpretación de la disposición invocada, dado que en
el transcurso del proceso los propios actores han manifestado y
está estipulado en la parte uno de la sentencia, que la demandada
lo viene amenazando con un proceso de desalojo, sin acreditar ese
hecho objetivamente en autos, situación que resulta muy distinta a
lo que establece el Artículo 606° del Código Procesal Civil, cuyo
sustento fundamental es el de la perturbación en el ejercicio de la
posesión, tal es así que en el fundamento 1.2 se indica que el Juez
de Paz de Leoncio Prado también certifica que se trata de
amenazas y que inclusive una de las demandantes, Guillermina
Choque Ticona, cuenta con la llave correspondiente, y que en
representación de los accionantes permite el acceso de éstos en
forma libre; y, b) Según la documentación de la COFOPRI obrantes
en autos, los demandantes tampoco tienen la condición de
posesionarios, por lo que no debió admitirse la demanda y menos
aún declararse fundado el Interdicto de Retener. OCTAVO.- Los
argumentos en los que se sustentan las denuncias resumidas en el
anterior considerando no abonan a los fines del Recurso, desde
que incumplen con los requisitos de procedencia previstos por el
Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal Civil. Ello es así
atendiendo a los fundamentos que a continuación se desarrollan,
no sin antes precisarse que los mismos se centran en denunciar
reiterativamente que los actores no tienen la condición de
posesionarios y menos aún que se hayan ejecutado actos
perturbatorios contra la posesión que supuestamente ejercen.
NOVENO.- Del resumen contenido en el acápite a), se tiene que
éste carece de consistencia, desde que conforme se desprende la
fundamentación fáctica del petitorio de la demanda incoada, los
pretensores, representados por Miguel Ángel Espinoza, expusieron
los hechos considerados como actos perturbatorios de la posesión
que vienen ejerciendo respecto de los Puestos de Venta y servicios
ubicados dentro del Mercado Santa Susana, ubicado en el Pueblo
Joven Leoncio Prado, consistentes en el cierre de las puertas de
acceso al Mercado, lo que ha sido constatado por el Juez de Paz
Letrado de Leoncio Prado según el Acta levantada el cuatro de julio
de dos mil once a las ocho horas con cuarenta minutos de la
mañana, mediante actos que se afirman eran reiterativos. Es cierto
que parte de sus argumentos se dirigieron también a afirmar que
vienen siendo amenazados por la Presidenta de la Asociación del
Mercado con desalojarlos, depurándolos de esta manera para
colocar a otras personas. DÉCIMO.- Sobre ese último extremo
(amenazas de desalojo) se aprecia que los órganos judiciales de
mérito no se han servido del mismo para sustentar sus decisiones,
menos aún para verse convencidos de los hechos alegados por los
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
justiciables, toda vez que tanto el Juez de primera instancia como
la Sala Superior se han ocupado de desarrollar las condiciones que
deben cumplirse para la procedencia del Interdicto de Retener. Así
tenemos que el Ad quem sobre tal asunto, precisó en el fundamento
1.2 de la recurrida que: “Este interdicto es calificado de perturbación,
de pretensión por inquietación o acción conservativa. Evita que el
poseedor sea perturbado en el ejercicio de su posesión o la
perturbación de orden material: hechos y no amenazas como la
ejecución de obras o la existencia de construcciones en estado
ruinoso como ejemplo se cita la destrucción de alambrados y
cercos, el retiro de tranqueras, la utilización de un pozo de agua.
1.3.-En todos los casos, la pretensión consistirá en el cese de estos
actos (…)” (subrayados no aparecen en el original). DÉCIMO
PRIMERO.- A lo argumentado por la Sala Superior es pertinente
traer a colación lo expresado por el jurista Alsina, para quien: “Solo
habrá turbación en la posesión cuando contra la voluntad del
poseedor del inmueble, alguien ejerciere, con intención de poseer,
actos de posesión de los que resultare una exclusión absoluta del
poseedor. No se admite la turbación de derecho y se exige para la
procedencia del interdicto de retener que se haya tratado de
inquietar la posesión del actor por actos materiales que se
expresarán en la demanda”2. De ello se colige que el Interdicto de
Retener procede cuando el poseedor es perturbado con actos que
le inquieten y que, de algún modo, expresen la intención de
despojarlo o limitarlo en la posesión, lo que a su vez permite afirmar
que por lo general para que haya perturbación se debe probar que
los actos materiales tienen esa doble característica. Adicionalmente,
es posible que se presenten amenazas de palabra sobre la
posesión o disposiciones administrativas en esa misma dirección,
que importarán actos materiales de perturbación si hay principio de
ejecución y de tal magnitud que turben la situación de hecho
existente. DÉCIMO SEGUNDO.- En el caso concreto los órganos
de instancia han dejado establecido que el Interdicto de Retener
supone la presencia de actos materiales concretos de turbación en
la posesión y no de amenazas u otros actos semejantes, criterio
que se condice con lo también expresado por esta Sala Suprema
en la Casación número 1255-2014-AYACUCHO, donde se
desarrollan los presupuestos elementales para reclamar aquella
pretensión, señalando que debe haberse inquietado al poseedor
con actos materiales que se expresarán en la demanda, como
acontece en el caso sub materia. DÉCIMO TERCERO.- De otro
lado, denuncia la casante que en las actuaciones realizadas por el
Juez de Paz de Leoncio Prado, se deja constancia de amenazas y
que incluso la poseedora demandante Guillermina Choque Ticona
cuenta con la llave que le permitiría a ella como a los demás
poseedores accionantes el libre acceso al Mercado Santa Susana.
Sobre el particular, basta dar lectura de las Actas de Constataciones
escoltadas con la demanda para apreciar que en ninguna de ellas
se lee extremo que refiera la manifestación por parte de los
ocupantes de los puestos de estar sufriendo amenazas como las
de un posible desalojo, conteniendo gran parte de dichas
constataciones una descripción de lo existente en los diferentes
puestos, a excepción de la corriente a folios tres, en la que el Juez
de Paz de Leoncio Prado anota la circunstancia del cierre de dos
puertas del Mercado que impiden el ingreso de los accionantes a
sus puestos de venta y servicios. Así también fluye del Acta de
Constatación de folios cincuenta y dos, correspondiente a la actora
Guillermina Choque Ticona, que ella no contiene registro alguno
respecto a que cuente con llaves que abran las puertas de acceso
al Mercado Santa Susana. DÉCIMO CUARTO.- Esa misma línea
desestimativa sigue la denuncia descrita en el literal b), desde que
el proceso iniciado no tiene como objeto la dilucidación del mejor
derecho a la posesión, sino la dilucidación de la existencia o no de
actos perturbatorios en la posesión demostrada por los reclamantes,
de la que los órganos de instancia se han considerado convencidos;
por consiguiente, lo que vaya a resolverse en los trámites
administrativos que invoca la Asociación de Comerciantes del
Mercado Santa Susana, no tiene incidencia directa con lo discutido
en la presente causa judicial, más todavía si esos trámites se
orientan a la regularización y formalización de aquella Asociación y
sobre el reconocimiento de sus asociados con el propósito de
regularizar la posesión que ejercen en los puestos de ventas y
servicios, como así lo han expresado los justiciables en la demanda
y contradictorio. Además, lo resuelto por el Organismo de
Formalización de la Propiedad Informal–COFOPRI a través de la
Resolución de Jefatura de la Oficina Zonal de Tacna número
042-20015-COFOPRI/OZTAC3, no tiene mayor incidencia sobre lo
debatido en el caso de autos, al referirse la naturaleza de la
pretensión a la perturbación material en la posesión y su probanza
objetiva, sin ser relevante el origen de la misma, lo que debe
debatirse y resolver en la forma legal que corresponda. DÉCIMO
QUINTO.- Finalmente, esta Sala Suprema determina, por un lado,
que la Sentencia de Vista materia de Casación contiene una
adecuada motivación en concordancia con la controversia
planteada y, de otro lado, que con las denuncias expuestas por la
Asociación casacionista se manifiesta, en puridad, una intención
modificatoria de la conclusión arribada por la Sala de mérito,
asumida en base a las pruebas ofrecidas, admitidas y actuadas, sin
tener en cuenta que la situación fáctica establecida en sede de
instancia no puede variarse, al implicar la revaloración del caudal
probatorio, lo que es un aspecto generalmente ajeno al debate en
Sede Extraordinaria, atendiendo a las finalidades del Recurso de
Casación previstas en el Artículo 384° del Código Procesal Civil,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
circunscritas a la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y a la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia de la República. DÉCIMO SEXTO.- Por
último, si bien la casacionista precisa que su pedido casatorio es
revocatorio, cumpliendo la exigencia que informa el inciso 4) del
Artículo 388° del Código Procesal Civil, ello es insuficiente para la
procedencia del Recurso interpuesto, pues los requisitos de fondo
que prevé aquella disposición son necesariamente concurrentes, lo
que no ocurre en el caso concreto. Por tales razones y en aplicación
de lo preceptuado además por el Artículo 392° del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación
interpuesto por la Asociación de Comerciantes del Mercado Santa
Susana contra la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número cincuenta y uno de fecha tres de marzo de dos mil dieciséis,
corriente de folios quinientos tres a quinientos seis, expedida por la
Sala Especializada en lo Civil Transitoria de la Corte Superior de
Justicia de Tacna; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Fredesbinda Ale González y otros con la
Asociación de Comerciantes del Mercado Santa Susana sobre
Interdicto de Retener; y los devolvieron. Ponente Señor Yaya
Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
ALSINA, Hugo. Tratado Teórico Práctico de Derechos Procesal Civil y
Comercial. Segunda Edición. Siete Tomos. Buenos Aires, Argentina. Editorial
Ediar S.A. Editores, 1987, página 302.
3
Inserta de folios 478 a 484.
C-1569469-92
CAS. Nº 1516-2016 CUSCO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, diez
de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación de fojas cuatrocientos cuatro interpuesto
por Rufino Peralta Montesinos contra la sentencia de vista de
fojas trescientos ochenta y tres, de fecha uno de abril de dos
mil dieciséis, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco, la misma que confirma la sentencia apelada
que declaró infundada la demanda; por lo que corresponde
calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia del medio
impugnatorio conforme a lo previsto por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- En cuanto a los requisitos de admisibilidad, es del
caso señalar que el presente recurso, acorde a lo dispuesto por
el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco que
como órgano de segundo grado pone fin al proceso; ii) Ante la
Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del
plazo previsto por la indicada disposición procesal; y, iv) Adjunta
la tasa judicial correspondiente. TERCERO.- En lo atinente a los
requisitos de procedencia, se advierte que el recurrente, en su
momento impugnó la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable, dando cumplimiento al requisito contemplado por el
artículo 388 inciso 1 del Código Procesal Civil. CUARTO.- De otro
lado, el impugnante invoca la infracción normativa procesal de
los artículos I del Título Preliminar, 50 inciso 6, 122 incisos 3
y 4, 127 y 197 del Código Procesal Civil y 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú; sostiene que se ha afectado su
derecho, toda vez que no se ha valorado el mérito de la prueba
que ampara su derecho y que consiste en los actuados a nivel
Fiscal, en los que se establece que la presentación del original
del documento supuestamente falsificado debía revisarlo Freddy
Pinares García mas no el recurrente. QUINTO.- El recurso
extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo que
debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos por los recurrentes en
la formulación del recurso. SEXTO.- En cuanto al agravio descrito
en el cuarto considerando de la presente resolución, corresponde
indicar que la misma no puede ampararse, por cuanto incumple
con los requisitos previstos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil; pues, si bien la parte recurrente sostiene
que se afecta su derecho por cuanto no se valoraron debidamente
los medios probatorios, cierto también es, que de dicha afirmación
no se advierte con claridad ni precisión la incidencia directa que
la misma tendría sobre la decisión adoptada, evidenciándose más
97145
bien de lo ahí expuesto, que en realidad lo que pretende es que se
ampare su derecho bajo una revaloración probatoria, lo cual no es
viable, por contravenir los fines del recurso; sin embargo, esta Sala
Suprema después de haber efectuado el análisis de la resolución
recurrida, concluye que el fallo ha sido adoptado con arreglo a
ley, al haberse dejado debidamente establecido que la denuncia
formulada por la emplazada se efectuó en el uso de su ejercicio
regular de un derecho, con la finalidad de que se establezca que
el documento aparentemente suscrito por su persona era falso;
y si bien dicha comprobación no pudo efectuarse por la falta
del documento original, lo cual originó la no formalización de la
investigación preparatoria, ello no es razón para alegar el daño
moral; y al no evidenciarse afectación alguna al Debido Proceso,
el recurso de casación debe desestimarse. Por tales razones y en
aplicación de lo preceptuado por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas
cuatrocientos cuatro interpuesto por Rufino Peralta Montesinos
contra la sentencia de vista de fojas trescientos ochenta y tres,
de fecha uno de abril de dos mil dieciséis, expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Rufino
Peralta Montesinos con Rita Ceferina Carrasco López, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-93
CAS. Nº 1627-2016 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dieciocho
de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal
el recurso de casación interpuesto por Enrique Escobar Ramos
y Martha Gina Obeso Rodrigo a fojas quinientos treinta y ocho,
contra la sentencia de vista de fojas quinientos cuatro, de fecha
uno de octubre de dos mil quince, emitida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que
confirma la sentencia apelada de fojas cuatrocientos dieciocho,
de fecha veintiséis de diciembre de dos mil catorce, que declara
fundada la demanda interpuesta por Orlando Óscar Valverde
Roca, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, se advierte que el presente recurso de casación satisface
dichas exigencias, al haberse interpuesto: I) Contra una resolución
expedida por la Sala Superior respectiva que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Ante la Sala Superior que
emitió la resolución impugnada, que para el caso de autos es la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; III) Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día
siguiente de notificada la resolución que se impugna, conforme se
corrobora con el cargo de notificación obrante a fojas cuarenta y
cinco del cuadernillo de casación; y IV) Adjuntando el respectivo
arancel por recurso de casación. TERCERO.- Que, respecto a
los requisitos de procedencia contenidos en los incisos 1 y 4 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte de autos que los
recurrentes apelaron la sentencia de primera instancia que les fue
adversa y señalaron que su pedido casatorio es revocatorio; por
lo que ambos requisitos han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en
cuanto a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, los recurrentes denuncian: A) La
infracción normativa material del artículo 1708 del Código
Civil y numeral 5.4 de la parte resolutiva del IV Pleno Casatorio
Civil (Casación número 2195-2011-UCAYALI), alegando que
la Sala Superior al emitir la sentencia de vista ha interpretado
erróneamente el Pleno Casatorio en mención, por cuanto debió
interpretar que, así como “la enajenación de un bien arrendado,
cuyo contrato no estuviera inscrito en los Registros Públicos
convierte en precario al arrendatario, respecto del nuevo dueño”;
también debe exigirse que dicha enajenación de bien arrendado
debe estar inscrita en los Registros Públicos, hecho que no se da
en el presente caso; y B) La inaplicación del artículo 2 inciso 2
de la Constitución Política del Perú, alegando que la sentencia
de vista debió considerar y exigir que la titularidad del bien
inmueble, por parte de los demandantes, también debe ir inscrito
en los Registros Públicos, a igual razón igual derecho. QUINTO.-
Que, estando a los fundamentos expuestos se advierte que las
causales denunciadas no satisfacen el requisito de procedencia
señalado en el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
porque ni el artículo 1708 del Código Civil, ni el numeral 5.4 de
la parte resolutiva del IV Pleno Casatorio Civil (Casación número
2195-2011-UCAYALI), señalan que el nuevo propietario debe tener
su Derecho de Propiedad inscrito en los Registros Públicos para
exigirle al arrendatario del anterior propietario la desocupación
del inmueble, únicamente exigen que en caso de enajenación
de un bien arrendado, el nuevo propietario debe respetar el
contrato siempre que el arrendamiento se encuentre inscrito
en los Registros Públicos, razón por la cual no se ve vulnerado

97146 CASACIÓN
en el caso de autos el Principio de Igualdad ante la Ley; por lo
que, las causales denunciadas devienen en improcedentes,
al no haberse cumplido con demostrar la incidencia directa de
las infracciones denunciadas sobre la decisión impugnada. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Enrique Escobar Ramos y Martha Gina
Obeso Rodrigo a fojas quinientos treinta y ocho, contra la sentencia
de vista de fojas quinientos cuatro, de fecha uno de octubre de
dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Orlando Óscar Valverde
Roca contra Enrique Escobar Ramos y otra, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-94
CAS. Nº 1691-2016 CUSCO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO Lima, diecisiete de octubre de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Reynaldo Alviz Montañez a fojas seiscientos
setenta y tres, contra la resolución de vista de fojas seiscientos
sesenta y tres, de fecha siete de abril de dos mil dieciséis, emitida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que
confirma la resolución apelada de fojas quinientos noventa y uno,
de fecha doce de mayo de dos mil quince, que declara infundada
la demanda de Nulidad de Acto Jurídico con lo demás que dicha
resolución contiene; para cuyo efecto este Colegiado debe
proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida
en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad se advierte que el presente recurso
de casación cumple con los requisitos previstos en el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
toda vez que se ha interpuesto contra una resolución que pone fin
al proceso, ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada, dentro del plazo de diez días contado desde el día
siguiente de notificada la citada resolución y adjuntando la tasa
judicial correspondiente. TERCERO.- Que, como sustento de su
recurso, la parte impugnante alega las causales de: 1) Infracción
normativa de carácter procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de
la Constitución Política del Perú, concordante con el artículo
198 del Código Procesal Civil: La Sala al momento de emitir
el fallo no se ha pronunciado respecto a los medios probatorios,
puesto que debieron admitirse y actuarse antes de resolver para
su posterior valoración, afectando con ello el Debido Proceso y
la Motivación de las Resoluciones Judiciales, agrega que existe
el ofrecimiento de medios probatorios consistentes en actuados
judiciales de otro proceso que corresponden al de la Prueba
Anticipada de Inspección Judicial seguido en el Expediente número
100-2012, obrantes de fojas trescientos dos a trescientos siete, no
existiendo pronunciamiento alguno respecto de dichos medios
probatorios y menos en la sentencia, lo que indudablemente afecta
su Derecho a la Prueba e igualmente al de defensa, puesto que
debieron admitirse y actuarse dichos medios probatorios antes
de la emisión de la sentencia para su posterior valoración; y 2)
Infracción normativa de carácter material del artículo 219
inciso 5 del Código Civil: En este sentido la actuación de los
órganos jurisdiccionales de primera y segunda instancia han
originado que incurran en infracción normativa de índole material al
haber aplicado indebidamente lo dispuesto por el artículo 219 inciso
5 del Código Civil, que determina la nulidad del acto jurídico por
simulación absoluta y no pronunciarse sobre los elementos de dicha
figura. CUARTO.- Que, evaluados los requisitos de procedencia
previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, respecto
a las causales denunciadas, se advierte que la parte recurrente
apeló la resolución de primera instancia que le fue desfavorable,
conforme se advierte a fojas seiscientos seis. Asimismo, cumple
con precisar que el recurso se sustenta en la causal de infracción
normativa de carácter procesal y a su vez de los argumentos
del mismo se aprecia que su pedido casatorio es anulatorio como
principal y revocatorio como subordinado; cumpliendo con ello los
presupuestos de los incisos 1, 2 y 4 de la referida norma procesal.
QUINTO.- Que, analizada la fundamentación de las causales
denunciadas se advierte que no puede estimarse, debido a que el
recurso de casación no satisface el requisito de procedencia del
inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haberse
demostrado la incidencia directa de la infracción denunciada
respecto a la decisión impugnada, advirtiéndose que los argumentos
del mismo están destinados a cuestionar la motivación de la
resolución de vista respecto a que existe el ofrecimiento de medios
probatorios consistentes en actuados judiciales que corresponden
al de la Prueba Anticipada de Inspección Judicial seguido en el
Expediente número 100-2012 y que no existe pronunciamiento
alguno respecto a dichos medios probatorios puesto que debieron
admitirse y actuarse antes de la emisión de la sentencia para su
posterior valoración; que en ese sentido este Colegiado Supremo
advierte que dichos cuestionamientos debieron ser efectuados
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
en la etapa procesal pertinente; que el recurso que nos ocupa es
considerado un medio de impugnación que se plantea por motivos
de derecho específicamente previstos por la ley, no resultando
atendible alegar tal circunstancia recién en sede casatoria, máxime
si los aludidos cuestionamientos tampoco fueron invocados en
vía de apelación, por lo que el recurso así propuesto deviene en
improcedente. Por estas consideraciones y de conformidad con el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Reynaldo Alviz Montañez
a fojas seiscientos setenta y tres, contra la resolución de vista de
fojas seiscientos sesenta y tres, de fecha siete de abril de dos mil
dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Reynaldo Alviz Montañez contra Valentina Sánchez Huamán,
sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Integra esta Sala
el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez
Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-95
CAS. Nº 1738-2016 LIMA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO. Lima,
diez de junio de dos mil dieciséis. VISTOS; con los acompañados;
y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por
Alejandrina Noreña Hijar de Neyra a fojas trescientos ochenta y
cinco, contra la resolución de vista de fojas trescientos cincuenta
y ocho, de fecha cuatro de abril de dos mil dieciséis, emitida por
la Segunda Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirmó la sentencia de primera instancia de
fojas doscientos noventa y cinco, de fecha dos de noviembre de
dos mil quince, que declaró infundada la demanda reconvencional
de Indemnización por Daño Moral y Personal; medio impugnatorio
cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser
verificados de conformidad con la modificatoria establecida en la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, se tiene que el presente recurso cumple con
tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida
por la Sala Superior que, como órgano de segundo grado pone
fin al proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Segunda Sala
Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que emitió la resolución recurrida; III) Ha sido presentado dentro
del plazo que establece la norma, pues la resolución impugnada
fue notificada el diecinueve de abril de dos mil dieciséis, conforme
se advierte del cargo de notificación obrante a fojas trescientos
sesenta y tres, y el recurso ha sido registrado el tres de mayo
del mismo año; y IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente
a dicho concepto a fojas trescientos ochenta y uno. TERCERO.-
Que, respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso
1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte que la
recurrente no consintió la resolución expedida en primera instancia
que le fue desfavorable, al haberla impugnado mediante escrito de
fojas trescientos veinticinco, por lo que cumple con lo dispuesto
en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer
el cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código
citado, se debe señalar en qué consiste la infracción normativa
denunciada o el apartamiento inmotivado del precedente judicial.
En el presente caso la impugnante denuncia lo siguiente: a)
Interpretación errónea de derecho material del artículo 288
del Código Civil, señala que la Sala Superior no ha tenido en
cuenta que el demandante ha cometido una infracción al deber de
fidelidad al haberse alejado del hogar conyugal y haber celebrado
matrimonio religioso con Elsa Rosa Castilla Caballero, no obstante
encontrarse únicamente separado de hecho con la recurrente;
causándole con ello un daño moral. QUINTO.- Que, del examen de
la argumentación expuesta se advierte que la recurrente no cumple
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, toda vez que la infracción denunciada
en el considerando que precede carece de sustento, ya que se
aprecia que las instancias inferiores han determinado en mérito a
la Pericia Psicológica que la recurrente no se ha visto afectada
emocionalmente con la separación, ni que tenga algún apego o
vinculación afectiva con el demandante, más aun cuando fue ella
quien se retiró del hogar matrimonial, siendo que tiene deseo
de divorciarse. Por lo demás, la argumentación del recurso se
encuentra relacionada a cuestiones de hecho y probanza que
implican el reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno
a los fines del recurso de casación previsto en el artículo 384 del
Código Procesal Civil. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia
contenida en el inciso 4 del referido artículo 388 del Código Procesal
Civil, la recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
anulatorio como principal y revocatorio como subordinado; sin
embargo, ello no es suficiente para atender el recurso materia de
calificación, toda vez que los requisitos de procedencia de este
medio impugnatorio son concurrentes, conforme estipula el artículo
392 del Código Procesal Civil. -Por las razones expuestas y en
aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Alejandrina Noreña Hijar de Neyra a fojas trescientos ochenta
y cinco, contra la resolución de vista de fojas trescientos cincuenta
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
y ocho, de fecha cuatro de abril de dos mil dieciséis, emitida por
la Segunda Sala Especializada de Familia de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Juan Alfredo Neyra Díaz contra Alejandrina
Noreña Hijar de Neyra, sobre Divorcio por Causal de Separación
de Hecho y otro; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-96
CAS. Nº 2042-2016 LORETO
PRESCRIPCION ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, catorce de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; Con el Expediente
principal, acompañado, el Cuadernillo de Casación y con la Razón1
emitida por el Secretario de esta Sala Suprema de fecha diecinueve
de setiembre de dos mil dieciséis2; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Es materia de calificación el recurso de casación interpuesto por el
demandante Jorge Del Castillo Lozano3 contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número cuarenta y cuatro de fecha
dieciocho de diciembre de dos mil quince, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Loreto4, la cual revoca la sentencia
de primera instancia que resolvió declarar fundada la demanda y,
reformándola declaró infundada la misma; por lo que corresponde
examinar si el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos
por los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo 387
del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra
el sentencia de vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Loreto, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que el recurrente fue notificado el veintitrés
de febrero de dos mil dieciséis5 e interpuso recurso de casación el
día ocho de marzo del mismo año6 y, iv) Cumple con acompañar el
arancel judicial respectivo7. TERCERO.- En cuanto al requisito de
procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Adjetivo, éste no le resulta exigible al demandante, toda vez que
mediante la sentencia de primera instancia contenida en la
Resolución número treinta y cuatro de fecha dieciocho de marzo de
dos mil quince, expedida por el Segundo Juzgado Civil de Maynas8,
se declaró fundada su pretensión. En cuanto al requisito señalado en
el inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su pedido es
anulatorio. CUARTO.- El demandante Jorge Del Castillo Lozano,
señala como causales de su recurso: i) Infracción normativa
procesal de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú; artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y artículo 197 del Código Procesal Civil; refiere que
resulta incoherente que el Ad Quem establezca que no ha ejercido la
posesión como legítimo propietario por haber aceptado que en el
año mil novecientos setenta y tres, la propiedad le fue cedida por su
anterior propietaria Inés Amelia Cerrel Torres, sin embargo, no valora
que en el año mil novecientos ochenta y cinco ésta falleció, fecha
desde la cual se ha comportado como propietario cumpliendo las
obligaciones y ejerciendo los derechos inherentes a ella conforme lo
ha demostrado con el material probatorio aportado y, el hecho que
los recibos por servicios públicos obren a nombre de Inés Amelia
Cerrel Torres, no es razón suficiente para desestimar la demanda; La
Sala valora el proceso de Desalojo por Ocupante Precario en el
sentido que no habría posesión pacífica, empero, dicha demanda ha
sido interpuesta con posterioridad a los diez años que establece el
artículo 950 del Código Civil; y.ii) Apartamiento inmotivado del
Cuarto Pleno Casatorio Judicial (Casación número
2195-2011-Ucayali); sostiene que un proceso de Desalojo, aún
salga fundado, en nada debilita el Derecho de Propiedad del
Usucapiente, puesto que en un proceso de Desalojo no se discute el
Derecho de Propiedad, por lo que, la Sala Superior no debió
sustentar su fallo en una demanda de Desalojo interpuesta con
posterioridad al plazo posesorio del recurrente. QUINTO.- Debe
tenerse en cuenta que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en
ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil. SEXTO.- En cuanto a la infracción
normativa procesal descrita en el ítem i), se verifica que los
argumentos expuestos por el demandante carecen de base real, por
cuanto en la sentencia de vista, no se verifica la concurrencia de
vicios de motivación, en tanto, la recurrida contiene una justificación
precisa y sustentada en base a los hechos materia de probanza
fijados en los puntos controvertidos señalados en la Audiencia de
Saneamiento Procesal y Conciliación9, sobre el particular, sin
ingresar al análisis del fallo emitido y la interpretación de las normas
materiales aplicadas por el Colegiado Superior, es necesario indicar
97147
que no se aprecia afectación de las normas invocadas, siendo que,
al margen que los fundamentos vertidos en la resolución cuestionada
resulten compartidos o no en su integridad, éstos constituyen
motivación suficiente, puesto que se sustenta en los hechos
invocados, absuelve las posiciones y contraposiciones asumidas por
las partes durante el desarrollo del proceso, es así que sobre el caso
materia de debate en la Resolución de Vista el Colegiado ha
determinado que el actor no ha ejercido la posesión como legítimo
propietario, puesto que en el escrito de demanda, el accionante
aceptó en forma expresa que en el año mil novecientos setenta y
tres, el inmueble le fue cedido por su anterior propietaria a efectos de
abrir una agencia de aduanas, además, resulta jurídicamente
imposible que el usucapiente adquiera el bien inmueble por
Prescripción Adquisitiva al haber reconocido la propiedad de quien le
entregó en su momento en uso parte del inmueble sub litis y a
tenerlo conforme a lo dispuesto en el artículo 1029 del Código Civil10,
igualmente, no se cumple con el requisito de pacificidad al haber sido
objeto de dos procesos de Desalojo, a través del cual se ha ordenado
el lanzamiento del inmueble11 y los recibos públicos presentados
obran a nombre de la propietaria Inés Amelia Cerrel Torres12. 6.1.
Finalmente, en cuanto, al artículo 197 del Código Procesal Civil –
que regula las reglas para la valoración de la prueba –, por el que, se
debe entender, que todas las pruebas deben ser valoradas, incluso
las obtenidas en un proceso distinto, siempre y cuando se respete el
procedimiento para su adquisición, esto es, el ofrecimiento, admisión,
actuación. Asimismo, dentro de esta norma se incluye las reglas
para la valoración de las mismas, como es su licitud, eventualidad,
pertinencia, idoneidad, utilidad, que no es del caso desarrollar cada
una de ellas; sin embargo, se tiene que los cuestionamientos del
recurrente, no están orientados a los ámbitos antes mencionados,
sino a una apreciación distinta de las pruebas – valoración – que,
según indica, determinaría que la demanda fuese estimada; empero,
esos aspectos no pueden ser motivo de casación, pues a través de
este medio de impugnación no se constituye una tercera instancia,
para trasladar al órgano jurisdiccional el poder para de nuevo
enjuiciar los hechos y las pruebas. En consecuencia, los agravios
denunciados resultan fútiles para el caso. SÉTIMO.- De igual
manera, no se puede admitir la denuncia indicada en el ítem ii),
referida al apartamiento del precedente judicial, puesto que es claro
que el casante no acreditó la concurrencia de los requisitos previstos
en el artículo 950 del Código Civil, máxime si de acuerdo a la
información proporcionada por el Registro Nacional de Identidad y
Estado Civil - RENIEC, el demandante tiene como domicilio uno
diferente al que es materia de prescripción13. OCTAVO.- Por tanto,
no habiéndose incurrido en vulneración de derecho o garantía
alguna, o que se haya aplicado incorrectamente normas de derecho
material o procesal, no se han satisfecho los requisitos exigidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, para hacer
operante este medio impugnatorio. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por el demandante Jorge Del Castillo Lozano14 contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número cuarenta y
cuatro de fecha dieciocho de diciembre de dos mil cinco, expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto15;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Jorge
Del Castillo Lozano contra Luzgarda Magdalena Cerrel Calderón de
Reátegui y otros, sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra
Barrera por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello Matamala.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA,
DE LA BARRA BARRERA
1
“(…) El señor Presidente de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Loreto, mediante oficio ha remitido a esta Sala Suprema el cargo de
notificación de la referida resolución que declara inadmisible el recurso de
casación, diligenciada con fecha 22 de agosto de 2016. Asimismo remite el
escrito y comprobante de pago de reintegro del arancel judicial por concepto
de recurso de casación de S/.79.00 presentados con fecha 24 de agosto de
2016 (…) el referido escrito se subsanación se ha presentado dentro del
plazo de los tres días que se concedió.
2
Folio 60 del Cuadernillo de Casación
3
Folio 783
4
Folio 744
5
Cargo de notificación número 835-2016-SP-CI, a folio 757 (Calle Señor de
los Milagros 184 (Espalda del Club Tenis) Loreto / Maynas / Iquitos.
6
Folio 783
7
Folio 782 del expediente principal y reintegrado a folio 51 del Cuadernillo de
Casación.
8
Folio 550
9
Folio 283
10
Considerando noveno de la Resolución de Vista del dieciocho de diciembre
de dos mil quince.
11
Considerando décimo primero de la Resolución de Vista del dieciocho de
diciembre de dos mil quince.
12
Considerando décimo cuarto de la Resolución de Vista del dieciocho de
diciembre de dos mil quince.
13
Folio 494
14
Folio 783
15
Folio 744
C-1569469-97

97148 CASACIÓN
CAS. Nº 2273-2016 LIMA
TERCERÍA DE PROPIEDAD. Lima, diez de agosto de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Manuel Anselmo Moreno Sarmiento a fojas
trescientos cincuenta y cinco contra la sentencia de vista de fojas
doscientos noventa y cuatro, de fecha diez de marzo de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil con Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la
sentencia apelada de fojas ciento setenta y siete, de fecha veintiocho
de mayo de dos mil quince, y reformándola, declara fundada la
demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la sentencia
de primera instancia que le fue adversa, satisface el requisito
de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso 1, del
Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso,
denuncia: I) Infracción normativa del artículo 2022 del Código
Civil, alegando que el Ad quem en el segundo considerando,
numeral 2.2 de la recurrida ha aplicado indebidamente dicha
disposición normativa, toda vez que, como lo estableció el A quo,
no hubo transferencia de propiedad del codemandado Daniel
Eduardo Manrique del Carpio a los terceristas, pues el acto jurídico
de fecha treinta de marzo de dos mil nueve es una promesa de
venta que sólo vincula a las partes y no tiene efectos erga omnes,
por lo que en dicha fecha no hubo transferencia de propiedad y
no nació un derecho real, en consecuencia, el referido acto no le
puede ser oponible. Con ello se habría aplicado indebidamente una
norma prevista para resolver conflictos entre derechos reales a un
caso en el que se opone un compromiso de contratar; II) Infracción
normativa procesal del artículo 400 del Código Procesal Civil,
alegando que hubo una indebida aplicación a este caso de lo fijado
como precedente en el Sétimo Pleno Casatorio Civil, celebrado por
las Salas Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema
de Justicia a propósito de la Casación número 3671-2014-LIMA,
toda vez que el precedente vinculante debe aplicarse a un caso
similar y posterior, no a un conflicto que dicho criterio jurisdiccional
no prevé, ni a un proceso en trámite; III) Infracción normativa
material del artículo 949 del Código Civil, alegando que el Ad
quem ha aplicado indebidamente dicha norma de transferencia de
propiedad a un supuesto de promesa de venta con arras, debiendo
haber aplicado el artículo 1414 del Código Civil, toda vez que el
contrato de promesa de venta con arras no es un contrato definitivo
sino uno preparatorio; y, IV) Infracción normativa material del
artículo 168 del Código Civil, al haber interpretado el contrato
de promesa de venta de forma totalmente diferente a la voluntad
de los intervinientes codemandados, dándole arbitrariamente un
calificativo distinto a su naturaleza, ya que claramente, como fue
establecido por el A quo, las partes se obligaron a celebrar un
(sic) contrato futuro y no celebraron una compraventa el día treinta
de marzo de dos mil nueve, sino en el año dos mil catorce, en
fecha posterior a la inscripción del embargo, como se aprecia de
las cláusulas segunda, tercera, quinta y sétima de dicho contrato.
CUARTO.- Absolviendo de forma conjunta todas las denuncias
expuestas en el considerando anterior, debe tenerse en cuenta
que en el Sétimo Pleno Casatorio Civil celebrado por las Salas
Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
de la República, a propósito de la Casación número 3671-2014-
LIMA, se ha establecido que la única norma aplicable y pertinente
para dirimir un conflicto surgido sobre la pretensión de tercería de
propiedad es, precisamente, la que se desprende del segundo
párrafo del artículo 2022 del Código Civil1, en concordancia con
el artículo 949 del mismo texto legal, lo cual constituye precedente
y vincula a los órganos jurisdiccionales de la República, siendo
que dichas normas han sido aplicadas por el Ad quem, en el
pronunciamiento ahora recurrido, motivo por el cual las denuncias
antes referidas no han sido descritas con claridad y precisión como
lo establece el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil.
Asimismo, en el presente caso, la Sala Superior ha establecido que
el contrato suscrito entre el demandado Daniel Eduardo Manrique
del Carpio y los demandantes Carlos Alberto Luque Rosas y Eloísa
Sofía Ocmin Dioses, sobre el inmueble ubicado en el Lote 25,
Manzana A, del Programa Municipal Villa Mercedes, del Distrito de
Santa María del Mar, Provincia y Departamento de Lima, inscrito en
la Partida número PO3239090 del Registro de Propiedad Inmueble
de Lima, es uno de compraventa y no de promesa de venta, en
consecuencia, lo que en el fondo pretende la parte recurrente es
que este Supremo Tribunal efectúe una nueva valoración de dicho
medio probatorio, lo cual no puede ser realizado en sede casatoria
por no cumplirse con ello los fines propios del recurso de casación,
que de conformidad con lo expuesto en el artículo 384 del Código
Procesal Civil, son la adecuada aplicación del derecho objetivo al
caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional. Por
lo que nada impide aplicar los criterios de un Pleno Jurisdiccional
al caso materia de juzgamiento, por cuanto a diferencia de las
normas legales, no puede alegarse la aplicación retroactiva del
mismo. Con todo ello, estos extremos del recurso deben ser
declarados improcedentes. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Manuel
Anselmo Moreno Sarmiento a fojas trescientos cincuenta y cinco
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
contra la sentencia de vista de fojas doscientos noventa y cuatro,
de fecha diez de marzo de dos mil dieciséis, emitida por la Primera
Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Carlos Alberto Luque Rosas y otra contra
Manuel Anselmo Moreno Sarmiento y otros, sobre Tercería de
Propiedad; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Sentencia de Casación N° 3671-2014-LIMA, Apartado III.3.
C-1569469-98
CAS. Nº 2316-2016 CALLAO
INDEMNIZACIÓN. Lima, once de agosto de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por Sakj
Depot Sociedad Anónima Cerrada interpone recurso de casación a
fojas novecientos noventa y ocho contra de la sentencia de vista de
fojas novecientos cuarenta y ocho, de fecha treinta de diciembre
de dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia del Callao, que confirma la sentencia apelada
de fojas ochocientos treinta y siete, de fecha catorce de noviembre
de dos mil catorce, que declara fundada en parte la demanda; en
consecuencia, ordena que la demandada Sakj Depot Sociedad
Anónima Cerrada pague a la empresa demandante la suma total
de setenta y nueve mil novecientos treinta dólares americanos
(US$79,930.00), correspondiendo la suma de veintisiete
mil doscientos dólares americanos (US$27,200.00) al daño
emergente y la suma de cincuenta y dos mil setecientos treinta
dólares americanos (US$52,730.00) al lucro cesante, más costos
y costas. SEGUNDO.- Examinados los autos, se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la sentencia
de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface el requisito
de procedibilidad establecido en el artículo 388 inciso 1 del citado
Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso
denuncia: A) Infracción del artículo 370 del Código Procesal
Civil: La Sala Superior al advertir un error en la sumatoria de los
conceptos de lucro cesante y daño emergente calculados por el
A quo, modifica lo resuelto por éste en perjuicio de la empresa
recurrente; B) Infracción de los artículos 241 y 268 del Código
Procesal Civil: El Ad quem confirma lo resuelto por el A quo sin
tomar en cuenta que el medio probatorio ofrecido por la empresa
demandante (anexo 1-D de su demanda), esto es, la copia de la
factura comercial “invoice” número 1800, al ser un documento
redactado en inglés, requiere para su actuación y admisión
probatoria de un procedimiento cuya formalidad se encuentra
establecida por la ley, en las normas antes mencionadas. Si
bien y como señala el Ad quem en el sexto considerando de la
impugnada, la parte recurrente no cuestionó la traducción realizada
a dicho documento, esto no significa que el A quo no esté obligado
a realizar la actuación de los medios probatorios ofrecidos por
las partes, conforme a la formalidad dispuesta en la ley, pues no
sólo ha admitido un medio probatorio cuya traducción no ha sido
realizada por un traductor oficial, sino que además la traducción
realizada se ha hecho respecto de una copia simple; C) Infracción
de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del
Perú y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil: el Ad quem y
el A quo no realizan una real motivación del por qué la empresa
recurrente se encuentra obligada al pago de una indemnización
por daños y perjuicios a favor de la parte demandante, pues si bien
es cierto, a diferencia del A quo, efectúa un análisis de cada uno
de los requisitos de la responsabilidad civil, su análisis lo realiza de
manera dogmática, señalando en qué consiste cada uno de dichos
elementos o qué se entiende por ellos, mas no los aplica al caso
concreto y a la realidad de los hechos. CUARTO.- Absolviendo
la denuncia contenida en el apartado A): Contrariamente a lo
sostenido por la empresa recurrente, la Sala Superior estaba
facultada para corregir, de oficio, el error material en que incurrió el A
quo, estando a que la sentencia emitida por éste no había quedado
firme, precisamente en virtud del recurso de apelación interpuesto
por ambas partes. Ello al amparo de lo previsto por el artículo 407
del Código Procesal Civil. Por consiguiente, no existe la infracción
aquí alegada, razón por la cual debe desestimarse este extremo,
por no cumplir en rigor, con el requisito del artículo 388 inciso 2
del Código Procesal Civil. QUINTO.- Absolviendo la denuncia
contenida en el apartado B): El documento al cual alude la parte
recurrente obra a fojas setecientos cincuenta y siete, en su texto
traducido, el mismo que se puso en conocimiento de la empresa
ahora recurrente mediante la Resolución número 28, y habiendo
ésta tomado conocimiento de su contenido no hizo observación
ni cuestionamiento alguno. Es decir, no se aprecia que se haya
afectado derecho alguno de la parte recurrente. Sin perjuicio de
ello cabe agregar que el Ad quem, en la sentencia de vista ha
complementado la argumentación del A quo al respecto, aplicando
la norma contenida en el artículo 282 del Código Procesal Civil, en
cuanto faculta a extraer conclusiones en contra de los intereses de
una de las partes (en el caso de autos la empresa demandada Sakj
Depot Sociedad Anónima Cerrada), atendiendo a lo expresado en
su contestación de demanda en la cual no niega ni contradice los
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
hechos y pruebas de la parte demandante, sino que se limita a
aceptar la celebración de un contrato con la empresa accionante
para el depósito de mercadería importada; asimismo, acepta que el
contenedor contenía ciento cuarenta y dos bultos constituidos por
fotocopiadoras y accesorios y haber realizado un recuento de las
citadas fotocopiadoras. Por consiguiente, al no existir la infracción
alegada, este extremo tampoco puede prosperar. SEXTO.-
Absolviendo la denuncia contenida en el apartado C): Tampoco
puede prosperar, por cuanto el Ad quem ha analizado cada uno
de los elementos de la responsabilidad civil, tal como se aprecia
en los considerandos tercero y cuarto de la recurrida. Es decir,
en este extremo tampoco se da cumplimiento, en rigor, con las
exigencias del artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil.Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Sakj Depot Sociedad Anónima Cerrada
a fojas novecientos noventa y ocho contra de la sentencia de vista
de fojas novecientos cuarenta y ocho, de fecha treinta de diciembre
de dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia del Callao; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Imarxle Sociedad Anónima
Cerrada contra Sakj Depot Sociedad Anónima Cerrada y otros,
sobre Indemnización; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA C-1569469-99
CAS. Nº 2421-2016 LIMA
REIVINDICACIÓN. Lima, cuatro de octubre de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO. PRIMERO.- Es materia de
calificación el recurso de casación interpuesto por el demandado
Vladimir Alejandro Arias Arce (folios 276) contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número siete, del seis de abril de
dos mil dieciséis (folios 251) expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual confirmó la apelada
contenida en la Resolución número ocho, del veintiséis de agosto
de dos mil quince (folios 193), que declaró fundada la demanda
sobre Reivindicación y Fundada en parte la pretensión accesoria
de Indemnización, en consecuencia, ordena que el demandado
cumpla con restituir a la parte demandante el bien inmueble
ubicado en Avenida Defensores del Morro (antes Avenida Huaylas)
número 426 Departamento número 3, Distrito de Chorrillos, bajo
apercibimiento de Ley; por lo que corresponde examinar si el
referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
siete, del seis de abril de dos mil dieciséis (folios 251) expedida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada (folios 276); iii) Dentro del plazo
que establece la norma, ya que el recurrente fue notificado el
veinticinco de mayo de dos mil dieciséis (folio 264) e interpuso el
recurso de casación el ocho de junio del mismo año (folios 276);
iv) Acompaña el arancel judicial respectivo (folio 273). TERCERO.-
Respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del
artículo 388 del Código Adjetivo, éste se encuentra satisfecho
puesto que interpuso recurso de apelación oportunamente (folios
209). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la referida
norma, manifiesta que su pedido es anulatorio. CUARTO.- El
demandado (Vladimir Alejandro Arias Arce), señala que su recurso
se sustenta en la infracción normativa que incide directamente
sobre la resolución cuestionada, asimismo, porque con ello se
aparte definitivamente de los diferentes precedentes judiciales,
habiéndose de este modo contravenido con las normas que
garantizan el Derecho a un Debido Proceso, como consta en la
Escritura Pública de Otorgamiento y la copia literal de dominio que
obra en autos; que existe contradicción pues en la copia literal no
aparece independizado el departamento número 03, sino aparecen
un conjunto de ocho departamentos, así por el hecho de haber
amparado la pretensión de los demandantes cuando el predio no
se encuentra identificado o individualizado, se incurre en infracción
normativa; que el inmueble ubicado en Avenida Andahuaylas
números 424 y 426 es de ocho departamentos, es decir, no está
identificado conforme consta de la copia literal que se adjunta, este
hecho oportunamente fue observado por el Registrador Público
cuando el demandante solicitó la inscripción de su dominio; que al
no estar independizado no se encuentra debidamente identificado;
que se encuentra en posesión del predio sub litis en mérito de haber
suscrito un Contrato con la Administradora Judicial de la Sucesión
de Zoila Gloria Carpio de Romero, copropietaria del inmueble, en
tal razón su posesión es de buena fe. QUINTO.- Debe tenerse
en cuenta que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que solo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
97149
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando
en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. SEXTO.- En el presente
caso, es de verse que el recurrente no ha precisado que norma
en específico ha sido infraccionada, limitando su recurso a resumir
cuestiones de defensa y valoración probatoria, es así que la
recurrente no describe con claridad y precisión las normas que ha
su criterio se habrían infringido, ni demuestra la incidencia directa
de las infracciones alegadas sobre la decisión impugnada, lo que
implica desarrollar el modo en que se ha vulnerado la norma y
cómo debe ser aplicada correctamente, pues no basta señalar la
norma o normas cuya aplicación al caso concreto se pretende sino
que debe demostrar la pertinencia de la misma a la relación fáctica
establecida y cómo su interpretación modificaría el resultado del
juzgamiento, lo que no ocurre en autos, donde el recurrente no
puede arrogarse el derecho de propiedad sobre el bien materia de
litis al no presentar título alguno que resulte oponible al presentado
por el demandante, razones por las cuales el recurrente no cumple
con los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
deviniendo en improcedente la causal denunciada. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por el demandado Vladimir Alejandro
Arias Arce (folios 276) contra la sentencia de vista contenida en
la Resolución número siete, del seis de abril de dos mil dieciséis
(folios 251) expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Rómulo Torres Ventocilla contra Vladimir
Alejandro Arias Arce sobre Reivindicación y otro; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-100
CAS. Nº 2462-2016 LA LIBERTAD
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, diecinueve de diciembre de
dos mil dieciséis. AUTOS Y VISTOS; con el expediente principal,
expediente acompañado y Cuaderno de Casación que se tienen a
la vista; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es objeto de
conocimiento de esta Sala Suprema el Recurso de Casación
obrante de fojas novecientos ocho a novecientos catorce,
interpuesto por la co-pretensora Diocisa Angelita Paredes Agreda
de Vejarano contra la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número sesenta y dos de fecha diecinueve de febrero de dos mil
quince, corriente de folios ochocientos ochenta y ocho a
novecientos tres, en el extremo que confirma la sentencia apelada
de primera instancia que declara infundada la demanda sobre
Nulidad de Acto Jurídico. SEGUNDO.- La labor de calificación del
Recurso de Casación según lo preceptuado por el Artículo 387° del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
importa primariamente la comprobación del cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del acto
procesal impugnado, que exige que lo que se impugne sea una
Sentencia o Auto expedido por una Sala Superior que, como
órgano judicial de segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los
recaudos especiales del Recurso. Así, si el Recurso de Casación
es interpuesto ante la Corte Suprema de Justicia de la República,
debe acompañarse copia de la cédula de notificación de la
resolución impugnada y de la expedida en primer grado, certificada
con sello, firma y huella digital por el Abogado que autoriza el
Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad, lo que no
resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto ante el
órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii) La
verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
particular, el Recurso de Casación satisface los requisitos de
admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a) Se
recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al proceso sobre
Nulidad de Acto Jurídico y otro, contenida en la Resolución número
sesenta y dos de fecha diecinueve de febrero de dos mil quince,
corriente de folios ochocientos ochenta y ocho a novecientos tres;
b) Se interpone ante la Primera Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad, como órgano superior
que emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal
circunstancia acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta
dentro del plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista
se notificó a la recurrente el tres de mayo de dos mil dieciséis,
según cargo obrante a folios novecientos cinco, y el Recurso se
presentó el día once del mismo mes y año; y d) No se acompaña
Arancel Judicial por cuanto la recurrente cuenta con Auxilio Judicial,
según se desprende de la Resolución número dos de fecha siete
de mayo de dos mil nueve, corriente en copia simple a folios
ochocientos sesenta y siete. CUARTO.- Asimismo, la impugnante
cumple con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código
Procesal Civil, al no haber dejado consentir la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable, expedida por el Primer Juzgado
Especializado en lo Civil Transitorio de Descarga de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, mediante Resolución número

97150 CASACIÓN
cincuenta y seis de fecha cuatro de marzo de dos mil catorce,
corriente de folios ochocientos cuarenta y uno a ochocientos
cincuenta y uno. QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y
excepcional por lo que debe estar estructurado con precisión y
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo al
impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. SEXTO.- En ese contexto, corresponde realizar la
labor de verificación del cumplimiento de los restantes requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el precitado Artículo 388° del
Código Procesal Civil. SÉPTIMO.- Encaminados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en la
Infracción Normativa Procesal de los Artículos 139° incisos 3)
y 5) de la Constitución Política del Perú y 122° incisos 3) y 4) y
197° del Código Procesal Civil, sosteniéndose que: a) La Sala
Superior afirma que no se ha probado que el Formulario Registral
número uno (FOR N° O1), consistente en la Declaratoria de Fábrica
respecto al predio sito en Avenida Manuel Seoane número
ochocientos noventa–ochocientos noventa y dos, Vista Alegre,
Distrito de Víctor Larco, contenga un hecho falso, sin embargo en
el décimo considerando afirma que el Contrato Privado de Compra
Venta de fecha diez de febrero de dos mil dos, que sustentan el
Título inscrito en el Asiento 0004 de la Partida número P14051281
a favor de los demandados, carece de eficacia probatoria y sugiere
que sería cuerpo de delito, agregando que la inscripción de la
compra venta del terreno es suficiente para justificar la inscripción
de la fábrica a favor de los demandados, bajo el criterio de la
accesión legal; b) El Colegiado ha sustentado su decisión en el
mérito de los documentos de fojas seiscientos noventa y seiscientos
noventa y uno, presentados en la Carpeta Fiscal número 111-2006,
los que no han sido ofrecidos como prueba, por lo que no resulta
congruente que sean utilizados a favor de los accionados,
infringiéndose lo previsto por el Artículo 197° del Código Procesal
Civil; c) Los Jueces Superiores sostienen que el Contrato Privado
de Compra Venta de fecha diez de febrero de dos mil doce por el
que Segundo Portales Rebaza vende a los demandados el lote de
terreno sub materia, sobre el que la recurrente ha construido la
fábrica, carece de eficacia probatoria; sin embargo, inconexamente
validan la inscripción de dicho Título; d) El criterio de la Sala
Superior es incoherente por que no obstante validar los documentos
de fojas seiscientos noventa y seiscientos noventa y uno reconoce
que los demandantes poseen el bien desde mil novecientos
sesenta y seis hasta que fueron lanzados en el año dos mil nueve,
no resultando lógico afirmar sumisamente que COFOPRI le
reconoce a Segundo Jacinto Portales Rebaza (inmediato
transferente de los demandados) la calidad de poseedor del bien,
por lo que en ese sentido el Colegiado aplica una inferencia
meramente formal que no conlleva la justicia objetiva; y, e) La Sala
Superior evalúa las sentencias emitidas en los expedientes
números 846-2002 y 5167-2005, deviniendo incoherente considerar
ambos procesos sin tomar en cuenta que la sentencia estimatoria
emitida en el último lo fue en razón que los demandados obtuvieron
la declaración de fábrica cuestionada, siendo obvio que de no
haber contado con dicha declaración la sentencia recaída en el
expediente número 5167-2005 no hubiera sido estimatoria sino
desestimatoria. OCTAVO.- Los argumentos en los que se sustentan
las denuncias descritas en el anterior considerando no abonan a
los fines del Recurso, desde que incumplen con los requisitos de
procedencia previstos por el Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código
Procesal Civil. En efecto, examinando el reclamo planteado en el
literal a), tenemos que se denuncia que no obstante que el
Colegiado Superior afirma que no se ha probado que la Declaración
de Fábrica contenga un hecho falso, también se sostiene que el
Contrato Privado de Compra Venta del diez de febrero de dos mil
dos carece de eficacia probatoria, a pesar de ser el documento que
sustenta la inscripción del Título en el Asiento 0004 de la Partida
número P14051281 a favor de los demandados. Sobre el particular,
cabe indicar que es cierto que de la lectura de la recurrida fluye que
el Tribunal Ad quem en el décimo considerando, analizando el
referido Contrato de Compra Venta, consideró que no puede
reconocérsele eficacia probatoria por los hechos allí descritos, pero
también es verdad que prosiguiendo su análisis de los hechos y su
probanza, sostiene en el décimo segundo considerando que: “(…)
la posterior declaración de fábrica en el Formulario Registral N° 01
respecto del inmueble materia de proceso, declarando lo construido
en el primer piso (…), así como de su inscripción registral en el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Asiento N° 0005 de la Partida N° 14051281 de la Oficina Registral
de Trujillo, que lo hacen los hoy demandados (…), como propietarios
del inmueble (…) con fecha de certificación el 09 de diciembre del
2004 (…) se entiende efectuada por los nombrados hoy
demandantes, como propietarios del inmueble en la fecha indicada,
por referirse a lo construido en el primer piso en un área techada de
157.25 metros cuadrados, sin aludirse que ellos lo hayan
construido, sino a la existencia de los mismos”. Tal argumentación
le permite concluir en el décimo tercer considerando que la
Declaratoria de Fábrica contenida en el Formulario número uno no
lleva una declaración falsa, reafirmando su apreciación legal en el
décimo quinto considerando cuando precisa que: ”(…) estando a
que en autos no está acreditada la imputación que hace la parte
actora en su demanda aduciendo que la ‘Declaratoria de Fábrica’
en cuestión contiene declaración falsa, como tampoco está
acreditado que con la misma hubiera habido el propósito de hacer
suyo lo que es de propiedad de los demandantes (…)”. De esos
extractos queda claro para este Supremo Tribunal que la Sala de
mérito ha establecido que la Declaración de Fábrica realizada por
los demandados no tuvo otro objetivo que regularizar en el Registro
Público lo que era una realidad fáctica a la data del pedido: las
construcciones existentes, y sin que esa realidad haya ido
acompañada (cuando menos en la solicitud de su propósito) de la
atribución de haber sido los peticionantes los que levantaron la
fábrica y, por lo mismo, que el documento cuestionado lleve en sí
mismo una falsedad que amerite la estimación de la demanda, sin
perjuicio de los restantes análisis que también desarrolla la Sala
Superior y que se precisarán más adelante.. En tal virtud y desde
dicha óptica el argumento denunciado deviene desestimable.
NOVENO.- En esa misma línea desestimativa cae la denuncia
resumida en el acápite b), desde que conforme a una interpretación
sistemática de la norma contenida en el Artículo 197° del Código
Procesal Civil y la subsumida en el Artículo I del Título Preliminar
del mismo cuerpo legal, el vínculo entre prueba y el invocado
Principio constitucional y procesal informa que las pruebas
aportadas e incorporadas al proceso se evalúan en forma conjunta
y razonada, lo que excluye todo análisis aislado de los medios
probatorios, pues lo que persigue el proceso es que a través de ello
se puedan obtener conclusiones en busca de la verdad y de la
solución en justicia de los conflictos intersubjetivos. DÉCIMO.- En
el caso particular, se desprende del íter procesal que la judicatura
de mérito mediante Resolución número veintisiete de fecha
dieciséis de junio de dos mil diez2, admitió como medios probatorios
de la parte accionante la exhibición de la Carpeta Fiscal número
116-2006, cursándose el oficio correspondiente con el propósito
que sea remitida al Juzgado, lo que se verificó según se desprende
del Oficio número 149-2012-AC/MP-DJLL3, a través del cual el
Ministerio Público acompaña dicha Carpeta en noventa y dos
folios, tramitada por la Primera Fiscalía Provincial Penal de la
Provincia de Trujillo, promovida por Manuel Inocente Acosta contra
Manuel Pasión Vejarano Alfaro y Diocisa Angelita Paredes Acosta
por el Delito de Usurpación, dentro de cuyos actuados obra el
documento denominado “Documento sobre entrega de dinero por
traspaso de posesión de lote de terreno en construcción” del
catorce de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro4, y la Minuta
de Transferencia de bien inmueble de fecha dos de diciembre de
mil novecientos noventa y cinco5. En dicho escenario, es claro que
la Carpeta Fiscal número 116-2006 comprende entre sus piezas las
instrumentales mencionadas, que en conjunto han sido
debidamente incorporada al proceso y, en ese contexto, podían
formar parte de la evaluación probatoria efectuada por los órganos
de mérito, como así ocurrió, desde que tales instrumentos han
sostenido parte de la argumentación del Tribunal Ad quem en
relación a la alegada propiedad sobre la edificación existente en el
inmueble sub litis, labor verificada con sujeción a las exigencias
procesales que prevé el Artículo 122° del Código Procesal Civil.
DÉCIMO PRIMERO.- Además, y a consecuencia del análisis de los
documentos mencionados en el precedente considerando, la Sala
Superior refiere en el sexto considerando que: “(…) lo cual nos
conduce a concluir, que los hoy demandantes no son propietarios
de lo edificado en el suelo del inmueble materia de proceso, pues
transfirieron la posesión del lote y la propiedad de lo construido
sobre dicho bien, sin que dichos actos jurídicos hayan sido objeto
de nulidad en vía judicial y otra forma de ineficacia, pues en autos
no hay prueba de esto último”. DÉCIMO SEGUNDO.- En lo
concerniente a la denuncia resumida en el acápite c), que incide
sobre lo ya examinado en relación al agravio detallado en el acápite
a), debe estarse a lo ya glosado en las consideraciones
desarrolladas respecto a esa última denuncia, a lo que se puede
agregar que el Colegiado Superior en el fundamento séptimo
argumentó que: “(…) cuando se produjo la formalización de la
propiedad, el inmueble materia de proceso fue inscrito en el
Registro Predial Urbano de la Oficina Registral de Trujillo, como se
aprecia de la copia literal de la Partida N° P14051281 (…) desde el
traslado de inscripción del plano de trazado y lotización, con fecha
23 de noviembre de 1999, inscribiéndose luego, en el Asiento N°
00003, el título presentado con fecha 15 de enero del 2002, referido
a la adjudicación en propiedad del lote de terreno inscrito en dicha
Partida Registral, en favor de don Segundo Jacinto Portales
Rebaza, por el Alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo,
(…) en calidad de Presidente de la Comisión Provincial de
Formalización de la Propiedad Informal, según la copia literal del
referido Asiento registral (…) y, según la inscripción registral en el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Asiento siguiente, esto es, en el Asiento N° 00004 (…) el
mencionado propietario transfirió la propiedad del inmueble
mediante venta a favor de don Manuel Inosente Julca Acosta y
doña Antima Eliza García Soto de Jula, los hoy demandados (…)
siendo así y estando al principio registral de legitimación recogido
en el artículo 2013° del Código Civil, en virtud del cual, el contenido
de la inscripción se presume cierto y produce todos sus efectos,
mientras no se rectifique o se declare judicialmente su invalidez,
sin que este último haya acreditado en autos respecto del aludido
Asiento N° 00004 tenemos por acreditado, que los nombrados hoy
demandados son los nuevos propietarios del lote de terreo en
referencia desde el 12 de febrero del 2002”, lo que abona a la
inconsistencia de la denuncia bajo examen. DÉCIMO TERCERO.-
En ese mismo sentido desestimativo, se halla el agravio resumido
en el acápite d), por el que se invoca incoherencia procesal pues
no obstante validarse los documentos de folios seiscientos noventa
y seiscientos noventa y uno, la Sala Superior reconoce que los
demandantes poseen el bien desde el año de mil novecientos
sesenta y seis. Como se aprecia de la lectura del sexto
considerando de la recurrida, la Sala Superior ha sido clara en
señalar que los hoy demandantes si bien con anterioridad a la
existencia de la Partida Registral del predio materia de transferencia
suscribieron el diez de febrero de mil novecientos sesenta y seis un
“Contrato de Posesión de lote de terreno para construcción”6 con la
Municipalidad Distrital de Víctor Larco Herrera; sin embargo “(…)
mediante el documento fechado el 14 de febrero de 1984, de fojas
690, los hoy demandantes por el pago de un precio que expresaron
haberlo recibido, traspasaron la posesión del terreno en mención a
favor de don Enrique Agapito Velásquez Rodríguez, incluido la
propiedad de la construcción levantada en dicho lote, de dos
habitaciones, una cocina, una sala-comedor, baño y lavandería; es
más, pasada más de una década del referido traspaso, volvieron a
transferirlo, esta vez, en favor de la Sociedad de Protección del
Medio Ambiente representado por don Alberto Javier Avalos López,
incluida la edificación existente, por el pago de un precio que
expresaron haberlo recibido a su satisfacción, según el contrato de
fecha 02 de diciembre de 1995, que en fotocopia corre a fojas 691;
coligiéndose de dichos documentos, que los hoy demandantes por
voluntad propia de ellos, ya no son propietarios de tal edificación al
haber transferido en propiedad (…)”. De ese extracto fluye que el
respectivo órgano de instancia no ha desconocido que los
accionantes fueron inicialmente poseedores del predio sub materia
y de la edificación levantada en el primer piso, pero señala que a
mérito de las transferencias realizadas por ellos mismos dejaron de
ser propietarios de lo construido, por haber comprendido dichos
actos jurídicos no solo el lote de terreno sino también la
construcción, todo lo cual constituye hechos establecidos en sede
de instancia que no pueden ser variados en sede casatoria.
DÉCIMO CUARTO.- Igualmente, la infracción normativa descrita
en el acápite e) también debe desestimarse, dado que no expresa
fundadamente por qué es incoherente considerar conjuntamente
los procesos a que se refieren los expedientes números 846-2002
y 5167-2005 para resolver la controversia. En esa línea, el sustento
de la denuncia lo que pretende señalar es que la sentencia obtenida
en el proceso número 5167-2005 hubiera sido desestimatoria si los
demandados no hubieran obtenido la Declaración de Fábrica
objeto de nulidad, lo que implica evaluar los antecedentes y
alcances de lo resuelto en proceso judicial distinto al que es materia
de autos. Lo cierto es que la Sala Superior ha resuelto lo discutido
evaluando los datos objetivos que emanan de los medios
probatorios incorporados, entre ellos lo actuado en el expediente
número 5167-2005, sustentando en el cuarto considerando que:
“También cabe destacar, que en ejecución de sentencia de primera
instancia de fecha 10 de enero del 2007, confirmada mediante la
sentencia de vista de fecha 26 de mayo del 2008, cuyas copias
certificadas corren a fojas 67-ss y 75-ss, emitidas en otro proceso
anterior sobre desalojo por ocupación precaria que los hoy
demandados siguieron en contra de don Luis Alberto Velásquez
Rodríguez y litisconsorte incorporados, los hoy demandantes,
signado como expediente N° 5167-2005 por ante el Tercer Juzgado
Especializado en lo Civil de la Provincia de Trujillo de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, se realizó la diligencia de
lanzamiento judicial del demandado y litisconsortes de dicho
proceso de desalojo respecto del mismo inmueble materia de
proceso, (…) así como se ministró la posesión de dicho inmueble
a los demandantes de dicho proceso judicial, los hoy demandados,
según el acta de dicho lanzamiento judicial de fecha 11 de junio
del 2009 que en fotocopia certificada corre a fojas 798-ss”. Por lo
demás, no forma parte de los puntos controvertidos fijados en la
presente causa judicial la evaluación de hechos y actos ocurridos y
desarrollados en otros procesos, ni parte del debate que se
determine si de no haber contado los demandados con la
declaración de fábrica el proceso en el que fueron litisconsortes
pasivos hubiera sido desestimado. DÉCIMO QUINTO.- Finalmente,
si bien la casacionista ha precisado que su pedido casatorio es
anulatorio, cumpliendo la exigencia que informa el inciso 4) del
Artículo 388° del Código Procesal Civil, ello es insuficiente para la
procedencia del Recurso interpuesto, pues los requisitos de fondo
que prevé aquella disposición son necesariamente concurrentes, lo
que no ocurre en el caso concreto. Por tales razones y en aplicación
de lo preceptuado además por el Artículo 392° del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación
interpuesto por la codemandante Diocisa Angelita Paredes Agreda
97151
de Vejarano contra la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número sesenta y dos de fecha diecinueve de febrero de dos mil
quince obrante de fojas ochocientos ochenta y ocho a novecientos
catorce expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Diocisa
Angelita Paredes Agreda de Vejarano y otra con Manuel Inosente
Julca Acosta y otra sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los
devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Inserta de folios 443 a 445.
3
Inserto a folios 610.
4
Inserto a folios 690.
5
Inserta a folios 691.
6
Inserto a folios 275.
C-1569469-101
CAS. Nº 2450-2016 AREQUIPA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO. Lima,
veintiuno de julio de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por María Elena Portocarrero
Beingolea a fojas trescientos sesenta y dos, contra la sentencia de
vista de fojas trescientos cuarenta, de fecha cinco de mayo de dos
mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, que confirmó la sentencia apelada de
fojas doscientos noventa y dos, de fecha uno de setiembre de
dos mil quince, que declaró fundada la demanda; por lo que debe
examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una sentencia
expedida por la Sala Superior que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que emitió
la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo
de diez días de notificada con la resolución impugnada, pues la
recurrente fue notificada el dieciséis de mayo de dos mil dieciséis,
según constancia de fojas trescientos cuarenta y siete, y presentó
el recurso de casación el treinta de mayo del mismo año; y, IV) No
adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de casación
por encontrarse beneficiada con auxilio judicial. TERCERO.-
Que, respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso 1
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
acotada, se advierte que la recurrente no consintió la resolución
expedida en primera instancia que le fue desfavorable a sus
intereses, al haberla apelado mediante escrito de fojas trescientos
cinco, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma procesal
anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de
los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, es necesario que la recurrente señale en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente medio impugnatorio se
denuncia la infracción normativa del artículo 345-A del Código
Civil, señalando que la Sala Superior al momento de emitir su fallo
vulnera dicho articulado, ya que se le priva la estabilidad económica
de cónyuge perjudicado con la separación de hecho, vulnerándose
la Igualdad de Partes y el Debido Proceso; asimismo, se trasgrede
lo concerniente a la adjudicación preferente de los bienes
gananciales al cónyuge perjudicado. QUINTO.- Que, del examen
de la argumentación expuesta se advierte que la recurrente no
cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, ya que no describe en forma clara y
precisa la infracción normativa denunciada, tampoco demuestra la
incidencia que tendría dicha infracción sobre la decisión impugnada,
sino lo que pretende es cuestionar las conclusiones a las que arribó
la Sala revisora, más aun si respecto a la existencia del cónyuge
perjudicado, se ha determinado que fue la demandada quien se
retiró del hogar; sin embargo, el demandante no ha logrado acreditar
existencia de afectación emocional, asimismo, cuenta con recursos
propios, por lo que no se encuentra en situación económica
desventajosa, ni la demandada ha acreditado la necesidad de
recibir tratamiento de salud, contando además con un trabajo
estable; por tanto, la denuncia no puede ser amparada. SEXTO.-
Que, en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil, el recurrente cumple con indicar
que su pedido casatorio es anulatorio como principal y revocatorio
como subordinado; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del precitado Código. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por María Elena Portocarrero Beingolea
a fojas trescientos sesenta y dos, contra la sentencia de vista de

97152 CASACIÓN
fojas trescientos cuarenta, de fecha cinco de mayo de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Ricardo Luis Muñoz Hurtado contra María
Elena Portocarrero Beingolea y otro, sobre Divorcio por Causal
de Separación de Hecho; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-102
CAS. Nº 2444-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiuno
de julio de dos mil dieciséis. VISTOS; con el acompañado; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por Roberto
Ricardo Obregón Marmolejo a fojas doscientos veintinueve, contra
la resolución de vista de fojas doscientos doce, de fecha cinco de
abril de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; por lo que debe examinarse
los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio
impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por Ley número 29364, se tiene que el presente recurso
cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una sentencia
expedida por la Sala Superior que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución
impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo de diez días
de notificada con la resolución impugnada, pues el recurrente fue
notificado el cuatro de mayo de dos mil dieciséis, según cargo de
notificación de fojas doscientos veintitrés, y presentó el recurso de
casación el diecisiete de mayo del mismo año; y IV) Adjunta el
arancel judicial correspondiente por recurso de casación, según
consta a fojas doscientos veintiséis. TERCERO.- Que, respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que el recurrente no consintió la resolución expedida en primera
instancia que le fue desfavorable a sus intereses, al haberla
apelado mediante escrito de fojas noventa y seis, por lo que cumple
con lo dispuesto en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que,
para establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario
que el recurrente señale en qué consiste la infracción normativa
o el apartamiento inmotivado del precedente judicial. QUINTO.-
Que, el recurrente denuncia la infracción normativa del artículo
446 inciso 6 del Código Procesal Civil y la Ley número 26872,
señala que en el caso de autos no se ha emplazado a sus menores
hijos resultando insuficiente que se manifieste en la resolución
recurrida que sus padres tienen la patria potestad de los mismos;
asimismo, menciona que las personas que desean demandar
deben concurrir necesariamente a un Centro de Conciliación, el
que debe notificar necesariamente a las partes a una Audiencia de
Conciliación, siendo que en el caso de autos los demandados no
fueron notificados para la realización de dicha audiencia. SEXTO.-
Que, del examen de la argumentación expuesta se advierte que el
recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir con
claridad y precisión la infracción normativa así como demostrar la
incidencia directa sobre la decisión impugnada, puesto que hace
referencia a cuestiones de hecho ya dilucidadas por las instancias
de mérito, advirtiéndose que lo que pretende es una modificación
del criterio asumido, más aun si la Sala Superior ha establecido
que la demandante acredita ser propietaria del inmueble materia de
desalojo, según consta del Asiento número C00004 de la Partida
Registral número 43449451 de la Superintendencia Nacional
de los Registros Públicos, obrante a fojas diecisiete de autos.
Asimismo al momento de la invitación a conciliar que se realizó
el veinte de noviembre de dos mil doce, dejándose constancia en
dos oportunidades por inasistencia de una de las partes conforme
se acredita con copia certificada del Acta de Conciliación número
1715 y a la presentación de la demanda, que fue el veintiocho de
diciembre de dos mil doce, Roberto Andrés Obregón Huamán y
Ericka Iris Obregón Huamán, contaban con dieciséis años y once
años respectivamente, siendo menores de edad, por lo que no
pueden ser considerados como parte procesal sino es a través de
su representante legal, que de acuerdo al artículo 45 del Código
Civil, lo ejercen sus padres, quienes ya tenían conocimiento del
presente proceso. Los demandados alegan que existiría un
contrato de compraventa entre el ex-propietario Eicho Higa Higa
con el emplazado Roberto Ricardo Obregón Marmolejo, sobre el
bien materia de litis; sin embargo, en el decurso del proceso no
han adjuntado medio probatorio alguno que acredite su afirmación,
es decir los demandados no cuentan con título alguno que acredite
su posesión. SÉTIMO.- Que, respecto a la exigencia prevista en
el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, si bien el
recurrente cumple con indicar su pedido casatorio anulatorio como
principal y revocatorio como subordinado, no es suficiente para
atender el recurso materia de calificación, en virtud a lo dispuesto
en el artículo 392 del Código Adjetivo, norma que prescribe que
los requisitos de procedencia de este recurso extraordinario
son concurrentes. Por estas consideraciones y de conformidad
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
con el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Roberto
Ricardo Obregón Marmolejo a fojas doscientos veintinueve, contra
la resolución de vista de fojas doscientos doce, de fecha cinco de
abril de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Maribel Victoria Flores
Acuña contra Roberto Ricardo Obregón Marmolejo y otros, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-103
CAS. Nº 2542-2016 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, cinco de agosto de dos mil
dieciséis. VISTOS: Y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Antonio Félix Sotelo Tasayco (folios 351) contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número seiscientos
cuarenta y uno del dieciocho de noviembre de dos mil quince (folios
339) expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, la cual confirmó la sentencia apelada
contenida en la Resolución número diecisiete del veintisiete de
enero de dos mil quince (folios 228) que declaró fundada la
demanda; en consecuencia declárese nulo y sin valor legal alguno,
la minuta del veintidós de febrero de dos mil trece, respecto al
inmueble ubicado en la Urbanización Miguel Grau – Ex Piñonate
Manzana 47, Lote 21 – Distrito de San Martín de Porres; inscrito
con el Código de Predio número PO1244859; para cuyo efecto
debe procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para
la casación, se debe tener presente que este recurso es
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
Precisar en cual de las causales se sustenta, si es en la i) Infracción
normativa o en el ii) Apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Presentar una fundamentación puntualizada, clara y
pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión:
Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así, es
responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por el recurrente en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Previo al análisis de los
requisitos de procedencia, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
éste tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema de Justicia de la República; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera, clara, precisa y concreta indicando
en que consiste la infracción normativa y cuál es la incidencia
directa en que se sustenta. CUARTO.- En ese sentido el recurso
reúne los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, toda vez que éste ha sido interpuesto:
i) Contra la sentencia de vista expedido por la Sala Civil Permanente
de la de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte que como
órgano de segundo grado pone fin al proceso (folios 339); ii) Ante
el órgano jurisdiccional citado que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, dado que el
demandado fue notificado el veintisiete de abril del dos mil dieciséis
(folios 370) e interpuso el recurso de casación el veintisiete de abril
de dos mil dieciséis (folios 351); y iv) Adjunta el arancel judicial
correspondiente a dicho concepto (folio 348). QUINTO.- Evaluando
los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, se desprende que el recurrente ha cumplido
con el requisito establecido en el inciso 1 al haber impugnado la
sentencia de primera instancia que le fue adversa; y cumple con lo
establecido en el inciso 4 indicando que su pedido es anulatorio
(principal) y revocatorio (subordinado). SEXTO.- En cuanto a las
exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, la recurrente invoca como causales de su
recurso: 1) Infracción normativa procesal del inciso 4 del
artículo 50 y artículo 196 del Código Procesal Civil; denuncia
que el A quem se ha extralimitado en su decisión, al emitir un
pronunciamiento extra petita infringiendo la norma legal, al resolver
hechos no alegados por la demandante, quien solicito la nulidad de
acto jurídico de compraventa de derechos y acciones del treinta de
enero de dos mil trece, elevada a Escritura Pública el veintidós de
febrero de dos mil trece, por la causal de finalidad ilícita, simulación
absoluta y contravención de normas de orden público; que no se ha
demandado ni reconvenido la Nulidad del Contrato de Compraventa
aludido, sin embargo la Sala al decidir la validez del contrato, sin
haber sido cuestionado por la actora ha vulnerado la autonomía de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
los contratantes al no considerar que la relación contractual es un
contrato privado que pertenece a la autonomía de la voluntad
privada, que no atenta el orden público, que ahí si puede actuar la
ley, infringiendo el Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva.
Señala que no está probado que la coemplazada aludida en la
fecha que les transfirió el inmueble no haya tenido la condición de
propietaria, que la Sala, sin asistirle la obligación, que ha
determinado dicha causal, y que la carga de la prueba corresponde
a la demandante, para acreditar sus afirmaciones, conforme lo
señala el artículo 196 del Código Procesal Civil, al decidir lo
contrario se vulnero el Debido Proceso. Que, en cuanto a las
causales de fin ilícito y contravención de las normas de orden
público, se desvirtúan con el hecho de que la propietaria que les
vendió tenía inscrito su derecho, y que al resolverse el primer
contrato volvió a ostentar la condición de propietaria, lo que se
corrobora con la inscripción de su derecho en el Registro, por lo
que conociendo la seguridad jurídica que otorga la inscripción
celebraron el acto jurídico y como efecto de ello, la compra venta
se encuentra revestida de los Principios de Publicidad Material,
Legitimación y Buena Fe Registral. 2) Infracción normativa
material de los artículos 1429 y 1430 del Código Civil; denuncia
que existe una errónea y equivocada interpretación de la norma
legal referida a los presupuestos legales para resolver un negocio
jurídico, al señalar que el contrato de fecha cinco de marzo de mil
novecientos noventa y nueve no ha sido resuelto, cuando si existe
requerimiento conforme se constata de la Carta Notarial de
veintiuno de enero de dos mil trece, el que no ha sido tachado por
tanto mantiene eficacia probatoria; que no es obligatorio el segundo
documento para declarar resuelto el contrato, ya que la demandante
no respondió, por lo que la codemandada cumplió cabalmente con
los presupuestos legales de la aludida norma material; y el artículo
1430 no exige segundo documento para resolver un contrato ante
el incumplimiento de la diferencia del precio; que el haber otorgado
veinticuatro horas para el pago del saldo incumpliendo con el plazo
no menor de quince días, no aplica al caso, por cuanto esta
probado que la transferencia a su favor se produjo después de
resuelto el contrato y el plazo. Que, respecto a que la afirmación de
la demandante de que los demandados conocían que ella era
propietaria, no ha sido contradicha ni enervado, lo que considera
erróneo por que de acuerdo al artículo 196 las afirmaciones deben
ser probadas por quien las propone; y que aunque se ha señalado
que los intervinientes en el contrato son familiares, no existe norma
legal que prohíba contratar entre parientes. SÉTIMO.- Respecto a
la causal denunciadas en el ítem 1) se debe precisar que la
sentencia de vista que se impugna, refiere que el acto jurídico de
compraventa de derechos y acciones de treinta de enero de dos mil
trece, elevada a Escritura Pública el veintidós de febrero de dos mil
trece, adolece de las causales de nulidad por finalidad ilícita y
contravención a las normas de orden público, las que fueron
invocadas en el inciso 6 de los fundamentos de la demanda (folios
27), por lo que no se produce un pronunciamiento extra petita que
alega el codemandado. OCTAVO.- En relación a la causal de
infracción material contenida en el ítem 2) se tiene que el artículo
1429 del Código Civil, establece que la parte perjudicada con el
incumplimiento puede requerir, mediante carta enviada por vía
notarial, para que satisfaga su prestación dentro de un plazo no
menor de quince días bajo apercibimiento que en caso de
incumplimiento el contrato quede resuelto; de autos se observa
que, si bien, la demandada Magda Elisa Sotelo Torres de Marcos,
envió la Carta Notarial de veintiuno de enero de dos mil trece a la
demandante Sara Buldrima Alcántara Montoya manifestando que:
“…la REQUIERO para que en un plazo de 24 horas de recepcionada
la presente, me cancele la totalidad del precio pactado, más sus
respectivos intereses, caso contrario muy a mi pesar se dará por
RESUELTO EL CONTRATO DE COMPRA VENTA, pudiendo
ejercitar libremente mi legítimo derecho de propiedad sobre el bien
inmueble arriba indicado.”; de lo que se concluye que la Carta
Notarial no cumple con el plazo de quince días previsto en el
Código Civil para estos casos, y que dicha carta constituye el
requerimiento y no el acto de resolución del contrato. NOVENO.-
En cuanto a la infracción del artículo 1430 del Código Civil, el cual
establece que puede convenirse expresamente que el contrato se
resuelva cuando una de las partes no cumple determinada
prestación a su cargo y establecida con toda precisión esta
resolución se produce de pleno derecho cuando la parte interesada
comunica a la otra, que quiere valerse de la cláusula resolutoria; en
el considerando octavo del contrato privado de compraventa de
cuatro de agosto de mil novecientos noventa y ocho (folios 8), las
partes solo acordaron que en el caso de incumplimiento de los
términos y condiciones del contrato, o incumplimiento del pago del
saldo del precio estipulado al declararse saneada la propiedad,
dichos incumplimientos, se regirán de acuerdo a las leyes del
Código Civil y complementario, no conteniendo el aludido contrato
la cláusula resolutoria expresa que prevé el citado artículo 1; por lo
que no resulta aplicable a este caso. DÉCIMO.- Sobre los
cuestionamientos formulados por el recurrente a los fundamentos
21, 22 y 23 de la sentencia impugnada, en que la A quem analiza si
los compradores Antonio Félix Sotelo Tasayco y Martha Elena Valle
Montes de Sotelo conocían la situación jurídica del bien objeto de
transferencia, este hecho se colige no solo con lo expuesto por la
demandante en el sentido que existe vínculo de parentesco entre
los codemandados (que no ha sido negado por los demandantes),
sino también con la afirmación vertida por el demandado en el
97153
numeral 2 de su escrito de alegatos (folios 156) en el cual consta
que en la fecha que adquirió el predio tenía conocimiento del
contrato de compraventa celebrado el cuatro de agosto de mil
novecientos noventa y ocho entre su codemandada Magda Elisa
Sotelo Torres de Marcos y Sara Buldrima Alcántara Montoya, así
como de la carta del veintiuno de enero del dos mil trece, por lo que
el argumento de que no existe norma legal que prohíba que
contratar entre parientes, no enerva la conclusión arribada en este
extremo. DÉCIMO PRIMERO.- Por lo que, advirtiéndose que la
fundamentación contenida en el recurso no señala cuales son los
vicios incurridos por las instancias de mérito que acarrearían la
nulidad de la recurrida; sino que cuestiona los hechos establecidos
y valorados en el proceso respecto a la propiedad del predio; lo que
ha sido debidamente dilucidado por las instancias de mérito; en tal
sentido atendiendo a que en vía recurso de casación no es posible
volver a revisar los hechos establecidos y valorar nuevamente los
medios probatorios actuados en el proceso, ya que tal pretensión
vulneraría flagrantemente la naturaleza y fines del recurso
extraordinario de casación; las causales materia de calificación
devienen improcedentes. DÉCIMO SEGUNDO.- Analizados de
manera conjunta los fundamentos de las causales denunciadas, se
advierte que ellas no satisfacen las exigencias del inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no describir con claridad y
precisión la infracción normativa incurrida; ocurriendo lo mismo
sobre el inciso 3 al no demostrarse la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada; lo que corrobora la
improcedencia del recurso. Por estos fundamentos y conforme a lo
establecido por el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Antonio
Félix Sotelo Tasayco (folios 351) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número seiscientos cuarenta y uno del
dieciocho de noviembre de dos mil quince (folios 339) expedida por
la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos
por Sara Buldrima Alcántara Montoya contra Antonio Félix Sotelo
Tasayco y otros sobre Nulidad de Acto Jurídico y otros; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra
Barrera por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello
Matamala. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Condición resolutoria
Artículo 1430.- Puede convenirse expresamente que el contrato se resuelva
cuando una de las partes no cumple determinada prestación a su cargo,
establecida con toda precisión.
La resolución se produce de pleno derecho cuando la parte interesada
comunica a la otra que quiere valerse de la cláusula resolutoria.
C-1569469-104
CAS. Nº 2889-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintinueve de
agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Vienen a conocimiento de esta Sala Suprema los
recursos de casación interpuestos por la “Asociación de Pequeños
Comerciantes Juan Pablo II, de la Avenida Parque de las Leyendas,
Cuadra cinco” a fojas setecientos noventa, Rigoberta Espinoza
Atachagua de Guzmán a fojas ochocientos uno, Victoria Velásquez
Pichihua a fojas ochocientos doce, Celestina Matea Cagallaza
Cunyarache a fojas ochocientos veintitrés, Margarita Lozano
Enciso de Licera a fojas ochocientos treinta y cuatro, Darío Félix
Maje Espinoza a fojas ochocientos cuarenta y cinco, Salvador
Ponce Chamorro a fojas ochocientos cincuenta y seis, Nancy
Mariño Palomino a fojas ochocientos sesenta y siete, Giovanna
Elvira Bernal Ramírez a fojas ochocientos setenta y ocho, Maribel
Tacuri Bautista a fojas ochocientos ochenta y nueve, Darío Juan
Gutarra Castañeda a fojas novecientos, Jesús Ramos Rimache a
fojas novecientos once, Cristina Zoraida León Aylas de Solís a fojas
novecientos veintidós, Rosa Alejandrina Gutiérrez Cáceres a fojas
novecientos treinta y tres, Juan Carlos Rimache Sulca a fojas
novecientos cuarenta y cuatro y Pelagia Rimache Ortiz a fojas
novecientos cincuenta y cinco, contra la resolución de vista de fojas
setecientos cincuenta y cinco, de fecha catorce de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas
seiscientos cincuenta y dos, de fecha nueve de noviembre de dos
mil quince, que declara fundada la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que los recursos en mención
cumplen con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo
exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al
no haber consentido los recurrentes la sentencia de primera
instancia que les fue adversa, satisfacen el requisito de
procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso 1, del Código
Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de sus recursos,
denuncian: I) Apartamiento inmotivado del precedente judicial
- Casación número 2195-2011-UCAYALI, alegando que ejercen
posesión sobre cada uno de los locales comerciales materia de
desalojo en virtud del Convenio de Cooperación Institucional
celebrado entre ellos y la entidad demandante, siendo que si bien
el Consejo Directivo del Patronato del Parque de Las Leyendas
“Felipe Benavides Barreda” ha declarado que el mismo es nulo y
ha dispuesto su resolución, mediante el Acuerdo de Consejo

97154 CASACIÓN
Directivo número 098-PATPAL-FBB/CD/MML, del veintinueve de
diciembre de dos mil diez, ello ha sido materia de impugnación en
la vía contenciosa administrativa; siendo además, que el
fenecimiento del título que alude la Sala Superior no puede
extenderse a cualquier acto jurídico, o configurarse por la causal
resolutoria por incumplimiento de obligaciones a que se refiere el
artículo 1429 del Código Civil, pues debe ser declarada por la vía
judicial, mediante decisión firme y definitiva, así como tampoco
puede configurarse por la causal prevista en el artículo 1430 del
mismo Código, en el cual la resolución de contrato en virtud al uso
de la cláusula resolutoria solamente se produce cuando la parte
que hace uso de esta facultad haya cumplido anteriormente con su
obligación, lo que no hizo la entidad demandante al suscribir con
los demandados un convenio nulo desde su origen, como ella
misma lo ha reconocido posteriormente; en consecuencia, antes
de resolverse la presente causa, las instancias de mérito debieron
verificar -como lo establece el precedente judicial invocado- el
cumplimiento de la formalidad para la resolución, y en mérito a que
los hechos revestían una mayor complejidad por las razones
indicadas, debió declararse infundada la demanda. Del mismo
modo, en su considerando sexto el Ad quem señala que los gastos
en que habría incurrido la parte demandada en la construcción de
los módulos, han sido efectuados en virtud del Convenio y que
dichos demandados deberán solicitar la restitución de estos gastos
en un proceso judicial aparte, lo que es por demás injusto, más aún
cuando existe jurisprudencia abundante en otro sentido (Casación
número 1780-1999-CALLAO, Casación número 1830-1999-LIMA
NORTE, Casación número 385-2005-LIMA, Casación número 394-
2005-CONO NORTE), la misma que ha motivado un voto singular
de diversos Jueces Supremos, quienes manifestaron que no
concuerdan con algunos puntos que establecen doctrina
jurisprudencial, como en el caso de las edificaciones levantadas
sobre terreno ajeno, donde la ley ha otorgado al propietario del
terreno el mecanismo idóneo para obtener su restitución, el cual no
es otro que el que regulan los artículos 941, 942, y 943 del Código
Civil; II) Infracción normativa del artículo 911 del Código Civil,
alegando que no son precarios, porque el Convenio suscrito con la
empresa demandante constituye título idóneo que justifica su
posesión, el mismo que conservaría plena validez mientras no
exista un pronunciamiento definitivo final que demuestre lo
contrario. CUARTO.- Respecto a la denuncia descrita en el
apartado I), se tiene que no se ha cumplido en ninguno de los
recursos interpuestos con describir con precisión y claridad el
apartamiento del precedente fijado en el citado Cuarto Pleno
Casatorio Civil, celebrado por la Salas Civiles Permanente y
Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República, a
propósito de la Casación número 2195-2011-UCAYALI, toda vez
que las instancias de mérito han establecido que el Convenio de
Cooperación Interinstitucional entre El Patronato del Parque de Las
Leyendas “Felipe Benavides Barreda” y la “Asociación de
Pequeños Comerciantes Juan Pablo II, de la Avenida Parque de las
Leyendas, Cuadra cinco”, ha sido resuelto en mérito a la Carta
Notarial del tres de enero de dos mil once, que corre a fojas
cuarenta y uno, cumpliéndose así con la formalidad establecida en
el artículo 1430 del Código Civil; por lo que la posesión que ejercen
los demandados sobre los quince módulos de venta ubicados en la
Avenida Parque de las Leyendas, en el Distrito de San Miguel de la
ciudad de Lima, ha devenido en precaria; con lo que se tiene que
tanto el A quo como el Ad quem sí han actuado según lo establecido
como doctrina jurisprudencial vinculante en el referido Pleno
Casatorio -específicamente, en el punto 5.1 de la parte resolutiva-,
por el cual, el juzgador para determinar la posesión precaria en el
supuesto de la resolución contractual del título que justifica la
posesión, debe limitarse a verificar el cumplimiento de la formalidad,
sin decidir respecto de la validez de las condiciones por las que se
dio. Asimismo, en cuanto a la propiedad de los locales comerciales
que obran como edificaciones sobre el terreno de la entidad
demandante, tampoco se detalla con claridad y precisión el error
en que han incurrido las instancias de mérito, toda vez que en el
apartado 5.5 de la parte resolutiva del Pleno Casatorio antes
mencionado, se ha establecido que no se deben discutir los
derechos recaídos sobre dichas construcciones, existiendo para
ello las vías correspondientes que deben ser utilizadas por los
poseedores que aleguen ser propietarios de las mismas, siendo
únicamente objeto del proceso de Desalojo por Ocupación Precaria
el pronunciamiento respecto al derecho de poseer de los
demandados. Con dichas omisiones en sus respectivos recursos
casatorios, se tiene que los recurrentes no han dado cumplimiento
a lo establecido por el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil. QUINTO.- Respecto a la denuncia descrita en el apartado II),
se tiene que las instancias de mérito han establecido la condición
de precarios de todos los recurrentes, al darse el supuesto previsto
en el artículo 1430 del Código Civil, resolviéndose el Convenio
suscrito entre las partes, en consecuencia lo que los recurrentes
desean en el fondo es que este Supremo Tribunal examine los
hechos ya establecidos por las instancias de mérito, lo cual no
constituye un fin de su actuación en sede casatoria, la misma que
se limita a revisar la adecuada aplicación del derecho objetivo al
caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional, de
conformidad con el artículo 384 del Código Procesal Civil, motivo
por el cual dicho extremo de los recursos interpuestos también
debe ser declarado improcedente. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTES los recursos de casación
interpuestos por la “Asociación de Pequeños Comerciantes Juan
Pablo II, de la Avenida Parque de las Leyendas, Cuadra cinco” a
fojas setecientos noventa, Rigoberta Espinoza Atachagua de
Guzmán a fojas ochocientos uno, Victoria Velásquez Pichihua a
fojas ochocientos doce, Celestina Matea Cagallaza Cunyarache a
fojas ochocientos veintitrés, Margarita Lozano Enciso de Licera a
fojas ochocientos treinta y cuatro, Darío Félix Maje Espinoza a
fojas ochocientos cuarenta y cinco, Salvador Ponce Chamorro a
fojas ochocientos cincuenta y seis, Nancy Mariño Palomino a fojas
ochocientos sesenta y siete, Giovanna Elvira Bernal Ramírez a
fojas ochocientos setenta y ocho, Maribel Tacuri Bautista a fojas
ochocientos ochenta y nueve, Darío Juan Gutarra Castañeda a
fojas novecientos, Jesús Ramos Rimache a fojas novecientos
once, Cristina Zoraida León Aylas de Solís a fojas novecientos
veintidós, Rosa Alejandrina Gutiérrez Cáceres a fojas novecientos
treinta y tres, Juan Carlos Rimache Sulca a fojas novecientos
cuarenta y cuatro y Pelagia Rimache Ortiz a fojas novecientos
cincuenta y cinco, contra la resolución de vista de fojas setecientos
cincuenta y cinco, de fecha catorce de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas seiscientos
cincuenta y dos, de fecha nueve de noviembre de dos mil quince,
que declara fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Patronato del Parque de
Las Leyendas “Felipe Benavides Barreda” contra la “Asociación de
Pequeños Comerciantes Juan Pablo II, de la Avenida Parque de las
Leyendas, Cuadra cinco” y otros, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces
Supremos Rodríguez Chávez y Calderón Puertas, por licencia de
los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez y Miranda
Molina. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA C-1569469-105
CAS. Nº 2894-2016 LIMA
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Lima, veintisiete de setiembre
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Darío Tarazona Buiza y Natalia Vivanco de Tarazona
a fojas trescientos dieciocho, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos cinco, de fecha once de mayo de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas doscientos
sesenta y seis, de fecha veintiuno de abril de dos mil quince,
que declara fundada la demanda; en consecuencia, declara que
los demandantes tienen el mejor derecho de propiedad sobre las
Unidades Inmobiliarias números 02, 04 y 05 del edificio ubicado en el
Jirón Miró Quesada números 868, 868 ”A” y 870, Cercado de Lima,
con respecto de los demandados; fundada la pretensión accesoria
de restitución de las Unidades Inmobiliarias números 02, 04 y 05,
debiendo los demandados proceder a su inmediata restitución a
favor de los demandantes. SEGUNDO.- Examinados los autos,
se advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos
de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387
del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido la
parte recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha sido
adversa, satisface el requisito de procedibilidad establecido en el
artículo 388 inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como
sustento de su recurso denuncian: A) Aplicación indebida de los
artículos 2016 y 2022 del Código Civil: Estas normas prevén
la preferencia del derecho en función a que uno haya inscrito el
título antes que otro, cosa que bien puede suceder cuando se trata
de dos o más hipotecas o embargos, lo cual es perfectamente
dable de inscribirse sucesivamente sobre una misma partida en
función a un mismo otorgante o a un mismo afectado con derecho
inscrito, mas no cuando se trata de un mismo deudor que extiende
u otorga en simultáneo derechos de propiedad o de dominio a
varios acreedores, pues basta con que uno inscriba para que los
demás ya no puedan inscribir su título, por lo tanto, no cabe aplicar
a este último supuesto las hipótesis normativas que contemplan
los artículos 2016 y 2022 del Código Civil; B) Inaplicación de los
artículos 1135 y 2014 del Código Civil: El tema de la buena fe es
sustancial para resolver la causa; sin embargo, las dos instancias
inferiores se han limitado de manera por demás simplista a resolver
las preces de la demanda limitándose de un modo facilista a ver
cuál de las dos partes inscribió su derecho en el Registro, y en
función a ello amparar la posición del que ostenta el derecho
inscrito, dejándose de lado el tema vital y determinante referido a
ostentar buena fe; C) Infracción de los artículos III y VII del Título
Preliminar, así como 188 y 427 inciso 5 del Código Procesal
Civil: No existe congruencia ni conexión lógica entre los hechos
invocados, las normas citadas y aplicadas y el ofertorio de pruebas,
así como la actividad probatoria desplegada, lo que conlleva a
la existencia de un verdadero atentado al debido proceso, y se
incumple además con los fines del proceso, derivándose todo ello
de obviar o soslayar el principio iura novit curia, conllevando como
consecuencia ineludible una deficiente actividad probatoria que
resiente e incumple la finalidad de los medios probatorios, pues
en autos se habría probado todo, menos la buena fe. No existe en
autos referencia alguna del tema de la buena fe y menos actividad
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
probatoria destinada a corroborarla o a enervarla, pese a que es
la verdadera piedra angular en casos como el de autos. La causa
ha sido resuelta sobre la base de hechos y normas referidos a
títulos que pueden ser inscritos sucesivamente, lo que resulta
ajeno a la acción incoada y a la contradicción propuesta, debiendo
haberse declarado por lo tanto, la improcedencia de la demanda.
CUARTO.- En cuanto a la denuncia postulada en el apartado A):
Contrariamente a lo sostenido por los recurrentes, el artículo 2022
del Código Civil resulta ser pertinente al caso de autos, pues según
lo establecido por las instancias de mérito, se dan los presupuestos
fácticos contenidos en la misma; es decir, los recurrentes no pueden
oponer su alegado derecho de propiedad a los demandantes, pues
no tienen inscripción registral alguna (de su supuesto derecho),
mientras que aquéllos (demandantes) sí han inscrito su derecho
en los Registros Públicos. Por otro lado, dado que la invocación
de la norma del artículo 2022, primer párrafo del Código Civil
es suficiente para resolver la controversia, carece de relevancia
analizar que el artículo 2016 del Código Civil es pertinente o no al
caso de autos. Por consiguiente, al no existir el agravio denunciado
no se da cumplimiento, en rigor, con la exigencia del artículo 388
inciso 2 del Código Procesal Civil, en consecuencia, este extremo
no puede prosperar. QUINTO.- En cuanto a la denuncia postulada
en el apartado B): Resulta evidente que el artículo 1135 del
Código Civil no es pertinente al caso de autos, pues éste regula
los supuestos de concurrencia de dos derechos de naturaleza
personal o creditorio, que no es el caso de autos, pues aquí se
oponen dos derechos de naturaleza real; en cuanto a la norma
contenida en el artículo 2014 del Código Civil, su aplicación no
modificará en nada el sentido de la resolución ahora impugnada,
por cuanto su aplicación beneficiaría a los demandantes, por
cuanto éstos tienen su derecho inscrito y su buena fe debe
presumirse, pues, no se advierte actividad probatoria destinada a
desvirtuarla. Por lo tanto, al no existir el agravio denunciado no se
da cumplimiento, en rigor, con la exigencia del artículo 388 inciso 2
del Código Procesal Civil, en consecuencia, este extremo tampoco
puede prosperar. SEXTO.- En cuanto a la denuncia postulada en el
apartado C): Tampoco puede prosperar, por cuanto los recurrentes
no logran explicar con claridad y precisión en qué consisten las
infracciones que invocan, de acuerdo con la exigencia del artículo
388 inciso 2 del Código Procesal Civil, sino que insisten en los
mismos argumentos que sustentan las denuncias precedentes,
las cuales ya han sido absueltas. Por consiguiente, este extremo
tampoco puede prosperar. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Darío
Tarazona Buiza y Natalia Vivanco de Tarazona a fojas trescientos
dieciocho, contra la sentencia de vista de fojas trescientos cinco, de
fecha once de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Martín David
Arroyo Morales y otros contra Darío Tarazona Buiza y otra, sobre
Mejor Derecho de Propiedad; y los devolvieron. Integra esta Sala
el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor
Juez Supremo Romero Díaz. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-106
CAS. Nº 2898-2016 CAJAMARCA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintisiete de
setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Rafael Lozano Gil a fojas doscientos
veintiuno, contra la resolución de vista de fojas ciento noventa
y nueve, de fecha veinticinco de noviembre de dos mil catorce,
emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia
de Cajamarca, que confirma la resolución apelada de fojas noventa
y cuatro, de fecha seis de enero de dos mil quince, que declara
infundada la contradicción y ordena llevarse a cabo la ejecución
forzada. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad,
de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código
Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la
sentencia de primera instancia que le fue adversa, satisface el
requisito de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso
1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su
recurso, denuncia: I) Infracción normativa de los artículos 1429
y 1431 del Código Civil, alegando que los demandados no han
podido cumplir con la obligación reclamada por causa imputable al
propio Banco demandante, lo cual causó que se pierda la siembra
de papa que tenían, habiendo sufrido por ello cuantiosos daños
económicos, debiendo el Ad quem tener por resuelto el contrato y
extinguida la obligación, así como emitir pronunciamiento respecto
a los daños y prejuicios que la entidad financiera demandante
debería cumplir. Asimismo aduce que si bien la defensa de los
demandados no ha cumplido con señalar la norma pertinente para
fundamentar su contradicción, la Sala superior, en aplicación del
principio iura novit curia, debió aplicar al caso lo dispuesto en el
artículo 1431 del Código Civil, toda vez que la siembra de papa
se perdió por (sic) la falta de medicamentos, los cuales estaban a
cargo del Banco demandante, en consecuencia, la obligación del
97155
recurrente se ha vuelto imposible; II) Infracción normativa del
artículo 196 del Código Procesal Civil, alegando que si bien es
cierto, su defensa técnica no logró demostrar la litispendencia, ello
le correspondía al Magistrado, el cual debía hacer el seguimiento
del proceso indicado a través del Sistema del Poder Judicial,
para conocer de la existencia del proceso en trámite, razón por
la cual, no existen motivos suficientes para declarar infundada la
excepción de litispendencia. Asimismo, respecto a la carga de la
prueba existe una excepción, que es la prueba difícil o imposible,
por la que dicha carga recae en el sujeto del proceso que se
encuentra en mejores condiciones para proporcionar el material
probatorio, independientemente de su condición de demandante
o demandado, por lo que en autos, es el Banco demandante quien
se encuentra en mejores condiciones para demostrar que realizó
el desembolso total del dinero. CUARTO.- Respecto a la infracción
normativa descrita en el apartado II), se advierte que un extremo
de la misma está referido al pronunciamiento de las instancias
de mérito respecto a las excepciones de litispendencia y de cosa
juzgada deducidas por la parte ejecutada, las mismas que fueron
declaradas infundadas. Siendo así, pese a estar contenido en la
resolución final emitida por el Ad quem, el recurso no cumple con el
requisito previsto en el inciso 1 del artículo 387 del Código Procesal
Civil, esto es, que se recurra contra sentencias o autos expedidos
por las Salas Superiores que, como órganos de segundo grado
ponen fin al proceso, por lo que no puede ampararse dicho extremo
del recurso. QUINTO.- En cuanto al otro extremo de la denuncia
descrita en el apartado I), se tiene que si bien se ha cumplido con los
requisitos de admisibilidad establecidos por el artículo 387 y con el
requisito de procedibilidad fijado por el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, no se ha cumplido con describir con claridad
y precisión la infracción normativa denunciada, toda vez que la
contradicción que se interpone frente al mandato ejecutivo alegando
que la obligación no es cierta, exigible, ni líquida, corresponde ser
probada por el demandado y no por el demandante, toda vez que
la demanda de Obligación de Dar Suma de Dinero a través del
Proceso Único de Ejecución se inicia en mérito únicamente al
título ejecutivo que contiene la obligación reclamada. Siendo ello
así, en lo concerniente a este extremo, tampoco se ha cumplido
con el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil.-SEXTO.-
Examinado el fundamento expuesto por el recurrente en el
apartado I), se advierte que tampoco ha cumplido con describir con
claridad y precisión la infracción normativa denunciada, toda vez
que en el Proceso Único de Ejecución, el derecho de defensa del
ejecutado -por el mérito del título ejecutivo- se encuentra limitado a
las causales taxativamente señaladas por la norma, conociéndose
únicamente aspectos propios de la relación cambiaria y de la
obligación contenida en el instrumento cambiario, no pudiendo
por ello ser atendidas en esta vía las alegaciones del ejecutado
respecto a la resolución del contrato que habría dado origen a
los pagarés, así como tampoco puede emitirse pronunciamiento
sobre la indemnización por daños y perjuicios que alegan haber
sufrido por el incumplimiento contractual de la entidad financiera
demandante. Siendo ello así, se tiene que no se ha observado
lo establecido en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Rafael Lozano Gil a fojas doscientos
veintiuno, contra la resolución de vista de fojas ciento noventa
y nueve, de fecha veinticinco de noviembre de dos mil catorce,
emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia
de Cajamarca, que confirma la resolución apelada de fojas noventa
y cuatro, de fecha seis de enero de dos mil quince, que declara
infundada la contradicción y ordena llevarse a cabo la ejecución
forzada; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por el Banco Agropecuario - AGROBANCO contra Rafael
Lozano Gil y otros, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y
los devolvieron. Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La
Barra Barrera, por licencia del Señor Juez Supremo Romero Díaz.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-107
CAS. Nº 2918-2016 AREQUIPA
IMPUGNACIÓN DE ACUERDO DE SOCIEDAD. Lima, veintidós
de setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; Y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por la demandante Mercedes Lucía Pacori Quispe
(folios 706) contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número treinta y cinco (nueve -1SC), del veintidós de junio de dos
mil dieciséis (folios 686) expedida por Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, que confirmó la apelada
contenida en la Resolución número veinticinco, veintiuno de marzo
de dos mil dieciséis (folios 567) que declaró infundada la demanda;
para cuyo efecto debe procederse a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número
29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple con los
requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número treinta y cinco
(nueve -1SC), del veintidós de junio de dos mil dieciséis (folios 686)

97156 CASACIÓN
expedida por Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, que como órgano jurisdiccional de segunda instancia,
pone fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada (folio 706); iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la recurrente fue notificada el treinta de
junio de dos mil dieciséis (folio 693) e interpuso recurso de casación
el doce de julio del mismo año (folios 706) y, iv) Cumple con adjuntar
el arancel judicial respectivo (folio 695 reverso). TERCERO.-
Respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso 1
del artículo 388 del Código Adjetivo, éste se encuentra satisfecho
puesto que interpuso recurso de apelación oportunamente (folio
574). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la referida
norma, manifiesta que su pedido es revocatorio. CUARTO.-
La demandante Mercedes Lucia Pacori Quispe, señala como
causal de su recurso: a) Infracción normativa procesal del
artículo 113 de la Ley General de Sociedades concordante
con los artículos 10, 12 y 22 de los Estatutos de la Empresa
demandada; refiere que la Convocatoria a la Junta Extraordinaria
de Accionistas realizada por el Gerente materia de impugnación no
encaja en ninguno de los otros supuestos señalados por el artículo
113, pues la facultad de convocar a Junta por parte del Gerente
no se encuentra prevista en la Ley ni el Estatuto, no lo acordó el
Directorio por considerarlo necesario al interés social y no lo solicitó
el número de accionistas que represente cuando menos el veinte
por ciento (20%) de las acciones suscritas con derecho a voto.
Que se incurre en vicio insubsanable en la convocatoria a Junta
General Extraordinaria que es materia de impugnación, puesto
que viola el derecho a la legalidad al incumplir lo establecido en
la Ley General de Sociedades y el Estatuto de la empresa, puesto
que no puede atribuirse facultades que le competen al Directorio,
hechos que no fueron valorados por la Sala. Que, ninguna de las
instancias precedentes han interpretado correctamente el artículo
26 de los Estatutos de la Empresa demandada que obran en autos.
Que, tanto el A-quo como la Sala concluyeron que la exclusión
de la recurrente de la sociedad es consecuencia del retiro de flota
vehicular, sin embargo, este argumento no está conforme a los
hechos y al derecho, ya que consta en el Acta de Junta General
Extraordinaria del catorce de noviembre de dos mil trece que se
acordó modificar el estatuto de la sociedad incorporando en su
artículo 26 la causal de exclusión de accionistas la misma que fue
aplicada a la recurrente como sanción. QUINTO.- Debe tenerse
en cuenta que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que solo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando
en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. SEXTO.- En el presente
caso, es de verse que la demandante refiere que los Tribunales
de Mérito omitieron analizar la forma de la convocatoria a la Junta
General de Accionistas del catorce de noviembre de dos mil trece,
puesto que ésta habría sido citada por el Gerente y no por el
Directorio como se encuentra previsto en el Estatuto. Al respecto,
es necesario precisar que la pretensión es el antecedente más
remoto de los puntos controvertidos, puesto que el hecho o los
hechos que la sustentan serán negados o discutidos en la forma
y modo en que sucedieron, es así que los puntos controvertidos
representan el encuentro frontal de la posición de las partes en un
proceso y permiten al Juzgador establecer cuáles serán los medios
probatorios necesarios para resolver el conflicto de intereses, lo
que además, permite determinar que exista congruencia entre
lo controvertido en el proceso y lo resuelto en la sentencia. 6.1.-
Siendo que la pretensión de la actora se ha centrado en impugnar
los acuerdos arribados en la Junta General de Accionistas del
catorce de noviembre de dos mil trece, bajo la premisa que se
ha violentado su Derecho a la Defensa al no haberse cumplido
con notificársele de forma personal la programación de dicha
Junta1, el debate y la controversia se ha delimitado a determinar
si en su condición de accionista, la demandante tenía que ser
notificada de forma personal con la fecha de realización de la
Junta General de Accionistas, por ende, mal podría pretender la
recurrente que a través de recursos impugnatorios modificar el
objeto de su pretensión o las causales denunciadas para sustentar
su pedido, puesto que se infringiría el Principio de Congruencia
que debe preservarse en todo proceso judicial. En consecuencia,
no resulta factible denunciar la infracción de normas y hechos que
no sustentaron la pretensión primigenia y que evidentemente, no
fueron materia de análisis a lo largo del proceso, razón por la cual
no se cumple con los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, deviniendo en improcedente la causal denunciada.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandante Mercedes Lucía Pacori
Quispe (folios 706) contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número treinta y cinco (nueve -1SC), del veintidós de
junio de dos mil dieciséis (folios 686) expedida por Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Mercedes
Lucía Pacori Quispe contra la Empresa Transportista Unidos de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Pasajeros y Servicios Sociedad Anónima – ETUPSSA, sobre
Impugnación de Acuerdo de Sociedad; y los devolvieron. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA
1
Demanda folio 30
C-1569469-108
CAS. Nº 2945-2016 UCAYALI
DECLARATORIA DE HEREDEROS. Lima, veintisiete de setiembre
del dos mil dieciséis. VISTOS: Y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Juan Carlos Pianchachi Márquez (folios 220)
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
ocho del veintiséis de mayo de dos mil dieciséis (folios 181)
expedida por la Sala Especializada en lo Civil y Afines de la Corte
Superior de Justicia de Ucayali la cual confirmó la sentencia
contenida en la Resolución número quince del diecisiete de junio
de dos mil quince (folios 134), la cual declaró fundada la demanda;
por lo que corresponde examinar si el referido recurso cumple con
los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para
la casación, se debe tener presente que este recurso es
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
Precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en la i) Infracción
normativa o en el ii) Apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Presentar una fundamentación puntualizada, clara y
pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión:
Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así, es
responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por el recurrente en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Previo al análisis de los
requisitos de procedencia, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
éste tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema de Justicia de la República; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando
en qué consiste la infracción normativa y cuál es la incidencia
directa en que se sustenta. CUARTO.- En ese sentido el recurso
reúne los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, toda vez que éste ha sido interpuesto:
i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala Especializada
en lo Civil y Afines de la Corte Superior de Justicia de Ucayali que
como órgano de segundo grado pone fin al proceso (folios 181); ii)
Ante el órgano jurisdiccional citado que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, dado que
el demandado fue notificado el treinta de junio de dos mil dieciséis
(folios 199), e interpuso el recurso de casación el cinco de julio de
dos mil dieciséis (folios 220); y, iv) Adjunta el arancel judicial por
recurso de casación (folios 204). QUINTO.- Evaluando los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, se advierte que el recurrente cumple con lo
establecido en los incisos 1 y 4, debido a que sí apeló la sentencia
de primera instancia que le fue adversa, y cumple con indicar que
su pedido es revocatorio. SEXTO.- Al evaluar los requisitos de
procedencia previstos en los incisos 2 y 3 del Código Procesal
Civil, tenemos que el recurso se sustenta en la causal de:
Infracción normativa material de los artículos 664 y 665 del
Código Civil; denuncia que: 1) Se ha hecho una interpretación
errónea del artículo 664 del Código Civil, ya que la Petición de
Herencia corresponde cuando el heredero perjudicado no ha sido
incluido dentro de la sucesión y no ostente la posesión u otro
derecho real sobre los bienes heredados, asimismo el heredero
que ostente el título sucesorio a su favor debe ostentar la propiedad
de los bienes de la herencia que se haya adjudicado por su
condición de heredero reconocido; que en el presente caso el
demandante Augusto Pianchachi Márquez pretende que se le
declare heredero y concurra en los bienes, sustentando su pedido
con la Partida de Nacimiento (folio 05), la que no ha sido firmada
por ninguno de sus progenitores, al haber sido asentada por orden
judicial veinte años después del nacimiento del demandante, no
indicando la procedencia, el número de expediente, ni el tipo de
trámite que se realizó para dicha inscripción, siendo inverosímil la
validez de dicha partida; instrumento público con el que en primera
y segunda instancia se amparó la demanda; sin embargo no se ha
advertido que lo pretendido por el demandante no se subsume
dentro de los parámetros del artículo 664 del Código Civil, por
cuanto el bien en el que pretende concurrir como heredero, lo
posee físicamente el demandante percibiendo los frutos del alquiler
de referido bien, que esta ubicado en una zona altamente
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
comercial, lo que sucede con anterioridad a la presentación de la
demanda. Que, solo se puede peticionar la herencia cuando el
heredero afectado no posee los bienes de la herencia, sin embargo
el demandante si ejerce la posesión y disfruta de sus frutos, como
se corrobora con la Carta Notarial enviada por el demandado al
demandante, por lo que se ha interpretado erróneamente los
alcances y supuestos en los que se debe aplicar y amparar la
petición de herencia; y 2) Sobre la inaplicación del artículo 665 del
Código Civil; señala que la empresa Novedades y Exclusividades K
y L Empresa Individual de Responsabilidad Limitada ostenta la
propiedad del bien ubicado en Jirón Capitán L. García Manzana
número 165 Lote número 04, Distrito de Callería, Provincia de
Coronel Portillo y Departamento de Ucayali desde el veintiséis de
setiembre de dos mil doce, quienes lo adquirieron de buena fe,
porque al momento de la transacción el bien estaba inscrito a
nombre del demandado y no pesaba sobre él ninguna medida
cautelar, situación que no fue advertida al momento de emitirse la
sentencia impugnada, por lo que el resultado del proceso interesa
a la citada empresa a la que nunca se le emplazo para que haga
uso de su derecho a la defensa, y asimismo al estar la masa
hereditaria en manos de terceros existen otras vías para su
solución. Agrega que, las causales señaladas inciden directamente
en la decisión impugnada, debido a que de haberse interpretado
correctamente los alcances del artículo 664 se hubiese desestimado
la demanda; y de haberse advertido que la masa hereditaria que
comprende el inmueble señalado, esta en manos de terceros, no
corresponde al proceso esta vía por no ser la idónea. SÉTIMO.- En
relación a la denuncia de infracción normativa material del
artículo 664 del Código Civil, el recurrente cuestiona la validez de
la Partida de Nacimiento número 846, (folios 05) de autos, con la
que el demandante Augusto Pianchachi Márquez pretende se le
declare heredero, en razón de que en ella no consta la firma de sus
progenitores, que fue asentada por orden judicial veinte años
después del nacimiento del demandante, y que en la misma no se
indica la procedencia, el número de expediente ni el tipo de trámite
que se realizó para dicha inscripción; al respecto se aprecia que la
citada Partida constituye un documento público emitido por un
funcionario público en cumplimiento de sus funciones, que el hecho
de haber sido inscrita por orden judicial veinte años después del
nacimiento del demandante no le resta validez; además de no
haberse tachado ni de impugnado, por lo que a efectos del proceso
mantiene su validez y eficacia; asimismo no se cuestiona el
entroncamiento sanguíneo del demandante con los causantes
Juan de la Cruz Pianchachi Inuma y Betsabe Márquez Venancino,
el que por el contrario se corrobora con la Carta Notarial que dirige
el recurrente al demandando el ocho de junio de dos mil doce,
(folios 85) del expediente. Se agrega a ello que la pretensión en
este proceso consiste en que se declare fundada la Petición de
Herencia y Declaración de Heredero del demandante y no la
declaración de nulidad de dicha partida. Respecto a lo señalado
por el demandado en el sentido que el recurrente posee físicamente
el bien y percibe los frutos del alquiler, en los asientos números
C00003 y C00004 del rubro Títulos de Dominio del Registro de
Propiedad Inmueble de la Oficina Registral Pucallpa de la Zona
Registral número VI Sede Pucallpa, (folios 18) de autos,
respectivamente, se aprecia que el predio sito en Jirón Capitán L.
García Manzana número 165 Lote número 04 del Distrito de
Callería, Provincia de Coronel Portillo, Departamento de Ucayali,
se encuentra inscrito a favor de Juan Carlos Pianchachi Márquez al
haber sido declarado como único y universal heredero de los
causantes Juan de la Cruz Pianchachi Inuma y Betsabe Márquez
Venancino; por lo que es pertinente que el demandante al tener
vocación hereditaria respecto al citado bien inmueble dirija la
acción contra quien posee en todo o en parte el bien a título
sucesorio, para excluirlo o para concurrir con él. Por lo que resulta
evidente que a través de esta causal el recurrente no pretende
obtener una correcta aplicación del derecho objetivo al caso
concreto, sino mas bien acceder a revaloración de los medios
probatorios presentados en el proceso, por lo que esta causal
deviene improcedente. OCTAVO.- Respecto a la inaplicación del
artículo 665 del Código Civil; cabe acotar que el recurrente ha
afirmado, que desde el veintiséis de setiembre la empresa
Novedades y Exclusividades K y L Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada ostenta la propiedad del bien inmueble
que conforma la masa hereditaria de los causantes Juan de la Cruz
Pianchachi Inuma y Betsabe Márquez Venancino, sin adjuntar
medio probatorio alguno; cuando conforme se ha reseñado en el
considerando precedente el citado bien inmueble, se encuentra
inscrito a favor del demandado Juan Carlos Pianchachi Márquez; y
que este al contestar la demanda el dieciséis de octubre de dos mil
doce, (folios 53), no formulo denuncia civil, ni hizo de conocimiento
este hecho; así como tampoco al momento de apelar la demanda,
por lo que no puede estimarse el pedido de que se revoque la
sentencia de vista con un argumento que no forma parte de los
fundamentos expuestos anteriormente; a lo que se añade que la
finalidad del proceso de petición de herencia es la declaración del
derecho que corresponde al heredero que no posee los bienes que
considera que le pertenecen contra quien los posea en todo o parte
a título sucesorio, para excluirlo o para concurrir con él, siendo
facultad del demandante optar por la Reivindicación del bien o el
resarcimiento de su precio; por lo que esta causal deviene
improcedente. NOVENO.- Analizados de manera conjunta los
fundamentos de las causales denunciadas, se advierte que ellas
97157
causales no satisfacen las exigencias del inciso 2 del artículo 388
del Código Procesal Civil, ya que no cumplen con describir con
claridad y precisión la infracción normativa incurrida; y sobre el
inciso 3 no demuestran la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, lo que corrobora a la improcedencia del
recurso. Por tales razones y de conformidad con lo regulado por el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Juan Carlos Pianchachi
Márquez (folios 220) contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número ocho del veintiséis de mayo de dos mil dieciséis
(folios 181) expedida por la Sala Especializada en lo Civil y Afines
de la Corte Superior de Justicia de Ucayali; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Augusto
Pianchachi Márquez contra Juan Carlos Pianchachi Márquez,
sobre Declaración de Herederos y otro; y los devolvieron; integra
esta Sala Suprema el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera
por licencia del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente
Señora Cabello Matamala, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-109
CAS. Nº 2972-2016 LAMBAYEQUE
RETRACTO. Lima, veintidós de setiembre de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por
Arturo Hernán Garay Gonzales a fojas trescientos cincuenta y seis,
contra la sentencia de vista de fojas trescientos cuarenta y cuatro,
de fecha veintidós de junio de dos mil dieciséis, emitida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque,
que confirma la sentencia apelada de fojas doscientos treinta y
cuatro, de fecha tres de noviembre de dos mil quince, que declara
infundada la demanda. SEGUNDO.- En cuanto a los requisitos de
admisibilidad, es del caso señalar que el presente recurso acorde a
lo dispuesto por el artículo 387 del Código Procesal Civil se ha
interpuesto: i) Contra la sentencia expedida por la Sala Superior
respectiva que como órgano de segundo grado pone fin al proceso;
ii) Ante la Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo previsto contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, conforme se corrobora
con el cargo de notificación obrante a fojas trescientos cuarenta y
ocho; y iv) Adjunta la tasa judicial a fojas trescientos cincuenta y
cuatro. TERCERO.- Como sustento de su recurso, denuncia I)
Infracción normativa material del artículo 1592 del Código
Civil, alegando su interpretación errónea, toda vez que no puede
limitarse la figura del retracto a un numerus clausus como indica el
Ad quem, ya que al estar comprendido dentro de los derecho
obligacionales, es evidente que en un Reglamento de Propiedad
Interno, como el que se ha fijado sobre el inmueble ubicado en
Calle La Florida número cuatrocientos cuarenta, de la Urbanización
Santa Victoria, de Chiclayo, las partes o vecinos colindantes, por
razones de consolidación inmobiliaria, puedan pactarlo, en el
marco de la autonomía de la voluntad y la libertad contractual,
debiendo entenderse que es necesario que el retracto se aplique
por supuestos en numerus apertus, los cuales permitan a las
partes establecer las mejores condiciones sobre la propiedad
colindante, toda vez que lo que busca dicha figura jurídica es
consolidar el derecho de propiedad como garantía que señala el
Estado en el artículo 70 de la Constitución Política del Perú; II)
Infracción normativa material del inciso 6 del artículo 1599 del
Código Civil, alegando su interpretación errónea, toda vez que la
Sala Superior incurre en error al señalar que no procede el retracto
por haberse independizado dos unidades en secciones de primer y
segundo nivel, con unidades exclusivas y excluyentes, sujeto a la
Ley de Regularización de Edificaciones, del Procedimiento para la
Declaratoria de Fábrica y del Régimen de Unidades Inmobiliarias
de Propiedad Exclusiva y de Propiedad Común - Ley número
27157, siendo que en el caso de autos se está frente a una realidad
inmobiliaria en la cual el primer nivel está construido y el segundo
nivel es una simple azotea sin construcción, lo cual no es
impedimento para aplicar el retracto de predios divididos
materialmente en partes, siendo que el inciso 6 del artículo 1599
del Código Civil remplaza la figura del retracto por colindancia, la
misma que está prohibida, no siendo impedimento para dicha
interpretación que se haya sometido el inmueble a un Reglamento
de Propiedad y a la referida Ley número 27157, más aún, si las
propias partes establecieron en el Reglamento Interno que
cualquier venta debía ser puesta en conocimiento para beneficiar a
sus colindantes frente a las áreas comunes, siendo que dicha
norma sí se aplica al caso de autos porque la idea es consolidar la
propiedad o los servicios comunes que pueden existir entre ambos
predios; III) Infracción normativa procesal de los incisos 3 y 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, alegando
que la Sala Superior contraviene su derecho al debido proceso, por
haberse efectuado interpretaciones dispares a la figura legal del
retracto, generando vulneración a la logicidad de los actos
procesales, pues si bien el inmueble vendido se regula por la
mencionada Ley número 27157, ello no significa que no opere el
retracto, pues se está frente a un predio que sólo tiene construido
un primer piso, siendo que el segundo no tiene construcción, y por
ende está sujeto a una entrada de su propiedad, lo que hace que
exista una servidumbre de paso que la propia demandada reconoce
en su reconvención, siendo además que no se puede desconocer

97158 CASACIÓN
el inciso b) del artículo 9 del Reglamento Interno, en el cual se
había establecido que previamente a una venta de las secciones,
debía avisarse a la Junta de Propietarios. Asimismo, indica que se
afecta el principio “tantum apellatum quantum devolutum”, porque
la Sala Superior no se ha pronunciado correctamente sobre los
fundamentos indicados respecto a la procedencia del retracto y
(sic) la diferencia que existe entre considerar el retracto como
derecho obligacional o como derecho real, motivo por el cual nos
encontramos frente a una motivación aparente. CUARTO.-
Respecto a la infracción normativa descrita en el apartado I), se
tiene que el recurrente no ha descrito con claridad y precisión en
qué consiste la infracción que denuncia, toda vez que del texto del
artículo 1592 del Código Civil se desprende claramente que en
nuestra legislación se ha adoptado el retracto legal, el mismo que
sólo es concedido por ley, no pudiendo crearse o establecerse
convencionalmente a través del negocio jurídico -como es el caso
del Reglamento Interno de un inmueble sometido a propiedad
exclusiva y común-, ni interpretarse extensivamente los supuestos
fijados en el artículo 1599 del Código Civil, toda vez que se trata de
una limitación a la propiedad de quien adquiere el inmueble en
primer lugar. Siendo ello así, este extremo del recurso no ha
observado lo dispuesto en el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. QUINTO.- Respecto a la infracción normativa
denunciada en el apartado II), se tiene que el recurrente tampoco
ha descrito con claridad y precisión en qué consiste la infracción
que denuncia, toda vez que de la Partida número 02192700 del
Registro de Propiedad Inmueble de la Zona Registral número II,
Sede Chiclayo, que obra a fojas veintinueve, se tiene que el
inmueble respecto del cual se pretende ejercer derecho de retracto,
es una sección a través del régimen de propiedad exclusiva y
propiedad común, existiendo por ello dos secciones independientes
con áreas comunes, situación que no se encuentra dentro del
supuesto regulado en el inciso 6 del artículo 1599 del Código Civil;
siendo que dicho régimen de propiedad se constituye con la sola
declaración de voluntad del propietario, a través del Reglamento
Interno, lo cual ocurrió en el caso de autos. Con ello, este extremo
del recurso tampoco ha observado lo dispuesto en el inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil. SEXTO.- Respecto a la
infracción normativa descrita en el apartado III), se tiene que se ha
denunciado una motivación aparente en la recurrida, siendo que
dicho vicio debe entenderse en el sentido de que el órgano
jurisdiccional, al momento de emitir pronunciamiento, “no da cuenta
de las razones mínimas que sustentan la decisión o de que no
responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque
sólo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose
en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico”1; siendo que en el
caso de autos el Ad quem sí ha cumplido con detallar con claridad
los fundamentos de su decisión, indicando que no existe una
situación de propiedad con servidumbre como alegó en su
demanda, sino que existe una situación de propiedad horizontal
sobre ambas secciones del predio matriz; asimismo, se tiene que la
Sala Superior sí ha cumplido con pronunciarse en el fundamento
3.7 de la recurrida respecto a la irrelevancia de la naturaleza
obligacional o real del retracto, de conformidad con lo establecido
en el artículo 1599 del Código Civil, con lo que se tiene que sí
existe pronunciamiento de segunda instancia congruente con la
pretensión impugnatoria. Por las consideraciones expuestas y de
conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Arturo
Hernán Garay Gonzales a fojas trescientos cincuenta y seis, contra
la sentencia de vista de fojas trescientos cuarenta y cuatro, de
fecha veintidós de junio de dos mil dieciséis, emitida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que
confirma la sentencia apelada de fojas doscientos treinta y cuatro,
de fecha tres de noviembre de dos mil quince, que declara
infundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Arturo Hernán Garay
Gonzales contra Marcelo Campos Velezmoro y otra, sobre
Retracto; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente N° 728-2008-
HC/TC, fundamento 7.a).
C-1569469-110
CAS. Nº 2973-2016 AREQUIPA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, seis de septiembre de dos
mil dieciséis. AUTOS Y VISTOS; con el expediente principal y
Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es objeto de conocimiento de esta Sala Suprema el
Recurso de Casación obrante de fojas setenta y cuatro a setenta y
seis, interpuesto por los pretensores Tomás Huacán Pacsi y Livia
Manuela Condori Coaguila contra el Auto de Vista contenido en la
resolución número cinco de fecha veintisiete de marzo de dos mil
quince, corriente de folios sesenta y cuatro a sesenta y siete, que
confirma el Auto apelado de primera instancia que declara
improcedente la demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico por falta
de conexión lógica entre los hechos y el petitorio, previsto en el
entonces inciso 5) del artículo 427° del Código Procesal Civil1.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
según lo preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que
exige que lo que se impugne sea una Sentencia o Auto expedido
por una Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado,
ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así,
si el Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado
que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto
ante el órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii)
La verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
particular, el Recurso de Casación satisface los requisitos de
admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a) Se
recurre contra el Auto de Vista que pone fin al proceso sobre
Nulidad de Acto Jurídico, contenido en la resolución número cinco
de fecha veintisiete de marzo de dos mil quince, corriente de folios
sesenta y cuatro a sesenta y siete; b) Se interpone ante la Primera
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa, como órgano superior que emitió el Auto recurrido, no
requiriéndose por tal circunstancia acompañar los recaudos
adicionales; c) Se presenta dentro del plazo establecido por ley,
dado que el Auto de Vista se notificó a los recurrentes el uno de
abril de dos mil quince, según cargo obrante a folios setenta, y el
Recurso se presentó el día quince de los mismos mes y año; y, d)
Se ha cumplido con presentar el Arancel Judicial respectivo, el que
obra a folios setenta y dos. CUARTO.- Asimismo, los impugnantes
cumplen con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código
Procesal Civil, al no haber dejado consentir el Auto de primera
instancia que les fue desfavorable, expedido por el Décimo
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa mediante resolución número uno de fecha veinticinco
de noviembre de dos mil catorce, corriente a folios treinta y ocho y
treinta y nueve. QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y
excepcional por lo que debe estar estructurado con precisión y
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo al
impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”2. SEXTO.- En ese contexto, corresponde realizar la
labor de verificación del cumplimiento de los restantes requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el precitado Artículo 388° del
Código Procesal Civil, no sin antes precisar que de acuerdo a lo
preceptuado por el Artículo 392° del mismo cuerpo legal “El
incumplimiento de cualquiera de los requisitos previstos en el
artículo 388° da lugar a la improcedencia del recurso”. SÉPTIMO.-
Encaminados en dicha labor, se desprende del texto del Recurso
que en éste los casantes enuncian genéricamente la infracción de
normas que garantizan el derecho al debido proceso, reiterando los
presuntos agravios que sustentaron el Recurso de Apelación,
como son que: a) La Escritura Pública de fecha treinta de
septiembre de mil novecientos ochenta y seis y el Título del
Organismo de Formalización de la Propiedad Informa - COFOPRI
(en adelante COFOPRI) no han sido evaluados por las instancias
inferiores, siendo que su propiedad tiene protección constitucional
de acuerdo a lo previsto por el Artículo 70° de la Constitución
Política del Perú; b) La Municipalidad Distrital de Arequipa al
legalizar el Pueblo Joven “Jesús Nazareno” ha tomado treinta y
cinco metros cuadrados (35 m2) de propiedad de los recurrentes,
que ha sido considerado dentro de los ciento sesenta y seis metros
cuadrados (166 m2) adjudicados a la codemandada Feliciana
Lopinta Ccolqque mediante Contrato de Transferencia de Dominio
de fecha veintinueve de mayo de mil novecientos noventa y cinco,
materia de nulidad; c) Los treinta y cinco metros cuadrados (35 m2)
adjudicados indebidamente a la citada codemandada, se ha
tornado litigioso, por lo que solo puede ser resuelto por el Poder
Judicial careciendo de toda competencia la Municipalidad Provincial
demandada, tal como lo sanciona el Artículo 13° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; y, d) La demanda
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
observa todos los requisitos previstos por los Artículos 130°, 424°,
425° y otros del Código Procesal Civil. OCTAVO.- Analizados los
argumentos en los que se sustentan los argumentos resumidos en
el anterior considerando, se colige que no abonan a los fines del
Recurso, desde que incumplen con los requisitos de procedencia
previstos por el Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal
Civil, toda vez que los mismos no describen con claridad y precisión
la infracción normativa invocada ni se demuestra la incidencia
directa de las presuntas infracciones sobre la decisión impugnada.
Por el contrario, es manifiesto que la causal casatoria invocada de
manera general copia en gran parte los agravios que sirvieron de
sustento al Recurso de Apelación, también interpuesto por los
pretensores, conforme se desprende del que corre inserto de folios
cuarenta y cuatro a cuarenta y seis, sin detallar situaciones que
desvirtúen las inconsistencias, incongruencias o falta de conexidad
lógica que las instancias de mérito han determinado que se
desprende de la demanda incoada y de cuyas consecuencias sólo
es responsable la propia parte accionante. NOVENO.- Finalmente,
si bien los casacionistas han precisado que su pedido casatorio es
anulatorio, cumpliendo la exigencia que informa el inciso 4) del
Artículo 388° del Código Procesal Civil, ello es insuficiente para la
procedencia del Recurso interpuesto, pues los requisitos de fondo
que prevé aquella disposición son necesariamente concurrentes, lo
que no ocurre en el caso concreto. Por las consideraciones
anotadas y en aplicación de lo preceptuado además por el Artículo
392° del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
Recurso de Casación interpuesto por Tomás Huacán Pacsi y Livia
Manuela Condori Coaguila contra el Auto de Vista contenido en la
resolución número cinco de fecha veintisiete de marzo de dos mil
quince obrante de fojas sesenta y cuatro a sesenta y siete expedido
por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Tomás Huacán Pacsi y otra
con Feliciana Lopinta Ccolqque y otra sobre Nulidad de Acto
Jurídico; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor
Mendoza Ramírez. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
El referido Artículo ha sido modificado por el Artículo 2° de la Ley N° 30293,
publicada en el diario oficial “El Peruano” el 28 de diciembre de 2014,
ubicando a la causal invocada en el inciso 4)..
2
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
C-1569469-111
CAS. Nº 3075-2016 LIMA ESTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintisiete de
setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: El recurso de casación de fojas quinientos veintisiete
interpuesto por Raúl Félix Sandoval Idone contra la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos treinta y tres, de fecha uno de abril de
dos mil dieciséis, reúne los requisitos de forma para su admisibilidad,
conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código Procesal Civil.
SEGUNDO: Respecto a los requisitos de procedencia, el artículo
388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil modificado por la Ley
número 29364, establece que son requisitos de fondo del recurso,
que se describa con claridad y precisión la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
TERCERO: El recurrente, invocando el artículo 384 del Código
Procesal Civil denuncia como agravios: a) La contravención al
Derecho de Propiedad establecido en el inciso 16 del artículo 2
de la Constitución Política del Perú; expresa que no se ha tenido
en cuenta que el conflicto surgido en autos versa sobre el derecho
de propiedad y no de posesión, habiéndose desconocido el primero
de los nombrados que ha sido invocado y por ello descartado la
existencia de un justo título para poseer el inmueble sub judice; b)
La afectación al derecho de defensa contenido en el inciso 23
del artículo 2 de la Constitución Política del Perú y en el inciso
1 del artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos de 1969; señala que se le ha impedido participar en
el proceso a los poseedores mediatos y por ende, se excluye la
posibilidad de discutir la existencia de justo título que legitime la
ocupación del poseedor inmediato; c) La infracción normativa del
artículo 905 del Código Civil; indica que los casos de posesión
precaria han sido precisados en la jurisprudencia vinculante de la
Corte Suprema y sin que el supuesto demandado se encuentre entre
dichas causales, la demanda ha sido amparada; d) La infracción
normativa de los artículos 102 y 103 del Código Procesal Civil;
sostiene que pese haberse denunciado y acreditado la existencia
de los poseedores mediatos, éstos no han sido emplazados,
vulnerándose sus derechos fundamentales y el Debido Proceso; y
e) El apartamiento inmotivado del precedente judicial contenido
en el Pleno Casatorio de Agosto de 2012; refiere que no obstante
que el Pleno Casatorio invocado precisa los supuestos de posesión
precaria, de manera inmotivada y sin justificación se identifica al
presente caso como uno en el cual habría ausencia de justo título,
obviando que en autos existen abundantes pruebas que acreditan
que los poseedores mediatos adquirieron el inmueble sub judice
97159
hace más de cuarenta años. CUARTO: En relación al literal a),
la pretensión reiterada a que se establezca en este proceso el
derecho de propiedad de la Sucesión de Juana Ana Maccasi Costa
con quien el recurrente habría celebrado un supuesto contrato de
arrendamiento, implica reabrir el debate en torno a tal aspecto,
para lo cual resultaría necesario que se reexaminen los hechos y
la prueba actuada en autos, actividad que no es propia del recurso
extraordinario de casación. QUINTO: Respecto a los literales b) y
d), es evidente que la argumentación esgrimida en estos cargos
se encuentra orientada a cuestionar el extremo de la recurrida que
confirmó el Auto número diez de fecha nueve de julio de dos mil
quince que declaró improcedente la denuncia civil formulada por
el recurrente, a través de la cual peticionó que se le incorpore al
proceso a los sucesores de Juana Ana Macassi Costa; decisión
que no es pasible de ser impugnada mediante el presente recurso
extraordinario, a tenor de lo previsto en el inciso 1 del artículo 387
del Código Procesal Civil. SEXTO: En lo que concierne al literal c),
al haber establecido el Segundo Pleno Casatorio Civil plasmado
en la Casación número 2195-2011-UCAYALI, que los casos ahí
precisados en los que se configuraría la figura del ocupante precario,
no deben ser entendidos como numerus clausus sino que han sido
reseñados en función a su reiterada concurrencia en el fuero judicial,
es indudable que este cargo que inobserva tal conclusión, merece
ser desestimado. SETIMO: En lo que atañe al literal e), tal como
ha quedado precisado anteriormente, los supuestos de ocupación
precaria a que hace referencia el referido Pleno Casatorio Civil no
han sido establecidos como numerus clausus, conforme lo pretende
dejar entrever el recurrente, por lo que este cargo denunciado no
merece ser amparado. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo
388 del Código Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por
el artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación de fojas quinientos veintisiete interpuesto
por Raúl Félix Sandoval Idone contra la sentencia de vista de
fojas cuatrocientos treinta y tres, de fecha uno de abril de dos mil
dieciséis expedida por la Sala Civil Descentralizada Transitoria de
Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima Este; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Erick Octavio
Bejarano Maccha con Raúl Félix Sandoval Idone, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza
Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-112
CAS. Nº 3093-2016 LIMA ESTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintitrés de
septiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal,
Cuaderno de Auxilio Judicial y Cuaderno de Casación que se tienen
a la vista; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el Recurso de Casación obrante de fojas
cuatrocientos veintidós a cuatrocientos veintiséis, interpuesto por
María Rosa Falcón Ortiz contra la Sentencia de Vista contenida en la
Resolución número cinco de fecha treinta de marzo de dos mil
dieciséis, corriente de fojas trescientos noventa y siete a
cuatrocientos uno, que confirma la sentencia apelada de primera
instancia contenida en la Resolución número veintisiete de fecha
siete de mayo de dos mil quince, obrante de fojas trescientos treinta
y nueve a trescientos cuarenta y cinco, que declaró fundada la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria. En ese sentido,
corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
del medio impugnatorio ejercitado conforme a lo previsto por la Ley
número 29364, que modificó entre otros los Artículos 386°, 387° y
388° del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- La labor de calificación
del Recurso de Casación según lo preceptuado por el Artículo 387°
del Código Procesal Civil, modificado por la precitada Ley número
29364, importa primariamente la comprobación del cumplimiento de
los requisitos de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del acto
procesal impugnado, que exige que lo que se impugne sea una
Sentencia o Auto expedido por una Sala Superior que, como órgano
judicial de segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los recaudos
especiales del Recurso. Así, si el Recurso de Casación es interpuesto
ante la Corte Suprema de Justicia de la República, debe
acompañarse copia de la cédula de notificación de la resolución
impugnada y de la expedida en primer grado, certificada con sello,
firma y huella digital por el Abogado que autoriza el Recurso y bajo
responsabilidad de su autenticidad, lo que no resulta exigible en el
supuesto de haberse interpuesto ante el órgano jurisdiccional emisor
de la decisión cuestionada; iii) La verificación del plazo, que exige
que se interponga el Recurso dentro del plazo de diez días, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
más el término de la distancia, cuando corresponda; y iv) La
presentación de la tasa judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles
judiciales, vigente al tiempo de interposición del Recurso.
TERCERO.- En el caso particular el Recurso de Casación satisface
los requisitos de admisibilidad citados en el anterior considerando,
por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al
proceso sobre Desalojo por Ocupación Precaria, contenida en la
Resolución número cinco de fecha treinta de marzo de dos mil
dieciséis, corriente de fojas trescientos noventa y siete a
cuatrocientos uno; b) Se interpone ante la Sala Especializada en lo

97160 CASACIÓN
Civil Descentralizada Transitoria del Distrito de Ate de la Corte
Superior de Justicia de Lima Este, como órgano superior que emitió
la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal circunstancia
acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta dentro del
plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista se notificó
a la recurrente el dos de mayo de dos mil dieciséis, según constancias
obrantes a fojas cuatrocientos nueve y cuatrocientos nueve vuelta, y
el Recurso se presentó el día dieciséis de los mismos mes y año; y,
d) En lo que se refiere al pago de la tasa judicial, la recurrente goza
de Auxilio Judicial, según se aprecia de la Resolución número dos de
fecha veintidós de junio de dos mil doce, obrante a fojas cuarenta y
cinco y cuarenta y seis del Cuaderno de su propósito, por lo que no
se encuentra obligada a presentarla. CUARTO.- Asimismo, la
casacionista cumple con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1)
del Código Procesal Civil, al no haber dejado consentir la sentencia
de primera instancia que le fue desfavorable, expedida por el
Juzgado Especializado en lo Civil del Distrito de Ate de la la Corte
Superior de Justicia de Lima Este, mediante Resolución número
veintisiete de fecha siete de mayo de dos mil quince, obrante de fojas
trescientos treinta y nueve a trescientos cuarenta y cinco. QUINTO.-
El Recurso de Casación es formal y excepcional, por lo que debe
estar estructurado con precisión y estricta sujeción a los requisitos
que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedencia,
correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de las causales
se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo responsabilidad
del justiciable -recurrente- adecuar los agravios que invoca a las
causales que para dicha finalidad se encuentran taxativamente
determinadas en la norma procesal, desde que el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el Recurso ni integrar o
remediar las carencias del mismo, no pudiendo subsanarse de oficio
los defectos incurridos en su formulación. Por ello “(…) el recurso
debe ser concedido sólo cuando el recurrente denuncie y acredite
que la infracción aparentemente incurrida ha sido determinante para
decidir el caso. Por cierto, no sólo la infracción sino la calidad de
‘determinante’ de ésta es un tema que debe ser argumentado por el
recurrente y respecto del cual la Corte debe ser persuadida, de lo
contrario, estaremos ante un recurso improcedente”1. SEXTO.- En el
sentido anotado, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el Artículo 388° del Código Procesal Civil.
Encaminados en dicha labor, se desprende del texto del Recurso
que éste se sustenta en la Infracción Normativa del Artículo 139°
inciso 3) de la Constitución Política del Perú, alegándose que: i)
No se valoró la Declaración Jurada de Convivencia con el titular de
los predios, quien fue su conviviente, así como tampoco el proceso
que tiene pendiente por enriquecimiento indebido y que a su vez
cuenta con dos medidas cautelares en los dos lotes, como lo
demuestra con las Partidas Electrónicas números 47272211 y
47269458, por lo que no es ocupante precaria, al ostentar tales
documentos con fecha cierta y por ello justo título para poseer el
área del inmueble materia del presente proceso judicial; ii) Durante
todo el proceso ha cumplido con acreditar el justo título con el cual
ha venido poseyendo el área del inmueble sub litis, no pudiéndose
establecer la contundencia de un documento en cuanto a su falsedad
mientras no se demuestre lo contrario, produciendo la eficacia
jurídica que la ley al respecto le reconoce; iii) Las instancias de
mérito desconocen los derechos que por ley le corresponde, por
cuanto el causante otorgó una Declaración Jurada de Convivencia
de más de veinte años, y por haber dedicado su vida a una relación
conyugal ha tenido directa incidencia en el proyecto de vida que la
suscrita llevó con el causante, lo que ahora sus herederos legales
pretenden desconocer; iv) El demandante no ha explicado por qué
el causante extendió la Declaración Jurada de Convivencia ni dónde
estaban ellos durante el tiempo que la suscrita convivió con el
causante; v) Tanto la sentencia apelada como la de Vista adolecen
de razonamiento lógico humanitario y sobre todo carente de justicia,
lo que infringe lo previsto por el Artículo 139° inciso 3) de la
Constitución Política del Perú, habiéndose desestimado por
completo la referida Declaración Jurada de Convivencia, sin haberse
ordenado la realización de alguna pericia científica que pudo haber
sido una grafotécnica o por lo menos un cotejo, ni se ha establecido
la supuesta falsedad de la impresión dactilar en dicha Declaración, lo
que tiene que ser merituado y evaluado por el Supremo Tribunal, al
no poderse fundar una sentencia en apreciaciones que no han
contado con apoyo técnico científico; y, vi) El causante hasta sus
últimos momentos de vida ha sufrido y padecido de una enfermedad
y la suscrita fue quien le brindó todas las atenciones, más que una
“cónyuge” o un “hijo”, dedicándose a tiempo completo a atenderlo
como su conviviente y efectuando labores de enfermería empírica,
conduciéndolo a los nosocomios para que sea atendido y también
administrando los dos bienes inmuebles. SÉPTIMO.- Al respecto,
corresponde precisar que en virtud al Principio de Congruencia
contemplado en el Artículo VII segundo párrafo del Título Preliminar
del Código Procesal Civil, el Juez está obligado a dictar sus
resoluciones de acuerdo al sentido y alcances de las peticiones
formuladas por las partes, por lo que en ese orden de ideas en el
caso del Recurso de Apelación el órgano jurisdiccional Superior
debe resolver en función de los agravios y errores de hecho y de
derecho en los que se sustenta la pretensión impugnatoria expuesta
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
por el apelante, siendo la única limitación lo que afecte al que
interpuso el Recurso, conforme al aforismo tantum apellatum
quantum devolutum y a lo regulado por el Artículo 364° del acotado
Código. OCTAVO.- En virtud a lo antes expuesto, y en estricta
relación con lo que ha sido materia de denuncia por la casasionista,
corresponde precisar que constituyen requisitos de procedencia en
pretensiones de Desalojo por Ocupación Precaria (en tanto el
derecho en disputa no es el de propiedad sino el de posesión): a)
Que el demandante acredite su derecho a la restitución del bien,
independientemente de si es propietario o no; b) Que la parte
demandada no ostente ningún derecho que le permita permanecer
en el disfrute de la posesión, sea porque nunca lo tuvo o porque el
que tenía feneció; c) Que el demandado se encuentre en posesión
del bien; y d) Identificar al objeto litigioso, por cuanto los bienes
deben estar determinados. NOVENO.- En ese sentido, la Sala de
mérito estableció que el predio materia de discusión le corresponde
registralmente al demandante y a su señora madre Pilar García
Gómez y que no existe título fehaciente que se le oponga, por cuanto
el documento denominado Declaración Jurada de Convivencia no
puede prosperar ante la inscripción del inmueble, acotándose que en
esta clase de procesos sumarísimos no se puede discutir ni
establecer la existencia o no de un estado de convivencia entre la
demandada y el causante Tomás Rodríguez Sánchez. Por lo mismo
y dada aquella determinación, lo que la recurrente en realidad
pretende es que se modifique la situación fáctica precisada en sede
de instancia (cuando aduce que cuenta con justo título), lo que
importa la revaloración de las pruebas ofrecidas, admitidas y
actuadas, aspecto que no sólo resulta generalmente ajeno al debate
en Sede Casatoria, al no tener esta Sala Suprema la calidad de
instancia de mérito, sino que además es ajeno a la finalidad del
Recurso de Casación, circunscrita a la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y a la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República. Además, no se ajusta a lo actuado la afirmación según la
cual no se ha valorado la Declaración Jurada de Convivencia a la
que alude, pues la Sala Superior ha precisado que los efectos de
dicho documento no pueden prosperar ante el derecho inscrito de
Pilar García Gómez en su calidad de cónyuge del propietario Tomás
Rodríguez Sánchez, así como del demandante en condición de hijo.
DÉCIMO.- De lo antes expuesto se desprende que si bien la
recurrente describe la presunta infracción normativa, no demuestra
la incidencia directa de las mismas en la resolución impugnada,
apreciándose por el contrario que la Sala de revisión ha resuelto
razonablemente la causa en función al punto controvertido fijado en
la Audiencia a que se contrae el Acta obrante de fojas ciento
diecinueve a ciento veintidós, con la correspondiente fundamentación
de hecho y de derecho acorde al Principio de Motivación consagrado
en el Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú,
concordante con los Artículos 12° del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y 50° inciso 6) y 122° incisos 3) y 4)
del Código Procesal Civil, desde que la Sala Superior confirma la
sentencia apelada que declara fundada la demanda, atendiendo a la
observancia de los requisitos para estimar la pretensión puesta a
consideración del órgano jurisdiccional, y atendiendo al precedente
vinculante descrito en el numeral 5.5, acápite 5, rubro VII FALLO, del
Cuarto Pleno Casatorio Civil, Casación número 2195-2011 Ucayali,
dictado el doce de agosto de dos mil doce por las Salas Civiles de la
Corte Suprema de Justicia de la República2. DÉCIMO PRIMERO.-
Finalmente, si bien la demandada precisa que su pedido casatorio
es anulatorio y subordinadamente revocatorioo, cumpliendo con el
requisito previsto por el Artículo 388° inciso 4) del Código Procesal
Civil, ello es insuficiente para declarar procedente el Recurso
planteado, desde que los requisitos de fondo a los que el mismo se
sujeta son necesariamente concurrentes, lo que no se advierte en el
caso concreto. En consecuencia, al no reunir el Recurso bajo
calificación los requisitos exigidos por el Artículo 388° del Código
Procesal Civil y con la facultad conferida por el Artículo 392° del
mismo Código, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de
Casación interpuesto por María Rosa Falcón Ortiz contra la
Sentencia de Vista contenida en la Resolución número cinco de
fecha treinta de marzo a dos mil dieciséis obrante de fojas trescientos
noventa y siete a cuatrocientos uno expedida por la Sala Civil
Descentralizada Transitoria de Ate de la Corte Superior de Justicia
de Lima Este; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por José Luis Rodríguez García con María Rosa Falcón
Ortiz sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
“(…) 5.5 Cuando el demandado afirme haber realizado edificaciones o
modificaciones sobre el predio materia se desalojo –sea de buena fe o de
mala fe-, no se justifica que se declare la improcedencia de la demanda, bajo
el sustento de que previamente deben ser discutidos dichos derechos en otro
proceso. Por el contrario lo único que debe verificarse es si el demandante
tiene derecho o no a disfrutar de la posesión que invoca, dejándose a salvo
el derecho del demandado a reclamar en otro proceso lo que considere
pertinente”.
C-1569469-113
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
CAS. Nº 3106-2016 HUAURA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, veintisiete de
septiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente
principal, el expediente número 76-2014 sobre Otorgamiento de
Escritura Pública que obra como acompañado (cuaderno principal)
y Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el Recurso de Casación obrante de fojas doscientos
dieciséis a doscientos veintisiete, interpuesto por Juan Medina
García contra la Sentencia de Vista contenida en la resolución
número dieciséis de fecha treinta y uno de mayo de dos mil
dieciséis, corriente de fojas ciento noventa a ciento noventa y siete,
que confirma la sentencia apelada de primera instancia inserta en
la resolución número diez de fecha treinta de marzo del mismo año,
obrante de fojas ciento cuarenta y tres a ciento cuarenta y seis, que
declara infundada la demanda de Otorgamiento de Escritura
Pública. En ese sentido, corresponde calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio ejercitado
conforme a lo previsto por la Ley número 29364, que modificó entre
otros los Artículos 386°, 387° y 388° del Código Procesal Civil.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación
según lo regulado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la precitada Ley número 29364, importa
primariamente la comprobación del cumplimiento de los requisitos
de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del acto procesal
impugnado, que exige que lo que se impugne sea una Sentencia o
Auto expedido por una Sala Superior que, como órgano judicial de
segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales
del Recurso. Así, si el Recurso de Casación es interpuesto ante la
Corte Suprema de Justicia de la República, debe acompañarse
copia de la cédula de notificación de la resolución impugnada y de
la expedida en primer grado, certificada con sello, firma y huella
digital por el Abogado que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad
de su autenticidad, lo que no resulta exigible en el supuesto de
haberse interpuesto ante el órgano jurisdiccional emisor de la
decisión cuestionada; iii) La verificación del plazo, que exige que
se interponga el Recurso dentro del plazo de diez días, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
más el término de la distancia, cuando corresponda; y, iv) La
presentación de la tasa judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles
judiciales, vigente al tiempo de interposición del Recurso.
TERCERO.- En el caso particular el Recurso de Casación satisface
los requisitos de admisibilidad citados en el anterior considerando,
por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin
al proceso sobre Otorgamiento de Escritura Pública, contenida en
la resolución número dieciséis de fecha treinta y uno de mayo de
dos mil dieciséis, corriente de fojas ciento noventa a ciento noventa
y siete; b) Se interpone ante la Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Huaura, como órgano superior que
emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal circunstancia
acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta dentro del
plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista se notificó
al recurrente el veintisiete de junio de dos mil dieciséis, según
cargo de notificación obrante a fojas doscientos siete, y el Recurso
se presentó el doce de julio de este mismo año; atendiendo además
a que conforme es de público conocimiento el veintinueve de junio
se celebra el día de San Pedro y San Pablo, siendo feriado
nacional; y, d) En lo que se refiere al pago de la tasa judicial
respectiva, se acompaña la que aparece inserta a fojas doscientos
uno. CUARTO.- Asimismo, el casacionista cumple con lo
establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil,
al no haber dejado consentir la sentencia de primera instancia que
le fue desfavorable, expedida por el Tercer Juzgado Especializado
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, mediante
resolución número diez de fecha treinta de marzo de dos mil
dieciséis, obrante de fojas ciento cuarenta y tres a ciento cuarenta
y seis. QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y excepcional,
por lo que debe estar estructurado con precisión y estricta sujeción
a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedencia, correspondiendo al impugnante
puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto es en la
infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. SEXTO.- En el sentido anotado, corresponde
realizar la labor de verificación del cumplimiento de los restantes
requisitos de procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388°
incisos 2) y 3) del Código Procesal Civil. Encaminados en dicha
labor, se desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en:
97161
1) Infracción Normativa de los Artículos 168°, 949°, 1362°,
1412°, 1549° del Código Civil, alegándose que: i) Al otorgarse el
Certificado de Propiedad se acredita que el recurrente es
propietario del bien inmueble, como así se señala en forma clara en
dicho Certificado, por lo que es bajo esa premisa que la demandada
transfiere la propiedad al actor; ii) La jurisprudencia no ha tenido
mayores problemas en advertir la verdadera finalidad del proceso
de Otorgamiento de Escritura Pública referente a la constancia de
adjudicación de bien inmueble, según la Casación número 3663-
2002-Lima; iii) Está acreditada la existencia de un derecho de
propiedad, habiéndose expedido el Certificado de Propiedad que lo
acredita y se entiende que la Asociación demandada produjo esa
transferencia, no obstante lo cual la Sala Superior argumenta
limitándose al Estatuto del catorce de diciembre de dos mil catorce,
que fue posterior al aludido Certificado, y mediante resolución
número quince de fecha veinte de mayo de dos mil dieciséis dan
cuenta del Estatuto del año dos mil cinco, presentado por el
demandante, en el que no se indica que es necesario realizar una
Asamblea General para acordar la adjudicación, por lo que en tal
sentido es suficiente formalizar el Certificado de Propiedad; y, iv) El
documento unilateral de Certificado de Propiedad es prueba de la
existencia de un Contrato de Compraventa entre las partes, el que
pudo haber sido incluso verbal, por lo que es título suficiente para
demandar, lo que se ve reforzado con el deber legal de actuar de
buena fe, premisa bajo la cual la Sala Superior no aplicó el Artículo
1362° del Código Civil; y, 2) Infracción Normativa del Artículo
197° del Código Procesal Civil, señalando que no se ha valorado
suficientemente el Certificado de Propiedad y el Estatuto del año
dos mil cinco, por lo que la Sentencia de Vista impugnada carece
de motivación interna y externa, limitándose sólo a resolver lo que
ha sustentado la demandada, infringiéndose lo previsto por el
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú al no
revisar el Estatuto del año dos mil cinco. SÉPTIMO.- Al respecto,
corresponde precisar que si bien el recurrente describe las
infracciones normativas, sin embargo no demuestra la incidencia
directa de dichas infracciones en el fallo cuestionado, por cuanto
analizado el medio impugnatorio se advierte que en él se plantea
un cuestionamiento al criterio resolutivo/valorativo de la Sala
Superior, cuando ésta establece que: i) La demandada no ha
asumido la obligación de otorgar Escritura Pública, porque no hay
acuerdo alguno al respecto; y, ii) Bajo la premisa que la adjudicación
contenida en el documento denominado “Certificado de Propiedad”
es una transferencia de propiedad, no puede exigirse a la
demandada que otorgue Escritura Pública, desde que dicha
adjudicación presenta evidencias de ineficacia o nulidad del acto
jurídico (por cuanto la Sala Superior determina que tanto el
Presidente como el Secretario de la Asociación para efectuar la
transferencia de los puestos 9, 10, 11 y 12 Letra “F” con área de
11.04 metros cuadrados a favor del demandante Juan Medina
García, han debido tener el acuerdo expreso de la Asamblea
Genera para realizar ese acto jurídico, sin embargo, ello no está
acreditado por el demandante, por el contrario, la parte demandada
ha negado que exista acuerdo alguno al respecto. Si ello es así, la
adjudicación deviene en ineficaz o nula2), advirtiéndose que a
través de esa denuncia lo que en realidad se persigue es la
modificación de aquella apreciación con soporte fáctico y que se
revalorice el “Certificado de Propiedad”, por el que se solicita el
Otorgamiento de la Escritura Pública de Adjudicación del bien
inmueble ubicado en la Letra “F” Puestos 9, 10, 11 y 12 del Mercado
Modelo y Central de Huacho, aspecto que no sólo es ajeno al
debate en Sede Casatoria, al no tener esta Sala Suprema la
calidad de instancia de mérito, sino que además es contrario a la
finalidad del Recurso de Casación, circunscrita a la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y a la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República, desestimándose por tanto la denuncia contenida en el
punto 1 del considerando sexto de la presente resolución.
OCTAVO.- Igual falta de atención alcanza, valga precisarlo, a la
denuncia consistente en la no aplicación de la Sentencia Casatoria
que se invoca, referente a la constancia de adjudicación de bien
inmueble, por las mismas consideraciones expuestas en el
considerando inmediato anterior y por no constituir dicha
jurisprudencia precedente judicial, al no haber sido emitida acorde
a los lineamientos previstos por el Artículo 400° del Código Procesal
Civil. NOVENO.- De lo antes expuesto cabe precisar que la
discusión en asuntos como el alzado se centra por lo general en la
existencia de un Contrato que conlleve al cumplimiento de una
formalidad y si el transferente está obligado a ello, conforme a lo
previsto por el Artículo 1412° del Código Civil, según el cual: “Si por
mandato de la ley o por convenio debe otorgarse escritura pública
o cumplirse otro requisito que no revista la forma solemne prescrita
legalmente o la convenida por las partes por escrito bajo sanción
de nulidad, éstas pueden compelerse recíprocamente a llenar la
formalidad requerida. La pretensión se tramita como proceso
sumarísimo, salvo que el título de cuya formalidad se trata tenga la
calidad de ejecutivo, en cuyo caso se sigue el trámite del proceso
correspondiente”, concordante con lo dispuesto por el Artículo
1549° del mismo cuerpo legal, desde que en los procesos sobre
Otorgamiento de Escritura Pública derivados de un acto de
compraventa corresponde determinar la identificación de vendedor,
comprador y bien, y el precio pactado por la transferencia, lo que
ha sido analizado por la instancia superior según lo consignado en
los acápites 3.11 y 3.12 de la Sentencia de Vista, con posibilidad de

97162 CASACIÓN
extender el análisis a una apreciación sobre la consistencia legal
del acto jurídico respectivo, sólo a efectos de dictar mandato
judicial conducente a la escrituración o no del documento privado.
DÉCIMO.- En ese mismo contexto, dicha postura jurisdiccional
sobre la naturaleza jurídica del acto jurídico, se debe entender
circunscrita a la viabilización de la formalización de un acto jurídico
que obliga única y exclusivamente a sus celebrantes y que es
pasible de cuestionamiento en la forma y vía legal que corresponde,
por parte de quienes tengan interés en ello, siendo una línea de
análisis preliminar pero no conclusiva para asuntos en los que la
tutela judicial persigue ser realmente efectiva en estricta relación a
la pretensión postulada. Sobre lo mismo, no puede dejar de
apreciarse que la postura de las instancias de mérito se han
centrado en la calidad del documento denominado “Certificado de
Propiedad”, concluyendo –como se ha adelantado- que la
adjudicación a la que el mismo se refiere presenta evidencias de
ineficacia o nulidad del acto jurídico, sin extenderse la calificación
de su propósito al entendimiento de ese documento como uno
constitutivo o no de una compra venta, en la medida que esa
presunta calidad ha sido ya desvirtuada en el proceso judicial
acompañado que sobre igual pretensión siguieron las mismas
partes también ante el Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de
la Corte Superior de Justicia de Huaura, y en el cual se determinó
que el aludido Certificado no contiene los elementos que
caracterizan un Contrato de Compra Venta, en criterio que fue
ratificado por la Sala Especializada en lo Civil de la indicada Corte
Superior, y que no fue objeto de Recurso de Casación. DÉCIMO
PRIMERO.- De otro lado, la denuncia contenida en el punto 2)
también es inconsistente, apreciándose por el contrario que la Sala
Superior ha expresado la valoración esencial y determinante de los
medios probatorios que justifican su decisión, de conformidad a lo
previsto por el Artículo 197° del Código Procesal Civil, resolviendo
la controversia puesta a su consideración con sujeción al mérito de
la actuado y al derecho, con la correspondiente fundamentación
fáctica y jurídica, acorde al Principio de Motivación consagrado en
el Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Estado,
concordante con los Artículos 12° del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y 50° inciso 6) y 122° incisos 3 y 4)
del acotado Código. DÉCIMO SEGUNDO.- Finalmente, si bien el
casasionista precisa que su pedido casatorio es revocatorio,
cumpliendo con el requisito previsto por el Artículo 388° inciso 4)
del acotado Código, ello es insuficiente para declarar procedente el
Recurso planteado, desde que los requisitos de fondo a los que el
mismo se sujeta son necesariamente concurrentes, lo que no se
advierte en el caso concreto. En consecuencia, al no reunir el
Recurso bajo calificación los requisitos exigidos por el Artículo 388°
del Código Procesal Civil y con la facultad conferida por el Artículo
392° del mismo Código, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso
de Casación interpuesto por Juan Medina García contra la
Sentencia de Vista contenida en la Resolución número dieciséis de
fecha treinta y uno de mayo de dos mil dieciséis obrante de fojas
ciento noventa a ciento noventa y siete emitida por la Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Juan Medina García con la Asociación de Comerciantes del
Mercado Modelo y Central de Huacho sobre Otorgamiento de
Escritura Pública; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Acápite 3.10 b) de la Sentencia de Vista.
C-1569469-114
CAS. Nº 3115-2016 LIMA
DESALOJO. Lima, veintisiete de septiembre de dos mil dieciséis.
VISTOS; con el expediente principal y Cuaderno de Casación que
se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el Recurso de Casación
obrante de fojas ciento sesenta y dos a ciento sesenta y ocho,
interpuesto por el demandado José Gabriel Barrezueta Velástegui
contra la Sentencia de Vista contenida en la resolución número
cuatro de fecha tres de mayo de dos mil dieciséis, corriente de fojas
ciento cuarenta y tres a ciento cuarenta y seis, que confirma la
sentencia apelada de primera instancia contenida en la resolución
número once de fecha veintiocho de agosto de dos mil catorce,
obrante de fojas noventa y ocho a ciento uno, que declaró fundada
la demanda de Desalojo. En ese sentido, corresponde calificar los
requisitos de admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio
ejercitado conforme a lo previsto por la Ley número 29364, que
modificó entre otros los Artículos 386°, 387° y 388° del Código
Procesal Civil. SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de
Casación según lo preceptuado por el Artículo 387° del Código
Procesal Civil, modificado por la precitada Ley número 29364,
importa primariamente la comprobación del cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del acto
procesal impugnado, que exige que lo que se impugne sea una
Sentencia o Auto expedido por una Sala Superior que, como
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
órgano judicial de segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los
recaudos especiales del Recurso. Así, si el Recurso de Casación
es interpuesto ante la Corte Suprema de Justicia de la República,
debe acompañarse copia de la cédula de notificación de la
resolución impugnada y de la expedida en primer grado, certificada
con sello, firma y huella digital por el Abogado que autoriza el
Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad, lo que no
resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto ante el
órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii) La
verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
particular el Recurso de Casación satisface los requisitos de
admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a) Se
recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al proceso sobre
Desalojo, contenida en la resolución número cuatro del tres de
mayo de dos mil dieciséis, corriente de fojas ciento cuarenta y tres
a ciento cuarenta y seis; b) Se interpone ante la Primera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
como órgano superior que emitió la Sentencia recurrida, no
requiriéndose por tal circunstancia acompañar los recaudos
adicionales; c) Se presenta dentro del plazo establecido por ley,
dado que la Sentencia de Vista se notificó al recurrente el seis de
julio de dos mil dieciséis, según cargo de notificación obrante a
fojas ciento cincuenta y seis, y el Recurso se presentó el día
dieciocho del mismo mes y año; y, d) En lo que se refiere al pago
de la tasa judicial respectiva, se acompaña la que aparece inserta
a fojas ciento sesenta. CUARTO.- Asimismo, el casacionista
cumple con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código
Procesal Civil, al no haber dejado consentir la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable, expedida por el Décimo Noveno
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima mediante resolución número once de fecha veintiocho de
agosto de dos mil catorce, obrante de fojas noventa y ocho a ciento
uno. QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y excepcional,
por lo que debe estar estructurado con precisión y estricta sujeción
a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedencia, correspondiendo al impugnante
puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto es en la
infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. SEXTO.- En el sentido anotado, corresponde
realizar la labor de verificación del cumplimiento de los restantes
requisitos de procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388°
del Código Procesal Civil. Encaminados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en: 1)
Infracción Normativa por aplicación indebida del Artículo
1704° del Código Civil, alegándose que: i) Obra la Carta Notarial
del cuatro de abril de dos mil catorce de la que se desprende que
los accionantes requieren la desocupación del inmueble materia de
litis, y sin embargo no menciona la conclusión del Contrato de
Arrendamiento del uno de marzo de dos mil nueve, por lo que la
posesión de los demandados no ha devenido en precaria, al existir
título (el indicado Contrato de Arrendamiento) que justifica la
posesión; ii) Al no haberse cursado Carta Notarial o aviso formal de
vencimiento del plazo del Contrato de Arrendamiento y/o Carta
Notarial de aviso de conclusión del arrendamiento, los accionantes
no tienen derecho a exigir la devolución del bien bajo la condición
de ocupante precario; iii) Corresponde aplicar el Artículo 1703° del
Código Civil al existir el precitado Contrato de Arrendamiento y en
consecuencia no se cumplen los requisitos esenciales para
establecer que el recurrente es ocupante precario, conforme a lo
previsto por el Artículo 911° del mismo Código; y, iv) Se aprecia una
interpretación indebida respecto a los hechos materia del presente
proceso de Desalojo por Ocupante Precario, al sostenerse que los
accionantes han requerido la devolución del inmueble mediante
Carta Notarial del cuatro de abril de dos mil catorce, cuando del
texto de la referida Carta no se señala expresamente la existencia
del Contrato de Arrendamiento del uno de marzo de dos mil ocho,
evidenciándose una indebida interpretación del Artículo 1704° del
Código Civil; y, 2) Contravención de las normas que garantizan
el derecho a un debido proceso o la infracción de las formas
esenciales para la eficacia y validez de los actos procesales,
sosteniéndose que se ha producido una afectación del derecho
fundamental al debido proceso. SÉPTIMO.- Al respecto,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
corresponde precisar que en el proceso de Desalojo constituyen
requisitos de procedencia (en tanto el derecho en disputa no es el
de propiedad sino el de posesión) que: a) El demandante acredite
su derecho a la restitución del bien, independientemente de si es
propietario o no; b) La parte demandada no ostente ningún derecho
que le permita permanecer en el disfrute de la posesión, sea
porque nunca lo tuvo o porque el que tenía feneció; c) El
demandado se encuentre en posesión del bien; y, d) Se identifique
al objeto litigioso, por cuanto los bienes deben estar determinados.
OCTAVO.- En dicho contexto, si bien el recurrente describe la
infracción normativa, sin embargo no demuestra la incidencia
directa de la misma en el fallo que cuestiona, desde que la causal
de aplicación indebida de una norma se configura cuando se aplica
una norma impertinente a la situación fáctica establecida en sede
de instancia, apreciándose que en el presente caso la causal
materia de análisis no resulta atendible, por cuanto las alegaciones
planteadas están realmente orientadas a demostrar que ejerce la
posesión con título que la justifica, consistente en un Contrato de
Arrendamiento, lo que importa la modificación de los hechos,
aspecto que no sólo es generalmente ajeno al debate en Sede
Casatoria, al no tener esta Sala Suprema la calidad de instancia de
mérito, sino que además es ajeno a la finalidad del Recurso de
Casación, circunscrita a la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y a la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República. En la
misma línea de análisis, la pretendida aplicación del Artículo 1703°
del Código Civil a los hechos que considera probados, como es
que en la Carta Notarial del cuatro de abril de dos mil catorce no se
menciona la conclusión del Contrato de Arrendamiento, implica
evidentemente la revaloración de lo que se consigna en la Carta
Notarial, en contrario de lo que sobre este tema ha establecido la
Sala de revisión, lo que tampoco resulta atendible en sede
Casatoria. NOVENO.- En efecto, las instancias de mérito amparan
la demanda al establecer que los demandados no cuentan con
acuerdo vigente, considerando para ello que con la Carta del
cuatro de abril de dos mil catorce las propietarias requirieron a los
accionados la desocupación del inmueble sujeto a materia,
desconociendo la existencia de cualquier Contrato entre los
mismos, con satisfacción del requisito de poner fin al Contrato de
Arrendamiento previsto por el Artículo 1704° del Código Civil,
según el cual: “Vencido el plazo del contrato o cursado el aviso de
conclusión del arrendamiento, si el arrendatario no restituye el
bien, el arrendador tiene derecho a exigir su devolución y a cobrar
la penalidad convenida o, en su defecto, una prestación igual a la
renta del período precedente, hasta su devolución efectiva. El
cobro de cualquiera de ellas no importará la continuación del
arrendamiento”. En tal sentido la aplicación de tal disposición sí
resulta pertinente a la situación fáctica establecida en sede de
instancia, por la que se concluye que los demandados no cuentan
con título que justifique la posesión que ejercen, configurándose el
supuesto contemplado en el Artículo 911° del Código Civil y no
resultando atendible la denuncia resumida en el punto 1 acápites
i), ii) y iii) del considerando sexto de la presente resolución.
DÉCIMO.- De otro lado, del análisis de la Sentencia de Vista
resulta evidente que la Sala revisora ha resuelto la alzada en
función a las alegaciones expuestas en la demanda y en la
absolución a la misma, de acuerdo a lo anotado en el primer y
segundo considerando de la impugnada y desestimando los
agravios contenidos en el Recurso de Apelación contenido en el
escrito corriente de fojas ciento diez a ciento diecisiete,
apreciándose además que mal puede el recurrente denunciar la
interpretación indebida de los hechos, por cuanto tal denuncia no
constituye causal de infracción normativa al importar la modificación
de los hechos, aspecto que como ya se ha señalado no es atendible
en Sede Extraordinaria. Asimismo, no puede denunciarse la
indebida interpretación del Artículo 1704° del Código Civil, cuando
a su vez se denuncia la aplicación indebida de tal disposición
(como lo hace el recurrente), pues ambas causales son excluyentes
entre sí, desde que una norma no puede ser pertinente e
impertinente en relación a una misma situación fáctica, deviniendo
desestimables en consecuencia las alegaciones contenidas en el
punto 1 acápite iv), así como la denuncia contenida en el punto
2), al observarse que la Sala de mérito ha resuelto conforme a los
hechos alegados por las partes, con los fundamentos de hecho y
de derecho que sustentan la decisión, sujetándose al debido
proceso como garantía y derecho de la función jurisdiccional.
DÉCIMO PRIMERO.- Finalmente, si bien el casacionista cumple
con el requisito previsto por el Artículo 388° inciso 4) del Código
Procesal Civil, al indicar que su pedido casatorio es revocatorio,
ello no es suficiente para la procedencia del Recurso planteado,
pues los requisitos de fondo a los que el mismo se sujeta son
necesariamente concurrentes, lo que no se advierte en el caso
concreto. En consecuencia, al no reunir el Recurso los requisitos
exigidos por el Artículo 388° del Código Procesal Civil y con la
facultad conferida por el Artículo 392° del acotado Código,
declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto
por José Gabriel Barrezueta Velástegui contra la Sentencia de
Vista contenida en la Resolución número cuatro de fecha tres de
mayo de dos mil dieciséis obrante de fojas ciento cuarenta y tres a
ciento cuarenta y seis expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Carmen Rosa Callirgos
97163
Mariscal con José Gabriel Barrezueta Velástegui y otra sobre
Desalojo; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor
Romero Díaz. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
C-1569469-115
CAS. Nº 3117-2016 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintinueve
de setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por Mery Rosa Carrera Effio a
fojas doscientos treinta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos dieciocho, de fecha veinticuatro de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque, que confirma la sentencia
apelada de fojas ciento cuarenta y dos, de fecha catorce de enero de
dos mil dieciséis, que declara fundada la demanda sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; por lo que debe examinarse los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que,
en tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con dichos
requisitos, esto es: I) Se recurre una sentencia expedida por la
Sala Superior que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso; II) Se ha presentado ante la Primera Sala Especializada
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que emitió
la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo
de diez días de notificada con la resolución impugnada, pues la
recurrente fue notificada el uno de julio de dos mil dieciséis, según
cédula de notificación de fojas doscientos veintidós, y presentó el
recurso de casación el quince de julio del mismo año; y IV) Adjunta
el arancel judicial correspondiente por recurso de casación, según
consta a fojas doscientos veintisiete. TERCERO.- Que, respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que la recurrente no consintió la resolución expedida en primera
instancia que le fue desfavorable a sus intereses, al haberla apelado
mediante escrito de fojas ciento setenta y dos, por lo que cumple
con lo dispuesto en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que,
para establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario
que la recurrente señale en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. QUINTO.- Que,
la recurrente denuncia la causal de infracción normativa del
artículo 139 inciso 14 de la Constitución Política del Perú y de
los artículos 92, 93, 96 y 587 del Código Procesal Civil, sostiene
que la Sala Superior le atribuye una calidad procesal que no tiene, ya
que no se encuentra en posesión del inmueble y está debidamente
acreditado que quien conduce actualmente el inmueble sub materia
es Ricardo Guillermo Sánchez Fernández; asimismo, las instancias
de mérito no han tenido en cuenta que el supuesto propietario
Jois Koo Chang Collazos compró un inmueble que se encontraba
en remate, como consecuencia del proceso seguido por Ricardo
Guillermo Sánchez Fernández contra José Enrique Koo Chang,
Blanca Isabel Collazos de Koo y otra, ante el Juzgado Laboral de
Chiclayo y que dicha venta es simulada. Asimismo, aduce que la
Sala Superior denegó el apersonamiento en calidad de litisconsorte
necesario de Ricardo Guillermo Sánchez Fernández. SEXTO.-
Que, del examen de la argumentación expuesta se advierte que la
recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir con
claridad y precisión la infracción normativa así como demostrar la
incidencia directa sobre la decisión impugnada, puesto que hace
referencia a cuestiones de hecho ya dilucidadas por las instancias
de mérito, advirtiéndose que lo que pretende es una modificación
del criterio asumido, más aun si la Sala Superior ha establecido que
la demandada insiste en afirmar que ella no es la posesionaria; sin
embargo, de haberlo considerado relevante para su defensa, debió
de haber presentado una Excepción de Falta de Legitimidad para
Obrar Pasiva, en todo caso, debió impugnar la Resolución número
tres que rechazó la denuncia civil. De otro lado, la afirmación que el
inmueble estaría a punto de ser rematado, no enerva la calidad de
propietario que tiene el demandante, cuyo título de propiedad está
debidamente inscrito en la Partida Registral número 10143918 de la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, en el mismo
sentido la demandada no ha acreditado que tenga algún título para
poseer. SÉTIMO.- Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso
4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, si bien la recurrente
cumple con indicar su pedido casatorio anulatorio, no es suficiente
para atender el recurso materia de calificación, en virtud a lo
dispuesto en el artículo 392 del Código Adjetivo, norma que prescribe
que los requisitos de procedencia de este recurso extraordinario son
concurrentes. Por estas consideraciones y de conformidad con el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Mery Rosa Carrera Effio a
fojas doscientos treinta y uno, contra la sentencia de vista de fojas

97164 CASACIÓN
doscientos dieciocho, de fecha veinticuatro de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jois Koo Chang Collazos contra
Mery Rosa Carrera Effio, sobre Desalojo por Ocupación Precaria;
y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La
Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Romero Díaz.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-116
CAS. Nº 3131-2016 LAMBAYEQUE
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintinueve
de setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal
el recurso de casación interpuesto por César Augusto Peralta
Roncal a fojas setenta y tres, contra la resolución de vista de
fojas sesenta y cinco, de fecha tres de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, que confirma el auto final de fojas cuarenta y siete,
de fecha cinco de abril de dos mil dieciséis, que declara infundada
la contradicción formulada por el recurrente contra el mandato de
ejecución de fojas dieciocho; para cuyo efecto debe procederse
con calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a lo previsto en los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, se advierte
que el presente recurso de casación satisface dichas exigencias, al
haberse interpuesto: I) Contra una resolución expedida por la Sala
Superior respectiva que, como órgano de segundo grado, pone fin al
proceso; II) Ante la Sala Superior que emitió la resolución impugnada,
que para el caso de autos es la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque; III) Dentro del plazo previsto
por ley, contado desde el día siguiente de notificada la resolución
que se impugna, conforme se corrobora con el cargo de notificación
obrante a fojas sesenta y nueve; y IV) Adjunta el respectivo arancel
por recurso de casación. TERCERO.- Que, respecto a los requisitos
de procedencia contenidos en los incisos 1 y 4 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, se advierte de autos que el recurrente apeló
la resolución de primera instancia que le fue adversa y señaló que su
pedido casatorio es anulatorio parcial; por lo que ambos requisitos
han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en cuanto a las exigencias
contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, el recurrente denuncia la infracción normativa procesal de
los artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú
y 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil, alegando que la
resolución recurrida ha sido expedida trasgrediendo el Debido
Proceso y particularmente los Derechos de Motivación Suficiente y
de Prueba de la demandada, puesto que de oficio no se ordenó la
actuación del medio probatorio pertinente a fin que el tenedor de la
prueba del pago presente al juzgado los pagos efectuados, en lugar
de señalar que no es responsabilidad del ejecutado, sin tener en
cuenta que esa prueba solo lo suministra o tiene el Banco ejecutante,
circunstancia que no permite esclarecer a plenitud la verdad jurídica
objetiva. QUINTO.- Que,estando a los fundamentos expuestos se
advierte que las causales denunciadas no satisfacen el requisito
de procedencia señalado en el inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, por cuanto el recurrente no cumple con demostrar la
incidencia directa de las infracciones procesales denunciadas, pues
alega que el Juez debió ordenar la exhibición por parte del Banco
ejecutante de los ocho vouchers que presentó en su contradicción;
sin embargo, tal como han señalado ambas instancias, en el
Proceso Único de Ejecución no procede el ofrecimiento de este
tipo de pruebas (exhibición), a tenor de lo señalado en el artículo
690-D del Código Procesal Civil. Además, aun cuando se tuviera
por ciertas las fechas que el demandado le asigna a los vouchers
anexados a su contradicción, este hecho no va modificar el sentido
de lo resuelto, pues datan de fechas anteriores a la carta notarial de
requerimiento de pago y a la letra de cambio puesta a cobro; por
lo que las citadas causales devienen en improcedentes. Por estas
consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por César Augusto Peralta Roncal a fojas setenta y
tres, contra la resolución de vista de fojas sesenta y cinco, de fecha
tres de junio de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Banco de
Crédito del Perú (BCP) contra César Augusto Peralta Roncal, sobre
Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-117
CAS. Nº 3133-2016 CUSCO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintinueve
de setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Juaquina Pardo Mitma a
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
fojas ciento cincuenta y tres, contra la resolución de vista de
fojas ciento cuarenta y siete, de fecha diecisiete de junio de dos
mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco, que confirma la resolución apelada de fojas
ciento siete, de fecha veinticinco de noviembre de dos mil quince,
que ordena la ejecución hasta que los ejecutados cancelen la
obligación. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente la sentencia
de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface el requisito
de procedibilidad establecido en el artículo 388, inciso 1 del Código
Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso denuncia:
Infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú, alegando que la Sala Superior no
tomó en cuenta las razones expuestas en su (sic) contestación,
toda vez que si bien la demandante ha presentado un título
valor, no ha adjuntado documentación que sustente realmente su
existencia, esto es, no ha cumplido con presentar el contrato de
mutuo por el cual habría recibido la suma de dinero pretendida.
Asimismo, tampoco ha cumplido la entidad financiera demandante
con descontar de la deuda todos los depósitos y pagos efectuados
por la recurrente hasta la fecha.CUARTO.- Analizado el recurso en
cuanto a la infracción normativa denunciada, se tiene que la misma
no ha sido descrita con claridad y precisión por la recurrente, toda
vez que la obligación de dar suma de dinero a través del proceso
único de ejecución se inicia en mérito únicamente al título ejecutivo
que la contiene, estando por ello el derecho de defensa del
ejecutado limitado a las causales taxativamente señaladas por la
norma, conociéndose únicamente aspectos propios de la relación
cambiaria y de la obligación contenida en el instrumento cambiario,
por lo tanto, no resulta necesario en este caso que la entidad
financiera demandante sustente además el contrato de mutuo
que da origen a la deuda, como afirma la ejecutante. Asimismo,
en cuanto a la existencia de pagos efectuados a la citada
demandante, se tiene que al no haberse cumplido con el pago en la
oportunidad y forma debidas, la obligación continúa siendo exigible
íntegramente, de conformidad con lo establecido por el artículo
1220 del Código Civil, en consecuencia, no existe fundamento para
que no se proceda a la ejecución forzada, debiendo calcularse en
la etapa correspondiente los pagos a cuenta que existieran. Siendo
así, se tiene que no se ha cumplido con lo dispuesto en el inciso 2
del artículo 388 del Código Procesal Civil. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Juaquina Pardo Mitma a fojas ciento cincuenta y tres, contra
la resolución de vista de fojas ciento cuarenta y siete, de fecha
diecisiete de junio de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Cusco, que confirma la resolución
apelada de fojas ciento siete, de fecha veinticinco de noviembre
de dos mil quince, que ordena la ejecución hasta que los
ejecutados cancelen la obligación; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Caja Municipal de Ahorro y
Crédito Cusco Sociedad Anónima contra Juaquina Pardo Mitma y
otro, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera,
por licencia del Señor Juez Supremo Romero Díaz. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-118
CAS. Nº 3177-2016 CUSCO
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, trece de
setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Ambrocio Sánchez Barazorda
a fojas ochocientos veintisiete, contra la sentencia de vista de
fojas setecientos cincuenta, de fecha seis de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Cusco, que confirma la sentencia apelada de fojas seiscientos
ochenta y siete, de fecha uno de octubre de dos mil quince, que
declara fundada la demanda. No encontrándose su cónyuge
Dorotea Chávez de Sánchez habilitada para interponer el presente
recurso de casación por no haber apelado la sentencia de primera
instancia que le fue adversa. SEGUNDO.- Examinados los autos,
se advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos de
admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del
Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido la parte
recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha sido adversa,
satisface el requisito de procedibilidad establecido en el artículo
388 inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento
de su recurso denuncia: A) Aplicación indebida o incorrecta de
los artículos 949 y 1529 del Código Civil: Sosteniendo que las
sentencias de mérito son una simple evaluación y análisis errado
del documento consistente en el contrato preparatorio denominado
promesa de venta no formalizada, de donde erróneamente
concluyen reiterativamente que se trataría de un contrato definitivo
de compraventa, no se sabe si se trata del número 165 ó 175 de
la Calle “Avenida Baja” de la Ciudad del Cusco, y que por ello la
pretensión de Otorgamiento de Escritura Pública no prescribe, y que
el recurrente y su cónyuge sólo deben cumplir con el acto formal
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de Otorgamiento de Escritura Pública; B) Incorrecta interpretación
de los artículos 1417, 1418 y 1428 del Código Civil: Afirma que
durante el trámite del proceso no se ha demostrado con documento
alguno haber sido requeridos por el accionante para el otorgamiento
del contrato definitivo de compraventa; por consiguiente, en correcta
interpretación de lo dispuesto por las normas en mención, la
demanda debió haber sido declarada improcedente y de ninguna
manera dar forma de un supuesto contrato definitivo como errónea
e incorrectamente expresa tanto el A quo, y peor aún el Ad quem,
pues tal como se advierte del contenido de la misma, sólo transcribió
la Resolución número sesenta y tres, de primera instancia; el Ad
quem no se ha tomado la molestia de revisar las normas legales
aplicables correctamente al caso, porque sólo por el transcurso del
tiempo aquel documento de la supuesta promesa de compraventa
ha quedado resuelto, siendo que la pretensión demandada no es la
correcta, porque en un claro abuso de derecho del supuesto derecho
del demandante, hace mal uso de un supuesto Cumplimiento de
Obligación de Hacer de Otorgamiento de Escritura Pública; además,
después de más de veinticinco años pretende el otorgamiento del
contrato definitivo, cuando nunca ha requerido su cumplimiento
dentro del plazo de vigencia de dicho contrato definitivo, tal como
lo dispone el artículo 1417 del Código Civil; C) Violación de las
normas que garantizan el debido proceso, es decir, de los
artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
X del Título Preliminar y 122 inciso 4 del Código Procesal
Civil; sosteniendo que el proceso se ha tramitado en virtud de la
demanda interpuesta por Basilio Sotelo Chávez, quien carece de
legitimidad, porque dentro del plazo de vigencia de aquel documento
de promesa de venta del inmueble urbano, el cual no se encuentra
firmado por los otorgantes, ni menos sellado por el Notario Público,
el demandante no ha solicitado la renovación del plazo, ni menos
ha solicitado su cumplimiento, esto es, la celebración del contrato
definitivo; además, el documento de la referencia ha quedado
resuelto de puro derecho por haber expirado el plazo de veinticinco
años, y por consiguiente se ha producido la ineficacia de dicho
documento. CUARTO.- Absolviendo conjuntamente todos los
extremos denunciados en el recurso de casación sub examine
tenemos lo siguiente: Se advierte que, no obstante hacer referencia
a la vulneración de diversas normas, tanto de carácter procesal
como sustantivo, todas las alegaciones del recurrente se sustentan
en un único argumento, el sostener que el documento respecto del
cual se solicita el Otorgamiento de Escritura Pública es un contrato
preparatorio denominado de promesa de venta no formalizado, y
que se trata de un contrato definitivo de compraventa, no habiendo
requerido el demandante el otorgamiento del contrato definitivo
de compraventa. Al respecto, el Ad quem ha establecido en la
recurrida, de manera acertada, que: A) El documento incompleto en
cuestión debe analizarse en el contexto de su contenido y dónde
fue realizado (Notaría), dónde fue denominado como una escritura
sin formalizar (sin ser suscrita), lo que en concreto evidencia que
dicho documento sí contiene datos reales y veraces, al haber sido
transcrito en una Notaría, adoleciendo solamente de la suscripción
de los intervinientes, lo que en concreto debe cumplirse con
realizarlo en el proceso de autos; B) La formalidad brindada al
documento privado adjuntado al proceso, no puede pretender
revisar otros aspectos ajenos a lo contenido en dicho documento,
que como tales pueden discutirse en procesos distintos (Nulidad,
Anulabilidad o Ineficacia de Acto Jurídico); u otros aspectos relativos
a su validez, más allá de los que puedan resultar evidentes o de
fácil comprobación, de la sola lectura de aquel documento privado;
C) La parte demandada no niega la existencia del contrato a mérito
del que debe otorgar la correspondiente Escritura Pública, prueba
de ello es que vía acción, afirma que tal contrato existía, aunque
se le dio o pretendía dársele la condición de promesa de venta,
cuando lo real y, judicialmente declarado es que se trata de un
contrato de compraventa. QUINTO.- Por consiguiente, estando a las
consideraciones vertidas por el Ad quem en la recurrida, se aprecia
meridianamente que dichas alegaciones casatorias no pueden
prosperar, pues al no existir las infracciones alegadas, no se cumple,
en rigor, con el requisito del artículo 388 inciso 2 del Código Procesal
Civil. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Ambrocio Sánchez Barazorda a
fojas ochocientos veintisiete, contra la sentencia de vista de fojas
setecientos cincuenta, de fecha seis de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco,
que confirma la sentencia apelada de fojas seiscientos ochenta
y siete, de fecha uno de octubre de dos mil quince, que declara
fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Basilio Sotelo Chávez contra Ambrocio Sánchez
Barazorda y otra, sobre Otorgamiento de Escritura Pública y otros; y
los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-119
CAS. Nº 3196-2016 CUSCO
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, seis de
setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Melquiada Marisa Gonza Cusipuma a
fojas trescientos setenta y seis, contra la sentencia de vista de fojas
97165
trescientos sesenta y uno, de fecha uno de julio de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco,
que revoca la sentencia apelada de fojas doscientos cincuenta y
cinco, de fecha tres de junio de dos mil trece, que declara fundada
la demanda; y reformándola, la declara improcedente. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no ser
la sentencia de vista impugnada una que confirma la de primera
instancia, no es exigible el requisito de procedibilidad establecido
en el artículo 388 inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncia: A) La transgresión de los
artículos 172 tercer párrafo y 175 inciso 4 del Código Procesal
Civil: El Ad quem considera que la demanda fue interpuesta de
manera extemporánea y tardía; sin embargo, no ha advertido que la
entidad demandada y el A quo no se han percatado de tal hecho, sino
que al haberse emitido el auto admisorio de la demanda y al haberse
absuelto la misma automáticamente, se ha convalidado la supuesta
extemporaneidad. Es más, dicha supuesta extemporaneidad queda
convalidada con la omisión en la que ha incurrido el Procurador
del Poder Judicial al no interponer las excepciones de caducidad
y/o prescripción, acorde a las prerrogativas que le otorgaba la
Ley. Inclusive el A quo debió declarar improcedente la demanda si
hubiera advertido extemporaneidad en la misma; pero no lo hizo,
lo que implica la aplicación del Principio de Extemporaneidad.
CUARTO.- Contrariamente a lo sostenido por la recurrente no
existe vulneración de las normas que invoca, ya que el Ad quem
haciendo uso de la facultad que confiere el artículo 427 inciso 3 del
Código Procesal Civil ha declarado la improcedencia de la demanda,
al advertir que la misma había sido interpuesta fuera del plazo de
seis meses establecido por el artículo 178 del Código Procesal
Civil, dejándose constancia, además, que la caducidad puede ser
declarada de oficio, tal como está previsto por el artículo 2006 del
Código Civil. Por consiguiente, resulta evidente que no existen
las infracciones normativas denunciadas, motivo por el cual las
alegaciones postuladas por la recurrente no cumplen, en rigor, con el
requisito del artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil, debiendo
desestimarse las denuncias en su integridad. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Melquiada Marisa Gonza Cusipuma a fojas trescientos setenta y
seis, contra la sentencia de vista de fojas trescientos sesenta y uno,
de fecha uno de julio de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que revoca la sentencia
apelada de fojas doscientos cincuenta y cinco, de fecha tres de junio
de dos mil trece, que declara fundada la demanda; y reformándola, la
declara improcedente; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Melquiada Marisa Gonza Cusipuma y otro contra
César Gilberto Castañeda Serrano y otros, sobre Nulidad de Cosa
Juzgada Fraudulenta; y los devolvieron. Integra esta Sala el Señor
Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia del Señor Juez
Supremo Mendoza Ramírez. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-
120
CAS. Nº 3288-2016 ICA
RETRACTO. Lima, diecinueve de setiembre de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Daniel Carbajal Salvatierra a fojas cincuenta y
uno, contra la resolución de vista de fojas cuarenta y cuatro, de
fecha nueve de junio de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Mixta de Chincha de la Corte Superior de Justicia de Ica, que
confirmó la resolución apelada de fojas veintidós, de fecha cinco
de enero de dos mil dieciséis, que declaró improcedente la
demanda de Retracto; por lo que deben examinarse los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que,
en tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por Ley
número 29364, se tiene que el presente recurso cumple con
dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una sentencia expedida
por la Sala Superior que, como órgano de segundo grado pone
fin al proceso; II) Se ha presentado ante la Sala Mixta de Chincha
de la Corte Superior de Justicia de Ica, que emitió la resolución
impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo de diez días
de notificado con la resolución impugnada, pues esta fue notificada
el veintisiete de junio de dos mil dieciséis, según cédula de
notificación de fojas cuarenta y nueve y el recurso fue presentado
el doce de julio del mismo año; y IV) Adjunta el arancel judicial
correspondiente por recurso de casación, conforme consta a fojas
cincuenta. TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no
consintió la resolución expedida en primera instancia que le fue
desfavorable, al haberla impugnado mediante escrito de fojas
veintisiete, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma procesal
anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de
los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, es necesario que el recurrente señale en

97166 CASACIÓN
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente medio impugnatorio se
denuncia la infracción normativa del artículo IX del Título
Preliminar del Código Procesal Civil y del artículo 139 incisos
3, 6 y 14 de la Constitución Política del Perú, señalando que
se ha inobservado el Derecho a un Debido Proceso y a no ser
privado del Derecho de Defensa en ningún estado del proceso,
al habérsele declarado improcedente la demanda, sin calificarse
su contenido o fundamentos. Asimismo, no se ha tenido en
cuenta que se encuentra en posesión del bien, y a pesar de ello
ha sido vendido el inmueble a Jacinto Mariano Reyno Ramírez,
limitándose su Derecho de Retracto. QUINTO.- Que, del examen
de la argumentación expuesta se advierte que el recurrente no
cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, esto es, describir con claridad y
precisión la infracción normativa así como demostrar la incidencia
directa sobre la decisión impugnada, puesto que hace referencia a
cuestiones ya debatidas y dilucidadas por las instancias de mérito,
esto es, que el demandante pretende un imposible jurídico, ya que
el Derecho de Retracto recae ante la existencia de un acto jurídico
de compraventa; sin embargo, en el caso de autos, estamos ante
un acto jurídico de donación, de modo que, no hay conexión entre
el petitorio y los fundamentos de este. Así pues, lo referido a la
vulneración del Debido Proceso y Motivación de las Resoluciones
Judiciales no tiene mayor sustento, por el contrario, lo que pretende
el recurrente es un reexamen fáctico a nivel de la Corte Suprema,
por tanto, la infracción denunciada debe ser desestimada. SEXTO.-
Que, en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil, el recurrente cumple con indicar
que su pedido casatorio es revocatorio; sin embargo, ello no es
suficiente para atender el recurso materia de calificación, toda vez
que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio
son concurrentes, conforme estipula el artículo 392 del precitado
Código. Por las razones expuestas y en aplicación de lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Daniel
Carbajal Salvatierra a fojas cincuenta y uno, contra la resolución de
vista de fojas cuarenta y cuatro, de fecha nueve de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Sala Mixta de Chincha de la Corte Superior
de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Daniel Carbajal Salvatierra contra Macario
Raymundo Barboza y otro, sobre Retracto; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-121
CAS. Nº 3291-2016 LIMA NORTE
OBLIGACIÓN DE HACER. Lima, catorce de octubre de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la Asociación de Comerciantes San Bartolomé -
ACOSAB a fojas trescientos cuarenta y uno, contra la sentencia
de vista de fojas trescientos veinte, de fecha veinticinco de mayo
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, que confirmó la sentencia
apelada de fojas doscientos veinticinco, de fecha uno de octubre
de dos mil quince, que declaró fundada la demanda; por lo que
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante
la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte, que emitió la resolución impugnada; III) Se ha interpuesto
dentro del plazo de diez días de notificada con la resolución
impugnada, pues según cargo de notificación de fojas trescientos
cincuenta y seis, la recurrente fue notificada el veintiuno de junio
de dos mil dieciséis, y presentó el recurso con fecha cuatro de julio
del mismo año; y IV) Adjunta el arancel judicial respectivo conforme
se advierte de fojas trescientos veintiséis del presente cuaderno.
TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley acotada, se advierte que la parte recurrente no consintió la
sentencia expedida en primera instancia que le fue desfavorable al
haberla impugnado mediante escrito de fojas doscientos cincuenta,
por lo que cumple con lo dispuesto en la norma procesal anotada.
CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos
contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, es necesario que la parte recurrente señale en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. En el presente medio impugnatorio se denuncia: a)
Infracción normativa de los artículos 81 y 144 del Código Civil:
Indica que la Sala Superior al emitir la sentencia de vista incurre
en una infracción de los dispositivos legales antes señalados,
ya que la modificación del estatuto de la referida Asociación no
requiere de su inscripción para surtir efectos, porque no sanciona
con nulidad su inobservancia, por ello la modificación del estatuto
es válido, más si en nuestro sistema registral la inscripción no
es constitutiva. b) Infracción normativa de los artículos 80
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
y 82 del Código Civil: El Tribunal Superior al emitir su fallo ha
desnaturalizado la institución de la asociación sin fines de lucro,
interpretando como si fuese una sociedad con fines de lucro, pues
considera la transferencia de un puesto comercial, como elemento
válido para el ingreso como asociado, contraviniendo las normas
que garantizan el Derecho a un Debido Proceso. QUINTO.- Que,
del examen de la argumentación expuesta se advierte que la parte
impugnante no cumple con los requisitos exigidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código adjetivo, por los siguientes
argumentos: Las infracciones contenidas en el acápite a) del
considerando precedente no pueden ser acogidas, toda vez que
carecen de sustento y base real, pues conforme se advierte de
la propia resolución recurrida, la Sala Superior ha sustentado su
decisión en base a los hechos y medios probatorios aportados
por ambas partes, aplicando el derecho pertinente, de modo que
los argumentos deben ser desestimados ya que como lo indica el
artículo 81 del Código Civil, el estatuto debe constar por Escritura
Pública, de modo que el que se encontraba vigente al momento de
los hechos materia del caso de autos era el Estatuto obrante a fojas
quince, correspondiendo ser aplicado aquél; por tanto, deviene en
improcedente. Respecto a la infracción contenida en el acápite b)
del cuarto considerando, también merece ser desestimada, como
así lo han señalado las instancias de mérito según el artículo 89 del
Código Civil, la calidad de asociado es inherente a la persona y no
es transmisible, salvo que lo permita el estatuto, ello concordado
con el artículo 15 literal o) del Estatuto que establece entre los
derechos de los asociados, transferir y alquilar sus respectivos
puestos, lo que ha ocurrido en el presente proceso. Siendo esto
así, no se demuestra la incidencia que tendrían dichas infracciones
sobre la decisión impugnada, sino lo que pretende es cuestionar el
criterio asumido por las instancias, lo cual no puede ser acogido.
SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4
del artículo 388 del Código Procesal Civil, la recurrente cumple
con indicar que su pedido casatorio es anulatorio y revocatorio;
sin embargo, ello no es suficiente para atender el recurso materia
de calificación, toda vez que los requisitos de procedencia de
este medio impugnatorio son concurrentes, conforme estipula el
artículo 392 del Código precitado. Por las razones expuestas y en
aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la Asociación de Comerciantes San Bartolomé -
ACOSAB a fojas trescientos cuarenta y uno, contra la sentencia
de vista de fojas trescientos veinte, de fecha veinticinco de mayo
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Savino Jorge Quispe contra
la Asociación de Comerciantes San Bartolomé - ACOSAB, sobre
Obligación de Hacer; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-122
CAS. Nº 3295-2016 CALLAO
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, dieciocho
de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación de fojas quinientos cincuenta y tres interpuesto por
Transuniversal Estibas Sociedad Anónima Cerrada contra la
sentencia de vista de fojas quinientos treinta, de fecha trece de
octubre de dos mil quince, que revoca la apelada que declaró
infundada la demanda y reformando la misma la declara fundada
en parte, disponiendo que los demandados paguen en forma
solidaria a la actora la suma de ciento once mil ciento sesenta y
tres dólares americanos con ochenta y un centavos
(US$111,163.81); en ese sentido corresponde calificar los
requisitos de admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio,
conforme a lo previsto por la Ley número 29364 que modificó entre
otros los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil.
SEGUNDO.- Verificados los requisitos de admisibilidad del recurso,
se advierte lo siguiente: a) Se recurre contra la sentencia de vista
que pone fin al proceso; b) Se interpone ante la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao, como
órgano que emitió la sentencia de vista; c) Se ha presentado dentro
del plazo establecido por ley; y d) Se ha adjuntado la tasa judicial
respectiva. TERCERO.- Respecto a los requisitos de fondo, se
aprecia que a la empresa recurrente no le es exigible el
cumplimiento de lo establecido por el artículo 388 inciso 1 del
Código Procesal Civil, en razón a que la sentencia de primera
instancia le fue favorable. CUARTO.- Como causal de su recurso,
la parte impugnante invoca lo siguiente: a) Infracción Normativa
del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Perú; sostiene que la Sala Superior vulnera el precepto legal
invocado al no resolver la apelación interpuesta contra el auto que
declaró infundada la Excepción de Prescripción Extintiva, pese a
que la misma ha sido concedida sin efecto suspensivo y con la
calidad de diferida; pues en dicha excepción se cuestionó el hecho
de que el Juez de la causa admitió a trámite la demanda sin tener
en cuenta que a la fecha de la presentación de la misma ya había
transcurrido los dos años que prevé la ley; b) Infracción normativa
del artículo 139 inciso 14 de la Constitución Política del Perú;
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
refiere que se vulnera su derecho al no existir pronunciamiento por
parte de la Sala Superior, a la contradicción que formuló respecto a
los daños reclamados, los mismos que se determinaron de acuerdo
al valor asegurado y no al valor real de los daños; pues, indicaron
que las Facturas Comerciales números 150656 y 93A/2599
acreditan que el valor del camión – grúa, siniestrado fue de ciento
sesenta y cinco mil novecientos veinte dólares americanos con
sesenta y cinco centavos; del mismo modo, con el conocimiento de
Embarque número Alex-3150506 se evidencia que el valor del flete
ascendió a nueve mil noventa y un dólares americanos con nueve
centavos (US$9,091.09), con lo cual el valor del costo y flete del
camión fue de ciento setenta y cinco mil doce dólares americanos
con cincuenta y cinco centavos (US$175,012.55), hecho que se
corrobora con el Certificado de Seguro número N9-360 en donde
se señala que el asegurado tomó un sobre seguro de diecisiete mil
quinientos un dólares americanos con veintiséis centavos
(US$17,501.26). Tampoco se consideró que el valor de sobre
seguro sólo resulta aplicable a las partes de un contrato de seguro,
pero no resulta aplicable para determinar el pago de una
indemnización a cargo de un tercero ajeno al contrato; y c)
Infracción normativa de los artículos 200 del Código Procesal
Civil y 1972 del Código Civil, alega la parte recurrente que la Sala
Superior, erradamente sostiene que el incidente se produjo por una
mala maniobra del operador de la grúa N02 de la nave, lo cual
contradice los medios de prueba ofrecidos por las partes, omitiendo
pronunciarse sobre su argumento de defensa de que los daños
fueron responsabilidad del dueño de la grúa. QUINTO.- El recurso
extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo que debe
estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los requisitos
que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedencia; correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias del mismo
o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos por los recurrentes en
la formulación del recurso. SEXTO.- En cuanto a la denuncia
descrita en el literal a) del considerando precedente, es del caso
indicar que la misma no puede prosperar en virtud a que incumple
los requisitos que nuestro ordenamiento legal prevé para su
propósito. Es decir, si bien la parte impugnante refiere que se
vulnera el debido proceso, porque la Sala de mérito no se pronunció
sobre la apelación diferida, cierto también lo es que tal afirmación
carece de base cierta, toda vez que del análisis de autos se
advierte que el Órgano Superior, mediante sentencia de vista
expedida el treinta de setiembre de dos mil once confirmó –entre
otro- el auto que declaró infundada la excepción de prescripción
extintiva de la acción incoada por el ahora recurrente; y si bien
dicha decisión fue materia de cuestionamiento a través del recurso
de casación, es de apreciarse que la empresa impugnante
inobserva que este Órgano Supremo en atención a los lineamientos
consagrados por el artículo 387 inciso 1 del Código Procesal Civil
amparó el recurso de casación declarándolo fundado y anulando la
sentencia de vista en cuanto al asunto de fondo del proceso, lo cual
significa que el extremo referido al cuestionamiento de la excepción,
no resultaba viable de pronunciamiento, por cuanto no es una
decisión que no pone fin a la instancia; consecuentemente mal
hace la empresa recurrente, pretender invocarla nuevamente a
través de un segundo recurso de casación; por lo que este extremo
debe ser desestimado. SÉTIMO.- En lo atinente a las denuncias
invocadas en los literales b) y c) del cuarto considerando de la
presente resolución, tampoco pueden amparase en virtud a que las
mismas incumplen los alcances previstos por el artículo 388 incisos
2 y 3 del Código Procesal Civil; toda vez que las alegaciones ahí
glosadas están referidas a una revaloración de los medios
probatorios, lo cual no es atendible para los fines del proceso; por
cuanto, del análisis de autos se advierte que la Sala Superior
amparó en parte la demanda, al haberse acreditado que la
Compañía aseguradora dio en calidad de indemnización a la
empresa Ferreyros, la suma de ciento once mil ciento sesenta y
tres dólares americanos con ochenta y un centavos por el siniestro
que sufriera el vehículo adquirido de Pacar Internacional, por la
mala manipulación por parte del operador de la Grúa 2, en el
Muelle del Callao; siendo esto así, no se evidencia vicio alguno que
amerite la nulidad de lo decidido, sino más bien que se efectúe una
revaloración probatoria, lo cual no es viable por contravenir los
fines del recurso; en tal sentido, este extremo también debe
desestimarse. Por tales razones y en aplicación de lo preceptuado
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas quinientos
cincuenta y tres interpuesto por Transuniversal Estibas Sociedad
Anónima Cerrada contra la sentencia de vista de fojas quinientos
treinta, de fecha trece de octubre de dos mil quince, expedida por
la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del
Callao; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
97167
por Rimac Internacional Compañía de Seguros y Reaseguros con
Transuniversal Estibas Sociedad Anónima Cerrada y otro, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-123
CAS. Nº 3308-2016 MADRE DE DIOS
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, dieciocho
de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación de fojas seiscientos noventa y siete interpuesto
por Yenny Mattos Osorio y Walter Martin Orosco Quio contra la
sentencia de vista de fojas seiscientos noventa y siete que confirma
la sentencia de primera instancia que declaró fundada la demanda
de Prescripción Adquisitiva de Dominio respecto del bien sub litis;
en ese sentido corresponde calificar los requisitos de admisibilidad
y procedencia del medio impugnatorio conforme a lo previsto por
la Ley número 29364 que modificó entre otros los artículos 386,
387 y 388 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Verificados los
requisitos de admisibilidad del recurso, se advierte lo siguiente: a)
Se recurre contra la sentencia de vista que pone fin al proceso;
b) Se ha interpuesto ante la Sala Mixta de Tambopata de la Corte
Superior de Justicia de Madre de Dios, como órgano que emitió la
sentencia de vista; c) Se ha presentado dentro del plazo establecido
por ley; y d) Anexa la tasa judicial respectiva. TERCERO.-
Respecto a los requisitos de procedencia, la parte recurrente ha
observado lo establecido por el artículo 388 inciso 1 del Código
Procesal Civil, en razón a que no ha dejado consentir la sentencia
de primera instancia que le fue desfavorable. CUARTO.- Como
causal de su recurso, la parte impugnante invoca la infracción
normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú; y 197 del Código Procesal Civil; sostiene
que la sentencia de vista carece de la debida motivación, al haber
sustentado su razonamiento sobre una indebida apreciación de los
medios probatorios aportados al proceso, con los cuales se hubiere
desvirtuado la posesión pacífica como propietaria del inmueble de
la actora así como la temporalidad y cumplimiento de los requisitos
que exige la ley; ya que si se toma en cuenta las firmas legalizadas
el uno de agosto de dos mil ocho al tres de junio de dos mil diez, no
se han cumplido con los cinco años que determina la ley. QUINTO.-
El recurso extraordinario de casación es formal y excepcional; por
lo que debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada;
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos por los recurrentes
en la formulación del recurso. SEXTO.- Corresponde indicar en
cuanto al agravio descrito en el cuarto considerando de la presente
resolución, que el mismo no abona a los fines del recurso, habida
cuenta que incumple los requisitos de procedencia previstos por el
artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil. En efecto, si
bien la parte recurrente, sostiene que se vulnera su derecho, por
cuanto la decisión expedida por la Sala Superior adolece de una
debida motivación, no es menos cierto, que de los fundamentos
sobre los cuales se sustentan la misma no se evidencia con
claridad ni precisión la incidencia que tendría sobre las decisiones
adoptadas, limitándose sólo a indicar en forma genérica la falta
de concurrencia de los elementos constitutivos para proceder a la
prescripción adquisitiva de dominio; siendo evidente que con dicha
alegación lo que pretende la parte impugnante es rebatir el criterio
adoptado por las instancias de merito; sin embargo esta Sala
Suprema, después de efectuar el análisis respectivo de la sentencia
recurrida, colige que la misma se encuentra arreglada a ley, toda
vez que la Sala Superior ha dejado plenamente establecido que la
recurrente en el decurso del proceso no logró desvirtuar en forma
alguna la concurrencia de los elementos constitutivos que consagra
el artículo 950 del Código Civil, para declararse como propietaria
del bien sublitis a la demandante, quien sí demostró estar
poseyendo en forma pública, pacífica y continua; comportándose
como propietaria desde el catorce de setiembre de mil novecientos
ochenta y ocho, acreditando tal situación con los autovalúos
pagados a la Municipalidad Distrital de Tambopata, Plano de
distribución y las fotografías aportadas; por lo que siendo esto así,
el recurso de casación así formulado deviene en improcedente. Por
tales razones y en aplicación de lo preceptuado por el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación de fojas seiscientos noventa y siete interpuesto
por Yenny Mattos Osorio y Walter Martin Orosco Quio contra la
sentencia de vista de fojas seiscientos setenta y ocho, de fecha
treinta de mayo de dos mil dieciséis, expedida por la Sala Mixta

97168 CASACIÓN
de Tambopata de la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Claudia Yucra Gamarra con Yenny Mattos Osorio y otro, sobre
Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-124
CAS. Nº 3310-2016 LIMA NORTE
DESALOJO. Lima, veinte de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS;
y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de calificación el
recurso de casación formulado por la demandada Ana Luisa
Levano Herrera (folio 288) contra la sentencia de vista contenida
en la Resolución número once, del veinte de mayo de dos mil
dieciséis (folios 274) expedida por la Sala Civil Transitoria de
la Corte Superior de Justicia de Lima Norte la cual confirmó la
sentencia apelada contenida en la Resolución número cinco de
fecha nueve de julio de dos mil quince (folios 216) que declaró
fundada la demanda y ordena a la emplazada que desocupe y
restituya a la demandante el inmueble ubicado en la Manzana C,
Lote 11 –El Monte de Los Olivos –V Etapa, Distrito de San Martín
de Porres, Provincia y Departamento de Lima en el plazo de seis
días de notificada; para cuyo efecto debe procederse a calificar
los requisitos de admisibilidad y procedencia dispuestos en los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra la Resolución número once, del veinte de mayo de dos
mil dieciséis (folios 274) expedida por la Sala Civil Transitoria de
la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante
el mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada
(folios 288); iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que
la recurrente fue notificada el siete de junio de dos mil dieciséis
(folio 279) e interpuso el recurso de casación el catorce de junio
del mismo año (folios 288); iv) Asimismo, acompaña el arancel
judicial respectivo (folio 281). TERCERO.- Respecto al requisito
de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Adjetivo, éste se encuentra satisfecho ya que interpuso su recurso
de apelación oportunamente (folios 237). En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su
pedido es revocatorio. CUARTO.- La demandada Ana Luisa
Levano Herrera, sustenta su recurso denunciando la siguiente
causal: a) Infracción Normativa procesal del inciso 3 del
artículo 386 del Código Procesal Civil; precisa que se habrían
vulnerado normas esenciales para la eficacia y validez de los
actos procesales, puesto que la Sala Civil Transitoria le ocasiona
un grave perjuicio al no valorar los fundamentos expuestos en
el escrito de la contestación a la demanda ni en el recurso de
apelación de la sentencia de primera instancia, a su vez ha
interpretado incorrectamente normas de derecho material, lo cual
ha generado que se desconozca su Derecho a la Posesión y
Propiedad contenido en un contrato denominado Compromiso de
Compra, el cual se convirtió en definitivo al cancelarse la totalidad
del valor del bien y realizarse la entrega del lote por parte de la
empresa demandante, en aplicación de la cláusula tercera del
citado contrato. La Sala solo ha considerado los argumentos de
la demandante dando por ciertas sus afirmaciones, sin incidir en
elementos mucho más estudiados o evaluados que den validez
a un pronunciamiento de segunda instancia. No ha existido
pronunciamiento alguno respecto al por qué la demandada tomó
posesión del lote de terreno, si la propia cláusula tercera del contrato
establece que una vez cancelado el precio total del bien, la empresa
hará entrega del bien con su respectiva documentación, conforme
así se realizó y dio lugar a la construcción de la vivienda y por
ello la Municipalidad Distrital de San Martín entregó la Constancia
de Posesión que se aparejó en autos. QUINTO.- Debe tenerse
en cuenta que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que solo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando
en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada. SEXTO.- En principio,
es necesario indicar que la recurrente sustenta su recurso en la
disposición contenida en el inciso 3 del artículo 386 del Código
Procesal Civil, empero, dicha norma fue modificada por el artículo
primero de la Ley número 29364 publicada el veintiocho de mayo
de dos mil nueve, en consecuencia, a partir de la vigencia de la
Ley número 29364, el numeral que invoca la demandada, dejó de
surtir efectos, por lo que mal podría pretender su aplicación. Sin
perjuicio de ello, cabe indicar que los argumentos que expone,
se puede colegir que la recurrente pretende que se realice una
nueva valoración del causal probatorio, sin tener en cuenta que
no es actividad constitutiva del recurso de casación revalorar las
pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio, finalmente
en cuanto al artículo 197 del Código Procesal Civil – que regula
las reglas para la valoración de la prueba y dentro de la cual se
incluyen las reglas para la valoración de las mismas, como es
su licitud, eventualidad, pertinencia, idoneidad, utilidad, se tiene
que los cuestionamientos de la recurrente, no están orientados
a los ámbitos antes mencionados, sino a una apreciación distinta
de las pruebas – valoración – que, según indica, determinarían
la desestimación de la demanda; empero, esos aspectos no
pueden ser motivo de casación, pues a través de este medio de
impugnación no se constituye una tercera instancia, para trasladar
al órgano jurisdiccional el poder para enjuiciar nuevamente los
hechos y las pruebas, máxime si del contenido de la Carta Notarial
del diez de junio de dos mil catorce (folio 20), se desprende que la
propia emplazada reconoce encontrarse adeudando parte de las
cuotas pactadas, las mismas que según el cronograma establecido
en el contrato de folio quince, empezaban a contabilizarse desde
el diecinueve de marzo de mil novecientos noventa y seis y siendo
que eran treinta las cuotas, la última letra vencía en el año mil
novecientos noventa y ocho, por ende, a la parte actora le asistía
el derecho de ejecutar el pacto de resolución automática prevista
en la cláusula segunda del Contrato, por lo que el título presentado
por la demandada ha fenecido, configurándose la causal de
precariedad denunciada por la empresa Constructora Inmobiliaria
Dima Sociedad Anónima descrita en el artículo 911 del Código
Civil, por lo que, los argumentos expuestos por la demandada,
carecen de asidero. Por estos fundamentos y en aplicación de lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandada Ana Luisa Levano Herrera (folio 288) contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número once, del
veinte de mayo de dos mil dieciséis (folios 274) expedida por la
Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Constructora Inmobiliaria Dima Sociedad Anónima contra Ana
Luisa Lévano Herrera sobre Desalojo; y los devolvieron. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-125
CAS. Nº 3350-2016 AREQUIPA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veinte de
octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Gloria Zegarra Gamarra
a fojas cuatrocientos veintitrés, contra la sentencia de vista de
fojas cuatrocientos siete, de fecha veintiocho de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, que confirma en parte la sentencia apelada
de fojas trescientos cincuenta y seis, de fecha veintiuno de junio
de dos mil dieciséis, en cuanto declara fundado el Desalojo y
la revoca en cuanto declara fundado el pago de frutos civiles,
y reformándola declara infundada la demanda en este último
extremo. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad,
de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código
Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente la
sentencia de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface
el requisito de procedibilidad establecido en el artículo 388, inciso
1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su
recurso denuncia: Infracción normativa del artículo 6 de la Ley
número 26872, Ley de Conciliación, modificado por el Decreto
Legislativo número 1070, alegando que del escrito de demanda
de Desalojo por Ocupación Precaria y de sus anexos, se tiene que
el demandante Julio Ernesto Quiroz Pinto no ha acompañado copia
certificada del Acta de Conciliación Extrajudicial para buscar una
solución consensual, como mecanismo alternativo para la solución
de conflictos, respecto de los litisconsortes necesarios Jean Lalo
Aller Zegarra, Frida Aller Zegarra, Cleuza Aller Zegarra y Christian
Neri Aller Zegarra, en consecuencia, no se habría cumplido con
un requisito de procedibilidad exigido por la ley, sin el cual no
puede iniciarse un proceso judicial. CUARTO.- Respecto a la
infracción normativa señalada anteriormente, se tiene que si bien
la impugnante ha descrito con claridad y precisión la supuesta
infracción normativa, no ha demostrado la incidencia directa de la
misma sobre la decisión impugnada, al no haber señalado qué tipo
de defensa o alegación se le habría impedido ejercer, toda vez que
si bien ha indicado que no se invitó a conciliar extrajudicialmente
a los litisconsortes necesarios Jean Lalo Aller Zegarra, Frida Aller
Zegarra, Cleuza Aller Zegarra y Christian Neri Aller Zegarra, resulta
claro que la recurrente no puede actuar en su representación,
más aún cuando dichas personas se han apersonado al proceso
y han contestado la demanda como se aprecia a fojas doscientos
diecisiete. Por lo tanto, con ello, no se ha dado cumplimiento a
lo prescrito por el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Gloria Zegarra Gamarra
a fojas cuatrocientos veintitrés, contra la sentencia de vista de
fojas cuatrocientos siete, de fecha veintiocho de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Justicia de Arequipa, que confirma en parte la sentencia apelada
de fojas trescientos cincuenta y seis, de fecha veintiuno de junio
de dos mil dieciséis, en cuanto declara fundado el Desalojo y
la revoca en cuanto declara fundado el pago de frutos civiles,
y reformándola declara infundada la demanda en este último
extremo; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Julio Ernesto Quiroz Pinto contra Gloria Zegarra
Gamarra y otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-126
CAS. Nº 3367-2016 LIMA
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
Lima, veinte de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta
Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por Julia Pilco
Sihuacollo a fojas cuatrocientos veintidós, contra la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos siete, de fecha seis de julio de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Especializada de Familia de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia
apelada de fojas trescientos sesenta y uno, de fecha quince de
diciembre de dos mil quince, que declara fundada la demanda
interpuesta por Pascual Rivas Alfaro, sobre Divorcio por Causal de
Separación de Hecho; correspondiendo calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio conforme
a lo establecido en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad, se advierte que el presente recurso
de casación satisface las exigencias reguladas por el artículo 387
del Código Procesal Civil, toda vez que se ha interpuesto: I) Contra
una resolución de vista expedida por la Sala Superior respectiva
que como órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Ante el
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, que para
el caso de autos es la Segunda Sala Especializada de Familia de la
Corte Superior de Justicia de Lima; III) Dentro del plazo previsto por
ley, contado desde el día siguiente de notificada la resolución que
se impugna, conforme se corrobora con el cargo de notificación que
obra a fojas cuatrocientos dieciocho; y IV) Adjuntando el respectivo
arancel por recurso de casación. TERCERO.- Que, respecto
a los requisitos de procedencia contenidos en los incisos 1 y 4
del artículo 388 del Código Procesal Civil, la recurrente cumplió
con apelar la sentencia de primera instancia que le fue adversa
y con precisar que su pedido casatorio es anulatorio parcial; por
lo que ambos requisitos han sido satisfechos. CUARTO.- Que,
en cuanto a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, la impugnante denuncia
las causales de: a) Infracción normativa procesal del artículo
I del Título Preliminar del Código Procesal Civil, al haberse
legitimado la decisión del juzgado de origen, pues pese a que la
recurrente contestó la demanda en el plazo legal y formuló acción
reconvencional como medio de defensa, el juzgado rechazó la
misma, provocando indefensión a su parte, recortando el derecho
de acceder a la tutela jurisdiccional. Se ha vulnerado el Debido
Proceso de la recurrente, al legitimar que el Juez no tomó en
consideración su escrito de fecha veintiocho de octubre de dos
mil catorce, mediante el cual consignó de manera espontánea su
domicilio procesal, ni el escrito de fecha dieciocho de noviembre
de dos mil catorce, mediante el cual consignó su domicilio real;
b) Infracción normativa procesal del artículo 122 incisos 3 y
4 del Código Procesal Civil, por cuanto la resolución de vista ha
incurrido en error al no tomar en cuenta la activa participación de
la recurrente en el desarrollo del proceso, ejercitando su defensa
con arreglo a ley, y que por un aforismo arcaico, privatista y civilista
se privilegió el mismo en contravención del derecho sustantivo de
la recurrente. Refiere además que la resolución de vista no recoge
los hechos que sustentan la contestación de demanda y la acción
reconvencional, como los respectivos medios probatorios que la
sustentan; y c) Infracción normativa procesal del artículo 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, alegando
que en el caso de autos se ha infringido la norma constitucional
en el aspecto sustantivo y procesal, pues en cuanto al primero la
sentencia de vista no guarda proporcionalidad y coherencia y, en
cuanto al segundo se ha infringido el derecho de acceso a la justicia
de la recurrente y por ende de los derechos a la defensa en juicio,
de producir prueba, de ser oído, de igualdad de proceso, de obtener
una resolución debidamente motivada, entre otros. QUINTO.-
Que, estando a los fundamentos expuestos se advierte que las
causales denunciadas no satisfacen el requisito de procedencia
señalado en el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
pues revisados los actuados se advierte que si bien es cierto que
en la cédula de notificación de la demanda y auto admisorio de
fojas cuarenta y nueve, se consignó que la demandada se mudó,
y pese a ello el Juez de primera instancia declaró rebelde a la
recurrente sin haber requerido previamente al actor que señale su
nuevo domicilio; sin embargo, dicha omisión quedó convalidada
cuando la demandada se apersonó al proceso mediante escrito de
fojas doscientos diecisiete, procediendo a contestar la demanda
y reconvenir, sin deducir la nulidad de los actuados. No obstante
ello, dicho escrito de contestación no cumplió con los requisitos
señalados por ley, pues la recurrente no consignó su domicilio real
y procesal, por lo que el Juez le requirió mediante resolución de
97169
fojas doscientos veinticuatro, que subsanara dicha omisión en el
plazo de tres días, bajo apercibimiento de declarar su rebeldía;
sin embargo, dicho requerimiento fue cumplido parcialmente
por la demandada mediante escrito de fojas doscientos treinta y
nueve, al consignar únicamente su domicilio procesal, razón por
la que el Juez volvió a requerir a la demandada que señale su
domicilio real dándole un plazo adicional de dos días, pese a ello
la demandada señaló su nuevo domicilio real fuera de dicho plazo,
por lo que el juez declaró la rebeldía de la demandada mediante
resolución de fojas doscientos ochenta y ocho, declaración que
no fue apelada por la ahora recurrente; por lo que mal hace en
seguir cuestionando dicho aspecto. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Julia Pilco Sihuacollo a fojas cuatrocientos veintidós, contra
la sentencia de vista de fojas cuatrocientos siete, de fecha
seis de julio de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala
Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Pascual Rivas Alfaro contra Julia Pilco Sihuacollo y otro, sobre
Divorcio por Causal de Separación de Hecho; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-127
CAS. Nº 3405-2016 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintisiete
de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Mario Fernando Bayona
Peláez a fojas trescientos veintinueve, contra la resolución de
vista de fojas doscientos setenta y cuatro, de fecha diecisiete
de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil
con Subespecialidad en Materia Comercial de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que confirma la resolución apelada de fojas
ciento sesenta y seis, de fecha veintitrés de octubre de dos mil
catorce, que declara infundada la excepción de convenio arbitral
formulada por Minera Mapsa Sociedad Anónima e infundadas las
contradicciones planteadas por ésta y por Mario Fernando Bayona
Peláez. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la sentencia
de primera instancia que le fue adversa, satisface el requisito de
procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso 1 del Código
Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso, denuncia:
I) Infracción normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú, 12 del Texto Único Ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, 50 inciso 6 y 122 inciso 3
del Código Procesal Civil, alegando que en su pronunciamiento la
Sala Superior ha realizado una motivación incongruente, aparente,
inadecuada, sin coherencia normativa y contradictoria con el
ordenamiento legal, puesto que por una lado se señala que la letra
de cambio objeto de ejecución debió ser firmada conjuntamente
por el Presidente del Directorio y por el Gerente General de Minera
Mapsa Sociedad Anónima, sin embargo, a fin de validar dicho título
ejecutivo, se le atribuye al recurrente haber actuado con mala fe
al firmarla únicamente él, y no se toma en cuenta lo dispuesto en
los artículos 2012 y 1314 del Código Civil, los cuales determinan
que los poderes y facultades de representación inscritos en los
Registros Públicos son de conocimiento de todos, y por lo tanto
lo eran también del ejecutante, quien por diligencia, para recibir
el mencionado título valor, debía haber revisado los Poderes
inscritos; II) Infracción normativa de los artículos 292, 295 y 315
del Código Civil, alegando que aún cuando para el Ad quem la
garantía personal del aval no implica una disposición o afectación
de los bienes sociales, los dispositivos normativos mencionados
establecen claramente que la representación de la sociedad
conyugal es ejercida conjuntamente por ambos cónyuges, siendo
de conocimiento público su estado civil de casado al momento
de suscribir el título valor, no pudiendo tomarse su condición
de aval como una deuda personal sino conyugal, por lo que era
necesaria la firma de su cónyuge, careciendo en consecuencia de
validez, dicho título valor; III) Infracción normativa del artículo
59.1 de la Ley número 27287, Ley de Títulos Valores (aunque
en su recurso señala erróneamente el artículo 57), alegando
que el aval queda exento de responsabilidad si el título valor
incurre en nulidad formal, siendo que la letra de cambio que se
pretende ejecutar es nula porque su estado civil es de casado y
sólo puede aceptar obligaciones conjuntamente con su cónyuge,
no pudiendo disponerse de los bienes sociales, así como también
porque Minera Mapsa Sociedad Anónima, como obligado principal,
advierte que el título valor incurre en causal de nulidad formal pues
sólo podía asumir dicha obligación en el caso que cuente con la
suscripción de su Gerente General y de un miembro del Directorio,
siendo que en el caso de autos la letra de cambio fue suscrita sólo
por uno de ellos. CUARTO.- Respecto a la infracción normativa
señalada en el apartado I), se tiene que no se ha cumplido con
describirla de forma clara y precisa, toda vez que la Sala Superior
sí ha motivado suficientemente su decisión, indicando en su
fundamento 4.3 que si bien a la letra de cambio girada a Minera
MAPSA Sociedad Anónima y aceptada por la misma a través de

97170 CASACIÓN
su Presidente de Directorio -el demandado Fernando Bayona
Peláez- le falta la firma de su Gerente General como lo establece
su estatuto contenido en la Escritura Pública de Constitución de
fecha siete de agosto de dos mil siete, ello no ocasiona su nulidad
en este caso en concreto en razón de que se procedió en contra
del Principio de Buena Fe del girador, toda vez que el título valor fue
girado a fin de cumplir con una obligación reconocida por aquéllos
mediante transacción extrajudicial. Además, de conformidad con el
artículo 7 de la Ley número 27287, Ley de Títulos Valores, no es
nulo el título valor suscrito por quien no tiene facultades o por quien
teniéndolas excede las mismas, sino que el documento cambial
sigue siendo plenamente eficaz y la obligación creada es adquirida
por el falsus procurator, en este caso, por el recurrente. Siendo ello
así, no se ha cumplido con lo dispuesto en el inciso 2 del artículo
388 del Código Procesal Civil, motivo por el cual esta denuncia debe
ser desestimada. QUINTO.- Respecto a la infracciones normativas
señaladas en los apartados II) y III), tampoco se ha cumplido con
describirlas de forma clara y precisa, toda vez que el recurrente -que
además de ser el Presidente de Directorio, se constituyó como aval
de Minera Mapsa Sociedad Anónima- no ha hecho disposición de
ninguno de los bienes sociales de la sociedad conyugal, generada
de su matrimonio con Lucy Enit Meléndez López, al no ser el aval
una garantía real sino personal, por lo tanto, no era necesario
que participe su cónyuge en la firma de la letra de cambio, en
consecuencia, no habría nulidad del título valor por esta razón.
Asimismo, tampoco existe nulidad de la letra de cambio en atención
a la falta de firma del Gerente General de Minera Mapsa Sociedad
Anónima como se ha indicado anteriormente, motivo por el cual, en
este extremo del recurso tampoco se ha cumplido con lo dispuesto
en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, debiendo
también desestimarse esta denuncia. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Mario Fernando Bayona Peláez a fojas trescientos veintinueve,
contra la resolución de vista de fojas doscientos setenta y cuatro, de
fecha diecisiete de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Primera
Sala Civil con Subespecialidad en Materia Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la resolución apelada de
fojas ciento sesenta y seis, de fecha veintitrés de octubre de dos
mil catorce, que declara infundada la excepción de convenio arbitral
formulada por Minera Mapsa Sociedad Anónima e infundadas las
contradicciones planteadas por ésta y por Mario Fernando Bayona
Peláez; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Juan de Dios Olaechea Álvarez Calderón contra Mario Fernando
Bayona Peláez y otra, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y
los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces Supremos
Rodríguez Chávez, Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por
licencia de los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez,
Romero Díaz y Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. MIRANDA MOLINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-128
CAS. Nº 3421-2016 LIMA
VIOLENCIA FAMILIAR. Lima, veintiuno de octubre de dos mil
dieciséis. VISTOS; Con el expediente principal, el Cuadernillo
de Casación; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de
calificación el recurso de casación interpuesto por el demandado
José Alfonso Estremadoyro Fernández1 contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número tres de fecha veintiséis de
abril de dos mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Especializada
de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima2, la cual confirmó
la sentencia de primera instancia contenida en la Resolución número
cuarenta y uno de fecha veintinueve de mayo de dos mil quince3, que
declaró fundada la demanda interpuesta por la Fiscalía Provincial de
Familia de Lima sobre Violencia Familiar en la modalidad de Maltrato
Psicológico en agravio de Jesús Antonio Estremadoyro Fernández,
estableciéndose medidas de protección; por lo que, corresponde
examinar si el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos
por los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i)
Contra el auto de vista contenido en la Resolución número tres de
fecha veintiséis de abril de dos mil dieciséis, expedida por la Primera
Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada4; iii) Dentro del plazo que establece la norma,
ya que el recurrente fue notificado el treinta y uno de mayo de dos mil
dieciséis5 e interpuso recurso de casación el ocho de junio del mismo
año y, iv) Cumple con acompañar el arancel judicial respectivo6.
TERCERO.- Respecto al requisito de procedencia previsto en el
inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es de verse que
la apoderada del demandado interpuso recurso de apelación7 contra
la sentencia contenida en la Resolución número cuarenta y uno de
fecha veintinueve de mayo de dos mil quince, emitida por el Primer
Juzgado Transitorio de Familia Tutelar de la Corte Superior de Justicia
de Lima8, que declara fundada la demanda sobre Violencia Familiar
en su modalidad de Maltrato Psicológico en agravio de Jesús Antonio
Estremadoyro Fernández (hermano) y se ordenan diversas medidas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de protección a su favor. En cuanto al requisito señalado en el inciso
4 de la referida norma, manifiesta que su pedido es revocatorio.
CUARTO.- El demandado José Alfonso Estremadoyro Fernández,
señala como causales de su recurso: a) Infracción normativa
procesal de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú y artículo 2 de la Ley número 26260; sostiene
que no se ha elaborado una Pericia Psicológica a su persona y sólo
se ha realizado ésta con el presunto agraviado, siendo la principal
fundamentación de la sentencia condenatoria el Informe Psicológico
que no fue apoyado ni reforzado con mayores elementos que
puedan crear convicción al Juez, más aún si el demandado no reside
en el país; No se evidencia la relación de causalidad entre lo resuelto
y los hechos descritos en la demanda, ya que no existe medio
probatorio que acredite la afectación denunciada; Es preciso que
la Sala actúe la pericia psicológica correspondiente a su persona
y se aplique la jurisprudencia que señala que no basta los informes
psicológicos para acreditar la violencia familiar, al no contar con
otros elementos probatorios; Que, la resolución impugnada le causa
agravio por cuanto el demandado reside en el extranjero y existe
un conflicto familiar que viene ventilándose a través de más de diez
procesos civiles y penales, razón por la cual este proceso solo es
una extensión de los mismos y no se ha tomado en cuenta cuáles
son los efectos, tanto psicológicos como económicos que le viene
causando. QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal
que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas
y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene
como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho
objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada,
de conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil. SEXTO.- Respecto a la denuncia
del literal i) de la considerativa cuarta, se verifica que los Jueces
de la Sala Superior han subsumido y administrado con cuidado la
ejecución de la norma al ponerla en contacto con el caso concreto
–Violencia Familiar en la modalidad de Maltrato Psicológico- toda
vez que han resuelto la controversia planteada tomando en
consideración que la pretensión denunciada por el representante
del Ministerio Público se encuentra debidamente acreditada con
las declaraciones vertidas en el proceso, lo cual se corrobora con
el contenido de la Pericia Psicológica número 45299-2011-PSC-VF9
que concluye que luego de evaluar a la persona de Estremadoyro
Fernández Jesús Antonio, los eventos narrados serían compatibles a
la dinámica de maltrato, condición negativa para el estado emocional
del peritado. 6.1. Es necesario acotar, que el recurso de casación del
demandado tiene por objeto que este Colegiado Supremo disponga
la actuación de una pericia psicológica sobre el recurrente, sin tener
en consideración el principio de eventualidad o preclusión en materia
probatoria, mediante el cual los medios probatorios deben ser
ofrecidos en la etapa postulatoria, tal como se encuentra prescrito
en el artículo 425 e inciso 5 del artículo 442 del Código Procesal
Civil, por lo que, al haber precluído la oportunidad de ofrecer medios
de prueba, su pedido carece de asidero. 6.2. Además, debe tenerse
en cuenta que el emplazado no ha denunciado la limitación de sus
derechos constitucionales para ofrecer elementos probatorios que
acrediten que no ejerció violencia psicológica sobre su hermano
agraviado o para desvirtuar la responsabilidad que se le imputa por
esta clase de maltratos; por lo que, las denuncias a una indebida
valoración de prueba, no pueden ser motivo de casación, pues a
través de este medio de impugnación no se constituye una tercera
instancia, para trasladar al órgano jurisdiccional el poder para de
nuevo enjuiciar los hechos y las pruebas. Por estas consideraciones
y en aplicación del artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto el demandado
José Alfonso Estremadoyro Fernández10 contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número tres de fecha veintiséis de
abril de dos mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Especializada
de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima11; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio
Público contra José Alfonso Estremadoyro Fernández en agravio de
Jesús Antonio Estremadoyro Fernández, sobre Violencia Familiar
– Maltrato Psicológico; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señores Mendoza Ramírez. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Folio 349
2
Folio 334
3
Folio 244
4
Folio 349
5
Cargo de notificación a folio 339
6
Folio 343
7
Folio 265
8
Folio 244
9
Folio 25
10
Folio 349
11
Folio 334
C-1569469-129
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
CAS. Nº 3433-2016 AREQUIPA
RESOLUCIÓN DE CONTRATO. Lima, veintiuno de octubre de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por la Municipalidad Provincial de Arequipa
a fojas doscientos doce, contra la resolución de vista de fojas
ciento noventa y seis, de fecha treinta de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, que confirmó la resolución apelada de fojas ciento
cuarenta y cinco, de fecha treinta de setiembre de dos mil quince,
que declaró improcedente la demanda respecto a Presentación
Evangelina Arapa Arapa e infundada la demanda respecto de Lino
Hinojosa Hinojosa y Teófila Elodia López Chivilchez; por lo que
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificada con la resolución impugnada,
pues la entidad demandante fue notificada el doce de julio de dos mil
dieciséis, según constancia de fojas doscientos cinco, y presentó
el recurso de casación el veintiuno de julio del mismo año; y IV) No
adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de casación
por ser una Entidad del Estado. TERCERO.- Que, respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que la entidad recurrente no consintió la resolución expedida
en primera instancia que le fue desfavorable a sus intereses, al
haberla apelado mediante escrito de fojas ciento sesenta y tres,
por lo que cumple con lo dispuesto en la norma procesal anotada.
CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos
contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, es necesario que la recurrente señale en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. En el presente medio impugnatorio se denuncia la siguiente
infracción: La infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 5
de la Constitución Política del Perú, concordante con el inciso
3 del artículo 122 del Código Procesal Civil y el artículo 12 del
Texto Único Ordenado la Ley Orgánica del Poder Judicial:
La Sala al emitir la sentencia de vista inobserva la garantía del
Debido Proceso, pasando por alto y sin pronunciamiento alguno
el Expediente Administrativo que originó la demanda y que fueron
ofrecidos como medios probatorios en el presente proceso. La Sala
Superior al emitir su fallo ha incurrido en indebida motivación en
su vertiente de motivación aparente, ya que no da cuenta de las
razones mínimas que sustentan su decisión o que no responde
a las legaciones de las partes del proceso, toda vez que intenta
dar un cumplimiento formal al mandato constitucional sin dar
un sustento fáctico y jurídico; además incurre en motivación
insuficiente al no brindar respuestas suficientes a las pretensiones
planteadas; aunado a ello existe una falta de motivación interna
del razonamiento al presentarse la incoherencia narrativa que
se presenta como un discurso absolutamente confuso e incapaz
de transmitir de modo coherente las razones en la que apoya su
decisión. QUINTO.- que, del examen de la argumentación expuesta
se advierte que la recurrente no cumple con los requisitos exigidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, y por
tanto, no pueden ser amparadas, toda vez que están destinadas
a cuestionar que no se habría tomado en cuenta el Expediente
Administrativo que originó la demanda, lo cual carece de asidero
ya que dicho medio probatorio no obra como acompañado en
el presente proceso. Por otro lado, las instancias de mérito han
determinado en virtud de los medios probatorios presentados
que no es posible la limitación al Derecho de Propiedad, en
cuanto a enajenación se trata, a través de una norma de inferior
jerarquía a una ley, como lo dispone el artículo 882 del Código
Civil, de modo que, a través de la norma invocada en el contrato
de fecha veintitrés de enero de mil novecientos ochenta y nueve,
esto es, el Decreto Supremo número 053-84-VC, no se puede
limitar la transferencia de la propiedad. Así pues, no describe
en forma clara y precisa la infracción normativa denunciada,
tampoco demuestra la incidencia que tendría dicha infracción
sobre la decisión impugnada, sino lo que pretende es cuestionar
las conclusiones a las que arribó la Sala revisora, así como una
revaloración probatoria. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia
contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
la entidad recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es anulatorio total; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del precitado Código. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la Municipalidad Provincial de
Arequipa a fojas doscientos doce, contra la resolución de vista de
fojas ciento noventa y seis, de fecha treinta de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la presente
97171
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por la Municipalidad Provincial de Arequipa contra
Lino Hinojosa Hinojosa y otras, sobre Resolución de Contrato;
y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De
La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza
Ramírez. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-130
CAS. Nº 3499-2016 LA LIBERTAD
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, veinte
de setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por el Poder Judicial a fojas ochocientos
treinta y siete, contra la sentencia de vista de fojas ochocientos
uno, de fecha veintiocho de enero de dos mil dieciséis, emitida
por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, que revoca la sentencia apelada de fojas setecientos
siete, de fecha trece de noviembre de dos mil catorce, que declara
infundada la demanda; y reformándola, la declara fundada.
SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el recurso en
mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de conformidad
con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil.
TERCERO.- Como sustento de su recurso, denuncia: Infracción
normativa del artículo 178 del Código Procesal Civil, alegando
que el Ad quem no ha aplicado la referida disposición normativa.
Así, indica que no se ha tenido en cuenta que de lo expresado
por la demandante, es fácil advertir que sus cuestionamientos
tienen especial incidencia en el hecho que el criterio jurisdiccional
adoptado habría concluido con resultados nada favorables a
sus intereses, siendo que no es procedente la revisión del fondo
del asunto resuelto en sentencia, pues tiene la calidad de cosa
juzgada, teniendo en cuenta que la pretensión es de carácter
especial, no sin antes expresar que el peticionante tiene que alegar
o probar objetivamente que existe fraude o colusión, y que se
haya afectado al debido proceso, persiguiéndose la declaratoria
de nulidad de la resolución cuestionada y además que se restituya
al estado de cosas existente al momento en que se produjo tal
nulidad, siendo que obviamente la discusión y prueba se centra
en torno a la existencia o no de fraude o colusión que afecten
el debido proceso, mas no sobre el fondo de una pretensión ya
resuelta en la vía jurisdiccional, al amparo de normas legales de
indiscutible validez. En el presente caso, la demandante no llegó
a probar ninguno de los fundamentos de su demanda. CUARTO.-
En cuanto a la infracción señalada en el considerando anterior,
se tiene que la parte recurrente no ha cumplido con describir
con claridad y precisión la infracción normativa allí descrita, toda
vez que se ha limitado a negar genéricamente que la pretensión
demandada por Bertha Alejandra Cabrera Descalzi de Acuña
tenga sustento, cuando en autos la Sala Superior ha establecido
que sí hubo fraude procesal y afectación de su derecho al debido
proceso, y que dicho fraude fue unilateral y en consecuencia no
comprende a los Jueces que intervinieron en el proceso signado
como Expediente Judicial número 2006-00059, seguido ante la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia
de Piura por el demandado sobre Reconocimiento de Resolución
Judicial expedida en el extranjero. Con ello se tiene que la parte
recurrente no ha dado cumplimiento a lo ordenado en el inciso
2 del artículo 388 del Código Procesal Civil. QUINTO.- Pese a
lo antes indicado, no escapa a este Supremo Tribunal que al
momento de declararse fundada la demanda, la Sala Superior de
forma indebida ha dispuesto no sólo que la sentencia recaída en
el proceso cuestionado de Reconocimiento de Resolución Judicial
expedida en el extranjero se anule, sino que ha declarado nulo
todo lo actuado en el mismo, e improcedente la demanda, con lo
cual ha excedido lo dispuesto en el cuarto párrafo del artículo 178
del Código Procesal Civil, que dispone que si en el proceso de
Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta la decisión cuestionada
fuese finalmente anulada, se repondrán las cosas al estado
que corresponda, lo cual en el caso de autos se circunscribe a
la notificación de la solicitud, a fin que la demandada en dicho
proceso tome conocimiento de la misma y actúe conforme le
convenga a su derecho respecto a la competencia territorial de la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia
de Piura. Tomando en cuenta que no debe casarse una sentencia
si la parte resolutiva se ajusta a derecho, como prescribe el artículo
397 del Código Procesal Civil, no obstante lo determinado por el
Ad quem en dicho proceso, la nulidad declarada en la presente
causa debe extenderse al proceso tramitado en el Expediente
Judicial número 2006-00059 sólo hasta la admisión de la solicitud
de Reconocimiento Judicial de Sentencia Extranjera, debiendo
renovarse la notificación de la misma. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el Poder Judicial a fojas ochocientos treinta y siete, contra la
sentencia de vista de fojas ochocientos uno, de fecha veintiocho
de enero de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad; ORDENARON que
el proceso de Reconocimiento Judicial de Sentencia Extranjera,
tramitado en el Expediente Judicial número 2006-00059 ante la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia
de Piura, continúe a partir de la notificación de la calificación

97172 CASACIÓN
de la solicitud presentada por César Alexander Acuña Núñez,
debiendo renovarse la notificación; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Bertha Alejandra Cabrera
Descalzi contra César Alexander Acuña Núñez y otros, sobre
Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta; y los devolvieron. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-131
CAS. Nº 3584-2016 PUNO
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Lima, diez de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal en tres
tomos, dos Cuadernos de Auxilio Judicial remitidos a esta Sala
Suprema según Oficio número 1554-2016-1S-TJM-CSJP, el
expediente número 1222-2006-0-2101-JM-CI-2 sobre Ejecución de
Garantías que obra como acompañado (Cuaderno Principal en tres
tomos y cuatro incidentes), seguido por el Banco Continental
oficina Puno con Pablo Silvano Achata Melo y Julia Enríquez
Enríquez, tramitado ante el Primer Juzgado Mixto de Puno, el
expediente número 01536-2011-0-2101-JM-CI-01 sobre Interdicto
de Recobrar que obra como acompañado (Cuaderno Principal en
dos tomos y un incidente), seguido por Delia Fortunata Supo
Galindo con Normina Achata Enríquez, Pablo Silvano Achata Melo
y Julia Enríquez Enríquez, tramitado ante el Primer Juzgado Mixto
de Puno, y el Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el Recurso de Casación obrante de fojas quinientos diez
a quinientos veintidós, interpuesto por Gladis Normina Achata
Enríquez contra la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número cuarenta y cinco de fecha dos de agosto de dos mil
dieciséis, corriente de fojas cuatrocientos noventa y tres a
quinientos seis, que confirma la sentencia apelada de primera
instancia contenida en la Resolución número treinta y cinco de
fecha veintiséis de agosto de dos mil quince, obrante de fojas
trescientos noventa a cuatrocientos dos, que declaró fundada la
demanda de Mejor Derecho de Propiedad y Reivindicación. En ese
sentido, corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del medio impugnatorio ejercitado conforme a lo
previsto por la Ley número 29364, que modificó entre otros los
Artículos 386°, 387° y 388° del Código Procesal Civil. SEGUNDO.-
La labor de calificación del Recurso de Casación según lo
preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que
exige que lo que se impugne sea una Sentencia o Auto expedido
por una Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado,
ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así,
si el Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado
que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto
ante el órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii)
La verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
particular el Recurso de Casación satisface los requisitos de
admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a) Se
recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al proceso sobre
Mejor Derecho de Propiedad, contenida en la Resolución número
cuarenta y cinco de fecha dos de agosto de dos mil dieciséis,
corriente de fojas cuatrocientos noventa y tres a quinientos seis; b)
Se interpone ante la Sala Especializada en lo Civil de la Provincia
de Puno de la Corte Superior de Justicia de Puno, como órgano
superior que emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal
circunstancia acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta
dentro del plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista
se notificó a la recurrente el cinco de agosto de dos mil dieciséis,
según cargo de notificación obrante a fojas quinientos siete, y el
Recurso se presentó el día diecinueve del mismo mes y año; y, d)
En lo que se refiere al pago de la tasa judicial respectiva, la
impugnante no se encuentra obligada a presentar, por cuanto se le
ha concedido el beneficio de Auxilio Judicial según Resolución
número uno de fecha dieciséis de julio de dos mil quince, inserta a
fojas trece del Cuaderno respectivo remitido por la Sala Superior.
CUARTO.- Asimismo, la casacionista cumple con lo establecido
por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil, al no haber
dejado consentir el extremo de la sentencia de primera instancia
que le fue desfavorable, expedida por el Tercer Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno
mediante Resolución número treinta y cinco de fecha veintiséis de
agosto de dos mil quince, obrante de fojas trescientos noventa a
cuatrocientos dos. QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y
excepcional, por lo que debe estar estructurado con precisión y
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo al
impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. SEXTO.- En el sentido anotado, corresponde
realizar la labor de verificación del cumplimiento de los restantes
requisitos de procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388°
incisos 2) y 3) del Código Procesal Civil. Encaminados en dicha
labor se desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en:
1) Infracción Normativa de los Artículos 139° incisos 3) y 5) de
la Constitución Política del Perú y I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, alegándose que: i) No se aprecia en la
Sentencia de Vista una debida motivación, por cuanto se emite una
sentencia cuando se ha dispuesto la acumulación de procesos a
efectos que no se dicten sentencias contradictorias, vulnerándose
el acceso a la tutela jurisdiccional efectiva; ii) No se han absuelto
los agravios expresados en el Recurso de Apelación, lo que se
constata de la lectura de la Sentencia de Vista y de los fundamentos
del Recurso de Apelación, lo cual implica falta de motivación, más
aún si no toma en cuenta aspectos fundamentales respecto a la
acumulación sucesiva de procesos; y, iii) La Sala Superior se limita
a resolver los agravios denunciados por Julia Enríquez Enríquez
por considerar que fue la única persona que absolvió el traslado de
la demanda, según se consigna en los acápites a, b, c, d, e, f y g
del numeral 3.3.1 del considerando tercero de la Sentencia
impugnada, y en el considerando cuarto no se absuelven todos los
agravios, específicamente sobre la acumulación de procesos
decretada mediante resolución que no fue impugnada y se
encuentra destinada a evitar pronunciamientos contradictorios; 2)
Infracción Normativa de los Artículos 139° inciso 3) de la
Constitución Política del Perú y I del Título Preliminar, 90° y
121° último párrafo del Código Procesal Civil, argumentándose
que: i) El Ad quem no ha tomado en cuenta en la absolución de
agravios del Recurso de Apelación que se ha demostrado que la
recurrente en tiempo oportuno y sin que se haya emitido sentencia
en ninguno de los procesos, solicitó la acumulación de procesos,
además que el Juez debió acumular de oficio los procesos que se
tramitan en su Despacho, peor aún conforme a la resolución
recaída en el expediente número 802-2015-0-2101-JM-CI-02
seguido ante el Segundo Juzgado Mixto de Puno, donde se ordena
la acumulación sucesiva de procesos, como es del proceso signado
con el número 802-2015-0-2101-JM-CI-02 tramitado ante el
Segundo Juzgado Mixto de la Provincia de Puno, con el número
1175-2013-0-2101-JM-CI-03 tramitado ante el Tercer Juzgado
Mixto de la Provincia de Puno, que es el presente proceso,
precisamente para evitar pronunciamientos opuestos; ii) Lo
expuesto por la Sala Superior en al acápite 3.3 del punto c) del
considerando tercero afecta el Principio de Congruencia procesal
externa, al sostener -sin pronunciarse sobre los agravios de la
recurrente- que el título de propiedad de la demandante así como
su inscripción hayan sido invalidados o anulados (sic), no obstante
que existen procesos en trámite que contienen por un lado una
demanda con pretensiones destinadas a anular el acto jurídico
contenido en la Escritura Pública de Constitución de Hipoteca y
otro destinado a anular el título de propiedad de la demandante
Delia Fortunata Supo Galindo, así como su inscripción en los
Registros Públicos, de cuyos agravios no se emite pronunciamiento
alguno, demostrándose con ello la infracción normativa del Artículo
90° del Código Procesal Civil; iii) Se ocasiona perjuicio con la
emisión apresurada de la Sentencia de Vista, sin que se hayan
resuelto aún los procesos civiles en los cuales se demandaba la
nulidad absoluta de los actos jurídicos que sustentan el derecho de
propiedad de la actora Delia Fortunata Supo Galindo, así como se
demanda en otro proceso la nulidad del acto jurídico contractual de
constitución de hipoteca por parte de personas que al momento de
gravar el bien inmueble de su propiedad ya no eran propietarios,
por lo que en tal sentido el tracto sucesivo que necesariamente
debe concurrir para un pronunciamiento por el que se estime una
demanda de mejor derecho de propiedad no concurriría de modo
alguno, al ser el derecho de propiedad de la recurrente el que
predomina; y, iv) Era de conocimiento de la ahora demandante
Delia Fortunata Supo Galindo que la recurrente es la propietaria del
inmueble sub Litis, según se consigna en la Escritura Pública de
Compraventa número 3359 celebrada el quince de septiembre de
dos mil diez por Inmuebles y Recuperaciones Continental Sociedad
Anónima a favor de Delia Fortunata Supo Galindo, por lo que la
supuesta compradora no puede ampararse en el principio de
buena fe registral, sin sustentar debidamente además el tracto
sucesivo al cual está obligada. SÉPTIMO.- Al respecto, la
pretensión principal planteada importa la oponibilidad de un
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
derecho real, mediante el proceso de mejor derecho a la propiedad,
frente a un sujeto que también alega similar derecho sobre un bien.
El derecho de propiedad goza de garantía constitucional,
consagrada en el Artículo 70° de la Constitución Política del Perú,
y constituye uno inviolable garantizado por el Estado, al
establecerse que a nadie puede privarse de su propiedad sino por
causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por
ley y previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que
incluya compensación por el eventual perjuicio. De otro lado, la
inscripción registral del derecho de propiedad, sin ser constitutiva,
dota de una incuestionable seguridad jurídica al ejercicio de ese
derecho, como uno de los instrumentos que garantiza su eficacia a
través del efecto erga omnes, pues de lo que se trata es que el
Registro sea fiel reflejo de la realidad jurídica extra Registral.
OCTAVO.- En el presente caso, si bien la recurrente describe las
presuntas infracciones normativas, no demuestra la incidencia
directa de las mismas en la resolución impugnada, apreciándose
por el contrario que la Sala Superior ha resuelto la pretensión
puesta a su consideración con la correspondiente fundamentación
de hecho y de derecho, acorde a la declaración perseguida en la
demanda y al Principio de Motivación consagrado en el Artículo
139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú, concordante con
los Artículos 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y 50° inciso 6) y 122° incisos 3 y 4) del Código
Procesal Civil, desde que aquel órgano superior confirma la
sentencia apelada de primera instancia que declara fundada la
demanda incoada, absolviendo los agravios expresados por la
ahora recurrente en el Recurso de Apelación obrante de fojas
cuatrocientos diecisiete a cuatrocientos veintidós, señalándose: a)
En el acápite 3.4 de la Sentencia de Vista impugnada que: “(…) no
expresan ni acreditan en cuál de los supuestos de improcedencia
manifiesta del articulo 427 párrafo primero del Código Procesal
Civil, está inmersa la demanda (…) que pudo haber obligado al
señor Juez del Juzgado de origen, no solamente examinarla, sino
una vez verificada, ejercitar la facultad excepcional prevista en el
artículos 121 párrafo último del Código Procesal Civil”; y, b) En el
acápite 4.1 de la misma Sentencia que: “(…) la demandada
rebelde Normina Gladis Achata Enriquez, pidió a la Sala (…),
anule en forma total o parcial la sentencia apelada y luego
declaremos nula en todos sus extremos la sentencia apelada, bajo
el argumento de que solicitó acumulación de procesos, infracción
de deber de motivación en la apelada y por no tener interpretación
adecuada de normas adjetivas civiles, pero argüir ni demostrar
de manera concreta y precisa, cuál o cuáles son el agravio efectivo
y real causado por la sentencia que apela o cuál es el medio
defensa que no pudo ejercitar durante el proceso o que haya
puesto en estado de indefensión (…)”, respondiéndose con ello
negativamente a la pretensión contenida en el Recurso de
Apelación y satisfaciéndose en puridad la razón por la que se
confirma la sentencia apelada que declaró fundada la demanda,
esclareciéndose así la controversia planteada ante este Poder del
Estado, desestimándose la infracción procesal alegada y no siendo
atendibles las contenidas en los puntos 1) acápites i) y ii) y 2)
acápites i) y ii) del considerando sexto de la presente resolución.
NOVENO.- De lo expuesto se colige entonces que lo realmente
pretendido por la recurrente es cuestionar el criterio jurisdiccional
arribado por la instancia superior, al declarar que la demandante
Delia Fortunata Supo Galindo tiene el mejor derecho a la propiedad
sobre el inmueble sub litis, advirtiéndose que la casasionista insiste
en rebatir aspectos que ha determinado la Sala Superior, como es
que la demandada Julia Enríquez Enriquez no ha demostrado que
el título de propiedad de la precitada actora, contenido en Escritura
Pública y Fichas de inscripción registral hayan sido invalidados o
anulados, mediante sentencia nacional o extranjera homologada,
con efectos de autoridad de cosa juzgada en los términos a que se
contraen los Artículos 139° inciso 2) párrafo segundo de la Carta
Magna, 123° inciso 2) del Código Procesal Civil y 4° del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, o que haya
sido rescindido por mandato judicial o resuelto extrajudicial o
judicialmente. DÉCIMO.- En dicho contexto, mal puede sostenerse
que la Sentencia de Vista se ha emitido en forma apresurada,
cuando por el contrario de lo actuado se aprecia que la Sala
Superior ha cumplido con el trámite previsto para la apelación de
sentencias conforme a lo preceptuado por el Artículo 373° del
Código Procesal Civil, más todavía si la denuncia contenida en los
puntos 1) acápite iii) y punto 2 acápites iii) y iv) no responde a
la controversia planteada en la demanda sobre Mejor Derecho de
Propiedad, siendo un aspecto que no ha sido analizado en sede de
instancia por considerarlo irrelevante2, por lo que no se aprecia la
vulneración al Principio de Congruencia. En consecuencia, es
evidente que la precitada denuncia es ajena al debate casatorio por
no tener este Supremo Tribunal la calidad de instancia de mérito,
atendiendo a las finalidades del Recurso de Casación previstas en
el Artículo 384° del Código Procesal Civil, circunscritas a la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y a la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, desestimándose la infracción procesal
alegada por carecer de sustento fáctico y jurídico que la respalde.
DÉCIMO PRIMERO.- Finalmente, si bien la recurrente precisa que
su pedido casatorio es anulatorio y subordinadamente revocatorio,
cumpliendo con el requisito previsto por el Artículo 388° inciso 4)
del Código Procesal Civil, ello es insuficiente para declarar
procedente el Recurso planteado, desde que los requisitos de
97173
fondo a los que él mismo se sujeta son necesariamente
concurrentes, lo que no se advierte en el caso concreto. En
consecuencia, al no reunir el Recurso bajo calificación los requisitos
exigidos por el Artículo 388° del Código Procesal Civil y con la
facultad conferida por el Artículo 392° del mismo Código,
declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto
por Normina Gladis Achata Enriquez contra la Sentencia de Vista
contenida en la Resolución número cuarenta y cinco de fecha dos
de agosto de dos mil dieciséis obrante de fojas cuatrocientos
noventa y tres a quinientos seis expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Puno; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Delia Fortunata Supo Galindo
con Normina Gladis Achata Enriquez y otros sobre Mejor Derecho
de Propiedad y otra; y los devolvieron. Integran esta Sala los
Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La Barra
Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores Romero
Díaz y Cabello Matamala. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, MIRANDA MOLINA,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Según se consigna en el acápite 3.3.1 inciso c) de la Sentencia de Vista
impugnada “(…), siendo irrelevante la existencia de otro proceso judicial aún
sin sentencia, en el que, supuestamente se establecería la validez o no del
título de propiedad de la demandante, (…)”
C-1569469-132
CAS. Nº 3587-2016 LAMBAYEQUE
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, diez de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Juan Manuel Cárdenas Yarlaque a
fojas doscientos ochenta y dos, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos setenta, de fecha veintidós de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, que confirma la sentencia apelada de fojas ciento
noventa y cinco, de fecha uno de julio de dos mil quince, que
declara infundada la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos
se advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos
de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387
del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido el
recurrente la sentencia de primera instancia que le fue adversa,
satisface el requisito de procedibilidad contemplado en el artículo
388, inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento
de su recurso, denuncia: I) Infracción normativa del artículo 950
del Código Civil, alegando que la Sala Superior tergiversa dicha
norma cuando alega que para configurar la prescripción adquisitiva
de la propiedad debe existir “verdadera posesión o poder de hecho
voluntario sobre el bien, no siendo suficiente la simple posesión”,
que la misma no acota ello, sino que claramente lo que se requiere
es la posesión continua, pacífica y pública como propietario por
el lapso de diez años; II) Infracción normativa del artículo I del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, alegando que no
se ha tomado en cuenta a lo largo del proceso la acreditación de
que ha poseído el inmueble como propietario, siendo que, si bien
inicialmente ingresó al mismo por su cargo de Administrador de la
primera propietaria, Empresa de Transportes Roggero, al culminar
su vínculo con aquélla siguió manteniendo su posesión, desde
antes que llegara la empresa demandada, como ella misma acepta
en su escrito de contestación, siendo falso que ha ingresado al
inmueble en mérito a la relación contractual que posteriormente
los vinculara, no habiendo sido requerido hasta la fecha para que
desocupe el inmueble. CUARTO.- Absolviendo ambas denuncias
en forma conjunta, se tiene que las mismas no han sido descritas
con claridad y precisión, incumpliéndose lo previsto del inciso
2 de artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que como
se ha señalado en el Segundo Pleno Casatorio Civil, celebrado
a propósito de la Casación número 2229-2008-Lambayeque, es
requisito de la prescripción adquisitiva que la posesión, además
de ser continua, pacífica y pública, debe ser como propietario, esto
es, con animus domini, no pudiendo adquirir la propiedad quienes
poseen en nombre de otro, teniendo que en el caso de autos
las instancias de mérito han determinado que la posesión que el
recurrente ostenta sobre el área de ochenta y nueve punto setenta
y siete metros cuadrados (89.77 m2) que pretende usucapir, ha sido
ejercida por las propietarias de la misma -inicialmente la Empresa
de Transportes Roggero y posteriormente por la Empresa de
Transportes América Express Sociedad Anónima-, en mérito a los
vínculos contractuales de carácter laboral que mantenía con ellas,
resultando por ello correctamente aplicado el dispositivo normativo
en la recurrida, teniendo que lo que realmente busca el recurrente
es que este Supremo Tribunal efectúe una nueva valoración de los
medios probatorios presentados, lo cual no constituye uno de los
fines de la casación, según el artículo 384 del Código Procesal Civil,
deviniendo por lo tanto, en improcedente el recurso interpuesto.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Juan Manuel Cárdenas Yarlaque a

97174 CASACIÓN
fojas doscientos ochenta y dos, contra la sentencia de vista de
fojas doscientos setenta, de fecha veintidós de junio de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque, que confirma la sentencia apelada
de fojas ciento noventa y cinco, de fecha uno de julio de dos
mil quince, que declara infundada la demanda; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Juan Manuel
Cárdenas Yarlaque contra la Empresa de Transportes América
Express Sociedad Anónima, sobre Prescripción Adquisitiva de
Dominio; y los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces
Supremos Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por licencia de
los Señores Jueces Supremos Romero Díaz y Cabello Matamala.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-133
CAS. Nº 3615-2016 CUSCO
INEFICACIA DE ACTO JURÍDICO. Lima, once de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación de
fojas doscientos cuarenta y nueve interpuesto por Irene Gloria
Escobedo Luna contra la sentencia de vista de fojas doscientos
cuarenta y uno, de fecha dos de agosto de dos mil dieciséis,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco,
la misma que confirma la sentencia apelada que declaró fundada la
demanda y en consecuencia ineficaz el acto jurídico y documento
que lo contiene consistente en la donación de derechos y acciones
respecto al terreno sublitis; por lo que corresponde calificar los
requisitos de admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio
conforme a lo previsto por la Ley número 29364. SEGUNDO.- En
cuanto a los requisitos de admisibilidad, es del caso señalar que
el presente recurso, acorde a lo dispuesto por el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, ha sido
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Superior que como órgano de segundo grado pone fin al proceso;
ii) Ante la Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo previsto por la indicada disposición procesal; y iv)
Adjunta la tasa judicial correspondiente. TERCERO.- En lo atinente
a los requisitos de procedencia, se advierte que la recurrente, en
su momento impugnó la sentencia de primera instancia que le
fue desfavorable, dando cumplimiento al requisito contemplado
por el artículo 388 inciso 1 del Código Procesal Civil. CUARTO.-
De otro lado la impugnante invoca: a) Infracción normativa de
los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Perú y 197 del Código Procesal Civil; sostiene que se afecta su
derecho toda vez que no se ha valorado debidamente los medios
probatorios aportados al proceso, pues la parte actora pese a tener
sentencia favorable en el proceso sobre Obligación de Dar Suma de
Dinero no ha logrado demostrar con un contrato, donde se advierta
las condiciones que pactaron para honrar la obligación; asimismo,
refiere que no se ha valorado en forma correcta lo manifestado
por la actora, ya que las afirmaciones que ahí se efectúan no son
ciertas toda vez que la donación efectuada a favor de sus hermanas
no se ha hecho con el ánimo de perjudicarla sino que la misma se
efectuó con la finalidad de regularizar la propiedad de las mismas
sobre dicho bien, toda vez que el mismo había sido dispuesto en un
proceso de Otorgamiento de Escritura Pública instaurada por sus
hermanas, medio probatorio que tampoco se tomó en cuenta; y b)
Infracción normativa del artículo 195 del Código Civil; refiere
que se vulnera dicho precepto legal al no advertirse que no se da
la concurrencia de los presupuestos esenciales a fin de determinar
el perjuicio ocasionado, toda vez que de los medios probatorios
adjuntos al proceso y de los fundamentos glosados no se observa
la intención de causar perjuicio a la demandada, por cuanto el
inmueble perteneció a sus hermanas desde el año mil novecientos
noventa y ocho y la supuesta obligación se efectuó mucho tiempo
después más; aún si no existe documento alguno que pruebe que
dicho bien ha sido entregado en garantía. QUINTO.- El Recurso
Extraordinario de Casación es formal y excepcional, por lo que debe
estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedencia;
correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de las causales
se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo contener
una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de
las infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia
directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber adecuar
los agravios que invocan a las causales que para dicha finalidad
se encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar
el recurso ni integrar o remediar las carencias del mismo o dar por
supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo subsanarse de
oficio los defectos incurridos por los recurrentes en la formulación
del recurso. SEXTO.- En cuanto a los agravios descritos en el literal
a) del cuarto considerando de la presente resolución, corresponde
indicar que los mismos no pueden ampararse, toda vez que dichas
denuncias incumplen con lo previsto en el artículo 388 incisos 2
y 3 del Código Procesal Civil. Si bien, la recurrente sostiene que
se vulnera el Debido Proceso, no debe perderse de vista que
dicha afirmación la hace señalando que el Órgano Superior no
valoró adecuadamente algún contrato del cual se adviertan las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
condiciones pactadas para honrar la obligación ni mucho menos
se ha valorado debidamente su manifestación prestada, cuando
refiere la donación que se realizó no se hizo con el ánimo de
perjudicarla sino que tuvo por finalidad regularizar la propiedad de
las mismas. Sobre lo indicado, es de observarse que la impugnante
no toma en cuenta que tales aseveraciones están orientadas a
que en sede casatoria se revaloren los medios probatorios a fin
de amparar su pretensión, lo cual no es atendible por contravenir
los fines que persigue el recurso de casación. Sin embargo, esta
Sala Suprema después de haber efectuado la revisión de los
autos, así como analizada la sentencia de vista, determina que
la misma se encuentra arreglada a ley al haberse amparado la
demanda en virtud a que de los medios probatorios aportados al
proceso quedaron acreditados los elementos concurrentes para
establecer que se da la figura de la ineficacia del acto jurídico
materia de estudio. Es decir, se concluyó que es evidente que la
demandada efectuó la transferencia con el afán de perjudicar la
acreencia de su acreedora y beneficiarse con la misma, como el
hecho de que las hermanas tenían conocimiento de tal situación,
habiendo aceptado la donación en lugar que la demandada pueda
embargar y con el remate hacerse cobro de su acreencia, por lo
que en este extremo el recurso así planteado debe desestimarse.
En lo atinente a la denuncia descrita en el literal b) es del caso
acotar que tampoco prosperaría en virtud a que no se demuestra
la incidencia directa para revertir las decisiones adoptadas ya que
como se ha expuesto líneas arriba los presupuestos que configuran
la ineficacia del acto de donación demandado se dan en forma
concurrente, por lo que también corresponde desestimarla. Por
tales razones y en aplicación de lo preceptuado por el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación de fojas doscientos cuarenta y nueve interpuesto
por Irene Gloria Escobedo Luna contra la sentencia de vista de
fojas doscientos cuarenta y uno, de fecha dos de agosto de dos
mil dieciséis, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Varinia Huamantica Loaiza contra Irene Gloria
Escobedo Luna y otros, sobre Ineficacia de Acto Jurídico; y los
devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces
Supremos Señores Romero Díaz y Cabello Matamala. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-134
CAS. Nº 3624-2016 AYACUCHO
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO. Lima,
quince de noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; con el
expediente principal, expediente acompañado y Cuaderno de
Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Es materia de conocimiento de esta Sala Suprema el Recurso de
Casación obrante de fojas doscientos cincuenta y uno a doscientos
cincuenta y seis, interpuesto por el pretensor Alfredo Gómez
Moreno contra la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número veintisiete de fecha doce de julio de dos mil dieciséis,
corriente de folios doscientos treinta y ocho a doscientos cuarenta
y uno, expedida por la Sala Especializada en lo Civil de la Provincia
de Huamanga de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, en
cuanto confirma el extremo de la sentencia apelada que declara a
Maribel Cisneros Gómez como la cónyuge más perjudicada con la
separación de hecho y revoca el monto de la indemnización fijada
en la suma de tres mil soles (S/. 3,000.00), y reformándola la fija en
la suma de diez mil soles (S/. 10,000.00), a cargo del recurrente.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación
según lo preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que
exige que lo que se impugne sea una Sentencia o Auto expedido
por una Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado,
ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así,
si el Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado
que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto
ante el órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii)
La verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
particular, el Recurso de Casación satisface los requisitos de
admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a) Se
recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al proceso sobre
Divorcio por Causal, contenida en la Resolución número veintisiete
de fecha doce de julio de dos mil dieciséis, corriente de folios
doscientos treinta y ocho a doscientos cuarenta y uno; b) Se
interpone ante la Sala Especializada en lo Civil de la Provincia de
Huamanga de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, como
órgano superior que emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
por tal circunstancia acompañar los recaudos adicionales; c) Se
presenta dentro del plazo establecido por ley, dado que la Sentencia
de Vista se notificó al recurrente el dos de agosto de dos mil
dieciséis, según cargo obrante a folios doscientos cuarenta y cinco,
y el Recurso se presentó el día diecisiete del mismo mes y año,
teniendo en cuenta que el cuatro de agosto del año en curso no
hubo Despacho Judicial por la celebración del “Día del Juez”; y, d)
Se acompaña la tasa judicial por interposición del Recurso, que
corre inserta a folios doscientos cuarenta y ocho. CUARTO.-
Asimismo, no es exigible al casacionista el cumplimiento de lo
establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil,
dado que la sentencia de primera instancia expedida por Juzgado
de Familia Transitorio de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho,
mediante Resolución número diecinueve de fecha nueve de
noviembre de dos mil quince, corriente de folios ciento sesenta y
ocho a ciento ochenta y cinco, le fue en parte favorable a sus
intereses, al fijar el monto indemnizatorio solo en la suma de tres
mil soles (S/. 3,000.00), el mismo que luego fue incrementado por
la Sala Superior a la suma de diez mil soles (S/. 10,000.00).
QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisión y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los
agravios que invoca a las causales que para dicha finalidad se
encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el Recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo, no pudiendo subsanarse de oficio los defectos incurridos
en su formulación. Por ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo
cuando el recurrente denuncie y acredite que la infracción
aparentemente incurrida ha sido determinante para decidir el caso.
Por cierto, no sólo la infracción sino la calidad de ‘determinante’ de
ésta es un tema que debe ser argumentado por el recurrente y
respecto del cual la Corte debe ser persuadida, de lo contrario,
estaremos ante un recurso improcedente”1. SEXTO.- En el contexto
descrito, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el precitado Artículo 388° del Código Procesal
Civil. SÉPTIMO.- Encaminados a dicho propósito, se desprende
del texto del Recurso que éste se sustenta en la Infracción
Normativa Procesal de los Artículos 139° incisos 3), 5), 6) y 14)
de la Constitución Política del Perú, I del Título Preliminar y
122° incisos 3) y 4) del Código Procesal Civil y 12° del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
sosteniéndose que: a) Los órganos de justicia no han tenido en
consideración quién es el cónyuge inocente o culpable o quién es
el cónyuge perjudicado, para que surja la obligación de indemnizar
luego del decaimiento del vínculo familiar, como consecuencia de
la separación de hecho causada por los celos enfermizos de la
demandada; b) La emplazada no ha acreditado los daños o los
motivos que den lugar a la indemnización solicitada, haciendo sólo
mención a la existencia de relaciones extramatrimoniales con
diversas féminas, pero que no han sido probadas; c) El recurrente
continuó en el hogar conyugal hasta el dieciséis de julio de dos mil
cuatro, no obstante haber solicitado la demandada el pago de una
pensión de alimentos en el año dos mil -expediente número 403-
2000- ante el Tercer Juzgado de Paz Letrado, donde se fijó una
pensión mensual de alimentos del dieciocho por ciento del haber
que percibía el recurrente como docente, no fijándose a favor de la
demandada pensión alguna por ser también docente y percibir una
remuneración mayor; d) Durante la vida conyugal no hubo ningún
tipo de lesiones físicas ni psicológicas, menos daño patrimonial,
por lo que no corresponde el otorgamiento de una indemnización,
siendo que la demandada vive acompañada de otro varón y que tal
vez ese fue el motivo para que saque al recurrente del hogar
conyugal; y, e) No obstante no haberse probado que la demandada
haya sido la cónyuge perjudicada, la Sala Superior incrementa el
monto de la indemnización bajo el argumento de la existencia de la
demanda de omisión a la asistencia familiar que no constituye
motivo para elevar el quantum indemnizatorio, sin considerarse
que el recurrente viene cumpliendo su obligación alimentaria desde
la fecha que se interpuso la demanda de alimentos, habiendo
acreditado estar al día en el pago de las pensiones, por lo que el
incremento de la indemnización es un acto arbitrario y parcializado.
OCTAVO.- Analizando las denuncias resumidas en los literales a),
b), c), d) y e) del considerando inmediato precedente, se desprende
que las mismas no abonan a los fines del Recurso, habida cuenta
que incumplen con los requisitos de procedencia previstos por el
Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal Civil. En efecto,
ello es así teniendo en cuenta la fundamentación que a continuación
se desarrolla, no sin antes precisar que ésta se hará conjuntamente
respecto de las denuncias descritas en los literales a) y b), por
guardar correspondencia e incidir en la presunta vulneración del
derecho a la motivación en sus manifestaciones del derecho a
probar y de la debida valoración probatoria, al afirmarse que no se
ha determinado quién es el cónyuge culpable y quién el perjudicado
y menos aún los motivos y los daños para que corresponda fijarse
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una indemnización. NOVENO.- Forma parte del contradictorio
formulado por la emplazada, contenido en el escrito presentado el
uno de octubre de dos mil catorce2, la pretensión de otorgamiento
de una indemnización por daños y perjuicios ascendente a la suma
de cincuenta mil soles (S/. 50,000.00), que incluye el daño moral y
personal, por considerarse la cónyuge más perjudicada con la
separación de hecho, dado que -a su decir- cuando sufrió el
abandono del accionante tuvo que redoblar esfuerzos para
sostener al hijo habido dentro del matrimonio, llamado Jean Franco
Gómez Cisneros, y que el resquebrajamiento de su familia causó
dolor y aflicción pues su matrimonio fue considerado sólido. Agrega
que el retiro del esposo del hogar conyugal la dejó en desamparo,
por lo que tuvo que promover contra el ahora actor proceso de
alimentos, significando todo ello un daño al proyecto de vida
matrimonial, entre otros hechos. DÉCIMO.- El Artículo 345°-A del
Código Civil, regulando sobre la indemnización en caso de perjuicio
en los procesos de Divorcio por la causal de Separación de Hecho,
regula en su segundo párrafo que: “El juez velará por la estabilidad
económica del cónyuge que resulte perjudicado por la separación
de hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar una
indemnización por daños, incluyendo el daño personal u ordenar la
adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal,
independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera
corresponder. Son aplicables a favor del cónyuge que resulte más
perjudicado por la separación de hecho, las disposiciones
contenidas en los Artículos 323, 324, 342, 343, 351 y 352, en
cuanto sean pertinentes”3. La aplicación de aquella disposición
originó interpretaciones diversas, por lo que a efectos de uniformizar
los criterios en la judicatura y otorgar seguridad jurídica se
desarrolló el Tercer Pleno Casatorio Civil –Casación número 4664-
2010-Puno-, el cual estableció reglas de carácter obligatorio y
vinculantes a todos los órganos judiciales del país. Entre ellas
encontramos la descrita en el punto 2 de su parte resolutiva, según
la cual: “En los procesos (…) – y de separación de cuerpos – por la
causal de separación de hecho, el Juez tiene el deber de velar por
la estabilidad económica del cónyuge que resulte más perjudicado
por la separación de hecho así como la de sus hijos, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 345-A del Código Civil. En
consecuencia, a pedido de parte o de oficio señalará una
indemnización por daños, el que incluye el daño a la persona u
ordenará la adjudicación preferente de bienes de la sociedad
conyugal, independientemente de la pensión de alimentos que
pueda corresponderle. El daño moral es indemnizable y se halla
comprendido en el daño a la persona”. Así también en el punto 3.4
señala: “(…) El Juez se pronunciará sobre la existencia de la
condición del cónyuge más perjudicado de una de las partes
según se haya formulado -y probado– (…)”. DÉCIMO PRIMERO.-
En ese escenario jurisprudencial vinculante, queda claro que es
obligación del órgano de justicia pronunciarse sobre la pretensión
de indemnización, aun cuando ésta no haya sido formulada de
parte pero sí invocado hechos que importen perjuicios por la
separación, pues ello se entiende dentro de la concepción que por
lo general todo decaimiento del vínculo matrimonial implica
perjuicio para ambos cónyuges, que no lograron consolidar una
familia estable. Tal pronunciamiento implica determinar la existencia
o no de un cónyuge que resulte más perjudicado de acuerdo a la
valoración y apreciación de los medios probatorios en los casos
concretos, al que de existir le fijará una indemnización a cargo de
la parte menos afectada, salvo que existan bienes que estime
puedan adjudicársele de modo que compense su mayor perjuicio.
DÉCIMO SEGUNDO.- Según se desprende de las sentencias
emitidas por los órganos jurisdiccionales de mérito, ha formado
parte de su marco de análisis lógico jurídico y valorativo los
parámetros señalados en el Tercer Pleno Casatorio Civil,
pronunciándose en ese sentido sobre la indemnización pretendida
por la demandada, determinando el cónyuge más perjudicado y al
cónyuge culpable, como resultado de una valoración conjunta y
razonada de los medios probatorios aportados por los justiciables,
además del medio probatorio de oficio ordenado actuar por el Juez
Especializado, consistente en el expediente número 403-2000
sobre Alimentos, seguido entre las mismas partes. Así, el fallo de
primera instancia establece: “2.27. (…) para examinar y determinar
si la demandada Maribel Cisneros Gómez es el cónyuge más
perjudicado por la separación de hecho, debemos tener en cuenta
los siguientes aspectos: (…) está demostrado que la separación de
hecho fue causado por el demandante, ya que fue éste el que por
decisión voluntaria y unilateral quien retiró (sic) del hogar conyugal,
dejando a su menor hijo Jean Franco Gómez Cisneros únicamente
al cuidado de la demandada. (…) el hijo que tuvieron las partes (…)
que en ese entonces contaba con siete años de edad, se quedó
bajo únicamente bajo (sic) la tenencia de hecho y cuidado de la
demandada (…) quien asumió también las responsabilidades que
le corresponden al otro cónyuge, por tanto, es evidente que fue la
demandada quien realizó mayores esfuerzos y sacrificios en el
cuidado y formación del entonces menor hijo. Otro aspecto a tomar
en cuenta, es que aún cuando el proceso sobre prestación de
alimentos (…) haya sido originado antes de que se produjera la
separación de hecho (…) sin embargo, de los actuados del proceso
de alimentos en cita, se aprecia que luego de que aconteciera la
separación de hecho, el actor incurrió en pensiones alimenticias
devengadas en varias oportunidades (…) este acontecimiento
también evidencia que en efecto la hoy demandada (…), es el
cónyuge perjudicado en mayor medida por la separación de

97176 CASACIÓN
hecho” (frases destacadas por este Colegiado Supremo). En tanto,
la Sala Superior en el marco competencial demarcado por el
recurso vertical que incide sobre el monto de la indemnización (y
no sobre la existencia de un cónyuge perjudicado, lo que debe
relievarse aquí), argumentó: “4.4 (…) conforme se desprende de la
demanda de fojas 22, fue el demandante quien con fecha 16 de
julio de 2004, materializó la separación de hecho entre las
partes, sin acreditar y/o justificar los motivos que tuvo para
ello; por el contrario la intención de sustraerse de sus obligaciones
puede ser inferido a partir de la existencia del proceso penal 615-
2003 seguido contra el ahora demandante por el delito de Omisión
a la Asistencia Familiar en agravio de su entonces menor hijo (…)
lo que en suma evidencia, que el demandante a fin de cumplir
con sus obligaciones alimentarias para con su prole, luego de
la separación de hecho, ha requerido la intervención del
órgano jurisdiccional (Juez Penal) (…) en vista de que fue la
demandada recurrente, en su condición de cónyuge inocente,
quien además de haber cumplido con los deberes matrimoniales,
asumió la tenencia y educación de su hijo, menor de edad a la
fecha de separación de hecho”. DÉCIMO TERCERO.- Lo glosado
trasluce que tanto el Juez de la causa como la Sala Superior han
sido convergentes en determinar quién es el cónyuge culpable y
quién es el cónyuge más perjudicado por la separación de hecho
que sostiene el Divorcio planteado en autos, siendo éstos el
pretensor y la demandada, respectivamente; por tanto, las
denuncias bajo examen carecen de consistencia, máxime si los
daños irrogados a la consorte perjudicada aparecen probados en
autos, habiendo ellos creado convicción en el juzgador de acuerdo
a lo previsto por el Artículo 196° del Código Procesal Civil. Es
relevante acotar que ni la incompatibilidad de caracteres invocada
por el actor para alejarse del hogar conyugal ni las relaciones
extramatrimoniales imputadas por la demandada, han sido
determinantes en la solución del conflicto, desde que no fueron
probadas, siendo otros hechos (el proceso de Alimentos iniciado
por la consorte contra el actor, el proceso penal sobre Omisión a la
Asistencia Familiar, la edad del menor Jean Franco Gómez
Cisneros y el cuidado exclusivo de éste por parte de su progenitora)
los aspectos evaluados y probados que han delineado la función
jurisdiccional de los órganos de instancia, aspectos que se
condicen con los parámetros previstos en el precitado Tercer Pleno
Casatorio Civil, en cuyo punto 4 de su parte resolutiva señala un
numerus apertus de circunstancias que pueden tenerse en cuenta
para determinar el consorte más perjudicado: “Para una decisión
de oficio o a instancia de parte sobre la indemnización (…) del
proceso debe verificarse y establecerse las pruebas, presunciones
e indicios que acrediten la condición de cónyuge más perjudicado
a consecuencia de la separación de hecho (…) El Juez apreciará,
en el caso concreto, si se ha establecido alguna de las siguientes
circunstancias: a) el grado de afectación emocional o psicológica;
b) la tenencia y custodia de hecho de sus hijos menores de
edad y la dedicación al hogar; c) si dicho cónyuge tuvo que
demandar alimentos para él y sus hijos menores de edad, ante
el incumplimiento del cónyuge obligado; d) (…) entre otras
circunstancias relevantes” (sin énfasis en el original). DÉCIMO
CUARTO.- Similar situación acontece en relación a la denuncia
detallada en el literal c), dado que la circunstancia referida a que el
actor permaneció en el hogar conyugal hasta el año dos mil cuatro,
y que no obstante ello la consorte lo demandó por Alimentos en el
año dos mil ante el Tercer Juzgado de Paz Letrado de la Provincia
de Huamanga, no es un hecho idóneo para desvirtuar la falta de
prestación oportuna de manutención de su hijo Jean Franco
Gómez Cisneros, determinada en sede de instancia. DÉCIMO
QUINTO.- Igual inconsistencia alcanza a la denuncia que refiere el
literal d), toda vez que en autos la indemnización establecida no se
ha sustentado en la comisión de lesiones físicas o psicológicas ni
en daño patrimonial, sino en circunstancias vinculadas con la
afectación emocional de la consorte demandada, la tenencia y
custodia de hecho exclusiva de ésta respecto de su hijo menor de
edad a la fecha de separación y la demanda de Alimentos que tuvo
que iniciar al pretensor. DÉCIMO SEXTO.- En lo concerniente a la
denuncia contenida en el literal e), cabe decir que en la perspectiva
de lo desarrollado por esta Sala Suprema, el mismo es
desestimable, siendo pertinente acotar que el incremento por la
Sala Superior del monto indemnizatorio -a diez mil soles- fijado por
el Juzgado en la suma de tres mil soles (S/. 3,000.00), se sustentó
en la valoración de las circunstancias que la Sentencia de Vista
anota, con una suficiente motivación que permite comprender las
razones de la decisión y la asunción de un criterio reparador que en
ese contexto no pueda rebatirse en sede casatoria, a lo que se
suma que el hecho que el actor a la fecha de interposición de la
demanda de Divorcio haya estado al día en el pago de las
pensiones alimentarias, no desvirtúa que en su momento adoptó
una conducta omisiva al cumplimiento del pago de las pensiones
alimenticias, generándose incluso aparentes devengados
pendientes de dilucidación, como se desprende del acápite 2.8 de
la decisión de primera instancia: “(…) la propia hoy demandada no
ha formulado propuesta de liquidación alguna (…) sino que se ha
limitado a solicitar se practique nueva liquidación de pensión
alimenticia devengada; por tanto, bajo estas circunstancias no es
posible aseverar que exista una deuda alimenticia, dado que para
ello debe existir una liquidación efectuada por el juzgado, donde se
determine que el obligado tiene una deuda alimenticia devengada,
(…)”. DÉCIMO SÉPTIMO.- En consecuencia, esta Sala Suprema
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
advierte que con las denuncias planteadas por el casacionista se
manifiesta en puridad una intención de modificarse la conclusión
arribada por la Sala Superior, sin tener en cuenta que la situación
fáctica establecida en sede de instancia y las consecuencias que
ello generó en el caso concreto no pueden variarse, al implicar la
revaloración del caudal probatorio ofrecido, admitido y actuado en
el transcurso de la causa, aspecto que generalmente resulta ajeno
al debate en Sede Extraordinaria, atendiendo a las finalidades del
Recurso previstas en el Artículo 384° del Código Procesal Civil,
circunscritas a la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y a la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia de la República. DÉCIMO OCTAVO.-
Finalmente, si bien el impugnante ha manifestado que su pedido
casatorio es anulatorio, satisfaciendo la exigencia que prevé el
inciso 4) del Artículo 387° del Código Procesal Civil, ello es
insuficiente para declarar la procedencia del Recurso, pues los
requisitos de fondo a los que el mismo se sujeta son necesariamente
concurrentes, lo que no se advierte en el presente caso. Por tales
razones y en aplicación de lo preceptuado por el Artículo 392° del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de
Casación interpuesto por Alfredo Gómez Moreno contra la
Sentencia de Vista contenida en la Resolución número veintisiete
de fecha doce de julio de dos mil dieciséis, corriente de folios
doscientos treinta y ocho a doscientos cuarenta y uno, expedida
por la Sala Especializada en lo Civil de la Provincia de Huamanga
de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho,; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”,bajo responsabilidad; en los seguidos por Alfredo Gómez
Moreno con Maribel Cisneros Gómez y otro sobre Divorcio por
Causal de Separación de Hecho; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia de la
Jueza Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Yaya
Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Inserto de folios 74 77..
3
La disposición en mención incorpora de un lado los requisitos para la
invocación de la separación de hecho (Artículo 333°, inciso 12), y de otro
lado, establece la intención de preservación de la estabilidad económica del
cónyuge que resulte perjudicado por la separación.
C-1569469-135
CAS. Nº 3670-2016 DEL SANTA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, dieciséis de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por la Caja de Beneficios y Seguridad
Social del Pescador a fojas cuatrocientos setenta y siete, contra
la sentencia de vista de fojas cuatrocientos sesenta, de fecha
siete de junio de dos mil dieciséis, emitida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa, que confirma la
sentencia apelada de fojas trescientos ochenta y seis, de fecha
tres de diciembre de dos mil quince, que declara fundada la
demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la entidad recurrente
la sentencia de primera instancia que le fue adversa, satisface
el requisito de procedibilidad contemplado en el artículo 388,
inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento
de su recurso, denuncia: I) Infracción normativa de derecho
material del artículo 950 del Código Civil, alegando que la
Sala Superior no tomó en consideración, que si bien la posesión
es un elemento principal de la prescripción adquisitiva, la cual
debe ser comprobada y constatada como situación de hecho,
ella por sí sola no hace al poseedor propietario, sino que además
debe comprobarse que éste ha poseído de forma continua y con
animus domini, elementos característicos que determinan su
reconocimiento como propietario, siendo que el poseedor actual
no ha realizado actos de goce, uso y disfrute sobre el inmueble
ubicado en la Urbanización Bellamar, Sector Cuatro, Segunda
Etapa, Manzana B-6, Lote 11, del Distrito de Nuevo Chimbote,
Provincia del Santa y Departamento de Ancash durante el tiempo
que dice haberlo poseído; siendo que además, tampoco ha existido
continuidad en la posesión del demandante, toda vez que no se
motiva si dicho elemento se ha configurado en autos, porque de
lo actuado se advierten lapsos de tiempo que demostrarían que
el demandante nunca ejerció posesión continua, no apreciándose
el animus domini, ni la publicidad; II) Apartamiento Inmotivado
del Precedente Judicial, alegando que la recurrida se aleja
claramente de los precedentes judiciales sobre la materia discutida
en las Casaciones números 1288-97, 2345-2000, 253-2000, 135-
98 y 3140-2000-San Martín. CUARTO.- Respecto a la denuncia
señalada en el acápite I), del considerando anterior, se tiene que la
misma no ha sido descrita con claridad y precisión como dispone
el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que
el Ad quem en los considerandos trece a dieciocho de la recurrida
ha cumplido con desarrollar todos los elementos que constituyen
la prescripción adquisitiva de propiedad, no habiendo limitado su
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
análisis a la simple posesión de hecho, observándose que lo que
en realidad pretende la entidad recurrente es que este Supremo
Tribunal practique una nueva valoración de los medios probatorios
obrantes en autos, lo cual no constituye el fin de la casación,
conforme lo indica el artículo 400 del Código Procesal Civil, en
consecuencia, por todo ello, debe declararse improcedente el
recurso interpuesto. QUINTO.- Respecto a la denuncia señalada
en el acápite II), del considerando tercero, debe señalarse que el
precedente judicial debe reunir los requisitos que prevé el artículo
400 del Código Procesal Civil, teniendo que las sentencias citadas
en el presente recurso de casación no los reúne, razón por la cual
la denuncia formulada debe desestimarse. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador a fojas
cuatrocientos setenta y siete, contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos sesenta, de fecha siete de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
Del Santa, que confirma la sentencia apelada de fojas trescientos
ochenta y seis, de fecha tres de diciembre de dos mil quince,
que declara fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Manuel Aníbal Jara Guerra
contra la Caja de Beneficios y Seguridad Social del Pescador,
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por
licencia de la Señora Jueza Suprema Cabello Matamala. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA C-1569469-136
CAS. Nº 3718-2016 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veinticinco de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación de fojas noventa y seis interpuesto por Luz Moraima
Cama Chacón contra la sentencia de vista de fojas ochenta y
cuatro, de fecha cuatro de noviembre de dos mil quince, expedida
por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de
Lima Norte, la misma que confirma la sentencia de primer grado
que declaró fundada la demanda sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; por lo que corresponde calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio conforme a
lo previsto por la Ley número 29364, que modificó entre otros los
artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.-
En cuanto a los requisitos de admisibilidad, es del caso señalar
que el presente recurso, acorde a lo dispuesto por el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por
la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte que como órgano de segundo grado pone fin al proceso;
ii) Ante la Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo previsto por la norma procesal citada; y iv) adjunta
la tasa judicial correspondiente. TERCERO.- En lo atinente a los
requisitos de procedencia, se advierte que la parte recurrente ha
dado cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 388 inciso 1 del
Código Procesal Civil, al no haber dejado consentir la sentencia de
primera instancia que le fue desfavorable. CUARTO.- De otro lado,
la impugnante alega el apartamiento del Precedente Judicial;
sostiene que en el caso materia de autos el demandante afirma que
su persona no tiene la condición de inquilino sino de subrepticiante
habiendo ingresado al inmueble sin ninguna autorización y que
desconocen la forma como ingresó; sin embargo no se ha tenido en
cuenta que tal hecho no puede servir de fundamento para amparar
un proceso de desalojo sino que el mismo debe ser discutido
en otro proceso en el que debe analizarse las circunstancias
en que se produjo la ocupación; por ello la demanda debió ser
declarada improcedente, pues la Sala Superior se aparta de los
lineamientos establecidos en el Pleno Casatorio sin considerar las
afirmaciones antes indicadas. QUINTO.- El recurso extraordinario
de casación es formal y excepcional, por lo que debe estar
estructurado con precisa y estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedencia,
correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de las causales
se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo contener
una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de
las infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia
directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada; siendo
responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber adecuar
los agravios que invocan a las causales que para dicha finalidad
se encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar
el recurso ni integrar o remediar las carencias del mismo o dar por
supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo subsanarse de
oficio los defectos incurridos por los recurrentes en la formulación
del recurso. SEXTO.- En cuanto a los agravios descritos en el cuarto
considerando de la presente resolución, corresponde indicar que
los mismos no pueden ampararse, toda vez que dichas denuncias
incumplen con lo previsto en el artículo 388 incisos 2 y 3 del Código
Procesal Civil. Si bien, la recurrente alega que se afecta su derecho
por cuanto las instancias de mérito se han apartado del precedente
97177
judicial, sin tomar en cuenta que la parte actora en su demanda
señaló que la impugnante tiene la condición de subrepticiante,
sin embargo no es menos cierto que tal alegación carece de base
cierta, en razón a que tanto el Ad quem como el Juez de la causa,
atendiendo a lo indicado por esta Corte Suprema en el IV Pleno
Casatorio determinó que la demandada en el decurso del proceso
no ha logrado desvirtuar su condición de poseedora precaria, pues
no aportó prueba alguna que demuestre lo contrario al haber sido
declarada rebelde; siendo esto así y teniendo en cuenta que la
recurrente en realidad pretende se ampare su pretensión bajo una
revaloración de los medios probatorios, lo cual no es viable por
contravenir los fines del recurso de casación; en consecuencia
deviene en improcedente. Por tales razones y en aplicación
de lo preceptuado por el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas
noventa y seis interpuesto por Luz Moraima Cama Chacón contra
la sentencia de vista de fojas ochenta y cuatro, de fecha cuatro de
noviembre de dos mil quince expedida por la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Bienes Raices
Santa Clara Sociedad Anónima Cerrada con Luz Moraima Cama
Chacón, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-137
CAS. Nº 3724-2016 HUÁNUCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, once de octubre
de dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal, el
expediente acompañado sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio
y el Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de éste
Supremo Tribunal el Recurso de Casación obrante de fojas
ochocientos cincuenta y seis a ochocientos sesenta y ocho,
interpuesto por la litisconsorte necesario pasiva Ana Cecilia Martel
Malpartida contra la Sentencia de Vista contenida en la resolución
número cincuenta y ocho de fecha catorce de julio de dos mil
dieciséis, corriente de fojas ochocientos treinta y ocho a ochocientos
cuarenta y siete, expedida por la Sala Especializada en lo Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, que
confirma la sentencia apelada de primera instancia contenida en la
resolución número cuarenta y tres de fecha treinta de diciembre de
dos mil quince, obrante de fojas seiscientos treinta a seiscientos
treinta y seis, que en su parte pertinente declara fundada la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria y ordena que los
demandados cumplan con restituir y entregar debidamente
desocupado a la demandante el inmueble ubicado en el Jirón
Aguilar números 840, 848 y 850, Distrito, Provincia y Departamento
de Huánuco. Por ello, corresponde examinar si el referido recurso
cumple con los requisitos dispuestos por los Artículos 387° y 388°
del Código Procesal Civil, modificado por Ley número 29364.
SEGUNDO.- Se verifica que el Recurso cumple con los requisitos
de admisibilidad exigidos por el Artículo 387° del Código Procesal
Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la Sentencia de
vista expedida por la Sala Especializada en lo Civil Permanente de
la Corte Superior de Justicia de Huánuco que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso de Desalojo por Ocupación
Precaria; ii) Ante la referida Sala Superior que emitió la Sentencia
de Vista que se impugna; iii) Dentro del plazo previsto por ley,
contado desde el día siguiente de notificada la Sentencia de Vista
que se impugna, puesto que la recurrente fue notificada el dos de
agosto de dos mil dieciséis, según cargo de entrega obrante a fojas
ochocientos cincuenta y uno, y el Recurso se interpuso el día
diecisiete del mismo mes y año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por
concepto de Recurso de Casación, corriente a folios ochocientos
cincuenta y cinco. TERCERO.- De otro lado, el Recurso cumple
con el requisito de procedencia previsto en el inciso 1) del Artículo
388° del Código Procesal Civil, dado que la recurrente apeló la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable, dictada
mediante resolución número cuarenta y tres del treinta de diciembre
de dos mil quince, obrante de fojas seiscientos treinta a seiscientos
treinta y seis, que ha sido confirmada por la impugnada. En cuanto
al requisito señalado en el inciso 4) del referido Artículo y Código,
del Recurso se desprende que el pedido casatorio es anulatorio y
subordinadamente revocatorio. CUARTO.- El Recurso de Casación
es formal y excepcional, por lo que debe estar estructurado con
precisión y estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo
al impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello: “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha

97178 CASACIÓN
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. QUINTO.- En ese contexto, corresponde realizar
la labor de verificación del cumplimiento de los restantes requisitos
de procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388° del
Código Procesal Civil. SEXTO.- Encaminados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en las
siguientes causales: a) Infracción Normativa Procesal de los
Artículos 139° incisos 3) y 5) de la Constitución Política del
Perú y 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, señalándose que: i) No existe una motivación
coherente ni acorde a lo dispuesto en la parte resolutiva, no
existiendo un pronunciamiento expreso respecto a su petitorio; ii)
La jurisprudencia es uniforme en determinar que la contravención
del derecho al debido proceso en caso de falta de motivación
absoluta implica una resolución arbitraria; iii) No son poseedores
precarios por cuanto tuvieron la venia del propietario para poseer el
inmueble desde hace más de cuarenta años, además de venir
pagando los impuestos prediales, los servicios básicos de luz,
etcétera; iv) La demandante conjuntamente con Asher Tapia
Encarnación y Fermín Tapia Ponce no son propietarios del
inmueble en su totalidad, sino solo de mil seiscientos nueve metros
cuadrados (1609 m2), por lo que se pretende desalojarlos de un
inmueble que no pertenece a la accionante, pues el área de su
propiedad ya se encuentran en posesión de esta última; y, v) La
demandante pretende desalojarlos de un inmueble que no le
pertenece, como está probado con los documentos adjuntados; y.
b) Infracción Normativa Material del Artículo 911° del Código
Civil, argumentándose que: i) Se ha aplicado indebidamente e
interpretado de modo erróneo el Artículo 911 del Código Civil,
según el cual la posesión precaria es la que se ejerce sin título
alguno o cuando el que se tenía ha fenecido; ii) En el proceso está
demostrado que la demandante pretende probar la propiedad con
un Contrato de Compra Venta a mérito del cual se le transfirió a ella
y a Asher Tapia Encarnación y Fermín Tapia Ponce mil seiscientos
nueve metros cuadrados (1609 m2), es decir solo la mitad del
inmueble, área que ya vienen ocupando, mientras que la otra mitad
viene siendo ocupada por los demandados y familia; iii) Los
demandados prueban que el predio materia del juicio fue dado por
el propietario del inmueble, es decir por Walter Gustavo Soberón
Vélez de Villa, hace más de cuarenta años, y que vienen pagando
los impuestos prediales y servicios básicos, lo cual acredita que no
son precarios; y, iv) Se debió aplicar e interpretar el Artículo 911°
del Código Civil en el sentido que el demandante debe acreditar su
derecho de propiedad y que para considerar precario al poseedor
debe acreditarse la ausencia absoluta de cualquier circunstancia
que justifique el uso y disfrute del bien, conforme ya se consideró
en las Casaciones números 1099-2006 y 799-2008, lo que no
ocurre en el caso de autos, pues los demandados son posesionarios
desde hace más de cuarenta años. SÉPTIMO.- Conforme a lo
regulado por el Artículo 384° del Código Procesal Civil, el Recurso
de Casación tiene por fines la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República,
persiguiendo entonces el adecuado control jurídico de las
resoluciones judiciales, con el propósito de verificar la correcta
interpretación y aplicación del derecho objetivo y material o
procesal al caso concreto, siendo su finalidad ulterior evitar la
infracción o la violación de la norma legal al resolver la causa2. En
vía de casación no se pueden volver a valorar las pruebas actuadas
en el proceso, en virtud a las cuales las instancias de mérito han
considerado acreditado un hecho, pues la revaloración probatoria
no se ajusta a los fines de la casación plasmados en el Artículo
mencionado, debiendo referirse el Recurso a cuestiones de iure,
con exclusión de las de hecho y de lo que se ha estimado probado
a partir de la evaluación conjunta del material aportado por los
interesados en la etapa postulatoria. OCTAVO.- Con relación al
ítem a) del sexto considerando, tenemos que la parte recurrente no
ha cumplido con describir con claridad y precisión la infracción
normativa procesal, pues si bien alega que se han infringido los
incisos 3) y 5) del Artículo 139° de la Constitución Política del Perú,
así como el Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, referentes a la vulneración de los
derechos al debido proceso y a la motivación de las resoluciones
judiciales, los argumentos que se invocan están orientados a que
se efectúe en sede casatoria una nueva valoración de los medios
probatorios conforme a los cuales la Sala Superior ha dado por
probados diversos hechos relevantes que invoca como sustento de
la decisión emitida, concluyendo que la parte demandante acredita
ser propietaria del inmueble que pretende restituir y que los
poseedores no han probado tener título que sustente la posesión
que ejerce, desvirtuando que pueda considerarse como tal a los
comprobantes de pago de tributos y recibos de servicios de
electricidad, indicando que los mismos solo acreditan que se ejerce
la posesión pero que no constituyen un acto jurídico que autorice a
ejercerla. Es decir, bajo el argumento de afectación de los derechos
a la motivación y al debido proceso, se sostienen aspectos que no
están referidos en puridad a la afectación de tales derechos, sino a
que se efectúe una nueva evaluación de los hechos y las pruebas
que ya fueron examinadas por las instancias de mérito, lo cual,
como se ha adelantado, es generalmente ajeno a los fines de la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
casación previstos en el Artículo 384° del Código Procesal Civil.
NOVENO.- Con relación al ítem b) del sexto considerando, se tiene
que sobre la infracción normativa material la parte recurrente
sostiene que ha existido aplicación indebida e interpretación
errónea del Artículo 911° del Código Civil, lo que de por sí es
contradictorio, pues no puede sostenerse la aplicación indebida de
una disposición legal y en paralelo reclamar su correcta aplicación,
sin incurrir en la vulneración del principio lógico de no contradicción.
En cualquier caso, se tiene que los argumentos dirigidos a sustentar
tal infracción tampoco han sido expuestos con claridad y precisión.
En efecto, y en la misma línea de lo anotado, la aplicación indebida
de una norma implica que para la resolución de una controversia se
aplicó una norma que no debía serlo, por lo que no es conducente
a los fines del Recurso que luego se sostenga que esa norma sí
debía aplicarse para resolver el caso, pero con una distinta
interpretación. En cuanto a la interpretación errónea, se observa
que la recurrente no expone con precisión la indicada infracción,
desde que no precisa cuál es la interpretación errónea realizada
por la Sala Superior, dirigiendo su fundamentación a una pretensión
de nueva valorización de los medios probatorios aportados a la
causa –principalmente pagos de arbitrios municipales y pagos de
servicios básicos– que ya fueron merituados en la Sentencia de
Vista, a fin de acreditar la existencia de un título que sustente la
posesión que ostenta y desvirtuar el derecho de propiedad de la
accionante sobre el área que ocupa. DÉCIMO.- En consecuencia,
el Recurso bajo examen no satisface la integridad de los requisitos
de procedibilidad que informa el Artículo 388° del Código Procesal
Civil, por lo que debe ser declarado improcedente. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido además por el Artículo
392° del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
Recurso de Casación interpuesto por la litisconsorte necesaria Ana
Cecilia Martel Malpartida, contra la Sentencia de Vista contenida
en la resolución número cincuenta y ocho de fecha catorce de julio
de dos mil dieciséis, corriente de fojas ochocientos treinta y ocho a
ochocientos cuarenta y siete, expedida por la Sala Especializada
en lo Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Teresa Tapia de Tello con Vicente Martel Morales y otras sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del
Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Yaya Zumaeta,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Carrión Lugo, Jorge. El Recurso de Casación en el Código Procesal Civil.
Volumen II. Tercera Edición. Editorial Iustitia S.A.C., página 14.
C-1569469-138
CAS. Nº 3724-2016 HUÁNUCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, once de octubre
de dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal, el
expediente acompañado sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio
y el Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de éste
Supremo Tribunal el Recurso de Casación obrante de fojas
ochocientos noventa a novecientos dos, interpuesto por el
demandado Vicente Martel Morales contra la Sentencia de Vista
contenida en la resolución número cincuenta y ocho del catorce de
julio de dos mil dieciséis, corriente de fojas ochocientos treinta y
ocho a ochocientos cuarenta y siete, expedida por la Sala
Especializada en lo Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Huánuco, que confirma la sentencia apelada de primera
instancia contenida en la resolución número cuarenta y tres del
treinta de diciembre de dos mil quince, obrante de fojas seiscientos
treinta a seiscientos treinta y seis, que en su parte pertinente
declara fundada la demanda de Desalojo por Ocupación Precaria y
ordena que los demandados cumplan con restituir y entregar
debidamente desocupado a la demandante el inmueble ubicado en
el Jirón Aguilar números 840, 848 y 850, Distrito, Provincia y
Departamento de Huánuco. Por ello, corresponde examinar si el
referido Recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
Artículos 387° y 388° del Código Procesal Civil, modificado por Ley
número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el Recurso cumple con
los requisitos de admisibilidad exigidos por el Artículo 387° del
Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) contra la
Sentencia de Vista expedida por la Sala Especializada en lo Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso de Desalojo
por Ocupación Precaria; ii) ante la referida Sala Superior que
emitió la Sentencia de Vista que se impugna; iii) Dentro del plazo
previsto por ley, contado desde el día siguiente de notificada la
Sentencia de Vista que se impugna, puesto que el recurrente fue
notificado el dos de agosto de dos mil dieciséis, según cargo de
entrega obrante a fojas ochocientos cincuenta y dos, y el Recurso
se interpuso el día diecisiete del mismo mes y año; y, iv) adjunta el
arancel judicial por concepto de Recurso de Casación, corriente a
folios ochocientos setenta y siete. TERCERO.- De otro lado, el
Recurso cumple con el requisito de procedencia previsto en el
inciso 1) del Artículo 388° del Código Procesal Civil, dado que el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
recurrente apeló la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable, dictada mediante resolución número cuarenta y tres
del treinta de diciembre de dos mil quince, obrante de fojas
seiscientos treinta a seiscientos treinta y seis, que ha sido
confirmada por la impugnada. En cuanto al requisito señalado en el
inciso 4) de los referidos Artículo y Código, del recurso se
desprende que el pedido casatorio es revocatorio. CUARTO.- El
Recurso de Casación es formal y excepcional, por lo que debe
estar estructurado con precisión y estricta sujeción a los requisitos
que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los
agravios que invoca a las causales que para dicha finalidad se
encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el Recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo, no pudiendo subsanarse de oficio los defectos incurridos
en su formulación. Por ello: “(…) el recurso debe ser concedido
sólo cuando el recurrente denuncie y acredite que la infracción
aparentemente incurrida ha sido determinante para decidir el caso.
Por cierto, no sólo la infracción sino la calidad de ‘determinante’ de
ésta es un tema que debe ser argumentado por el recurrente y
respecto del cual la Corte debe ser persuadida, de lo contrario,
estaremos ante un recurso improcedente”1. QUINTO.- En ese
contexto, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el Artículo 388° del Código Procesal Civil.
SEXTO.- Encaminados en dicha labor, se desprende del texto del
Recurso que éste se sustenta en las siguientes causales: a)
Infracción Normativa Procesal de los Artículos 139° incisos 3)
y 5) de la Constitución Política del Perú y 12° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, señalándose
que: i) no existe una motivación coherente ni acorde a lo dispuesto
en la parte resolutiva, no existiendo un pronunciamiento expreso
respecto a su petitorio; ii) la jurisprudencia es uniforme en
determinar que la contravención del derecho al debido proceso en
caso de falta de motivación absoluta implica una resolución
arbitraria; iii) no son poseedores precarios por cuanto tuvieron la
venia del propietario para poseer el inmueble desde hace más de
cuarenta años, además de venir pagando los impuestos prediales,
los servicios básicos de luz, etcétera; iv) la demandante
conjuntamente con Asher Tapia Encarnación y Fermín Tapia Ponce
no son propietarios del inmueble en su totalidad, sino solo de mil
seiscientos nueve metros cuadrados (1609 m2), por lo que se
pretende desalojarlos de un inmueble que no pertenece a la
accionante, pues el área de su propiedad ya se encuentran en
posesión de esta última; y, v) la demandante pretende desalojarlos
de un inmueble que no le pertenece, como está probado con los
documentos adjuntados; y. b) Infracción Normativa Material del
Artículo 911° del Código Civil, argumentándose que: i) se ha
aplicado indebidamente e interpretado de modo erróneo el Artículo
911 del Código Civil, según el cual la posesión precaria es la que se
ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido; ii) en
el proceso está demostrado que la demandante pretende probar la
propiedad con un Contrato de Compra Venta a mérito del cual se le
transfirió a ella y a Asher Tapia Encarnación y Fermín Tapia Ponce
mil seiscientos nueve metros cuadrados (1609 m2), es decir solo la
mitad del inmueble, área que ya vienen ocupando, mientras que la
otra mitad viene siendo ocupada por los demandados y familia; iii)
los demandados prueban que el predio materia del juicio fue dado
por el propietario del inmueble, es decir por Walter Gustavo
Soberón Vélez de Villa, hace más de cuarenta años, y que vienen
pagando los impuestos prediales y servicios básicos, lo cual
acredita que no son precarios; y, iv) se debió aplicar e interpretar el
Artículo 911° del Código Civil en el sentido que el demandante
debe acreditar su derecho de propiedad y que para considerar
precario al poseedor debe acreditarse la ausencia absoluta de
cualquier circunstancia que justifique el uso y disfrute del bien,
conforme ya se consideró en las Casaciones números 1099-2006
y 799-2008, lo que no ocurre en el caso de autos, pues los
demandados son posesionarios desde hace más de cuarenta
años. SÉPTIMO.- Conforme a lo regulado por el Artículo 384° del
Código Procesal Civil, el Recurso de Casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, persiguiendo entonces el adecuado
control jurídico de las resoluciones judiciales, con el propósito de
verificar la correcta interpretación y aplicación del derecho objetivo
y material o procesal al caso concreto, siendo su finalidad ulterior
evitar la infracción o la violación de la norma legal al resolver la
causa2. En vía de casación no se pueden volver a valorar las
pruebas actuadas en el proceso, en virtud a las cuales las
instancias de mérito han considerado acreditado un hecho, pues la
revaloración probatoria no se ajusta a los fines de la casación
plasmados en el Artículo mencionado, debiendo referirse el
Recurso a cuestiones de iure, con exclusión de las de hecho y de
lo que se ha estimado probado a partir de la evaluación conjunta
del material aportado por los interesados en la etapa postulatoria.
97179
OCTAVO.- Con relación al ítem a) del sexto considerando, tenemos
que la parte recurrente no ha cumplido con describir con claridad y
precisión la infracción normativa procesal, pues si bien alega que
se han infringido los incisos 3) y 5) del Artículo 139° de la
Constitución Política del Perú, así como el Artículo 12° del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, referentes
a la vulneración de los derechos al debido proceso y a la motivación
de las resoluciones judiciales, los argumentos que se invocan
están orientados a que se efectúe en sede casatoria una nueva
valoración de los medios probatorios conforme a los cuales la Sala
Superior ha dado por probados diversos hechos relevantes que
invoca como sustento de la decisión emitida, concluyendo que la
parte demandante acredita ser propietaria del inmueble que
pretende restituir y que los poseedores no han probado tener título
que sustente la posesión que ejerce, desvirtuando que pueda
considerarse como tal a los comprobantes de pago de tributos y
recibos de servicios de electricidad, indicando que los mismos solo
acreditan que se ejerce la posesión pero que no constituyen un
acto jurídico que autorice a ejercerla. Es decir, bajo el argumento
de afectación de los derechos a la motivación y al debido proceso,
se sostienen aspectos que no están referidos en puridad a la
afectación de tales derechos, sino a que se efectúe una nueva
evaluación de los hechos y las pruebas que ya fueron examinadas
por las instancias de mérito, lo cual, como se ha adelantado, es
generalmente ajeno a los fines de la casación previstos en el
Artículo 384° del Código Procesal Civil. NOVENO.- Con relación al
ítem b) del sexto considerando, se tiene que sobre la infracción
normativa material la parte recurrente sostiene que ha existido
aplicación indebida e interpretación errónea del Artículo 911° del
Código Civil, lo que de por sí es contradictorio, pues no puede
sostenerse la aplicación indebida de una disposición legal y en
paralelo reclamar su correcta aplicación, sin incurrir en la
vulneración del principio lógico de no contradicción. En cualquier
caso, se tiene que los argumentos dirigidos a sustentar tal
infracción tampoco han sido expuestos con claridad y precisión. En
efecto, y en la misma línea de lo anotado, la aplicación indebida de
una norma implica que para la resolución de una controversia se
aplicó una norma que no debía serlo, por lo que no es conducente
a los fines del Recurso que luego se sostenga que esa norma sí
debía aplicarse para resolver el caso, pero con una distinta
interpretación. En cuanto a la interpretación errónea, se observa
que el recurrente no expone con precisión la indicada infracción,
desde que no precisa cuál es la interpretación errónea realizada
por la Sala Superior, dirigiendo su fundamentación a una pretensión
de nueva valorización de los medios probatorios aportados a la
causa –principalmente pagos de arbitrios municipales y pagos de
servicios básicos– que ya fueron merituados en la Sentencia de
Vista, a fin de acreditar la existencia de un título que sustente la
posesión que ostenta y desvirtuar el derecho de propiedad de la
accionante sobre el área que ocupa. DÉCIMO.- En consecuencia,
el Recurso bajo examen no satisface la integridad de los requisitos
de procedibilidad que informa el Artículo 388° del Código Procesal
Civil, por lo que debe ser declarado improcedente. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido además por el Artículo
392° del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
Recurso de Casación interpuesto por el demandado Vicente
Martel Morales, contra la Sentencia de Vista contenida en la
resolución número cincuenta y ocho del catorce de julio de dos mil
dieciséis, corriente de fojas ochocientos treinta y ocho a ochocientos
cuarenta y siete, expedida por la Sala Especializada en lo Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario
oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Teresa Tapia de Tello con Vicente Martel Morales y otra sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del
Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Yaya Zumaeta,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Carrión Lugo, Jorge. El Recurso de Casación en el Código Procesal Civil.
Volumen II. Tercera Edición. Editorial Iustitia S.A.C., página 14.
C-1569469-139
CAS. Nº 3760-2016 LAMBAYEQUE
FACCIÓN DE INVENTARIO. Lima, once de octubre de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de casación
interpuesto por Inocencio Suarez Mendoza a fojas setecientos
setenta y nueve, contra la sentencia de vista de fojas setecientos
sesenta y ocho, de fecha veintiséis de julio de dos mil dieciséis,
emitida por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque, que revoca la sentencia apelada de
fojas seiscientos setenta y dos, de fecha cuatro de marzo de dos
mil dieciséis, que declara infundada la demanda interpuesta por la
Sucesión de Anatolia Santa Cruz Bustamante, sobre Facción de
Inventario, y reformándola declara fundada la misma; para cuyo
efecto debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad
y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por

97180 CASACIÓN
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, se advierte que el presente recurso de casación satisface
dichas exigencias, al haberse interpuesto: I) Contra una resolución
expedida por la Sala Superior respectiva que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Ante la Sala Superior que
emitió la resolución impugnada, que para el caso de autos es la
Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque; III) Dentro del plazo previsto por ley, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
conforme se corrobora con el cargo de notificación obrante a fojas
setecientos setenta y tres; y IV) Adjuntando el respectivo arancel
por recurso de casación. -TERCERO.- Que, respecto al requisito
de procedencia contenido en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, se advierte de autos que el recurrente no apeló la
sentencia de primera instancia porque ésta no le fue adversa a
sus intereses; por lo que no se requiere el cumplimiento de este
requisito. CUARTO.- Que, en cuanto a las exigencias contenidas
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, el
recurrente denuncia la causal de infracción normativa de la
Primera Disposición Complementaria y Transitoria de la Ley
número 27495, alegando que la Sala Superior al emitir la sentencia
de vista ha hecho una errónea interpretación y aplicación de la
ley denunciada, la cual le causa agravio, puesto que ésta solo es
aplicable para los casos de separación de hecho que estén vigentes
desde el momento en que entra en vigencia la Ley en adelante
y no para atrás como en el caso de autos, de lo contrario se le
estaría dando un efecto retroactivo a la norma, permitiendo regular
situaciones de hecho suscitadas antes de su dación y entrada en
vigencia, lo cual está prohibido constitucionalmente. QUINTO.-
Que, estando a los fundamentos expuestos se advierte que la
causal denunciada si bien satisface el requisito de procedencia
señalado en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
no sucede lo mismo con relación al requisito contenido en el
inciso 3 del citado artículo, toda vez que la Primera Disposición
Complementaria y Transitoria de la Ley número 27495, es clara en
señalar cómo se aplica en el tiempo la modificación introducida por
dicha Ley al artículo 319 del Código Civil, que en su primer párrafo
señala que: “En los casos previstos en los incisos 5 y 12 del artículo
333, la sociedad de gananciales fenece desde el momento en que
se produce la separación de hecho”. No debemos olvidar que antes
de la citada modificatoria, se considera que el fenecimiento de la
sociedad de gananciales se producía en la fecha de notificación
con la demanda de divorcio; sin embargo, a tenor de lo señalado
en la norma denunciada, la Ley número 27495 se aplica inclusive
a las separaciones de hecho existentes al momento de su entrada
en vigencia, como en el caso de autos, donde la separación de
las partes se produjo el veintidós de setiembre de mil novecientos
setenta y seis, según se advierte de la sentencia de divorcio de
fojas setenta y nueve, en cuyo caso, la sociedad de gananciales
fenece a partir de la entrada en vigor de dicha Ley, es decir, a partir
del siete de julio de dos mil uno, y no desde que efectivamente
se produce la separación de hecho o desde que se interpuso
la demanda de divorcio; por lo tanto, habiendo determinado la
instancia superior que los tres bienes inmuebles materia de la
demanda han sido adquiridos por el demandado antes de año dos
mil uno, dichos bienes son sociales y deben ser liquidados. Siendo
ello así, al no haberse cumplido con demostrar la incidencia directa
de la infracción denunciada sobre la decisión impugnada, la causal
denunciada resulta improcedente. SEXTO.- Que, finalmente, si
bien el demandado precisa que su pedido casatorio es revocatorio,
cumpliendo con el requisito previsto por el artículo 388 inciso 4 del
Código Procesal Civil, ello es insuficiente para declarar procedente
el recurso planteado, desde que los requisitos de procedencia a
los que el mismo se sujeta, son necesariamente concurrentes, lo
que no se advierte en el caso concreto. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Inocencio Suarez Mendoza a fojas setecientos setenta y
nueve, contra la sentencia de vista de fojas setecientos sesenta y
ocho, de fecha veintiséis de julio de dos mil dieciséis, emitida por
la Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por la Sucesión de Anatolia Santa Cruz Bustamante
contra Inocencio Suarez Mendoza, sobre Facción de Inventario; y
los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La
Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Romero Díaz.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-140
CAS. Nº 3762-2016 LIMA
RESOLUCIÓN DE CONTRATO. Lima, veinticinco de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de
casación interpuesto por la demandante Sociedad de
Beneficencia de Lima Metropolitana (folios 614), contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número tres de fecha
diecinueve de julio de dos mil dieciséis (folios 606) expedida por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual
confirmó la sentencia contenida en la Resolución número setenta y
cuatro, de fecha once de marzo de dos mil quince, que declaró
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
infundada la demanda interpuesta por la Sociedad de Beneficencia
de Lima Metropolitana contra Mercader Francisco Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada sobre Resolución de
Contrato; para cuyo efecto debe procederse a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número
29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii)
Ante la instancia que emitió la sentencia que se impugna; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que la recurrente fue
notificada el doce de agosto de dos mil dieciséis (folio 612) e
interpuso el recurso de casación el día diecinueve de agosto de
dos mil dieciséis (folio 614); y, iv) Se encuentra exonerada del pago
de tasas judiciales de acuerdo a ley. TERCERO.- El recurso cumple
con el requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo
388 del Código Procesal Civil, porque la impugnante apeló la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable (folios 575).
En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la referida norma,
del recurso se tiene que su pedido es revocatorio. CUARTO.- La
recurrente señala que su recurso de casación se sustenta en la
primera causal prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, esto es, en la infracción
normativa que incide directamente sobre la decisión contenida en
la resolución impugnada; así tenemos que la recurrente indica que
se ha incurrido en infracción normativa procesal de los artículos
I y III del Título Preliminar del Código Procesal Civil. Se sustenta
el recurso señalando: a) No se ha tenido en cuenta la Resolución
Ministerial número 738-2005-MIMDES que autoriza al Procurador
Público del Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social a iniciar las
acciones judiciales que correspondan contra los ex funcionarios de
la Beneficencia que intervinieron en la formulación y suscripción
del Contrato de Arrendamiento a Futuro número 2939, por presunta
responsabilidad penal, exponiendo a la institución a un riesgo
potencial de un detrimento económico en caso entre en vigencia el
citado contrato, toda vez que se verificó que la Beneficencia venía
percibiendo por concepto de renta mensual la suma de mil ochenta
y tres dólares americanos con dieciocho centavos (US$.1,083.18)
de los inquilinos de la Asociación que ocupaban el inmueble, es
decir, una suma superior a la pactada en el precitado contrato de
arrendamiento a futuro, siendo que al no valorarse estos
fundamentos se vulnera el artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil; y b) No se ha considerado que en el Informe número
28-EE-07-2005-02-0309 “Examen Especial a la Sociedad de
Beneficencia de Lima Metropolitana, Período Enero 2003-Diciembre
2004” se encontró en su Observación número 10, responsabilidad
administrativa en diversos funcionarios por irregularidades en la
tramitación del Contrato de Arrendamiento a Futuro, y asimismo, en
su recomendación número uno, estableció que este informe se
derive a la Comisión Especial y Permanente de Procesos
Administrativos y Disciplinarios del INABIF, a efectos que meritúe la
instauración del proceso administrativo disciplinario, califique la
gravedad de las faltas y aplique las sanciones a que hubiera lugar,
por lo que, según la recurrente se ha contravenido el artículo III del
Título Preliminar del Código Procesal Civil. QUINTO.- Conforme al
artículo 384 del Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene
por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República; es decir, se persigue el
adecuado control jurídico de las resoluciones judiciales con el
propósito de verificar la correcta interpretación y aplicación del
derecho objetivo y material o procesal al caso concreto, siendo su
finalidad ulterior evitar la infracción o la violación de la norma legal
al resolver la causa1. En vía de casación no se pueden volver a
valorar las pruebas actuadas en el proceso en mérito a las cuales
las instancias de mérito han considerado acreditado un hecho,
puesto que la revaloración probatoria no resulta acorde con los
fines de la casación plasmados en el artículo mencionado, sino que
este recurso versa sobre cuestiones de iure o de derecho, con
exclusión de las de hecho y de lo que se estima probado. SEXTO.-
Acorde con los fines de la casación, el artículo 388 del Código
Procesal Civil, al contemplar los requisitos necesarios para la
procedencia del citado recurso, exige –inciso 2– describir con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento del
procedente judicial, así como –inciso 3– demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. SÉTIMO.- A
través del presente recurso de casación la parte demandante está
procurando una nueva evaluación de dos medios probatorios –una
resolución directoral y un informe– respecto a los cuales ya se
emitió pronunciamiento en la Sentencia de vista materia de
casación –noveno considerando– siendo que, como se ha indicado
precedentemente, la revaloración probatoria no resulta acorde con
los fines de este recurso. OCTAVO.- Asimismo, la hipotética
omisión de valorar los indicados medios probatorios no tiene
incidencia directa en la decisión jurisdiccional cuestionada
conforme lo requiere el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil para la procedencia de la casación, toda vez que si bien la
valoración de las indicadas pruebas están orientadas a atribuir
responsabilidad penal y administrativa a los funcionarios que
habrían celebrado el Contrato de Arrendamiento a Futuro cuya
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
resolución contractual se demanda, no obstante, dicha pretensión
no se sustenta en la responsabilidad penal o administrativa de los
funcionarios que suscribieron el Contrato en representación de la
Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, sino en el
incumplimiento que le atribuye a la demandada empresa Mercader
Francisco Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada, esto
es, en un hecho que no guarda relación con aquello que se
pretende acreditar. Sobre este punto debe considerarse también
que los jueces civiles se encuentran legalmente impedidos de
resolver las pretensiones planteadas en mérito a hechos que no
fueron demandados, puesto que ello implicaría emitir un
pronunciamiento que vulnere el Principio de Congruencia Procesal.
Por estos fundamentos y conforme a lo establecido por el artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la demandante Sociedad de
Beneficencia de Lima Metropolitana (folios 614), contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número tres de fecha
diecinueve de julio de dos mil dieciséis (folios 606) expedida por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana contra
Mercader Francisco Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada, sobre Resolución de Contrato. Ponente Señor Romero
Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Carrión Lugo, Jorge. El Recurso de Casación en el Código Procesal Civil.
Volumen II. Tercera Edición. Editorial Iustitia S.A.C. Página 14.
C-1569469-141
CAS. Nº 3860-2016 ICA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, siete de diciembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Marina Guevara Bregante de Farfán a fojas ciento
noventa y cinco, contra la sentencia de vista de fojas ciento setenta
y cuatro, de fecha ocho de junio de dos mil dieciséis, emitida por
la Sala Superior Mixta de Pisco de la Corte Superior de Justicia de
Ica, que confirma el auto final apelado de fojas ciento cuarenta y
cuatro, de fecha seis de noviembre de dos mil quince, que declara
infundada la contradicción y dispone que la parte ejecutada pague
a la entidad financiera demandante la suma de ciento ochenta y
nueve mil doscientos cincuenta soles con cuarenta y un céntimos
(S/189,250.41), más los intereses pactados, bajo apercibimiento
de sacarse a remate el bien dado en garantía. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la recurrente la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado
en el artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncia: A) Infracción normativa
del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú:
La Sala Superior no ha aplicado lo ordenado por el Sexto Pleno
Casatorio Civil respecto a los procesos de Ejecución de Garantías,
que establece criterios generales aplicables en forma obligatoria,
con la finalidad de crear seguridad jurídica; B) Infracción
normativa de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Perú, 50 inciso 6 del Código Procesal Civil y 12 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial:
La resolución impugnada en su considerando 5.3 hace mención
al Sexto Pleno Casatorio Civil, precisando en el segundo punto
qué documentos deben anexar las empresas financieras. Siendo
así, continúa sin pronunciarse sobre sus alegaciones referentes al
tercer y cuarto precedentes del mencionado Pleno Casatorio, los
cuales establecen cuál debe ser el contenido del Estado de Cuenta
del Saldo Deudor y la prohibición de incluir intereses moratorios y
compensatorios; C) Infracción normativa de los artículos 22 y
116 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial: El Ad quem ha dictado la resolución impugnada en base
a criterios que atropellan las disposiciones de carácter vinculante
contenidas en el Sexto Pleno Casatorio Civil; D) Infracción
normativa por interpretación errónea de los artículos 720 y 722
del Código Procesal Civil: a) El artículo 720 del Código Procesal
Civil establece los requisitos de procedencia de la demanda de
Ejecución de Garantías, concordante con el Sexto Pleno Casatorio
Civil, que establece una serie de requisitos de ejecución que el
Juez debe controlar del saldo deudor para admitir la demanda; b)
Tanto en primera como en segunda instancia se ha omitido amparar
y valorar los criterios expuestos en la contradicción formulada por
esta parte, la misma que se ha sustentado de conformidad con el
Sexto Pleno Casatorio Civil. El Estado de Cuenta de Saldo Deudor
incluye la suma de intereses moratorios y compensatorios, además
de otras incongruencias e inexactitudes en las cuales ha basado
sus alegaciones. CUARTO.- Del examen de las alegaciones
de la recurrente, se advierte que no obstante haber invocado la
infracción de diversas normas, dichas alegaciones se sintetizan
en el siguiente argumento: La Sala Superior no ha aplicado lo
ordenado por el Sexto Pleno Casatorio Civil respecto a los procesos
de Ejecución de Garantías, el cual establece criterios generales
aplicables en forma obligatoria. Al respecto, cabe manifestar, en
principio, que las alegaciones de la recurrente son genéricas, pues
97181
no precisa cuál es el criterio establecido en el Pleno Casatorio en
mención que se habría inobservado, por lo tanto, no cumplen con
la exigencia del artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil. Sin
perjuicio de ello, cabe anotar que respecto a la alegación casatoria
bajo examen las instancias de mérito han determinado lo siguiente:
(Ver apartado 5.11 de la sentencia de primera instancia y 5.3 de la
sentencia de segunda instancia). En dicho Pleno Casatorio la Corte
Suprema de Justicia de la República ha indicado qué documentos
deberán anexar las empresas del sistema financiero para ejecutar
hipotecas constituidas, para asegurar cualquier obligación que
tuviera el constituyente de la garantía frente a un Banco, o para
asegurar una obligación existente, determinable o futura. Si
se trata de operaciones materializadas en títulos valores, en
particular letras de cambio y pagarés, el respectivo título también
deberá estar debidamente protestado. Pero, se exceptúa de esta
formalidad cuando el título contiene la cláusula “sin protesto” u otra
equivalente en el acto de su emisión o aceptación. Y, finalmente,
tratándose de operaciones distintas a las indicadas anteriormente,
el citado Pleno Casatorio Civil precisa que deberá presentarse
el documento que contenga la liquidación del Saldo Deudor,
debidamente suscrito por el Apoderado del Banco, con facultades
para liquidación de operaciones. Además, allí deberá detallarse
cronológicamente los cargos y abonos desde el nacimiento de
la relación obligacional hasta la fecha de la liquidación del saldo
deudor, con expresa indicación del tipo de operación, así como
la tasa y tipos de intereses aplicables para obtener dicho Saldo
Deudor. El Pleno Casatorio Civil agrega que, la parte ejecutante
puede presentar prueba idónea y especialmente documental, para
acreditar la obligación objeto de la demanda. Todo lo cual se cumple
en el caso de autos. QUINTO.- Por consiguiente, estando a que las
consideraciones del Sexto Pleno Casatorio Civil, sobre Ejecución
de Garantías, han sido cumplidas, la denuncia casatoria formulada
por la recurrente no tiene asidero alguno, por consiguiente, no existe
la infracción aquí alegada, en consecuencia, no se ha cumplido, en
rigor, con el requisito del artículo 388, inciso 2 del Código Procesal
Civil. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Marina Guevara Bregante de Farfán a
fojas ciento noventa y cinco, contra la sentencia de vista de fojas
ciento setenta y cuatro, de fecha ocho de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Superior Mixta de Pisco de la Corte Superior
de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por el Banco de Crédito del Perú contra Marina
Guevara Bregante de Farfán y otro, sobre Ejecución de Garantías;
y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-142
CAS. Nº 3885-2016 HUAURA
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Lima, siete de diciembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es
materia de calificación el recurso de casación interpuesto por la
demandada Gloria Beatriz Panaspaico de Cruz (folios 240),
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
dieciocho de fecha once de julio de dos mil dieciséis (folios 226),
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, en el extremo que confirma la sentencia de primera
instancia contenida en la Resolución número nueve de fecha dos
de noviembre de dos mil quince, que declara fundada la
Reivindicación del inmueble materia de litis y ordena que los
demandados entreguen y restituyan el inmueble inscrito en la
Partida número 080114480 del Registro de la Propiedad Inmueble
de la Oficina Registral de Barranca, propiedad de los demandantes;
por lo que corresponde examinar si el referido recurso cumple con
los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos mencionados
precedentemente, es necesario tener presente que el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a
los requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, esto es: precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en i) La infracción normativa, o ii) En el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para lograr los
fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y
Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, que como órgano jurisdiccional de segunda instancia pone

97182 CASACIÓN
fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que emitió la
sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que establece
la norma, ya que la parte recurrente fue notificada el día veintisiete
de julio de dos mil dieciséis1 (folios 236 vuelta) e interpuso el
recurso de casación el quince de agosto del mismo año (folios
240); iv) Adjunta el pago del arancel judicial por la presentación del
recurso (folios 239). CUARTO.- Al evaluar los requisitos de
procedencia contenidos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, se verifica que la parte recurrente cumple con el requisito
previsto en el inciso 1, toda vez que no consintió la sentencia de
primera instancia, pues al serle adversa la impugnó mediante
recurso de apelación (folios 145). En cuanto al requisito señalado
en el inciso 4 manifiesta que su pedido es revocatorio. QUINTO.-
La parte recurrente sustenta su recurso de casación señalado
como infracciones las siguientes: a) Infracción normativa del
inciso 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil; señalando
que el Juez ha declarado fundada la demanda sin mayor motivación
y sin tener en cuenta su derecho de usucapión, adquirida por la
posesión por más de cincuenta años sobre el inmueble, el mismo
que ocupan en condición de guardianes del predio total hasta la
actualidad. No se precisa el área de su posesión que supuestamente
deben reivindicar. b) Infracción normativa del artículo 200 del
Código Procesal Civil; al considerar que los accionantes no han
acreditado su derecho de dominio sobre el área que tienen en
posesión, que fuera entregada a su extinto esposo Aurelio Cruz
Veramendi como compensación por su Tiempo de Servicios
prestados a la empresa INTI - UNIÓN en su condición de guardián.
De lo que se infiere que el área que ocupan se encuentra al margen
del área materia de Reivindicación. El juzgador no ha identificado
plenamente el bien, ya que lo debió hacer en la parte resolutiva de
la sentencia, en la que no se precisa las medidas perimétricas ni
los linderos de la propiedad, ni mucho menos que el bien forme
parte de los derechos adquiridos por los demandantes. c)
Infracción normativa del artículo 221 del Código Procesal
Civil; argumentando que los demandantes no han acreditado que
el área donde los demandados construyeron su vivienda en
condición de guardianes se encuentre dentro de dicha propiedad,
toda vez que su esposo fue demandado por Desalojo por
Ocupación Precaria en el año dos mil ocho y que fue declarada
infundada porque la demandante literalmente señaló que a su
difunto esposo se le cedió la propiedad materia de litis de buena fe
y sin derecho de pago alguno por el uso, vale decir que se le
reconoció el Derecho de Dominio sobre el bien, haciéndose
evidente la declaración asimilada que debió ser tomada en cuenta
al momento de emitirse la sentencia. -d) Infracción normativa por
Inaplicación del artículo 950 del Código Civil, inciso 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, artículo IV del
Título Preliminar del Código Civil, artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil y artículo 7 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial; respecto a la valoración de la
prueba. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código Procesal
Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a las infracciones denunciadas por la parte
recurrente en los ítems a) y b), estas merecen ser desestimadas,
por cuanto, los argumentos que expone la parte recurrente están
dirigidos a cuestionar los fundamentos fácticos que sirvieron de
base a la Sala Superior para confirmar la sentencia de primera
instancia, en cuanto al extremo que ordena la Reivindicación del
inmueble de propiedad de la parte demandante, ubicado en la
Carretera Panamericana Norte, Calle Callao número 909,
Urbanización Nueva Victoria, Distrito de Supe Puerto, Provincia de
Barranca, Departamento de Lima, inscrito en la Partida número
08014488 del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina
Registral de Barranca, argumentando que los demandantes han
acreditado su derecho de propiedad y la parte demandada, al
encontrarse en rebeldía, no ha acreditado tener título alguno que
pueda ser evaluado para considerar que ostenta un derecho
oponible a la pretensión Reivindicatoria, aunado al hecho que por
aplicación del artículo 897 del Código Civil no puede pretender que
se considere que se ha afectado su Derecho de Usucapir y que
finalmente el predio se encuentra debidamente descrito en los
Registros Públicos, no habiendo medio probatorio alguno que haga
dudar que el predio es distinto; sin embargo, no es actividad
constitutiva del recurso de casación revalorar las pruebas, los
hechos, ni juzgar los motivos que formaron convicción en la Sala
Superior, lo que es ajeno al debate casatorio. NOVENO.- En cuanto
a la infracción denunciada en el ítem c), cabe mencionar que el
artículo 221 del Código Procesal Civil (declaración asimilada), no
tiene relación directa con lo decidido en la sentencia impugnada, ni
resulta útil para cuestionarla, por cuanto, en el proceso de desalojo
que aluden las partes, se ventiló un tema relativo a la posesión y en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
este proceso, se encuentra en controversia el tema relativo a la
propiedad, por lo que, la infracción denunciada merece ser
rechazada. DÉCIMO.- Respecto a la infracción denunciada en el
ítem d), merece ser rechazada, ya que, del tenor del recurso de
casación no se observa que la recurrente haya descrito con
precisión y claridad, de qué manera se habrían infringido los
artículos descritos en dicho ítem. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por a demandada Gloria Beatriz Panaspaico de Cruz
(folios 240), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número dieciocho de fecha once de julio de dos mil dieciséis (folios
226), expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huaura; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Javier Haro Arrunategui y otra2, contra Gloria Beatriz
Panaspaico de Cruz y otros3, sobre Mejor Derecho de Propiedad y
otro4; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Notificación número 17658-2016-SP-CI al domicilio real ubicado en la
Carretera Panamericana Norte, de la Calle Callao número 909, de la
Urbanización Nueva Victoria – Lima / Barranca / Supe Puerto
2
Liliana Farfán Barrios.
3
Ana Cruz Panaspaico y Edwin Leoncio Cruz Panaspaico.
4
Reivindicación.
C-1569469-143
CAS. Nº 3890-2016 CUSCO
VARIACIÓN DE TENENCIA. Lima, once de octubre de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Erika Silvana Zegarra Del Carpio a fojas seiscientos
treinta y dos, contra la sentencia de vista de fojas seiscientos doce,
de fecha veintitrés de agosto de dos mil dieciséis, emitida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que confirma
la sentencia apelada de fojas cuatrocientos setenta y tres, de fecha
veinticinco de mayo de dos mil dieciséis, que declara fundada la
pretensión de Variación de Tenencia; en consecuencia, dispone la
variación de la tenencia de la menor concedida a la demandada,
a favor de su progenitor demandante; dispone como régimen de
visitas cerrado a favor de la demandada, consistentes en visitas de
dos fines de semana por mes, siempre en el inmueble donde vive
la menor, y desde las nueve de la mañana a las seis de la tarde;
revoca la sentencia apelada en el extremo que establece respecto
del régimen de visitas: “en caso de existir necesidad de salir del
inmueble lo harán con el progenitor de la menor, sin protagonizar
discusiones ni enfrentamientos en presencia de la niña”; y
reformándola, dispone que: 1) Los dos fines de semana por mes, en
los que la demandada podrá visitar a la menor, serán determinados
por la propia demandada, conforme a sus posibilidades, con la
sola exigencia de poner en conocimiento del padre de la menor
con la anticipación debida para que se le brinden las facilidades
del caso, y al inicio del régimen y mientras exista un informe
psicológico favorable, las mencionadas visitas se efectuarán con el
apoyo del equipo multidisciplinario del Poder Judicial, para lo cual
deberá ponerse en conocimiento del Juez anticipadamente para
las coordinaciones respectivas; 2) La demandada debe someterse
a los tratamientos psicológicos que se hayan de determinar, hasta
lograr que la niña y ella hayan superado el estado en que se
encuentran. SEGUNDO.- Examinados los autos, se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la parte recurrente la
sentencia de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface
el requisito de procedibilidad establecido en el artículo 388 inciso
1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su
recurso denuncia: A) Infracción normativa del artículo VII del
Título Preliminar del Código Procesal Civil: En la demanda
se ha planteado como pretensión la Tenencia, y por lo tanto, el
A quo se debió ceñir a dicha pretensión al momento de resolver;
sin embargo, mucho después de llevarse a cabo la Audiencia
Única, el Juez de la causa acomoda la petición del demandante
e incorpora como punto controvertido: “si corresponde variar la
tenencia de la menor a favor del demandante”; B) Infracción de
los artículos 188, 197, 198 y 374 del Código Procesal Civil:
La Sala Superior no ha tomado en consideración, y menos ha
analizado los documentos que la recurrente ha presentado como
pruebas con su escrito de apelación, que han sido admitidos y
dados por actuados, y son los siguientes: a) Requerimiento de
acusación fiscal, donde el Fiscal solicita para el demandante la
pena de ocho meses de pena privativa de libertad, por la comisión
del delito de “atentado contra la patria potestad”, en la modalidad
de sustracción de menor en agravio de su menor hija; b) La
Resolución número 01-2016, donde se dispone la notificación
al acusado (demandante) con dicho requerimiento fiscal. El
demandante ha cometido un delito, el de sustracción de menor
y mediante el proceso de autos pretende legalizar una situación
ilegal y la Sala Superior se limita a referirse a una carpeta fiscal
de fojas doscientos cincuenta. CUARTO.- En cuanto a la denuncia
contenida en el apartado A): Debe desestimarse de plano, pues no
existe infracción alguna, ya que al formular el demandante como
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
petitorio de su demanda, se le otorgue la tenencia de su menor
hija, es lógico que al existir acuerdo anterior por el que la tenencia
la estaba ejerciendo la demandada, el petitorio indicado implica la
variación de dicho acuerdo, es decir, la variación de la tenencia.
Por consiguiente, este primer extremo no cumple, en rigor, con
el requisito del artículo 388, inciso 2 del Código Procesal Civil.
QUINTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado B):
Al respecto, el Ad quem ha concluido que no existe prueba acerca
de que el demandante haya sido autor del delito que se viene
investigando. En tal sentido, si bien es cierto, que con los medios
a los que alude en este extremo la recurrente acredita que existe
un proceso penal en trámite, el que se procesa al demandante por
delito de sustracción de menor, no es menos cierto que no acredita
la existencia de una condena firme, por lo tanto, no se advierte la
inconsistencia en la conclusión de la Sala Superior. Sin perjuicio de
ello, cabe mencionar que la decisión a tomar respecto a la tenencia
de la menor no puede constituir cosa juzgada, ya que tal tenencia
a favor de uno de los cónyuges puede modificarse eventualmente,
si existieran circunstancias que lo ameriten. En consecuencia,
este extremo tampoco puede prosperar, por cuanto no existe la
infracción alegada, lo cual significa que no se ha cumplido, en
rigor, con el requisito del artículo 388, inciso 2 del Código Procesal
Civil. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Erika Silvana Zegarra Del Carpio a
fojas seiscientos treinta y dos, contra la sentencia de vista de fojas
seiscientos doce, de fecha veintitrés de agosto de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jhon Percy Kumayali Fuentes contra Erika Silvana Zegarra
Del Carpio y otro, sobre Variación de Tenencia; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera,
por licencia del Señor Juez Supremo Romero Díaz. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-144
CAS. Nº 3905-2016 LIMA SUR
RÉGIMEN DE VISITAS. Lima, once de octubre de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por Silvia
Liliana Ruiz Florián a fojas ochocientos diez, contra la sentencia de
vista de fojas setecientos treinta y seis, de fecha diez de agosto de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Transitoria de Chorrillos
de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que confirma la
sentencia apelada de fojas seiscientos cuarenta y ocho, de fecha
treinta de noviembre de dos mil quince, que declara fundada la
demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente la sentencia
de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface el requisito
de procedibilidad establecido en el artículo 388, inciso 1 del Código
Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso denuncia:
Infracción normativa del artículo 88 del Código de los Niños
y Adolescentes, señalando que en la actualidad el demandante
adeuda la suma de seis mil ochocientos noventa soles con dos
céntimos (S/6,890.02) por concepto de obligaciones alimentarias
devengadas a favor de su menor hijo, en consecuencia, no se le
podría conceder el régimen de visitas por dicho incumplimiento.
Asimismo, indica que no se ha observado lo dispuesto en dicho
dispositivo normativo respecto a que el régimen de visitas debe
dictarse de forma adecuada al Principio del Interés Superior del
Niño, toda vez que de la pericia psicológica practicada en la
persona del accionante, que corre a fojas trescientos treinta y tres,
se tiene que dicha persona se caracteriza por ser (sic) “compulsiva
y narcisista, así como por ocultar sus sentimientos agresivos y
hace lo posible por ser popular entre los demás y asumir liderazgo,
presentando un puntaje medio en agresión verbal”, siendo que
de todo ello se tiene que el demandante es una persona a la que
no se le debería permitir el externamiento del menor, más aún
cuando dicha persona ha sido condenada por lesiones dolosas y
violencia familiar. CUARTO.- En cuanto a la denuncia descrita en el
considerando precedente, se tiene que la recurrente no ha cumplido
con describir con claridad y precisión la infracción normativa que
denuncia, toda vez que las instancias de mérito han determinado
que el demandante Luis Vladimir Chunga Cabezas sí se encontraba
cumpliendo con el pago de sus obligaciones alimentarias tanto
antes como después de interponer su demanda de fijación de
régimen de visitas, con lo cual se tiene que cumple con la exigencia
impuesta por el dispositivo normativo señalado, lo cual no enerva
que debe cumplir con las obligaciones alimenticias devengadas,
más aún, que conviene precisamente al interés superior del menor
el que se fije un régimen de visitas más allá de cualquier aspecto
patrimonial. Siendo ello así, se tiene que el recurso no cumple con
la exigencia impuesta por el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. Asimismo, las instancias de mérito a través de una
valoración conjunta de todos los medios probatorios aportados,
en especial las pericias e informes psicológicos practicados al
demandante Luis Vladimir Chunga Cabezas, han establecido
que es recomendable que mantenga trato directo con su menor
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hijo, no existiendo riesgo para este último de permitirse dichas
visitas con su externamiento del domicilio materno, siendo que al
cuestionar este extremo de la decisión, lo que en el fondo intenta
la recurrente es que se proceda a un nuevo análisis del material
probatorio aportado a la causa, lo cual, en principio, no es una de
las finalidades del recurso de casación, de conformidad al artículo
384 del Código Procesal Civil. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Silvia
Liliana Ruiz Florián a fojas ochocientos diez, contra la sentencia de
vista de fojas setecientos treinta y seis, de fecha diez de agosto de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Transitoria de Chorrillos
de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que confirma la
sentencia apelada de fojas seiscientos cuarenta y ocho, de fecha
treinta de noviembre de dos mil quince, que declara fundada la
demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Luis Vladimir Chunga Cabezas contra Silvia Liliana
Ruiz Florián y otro, sobre Régimen de Visitas; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera,
por licencia del Señor Juez Supremo Romero Díaz. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-145
CAS. Nº 3927-2016 LORETO
TERCERÍA DE PROPIEDAD. Lima, nueve de diciembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación de
fojas doscientos ochenta y uno interpuesto por César Ramón Julca
Santos contra la sentencia de vista de fojas doscientos sesenta y
uno, de fecha veintitrés de mayo de dos mil dieciséis, expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, la misma
que revocando la sentencia de primer grado, declara infundada
la demanda sobre Tercería de Propiedad; por lo que corresponde
calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia del medio
impugnatorio conforme a lo previsto por la Ley número 29364, que
modificó entre otros los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal
Civil. SEGUNDO.- En cuanto a los requisitos de admisibilidad, es
del caso señalar que el presente recurso, acorde a lo dispuesto
por el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sala Superior que como órgano de segundo
grado pone fin al proceso; ii) Ante la Sala Superior que emitió la
resolución impugnada; iii) Dentro del plazo previsto por la norma
procesal citada; y iv) Adjunta la tasa judicial correspondiente.
TERCERO.- En lo atinente a los requisitos de procedencia,
se advierte que la parte recurrente ha dado cumplimiento a lo
dispuesto por el artículo 388 inciso 1 del Código Procesal Civil, al
no haber dejado consentir la sentencia de primera instancia que le
fue desfavorable. CUARTO.- De otro lado, el impugnante invoca
como causal de su recurso, la infracción normativa procesal
del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Perú; artículos I y III del Título Preliminar, 50 incisos 2, 4 y 6;
122 incisos 3 y 4; y 535 del Código Procesal Civil; sostiene que
se afecta su derecho toda vez que la Sala Superior al momento
de resolver la apelación interpuesta debió limitarse a verificar
únicamente si la demanda incoada cumple con los requisitos de
admisibilidad que se encuentran señalados en el artículo 535 del
Código Procesal Civil y no resolver de modo contrario al texto
expreso de la norma procesal, afectando la debida motivación,
pues al verificarse que la demanda de Tercería cumplía con
los requisitos de admisibilidad, la Sala Superior debió indicar
que se prosiga con el trámite del proceso. QUINTO.- El recurso
extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo que
debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada;
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos por los recurrentes
en la formulación del recurso. SEXTO.- En cuanto a los agravios
descritos en el cuarto considerando de la presente resolución,
corresponde indicar que los mismos no pueden prosperar habida
cuenta a que incumple con los requisitos previstos en los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. La parte recurrente
sostiene que se afecta el debido proceso, al considerar que la Sala
de mérito sólo debió limitarse a verificar si la demanda cumplía o no
con los requisitos de admisibilidad y no resolver de modo contrario
al texto expreso de la ley. Atendiendo a lo indicado, por la parte
recurrente debe señalarse que si bien la Sala de mérito reformó en
peor la decisión adoptada por el Juez de la causa –lo cual constituye
un vicio- cierto es también que declarar la nulidad de la misma en

97184 CASACIÓN
nada enervaría la decisión adoptada, pues en ambas instancias se
dejó establecido que en el caso de autos no se dan los requisitos de
procedencia para que prospere la tercería de propiedad incoada,
pues el derecho que opone el actor a la hipoteca fue inscrita el
veintisiete de agosto de dos mil doce, esto es, con posterioridad a
la constitución de la hipoteca efectuada por Wuilder Carlos Marín
Santos y Karen Mudarra Tangoa a favor del Banco de Crédito del
Perú; siendo esto así; se evidencia que en realidad lo que pretende
el recurrente es que se ampare su pretensión casatoria bajo una
revaloración de los medios probatorios, lo cual no es viable, por
contravenir los fines del recurso de casación, el cual debe ser
desestimado al no evidenciarse la afectación al debido proceso.
Por tales razones y en aplicación de lo preceptuado por el artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación de fojas doscientos ochenta y uno interpuesto
por César Ramón Julca Santos contra la sentencia de vista de fojas
doscientos sesenta y uno, de fecha veintitrés de mayo de dos mil
dieciséis, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Loreto; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por César Ramón Julca Santos con el Banco de Crédito
del Perú y otros, sobre Tercería de Propiedad; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-146
CAS. Nº 3944-2016 CUSCO
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
Lima, nueve de diciembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el recurso de casación interpuesto por Meri Luz Villar
Garrido a fojas cuatrocientos ocho, contra la sentencia de vista
de fojas trescientos noventa y ocho, de fecha quince de agosto
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Cusco, que confirma la sentencia apelada de fojas
trescientos catorce, de fecha seis de enero de dos mil dieciséis,
que declara fundada la demanda. SEGUNDO.- Examinados
los autos se advierte que el recurso en mención cumple con los
requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por
el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la recurrente la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado
en el artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncia: A) Contravención de las
normas que garantizan el debido proceso: Se ha evidenciado
la falta de diligenciamiento en las distintas notificaciones a efecto
de no privar del derecho de defensa consagrado en nuestra
Carta Magna, pues, se ha demostrado que esta conducta ha sido
atribuida al demandante, quien con una serie de alegaciones y de
mala fe ha hecho incurrir en error al A quo a efecto de privar de
este derecho a esta parte, consecuentemente se han interpuesto
sendas nulidades, las cuales han sido amparadas; pero, han
sido económicamente perjudiciales para esta parte, si se tiene
en cuenta que efectivamente este hecho fue aprovechado por el
demandante a efecto que por los días no laborables sea rechazada
una contrademanda en la cual además se ha presentado una serie
de pruebas indubitables y fehacientes, con la finalidad de reprochar
la conducta reprobable del demandante, además, siempre se ha
considerado irrisorio el monto destinado a un supuesto pago de
indemnización por daños y perjuicios a favor de la recurrente; B)
Ante el hecho de haber evidenciado y tomado conocimiento de la
documentación que constituía prueba suficiente para amparar una
demanda reconvencional incoada de la forma más determinante
con las pruebas fehacientes, entre otras, que no han sido
valoradas oportunamente, ello por el mismo hecho de haber sido
interpuesta en forma extemporánea; pero existiendo la facultad
para poder incoar dentro de las pruebas de oficio algunas de éstas,
se debió insertarlas para mejor resolver, y no al contrario hacerla
ver como la cónyuge agresora, causante del divorcio, y lo peor con
la determinación de una indemnización por daños y perjuicios por
un monto irrisorio de cinco mil soles (S/5,000.00), que de ninguna
forma podrá cubrir todos los daños ocasionados a su persona;
C) Las distintas separaciones esporádicas, de las cuales ha
derivado justamente, ante el incumplimiento de sus obligaciones
un proceso de alimentos, lo que no es óbice para considerar como
mérito probatorio una separación por abandono de hogar, en el
cual justamente ante la serie de reconciliaciones que han tenido,
éstas han servido para poder remitir los dineros descontados al
propio demandante, lo que demuestra que su relación nunca tuvo
fin alguno; D) Conforme dispone el artículo I del Título Preliminar
del Código Procesal Civil y el artículo 7 del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es obligación de los Jueces
observar las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, pero en el caso de autos no se ha observado lo dispuesto
por el artículo IX del Código Procesal Civil. CUARTO.- Absolviendo
conjuntamente las denuncias contenidas en los apartados A),
B) y C) debe manifestarse lo siguiente: De conformidad con
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, el
justiciable que interpone recurso de casación debe explicar con
claridad y precisión las infracciones normativas en que, según su
entender, habría incurrido el Colegiado Superior, además, debe
demostrar la incidencia directa que tienen tales infracciones en el
sentido del fallo de vista que cuestiona. En tal sentido, se aprecia
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
meridianamente que ninguna de las alegaciones bajo examen
satisfacen tales exigencias, advirtiéndose más bien que son
simples argumentos de parte, y no pretensiones de revaloración
de pruebas y hechos, siendo esto último ajeno a los fines de la
casación (artículo 384 del Código Procesal Civil). Nótese además,
que las sentencias de mérito han establecido que la recurrente es
la cónyuge más perjudicada, otorgándole un monto indemnizatorio
prudencialmente fijado para reparar el daño causado a su persona.
Por consiguiente, no habiéndose dado cumplimiento a las referidas
exigencias, contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, las alegaciones sub examine deben ser
desestimadas. QUINTO.- La denuncia contenida en el apartado
D) también debe desestimarse, por cuanto la recurrente se limita
a invocar las normas que presumiblemente se habrían infringido,
sin explicar clara y precisamente cuál sería el contenido de tales
infracciones; es decir, no se cumple con el requisito contemplado
en el artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil. Por las
consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto por el
artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Meri Luz Villar Garrido a fojas cuatrocientos ocho,
contra la sentencia de vista de fojas trescientos noventa y ocho,
de fecha quince de agosto de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Reelly Neptaly
García Vargas contra Meri Luz Villar Garrido y otro, sobre Divorcio
por Causal de Separación de Hecho; y los devolvieron. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-147
CAS. Nº 3975-2016 LIMA NORTE
TENENCIA Y CUSTODIA DE MENOR. Lima, trece de octubre de
dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal y el
Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de éste Supremo Tribunal el
Recurso de Casación de fojas mil setenta y nueve, interpuesto por
la demandada Jessica Doris Villavicencio Panduro, contra la
Sentencia de Vista contenida en la Resolución número treinta y
siete del veintiuno de junio de dos mil dieciséis, de fojas mil quince,
expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, la cual revoca la sentencia apelada
contenida en la Resolución número treinta, del treinta de octubre
de dos mil quince, de fojas novecientos siete, la cual declaró
infundada la demanda, y reformándola, la declaró fundada en parte
la misma, concediendo una tendencia compartida; para cuyo efecto
debe procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Se verifica que el Recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad conforme lo exige el Artículo 387° del Código
Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra una
Sentencia expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso de variación de tenencia; ii) Ante la referida
Sala Superior que emitió la Sentencia de Vista que se impugna; iii)
Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente de
notificada la Sentencia de Vista que se impugna, puesto que la
recurrente fue notificada el quince de julio de dos mil dieciséis,
según cargo de entrega de cédula de notificación obrante a fojas
mil treinta, y el Recurso se interpuso el día dos de agosto del
mismo año; y, iv) Adjunta el arancel judicial por concepto de
Recurso de Casación, corriente a folios mil cuarenta y siete.
TERCERO.- De otro lado, el Recurso cumple con el requisito de
procedencia previsto en el inciso 1 del Artículo 388° del Código
Procesal Civil, dado que si bien la recurrente no apeló la sentencia
de primera instancia, dictada mediante Resolución número treinta
obrante de fojas novecientos siete, la misma no le fue desfavorable,
siendo que la Sala Superior la revocó y ha declarado fundada en
parte la demanda. En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de
la referida disposición, del recurso se tiene que el pedido casatorio
es anulatorio y revocatorio. CUARTO.- El Recurso de Casación
es formal y excepcional, por lo que debe estar estructurado con
precisión y estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo
al impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello: “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. QUINTO.- En ese contexto, corresponde realizar
la labor de verificación del cumplimiento de los restantes requisitos
de procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388° del
Código Procesal Civil. SEXTO.- Encaminados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en la
existencia de Infracción Normativa de los Artículos 4° e incisos
3, 6, 14 y 20 del artículo 139° de la Constitución Política del
Perú; Artículo 12° de la Convención sobre los Derechos del
Niño y Artículo 9° del Código de los Niños y Adolescentes;
señalándose: i) Que, la Sala Superior no se percató que el
demandante solicitó en su demanda tener al menor tan solo nueve
días en el mes de enero y solo nueve días en el mes de febrero,
pero solo se le ha otorgado todo el mes de enero, sin haberse
verificado si el demandante puede tener bajo su custodia al niño
por mucho más tiempo del solicitado; ii) Que, no se ha tomado en
cuenta la evaluación psicológica practicada al menor número
01148-2014-PSI-CSJNL-PJ, el Acta de Entrevista del menor y la
copia certificada de la Historia Clínica número 1042254
perteneciente al demandante; y, iii) Que, la Sala Superior no valoró
oportunamente los beneficios y perjuicios que por ahora le ocasiona
al menor estar bajo la custodia de su padre, pues como el menor
manifestó en su evaluación psicológica y entrevista personal,
percibe a su madre protectora, amorosa y cálida, y a su padre lo
percibe distante, agresivo, conflictivo y punitivo, además le genera
mucho temor debido a que el menor, lamentablemente, es testigo
presencial de los diversos conflictos que tiene el padre con terceras
personas en la calle o con familiares, haciéndose presente que esa
actitud irascible del demandante, que ha mantenido siempre,
originó los tres procesos de violencia familiar con la demandada y
la posterior separación familiar. SÉTIMO.- Conforme a lo regulado
por el Artículo 384° del Código Procesal Civil, el Recurso de
Casación tiene por fines la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República,
persiguiendo entonces el adecuado control jurídico de las
resoluciones judiciales, con el propósito de verificar la correcta
interpretación y aplicación del derecho objetivo y material o
procesal al caso concreto, siendo su finalidad ulterior evitar la
infracción o la violación de la norma legal al resolver la causa2. En
vía de casación no se pueden volver a valorar las pruebas actuadas
en el proceso, en virtud a las cuales las instancias de mérito han
considerado acreditado un hecho, pues la revaloración probatoria
no se ajusta a los fines de la casación plasmados en el Artículo
mencionado, debiendo referirse el Recurso a cuestiones de iure,
con exclusión de las de hecho y de lo que se ha estimado probado
a partir de la evaluación conjunta del material aportado por los
interesados en la etapa postulatoria. OCTAVO.- Del recurso de
casación no se advierte que la recurrente haya descrito con
precisión y claridad la infracción del derecho a la pluralidad de
instancia previsto en el inciso 6 del artículo 139 de la constitución
Política del Perú, el mismo que: “(…) tiene por objeto garantizar
que las personas, naturales o jurídicas, que participen en un
proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un
órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la
misma naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los medios
impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal (…)”;
en tal sentido, no se observa que se haya argumentado algún
impedimento para impugnar las decisiones judiciales o que estas
sean revisadas por un órgano superior, ni indicado alguna otra
forma como podría haberse infringido la indicada disposición
normativa. NOVENO.- El inciso 20 del artículo 139° de la
Constitución Política del Perú contempla: “(…) El principio del
derecho de toda persona de formular análisis y críticas de las
resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley
(…), siendo que del tenor del recurso de casación no se observa
que la recurrente haya descrito con precisión y claridad, de qué
manera se habría infringido el indicado derecho a formular críticas
de las resoluciones judiciales, y menos aún se demuestra la
incidencia directa de la infracción de dicha norma, en la decisión
adoptada respecto a la variación de la tenencia amparada.
DÉCIMO.- El artículo 4° de la Constitución Política del Perú, en su
parte pertinente, establece que: “(…) La comunidad y el Estado
protegen especialmente al niño, al adolescente, a la madre y al
anciano en situación de abandono. También protegen a la familia y
promueven el matrimonio (…)” asimismo, el artículo 12° de la
Convención sobre los Derechos del Niño y el artículo 9° del Código
de los Niños y Adolescentes, garantizan que el niño que esté en
condiciones de formarse un juicio propio tiene el derecho de
expresar su libre opinión libremente en todos los asuntos que le
afecten, debiéndose tener en cuenta sus opiniones en función de
su edad y madurez. En cuanto a los incisos 3) y 14) del artículo
139° de la Constitución Política del Perú, tenemos que los mismos
garantizan el Derecho al Debido Proceso y la Tutela Jurisdiccional,
así como el Derecho de Defensa en cualquier estado del proceso,
respectivamente. DÉCIMO PRIMERO.- Del recurso de casación no
se advierte que se haya descrito con precisión y claridad la
infracción al artículo 4° e incisos 3 y 14 del artículo 139° de la
Constitución Política del Perú; artículo 12° de la Convención sobre
los Derechos del Niño y al artículo 9° del Código de los Niños y
Adolescentes, puesto que los argumentos que expone la parte
recurrente no están referidos a la infracciones de carácter
normativo sino que propugnan que se efectúe en sede casatoria
97185
una nueva valoración de los medios probatorios conforme a los
cuales la Sala Superior ha resuelto que la tenencia debe efectuarse
de manera compartida entre ambos padres y fijado los períodos en
los cuales el menor deberá permanecer con cada uno de ellos,
para lo cual analizó los medios probatorios que consideró
relevantes como la declaración referencial del menor y su informe
psicológico, así como otras pruebas referidas a las condiciones
personales y económicas de las partes; es decir, los argumentos
que esgrime la recurrente están dirigidos a que se efectúe una
nueva evaluación de los hechos y las pruebas que ya fueron
examinadas por las instancias de mérito, por lo que en este
extremo debe reiterarse que la revaloración probatoria no
constituye alguno de los fines que persigue la casación y que se
encuentran previstos en el artículo 384 del Código Procesal Civil.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Jessica Doris
Villavicencio Panduro, contra la Sentencia de Vista contenida en
la Resolución número treinta y siete del veintiuno de junio de dos
mil dieciséis, de fojas mil quince, expedida por la Sala Civil
Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario
oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Luis
Francisco Romero Ruiz contra Jessica Doris Villavicencio Panduro,
sobre Tenencia y Custodia de Menor; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Yaya
Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Carrión Lugo, Jorge. El Recurso de Casación en el Código Procesal Civil.
Volumen II. Tercera Edición. Editorial Iustitia S.A.C., página 14.
C-1569469-148
CAS. Nº 4016-2016 CUSCO
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Lima, cuatro de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS: con el expediente principal, Cuaderno de
Excepciones, Cuaderno de Recusación, expediente número 641-
2008 sobre Reivindicación que obra como acompañado (cuaderno
principal en tres tomos y un incidente) y Cuaderno de Casación que
se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el Recurso de Casación obrante
de fojas cuatrocientos setenta y seis a cuatrocientos ochenta y tres,
interpuesto por Eulogio Meza Ayma y María Vargas Vega contra la
Sentencia de Vista contenida en la Resolución número cuarenta y
uno de fecha ocho de agosto de dos mil dieciséis, corriente de fojas
cuatrocientos sesenta y cinco a cuatrocientos setenta y uno, en el
extremo que la Sala Superior confirma la sentencia apelada de
primera instancia contenida en la Resolución número veintiocho de
fecha veintiséis de octubre de dos mil quince, obrante de fojas
trescientos veinte a trescientos treinta y dos, que declaró fundada en
parte la demanda de Mejor Derecho de Propiedad. En ese sentido,
corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
del medio impugnatorio ejercitado conforme a lo previsto por la Ley
número 29364, que modificó entre otros los Artículos 386°, 387° y
388° del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- La labor de calificación
del Recurso de Casación según lo preceptuado por el Artículo 387°
del Código Procesal Civil, modificado por la precitada Ley número
29364, importa primariamente la comprobación del cumplimiento de
los requisitos de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del acto
procesal impugnado, que exige que lo que se impugne sea una
Sentencia o Auto expedido por una Sala Superior que, como órgano
judicial de segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los recaudos
especiales del Recurso. Así, si el Recurso de Casación es interpuesto
ante la Corte Suprema de Justicia de la República, debe
acompañarse copia de la cédula de notificación de la resolución
impugnada y de la expedida en primer grado, certificada con sello,
firma y huella digital por el Abogado que autoriza el Recurso y bajo
responsabilidad de su autenticidad, lo que no resulta exigible en el
supuesto de haberse interpuesto ante el órgano jurisdiccional emisor
de la decisión cuestionada; iii) La verificación del plazo, que exige
que se interponga el Recurso dentro del plazo de diez días, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
más el término de la distancia, cuando corresponda; y, iv) La
presentación de la tasa judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles
judiciales, vigente al tiempo de interposición del Recurso.
TERCERO.- En el caso particular el Recurso de Casación satisface
los requisitos de admisibilidad citados en el anterior considerando,
por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al
proceso sobre Mejor Derecho de Propiedad, contenida en la
Resolución número cuarenta y uno de fecha ocho de agosto de dos
mil dieciséis, corriente de fojas cuatrocientos sesenta y cinco a
cuatrocientos setenta y uno; b) Se interpone ante la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Cusco, como órgano superior que
emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal circunstancia
acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta dentro del
plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista se notificó
a los recurrentes el uno de septiembre dos mil dieciséis, según cargo
de notificación obrante a fojas cuatrocientos setenta y tres, y el

97186 CASACIÓN
Recurso se presentó el día quince del mismo mes y año; y, d) En lo
que se refiere al pago de la tasa judicial respectiva, se acompaña la
que aparece inserta a fojas cuatrocientos setenta y cinco vuelta.
CUARTO.- Asimismo, los casacionistas cumplen con lo establecido
por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil, al no haber
dejado consentir el extremo de la sentencia de primera instancia que
les fue desfavorable, expedida por el Tercer Juzgado Especializado
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia del Cusco, mediante
Resolución número veintiocho de fecha veintiséis de octubre de dos
mil quince, obrante de fojas trescientos veinte a trescientos treinta y
dos, en el extremo que declaró fundada en parte la demanda de
Mejor Derecho de Propiedad. QUINTO.- El Recurso de Casación es
formal y excepcional, por lo que debe estar estructurado con
precisión y estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo
al impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo responsabilidad
del justiciable -recurrente- adecuar los agravios que invoca a las
causales que para dicha finalidad se encuentran taxativamente
determinadas en la norma procesal, desde que el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el Recurso ni integrar o
remediar las carencias del mismo, no pudiendo subsanarse de oficio
los defectos incurridos en su formulación. Por ello “(…) el recurso
debe ser concedido sólo cuando el recurrente denuncie y acredite
que la infracción aparentemente incurrida ha sido determinante para
decidir el caso. Por cierto, no sólo la infracción sino la calidad de
‘determinante’ de ésta es un tema que debe ser argumentado por el
recurrente y respecto del cual la Corte debe ser persuadida, de lo
contrario, estaremos ante un recurso improcedente”1. SEXTO.- En el
sentido anotado, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal
Civil. Encaminados en dicha labor se desprende del texto del
Recurso que éste se sustenta en la Infracción Normativa de los
Artículos 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú y IX
del Título Preliminar y 122° inciso 3) del Código Procesal Civil,
alegándose que: i) Justino López Valdeiglesias vende el cincuenta
por ciento de los derechos y acciones del inmueble sub litis mediante
Minuta de Compraventa de fecha veinte de mayo de mil novecientos
ochenta, sobre lo cual no existe cuestionamiento alguno, mientras el
otro cincuenta por ciento ha sido transferido por la demandante
Benedicta Banda Flores a favor de los demandados mediante
Transacción Extrajudicial, por haber ocasionado ingentes daños y
perjuicios con la interposición de denuncias penales (usurpación) y
demandas civiles (desalojo, etcétera), lo que significa que dejó de
ser propietaria, resultando de aplicación lo dispuesto por el Artículo
992° inciso 4) del Código Civil; ii) En tal sentido la actora no tiene
título de propiedad alguno para que pueda oponerlo al de la parte
demandada, pues no existen dos títulos contradictorios sobre el
mismo bien, resultando la pretensión de declaración de mejor
derecho de propiedad improcedente; iii) Las instancias de mérito no
se han pronunciado sobre el hecho que los demandados han
adquirido la integridad del inmueble mediante Contrato de
Compraventa otorgado por Justino López Valdeiglesias y el otro
cincuenta por ciento mediante Transacción Extrajudicial celebrada
por la demandante Benedicta Banda Flores, por lo que la sentencia
contiene una motivación defectuosa; iv) La decisión es equivocada y
ajena a los hechos materia de controversia y pretensión, no
respondiendo a las alegaciones de la parte demandada y careciendo
de sustento fáctico y jurídico, de manera que la impugnación se
sustenta en el Principio de Interdicción o prohibición de la
arbitrariedad. En resumen, para los Jueces de mérito la actora es
copropietaria del otro cincuenta por ciento del inmueble litigado y los
demandados no han demostrado haber adquirido los derechos y
acciones mediante documento de transacción extrajudicial, no
obstante sí adquirieron el otro cincuenta por ciento, por cuanto se
produjo la consolidación del derecho de propiedad de los
demandados sobre el bien, no concurriendo en tal sentido los
presupuestos o requisitos para la procedencia de la pretensión de
declaración de mejor derecho de propiedad, ni siendo de aplicación
al presente caso las normas legales relativas a esa pretensión,
porque los demandados son propietarios únicos de la integridad del
bien sub judice pues la otra mitad la adquirieron de Justino López
Valdeiglesias, extremo que no ha sido cuestionado por la parte
actora, siendo aplicable lo dispuesto por el Artículo 992° inciso 2) del
Código Civil. SÉPTIMO.- Al respecto, la pretensión principal
planteada importa la oponibilidad de un derecho real, mediante el
proceso de mejor derecho a la propiedad, frente a un sujeto que
también alega similar derecho sobre un bien. El derecho de
propiedad goza de garantía constitucional, consagrada en el Artículo
70° de la Constitución Política del Perú, y constituye uno inviolable
garantizado por el Estado, al establecerse que a nadie puede
privarse de su propiedad sino por causa de seguridad nacional o
necesidad pública, declarada por ley y previo pago en efectivo de
indemnización justipreciada que incluya compensación por el
eventual perjuicio. De otro lado, la inscripción registral del derecho
de propiedad, sin ser constitutiva, dota de una incuestionable
seguridad jurídica al ejercicio de ese derecho, como uno de los
instrumentos que garantiza su eficacia a través del efecto erga
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
omnes, pues de lo que se trata es que el Registro sea fiel reflejo de
la realidad jurídica extra registral. OCTAVO.- En el presente caso, si
bien los recurrentes describen las presuntas infracciones normativas,
no demuestran la incidencia directa de las mismas en la resolución
impugnada, apreciándose por el contrario que la Sala Superior ha
resuelto la pretensión puesta a su consideración con la
correspondiente fundamentación de hecho y de derecho, acorde a la
declaración perseguida en la demanda y al Principio de Motivación
consagrado en el Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política
del Perú, concordante con los Artículos 12° del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 50° inciso 6) y 122° incisos 3)
y 4) del Código Procesal Civil, desde que confirma la sentencia
apelada en el extremo que declara fundada en parte la demanda al
establecer que el mejor derecho de propiedad respecto al cincuenta
por ciento de derechos y acciones le corresponde a la parte
demandante, al no haberse demostrado que ésta lo haya dispuesto
a favor de los demandados, respondiéndose con ello negativamente
a las argumentaciones de los apelantes contenidas en sus Recursos
de Apelación en los que indican que el otro cincuenta por ciento de
derechos y acciones que no fue dispuesto por el Contrato de
Compraventa de fecha veinte de mayo de mil novecientos ochenta2
ha sido comprado a la demandante, según se consigna en el punto
16 de la Sentencia de Vista impugnada: “(…) los demandados
afirman haber celebrado un acto jurídico de compraventa a través de
un acuerdo transaccional compensatorio; empero, en autos no obra
dicho acuerdo transaccional; y, los actuados de los procesos
judiciales a los que se hace referencia en el recurso de apelación, en
ningún caso pueden acreditar un acuerdo transaccional, pues la
celebración de un acuerdo implica la manifestación de voluntad
vertida indubitablemente; por tanto, ninguno de los medios de
prueba ofrecidos por las partes demuestra la existencia del acto
jurídico que refieren (…), en tal sentido no existe derecho a favor de
los demandados respecto del 50% de derechos y acciones que
corresponde a la demandante Benedicta Banda Flores (…)”. En
dicho contexto fáctico y normativo, no se advierte que se haya
incurrido en motivación defectuosa como argumentan los
demandados, por lo que sus alegaciones carecen de asidero real.
NOVENO.- De lo expuesto se colige además que lo realmente
pretendido por los recurrentes es adecuar la aplicación de lo
dispuesto por el Artículo 992° incisos 2) y 4) (que regulan las
causales de extinción de la copropiedad), a hechos que consideran
probados (cuando afirman que la demandante dejó de ser propietaria
por haber sido comprado el cincuenta por ciento de sus derechos y
acciones por un acuerdo transaccional), lo que importa una revisión
de la prueba y del aspecto fáctico del proceso, que no corresponde
en casación, por no constituir este Tribunal Supremo una tercera
instancia, más aún si conforme se ha establecido en sede de
instancia no existe documento que acredite lo afirmado por los
recurrentes, a pesar que ello corresponde en estricto a quien afirma
tal hecho, conforme a la carga de la prueba que regula el Artículo
196° del Código Procesal Civil: “Salvo disposición legal diferente, la
carga de probar corresponde a quien afirma hechos que configuran
su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos”.
DÉCIMO.- Finalmente, si bien los demandados precisan que su
pedido casatorio es anulatorio y subordinadamente revocatorio,
cumpliendo con el requisito previsto por el Artículo 388° inciso 4) del
Código Procesal Civil, ello es insuficiente para declarar procedente
el Recurso planteado, desde que los requisitos de fondo a los que el
mismo se sujeta son necesariamente concurrentes, lo que no se
advierte en el caso concreto. En consecuencia, al no reunir el
Recurso bajo calificación los requisitos exigidos por el Artículo 388°
del Código Procesal Civil y con la facultad conferida por el Artículo
392° del mismo Código, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso
de Casación interpuesto por Eulogio Meza Ayma y María Vargas
Vega contra la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número cuarenta y uno de fecha ocho de agosto de dos mil dieciséis
obrante de fojas cuatrocientos sesenta y cinco a cuatrocientos
setenta y uno; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Benedicta Banda Flores con Eulogio Meza Ayma y
otra sobre Mejor Derecho de Propiedad; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Yaya
Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Por error material dice 20 de mayo de 2016.
C-1569469-149
CAS. Nº 4070-2016 LIMA NORTE
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, treinta y uno
de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por María Lucila Baltazar Aguirre
de Ganoza (sucesora procesal de Roberto Baltazar Aguirre) a
fojas trescientos setenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos sesenta y ocho, de fecha catorce de julio de dos
mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, que revocó la sentencia apelada
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de fojas trescientos cuarenta, de fecha veintinueve de agosto de
dos mil quince, que declaró infundada la demanda, reformándola
declaró fundada la misma; en consecuencia, se declara propietaria
por prescripción adquisitiva del inmueble en litis; por lo que debe
examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que como órgano de
segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte,
que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificada con la resolución impugnada,
pues ésta fue notificada el once de agosto de dos mil dieciséis,
según constancia de fojas trescientos setenta y cinco, y el recurso
fue ingresado el quince de agosto del mismo año; y IV) Adjunta el
arancel judicial correspondiente por recurso de casación a fojas
trescientos setenta y siete. TERCERO.- Que, respecto al requisito
de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la
recurrente no apeló la sentencia de primera instancia porque ésta no
le fue adversa a sus intereses; por lo que cumple con lo dispuesto
en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario que la recurrente
señale en qué consiste la infracción normativa denunciada. En el
presente medio impugnatorio se denuncia la infracción normativa
del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
indica que la Sala Superior al emitir la sentencia de vista inobserva
el Derecho al Debido Proceso, debido a que no ha valorado los
medios probatorios que obran en el proceso, generando con ello
que se haya incurrido en la emisión de una resolución con falta de
motivación, recortando con ello los derechos de la demandada; al
declarar a la demandante como propietaria pese a ser una inquilina
precaria. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación expuesta
se advierte que la recurrente no cumple con los requisitos exigidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
debido a que la denuncia contenida en el considerando precedente
no se describe en forma clara y precisa ni demuestra la incidencia
que tendría dicha infracción sobre la decisión impugnada, sino
lo que pretende es una revaloración de los medios probatorios
aportados al proceso, así como cuestionar las conclusiones a las
que ha arribado la Sala Superior, la que ya ha determinado que
la ausencia de contradicción por parte de la demandada permite
concluir que el término inicial del decurso prescriptorio de posesión
empezó el veinticinco de enero de mil novecientos noventa y
cuatro; sin embargo, de las partidas de nacimiento de los hijos de
la demandante, así como comprobantes de pago por adquisición
de artefactos solo confirman la versión de que poseyó inclusive con
anterioridad al veinticinco de enero de mil novecientos noventa y
cuatro, cumpliéndose largamente el requisito de posesión continua
por el término de ley, así como se ha cumplido con el requisito de
posesión pacífica y pública ya que no existió reclamo alguno o
perturbación de la posesión, la que ha sido constatada a través de
constancias de posesión; por lo demás, el recurso interpuesto está
referido a la actividad probatoria realizada por la Sala Superior y
que es ajena a los fines del recurso extraordinario. SEXTO.- Que,
en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, si bien la recurrente cumple con indicar
que su pedido casatorio es revocatorio como principal y anulatorio
como subordinado; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del precitado Código. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por María Lucila Baltazar Aguirre de Ganoza
(sucesora procesal de Roberto Baltazar Aguirre) a fojas trescientos
setenta y nueve, contra la sentencia de vista de fojas trescientos
sesenta y ocho, de fecha catorce de julio de dos mil dieciséis, emitida
por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Marcela Pompeya Puente Rosales contra María Lucila Baltazar
Aguirre de Ganoza (sucesora procesal de Roberto Baltazar Aguirre),
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron.
Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas
y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores
Mendoza Ramírez y Romero Díaz. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-150
CAS. Nº 4112-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, tres de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por la demandada Melba Rosa Avanto Iriarte viuda
de Zegarra (folios 146), contra la sentencia de vista contenida en
la Resolución número doce de fecha veinte de julio de dos mil
dieciséis (folios 129), expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
97187
Superior de Justicia de Lima, la cual confirmó la apelada contenida
en la Resolución número cinco de fecha veinticinco de agosto de
dos mil quince (folios 84), que declaró fundada la demanda y
ordena que la demandada cumpla con desocupar y restituir a favor
de la demandante el inmueble de su propiedad ubicado en la
Avenida El Polo número 106, Departamento número 203, Santiago
de Surco; por lo que corresponde examinar si el referido recurso
cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos
mencionados precedentemente, es necesario tener presente que
el recurso extraordinario de casación es eminentemente formal,
técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, esto es: precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en i) La infracción normativa, o ii) En el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para
lograr los fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora
y Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos
de admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la
sentencia de vista expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima que como órgano jurisdiccional de
segunda instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano
jurisdiccional que emitió la sentencia de vista impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que la parte recurrente
fue notificada el día veinticinco de agosto de dos mil dieciséis (folio
136) e interpuso el recurso de casación el trece de setiembre del
mismo año (folios 146); iv) Adjunta el pago del arancel judicial por
la presentación del recurso (folios 143). CUARTO.- Al evaluar los
requisitos de procedencia contenidos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, se verifica que la parte recurrente cumple con el
requisito previsto en el inciso 1), toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa la impugnó
mediante recurso de apelación (folios 106). En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4) manifiesta que su pedido es revocatorio.
QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso de casación
bajo las siguientes causales: a) Infracción normativa por
indebida aplicación del artículo 911 del Código Civil;
argumentando que la demandada es hermana de la demandante y
por ende no puede ser ocupante precaria, pues ingresó al predio
materia de litis con el consentimiento de la propietaria. La misma
Sala Civil reconoce la existencia del vínculo fraternal, así como
también un derecho de uso y usufructo a favor de su madre, siendo
errado que luego del fallecimiento de esta ingresó a ocupar el
inmueble, pues su persona estuvo al lado de su madre hasta su
fallecimiento, continuando con el uso del inmueble. Si bien es
cierto, que al fallecimiento del beneficiario de un derecho de
usufructo, deja sin efecto dicho derecho, también lo es que, al
permanecer su persona en el predio, con el consentimiento de la
propietaria, se generó un nuevo derecho de uso y usufructo a su
favor, por lo que al no existir un contrato verbal ni escrito, sino una
aceptación tácita de uso, no convirtiéndola en ocupante precaria. La
remisión de una simple carta notarial solicitándole la devolución del
inmueble reafirma el consentimiento de su hermana a que su
persona siga en uso del predio y no lo contrario; y. b) Infracción
normativa por inaplicación del artículo 927 del Código Civil;
argumentando que ocupa el inmueble materia de litis como
continuación del derecho de uso y usufructo a favor de su madre y
considerando que con la demandante existe un vínculo fraternal se
le debió aplicar el artículo mencionado, es decir, la demandante
debió demandarla por reivindicación y no basarse en el artículo 911
del mismo cuerpo legal. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del
Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República; de esta manera, tenemos que el recurso de
casación debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes
al logro de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una
nueva evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y
evaluadas por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el
artículo 388° del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone
como requisitos de procedencia del recurso de casación, la
descripción con claridad y precisión de la infracción normativa o el
apartamiento del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se
demuestre la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. OCTAVO.- Respecto a las infracciones denunciadas,
estas merecen ser rechazadas, por cuanto, los fundamentos en que
sustenta su recurso la parte recurrente están dirigidos a cuestionar
los motivos que formaron convicción en las instancias de mérito para
amparar la presente demanda, las mismas que establecieron que la
parte demandante cuenta con su Derecho de Propiedad debidamente

97188 CASACIÓN
inscrito, sobre el inmueble ubicado en Avenida El Polo número 106,
Departamento número 206, Distrito de Santiago de Surco y que
además que la demandada no ha probado que se encontraba en
posesión legítima del mismo y que en todo caso si se encontraba
autorizada a la ocupación del bien, esto quedó sin efecto con la carta
notarial remitida a su persona con fecha doce de mayo de dos mil
catorce, sin embargo no es actividad constitutiva del recurso de
casación revalorar los hechos ni juzgar los motivos que formaron
convicción en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate casatorio.
Por estos fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Melba Rosa Avanto
Iriarte viuda de Zegarra (folios 146), contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número doce de fecha veinte de julio de
dos mil dieciséis (folios 129), expedida por la Cuarta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Marina Lucrecia Avanto Iriarte
contra Melba Rosa Avanto Iriarte viuda de Zegarra sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza
Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-151
CAS. Nº 4126-2016 TACNA
PETICIÓN DE HERENCIA. Lima, tres de noviembre de dos mil
dieciséis. VISTOS: Y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Luis Ramos Ortega, curador procesal de Verónica
Cinthia Zapata Aguilar, Luis Enrique Zapata Zegarra, Tatiana
Andrea Zapata Casazola y Gianfranco Yuri Zapata Marín de folios
trescientos ochenta y cinco, contra la sentencia de vista contenida en
la Resolución número cuarenta y tres de dieciocho de agosto de dos
mil dieciséis (folios 369) expedida por la Sala Civil Transitoria de la
Corte Superior de Justicia de Tacna, la cual confirmó la sentencia
contenida en la Resolución número treinta y cinco de dieciséis de
mayo de dos mil dieciséis (folios 315) que: 1) Declaró fundada la
demanda de Petición de Herencia y acumulativamente de
declaratoria de heredero interpuesta por Maribel Glenda Quispe
Laura en representación de su menor hijo Yury Gonzalo Benjamín
Zapata Quispe; en consecuencia: a) Declara fundada la pretensión
de declaratoria de heredero, declarando a Yury Gonzalo Benjamín
Zapata Quispe, heredero en calidad de hijo de Ángel Yury Zapata
Valdivia, para que concurra con los demandados Silvia Geovanna
Gonzáles Curi viuda de Zapata, Yuri Renato Zapata Gonzáles,
Dayana Carolina Zapata Gonzáles, Verónica Cinthia Zapata Aguilar,
Luis Enrique Zapata Zegarra, Tatiana Andrea Zapata Casazola,
Gianfranco Yuri Zapata Marín y Ángela Isabel Zapata Quispe; b)
Declarar Fundada la Petición de Herencia a favor de Yury Gonzalo
Benjamín Zapata Quispe representado por Maribel Glenda Quispe
Laura respecto al inmueble de la masa hereditaria de quien en vida
fuera Ángel Yuri Zapata Valdivia ubicado en la Avenida Bolognesi
número 701 inscrito en la Ficha Registral número 25340 y continuada
en la Partida Electrónica número 11005691; 2. Por tanto, consentida
o ejecutoriada que sea la sentencia, se cursen partes dobles para la
inscripción de ésta sentencia en la Partida número 11014164 del
Registro de Sucesión Intestada en el rubro de Declaratoria de
Herederos Asiento A00001 correspondiente al Registro de la Zona
Registral número XIII - Sede Tacna; asimismo para la inscripción de
la sentencia en el Registro de Propiedad Inmueble de la Zona
Registral número XIII - Sede Tacna en la Ficha Registral número
25340 y continuada en la Partida Electrónica número 11005691;
para cuyo efecto debe procederse a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para la casación, se debe tener presente que este
recurso es eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que
tiene que estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige
la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto
es: Precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en la i)
Infracción normativa o en el ii) Apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Presentar una fundamentación puntualizada,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión:
Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así, es
responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este Supremo
Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de casación, ni
de integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y
explícita la falta de causal, tampoco subsanar de oficio los defectos
incurridos por el recurrente en la formulación del recurso
extraordinario. TERCERO.- Previo al análisis de los requisitos de
procedencia, debe considerarse que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas
o de revaloración probatoria, es por ello que éste tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y
la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República; en ese sentido, debe fundamentarse de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
manera, clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa y cuál es la incidencia directa en que se
sustenta. CUARTO.- En ese sentido el recurso reúne los requisitos
de admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, toda vez que éste ha sido interpuesto: i) Contra la
sentencia de vista expedida por la Sala Civil Transitoria de la Corte
Superior de Justicia de Tacna, que como órgano de segundo grado
pone fin al proceso (folios 369); ii) Ante el órgano jurisdiccional citado
que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, dado que la parte demandada fue notificada el
uno de setiembre de dos mil dieciséis (folio 378) e interpuso el
recurso de casación el quince de setiembre de dos mil dieciséis
(folios 385); y iv) No adjunta el arancel judicial por concepto de
recurso de casación por ser curador procesal de los demandados.
QUINTO.- Evaluando los requisitos de procedencia previstos en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, se desprende que la parte
recurrente ha cumplido con el requisito establecido en el inciso 1 al
haber impugnado la sentencia de primera instancia que le fue
adversa; y cumple con lo establecido en el inciso 4 indicando que su
pedido es revocatorio. SEXTO.- En cuanto a las exigencias
contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, la recurrente invoca como causales de su recurso: Infracción
normativa material del artículo 664 del Código Civil; denuncia
que la demandante no ha demostrado con prueba alguna que los
demandados que representa como curador procesal, estén en
posesión del bien inmueble materia de litis que le pertenecen al hijo
de la demandante, conforme lo establece el citado artículo por lo que
la demanda en contra de los demandados que representa debió
declararse improcedente, por ello la demanda solo debió dirigirse
contra los demandados que tienen la posesión del bien inmueble
materia de litis.. SÉTIMO.- En relación a la causal denunciada se
aprecia que el derecho de Petición de Herencia corresponde al
heredero que no posee los bienes que considera que le pertenecen,
y se dirige contra quien los posea en todo o en parte a título
sucesorio, para excluirlo o para concurrir con él, conforme lo prevé el
primer párrafo del artículo 664 del Código Civil; por lo que para
expedir válidamente una decisión respecto a la demanda de Petición
de Herencia y Declaración de heredero debe emplazarse con ésta a
quienes a título sucesorio posean los bienes del causante, sin que
sea preciso que tal posesión deba ser inmediata como arguye el
recurrente; máxime si los representados por el curador procesal
recurrente, Verónica Cinthia Zapata Aguilar, Luis Enrique Zapata
Zegarra, Tatiana Andrea Zapata Casazola y Gianfranco Yuri Zapata
Marín, conjuntamente los demás coherederos, fueron declarados
únicos y universales herederos del causante Ángel Yury Zapata
Valdivia conforme consta en el Asiento A00001 del Rubro:
Declaratoria de Herederos del Registro de Sucesión Intestada,
Partida número 11031044 de la Oficina Registral de Tacna (folios 11)
y que han sido parte del proceso seguido en el expediente número
2006-01801-0-2301-JR-CI-02 (folios 54) sobre Administración
Judicial de Bienes dejados por el causante, en que se declaro
administradora judicial a la codemandada Silvia Geovanna Gonzáles
Curi quien debe cumplir con el pago de una mensualidad a cada uno
de los coherederos producto de los ingresos que se obtengan con la
administración del inmueble dejado por el causante; por lo que no se
advierte que se haya incurrido en infracción de la norma de derecho
material invocada, deviniendo en improcedente la causal.
OCTAVO.- Analizados de manera conjunta los fundamentos de las
causales denunciadas, se advierte que ellas no satisfacen las
exigencias del inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al
no describir con claridad y precisión la infracción normativa incurrida;
ocurriendo lo mismo sobre el inciso 3 al no demostrarse la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada; lo que corrobora
la improcedencia del recurso. Por estos fundamentos y conforme a
lo establecido por el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Luis Ramos Ortega, curador procesal de Verónica Cinthia
Zapata Aguilar, Luis Enrique Zapata Zegarra, Tatiana Andrea
Zapata Casazola y Gianfranco Yuri Zapata Marín de folios
trescientos ochenta y cinco, contra la sentencia de vista contenida en
la Resolución número cuarenta y tres de dieciocho de agosto de dos
mil dieciséis (folios 369) expedida por la Sala Civil Transitoria de la
Corte Superior de Justicia de Tacna; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo
responsabilidad; en los seguidos por Maribel Glenda Quispe Laura
en representación de su hijo Yury Gonzalo Benjamín Zapata Quispe
contra Silvia Geovanna Gonzáles Curi y otros, sobre Petición de
Herencia y otro; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor
Romero Díaz. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-152
CAS. Nº 4179-2016 AREQUIPA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veintidós de diciembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es
materia de calificación el recurso de casación interpuesto por la parte
demandante Municipalidad Distrital de Majes (folios 424), contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número treinta y
dos de fecha veinticuatro de agosto de dos mil dieciséis (folios 372),
expedida por la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de Camaná
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, la cual confirmó la
apelada contenida en la Resolución número veintitrés de fecha siete
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de enero de dos mil dieciséis (folios 253), que declaró improcedente
la demanda; por lo que corresponde examinar si el referido recurso
cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos
mencionados precedentemente, es necesario tener presente que
el recurso extraordinario de casación es eminentemente formal,
técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en: i) La infracción normativa, o ii) En
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para
lograr los fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora
y Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de Camaná
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia pone fin al proceso; ii) Ante el
órgano jurisdiccional que emitió la sentencia de vista impugnada; iii)
Dentro del plazo que establece la norma, ya que la parte recurrente
fue notificada el día dos de setiembre de dos mil dieciséis1 (folios
383) e interpuso el recurso de casación el quince de setiembre del
mismo año (folios 424); iv) No adjunta el pago del arancel judicial por
la presentación del recurso por encontrarse exonerado del mismo.
CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia contenidos en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica que la parte
recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso 1, toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa la impugnó mediante recurso de apelación (folios 289). En
cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que su pedido
es anulatorio. QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso de
casación bajo la siguiente causal: Infracción normativa procesal
del inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil; señalando
que se ha afectado el debido proceso y tutela jurisdiccional efectiva,
pues al haberse vulnerado el derecho a la debida motivación de
resoluciones, ha ocasionado que se emita una sentencia ilógica e
incoherente. Asimismo, argumenta que el acto jurídico contenido
en la Escritura Pública número 779, materia de nulidad, vulnera
normas imperativas. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código
Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de
la República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Del recurso de casación presentado por la Municipalidad
Distrital de Majes, no se advierte que esta haya descrito con claridad y
precisión la infracción del inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal
Civil2, ya que, únicamente se ha limitado a señalar que la sentencia
materia de casación adolece de motivación, sin haber sustentado tal
argumento, por lo que, el recurso de casación merece ser rechazado
al no cumplir con lo establecido en el inciso 2 del artículo 388 del
Código Procesal Civil. Por estos fundamentos y conforme a lo
establecido en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la parte
demandante Municipalidad Distrital de Majes (folios 424), contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número treinta y
dos de fecha veinticuatro de agosto de dos mil dieciséis (folios 372),
expedida por la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de Camaná
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por la Municipalidad
Distrital de Majes contra Gabino Eleuterio Mendoza Flores sobre
Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los devolvieron. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Notificación número 3436-2016-SP-CI dirigida a la recurrente a su domicilio
sito en la Calle Comercio 110, Edificio Brenz Primer Piso Cercado, Abogado
Dr. César H. Paz Domenique - Arequipa / Camana / Camana.
2
Artículo 50: Son deberes de los Jueces en el proceso: 6.- fundamentar los
autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los principios de
jerarquía de las normas y el de congruencia
C-1569469-153
97189
CAS. Nº 4231-2016 ICA
DIVISIÓN Y PARTICIÓN DE BIENES. Lima, siete de noviembre
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Bertha Indalecia Contreras Viuda de Ramos a fojas
mil trescientos cincuenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas
mil trescientos treinta y cinco, de fecha dieciocho de agosto de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Mixta de Chincha de la Corte
Superior de Justicia de Ica, que confirma la sentencia apelada de
fojas mil treinta y tres, de fecha veintinueve de setiembre de dos mil
catorce, en el extremo que declara fundada en parte la demanda,
revocándola en cuanto se exonera del pago de costas y costos
del proceso, y reformando dicho extremo, condena al pago de los
mismos a la parte vencida. SEGUNDO.- Examinados los autos se
advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos de
admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del
Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente
la sentencia de primera instancia que le fue adversa, satisface el
requisito de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso 1
del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso,
denuncia: I) Infracción normativa de los artículos 295 y 310 del
Código Civil, alegando que no se ha tomado en cuenta la elección
y formalidades del régimen patrimonial del matrimonio, toda vez
que la norma establece que antes de la celebración del matrimonio
los futuros cónyuges pueden optar libremente por el régimen de la
sociedad de gananciales o por el de separación de patrimonios, el
cual comenzará a regir al celebrarse el casamiento, siendo que a
falta de escritura pública de opción para el régimen de separación
de patrimonios, se presume que los interesados han optado por el
régimen de la sociedad de gananciales, por lo que si bien su padre
adquirió el inmueble ubicado en el Pago de Ñoquito, Distrito de
Chincha Alta, hoy calle Nicolás de Piérola número 273, en el año mil
novecientos cuarenta y uno, al contraer matrimonio con su señora
madre en el año mil novecientos ochenta y nueve, optaron porque los
bienes propios pasen a formar parte del régimen de la sociedad de
gananciales, siendo además que el referido bien ha sido adquirido con
el producto del trabajo de su citado padre; II) Infracción normativa
del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
alegando que la recurrida no se pronuncia respecto de cada uno de
los puntos controvertidos de manera coherente y fehaciente, pues
omite el pronunciamiento respecto de cuál es la aplicación correcta y
jurídica para determinar si es procedente la división y partición de un
bien social conyugal. CUARTO.- En cuanto a la denuncia señalada en
el apartado I), se tiene que la recurrente no ha cumplido con describir
con precisión y claridad la infracción normativa denunciada, toda
vez que dentro del régimen de sociedad de gananciales, la norma
ha previsto la existencia de bienes sociales y bienes propios, siendo
entonces que no hay una conversión de estos últimos en aquéllos,
en consecuencia, el inmueble objeto de división, adquirido por el
causante en mil novecientos cuarenta y uno, no se convierte en bien
social por haber contraído matrimonio en mil novecientos ochenta y
nueve. Siendo ello así, se tiene que al plantear el recurso no se ha
cumplido con lo dispuesto en el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, debiendo por lo tanto, declararse improcedente en este
extremo. QUINTO.- En cuanto a la denuncia señalada en el apartado
II), se tiene que la recurrente tampoco ha cumplido con describir con
precisión y claridad la infracción normativa denunciada, toda vez que
el Ad quem ha determinado que el bien inmueble objeto de división
y partición era un bien propio del causante Clemente Anfiloquio
Contreras Huamán, no debiendo pronunciarse por ello -como lo
exige la recurrente- sobre cuál es la aplicación correcta y jurídica para
determinar si es procedente la división y partición de un bien social
conyugal, lo cual resulta un aspecto que no es parte de la controversia
a resolver en este caso. Siendo así, respecto a este extremo tampoco
se ha observado lo dispuesto en el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, deviniendo también en improcedente este extremo.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Bertha Indalecia Contreras Viuda de Ramos a fojas
mil trescientos cincuenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas
mil trescientos treinta y cinco, de fecha dieciocho de agosto de dos mil
dieciséis, emitida por la Sala Mixta de Chincha de la Corte Superior
de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Carlos Contreras Vilcapuma contra Bertha Indalecia
Contreras Viuda de Ramos y otros, sobre División y Partición de
Bienes; y los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces
Supremos Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por licencia de
los Señores Jueces Supremos Romero Díaz y Cabello Matamala.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-154
CAS. Nº 4316-2016 CUSCO
INEFICACIA DE ACTO JURÍDICO. Lima, ocho de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la Asociación Pro Vivienda Fondo de Bienestar
del Cusco APV FOBIC a fojas quinientos setenta y siete, contra la
sentencia de vista de fojas quinientos treinta y tres, de fecha dos de
setiembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia del Cusco, que confirma la sentencia apelada

97190 CASACIÓN
de fojas cuatrocientos treinta, de fecha veintitrés de diciembre de
dos mil quince, que declara infundada la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la entidad recurrente la sentencia de primera instancia que
le fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado en
el artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como
sustento de su recurso, denuncia: Infracción normativa procesal
de los artículos VII del Título Preliminar, 50 inciso 6 y 197 del
Código Procesal Civil, alegando que la recurrida es incongruente
porque el Ad quem se ha pronunciado respecto de la validez del
acto jurídico denominado “Transacción Extrajudicial de fecha treinta
de noviembre de dos mil diez”, cuando la pretensión deducida es de
Ineficacia de la Transacción Extrajudicial, sólo respecto de un tercero,
que es la propia recurrente y demandante, teniendo además que no
se ha pronunciado respecto al argumento de que los intervinientes, si
bien eran directivos de la “Asociación de Propietarios de Parustaca
Huayllar Edificio de la Avenida Regional número 996 de los Guardias
Civiles del Cusco” y de la “Asociación Centro de Esparcimiento Lima -
El Potao”, no contaban con las facultades suficientes para disponer y
recibir el predio denominado Huayllar, lo cual incluso contraviene el fin
de la primera de ellas, omitiendo también la valoración de los medios
probatorios consistentes en los dos estatutos de ambas asociaciones
representadas en la transacción extrajudicial impugnada. La falta de
motivación también se aprecia cuando no se ha tomado en cuenta
que el presidente de una asociación sólo la representa, se observa el
cuestionamiento del abuso de los presidentes de ambas asociaciones,
los cuales no tuvieron facultades especiales para disponer de un bien,
siendo los estatutos de ambas entidades muy claros, al referir que para
disponer, enajenar, vender y aceptar bienes debían ser autorizados,
siendo que los asociados jamás dieron tal autorización. CUARTO.-
Respecto a la infracción normativa señalada en el apartado anterior,
se tiene que no se ha cumplido con describirla de forma clara y precisa,
incumpliendo lo dispuesto por el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, como se aprecia del fundamento 8 de la recurrida;
observándose además, que las instancias de mérito han establecido
que en la referida transacción extrajudicial no se ha dispuesto de
la propiedad de ningún bien como indica la entidad recurrente,
situación en la que sí podrían ser necesarias facultades especiales,
pues, la propiedad de “la Asociación Centro de Esparcimiento Lima
- El Potao” sobre el bien inmueble antes señalado, se encontraba ya
inscrita anteriormente en los Registros Públicos, en consecuencia, lo
que realmente pretende la entidad recurrente es que este Supremo
Tribunal realice una nueva valoración de los medios probatorio que ha
presentado, lo cual no corresponde a los fines del recurso de casación,
como se ha establecido en el artículo 384 del Código Procesal
Civil. Por estas razones, debe declararse improcedente el recurso
interpuesto. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con
lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la Asociación Pro Vivienda Fondo de
Bienestar del Cusco APV FOBIC a fojas quinientos setenta y siete,
contra la sentencia de vista de fojas quinientos treinta y tres, de fecha
dos de setiembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia del Cusco, que confirma la sentencia
apelada de fojas cuatrocientos treinta, de fecha veintitrés de diciembre
de dos mil quince, que declara infundada la demanda; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por la Asociación
Pro Vivienda Fondo de Bienestar del Cusco APV FOBIC contra la
Asociación Centro de Esparcimiento Lima - El Potao y otros, sobre
Ineficacia de Acto Jurídico; y los devolvieron. Integran esta Sala los
Señores Jueces Supremos Calderón Puertas y De La Barra Barrera,
por licencia de los Señores Jueces Supremos Romero Díaz y Cabello
Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-155
CAS. Nº 4384-2016 AREQUIPA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veintiuno de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS Con el expediente principal, los cuadernos
acompañados y el cuadernillo de Casación; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por la demandante Vilma Adriana Huertas Manrique1
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
treinta y cuatro de fecha dieciséis de agosto de dos mil dieciséis,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa,2 la cual confirmó la apelada contenida en la Resolución
número veinticuatro de fecha dieciocho de diciembre de dos mil
quince3, que declaró infundada la demanda; para cuyo efecto debe
procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el
recurso de casación cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez que
ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso;
ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada4; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que el
recurrente fue notificado el veintinueve de agosto de dos mil dieciséis5
e interpuso recurso de casación el doce de setiembre del mismo
año6 y, iv) Respecto al arancel judicial, éste no le resulta exigible,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
toda vez que por Resolución número dos del seis de marzo de dos
mil catorce,7 se le concedió a la demandante el beneficio de auxilio
judicial, exonerándola de la presentación de cédulas de notificación
y de los aranceles judiciales. TERCERO.- Respecto al requisito
de procedencia previsto en el inciso 1 del Artículo 388 del Código
Adjetivo, es de verse que la demandante formuló recurso de apelación8
contra la sentencia de primera instancia expedida por el Primer
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa la cual declaró infundada la demanda, con costas y costos9.
En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la referida norma,
manifiesta que su pedido es anulatorio. CUARTO.- La demandante
Vilma Adriana Huertas Manrique, señala como causales de su recurso:
a) Infracción normativa procesal de los artículos 196 y 200 del
Código Procesal Civil, refiere que se ha aplicado indebidamente
dichas disposiciones, puesto que la Sala ha llegado a la convicción
que la recurrente no probó los hechos demandados, sin embargo, tal
como refirió en la demanda y en su escrito de subsanación, el derecho
de la recurrente se sustenta en las causales previstas en los incisos
primero y sétimo del artículo 219 del Código Civil, causales que no
han sido tomadas en cuenta ni estudiadas al dictar la resolución de
vista, por consiguiente, ha existido una indebida valoración de la
prueba en el proceso, lo que acarrea la nulidad de la sentencia en
concordancia con lo previsto en el artículo 171 del Código Procesal
Civil. QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas
o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del precedente
judicial, así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. SEXTO.- Tal
como se desprende del ítem i) de la considerativa cuarta, la parte
recurrente no describe con claridad y precisión las normas que a
su criterio se habrían infringido, ni demuestra la incidencia directa
de las infracciones alegadas sobre la decisión impugnada, lo que
implica desarrollar el modo en que se ha vulnerado la norma y cómo
debe ser aplicada correctamente, pues no basta señalar la norma o
normas cuya aplicación al caso concreto se pretende sino que debe
demostrar la pertinencia de la misma a la relación fáctica establecida
y cómo su interpretación modificaría el resultado del juzgamiento,
lo que no ocurre en el presente caso; donde la demandante no ha
logrado acreditar la concurrencia de las causales de nulidad que
denuncia, puesto que como han señalado las instancias de mérito,
la demandante de forma incongruente alega que no ha manifestado
su voluntad en la celebración del Contrato Preparatorio de Opción
de Compra con Arras de Retractación de fecha treinta de setiembre
de dos mil diez, por la cual dispone de su único bien inmueble,
cuando en sus declaraciones10 en el Expediente número 2178-2012
sobre Cumplimiento de Contrato, reconoció haberse presentado a la
Notaria donde se elevó a Escritura Pública dicho Contrato y suscribió
la misma, además, al advertirse que la causal prevista en el inciso
7 del artículo 219 del Código Civil, se ha sustentado también en su
falta de participación en el Contrato de Opción de Compra, argumento
que ha quedado desvirtuado, por lo que, podemos concluir que lo que
busca la demandante es cuestionar el valor probatorio de las pruebas
analizadas por la Sala Superior, sin tener en cuenta que ello, no es
actividad constitutiva del recurso de casación. SÉTIMO.- Por tanto, no
habiéndose incurrido en vulneración de derecho o garantía alguna, o
que se haya aplicado incorrectamente normas de derecho material o
procesal, no se han satisfecho los requisitos exigidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, para hacer operante
este medio impugnatorio. Por estos fundamentos y en aplicación de
lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandante Vilma Adriana Huertas Manrique11 contra la sentencia
de vista contenida en la Resolución número treinta y cuatro de fecha
dieciséis de agosto de dos mil dieciséis, expedida por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa;12 DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Vilma Adriana Huerta
Manrique contra Eduardo Nicolás Icaza Salinas y otra, sobre Nulidad
de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Folio 435.
2
Folio 415
3
Folios 323
4
Folio 435
5
Cargo de notificación a folio 422 (notificación número 24363-2016-SP-CI)
notificado en la Calle Santa Marta 304, Oficina 204, Segundo piso, Cercado /
Arequipa / Arequipa / Arequipa.
6
Folio 435
7
Folio 30 del Cuaderno de Auxilio Judicial
8
Folio 346
9
Folio 323
10
Folio 74 del Cuaderno Acompaño. Proceso sobre Cumplimiento de Contrato
11
Folio 435.
12
Folio 415
C-1569469-156
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
CAS. Nº 4399-2016 DEL SANTA
RECTIFICACIÓN DE ÁREA Y LINDEROS. Lima, veintidós de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: El recurso de casación de fojas ochocientos noventa y
ocho interpuesto por María Manuela Costilla viuda de Noriega contra
la sentencia de vista de fojas ochocientos ochenta y cuatro, de fecha
nueve de agosto de dos mil dieciséis expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa, reúne los requisitos
de forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo
387 del Código Procesal Civil. SEGUNDO: El artículo 388 incisos 2
y 3 del Código Procesal Civil modificado por la Ley número 29364,
establece que son requisitos de fondo del recurso de casación,
que se describa con claridad y precisión la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
TERCERO: La recurrente, invocando el artículo 384 del Código
Procesal Civil denuncia como agravio la infracción normativa de
los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, concordante con los artículos VII del Título Preliminar,
50 inciso 6 y 364 del Código Procesal Civil, arguyendo que la
impugnada no guarda congruencia con los puntos controvertidos y
adolece de una adecuada motivación, pues pese a que a través de
su recurso de apelación expresó que el proceso de rectificación de
áreas y linderos tiene por finalidad adecuar de forma verdadera las
dimensiones físicas de una finca de acuerdo a la realidad material,
no se ha señalado por qué no se configura el supuesto fáctico
contenido en el artículo 504 y siguientes del Código Procesal
Civil; habiéndose dejado establecido, contrario a lo controvertido,
que existe un bien común y que las partes tienen la condición de
copropietarios bajo la impertinente invocación de los artículos 40
de la Ley de Regularización del Régimen de Unidades Inmobiliarias
de Propiedad Exclusiva y de Propiedad Común número 27157 y
974 del Código Civil, no solo porque no existe ningún medio de
prueba que acredite la condición de condóminos que prevén tales
dispositivos, sino además porque en el fondo impone un derecho
de servidumbre al indicar que los inmuebles en la Urbanización
La Caleta se encuentran divididos por pasajes que sirven de
acceso a los predios colindantes, no habiéndose señalado porqué
la servidumbre correspondería ser dilucidada en este proceso o
identificado en todo caso, cuál de los predios sub judice vendría
a ser el dominante y sirviente ni aplicado el Principio de Verdad
Material para requerir pruebas que establezcan la necesidad de
afectarse un área que viene poseyendo; agrega que no se ha
verificado que el gravamen de servidumbre se encuentre impuesto
e inscrito en los Registros Públicos ni se ha tenido en cuenta que
el Municipio Del Santa no ha aceptado que se trate de un área
de retiro municipal ya que ha alegado que se trataría de un bien
público; no obstante, la recurrida de manera contraproducente ha
indicado que es un bien común, también se ha concluido que el
certificado de demarcación no tiene mérito probatorio a pesar de
no haber sido objeto de cuestión probatoria alguna. CUARTO: En
relación al agravio denunciado, analizada la parte considerativa
de la sentencia de vista de fecha nueve de agosto de dos mil
dieciséis, se aprecia que el Colegiado de la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima a la luz de la definición legal,
doctrinal y jurisprudencial de los procesos de rectificación de área
ha compulsado los medios probatorios aportados para señalar
que a excepción del certificado de demarcación, ninguno acredita
que el área del inmueble sub judice deba ahora tener la extensión
de 233.82 metros cuadrados, como pretende se establezca la
demandante, sino por el contrario que éste tuvo siempre un área
de 180 metros cuadrados, así como que el medio probatorio
en referencia no puede coadyuvar al amparo de la pretensión
demandada no solo porque no ha tenido en cuenta lo que aparece
en Registros Públicos sino además porque el área que ocupa en
exceso la actora no puede ser asumida en su favor conforme a
la explicación brindada por el perito en la audiencia de prueba
cuya acta obra a fojas setecientos ochenta y cuatro, razonamiento
medular que se ciñe a lo debatido en el proceso y a la aplicación
implícita del Principio de la Carga de la Prueba y la improbanza
de la pretensión, contenidos en los artículos 196 y 200 del Código
Procesal Civil, no evidenciándose por ende afectación a los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
concordante con los artículos VII del Título Preliminar, 50 inciso 6
y 364 del Código Procesal Civil en los términos denunciados; tanto
más, si conforme ha quedado precisado, todo cuestionamiento en
torno a la invocación de los artículos 40 de la Ley número 27157
y 974 del Código Civil deviene en intrascendente para modificar
el sentido del fallo impugnado, como también lo es lo alegado en
lo concerniente a la supuesta servidumbre a la que se ha hecho
alusión. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho las
exigencias de fondo a que se contrae el artículo 388 del Código
Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo
392 del citado cuerpo normativo, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación de fojas ochocientos noventa y ocho
interpuesto por María Manuela Costilla viuda de Noriega contra la
sentencia de vista de fojas ochocientos ochenta y cuatro, de fecha
nueve de agosto de dos mil dieciséis expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por María Manuela
Costilla viuda de Noriega con la Municipalidad Provincial Del Santa
y otros, sobre Rectificación de Área y Linderos; y los devolvieron.
97191
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-157
CAS. Nº 4422-2016 CUSCO
DECLARACIÓN JUDICIAL DE UNIÓN DE HECHO. Lima, veintidós
de noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: El recurso de casación de fojas doscientos setenta
y siete interpuesto por Wilbert Uscapi Villavicencio contra la
sentencia de vista de fojas doscientos sesenta y seis, de fecha doce
de setiembre de dos mil dieciséis, expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Cusco, reúne los requisitos de forma
para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del
Código Procesal Civil. SEGUNDO: Respecto a los requisitos de
procedencia, el artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil
modificado por la Ley número 29364 establece que son requisitos
de fondo del recurso de casación, que se describa con claridad y
precisión la infracción normativa o el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada. TERCERO: Asimismo,
del recurso materia de examen, se aprecia que el recurrente,
sin invocar norma procesal alguna, denuncia como agravio: La
infracción normativa de los artículos I del Título Preliminar,
50 inciso 6 y 122 del Código Procesal Civil, así como de los
artículos II del Título Preliminar, 302 y 326 del Código Civil,
103 y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
indicando que el nacimiento de un menor de edad no acredita que
exista convivencia, más aun si se tiene en cuenta que vivía en la
casa de sus padres, en tanto que la demandante residía en la casa
de su madre, existiendo una relación de pareja entre las partes que
nunca se configuró como un concubinato, toda vez que de haberse
producido esta figura jurídica hubiera tenido más de un hijo; además
con la Escritura Pública de Aclaración, Declaración y Adjudicación
de Lote de Terreno de fecha veinte de Diciembre de dos mil cinco
que le otorgó la Asociación Pro Vivienda Chanapata no se efectuó
la adquisición del predio sub judice, pues éste aconteció en el año
mil novecientos noventa y cinco y el hecho de haberse consignado
en tal instrumental la calidad de esposos entre las partes obedece
a su buena voluntad de poder convencer a su contraparte de formar
un hogar; que la compra del vehículo que se menciona proviene
de la venta de otros vehículos que adquirió con anterioridad sin el
aporte de la actora; por lo que dada la calidad de bienes propios
del inmueble y del vehículo en comento, no corresponde que se
realice liquidación alguna; agrega que pese a que formó un agravio
de su recurso de apelación no se ha advertido que en el Acta de
Conciliación y Desistimiento de fecha diez de abril de dos mil dos
interviene la actora y Juvenal Uscapi Villavicencio, persona distinta
al recurrente; que no se ha compulsado el comportamiento de
la demandante de no acudir a las audiencias programadas en el
proceso, ya que es obvio que ésta no podía mentir delante del
Juez acerca de la falsedad de los fundamentos que sostienen su
demanda, no pudiéndose amparar el ejercicio abusivo del derecho.
CUARTO: En relación al agravio denunciado, es claro que sus
fundamentos se orientan a exigir de este Supremo Tribunal una
nueva apreciación de la prueba actuada en el presente proceso, a
efecto de demostrar que entre las partes no existió una relación de
concubinato, así como que los bienes a los que se hace referencia
no son susceptibles de liquidación alguna debido a que han sido
adquiridos únicamente con el patrimonio del recurrente; actividad
probatoria que se encuentra reñida con la finalidad del recurso
de casación prevista en el artículo 384 del Código Procesal Civil,
tanto más si la recurrida en aplicación del principio de unidad de
la prueba y presunción de bienes sociales ha determinado que
entre las partes ha existido una unión de hecho que rigió desde el
mes de junio de mil novecientos noventa y ocho hasta el nueve de
noviembre de dos mil nueve, pues ésta ha cumplido fines similares
a los del matrimonio, como es procrear la prole y adquirir bienes
comunes, acto en uno de los cuales incluso las partes declararon
libremente que ostentaban el estado civil de casados, así como ha
dejado a salvo el derecho del recurrente de acudir a otro escenario
donde se debata acerca del referido aporte dinerario que solo éste
habría realizado; no evidenciándose por ende afectación al debido
proceso y a la motivación de las resoluciones judiciales a que se
contraen los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú, debiendo precisarse que al no haber constituido prueba
trascendental la aludida acta de conciliación y desistimiento para la
conclusión arribada por el Colegiado Superior, todo cuestionamiento
en torno al razonamiento efectuado por el Juez de la causa sobre tal
instrumental no resulta determinante para modificar el resultado del
fallo impugnado, como tampoco lo es el hecho que se alegue que la
conducta de no asistir a las audiencias de su contraparte obedece
a que ésta no podría haber engañado al Juez, debido a que ésta
constituye una apreciación subjetiva que carece de amparo legal
alguno. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho las
exigencias de fondo a que se contrae el artículo 388 del Código
Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo
392 del citado cuerpo normativo, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación de fojas doscientos setenta y siete interpuesto
por Wilbert Uscapi Villavicencio contra la sentencia de vista de
fojas doscientos sesenta y seis, de fecha doce de setiembre de
dos mil dieciséis, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad;

97192 CASACIÓN
en los seguidos por Norma Roseni Gallegos Valencia con Wilbert
Uscapi Villavicencio, sobre Declaración Judicial de Unión de
Hecho; y los devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala,
Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
C-1569469-158
CAS. Nº 4529-2016 DEL SANTA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, veintinueve
de noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por la demandante Julia Inés Neira viuda de Flores
(folios 555), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número veinte de fecha cinco de julio de dos mil dieciséis (folios
515), expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia del Santa la cual confirmó la sentencia de primera instancia
contenida en la Resolución número trece de fecha veintinueve de
enero de dos mil dieciséis (folios 436), que declaró improcedente la
demanda; por lo que corresponde examinar si el referido recurso
cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos
mencionados precedentemente, es necesario tener presente que
el recurso extraordinario de casación es eminentemente formal,
técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en i) La infracción normativa, o ii) En el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para
lograr los fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora
y Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia del Santa, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que
emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la parte recurrente fue notificada el día
veinte de setiembre de dos mil dieciséis (folio 549) e interpuso el
recurso de casación el tres de octubre del mismo año (folios 555);
iv) Adjunta el pago del arancel judicial por la presentación del
recurso (folios 553). CUARTO.- Al evaluar los requisitos de
procedencia contenidos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, se verifica que la parte recurrente cumple con el requisito
previsto en el inciso 1, toda vez que no consintió la sentencia de
primera instancia, pues al serle adversa la impugnó mediante
recurso de apelación (folios 464). En cuanto al requisito señalado
en el inciso 4 manifiesta que su pedido es revocatorio. QUINTO.-
La parte recurrente sustenta su recurso de casación bajo la
siguiente causal: Infracción normativa de derecho procesal del
inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú;
argumentando que las instancias de mérito no han hecho una
verdadera valoración de los medios probatorios presentados por la
demandante, que demuestra que desde el año mil novecientos
noventa y nueve hasta la actualidad se encuentra en posesión del
inmueble materia de litis, no habiéndose merituado el Informe
número 024-2014-AAC-SGRF-GAT-MPS de fecha dos de mayo de
dos mil catorce, donde el funcionario de la Municipalidad Provincial
del Santa informa que Julia Inés Neira viuda de Flores se encuentra
registrada en el SIAT Código de Contribuyente número 28232 se
encuentra inscrita desde el año dos mil uno hasta el año dos mil
catorce, según campaña de empadronamiento de ese año, es
decir, del año dos mil uno, relacionado al predio ubicado en Pueblo
Joven La Libertad, Avenida Enrique Meiggs número 2646, Manzana
03, Lote número 12, pagando sus impuestos prediales y hasta el
año dos mil catorce y arbitrios hasta el año dos mil doce y al dos mil
catorce. Asimismo, manifiesta que no ha tenido en cuenta la
Resolución número 1174-2014/MPS-GAT, Expediente
Administrativo número 2125-2014/MPS-GAT de fecha dos de
setiembre de dos mil catorce, expedida con posterioridad a la
interposición de la demanda y que procede a anular los valores del
Impuesto Predial de los años dos mil trece y dos mil catorce, y
tampoco se han valorado los recibos de luz eléctrica desde el año
dos mil cinco hasta el mes de febrero del año dos mil catorce.
SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código Procesal Civil, el
recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a la infracción denunciada por la parte
recurrente cabe mencionar que, el Tribunal Constitucional ha
señalado1 que: “El derecho fundamental al debido proceso, es un
derecho –por así decirlo–continente puesto que comprende, a su
vez, diversos derechos fundamentales de orden procesal. A este
respecto, se ha afirmado que: “(...) su contenido constitucionalmente
protegido comprende una serie de garantías, formales y materiales,
de muy distinta naturaleza, que en conjunto garantizan que el
procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmerso una
persona, se realice y concluya con el necesario respeto y protección
de todos los derechos que en él puedan encontrarse comprendidos”.
En el presente caso, la recurrente ha señalado que no se han
valorado el Informe número 24-2014-AAC-SGRF-GAT-MPS, la
Resolución número 1174-2014/MOPS-GAT y los recibos de luz
eléctrica que obran en autos, sin embargo, se advierte que en la
sentencia cuestionada la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia del Santa, sí se ha pronunciado sobre dichas pruebas,
apreciándose más bien que los cuestionamientos de la recurrente,
no están orientados a los ámbitos antes mencionados, sino a una
apreciación distinta de las pruebas – valoración – que, según
indica, determinarían la estimación de la demanda; empero, esos
aspectos no pueden ser motivo de casación, pues a través de este
medio de impugnación no se constituye una tercera instancia, para
trasladar al órgano jurisdiccional el poder para de nuevo enjuiciar
los hechos y las pruebas, por lo que la infracción denunciada
merece ser desestimada. Por estos fundamentos y conforme a lo
establecido por el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
demandante Julia Inés Neira viuda de Flores (folios 555), contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número veinte de
fecha cinco de julio de dos mil dieciséis (folios 515), expedida por
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Julia Inés Neira viuda de Flores contra Juan Francisco Benites
Méndez, sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra
Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA
1
STC 7289-2005-AA/TC
C-1569469-159
CAS. Nº 4531-2016 DEL SANTA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, veintinueve de noviembre de
dos mil dieciséis. VISTOS; Con el expediente principal, el
cuadernillo de Casación; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es
materia de calificación el recurso de casación interpuesto por el
ejecutado Darío Duarte Mejía Flores1 contra el auto de vista
contenido en la Resolución número dieciséis de fecha seis de
setiembre de dos mil dieciséis expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia Del Santa2, la cual confirmó el auto
final contenido en la Resolución número diez de fecha veintiuno de
setiembre de dos mil quince que resuelve dar inicio a la Ejecución
Forzada del bien inmueble hipotecado, ubicado en el Asentamiento
Humano Teresa de Calcuta, Manzana D, Lote 15 del Distrito de
Nuevo Chimbote, Provincia del Santa, Departamento de Ancash,
inscrito con el Código de Predio P09009274 de la Oficina Registral
de Chimbote; por lo que, corresponde examinar si el referido
recurso cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387
y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i)
Contra el auto de vista expedido por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia Del Santa, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que el recurrente
fue notificado el día catorce de setiembre de dos mil dieciséis3 e
interpuso recurso de casación el día veintiocho de setiembre del
mismo año4 y, iv) Cumple con acompañar el arancel judicial
respectivo5. TERCERO.- Respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Adjetivo, es de
verse que el ejecutado formuló recurso de apelación6 contra el Auto
Final número diez de fecha veintiuno de setiembre de dos mil
quince, expedido por el Tercer Juzgado Civil de la Corte Superior
de Justicia Del Santa7 que declaró dar inicio a la ejecución forzada
del bien inmueble hipotecado ubicado en el Asentamiento Humano
Teresa de Calcuta, Manzana D, Lote 15, distrito de Nuevo
Chimbote, Provincia Del Santa, Departamento de Ancash, inscrito
con el Código de Predio P09009274 de la Oficina Registral de
Chimbote, hasta que la ejecutante haga pago de su obligación. En
cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la referida norma,
manifiesta que su pedido es revocatorio. CUARTO.- El ejecutado
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Darío Mejía Flores, señala como causales de su recurso: a)
Infracción normativa procesal del inciso 1 del artículo 720 del
Código Procesal Civil; sostiene que desde primera instancia
cuestionaron la veracidad del monto solicitado en la demanda
puesto que no coincidía con el Estado de Cuenta de Saldo Deudor
e incluso en el punto 7) del escrito mediante el cual deducen
excepciones, señalan el perjuicio que le ocasionaba el que no se
hubiera presentado el título valor que consignara el valor del
adeudo; Que nunca tuvieron a la vista el título valor que
representaba el monto de adeudo, siendo que el Banco ejecutante
al absolver este argumento señala que para saber ese dato no era
necesario ver el título sino que bastaba con ver el Estado de
Cuenta de Saldo Deudor y verificar que la fecha de desembolso era
la fecha en que se contrajo la obligación. QUINTO.- Debe tenerse
en cuenta que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que solo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta
aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando
en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial y demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido
por los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil.
SEXTO.- El demandado sustenta la denuncia de infracción
normativa procesal, reseñada en el ítem i) de la considerativa
cuarta, bajo la premisa que el Banco ejecutante debió aparejar el
título valor que representa el monto adeudado, conforme lo exige el
inciso 1 del artículo 720 del Código Procesal Civil. 6.1. La demanda
interpuesta tiene por objeto que Darío Duarte Mejía Flores cumpla
con pagar a Mi Banco, Banco de la Microempresa Sociedad
Anónima, la suma de treinta y dos mil ochocientos soles con
cuarenta y dos céntimos nuevos soles (S/.32,800.42), más
intereses, costas y costos del proceso8, correspondiente a la
obligación dineraria de la operación número 3570285, que se
encuentra garantizada con la hipoteca de fecha diecinueve de
marzo de dos mil trece, inscrita en el asiento 00011 de la Partida
P090092749. 6.2. De acuerdo a lo expresado en el escrito de la
demanda y en la absolución de excepciones10, la deuda materia de
cobro proviene de un mutuo concedido al demandado por el monto
de treinta mil nuevos soles (S/.30,000.00) y proviene de la
Operación número 3570285, información que además, ha sido
consignada en el Estado de Cuenta de Saldo Deudor de fecha
cinco de noviembre de dos mil trece11, en el que se detalla que la
referida suma de dinero fue desembolsada el veintidós de marzo
de dos mil trece, estableciéndose un cronograma de pago de
dieciocho cuotas, asimismo, se consigna el pago a cuenta de
novecientos sesenta y seis soles con setenta y ocho céntimos de
nuevo sol (S/.966.78) el veintiuno de junio de dos mil dieciséis. 6.3.
De la Escritura de Constitución de Hipoteca12 de fecha diecinueve
de marzo de dos mil trece, se advierte que Darío Duarte Mejía
Flores constituye primera y preferencial hipoteca13 en favor de Mi
Banco sobre el inmueble ubicado en el Asentamiento Humano
Teresa de Calcuta Manzana D, Lote 15, Distrito de Nuevo
Chimbote, Provincia Del Santa y Departamento de Ancash por el
valor de treinta y tres mil ciento setenta y seis soles (S/.33,176.00)
y tiene por objeto garantizar el pago de las deudas y
responsabilidades en general que tiene o pudiera tener el deudor
(ahora ejecutado) de manera conjunta o individual frente a Mi
Banco por concepto de préstamos, descuentos, pagarés,
aceptaciones, advance accounts, créditos en cuentas corrientes,
entre otros, en moneda nacional y/o extranjera, asimismo,
precisaron que la hipoteca garantiza toda deuda por intereses
compensatorios y moratorios14. 6.4. Con lo antes expuesto y en
concordancia con lo mencionado por el Colegiado Superior en la
resolución cuestionada, se colige que no existe discrepancia con el
monto consignado en la Liquidación de Saldo Deudor con el puesto
a cobro, ya que éste se ha liquidado teniendo en cuenta la suma
entregada con la deducción de la única cuota cancelada, por lo
que, los cuestionamientos sobre la divergencia entre los mismos
carecen de asidero, además, respecto a la exigencia de la
presentación del título valor que contenga la obligación, tenemos
que ésta resulta exigible cuando el obligado o garante hubiesen
suscrito algún título valor, no obstante, tal como lo ha mencionado
el Banco demandante y que no ha sido negado por el ejecutado, la
deuda proviene de un préstamo bancario signado con el número de
operación 3510285 desembolsado al ejecutado y consignado en la
Liquidación del Saldo Deudor, es así que conforme a los términos
de la constitución de la hipoteca, ésta garantiza las deudas que
pudiera tener el ejecutado frente al Banco demandante. SÉTIMO.-
Abunda sobre el particular, que el demandado en su escrito de
apelación15 ha señalado: “(...) el valor de adeudo por el cual se
saca a remate el predio no corresponde a la veracidad de los
hechos, NO PORQUE HAYAMOS PAGADO, sino porque el
ejecutante ha cometido el error de liquidar la cuenta (...)”, lo
cual acredita que el ejecutado no ha cancelado la deuda contraída
y, siendo que los cuestionamientos del recurrente están orientados
a una apreciación distinta de las pruebas – valoración – que, según
indica, determinarían la desestimación de la demanda, esos
aspectos no pueden ser motivo de casación, pues a través de este
medio de impugnación no se constituye una tercera instancia, para
trasladar al órgano jurisdiccional el poder para de nuevo enjuiciar
97193
los hechos y las pruebas, en consecuencia, los agravios
denunciados resultan fútiles para el caso, revelando ser solo
argumentos para distraer la obligación incumplida. OCTAVO.- Por
tanto, no habiéndose incurrido en vulneración de derecho o
garantía alguna, o que se haya aplicado incorrectamente normas
de derecho material o procesal, no se han satisfecho los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, para hacer operante este medio impugnatorio. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el ejecutado Darío Duarte Mejía Flores16
contra el auto de vista contenido en la Resolución número dieciséis
de fecha seis de setiembre de dos mil dieciséis expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa17;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Mi Banco contra Daniela Bautista Sánchez y otros sobre
Ejecución de Garantía; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Folio 198
2
Folio 186
3
Cargo de Notificación número 13255-2016-SP-CI al Jirón Leoncio Prado 553,
Oficina 201- Ancash / Santa / Chimbote a folio 191
4
Folio 198
5
Folio194
6
Folio 121
7
Folio 129
8
Folio 29
9
Folio 25
10
Folio 105
11
Folio 12.
12
Folio 8.
13
Clausula primera de la Escritura de Constitución de la Hipoteca.
14
Cláusula cuarta de la Escritura de Constitución de Hipoteca.
15
Folio 139.
16
Folio 198
17
Folio 186
C-1569469-160
CAS. Nº 4595-2016 LIMA NORTE
VIOLENCIA FAMILIAR. Lima, cinco de diciembre dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación de fojas ciento noventa
y cuatro interpuesto por Alfredo William Díaz Marroquín contra la
sentencia de vista de fojas ciento veintisiete, de fecha diecisiete
de junio de dos mil dieciséis que declaró fundada la demanda de
Violencia Familiar en su modalidad de Maltrato Psicológico; en
ese sentido corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del medio impugnatorio, conforme a lo previsto por la
ley 29364 que modificó entre otros, los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Verificados los requisitos
de admisibilidad del recurso se advierte lo siguiente: a) Se recurre
contra la sentencia de vista que pone fin al proceso; b) Se interpone
ante la Sala Especializada en lo Civil Transitoria de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte, como órgano que emitió la sentencia de
vista; c) Se ha presentado dentro del plazo establecido por ley; y
d) Anexa la tasa judicial correspondiente. TERCERO.- Respecto
a los requisitos de procedencia, la parte impugnante ha dado
cumplimiento a lo establecido por el artículo 388 inciso 1) del Código
Procesal Civil, toda vez que no ha dejado consentir la sentencia de
primera instancia le fue desfavorable. CUARTO.- Como causal de
su recurso, invoca las siguientes causales: a) Infracción normativa
procesal de los artículos 196 del Código Procesal Civil y 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú; sostiene que
en el caso de autos se ha vulnerado dichos preceptos legales, por
cuanto la Sala Superior ha vulnerado los alcances regulados por el
artículo 196 del Código Procesal Civil, el cual contiene el principio
de carga de probar; pues, si bien el Juez de la causa describe la
probanza de los hechos con el mérito de la declaración del agraviado
Claudio Ramírez Vega a nivel Fiscal, así como lo concluido en la
Pericia Psicológica, sin embargo también es verdad que no puede
verificarse el grado real de afectación del evento producido el diez
de mayo de dos mil catorce; además de haber valorado hechos
que no han sido probados como es el caso de su declaración
prestada a fojas diecisiete; y b) Apartamiento del precedente
recaído en la Casación número 4445-2011-Arequipa; refiere
que los órganos de mérito no se adhirieron a lo establecido por
dicha sentencia e inaplicando la prueba dinámica con el objeto
de llegar a la verdad jurídica; pues, es el Ministerio Público quien
se encontraba en mejores condiciones para acreditar el hecho
alegado de una supuesta violencia psicológica, pues se sostuvo
que eran testigos de los hechos denunciados como violencia
familiar, sus hijos y nieta, lo cual nunca se probó. QUINTO.- El
recurso extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de
las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo

97194 CASACIÓN
contener una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una
de las infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia
directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber adecuar
los agravios que invocan a las causales que para dicha finalidad
se encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar
el recurso ni integrar o remediar las carencias del mismo o dar por
supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo subsanarse de
oficio los defectos incurridos por los recurrentes en la formulación
del recurso. SEXTO.- En cuanto a los agravios descritos en el literal
a) del cuarto considerando de la presente resolución, corresponde
indicar que la misma no puede ampararse por cuanto incumple los
requisitos previstos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. La parte recurrente sostiene que se afecta el debido
proceso al no tener en cuenta los alcances que regula el artículo
196 del Código Procesal Civil, pues si bien el Ministerio Público
describe la probanza de los hechos con el mérito de la declaración
prestada por el agraviado a nivel Fiscal, así como lo concluido en la
Pericia Psicológica, sin embargo también es verdad que no puede
verificarse el grado real de afectación del evento producido. Tales
afirmaciones, vertidas, no pueden ser amparadas, en razón a que
las mismas están orientadas a que se produzca una revaloración
de los medios probatorios a fin de amparar su derecho, lo cual no
es viable por contravenir los fines del recurso. No obstante, esta
Sala Suprema ha efectuado el análisis de la sentencia recurrida,
concluyendo que la misma se encuentra arreglada a ley, toda vez
que se dejó acreditado que los actos imputados al recurrente el
día de los hechos constituyen violencia familiar en la modalidad
de maltrato psicológico en agravio de Claudio Ramírez Vega, los
mismos que se encuentran corroborados con la declaración que éste
efectuó a nivel Fiscal, donde señaló que el demandado – hijo de su
esposa- el día de los hechos llegó a su vivienda en estado etílico,
procediendo a amenazarlo e insultarlo; conducta que se torna en
repetitiva, toda vez que existe un proceso sobre violencia familiar
en contra del recurrente; aspecto que encuentra mayor sustento
con el Protocolo de Pericia número 001441-2014-PSC el mismo
que concluyó que el agraviado evidencia estados de intranquilidad y
angustia emocional compatibles a un cuadro de maltrato psicológico;
por lo que no se evidencian situaciones que ameriten la nulidad de
las decisiones adoptadas por las instancias de mérito, debiendo
desestimarse el recurso de casación en cuanto a este aspecto se
refiere. A ello cabe agregar que tampoco la parte recurrente ha
tomado en cuenta que bajo una afectación de una norma material no
pueden alegarse aspectos formales, por cuanto su finalidad es la de
revertir la decisión adoptada. Por tales razones y en aplicación de lo
preceptuado por el artículo 392 del Código Procesal Civil declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas ciento noventa
y cuatro interpuesto por Alfredo William Díaz Marroquín contra la
sentencia de vista de fojas ciento veintisiete, de fecha diecisiete
de junio de dos mil dieciséis, expedida por la Sala Civil Transitoria
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,
bajo responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio Público con
Alfredo William Díaz Marroquín, en agravio de Claudio Ramírez
Vega, sobre Violencia Familiar; y los devolvieron. Ponente Señora
Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA C-1569469-161
CAS. Nº 4719-2016 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, dos de marzo de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la Municipalidad Distrital de Cachicadán, a fojas
ciento sesenta y seis, contra la sentencia de vista obrante a fojas
ciento sesenta y dos, expedida por la Segunda Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, la misma que declara improcedente la acción interpuesta
por la recurrente y ordena el archivo definitivo de lo actuado.
SEGUNDO.- Que, como agravios de su recurso, señala que en el
presente caso se ha vulnerado el Derecho al Debido Proceso, por
cuanto no se tuvo en consideración que el plazo para solicitar la
anulación se computa en días hábiles; y, además, que el término
de la distancia es de tres días, encontrándose habilitada para
demandar. TERCERO.- Al respecto, es del caso precisar que esta
Sala Suprema acorde a lo preceptuado por el inciso 5 del artículo
64 del Decreto Legislativo 1071-Ley que norma el Arbitraje, sólo
conoce en casación lo resuelto por la Corte Superior cuando el
laudo hubiera sido anulado en forma total o parcial, lo que
no se da en el caso de autos. Por tales razones, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas ciento sesenta y
seis interpuesto por la Municipalidad Distrital de Cachicadán contra
la sentencia de vista obrante a fojas ciento sesenta y dos, expedida
por la Segunda Sala Civil con Subespecialidad Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Municipalidad Distrital de
Cachicadán con Juan Huamaní Chávez y otro, sobre Anulación
de Laudo Arbitral; y los devolvieron. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-162
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
CAS. Nº 4758-2016 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, tres de marzo de
dos mil diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de éste supremo tribunal el recurso de
casación interpuesto por la demandante Municipalidad Distrital
de Motupe (fojas 422), contra el auto contenido en la Resolución
número once de fecha doce de setiembre de dos mil dieciséis
(fojas 382) expedida por la Primera Sala Civil Subespecializada
en Materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima,
la cual declaró: 1.- Improcedente el recurso de apelación
interpuesta por la demandante Municipalidad Distrital de Motupe,
contra la Resolución número seis de fecha cinco de julio de dos
mil dieciséis (fojas 335); 2.- Rechazar la demanda de Anulación
de Laudo Arbitral interpuesta por la Municipalidad Distrital de
Motupe contra el Consorcio Constructora Fortaleza; 3.- Carece
de objeto pronunciarse respecto de la apelación interpuesta por
la accionante Municipalidad Distrital de Motupe contra el extremo
Resolutivo número tres de la Resolución número tres (fojas 228);
4.- Archivar definitivamente los autos; para ese efecto debe
procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
del medio impugnatorio, conforme a lo previsto en los artículos 387
y 388 del Código Procesal Civil, modificado por Ley número 29364.
SEGUNDO.- Encontrándonos ante un proceso judicial instaurado a
mérito de un recurso de Anulación de Laudo Arbitral, se observa la
existencia de norma especial que regula la procedencia del recurso
de casación, la misma que resulta aplicable al caso de conformidad
con el principio de especialidad de la ley, según el cual, la norma
especial prima sobre la norma general, por lo que al efectuar la
calificación respectiva, corresponde aplicarse la norma especial
que para el recurso de casación se ha previsto en el Decreto
Legislativo que Norma el Arbitraje – Decreto Legislativo número
1071, la cual prima frente a las exigencias previstas en el Código
Procesal Civil. TERCERO.- En tal sentido tenemos que el inciso
5 del artículo 64 del Decreto Legislativo que Norma el Arbitraje –
Decreto Legislativo número 1071, establece que: “(…) Contra lo
resuelto por la Corte Superior solo procede recurso de casación
ante la Sala Civil de la Corte Suprema, cuando el laudo hubiera sido
anulado en forma total o parcial (…); previsión legal de la cual se
desprenden las siguientes reglas respecto al recurso de casación
en los procesos judiciales instaurados a mérito de un recurso de
Anulación de Laudo Arbitra1: CUARTO.- En el caso de autos,
el recurso de casación ha sido interpuesto contra la sentencia
expedida por la Primera Sala Civil Subespecializada en Materia
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la
Resolución número once, de fecha doce de setiembre de dos mil
dieciséis, la cual declaró: 1.- Improcedente el recurso de apelación
interpuesta por la demandante Municipalidad Distrital de Motupe,
contra la Resolución número seis de fecha cinco de julio de dos
mil dieciséis (fojas 335); 2.- Rechazar la demanda de Anulación
de Laudo Arbitral interpuesta por la Municipalidad Distrital de
Motupe contra el Consorcio Constructora Fortaleza; 3.- Carece
de objeto pronunciarse respecto de la apelación interpuesta por
la accionante Municipalidad Distrital de Motupe contra el extremo
resolutivo número tres de la Resolución número tres (fojas 228); 4.-
Archivar definitivamente los autos, esto es, no anuló en forma total
o parcial el laudo impugnado. Por tanto, el recurso de casación
planteado no se encuentra dentro del supuesto de procedencia
normado por el inciso 5 del artículo 64 del Decreto Legislativo que
Norma el Arbitraje – Decreto Legislativo número 1071, debiendo
ser declarado improcedente. Por las razones expuestas;
declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de casación interpuesto
por la demandante Municipalidad Distrital de Motupe (fojas 422),
contra el auto contenido en la Resolución número once de fecha
doce de setiembre de dos mil dieciséis (fojas 382) expedida por
la Primera Sala Civil Subespecializada en Materia Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la represente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Municipalidad Distrital de
Motupe contra Consorcio Constructora Fortaleza, sobre Anulación
de Laudo Arbitral; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA
1
1° Que, el recurso de casación debe haber sido planteado contra lo resuelto
por la Corte Superior respecto del Recurso de Anulación de Laudo Arbitral.
2° Que, la Corte Superior al emitir pronunciamiento haya anulado en forma
total o parcial el laudo impugnado; y.
3° Que, el recurso de casación interpuesto en estos procesos deberá ser
resuelto por la Sala Civil de la Corte Suprema.
C-1569469-163
CAS. Nº 4783-2016 AYACUCHO
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, veintiocho
de febrero de dos mil diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- A fojas cuatrocientos cincuenta y uno Yanet Magali
Coronado Yupanqui interpone recurso de casación contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número cuarenta
y ocho, de fecha siete de julio de dos mil dieciséis, de folios
cuatrocientos catorce, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Ayacucho, la cual confirmó la apelada
contenida en la Resolución número treinta y seis de fecha siete
de agosto de dos mil quince, la cual declaró fundada la demanda.
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
SEGUNDO.- No obstante, es requisito de procedibilidad del recurso
de casación, no haber consentido la resolución adversa de primera
instancia, cuando ésta fuera confirmada por la resolución objeto
del recurso, según lo preceptuado por el inciso 1 del artículo 288
del Código Procesal Civil. TERCERO.- En tal sentido, se aprecia
que el recurso de apelación formulado por la ahora recurrente
(Yanet Magali Coronado Yupanqui) de folios trescientos veintiséis,
fue declarado improcedente, por extemporáneo, mediante la
Resolución número treinta y ocho de fecha veintiséis de octubre de
dos mil quince a folio trescientos treinta y cuatro, lo cual importa,
desde el punto de vista jurídico, la inexistencia del mismo, razón
por la cual no se da cumplimiento al requisito de procedibilidad
antes descrito. Por las consideraciones expuestas, declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Yanet
Magali Coronado Yupanqui a folios cuatrocientos cincuenta y uno
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
cuarenta y ocho, de fecha siete de julio de dos mil dieciséis, de
folios cuatrocientos catorce, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Ayacucho; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Edwin Gastelu Herrera
contra el Poder Judicial y otros, sobre Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-164
CAS. Nº 4810-2016 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, uno de marzo de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Enerletric Ingenieros Sociedad Anónima
Cerrada, a fojas trescientos once, contra la Resolución número
siete, de fecha once de agosto de dos mil dieciséis, expedida por
la Primera Sala Civil Sub Especializada en Materia Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que declara infundado el recurso
de anulación respecto al Laudo de Derecho dictado en mayoría de
fecha veintidós de octubre de dos mil quince, con costas y costos.
Por lo que corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del medio impugnatorio conforme a lo previsto por la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Si bien es cierto, el derecho a la
impugnación constituye una de las manifestaciones fundamentales
del Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, consagrado como
derecho y principio de la función jurisdiccional por el inciso 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, que garantiza
que a ninguna persona se le prive de los recursos previstos por
el ordenamiento jurídico, también lo es que al tener el derecho
al recurso una configuración legal, su ejercicio y dispensación
están supeditados a la concurrencia de los presupuestos y
requisitos que haya establecido el legislador para cada sector
del ordenamiento jurídico procesal. TERCERO.- El numeral 5 del
artículo 64 del Decreto Legislativo número 1071-Ley General de
Arbitraje, norma aplicable al caso de autos, contempla únicamente
la interposición del recurso de casación contra la resuelto por la
Corte Superior, cuando el laudo arbitral hubiera sido anulado en
forma total o parcial. CUARTO.- Bajo este marco normativo, se
advierte que al no tratarse la Resolución número siete de fecha
once de agosto de dos mil dieciséis, corriente a fojas doscientos
noventa y dos, de una que resuelva anular en forma total o parcial
el laudo arbitral, corresponde declarar improcedente el recurso
de casación al no configurarse el presupuesto previsto en el
dispositivo legal anotado. Por tales consideraciones, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Enerletric
Ingenieros Sociedad Anónima Cerrada, a fojas trescientos once,
contra la Resolución número siete, de fecha once de agosto de dos
mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Civil Sub Especializada
en Materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Enerletric Ingenieros Sociedad Anónima Cerrada contra
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima – Sedapal, sobre
Anulación de Laudo Arbitral ; y los devolvieron. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-165
CAS. Nº 4815-2016 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, tres de marzo de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Grupo Elite del Norte Sociedad de Responsabilidad
Limitada, contra la Resolución número siete, de fecha dieciocho
de agosto de dos mil dieciséis, corriente a fojas doscientos treinta
y siete, expedida por la Primera Sala Civil Subespecializada en
Materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que declara infundado el recurso de anulación de laudo arbitral
presentado por la impugnante. SEGUNDO.- Si bien es cierto, el
derecho a la impugnación constituye una de las manifestaciones
fundamentales del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva,
consagrado como derecho y principio de la función jurisdiccional
por el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, que garantiza que a ninguna persona se le prive de los
recursos previstos por el ordenamiento jurídico, también lo es
que al tener el derecho al recurso una configuración legal, su
97195
ejercicio y dispensación están supeditados a la concurrencia de los
presupuestos y requisitos que haya establecido el legislador para
cada sector del ordenamiento jurídico procesal. TERCERO.- El
numeral 5 del artículo 64 del Decreto Legislativo número 1071-Ley
General de Arbitraje, norma aplicable al caso de autos, contempla
únicamente la interposición del recurso de casación contra lo
resuelto por la Corte Superior, cuando el Laudo Arbitral hubiera
sido anulado en forma total o parcial. CUARTO.- Bajo este marco
normativo, se advierte que al no tratarse la Resolución número
siete, de fecha dieciocho de agosto de dos mil dieciséis, corriente a
fojas doscientos treinta y siete, de una que resuelva anular en forma
total o parcial el Laudo Arbitral, corresponde declarar improcedente
el Recurso de Casación al no configurarse el presupuesto previsto
en el dispositivo legal anotado. Por tales consideraciones,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Grupo Elite del Norte Sociedad de Responsabilidad Limitada,
contra la Resolución número siete, de fecha dieciocho de agosto
de dos mil dieciséis, corriente a fojas doscientos treinta y siete,
expedida por la Primera Sala Civil Subespecializada en Materia
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Grupo Elite del
Norte Sociedad de Responsabilidad Limitada contra la Corporación
Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial Sociedad Anónima –
Corpac S.A., sobre Anulación de Laudo Arbitral; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-166
CAS. Nº 33-2014 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Sumilla: En los
procesos de Desalojo por Ocupación Precaria el derecho que
se discute no es el de propiedad sino el derecho a poseer. En los
procesos de Desalojo por Ocupación Precaria, cuando se hace
alusión a la carencia de título o al fenecimiento del mismo, no se está
refiriendo al documento que haga mención exclusiva al título de
propiedad, sino a cualquier acto jurídico que le autorice a la parte
demandada ejercer la posesión del bien, puesto que el derecho en
disputa no será la propiedad sino el derecho a poseer. (Desalojo,
precario y título de propedad). Lima, uno de junio de dos mil dieciséis.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número treinta y tres
– dos mil catorce; en audiencia pública llevada a cabo en la fecha;
luego de verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
resolución; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por Leoncio Azañero Abanto, de fojas
doscientos dieciocho a doscientos veinticinco, contra la sentencia de
vista de fojas doscientos tres a doscientos seis, de fecha veintisiete
de agosto de dos mil trece, expedida por la Sala Mixta Descentralizada
Transitoria de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que revoca la sentencia apelada de fojas ciento
treinta y cuatro a ciento treinta y cinco, de fecha diecisiete de enero
de dos mil trece, que declara fundada la demanda; y reformándola
declara infundada la misma; en los seguidos por Leoncio Azañero
Abanto contra Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y otro,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas
veintisiete a veintinueve del presente cuadernillo, de fecha veinticinco
de abril de dos mil catorce, ha estimado procedente el recurso de
casación por la causal relativa a la infracción normativa de carácter
material, alegando que: a) Se infringe el artículo 923 del Código
Civil, toda vez que José Izquierdo Fernández adquirió el bien sub
litis de la Asociación Pro-Vivienda Inca Manco Capac, mediante la
Minuta del catorce de junio de mil novecientos ochenta y nueve, la
cual fue elevada a Escritura Pública el día veintitrés de noviembre de
dos mil siete e inscrita en los Registros Públicos; en consecuencia,
José Izquierdo Fernández era el único y exclusivo propietario del
inmueble urbano y podía disponer del bien propio, tal como lo
autoriza la norma citada, concordante con los artículos 302 inciso 1
y 303 del Código Civil, lo cual en efecto concretó al transferir el
inmueble a su hijo vía anticipo de legítima, quien a su vez lo transfirió
a favor del recurrente, a quien también le asiste los atributos que
acuerda el artículo 923 del Código Civil, con las garantías
establecidas en el artículo 70 de la Constitución Política del Perú,
legitimado por el artículo 586 del Código Procesal Civil, siendo que
las sucesivas transferencias de dominio del bien jamás han sido
cuestionados por la demandada ni por terceros y contienen actos
celebrados en estricta observancia del artículo 140 del Código Civil,
por lo que surten todos sus efectos; b) No se tiene en cuenta lo
normado en el artículo 896 del Código Civil, según el cual la
posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes inherentes
a la propiedad y en el caso de autos los demandados no ejercen
ninguno de esos poderes, siendo por el contrario poseedores
ilegítimos acorde con lo normado en el artículo 906 del Código Civil,
toda vez que una partida de matrimonio no puede constituir título que
acredite la posesión del inmueble sub litis, más aun si se trataba de
un bien propio de José Izquierdo Fernández. En todo caso, la
presunción de la legitimidad de la posesión de los demandados
concluyó el día veintitrés de noviembre de dos mil siete, fecha en la
cual José Izquierdo Fernández transfiere la propiedad del inmueble
a favor de su hijo José Antonio Izquierdo Cieza, convirtiéndose la
demandada, a partir de esa fecha, en ocupante precario, ilegítima y
de mala fe, ya que no le unía ningún vínculo contractual,

97196 CASACIÓN
extracontractual o familiar con el nuevo propietario, por lo que es de
aplicación lo dispuesto en el artículo 911 del Código Civil.
CONSIDERANDOS: PRIMERO.- Que, a fin de desarrollar la causal
de infracción normativa denunciada, es necesario señalar que
Leoncio Azañero Abanto interpone demanda sobre desalojo por
ocupación precaria a fin que los demandados cumplan con
desocupar y restituir la posesión del primer y segundo piso del
inmueble ubicado en la Manzana Q-III, Lote 33, Segunda Etapa de
la Asociación Pro-Vivienda Inca Manco Cápac (hoy Jirón Anfíbol
número 679), distrito de San Juan de Lurigancho, provincia y
departamento de Lima; más costas y costos; alegando que adquirió
el inmueble sub litis de su anterior propietario José Antonio Izquierdo
Cieza, mediante Escritura Pública de Compraventa de fecha nueve
de abril de dos mil once (foja nueve), el mismo que se encuentra
inscrito en la Partida número 11608180 de los Registros de la
Propiedad Inmueble de Lima (foja ocho), que no ejerce su derecho
de propiedad sobre el bien inmueble materia de proceso, conforme
al artículo 70 de la Constitución Política en concordancia con el
artículo 923 del Código Civil, debido a la posesión sin justo título de
los emplazados, quienes son ocupantes precarios; que mediante
Cartas Notariales enviadas el catorce de mayo de dos mil once (fojas
trece y catorce), requirió a cada uno de los demandados para que
desocupen y entreguen el bien inmueble sub litis que vienen
ocupando sin tener título que justifique su posesión, sin obtener
respuesta alguna; asimismo, también fueron citados para la
conciliación extrajudicial con la finalidad de llegar aun acuerdo
conciliatorio, lo que no fue posible por la negativa de la demandada
y la inconcurrencia del demandado, siendo que por estas razones
interpone la presente demanda. SEGUNDO.- Que, al contestar la
demanda Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y Hernán
Eguiluz Valdivia, señala: la co-demandada Anabela Nancy Eguiluz
Valdivia de Izquierdo: ser esposa del verdadero propietario del
inmueble, José Izquierdo Fernández, con quien contrajo matrimonio
civil el quince de enero de dos mil uno, según acredita con la partida
de matrimonio expedida por la Municipalidad Distrital de la Victoria
(fojas cuarenta y seis), en el que parece fijado el domicilio conyugal
en el inmueble del cual se pretende desalojarla por ocupante
precario. Su esposo abandonó el hogar en el año dos mil ocho, tal
como acredita con la denuncia policial respectiva (fojas cincuenta y
seis); que su esposo, José Izquierdo Fernández, simuló la
celebración de un Anticipo de Legítima de la propiedad, a favor de su
hijo extramatrimonial José Antonio Izquierdo Cieza, para de esa
manera desalojarla, razón por la cual demandó la nulidad del citado
acto jurídico de anticipo de legítima, proceso que se tramita ante el
Tercer Juzgado Mixto de San Juan de Lurigancho, Expediente
número 000073-2008 (fojas cincuenta y cinco); que en efecto, el
indicado José Antonio Izquierdo Cieza le interpuso una demanda de
desalojo por ocupante precario ante el mismo Juzgado, signándose
como Expediente número 327-2008, siendo que al expedirse
sentencia de primera instancia se declaró injustamente fundada la
demanda; sin embargo, éste fallo fue revocado por la Quinta Sala
Civil de Lima por sentencia de vista del diez de agosto de dos mil
diez (fojas cuarenta y ocho), en la que se declaró improcedente la
citada demandada, por cuanto la adjudicación realizada a nombre de
su esposo José Izquierdo Fernández (por parte de la Asociación Pro-
Vivienda Inca Manco Capac) y el anticipo de legitima a favor de su
hijo José Antonio Izquierdo Cieza fueron realizadas en conjunto el
día veintitrés de noviembre de dos mil siete e inscritas el seis de
diciembre de dos mil siete, es decir, mientras se encontraba vigente
la sociedad de gananciales, por lo que el bien sub litis también se
presume social; que como quiera que su esposo y el hijo de éste no
lograron su propósito de desalojarla, desconociendo sus derechos
conyugales, han recurrido a simular arteramente una compraventa a
favor del demandante; que cuando contrajo matrimonio en el año
dos mil uno, únicamente estaba construido parte del primer piso del
inmueble, siendo que la construcción del segundo piso y las mejoras
realizadas en el primer piso pertenecen a la sociedad de gananciales,
conforme acredita con los respectivos contratos de obra (fojas
cincuenta y dos y cincuenta y tres) además que no se tiene en
cuenta que el inmueble tiene tres numeraciones: el número 673 en
donde vive un inquilino, el número 675 donde vive la recurrente
Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y el número 679 en
donde vive el co-demandado Hernán Eguiluz Valdivia; asimismo,
Hernán Eguiluz Valdivia: manifiesta ser arrendatario de su hermana
y co-demandada Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo, quien
en su calidad de co-propietaria le otorgó en arrendamiento el
segundo piso del inmueble materia de proceso por un periodo
indefinido, según aparece del Contrato de Arrendamiento de fecha
vente de febrero de dos mil dos (fojas cincuenta y siete), por lo que
ocupación de ninguna forma es precaria. TERCERO.- Que, el Juez
de la causa ha declarado fundada la demanda y ordena que los
demandados cumplan con desocupar y restituir al demandante el
inmueble sub litis; con costas y costos; considerando que en cuanto
a determinar la propiedad del bien, se advierte que con la copia literal
de la Partida número 11608180 de Registro Públicos se acredita que
Leoncio Azañero Abanto tiene la condición de actual propietario del
cien por ciento (100%) del bien sub litis; que en cuanto a la ocupación
precaria de la demandada, debe tenerse en cuenta que en su escrito
de contestación manifiesta ser esposa de José Izquierdo Fernández
y que ha efectuado mejoras en el bien; sin embargo, no adjunta
documento o medio probatorio que acredite que el inmueble materia
de proceso es de su propiedad; que el accionante ha acreditado su
propiedad con copia de la partida registral de fojas ocho y el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Testimonio de escritura pública de compraventa; sin embargo los
demandados no han cumplido con adjuntar medio de prueba que
justifique su posesión, más aun que figura como propietario el
demandante ante Registros Públicos; que la precariedad debe darse
ausencia absoluta de cualquier circunstancia que justifique el uso y
disfrute del bien, en ese sentido de la revisión de las pruebas
admitidas y actuadas, los demandados no acreditan de manera
fehaciente que ocupan el bien con título alguno que justifique su
posesión. CUARTO.- Que, al ser apelada dicha resolución, la Sala
Mixta revoca la sentencia apelada que declaró fundada la demanda;
y reformándola, declara infundada la misma, considerando que en el
presente caso, la demandada Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de
Izquierdo ha presentado como título que justifica su posesión, copia
certificada de la partida de matrimonio celebrada el quince de enero
de dos mil uno, obrante a fojas cuarenta y seis, con el cual acredita
tener un vínculo matrimonial con José Izquierdo Fernández, anterior
propietario del inmueble, tal como consta en el asiento registral de
fojas siete, en donde aparece que el inmueble fue adquirido por éste
el veintitrés de noviembre de dos mil siete, es decir cuando estaba
casado, convirtiéndolo en un bien social, lo que viene a ser el título
que justifica su posesión y desvirtúa su precariedad; que esa
posición ha sido asumida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima al momento de resolver a favor de la parte
demanda en el anterior proceso de desalojo por ocupación precaria
respecto del mismo bien inmueble; Por lo demás, en el Cuarto Pleno
Casatorio Civil (Casación número 2195-2011-Ucayali), en su
fundamento 51, con respecto al título que justifica la posesión, ha
establecido que: “(…) cuando dicho artículo en análisis [artículo 911
del Código Civil] hace alusión a la carencia de título o al fenecimiento
del mismo, no se está refiriendo al documento que haga alusión
exclusiva al título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o
circunstancia que hayan expuesto, tanto la parte demandante, como
la demandada, en el contenido de los fundamentos fácticos tanto de
la pretensión, como de su contradicción y que le autorice a ejercer el
pleno disfrute del derecho a la posesión; hechos o actos cuya
probanza pueden realizarla, a través de cualquiera de los medios
probatorios que nuestro ordenamiento procesal admite;
entendiéndose que el derecho en disputa no será la propiedad sino
el derecho a poseer”. QUINTO.- Que, el recurrente ha denunciado
como causal de casación la infracción de los artículos 70 de la
Constitución Política del Perú, 302 inciso 1, 303, 896, 911, 906 y 923
del Código Civil. SEXTO.- Que, el artículo 70 de nuestra Carta
Magna, establece que: “El derecho de propiedad es inviolable. El
Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el bien común y
dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad
sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad
pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo de indemnización
justipreciada que incluya compensación por el eventual perjuicio.
Hay acción ante el Poder Judicial para contestar el valor de la
propiedad que el Estado haya señalado en el procedimiento
expropiatorio”. Asimismo, el artículo 923 del Código Civil, señala
que: “La propiedad es el poder jurídico que permite usar, disfrutar,
disponer y reivindicar un bien. Debe ejercerse en armonía con el
interés social y dentro de los límites de la ley”. SÉTIMO.- Que, si bien
dichas normas prescriben el poder jurídico de la propiedad, sin
embargo, debe tenerse presente que el actual proceso es de
desalojo por ocupación precaria que se encuentra previsto en el
artículo 911 del Código Civil, que establece que: “la posesión
precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía
ha fenecido”; y además, que estos procesos constituyen un medio
judicial de defensa del derecho de posesión en donde no está en
discusión, dentro de esta vía procesal, la propiedad del inmueble
materia de litis, si se tiene en cuenta que el artículo 586 del Código
Procesal Civil, prescribe que: “Pueden demandar el propietario, el
arrendador, el administrador y todo aquel que salvo lo dispuesto por
el artículo 598, considere tener derecho a la restitución de un predio.
Pueden ser demandados el arrendatario, el subarrendatario, el
precario o a cualquier persona a quien le es exigible la restitución”.
En ese sentido al tratarse de una acción posesoria, el demandante
requiere únicamente de un título que acredite que está facultado
para poseer determinado bien y para solicitar la restitución -del
derecho de posesión-. No se requiere, en consecuencia que el
demandante sea necesariamente el propietario del bien, puesto que
conforme se ha señalado, el desalojo no defiende la propiedad sino
la posesión. OCTAVO.- Que, en ese sentido la sentencia del Pleno
Casatorio Civil expedido en la Casación número 2195-2011-UCAYALI,
en el proceso seguido por Jorge Enrique Correa Panduro, César
Arturo Correa Panduro y Luis Miguel Correa Panduro contra Mirna
Lizbeth Panduro Abarca y Euclides Vara Turco en el proceso de
Desalojo por Ocupación Precaria, ha establecido como doctrina
jurisprudencial vinculante: “2. Cuando se hace alusión a la carencia
de título o al fenecimiento del mismo, no se está refiriendo al
documento que haga alusión exclusiva al título de propiedad, sino a
cualquier acto jurídico que le autorice a la parte demandada ejercer
la posesión del bien, puesto que el derecho en disputa no será la
propiedad sino el derecho a poseer”. Debiéndose tener en cuenta
que conforme lo dispone el segundo párrafo del artículo 400 del
Código Procesal Civil, la decisión que se tome en mayoría absoluta
de los asistentes al pleno casatorio constituye precedente judicial y
vincula a los órganos jurisdiccionales de la República. NOVENO.-
Que, el demandante alega la condición de precario de la demandada
Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo, porque ocupa el bien
sin título alguno. Empero, la demandada Anabela Nancy Eguiluz
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Valdivia de Izquierdo ha presentado como título que justifica su
posesión, copia certificada del Acta del Matrimonio celebrado el
quince de enero de dos mil uno, obrante a fojas cuarenta y seis, con
el cual acredita tener un vínculo matrimonial con José Izquierdo
Fernández, anterior propietario del inmueble, tal como consta en el
asiento registral de fojas siete, en donde aparece que el inmueble
fue adquirido por éste el veintitrés de noviembre de dos mil siete, es
decir cuando estaba casado con la demandada, convirtiéndolo así
en un bien social, lo que viene a ser el título que justifica su posesión
y desvirtúa su precariedad, es más dicha posición ha sido asumida
por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima al
momento de resolver a favor de la parte demanda un anterior
proceso de desalojo por ocupación precaria respecto del mismo bien
inmueble que obra a fojas ciento cuarenta y dos a ciento cuarenta y
cuatro. DÉCIMO.- Que, en consecuencia, al considerarse que la
demandada no es un poseedor precario, puesto que cuenta con una
circunstancia que justifica la posesión que ejerce sobre el bien,
conforme así lo ha señalado la Sala Mixta Descentralizada Transitoria
de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de justicia de Lima,
en la sentencia impugnada materia de casación, no se advierte
infracción alguna de los artículos 70 de la Constitución Política del
Perú, 911 y 923 del Código Civil, denunciados. DÉCIMO PRIMERO.-
Que por otro lado, respecto a la denuncia de infracción de los
artículos 302 inciso 1 y 303 del Código Civil, referidos a los bienes
propios de cada cónyuge, administración y disposición de bienes
propios, debe señalarse que dichas normas no son aplicables al
caso de autos, puesto que se ha establecido que la demandada
Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo con la copia certificada
del Acta del Matrimonio celebrado el quince de enero de dos mil uno,
obrante a fojas cuarenta y seis, acredita tener un vínculo matrimonial
con José Izquierdo Fernández, anterior propietario del inmueble, tal
como consta en el asiento registral a fojas siete, en donde aparece
que el inmueble fue adquirido por éste el veintitrés de noviembre de
dos mil siete, es decir cuando estaba casado con la demandada,
convirtiéndolo así en un bien social. DÉCIMO SEGUNDO.- Que,
finalmente en cuanto a la denuncia de infracción de los artículos 896
y 906 que regula a la posesión y la posesión ilegitima de buena fe,
debe señalarse que tampoco dichas normas denunciadas son
aplicables al caso materia de autos, si se tiene en cuenta que en la
posesión ilegitima existe un título que adolece de un defecto formal
o de fondo y en el presente proceso de desalojo por ocupación
precaria no existe título alguno, en consecuencia, la denuncia
formulada también debe desestimarse. Por las razones anotadas, no
procede amparar el presente recurso de casación, por lo que de
conformidad con artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Leoncio
Azañero Abanto, de fojas doscientos dieciocho a doscientos
veinticinco; por consiguiente, NO CASARON la sentencia de vista
de fojas doscientos tres a doscientos seis, de fecha veintisiete de
agosto de dos mil trece, expedida por la Sala Mixta Descentralizada
Transitoria de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que revoca la sentencia apelada de fojas ciento
treinta y cuatro a ciento treinta y cinco, de fecha diecisiete de enero
de dos mil trece, que declara fundada la demanda; y reformándola
declara infundada la misma; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial "El Peruano", bajo
responsabilidad; en los seguidos por Leoncio Azañero Abanto contra
Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y otro, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. HUAMANÍ LLAMAS, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA. LA SEÑORA
JUEZA SUPREMA HUAMANÍ LLAMAS, es como sigue: ME
ADHIERO al voto de los señores Jueces Supremos Cabello
Matamala y Miranda Molina, en todos sus extremos, esto es porque
se DECLARE INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Leoncio Azañero Abanto; en consecuencia NO SE CASE la
sentencia de vista contenida en la resolución número cinco corriente
a fojas doscientos tres, de fecha veintisiete de agosto de dos mil
trece; SE DISPONGA la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Leoncio Azañero Abanto con Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y
Hernán Eguiluz Valdivia, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
se devuelvan. S. HUAMANÍ LLAMAS. EL SEÑOR JUEZ SUPREMO
YAYA ZUMAETA, SE ADHIERE AL VOTO DE LOS SEÑORES
JUECES SUPREMOS CABELLO MATAMALA Y MIRANDA
MOLINA, de acuerdo a los términos de la resolución dictada el
quince de diciembre de dos mil catorce, agregando la siguiente
consideración: PRIMERO.- La condición de bien social del inmueble
adquirido por el demandante (en relación a la sociedad conyugal
formada por José Izquierdo Fernández1 y la codemandada Anabela
Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo) y que fluye de la Partida
Registral corriente a fojas siete y Partida de Matrimonio obrante a
fojas cuarenta y seis, genera un título que razonablemente justifica la
posesión de la accionada, hasta que eventualmente se determine
una situación contraria a aquella condición, lo que no puede ocurrir
en el proceso de Desalojo por Ocupación Precaria iniciado. En ese
sentido, MI VOTO es porque se declare: INFUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto de fojas doscientos dieciocho a doscientos
veinticinco por Leoncio Azañero Abanto, y por consiguiente NO SE
CASE la Sentencia de Vista obrante de fojas doscientos tres a
doscientos seis, expedida el veintisiete de agosto de dos mil trece
por la Sala Mixta Descentralizada Transitoria del Distrito de San Juan
de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca
97197
la sentencia apelada corriente a fojas ciento treinta y cuatro y ciento
treinta y cinco, de fecha diecisiete de enero de dos mil trece, que
declara fundada la demanda, y reformándola declara infundada la
misma; SE DISPONGA la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Leoncio Azañero Abanto con Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de
Izquierdo y otro sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y se
devuelvan. S. YAYA ZUMAETA. EL VOTO EN MINORÍA DE LOS
SEÑORES JUECES SUPREMOS LAMA MORE, VALCÁRCEL
SALDAÑA Y CUNYA CELI ES COMO SIGUE: VISTOS; Y
CONSIDERANDO; habiéndose dejado oportunamente en Relatoría
de esta Sala Suprema el emitido por los señores Jueces Supremos
VALCÁRCEL SALDAÑA Y CUNYA CELI obrante a fojas setenta y
seis a ochenta y cinco del cuadernillo de casación; y de conformidad
con los artículos 142, 143 y 149 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se deja constancia del mismo para los
fines pertinentes de acuerdo a ley. MATERIA DEL RECURSO: Es
materia de la presente, el recurso de casación interpuesto por
Leoncio Azañero Abanto a folio doscientos dieciocho contra la
sentencia de vista de folio doscientos tres expedida por la Sala Mixta
Descentralizada Transitoria de San Juan de Lurigancho de la Corte
Superior de Justicia de Lima Este el veintisiete de agosto de dos mil
trece que revoca la sentencia apelada de fecha diecisiete de enero
de dos mil trece que obra a folio ciento treinta y cuatro, que declara
fundada la demanda y reformándola declara infundada la misma.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema Civil Transitoria
mediante resolución de fecha veinticinco de abril de dos mil catorce
obrante a folio veintisiete del cuadernillo de casación, declaró
procedente el recurso de casación por las siguientes causales: a)
Infracción del artículo 923 del Código Civil, toda vez que José
Izquierdo Fernández adquirió el bien sub litis de la Asociación Pro
Vivienda Inca Manco Cápac mediante Minuta del catorce de junio de
mil novecientos ochenta y nueve, la cual fue elevada a Escritura
Pública el veintitrés de noviembre de dos mil siete e inscrita en los
Registros Públicos; en consecuencia, el señor Izquierdo era único y
exclusivo propietario del inmueble urbano y podía disponer del bien
propio, tal como lo autoriza la norma en comento, concordante con
los artículos 302 inciso 1 y 303 del Código Civil, lo cual en efecto
concretó al transferir el inmueble a su hijo vía anticipo de legítima,
quien a su vez lo transfirió a favor del recurrente, a quien también le
asiste los atributos que acuerda el artículo 923 del Código Civil, con
las garantías establecidas en el artículo 70 de la Constitución Política
del Estado, legitimado por el artículo 586 del Código Procesal Civil,
siendo que las sucesivas transferencias de dominio del bien jamás
han sido cuestionados por la parte demandada ni por terceros y
contienen actos celebrados en estricta observancia del artículo 140
del Código Civil, por lo que surten todos sus efectos; b) No se tiene
en cuenta lo normado en el artículo 896 del Código Civil, según
el cual la posesión es el ejercicio de hecho de uno o más poderes
inherentes a la propiedad, y en el caso de autos los demandados no
ejercen ninguno de esos poderes, siendo por el contrario poseedores
ilegítimos acorde con lo normado en el artículo 906 del Código Civil,
toda vez que una partida de matrimonio no puede constituir título que
acredite la posesión del inmueble sub litis, más aun si se trataba de
un bien propio de José Izquierdo Fernández. En todo caso, la
presunción de la legitimidad de la posesión de los demandados
concluyó el veintitrés de noviembre de dos mil siete, fecha en la cual
José Izquierdo Fernández transfiere la propiedad del inmueble a
favor de su hijo José Antonio Izquierdo Cieza, convirtiéndose la
demandada, a partir de esa fecha, en ocupante precaria, ilegítima y
de mala fe, ya que no le unía ningún vínculo contractual,
extracontractual o familiar con el nuevo propietario, por lo que es de
aplicación lo dispuesto en el artículo 911 del Código Civil.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, el recurso de casación tiene
como fines esenciales la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional de la
Corte Suprema de Justicia de la República, conforme se señala en el
artículo 384 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Que, respecto a
la causal denunciada por infracción normativa, según Monroy Cabra:
“Se entiende por causal (de casación) el motivo que establece la ley
para la procedencia del recurso (...)”1. A decir de De Pina: “El recurso
de casación ha de fundarse en motivos previamente señalados en la
ley. Puede interponerse por infracción de ley o por quebrantamiento
de forma. Los motivos de casación por infracción de ley se refieren a
la violación en el fallo de leyes que debieran aplicarse al caso, a la
falta de congruencia de la resolución judicial con las pretensiones
deducidas por las partes, a la falta de competencia etc.; los motivos
de la casación por quebrantamiento de forma afectan (...) a
infracciones en el procedimiento”2. En ese sentido Escobar Forno
señala: “Es cierto que todas las causales supone una violación de
ley, pero esta violación puede darse en la forma o en el fondo”3.
TERCERO.- Que, a fin de establecer si en el caso de autos, se ha
incurrido en la infracción normativa de los dispositivos antes
acotados, resulta conveniente hacer una breve síntesis de lo ocurrido
en el presente proceso; así tenemos que: i) Leoncio Azañero Abanto
interpone demanda sobre desalojo por ocupación precaria a fin que
los demandados cumplan con desocupar y restituir la posesión del
primer y segundo pisos del inmueble ubicado en la Manzana Q-III,
Lote 33 (hoy jirón Anfíbol número 679), Segunda Etapa de la
Asociación Pro Vivienda Inca Manco Cápac, distrito de San Juan de
Lurigancho, provincia y departamento de Lima; más costas y costos;
alegando que adquirió el inmueble sub litis de su anterior propietario

97198 CASACIÓN
José Antonio Izquierdo Cieza, mediante Escritura Pública de Compra
Venta del nueve de abril de dos mil once (folio nueve), el mismo que
se encuentra inscrito en la Partida número 11608180 de los Registros
de la Propiedad Inmueble de Lima (folio ocho), que no ejerce su
derecho de propiedad sobre el bien inmueble materia de proceso,
conforme al artículo 70 de la Constitución Política del Perú en
concordancia con el artículo 923 del Código Civil, debido a la
posesión sin justo título de los emplazados, quienes son ocupantes
precarios; que mediante Cartas Notariales enviadas el catorce de
mayo de dos mil once (folio trece y catorce), requirió a cada uno de
los demandados para que desocupen y entreguen el bien inmueble
sub litis que vienen ocupando sin tener título que justifique su
posesión, sin obtener respuesta alguna; asimismo, también fueron
citados para la conciliación extrajudicial con la finalidad de llegar a un
acuerdo conciliatorio, lo que no fue posible por la negativa de la
demandada y la inconcurrencia del demandado, siendo que por
estas razones interpone la presente demanda; ii) Al contestar la
demanda Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y Hernán
Eguiluz Valdivia, señalan: La codemandada Anabela Nancy Eguiluz
Valdivia de Izquierdo: ser esposa del verdadero propietario del
inmueble, José Izquierdo Fernández, con quien contrajo matrimonio
civil el quince de enero de dos mil uno según acredita con la partida
de matrimonio expedida por la Municipalidad Distrital de La Victoria
(folio cuarenta y seis), en el que parece fijado el domicilio conyugal
en el inmueble del cual se pretende desalojarla por ocupante
precario. Su esposo abandonó el hogar en el año dos mil ocho, tal
como acredita con la denuncia policial respectiva (folio cincuenta y
seis); que su esposo José Izquierdo Fernández, simuló la celebración
de un anticipo de legítima de la propiedad, a favor de su hijo
extramatrimonial José Antonio Izquierdo Cieza, para de esa manera
desalojarla, razón por la cual demandó la nulidad del citado acto
jurídico de anticipo de legítima, proceso que se tramita ante el Tercer
Juzgado Mixto de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de
Justicia de Lima Este, Expediente número 000073-2008-0-1803-JM-
CI-03 (folio cincuenta y cinco); que en efecto, el indicado José
Antonio Izquierdo Cieza le interpuso una demanda de desalojo por
ocupante precario ante el mismo Juzgado, signándose como
Expediente número 327-2008, siendo que al expedirse sentencia de
primera instancia se declaró injustamente fundada la demanda; sin
embargo, este fallo fue revocado por la Quinta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima por sentencia de vista del diez de
agosto de dos mil diez (folio cuarenta y ocho), en la que se declaró
improcedente la citada demandada, por cuanto la adjudicación
realizada a nombre de su esposo José Izquierdo Fernández (por
parte de la Asociación Pro Vivienda Inca Manco Cápac) y el anticipo
de legítima a favor de su hijo José Antonio Izquierdo Cieza fueron
realizadas en conjunto el día veintitrés de noviembre de dos mil siete
e inscritas el seis de diciembre de dos mil siete, es decir, mientras se
encontraba vigente la sociedad de gananciales, por lo que el bien
sub litis también se presume social; que como quiera que su esposo
y el hijo de éste no lograron su propósito de desalojarla,
desconociendo sus derechos conyugales, han recurrido a simular
arteramente una compra venta a favor del demandante; que cuando
contrajo matrimonio en el año dos mil uno, únicamente estaba
construido parte del primer piso del inmueble, siendo que la
construcción del segundo piso y las mejoras realizadas en el primer
piso pertenecen a la sociedad de gananciales, conforme acredita
con los respectivos Contratos de Construcción de Obra (folios
cincuenta y dos y cincuenta y tres) además que no se tiene en
cuenta que el inmueble tiene tres numeraciones: el número 673 en
donde vive un inquilino, el número 675 donde vive la demandada
Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y el número 679 en
donde vive el codemandado Hernán Eguiluz Valdivia. Por su parte,
Hernán Eguiluz Valdivia: manifiesta ser arrendatario de su hermana
y codemandada Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo, quien
en su calidad de copropietaria le otorgó en arrendamiento el segundo
piso del inmueble materia de proceso por un periodo indefinido,
según aparece del Contrato de Arrendamiento de fecha veinte de
febrero de dos mil dos (folio cincuenta y siete), por lo que la
ocupación de ninguna forma es precaria; iii) El Juez de la causa ha
declarado fundada la demanda y ordena que los demandados
cumplan con desocupar y restituir al demandante el inmueble sub
litis; con costas y costos; considerando que en cuanto a determinar
la propiedad del bien, se advierte que con la Copia Literal de la
Partida número 11608180 de Registro Públicos se acredita que
Leoncio Azañero Abanto tiene la condición de actual propietario del
cien por ciento (100%) del bien sub litis; que en cuanto a la ocupación
precaria de la demandada, debe tenerse en cuenta que en su escrito
de contestación manifiesta ser esposa de José Izquierdo Fernández
y que ha efectuado mejoras en el bien; sin embargo, no adjunta
documento o medio probatorio que acredite que el inmueble materia
de proceso es de su propiedad; que el accionante ha acreditado su
propiedad con copia de la partida registral obrante en el folio ocho y
el Testimonio de Escritura Pública de Compra Venta; sin embargo los
demandados no han cumplido con adjuntar medio de prueba que
justifique su posesión, más aun que figura como propietario el
demandante ante Registros Públicos; que en la precariedad debe
darse ausencia absoluta de cualquier circunstancia que justifique el
uso y disfrute del bien, en ese sentido de la revisión de las pruebas
admitidas y actuadas, los demandados no acreditan de manera
fehaciente que ocupan el bien con título alguno que justifique su
posesión; y iv) Al ser apelada dicha resolución, la Sala Mixta
Descentralizada Transitoria de San Juan de Lurigancho de la Corte
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Superior de Justicia de Lima Este revoca la sentencia apelada; y
reformándola, declara infundada la demanda interpuesta,
considerando que en el presente caso, la demandada Anabela
Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo ha presentado como título que
justifica su posesión, copia certificada del Acta del Matrimonio
celebrado el quince de enero de dos mil uno, obrante a folio cuarenta
y seis, con el cual acredita tener un vínculo matrimonial con José
Izquierdo Fernández, anterior propietario del inmueble, tal como
consta en el asiento registral de folio siete en donde aparece que el
inmueble fue adquirido por éste el veintitrés de noviembre dos mil
siete, es decir cuando estaba casado, convirtiéndolo en un bien
social, lo que viene a ser el título que justifica su posesión y desvirtúa
su precariedad; que esa posición ha sido asumida por la Quinta Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima al momento de resolver
a favor de la parte demandada en el anterior proceso de desalojo por
ocupación precaria respecto del mismo bien inmueble. Por lo demás,
en el Cuarto Pleno Casatorio Civil (Casación número
2195-2011-Ucayali), en su fundamento 51, con respecto al título que
justifica la posesión, ha establecido que: “(…) cuando dicho artículo
en análisis [artículo 911 Código Civil] hace alusión a la carencia de
título o al fenecimiento del mismo, no se está refiriendo al documento
que haga alusión exclusiva al título de propiedad, sino a cualquier
acto jurídico o circunstancia que hayan expuesto, tanto la parte
demandante, como la demandada, en el contenido de los
fundamentos fácticos tanto de la pretensión como de su contradicción
y que le autorice a ejercer el pleno disfrute del derecho a la posesión;
hechos o actos cuya probanza pueden realizarla, a través de
cualquiera de los medios probatorios que nuestro ordenamiento
procesal admite; entendiéndose que el derecho en disputa no será la
propiedad sino el derecho a poseer”. CUARTO.- Que, el recurrente
ha denunciado como causal de casación la infracción del artículo 70
de la Constitución Política del Estado y los artículos 302 inciso 1,
303, 896, 906, 911 y 923 del Código Civil. QUINTO.- Que, el artículo
70 de nuestra Carta Magna, establece que el derecho de propiedad
es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía con el
bien común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de
su propiedad sino, exclusivamente, por causa de seguridad nacional
o necesidad pública, declarada por ley, y previo pago en efectivo de
indemnización justipreciada que incluya compensación por el
eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para contestar
el valor de la propiedad que el Estado haya señalado en el
procedimiento expropiatorio. Asimismo, el artículo 923 del Código
Civil, señala que la propiedad es el poder jurídico que permite usar,
disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Debe ejercerse en armonía
con el interés social y dentro de los límites de la ley. SEXTO.- Que,
conforme lo señala el artículo 911 del Código Civil: “La posesión
precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía
ha fenecido” Al respecto, el Cuarto Pleno Casatorio (Casación
2195-2011-Ucayali) señala que “una persona tendrá la condición de
precaria cuando ocupe un inmueble ajeno, sin pago de renta y sin
título para ello, o cuando dicho título no genere ningún efecto de
protección para quien lo ostente, frente al reclamante por haberse
extinguido el mismo”. SETIMO.- Además se debe destacar que este
Supremo Tribunal en reiterada y uniforme jurisprudencia ha
establecido, en armonía con el artículo 911 del Código Civil, que la
ocupación precaria de un bien inmueble se configura con la posesión
del mismo sin detentar título alguno que justifique dicha posesión o
el que se tenía ha fenecido, asimismo, quien pretenda la restitución
o entrega, en su caso, de un predio ocupado bajo dicha calidad,
debe acreditar el derecho de propiedad o que lo ejerce en
representación del titular o, en todo caso la existencia de título válido
y suficiente que otorgue derecho a la restitución del bien; de
conformidad con los artículos 585 y 586 del Código Procesal Civil;
consecuentemente la esencia del proceso de desalojo por ocupación
precaria no consiste en determinar o resolver en definitiva el derecho
de propiedad sino la validez de la restitución de la posesión en base
a cualquier título válido y suficiente que la justifique, frente a la
ausencia de título o fenecimiento del que tuvo la parte ocupante;
título y ausencia o fenecimiento del mismo que por su naturaleza,
debe ser de elemental probanza y dilucidación; de allí que el
ordenamiento jurídico ha dispuesto que dicha pretensión sea
tramitada en la vía sumarísima, de conformidad con el acotado
artículo 585 y siguientes del mismo cuerpo legal; la misma que
resulta más breve y expedita siendo improcedente incluso la
reconvención, el ofrecimiento de medios probatorios en segunda
instancia y modificar o ampliar la demanda, entre otros, de acuerdo
al artículo 559 del referido Código. OCTAVO.- Hechas las precisiones
antes anotadas, se tiene que, conforme se advierte de la copia literal
del inmueble sub litis obrante a folio siete, el bien adjudicado a la
Asociación Pro Vivienda Inca Manco Cápac (Segunda Etapa) San
Juan de Lurigancho a favor de José Izquierdo Fernández, por el
precio de treinta y tres mil doscientos ochenta soles oro
(S/. 33,280.00); bien que le otorgó en anticipo de legítima a José
Antonio Izquierdo Cieza por el valor de treinta y seis mil ochocientos
siete nuevos soles con sesenta céntimos (S/. 36,807.60), por
Escritura Pública del veintitrés de noviembre de dos mil siete; quien
lo transfiere al demandante por Escritura Pública del nueve de abril
de dos mil once que corre de folio nueve a once, debidamente
inscrita en los Registros Públicos; de lo que se colige que el
demandante ha acreditado ser propietario del inmueble sub litis;
mediante título que no ha sido declarado nulo, por tanto, al haber
acreditado la propiedad del citado inmueble, el demandante está
facultado para ejercer la defensa de la posesión, como atributo de su
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
derecho de propiedad y solicitar su restitución. NOVENO.- Que, si
bien, anteriormente en el proceso sobre desalojo por ocupación
precaria seguido por el anticipado José Antonio Izquierdo Cieza,
contra Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo, se declaró
improcedente la demanda, dejándose a salvo el derecho del actor,
sin pronunciamiento sobre el fondo de la controversia (conforme
fluye de la sentencia de vista obrante en copia a folio ciento cuarenta
y dos); es de valorar que, al haberse transferido el inmueble al
demandante Leoncio Azañero Abanto, como nuevo dueño no tiene
vínculo de ninguna índole con la demandada, ni con dicho proceso.
Por lo que, si bien la demandada viene alegando que su derecho a
poseer se ampara en el vínculo matrimonial que tiene con el
transferente José Izquierdo Fernández, según partida de matrimonio
de folio cuarenta y seis; dicha acta de matrimonio no puede ser
considerada como un justo título ni justificación de su posesión, dado
que ello no vincula al propietario demandante quien debe gozar de
todos los atributos de su derecho de propiedad, plenamente vigente;
por lo que corresponde amparar la demanda debiéndose precisar
que el presunto derecho de copropiedad que alega la demandada
deberá hacerlo valer como estimen pertinente; pues, como se ha
precisado en el considerando sexto de la presente; no corresponde
al proceso de desalojo determinar la propiedad del bien sub litis, sino
únicamente determinar si quien demanda tiene derecho a que se le
restituya la posesión (en el caso de autos se ha determinado que el
demandante sí tiene derecho por haber acreditado ser propietario
del bien) y si la parte emplazada tiene o no derecho a poseer (en
autos se ha determinado que la demandada no tiene derecho a
poseer el bien); por lo que el recurso debe ser declarado fundado y
en sede de instancia se debe confirmar la sentencia apelada que
declara fundada la demanda. Por tales consideraciones expuestas y
estando a la facultad conferida por el artículo 396 del Código
Procesal Civil, NUESTRO VOTO es por que se declare: FUNDADO
el recurso de casación de folios doscientos dieciocho, interpuesto
por el demandante Leoncio Azañero Abanto; en consecuencia SE
CASE la sentencia recurrida de folios doscientos tres, de fecha
veintisiete de agosto de dos mil trece que revoca la apelada que
declaró fundada la demanda y reformándola la declara infundada; y
actuando como sede de instancia: SE CONFIRME la apelada que
declaró fundada la demanda; SE DISPONGA la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Leoncio Azañero Abanto con
Anabela Nancy Eguiluz Valdivia de Izquierdo y otro, sobre Desalojo
por Ocupación Precaria; y se devuelvan. S.S. LAMA MORE,
VALCÁRCEL SALDAÑA, CUNYA CELI
1
Anterior propietario del bien sujeto a materia y que en tal condición no pudo
transferir íntegramente el mismo, sin la participación de su cónyuge.
1
Monroy Cabra, Marco Gerardo: Principios de derecho procesal civil, Segunda
edición, Editorial Temis Librería, Bogotá - Colombia, 1979, pág. 359.
2
De Pina, Rafael: Principios de derecho procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F., 1940, pág. 222.
3
Escobar Fornos, Iván: Introducción al proceso, Editorial Temis, Bogotá,
Colombia, 1990, pág. 241.
C-1569469-167
CAS. Nº 355-2015 AREQUIPA
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, dos de junio
de dos mil quince.- VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la Asociación Semi Rural de Productos Pecuarios
Umapalca a fojas ciento cincuenta y dos, contra el auto de vista de
fojas ciento veinticinco, de fecha veinticinco de noviembre de dos
mil catorce, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, que confirma el auto apelado de fojas
treinta y dos, de fecha tres de julio de dos mil catorce, que declara
improcedente la demanda de nulidad de cosa juzgada fraudulenta;
por lo que corresponde examinar los requisitos de admisibilidad
y procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Que, se verifica que el recurso cumple con los requisitos para
su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley citada, toda vez que ha
sido interpuesto de la siguiente forma: I) Contra la resolución de
vista expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; II) Ante la instancia que emitió la
resolución que se impugna; III) Dentro del plazo que establece la
norma; y IV) Cumplió con efectuar el pago del arancel judicial por
la interposición del presente recurso. TERCERO.- Que, el recurso
cumple con el requisito de procedencia previsto en el artículo 388
inciso 1 del Código Procesal Civil y su modificatoria, porque la
parte impugnante no consintió la resolución de primera instancia
que le fue adversa, e interpuso la apelación. CUARTO.- Que, los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del indicado Código Procesal y su
modificatoria, establecen que constituyen requisitos de procedencia
del recurso, la descripción clara y precisa de la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada;
para satisfacer ese propósito la fundamentación de la infracción
normativa denunciada por el recurrente debe observar y respetar
las exigencias técnicas para presentar este recurso; por lo que, es
responsabilidad de la impugnante no solo precisar la causal, sino
también fundamentar la infracción y su importancia o incidencia
97199
respecto de la decisión de la resolución que cuestiona. QUINTO.-
Que, la recurrente denuncia la siguiente causal: Infracción
normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú. Sostiene que la Sala Superior ha transgredido su derecho
al debido proceso, en su manifestación de la motivación de las
resoluciones judiciales; por cuanto en la sentencia de vista, no es
válido el paso de las premisas a la conclusión, debido a que, si
bien es cierto, la norma procesal indica que la demanda de nulidad
de cosa juzgada fraudulenta será improcedente, cuando no exista
conexión entre los hechos y el petitorio y en el anterior proceso no
se hubieran agotado los recursos impugnativos; empero en este
caso, se pretende la revisión del proceso judicial anterior que ha
concluido en definitiva, sin que sea viable interponer ningún otro
medio de impugnación, contra lo allí resuelto; en consecuencia,
lo planteado no presenta ninguna causal de improcedencia, por
lo que, se debe admitir a trámite la demanda. Finalmente, precisa
que su pretensión casatoria principal es anulatoria. SEXTO.- Que,
se debe precisar que el artículo 178 del Código Procesal Civil -
referida a la nulidad de cosa juzgada fraudulenta, estatuye un
medio de impugnación extraordinario dirigido contra una sentencia
que ha adquirido la calidad de cosa juzgada, expedida en un
proceso anterior, en el que para obtener ese pronunciamiento final,
se han realizado actos procesales con fraude o colusión afectando
el debido proceso. En ese sentido, se debe entender, que lo que
es objeto del recurso o impugnación de “nulidad de cosa juzgada
fraudulenta” no es cualquier resolución, sino solo las sentencias
que pongan fin al proceso, mediante una decisión declarativa,
constitutiva y/o de condena, que resuelva una situación de conflicto
de intereses o incertidumbre jurídica, en el que se ha llevado a
cabo la etapa postulatoria, probatoria, valoración y decisión, donde
se le brinden un conjunto de derechos y garantías mínimos en su
desarrollo y que lo resuelto sea efectivo. SÉTIMO.- Que, de lo antes
expuesto y de su análisis, se debe descartar la causal denunciada;
por cuanto, si bien la recurrente describe de forma amplia qué es
lo que se debe entender por debido proceso y motivación de las
resoluciones judiciales; sin embargo, en la resolución de vista no se
aprecia un déficit de motivación, pues respeta la relación identidad
que debe haber entre lo resuelto y la pretensión; así, como
ofrece una adecuada justificación interna y externa, máxime si no
describe cómo se habría configurado el supuesto fraude o colusión
en el desarrollo del proceso anterior para arribar a ese fallo; todo
lo cual hace evidente, que la pretensión ahora demandada es
manifiestamente improcedente, porque no existe correspondencia
entre los hechos, y la consecuencia jurídica que se pide; por lo
que, la circunstancia que la decisión judicial no le sea favorable a
sus intereses no constituye un agravio para denunciar esta clase
de infracción. OCTAVO.- Que, por tanto el recurso de casación no
satisface los requisitos de procedencia precisados en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Por estos fundamentos y
de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la Asociación Semi Rural de Productos Pecuarios Umapalca a
fojas ciento cincuenta y dos, contra el auto de vista de fojas ciento
veinticinco, de fecha veinticinco de noviembre de dos mil catorce,
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por la Asociación Semi Rural de Productores Pecuarios
Umapalca contra el Poder Judicial y otros, sobre Nulidad de Cosa
Juzgada Fraudulenta; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor Loli Bonilla por licencia de la Jueza Suprema
Señora Tello Gilardi. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CALDERÓN PUERTAS,
LOLI BONILLA, DE LA ROSA BEDRIÑANA, MALCA GUAYLUPO
C-1569469-168
CAS. Nº 368-2015 LIMA ESTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: “No resulta de aplicación
al caso de autos, el plazo de caducidad de dos años contemplado en
los artículos 2001 y 2002 del Código Civil, pues lo que se viene
cuestionando es un acto jurídico societario que se rige por una ley
especial, que es la Ley General de Sociedades, que contempla los
siguientes plazos de caducidad: i) El plazo de dos años, recogido en
el artículo 35 de la Ley General de Sociedades, cuando se demanda
la nulidad del pacto social de constitución; y ii) El plazo de un año,
recogido en el artículo 150 de la citada Ley especial, cuando se
demande la nulidad de un acuerdo social. Siendo ello así, en el caso
de autos resulta de aplicación este último plazo, porque la demanda
tiene por objeto que se declare la nulidad de la minuta que contiene
el acta de la Junta General de Accionistas de la “Empresa de Servicio
de Transportes 25 de Setiembre Sociedad Anónima Cerrada”,
celebrada el veintisiete de setiembre de dos mil tres, que contiene la
modificación total del pacto social y estatuto de adaptación al
régimen de la sociedad anónima cerrada”. Lima, veintiuno de marzo
de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número trescientos sesenta y ocho – dos mil quince; luego de
verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso
de casación interpuesto por Gonzalo Gines Marca Cruz y César
Ernau Cox, mediante escrito de fojas dos mil once, contra la

97200 CASACIÓN
Sentencia de Vista de fojas dos mil, de fecha veintisiete de noviembre
de dos mil catorce, expedida por la Sala Civil Descentralizada y
Permanente de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de
Justicia de Lima Este, en el extremo que revoca la Sentencia
apelada, de fojas mil novecientos treinta y cuatro, de fecha treinta de
abril de dos mil catorce, que declara fundada la demanda y
reformándola declara improcedente en todos sus extremos; en los
seguidos por los recurrentes, contra la Empresa de Servicio de
Transportes “25 de Setiembre Sociedad Anónima Cerrada”, sobre
Nulidad de Acto Jurídico. 2. CAUSALES Y FUNDAMENTOS DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de fecha trece de julio
de dos mil quince, corriente a fojas cuarenta y tres del cuaderno de
casación, se ha declarado procedente el recurso de su propósito, por
las siguientes causales denunciadas de infracción normativa
consistente en: a) La aplicación indebida de los artículos 35 y 150
de la Ley General de Sociedades; y b) La inaplicación de los
artículos 2001 y 2002 del Código Civil. Los recurrentes sustentan
las citadas causales, alegando que el artículo 150 de la Ley General
de Sociedades no es aplicable al presente proceso, ya que no
pretenden invalidar ni impugnar acuerdos societarios de la Junta, y
que la norma de derecho material aplicable al caso, conforme a la
demanda de Nulidad de Acto Jurídico son los artículos 2001 y 2002
del Código Civil, referentes a la prescripción y caducidad; sostiene
además, que el artículo 35 de la Ley General de Sociedades
establece que la pretensión de nulidad del pacto social caduca a los
dos años inscrita la Escritura Pública de Constitución en el Registro,
debiéndose tener en cuenta que las pretensiones de Nulidad de Acto
Jurídico demandadas son tres: la nulidad de la Minuta que contiene
la Modificación Total del Pacto Social y Estatuto por Adaptación al
Régimen de Sociedad Anónima Cerrada y como pretensiones
accesorias, la nulidad de la Escritura Pública y la nulidad de la
Inscripción Registral de la Escritura Pública. 3. ANTECEDENTES:
Previamente a la absolución de las denuncias formuladas por los
recurrentes, conviene hacer las siguientes precisiones respecto de lo
acontecido en el proceso: 1.1. Con fecha catorce de octubre de dos
mil cinco, Gonzalo Gines Marca Cruz y César Ernau Cox interponen
demanda de Nulidad de Acto Jurídico, contra la Empresa de Servicio
de Transportes “25 de Setiembre Sociedad Anónima Cerrada”,
solicitando se declare la nulidad de la minuta que contiene la
Modificación Total del Pacto Social y Estatuto de Adaptación al
Régimen de la Sociedad Anónima Cerrada, de fecha veintisiete de
setiembre de dos mil tres y de la Escritura Pública de fecha diez de
octubre de dos mil tres; y accesoriamente, se declare la nulidad de la
Inscripción Registral, de fecha cuatro de noviembre de dos mil tres.
Los demandantes argumentan que son socios de la empresa
demandada, la misma que fue constituida el veintisiete de febrero de
mil novecientos ochenta y seis, con la concurrencia de cincuenta y
cinco accionistas, y que por Asamblea, de fecha diecinueve de
febrero de mil novecientos noventa y ocho, aprobaron la Modificación
de Estatutos y Aumento de Capital, adecuándose a la Nueva Ley
General de Sociedades. Alegan que en noviembre de dos mil tres, al
solicitar en los Registros Públicos una copia informativa de la
empresa, se enteraron de la modificación total de estatutos por
Adaptación al Régimen de Sociedad Anónima Cerrada, inscrita en
fecha cuatro de noviembre de dos mil tres. Sostienen que el fin del
mencionado acto jurídico es fraudulento, porque el Gerente de la
empresa, Jorge Rolando Cruzado de La Torre, tomó el acuerdo con
solo ocho accionistas que forman el Directorio, en domicilio distinto
de la empresa, en forma oculta, sin conocimiento ni consentimiento
de los demás accionistas, que en total son cincuenta y cinco; por lo
que se ha actuado con dolo y abuso de facultades, con una finalidad
ilícita. Finalmente invoca el artículo 219 incisos 4, 6 y 7 Código Civil.
1.2. Admitida a trámite la demanda, en la vía del proceso de
conocimiento, mediante resolución de fojas ciento veinticuatro, la
empresa demandada procede a contestar la demanda, por escrito
de fojas ciento cincuenta y dos, alegando básicamente que los
demandantes interpusieron la misma demanda de Nulidad de Acto
Jurídico en el Expediente número 232-2004, que concluyó con auto
de vista, que confirmó el auto que declaró fundada la Excepción de
Caducidad, teniendo la autoridad de cosa juzgada a la fecha de
interpuesta la presente demanda; por lo que, si bien no han deducido
excepciones en el caso de autos, la presente demanda ha
transgredido el inciso 3 del artículo 438 del Código Procesal Civil,
que establece que no es jurídicamente posible iniciar otro proceso
con el mismo petitorio, resultando irrelevante ocuparse de cada uno
de los fundamentos de hecho de la demanda. 1.3. Por Sentencia de
primera instancia, de fojas trescientos noventa y tres, el A quo
declaró improcedente la demanda, por existir cosa juzgada material;
sin embargo, por resolución de vista, de fojas cuatrocientos ochenta
y seis, la Sala Superior declaró nula la apelada, al concluir que no
existía cosa juzgada en el proceso acompañado. Devueltos los
autos al Juzgado, el A quo emitió nueva sentencia, a fojas setecientos
sesenta y cuatro, declarando fundada la demanda; no obstante, la
misma que fue declarada nula por el Ad quem, mediante resolución
de vista, de fojas mil doscientos cincuenta y nueve, tras señalar que
el A quo declaró nulo el acto jurídico cuestionado por causales no
invocadas, como es la simulación y falta de manifestación de
voluntad del agente; por lo que el juzgado emitió nueva Sentencia, a
fojas mil cuatrocientos noventa y dos, declarando esta vez infundada
la demanda, por haberse planteado fuera del plazo señalado en el
artículo 150 de la Ley General de Sociedades. Elevada dicha
sentencia en apelación fue nuevamente declarada nula, mediante
resolución de vista de fojas mil seiscientos catorce, por existir
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
incongruencia interna. 1.4. Devueltos los actuados al juzgado de
origen, el A quo emite nueva Sentencia, a fojas mil novecientos
treinta y cuatro, declarando fundada la demanda, al concluir que el
acto jurídico cuestionado ha incurrido en causal de nulidad, porque
la Junta General de Accionistas, en fecha veintisiete de setiembre de
dos mil tres, se acordó la Modificación Total del Pacto Social y
Estatuto de Adaptación al Régimen de la Sociedad Anónima
Cerrada, no se realizó en la sede social de la empresa y se llevó a
cabo únicamente con ocho accionistas, cuando del testimonio de
fundación se advierte que son cincuenta y cinco socios accionistas y
fundadores con derecho a voto. El A quo sostiene además que el
expediente acompañado, seguido por las mismas partes, sobre
nulidad de la Junta General de Accionistas, de fecha dieciséis de
noviembre de dos mil dos, no se ha emitido pronunciamiento sobre
el fondo, y la excepción de caducidad no ha sido alegada en autos.
1.5. Por escrito de fojas mil novecientos cincuenta, la empresa
demandada formula apelación, la que es resuelta mediante
Sentencia de Vista, de fojas dos mil, revocando la apelada y
reformándola declara improcedente, al concluir que en aplicación del
artículo 150 de la Ley General de Sociedades, la presente demanda
ha sido interpuesta cuando el plazo de caducidad ha vencido. 3.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que,
según lo establecido por el artículo 384 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, el recurso extraordinario de
casación tiene por fines esenciales la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto, así como la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia; por ende,
este Tribunal Supremo sin constituirse en una tercera instancia
adicional en el proceso, debe cumplir su deber pronunciándose
acerca de los fundamentos del recurso por la causal declarada
procedente. SEGUNDO.- Que, en el caso de autos, se advierte que
no es materia del debate casatorio el fondo del asunto controvertido,
referente a la nulidad de los acuerdos adoptados por la Junta
General de Accionistas de la Empresa de Servicio de Transportes
“25 de Setiembre Sociedad Anónima Cerrada”, celebrada en fecha
veintisiete de setiembre de dos mil tres, que a decir de los
demandantes vulnerarían los incisos 4, 6 y 7 del artículo 219 del
Código Civil; consiguientemente el pronunciamiento de esta Sala
Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República
estará orientado únicamente a dilucidar si la resolución expedida por
la Sala Superior de origen que revoca la apelada y declara
improcedente la demanda por extemporánea se ajusta al
ordenamiento jurídico. TERCERO.- Que, el ordenamiento jurídico de
nuestro país está conformado por un conjunto de normas
relacionadas entre sí, correspondiéndole fundamentalmente al Juez,
otorgarle coherencia; por lo que, ante la eventualidad de la
confluencia de normas que podrían resultar aplicables a un mismo
hecho, el Juez, de acuerdo al Principio lura Novit Curia, previsto en
el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, está
obligado a aplicar aquella norma que sea más pertinente, frente a las
que hayan sido invocadas por las partes. CUARTO.- Que, el
recurrente alega que el artículo 150 de la Ley General de Sociedades
- Ley número 26887, que aplicó la Sala Superior para declarar
improcedente la demanda por caducidad, es una norma impertinente
por no corresponder a las pretensiones demandadas y que las
normas materiales aplicables son los artículos 2001 y 2002 del
Código Civil, referentes a la prescripción y caducidad, o en todo
caso, el artículo 35 de la Ley General de Sociedades. QUINTO.-
Que, absolviendo los fundamentos del recurso extraordinario, debe
tenerse en cuenta que la doctrina mayoritaria señala que el derecho
de impugnación judicial de acuerdos es un derecho subjetivo
esencial de los asociados que les permite ejercer un control sobre
las decisiones que adopten los órganos de la asociación, teniendo la
posibilidad de solicitar la declaración de invalidez de los acuerdos de
todo asociado, en virtud del derecho de acción que ostentan, que
permite a cualquier sujeto acudir al órgano jurisdiccional solicitando
la solución a un conflicto intersubjetivo de intereses o a una
incertidumbre jurídica. SEXTO.- Que, en ese sentido, los conflictos
de intereses relativos a la validez o invalidez de los acuerdos
societarios, por la especial naturaleza de las relaciones jurídico
comerciales, solo pueden ser resueltos aplicando preferentemente
las normas especiales sobre la materia, en aplicación del principio de
especialidad; por lo que el argumento de la parte impugnante,
cuando señala que debió aplicarse los artículos 2001 y 2002 del
Código Civil, no se ajusta a derecho; debiendo aplicarse al caso de
autos la Ley General de Sociedades, por ser la norma pertinente
para resolver el presente conflicto de intereses. SÉTIMO.- Que, bajo
esa misma línea, en relación a los plazos de caducidad, cuando se
trata de la impugnación de actos jurídicos de naturaleza mercantil o
comercial, los plazos de caducidad no pueden ser otros que los
especialmente previstos en la norma especial, es decir, en la Ley
General de Sociedades - Ley número 26887, sin que pueda en modo
alguno aplicarse los plazos de caducidad previstos en el Código
Civil, pues estos solo podrían ser aplicables en caso no existieran
normas especiales que regulen dicho plazo. OCTAVO.- Que, ahora
bien, en relación a la invalidez de los acuerdos societarios la Ley
General de Sociedades - Ley número 26887, no conserva una
estructura ordenada, coherente y sistemática que permita a los
jueces la adecuada aplicación de las normas de derecho material al
caso concreto, a tal punto que puede llevar a conclusiones
equivocadas como aseverar que la validez de los acuerdos
societarios puede ser cuestionada en los siguientes supuestos: a) La
nulidad del pacto social, que establece el artículo 35 de la Ley
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
General de Sociedades; b) La nulidad de acuerdos societarios, que
establece el artículo 38 de la Ley General de Sociedades; c) La
impugnación de acuerdos propiamente dicha, regulada en el primer
párrafo del artículo 139 de la Ley General de Sociedades; d) La
anulabilidad, prevista en el segundo párrafo del artículo 139 de la
Ley General de Sociedades; e) La denominada acción de nulidad,
contemplada en el artículo 150 de la Ley General de Sociedades; y
f) La nulidad del acuerdo de transformación, prevista en el artículo
343 de la Ley General de Sociedades; cada una de las cuales
tendrían sus propias características y estarían sujetas a sendos
plazos de caducidad. NOVENO.- Que, para el caso de autos, el tema
en controversia es determinar qué norma de la Ley General de
Sociedades resulta aplicable y qué plazo de caducidad se computa,
pues por un lado tenemos el artículo 150 de la Ley General de
Sociedades - Ley número 26887, invocado en la sentencia de vista,
que establece un plazo de un año, cuando se demanda acción de
nulidad para invalidar los acuerdos de la Junta General de
Accionistas, contrarios a normas imperativas o que incurran en
causales de nulidad previstas en esta ley o en el Código Civil, y por
otro lado tenemos el artículo 35 de la citada Ley, invocado por el
recurrente, que establece el plazo de dos años cuando se demanda
la nulidad del pacto social. DÉCIMO.- Que, a simple vista se puede
advertir que la diferencia entre un dispositivo y otro radica en el acto
jurídico objeto de nulidad, pues mientras que el artículo 150 de la Ley
General de Sociedades - Ley número 26887, hace referencia a la
invalidez de los acuerdos societarios que sean contrarios a normas
imperativas o que incurran en las causales de nulidad previstas
expresamente en la Ley Especial o en el Código Civil; en tanto que
el artículo 35 de la citada ley, hace referencia a la invalidez
únicamente del pacto social, y así se entiende de las causales
contempladas en el artículo 33, y de los efectos que genera la
declaración de nulidad contemplados en el artículo 361. DÉCIMO
PRIMERO.- Que, en esta línea de interpretación, tenemos que el
acto jurídico materia de nulidad es la minuta que contiene el acta de
Junta General de Accionistas de la “Empresa de Servicio de
Transportes 25 de Setiembre Sociedad Anónima Cerrada”, celebrada
el veintisiete de setiembre de dos mil tres, que contiene la
Modificación Total del Pacto Social y Estatuto de Adaptación al
Régimen de la Sociedad Anónima Cerrada; por lo que a criterio de
este Supremo Tribunal nos encontramos ante el supuesto descrito
en el artículo 150 de la Ley General de Sociedades - Ley número
26887, que establece un plazo de caducidad de un año, pues lo que
se viene cuestionando no es el pacto social de constitución de la
persona jurídica demandada, sino el acuerdo de accionistas que
modificó en su totalidad el Pacto Social y el Estatuto. DÉCIMO
SEGUNDO.- Que, definido el marco jurídico aplicable, debe tenerse
en cuenta que los actores han referido que tomaron conocimiento de
la existencia del acuerdo de Modificación Total de Pacto Social y
Estatuto en noviembre de dos mil tres, al solicitar en los Registros
Públicos una copia informativa de la partida; por lo que desde la
fecha de interposición de la demanda ocurrida el catorce de octubre
de dos mil cinco, no ha transcurrido el plazo de caducidad de un año
que establece el artículo 150 de la Ley General de Sociedades - Ley
número 26887. DÉCIMO TERCERO.- Que, consiguientemente, lo
resuelto por la instancia superior se ajusta a derecho sin que se haya
incurrido en la causal de infracción normativa denunciada;
fundamentos por los cuales, declararon infundado el recurso de
casación. 5. DECISIÓN: Por estas consideraciones y en aplicación
del artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto Gonzalo Gines Marca Cruz y
César Ernau Cox, a fojas dos mil once; en consecuencia: NO
CASARON la sentencia de vista de fojas dos mil, de fecha veintisiete
de noviembre de dos mil catorce, expedida por la Sala Civil
Descentralizada y Permanente de San Juan de Lurigancho de la
Corte Superior de Justicia de Lima Este; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Gonzalo Gines Marca
Cruz y otro contra la Empresa de Servicio de Transportes “25 de
Setiembre Sociedad Anónima Cerrada” y otro, sobre Nulidad de Acto
Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA
BARRERA
1
El pacto social (que incluye el estatuto) es el primer acuerdo que contiene
la decisión de los socios fundadores sobre la formación de la sociedad, su
capital, los aportes y el nombramiento de los primeros administradores;
en tanto que los acuerdos sociales propiamente dichos, son aquellas
decisiones que adoptan los accionistas de una sociedad para crear ciertos
derechos y obligaciones entre sí o frente a terceros para la marcha de la
sociedad.
C-1569469-169
CAS. Nº 623-2015 CAÑETE
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, once de mayo
de dos mil dieciséis. VISTOS; con los acompañados;
CONSIDERANDO; y, habiéndose dejado oportunamente en
Relatoría de esta Sala Suprema el voto emitido por los Señores
Jueces Supremos MENDOZA RAMÍREZ Y VALCARCEL
SALDAÑA obrante de folios cuarenta y siete a cuarenta y nueve
cuarenta y nueve a cincuenta y tres respectivamente, del
cuadernillo de casación; de conformidad con los artículos 142, 148
y 149 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
97201
Judicial, se deja constancia de los mismos para los fines pertinentes
de acuerdo a ley. PRIMERO: Viene a conocimiento de esta
Suprema Sala el recurso de casación interpuesto por la
Municipalidad Distrital de Santa Cruz de Flores, a fojas trescientos
cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha tres de
noviembre de dos mil catorce, corriente a fojas trescientos treinta y
ocho; correspondiendo calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio conforme a lo establecido
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil; SEGUNDO:
En cuanto a los requisitos de admisibilidad señalados en el artículo
387 del Código Procesal Civil, es del caso señalar que el presente
recurso de casación ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Sala Superior respectiva que como órgano de
segundo grado pone fin al proceso; ii) Ante la Sala Superior que
emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo de diez días,
contado desde el día siguiente de notificada la resolución que se
impugna, y; iv) No adjunta tasa judicial, por cuanto la Municipalidad
recurrente se encuentra exonerada del pago, por tratarse de
Gobierno Local. TERCERO: La recurrente, invocando el artículo
386 del Código Procesal Civil denuncia como agravio: La infracción
normativa del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú, señalando que la recurrida incurre en contradicción, pues
en su tercer considerando reconoce que a tenor de lo previsto en
los artículos 192, 196 y 231 de la Ley número 27444 y 8 de la Ley
de Procedimiento de Ejecución Coactiva número 26979, el cobro a
la demandante se hizo vía ejecución coactiva y en mérito a la
potestad sancionadora de la Municipalidad, no obstante, en su fallo
ordena la restitución de dicho cobro; asimismo, el Colegiado
Superior expresa que el motivo por el cual en las sentencias
emitidas en los procesos de amparo y contencioso administrativo
instaurados el tres de febrero y uno de abril de dos mil dos no se ha
ordenado la devolución de la suma cobrada coactivamente, ello se
debe a que el ingreso del dinero embargado al patrimonio de la
recurrente recién se produjo el tres de mayo de dos mil dos,
soslayando que la multa fue impuesta por resolución del veintiocho
de enero de dos mil dos; agrega que si las resoluciones
jurisdiccionales no han exonerado a la demandante del pago de
tributos municipales, no hay razón ni fundamento para ordenar la
devolución y que no es cierto que no exista una obligación de dar
suma de dinero – restitución de pago – a favor de Telefónica del
Perú Sociedad Anónima Abierta ya que la demandante no cumplió
con su deber de pagar los tributos municipales que debió haber
realizado entre los años mil novecientos noventa y cuatro y mil
novecientos noventa y cinco, por lo que la declaratoria de
inaplicabilidad o de invalidez de un instrumento normativo no
determina la exoneración del pago de los tributos que adeuda
Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta. CUARTO: Con
relación al agravio denunciado, del texto de la recurrida se advierte
que el Colegiado de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cañete para declarar fundada la demanda y por ende ordenar la
devolución de lo cobrado a la demandante Telefónica del Perú
Sociedad Anónima Abierta, ha concluido que tal decisión, aun
cuando lo cobrado haya acontecido dentro del marco de la potestad
sancionadora de la que goza la entidad recurrente, no solo emana
de lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 12 de la Ley número
27444, sino además del Derecho de Propiedad reconocido en el
artículo 70 de la Constitución Política del Perú, pues en sede
jurisdiccional se ha determinado la nulidad de la resolución de
multa impuesta a la actora así como el procedimiento coactivo
instaurado en virtud a aquel acto administrativo, agregando que en
autos no se ha acreditado que exista alguna obligación tributaria
pendiente de pago de la demandante; no evidenciándose la
denunciada incongruencia en la emisión de la recurrida, la que se
ha ceñido a la observancia de la garantía de la adecuada motivación
de las resoluciones judiciales. Por tales razones y conforme a lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
Municipalidad Distrital de Santa Cruz de Flores, a fojas trescientos
cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fecha tres de
noviembre de dos mil catorce, corriente a fojas trescientos treinta y
ocho, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cañete; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta con la
Municipalidad Distrital de Santa Cruz de Flores, sobre Obligación
de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, HUAMANÍ
LLAMAS, CABELLO MATAMALA, YAYA ZUMAETA. EL SEÑOR
JUEZ SUPREMO YAYA ZUMAETA, SE ADHIERE AL VOTO DE
LOS SEÑORES JUECES SUPREMOS MENDOZA RAMÍREZ,
HUAMANÍ LLAMAS Y CABELLO MATAMALA con los
fundamentos contenidos en la resolución dictada el veinticinco de
junio de dos mil quince, agregando la siguiente consideración:
PRIMERO.- Los argumentos que sustentan la denuncia procesal
de la casasionista, persiguen en puridad cuestionar la conclusión
arribada por la Sala Superior, respecto a la probanza de la
devolución de lo que indebidamente cobró la Municipalidad Distrital
de Santa Cruz de Flores a la ahora empresa Telefónica del Perú
Sociedad Anónima Abierta, así como a la no acreditación de alguna
obligación tributaria ya determinada y pendiente de pago por la
demandante a favor de la demandada, conclusión que se basa en
la valoración conjunta de los medios probatorios que se describen
en la Sentencia de Vista obrante de fojas trescientos treinta y ocho

97202 CASACIÓN
a trescientos cuarenta y dos y que como actividad de revaloración
no es posible en esta Sede Extraordinaria, de acuerdo a los fines
del Recurso de Casación previstos en el Artículo 384° del Código
Procesal Civil, circunscritos a la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y a la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República. En ese
sentido, MI VOTO es porque se declare: IMPROCEDENTE el
Recurso de Casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de
Santa Cruz de Flores, corriente de fojas trescientos cuarenta y
cinco a trescientos cincuenta y seis, contra la Sentencia de Vista
emitida el tres de noviembre de dos mil catorce por la Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Cañete;
SE DISPONE la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta con la Municipalidad
Distrital de Santa Cruz de Flores sobre Obligación de Dar Suma de
Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez
Supremo. S. YAYA ZUMAETA. EL VOTO EN MINORÍA DE LOS
SEÑORES JUECES SUPREMOS VALCÁRCEL SALDAÑA Y
MIRANDA MOLINA, ES COMO SIGUE: VISTOS: con los
acompañados, y CONSIDERANDO: PRIMERO: Viene a
conocimiento de esta Suprema Sala, el recurso de casación
interpuesto por la Municipalidad Distrital de Santa Cruz de Flores,
a fojas trescientos cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de
fecha tres de noviembre de dos mil catorce, corriente a fojas
trescientos treinta y ocho; expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cañete, que confirma la sentencia apelada
que declara fundada la demanda; correspondiendo calificar los
requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio
impugnatorio conforme a lo establecido en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil. SEGUNDO: En cuanto a los requisitos
de admisibilidad señalados en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, es del caso señalar que el presente recurso de casación ha
sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la
Sala Superior respectiva que como órgano de segundo grado pone
fin al proceso; ii) Ante la Sala Superior que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo de diez días, contado desde el día
siguiente de notificada la resolución que se impugna, y; iv) No
adjunta tasa judicial, por cuanto, la recurrente se encuentra
exonerada del pago, por tratarse de Gobierno Local. TERCERO:
La recurrente, invocando el artículo 386 del Código Procesal Civil
denuncia como agravio: i) La infracción normativa del inciso 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú y de los
artículos 122 incisos 3 y 4 y 50 inciso 6 del Código Procesal
Civil y del artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
alega que existe contradicción entre los fundamentos y la parte
resolutiva, pues en su tercer considerando reconoce que a tenor de
lo previsto en los artículos 192, 196 y 231 de la Ley número 27444
– Ley de Procedimiento Administrativo General y del artículo 8 de
la Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva – Ley número
26979, el cobro a la demandante se hizo vía ejecución coactiva y
en mérito a la potestad sancionadora de la Municipalidad, no
obstante, en su fallo ordena la restitución de dicho cobro; asimismo,
el Colegiado Superior expresa que el motivo por el cual en las
sentencias emitidas en los procesos de amparo y contencioso
administrativo instaurados el tres de febrero y uno de abril de dos
mil dos no se ha ordenado la devolución de la suma cobrada
coactivamente, ello se debe a que el ingreso del dinero embargado
al patrimonio de la recurrente recién se produjo el tres de mayo de
dos mil dos, soslayando que la multa fue impuesta por resolución
del veintiocho de enero de dos mil dos; agrega, que si las
resoluciones jurisdiccionales no han exonerado a la demandante
del pago de tributos municipales, no hay razón ni fundamento para
ordenar la devolución y que no es cierto que no exista una
obligación de dar suma de dinero – restitución de pago – a favor de
Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta, ya que la
demandante no cumplió con su deber de pagar los tributos
municipales que debió haber realizado entre los años mil
novecientos noventa y cuatro y mil novecientos noventa y cinco,
por lo que la declaratoria de inaplicabilidad o de invalidez de un
instrumento normativo no determina la exoneración del pago de los
tributos que adeuda Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta;
y ii) No es cierto que se haya afectado el patrimonio de la
accionante con el accionar de la Municipalidad, porque de
conformidad con los artículos 191 y 192 de la Constitución
Política del Perú, concordante con el artículo 2 de la Ley
número 23853 – Ley Orgánica de Municipalidades, los
Gobiernos Locales son personas jurídicas de derecho público y
gozan de autonomía, economía, administrativa y política en
asuntos de su competencia; asimismo, de conformidad con el
inciso 4 del artículo 200 de la Constitución Política del Perú, las
ordenanzas municipales tienen rango de ley; por consiguiente,
tienen jurisdicción en el ámbito territorial de su competencia y
mediante dicha norma los Gobiernos Locales pueden legislar todo
lo relativo a los asuntos de su competencia; alega, que mediante
Ordenanza Municipal número 001-1999-MDSCF-C se aprobó el
Texto Único Ordenado de Procedimientos Administrativos (TUPA-
99) y el Reglamento de Aplicación de Sanciones (RAS-99),
asimismo, mediante Ordenanzas Municipales número
01-2000-MDSCF-C, 01-2001-MDSCF-C y 01-2002-MDESCF-C se
aprobaron los respectivos Textos Únicos de Procedimientos
Administrativos y Reglamentos de Aplicación de Sanciones hasta
la actualidad (TUPA-2000, 2001, 2002 y RAS-2000, 2001 y 2002)
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
mediante los cuales se establecen los derechos y las infracciones
y/o multas administrativas de las que son pasibles aquellos
contribuyentes que hayan efectuado o efectúen obras sin contar
con las correspondientes autorizaciones o licencias municipales,
como en el presente caso, la norma que fuera debidamente
publicada en los bandos municipales con arreglo a lo dispuesto por
el inciso 3 del artículo 112 de la entonces vigente Ley número
23583; por tanto, es de obligatorio cumplimiento en la jurisdicción
del distrito de Santa Cruz de Flores; en ese orden, dicha
municipalidad ha actuado con plena competencia para aplicar una
sanción administrativa a la impugnante por ejecutar obras sin
contar con las respectivas autorizaciones, encontrándose
consiguiente su accionar dentro del marco legal vigente; agrega,
que si bien existen las resoluciones judiciales que declaran
inaplicables la resolución de determinación de deuda, no es menos
cierto que la existencia de un contrato – ley, no la exonera del pago
de los tributos municipales (sic). CUARTO: Las denuncias descritas
en el considerando precedente satisfacen el requisito de
procedencia contemplado en el artículo 388 inciso 3 del Código
Procesal Civil, por lo que debe declararse procedente el recurso de
casación. Por estas consideraciones y de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 391 del Código Procesal Civil, NUESTRO
VOTO es porque se declare: PROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de Santa Cruz
de Flores, a fojas trescientos cuarenta y cinco, contra la sentencia
de vista de fecha tres de noviembre de dos mil catorce, corriente a
fojas trescientos treinta y ocho, expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Cañete; por la causal de infracción
normativa de carácter procesal del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, de los artículos 122 incisos 3 y
4 y 50 inciso 6 del Código Procesal Civil y del artículo 12 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y por la causal de infracción
normativa material de los artículos 191 y 192 de la Constitución
Política del Perú, concordante con el artículo 2 de la Ley
número 23853 – Ley Orgánica de Municipalidades; en
consecuencia, SE DESÍGNE oportunamente fecha para la vista
de la causa; en los seguidos por Telefónica del Perú Sociedad
Anónima Abierta contra la Municipalidad Distrital de Santa Cruz de
Flores sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y se notifique.-
S.S. VALCÁRCEL SALDAÑA, MIRANDA MOLINA C-1569469-170
CAS. Nº 1299-2015 LIMA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: “La Sentencia de Vista
vulnera el derecho a la motivación escrita de las resoluciones
judiciales cuando no discrimina los agravios expuestos en cada
uno de los recursos impugnatorios presentados en forma
independiente y no se pronuncia sobre el total de ellos; asi como no
expresa las razones del cambio de criterio ni de los motivos que
conllevan a una nueva posición”. Lima, seis de junio de dos mil
dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número mil doscientos noventa y nueve - dos mil quince en
Audiencia Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a
ley, procede a emitir la siguiente sentencia: I.- ASUNTO: En el
presente proceso sobre Nulidad de Acto Jurídico el codemandado
César Augusto Acosta Rodríguez La Rosa ha interpuesto Recurso
de Casación1, contra la Sentencia de Vista expedida mediante
resolución número diez de fecha veintiocho de enero de dos mil
quince2, que confirma la sentencia apelada de primera instancia
emitida mediante resolución número treinta y seis de fecha
veintisiete de diciembre de dos mil trece3, que declaró fundada la
demanda sobre Nulidad de los actos jurídicos de donación otorgada
por César Acosta Villacorta a favor de Augusto Acosta Berg,
contenido en la Minuta y Escritura Pública de fecha veintiuno de
marzo de dos mil siete y de la compra venta otorgada por Augusto
Acosta Berg a favor de César Augusto Acosta Rodríguez La Rosa,
contenido en la Minuta y Escritura Pública de fecha veintinueve de
noviembre de dos mil siete, respecto del departamento 102, primer
piso, ubicado en la Avenida Los Faunos número 159, Distrito de
Santa María del Mar; en consecuencia, nulos los mencionados
actos jurídicos, disponiéndose la cancelación de los Asientos
Registrales C00001, C00002 y D00001 de la Partida número
42408123 del Registro de la Propiedad Inmueble de los Registros
Públicos de Lima. II.- REFERENCIAS DEL PROCESO: 2.1.
Demanda: El dos de septiembre de dos mil nueve4 Lelia Carmen
Jo Chiang de Acosta, representada por su apoderado Ulises
Gálvez Díaz, acude al órgano jurisdiccional interponiendo demanda
acumulativa objetiva originaria de pretensiones, siendo éstas:
Principales: Nulidad del Acto Jurídico de Donación otorgado por
César Acosta Villacorta a favor de Augusto Acosta Berg, contenido
en la Escritura Pública de fecha veintiuno de marzo de dos mil siete
respecto al predio constituido por el departamento número 102 sito
en la Avenida Los Faunos número 159, Distrito de Santa María del
Mar, inscrito en la Partida número 42408123 de los Registros
Públicos de Lima, y Nulidad del Acto Jurídico de Compra Venta
celebrado entre Augusto Acosta Berg con César Augusto Acosta
Rodríguez La Rosa, contenido en la Escritura Pública de fecha
veintinueve de noviembre de dos mil siete respecto al mismo
inmueble; y, Accesorias: Nulidad de la Escritura Pública de
Donación de fecha veintiuno de marzo de dos mil siete y del Asiento
Registral C00001 de la Partida Registral número 42408123, y
Nulidad de la Escritura Pública de Compra Venta de fecha
veintinueve de noviembre de dos mil siete y del Asiento Registral
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
C00002 de la Partida Registral número 42408123, por contener un
objeto jurídicamente imposible, fin ilícito y simulación absoluta.
Expone como fundamentos principales de su petitorio lo siguiente:
a) Con fecha veintiuno de marzo de mil novecientos noventa y
cuatro adquirió por compraventa celebrada con el codemandado
César Acosta Villacorta el inmueble materia de litis, el cual
constituía bien propio adquirido antes de contraer matrimonio con
la recurrente y con dinero de su propio peculio, por lo que dicho
bien es adquirido por la recurrente en calidad de propio; b) Con
posterioridad, el veintiuno de marzo de dos mil siete, el citado
transferente efectúa la donación del predio a favor de su nieto
Augusto Acosta Berg, el cual deviene en nulo al no poder
transferirse aquello de lo que no se es propietario; c) Existe mala fe
del demandado por cuanto al realizar la donación refirió ser
divorciado, cuando su estado civil era de casado desde hace
quince años antes con la recurrente, y habiéndose realizado la
donación entre abuelo y nieto se han configurado las causales de
objeto jurídicamente imposible, fin ilícito y simulación absoluta; y, d)
Como consecuencia de dichos actos se configura la nulidad de la
compra venta otorgada por Augusto Acosta Berg a favor de César
Augusto Acosta Rodríguez La Rosa, para simular actos jurídicos
inexistentes con la única finalidad de perjudicar a la recurrente,
agregando que en este caso también se configuran las causales de
nulidad precitadas. 2.2. Contestación del codemandado
Augusto Acosta Berg: Mediante escrito presentado el dos de
noviembre de dos mil nueve5, el codemandado Augusto Acosta
Berg, contestó la demanda en los términos siguientes: a) El
demandado César Augusto Acosta Villacorta es dueño del predio
sub materia y como tal tiene facultades de disponer, como el
efectuar una donación; b) La donación es un acto de libre
disposición y su formalización exige Escritura Pública, todo lo cual
ha sido cumplido, más aún si la ley no determina ninguna limitación,
incompatibilidad o restricción para que la donación pueda
efectuarse entre miembros de una familia, por lo que el acto
realizado por su abuelo y codemandado es legal y no tiene
impedimento alguno. 2.3. Contestación del codemandado César
Augusto Acosta Rodríguez La Rosa: El dos de noviembre de dos
mil nueve6 el codemandado César Augusto Acosta Rodríguez La
Rosa absuelve el traslado de la demanda, exponiendo
principalmente que adquirió legalmente el predio materia de autos
al habérselo transmitido su anterior propietario vía donación por
Escritura Pública, y que en uso de sus facultades de nuevo
propietario celebró la compra venta cuestionada, a que se refiere la
Escritura Pública de fecha veintinueve de noviembre de dos mil
siete, documento en el que se reconoce que el precio de venta
ascendió a sesenta y nueve mil soles (S/.69,000.00), de los cuales
canceló la suma de nueve mil soles (S/.9,000.00) y por el saldo se
constituyó hipoteca legal. 2.4. Contestación del codemandado
César Acosta Villacorta: Por escrito presentado el dos de
noviembre de dos mil nueve7, el codemandado César Acosta
Villacorta ejercita su Derecho del Contradictorio, afirmando
principalmente que: a) En su calidad de propietario único del predio
sub materia y en condición de divorciado se encontraba habilitado
para disponer del bien registrado a su nombre; b) En ese sentido la
donación efectuada a favor de su nieto Augusto Acosta Berg se
encontraba dentro de la competencia prevista por ley, no existiendo
impedimento legal para donar entre familiares, habiéndose
señalado en la Escritura Pública respectiva que el bien se
encontraba ocupado por la demandante, quien carecía de título
para poseerlo; y, c) Como nuevo propietario Augusto Acosta Berg
podía ejercer todas las posibilidades que la ley le permite en su
calidad de dueño absoluto del inmueble, entre ellas transferirlo,
como así sucedió en relación a la compra venta que celebró con
César Augusto Acosta Rodríguez La Rosa por Escritura Pública de
fecha veintidós de noviembre de dos mil siete. 2.5. Sentencia de
Primera Instancia: Mediante resolución número treinta y seis de
fecha veintisiete de diciembre de dos mil trece8, el Décimo Sexto
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima declaró fundada la demanda, señalando principalmente
que: i) Conforme a la minuta de compra venta acompañada en
copia certificada la accionante adquirió el veintiuno de marzo de mil
novecientos noventa y cuatro9 la propiedad del predio sub materia
de su anterior propietario César Acosta Villacorta, siendo casados,
al haber contraído matrimonio el dieciséis de marzo de mil
novecientos noventa y uno por ante la Municipalidad de Cieneguilla,
y si bien existe la prohibición de contratar entre cónyuges, se tiene
que el bien es propio del cónyuge, quien lo adquirió el diecisiete de
enero de mil novecientos noventa. El hecho que el acto no aparezca
inscrito en Registros Públicos no enerva la acreditación de
propiedad por parte de la actora, desde que en nuestro sistema
legal el registro no es constitutivo del Derecho de Propiedad; ii)
Existen documentos como el recibo de cuota de mantenimiento,
estado de cuenta de servicios básicos y pago de Impuesto Predial
(no cuestionados) que permiten establecer la conducción del bien
por parte de la actora, siendo además que la denuncia penal
interpuesta contra ella fue archivada por el Ministerio Público,
debido a que con el Dictamen Pericial Grafotécnico se acreditó que
la firma que se consignó en la Minuta de Compraventa de fecha
veintiuno de marzo de mil novecientos noventa y cuatro
corresponde al demandado César Acosta Villacorta, decisión que
ha quedado consentida; iii) Deviene irregular que al otorgar la
donación el donante César Acosta Villacorta ya no era propietario
del predio sub materia, quien incluso precisó que su estado civil era
97203
el de divorciado, siendo que del Dictamen Pericial Grafotécnico así
como de la carta de la Agencia de Viajes y Turismo New York, aquél
reconoce ser propietario del departamento sub materia y que lo
adquirió antes de su segundo matrimonio y lo dio en venta a favor
de la actora, habiendo recibido de mutuo acuerdo una primera
cuota de noventa y cinco mil dólares americanos (US$ 95,000.00),
segunda cuota de siete mil dólares americanos (US$ 7,000.00) y
tercera cuota de catorce mil trescientos ochenta y tres dólares
americanos con cuatro céntimos (US$ 14,383.04), quedando como
saldo final la suma de trece mil dólares americanos (US$
13,000.00); iv) Existen hechos que permiten señalar que Augusto
Acosta Berg conocía la calidad de propietaria de la demandante,
por cuanto en su declaración de parte manifestó que frecuentaba
desde pequeño la casa de su abuelo y que sí sabía que aquella
vivía en el departamento, siendo además que dada la familiaridad
entre los celebrantes de la donación y compra venta, es factible
que haya tenido conocimiento del vínculo matrimonial entre César
Acosta Villacorta y la pretensora y que ésta detentaba la titularidad
del predio, configurándose la finalidad ilícita; v) En cuanto a las
causales de objeto jurídicamente imposible como simulación
absoluta, no se han configurado en la celebración de los negocios
jurídicos cuestionados, dado que en cuanto al objeto es
perfectamente factible la celebración de un contrato de donación y
compra venta, pues el ordenamiento legal lo permite siempre que
se cumpla con los presupuestos para su celebración, siendo el
objeto de la donación la transferencia del bien a título gratuito y la
compra venta a titulo oneroso; y, vi) En cuanto a la simulación
absoluta, no se ha probado que las partes no hayan tenido la
intención de quedar jurídicamente vinculadas, a lo que se aúna que
se requiere además de un acuerdo simulatorio. 2.6. Recurso de
Apelación del codemandado Augusto Acosta Berg: El dieciséis
de enero de dos mil catorce10 el antes mencionado codemandado
ejercita su derecho impugnatorio contra la sentencia de primera
instancia, esgrimiendo sustancialmente los siguientes argumentos:
a) Su condición de familiar con su abuelo donante no configura
causal de nulidad alguna, pues en el Código Civil no existe norma
que prohíba celebrar donaciones entre familiares, así como el
hecho de haber conocido la relación entre la actora y César Acosta
Villacorta; y, b) No existe prueba de que el recurrente haya
conocido que el bien donado era ajeno, pues no es su obligación
saber de las operaciones comerciales que realicen, siendo lo cierto
que a la fecha de la celebración de la donación no existía inscrita
registralmente la compra venta a favor de la actora. 2.7. Recurso
de Apelación del codemandado César Acosta Villacorta: El
dieciséis de enero de dos mil catorce11 el antes mencionado
codemandado ejercita su derecho impugnatorio contra la sentencia
de primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los siguientes
agravios: a) El recurrente ha negado la firma que aparece en el
contrato de compra venta que sustenta el derecho alegado por la
actora, afirmando que es falsa conforme al Dictamen Grafotécnico
presentado con su escrito de fecha trece de enero de dos mil
catorce, evacuado en el proceso sobre Divorcio que le sigue la
actora ante el Primer Juzgado de Familia -expediente número 503-
2008, por lo que no habiendo el recurrente vendido el predio a la
actora tenía la disposición de donarlo; y, b) La consignación de su
estado de divorciado en la Escritura Pública de donación se debió
a que ello solo era la reiteración de los datos que aparecen en su
Documento Nacional de Identidad, por lo que no se ha efectuado
ninguna declaración falsa y si en la fecha de la donación aún se
encontraba casado con la actora ello no perjudica la validez de la
donación, pues el inmueble era uno propio. 2.8. Recurso de
Apelación del codemandado César Augusto Acosta Rodríguez
La Rosa: El dieciséis de enero de dos mil catorce12 el antes
mencionado codemandado ejercita su derecho impugnatorio
contra la sentencia de primera instancia, esgrimiendo
principalmente los siguientes agravios: a) El parentesco con los
demandados no determina que el recurrente deba conocer las
adquisiciones efectuadas por la demandante, más aún si el
vendedor César Acosta Villacorta ha negado su firma en la minuta
de compra venta a favor de aquella; b) La apelada deviene en nula
por cuanto nuevamente se ampara en la existencia de concierto de
voluntades para perjudicar el Derecho de Propiedad de la
accionante a partir de declaraciones de las partes, así como en el
parentesco existente entre las mismas, no obstante que la Sala ha
establecido que no son suficientes ni sólidos; c) La adquisición ha
sido de buena fe, por cuanto a la fecha de la compra venta en
Registros Públicos no aparecía registrado a favor de la actora
algún derecho sobre el predio sub materia; y, d) En el supuesto
negado que la donación sea nula debe tenerse en cuenta que la
nulidad de la compraventa del recurrente no ha sido demandada
como accesoria, para que se afirme que al invalidarse la segunda
también resulta inválida la primera. 2.9. Sentencia de Vista:
Elevado los autos en mérito a los Recursos de Apelación
interpuestos, la Quinta Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima mediante resolución número diez de
fecha veintiocho de enero de dos mil quince13, emite la Sentencia
de Vista que confirma la sentencia de primera instancia que declaró
fundada la demanda, fundamentando su decisión en lo siguiente: i)
Del contrato de compra venta del veintiuno de marzo de mil
novecientos noventa y cuatro aparece que César Augusto Acosta
Villacorta vende el departamento materia de autos a la accionante
con quien contrajo matrimonio el dieciséis de marzo de mil
novecientos noventa y uno14, contrato que adquirió fecha cierta al

97204 CASACIÓN
ser presentado ante la Fiscalía respectiva con fecha anterior al mes
de abril de dos mil siete por la denuncia contra la actora por delito
contra la fe pública (falsificación de documentos), que se decidió no
formalizar al determinarse vía pericia que las firmas puestas en la
minuta de compra venta del veintiuno de marzo de mil novecientos
noventa y cuatro son auténticas, por lo que la transferencia a favor
de la actora se prueba con el contrato de compra venta citado; ii)
En el cuarto considerando de la Donación de fecha veintiuno de
marzo de dos mil siete se precisa que el departamento se encuentra
ocupado por la actora, circunstancia que permitía al donatario
(Augusto Acosta Berg) indagar razonablemente cuál era el titulo
por el cual aquella poseía el predio, además de ser o haber sido
cónyuge de su abuelo donante César Acosta Villacorta y el
parentesco existente entre ellos, evidenciándose razonablemente
que la celebración de la donación tuvo por finalidad perjudicar el
Derecho de Propiedad de la actora, configurándose la causal
prevista en el inciso 4) del Artículo 219° del Código Civil; iii) En
cuanto a la compra venta por Escritura Pública de fecha veintinueve
de noviembre de dos mil siete también incurre en causal de nulidad,
al tener también la finalidad de seguir perjudicando el Derecho de
Propiedad de la actora, desde que el adquirente César Augusto
Acosta Rodríguez La Rosa tuvo conocimiento del título de
adquisición de su transferente, como es la donación en la que
consta que la posesión del predio sub materia lo ejerce o ejercía la
demandante, además de conocer que era o había sido cónyuge de
su padre César Augusto Acosta Villacorta, sumado al parentesco
familiar entre ellos, siendo que el comprador no ha probado haber
cancelado la totalidad del precio de venta pactado en la cláusula
tercera; y, iv) La pretensión accesoria de cancelación de asientos
registrales son amparables en virtud al Artículo 87° del Código
Procesal Civil. III.- RECURSO DE CASACIÓN: El codemandado
César Augusto Acosta Rodríguez La Rosa con fecha veinticuatro
de febrero de dos mil quince interpone Recurso de Casación contra
la Sentencia de Vista, siendo declarado procedente por este
Tribunal Supremo mediante resolución de fecha ocho de
septiembre de dos mil quince, obrante de fojas cincuenta y ocho a
sesenta del Cuaderno respectivo, por Infracción Normativa
Procesal de los Artículos 139° incisos 3) y 5) de la Constitución
Política del Perú y VII del Título Preliminar del Código Procesal
Civil e Infracción Normativa Material de los Artículos 2013° y
2014° del Código Civil. IV.- CUESTIÓN JURÍDICA EN DEBATE:
En el caso particular, la cuestión jurídica en debate radica en
determinar si la sentencia de la Sala Superior se encuentra
debidamente motivada, si resulta congruente y si presenta una
deficiente valoración probatoria, así como, en su caso, si al resolver
la causa se han infraccionado los Principios de Legitimación y
Buena Fe Pública Registral. DESARROLLO ARGUMENTATIVO
DE ESTA SALA SUPREMA: Sobre la finalidad del Recurso de
Casación: PRIMERO.- El Recurso de Casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, conforme lo precisa el Artículo 384° del
Código Procesal Civil. En materia de casación es factible el control
de las decisiones jurisdiccionales, con el propósito de determinar si
en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el
Derecho al Proceso Regular, teniendo en consideración que éste
supone el cumplimiento de los principios y garantías que regulan el
proceso como instrumento judicial, precaviendo sobre todo el
ejercicio del derecho a la defensa de las partes en conflicto.
SEGUNDO.- Por causal de casación se entiende al motivo que la
ley establece para la procedencia del Recurso15, debiendo
sustentarse el mismo en aquellas previamente señaladas en la ley,
pudiendo por ende interponerse por infracción de la ley o por
quebrantamiento de la forma. Se consideran motivos de casación
por infracción de la ley, la violación en el fallo de leyes que debieron
aplicarse al caso, así como la falta de congruencia de lo decidido
con las pretensiones formuladas por las partes y la falta de
competencia. Los motivos por quebrantamiento de la forma aluden
a infracciones en el proceso16, por lo que en tal sentido si bien todas
las causales suponen una violación de la ley, también lo es que
éstas pueden darse en la forma o en el fondo. TERCERO.- La
infracción procesal se configura cuando en el desarrollo de la
causa no se han respetado los derechos procesales de las partes,
se han soslayado o alterado actos del procedimiento, la tutela
jurisdiccional no ha sido efectiva, el órgano judicial deja de motivar
sus decisiones o lo hace en forma incoherente, en evidente
quebrantamiento de la normatividad vigente y de los principios
procesales. CUARTO.- En el caso particular, y como se ha
adelantado, se ha declarado procedente el Recurso de Casación
por causales de infracción normativa procesal y material, por lo que
en primer término debe procederse con el análisis de la infracción
de normas de carácter procesal, desde que si por ello se declarara
fundado el Recurso, su efecto nulificante implicaría la anulación de
lo actuado hasta donde se advirtiera el vicio, con disposición, en su
caso, de un nuevo pronunciamiento por el respectivo órgano de
instancia, careciendo de objeto en tal supuesto emitir decisión
sobre la infracción material invocada por el casacionista en el
escrito de su propósito. Sobre el debido proceso: QUINTO.- El
debido proceso es un derecho complejo, desde que está
conformado por un conjunto de derechos esenciales que impiden
que la libertad y los derechos de los individuos perezcan ante la
ausencia o insuficiencia de un proceso o procedimiento o se vean
afectados por cualquier sujeto de derecho -incluyendo el Estado-
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
que pretenda hacer uso abusivo de éstos. Como señala la doctrina:
“(…) por su naturaleza misma, se trata de un derecho muy
complejamente estructurado, que a la vez está conformado por un
numeroso grupo de pequeños derechos que constituyen sus
componentes o elementos integradores, y que se refieren a las
estructuras, característica del Tribunal o instancias de decisión, al
procedimiento que debe seguirse y a sus principios orientadores, y
a las garantías con que debe contar la defensa”17. Dicho de otro
modo, el Derecho al Debido Proceso constituye un conjunto de
garantías de las cuales goza el justiciable, que incluyen la tutela
procesal efectiva, la observancia de los principios o reglas básicas
y de la competencia predeterminada por ley, así como la pluralidad
de instancias, la motivación, logicidad y razonabilidad de las
resoluciones y el respecto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y de contradicción), entre otros. SEXTO.- Así
también, el derecho al debido proceso, consagrado en el inciso 3)
del Artículo 139° de la Constitución Política del Perú18, comprende
a su vez, entre otros derechos de los ya señalados en el
considerando precedente, el de obtener una resolución fundada en
derecho mediante decisiones en las que los Jueces expliciten en
forma suficiente las razones de sus fallos, con mención expresa de
los elementos fácticos y jurídicos que los determinaron, dispositivo
que es concordante con lo preceptuado por el inciso 3) del Artículo
122° del Código Procesal Civil19 y Artículo 12° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial20. Además, la
exigencia de motivación suficiente prevista en el inciso 5) del
Artículo 139° de la Carta Fundamental21, garantiza que el justiciable
pueda comprobar que la solución del caso concreto viene dada por
una valoración racional de la fundamentación fáctica de lo actuado
y la aplicación de las disposiciones jurídicas pertinentes, y no de
una arbitrariedad de los magistrados, por lo que en ese entendido
es posible afirmar que una resolución que carezca de motivación
suficiente no solo infringe normas legales, sino también principios
de nivel constitucional. SÉPTIMO.- En esa misma línea, cabe
anotar que la motivación escrita de las resoluciones judiciales en
sociedades pluralistas como las actuales, importa el deber de
justificar las decisiones jurídicas, de tal manera que sean aceptadas
por la sociedad y que el Derecho cumpla su función de guía22.
Igualmente, la obligación de fundamentar las sentencias, propias
del derecho moderno, se ha elevado a categoría de deber
constitucional, a mérito de lo cual la Corte Suprema de Justicia de
la República ha señalado en el Primer Pleno Casatorio, Casación
número 1465-2007-CAJAMARCA, una similar posición a la
adoptada por el Tribunal Constitucional en el expediente número
37-2012-PA/TC, fundamento 35, en el sentido que: La motivación
de la decisión judicial es una exigencia constitucional; por
consiguiente, el juzgador para motivar la decisión que toma debe
justificarla, interna y externamente, expresando una argumentación
clara, precisa y convincente, para mostrar que aquella decisión es
objetiva y materialmente justa, y por tanto, deseable social y
moralmente. OCTAVO.- Asimismo, el proceso regular en su
expresión de motivación escrita de las resoluciones judiciales,
entiende que una motivación defectuosa puede expresarse en los
siguientes supuestos: a) Falta de motivación propiamente dicha:
Se presenta cuando se advierte una total ausencia de motivación
en cuanto a la decisum jurisdiccional emitida en el caso materia de
conflicto, sea en el elemento fáctico y/o jurídico; b) Motivación
aparente: Cuando el razonamiento en la sentencia sea
inconsistente, sustentado en conclusiones vacías que no guardan
relación con el real contenido del proceso; c) Motivación
insuficiente: Cuando se vulnera el Principio Lógico de la Razón
Suficiente, es decir que el sentido de las conclusiones a las que
arriba el juzgador no se respaldan en pruebas fundamentales y
relevantes, de las cuales éste debe partir en su razonamiento para
lograr obtener la certeza de los hechos expuestos por las partes y
la convicción que lo determine en un sentido determinado, respecto
de la controversia planteada ante la judicatura; y, d) Motivación
defectuosa en sentido estricto: Cuando se violan las leyes del
hacer/ pensar, tales como de la no contradicción (nada puede ser y
no ser al mismo tiempo), la de identidad (correspondencia de las
conclusiones a las pruebas), y la del tercio excluido (una proposición
es verdadera o falsa, no hay tercera opción), entre otros, omitiendo
los principios elementales de la lógica y la experiencia común.
NOVENO.- Igualmente, el Derecho a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales tiene como una de sus expresiones al
Principio de Congruencia, el cual exige la identidad que debe
mediar entre la materia, las partes, los hechos del proceso y lo
resuelto por el juzgador, en virtud a lo cual los Jueces no pueden
otorgar más de lo demandado o cosa distinta a lo pretendido, ni
fundar sus decisiones en hechos no aportados por los justiciables,
con obligación entonces de pronunciarse sobre las alegaciones
expuestas por las partes, tanto en sus escritos postulatorios como,
de ser el caso, en sus medios impugnatorios, de tal manera que
cuando se decide u ordena sobre una pretensión no postulada en
el proceso, y menos fijada como punto controvertido, o a la inversa,
cuando se excluye dicho pronunciamiento, se produce una
incongruencia, lo que altera la relación procesal y transgrede las
garantías del proceso regular. En el sentido descrito, se tiene que
la observancia del Principio de Congruencia implica que en toda
resolución judicial exista: 1) Coherencia entre lo peticionado por las
partes y lo finamente resuelto, sin omitir, alterar o excederse de
dichas peticiones (congruencia externa); y, 2) Armonía entre la
motivación y la parte resolutiva (congruencia interna), de tal
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
manera que la decisum sea el reflejo y externación lógica, jurídica
y congruente del razonamiento del juzgador, conforme a lo actuado
en la causa concreta, todo lo cual garantiza la observancia del
Derecho al Debido Proceso, resguardando a los particulares y a la
colectividad de las decisiones arbitrarias, conforme a lo establecido
por el Tribunal Constitucional en el fundamento jurídico número
once de la sentencia número 1230-2003-PCH/TC23. Es en el
contexto de todo lo detallado que este Supremo Colegiado
verificará si se han respetado o no en el asunto concreto las reglas
de la motivación. El control de las decisiones jurisdiccionales y
el debido proceso en el caso concreto: DÉCIMO.- Ingresando al
análisis de las infracciones normativas procesales que sirven de
fundamento al Recurso de Casación interpuesto por el
codemandado César Augusto Acosta Rodríguez La Rosa, se
observa que invoca como agravio la vulneración al Debido Proceso,
infracción al Principio de Congruencia Procesal y a la Debida
Motivación de las Resoluciones Judiciales, al considerar que si en
un primer pronunciamiento la Sala Superior anuló la sentencia del
Juez Especializado al ser del criterio que las declaraciones de las
partes y el parentesco familiar entre los demandados no eran
suficientes para concluir que existió concierto de voluntades para
perjudicar el Derecho de Propiedad de la actora, con la celebración
de la donación y posterior compra venta del departamento sub
materia, resulta incongruente que bajo esos mismos argumentos
cuestionados ahora la Sala Superior confirme la apelada. En tal
escenario, corresponde a este Supremo Tribunal determinar si la
decisión adoptada por la Sala de mérito fue expedida respetando lo
dispuesto por el Artículo 50° inciso 6) del Código Procesal Civil,
concordante con el Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, que disciplinan que los Magistrados
tienen la obligación de fundamentar los autos y las sentencias bajo
sanción de nulidad respetando los Principios de Jerarquía de las
Normas y el de Congruencia. DÉCIMO PRIMERO.- Procediendo al
análisis correspondiente, de la lectura de la sentencia impugnada
se advierte que la Sala Superior considera que en relación a la
compra venta contenida en la Escritura Pública de fecha veintiuno
de marzo de dos mil siete, se encuentra acreditada la causal de
nulidad de fin ilícito, al estimar que habiéndose precisado en el
cuarto considerando de la referida Escritura Pública de Donación
que el departamento se encontraba ocupado por la pretensora, ello
permitía al recurrente conocer razonablemente cuál era el título por
el que venía poseyendo el predio, sumado al hecho que siendo o
habiendo sido la actora cónyuge del abuelo donante, el donatario
Augusto Acosta Berg tenía conocimiento del vínculo que los unía,
además del grado del parentesco entre el donante y el donatario,
que es de abuelo-nieto. Afirma asimismo la Sala Superior que igual
suerte corre el acto de la compra venta incluido en la Escritura
Pública de fecha veintinueve de noviembre de dos mil siete, al
tener el casacionista conocimiento del título de adquisición de su
transferente, como es la donación, en el que se hace constar que
la actora poseía el departamento, además de los lazos familiares y
no haberse acreditado la cancelación del precio de venta. No
obstante, este Supremo Tribunal estima que la motivación
desarrollada por el Colegiado Superior es insuficiente, toda vez
que no evalúa elementos relevantes para solucionar la controversia
planteada. DÉCIMO SEGUNDO.- Así tenemos que, en base al íter
procesal desarrollado en la presente causa judicial, se tiene lo
siguiente: 12.1. Los recursos impugnatorios planteados contra la
segunda y última sentencia de primera instancia, emitida por el
Décimo Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima son tres, correspondientes a los tres
demandados: Augusto Acosta Berg, César Acosta Villacorta y
César Augusto Acosta Rodríguez La Rosa, insertos de folios
quinientos noventa y siete a seiscientos, seiscientos seis a
seiscientos nueve y seiscientos catorce a seiscientos dieciocho,
respectivamente. A pesar de ello en la Sentencia de Vista se
observa que la Sala Superior únicamente hace mención a dos de
los tres Recursos de Apelación, referidos a los codemandados
Augusto Acosta Berg y César Augusto Villacorta (primer
considerando), sin discriminar los agravios expuestos por cada uno
de los citados sujetos procesales en cada uno de sus Recursos
presentados en forma independiente, procediendo a analizarlos de
forma global, lo que en el caso concreto vulnera el Principio a una
Efectiva Tutela Jurisdiccional con rango de derecho fundamental.
12.2. El Recurso no evaluado por el Superior Colegiado,
correspondiente al casante, expresó como agravios fundamentales
lo siguiente: a) “(…) al sostener nuevamente su sentencia como
fundamento para amparar la demanda, la existencia de un
concierto de voluntades para perjudicar el Derecho de Propiedad
de la actora a partir de las declaraciones de las partes en el proceso
así como del parentesco existente entre las mismas, a pesar que la
Sala Superior ha dejado establecido que dichos argumentos ‘no
son suficientes ni sólidos’ para dicho fin se revela la nulidad de
vuestro fallo”. b) “(…) al momento de adquirir el bien sub litis, no
existía ninguna anotación en la correspondiente partida registral
que permita advertir que la demandante tenía algún derecho sobre
dicho predio, por lo que mi adquisición ha sido de buena fe”. c) “(…)
en el supuesto que la citada donación resulte ser nula, la
declaración de invalidez de la compraventa suscrita por el
recurrente no ha sido demandada como una pretensión accesoria
a la referida declaración de nulidad de la donación, como para que
se afirme que al invalidarse la segunda también resulte ser inválida
la primera, pues de ser ello así, ¿EN QUÉ QUEDARÍA EL
97205
PRINCIPIO DE BUENA FE REGISTRAL CONTENIDO EN EL
ART. 2014 DEL C.C.?”. Tales agravios no han merecido análisis
por parte del Órgano Superior de revisión, atentando contra el
Debido Proceso, en su vertiente del Derecho a la Instancia Plural y
a obtener una respuesta fundada en los hechos y el derecho. 12.3.
En una primera revisión por parte de la Sala Superior, a través de
la Sentencia de Vista contenida en la resolución número cinco de
fecha treinta de noviembre de dos mil once24, respecto de la
primera sentencia emitida por el Juez Especializado –resolución
número veinticuatro de fecha siete de junio de dos mil once-25, la
declaró nula en razón sustancial a que la “(…) la jueza inferior,
apoyándose únicamente en las declaraciones de los propios
coemplazados realizadas en la Audiencia de Pruebas así como en
su grado de parentesco, concluye que, al ser posible el
conocimiento de la relación matrimonial existente entre César
Acosta Villacorta y la accionante y de que ésta tenía la titularidad
del bien donado, ‘se evidencia un concierto de voluntades con el
propósito de disponer en forma ilegal de un inmueble y por
consiguiente afectar el Derecho a la Propiedad que ostentaba la
demandante respecto al bien sub litis’ (…) el razonamiento de la
jueza inferior adolece de medios de prueba idóneos y suficientes
que le permitan llegar a la conclusión de que existió un concierto de
voluntades y esto es así porque partiendo de ciertas declaraciones,
sin otros medios de prueba o indicios sólidos que, en conjunto,
apoyen la tesis que se intenta postular, no es posible concluir que
‘se evidencia un concierto de voluntades’ (…) Pero además, es
débilmente argumentable sostener la conclusión de la evidencia
del concierto de voluntades por el solo hecho de que los
coemplazados son parientes, más aún si, como se ha señalado, la
propia jueza inferior dejó implícitamente establecido que el
codemandado Augusto Acosta Berg actuó de buena fe al estar el
bien registrado a nombre del donante. En ese sentido, tanto las
declaraciones mencionadas como el parentesco entre los
coemplazados no son datos suficientes ni sólidos para concluir que
existió concierto de voluntades, menos que esto sea evidente”. A
pesar de ello, se aprecia del segundo pronunciamiento final de la
Sala Superior que ésta confirma la sentencia apelada sosteniendo
principalmente que al donatario le era razonable saber el título por
el que poseía la demandante el predio sub materia, así como su
condición de cónyuge o no del donante César Acosta Villacorta,
vinculado al parentesco familiar entre los demandados que se
desprende de la declaración de parte de éste último; esto es, que
aquellos elementos que para la Sala en un primer momento no
fueron suficientes ni idóneos para estimar el petitorio de la demanda
de autos, luego sí lo fueron, sin expresar las razones del cambio de
criterio ni de los motivos que conllevan a esta nueva posición. 12.4.
No se aprecia razonamiento sobre lo que el recurrente denuncia en
su Recurso de Apelación (no examinado por la Sala Superior),
respecto a la inaplicación del Artículo 2014° del Código Civil, que
sustentaría la buena fe registral de su parte, en el sentido que de
acuerdo a lo inscrito en la Partida Registral del predio sub materia
número 42408123, a la fecha de celebración del contrato de
compra venta contenido en la Escritura Pública del veintinueve de
noviembre de dos mil siete, no existía ninguna anotación que
permita advertir que la pretensora tenía algún derecho sobre el
bien en controversia y la presunta buena fe que invoca. 12.5. Hay
ausencia de motivación cuando no se describen expresamente los
agravios que contiene cada uno de los Recursos de Apelación
presentados, más aún cuando no se analizan todos ellos. DÉCIMO
TERCERO.- En base a lo expuesto, este Supremo Tribunal advierte
que la Sentencia de Vista vulnera el Derecho a la Motivación
Escrita de las Resoluciones Judiciales, incurriendo en una
motivación insuficiente, lo cual contraviene el Derecho al Debido
Proceso, infringe los incisos 3) y 5) del Artículo 139° de la
Constitución Política del Perú y determina la nulidad insubsanable
de la misma, a tenor de lo preceptuado por el Artículo 171° del
Código Procesal Civil; careciendo de objeto emitir pronunciamiento
sobre las infracciones materiales del propio Recurso del casante
César Augusto Acosta Rodríguez La Rosa. DÉCIMO CUARTO.- En
ese mismo sentido, al haberse vulnerado el Principio de Motivación
de Resoluciones Judiciales, aquello debe ser enmendado,
correspondiendo precisar que el criterio precedentemente expuesto
de manera alguna comporta apreciación por parte de este Tribunal
Supremo sobre el fondo de la pretensión postulada, limitándonos a
sancionar con nulidad una resolución que no expuso motivación
suficiente, debiendo ordenarse la emisión de una nueva Sentencia
de Vista conforme a los lineamientos establecidos. Por tales
consideraciones y de acuerdo a lo regulado además por el Artículo
396° inciso 1) del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el
Recurso de Casación interpuesto por el codemandado César
Augusto Acosta Rodríguez La Rosa; en consecuencia CASARON
la Sentencia de Vista contenida en la resolución número diez de
fecha veintiocho de enero de dos mil quince obrante de fojas
setecientos ocho a setecientos doce, expedida por la Quinta Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima y
en consecuencia NULA la misma; ORDENARON al Colegiado
Superior emitir nuevo fallo atendiendo a lo expuesto en la presente
ejecutoria suprema; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en
los seguidos por Lelia Carmen Jo Chiang con César Augusto
Acosta Rodríguez La Rosa y otros sobre Nulidad de Acto Jurídico;
y los devolvieron. Integra esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces

97206 CASACIÓN
Supremos Señores Mendoza Ramírez y Romero Díaz. Ponente
Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S. CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA
1
Inserto de folios 720 a 727.
2
Inserta de folios 708 a 712.
3
Inserta de folios 564 a 585.
4
Escrito de demanda inserto de folios 44 a 71.
5
Corriente de folios 86 a 89.
6
Escrito corriente de folios 96 a 99.
7
Inserto de folios 106 a 117.
8
Obrante de folios 564 a 585.
9
Minuta inserta a folios 02 y 03.
10
Recurso obrante de folios 597 a 600.
11
Recurso obrante de folios 606 a 609.
12
Recurso obrante de folios 614 a 618.
13
Inserta de folios 708 a 712.
14
Acta de matrimonio corre inserta a folios 23.
15
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
16
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
17
Faudes Ledesma, Héctor, “El Derecho a un juicio justo”, en Las garantías
del debido proceso (Materiales de Enseñanza) Lima. Instituto de Estudios
Internacionales de la PUCP y Embajada Real de los Países Bajos, página 17.
18
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
19
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
20
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
21
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
22
ATIENZA, Manuel. “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
23
Tribunal Constitucional, Sentencia N° 1230-2003-PCH/TC
24
Inserta de folios 511 a 513.
25
Inserta de folios 382 a 400.
C-1569469-171
CAS. Nº 1323-2015 APURÍMAC
RESTITUCIÓN INTERNACIONAL DE MENOR DE EDAD.
SUMILLA: Estando acreditada la retención ilícita de un menor en el
Perú, y no habiéndose probado ante las instancias de mérito que la
restitución al lugar de su residencia habitual en el extranjero lo
exponga a riesgo de peligro grave físico o psíquico, o lo coloque en
una situación intolerable, conforme al supuesto de excepción del
artículo 13 literal b de la “Convención sobre los Aspectos Civiles de
la Sustracción de Menores”, debe procederse a la restitución
internacional inmediata del menor. El “Principio del Interés Superior
del Niño” ante los supuestos de traslado ilícito al extranjero o
retención ilícita en el extranjero de un menor, se tutela con su
restitución internacional inmediata a su lugar de residencia habitual,
salvo que concurra algún supuesto de excepción acorde con la
“Convención sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción de
Menores”. Lima, cuatro de abril de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa el día de la fecha y producida la
votación correspondiente de acuerdo a ley, expide la siguiente
sentencia. I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por la demandada María Graciela Visaga
Zambrano (folios 1168), contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número cuarenta y nueve de fecha dieciséis de diciembre
de dos mil catorce (folios 1120), expedida por la Sala Mixta de
Abancay de la Corte Superior de Justicia de Apurímac, la cual revocó
la sentencia apelada contenida en la Resolución número treinta y
seis del tres de marzo de dos mil catorce, y reformándola, declara
fundada la demanda interpuesta por el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables a través de la Dirección de Niñas, Niños y
Adolescentes, en su calidad de Autoridad Central Peruana para el
Cumplimiento de las Obligaciones que impone al Estado Peruano la
Convención de La Haya sobre Aspectos Civiles de Sustracción
Internacional de Menores de Edad del veinticinco de octubre de mil
novecientos ochenta, actuando a través de Silvia Gonzales Alvarado,
en representación del ciudadano holandés Roberto Antonio
Geerlings1, contra la ciudadana peruana María Graciela Visaga
Zambrano, ordenando la restitución internacional del menor Anthony
Marc Geerlings (registrado en el Perú como “Anthony Marc Geerlings
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Visaga”). II.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA
DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema
mediante resolución del diecinueve de mayo de dos mil quince [folios
50 del cuadernillo de casación], ha declarado procedente el recurso
de casación por las siguientes causales: a) Infracción normativa
procesal de los incisos 3, 5 y 15 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú; artículos I y VII del Título
Preliminar, inciso 6 del artículo 50, inciso 3 del artículo 122 y
artículo 197 del Código Procesal Civil; refiere que la sentencia de
vista no se encuentra expedida conforme al Principio de Congruencia,
el Derecho de Tutela Jurisdiccional Efectiva, el Derecho a la Prueba,
al Juez Imparcial, el Derecho de Defensa, y a la Debida Motivación
de Resoluciones Judiciales, por ende, al Debido Proceso; que, el
Colegiado no expone fundamento alguno sobre el punto controvertido
fijado en la Audiencia (folios 264), respecto a las causales de
improcedencia de restitución previstas en la Convención de La Haya
sobre Aspectos Civiles de Sustracción Internacional de Menores de
Edad del veinticinco de octubre de mil novecientos ochenta (en
adelante: Convención de La Haya), ni de los hechos alegados por la
recurrente en su contestación de la demanda relacionados a la
aplicación de la referida excepción; además, no se puede fundar una
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las
partes, ni en pruebas que han sido valoradas de manera inadecuada.
Señala que la recurrida omite resolver el recurso de apelación
interpuesto por la recurrente contra la Sentencia de primera
instancia, en el extremo que declara improcedente la demanda y se
pide reformar declarándola infundada. Que, no se ha considerado
que su menor hijo ha sido víctima de maltratos en Holanda y en
Perú, tal como prueban los informes psicológicos obrantes en autos;
asimismo, no se ha tomado en cuenta la opinión del menor de edad.
Agrega, que no puede ordenarse la restitución de su menor hijo a
Holanda, pues aun cuando éste ha sido su lugar de residencia
habitual, la mayor parte del tiempo de su vida lo ha pasado junto y al
cuidado de la recurrente. b) Infracción normativa material por
inaplicación del excepcional supuesto de improcedencia
establecido en el inciso b) del artículo 13 de la Convención de
La Haya sobre Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional
de Menores de Edad del veinticinco de octubre de mil
novecientos ochenta; sostiene que acorde con el criterio del Juez,
la presente causa se encuentra en el supuesto de improcedencia de
restitución de menor de edad previsto en la acotada norma,
atendiendo al Interés Superior del Niño, pues se ha llegado a
establecer que tanto en Holanda como en Perú ha existido maltrato
físico y psicológico en agravio de su menor hijo y la recurrente por
parte del actor, hecho corroborado con la sentencia expedida en el
proceso número 00705-2012 seguido ante la Segunda Fiscalía
Provincial de Familia de Abancay – sobre Violencia Familiar (en su
modalidad de Violencia Psicológica), que declaró fundada la
demanda y ordenó el cese de todo acto de Violencia Familiar y la
adopción de medidas de protección a las víctimas. Asimismo, la Sala
Superior no tuvo en cuenta el informe emitido por la Asistente Social
del Juzgado de Familia de Abancay, entre otros medios probatorios,
que acreditan que el menor de edad se encuentra integrado
debidamente a su nuevo ambiente familiar en la ciudad de Abancay,
donde reside con parientes maternos y realiza sus estudios de
manera satisfactoria; y. c) Infracción del Principio del Interés
Superior del Niño, previsto por el artículo IX del Código de
Niños y Adolescentes del Perú y Normas Supranacionales;
alega que la Sala Superior no aplica el citado principio al decidir la
restitución del menor, al tratarse de un problema humano y
atendiendo al perjuicio que ese hecho implicaría para el niño. Agrega
que en calidad de nacionales y víctimas de maltrato físico y
psicológico debidamente acreditado, merecen especial protección
por parte del Estado Peruano, por tanto, estando a un innegable
hecho de que exista un grave riesgo que la restitución del menor lo
exponga a un peligro grave físico o psíquico o que de cualquier otra
manera ponga al menor en una situación intolerable, en función del
Interés Superior del Niño, es de aplicación el supuesto de excepción
previsto en el inciso b) del artículo 13 de la Convención de La Haya.
III.- CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la absolución del
recurso de casación sub examine, es necesario hacer un recuento
de lo acontecido en el presente proceso, a fin de poder evaluar si
efectivamente se incurrieron en las infracciones normativas
denunciadas: 1a) Demanda.- El Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables a través de la Dirección de Niñas, Niños y Adolescentes,
en su calidad de Autoridad Central Peruana para el Cumplimiento de
las Obligaciones que impone al Estado Peruano la Convención de
La Haya, sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional
de Menores de Edad, en representación de Robertino Antonio
Geerlings solicita que se ordene la restitución internacional a los
Países Bajos del niño Anthony Marc Geerlings, nacido el quince de
enero de dos mil cuatro, en Leiderdorp, Países Bajos, por ser ese su
país de residencia habitual y por haber sido trasladado ilícitamente,
conforme a lo previsto en el artículo 3 de la Convención de La Haya.
Se sustenta la demanda indicando que Robertino Antonio Geerlings
y la señora María Graciela Visaga Zambrano contrajeron matrimonio
en el Perú el cuatro de setiembre de dos mil uno y que producto de
esa unión, el día quince de setiembre de dos mil cuatro nació el niño
Anthony Marc Geerlings Visaga en la ciudad de Leiderdorp, Países
Bajos; siendo que conforme a la denuncia enviada por Robertino
Antonio Geerligns a través de la Autoridad Central de los Países
Bajos, con fecha veinticuatro de agosto de dos mil once, otorgó
autorización a su esposa para viajar a la provincia de Cusco – Perú
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en compañía del menor, siendo que la demandada María Graciela
Visaga Zambrano y el niño Anthony Marc Geerlings Visaga, partieron
el dos de julio de dos mil once desde la ciudad de Amsterdam,
debiendo retornar el veinte de agosto del mismo año, pero el día
diecisiete de agosto de dos mil once recibió un correo electrónico de
María Graciela Visaga Zambrano en el cual le solicitaba que
comunicara al colegio donde el niño Anthony Marc Geerlings Visaga
cursaba estudios, que éste no regresaría a los Países Bajos porque
se quedaría a vivir en el Perú, siendo que efectivamente el día
programado para el retorno, no volvieron; 1b) Contestación de la
demandada.- La demandada María Graciela Visaga Zambrano
contestó la demanda (folios 214), oponiéndose a la restitución de su
menor hijo Anthony Marc Geerlings Visaga a los Países Bajos no
obstante que fue su país de residencia habitual debido a que no ha
sido trasladado al Perú ni retenido de manera ilícita, considerando no
aplicable el artículo 3 de la Convención de La Haya, por existir
causales de improcedencia expresamente previstos en los incisos a)
y b) del artículo 13 de dicha Convención. Se fundamenta la
contestación señalando que no hubo traslado ilícito del menor hacia
el Perú porque para dicho traslado se contaba con la autorización
expresa y escrita de Robertino Antonio Geerlings, y si bien debieron
retornar el veinte de agosto de dos mil once, tomó la decisión de
quedarse en el Perú en resguardo a su seguridad y salud física y
mental así como la del propio menor, dado los maltratos recibidos de
su cónyuge en Holanda (Países Bajos), los cuales le generaron
depresión, habiendo sido evaluada incluso por un psicólogo que le
recomendó reposo y tratamiento, así como que se quede en el Perú
hasta recuperarse, hecho que al ser comunicado a su cónyuge
generó que la vuelva a maltratar psicológicamente por teléfono y
e-mail; en cuanto a su menor hijo señala que en Holanda carecía de
interactuación con los familiares del padre, encontrándose la mayor
parte al cuidado de la demandada, dado que su cónyuge permanecía
todo el día en el trabajo y muchas veces en otros países, lo que ha
repercutido en su desarrollo psicosocial que hasta hoy arrastra, tal
como se ha demostrado en su diagnóstico psicológico, siendo que
incluso cuando se encontraban en Perú el menor también había sido
víctima de manipulaciones y amenazas telefónicas (maltrato
psicológico) de ser retornado por intermedio de la Policía
Internacional, aprovechándose Robertino Antonio Geerlings de las
facilidades que se le brinda para sus intercomunicaciones,
causándole sufrimientos e inestabilidad en su desarrollo emocional,
por lo que al ser evaluado por un profesional psicólogo recomendó,
entre otros, dejarlo con sus familiares de Cusco; agrega que su hijo
ya es peruano y tiene Documento Nacional de Identidad - DNI
peruano; que durante su estadía en el Perú no han recibido la menor
ayuda económica por parte del padre, quien incumple con su
obligación alimentaria para atender sus múltiples necesidades; que
de retornar al menor a Holanda, este no soportaría la separación
teniendo en cuenta la mayor parte del tiempo de su vida que ha
pasado junto y al cuidado de su madre por quien siente mayor apego
que con su padre, por lo que considera “(…) que existe un grave
riesgo de que la restitución del menor lo exponga a un peligro grave
físico o psíquico o que de cualquier otra manera ponga el menor en
una situación intolerable”; y, que existe causal de improcedencia
prevista en los incisos a) y b) del artículo 13 de la Convención de La
Haya, por lo que es improcedente la restitución de menor por
traslado y retención ilícitas, que solicita el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables por demanda que insta contra una mujer
ciudadana peruana como ella, que lejos de ser protegida se
considera “agredida” por instituciones de su propio país a favor de un
ciudadano extranjero que apoyado en la Convención y asesoría
legal gratuita, le entabla una demanda de restitución de niño,
mientras que ella, a parte de sus obligaciones de asistencia que
tiene para con su hijo y consigo misma ante el incumplimiento de su
cónyuge de su obligación alimentaria, debe irónicamente afrontar los
gastos de asesoría y defensa del proceso, con sus propios peculios,
para velar por el interés superior de su hijo y tratar de evitar se
cumplan las amenazas de su cónyuge por e-mail de pagar muy caro
e ir a la cárcel por el supuesto traslado y retención ilícitas de su hijo;
1.c) Puntos Controvertidos.- Durante la Audiencia Única de fecha
veintitrés de julio de dos mil doce2 se fijaron como puntos
controvertidos los siguientes: (…) Que, se haya producido infracción
al derecho de custodia del menor Anthony Marc Geerlings Visaga,
por parte de María Graciela Visaga Zambrano; que se haya
producido traslado o retención ilícita del menor Anthony Marc
Geerlings Visaga; establecer el país o lugar de residencia del menor
Anthony Marc Geerlings Visaga; Que, la Solicitud de restitución
internacional del menor Anthony Marc Geerlings Visaga, se
encuentre amparado en la Convención de La Haya, sobre los
aspectos civiles de la sustracción internacional de menores en que
sean partes el Perú y Holanda; que la solicitud se encuentre en los
supuestos de improcedencia previsto en el artículo 13 de la
Convención de La Haya sobre aspectos civiles de la sustracción
internacional de menores, entre ellos: “a) Que, exista aceptación del
progenitor del menor para el traslado; b) Que, exista grave riesgo de
la restitución del menor que lo exponga a un peligro grave físico o
psíquico u otra manera que ponga al menor en una situación
intolerable”; Que, exista justificación legal tanto para el traslado o
retorno del menor a su lugar de residencia.(…). 1.d) Sentencia de
Primera Instancia.- Mediante sentencia contenida en la Resolución
número treinta y seis, del tres de marzo de dos mil catorce (folios
907), se declaró improcedente la demanda. Se fundamentó la
decisión señalando concretamente: (a) No existe traslado ilícito del
97207
país de residencia habitual el menor hacia el Perú, dado que su
desplazamiento en compañía de su madre María Graciela Visaga
Zambrano fue con autorización expresa de su padre Robertino
Antonio Geerlings; (b) No existe violación del derecho de guarda,
custodia, visita o tenencia del menor en relación a su padre, porque
el ejercicio del deber –derecho– patria potestad respecto del menor
tutelado en Holanda, era una tarea compartida por ambos
progenitores, no mediando prueba emanada de autoridad tutelar la
vulneración de ese derecho al padre y que por ende constituya ilícito
el traslado del menor al Perú desde su residencia habitual; (c) El no
retorno del menor desde el Perú hacia su país de residencia no
constituye una retención ilícita porque al uno de marzo de dos mil
doce, Anthony Marc Geerlings Visaga había sido inscrito en el
Registro Nacional de Identidad y Estado Civil - RENIEC, y
consecuentemente, a la fecha de interposición de la demanda el
diecisiete de mayo de dos mil doce, ya aparece registrado como niño
peruano y por tanto protegido por el Estado Peruano, por lo que al
pretenderse la tutela a favor de un menor de nacionalidad peruana,
se advierte la sustracción de la materia controvertida; (d) Aplicando
del Principio de Interés Superior del Niño, corresponde al Estado del
Perú proteger a los niños peruanos que se encuentran dentro de su
ámbito, sin distinción alguna, de todo riesgo universal que afecte su
formación integral, a lo que se suma que su restitución atenta contra
su nuevo ambiente y arraigo familiar que le es más favorable, frente
a las pretensiones del actor; (e) El demandante Robertino Antonio
Geerlings procede de una familia desintegrada y disfuncional, al
admitir que tiene otra hija y que se ha divorciado de su anterior
matrimonio, afirmando que su idea es que las hijas mujeres deben
vivir con su madre y los hijos varones con su padre, siendo que
además desarrolla labores continuas diurnas y nocturnas, con
ocasionales viajes al exterior por motivos laborales, demostrándose
un panorama nada idóneo para el niño tutelado en un supuesto caso
de restitución al país de su residencia originaria, alejado de su madre
biológica y donde viviría colocado en un hogar sustituto, privado de
su derecho de vivir en familia y en un ambiente familiar armonioso, a
lo cual se suma que el menor y su madre han sido víctimas de
Violencia Familiar de parte de Robertino Antonio Geerlings en
Holanda y en el Perú, en este último a través de comunicaciones
telefónicas y e-mail, encontrándose en trámite el proceso número
705-2012, seguido ante el Juzgado de Familia de Abancay, al interior
del cual el Ministerio Público y el Juzgado inclusive han adoptado
medidas de protección, situación que corrobora el clima desfavorable
a la restitución pretendida; (f) El menor ha expresado en Audiencia
que su padre maltrataba a su madre y que quería quedarse en el
Perú hasta cumplir los doce años, que quería visitar a su progenitor
en vacaciones, y que este le jalaba mucho de las orejas y a veces lo
gritaba, lo que se corrobora con el Informe Psiquiátrico (folios 248);
(g) Del Informe Social número 083-2013-AS-JEF-AB emitido por la
Asistenta Social del Juzgado de Familia de Abancay se desprende
que el menor Anthony Marc Geerlings Visaga integra actualmente
una “familia nuclear, funcional, con valores culturales positivos (…);
de igual manera, del Informe Psicológico número 043-2012-PS-JF-
CEJAP/PJ de fojas doscientos cuarenta y tres, se determina que el
menor muestra sentimientos de tristeza y temor ante la posibilidad
de regresar a Holanda junto a su padre (…)”; y, que el Informe
Médico Psiquiátrico del dieciocho de mayo de dos mil doce, (folios
248), donde se hace mención al inicial episodio depresivo leve,
trastorno, stress post traumático y maltrato familiar por su padre
hacia el niño tutelado, lo que a la fecha ha evolucionado
favorablemente, esto es, se ha revertido; situación ésta que no
favorece estimar la restitución internacional del niño Anthony Marc
Geerlings Visaga teniendo presente el citado Principio del Interés
Superior del Niño; (h) De las constancias de estudios, notas de
aprovechamiento, fotografías (folios 187, 203), corroborados con el
Documento Nacional de Identidad - DNI y la Partida de Nacimiento,
se puede establecer que durante la residencia del menor en el Perú,
junto a su madre y parientes, su desarrollo físico – psíquico –
emocional y social para su formación integral son favorables; (i)
Desde la llegada al Perú ha transcurrido más de un año desde que
el menor está integrado favorablemente a su nuevo ambiente
familiar y geográfico, conforme a lo previsto en el artículo 12 de la
Convención de La Haya; (j) Cualquier traslado vía restitución
internacional afectaría el proceso educativo del menor, teniendo en
cuenta que durante su permanencia en el país ha venido y viene
cursando estudios de nivel primario en forma satisfactoria, lo que
favorece al derecho del niño a educarse dentro de las condiciones
jurídicas que deben concurrir para la aplicación del procedimiento de
restitución internacional de menores que justifica su urgencia,
precisamente en la evidencia de las infracciones previstas en el
artículo 3 de la Convención de La Haya; (k) Del análisis integral de
los hechos y el derecho a la luz de las pruebas actuadas respecto de
los puntos demandados y controvertidos, se llega a la conclusión de
que, no es aplicable al caso el artículo 3 de la Convención de La
Haya, por encontrarse el caso en el supuesto de improcedencia
establecido en el inciso b) del artículo 13 de la propia Convención,
que establece la imposibilidad de restitución internacional del niño
cuando existe un grave riesgo de que la restitución del menor lo
exponga a un peligro grave físico o psíquico o que de cualquier otra
manera ponga al menor en una situación intolerable, y que en tal
caso, la autoridad judicial o administrativa podrá negarse a ordenar
la restitución del menor si comprueba que el propio menor se opone
a la restitución, cuando el menor haya alcanzado una edad y un
grado de madurez en que resulte apropiado tener en cuenta sus

97208 CASACIÓN
opiniones; y, (l) Finalmente, de conformidad con los artículos 7.1 y 15
de la Convención de La Haya, la instancia jurisdiccional del Tribunal
de Justicia de La Haya, ha expresado su reserva respecto a su
decisión de proteger al tutelado, y que: “En el caso de autos, aquella
jurisdicción no puede resolver al margen de lo que los tribunales de
justicia nacionales adopten previamente medidas judiciales
pertinentes sobre el caso en particular”; así también se señala que,
la Juez W.G. Boer de la Sala de Familia del indicado Tribunal,
mediante sentencia de vista publicada el diecinueve de abril de dos
mil trece, ha declarado disuelto el vínculo conyugal entre el
demandante Robertino Antonio Geerlings y la demandada María
Graciela Visaga Zambrano, concediendo el arrendamiento de la
vivienda matrimonial ubicada en Países Bajos, al actor, reservando
pronunciamiento sobre los regímenes familiares a favor del menor
Anthony Marc Geerlings Visaga. 1.e) Sentencia de vista.- Contenida
en la Resolución número cuarenta y nueve del dieciséis de diciembre
de dos mil catorce, se revocó la apelada, y consecuentemente, se
declaró fundada la demanda, ordenando la restitución internacional
del menor Anthony Marc Geerlings de acuerdo a la Convención de
La Haya. Se fundamenta la decisión indicando: (a) Si bien el
desplazamiento del menor en compañía de su madre desde
Amsterdam con destino a Lima – Perú con fecha dos de julio de dos
mil once, se efectuó con autorización expresa del padre, debiendo
retornar el día veinte de agosto de ese año, tal situación devino en
ilegal desde el día veintiuno siguiente, cuando María Graciela Visaga
Zambrano decidió retener unilateralmente al niño Anthony Marc
Geerlings en un país ajeno al de su residencia habitual, pese al
acuerdo tomado con el padre del niño; (b) Un traslado lícito puede
devenir en retención ilícita si es que uno de los padres decide
unilateralmente no cumplir con el permiso, autorización o acuerdo
previamente establece con el otro padre del menor, correspondiendo
la restitución inmediata del menor conforme al artículo 12 de la
Convención de La Haya; (c) Si bien en la sentencia de primera
instancia se señala que Robertino Antonio Geerlings procede de una
familia desintegrada y disfuncional al admitir que tiene otra hija y
haberse divorciado de su anterior matrimonio, y afirmar que su idea
es que las hijas mujeres deben vivir con su madre y los hijos varones
con su padre, sin embargo, debe precisarse que en este proceso no
se discute cuál de los padres del menor tiene la mejor condición para
poder cuidar al menor, ya que en autos no se está discutiendo sobre
la custodia, tal como lo precisa el artículo 19 del convenio anotado,
cuando establece que la decisión adoptada en virtud de la
Convención sobre la restitución del menor no afectará la cuestión de
fondo del derecho de custodia; y, (d) En consecuencia, en resguardo
del principio de protección especial del niño, así como garantizando
el Principio del Interés Superior del Niño, así como su derecho a
tener una familia y a no ser separado de ella, promoviendo que el
desarrollo sea armónico e integral, teniendo en cuenta que ambos
padres en forma conjunta deben de decidir sobre el cuidado y el
lugar de la residencia habitual del menor, no resulta adecuado que
solo uno de ellos tome la decisión de buscar el lugar de residencia
habitual del menor sin consultar al otro progenitor. SEGUNDO.- Con
relación a las causales de casación por las cuales se ha declarado
procedente el recurso interpuesto contra la sentencia de vista
corresponderá, en principio, ingresar al análisis de la infracción
normativa de carácter procesal, dilucidando si se infringieron los
incisos 3, 5 y 15 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú;
artículos I y VII del Título Preliminar; inciso 6 del artículo 50, inciso 3
del artículo 122 y artículo 197 del Código Procesal Civil, referentes al
Principio de Congruencia, el Derecho de Tutela Jurisdiccional
Efectiva, el Derecho a la Prueba, al Juez Imparcial, el Derecho de
Defensa, y a la Debida Motivación de Resoluciones Judiciales, por
ende, al Debido Proceso; puesto que de acreditarse las afectaciones
procesales denunciadas, la recurrida sería nula, no correspondiendo
ingresarse al análisis sobre las infracciones de carácter material. Al
realizar dicho análisis se deberá tener en cuenta que en la Resolución
del diecinueve de mayo de dos mil quince (folio 50 del cuadernillo de
casación) resultante de la calificación de la casación se incurrió en
un error numérico al declararse, entre otros, la procedencia del
recurso respecto del inciso 15 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, cuando lo correcto era el inciso 14 del mencionado
artículo, que precisamente contempla el Derecho a la Defensa
invocado por la recurrente como sustento de su recurso y que ha
sido citado también en la parte considerativa de la resolución de
calificación. TERCERO.- La demandada recurrente sostiene que en
la sentencia de vista no se expone ninguna debida motivación
respecto de los fundamentos expuestos por el Juzgado de Familia
en la sentencia apelada con relación del siguiente punto
controvertido: “d).- Determinar si la solicitud internacional del niño
tutelado se encuentra o no dentro de las causales de improcedencia
previstas en el artículo tercero de la Convención de La Haya; y
finalmente, determinar si la restitución del niño expone o no a un
peligro grave o a una situación intolerable para dicho niño”, el cual
aparece en el Acta de Audiencia Única (folios 264); y que además
tampoco se expone ninguna debida motivación de los hechos
alegados por la demandada en su escrito de contestación respecto
a la aplicación de la causal excepcional de improcedencia de
restitución de menor prevista en el literal b) del artículo 13 de la
Convención de La Haya, siendo que el Juzgado de Abancay, al
resolver el indicado punto controvertido en la sentencia apelada
determinó la imposibilidad de la restitución internacional del niño
cuando existe un grave riesgo de exponerlo a un peligro grave físico
o psíquico o que de cualquier otra manera ponga al menor en una
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
situación intolerable, expresando las razones lógicas que justificaron
la improcedencia de la demanda, y a pesar de que dicho fundamento
no fue denunciado como agravio, el Colegiado Superior decidió
revocarla y estimar la demanda incoada, por lo que con mayor razón
el Ad quem estaba en el deber de cumplir la garantía de la debida
motivación; que además, no se puede fundar una decisión en
hechos diversos de los que han sido alegados por las partes ni en
pruebas que han sido valoradas de manera inadecuada; se agrega
que la recurrida omite resolver el recurso de apelación interpuesto
por la recurrente contra la sentencia de primera instancia, en el
extremo que declara improcedente la demanda y se pide reformar
declarándola infundada; que no se ha considerado que su menor hijo
ha sido víctima de maltratos en Holanda y en Perú, tal como prueban
los informes psicológicos obrantes en autos; que, no se ha tomado
en cuenta la opinión del menor de edad; y que no puede ordenarse
la restitución de su menor hijo a Holanda, pues aun cuando éste ha
sido su lugar de residencia habitual, la mayor parte del tiempo de su
vida lo ha pasado junto y al cuidado de la recurrente. CUARTO.-
Durante la Audiencia Única del veintitrés de julio de dos mil doce3 se
fijaron como puntos controvertidos los siguientes: (…) Que, se haya
producido infracción al Derecho de Custodia del menor Anthony
Marc Geerlings Visaga, por parte de María Graciela Visaga
Zambrano; que se haya producido traslado o retención ilícita del
menor Anthony Marc Geerlings Visaga; Establecer el país o lugar de
residencia del menor Anthony Marc Geerlings Visaga; Que, la
Solicitud de restitución internacional del menor Anthony Marc
Geerlings Visaga, se encuentre amparado en la Convención de La
Haya, sobre los aspectos civiles de la sustracción internacional de
menores en que sean partes el Perú y Holanda; que la solicitud se
encuentre en los supuestos de improcedencia previsto en el artículo
13 de la Convención de La Haya sobre aspectos civiles de la
sustracción internacional de menores, entre ellos: “a) Que, exista
aceptación del progenitor del menor para el traslado; b) Que, exista
grave riesgo de la restitución del menor que lo exponga a un peligro
grave físico o psíquico u otra manera que ponga al menor en una
situación intolerable”; Que, exista justificación legal tanto para el
traslado o retorno del menor a su lugar de residencia (…). QUINTO.-
De los puntos controvertidos fijados en el presente proceso y que
han sido transcritos en el considerando precedente, observamos
que no se fijó como punto controvertido (…) d) Determinar si la
solicitud internacional del niño tutelado se encuentra o no dentro de
las causales de improcedencia previstas en el artículo tercero de la
Convención de La Haya; (…) conforme se señala en el recurso de
casación, siendo que incluso el artículo 3 de la Convención de La
Haya a que se hace referencia no contiene causales de
improcedencia a la restitución internacional de menores; por tanto,
no se advierte que la sentencia de vista haya omitido pronunciarse
respecto a un punto controvertido que no ha sido fijado como tal.
SEXTO.- Entre los puntos controvertidos fijados sí se advierte uno
destinado a establecer si la solicitud de restitución internacional de
menor se encuentra inmersa en alguno de los supuestos de
improcedencia previsto en el artículo 13 de la Convención de La
Haya, específicamente, el de su literal b) referido a la existencia de
grave riesgo de la restitución del menor que lo exponga a un peligro
grave físico o psíquico u otra manera que ponga al menor a una
situación intolerable. SÉTIMO.- De la revisión de autos se tiene que
la Sala Mixta de Abancay de la Corte Superior de Justicia de
Apurímac, al revocar la sentencia de primera instancia sí se
pronunció sobre tal punto controvertido así como sobre los
argumentos de la demandada referidos a los maltratos que habría
recibido su menor hijo, a la opinión del menor y a que la mayor parte
de su vida él la habría pasado a su lado. Efectivamente, así tenemos
que, en principio, en la sentencia de primera instancia se señaló4 que
del análisis de los hechos y el derecho, a la luz de las pruebas
actuadas respecto de los puntos demandados y controvertidos,
llegaba a la conclusión de que no correspondía disponer la restitución
internacional del menor conforme al artículo 3 de la Convención de
La Haya, por haberse incurrido en la causal de improcedencia del
literal b) del artículo 13 de la indicada Convención, la cual establece
la imposibilidad de disponer la restitución internacional del niño
cuando exista un grave riesgo de exponerlo a un peligro grave físico
o psíquico o que de cualquier otra manera se le coloque en una
situación intolerable; dicha conclusión la fundó la señora Juez de
primera instancia precisamente en los argumentos que sustentaron
la contestación a la demanda de restitución5 y que estaban
relacionados fundamentalmente a que el accionante Robertino
Antonio Geerlings provenía de una familia desintegrada y
disfuncional, que realizaba labores diurnas y nocturnas con
ocasionales viajes al exterior, que en su país de residencia originaria
el menor estaría alejado de su madre biológica, que habría sido
víctima de Violencia Familiar, que el menor ha expresado su voluntad
de quedarse en el Perú hasta cumplir los doce años de edad y visitar
a su progenitor en vacaciones, que vive junto a su madre y parientes
en la ciudad de Abancay, que según un Informe Social el menor
integra actualmente una “familia nuclear, funcional, con valores
culturales positivos (…)”, que de acuerdo a un Informe Psicológico el
menor muestra sentimientos de tristeza y temor ante la posibilidad
de regresar a Holanda junto a su padre, que conforme a un informe
médico psiquiátrico el menor presentaría episodio depresivo leve,
trastorno, stress post traumático y maltrato familiar por parte del
padre, y que se afectaría su proceso educativo actual. Estos
argumentos fueron materia de revisión y pronunciamiento en
segunda instancia, siendo que de acuerdo al criterio jurisdiccional de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
la Sala Superior que absolvió el grado, la negativa a la restitución del
menor no está justificada ni menos acreditado que se hubiese
integrado a su nuevo ambiente, y que las consideraciones indicadas
en la sentencia de primera instancia eran pertinentes para una
discusión respecto a cuál de los padres tenía la mejor condición para
cuidar al menor, esto es, sobre un derecho de custodia que no debía
ser confundido con la reclamada restitución internacional del menor
y que no eran materia de discusión en este proceso conforme a lo
precisado en el artículo 19 de la Convención de La Haya6, y que por
lo tanto tales argumentos no merecían amparo. OCTAVO.- En
cuanto a la afirmación de la demandante recurrente respecto a que
no se ha emitido pronunciamiento con relación a su “recurso de
apelación” de sentencia, debe indicarse que no interpuso en estricto
un “recurso de apelación”, sino que se adhirió a la apelación
interpuesta por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables,
y fundamentó su pedido indicando que, conforme a la motivación
que contiene la sentencia, ésta resuelve el fondo de la controversia,
por lo que correspondía que el órgano jurisdiccional declare
infundada la demanda y no improcedente; es decir, su impugnación
procuraba un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia que
le sea favorable. NOVENO.- Según se ha analizado y concluido
precedentemente, en la parte considerativa de la sentencia de vista
sí se han tenido en cuenta los argumentos esgrimidos por la
demandada en su escrito de contestación, los mismos que fueron
acogidos favorablemente en la sentencia de primera instancia, y
conforme a los cuales en su escrito de adhesión a la apelación
solicitaba que se emita pronunciamiento de fondo que declare
infundada la demanda, siendo que la Sala Superior que absolvió el
grado precisamente emitió un pronunciamiento de fondo, aunque
desestimando los argumentos de la recurrente –que se remitía a los
considerandos de la sentencia apelada–, y estimando los argumentos
planteados por el demandante apelante. DÉCIMO.- En este orden
de ideas, no se observa que se haya incurrido en vulneración del
Principio de Congruencia Procesal contemplado en el artículo VII del
Título Preliminar e inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil,
puesto que en la sentencia de vista se ha cumplido con resolver el
punto controvertido establecido en torno a la causal de improcedencia
de la restitución internacional invocada en la contestación de la
demanda, así como sobre los otros cuestionamientos planteados por
la emplazada en tal escrito. DÉCIMO PRIMERO.- Por las mismas
razones, se desvirtúa la vulneración al deber de motivación
contemplado en el inciso 6 del artículo 50 e inciso 3 del artículo 22
del Código Procesal Civil, así como en el inciso 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú, toda vez que la recurrente ha
recibido respuesta a sus argumentos esgrimidos al contestar la
demanda; en tal sentido, tampoco se ha vulnerado su Derecho a la
Defensa previsto en el inciso 14 del citado artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, puesto que no solo se le ha brindado
la oportunidad de contestar la acción incoada en su contra sino que
además, como se ha indicado, los argumentos en los cuales centró
su contradicción a la acción incoada, han sido considerados y
recibido respuesta al momento de absolverse el grado en la
sentencia de vista. DÉCIMO SEGUNDO.- No se observa infracción
al artículo 197 del Código Procesal Civil, según el cual, todos los
medios probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta,
utilizando su apreciación razonada, y en la resolución solo serán
expresadas las valoraciones esenciales y determinantes que
sustentan su decisión, siendo que en el caso de autos, no se advierte
que en la sentencia de vista se haya omitido valorar algún medio
probatorio que la recurrente haya considerado relevante para la
resolución de la controversia, y en todo caso, la misma contiene las
razones elementales conforme a las cuales la Sala Superior optó por
revocar la sentencia apelada y declarar fundada la demanda de
Restitución Internacional de Menor. DÉCIMO TERCERO.- No
observándose las alegadas afectaciones al Principio de Congruencia
Procesal, a la Debida Motivación, a la Defensa y a la Valoración
Conjunta de la Prueba, en los cuales a su vez se sustentó la
infracción normativa procesal del Derecho a la Tutela Jurisdiccional
Efectiva y al Debido Proceso, contemplados en el inciso 3 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, así como tampoco se
acredita alguna actuación parcializada atribuible a los Magistrados
de la Sala Superior que emitió la sentencia de vista, quienes han
fundamentado la decisión impugnada, tampoco puede acogerse
favorablemente la infracción normativa procesal citada. DÉCIMO
CUARTO.- Habiéndose desvirtuado la existencia de las infracciones
normativas procesales denunciadas, corresponde efectuarse el
análisis respecto a las infracciones normativas materiales sobre
inaplicación del inciso b) del artículo 13 de la Convención de La Haya
y del Principio del Interés Superior del Niño previsto en el artículo IX
del Código de los Niños y Adolescentes del Perú y otras normas
supranacionales. DÉCIMO QUINTO.- El Principio del Interés
Superior del Niño ha sido contemplado en diversos instrumentos
internacionales. Así lo podemos encontrar en la Declaración de los
Derechos del Niño, proclamada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el veinte de noviembre de mil novecientos
cincuenta y nueve, en cuyo Preámbulo (cuarto y quinto parágrafo), al
considerar, entre otros, (…) La necesidad de esa protección especial
enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924, sobre los Derechos
del Niño y reconocida en la Declaración Universal de Derechos
Humanos y en los convenios constitutivos de los organismos
especializados y de las organizaciones internacionales que se
interesan en el bienestar del niño», y que «la humanidad debe al
niño lo mejor que pueda darle (…), declaró en su Principio 2, que:
97209
“(…) El niño gozará de una protección especial y dispondrá de
oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros
medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual
y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones
de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la
consideración fundamental a que se atenderá será el Interés
Superior del Niño.» (Negritas y subrayado agregados). DÉCIMO
SEXTO.- Con posterioridad a la Declaración de los Derechos del
Niño de mil novecientos cincuenta y nueve, la Asamblea de las
Naciones Unidas adopta con fecha veinte de noviembre de mil
novecientos ochenta y nueve, la Convención Sobre los Derechos el
Niño, suscrita por el Perú el veintiséis de enero de mil novecientos
noventa y aprobada por Resolución Legislativa número 25278
publicada en el Diario Oficial “El Peruano” el veinticuatro de agosto
de mil novecientos noventa; la indicada Convención, (…) Teniendo
presente que la necesidad de proporcionar al niño una protección
especial ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924
sobre los Derechos del Niño y en la Declaración de los Derechos del
Niño adoptada por la Asamblea General el 20 de noviembre de 1959,
y reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en particular,
en los artículos 23 y 24), en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (en particular, en el artículo 10) y
en los estatutos e instrumentos pertinentes de los organismos
especializados y de las organizaciones internacionales que se
interesan en el bienestar del niño. (…) (Preámbulo, apartado
noveno), reafirma el principio de Interés Superior del Niño, esta vez,
con carácter vinculante, puesto que adoptar dicho tratado significaba
para los Estados, que todas sus decisiones y acciones estatales
estarían regidas por dicho principio. DÉCIMO SÉTIMO.- El artículo 3
de la Convención de los Derechos del Niño estipula: “(…) Artículo
3.- 1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales,
las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior
del niño (…). DÉCIMO OCTAVO.- La Convención de los Derechos
del Niño instituye al Interés Superior del Niño como un principio
garantista, pues toda decisión que concierna a los menores de edad
debe ser prioritaria para garantizar la satisfacción integral de sus
derechos; asimismo, manifiesta su amplitud puesto que trasciende a
los ámbitos legislativos o judiciales, extendiéndose a todas las
autoridades e instituciones públicas y privadas, además del entorno
familiar del niño; constituye una norma de interpretación o de
resolución de conflictos y también de orientación o directriz política,
pues el citado artículo 3 de la Convención citada, refiere al Interés
Superior del Niño como una “consideración primordial” para la toma
de decisiones que afecten a los niños7. DÉCIMO NOVENO.-
Precisamente, a nivel supranacional, la Convención de los Derechos
del Niño procura materializar jurídicamente el Principio del Interés
Superior del Niño, frente a los traslados y retenciones ilícitas; así en
su artículo 11 estipuló: “(…) 1. Los Estados Partes adoptarán
medidas para luchar contra los traslados ilícitos de niños al
extranjero y la retención ilícita de niños en el extranjero. 2. Para
este fin, los Estados Partes promoverán la concertación de
acuerdos bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos
existentes.(…) (Negrita y subrayados agregados). VIGÉSIMO.- La
Convención de los Derechos del Niño no solo se inspira e instituye
con carácter vinculante al Principio al Interés Superior del Niño, sino
que además brinda pautas claras para su efectividad,
específicamente, frente a los traslados al extranjero y retenciones
ilícitas de menores en el extranjero, disponiendo que los países
tienen que adoptar medidas para luchar en su contra, y por tanto, la
interpretación y aplicación del principio en análisis, no puede vaciar
de contenido dicho mandato vinculante ni favorecer a quien realizó el
traslado o la retención ilícitas, todo lo cual podría promover
posteriores acciones y omisiones similares, en lugar de combatirlas.
VIGÉSIMO PRIMERO.- Es dentro de este marco jurídico que se
emite el Código de los Niños y Adolescentes – Ley número 27337,
que contempla el Principio del Interés Superior del Niño en el artículo
IX de su Título Preliminar: “(…) Artículo IX.- Interés superior del niño
y del adolescente.- En toda medida concerniente al niño y al
adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos
Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como
en la acción de la sociedad, se considerará el Principio del Interés
Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus derechos.
(…). VIGÉSIMO SEGUNDO.- Nótese que la regulación nacional del
Principio del Interés Superior del Niño resulta acorde con la
Convención de los Derechos del Niño, y es conforme a ella que debe
ser interpretada, teniendo en cuenta las disposiciones que contiene
y que vinculan a los Estados Partes en la lucha contra el traslado
ilícito de menores al extranjero y la retención ilícita de menores en el
extranjero, para lo cual los compromete a promover la concertación
de acuerdos bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos
existentes. VIGÉSIMO TERCERO.- Precisamente, respecto al
compromiso asumido conforme al numeral 2 del artículo 11 de la
Convención de los Derechos del Niño, mediante Resolución
Legislativa número 27302 publicada en el Diario Oficial “El Peruano”
el día nueve de julio de dos mil, se aprobó la adhesión del Perú a la
“Convención sobre los Aspectos Civiles del Secuestro
Internacional de Menores” adoptada en la Ciudad de La Haya el
veinticinco de octubre de mil novecientos ochenta (Convención de
La Haya), y asimismo, por Decreto Supremo número 023-2000-RE,

97210 CASACIÓN
publicada en el Diario Oficial “El Peruano” el día dos de agosto de
dos mil, se ratificó la adhesión del Perú a dicha Convención.
VIGÉSIMO CUARTO.- El artículo 55 de nuestra Constitución Política
del Perú establece que los Tratados celebrados por el Estado y en
vigor forman parte del derecho nacional, y en tal sentido, estando a
la suscripción y aprobación por el Perú de la Convención de los
Derechos del Niño y a la adhesión del Perú a la Convención de La
Haya, tales instrumentos internacionales integran nuestro
ordenamiento jurídico y como tal su debido cumplimiento es
plenamente exigible, máxime si de por medio existe la obligación
asumida por el Estado ante la comunidad internacional de cumplir,
de buena fe, los tratados que hubiera suscrito y a los que se hubiera
adherido, con mayor razón si se trata de mandatos específicos que
orientados en el Principio del Interés Superior del Niño, impulsan la
lucha contra los traslados ilícitos al extranjero y las retenciones
ilícitas en el extranjero de los niños. VIGÉSIMO QUINTO.- De
acuerdo al artículo 1 de la Convención de La Haya, ese instrumental
internacional tiene por finalidad garantizar la restitución de los
menores trasladados o retenidos de manera ilícita en cualquier
Estado contratante, y velar porque los derechos de custodia y de
visita vigentes en uno de los Estados contratantes se respeten en los
demás Estados contratantes. El indicado convenio no está referido a
la custodia otorgada a uno u otro progenitor, sino que tiene como fin
específico garantizar el retorno inmediato del niño o niña retenidos
mediante uso de fuerza o intimidación y que dejó indefenso a uno de
los progenitores para gozar del derecho sea de visita o de custodia8.
VIGÉSIMO SEXTO.- En su preámbulo la Convención de La Haya
nos brinda las razones sustanciales que le dieron origen: “(…) Los
Estados signatarios de la presente Convención, profundamente
convencidos de que los intereses del menor son de una
importancia primordial para todas las cuestiones relativas a su
custodia. Deseosos de proteger al menor, en el plano
internacional, de los efectos perjudiciales que podría
ocasionarle un traslado o una retención ilícita, y de establecer los
procedimientos que permitan garantizar la restitución inmediata de
menor al Estado en que tenga su residencia habitual, así como de
asegurar la protección del derecho de visita.» (Negritas y subrayado
agregados). VIGÉSIMO SÉTIMO.- Así observamos que en el ámbito
normativo supranacional, incorporado a nuestro ordenamiento
jurídico interno, en razón del Principio del Interés Superior del Niño
–según se desprende del Preámbulo de la Convención de La Haya–
que el objetivo central del Convenio es lograr el “retorno inmediato”
del menor, y con ello evitar que el tiempo consolide la nueva situación
originada por su traslado o retención ilícita, de la cual pueda y
pretenda beneficiarse el sustractor, aprovechando la posición
ventajosa en que considera se ha colocado con relación al otro
progenitor. Ésta abierta intencionalidad del traslado ilícito (obtener
resoluciones judiciales o administrativas artificiales en el Estado de
refugio), debe ser confrontada mediante mecanismos internacionales
de acción inmediata9 y es por ello que los artículos 1 y 2 de la
Convención de La Haya tratan sobre la restitución inmediata y la
adopción de procedimientos de urgencia. VIGÉSIMO OCTAVO.- En
tal sentido, en el Informe Explicativo del Convenio sobre los Aspectos
Civiles de la Sustracción Internacional de Menores, la doctora Elisa
Pérez-Vera10, señaló: “(…) 16. Los objetivos del Convenio, que
constan en el artículo primero, se podrían resumir de la forma
siguiente: dado que un factor característico de las situaciones
consideradas, reside en el hecho de que el sustractor pretende que
su acción sea legalizada por las autoridades competentes del Estado
de refugio, un medio eficaz de disuadirle, consiste en que sus
acciones se vean privadas de toda consecuencia práctica y jurídica.
Para alcanzar este objetivo, el Convenio consagra en primer lugar
entre sus objetivos el restablecimiento del statu quo mediante la
“restitución inmediata de los menores trasladados o retenidos de
forma ilícita en cualquier Estado contratante (…). VIGÉSIMO
NOVENO.- El artículo 3 de la Convención de La Haya contempla los
supuestos en los cuales nos encontraremos ante un traslado o
retención ilícita: “(…) Artículo 3.- El traslado o la retención de un
menor se considerarán ilícitos: a) Cuando se hayan producido con
infracción de un derecho de custodia atribuido, separado o
conjuntamente, a una persona, a una institución, o a cualquier otro
organismo, con arreglo al derecho vigente en el Estado en que el
menor tenía su residencia habitual inmediatamente antes de su
traslado o retención; y b) Cuando este derecho se ejercía en forma
efectiva, separada o conjuntamente, en el momento del traslado o de
la retención, o se habría ejercido de no haberse producido dicho
traslado o retención. El derecho de custodia mencionado en a)
puede resultar, en particular, de una atribución del pleno derecho, de
una decisión judicial o administrativa, o de un acuerdo vigente según
el derecho de dicho Estado. (…). TRIGÉSIMO.- En el caso de autos,
en la sentencia de vista ha quedado plenamente definido que existe
una retención ilícita del menor, conforme al artículo 3 de la
Convención de La Haya, puesto que si bien el menor fue trasladado
desde los Países Bajos (Holanda) con autorización de su padre, el
demandante Robertino Antonio Geerlings, quien conjuntamente con
la madre María Graciela Visaga Zambrano ejercían en forma efectiva
la custodia en dicho país, conforme a lo acordado por ambos, el
menor Anthony Marc Geerlings (registrado en el Perú como “Anthony
Marc Geerlings Visaga”) debía retornar a su lugar de residencia
habitual11 el día veinte de agosto de dos mil once, retorno que no se
produjo a razón de la unilateral voluntad de la demandada María
Graciela Visaga Zambrano, quien de esta manera ha retenido
ilícitamente en el Perú al menor hijo de ambos, incumpliendo con el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
permiso, autorización o acuerdo existente. TRIGÉSIMO PRIMERO.-
La demandada recurrente sostiene que se ha inaplicado al caso el
inciso b) del artículo 13 de la Convención de La Haya sobre Aspectos
Civiles de la Sustracción Internacional de Menores de Edad, que
contempla un supuesto de improcedencia de restitución de menor de
edad, atendiendo al interés superior del niño, y que considera
aplicable puesto que, según afirma, se ha llegado a establecer que
tanto en Holanda como en Perú ha existido maltrato físico y
psicológico en agravio de su menor hijo por parte del actor, hecho
que considera corroborado con la sentencia expedida en el proceso
número 00705-2012 –seguido ante la Segunda Fiscalía Provincial
de Familia de Abancay– sobre Violencia Familiar (en su modalidad
de Violencia Psicológica), que declaró fundada la demanda y ordenó
el cese de todo acto de Violencia Familiar y la adopción de medidas
de protección; indicando además que la Sala Superior no tuvo en
cuenta el informe emitido por la Asistente Social del Juzgado de
Familia de Abancay, entre otros medios probatorios, que acreditan
que el menor de edad se encuentra integrado debidamente a su
nuevo ambiente familiar en la ciudad de Abancay, donde reside con
parientes maternos y realiza sus estudios de manera satisfactoria.
TRIGÉSIMO SEGUNDO.- El artículo 12 de la Convención de La
Haya contempla diversas pautas a seguir una vez que se acredite el
traslado o retención ilícitos de un menor: “(…) Artículo 12.- Cuando
un menor haya sido trasladado o retenido ilícitamente en el sentido
previsto en el Artículo 3 y, en la fecha de iniciación del procedimiento
ante la autoridad judicial o administrativa del Estado contratante
donde se halle el menor, hubiera transcurrido un período inferior a un
año desde el momento en que se produjo el traslado o retención
ilícitos, la autoridad competente ordenará la restitución inmediata del
menor. La autoridad judicial o administrativa, aún en el caso de que
se hubieren iniciado los procedimientos después de la expiración del
plazo de un año a que se hace referencia en el párrafo precedente,
ordenará asimismo la restitución del menor salvo que quede
demostrado que el menor ha quedado integrado en su nuevo medio.
Cuando la autoridad judicial o administrativa del Estado requerido
tenga razones para creer que el menor ha sido trasladado a otro
Estado, podrá suspender el procedimiento o rechazar la solicitud de
restitución del menor (…). TRIGÉSIMO TERCERO.- Conforme al
primer párrafo del citado artículo 12 de la Convención de La Haya, si
al iniciarse el procedimiento ante la autoridad judicial o administrativa
del Estado refugio, hubiere transcurrido menos de un año desde que
el menor fue trasladado o retenido ilícitamente, la autoridad
competente ordenará la restitución inmediata del menor. Nótese que
para el cómputo del plazo de un año, no se toma como referencia el
tiempo que dure el procedimiento administrativo o el proceso judicial,
sino solo su fecha de inicio. El retardo en resolver la solicitud, en el
ámbito administrativo o judicial, no pueden significar que se haya
convertido en lícito o legal un acto de traslado o retención ilícitos, y
con ello, dar amparo legal al actuar del sustractor, puesto que ello iría
manifiestamente en contra de los fines de la Convención de La
Haya. TRIGÉSIMO CUARTO.- Según lo que se ha considerado
probado en las instancias de mérito, lo acordado por los padres y,
específicamente, lo autorizado por el accionante Robertino Antonio
Geerlings, el menor Anthony Marc Geerlings (registrado en el Perú
como “Anthony Marc Geerlings Visaga”), debió retornar a los Países
Bajos (Holanda) el día veinte de agosto de dos mil once, siendo esa
la fecha desde la cual permanece retenido en el Perú, en tanto que
la solicitud dirigida al Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables, en su calidad de Autoridad Central Peruana para el
cumplimiento de la Convención de la Haya, fue recibida el día
veinticuatro de agosto de dos mil once, presentándose la respectiva
demanda el día diecisiete de mayo de dos mil doce, esto es, siempre
dentro del año luego de haberse producido la retención ilícita del
menor. TRIGÉSIMO QUINTO.- Por tanto, en aplicación del primer
párrafo del artículo 12 de la Convención de La Haya, atendiendo a la
existencia de una retención ilícita conforme a los términos de su
artículo 3 y habiéndose iniciado el procedimiento para la restitución
dentro del año siguiente, correspondía disponer la restitución
inmediata del menor. TRIGÉSIMO SEXTO.- La demandada
recurrente señala que la Sala Superior inaplicó el artículo 13 literal b)
de la Convención de La Haya, que atendiendo al Principio del Interés
Superior del Niño contempla un supuesto de improcedencia del
menor de edad que resulta aplicable al caso por haber existido
maltrato físico y psicológico por parte del demandante y porque un
informe emitido por el Asistente Social del Juzgado de Familia de
Abancay, el cual acredita que el menor de edad se encuentra
integrado debidamente a su nuevo ambiente familiar en la Ciudad de
Abancay, donde reside con parientes maternos y realiza sus estudios
de manera satisfactoria. TRIGÉSIMO SÉTIMO.- El artículo 13 literal
b) de la Convención de La Haya establece: “(…) No obstante lo
dispuesto en el artículo precedente, la autoridad judicial o
administrativa del Estado requerido no está obligada a ordenar la
restitución del menor si la persona, institución u otro organismo que
se opone a su restitución demuestra que: a) La persona, institución
u organismo que se hubiere hecho cargo de la persona del menor no
ejercía de modo efectivo el derecho de custodia en el momento que
fue trasladado o retenido o había consentido o posteriormente
aceptado el traslado o retención; o b) Existe un grave riesgo de que
la restitución del menor lo exponga a un peligro grave físico o
psíquico o que de cualquier otra manera ponga al menor en una
situación intolerable. La autoridad judicial o administrativa podrá
asimismo negarse a ordenar la restitución del menor si comprueba
que el propio menor se opone a la restitución, cuando el menor haya
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
alcanzado una edad y un grado de madurez en que resulte apropiado
tener en cuenta sus opiniones. Al examinar las circunstancias a que
se hace referencia en el presente artículo, las autoridades judiciales
y administrativas tendrán en cuenta la información que sobre la
situación social del menor proporcione la Autoridad Central u otra
autoridad competente del lugar de residencia habitual del menor
(…). TRIGÉSIMO OCTAVO.- De esta manera tenemos que, el
artículo 13 de la Convención de La Haya establece supuestos de
excepción en los cuales a pesar de existir el traslado o la retención
ilícitos, no cabe ordenar la restitución del menor al país de residencia
habitual. Dichas excepciones a la regla deben ser interpretadas
como excepciones que son, esto es, de manera restrictiva. Sobre
este punto, la doctora Elisa Pérez-Vera12 indica: “(…) parece
necesario subrayar que las excepciones, de los tres tipos
examinados, al retorno del menor deben ser aplicadas como tales.
Esto implica ante todo que deben ser interpretadas de forma
restrictiva si se quiere evitar que el Convenio se convierta en papel
mojado. En efecto, el Convenio descansa en su totalidad en el
rechazo unánime del fenómeno de los traslados ilícitos de
menores y en la convicción de que el mejor método de
combatirlos, a escala internacional, consiste en no reconocerles
consecuencias jurídicas. La puesta en práctica de este método
exige que los Estados firmantes del Convenio estén convencidos de
que pertenecen, a pesar de sus diferencias, a una única comunidad
jurídica en el seno de la cual las autoridades de cada Estado
reconocen que las autoridades de uno de ellos –las de la residencia
habitual del niño– son en principio las que están mejor situadas para
decidir, con justicia, sobre los derechos de custodia y de visita. Por
tanto, una invocación sistemática de las excepciones mencionadas,
al sustituir la jurisdicción la residencia del menor por la jurisdicción
elegida por el secuestrador, hará que se derrumbe todo el edificio
convencional al vaciarlo del espíritu de confianza mutua que lo ha
inspirado (…) (Negritas y subrayado agregado). Y en ese sentido
agrega: “(…) En términos generales, hay que insistir en que las
excepciones previstas en los dos artículos en cuestión no son de
aplicación automática en el sentido de que no determinan
forzosamente el no retorno del menor, por el contrario, la
naturaleza misma de estas excepciones estriba en dar a los
jueces la posibilidad –no de imponerles la obligación– de
denegar dicho retorno en ciertas circunstancias (…)” (Negritas y
subrayado agregado). TRIGÉSIMO NOVENO.- En cuanto a las
causales excepcionales de improcedencia de la restitución, el
artículo 13 de la Convención de La Haya, en su primer párrafo,
establece una carga probatoria atribuible a quien se opone a la
restitución, quien, en el caso del literal b), debe demostrar que existe
un “grave riesgo” de que la restitución del menor lo exponga a un
“peligro grave físico o psíquico” o que de cualquier otra manera
ponga al menor en una “situación intolerable”. En tal sentido, en el
caso de autos es la demandada quien debe probar la gravedad del
riesgo que significaría disponer la restitución del menor, y que ello lo
expondría a un peligro “grave físico o psíquico” o a una “situación
intolerable”. Un grave riesgo significa que el riesgo debe ser extremo.
Nótese que no se trata de exponer al menor a cualquier peligro físico
o psíquico o colocarlo en cualquier situación intolerable, sino que
para impedir la restitución sobre la base de dichos supuestos deben
revestir gravedad, y en este sentido, ante la existencia de peligro
físico o psíquico o situación intolerable que no sea grave, la
restitución internacional inmediata debe realizarse, sin perjuicio de
que durante la ejecución se adopten las medidas pertinentes a
efectos de que los servicios sociales, en el lugar de residencia
habitual a donde será restituido el menor, sean informados y se les
solicite la adopción de las medidas pertinentes a efectos de brindar
una protección integral al menor. No puede considerarse como
riesgo grave el hecho de que la separación del menor del progenitor
que lo trasladó o retiene ilícitamente, sea dolorosa, puesto que de
por sí las restituciones internacionales en estos casos colocan a los
menores sustraídos en esa situación. CUADRAGÉSIMO.- Además
de la carga probatoria exigible a la parte que se opone a la restitución
internacional del menor, conforme al párrafo final del artículo 13 de la
Convención de La Haya, para la evaluación de dicho peligro grave
físico o psíquico y de la situación intolerable, las autoridades
judiciales y administrativas tendrán en cuenta la información que
sobre la situación social del menor proporcione la Autoridad Central
u otra autoridad competente del lugar de residencia habitual del
menor. CUADRAGÉSIMO PRIMERO.- Respecto al peligro grave
físico o psíquico al que según la recurrente se expondría al menor
ilícitamente retenido, o en la situación intolerable en la cual sería
colocado, en caso se disponga su restitución internacional, se señala
al sustentar la oposición a la restitución, que el menor en el Perú se
encuentra mejor protegido a su lado y de sus parientes cercanos,
que no retornaron a Holanda en resguardo a la seguridad y salud
física de ambos, que el demandante siempre se mostró con una
actitud dominante, machista, iracundo, prepotente y abusivo en su
hogar, y desinteresado hacia la recurrente; que tras informarle que
no retornaría a Holanda, el demandante la volvió a maltratar
psicológicamente por teléfono y e-mail, reclamándole por su hijo y
exigiéndole prepotentemente que lo retorne, y que a pesar de que
ella sufría de depresión y que necesitaba recuperarse, en forma
egoísta la denunció ante la policía de su país por el delito de
secuestro, siendo desde entonces víctima de amenazas constantes
por vía telefónica y e-mail, profiriendo amenazas incluso en contra
de su vida. Agrega que en Holanda, el hijo de ambos carecía de
interactuación con familiares de su cónyuge y vivía la mayor parte
97211
del tiempo al cuidado de la recurrente, mientras que su cónyuge
permanecía todo el día en el trabajo y muchas veces en otros países,
hecho que ha repercutido en su desarrollo psicosocial que hasta hoy
arrastra, tal como se demostraría con el diagnóstico psicológico; que
durante su estadía en el Perú, sin respeto ni consideración a su corta
edad, su hijo también fue víctima de manipulaciones y amenazas
telefónicas (maltrato psicológico) de ser retornado forzadamente a
Holanda por intermedio de la Policía Internacional, causándole
sufrimiento o inestabilidad; que al realizarse una evaluación
psicológica al menor, el día dos de setiembre de dos mil once, se
recomendó dejarlo con sus familiares del Cusco, por un tiempo
prolongado ya que desde que estuvo ahí mejoró su relación
interpersonal, su seguridad y bajo la tensión emocional que
presentaba, así como que los padres se pongan de acuerdo para
que el niño pueda quedarse en Cusco, porque es el lugar donde
mejor se siente y desarrolla la socialización necesaria para su
desarrollo. Adicionalmente, en el Recurso de Casación ofrece como
medio probatorio la sentencia correspondiente al respectivo proceso
de Violencia Familiar en la modalidad de Violencia Psicológica
(Expediente número 00705-2012) en agravio de la recurrente y de su
menor hijo Anthony Marc Geerlings Visaga; medio probatorio que no
ha sido admitido. CUADRAGÉSIMO SEGUNDO.- De los
Fundamentos tres y cuatro de la sentencia de vista se tiene que la
Sala Superior consideró que la negativa de la demandada a la
restitución del menor a su lugar de residencia habitual no se hallaba
justificada, esto es, probada, y que los argumentos asumidos por el
Juzgado de Primera Instancia, acogiendo las razones expuestas por
la demandada que se opone a la restitución, incidían sobre el
derecho de custodia, el cual no podía dilucidarse en un proceso de
restitución internacional de menor como el presente; en tal sentido,
es claro que no le correspondía aplicar al caso la excepción prevista
en el artículo 13 literal b) de la Convención de La Haya, referente a
la exposición del menor a riesgos de peligro grave físico o psíquico o
de colocarlo en una situación intolerable. Nótese que específicamente
en el caso del menor, la recurrente argumentó la existencia de
Maltrato Psicológico al menor por parte del padre demandante
debido a que éste último le habría indicado, por vía telefónica, que
sería retornado forzadamente a Holanda por intermedio de la policía
internacional así como de las acciones legales que habría incoado
en contra de la madre con motivación de la retención ilícita en el
Perú, situaciones fácticas que aun cuando se consideren probadas
dentro del proceso de Violencia Familiar respectivo, no evidencian la
gravedad requerida que permita aplicar la excepción a la restitución
internacional demandada. Otro hecho consignado en la sentencia de
primer grado, lo constituye la declaración brindada por el menor
durante la Audiencia Única (folios 268 y 269), informando sobre su
negativa de retornar a los Países Bajos (Holanda), los conflictos
entre sus padres que presenciaba en dicho país y que su padre le
“jalaba mucho de las orejas” y que a veces lo gritaba, sin embargo,
tales situaciones críticas no revisten la gravedad que permitiría
comprenderla dentro de los supuestos de excepción previstos en la
Convención de La Haya, para no disponer la restitución internacional
que es la forma como normativamente se ha regulado la tutela del
Principio del Interés Superior del Niño ante supuestos de traslado o
retención ilícitos, siendo que en todo caso las indicadas situaciones
ameritan que en la etapa de ejecución, se informe y solicite la
adopción de medidas protectoras ante los servicios sociales del
lugar de residencia habitual del menor. En cuanto a la negativa del
menor a retornar, por ahora, a los Países Bajos (Holanda), debe
indicarse que dicha declaración fue brindada en audiencia cuando
tenía siete años de edad y estaba próximo a cumplir los ocho años
de edad, lo que no permite observar que en ese momento haya
alcanzado una edad y un grado de madurez adecuados para tener
en cuenta su opinión. CUADRAGÉSIMO TERCERO.- Sobre este
punto debemos incidir en que la evaluación sobre el riesgo grave de
peligro grave físico o psíquico y de colocar al menor en una situación
intolerable, que alega la demandada recurrente, debe tener en
cuenta la información que sobre la situación social del menor
proporcione la Autoridad Central u otra autoridad competente del
lugar de residencia habitual del menor, que para el caso de autos, lo
constituye Holanda (Países Bajos), pues así lo dispone el artículo 13
de la Convención de La Haya; información que no ha podido ser
recabada puesto que la recurrente, no obstante la carga probatoria
que se le atribuye a quien se opone a la restitución internacional del
menor, no ha permitido realizar esa actuación probatoria, de la cual
el Juzgado de primera instancia tuvo que prescindir mediante
Resolución número diecinueve, del dieciocho de marzo de dos mil
trece (folio 783), al hacer efectivo un apercibimiento frente al
incumplimiento de la recurrente de cubrir los gastos que irroga la
traducción oficial del idioma castellano al inglés del exhorto a
comisionar a la autoridad judicial de Holanda, dirigido a recabar un
informe sobre la situación social del menor proporcionado por la
Autoridad Central u otra autoridad competente de dicho Estado.
CUADRAGÉSIMO CUARTO.- De otro lado, la nacionalidad del
menor ilícitamente trasladado o retenido, o del progenitor autor de un
traslado o retención ilícita, o del progenitor perjudicado, no revisten
mayor relevancia a efectos de determinar si dicho menor debe ser
restituido, o no, al país donde tiene su residencia habitual. En todo
caso, la nacionalidad peruana de la progenitora responsable de la
retención ilícita o del menor retenido ilícitamente –a mérito de su
inscripción como tal en el Perú– no pueden sustentar la negativa a
ordenar su restitución, por no constituir una de las excepciones
previstas en la Convención de La Haya, y porque una decisión, en tal

97212 CASACIÓN
sentido, implicaría que nuestro país, y específicamente, su
Magistratura, incumpla con los compromisos asumidos en tratados
internacionales incorporados como parte del ordenamiento jurídico
peruano, sobre la base de la sola nacionalidad que no constituye
excepción oponible a la restitución internacional, y que de esta
forma, de manera indebida se privilegie y favorezca al progenitor que
actuó de manera ilícita reteniendo al menor en el Perú, impidiéndole
su retorno a su lugar de residencia habitual. Lo anterior en modo
alguno significa que se esté desprotegiendo al menor, en su
condición de niño o de nacional, puesto que la protección prevista y
asumida por el Perú, para todos los niños que han sido ilícitamente
trasladados al extranjero o retenidos en el extranjero, se encuentra
regulada por la Convención de La Haya que haciendo efectivo el
Principio del Interés Superior del Niño, se manifiesta con su
restitución inmediata al lugar de residencia habitual, del cual fue
trasladado o al cual se le impide retornar, en ambos casos, de
manera ilícita. CUADRAGÉSIMO QUINTO.- En este orden de ideas,
la sentencia de vista recurrida no ha infringido el “Principio del Interés
Superior del Niño”, el cual sí ha sido aplicado para la resolución de la
controversia conforme a los fundamentos expuestos en la presente
sentencia casatoria, y además tampoco se infringió el artículo 13
literal b) de la Convención de La Haya, al no aplicar dicho supuesto
de improcedencia a la restitución internacional, el cual no resultaba
aplicable al haber concluido la Sala Superior que no se habían
probado los supuestos fácticos previstos para su aplicación, sino que
la discusión planteada correspondía a aspectos relativos a
fundamentar cuál sería el progenitor más idóneo para la custodia del
menor, cuando en este proceso no pueden dilucidarse los derechos
relativos a la custodia según prevé el artículo 19 de la mencionada
Convención. En consecuencia, no habiéndose acreditado alguna de
las causales de casación previstas en el artículo 386 del Código
Procesal Civil, la casación planteada es infundada en aplicación del
primer párrafo de su artículo 397. IV.- DECISIÓN: Por tales
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto por el artículo 397
del Código Procesal Civil: 4.1.- Declararon INFUNDADO el recurso
de casación interpuesto por la demandada María Graciela Visaga
Zambrano (folios 1168); en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista contenida en la Resolución número cuarenta y
nueve de fecha dieciséis de diciembre de dos mil catorce (folios
1120), expedida por la Sala Mixta de Abancay de la Corte Superior
de Justicia de Apurímac. 4.2.- DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables en representación de Roberto Antonio
Geerlings con María Graciela Visaga Zambrano, sobre Restitución
Internacional de Menor de Edad; y los devolvieron. Integra esta Sala
el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez
Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA. EL VOTO EN MINORÍA DEL
SEÑOR JUEZ SUPREMO DE LA BARRA BARRERA, ES COMO
SIGUE: MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por la demandada María Graciela Visaga Zambrano, a
fojas mil ciento sesenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha
dieciséis de diciembre de dos mil catorce, de fojas mil ciento veinte,
expedida por la Sala Mixta de Abancay de la Corte Superior de
Justicia de Apurímac, que revoca la apelada de fecha tres de marzo
de dos mil catorce, que declara improcedente la demanda; y,
reformándola la declara fundada. I. ANTECEDENTE 1. DEMANDA
Por escrito de fojas ciento tres, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables, a través de la Dirección de Niñas, Niños y Adolescentes,
en su calidad de Autoridad Central Peruana para el Cumplimiento de
las Obligaciones que impone al Estado peruano la Convención de La
Haya, sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de
Menores de Edad, en representación de Robertino Antonio Geerlings
solicita que se ordene la restitución internacional a los Países Bajos
del menor de iniciales A.M.G., nacido el quince de enero de dos mil
cuatro, en Leiderdorp, Países Bajos, por ser ese su país de
residencia habitual y por haber sido trasladado ilícitamente, conforme
a lo previsto en el artículo 3 de la Convención de La Haya. Como
fundamentos señala que: 1) Robertino Antonio Geerlings y María
Graciela Visaga Zambrano contrajeron matrimonio en el Perú, el
cuatro de setiembre de dos mil uno, producto de esa unión, el día
quince de setiembre de dos mil cuatro nació el menor en la ciudad de
Leiderdorp, Países Bajos; 2) Conforme a la denuncia enviada por
Robertino Antonio Geerligns a través de la Autoridad Central de los
Países Bajos, con fecha veinticuatro de agosto de dos mil once,
otorgó autorización a su esposa para viajar a la provincia de Cusco
– Perú, en compañía del menor; 3) La demandada y el menor
partieron el dos de julio de dos mil once desde la ciudad de
Amsterdam, debiendo retornar el veinte de agosto del mismo año,
pero el diecisiete de agosto de dos mil once recibió un correo
electrónico de María Graciela Visaga Zambrano solicitando que
comunicara al colegio donde el menor cursaba estudios, que éste no
regresaría a los Países Bajos porque se quedaría a vivir en el Perú;
4) El día programado para el retorno, no volvieron. 2.
CONTESTACIÓN Por escrito de doscientos catorce, la demandada
María Graciela Visaga Zambrano contestó la demanda y señala que:
1) No hubo traslado ilícito del menor hacia el Perú porque por haber
autorización expresa y escrita del padre; 2) Si bien debieron retornar
el veinte de agosto de dos mil once, la decisión de quedarse en el
Perú fue en resguardo a su seguridad, salud física y mental, así
como la del propio menor, dado a los maltratos recibidos de su
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
cónyuge en Holanda (Países Bajos), los cuales le generaron
depresión, habiendo sido evaluada incluso por un psicólogo que le
recomendó reposo y tratamiento, así como que se quede en el Perú
hasta recuperarse; decisión que al poner de conocimiento a su
cónyuge, generó que la vuelva a maltratar psicológicamente por
teléfono y e-mail; 3) Su menor hijo señala que en Holanda carecía de
interactuación con los familiares del padre, encontrándose la mayor
parte al cuidado de la madre, dado que su cónyuge permanecía todo
el día en el trabajo y muchas veces en otros países, lo que ha
repercutido en su desarrollo psicosocial que hasta hoy arrastra, tal
como se ha demostrado en su diagnóstico psicológico, siendo que
incluso cuando se encontraban en Perú el menor también era
víctima de manipulaciones y amenazas telefónicas (maltrato
psicológico) de ser retornado por intermedio de la Policía
Internacional, aprovechándose Robertino Antonio Geerlings de las
facilidades que se le brinda para sus intercomunicaciones,
causándole sufrimientos e inestabilidad en su desarrollo emocional,
por lo que al ser evaluado por un profesional psicólogo recomendó,
entre otros, dejarlo con sus familiares de Cusco; 4) Su hijo ya es
peruano y tiene Documento Nacional de Identidad - DNI peruano; 5)
Durante su estadía en el Perú no han recibido la menor ayuda
económica por parte del padre, quien incumple con su obligación
alimentaria para atender sus múltiples necesidades; 6) De retornar al
menor a Holanda, éste no soportaría la separación teniendo en
cuenta que la mayor parte del tiempo de su vida la ha pasado junto
y al cuidado de su madre por quien siente mayor apego que con su
padre, por lo que considera “(…) que existe un grave riesgo de que
la restitución del menor lo exponga a un peligro grave físico o
psíquico o que de cualquier otra manera ponga el menor en una
situación intolerable”; y, que existe causal de improcedencia prevista
en los incisos a) y b) del artículo 13 de la Convención de La Haya,
por lo que es improcedente la restitución de menor por traslado y
retención ilícitas, que solicita el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables por demanda que insta contra una mujer ciudadana
peruana como ella, que lejos de ser protegida se considera
“agredida” por instituciones de su propio país a favor de un ciudadano
extranjero que apoyado en la Convención y asesoría legal gratuita,
le entabla una demanda de restitución de niño, mientras que ella, a
parte de sus obligaciones de asistencia que tiene para con su hijo y
consigo misma ante el incumplimiento de su cónyuge de su
obligación alimentaria, irónicamente debe afrontar los gastos de
asesoría y defensa del proceso, con sus propios peculios, para velar
por el interés superior de su hijo y tratar de evitar se cumplan las
amenazas de su cónyuge por e-mail de pagar muy caro e ir a la
cárcel por el supuesto traslado y retención ilícitas de su hijo. 3.
FIJACIÓN DE PUNTOS CONTROVERTIDOS En la Audiencia
Única de fecha veintitrés de julio de dos mil doce, de fojas doscientos
sesenta y cuatro, se fija como puntos controvertidos: 1) Que, si se ha
producido infracción al derecho de custodia del menor, por parte de
su progenitora; 2) Determinar si se ha producido el traslado o
retención ilícita del menor desde su residencia habitual según las
causales establecidas por la Convención de la Haya y si existe
justificación legal para el traslado o retorno a su lugar de residencia
habitual; 3) Establecer si la solicitud de restitución internacional del
menor está amparada en la Convención de la Haya sobre aspectos
civiles de la sustracción internacional de menores, que sean partes
el país de Holanda y Perú; 4) Determinar si la solicitud internacional
del niño tutelado se encuentre o no dentro de las causales de
improcedencia previstas en el artículo 13 de la Convención de La
Haya; 5) Determinar si la restitución del niño expone o no a un
peligro grave o a una situación intolerable para dicho niño. 4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA Mediante sentencia de
fecha tres de marzo de dos mil catorce, de fojas novecientos siete,
se declara improcedente la demanda, bajo los siguientes
fundamentos: 1) No existe traslado ilícito del país de residencia
habitual el menor hacia el Perú, dado que su desplazamiento en
compañía de su madre fue con autorización expresa de su padre; 2)
No existe violación del derecho de guarda, custodia, visita o tenencia
del menor, en relación a su padre, porque el ejercicio del deber –
derecho– patria potestad respecto del menor tutelado en Holanda,
era una tarea compartida por ambos progenitores, no mediando
prueba emanada de autoridad tutelar la vulneración de ese derecho
al padre y que por ende constituya ilícito el traslado del menor al
Perú desde su residencia habitual; 3) El no retorno del menor desde
el Perú hacia su país de residencia, no constituye una retención
ilícita porque al uno de marzo de dos mil doce, el menor había sido
inscrito en el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil – Reniec,
y consecuentemente, a la fecha de interposición de la demanda el
diecisiete de mayo de dos mil doce, ya aparece registrado como niño
peruano, por tanto protegido por el Estado peruano, por lo que al
pretenderse la tutela a favor de un menor de nacionalidad peruana,
se advierte la sustracción de la materia controvertida; 4) Aplicando
del Principio de Interés Superior del Niño, corresponde al Estado
peruano proteger a los niños peruanos que se encuentran dentro de
su ámbito, sin distinción alguna, de todo riesgo universal que afecte
su formación integral, a lo que se suma que su restitución atenta
contra su nuevo ambiente y arraigo familiar que le es más favorable,
frente a las pretensiones del actor; 5) El padre procede de una
familia desintegrada y disfuncional, al admitir que tiene otra hija y
que se ha divorciado de su anterior matrimonio, afirmando que su
idea es que las hijas mujeres deben vivir con su madre y los hijos
varones con su padre, siendo que además desarrolla labores
continuas diurnas y nocturnas, con ocasionales viajes al exterior por
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
motivos laborales, demostrándose un panorama nada idóneo para el
niño tutelado en un supuesto caso de restitución al país de su
residencia originaria, alejado de su madre biológica y donde viviría
colocado en un hogar sustituto, privado de su derecho de vivir en
familia y en un ambiente familiar armonioso, a lo cual se suma que el
menor y su madre han sido víctimas de violencia familiar de parte de
Robertino Antonio Geerlings en Holanda y en el Perú, en este último
a través de comunicaciones telefónicas y e-mail, encontrándose en
trámite el Proceso número 705-2012, seguido ante el Juzgado de
Familia de Abancay, al interior del cual el Ministerio Público y el
Juzgado inclusive han adoptado medidas de protección, situación
que corrobora el clima desfavorable a la restitución pretendida; 6) El
menor ha expresado en la audiencia única que su padre maltrataba
a su madre y que quería quedarse en el Perú hasta cumplir los doce
años, que quería visitar a su progenitor en vacaciones, y que este le
jalaba mucho de las orejas y a veces lo gritaba, lo que se corrobora
con el Informe Psiquiátrico de fojas doscientos cuarenta y ocho; 7)
Del Informe Social número 083-2013-AS-JEF-AB, emitido por la
Asistenta Social del Juzgado de Familia de Abancay, se desprende
que el menor integra actualmente una “familia nuclear, funcional, con
valores culturales positivos (…); de igual manera, del Informe
Psicológico número 043-2012-PS-JF-CEJAP/PJ de fojas doscientos
cuarenta y tres, se determina que el menor muestra sentimientos de
tristeza y temor ante la posibilidad de regresar a Holanda junto a su
padre (…)”; y, que el Informe Médico Psiquiátrico de fecha dieciocho
de mayo de dos mil doce, de fojas doscientos cuarenta y ocho, hace
mención al inicial episodio depresivo leve, trastorno, stress post
traumático y maltrato familiar por su padre hacia el niño tutelado, lo
que a la fecha ha evolucionado favorablemente, esto es, se ha
revertido; situación ésta que no favorece estimar la restitución
internacional del niño teniendo presente el citado Principio del
Interés Superior del Niño; 8) De las constancias de estudios, notas
de aprovechamiento, fotografías, corroborados con el Documento
Nacional de Identidad - DNI y la Partida de Nacimiento, se establecer
que durante la residencia del menor en el Perú, junto a su madre y
parientes, su desarrollo físico – psíquico – emocional y social para su
formación integral son favorables; 9) Desde la llegada al Perú ha
transcurrido más de un año desde que el menor está integrado
favorablemente a su nuevo ambiente familiar y geográfico, conforme
a lo previsto en el artículo 12 de la Convención de La Haya; 10)
Cualquier traslado vía restitución internacional afectaría el proceso
educativo del menor, teniendo en cuenta que durante su permanencia
en el país ha venido y viene cursando estudios de nivel primario en
forma satisfactoria, lo que favorece al derecho del niño a educarse
dentro de las condiciones jurídicas que deben concurrir para la
aplicación del procedimiento de restitución internacional de menores
que justifica su urgencia, precisamente en la evidencia de las
infracciones previstas en el artículo 3 de la Convención de La Haya;
11) Del análisis integral de los hechos y el derecho a la luz de las
pruebas actuadas respecto de los puntos demandados y
controvertidos, se llega a la conclusión de que, no es aplicable al
caso el artículo 3 de la Convención de La Haya, por encontrarse el
caso en el supuesto de improcedencia establecido en el inciso b) del
artículo 13 de la citada Convención, que establece la imposibilidad
de restitución internacional del niño cuando existe un grave riesgo de
que la restitución de éste lo exponga a un peligro grave físico o
psíquico o que de cualquier otra manera lo ponga en una situación
intolerable, que en tal caso, la autoridad judicial o administrativa
podrá negarse a ordenar la restitución si comprueba que el propio
menor se opone a la restitución, cuando el mismo haya alcanzado
una edad y un grado de madurez en que resulte apropiado tener en
cuenta sus opiniones; 12) De conformidad con los artículos 7.1 y 15
de la Convención de La Haya, la instancia jurisdiccional del Tribunal
de Justicia de La Haya, ha expresado su reserva respecto a su
decisión de proteger al tutelado, y que: “En el caso de autos, aquella
jurisdicción no puede resolver al margen de lo que los tribunales de
justicia nacionales adopten previamente medidas judiciales
pertinentes sobre el caso en particular”; así también se señala que,
la Juez W.G. Boer de la Sala de Familia del indicado Tribunal,
mediante sentencia de vista publicada el diecinueve de abril de dos
mil trece, ha declarado disuelto el vínculo conyugal entre el
demandante Robertino Antonio Geerlings y la demandada María
Graciela Visaga Zambrano, concediendo al actor el arrendamiento
de la vivienda matrimonial ubicada en Países Bajos, reservando
pronunciamiento sobre los regímenes familiares a favor del menor. 5.
SENTENCIA DE VISTA Mediante sentencia de vista de fecha
dieciséis de diciembre de dos mil catorce, se revoca la apelada; y
reformándola se declara fundada la demanda; en consecuencia, se
ordena la restitución internacional del menor de acuerdo a la
Convención de La Haya. Dicha decisión tiene los siguientes
fundamentos: 1) Si bien el desplazamiento del menor en compañía
de su madre desde Amsterdam con destino a Lima – Perú con fecha
dos de julio de dos mil once, se efectuó con autorización expresa del
padre, debiendo retornar el día veinte de agosto de ese año, tal
situación devino en ilegal desde el día veintiuno de dicho mes y año,
cuando María Graciela Visaga Zambrano decidió retener
unilateralmente al menor en un país ajeno al de su residencia
habitual, pese al acuerdo tomado con el padre del niño; 2) Un
traslado lícito puede devenir en retención ilícita si es que uno de los
padres decide unilateralmente no cumplir con el permiso, autorización
o acuerdo previamente establecido con el otro padre del menor,
correspondiendo la restitución inmediata del menor conforme al
artículo 12 de la Convención de La Haya; 3) Si bien en la sentencia
97213
de primera instancia se señala que Robertino Antonio Geerlings
procede de una familia desintegrada y disfuncional al admitir que
tiene otra hija y haberse divorciado de su anterior matrimonio, y
afirmar que su idea es que las hijas mujeres deben vivir con su
madre y los hijos varones con su padre; sin embargo, en este
proceso no se discute cuál de los padres del menor tiene la mejor
condición para poder cuidar al menor, ya que no se está discutiendo
sobre la custodia, tal como lo precisa el artículo 19 del citado
Convenio, cuando establece que la decisión adoptada en virtud de la
Convención sobre la restitución del menor no afectará la cuestión de
fondo del derecho de custodia; 4) En consecuencia, en resguardo
del principio de protección especial del niño y garantizando el
Principio del Interés Superior del Niño, así como su derecho a tener
una familia, y a no ser separado de ella, promoviendo que el
desarrollo sea armónico e integral, teniendo en cuenta que ambos
padres en forma conjunta deben de decidir sobre el cuidado y el
lugar de la residencia habitual del menor, no resulta adecuado que
solo uno de ellos tome la decisión de buscar el lugar de residencia
habitual del menor sin consultar al otro progenitor. 6. RECURSO DE
CASACIÓN Esta Sala Suprema mediante resolución de fecha
diecinueve de mayo de dos mil quince, de fojas cincuenta del
cuadernillo de casación, ha declarado procedente el recurso de
casación por las siguientes causales: a) Infracción normativa
procesal de los incisos 3, 5 y 15 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, de los artículos I y VII del Título
Preliminar, 50 inciso 6 del, 122 inciso 3y 197 del Código Procesal
Civil. Señala que la sentencia de vista no se encuentra expedida
conforme al Principio de Congruencia, el Derecho de Tutela
Jurisdiccional Efectiva, el Derecho a la Prueba, al Juez Imparcial, el
Derecho de Defensa, y a la Debida Motivación de Resoluciones
Judiciales, por ende, al Debido Proceso; que la Sala Superior no
expone fundamento alguno sobre el punto controvertido fijado en la
audiencia, respecto a las causales de improcedencia de restitución
previstas en la Convención de La Haya sobre Aspectos Civiles de
Sustracción Internacional de Menores de Edad del veinticinco de
octubre de mil novecientos ochenta, ni de los hechos alegados por la
recurrente en su contestación de la demanda relacionados a la
aplicación de la referida excepción; que no se puede fundar una
decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las
partes, ni en pruebas que han sido valoradas de manera inadecuada;
que la recurrida omite resolver el recurso de apelación interpuesto
por la recurrente contra la Sentencia de primera instancia, en el
extremo que declara improcedente la demanda y se pide reformar
declarándola infundada; que no se ha considerado que su menor hijo
ha sido víctima de maltratos en el país de Holanda y Perú, tal como
prueban los informes psicológicos; que no se ha tomado en cuenta
la opinión del menor de edad; que no puede ordenarse la restitución
de su menor hijo a Holanda, pues aun cuando éste ha sido su lugar
de residencia habitual, la mayor parte del tiempo de su vida lo ha
pasado junto y al cuidado de la recurrente. b) Infracción normativa
material por inaplicación del excepcional supuesto de
improcedencia establecido en el inciso b del artículo 13 de la
Convención de La Haya sobre Aspectos Civiles de la Sustracción
Internacional de Menores de Edad del veinticinco de octubre de
mil novecientos ochenta. Sostiene que acorde con el criterio del
Juez, la presente causa se encuentra en el supuesto de
improcedencia de restitución de menor de edad previsto en la
acotada norma, atendiendo al Interés Superior del Niño, pues se ha
llegado a establecer que tanto en el país de Holanda como en el
Perú, ha existido maltrato físico y psicológico en agravio de su menor
hijo y la recurrente por parte del actor, hecho corroborado con la
sentencia expedida en el Proceso número 00705-2012, seguido ante
la Segunda Fiscalía Provincial de Familia de Abancay – sobre
Violencia Familiar, en su modalidad de violencia psicológica, que
declara fundada la demanda y ordena el cese de todo acto de
Violencia Familiar y la adopción de medidas de protección a las
víctimas; que la Sala Superior no ha tenido en cuenta el informe
emitido por la Asistente Social del Juzgado de Familia de Abancay,
entre otros medios probatorios, que acreditan que el menor de edad
se encuentra integrado debidamente a su nuevo ambiente familiar
en la ciudad de Abancay, donde reside con parientes maternos y
realiza sus estudios de manera satisfactoria. c) Infracción
normativa procesal del Principio del Interés Superior del Niño,
previsto por el artículo IX del Código de Niños y Adolescentes
del Perú y Normas Supranacionales. Alega que la Sala Superior
no aplica el citado principio al decidir la restitución del menor, al
tratarse de un problema humano y atendiendo al perjuicio que ese
hecho implicaría para el niño; que en calidad de nacionales y
víctimas de maltrato físico y psicológico debidamente acreditado,
merecen especial protección por parte del Estado peruano, por
tanto, estando a un innegable hecho de que exista un grave riesgo
que la restitución del menor lo exponga a un peligro grave físico o
psíquico o que de cualquier otra manera ponga al menor en una
situación intolerable, en función del Interés Superior del Niño, es de
aplicación el supuesto de excepción previsto en el inciso b del
artículo 13 de la Convención de La Haya. II. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Con relación a las causales del recurso de casación,
corresponde en principio, ingresar al análisis de la infracción
normativa de carácter procesal, dilucidando si se ha infringido los
incisos 3, 5 y 15 (lo correcto es 14) del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú; los artículos I y VII del Título Preliminar; 50 inciso 6,
122 inciso 3 y 197 del Código Procesal Civil, referentes al Principio
de Congruencia, el Derecho de Tutela Jurisdiccional Efectiva, el

97214 CASACIÓN
Derecho a la Prueba, al Juez Imparcial, el Derecho de Defensa, y a
la Debida Motivación de Resoluciones Judiciales, por ende, al
Debido Proceso; puesto que de acreditarse las afectaciones
procesales denunciadas, la recurrida sería nula, no correspondiendo
ingresarse al análisis sobre las infracciones de carácter material.
SEGUNDO.- La recurrente sostiene que en la sentencia de vista no
existe una debida motivación respecto a los fundamentos expuestos
por el Juzgado de Familia en relación al siguiente punto controvertido:
“d).- Determinar si la solicitud internacional del niño tutelado se
encuentra o no dentro de las causales de improcedencia previstas
en el artículo 3 de la Convención de La Haya; y finalmente,
determinar si la restitución del niño expone o no a un peligro grave o
a una situación intolerable para dicho niño”, el cual aparece en el
Acta de Audiencia Única; y, que además tampoco se expone una
debida motivación de los hechos alegados por la demandada en su
escrito de contestación de la demanda, respecto a la aplicación de la
causal excepcional de improcedencia de restitución de menor
prevista en el literal b) del artículo 13 de la Convención de La Haya,
siendo que el Juzgado de Familia de Abancay, al resolver el indicado
punto controvertido en la sentencia apelada determinó la
imposibilidad de la restitución internacional del niño cuando existe un
grave riesgo de exponerlo a un peligro grave físico o psíquico o que
de cualquier otra manera ponga al menor en una situación intolerable,
expresando las razones lógicas que justificaron la improcedencia de
la demanda, y a pesar de que dicho fundamento no fue denunciado
como agravio, el Colegiado Superior decidió revocarla y estimar la
demanda incoada, por lo que con mayor razón el Ad quem estaba en
el deber de cumplir la garantía de la debida motivación; que además,
no se puede fundar una decisión en hechos diversos de los que han
sido alegados por las partes ni en pruebas que han sido valoradas
de manera inadecuada; se agrega que la recurrida omite resolver el
recurso de apelación interpuesto por la recurrente contra la sentencia
de primera instancia, en el extremo que declara improcedente la
demanda y se pide reformar declarándola infundada; que no se ha
considerado que su menor hijo ha sido víctima de maltratos en
Holanda y en Perú, tal como prueban los informes psicológicos
obrantes en autos; que no se ha tomado en cuenta la opinión del
menor de edad; y que no puede ordenarse la restitución de su menor
hijo a Holanda, pues aun cuando éste ha sido su lugar de residencia
habitual, la mayor parte del tiempo de su vida lo ha pasado junto y al
cuidado de la recurrente. TERCERO.- Durante la Audiencia Única,
se fijaron los siguientes puntos controvertidos: (…) Que, se haya
producido infracción al Derecho de Custodia del menor, por parte de
María Graciela Visaga Zambrano; que se haya producido traslado o
retención ilícita del menor; establecer el país o lugar de residencia
del menor; la Solicitud de restitución internacional del menor, se
encuentre amparado en la Convención de La Haya, sobre los
Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores en que
sean partes el Perú y Holanda; la solicitud se encuentre en los
supuestos de improcedencia previsto en el artículo 13 de la
Convención de La Haya sobre Aspectos Civiles de la Sustracción
Internacional de Menores, entre ellos: “a) Que, exista aceptación del
progenitor del menor para el traslado; b) Que, exista grave riesgo de
la restitución del menor que lo exponga a un peligro grave físico o
psíquico u otra manera que ponga al menor en una situación
intolerable”. Que, exista justificación legal tanto para el traslado o
retorno del menor a su lugar de residencia (…). CUARTO.- De los
puntos controvertidos fijados en el presente proceso, se observa que
no se fijó como punto controvertido (…) d) Determinar si la solicitud
internacional del niño tutelado se encuentra o no dentro de las
causales de improcedencia previstas en el artículo 3 de la
Convención de La Haya; (…) conforme se señala en el recurso de
casación, siendo que incluso el artículo 3 de la Convención de La
Haya a que se hace referencia no contiene causales de
improcedencia a la restitución internacional de menores; por tanto,
no se advierte que la sentencia de vista haya omitido pronunciarse
respecto a un punto controvertido que no ha sido fijado como tal.
QUINTO.- Entre los puntos controvertidos fijados sí se advierte uno
destinado a establecer si la solicitud de restitución internacional de
menor se encuentra inmersa en alguno de los supuestos de
improcedencia previsto en el artículo 13 de la Convención de La
Haya, específicamente, el de su literal b) referido a la existencia de
grave riesgo de la restitución del menor que lo exponga a un peligro
grave físico o psíquico u otra manera que ponga al menor a una
situación intolerable. SEXTO.- Revisados los autos, se advierte que
la Sala Superior sí se pronunció sobre el referido punto controvertido
y sobre los argumentos de la demandada referidos a los maltratos
que habría recibido su menor hijo, a la opinión del menor y a que la
mayor parte de su vida él la habría pasado a su lado. Efectivamente,
en la sentencia de primera instancia se señaló13 que del análisis de
los hechos y el derecho, a la luz de las pruebas actuadas respecto
de los puntos demandados y controvertidos, llegaba a la conclusión
de que no correspondía disponer la restitución internacional del
menor conforme al artículo 3 de la Convención de La Haya, por
haberse incurrido en la causal de improcedencia del literal b) del
artículo 13 de la indicada Convención, la cual establece la
imposibilidad de disponer la restitución internacional del niño cuando
exista un grave riesgo de exponerlo a un peligro grave físico o
psíquico o que de cualquier otra manera se le coloque en una
situación intolerable; dicha conclusión la fundó la señora Juez de
primera instancia precisamente en los argumentos que sustentaron
la contestación a la demanda14 y que estaban relacionados
fundamentalmente a que el accionante provenía de una familia
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
desintegrada y disfuncional, que realizaba labores diurnas y
nocturnas con ocasionales viajes al exterior, que en su país de
residencia originaria que el menor estaría alejado de su madre
biológica, que habría sido víctima de violencia familiar, que el menor
ha expresado su voluntad de quedarse en el Perú hasta cumplir los
doce años de edad y visitar a su progenitor en vacaciones, que vive
junto a su madre y parientes en la ciudad de Abancay, que según un
Informe Social el menor integra actualmente una “familia nuclear,
funcional, con valores culturales positivos (…)”, que de acuerdo a un
Informe Psicológico el menor muestra sentimientos de tristeza y
temor ante la posibilidad de regresar a Holanda junto a su padre, que
conforme a un informe médico psiquiátrico el menor presentaría
episodio depresivo leve, trastorno, stress post traumático y maltrato
familiar por parte del padre, y que se afectaría su proceso educativo
actual. Estos argumentos fueron materia de revisión y
pronunciamiento en segunda instancia, que de acuerdo al criterio
jurisdiccional de la Sala Superior que absolvió el grado, la negativa a
la restitución del menor no está justificada ni menos acreditado que
se hubiese integrado a su nuevo ambiente, y que las consideraciones
indicadas en la sentencia de primera instancia eran pertinentes para
una discusión respecto a cuál de los padres tenía la mejor condición
para cuidar al menor, esto es, sobre un derecho de custodia que no
debía ser confundido con la reclamada restitución internacional del
menor y que no eran materia de discusión en este proceso conforme
a lo recisado en el artículo 19 de la Convención de La Haya15; y que
por lo tanto tales argumentos no merecían amparo. SÉTIMO.- En
cuanto a la afirmación de la recurrente respecto a que no se ha
emitido pronunciamiento con relación a su “recurso de apelación” de
sentencia, debe indicarse que no interpuso en estricto un “recurso de
apelación”, sino que se adhirió a la apelación interpuesta por el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, y fundamentó su
pedido indicando que, conforme a la motivación que contiene la
sentencia, ésta resuelve el fondo de la controversia, por lo que
correspondía que el órgano jurisdiccional declare infundada la
demanda y no improcedente; es decir, su impugnación procuraba un
pronunciamiento sobre el fondo de la controversia que le sea
favorable. OCTAVO.- Según se ha analizado y concluido
precedentemente, en la parte considerativa de la sentencia de vista
sí se han tenido en cuenta los argumentos esgrimidos por la
demandada en su escrito de contestación, los mismos que fueron
acogidos favorablemente en la sentencia de primera instancia, y
conforme a los cuales en su escrito de adhesión a la apelación
solicitaba que se emita pronunciamiento de fondo que declare
infundada la demanda, siendo que la Sala Superior que absolvió el
grado precisamente emitió un pronunciamiento de fondo, aunque
desestimando los argumentos de la recurrente –que se remitía a los
considerandos de la sentencia apelada–, y estimando los argumentos
planteados por el demandante apelante. NOVENO.- En este orden
de ideas, no se observa que se haya incurrido en vulneración del
Principio de Congruencia Procesal contemplado en el artículo VII del
Título Preliminar e inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil,
puesto que en la sentencia de vista se ha cumplido con resolver el
punto controvertido establecido en torno a la causal de improcedencia
de la restitución internacional invocada en la contestación de la
demanda, así como sobre los otros cuestionamientos planteados por
la emplazada en tal escrito. DÉCIMO.- Por las mismas razones, se
desvirtúa la vulneración al deber de motivación contemplado en los
artículos 50 inciso 6 y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, así
como en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, toda vez que la recurrente ha recibido respuesta a sus
argumentos esgrimidos al contestar la demanda; en tal sentido,
tampoco se ha vulnerado su Derecho a la Defensa previsto en el
inciso 14 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, puesto
que no solo se le ha brindado la oportunidad de contestar la acción
incoada en su contra sino que además, como se ha indicado, los
argumentos en los cuales centró su contradicción a la acción
incoada, han sido considerados y recibido respuesta al momento de
absolverse el grado en la sentencia de vista. DÉCIMO PRIMERO.-
No se observa infracción al artículo 197 del Código Procesal Civil,
según el cual, todos los medios probatorios son valorados por el
Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada, y en la
resolución solo serán expresadas las valoraciones esenciales y
determinantes que sustentan su decisión; en el caso de autos, no se
advierte que en la sentencia de vista se haya omitido valorar algún
medio probatorio que la recurrente considere relevante para la
solución de la controversia, en todo caso, la misma contiene las
razones elementales conforme a las cuales la Sala Superior optó por
revocar la sentencia apelada y declarar fundada la demanda.
DÉCIMO SEGUNDO.- Al no observarse las supuestas afectaciones
al Principio de Congruencia Procesal, a la Debida Motivación, a la
Defensa y a la Valoración Conjunta de la Prueba, en los que a su vez
se sustentó la infracción normativa procesal del Derecho a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva y al Debido Proceso, contemplados en el
inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, así
como tampoco se acredita alguna actuación parcializada atribuible a
los Magistrados de la Sala Superior que emitieron la sentencia de
vista, quienes han fundamentado la decisión impugnada, tampoco
puede acogerse favorablemente la infracción normativa procesal
citada. DÉCIMO TERCERO.- Habiéndose desvirtuado la existencia
de las infracciones normativas procesales denunciadas, corresponde
efectuarse el análisis respecto a las infracciones normativas de
carácter materiales sobre la inaplicación del inciso b) del artículo 13
de la Convención de La Haya y del Principio del Interés Superior del
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Niño previsto en el artículo IX del Código de los Niños y Adolescentes
del Perú y otras normas supranacionales. DÉCIMO CUARTO.- El
Principio del Interés Superior del Niño ha sido contemplado en
diversos instrumentos internacionales. Así, lo podemos encontrar en
la Declaración de los Derechos del Niño, proclamada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el veinte de noviembre
de mil novecientos cincuenta y nueve, en cuyo Preámbulo (cuarto y
quinto parágrafo), al considerar, entre otros, (…) La necesidad de
esa protección especial enunciada en la Declaración de Ginebra de
1924, sobre los Derechos del Niño y reconocida en la Declaración
Universal de Derechos Humanos y en los convenios constitutivos de
los organismos especializados y de las organizaciones
internacionales que se interesan en el bienestar del niño», y que «la
humanidad debe al niño lo mejor que pueda darle (…), declaró en su
Principio 2, que: “(…) El niño gozará de una protección especial y
dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la
ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental,
moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así
como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con
este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el
Interés Superior del Niño.» (Negritas y subrayado agregados).
DÉCIMO QUINTO.- Con posterioridad a la Declaración de los
Derechos del Niño de mil novecientos cincuenta y nueve, la
Asamblea de las Naciones Unidas adopta con fecha veinte de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve, la Convención
Sobre los Derechos el Niño, suscrita por el Perú el veintiséis de
enero de mil novecientos noventa y aprobada por Resolución
Legislativa número 25278 publicada en el Diario Oficial “El Peruano”
el veinticuatro de agosto de mil novecientos noventa; la indicada
Convención, (…) Teniendo presente que la necesidad de
proporcionar al niño una protección especial ha sido enunciada en la
Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y en la
Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea
General el 20 de noviembre de 1959, y reconocida en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, en el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (en particular, en los artículos 23 y 24),
en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (en particular, en el artículo 10) y en los estatutos e
instrumentos pertinentes de los organismos especializados y de las
organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del
niño. (…) (Preámbulo, apartado noveno), reafirma el principio de
Interés Superior del Niño, esta vez, con carácter vinculante, puesto
que adoptar dicho tratado significaba para los Estados, que todas
sus decisiones y acciones estatales estarían regidas por dicho
principio. DÉCIMO SEXTO.- El artículo 3 numeral 1 de la Convención
de los Derechos del Niño estipula que: “En todas las medidas
concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o
privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración
primordial a que se atenderá será el interés superior del niño (…).
DÉCIMO SÉTIMO.- La Convención de los Derechos del Niño
instituye al Interés Superior del Niño como un principio garantista,
pues toda decisión que concierna a los menores de edad debe ser
prioritaria para garantizar la satisfacción integral de sus derechos;
asimismo, manifiesta su amplitud puesto que trasciende a los
ámbitos legislativos o judiciales, extendiéndose a todas las
autoridades e instituciones públicas y privadas, además del entorno
familiar del niño; constituye una norma de interpretación o de
resolución de conflictos y también de orientación o directriz política,
pues el artículo 3 de la Convención citada, refiere al Interés Superior
del Niño como una “consideración primordial” para la toma de
decisiones que afecten a los niños16. DÉCIMO OCTAVO.-
Precisamente, a nivel supranacional, la Convención de los Derechos
del Niño procura materializar jurídicamente el Principio del Interés
Superior del Niño, frente a los traslados y retenciones ilícitas; así en
su artículo 11 estipuló que: “(…) 1. Los Estados partes adoptarán
medidas para luchar contra los traslados ilícitos de niños al
extranjero y la retención ilícita de niños en el extranjero. 2. Para
este fin, los Estados partes promoverán la concertación de
acuerdos bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos
existentes.(…) (Negrita y subrayados agregados). DÉCIMO
NOVENO.- La Convención de los Derechos del Niño no solo se
inspira e instituye con carácter vinculante al Principio del Interés
Superior del Niño, sino que además brinda pautas claras para su
efectividad, específicamente, frente a los traslados al extranjero y
retenciones ilícitas de menores en el extranjero, disponiendo que los
países tienen que adoptar medidas para luchar en su contra, y por
tanto, la interpretación y aplicación del principio en análisis, no puede
vaciar de contenido dicho mandato vinculante ni favorecer a quien
realizó el traslado o la retención ilícitas, todo lo cual podría promover
posteriores acciones y omisiones similares, en lugar de combatirlas.
VIGÉSIMO.- Es dentro de este marco jurídico que se emite el Código
de los Niños y Adolescentes – Ley número 27337, que contempla el
Principio del Interés Superior del Niño en el artículo IX de su Título
Preliminar: “(…) Artículo IX.- Interés Superior del Niño y del
Adolescente.- En toda medida concerniente al niño y al adolescente
que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales,
Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la acción
de la sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del
Niño y del Adolescente y el respeto a sus derechos. (…). VIGÉSIMO
PRIMERO.- Nótese que la regulación nacional del Principio del
Interés Superior del Niño resulta acorde con la Convención de los
97215
Derechos del Niño, y es conforme a ella que debe ser interpretada,
teniendo en cuenta las disposiciones que contiene y que vinculan a
los Estados partes en la lucha contra el traslado ilícito de menores al
extranjero y la retención ilícita de menores en el extranjero, para lo
cual los compromete a promover la concertación de acuerdos
bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos existentes.
VIGÉSIMO SEGUNDO.- Respecto al compromiso asumido
conforme al numeral 2 del artículo 11 de la Convención de los
Derechos del Niño, mediante Resolución Legislativa número 27302,
publicada en el Diario Oficial “El Peruano” el día nueve de julio de
dos mil, se aprobó la adhesión del Perú a la “Convención sobre los
Aspectos Civiles del Secuestro Internacional de Menores”
adoptada en la Ciudad de La Haya el veinticinco de octubre de mil
novecientos ochenta (Convención de La Haya), y asimismo, por
Decreto Supremo número 023-2000-RE, publicada en el Diario
Oficial “El Peruano” el día dos de agosto de dos mil, se ratificó la
adhesión del Perú a dicha Convención. VIGÉSIMO TERCERO.- El
artículo 55 de nuestra Constitución Política del Perú establece que
los Tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del
derecho nacional, y en tal sentido, estando a la suscripción y
aprobación por el Perú de la Convención de los Derechos del Niño y
a la adhesión del Perú a la Convención de La Haya, tales
instrumentos internacionales integran nuestro ordenamiento jurídico
y como tal su debido cumplimiento es plenamente exigible, máxime
si de por medio existe la obligación asumida por el Estado ante la
Comunidad Internacional de cumplir, de buena fe, los tratados que
hubiera suscrito y a los que se hubiera adherido, con mayor razón si
se trata de mandatos específicos que orientados en el Principio del
Interés Superior del Niño, impulsan la lucha contra los traslados
ilícitos al extranjero y las retenciones ilícitas en el extranjero de los
niños. VIGÉSIMO CUARTO.- El preámbulo de la Convención de la
Haya precisa que: “Los Estados signatarios de la presente
Convención, Profundamente convencidos de que los intereses del
menor son de una importancia primordial para todas las
cuestiones relativas a su custodia, Deseosos de proteger al menor,
en el plano internacional, de los efectos perjudiciales que
podría ocasionarle un traslado o una retención ilícita, y de
establecer los procedimientos que permitan garantizar la restitución
inmediata del menor a un Estado en que tenga su residencia
habitual, así como de asegurar la protección del derecho de visita”.
VIGÉSIMO QUINTO.- De acuerdo al artículo 1 de la Convención de
La Haya, ese instrumental internacional tiene por finalidad garantizar
la restitución de los menores trasladados o retenidos de manera
ilícita en cualquier Estado contratante, y velar porque los derechos
de custodia y de visita vigentes en uno de los Estados contratantes
se respeten en los demás Estados contratantes. El indicado
Convenio no está referido a la custodia otorgada a uno u otro
progenitor, sino que tiene como fin específico garantizar el retorno
inmediato del niño o niña retenidos mediante uso de fuerza o
intimidación y que dejó indefenso a uno de los progenitores para
gozar del derecho sea de visita o de custodia17. VIGÉSIMO SEXTO.-
El artículo 3 del citado Convenio señala que: “El traslado o la
retención de un menor se considerarán ilícitos: a) Cuando se hayan
producido con infracción de un derecho de custodia atribuido,
separada o conjuntamente, a una persona, a una institución, o a
cualquier otro organismo, con arreglo al derecho vigente en el
Estado en que el menor tenía su residencia habitual inmediatamente
antes de su traslado o retención; y b) Cuando este derecho se
ejercía de forma efectiva, separada o conjuntamente, en el momento
del traslado o de la retención, o se habría ejercido de no haberse
producido dicho traslado o retención. El derecho de custodia
mencionado en a) puede resultar, en particular, de una atribución del
pleno derecho, de una decisión judicial o administrativa, o de un
acuerdo vigente según el derecho de dicho Estado”. VIGÉSIMO
SÉTIMO.- El artículo 12 de referido Convenio establece que cuando
se acredite que un menor ha sido trasladado ilícitamente a uno de los
Estados contratantes o retenido ilícitamente en él, la autoridad
judicial o administrativa competente deberá ordenar su restitución
inmediata al país en el que tenía su residencia habitual antes de
producirse cualquiera de estas circunstancias. Esta norma tiene
como propósito establecer una regla que haga posible alcanzar en
los hechos los fines que persigue el Convenio, pues solo la
imposición de un mandato concreto a los Estados, en los términos
antes descritos, permitirá reponer las consecuencias provocadas por
los supuestos de traslado o retención ilícita de menores y garantizar
el respeto de los derechos de custodia y de visita vigentes otorgados
por los Estados contratantes. VIGÉSIMO OCTAVO.- No obstante,
los efectos que la aplicación de esta regla pudiera producir en la
realidad, no pueden estar disociados del interés de los menores
involucrados en este tipo de supuestos. Y es por ello, que el propio
Convenio establece en su normativa una serie de situaciones de
excepción en las que, pese a haberse acreditado la existencia de un
supuesto de traslado o retención ilícita, la autoridad del Estado
contratante respectiva podrá eximirse del deber de ordenar la
restitución del menor. Así, por ejemplo, el citado artículo 12, que
venimos comentando, establece también que la restitución no
deberá ser ordenada cuando el procedimiento respectivo haya sido
iniciado después de vencido el plazo de un año contado a partir del
momento en que ocurrió el traslado o retención indebida y se
acredite que el menor ha quedado integrado en su nuevo ambiente.
VIGÉSIMO NOVENO.- El artículo 13 del mismo Convenio, por su
parte, contempla también otros tres supuestos de excepción al deber
de los Estados contratantes de ordenar la restitución: - Cuando se

97216 CASACIÓN
demuestre que la persona que se hubiera hecho cargo del menor no
ejercía de modo efectivo el derecho de custodia en el momento en
que ocurrió el trasladado o retenido, o que consintió posteriormente
estas circunstancias. - Cuando se demuestre que la restitución del
menor lo expondrá a un peligro grave de naturaleza física o psíquica
o lo colocará en una situación intolerable. - Cuando se demuestre
que el propio menor se opone a la restitución; siempre que la edad y
grado de madurez que éste hubiera alcanzado hagan apropiado
tener en cuenta sus opiniones. Dichos supuestos de excepción
facultan al Juez a denegar el retorno del menor al País de origen.
TRIGÉSIMO.- En el presente caso, se encuentra acreditado que el
menor y su madre la demandada María Graciela Visaga Zambrano
partieron al Perú el dos de julio de dos mil once debiendo retornar a
los Países Bajos (Holanda) el veinte de agosto del mismo año, dicho
desplazamiento contó con la autorización expresa de su padre
Robertino Antonio Geerlings. TRIGÉSIMO PRIMERO.- La recurrente
señala que la Sala Superior inaplicó el artículo 13 literal b) de la
Convención de La Haya, que atendiendo al Principio del Interés
Superior del Niño contempla un supuesto de improcedencia del
menor de edad que resulta aplicable al caso por haber existido
maltrato físico y psicológico por parte del demandante y porque un
informe emitido por el Asistente Social del Juzgado de Familia de
Abancay, acredita que el menor de edad se encuentra integrado
debidamente a su nuevo ambiente familiar en la ciudad de Abancay,
donde reside con parientes maternos y realiza sus estudios de
manera satisfactoria. TRIGÉSIMO SEGUNDO.- Si bien es verdad
que la carga probatoria corresponde a quien se opone a la restitución,
en cuya virtud tendría que demostrar que la restitución del menor lo
expondría a un grave peligro de naturaleza física o psíquica, también
debe considerarse la información que proporcione las autoridades
administrativas sobre la situación social del menor, es así que el
Informe Social Nro. 083-2013-AS-JEF-AB de fojas doscientos treinta
y nueve y siguientes, emitido por la Asistenta Social del Juzgado de
Familia de esta ciudad, se desprende que el menor integra
actualmente una “familia nuclear, funcional, con valores culturales
positivos (…)”; de igual manera, del Informe Psicológico Nro.
043-2012-PS-JF-CEJAP/PJ de fojas doscientos cuarenta y tres, se
determina que el tutelado, “muestra sentimientos de tristeza y temor
ante la posibilidad de regresar a Holanda junto a su padre (…)”, del
mismo Informe Médico Psiquiátrico del dieciocho de mayo del dos
mil doce, folios doscientos cuarenta y ocho, el niño tutelado hace
mención “al inicial episodio depresivo leve, trastorno, stress post
traumático y maltrato familiar (por su padre)”, a la fecha ésta
evoluciono es favorable, esto es, que se ha revertido. TRIGÉSIMO
TERCERO.- De otro lado, el menor ha expresado ante el Juzgado
que su padre Robertino Antonio Geerlings mucho maltrataba a su
mamá (..); situación que corroboraría la manifestación de la
demandada que tanto ella como su hijo han sido víctimas de
violencia familiar por parte del demandante, a todo ello, se suma el
hecho, de que el menor siempre ha estado con su madre y
actualmente tiene su residencia habitual en la ciudad de Abancay.
TRIGÉSIMO CUARTO.- Independientemente de la certeza o
exactitud de las razones que exponen la demandada y el menor para
oponerse a la restitución, lo cierto es que, por lo menos formalmente,
ellos han expresado su negativa a volver a los Países Bajos
(Holanda); y es justamente esta circunstancia la que se encuentra
contemplada en los artículos 12 y 13 del Convenio de la Haya sobre
los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores del
año mil novecientos ochenta como un supuesto en el que la
autoridad nacional puede eximirse de la obligación de restituir al
menor, a pesar de haberse acreditado un supuesto de traslado o
retención ilícita; se advierte entonces, que conforme a los informes
indicados, las declaraciones vertidas por la demandada y su hijo,
que el menor se encuentra integrado a su nuevo ambiente y existen
las condiciones sociales adecuadas a su desarrollo. TRIGÉSIMO
QUINTO.- Las consideraciones expuestas determinan que el
suscrito comparta la posición asumida por el A quo en el sentido de
desestimar la demanda y dejar sin efecto la decisión adoptada por el
Ad quem. Por estas consideraciones y en aplicación de lo previsto
en el artículo 397 del Código Procesal Civil: MI VOTO es porque se
declare: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por María
Graciela Visaga Zambrano a fojas mil ciento sesenta y ocho; SE
CASE la sentencia de vista de fecha dieciséis de diciembre de dos
mil catorce, de fojas mil ciento veinte, en consecuencia, NULA la
misma; y actuando en sede de instancia: SE CONFIRME la
sentencia de fecha tres de marzo de dos mil catorce a fojas
novecientos siete, que declara improcedente la demanda; SE
DISPONGA la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en representación
de Roberto Antonio Geerling contra María Graciela Visaga
Zambrano, sobre Restitución Internacional de Menor de Edad; y se
devuelvan. S. DE LA BARRA BARRERA
1
El nombre correcto es “Robertino Antonio Geerlings” según pasaporte a
folio veintiuno y corrección dispuesta en el punto resolutorio número 1 de la
Resolución número ocho emitida durante la Audiencia Única del veintitrés de
julio de dos mil doce [folio 265].
2
Acta de folios doscientos sesenta y cuatro a doscientos sesenta y nueve.
3
Acta de folios doscientos sesenta y cuatro a doscientos sesenta y nueve.
4
Léase el Décimo Tercer Considerando de la Sentencia de primera instancia
[folio 918], cuyo fundamento ha sido reseñado en el punto (k) del literal C del
Primer Considerando de la presente resolución.
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
5
El análisis que sustentó el amparo de la causal de improcedencia previsto
en el literal b) del artículo 13 de la Convención de La Haya, se encuentra
contenido del Noveno al Tercero Considerando de la Sentencia de primera
instancia, reseñados en los puntos (e), (f), (g), (h), (i), (j) y (k) del literal C del
Primer Considerando de la presente resolución.
6
Léanse los Considerandos Tres y Cuatro de la Sentencia de vista [folio 1126],
cuyo fundamento ha sido reseñado en los puntos (c) y (d) del literal D del
Primer Considerando de la presente resolución.
7
En: Cuaderno 05 “El Interés Superior del Niño. Interpretaciones y
Experiencias Latinoamericanas”; por: Silvina Alegre, Ximena Hernández y
Camille Roger; marzo 2014; páginas 3-4; elaborado en el marco del Sistema
de Información sobre Primera Infancia en América Latina – SIPI (iniciativa
que desarrolla el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación
– IIPE UNESCO, de la Sede Regional Buenos Aires, y la Organización de
Estados Iberoamericanos - OEI).
8
VALLADARES VALLADARES, Jorge. En: “Informe sobre la situación de la
sustracción internacional de menores por parte de uno de sus padres en las
Américas. Reunión de Expertos Gubernamentales”; página 4.
9
VALLADARES VALLADARES, Jorge. En: “Informe sobre la situación de la
sustracción internacional de menores por parte de uno de sus padres en las
Américas. Reunión de Expertos Gubernamentales”; página 6.
10
Publicado en la Revista Legislativa de la Comisión de Familia y Niñez
del congreso Nacional Año 1, No 1, septiembre de 2007, Tegucigalpa
(Nicaragua); página 12.
11
Entiéndase por “residencia habitual” al lugar en donde el niño tenía su centro
de vida (domicilio permanente de la familia) antes del traslado o retención
ilícitos.
12
En: Informe Explicativo del Convenio sobre los Aspectos civiles de la
Sustracción Internacional de Menores, publicado en la Revista Legislativa
de la Comisión de Familia y Niñez del congreso Nacional Año 1, No 1,
septiembre de 2007, Tegucigalpa (Nicaragua); páginas 19 y 50.
13
Léase el Décimo Tercer Considerando de la Sentencia de primera instancia
[folio 918], cuyo fundamento ha sido reseñado en el punto (k) del literal C del
Primer Considerando de la presente resolución.
14
El análisis que sustentó el amparo de la causal de improcedencia previsto
en el literal b) del artículo 13 de la Convención de La Haya, se encuentra
contenido del Noveno al Tercero Considerando de la Sentencia de primera
instancia, reseñados en los puntos (e), (f), (g), (h), (i), (j) y (k) del literal C del
Primer Considerando de la presente resolución.
15
Léanse los Considerandos Tres y Cuatro de la Sentencia de vista [folio 1126],
cuyo fundamento ha sido reseñado en los puntos (c) y (d) del literal D del
Primer Considerando de la presente resolución.
16
En: Cuaderno 05 “El Interés Superior del Niño. Interpretaciones y
Experiencias Latinoamericanas”; por: Silvina Alegre, Ximena Hernández y
Camille Roger; marzo 2014; páginas 3-4; elaborado en el marco del Sistema
de Información sobre Primera Infancia en América Latina – SIPI (iniciativa
que desarrolla el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación
– IIPE UNESCO, de la Sede Regional Buenos Aires, y la Organización de
Estados Iberoamericanos - OEI).
17
VALLADARES VALLADARES, Jorge. En: “Informe sobre la situación de la
sustracción internacional de menores por parte de uno de sus padres en las
Américas. Reunión de Expertos Gubernamentales”; página 4.
C-1569469-172
CAS. Nº 1593-2015 HUAURA
NULIDAD DE MATRIMONIO. Motivación. “Pese a que el Colegiado
Superior revocó la decisión de primera instancia, no analizó
minuciosamente lo determinado en el dictamen pericial de
grafotécnia (…) a la luz del estudio realizado a las actas de
matrimonio (…) que ahí se mencionan, (…) conforme lo ha
advertido el Juez de la causa, circunstancia que al no haber
merecido pronunciamiento por parte del Colegiado, genera la
vulneración de la garantía contenida en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú”. Lima, uno de julio de dos mil
dieciséis.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número mil quinientos noventa y tres – dos mil quince, en audiencia
de la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la
siguiente sentencia. 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso del casación de fojas novecientos treinta y cinco interpuesto
por Rita Felicinda Vargas Tejada, por su propio derecho y en
representación de Randolhg Esteban Vargas Tejada, Martha Petita
Vargas Tejada, Orietta Verónica Vargas Tejada y Sandra Isabel
Vargas Tejada de Sam, contra la sentencia de vista de fojas
novecientos catorce, de fecha once de marzo de dos mil catorce,
expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Huaura, la misma que revocando la apelada de fecha veinte de
octubre de dos mil catorce declaró infundada la demanda sobre
nulidad de matrimonio interpuesta por Sandra Isabel Vargas Tejada
de Sam, con lo demás que contiene. 2.- FUNDAMENTOS POR
LOS CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO:
Mediante Resolución Suprema de fecha veinte de noviembre de
dos mil quince, corriente a fojas cincuenta del cuadernillo formado
en esta sede, el recurso presentado por Rita Felicinda Vargas
Tejada fue declarado PROCEDENTE por la siguiente causal: La
infracción normativa del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, concordante con el inciso 3 del
artículo 122 del Código Procesal Civil, bajo cuyo cargo se ha
alegado que la impugnada no contiene una debida fundamentación
porque según el Expediente Administrativo número 008-MCHP-07,
ambos contrayentes tenían su domicilio en Pasaje Caoba número
setecientos treinta y seis, Distrito de El Agustino – Lima; por lo que
el Alcalde del Centro Poblado de Huayto – Pativilca no era
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
competente para celebrar dicho matrimonio a tenor de lo previsto
en el primer párrafo del artículo 248 del Código Civil, no habiéndose
publicado los edictos a que hace referencia el artículo 250 del
Código Civil, agregándose que el Colegiado Superior señala en
forma errada que el supuesto de nulidad de matrimonio regulado
por el inciso 8 del artículo 274 del Código Civil, es propiamente un
supuesto de anulabilidad, ya que permite la confirmación del acto,
obviando que según el artículo 220 del Código Civil el acto nulo no
puede ser confirmado, debiendo haberse aplicado el inciso 8 del
artículo 274 del Código Civil referido a la invalidez o nulidad del
matrimonio. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO: El Derecho al
Debido Proceso previsto en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, está concebido como el cumplimiento
de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que
deben observarse en las instancias procesales de todos los
procesos, a fin de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del
Estado que pueda afectarlos. SEGUNDO: Una de las garantías
que compone el Derecho al Debido Proceso es la contenida en el
inciso 5 del artículo 139 de la referida Carta Magna, que preceptúa
que toda resolución que emita una instancia judicial debe estar
debidamente motivada, esto es, que deberá contener: a)
Fundamentación jurídica; b) Congruencia entre lo pedido y lo
resuelto; y c) Suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si
ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación
por remisión; norma que resulta concordante con lo previsto en el
inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil que exige que
toda resolución debe de sujetarse al mérito de lo actuado y al
derecho. TERCERO: Por escrito de fojas setenta y cinco, Sandra
Isabel Vargas Tejada de Sam, por derecho propio y en
representación de Randolhg Esteban Vargas Tejada, Martha Petita
Vargas Tejada, Rita Felicinda Vargas Tejada y Orietta Verónica
Vargas Tejada, demanda al amparo de los incisos 1, 4, 6 y 8 del
artículo 219 del Código Civil se declare la nulidad del acto
matrimonial celebrado entre Emiliano Martín Vargas Jara y Nania
Luz Campos Tapia el once de mayo de dos mil cinco por ante la
Municipalidad del Centro Poblado Menor de Huayto, comprensión
del Distrito de Pativilca, Provincia de Barranca, Departamento de
Lima, así como se ordene que los demandados Nania Luz Campos
Tapia, Francisco Mallqui Orellano, Haydee Elvira Solís de la Cruz
de Carbajal, Simón Carbajal Reyes y Reynalda María Llacuash
Silva le abonen la suma de treinta mil nuevos soles por concepto
de indemnización por daño moral. CUARTO: Como sustento de su
pretensión, la actora señala entre otras razones, que al igual que
sus representados es hija de Emiliano Martín Vargas Jara, quien
antes de que falleciera a los ochenta y cuatro años tenía el estado
civil de viudo de su madre Alicia Tejada Díaz; que el día de su
velatorio se presentó la codemandada Nania Luz Campos Tapia de
cuarenta y cinco años de edad, atribuyéndose la condición de
esposa, lo que causó sorpresa entre los concurrentes puesto que
la conocían como la empleada del hogar tal como se corrobora del
contrato de locación de servicios que anexa, cuya vigencia data del
treinta de mayo al treinta de setiembre de dos mil seis y de donde
fluye nítidamente la calidad de locadora de dicha persona.
QUINTO: Agregó que dentro de los enseres de su padre se halló un
maletín que contenía dos actas firmadas por los supuestos
contrayentes pero no por el Alcalde del Centro Poblado Menor de
Huayto; además no solo la firma de su padre no guarda similitud
entre dichas instrumentales, sino que también éstas contienen una
serie de deficiencias como por ejemplo el llenado ha sido con dos
tipos de letra, la edad de los supuestos contrayentes no son
coherentes (en uno su padre aparece con ochenta y un años de
edad y en la otra con setenta y nueve, mientras que a la demandada
Nania Luz Campos Tapia en uno se le consigna una edad de
cuarenta años y en el otro cuarenta y dos años); así como que en
un acta se aprecia la huella digital de la contrayente y en la otra no,
elementos que -según refiere- permiten colegir que la aludida
codemandada tuvo la intención de inventar el matrimonio en
cuestión con el propósito de obtener el beneficio de la pensión que
percibía su padre en EsSalud y adquirir un derecho espectaticio
sobre un inmueble ubicado en El Agustino. De otro lado, añade que
al no existir el expediente administrativo matrimonial, es indudable
el incumplimiento de los requisitos previstos en los artículos 248 al
268 del Código Civil, lo que genera igualmente la nulidad del
matrimonio al amparo del inciso 8 del artículo 274 del Código Civil.
SEXTO: El Juez de la causa mediante sentencia de fecha veinte de
octubre de dos mil catorce al declarar fundada la demanda de
nulidad del acto jurídico de matrimonio cuestionado, concluyó,
entre otros, que conforme se ha determinado en la pericia
grafotécnica corriente a fojas seiscientos noventa y seis, si bien la
firma que aparece impresa en el acta de matrimonio asentada en el
Libro número ocho de los Registros Civiles de la Municipalidad del
Centro Poblado de Huayto de fecha doce de mayo de dos mil siete
proviene del puño y letra de Emiliano Martín Vargas Jara, cierto es
también que la fecha de celebración que ahí se consigna habría
sido adulterada, ya que el llenado del texto ha sido efectuado con
dos tipos de bolígrafos de matiz azul tenue, uno de los cuales es de
mayor intensidad cromática, así como que los dígitos “12 05 2007”
que se han anotado en el espacio destinado para el día, mes y año
han sido realizados con bolígrafos de matiz azul de mayor
intensidad respecto a la escritura restante; adulteración que
igualmente se advierte en las partidas de matrimonio acopiadas a
fojas quinientos veintitrés, quinientos veinticuatro y quinientos
97217
veinticinco del once de mayo de dos mil cinco y doce de mayo de
dos mil siete, respectivamente; puesto que éstas han sido objeto
de fraude por fotomontaje, toda vez que se utilizó una fotocopiadora
para luego de manera deliberada erradicar datos en forma
mecánica e insertar textos y firmas al documento pre existente;
asimismo, no solo la edad de la testigo Haydee Elvira Solís de la
Cruz consignada en la partida de matrimonio original no se condice
con lo que fluye de la copia de su Documento Nacional de Identidad
- DNI corriente a fojas trescientos cincuenta y cuatro, sino que
también las aludidas instrumentales de fojas quinientos veintitrés a
quinientos veinticinco fueron suscritas y certificadas por el Jefe del
Registro Civil de la Municipalidad en comento en fechas distintas,
circunstancias que evaluadas en su conjunto permiten establecer
que el acto matrimonial tantas veces referido, además de resultar
contrario a las normas de orden público, persiguió un fin ilícito, esto
es, obtener beneficios patrimoniales a través del fraude, en el cual
participaron los propios funcionarios municipales, quienes pese a
ser demandados no han contestado la demanda. SÉTIMO:
Puntualizó que en el Expediente Administrativo Matrimonial número
008-MCPH-07 obrante de fojas trescientos cuarenta y tres a
trescientos cincuenta y siete no obran los edictos de la publicación
conforme lo exige el artículo 250 del Código Civil, así como que de
acuerdo al certificado de fojas trescientos cincuenta y tres Emiliano
Martín Vargas Jara domicilió en el Distrito de El Agustino - Lima y al
momento de verificarse su permanencia en dicha dirección, el
Notario Público se entrevistó con la ahora demandada Nania Luz
Campos Tapia, quien le manifestó ser familiar de la referida
persona y que vive en dicha dirección, declaración esta última que
se corrobora con la información que aparece consignada en su
Documento Nacional de Identidad - DNI obrante a fojas ciento
once; por tanto al no ser competente la Municipalidad del Centro
Poblado Menor de Huayto para celebrar el matrimonio cuestionado
conforme lo señala el artículo 248 del Código Civil, es indudable
que se ha transgredido lo dispuesto en el inciso 8 del artículo 274
del Código Civil, no pudiendo convalidarse tal vicio por la mala fe
que emerge; además en la partida de matrimonio de fecha doce de
mayo de dos mil siete no se aprecia la firma de los testigos; en tal
sentido, al no revestir la forma prescrita por ley, la celebración del
acto matrimonial en referencia al amparo de lo previsto en el inciso
6 del artículo 219 del Código Civil deviene en nulo. OCTAVO: Acotó
que si bien el certificado médico presentado en el expediente
administrativo corriente a fojas trescientos cincuenta y uno hace
mención a que Emiliano Martín Vargas Jara se encuentra física y
mentalmente sano, ello no se condice con lo descrito en la propia
clínica respecto de las enfermedades que padece, de igual forma
aún cuando el Certificado Psicológico de fecha dieciocho de agosto
de dos mil nueve, corriente a fojas ciento noventa y dos, indica que
aquél se encuentra en capacidad de juicio y raciocinio, debe
repararse que a la fecha de expedición de dicho certificado, ya se
había producido el supuesto matrimonio; por ende es de inferirse
que el acto matrimonial cuestionado se encuentra incurso en la
causal de nulidad prevista en el inciso 1 del artículo 219 del Código
Civil. NOVENO: Apelado que fuera el referido fallo, el Colegiado de
la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura revocó tal
decisión y reformándola declaró infundada la demanda de nulidad
del acto matrimonial en cuestión, estableciendo entre otras razones
que aun cuando se hayan encontrado entre los enseres del
fallecido padre de los demandantes dos actas de matrimonio que
obran a fojas quinientos veintitrés y quinientos veinticuatro y pese
a que se ha determinado a través del informe pericial de fojas
seiscientos noventa y seis que aquéllas han sido adulteradas y/o
falsificadas, ello en modo alguno incide para declarar la nulidad del
matrimonio, pues las referidas instrumentales no coinciden con la
matriz, ya que el acta original de matrimonio es de fecha doce de
mayo de dos mil siete, añadiendo que el hecho que no aparezca el
edicto en el Expediente Administrativo Matrimonial número 008-
MCHP-07 no significa necesariamente que no se efectuó la
publicación, ya que pudo hacerse en un diario o por radio según lo
prevé el artículo 250 del Código Civil, más aun si en dichos
actuados se ha dejado constancia que se han cumplido con todos
los requisitos que exige la ley y que la omisión de dicha publicación
no puede atribuírsele a los contrayentes sino que se trataría en
todo caso de una omisión o negligencia de las autoridades que
autorizaron el matrimonio. DÉCIMO: Añadió el referido órgano
jurisdiccional que aun en el supuesto negado que Nania Luz
Campos Tejada haya presentado un certificado de domicilio en el
cual constara que ésta vivía en la ciudad de Lima, no se estaría
frente a una nulidad que pudiera ser declarada de oficio por el Juez
sino ante un supuesto de anulabilidad previsto en el inciso 8 del
artículo 277 del Código Civil, que está sujeto a un plazo de
caducidad y restringida además a los cónyuges. DÉCIMO
PRIMERO: No obstante, pese a que el Colegiado Superior revocó
la decisión de primera instancia, no analizó minuciosamente lo
determinado en el Dictamen Pericial de Grafotécnia corriente a
fojas seiscientos noventa y seis a la luz del estudio realizado a las
actas de matrimonio de fechas once de mayo de dos mil cinco y
doce de mayo de dos mil siete que ahí se mencionan, habiéndose
limitado a hacer referencia a que las dos actas matrimoniales de
fecha once de mayo de dos mil cinco no coinciden con la matriz
que corresponde al doce de mayo de dos mil siete, para establecer
que en lo que concierne a este extremo la pretensión de nulidad del
acto matrimonial deviene en infundada, dejando de lado que en tal
informe pericial no sólo hace alusión a una serie de observaciones

97218 CASACIÓN
en torno a las actas matrimoniales del once de mayo de dos mil
cinco sino además a la que aparece consignada como fecha doce
de mayo de dos mil siete (tanto la que pertenece a la matriz como
a la aparejada en copia a fojas trescientos veintitrés), conforme lo
ha advertido el Juez de la causa, circunstancia que al no haber
merecido pronunciamiento por parte del Colegiado, genera la
vulneración de la garantía contenida en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú. DÉCIMO SEGUNDO: La
pericia antes descrita, en aplicación del Principio de Unidad de la
Prueba recogido en el artículo 197 del Código Procesal Civil, debió
ser apreciada con los demás medios probatorios aportados al
proceso como un todo, en armonía a las múltiples alegaciones que
se han esgrimido en el caso concreto; entre otros, el hecho de que
se ha encontrado dos partidas matrimoniales que no estaban
firmadas por el Alcalde del Centro Poblado Menor de Huayto, el
que no se haya efectuado el aviso matrimonial que informa el
artículo 250 del Código Civil, que las partes hayan contraído el
matrimonio en cuestión ante un municipio que no corresponde
dado que el domicilio de los contrayentes no estaba bajo la
competencia del Centro Poblado Menor de Huayto, así como la
defensa que sobre éstas se haya podido ejercer, a efecto de
establecer si en el acto matrimonial impugnado subyace la buena o
mala fe, aspecto medular que servirá de base para determinar no
solo el amparo o no de las pretensiones nulificantes que se han
invocado sobre la base de lo dispuesto en el artículo 219, sino
además del artículo 274 del Código Civil. DÉCIMO TERCERO: Por
consiguiente, al haberse demostrado que en la emisión de la
recurrida se ha infringido lo dispuesto en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, norma que resulta concordante
con los artículos 122 inciso 3 y 197 del Código Procesal Civil,
corresponde que ésta sea anulada a fin de que se proceda a la
renovación del acto procesal afectado, a tenor del artículo 171 del
Código Procesal Civil. 4.- DECISIÓN: Por tales consideraciones,
declararon: FUNDADO el recurso de casación de fojas novecientos
treinta y cinco interpuesto por Rita Felicinda Vargas Tejada, por su
propio derecho y en representación de Randolhg Esteban Vargas
Tejada, Martha Petita Vargas Tejada, Orietta Verónica Vargas
Tejada y Sandra Isabel Vargas Tejada de Sam, en consecuencia
NULA la sentencia de vista de fecha once de marzo de dos mil
catorce, corriente a fojas novecientos catorce; ORDENARON que
la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Huaura expida
nueva resolución con arreglo a las consideraciones expuestas de
manera precedente; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Rita Felicinda Vargas Tejada y otros con Nania
Luz Campos Tapia y otros, sobre Nulidad de Matrimonio y otro; y
los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces
Supremos Señores Mendoza Ramírez y Romero Díaz. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-173
CAS. Nº 1933-2015 CUSCO
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, dos
de junio de dos mil dieciséis.- VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal
el recurso de casación interpuesto por César Augusto Orccon
Challco a fojas doscientos diez, contra la resolución de vista de
fojas doscientos, de fecha seis de abril de dos mil quince, emitida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que
confirma la resolución apelada de fojas noventa y cuatro, de fecha
uno de setiembre de dos mil catorce, que declara liminarmente
improcedente la demanda interpuesta por el recurrente contra Lía
Virginia Velasco Ordóñez de Korch y otros, sobre Nulidad de Cosa
Juzgada Fraudulenta; para cuyo efecto debe procederse a calificar
los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio
impugnatorio, conforme a lo previsto en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, se advierte
que el presente recurso de casación satisface dichas exigencias, al
haberse interpuesto: I) Contra una resolución expedida por la Sala
Superior respectiva que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso; II) Ante la Sala Superior que emitió la resolución
impugnada, que para el caso de autos es la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco; III) Dentro del plazo previsto por
ley, contado desde el día siguiente de notificada la resolución que
se impugna, conforme se corrobora con los cargos de notificación
obrante de fojas doscientos cuatro; y IV) Adjuntando el respectivo
arancel por recurso de casación. TERCERO.- Que, respecto a
los requisitos de procedencia contenidos en los incisos 1 y 4 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte de autos que
el recurrente apeló la resolución de primera instancia que le fue
adversa y señaló que su pedido casatorio es revocatorio; por lo que
ambos requisitos han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en cuanto
a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, el recurrente denuncia las causales de
infracción normativa procesal de los artículos 178 del Código
Procesal Civil y 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del
Perú, alegando que la Sala Superior aplica de manera errada el
artículo 178 del Código adjetivo, porque no se ha analizado en forma
pormenorizada la demanda y pruebas, vulnerando la igualdad de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
las partes en un proceso judicial. Señala que el Juez debió aplicar
los artículos I, III, IV, V, VI y VII, 424 y 425 del Código Procesal Civil
y la Jurisprudencia número 1300-2001 Ancash, donde todas las
partes que intervienen en un proceso tienen el derecho a solicitar
la tutela judicial cuando en un proceso fraudulento se obtiene
una resolución de desalojo, cuando las demandadas sabían y
conocían que no tienen título de propiedad del inmueble sub litis,
cuando no se ha demandado a todos los ocupantes y cuando uno
se presenta como litisconsorte es desconocido por el juzgado y
donde el recurso de apelación interpuesto por el recurrente no
es resuelto en segunda instancia. Finalmente alega que se han
contravenido las normas que garantizan el Derecho a un Debido
Proceso, porque no se da un trato igual a las partes, porque la Sala
ha vulnerado el Principio de Congruencia Procesal y, porque no
se ha aplicado el derecho que corresponde al proceso. QUINTO.-
Que, estando a los fundamentos expuestos se advierte que las
causales denunciadas no satisfacen los requisitos de procedencia
señalados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, por cuanto el recurrente no ha cumplido con precisar en forma
clara y precisa en qué han consistido las infracciones denunciadas,
menos aun ha cumplido con demostrar cuál sería la incidencia
directa de dichas infracciones sobre la decisión contenida en
la resolución recurrida, pues reproduce los argumentos de su
demanda, sin haber señalado en qué ha consistido el dolo, fraude o
colusión en el que habrían incurrido las partes y/o los magistrados
demandados, advirtiéndose más bien que el recurrente pretende la
revisión de lo decidido sobre el fondo en el proceso que cuestionó;
por lo que las citadas causales devienen en improcedentes,
máxime si el recurrente tampoco ha cumplido con señalar en
qué ha consistido la afectación al principio de igualdad de las
partes o al principio de congruencia procesal, a fin de acreditar
la vulneración al debido proceso. Por estas consideraciones y
de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por César Augusto Orccon Challco a fojas doscientos diez, contra
la resolución de vista de fojas doscientos, de fecha seis de abril
de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por César Augusto Orccon Challco contra Lía
Virginia Velasco Ordóñez de Korch y otros, sobre Nulidad de
Cosa Juzgada Fraudulenta; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-174
CAS. Nº 1959-2015 LIMA NORTE
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
SUMILLA: “Se vulnera el Derecho a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales, incurriendo en motivación insuficiente
cuando la determinación de la improcedencia de la demanda de
Divorcio por Separación de Hecho, por no satisfacer lo previsto en
el primer párrafo del Artículo 345° A del Código Civil, no ha sido el
resultado de un adecuado análisis de las incidencias que se
presentan en el caso particular, al existir un proceso de alimentos y
otro de reducción de alimentos, con sentencias emitidas antes de
la interposición de la demanda de Divorcio que no han sido
valorados conjunta y razonablemente como lo señala el Artículo
197° del Código Civil”. Lima, veintisiete de abril de dos mil dieciséis.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número mil
novecientos cincuenta y nueve - dos mil quince en audiencia
pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley,
procede a emitir la siguiente sentencia: I.- ASUNTO: En el presente
proceso sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho, el
pretensor Dagoberto César Peña Gutiérrez ha interpuesto Recurso
de Casación1 contra la Sentencia de Vista expedida mediante
resolución número veinticinco de fecha quince de enero de dos mil
quince2, que confirma la sentencia apelada de primera instancia
emitida mediante resolución de fecha once de abril de dos mil
catorce3, que declaró improcedente la demanda sobre Divorcio por
Causal de Separación de Hecho por más de dos años consecutivos.
II.- ANTECEDENTES DEL PROCESO: 2.1. Demanda: El ocho de
abril de dos mil nueve4 Dagoberto César Peña Gutiérrez acude al
órgano jurisdiccional interponiendo demanda de Divorcio por
Causal de Separación de Hecho, solicitando como pretensión
principal la disolución del vínculo matrimonial contraído con
Carmen Zulema Olivari León el veintiuno de diciembre de mil
novecientos ochenta y cuatro y se prescinda de la liquidación de
gananciales, al no haberse adquirido ningún bien materia de
liquidación; y, como pretensiones accesorias, se otorgue a la
demandada la tenencia de su menor hija Ángela Lourdes Peña
Olivari, quien se encuentra con su madre, ejerciendo él la tenencia
de su hijo Gianfranco Paolo Peña Olivari; se fije un régimen de
visitas a favor del demandante respecto de su mencionada hija,
comprendiendo todos los domingos en el horario del mediodía
hasta las quince horas; que la patria potestad se asuma por ambos
padres y se le exonere de la obligación alimenticia que acude a
favor de la demandada, fijada en la causa número 159-1996.
Expone como fundamentos principales de su petitorio lo siguiente:
a) Contrajo matrimonio civil con la demandada el día veintiuno de
diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro ante la Municipalidad
Metropolitana de Lima, habiendo procreado dos hijos que
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
responden a los nombres de Ángela Lourdes Peña Olivari y
Gianfranco Paolo Peña Olivari, de catorce años y mayor de edad,
respectivamente; b) Desde el once de mayo de mil novecientos
noventa y seis, por incompatibilidad de caracteres, se separó
físicamente de hecho de su esposa, lo que fue constatado por la
Policía Nacional del Perú, asumiendo la demandada la tenencia y
custodia de la hija y el recurrente la del hijo; c) El tiempo de
separación es reconocido por la demandada, quien en el proceso
de Alimentos que le siguió ante el Sexto Juzgado de Paz Letrado
de la Corte Superior de Justicia de Lima -expediente número 159-
1996- afirmó que el recurrente se había retirado del hogar, lo que
también se reitera en la denuncia sobre Violencia Familiar que le
entabló, así como en su manifestación a nivel policial de fecha
dieciséis de octubre de dos mil tres, donde indica que se encuentra
separada del recurrente durante ocho años; d) En el año dos mil el
recurrente rehízo su vida, constituyendo un nuevo hogar con su
actual pareja Aracelli Ludeña Rivera, con quien ha procreado a su
hijo Israel Rodrigo Peña Ludeña de ocho años de edad; y, e) En el
proceso de Alimentos se ordenó que acuda a la demandada con la
pensión mensual de cincuenta soles (S/. 50.00), y a sus menores
hijos con la suma de cien soles (S/. 100.00) para cada uno,
mientras que en el proceso sobre Reducción de Alimentos, seguido
ante el Cuarto Juzgado de Paz Letrado del Distrito de Comas –
expediente número 2382-2007- se disminuyó la pensión mensual a
cincuenta soles (S/. 50.00) para la demandada y para la hija de
ambos la suma de cien soles (S/. 100.00), debido a que el
recurrente viene asumiendo la manutención del hijo varón. 2.2.
Contestación a la demanda por parte del Ministerio Público:
Mediante escrito presentado el uno de junio de dos mil nueve5, la
Fiscal Provincial de la Segunda Fiscalía Provincial de Familia de
Lima Norte contestó la demanda en los términos que allí aparece.
2.3. Contestación de la demanda por parte de la demandada: El
quince de julio de dos mil nueve6 la demandada Carmen Zulema
Olivari León absuelve el traslado de la demanda, indicando que: a)
El demandante no cumple con sus obligaciones alimenticias, por lo
que ha sido sentenciado por delito de omisión a la asistencia
familiar, no encontrándose garantizado el pago de las pensiones ni
el actor al día en ese pago, por lo que la demanda deviene
improcedente, siendo su adeudo un promedio de treinta mil soles
(S/. 30,000.00); b) El demandante unilateralmente abandonó el
hogar porque inició una relación extramatrimonial, quedándose la
recurrente con los dos hijos habidos dentro del matrimonio, siendo
que al no cumplir con la manutención del caso se optó porque el
hijo varón Gianfranco Paolo Peña Olivari viva con su padre,
dedicándose la recurrente a la venta de repostería; y, c) El régimen
de visitas se pide cuando se acredita el pago de la pensión fijada.
2.4. Sentencia de Primera Instancia: Mediante resolución número
veinticuatro de fecha once de abril de dos mil catorce7, el Segundo
Juzgado Especializado en Familia de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte declaró improcedente la demanda, señalando
principalmente que: i) El primer párrafo del Artículo 345°-A del
Código Civil, establece como requisito para quien invoque la causal
de separación de hecho, el encontrarse al día en el cumplimiento
de sus obligaciones alimenticias al momento de interponer la
demanda; ii) De los actuados se concluye que a la fecha de
interposición de la demanda -ocho de abril de dos mil nueve- el
demandante no se encontraba al día en el pago de la pensión de
alimentos a favor de su hija ni de su cónyuge, pues recién el
veintitrés de julio de dos mil trece canceló las pensiones alimenticias
devengadas; y, iii) El hecho de haberse declarado prescrito el
delito de omisión a la asistencia familiar, solo afecta la acción
penal, y no a la obligación del demandante de abonar los alimentos.
2.5. Recurso de Apelación: El veintiséis de mayo de dos mil
catorce8 el pretensor ejercita su derecho impugnatorio contra la
sentencia de primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los
siguientes argumentos: i) La pensión alimenticia ordenada por el
Cuarto Juzgado de Paz Letrado del Distrito de Comas en el
expediente número 2382-2007, ha sido pagada oportuna y
mensualmente, conforme a los vouchers correspondientes a los
años que van de dos mil nueve a dos mil catorce9, encontrándose
al día al momento de incoar la demanda de Divorcio por Causal de
Separación de Hecho; ii) La demandada lo sorprende con una
liquidación efectuada en el expediente número 159-1996, seguido
ante el Sexto Juzgado de Paz Letrado de Lima sobre Alimentos,
correspondiente al periodo entre junio de mil novecientos noventa
y seis a abril de dos mil cinco, la que nunca le fue notificada,
llegando la accionada a interponer en contra del recurrente
denuncia penal por omisión a la asistencia familiar por ante el
Segundo Juzgado Especializado en lo Penal, expediente número
720-2007; iii) En el proceso de Alimentos se declaró nulo todo lo
actuado por no habérsele notificado con el requerimiento de pago
de las supuestas pensiones. Por su parte el Segundo Juzgado
Especializado en lo Penal declaró extinguida la acción penal
incoada en su contra por omisión de asistencia familiar, según
resolución de fecha treinta y uno de marzo de dos mil diez, emitida
en el expediente número 720-2007; iv) La suma entregada el
veintitrés de julio de dos mil trece, ascendente a diez mil soles (S/.
10,000.00), se verificó no obstante que el recurrente se encontraba
al día en el pago de las pensiones a la fecha de interposición de la
demanda, esto es al dos mil nueve, por lo que no podía estar
adeudando pensión de años anteriores, las que había cancelado
directamente a la demandada de buena fe y sin que le otorgue
recibo alguno; y, v) El juzgador no ha tomado en cuenta que los
97219
demás elementos de la causal de separación de hecho se
encuentran acreditados. 2.6. Sentencia de Vista: La Primera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte mediante resolución número veinticinco de fecha quince de
enero de dos mil quince10, emite la Sentencia de Vista que confirma
la sentencia de primera instancia que declaró improcedente la
demanda, argumentando primordialmente lo siguiente: i) Con el
Oficio número 00159-1996-0-1801-JP-FC-06-JHAR de fecha seis
de diciembre de dos mil diez11, remitido por el Sexto Juzgado de
Paz Letrado del Cercado de Lima, y de las copias del proceso de
Alimentos del expediente número 159-199612, se tiene que el
demandante no se encuentra al día en el pago de sus obligaciones
alimenticias, habiéndose incluso remitido copias a la Fiscalía
Provincial de Turno por un adeudo que se corrobora con la copia
del Acta de entrega de dinero de fecha veintitrés de julio de dos mil
trece13; y, ii) El argumento de defensa del demandante en el sentido
de no haber tenido conocimiento del proceso judicial de Alimentos
no resulta estimable, desde que el mismo asintió con el acuerdo de
pago de liquidación de devengados. III.- RECURSO DE
CASACIÓN: El pretensor Dagoberto César Peña Gutiérrez con
fecha uno de abril de dos mil quince interpone Recurso de Casación
contra la Sentencia de Vista, siendo declarado procedente por este
Tribunal Supremo mediante resolución de fecha veintisiete de
agosto de dos mil quince, por Infracción Normativa Material del
Artículo 345°-A del Código Civil e Infracción Normativa
Procesal del Artículo 139° incisos 3) y 20) de la Constitución
Política del Perú. IV.- ASUNTO JURÍDICO EN DEBATE: En el
caso particular, la cuestión jurídica en debate consiste en
determinar si el demandante se encontraba al día en el pago de la
pensión alimenticia a su cargo y con ello hallarse habilitado para
interponer la demanda de Divorcio por Causal de Separación de
Hecho. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.-
El Recurso de Casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República, conforme lo precisa el Artículo 384° del Código Procesal
Civil. En materia de casación es factible el control de las decisiones
jurisdiccionales, con el propósito de determinar si en ellas se han
infringido o no las normas que garantizan el derecho al proceso
regular, teniendo en consideración que éste supone el cumplimiento
de los principios y garantías que regulan el proceso como
instrumento judicial, precaviendo sobre todo el ejercicio del
Derecho a la Defensa de las Partes en conflicto. SEGUNDO.- Por
causal de casación se entiende al motivo que la ley establece para
la procedencia del Recurso14, debiendo sustentarse el mismo en
aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por ende
interponerse por infracción de la ley o por quebrantamiento de la
forma. Se consideran motivos de casación por infracción de la ley,
la violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así
como la falta de congruencia de lo decidido con las pretensiones
formuladas por las partes y la falta de competencia. Los motivos
por quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el
proceso15, por lo que en tal sentido si bien todas las causales
suponen una violación de la ley, también lo es que éstas pueden
darse en la forma o en el fondo. TERCERO.- La infracción procesal
se configura cuando en el desarrollo de la causa no se han
respetado los derechos procesales de las partes, se han soslayado
o alterado actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha
sido efectiva, el órgano judicial deja de motivar sus decisiones o lo
hace en forma incoherente, en evidente quebrantamiento de la
normatividad vigente y de los principios procesales. CUARTO.- En
el caso particular, y como se ha adelantado, se ha declarado
procedente el Recurso de Casación por causales de infracción
normativa material y procesal, por lo que en primer término debe
procederse con el análisis de la infracción de normas de carácter
procesal, desde que si por ello se declarara fundado el Recurso, su
efecto nulificante implicaría la anulación de lo actuado hasta donde
se advirtiera el vicio, con disposición, en su caso, de un nuevo
pronunciamiento por el respectivo órgano de instancia, careciendo
de objeto en tal supuesto emitir decisión sobre la infracción material
invocada por el casacionista en el escrito de su propósito. Sobre el
debido proceso: QUINTO.- El debido proceso formal constituye
una garantía constitucional que asegura que en la tramitación de
una causa se respeten determinados requisitos mínimos que, en
general, se considera que comprenden los siguientes criterios: a)
Derecho a ser oportunamente informado del proceso, a efectos de
otorgar un tiempo razonable para preparar la defensa; b) Derecho
a ser juzgado por un Juez imparcial, esto es que no tenga interés
en un determinado resultado de la litis bajo su dirección; c) Derecho
a la tramitación oral de la causa y a la defensa de un profesional
(publicidad del debate); d) Derecho a la prueba; e) Derecho a ser
juzgado sobre la base del mérito de lo actuado; y, f) Derecho al
Juez legal. Aquel derecho continente es fundamental y asiste a
todos los sujetos que plantean pretensiones ante los órganos
resolutivos de conflictos. SEXTO.- Así también, el Derecho al
Debido Proceso, consagrado en el inciso 3) del Artículo 139° de la
Constitución Política del Perú16, comprende a su vez, entre otros
derechos de los ya señalados en el considerando precedente, el de
obtener una resolución fundada en derecho mediante sentencias
en las que los Jueces expliciten en forma suficiente las razones de
sus fallos, con mención expresa de los elementos fácticos y
jurídicos que los determinaron, dispositivo que es concordante con
lo preceptuado por el inciso 3) del Artículo 122° del Código Procesal

97220 CASACIÓN
Civil17 y Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial18. Además, la exigencia de motivación suficiente
prevista en el inciso 5) del Artículo 139° de la Carta Fundamental19,
garantiza que el justiciable pueda comprobar que la solución del
caso concreto viene dada por una valoración racional de la
fundamentación fáctica de lo actuado y la aplicación de las
disposiciones jurídicas pertinentes, y no de una arbitrariedad de los
magistrados, por lo que en ese entendido es posible afirmar que
una resolución que carezca de motivación suficiente no solo
infringe normas legales, sino también principios de nivel
constitucional. SÉPTIMO.- En esa misma línea, cabe anotar que la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en sociedades
pluralistas como las actuales, importa el deber de justificar las
decisiones jurídicas, de tal manera que sean aceptadas por la
sociedad y que el Derecho cumpla su función de guía20. Igualmente,
la obligación de fundamentar las sentencias, propias del derecho
moderno, se ha elevado a categoría del deber constitucional, a
mérito de lo cual la Corte Suprema de Justicia de la República ha
señalado en el Primer Pleno Casatorio, Casación número
1465-2007-CAJAMARCA, una similar posición a la adoptada por el
Tribunal Constitucional en el expediente número 37-2012-PA/TC,
fundamento 35, en el sentido que: La motivación de la decisión
judicial es una exigencia constitucional; por consiguiente, el
juzgador para motivar la decisión que toma debe justificarla, interna
y externamente, expresando una argumentación clara, precisa y
convincente, para mostrar que aquella decisión es objetiva y
materialmente justa, y por tanto, deseable social y moralmente.
OCTAVO.- Asimismo, el proceso regular en su expresión de
motivación escrita de las resoluciones judiciales, entiende que una
motivación defectuosa puede expresarse en los siguientes
supuestos: a) Falta de motivación propiamente dicha: se presenta
cuando se advierte una total ausencia de motivación en cuanto a la
decisum jurisdiccional emitida en el caso materia de conflicto, sea
en el elemento fáctico o jurídico; b) Motivación aparente: cuando el
razonamiento en la sentencia sea inconsistente, sustentado en
conclusiones vacías que no guardan relación con el real contenido
del proceso; c) Motivación insuficiente: cuando se vulnera el
principio lógico de la razón suficiente, es decir que el sentido de las
conclusiones a las que arriba el juzgador no se respaldan en
pruebas fundamentales y relevantes, de las cuales éste debe partir
en su razonamiento para lograr obtener la certeza de los hechos
expuestos por las partes y la convicción que lo determine en un
sentido determinado, respecto de la controversia planteada ante la
judicatura; y, d) Motivación defectuosa en sentido estricto: cuando
se violan las leyes del hacer/ pensar, tales como de la no
contradicción (nada puede ser y no ser al mismo tiempo), la de
identidad (correspondencia de las conclusiones a las pruebas), y la
del tercio excluido (una proposición es verdadera o falsa, no hay
tercera opción), entre otros, omitiendo los principios elementales
de la lógica y la experiencia común. NOVENO.- Finalmente, es
permitido anotar sobre el tópico que nos ocupa, que se debe
entender que el Derecho a la Motivación de las Resoluciones
Judiciales tiene como una de sus expresiones al Principio de
Congruencia, el cual exige la identidad que debe mediar entre la
materia, las partes, los hechos del proceso y lo resuelto por el
juzgador, en virtud a lo cual los Jueces no pueden otorgar más de
lo demandado o cosa distinta a lo pretendido, ni fundar sus
decisiones en hechos no aportados por los justiciables, con
obligación entonces de pronunciarse sobre las alegaciones
expuestas por las partes, tanto en sus escritos postulatorios como,
de ser el caso, en sus medios impugnatorios, de tal manera que
cuando se decide u ordena sobre una pretensión no postulada en
el proceso, y menos fijada como punto controvertido, o a la inversa
cuando se excluye dicho pronunciamiento, se produce una
incongruencia, lo que altera la relación procesal y transgrede las
garantías del proceso regular. En el sentido descrito, se tiene que
la observancia del Principio de Congruencia implica que en toda
resolución judicial exista: 1) Coherencia entre lo peticionado por las
partes y lo finamente resuelto, sin omitir, alterar o excederse de
dichas peticiones (congruencia externa); y, 2) Armonía entre la
motivación y la parte resolutiva (congruencia interna), de tal
manera que la decisum sea el reflejo y externación lógica, jurídica
y congruente del razonamiento del juzgador, conforme a lo actuado
en la causa concreta, todo lo cual garantiza la observancia del
Derecho al Debido Proceso, resguardando a los particulares y a la
colectividad de las decisiones arbitrarias, conforme a lo establecido
por el Tribunal Constitucional en el fundamento jurídico número
once de la sentencia número 1230-2003-PCH/TC21. Es en el
contexto de todo lo detallado que este Supremo Colegiado
verificará si se han respetado o no en el asunto concreto las reglas
de la motivación. El control de las decisiones jurisdiccionales y
el debido proceso en el caso concreto: DÉCIMO.- Ingresando al
análisis de la infracción normativa procesal que sirve de fundamento
al Recurso de Casación, se observa que el recurrente invoca como
agravio la vulneración al debido proceso (específicamente al
Principio Probatorio), al considerar que bajo una indebida
apreciación, actuación y valoración de los medios probatorios
aportados a la causa, se ha declarado improcedente la demanda
sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho, lo que -a su
decir- generó una resolución carente de lógica y sustento. En tal
escenario, corresponde a este Supremo Tribunal determinar si la
decisión adoptada por la Sala de mérito fue expedida respetando lo
dispuesto por el Artículo 50° inciso 6 del Código Procesal Civil,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
concordante con el Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, que disciplinan que los Magistrados
tienen la obligación de fundamentar los autos y las sentencias bajo
sanción de nulidad respetando los Principios de Jerarquía de las
normas y el de Congruencia. DÉCIMO PRIMERO.- Para determinar
si estamos frente a una resolución carente de motivación, el
Tribunal Constitucional ha señalado que: “(…) en el análisis de si
en una determinada resolución judicial se ha violado o no el
derecho a la motivación de resoluciones judiciales, ésta debe
realizarse a partir de los propios fundamentos expuestos en la
resolución cuestionada, de modo que las demás piezas procesales
o medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser
evaluados para contrarrestar las razones expuestas en la
resolución acotada, de modo que los medios probatorios del
proceso en cuestión, sólo puedan ser evaluados para contrarrestar
las razones expuestas, más no pueden ser objeto de una nueva
evaluación o análisis (…)”. DÉCIMO SEGUNDO.- Procediendo al
análisis correspondiente, se aprecia del íter procesal de la presente
causa de naturaleza familiar, que por resolución número siete de
fecha seis de enero de dos mil diez22, la Jueza fijó como puntos
controvertidos los siguientes: “UNO) Determinar si el demandante
se encuentra separado o no de hecho de la demandada, por más
de cuatro años consecutivos. DOS) Determinar sobre la patria
potestad, alimentos, tenencia de su menor hija, y determinar los
alimentos entre los cónyuges. TRES) Determinar si el demandante
se encuentra al día en el pago de las pensiones alimenticias.
CUATRO) Determinar sobre la liquidación de la sociedad de
gananciales. CINCO) Determinar si corresponde o no, fijar monto
indemnizatorio a favor del demandante. SEIS) Determinar si
corresponde o no, fijar monto indemnizatorio a favor de la
demandada. SIETE) Determinar si corresponde o no, fijar una
nueva pensión alimenticia a la demandada”. DÉCIMO TERCERO.-
El Artículo 333° del Código Civil prevé que: “Son causas de
separación de cuerpos: (…) 12. La separación de hecho de los
cónyuges durante un periodo ininterrumpido de dos años. Dicho
plazo será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos menores
de edad”. Viabilizando su procedencia, el primer párrafo del Artículo
345°-A del citado cuerpo legal establece que: “Para invocar el
supuesto del inciso 12 del artículo 333° el demandante deberá
acreditar que se encuentra al día en el pago de sus obligaciones
alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de
mutuo acuerdo”. DÉCIMO CUARTO.- Como se verifica de los
pronunciamientos finales de los órganos judiciales de mérito, éstos
han declarado y confirmado la improcedencia de la demanda,
sosteniendo que el pretensor no se encontraba al día en el pago de
las pensiones alimenticias a su cargo al momento de interponer la
demanda de Divorcio, que data del ocho de agosto de dos mil
nueve, respaldándose para ello en el mérito del Informe remitido
por el Sexto Juzgado de Paz Letrado del Cercado de la Corte
Superior de Justicia de Lima, contenido en el Oficio número
00159-1996-0-1801-JP-FC-06-JHAR, y el Acta de Entrega de
Dinero de fecha veintitrés de julio de dos mil trece. DÉCIMO
QUINTO.- No obstante, entre los medios probatorios ofrecidos por
los justiciables, se encuentran el Proceso de Alimentos, expediente
número 159-1996, el proceso sobre Reducción de Alimentos,
expediente número 2382-2007, y el Proceso Penal de Delito Contra
la Familia-Omisión de Asistencia Familiar, expediente número 720-
2007, existiendo en autos piezas sobre algunas actuaciones
procesales que acreditan la existencia de los mismos y lo resuelto
en ellos y que ameritan el siguiente detalle: 15.1.- De acuerdo a los
actuados que aparecen de folios once a trece, se desprende que la
demanda de Alimentos incoada por la demandada Carmen
Zulema Olivari León, el cuatro de enero de mil novecientos
noventa y seis, fue declarada fundada mediante sentencia de
fecha veinticinco de abril de ese mismo año23, ordenando al allí
demandado Dagoberto César Peña Gutiérrez (demandante en el
presente proceso) el pago de una pensión de cincuenta soles (S/.
50.00) a favor de su cónyuge Carmen Zulema Olivari León y cien
soles (S/. 100.00) para cada uno de sus dos hijos, decisión que se
declaró consentida por resolución de fecha treinta y uno de enero
de dos mil cinco24. 15.2.- En el proceso sobre Reducción de
Alimentos iniciado por el pretensor Dagoberto César Peña
Gutiérrez –expediente número 2382-2007- (en el que se tuvo a la
vista la causa de Alimentos número 159-1996), mediante resolución
número nueve de fecha dos de septiembre de dos mil ocho25 se
ordenó la reducción del pago de la pensión de Alimentos fijada por
el Sexto Juzgado de Paz Letrado de Lima en la causa número 159-
1996, a la suma total de doscientos cincuenta soles (S/. 250.00),
reduciéndose entonces en la suma de cien soles (S/.100.00) que
correspondían a favor del hijo Gianfranco Paolo Peña Olivari,
pronunciamiento que quedó firme con la declaración de
consentimiento decretada por resolución número trece de fecha
dos de diciembre de dos mil ocho26 . 15.3.- De la copia certificada
de la resolución consentida de fecha treinta y uno de marzo de dos
mil diez27, emitida en el expediente número 720-2007 sobre
Omisión de Asistencia Familiar, se desprende que tal acción
quedó extinguida al haber operado la prescripción de la acción
penal, estableciéndose que el adeudo por concepto de alimentos
que sostuvo la denuncia por parte de la Fiscalía Provincial, se basó
en la liquidación de pensiones alimenticias devengadas practicada
en el expediente número 159-1996, que arrojó la suma de catorce
mil ochocientos diez soles (S/. 14,810.00), que comprendía el
periodo de julio de mil novecientos noventa y seis a abril de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
dos mil cinco, según resolución de fecha ocho de septiembre de
dos mil cinco28, emitida en el mencionado expediente de Alimentos
número 159-1996. DÉCIMO SEXTO.- En la presente causa judicial
de Divorcio, el Sexto Juzgado de Paz Letrado del Cercado de Lima
remite el Oficio número 00159-1996-0-1801-JP-FC-06-JHAR de
fecha seis de diciembre de dos mil diez29, mediante el cual
comunica que Dagoberto César Peña Gutiérrez no se encuentra al
día en el pago de sus obligaciones alimenticias en el proceso de
Alimentos, en tanto que el demandante por escrito presentado el
veintinueve de noviembre de dos mil trece30, acompaña en copia
certificada el Acta de Entrega de Dinero de fecha veintitrés de
julio de dos mil trece levantada en el expediente número 159-
1996, en el que consta que: “(…) de acuerdo a los montos ya
entregados el demandado Dagoberto César Peña Gutiérrez
adeuda la suma de diez mil soles (S/. 10,000.00) (…) suma que es
entregado en este acto, con la que quedan canceladas las
pensiones alimenticias devengadas no teniendo la demandante
doña Carmen Zulema Olivari León nada que reclamar en cuanto a
dichos montos”.31 DÉCIMO SÉPTIMO.- Aparece de la sentencia de
primera instancia que la Jueza para concluir que el pretensor no se
encontraba al día en el pago de las pensiones alimenticias a su
cargo al momento de ejercitar su Derecho de Acción de Divorcio, el
ocho de abril de dos mil nueve, se basó particularmente en el
citado Informe emitido por el Juez del proceso de Alimentos –
expediente número 159-1996 de fecha seis de diciembre de dos
mil diez y en el Acta de Entrega de Dinero de fecha veintitrés de
julio de dos mil trece, pues a través de este último acto se hace
constar la cancelación de las pensiones alimenticias devengadas.
Por su parte el Tribunal Ad quem valorando las mismas pruebas
examinadas por la A quo, agrega que la situación de incumplimiento
de pago de las pensiones de alimentos devengados, se corrobora
con la denuncia por omisión a la asistencia familiar y con el
argumento de defensa de no haber tenido el demandante
conocimiento del proceso de Alimentos, lo que para la Sala no
resulta estimable, más aún cuando el ahora casacionista asintió el
acuerdo de pago de liquidación de las pensiones devengadas, por
lo que al amparo de lo previsto por el Artículo 345°-A del Código
Civil confirmó la improcedencia de la demanda. DÉCIMO
OCTAVO.- De acuerdo a lo que se desprende de las
argumentaciones de los órganos de mérito, éstas no satisfacen la
condición de una suficiente motivación, desde que, por un lado, la
Sala Superior no se ha pronunciado sobre todos los agravios
expuestos en el Recurso de Apelación, que si bien inciden en el
hecho que el casacionista afirma haberse encontrado al día en su
obligación alimentaria al momento de interponer la demanda de
Divorcio, se sirvieron para ello de los recibos, vouchers y depósitos
bancarios que aparecen adheridos de folios doscientos noventa y
nueve a trescientos diecisiete, que no fueron incorporados al
proceso por la A quo de acuerdo a los términos de la resolución
número seis de fecha veinticinco de septiembre de dos mil nueve32,
que declaró improcedente su admisión como nuevos medios
probatorios; y de otro lado, la Jueza de primera instancia en la
evaluación de lo actuado, a la par de la normativa aplicable al caso,
no ponderó lo resuelto en el Proceso de Reducción de Alimentos,
expediente número 2382-2007, que el pretensor toma como
referencia principal para afirmar encontrarse al día en el pago de
las pensiones devengadas al acudir al órgano judicial, corroborado
con los depósitos bancarios que anexó a su escrito presentado el
seis de noviembre de dos mil nueve33, que datan de años anteriores
al de interposición de la demanda, ocurrida el dos mil nueve,
reduciendo indebidamente su análisis al mencionado Informe
contenido en el Oficio remitido por el Sexto Juzgado de Paz Letrado
del Cercado de Lima y al Acta de Entrega de Dinero del año dos mil
trece, que devienen insuficientes para resolver la causa en justicia
y alcanzar la tutela efectiva a la que aspiran todos aquellos sujetos
que requieren la intervención de este Poder del Estado en la
solución de sus controversias con relevancia jurídica. DÉCIMO
NOVENO.- Una adecuada ponderación de los medios probatorios
que materialmente corren en autos hubiera permitido a los Jueces
dilucidar situaciones por ahora dubitables, que surgen de los actos
realizados en los procesos de Alimentos, Reducción de Alimentos
y Omisión a la Asistencia Familiar, y así lograr los fines del proceso
y la anhelada obtención de la paz social. Así tenemos que si bien el
Informe remitido por el Sexto Juzgado de Paz Letrado del Cercado
de Lima da a conocer que el demandante no se encuentra al día en
el pago de la pensión alimenticia, se advierte que éste data del seis
de diciembre de dos mil diez, sin precisar a cuánto asciende el
adeudo y hasta qué periodo ha comprendido, teniendo en cuenta
que de acuerdo a lo resuelto en el proceso sobre Omisión a la
Asistencia Familiar y resolución de fecha ocho de septiembre de
dos mil cinco, el monto de la liquidación puesta a conocimiento de
la Jueza de la presente causa comprende el periodo de julio de mil
novecientos noventa y seis a abril de dos mil cinco, por la suma de
catorce mil ochocientos diez soles (S/. 14,810.00), siendo que para
el dos de septiembre de dos mil ocho se dictó la sentencia en el
proceso de Reducción de Alimentos por la que se redujo dicha
obligación a la suma total de ciento cincuenta soles (S/. 150.00), lo
que significa que desde el año dos mil cinco (fecha final de la
liquidación de pensiones devengadas) al año dos mil ocho (fecha
de emisión de la sentencia de Reducción de Pensión Alimenticia)
transcurrieron más de tres años en los que corría la nueva pensión
reducida, siendo mayor el tiempo si consideramos la fecha de
presentación de la demanda de Reducción, que no puede
97221
determinarse en atención a las diminutas piezas procesales que se
han acompañado y que parecen obligar a que se tenga a la vista
los autos principales correspondientes a los procesos de Alimentos
y Reducción de Alimentos, por su gravitación para determinar con
certeza y motivación suficiente si a la fecha de interposición de la
demanda de Divorcio existía en realidad un adeudado alimenticio
concreto y objetivo y para lo cual los órganos de instancia deben
actuar conforme a las prerrogativas procesales de las que se
encuentran investidos. VIGÉSIMO.- Si bien no es posible
desconocer el mérito del Acta de Entrega de Dinero de fecha
veintitrés de julio de dos mil trece, inserta en el proceso de
Alimentos, es trascendente determinar si la cancelación que
aparece en dicho documento fue realizada aún cuando el
demandante se encontraba total o parcialmente al día en su
obligación alimentaria, como así lo afirma en su Recurso de
Apelación, resultando no solo primordial establecer la existencia
del adeudo alimenticio, sino particularmente si éste existió al ocho
de abril de dos mil nueve, fecha en que el casacionista ejercitó su
Derecho de Acción de Divorcio. VIGÉSIMO PRIMERO.-
Considerando todo lo anterior, se colige que existen aspectos
controvertidos que no han sido dilucidados en autos, atendiendo a
que el recurrente -demandante- ha señalado desde antes de
sentenciarse la causa que se encontraba al día en el pago de las
pensiones alimenticias y que para ello ha acompañado numerosos
depósitos bancarios correspondientes a un periodo que va de los
años dos mil seis a dos mil ocho, esto es antes de la interposición
de la demanda de Divorcio. VIGÉSIMO SEGUNDO.- Por las
razones indicadas, este Supremo Tribunal advierte que las
sentencias de mérito vulneran el Derecho a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales, incurriendo en motivación insuficiente,
toda vez que la determinación de la improcedencia de la demanda
de Divorcio por Separación de Hecho, por no satisfacer lo previsto
en el primer párrafo del Artículo 345°-A del Código Civil, no ha sido
el resultado de un adecuado y acabado análisis de las incidencias
que se presentan en el caso particular, al existir un Proceso de
Alimentos y otro de Reducción de Alimentos, con sentencias
emitidas antes de la interposición de la demanda de Divorcio, que
podrían acreditar la afirmación realizada por el actor en el sentido
de haberse hallado al día en el pago de su obligación alimentaria a
la fecha en que acudió al órgano jurisdiccional, esclarecimiento
para el que no se advierten las piezas procesales necesarias de
tales actuados insertas en los autos principales, que no otorguen
una apreciación integral de los hechos ocurridos. Por lo mismo, la
actuación de las instancias judiciales contraviene el derecho al
proceso regular, infringiéndose los incisos 3) y 5) del Artículo 139°
de la Constitución Política del Perú y determinándose sus nulidades
insubsanables a tenor de lo dispuesto por el Artículo 171° del
Código Procesal Civil, careciendo de objeto emitir pronunciamiento
sobre la infracción legal de orden material por la que también se
declaró procedente el Recurso de Casación. Por tales fundamentos
y de acuerdo a lo regulado además por el Artículo 396° inciso 1) del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el Recurso de
Casación interpuesto por Dagoberto César Peña Gutiérrez;
CASARON la Sentencia de Vista de fecha quince de enero de dos
mil quince, expedida por la Primera Sala Especializada en lo Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte y en consecuencia
NULA la misma; asi mismo DECLARARON INSUBSISTENTE la
sentencia apelada de primera instancia de fecha once de abril de
dos mil catorce, emitida por el Segundo Juzgado Especializado en
Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte y REMITIR
el expediente a dicho Juzgado para que dicte nueva sentencia de
acuerdo a los considerandos precedentes; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Dagoberto
César Peña Gutiérrez con Carmen Zulema Olivari León y otro
sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra
Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez.
Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S. ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Inserto de folios 390 a 396.
2
Inserta de folios 370 a 372.
3
Inserta de folios 285 a 290.
4
Escrito de demanda inserto de folios 33 a 40, subsanado por escrito corriente
a folios 48 y 49.
5
Corriente a folios 53 y 54.
6
Escrito corriente de folios 67 a 70.
7
Obrante de folios 285 a 290.
8
Recurso obrante de folios 321 a 325.
9
Insertos de folios 299 a 317
10
Inserta de folios 370 a 372.
11
Inserto a folios 183.
12
Corrientes a folios 184 y 185 y de folios 264 a 266.
13
Corriente a folios 265.
14
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
15
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
16
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:

97222 CASACIÓN
(…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
17
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
18
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
19
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
20
ATIENZA, Manuel. “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
21
Tribunal Constitucional, Sentencia N° 1230-2003-PCH/TC
22
Inserta de folios 161 a 163.
23
Copias certificadas insertas de folios 19 a 21.
24
Inserta en copia certificada a folios 22.
25
Inserta en copia certificada de folios 23 a 27.
26
Inserta a folios 28.
27
Inserta de folios 222 a 225 y su consentimiento por resolución del 11 de mayo
de 2010, que corre a folios 226.
28
Inserta a folios 185.
29
Inserto a folios 183
30
Inserto a folios 271.
31
Debe tenerse presente que en esta oportunidad el Juez de la causa admitió
como medio probatorio la citada Acta de Entrega de Dinero, al amparo del
Artículo 194° del Código Procesal Civil, según se lee de la resolución número
21 del 05 de diciembre de 2013, inserta a folios 272.
32
Inserta a folios 152.
33
Inserto a folios 156 y 157.
C-1569469-175
CAS. Nº 1870-2015 HUÁNUCO
EJERCICIO ABUSIVO DEL DERECHO. SUMILLA.- Es necesario
que la Sala revisora motive con suficiencia la materia controvertida,
siendo necesario valorar las pruebas obrantes en autos, además
de recabar las que fueran necesarias a efectos de esclarecer los
hechos, para no incurrir en la infracción normativa del artículo 139
inciso 3 de la Constitución Política del Perú. Lima, veintidós de abril
de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
presente causa número mil ochocientos setenta – dos mil quince; y
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso
de casación interpuesto por Sergio Arana Peralta a fojas quinientos
noventa, contra la sentencia de vista de fojas quinientos ochenta y
cuatro, de fecha veintidós de abril de dos mil quince, expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, que
confirma la sentencia apelada de fojas quinientos ocho, de fecha
veintiuno de julio de dos mil catorce, la cual declara infundada la
demanda sobre Ejercicio Abusivo del Derecho; e improcedente la
misma en el extremo de la Indemnización solicitada por el
demandante recurrente; en el proceso seguido por Sergio Arana
Peralta contra Alis Luisa Herrera Tito y otra, sobre Ejercicio Abusivo
del Derecho. 2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN:
Por resolución de fecha veintiséis de agosto de dos mil quince,
corriente a fojas cincuenta y dos del cuaderno de casación, este
Supremo Tribunal ha declarado procedente el recurso de su
propósito, por las causales denunciadas de: 6.1. Infracción
normativa procesal del artículo 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú. 6.2. Infracción normativa material de los
artículos 924, 974, 979, 1037 y 1053 del Código Civil. 3.
ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por el recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: c.1. Con
fecha seis de diciembre de dos mil doce, el demandante Sergio
Arana Peralta interpone demanda contra Alis Luisa Herrera Tito y
Yessenia Renee Lévano Herrera, solicitando como pretensión
principal que cesen los actos perturbatorios que vienen cometiendo
las demandadas y que se restituya a su estado anterior el pleno
uso y disfrute del pasadizo del patio de uso común a favor del
recurrente; y en forma acumulada solicita la indemnización por
daños y perjuicios por el monto de cien mil soles (S/100,000.00). El
demandante argumenta lo siguiente: I) Su progenitora Bertha
Peralta Mantilla viuda de Arana, fue propietaria del inmueble
constituido por el Lote 3 de la Manzana 12 de la ciudad de Tingo
María, distrito de Rupa Rupa, provincia de Leoncio Prado, con un
área superficial de mil metros cuadrados (1,000 m2), ubicado con
frente a la avenida Tito Jaime Fernández de la ciudad de Tingo
María, inscrito en la Ficha Registral número 01023 de los Registros
Públicos de Tingo María, en donde se construyó una vivienda de
material noble con un pasadizo y un patio para uso exclusivo de su
propietaria, el que se encuentra inscrito en la Ficha Registral; II)
Antes de fallecer su progenitora por Escritura Pública de fecha
veintidós de agosto de mil novecientos ochenta y nueve, se otorgó
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
una independización y anticipo de legítima a favor de su hermano
Leandro Esben Arana Peralta de la Unidad Inmobiliaria número 01
que se hizo independizar, con un área superficial de trescientos
cuarenta y ocho metros cuadrados (348 m2), el que colinda con el
pasaje de acceso común y el patio de uso común; III) Su hermano
realizó la sub división en tres sub lotes, vendiendo uno de ellos a la
ahora demandada Alis Luisa Herrera Tito, por contrato de
compraventa de fecha ocho de enero de dos mil tres, con un área
de noventa y seis punto cuarenta y cuatro metros cuadrados (96.44
m2), que tiene como frente el pasadizo de uso común y patio en
cuyo frente se encuentra ubicado el hostal denominado “Markos”
de propiedad de los demandados, por lo que se convirtió en
beneficiaria del uso y disfrute del referido pasadizo destinado solo
al libre tránsito peatonal, de entrada y salida de sus predios; IV) El
tres de octubre de dos mil once, remitió la Carta Notarial a Alis
Luisa Herrera Tito y su esposo Juan Lévano Corpancho, indicando
su obligación de cuidar y respetar el pasadizo y patio de uso
común, que estaban destinados a uso peatonal. Poco a poco la
demandada empezó a construir una edificación de varios pisos que
luego fue destinado como Hostal denominado ‘Markos” cuyo frente
da al patio común y en el año dos mil tres, comenzaron a prestar
servicios de cochera a los usuarios del Hostal cobrando a sus
clientes dichos servicios, sin que previamente el recurrente otorgue
su autorización; V) Indica que en forma reiterativa les solicitó se
abstengan de continuar cometiendo estos hechos en su agravio;
sin embargo, fue mayor la cantidad de vehículos estacionados en
el pasadizo durante las veinticuatro horas, creando malestar al
recurrente y a toda su familia al no poder transitar libre y
comodamente por dicho pasadizo; y VI) El diez de octubre de dos
mil once, denunció ante la Fiscalía estos hechos, denuncia que fue
archivada por ser de naturaleza extra penal, pues de existir
servidumbre constituida su incumplimiento por una de las partes no
puede ser discutida dentro de un proceso penal. c.2. Mediante
escrito de fojas noventa y seis, Alis Luisa Herrera Tito contesta la
demanda alegando lo siguiente: I) La demanda ha sido interpuesta
para que cesen los supuestos actos perturbatorios que con dolo y
mala fe vendría cometiendo en perjuicio del demandante; II) Es
cierto que su menor hija (a quien le transfirió el inmueble en anticipo
de legítima), es copropietaria del pasadizo y patio mencionados en
la proporción del área que corresponde al Hostal Markos; sin
embargo, siempre su derecho de condómina la viene ejerciendo
sin alterar el destino al que esa parte del inmueble está sujeto ni
perjudicar el derecho de uso del otro condómino que es el
demandante, armonizando más bien su uso con el que corresponde
al demandante; III) El derecho de uso no es de ahora, siempre ha
sido así desde que se adquirió el inmueble en el año dos mil tres,
por lo que acorde con lo dispuesto en el artículo 974 del Código
Civil, que señala que “cada propietario tiene derecho a servirse del
bien común siempre que no se altere su destino ni perjudique el
interés de los demás”; IV) Que ninguno de los medios probatorios
ofrecidos conducen a establecer que la parte que representa haya
alterado el destino del pasadizo o patio común o perjudicado el
interés del otro condómino (el demandante); V) La misma norma en
su segunda parte indica que: “En caso de desavenencia (respecto
al uso o disfrute del bien común) el juez regulará el uso,
observándose las reglas procesales sobre administración judicial
de bienes comunes”; VI) Que, estas desavenencias no pueden ser
ventiladas en el presente proceso de cesación de abuso de
derecho sino en otra clase de procedimiento; VII) No es la primera
vez que el demandante reclama el supuesto uso abusivo del
pasadizo y patio común, pues ya lo hizo al demandar la nulidad de
acto jurídico y al denunciar por usurpación; y VIII) Solo en una
oportunidad un vehículo se estacionó transitoriamente en la parte
frontal del hostal destinada a ese propósito pero tal hecho ocurrió
sin afectar el tránsito o circulación peatonal o vehicular del pasadizo
común. c.3. Por sentencia de fecha veintiuno de julio de dos mil
catorce, obrante a fojas quinientos ocho, el A quo declara infundada
la demanda sobre Ejercicio Abusivo del Derecho; e improcedente
la misma en el extremo de la indemnización solicitada por el
demandante, sin costas ni costos del proceso. Los argumentos en
los que se sustenta esta decisión son los siguientes: I) Respecto a
la acumulación de pretensiones, se advierte que la indemnización
por daños y perjuicios no corresponde ser tramitada en la vía del
proceso de conocimiento como lo es la pretensión principal de
abuso de derecho; II) Que, ambas partes son propietarias de
unidades inmobiliarias que antiguamente constituían una sola, por
lo que subsisten dos áreas comunes pasadizo y patio, las cuales el
Ejercicio Abusivo del Derecho sobre estas por una de las partes,
está en cuestionamiento y que esta debe ser dilucidada en base a
los medios probatorios aportados por las partes; III) Con los medios
probatorios aportados se tiene que en cuanto al pasadizo y patio no
se ha demostrado la obstrucción al tránsito de la parte demandante,
pues si bien es cierto se constató en algunas oportunidades que
habían vehículos estacionados en el frontis del hostal “Markos”, de
propiedad de la demandada, esto no configura en este extremo
Ejercicio Abusivo del Derecho; IV) Tampoco se han aportado al
proceso medios probatorios como el análisis de un sonómetro o
medidor de decibeles o un aparato medidor de monóxido de
carbono que determine que los vehículos emiten ruido,
contaminación u otro elemento que perjudique de forma alguna al
demandante; V) No se ha probado la inscripción de la declaratoria
de fábrica de las unidades inmobiliarias de propiedad del
demandante, por lo que se difiere que mucho menos se ha
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
reglamentado el uso de las áreas comunes como el pasadizo y
patio; consecuentemente, tampoco se podría determinar un abuso
del derecho, máxime si uno de los factores que motivó la dación de
la Ley número 27157 - Ley de Regularización de Edificaciones, del
Procedimiento para la Declaratoria de Fábrica y del Régimen de
Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva y de Propiedad
Común, constituyó la regularización de la formalidad en cuanto a
los propietarios de edificaciones que hayan sido construidas sin
licencia de construcción, conformidad de obra o que no contasen
con declaratoria de fábrica. Y no resulta ser de uso de las áreas
comunes; y VI) Sobre el ejercicio abusivo del derecho.- No ha
existido en el presente caso un ejercicio abusivo del derecho de
uso común que comparte la demandada con el actor, máxime si en
cuanto al pasadizo no se ha podido establecer que dicha área sea
obstruida en forma continua y que ello limite el libre tránsito del
demandante, con respecto al patio que también resulta ser de uso
común se ha venido utilizando razonablemente sin perjudicar a
ninguno de los propietarios del interior de la avenida Tito Jaimes
número 263 de la ciudad de Tingo María, y que con respecto al
patio de uso común no se ha reglamentado su uso. c.4. Apelada la
sentencia por el demandante Sergio Arana Peralta, mediante
escrito de fojas quinientos treinta y cuatro, el Ad quem, por
sentencia de vista de fecha veintidós de abril de dos mil quince,
obrante a fojas quinientos ochenta y cuatro, confirma la sentencia
de primera instancia que declara infundada la demanda sobre
Ejercicio Abusivo del Derecho e improcedente la misma en los
extremos de la Indemnización, sin costas ni costos; tras considerar
lo siguiente: I) De los documentos que obran en autos se desprende
que: 1) De fojas veintiuno, un Acta de Inspección Técnico Policial,
llevada a cabo el dos de diciembre de dos mil once, donde se ha
dejado constancia que: “(...) el patio interior de aproximadamente
cuarenta metros cuadrados el mismo que en esta área se encuentra
vacío (...)“; 2) De fojas veinticinco obra un Acta de Constatación
Inopinada, suscrita por la Fiscal Adjunta Provincial Penal de
Leoncio Prado, llevada a cabo el once de enero de dos mil doce a
las 23:50 horas, donde se deja constancia que ‘en cuyo patio se
encuentran estacionados dos (02) vehículos (...) los mismos que se
encuentran estacionados al lado izquierdo de la entrada a dicho
hostal’; 3) A fojas veintisiete, obra un Certificado de Denuncia por
constatación policial del dieciocho de octubre de dos mil once a las
17:40 horas, con el siguiente contenido: “(...) observando asimismo
tres (03) vehículos estacionados al frontis del Hostal Markos (...) se
entrevistó al administrador del Hotel Juan Anselmo Lévano
Corpancho (...) el mismo que refiere y aceptó que los tres (03)
vehículos primeros señalados líneas arriba, los propietarios se
encuentran hospedados en dicho hostal (...)”; y II) Por lo que
estando a dichos medios probatorios, se logra concluir que si bien
es cierto el denominado pasadizo y patio común son ocupados
intermitentemente por terceros que vienen ingresando al
establecimiento de la demandada, también es cierto que dicha
circunstancia no puede ser de control de este sujeto procesal, pues
el hecho de que terceros sin derecho alguno aparente hagan uso
de un espacio común, no implica necesariamente que para dicho
fin cuenten con autorización para ello, sino que forma parte de las
normas generales de convivencia social, tanto más si se tiene en
cuenta que el daño consistente en actos perturbatorios sobre el
uso de pasadizo y patio común por terceros a que aduce ser
víctima el demandante, no está acreditado en autos, pues debe
entenderse por daño en términos genéricos como el perjuicio,
menoscabo, molestia o dolor que como consecuencia sufre una
persona o su patrimonio por culpa de otro sujeto y que el derecho
ha considerado merecedores de la tutela legal; por lo que no es
posible deducir que dicha circunstancia constituya ejercicio abusivo
por parte de la demandada de su Derecho de Propiedad, razones
por las cuales corresponde confirmar la recurrida. 4.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, la
Sala Superior realiza una motivación deficiente, pues señala que si
bien el área común es utilizada intermitentemente por terceros que
ingresan al establecimiento de la demandada, también lo es que
dicha circunstancia no puede ser controlada y autorizada por ella,
y que más bien forma parte de las normas generales de convivencia
social, agrega que no se encuentra acreditado el daño y que no se
puede deducir que lo que es objeto de la demanda constituya
Ejercicio Abusivo del Derecho por parte de la demandada.
SEGUNDO.- Que, la Sala Superior no ha valorado
convenientemente el Acta de Constatación Inopinada de fojas
veinticinco, en la que se consigna la existencia de dos vehículos
estacionados en el área en cuestión, el Certificado de Denuncia de
fojas veintisiete, en el que se consigna la existencia de tres
vehículos dentro del área común y al ser entrevistado el
administrador del Hostal “Markos”, aceptó que los mismos
pertenecían a personas que se encontraban hospedadas dentro
del mencionado establecimiento. TERCERO.- Que, no se han
tomado en cuenta las manifestaciones a nivel policial de fojas
treinta y treinta y dos, de Jessica Cecilia Domínguez Suarez y
Elizabeth Espinoza Serna respectivamente, quienes resultan ser
inquilinas del demandante y afirman la existencia de vehículos
estacionados en el área común. CUARTO.- Que, de otro lado
deben valorarse las tomas fotográficas de fojas treinta y cuatro y
treinta y cinco, en las que se aprecia cuatro vehículos estacionados
en altas horas de la madrugada y tempranas horas del día, en
donde inclusive se aprecia el deterioro de la superficie, además de
humedad al parecer restos de combustible o aceite. QUINTO.-
97223
Que, no se ha recabado la licencia de funcionamiento del hostal de
propiedad de las demandadas; a su vez la Sala Superior no ha
valorado que la propia demandada no niega el parqueo de
vehículos dentro del área común e inclusive pretende justificarlo
señalando que no puede prohibirse que en la parte frontal de un
hostal que presta servicio público puedan estacionarse vehículos
sea para dejar o recoger pasajeros, en tanto que no afecte el bien
común. SEXTO.- Que, sin perjuicio de todo lo precedentemente
mencionado esta Suprema Sala advierte que el Juez y la Sala han
declarado improcedente la pretensión por indemnización por daños
y perjuicios y no han analizado el tenor del artículo 924 del Código
Civil, que claramente establece que: “Aquél que sufre o está
amenazado de un daño porque otro se excede o abusa en el
ejercicio de su derecho, puede exigir que se restituya al estado
anterior o que se adopten las medidas del caso, sin perjuicio de la
indemnización por los daños irrogados”, sin tomar en cuenta las
instancias que la norma trae intrínseca la indemnización por daños
y perjuicios sin precisar el monto de la cuantía; no obstante ello, de
los argumentos para declarar improcedente la pretensión accesoria
se aprecia que se ha tomado en cuenta el monto de la indemnización
por el monto de cien mil soles (S/100,000.00) a los efectos de
señalar que no se puede tramitar en proceso de conocimiento;
circunstancia que también deberá ser analizado por las instancias
de mérito. Que siendo ello así, se advierte la concurrencia de la
infracción normativa del artículo 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú. 5. DECISIÓN: Estando a las consideraciones
expuestas y de conformidad con los artículos 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 396 inciso 1 del
Código Procesal Civil, declararon: 5.1 FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Sergio Arana Peralta a fojas quinientos
noventa; por consiguiente, CASARON la resolución impugnada; en
consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas quinientos
ochenta y cuatro, de fecha veintidós de abril de dos mil quince,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco. 5.2 ORDENARON que el Ad quem emita nueva
sentencia en concordancia con las consideraciones expuestas en
la presente resolución. 5.3 DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Sergio Arana Peralta contra
Alis Luisa Herrera Tito y otra, sobre Ejercicio Abusivo del Derecho;
y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-
176
CAS. Nº 1964-2015 AREQUIPA
PROTOCOLIZACIÓN DE TESTAMENTO. SUMILLA: El artículo
707 del Código Civil regula las formalidades esenciales del
testamento ológrafo. Según autorizada opinión doctrinaria, que el
Colegiado Supremo que suscribe comparte, este tipo de testamento
es aquél que ”el testador escribe íntegramente de su puño y letra,
fechándolo y firmándolo, sin intervención de testigos ni notario”1.
Lima, once de julio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número mil novecientos sesenta y
cuatro – dos mil quince, y producida la votación correspondiente,
emite la presente sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata
del recurso de casación interpuesto por Luis Fernando Castro
Herrera a fojas cien, contra la resolución de vista de fojas setenta y
nueve, de fecha veintisiete de enero de dos mil quince, emitida por
la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa;
que confirma la resolución apelada de fojas cuarenta y seis, de
fecha diez de setiembre de dos mil catorce, que declara
improcedente la demanda; en los seguidos por Luis Fernando
Castro Herrera contra Wilfredo Moscoso Mendoza y otros, sobre
Protocolización de Testamento. FUNDAMENTOS DEL RECURSO:
Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas veintidós del
presente cuadernillo, de fecha veinticinco de agosto de dos mil
quince, ha estimado procedente el recurso de casación referido por
las causales de infracción normativa de derecho procesal e
infracción normativa de derecho material. El recurrente denuncia lo
siguiente: A) Infracción normativa material de los artículos 695
y 707 Código Civil: La resolución de primera instancia y la de vista
que confirma la apelada, infringen los artículos 695 y 707 del
Código Civil, al no aplicar una interpretación actualizada; en el
presente caso se rechaza la solicitud de protocolización de un
testamento por considerar que el recurrente ha calificado
erróneamente el testamento como ológrafo pese a que ha sido
redactado por computadora, ya que según el Código Civil, éste
debió ser redactado por la propia mano del testador (lo cual es
falso), excluyendo toda posibilidad de que el testamento sea
redactado por otro medio; el artículo VIII del Título Preliminar del
Código Civil refiere que los jueces no pueden dejar de administrar
justicia por defecto o deficiencia de la Ley, debiendo aplicar los
principios generales del derecho que inspiran el derecho peruano;
B) Infracción normativa procesal de los artículos 424 y 425 del
Código Procesal Civil: Sostiene que tanto el Ad quem como el A
quo impiden el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, porque
analizan el fondo del asunto en la etapa de calificación de la
demanda, debiendo respetarse la formalidad del escrito postulatorio
cumplida a cabalidad, se han respetado los artículos 424 y 425,
además de los pertinentes del Código Procesal Civil, y se debió
permitir ingresar a trámite la demanda, debiendo haber sido objeto

97224 CASACIÓN
de análisis, sustento y actuación probatoria la posibilidad de
calificar el documento como uno que no tiene la calidad de ológrafo,
es decir, debió resolverse en una sentencia este caso tan particular,
y no privarle de someter a jurisdicción judicial este asunto que
contiene una expresión de voluntad de una causante, la cual debe
ser protegida por el Estado para determinar los derechos
sucesorios. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la
absolución del recurso de casación sub examine es necesario
hacer un breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal
sentido, se advierte que a fojas veintidós Luis Fernando Castro
Herrera interpone demanda solicitando la protocolización del
testamento ológrafo original otorgado por quien en vida fue Juana
Zoila Moscoso Campos de Arenas. Como fundamentos de su
demanda sostiene que ha sido abogado de quien en vida fuera
Juana Zoila Moscoso Campos de Arenas. Que después de muchos
años la familia se contacta con el recurrente, señalando que la
causante (Juana Zoila Moscoso Campos de Arenas) quería
comunicarse con él, constituyéndose en su domicilio, e informado
de su voluntad, procedió a recibir las indicaciones para elaborar un
testamento, el cual inicialmente debería redactarse con las
formalidades de un testamento cerrado, pues su intención era ir
donde un Notario y cumplir con los requisitos legales
correspondientes. Los familiares quedaron en comunicarse con él,
lo cual no ocurrió, tomando conocimiento el veinticuatro de julio de
dos mil catorce del deceso de dicha causante, razón por la cual
habiendo tenido en su poder el testamento con la expresión de
voluntad de la finada y algunos documentos de interés hereditario,
ha procedido a presentarlos al Juzgado. SEGUNDO.- Mediante la
Resolución de fojas cuarenta y seis, de fecha diez de setiembre de
dos mil catorce, el A quo, declara improcedente la solicitud de
protocolización de testamento presentada por Luis Fernando
Castro Herrera; en consecuencia, dispone la devolución de los
anexos adjuntados a la misma, y el archivo del proceso. Como
fundamentos de su decisión sostiene que de la revisión de la
documentación presentada se aprecia claramente que dicho
documento ha sido redactado e impreso por medios informáticos
(computadora e impresora) y firmado luego por la testadora, lo cual
evidencia claramente que dicho documento no constituye un
testamento ológrafo, puesto que la característica principal del
testamento ológrafo es que éste debe ser autógrafo, es decir,
redactado por la propia mano del testador, lo que excluye la
posibilidad de que pueda redactarse utilizando algún tipo de medio
mecánico (dactilografía, máquina de escribir, impresora de
computadora, etc.). Se advierte que no se cumplió con adjuntar a la
solicitud el testamento ológrafo que será materia del proceso,
documento que es requisito sine qua non para la admisión de la
demanda. TERCERO.- Apelada la mencionada resolución, la Sala
Revisora, mediante la Resolución de Vista de fojas setenta y
nueve, de fecha veintisiete de enero de dos mil quince, la confirma.
Como fundamentos de su decisión expone que, habiendo sido el
testamento anexado redactado mediante un medio informático y no
como indica la norma (artículo 707 del Código Civil): Totalmente
escrito, fechado y firmado por el propio testador, es evidente que
no cumple con los requisitos de un testamento ológrafo, pues más
allá del carácter imperativo de las normas procesales, éste no crea
convicción sobre la voluntad de la testadora. CUARTO.- Conforme
se ha anotado precedentemente, el recurso de casación ha sido
declarado procedente por las causales de infracción normativa de
derecho procesal e infracción normativa de derecho material;
debiendo absolverse, en principio, las denuncias de carácter
procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por esta
causal, deberá verificarse el reenvío, careciendo de objeto el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. QUINTO.- Por
tanto, corresponde pronunciarse, en primer lugar, respecto a la
denuncia procesal contenida en el apartado B): La norma contenida
en el artículo 427 del Código Procesal Civil faculta al Juez a
declarar liminarmente la improcedencia de la demanda cuando se
presenta alguno de los supuestos que se precisan en ella. En tal
sentido, no se advierte que las instancias de mérito hayan incurrido
en infracción normativa alguna al haber declarado la improcedencia
de la demanda sin mayor trámite, sustentando su decisión en que
el actor no ha adjuntado a su demanda el testamento redactado por
mano propia, de conformidad con lo previsto por el artículo 707 del
Código Civil. Sobre este particular, cabe manifestar que, si bien es
cierto que no se ha precisado cuál es el inciso del artículo 427 del
Código Procesal Civil aplicable al caso de autos, no es menos
cierto que ello no amerita casar la sentencia de vista impugnada,
en atención a lo preceptuado por el artículo 397 in fine del Código
Procesal Civil; es decir, que esta Sala de Casación estima que el
fallo ahora impugnado se ajusta a derecho, debiendo procederse
entonces a efectuar la rectificación (que más bien resulta una
integración), en el sentido de que la demanda incurre en la causal
prescrita en el inciso 4 del artículo 427 del Código Procesal Civil: La
falta de conexión lógica entre los hechos y el petitorio está
constituida por la evidente incongruencia en cuanto se solicita la
protocolización de un testamento ológrafo, pero no presenta dicho
testamento, de acuerdo con las formalidades establecidas por el
artículo 707 del Código Civil. En tal orden de ideas, el primer
extremo denunciado en casación no puede prosperar. SEXTO.- En
cuanto a la denuncia material formulada en el apartado A): El
artículo 707 del Código Civil regula las formalidades esenciales del
testamento ológrafo. Según autorizada opinión doctrinaria, este
testamento es aquél en el que ”el testador escribe íntegramente de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
su puño y letra, fechándolo y firmándolo, sin intervención de
testigos ni notario”2. El mismo autor citado indica que la
denominación “ológrafo” es admitida por los Códigos como
expresión de testamento autógrafo, nombre sugerido por Castán
Tobeñas y Corvetto, como más propio, dado que su esencial
condición es que esté íntegramente escrito por la mano del
testador. SÉTIMO.- En tal sentido, si se tiene en cuenta que el
testamento ológrafo debe ser redactado de puño y letra por el
mismo testador, no existe la infracción de las normas que alega el
recurrente en este extremo, pues tal como se ha glosado
anteriormente, éste no adjuntó a su demanda un documento con
tales formalidades, razón por la cual resulta arreglada a derecho la
desestimación liminar efectuada por las instancias de mérito.
OCTAVO.- En conclusión, se aprecia que no se ha verificado
ninguna de las infracciones alegadas por el recurrente en su
recurso de casación; por tanto, al no desvirtuarse los fundamentos
de la sentencia de vista impugnada, el recurso sub examine debe
desestimarse. Por las consideraciones expuestas, no se configuran
las causales de infracción normativa de carácter procesal y
material, por lo que no procede amparar el presente recurso de
casación, por lo que de conformidad con el artículo 397 del Código
Procesal Civil, declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Luis Fernando Castro Herrera a fojas cien; por
consiguiente, NO CASARON la resolución de vista de fojas setenta
y nueve, de fecha veintisiete de enero de dos mil quince, emitida
por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Arequipa; que confirma la resolución apelada de fojas cuarenta y
seis, de fecha diez de setiembre de dos mil catorce, que declara
improcedente la demanda; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Luis Fernando Castro Herrera
contra Wilfredo Moscoso Mendoza y otros, sobre Protocolización
de Testamento; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Ferrero Costa, Augusto. Tratado de Derecho de Sucesiones. Gaceta Jurídica
S.A. Sétima edición, Lima 2012. Pág. 389.
2
Ferrero Costa, Augusto. Tratado de Derecho de Sucesiones. Gaceta Jurídica
S.A. Sétima edición, Lima 2012. Pág. 389.
C-1569469-177
CAS. Nº 2041-2015 LIMA NORTE
CUMPLIMIENTO DE CONTRATO. Lima, doce de julio de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por Carlos Alberto Carrascal Linares a fojas
cuatrocientos doce, contra la sentencia de vista de fojas trescientos
noventa y cinco, de fecha veintiocho de noviembre de dos mil
catorce, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte, que: a) Confirmó la Resolución número
cinco, de fecha veintitrés de mayo de dos mil trece, que declaró
infundadas las excepciones de incompetencia y de oscuridad o
ambigüedad en el modo de proponer la demanda; b) Confirmó la
Resolución número quince, de fecha veintitrés de setiembre de dos
mil trece, que declaró improcedente la nulidad deducida por las
demandadas Lila Elizabeth Delgado Pisfil y Milagros Del Rosario
Delgado Pisfil; y c) Confirmó la sentencia expedida mediante
Resolución número dieciocho, de fecha diez de enero de dos mil
catorce, que declara improcedente la demanda de Cumplimiento
de Cláusulas Contractuales, Declaración de Pago y Otorgamiento
de Escritura Pública, por falta de interés para obrar de la parte
demandante, así como la pretensión accesoria de Indemnización;
medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad y procedencia
deben ser verificados de conformidad con la modificatoria
establecida en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal
sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el
artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada,
se tiene que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto
es: I) Se impugna una resolución expedida por la Sala Superior
que, como órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Ha
sido interpuesto ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, que emitió la resolución recurrida; III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece la norma, pues la
resolución impugnada fue notificada el veintisiete de enero de dos
mil quince conforme se advierte del cargo de notificación obrante
a fojas cuatrocientos seis y cuatrocientos siete y el recurso ha sido
registrado el nueve de febrero de dos mil quince; y IV) Cumple
con reintegrar el arancel judicial correspondiente por concepto
de recurso de casación a fojas cincuenta y uno del cuadernillo
de casación. TERCERO.- Que, en lo referente a los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no dejó
consentir la sentencia de primera instancia, en razón que le fue
desfavorable a sus intereses, por lo que cumple con lo dispuesto
en el inciso 1 de la norma procesal anotada. CUARTO.- Que,
para establecer el cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil, se debe señalar en qué consiste
la infracción normativa denunciada o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente caso el impugnante
denuncia lo siguiente: a) Infracción normativa de los artículos
1314, 1428, 1429 del Código Civil, señala que la Sala Superior
prácticamente ha declarado válida la resolución de contrato
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
efectuada por los demandados por un supuesto incumplimiento
de pago, sin tomar en consideración que el incumplimiento
del pago cancelatorio del contrato fue generado por los propios
vendedores, debido al ocultamiento de las cargas tributarias que
tenía el inmueble, que dolosamente realizaron los demandados
con el propósito de evadir sus responsabilidades tributarias, hecho
que imposibilitó el otorgamiento del crédito hipotecario por parte
del Banco Continental. b) Infracción normativa del artículo 121
del Código Procesal Civil, menciona que en la sentencia de vista
existe una indebida motivación por cuanto se utiliza erradamente
el segundo párrafo del citado artículo el cual señala: mediante la
sentencia el juez pone fin a la instancia o al proceso en definitiva,
pronunciándose en decisión expresa, precisa y motivada sobre
la cuestión controvertida declarando el derecho de las partes,
o excepcionalmente sobre la validez de la relación procesal, ya
que este párrafo es aplicable excepcionalmente cuando en el
transcurrir del proceso surgen nuevos hechos que demuestren
la invalidez de la relación procesal; sin embargo, la sentencia de
vista califica como vicio insubsanable e inconvalidable la resolución
del contrato ejercida ilegalmente por los demandados. QUINTO.-
Que, del examen de la argumentación expuesta se advierte que
el recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir
con claridad y precisión la infracción normativa así como demostrar
la incidencia directa sobre la decisión impugnada, por lo que las
infracciones denunciadas en el considerando que precede deben
ser desestimadas, puesto que hace referencia a cuestiones de
hecho ya dilucidadas por las instancias de mérito, advirtiéndose que
se pretende una modificación del criterio asumido, más aun cuando
de la revisión de autos se advierte que mediante carta notarial de
fecha quince de noviembre de dos mil doce, la parte demandada
requirió a los accionantes para que en el plazo de quince días
cumplan con lo pactado en el contrato de compraventa de fecha
dieciocho de abril de dos mil doce, esto es, obtener el crédito
hipotecario y cancelar el íntegro del precio pactado; asimismo, se
verifica que mediante carta notarial de fecha siete de diciembre de
dos mil doce, la parte demandada comunicó al ahora accionante,
que habiendo vencido el plazo de quince días, sin que hayan
cumplido con honrar su obligación de pago, su parte decide en
aplicación de lo dispuesto en los artículos 1428 y 1429 del Código
Civil, dar por resuelto de pleno derecho la compraventa de fecha
dieciocho de abril de dos mil doce. En consecuencia, el contrato
cuyo cumplimiento se peticiona a la fecha de la interposición con la
demanda estaría resuelto, incurriendo en falta de conexión lógica
entre los hechos y el petitorio. Siendo ello así, no se advierte la
inaplicación de las normas cuya infracción se denuncia, emitiendo
la Sala de Vista un pronunciamiento de fondo acorde con lo
alegado por las partes y debatido en el proceso, desvirtuando los
agravios expresados en el recurso de apelación, no advirtiéndose
infracción normativa alguna. SEXTO.- Que, en cuanto a la
exigencia contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código
Adjetivo, el recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es revocatorio; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Carlos Alberto Carrascal Linares
a fojas cuatrocientos doce, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos noventa y cinco, de fecha veintiocho de noviembre
de dos mil catorce, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Carlos Alberto Carrascal
Linares contra Milagros Del Rosario Delgado Pisfil y otra, sobre
Cumplimiento de Contrato y otro; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-178
CAS. Nº 2055-2015 MOQUEGUA
VIOLENCIA FAMILIAR. Lima, diez de junio de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por
Kimper Villena Ramos, a fojas doscientos sesenta y siete, contra
la sentencia de vista de fecha nueve de abril del dos mil quince,
que obra a fojas doscientos cincuenta y seis, emitida por la Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Moquegua; que confirma
la sentencia apelada que declara fundada la demanda sobre
Violencia Familiar, declarando la existencia de violencia familiar
en la modalidad de maltrato físico, asimismo, establece medidas
de protección y ordena que el demandado pague una reparación
civil de dos mil nuevos soles (S/.2,000.00), fundado el pago de
costas y costos; para cuyo efecto este Colegiado debe proceder
a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida en
la Ley número 29364. SEGUNDO.- En cuanto se refiere a los
requisitos de admisibilidad del recurso, previstos en el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
es el caso de señalar que el presente medio impugnatorio cumple
con ellos, esto es: i) Se recurre contra una sentencia de vista
expedida por la Sala Superior que pone fin al proceso; ii) Se ha
97225
interpuesto ante la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Moquegua; iii) Fue interpuesto dentro del plazo de los diez días de
notificado con la resolución recurrida, conforme se tiene de fojas
doscientos sesenta y tres; y, iv) Adjunta la tasa judicial respectiva,
conforme se tiene de fojas treinta y dos del cuadernillo formado por
este Supremo Tribunal. TERCERO.- Que, respecto al requisito de
procedencia contenido en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, se advierte que el recurrente apeló la resolución
de primera instancia al ser desfavorable, la misma que ha sido
confirmada. CUARTO.- En cuanto a las exigencias contenidas
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, el
recurrente denuncia la infracción de los incisos 3 y 14 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, alega que se le ha juzgado
dos veces por los mismos hechos en distintas causas, el presente
proceso de violencia familiar bajo la modalidad de maltrato físico
y también ha dado lugar al proceso penal por el delito de lesiones
leves (expediente N°00155-2014-65-2801-JR-PE-O) tramitado
ante el Tercer Juzgado Unipersonal y cuyo último acto procesal
es la resolución N° 09 de fecha veintiuno de abril del dos mil
quince, en la que se resuelve conceder el recurso de apelación
con efecto suspensivo en contra de la sentencia N° 22-2015 de
fecha veintisiete de marzo del dos mil quince; en ambos procesos
el objeto es sancionar al autor, por lo que se debería suspender el
presente proceso hasta la culminación del proceso penal a fin de
evitar sentencias contradictorias. QUINTO.- Que, al respecto debe
señalarse que los argumentos esgrimidos por el recurrente no han
sido denunciados en su escrito de recurso de apelación presentado
a fojas ciento cuarenta y siete, motivo por el cual no pueden ser
alegados a través del presente recurso casatorio. Cabe agregar
que nada impide que puedan seguirse dos procesos ante los
órganos jurisdiccionales, como es el proceso penal ya sea por la
comisión de un delito o una falta, según corresponda; y el proceso
de violencia familiar. Este último tiene por finalidad principal aplicar
medidas de protección inmediatas destinadas a erradicar los
actos de violencia intrafamiliares, así como la reparación de un
daño causado. Por otro lado, el proceso penal, tiene como objeto
determinar el hecho imputado que constituye un delito o una falta y
si el procesado es sujeto activo de dicha conducta, para así emitir
pronunciamiento respecto a la responsabilidad penal del imputado
y sancionarla, siendo el procedimiento netamente punitivo. En
consecuencia, la denuncia formulada debe desestimarse. Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Kimper Villena Ramos, a fojas doscientos
sesenta y siete, contra la sentencia de vista de fecha nueve de
abril del dos mil quince, que obra a fojas doscientos cincuenta y
seis, emitida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Moquegua; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por el Ministerio Público contra Kimper Villena Ramos,
en agravio de Ester Farenseas Ramos, sobre Violencia Familiar;
y los devolvieron. Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La
Barra Barrera por licencia del Señor Juez Supremo Romero Díaz.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-179
CAS. Nº 2121-2015 JUNÍN
RENDICIÓN DE CUENTAS. SUMILLA: La calidad de socia
accionista otorga legitimidad para ejercer la acción propuesta en
autos, siendo manifiestamente erróneos los razonamientos de la
Sala Superior y del Juez de la causa conducentes a negar tal
legitimidad, importando ello la vulneración del derecho al debido
proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva de la recurrente
(demandante), por lo tanto debe declararse la nulidad de la
resolución de vista recurrida, así como la de la resolución de
primera instancia, que se sustentan en los mismos fundamentos, al
amparo de lo dispuesto por el artículo 396 inciso 3 del Código
Procesal Civil. Por tanto, el A quo debe proceder a pronunciarse
sobre las demás excepciones propuestas en autos por la
demandada. Lima, veintinueve de abril de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil
ciento veintiuno - dos mil quince, en Audiencia Pública de la fecha
y producida la votación correspondiente, emite la presente
sentencia. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto por Alba Carmen Huaynates Huaccho de
Hurtado a fojas trescientos cuarenta y siete, contra el auto de vista
de fojas trescientos treinta, de fecha ocho de abril de dos mil
quince, emitido por la Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín, que confirma la resolución de
primera instancia de fojas trescientos dieciocho, de fecha catorce
de enero de dos mil quince, que declara fundada la excepción de
falta de legitimidad para obrar de la demandante; en consecuencia,
declara nulo todo lo actuado y da por concluido el proceso, y sin
objeto pronunciarse respecto de las excepciones de incompetencia,
falta de legitimidad para obrar de la demandada, oscuridad y
ambigüedad en el modo de proponer la demanda y de caducidad;
en los seguidos por Alba Carmen Huaynates Huaccho de Hurtado
contra Aquila Isabel Blancas García, sobre Rendición de Cuentas y
Entrega de Utilidades. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fojas cuarenta y cinco del

97226 CASACIÓN
presente cuadernillo, de fecha tres de setiembre de dos mil quince,
ha estimado procedente el recurso de casación por las causales de
infracción normativa procesal e infracción normativa material. La
recurrente ha denunciado: A) Infracción normativa procesal de
los artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú y
I del Título Preliminar del Código Procesal Civil: Manifiesta que
existe infracción al debido proceso debido a que en el auto de vista
materia de casación, se han pronunciado acerca de que la causal
principal de falta de legitimidad para obrar del demandante se debe
a que no se ha acreditado que la accionante sea socia de la
Empresa Ucayali Sociedad Anónima y que no se ha adjuntado a la
demanda ni durante el desarrollo del proceso la escritura pública
de transferencia de acciones que la legitime para accionar, sin
embargo dicha escritura sí fue presentada antes de la emisión de
la resolución de primera instancia y corre a fojas trescientos doce;
asimismo, refiere que no se han valorado los medios probatorios
ordenados de oficio a efectos de determinar si la misma es socia o
no de la Empresa Ucayali Sociedad Anónima; y finalmente agrega
que existe una clara transgresión a la norma procesal de la
excepción de falta de legitimidad para obrar de la demandante, por
cuanto la misma es un instituto que pone de manifiesto la carencia
de identidad entre las personas inmersas en una y otra relación, y
no la falta de titularidad del derecho, porque ésta se resolverá al
final del proceso con la sentencia; B) Infracción normativa
material de los artículos 107 y 115 de la Ley número 26887 -
Ley General de Sociedades: Refiere que si bien es cierto que su
transferente Eleodoro Romero Leiva renuncia irrevocablemente a
su condición de socio fundador en el Acto número veintisiete del
ocho de marzo de mil novecientos noventa y uno, pero es el caso
que mediante el Acto número treinta y seis, ratifican su separación
y exclusión, en el Acto número veintisiete donde se refieren a las
acciones del socio transferente Eleodoro Romero Leiva,
transfiriendo las acciones de acuerdo a los artículos 107 y 115 de
la Ley General de Sociedades a favor de los otorgantes por ser
socios accionistas de la Empresa de Transportes Ucayali Sociedad
Anónima. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Antes de absolver las
denuncias postuladas por la recurrente, conviene hacer un breve
recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, es de
apreciar que a fojas uno, Alba Carmen Huaynates Huaccho de
Hurtado interpone demanda contra Aquila Isabel Blancas de
Huaynates solicitando rendición de cuentas y entrega de utilidades,
respecto del inmueble urbano comercial ubicado en la Calle Ica
números 854, 858 y 864, en la ciudad de Huancayo, de propiedad
de la Empresa Ucayali Sociedad Anónima. Como fundamentos
sostiene haber adquirido acciones de uno de los socios fundadores
de la citada Empresa Ucayali Sociedad Anónima, Eleodoro Romero
Leiva y su cónyuge Victoria Felicita Basilio Díaz, con fecha veinte
de junio de mil novecientos noventa y uno como consta de la
escritura pública que adjunta. El inmueble materia de rendición de
cuentas y entrega de utilidades está bajo la administración judicial
de la demandada desde marzo de dos mil diez y fue adquirido por
la Empresa Ucayali Sociedad Anónima con fecha cuatro de
setiembre de mil novecientos ochenta y siete. Desde aquella fecha
la demandada no rinde cuentas ni paga utilidades respecto al
inmueble, lo que da origen al presente proceso. SEGUNDO.-
Efectuado el emplazamiento a Aquila Isabel Blancas de Huaynates
(parte demandada), ésta interpone excepciones de incompetencia,
falta de legitimidad para obrar del demandante, falta de legitimidad
para obrar del demandado, caducidad, oscuridad y ambigüedad en
el modo de proponer la demanda. Como fundamentos sostiene que
la demandante no es socia ni accionista de la Empresa de
Transportes Ucayali Sociedad Anónima. La actora pretende validar
su condición de accionista con un documento privado de
compraventa de acciones, por el que supuestamente Eleodoro
Romero Leiva le transfería sus acciones; sin embargo, este
vendedor ya no tenía la condición de accionista en la Empresa de
Transportes Ucayali Sociedad Anónima al momento de dicha
transferencia por cuanto él mismo había renunciado como socio y
accionista el veintiocho de junio de mil novecientos noventa.
Renuncia que fue aceptada por unanimidad por la Junta General.
TERCERO.- Mediante resolución de fojas trescientos dieciocho, de
fecha catorce de enero de dos mil quince, el A quo declara fundada
la excepción de falta de legitimidad para obrar de la demandante,
nulo todo lo actuado y concluido el proceso; sin objeto pronunciarse
respecto de las demás excepciones planteadas por la demandada.
Como fundamentos de su decisión sostiene la demandante, mal
hace en sustentar su calidad de accionista de la Empresa de
Transportes Ucayali Sociedad Anónima con la Escritura Pública de
fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventa y uno, cuando
el transferente de las acciones – Eleodoro Romero Leiva- ya no
tenía la calidad de socio de la citada empresa propietaria del bien
inmueble cuya rendición de cuentas y pago de utilidades exige;
siendo eso así, la excepción deducida debe ser plenamente
estimada. CUARTO.- Apelada la resolución de primera instancia, el
Ad quem, mediante resolución de fojas trescientos treinta, de fecha
ocho de abril de dos mil quince, la confirma. Como fundamentos
señala que la actora postula como petitorio lo siguiente: “Rendición
de cuentas y entrega de utilidades”. De los fundamentos de la
demanda y del mismo petitorio, se infiere que la accionante
interpone la demanda en su condición de socia de la Empresa de
Transportes Ucayali Sociedad Anónima. Sobre este punto se debe
señalar: i) La demandante no ha probado en autos ser socia de la
citada empresa, pues, de los medios probatorios de su demanda
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
no se advierte medio alguno que así lo establezca; ii) Si bien con la
antes citada Escritura Pública de fecha veintiséis de junio de mil
novecientos noventa y uno vendría a ser posible acreditar la
transferencia de acciones; sin embargo, la demandante tampoco
ha probado que sus transferentes al momento de la venta hayan
tenido la condición de socios de la empresa; iii) En autos está
acreditado con el acto de registro número treinta y cinco de la
Partida Electrónica número 07143355, de fojas trescientos cinco,
que el transferente Eleodoro Romero Leiva, para el ocho de marzo
de mil novecientos noventa y uno, ya había renunciado a su
condición de socio accionista fundador de la tantas veces citada
empresa de transportes, así, al momento de la transferencia de
acciones (veintiséis de junio de mil novecientos noventa y dos), el
vendedor ya no tenía la condición de socio; por tanto, no le
corresponde a la demandante atribuirse la condición de socia de la
empresa, siendo así, no tendría ninguna legitimidad para exigir que
la demandada le rinda cuentas y le haga entrega de las utilidades
de la empresa. QUINTO.- Conforme se ha anotado
precedentemente, el recurso de casación ha sido declarado
procedente por las causales de infracción normativa de derecho
procesal e infracción normativa de derecho material, debiendo
absolverse, en principio, la denuncia de carácter procesal, de modo
que si se declara fundado el recurso por esta causal deberá
verificarse el reenvío, careciendo de objeto, en tal supuesto, el
pronunciamiento respecto a la causal sustantiva.SEXTO.- Las
normas contenidas en el artículo 139, inciso 3 de la Constitución
Política del Perú y el artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, que consagran el derecho a la tutela jurisdiccional
efectiva y al debido proceso, el cual ha sido conceptuado como un
derecho público, subjetivo y abstracto que tiene toda persona, sea
actor o emplazado, que le faculta a exigir del Estado un juzgamiento
imparcial y justo, ante un juez competente, independiente y
responsable, con el fin de que en un plazo razonable y en forma
motivada se pronuncie sobre las pretensiones y medios de defensa
propuestos oportunamente y, en su caso, se dé plena eficacia a la
sentencia. Para que la tutela sea efectiva, el derecho fundamental
debe ejercitarse dentro de un debido proceso. SÉTIMO.- En tal
sentido, debe examinarse si el Ad quem ha hecho efectivos tales
derechos, para lo cual se procede a analizar los fundamentos en
los cuales sustenta su decisión. La recurrida ha establecido, en
esencia, que la demandante carece de legitimidad para obrar, ya
que no tendría la calidad de socio de la Empresa de Transportes
Ucayali Sociedad Anónima, por cuanto a la fecha en que Eleodoro
Romero Leiva le transfirió las acciones de la misma, es decir el
veintiséis de junio de mil novecientos noventa y dos (debe ser mil
novecientos noventa y uno), éste ya no era de socio accionista, en
virtud a que había renunciado a tal condición. OCTAVO.- En primer
lugar debe notarse que la recurrida contiene una argumentación
contradictoria, por cuanto en su apartado “segundo.3” (véase fojas
trescientos treinta y cuatro), afirma que no debe valorarse la
escritura pública de transferencia de acciones celebrada por
Eleodoro Romero Leiva y su cónyuge Victoria Felicita Basilio Díaz
a favor de Alba Carmen Huaynates Huaccho de Hurtado, de fecha
veintiséis de junio de mil novecientos noventa y uno, por no haber
sido ofrecida ni admitida debidamente como medio probatorio; no
obstante, en el apartado “5.ii” de la misma procede a la valoración
de dicho documento. NOVENO.- Al respecto, debemos señalar que
la postura del Ad quem carece de relevancia alguna, ya que la
prueba de la existencia de dicho acto de transferencia también
estaría constituida por la Partida Electrónica (registral) número
07143355 presentada por la demandada Aquila Isabel Blancas de
Huaynates en cuyo Asiento número 38 (ver fojas doscientos uno)
se da cuenta de dicho acto. Nótese, que en mérito al Principio de
Adquisición de la Prueba (contenido en el Principio de Unidad de la
Prueba, artículo 197 del Código Procesal Civil), una vez
presentados los medios probatorios por las partes, éstos
pertenecen al proceso, razón por la cual se pueden valorar aún en
contra de los intereses de la parte que los presenta. DÉCIMO.- Por
otro lado, en cuanto a la negación de la calidad de socio de
Eleodoro Romero Leiva, tenemos que si bien es cierto, en el
Asiento número 35 de la Partida Electrónica número 07143355
consta que con fecha tres de marzo de mil novecientos noventa y
uno, dicha persona renunció a su calidad de socio accionista
fundador, no es menos cierto que ello no puede implicar el despojo
de sus acciones, de tal manera que, de conformidad con el Principio
de Libre Transmisibilidad de las Acciones contenido en el artículo
115 de la Ley 26887, aplicable por temporalidad, en el acto de
fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventa y uno,
Eleodoro Romero Leiva y su cónyuge Victoria Felicita Basilio Díaz
se limitaron a transferir la acciones de la empresa, de las cuales
aún eran propietarios a Alba Carmen Huaynates Huaccho.
DÉCIMO PRIMERO.- En consecuencia, la calidad de socia
accionista de Alba Carmen Huaynates Huaccho la estaría
legitimando para ejercer la acción propuesta en autos, siendo
erróneos los razonamientos de la Sala Superior y del A quo
conducentes a negar tal legitimidad para obrar, importando ello la
vulneración del derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional
efectiva de la recurrente (demandante), por lo que debe declararse
la nulidad de la resolución de vista recurrida, así como de la
resolución de primera instancia, que se sustentan en los mismos
fundamentos, al amparo de lo dispuesto por el artículo 396 inciso 3
del Código Procesal Civil. Por tanto, el A quo procede además a
pronunciarse conforme al artículo 450 del Código Procesal Penal
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
sobre las demás excepciones propuestas en autos por la
demandada Aquila Isabel Blancas de Huaynates. Finalmente, cabe
indicar que en atención a lo establecido en el considerando quinto
de la presente resolución, carece de objeto pronunciarse sobre la
denuncia de carácter material. Por las razones anotadas y en
aplicación del artículo 396 inciso 3 del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto Alba
Carmen Huaynates Huaccho de Hurtado a fojas trescientos
cuarenta y siete; por consiguiente, CASARON la resolución de
vista de fojas trescientos treinta, de fecha ocho de abril de dos mil
quince, emitida por la Primera Sala Mixta de Huancayo de la Corte
Superior de Justicia de Junín; en consecuencia, NULA la misma, e
INSUBSISTENTE la resolución de fojas trescientos dieciocho, de
fecha catorce de enero de dos mil quince; ORDENARON que el
Juez de la causa de su procedencia emita nueva resolución,
pronunciándose sobre las demás excepciones propuestas en
autos; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Alba Carmen Huaynates Huaccho de Hurtado contra Aquila
Isabel Blancas de Huaynates, sobre Rendición de Cuentas; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-180
CAS. Nº 2345-2015 AREQUIPA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veintiocho
de abril de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal
el recurso de casación interpuesto por Ana María Cornejo Granja
a fojas quinientos cuarenta y cuatro, contra la resolución de vista
de fojas quinientos veintiocho, de fecha seis de mayo de dos mil
quince, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, que confirma la resolución apelada de fojas
cuatrocientos setenta y cinco, de fecha quince de octubre de dos
mil catorce, que declaró infundada la contradicción formulada
por la recurrente; y, en consecuencia, ordenó llevar adelante la
ejecución forzada en contra de los demandados; para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil se advierte que el presente recurso de casación satisface
dichas exigencias, al haberse interpuesto: i) Contra una resolución
expedida por la Sala Superior respectiva que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; ii) Ante la Sala Superior que
emitió la resolución impugnada, que para el caso de autos es la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa;
iii) Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente
de notificada la resolución que se impugna, conforme se corrobora
con el cargo de notificación obrante a fojas quinientos treinta y tres;
y iv) Adjuntando el respectivo arancel por recurso de casación,
debidamente reintegrado mediante escrito de subsanación.
TERCERO.- Que, respecto a los requisitos de procedencia
contenidos en los incisos 1 y 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, se advierte de autos que la recurrente apeló la resolución
de primera instancia que le fue adversa a sus intereses y precisó
que su pedido casatorio es anulatorio; por lo que ambos requisitos
han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en cuanto a las exigencias
contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, la recurrente denuncia la infracción normativa procesal de
los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú,
121 incisos 3 y 4, 122, 171 y 197 del Código Procesal Civil,
indicando que se ha vulnerado el derecho a la debida valoración de
la prueba por no haberse seguido las reglas de la lógica, de la sana
critica, de la experiencia. Señala además que no se ha analizado en
forma conjunta las pruebas actuadas, como los extractos de cuenta
de fojas trescientos setenta y uno a cuatrocientos treinta y ocho,
los estados de cuenta de fojas cien a ciento uno y el pagaré de
fojas cuarenta y tres, pues en éstos señalan diferentes porcentajes
de interés. Agrega que se evidencia que se ha calculado el monto
que se cobra en base a un interés no pactado, tanto así que en el
pagaré se llena por un monto diferente. Finalmente señala que no
se han considerado los argumentos de la apelación respecto a que
se ha llenado el título valor contrario a los acuerdos. QUINTO.- Que,
estando a los fundamentos expuestos se advierte que las causales
denunciadas no satisfacen el requisito de procedencia señalado
en el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues
revisados los actuados se advierte que la conclusión a la que han
llegado las instancias de mérito con relación al llenado del pagaré
de fojas cuarenta y tres, es el resultado de una confrontación
y análisis del caudal probatorio ofrecido por las partes, de
conformidad con el artículo 197 del Código Procesal Civil, que
establece que todos los medios probatorios son valorados por el
Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada, mas
en la resolución solo serán expresadas las valoraciones esenciales
y determinantes que de manera objetiva sustenten su decisión.
Además, se advierte que las instancias de mérito han motivado
de manera suficiente su decisión, al haber efectuado una correcta
interpretación de los artículos 10 y 19 de la Ley número 27287
– Ley de Títulos Valores, sosteniendo que la ejecutada autorizó
el llenado del referido título valor y que ésta no se ha podido
acreditar que el pagaré haya sido completado contraviniendo los
97227
acuerdos pactados. En consecuencia, al no haberse cumplido con
demostrar la incidencia directa de las causales denunciadas sobre
la decisión contenida en la resolución impugnada, el presente
recurso deviene en improcedente. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Ana María Cornejo Granja a fojas quinientos cuarenta y cuatro,
contra la resolución de vista de fojas quinientos veintiocho, de
fecha seis de mayo de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Banco de
Crédito del Perú contra Ana María Cornejo Granja y otros, sobre
Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-181
CAS. Nº 2830-2015 LIMA
NULIDAD DE ASIENTO REGISTRAL. SUMILLA: La causal de
infracción normativa material se configura cuando en el desarrollo
del proceso no se han respetado los derechos procesales de las
partes, se han omitido o alterado actos del procedimiento, la tutela
jurisdiccional no ha sido efectiva, el órgano jurisdiccional deja de
motivar sus decisiones o lo hace en forma incoherente, en clara
transgresión de la normatividad vigente y de los principios procesales.
Lima, diecisiete de junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil ochocientos treinta –
dos mil quince, y producida la votación correspondiente, emite la
presente sentencia. MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del recurso
de casación interpuesto por Antonio Michel Vega Paredes a fojas
trescientos treinta y seis, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos nueve, de fecha uno de junio de dos mil quince, emitida
por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
confirma la sentencia apelada de fojas doscientos setenta y dos, de
fecha veintisiete de agosto de dos mil catorce, que declara infundada
la demanda. FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fecha dos de octubre de dos mil
quince, ha estimado procedente el recurso de casación referido, por
las causales de infracción normativa de derecho material e infracción
normativa de derecho procesal. El recurrente ha denunciado lo
siguiente: i) Infracción normativa del artículo 50 inciso 6 del
Código Procesal Civil: Sostiene que al emitir la sentencia recurrida,
la Sala Superior vulneró el principio de congruencia procesal porque
se limitó a realizar la enumeración de los hechos, sin efectuar el
juicio de valor de los datos objetivos derivados del presente caso.
Alega que no se resolvió el petitorio de su demanda, considerando
que tanto la pretensión demandada como el recurso de apelación se
sustentaron en la Fe Pública Registral. Además, nunca tuvo
conocimiento del proceso de Ejecución de Garantías llevado a cabo
ante el Quinto Juzgado Comercial de Lima, ni de la hipoteca que
pesaba sobre el inmueble; ii) Infracción normativa material del
artículo 2014 del Código Civil: Refiere que adquirió el inmueble de
sus anteriores propietarios Simón Mayta Ccuno y Paulina Abregú
Toscano de Mayta, cuando en la ficha registral no existía medida
cautelar o hipoteca constituida sobre el inmueble sub litis, como
consta de los Asientos números 00010 y 00011 de la Partida número
P01304015 por lo que al confirmar la recurrida se vulneró el artículo
2014 del Código Civil, referido a la publicidad registral. Agrega que
en la indicada partida obra el levantamiento de hipoteca inscrita el
día veinticinco de marzo de dos mil diez, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 83.2 inciso g de la Ley General del Sistema
Concursal - Ley número 27809, incurriendo en error la Sala Superior
al precisar que el derecho del recurrente fue inscrito el día uno de
abril de dos mil doce, cuando en realidad lo inscribió el siete de abril
de dos mil once. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, existiendo
denuncias por causal de infracción material y procesal, corresponde
verificar primero si se ha configurado o no esta última causal, pues
en caso de ser estimada, se dispondría el reenvío de la causa al
estadio procesal correspondiente, impidiendo que sea factible el
análisis de las normas materiales en las que se sustenta o debió
sustentarse la resolución recurrida. SEGUNDO.- Que, a fin de
desarrollar la causal de infracción normativa procesal denunciada,
es necesario señalar que Antonio Michel Vega Paredes interpone
como pretensión principal la declaración judicial de preferencia del
derecho de propiedad de su parte, frente a la inscripción y al remate
judicial y como pretensión accesoria, la nulidad registral contra
Walter Emilio Zevallos Zevallos y otro, a fin de que se declare la
nulidad del Asiento número 00013 de la Partida número P01304015
del Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima,
donde consta la adjudicación ordenada por el Quinto Juzgado Civil
con Subespecialidad Comercial de Lima, conforme la Resolución
número 51, de fecha diecinueve de enero de dos mil nueve y la
Resolución número 57, de fecha diecinueve de junio de dos mil
once, a favor de Walter Emilio Zevallos Zevallos del inmueble de su
propiedad sito en la Avenida Túpac Amaru número 5299, Manzana
E, Lote 8, Urbanización Popular San Juan Bautista, Primera Etapa,
distrito de Comas, provincia y departamento de Lima, alegando que
es propietario del inmueble conjuntamente con su cónyuge Rosario
Marlene Torrejón Campos, al haberlo adquirido por compraventa de
fecha uno de abril de dos mil once, celebrada con Simón Mayta
Ccuno y Paulina Abregú Toscano de Mayta, inscrita en los Registros

97228 CASACIÓN
Públicos el trece de abril de dos mil diez, mediante un acto jurídico
oneroso conforme se demuestra con el cheque de gerencia inserto
en la Escritura Pública; que el catorce de noviembre de dos mil once,
al solicitar copias del Registro tomó conocimiento de que el Quinto
Juzgado Civil con Subespecialidad Comercial de Lima en un proceso
seguido por el Banco de Crédito del Perú contra Demetrio Chuima
Manuelo y Victoria Quispe de Chuima, sobre Ejecución de Garantías
se dio con la sorpresa de que los ejecutados habían gravado su
inmueble, sin su conocimiento, ya que el predio lo adquirió de Simón
Mayta Ccuno y de Paulina Abregú de Mayta, quienes lo adquirieron
mediante remate concursal al amparo de la Ley número 27809 que
liquidó y disolvió el patrimonio de Demetrio Chuima Manuelo y
dispuso el levantamiento de la hipoteca que estaba anotada en los
Registros Públicos; además el Juez del Quinto Juzgado Civil con
Subespecialidad Comercial de Lima ordenó que bajo responsabilidad
se inscriba la adjudicación a favor del emplazado, pasando por el
principio de la buena fe registral. TERCERO.- Que, el Juez de la
causa, declara infundada la demanda, considerando que el Banco
de Crédito del Perú inició proceso de Ejecución de Garantías contra
Demetrio Chuima Manuelo y Victoria Quispe de Chuima, el cual
terminó con el remate del inmueble hipotecado, y si bien durante el
transcurso del proceso judicial las personas de los deudores
transfirieron el predio, primero a Simón Mayta Ccuno y a Paulina
Abregu de Mayta con fecha dos de febrero del dos mil diez y
posteriormente éstos se lo vendieron al demandante con fecha uno
de abril del dos mil once. Es evidente de que estas dos últimas
transferencias habían sido realizadas cuando a Walter Emilio
Zevallos Zevallos ya se le había adjudicado por remate el
mencionado inmueble ya que la resolución de Adjudicación data del
diecinueve de enero del dos mil nueve, por lo tanto es evidente que
los vendedores tenían conocimiento de que el inmueble que estaban
transfiriendo ya no era de su propiedad, sino de Walter Emilio
Zevallos Zevallos, tanto más que el gravamen hipotecario a favor del
Banco de Crédito se encontraba inscrito desde el día diecisiete de
junio del dos mil cinco, según copia literal de fojas doscientos
cincuenta y cinco, por lo que mal puede alegar la parte demandante
de que habría adquirido la propiedad del inmueble de buena fe
cuando es evidente de que ya existía un gravamen inscrito a favor
del Banco ejecutante; que al haberse ordenado mediante resolución
judicial expedida por el Quinto Juzgado Civil con Subespecialidad
Comercial de Lima la inscripción de la Adjudicación del inmueble a
favor del demandado en la partida registral correspondiente no se ha
incurrido en causal de nulidad alguna, puesto que el proceso judicial
del cual emana dicha adjudicación ha sido tramitado observando las
formalidades de ley y dicho mandato tiene la calidad de cosa
juzgada; que respecto al hecho de referir el demandante de que su
derecho de propiedad resultaría preferente al del demandado, ello
tampoco puede ser así, puesto que la adjudicación de la propiedad a
favor del emplazado se realizó por mandato judicial de fecha
diecinueve de enero del dos mil nueve, esto es, con mucha
anterioridad a la compraventa efectuada a favor del demandante,
que es de fecha uno de abril del año dos mil once, por lo cual es
evidente que la pretensión principal no puede prosperar; que
respecto a la pretensión accesoria de Nulidad del Asiento Registral
número 0013 de la Partida número PO1304015, en donde refiere se
encuentra inscrita la transferencia de propiedad efectuada a favor
del nuevo adjudicatario; al haberse desestimado la pretensión
principal de Nulidad del Acto Jurídico de Inscripción de Adjudicación
y de Preferencia del Derecho de Propiedad, es evidente que la
pretensión accesoria tampoco puede prosperar. CUARTO.- Que, al
ser apelada dicha sentencia la Sala Superior la confirma,
considerando que la Hipoteca constituida a favor del Banco de
Crédito del Perú y otorgada por Victoria Quispe de Chuima y
Demetrio Chuima Manuelo, se inscribió en los Registros Públicos
con fecha diecisiete de junio de dos mil cinco, cuya cancelación fue
inscrita con fecha veinticinco de marzo de dos mil diez, a solicitud de
la entidad liquidadora del patrimonio de Demetrio Chuima Manuelo,
conforme lo señalado por el inciso g) del artículo 83.2 de la Ley
número 27809 – Ley del Sistema Concursal; llevándose a cabo el
remate judicial con fecha siete de enero de dos mil nueve, en el cual
el codemandado Walter Emilio Zevallos Zevallos se adjudicó el bien
inmueble materia del proceso, como consecuencia de la ejecución
judicial de la referida hipoteca, cuya transferencia fue formalizada
por el Quinto Juzgado Civil con Subespecialidad Comercial de Lima
mediante la Resolución número cincuenta y uno, de fecha diecinueve
de enero de dos mil nueve (fojas ciento cuarenta y dos a ciento
cuarenta y tres), la que fue confirmada por la Primera Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de Lima, mediante la Resolución número
siete, de fecha cinco de abril de dos mil once, la cual ha adquirido la
autoridad de cosa juzgada, de acuerdo a lo establecido en el inciso
1 del artículo 123 del Código Procesal Civil, y que, por tanto, adquiere
también la calidad de inmutable, salvo en los casos de Cosa Juzgada
Fraudulenta, Corrección de Resoluciones Judiciales, o Amparo
debidamente declarado mediante resolución firme, supuestos que
no se verifican en el presente caso; que en ese sentido, la inscripción
del título ordenada por el Quinto Juzgado Civil con Subespecialidad
Comercial de Lima a favor Walter Emilio Zevallos Zevallos resulta
válida por provenir de una resolución judicial definitiva; sustentada
en lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 4 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, lo que concuerda
con el segundo párrafo del inciso 2 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, y los artículos 2010 y 2019 inciso 8 del Código Civil;
que siendo así, no se advierte de autos que la inscripción del título
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
en que se funda la adjudicación a favor del codemandado Walter
Emilio Zevallos Zevallos adolezca de nulidad o carezca de alguno de
los requisitos que establecen los reglamentos pertinentes de los
Registros Públicos; deviniendo en la improbanza de la pretensión,
conforme al artículo 200 del Código Procesal Civil; haciéndose
hincapié de que no es materia del presente proceso declarar la
preferencia del mejor derecho de propiedad, respecto de los títulos
que exhiben las partes; en virtud del escrito de subsanación de la
demanda (fojas ochenta y seis a ochenta y ocho), en cuanto
manifiesta expresamente que: “Aclaramos o precisamos que el
petitorio de mi demanda está dirigido a que se declare la nulidad del
Asiento Registral número 00013 de la Partida número P01304015 de
los Registros de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima,
donde consta inscrita la Adjudicación ordenada por el Juez del
Quinto Juzgado Comercial de Lima a favor del señor Walter Emilio
Zevallos Zevallos” (sic); y admitida mediante la resolución número
seis como de “Nulidad de Asiento Registral”(fojas ochenta y nueve y
noventa).QUINTO.- Que, el debido proceso está calificado como un
derecho humano o fundamental que asiste a toda persona por el
sólo hecho de serlo, y que le faculta a exigir del Estado un
juzgamiento imparcial y justo ante un Juez responsable, competente
e independiente, toda vez que el Estado no solamente tiene el deber
de proveer la prestación jurisdiccional a las partes del proceso o
terceros legitimados, sino a proveerla con determinadas garantías
mínimas que le aseguren un juzgamiento imparcial y justo, en tanto
que el debido proceso sustantivo no solo exige que la resolución sea
razonable, sino esencialmente justa. Consecuentemente el derecho
al debido proceso es un conjunto de garantías de las cuales gozan
los justiciables, que incluyen, la tutela jurisdiccional efectiva, la
observancia de la jurisdicción y de la competencia predeterminada
por Ley, la pluralidad de instancias, la motivación y la logicidad de las
resoluciones, el respeto a los derechos procesales de las partes,
tales como el derecho de acción y de contradicción, entre otros.
SEXTO.- Que, bajo ese contexto, se puede colegir que la causal
denunciada se configura cuando en el desarrollo del proceso, no se
han respetado los derechos procesales de las partes, se han omitido
o alterado actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido
efectiva, el órgano jurisdiccional deja de motivar sus decisiones o lo
hace en forma incoherente, en clara transgresión de la normatividad
vigente y de los principios procesales. SÉTIMO.- Que, en cuanto a la
denuncia procesal, debe señalarse que la sentencia de vista
impugnada se encuentra debidamente motivada al contener los
respectivos fundamentos de hecho y derecho que la sustentan,
asimismo, no se vulnera el principio de congruencia procesal
denunciado, puesto que se ha establecido que la inscripción del
título ordenada por el Quinto Juzgado Civil con Subespecialidad
Comercial de Lima a favor de Walter Emilio Zevallos Zevallos resulta
válida al provenir de una resolución judicial firme, siendo que del
escrito de subsanación de demanda que obra a fojas ochenta y seis,
el accionante aclaró el petitorio de la demanda, alegando que solicita
que se declare la nulidad del Asiento Registral número 00013 de la
Partida número P01304015 del Registro de Propiedad Inmueble de
la Oficina Registral de Lima; cabe agregar que lo que pretende el
recurrente es que se declare la preferencia del mejor derecho de
propiedad respecto de los títulos que exhiben las partes; en
consecuencia, la denuncia formulada debe desestimarse. OCTAVO.-
Que, en consecuencia, al desestimarse la causal de infracción
normativa procesal corresponderá a este Supremo Tribunal
pronunciarse respecto a la denuncia de causal de infracción
normativa material; y en el presente caso, conforme se ha señalado
en el considerando anterior, lo que es materia de debate en el
presente proceso es la Nulidad de Asiento Registral y no la
preferencia de Mejor Derecho de Propiedad, por lo tanto, no se
advierte infracción alguna del artículo 2014 del Código Civil
denunciado, puesto que dicha norma regula el principio de la buena
fe pública registral, lo que no es materia de debate en el presente
proceso. Por las consideraciones expuestas, y de conformidad con
el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto por Antonio Michel Vega Paredes a
fojas trescientos treinta y seis; por consiguiente, NO CASARON la
sentencia de vista de fojas trescientos nueve, de fecha uno de junio
de dos mil quince, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada de
fojas doscientos setenta y dos, de fecha veintisiete de agosto de dos
mil catorce, que declara infundada la demanda; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,
bajo responsabilidad; en los seguidos por Antonio Michel Vega
Paredes contra Walter Emilio Zevallos Zevallos y otros, sobre
Nulidad de Asiento Registral; y los devolvieron. Ponente Señor
Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA C-1569469-182
CAS. Nº 3113-2015 LA LIBERTAD
NULIDAD DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, treinta de junio de
dos mil dieciséis. VISTOS, con la razón emitida por el Secretario
de este Supremo Tribunal (folio 73 del cuadernillo de casación),
del trece de junio de dos mil dieciséis; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por los demandados Julio César Minchola Vergara
y Paula Francisca Davelouis Casana (folios 601) contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número treinta y
uno del siete de agosto de dos mil catorce (folios 586) expedido
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad; la cual confirmó la apelada contenida
en la Resolución número veintiséis del trece de enero de dos mil
catorce (folios 522) la cual declaró fundada en parte la demanda;
por lo que corresponde examinar si el referido recurso cumple con
los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que los recurrentes
fueron notificados el dieciséis de junio de dos mil quince (folio
596) e interpuso recurso de casación el uno de julio del mismo
año (folio 601); y, iv) Adjunta el arancel judicial por la presentación
del presente recurso (folio 56 del cuadernillo de casación).
TERCERO.- Respecto al requisito de procedencia previsto en el
inciso 1 del Artículo 388 del Código Procesal Civil, los recurrentes
cumplieron con ello, toda vez que no consintió la sentencia de
primera instancia, pues, al serle adversa, impugnó la decisión
mediante recurso de apelación (folios 539). En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su
pedido es revocatorio. CUARTO.- Los recurrentes (Julio César
Minchola Vergara y Paula Francisca Davelouis Casana) señalan
como causales de su recurso: i) Infracción normativa procesal
del artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil;
refieren que se ha vulnerado su Derecho a la Defensa, Tutela
Jurisdiccional y Debido Proceso, puesto que la sentencia de vista
declara nulo el concesorio de apelación y, consecuentemente,
improcedente su recurso de apelación, bajo el alegato que los
extremos apelados no les causa agravio, siendo algo totalmente
incorrecto; ii) Infracción normativa procesal del artículo 93 del
Código Procesal Civil; señalan que son parte del proceso y tienen
la condición de Litisconsortes Necesarios, toda vez que se verificó
que los efectos de la sentencia pueden afectar su Derecho de
Propiedad; iii) Infracción normativa procesal de los incisos 3 y
4 del artículo 122 del Código Procesal Civil, concordante con
los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú; precisan que el órgano jurisdiccional ha motivado en forma
deficiente e incoherente su decisión, transgrediendo la normatividad
vigente y los principios procesales; y, iv) Infracción normativa
procesal del inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil;
indican que a los jueces les asiste el deber de fundamentar los
autos y sentencias, tanto de hecho como de derecho, respetando la
jerarquía de las normas y el Principio de Congruencia, bajo sanción
de nulidad, siendo ésta una garantía de la administración de justicia
que es trascendente, pues tiende a preservar tanto el Derecho
de Defensa como la eficacia y validez de los actos procesales.
QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que
solo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo
y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema;
en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa
y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil. SEXTO.- En cuanto a la infracción
procesal denunciada en el ítem i), éstos se dirigen a denunciar la
afectación del Derecho a la Defensa al declararse improcedente su
recurso de apelación, al respecto, debe recordarse que es objeto
de recurso de apelación toda resolución judicial que adolezca de
vicio o error y que, por tanto, cause agravio a los justiciables, en el
presente caso, se desprende de autos que mediante la sentencia
de primera instancia se declararon improcedentes las pretensiones
dirigidas contra los litisconsortes impugnantes, siendo ello, resulta
evidente que dicho fallo no les causa agravio y concuerda con
los intereses que estos amparan y que han ejercido, por ende, la
sentencia apelada, conforme fue indicado por el Colegiado Superior
y no les genera perjuicio alguno, por lo que, la causal denunciada
debe ser desestimada. SÉTIMO.- Asimismo, los argumentos
expuestos en los ítems ii); iii) y iv), tampoco pueden prosperar
por carecer de base real, al no advertirse la concurrencia de vicios
insubsanables que afecten el debido proceso, en tanto, la recurrida
– tomando en cuenta la naturaleza del proceso sobre Nulidad
de Acto Jurídico – contiene una motivación coherente, precisa
y sustentada en base a los hechos invocados, absolviendo las
posiciones y contraposiciones asumidas por las partes del proceso
durante el desarrollo del proceso, valorado en forma conjunta
los medios probatorios, utilizando su apreciación razonada, en
observancia a la garantía constitucional contenida en los incisos 3
y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú concordante
con el inciso 6 del artículo 50 y los incisos 3 y 4 del artículo 122 del
Código Procesal Civil. De otro lado, cabe agregar que la sentencia
recurrida, justifica adecuadamente en su considerando tercero, la
decisión de desestimar el recurso de apelación de los litisconsortes.
Por estas consideraciones y en aplicación del artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
97229
casación interpuesto por los demandados Julio César Minchola
Vergara y Paula Francisca Davelouis Casana (folios 601)
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
treinta y uno del siete de agosto de dos mil catorce (folios 586)
expedido por la Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Leoncio Jorge Moreno
Rodríguez con Nelly Trinidad Meléndez de Sánchez y otros, sobre
Nulidad de Escritura Pública; y los devolvieron. Integra esta Sala
el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del
Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-183
CAS. Nº 3115-2015 LIMA
VIOLENCIA FAMILIAR. Sumilla: Derecho a ofrecer pruebas, del
que gozan los justiciables en virtud al cual se les autoriza, en
armonía de lo dispuesto en el artículo 188 del CPC, a que puedan
proporcionar los medios probatorios que resulten necesarios para
acreditar su pretensión, estando facultado el Juzgador en
determinados casos, a no admitirlos, en tanto exista una razón que
justifique tal decisión. Lima, veintisiete de junio de dos mil dieciséis.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; Vista la causa tres mil ciento
quince – dos mil quince, en Audiencia Pública de la fecha y
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto a fojas ciento setenta y seis, por José Miguel Tavera
Salazar, contra la sentencia de vista de fojas ciento sesenta y
cinco, de fecha dieciséis de abril de dos mil quince, expedida por la
Primera Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la apelada de fojas ciento uno, su
fecha dieciocho de noviembre de dos mil catorce, que declaró
fundada la demanda de Violencia Familiar en la modalidad de
Maltrato Psicológico en agravio de Ana María Cano Prado de
Tavera, promovida por la Fiscal Provincial de la Sexta Fiscalía
Provincial de Familia de Lima. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS
CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante
Resolución Suprema de fecha tres de noviembre de dos mil quince,
se declaró procedente el recurso interpuesto por José Miguel
Tavera Salazar, por las siguientes causales: a) La infracción
normativa de los artículos 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú, y VII del Título Preliminar, 122 incisos 3 y 4,
188 y 197 del Código Procesal Civil, bajo cuyo cargo se ha
expresado que al haberse rechazado arbitrariamente las pruebas
ofrecidas, se le ubicó en un estado de indefensión frente a la
contraparte, lo que trajo consigo que la Sala Superior realice
indebidamente el juicio de valor concluyendo que ejerció actos de
violencia psicológica contra su cónyuge Ana María Cano Prado de
Tavera; b) La infracción normativa material del artículo 2 del
Texto Único Ordenado de la Ley de Protección Frente a la
Violencia Familiar número 26260, a través de la cual se ha
señalado que la Sala de vista ha considerado equivocadamente
que cometió una acción que causó daño psicológico a su cónyuge,
sin antes realizar la evaluación psicológica y psiquiátrica por el
personal especializado del Poder Judicial o del Ministerio Público,
que solicitara. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO: Que, el debido
proceso previsto en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, está concebido como el cumplimiento de todas
las garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los procesos, a
fin de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado que
pueda afectarlos. Este derecho continente comprende una serie de
derechos, uno de los cuales es el de ofrecer pruebas, derecho del
que gozan los justiciables en virtud al cual se les autoriza, en
armonía de lo dispuesto en el artículo 188 del Código Procesal
Civil, a que puedan proporcionar los medios probatorios que
resulten necesarios para acreditar su pretensión, estando facultado
el Juzgador en determinados casos a no admitirlos, en tanto exista
una razón que justifique tal decisión. SEGUNDO: Que, por escrito
de fojas cuarenta y uno, Florencia Ambrocio Barrios en su condición
de Fiscal Provincial de la Sexta Fiscalía de Familia de Lima
interpone demanda sobre Violencia Familiar en la modalidad de
Maltrato Psicológico, alegando que el agravio que se le ha
ocasionado a Ana María Cano Prado de Tavera fluye del Protocolo
de Pericia Psicológica número 079644-2013-PSC-VF corriente a
fojas veintidós. TERCERO: Que, admitida a trámite la citada
demanda y conferido el traslado respectivo, ésta es contestada por
José Miguel Tavera Salazar en los términos que aparecen en su
escrito de fojas ochenta y cinco, a través del cual niega los cargos
que se le imputan, señalando que en el encuentro que sostuvo con
su esposa Ana María Cano Prado de Tavera y al que ésta ha hecho
referencia en su denuncia de fecha doce de diciembre de dos mil
trece ante la Comisaría de San Borja, no hubo insultos ni ofensas,
así como que en el Protocolo de Pericia Psicológica número
079644-2013-PSC-VF se ha dejado constancia que la supuesta
agraviada presenta rasgos anancásticos, que dentro de la
psicología clínica - según refiere - se define como un trastorno
obsesivo compulsivo, motivo por el que peticiona que se ordene la
realización de una nueva evaluación psicológica o psiquiátrica de

97230 CASACIÓN
su cónyuge así como de su persona. CUARTO: Que, la sentencia
de vista expedida por el Colegiado de la Primera Sala Especializada
de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima al confirmar la
apelada, ha concluido que con el Informe Psicológico practicado a
la agraviada se ha puesto en evidencia los rasgos que padece una
víctima de violencia familiar, dados los maltratos psicológicos que
se han producido en su vida matrimonial que tuvo como agresor al
emplazado; agregando que al encontrarnos inmersos en un
proceso sobre Violencia Familiar en la modalidad de Maltrato
Psicológico, no resulta necesaria la evaluación psiquiátrica que se
ha peticionado; además en las evaluaciones psicológicas
practicadas a las partes en la etapa de investigación, no se ha
recomendado el referido examen, por lo que no cabe su realización.
QUINTO: Que, no obstante, del recurso de apelación corriente a
fojas ciento trece interpuesto por el recurrente contra la sentencia
de primera instancia, se desprende que el cuestionamiento en
torno al examen psiquiátrico no fue lo único que formó parte de sus
agravios, sino además lo relativo al nuevo examen psicológico que
se solicitó a nivel judicial, aspecto que no ha sido materia de
pronunciamiento por parte del Colegiado Superior, omisión que
vulnera lo dispuesto en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú y por ende el debido proceso a que se contrae el
inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú.
SEXTO: Que, asimismo es de indicarse que la decisión de la Sala
Revisora de desestimar las evaluaciones psicológicas solicitadas
por el recurrente, no se sujetó al mérito de lo actuado y al derecho
conforme lo dispone el artículo 122 del Código Procesal Civil, toda
vez que independientemente de que en los informes periciales
emitidos en autos no se sugiera se practique un examen psiquiátrico
a las partes, ello no obsta para que el Juzgador, en aras de cautelar
el derecho a ofrecer pruebas del que gozan los justiciables, meritúe
si de acuerdo a los hechos y medios de prueba aportados, tal
pedido resulta necesario o no para el caso concreto; tanto más, si
la pericia psiquiátrica al estar vinculada a la salud mental no puede
ser dejada de lado mientras no se determine su pertinencia o no al
caso de violencia familiar sometido a juzgamiento, lo que pasa por
establecer qué es lo que busca probar a través de aquella pericia.
SÉTIMO: Que, siendo ello así, resulta claro que la resolución de
vista, materia de impugnación, ha sido dictada con grave afectación
a la garantía del debido proceso prevista en el inciso 3 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, precepto concordante con
las normas procesales enunciadas de manera precedente; por lo
que en aplicación de lo dispuesto en el artículo 171 del Código
Procesal Civil corresponde decretar la nulidad no solo de la referida
resolución sino además de la apelada al no haber tenido en cuenta
lo anotado en la presente resolución, careciendo de objeto emitir
pronunciamiento por los demás agravios denunciados a través del
recurso de casación interpuesto por José Miguel Tavera Salazar.
4.- DECISIÓN: Por tales consideraciones, declararon: FUNDADO
el recurso de casación interpuesto por José Miguel Tavera Salazar
a fojas ciento setenta y seis; CASARON la sentencia de vista de
fojas ciento sesenta y cinco, de fecha dieciséis de abril de dos mil
quince, expedida por la Primera Sala Especializada de Familia de
la Corte Superior de Justicia de Lima, en consecuencia NULA la
misma, e INSUBSISTENTE la apelada de fecha dieciocho de
noviembre de dos mil catorce, corriente a fojas ciento uno;
ORDENARON que el Juez de la causa expida nuevo
pronunciamiento con arreglo a los lineamientos expuestos de
manera precedente; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por el Ministerio Público contra José Miguel Tavera
Salazar, en agravio de Ana María Cano Prado de Tavera, sobre
Violencia Familiar; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señora Cabello Matamala,
Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-184
CAS. Nº 3121-2015 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, doce de julio de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la empresa ZYM Zúñiga y Morales Contratistas
Generales Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada a
fojas doscientos quince, contra la resolución de vista de fojas ciento
ochenta y nueve, de fecha doce de mayo de dos mil quince, emitida
por la Primera Sala Civil Subespecialidad en Materia Comercial de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmó la resolución
apelada de fojas ciento cuarenta y cuatro, de fecha cuatro de
diciembre de dos mil catorce, que ordenó se proceda al remate del
bien dado en garantía; por lo que debe examinarse los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Que, en tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, se tiene que
el presente recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se
recurre una sentencia expedida por la Sala Superior que como
órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado
ante la Primera Sala Civil Subespecialidad en Materia Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución
impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo de diez días
de notificado con la resolución impugnada, pues el recurrente fue
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
notificado el uno de junio de dos mil quince, según constancia
de fojas doscientos siete, y presentó el recurso de casación el
diecisiete de junio del mismo año; y IV) Adjunta el arancel judicial
correspondiente por recurso de casación, según consta a fojas
doscientos trece, reintegrado a fojas veintiocho del cuaderno de
casación. TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que la parte recurrente
no consintió la sentencia expedida en primera instancia que le fue
desfavorable al haberla impugnado a fojas ciento cincuenta, por
lo que cumple con lo dispuesto en la norma procesal anotada.
CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos
contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, es necesario que la parte recurrente señale en qué consiste
la infracción normativa denunciada o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. - En el presente medio impugnatorio
se denuncia que se ha aplicado en forma incorrecta la norma
adjetiva y sustantiva, transgrediendo el principio de veracidad
y formalidad. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación
expuesta se advierte que la recurrente no cumple con los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, pues no ha señalado cuál es la norma procesal o material
que se habría infringido, y menos aun demuestra la incidencia
directa sobre la decisión impugnada. SEXTO.- Que, en cuanto a
la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código
Adjetivo, la parte recurrente tampoco ha cumplido con indicar cual
es su pedido casatorio. Por las razones expuestas y en aplicación de
lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
empresa ZYM Zúñiga y Morales Contratistas Generales Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada a fojas doscientos quince,
contra la resolución de vista de fojas ciento ochenta y nueve, de
fecha doce de mayo de dos mil quince, emitida por la Primera Sala
Civil Subespecialidad en Materia Comercial de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por el Banco Scotiabank Perú Sociedad Anónima
Abierta contra la empresa ZYM Zúñiga y Morales Contratistas
Generales Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada y
otros, sobre Ejecución de Garantías; y los devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-185
CAS. Nº 3125-2015 ANCASH
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Debido Proceso.-
“Independientemente que el Colegiado Superior no ha analizado la
pretensión postulada a la luz del legítimo interés a que hace
referencia el artículo 220 del Código Civil que habilita la
interposición de este tipo de acciones, precepto legal que inclusive
ha sido invocado por la recurrente a través de su escrito de
demanda (…), la recurrida contiene un fallo incongruente, toda vez
que a pesar de su naturaleza inhibitoria, expresa a través de sus
consideraciones aspectos que conciernen al fondo del asunto.
Lima, veintidós de agosto del dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número tres mil ciento veinticinco –
dos mil quince, en audiencia de la fecha y verificada la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por
Bonifacia Moreno Sotomayor a fojas quinientos setenta y ocho,
contra la sentencia de vista de fojas quinientos sesenta y cinco, de
fecha veintiocho de mayo de dos mil quince, expedida por la Sala
Mixta Transitoria Descentralizada de Huari de la Corte Superior de
Justicia de Ancash, la misma que revocando la apelada de fojas
cuatrocientos ochenta y cuatro, de fecha treinta y uno de diciembre
de dos mil catorce declara improcedente la demanda de nulidad de
acto jurídico incoada por la referida impugnante contra el Director
Ejecutivo del Organismo de Formalización de la Propiedad Informal
(en adelante COFOPRI) y otros. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS
CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala
Suprema mediante Resolución de fecha tres de noviembre de dos
mil quince, de fojas cincuenta y nueve, del cuaderno de casación,
declaró procedente el recurso de casación interpuesto por
Bonifacia Moreno Sotomayor, por la causal de infracción
normativa de los incisos 1, 4 y 8 del artículo 219 del Código
Civil, bajo cuyo cargo la recurrente ha alegado que es propietaria
del predio sub judice por haberlo adquirido vía compraventa de
Zenaida Meza Vega viuda de Uyeno en el año mil novecientos
ochenta, pese a lo cual, la demandada Lola María Uyeno Meza de
Ramírez, hija de la mencionada vendedora, aprovechándose de su
ausencia, ha tramitado la titulación a su nombre del referido bien
ante la Municipalidad Provincial de Pomabamba y COFOPRI, sin
su consentimiento y sorprendiendo a los funcionarios respectivos;
agregando que la Sala de Vista se ha limitado a invocar
disposiciones que resultan impertinentes al caso de autos ya que
corresponden al ámbito administrativo, así como a señalar que el
Estado a través de la Municipalidad y bajo la Asesoría Técnica de
COFOPRI ha otorgado el título de propiedad correspondiente en
atención a la constatación que se ha realizado en el predio sub litis,
habiendo deducido dicho órgano jurisdiccional sin el debido
sustento; que en los actuados no se advierte la existencia de la
causal de nulidad que concierne al fin ilícito, ausencia de motivación
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que también se aprecia al momento de hacer alusión a la causal de
nulidad relativa a la contravención de las normas de orden público
y las buenas costumbres, obviando que se ha formalizado la
titulación de su inmueble a favor de una persona que sabe que no
tiene la calidad de dueña. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO: El
Derecho al Debido Proceso previsto en el inciso 3 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, está concebido como el
cumplimiento de todas las garantías, requisitos y normas de orden
público que deben observarse por las instancias en todos los
procesos, a fin de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del
Estado que pueda afectarlos. SEGUNDO: Por escrito de fojas
cuarenta y nueve, Bonifacia Moreno Sotomayor de Chua interpone
demanda al amparo de los artículos 219 incisos 1, 4 y 8, y 220 del
Código Civil, solicitando la nulidad del acto jurídico contenido en el
Título de Propiedad de fecha veinticuatro de febrero de dos mil
once, otorgado a favor de Lola María Uyeno Meza de Ramírez, por
la Municipalidad Provincial de Pomabamba, COFOPRI y el Ministro
de Vivienda, Construcción y Saneamiento; así como de su
inscripción en los Registros de Predios de la Superintendencia
Nacional de Registros Públicos - SUNARP, alegando entre otras
razones, que la referida demandada ha sorprendido a los
funcionarios del Organismo en mención, ya que sabía
perfectamente que el inmueble sub judice ubicado en el Jirón Lima
número cuatrocientos tres, Lote número cinco, Manzana F2 del
Distrito y Provincia de Pomabamba, Departamento de Ancash, no
le pertenece debido a la enajenación a su favor que realizó su
madre adoptante que en vida fuera Zenaida Mesa Vega viuda de
Uyeno. TERCERO: El Colegiado de la Sala Mixta Transitoria
Descentralizada de Huari de la Corte Superior de Justicia de
Ancash al revocar la apelada y declarar improcedente la demanda
ha concluido, entre otros, que en autos no se ha acreditado la
existencia de la Escritura de Compraventa que debió haberse
realizado en virtud al contrato del veintidós de enero de mil
novecientos ochenta que ha anexado la actora; por lo que es
evidente que ésta no ha demostrado ser titular del bien inmueble
sub judice, así como tampoco se ha probado que el acto jurídico en
cuestión se encuentre incurso en las causales de nulidad referidas
a la falta de manifestación de la voluntad del agente, fin ilícito o que
haya sido celebrado contra las leyes de orden público y las buenas
costumbres. CUARTO: De lo expuesto, resulta claro que el
Colegiado Superior no ha analizado la pretensión postulada a la luz
del legítimo interés a que hace referencia el artículo 220 del Código
Civil que habilita la interposición de este tipo de acciones, precepto
legal que inclusive ha sido invocado por la recurrente a través de su
escrito de demanda de fojas cuarenta y nueve; independientemente
de ello, la recurrida contiene un fallo incongruente, toda vez que a
pesar de su naturaleza inhibitoria, expresa a través de sus
consideraciones aspectos que conciernen al fondo del asunto,
como es el caso que el acto jurídico impugnado no está incurso en
las causales de nulidad de falta de manifestación de la voluntad del
agente, fin ilícito, ni contravención a las leyes de orden público y las
buenas costumbres; conclusión que además no ha sido sustentada
adecuadamente, ya que resulta insuficiente que se sostenga que el
Municipio bajo la Asesoría Técnica de COFOPRI ha otorgado el
título de propiedad en virtud al hecho fáctico constatado en el
terreno de los hechos y en cumplimiento de una serie de requisitos;
circunstancia esta última que ha sido advertida por la recurrente
conforme es de verse de su recurso de casación. QUINTO: Los
graves vicios detectados no pueden resultar ajenos a este Supremo
Tribunal dado que la función de control que ejerce sobre la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto, pasa
por un análisis de los hechos establecidos en el proceso en
atención a lo expuesto por las partes y la prueba incorporada por
éstas o por el órgano jurisdiccional, actividad que desde luego
debe guardar estricta sujeción al Debido Proceso. SEXTO: Uno de
los derechos que forman parte del debido proceso y que merece
traer a colación, es el de obtener de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente respecto de todas las
pretensiones oportunamente deducidas por las partes en cualquier
clase de procesos, garantía que busca asegurar que las
resoluciones judiciales no se encuentren justificadas en el mero
capricho del juzgador sino en datos objetivos que proporciona el
ordenamiento jurídico o los que se deriven del caso; y es que al
exigirse una adecuada motivación de las resoluciones, se garantiza
que los Jueces, cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan,
expresen el razonamiento que los llevó a decidir un determinado
asunto, asegurando de este modo no solo que el ejercicio de la
potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la
Constitución y a la ley, sino además que el derecho a la defensa de
las partes o terceros legitimados queden resguardados. SÉTIMO:
De otro lado, de autos se aprecia que uno de los argumentos en
que COFOPRI sustentó su defensa a través de su escrito de
contestación a la demanda que obra a fojas ciento cuatro,
reproducido a fojas ciento veintiocho, radica en que devenía en
improcedente la interposición de cualquier acción, pretensión o
procedimiento alguno destinado a cuestionar la validez del título de
propiedad individual otorgado por dicha entidad e inscripción
respectiva, conforme a lo dispuesto por la Cuarta Disposición
Transitoria, Complementaria y Final del Reglamento de Normas
que regulan la Organización y Funciones de COFOPRI, aprobado
por Decreto Supremo número 039-2000-MTC; no obstante las
instancias de mérito no han emitido pronunciamiento en torno a tal
97231
aspecto; por lo que en uso de la facultad saneadora de la que se
encuentra premunida esta Sala Suprema a través de la cual se
persigue el resguardo al debido proceso, corresponde en el caso
concreto anular tanto la sentencia de vista de fecha veintiocho de
mayo de dos mil quince como la apelada de fecha treinta y uno de
diciembre de dos mil catorce, a efecto de que el órgano jurisdiccional
respectivo renueve el acto procesal afectado, por encontrarse
incurso en causal de nulidad insubsanable como lo prevé el artículo
171 del Código Procesal Civil. OCTAVO: Por consiguiente, estando
a que los defectos anotados conculcan las garantías del debido
proceso y de la adecuada motivación de las resoluciones judiciales
contenidas en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, normas que resultan concordantes con lo previsto
en el inciso 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil que exige la
expedición de un fallo que se pronuncie respecto a todos los puntos
en debate, en armonía a lo expuesto por las partes y a la prueba
actuada, corresponde ordenar el reenvío excepcional de los
presentes autos a efecto de que el Juez de la causa emita nuevo
fallo con arreglo a las directivas expuestas de manera precedente,
careciendo de objeto emitir pronunciamiento respecto de la causal
referida a la infracción normativa de los incisos 1, 4 y 8 del artículo
219 del Código Civil. 4.- DECISIÓN: Por tales consideraciones,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas
quinientos setenta y ocho por Bonifacia Moreno Sotomayor;
CASARON la resolución de vista de fojas quinientos sesenta y
cinco, de fecha veintiocho de mayo de dos mil quince, en
consecuencia NULA la misma e INSUBSISTENTE la apelada de
fecha treinta y uno de diciembre de dos mil catorce, corriente a
fojas cuatrocientos ochenta y cuatro; ORDENARON que el Juez
del Juzgado Mixto de Pomabamba de la Corte Superior de Justicia
de Ancash expida nuevo fallo con arreglo a los considerandos
expuestos precedentemente; DISPUSIERON se publique la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Bonifacia Moreno Sotomayor
con el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal –
COFOPRI y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los
devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces
Supremos Señores Mendoza Ramírez y Cabello Matamala.
Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S. ROMERO
DÍAZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-186
CAS. Nº 3147-2015 PIURA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, doce
de julio de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal
el recurso de casación interpuesto por Dagoberto Enrique Heredia
Mori a fojas quinientos ochenta y dos, contra la sentencia de vista
de fojas quinientos cincuenta y nueve, de fecha trece de mayo de
dos mil quince, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Piura, que: I) Confirma la sentencia apelada de fojas
cuatrocientos diecinueve, de fecha dieciocho de agosto de dos
mil catorce, en el extremo que declara improcedente la demanda
sobre Indemnización por Daños y Perjuicios por Responsabilidad
Civil Extracontractual interpuesta por el recurrente contra Cynthia
Pilar Jiménez Zuazo; y II) Revoca la misma sentencia en el
extremo que declara fundada en parte la demanda interpuesta
contra la empresa Conservera Las Américas Sociedad Anónima;
y reformándola declara improcedente la misma; para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, se advierte que el presente recurso de casación
satisface dichas exigencias, al haberse interpuesto: I) Contra
una resolución expedida por la Sala Superior respectiva que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II) Ante la
Sala Superior que emitió la resolución impugnada, que para el
caso de autos es la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura; III) Dentro del plazo previsto por ley, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
conforme se corrobora con el cargo de notificación obrante a fojas
quinientos setenta y seis; y IV) Adjuntando el respectivo arancel por
recurso de casación. TERCERO.- Que, respecto a los requisitos
de procedencia contenidos en los incisos 1 y 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, se advierte de autos que el recurrente
apeló la sentencia de primera instancia en el extremo que le fue
adverso y señaló que su pedido casatorio es revocatorio; por lo
que ambos requisitos han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en
cuanto a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, el recurrente denuncia las causales
de: a) Infracción normativa procesal del artículo 139 incisos
3 y 5 de la Constitución Política del Perú, concordante con
los artículos I del Título Preliminar y 122 del Código Procesal
Civil, alegando que la sentencia carece de una debida motivación,
porque la Sala Superior no ha tenido en cuenta que en el acuerdo
conciliatorio no participó la empresa demandada, y porque la
Sala se contradice con su primera resolución de fecha cinco de
mayo de dos mil catorce. Sostiene además que, la sentencia
de vista en su considerando trece señala que el demandante
consintió la disposición de dar por concluido el proceso penal y su

97232 CASACIÓN
archivamiento definitivo sin reservarse de modo alguno su derecho
de recurrir a la vía extra penal, sin motivar las razones, es decir,
el Colegiado al momento de emitir su fallo ha afectado el Derecho
al Debido Proceso así como el Derecho a la Tutela Jurisdiccional
Efectiva; b) Infracción normativa del artículo 1969 del Código
Civil, alegando que la Sala Superior no ha aplicado dicho
artículo, ya que según los hechos, estos se han realizado y por
ende corresponde una indemnización; c) Infracción normativa
material del artículo 1984 del Código Civil, sosteniendo que la
Sala revisora no ha emitido pronunciamiento en cuanto al daño
moral, pese a estar acreditado el hecho que lesionó el honor del
demandante; y d) Infracción normativa material del artículo
1985 del Código Civil, alegando que la Sala Civil no ha tenido
en cuenta este articulado, ya que con haber publicado en el mural
hechos que afectan el honor del demandante se habría generado
el daño, el cual no se tuvo en cuenta. QUINTO.- Que, estando a los
fundamentos expuestos, la causal procesal contenida en el ítem
“a)” no satisface el requisito de procedencia señalado en el inciso
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues se aprecia que la
sentencia de vista se encuentra debidamente motivada, al haberse
enumerado los puntos sobre los que versa la presente causa, con
la debida fundamentación de hecho y de derecho en que se basa
la decisión, dilucidándose el conflicto de intereses, habiéndose
establecido finalmente que la demanda es improcedente porque
entre las pretensiones que el demandante solicitó en la querella
estaba el pago de una reparación civil por la suma de doscientos
cincuenta mil soles (S/250,000.00) por el daño que le pudiera
haber causado la publicación efectuada en el local de la empresa
codemandada, por lo que al haber conciliado en dicho proceso con
Cynthia Pilar Jiménez Zuazo en su calidad de Gerente de Recursos
Humanos de la citada empresa, ha visto satisfecha su pretensión
resarcitoria con el comunicado público de desagravio que
convinieron las partes. En tal sentido, la causal procesal deviene en
improcedente. SEXTO.- Que, en cuanto a las causales materiales
contenidas en los ítems “b)”, “c)”, y “d)” se advierte que no
satisfacen los requisitos de procedencia señalados en los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues no señalan en
forma clara y precisa en qué ha consistido la infracción material que
denuncia ni ha demostrado su incidencia directa sobre la decisión
impugnada, por el contrario, se advierte que la argumentación
esbozada incide en un reexamen de los medios probatorios y de
los hechos acontecidos en las instancias de mérito, pretendiendo
con ello que se varíe la decisión adoptada, situación que no se
relaciona con la naturaleza y fines del recurso de casación; por
lo que estas causales devienen igualmente en improcedentes.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Dagoberto Enrique Heredia Mori a
fojas quinientos ochenta y dos, contra la sentencia de vista de fojas
quinientos cincuenta y nueve, de fecha trece de mayo de dos mil
quince, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Piura; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Dagoberto Enrique Heredia Mori contra Cynthia
Pilar Jiménez Zuazo, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios
por Responsabilidad Civil Extracontractual; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-187
CAS. Nº 3184-2015 LIMA
CUMPLIMIENTO DE OBLIGACIÓN. Lima, doce de julio de dos mil
dieciséis. AUTOS Y VISTOS; con el expediente principal y
Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es objeto de conocimiento de esta Sala Suprema el
Recurso de Casación interpuesto por el pretensor Jesús Edgardo
Muñoz Zapata, contra la Sentencia de Vista contenida en la
Resolución número cinco de fecha catorce de mayo de dos mil
quince, corriente de folios trescientos cuarenta y uno a trescientos
cuarenta y cinco, que confirma la sentencia apelada de primera
instancia que declara improcedente la demanda sobre
Cumplimiento de Obligación y Nulidad de Acto Jurídico.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación
según lo preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que
exige que lo que se impugne sea una sentencia o auto expedido
por una Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado,
ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así,
si el Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado
que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto
ante el órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii)
La verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contados desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
particular, el Recurso de Casación satisface los requisitos de
admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a) Se
recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al proceso sobre
Cumplimiento de Obligación y Nulidad de Acto Jurídico, contenida
en la Resolución número cinco de fecha catorce de mayo de dos
mil quince, corriente de folios trescientos cuarenta y uno a
trescientos cuarenta y cinco; b) Se interpone ante la Primera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
como órgano superior que emitió la Sentencia recurrida, no
requiriéndose acompañar por tal circunstancia los recaudos
adicionales; c) Se presenta dentro del plazo establecido por ley,
dado que la Sentencia de Vista se notificó al recurrente el trece de
julio de dos mil quince, según cargo obrante a folios trescientos
cincuenta, y el Recurso se presentó el treinta de julio del mismo
año; y, d) Se ha cumplido con presentar el Arancel Judicial
respectivo, el que corre inserto a folios treinta y cinco del cuaderno
de casación, dando cumplimiento a lo ordenado por este Supremo
Tribunal mediante Resolución de fecha veintidós de abril del año en
curso corriente a folios treinta y uno y treinta y dos del citado
cuadernillo de casación. CUARTO.- Asimismo, el casacionista
cumple con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código
Procesal Civil, al no haber dejado consentir la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable, expedida por el Séptimo Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
mediante Resolución número trece de fecha veinte de marzo de
dos mil catorce, obrante de folios doscientos setenta a doscientos
setenta y ocho. QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y
excepcional, por lo que debe estar estructurado con precisión y
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo al
impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación.
SEXTO.- En el contexto descrito, corresponde realizar la labor de
verificación del cumplimiento de los restantes requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el precitado Artículo 388° del
Código Procesal Civil. SÉPTIMO.- Encaminados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en: I)
Infracción normativa procesal del inciso 3) del Artículo 139° de
la Constitución Política del Perú y Artículo I del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, desde que la apelada
carece de una adecuada motivación, al no señalar la causal de la
imposibilidad física o jurídica del petitorio de la demanda,
sosteniéndose que: a) La sentencia recurrida no ha transcrito los
vicios y errores descritos en el recurso de apelación del dos de
junio de dos mil catorce e invoca de manera sesgada premisas,
omitiendo en su análisis otros fundamentos que han sustentado el
recurso impugnativo. No se ha evaluado que con el actuar procesal
de la co demandada Griselda Pilar López Jhonson, así como por la
existencia de procesos judiciales iniciados por ella (Expediente
número 380-2012 sobre pago de alquileres y Expediente número
005-2012 sobre desalojo por vencimiento de contrato que han sido
favorables al recurrente), por las conciliaciones extrajudiciales y los
documentos administrativos que se mencionan en la recurrida se
desprende que la citada co demandada siempre ha actuado como
propietaria y es debido a ello que existe el derecho del recurrente
de exigir el cumplimiento de la obligación de celebrar el contrato de
compra venta del inmueble ubicado en la Avenida San Martín
Número setecientos veintiuno, Pasaje E44 del Distrito de Pueblo
Libre, al que se obligó celebrar por lo que siempre estuvo expedita
su obligación, en ese sentido, el Superior no ha dado una valoración
apropiada a la totalidad de las pruebas aportadas al proceso, ni a
los hechos acontecidos en el proceso; y b) El texto de la Carta
Notarial número 018083 de fecha veinticinco de mayo de dos mil
doce, mediante la cual el recurrente da respuesta a la carta remitida
por la demandada Griselda Pilar López Jhonson, tuvo como
propósito formalizar la transferencia del inmueble materia de
controversia, por lo que la aceptación de la oferta se dio en el
momento oportuno; y II) Infracción normativa material de los
Artículos 1529°, 949°, 1373° e incisos 5) y 8) del Artículo 219°
del Código Civil, afirmándose que: a) La Sala ha ignorado lo
regulado por los Artículos 949° y 1529° del Código Civil que regula
sobre los contratos preparatorios, desde que ha desconocido la
existencia de un acuerdo de voluntades de compra venta que
identifica el inmueble sub materia como objeto de venta y señala un
precio lo que genera una obligación de transferir el predio sub
materia al precio acordado; b) Se desconoce la aceptación dada a
conocer por el recurrente a la demandada mediante Carta Notarial
número 18083 de fecha veinticinco de mayo de dos mil doce1
respecto de la oferta que aquella le cursó por segunda vez
mediante la carta notarial número 18063 de fecha veintiuno de
mayo de dos mil doce2, infringiéndose el Artículo 1373° del Código
Civil; y, c) La sentencia recurrida justifica la disposición del
inmueble sub materia a través de la donación celebrada entre las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
co demandadas e inscrita el trece de febrero de dos mil trece en el
Asiento C00003 de la Partida Registral número 408680383 que
también se cuestiona, no obstante que el inmueble sub materia ya
había sido transferido a favor del recurrente mediante compra
venta que refiere la cláusula sexta del contrato de arrendamiento
de fecha uno de junio de dos mil nueve, incurriéndose en causal de
nulidad por disponerse de un bien ajeno; contraviniendo las normas
que interesan al orden público. OCTAVO.- Los argumentos en los
que se sustentan las denuncias descritas en el anterior
considerando no abonan a los fines del Recurso, desde que
incumplen con los requisitos de procedencia previstos por el
Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal Civil. Efectivamente
y antes de ingresar al análisis de lo argumentado en el Recurso de
Casación, es preciso indicar que de la revisión del sustento de las
infracciones procesales y materiales planteadas, se advierte que
ellas guardan entre sí estrecha relación, lo que justificará que en el
análisis del agravio material se determine en paralelo si las razones
que expone la Sala Superior -cuestionadas por el recurrente-
determinan en conjunto una suficiente motivación, que exima a la
impugnada de vicios de nulidad técnica y de la infracción procesal
que también se invoca. NOVENO.- Ingresando al análisis
propiamente dicho, tenemos que de la revisión de la resolución de
la Sala Superior se desprende prima facie que ésta en su segundo
considerando efectúa una descripción de los agravios contenidos
en el recurso de su propósito4, resumiéndolos en cuatro acápites,
los mismos que en esencia se reproducen también como sustento
de las infracciones normativas que causan el recurso de casación,
por lo que la denuncia de este extremo detallado en el acápite a)
del literal I no resulta estimable, encontrándose exenta la decisión
del Superior de la delimitación sesgada de premisas que se le
atribuye. DÉCIMO.- De otro lado, continuando en el mismo análisis
del acápite a) del literal I, tenemos que se denuncia que la
demandada siempre ha actuado como propietaria del predio sub
materia lo que denotaría que la donación celebrada a favor de su
codemandada Caterina Rodríguez López, contenida en la Escritura
Pública de fecha siete de junio de dos mil doce5 e inscrita en el
Asiento C00003 de la Partida Número 408680386, fue simulada con
el propósito de incumplir con el compromiso de celebrar el contrato
de compra venta a favor del recurrente respecto del predio sub litis
ubicado en la Avenida San Martín número setecientos veintiuno,
Pasaje E44, del Distrito de Pueblo Libre de la Provincia y
Departamento de Lima, al que se obligó la co demandada Griselda
Pilar López Jhonson según términos contenidos en el contrato de
arrendamiento de fecha uno de junio de dos mil nueve.7 Como se
ha adelantado, los agravios resumidos en la sentencia de segundo
grado, recogen los desarrollados en el recurso correspondiente,
apreciándose que entre ellos no existe mayor exposición sobre los
procesos que la co demandada Griselda Pilar López Jhonson le
entabló al pretensor como son las causas a que se refieren los
Expedientes números 945-2011, 380-2012 y 005-2012, sobre pago
de arriendos los dos primeros y desalojo por vencimiento de
contrato el último8, ni los procedimientos de conciliación y que
ilustrarían su continua actuación como propietaria del predio sub
litis, habiendo solo precisado escuetamente en el recurso de
apelación lo siguiente: “En efecto, en lugar de formalizar la venta,
como era lo pactado, mediante la suscripción de la minuta, me
inició sendos procesos judiciales pretendiendo privarme de la
posesión, pues me demandó para que desocupe el inmueble
alegando que habría dejado de pagarle los alquileres del bien, a
sabiendas que como efecto del contrato celebrado conmigo dicha
obligación habría cesado al vencerse el contrato de arrendamiento
y convertirse en una compraventa y por su mérito asumir la calidad
de propietario del bien.”; por lo que en ese escenario es que el
Colegiado Superior no verificó mayor análisis sobre el particular,
dirigiéndose fundamentalmente su revisión a la evaluación de la
minuta del contrato de arrendamiento que sostiene el derecho de
propiedad que invoca el demandante y de su resolución verificada
por la parte demandada y para ello ha merituado en forma conjunta
y razonada los medios probatorios ofrecidos y actuados los medios
probatorios de los justiciables admitidos al proceso para probar sus
dichos. DÉCIMO PRIMERO.- En lo concerniente a la oportuna
aceptación, por parte del pretensor, de la oferta de venta de la
vendedora/demandada Griselda Pilar López Jhonson respecto del
predio materia de conflicto, se tiene que de acuerdo a lo previsto
por el artículo 1378° del Código Procesal Civil “No tiene efectos la
aceptación que se formule sin observarse la forma requerida por el
oferente”. Como se desprende de la Carta Notarial número 018063
de fecha veintiuno de mayo de dos mil doce9 cursada por Grilselda
López Jhonson al pretensor, contiene la oferta de venta del predio
materia de juicio, en el que se precisa el objeto de venta, el precio
y el plazo de setenta y dos horas dentro del cual deberá responder
a la oferente, caso contrario procederá a ofertarlo a tercera
persona. Una vez recibido dicha comunicación, el recurrente
mediante el mismo conducto de comunicación de fecha veinticinco
de mayo de dos mil doce10 expresa: “(…) comunicarles mi
preocupación y sorpresa a su ofrecimiento de venta del inmueble
del cual mantenemos un contrato de compra venta y que hasta la
fecha no se ha formalizado por parte de ustedes. (…) debo indicar
que dicha formalización se realizará una vez saneado el inmueble
y proceda usted a realizar el desistimiento de los procesos de
arrendamiento y desalojo que giran ante el Primer Juzgado de Paz
Letrado de San Miguel.” Se desprende del texto transcrito que sus
términos no configuran propiamente una aceptación a la oferta de
97233
venta, por el contrario, ellos evidencian un reclamo y a la vez el
pedido de que la oferente se desista de los procesos judiciales que
le ha entablado al recurrente, lo cual se encuentra alejado de lo que
técnicamente el ordenamiento jurídico sustantivo denomina o
considera como aceptación; por tanto, no se existe el propósito de
formalizar la transferencia del predio sub materia como se afirma,
menos aún, podemos afirmar el perfeccionamiento del contrato a la
luz de lo que prevé el Artículo 1373° del Código Civil, del que
subyace el principio del consensualismo contractual en nuestro
ordenamiento civil; en ese orden de ideas, la denuncia analizada
no reviste consistencia para su estimación. DÉCIMO SEGUNDO.-
De otro lado, una interpretación auténtica de las normas contenidas
en los Artículos 949° y 1529° del Código Civil, muestran que éstas
regulan sobre la existencia de la obligación de enajenar para
considerar la consumación de la transferencia, lo que debe
entenderse paralelamente como la existencia del acuerdo de
voluntades respecto al bien que se enajena y al precio convirtiendo
al adquirente en propietario por la sola obligación de enajenar
desde que en nuestro sistema judicial la transferencia de propiedad
opera extraregistralmente. En el caso particular, se tiene que de
acuerdo a lo ya desarrollado precedentemente, no existió acuerdo
de voluntades para la enajenación del predio materia de litigio
desde que la contestación a la oferta lanzada por la co demandada
Griselda Pilar López Jhonson no significó propiamente ello, al no
haberse expresado indubitablemente que se aceptaba la venta del
predio sub materia y el precio ofertado en setenta mil dólares (US$
70,000.00). Siendo que la Sala Superior sobre el particular
argumentó lo siguiente en el séptimo considerando: “(…) b) En la
escritura pública del 07 de junio de 2012 del bien materia de litis, ha
intervenido la demandada Griselda Pilar López Jonson (sic) como
propietaria del bien, pues dispuso de su bien inmueble, al donarlo
a favor de Caterina Rodríguez López, habiendo previamente
comunicado al acto la intención de formalizar el compromiso para
contratar en la suma pactada; sin embargo conforme a la carta de
fecha 25 de mayo de 2012 de fojas 33, el actor señaló que
previamente debía sanearlo y desistirse de los procesos que se
habían instaurado en su contra, apreciándose que la mencionada
demandada no actuó incumpliendo el compromiso para contratar
contenido en el contrato de arrendamiento, máxime si en el mismo
se había establecido el plazo de 10 meses como plazo al cabo del
cual debía haberse suscrito la minuta de compra venta, lo que se
aprecia es que la propietaria demandada si comunicó notarialmente
al actor para la concretización de la compra venta, sin embargo tal
situación no se produjo por voluntad del demandante”. DÉCIMO
TERCERO.- Asevera el recurrente que al haber el Superior
estimado la decisión del A quo, no obstante haberse dispuesto del
predio sub judice que ya no se encontraba dentro del dominio
patrimonial de la co demandada Griselda Pilar López Jhonson, por
haberlo enajenado ésta última a su favor, debe decirse que ha sido
amplio y detallado el análisis realizado por las instancias de mérito
al evaluar tal argumento de defensa, observándose que
suficientemente ha sido motivado la desestimación del mismo al
concluir los operadores de justicia que en el caso particular, de
acuerdo a lo actuado y los medios probatorios valorados, la
obligación de enajenar que inicialmente asumió la citada co
demandada, dejó de existir por la falta de aceptación de la oferta de
venta por parte del recurrente dentro del término concedido; por lo
que desde dicho marco fáctico y jurídico, la donación celebrada
entre las emplazadas no se encuentra incursa en la cual de nulidad
prevista por el inciso 8) del Artículo 219° del Código Civil como
arguye el pretensor. A ello, debe sumarse lo resuelto por el Décimo
Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, órgano judicial
que por auto número uno de fecha uno de abril de dos mil trece11,
declaró improcedente la demanda sobre Obligación de Hacer
incoada por el actor contra la co demandada Griselda Pilar López
Jhonson, al llegar el juez de la causa al convencimiento que:
“TERCERO: (…) dicho compromiso de contratar, está referido a un
contrato preparatorio, que se encuentra regulada (sic) en los
artículos 1415 al 1418 del Código Civil, y por el cual las partes se
obligaron a celebrar en el futuro, un contrato definitivo de
compraventa, dentro del plazo de diez meses (…) QUINTO: (…) el
demandante en su demanda señala expresamente (…) que él
actuando de buena fe, dejó pasar los 10 meses de plazo establecido
en el contrato, y sin que ni una de las partes cumpliera con la
celebración del contrato definitivo. Consecuentemente, con dicha
declaración se acredita que la Cláusula Sexta cesó en sus efectos
obligatorios, quedando las partes liberadas de su promesa, al no
haberse celebrado el contrato dentro del plazo convenido entre las
partes (…)”, siendo que tal decisión quedó consentida según texto
de la resolución número dos del veinticuatro de abril de dos mil
trece.12 DÉCIMO CUARTO.- Finalmente, esta Sala Suprema
determina, por un lado, que la Sentencia de Vista materia de
Casación contiene una adecuada motivación en concordancia con
la controversia planteada y, de otro lado, que con las denuncias
procesales y materiales expuestas por el casacionista se
manifiesta, en puridad, una intención modificatoria de la conclusión
arribada por la Sala de mérito, asumida en base a las pruebas
ofrecidas, admitidas y actuadas, sin tener en cuenta que la
situación fáctica establecida en sede de instancia no puede
variarse, al implicar la revaloración del caudal probatorio, lo que es
un aspecto que generalmente resulta ajeno al debate en Sede
Extraordinaria, atendiendo a las finalidades del Recurso de
Casación previstas en el Artículo 384° del Código Procesal Civil,

97234 CASACIÓN
circunscritas a la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y a la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia de la República. DÉCIMO QUINTO.-
Por último, si bien el casacionista ha precisado que su pedido
casatorio es anulatorio y subordinadamente revocatorio,
cumpliendo la exigencia que informa el inciso 4) del Artículo 388°
del Código Procesal Civil, ello es insuficiente para la procedencia
del Recurso interpuesto, pues los requisitos que prevé aquella
disposición son necesariamente concurrentes, lo que no ocurre en
el caso concreto. Por tales razones y en aplicación de lo
preceptuado además por el Artículo 392° del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto
por el pretensor Jesús Edgardo Muñoz Zapata contra la Sentencia
de Vista contenida en la Resolución número cinco de fecha catorce
de mayo de dos mil quince obrante de fojas trescientos cuarenta y
uno a trescientos cuarenta y cinco expedida por la Primera Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jesús Edgardo Muñoz Zapata con Griselda Pilar López
Jhonson y otros sobre Cumplimiento de Obligación y otra; y los
devolvieron. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Inserta en copia a folios 05.
2
Inserta en copia a folios 04.
3
Copia literal inserta a folios 28.
4
Inserto de folios 281 a 288.
5
Inserta en copia certificada notarialmente de folios 163 a 168.
6
Inserto a folios 28.
7
Inserto a folios 31 y 32.
8
Obran en autos copias de ciertos actuados de dichos procesos que corren de
folios 76 a 110.
9
Inserta en copia legalizada notarialmente a folios 32.
10
Inserta en copia legalizada notarialmente a folios 33.
11
Inserto en copia de folios 91 y 92
12
Inserto a folios 93.
C-1569469-188
CAS. Nº 3185-2015 AREQUIPA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, seis de
setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación de fojas cuatrocientos veintinueve interpuesto por Ana
Salas Estrada contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
catorce, de fecha diecisiete de junio de dos mil quince expedida por
la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
la misma que ha confirmado la sentencia de primera instancia que
declaró fundada la demanda; por lo que corresponde calificar los
requisitos de admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio
conforme a lo previsto por la Ley número 29364. SEGUNDO.- En
cuanto a los requisitos de admisibilidad, es del caso señalar que
el presente recurso, acorde a lo dispuesto por el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se ha
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa que como
órgano de segundo grado pone fin al proceso; ii) Ante la Sala
Superior que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo
previsto por la indicada disposición procesal; y iv) Adjunta la tasa
judicial correspondiente. TERCERO.- En lo atinente a los requisitos
de procedencia, se advierte que la parte recurrente ha cumplido
con lo dispuesto por el artículo 388 inciso 1 del Código Procesal
Civil, al no haber dejado consentir la sentencia de primera instancia
que le fue desfavorable. CUARTO.- De otro lado la impugnante
invoca la infracción normativa por aplicación indebida del
artículo 70 de la Constitución Política del Perú e interpretación
errónea del artículo 950 del Código Civil; sostiene que se ha
afectado su derecho, por cuanto no se ha valorado de forma
debida los medios probatorios aportados al proceso para amparar
la demanda, como es el hecho de que su poderdante es la única
y legitima propietaria del inmueble, pues así figura en la Partida
Registral; como tampoco quedó acreditada la posesión continua
por diez años, pues no existe ningún sólo documento que acredite
la continuidad de la propiedad, ha adjuntado una constancia
de posesión, de favor, de fecha veintiséis de setiembre de mil
novecientos ochenta y siete, declaraciones juradas de autoavalúo
de mil novecientos ochenta y ocho a mil novecientos y seis, pues
la propia declaración jurada dice que no acredita la propiedad;
a lo que hay que agregar que la recurrente posee los pagos de
autoavalúo. Asimismo, sostiene que existe una constancia de
posesión de fecha quince de enero de dos mil doce a la actualidad;
sin embargo, señala que se trata de una declaración unilateral,
de favor; y ello no constituye ni acredita continuidad. No se ha
tomado en cuenta que el Presidente de la Asociación informó que
el demandante no es socio ni ejerce posesión del predio y tampoco
se valoró el hecho de que el demandante presentó una constancia
de posesión judicial falsa. En cuanto a la pacificidad, ésta tampoco
ha sido acreditada, pues lo que se acreditó es que el demandante
accionó después de haber sido notificado con una solicitud de
conciliación para un proceso de desalojo, ni mucho menos se ha
probado la posesión pública, pues el contrato de SEDAPAR está a
nombre de la recurrente, los recibos que tiene son solamente de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
un mes y ello no puede constituir posesión pública. QUINTO.- El
recurso extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos en que hubiere incurrido la parte
recurrente en la formulación del recurso. SEXTO.- En cuanto a
los agravios descritos en el cuarto considerando de la presente
resolución, corresponde indicar que los mismos no pueden
ampararse por cuanto incumplen con los requisitos previstos en el
artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil, pues si bien la
recurrente sostiene que se han transgredido los artículos 70 de la
Constitución Política del Perú y 923 del Código Civil, cierto también
es, que la impugnante no tiene en cuenta la finalidad perseguida por
tales preceptos legales, esto es, que lo que se busca es revertir el
razonamiento efectuado, no resultando pertinente fundarla en una
falta o indebida apreciación y valoración de medios probatorios,
por cuanto lo decidido en dicha sede ya ha sido establecido, esto
es, fundar la demanda en virtud a que de las pruebas aportadas
al proceso quedó demostrada la concurrencia de los elementos
que consagra el artículo 950 del Código Civil para declarar como
propietaria del bien sublitis a la actora, hecho que no ha podido ser
revertido por la recurrente en el decurso del proceso. Siendo esto
así y no apreciándose la vulneración al derecho de propiedad de
la recurrente, el recurso de casación debe ser desestimado. Por
tales razones y en aplicación de lo preceptuado por el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación de fojas cuatrocientos veintinueve interpuesto por Ana
Salas Estrada contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
catorce, de fecha diecisiete de junio de dos mil quince expedida por
la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Cecilio Mamani Huacasi con Ana Salas Estrada, sobre
Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del
Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-189
CAS. Nº 3274-2015 LIMA SUR
VIOLENCIA FAMILIAR SUMILLA: “Si bien es cierto que en
materia casatoria no corresponde a la Corte Suprema analizar las
conclusiones a las que llegan las instancias de mérito sobre
cuestiones de hecho, ni las relativas a la valoración de la prueba
examinada en instancia; sin embargo, es factible el control
casatorio tratándose de infracciones de las reglas que regulan la
actividad probatoria, entre ellas las que establecen los artículos
196 y 197 del Código Procesal Civil, con el objeto de hacer efectiva
la finalidad de los medios probatorios a que se contrae el artículo
188 de la misma norma procesal, esto es, acreditar los hechos
expuestos por las partes, producir certeza en el juez respecto de
los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones”. Lima, uno
de junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número tres mil doscientos setenta y cuatro - dos mil quince,
en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha; luego de verificada
la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de
casación interpuesto por Jaime Javier Palacios Arce a fojas
trescientos noventa y ocho, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos sesenta y cuatro, de fecha veintitrés de junio de dos mil
quince, emitida por la Sala Civil Transitoria de Chorrillos de la Corte
Superior de Justicia de Lima Sur, que confirma la sentencia apelada
de fojas trescientos, de fecha siete de octubre de dos mil catorce,
que declara fundada la demanda de Violencia Familiar en la
modalidad de Maltrato Psicológico; interpuesta por el Ministerio
Público en agravio de Miriam Marlene Medina Bellido. II.
CAUSALES Y FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA
DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN:
Mediante resolución de fecha veintidós de setiembre de dos mil
quince, esta Suprema Sala, en aplicación del artículo 392-A del
Código Procesal Civil, ha declarado procedente en forma
excepcional, el recurso interpuesto por el demandado por la causal
de infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú. III. FUNDAMENTOS DE ESTA
SUPREMA SALA: PRIMERO.- Que, previamente a la absolución
de la infracción excepcional normativa procesal materia de
casación, es pertinente realizar las siguientes precisiones respecto
del íter procesal: 1) Mediante escrito de fecha nueve de setiembre
de dos mil diez, el Ministerio Público interpone demanda de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Violencia Familiar en su modalidad de maltrato psicológico contra
el ahora recurrente en agravio de su ex-conviviente Miriam Marlene
Medina Bellido, y madre de su menor hijo, alegando que con el
demandado mantuvieron una relación convivencial que duró once
meses, habiendo procreado a su menor hijo. Señala que el
demandado le falta el respeto, la humilla y la agrede verbalmente
diciéndole inmoral y mal ejemplo para su hijo; y cuando el
demandado llega al domicilio para visitar a su hijo intenta cortejarla,
tocándole la mano y la cara, para continuar con la relación
sentimental. Señala que existe una denuncia por Violencia Familiar
por parte de la esposa del demandado, lo que demuestra que éste
tiene tendencia a conductas violentas. SEGUNDO.- Que, Jaime
Javier Palacios Arce al contestar la demanda, alega que jamás ha
ejercido maltrato psicológico en contra de la supuesta agraviada, y
que el peritaje practicado a su persona en ninguna forma concluye
que tenga tendencia a la violencia o agresión, sino que por el
contrario mantiene el control de sus impulsos. Refiere además que
la supuesta víctima no le permite ver a su menor hijo. TERCERO.-
Que, mediante sentencia de fojas trescientos, de fecha siete de
octubre de dos mil catorce, el A quo declara fundada la demanda,
tras concluir que, de las declaraciones de la parte demandada y
agraviada, así como de las pericias psicológicas practicadas a las
partes, se ha determinado que la agraviada es víctima de
agresiones psicológicas que constituyen actos de violencia familiar
imputables al demandado. CUARTO.- Que, la Sala Superior
mediante sentencia de vista de fojas trescientos sesenta y cuatro,
de fecha veintitrés de junio de dos mil quince, confirma la sentencia
apelada que declara fundada la demanda, al considerar que según
el Protocolo de Pericia Psicológica número 000009-2013-PSC-VF
de fojas treinta y tres, emitido por el Instituto de Medicina Legal -
División Médico Legal San Juan de Miraflores, la declaración de
parte de la agraviada a fojas cuatro y la ratificación de la Pericia
Psicológica de fojas doscientos setenta y siete, se corrobora que sí
existió maltrato psicológico por parte de Jaime Javier Palacios Arce
en agravio de Miriam Marlene Medina Bellido. QUINTO.- Que,
habiéndose declarado procedente el presente recurso de casación,
por la causal excepcional de infracción normativa procesal del
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, se procede
a analizar dicha causal a efectos de determinar si la sentencia de
vista recurrida, infringe la norma antes mencionada. SEXTO.- Que,
en ese sentido, tenemos que el citado dispositivo constitucional
consagra el Derecho a un Debido Proceso y a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva como garantías del justiciable ante su
pedido de tutela; así mientras que la tutela judicial efectiva, supone
tanto el derecho de acceso a los órganos de justicia (derecho de
acción), como la eficacia de lo decidido en la sentencia (derecho a
la ejecución de las resoluciones judiciales); el debido proceso,
significa la observancia de los principios y reglas esenciales
exigibles dentro del proceso, bajo sus dos expresiones: la de
carácter formal o procedimental y otra de carácter sustantivo o
material. La primera está concebida como un derecho continente
que abarca diversas garantías y reglas que garantizan un estándar
de participación justa o debida durante la secuela de todo tipo de
procedimiento (sea este judicial, administrativo, corporativo
particular o de cualquier otra índole). En tanto que la segunda exige
que los pronunciamientos o resoluciones con los que se pone
término a todo tipo de proceso respondan a un referente mínimo de
justicia o razonabilidad, determinado con sujeción a su respeto por
los derechos y valores constitucionales. Es precisamente en esta
segunda dimensión que el Debido Proceso comprende una serie
de derechos que forman parte de su contenido esencial, entre
ellos, el derecho al juez natural, el derecho al procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, el derecho a la pluralidad
de instancias, el derecho a la motivación de las resoluciones, el
derecho a los medios de prueba, el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas, etc. Por lo que, la sola inobservancia de
cualquiera de estas reglas o derechos, convierte el proceso en
irregular. SÉTIMO.- Que, ahora bien, estando a los fundamentos
expuestos en el recurso de casación, el objeto de análisis por parte
de esta Suprema Sala es determinar si la sentencia impugnada ha
vulnerado el Derecho a un Debido Proceso consagrado en el
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, por
inobservancia del artículo 196 del Código Procesal Civil, que
dispone que la carga de probar corresponde a quien afirma los
hechos que configuran su pretensión o a quien los contradice
alegando hechos nuevos, y del artículo 197 del mismo Código,
según el cual todos los medios probatorios son valorados por el
Juez en forma conjunta, utilizando su apreciación razonada,
expresándose en la resolución las valoraciones esenciales y
determinantes que sustenten su decisión. OCTAVO.- Que, no
olvidemos que, tanto la carga de probar como la valoración de las
pruebas constituyen garantías del Debido Proceso, por cuanto la
obligación de que se expresen las consideraciones por las cuales
se emite una decisión en base a los medios de prueba, constituye
una consecuencia lógica y necesaria del imperio del Derecho a la
Tutela Jurisdiccional Efectiva y del Derecho a un Debido Proceso,
porque posibilita que el justiciable pueda comprobar si el mérito de
las pruebas presentadas ha sido efectiva así como si se han
analizado adecuadamente, de modo que en cautela del mismo la
controversia debe resolverse según el mérito de lo actuado.
NOVENO.- Que, si bien es cierto que en materia casatoria no
corresponde a esta Sala Suprema analizar las conclusiones a las
que llegan las instancias de mérito sobre cuestiones de hecho ni
97235
las relativas a la valoración de la prueba examinada en instancia;
sin embargo, es factible el control casatorio tratándose de
infracciones de las reglas que regulan la actividad probatoria, entre
ellas las que establece los artículos 196 y 197 del Código Procesal
Civil, con el objeto de hacer efectiva la finalidad de los medios
probatorios a que se contrae el artículo 188 de la misma norma
procesal, esto es, acreditar los hechos expuestos por las partes,
producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos y
fundamentar sus decisiones. Por lo tanto, el presente análisis se
circunscribe en establecer si la sentencia de vista ha invertido
indebidamente la carga de la prueba o ha omitido valorar en forma
conjunta y razonada pruebas determinantes para resolver la
controversia, pues de ser éste el caso la sentencia impugnada
vulneraría no solo el derecho a probar sino el Derecho a un Debido
Proceso, ya que este último derecho se verá satisfecho cuando la
conclusión a la que ha llegado el Juez sea el resultado de una
confrontación y análisis del caudal probatorio ofrecido por las
partes. DÉCIMO.- Que, dicho esto, tenemos que según la
Sentencia de Vista, el Ad quem, arriba a la conclusión que la
agraviada ha demostrado, que ha sufrido Violencia Familiar en su
modalidad de maltrato psicológico con la pericia psicológica que se
le practicó a fojas treinta y tres, corroborada con la ratificación
pericial de fojas doscientos setenta y siete y con la declaración de
parte de fojas cuatro. Es más, en la sentencia de vista, la Sala
Superior concluye que el A quo ha merituado a cabalidad los
medios probatorios en la forma que señalan los artículos 188 y 197
del Código Procesal Civil, pues la parte agraviada ha demostrado
haber sido víctima de maltrato psicológico, mientras que la parte
demandada no ha aportado medio probatorio idóneo que permita
amparar su pretensión impugnatoria ni ha formulado cuestión
probatoria alguna contra los medios probatorios que amparan la
demanda. DÉCIMO PRIMERO.- Que, este Supremo Tribunal
advierte que la instancia superior no solo ha omitido considerar lo
estipulado en el artículo 196 del Código Procesal Civil, referido a la
carga de la prueba, la cual de por sí implica la responsabilidad que
tienen las partes para que los hechos que sirven de sustento de
sus posiciones aparezcan demostrados, sino que además, no ha
valorado las pruebas de conformidad con el artículo 197 del Código
Procesal Civil, esto es, en forma conjunta y razonada; toda vez que
en este tipo de procesos, con connotación penal, existe como regla
de juicio la presunción de inocencia, la cual impone que para
declarar la responsabilidad penal de una persona se requiere de
una suficiente actividad probatoria de cargo, obtenida y actuada
con las debidas garantías procesales. Esta perspectiva de la
presunción de inocencia determina que no puede trasladarse la
carga de la prueba a quien precisamente soporta la imputación,
pues eso significaría que lo que se sanciona no es lo que está
probado en el proceso, sino lo que el imputado no ha podido probar
como descargo en defensa de su inocencia. Por dicha razón, el
Derecho a la Presunción de Inocencia reconocido en el artículo 2
inciso 24 literal e) de la Constitución Política del Perú, obliga al
órgano jurisdiccional a realizar una actividad probatoria suficiente
que permita desvirtuar el estado de inocente del que goza todo
imputado, pues este no puede ser condenado solo sobre la base
de simples presunciones. DÉCIMO SEGUNDO.- Que, en ese
sentido, la Sala de Vista deberá efectuar un análisis del material
probatorio tomando en cuenta lo precedentemente mencionado a
los efectos de estimar o desestimar la demanda, debiendo tomar
en cuenta no solo la Pericia Psicológica y Declaración de la
agraviada, sino además, las pruebas presentadas por el
demandado; pues si bien es cierto que la declaración de la
agraviada genera cierto nivel de verosimilitud, dicha declaración
debe estar rodeada de ciertas corroboraciones de carácter objetivo
que le doten de aptitud probatoria, y en esa medida la Pericia
Psicológica de la parte agraviada no es la única prueba que puede
tomarse en cuenta, sino las pruebas presentadas por la parte
demandada que resiste la acusación. Se trata, sin duda, de una
cuestión valorativa que incumbe al órgano jurisdiccional; por lo que
corresponde a la Sala Superior analizarlos ponderadamente.
DÉCIMO TERCERO.- Que, de lo expuesto, se advierte que la
instancia de mérito ha omitido valorar de forma conjunta el caudal
probatorio actuado en el proceso, a efectos de merituar si se ha
configurado o no la modalidad de violencia denunciada, debiendo
emitir pronunciamiento de acuerdo a lo actuado y a los medios
probatorios aportados, valorados en forma conjunta y utilizando
una apreciación razonada de los mismos; por tanto procede
declarar fundado el recurso de casación y nula la sentencia de
vista, disponiéndose que el Ad quem emita nuevo fallo, teniendo en
cuenta lo señalado en la presente resolución. IV. DECISIÓN: Por
tales consideraciones y en aplicación del inciso 3 del artículo 396
del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Jaime Javier Palacios Arce a fojas
trescientos noventa y ocho; por consiguiente, CASARON la
resolución impugnada; en consecuencia, NULA la sentencia de
fojas trescientos sesenta y cuatro, de fecha veintitrés de junio de
dos mil quince, emitida por la Sala Civil Transitoria de Chorrillos de
la Corte Superior de Justicia de Lima Sur; ORDENARON que la
Sala Superior emita nuevo pronunciamiento, teniendo en cuenta lo
señalado en la presente resolución; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio Público contra
Jaime Javier Palacios Arce en agravio de Miriam Marlene Medina
Bellido, sobre Violencia Familiar en la modalidad de Maltrato

97236 CASACIÓN
Psicológico; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
C-1569469-190
CAS. Nº 3312-2015 AREQUIPA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Sumilla: Debido Proceso.- “Al no
haber emitido pronunciamiento el Colegiado (…)en torno al agravio
(…) a pesar que fue advertido por éste, conforme se aprecia de la
parte expositiva y del segundo considerando de la recurrida, resulta
claro que lo resuelto por dicho órgano jurisdiccional no se ciñó a la
garantía del Debido Proceso, así como de la Motivación Adecuada
de las Resoluciones Judiciales prevista en el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, vicio de orden procesal
que genera en este Supremo Tribunal, la convicción de que el acto
materia de impugnación debe ser renovado”. Lima, veintiséis de
agosto de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número tres mil trescientos doce – dos mil quince, en
audiencia de la fecha; y producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se
trata del recurso de casación interpuesto a fojas trescientos
sesenta y seis por Felina Elizabeth Paz Carbajal contra el Auto de
vista de fojas trescientos cincuenta y siete, de fecha dieciocho de
junio de dos mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, que confirmando la apelada
de fecha veinte de diciembre de dos mil trece, corriente a fojas
doscientos cincuenta y uno, declara el abandono del proceso
seguido por la impugnante contra Néstor Miguel Álvarez Velásquez
y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico; en consecuencia dispone el
archivamiento de los actuados. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS
CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO:
Mediante Resolución Suprema de fecha diez de noviembre de dos
mil quince, corriente a fojas veintiuno del cuadernillo de casación,
se ha declarado PROCEDENTE el recurso, por la siguiente causal:
Infracción normativa de los artículos I del Título Preliminar,
346 y 348 del Código Procesal Civil, así como del inciso 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, bajo cuyo
cargo se ha señalado que el Colegiado Superior no ha tenido en
cuenta el cuaderno de apelación que se formó a consecuencia de
la impugnación que se propuso contra la Resolución número seis
de fecha treinta y uno de enero de dos mil trece que declaró
improcedente la ampliación de la demanda, incidente que fue
recepcionado con fecha nueve de agosto de dos mil trece por el
Superior Jerárquico quien comunicó a las partes el catorce de
agosto del citado año que tal apelación se encontraba expedita
para que ser absuelta, actividad que se produjo a través de la
resolución de vista el veinte de setiembre de dos mil trece, acto que
fue notificado el treinta del mismo mes y año y que constituye uno
de impulso procesal. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO: El Derecho
al Debido Proceso, previsto en el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, está concebido como el cumplimiento
de todas las garantías, requisitos y normas de orden público que
deben observarse en las instancias procesales de todos los
procedimientos, a fin de que las personas estén en condiciones de
defender adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del
Estado que pueda afectarlos. SEGUNDO: Una de estas garantías
comprende al Principio Procesal de la Motivación Escrita de las
Resoluciones Judiciales, consagrado en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú que tiene como finalidad
principal el de permitir el acceso de los justiciables al razonamiento
lógico jurídico empleado por las instancias de interés, para justificar
sus decisiones jurisdiccionales y así puedan ejercer adecuadamente
su Derecho de Defensa, cuestionando de ser el caso, el contenido
y la decisión asumida. Esta motivación escrita de las resoluciones
judiciales, constituye un deber para los magistrados que implica el
señalamiento en forma expresa de la ley que aplican así como el
razonamiento jurídico al que ésta les ha llevado y los fundamentos
fácticos o de hecho que sustentan su decisión, los que
inexorablemente comprenden a las pretensiones propuestas por
las partes del proceso. TERCERO: Por escrito corriente a fojas
veintisiete, Felina Elizabeth Paz Carbajal al amparo de lo previsto
en los artículos 219 incisos 3, 4, 5 y 7, y V del Título Preliminar del
Código Civil, demanda entre otros, la nulidad del acto jurídico
contenido en la Escritura Pública de Compraventa de fecha siete
de julio de dos mil once corriente a fojas ocho, a través de la cual
Néstor Miguel Álvarez Velásquez y Gloria Jesús Vitorino Arteaga
transfieren a favor de Christian Néstor Álvarez Vitorino el inmueble
signado como Lote número trece de la Manzana “J” del Pueblo
Tradicional Urbanización La Libertad del Distrito de Cerro Colorado,
Provincia y Departamento de Arequipa. CUARTO: Admitida a
trámite la presente acción, mediante escrito de fojas noventa y
cuatro la recurrente vía modificación plantea la inclusión de otras
pretensiones a las propuestas en su escrito de demanda, petición
que fue denegada mediante Resolución número seis, de fecha
treinta y uno de enero de dos mil trece, corriente a fojas ciento
treinta y nueve, lo que motivó a que la recurrente interpusiera
recurso de apelación por escrito de fojas ciento cuarenta y cuatro,
el mismo que fue concedido sin efecto suspensivo y sin la calidad
de diferida a través de la Resolución número ocho, de fecha nueve
de abril de dos mil trece, corriente a fojas ciento cincuenta y dos,
incidente que fue resuelto por Resolución de vista de fecha veinte
de setiembre de dos mil trece, conforme se aprecia a fojas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
doscientos dieciséis. QUINTO: Por Resolución de fecha veinte de
diciembre de dos mil trece, corriente a fojas doscientos cincuenta y
uno, el Juez de la causa resolvió declarar el abandono del proceso,
decisión que al haber sido apelada en los términos que aparecen
en el escrito de fojas doscientos sesenta y dos, fue confirmada
mediante Resolución de vista de fecha dieciocho de junio de dos
mil quince, obrante a fojas trescientos cincuenta y siete, tras
considerarse que la última actuación de impulso procesal fue la
notificación de la Resolución número ocho, la que se llevó a cabo
el veintiséis de abril de dos mil trece; y que el acto por medio del
cual se pone en conocimiento de la actora una serie de devoluciones
de cédulas de notificación dirigidas a la parte demandada, no tiene
por objeto impulsar el proceso y que por tanto no interrumpe el
plazo para que opere el abandono. SEXTO: No obstante, el
Colegiado Superior omitió pronunciarse acerca del agravio
esgrimido en el recurso de apelación obrante a fojas doscientos
sesenta y dos, consistente en que no se ha tenido en cuenta que la
Resolución de vista de fecha veinte de setiembre de dos mil trece
emitida a consecuencia de la impugnación que se propuso contra
la Resolución número seis que desestimó el pedido de ampliación
a la demanda, fue notificada el treinta de setiembre de dos mil
trece; por lo que –a decir de la recurrente- al veinte de diciembre de
dos mil trece en que se decretó el abandono, es indudable que no
han transcurrido cuatro meses de que no se realice acto procesal
que impulse el proceso, conforme lo dispone el artículo 346 del
Código Procesal Civil para que opere tal institución procesal.
SÉTIMO: Consecuentemente, al no haber emitido pronunciamiento
el Colegiado de la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, en torno al agravio antes descrito a pesar que
fue advertido por éste conforme se aprecia de la parte expositiva y
del segundo considerando de la recurrida, resulta claro que lo
resuelto por dicho órgano jurisdiccional no se ciñó a la garantía del
Debido Proceso, así como de la Motivación Adecuada de las
Resoluciones Judiciales prevista en el inciso 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú, vicio de orden procesal que
genera en este Supremo Tribunal la convicción de que el acto
materia de impugnación deba ser renovado a la luz de lo previsto
en los artículos 348 y 350 del Código Procesal Civil que regulan la
naturaleza y algunos de los supuestos en los que deviene en
improcedente el abandono, al haber incurrido en causal de nulidad
insubsanable prevista en el artículo 171 del citado Código Procesal.
OCTAVO: Habiéndose detectado el vicio antes anotado que resulta
gravitante para anular la resolución de vista, carece de objeto emitir
pronunciamiento respecto de los demás agravios denunciados a
través del presente recurso. 4.- DECISION: Por tales
consideraciones, declararon: FUNDADO el recurso de casación de
fojas trescientos sesenta y seis interpuesto por Felina Elizabeth
Paz Carbajal; CASARON el Auto de vista de fecha dieciocho de
junio de dos mil quince, corriente a fojas trescientos cincuenta y
siete; ORDENARON que la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa expida nuevo pronunciamiento con arreglo
a las consideraciones expuestas en la presente resolución;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Felina Elizabeth Paz Carbajal con Néstor Miguel Álvarez
Velásquez y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron.
Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas
y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces Supremos
Señores Mendoza Ramírez y Cabello Matamala. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA
MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-191
CAS. Nº 3491-2015 LIMA
RESTITUCIÓN DE DINERO. Lima, dieciséis de agosto de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO: El recurso
de casación interpuesto a fojas ochocientos ochenta y nueve por
Alberto Jesús Delgado Mathews, reúne los requisitos de forma
para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387
del Código Procesal Civil. SEGUNDO: Los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por la Ley número
29364, establecen que constituyen requisitos de fondo del recurso
de casación, que se describa con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. TERCERO: El recurrente, invocando los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil denuncia como agravio: La aplicación
indebida del artículo 1372 del Código Civil, expresando que la
Sala Superior incurre en error puesto que el contrato de compraventa
sub litis lo celebró con Julissa Cecilia Delgado Matheews más no con
el actor Jens Wahl; por tanto a tenor de lo previsto en el artículo 1363
del Código Civil no se le tiene nada que restituir ya que la norma
denunciada dispone que las partes que intervinieron en el contrato
y no terceros, deben restituirse las prestaciones a su cargo; por ello
la Sala interpretó erróneamente dicha norma sustantiva; además
está acreditado que una vez producida la resolución del contrato,
las mejoras fueron retiradas por la compradora Julissa Delgado
Mathews, lo que ocasionó incluso perjuicios al inmueble de su
propiedad. CUARTO: En relación al agravio denunciado, el recurso
así propuesto deviene en impreciso, pues no se puede denunciar
la Aplicación Indebida del artículo 1372 del Código Civil y a la vez
acusar una Interpretación Errónea de la misma norma, en la medida
que estas causales resultan excluyentes entre sí; por consiguiente,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
el referido medio impugnatorio de conformidad con lo previsto en
el numeral 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil debe ser
desestimado, tanto más, si del texto de la recurrida se advierte que la
orden que Alberto Jesús Delgado Mathews devuelva el dinero a que
se contrae la parte del fallo obedece a que se ha establecido que fue
el actor quien remitió las remesas de dinero para la adquisición del
departamento sub materia producto de un contrato de compraventa
cuya existencia no ha sido negada por las partes, así como que las
mejoras introducidas en el aludido inmueble quedaron en beneficio
del recurrente, quien además no ha demostrado conforme al
principio de la carga de la prueba que se hayan producido los daños
materiales que alegó. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que se contrae el artículo 388
del Código Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el
artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto a fojas ochocientos ochenta y nueve
por Alberto Jesús Delgado Mathews contra la sentencia de vista de
fojas ochocientos cincuenta y ocho, de fecha quince de junio de dos
mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Jens Martín Wahl con Alberto Jesús Delgado
Mathews y otros, sobre Restitución de Dinero; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-192
CAS. Nº 3496-2015 TACNA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, dieciséis de agosto de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO: El recurso
de casación de fojas mil seiscientos cuarenta y nueve interpuesto
por Industrial y Comercial La Americana Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada, reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código
Procesal Civil. SEGUNDO: Los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil modificado por la Ley número 29364
establecen que constituyen requisitos de fondo del recurso de
casación, que se describa con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. TERCERO: La parte recurrente, invocando el artículo
384 del Código Procesal Civil, denuncia como agravios: a) La
aplicación errónea de los artículos 162 y 230 del Código Civil,
indicando que el Colegiado Superior no ha llegado a determinar
cómo es que Maritza Soledad Leiva Rojas en su calidad de Gerente
General de Industrial y Comercial La Americana Sociedad Comercial
de Responsabilidad Limitada pudo autorizar el cargo y abono de
la suma de treinta y siete mil doscientos dólares americanos (US$
37,200.00) en la Cuenta Corriente número 540-0050510-1-56 de la
referida empresa, sino se ha llegado a establecer vínculo alguno
entre dicha persona con la mencionada cuenta corriente, pues jamás
firmó contrato con el Banco demandante menos registró su firma
para operar dicha cuenta perteneciente a la empresa, resultando
por tanto de aplicación lo dispuesto en los artículos 161 y 1809 del
Código Civil; b) La aplicación errónea del artículo 85 de la Ley
de Títulos Valores número 16587, vigente a la suscripción del
Pagaré número D540-11659 materia de autos, señalando que dicha
normatividad resulta impertinente para resolver la presente litis,
ya que ésta es una de ejecución de garantías y no de obligación
de dar suma de dinero, de manera que el documento que otorga
mérito de ejecución al presente proceso es la Escritura Pública de
Fianza Solidaria respaldada con la Hipoteca, documento en mención
que delimita restrictivamente qué tipo de obligaciones válidamente
asumidas por la recurrente únicamente respalda la referida fianza
y garantía, siendo de aplicación lo previsto en los artículos 1351,
1352, 1354, 1356, 1361 y 1362 del Código Civil; y c) La infracción
normativa del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, argumentando que se ha expedido un fallo en
clara vulneración a las normas aplicables al caso concreto y con
una fundamentación aparente que carece de congruencia procesal.
CUARTO: En relación al literal a), la recurrente enfoca su tesis
argumentativa en que la Sala de vista no habría explicado de
qué manera Maritza Soledad Leiva Rojas pudo autorizar el cargo
y abono de los treinta y siete mil doscientos dólares americanos
(US$ 37,200.00) en la cuenta corriente a la que se hace referencia,
pues según refiere ésta no mantendría vínculo alguno con el Banco
demandante, esclarecimiento que no resulta determinante para
el caso de autos, ya que la recurrida recogiendo las motivaciones
de la apelada ha concluido acerca de la ratificación del acto que
compromete al Banco de Crédito del Perú y a Industrial y Comercial
La Americana Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada
como tal y que incumbe a la pretensión demandada, en la medida
que está acreditado que el monto en mención no solo ingresó a la
Cuenta Corriente número 540-0050510-1-56 de aquella empresa,
sino que además fue utilizado por ésta conforme a los cargos que
se desprenden del peritaje que obra en autos; de donde se colige
que la precisión que se exige basada únicamente en función a
la aludida representante Maritza Soledad Leiva Rojas no incide
directamente en el sentido del fallo impugnado, conforme lo prevé
el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil; lo que trae
como consecuencia la improcedencia de esta denuncia casatoria.
QUINTO: En lo que respecta al literal b), del texto de la recurrida
se desprende que la argumentación esgrimida por ésta sobre la
97237
base de lo previsto en el artículo 85 de la Ley de Títulos Valores
número 16587 no forma parte medular de su razonamiento que
ha conllevado a la adopción del fallo impugnado; por lo que lo
denunciado en este extremo no va a modificar el resultado del
juzgamiento; por lo que este extremo del recurso debe seguir la
misma suerte que el anterior. SEXTO: En lo que atañe al literal c),
al estar sustentado este cargo en los agravios denunciados con
anterioridad, los mismos que han sido desestimados por las razones
antes expuestas, es claro que este extremo del recurso deviene en
inamparable igualmente; tanto más si la recurrente no ha cumplido
con precisar en qué radica la denunciada motivación aparente
a la que hace alusión. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo
388 del Código Procesal Civil, en aplicación de lo dispuesto por el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación de fojas mil seiscientos cuarenta y nueve
interpuesto por Industrial y Comercial La Americana Sociedad
Comercial de Responsabilidad Limitada contra el auto de vista de
fojas mil seiscientos diez, de fecha uno de julio de dos mil quince,
expedido por la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de
Justicia de Tacna, DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad,
en los seguidos por el Banco de Crédito del Perú con Industrial y
Comercial La Americana Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada y otros, sobre Ejecución de Garantías; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprma. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-193
CAS. Nº 3621-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, dos de
agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; con los acompañados; y
CONSIDERANDO: PRIMERO: El recurso de casación interpuesto
por la Presidencia del Consejo de Ministros a fojas quinientos
cuarenta y cuatro, reúne los requisitos de forma para su admisibilidad,
conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código Procesal Civil.
SEGUNDO: Los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil modificado por la Ley número 29364, establecen
que constituyen requisitos de fondo del recurso de casación, que
se describa con claridad y precisión la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
TERCERO: El recurrente, invocando los artículos 386, 387 y 388
del Código Procesal Civil, denuncia como agravio: La afectación
al debido proceso, indicando que al no habérsele notificado
oportunamente con el texto de la resolución número treinta y dos
que dispuso cumplir lo ejecutoriado y dejar los autos en despacho
para la emisión de una nueva sentencia, se ha vulnerado su derecho
a la defensa, por cuanto no se le permitió la presentación de los
informes orales y alegatos a los que tenía derecho, de manera previa
a la expedición del nuevo pronunciamiento; aspecto que incluso fue
invocado a través de su recurso de apelación; pese a ello, la Sala
Superior ha expedido una resolución carente de motivación o en
todo caso con motivación aparente; agrega que no se ha establecido
en las sentencias de mérito, la norma legal o constitucional por la
que se determina que la Procuraduría Pública de la Presidencia del
Consejo de Ministros ejerce representación del Estado Peruano,
así como tampoco se ha individualizado al sector o sectores que
produjeron el supuesto daño y que como consecuencia de ello
deben tener la condición de demandados; resultando insuficiente
sostener que al haber sido refrendados los Decretos Leyes números
25446 y 25454 por el Presidente del Consejo de Ministros, le
corresponde asumir el pago de los costos de los daños ocasionados
al actor, no habiendo considerado la Sala Superior que el Estado
Peruano no solo está conformado por la Presidencia del Consejo de
Ministros, sino además por el Poder Legislativo y el Poder Judicial.
CUARTO: En relación al agravio denunciado, es de advertirse que
el Colegiado Superior para la expedición de la sentencia de vista ha
concluido, entre otras razones, que la parte recurrente antes de la
emisión del fallo de primera instancia que fuera anulado, expresó
sus alegatos correspondientes conforme se desprende del escrito
de fojas doscientos cincuenta; igualmente, la resolución de vista de
fojas trescientos ochenta y uno que anuló el pronunciamiento antes
referido, le fue debidamente notificada en su domicilio procesal fijado
en autos, como es de verse a fojas trescientos ochenta y cinco;
circunstancia esta última que permite inferir que dicha parte tenía
conocimiento oportuno del estado del proceso, habiendo quedado
resguardado de igual modo su derecho a la defensa e impugnación
a través de la interposición del recurso de apelación que motivó
el dictado de la recurrida; así como que al haber sido refrendados
los Decretos Leyes números 25446 y 25454 por el Presidente del
Consejo de Ministros, normas que dispusieron el cese arbitrario
del actor y la no procedencia del proceso de amparo orientado a
cuestionar tal decisión, es a esta entidad a quien le corresponde
asumir el pago de los daños causados a aquél; no evidenciándose
por ende la alegada afectación al debido proceso, sustentada entre
otros aspectos en una supuesta ausencia de motivación o motivación
aparente de la recurrida, en la medida en que la impugnada se
encuentra suficientemente motivada; por lo que el presente recurso
debe ser desestimado; debiendo subrayarse que las conclusiones
que adoptan los Jueces a través de las resoluciones judiciales que
emiten, no solo están sustentadas en la aplicación de las normas
que conforman el ordenamiento jurídico, sino además en el criterio

97238 CASACIÓN
razonado a los que éstos pudieran arribar en un determinado caso
concreto, sobre la base de la prueba actuada en el proceso. Por las
razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de fondo
a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal Civil, en
ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del mismo cuerpo
legal, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación de fojas
quinientos cuarenta y cuatro interpuesto por la Presidencia del
Consejo de Ministros contra la sentencia de vista de fojas quinientos
seis, de fecha treinta y uno de julio de dos mil quince, expedida
por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Luis
Jacinto Teodoro Sánchez Gonzales con la Presidencia del Consejo
de Ministros y otro, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios;
y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De
La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Yaya
Zumaeta. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-194
CAS. Nº 3158-2015 LIMA ESTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiséis de
agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; Con la razón emitida por el
Secretario de esta Sala (folio 28 del cuadernillo de casación), y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto por el demandado Porfirio
Castillo Velásquez (folios 205) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número dieciocho, del uno de junio de
dos mil quince (folios 187) expedido por la Sala Superior
Especializada en lo Civil Descentralizada y Permanente del Distrito
de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de
Lima Este, la cual confirmó la apelada contenida en la Resolución
número diez, del veintitrés de mayo de dos mil catorce, la cual
declaró fundada la demanda de Desalojo por Ocupación Precaria;
para cuyo efecto debe procederse a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple con los requisitos
de admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código
Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número dieciocho,
del uno de junio de dos mil quince (folios 187) expedido por la Sala
Superior Especializada en lo Civil Descentralizada y Permanente
del Distrito de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de
Justicia de Lima Este, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que el recurrente fue notificado el veintitrés
de junio de dos mil quince (folio 190) e interpuso recurso de
casación el ocho de julio del mismo año (folios 205) y, iv) Cumple
con adjuntar el arancel judicial respectivo (folio 26 del cuadernillo
de casación). TERCERO.- Respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del Artículo 388 del Código Procesal Civil,
éste se encuentra satisfecho ya que interpuso oportunamente su
recurso de apelación (folios 143). En cuanto al requisito señalado
en el inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su pedido es
anulatorio. CUARTO.- El recurrente (Porfirio Castillo Velásquez),
señala como causales de su recurso: i) Infracción normativa
material del artículo 911 del Código Civil; precisa que se
pretende sostener su supuesta posesión precaria cuando es
evidente que su calidad es de arrendatario con contrato vigente a
la fecha de interposición de la demanda, es más el recurrente
cumplía con el pago de la renta mensual de arrendamiento. ii)
Infracción normativa material del artículo 100 del Decreto
Legislativo número 1049 (Ley del Notariado); señala que se
declaró infundada la tacha propuesta por el recurrente aduciendo
que sí se cumplieron las formalidades en la entrega de la Carta
Notarial de fecha veinticuatro de febrero de dos mil doce, cuando
es evidente de la certificación que obra al reverso de la Carta que
se pretende convalidar, la supuesta entrega por una persona no
identificada de quien no se consigna su nombre, apellido y número
de documento de identidad, puesto que sólo hay un garabato del
cual no se desprende a quien le pertenece; y. iii) Infracción
normativa del artículo 1700 del Código Civil; señala que la Sala
no ha considerado aplicar esta norma legal, por lo que el nuevo
propietario debió realizar un nuevo proceso conciliatorio de
desalojo por vencimiento de contrato y una demanda judicial por la
misma pretensión, porque no procede en este caso el Desalojo por
Ocupación Precaria. QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. SEXTO.- En cuanto a la
causal detallada en el ítem i) se debe tener en cuenta que el
dispositivo invocado regula la figura del precario, estableciendo
que es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que tenía ha
fenecido; el recurrente alega que se ha interpretado erradamente
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
dicha norma puesto que cuenta con el título de arrendatario con
contrato vigente a la fecha de interposición de la demanda, sin
embargo, de acuerdo al texto de la demanda interpuesta el veinte
de abril de dos mil doce, la acción que nos ocupa es una de
Desalojo por Precario y el título de propiedad del demandante
respecto a los inmuebles sobre los que solicita la restitución se
encuentra plenamente acreditado con las Partidas Registrales
números 40409548 (folios 20); 40409513 (folios 33) y
40409521(folios 38), además, según la copia simple de Contrato
de Arrendamiento celebrado con el anterior propietario de los
stands sub litis, suscrito el uno de marzo de dos mil seis (folios 60),
venció indefectiblemente el uno de marzo de dos mil once, por lo
que, mal podría referir el recurrente que el Contrato de
Arrendamiento se encontraba vigente a la fecha de interposición de
la demanda, además, tal como fue mencionado por la Sala
Superior, el accionante cumplió con requerir la desocupación del
inmueble a través de la Carta Notarial del veinticuatro de febrero de
dos mil doce (folio 6) y la invitación al proceso de conciliación
extrajudicial (folio 7). 6.1. De otro lado, debe tenerse en cuenta que
dicha parte no aportó medio de prueba que acredite la renovación
del Contrato de Arrendamiento con el nuevo propietario, por lo que,
la infracción denunciada busca en el fondo el reexamen del caudal
probatorio, sin considerar que no es actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los
motivos que formaron convicción en la Sala Superior, lo que es
ajeno al debate casatorio. SÉTIMO.- Respecto a la causal detallada
en el ítem ii), debe ser desestimada puesto que no basta señalar
la norma o normas cuya aplicación al caso concreto se pretende
sino que debe demostrar la pertinencia de la misma a la relación
fáctica establecida y cómo su interpretación modificaría el resultado
del juzgamiento, lo que no ocurre en el presente caso. OCTAVO.-
Sobre la inaplicación del artículo 1700 del Código Civil, descrita en
el ítem iii), el demandado refiere que debió iniciarse un nuevo
proceso extrajudicial conciliatorio y la causal invocada en la
demanda de Desalojo debió ser por Vencimiento de Contrato, no
obstante, según el análisis efectuado por la Sala Superior, el
Contrato de Arrendamiento presentado por el demandado es un
título fenecido, toda vez que venció en el año dos mil once y la
restitución fue requerida por el demandante vía notarial,
configurándose el supuesto de precariedad que se denuncia, por lo
que, no se demuestra la incidencia directa de las infracciones
alegadas sobre la decisión impugnada. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por el demandado Porfirio Castillo Velásquez (folios
205) contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número dieciocho, del uno de junio de dos mil quince (folios 187)
expedido por la Sala Superior Especializada en lo Civil
Descentralizada y Permanente del Distrito de San Juan de
Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima Este;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Guillermo Víctor Candia Seguín con Porfirio Castillo Velásquez,
sobre Desalojo por Ocupante Precario; y los devolvieron. Integran
esta Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La
Barra Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores
Mendoza Ramírez y Cabello Matamala. Ponente Señor Romero
Díaz, Juez Supremo.- S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-195
CAS. Nº 4190-2015 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍA HIPOTECARIA. Lima, nueve
de agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por Golden Amazon Group
Sociedad Anónima Cerrada a fojas trescientos ochenta y seis,
contra el auto de vista de fojas trescientos sesenta y ocho, de fecha
seis de agosto de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que confirma las Resoluciones números veinte y veintitrés,
con fechas tres de julio de dos mil catorce y once de agosto de
dos mil catorce, respectivamente; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Superior que, como órgano de segundo
grado, pone fin al proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Segunda
Sala Civil Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que emitió la resolución recurrida; III) Ha sido
presentado dentro del plazo que establece el inciso 3 del citado
artículo, pues la resolución recurrida ha sido notificado el dos de
octubre de dos mil quince, y el recurso de casación se presentó en
fecha seis de octubre del mismo año; IV) Adjunta el arancel judicial
correspondiente por recurso de casación, según consta a fojas
trescientos ochenta y uno. TERCERO.- Que, en lo referente a los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que
la empresa recurrente no dejó consentir la sentencia de primera
instancia, en razón que le fue desfavorable a sus intereses, por lo
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1 de la norma procesal
anotada. CUARTO.- Que, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello
que tiene como fin esencial la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República; en
ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta, indicando en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil y su modificatoria. QUINTO.- Que, la
empresa recurrente denuncia como causal casatoria la infracción
normativa de los artículos 139 inciso 3 de la Constitución
Política del Perú y 371 del Código Procesal Civil, menciona que
por Resolución número veinte, de fecha tres de julio de dos mil
catorce, el juzgado resolvió declarar improcedente lo peticionado
en su escrito de fecha nueve de abril de dos mil once; mediante
escrito de fecha ocho de agosto de dos mil catorce, interpuso
recurso de apelación contra la antes mencionada resolución. Por
resolución número veintidós de fecha once de agosto de dos mil
catorce, el juzgado dispuso que se diera cuenta de su escrito de
fecha ocho de agosto de dos mil catorce una vez que retornen
los cargos respectivos; sin que el juzgado diera cuenta mediante
resolución número veintitrés de fecha once de agosto de dos mil
catorce, que contiene el auto final declara saneado el proceso y en
consecuencia la existencia de una relación jurídica procesal válida
y ordenando se proceda al remate del inmueble dado en garantía
a favor del banco demandante, inscrito en la Partida Registral
número 42323845 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima.
Ante este hecho, interpuso recurso de apelación contra el auto final,
sosteniendo como fundamento que estando aun pendiente de ser
resuelto su pedido contenido en el escrito de fecha ocho de agosto
de dos mil catorce, el juzgado no podía haber declarado saneado
el proceso y menos aun emitir el auto final. Por Resolución número
veinticuatro, de fecha veinticuatro de noviembre de dos mil catorce,
el juzgado le concede la apelación interpuesta contra el auto final
con efecto suspensivo, perdiendo de esa manera competencia
para que pueda emitir cualquier otra resolución. Pese a que el
juzgado habría perdido competencia, procede a emitir la resolución
número veintisiete, de fecha veintinueve de abril de dos mil quince,
resolviendo su recurso de apelación contenido en el escrito de
fecha ocho de agosto de dos mil catorce, concediendo el mismo
sin efecto y con la calidad de diferida, transgrediendo con ello las
normas que garantizan el Debido Proceso y la Seguridad Jurídica,
las cuales al ser de orden público son de obligatorio cumplimiento
no solo para las partes procesales sino para el juez quien por
el hecho de ser el director del proceso está aun más obligado
a respetarlas. SEXTO.- Que, del examen de la argumentación
expuesta se advierte que la empresa recurrente no cumple con
los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, esto es, describir con claridad y precisión la
infracción normativa así como demostrar la incidencia directa sobre
la decisión impugnada, por lo que las infracciones denunciadas en
el considerando que precede deben ser desestimadas. Respecto a
las infracciones denunciadas, se advierte que no se demuestra la
incidencia directa de dicha denuncia sobre la decisión impugnada,
puesto que hace referencia a cuestiones de hecho ya dilucidadas
por las instancias de mérito, advirtiéndose que se pretende una
modificación del criterio asumido, más aun cuando la Sala Superior
ya ha establecido que la apelación interpuesta contra la Resolución
número veinte, no era impedimento para la prosecución de la
causa según su trámite, pues aquel recurso impugnatorio fue
concedido sin efecto suspensivo, siendo por ende aplicable el
artículo 368 inciso 2 del Código Procesal Civil, según el cual la
eficacia de dicha Resolución número veinte se mantiene incluso
para su cumplimiento, habiendo procedido en forma legal el
juzgador de primera instancia, al proceder al saneamiento y emitir
el auto definitivo por resolución número veintitrés, no advirtiéndose
infracción al Debido Proceso. SÉTIMO.- Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, si bien la empresa recurrente cumple con indicar su pedido
casatorio como anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación, en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Golden Amazon Group Sociedad Anónima
Cerrada a fojas trescientos ochenta y seis, contra el auto de vista
de fojas trescientos sesenta y ocho, de fecha seis de agosto de
dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad, en los seguidos por Scotiabank
Perú Sociedad Anónima Abierta contra Golden Amazon Group
Sociedad Anónima Cerrada y otra, sobre Ejecución de Garantía
Hipotecaria; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
C-1569469-196
97239
CAS. Nº 4832-2015 CALLAO
RENDICIÓN DE CUENTA. Lima, nueve de marzo de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de casación
interpuesto por Paulino Enciso Cáceres a fojas doscientos
sesenta y cinco, contra la sentencia de vista de fojas doscientos
cincuenta, de fecha catorce de mayo de dos mil quince, emitida
por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del
Callao, que confirma la sentencia apelada de fojas doscientos
cuatro, de fecha veintiuno de julio de dos mil catorce, que declara
fundada la demanda interpuesta por Juan Julián Enciso Tello
contra el recurrente, sobre Rendición de Cuentas; para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil se advierte que el presente recurso de casación satisface
dichas exigencias, al haberse interpuesto: i) Contra una resolución
expedida por la Sala Superior respectiva que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; ii) Ante la Sala Superior que
emitió la resolución impugnada, que para el caso de autos es la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao;
iii) Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente
de notificada la resolución que se impugna, conforme se corrobora
con el cargo de notificación obrante a fojas doscientos sesenta;
y iv) Adjuntando el respectivo arancel por recurso de casación.
TERCERO.- Que, respecto a los requisitos de procedencia
contenidos en los incisos 1 y 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, se advierte de autos que la parte recurrente apeló la sentencia
de primera instancia que le fue adverso a sus intereses y precisó
que su pedido casatorio es anulatorio; por lo que estos requisito
han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en cuanto a las exigencias
contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, el recurrente denuncia la infracción normativa de carácter
procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, alegando que la sentencia de vista ha vulnerado
el Derecho a un Debido Proceso al haber valorado pruebas
presentadas en copia simple y que se encuentran adulteradas a
simple vista, por lo que no acreditan fehacientemente los montos
entregados materia de rendición, llevando a que se tome una
decisión arbitraria que debe ser declarada nula. Sostiene que la
Sala Superior equivocadamente establece que la obligación de
rendir cuentas y no determinar los montos dinerarios por los cuales
dar cuenta, no cambian en nada lo discernido por el Juzgador en
primera instancia, no expresándose y/o omitiendo el hecho que
el actor viene alegando que entregó una suma de ochenta mil
dólares americanos (US$80,000.00), que no tiene correlato en los
medios probatorios presentados; por lo que en este caso, quien
debe probar la cantidad y entrega del monto dinerario que se
afirma y que fuera efectuada para ejercer el mandato, es el mismo
demandante. Sostiene que la sentencia impugnada no puede
afirmar que el recurrente tiene el deber de rendir cuentas de algo
que no se ha determinado que ha recibido. Agrega que la sentencia
de vista no ha cumplido con las exigencias del derecho a una
valoración de los medios de prueba, pues la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia del Callao, omite valorar los medios
probatorios para acreditar fehacientemente el monto dinerario que
es materia de la rendición de cuentas. Por otro lado sostiene que
la sentencia de vista es arbitraria porque tampoco se ha expresado
el proceso mental que ha llevado a los jueces superiores a tomar
la decisión de confirmar la sentencia del juez, pues las instancias
de mérito debieron determinar el monto exacto a rendir cuentas
para luego proceder a establecer la obligación de rendir cuentas en
dicho parámetro; si no se acredita dicha suma de dinero, no habría
tampoco la obligación de rendir. Dicha situación no es desarrollada
por la Sala ni se manifiesta al respecto con lo cual se puede
acreditar la falta de motivación interna. QUINTO.- Que, analizando
la fundamentación de las causales denunciadas se advierte que
éstas no satisfacen el requisito de procedencia señalado en el
inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haberse
cumplido con lo demostrado cuál sería la incidencia directa de
dichas infracciones sobre la decisión impugnada; pues revisada la
sentencia de vista se advierte que está suficientemente motivada,
al haber concluido que en aplicación del artículo 1793 inciso 3 del
Código Civil el demandado tiene la obligación de rendir cuentas
durante el lapso que duró el mandato (doce de diciembre de dos
mil cuatro a doce de setiembre de dos mil once), y el hecho de que
no se haya consignado el monto a rendir cuentas en la sentencia
de primera instancia no cambian en nada lo discernido por el
Juzgador porque dicho monto se podrá establecer con exactitud
al momento que el demandado en ejecución de sentencia rinda
cuenta al demandante del dinero recibido y de la administración
del bien inmueble antes señalado. En tal sentido, al haber quedado
establecido que es el propio mandato el que establece los límites
de la rendición de cuentas, no resulta necesario establecer monto
alguno en la sentencia de mérito, más aun si el petitorio de la
demanda de fojas treinta y tres, señala claramente que el objeto de
la presente demanda es que el demandado efectúe la rendición de
cuentas de las gestiones administrativas en la adquisición del bien
inmueble ubicado en la Calle Hipólito Unanue número 300-3004,
urbanización San José Bellavista Callao y respectivas mejoras
introducidas sobre dicho inmueble; por lo que el presente recurso

97240 CASACIÓN
de casación deviene en improcedente. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Paulino Enciso Cáceres a fojas doscientos sesenta y cinco,
contra la sentencia de vista de fojas doscientos cincuenta, de
fecha catorce de mayo de dos mil quince, emitida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Juan Julián Enciso Tello contra Paulino Enciso Cáceres,
sobre Rendición de Cuentas; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-197
CAS. Nº 344-2016 SULLANA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dieciséis
de agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Gilberto Navarro García a
fojas doscientos veintitrés, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos quince, de fecha nueve de junio de dos mil quince,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Sullana,
que confirma la sentencia apelada de fojas ciento sesenta y siete, de
fecha veintiséis de diciembre de dos mil trece, que declara fundada
la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la sentencia
de primera instancia que le fue adversa, satisface el requisito
de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso 1, del
Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso,
denuncia: I) Infracción normativa de los artículos 923 y 2013 del
Código Civil, alegando que se viola su derecho de propiedad así
como el principio de legitimación registral al no tener en cuenta que
el recurrente, conjuntamente con sus hermanos, son copropietarios
del inmueble materia de litis, conforme se desprende de su título de
propiedad contenido en la Escritura Pública de fecha veintinueve
de noviembre de mil novecientos cincuenta y dos, inscrita en la
Ficha número 4838 de la Partida número 05001999 del Registro de
la Propiedad Inmueble de Sullana, Zona Registral número I, Sede
Piura; la misma que si bien se cerró a raíz de un procedimiento de
duplicidad de partidas registrales, ello no implica una declaración
de invalidez de los asientos registrados, correspondiendo al órgano
jurisdiccional declarar el derecho que corresponde en caso de
inscripción incompatible, como queda claro en lo resuelto por el
Tribunal Constitucional en el Expediente número 155-2001-AA/TC;
II) Infracción normativa de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú, alegando que se ha violado
el principio de la debida motivación de las resoluciones judiciales,
en el sentido que la sentencia de vista no se pronuncia sobre su
derecho de copropiedad y su inscripción en los Registros Públicos,
la cual es anterior a la del demandante, así como tampoco se
pronuncia respecto a lo resuelto por el Tribunal Constitucional en el
Expediente número 155-2001-AA/TC, en el que se ha resuelto en
el sentido de que el cierre de partida no implica la declaratoria de
invalidez de los asientos extendidos en la partida menos antigua,
dado que de acuerdo con el artículo 2013 del Código Civil, que
consagra el principio de legitimación, por el cual, el contenido
de la inscripción se presume cierto y produce todos sus efectos,
mientras no se rectifique o se declare judicialmente su invalidez; y,
III) Apartamiento inmotivado del precedente judicial contenido
en la Casación número 2195-2011-UCAYALI, alegando que
en la recurrida no se interpreta de forma correcta la doctrina
jurisprudencial vinculante, la cual señala que (sic) “cuando se
hace alusión a la carencia del título o el fenecimiento del mismo,
no se está refiriendo al documento que haga alusión exclusiva al
título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico que le autorice
a la parte demandada a ejercer la posesión del bien, puesto que
el derecho en disputa no será de propiedad sino el derecho a
poseer”, siendo que esta parte de la doctrina debe interpretarse
en el sentido de que quien ostenta un derecho de propiedad tiene
la facultad de poseer en primer término, pero pueden existir otros
títulos diferentes al de propiedad que otorgan un mejor derecho
de poseer, siendo que al tener la calidad de copropietario, lo cual
es de conocimiento público al estar inscrito dicho derecho en los
Registros Públicos, tiene derecho de poseer el bien, no siendo
por ello precario. CUARTO.- Absolviendo de forma conjunta las
denuncias descritas en el considerando anterior, debe tenerse
en cuenta que de conformidad al Cuarto Pleno Casatorio Civil,
celebrado por las Salas Civiles Permanente y Transitoria de
la Corte Suprema de Justicia de la República a propósito de la
Casación número 2195-2011-UCAYALI, debido a la naturaleza
sumaria de la vía procedimental destinada para la pretensión de
desalojo, dicho conflicto de intereses debe ceñirse a la probanza
del derecho al disfrute de la posesión inmediata y no puede
convertirse en una discusión compleja respecto a la determinación
de la propiedad del bien, lo cual debe ser materia de análisis en
otros procesos1. Asimismo, el mismo Pleno Casatorio Civil, indica
que el fenecimiento del título de posesión al que se refiere el
artículo 911 del Código Civil, “…se puede deber a diversas causas,
tanto intrínsecas o extrínsecas al mismo acto o hecho, ajenas
o no a la voluntad de las partes involucradas, entendiéndose
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
que el acto o el hecho existente, en el que el demandado venía
sustentando su posesión, al momento de la interposición de la
demanda, ha variado, debido a un acto que puede o no depender
de la voluntad de las partes…”2. QUINTO.- Siendo ello así, en
autos se tiene que las instancias de mérito han establecido que
de conformidad con la sentencia de fecha veinticuatro de marzo
de mil novecientos noventa y cuatro, recaída en el Expediente
número 444-93, seguido ante el Juzgado Civil de Sullana, que
corre a fojas cuatro, se había llevado a cabo, entre las mismas
partes y sobre el mismo bien, un proceso judicial de desahucio por
ocupación precaria, en el cual se ordenó a Gilberto Navarro García
desocupar el inmueble ubicado en la Calle Leoncio Prado número
ochocientos setenta y cinco, del Distrito y Provincia de Sullana,
y entregarlo a Walter Córdova Martínez, con lo cual se tiene que
de haber contado con cualquier título que justifique su posesión,
el mismo habría fenecido con dicho pronunciamiento judicial, no
siendo por ello relevante para esta causa establecer la existencia
del derecho de propiedad que aduce el recurrente, así como
tampoco valorar su inscripción registral, por lo que se tiene que las
instancias de mérito, al ceñir sus pronunciamientos a la discusión
del derecho de poseer de las partes, han actuado correctamente,
en consecuencia, se tiene que el recurrente no ha cumplido con
describir con claridad y precisión la infracción normativa, así como
tampoco ha demostrado la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada, con lo que se habría incumplido con los
requisitos de procedencia establecidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Gilberto Navarro García a fojas doscientos veintitrés, contra
la sentencia de vista de fojas doscientos quince, de fecha nueve
de junio de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Sullana, que confirma la sentencia apelada
de fojas ciento sesenta y siete, de fecha veintiséis de diciembre de
dos mil trece, que declara fundada la demanda; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Walter
Córdova Martínez y otra contra Gilberto Navarro García y otros,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA
1
Sentencia de Casación N° 2195-2011-UCAYALI, fundamento 58.
2
Sentencia de Casación N° 2195-2011-UCAYALI, fundamento 55.
C-1569469-198
CAS. Nº 362-2016 JUNIN
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, seis de junio de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por la empresa Casco Mining Company Sociedad
Anónima a fojas sesenta y ocho del presente cuaderno de casación,
contra la sentencia de vista de fojas mil ciento treinta y tres, de
fecha tres de noviembre de dos mil quince, emitida por la Sala
Mixta de Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín, que
confirma la sentencia apelada de fojas novecientos cincuenta y
tres, de fecha veintitrés de junio de dos mil quince, mediante la cual
se declara fundada la demanda interpuesta por Leoncio Silvino
Bastidas Hinostroza contra Casco Mining Company Sociedad
Anónima, Rubén López Lazo, Luis Oswaldo Castillo Huerta,
Pamela Huamani Servellón, Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada Leorub 2 (SMRL LEORUB 2) y la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos – SUNARP; en consecuencia,
nulo y sin efecto la Junta de Socios de la Sociedad Minera de
Responsabilidad Limitada Leorub 2, de fecha veinte de marzo de
dos mil doce y los acuerdos que se adoptaron en dicha Junta;
asimismo, dispone que la nulidad declarada se inscriba en el
Asiento Registral número 0004 de la Partida Registral número
11031072 deI Registro de Minería - Libro de Sociedades Legales,
Zona Registral número VIII - Sede Huancayo; para cuyo efecto
debe pasarse los partes correspondientes a la entidad registral,
con costas y costos del proceso; por lo que corresponde examinar
si el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Que, antes de revisar el cumplimiento
de los requisitos necesarios para la casación, se debe tener
presente que este recurso es eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a
los requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, esto es: I) Precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial; II) Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; y III) Demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión nomofiláctica, uniformizadora y
dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por el
recurrente en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Que, en ese sentido el presente recurso reúne los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
al haberse interpuesto: I) Contra una resolución expedida por la
Sala Superior respectiva que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso; II) Ante esta Sala Suprema vía recurso de
casación directa; III) Dentro del plazo previsto por ley, teniendo en
cuenta el informe emitido por el Secretario de la Sala Mixta de
Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín; y IV) Adjuntando
el respectivo arancel por recurso de casación, según consta a fojas
sesenta y cinco del cuadernillo de casación. CUARTO.- Que,
evaluando los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, se advierte que la empresa
recurrente cumple con lo establecido en los incisos 1 y 4, debido a
que sí apeló la sentencia de primera instancia que le fue adversa y
precisó que su pedido casatorio es anulatorio. QUINTO.- Que, en
cuanto a los requisitos de procedencia previstos por los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, tenemos que el recurso
se sustenta en las causales previstas en el artículo 386 del Código
Procesal Civil, a cuyo efecto, denuncia: 1) Infracción normativa
de los artículos 139 y 142 de la Ley General de Sociedades y
2006 del Código Civil, concordado con el artículo 427 inciso 3
del Código Procesal Civil, alegando que de los elementos
objetivos de la pretensión demandada se corrobora que lo que se
demanda no es que los acuerdos impugnados contravengan
normas imperativas contenidas en la Ley General de Sociedades y
el Código Civil, sino lo que se evidencia es que se pretende
asolapar la verdadera naturaleza de la pretensión postulada, que
no es otra que una impugnación de acuerdos, que encaja con lo
previsto en los artículos 139 y 142 de la Ley General de Sociedades,
cuyo plazo de caducidad ha vencido; por lo que, en observancia de
los artículos 2006 del Código Civil y 427 inciso 3 del Código
Procesal Civil, los jueces de instancia debían declarar de oficio la
caducidad de la pretensión postulada e improcedente la demanda;
2) Infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, señalando que la Sala Mixta de
Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín al dictar la recurrida
se contradice abiertamente por cuanto en la ratio decidendi que
motivó la anterior sentencia de vista de fecha nueve de marzo de
dos mil quince (que anuló la primera sentencia de primer grado), el
Ad quem estableció que el cuestionamiento al procedimiento de
convocatoria no constituía una pretensión incluida en la demanda;
sin embargo, al dictar la sentencia recurrida refiere que el juez de
la causa analiza propiamente el procedimiento de convocatoria con
la intervención del Notario Público, conforme a lo que la ley prevé y
ya no se efectúa un análisis del actuar del procedimiento notarial,
por lo cual refiere no advierte la existencia de agravios en este
extremo, proceder que la recurrente considera contradictorio e
incoherente y que torna inválida la sentencia impugnada. Asimismo,
alega que al emitir la recurrida se incurre en motivación aparente y
deficiente en la medida que realiza una arbitraria e irrazonable
evaluación de las pruebas aportadas ya que se priva de efectos
probatorios a la Carta Notarial de fecha nueve de junio de dos mil
once, enviada por la empresa Casco Mining Company Sociedad
Anónima al Gerente General de la Sociedad Minera de
Responsabilidad Limitada Leorub 2, Leoncio Silvino Bastidas
Hinostroza, remitida por Eduardo Felipe Cabrera Ganoza tanto en
representación de Casco Mining Company Sociedad Anónima,
como de la sociedad conyugal compuesta por el recurrente y su
esposa Ana María Pizarro Tenicela, con el argumento que Eduardo
Felipe Cabrera Ganoza no habría acreditado que goce de poder de
representación, cuando ha adjuntado como medio de prueba el
mérito de la Escritura Pública de Poder Especial Irrevocable de
fecha nueve de junio de dos mil once, interviniendo la empresa
Casco Mining Company Sociedad Anónima representada por
Eduardo Felipe Cabrera Ganoza en atención al poder inscrito en la
Partida número 03006622 del Registro de Personas Jurídicas de
Lima, lo que resulta arbitrario y exterioriza una motivación aparente
e ilógica; 3) Infracción normativa material de los artículos 194 y
199 del Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería,
sosteniendo que según los citados dispositivos, el domicilio de la
Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada Leorub 2, no es ni
puede ser otro que la ciudad de Junín; por lo que el hecho de
haberse realizado la Junta General de Socios en dicha ciudad no
constituye una irregularidad que pueda justificar la invalidación de
la citada junta; y d) Infracción normativa material del artículo
198 del Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería,
alegando que si la Sala Mixta de Tarma de la Corte Superior de
Justicia de Junín hubiese aplicado el citado artículo, habría
comprendido que no encontrándose la remoción de Gerente
General y la designación de nuevo Gerente General dentro de los
supuestos establecidos en el artículo 199 del citado cuerpo legal,
solo se requería en primera convocatoria de socios, que
representen el cincuenta (50%) del capital social pagado, situación
que efectivamente se dio en el caso de autos, en razón a que
concurrió a la Junta General cuestionada la empresa Casco Mining
Company Sociedad Anónima en su condición de titular de los
derechos políticos de Rubén López y Ana María Pizarro Tanicela
por efecto del contrato de usufructo. En igual sentido habría
razonado la Sala Mixta de Tarma de la Corte Superior de Justicia
de Junín; sin embargo, lo cierto es que el hecho que existan
acuerdos de diversa naturaleza no implica que deban dejarse sin
97241
efecto todos y cada uno de los acuerdos adoptados, siendo la labor
de la Sala Mixta de Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín,
determinar que facultades otorgadas al nuevo Gerente General
resultan nulas por contravenir la mayoría calificada prevista en el
artículo 199 del Texto Único Ordenado de la Ley General de
Arbitraje. SEXTO.- Que, examinados los fundamentos de la causal
denunciada en el ítem “a)”, se advierte que no satisface el requisito
de procedencia previsto en el inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, toda vez que ya ha quedado establecido en autos
que la pretensión demandada no se trata de una impugnación de
acuerdos sino de una nulidad prevista en el artículo 150 de la Ley
General de Sociedades, la misma que no ha caducado, pues la
demanda ha sido interpuesta dentro del plazo previsto en la citada
norma, por lo que la primera causal denunciada deviene en
improcedente. SÉTIMO.- Que, respecto a los fundamentos de la
causal denunciada en el ítem “b)”, se advierte tampoco satisface
el requisito de procedencia previsto en el inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, toda vez que: I) La ratio decidendi que
motivó la primera sentencia de vista de fecha nueve de marzo de
dos mil quince, fue que el razonamiento contenido en la primera
sentencia de primer grado de fecha treinta y uno de octubre de dos
mil catorce, era incongruente, esto es, que no se ajustaba al mérito
de lo actuado, pues no existía una pretensión acumulada de
nulidad de procedimiento administrativo que hubiera llevado el
Notario demandado, sino una pretensión accesoria de nulidad de
Asiento Registral, además porque el A quo debió pronunciarse
sobre el quórum exigido por ley para la validez del acuerdo
cuestionado, y no sobre el procedimiento de calificación del Asiento
Registral; y II) La sentencia de vista no priva de efectos probatorios
a la Carta Notarial de fecha nueve de junio de dos mil once, sino
que al valorarla concluye que dicho documento no acreditaba que
la empresa Casco Minning Cimpany Sociedad Anónima haya
cumplido con solicitar previamente al Gerente General de la
Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada Leorub 2 la
realización de la Junta General de Socios, porque en dicha carta no
se precisa si la persona que la suscribe (Eduardo Felipe Cabrera
Ganoza) contaba con poder de representación, y porque en dicha
carta no se consignó un sello de la empresa destinataria, que
acredite que fue notificada; por lo tanto, si bien es cierto que en
autos obra la Escritura Pública de Poder Especial Irrevocable
otorgada por la empresa Casco Mining Company Sociedad
Anónima a favor de Eduardo Felipe Cabrera Ganoza; sin embargo,
dicho poder fue inscrito en fecha posterior, lo que significa que al
momento de ser entregada la Carta Notarial, el destinatario
desconocía que Eduardo Felipe Cabrera Ganoza era el
representante de la empresa Casco Mining Company Sociedad
Anónima. En consecuencia, estando a lo señalado, la empresa
recurrente no ha cumplido con demostrar la incidencia directa de la
presente infracción sobre la decisión impugnada, por lo que la
segunda causal denunciada deviene en improcedente. OCTAVO.-
Que, finalmente, respecto a los fundamentos de las causales
denunciadas en los ítems “c)” y “d)”, se advierte que no satisfacen
el requisito de procedencia previsto en el inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, pues aun cuando existe discrepancia
respecto al domicilio de la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada Leorub 2, el recurrente no ha cumplido con desvirtuar el
argumento de la sentencia de vista que señala que la Junta General
de Socios cuestionada requería del quórum calificado, señalado en
el artículo 199 del Texto Único Ordenado de la Ley General de
Minería, al haberse otorgado al nuevo Gerente facultades para
enajenar bienes, hipotecarlos, entre otros; no siendo labor de la
Sala Mixta de Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín,
determinar qué facultades otorgadas al nuevo Gerente resultan
nulas, por contravenir la mayoría calificada prevista en el artículo
199 de la citada ley; pues, según los puntos controvertidos
establecidos a fojas quinientos ochenta, no es materia del presente
proceso determinar la validez del acuerdo adoptado en la Junta
General de Socios de fecha veinte de marzo de dos mil doce, sobre
otorgamiento de facultades al nuevo Gerente, sino únicamente,
establecer: I) Si dicha Junta fue válidamente convocada, es decir,
si hubo un requerimiento previo para convocar y si la empresa
Casco Mining Company Sociedad Anónima tenía legitimidad para
convocar; y II) Si contó con el quórum exigido por ley, tanto para la
celebración de la junta como para la adaptación de los acuerdos; lo
que ha sido cumplido con ambas instancias. Además, no puede
perderse de vista, que el incumplimiento del requisito del quórum
genera la invalidez de la Junta y de los acuerdos adoptados en ella;
por lo que este defecto no puede ser subsanado con una
declaración de invalidez parcial de determinadas facultades
otorgadas al Gerente en la Junta cuestionada; razones por las
cuales, la tercera y cuarta causales denunciadas devienen
igualmente en improcedentes. Por estas consideraciones y de
conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la empresa Casco Mining Company Sociedad Anónima a fojas
sesenta y ocho del presente cuaderno de casación, contra la
sentencia de vista de fojas mil ciento treinta y tres, de fecha tres de
noviembre de dos mil quince, emitida por la Sala Mixta de Tarma de
la Corte Superior de Justicia de Junín; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Leoncio
Silvino Bastidas Hinostroza contra la empresa Casco Mining
Company Sociedad Anónima y otros, sobre Nulidad de Acto

97242 CASACIÓN
Jurídico; y los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos
Señores Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de
los Jueces Supremos Señores Mendoza Ramírez y Romero Díaz.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-199
CAS. Nº 362-2016 JUNÍN
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, seis de junio de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Rubén López Lazo a fojas mil ciento sesenta y seis,
contra la sentencia de vista de fojas mil ciento treinta y tres, de fecha
tres de noviembre de dos mil quince, emitida por la Sala Mixta de
Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín, que confirma la
sentencia apelada de fojas novecientos cincuenta y tres, de fecha
veintitrés de junio de dos mil quince, mediante la cual se declara
fundada la demanda interpuesta por Leoncio Silvino Bastidas
Hinostroza contra Casco Mining Company Sociedad Anónima,
Rubén López Lazo, Luis Oswaldo Castillo Huerta, Meivis Pamela
Huamani Servellón, Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada
Leorub 2 (SMRL LEORUB 2) y la Superintendencia Nacional de los
Registros Públicos – SUNARP; en consecuencia, nulo y sin efecto la
Junta de Socios de la Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada
Leorub 2, de fecha veinte de marzo de dos mil doce y los acuerdos
que se adoptaron en dicha Junta; asimismo, dispone que la nulidad
declarada se inscriba en el Asiento Registral número 0004 de la
Partida Registral número 11031072 deI Registro de Minería - Libro
de Sociedades Legales, Zona Registral número VIII - Sede
Huancayo; para cuyo efecto debe pasarse los partes
correspondientes a la entidad registral, con costas y costos del
proceso; por lo que corresponde examinar si el referido recurso
cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para la casación, se debe tener presente que este
recurso es eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que
tiene que estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige
la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto
es: I) Precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en la
infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial; II) Presentar una fundamentación puntualizada, clara y
pertinente respecto de cada una de las referidas causales; y III)
Demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
nomofiláctica, uniformizadora y dikelógica. Siendo así, es
responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este Supremo
Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de casación, ni
de integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y
explícita la falta de causal, tampoco subsanar de oficio los defectos
incurridos por el recurrente en la formulación del recurso
extraordinario. TERCERO.- Que, en ese sentido el presente recurso
reúne los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, al haberse interpuesto: I) Contra una
resolución expedida por la Sala Superior respectiva que, como
órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II) Ante la Sala
Superior que emitió la resolución impugnada, que para el caso de
autos es la Sala Mixta de Tarma de la Corte Superior de Justicia de
Junín; III) Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día
siguiente de notificada la resolución que se impugna, conforme se
corrobora con el cargo de notificación obrante a fojas mil ciento
cuarenta y ocho (vuelta); y IV) Adjuntando el respectivo arancel por
recurso de casación. CUARTO.- Que, evaluando los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, se
advierte que el recurrente cumple con lo establecido en los incisos 1
y 4, debido a que sí apeló la sentencia de primera instancia que le
fue adversa y precisó que su pedido casatorio es anulatorio.
QUINTO.- Que, en cuanto a los requisitos de procedencia previstos
por los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
tenemos que el recurso se sustenta en las causales previstas en el
artículo 386 deI Código Procesal Civil, a cuyo efecto, denuncia: 1)
Infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú y artículo 197 del Código Procesal
Civil, alegando que la Sala Mixta de Tarma de la Corte Superior de
Justicia de Junín, al dictar la recurrida se contradice abiertamente
por cuanto en la ratio decidendi que motivó la anterior sentencia de
vista de fecha nueve de marzo de dos mil quince (que anuló la
primera sentencia de primer grado), el Ad quem estableció que el
cuestionamiento al procedimiento de convocatoria no constituía una
pretensión incluida en la demanda; sin embargo, al dictar la sentencia
recurrida refiere que el juez de la causa analiza propiamente el
procedimiento de convocatoria con la intervención del Notario
Público, conforme a lo que la ley prevé y ya no se efectúa un análisis
del actuar del procedimiento notarial, por lo cual refiere que no
advierte la existencia de agravios en este extremo; y que, asimismo,
en la sentencia impugnada se hace referencia al requisito del
quórum, del domicilio social, de la remisión de una carta al Notario
Público y del uso de papel membretado de la empresa, proceder que
el recurrente considera contradictorio e incoherente y que torna
inválida la sentencia impugnada. Asimismo, alega que al emitir la
recurrida se incurre en motivación aparente y deficiente en la medida
que realiza una arbitraria e irrazonable evaluación de las pruebas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
aportadas ya que se priva de efectos probatorios a la Carta Notarial
de fecha nueve de junio de dos mil once, enviada por Casco Mining
Company Sociedad Anónima al Gerente General de la Sociedad
Minera de Responsabilidad Limitada Leorub 2, Leoncio Silvino
Bastidas Hinostroza, remitida por Eduardo Felipe Cabrera Ganoza
tanto en representación de Casco Mining Company Sociedad
Anónma como de la sociedad conyugal compuesta por el recurrente
y su esposa Ana María Pizarro Tenicela, argumentando que Eduardo
Felipe Cabrera Ganoza no habría acreditado que goce de poder de
representación, cuando ha adjuntado como medio de prueba el
mérito de la Escritura Pública de Poder Especial Irrevocable de fecha
nueve de junio de dos mil once, interviniendo la empresa Casco
Mining Company Sociedad Anónima representada por Eduardo
Felipe Cabrera Ganoza en atención al poder inscrito en la Partida
número 03006622 del Registro de Personas Jurídicas de Lima, lo
que resulta arbitrario y exterioriza una motivación aparente e ilógica;
2) Infracción normativa material de los artículos 194 y 199 deI
Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería, señalando
que por el primero de los artículos el domicilio de la sociedad será
donde se ubique la concesión que le dio origen, salvo que los socios
acordasen cambiar el domicilio, para lo cual serán de aplicación las
normas del primer y segundo párrafo que a su vez refieren que para
la celebración de Juntas Generales Extraordinarias cuando se trate
entre otras, de cambio de domicilio, se requiere la concurrencia de
socios que representen al menos las dos terceras partes del total del
capital pagado, por lo que en este caso considera que el domicilio
debe ser la ciudad de Junín, y que no media acuerdo sobre cambio
de domicilio, por lo que al haberse realizado la junta en la oficina de
notario ubicada en jirón San Martín número 588 lado oeste del
distrito y provincia de Junín, la misma que no es el domicilio social de
la Sociedad Minera, se erige como una conclusión que no
compadece con lo dispuesto por el artículo 194 del Texto Único
Ordenado de la Ley General de Minería, armonizada con lo previsto
por el artículo 199 de la citada norma legal, ya que considera que no
constituye irregularidad que pueda justificar la invalidación de la
citada; y 3) Infracción normativa material del artículo 198 del
Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería, sosteniendo
que de haber aplicado el Colegiado Superior el citado artículo, habría
advertido que el acuerdo de remoción de Gerente General, el
acuerdo de designación de nuevo Gerente General y no todas la
facultades otorgadas al nuevo Gerente General constituían acuerdos
que requerían la mayoría calificada prevista por el artículo 199 del
Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería, por lo que el
hecho de que existan acuerdos de diversa naturaleza no implica que
deban dejarse sin efecto todos y cada uno de los acuerdos
adoptados, siendo la labor de la Sala Mixta de Tarma de la Corte
Superior de Justicia de Junín, determinar que facultades otorgadas
al nuevo Gerente General resultan nulas por contravenir la mayoría
calificada prevista en el artículo 199 de la citada ley. SEXTO.- Que,
examinados los fundamentos de la causal denunciada en el ítem
“a)”, se advierte que no satisface el requisito de procedencia
previsto en el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, toda
vez que: I) La ratio decidendi que motivó la primera sentencia de
vista de fecha nueve de marzo de dos mil quince, fue que el
razonamiento contenido en la primera sentencia de primer grado de
fecha treinta y uno de octubre de dos mil catorce era incongruente,
esto es, que no se ajustaba a mérito de lo actuado, pues no existía
una pretensión acumulada de nulidad de procedimiento
administrativo que hubiera llevado el Notario demandado, sino una
pretensión accesoria de nulidad de Asiento Registral, además
porque el A quo debió pronunciarse sobre el quórum exigido por ley
para la validez del acuerdo cuestionado, y no sobre el procedimiento
de calificación del Asiento Registral; y II) La Sentencia de Vista no
priva de efectos probatorios a la Carta Notarial de fecha nueve de
junio de dos mil once, sino que al valorarla concluye que dicho
documento no acreditaba que la empresa Casco Mining Company
Sociedad Anónima haya cumplido con solicitar previamente al
Gerente General de la Sociedad Minera de Responsabilidad
Limitada Leorub 2, la realización de la Junta General de Socios,
porque en dicha carta no se precisa si la persona que la suscribe
(Eduardo Felipe Cabrera Ganoza) contaba con poder de
representación, y porque en dicha carta no se consignó un sello de
la empresa destinataria que acredite que fue notificada; por lo tanto,
si bien es cierto que en autos obra la Escritura Pública de Poder
Especial Irrevocable otorgada por la empresa Casco Mining
Company Sociedad Anónima a favor de Eduardo Felipe Cabrera
Ganoza; sin embargo, dicho poder fue inscrito en fecha posterior, lo
que significa que al momento de ser entregada la Carta Notarial, el
destinatario desconocía que Eduardo Felipe Cabrera Ganoza era el
representante de la empresa Casco Mining Company Sociedad
Anónima. En consecuencia, estando a lo señalado, el recurrente no
ha cumplido con demostrar la incidencia directa de la presente
infracción sobre la decisión impugnada, por lo que la primera causal
de naturaleza procesal deviene en improcedente. SÉTIMO.- Que,
en cuanto a los fundamentos de las causales denunciadas en los
ítems “b)” y “c)”, se advierte que tampoco satisfacen el requisito de
procedencia previsto en el inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, pues aun cuando existe discrepancia respecto al
domicilio de la Sociedad Minera de Responsabilidad Limitada Leorub
2, el recurrente no ha cumplido con desvirtuar el argumento de la
Sentencia de Vista que señala que la Junta General de Socios
cuestionada requería del quórum calificado, señalado en el artículo
199 del Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería, al
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
haberse otorgado al nuevo Gerente facultades para enajenar bienes,
hipotecarlos, entre otros; no siendo labor de la Sala Mixta de Tarma
de la Corte Superior de Justicia de Junín, determinar qué facultades
otorgadas al nuevo Gerente resultan nulas, por contravenir la
mayoría calificada prevista en el artículo 199 de la citada ley; pues,
según los puntos controvertidos establecidos a fojas quinientos
ochenta, no es materia del presente proceso determinar la validez
del acuerdo adoptado en la Junta General de Socios de fecha veinte
de marzo de dos mil doce sobre Otorgamiento de Facultades al
Nuevo Gerente, sino únicamente, establecer: a) Si dicha Junta fue
válidamente convocada, es decir, si hubo un requerimiento previo
para convocar y si la empresa Casco Mining Company Sociedad
Anónima tenía legitimidad para convocar; y b) Si contó con el
quórum exigido por ley, tanto para la celebración de la Junta como
para la adaptación de los acuerdos; lo que ha sido cumplido con
ambas instancias. Además, no puede perderse de vista que el
incumplimiento del requisito del quórum genera la invalidez de la
Junta y de los acuerdos adoptados en ella; por lo que este defecto no
puede ser subsanado con una declaración de invalidez parcial de
determinadas facultades otorgadas al Gerente en la Junta
cuestionada; razones por las cuales, la segunda y tercera causales
de naturaleza material devienen igualmente en improcedentes. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Rubén López Lazo a fojas mil ciento
sesenta y seis, contra la sentencia de vista de fojas mil ciento treinta
y tres, de fecha tres de noviembre de dos mil quince, emitida por la
Sala Mixta de Tarma de la Corte Superior de Justicia de Junín;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Leoncio Silvino Bastidas Hinostroza contra Rubén López Lazo y
otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Integran esta
Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La Barra
Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores Mendoza
Ramírez y Romero Díaz. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-200
CAS. Nº 575-2016 AREQUIPA
INFRACCIÓN A LA LEY PENAL. Lima, catorce de marzo de dos mil
dieciséis. AUTOS Y VISTOS; con el expediente principal en dos
tomos y cuadernillo de Casación que se tienen a la vista, y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto por Elard Juan
Linarez Tejada y Rocío del Pilar Sánchez Salas de Linarez (padres
del infractor Paúl Alexander Linarez Sánchez incorporados al
proceso como terceros civilmente responsables)1, obrante de folios
novecientos noventa y uno a novecientos noventa y tres, contra la
sentencia de vista contenida en la resolución número treinta y ocho
del veintidós de diciembre de dos mil quince corriente de folios
novecientos setenta y dos a novecientos ochenta y cuatro, que
confirma la sentencia apelada expedida mediante resolución
número veintidós del trece de julio de dos mil quince inserta de
folios ochocientos veintinueve a ochocientos cincuenta y tres que
declara a Paúl Alexander Linarez Sánchez autor de la infracción de
la ley penal, tipificada como lesiones graves, conforme lo prevé el
numeral 3) del primer párrafo del artículo 121° del Código Penal, en
agravio de Michael Jesús Flores Núñez, le impone la medida socio
educativa de libertad asistida por el lapso de ocho meses y le
impone el pago de veintiséis mil novecientos noventa y cuatros
soles con diecinueve céntimos (S/. 26,994.19) como reparación
civil que debe ser pagado por el infractor solidariamente con sus
progenitores e infundada la pretensión de indemnización por lucro
cesante y absuelven al denunciado de la infracción penal de
omisión de socorro. SEGUNDO.- La labor de calificación del
Recurso de Casación según lo preceptuado por el Artículo 387° del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
importa primariamente la comprobación del cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del acto
procesal impugnado, que exige que lo que se impugne sea una
sentencia o auto expedido por una Sala Superior que, como órgano
judicial de segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los recaudos
especiales del Recurso. Así, si el Recurso de Casación es
interpuesto ante la Corte Suprema de Justicia de la República,
debe acompañarse copia de la cédula de notificación de la
resolución impugnada y de la expedida en primer grado, certificada
con sello, firma y huella digital por el Abogado que autoriza el
Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad, lo que no
resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto ante el
órgano jurisdiccional emisor de la resolución impugnada; iii) La
verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales, vigente al
tiempo de la interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
concreto, el Recurso de Casación ejercitado satisface los requisitos
de admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a)
Se recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al proceso
penal sobre lesiones graves contenida en la resolución número
treinta y ocho del veintidós de diciembre de dos mil quince, obrante
de folios novecientos setenta y dos a novecientos ochenta y cuatro;
97243
b) Se interpone ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, como órgano superior de justicia que emitió la
Sentencia recurrida, no requiriéndose acompañar los recaudos
adicionales por tal circunstancia; c) Se presenta dentro del plazo
establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista se notificó a los
recurrentes el veintinueve de diciembre de dos mil quince, según
cargo corriente a folios novecientos ochenta y siete y el Recurso lo
presentaron el trece de enero del dos mil dieciséis; y, d) En lo que
se refiere al pago de la tasa judicial por interposición del presente
Recurso, si bien no se adjunta dicho arancel, debe tenerse en
cuenta que en esta clase de procesos sobre “infracción a ley penal
por parte de menores de edad”, el acceso al sistema de justicia es
gratuito. CUARTO.- Asimismo, los casacionistas cumplen con lo
establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil,
al no haber dejado consentir la sentencia de primera instancia que
condenó al menor infractor Paúl Alexander Linarez Sánchez,
expedida por el Juez del Juzgado de Familia del Módulo Básico de
Justicia de Hunter de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
mediante resolución número veintidós de fecha trece de julio de
dos mil quince, obrante de folios ochocientos veinte y nueve a
ochocientos cincuenta y tres, conforme se desprende del escrito de
apelación corriente de folios novecientos veintiocho a novecientos
treinta y uno. QUINTO.- El Recurso Extraordinario de Casación es
formal y excepcional, por lo que debe estar estructurado con
precisión y estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo
al impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en la formulación del
Recurso. SEXTO.- En el contexto descrito, corresponde realizar la
labor de verificación del cumplimiento de los requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388° del Código
Procesal Civil. SÉPTIMO.- Encaminados en dicha labor, se lee del
texto del Recurso de Casación corriente de folios novecientos
noventa y uno a novecientos noventa y tres que los impugnantes
no precisan expresamente la infracción normativa procesal que
incida directamente sobre la decisión impugnada o el apartamiento
inmotivado del precedente judicial; por lo que en dicho contexto, el
Recurso planteado debe ser desestimado en acatamiento del
artículo 392° del Código Procesal Civil; tanto más, si el Tribunal de
Casación no se encuentra facultado para subsanar las omisiones
incurridas por los recurrentes. OCTAVO.- Sin perjuicio de ello, esta
Sala Suprema en aras del debido proceso considera pertinente
pronunciarse respecto de los hechos descritos por los casacionistas
que denuncian el incumplimiento ineludible del principio procesal
del “tantum apellatum, quantum devolutum” que en nuestro
ordenamiento procesal civil, según la jurisprudencia nacional, es
recogido por el artículo 370° del Código Procesal Civil, así como el
incumplimiento al deber de motivación de las resoluciones,
entendiendo a sus juicios que: a) Teniendo en cuenta la doctrina
jurisprudencial de la Corte Suprema en la Casación número 215-
2011, en el que se precisa que el juicio de apelación no debe
conocer sino de aquello de lo cual se ha apelado y de lo que debe
existir pronunciamiento, no ha sido acatado por la Sala Superior
por cuanto al emitir y fundamentar la sentencia de vista, se ha
pronunciado específicamente por la legítima defensa cuando esta
causal, que excluye antijuricidad, en ningún momento fue invocado
en el recurso de apelación, trasvasando el fundamento del petitorio
del recurso; y b) La Sala no ha indicado cuál fue el proceso mental
para arribar a las conclusiones para determinar el por qué el
infractor había cometido la infracción de lesiones graves y no en la
modalidad de lesiones con resultado fortuito, lo que debe ser
evaluado por la Sala Suprema, debiendo haberse compulsado si la
acción de dar un puñete en el rostro causando lesiones en el
hemilabio superior izquierdo guarda relación de causalidad con los
daños sufridos en la cabeza del agraviado y que fueran producidos
por golpe contra piedras lo que marca correlato lógico con lesiones
preterintencionales. NOVENO.- Respecto de los hechos descritos
en el acápite a) merecen de plano un juicio desestimativo, desde
que conforme se desprende del segundo folio del recurso de
apelación de fojas novecientos veintiocho a novecientos treinta y
uno, los impugnantes expresaron textualmente:“Que el
razonamiento utilizado por el Juzgador está dotado de motivación
aparente, por cuanto se ha limitado a realizar una síntesis de
los medios probatorios actuados a lo largo de la audiencia de
esclarecimiento de hechos, así como de los elementos de
convicción recabados a nivel fiscal y policial; habiendo
pretendido dar únicamente cumplimiento formal de la
motivación, por cuanto tan solo se ha limitado indicar que
existe incongruencia entre lo declarado por el apelante y los
testigos Paolo Alfredo Zevallos Ballón y Piero Alejandro
Calderón Zegarra, concluyendo que no es admisible la tesis de
la legítima defensa:” (subrayado corresponde al Colegiado),
coligiéndose claramente que sí formó parte de sus agravios el

97244 CASACIÓN
argumento de la legítima defensa que se invocó en el desarrollo del
proceso penal. Y en ese sentido, la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa correctamente lo describió como
uno más de los agravios denunciados en el recurso de apelación
según se lee de lo expuesto en el literal b) del primer considerando
de la sentencia de vista, que quedó desechado según lo
argumentado en el sexto considerando de la recurrida donde se
consigna sobre la discrepancia entre las declaraciones de los
amigos del infractor, Paolo Alfredo Zevallos y Ballón Piero Alejandro
Calderón Zegarra que desvanecen el argumento de la legítima
defensa alegada por el infractor pues en el lugar de los hechos no
se encontró arma alguna como una navaja, ni menos fue advertida
por alguno de los testigos oculares de los hechos acaecidos el
veintidós de marzo de dos mil catorce; en ese contexto, se evidencia
que la Sala Superior enmarcó su labor examinadora dentro del
marco establecido por el artículo 370° del Código Procesal Civil.
DÉCIMO.- En lo concerniente a lo detallado en el acápite b), cabe
decir que el desarrollo argumentativo fáctico y jurídico de la Sala Civil
en relación al arribo de la conclusión de que las lesiones cometidas
por el infractor Paúl Alexander Linarez Sánchez fue con dolo, esto
es, con conciencia y voluntad y no producto de resultado fortuito se
halla detallado en el octavo considerando de la sentencia de vista,
donde al analizar el agravio sobre la alegada desvinculación del tipo
penal alegado por los impugnantes, la Sala contundentemente
argumentó que: “(…) el Juzgador en la sentencia apelada en el
fundamento 10 dejó (sic) establecido claramente que no se está ante
lesiones con resultado fortuito, considerando que se ha actuado con
dolo eventual el que implica el conocimiento y la aceptación previa
por parte de una persona de la posibilidad que se produzca una
determinada consecuencia con su proceder, pues pudo advertir de la
existencia de las piedras en el lugar de los hechos.”; más aún, en el
noveno considerando expuso: “(…) como se ha acreditado, con los
medios probatorios, que en el lugar donde se produjeron los hechos
existían piedras, hecho conocido por todos los que se encontraban
en el lugar, por tanto al no existir una causa fortuita e imprevisible, no
se da la ruptura del nexo causal ni del juicio de imputación, al no
desvincularse la conducta del investigado con el resultado final.”
DÉCIMO PRIMERO.- En esa línea argumentativa, se colige en
suma que los cuestionamientos están orientados a una apreciación
distinta de las pruebas actuadas en el proceso que, según indican
los recurrentes, determinarían que las lesiones ocasionadas tuvieron
resultados fortuitos; empero, tales aspectos no pueden ser motivo de
casación, dado que a través de ésta no se constituye una tercera
instancia, para poder enjuiciar los hechos y las pruebas nuevamente.
Habiéndose con las diversas diligencias practicadas en el interior del
proceso, corroborado de manera fehaciente la responsabilidad de
Paúl Alexander Linarez Sánchez como autor de lesiones graves en
agravio de Michael Jesús Flores Núñez. DÉCIMO SEGUNDO.- Es
menester anotar que el hecho que se haya expedido un fallo adverso
a los intereses de los impugnantes, no configura irregularidades
ocurridas al interior del proceso, menos aún, la infracción al principio
de motivación escrita de las resoluciones como pretenden sostener,
debiendo precisarse que el debido proceso garantiza que todo
justiciable tenga el derecho a que se le haga justicia, acudiendo al
órgano jurisdiccional, a través de un proceso donde se le brinden un
conjunto de derechos y garantías mínimas en su desarrollo, y que lo
resuelto sea efectivo; sin embargo, ello no implica que se dé la razón
necesariamente a los peticionantes, sino que éstos puedan ejercer
sus derechos en el proceso con libertad y en un plano de igualdad2,
formando un “escudo” ante las posibles arbitrariedades, lo que da
lugar al “debido proceso”3, lo que se encuentra plenamente
acreditado en el presente proceso. DÉCIMO TERCERO.- Por tanto,
el recurso de casación no satisface los concurrentes requisitos de
procedencia precisados en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
por lo que se debe proceder conforme a lo dispuesto en el artículo
392 del acotado Código Procesal. Por tales razones y en aplicación
de lo preceptuado además por el Artículo 392° del Código Procesal
Civil declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación
interpuesto por los terceros civilmente responsables Elard Juan
Linarez Tejada y Rocío del Pilar Sánchez Salas de Linarez contra la
Sentencia de Vista contenida en la Resolución número treinta y ocho
obrante de fojas novecientos setenta y dos a novecientos ochenta y
cuatro dictada por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa el veintidós de diciembre de dos mil quince;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario
oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por el
Ministerio Público contra Paúl Alexander Linarez Sánchez, en
agravio de Michael Jesús Flores Núñez sobre Infracción a la Ley
Penal contra La Vida, El Cuerpo y La Salud en la Modalidad de
Lesiones Graves; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Yaya Zumaeta. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza
Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
Resolución N° 03 del 21 de enero de 2015 inserta a folios 510.
2
Cfr. MORALES GODO JUAN. Revista de la Maestría en Derecho Procesal,
Pontificia Universidad Católica del Perú, Vol. 5 (1), 2014. Aclaración y
corrección de Resoluciones Judiciales, pagina 54.
3
Cfr. OSCAR A. ZORZOLI. Revista de la Maestría en Derecho Procesal,
Pontificia Universidad Católica del Perú, Vol. 3 (1), 2009. Teoría General del
Proceso – Naturaleza Procesal de las pruebas anticipadas Perú, pagina 3.
C-1569469-201
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
CAS. Nº 1102-2016 ICA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, quince
de agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por José Luis Elías Ávalos, Norma
Graciela Euribe Bolívar y Universidad Privada San Juan Bautista
Sociedad Anónima Cerrada a fojas seiscientos treinta, contra
la sentencia de vista de fojas seiscientos dieciocho, de fecha
veintitrés de diciembre de dos mil quince, emitida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, que confirma
la sentencia apelada de fojas cuatrocientos veinticuatro, de fecha
dieciocho de setiembre de dos mil quince, que declara infundada
la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la sentencia
de primera instancia que le fue adversa, satisface el requisito
de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso 1, del
Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso,
denuncia: Infracción normativa del inciso 5 del artículo 139 la
Constitución Política del Perú y del inciso 3 del artículo 122 del
Código Procesal Civil, afirmando que el razonamiento alegado por
el Ad quem, es escueto y no cumple con la exigencia del derecho
a la motivación, ya que: a) Sólo se ha limitado a señalar el artículo
1969 del Código Civil y efectuar una detallada exposición de los
elementos sustanciales que se evalúan en este tipo de demandas,
sin establecer una correlación de los hechos con el derecho, b)
Se habría extralimitado en sus atribuciones, integrando un extremo
no impugnado, como es el caso del daño por lucro cesante
demandado, que fue omitido por el A quo; c) No se han valorado
aspectos subjetivos de la demanda, como los enumerados en los
fundamentos sétimo y octavo que evidenciaban una conducta
tendenciosa y carente de argumentos de la demandada, como
tratar de sorprender al órgano jurisdiccional argumentando ser
propietaria de un área de terreno muy superior a la que realmente
conduce; d) Se habría incurrido en dicha infracción al no haberse
valorado los documentos presentados con numerales 1 a 14 de
su demanda, toda vez que aún cuando su inadmisibilidad por
tratarse de copias simples fue confirmada, dicha desestimación
no estaba amparada de manera legal. CUARTO.- En cuanto a la
denuncia descrita en el considerando precedente como extremos
a) y c), debe tenerse en cuenta que no hay un defecto o falta de
motivación en la decisión recurrida en el sentido expuesto por
la parte recurrente, toda vez que el Ad quem sí ha realizado un
análisis de la norma y la ha aplicado al caso concreto, cuando en
los considerandos 8.4, 8.5 y 8.9 de su decisión, afirma que -a su
entender- la interposición de demandas, denuncias y reclamos
administrativos por parte de la demandada -conducta señalada en
la demanda como causante del daño que ha sufrido- no configuran
una conducta antijurídica, sino un ejercicio válido del derecho a la
tutela jurisdiccional, la misma que no es temeraria sino que resulta
justificada, toda vez que la ahora demandada es propietaria de
un área de terreno adyacente al de la parte demandante, cuya
extensión se ha dilucidado mediante dichos procesos judiciales y
administrativos, por lo que al haberse desvirtuado la presencia de
dicho elemento concurrente de la responsabilidad civil, los otros
elementos restantes no se configuran, agregando que tampoco
se habría acreditado el daño por lucro cesante, pues si bien obra
en autos copia del Convenio Marco de Colaboración Universitaria
Interinstitucional celebrado entre la Fundación Universitaria San
Martín de Colombia y la codemandante Asociación Privada San
Juan Bautista, con intervención de GLOMA Sociedad Anónima
Cerrada, por su solo mérito no puede generar una indemnización,
no existiendo evidencia de que el mismo se haya paralizado.
Con ello, existiendo la motivación descrita, se tiene que la parte
recurrente no ha cumplido con describir con claridad y precisión
la infracción normativa que denuncia, motivo por el cual no se ha
cumplido con lo indicado en el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a las denuncias descritas en
el considerando precedente como extremos b) y d), se tiene que
tampoco se ha cumplido con describirlos con claridad y precisión,
toda vez que la integración de la sentencia apelada sí constituye
facultad de la Sala Superior, más aún cuando en el caso de autos,
en el fundamento sexto del pronunciamiento del A quo, aparece
que sí fundamentó en su parte considerativa la infundabilidad del
daño por lucro cesante, bastando su consignación en la parte
resolutiva, conforme lo autoriza el segundo párrafo del artículo 370
del Código Procesal Civil; y a su vez, si bien es cierto que el Ad
quem no valora los medios probatorios adjuntados como anexos en
su escrito de demanda, ello fue en mérito a que la inadmisibilidad
de los mismo fue resuelta en el saneamiento probatorio, decisión
que quedó ejecutoriada en el proceso, precluyendo toda discusión
al respecto. Con ello, también en este extremo se ha incumplido
con lo indicado en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal
Civil. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por José Luis Elías Ávalos, Norma Graciela
Euribe Bolívar y Universidad Privada San Juan Bautista Sociedad
Anónima Cerrada a fojas seiscientos treinta, contra la sentencia
de vista de fojas seiscientos dieciocho, de fecha veintitrés de
diciembre de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Ica, que confirma la sentencia
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
apelada de fojas cuatrocientos veinticuatro, de fecha dieciocho de
setiembre de dos mil quince, que declara infundada la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por José Luis Elías Ávalos y otros contra Clementina Lovera viuda
de Flores, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-202
CAS. Nº 1391-2016 LAMBAYEQUE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, cinco de setiembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO: El recurso
de casación de fojas mil ciento cuarenta y siete interpuesto por
Julio Juan César Armas Alcalde contra la sentencia de vista de
fojas mil ciento veintinueve, de fecha veintidós de octubre de dos
mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque, reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del Código
Procesal Civil. SEGUNDO: El artículo 388 incisos 2 y 3 del Código
Procesal Civil modificado por la Ley número 29364, establece
que constituyen requisitos de fondo del recurso de casación,
que se describa con claridad y precisión la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
TERCERO: El recurrente, invocando el artículo 388 del Código
Procesal Civil, denuncia como agravios: a) La infracción
normativa del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, norma concordante con los artículos 50
inciso 6 y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, y 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, así
como del artículo VII del Título Preliminar del citado Código
Procesal, argumentando que la Sala Superior no ha explicado si
se reputa nulo el acto de sucesión intestada en sede notarial por
contravenir normas que interesan al orden público y a las buenas
costumbres, por ser un objeto jurídicamente imposible o por tener
una finalidad ilícita, ya que ha sido realizado sin que se haya hecho
previamente la respectiva colación del bien anticipado, habiendo
admitido dicho órgano jurisdiccional que existiendo un anticipo de
herencia debe darse un acto de colación para que finalmente se
determine la herencia neta, no obstante, en clara contradicción
establece que la existencia de un anticipo de herencia no impide
el inicio del procedimiento de sucesión intestada; agrega que la
sentencia de vista ha vulnerado el Principio de Congruencia dado
que no se sujeta al mérito de lo expuesto por las partes, puesto
que los demandados han alegado que desconocen si su padre
y causante Segundo Julio Armas Loyola revocó el anticipo de
herencia otorgado a favor de todos los integrantes de las partes
procesales del presente proceso y que sus padres realizaron
muchos actos jurídicos, como el anticipo de herencia, que nunca
surtieron efectos jurídicos debido a que se realizaban con fines
de realizarse una serie de transacciones bancarias o de otra
índole y es así que nunca fueron inscritos y el inmueble continuó
siendo administrado por sus padres; manifestaciones que resultan
relevantes para concluir que el acto jurídico de sucesión intestada
deviene en nulo; y b) La inaplicación de los artículos 219, 831 y
1969 del Código Civil, señalando que el acto jurídico de sucesión
intestada en cuestión resulta nulo por tener un fin ilícito, ya que
tuvo como único propósito consolidar en definitivas las intenciones
de todos los demandados de beneficiarse económicamente a
costa de su perjuicio patrimonial, toda vez que ni bien se realizó
el acto de sucesión intestada en cuestión, lo inscribieron en los
Registros Públicos; aduce que en armonía de lo dispuesto por el
artículo 833 del Código Civil los anticipados, como propietarios del
bien inmueble no estaban obligados a la devolución del mismo a
la masa hereditaria una vez abierta la sucesión intestada de su
extinto padre Segundo Julio Armas Loyola, justamente en razón
del dominio que ostentaban sobre el referido predio por efecto
del anticipo de herencia efectuado por su causante, el mismo
que le facultaba a reintegrar a la masa hereditaria el valor de lo
anticipado de acuerdo a lo que considere pertinente; acota que el
solo hecho de haberse inscrito registralmente la sucesión intestada
vulnerando las disposiciones normativas que obligaban a tomar
en cuenta las implicancias del anticipo de herencia, importa la
comisión de daños y perjuicios en su agravio; en tanto y en cuanto
la inscripción en comento importa una vulneración al derecho de
propiedad. CUARTO: En relación al literal a), el Colegiado Superior
ha concluido que estando a que el ordenamiento jurídico regula la
trasmisión de la masa hereditaria de una persona fallecida a sus
herederos, el hecho de que los herederos inicien proceso judicial
o notarial para que se los declare como tal, no implica que dichos
procesos resulten atentatorios a las normas de orden público o
a las buenas costumbres, que tenga un fin ilícito o que tenga un
objeto jurídicamente imposible, así como que la donación realizada
por los padres del actor a favor de él y de sus hermanos no impide
que se inicie proceso judicial o notarial de sucesión intestada, pues
para establecer la masa hereditaria debe realizarse el inventario
de los bienes para la obtención de la herencia neta, la que se
obtiene luego de que se colacionen las donaciones, liberalidades y
se paguen las deudas y cargas de la herencia; no evidenciándose
por ende la infracción normativa del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, norma concordante con los artículos
50 inciso 6 y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, y 12 del Texto
97245
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, así como
del artículo VII del Título Preliminar del citado Código Procesal, en
los términos denunciados, debiendo subrayarse que el recurrente
no ha cumplido con precisar en qué medida las alegaciones de
los demandados a las que hace referencia, a la luz de las razones
determinantes que sirven de sustento a la recurrida, modificarían el
resultado del fallo impugnado; resultando insuficiente que se señale
genéricamente que dichas expresiones de parte resultan relevantes
para el amparo de la presente acción. QUINTO: En lo que atañe al
literal b), la argumentación impugnatoria esgrimida por el recurrente
aislada de la naturaleza jurídica del acto de sucesión intestada así
como del anticipo de herencia que ha servido de base medular
para la emisión de la recurrida, trae como consecuencia el no
amparo de este extremo del recurso al advertirse el incumplimiento
del requisito de procedencia previsto en el inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil; tanto más, si al haber establecido la
recurrida que la pretensión indemnizatoria, debido a su carácter
accesorio, sigue la misma suerte de la pretensión principal que ha
sido desestimada, la invocación del artículo 1969 del Código Civil
que regula la indemnización por daño, deviene impertinente para el
caso de autos. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo 388 del
Código Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el
artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación de fojas mil ciento cuarenta y siete interpuesto
por Julio Juan César Armas Alcalde contra la sentencia de vista de
fojas mil ciento veintinueve, de fecha veintidós de octubre de dos
mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque, sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera
por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-203
CAS. Nº 1496-2016 SULLANA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, nueve
de junio de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por el demandante Pedro Javier Alejandro Guerrero
Torres (folios 238), contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número veinte del veintiséis de octubre de dos mil
quince (folios 230), expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Sullana la cual confirmó la apelada contenida en la
Resolución número diez del cuatro de octubre de dos mil trece (folios
176), que declaró infundada la demanda; por lo que corresponde
examinar si el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos
por los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del
cumplimiento de los requisitos mencionados precedentemente,
es necesario tener presente que el recurso extraordinario de
casación es eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo
que tiene que estar estructurado con sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad,
esto es: Precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en
la i) Infracción normativa, o ii) En el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Presentar una fundamentación puntualizada,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Esta exigencia, es para lograr los fines del recurso,
estos son: Nomofiláctica, uniformizadora y dikelógica. Siendo así,
es responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente
se encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de la causal, tampoco subsanar
de oficio los defectos incurridos por la casante en la formulación
del recurso extraordinario. TERCERO.- Se verifica que el
recurso cumple con los requisitos de admisibilidad, conforme
exige el artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha
sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Sullana, que como
órgano jurisdiccional de segunda instancia pone fin al proceso;
ii) Ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución de vista
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que el
recurrente fue notificado el día dieciocho de diciembre de dos mil
quince (folio 235) e interpuso el recurso de casación el veintinueve
de diciembre del mismo año (folios 238) y iv) No adjuntando la
tasa judicial respectiva por habérsele concedido auxilio judicial
mediante Resolución número uno del doce de julio de dos mil doce
(folios 53). CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia
contenidos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica
que el recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso 1,
toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia, pues
al serle adversa la impugnó mediante recurso de apelación (folios
189). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que
su pedido es revocatorio. QUINTO.- El recurrente (Pedro Javier
Alejandro Guerrero Torres) sustenta su recurso de casación bajo la
siguiente causal: Infracción normativa de derecho material del
artículo 1982 del Código Civil; argumentando que dicho artículo

97246 CASACIÓN
se ha interpretado erróneamente al caso concreto, ya que, la Sala
Civil al observar que la interpretación errónea nace no solo porque
no ha tenido en cuenta esta misión tutelar del Ordenamiento
Jurídico Positivo, sino porque, además interpreta limitada, parcial e
indebidamente dicho artículo, el cual se refiere a dos supuestos: a)
A sabiendas de la falsedad de la imputación; b) Ausencia de motivo
razonable para interponer la denuncia, en tanto la Sala sólo diserta
sobre el primer supuesto, sin tomar siquiera en cuenta la ausencia
de motivo razonable, que es el eje de toda la controversia, en
tanto y en cuanto ya que no hubo jamás motivo razonable para
que se denuncie, no habiéndose tenido en cuenta además,
que se trata de una denuncia efectuada por persona jurídica de
naturaleza comercial en contra de una persona natural, y cuya
delimitación ha sido establecida por la Corte Suprema mediante
la Casación número 636-1996, la cual señala que, este caso la
carga de la prueba se transmite a la emplazada, pues es esta
que tiene que demostrar que hubo una conducta mínimamente
diligente para efectuar la denuncia, tiene que demostrar la
investigación previa. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código
Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de
la República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al
logro de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una
nueva evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y
evaluadas por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido,
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, dispone
como requisitos de procedencia del recurso de casación, la
descripción con claridad y precisión de la infracción normativa o el
apartamiento del procedente judicial, exigiendo que en el recurso
se demuestre la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. OCTAVO.- Si bien es cierto, el recurrente denuncia
como infracción normativa, la interpretación errónea de una norma
de derecho material (artículo 1982 del Código Civil), sin embargo,
no ha señalado de manera concreta y real, cuál es a su criterio,
la correcta interpretación de la misma y que debe ser aplicada
al caso concreto, advirtiéndose más bien, que lo que realmente
pretende a través del recurso es la revalorización de los hechos
y de las pruebas realizadas por las instancias de mérito, la cuales
concluyen que la denuncia efectuada por la apoderada legal y
abogada -en ese entonces- de la empresa demandada, se hizo en
el ejercicio regular de un derecho y con motivos que lo justificaban,
por lo que no se configura la infracción normativa de la norma
que señala. Por estas consideraciones y en aplicación del artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por el demandante Pedro Javier
Alejandro Guerrero Torres (folios 238), contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número veinte del veintiséis
de octubre de dos mil quince (folios 230), expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Sullana; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Pedro Javier
Alejandro Guerrero Torres con Petrex Sociedad Anónima, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-204
CAS. Nº 1657-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dieciséis
de junio de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Isabel Jetrudes Ávila León a
fojas doscientos ochenta y seis, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos sesenta y dos, de fecha diecinueve de enero de dos mil
dieciséis, emitida por la Cuarta Sala Especializada Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, en el extremo que revocó la sentencia
apelada de fojas doscientos, de fecha ocho de julio de dos mil quince,
que declaró infundada la demanda de Desalojo por Ocupación
Precaria; y reformándola declararon fundada la misma; por lo que
deben examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
se tiene que el presente recurso cumple con dichos requisitos, esto
es: I) Se recurre contra la sentencia expedida por la Sala Superior
que, como órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Se
ha presentado ante la Cuarta Sala Especializada Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución impugnada;
III) El recurso de casación ha sido interpuesto dentro del plazo de
diez días de notificado con la resolución impugnada, pues ésta fue
notificada el seis de abril de dos mil dieciséis según constancia
de fojas doscientos sesenta y ocho y el recurso fue presentado
el veinte de abril del mismo año; y IV) Adjunta el arancel judicial
correspondiente por recurso de casación, conforme consta a fojas
doscientos ochenta y tres. TERCERO.- Que, respecto al requisito
de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, se advierte que dicha exigencia no le es aplicable
a la recurrente debido a que la sentencia expedida en primera
instancia le fue favorable en parte a sus intereses. CUARTO.- Que,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
para establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario
que la recurrente señale en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el presente
medio impugnatorio se denuncian las siguientes infracciones:
a) Infracción normativa del artículo 1529 del Código Civil,
señala que no debe confundirse el contrato de compraventa con el
documento que sirve para probarlo, la Sala Superior ha señalado
que el recibo de fecha catorce de setiembre de dos mil nueve no
es título; sin embargo, dicho documento tiene por finalidad acreditar
la ejecución del contrato de compraventa ya perfeccionado o
acreditar la existencia de un contrato de compraventa. b) Infracción
normativa de los artículos 1373 y 1374 del Código Civil, indica
que para acreditar la existencia del perfeccionamiento de un contrato
deben acreditarse únicamente los elementos del contrato y no
otros, siendo esto así, se ha omitido analizar que el recibo señala
que el precio pagado es por la venta del departamento de litis. c)
Infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la Constitución
Política, existe falta de congruencia entre los considerandos décimo
segundo al décimo cuarto de la sentencia de vista, ya que la Sala
Superior no explica y menos señala los fundamentos de hecho y de
derecho si existe o no ausencia absoluta de cualquier circunstancia
que justifique el uso y disfrute de los bienes inmuebles, hecho que
no tiene nada que ver con la validez o no de un acto jurídico, siendo
esto así, la Sala ha señalado que el recibo al no indicar el precio
de venta, determinaría la inexistencia del acto jurídico y por ende
la no justificación de la posesión, cuestión que debe ser declarada
nula. d) Apartamiento Inmotivado del Precedente Vinculante,
señala que la sentencia de vista no ha aplicado la segunda y quinta
regla del Cuarto Pleno Casatorio, ya que la carencia de título no se
está refiriendo al documento que haga alusión al título de propiedad,
sino a cualquier acto jurídico que le autorice a la parte demandada
a ejercer la posesión de los bienes, y en el presente caso el recibo
acredita la existencia de un acto jurídico de compraventa. QUINTO.-
Que, del examen de la argumentación expuesta se advierte que
la recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir
con claridad y precisión la infracción normativa así como demostrar
la incidencia directa sobre la decisión impugnada, por lo que las
infracciones denunciadas en el considerando que precede deben
ser desestimadas. Respecto a las infracciones contenidas en
los acápites señalados en el cuarto considerando, merecen ser
desestimadas por cuanto se observa que carecen de sustento legal
y fáctico, sin precisar de qué manera dichas disposiciones inciden en
lo resuelto por la Sala Superior; más bien están dirigidas a cuestionar
las conclusiones fácticas de aquellas, la que ha concluido que la
demandante sí ha cumplido con presentar título que la autoriza a
ejercer sus derechos y facultades inherentes, tras haberlo adquirido
mediante compraventa de su anterior propietario; sin embargo, la
demandada no puede señalar que el recibo adjuntado en autos
pueda ser un título que justifique su posesión, ya que éste no
reúne los presupuestos para ser considerado como un contrato de
compraventa, ni como medio probatorio que justifique válidamente
la posesión, por lo que se concluye que la demandada no cuenta
con título posesorio para ocupar el inmueble materia del proceso.
Cabe agregar además, que la fundamentación del recurso se
encuentra referida a cuestiones de hecho y probanza que implican
el reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno a los fines
del recurso de casación previstos en el artículo 384 del Código
Procesal Civil. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia contenida en
el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, la recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio como
principal y revocatoria como subordinada; sin embargo, ello no es
suficiente para atender el recurso materia de calificación, toda vez
que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio son
concurrentes, conforme estipula el artículo 392 del Código Procesal
Civil. Por las razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Isabel Jetrudes Ávila León
a fojas doscientos ochenta y seis, contra la sentencia de vista de
fojas doscientos sesenta y dos, de fecha diecinueve de enero de
dos mil dieciséis, emitida por la Cuarta Sala Especializada Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por María Luisa Palacios Padilla
contra Isabel Jetrudes Ávila León, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-205
CAS. Nº 1727- 2016 LORETO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dos de junio de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Walter Clipton Ríos De La Cruz a fojas quinientos
ochenta y nueve, contra la sentencia de vista de fojas quinientos
setenta y uno, de fecha dieciocho de noviembre de dos mil quince,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, que
confirma la Resolución número treinta y tres, de fecha veinticuatro
de julio de dos mil catorce, que declara fundada la demanda; por lo
que deben examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia
de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley antes mencionada, se tiene
que el presente recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I)
Se recurre una sentencia expedida por la Sala Superior que, como
órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado
ante la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, que
emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del
plazo de diez días de notificada con la resolución impugnada, pues
el recurrente fue notificado el treinta de diciembre de dos mil quince,
según constancia de fojas quinientos setenta y siete, y presentó
el recurso de casación el quince de enero de dos mil dieciséis
(teniendo en cuenta que el uno de enero de dos mil dieciséis fue
declarado feriado); y IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente
por recurso de casación, según consta a fojas quinientos ochenta
y ocho. TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que el recurrente no
consintió la resolución expedida en primera instancia que le fue
desfavorable a sus intereses, al haberla apelado mediante escrito de
fojas quinientos uno, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma
procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento
de los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, es necesario que el recurrente señale en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. QUINTO.- Que, el recurrente denuncia las
siguientes causales: a) Infracción normativa de los artículos VI
del Título Preliminar y 566 del Código Civil, señala que no se
ha nombrado curador procesal en un proceso de interdicción que
represente los intereses de las codemandadas Bertha Cecilia
Ríos De La Cruz (por adolecer de incapacidad absoluta) y Silvia
Corina Ríos De La Cruz (por adolecer de incapacidad relativa),
estableciéndose una relación procesal válida entre la empresa
demandante contra dos personas que no tienen discernimiento
para defenderse válidamente. b) Infracción normativa de los
artículos I del Título Preliminar y 369 del Código Procesal Civil
y del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú,
menciona que en el proceso se ha acreditado que las codemandadas
Silvia Corina Ríos De La Cruz y Bertha Cecilia Ríos De La Cruz se
encuentran privadas de discernimiento, por lo que no han sido bien
notificadas de la demanda mientras no exista un curador procesal
nombrado en autos, lo que evidencia violación del Debido Proceso.
SEXTO.- Que, del examen de la argumentación expuesta se
advierte que el recurrente no cumple con los requisitos exigidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es,
describir con claridad y precisión la infracción normativa así como
demostrar la incidencia directa sobre la decisión impugnada, por lo
que las infracciones denunciadas en el considerando que precede
deben ser desestimadas. Respecto a la infracción contenida en el
acápite a) del quinto considerando, se advierte que no se demuestra
la incidencia directa de dicha denuncia sobre la decisión impugnada,
advirtiéndose que se pretende una modificación del criterio asumido,
que han determinado que la empresa demandante ha adquirido
la propiedad materia de litis, en virtud de haberlo comprado de
su anterior propietario Víctor Enrique Ríos Velásquez, contrato
inscrito en la Partida Registral número 00014682, mientras que
los demandados no han acreditado ostentar ningún título que
justifique la posesión del inmueble que genere efectos de protección
legal. Finalmente, en cuanto a la infracción normativa contenida
en el acápite b), se verifica que no se describe en forma clara y
precisa en qué consiste la infracción denunciada, ni se demuestra
la incidencia de dicha denuncia sobre la decisión impugnada,
toda vez que la Sala Superior ha cumplido con precisar de forma
adecuada, suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de
derecho que sustentan su decisión, emitiendo un pronunciamiento
de fondo acorde con lo alegado por las partes y debatido en el
proceso, desvirtuando los agravios expresados en el recurso de
apelación, por lo que tampoco se advierte infracción normativa.
SÉTIMO.- Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, si bien el recurrente cumple
con indicar su pedido casatorio anulatorio, no es suficiente para
atender el recurso materia de calificación, en virtud a lo dispuesto
en el artículo 392 del Código precitado, norma que prescribe que
los requisitos de procedencia de este recurso extraordinario son
concurrentes. Por estas consideraciones y de conformidad con el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Walter Clipton Ríos De La
Cruz a fojas quinientos ochenta y nueve, contra la sentencia de vista
de fojas quinientos setenta y uno, de fecha dieciocho de noviembre
de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Loreto; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por la Promotora Victoria Regia Sociedad Civil de
Responsabilidad Limitada contra Walter Clipton Ríos De La Cruz
y otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-206
CAS. Nº 1835-2016 LIMA SUR
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, trece de junio de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Pedro Edilberto Chauca Gutiérrez y Clara Asunción
97247
Lozano Ularte de Chauca a fojas mil cuatrocientos noventa y tres,
contra la sentencia de vista de fojas mil cuatrocientos sesenta y tres,
de fecha siete de marzo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que confirmó la
sentencia apelada de fojas mil ciento treinta y siete, de fecha trece de
noviembre de dos mil catorce, que declaró fundada la demanda de
Nulidad de Acto Jurídico; por lo que deben examinarse los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que,
en tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que emitió
la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo de
diez días de notificado con la resolución impugnada, pues ésta fue
notificada el cinco de abril de dos mil dieciséis, según constancia de
fojas mil cuatrocientos ochenta y uno y el recurso fue presentado el
dieciocho de abril del mismo año; y IV) Adjunta el arancel judicial
correspondiente por recurso de casación, como consta a fojas
mil cuatrocientos ochenta. TERCERO.- Que, respecto al requisito
de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, se advierte que los recurrentes no consintieron la
resolución expedida en primera instancia que le fue desfavorable, al
haberla impugnado mediante escrito de fojas mil doscientos setenta
y seis, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma procesal
anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de los
requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, es necesario que los recurrentes señalen en qué
consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. En el presente medio impugnatorio se denuncian
las siguientes infracciones: a) Infracción normativa del artículo
2014 del Código Civil, señalan que han adquirido el bien por título
oneroso, procediendo bajo el principio de la buena fe registral, indica
además, que han cumplido con verificar en Registros Públicos la
titularidad de la propiedad, figurando la Asociación como propietaria
del bien, y como los recurrentes vivían en el extranjero compraron el
bien para instalar un taller. A la fecha que adquirieron la propiedad
estaban en posesión guardianes contratados por la Asociación para
que no ingrese gente de mal vivir. b) Infracción normativa de los
artículos 70 y 139 de la Constitución Política del Perú, no se ha
tenido en cuenta que los recurrentes han comprado el bien amparados
en la buena fe registral. No existía ningún impedimento legal que
detalle que el lote tenía cargas. QUINTO.- Que, del examen de la
argumentación expuesta se advierte que los recurrentes no cumplen
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, esto es, describir con claridad y precisión la
infracción normativa así como demostrar la incidencia directa sobre
la decisión impugnada, por lo que las infracciones denunciadas en
el considerando que precede deben ser desestimadas, ya que, se
advierte que en el recurso no se demuestra la incidencia directa
de dicha denuncia sobre la decisión impugnada, puesto que hace
referencia a cuestiones de hecho ya dilucidadas por las instancias de
mérito, advirtiéndose que se pretende una modificación del criterio
asumido, más aun cuando estas han concluido que el demandante
ha logrado acreditar fehacientemente que ostentaba la titularidad del
bien al momento de la celebración del acto jurídico de compraventa
con los codemandados, y que la Asociación codemandada ha
enajenado un bien que ya no formaba parte de su patrimonio y que
si bien registralmente aun figuraba a nombre de estos, la sociedad
conyugal codemandada debió actuar como un comprador diligente
y verificar si la situación de hecho era conforme y si efectivamente
el bien se encontraba desocupado. Así pues, la fundamentación
esbozada se encuentra referida a cuestiones de hecho y probanza
que implican el reexamen de los medios probatorios, lo cual es
ajeno a los fines del recurso de casación previsto en el artículo 384
del Código Procesal Civil. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia
contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
la entidad recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es
anulatorio; sin embargo, ello no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación, toda vez que los requisitos de procedencia
de este medio impugnatorio son concurrentes, conforme estipula el
artículo 392 del Código Procesal Civil. Por las razones expuestas y
en aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Pedro Edilberto Chauca Gutiérrez y Clara Asunción
Lozano Ularte de Chauca a fojas mil cuatrocientos noventa y tres,
contra la sentencia de vista de fojas mil cuatrocientos sesenta y tres,
de fecha siete de marzo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Martiniano
Oviedo Miranda contra la Asociación de Vivienda Los Claveles de
Lurín y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-207
CAS. Nº 1848-2016 AREQUIPA
TERCERÍA PREFERENTE DE PAGO. Lima, treinta de junio de dos
mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal, expediente
número 2004-9180 sobre Obligación de Dar Suma de Dinero que

97248 CASACIÓN
obra como acompañado (cuaderno principal en dos tomos,
cuaderno de medida cautelar en dos tomos, un cuaderno de
medida cautelar y cuatro cuadernos de apelación), y el Cuaderno
de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
Recurso de Casación obrante a fojas trescientos noventa y dos y
trescientos noventa y tres, interpuesto por la empresa Servicios y
Formulaciones Industriales Sociedad Anónima - SERFI S.A. contra
la Sentencia de Vista contenida en la resolución número treinta y
seis de fecha treinta de marzo de dos mil dieciséis, corriente de
fojas trescientos setenta y cinco a trescientos ochenta y uno1, sólo
en el extremo que exonera de forma expresa del pago de las
costas y costos a la parte vencida. En ese sentido, corresponde
calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia del medio
impugnatorio ejercitado conforme a lo previsto por la Ley número
29364, que modificó entre otros los Artículos 386°, 387° y 388° del
Código Procesal Civil. SEGUNDO.- La labor de calificación del
Recurso de Casación según lo preceptuado por el Artículo 387° del
Código Procesal Civil, modificado por la precitada Ley número
29364, importa primariamente la comprobación del cumplimiento
de los requisitos de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del
acto procesal impugnado, que exige que lo que se impugne sea
una Sentencia o Auto expedido por una Sala Superior que, como
órgano judicial de segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los
recaudos especiales del Recurso. Así, si el Recurso de Casación
es interpuesto ante la Corte Suprema de Justicia de la República,
debe acompañarse copia de la cédula de notificación de la
resolución impugnada y de la expedida en primer grado, certificada
con sello, firma y huella digital por el Abogado que autoriza el
Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad, lo que no
resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto ante el
órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii) La
verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- En el caso
particular, el Recurso de Casación satisface los requisitos de
admisibilidad citados en el anterior considerando, por cuanto: a) Se
recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al proceso sobre
Tercería Preferente de Pago, contenida en la Resolución número
treinta y seis de fecha treinta de marzo de dos mil dieciséis,
corriente de fojas trescientos setenta y cinco a trescientos ochenta
y uno; b) Se interpone ante la Segunda Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, como órgano
superior que emitió la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal
circunstancia acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta
dentro del plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista
se notificó a la recurrente el diecinueve de abril de dos mil dieciséis,
según constancia obrante a fojas trescientos ochenta y dos, y el
Recurso se presentó el dos de mayo de este mismo año; y, d) En
lo que se refiere al pago de la tasa judicial respectiva, se acompaña
la que aparece inserta a fojas trescientos ochenta y ocho.
CUARTO.- Asimismo, la casacionista cumple con lo establecido
por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil, al no haber
dejado consentir la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable contenida en la resolución número veintinueve de
fecha dieciocho de junio de dos mil quince, obrante de fojas
trescientos veinte a trescientos veinticuatro, expedida por el Cuarto
Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, que declaró infundada la demanda de su propósito, la
misma que al ser apelada fue revocada por la mencionada
Sentencia de Vista contenida en la resolución número treinta y seis
corriente de fojas trescientos setenta y cinco a trescientos ochenta
y uno, y reformando la recurrida declaró fundada en parte la
incoada. QUINTO.- El Recurso de Casación es formal y
excepcional, por lo que debe estar estructurado con precisión y
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo al
impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”2. SEXTO.- En el sentido anotado, corresponde
realizar la labor de verificación del cumplimiento de los restantes
requisitos de procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388°
incisos 2) y 3) del Código Procesal Civil. Encaminados en dicha
labor, se desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
la Infracción Normativa del Artículo 412° del Código Procesal
Civil, que -según indica la casasionista- no se ha aplicado en forma
debida, al haberse exonerado de la condena en las costas y costos
a los codemandados, toda vez que el trámite del proceso ha
conllevado a que su representada realice gastos, tanto de
aranceles judiciales como de honorarios profesionales, los cuales
deben ser cubiertos por los vencidos en aplicación de la norma
señalada. Además, si bien no se ha amparado la totalidad del
petitorio de la demanda, sí se ha generado el amparo parcial de
ella y ninguno de los fundamentos de los codemandados ha sido
admitido, lo que le causa agravio y perjuicio, ya que no sólo se ha
visto perjudicada en el tiempo sino en la imposibilidad de recobrar
esos gastos. SÉPTIMO.- Al respecto, en primer lugar es pertinente
indicar que las resoluciones judiciales deben contener la condena
de costas y costos o la exoneración de su pago, de conformidad
con lo dispuesto por el Artículo 122° inciso 6) del Código Procesal
Civil: “Las resoluciones contienen: (…) 6. La condena en costas y
costos y, si procediera, de multas; o la exoneración de su pago”.
Asimismo, el principio de la condena en costas y costos se
encuentra regulado en el Artículo 412° primer párrafo del cuerpo
legal acotado: “La imposición de la condena en costas y costos no
requiere ser demandada y es de cargo de la parte vencida, salvo
declaración judicial expresa y motivada de la exoneración”.
OCTAVO.- Bajo dicho contexto normativo, la imposición de la
condena en costas y costos no es un elemento del proceso que
resuelve el conflicto de intereses planteado, sino una obligación a
cargo del Juzgador en el acto del dictado del contenido de la
resolución pertinente, lo que da lugar a la condena en esos
conceptos contra el vencido, o a la exoneración de la mismas
mediante decisión expresa y motivada. En el caso concreto, la Sala
Superior al momento de revocar la sentencia apelada que declara
infundada la demanda y reformar la recurrida estimando
parcialmente la incoada, exonera en forma expresa a la parte
demandada de la referida condena en las costas y costos de la litis,
de conformidad con lo previsto por el Artículo 412° del Código
Procesal Civil, al considerar que esa parte tuvo motivos atendibles
para litigar. NOVENO.- En ese sentido, no puede pretenderse que
en sede casatoria se condene a la parte vencida al pago de las
costas y costos, cuando a criterio de la instancia superior aquella
es pasible de ser exonerada de esa condena al haber tenido
motivos atendibles para litigar, afirmación que encierra una
motivación que, aunque mínima, satisface los estándares que se
desprenden de los Artículos 139° inciso 5) de la Constitución
Política del Perú y 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, explica la razón de la exoneración y satisface lo
regulado por el Artículo 412° del Código Procesal Civil. Por lo
demás, el análisis de nuevas, mayores o mejores razones fácticas
para condenar o no a los vencidos en un proceso en las costas y
costos que se hayan producido en el mismo, es un asunto ajeno a
la finalidad del Recurso, circunscrito a la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y a la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República. DÉCIMO.- Finalmente, si bien la recurrente precisa que
su pedido casatorio es revocatorio, cumpliendo con el requisito
previsto por el Artículo 388° inciso 4) del Código Procesal Civil, ello
es insuficiente para declarar procedente el Recurso planteado,
desde que los requisitos de fondo a los que el mismo se sujeta son
necesariamente concurrentes, lo que no se advierte en el caso
concreto. En consecuencia, al no reunir el Recurso bajo calificación
los requisitos exigidos por el Artículo 388° del Código Procesal Civil
y con la facultad conferida por el Artículo 392° del mismo Código,
declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto
por la empresa Servicios y Formulaciones Industriales Sociedad
Anónima - SERFI S.A. contra la Sentencia de Vista contenida en la
Resolución número treinta y seis obrante de fojas trescientos
setenta y cinco a trescientos ochenta y uno dictada el treinta de
marzo de dos mil dieciséis; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo
responsabilidad; en los seguidos por la empresa Servicios y
Formulaciones Industriales Sociedad Anónima - SERFI S.A. con
Víctor Renán Fellipa Llontop y otras sobre Tercería Preferente de
Pago; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor
De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Romero
Díaz. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Dicha sentencia revoca la sentencia apelada de primera instancia contenida
en la resolución N° 29 del 18 de junio de 2015, obrante de fojas 320 a 324,
que declara infundada la demanda y reformando la recurrida declara fundada
en parte la misma.
2
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
C-1569469-208
CAS. Nº 1896-2016 AREQUIPA
REIVINDICACIÓN. Lima, cuatro de julio de dos mil dieciséis.
VISTOS; Con los cuadernos acompañados; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por los demandados Guillermo Víctor Obando
Chávez y Martha Nolberta Chipana de Obando (folios 1730),
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
ciento trece (trece -1SC) del diecinueve de abril de dos mil dieciséis
(folios 1692), expedida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa, la cual confirmó la sentencia de
primera instancia contenida en la Resolución número cincuenta y
nueve – dos mil quince, del veinte de julio de dos mil quince (folios
1529), en el extremo que declara fundada la demanda; por lo que
corresponde examinar si el referido recurso cumple con los
requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos mencionados
precedentemente, es necesario tener presente que el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a
los requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, esto es: precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en i) La infracción normativa, o ii) En el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para lograr los
fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y
Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que
emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que los recurrentes fueron notificados el día
veintiséis de abril del presente año (folios 1698 y 1700) e
interpusieron el recurso de casación el nueve de mayo del año en
curso (folios 1730); iv) Adjunta el pago del arancel judicial por la
presentación del recurso (folios 1701 vuelta). CUARTO.- Al evaluar
los requisitos de procedencia contenidos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, se verifica que las partes recurrentes
cumplen con el requisito previsto en el inciso 1, toda vez que no
consintieron la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa la impugnaron mediante recurso de apelación (folios
1567). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que
su pedido es anulatorio. QUINTO.- Que las partes recurrentes
sustentan su recurso de casación bajo las siguientes causales: a)
Infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú; argumentando que la sentencia
de vista ha efectuado una motivación aparente solo con la finalidad
de amparar la procedencia de una pretensión ampliamente
cuestionada por los recurrentes a lo largo del proceso y que la
sentencia de vista aparentemente se haya justificada, sin embargo,
ha utilizado arbitrariamente razones cuestionables solo con la
finalidad de amparar las pretensiones propuestas por la parte
demandante en claro perjuicio de los recurrentes, pues en el año
mil novecientos noventa y tres ya se había cumplido con los
requisitos exigidos por la ley para que se les declare propietarios
del bien; b) Infracción normativa material del artículo 950 del
Código Civil; argumentando que la prescripción la ganó en el año
mil novecientos noventa y tres sin que operara interrupción alguna,
los supuestos alegados como causas para terminar con la posesión
pacífica son insustentables, tal como se ha expresado en su
recurso de apelación, en la medida que la demanda de
Reivindicación fue declarada improcedente por falta de legitimidad
activa, no constituyendo hecho a ser tomado en cuenta para
terminar con la posesión pacífica; c) Infracción normativa
procesal del artículo 85 del Código Procesal Civil; argumentando
que se han dado todos los requisitos para que proceda la
acumulación de procesos, del presente con el de Prescripción
Adquisitiva de Dominio (seguido por los recurrentes), con lo que se
evitaría se expidan sentencias contradictorias, sin embargo la Sala
no se ha pronunciado sobre su pedido de acumulación que corre
en cuaderno separado, desestimado en primera instancia y
apelado mucho antes que se expida la sentencia en el presente
proceso de reivindicación; y, d) Apartamiento del precedente
vinculante; señalando que la sentencia de vista se ha apartado de
los precedentes vinculantes contenidos en el IV Pleno Casatorio,
por cuanto, no se ha hecho una valoración adecuada de los medios
probatorios contenidos en el proceso de Prescripción Adquisitiva
de Dominio, llegando incluso a emitirse sentencia de vista sin
considerarse el pedido de acumulación tramitado con mucha
anterioridad y que no se ha dispuesto la acumulación de este
proceso con el de Prescripción Adquisitiva de Dominio, pese a
haber solicitado dicha acumulación mucho antes de que se expida
la sentencia de primera instancia. SEXTO.- Conforme al artículo
384 del Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene por
fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto
y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema
de Justicia de la República; de esta manera, tenemos que el
recurso de casación debe limitarse a cuestiones netamente
97249
jurídicas referentes al logro de los fines legalmente establecidos,
no permitiéndose una nueva evaluación de los hechos y de las
pruebas actuadas y evaluadas por las instancias de mérito.
SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo 388 del Código Procesal Civil,
en sus incisos 2 y 3 dispone como requisitos de procedencia del
recurso de casación, la descripción con claridad y precisión de la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
exigiendo que en el recurso se demuestre la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada. OCTAVO.- Estando a los
fundamentos expuestos se advierte que las infracciones
denunciadas en los acápites a) y b) merecen ser desestimadas,
por cuanto, en la sentencia recurrida se han expresado las razones
que sustentan la decisión de declarar fundada la presente demanda
de Reivindicación, la misma que contiene una motivación coherente
y precisa, de acuerdo a las alegaciones de las partes y los medios
probatorios que aparecen en autos, advirtiéndose más bien que los
fundamentos del recurso se dirigen a cuestionar las conclusiones
fácticas de las instancias de mérito, al pretender que en sede
casatoria se vuelvan a valorar las pruebas (Copias certificadas del
Expediente número 4931-2011 sobre Prescripción Adquisitiva de
Dominio seguido por las partes en el Octavo Juzgado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa), que considera la parte
recurrente, acreditarían su propiedad sobre el bien materia de
Reivindicación, no obstante que las referidas pruebas ya han sido
materia de evaluación, valoración conjunta y pronunciamiento por
parte de las instancias de mérito que han resuelto la controversia
planteada, al determinar con claridad y precisión que la parte
demandante es la propietaria del bien ubicado en Calle Pizarro
número trescientos ocho, interior primer patio, Distrito de Cercado,
Provincia y Departamento de Arequipa, en mérito a la Partida
Registral número 1130165 de la Zona Registral número XII Sede
Arequipa, demostrando su derecho a reivindicar el inmueble
referido frente a la falta de título de la parte demandada, agregando
además que, los demandados no han tenido una posesión pacífica
en el inmueble materia de litis que les permita advertir su
adquisición vía Prescripción Adquisitiva. NOVENO.- Respecto a la
infracción denunciada en el acápite c), la misma que hace
referencia al artículo 85 del Código Procesal Civil, cabe mencionar
que, esta norma citada no tiene relación directa con lo decidido en
la sentencia impugnada, ni resulta útil para cuestionarla, por lo que
merece ser rechazada, más aún cuando el argumento que utiliza
para sustentarla no se condice con lo actuado en autos, ya que,
mediante Resolución número ochenta y ocho (folios 1492),
confirmada por Resolución de vista del diecinueve de abril de dos
mil dieciséis (folios 261 del cuaderno de apelación 4589-2010-96)
se resolvió su segundo pedido de acumulación de procesos.
DÉCIMO.- Respecto a la causal señalada en el acápite d), también
merece ser desestimada, por cuanto, la parte recurrente no ha
fundamentado de manera clara y precisa de qué manera la
Sentencia cuestionada se aparta inmotivadamente del Precedente
Judicial (IV Pleno Casatorio Civil), siendo que, los argumentos en
que sustenta esta causal, están referidos al pedido de acumulación,
que como ya se ha mencionado, ha sido resuelto en su oportunidad.
DÉCIMO PRIMERO.- En tal contexto fáctico y jurídico, y de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, reformado por la Ley número 29364, corresponde
declarar improcedente el recurso de casación en todos sus
extremos. Por estas consideraciones y en aplicación del artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por los demandados Guillermo
Víctor Obando Chávez y Martha Nolberta Chipana de Obando
(folios 1730), contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número ciento trece (trece -1SC) del diecinueve de
abril de dos mil dieciséis (folios 1692), expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por la Asociación
Centro Comercial Unión y Progreso con Guillermo Víctor Obando
Chávez y otra sobre Reivindicación; y los devolvieron. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA C-1569469-209
CAS. Nº 1926-2016 TACNA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, seis de julio
de dos mil dieciséis. VISTOS y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por el Seguro Social de Salud del Perú- ESSALUD
(fojas 341) contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número veintidós, del siete de abril de dos mil dieciséis (fojas 313)
expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Tacna, la cual confirmó la apelada contenida en la
Resolución número diecisiete del once de enero de dos mil
dieciséis (folios 276), la cual resolvió declarar fundada en todos sus
extremos la demanda de Prescripción Adquisitiva de Dominio; por
lo que corresponde examinar si el referido recurso cumple con los
requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para
la casación, se debe tener presente que este recurso es
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:

97250 CASACIÓN
Precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en la i) infracción
normativa o en el ii) apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Presentar una fundamentación puntualizada, clara y
pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión:
Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así, es
responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por el recurrente en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Previo al análisis de los
requisitos de procedencia, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
éste tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema de Justicia de la República; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando
en qué consiste la infracción normativa y cuál es la incidencia
directa en que se sustenta. CUARTO.- En ese sentido el recurso
reúne los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, toda vez que éste ha sido interpuesto:
i) Contra la sentencia expedida por la Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Tacna que como órgano de segundo
grado pone fin al proceso (folios 313); ii) Ante el órgano
jurisdiccional citado que emitió la resolución impugnada; iii) Dentro
del plazo que establece la norma, dado que Seguro Social de
Salud del Perú- ESSALUD fue notificada el trece de abril de dos mil
dieciséis (folio 357), e interpuso el recurso de casación el veintisiete
de abril del dos mil dieciséis (folios 341); y iv) Se encuentra
exonerado del pago de arancel judicial. QUINTO.- Al evaluar los
requisitos de procedencia previstos por el artículo 388 del Código
Procesal Civil, respecto al inciso 1 se verifica que el Seguro Social
de Salud del Perú- ESSALUD si apeló la sentencia de primera
instancia (folios 285); sobre el inciso 4 en el recurso se indica que
el pedido casatorio es revocatorio. SEXTO.- Al evaluar los
requisitos de procedencia previstos en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, tenemos que el Seguro Social de
Salud del Perú- ESSALUD sustenta su recurso en las causales
previstas en el artículo 386 del Código Procesal Civil, a cuyo efecto,
denuncia: a) Infracción normativa procesal de los incisos 3 y 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú; inciso 6
del artículo 50, e inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal
Civil; denuncia que: i) El inciso 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, recoge como principio de función jurisdiccional la
observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional, principio
que garantiza al justiciable el deber del órgano jurisdiccional de
observar el debido proceso y de impartir justicia dentro de los
estándares mínimos que su naturaleza impone, así, mientras que
la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los
órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia,
el derecho al debido proceso en cambio significa la observancia de
los principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso. ii) El
inciso 5 del citado artículo consagra el principio procesal de la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, el mismo que busca que los justiciables puedan tener
acceso al razonamiento lógico jurídico del juzgador para
fundamentar sus decisiones jurisdiccionales a fin de poder ejercer
correctamente su derecho de defensa; por lo que el referido
principio implica la existencia de una fundamentación jurídica,
congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y una suficiente
justificación de la decisión expedida. iii) El inciso 6 del artículo 50
del Código Procesal Civil, prescribe como deber de todo magistrado
fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción de nulidad,
respetando los principios de jerarquía de las normas y congruencia
procesal; iv) El inciso 3 del artículo 122 del Código Procesal Civil
hace referencia a la exposición estructurada de las razones fácticas
y jurídicas que justifican el fallo, debiendo existir una
correspondencia lógica entre todas ellas, de suerte que la
resolución posea coherencia, tanto interna como externamente; b)
Infracción normativa material de los artículos 950 y 985 del
Código Civil; denuncia que: i) El artículo 950 del Código Civil
prescribe que la propiedad inmueble se adquiere por prescripción
mediante la posesión continua, pacífica y pública como propietario
durante diez años, se adquiere a los cinco cuando median justo
título y buena fe; regula la figura de la prescripción adquisitiva
llamada “Usucapio” constituye una forma originaria de adquirir la
propiedad y se sustenta en la posesión de un bien por un
determinado lapso de tiempo siempre que se cumpla con los
requisitos de ley; que en el presente caso, la parte demandante ha
afirmado haber adquirido por compraventa de sus padres el
inmueble sub litis y que no llegaron a formalizar el documento de
compraventa, no existiendo medios probatorios suficientes que
acrediten este hecho, resultando insuficientes los presentados
durante el séquito del proceso. ii) Si bien se acredita en autos la
posesión del inmueble que ejercen los demandantes, se debe
tener en cuenta el artículo 985 del Código Procesal Civil en donde
se señala que ninguno de los copropietarios, ni sus sucesores
pueden adquirir por prescripción los bienes comunes, por tanto los
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
demandantes no acreditan los requisitos establecidos en el artículo
950 del Código Procesal Civil para que proceda la prescripción
adquisitiva, esto es, que haya poseído el inmueble sub materia
“como propietario” por lo que la demanda no debió ser declarada
fundada, sino improcedente a todas luces, tal como fue el
pronunciamiento del Poder Judicial en el Expediente número 1890-
2009, seguido entre las mismas partes y por el mismo motivo. En
consecuencia, afirma que tal pronunciamiento se ha realizado sin
efectuar una suficiente e idónea valoración de los hechos
acontecidos en el presente proceso, hecho que implica no solo la
inaplicación del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
sino además la vulneración de su derecho a un debido proceso.
SÉTIMO.- Respecto a las causales invocadas por el recurrente en
el ítem a) se advierte que aunque la recurrente cumple con señalar
los artículos que invoca como causal, no señala en forma clara y
precisa en que consiste la infracción en que habría incurrido el
Colegiado de mérito al emitir pronunciamiento; y asimismo, no
cumple con demostrar la incidencia directa que dichas infracciones
tendrían sobre la resolución recurrida, apreciándose que el
recurrente en el fondo pretende el reexamen de los hechos y de las
pruebas debatidas en el desarrollo del proceso con el objeto de
variar el sentido de la decisión, siendo que en esta instancia no es
factible el análisis ya que no corresponde a la finalidad del recurso
de casación, motivo por el cual estas causales devienen en
improcedentes. OCTAVO.- Sobre las causales contenidas en el
ítem b) se observa que, si bien, el artículo 985 del Código Civil
prevé que la acción de partición es imprescriptible y ninguno de los
copropietarios, ni sus sucesores pueden adquirir por prescripción
los bienes comunes; ello tiene como finalidad negar a los
copropietarios la posibilidad de que opere entre ellos la Prescripción
Adquisitiva como mecanismo para adquirir la propiedad exclusiva
de los bienes comunes; así tenemos que, lo que establece el citado
artículo es la prohibición de adquirir por prescripción entre
sucesores, previendo el legislador con la imprescriptibilidad de la
acción de partición que algún heredero se beneficie en perjuicio de
otros; supuesto que es distinto a lo que ocurre en este proceso ya
que son los cinco herederos únicos y universales de la sucesión
procesal de Carlos Alberto Jara Almonte Flor, conforme consta de
la Inscripción de sucesión intestada inscrita en el rubro Declaratoria
de Herederos A 00001 de la Partida número 11037079 (folios 37),
quienes han interpuesto la demanda de Prescripción Adquisitiva
del bien común para que se les declare propietarios del bien
inmueble adquirido por sus padres y se disponga su inscripción
como tales en los Registros Públicos; por lo que no había
impedimento para que en las instancias precedentes se verifique si
los demandantes reúnen los requisitos para adquirir por
prescripción el inmueble sub litis conforme al artículo 950 del
Código Sustantivo; sin que se aprecie que se haya vulnerado lo
dispuesto por la norma acotada, en consecuencia, esta causales
devienen en improcedentes. NOVENO.- Analizados de manera
conjunta los fundamentos de las causales denunciadas, se advierte
que las causales denunciadas no satisfacen las exigencias del
inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no describir
con claridad y precisión la infracción normativa incurrida; y sobre el
inciso 3, por no demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada; por lo que siendo ello así corresponde
declarar la improcedencia de las causales indicadas. Por estas
consideraciones y en aplicación del artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el Seguro Social de Salud del Perú-
ESSALUD (fojas 341) contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número veintidós, del siete de abril de dos mil dieciséis
(fojas 313) expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Tacna; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Carlos Edgardo Jara Almonte
Cornejo y otros con el Seguro Social de Salud del Perú- ESSALUD,
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-210
CAS. Nº 1966-2016 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, trece de julio de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Felícita Salcedo Dongo a fojas ciento veinticinco,
contra la sentencia de vista de fojas ciento veinte, de fecha
veintiséis de octubre de dos mil quince, emitida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que
confirma la sentencia apelada de fojas cincuenta y cinco, de fecha
seis de enero de dos mil catorce, que declara fundada la demanda
de Desalojo por Ocupación Precaria; para cuyo efecto este
Colegiado debe proceder a calificar los requisitos de admisibilidad
y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a la
modificación establecida en la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad se advierte que el
presente recurso de casación cumple con los requisitos previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez que se ha
interpuesto contra una resolución que pone fin al proceso, ante
el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada,
dentro del plazo de diez días contado desde el día siguiente
de notificada la citada resolución y adjuntando la tasa judicial
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
correspondiente. TERCERO.- Que, como sustento de su recurso,
la impugnante alega la causal del Apartamiento inmotivado del
precedente judicial: IV Pleno Casatorio Civil (Casación número
2195-2011-UCAYALI): Señala que el Colegiado y el Juzgado se
han apartado de manera inmotivada del punto V del referido Pleno
Casatorio, al considerar que no es un inquilino sino que ingresó
subrepticiamente al inmueble sin ninguna autorización. Es decir la
Sala de vista no ha considerado los argumentos de la recurrente.
CUARTO.- Que, evaluados los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, respecto a las causales
denunciadas, se advierte que la recurrente apeló la resolución de
primera instancia que le fue desfavorable, conforme se advierte
a fojas ochenta y dos. Asimismo, cumple con precisar que el
recurso se sustenta en la causal de apartamiento inmotivado
del precedente judicial y a su vez de los argumentos del mismo
se aprecia que su pedido casatorio es revocatorio; cumpliendo
con ello los presupuestos de los incisos 1, 2 y 4 de la referida
norma procesal. QUINTO.- Que, analizada la fundamentación
de la causal denunciada se advierte que no puede estimarse,
debido a que el recurso de casación no satisface el requisito de
procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
al no haberse demostrado la incidencia directa de la infracción
denunciada respecto a la decisión impugnada, advirtiéndose
que los argumentos del mismo están destinados a cuestionar la
motivación de la resolución de vista, la misma que ha determinado
claramente que con la copia literal de la Partida número 13157345
se verifica que la demandante es propietaria del bien sub litis, al
constar su dominio e independización. Por su parte la demandada
no ha acreditado ostentar título alguno para poseer el bien; en
consecuencia, el recurso de casación propuesto deviene en
improcedente. Por estas consideraciones y de conformidad
con el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Felícita
Salcedo Dongo a fojas ciento veinticinco, contra la sentencia de
vista de fojas ciento veinte, de fecha veintiséis de octubre de
dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la empresa Bienes Raíces
Santa Clara Sociedad Anónima Cerrada contra Felícita Salcedo
Dongo, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-211
CAS. Nº 1157-2016 ICA
INTERDICTO DE RECOBRAR. Lima, dieciséis de mayo de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de casación
interpuesto por la Compañía Inmobiliaria de Paracas Sociedad
Anónima a fojas mil ciento dieciocho, contra la sentencia de vista de
fojas mil ochenta y siete, de fecha veintinueve de diciembre de dos
mil quince, emitida por la Sala Mixta de la Provincia de Pisco de la
Corte Superior de Justicia de Ica, que confirma la sentencia apelada
de fojas quinientos setenta y nueve, de fecha dieciséis de julio de
dos mil quince, que declara fundada la demanda de interdicto de
recobrar interpuesta por Alejandro Arturo Mejía Cabrera y Carlos
Arturo Alonso Mejía Pérez contra la empresa recurrente; para cuyo
efecto debe procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil se advierte que el presente recurso de casación
satisface dichas exigencias, al haberse interpuesto: I) Contra una
resolución expedida por la Sala Superior respectiva que, como
órgano de segundo grado, que pone fin al proceso; II) Ante la Sala
Superior que emitió la resolución impugnada, que para el caso de
autos es la Sala Mixta de la Provincia de Pisco de la Corte Superior
de Justicia de Ica; III) Dentro del plazo previsto por ley, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
conforme se corrobora con el cargo de notificación obrante a fojas
mil ciento nueve (vuelta); y IV) Adjuntando el respectivo arancel
por recurso de casación, según consta a fojas mil ciento diecisiete.
TERCERO.- Que, respecto a los requisitos de procedencia
contenidos en los incisos 1 y 4 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, se advierte de autos que la parte recurrente apeló la
resolución de primera instancia que le fue adversa a sus intereses
y precisó que su pedido casatorio es anulatorio y revocatorio; por
lo que ambos requisitos han sido cumplidos. CUARTO.- Que,
en cuanto a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, la recurrente denuncia la
siguiente causal de infracción normativa de los artículos 122
incisos 3 y 4, 197 y 235 del Código Procesal Civil, así como el
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
concordado con el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial.- Señala que la Sala Superior
ha vulnerado el principio de congruencia, puesto que no se ha
pronunciado en función a todos los agravios, errores de hecho y
de derecho que fueron materia en la apelación. Los documentos
públicos presentados por el demandante han sido presentados en
copia simple cuando debieron haber sido presentados en copia
certificada. Asimismo, se ha valorado la sentencia recaída en el
97251
expediente número 150-2014, cuando este no fue admitido como
medio probatorio. QUINTO.- Que, analizando la fundamentación
de las causales denunciadas se advierte que éstas no satisfacen
el requisito de procedencia señalado en el inciso 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, toda vez que la parte recurrente
pretende la revaloración del caudal probatorio y de los hechos
fácticos establecidos por las instancias de mérito, las mismas que
han concluido que los demandantes han acreditado su posesión,
mediante las constancias de posesión y de no adeudo tributario,
aunado a la declaración de la demandada en la que reconoce la
posesión de los demandantes, así como de la constancia policial
que da fe del despojo violento de la posesión de parte de la
empresa demandada; de otro lado, las instancias inferiores han
considerado que los medios probatorios adjuntados por la parte
recurrente, consistente en el impuesto predial de los años dos
mil nueve al dos mil catorce, no causan convicción al haber sido
solicitados con fecha posterior al inicio del proceso de prescripción
adquisitiva iniciado por los demandantes; por lo que la causal
denunciada deviene en improcedente. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la Compañía Inmobiliaria de Paracas Sociedad Anónima a
fojas mil ciento dieciocho, contra la sentencia de vista de fojas
mil ochenta y siete, de fecha veintinueve de diciembre de dos mil
quince, emitida por la Sala Mixta de la Provincia de Pisco de la
Corte Superior de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Alejandro Arturo Mejía Cabrera
y otro contra la Compañía Inmobiliaria de Paracas Sociedad
Anónima, sobre Interdicto de Recobrar y otros; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-212
CAS. Nº 1521-2016 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, catorce de junio
de dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación de fojas ciento sesenta y cinco interpuesto por Herrera
M & M Sociedad Anónima Cerrada contra la sentencia de vista
de fojas ciento cincuenta y ocho, de fecha veintiuno de setiembre
de dos mil quince, expedida por la Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que confirma la apelada
que declaró fundada la demanda, disponiendo la desocupación
y entrega del inmueble sublitis; en ese sentido corresponde
calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia del medio
impugnatorio conforme a lo previsto por la Ley número 29364
que modificó entre otros los artículos 386, 387 y 388 del Código
Procesal Civil. SEGUNDO.- Que, verificados los requisitos de
admisibilidad del recurso se advierte lo siguiente: a) Se recurre
contra la sentencia de vista que pone fin al proceso; b) Se interpone
ante la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de
Lima Norte, como órgano que emitió la sentencia de vista; c) Se
presenta dentro del plazo establecido por ley, como se desprende
del cargo de notificación judicial obrante en autos; y, d) Anexa tasa
judicial correspondiente. TERCERO.- Que, la parte recurrente ha
cumplido con lo establecido por el artículo 388 inciso 1 del Código
Procesal Civil, al no haber dejado consentir la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable. CUARTO.- Que, como causal de
su recurso invoca la infracción normativa procesal del articulo
139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú; sostiene
que la sentencia recurrida se encuentra incursa en causal de
nulidad, pues en el presente caso ambas instancias han omitido
notificar al ente tributario a fin de que informe sobre el estado del
recurso de apelación interpuesto contra la Resolución Coactiva
número 023007617738; sin embargo en claro abuso del derecho
declararon fundada la demanda interpuesta. Las instancias de
mérito no han tenido en cuenta que en la Partida Registral obra
el derecho de propiedad de su representada. QUINTO.- Que, el
recurso extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias
del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no
pudiendo subsanarse de oficio los defectos incurridos por los
recurrentes en la formulación del recurso. SEXTO.- Que, en
cuanto a los agravios descritos en el cuarto considerando de la
presente resolución, corresponde indicar que los mismos no
pueden ampararse por cuanto incumplen los requisitos previstos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. Si
bien, el recurrente sostiene que la sentencia de vista adolece de
una debida motivación, no es menos cierto, que las afirmaciones
sobre las cuales basa su pretensión casatoria carecen de base

97252 CASACIÓN
real. Pues, si bien la parte recurrente alega la transgresión de una
norma de orden procesal y material no es menos cierto que de
la lectura de su escrito de casación no se observa con claridad
a qué precepto legal se refiere, sin embargo de los fundamentos
sobre los cuales glosa su denuncia se tiene que los mismos
estarían referidos a la vulneración del debido proceso; asimismo,
la recurrente sostiene que al amparar la demanda no se ha tomado
en cuenta su alegación referida a que en sede administrativa se
estaría discutiendo un recurso de apelación contra la decisión
que adjudica el inmueble al actor, sin embargo tal afirmación
carece de base cierta, puesto que quedó plenamente acreditado
en autos que con la Partida Registral incorporada como medio
probatorio, el demandante estaría acreditando su legitimidad para
incoar la demanda, por cuanto ésta figura como propietario del
bien sublitis, mientras que por otro lado las alegaciones vertidas
por el recurrente no han logrado desvirtuar la calidad del mismo;
siendo esto así, y no habiendo acreditado la impugnante contar
con titulo alguno con el cual justifique su posesión sobre el bien
sublitis, su calidad en el mismo deviene como poseedor precario;
consecuentemente esta Sala Suprema concluye que las decisiones
adoptadas por las instancias de mérito se encuentran arregladas
a ley, por lo que el recurso deviene en improcedente. Por tales
razones y en aplicación de lo preceptuado por el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación de fojas ciento sesenta y cinco interpuesto por Herrera
M & M Sociedad Anónima Cerrada contra la sentencia de vista de
fojas ciento cincuenta y ocho, de fecha veintiuno de setiembre de
dos mil quince, expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Adibinelo Fernández
Hernández con Herrera M & M Sociedad Anónima Cerrada, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia de la
Jueza Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Romero
Díaz, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-213
CAS. Nº 1823-2016 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, catorce de octubre
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Systems Support & Services Sociedad Anónima a
fojas setecientos setenta y tres, contra la resolución de vista de
fojas seiscientos ochenta y siete, de fecha diez de diciembre de dos
mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil con Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró
infundado el recurso de Anulación de Laudo Arbitral. SEGUNDO.-
Al respecto cabe precisar que de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 64, inciso 5 del Decreto Legislativo número 1071, en
el proceso de Anulación de Laudo Arbitral sólo procede recurso
de casación cuando la Sala Superior hubiera declarado nulo, en
forma total o parcial el laudo. TERCERO.- Por consiguiente, en el
caso autos no se cumple el presupuesto establecido en la norma
precitada, puesto que tal como se mencionó antes, la resolución
de fojas seiscientos ochenta y siete declaró infundado el recurso
de Anulación de Laudo Arbitral; es decir, no declaró la nulidad del
mismo. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con
lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Systems Support & Services Sociedad
Anónima a fojas setecientos setenta y tres, contra la resolución
de vista de fojas seiscientos ochenta y siete, de fecha diez de
diciembre de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil
con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que declaró infundado el recurso de Anulación de Laudo
Arbitral; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Systems Support & Services Sociedad Anónima contra Jorge
López Sánchez y otros, sobre Anulación de Laudo Arbitral; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Señor Juez Supremo Calderón
Puertas, por licencia del Señor Juez Supremo Romero Díaz.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
CALDERÓN PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-
214
CAS. Nº 1831-2016 ANCASH
REIVINDICACIÓN. Lima, veinticuatro de junio de dos mil dieciséis.
VISTOS; con los acompañados; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por Ángel Rubén Tinoco Solís a fojas mil
ochenta y cuatro, contra la sentencia de vista de fojas mil treinta y
ocho, de fecha diez de setiembre de dos mil quince, emitida por la
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Ancash, que confirmó la sentencia apelada de fojas novecientos
dos, de fecha cinco de noviembre de dos mil trece, que declaró
fundada la demanda, ordenando que los demandados restituyan
el bien inmueble materia del proceso; asimismo, infundada la
demanda respecto de las reconvenciones de Mejor Derecho de
Propiedad y de Prescripción Adquisitiva de Dominio; por lo que
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, se tiene que el presente recurso cumple con dichos
requisitos, esto es: I) Se recurre una sentencia expedida por la Sala
Superior que, como órgano de segundo grado pone fin al proceso;
II) Se ha presentado ante la Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ancash, que emitió la resolución
impugnada; III) El recurso de casación ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificado con la resolución impugnada,
pues ésta fue notificada el veintinueve de enero de dos mil
dieciséis, según constancia de fojas mil ochenta y el recurso fue
presentado el doce de febrero del mismo año; y IV) No adjunta
el arancel judicial correspondiente por recurso de casación, ya
que cuenta con auxilio judicial. TERCERO.- Que, respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, se advierte que el recurrente no consintió la
resolución expedida en primera instancia que le fue desfavorable,
al haberla impugnado mediante escrito de fojas novecientos treinta
y seis, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma procesal
anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de
los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, es necesario que el recurrente señale en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente medio impugnatorio se
denuncia: a) Infracción normativa del inciso 3 del artículo
139 y artículo 70 de la Constitución Política del Perú: La Sala
Civil al expedir la resolución de vista ha vulnerado la garantía
de la debida motivación de la resolución, ya que no ha realizado
un análisis de forma coherente de los hechos con las pruebas
aportadas, ya que no se ha emplazado a Félix Calixto Crisanto
Crispín. b) Infracción normativa del artículo 923 del Código
Civil: El Colegiado ha desconocido la propiedad de algunos de los
demandados, quienes ostentan el título de propiedad respecto al
bien materia de reivindicación. QUINTO.- Que, del examen de la
argumentación expuesta se advierte que el recurrente no cumple
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, esto es, describir con claridad y precisión la
infracción normativa así como demostrar la incidencia directa sobre
la decisión impugnada, por lo que las infracciones denunciadas en
el considerando que precede deben ser desestimadas. Respecto a
la causal invocada en el acápite a) del considerando precedente,
se observa que las instancias de mérito en base a los medios
probatorios actuados en el proceso, aunado a que el recurso
se encuentra referido a cuestiones de hecho y probanza que
implican el reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno
a los fines del recurso de casación previstos en el artículo 384
del Código Procesal Civil. Respecto al defecto en la notificación
de Felix Calixto Crisanto Crispín, debe anotarse que en la etapa
procesal correspondiente, mediante Resolución número dieciséis,
se le tuvo por bien notificado, declarándosele rebelde en este
proceso. Asimismo, en cuanto a la causal invocada en el acápite
b) del cuarto considerando, ya ha quedado acreditado por las
instancias de mérito que respecto del bien materia de proceso, los
demandantes tienen su derecho inscrito en los Registros Públicos,
pero además, de quienes derivaba su título también se encontraban
registrados, de modo que su titularidad es oponible a cualquiera,
lo que no sucede en el caso de los demandados, pues conforme
se ha advertido de autos, los títulos de los co-demandados no
se encuentran registrados, ello aunado al hecho que adquirieron
dichos bienes sobre los que pesaba un gravamen a favor del Banco
de Vivienda del Perú en Liquidación, hipoteca que se encontraba
debidamente inscrita, por lo que corresponde aplicar el artículo
2012 del Código Civil, por lo que el Banco acreedor contaba con el
derecho a perseguir el bien hipotecado. SEXTO.- Que, en cuanto
a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, el recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio, sin embargo, ello no es suficiente para
atender el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por
las razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Ángel Rubén Tinoco Solís a
fojas mil ochenta y cuatro, contra la sentencia de vista de fojas
mil treinta y ocho, de fecha diez de setiembre de dos mil quince,
emitida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Ancash; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Dionisia Aeropajita León de Ortíz y otro contra
Ángel Rubén Tinoco Solís y otros, sobre Reivindicación y otros; y
los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces
Supremos Señores Mendoza Ramírez y Miranda Molina. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA,
DE LA BARRA BARRERA C-1569469-215
CAS. Nº 1994-2016 PUNO
OBLIGACIÓN DE HACER. Lima, catorce de julio de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia
de calificación el recurso de casación interpuesto por Jaime
Peralta Mamani (folios 261), contra la sentencia de vista contenida
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en la Resolución número veinticuatro del dieciocho de abril de dos
mil dieciséis (folios 230), expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Puno mediante al cual confirmó la apelada
contenida en la Resolución número dieciocho del diez de setiembre
de dos mil quince (folios 185), la cual declaró fundada la demanda
de obligación de hacer, en consecuencia ordena a la entidad
demandada Cooperativa de Transporte Interprovincial de Pasajeros
Virgen de Fátima Sociedad de Responsabilidad Limitada, cumpla
con otorgar la Escritura Pública; por lo que corresponde examinar
si el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento
de los requisitos mencionados precedentemente, es necesario
tener presente que el recurso extraordinario de casación es
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en i) la infracción
normativa, o ii) en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Presentar una fundamentación puntualizada, clara y
pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Esta exigencia, es para lograr los fines del recurso,
estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así,
es responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de la causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por la casante en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Se verifica que el recurso de
Casación cumple con los requisitos de admisibilidad, conforme
exige el artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia pone fin al proceso; ii) Ante el
órgano jurisdiccional que emitió la sentencia de vista impugnada;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que la parte
recurrente fue notificada con fecha veinte de abril del presente año
(folios 249) e interpuso el recurso de casación el dos de mayo del
año en curso (folios 261); iv) Adjunta el pago del arancel judicial por
la presentación del recurso (folios 251). CUARTO.- Al evaluar los
requisitos de procedencia contenidos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, se verifica que la parte recurrente cumple con el
requisito previsto en el inciso 1, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa la impugnó
mediante recurso de apelación (folios 199). En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 manifiesta que su pedido es anulatorio.
QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso de casación
bajo la siguiente causal: Infracción normativa de derecho
procesal del artículo I del Título Preliminar del Código Procesal
Civil; argumentando que han impugnado la sentencia emitida en
autos teniendo en cuenta lo estipulado en el estatuto de la empresa,
específicamente en el inciso 4 del artículo 13 que constituye una
causal de exclusión de socios, cuando los socios que son parte de
la empresa no cumplan con los derechos y obligaciones, en este
caso el demandante no ha accionado los recursos correspondientes,
como por ejemplo en su oportunidad pudo haber presentado un
recurso de reconsideración ante el Concejo Administrativo;
asimismo, manifiesta que el pedido que hace el demandante ha
prescrito, hecho que no ha sido tomado en cuenta por la Sala Civil
y que al momento de presentar la demanda la persona de Alejandro
Jaime Mamani Llanos hoy Jaime Mamani Llano no se encontraba
registrado como socio de la empresa, por tanto su derecho de
accionar ha prescrito, desde que ha sido excluido de la empresa no
ha ejercido su derecho conforme lo establece el estatuto y con este
pedido de corrección de nombre trata de sorprender a la Autoridad
Jurisdiccional, sin embargo, ese derecho no le corresponde por no
ser socio de su representada. Además manifiesta que lo resuelto
contraviene lo previsto en el estatuto de la empresa, puesto que al
momento de su emisión todos los socios partícipes de ella han
firmado y aprobado lo estipulado en cada uno de sus artículos y se
someten tanto a los derechos que tienen como socios, obligaciones
y sanciones cuando se incumplan estas, por tanto no corresponde
atender el pedido del demandante, puesto que existe documento
que rige la empresa privada y los socios en caso de no estar
conformes con alguna decisión deben accionar conforme lo
estipulan los mismos estatutos. Finalmente señala que se ha
vulnerado el debido proceso, puesto que el Magistrado Superior
Oswaldo Mamani Coaquira debió abstenerse por decoro, puesto
que es enemigo acérrimo, tanto del recurrente como del abogado
defensor René Hernán Urviola Salazar. SEXTO.- Conforme al
artículo 384 del Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene
por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República; de esta manera, tenemos
que el recurso de casación debe limitarse a cuestiones netamente
jurídicas referentes al logro de los fines legalmente establecidos,
no permitiéndose una nueva evaluación de los hechos y de las
pruebas actuadas y evaluadas por las instancias de mérito.
SÉTIMO.- En ese sentido los incisos 2 y 3 el artículo 388 del
Código Procesal Civil dispone como requisitos de procedencia del
97253
recurso de casación, la descripción con claridad y precisión de la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
exigiendo que en el recurso se demuestre la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada. OCTAVO.- Estando a los
fundamentos expuestos se advierte que la infracción denunciada
merece ser desestimada, por cuanto, no se verifica la transgresión
del derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva alegada, la cual
garantiza que todo justiciable tenga el derecho de que se le haga
justicia, acudiendo al Órgano Jurisdiccional, a través de un proceso
donde se le brinden un conjunto de derechos y garantías mínimas
en su desarrollo y que lo resuelto sea efectivo, ejerciendo sus
derechos en el proceso con libertad y en plano de igualdad, todo lo
que ha sido observado a lo largo del proceso, advirtiéndose más
bien que los fundamentos del recurso presentado por la parte
demandada, se dirigen a cuestionar las conclusiones fácticas de
las instancias de mérito que ampararon la presente demanda de
Obligación de Hacer, las mismas que concluyeron que el
demandante – en razón de haberse cambiado de nombre a nivel
judicial- tiene el derecho a exigir que la demandada le otorgue la
Escritura Pública por la que se aclare la de fecha dieciséis de abril
de dos mil uno, sin embargo, no es actividad constitutiva del
recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los
motivos que formaron convicción en la Sala Superior, lo que es
ajeno al debate casatorio. NOVENO.- Asimismo, los argumentos
referidos a la Falta de Legitimidad para Obrar del demandante, así
como la Prescripción Extintiva alegada, ya han sido materia de
pronunciamiento por la Sala Civil Superior en la sentencia de vista
impugnada que desestimó las Excepciones deducidas en autos.
Finalmente debe señalarse que, si la parte demandada consideraba
que existían motivos para que uno de los Jueces Superiores se
abstenga por decoro, debió haber formulado la recusación
respectiva y no esperar la emisión de la sentencia para recién
cuestionar su participación en el proceso. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Jaime Peralta Mamani (folios 261), contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número veinticuatro
del dieciocho de abril de dos mil dieciséis (folios 230), expedida por
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jaime Mamani Llano con Cooperativa de Transportes Inter
Provincial de Pasajeros Virgen de Fátima Sociedad de
Responsabilidad Limitada, sobre Obligación de Hacer; y los
devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo.- S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-216
CAS. Nº 2007-2016 LAMBAYEQUE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, uno de julio de
dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO: El
recurso de casación de fojas doscientos noventa y uno interpuesto
por María Dolores Gonzáles Guevara, reúne los requisitos de
forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo
387 del Código Procesal Civil. SEGUNDO: Los numerales 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por la Ley número
29364, establecen que constituyen requisitos de fondo del recurso,
que se describa con claridad y precisión la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
TERCERO: La recurrente, invocando el artículo 387 del Código
Procesal Civil, denuncia como agravios: a) La contravención de
los artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú,
I del Título Preliminar y VII del Código Procesal Civil, 7 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
argumentando que el razonamiento del Colegiado Superior en
torno al derecho que la autoriza para ocupar el predio sub judice,
no abarca una verificación diligente de las incidencias que se
han suscitado en el presente proceso, ya que se han valorado
las instrumentales de folios noventa y nueve a ciento tres que
no habían sido admitidas por ser pruebas extemporáneas para
establecer que el heredero de la copropietaria del predio sub
judice Mercedes Edith Gonzales Barco es su cónyuge Pablo
Ernesto Araujo Carrera; y que no se ha considerado que la parte
demandante señaló que resulta ser la copropietaria del inmueble
conjuntamente con Mercedes Edith Gonzales Barco, con lo cual
estaba reconociendo la legitimidad de su posesión en atención a
su vínculo familiar que lo une a ésta; y b) La infracción normativa
del artículo 911 del Código Civil, expresando que la recurrida
no ha realizado un análisis en base a lo actuado en el proceso,
lo que ha traído como consecuencia que se establezca que los
demandados no se encuentran legitimados para poseer el bien
sub materia, pues no se ha estimado que la parte accionante ha
probado al momento de postular su demanda, la legitimidad de la
posesión que ejerce la recurrente, dado el vínculo familiar que lo
une a la copropietaria Mercedes Edith Gonzales Barco; hecho que
amerita un reexamen por la Corte Suprema. CUARTO: En relación
al literal a), del texto de la recurrida se desprende que la conclusión
de que Pablo Ernesto Araujo Carrera ha sido declarado heredero
de Mercedes Edith Gonzales Barco, no solo se ha sustentado en
las instrumentales a las que han hecho referencia, sino además
en lo expresado por la propia recurrente a través de su recurso
de apelación de fojas doscientos cincuenta y ocho al momento

97254 CASACIÓN
de alegar que el proceso de sucesión intestada que se instaurara
finalizó en tal sentido; tanto más, si contrario a lo sostenido en el
presente recurso, el Colegiado Superior si ha considerado el hecho
que en la copia literal de la Partida P10126995 corriente a fojas ocho,
aparece como copropietaria del inmueble sub judice Mercedes
Edith Gonzales Barco, precisando que la recurrente no ha probado
que sea su heredera; de donde se colige que la impugnante no
ha demostrado que la denunciada infracción normativa tenga
incidencia directa sobre el fallo recurrido, tal como lo exige el inciso
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. QUINTO: En lo que
respecta al literal b), la argumentación impugnatoria esgrimida
está orientada a que se reexamine el caudal probatorio aportado
al proceso con el propósito de que se determine que la recurrente
no ostenta la calidad de ocupante precaria sobre el inmueble
sub judice, actividad que no se sujeta a los fines del recurso de
casación previstos en el artículo 384 del Código Procesal Civil,
por lo que este extremo del recurso igualmente merece ser
desestimado. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo 388 del
Código Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el
artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación de fojas doscientos noventa y uno interpuesto
por María Dolores Gonzales Guevara contra la sentencia de vista
de fojas doscientos ochenta y cuatro, de fecha veintidós de abril de
dos mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Especializada Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Patricia Esther
Patazca Delgado con María Dolores Gonzáles Guevara y otros,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integran
esta Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De
La Barra Barrrera por licencia de los Jueces Supremos Señores
Mendoza Ramírez y Romero Díaz. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-217
CAS. Nº 2080-2016 LIMA ESTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, uno de julio de
dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de éste Supremo Tribunal el recurso de
casación interpuesto por el demandado Juan Carlos Pacora
Reyes de folios doscientos trece a doscientos veintitrés contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número veintiuno, de
fecha quince de marzo de dos mil dieciséis obrante de folios ciento
setenta y ocho a ciento ochenta y cuatro, expedida por la Sala Civil
Descentralizada y Permanente del Distrito de San Juan de
Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima Este, la cual
confirmó la sentencia apelada contenida en la Resolución número
doce, de fecha uno de julio de dos mil quince, la cual declaró
fundada la demanda de Desalojo por Ocupación Precaria; para
cuyo efecto debe procederse con calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en los Artículos 387° y 388° del Código
Procesal Civil, modificado por Ley número 29364. SEGUNDO.- Se
verifica que el recurso cumple con los requisitos de admisibilidad,
conforme lo exige el Artículo 387° del Código Procesal Civil, toda
vez que ha sido interpuesto: i) contra una Sentencia expedida por
la Sala Civil Descentralizada y Permanente del Distrito de San
Juan de Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima Este
que como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; ii) Ante la
Sala Superior que emitió la sentencia de vista que se impugna; iii)
Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente de
notificada la sentencia de vista que se impugna, puesto que el
recurrente fue notificado el día quince de abril de dos mil dieciséis
según cargo de Cédula de Notificación obrante a folio doscientos
ocho e interpuso el recurso de casación el día veintinueve de abril
de dos mil dieciséis; y, iv) adjunta el arancel judicial por concepto
de recurso de casación a folio doscientos doce. TERCERO.- El
recurso cumple con el requisito de procedencia previsto en el inciso
1 del Artículo 388° del Código Procesal Civil, dado que el recurrente
apeló la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable
obrante de folios noventa y nueve, la misma que ha sido confirmada
por la impugnada. En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de
la referida norma, manifiesta que su pedido es anulatorio.
CUARTO.- El recurrente (Juan Carlos Pacora Reyes) sustenta su
recurso de casación bajo las siguientes causales: a) Infracción
normativa material del Artículo 911° del Código Civil; señala
que dicha norma establece que “La posesión precaria es la que se
ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido”; que
el primer caso se refiere a la ausencia total de título, es decir, el
precario que nunca tuvo título de ninguna clase, ergo, quien no
puede justificar de modo alguno el ejercicio del derecho de
posesión sobre determinado bien; y que el segundo caso se refiere
al ocupante cuyo título ha fenecido, es decir, el título que ha
expirado, vencido o ha quedado sin efecto por alguna razón: por
imperio de la ley, por causa establecida en el propio título, por
acuerdo de partes, por resolución, nulidad o rescisión; agrega que
el citado Artículo 911° del Código Civil ha sido interpretado
erróneamente, puesto que en la sentencia de vista se ha
determinado la precariedad de su posesión por la presunta
“carencia de título”, sin efectuar una debida valoración de los
hechos ni el derecho, puesto que se omite considerar los efectos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de su posesión pacífica, pública y continua durante casi treinta
años, de manera que se aparenta que no existiera, que no se
produjo, o que no tiene importancia alguna en el proceso. b)
Infracción normativa procesal del Artículo 65° del Código
Procesal Civil; señala que en el punto décimo primero de la parte
considerativa de la Sentencia de Vista se emite un erróneo
pronunciamiento respecto de la obligación de emplazamiento de su
cónyuge como integrante del patrimonio autónomo que constituye
la sociedad conyugal que conforman, cuando la defensa del
patrimonio autónomo recae sobre la totalidad de los miembros que
la conforman, con lo cual además se está desconociendo el
contenido constitucional del derecho a la defensa reconocido en el
inciso 14 del Artículo 139° de la Constitución Política del Perú, y
que es consustancial al debido proceso, puesto que no se ha
efectuado el emplazamiento a su cónyuge; y. c) Infracción
normativa procesal de los incisos 3 y 5 del artículo 139° de la
Constitución Política del Perú; argumenta que dichas normas
garantizan el Derecho a un Debido Proceso y a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales y que han sido vulneradas debido a que se
ha omitido valorar debidamente las circunstancias de hecho y de
derecho controvertidas en el proceso y expedir una resolución
fundada en derecho. QUINTO.- Conforme al Artículo 384° del
Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República; es decir, se persigue el adecuado control
jurídico de las resoluciones judiciales con el propósito de verificar la
correcta interpretación y aplicación del derecho objetivo y material
o procesal al caso concreto, siendo su finalidad ulterior evitar la
infracción o la violación de la norma legal al resolver la causa1. En
vía de casación no se pueden volver a valorar las pruebas actuadas
en el proceso en mérito a las cuales las instancias de mérito han
considerado acreditado un hecho, puesto que la revaloración
probatoria no resulta acorde con los fines de la casación plasmados
en el artículo mencionado, sino que este recurso versa sobre
cuestiones de iure o de derecho, con exclusión de las de hecho y
de lo que se estima probado. SEXTO.- Acorde con los fines de la
casación, el Artículo 388° del Código Procesal Civil, al contemplar
los requisitos necesarios para la procedencia del citado recurso,
exige –inciso 2– describir con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del procedente judicial, así como –
inciso 3– demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. SÉTIMO.- Con relación al ítem a) del cuarto
considerando tenemos que el recurrente alega la interpretación
errónea del Artículo 911° del Código Civil. La alegada
“interpretación errónea” se presenta cuando para la resolución de
la controversia los jueces aplican la norma pertinente, pero le dan
un sentido diferente al que realmente tiene, por lo que una
descripción clara y precisa de la infracción normativa material
denunciada requiere que en el recurso de casación el recurrente
identifique cuál es la interpretación normativa equívoca realizada
en la sentencia de vista que se impugna, sin embargo, al sustentar
la infracción normativa invocada se ha omitido indicar cuál es la
interpretación realizada por la Sala Superior que se considera
errónea, por lo que no se ha satisfecho la exigencia del inciso 2) del
Artículo 388° del Código Procesal Civil. Asimismo se observa que
se pretende sustentar la causal de casación no en una infracción
normativa material sino en una nueva evaluación de hechos
conforme a los cuales el recurrente considera que acredita una
posesión pacífica, pública y continua durante treinta años, a fin de
desvirtuar la precariedad de la posesión que le atribuyen las
instancias de mérito. OCTAVO.- Con relación al ítem b) del cuarto
considerando tenemos que el recurrente señala respecto a la
infracción normativa del Artículo 65° del Código Procesal Civil,
lo siguiente: 1.- El Artículo 65° del Código Procesal Civil, estipula lo
siguiente: "Artículo 65°.- Representación procesal del patrimonio
autónomo.- Existe patrimonio autónomo cuando dos o más
personas tienen un derecho o interés común respecto de un bien,
sin constituir una persona jurídica. La sociedad conyugal y otros
patrimonios autónomos son representados por cualquiera de sus
partícipes, si son demandantes. Si son demandados, la
representación recae en la totalidad de los que la conforman,
siendo de aplicación, en este caso, el Artículo 93°. Si se
desconociera a uno o más de los integrantes del patrimonio
autónomo, se estará a lo dispuesto en el Artículo 435°. El que
comparece como demandado y oculta que el derecho discutido
pertenece a un patrimonio autónomo del que forma parte, se le
impondrá una multa no menor de diez ni mayor de cincuenta
Unidades de Referencia Procesal, sin perjuicio de lo dispuesto por
el Artículo 4°." 2.- El recurrente sustenta la infracción normativa
indicando sustancialmente que su cónyuge debió ser emplazada
con la demanda por conformar con ella un patrimonio autónomo
como es la sociedad conyugal. 3.- La necesidad de emplazar a la
cónyuge del demandado, en aplicación del Artículo 65° del Código
Procesal Civil, no dependerá del solo hecho de que el recurrente se
encuentre civilmente casado y haya constituido una sociedad
conyugal, sino fundamentalmente que dentro de este proceso de
Desalojo por Ocupación Precaria se encuentre en discusión algún
derecho que forme parte de dicho patrimonio autónomo, y que por
tanto, el mismo deba ser judicialmente defendido por ambos
cónyuges; no obstante, del tenor del recurso de casación que se
califica no se observa que el recurrente haya identificado cuál es el
derecho perteneciente al patrimonio autónomo que conforma con
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
su cónyuge, que determine la necesidad de emplazar a esta última
para que ejercite su defensa. 4.- Asimismo, tampoco se observa
que el recurrente haya acreditado la incidencia directa de la no
aplicación del Artículo 65° del Código Procesal Civil sobre la
decisión impugnada, puesto que no identifica derecho perteneciente
a la sociedad conyugal que esté siendo discutido dentro del
proceso de Desalojo por Ocupación Precaria; y, 5.- En
consecuencia, respecto a la alegada infracción normativa al
Artículo 65° del Código Procesal Civil no se han satisfecho las
exigencias previstas en los incisos 2 y 3 del Artículo 388° del
Código en mención. NOVENO.- Con relación al ítem c) del cuarto
considerando tenemos que el recurrente señala respecto a la
infracción normativa procesal de los incisos 3 y 5 del Artículo
139° de la Constitución Política del Perú, a que se hace
referencia en el ítem 3 del cuarto considerando se advierte que el
recurrente ha señalado genéricamente que se han omitido valorar
debidamente las circunstancias de hecho y de derecho
controvertidas en el proceso y que por ello se habría emitido una
resolución no fundada en derecho, sin embargo, no describe con
precisión y claridad cuáles son esas circunstancias específicas que
habría alegado y que no habrían sido consideradas en la sentencia
de vista, por lo que en este extremo no se ha satisfecho la
exigencia contemplada en el inciso 2 del Artículo 388° del
Código Procesal Civil. Por estas consideraciones y en aplicación
del Artículo 392° del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
demandado Juan Carlos Pacora Reyes (folios 213) contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número veintiuno,
del quince de marzo de dos mil dieciséis (folios 178), expedida por
la Sala Civil Descentralizada y Permanente de San Juan de
Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima Este;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Johny Richard Huaca Pérez con Juan Carlos Pacora Reyes,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integran
esta Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La
Barra Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores
Mendoza Ramírez y Romero Díaz. Ponente Señor Yaya Zumaeta,
Juez Supremo.- S.S. CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA
1
Carrión Lugo, Jorge. El Recurso de Casación en el Código Procesal Civil.
Volumen II. Tercera Edición. Editorial Iustitia Sociedad Anónima Cerrada.
Página 14.
C-1569469-218
CAS. Nº 2131-2016 AYACUCHO
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, diecinueve
de julio de dos mil dieciséis. VISTOS; con los acompañados; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de
este Supremo Tribunal el recurso de casación interpuesto por
Lourdes González Huamán a fojas mil trescientos treinta y siete,
contra la sentencia de vista de fojas mil trescientos cuatro, de fecha
treinta y uno de marzo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho, que confirma
la sentencia apelada de fojas mil ciento ochenta y tres, de fecha
veintinueve de mayo de dos mil quince, en el extremo que declaró
infundada la demanda interpuesta por la recurrente contra José
Alberto Bachmann Trisolini y otros, sobre Prescripción Adquisitiva
de Dominio; para cuyo efecto debe procederse con calificar
los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio
impugnatorio, conforme a lo previsto en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, se advierte
que el presente recurso de casación satisface dichas exigencias, al
haberse interpuesto: I) Contra una resolución expedida por la Sala
Superior respectiva que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso; II) Ante la Sala Superior que emitió la resolución
impugnada, que para el caso de autos es la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Ayacucho; III) Dentro del plazo previsto por
ley, contado desde el día siguiente de notificada la resolución que
se impugna, conforme se corrobora con el cargo de notificación
obrante a fojas mil trescientos treinta y dos; y IV) Adjuntando el
respectivo arancel por recurso de casación. TERCERO.- Que,
respecto a los requisitos de procedencia contenidos en los incisos
1 y 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte de autos
que la parte recurrente apeló la sentencia de primera instancia que
le fue adversa y señaló que su pedido casatorio es revocatorio;
por lo que ambos requisitos han sido cumplidos; sin embargo,
advirtiéndose que la parte recurrente viene denunciando la
infracción de una norma de naturaleza procesal, debe entenderse
que su pedido casatorio es anulatorio. CUARTO.- Que, en cuanto
a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, los recurrentes denuncian la causal de
infracción normativa procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de
la Constitución Política del Perú, alegando que la Sala Superior
ha vulnerado el Derecho al Debido Proceso, en su manifestación
al Derecho a Probar y a la Debida Motivación de Resoluciones
Judiciales, ya que no ha valorado debidamente los medios
probatorios ofrecidos por la demandante, al indicar que no mantiene
el animus domini del predio materia de litis. Refiere además que
97255
existe una errónea valoración probatoria en razón a que no se
ha merituado que los documentos expedidos por la Autoridad
Municipal reconocen que la recurrente actuó como propietaria;
además los diversos formularios y/o formatos presentados a
diversas instituciones públicas y privadas gozan de fecha cierta,
por lo cual se acredita el animus domini. Señala que resulta un
imposible jurídico exigir certificación municipal o administrativa,
porque el Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA)
de la Municipalidad exige la presentación de la Escritura Pública
de la compraventa respectiva, lo mismo sucede con los recibos
de servicios de agua y luz a nombre de tercero. Finalmente señala
que ambas instancias restan valor probatorio a las declaraciones
testimoniales sin hacer ningún análisis. QUINTO.- Que, estando a
los fundamentos expuestos se advierte que la causal denunciada
no satisface el requisito de procedencia señalado en el inciso 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues la sentencia de
vista se encuentra debidamente motivada, al haber cumplido con
absolver cada uno de los agravios expuestos por la recurrente en
su recurso de apelación de fojas mil doscientos dieciocho, con la
debida fundamentación de hecho y de derecho en que se basa su
decisión, llegando a establecer finalmente que no existen medios
probatorios idóneos y suficientes para determinar con certeza si
la posesión ejercida por la demandante en el inmueble sub litis
fue en forma continua, pacífica y pública como propietario durante
diez (10) años, tal como exige la ley; por lo que el presente
recurso deviene en improcedente. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Lourdes González Huamán a fojas mil trescientos treinta y
siete, contra la sentencia de vista de fojas mil trescientos cuatro,
de fecha treinta y uno de marzo de dos mil dieciséis, emitida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Lourdes González Huamán contra la Sucesión de Julio Alberto
Trisollini Ruiz y otros, sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio;
y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-
219
CAS. Nº 2220-2016 HUÁNUCO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, tres de agosto del dos mil
dieciséis. VISTOS: Y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por William Tucto Quiroz (folios 673) contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número cincuenta
del trece de abril de dos mil dieciséis (folios 662) expedida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huánuco la cual
confirmó la apelada contenida en la Resolución número cuarenta
del veinte de agosto de dos mil quince, la cual declaró fundada la
Reconvención, interpuesta por María Mercedes Torres Marilus
sobre Reivindicación y como pretensión accesoria Desalojo, contra
William Tucto Quiroz. Ordena que el demandado William Tucto
Quiroz Reivindique a favor de la demandante María Mercedes
Torres Marilus el inmueble inscrito en la Partida Electrónica número
02009887 del Registro de Propiedad Inmueble de la ciudad de
Huánuco, consistente en setecientos metros cuadrados (700.00
m2) ubicado en el Lote número 93 Zona Cayhuayna Pillco Marca
(actualmente es Calle Los Sauces número 383 Urbanización
Cayhuayna Baja del Distrito de Pillco Marca); en el plazo de treinta
días de consentida y/o ejecutoriada que sea la presente sentencia,
bajo apercibimiento de lanzamiento en caso de incumplimiento.
Improcedente la pretensión accesoria de Desalojo. Con Costas y
Costos del Proceso; por lo que corresponde examinar si el referido
recurso cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387
y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364. SEGUNDO.- Antes de revisar el cumplimiento de los
requisitos necesarios para la casación, se debe tener presente que
este recurso es eminentemente formal, técnico y excepcional, por
lo que tiene que estar estructurado con sujeción a los requisitos
que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en la i) infracción normativa o en el ii) apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión: Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica.
Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber adecuar los
agravios que denuncia a las causales que para dicha finalidad
taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal;
pues este Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el
recurso de casación, ni de integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco
subsanar de oficio los defectos incurridos por el recurrente en la
formulación del recurso extraordinario. TERCERO.- Previo al
análisis de los requisitos de procedencia, debe considerarse que
el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que éste tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la

97256 CASACIÓN
República; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción normativa
y cuál es la incidencia directa en que se sustenta. CUARTO.- En
ese sentido el recurso reúne los requisitos para de admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez
que éste ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco que como órgano de segundo grado pone fin al proceso
(folios 662); ii) Ante el órgano jurisdiccional citado que emitió la
resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma,
dado que el demandante fue notificado el veinte de abril de dos mil
dieciséis (folios 669), e interpuso el recurso de casación el cuatro
de mayo de dos mil dieciséis (folios 673); y, iv) Adjunta la tasa
judicial respectiva (folio 672). QUINTO.- Evaluando los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, se advierte que el recurrente cumple con lo establecido en los
incisos 1 y 4, debido a que sí apeló a sentencia de primera instancia
que le fue adversa, y cumple con indicar que su pedido es
anulatorio (principal) y revocatorio (subordinado). SEXTO.- Al
evaluar los requisitos de procedencia previstos en los incisos 2 y
3 del Código Procesal Civil, tenemos que el recurso se sustenta en
la causal de: 1) Infracción procesal de los incisos 3, 5, 8 y 14 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú; artículo III del
Título Preliminar del Código Procesal Civil y artículo 196 del
Código Procesal Civil; denuncia que: a) Se indica en forma
errónea el sexto y sétimo considerando de la resolución impugnada,
que la reconviniente María Mercedes Torres Marilus, es propietaria
del área total de la parcela o lote número 93 del Predio Cayhuayna,
Distrito de Pillco Marca, Provincia y Departamento de Huánuco, por
lo que se encuentra acreditado el derecho de propiedad de la
Reconviniente y debidamente inscrito, por ende le corresponde el
derecho de Reivindicación contra los que se encuentren poseyendo
su propiedad; sin embargo el Colegiado no analizo los títulos
inscritos en los Rubros números C00002 al C00009 de la Partida
Electrónica número 02009887 del Registro de Propiedad Inmueble
de Huánuco, donde se puede advertir que María Mercedes Torres
Marilus no es propietaria del cien por ciento (100 %) del bien jus
domine; por lo que el supuesto derecho de la acción de
Reivindicación y accesoria de Desalojo, no puede prosperar y ser
declarada fundada la demanda interpuesta, además de que el título
de la reconviniente no es idóneo; b) Refiere que los juzgadores
debieron aplicar el artículo III del Título Preliminar del Código
Procesal Civil la cual señala que el Juez deberá atender a que la
finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses
o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica,
haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad
abstracta es lograr la paz social en justicia; y que asimismo, se ha
afectado y lesionado los derechos constitucionales contenidos en
los incisos 3, 5 y 8 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, que señalan la observancia del Debido Proceso y la Tutela
Jurisdiccional Efectiva, la motivación escrita de las resoluciones
judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero
trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan, y el principio de no
dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley; c) El
recurrente arguye que la demandante no ha cumplido con probar la
existencia de las causales de nulidad del acto jurídico que es objeto
de la acción, que los jueces han debido tenerlo presente al resolver
la litis del trece de agosto de mil novecientos noventa y uno, de
modo libre, voluntario, legal y de buena fe adquirió de sus anteriores
propietarios un lote de terreno signado como “Predio Cayhuayna”
comprensión del Distrito de amarilis, con una extensión de
ochocientos cuarenta metros cuadrados (840 m2), mediante un
Testimonio de Escritura Pública denominado “Donación a Título
Gratuito”, tomando posesión física inmediata como legítimo y
exclusivo propietario del bien objeto de litis y que se dio con la
sorpresa que se había registrado una Escritura Pública de
revocatoria de donación de fecha veintisiete de mayo de dos mil
diez por un área de setecientos metros cuadrados (700.00 m2), por
motivo que el donatario había vendido un área de ciento cuarenta
metros cuadrados (140.00 m2) conforme a la constancia de una
comunicación escrita vía carta notarial dirigida al donatario, en la
cual le indicaban que la revocatoria de donación se aplicaba por la
causal contemplada en el inciso 1 del artículo 744 del Código Civil,
al haber el donante Elías Contreras Tucto recibido reiteradamente
agresiones físicas y verbales del donatario, con denuncias
asentadas en las fechas uno y dos de febrero de dos mil diez ante
la Comisaría de Cayhuayna. Afirma que estos hechos resultan
ilegales porque en la celebración del supuesto Contrato de
Revocatoria de Donación no ha participado el recurrente ni ha
autorizado con su firma la referida revocatoria de donación, por lo
que jurídicamente nunca ha existido voluntad para celebrar dicho
acto jurídico, cuando se debió haber recabado su presencia o
aceptación expresa para que pudiera celebrarse dicho acto; y.2)
Infracción material de los artículos 219 y 923 del Código Civil;
denuncia que el juzgador ha debido tener presente que para
declarar cualquier acción de restitución de propiedad conforme lo
establece el artículo 219 del Código Civil es necesario que se
demuestre en forma convincente respecto a los supuestos hechos
aducidos que derivan del referido Contrato de Compraventa en
relación si le corresponde o no el bien objeto de esta acción de
Reivindicación, ya que la demandante no ha probado con medio
probatorio alguno los extremos de la demanda, menos ha
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
acreditado documentariamente las causales que señala el Código
Civil en la que ampara su demanda de Reivindicación. De otro
lado, si bien ha señalado como causal la inaplicación del artículo
923 del Código Civil no cumple con fundamentarla. SÉTIMO.-
Respecto a las causales señaladas cabe precisar que: a) Respecto
a lo alegado en el sentido que en los considerandos Sexto y Sétimo
se habría considerado, en forma errónea que la reconviniente
María Mercedes Torres Marilus es propietaria del área total del bien
inmueble materia del proceso, de la lectura de dichos considerandos
se tiene que en ellos se afirma que la reconviniente aún es
copropietaria del treinta y tres punto treinta y tres por ciento (33.33
%) de derechos y acciones y de la revisión de los títulos inscritos en
el Rubro: Títulos de Dominio, Asientos C00002 al C00009 de la
Partida Eléctrónica número 02009887 del Registro de Propiedad
Inmueble de Huánuco se observa que: 1) En el Asiento C00002
(folios 635), rectificado en los Asientos C00003, C00004 y C00008
(folios 636, 637 y 641), consta que Wagner Tucto Quiroz y Alfonsa
Tarazona Espinoza adquirieron una extensión de ciento cuarenta
metros cuadrados (140.00 m2) del bien inmueble submateria al
haberlo comprado de su anterior propietario William Tucto Quiroz;
2) En el Asiento C00005 (folios 638) consta que Elías Contreras
Tucto y Mercedes Campos Chávez revocaron la donación otorgada
a William Tucto Quiroz, solo en el extremo de setecientos metros
cuadrados (700.00 m2) por motivo de que el Donatario vendió
ciento cuarenta metros cuadrados (140.00 m2); 3) En el Asiento
C00006 (folios 639) consta que María Mercedes Torres Marilus
adquirió el ochenta y tres punto treinta y tres por ciento (83.33%) de
derechos y acciones respecto del área de setecientos metros
cuadrados (700 m2) al haberle vendido sus anteriores propietarios
Elías Contreras Tucto y Mercedes Campos Chávez; 4) En el
Asiento C00007 (folios 640) consta que Jaida Janet Ramos
Mendoza adquirió el cincuenta por ciento (50%) de derechos y
acciones respecto del total del inmueble por la compra venta
celebrada con la co-propietaria María Mercedes Torres Marilus; 5)
En el Asiento C00009 (folios 644) consta que Jesús Marcelino
Condezo Atencio y Lucía Ursina Tarazona de Condezo adquirieron
el cincuenta por ciento de derechos y acciones (50%) respecto del
total del inmueble por compraventa de la vendedora Jaida Janet
Ramos Mendoza; infiriéndose de lo expuesto que la reconviniente
María Mercedes Torres Marilus mantiene la propiedad del 33.33%
de los derechos y acciones del bien inmueble submateria; por lo
que en atención al artículo 979 del Código Civil que establece que
cualquier copropietario puede revindicar el bien común, promover
las acciones posesorias, los interdictos, las acciones de desahucio,
aviso de despedida y las demás que determine la ley; se concluye
que a la citada reconviniente si le asiste la legitimidad para poder
reivindicar y defender el bien común. 7.1) En relación a la aplicación
del artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, que
señala que el Juez deberá atender a que la finalidad concreta del
proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar una
incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos
los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la
paz social en justicia; además que se ha afectado y lesionado los
derechos constitucionales contenidos en los incisos 3, 5 y 8 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, que señalan la
observancia del Debido Proceso y la Tutela Jurisdiccional Efectiva,
la motivación escrita de las resoluciones judiciales. Al respecto, se
advierte que solo se transcribe el texto legal sin que la
fundamentación expuesta cumpla con describir con claridad y
precisión la infracción normativa así como demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada como exigen
los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. 7.2)
Respecto al argumento que la demandante no ha cumplido con
probar la existencia de las causales de nulidad del acto jurídico que
es objeto de la acción, ya que adquirió el bien inmueble de los
anteriores propietarios mediante un Testimonio de Escritura Pública
denominado “Donación a Título Gratuito”, tomando posesión física
inmediata como legítimo y exclusivo propietario del bien objeto de
litis, que vendió ciento cuarenta metros cuadrados del inmueble
(140.00 m2) y que sorpresivamente tomó conocimiento de la
revocatoria de donación los que resultan ilegales porque en la
revocatoria de donación no ha participado el recurrente ni la ha
autorizado con su firma, por lo que jurídicamente nunca habría
existido voluntad para celebrar dicho acto jurídico; se advierte de
autos, que tanto la demanda como las resoluciones emitidas en las
instancias precedentes tienen en cuenta la venta de ciento cuarenta
metros cuadrados (140.00 m2) del lote de terreno a favor de
Wagner Tucto Quiroz y Alfonsa Tarazona Espinoza, por lo que se
promueve la reivindicación únicamente respecto a los setecientos
metros cuadrados (700.00 m2) del inmueble materia de litis, y es
solamente respecto a esa área que se resuelve en la sentencia de
vista que se impugna. Finalmente, cabe acotar que debido a que el
demandante William Tucto Quiroz formulo desistimiento del
proceso y de la pretensión demandada (folios 174), el que fue
aprobado por el juzgado (folios 306) y confirmado en segunda
instancia (folios 385) ya no corresponde resolver en este proceso
respecto a la nulidad del acto jurídico, sino resolver únicamente
respecto de la reconvención propuesta por la demandada María
Mercedes Torres Marilus; por lo que corresponde desestimar las
causales denunciadas. OCTAVO.- En relación a la causal de
infracción material del artículo 219 del Código Civil, que establece
las causales para la declaración de Nulidad del Acto Jurídico; cabe
precisar que no constituye infracción que el A quem no se haya
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
pronunciado respecto a que causal de nulidad se habría producido,
ello con razón al haber formulado el recurrente el desistimiento del
proceso y de la pretensión de su demanda de Nulidad de Acto
Jurídico, la que fue aprobada por el Juez y confirmada en segunda
instancia, como se ha reseñado en el considerando precedente,
por lo que este punto ya no es materia de discusión en el proceso;
y que respecto a los supuestos hechos aducidos que derivan del
referido Contrato de Compraventa, en relación si a la reconviniente
le corresponde o no el bien objeto de esta acción de Reivindicación,
es el recurrente quien no ha acreditado con medio probatorio
alguno que cuente con un título oponible al pedido de reivindicación.
De otro lado, si bien ha señalado como causal la inaplicación del
artículo 923 del Código Civil no cumple con fundamentarla; por lo
que estas causales devienen improcedentes. NOVENO.-
Analizados de manera conjunta los fundamentos de las causales
denunciadas, se advierte que las causales 1, 2 y 4 no satisfacen las
exigencias del inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
ya que no cumplen con describir con claridad y precisión la
infracción normativa incurrida; y sobre el numeral 3 no demuestran
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
Por estos fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por William Tucto Quiroz (folios
673) contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número cincuenta del trece de abril de dos mil dieciséis (folios 662)
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, y DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el diario oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los
seguidos por William Tucto Quiroz con Elías Contreras Tucto y
otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-220
CAS. Nº 2236-2016 CUSCO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veinte de julio
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Yanina Flores Zapata a fojas doscientos cincuenta
y tres, contra la sentencia de vista de fojas doscientos cuarenta
y dos, de fecha diecisiete de mayo de dos mil dieciséis, emitida
por la Sala Mixta Descentralizada de La Convención de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, que confirma la sentencia apelada
de fojas ciento sesenta y tres, de fecha dos de setiembre de dos
mil quince, que declara fundada en parte la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido el recurrente la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado
en el artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso, denuncia: A) Infracción normativa
del artículo 586 del Código Procesal Civil, alegando su indebida
interpretación, porque los demandantes no han acreditado su
derecho de propiedad, toda vez que si bien existe un testamento de
la causante, inscrito en los Registros Públicos, dicho documento es
sólo un acto de declaración del mismo y no constitutivo, siendo que
tal declaración está condicionada a que la testadora sea en efecto
propietaria del bien, por lo que en el caso de autos no existiría
entonces título alguno respecto de la propiedad del inmueble sub
materia, tanto es así, que tampoco habría correspondencia en
su área exacta; y B) Infracción normativa del artículo 911 del
Código Civil, alegando una indebida interpretación del mismo, ya
que no ha suscrito contrato alguno con los demandantes, siendo
que del contenido de la demanda resulta que la pretensión que
debió plantearse es la del Interdicto de Recobrar. CUARTO.- De
conformidad al Cuarto Pleno Casatorio en materia civil, celebrado
a propósito de la Casación número 2195-2011-UCAYALI, se tiene
que conforme al artículo 586 del Código Procesal Civil, el sujeto
que goza de legitimación para obrar activa en un proceso de
Desalojo por Ocupación Precaria no sólo puede ser el propietario,
sino todo aquél que considere tener derecho a la restitución de
un predio; siendo que en autos no sólo las instancias de mérito
han establecido que los demandantes son propietarios del
inmueble, sino que la propia impugnante reconoce que la anterior
propietaria de la totalidad del mismo fue Julia Tapia Vera, causante
de los demandantes, cuando en su escrito de apelación de fojas
doscientos ocho, afirma que habría sido dicha persona quien
les cedió la posesión a ella y a su madre, la codemandada Irma
Zapata Tapia; con lo cual se tiene que al producirse el fallecimiento,
los demandantes han recibido por transmisión testamentaria
el mismo derecho de la causante sobre el bien, con lo cual se
tendría acreditado que cuentan con el derecho a la restitución de
la posesión de aquéllos que no lo tienen, como es el caso de la
recurrente. QUINTO.- Asimismo, de conformidad con el mismo
precedente vinculante1, se tiene que a fin de evitar la condición de
precario descrita en el artículo 911 del Código Civil, el poseedor
debe acreditar durante el proceso la existencia de un título
(acto o hecho) que le confiera el derecho a poseer el inmueble,
siendo que en autos la recurrente ha sido declarada rebelde,
de conformidad con la Resolución número 4, de fojas setenta y
cinco, no habiendo presentado entonces medios probatorios que
acrediten las razones de su posesión sobre el ambiente del cual
97257
se le pretende desalojar, configurándose su condición de precaria,
conforme lo dispone la disposición normativa señalada. Por las
consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Yanina Flores Zapata a fojas doscientos
cincuenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas doscientos
cuarenta y dos, de fecha diecisiete de mayo de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Mixta Descentralizada de La Convención de
la Corte Superior de Justicia de Cusco, que confirma la sentencia
apelada de fojas ciento sesenta y tres, de fecha dos de setiembre
de dos mil quince, que declara fundada en parte la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por César José Pinto Tapia y otros contra Yanina Flores Zapata y
otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por
licencia de la Señora Jueza Suprema Cabello Matamala. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA
1
Doctrina Jurisprudencial Vinculante, establecida en los puntos b.1. y b.2. de
la parte resolutiva de la Casación N° 2195-2011-UCAYALI.
C-1569469-221
CAS. Nº 2311-2016 ICA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, diez
de agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: El recurso de casación de fojas mil quinientos ochenta
y siete interpuesto por la Municipalidad Provincial de Ica, reúne
los requisitos de forma para su admisibilidad, conforme a lo
previsto en el artículo 387 del Código Procesal Civil. SEGUNDO:
Los numerales 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil
modificado por la Ley número 29364, establecen que constituyen
requisitos de fondo del recurso de casación, que se describa con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada. TERCERO: La parte
recurrente, invocando el artículo 384 del Código Procesal Civil,
denuncia como agravios: a) La contravención de los artículos
139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú y 7 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
argumentando que al haber ocupado los demandados un cargo de
confianza, no se puede catalogar a esta relación laboral como una
de prestación de servicios, pues la contratación del funcionario de
confianza tiene por finalidad ocupar una plaza orgánica contenida
en el Cuadro de Asignación de Personal de la Entidad (CAP), sin
la necesidad de pasar por un concurso público de méritos y no
requerirse de un nuevo Acto Administrativo de designación, en
la medida que éste es independiente al régimen laboral; por lo
que asumiendo que la calificación de personal de confianza trae
consigo que éste ejerza la representación general del empleador
frente a los trabajadores o terceros, que lo sustituya, comparta
funciones de administración y control de cuya actividad y grado de
responsabilidad depende el resultado de la actividad empresarial,
es indudable que esta responsabilidad caería en una Acción Civil;
en tal sentido es de concluirse que el Colegiado Superior está
aplicando de manera indebida lo estipulado en el apartado b)
del inciso 1 del artículo 2 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo
número 29497; y b) La infracción normativa de los artículos
1319 y 1321 del Código Civil, sosteniendo que los empleados
de confianza no solo están sujetos a la sanción administrativa por
parte de la autoridad competente, sino que éstos son responsables
por su accionar u omisión en el ejercicio de sus funciones y
siendo su designación un acto independiente al régimen laboral
es correcto invocar lo previsto en los dispositivos legales
denunciados. CUARTO: En relación al literal a), advirtiéndose
que la argumentación impugnatoria está orientada a denunciar
una supuesta aplicación indebida del apartado b) del inciso 1 del
artículo 2 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo número 29497,
era de cargo del recurrente, a tenor de lo previsto en el inciso 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil indicar en forma clara y
precisa la norma adjetiva que a su parecer resultaba de aplicación
al caso concreto, en lugar del dispositivo legal contenido en la Ley
Procesal en mención; omisión que al no haber sido cumplida trae
consigo la desestimación de este extremo del recurso. QUINTO:
En relación al literal b), siendo la recurrida, una resolución que sólo
se pronuncia sobre una excepción de incompetencia planteada
por el codemandado Edgar Saúl Villar Bustamante, la invocación
de los artículos 1319 y 1321 del Código Civil que regulan la culpa
inexcusable y la indemnización por dolo, deviene en impertinente al
caso de autos. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo a que hace referencia el artículo 388 del
Código Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el
artículo 392 del citado cuerpo legal, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación de fojas mil quinientos ochenta y siete
interpuesto por la Municipalidad Provincial de Ica contra el auto
de vista de fojas mil quinientos setenta y dos de fecha veintidós
de abril de dos mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Municipalidad Provincial

97258 CASACIÓN
de Ica con NIlton Edilberto Hernández Roque y otros, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-222
CAS. Nº 2349-2016 LIMA ESTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiuno
de julio de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Óscar Palomino Gamboa a
fojas doscientos setenta y cuatro, contra la sentencia de vista de
fojas doscientos sesenta y dos, de fecha tres de marzo de dos mil
dieciséis, emitida por la Sala Civil Descentralizada Transitoria de
Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima Este, que confirma
la sentencia apelada de fojas ciento cincuenta y nueve, de
fecha treinta de abril de dos mil quince, que declara fundada la
demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos, se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la sentencia
de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface el requisito
de procedibilidad establecido en el artículo 388 inciso 1 del citado
Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso
denuncia: A) Que conforme ha señalado en su contestación,
como fundamento de defensa, la accionante no cumplió con
las formalidades establecidas por la ley, para la invitación a la
conciliación extrajudicial, existiendo vicios que impidieron la
concurrencia a dicha conciliación, que acarrean su nulidad. Dicha
petición no fue materia de pronunciamiento tanto por el A quo como
por el Ad quem; B) Inaplicación de la Doctrina Jurisprudencial
referida a la Casación número 2195-11 del trece de agosto de dos
mil doce; si bien no se debe ingresar a verificar si es que la parte
demandada adquirió o no el bien por usucapión, por el contrario
se debe verificar si del análisis de los hechos y de la valoración
de las pruebas presentadas por la parte demandada surge en él
la convicción de la existencia de lo que se considera como título
suficiente que enerve el derecho que esgrime la parte demandante.
CUARTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado A): El
requisito del artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil, implica
que no pueden ponerse en debate en sede casatoria, aquellos
temas que no fueron debatidos ante las instancias de mérito. Por
consiguiente, al no haber denunciado este agravio en apelación, no
puede prosperar, por no dar cumplimiento al requisito en mención.
Sin perjuicio de lo anotado, cabe agregar que según el Acta de
Conciliación Extrajudicial de fojas cuarenta y cuarenta y uno, el
ahora recurrente asistió a dicho acto sin dejar constancia del vicio
que ahora invoca, e inclusive se negó a firmar, advirtiéndose que
no ha desvirtuado tal hecho.QUINTO.- En cuanto a la denuncia
contenida en el apartado B): El A quo, luego de la valoración de
los medios probatorios, concluyó que no le causaba convicción la
afirmación del demandado, sobre la afirmación que está ejerciendo
posesión permanente y pública, por lo tanto, no tiene título que
justifique el uso del bien sub litis; tal conclusión ha sido confirmada
por el Ad quem, al no haber efectuado reparo alguno al respecto
en la sentencia de vista. Por consiguiente, se aprecia que no existe
la inaplicación de la doctrina jurisprudencial alegada (respecto del
Pleno Casatorio sobre Desalojo), por cuanto los argumentos del
demandado resultan ser una mera alegación de haber adquirido
por usucapión, sin haber demostrado contar con título válido de
posesión. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con
lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Óscar Palomino Gamboa
a fojas doscientos setenta y cuatro, contra la sentencia de vista
de fojas doscientos sesenta y dos, de fecha tres de marzo
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Descentralizada
Transitoria de Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima Este;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por María Mercedes Arrescurrenaga Palomino contra Óscar
Palomino Gamboa, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-223
CAS. Nº 2424-2016 CUSCO
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Lima, dieciocho de julio de
dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Abelardo Caparó Salas a fojas setecientos sesenta,
contra la sentencia de vista de fojas setecientos cincuenta y tres,
de fecha nueve de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que confirma la
sentencia apelada de fojas setecientos cuatro, de fecha doce
de agosto de dos mil quince, que declara infundada la demanda
sobre Mejor Derecho de Propiedad y Reivindicación; para cuyo
efecto este Colegiado debe proceder a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a la modificación establecida en la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
se advierte que el presente recurso de casación cumple con los
requisitos previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
toda vez que se ha interpuesto contra una resolución que pone fin
al proceso, ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada, dentro del plazo de diez días contado desde el día
siguiente de notificada la citada resolución y adjuntando la tasa
judicial correspondiente. TERCERO.- Que, como sustento de su
recurso, la parte impugnante alega las causales de: 1) Infracción
normativa de carácter procesal del artículo 139 incisos 3 y 5
de la Constitución Política del Perú, señala que la Sala Superior
al emitir su fallo trasgrede los principios y derechos de la función
jurisdiccional, como son la observancia del Debido Proceso y
la Tutela Jurisdiccional Efectiva, soslayando el deber de todo
Órgano Jurisdiccional de controlar el respeto de las garantías
esenciales del Debido Proceso, puesto que no se ha cumplido
con examinar los agravios denunciados por su parte, existiendo
una total incongruencia, pues el Órgano Jurisdiccional de grado
no puede dejar de pronunciarse sobre todos y cada uno de los
agravios propuestos por el impugnante, ni dejar de cumplir los
deberes comisivos por el cual debe tener una conducta que se
ajuste a lo peticionado, debiendo ordenarse en sede casatoria
que los jueces de grado emitan nueva sentencia de vista, la
misma que debe tener estrecha correspondencia con lo propuesto
como agravios en la apelación y/o impugnación. Agrega que se
evidencia una clara vulneración del Derecho a la Motivación de las
Resoluciones Judiciales puesto que la Sala Civil manifiesta que
para la elaboración del peritaje se tomó en cuenta el Certificado
de Búsqueda Catastral; sin embargo, no ha considerado el hecho
que el Certificado de Búsqueda Catastral es un medio de prueba
distinto al peritaje y que ambos debieron ser valorados en forma
conjunta y no solamente el peritaje aun cuando este solo tomó
como referencia el medio de prueba antes referido; y 2) Infracción
del artículo 197 del Código Procesal Civil, señala que la
sentencia de vista ha hecho consentir que un medio probatorio
pueda dejar de ser valorado por el hecho de haber sido tomado
en cuenta en una pericia contraviniendo lo establecido en la
norma denunciada. CUARTO.- Que, evaluados los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
respecto a las causales denunciadas, se advierte que la parte
recurrente apeló la resolución de primera instancia que le fue
desfavorable, conforme se advierte a fojas setecientos dieciocho.
Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta en
la causal de: infracción normativa de carácter procesal y a
su vez de los argumentos del mismo se aprecia que su pedido
casatorio es anulatorio; cumpliendo con ello los presupuestos
de los incisos 1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.-
Que, analizada la fundamentación de la causal denunciada se
advierte que no puede estimarse, debido a que el recurso de
casación no satisface el requisito de procedencia del inciso 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haberse demostrado
la incidencia directa de la infracción denunciada respecto a la
decisión impugnada, advirtiéndose que los argumentos del mismo
están destinados a cuestionar la motivación de la resolución de
vista, la misma que claramente estableció que el peritaje actuado
en el proceso tuvo presente el Certificado de Búsqueda Catastral
y lo tuvo presente en la Resolución número treinta y dos, de
fecha veintiséis de setiembre de dos mil trece; En la pericia se
explica lo que evidencia el Certificado de Búsqueda Catastral,
exponiéndose las razones por las que los peritos no encuentran
que exista superposición ya que se trata de dos predios diferentes.
Que la parte demandante intentó en dos oportunidades se declare
la ineficacia de la pericia realizada, para finalmente solicitar una
Audiencia Especial en la que se explique el peritaje a cargo de los
peritos que lo hicieron, acto procesal en el que estuvo presente.
La sentencia sustenta su decisión en una pericia válidamente
actuada como prueba con consentimiento y conocimiento de las
partes, cuyas conclusiones fueron explicadas en la Audiencia
Especial, concluyéndose que el predio de la parte demandante se
ubica en lo que fue el predio denominado Chachacomayoc y el de
la parte demandada en el predio denominado Huamantiana, los
mismos que están físicamente separados hoy por la denominada
avenida Diagonal Angamos, por la que transcurre un riachuelo
llamado Huamantiana; en consecuencia, el recurso de casación
propuesto deviene en improcedente. Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Abelardo Caparó Salas a fojas setecientos sesenta, contra la
sentencia de vista de fojas setecientos cincuenta y tres, de fecha
nueve de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Abelardo Caparó Salas y otros
contra Braulio Cusi Cárdenas, sobre Mejor Derecho de Propiedad
y otro; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-
224
CAS. Nº 2445-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiuno
de julio de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Edward John Mercado Serra a
fojas ciento cuarenta y cinco, contra la resolución de vista de fojas
ciento treinta y cuatro, de fecha doce de abril de dos mil dieciséis,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas sesenta y
uno, de fecha veintiséis de agosto de dos mil quince, que declara
fundada la demanda de Desalojo por Ocupación Precaria; para
cuyo efecto este Colegiado debe proceder a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a la modificación establecida en la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
se advierte que el presente recurso de casación cumple con los
requisitos previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
toda vez que se ha interpuesto contra una resolución que pone fin
al proceso, ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada, dentro del plazo de diez días contado desde el día
siguiente de notificada la citada resolución y adjuntando la tasa
judicial correspondiente. TERCERO.- Que, como sustento de su
recurso, la parte impugnante alega las causales de: 1) Infracción
normativa de carácter material del artículo 911 del Código Civil:
La Sala Superior al emitir su fallo ha trasgredido dicho articulado
considerando posesión precaria a la que se ejerce sin título alguno
o cuando el que se tenía ha fenecido, no existiendo excepción
alguna que permita considerar posesionario y demandar a quien
no ejerce posesión alguna; 2) Infracción normativa de carácter
procesal de los artículos 586 y 587 del Código Procesal Civil:
El Colegiado ha infraccionado dichos artículos, al considerar
que pueden ser demandados el arrendatario, el subarrendatario,
el precario o cualquier otra persona a quien le es exigible la
restitución; y que si el predio es ocupado por un tercero ajeno a
la relación establecida entre el demandante y la persona a quien
este le cedió la posesión, el demandante debe denunciarlo en su
demanda, con lo cual el denunciado será notificado con la demanda
y podrá participar del proceso. CUARTO.- Que, evaluados los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, respecto a las causales denunciadas, se advierte
que la parte recurrente apeló la resolución de primera instancia
que le fue desfavorable, conforme se advierte a fojas sesenta y
ocho. Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta
en la causal de infracción normativa de carácter procesal y a
su vez de los argumentos del mismo se aprecia que su pedido
casatorio es anulatorio como principal y revocatorio como
subordinado; cumpliendo con ello los presupuestos de los incisos
1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que, analizada
la fundamentación de la causal denunciada se advierte que no
puede estimarse, debido a que el recurso de casación no satisface
el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haberse demostrado la incidencia directa
de la infracción denunciada respecto a la decisión impugnada,
advirtiéndose que los argumentos del mismo están destinados a
cuestionar la motivación de la resolución de vista, la misma que
claramente ha establecido que del Certificado Domiciliario número
01806529, de fecha trece de agosto de dos mil quince, Lorenzo
Pool Marchena Cueva acreditaría habitar el inmueble materia de
litis; sin embargo, dicho documento al haber sido expedido cinco
meses después de interpuesta la demanda no constituye un
documento suficiente para determinar que mantiene la posesión
que dice ostentar, más aun si no se ha acompañado otros medios
probatorios que puedan corroborar que habita en dicho inmueble. A
su vez se ha establecido que el demandado no acredita que tenga
un título que sustente su posesión; además que no ha acreditado
con ningún medio probatorio que no se encuentre en posesión del
inmueble materia de litis, por lo que el demandado no posee el bien
en mérito de un justo título sino que es precario; en consecuencia,
el recurso de casación propuesto deviene en improcedente. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Edward John Mercado Serra a fojas
ciento cuarenta y cinco, contra la resolución de vista de fojas
ciento treinta y cuatro, de fecha doce de abril de dos mil dieciséis,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Enrique Alejandro Pacheco Velarde contra
Edward John Mercado Serra y otro, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
C-1569469-225
CAS. Nº 2474-2016 PUNO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintidós de julio
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Vladimir Charaja Montaño interpone recurso de
casación a fojas trescientos treinta y nueve, contra la sentencia
de vista de fojas trescientos quince, de fecha diecisiete de mayo
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Puno que confirma la sentencia apelada de fojas
doscientos veintidós, de fecha siete de julio de dos mil quince, que
declara fundada la demanda.SEGUNDO.- Examinados los autos
se advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos
de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387
del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido el
recurrente la sentencia de primera instancia que le fue adversa,
satisface el requisito de procedibilidad contemplado en el artículo
97259
388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como
sustento de su recurso denuncia: A) Infracción normativa de los
artículos 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial y 50 inciso 6 del Código Procesal Civil: El Ad
quem hace una errónea aplicación e interpretación de la institución
jurídica del desalojo. Es más, no ha realizado una motivación
coherente, por cuanto en su recurso de apelación se halla
debidamente demostrado que el recurrente no tiene la condición
de precario; B) Infracción normativa del artículo 139 inciso 3
de la Constitución Política del Perú: Con la resolución materia
de casación se quiere desviar de la jurisdicción predeterminada
por la Ley y además, someter a un procedimiento distinto de lo
establecido por la misma; C) No se han advertido los extremos que
esgrimió en la absolución de la demanda, en el acto de Audiencia
de Pruebas y en sus alegatos, por cuanto el recurrente desde su
niñez se encuentra en posesión del cuarto de adobe con todas
las comodidades del caso. La habitación se encuentra dentro del
inmueble de propiedad de su padres. Ni el A quo ni el Ad quem
se han pronunciado respecto a que sus padres son los que han
construido el cuarto dentro de su propiedad; máxime que los
demandados han indicado en el acto de la Audiencia de Pruebas
que la habitación se encuentra en mal estado de conservación,
lo que no se ajusta a la verdad; D) El recurrente no tiene la
condición de precario, por cuanto los demandantes no le han
otorgado la conducción de la habitación, pues son sus progenitores
quienes la han construido; en todo caso, la demanda debió dirigirse
contra sus padres (sic); E) No han sido valorados por el Ad quem
los siguientes medios probatorios: La Escritura Pública de fecha
siete de enero de mil novecientos ochenta y ocho, la Carta Notarial
dirigida a los demandantes, en respuesta a la que le dirigieron ellos,
seis placas fotográficas, la inscripción en la Oficina de los Registros
Públicos; F) Aplicación indebida e interpretación errónea del
artículo 911 del Código Civil: Con los demandantes nunca ha
suscrito un contrato de arrendamiento, sino que la habitación que
ocupa es de sus padres. Conforme al artículo 586 del Código
Procesal Civil el recurrente no tiene la condición de inquilino, ni le
han subarrendado. CUARTO.- En cuanto a la denuncia contenida
en el apartado A): Contrariamente a lo sostenido por el recurrente,
el Ad quem sí ha efectuado una correcta motivación en la recurrida,
pues ha consignado sus fundamentos de hecho y de derecho en
forma ordenada y coherente. Por tanto, se aprecia que no existe
la infracción alegada, en consecuencia, este extremo no cumple,
en rigor, con el requisito del artículo 388, inciso 2 del Código
Procesal Civil, motivo por el cual, no puede prosperar. QUINTO.-
En cuanto a la denuncia contenida en el apartado B): También
debe desestimarse, por no exponer el recurrente con claridad y
precisión la infracción alegada (artículo 388, inciso 2 del Código
Procesal Civil), pues sólo se ha limitado a sostener que se quiere
desviar de la jurisdicción predeterminada por la Ley y someter a
un procedimiento distinto de lo establecido por la misma, pero
no explica por qué motivo o en qué modo se estaría produciendo
tal infracción. SEXTO.- En cuanto a las denuncias contenidas en
los apartado C) y D): El recurrente incide en la revaloración de
la cuestión fáctica, al sostener que sus padres son los que han
construido la habitación dentro de su propiedad y que él no tiene
la condición de precario, por cuanto los demandantes no le han
otorgado la conducción de la habitación. Sin embargo, la Sala
Superior ha establecido que, si bien la habitación mencionada (es
decir, el área ocupada por el ahora recurrente) ha estado siendo
ocupada por el demandado apelante desde su niñez, al estar parte
de ella en el área adjudicada a Rodolfo Charaja Ortega, quien a
su vez lo transfirió a los ahora demandantes, entonces, el título
que le permitía ocupar o poseer (al ahora recurrente) parte de la
habitación, ha fenecido; por consiguiente, debe restituir dicha área
establecida en el plano de fojas sesenta y dos. Además, no es cierto
que toda la habitación se encuentre en el lote adjudicado a sus
progenitores, sino como se ha establecido en el título de propiedad
presentado por los demandantes y en la inspección judicial, parte de
la habitación ocupa el lote de propiedad de los demandantes, cuya
posesión debe restituirse. Por consiguiente, no correspondiendo a
los fines de la casación la revaloración de la cuestión fáctica, de
conformidad con lo previsto por el artículo 384 del Código Procesal
Civil, estos extremos tampoco pueden prosperar. SÉTIMO.- En
cuanto a la denuncia contenida en el apartado E): Tampoco puede
prosperar, por cuanto la revaloración del material probatorio no es
parte del oficio casatorio, de conformidad con los fines establecidos
en el artículo 384 del Código Procesal Civil.OCTAVO.- En cuanto a
la denuncia contenida en el apartado F): Las instancias de mérito
han determinado que el recurrente no sólo no tiene la condición
de arrendatario, sino que no cuenta con título de posesión alguno,
y por ello han declarado la precariedad de su posesión. Por
consiguiente, este extremo tampoco puede prosperar, al no existir
infracción normativa alguna. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Vladimir
Charaja Montaño a fojas trescientos treinta y nueve, contra la
sentencia de vista de fojas trescientos quince, de fecha diecisiete
de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Puno que confirma la sentencia apelada de
fojas doscientos veintidós, de fecha siete de julio de dos mil quince,
que declara fundada la demanda; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo

97260 CASACIÓN
responsabilidad; en los seguidos por Midward Charaja Ortega y
otra contra Vladimir Charaja Montaño y otro, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Señor
Juez Supremo De La Barra Barrera, por licencia de la Señora Jueza
Suprema Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo.- S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-
226
CAS. Nº 2560-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veinticinco
de agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por Adriana Mercedes Lévano Canaza a
fojas doscientos ochenta y dos, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos veinticuatro, de fecha diecisiete de mayo de dos mil
dieciséis, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas ciento
dieciocho, de fecha diecinueve de enero de dos mil dieciséis, que
declara fundada la demanda.SEGUNDO.- Examinados los autos,
se advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos
de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387
del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido el
recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha sido adversa,
satisface el requisito de procedibilidad establecido en el artículo
388 inciso 1 del citado Código Procesal Civil. TERCERO.- Como
sustento de su recurso denuncia lo siguiente: A) Que el A quo hace
ver que la recurrente está en forma precaria en el inmueble, lo cual
es falso, porque le han alquilado el local y ha adjuntado la forma
de pago que todos los meses le cobraban puntualmente, y tanto
el A quo como el Ad quem no lo han tomado en cuenta; B) Con el
documento que adjuntó al A quo acredita que Joe Vega Mezarina
tenía un contrato con Roger de la Rosa Coronado, el cual inició el
día quince de junio de dos mil nueve y finalizó el día quince de junio
de dos mil once, y la recurrente era trabajadora de este último. C)
La recurrente no quiere quedarse como dueña del local, sino que
quería llegar a un acuerdo con Joe Vega Mezarina para que la deje
trabajar un año sin cobrarle, y ésta se retirará voluntariamente, ya
que ella había invertido en sanear el local y ahora que el local no
tiene deudas la desalojan del mismo, aprovechándose que le habían
hecho un contrato sólo verbal; D) Joe Vega Mezarina denunció a
la recurrente por el delito contra la libertad – proxenetismo con el
afán de hacerle daño, pero dicha denuncia no procedió porque
no hay pruebas; inclusive hay un acta donde la policía verifica el
local. CUARTO.- Absolviendo conjuntamente todos los extremos
denunciados por la recurrente cabe apreciar que las alegaciones
postuladas son simples argumentos de parte que, en esencia,
repiten las mismas alegaciones de su contestación de demanda;
sin embargo, no cumple, en modo alguno, con indicar en forma
clara y precisa los vicios o infracciones en que habría incurrido el
Ad quem al emitir la sentencia de vista impugnada. Además, queda
claro que no desvirtúa, en absoluto, la conclusión a la que arriba
la Sala Superior, en cuanto la considera ocupante precaria, pues
los documentos que en copias adjunta de fojas sesenta y cinco
a setenta y dos y de ciento cuarenta y cinco a ciento cincuenta y
dos, se refieren a pagos diversos y en diferentes fechas, pero no
acreditan la celebración de un contrato, sino el pago de una deuda
real o presunta, pero no la voluntad de renovar la relación jurídica;
en todo caso, el anterior contrato de arrendamiento culminó con
el requerimiento de devolución del inmueble mediante la carta
notarial de fecha diez de octubre de dos mil catorce. QUINTO.- Por
consiguiente, resulta evidente que no existe infracción normativa
alguna, por lo que las alegaciones postuladas en el recurso sub
examine no cumplen, en rigor, con el requisito del artículo 388,
inciso 2 del Código Procesal Civil, debiendo en consecuencia
desestimarse en su integridad. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Adriana
Mercedes Lévano Canaza a fojas doscientos ochenta y dos, contra
la sentencia de vista de fojas doscientos veinticuatro, de fecha
diecisiete de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la
sentencia apelada de fojas ciento dieciocho, de fecha diecinueve
de enero de dos mil dieciséis, que declara fundada la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Joe Vega Mezarina contra Adriana Mercedes Lévano Canaza
y otros, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron.
Integran esta Sala los Señores Jueces Supremos Calderón
Puertas y De La Barra Barrera, por licencia de los Señores Jueces
Supremos Mendoza Ramírez y Cabello Matamala. Ponente Señor
Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA
MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-227
CAS. Nº 2589-2016 HUAURA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, doce de agosto
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de
casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de Santa María a
fojas noventa y siete, contra la resolución de vista de fojas ochenta
y siete, de fecha veintinueve de febrero de dos mil dieciséis, emitida
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura, que
revoca el auto final de fojas sesenta y uno, de fecha cuatro de
setiembre de dos mil quince, que declara fundada la contradicción
formulada por la ejecutada; y por consiguiente, improcedente la
demanda sobre Obligación de Dar Suma de Dinero interpuesta
por Ricardo Baltazar Cortez Rischmoller; y reformándola declara
infundada la contradicción y fundada la demanda; para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en
los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil
se advierte que el presente recurso de casación satisface dichas
exigencias, al haberse interpuesto: I) Contra una resolución expedida
por la Sala Superior respectiva que, como órgano de segundo grado,
pone fin al proceso; II) Ante la Sala Superior que emitió la resolución
impugnada, que para el caso de autos es la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura; III) Dentro del plazo previsto por ley,
contado desde el día siguiente de notificada la resolución que se
impugna, conforme se corrobora con el cargo de notificación obrante
a fojas noventa y cuatro; y IV) Sin adjuntar el respectivo arancel por
recurso de casación al encontrarse exonerado, de conformidad con
el artículo 47 de la Constitución Política del Perú, concordante con el
artículo 24 inciso g) del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, modificado por la Ley número 27231. TERCERO.-
Que, respecto al requisito de procedencia contenido en el inciso 1
del artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte de autos que la
Municipalidad recurrente no apeló la resolución de primera instancia
porque no le fue adversa a sus intereses, por lo que no se requiere el
cumplimiento de este requisito. Respecto a la exigencia contenida en
el inciso 4 del citado artículo, se advierte del recurso que la entidad
recurrente ha cumplido con precisar que su pedido casatorio principal
es anulatorio total y el subordinado es revocatorio. CUARTO.- Que,
en cuanto a los requisitos señalados en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, la Municipalidad recurrente denuncia:
a) La infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, alegando que la Sala
Superior al emitir su fallo, ha realizado una motivación insuficiente,
en el sentido que no se ha pronunciado sobre la exigibilidad de la
suma de dinero puesta a cobro; asimismo, no se ha pronunciado
sobre la naturaleza pública de la parte ejecutada, toda vez que
como entidad pública el reconocimiento de una deuda de dinero
debe cumplir con la aprobación y verificación del aparato funcional
de la entidad; y b) La infracción normativa procesal del artículo
690-D del Código Procesal Civil, alegando que el Colegiado no ha
analizado la exigibilidad de los títulos valores adjuntos a la demanda,
pues los títulos no fueron emitidos como consecuencia de un
proceso de selección predeterminado, ni mucho menos respetando
la logística de la entidad pública, circunstancias que ocasionan que
la simple existencia de los cheques presentados no pueden generar
su ejecución no sin antes verificar los antecedentes que originaron
su expedición. QUINTO.- Que, estando a los fundamentos
expuestos se advierte que las causales denunciadas no satisfacen
el requisito de procedencia señalado en el inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, al no haberse cumplido con demostrar
cuál sería la incidencia directa de las infracciones denunciadas
sobre la decisión contenida en la resolución recurrida; puesto que
al haberse tramitado la presente demanda en la vía del proceso
único de ejecución, no es materia de debate analizar la relación
causal de los títulos valores puestos a cobro a fin de determinar
si el procedimiento de selección, aprobación y verificación de los
servicios prestados por el demandante han observado las leyes
especiales de contratación con el Estado; sino únicamente si dichos
títulos valores tienen mérito ejecutivo, esto es, si tienen la fecha
vencida de su pago y si han cumplido con la formalidad requerida
por ley, a fin de establecer si se presentan las causales de nulidad
del título o inexigibilidad de la obligación, causales que además no
han sido cuestionados por la parte demandada en su escrito de
contradicción; por lo que el presente recurso debe ser desestimado.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de Santa
María a fojas noventa y siete, contra la resolución de vista de fojas
ochenta y siete, de fecha veintinueve de febrero de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Ricardo Baltazar Cortez Rischmoller contra la Municipalidad Distrital
de Santa María, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los
devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-228
CAS. Nº 2602-2016 LA LIBERTAD
PAGO DE HONORARIO. Lima, veinticinco de agosto de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Crediscotia
Financiera Sociedad Anónima interpone recurso de casación a
fojas mil ciento sesenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas mil ciento veintiséis, de fecha veinte de julio de dos mil quince,
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, que confirma la sentencia apelada de fojas mil trece,
de fecha veintitrés de diciembre de dos mil trece, que declara
fundada en parte la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
se advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos de
admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del
Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido el
recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha sido
adversa, satisface el requisito de procedibilidad establecido en el
artículo 388 inciso 1 del citado Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso, denuncia: I) Infracción normativa
de los incisos 3, 5 y 14 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú y del artículo 7 del Texto Único Ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, alegando que el A quo no
esgrimió fundamento jurídico alguno que motive y sustente por qué
ampara la pretensión de indemnización solicitada por el
demandante, al no existir referencia alguna sobre de qué tipo de
responsabilidad civil se trata, o acerca de la acreditación de la
supuesta conducta antijurídica, el factor de atribución, el nexo
causal, ni el daño; así como tampoco sobre cuáles serían los
medios de prueba que han permitido constatar la concurrencia
fehaciente de los elementos de la responsabilidad civil, siendo que
dicha deficiencia de la motivación ha sido convalidada con la
sentencia de vista, al argumentarse que debe entenderse
tácitamente que se le condena a una indemnización por daño
moral, con lo cual se incurre en una motivación aparente, al no
haberse al menos citado la base legal que faculta al Juez a fijar
indemnizaciones con criterio de equidad. Afirma además, que al
resolverse una pretensión relativa al pago de una indemnización se
debe argumentar, como mínimo, sobre la base de medios
probatorios y el fundamento jurídico correspondiente, precisando
cuáles elementos de la responsabilidad civil se advierten en el
caso, y cómo se llega a la conclusión de que debe pagarse una
indemnización por daños y perjuicios; II) Infracción normativa del
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
alegando que en la recurrida se reconoce que se ha llegado a la
conclusión de que el Banco del Trabajo y Recaudadora Sociedad
Anónima pertenecen a una misma empresa, sin que dicho hecho
haya sido fijado en el proceso como punto controvertido,
vulnerándose de esta manera la congruencia procesal y el debido
procedimiento, cuando las partes jamás cuestionaron que el Banco
del Trabajo y Recaudadora Sociedad Anónima fueran la misma
empresa, conclusión a la que sí arribaron las instancias de mérito;
III) Infracción normativa del artículo 242 del Código Procesal
Civil, alegando que la Sala Superior ha confirmado la decisión de
declarar improcedentes las tachas que interpuso contra las
declaraciones juradas de los trabajadores del Banco demandado,
así como contra las cartas de fechas ocho de febrero de dos mil
uno y veinte de abril de dos mil dos; aplicando indebidamente los
referidos artículos, al considerar que únicamente se puede
cuestionar en dicha vía la autenticidad del documento, lo cual no
está tipificado por la norma, siendo que la falsedad también
consiste en la inexactitud o malicia en las declaraciones o dichos
contenidos en la prueba documental, lo cual sí se invocó y fue
reiterado con el recurso de apelación. La falsedad consistiría en la
elaboración y manipulación realizadas por el demandante de su
contenido, ya que es quien representaba o representa judicialmente
a las personas que supuestamente suscribieron las declaraciones
o recibieron las cartas, lo cual se evidenciaría al haberse
consignado sólo el ofrecimiento de la declaraciones juradas y no
así de la declaración testimonial como testigos; IV) Infracción
normativa de los artículos 197 y 200 del Código Procesal Civil,
alegando que en la Sentencia de Vista se incurre en una notoria
transgresión al contenido constitucionalmente protegido del
derecho a la prueba, toda vez que para arribar a la conclusión de
que la pretensión principal de Pago de Honorarios debe ser
declarada fundada, en la suma de cuarenta y dos mil soles
(S/42,000.00), se ha argumentado a través de una indebida
valoración de las declaraciones juradas de fojas dos a veintiséis,
de una declaración testimonial y de cartas, obviándose que al tratar
la pretensión sobre el contenido y los alcances de la prestación de
los servicios del demandante, que provienen de un contrato de
locación de servicios, la existencia de dichos elementos debe ser
materia de acreditación fehaciente y no a través de dichos o
declaraciones vacías, carentes de mérito; habiéndose obviado que
las personas que actúan en dichos medios probatorios tienen
intereses comunes con el accionante, siendo que tanto el A quo
como el Ad quem incurren en supuestos de arbitrariedad fáctica ya
que exacerban la pertinencia e idoneidad de los medios probatorios
para llegar a conclusiones desafortunadas, como la de establecer
cuál era la supuesta prestación económica que debía recibir el
demandante por el período ininterrumpido de veintiocho meses y la
cantidad de encargos o gestiones que realizaba de manera diaria,
lo cual aún habiendo sido acreditados los alcances de la prestación
a cargo del demandante en el contrato de locación de servicios,
resulta inconsistente que se use un presunto cálculo para
determinar que visaba siempre la misma cantidad de poderes al
día y que absolvía la misma cantidad de consultas legales, por el
plazo de veintiocho meses, como se hace en el considerando
octavo; V) Infracción normativa sobre la aplicación e
interpretación indebida del artículo 200 del Código Procesal
Civil, alegando que la Sala Superior evidencia el error cometido
por el A quo, quien declaró infundada la reconvención por no
encontrarse el contrato de locación de servicios correspondiente,
sin embargo, no supera el error en cuanto pretende convalidar la
decisión de primera instancia, indicando que es fundada la
pretensión de Pago de Honorarios, estableciendo los supuestos
97261
alcances de la prestación de servicios, pero contradictoriamente
aduce que la demandada reconviniente no ha acredito las
obligaciones pactadas, no habiéndose además pronunciado sobre
los requisitos de la responsabilidad civil contractual, pero llegó a
una conclusión rápida e inconsistente para desestimar su
pretensión. CUARTO.- Respecto a la denuncia descrita en el
apartado I), se tiene que se ha denunciado una motivación aparente
en la recurrida, siendo que dicho vicio debe entenderse en el
sentido que el órgano jurisdiccional, al momento de emitir
pronunciamiento, “no da cuenta de las razones mínimas que
sustentan la decisión, o no responde a las alegaciones de las
partes del proceso, porque sólo intenta dar un cumplimiento formal
al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o
jurídico”1; siendo que en el caso de autos la Sala Superior sí ha
cumplido con detallar con claridad los fundamentos de su decisión,
habiendo cumplido con su rol de órgano revisor, concluyendo que
la resolución de primera instancia no produjo agravio a la entidad
recurrente, limitándose a emitir pronunciamiento sobre los
extremos que fueran materia de apelación. Motivo por el cual, no
se ha cumplido con describir con claridad y precisión la infracción
normativa señalada, siendo dicho extremo del recurso
improcedente, de conformidad con el inciso 2 del artículo 388 del
Código Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a la denuncia descrita
en el apartado II), se tiene que la parte recurrente no ha acreditado
la incidencia de la presunta infracción en la decisión impugnada,
toda vez que si bien en la recurrida se hace alusión a una
vinculación económica entre el Banco del Trabajo y Recaudadora
Sociedad Anónima -fundamento 3.10-, la demanda no ha sido
declarada fundada en mérito a ello, sino a otros medios probatorios,
los mismos que han sido descritos en el fundamento 3.12 de la
recurrida y que a entender de la Sala Superior, acreditan
fehacientemente que el demandante ha prestado servicios al
Banco del Trabajo, hoy Crediscotia Financiera Sociedad Anónima,
los mismos que no han sido oportunamente retribuidos. Por ello, se
tiene que este extremo del recurso no cumple con lo dispuesto en
el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, motivo por el
cual también debe ser declarado improcedente. SEXTO.- En
cuanto a las denuncias descritas en los apartados III), IV) y V),
también devienen en improcedentes, toda vez que lejos de estar
referidas a la correcta aplicación en el caso concreto de las
disposiciones normativas señaladas, lo que en el fondo implican es
un nuevo análisis de los medios probatorios de autos, a fin de
cuestionar los hechos establecidos por las instancias de mérito
como enunciado fáctico de su decisión, lo cual no cumple con la
finalidad del recurso de casación, conforme lo establece el artículo
384 del Código Procesal Civil. Por las consideraciones expuestas y
de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por
Crediscotia Financiera Sociedad Anónima a fojas mil ciento sesenta
y nueve, contra la sentencia de vista de fojas mil ciento veintiséis,
de fecha veinte de julio de dos mil quince, emitida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que
confirma la sentencia apelada de fojas mil trece, de fecha veintitrés
de diciembre de dos mil trece, que declara fundada en parte la
demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Walter Antonio Castellanos Ahon contra Crediscotia
Financiera Sociedad Anónima y otro, sobre Pago de Honorarios y
otro; y los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces
Supremos Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por licencia de
los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez y Cabello
Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S.
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente N° 728-2008-
HC/TC, fundamento 7.a).
C-1569469-229
CAS. Nº 2605-2016 LAMBAYEQUE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veintidós de agosto de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Flor Ángel Espinoza Montenegro y Eduy Edelmar
Vásquez Díaz a fojas mil cuatrocientos diecinueve, contra la
sentencia de vista de fojas mil trescientos treinta y cuatro, de fecha
dieciocho de abril de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, que confirma
la sentencia apelada de fojas mil doscientos setenta y cinco, de
fecha dieciséis de setiembre de dos mil quince, que declara
infundada la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos, se
advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos de
admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del
Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido el
recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha sido
adversa, satisface el requisito de procedibilidad establecido en el
artículo 388 inciso 1 del citado Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncian: A) Infracción de los
artículos 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú y I
del Título Preliminar del Código Procesal Civil: a) Durante la
tramitación del proceso los recurrentes han aportado un sinnúmero
de pruebas por las que debe declararse nula la compraventa

97262 CASACIÓN
efectuada entre Raúl Díaz Timaná y María Mercedes Ramos de La
Cruz; sin embargo, ninguno de sus medios probatorios han sido
merituados, ni se ha fundamentado la más mínima razón sobre por
qué dichos medios probatorios no pueden ser valorados; b) Otro de
los argumentos por los cuales se ha violentado el derecho a la
prueba y el deber de valoración de la prueba es que mediante la
Resolución Directoral número 53-2009-GRLAM/ARL-D se procedió
a la corrección del nombre de María Timaná Velásquez como María
Candelaria Timaná Velásquez, corrección solicitada por un tercero,
quien no tenía legitimidad para obrar en el proceso administrativo,
pero que debido a su interés en hacer aparecer como propietaria a
María Timaná Velásquez, le cambian de nombre y la hacen
registrar como María Candelaria Timaná Velásquez; B) Habiendo
adquirido el citado lote de terreno, el que luego se ha constituido en
su morada, es que no era posible jurídicamente hablando, que
nuevamente se haya adquirido el inmueble por parte de María
Mercedes Ramos de La Cruz, ni figure como vendedor Raúl Díaz
Timaná; C) Infracción normativa del artículo 949 del Código
Civil: Existiendo libertad de forma, es que convinieron en hacer
sólo la Minuta de Compraventa, y teniéndose en cuenta que la
“haber traditio” del bien inmueble sub materia, resulta imposible
que una escritura pública inscrita en los Registros Públicos se
oponga a su propiedad con posesión, ya que los Registros Públicos
no generan derechos; D) Infracción normativa de los artículos 2
inciso 16 y 70 de la Constitución Política del Perú: Con la
expedición de la sentencia de marras se está desconociendo su
derecho de propiedad. Al no haberse precisado de manera puntual
y precisa que su derecho de propiedad es inviolable y que debe ser
protegido aún contra la inscripción registral, se han transgredido
normas y derechos constitucionales, que debe ser resarcidos,
revocándose la decisión de las instancias de mérito; E) Infracción
del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú:
Hay una ausencia total de motivación, ya que la sentencia de vista
y la de primera instancia no se han pronunciado de manera correcta
respecto de los puntos controvertidos, con mención a las pruebas
que sustentan su decisión, ni se han pronunciado de manera
coherente, porque no resulta fundada su demanda. Tampoco se
han pronunciado ni han merituado las pruebas ofrecidas por los
recurrentes a través del proceso. CUARTO.- La denuncia contenida
en el apartado A)a) debe desestimarse de plano, por cuanto la
pretensión de los recurrentes consiste en la revaloración de los
hechos y las pruebas, efectuados por las instancias de mérito; sin
embargo, ello no es parte de la labor casatoria, de conformidad con
los fines establecidos por el artículo 384 del Código Procesal Civil.
QUINTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado A)b):
Las incidencias del procedimiento administrativo al cual aluden los
recurrentes, no son objeto del presente proceso; en todo caso,
tuvieron la oportunidad de impugnar en la vía judicial los actuados
de dicho procedimiento. Por consiguiente, esta denuncia tampoco
puede prosperar, pues al no existir la infracción alegada, no se
cumple, en rigor, con el requisito del artículo 388 inciso 2 del
Código Procesal Civil. SEXTO.- En cuanto a las denuncias
contenidas en los apartados B) y C): También deben desestimarse,
por cuanto las alegaciones aquí planteadas son meros argumentos
de parte, en los que no se precisa en forma clara infracción
normativa alguna. Por lo tanto, no se cumple con el requisito del
artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil. SÉTIMO.- En cuanto
a las denuncias contenidas en los apartados D) y E): En principio
cabe mencionar que el A quo expidió una sentencia con pleno
cumplimiento del deber de motivación, cuyos argumentos
esenciales son los siguientes: a) Raúl Díaz Timaná es hijo de María
Candelaria Timaná Velásquez, y ha sido declarado como su único
y universal heredero, por lo que, se encuentra dentro del parámetro
previsto en el artículo 660 del Código Civil. Ello implica que el
derecho de propiedad del bien fue transmitido a Raúl Díaz Timaná;
b) No existe siquiera indicios de que se configure alguna de las
causales de nulidad invocadas en la demanda, por las siguientes
razones: i) El derecho de propiedad que sobre el Lote número 26,
de la Manzana 8, del Pueblo Joven “La Victoria IV”, Calle
Pachacútec número 1318, Distrito de la Victoria, Provincia de
Chiclayo, Departamento de Lambayeque, tenía María Candelaria
Timaná Velásquez, por efecto de su fallecimiento, se ha transmitido
a favor de su hijo Raúl Díaz Timaná, quien desde el dieciséis de
agosto de dos mil ocho, formalizó su condición de heredero y
propietario del citado inmueble; ii) Premunido del poder jurídico
que le otorga el derecho de propiedad previsto en el artículo 923
del Código Civil, Raúl Díaz Timaná optó por disponer del citado
bien; iii) El objeto del Acto Jurídico es la prestación prometida, es
decir la transmisión del derecho real de propiedad del inmueble sub
materia, cuya fuente directa en el presente caso, es un Acto
Jurídico válido, por cuanto, ha sido celebrado por su propietario
Raúl Díaz Timaná (vendedor), a favor de María Mercedes Ramos
de La Cruz (compradora), lo cual está contenido en la Escritura
Pública de Compraventa número 7508, de fecha once de diciembre
de dos mil ocho; iv) Ello denota la posibilidad física del objeto, su
factibilidad de realización y existencia de la relación jurídica dentro
del marco legal y jurídico, al haber sido enajenado dicho inmueble,
por quien está facultado por la Ley en su condición de propietario,
razón por la cual, el citado acto jurídico y su correspondiente
escritura pública, no contienen fin ilícito alguno, y menos son
contrarios al ordenamiento jurídico; por ende, conservan su valor y
eficacia legal; consecuentemente, el referido acto jurídico y la
escritura pública que lo contiene, no están incursos en causal de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
nulidad. OCTAVO.- En tal sentido, el Ad quem no ha hecho reserva
alguna respecto de tales consideraciones; es más, ha hecho
mención clara de que se acoge a tales consideraciones (ver parte
final del considerando cuarto de la sentencia de vista recurrida).
Por consiguiente, no se puede decir que la Sala Superior ha
vulnerado el principio de motivación de las resoluciones judiciales.
Sin perjuicio de lo antes anotado, cabe agregar que según el
artículo 397 in fine del Código Procesal Civil, esta Sala Suprema no
debe anular la sentencia impugnada, si su parte resolutiva se
ajusta a derecho. Precisamente, en este caso, este Colegiado
Supremo estima que el fallo emitido por ambas sentencias de
mérito se encuentra acorde a derecho, motivo por el cual no cabe
anular la recurrida. Por las consideraciones expuestas y de
conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Flor
Ángel Espinoza Montenegro y Eduy Edelmar Vásquez Díaz a fojas
mil cuatrocientos diecinueve, contra la sentencia de vista de fojas
mil trescientos treinta y cuatro, de fecha dieciocho de abril de dos
mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lambayeque; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Flor Ángel Espinoza
Montenegro y otro contra Raúl Díaz Timaná y otra, sobre Nulidad
de Acto Jurídico; y los devolvieron. Integran esta Sala los Señores
Jueces Supremos Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por
licencia de los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez y
Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.-
S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-230
CAS. Nº 2610-2016 LIMA NORTE
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, ocho de
agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; Y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por Hilda Martínez Bustios y Erasmo Antonio
Cartolín Guillén (folios 430) contra la sentencia de vista contenida
en la Resolución número seiscientos cincuenta y dos del cuatro
de noviembre de dos mil quince (folios 415) expedida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte,
la cual confirmó la apelada contenida en la Resolución número
veinticuatro del tres de marzo de dos mil quince (folios 361) la cual
declaró fundada la demanda; por lo que corresponde examinar si
el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el artículo
387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i)
Contra la sentencia de vista expedida por la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que como órgano
jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el
mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que los recurrentes
fueron notificados el ocho de abril de los corrientes (folios 444
y 445) e interpuso recurso de casación el quince de abril del
presente año (folios 430) y, iv) Adjunta la tasa judicial respectiva
(folio 426). TERCERO.- Respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
los recurrentes cumples con ello, toda vez que no consintieron la
sentencia de primera instancia, pues, al serle adversa, impugnaron
la decisión mediante recurso de apelación (folios 370). En cuanto
al requisito señalado en el inciso 4 de la referida norma, manifiesta
que su pedido es revocatorio. CUARTO.- Los demandados
(Hilda Martínez Bustios y Erasmo Cartolín Guillén), señalan como
causales de su recurso: a) Infracción normativa procesal del
artículo III del Título Preliminar e inciso 5 del artículo 427del
Código Procesal Civil; refieren que el Juzgado y la Sala lejos de
buscar la paz social como lo establece la Ley, están generando
mayores conflictos, puesto que la Sala pretende que inicie otro
proceso judicial para exigir a los demandantes el cumplimiento de
la obligación sobre un bien inmueble distinto al que es materia del
contrato; y, b) Infracción normativa material de los artículos
1361, 1442 y 1549 del Código Civil; señalan que es materia del
Contrato de Compraventa la edificación y no el lote matriz; que se
pretende obligarlos a otorgar una Escritura Pública transfiriendo la
propiedad de un bien distinto al que es materia del Contrato de
Compraventa; que solo corresponde otorgar una Escritura Pública
de inmueble que forma parte de la fábrica edificada sobre el lote
matriz, es decir, la habitación que representa el nueve punto
cinco por ciento (9.5%) de la edificación en la segunda planta y
de ninguna forma se le puede compeler a entregar una Escritura
Pública del nueve punto cinco por ciento (9.5%) de la totalidad de
las acciones y derechos del lote matriz que representa el suelo
y sobresuelo. QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
impugnada. SEXTO.- Los fundamentos en que sostienen las
infracciones descritas no tienen incidencia directa con la decisión
impugnada, puesto que la Sala Superior confirmó la sentencia
de primera instancia toda vez que las partes reconocieron que
celebraron el Contrato de Compraventa y su aclaratoria sobre
las que se pretende su formalización a Escritura Pública; acto
que se sujeta a lo previsto en el artículo 1361 del Código Civil,
la cual establece que los Contratos son obligatorios en cuanto
se haya expresado en ellos, asimismo, atendiendo a lo prescrito
en el artículo 1549 del Código Civil, resulta atendible requerir al
vendedor el perfeccionamiento de la transferencia de la propiedad
del inmueble, conforme se reseñó en la considerativa 3.7 de la
sentencia de vista. SÉTIMO.- De otro lado, es necesario indicar
que los argumentos de la sociedad conyugal recurrente, están
orientados a cuestionar el efecto de la sentencia, al haberse
ordenado supuestamente a transferir el nueve punto cinco por
ciento (9.5%) de la totalidad del inmueble cuando el contrato cuya
formalización se pretende se refiere únicamente a la fábrica, sin
embargo, dicha apreciación resulta ser ajena a lo actuado en el
proceso, ya que se encuentra plenamente determinado qué el
área del inmueble corresponde el porcentaje transferido, no solo
a mérito del Informe Pericial presentado el diecinueve de agosto
de dos mil catorce (folio 264) sino en la propia Minuta materia
de formalización, puesto que conforme se encuentra detallado
en la considerativa 3.3.1 de la sentencia de vista, en la Cláusula
Tercera se acordó que las acciones y derechos que se transfieren
están ubicados en la parte posterior izquierda del segundo piso
del inmueble con frente al Jirón Filadelfia, por ende, no existe
controversia sobre lo que fue materia de transferencia, máxime si
este tipo de procesos tiene como fin la formalización de un acto
jurídico porque así lo determina la Ley o porque lo han acordado
las partes. OCTAVO.- De otro lado, merece agregarse que la
parte recurrente no describe con claridad y precisión las normas
que a su criterio se habrían infringido, ni demuestra la incidencia
directa de las infracciones alegadas sobre la decisión impugnada,
lo que obliga desarrollar el modo en que se ha vulnerado la
norma y cómo debe ser aplicada correctamente, pues no basta
señalar la norma o normas cuya aplicación al caso concreto se
pretende sino que debe demostrar la pertinencia de la misma a la
relación fáctica establecida y cómo su interpretación modificaría el
resultado del juzgamiento, lo que no ocurre en el presente caso,
en consecuencia, corresponde declarar improcedente el recurso
de casación en todos sus extremos. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Hilda Martínez Bustios y Erasmo Antonio
Cartolín Guillén (folios 430) contra la sentencia de vista contenida
en la Resolución número seiscientos cincuenta y dos del cuatro
de noviembre de dos mil quince (folios 415) expedida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-231
CAS. Nº 2620-2016 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, veinticinco de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema,
el recurso de casación interpuesto por Pilar Blay Hidalgo a
fojas trescientos noventa y uno, contra la Resolución número
ocho, de fecha cinco de abril de dos mil dieciséis, obrante a
fojas trescientos sesenta y dos, por el cual la Primera Sala Civil
Subespecialidad en Materia Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima, declara improcedente el recurso de Anulación de
Laudo Arbitral. SEGUNDO.- Que, al respecto cabe precisar que
de conformidad con lo dispuesto por el inciso 5 del artículo 64 del
Decreto Legislativo número 1071, en el proceso de Anulación de
Laudo Arbitral solo procede recurso de casación cuando la Sala
Superior hubiera declarado nulo, en forma total o parcial el laudo.
TERCERO.- Que, bajo ese contexto se debe destacar que, si bien
es verdad que la Ley de Arbitraje permite impugnar lo resuelto por
la Corte Superior en el trámite del recurso de anulación, cierto es
también que el medio impugnatorio idóneo reconocido por la norma
es el recurso de casación; sin embargo, este medio recursivo se
encuentra restringido solo cuando el laudo hubiera sido anulado
total o parcialmente por la Sala Superior, en aplicación del inciso
5 del artículo 64 del Decreto Legislativo número 1071, siendo de
advertir que en el caso de autos no se ha presentado ninguno de
estos supuestos, pues la sentencia impugnada no ha declarado
fundada la demanda, y en consecuencia, nulo total o parcialmente
el laudo arbitral cuestionado, sino que ha declarado improcedente
el mencionado recurso de Anulación de Laudo Arbitral; por lo que
el presente recurso de casación deviene en improcedente. En
virtud de lo expuesto y en aplicación del inciso 5 del artículo 64 del
Decreto Legislativo número 1071, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Pilar Blay Hidalgo a fojas
trescientos noventa y uno, contra la Resolución número ocho, de
fecha cinco de abril de dos mil dieciséis, obrante a fojas trescientos
sesenta y dos, por el cual la Primera Sala Civil Subespecialidad
en Materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
97263
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Pilar Blay Hidalgo contra Nuria Blay Hidalgo y otros, sobre
Anulación de Laudo Arbitral; y los devolvieron; Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLlNA,
YAYA ZUMAETA C-1569469-232
CAS. Nº 2637-2016 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, veinticinco de
noviembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de éste supremo tribunal el
recurso de casación interpuesto por la Municipalidad Provincial
de Leoncio Prado, de fojas novecientos cincuenta y tres, contra
la sentencia contenida en la Resolución número diez de fecha
nueve de mayo de dos mil dieciséis, de fojas novecientos cuarenta
y dos, expedida por la Primera Sala Civil Subespecialidad en
Materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual
resolvió declarar improcedente la demanda de Anulación de Laudo
Arbitral; para ese efecto debe procederse a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio, conforme
a lo previsto en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificado por Ley número 29364. SEGUNDO.- Encontrándonos
ante un proceso judicial instaurado a mérito de un recurso de
Anulación de Laudo Arbitral, se observa la existencia de norma
especial que regula la procedencia del recurso de casación,
la misma que resulta aplicable al caso de conformidad con el
principio de especialidad de la ley, según el cual, la norma especial
prima sobre la norma general, por lo que al efectuar la calificación
respectiva, corresponde aplicarse la norma especial que para el
recurso de casación se ha previsto en el Decreto Legislativo que
Norma el Arbitraje – Decreto Legislativo número 1071, la cual
prima frente a las exigencias previstas en el Código Procesal Civil.
TERCERO.- En tal sentido tenemos que el inciso 5 del artículo 64
del Decreto Legislativo que Norma el Arbitraje – Decreto Legislativo
número 1071, establece que: “(…) Contra lo resuelto por la Corte
Superior solo procede recurso de casación ante la Sala Civil de la
Corte Suprema, cuando el laudo hubiera sido anulado en forma
total o parcial (…); previsión legal de la cual se desprenden las
siguientes reglas respecto al recurso de casación en los procesos
judiciales instaurados a mérito de un recurso de Anulación de Laudo
Arbitra1: CUARTO.- En el caso de autos, el recurso de casación ha
sido interpuesto contra la sentencia expedida por la Primera Sala
Civil Subespecialidad en Materia Comercial de la Corte Superior
de Justicia de Lima, mediante la Resolución número diez, del
nueve de mayo de dos mil dieciséis, la cual declaró improcedente
la demanda de Anulación de Laudo Arbitral, esto es, no anuló en
forma total o parcial el laudo impugnado. Por tanto, el recurso
de casación planteado no se encuentra dentro del supuesto de
procedencia normado por el inciso 5 del artículo 64 del Decreto
Legislativo que Norma el Arbitraje – Decreto Legislativo número
1071, debiendo ser declarado improcedente. Por las razones
expuestas; declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de casación
interpuesto por la Municipalidad Provincial de Leoncio Prado,
de fojas novecientos cincuenta y tres, contra la sentencia contenida
en la Resolución número diez de fecha nueve de mayo de dos
mil dieciséis, de fojas novecientos cuarenta y dos, expedida por
la Primera Sala Civil Subespecialidad en Materia Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la represente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”,
bajo responsabilidad; en los seguidos por la Municipalidad
Provincial de Leoncio Prado contra Ale Contratistas Sociedad de
Responsabilidad Limitada, sobre Anulación de Laudo Arbitral; y
los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
1° Que, el recurso de casación debe haber sido planteado contra lo resuelto
por la Corte Superior respecto del Recurso de Anulación de Laudo Arbitral.
2° Que, la Corte Superior al emitir pronunciamiento haya anulado en forma
total o parcial el laudo impugnado; y.
3° Que, el recurso de casación interpuesto en estos procesos deberá ser
resuelto por la Sala Civil de la Corte Suprema.
C-1569469-233
CAS. Nº 2643-2016 UCAYALI
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, uno de setiembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Jorge
Irazábal Herrera interpone recurso de casación a fojas seiscientos
cinco, contra la sentencia de vista de fojas quinientos ochenta y
siete, de fecha seis de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Especializada en lo Civil y Afines de la Corte Superior de Justicia de
Ucayali, que revoca la sentencia de fojas cuatrocientos noventa y
nueve, de fecha cuatro de mayo de dos mil quince, y reformándola
declara infundada la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos,
se advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos
de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo
387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido
el recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha sido
adversa, satisface el requisito de procedibilidad establecido en el
artículo 388 inciso 1 del citado Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncia: Infracción normativa de
derecho material de los artículos 196 y 200 del Código Procesal
Civil y el inciso 14 del artículo 139 de la Constitución Política

97264 CASACIÓN
del Perú, alegando que se ha recortado su derecho de defensa,
pues ha ofrecido como medio probatorio la declaración de parte
del demandado, así como una declaración testimonial, ambas
destinadas a probar una simulación de acto jurídico, siendo que el
Ad quem no ha aplicado lo dispuesto en el artículo 196 del Código
Procesal Civil, limitándose a evaluar las pruebas documentales de
su demanda sin valorar las contradicciones y testimonios vertidos
en el presente proceso, los cuales también fueron admitidos como
prueba y demuestran que el acto jurídico fue simulado. CUARTO.-
Procediendo a calificar el recurso de casación interpuesto, se tiene
que el recurrente no ha descrito con claridad y precisión la infracción
en la cual habría incurrido la Sala Superior, toda vez que en los
fundamentos 3.19 a 3.21 de su decisión, aquélla afirma que los
medios probatorios presentados en autos no han sido suficientes
para acreditar la existencia de simulación en la celebración del acto
jurídico de la compraventa del lote de terreno número 19-20-C, de
la Manzana número 143, ubicado en el Jirón Iquitos número 291 del
Distrito de Callería, Provincia de Coronel Portillo y Departamento
de Ucayali, sobre todo cuando en la Escritura Pública que contiene
dicho acto jurídico, que corre a fojas cinco del expediente principal,
se ha señalado que el pago ha sido efectuado al contado y
que el ahora demandante declaró haber recibido el dinero a su
entera satisfacción, resultando entonces dicho enunciado fáctico
relevante para dirimir la controversia, no debiendo el juzgador
pronunciarse sobre todos los medios probatorios valorados, como
lo dispone la segunda parte del artículo 197 del Código Procesal
Civil; observando que en el fondo el recurrente pretende que este
Tribunal Supremo realice un nuevo juicio de hecho respecto a la
presunta simulación de acto jurídico, lo cual no constituye un fin
del recurso de casación, el cual debe centrarse en la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional, como lo señala el artículo 384 del
Código Procesal Civil. Siendo ello así, se tiene que el recurso
debe ser declarado improcedente al no cumplirse con lo dispuesto
en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil. Por las
consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Jorge Irazábal Herrera a fojas seiscientos
cinco, contra la sentencia de vista de fojas quinientos ochenta y
siete, de fecha seis de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la
Sala Especializada en lo Civil y Afines de la Corte Superior de
Justicia de Ucayali, que revoca la sentencia de fojas cuatrocientos
noventa y nueve, de fecha cuatro de mayo de dos mil quince, y
reformándola declara infundada la demanda; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Jorge Irazábal
Herrera contra Enrique Malca Cerna, sobre Nulidad de Acto
Jurídico; y los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces
Supremos Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por licencia
de los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez y Cabello
Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S.
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-234
CAS. Nº 2681-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veinticinco de
agosto de dos mil dieciséis. AUTOS Y VISTOS; con el expediente
principal y Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el Recurso de Casación obrante de fojas ciento cincuenta
y nueve a ciento sesenta, interpuesto por la demandada Inés Del
Carmen Alva Cano contra la Sentencia de Vista contenida en la
resolución número siete de fecha veinte de abril de dos mil
dieciséis, corriente de folios ciento cuarenta y cinco a ciento
cincuenta y uno, que confirma la sentencia apelada de primera
instancia que declara fundada la demanda de Desalojo por
Ocupación Precaria y ordena que la demandada entregue a la
accionante el inmueble ubicado en Calle Atahualpa número 210,
departamento número 416 – C, Distrito de Miraflores, inscrito en la
Partida número 12674754 del Registro de la Propiedad Inmueble
de Lima, en el plazo de seis días, con costas y costos del proceso.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación
según lo preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que
exige que lo que se impugne sea una Sentencia o Auto expedido
por una Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado,
ponga fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así,
si el Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado
que autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto
ante el órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii)
La verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso
dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de
notificada la resolución que se impugna, más el término de la
distancia, cuando corresponda; y, iv) La presentación de la tasa
judicial, de acuerdo a la Tabla de Aranceles Judiciales, vigente al
tiempo de interposición del Recurso. TERCERO.- Comprobando el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
cumplimiento de los requisitos de admisibilidad, se desprende que
el Recurso bajo calificación satisface los citados en el precedente
considerando, por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de
Vista que pone fin al proceso sobre Desalojo por Ocupación
Precaria, contenida en la resolución número siete de fecha veinte
de abril de dos mil dieciséis, corriente de folios ciento cuarenta y
cinco a ciento cincuenta y uno; b) Se interpone ante la Segunda
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, como órgano superior que emitió la Sentencia recurrida, no
requiriéndose por tal circunstancia acompañar los recaudos
adicionales; c) Se presenta dentro del plazo establecido por ley,
dado que la Sentencia de Vista se notificó a la recurrente el once
de mayo de dos mil dieciséis, según cargo obrante a folios ciento
cincuenta y tres, y el Recurso se presentó el día veinte del mismo
mes y año; y, d) En lo que se refiere al pago de la tasa judicial
respectiva, se observa que la impugnante ha cumplido con adjuntar
la obrante a folios ciento cincuenta y seis. CUARTO.- Asimismo, la
casacionista cumple con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1)
del Código Procesal Civil, al no haber dejado consentir la sentencia
de primera instancia que le fue desfavorable, expedida por el
Décimo Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima mediante resolución número catorce
de fecha veinticuatro de junio de dos mil quince, inserta de folios
ochenta y nueve a noventa y dos. QUINTO.- El Recurso de
Casación es formal y excepcional, por lo que debe estar
estructurado con precisión y estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedencia,
correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de las causales
se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo contener
una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal, desde que el
Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el Recurso
ni integrar o remediar las carencias del mismo, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos en su formulación. Por
ello “(…) el recurso debe ser concedido sólo cuando el recurrente
denuncie y acredite que la infracción aparentemente incurrida ha
sido determinante para decidir el caso. Por cierto, no sólo la
infracción sino la calidad de ‘determinante’ de ésta es un tema que
debe ser argumentado por el recurrente y respecto del cual la Corte
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. SEXTO.- En ese contexto, corresponde realizar la
labor de verificación del cumplimiento de los restantes requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el Artículo 388° del Código
Procesal Civil. SÉPTIMO.- Encauzados en dicha labor, se
desprende del texto del Recurso que éste se sustenta en la
Infracción Normativa Procesal del inciso 3) del Artículo 139° de
la Constitución Política del Perú, al aseverarse que: i) La
recurrente ha acreditado ser arrendataria del departamento
ubicado en Calle Atahualpa número 210-C, Distrito de Miraflores,
Provincia y Departamento de Lima, inscrito en la Partida Electrónica
número 12674754 de los Registros Públicos de Lima y su
respectivo estacionamiento, en el que ha venido viviendo por más
de tres años consecutivos y abonando una renta mensual de dos
mil cien soles (S/.2,100.00), no teniendo la condición de precaria
sino la de arrendataria, con contrato de duración indeterminada
conforme a lo previsto por el Artículo 1690° del Código Civil; ii) En
el punto número diez del Contrato de Arrendamiento celebrado
entre las partes se pactó que una vez vencido el mismo y en caso
no haya renovación el obligado voluntariamente debía cumplir con
abonar la renta mensual con las penalidades establecidas, lo que
conlleva a la permanencia del Contrato como uno de duración
indeterminada; y, iii) La demanda no debió admitirse en razón que
el Contrato de Arrendamiento fue ofrecido en forma mutilada sin la
tercera página, con lo que se desnaturaliza el procedimiento.
OCTAVO.- Los argumentos en los que se sustentan las denuncias
descritas en el anterior considerando no abonan a los fines del
Recurso, desde que incumplen con los requisitos de procedencia
previstos por el Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal
Civil. Ello es así atendiendo a los fundamentos que a continuación
se desarrollan, no sin antes precisar que los agravios del Recurso
planteado se concentran en la vigencia del Contrato de
Arrendamiento celebrado por las justiciables y que, a juicio de la
demandada, sostendría su posesión respecto al predio sub
materia. NOVENO.- De los medios probatorios que han sido
actuados en la presente causa se desprende que las instancias de
mérito han efectuado una valoración conjunta de los mismos,
obrando entre ellos el Contrato de fecha dieciséis de septiembre de
dos mil doce2, celebrado entre las justiciables y cuyo objeto fue el
arrendamiento del departamento número 416 C ubicado en Calle
Atahualpa número 210, Distrito de Miraflores, Provincia y
Departamento de Lima, de propiedad de la pretensora, cuyo
dominio aparece inscrito en el Asiento C00002 de la Partida
Electrónica número 126747543 de la zona Registral número IX –
Sede Lima, en cuya cláusula segunda las celebrantes establecieron
que la relación jurídica se iniciaría la fecha de su celebración
(dieciséis de septiembre de dos mil doce) y culminaría el quince de
diciembre de dos mil trece, esto es un plazo de duración de un año.
La accionante cursó la Carta Notarial de fecha veintidós de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
4
noviembre de dos mil trece mediante la cual hace conocer a la
ahora accionada que: “(…) desocupe mi propiedad toda vez que no
es mi deseo renovar el contrato. En ese entendido, me estaré
acercando el día 15 de diciembre de 2013, a las 17 horas para que
usted pueda hacerme entrega del departamento y las llevas (…)”
(sic). DÉCIMO.- Sobre tales documentos y los hechos que ellos
informan, las instancias de mérito han realizado el examen lógico
jurídico y valoración probatoria conjunta y razonada, habiendo el
Juez Especializado señalado en el segundo y tercer considerando
de la apelada: “SEGUNDO.- Del contrato de la página 02 consta
que el demandante arrendó a favor de la demandada el
departamento N° 416 C de la Calle Atahualpa del distrito de
Miraflores (…). TERCERO.- Por cartas notariales de las páginas 04
y 05 el arrendador expresó su voluntad de no renovar el contrato al
vencimiento, circunstancia que aunado a lo señalado en el primer
fundamento de esta resolución lo legitima para demandar la
desocupación, encontrándose la demandada obligada a ella
porque vencido el plazo del arrendamiento su posesión ha
devenido en precaria”. Por su parte, la Sala Superior sobre el
particular acotó en el décimo y décimo primero considerado de la
recurrida: “DÉCIMO: (…) a) La demandante mediante carta notarial
de fecha 22 de noviembre de 2013 (fs. 4), solicita a la demandada
que el 15 de diciembre de 2013, fecha de vencimiento del contrato
de arrendamiento de fecha 16 de setiembre de 2012, desocupe el
inmueble materia de litis, toda vez que no era deseo de la actora
renovar dicho contrato (…). DÉCIMO PRIMERO: Que, en el caso
de autos, se advierte que el contrato de arrendamiento de fecha 16
de setiembre de 2012, cuyo título invoca la demandada para
poseer el inmueble materia de litis, fue concluido por la demandante
mediante carta notarial de fecha 22 de noviembre de 2013 (fs. 4),
mediante la cual pone en conocimiento de la demandada su deseo
de no renovar dicho contrato, toda vez que la recurrente no ha
aportado medio probatorio alguno, que acredite que ambas partes
en forma verbal acordaron que la demandada se retiraría del bien
previo cumplimiento de uso de la garantía entregada vía contrato
de arrendamiento. A mayor abundamiento, como reiteramos, del
Acta de Conciliación número 166/2013/CEPAX, de fecha 27 de
diciembre de 2013 (…) aparece que se describió como una de las
controversias el Desalojo del inmueble ubicado en de (sic) la Calle
Atahualpa número 210 departamento 416 C (…) expresando
obviamente su voluntad de no permitir que la demandada siga
poseyendo el bien, diluyendo toda posibilidad de que sobreviviera
la relación contractual de arrendamiento, cumpliéndose de esta
manera, a criterio de este Colegiado Superior, el requisito
establecido por el artículo 1704° del Código Civil, conforme a la
interpretación establecida en el numeral 5.2 de la citada casación
vinculante 2195-2011-Ucayali”. DÉCIMO PRIMERO.- Las
decisiones parcialmente transcritas de los órganos de mérito han
sido emitidos dentro del marco jurisprudencial vinculante
desarrollado en la Casación número 2195-2011-UCAYALI – IV
Pleno Casatorio Civil, en el cual sobre el tema en particular
expresamente se indica: “5.2 Será caso de título de posesión
fenecido cuando se presente el supuesto previsto por el artículo
1704° del Código Civil, puesto que con el requerimiento de la
devolución del inmueble se pone de manifiesto la voluntad del
arrendador de poner fin al contrato. No constituirá un caso de título
fenecido el supuesto contemplado por el artículo 1700° del Código
Civil, dado que el solo vencimiento del contrato de arrendamiento
no resuelve el contrato sino que, por imperio de la ley, se asume la
continuación del mismo hasta que el arrendador le requiera la
devolución del bien. Dada esta condición, recién se puede asumir
que el poseedor ha pasado a constituirse en poseedor precario por
fenecimiento de su título”. DÉCIMO SEGUNDO.- En el precitado
sentido judicial y jurisprudencial, se tiene que el pilar fundamental
alegado por la casante, en cuanto sostiene la tenencia de un título
vigente que la habilita para poseer y disfrutar del inmueble materia
de reclamo, no es consistente, por haber fenecido el título que
respaldaba su posesión en mérito al requerimiento de desocupación
hecho conocer por la accionante mediante Carta Notarial cursada.
Menos aún, puede constituir argumento válido lo alegado en el
sentido que el Contrato de Arrendamiento ha continuado vigente
por haber acordado con la actora que a su vencimiento y en caso
no se produjera su renovación, la recurrente continuaría abonando
la renta mensual convenida más el pago de las penalidades
establecidas, desde que ello no ha sido probado, mereciendo la
sanción prevista en el Artículo 200° del Código Procesal Civil y
deviniendo en desestimables los agravios resumidos en los
acápites i) y ii) del séptimo considerando. DÉCIMO TERCERO.-
La inconsistencia declarada anteriormente también se extiende a la
denuncia descrita en el ítem iii), al estar referido a que la demanda
no debió admitirse en razón de haberse presentado el Contrato de
Arrendamiento en forma mutilada al faltar la tercera página, pues
tal argumento de defensa no se planteó como fundamento del
contradictorio ni se ha expresado que sea de vital importancia o
trascendencia para incidir en el sentido del fallo cuestionado.
DÉCIMO CUARTO.- Finalmente, esta Sala Suprema determina,
por un lado, que la Sentencia de Vista materia de Casación
contiene una adecuada motivación en concordancia con la
controversia planteada y, de otro lado, que con las denuncias
expuestas por la casacionista se manifiesta, en puridad, una
intención modificatoria de la conclusión arribada por la Sala de
mérito, asumida en base a las pruebas ofrecidas, admitidas y
actuadas, sin tener en cuenta que la situación fáctica establecida
97265
en sede de instancia no puede variarse, al implicar la revaloración
del caudal probatorio, lo que es un aspecto que generalmente
resulta ajeno al debate en Sede Extraordinaria, atendiendo a las
finalidades del Recurso de Casación previstas en el Artículo 384°
del Código Procesal Civil, circunscritas a la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y a la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República. DÉCIMO QUINTO.- Por último, si bien la casacionista
ha precisado que su pedido casatorio es anulatorio cumpliendo la
exigencia que informa el inciso 4) del Artículo 388° del Código
Procesal Civil, ello es insuficiente para la procedencia del Recurso
interpuesto, pues los requisitos que prevé aquella disposición son
necesariamente concurrentes, lo que no ocurre en el caso concreto.
Por tales razones y en aplicación de lo preceptuado además por el
Artículo 392° del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto por Inés Del
Carmen Alva Cano contra la Sentencia de Vista contenida en la
Resolución número siete de fecha veinte de abril de dos mil
dieciséis obrante de fojas ciento cuarenta y cinco a ciento cincuenta
y uno expedida por la Segunda Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Ivana Rigobello Mattesco con
Inés Del Carmen Alva Cano sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos
Señores Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de
los Jueces Supremos Señores Mendoza Ramírez y Cabello
Matamala. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
2
Inserto a folios 02 y 03.
3
Copia Literal inserta a folios 15.
4
Corriente a fojas 05.
C-1569469-235
CAS. Nº 2686-2016 LIMA ESTE
REIVINDICACIÓN. Lima, veinticinco de agosto de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por
Edy Javier Espinoza Muñoz a fojas doscientos cuarenta, contra
la sentencia de vista de fojas doscientos veintinueve, de fecha
veintiséis de abril de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil
Descentralizada y Permanente de San Juan de Lurigancho
de la Corte Superior de Justicia de Lima Este, que confirma
la sentencia apelada de fojas ciento sesenta y nueve, de fecha
veinticinco de agosto de dos mil quince, que declara fundada la
demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos, se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad,
de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código
Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la
sentencia de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface
el requisito de procedibilidad establecido en el artículo 388 inciso
1 del citado Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento
de su recurso, denuncia: La infracción normativa procesal
de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Perú, 92, 93, 95 y 194 del Código Procesal Civil, alegando
que la recurrida se ha expedido privándolo de su derecho de
defensa, al no haber participado en el proceso al momento de
emitirse el auto de saneamiento procesal, de fijación de puntos
controvertidos y de saneamiento probatorio, así como tampoco
en la audiencia de pruebas, omitiéndose suspender el proceso
hasta establecer correctamente la relación procesal, con lo cual
se le ha tratado como si fuera un tercero coadyuvante, cuando
en realidad es un litisconsorte necesario de la demandada, por
ser su cónyuge. Aduce además, que a pesar de que se ordenó
su incorporación al proceso como litisconsorte necesario, el A quo
omitió flagrantemente lo dispuesto por los dispositivos normativos
antes señalados, por lo tanto, carece de sentido lógico que se le
declare en rebeldía sin haberse dictado el auto de saneamiento
procesal, habiéndose establecido en reiterados pronunciamientos
del Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema de Justicia de la
República, que la incorporación del litisconsorte necesario pasivo
no se lleva a cabo en el estado en que se encuentre el proceso,
como si se tratara de un tercero coadyuvante, sino que el proceso
debe retrotraerse al estado en que pueda hacer valer sus derechos
con arreglo a ley, puesto que la incorporación al proceso es
precisamente una forma de ejercer el control sobre las resoluciones
judiciales, permitiendo además al justiciable exponer sus
alegaciones e impulsar la actividad probatoria a efectos de acreditar
a través de la prueba pertinente, suficiente, legal e idónea sobre la
veracidad de sus afirmaciones. CUARTO.- En cuanto a la denuncia
contenida en el considerando anterior, debe tenerse en cuenta que
si bien es cierto que la Sala Superior ordenó mediante la resolución
de vista de fecha veinte de diciembre de dos mil doce, de fojas
ciento veintiuno, que se integre al recurrente Edy Javier Espinoza
Muñoz como litisconsorte de la parte demandada en el presente
proceso, también lo es que se tiene de autos que, posteriormente,
mediante la Resolución número trece, de fecha veintiuno de agosto
de dos mil catorce, de fojas ciento treinta y cinco, el A quo dispuso

97266 CASACIÓN
que se le notifique con el escrito de demanda y sus anexos, lo
cual fue cumplido el día quince de setiembre de dos mil catorce,
como se aprecia del cargo de la cédula de notificación de fojas
ciento treinta y siete; sin embargo, el recurrente no cumplió con
absolver dicho emplazamiento en el plazo de ley, siendo declarado
rebelde mediante la Resolución número quince, de fecha veinte de
marzo de dos mil quince, con lo cual se tiene que en el presente
proceso sí se le concedió oportunamente la posibilidad de ejercer
su derecho de defensa de forma amplia, no habiéndose acreditado
el perjuicio que denuncia por no haberse suspendido el proceso,
de conformidad con el artículo 95 del Código Procesal Civil. Siendo
ello así, se tiene que el recurrente no ha cumplido con describir
con claridad y precisión la infracción normativa que ha denunciado,
así como tampoco ha acreditado su incidencia sobre la decisión
impugnada, con lo cual se tiene que el recurso no cumple con
los requisitos de procedencia señalados en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Edy Javier Espinoza Muñoz a fojas doscientos cuarenta,
contra la sentencia de vista de fojas doscientos veintinueve, de
fecha veintiséis de abril de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil Descentralizada y Permanente de San Juan de Lurigancho
de la Corte Superior de Justicia de Lima Este, que confirma
la sentencia apelada de fojas ciento sesenta y nueve, de fecha
veinticinco de agosto de dos mil quince, que declara fundada la
demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Luis Alberto Zumaeta Vásquez contra Edy Javier
Espinoza Muñoz y otra, sobre Reivindicación; y los devolvieron.
Integran esta Sala los Señores Jueces Supremos Calderón
Puertas y De La Barra Barrera, por licencia de los Señores Jueces
Supremos Mendoza Ramírez y Cabello Matamala. Ponente Señor
Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA
MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-236
CAS. Nº 2742-2016 ICA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintiséis de
agosto de dos mil dieciséis. AUTOS y VISTOS; con el expediente
principal y Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el Recurso de Casación obrante de fojas cuatrocientos
treinta y uno a cuatrocientos treinta y nueve, interpuesto por Cristian
Gill Sihues Rodríguez por derecho propio y en representación de
Hortencia Eleuteria Rodríguez Granda contra la Sentencia de Vista
contenida en la resolución número cuarenta y seis de fecha
veintinueve de marzo de dos mil dieciséis, corriente de fojas
cuatrocientos cuatro a cuatrocientos veinticinco, corregida a fojas
cuatrocientos veintiséis, que confirma la sentencia apelada de
primera instancia contenida en la resolución número cuarenta de
fecha dos de junio de dos mil quince, obrante de fojas trescientos
sesenta y cinco a trescientos setenta y siete, que declaró fundada la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria y ordena que la
demandada Hortencia Eleuteria Rodríguez Granda y los
litisconsortes Cristian Gill Sihues Rodríguez e Irene Hortencia Sihues
Rodríguez desocupen y entreguen el bien inmueble ubicado en Calle
Zarumilla sin número (hoy calle San Martín sin número), Distrito y
Provincia de Nazca, Departamento de Ica, con un área de doscientos
metros cuadrados (200.00 m2) a los sucesores de la demandante
Olandina Irene Sihues de Pómez: Mario Napoleón Pómez Muñoa,
Mario Alexander Pómez Sihues, Ingrid Rosmery Pómez Sihues y
Yolanda Yoselin Pómez Sihues. SEGUNDO.- La labor de calificación
del Recurso de Casación según lo preceptuado por el Artículo 387°
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
importa primariamente la comprobación del cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad, referidos a: i) La naturaleza del acto
procesal impugnado, que exige que lo que se impugne sea una
Sentencia o Auto expedido por una Sala Superior que, como órgano
judicial de segundo grado, ponga fin al proceso; ii) Los recaudos
especiales del Recurso. Así, si el Recurso de Casación es interpuesto
ante la Corte Suprema de Justicia de la República, debe
acompañarse copia de la cédula de notificación de la resolución
impugnada y de la expedida en primer grado, certificada con sello,
firma y huella digital por el Abogado que autoriza el Recurso y bajo
responsabilidad de su autenticidad, lo que no resulta exigible en el
supuesto de haberse interpuesto ante el órgano jurisdiccional emisor
de la decisión cuestionada; iii) La verificación del plazo, que exige
que se interponga el Recurso dentro del plazo de diez días, contado
desde el día siguiente de notificada la resolución que se impugna,
más el término de la distancia, cuando corresponda; y, iv) La
presentación de la tasa judicial, de acuerdo a la tabla de aranceles
judiciales, vigente al tiempo de interposición del Recurso.
TERCERO.- En el caso particular el Recurso de Casación satisface
los requisitos de admisibilidad citados en el anterior considerando,
por cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al
proceso sobre Desalojo por Ocupación Precaria, contenida en la
resolución número cuarenta y seis de fecha veintinueve de marzo de
dos mil dieciséis, corriente de fojas cuatrocientos cuatro a
cuatrocientos veintiséis ; b) Se interpone ante la Sala Mixta y Penal
de Apelaciones de la Provincia de Nazca de la Corte Superior de
Justicia de Ica, como órgano superior que emitió la Sentencia
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
recurrida, no requiriéndose por tal circunstancia acompañar los
recaudos adicionales; c) Se presenta dentro del plazo establecido
por ley, dado que la Sentencia de Vista se notificó a los recurrentes
el veinticinco de mayo de dos mil dieciséis, según cargo de
notificación obrante a fojas cuatrocientos catorce-A y cuatrocientos
catorce-A vuelta, y el Recurso se presentó el seis de junio de este
mismo año; y, d) En lo que se refiere al pago de la tasa judicial
respectiva, se acompaña la que aparece inserta a fojas cuatrocientos
treinta. CUARTO.- De otro lado, en relación a la casacionista
Hortencia Rodríguez Granda, conforme al requisito de procedibilidad
contemplado en el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil,
el recurrente no debe haber consentido la resolución adversa de
primera instancia cuando esta fuere confirmada por la resolución
objeto del Recurso. En el caso particular la citada demandada ha
consentido la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable,
contenida en la resolución número cuarenta de fecha dos de junio de
dos mil quince obrante de fojas trescientos sesenta y cinco a
trescientos setenta y siete1, por lo que el Recurso de Casación
interpuesto por esta parte es improcedente al no reunir el requisito
contemplado en la disposición antes citada. QUINTO.- Por el
contrario, el casacionista Cristian Gill Sihues Rodríguez sí cumple
con lo establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal
Civil, al no haber dejado consentir la aludida sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable, expedida por el Juzgado
Especializado en lo Civil de la Provincia de Nazca de la Corte
Superior de Justicia de Ica. SEXTO.- El Recurso de Casación es
formal y excepcional, por lo que debe estar estructurado con
precisión y estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo
al impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo responsabilidad
del justiciable -recurrente- adecuar los agravios que invoca a las
causales que para dicha finalidad se encuentran taxativamente
determinadas en la norma procesal, desde que el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el Recurso ni integrar o
remediar las carencias del mismo, no pudiendo subsanarse de oficio
los defectos incurridos en su formulación. Por ello “(…) el recurso
debe ser concedido sólo cuando el recurrente denuncie y acredite
que la infracción aparentemente incurrida ha sido determinante para
decidir el caso. Por cierto, no sólo la infracción sino la calidad de
‘determinante’ de ésta es un tema que debe ser argumentado por el
recurrente y respecto del cual la Corte debe ser persuadida, de lo
contrario, estaremos ante un recurso improcedente”2. SÉPTIMO.- En
el sentido anotado, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código Procesal
Civil. Encaminados en dicha labor se desprende del texto del
Recurso que éste se sustenta en: 1) Infracción Normativa de los
Artículos 139° incisos 3) y 5) de la Constitución Política del Perú
y 122° inciso 4) del Código Procesal Civil, alegándose que: a) La
incongruencia de las resoluciones números seis y siete se advierte
de sus propios contenidos, por cuanto se declaró la rebeldía de su
codemandada Hortencia Eleuteria Rodríguez Granda, luego se
denegó su pedido de ser notificada validamente con la demanda y
anexos y posteriormente por resolución número veintinueve se
declaró fundada la denuncia civil formulada por dicha parte; y, b) Tal
incongruencia se advierte del cotejo y contraste de los fundamentos
expuestos sobre ese extremo tanto en el voto en mayoría como en
el discordante; 2) Infracción Normativa de los Artículos 188° y
194° del Código Procesal Civil, señalándose que la pericia fue
objeto de observaciones, por cuanto adolecía de sustanciales vicios
y defectos que la invalidaban y que ciertamente fueron reconocidos
por el propio Perito, según lo consignado en el Acta de Audiencia
Única, y sin embargo en el acápite 3.5 del punto tercero se señala:
“…siendo un medio probatorio de oficio … no es indispensable para
el dictado de la decisión final, sino que sirven para complementar lo
dicho por las partes…”, afirmación que resulta contraria con la
naturaleza jurídica de la prueba de oficio, que ciertamente es
excepcional debido a que se ordena y actúan cuando las pruebas de
las partes son insuficientes para causar convicción; 3) Infracción
Normativa por interpretación errónea del Artículo 911° del
Código Civil, señalándose que: a) La Sala Superior parte de la
premisa que los recurrentes son ocupantes precarios por no haber
probado la legitimidad de su posesión y que por ende carecen de
título que la justifique, premisa que es incorrecta y por ende la
conclusión también, pues la demanda se presentó el seis de
diciembre de dos mil diez y los emplazamientos se efectuaron
después de la demanda de Prescripción Adquisitiva de Dominio, lo
que significa que la primigenia demandada Hortencia Eleuteria
Rodríguez Granda hasta la fecha no ha sido validadamente
emplazada pues en el mejor de los casos para los demandantes lo
fue el cinco de enero de dos mil once y los litisconsortes pasivos
Cristian Gill Sihues Rodríguez e Irene Hortencia Sihues Rodríguez
recién por resolución número veintinueve del cinco de marzo de dos
mil trece fueron integrados al proceso y luego emplazados; b) La
demanda de Prescripción Adquisitiva de Dominio (expediente
número 491-2010) se presentó el veintisiete de diciembre de dos mil
diez y el emplazamiento se produjo el cuatro de enero de dos mil
once, por lo que en aplicación de lo dispuesto por el Artículo 1996°
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
inciso 3) del Código Civil jamás se produjo la interrupción del plazo
de prescripción que equívocamente se sostiene en las tres últimas
líneas de la página cuarta de la Sentencia de Vista; y, c) La Sala
Superior al partir de la premisa equivocada concluye también
erróneamente que carecen de título que justifica y legitima su
posesión, aduciendo que son precarios, lo que es un error, cuando
muy por el contrario son los legítimos propietarios del inmueble por
haberlo adquirido por prescripción; y, 4) Infracción Normativa por
interpretación errónea de los Artículos 950° y 952° del Código
Civil, sosteniéndose que los recurrentes son propietarios del
inmueble materia de la demanda y en consecuencia la Sala Superior
incurre en error al confirmar la sentencia apelada que declara
fundada la demanda, por cuanto interpretando erróneamente el
contenido normativo de los referidos dispositivos legales se les
considera como ocupantes precarios, cuando realmente no lo son.
OCTAVO.- Al respecto, analizado el medio impugnatorio, se
desprende que las denuncias formuladas son inconsistentes y no
satisfacen las exigencias que prevé el Artículo 388° incisos 2) y 3) del
Código Procesal Civil. En efecto, el tema en debate, conforme a
reiterada jurisprudencia, se centra en establecer si la parte
accionante tiene título que acredite la restitución alegada y si el
demandado carece de título para poseer el inmueble reclamado o el
que tenía ha fenecido, conforme a lo previsto por el Artículo 911° del
Código Civil, lo que se ha evaluado y determinado por el Ad quem.
NOVENO.- En ese mismo sentido, las alegaciones contenidas en el
punto 1) del considerando séptimo de la presente resolución no se
encuentran orientadas a cuestionar una decisión que ponga fin al
proceso, sin satisfacer entonces el requisito de admisibilidad citado
en el punto i) del segundo considerando (lo que se impugne debe ser
una Sentencia o Auto expedido por una Sala Superior que, como
órgano judicial de segundo grado, ponga fin al proceso), por lo que
deviene en desestimable, siguiendo la misma suerte la denuncia
contenida en el punto 2), al perseguirse con ella que se estimen las
observaciones efectuadas al Informe Pericial, lo que no incide sobre
el fondo del asunto. DÉCIMO.- Igual inconsistencia alcanza a la
alegaciones referentes a que no se ha producido la interrupción del
plazo de prescripción, punto 3), por cuanto según lo consignado en
el acápite 3.3 última parte de la Sentencia de Vista, la Sala Superior
ha precisado que esos argumentos únicamente se examinan porque
han sido invocados en el Recurso de Apelación: “(…) no causa
convicción de que los apelantes hayan estado en posesión durante
diez años que exige la norma sustantiva; además siendo uno de los
requisitos de la usucapión, ser pacífica, la demanda de la prescripción
adquisitiva fue presentada con posterioridad al presente proceso, es
decir, cuando se está discutiendo la posesión de inmueble materia
de controversia, por lo que surte el efecto de la interrupción del
transcurso del tiempo. Ahora que, estos argumentos únicamente se
examinan porque han sido invocados en el recurso de apelación
toda vez que las condiciones para la declaración de prescripción
adquisitiva se verán en el proceso correspondiente”. En
consecuencia, no puede sostenerse que la Sala de revisión ha
partido de una premisa equivocada, toda vez que los litisconsortes
necesarios pasivos afirman que no tienen la condición de precarios
y que han adquirido el bien por prescripción adquisitiva de dominio,
y es en base a dicha defensa que el Ad quem examina los
fundamentos del Recurso, precisando que los requisitos para la
usucapión se verificarán en el proceso correspondiente, concluyendo
con el análisis razonable que fluye de la impugnada, que los
demandados son posesionarios precarios por no tener título que
sostenga la posesión del inmueble. DÉCIMO PRIMERO.- En lo
concerniente a la denuncia contenida en el punto 4), no se vislumbra
cómo la aplicación de los Artículos 950° y 952° del Código Civil, que
regulan los requisitos de la usucapión y la declaración judicial de la
usucapión, incidan en el fallo cuestionado, apreciándose que lo
pretendido en realidad es que se modifique la situación fáctica
establecida en sede de instancia y la revaloración del caudal
probatorio (cuando el recurrente aduce ser legitimo propietario por
haber adquirido la propiedad del bien por prescripción), aspecto que
no sólo resulta generalmente ajeno al debate en Sede Casatoria, al
no tener esta Sala Suprema la calidad de instancia de mérito, sino
que además es contrario a la finalidad del Recurso de Casación,
circunscrita a la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y a la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República, por lo que la precitada
denuncia no resulta atendible. En ese mismo sentido, este Supremo
Tribunal aprecia que el órgano jurisdiccional de origen ha resuelto la
controversia planteada con adecuada atención al precedente
vinculante descrito en el numeral 5.6, acápite 5, rubro VII FALLO, del
Cuarto Pleno Casatorio Civil, Casación número 2195-2011 Ucayali,
dictado el doce de agosto de dos mil doce por las Salas Civiles de la
Corte Suprema de Justicia de la República3. DÉCIMO SEGUNDO.-
Finalmente, si bien el recurrente precisa que su pedido casatorio es
anulatorio y subordinadamente revocatorio, cumpliendo con el
requisito previsto por el Artículo 388° inciso 4) del Código Procesal
Civil, ello es insuficiente para declarar procedente el Recurso
planteado, desde que los requisitos de fondo a los que el mismo se
sujeta son necesariamente concurrentes, lo que no se advierte en el
caso concreto. En consecuencia, al no reunir el Recurso bajo
calificación los requisitos exigidos por el Artículo 388° del Código
Procesal Civil y con la facultad conferida por el Artículo 392° del
mismo Código, declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de
Casación interpuesto por Cristian Gill Sihues Rodríguez y Hortencia
Eleuteria Rodríguez Granda; DISPUSIERON la publicación de la
97267
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Sucesión de Olandina Irene
Sihues de Pomez con Cristian Gill Sihues Rodríguez y otros sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integran esta
Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La Barra
Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores Mendoza
Ramírez y Cabello Matamala. Ponente Señor Yaya Zumaeta, Juez
Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN
PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
El Recurso de Apelación obrante de fojas 382 a 390 sólo aparece interpuesto
por los litisconsortes Cristian Gill Sihues Rodríguez e Irene Hortencia Sihues
Rodríguez.
2
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
3
“(…) 5.6 La mera alegación del demandado, en el sentido de haber adquirido
el bien por usucapión, no basta para desestimar la pretensión de desalojo
ni declarar la improcedencia de la demanda, correspondiendo al Juez
del desalojo valorar las pruebas en las cuales sustenta el demandado su
derecho invocado, sin que ello implique que está facultado para decidir
sobre la usucapión. Siendo así, se limitará a establecer si ha surgido en él la
convicción de declarar el derecho de poseer a favor del demandante (…)”.
C-1569469-237
CAS. Nº 2746-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintidós
de agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: El recurso de casación de fojas doscientos sesenta
y uno interpuesto por Ricardo Teodoro Ríos Rodríguez y María
Emilia Bravo de Rueda Valencia de Ríos, reúne los requisitos de
forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo
387 del Código Procesal Civil. SEGUNDO: Los numerales 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por la Ley
número 29364, establecen que constituyen requisitos de fondo
del recurso de casación, que se describa con claridad y precisión
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
así como demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la
decisión impugnada. TERCERO: Los recurrentes, invocando el
artículo 386 del Código Procesal Civil, denuncian como agravio: La
contravención de las normas que garantizan el Derecho a un
Debido Proceso así como la vulneración al Derecho a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva, alegando que no ocupan la propiedad
de la parte actora ni tampoco son inquilinos precarios de ésta, ya
que de la Escritura Pública de Compraventa que esta misma ha
anexado, se desprende que la transferencia solo atañe al inmueble
ubicado en el Jirón Huascarán número mil doscientos sesenta y
siete – La Victoria; por lo que los vendedores se han reservado
la propiedad restante, la misma que se encuentran ocupándola y
está ubicada en el mismo Jirón en la numeración mil doscientos
sesenta y nueve; aspecto que igualmente no fue advertido
previamente por el profesional encargado de realizar el Dictamen
Pericial obrante en autos, documento este último que tampoco se
encuentra suscritos por dos peritos, lo cual es usual. CUARTO: En
relación al agravio denunciado, es de advertirse que en el escrito
de apelación interpuesto a fojas ciento noventa y cuatro contra la
sentencia de primera instancia, no se aprecia que lo expresado a
través del presente recurso haya formado parte de aquel medio
impugnatorio, por lo que en aplicación al Principio de Preclusión
Procesal del cual se sirve el recurso de casación, el presente medio
impugnatorio en los términos propuestos, debe ser desestimado;
tanto más, si el Juez de la causa ha establecido sobre la base de
la copia literal corriente a fojas catorce, que el inmueble inscrito
en la Partida número 49060420 que adquirió vía compraventa la
parte demandante, se ubica en el Jirón Huascarán números mil
doscientos sesenta y cinco, mil doscientos sesenta y siete, mil
doscientos sesenta y nueve, mil doscientos setenta y uno y mil
doscientos setenta y tres del Distrito de La Victoria, razonamiento
que tal como se expuso, fue consentido por los recurrentes. Por
las razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de
fondo a que hace referencia el artículo 388 del Código Procesal
Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del
mismo cuerpo normativo, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación de fojas doscientos sesenta y uno interpuesto por
Ricardo Teodoro Ríos Rodríguez y María Emilia Bravo de Rueda
Valencia de Ríos; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Gerardo Chiclla Torres con Ricardo Teodoro
Ríos Rodríguez y otra, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces
Supremos Señores Mendoza Ramírez y Cabello Matamala.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ,
MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569469-238
CAS. Nº 2763-2016 DEL SANTA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, dos de setiembre
de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Compunegocios del Perú Sociedad Anónima
Cerrada a fojas ciento quince, contra la resolución de vista de fojas
ciento cuatro, de fecha uno de junio de dos mil dieciséis, emitida por

97268 CASACIÓN
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa, que
confirma la resolución apelada de fojas sesenta y uno, de fecha
veintisiete de enero de dos mil dieciséis, que declara infundadas las
contradicciones al mandato de ejecución y fundada la demanda de
Obligación de Dar Suma de Dinero. SEGUNDO.- Examinados los
autos, se advierte que el recurso en mención cumple con los
requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el
artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido el recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha
sido adversa, satisface el requisito de procedibilidad establecido en
el artículo 388 inciso 1 del citado Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso, denuncia: A) Infracción normativa
del artículo 10, inciso 10.1 de la Ley número 27287, Ley de
Títulos Valores, alegando que las instancias de mérito han
inaplicado lo dispuesto en dicho dispositivo normativo, al permitir que
la entidad financiera demandante no presente junto con la demanda
el acuerdo que sustenta el modo cómo fue llenado el pagaré que
inicialmente fue emitido de manera incompleta, a efectos de
garantizar que dicho llenado cumpla con la autorización que el
emitente le confirió, con lo cual se evitaría que el tenedor del título,
de manera clandestina, lo llene con montos que libremente
considere, y asuma un derecho de forma abusiva; como en autos, en
que al tenor de los documentos actuados, se advierte que hay
contradicción entre los acuerdos, es decir, entre la relación causal
respecto al derecho patrimonial que ha sido incorporado al título
valor emitido de forma incompleta. En consecuencia, la inaplicación
de esta norma ha conllevado a que la acción iniciada con este título
valor incompleto y anómalo -por carecer del documento sustentatorio
para su llenado- prosiga con la ejecución, tal como lo ha resuelto la
resolución impugnada al igual que la resolución de primera instancia,
cuando en aplicación del principio iura novit curia, debió ser
considerado dicho documento pues se trata de un caso especial de
ejecución de un pagaré en blanco, el cual no podría tener el mismo
tratamiento de la ejecución de un pagaré completo desde su emisión;
B) Infracción normativa del artículo 1 de la Ley número 27287,
Ley de Títulos Valores, alegando que las instancias de mérito han
inaplicado lo dispuesto en dicho dispositivo normativo, debido a que
la presente causa se deriva de un título valor emitido en forma
incompleta, que al momento de su emisión o firma no tenía la calidad
de título valor. Por cuanto, como es obvio, aún el derecho patrimonial
no se encontraba incorporado, pues no se conocía, y que además
dependía de otro documento extra cambial, esto es, se encontraba
indesligablemente vinculado a su origen o relación causal, por ende
la relación cambiaria no existía aún, al no contener la condición del
artículo 1 de la Ley número 27287; la persona a la orden de quien
debía hacerse el pago se encontraba ligada necesariamente al
acuerdo celebrado con el emitente, sin el cual, sería imposible
conocerse siquiera la cuantía del derecho patrimonial, así como las
demás condiciones, como fecha de vencimiento y tasa de interés,
entre otras. En tal sentido el título valor incompleto no goza de los
mismos privilegios que cuenta todo título valor emitido completo,
pues para ejercer las acciones cambiarias requerirá necesariamente
acompañar a la cambial el acuerdo o contrato celebrado con el
emitente, en el cual se le autorice completar el referido título, a
efectos de darle seguridad de que el derecho que se le incorporó se
ajusta estrictamente a lo pactado, y que no quede rastro de duda que
el derecho patrimonial que se le incorpora sea el que ambas partes
han consensualmente convenido, y no estar sometido al único
manejo y decisión unilateral del tenedor, que de manera clandestina
lo pueda llenar sin darle cuenta a nadie, pues nunca llegó a exhibir
dicho acuerdo de llenado y el contrato donde se originó la obligación,
así como su cuantía; por cuanto incumple lo dispuesto en el artículo
1 de la Ley de Título Valores. Esta inaplicación de la norma señalada,
ha validado un título emitido incompleto sin que se encuentre
sustentado en el acuerdo para su llenado, que es al mismo tiempo su
relación causal, como lo es el contrato de préstamo para la
microempresa, que por decisión unilateral de la entidad ejecutante
ha preferido no exhibirlo y mantenerlo escondido, pretendiendo
ejecutar el título valor como si se tratase de un pagaré ordinario,
completo desde su emisión; C) Infracción normativa del artículo
19, numeral 19.1, literal e) de la Ley número 27287, Ley de
Títulos Valores, alegando que al plantear la demanda, se ha
pretendido iniciar la ejecución de un pagaré emitido aparentemente
completo, y por ello, no ha adjuntado el documento que autoriza su
llenado; sin embargo, ante la advertencia de que el título valor había
sido emitido de manera incompleta, tanto el A quo como el Ad quem,
debieron resolver fundada su contradicción, ya que en ningún
momento se acompañó en la demanda el referido acuerdo que
autorizaba al tenedor completar el pagaré en mención; más aún si de
la liquidación realizada el mismo día de la fecha de vencimiento, no
podía deducirse que el pagaré había sido emitido por dicho monto,
todo lo cual hace concluir que el pagaré fue realmente emitido
incompleto, y que las instancias de mérito han permitido que la
entidad ejecutante las induzca a error, y de esta forma le den el
mismo tratamiento que un pagaré incompleto, que al no conocerse
su monto ni fecha de vencimiento, éste dependía necesariamente de
la existencia de otro documento extra cambial, o también llamado
relación causal. En consecuencia, para ejecutarse un pagaré emitido
incompleto, se requiere indispensablemente la presentación del
acuerdo o contrato. Al no aplicarse correctamente esta norma, debió
resolverse de manera contraria, declarando fundada su contradicción
por esta causal contenida en el artículo 19 de la Ley de Títulos
Valores, e improcedente la demanda, sin perjuicio de poder utilizar
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
las vías correspondientes; D) Infracción normativa del artículo 19,
inciso 19.2 de la Ley número 27287, Ley de Títulos Valores,
alegando que no es objeto de controversia que la obligación que
debió ser incorporada en el título emitido incompleto, debió realizarse
conforme a los parámetros fijados en el contrato de préstamo; es por
ello que la existencia, validez y cuantía del título incompleto depende
necesariamente de los parámetros y condiciones contemplados en
el contrato de préstamo. Es por ello que la relación cambiaria que
aparenta gozar este título debe estar acompañada del referido
documento de origen, salvo que el título haya circulado y haya
pasado a manos de una tercera persona, ajena a la relación causal
de origen, lo cual no ha sucedido, pues la misma persona o entidad
a favor de quien se emitió el pagaré es la que pretende ejercer ahora
la acción cambiaria, por lo que en su posición de emitente, el
recurrente tiene la facultad de discutir sobre la existencia y cuantía
del crédito incorporado en el título, más aún si ésta depende
indesligablemente del referido contrato o documento que autoriza su
llenado; más aún si en el presente caso, se encuentra evidenciado
que la deuda al momento del llenado del pagaré era menor al monto
consignado en el mismo, pues se tiene que el monto deudor al día
dieciocho de agosto de dos mil quince ascendía a la suma de treinta
y ocho mil doscientos treinta y tres dólares americanos con cinco
centavos (US$38,233.05); sin embargo, la liquidación practicada sin
sustento alguno establece la suma de cuarenta y dos mil ciento
treinta y dos dólares americanos con cuarenta y siete centavos
(US$42,132.47) al día diecinueve de setiembre de dos mil quince, lo
cual es contradictorio con lo afirmado por la entidad financiera
demandante, pues, en su demanda y en su absolución de la
contradicción indicó que se trataba de un pagaré que se emitió por el
monto consignado desde la fecha de su emisión, razones más que
suficientes para que el juzgador necesite tener a la vista el documento
que autoriza el llenado del pagaré, antes de permitir una ejecución
forzada, a efectos de ampararse en la relación causal de origen,
puesto que así lo manda la norma. Al no aplicarse correctamente
dicha norma, debió resolverse de manera contraria a lo resuelto por
las instancias de mérito, declarando fundada su contradicción por
esta causal contenida en el artículo 19 de la Ley de Títulos Valores,
e improcedente la demanda, sin perjuicio de poder utilizar las vías
correspondientes. CUARTO.- En cuanto a las infracciones señaladas
como los puntos A, C y D, se tiene que la empresa recurrente no ha
cumplido con describir con claridad y precisión las infracciones
normativas que señala, toda vez que la contradicción que se
interpone frente al mandato ejecutivo alegando que el título valor
incompleto ha sido llenado contraviniendo los acuerdos, requiere
que se acompañe necesariamente el documento que compruebe tal
alegación, el mismo, que según la norma de la materia, corresponde
presentar a la ahora empresa recurrente y no a la entidad financiera
demandante, toda vez que la obligación de dar suma de dinero a
través del proceso único de ejecución se inicia en mérito únicamente
del título ejecutivo que la contiene. Siendo ello así, no se ha cumplido
con describir con claridad y precisión las infracciones normativas
antes señaladas, por lo que no se ha cumplido con el inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a la
infracción señalada como el punto B, se tiene que la empresa
recurrente tampoco ha cumplido con describir con claridad y
precisión la infracción normativa allí descrita, toda vez que no se ha
señalado el requisito formal esencial del que adolece el pagaré de
fojas siete, siendo que si bien se hace referencia a que el mismo era
un título valor incompleto, ello no supone una afectación al principio
de formalidad de los títulos valores, toda vez que el artículo 10 de la
Ley de Títulos Valores regula su existencia, exigiendo sólo que el
mismo se complete antes de la presentación para su pago o
cumplimiento, cumpliéndose con ello al incorporar el derecho
obligacional. Siendo ello así, también se ha incumplido con lo
establecido en el inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Compunegocios del Perú Sociedad Anónima
Cerrada a fojas ciento quince, contra la resolución de vista de fojas
ciento cuatro, de fecha uno de junio de dos mil dieciséis, emitida por
la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa, que
confirma la resolución apelada de fojas sesenta y uno, de fecha
veintisiete de enero de dos mil dieciséis, que declara infundadas las
contradicciones al mandato de ejecución y fundada la demanda de
Obligación de Dar Suma de Dinero; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Scotiabank Perú Sociedad
Anónima Abierta contra Compunegocios del Perú Sociedad Anónima
Cerrada y otro, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los
devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces Supremos
Rodríguez Chávez, Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por
licencia de los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez,
Romero Díaz y Cabello Matamala. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo.- S.S. MIRANDA MOLINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569469-239
CAS. Nº 2788-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintidós de
agosto de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por la demandada Ysabel Yris Torres Tasso (folios
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
125), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número diez del treinta y uno de mayo de dos mil dieciséis (folios
107), expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, la cual confirmó la apelada contenida en la
Resolución número cuatro del diecisiete de agosto de dos mil
quince (folios 66) que declaró fundada la demanda; por lo que
corresponde examinar si el referido recurso cumple con los
requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos mencionados
precedentemente, es necesario tener presente que el recurso
extraordinario de casación es eminentemente formal, técnico y
excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a
los requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las causales se
sustenta, si es en: i) La infracción normativa, o ii) En el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Presentar una fundamentación
puntualizada, clara y pertinente respecto de cada una de las
referidas causales; demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para lograr los
fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y
Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.-
Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de
vista expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que
emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la parte recurrente fue notificada el día
trece de junio del presente año (folio 121) e interpuso el recurso de
casación el veintisiete de junio del año en curso (folios 125); iv)
Adjunta el pago del arancel judicial por la presentación del recurso
(folio 124). CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia
contenidos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica
que la parte recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso
1, toda vez que no consintió la sentencia de primera instancia, pues
al serle adversa la impugnó mediante recurso de apelación (folios
79). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que
su pedido es anulatorio. QUINTO.- La parte recurrente (Ysabel
Yris Torres Tasso) sustenta su recurso de casación bajo las
siguientes causales: a) Infracción normativa de derecho material
del artículo 911 del Código Civil, señalando que no se ha
reparado en el agravio denunciado al interponer el escrito de
apelación en lo que se refiere a la posesión del predio de los
señores Oswaldo Arturo y Lizette Vanessa Castro Torres,
aplicándose erróneamente lo normado en dicho artículo para
confirmar el fallo de primera instancia. b) Infracción del artículo
VII del Título Preliminar e inciso 6 del artículo 50, e inciso 4 del
artículo 122 del Código Procesal Civil; argumentando que en el
proceso no se ha establecido una correcta relación procesal al no
haberse emplazado a Oswaldo Arturo Castro Torres y Lizette
Vanessa Castro Torres, personas mayores de edad que resultan
siendo sobrinos de los demandantes, infringiendo el principio de
congruencia. c) Infracción normativa de derecho procesal del
artículo 65 del Código Procesal Civil; argumentando que la han
demandado a sabiendas que se encuentra vigente la sociedad
conyugal formada por la recurrente con el hermano de la
demandante. d) Infracción normativa de derecho procesal del
artículo 282 del Código Procesal Civil; argumentando que en el
punto octavo de la sentencia impugnada, se señala que los demás
argumentos de la apelación no constituirían título vigente que
justifiquen el ejercicio de la posesión, empero se desprende de lo
actuado que era un deber del Juez aplicar el artículo mencionado
en cuanto a la conducta procesal de las partes, exponiendo con
probidad que es la cónyuge del hermano de la demandante y que
no se han demandado a sus hijos mayores de edad, ni al otro
representante de la sociedad conyugal, evitando pronunciarse
sobre tales hechos; y, e) Apartamiento inmotivado del
Precedente judicial del Pleno Casatorio Civil; en el que se
estableció como doctrina jurisprudencial que: 1.- No tiene la
condición de precaria aquella persona que conduce el bien en
mérito a un acto jurídico que la autoriza a ejercer la posesión del
bien (en su caso la condición de cónyuge del vendedor) respecto
de los demandantes (hermana del vendedor y su cónyuge) quienes
son sus parientes políticos; y 2.- En lo que se refiere a la relación
procesal, la legitimación pasiva de los demandados en el proceso
de desalojo que debe de comprender dentro de esta situación a
todo aquel que ocupa el bien, en este caso, la demanda debió tener
como emplazados a Oswaldo Arturo Castro Torres y a Lizette
Vanessa Castro Torres, sobrinos de los demandantes, quienes
viven en ese predio que le había sido dado en anticipo de legítima
a su padre Nelson Jaime Castro Aguirre, quien es la persona que le
ha transferido las acciones y derechos del inmueble materia de
juicio a su hermana y ahora demandante y cónyuge, situación
procesal prevista en el punto b) del acápite 4 del Pleno Casatorio.
97269
SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código Procesal Civil, el
recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a las denuncias señaladas en los ítems a), b)
y c), estas merecen ser desestimadas, por cuanto, la Corte de
Casación no puede entrar al examen de las cuestiones consentidas
por las partes o que no han sido cuestionadas, lo que ocurre en el
caso de autos, en que la demandada recurrente no ha cuestionado
a lo largo del proceso, ni en su recurso de apelación (folios 79), la
no intervención de sus hijos o su cónyuge Nelson Jaime Castro
Aguirre. NOVENO.- En cuanto a la causal denunciada en el ítem
d), cabe señalar que la norma citada no guarda relación directa con
lo decidido en la sentencia de vista impugnada, la misma que
confirmó la sentencia de primera instancia, declarando fundada la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria, ni tampoco resulta
útil para cuestionarla, por lo que merece ser rechazada. DÉCIMO.-
Respecto a la causal denunciada en el ítem e), la misma debe ser
rechazada, ya que, los argumentos de la recurrente no están
orientados a sustentar un apartamiento inmotivado del Precedente
Judicial – Casación número 2195-2011-Ucayali, sino más bien,
están dirigidos a cuestionar los fundamentos fácticos que sirvieron
de base a la Sala Superior para confirmar la sentencia de primer
grado que declaró fundada la presente demanda, sin tener en
cuenta que no es actividad constitutiva del recurso de casación
revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que
formaron convicción en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate
casatorio, más aún cuando las instancias de mérito han establecido
de manera clara y específica que el bien materia de litis, no formaba
parte de la sociedad de gananciales, sino se trataría de un bien
propio que recibió el cónyuge de la demandada como anticipo de
legítima (a título gratuito), conforme a lo establecido en el inciso 1
del artículo 302 del Código Civil. Por estos fundamentos y conforme
a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandada Ysabel Yris Torres Tasso (folios 125), contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número diez del
treinta y uno de mayo de dos mil dieciséis (folios 107), expedida por
la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Dante Alberto García Torero y otra con Ysabel Iris Torres Tasso,
sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integran
esta Sala los Jueces Supremos Señores Calderón Puertas y De La
Barra Barrera por licencia de los Jueces Supremos Señores
Mendoza Ramírez y Cabello Matamala. Ponente Señor Romero
Díaz, Juez Supremo.- S.S. ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA,
CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569469-240
CAS. Nº 2790-2016 HUAURA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, dos de setiembre
de dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
de fojas ciento cuarenta y seis interpuesto por José Antonio Pérez
León contra la sentencia de vista de fojas ciento seis, de fecha
veinticuatro de mayo de dos mil dieciséis que confirma la apelada
que declaró fundada la demanda y dispone la desocupación del
inmueble sublitis; por lo que corresponde calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio, conforme a
lo previsto por la Ley número 29364. SEGUNDO.- En cuanto a los
requisitos de admisibilidad, es del caso señalar que el presente
recurso, acorde a lo dispuesto por el artículo 387 del Código
Procesal Civil, ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Huaura que como órgano de segundo grado pone fin al proceso;
ii) Ante la Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo previsto por la indicada disposición procesal; y, iv)
Adjunta la tasa judicial correspondiente. TERCERO.- En lo atinente
a los requisitos de procedencia, se advierte que el recurrente ha
dado cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 388 inciso 1 del
Código Procesal Civil, toda vez que impugnó la sentencia de
primera instancia que le fue desfavorable. CUARTO.- De otro lado
el impugnante invoca la infracción normativa del artículo 22 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial;
sostiene que con la resolución expedida se afecta su derecho por
cuanto la Sala no ha tomado en cuenta que el Juez al momento
de sentenciar se desvinculó de la Casación numero 799-2000 la
misma que es relevante para el presente caso; pues conforme a
dicha jurisprudencia para ser considerado precario debe darse
la ausencia absoluta de cualquier circunstancia que justifique el
uso y disfrute del bien; consecuentemente, el titulo no tiene que
constar necesariamente en documento público. QUINTO.- El

97270 CASACIÓN
recurso extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta; esto es, en la infracción normativa
o en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada;
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos por los recurrentes en
la formulación del recurso. SEXTO.- En cuanto al agravio descrito
en el cuarto considerando de la presente resolución, corresponde
indicar que el mismo no puede ampararse, por cuanto incumple
los requisitos previstos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil; pues, si bien la parte recurrente sostiene
que se afecta su derecho por cuanto no se observó los alcances
establecidos en la Casación número 799-2000, no es menos cierto
que con dicha afirmación la parte recurrente no toma en cuenta
que la jurisprudencia que alega incumple con los alcances que
el ordenamiento procesal prevé para su propósito en el artículo
400 del Código Procesal Civil. Sin embargo, a fin de no afectar el
derecho del recurrente se procedió a efectuar la revisión de autos
así como el análisis de la sentencia recurrida, coligiéndose que la
misma ha sido expedida acorde a ley, toda vez que se determinó que
el impugnante en el decurso del proceso no ha podido desvirtuar
su condición de ocupante precario, debido a que los documentos
que anexa al presente proceso no son suficientes para tener la
calidad de titulo que justifique su posesión en el inmueble materia
de desalojo; siendo esto así y al no evidenciarse la vulneración al
Debido Proceso, el recurso de casación debe desestimarse. Por
tales razones y en aplicación de lo preceptuado por el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación de fojas ciento cuarenta y seis interpuesto por José
Antonio Pérez León contra la sentencia de vista de fojas ciento
seis, de fecha veinticuatro de mayo de dos mil dieciséis expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Javier Antonio Pérez Martínez con José Antonio Pérez León, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integran esta
Sala los Jueces Supremos Señores Rodríguez Chávez, Calderón
Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces Supremos
Señores Mendoza Ramírez, Romero Díaz y Cabello Matamala.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MIRANDA
MOLINA, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-241
CAS. Nº 2867-2016 LIMA SUR
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
Lima, nueve de setiembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta
Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por Ada Meybol
Díaz Castillo de Díaz a fojas novecientos sesenta y tres, contra la
sentencia de vista de fojas novecientos cuarenta y uno, de fecha
treinta y uno de marzo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur, que revoca la
sentencia contenida en la Resolución número veintisiete, de fecha
catorce de mayo de dos mil quince, en el extremo apelado que
fija por concepto de indemnización a favor de la demandada Ada
Meybol Díaz Castillo de Díaz la suma de seis mil soles (S/6,000.00),
que abonará el demandante Juan Eliseo Díaz Aguilar en ejecución
de sentencia; y reformándola, fija como monto indemnizatorio la
suma de treinta mil soles (S/30,000.00) que abonará el citado
demandante en ejecución de sentencia. SEGUNDO.- Examinados
los autos, se advierte que el recurso en mención cumple con los
requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por
el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la parte recurrente la sentencia de primera instancia,
en el extremo que le ha sido adverso, satisface el requisito de
procedibilidad establecido en el artículo 388 inciso 1 del Código
Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso denuncia:
La aplicación insuficiente del artículo 345-A, sosteniendo que
el Ad quem no ha tomado en cuenta que cuando el divorcio o la
separación personal se decretan por culpa de uno de los cónyuges,
éste deberá resarcir al otro los daños y perjuicios sufridos. La Sala
Superior ha cumplido en forma por demás insuficiente, sin criterio
de conciencia, pues la recurrente además de quedar muy delicada
de salud, ya no puede trabajar debido a su edad y, principalmente,
por los daños físicos y de violencia familiar que le ocasionó su
cónyuge, y al producirse el decaimiento del vínculo matrimonial
ya no recibirá jamás ayuda alguna de parte del cónyuge culpable,
situación que la deja desamparada. Si bien es cierto, la Sala
Superior utiliza y ejecuta los alcances que norman el artículo 345-
A del Código Civil, lo efectúa sin criterio de conciencia, en base a
los daños causados a la persona y daño moral que producen el
divorcio en sí. No resulta razonable que, en el caso del artículo
345-A, donde no se exige una afectación de gravedad, sino
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
únicamente el perjuicio para la indemnización, la sentencia materia
de casación considere sólo treinta mil soles (S/30,000.00) como
indemnización por toda una vida, siendo que este monto dinerario
es diminuto contra lo que produce el divorcio en sí, debido a la
frustración del proyecto matrimonial, resultante de la inconducta
del cónyuge culpable. CUARTO.- De conformidad con los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, el justiciable
que interpone recurso de casación debe explicar con claridad y
precisión las infracciones normativas en que, según su entender,
habría incurrido el Colegiado Superior, además, debe demostrar
la incidencia directa que tienen tales infracciones en el sentido
de la sentencia de vista que cuestiona. En tal sentido, se aprecia
meridianamente que ninguna de las alegaciones postuladas por
la recurrente, que aparecen consignadas en el considerando
precedente, satisfacen tales exigencias, advirtiéndose más bien,
que son simples argumentos de parte. Nótese que el Ad quem
ya elevó el monto indemnizatorio otorgado por el A quo hasta la
suma de treinta mil soles (S/30,000.00), al considerar que están
acreditados los daños sufridos por la ahora recurrente, que presenta
graves afectaciones a su salud e integridad psicofisiológica, que
dejará de percibir su pensión de alimentos así como el seguro de
salud, y que además no cuenta con profesión u oficio, ni trabajo
permanente que le irrogue ingresos, habiéndose dedicado al
cuidado de sus hijos; profesión e ingresos con los que sí cuenta
el demandante, percibiendo su respectiva pensión de jubilación.
QUINTO.- Por consiguiente, no habiéndose dado cumplimiento
a las exigencias de los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, las alegaciones postuladas deben desestimarse.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Ada Meybol Díaz Castillo de Díaz a fojas
novecientos sesenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas
novecientos cuarenta y uno, de fecha treinta y uno de marzo de dos
mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima Sur, que revoca la sentencia contenida en la Resolución
número veintisiete, de fecha catorce de mayo de dos mil quince, en
el extremo apelado que fija por concepto de indemnización a favor
de la demandada Ada Meybol Díaz Castillo de Díaz la suma de seis
mil soles (S/6,000.00), que abonará el demandante Juan Eliseo
Díaz Aguilar en ejecución de sentencia; y reformándola, fija como
monto indemnizatorio la suma de treinta mil soles (S/30,000.00)
que abonará el citado demandante en ejecución de sentencia;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Juan Eliseo Díaz Aguilar contra Ada Meybol Díaz Castillo de Díaz
y otro, sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.- S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569469-242
CAS. Nº 3568-2016 AREQUIPA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, seis de enero de dos
mil diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de éste supremo tribunal el recurso de casación
interpuesto por la demandante Municipalidad Distrital de Cerro
Colorado (fojas 203), contra la sentencia contenida en la Resolución
número doce - dos mil dieciséis de fecha cinco de agosto de dos
mil dieciséis (fojas 136) expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, la cual resolvió declarar
infundado el recurso de Anulación de Laudo Arbitral; para ese
efecto debe procederse a calificar los requisitos de admisibilidad
y procedencia del medio impugnatorio, conforme a lo previsto en
los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
Ley número 29364. SEGUNDO.- Encontrándonos ante un proceso
judicial instaurado a mérito de un recurso de Anulación de Laudo
Arbitral, se observa la existencia de norma especial que regula la
procedencia del recurso de casación, la misma que resulta aplicable
al caso de conformidad con el principio de especialidad de la ley,
según el cual, la norma especial prima sobre la norma general,
por lo que al efectuar la calificación respectiva, corresponde
aplicarse la norma especial que para el recurso de casación se ha
previsto en el Decreto Legislativo que Norma el Arbitraje – Decreto
Legislativo número 1071, la cual prima frente a las exigencias
previstas en el Código Procesal Civil. TERCERO.- En tal sentido
tenemos que el inciso 5 del artículo 64 del Decreto Legislativo que
Norma el Arbitraje – Decreto Legislativo número 1071, establece
que: “(…) Contra lo resuelto por la Corte Superior solo procede
recurso de casación ante la Sala Civil de la Corte Suprema, cuando
el laudo hubiera sido anulado en forma total o parcial (…); previsión
legal de la cual se desprenden las siguientes reglas respecto al
recurso de casación en los procesos judiciales instaurados a mérito
de un recurso de Anulación de Laudo Arbitra1: CUARTO.- En el
caso de autos, el recurso de casación ha sido interpuesto contra la
sentencia expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, mediante la Resolución número doce -
dos mil dieciséis, de fecha cinco de agosto de dos mil dieciséis, la
cual declaró infundado el recurso de Anulación de Laudo Arbitral,
esto es, no anuló en forma total o parcial el laudo impugnado. Por
tanto, el recurso de casación planteado no se encuentra dentro del
supuesto de procedencia normado por el inciso 5 del artículo 64
del Decreto Legislativo que Norma el Arbitraje – Decreto Legislativo
número 1071, debiendo ser declarado improcedente. Por las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
razones expuestas; declararon: IMPROCEDENTE el Recurso de
casación interpuesto por la demandante Municipalidad Distrital
de Cerro Colorado (fojas 203), contra la sentencia contenida en
la Resolución número doce - dos mil dieciséis de fecha cinco de
agosto de dos mil dieciséis (fojas 136) expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, la cual resolvió
declarar infundado el recurso de Anulación de Laudo Arbitral;
DISPUSIERON la publicación de la represente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado contra Consorcio
Saneamiento y Tribunal Arbitral, sobre Anulación de Laudo Arbitral;
y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
1° Que, el recurso de casación debe haber sido planteado contra lo resuelto
por la Corte Superior respecto del Recurso de Anulación de Laudo Arbitral.
2° Que, la Corte Superior al emitir pronunciamiento haya anulado en forma
total o parcial el laudo impugnado; y.
3° Que, el recurso de casación interpuesto en estos procesos deberá ser
resuelto por la Sala Civil de la Corte Suprema.
C-1569469-243
CAS. Nº 3904-2016 SULLANA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, treinta y
uno de octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de este Tribunal Supremo el
recurso de casación interpuesto por América Yolanda Saavedra de
Dioses a fojas seiscientos setenta y uno, contra la sentencia de
vista de fojas seiscientos cuatro, de fecha ocho de julio de dos mil
quince, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Sullana, que confirma la sentencia apelada de fojas cuatrocientos
ochenta y seis, de fecha veinte de marzo de dos mil trece, en el
extremo que declara infundada la demanda respecto a César
Milla Ormaeche, Rosa Cornejo Raygada, José Albán Niño y la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (SUNARP).
SEGUNDO.- El inciso primero del artículo 388 del Código Procesal
Civil exige como requisito de procedencia del recurso de casación
que el recurrente no haya consentido la resolución adversa de
primera instancia, cuando ésta fuere confirmada por la resolución
objeto del recurso. TERCERO.- En el caso de autos se advierte
que la sentencia de primera instancia, antes mencionada, no fue
impugnada por la ahora recurrente, apreciándose que sólo fue
apelada por la parte demandante Carmen Maritza Acha Correa; por
consiguiente, resulta claro que el recurso de casación sub examine
no da cumplimiento al requisito contenido en la norma glosada en
el considerando precedente, en consecuencia, debe desestimarse.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con el último
párrafo del artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por América Yolanda Saavedra de Dioses
a fojas seiscientos setenta y uno, contra la sentencia de vista de
fojas seiscientos cuatro, de fecha ocho de julio de dos mil quince,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Sullana,
que confirma la sentencia apelada de fojas cuatrocientos ochenta y
seis, de fecha veinte de marzo de dos mil trece, en el extremo que
declara infundada la demanda respecto a César Milla Ormaeche,
Rosa Cornejo Raygada, José Albán Niño y la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos (SUNARP); DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Carmen
Maritza Acha Correa contra América Yolanda Saavedra de
Dioses y otros, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los
devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces Supremos
Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por licencia de los
Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez y Romero Díaz.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569469-244
CAS. Nº 4435-2016 ICA
REIVINDICACIÓN. Lima, veintitrés de noviembre de dos mil
dieciséis. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Elsa Aurora Mendoza Ramos (folios 153), contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número veinte
del veintiuno de julio de dos mil dieciséis (folios 140) expedida
por la Sala Mixta y Descentralizada de Pisco de la Corte Superior
de Justicia de Ica, la cual confirmó la apelada contenida en la
Resolución número dieciséis del dieciséis de marzo de dos mil
dieciséis (folios 118), en el extremo por el cual declaró fundada en
parte la demanda; en consecuencia ordena que los demandados
restituyan la posesión del área de ciento siete punto noventa y
ocho metros cuadrados (107.98 m2) descrito en el informe pericial
e infundada el extremo de la demanda de Indemnización por
daños y perjuicios; para cuyo efecto debe procederse a calificar
los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio
impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número 29364 la
cual modificó - entre otros - los artículos 387, 388, 391 y 392 del
Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Verificado los requisitos de
admisibilidad señalados en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, si bien cumple con los señalados en los incisos 1, 2 y 3,
sin embargo no adjunta la tasa judicial respectiva. Asimismo,
97271
para determinar la procedencia del recurso de casación, es
requisito que quien interponga el citado medio impugnatorio, no
debe de haber consentido la resolución de primera instancia que
le fue desfavorable, tal como lo prevé el inciso 1 del artículo 388
del Código Procesal Civil1. TERCERO.- En el presente caso, la
recurrente (Elsa Aurora Mendoza Ramos), al interponer recurso
de casación invoca las causales previstas en el artículo 386 del
Código Procesal Civil. No obstante, examinado lo actuado, se
aprecia que el apelante fue Daniel Eugenio Guerra Aquije (folios
130) y no la recurrente, por lo que, habiéndose incumplido con
el requisito de procedencia, el recurso de casación debe ser
declarado improcedente. Por las motivaciones anotadas y en
observancia del artículo 392 del Código Procesal Civil; declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Elsa
Aurora Mendoza Ramos (folios 153), contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número veinte del veintiuno de
julio de dos mil dieciséis (folios 140) expedida por la Sala Mixta
y Descentralizada de Pisco de la Corte Superior de Justicia de
Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Luis Edgardo Marroquín Ayo y otra contra Daniel Eugenio
Guerra Aquije y otra, sobre Reivindicación y otra; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo.- S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Inciso 1 que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la resolución
abierto del recurso.
C-1569469-245
CAS. Nº 3247-2015 CUSCO
DECLARACIÓN DE HEREDEROS. SUMILLA: “Para él A quo, la
demanda deviene en improcedente, conforme al Artículo 427°
inciso 1) del Código Procesal Civil, pues el derecho de acción de su
causante Julia Lovon Quispe, se extinguió con su muerte y como
tal ya no puede ser declarada heredera de Leoncio Ccorihuaman
Mayta. Razonamiento, que resulta incorrecto, por cuanto no se
toma en cuenta que, si bien la acción, es un acto personalísimo no
transmisible al heredero, nuestro ordenamiento procesal en el
Artículo 108° inciso 1) del Código Civil, faculta al mismo, a que
pueda intervenir como sucesor procesal continuar con el proceso
instaurado por su madre fallecida, quien tenía la calidad de parte.
Aspecto, que pese haber sido considerado por el órgano de mérito
en las resoluciones de fechas veinticinco de enero y doce de
agosto de dos mil trece, fueron desconocidas en la resolución
impugnada, Asimismo, se vulnera el Artículo VII del Título Preliminar
del Código Procesal Civil. En primer lugar, porque la sentencia
contiene un pronunciamiento extra-petita, pues se pronunció
respecto a un extremo que no ha sido alegado en la demanda, ni
mucho menos establecido como punto controvertido. No es, el
impugnante, quien está solicitando ser declarado como heredero
de Leoncio Ccorihuaman Mayta ni concurrir a la masa hereditaria
dejada por este, sino que su intervención se circunscribe
específicamente a continuar con el proceso iniciado por su madre.
De otro lado, no toma en cuenta, que el razonamiento que se
hacen sobre las pretensiones demandadas no pueden servir de
sustento para declarar la improcedencia de una demanda, sino que
las mismas deben ser materia de pronunciamiento, después de
haberse producido un caudal y debate probatorio, para decidir si se
ampara o no el derecho invocado”. Lima, trece de enero de dos mil
diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con el acompañado,
vista en audiencia pública de la presente fecha la causa número
tres mil doscientos cuarenta y siete - dos mil quince, y producida la
votación conforme a ley procede a emitir la siguiente sentencia: I.
MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso del recurso de
casación interpuesto por Aquilino Mendoza Lovon, contra la
Sentencia de Vista expedida por la Sala Especializada en lo Civil
de la Corte Superior de Justicia de Cusco, el nueve de julio de dos
mil quince, que confirmando la apelada declara improcedente la
demanda. II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala
Suprema Civil Transitoria mediante resolución de fecha uno de
junio de dos mil dieciséis, declaró la procedencia del recurso de
casación por la Infracción normativa material de los Artículos
660, 664, 681 y 682 del Código Civil así como la infracción
normativa procesal del Artículo 139° inciso 5) de la Constitución
Política del Perú y 108° del Código Procesal Civil, sostiene que
al confirmarse la decisión impugnada no se toma en cuenta que
con la sucesión intestada obrante a fojas noventa está plenamente
acreditado que el sucesor procesal apersonado en autos
-recurrente- es el único y universal heredero de primer grado en
línea directa, por ser hijo de la actora, respecto a la masa hereditaria
materia de petición de herencia. Asimismo, refiere que la muerte de
una persona no extingue los derechos y obligaciones de la misma,
como mal afirma en la impugnada, sino que se transmite a sus
herederos sea en representación de la propiedad, conforme a los
alcances regulados por el Artículo 16 inciso 2) de la Constitución
Política del Perú, además que la resolución de vista es una clara
transcripción de los fundamentos que el juez de la causa utilizó al
expedir el fallo en primera instancia, inobservándose
fundamentación fáctica y jurídica sobre dicho aspecto. III.

97272 CASACIÓN
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Habiendo declarado procedente el
recurso de casación por la infracción normativa procesal,
corresponde a este Supremo Tribunal determinar si la decisión
adoptada por la Sala de mérito fue expedida respetando lo
dispuesto por el Artículo 50° inciso 6) del Código Procesal Civil
concordante con lo señalado por el Artículo 12° del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial que estatuyen que
los magistrados tienen la obligación de fundamentar los autos y las
sentencias bajo sanción de nulidad respetando los principios de
jerarquía de las normas y el de congruencia. SEGUNDO.- Pues, el
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú, sostiene
que el debido proceso, es aquel derecho que le asiste a toda
persona por el sólo hecho de serlo, facultándola a exigir del Estado
un juzgamiento imparcial y justo ante un juez competente,
constituyendo por tanto la motivación de las resoluciones judiciales
una garantía constitucional que asegura la publicidad de las
razones que los jueces tuvieron en cuenta para pronunciar sus
sentencias, resguardando a los particulares y a la colectividad de
las decisiones arbitrarias, no pudiendo ampararse en imprecisiones
subjetivas, ni decidir causas a capricho. TERCERO.- Para
determinar si en una resolución judicial se ha vulnerado o no el
derecho a la motivación de resoluciones judiciales, ésta debe
realizarse a partir de los propios fundamentos expuestos en ella, de
modo que las demás piezas procesales o medios probatorios del
proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para contrarrestar
las razones expuestas en la resolución acotada, más no pueden
ser objeto de una nueva evaluación o análisis. CUARTO.- Expresa
el Artículo 2°, numeral 26 de la Constitución Política del Perú, que
“Toda persona tiene derecho a la propiedad y la herencia”. Existe
una garantía constitucional de carácter sucesorio, ya que la
propiedad privada está íntimamente vinculada a la herencia. Esta
garantía significa un reconocimiento de la herencia como
institución y, asimismo, un derecho individual de carácter
singular, porque responde a la ineludible necesidad de mantener
la existencia de un espacio de apropiación privada de los bienes
más allá de la muerte de su titular; y, además, como una forma de
protección constitucional a la propiedad privada de la cual deriva el
derecho de disposición con las limitaciones que la ley establece.
QUINTO.- Esta protección se extiende al derecho de adquirir por
herencia, en cualquiera de sus modos de sucesión, bien por
testamento o a través de la sucesión intestada. Como se puede
advertir, la cuestión esencial del Derecho de Sucesiones es atender
el problema de la continuidad de las relaciones patrimoniales que
se produce al fallecimiento de una persona. La transmisión de la
masa hereditaria a favor de los sucesores opera ipso iure en el
mismo instante de ocurrida la muerte biológica del causante, o en
su caso, de la fecha probable contenida en la resolución judicial
que declara la muerte presunta, conforme a lo previsto por los
Artículos 60 in fine, 64°, 65° y 660° del Código Civil1. El Derecho
Sucesorio, no sólo señala, cuando ocurre la sucesión -apertura-
quienes son los llamados a participar de esta herencia -vocación y
prelación sucesoria- las clases de sucesiones que se transmite
-patrimonio hereditario- su regulación en forma pormenorizada, la
participación de los sucesores -herederos y legatarios- sino
también nos hace conocer, cómo debe operar la división de los
bienes. SEXTO.- Son condiciones para heredar: La existencia para
suceder.- los herederos deben sobrevivir al causante, incluyéndose
dentro de ellos al concebido a condición de que este nazca vivo; La
capacidad para suceder.- es capaz para suceder, aquel sujeto que
existe al momento de la apertura de la sucesión; La dignidad para
suceder.- conducta del sucesor que debe traducirse en
consideración, estima, respeto hacía el causante y sus parientes
próximos, en atención a que la herencia para los sucesores es un
beneficio que van a recibir sin contraprestación alguna y El mejor
derecho para suceder.- no debe haber otro heredero con derecho
preferente para suceder. SÉPTIMO.- De otro lado, debe observarse
que la acción petitoria de herencia es universal por la naturaleza
del título del demandante. Es también imprescriptible, sin que
proceda la prescripción extintiva de la acción ni la prescripción
adquisitiva del derecho, porque se trata de una acción que
interpone un heredero contra otro sucesor y no es admisible entre
copropietarios ni los sucesores de éstos. No siempre dicha
transmisión ipso iure concuerda con el tiempo, con la posesión real
y efectiva de los bienes y derechos que corresponde a los
causahabientes. No hay siempre coincidencia entre la situación de
derecho y de hecho, y eso se debe a variadas circunstancias, bien
porque los bienes se encuentran en poder exclusivo de otro
coheredero o de un tercero, que se niegan a compartirlos o a
devolverlos, por lo cual se hace necesario el empleo de medios de
defensa que la ley franquea y que son de naturaleza procesal.
Esos medios legales se denominan acciones sucesorias.
OCTAVO.- La acción real, que goza un heredero o acción petitoria
de herencia, es la que corresponde al heredero no poseedor de los
bienes que le pertenecen y se dirige contra quien los posee en todo
o en parte a título de heredero para excluirlo o concurrir con éste.
Asimismo, debe considerarse que dicha acción está reservada
exclusivamente al heredero, quien tiene que probar su condición
de tal para poder accionar y probado ello recién tendrá acceso a la
titularidad de los bienes, aspecto que se encuentra regulado por el
Artículo 664° del Código Civil. A esta pretensión puede acumularse
la de declarar heredero al peticionante si habiendo pronunciado
declaración judicial de herederos considera se le ha preterido de su
derecho, acciones que son imprescriptibles. NOVENO.- La petición
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de herencia viene a ser “la reclamación que intenta quien,
invocando su calidad de heredero del causante, pide su
reconocimiento judicial como tal, con igual o mejor derecho que
quien ha entrado en posesión de la herencia, y para concurrir o
excluir al mismo en ella, así como la entrega de los bienes como
consecuencia de dicho reconocimiento.” De dicha definición se
infiere que se encuentra legitimado (Legitimidad activa) para iniciar
la acción de petición de herencia, quien tenga la calidad de
heredero, o quien considere tener tal calidad. Asimismo, el
legitimado pasivo es quien actúa como sucesor (aunque no
necesariamente esté poseyendo bienes) y se oponga a la calidad
de heredero del accionante. Esto supone que el demandado puede
sustentar su defensa en ser heredero (forzoso o voluntario, legal o
testamentario), o legatario. El correcto ejercicio de la pretensión
obliga a tener que emplazar a todos los coherederos si son varios,
porque la inclusión del pretendiente en la exposición hereditaria
reclamada puede dar lugar a modificación de cuotas2. DÉCIMO.-
Lo que califica a la acción petitoria de herencia, es que la demanda
se funda en el título de heredero, lo cual, es presupuesto para el
amparo de la demanda, empero, no constituye requisito de
procedibilidad, Pues. para interponer la acción petitoria de la
herencia, no es requisito esencial haber sido declarado heredero,
sino que dicha acción puede ser ejercida por aquél que no
habiéndolo sido, se considere con derechos sobre el acervo
hereditario. Para ello deberá acumular a su acción de petición de
herencia la de declaratoria de heredero. Consecuentemente,
siendo la finalidad de la acción petitoria de herencia obligar a los
demandados que permitan al actor ejercer la posesión exclusiva o
concurrente de los bienes hereditarios en cuya propiedad participa,
se exige que el demandante acredite su calidad de heredero con el
título correspondiente, pues de no hacerlo resultará infundada la
demanda. DÉCIMO PRIMERO.- En atención a lo regulado, por el
Artículo 108° del Código Civil, puede ocurrir, que por distintas
razones, durante el desarrollo del proceso, el demandante o el
demandado sean reemplazados por otro sujeto, que pasa a ocupar
su sitio en el litigio, produciéndose un cambio en la titularidad de los
derechos subjetivos que conforman el objeto del proceso,
fenómeno, que se designa como sucesión procesal o cambio de
partes3. Y, conforme a lo previsto por el inciso 1) de dicho precepto
legal, donde la muerte constituye un acontecimiento imprevisible e
inevitable, también se constituye dicha institución, por cuanto los
herederos, tienen una vocación a la continuación del proceso,
donde su causahabiente era parte. Sin embargo, la continuación
del juicio por los herederos dependerá de la actitud que ellos
asuman frente a la delación de la herencia, esto es, del llamamiento
de la ley a aceptarla o repudiarla. Sólo si aceptan la herencia surge
la posibilidad de materializar la sucesión procesal en un juicio
pendiente donde el causante tenía la calidad de parte. asimismo,
debe señalarse que esta conceptualización coge mayor fuerza con
lo regulado por el Artículo 278° del Código Civil, cuando establece:
“la acción, en que se contaren los Artículos 274° incisos 1, 2, 3 y
277°, no se transmite a los herederos, pero estos pueden
continuar con la iniciada por el causante”. DÉCIMO SEGUNDO.-
De lo actuado en el proceso se tiene lo siguiente: i) En mérito al
Acta de Matrimonio de fecha diecisiete de setiembre de mil
novecientos noventa y siete, Julia Lovón Quispe, pretende se
declare a su favor, lo siguiente: a) La petición de herencia respecto
a los inmuebles ubicados en la Calle Bolívar números 217, 221 y
223, de los terrenos ubicados en NIaypoc Ucro, Pucro Pampa,
Tambobamba, kencha, Chelquereyac, del Distrito de San Sebastián
así como del inmueble ubicado en la Avenida Los Incas Wanchaq
– Cusco; y, b) Se le declare heredera de quien en vida fue su
cónyuge Leoncio Corihuaman Mayta; ii) De la Partida Registral
número 11126843, es de apreciarse del Asiento B0001 que se
registró la sentencia expedida por el Juez del Primer Juzgado de
Paz Letrado de San Sebastián por el cual se declara como
heredero universal de Julia Lovón Quispe -quien falleció el cinco de
marzo de dos mil doce- a Aquilino Mendoza Lovón, siendo
incorporado al proceso por el juez de la causa mediante auto de
fecha veinticinco de enero de dos mil trece como sucesor procesal
de su causante Julián Lovon Quispe; y, iii) De la resolución de
fecha doce de agosto de dos mil trece, el A quo, declaró la
existencia de una relación jurídica procesal válida y saneado el
proceso, al considerar que el demandante acreditó tener capacidad
procesal para realizar actos procesales al interior del proceso,
procediendo como consecuencia de ello a fijar los puntos
controvertidos, admitir y actuar los medios probatorios, para luego
emitir pronunciamiento mediante sentencia de fecha veinte de
noviembre de dos mil catorce declarando infundada la demanda,
decisión que al ser impugnada fue confirmada por el órgano
superior. DÉCIMO TERCERO.- Atendiendo a lo señalado en el
considerando precedente, efectuada la revisión y análisis de autos,
esta Sala Suprema, colige que las decisiones adoptadas se
encuentran incursas en causal de nulidad. Es de observarse que
para el A quo, la demanda deviene en improcedente, por
encontrarse dentro de los supuestos regulado por el Artículo 427°
inciso 1) del Código Procesal Civil, esto es, que el recurrente
carecería de legitimidad para obrar, toda vez, que el derecho de
acción de su causante Julia Lovon Quispe, se extinguió con su
muerte y como tal ya no puede ser declarada heredera de Leoncio
Ccorihuaman Mayta. Razonamiento que resulta incorrecto, por
cuanto no se toma en cuenta que, si bien la acción, es un acto
personalísimo no transmisible al heredero, nuestro ordenamiento
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
procesal en el Artículo 108° inciso 1) del Código Civil, faculta al
mismo, a que pueda intervenir como sucesor procesal y continuar
con el proceso instaurado por su madre fallecida, quien tenía la
calidad de parte. Aspecto que, pese haber sido considerado por el
órgano de mérito en las resoluciones de fechas veinticinco de
enero y doce de agosto de dos mil trece, fueron desconocidas en la
resolución impugnada, constituyendo dicho acto un atentado no
sólo al debido proceso, sino también al acceso de tutela judicial
efectiva, consagrada por el Artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil. Debiendo, ampararse el recurso de casación
en cuanto a éste extremo se refiere. DÉCIMO CUARTO.- Asimismo,
es de apreciarse que el razonamiento sobre el cual, sustenta su
decisión, el juez de la causa, resulta violatorio de los alcances
regulados por el Artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil. En primer lugar, porque la sentencia contiene un
pronunciamiento extra-petita, es decir, el juez se pronunció
respecto a un extremo que no ha sido alegado en la demanda, ni
mucho menos establecido como punto controvertido. No es, el
impugnante, quien está solicitando ser declarado como heredero
de Leoncio Ccorihuaman Mayta ni concurrir a la masa hereditaria
dejada por este, sino que su intervención se circunscribe
específicamente a continuar con el proceso iniciado por su madre,
quien si solicitó ser declarada heredera de Leoncio Ccorihuaman
Mayta y peticionó concurrir con sus coherederas en la herencia
dejada por su cónyuge fallecido. En ese mismo sentido, también se
advierte vulneración a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, porque no toma en cuenta que el razonamiento que se
hace sobre las pretensiones demandadas no pueden servir de
sustento para declarar la improcedencia de una demanda, sino que
las mismas deben ser materia de pronunciamiento, después de
haberse producido un caudal y debate probatorio, para decidir si se
ampara o no el derecho invocado, aspecto que si bien fue alegado
en el recurso de apelación, la Sala Superior haciendo caso omiso,
procedió a confirmar la decisión apelada, transgrediéndose el
derecho al debido proceso consagrado por el Artículo 139° incisos
3) y 5) de la Constitución Política del Perú. Por lo que debe
procederse a declarar fundado el recurso de casación, nula la
sentencia de vista, insubsistente la decisión impugnada y
disponerse que el juez de primera instancia expida nueva decisión,
careciendo de objeto emitir pronunciamiento sobre las causales de
orden material. Fundamentos por los cuales, y en aplicación de lo
regulado por el Artículo 396° inciso 3) del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO: el recurso de casación interpuesto por
Aquilino Mendoza Lovon; en consecuencia, NULA la Sentencia de
Vista expedida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco que confirma la apelada que declara
improcedente e INSUBSISTENTE la sentencia expedida por el
juez de la causa que declaró improcedente la demanda;
ORDENARON remitir los autos al Primer Juzgado - Módulo
Corporativo Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco para
que emita nueva sentencia de acuerdo a los lineamientos
contenidos en el presente pronunciamiento; DISPUSIERON: la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Aquilino
Mendoza Lovón sucesor procesal de Julia Lovón Quispe con
Graciela Ccorihuamán Quispe y otros sobre Declaración de
Herederos y otro; y los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces
Supremos Señores Calderón Puertas y Sánchez Melgarejo por
licencia de los Jueces Supremos Señores Mendoza Ramírez y
Romero Díaz. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.
S.S. CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN
PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA, SÁNCHEZ MELGAREJO
1
FERNÁNDEZ ARCE, César. Código Civil: Derecho de Sucesiones, Fondo
Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú
2
LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Código Civil Comentado por los
100 Mejores Especialistas – Comentario al artículo 32 del Código Civil,
Gaceta Jurídica
3
Código Procesal Comentado: Comparecencia al Proceso sucesión
procesal. Daniel Linarez Aviléz página 626.
C-1569468-1
CAS. Nº 3228-2015 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Materia No Arbitrable. La
inaplicabilidad del arbitraje a los adicionales de obra, se sustenta
en que concierne a fondos públicos y por lo tanto, son indisponibles.
Artículo 53.2 del Texto Único Ordenado de la Ley de Contrataciones
y Adquisiciones del Estado aprobado por Decreto Supremo número
083-2004-PCM. Lima, siete de octubre de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil
doscientos veintiocho – dos mil quince, en Audiencia Pública
realizada en la fecha; y producida la votación correspondiente,
expide la siguiente sentencia: I. ASUNTO: En el presente proceso
de Anulación de Laudo Arbitral, el Consorcio Huarangal ha
interpuesto recurso de casación mediante escrito de fojas
veinticuatro del presente cuaderno, contra la resolución de vista de
fojas doscientos setenta y cuatro, de fecha veintidós de mayo de
dos mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró
fundada la demanda de Anulación de Laudo Arbitral; y en
consecuencia, se declara la nulidad parcial del laudo arbitral en el
extremo segundo de la parte resolutiva, inválida dicha parte sin
97273
reenvío. II. ANTECEDENTES: Mediante Contrato número
060-2011-SEDAPAL, de Adjudicación de Menor Cuantía número
0003-2010-SEDAPAL-CO, Concurso Oferta “Ampliación y
Mejoramiento de los Sistemas de Agua Potable y Alcantarillado del
Esquema San Pedro de Carabayllo – Distrito de Carabayllo”, se le
otorgó al Consorcio Huarangal la Buena Pro, para la elaboración
del estudio definitivo, expediente técnico y ejecución de la obra, por
el monto de cuarenta millones seiscientos cuarenta y un mil
cuatrocientos diez soles con cincuenta y un céntimos
(S/40’641,410.51), dándosele un plazo de trescientos noventa
días, que comprenden tres etapas: elaboración del estudio
definitivo y expediente técnico, ejecución de obras y post
evaluación; pactándose además en la Cláusula Décimo Séptima, el
convenio arbitral ante controversias que pudieran surgir. 1. NIVEL
ARBITRAL: 1.1 DEMANDA ARBITRAL: Consorcio Huarangal
interpuso demanda arbitral contra el Servicio de Agua Potable y
Alcantarillado de Lima - SEDAPAL, con la siguiente pretensión1: .
Que, el Tribunal Arbitral resuelva la controversia surgida por la
inadecuada interpretación del contrato que hace el Servicio de
Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL, al exigirles la
construcción de un Reservorio RP-01 de tres mil metros cúbicos
(3000 m3), cuyo expediente fue aprobado mediante Resolución de
Gerencia de Proyectos y Obras número 032-2012-GPO de fecha
diecinueve de julio de dos mil doce y posteriormente ordenado su
ejecución mediante Carta número 157-2013-EGP-N de fecha
veintiuno de enero de dos mil trece y por consiguiente que el
Tribunal Arbitral ordene a la demandada el pago del costo real de
las partidas ejecutadas, cuyo monto asciende a la suma de
trescientos sesenta y cuatro mil ochocientos cincuenta y un soles
con cincuenta y cinco céntimos (S/364,851.55), más los intereses
legales devengados desde la fecha de producidos hasta la fecha
de pago.- En síntesis, argumenta su demanda arbitral que en los
Términos de Referencia se indica como parte de las obligaciones
contractuales la construcción de un Reservorio RP-01 de tres mil
metros cúbicos (3000m3), que de acuerdo a los Planos E01 y E02
entregados en el proceso de licitación, especificaban las
características técnicas de dicho reservorio, entre otros, el espesor
del muro de cuba de treinta centímetros (30 cm); sin embargo,
luego del recálculo de la resistencia de la estructura con las
dimensiones y resistencia de los materiales indicados en los
Términos de Referencia y a fin de que pueda resistir las cargas
sobre ella y el concreto pueda resistir la agresividad por contenidos
de sulfatos en el suelo, considerándolo así en el Expediente
Técnico, aprobado por la Supervisión como el Servicio de Agua
Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL, mediante Resolución
de Gerencia de Proyectos y Obras número 032-2012-GPO de
fecha diecinueve de julio de dos mil doce, el proyectista realizó
entre otros, la siguiente corrección: Espesor del muro de cuba del
Reservorio RP-01 a un espesor final de muro de cincuenta
centímetros (50 cm). - De ello es posible advertir que el Consorcio
Huarangal solo está obligado al cumplimiento de lo establecido en
el Contrato número 060-2011-SEDAPAL, de modo que, la solicitud
del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL
de ejecutar el reservorio proyectado RP-01 con las nuevas
especificaciones constituye una prestación distinta a la que se
obligó; por tanto, solicita se ordene a la demandada cumpla con
pagar los costos reales por la ejecución de las partidas referidas al
reservorio. 1.2. LAUDO ARBITRAL: Con fecha trece de mayo de
dos mil catorce, se expidió el Laudo Arbitral obrante a fojas setenta
y seis, el que determinó: fundada en parte, y en consecuencia que
corresponde que el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de
Lima - SEDAPAL reconozca y pague al demandante la suma de
trescientos sesenta y cuatro mil ochocientos cincuenta y un soles
con cincuenta y cinco céntimos (S/364,851.55), más los intereses
legales devengados que deberán calcularse desde la fecha de
presentación de la solicitud arbitral, esto es, desde el cuatro de
enero de dos mil trece, hasta la fecha de su pago real y efectivo,
argumentando que: El cambio de espesor de la cuba se encontraba
debidamente sustentado por el Consorcio, lo cual puso en
conocimiento del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima
- SEDAPAL, y por tanto, era obvio que se generaría un mayor
costo, por ello, dichos trabajos deben ser reconocidos. La
inviabilidad alegada por el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado
de Lima - SEDAPAL de modificar los costos sería aplicable en caso
que las magnitudes y calidades de la prestación estén totalmente
definidas en las especificaciones técnicas. 1.3 INTERPRETACIÓN
DE LAUDO: Con fecha tres de junio de dos mil catorce, el Servicio
de Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL presentó
recurso de interpretación y rectificación de laudo por estimar que el
sistema de contratación a suma alzada no admite adicionales de
obra. De modo que, no existía sustento legal para que el contratista
reclame prestaciones adicionales por una supuesta variación de
especificaciones emergentes del diseño estructural. El contratista
ejecutó las actividades contempladas en su contrato sin incurrir en
actividades adicionales. Además, indicó que la controversia
respecto a presupuestos adicionales son materias no arbitrables.
Sin embargo, mediante Resolución número veinte, de fecha treinta
de julio de dos mil catorce, obrante a fojas ciento treinta y seis, el
Tribunal Arbitral denegó la solicitud de interpretación y/o
rectificación de laudo. Precisando que el supuesto contenido en el
artículo 41 de la Ley de Contrataciones con el Estado, referido a la
no arbitrabilidad de las decisiones del Servicio de Agua Potable y
Alcantarillado de Lima – SEDAPAL, sobre la aprobación o no

97274 CASACIÓN
ejecución de las prestaciones adicionales, no resulta aplicable
dado que fue el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima
- SEDAPAL quien exigió la ejecución del RP-01 por parte del
Consorcio conforme a lo señalado en el Expediente Técnico, sin
reconocer el mayor costo que este puede tener en relación con las
dimensiones de espesor definidas en los Términos de Referencia.
2. NIVEL JUDICIAL: 2.1 RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO:
--Según se aprecia de fojas ciento cuarenta y nueve, el Servicio de
Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL interpone
recurso de anulación contra el mencionado Laudo Arbitral emitido
por el Tribunal Arbitral, a fin de que se declare la nulidad por incurrir
en la causal prevista en el artículo 63 inciso 1 acápite e) de la Ley
de Arbitraje, esto es, por haber resuelto sobre materia que de
acuerdo a ley es manifiestamente no susceptible de arbitraje. El
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL
argumenta como sustento de su demanda que: - El veintitrés de
febrero de dos mil once, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado
de Lima - SEDAPAL suscribió el Contrato número
060-2011-SEDAPAL con el Consorcio Huarangal bajo modalidad
de Concurso Oferta y Sistema a Suma Alzada y Precios Unitarios.
- En la modalidad de Concurso Oferta no se requerirá el Expediente
Técnico, debiendo anexar el Estudio de Pre Inversión y el Informe
Técnico que sustentó la declaratoria de viabilidad conforme el
Sistema Nacional de Inversión Pública, así como los planos de
ejecución de obra definitivos, calendario de avance de obra
valorizado, fórmulas polinómicas, etc. Por cuanto recién se va a
elaborar el Estudio Definitivo y Expediente Técnico como producto
del proceso de selección y contrato. - De modo tal que, en la
ejecución de las obras bajo la modalidad de Concurso Oferta, el
valor referencial deberá determinarse teniendo en cuenta el objeto
de la obra y su alcance previsto en los estudios de Pre Inversión,
así como el resultado del estudio de las posibilidades de precios de
mercado. Es así que, en el proceso de elaboración del Expediente
Técnico responde a los términos de referencia emergentes en los
estudios de Pre Inversión, hecho que fue de conocimiento de los
postores. - Durante la elaboración del Expediente Técnico, la
entidad no ha emitido instrucción alguna relacionada con el proceso
de diseño del RP-01 de tres mil metros cúbicos (3000 m3), cuya
responsabilidad radica en el Consorcio en su calidad de consultor
de obra, correspondiendo entonces que, una vez aprobado el
Expediente Técnico se ejecute la obra en base a ello. De modo
que, pretender la variación y/o modificación del espesor de la cuba
del RP-01 de tres mil metros cúbicos (3000 m3), de treinta
centímetros (30 cm) a cincuenta centímetros (50 cm), constituye
una modificación de los términos de Referencia, sería establecer
que se trata de un Rediseño de una estructura ya definida para su
ejecución, lo cual no es cierto, precisamente por la naturaleza de la
modalidad de Concurso Oferta suscrito. - Menciona además, que la
modalidad del concurso no permite el reconocimiento de mayores
metrados, con lo cual se evidencia que se estaría actuando contra
la Ley. - Además, el artículo 41 de la Ley de Contrataciones del
Estado, dispone que la decisión de la Entidad de aprobar o no la
ejecución de prestaciones adicionales, no podrá ser sometida a
arbitraje. 2.2. ABSOLUCIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN: A
fojas doscientos treinta y dos, el Consorcio Huarangal absuelve el
traslado del recurso de anulación bajo los siguientes argumentos:
- Señala que el Tribunal Arbitral resolvió el arbitraje respecto de una
inadecuada interpretación del Contrato por parte del Servicio de
Agua Potable y Alcantarillado de Lima – SEDAPAL; y en
consecuencia, un pago determinado por partidas ejecutadas, y no
producto del análisis de la aprobación o no de un adicional de obra,
tal como se puede desprender del contenido de la tercera
pretensión planteada por el Consorcio. - El Laudo dejó constancia
que el cambio de espesor de la cuba del RP-01 a cincuenta
centímetros (50 cm) constituía un cambio en las especificaciones
técnicas, el mismo que al haber sido aceptado por el Servicio de
Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL, mediante
Resolución número 032-2012-GPO, por el cual se habilitó el
estudio definitivo que habilita la modificación del monto contractual
al no haber estado considerado dicho trabajo en los términos de
referencia. - No corresponde que se admita el recurso de anulación,
ya que el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima -
SEDAPAL tuvo la oportunidad correspondiente para oponerse
formalmente durante el transcurso del arbitraje, siendo competencia
de los árbitros pronunciarse por excepciones. 2.3. SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: La Segunda Sala Civil con Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, emite la
sentencia de fecha veintidós de mayo de dos mil quince, obrante a
fojas doscientos setenta y cuatro, declarando fundada la demanda
y, en consecuencia, declara la nulidad parcial del laudo arbitral, en
el extremo segundo de la parte resolutiva; en consecuencia,
inválida dicha parte sin reenvío, bajo los siguientes argumentos: -
Señala que según el artículo 23 de la Ley Orgánica del Sistema
Nacional de Control y de la Contraloría General de la República -
Ley número 27785, no son arbitrables las decisiones de la
Contraloría en el ejercicio de atribuciones de autorización previa a
la ejecución y pago de presupuestos de adicionales de obra y las
materias comprendidas en el literal k), artículo 22 de la precitada
Ley, esto es, la facultad de la Contraloría de otorgar autorización
previa a la ejecución y al pago de los presupuestos adicionales de
obra pública. - Asimismo, según el artículo 41 de la Ley de
Contrataciones del Estado, la decisión de la Entidad o de la
Contraloría de aprobar o no la ejecución de prestaciones
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
adicionales no puede ser sometida a arbitraje, ya que se podría
alterar el Presupuesto General de la República. - El artículo 41.2 de
la Ley de Contrataciones del Estado, señala que las prestaciones
adicionales de obra pueden ser hasta el quince por ciento (15%)
del total del contrato original, para ello serán aprobados por la
Entidad. Y en caso supere el cincuenta por ciento (50%) será con
autorización previa de la Contraloría. - Se advierte que el conflicto
no se trata de una inadecuada interpretación del contrato por parte
del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL,
sino que está vinculado a la definición legal de adicionales de obra,
contenida en el numeral 46 del Anexo Único de Definiciones del
Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado. - Se puede
concluir que, la Ley de Contrataciones del Estado es expresa y
categórica al establecer qué materias son susceptibles de arbitraje
y cuáles no, correspondiendo amparar la pretensión, que se
encuentra subsumida dentro de la causal que dispone el artículo 63
numeral 1, literal e) de la Ley de Arbitraje. III. RECURSO DE
CASACIÓN: El Consorcio Huarangal interpone recurso de
casación contra dicha sentencia, el mismo que fue declarado
procedente por esta Sala Suprema mediante resolución de fecha
veintiséis de enero de dos mil dieciséis, obrante a fojas sesenta y
dos del presente cuaderno, por las siguientes causales: - Infracción
normativa del artículo 41 inciso 5 de la Ley de Contrataciones
del Estado, señala que el cambio de espesor de la cuba del
Reservorio RP-01 de treinta a cincuenta centímetros (30 a 50 cm)
es una modificación del Expediente Técnico antes y no después de
su aprobación, de modo que no se trató de una obra adicional
conforme a la definición legal. Para que se configure una obra
adicional debe contarse con un Expediente Técnico aprobado. El
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima - SEDAPAL
aprobó el Expediente Técnico de obra con los cambios en el
espesor, de modo que no se trató de una obra adicional sino un
cambio del contenido en el Expediente Técnico previo a su
aprobación. IV. MATERIA JURÍDICA EN DEBATE: La materia
jurídica en debate consiste en determinar si la Sala Superior en la
sentencia impugnada ha contravenido las normas que regulan el
recurso de anulación previsto en el artículo 63 numeral 1 inciso e)
de la Ley de Arbitraje, esto es, si se trata de una materia no
susceptible de arbitraje. V. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: Respecto al Arbitraje: PRIMERO.- Que, previo al
análisis de las infracciones normativas denunciadas es necesario
realizar unas precisiones en cuanto al arbitraje. El arbitraje
entendido como una alternativa que complementa el sistema
judicial puesto a disposición de la sociedad para la solución pacífica
de las controversias respecto a materias de libre disposición y de
naturaleza patrimonial, además, para solución de las controversias
que se generen en la contratación internacional2, cuya jurisdicción
está reconocida además constitucionalmente en el artículo 139
inciso 1 de la Constitución Política del Perú, y por tanto, no supone
en lo absoluto desvinculación del esquema constitucional, ni
mucho menos los derechos y principios reconocidos en ella, más
allá de la especialidad sobre la que pueda versar o de la investidura
de quienes la puedan ejercer. Ahora bien, el Poder Judicial
interviene en el arbitraje de varias formas, una de ellas es cuando
realiza la actividad revisora del laudo, dentro los límites que
establece la Ley de Arbitraje, como son los casos de reconocimiento
de laudos extranjeros y la impugnación del laudo a través del
recurso de anulación a cargo de la Corte Superior, y contra lo
resuelto por aquella, solo en los casos que hubiera anulado el
laudo en forma total o parcial, tiene habilitada la interposición del
recurso de casación ante la Sala Civil de la Corte Suprema,
impugnación que tiene como finalidad evitar situaciones de
arbitrariedad o abuso del poder conferido a los árbitros. --Siendo
ello así, la finalidad del recurso de anulación del laudo, es que el
Poder Judicial ejerza la función de garantizar la vigencia del
derecho fundamental a un Debido Proceso en sede arbitral,
realizando un último y posterior control de legalidad. Este recurso
tiene por objeto revisar únicamente la validez del laudo, esto es, la
forma, sin entrar al fondo de la controversia sometida a arbitraje,
como así lo dispone el artículo 623 inciso 2 del Decreto Legislativo
número 1071 que norma el arbitraje, así pues, por vía del recurso
de anulación no se crea una instancia para examinar el fondo del
asunto, sino una vía para comprobar que el laudo no colisiona con
el orden público, y que lo decidido se ajusta a las reglas básicas por
las que se rige esa institución y a las materias sometidas a su
competencia. El proceso arbitral está regulado por el Decreto
Legislativo número 1071 que norma el arbitraje y en los artículos 62
y 63, así como su Duodécima Disposición Complementaria, se
establecen los parámetros a seguir en un proceso judicial de
Anulación de Laudo Arbitral, el cual solo debe ser planteado
invocando haberse incurrido en alguna de las causales previstas
en los mencionados dispositivos. Respecto al artículo 63 numeral
1, literal e) de la citada norma, cabe señalar que se trata de una
causal sobre la cual el Juez puede pronunciarse por iniciativa
propia o de oficio, debido a que su finalidad es proteger el interés
de la colectividad o del Estado, pues en la controversia de las
partes sometidas al arbitraje no solo intervienen intereses
particulares, sino también, pueden contener materias no
susceptibles de arbitraje por disposición legal, o que transgreden el
orden público, o las buenas costumbres. Así pues, se ha previsto la
nulidad del laudo cuando el Tribunal Arbitral se ha pronunciado
sobre materias que no son pasibles de arbitraje, siendo además
que, en primer término debe dilucidarse esta causal, ya que de ser
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
amparada carecería de sentido emitir fallo respecto de las demás
causales previstas en la norma. Respecto al recurso de casación:
SEGUNDO.- Que, a fin de dilucidar la infracción normativa
denunciada, corresponde precisar en primer término que el artículo
40 del Anexo Único (Anexo de Definiciones) del Decreto Supremo
número 184-2008-EF (Reglamento de la Ley de Contrataciones del
Estado), establece que: “Prestación adicional de obra: Aquella no
considerada en el expediente técnico, ni en el contrato, cuya
realización resulta indispensable y/o necesaria para dar
cumplimiento a la meta prevista de la obra principal.” De modo que,
será adicional de obra todo aquello no contemplado en el Contrato
ni en el Expediente Técnico. TERCERO.- Que, ahora bien, en
cuanto a los sistemas de contratación aplicables a obras de
construcción, el Reglamento mencionado recoge las siguientes
definiciones: Artículo 40.- Sistemas de Contratación De acuerdo
a lo establecido en el Artículo 26, inciso e) de la Ley, las bases
incluirán la definición del sistema de contratación. Los sistemas de
contratación son: 1. Sistema a suma alzada, aplicable cuando las
cantidades, magnitudes y calidades de la prestación estén
totalmente definidas en las especificaciones técnicas, en los
términos de referencia o, en el caso de obras, en los planos y
especificaciones técnicas respectivas. El postor formulará su
propuesta por un monto fijo integral y por un determinado plazo de
ejecución. Tratándose de obras, el postor formulará dicha
propuesta considerando los trabajos que resulten necesarios para
el cumplimiento de la prestación requerida según los planos,
especificaciones técnicas, memoria descriptiva y presupuesto de
obra que forman parte del Expediente Técnico, en ese orden de
prelación; considerándose que el desagregado por partidas que da
origen a su propuesta y que debe presentar para la suscripción del
contrato, es referencial. 2. Sistema de precios unitarios, tarifas o
porcentajes, aplicable cuando la naturaleza de la prestación no
permita conocer con exactitud o precisión las cantidades o
magnitudes requeridas. En este sistema, el postor formulará su
propuesta ofertando precios unitarios, tarifas o porcentajes en
función de las partidas o cantidades referenciales contenidas en
las Bases y que se valorizan en relación a su ejecución real y por
un determinado plazo de ejecución. En el caso de obras, el postor
formulará su propuesta ofertando precios unitarios considerando
las partidas contenidas en las Bases, las condiciones previstas en
los planos y especificaciones técnicas, y las cantidades
referenciales, y que se valorizan en relación a su ejecución real y
por un determinado plazo de ejecución. 3. Esquema mixto de
Suma Alzada y Precios Unitarios, al que podrán optar las
Entidades si en el Expediente Técnico uno o varios componentes
técnicos corresponden a magnitudes y cantidades no definidas con
precisión, los que podrán ser contratados bajo el sistema de
precios unitarios, en tanto, los componentes cuyas cantidades y
magnitudes estén totalmente definidas en el Expediente Técnico,
serán contratados bajo el sistema de suma alzada. (Lo resaltado es
nuestro). Artículo 41.- Modalidades de Ejecución Contractual
Cuando se trate de bienes u obras, las bases indicarán la modalidad
en que se realizará la ejecución del contrato, pudiendo ésta ser: 1.
Llave en mano: Si el postor debe ofertar en conjunto la
construcción, equipamiento y montaje hasta la puesta en servicio
de determinada obra, y de ser el caso la elaboración del Expediente
Técnico. En el caso de contratación de bienes el postor oferta,
además de éstos, su instalación y puesta en funcionamiento. 2.
Concurso oferta: Si el postor debe ofertar la elaboración del
Expediente Técnico, ejecución de la obra y, de ser el caso el
terreno. Esta modalidad sólo podrá aplicarse en la ejecución de
obras que se convoquen bajo el sistema a suma alzada y siempre
que el valor referencial corresponda a una Licitación Pública. Para
la ejecución de la obra es requisito previo la presentación y
aprobación del Expediente Técnico por el íntegro de la obra. En el
caso de obras convocadas bajo las modalidades anteriores, en que
deba elaborarse el Expediente Técnico y efectuarse la ejecución
de la obra, el postor deberá acreditar su inscripción en el RNP
como ejecutor de obras y consultor de obras. Dicha acreditación
podrá ser realizada de manera individual o mediante la
conformación de un consorcio (Lo resaltado es nuestro). CUARTO.-
Que, de conformidad con las disposiciones indicadas en el
considerando precedente y de acuerdo al Contrato número
060-2011-SEDAPAL, se trató de un Esquema Mixto de Suma
Alzada y Precios Unitarios, y la modalidad de ejecución sería una
de Concurso Oferta. Asimismo, conforme consta de los Términos
de Referencia (obrante a fojas ochocientos noventa y siete del
Tomo II del Expediente Arbitral), las Obras Generales serían
mediante el sistema de Suma Alzada, mientras que, las Obras
Secundarias a Precios Unitarios, encontrándose además, que
dentro del rubro de Obras Generales de Agua Potable se encuentra
la Construcción del Reservorio Apoyado RP-01 de tres mil metros
cúbicos (3,000 m3). QUINTO.- Que, respecto al Sistema de
Contratación de Suma Alzada, este puede ser absoluto o relativo;
en el primer supuesto, es rígido y no da lugar a modificaciones de
obra ni de precio, en cambio en el segundo supuesto, sí permite
modificaciones en la obra como en el precio. Al respecto indica
Emilio Cassina4 que: “En los contratos de obra a Suma Alzada el
precio global pactado de antemano es fijo e inmodificable en tanto
la obra no sufra variaciones. Cualquier variación del contrato que
signifique un aumento del valor de la obra o del trabajo realizado en
ella, es una prestación adicional y se pagará siempre que,
previamente a su ejecución, se haya ordenado o autorizado por
97275
escrito por el Titular o la máxima autoridad administrativa de la
Entidad o convenida por este con el Contratista. Para ello se
necesita presentar un Presupuesto Adicional”. De lo mencionado,
se puede entender entonces que, los Sistemas de Suma Alzada,
siempre que sea relativa, admitirán prestaciones adicionales.
SEXTO.- Que, siendo ello así, y habiendo sido acreditado que
existió una variación de los Términos de Referencia materia del
contrato, mediante Resolución de Gerencia de Proyectos y Obras
número 032-2012-GPO de fecha diecinueve de julio de dos mil
doce, en el que el proyectista realizó entre otros, la corrección del
espesor del muro de cuba del Reservorio RP-01 de treinta
centímetros (30 cm) a un espesor final de muro de cincuenta
centímetros (50 cm), lo que generó un sobrecosto ascendente a
trescientos sesenta y cuatro mil ochocientos cincuenta y un soles
con cincuenta y cinco céntimos (S/364,851.55), esto constituye una
prestación adicional de obra, que a su vez genera un presupuesto
adicional de obra, cuestión que, según el artículo 41 de la Ley de
Contrataciones del Estado, se trata de una materia que no puede
ser sometida a arbitraje. SÉTIMO.- Que, respecto a la arbitrabilidad
de los adicionales de obra en el supuesto presentado en este caso
concreto, respecto a ello, y como señalan algunos autores, la
inaplicabilidad del arbitraje en esta materia se sustenta en que se
trataría de fondos públicos y por lo tanto, indisponibles; afirmación
discutible, por cierto, si consideramos, que el Estado se presenta
en el mercado como un postor más, en igualdad de condiciones, de
conformidad con el artículo 63 de la Constitución Política del Perú,
que preceptúa que: “La inversión nacional y la extranjera se sujetan
a las mismas condiciones. (…) El Estado y las demás personas de
derecho público pueden someter las controversias derivadas de
relación contractual a tribunales constituidos en virtud de tratados
en vigor. Pueden también someterlas a arbitraje nacional o
internacional, en la forma en que lo disponga la ley”. Sin embargo,
de modo específico el artículo 41 de la Ley de Contrataciones del
Estado, excluye los adicionales de obra, en forma expresa, no
correspondiendo a la judicatura, en aplicación del Principio de
Legalidad, emitir decisión contra legem. -- OCTAVO.- Que, por lo
tanto, en relación a la denuncia contenida en el recurso de
casación, esto es, por infracción normativa del artículo 41 inciso 5
de la Ley de Contrataciones del Estado, esta debe ser desestimada.
VI. DECISIÓN: Por estas consideraciones y en estricta aplicación
del primer párrafo del artículo 397 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, declararon: a. INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto por Consorcio Huarangal a fojas
veinticuatro del presente cuaderno; en consecuencia, NO
CASARON la resolución de vista de fojas doscientos setenta y
cuatro, de fecha veintidós de mayo de dos mil quince, expedida por
la Segunda Sala Civil Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima. b. DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por el Servicio de Agua Potable y
Alcantarillado de Lima - SEDAPAL contra el Consorcio Huarangal,
sobre Anulación de Laudo Arbitral; y los devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Debe señalarse que fueron 7 pretensiones principales planteadas en la
demanda arbitral, sin embargo, sólo será expresada en la presente sentencia
aquella que fue sustento del recurso de anulación de laudo arbitral.
2
STC 6167-2005-PHC/TC, del 2 de febrero de 2006, fundamento 10 (caso:
Fernando Cantuarias Salaverry).
3
Artículo 62.- Recurso de anulación.
1. Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso
constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión
de su validez por las causales taxativamente establecidas en el artículo 63.
2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo.
Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la
controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.
4
Cassina Rojas, Emilio. Obras adicionales y mayores metrados. En: Revista
Peruana de Arbitraje N° 06 (2008) pp.111-124.
C-1569468-2
CAS. Nº 3275-2016 PUNO
VIOLENCIA FAMILIAR. Lima, quince de setiembre de dos mil
dieciséis. VISTOS; con los acompañados; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Marco Antonio Carcausto
Carpio en representación del menor de iniciales C.F.C.Z. a fojas
quinientos cuatro, contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
sesenta y nueve, de fecha cinco de julio de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno,
que confirma la sentencia de primera instancia contenido en la
Resolución número veinticinco, de fecha siete de setiembre de dos
mil quince, obrante a fojas cuatrocientos, que declaró infundada la
demanda; por lo que debe examinarse los requisitos de
admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que,
en tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, se tiene que el presente recurso cumple con dichos
requisitos, esto es: I) Se recurre una sentencia expedida por la Sala
Superior que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso;

97276 CASACIÓN
II) Se ha presentado ante la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Puno, que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido
interpuesto dentro del plazo de diez días de notificado con la
resolución impugnada, pues el recurrente fue notificado el siete de
julio de dos mil dieciséis, según cédula de notificación de fojas
cuatrocientos setenta y nueve, y presentó el recurso de casación el
veinte de julio de ese mismo año; y, IV) No adjunta el respectivo
arancel judicial por concepto de recurso de casación al contar con
Auxilio Judicial, según consta a fojas cuatrocientos treinta y dos.
TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley acotada, se advierte que el recurrente no consintió la
resolución expedida en primera instancia que le fue desfavorable a
sus intereses, al haberla apelado mediante escrito de fojas
cuatrocientos ocho, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma
procesal anotada. CUARTO.- Que, debe considerarse que el
recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que tiene como fin esencial la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; en ese sentido, debe fundamentarse de manera clara,
precisa, y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
QUINTO.- Que, el recurrente denuncia la causal de infracción
normativa del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, sostiene que el Ad quem ha infringido la
observancia del Debido Proceso y la Tutela Jurisdiccional Efectiva,
ya que no ha examinado los agravios denunciados como “error de
hecho” de su recurso de apelación. Asimismo, afirma que la Sala
Superior no ha cumplido con motivar en absoluto los agravios
denunciados por la Fiscalía de Familia de Puno, tan solo se ha
limitado a señalar vagamente, que estos deben ser desestimados
por los mismos fundamentos descritos en los considerandos que
preceden, y que los hechos alegados como actos de Violencia
Familiar no se encuentran acreditados en autos de manera clara;
sin embargo, este mero argumento constituye un vicio que acarrea
la nulidad de la sentencia de vista; en consecuencia, no se ha
obtenido del órgano judicial una respuesta razonada, motivada y
congruente. SEXTO.- Que, del examen de la argumentación
expuesta se advierte que el recurrente no cumple con los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, esto es, describir con claridad y precisión la infracción
normativa así como demostrar la incidencia directa sobre la
decisión impugnada, puesto que hace referencia a cuestiones de
hecho ya dilucidadas por las instancias de mérito, advirtiéndose
que lo que pretende es una modificación del criterio asumido, más
aun si la Sala Superior ha establecido que del Protocolo de Pericia
Psicológica número 004237-2014-PSC, efectuado al menor de
iniciales C.F.C.Z. presuntamente agredido, llevado a cabo por la
psicóloga de la División Médico Legal de Puno obrante a fojas
ochenta y cuatro de autos, llega a la conclusión que “DESPUÉS DE
EVALUAR A CARCAUSTO ZAPANA CARLOS FERNANDO,
SOMOS DE LA OPINIÓN QUE PRESENTA: 1.- Estado emocional
eutímico normal. 2.- Hogar desintegrado con relación disfuncional
entre sus progenitores”. Evidenciándose el estado anímico normal
del menor. Asimismo, los insultos, humillaciones, amenazas y
burlas por parte de los demandados no se encuentran acreditados
con la actuación de algún medio probatorio. Aunado a que las
declaraciones del menor C.F.C.Z. deben contar con mayores
medios probatorios que acrediten lo indicado por dicho menor, ya
que el Principio del Interés Superior del Niño y Adolescente no
dispone que se tome por cierto lo alegado por todo menor, por el
contrario, es recogido en el artículo 3 de la Convención de los
Derechos del Niño de mil novecientos ochenta y nueve, aprobada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas el veinte de
noviembre de mil novecientos ochenta y nueve y a nivel nacional
en el artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y
Adolescentes, que lo consagra como un principio rector, no dispone
que se tome por cierto lo alegado por todo menor. Por otro lado, no
ha quedado establecido que Edwin Díaz Cancino habite en el
mismo lugar donde ocurrieron los hechos, pues existen medios
probatorios que restan valor probatorio a la ficha informativa cuya
valoración alega el recurrente. Finalmente, en cuanto a que se ha
dado respuesta a los agravios, el recurso de apelación interpuesto
por el representante del Ministerio Público, se advierte una
motivación por remisión que se encuentra convalidada, cumpliendo
con precisar de forma adecuada, suficiente y congruente los
fundamentos de hecho y de derecho que sustentan su decisión,
emitiendo un pronunciamiento de fondo acorde con lo alegado por
las partes y debatido en el proceso, desvirtuando los agravios
expresados en el recurso de apelación. SÉTIMO.- Que, respecto a
la exigencia prevista en el inciso 4 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, si bien el recurrente cumple con indicar su pedido
casatorio es anulatorio como principal y revocatorio como
subordinado, no es suficiente para atender el recurso materia de
calificación, en virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código
Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de procedencia de
este recurso extraordinario son concurrentes. Por estos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
fundamentos y de conformidad con el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Marco Antonio Carcausto Carpio en
representación del menor de iniciales C.F.C.Z. a fojas quinientos
cuatro, contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos sesenta
y nueve, de fecha cinco de julio de dos mil dieciséis, emitida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad, en los seguidos por el Ministerio
Público contra Rosario Zapana Gómez y otro en agravio del menor
de iniciales C.F.C.Z. (representado por Marco Antonio Carcausto
Carpio), sobre Violencia Familiar en la modalidad de Maltrato sin
Lesión; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569468-3
CAS. Nº 4900-2016 DEL SANTA
EJECUCIÓN DE GARANTÍA HIPOTECARIA. Lima, veintidós
de febrero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Negociaciones Antares
Empresa Individual de Responsabilidad Limitada a fojas ciento
setenta y cuatro, contra la resolución de vista de fojas ciento
cincuenta, de fecha trece de octubre de dos mil dieciséis, emitida
por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del
Santa, que confirma el auto final de fojas ciento dieciocho, de
fecha uno de junio de dos mil dieciséis, que declara infundada la
contradicción y la nulidad formuladas por la empresa ejecutada; en
consecuencia, ordena llevar adelante el remate del bien inmueble
sub litis. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la empresa recurrente la
sentencia de primera instancia que le fue adversa, satisface el
requisito de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso
1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su
recurso denuncia: A) Infracción normativa del artículo 155 del
Código Procesal Civil: Sosteniendo que no se ha notificado al
codemandado Julio Manuel Torres Aguilar con las resoluciones
emitidas por la judicatura. Al haberse omitido los actos de
notificación al codemandado titular de los derechos inmobiliarios,
ello incide directamente en la resolución impugnada, debido a
que se ha viciado el proceso; en consecuencia, es nulo el auto
de vista, pues previamente debe cumplirse con notificarse el auto
final a todas y cada una de las partes. CUARTO.- En principio, se
debe señalar que la alegación postulada por la empresa recurrente
debe desestimarse de plano, por cuanto no se ha denunciado en
apelación y por ello no cumple con el requisito establecido en el
artículo 388 inciso 1 del Código Procesal Civil. Cabe agregar que,
en atención a esta norma no pueden ponerse en debate en sede
casatoria temas distintos a los discutidos ante las instancias de
mérito. QUINTO.- Sin perjuicio de lo antes indicado, debe agregarse
que de conformidad con el artículo 358 del Código Procesal Civil,
el recurrente debe precisar el agravio, vicio o error que motiva
su recurso, entendiéndose que éstos deben corresponder a su
esfera de intereses. Sin embargo, ello no ha sido cumplido por la
ahora empresa recurrente, pues el afectado con el presunto vicio
alegado sería la persona de Julio Manuel Torres Aguilar, mas no
Negociaciones Antares Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada (ahora recurrente), no acreditando, además, de qué
modo le afectaría tal presunto vicio. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Negociaciones Antares Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada a fojas ciento setenta y cuatro, contra la resolución de
vista de fojas ciento cincuenta, de fecha trece de octubre de dos
mil dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia del Santa; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Scotiabank Perú contra Negociaciones Antares
Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, sobre Ejecución
de Garantía Hipotecaria; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-4
CAS. Nº 4934-2016 LIMA SUR
DECLARACIÓN DE UNIÓN DE HECHO. Lima, veintitrés de
febrero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Antonia Rebeca Villalobos
Cáceres a fojas seiscientos sesenta y dos, contra la sentencia de
vista de fojas seiscientos dieciocho, de fecha trece de setiembre
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima Sur; que confirma la sentencia apelada, de
fojas cuatrocientos sesenta y uno, de fecha uno de julio de dos
mil quince; la corrige, disponiendo el reconocimiento de la unión
de hecho entre Mercedes Alarcón Guizado y de quien en vida fue
Víctor Ccahuana Villalobos desde el año mil novecientos ochenta
y seis hasta el año mil novecientos ochenta y nueve. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido el recurrente la sentencia de primera instancia, que le ha
sido adversa, satisface el requisito de procedencia contenido en el
artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como
sustento de su recurso denuncia: A) Infracción del artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú; de las normas que
garantizan la tutela jurisdiccional efectiva: a) Se ha inaplicado
lo dispuesto en el artículo 326 del Código Civil, pues según obra
en el documento de identidad de la demandante la dirección que
brinda no concuerda con el último domicilio del causante Víctor
Ccahuana Villalobos. La demanda ha sido dirigida contra Víctor
Hugo Ccahuana Alarcón, quien tenía once meses de nacido en la
fecha del deceso de su hijo Víctor Ccahuana Villalobos, por lo que
no puede dar fe sobre si existió convivencia con la demandante. b)
No se han acreditado con ningún tipo de documentos los elementos
constitutivos del reconocimiento de unión de hecho; es más, según
Acta de Defunción de Víctor Ccahuana Villalobos en la fecha de
su deceso vivía en el inmueble de la recurrente (su madre). B)
Con relación al traslado de la resolución número veintitrés en la
cual se adjunta una carta presentada por la demandante de fecha
veinticuatro de enero de mil novecientos ochenta y ocho, fecha en
que su hijo Víctor Ccahuana Villalobos se encontraba internado en
la Escuela de la Policía Nacional, por lo que con dicho documento
se acredita que no había convivencia. No se tiene certeza que
dicho documento haya sido redactado por su hijo, porque no se
ha adjuntado un peritaje grafo técnico que así lo determine, por lo
que debe ser rechazado. Asimismo, la firma de la libreta electoral
de su hijo no concuerda con la firma que obra en la carta adjuntada
por la demandante. CUARTO.- Se aprecia meridianamente que
la totalidad de las alegaciones de la recurrente están orientadas
a que esta Sala de Casación efectúe una nueva valoración del
material probatorio del proceso. Sin embargo, ello no corresponde
a la labor casatoria, tal como está establecida en el artículo 384
del Código Procesal Civil. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Antonia
Rebeca Villalobos Cáceres a fojas seiscientos sesenta y dos,
contra la sentencia de vista de fojas seiscientos dieciocho, de
fecha trece de setiembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Mercedes
Alarcón Guizado contra Victor Hugo Ccahuana Alarcón y otro,
sobre Declaración de Unión de Hecho; y los devolvieron. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-5
CAS. Nº 4901-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Sumilla.- Motivación:
Una de las garantías que compone el Derecho al Debido Proceso
es la contenida en el inciso 5 del artículo 139 de la constitución
Política del Perú, que preceptúa que toda resolución que emita una
instancia judicial, debe estar debidamente motivada, esto es, que
deberá contener: a) fundamentación jurídica; b) congruencia entre
lo pedido y lo resuelto; y c) suficiente justificación de la decisión
adoptada (…) norma que guarda armonía con lo previsto en los
artículos 50 inciso 6 y 122 numerales 3 y 4 del Código Procesal
Civil y 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial que preceptúan armoniosamente que toda resolución
judicial debe contener una expresión fáctica y jurídica coherente
sobre los puntos en debate del proceso que son establecidos en
función a lo alegado por las partes; ello en aras de tutelar, entre
otros el derecho a la defensa, pues a partir de lo que se informe en
una resolución, las partes podrán proponer las estrategias que
mejor convenga a sus intereses. Lima, veintiuno de octubre de dos
mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número cuatro mil novecientos uno – dos mil quince, en audiencia
de la fecha y producida la votación con arreglo a ley, emite la
siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación corriente a fojas tres mil treinta y siete
interpuesto por la Empresa Nacional Pesquera Sociedad Anónima
en Liquidación – Pesca Perú, contra la sentencia de vista de fojas
tres mil veintiuno, de fecha veintidós de julio de dos mil quince,
expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima que confirma la apelada de fojas dos mil novecientos
cuarenta y uno, de fecha doce de mayo de dos mil catorce que
declaró fundada en parte la demanda de fojas doscientos cincuenta
y dos, ordenando que la impugnante cumpla con pagar a la
demandante Asociación de Armadores Pesqueros del Sur la suma
de cuatro millones novecientos cuarenta y cinco mil quinientos
cuarenta y cuatro soles con cuarenta y nueve céntimos
(S/4’945,544.49), más intereses legales, sin costas ni costos. 2.-
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE DECLARÓ
PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante Resolución Suprema de
fecha diez de marzo de dos mil dieciséis, se declaró PROCEDENTE
el recurso interpuesto, por las siguientes causales: a)
Contravención a las normas que garantizan el Derecho a un
Debido Proceso (Artículo 139 inciso 3) de la Constitución
Política del Perú), señala que no se ha explicado ni fundamentado
las razones de hecho y derecho para arribar a una obligación de
97277
pago que es inconsistente, pues no se ha analizado si el monto
ordenado a pagar corresponde a la aplicación de la metodología
pactada en el Convenio de fecha treinta de mayo de mil novecientos
ochenta y ocho; tanto más si el Juez desconocía si las fórmulas
utilizadas eran similares o distintas; b) Infracción normativa del
artículo 1362 del Código Civil, a través de la cual se ha señalado
que el contrato obliga no solo a lo expresamente previsto sino
también a todo aquello conforme a la naturaleza del contrato y al
tenor de la buena fe, la misma que tiene la misión de integrar y
corregir la voluntad privada que ha dado vida al negocio, de modo
que la demandante ha actuado contra sus propios actos, pues
recién a partir de la ruptura del vínculo contractual es que empieza
a cuestionar el método utilizado por la recurrente; además se ha
indicado por medio de esta causal que la común intención de las
partes era establecer un precio variable de manera diaria y no un
precio fijo por una determinada cantidad de meses, para evitar que
ni los vendedores ni el comprador se perjudicaran con un precio
desactualizado. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO: Constituye uno
de los Principios y Derechos de la Función Jurisdiccional, la
observancia del Debido Proceso y la Tutela Jurisdiccional, tal como
lo establece el numeral 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú. SEGUNDO: Una de las garantías que compone el
Derecho al Debido Proceso es la contenida en el inciso 5 del
artículo 139 de la referida Carta Magna, que preceptúa que toda
resolución que emita una instancia judicial debe estar debidamente
motivada; esto es, que deberá contener: a) Fundamentación
jurídica; b) Congruencia entre lo pedido y lo resuelto; y c) Suficiente
justificación de la decisión adoptada, aún si ésta es breve o
concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión;
norma que guarda armonía con lo previsto en los artículos 50 inciso
6 y 122 numerales 3 y 4 del Código Procesal Civil y 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial que
preceptúan armoniosamente que toda resolución judicial debe
contener una expresión fáctica y jurídica coherente sobre los
puntos en debate del proceso, que son establecidos en función a lo
alegado por las partes; ello en aras de tutelar, entre otros, el
Derecho a la Defensa, pues éstas a partir de lo que se informe en
una resolución, podrán proponer las estrategias que mejor
convenga a sus intereses. TERCERO: Por escrito de fojas
doscientos cincuenta y dos, la Asociación de Armadores Pesqueros
del Sur, en representación de la Empresa Pesquera San Martín de
Porras Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada y
veinticinco Corporaciones más, interponen demanda de Obligación
de Dar Suma de Dinero a efecto de que se ordene que la Empresa
Nacional Pesquera – Pesca Perú Sociedad Anónima cumpla con
pagarle la suma de cinco millones quinientos treinta y nueve mil
ciento sesenta soles con noventa y dos céntimos (S/5’539,160.92)
por concepto de reintegros de precio desde el uno de enero de mil
novecientos noventa al veintitrés de junio de mil novecientos
noventa y cinco, por el suministro (venta) de pescado crudo
entregado y no pagado íntegramente según Convenio de fecha
treinta de mayo de mil novecientos ochenta y ocho suscrito entre
ambas partes. CUARTO: Como sustento de su pretensión, la
actora señala que con fecha veintisiete de octubre de mil
novecientos ochenta y cuatro celebraron con la demandada un
convenio por el cual se obligaba a suministrarle pescado y ésta a
pagar su precio, conforme a los términos y condiciones que constan
en dicho instrumento; habiendo acordado el treinta de mayo de mil
novecientos ochenta y ocho suscribir un nuevo convenio comercial
bajo la siguiente forma de determinar el precio: “A partir de la fecha,
el precio de la materia prima entregada por los Armadores a Pesca
Perú se determinará como sigue: Precio de la Tonelada de Harina
de Pescado Candf Hamburgo, Información Reuter del último día
del mes anterior, menos el descuento de cuarenta y cuatro dólares
americanos (US$44) por concepto de flete, por el porcentaje de
diez por ciento (10.0%), convirtiéndolo a moneda nacional al tipo
de cambio que reciba el exportador”, es decir, al precio Candf –
Hamburgo, aparecido el último día del mes anterior, en la
Información Reuter (independientemente del periodo de
operaciones comerciales a que corresponda) se resta cuarenta y
cuatro dólares (US$44) y a este resultado se aplica el diez por
ciento (10%); monto porcentual éste que constituye el precio que la
demandada debió pagarle por la tonelada de pescado (durante
todo el mes), previa conversión a moneda nacional al tipo de
cambio que reciba el exportador correspondiente a la fecha de
pago, la misma que se efectuaba todos los miércoles de cada
semana. QUINTO: Añade que no obstante, contraviniendo el
mencionado convenio, la emplazada incluyó la cotización FOT en
los cálculos que ella efectuaba para determinar el precio de la
tonelada de pescado, situación que motivó a que por intermedio de
la Corporación Nacional de Armadores Pesqueros formulara
insistentes reclamos, habiendo la demandada con fecha
veinticuatro de mayo de mil novecientos noventa y cinco remitido la
Carta Notarial número 064-95-PD/GG en la que le comunica que
pone fin al convenio materia de la presente litis, la que surtió
efectos luego de treinta días de recepcionada, esto es a partir del
veinticuatro de junio del citado año; por lo que corresponde que la
emplazada le abone el monto reclamado, suma que fluye de la
Hoja de Cálculo efectuada por un Contador Colegiado, que corre a
fojas cincuenta y uno. SEXTO: Mediante sentencia de vista de
fecha veintidós de julio de dos mil quince, el Colegiado de la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima al
declarar fundada en parte la demanda ha concluido que la

97278 CASACIÓN
emplazada incumplió con los términos del convenio celebrado por
las partes, por hacer los pagos aplicando la fórmula precio Fot –
Hamburgo, que resulta ser distinta a la acordada por las partes;
toda vez que lo pactado exigía la aplicación de la fórmula contenida
en la información Reuter, conforme a los precios Cand Frange
Bremen – Hamburgo; tal como es de verse del escrito de absolución
de las observaciones efectuadas por el Perito Jorge Paredes
Bustamante de fojas mil quinientos cuarenta y tres que son
precisamente los términos que las partes pactaron en el Convenio
de mil novecientos ochenta y ocho; por lo que corresponde que se
ordene pagar la suma de cuatro millones novecientos cuarenta y
cinco mil quinientos cuarenta y cuatro soles con cuarenta y nueve
céntimos (S/4’945,544.49) por el periodo comprendido entre enero
de mil novecientos noventa y junio de mil novecientos noventa y
cinco, según dictamen pericial de fojas mil cuatrocientos cuarenta
que ha tenido en cuenta la venta de la materia prima a la
demandada aplicando la fórmula contenida en la Información
Reuter conforme a los precios Cand Frange Bremen – Hamburgo;
tanto más si -según refiere- se dejó establecido en la sentencia de
vista de fecha seis de octubre de dos mil once corriente a fojas dos
mil ochocientos cincuenta y ocho, que las conclusiones de la
Pericia en mención han quedado firmes conforme a la Resolución
número 77 de fecha tres de abril de dos mil, obrante a fojas mil
seiscientos veintisiete. SÉTIMO: Es de verse de autos, que por
escrito de fojas mil cuatrocientos cuarenta y nueve el Perito
Contador Jorge Paredes Bustamante anexó su Dictamen Pericial,
apreciándose que éste analizó entre otros aspectos, las hojas de
Información Reuter proporcionadas por las partes, para señalar
que aquéllas contienen además de otras partidas, en lo referente a
la harina de pescado para el mes de marzo de 1994: “1.- FISHMEAL
64 PCT PROTEIN IN BULK FREE ON TRUCK FOB SPOT 68.50
– FEB. 68.50 – MAY/APRIL 68.50; y 2.- BREMEN – HAMBURGO
RANGE CAND F IN BULK PERU 64 PCT FEB/MAR 370.00
(370.00) USD”, concluyendo finalmente que la diferencia que debe
reintegrar la Empresa Nacional Pesquera – Pesca Perú Sociedad
Anónima en Liquidación asciende al importe de cuatro millones
novecientos cuarenta y cinco mil quinientos cuarenta y cuatro soles
con cuarenta y nueve céntimos (S/4’945,544.49). OCTAVO: Tal
prueba documental motivó a que Pesca Perú formulara una serie
de observaciones de índole técnico, tanto en la audiencia de
pruebas del veinticinco de noviembre de mil novecientos noventa y
nueve cuya acta corre a fojas mil quinientos catorce, como a través
de su escrito de fojas mil quinientos dieciocho, entre ellas, que: i)
no se había explicado detalladamente los Incoterms utilizados en
las Hojas Reuter, la relación de éstos y la metodología establecida
en el Convenio de mil novecientos ochenta y ocho, y; ii) no se había
indicado que es un precio Fot Hamburgo, menos que es el precio C
+ F HAMBURGO y C + F RANGE BREMEN HAMBURGO y la
diferencia que existe entre ambos términos; asimismo, por escrito
de fojas mil quinientos cincuenta y cuatro la emplazada cuestionó
el monto de los honorarios profesionales ascendente a la suma de
cuarenta y cuatro mil soles (S/44,000.00) que el órgano de auxilio
judicial propuso a través de su escrito de fojas mil cuatrocientos
sesenta y cuatro por la elaboración del referido informe. NOVENO:
De otro lado, mediante Resolución número 77 de fecha tres de abril
de dos mil, corriente a fojas mil seiscientos veintisiete se declaró
infundada la observación al monto propuesto como honorarios por
el perito Jorge Paredes Bustamante formulada por Pesca Perú a
través de su escrito de fojas mil quinientos cincuenta y cuatro,
estableciendo el Juez de la causa que por su labor profesional de
aquél las partes abonen de manera equitativa la suma de veinte mil
soles (S/20,000.00) a razón de diez mil soles (S/10,000.00) cada
uno, decisión que al ser impugnada por dicha empresa fue
revocada según aparece de la Resolución de fecha veinticuatro de
noviembre del año dos mil que en copia certificada corre a fojas mil
ochocientos uno expedida por la Sala de Procesos Abreviados y de
Conocimiento de la Corte Superior de Justicia de Lima, la que fijó
en la suma de seis mil soles (S/6,000.00) el monto que debe ser
abonado como honorarios profesionales en favor del mencionado
perito. DÉCIMO: De lo anotado anteriormente, es indudable que
surgen dos aspectos que es menester destacar; lo primero, que
existe un claro cuestionamiento al Dictamen Pericial corriente a
fojas mil cuatrocientos cuarenta y nueve en torno a la metodología
empleada en dicha prueba a la luz de lo pactado por las partes en
el Convenio de mil novecientos ochenta y ocho y lo segundo, que
la Resolución número 77 de fecha tres de abril del año dos mil
corriente a fojas mil seiscientos veintisiete, a la que hace referencia
igualmente la Resolución de Vista de fecha seis de octubre de dos
mil once corriente a fojas dos mil ochocientos cincuenta y ocho que
decretara la nulidad del fallo de primera instancia emitido en
anterior oportunidad con fecha quince de noviembre de dos mil
tres, únicamente circunscribió su pronunciamiento en lo que atañe
a la observación formulada a los honorarios profesionales
propuestos por el perito Jorge Paredes Bustamante. DÉCIMO
PRIMERO: En tal sentido, la Sala Revisora se equivoca al sostener
que las conclusiones que contiene la Pericia practicada por Jorge
Paredes Bustamante obrante a fojas mil cuatrocientos cuarenta y
nueve han quedado firmes conforme a la Resolución número 77
del tres de abril de dos mil corriente a fojas mil seiscientos
veintisiete, ya que como se ha dejado establecido el análisis en
dicho acto procesal estuvo orientado a la observación a la
propuesta de los honorarios profesionales del referido órgano de
auxilio judicial y no a la metodología empleada en el aludido
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Dictamen Pericial, aspecto que al no ser advertido ha generado la
emisión de un fallo que transgrede lo dispuesto en los artículos 12
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
122 inciso 3 del Código Procesal Civil que exigen que toda
Resolución Judicial debe estar sustentada en el mérito de lo
actuado y en el Derecho. DÉCIMO SEGUNDO: Además se advierte
una insuficiente motivación por parte del Colegiado Superior al
señalar que la Información Reuter conforme a los precios C AND F
RANGE BREMEN – HAMBURGO obedece a los términos que
pactaron las partes en el Convenio de mil novecientos ochenta y
ocho, conforme al escrito de absolución de las observaciones
efectuadas por el Perito Jorge Paredes Bustamante a fojas mil
quinientos cuarenta y tres, pues es necesario, en aras de
resguardar el Derecho de Defensa del Justiciable, que se den a
conocer las razones por las cuales se arriba a tal conclusión a la luz
del mencionado escrito, habida cuenta de los cuestionamientos
que se han formulado al Incoterms empleado en el dictamen
pericial del mencionado órgano jurisdiccional; por lo que es claro
que el agravio contenido en el recurso de apelación de fojas dos mil
novecientos sesenta y cuatro, consistente en que la fórmula CANF
RANGE BREMEN – HAMBURGO difiere de CANDF HAMBURGO
no ha sido desvirtuado adecuadamente, infringiéndose lo dispuesto
en los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú. DÉCIMO TERCERO: Otro aspecto que no ha tenido en
cuenta la Sala de Vista es que a través del citado medio
impugnatorio (recurso de apelación de fojas dos mil novecientos
sesenta y cuatro), la recurrente propuso en debate la buena fe en
el modo en que se ejecutó el contrato sub judice (atendiendo al
tiempo transcurrido de ejecución del contrato, sin que la actora
haya cuestionado en modo alguno la fórmula aplicada por la parte
demandada), lo cual no ha merecido pronunciamiento alguno,
contraviniéndose no solo lo dispuesto en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, sino además lo previsto en los
artículos 50 inciso 6 y 122 inciso 4 del Código Procesal Civil, que
exigen que el pronunciamiento del órgano jurisdiccional debe ser
coherente con lo expresado por las partes. DÉCIMO CUARTO: Al
haberse detectado los vicios antes anotados, los mismos que
generan la nulidad de la recurrida a tenor de lo previsto en el
artículo 171 del Código Procesal Civil, corresponde ordenar la
renovación del acto procesal afectado, careciendo de objeto emitir
pronunciamiento respecto de la causal de orden sustantivo. 4.-
DECISION: Por tales consideraciones, declararon: FUNDADO el
recurso de casación de fojas tres mil treinta y siete interpuesto por
la Empresa Nacional Pesquera Sociedad Anónima en Liquidación;
CASARON la sentencia de vista de fojas tres mil veintiuno, de
fecha veintidós de julio de dos mil quince, en consecuencia NULA
la misma; ORDENARON que la Sala Superior de origen expida
nuevo fallo con arreglo a las consideraciones expuestas
precedentemente; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por la Asociación de Armadores Pesqueros del Sur
con la Empresa Nacional Pesquera Sociedad Anónima en
Liquidación – Pesca Perú, sobre Obligación de Dar Suma de
Dinero; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor
De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza
Ramírez. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-6
CAS. Nº 4755-2016 LORETO
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, tres de febrero
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO:
El recurso de casación interpuesto por Juan Carlos Ramírez
Sangama a fojas ciento ochenta y cuatro, reúne los requisitos de
forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo
387 del Código Procesal Civil. SEGUNDO: Que los numerales 2)
y 3) del artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por la
Ley número 29364, establecen que constituyen requisitos de fondo
del recurso, que se describa con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como el
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. TERCERO: El recurrente, invocando el artículo 386 del
Código Procesal Civil, denuncia como agravio: La contravención
de los artículos 139 inciso 5) de la Constitución Política del
Perú, y I del Título Preliminar y 197 del Código Procesal Civil,
argumentando que la Sala Superior incongruentemente sostiene
que en el proceso de desalojo por ocupación precaria solo se
discute el derecho de posesión, para concluir que de los medios
probatorios aportados se colige el derecho de propiedad que le
asiste a la parte demandante, aspecto que no constituye punto
controvertido; además no se ha reparado que el derecho en
mención de la que ostentaría la parte demandante se encuentra
en discusión, tal como es de verse de la copia del auto admisorio
emitido en el proceso de nulidad de acto jurídico instaurado por el
anterior propietario del predio sub judice Henry Kenny Ríos Abreu,
donde incluso se ha dictado una medida cautelar de anotación de
demanda. CUARTO: Con relación al agravio denunciado, al haber
hecho alusión el Colegiado de la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Loreto a que de conformidad con lo establecido
en el Cuarto Pleno Casatorio Civil, la legitimación activa no solo
recae en el propietario del inmueble sino en todo aquel que se
considere tener derecho a la restitución del predio, es indudable
que el derecho de propiedad que ha sido establecido a favor de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
la parte demandante en el caso concreto resulta coherente con
la acotada premisa esbozada por tal órgano jurisdiccional, que
además ha concluido que las instrumentales anexadas a su escrito
de apelación interpuesto contra la apelada, que demuestran que
el proceso al que hace referencia el recurrente no cuenta con
sentencia firme, no desvirtúan en modo alguno la condición de
precario que se ha acreditado ostenta aquél; no evidenciándose
por ende la contravención de los artículos 139 inciso 5) de la
Constitución Política del Perú, y I del Título Preliminar y 197 del
Código Procesal Civil, en los términos denunciados. Por las razones
expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias de fondo a que
se contrae el artículo 388 del Código Procesal Civil, en ejercicio
de la facultad conferida por el artículo 392 del anotado Código,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Juan Carlos Ramírez Sangama a fojas ciento ochenta y cuatro
contra Sentencia de Vista contenida en la resolución número trece
de fecha quince de julio de dos mil dieciséis obrante a fojas ciento
sesenta y dos expedida po la Sala Civil (Ex Sala Mixta) de la Corte
Superior de Justicia de Loreto; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jacky Janine Ríos Abreu con
Juan Carlos Ramírez Sangama, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor Sánchez Melgarejo por licencia del Juez Supremo Señor
Mendoza Ramírez. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza
Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA, SÁNCHEZ MELGAREJO
C-1569468-7
CAS. Nº 4718-2010 LIMA NORTE
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, veintitrés
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la Sucesión de Conrado Suarez
Malca a fojas trescientos cuarenta, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos trece, de fecha nueve de julio de dos mil diez,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte, que revocó la sentencia apelada de fojas doscientos
sesenta y uno, de fecha treinta de octubre de dos mil nueve,
que declara fundada la demanda de Otorgamiento de Escritura
Pública; reformándola declaró improcedente la misma; por lo que
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que como órgano de
segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte,
que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificada con la resolución impugnada,
pues la sucesión recurrente fue notificada el veinte de setiembre
de dos mil diez, según cédula de notificación de fojas trescientos
veintitrés, y presentó el recurso de casación el cuatro de octubre del
mismo año; y, IV) Adjunta arancel judicial conforme consta a fojas
trescientos treinta y nueve. TERCERO.- Que, respecto al requisito
de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que dicha
exigencia no le es aplicable a la sucesión recurrente debido a que
la sentencia expedida en primera instancia fue favorable a sus
intereses, por lo que no tenía razón para apelar. CUARTO.- Que,
para establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario
que el recurrente señale en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el presente
medio impugnatorio se denuncia: a. Infracción normativa del
artículo VII del Título Preliminar del Código Civil, concordante
con el artículo 1549 del mismo Código: La Sala Superior al
emitir la sentencia de vista ha inaplicado dicho dispositivo legal
al no haber procedido a valorar los medios probatorios ofrecidos
por el demandante, así como que el demandado ha reconocido en
declaración asimilando que los recibos identifican plenamente el
objeto de la venta, el precio de la compra y la individualización del
bien inmueble, lo cual el juez de primera instancia así lo declaró a
pesar de recursos dilatorios presentados por la parte demandada,
con una resolución acorde a ley. Siendo ello así, la Sala Civil ha
desconocido el acto jurídico, restringiendo sus derechos, por lo
que debe aplicarse el artículo 1549 del Código Civil y perfeccionar
la transferencia de la propiedad. b. Infracción normativa del
incisos 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú:
La Sala Superior al emitir la sentencia de vista ha inaplicado dicha
norma, debido a que ha afectado el Debido Proceso así como
a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, al omitir resolver los puntos
controvertidos, pese a las pruebas aportadas que sirvieron de
fundamento para que el juez de primera instancia emita sentencia
con arreglo a ley. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación
expuesta se advierte que la sucesión recurrente no cumple con
los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código adjetivo, por los siguientes fundamentos: En cuanto a las
denuncias contenidas en los acápites a) y b) del considerando
anterior, merecen ser desestimadas pues lo que pretende la
sucesión recurrente es cuestionar las conclusiones a las que ha
97279
arribado la Sala Superior, en el sentido que no es posible ordenar
el Otorgamiento de Escritura Pública del contrato de compraventa
respecto del bien materia del proceso, si es que de los medios
probatorios incorporados al proceso no es posible la identificación
plena del bien objeto de la venta, ni del precio pactado, y por
tanto, no se cumplen los elementos del contrato de compraventa
establecidos en el artículo 1529 del Código Civil. En ese sentido, se
advierte que lo realmente cuestionado por la sucesión impugnante
es la situación fáctica establecida en sede de instancia, así como
la valoración de los medios de prueba efectuada por los Jueces de
mérito, pretendiendo forzar a esta Sala Suprema a emitir un nuevo
pronunciamiento sobre el fondo del asunto, lo que no se condice
con los fines del recurso extraordinario de casación, esto es, la
interpretación del derecho objetivo y la unificación de los criterios
de la Corte Suprema. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia
contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
la sucesión recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es revocatorio; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del precitado Código. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la Sucesión de Conrado Suarez Malca
a fojas trescientos cuarenta, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos trece, de fecha nueve de julio de dos mil diez, emitida
por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Sucesión de Conrado Suarez Malca contra Justo Félix Ramos
Guillen, sobre Otorgamiento de Escritura Pública; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-8
CAS. Nº 4715-2016 LIMA SUR
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, veintisiete
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso
de casación interpuesto por H&E Constructora e Inmobiliaria
Sociedad Anónima Cerrada a fojas ciento cuarenta, contra la
sentencia de vista de fojas ciento veintisiete, de fecha veintinueve
de agosto de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Sur, que confirma la sentencia apelada
de fojas ochenta y seis, de fecha trece de abril de dos mil dieciséis,
que declara fundada en parte la demanda sobre Otorgamiento de
Escritura, e infundada la pretensión accesoria de entrega del puesto
noventa y uno. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que
el recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente la resolución
de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface el requisito
de procedencia contenido en el artículo 388 inciso 1 del Código
Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso denuncia:
1) Infracción normativa de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú, I y VII del Título Preliminar, 122
incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil y 12 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, sosteniendo que existe un fallo extra petita, puesto
que la sentencia se ha pronunciado por una pretensión la cual no es
señalada en la demanda ni en los puntos controvertidos. Existe la
siguiente incongruencia; en el petitorio constaba: “a fin que cumpla
con otorgarnos la escritura pública de compraventa de las acciones y
derechos del bien inmueble: Puesto 91”; en los puntos controvertidos
señalaba: “el otorgamiento de la escritura pública de la minuta de
compraventa de acciones y derechos del bien inmueble: Puesto 91”
y en la sentencia se señala: “…otorgue a favor del demandante la
escritura pública…respecto al Puesto 91”. CUARTO.- Al respecto la
Sala Superior ha establecido en la recurrida que si bien es cierto, la
demandante señala en su petitorio como una de sus pretensiones,
que el demandado “cumpla con otorgarnos la escritura pública
de compraventa de las acciones y derechos del bien inmueble:
puesto 91 (…)”; no es menos cierto que dicha parte, al señalar las
acciones y derechos se está refiriendo –tal como lo ha señalado
el A Quo - a la transferencia del cien por ciento del referido
inmueble, lo que sería lo mismo que se le otorgue la escritura de
compraventa del puesto 91 en referencia. QUINTO.- En tal orden
de ideas y tal como acertadamente ha concluido el Ad Quem esta
Sala de Casación estima que no se ha verificado la incongruencia
a la cual alude la recurrente, entre lo solicitado en la demanda y lo
otorgado en la sentencia. Además, si la demandada no ha negado
la celebración del referido acto jurídico de transferencia de bien
inmueble, que es el acto cuya existencia se debe determinar para
acoger la demanda; por lo que, no encontrándose condicionada,
el otorgamiento de la escritura pública a ningún tipo de acto,
carece de asidero el recurso de apelación interpuesto, por lo
que debe ser desestimado. SEXTO.- Por consiguiente, estando
a las consideraciones vertidas, se aprecia meridianamente que
las alegaciones casatorias de la recurrente no pueden prosperar,
pues al no existir la infracción denunciada, el recurso no cumple,
en rigor, con el requisito establecido en el artículo 388 inciso 2
del Código Procesal Civil. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:

97280 CASACIÓN
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por H&E
Constructora e Inmobiliaria Sociedad Anónima Cerrada a fojas
ciento cuarenta, contra la sentencia de vista de fojas ciento
veintisiete, de fecha veintinueve de agosto de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Sur; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Avelina Andrea Palomino Poma de Ccancce contra H&E
Constructora e Inmobiliaria Sociedad Anónima Cerrada, sobre
Otorgamiento de Escritura Pública; y los devolvieron. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-9
CAS. Nº 2912-2016 LIMA
DIVISIÓN Y PARTICIÓN DE BIENES. Lima, dieciocho de mayo
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por Tony Billy Kou Hung y Mary Ann Kou
Hung a fojas setecientos cuarenta y cinco, contra la sentencia
de vista de fojas setecientos treinta y seis, de fecha diecisiete de
mayo de dos mil quince, emitida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia
apelada de fojas seiscientos cuarenta y nueve, de fecha treinta
de julio de dos mil quince, en el extremo que declara infundada la
reconvención formulada por la demandada Mary Ann Kou Hung
y la reconvención formulada por Tony Billy Kou Hung; para cuyo
efecto este Colegiado debe proceder a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme
a la modificación establecida en la Ley número 29364. SEGUNDO.-.
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, toda vez que se ha interpuesto contra una resolución
que pone fin al proceso, ante el órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada, dentro del plazo de diez días contado desde
el día siguiente de notificada la citada resolución y adjuntando la
tasa judicial correspondiente. TERCERO.- Que, como sustento de
su recurso, la parte impugnante alega las causales de: 1) Infracción
normativa de carácter procesal del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, concordante con los artículos
III del Título Preliminar, 50 inciso 6 y 194 del Código Procesal
Civil: Señala que la Sala de Vista en sus considerandos sétimo
y octavo se ha limitado a señalar que el juzgador no podía actuar
de oficio ninguna prueba y que la que ofrecieron los recurrentes
no era suficiente para avalar la reconvención; sin embargo, a
tenor del artículo 194 del Código Procesal Civil, el juzgador debió
actuar de oficio otras pruebas estando a que la única prueba que
se anexó no le formaba convicción; que siendo ello así se ha
vulnerado los principios y derechos de la función jurisdiccional, que
son la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas
sus instancias; 2) Infracción normativa de carácter material del
artículo 917 del Código Civil: Señala que se ha vulnerado la norma
en mención al habérseles negado las mejoras que realizaron en el
inmueble que vienen ocupando. CUARTO.- Que, evaluados los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, respecto a las causales denunciadas, se advierte que
la parte recurrente apeló la resolución de primera instancia que le
fue desfavorable. Asimismo, cumple con precisar que el recurso se
sustenta en la causal de infracción normativa de carácter procesal
y material y a su vez de los argumentos del mismo se aprecia que
su pedido casatorio es anulatorio como principal y revocatorio como
subordinado; cumpliendo con ello los presupuestos de los incisos
1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que, analizada
la fundamentación de la causal denunciada se advierte que no
puede estimarse, debido a que el recurso de casación no satisface
el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haberse demostrado la incidencia directa de las
infracciones denunciadas respecto a la decisión impugnada; que de
los argumentos vertidos por los recurrentes en el presente recurso,
es menester señalar que la instrumental que sirve de sustento a la
reconvención –consistente en una Carta Notarial- las instancias de
mérito han establecido claramente que el juzgador ha actuado el
único medio de prueba ofrecido y aportado, por lo que el hecho de
no haberse actuado medio de prueba de oficio no supone agravio,
más aun cuando a quien le corresponde probar las mejoras es a la
parte que lo invoca, y que el documento aportado no causa certeza
de la realización de las mejoras así como no hace mención alguna
de haberlas efectuado en el inmueble; en consecuencia, el recurso
propuesto deviene en improcedente. --Por estas consideraciones
y de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Tony Billy Kou Hung y Mary Ann Kou Hung a fojas setecientos
cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fojas setecientos
treinta y seis, de fecha diecisiete de mayo de dos mil quince,
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Fryda Felicia Ku Fu y otra contra Tony Billy Kou Hung
y otras, sobre División y Participación de Bienes; y los devolvieron.
Ponente Señora Céspedes Cabala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA, CÉSPEDES CABALA C-1569468-10
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
CAS. Nº 2921-2016 ICA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, dieciocho
de mayo de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por la Asociación de Vivienda
Los Jardines de Villa Ica I y IV Etapa a fojas dos mil ochocientos
cincuenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas dos
mil ochocientos siete, de fecha treinta de mayo de dos mil
dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ica, que confirmó la resolución apelada de fojas
dos mil setecientos diez, de fecha treinta de marzo de dos mil
dieciséis, que declara improcedente la demanda; por lo que
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia
de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que
el presente recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se
recurre una sentencia expedida por la Sala Superior que como
órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado
ante la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica,
que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificada con la resolución impugnada,
pues la recurrente fue notificada el siete de junio de dos mil
dieciséis, según constancia de fojas dos mil ochocientos veintiuno,
y presentó el recurso de casación el veinte de junio del mismo año;
y, IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de
casación, según consta a fojas noventa del cuaderno de casación.
TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley acotada, se advierte que la parte recurrente no consintió la
resolución expedida en primera instancia que le fue desfavorable
a sus intereses, al haberla apelado mediante escrito de dos mil
setecientos sesenta y seis, por lo que cumple con lo dispuesto en
la norma procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario que la parte
recurrente señale en qué consisten las infracciones normativas
invocadas. En el presente medio impugnatorio se denuncia: a.
Infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 14 de
la Constitución Política del Perú, señala que la Sala al emitir la
sentencia impugnada se ha negado injustificadamente a realizar
el análisis de los puntos controvertidos, vulnerando el Derecho
a la Tutela Jurisdiccional Efectiva y afectándose el Derecho al
Debido Proceso. b. Infracción normativa procesal del artículo
139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, señala que el
Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva es el derecho a que se
haga justicia; sin embargo, ninguna de las sentencias de mérito se
pronuncian por los puntos controvertidos. La justificación brindada
por las instancias de mérito para negarse a emitir pronunciamiento
respecto de los puntos controvertidos, carece de relevancia jurídica.
c. Infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, señala que la sentencia de vista
adolece de indebida motivación, pues la demandante ha postulado
la demanda, en su condición de parte adquirente o compradora en
la minuta de compraventa de fecha dos de setiembre de dos mil,
obrante a fojas cien con el propósito que sea elevada a Escritura
Pública, lo que ha sido negado por la demandada, es por ello
que su finalidad es que se resuelva el conflicto de intereses. No
se ha advertido que su interés para obrar se comprueba con la
presentación de la minuta de fecha dos de setiembre de dos mil,
por lo que mal hace la Sala al desconocer su existencia. Asimismo,
el análisis de la validez del acto jurídico contenido en la minuta no
es un asunto que fuera materia de la controversia, la discusión se
centra en comprobar la existencia de un contrato aparentemente
válido que une a las partes, demostrándose un interés legítimo en
su formalización. d. Infracción normativa procesal del artículo
1352, 1359, 1412 y 1529 del Código Civil, indica que lo correcto
es que los contratos se perfeccionen con el solo consentimiento
de las partes, lo cual se ve expresado en las estipulaciones que la
conforman. En los procesos de Otorgamiento de Escritura Pública
no corresponde ingresar a la discusión sobre la validez o eficacia
del mismo. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación
expuesta se advierte que la Asociación recurrente no cumple
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, por los siguientes fundamentos: En
cuanto a las denuncias contenidas en los acápites a), b), c) y d)
del considerando anterior merecen ser desestimadas pues lo que
pretende la Asociación recurrente es cuestionar que no se han
resuelto los puntos controvertidos; sin embargo, el A quo al verificar
el primer presupuesto para la formalización del acto jurídico de
compraventa por Escritura Pública, ha declarado improcedente
la demanda, decisión que fuera confirmada por la Sala Superior,
al verificar que no existe acto jurídico de compraventa alguno
pendiente de ser formalizado, pues con la minuta de fecha quince
de mayo de dos mil uno, cuya validez no ha sido cuestionada, y
que en efecto fue elevada a Escritura Pública el once de setiembre
de dos mil dos, los contratantes expresaron su voluntad de dejar
sin efecto la anterior; de modo que, al no existir minuta alguna
que contenga la compraventa de las siete manzanas materia del
presente proceso, no es posible amparar la demanda. SEXTO.-
Que, en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil, la recurrente cumple con indicar
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que su pedido casatorio es anulatorio como principal y revocatorio
como subordinado; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación. --Por las razones expuestas y en
aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la Asociación de Vivienda Los Jardines de Villa Ica I y IV Etapa
a fojas dos mil ochocientos cincuenta y uno, contra la sentencia
de vista de fojas dos mil ochocientos siete, de fecha treinta de
mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Asociación de Vivienda
Los Jardines de Villa Ica I y IV Etapa contra la Urbanización Santa
Rosa del Palmar Sociedad Anónima Cerrada, sobre Otorgamiento
de Escritura Pública; y los devolvieron. Ponente Señora Céspedes
Cabala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
CÉSPEDES CABALA C-1569468-11
CAS. Nº 1911-2015 JUNÍN
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA.- Al no resolverse la
causal de falta de manifestación de voluntad materia de demanda
y, por el contrario, declararse la nulidad del acto jurídico cuestionado
en mérito a la trasgresión del orden público, esto es, una causal de
nulidad no invocada, se evidencia una flagrante afectación del
principio de congruencia procesal y del deber de motivación
contemplados en el inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal
Civil e inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú.
Lima, cuatro de julio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número mil novecientos once - dos mil
quince producida la votación correspondiente de acuerdo a ley,
expide la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: Se
trata de los recursos de casación interpuestos respectivamente por
Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui de folios mil ciento treinta y
dos y por Dagoberto César Baca Tordoya de folios mil ciento
ochenta y dos contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número ochenta y nueve, de fecha dieciséis de marzo
de dos mil quince (folios 1110), expedida por la Segunda Sala Mixta
de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín, la cual: (1)
confirmó la Sentencia contenida en la Resolución número ochenta
y cuatro, emitida el trece de noviembre de dos mil catorce, de folios
mil cuarenta y seis en el extremo que resolvió declarar fundada la
demanda interpuesta por la ahora sucesión de Victoriano César
Baca Lara contra Jovita Baca Lara sobre inclusión de heredero y
petición de herencia, ordenando que se incluya como herederos al
demandante, ahora sucesión de César Victoriano Baca Lara, y al
litisconsorte facultativo sucesión de José Leoncio Baca Lara, a la
sucesión de su madre causante Victoria Lara Romero seguida en
sede notarial y que da cuenta el testimonio de protocolización de
fojas ocho a nueve, conjuntamente con la heredera ya declarada,
esto es, Jovita Baca Lara de Chuquillanqui, disponiéndose que el
demandante ahora sucesión de César Victoriano Baca Lara y al
litisconsorte facultativo, sucesión de José Leoncio Baca Lara,
concurran en la posesión de la masa hereditaria dejada por la
causante Victoria Lara Romero conjuntamente con la heredera ya
declarada Jovita Baca Lara de Chuquillanqui; y, (2) Revocó la
Sentencia contenida en la Resolución número ochenta y cuatro,
emitida el trece de noviembre de dos mil catorce, de folios mil
cuarenta y seis, en el extremo que resolvió declarar infundada en
todos sus extremos la demanda interpuesta por Jovita Baca Lara
de Chuquillanqui contra Dagoberto César Baca Tordoya, sobre
nulidad de acto jurídico, y reformándola declaró fundada en parte la
demanda interpuesta por Jovita Baca Lara de Chuquillanqui, en
consecuencia, nulo y sin efecto el acto negocial de compraventa
contenido en la minuta de fecha diecinueve de enero de mil
novecientos noventa y cuatro, celebrado por Dagoberto César
Baca Tordoya y Victoria Lara Romero, e improcedente las
pretensiones accesorias de reivindicación y pago de frutos. II.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema mediante
resolución de fecha catorce de diciembre de dos mil quince de
folios ciento diez y ciento catorce del cuadernillo de casación, ha
declarado procedente el recurso de casación interpuesto por: 1.-
Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui por las siguientes causales: a)
Infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú concordado con el inciso 6 del
artículo 50 del Código Procesal Civil; refiere que la resolución
impugnada contraviene el inciso 6 del artículo 50 del Código
Procesal Civil, ya que el extremo de la sentencia de vista
cuestionada ha resuelto un caso de filiación extramatrimonial para
estimar a su vez la pretensión de inclusión y petición de herencia,
hecho que demuestra la vulneración del principio de congruencia;
b) Infracción normativa material del artículo 375 del Código
Civil; refiere que la recurrida incurre en error toda vez que
inobserva lo previsto en el artículo 375 del Código Civil, pues
conforme dicho articulado, el demandante Victoriano César Baca
Lara así como el litisconsorte, para intentar la pretensión de
inclusión y petición de herencia, previamente debieron verificar un
proceso de filiación matrimonial. 2.- Dagoberto César Baca
Tordoya por las siguientes causales: a) Infracción normativa
procesal del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú concordado con el inciso 6 del artículo 50 del Código
97281
Procesal Civil; refiere que la resolución impugnada contraviene el
inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil, ya que la misma
incurre en un fallo extra petita, ya que la demandante a través de
su demanda solicita la nulidad del acto jurídico contenida en la
minuta de fecha diecinueve de enero de mil novecientos noventa y
cuatro celebrado entre el recurrente y Victoria Lara Romero
respecto al bien inmueble ubicado en el Pasaje Prialé número 130-
132 de la Ciudad de Huancayo, invocando expresamente como
causales de su pretensión las previstas en los incisos 1 y 7 del
artículo 219 del Código Civil, sin embargo, la Sala Superior declara
nulo el acto jurídico por atentar contra los principios de orden
público y las buenas costumbres, causales que no han sido
invocadas en la demanda. Agrega a ello que la Sala Superior en
ninguno de sus considerandos ha realizado discernimiento alguno
respecto a la causal invocada de falta de manifestación de voluntad
de los copropietarios, con lo que queda acreditada que la sentencia
recurrida deviene en arbitraria; y b) Infracción normativa material
del artículo 971 del Código Civil; manifiesta que la recurrida
incurre en error al aplicar la citada norma, referida a un bien
inmueble sujeto al régimen de copropiedad, siendo que el bien
materia de litis no era un bien común sino que constituía un bien
propio de la vendedora Victoria Lara Romero. III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Previamente a la absolución del recurso de casación
sub examine, es necesario hacer un recuento de lo acontecido en
el presente proceso, a fin de poder evaluar si efectivamente se
incurrieron en las infracciones normativas denunciadas: a)
DEMANDA DE NULIDAD DE ACTO JURÍDICO: Jovita Vaca Lara
de Chuquillanqui interpone demanda1 solicitando –pretensión
principal– que se declare la nulidad del acto jurídico de compraventa
contenido en la minuta de fecha diecinueve de enero de mil
novecientos noventa y cuatro celebrado entre Dagoberto César
Baca Tordoya y Victoria Lara Romero, respecto del bien inmueble
ubicado en el Pasaje Prialé número 130 - 132, del Distrito y
Provincia de Huancayo, de una extensión superficial de ciento
treinta y siete metros cuadrados (137 m2); asimismo, solicita como
–pretensiones accesorias– la reivindicación a fin de que el
demandado entregue a favor de la demandante el ambiente del
primero piso ubicado en Pasaje Prialé número 130 – Huancayo,
consistente en una tienda, así como los cinco ambientes de todo el
segundo piso del inmueble; y, el pago de frutos civiles por el alquiler
del ambiente ubicado en el primer piso del inmueble ubicado en
Pasaje Prialé número 130 – Huancayo; más costas y costos del
proceso. Se fundamenta la demanda invocando las causales de
nulidad de acto jurídico previstas en lo incisos 1 y 7 del artículo 219
del Código Civil, según los cuales es nulo el acto jurídico por falta
de manifestación de voluntad de los copropietarios y cuando la ley
lo declara nulo; al respecto se indica que Victoria Lara Romero
compró para sus hijos y para sí misma el inmueble materia de
demanda, pero que posteriormente efectuó una compraventa a
favor de Dagoberto César Baca Tordoya sobre la totalidad del
inmueble sin la participación de sus hijos que vienen a ser sus
copropietarios, y que Dagoberto César Baca Tordoya viene
ocupando parte del inmueble sin pagar merced conductiva alguna
además de alquilar un área de veinte metros cuadrados (20 m2). b)
Dagoberto César Baca Tordoya contesta la demanda2 solicitando
que sea declarada infundada, señalando que la única propietaria
del bien era Victoria Lara Romero y que no existe norma sustantiva
civil que declare nula una minuta de compraventa realizada por
agente capaz y única propietaria del inmueble, a quien se ha
cancelado el precio; que en cuanto a la Reivindicación sostiene
que él es propietario y poseedor del bien mientras que Jovita Vaca
Lara de Chuquillanqui no es propietaria, habiendo sorprendido a
los Registros Públicos con una sucesión intestada espuria donde
ocultó que no es la única heredera de Victoria Lara Romero y en
mérito a la cual ha efectuado una indebida transferencia del
dominio por sucesión intestada; que además no le corresponde
pagar frutos porque su posesión es de buena fe al ser propietario y
poseedor del bien. c) AUDIENCIA DE CONCILIACIÓN3: Con fecha
veintitrés de setiembre de dos mil nueve, se realizó la Audiencia de
Conciliación correspondiente al proceso de Nulidad de Acto
Jurídico planteado por Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui (folios
182); oportunidad en la cual se fijaron los siguientes puntos
controvertidos: 2.1. Determinar si corresponde declarar la nulidad
del acto jurídico de compraventa contenida en la minuta de fecha
diecinueve de enero del año mil novecientos noventa y cuatro
celebrado entre Dabogerto César Baca Tordoya y Victoria Lara
Romero, respecto del bien inmueble ubicado en el Pasaje Prialé
número 130 y 132 del Distrito y Provincia de Huancayo, por las
causales previstas en los incisos 1 y 7 del artículo 219 del Código
Civil; 2.2. Determinar si corresponde disponer la entrega del bien
inmueble ubicado en el Pasaje Prialé número 130 y 132 del Distrito
y Provincia de Huancayo, consistente en una tienda del primer
piso, los cinco ambientes del segundo piso a favor de Jovita Vaca
Lara. 2.3. Determinar si corresponde disponer el pago de frutos
obtenidos por el alquiler del ambiente del primer piso del bien
inmueble ubicado en el Pasaje Prialé número 130 y 132 del Distrito
y Provincia de Huancayo, así como el pago de costas y costos del
proceso. d) ACUMULACIÓN DE PROCESOS: Por Resolución
número veintiocho de fecha veintidós de abril de dos mil diez4,
confirmada por Auto de Vista número 634-2010 (Resolución
número tres) de fecha tres de agosto de dos mil diez5, se resolvió
acumular el proceso de nulidad de acto jurídico instaurado por
Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui contra Dagoberto César Baca

97282 CASACIÓN
Tordoya (Expediente número 3841-2008) con el proceso seguido
por César Victoriano Baca Lara contra Jovita Vaca Lara de
Chuquillanqui sobre petición de Herencia (Expediente número
2158-2009), disponiendo que su trámite continúe en forma
autónoma hasta el momento de emitir sentencia, la misma que
debía ser expedida de manera conjunta. e) DEMANDA DE
PETICIÓN DE HERENCIA interpuesta por César Victoriano
Baca Lara, representado por su hijo Dagoberto César Baca
Tordoya, interpone demanda de petición de herencia6 contra Jovita
Vaca Lara respecto de los bienes sucesorios que no posee y que
se encuentran en posesión de esta última a fin de concurrir con
ella; acumulativamente pide que se le incluya como heredero de
quien en vida fuera su madre Victoria Lara Romero y se ordene la
respectiva inscripción en la Partida Registral número 11113489,
donde se encuentra inscrita su sucesión intestada; el demandante
César Victoriano Baca Lara señala que su hermana Jovita Vaca
Lara tenía pleno conocimiento de su existencia y de la de sus
hermanos María Felicita y José Leoncio Baca Lara (fallecido), pero
los ha excluido de la declaratoria de herederos de su madre Victoria
Lara Romero, habiéndose declarado e inscrito registralmente como
única y universal heredera, con la única finalidad de preterir sus
derechos y apropiarse de manera ilícita de los terrenos rústicos y
casa dejados por su finada madre. f) CONTESTACIÓN de la
demandada Jovita Vaca Lara contesta la demanda7 interpuesta
por César Victoriano Baca Lara solicitando que sea declarada
infundada en todos sus extremos, afirmando que de la revisión de
la partida de nacimiento de este último se observa que no existe
certeza respecto a su identidad y a quienes serían sus padres,
puesto que en la casilla correspondiente al nacido se consigna
“César – Victoriano Baca”, pero al margen de anotaciones figura
como “Sesario Victoriano Baca”, consignándose que el nacimiento
fue declarado por un tal César Vega de diecisiete años de edad y
que sus padres son “Eusebio Baca” y “Victoria Lara” mas no
Eusebio Vaca Balvín y Victoria Lara Romero, además de que
ninguno de los nombrados suscribe el acta en señal de
reconocimiento, no acreditándose el vínculo de parentesco. g)
AUDIENCIA DE CONCILIACIÓN8: Durante la Audiencia de
Conciliación9 se fijaron como puntos controvertidos los siguientes:
2.1. Determinar si corresponde declarar la inclusión como heredero
a César Victoriano Baca Lara de su causante Victoria Lara Romero,
así como si corresponde disponer que concurra en la masa
hereditaria de la referida causante; 2.2. Determinar si corresponde
disponer la inscripción de la inclusión de herederos que se ha
solicitado en la partida registral número 11113489. h) SENTENCIA
DE PRIMERA INSTANCIA. Mediante Sentencia expedida por el
Sexto Juzgado Civil de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín, contenida en la Resolución número ochenta y
cuatro de fecha trece de noviembre de dos mil catorce10, se declaró
fundada la demanda de petición de herencia e inclusión de
heredero, y en consecuencia, se ordenó que se incluyan como
herederos a la sucesión de quien en vida fuera Victoriano César
Baca Lara y al litisconsorte facultativo, sucesión de quien en vida
fue José Leoncio Baca Lara, a la sucesión de su madre y causante
Victoria Lara Romero seguida en sede notarial, conjuntamente con
Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui, disponiéndose que la sucesión
de quien en vida fuera Victoriano César Baca Lara y la sucesión de
quien en vida fuera José Leoncio Baca Lara, concurran en la masa
hereditaria dejada por la causante Victoria Lara Romero
conjuntamente con la heredera ya declarada Jovita Vaca Lara de
Chuquillanqui, e infundada en todos sus extremos la demanda de
nulidad de acto jurídico interpuesta por Jovita Vaca Lara de
Chuquillanqui en el Expedienten número 3841-2008, sobre nulidad
de acto jurídico. Se fundamentó la decisión indicando
sustancialmente: 1.- De lo actuado en el presente litigio y en el
proceso penal seguido contra Jovita Vaca Lara, donde fue
condenada por el delito de falsedad ideológica, se tiene que César
Victoriano Baca Lara es hijo de la causante Victoria Lara Romero,
puesto que de la declaración instructiva de Jovita Vaca Lara de
Chuquillanqui, emitida en el referido proceso penal y que sirvió de
sustento para condenarla, se acredita el entroncamiento familiar
señalado en el acta de nacimiento a folios treinta y cinco; 2.- En
cuanto a las deficiencias anotadas en la partida de nacimiento de
César Victoriano Baca Lara, se consideró que durante la época del
nacimiento de las partes en el proceso era usual que se produzcan
errores materiales en las diversas partidas, no probándose que se
trate de persona distinta; 3.- En la condición de hijo de Victoria Lara
Romero, que ostenta César Vitoriano Baca Lara, tiene derecho a
que se le incluya en su sucesión intestada conjuntamente con
Jovita Vaca Lara, concurriendo en la posesión de la masa
hereditaria; 4.- Igual derecho corresponde al litisconsorte facultativo
José Edgar Baca Quispe, como sucesor de José Leoncio Baca
Lara, quien también ha sido preterido de sus derechos, por lo que
debe ser incluido como heredero en la sucesión intestada y
concurrir en la masa hereditaria de Victoria Lara Romero; 5.- En
cuanto a la pretensión de nulidad de acto jurídico respecto a la
compraventa celebrada por Victoria Lara Romero a favor de
Dagoberto César Baca Tordoya se considera que la causante
Victoria Lara Romero adquirió la propiedad del inmueble cuando se
encontraba casada, por lo que se reputaba que el inmueble era
bien común de acuerdo al inciso 2 del artículo 184 del Código Civil
de mil novecientos treinta y seis, vigente a la fecha de la
compraventa, y que tras el deceso de su cónyuge Eusebio Baca
Balvín, sus sucesores fueron la cónyuge y sus cuatro hijos, con lo
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
cual el sesenta por ciento (60 %) pertenecía a Victoria Lara Romero
y diez por ciento (10 %) a cada hijo, concluyéndose que se trata de
un bien sujeto a copropiedad; 6.- No obstante la copropiedad
advertida, Victoria Lara Romero dispuso de la totalidad del bien a
favor de Dagoberto César Baca Tordoya, siendo que conforme al
artículo 978 del Código Civil actual, el acto no es inválido aunque sí
constituye un supuesto de ineficacia, no pudiendo surtir efectos
hasta que se produzca la adjudicación a favor de la vendedora de
las demás alícuotas del inmueble; 7.- Al encontrarnos ante un acto
válido no se han configurado las causales de nulidad invocadas, no
pudiendo considerarse que exista falta de manifestación de
voluntad porque una de las copropietarias –Victoria Lara Romero–
quien efectuó la venta, manifestó su voluntad, configurándose el
supuesto del artículo 978 del Código Civil; 8.- El invocado artículo
977 del Código Civil no contiene una disposición que declare nulo
el acto jurídico celebrado en las circunstancias descritas, por lo que
no se configura la causal de nulidad referida a cuando la ley declara
nulo el acto jurídico; y 9) Habiéndose desestimado la pretensión
principal de nulidad de acto jurídico, deben desestimarse también
las pretensiones accesorias de reivindicación y de pago de frutos.
i) SENTENCIA DE VISTA: La Segunda Sala Mixta de Huancayo
de la Corte Superior de Justicia de Junín, mediante la Resolución
número ochenta y nueve11 confirmó la sentencia apelada en el
extremo que declaró fundada la demanda de petición de herencia
e inclusión de heredero, y la revocó en cuanto declaró infundada la
demanda de nulidad de acto jurídico, y reformándola en dicho
extremo la declaró fundada, nulo y sin efecto el acto de compraventa
contenido en la minuta de fecha diecinueve de enero de mil
novecientos noventa y cuatro celebrado por Dagoberto César Baca
Tordoya y Victoria Lara Romero, e improcedente las pretensiones
accesorias de reivindicación y pago de frutos; al respecto se señala
concretamente: 1.- En la sentencia apelada no se incurre en error
al establecer el entroncamiento familiar a través de la valoración de
la partida de nacimiento a folios dos y del acta de nacimiento a
folios treinta y cinco del Expediente número 02158-2009-0-1501-JR-
CI-06 (expediente acumulado) así como de la declaración de Jovita
Vaca Lara de Chuquillanqui brindada dentro del proceso penal
seguido en su contra, entendiéndose esta última como declaración
asimilada de conformidad con el artículo 221 del Código Procesal
Civil; 2.- En aplicación del artículo 971 del Código Civil, para
disponer de bienes sujetos a copropiedad se requiere del concurso
de todos los copropietarios, por lo que bastará que uno de ellos no
intervenga para frustrar los efectos de dicho acto; y, además debe
entenderse que los actos de uno de los copropietarios que importe
el ejercicio de propiedad exclusiva conforme al artículo 978 del
Código Civil, solo deben ser actos de disposición jurídica y no de
actos de disposición material, en razón del artículo 977 del Código
Civil, el cual señala que el propietario solo puede disponer de su
cuota ideal, pero que en el caso de autos, se ha entregado una
parte material del bien común sin haberse producido la adjudicación
señalada en el citado artículo 978, afectándose el derecho de
propiedad de los demás copropietarios; 3.- Las decisiones sobre
un bien sujeto a régimen de copropiedad se deben adoptar por
unanimidad, para disponer, gravar o arrendar el bien, darlo en
comodato o introducir modificaciones en él; 4.- Una interpretación
conjunta de los artículos 971, 977 y 978 del Código Civil, permiten
observar que el copropietario solo puede disponer de su cuota
ideal; 5.- Si bien el artículo 977 del Código Civil no prevé una
sanción que declare expresamente la nulidad del acto jurídico
celebrado, la Sala entiende que un acto nulo es aquel que carece
de algún elemento, presupuesto o requisito, o cuando su contenido
es ilícito por atentar contra los principios de orden público, las
buenas costumbres o las normas imperativas; 6.- El contrato de
compraventa fue suscrito el día diecinueve de enero de mil
novecientos noventa y cuatro, entre Victoria Lara Romero, de
noventa y dos años de edad, en condición de analfabeta, y
Dagoberto César Baca Tordoya, desprendiéndose la falta de
rúbrica de la supuesta vendedora, consignándose solo su huella
digital, por su condición de analfabeta, interviniendo Manuel
Gonzalo Calderón Lazo como testigo de la misma, siendo que este
último tiene vínculo de amistad con Dagoberto César Baca Tordoya
conforme se advierte de la manifestación a folios treinta y tres, no
constándole la entrega de dinero; 7.- El comprador manifiesta
poseer el terreno desde el dieciocho de agosto de mil novecientos
cincuenta y dos, y considerando que según su Documento Nacional
de Identidad (DNI) nació el diecisiete de julio de mil novecientos
cincuenta y tres, se observa que vendría poseyendo desde que
tenía un año de vida; 8.- Existe vínculo familiar entre vendedora y
comprador, siendo que este último conocía que ella tenía hijos,
evidenciando un actuar contrario a la buena fe dada la incorporación
de datos falsos, el conocimiento de la copropiedad sobre el bien y
atendiendo al estado avanzado de la edad de la vendedora; 9.- En
la celebración del acto jurídico a favor de Dagoberto César Baca
Tordoya se han vulnerado el orden público y el principio de fe
contractual, configurándose un acto nulo; y 10.- Dagoberto César
Baca Tordoya, en su condición de sucesor de César Victoriano
Baca Lara, puede disponer de los frutos y tiene derecho a
usufructuar el bien, por lo que deben desestimarse las pretensiones
accesorias de reivindicación y de pago de frutos. SEGUNDO.-
Habiéndose declarado la procedencia de la casación por causales
de infracción normativa procesal que de ampararse, de acuerdo al
artículo 396 del Código Procesal Civil modificado por Ley número
29364, impedirían emitir un pronunciamiento sobre el fondo de la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
controversia, corresponde resolverse, en primer término, las
alegadas causales, y en caso de ser desestimadas, recién
procedería resolver las causales de infracción normativa material.
TERCERO.- Se ha declarado la procedencia la casación por la
causal de Infracción normativa de carácter procesal del inciso
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú e inciso
6 del artículo 50 del Código Procesal Civil, por un lado, porque
la sentencia de vista, en un extremo, habría resuelto un caso de
filiación extramatrimonial para estimar a su vez la pretensión de
inclusión y petición de herencia, hecho que demostraría la
vulneración del Principio de Congruencia (recurso de casación
interpuesto por Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui); y, por otro
lado, porque se emitió un fallo extra petita, ya que se demandó la
nulidad del acto jurídico contenida en la minuta de fecha diecinueve
de enero de mil novecientos noventa y cuatro celebrado entre
Dagoberto César Baca Tordoya y Victoria Lara Romero respecto al
bien inmueble ubicado en el Pasaje Prialé número 130 y 132 de la
Ciudad de Huancayo, invocando expresamente como causales de
su pretensión las previstas en los incisos 1 y 7 del artículo 219 del
Código Civil, sin embargo, la Sala Superior declara nulo el acto
jurídico por atentar contra los principios de orden público y las
buenas costumbres, cuando ello no ha sido invocado en la
demanda; asimismo se agrega que la Sala Superior en ninguno de
sus considerandos ha realizado discernimiento alguno respecto a
la causal invocada de falta de manifestación de voluntad de los
copropietarios, con lo que queda acreditado que la sentencia
recurrida deviene en arbitraria (recurso de casación interpuesto
por Dagoberto César Baca Tordoya). CUARTO.- Respecto al
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales,
previsto en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, el Tribunal Constitucional ha señalado que: “(…) El derecho
a la debida motivación de las resoluciones importa que los jueces,
al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones
objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas
razones, por lo demás, pueden y deben provenir no solo del
ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los
propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso
(…)12 QUINTO.- Asimismo, de acuerdo al inciso 6 del artículo 50 del
Código Procesal Civil, es deber del juez fundamentar los autos y
las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los principios
de jerarquía de las normas y el de congruencia. Sobre el deber de
motivar los autos y las sentencias que expidan los jueces debe
incidirse que ello no solo significa exponer las razones por las
cuales se adopta una decisión sino que la motivación se deberá
efectuar respetando el principio de congruencia procesal, el cual
implica, por un lado, que el Juez no puede ir más allá del petitorio
ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido
alegados por las partes, teniendo el deber de pronunciarse
respecto a todos los puntos controvertidos y a los argumentos
planteados por las partes durante el proceso; y por otro lado, que
las resoluciones judiciales no contengan consideraciones que sean
contrarias entre sí o con los puntos resolutorios. SEXTO.- En
cuanto a las afectaciones al deber de motivación y al principio de
congruencia procesal –infracción normativa procesal– que se
denuncian en el recurso de casación planteado por Jovita Vaca
Lara de Chuquillanqui, en principio debe señalarse que según se
observa de la parte resolutoria de la sentencia de vista recurrida,
en el fallo no se ha declarado la filiación de Victoriano César Baca
Lara respecto de la causante Victoria Lara Romero, y si bien de la
parte considerativa se advierte que el Colegiado Superior dio por
acreditada dicha filiación, ello obedece a la necesidad de resolver
la acción de petición de herencia ejercida por Victoriano César
Baca Lara, a mérito de la cual solicitaba que en su calidad de hijo
se le incluya como heredero de Victoria Lara Romero y concurra en
los bienes que esta última dejó como herencia. Si quien demandaba
petición de herencia sustentaba su pretensión en la calidad de hijo
y la parte emplazada en dicho proceso señalaba que tal estatus no
se encontraba probado y/o lo negaba, era evidente y acorde con el
deber de motivación que los jueces ingresen al análisis de tal
hecho conforme a los medios probatorios ofrecidos, puesto que
precisamente se trataba de una situación que requería ser
esclarecida a efectos de resolver la controversia. En efecto, debe
tenerse en cuenta que de los fundamentos fácticos de la demanda
de petición de herencia planteada por César Victoriano Baca Lara
se observa que su pretensión la sustentó en la condición de hijo de
Victoria Lara Romero13, y tal argumento mereció un pronunciamiento
por parte de Jovita Vaca Lara al absolver el traslado de la indicada
demanda14, ofreciendo cada uno los medios probatorios que
consideraron pertinentes, por lo cual en las sentencias emitidas en
primera y segunda instancia se analizaron los argumentos de
ambas partes y se valoraron los medios probatorios ofrecidos y
admitidos al respecto, motivo por el cual, habiéndose resuelto lo
planteado en dicha demanda, conforme a los hechos debatidos por
las partes y los medios probatorios incorporados al proceso, no
puede considerarse que al haberse tenido en cuenta en la
Sentencia de vista que César Victoriano Baca Lara era hijo de
Victoria Lara Romero se haya vulnerado el deber de motivación y
el principio de congruencia contemplados, en el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú e inciso 6 del artículo 50 del
Código Procesal Civil, por lo que se desestima la causal de
infracción normativa procesal denunciada en el recurso de casación
interpuesto por Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui. SÉTIMO.- De
otro lado, en cuanto a la vulneración del deber de motivación y del
97283
principio de congruencia procesal denunciado en el recurso de
casación planteado por Dagoberto César Baca Tordoya, debe
señalarse que la demanda de nulidad de acto jurídico planteada
por Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui se sustentó en las causales
de nulidad de acto jurídico correspondientes a la falta de
manifestación de voluntad y a los supuestos en los cuales la ley lo
declara nulo (incisos 1 y 7 del artículo 219 del Código Civil)15, por lo
que correspondía que los órganos jurisdiccionales se pronuncien
respecto a si se incurrió, o no, en alguna de esas causales de
nulidad. Sobre este punto, el recurrente Dagoberto César Baca
Tordoya ha denunciado en su recurso de casación que en la
sentencia de vista no se resolvió la causal de falta de manifestación
de voluntad, siendo que al respecto, si bien la Sala Superior ingresó
al análisis respecto a la necesidad de que los actos de disposición
sobre un bien sujeto a copropiedad sean adoptado por todos los
copropietarios, y que cada uno de ellos solo puede realizar actos
de disposición respecto a su cuota ideal, no evalúa ni determina si
a consecuencia de ello debe ampararse la causal de falta de
manifestación de voluntad, sino que por el contrario, resuelve la
nulidad del acto jurídico cuestionado en mérito a la trasgresión del
orden público, esto es, una causal distinta a la que sustentó la
demanda y que no fue materia de debate dentro del presente
proceso, evidenciando una flagrante afectación del principio de
congruencia procesal y del deber de motivación contemplados en
el inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil e inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, dado que la Sala
Superior fue más allá del petitorio demandado y dejó de resolver
una de las causales de nulidad de acto jurídico planteadas, por lo
que debe ampararse el recurso de casación planteado por
Dagoberto César Baca Tordoya en cuanto a la infracción normativa
procesal que denunció. OCTAVO.- Estando acreditada una
infracción normativa procesal consistente en la vulneración del
derecho a la debida motivación y el principio de congruencia
procesal, que son parte del derecho a un debido proceso, de
conformidad con el penúltimo párrafo del artículo 396 del Código
Procesal Civil, deberá casarse la sentencia impugnada y ordenarse
a la Sala Superior que expida una nueva resolución, careciendo de
objeto emitir pronunciamiento respecto a las infracciones
normativas materiales. IV. DECISIÓN: Fundamentos por los cuales
declararon: 4.1. FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Dagoberto César Baca Tordoya de folios mil ciento ochenta y
dos, en consecuencia, CASARON la sentencia de vista contenida
en la Resolución número ochenta y nueve, de fecha dieciséis de
marzo de dos mil quince (folios 1110), expedida por la Segunda
Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de Junín;
NULA la misma; ORDENARON que la Sala Superior emita nueva
sentencia que se encuentre debidamente motivada; 4.2.
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Jovita Vaca
Lara de Chuquillanqui de folios mil ciento treinta y dos respecto a
la causal de infracción normativa procesal; careciendo de objeto
pronunciarse en cuanto a las infracciones materiales; 4.3.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui y otro contra Dagoberto
César Baca Tordoya, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y otro; y los
devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA
1
Demanda a folios 14, subsanada a folios 113, del Cuaderno Principal del
Expediente número 3841-2008.
2
Folios 85 del Cuaderno Principal del Expediente número 3841-2008.
3
Realizada respecto de la demanda de nulidad de acto jurídico planteada por
Jovita Vaca Lara de Chuquillanqui.
4
Folios 429 del Cuaderno Principal del Expediente número 3841-2008.
5
Folios 16 del Cuaderno de Excepciones del Expediente número 3841-2008,
que además obra en copias certificadas a folios 463 del Cuaderno Principal
del Expediente número 3841-2008.
6
Folios 14 y 24 del Cuaderno Principal Expediente número 2158-2009
(expediente acumulado).
7
Folios 37 del Cuaderno Principal del Expediente número 2158-2009
(expediente acumulado).
8
Realizada respecto a la demanda de petición de herencia planteada por
César Victoriano Baca Lara en el acumulado Expediente número 2158-2009.
9
Folios 85 del Cuaderno Principal del Expediente número 2158-2009
(expediente acumulado).
10
Folios 1046 del Cuaderno Principal del Expediente número 3841-2008.
11
Folios 1110 del Cuaderno Principal del Expediente número 3841-2008.
12
Fundamento número 2 de la Sentencia recaída en el Expediente número
01480-2006-AA/TC.
13
Folios 15 del Cuaderno Principal del Expediente número 2158-2009
(expediente acumulado).
14
Folios 37 del Cuaderno Principal del Expediente número 2158-2009
(expediente acumulado).
15
Folios 14 del Cuaderno Principal del Expediente número 3841-2008.
C-1569468-12
CAS. Nº 1903-2016 LA LIBERTAD
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, diecisiete de mayo de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Nimia Irene Yengle Arana a fojas mil ciento treinta
y cinco, contra la sentencia de vista de mil ciento uno, de fecha

97284 CASACIÓN
once de noviembre de dos mil quince, emitida por la Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que revocó la
sentencia apelada de fojas mil catorce, de fecha seis de julio de dos
mil quince, que declaró fundada la demanda sobre Nulidad de Acto
Jurídico; y reformándola declaró improcedente la misma; por lo que
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que como órgano de
segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad,
que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto
dentro del plazo de diez días de notificado con la resolución
impugnada, pues la recurrente fue notificada el seis de abril de
dos mil dieciséis, según cédula de notificación de fojas mil ciento
dieciocho, y presentó el recurso de casación el dieciocho de abril
del mismo año; y, IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente por
recurso de casación, según consta a fojas mil ciento treinta y tres.
TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley acotada, se advierte que dicha exigencia no le es aplicable
a la recurrente debido a que la sentencia expedida en primera
instancia le fue favorable a sus intereses. CUARTO.- Que, para
establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario
que la recurrente señale en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el presente
medio impugnatorio se denuncia: a. Infracción normativa de
los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Perú, 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, 50 inciso 6, 122 inciso 3 y 4 y 366 del
Código Procesal Civil, cuya contravención origina la nulidad de
la resolución conforme lo disponen las últimas normas procesales
señaladas, dado que se ha vulnerado el derecho a obtener una
decisión de fondo fundada en derecho. Indica que la sentencia de
vista carece de una conexión lógica entre su parte considerativa y
su parte resolutiva, afectando el Principio de Congruencia. Señala
que si la Sala Superior consideraba impertinente el fundamento
del juzgado debió anular y no revocar, porque ello implica que el
proceso estaría culminando con un pronunciamiento de instancia
única, sin opción de impugnación. b. Infracción normativa del
artículo VII del Título Preliminar del Código Civil y Código
Procesal Civil, señala que la sentencia de vista indebidamente
resolvió la improcedencia en virtud del Principio Iura Novit Curia,
infringiéndose el articulo invocado. Señala que a pesar de sendos
plenos jurisdiccionales, como es el Pleno Jurisdiccional Distrital
Civil de Lima Norte, se acordó por mayoría que es procedente que
el juez declare la nulidad del acto jurídico por causal distinta a la
invocada en el petitorio de la demanda. Es cuestión de los jueces
la valoración jurídica, debiendo definir a que figura jurídica se
subsume. c. Infracción normativa material de los artículos V del
Título Preliminar, 219 incisos 4, 5 y 8 y 220 segundo párrafo del
Código Civil, señala que la Sala Superior realiza una apreciación
inadecuada de la figura de la nulidad de acto jurídico por simulación
absoluta, a pesar de haber demostrado a lo largo del proceso que la
figura de la simulación si existe, e incluso el juez puede declarar de
oficio la nulidad cuando ésta sea manifiesta. Además, de encuadrar
en la causal de simulación absoluta, también encaja en la causal
de fin ilícito. Y es un supuesto de nulidad virtual. QUINTO.- Que,
del examen de la argumentación expuesta se advierte que la
recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, en cuanto a la
infracción normativa denunciada en los acápites a) y b) del
considerando anterior se aprecia que debe ser desestimada, pues
la Sala Superior ha sustentado su decisión en base a los hechos
y medios probatorios aportados por ambas partes, aplicando el
derecho pertinente, mas bien, la denuncia se encuentra referida
a cuestiones de hecho y probanza que implican el reexamen de
los medios probatorios, esta ha actuado de acuerdo a los límites
impuestos por el petitorio de la demanda y el auto de fijación de
los puntos controvertidos. En cuanto al acápite c) del considerando
anterior, la Sala Superior ha señalado que la causal de simulación
absoluta implica la no intención de producción de efectos jurídicos;
sin embargo, una de las pretensiones demandadas en el presente
proceso es el reconocimiento de dicho acto jurídico realizado
a favor de la demandante y no de la demandada, entonces, la
demandante sí tenía la intención de la traslación de dominio del
bien, por tanto, dichos argumentos no se condicen con la causal
de simulación absoluta; por tanto, la infracción normativa material
también corresponde ser desestimada. SEXTO.- Que, en cuanto
a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, la recurrente cumple con indicar que su pedido
casatorio es anulatorio y revocatorio; sin embargo, ello no es
suficiente para atender el recurso materia de calificación, toda
vez que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio
son concurrentes, conforme estipula el artículo 392 del Código
precitado. Por las razones expuestas y en aplicación de lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Nimia
Irene Yengle Arana a fojas mil ciento treinta y cinco, contra la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
sentencia de vista de mil ciento uno, de fecha once de noviembre
de dos mil quince, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Nimia Irene Yengle Arana
contra Rosa Clavijo Mena y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico y
otros; y los devolvieron. Ponente Señora Céspedes Cabala, Jueza
Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA
C-1569468-13
CAS. Nº 4134-2016 CAJAMARCA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, dieciséis de
diciembre de dos mil dieciséis. VISTOS; con el expediente principal
y Cuaderno de Casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el Recurso
de Casación obrante de fojas ciento doce a ciento catorce,
interpuesto por Alfredo Chávarri Serrano contra la Sentencia de Vista
contenida en la resolución número nueve del tres de mayo de dos mil
dieciséis, corriente de fojas noventa y dos a noventa y siete, emitida
por la Sala Especializada en lo Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Cajamarca, que revoca la sentencia apelada de
primera instancia obrante de fojas sesenta y nueve a setenta y cinco,
su fecha diez de noviembre de dos mil catorce, que declara fundada
la demanda, y reformándola la declara infundada la citada demanda.
SEGUNDO.- La labor de calificación del Recurso de Casación según
lo preceptuado por el Artículo 387° del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, importa primariamente la
comprobación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
referidos a: i) La naturaleza del acto procesal impugnado, que exige
que lo que se impugne sea una Sentencia o Auto expedido por una
Sala Superior que, como órgano judicial de segundo grado, ponga
fin al proceso; ii) Los recaudos especiales del Recurso. Así, si el
Recurso de Casación es interpuesto ante la Corte Suprema de
Justicia de la República, debe acompañarse copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital por el Abogado que
autoriza el Recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad, lo que
no resulta exigible en el supuesto de haberse interpuesto ante el
órgano jurisdiccional emisor de la decisión cuestionada; iii) La
verificación del plazo, que exige que se interponga el Recurso dentro
del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de notificada
la resolución que se impugna, más el término de la distancia, cuando
corresponda; y, iv) La presentación de la tasa judicial, de acuerdo a
la Tabla de Aranceles Judiciales, vigente al tiempo de interposición
del Recurso. TERCERO.- Comprobando el cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad, se desprende que el Recurso bajo
calificación satisface los citados en el precedente considerando, por
cuanto: a) Se recurre contra la Sentencia de Vista que pone fin al
proceso sobre Otorgamiento de Escritura Pública, contenida en la
resolución número nueve del tres de mayo de dos mil dieciséis,
corriente de folios noventa y dos a noventa y siete; b) Se interpone
ante la Sala Especializada en lo Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Cajamarca, como órgano superior que emitió
la Sentencia recurrida, no requiriéndose por tal circunstancia
acompañar los recaudos adicionales; c) Se presenta dentro del
plazo establecido por ley, dado que la Sentencia de Vista se notificó
al recurrente el veintidós de junio de dos mil dieciséis, según cargo
obrante a folios ciento dos, y el Recurso se presentó el día seis de
julio de este mismo año; y, d) En lo que se refiere al pago de la tasa
judicial respectiva, se observa que se ha acompañado la obrante a
fojas ciento diez. CUARTO.- Asimismo, no es exigible al casacionista
lo establecido por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil,
pues la sentencia de primera instancia expedida por el Juzgado
Mixto de la Provincia de San Pablo de la Corte Superior de Justicia
de Cajamarca mediante resolución número seis del diez de
noviembre de dos mil catorce, inserta de folios sesenta y nueve a
setenta y cinco, que declaró fundada la demanda incoada por su
parte, fue favorable a sus intereses. QUINTO.- El Recurso de
Casación es formal y excepcional, por lo que debe estar estructurado
con precisión y estricta sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo
al impugnante puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo responsabilidad
del justiciable -recurrente- adecuar los agravios que invoca a las
causales que para dicha finalidad se encuentran taxativamente
determinadas en la norma procesal, desde que el Tribunal de
Casación no está facultado para interpretar el Recurso ni integrar o
remediar las carencias del mismo, no pudiendo subsanarse de oficio
los defectos incurridos en su formulación. Por ello “(…) el recurso
debe ser concedido sólo cuando el recurrente denuncie y acredite
que la infracción aparentemente incurrida ha sido determinante para
decidir el caso. Por cierto, no sólo la infracción sino la calidad de
‘determinante’ de ésta es un tema que debe ser argumentado por el
recurrente y respecto del cual la Corte debe ser persuadida, de lo
contrario, estaremos ante un recurso improcedente”1. SEXTO.- En
ese contexto, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el Artículo 388° del Código Procesal Civil.
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
SÉPTIMO.- Encausados en dicha labor, se desprende del texto del
Recurso que éste se sustenta en: A) Infracción Normativa del
Artículo 4° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, sosteniéndose que: i) ella es una norma de
cumplimento obligatorio y según la cual toda persona y autoridad
está obligada a acatar y dar cumplimiento a las decisiones judiciales
o de índole administrativa, emanadas de autoridad judicial
competente, en sus propios términos, sin poder calificar su contenido
o sus fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances,
bajo responsabilidad civil, penal o administrativa que la ley señala; y,
ii) el Acta de Sesión Ordinaria del Concejo Provincial de San Pablo,
de fecha ocho de junio de mil novecientos noventa y ocho, es
decisión de índole administrativa, por lo que se prohíbe a toda
autoridad (incluido al Poder Judicial) calificar su contenido o sus
fundamentos, restringir sus efectos o interpretar sus alcances,
estando toda autoridad obligada a acatar y darle cumplimiento en
sus propios términos. OCTAVO.- Al respecto, cabe apreciar la
inconsistencia de la argumentación esbozada por el recurrente,
pues, por un lado, sostiene que el Acta de Sesión Ordinaria del
Concejo Provincial de San Pablo del ocho de junio de mil novecientos
noventa y ocho es una decisión de índole administrativa, por lo que
estaría prohibido a toda autoridad (incluyendo al Poder Judicial)
calificar su contenido o fundamentos, restringir sus efectos o
interpretar sus alcances, con obligación entonces de acatarla y darle
cumplimiento en sus propios términos, según lo establecido por el
Artículo 4° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y, sin embargo, por otro lado, interpone la demanda de autos
solicitando que se ordene el Otorgamiento de la Escritura Pública del
bien inmueble denominado Callejón San Gabriel, ubicado en el Jirón
Bolognesi cuadra doce, Distrito de San Pablo, Cajamarca. Con ello,
no se aprecia claridad y precisión en la descripción de la infracción
normativa, según lo exigido por el Artículo 388° inciso 2) del Código
Procesal Civil, pues contradictoriamente se exige la declaración
jurisdiccional de una circunstancia fáctico-legal que el propio
recurrente sostiene definida a nivel administrativo, razón por la cual
la denuncia casatoria bajo estudio debe ser desestimada. NOVENO.-
Además, el casante no desvirtúa las conclusiones de la Sala
Superior que la han llevado a desestimar la demanda, circunscritas
a que no puede formalizarse (como pretende el demandante) un
acto jurídico que no cumple con los requisitos especiales esenciales
para su validez, como lo es la determinación del bien objeto de la
transferencia, mucho menos cuando la finalidad de la pretensión de
Otorgamiento de Escritura Pública se restringe a revestir de
formalidad al acto jurídico celebrado y no a variar o modificar su
contenido. En el caso de autos no se ha precisado el área, linderos,
medidas perimétricas y ubicación exacta del bien inmueble a que se
refiere el acuerdo de la Sesión del Concejo Provincial de San Pablo
que originaría el derecho del demandante, por lo que no es posible
que a través del presente proceso que se pretenda validar la
determinación del inmueble materia de permuta que obra como acto
unilateral en la demanda y sus anexos, así como individualizar a sus
beneficiarios, cuando dichas precisiones no constan de manera
expresa en el documento que se pretende formalizar, por lo que
tampoco se ha demostrado la incidencia directa de los argumentos
planteados con el fallo dictado, incumpliéndose lo que regula el
inciso 3) del Artículo 388° del Código Procesal Civil. DÉCIMO.-
Finalmente, si bien el recurrente precisa que su pedido casatorio es
revocatorio, cumpliendo la exigencia que informa el inciso 4) del
Artículo 388° del acotado Código, ello es insuficiente para declarar la
procedencia del Recurso interpuesto, desde que los requisitos de
fondo a los que el mismo se sujeta son necesariamente concurrentes,
lo que no se advierte en el caso concreto. Por las razones expuestas,
al no haberse satisfecho las exigencias de fondo a que se contrae el
mencionado Artículo 388° del Código Procesal Civil y de acuerdo a
lo regulado por el Artículo 392° del mismo Código, DECLARARON:
IMPROCEDENTE el Recurso de Casación interpuesto por Alfredo
Chávarri Serrano contra la Sentencia de Vista contenida en la
resolución número nueve del tres de mayo de dos mil dieciséis,
corriente de fojas noventa y dos a noventa y siete, emitida por la Sala
Especializada en lo Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia
de Cajamarca; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Alfredo Chávarri Serrano con la Municipalidad
Provincial de San Pablo sobre Otorgamiento de Escritura Pública; y
los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces Supremos
Calderón Puertas y De La Barra Barrera, por licencia de los Señores
Jueces Supremos Cabello Matamala y Miranda Molina. Ponente
Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
C-1569468-14
CAS. Nº 4252-2016 UCAYALI
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, seis
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por Berita Flores Gonzales a
fojas trescientos setenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos sesenta y cuatro, de fecha veinticuatro de agosto
97285
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Especializada en lo Civil y
Afines de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, que confirmó la
sentencia apelada de fojas doscientos setenta y dos, de fecha treinta
de octubre de dos mil quince, que declaró infundada la demanda
de Indemnización por Daños y Perjuicios; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Superior que, como órgano de segundo grado
pone fin al proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Sala Especializada
en lo Civil y Afines de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, que
emitió la resolución recurrida; III) Ha sido presentado dentro del plazo
que establece la norma, pues la resolución impugnada fue notificada
siete de setiembre de dos mil dieciséis, conforme se advierte del
cargo de notificación obrante a fojas trescientos setenta y cuatro y
el recurso ha sido registrado el veinte de setiembre del mismo año;
y, IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente a dicho concepto
a fojas trescientos setenta y ocho. TERCERO.- Que, respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que
la recurrente no consintió la resolución expedida en primera instancia
que le fue desfavorable, al haberla impugnado mediante escrito de
fojas trescientos ocho, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma
procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento
de los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, se
debe señalar en qué consisten la infracción normativa denunciada o
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el presente
caso la impugnante denuncia la infracción normativa del artículo
139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, así
como el artículo 1982 del Código Civil, señalando que la Sala
Superior ha concluido que no se acreditó la falsedad de la denuncia,
indicando que sí existió motivo razonable para la Municipalidad
demandada al proceder como lo hizo, concluyendo que no se
configuran los elementos para amparar la demanda; sin embargo,
adolece de motivación, ya que no sustenta de manera adecuada
y categórica la decisión tomada, ni desarrolla las razones por las
cuales no se cumplen dichas condiciones, vulnerándose su Derecho
al Debido Proceso y Tutela Jurisdiccional Efectiva. QUINTO.- Que,
del examen de la argumentación expuesta se advierte que la
recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que la infracción
denunciada carece de sustento, ya que del pronunciamiento de la
Sala de mérito se aprecia que la sentencia de vista ha sido expedida
de acuerdo a los hechos expuestos por las partes, valorando en
forma conjunta y razonada los medios probatorios válidamente
aportados al proceso, expresando las valoraciones esenciales y
determinantes que sustentan su decisión, aplicando el derecho
correspondiente al caso de autos, determinando así que en virtud
del Examen Especial número 005-2002-02-0477 y número 006-
2002-02-0477, emitidos por la Oficina General de Auditoría Interna,
en los que se recomendó el inicio de las acciones legales contra la
presunta responsable, esto es, Berita Flores Gonzales, por lo que
se dio inicio al proceso penal, y que si bien es cierto, dicho proceso
culminó con sentencia absolutoria por insuficiencia de pruebas, ello
no genera como consecuencia un efecto indemnizatorio, ya que sí
existió un motivo atendible para el inicio de dicho proceso, asimismo,
que la entidad demandada actuó en ejercicio regular de un derecho y
en cumplimiento del deber que le impone el artículo 407 del Código
Penal. Por lo demás, la argumentación del recurso se encuentra
relacionada a cuestiones de hecho y probanza que implican el
reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno a los fines del
recurso de casación previsto en el artículo 384 del Código Procesal
Civil. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia contenida en el inciso
4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, la recurrente cumple con
indicar que su pedido casatorio es revocatorio; sin embargo, ello no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación, toda vez
que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio son
concurrentes, conforme estipula el artículo 392 del Código precitado.
Por las razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Berita Flores Gonzales a
fojas trescientos setenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas trescientos sesenta y cuatro, de fecha veinticuatro de agosto
de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Especializada en lo Civil y
Afines de la Corte Superior de Justicia de Ucayali; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Berita Flores
Gonzales contra la Municipalidad Provincial de Coronel Portillo,
sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-15
CAS. Nº 4558-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, cuatro
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- El recurso de casación interpuesto por Corporación
Oro Verde Sociedad Anónima Cerrada, a fojas setecientos
cincuenta y ocho, reúne los requisitos de forma para su
admisibilidad, conforme a lo previsto en el Artículo 387° del Código

97286 CASACIÓN
Procesal Civil. SEGUNDO.- Que los numerales 2) y 3) del Artículo
388° del Código Procesal Civil modificado por la Ley número
29364, establecen que constituyen requisitos de fondo del recurso,
que se describa con claridad y precisión la infracción normativa
o el apartamiento del precedente judicial, así como el demostrar
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
TERCERO.- La recurrente, invocando el artículo 386 del CPC,
denuncia como agravio: La contravención de los artículos 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, 122 inciso 3
del Código Procesal Civil y 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, expresando que la Sentencia
de Vista no absolvió los agravios que formuló a través de su
recurso de apelación, pues no se pronunció por aceptar o rechazar
el cargo consistente en que el periodo es solo por el segundo
semestre del año dos mil siete, tal como fue señalado como
punto controvertido; por aceptar o rechazar el cargo relacionado
a que no existe conexión lógica, ni relación causa - efecto entre
el pago de la publicidad y las supuestas pérdidas, e incurre en
contradicción al considerar que no se ha valorado el hecho que no
se ha establecido si el pago de dicha publicidad estuvo destinada a
denunciar el producto de la demandada o si también se utilizó para
comercializar otros productos de la demandante, como tampoco se
puede determinar las ganancias obtenidas por la demandada; por
aceptar o rechazar el cargo de que la demandante no ha acreditado
haber sufrido pérdidas a su patrimonio que justifiquen el pago del
daño emergente, e incurre en contradicción al señalar que todo ello
hacen que se estime que por lo menos debe descontarse un treinta
por ciento (30%) de la suma obtenida; por aceptar o rechazar
el cargo referido a la falta de conexión lógica y relación causa -
efecto entre el cuadro de ventas Sol de Cuzco y las pérdidas de
ganancias de la demandante; además, incurre en contradicción
al indicar que; sin embargo, se debe tener en consideración que
este cuadro no solo se usó en otro proceso para acreditar las
pérdidas por la comercialización de otro producto y por el cargo
atinente a que la demandante probó o no perjuicio patrimonial.
CUARTO.- Con relación al agravio denunciado, de la Sentencia de
Vista del quince de junio de dos mil quince, se desprende que el
Colegiado Superior ha establecido que la conducta antijurídica de
la demandada se encuentra acreditada por el hecho de que ésta
infringió los derechos de propiedad industrial, consistente en haber
fabricado chocolates de taza con el signo Herbi Cusco y etiqueta,
que es confundible con las marcas registradas Sol del Cusco y
etiqueta, así como que, aun cuando las facturas por concepto
de publicidad que ha anexado la demandante para acreditar el
daño emergente no acreditan que todas estuvieron destinadas
a denunciar el producto de la demandada, en aplicación del
artículo 1332 del Código Civil, el monto por este concepto debe
ser fijado discrecionalmente con criterio de equidad, razonabilidad
que debe ser tomada en cuenta; asimismo, al fijarse el monto por
concepto de lucro cesante, dado que los cuadros estadísticos
graficados por la demandante a fojas doscientos sesenta y cuatro
no solo fueron usados en otro proceso para acreditar las pérdidas
por la comercialización de otro producto (chocolate para taza
instantáneo granulado de la marca Herbi), sino que además el
monto que ahí aparece consignado tampoco ha considerado los
costos e impuestos. QUINTO.- De las conclusiones anotadas por
el mencionado órgano jurisdiccional no se evidencia las alegadas
omisiones de pronunciamiento e incongruencias y, por ende, no
se ha demostrado que la denunciada vulneración de los artículos
139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, 122 inciso
3 del Código Procesal Civil y 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial en los términos propuestos, tenga
incidencia directa sobre el fallo impugnado, tal y conforme lo exige
el numeral 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, tanto más, si
la litis en el caso concreto ha surgido a raíz de la comercialización
del producto de la demandada bajo el signo en cuestión, por lo que
es indudable que el periodo a evaluar tendrá como inicio la fecha de
que tal producto ingresó al mercado hasta cuando se prohibió el uso
del aludido signo, que en el caso que nos ocupa, está dado por el
dictado de la Resolución Administrativa número 010919-2008/OSD-
INDECOPI del dieciocho de agosto de dos mil ocho, cuyos efectos
no se han acreditado que hayan sido impugnados, de manera que
tal periodo que ha sido acogido por la Sala de Vista, no resulta ajeno
a la controversia surgida en el proceso, debiendo subrayarse que
tal como es de verse del escrito de contestación a la demanda, la
propia recurrente ha señalado que el referido acto administrativo ha
formado parte de los fundamentos esgrimidos a través del escrito
de demanda. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho
las exigencias de fondo a que se contrae el Artículo 388° del Código
Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el Artículo 392°
del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Corporación Oro Verde Sociedad Anónima
Cerrada, a fojas setecientos cincuenta y ocho, contra la Resolución
número siete, de fecha quince de junio de dos mil quince, expedida
por la Primera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en
los seguidos por Industrias Alimenticias Cusco Sociedad Anónima
contra Corporación Oro Verde Sociedad Anónima Cerrada, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-16
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
CAS. Nº 4228-2015 CAÑETE
MEJOR DERECHO DE POSESIÓN. Sumilla.- Que, el recurso de
casación interpuesto por la demandante está dirigido a cuestionar
aspectos de fondo; sin embargo, la sentencia de vista es una de
naturaleza inhibitoria que declara la improcedencia de la demanda
basada en argumentos relativos a una carencia de interés y
legitimidad para obrar de la demandante, no advirtiéndose que el
aludido recurso casatorio cuestione dicha circunstancia, razones
por las cuales deviene en infundado. Lima, treinta de setiembre de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número cuatro mil doscientos veintiocho – dos mil quince, en
Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha; y, producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA
DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Norberta Ana Zubizarreta Moreno de Navarro a
fojas quinientos cuarenta y seis, contra la resolución de vista de
fojas quinientos veintiuno, de fecha dos de julio de dos mil quince,
expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Cañete, que confirma la resolución apelada de fojas trescientos
noventa y dos, de fecha quince de agosto de dos mil catorce, que
declara inadmisibles de plano las tachas formuladas contra el
Título de Posesión y el Certificado de Residencia ofrecidos por la
demandada en su contestación de demanda; e improcedente la
demanda. 2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN:
Por resolución de fecha doce de enero de dos mil dieciséis,
corriente a fojas cuarenta y uno del cuaderno de casación, se ha
declarado procedente el recurso de su propósito, por la siguiente
causal denunciada: Infracción normativa procesal de los
artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú,
122, 50 inciso 6, 194 y 197 del Código Procesal Civil, alegando
que se afecta su derecho por las siguientes razones: a) No se ha
cumplido con motivar debidamente la sentencia, ni se ha valorado
la Pericia Grafotécnica elaborada sobre los documentos en los que
la demandada ha pretendido acreditar su posesión, como son la
Constancia de Verificación del siete de abril de dos mil tres, los
Títulos de Posesión de fecha treinta y uno de enero de mil
novecientos noventa y nueve y uno de enero de dos mil cuatro,
Carta Poder y solicitud del Organismo de Formalización de la
Propiedad Informal - COFOPRI de fecha veinticinco de agosto de
dos mil ocho, para determinar que la denuncia penal instaurada
debe seguir su curso, renunciando la Sala a la búsqueda de la
verdad de los hechos, más aún cuando el Juez de la causa no
actuó una pericia a fin de determinar la autenticidad de las personas
que la expidieron; y, b) No se ha tomado en cuenta que se ha
demandado el Mejor Derecho de Posesión, el mismo que no fue
amparado en el proceso de Interdicto de Retener que se instauró
en su contra, donde el Juez de la causa desestimó las tachas
formuladas amparando la demanda, disponiendo la restitución del
bien. 3. ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las
denuncias formuladas por la recurrente, conviene hacer las
siguientes precisiones respecto de lo acontecido en el proceso:
3.1. Con fecha treinta y uno de julio de dos mil doce, Norberta Ana
Zubizarreta Moreno de Navarro interpone demanda de Mejor
Derecho de Posesión contra Norberta Martínez Luján, respecto del
inmueble ubicado en el jirón Callao Manzana J - Lote 7, Sector Las
Salinas, distrito de Chilca, provincia de Cañete. 3.2. Por resolución
de primera instancia, de fecha quince de agosto de dos mil catorce,
el A quo declara improcedente la demanda. Fundamenta su
decisión en lo siguiente: I) De lo narrado se tiene que los títulos
posesorios existentes antes de producirse el acto de despojo de la
posesión que realizó el demandante son las instrumentales
expedidas a favor del causante de la actora con lo cual queda
acreditado el Derecho de Posesión de dicha persona hasta la fecha
de su fallecimiento, empero para que este derecho real así como
los títulos posesorios sean transmitidos a favor de la accionante,
esta debe contar con título sucesorio y dado a que el mismo no ha
sido aparejado a la demanda, no es posible establecer de manera
concreta la existencia de un título sucesorio o títulos de posesión a
favor de la demandante respecto del bien sub litis durante los años
dos mil uno a dos mil ocho, lo cual evidencia una carencia de
interés y legitimidad para obrar de la demandante, por lo que en
salvaguarda de sus derechos, corresponde emitir una sentencia
inhibitoria por encontrarse la demanda en la causal de
improcedencia, contenida en el artículo 427 incisos 1 y 2 del
Código Procesal Civil. 3.3. Mediante la Resolución de Vista, de
fecha dos de julio de dos mil quince, obrante a fojas quinientos
veintiuno, el Ad quem confirma la resolución apelada,
fundamentando su decisión en los siguientes considerandos: I)
Que existiendo un pronunciamiento judicial que dispone la
restitución de la posesión del bien a favor de la demandada, no
puede emitirse una resolución judicial que contravenga la calidad
de cosa juzgada que adquirió dicha decisión, por lo que la demanda
ha incurrido en causal de improcedencia; II) En cuanto a los
agravios invocados por la apelante se tiene que sobre la falta de
valoración de los medios probatorios, el juez realiza un análisis de
los hechos los mismos que se encuentran sustentados, respecto a
las tachas formuladas estas se encuentran motivadas y la Sala
comparte dicha decisión; III) Respecto a que el Juez no convocó a
quiénes están comprendidos en las pruebas escritas, no se
evidencia que la demandante haya solicitado al Juez se cite a
entidades o personas en relación a los documentos firmes,
debiendo haber hecho uso de su derecho en el trámite del proceso;
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en consecuencia, no se puede invocar dicha inacción como agravio
de la sentencia; IV) Que, la alegada falsificación de documentos
por parte de la demandada, la demandante ya formuló la denuncia
penal correspondiente ante el Ministerio Público, razón por la cual
la misma debe seguir su curso y sin perjuicio de lo resuelto, se deja
a salvo su derecho. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: PRIMERO.- Que, antes del análisis de los requisitos
de fondo, es necesario precisar que el recurso de casación es un
medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en
cuestiones fácticas o de revaloración probatoria; en ese sentido, la
fundamentación por parte de la recurrente debe ser clara, precisa y
concreta, indicando ordenadamente cuáles son las denuncias que
configuran la infracción normativa que incida directamente sobre la
decisión contenida en la resolución impugnada o el apartamiento
de los precedentes vinculantes dictados, sea por el Tribunal
Constitucional o por la Corte Suprema de Justicia de la República.
SEGUNDO.- Que, como causales del recurso casatorio, la
recurrente ha denunciado la infracción normativa procesal del
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, que
garantiza los derechos a obtener una sentencia acorde con lo
planteado y debidamente motivada, todo ello concordante con los
artículos 122, 50 inciso 6, 194 y 197 del Código Procesal Civil,
invocando que no se ha valorado la Pericia Grafotécnica elaborada
sobre los documentos en los que la demandada ha pretendido
acreditar su posesión; que el desconocer la falsificación de los
documentos se estaría convalidando un acto delictivo al no haberse
actuado una pericia a fin de determinar la autenticidad de las
personas que la expidieron. TERCERO.- Que, la Sala de Vista ha
desestimado cada uno de los argumentos del recurso de apelación
y ha confirmado la sentencia apelada que declaró improcedente la
demanda sobre la base de los siguientes argumentos: que, la
demandante debe contar con el título posesorio respectivo, el
mismo que no ha sido aparejado a la demanda así como tampoco
ha adjuntado los documentos pertinentes que acrediten el
entroncamiento familiar con el causante Pedro Pablo Zubizarreta
Gabaldoni, no pudiendo ser posible establecerse de manera
concreta la existencia de un título sucesorio o títulos de posesión a
favor de la demandante respecto del bien sub litis entre los años
dos mil uno a dos mil ocho. CUARTO.- Que, las deficiencias
anotadas en el considerando precedente sirvieron como sustento
para que las instancias de mérito determinen que no se puede
establecer si la demandante es o no titular de la pretensión que
está intentando, por lo que no es posible analizar los títulos de
posesión que se arroga y menos se podría confrontar con los que
ostenta la demandada, dado que los títulos que hace suyos la
demandante aparecen a nombre de su presunto causante, hecho
que impidió emitir un pronunciamiento válido sobre el fondo.
QUINTO.- Que, se advierte claramente que lo argumentado
respecto de las causales procesales denunciadas en el recurso de
casación interpuesto por la demandante están dirigidos a cuestionar
aspectos de fondo; sin embargo, la sentencia de vista es una de
naturaleza inhibitoria que declara la improcedencia de la demanda
basada en argumentos relativos a una carencia de interés y
legitimidad para obrar de la demandante, no advirtiéndose que el
aludido recurso casatorio cuestione dicha circunstancia. SEXTO.-
Que, siendo ello así, el recurso casatorio no se ajusta al mérito de
lo actuado, cuestionando el fondo de la controversia y no los
fundamentos que sustentaron la declaración de improcedencia de
la demanda, por lo que el recurso de casación así propuesto
deviene en infundado, no advirtiéndose la causal procesal
denunciada. 5. DECISION: Estando a las consideraciones
expuestas y de conformidad con los artículos 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 397 del Código
Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Norberta Ana Zubizarreta Moreno de Navarro a
fojas quinientos cuarenta y seis; en consecuencia, NO CASARON
la resolución de vista de fojas quinientos veintiuno, de fecha dos de
julio de dos mil quince, expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cañete; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Norberta Ana Zubizarreta
Moreno de Navarro contra Norberta Martínez Luján, sobre Mejor
Derecho de Posesión; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569468-17
CAS. Nº 4286-2016 ICA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO, Lima, diez de enero de dos mil
diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Leslie Stephani Guillen Salazar a fojas quinientos
setenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas quinientos
cuarenta y siete, de fecha cinco de setiembre de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Ica, que confirmó la sentencia apelada de fojas cuatrocientos
sesenta y seis, de fecha dieciocho de agosto de dos mil quince,
que declaró infundada la demanda de Nulidad de Acto Jurídico; e
infundada la pretensión accesoria de Restitución de Posesión; por lo
que debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia
97287
de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que
el presente recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se
recurre una sentencia expedida por la Sala Superior que, como
órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado
ante la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica,
que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificado con la resolución impugnada,
pues ésta fue notificada el doce de setiembre de dos mil dieciséis,
según consta a fojas quinientos cincuenta y tres (vuelta) y el
recurso fue presentado el veintidós de setiembre del mismo año;
y, IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de
casación, conforme consta a fojas quinientos setenta (vuelta).
TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no consintió la
resolución expedida en primera instancia que le fue desfavorable,
al haberla impugnado mediante escrito de fojas cuatrocientos
ochenta y uno, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma
procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento
de los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, es necesario que la recurrente señale en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente medio impugnatorio se
denuncia: a. Infracción normativa del artículo 140 del Código
Civil, señala que las calidades y condiciones personales de un
sujeto interviniente en un acto jurídico quedan supeditadas a la
capacidad de cognocibilidad sobre lo que suscribe u obliga, hecho
relevante que deberá ser tomado en cuenta, ya que no resulta
lógico suponer como lo han señalado las instancias de mérito, al dar
por cierto que el solo acto de lectura del contenido del documento
cuya nulidad se demanda, a quien no sabe leer ni escribir, sea
suficiente para validar dicho acto, porque ello no resulta suficiente
para establecer la capacidad plena de ejercicio que valide las
actuaciones que dichos sujetos efectúan. Señala que es evidente
que el presente proceso está inmerso bajo los alcances del error
como vicio de la voluntad por condición de iletrada, acreditado con
información remitida por el Registro Nacional de Identidad y Estado
Civil - RENIEC, así como error de consentimiento, evidenciado
por la negativa uniforme desde el inicio de la demanda, en que
se negó a haber efectuado dicha venta. b. Infracción normativa
del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú,
ya que se ha omitido pronunciamiento sobre todos los puntos
controvertidos, lo que conlleva a la afectación al Debido Proceso.
c. Infracción normativa del artículo 107 del Decreto Legislativo
número 1049, referido a la verificación de exigibilidad de conocer
si la suscribiente es o no analfabeta, por cuya razón la firma por
testigo a ruego constituía un deber de función notarial, lo que no se
verificó en el presente proceso, pues el notario no ha dado cuenta
de las formalidades previas, aspecto que no ha sido valorado por
los despachos judiciales. d. Infracción normativa del artículo
197 del Código Procesal Civil, señala que no se ha dado cuenta
de sendos medios probatorios, donde de manera indubitable
el demandado Juvenal Guillen Guillen cuenta la condición de
iletrada de la codemandada y que ahora niega, ponderación
que hubiera enervado de manera absoluta los alcances de lo
resuelto, por ser cierto y evidente que se estampó una aparente
firma de la codemandada. e. Infracción normativa del Decreto
Supremo número 006-2013-JUS, señala que no se ha analizado
la obligación de los funcionarios notariales de exigir y dejar
constancia de la presentación de los medios de pago empleados
en los instrumentos protocolares cuyas operaciones sean mayores
a tres mil quinientos soles (S/3,500.00) o su equivalencia en
moneda extranjera, cuestión que no se ha dado en el caso de
autos. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación expuesta
se advierte que la recurrente no cumple con los requisitos exigidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto
es, describir con claridad y precisión la infracción normativa así
como demostrar la incidencia directa sobre la decisión impugnada,
puesto que hace referencia a cuestiones de hecho ya dilucidadas
por las instancias de mérito, advirtiéndose que se pretende una
modificación del criterio asumido, así pues, han determinado que
la causal denunciada en la demanda de falta de manifestación de
voluntad, no se encuentra vinculada al grado de alfabetización
del agente, sino a declarar o no su voluntad, lo cual es posible
independientemente de aquello; asimismo, la demandada Arteniza
Jiménez de Guillen ha realizado otros actos jurídicos en los cuales
no manifestó tal condición, por el contrario, con posterioridad
a la interposición de la demanda de Nulidad de Acto Jurídico
recién se solicitó el cambio a la condición de iletrada, de modo
que, la demandante Leslie Stephani Guillen Salazar no ha podido
probar a lo largo del proceso la causal denunciada. Asimismo, en
cuanto a que no se habría verificado los documentos de pago al
momento de la celebración del acto jurídico, dicha afirmación no
ha podido ser desvirtuada en modo alguno, así como ello no es
fundamento idóneo para la causal mediante la que se pretende
amparar la demanda. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia
contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, la recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es revocatorio; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos

97288 CASACIÓN
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del precitado Código. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Leslie Stephani Guillen Salazar a fojas
quinientos setenta y uno, contra la sentencia de vista de fojas
quinientos cuarenta y siete, de fecha cinco de setiembre de dos
mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Leslie Stephani Guillen Salazar contra Juvenal
Guillen Guillen y otra, sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor Sánchez
Melgarejo por licencia del Juez Supremo Señor Mendoza Ramírez.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA, SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-18
CAS. Nº 686-2016 AREQUIPA
REIVINDICACIÓN. Lima, tres de mayo de dos mil diecisiete.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Edgar Corado De La Torre a fojas mil cinco, contra
la sentencia de vista de fojas novecientos cincuenta y siete, de
fecha seis de noviembre de dos mil quince, emitida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que revocó
la resolución apelada de fojas ochocientos cuarenta y siete, de
fecha trece de abril de dos mil quince, en el extremo que condena
el pago de costas y costos al recurrente respecto del proceso de
Reivindicación; reformándola en este extremo se exonera de forma
expresa a dicha parte del pago de dichos conceptos; confirmaron en
lo demás que contiene; por lo que debe examinarse los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a lo previsto en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que,
en tal sentido, verificados los requisitos de admisibilidad previstos
en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, se tiene que el presente recurso cumple con
dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una sentencia expedida
por la Sala Superior que como órgano de segundo grado pone fin
al proceso; II) Se ha presentado ante la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, que emitió la resolución
impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo de diez días
de notificado con la resolución impugnada, pues el recurrente
fue notificado el veintidós de diciembre de dos mil quince, según
cédula de notificación de fojas novecientos ochenta y cinco, y
presentó el recurso de casación el ocho de enero del mismo año;
y, IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de
casación, según consta a fojas mil dieciséis, subsanado a fojas
noventa y cuatro del cuadernillo. TERCERO.- Que, respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que el recurrente no consintió la sentencia expedida en primera
instancia que le fue desfavorable al haberla impugnado a fojas
ochocientos noventa y cinco, por lo que cumple con lo dispuesto
en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer
el cumplimiento de los requisitos contenidos en los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario que
el recurrente señale en qué consisten la infracción normativa
denunciada o el apartamiento inmotivado del precedente judicial.
En el presente medio impugnatorio se denuncia: - Infracción
normativa material de los artículos 912, 1135, 1229 y 2014,
del Código Civil, señala que se ha presumido la buena fe de los
esposos demandados sin merituar adecuadamente su conducta
que determina fehacientemente el actuar de mala fe, de modo que
si lo hubieran realizado la debida valoración se hubiera podido
comprobar. El hecho que sea el recurrente el que posee el bien
demuestra que la compra que realizaron los demandados era de
mala fe por ende el acto jurídico es nulo. Se ha presumido el pago,
cuando le corresponde demostrar el pago a quien lo efectuó. Los
demandados no han acreditado la buena fe. - Infracción normativa
procesal del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política
del Perú, señala que se ha permitido la afectación al Derecho de
Defensa, pues se ha convalidado el actuar subjetivo del A quo al
rechazar la prueba ofrecida por el recurrente consistente en la
carpeta fiscal número 2011-2767, al no ser actuada, así como no
solicitar informe a la Municipalidad sobre la baja del contribuyente
Noelia Carina Colque Coaguila; por tanto, se ha vulnerado su
derecho al Debido Proceso. QUINTO.- Que, del examen de la
argumentación expuesta se advierte que el recurrente no cumple
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, no pueden ser acogidas. Respecto a la
infracción contenida en el acápite a) del considerando anterior, es
posible verificar que la argumentación del recurso se encuentra
relacionada a cuestiones de hecho y probanza que implican el
reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno a los fines
del recurso de casación previstos en el artículo 384 del Código
Procesal Civil, más aun si las instancias inferiores, analizando
los medios probatorios, han concluido que respecto a la causal
demandada de fin ilícito, se ha podido comprobar la mala fe de
Noelia Carina Colque Coaguila al vender a Mercedes Consuelo
Quispe Turumple, y posteriormente a la sociedad conyugal Gonzalo
Espinoza Cáceres y Gabina María Ccasa Vilca; sin embargo, éstos
últimos realizaron el contrato de compraventa tomando las medidas
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de seguridad necesarias, como verificar quien era el propietario
registral y quien figuraba empadronada en la Asociación, de modo
que éstos se encuentran protegidos por la buena fe registral. Sobre
el argumento del recurrente de que la sociedad conyugal no habría
pagado el precio de la venta, la Sala Superior ha indicado que
se puede establecer la veracidad del pago a través de los retiros
dinerarios efectuados el día del acto jurídico, por el monto de venta
del bien. En cuanto al acápite b) del considerando precedente, se
advierte que ésta carece de sustento y base real, pues conforme se
advierte de la propia recurrida, ésta ha fundamentado su decisión
en base a los hechos y medios probatorios aportados por ambas
partes, aplicando el derecho pertinente, de acuerdo a los puntos
controvertidos fijados en el Acta de Audiencia de Pruebas de
fojas ochocientos veintitrés, garantizando además el derecho al
contradictorio; por lo que no se configura la causal de contravención
de las normas que garantizan el derecho a un Debido Proceso.
SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4
del artículo 388 del Código Procesal Civil, el recurrente cumple con
indicar que su pedido casatorio es revocatorio; sin embargo, ello no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación, toda
vez que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio
son concurrentes, conforme estipula el artículo 392 del precitado
Código. -- Por las razones expuestas y en aplicación de lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Edgar
Corado De La Torre a fojas mil cinco, contra la sentencia de vista
de fojas novecientos cincuenta y siete, de fecha seis de noviembre
de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Gabina María Ccasa Vilca y
otro, contra Edgar Corado De La Torre y otra, sobre Reivindicación;
y los devolvieron. Ponente Señora Céspedes Cabala, Jueza
Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA
C-1569468-19
CAS. Nº 686-2017 LIMA NORTE
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veinte de abril
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por César Augusto Calderón Pollera y Queta Margarita
Galindo Jaramillo de Calderón a fojas quinientos treinta y dos,
contra la sentencia de vista de fojas quinientos dieciséis, de fecha
siete de setiembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que
confirma el auto final apelado de fojas cuatrocientos veintiocho, de
fecha diez de setiembre de dos mil quince, que declara infundada
la contradicción interpuesta por la parte ejecutada; en consecuencia,
ordena llevar adelante la ejecución. SEGUNDO.- En tal sentido,
examinados los autos se advierte que el recurso en mención
cumple con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo
exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al
no haber consentido los recurrentes la resolución de primera
instancia, en cuanto le fue adversa, satisface el requisito de
procedibilidad contenido en el artículo 388 inciso 1 del Código
Procesal Civil. TERCERO.- El recurso de casación es formal y
excepcional, por lo que debe estar redactado con precisión y
estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil
para su admisibilidad y procedencia, correspondiendo a los
impugnantes puntualizar en cuál de las causales se sustenta, esto
es en la infracción normativa o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, debiendo asimismo contener una
fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad de los recurrentes consignar los agravios que
invocan a las causales que se encuentran taxativamente
determinadas en la norma procesal. CUARTO.- En lo referente a
los restantes requisitos de procedencia y en el marco descrito por
el artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil, se desprende
del texto del recurso que éste se sustenta en: La infracción
normativa de los artículos 158 inciso 1 de la Ley número 27287
- Ley de Títulos Valores, 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, VII del Título Preliminar y 50 inciso 6 del Código
Procesal Civil, alegándose que: i) En el acápite 4.10 de la
sentencia de vista impugnada, la Sala Superior no fundamenta por
qué el llenado del pagaré se ha producido en forma contraria a los
acuerdos, y señala en el acápite 4.9 de la misma sentencia, que el
vencimiento del pagaré fue el once de octubre de dos mil trece, y
que no opera como fecha de vencimiento del título valor el veintidós
de mayo de dos mil trece, y la demanda fue interpuesta el dieciséis
de octubre del mismo año, sin ningún requerimiento para su pago;
en consecuencia, no se cumple con el requisito establecido en el
artículo 158 inciso 1 de la Ley número 27287 - Ley de Títulos
Valores, pues si el vencimiento del pagaré fue el once de octubre
de dos mil trece, no se podría exigir el pago del mismo el siete de
octubre del mismo año, conforme lo señala la Sala Superior en el
numeral 4.8 de la resolución impugnada, al establecer que cursó
una Carta Notarial el siete de octubre de dos mil trece, es decir,
antes del vencimiento del pagaré, que fue el once de octubre del
dos mil trece; ii) Además, existen otros requisitos formales del
pagaré que no han sido cumplidos, pues, se llenó el pagaré en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
forma contraria a los acuerdos comerciales, entre los cuales
tenemos que el cobro se efectuaría al año siguiente de su
aceptación, y que incluso la fianza no se encuentra adherida al
pagaré, pues está en una hoja independiente al mismo, lo que es
contrario a la normatividad vigente; iii) Se afirma que han
renunciado al fuero de su domicilio, sin embargo eso no es verdad,
lo cual es evidente, pues la misma entidad financiera ejecutante
solicitó que la demanda se notifique en su domicilio real, que
corresponde a un distrito distinto al lugar en el que se interpuso la
demanda, en la que el Juzgado de Lima Norte no tiene competencia;
iv) La Sala Superior indica que el hecho de que al monto señalado
en el pagaré se le hayan agregado los intereses moratorios y
compensatorios, dicho acto no puede constituir un vicio que
acarree la nulidad formal del título; sin embargo, no se han
convenido intereses moratorios ni compensatorios, como tampoco
capitalización de intereses alguna, habiendo el Ad quem
pronunciado en el numeral 4.10 de su resolución de vista, que esos
pagos son legales, y que han sido pactados sin indicar en qué
documento consta tal compromiso; v) El artículo 158, inciso 1,
literal g) señala que en la intervención de personas jurídicas en
relación a la suscripción de los títulos valores, el numeral 6.4 de la
Ley de Títulos Valores, señala que, además de consignar el nombre
de la persona jurídica, se debe señalar el nombre de sus
representantes, los cuales intervienen en el título, siendo la
interpretación correcta, que debió consignarse en el documento
denominado pagaré, el nombre y el número del documento oficial
del Banco ejecutante, así como el de sus representantes, quedando
claro que se han interpretado erróneamente los artículos 6.4 y
158.1 literal g) de la Ley de Títulos Valores, ya que dichas normas
no establecen que se deba exigir al que contradice el mandato de
ejecución, identificar la firma que aparece en un título valor. Cuando
de acuerdo a lo normado en la Ley de Títulos Valores - Ley número
27287, quien tiene la obligación de hacerlo es la persona que lo
firma en calidad de beneficiario; vi) Más grave es la ausencia de
motivación en que incurre la Sala Superior al omitir pronunciarse
sobre el recurso de apelación, en el extremo referido a la debida
aplicación del artículo 158.1 de la Ley de Títulos Valores, conforme
se aprecia en el numeral 4.10 de la sentencia de vista impugnada.
QUINTO.- Al respecto, en virtud del Principio de Congruencia,
contemplado en el artículo VII del Título Preliminar del Código
Procesal Civil, el Juez está obligado a dictar sus resoluciones de
acuerdo al sentido y alcances de las peticiones formuladas por las
partes, por lo tanto, en el caso del recurso de apelación,
corresponde al órgano jurisdiccional Superior resolver en función
de los agravios y errores de hecho y de derecho en los que se
sustenta la pretensión impugnatoria expuesta por el apelante,
siendo la única limitación lo que afecte al que interpuso dicho
recurso, conforme al aforismo tantum apellatum quantum
devolutum, al ser el Principio de Congruencia un precepto rector de
la actividad procesal, por el cual en toda resolución judicial debe
existir conformidad o concordancia entre el pedido formulado por
cualquiera de las partes y la decisión que el Juez estime sobre él,
Principio que es trascendente en el proceso, entre otros aspectos,
porque la sentencia judicial tiene que respetar los límites de la
pretensión. SEXTO.- Sobre el particular, analizado el medio
impugnatorio planteado, se aprecia que si bien los recurrentes
describen la infracción normativa, no demuestran la incidencia
directa de la misma en el fallo, por cuanto de lo consignado en la
sentencia de vista impugnada, la Sala de mérito ha desestimado
los agravios expuestos en el recurso de apelación, confirmando la
apelada que declaró infundada la contradicción, en consecuencia
ordena llevar adelante la ejecución, al considerar que el pagaré
suscrito en blanco por los ejecutados, fue llenado con observancia
de lo pactado entre las partes, al asumir según se consigna en el
numeral 4.8 de la sentencia de vista impugnada, que tanto la
obligada principal como los fiadores, suscribieron el Contrato de
Línea de Préstamo Comercial, con vencimiento al treinta y uno de
julio de dos mil trece, pactándose la resolución del mismo en la
clausula octava en el caso de incumplimiento de pago de las
obligaciones asumidas por el cliente, cursándose la respectiva
Carta Notarial el siete de octubre de dos mil trece a la obligada
principal (Balanza Electrónica Universitaria Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada), al considerar vencidos todos los plazos
de la línea de crédito de manera anticipada, exigiéndose el
inmediato rembolso de la totalidad de la suma adeudada por los
ejecutados. Asimismo, establece según se consigna en el numeral
4.9 de la sentencia de vista impugnada, que para los efectos del
vencimiento del pagaré, éste rige desde el once de octubre de dos
mil trece; en consecuencia, no se demuestra que no opera como
fecha de vencimiento el veintidós de mayo del mismo año (debe
decir dos mil catorce). De lo antes glosado, se tiene que la
sentencia de vista se ha emitido con la correspondiente
fundamentación de hecho y de derecho que sustenta la decisión,
de conformidad con el Principio de Motivación de las Resoluciones
Judiciales, consagrado en el artículo 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Perú, concordante con los artículos 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 122 incisos 3 y 4
del Código Procesal Civil, no resultando por lo tanto atendibles las
denuncias contenidas en los acápites i), ii), iii), iv) y v) del cuarto
considerando, al advertirse que en puridad pretende que se
revalore el Contrato de Línea de Préstamo Comercial número
0011-0307-7700007093-66, de fojas trescientos cincuenta y ocho,
lo que no corresponde en casación, por no constituir una tercera
97289
instancia, atendiendo a la finalidad del recurso de casación prevista
en el artículo 384 del Código Procesal Civil, esto es, la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto, y la uniformidad
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República. Además, no resulta cierto que la Carta Notarial se cursó
el siete de octubre de dos mil trece, según afirman los recurrentes,
por cuanto dicha instancia asume que la citada Carta fue cursada
el once de octubre del mismo año, en tal sentido las alegaciones
que esgrimen carecen de soporte fáctico que las respalde.
SÉTIMO.- Tampoco puede considerarse procedente la casación,
cuando denuncian en el acápite vi) del cuarto considerando, la
interpretación errónea del artículo 158 inciso 1 de la Ley número
27287 - Ley de Títulos Valores, que regula el contenido del pagaré.
En efecto, debe anotarse que la causal de interpretación errónea
de una norma de derecho material está referida al sentido o
alcance impropio que le hubiera dado el Juez a la disposición
pertinente, siendo sólo procedente la citada causal cuando al
aplicarse la norma de derecho material se le ha dado un sentido
que no le corresponde, por lo tanto, el recurrente debe proponer la
interpretación correcta. En ese orden de ideas, la Sala Superior
precisa que no se ha producido el llenado del pagaré contrario a los
acuerdos adoptados, advirtiéndose que con ello no se genera la
errónea interpretación que se denuncia, sino el cuestionamiento a
dicha conclusión fáctica en el intento de que la misma se modifique
en sede extraordinaria, cuando aducen los recurrentes que se ha
llenado el pagaré en forma contraria a los acuerdos, así como
cuando afirman que no se han convenido intereses moratorios y
compensatorios; no obstante, según se consigna en el numeral
4.10 de la resolución de vista, la Sala Superior establece que: “(…);
tampoco puede constituir vicio que acarree nulidad formal del
pagaré, que éste contenga el pago por los ejecutados, de los
intereses moratorios y compensatorios, cuando éstos han sido
pactados entre las partes en conflicto,(…)”, lo que resulta ajeno al
debate casatorio, por cuanto implica la revisión de la prueba,
aspecto que como se ha señalado precedentemente no resulta
posible en sede extraordinaria, al no tener la calidad de instancia
de mérito, observándose también de lo precisado precedentemente,
que no resulta cierto que la Sala Superior indique que los pagos por
capitalización de intereses sean legales1. Por las consideraciones
expuestas y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por César Augusto Calderón Pollera y Queta Margarita Galindo
Jaramillo de Calderón a fojas quinientos treinta y dos, contra la
sentencia de vista de fojas quinientos dieciséis, de fecha siete de
setiembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el BBVA
Banco Continental contra César Augusto Calderón Pollera y otros,
sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
En el presente caso se fijaron como puntos controvertidos por Resolución N°
8 del 21 de octubre de 2014, obrante a fojas 418, es decir determinar: a) Si se
acordó que la fecha del vencimiento fue el 22 de mayo de 2013 o 22 de mayo
de 2014; b) Si el obligado principal y los fiadores solidarios se encuentran
debidamente identificados; c) Si las partes ejecutadas han efectuado pagos
a cuenta a favor del ejecutante.
C-1569468-20
CAS. Nº 612-2017 LIMA NORTE
PETICIÓN DE HERENCIA. Lima, veintisiete de marzo de dos mil
diecisiete. VISTOS: y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandada Mery Luz Medina Rodríguez de
Pozo a fojas doscientos uno, contra la sentencia de vista de fojas
ciento noventa y dos, de fecha trece de setiembre de dos mil
dieciséis, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte; que confirma la sentencia apelada de
fojas ciento cincuenta y dos, de fecha uno de setiembre de dos mil
quince, que declara fundada la demanda; en los autos seguidos
por Jessica Mónica Medina Vargaya con Mery Luz Medina
Rodriguez de Pozo sobre Petición de Herencia; para cuyo efecto
debe procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en la Ley 29364 que modificó - entre otros - los artículos 387, 388,
391, 392 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Que, verificando
los requisitos de admisibilidad regulados en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la ley acotada, se advierte
que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: i) Se
recurre una resolución expedida por la Sala Superior que pone fin
al proceso; ii) Se ha interpuesto ante el órgano que emitió la
resolución impugnada; iii) Fue interpuesto dentro del plazo de los
diez días de notificado con la resolución recurrida; y iv) Ha cumplido
con el pago de la tasa judicial que corresponde. TERCERO.- Que,
previo al análisis de los requisitos de fondo, debe considerarse que
el recurso de casación, es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que éste tiene como fin la adecuada aplicación del

97290 CASACIÓN
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia. En ese
sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa y cuál es la
incidencia directa en que se sustenta. CUARTO.- Respecto al
requisito de fondo contemplado en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, la recurrente cumple con ello en razón a que
no consintió la sentencia de primera instancia que le fue
desfavorable. QUINTO.- Que, respecto a los requisitos contenidos
en los incisos 2, 3 y 4 del referido artículo, es necesario que la
recurrente señale en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial, que demuestre la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada y que precise
si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. En el presente
medio impugnatorio, la recurrente indica como causales: i)
Infracción del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú, artículo VI y VII del Título Preliminar, artículo
50 incisos 2 y 6, artículo 122 incisos 4 y 7; y artículo 424 inciso
5 del Código Procesal Civil: Sustentando que, en el quinto
considerando, se interpreta de manera errada el artículo 664 del
Código Civil, indicando que la petición de herencia no está dirigida
a reclamar la posesión de un bien o ciertos bienes sino al universo
de la masa hereditaria, dicho razonamiento no tiene base
normativa; por lo que la recurrida no se encuentra debidamente
motivada. Indica que se ha resuelto extra petita y desnaturalizando
el proceso, en tanto pese a que la demandante precisa como
petitorio que se le incluya como heredera universal de la causante;
se le declara heredera legal de Bertha Rodríguez Risco en
representación de su padre correspondiendo ser declarada
heredera conjuntamente con la demandada debiendo concurrir en
la masa hereditaria dejada por su ascendente; sin tener en cuenta
que la demandante no peticionó concurrir con la demandada ni
acumuló la pretensión que describe el artículo anteriormente
señalado. Indica que, con ello además se viola el Principio de
Congruencia. Señala, que si bien acorde al artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil implica aplicar el derecho que
corresponda, ello no significa ir más allá del petitorio que promueve
desigualdad entre las partes, máxime si al haber sido declarada
rebelde se encuentra en un estado de indefensión. Señala que el
petitorio no se adecúa a la formalidad prevista en el artículo 424
inciso 5 del Código Procesal Civil, en tanto indica que se le declare
heredera de la causante lo cual no se adapta a la construcción
normativa contenida en el artículo 664 del Código Civil. Indica que
el A Quo se sustituye a la actividad de las partes, en tanto la
recurrente tampoco ha adecuado su petición a la institución jurídica
de la representación sucesoria, sin embargo, se resuelve en dicho
sentido, por otro lado pese a que no se identifica ni se acredita que
la demandada se encuentre en posesión de algún bien a título
hereditario determina que concurra a la masa hereditaria. Agrega
que, otra vulneración al Principio de Congruencia lo determina el
hecho que para la dilucidación de la causa era importante y útil
determinar la existencia o no de algún testamento dejado por la
causante, a efectos de la aplicación del artículo 815 del Código
Civil; pese a que en autos obra el testamento dejado por la
causante mediante Escritura Pública de fecha uno de setiembre de
mil novecientos ochenta, en el que constituyó herederos y dispuso
de sus bienes, lo que no fue valorado, por tener condición de
rebelde que no le permitió su ofrecimiento formal, sin embargo el A
Quo lo debió admitir de oficio por ser trascendente; y al no hacerlo
ha violado el Principio de Igualdad entre las partes. ii) Infracción
del artículo 664 del Código Civil: Sustentando que si bien se ha
efectuado una aplicación debida al caso en controversia , ha
incurrido en infracción de la norma citada interpretándola de
manera equivocada, pues la Sala ha convalidado la interpretación
errónea adoptada por el Juzgado, pues pese a que la norma exige
que el accionante identifique y acredite qué bienes dice no poseer
por estar éstos en posesión total o parcial de otro heredero, ha
señalado que dicho artículo va dirigido a reclamar el universo de la
masa hereditaria causada, conforme se desprende del quinto
considerando de la sentencia de primera instancia, lo cual difiere
sustancialmente de la construcción normativa material del citado
artículo 664 del Código Civil que taxativamente indica que se dirige
contra quien posee en todo o en parte a título sucesorio para
excluirlo o para concurrir con él. SEXTO.- Que, en la causal
descrita en el ítem “i” la recurrente alega hechos que en suma
resultarían ser atentatorios al debido proceso y a la motivación de
las resoluciones judiciales; sin embargo dicha causal no puede
prosperar por carecer de base real, al no advertirse la concurrencia
de vicios insubsanables que afecten el debido proceso, en tanto, la
recurrida – tomando en cuenta la naturaleza del proceso sobre
petición de herencia – contiene una motivación coherente, precisa
y sustentada en base a los hechos invocados en la demanda y su
subsanación, valorándolos de manera conjunta utilizando su
apreciación razonada, en observancia a la garantía constitucional
contenida en el artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política
del Perú; llegando a la conclusión que la demandante tiene derecho
a ser declarada heredera de la causante en representación de su
padre pre muerto y que por tanto debe concurrir juntamente con la
demandada, sobre la masa hereditaria del bien que la constituye,
que tal como lo reconoce la propia demandada se encuentra en su
posesión. En suma, pretende cambiar el criterio jurisdiccional
establecido por las instancias de mérito; por consiguiente, se tiene
que lo que en el fondo se pretende es el re - examen, propósito que
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
como ha sostenido esta Sala Suprema en reiteradas ocasiones
resulta contrario a la naturaleza y fines del recurso extraordinario
de casación. Debiéndose precisar que, la acumulación de
pretensiones a que se refiere el artículo 664 del Código Civil fue
esclarecida en la resolución de inadmisibilidad de la demanda
obrante a fojas veintitrés y la subsanación que motivó el auto
admisorio, de allí que contrariamente a lo alegado por la recurrente
las instancias de mérito no han emitido un fallo extra petita; que las
instancias han cumplido con aplicar el derecho a los hechos
invocados en la demanda conforme a la facultad contenida en el
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil; y que la
recurrente no cumple con demostrar la incidencia de la existencia
de un testamento en el fallo, respecto del cual la instancia de mérito
ha valorado su desconocimiento por parte de la recurrente al
solicitar judicialmente la sucesión intestada de su causante.
SÉTIMO.- Que, la causal descrita en el ítem “ii” tampoco puede
prosperar por carecer de base real, en tanto la instancia de mérito
se ha remitido al reconocimiento de la posesión de la masa
hereditaria realizado por la propia recurrente; a lo que se aúna que
las instancias de mérito han determinado que la recurrente ha sido
declarada única heredera universal de la causante pretiriendo a la
demandante, obviamente de toda la masa hereditaria. En
consecuencia y conforme a lo previsto en el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Mery Luz Medina
Rodríguez de Pozo a fojas doscientos uno, contra la sentencia de
vista de fojas ciento noventa y dos, de fecha trece de setiembre de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Jessica Mónica Medina
Vargaya contra Mery Luz Medina Rodríguez de Pozo, sobre
Petición de Herencia y otro; y los devolvieron. Ponente Señor De la
Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-21
CAS. Nº 646-2016 DEL SANTA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. SUMILLA: La
Sala Superior no puede omitir pronunciarse respecto a la figura del
nexo causal, es decir, la relación existente entre la acción
determinante del daño o, la omisión de la acción determinante del
daño y el daño propiamente dicho; es decir, debe aparecer la
relación de causa-efecto. Esta relación causa-efecto que permitirá
establecer los hechos susceptibles de ser considerados
determinantes del daño irrogado y el grado de incidencia de éstos
hechos concretos con el grado de perjuicio. Lima, dieciséis de
noviembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la
causa número seiscientos cuarenta y seis – dos mil dieciséis; y,
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso
de casación interpuesto por la empresa Tecnológica de Alimentos
Sociedad Anónima a fojas novecientos dos, contra la sentencia de
vista de fojas ochocientos setenta y tres, de fecha quince de
setiembre de dos mil quince, expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia Del Santa, que confirma la sentencia
apelada de fojas setecientos cincuenta y uno, de fecha catorce de
enero de dos mil quince, que declara fundada en parte la demanda
interpuesta por Wilfredo Fidel Espíritu Galindo contra la empresa
Tecnológica de Alimentos Sociedad Anónima, sobre Indemnización
por Daños y Perjuicios. 2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Por resolución de fecha veintisiete de abril de dos mil
dieciséis, corriente a fojas sesenta y ocho del cuaderno de
casación, se ha declarado procedente el recurso de su propósito,
por las siguientes causales denunciadas de: 2.1. Infracción
normativa de carácter procesal del artículo VII del Título
Preliminar e inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil:
Se presenta por violación del Principio de Congruencia al omitir
pronunciarse sobre uno de los errores de hecho y de derecho que
forman parte de su pedido revocatorio planteado en su recurso de
apelación, puesto que en la sentencia de vista no se analiza la
alegada incoherencia en los argumentos de la sentencia de primera
instancia al considerarse, por un lado, que los daños producidos se
encuadran en la responsabilidad civil contractual y, por otro lado,
concluir que la recurrente incurrió en un supuesto de responsabilidad
civil extracontractual. 2.2. Infracción normativa de carácter
procesal del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú e inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil: Se
ha vulnerado el Derecho a la Debida Motivación de las Resoluciones
Judiciales, incurriéndose en motivación aparente, la cual de
acuerdo al Tribunal Constitucional (Sentencias de los Expedientes
números 00728-2008-PHC/TC y 03226-2008-PHC/TC) se aprecia
cuando la resolución no da cuenta de las razones mínimas que
sustentan la decisión o no se responde a las alegaciones de las
partes del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento
formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento
factico o jurídico; al indicar que la resolución recurrida contiene un
mínimo o casi nulo análisis de los errores de hecho y de derecho
que denuncio en el recurso de apelación, “análisis” que básicamente
se resume en una opinión sin sustento alguno, puesto que la Sala
Superior no desarrolla la idea de “valoración equitativa” ni analiza
sus cuestionamientos a la falta de motivación de la sentencia de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
primera instancia al fija en sesenta mil soles (S/60,000.00) la
indemnización por los conceptos de daño moral, daño físico y daño
emergente, cuando en el recurso de apelación había denunciado la
indicada falta de motivación y la inaplicación de los presupuestos
que existen en la doctrina para la cuantificación del daño, siendo
que la sala se limitó a hacer referencia al monto que justamente
cuestionaban; asimismo, el deber de motivación de las resoluciones
judiciales está ligado al Principio de Interdicción de la Arbitrariedad,
por lo que la recurrida resulta arbitraria. 2.3. Infracción normativa
de carácter procesal del artículo 197 del Código Procesal Civil:
La resolución recurrida es nula porque vulnera el Principio de
Valoración Conjunta y Razonada de los Medios Probatorios, al no
valorar sus medios de prueba; en tal sentido señala que
reiteradamente indicó que era el mismo accionante quien tenía el
vehículo a su cargo, y que este, sin conocimiento y autorización de
la demandada lo otorga a un tercero (asistente), lo que se encuentra
reconocido en el atestado policial, la declaración del demandante y
la transacción extrajudicial que celebraron el accionante y su
asistente, por lo que fue la imprudencia e irresponsabilidad del
demandante que generó el accidente, siendo que no se han
incluido en la recurrida los medios de prueba que han sido
aportados por la emplazada Tecnológica de Alimentos Sociedad
Anónima, no siendo materia de pronunciamiento. 2.4. Infracción
normativa de carácter material del artículo 1972 del Código
Civil: La sentencia de vista ha inaplicado dicho artículo, siendo
esta la norma que dispone de manera expresa que no procede el
derecho a reparación cuando el daño fue consecuencia de caso
fortuito o fuerza mayor, de hecho determinante de tercero o de la
imprudencia de quien padece el daño, por lo que señala que no
procede indemnizar por el daño causado cuando ocurre un
supuesto de caso fortuito, como un accidente de tránsito, e incluso
cuando el hecho determinante es la imprudencia de quien padece
el daño, y que en el presente caso, con el atestado policial, la
transacción extrajudicial y el mismo dicho del demandante se
prueba que si bien el accidente sucede de manera fortuita, la
persona a cargo del vehículo era el mismo demandante, quien de
manera irresponsable, sin autorización y conocimiento de la
empresa recurrente otorga a un tercero (asistente) para que
maneje el vehículo, siendo el propio accionante quien tiene la
dirección y el control del evento dañoso, razón suficiente para
descartar cualquier indemnización. 2.5. Infracción normativa de
carácter material del artículo 1981 del Código Civil: Dicha
norma referente a la responsabilidad originada por el subordinado
ha sido interpretada de manera errónea, pues considera sin mayor
análisis que existe responsabilidad de la empresa Tecnológica de
Alimentos Sociedad Anónima porque quien condujo el vehículo en
el cual viajaba el demandante trabaja en la empresa, cuando la
formula de la subordinación resulta aplicable en relación al
accionante con respecto a su asistente que fue quien condujo el
bien, puesto que el demandante en su calidad de jefe le impartía
ordenes o instrucciones, siendo una de ellas que maneje la
camioneta sin conocimiento, ni autorización de la empresa. 2.6.
Infracción normativa de carácter material del artículo 29 de la
Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre - Ley número
27181: señala que hubo una interpretación errónea de dicha norma
según la cual la responsabilidad civil derivada de los accidentes de
tránsito causados por vehículos automotores es objetiva, de
conformidad con lo establecido en el Código Civil, argumentando
que dicha norma regula un supuesto de responsabilidad civil
general para los daños causados por vehículos automotores, el
cual, de acuerdo al mismo tenor del citado artículo, debe ser
conforme a lo establecido en el Código Civil, siendo que en el
presente caso, a diferencia de otros, nos encontramos ante un
supuesto en el cual una persona que tenía a su cargo el vehículo
por designación para desempeño de sus funciones laborales,
impartió órdenes para que un tercero sin autorización de la
empresa maneje el bien produciéndose el accidente por exceso de
velocidad conforme lo acredita el atestado policial, por lo que no
puede imputársele responsabilidad a la empresa Tecnológica de
Alimentos Sociedad Anónima por el solo hecho de ser propietaria,
cuando quien manejó el vehículo había sido instruido o instigado
por quien lo tenía a su cargo. 3. ANTECEDENTES: Previamente a
la absolución de las denuncias formuladas por el recurrente,
conviene hacer las siguientes precisiones respecto de lo acontecido
en el proceso: 3.1. Con fecha veinte de mayo de dos mil once,
Wilfredo Fidel Espíritu Galindo interpone demanda de
Indemnización por Daños y Perjuicios contra la empresa
Tecnológica de Alimentos Sociedad Anónima, a fin que cumpla con
pagarle la suma total de setecientos veinte mil soles (S/720,000.00),
disgregado en los siguientes conceptos: a) Por daño corporal la
suma de ciento cincuenta mil soles (S/150,000.00); b) Por daño
moral la suma de ochenta mil soles (S/80,000.00); c) Por daño
emergente la suma de quince mil soles (S/15,000.00); d) Por lucro
cesante la suma de doscientos cuarenta mil soles (S/240,000.00);
e) Por daño al proyecto de vida la suma de ciento treinta y ocho mil
soles (S/138,000.00); f) Por gastos posteriores al accidente la
suma de veintiún mil novecientos setenta soles (S/21,970.00); g)
Por operación de nariz y cirugía de cara y cuello la suma de cinco
mil nuevos (S/5,000.00); y g) Por tratamientos médicos e
intervenciones quirúrgicas a futuro la suma de cien mil soles
(S/100,000.00); argumentando lo siguiente: I) El recurrente
trabajaba como jefe de flota de la demandada en la Bahía de Tierra
Colorada del puerto de Paita, quien le hizo entrega de un vehículo
97291
para su actividad, agregando que no le designo chofer; II)
Encontrándose en faena de trabajo y sin chofer partió con destino
al Puerto de Vegueta en Huacho donde se encontraban cinco
embarcaciones de la demandada que se encontraban a su cargo;
III) El día cuatro de mayo de dos mil siete, su Asistente Gilmer
Rodolfo Tirado Hurtado manejaba el tramo de Chimbote a Huacho,
mientras el demandante iba descansando cuando de pronto
despertó al sentir el impacto apreciando que la capota del carro se
encontraba debajo de un tráiler; IV) A consecuencia de ello se
rompió el fémur y cortes en la ceja, nariz y parte del cuello, siendo
operado del fémur colocándole un fierro de veintisiete centímetros
con diez pernos para posteriormente iniciar rehabilitación; además
de ello, tiene los ligamentos desgarrados y restos de hueso molido
en la rodilla, limpiándose los restos de hueso pero no se le operaron
los ligamentos; V) La demandada no le quiso seguir pagando la
rehabilitación por lo que tuvo que volver al trabajo, asignándolo a
una oficina obligándole a renunciar el diecisiete de marzo de dos
mil nueve; y VI) Tiene limitaciones para el trabajo, no pudiendo
doblar su pierna derecha ni lo hará con la misma flexión de antes y
perdidas al no poder negociar la venta de tomate, dejando de ganar
sesenta mil soles (S/60,000.00) por cada año, durante cuatro años.
3.2. En fecha veinticinco de agosto de dos mil once, la empresa
Tecnológica de Alimentos Sociedad Anónima contesta la demanda,
argumentando lo siguiente: I) Según el atestado policial la causa
del accidente fue la excesiva velocidad de quien conducía el
vehículo en el cual viajaba el demandante, y que su empresa
apoyó por humanidad respecto a las rehabilitaciones y operaciones,
no siendo responsable del siniestro; II) El demandante nunca
laboró por obligación, ni fue cesado irregularmente, el decidió
voluntariamente renunciar a la empresa; III) El demandante fue
quien le ordenó y permitió a su asistente conduzca el vehículo que
le fue cedido como herramienta de trabajo, siendo así fracturado el
nexo causal al actuar negligente e imprudente del demandante
produciendo este tercero el daño, no acreditando los daños
invocados. 3.3. Por sentencia de primera instancia, de fecha
catorce de enero de dos mil quince, de fojas setecientos cincuenta
y uno, el A quo declara fundada en parte la demanda ordenando
que se le indemnice al demandante con la suma de cuarenta y
cinco mil soles (S/45,000.00) disgregado en daño corporal en la
suma de veinte mil soles (S/20,000.00) y por daño moral veinticinco
mil soles (S/25,000.00); e infundada en cuanto al lucro cesante y
daño al proyecto de vida, argumentando que: I) Ha existido
responsabilidad solidaria con el conductor por la conducción de un
vehículo de propiedad de la demandada materializándose el daño
corporal en las lesiones sufridas; II) La demandada inicialmente
asumió los gastos por la suma de dieciocho mil treinta y siete soles
(S/18,037.00), y por su parte el demandante no acredita a cuanto
ascendió el gasto que asumió, ya que no ha presentado medio
probatorio, excepto una boleta de venta de tomografía
computarizada por el monto de cuatrocientos treinta y cinco soles
(S/435.00) y Constancia Médica por tratamiento de rehabilitación
así como una cotización para la cirugía, habiendo una transacción
entre las partes respecto a los gastos asumidos; y III) No hay
relación de causalidad entre el accidente y la no venta de tomates;
asimismo, no hay daño al proyecto de vida porque renunció de
manera voluntaria luego de haber seguido laborando en la empresa
demandada y ha seguido laborando para la empresa CFG
Investment Sociedad Anónima Cerrada. 3.4. Mediante la sentencia
de vista, de fecha quince de setiembre de dos mil quince, de fojas
ochocientos setenta y tres, el Ad quem confirma la apelada,
argumentando que se necesitan cirugías y tratamiento médico; ha
existido lucro cesante por ganancias dejadas de percibir de la
negociación de tomate, el contrato privado sin fecha cierta no es
suficiente para acreditarlo, agregando que el demandante continuó
laborando en la empresa demandada, renunció y se fue a trabajar
a otra empresa; en cuanto al daño moral, debe entenderse como el
dolor de afección, pena, sufrimiento, frustración, angustia; no hay
daño al proyecto de vida porque continúa laborando; finalmente,
existe daño físico por las lesiones sufridas. 4. FUNDAMENTOS DE
ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, el principio de
motivación de los fallos judiciales constituye una exigencia que
está regulada como garantía constitucional consagrada en el inciso
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, el cual
asegura la publicidad de las razones que tuvieron en cuenta los
jueces para pronunciar su sentencias, ello resguarda a los
particulares y a la colectividad de las decisiones arbitrarias de los
jueces quienes de este modo no pueden ampararse en
imprecisiones subjetivas ni decidir las causa a su capricho, sino
que están obligados a enunciar las pruebas en que sostienen su
juicio y a valorarlas racionalmente; en tal sentido la falta de
motivación no puede consistir, simplemente en que el juzgador no
exponga la línea de razonamiento que lo determina a decidir la
controversia, sino también en no ponderar los elementos
introducidos en el proceso de acuerdo con el sistema legal, es
decir, no justificar suficientemente la parte resolutiva de la sentencia
a fin de legitimarla. SEGUNDO.- Que, el Principio de Congruencia
Procesal se encuentra íntimamente relacionado con el Principio de
Motivación de las Resoluciones Judiciales y se encuentra regulado
por los artículos VII del Título Preliminar, inciso 6 del artículo 50 e
inciso 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil, alude a que en
toda resolución judiciales debe existir: 1) Coherencia entre lo
solicitado por las partes y lo finalmente resuelto, sin omitirse,
alterarse o excederse dichas peticiones (congruencia externa); y,

97292 CASACIÓN
2) Armonía entre la motivación y la parte resolutiva (congruencia
interna); en suma la congruencia en sede procesal es el principio
normativo que delimita el contenido de las resoluciones judiciales
que deben proferirse de acuerdo con el sentido y alcances de las
peticiones formuladas por las partes (…) para que exista identidad
jurídica entre lo resuelto y las pretensiones1 (…); de donde los
jueces tienen el deber de motivar sus resoluciones como garantías
de un Debido Proceso; no están obligados a darle la razón a la
parte pretendiente, pero si a indicarle las razones de su sin razón y
a respetar todos los puntos de la controversia fijados por las partes,
respetando así el Principio de Congruencia. TERCERO.- Que, en
virtud de dicho Principio de Congruencia Procesal, el Juez debe
dictar sus resoluciones de acuerdo con el sentido y alcances de las
peticiones formuladas por las partes, y en el caso de la apelación,
corresponde al Superior resolver, en función a los agravios, los
errores de hecho y de derecho que sirven de sustento a la
pretensión impugnatoria que haya expuesto la recurrente, toda vez
que la infracción a este principio -previsto en la segunda parte del
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal citado-
determina la emisión de sentencias incongruentes: a) La sentencia
ultra petita, cuando se resuelve más allá del petitorio o los hechos;
b) La sentencia extra petita, cuando el Juez se pronuncia sobre el
petitorio o los hechos no alegados; c) La sentencia citra petita, en
el caso que se omite total pronunciamiento sobre las pretensiones
(postulatorias o impugnatorias) formuladas; y d) La sentencia infra
petita cuando el juzgador no se pronuncia sobre todos los petitorios
o todos los hechos relevantes del litigio; omisiones y defectos que
infringen el Debido Proceso. En el caso de la apelación,
corresponde al Superior resolver, en función a los agravios, los
errores de hecho y de derecho que sirven de sustento a la
pretensión impugnatoria que haya expuesto el recurrente.
CUARTO.- Que, tratándose de daños y perjuicios, la decisión
judicial requiere de un análisis particular, al respecto es de señalar
que la Sala Superior ha omitido pronunciarse respecto a la figura
del nexo causal, esto es, la relación existente entre la acción
determinante del daño o la omisión de la acción determinante del
daño y el daño propiamente dicho, es decir, una relación de causa-
efecto. Esta relación causa-efecto, es la que nos permite establecer
los hechos susceptibles de ser considerados determinantes del
daño y cuál de esos hechos concretos y en qué medida han
ocasionado perjuicios tangibles que deben ser acreditados por el
agraviado. En algunos casos suele suceder que se rompe este
nexo de causalidad porque interviene un nuevo hecho que modifica
el curso natural de las cosas y altera el resultado lesivo que es
también materia a ser evaluado. QUINTO.- Que, para esta Corte, la
Sala Superior no ha analizado debidamente la figura jurídica de la
fractura causal; figura que requiere precisar para que se configure,
que el autor no haya sido el causante del daño, sino la imprudencia
de la propia víctima, figura contemplada por el artículo 1972 del
Código Civil, que prescribe que el imputado como autor no es
responsable de los daños si estos constituyen consecuencia de
caso fortuito, fuerza mayor, de hecho determinante de tercero o de
la imprudencia de quien padece el daño, debiendo anotarse que
para que se configure la fractura causal, el autor de una determinada
conducta no deberá ser el causante del daño imputado al mismo.
SEXTO.- Que, según lo expuesto, resulta necesario emitir una
nueva resolución por parte de la Sala de Vista tomando en cuenta
que el propio demandante era quien tenía el vehículo a su cargo, y
que éste, sin autorización de la empresa demandada, lo otorga a
un tercero –su asistente– circunstancia que se advierte no solo del
Atestado Policial sino de la propia declaración del demandante,
con lo cual se advertiría una supuesta imprudencia e
irresponsabilidad por parte de éste. SÉTIMO.- Que, resulta
necesario determinar si lo precedentemente mencionado fue lo que
generó el accidente, circunstancia que deberá ser confrontada con
las conclusiones del Atestado Policial en mención el cual concluye
que el factor contributivo lo ha constituido la presencia de la UT–X
(remolcador YI-5971 con semi remolque ZD–4896) y el factor
determinante fue la imprudencia puesta de manifiesto por el
conductor de la UT–1 (Camioneta PIW–684) al desplazar la unidad
a una velocidad mayor a la razonable, encontrándose en una zona
urbana con señales reguladoras y preventivas de tránsito, no
adoptando los principios básicos de manejo a la defensiva ante la
presencia de la unidad UT–2; en consecuencia, se concluye que se
ha infringido los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, al haberse vulnerado el Debido Proceso,
traducido en una motivación indebida por parte de la Sala de Vista
lo cual acarrea la nulidad de la sentencia recurrida. 5. DECISIÓN:
Por tales consideraciones, esta Sala Suprema, en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, declararon: 5.1. FUNDADO
el recurso de casación interpuesto por la empresa Tecnológica de
Alimentos Sociedad Anónima a fojas novecientos dos; por
consiguiente, CASARON la sentencia de vista de fojas ochocientos
setenta y tres, de fecha quince de setiembre de dos mil quince,
expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
Del Santa; en consecuencia, NULA la misma. 5.2. ORDENARON
que el Ad quem emita nueva sentencia en concordancia con las
consideraciones expuestas en la presente resolución. 5.3.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Wilfredo Fidel Espíritu Galindo contra la empresa Tecnológica
de Alimentos Sociedad Anónima, sobre Indemnización por Daños y
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Perjuicios; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia de la Jueza Suprema
Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Hernando Devis Echandia, Teoría General del Proceso, Tomo II, p. 533.
C-1569468-22
CAS. Nº 647-2017 DEL SANTA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, veinte de abril
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de
casación interpuesto por Inversiones Dumon Empresa Individual
de Responsabilidad Limitada a fojas ciento setenta y cinco, contra
el auto de vista de fojas ciento cincuenta y ocho, de fecha seis de
octubre de dos mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia Del Santa, que confirma el auto
de primera instancia de fojas ciento cinco, de fecha veintitrés de
junio de dos mil dieciséis, que declara: I) Infundada la nulidad
deducida contra el autoadmosorio de la demanda; y II) Infundada la
contradicción formulada por los ejecutados Jesús Monzón Faustino
y por Inversiones Dumon Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada y; en consecuencia, ordena que se lleve adelante la
ejecución, hasta que los ejecutados cumplan con pagar a la
ejecutante la suma de sesenta mil doscientos cincuenta dólares
americanos con trece centavos (US$60,250.13); para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, se advierte que el presente recurso de casación satisface
dichas exigencias, al haberse interpuesto: I) Contra una resolución
expedida por la Sala Superior respectiva que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Ante la Sala Superior que
emitió la resolución impugnada, que para el caso de autos es la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa; III)
Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente
de notificada la resolución que se impugna, conforme se corrobora
con el cargo de notificación obrante a fojas ciento sesenta y cinco;
y IV) Adjuntando el respectivo arancel por recurso de casación.
TERCERO.- Que, respecto a los requisitos de procedencia
contenidos en los incisos 1 y 4 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, se advierte de autos que la empresa recurrente
apeló la resolución de primera instancia que le fue adversa y
señaló que su pedido casatorio es anulatorio como principal y
revocatorio como subordinado; por lo que ambos requisitos han
sido cumplidos. CUARTO.- Que, en cuanto a las exigencias
contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, la empresa recurrente denuncia las siguientes causales: a)
La infracción normativa procesal de los artículos 425 y 690-
A del Código Procesal Civil, alegando que la demanda ha sido
declarada admisible no obstante presentar manifiestos defectos
de admisibilidad y procedencia, al no considerarse lo dispuesto en
el inciso 3 del artículo 425 del Código adjetivo, pues al tratarse
de un proceso de ejecución se debe cumplir con los requisitos del
artículo 690-A del mismo Código. Los defectos de admisibilidad y
procedencia están referidos a que en la demanda no se adjuntó
los documentos que acreditan las facultades de representación
de los apoderados legales de la ejecutante para dar poder al
abogado que interpone la demanda, pues en el poder anexado a
la demanda no obra expresamente el nombre de los apoderados,
a diferencia del poder anexado a la solicitud cautelar; y, b) La
infracción normativa procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de
la Constitución Política del Perú, alegando que en la sentencia
de vista existe falta de motivación en su vertiente de falta de
justificación interna, por cuanto no existe pronunciamiento sobre
los agravios expuestos por el apelante, pues no ha cumplido con
pronunciarse sobre las amortizaciones hechas a la ejecutante
como se ve reflejado en la liquidación de saldo deudor, además
porque es materia de análisis, debate y decisión si la liquidación
de saldo deudor adolece de algunos requisitos respecto a su
estructura, según los criterios del Sexto Pleno Casatorio Civil,
donde debe detallarse cronológicamente los cargos y abonos
desde el nacimiento de la relación obligatoria hasta la fecha
de liquidación del saldo deudor. QUINTO.- Que, estando a los
fundamentos expuestos se advierte que la causal denunciada en
el punto “a)”, no satisfacen el requisito de procedencia señalado
en el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues bajo
esta causal la empresa recurrente cuestiona el extremo del auto de
vista que confirma el auto final en la parte que declara infundada la
nulidad deducida contra el autoadmosorio de la demanda; extremo
que en estricto no es casable, por no tratarse de un auto que ponga
fin al proceso; por lo que esta causal debe desestimarse, máxime
si se encuentra sustentado en argumentos distintos a los alegados
inicialmente en el pedido de nulidad. SEXTO.- Que, respecto
a la causal denunciada en el punto “b)”, tampoco satisface el
requisito de procedencia señalado en el inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, por cuanto la Sala Superior ha cumplido
con pronunciarse respecto a las amortizaciones realizadas por
Inversiones Dumon Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada, al señalar que éstas sí han sido consignadas en el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
saldo deudor (ver fundamento 12); y respecto a lo alegado por la
empresa recurrente en el sentido que el saldo deudor no cumple
con los requisitos de su estructura, dicha recurrente no señala
a que requisitos se refiere, pues en el saldo deudor anexado a
la demanda, se advierte un análisis cronológico de los pagos a
cuenta o amortizaciones desde el nacimiento de la obligación hasta
la fecha de la liquidación del saldo deudor, así como el monto de
los intereses pactados, tal como exige el Sexto Pleno Casatorio
Civil contenido en la Casación número 2402-2012-Lambayeque;
por lo que esta causal debe ser igualmente desestimada. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Inversiones Dumon Empresa Individual
de Responsabilidad Limitada a fojas ciento setenta y cinco, contra
el auto de vista de fojas ciento cincuenta y ocho, de fecha seis
de octubre de dos mil dieciséis, expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia Del Santa; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el BBVA
Banco Continental contra Inversiones Dumon Empresa Individual
de Responsabilidad Limitada y otro, sobre Obligación de Dar
Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-23
CAS. Nº 615-2016 VENTANILLA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Sumilla: “Por la
donación el donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario
la propiedad de un bien, cuya validez conforme se desprende del
artículo 1625 del Código Civil, se encuentra supeditada al
cumplimiento de una formalidad impuesta por ley (ab solemnitatem),
y la no observancia acarrea su nulidad, tal y como lo prevé dicha
norma”. Lima, dieciséis de noviembre de dos mil dieciséis. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE
LA REPÚBLICA; vista la causa número seiscientos quince – dos mil
dieciséis, en la fecha y producida la votación conforme a ley, expide
la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto a fojas ciento sesenta y nueve por la
Procuraduría Pública a cargo de los asuntos jurídicos del Ministerio
del Interior, contra la sentencia de vista de fojas ciento cuarenta y
cinco de fecha veintitrés de diciembre de dos mil quince expedida
por la Sala Mixta Permanente de la Corte Superior de Justicia de
Ventanilla, que revoca la sentencia apelada de fecha veinticuatro de
agosto de dos mil quince corriente a fojas noventa y seis, que declara
fundada la demanda de otorgamiento de Escritura Pública instaurada
contra la Municipalidad Distrital de Ventanilla y reformando la misma
la declara improcedente. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES
SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante
resolución suprema de fecha veinte de abril de dos mil dieciséis,
corriente a fojas treinta y seis del cuaderno de casación, se ha
declarado PROCEDENTE el recurso por los siguientes agravios: a)
La infracción normativa procesal del inciso 3) del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, bajo cuyo cargo se ha
señalado que la Sala Superior al momento de resolver funda su
motivación en dejar de lado la facultad de la administración pública
para sancionar conductas que afecten la autonomía de la entidad,
más aun, no tiene en consideración la finalidad del proceso judicial
de otorgamiento de Escritura Pública, indicando, a través de una
interpretación literal, que es necesario cumplir con la formalidad
descrita en el artículo 1625 del Código Civil. b) La infracción
normativa procesal del inciso 5) del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, bajo cuyo cargo se ha argumentado
que el Colegiado Superior aplica indebidamente o interpreta
erróneamente una norma, viciando el acto procesal contenido en la
resolución que pone fin a la instancia judicial, tal como ha sucedido
en la aplicación de los artículos 1412 y 1625 del Código Civil. c) La
infracción normativa del artículo 1412 del Código Civil, bajo cuyo
cargo se ha argüido que la finalidad del proceso de otorgamiento de
Escritura Pública es formalizar la celebración de un acto jurídico y no
la discusión sobre la validez o eficacia del acto jurídico, ya que la
donación es un acto de liberalidad, por lo que no se puede condenar
a la parte demandante por la renuencia de la parte demandada en no
buscar una vía idónea que permita dar solución a la controversia. d)
La infracción normativa del artículo 1625 del Código Civil, bajo
cuyo cargo se ha alegado que la Sala de vista yerra al declarar
improcedente la demanda, al indicar que en la donación de bien
inmueble no puede trasladarse la validez del acto jurídico, pese a
que ejecutorias supremas, como las Casaciones números 2069-01/
AREQUIPA y 2952-03/LIMA, se han pronunciado al respecto. 3.-
CONSIDERANDO: PRIMERO: Por escrito de fojas treinta y dos
subsanado a fojas cuarenta y uno, Henmer Alva Neyra, en su
condición de Procurador Público Adjunto a cargo de los asuntos
judiciales de la Presidencia del Consejo de Ministros, interpone
demanda en salvaguarda de los intereses del Cuerpo General de
Bomberos Voluntarios del Perú, solicitando que se cumpla con
otorgarles la Escritura Pública de Donación del inmueble constituido
por los Lotes 9 de un área de cuatrocientos siete punto cuarenta
metros cuadrados (407.40 m2), 10 de un área de cuatrocientos
veinte metros cuadrados (420.00 m2) y 11 de un área de cuatrocientos
veinte punto siete metros cuadrados (420.07 m2), ubicados en la
manzana C-9 de la ex Zona Comercial de Ventanilla, las mismas que
se encuentran inscritas en las Partidas Registrales números
97293
P01281426, P01281425 y P01281427 del Registro de Propiedad
Inmueble de los Registros Públicos. SEGUNDO: Como fundamento
de su pretensión, el accionante alega que mediante Acuerdo de
Consejo número 163-2003 de fecha once de octubre de dos mil tres,
la Municipalidad Distrital de Ventanilla dispuso donar a favor de la
Compañía de Bomberos Voluntarios del Perú el área de terreno de
mil doscientos cuarenta y siete punto cuarenta y siete (1247.47 m2),
que los constituyen los lotes números 09, 10 y 11 de la Manzana “C
9” de la ex Zona Comercial del Distrito de Ventanilla, Provincia del
Callao, que a su vez tienen las dimensiones antes descritas, y que
con la finalidad de cumplirse con tal acuerdo el mencionado
municipio a través de la minuta de fecha quince de marzo de dos mil
cuatro otorgó a favor de tal agrupación en calidad de donación el
referido predio, no obstante, pese a que ésta viene ejerciendo actos
por posesión, no se ha cumplido con otorgar la Escritura Pública de
Donación respectiva. TERCERO: A través de la sentencia de vista
de fecha veintitrés de diciembre de dos mil quince, el Colegiado de
la Sala Mixta Permanente de la Corte Superior de Justicia de
Ventanilla al revocar la apelada y declarar improcedente la demanda,
concluyó a la luz de lo dispuesto en el artículo 1625 del Código Civil,
que la donación requiere de Escritura Pública para su validez, siendo
sancionado con nulidad su inobservancia, por lo que no puede en
modo alguno exigirse el cumplimiento de dicha formalidad al amparo
del artículo 1412 del Código Civil, toda vez que los supuestos
contemplados en esta norma, se refieren a contratos que no
requieren una solemnidad para su existencia, situación que es todo
lo contrario para la donación. CUARTO: De los argumentos
impugnatorios esgrimidos en el recurso de casación, se puede
colegir que el debate que se propone en esta sede radica en
establecer si la interpretación efectuada por el Colegiado Superior a
los artículos 1412 y 1625 del Código Civil, para concluir que la
pretensión demandada, resulta acertada o no en el caso concreto, y
si tal decisión habría conculcado la finalidad del proceso de
otorgamiento de Escritura Pública a que se contrae el primer
dispositivo legal citado, pues en estos procesos, a decir del
impugnante, no cabría la discusión sobre la validez o eficacia del
acto jurídico. QUINTO: Una de las normas que resulta determinante
para la dilucidación de la litis, está constituida por la contenida en el
artículo 1625 del Código Civil, el cual prevé que la donación de
bienes inmuebles debe hacerse por escritura pública, con indicación
individual del inmueble donado, de su valor real y el de las cargas
que ha de satisfacer el donatario, bajo sanción de nulidad. SEXTO:
En materia contractual la forma constituye un elemento inescindible
al contrato, por lo que si se tiene en cuenta el principio de libertad
contractual, podemos distinguir a los contratos que se encuentran
vinculados a una forma y a los que se encuentran elaborados de una
forma libre. Dentro de la primera clasificación se admite a: i) La
forma solemne (o llamada ab solemnitatem), que exige el
cumplimiento de una formalidad o requisito para la validez del
negocio jurídico y que cuando se trata de una impuesta por la ley,
ésta misma lo sanciona con nulidad su omisión, y ii) La forma
probatoria (ad probationem), por medio del cual se prueba la
existencia del negocio jurídico. SÉPTIMO: Por definición legal, por la
donación el donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario
la propiedad de un bien, cuya validez conforme se desprende del
artículo 1625 del Código Civil, se encuentra supeditada al
cumplimiento de una formalidad impuesta por ley (ab solemnitatem),
y la no observancia acarrea su nulidad, tal y como lo prevé dicha
norma, la cual resulta concordante con lo previsto en el inciso 6 del
artículo 219 del Código Civil, que dispone que es nulo el acto jurídico
que no reviste la forma prescrita. OCTAVO: Así las cosas, la
pretensión instaurada sobre la base del artículo 1412 del Código
Civil, que establece que se puede exigir el cumplimiento de una
formalidad, en tanto ésta no revista la forma solemne prescrita
legalmente o la convenida por las partes por escrito bajo sanción de
nulidad, deviene en improcedente por imposibilidad jurídica a tenor
de lo previsto en el inciso 6) del artículo 427 del Código Procesal
Civil, dado que en el caso concreto se ha determinado que estamos
frente a una formalidad impuesta por la ley, que resulta medular para
la constitución del acto jurídico de donación, debiendo subrayarse
que aun cuando un escenario como el generado por un proceso de
otorgamiento de Escritura Pública no sea el idóneo para discutir la
validez de un negocio jurídico, ello no significa que el juzgador debe
otorgar formalidad a todo documento que se le proponga, sino que
debe ser analizado acuciosamente, dado que como en el caso
concreto, se puede estar frente a la exigencia de una formalidad
prevista por la ley para la validez del negocio jurídico. NOVENO: En
tal sentido, el razonamiento efectuado por el Colegiado Superior se
ciñe al espíritu de los artículos 1412 y 1625 del Código Civil, toda vez
que al no haberse dado cumplimiento a una formalidad de orden
legal, la pretensión no puede ser acogida conforme lo ha determinado
dicho Tribunal; en consecuencia, estando sustentada la denunciada
violación a las garantías del debido proceso y a la adecuada
motivación de las resoluciones judiciales contenidas en los incisos 3)
y 5) del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, en las
normas de orden sustantivo antes anotadas, el recurso de casación
debe ser declarado infundado. DÉCIMO: Independientemente de lo
expuesto, es del caso destacar que la sentencia de vista ha sostenido
que la Municipalidad Distrital de Ventanilla al contestar la demanda,
señaló que mediante Acuerdo de Concejo número 0099-2011/MDV-
CDV de fecha veintisiete de setiembre de dos mil once, varió la
situación descrita en el Acuerdo de Concejo Nro. 163-2003/MDV-
ALC, ya que estableció otorgar en afectación en uso por un plazo

97294 CASACIÓN
indeterminado a favor de la demandante, solo los lotes 10 y 11 de la
Manzana C-9, que se encuentran ubicados en la ex Zona Comercial
del Distrito de Ventanilla – Callao y que mediante Memorandum
número 494-2013-MDV/GA de fecha veinticuatro de junio de dos mil
trece el Equipo Patrimonial de la Municipalidad de dicho Distrito
remitió un informe técnico donde se concluye que la demandante
solo viene ocupando los lotes 10 y 11, más no el lote 09, toda vez
que éste se encuentra en posesión de la Asociación de Pequeños
Micro Empresarios “Corazón de Ventanilla”, en virtud a un contrato
de locación de conducción, aspecto que no ha sido rebatido en modo
alguno por la parte demandante a través de su escrito de fojas
ochenta y seis. Por tales consideraciones, declararon: INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto a fojas ciento sesenta y nueve por
la Procuraduría Pública a cargo de los asuntos jurídicos del Ministerio
de Interior; NO CASARON la sentencia de vista contenida en la
resolución número dieciséis de fecha veintitrés de diciembre de dos
mil quince obrante a fojas ciento cuarenta y cinco expedida por la
Sala Mixta Permanente de la Corte Superior de Justicia de Ventanilla;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por la
Presidencia del Consejo de Ministros contra la Municipalidad Distrital
de Ventanilla, sobre Otorgamiento de Escritura Pública; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra
Barrera por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello Matamala.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA,
DE LA BARRA BARRERA C-1569468-24
CAS. Nº 66-2017 ÁNCASH
DIVORCIO POR CAUSAL. Lima, veinte de febrero de dos mil diecisiete.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por Rosana
Margot Alvaron Dolores a fojas cuatrocientos noventa y dos, contra
la Sentencia de Vista contenida en la Resolución número treinta y
ocho, expedida por la Sala Civil Transitoria – Sede Central de la
Corte Superior de Justicia de Áncash, que confirma la impugnada
que declara fundada la demanda, disuelto el vínculo matrimonial,
fenecido el régimen de la sociedad de gananciales, debiendo
procederse en ejecución de sentencia a la valorización, liquidación y
partición de los bienes sociales y el cese de la obligación alimentaria
entre los cónyuges, por lo que corresponde calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio conforme
a lo previsto por la Ley número 29364. SEGUNDO.- En cuanto a
los requisitos de admisibilidad, es del caso señalar que el presente
Recurso, acorde a lo dispuesto por el Artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la precitada Ley número 29364, se
ha interpuesto: i) Contra la Sentencia de Vista expedida por la Sala
Civil Transitoria – Sede Central de la Corte Superior de Justicia de
Áncash; que, como órgano de segundo grado, pone fin al proceso;
ii) Ante la Sala Superior que emitió la resolución impugnada; iii)
Dentro del plazo previsto por la indicada disposición procesal; y,
iv) No adjunta la tasa, por gozar del beneficio de auxilio judicial.
TERCERO.- En lo atinente a los requisitos de procedencia, la parte
impugnante cumple con los requisitos contemplados por el Artículo
388 inciso 1) del Código Procesal Civil, toda vez que la Sentencia
de primera instancia le fue desfavorable. CUARTO.- De otro lado
el impugnante invoca como causal de su recurso la infracción
normativa de los incisos 1 y 6 del artículo 333 del Código
Procesal Civil – Código Civil- se vulnera su derecho en razón a
que se amparó la demanda en base al Informe Ecográfico del doctor
Raúl Cochachín, cuya conclusión señala gestación intrauterina
de cinco semanas, cinco días, no evidencia botón embrionario;
sin tener en cuenta que dicho documento ha sido cuestionado y
negado por su defendida durante la secuela del proceso, pues dicho
documento fue elaborado dolosamente a fin de buscar e inventar
la causal de divorcio, y que tampoco se advirtió que en la secuela
del proceso no presentó ningún medio probatorio para acreditar su
intervención quirúrgica de vasectomía bilateral y; contrariamente, se
presenta un documento denominando espermatograma realizado
por el Laboratorio de Análisis Clínico “Señor de la Soledad”, con el
cual este demuestra que se practicó la vasectomía. QUINTO.- El
Recurso Extraordinario de Casación es formal y excepcional, por
lo que debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de
las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo
contener una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una
de las infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia
directa que estas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber adecuar
los agravios que invocan a las causales que para dicha finalidad
se encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar
el Recurso ni integrar o remediar las carencias del mismo o dar por
supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo subsanarse de
oficio los defectos incurridos por los recurrentes en la formulación
del Recurso. SEXTO.- En cuanto al agravio descrito en el cuarto
considerando de la presente resolución, corresponde indicar que
las mismas no pueden ampararse, toda vez que incumple con lo
previsto por los incisos 2) y 3) del Artículo 388 del Código Procesal
Civil. Si bien sostiene que la demanda se amparó sin tener en cuenta
que el informe ecográfico fue cuestionado y que el mismo se elaboró
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de manera dolosa para inventar la causal de divorcio, como tampoco
se demostró la intervención de vasectomía del actor, también lo es
que dichas afirmaciones se orientan a que bajo una revaloración de
medios probatorios se ampare su pretensión casatoria, lo cual no es
atendible por contravenir los fines del recurso. No obstante ello, esta
Sala Suprema, después del análisis y estudio de autos determina que
el fallo expedido por la Sala de mérito se encuentra arreglada a ley,
pues, quedó acreditado que su conducta se encuentra incursa en el
inciso 1) del Artículo 333 del Código Civil, al quebrantar la recurrente
el deber de fidelidad previsto por el Artículo 288 del Código Civil,
pues conforme al Informe Epigráfico practicado a la demandada en el
Centro Ecográfico del doctor Raúl Cochachín Rodríguez y el análisis
clínico de la Clínica “Señor de la Soledad” practicado al actor, el
cual fue corroborado con el Certificado Médico del cirujano urólogo
José Siles Luna, la impugnante estaba embarazada producto de
una relación sexual con persona distinta a su esposo, acto que fue
reconocido en forma expresa en el escrito de allanamiento y de lo
manifestado a nivel fiscal por su parte. Asimismo, se dejó establecido
que la demandada no acreditó con medio probatorio alguno qué el
actor no haya sido intervenido de vasectomía. Consecuentemente,
al no evidenciarse afectación alguna al Debido Proceso el recurso
debe desestimarse. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que se contrae el artículo 388
del Código Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el
artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Rosana Margot Alvaron Dolores
a fojas cuatrocientos noventa y dos, contra la Sentencia de Vista
contenida en la Resolución número treinta y ocho, expedida por la
Sala Civil Transitoria – Sede Central de la Corte Superior de Justicia
de Áncash; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos
por Armando Oré Quispe contra Margot Rosana Alvaron Dolores y
otro, sobre Divorcio por Causal; y los devolvieron. Ponente Señora
Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-25
CAS. Nº 3082-2016 LIMA
DIVISIÓN Y PARTICIÓN DE BIENES. Lima, seis de febrero de dos
mil diecisiete. VISTOS: Con la razón emitida por el secretario de esta
Sala Suprema; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de este Supremo Tribunal, el recurso de casación
interpuesto por Pamella Patricia Urdanivia Yarmas, a fojas
seiscientos sesenta y ocho, contra la sentencia de vista de fecha
veinticinco de abril de dos mil dieciséis, de fojas seiscientos cincuenta
y tres, emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que confirma la sentencia apelada de fecha cuatro de mayo
de dos mil quince, de fojas quinientos sesenta y uno, que declara
fundada en parte la demanda de división y partición, y revoca el
extremo que ordena pagar una indemnización; reformándola la
declara improcedente; por tal motivo, corresponde verificar si el
medio impugnatorio cumple o no con los requisitos previstos en los
artículos 387, 388, 391 y 392 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley N° 29364. SEGUNDO.- Verificando los requisitos de
admisibilidad regulados en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
se advierte que el recurso de casación cumple con tales exigencias,
esto es: i) Se recurre contra una resolución expedida por la Sala
Superior que pone fin al proceso; ii) Se ha interpuesto ante el órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Se ha
interpuesto dentro del plazo de los diez días de notificada con la
resolución recurrida; y iv) Se ha cumplido con adjuntar la tasa judicial
correspondiente por concepto de recurso de casación. TERCERO.-
Previo al análisis de los requisitos de fondo, debe considerarse que
el recurso de casación, es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que éste tiene como fin la adecuada aplicación del
derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia. En ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta indicando en
qué consiste la infracción normativa y cuál es la incidencia directa en
que se sustenta. CUARTO.- Analizando los requisitos de fondo
contemplados en el artículo 388 del Código Procesal Civil, se
advierte que el inciso 1 del citado artículo se cumple, toda vez que la
recurrente no dejó consentir la resolución de primer grado que le
fuera adversa a sus intereses. QUINTO.- Respecto a los requisitos
contenidos en los incisos 2, 3 y 4 del artículo bajo análisis, es
necesario que la recurrente describa con claridad y precisión en qué
consiste la infracción normativa incurrida o el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, que demuestre la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada y que precise si
su pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. En el presente caso,
la recurrente denuncia la siguiente causal: i. Infracción normativa
de los artículos I y II del Título Preliminar, 50 inciso 6, 121 párrafo
final, 122 inciso 3 y 200 del Código Procesal Civil y del artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú. Señala que la
recurrida contiene una motivación deficiente, pues no sustenta la
norma sustantiva que ampara la decisión y que su pronunciamiento
no es punto controvertido; que la recurrida confirma la apelada de
manera escueta y con una deficiente motivación, por cuanto, se
determina la división de dos sub lotes sin la participación de peritos
que emitan un dictamen aprobado por las partes, para luego
proceder a la sub división, lo cual es importante porque existen
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
aspectos que escapan al conocimiento del Juez; sin embargo, éste
indica que el inmueble es perfectamente divisible en dos lotes, sin
tener sustento jurídico para ello; que no es punto controvertido
determinar la sub división en dos sub lotes A y B, sino el
pronunciamiento ilógico emitido por la Sala Superior, quien alega
que no es necesario un perito porque el inmueble es divisible; que la
Sala Superior contiene un pronunciamiento extra petita, en tanto su
parte no ha peticionado la división del bien en dos sub lotes, tampoco
lo ha hecho la parte demandada al contestar la demanda, ello no es
punto controvertido ni materia del debate, por cuanto, ni siquiera se
nombró peritos ingenieros para que determinen las áreas, linderos,
medidas, por el contrario, se emite una decisión sin fundamento
legal; que la sentencia se sustenta solo en el artículo 200 del Código
Procesal Civil, que hace referencia a que cuando no se prueben los
hechos la demanda será declarada infundada, en el caso de autos la
demanda ha sido declarada fundada en parte y la Sala Superior la
confirma, no entendiendo cuál es infundada, por lo que se invoca
una norma impertinente. ii. Infracción normativa del artículo 1975
del Código Civil. Precisa que al declararse improcedente la
indemnización se contraviene el artículo 1975 del Código Civil, que
establece que el co propietario que usa el bien parcial o totalmente
con exclusión de los demás debe indemnizar en las proporciones
que le corresponde, es decir, que la pretensión si tiene amparo legal,
por lo que no debió ser declarado improcedente o en su defecto
podría ser declarado infundado pero no improcedente, por lo que, no
existe congruencia entre lo que se razona y lo que se resuelve; que
la motivación es deficiente, pues no se expresan los fundamentos de
derecho para no amparar la indemnización por lo que resulta
arbitraria y atenta contra el debido proceso, en tanto la recurrida no
se ajusta al mérito de lo actuado conteniendo una motivación
aparente. SEXTO.- Analizando la denuncia descrita en el ítem i), la
recurrente alega hechos que en suma resultarían ser atentatorios al
debido proceso y a la motivación de las resoluciones judiciales; sin
embargo, dicha causal no puede prosperar por carecer de base real,
al no advertirse la concurrencia de vicios insubsanables que afecten
el debido proceso, en tanto, la recurrida – tomando en cuenta la
naturaleza del presente proceso de división y partición – contiene
una motivación coherente, precisa y sustentada en base a los
hechos invocados en la demanda, valorando de manera conjunta
todos los medios probatorios, en observancia a la garantía
constitucional contenida en el inciso 3 y 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú; llegando a la conclusión que los
demandados Williams Tafur Ríos y Nancy Ricaldi Monzón han
acreditado ser propietarios del cincuenta por ciento (50%) del
inmueble, y que las demás partes del proceso han acreditado su
derecho a heredar el otro cincuenta por ciento (50%), por lo que
divide el lote en dos partes iguales correspondiéndole a Williams
Tafur Ríos y Nancy Ricaldi Monzón el lado que han construido con el
consentimiento en vida de los esposos Ricaldi Monzón y a los
herederos de éstos el otro cincuenta por ciento (50%) a ser rematado
y distribuido según porcentajes que corresponde acorde a ley; que
los demandantes no han acreditado en qué sustentan el daño que
invocan; y que la sentencia apelada no reduce el porcentaje
adquirido por la sucesora procesal de la parte demandante, en tanto
el contrato de transferencia a su favor está sujeto a la decisión
judicial no habiéndose identificado el porcentaje de venta. En suma,
pretende cambiar el criterio jurisdiccional establecido por las
instancias de mérito; propósito que como ha sostenido esta Sala
Suprema en reiteradas ocasiones resulta contrario a la naturaleza y
fines del recurso extraordinario de casación. Debiéndose precisar
que, procede la pericia cuando la apreciación de los hechos
controvertidos requiere de conocimientos especiales de naturaleza
científica, tecnológica, artística u otra análoga, es decir, está sujeta a
la determinación de su necesidad por parte del Juez; lo que no ha
sucedido en el caso de autos. SÉTIMO.- Respecto a la denuncia
descrita en el ítem ii), tampoco puede prosperar, en tanto los
argumentos de la recurrente pretenden acreditar que la pretensión
de indemnización merece amparo; lo cual ha sido desvirtuado por la
instancia de mérito, quien ha determinado que los demandantes no
han acreditado en qué sustentan el daño que invocan. Por las
razones expuestas y de conformidad con lo previsto en el artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Pamella Patricia Urdanivia
Yarmas, a fojas seiscientos sesenta y ocho, contra la sentencia de
vista de fecha veinticinco de abril de dos mil dieciséis; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Ruth Yliana
Guevara Ricardi y otros con Luis Alberto Ricaldi Monzón y otros,
sobre División y Partición y otro; y los devolvieron. Integra esta Sala
el Señor Juez Supremo Sánchez Melgarejo, por licencia del Señor
Juez Supremo Mendoza Ramírez. Ponente Señor De La Barra
Barrera, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-26
CAS. Nº 3096-2015 LIMA
INDEMNIZACIÓN. SUMILLA.- La motivación de las resoluciones
judiciales, constituye una garantía constitucional, así como un principio
y derecho de la función jurisdiccional; debe ser el resultado del
razonamiento jurídico que efectúa el juzgador sobre la base de los
hechos acreditados en el proceso en mérito a la valoración conjunta y
razonada de los medios de prueba. Lima, veinticuatro de junio de dos
mil dieciséis. SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA
97295
DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número tres mil
noventa y seis – dos mil quince, en Audiencia Pública llevada a cabo
en la fecha y producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente
sentencia: I.- MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN. Se trata del
recurso de casación interpuesto por la Sucesión de Gloria Ynocenta
Tay Fu (folio 826) contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número cincuenta y seis, del dieciocho de junio de dos mil
quince (folios 811) expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que declaró infundada la demanda. II.-
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO. Esta Sala Suprema por Resolución
del treinta de octubre de dos mil quince (folios 28 del cuadernillo de
casación), declaró procedente el recurso de casación por las
siguientes causales: i) Infracción normativa procesal de los incisos
3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
concordante con el inciso 6 del artículo 50, inciso 3 del artículo
122, artículo 197 del Código Procesal Civil y artículo 12 del Texto
Único de la Ley Orgánica del Poder Judicial; alega que no se ha
realizado un análisis ponderado de lo actuado como es la copia
legalizada de la Carta número 055-2012-OGDI/SBLM del once de
setiembre de dos mil once, la cual acredita que Jorge Ezequiel Burga
Henriod y Marco Antonio Lizarraga Rossini laboraron en la Sociedad
de Beneficencia de Lima Metropolitana en la fecha en que se
suscribieron las Actas recaudadas con la demanda, lo que desvirtúa lo
señalado por la codemandada Sociedad de Beneficencia de Lima
Metropolitana, cuando en su contestación a la demanda señala que
no reconoce el Acta de Recepción de Inmueble del ocho de noviembre
de dos mil y niega la participación de su representada; asimismo, no
se ha tomado en cuenta la Carta número 329-2001 del treinta y uno de
mayo de dos mil uno, por la cual le informan que su madre Gloria
Ynocenta Tay Fu, que se encuentra a la espera que el Ministerio de
Salud remita la documentación sustentatoria respecto de la venta de
bienes de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, por lo
que, es claro que dicha institución conocía perfectamente de los
hechos, tampoco se ha tomado en cuenta la copia legalizada del
Oficio número 694-2001-D-HEP dirigido a su madre, mediante el cual
el Director Ejecutivo del Hospital de Emergencias Pediátricas del
Ministerio de Salud, le solicita la documentación necesaria para
sanear la transferencia de propiedad sito en Prolongación Huamanga
número 144 interior C – La Victoria, por lo que su madre adjuntó su
título de propiedad perfecto otorgado por el Trigésimo Tercer Juzgado
Civil de Lima; agrega que si bien las actas de fojas dos y tres, no
constituyen documento formal de permuta como título que justifique la
entrega de un predio por otro, sin embargo, existen otros elementos
que crean convicción sobre los hechos expuestos por las partes,
como son las contestaciones de la demanda por parte de las
emplazadas, la prueba documental referida y los sucedáneos de los
medios probatorios como un auxilio para llegar a la certeza de los
hechos controvertidos. ii) Infracción normativa material del artículo
70 de la Constitución Política del Perú y incisos 1 y 3 del artículo
1219; artículos 1220, 1245, 1318, 1321, 1322 y 1333 del Código
Civil, alega que está probada la relación obligacional conforme se
desprende de las actas del ocho de noviembre de dos mil, los cuales
acreditan que Jorge Ezequiel Burga Henriod y Marco Antonio
Lizarraga Rossini laboran en la Sociedad de Beneficencia de Lima
Metropolitana en la fecha en la que ellos mismos suscribieron las
actas recaudadas con la demanda, la Carta número 329-2001 del
treinta y uno de mayo de dos mil uno y el Oficio dirigido a su madre,
agrega que se vulnera su Derecho de Propiedad, el cual es inviolable,
debiendo los jueces preferir la Constitución a la Ley; asimismo, señala
que la Sala Civil ha establecido que su madre no ha acreditado haber
sufrido daño alguno, sin embargo, no se ha tenido en cuenta el
apoderamiento inconstitucional por parte del Estado de la propiedad
privada, así como, que le hayan engañado con la figura de la permuta
plasmada en las actas de fojas 02 y 03 y la hayan lanzado del predio
que le dieron. III.- CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la
absolución de las infracciones normativas tanto procesales como
materiales, declaradas procedentes, es pertinente realizar las
siguientes precisiones respecto del íter procesal. Gloria Ynocenta Tay
Fu1 (ahora representada por su Sucesión) pretende que el Ministerio
de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano; Ministerio de
Salud y Sociedad Beneficencia de Lima, abonen solidariamente la
suma no menor de trescientos cincuenta mil soles (S/.350,000.00) por
el Grave Daño Económico, Material y Moral que le han ocasionado por
la inejecución de su obligación de no transferir en permuta el inmueble
que viene ocupando provisionalmente ubicado en el Jirón Ancash
número 800 Departamento B-101 Cercado de Lima de propiedad de
la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana por el inmueble de
su propiedad ubicado en Prolongación Huamanga número 144- La
Victoria, el que fue destruido sin haber sido indemnizada luego de su
apoderamiento inconstitucional. Como sustento de su pretensión,
precisa: a) Que en el mes de agosto del año dos mil, funcionarios del
Ministerio de Salud y de la Sociedad de Beneficencia de Lima, se
constituyeron en el inmueble de su propiedad sito en Prolongación
Huamanga número 144 – La Victoria, al igual que en los inmuebles
contiguos de otras familias, manifestando que se había decidido a
nivel del Gobierno la ampliación del local del Hospital de Emergencias
Pediátricas, el cual colindaba a su vivienda y que por necesidad social
debían desocupar las mismas, señalando primero que las comprarían
mediante un justiprecio y luego, que les estaban ofreciendo una
permuta con viviendas de propiedad de la Sociedad de Beneficencia
de Lima Metropolitana; b) Que al igual que sus vecinos se vio obligada
a desocupar el inmueble de su propiedad y aceptar la entrega en

97296 CASACIÓN
propiedad por permuta del bien que viene ocupando sito en el Jirón
Ancash número 800, Departamento B-101 - Cercado de Lima,
produciéndose este acuerdo el ocho de noviembre de dos mil,
comprometiéndose tanto la Sociedad de Beneficencia de Lima, por
intermedio de sus funcionarios representativos, así como los
funcionarios del Ministerio de Salud – Hospital de Emergencias
Pediátricas que eran los beneficiarios con la entrega de sus viviendas
a regularizar la documentación pertinente para más adelantes
formalizar la transferencia en propiedad del inmueble que entregaban
en permuta; c) Que, después de haber perdido su vivienda, la misma
fue destruída para que no puedan volver, posteriormente, la Sociedad
de Beneficencia de Lima Metropolitana le inició un juicio de desalojo
por Ocupación Precaria por ante el Noveno Juzgado Civil de Lima,
Expediente número 2001-25720; d) Que, a la fecha el inmueble esta
valorizado en la suma de cincuenta y tres mil quinientos setenta y un
dólares americanos con cuarenta y dos centavos (US$.53,571.42),
puesto que se encuentra cerca al emporio comercial de Grau, por lo
que, el Daño Emergente demandado debe entenderse como Daño
Material que está representado por el precio del inmueble que
asciende a ciento cincuenta mil soles (S/.150,000.00). SEGUNDO.- Al
contestar la demanda, la Sociedad de Beneficencia de Lima
Metropolitana2 señala como argumentos de defensa: i) Que los
hechos pretensionados por la actora se han producido en el año dos
mil, que han revisado sus archivos no habiendo encontrado documento
alguno respecto a la permuta que alega la demandante, solo algunos
documentos en copia simple; ii) Que las familias adyacentes al
Hospital Emergencias Pediátricas fueran reubicadas en los inmuebles
de la Sociedad de la Beneficencia de Lima, sin que mediara
documentación formal alguna, por tal razón mediante el Memorandum
número 342-2000-GG/SBLM del veintiséis de diciembre del dos mil, el
Gerente General de la Beneficencia señala que dichos inmuebles
fueron ocupados sin contar con la autorización respectiva, ni
consentimiento del Directorio, al no existir ningún documento de
compraventa por parte del Ministerio de Salud, por lo que ordena
iniciar las acciones judiciales correspondientes para recuperar dichos
inmuebles; iii) Que el Presidente de la Beneficencia Pública de Lima,
remite a la Ministra de Promoción de la Mujer el Oficio número 090-
2002-P/SBLM mediante el cual informa sobre la problemática
suscitada en el Hospital de Emergencias Pediátricas al haber
permutado inmuebles que pertenecen a su representada, los mismos
que vienen siendo ocupados por los propietarios de los inmueble
adyacentes al citado Hospital; y iv) Que no se acredita con pruebas el
Daño Emergente, el Lucro Cesante y el Daño Moral que alega la
actora, que el Proceso de Desalojo interpuesto por su representada
fue declarado fundada. TERCERO.- El Procurador Público a cargo de
los Asuntos Judiciales del Ministerio de Salud3 contesta la demanda,
indicando: i) No existe un documento idóneo que acredite la titularidad
del bien, así como inscripción registral, en consecuencia, no entienden
sobre que inejecución se les atribuye responsabilidad, si la propia
accionante no demuestra haber acreditado su titularidad ni muchos
menos haber cumplido con lo establecido en el acta en mención; que
la accionante solicita que cumplan con regularizar la transferencia de
la propiedad, sin embargo, la demandante jamás cumplió con entregar
documentación que la acredite como titular del bien seudo despojado;
ii) La demandante solicita la suma de ciento cincuenta mil soles
(S/.150,000.00) por concepto de Daño Emergente sustentando su
pedido en que ha perdido el bien de su propiedad, empero, no acredita
con documento fehaciente ser la titular de la propiedad, máxime que
ofrece como medio probatorio una Acta de fecha ocho de noviembre
del año dos mil, donde se compromete a entregar la documentación
original y copia legalizada que la acredite como propietaria, en este
sentido, es necesario cuestionar sobre qué titularidad exige un
documento de indemnización; iii) Respecto al Lucro Cesante, la
accionante sustentó su pedido en que tuvo la oportunidad de trabajar
en el extranjero percibiendo la suma de tres mil nuevos soles
(S/.3,000.00), sin embargo, no acredita que tipo de negocios tenía que
realizar que le rindan tal monto mensual, ni mucho menos su mal
estado de salud para no poder realizarlo, por lo que, este extremo
debe ser declarado improcedente; iv) En cuanto al Daño Moral, se
concluye que si bien la demandante fue atendida medicamente, las
enfermedades que presenta no son producto del despojo de su
supuesto inmueble sino por el contrario son enfermedades que
adolece hace más de veinticinco años; v) La demandante al no haber
acreditado ser la titular del bien, con documento debidamente inscrito
en Registros Públicos de Lima, es imposible determinar sobre qué
área o linderos solicita una indemnización, teniendo en consideración
que en el acta de inventario de instalaciones y enseres que integran el
inmueble únicamente señalan que el inmueble consta de seis
ambientes, cinco ventanas, un lavadero, piso de cemento, un wáter,
un lavatorio, una ducha y dos caños. CUARTO.- Por Resolución
número nueve del once de noviembre de dos mil once4, se declara
rebelde a la Procuraduría de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
QUINTO.- Mediante la Resolución número dieciséis del quince de
junio de dos mil doce5, se fijan como puntos controvertidos: a)
Determinar si como consecuencia que no se realizó permuta entre el
inmueble ubicado en la Prolongación Huamanga número 144-C del
Distrito de La Victoria (expropiado para la ampliación del Hospital
Pediátrico) a cambio del ubicado en el Jirón Ancash número 800,
Departamento B -101, Cercado de Lima, se le causó Daños y
Perjuicios (Lucro Cesante, Daño Emergente y Daño Moral) a la
demandante; b) Determinar si como consecuencia de ello,
corresponde a la demandante el pago de una Indemnización por
Daños y Perjuicios por lo siguiente: por daño moral la suma de ciento
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
dos mil soles (S/.102,000.00), por Daño Emergente la suma de ciento
cincuenta mil soles (S/.150,000.00) y por Lucro Cesante la suma de
noventa y ocho mil soles (S/.98,000.00), es decir la suma total de
trescientos cincuenta mil soles (S/.350,000.00); c) Determinar si la
demandante acreditó documentalmente ser la propietaria del inmueble
sobre el cual solicita se le indemnice. SEXTO.- Mediante la sentencia
contenida en la Resolución número veintisiete del uno de octubre de
dos mil trece (folios 566), se declaró infundada la demanda, bajo las
siguientes premisas: i) Conforme se observa del documento
presentado a folio 158, a mérito de la Ley número 27541, se declaró la
expropiación de los predios ubicados en la Calle Prolongación
Huamanga números 142 y 142-A de área de ciento setenta y ocho
punto ochenta y ocho metros cuadrados (178.88 m2) y Prolongación
Huamanga número 144 Departamento A del distrito de La Victoria de
un área de cincuenta y uno punto cero seis metros cuadrados (51.06
m2), sin embargo, la numeración materia de la presente demanda es
Prolongación Huamanga número 144 - La Victoria, la cual discrepa de
las direcciones afectadas, no encontrándose dicho inmueble en la
citada relación de predios expropiados; ii) La dirección del predio que
consta en el contrato de transferencia a favor de la demandante,
adjuntado a la demanda es Prolongación Huamanga número 144,
Departamento C – La Victoria, con un área de setenta y siete punto
diecisiete metros cuadrados (77.17 m2), dirección y áreas que
discrepan de la que es materia de demanda; iii) No está acreditado en
autos que el inmueble materia de litis sea el mismo que fue materia de
expropiación y del que figura en la minuta de adjudicación a folio cinco;
iv) En las actas del ocho de noviembre de dos mil, consta la aceptación
y firma de la demandante, mas no figura suscripción de obligación
alguna asumida por la parte demandada; v) En la Audiencia a folio
372, la demandante reconoce que la Beneficencia obtuvo una
sentencia fundada de Desalojo contra la actora, la cual está con orden
de lanzamiento, asimismo, reconoció que la actora interpuso demanda
de amparo y de Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta contra la
Beneficencia, obteniendo sentencias en su contra. SÉTIMO.- Apelada
esta sentencia por la Sucesión de la demandante Gloria Ynocenta
Tay Fu, por sentencia de vista contenida en la Resolución número
cincuenta y seis, del dieciocho de junio de dos mil quince (folio 811), la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, confirma la
sentencia que declara infundada la demanda, señalando: i) De la
secuela del proceso, se aprecia que no existe documento mediante el
cual se verifique la obligación de realizar la transferencia de un bien a
través de una permuta a favor de la demandante, no obstante ello, no
es suficiente con que la actora haya presentado actas, puesto que en
ellas no figuran la obligación de transferir la propiedad y, ii) De la
revisión de los actuados se aprecia que la demandante no ha
adjuntado documento o medio probatorio que acredite haber sufrido
Daño Económico, Material y Moral, no siendo suficiente con que se
alegue que se le indemnice por el supuesto apoderamiento
inconstitucional del inmueble. OCTAVO.- Cuando entre las causales
por las que se ha declarado procedente el recurso de casación se
encuentra la infracción del Derecho al Debido Proceso y la Motivación
de las Resoluciones Judiciales, éstas deben ser analizadas primero,
pues de ampararse acarrearía la nulidad de la impugnada, resultando
innecesario el pronunciamiento sobre las demás causales; por lo que,
habiéndose declarado la procedencia por la causal de infracción
normativa in procedendo, corresponde verificar si se ha configurado o
no esta causal (infracción normativa de los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú concordante con el inciso 6 del
artículo 50, inciso 3 del artículo 122, artículo 197 del Código Procesal
Civil y artículo 12 del Texto Único de la Ley Orgánica del Poder
Judicial), pues en caso de ser estimada, se dispondrá el reenvío del
proceso al estadío procesal correspondiente. NOVENO.- El Debido
Proceso, está referido al respeto de los derechos fundamentales
consagrados en la Constitución Política del Perú, por el cual se
posibilite que toda persona pueda recurrir a la justicia para obtener
Tutela Jurisdiccional Efectiva, a través de un procedimiento legal con
la observancia de las reglas procesales establecidas para el
procedimiento y a través del cual las instancias jurisdiccionales emitan
pronunciamiento debidamente motivado con arreglo a ley. A nivel
doctrinario, se ha señalado que el Derecho al Debido Proceso tiene
dos vertientes; la primera de orden procesal, que incluye las garantías
mínimas que el sujeto de derecho tiene al ser parte en un proceso. En
esta fase se pueden encontrar el Derecho al Juez Natural, el Derecho
a Probar, el Derecho a la Defensa, entre otros. En tanto que el aspecto
sustantivo está referido al derecho a exigir una decisión justa6. En este
sentido el Tribunal Constitucional señaló, que el debido proceso: “no
tiene un ‘ámbito constitucionalmente garantizado en forma autónoma,
sino que su lesión se produce a consecuencia de la afectación de
cualquiera de los derechos que lo comprenden v.g. el Derecho de
Defensa, el Derecho a la Motivación de las Resoluciones Judiciales,
reconocidos en los incisos 5 y 14 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, respectivamente”7. DÉCIMO.- Es así que cuando un
procedimiento judicial se ha llevado a cabo con deficiencias y vicios
procesales graves, que importen Violación del Debido Proceso, se
deberá invalidar todas aquellas actuaciones afectadas por tal violación
y repetirlas con el cumplimiento y respeto de todas las garantías
requeridas, conforme lo dispone el artículo 171 del Código Procesal
Civil y lo ha sostenido la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en los fundamentos 217 a 219 y 221, de la sentencia recaída en el
caso Castillo Petruzzi y otros contra el Estado Peruano. DÉCIMO
PRIMERO.- Uno de los contenidos esenciales del Derecho al Debido
Proceso es el derecho de obtener de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de
procesos. La exigencia de que las decisiones judiciales sean
motivadas en proporción a los términos del inciso 5 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú garantiza que los jueces cualquiera
sea la instancia a la que pertenezcan expresen el proceso lógico que
los ha llevado a decidir la controversia, asegurando que el ejercicio de
la potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la
Constitución Política del Perú y a la Ley, pero también con la finalidad
de facilitar un adecuado ejercicio del Derecho de Defensa. 11.1. Al
respecto, el Tribunal Constitucional precisando el contenido del
derecho constitucional a la Debida Motivación de las Resoluciones
Judiciales, ha señalado que éste: “(…) se respeta, prima facie,
siempre que exista: a) fundamentación jurídica, que no implica la sola
mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y
justificación de por qué tal caso se encuentra o no dentro de los
supuestos que contemplan tales normas; b) congruencia entre lo
pedido y lo resuelto, que implica la manifestación de los argumentos
que expresarán la conformidad entre los pronunciamientos del fallo y
las pretensiones formuladas por las partes; y c) que por sí misma
exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si
ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación por
remisión”8. En concordancia con lo expuesto, el mismo Tribunal ha
señalado también que una debida motivación de las resoluciones
judiciales “(...) obliga a los órganos judiciales a resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en
que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que
supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa) (...). El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el
dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del
marco del debate jurídico generando indefensión, constituye
vulneración del Derecho a la Tutela Judicial y también del Derecho a
la Motivación de la Sentencia (incongruencia omisiva)”9. DÉCIMO
SEGUNDO.- En este sentido, se debe precisar también que hay
inexistencia de motivación o motivación aparente, cuando no se
da cuenta de las razones mínimas que sustenta la decisión o no
responde a las alegaciones de las partes del proceso, porque solo
intenta dar un cumplimiento formal al mandato amparándose en
frases sin ningún sustento fáctico o jurídico. DÉCIMO TERCERO.- En
materia probatoria el derecho a la utilización de los medios de prueba,
se encuentra íntimamente conectado con el Derecho a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva, que entre sus vertientes engloba el derecho a
obtener una resolución razonable, motivada y fundada en derecho,
además de congruente con las pretensiones deducidas por las partes
en el interior del proceso; como también con el derecho de defensa del
que es realmente inseparable. Así, el contenido esencial de este
derecho se respeta siempre que, una vez admitidas las pruebas
declaradas pertinentes, sean valoradas por los órganos judiciales
conforme a las reglas de la lógica y de la sana crítica, según lo alegado
y probado. 13.1 Precisamente, regulando este derecho fundamental,
el legislador ha optado por imponer al Juez, en los términos que
señala los artículos 188 y 197 del Código Procesal Civil, la obligación
de en atención a la finalidad de la prueba, valorar en forma conjunta y
razonada todos los medios de prueba, dado que, las pruebas en el
proceso, sea cual fuera su naturaleza, están mezcladas formando una
secuencia integral; por lo que, es responsabilidad del Juzgador
reconstruir, en base a los medios probatorios, los hechos que den
origen al conflicto, por lo tanto, ninguna prueba deberá ser tomada en
forma aislada, tampoco en forma exclusiva, sino en su conjunto, toda
vez, que sólo teniendo una visión integral de los medios probatorios se
puede sacar conclusiones en busca de la verdad que es el fin del
proceso. DÉCIMO CUARTO.- De la Resolución de Vista cuestionada,
se desprende que el Colegiado Superior, resumió en su considerativa
décimo segunda, los agravios expuestos en el recurso de apelación
formulado por la demandante10, sin embargo, ninguno de éstos fueron
desarrollados en la precitada sentencia, por el contrario, la Sala limitó
su análisis a señalar de manera escueta en las considerativas quinta
y sexta, que no se acredita la obligación de realizar la transferencia de
un bien a través de la permuta y que la actora no adjuntó documento
o medio probatorio que acredite haber sufrido daño económico,
material y moral, desconociendo que de conformidad con el artículo
364 del Código Procesal Civil, es objeto del recurso de apelación que
el Superior Jerárquico repare los defectos, vicios y errores denunciados
como agravios en el recurso impugnatorio, lineamientos que no han
sido ejecutados por la Sala Superior, al omitir dilucidar los agravios del
recurso, por ende, la justificación expuesta en la sentencia de vista,
resulta insuficiente para sustentar la denegatoria de la pretensión
indemnizatoria planteada en autos, por lo que, se incurre en una
motivación aparente. DÉCIMO QUINTO.- De otro lado, es necesario
acotar que de acuerdo a los puntos controvertidos fijados en autos, el
debate se centra en determinar si a consecuencia de que no se realizó
la permuta entre el inmueble ubicado en Prolongación Huamanga a
cambio del ubicado en el Jirón Ancash, se generaron daños y
perjuicios a la demandante, ahora representada por su Sucesión. Sin
embargo, no se advierte que la Sala Superior o el Juzgado de Primera
de Instancia, cumplieron con analizar debidamente la figura de la
permuta, puesto que no se emite pronunciamiento alguno sobre las
declaraciones expuestas por los emplazados en sus escritos de
contestación a la demanda11, ya que la Sociedad de Beneficencia
refirió que: “si reconocemos que la citada Carta número 329-01 que
corre como anexo 1-E le fue remitida por la Ex Directora de
Administración Inmobiliaria, pero en ella no se establece compromiso
alguno” (numeral cuarto). La Carta a la cual hace referencia la
Sociedad emplazada fue remitida por la Directora General de la
97297
Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana a la demandante,
indicándole que el pedido de otorgamiento de la Minuta o Título de
Propiedad respecto al inmueble ubicado en Jirón Ancash número 800,
Departamento B-101, se encuentra a la espera que el Ministerio de
Salud remita la documentación sustentatoria respecto a la venta de
bienes de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana. Es así
que de su contenido se desprende que la Sociedad de Beneficencia
demandada reconoció que la actora se encuentra ejerciendo la
posesión de uno de los departamentos de su propiedad y que se
encuentra pendiente que el Ministerio de Salud regularice la
documentación necesaria para la venta a favor de dicha institución del
departamento que ocupa la actora. 15.1. Además, en el inciso 1.b del
rubro “Exposición de los Hechos en que se Funda Nuestra Defensa”
la Beneficencia señaló: “el Presidente de la Beneficencia de Lima
remite a la Ministra de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano,
el Oficio número 090-2002-P/SBLM mediante la cual le informa sobre
la problemática suscitada por el Hospital de Emergencias Pediátricas
al haber permutado inmuebles que pertenecen a su representada, los
mismos que vienen siendo ocupados por los propietarios de los
inmuebles adyacentes al citado Hospital. Asimismo, se propone como
solución que el MINSA inicie ante el supremo gobierno las acciones
conducentes a obtener la adjudicación por compra venta de los
inmuebles de la SBLM”, asimismo, en los puntos 3.b y 3.c precisó: “la
decisión para la adquisición de inmuebles de la SBLM por parte del
Ministerio de Salud y su posterior celebración de permuta con los
propietarios de inmuebles adyacentes al Hospital de Emergencias
Pediátricas, donde está comprometida la actora, solo ha quedado en
ofrecimientos recíprocos (…) la ocupación de los inmuebles de esta
Beneficencia de Lima (…) se ha dado en forma irregular (…) tal hecho
solo se dio por órdenes verbales de instancias superiores”. 15.2. Lo
expuesto denota que era de conocimiento de las entidades implicadas,
que la posesión, que en el caso concreto, ejercía la demandante,
provenía del proceso de expropiación de su vivienda y que existía el
compromiso de permuta sobre las familias que ocupaban los
inmuebles adyacentes al Hospital de Emergencias Pediátricas, de
regularizar la transferencia de propiedad de los departamentos que les
fueron entregados en posesión, en compensación por las viviendas
que tuvieron que entregar para concretar el proceso de ampliación del
Hospital y que si bien éstos no fueron de propiedad del Ministerio de
Salud, sino de la Beneficencia, estas entidades se encontraban
realizando las coordinaciones necesarias para que sean transferidas
al Ministerio de Salud y éste pueda concluir con el proceso de
transferencia a las familias afectadas, empero, estos argumentos no
fueron dilucidados por los Tribunales de Mérito, con lo que se evidencia
que se realizó un análisis parcial de la prueba aportada, vulnerándose
lo previsto en el artículo 197 del Código Adjetivo. DÉCIMO SEXTO.-
De otro lado, en cuanto al Ministerio de Salud, al contestar la acción
refirió que la demanda que nos ocupa es una de responsabilidad
contractual, sustentada en el acta del ocho de noviembre de dos mil,
el cual señala que Gloria Ynocenta Tay Fu se comprometía a entregar
toda la documentación en original y copia legalizada que la acredite
como propietaria o apoderada con poder suficiente para transferir al
Ministerio de Salud el inmueble materia del presente documento en un
plazo no mayor de cuarenta días, sin embargo, la demandante no ha
demostrado haber cumplido con las condiciones establecidas en el
acta de entrega de bien de fecha ocho de noviembre de dos mil, por lo
que no existiría el incumplimiento de su parte. 16.1. Es decir, la
defensa del Ministerio se centra en alegar la falta de interés de la
demandante en presentar los documentos que acrediten la propiedad
sobre el bien, empero, no niega la existencia del pacto de permuta ni
que el ejercicio de la posesión del inmueble ubicado en el Jirón Ancash
número 800 Departamento 101-B obedece al proceso de expropiación
para la ampliación del Hospital de Emergencias Pediátricas, condición
que tampoco ha sido analizada por la Sala Superior, vulnerando el
Principio Constitucional a la Motivación de las Resoluciones Judiciales.
DÉCIMO SÉTIMO.- Pese a que ambas instituciones han reconocido
que la demandante entró en posesión del inmueble luego del proceso
de expropiación de los terrenos adyacentes al Hospital de Emergencias
Pediátricas y, siendo que el Ministerio de Salud acotó que no se
concretó el proceso de permuta por causa imputable a la actora quien
no presentó la documentación que se le requería, era necesario que
las instancias de mérito analicen las declaraciones vertidas por ambas
instituciones emplazadas a efectos de determinar si éstas resultan
concordantes con los hechos expuestos en la demanda y no sólo
limitar su discernimiento a establecer si existe o no un documento que
expresamente contenga la obligación de permutar, máxime si las
conductas que las partes asumen en el proceso permiten al Juez el
establecimiento de presunciones judiciales mediante las cuales utiliza
su razonamiento lógico y crítico en base a las reglas de la experiencia
o del conocimiento, además, cabe recordar que de acuerdo a lo
previsto en el artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
la finalidad del proceso es resolver un conflicto de intersubjetivo de
intereses mediante una sentencia motivada. DÉCIMO OCTAVO.- Por
consiguiente, el recurso de casación debe ampararse con efecto de
reenvío, alcanzando inclusive a la sentencia de primera instancia, al
haberse infringido el Debido Proceso y motivación previstos en los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
debiendo el A quo emitir un nuevo fallo evaluando las consideraciones
fácticas acreditadas en autos y contando con mayores pruebas que
sustenten adecuadamente la decisión adoptada, por lo que, debe
procederse de conformidad con el inciso 3 del artículo 396 del Código
Procesal Civil. IV.- DECISIÓN: Por estos fundamentos: 4.1. Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la Sucesión de

97298 CASACIÓN
Gloria Ynocenta Tay Fu (folio 826); CASARON la sentencia
impugnada, en consecuencia NULA la sentencia de vista contenida
en la Resolución número cincuenta y seis, del dieciocho de junio de
dos mil quince (folios 811) expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que declaró infundada la demanda, e
INSUBSISTENTE la apelada contenida en la Resolución número
veintisiete del uno de octubre de dos mil trece (folio 566) que declara
infundada la demanda. MANDARON que el Juez de origen expida
nueva resolución, con arreglo a derecho, al proceso y a los
fundamentos jurídicos de la presente resolución. 4.2. DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Gloria Ynocenta
Tay Fu contra el Ministerio de Salud y otros sobre Indemnización por
Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Integran esta Sala los Jueces
Supremos Señores Calderón Puertas y De La Barra Barrera por
licencia de los Jueces Supremos Señores Mendoza Ramírez y
Miranda Molina. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, CALDERÓN PUERTAS,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Folio 85 subsanado a folio 116.
2
Folio 161
3
Folio 212
4
Folio 256.
5
Folio 338
6
Hurtado Reyes, Martín, La casación Civil, Una aproximación al control de los
hechos, Lima, Idemsa 2012, p. 299
7
Tribunal Constitucional. Sentencia recaída en el Expediente número 1436-
2006-PA/TC, del 27 de febrero de 2008)
8
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Sentencia recaída en el Expediente número
04348-2005-PA/TC, del 21 de julio de 2005, fundamento dos.
9
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Sentencia recaída en el Expediente N°
4295-2007-PHC/ TC, del 22 de setiembre de 2008, fundamento cinco.
10
Folio 581
11
Folio 161 y 212
C-1569468-27
CAS. Nº 3020-2016 HUÁNUCO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, tres de abril de dos mil
diecisiete. AUTOS Y VISTOS Con el Cuaderno Principal, el Cuadernillo
de Casación, la Razón emitida por el Secretario de la Sala1 y
ATENDIENDO: PRIMERO.- Se trata del recurso de casación
formulado por la demandante Claudia Gavino de Basilio2 contra el
auto de vista contenido en la Resolución número ocho de fecha trece
de junio de dos mil dieciséis, expedida por la Sala Civil Permanente de
la Corte Superior de Justicia de Huánuco3 la cual confirmó la apelada
contenida en la Resolución número dos (02) de fecha dos de marzo de
dos mil dieciséis que resuelve declarar fundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción formulada por Felisa Poma Merino,
en consecuencia nulo todo lo actuado y por concluido el proceso; por
consiguiente, corresponde examinar si el referido recurso cumple con
los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Se
verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la Resolución de Vista
número ocho de fecha trece de junio de dos mil dieciséis, expedida por
la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco,
que como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que la
demandante fue notificada el veinte de junio de dos mil dieciséis4 e
interpuso recurso de casación el cuatro de julio del mismo año5; y iv)
Acompaña el arancel judicial correspondiente6. TERCERO.- Respecto
al requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Adjetivo, éste se encuentra satisfecho puesto que el
representante de Claudia Gavino de Basilio7 interpuso recurso de
apelación contra la Resolución número dos (02) de fecha dos de
marzo de dos mil dieciséis8 emitida por el Primer Juzgado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Huánuco que declara fundada la
excepción de prescripción extintiva de la acción formulada por Felisa
Poma Merino, nulo todo lo actuado y téngase por concluido el proceso.
En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la referida norma,
manifiesta que su pedido es anulatorio. CUARTO.- Debe tenerse en
cuenta que el recurso de casación es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que solo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que tiene como fin esencial la correcta aplicación
e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse
de manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la
infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial y
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil. QUINTO.- La demandante
Claudia Gavino de Basilio sustenta su recurso en las siguientes
causales: i) Infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, señala que la Sala se basa
en suposiciones y no se ha merituado que la parte impugnante recién
tuvo conocimiento en una reunión familiar que el bien se encontraba a
nombre del demandado en enero de dos mil trece, y desde esa fecha
debe computarse el decurso prescriptorio. Que, la sentencia solo tiene
un contenido subjetivo, lo que atenta contra el derecho de los
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
justiciables y del deber de los jueces a una debida motivación; La Sala
no explica las razones por las causales una persona quechua hablante
y analfabeta se encuentra en las mismas condiciones que una
persona que sabe leer y escribir. La persona analfabeta no está
evidentemente en condiciones idénticas a la de una persona que lee y
habla en idioma español. ii) Infracción normativa procesal del
inciso 8 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú y
artículo VII del Título Preliminar del Código Civil, refiere que la Sala
ha debido privilegiar el principio de no dejar de administrar justicia por
vacío o deficiencia de la ley que establece el inciso 8 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, pues en tal caso debe aplicarse
los principios generales del derecho, el derecho consuetudinario y el
artículo VII la cual establece que los jueces no pueden dejar de
administrar justicia por defecto o deficiencia de la ley, en tales casos
deben aplicar los principios generales del derecho y preferentemente
los que inspiran el derecho peruano; y. iii) Infracción normativa
material del artículo 1993 del Código Civil, precisa que la Sala al
aplicar el referido artículo se ha sustentado en subjetividades como lo
han señalado anteriormente, puesto que la fundamentación expresada
por la Sala se sustenta en presunciones que solo tienen un contenido
subjetivo, siendo lo real y acreditado que la demandante solo se
enteró de la existencia del acto que es materia del proceso de nulidad
a raíz del acta de fecha veintiuno de enero de dos mil trece, fecha a
partir de la cual estaba en posibilidad de ejercer la acción, por lo que a
partir de esta fecha debería computarse el plazo prescriptorio.
SEXTO.- En cuanto a las causales reseñadas en los ítems i); ii) y iii)
tenemos que el común denominador de los argumentos que expone
la demandante para sostener sus denuncias, es la supuesta
subjetividad con la que habría actuado el Colegiado Superior para
determinar que prescribió el derecho de acción de la demandante; sin
embargo, de la lectura de la Resolución de Vista cuestionada se
desprende que no existe transgresión al derecho y deber del órgano
jurisdiccional de motivar las resoluciones judiciales, el que tiene como
principio básico, el de congruencia procesal, que exige la relación de
identidad entre la decisión y los puntos controvertidos, puesto que los
fundamentos vertidos en dicha resolución constituyen motivación
suficiente ya que se sustentan en los hechos invocados, absuelve
posiciones y contraposiciones asumidas por las partes durante el
desarrollo del proceso. 6.1. De otro lado, debe agregarse que según el
inciso 2 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú, toda persona
tiene derecho a la igualdad ante la Ley, es así que al ser un derecho
fundamental es también un principio rector de la organización del
Estado, por ello, mal podría la demandante pretender que los órganos
jurisdiccionales desconozcan los efectos de las normas contenidas en
el Código Civil, específicamente del artículo 2012 del Código Civil, que
recoge el principio de publicidad registral y establece una presunción
jure et de jure, en virtud de la cual se presume, que toda persona tiene
conocimiento del contenido de las inscripciones, dicha norma jurídica
al no admitir prueba en contrario tiene una naturaleza imperativa a
tenor de los dispuesto en el artículo 1354 del Código Civil, por lo tanto
la voluntad de las partes no puede primar sobre ellos, por lo que
deviene en improcedente la causal denunciada. SETIMO.- Por tanto,
no habiéndose incurrido en vulneración de derecho o garantía alguna,
o que se haya aplicado incorrectamente normas de derecho material
o procesal, es de estimar como no cumplidos los requisitos exigidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil para
hacer operante este medio impugnatorio. Por estos fundamentos y
conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación formulado por la
demandante Claudia Gavino de Basilio9 contra el auto de vista
contenido en la Resolución número ocho, de fecha trece de junio de
dos mil dieciséis, expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Huánuco10 la cual confirmó la apelada
contenida en la Resolución número dos (02) de fecha dos de marzo de
dos mil dieciséis que resuelve declarar fundada la excepción de
prescripción extintiva de la acción formulada por Felisa Poma Merino;
en consecuencia, nulo todo lo actuado y por concluido el proceso;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Claudia
Gavino de Basilio contra la Municipalidad Provincial de Huánuco y
otros sobre Nulidad de Acto Jurídico y otro; y los devolvieron. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA
BARRA BARRERA
1
Folio 66 del Cuadernillo de Casación.
2
Folios 151
3
Folio 141
4
Cargo de notificación a folio 147.
5
Folio 151
6
Folio 150 del Cuaderno Principal y 156 del Cuadernillo de Casación.
7
Folio 93
8
Folio 80
9
Folios 151
10
Folio 141
C-1569468-28
CAS. Nº 4430-2016 ICA
REIVINDICACIÓN. Lima, dieciocho de enero de dos mil
diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Amador Miranda Martínez a fojas cuatrocientos
ochenta y siete, contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
cincuenta y uno, de fecha once de agosto de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Ica, que confirma la sentencia apelada de fojas trescientos
noventa y tres, de fecha veintidós de marzo de dos mil dieciséis,
que declara fundada la demanda de Reivindicación; para cuyo
efecto este Colegiado debe proceder a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme
a la modificación establecida en la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, toda vez que se ha interpuesto contra una resolución
que pone fin al proceso, ante el órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada, dentro del plazo de diez días contado desde
el día siguiente de notificada la citada resolución y adjuntando la
tasa judicial correspondiente. TERCERO.- Que, como sustento
de su recurso, el impugnante alega la causal de: 1) Infracción
normativa de carácter procesal del artículo 139 incisos 3 y 5
de la Constitución Política del Perú, señala que el Ad quem ha
desconocido que el máximo intérprete de la Constitución (Tribunal
Constitucional), ha dejado establecido en múltiples jurisprudencias
que la debida motivación es una obligación de todo ente judicial a
efectos de saber las razones por las cuales llegan a la conclusión
de estimar o desestimar la demanda; y, 2) La infracción normativa
de carácter procesal del artículo 197 del Código Procesal Civil,
señala que no se ha considerado en la apelada lo manifestado
respecto al medio de prueba incorporado como es el Asiento
Registral de la Partida Registral número 02005119, correspondiente
a un plano en donde se acredita que el área total del terreno del
inmueble registrado que adquiriera la demandante es de diecisiete
mil quinientos metros cuadrados (17,500 m2) -fojas cuatrocientos
diecinueve-; que compulsado ello, con la demanda postulada por
la demandante solo se tiene la referencia (sin plano alguno) del
área en discusión de dieciocho mil cuatrocientos cuarenta y dos
punto doce metros cuadrados (18,442.12 m2), cuando ello difiere
de los antecedentes registrales y de lo que no ha sido materia
de debate y después de pronunciamiento por parte del Ad quem,
máxime si después de postulada la sentencia y para ser más
exactos en el mes de enero de dos mil dieciséis, la demandante
recién incorpora en autos a fojas trescientos ochenta, el plano que
identifica como área de dieciocho mil doscientos dos punto doce
metros cuadrados (18,202.12 m2), plano y memoria descriptiva
que fuera suscrito por el Ingeniero Jorge Calixto Matías García.
CUARTO.- Que, evaluados los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, respecto a las causales
denunciadas, se advierte que el recurrente apeló la sentencia de
primera instancia que le fue desfavorable, conforme se advierte
a fojas cuatrocientos veintinueve. Asimismo, cumple con precisar
que el recurso se sustenta en la causal de infracción normativa
de carácter procesal y a su vez de los argumentos del mismo
se aprecia que su pedido casatorio es anulatorio; cumpliendo con
ello los presupuestos de los incisos 1, 2 y 4 de la referida norma
procesal. QUINTO.- Que, analizada la fundamentación de la causal
denunciada se advierte que no puede estimarse, debido a que el
recurso de casación no satisface el requisito de procedencia del
inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haberse
demostrado la incidencia directa de la infracción denunciada
respecto a la decisión impugnada, advirtiéndose que los
argumentos del mismo están destinados a cuestionar la motivación
de la sentencia de vista, cuando claramente se ha establecido que
se advierte del petitorio de la demanda la solicitud de restitución de
un área de cincuenta y seis metros cuadrados (56 m2), que es parte
integrante de un área mayor que se ubica en la parte posterior del
inmueble del demandado y que según Acta de Inspección Judicial
de fojas ciento dos, identifica el área pretendida y con la Aclaración
del Perito de fojas doscientos cincuenta y uno, detalla que el
área de cincuenta y seis punto treinta y nueve metros cuadrados
(56.39 m2), no es propiedad del demandado sino parte integrante
del lote de dieciocho mil cuatrocientos cuarenta y dos punto doce
metros cuadrados (18,442.12 m2), no existiendo superposición
de títulos sino un uso y posesión por parte del demandado del
área reclamada y que no es de su propiedad; en consecuencia,
el recurso de casación propuesto deviene en improcedente. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Amador Miranda Martínez a fojas
cuatrocientos ochenta y siete, contra la sentencia de vista de fojas
cuatrocientos cincuenta y uno, de fecha once de agosto de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Hilda Teodora Azurza Quispe contra Amador
Miranda Martínez y otra, sobre Reivindicación; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-29
CAS. Nº 1146-2017 HUAURA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, veintisiete
de abril de dos mil diecisiete. VISTOS, y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Suprema Sala el
recurso de casación interpuesto por Santiago Genaro Gamarra
Villanueva (fojas 193), contra la sentencia de vista contenida en
97299
la Resolución número dieciséis, de fecha veinticinco de enero
de dos mil diecisiete, (fojas 170), expedida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Huaura la cual confirmó la sentencia
apelada de primera instancia contenida en la Resolución número
diez de fecha dieciséis de setiembre de dos mil dieciséis (fojas 120)
que declaró improcedente la demanda de Desalojo por Ocupación
Precario; para cuyo efecto debe procederse a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos 387
y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley número
29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación cumple
con los requisitos de admisibilidad conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra una sentencia expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura, que como órgano de segundo
grado pone fin al proceso; ii) Ante la referida Sala Superior que
emitió la sentencia de vista que se impugna; iii) Dentro del plazo
previsto por ley, contado desde el día siguiente de notificada la
sentencia de vista que se impugna, puesto que el recurrente fue
notificado el uno de febrero de dos mil diecisiete (fojas 176) y el
recurso de casación se interpuso el día diez del mismo mes y año;
y, iv) Adjuntan arancel judicial por concepto de recurso de casación
(fojas 178). TERCERO.- De otro lado, el recurso cumple con el
requisito de procedencia previsto en el inciso 1) del artículo
388 del Código Procesal Civil, dado que el recurrente apela la
sentencia de primera instancia que le fue desfavorable, dictada
mediante resolución obrante a fojas 120, que ha sido confirmada
por la impugnada. En cuanto al requisito señalado en el inciso 4)
de la referida disposición, se infiere que su pedido casatorio es
anulatorio. CUARTO.- El recurso de casación interpuesto por el
recurrente se sustenta en la causal de infracción normativa por
contravención de las normas que garantizan el derecho al
debido proceso, toda vez que el inmueble sub litis le corresponde
en calidad de propietario al haberlo obtenido mediante sucesión
intestada de la que en vida fue su hermana Rosa Simona Gamarra
Rea quien lo adquirió mediante compraventa de acciones de su tío
Santiago Amador Gamarra Ravello, además, el fundamento de su
propiedad ésta determinada por la sucesión intestada inscrita en la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos - SUNARP;
que el demandado argumenta ser propietario del bien sub litis en
base a un documento de data del año mil novecientos setenta y
tres y que nunca lo inscribió ante la Superintendencia Nacional
de los Registros Públicos - SUNARP, habiendo presentado
dicho documento solo en fotocopia simple acompañado de una
denuncia policial que le acredita haber extraviado el documento
original. Además, la tacha deducida contra el contrato privado de
compraventa a favor del demandado fue declarado inadmisible de
plano no obstante que dicho medio probatorio fue presentado en
fotocopia simple sin inscripción registral. QUINTO.- Analizando
los fundamentos de la causal procesal denunciada se advierte
que lo que pretende el recurrente es poner en tela de juicio el
razonamiento lógico jurídico empleado por las instancias de merito
en el cual quedó establecido que no existe medio probatorio
fehaciente que evidencie el derecho de propiedad invocado por
el demandante respecto del inmueble sub litis, además que el
demandado acredita su derecho de posesión sobre el referido bien
a merito del Certificado de Posesión otorgado por la Municipalidad
Provincial de Barranca, medio probatorio que mantiene su validez
al no haber sido controvertido en estos autos. Por lo demás, la
tacha deducida contra el contrato privado de compraventa
ofrecido por el demandado fue declarado inadmisible de plano por
cuanto el demandante no cumplió en su oportunidad con anexar
el arancel judicial correspondiente, a ello se agrega que contra
dicha inadmisibilidad el recurrente interpuso recurso de nulidad
y no recurso de apelación conforme correspondía; advirtiéndose
por consiguiente que la decisión judicial emitida por las instancias
jurisdiccionales se ha sujetado al merito de lo actuado y al derecho.
En consecuencia, la infracción denunciada por el impugnante no
satisface las exigencias previstas en los incisos 2) y 3) del artículo
388 del Código Procesal Civil, por lo que en aplicación del artículo
392 del mismo código; declararon IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Santiago Genaro Gamarra Villanueva
(fojas 193), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número dieciséis, de fecha veinticinco de enero de dos mil
diecisiete, (fojas 170), expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Huaura; DISPUSIERON la publicación de esta
resolución en el Diario Oficial "El Peruano", bajo responsabilidad;
en los seguidos por Santiago Genaro Gamarra Villanueva contra
Jorge Araujo Grados, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA, CESPEDES CABALA C-1569468-30
CAS. Nº 4482-2015 LAMBAYEQUE
PETICIÓN DE HERENCIA. Lima, diecisiete de enero de dos mil
diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Rosalía Oyola de Molero en nombre propio y en
representación de Carlos Alberto Oyola Gonzales, Ursula Amalia
Oyola Gonzales y María Catalina Oyola González a fojas seiscientos
sesenta y cinco, contra la sentencia de vista de fojas seiscientos
cincuenta y uno, de fecha uno de setiembre de dos mil quince,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, que confirma la sentencia apelada de fojas quinientos

97300 CASACIÓN
ochenta y seis, de fecha dieciocho de marzo de dos mil quince, en
el extremo que declara infundada la demanda de Indemnización por
Daños y Perjuicios; para cuyo efecto este Colegiado debe proceder
a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida en la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se advierte que
el presente recurso de casación cumple con ellos, toda vez que se
ha interpuesto contra una resolución que pone fin al proceso, ante
el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, dentro
del plazo de diez días contado desde el día siguiente de notificada
la citada resolución y adjuntando la tasa judicial correspondiente.
TERCERO.- Que, como sustento de su recurso, la parte impugnante
alega las causales de: 1) Infracción normativa de carácter
procesal del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del
Perú: La Sala Superior al emitir la sentencia de vista ha afectado el
Debido Proceso, pues no ha tenido en cuenta que el demandado
Luis Artidoro Oyola Gonzales ha actuado de mala fe al realizar el
proceso de Sucesión Intestada (Expediente número 65-2008) a
cuenta propia, sin haber puesto en conocimiento a los demandantes,
apreciándose con ello su mal proceder a efecto de sacar beneficio
propio de un derecho que le corresponde a todos sus herederos; 2)
Infracción normativa de carácter procesal del artículo 412 del
Código Procesal Civil: La Sala Superior al emitir la sentencia de
vista ha inaplicado dicho artículo, pues no ha tenido en cuenta que
el pago de las costas y costos del proceso son a cuenta de la parte
vencida en el presente proceso, en este caso por los demandados,
pese a ello los exonera a dicho pago. CUARTO.- Que, evaluados
los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, respecto a las causales denunciadas, se advierte que
la parte recurrente apeló la resolución de primera instancia que le
fue desfavorable, conforme se advierte a fojas seiscientos veintidós.
Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta en la
causal de infracción normativa de carácter procesal y a su vez
de los argumentos del mismo se aprecia que su pedido casatorio
es anulatorio; cumpliendo con ello los presupuestos de los incisos
1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que, analizada
la fundamentación de la causal denunciada se advierte que no
puede estimarse, debido a que el recurso de casación no satisface
el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haberse demostrado la incidencia directa
de la infracción denunciada respecto a la decisión impugnada,
advirtiéndose que los argumentos del mismo están destinados a
cuestionar la motivación de la sentencia de vista, cuando claramente
se ha establecido que la impugnante no ha logrado demostrar los
daños reclamados en el proceso de Sucesión Intestada (Expediente
número 65-2008), iniciado por el demandado Luis Artidoro Oyola
Gonzales y que haya constituido acción antijurídica, pese a que esta
acción resulta permitida. El ejercicio de la pretensión de Declaratoria
de Herederos tampoco resulta condicionado a que todos los
potenciales herederos puedan participar del proceso por uno solo
de los coherederos o por algunos, lo cual está garantizado por la
publicación en el diario de los anuncios judiciales, no advirtiéndose
responsabilidad al demandado Luis Artidoro Oyola Gonzales. La
solicitud de Declaratoria de Herederos en ningún caso constituye
una causa ideal para producir daños, por no ser su naturaleza. En
cuanto a la exoneración de los costos y costas del proceso, si bien
la parte vencida resulta obligada al pago de las costas del proceso,
también es posible exigir su exoneración, a las cuales se llego a
dicha decisión por cuanto el demandado Julio Oyola Gonzales
al aceptar el petitorio de la demanda (allanamiento) y en relación
los codemandados Julio Oyola Gonzales, Víctor Manuel Oyola
Gonzales y Yolanda Oyola Gonzales, se verifica que también
fueron excluidos de la sucesión intestada; en consecuencia, el
recurso de casación propuesto deviene en improcedente. Por estas
consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Rosalía Oyola de Molero en nombre propio y en
representación de Carlos Alberto Oyola Gonzales, Ursula Amalia
Oyola Gonzales y María Catalina Oyola González a fojas seiscientos
sesenta y cinco, contra la sentencia de vista de fojas seiscientos
cincuenta y uno, de fecha uno de setiembre de dos mil quince,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Rosalía Oyola de Molero y otros contra Luis
Artidoro Oyola Gonzales y otros, sobre Petición de Herencia; y los
devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-31
CAS. Nº 4467-2016 CUSCO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, diecinueve
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por la Caja Municipal de Ahorro
y Crédito Cusco Sociedad Anónima a fojas trescientos cincuenta,
contra la sentencia de vista de fojas trescientos quince, de fecha
quince de setiembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que declaró la conclusión
del proceso por sustracción de la materia, sin declaración sobre
el fondo, disponiéndose el archivamiento del proceso; por lo que
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que como órgano de
segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cusco, que emitió la
resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro del plazo de
diez días de notificado con la resolución impugnada, pues la parte
recurrente fue notificada el treinta de setiembre de dos mil dieciséis,
según cédula de notificación de fojas trescientos veinte, y presentó
el recurso de casación el catorce de octubre del mismo año; y, IV)
Adjunta el arancel judicial correspondiente por recurso de casación,
como consta a fojas trescientos veintiuno (vuelta). TERCERO.-
Que, respecto al requisito de procedencia previsto en el inciso 1
del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
acotada, se advierte que dicha exigencia no le es aplicable a la parte
recurrente debido a que la sentencia expedida en primera instancia
fue favorable a sus intereses. CUARTO.- Que, para establecer el
cumplimiento de los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario que la parte
recurrente señale en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. En el presente
medio impugnatorio se denuncia: a. Infracción normativa del
artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, señala
que la Sala Superior al emitir la sentencia de vista ha omitido valorar
de manera razonada y conjunta los actuados, basándose en lo
expresado por la Compañía Aseguradora “Rímac Seguros”, quien
no es parte del presente proceso; si bien en el Expediente número
1697-2012 afirma que ha cancelado la obligación, tal hecho no ha
sido probado, sino que se dio una amortización que no asciende
ni siquiera al monto primigenio demandado; esto sin respetar el
valor probatorio y la actuación adecuada de la prueba. Asimismo,
señala que se vulnera el Derecho a la Ejecución de las Resoluciones
Judiciales, en consecuencia, al Derecho a la Tutela Jurisdiccional,
pretendiéndose que la petición sea satisfecha en otro proceso. b.
Infracción normativa de los artículos 1220 y 1221 del Código
Civil, indica que la Sala Superior al emitir la sentencia de vista ha
vulnerado dicho artículo, debido a que la pretensión materia de litis no
ha sido satisfecha, más aun si el monto depositado no cubre la suma
original demandada, lo cual contradice lo descrito en la resolución
de vista. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación expuesta
se advierte que la recurrente no cumple con los requisitos exigidos
en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto
es, describir con claridad y precisión las infracciones normativas, así
como demostrar la incidencia directa sobre la decisión impugnada,
pues lo que pretende la parte recurrente es cuestionar la valoración
que ha realizado la Sala Superior al emitir el auto de vista, la
misma que ha valorado en forma conjunta y razonada los medios
probatorios válidamente aportados al proceso, entre ellos, lo resuelto
en el Expediente número 1697-2012, expresando las valoraciones
esenciales y determinantes que sustentan su decisión de declarar
la conclusión del proceso, principalmente que en dicho proceso se
dispuso que la obligación del Pagaré número 106012041010158740
sea cancelado por la Compañía Aseguradora “Rímac Seguros”, lo
cual ha sido cumplido por la aseguradora, de modo que, la obligación
puesta a cobro en este proceso, derivado del mismo pagaré ha
quedado satisfecha. Así pues, la fundamentación esbozada se
encuentra referida a cuestiones de hecho y probanza que implican
el reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno a los fines
del recurso de casación previstos en el artículo 384 del Código
Procesal Civil; y por último, no se explica como la aplicación de las
normas invocadas alterarían la decisión impugnada. SEXTO.- Que,
en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, la parte recurrente cumple con indicar
que su pedido casatorio es anulatorio como principal y revocatorio
como subordinado; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por las
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la Caja Municipal de Ahorro y Crédito
Cusco Sociedad Anónima a fojas trescientos cincuenta, contra
la sentencia de vista de fojas trescientos quince, de fecha quince
de setiembre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Caja Municipal de Ahorro y
Crédito Cusco Sociedad Anónima contra Rudecinda Rojas Vallenas
Vda. de Sequeiros y otra, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero;
y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-32
CAS. Nº 4485-2016 AREQUIPA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, diecinueve
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por la Municipalidad Distrital
de Uchumayo a fojas doscientos veintitrés, contra la sentencia
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de vista de fojas ciento noventa y nueve, de fecha veintitrés de
agosto de dos mil dieciséis, emitida por la Tercera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, que confirma la sentencia
apelada de fojas ciento sesenta y dos, de fecha dos de marzo de
dos mil dieciséis, que declara fundada la demanda de Obligación
de Dar Suma de Dinero; para cuyo efecto este Colegiado debe
proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida
en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo
387 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se
tiene que el presente recurso cumple con tales exigencias, toda
vez que se ha interpuesto contra una resolución que pone fin al
proceso, ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada, dentro del plazo de diez días contado desde el día
siguiente de notificada la citada resolución y no adjunta la tasa
judicial correspondiente por estar exonerada. TERCERO.- Que,
como sustento de su recurso, la parte impugnante alega la causal
de infracción normativa de carácter procesal del artículo 122
inciso 3 del Código Procesal Civil; señala que no se ha cumplido
con el requisito de motivación adecuada suficiente, pues contiene
una decisión que no se sustenta en la valoración conjunta y
razonada de los medios probatorios aportados al proceso, motivo
por el cual estamos ante una decisión que no se ajusta al mérito
de lo actuado ni a la verdad de los hechos, confirmando la apelada
bajo el argumento que la demandada en ningún momento ha
desvirtuado el contrato que el demandante afirma haber celebrado,
pese a que se ha demostrado que no se han desarrollado los
trabajos señalados por el demandante a través de la empresa
SEMACOE y que con el documento denominado “Autorización”
otorgado por la demandada se ha acreditado fehacientemente el
acuerdo de voluntades entre las partes, sin tomar en cuenta que
dicho documento ha sido negado en múltiples oportunidades por
la Municipalidad demandada. CUARTO.- Que, evaluados los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, respecto a las causales denunciadas, se advierte
que la parte recurrente apeló la resolución de primera instancia
que le fue desfavorable, conforme se advierte a fojas ciento setenta
y uno. Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta
en la causal de infracción normativa de carácter procesal y a
su vez de los argumentos del mismo se aprecia que su pedido
casatorio es anulatorio; cumpliendo con ello los presupuestos
de los incisos 1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.-
Que, analizada la fundamentación de la causal denunciada se
advierte que no puede estimarse, debido a que el recurso de
casación no satisface el requisito de procedencia del inciso 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haberse demostrado
la incidencia directa de la infracción denunciada respecto a la
decisión impugnada, advirtiéndose que los argumentos del mismo
están destinados a cuestionar la motivación de la resolución de
vista, habiéndose determinado claramente que, de lo descrito se
advierte que entre las partes ha existido una relación obligacional,
siendo que efectivamente el demandante ha realizado el trabajo
detallado en el documento denominado “Autorización” a favor de
la ahora demandada, como se aprecia de las fotografías de fojas
diecisiete a veintidós, máxime si la realización de la obra no es
negada por la Municipalidad demandada; en consecuencia, el
recurso de casación propuesto deviene en improcedente. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de Uchumayo
a fojas doscientos veintitrés, contra la sentencia de vista de fojas
ciento noventa y nueve, de fecha veintitrés de agosto de dos mil
dieciséis, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Brian Julio De La Cuba Gordillo contra la
Municipalidad Distrital de Uchumayo, sobre Obligación de Dar
Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-33
CAS. Nº 4411-2015 ICA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, diecinueve de
julio de dos mil dieciséis. VISTOS, Con el expediente principal y
cuaderno de casación que se tienen a la vista; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de ésta Suprema Sala el recurso
de casación interpuesto por la demandada Administradora de
Maquinarias y Construcciones Sociedad Anónima Cerrada
ADMACON SAC (fojas 419), contra el auto de vista contenido
en la Resolución número cuarenta y dos de fecha veintiocho de
setiembre de dos mil quince (fojas 389), expedida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, la cual confirmó
el auto apelado contenido en la Resolución número treinta y
seis de fecha dieciséis de julio de dos mil quince (fojas 353)
que declaró infundada la contradicción y fundada la demanda
sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; para este efecto debe
procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
del recurso, conforme a lo previsto en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación cumple con
los requisitos de admisibilidad conforme lo exige el artículo
97301
387 del Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto:
i) Contra una resolución expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ica que como órgano de segundo
grado pone fin al proceso de Obligación de Dar Suma de Dinero;
ii) Ante la referida Sala Superior que emitió el auto de vista que se
impugna; iii) Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el
día siguiente de notificada el auto de vista que se impugna, puesto
que la recurrente fue notificada el día veintinueve de setiembre de
dos mil quince (foja 400) y el Recurso se interpuso el día catorce
de octubre de dos mil quince; y iv) Adjunta arancel judicial por
concepto de recurso de casación, (foja 417). TERCERO.- De otro
lado, el recurso cumple con el requisito de procedencia previsto
en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez
que la recurrente apeló la resolución de primera instancia que le
fue desfavorable, dictada mediante la Resolución número treinta y
seis, de fecha dieciséis de julio de dos mil quince (fojas 353), que ha
sido confirmada por la impugnada. En cuanto al requisito señalado
en el inciso 4 de la referida disposición, manifiesta que su pedido
casatorio es anulatorio. CUARTO.- La recurrente Administradora
de Maquinarias y Construcciones Sociedad Anónima Cerrada
ADMACON SAC sustenta su recurso de casación en la causal de:
Infracción normativa procesal de los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, artículos I y IX del
Título Preliminar del Código Procesal Civil, y artículo 370 del
Código Procesal Civil, refiriendo que las instancias de merito no
han tomado en consideración lo acordado en la Cláusula Cuarta
de la Transacción Extrajudicial de fecha once de agosto de dos
mil doce, en la cual se señala que en caso de incumplimiento de
la deudora en la entrega del material acordado por motivo ajeno
a su voluntad, se comprometía a restituir a la brevedad posible lo
pactado. En este caso, la recurrente ha cumplido con los términos
de la citada cláusula transaccional, conforme se advierte de los
recibos de fecha diecisiete de setiembre de dos mil doce, treinta
de noviembre de dos mil doce y dos de enero de dos mil trece, los
mismos que no han sido analizados y merituados debidamente al
emitirse la resolución impugnada; además, mediante Resolución
de vista número treinta y tres de fecha dieciséis de enero de dos
mil quince, la Sala Superior indicó los puntos sobre los que debía
pronunciarse el Juez de la causa al emitir el nuevo auto final como
era los términos de la Transacción Extrajudicial y los tres recibos de
pago, entre otras recomendaciones, los que no han sido tomados
en cuenta al momento de emitirse el auto de vista. QUINTO.-
Analizados los agravios expuestos en el fundamento cuarto que
antecede, estos no resultan atendibles desde que la impugnante
incide en la revaloración de los hechos y de las pruebas, lo cual
no resulta viable en sede casatoria, apreciándose que además
cuestiona el criterio jurisdiccional del Colegiado Superior que
desestimo la contradicción formulada y estimó la demanda incoada
al considerar que la demandada no había cumplido con la términos
de la Transacción Extrajudicial de fecha once de junio de dos
mil doce al no haber acreditado la extinción de la obligación de
la deuda puesta a cobro por cuanto los recibos anexados por la
empresa recurrente en sustento de su defensa resultaban ser
copias legalizadas de la original, esto es, constituían documentos
privados que carecían de fecha cierta al no haber el notario
certificado la fecha ni legalizado las firmas, tanto más, cuando la
legalización de dichos documentos solo se limitaron a autenticar
la realidad de dichos actos no dando fe sobre el contenido de
tales documentos en aplicación de lo dispuesto en los artículos
245 del Código Procesal Civil, concordante con el artículo 52
del Texto Único Ordenado de la Ley del Notariado. SEXTO.- En
el sentido descrito, se advierte que las resoluciones recurridas
cuentan con la debida motivación fáctica y jurídica en todos los
extremos de la demanda, habiéndose expresado un análisis crítico
y valorativo del caudal probatorio aportado al proceso, por lo que
el recurso de casación así propuesto deviene en desestimable.
En consecuencia, la infracción denunciada por la recurrente no ha
satisfecho las exigencias previstas en los incisos 2 y 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil, por lo que en aplicación del artículo
392 del mismo Código; declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada Administradora de
Maquinarias y Construcciones Sociedad Anónima Cerrada
ADMACON SAC (fojas 419), contra el auto de vista contenido
en la Resolución número cuarenta y dos de fecha veintiocho de
setiembre de dos mil quince (fojas 389), expedida por la Primera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica; DISPUSIERON la
publicación de esta resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Maquinarias y Transportes de
Carga Alarcón Empresa Individual de Responsabilidad Limitada
contra Administradora de Maquinarias y Construcciones Sociedad
Anónima Cerrada ADMACON SAC, sobre Obligación de Dar Suma
de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569468-34
CAS. Nº 3991-2016 PIURA
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. Lima, veinticuatro de
octubre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por Doris Graciela Zevallos
Chumacero de fojas ciento ochenta y siete, contra la sentencia de
vista de fojas ciento setenta y cinco, de fecha diecisiete de agosto
de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte

97302 CASACIÓN
Superior de Justicia de Piura, que confirmó la sentencia de primera
instancia de fecha once de abril de dos mil dieciséis, obrante a
fojas ciento cuarenta y dos, que declaró infundada la demanda
sobre Mejor Derecho de Propiedad; medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna de
una resolución expedida por la Sala Superior que, como órgano
de segundo grado, pone fin al proceso; II) Ha sido interpuesto ante
la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura,
que emitió la resolución recurrida; III) Ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificada con la resolución impugnada,
habiéndose formulado el recurso casatorio el catorce de setiembre
de dos mil dieciséis; y, IV) Se encuentra exonerada de adjuntar el
respectivo arancel judicial, ello de conformidad con la resolución
administrativa número 004-2005-CE-PJ. TERCERO.- Que, en lo
referente a los requisitos de procedencia previstos en el artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se
advierte que la recurrente no dejó consentir la sentencia de primera
instancia, en razón que le fue desfavorable a sus intereses, por lo
que cumple con lo dispuesto en el inciso 1 de la norma procesal
anotada. CUARTO.- Que, en el caso de autos, la recurrente
denuncia las siguientes causales: a) Infracción normativa del
artículo 923 y 660 del Código Civil, señala que las instancias de
mérito omiten aplicar dichas normas antes mencionadas, ya que
son necesarias para la solución del conflicto de intereses. Que,
en ambas sentencias han considerado que el demandado con la
sola Partida de Nacimiento de su persona y la Partida de defunción
de Ángela Trinidad Navarrete Velasco detenta la propiedad del
cincuenta por ciento (50%) del bien materia de litis, por ser hijo
de la indicada señora, cuando dicha partida no constituye título de
propiedad frente al título que es la Escritura Pública de fecha cuatro
de abril de mil novecientos cincuenta, con la cual acredita el Mejor
Derecho de Propiedad de la totalidad del bien materia de litis. Agrega
que la Sala Superior considera al demandado como propietario
del cincuenta por ciento (50%) del premio sub litis por tener la
condición de heredero de Ángela Trinidad Navarrete Velasco;
sin embargo dicha condición no ha sido acreditada con prueba
alguna, esto es, no existe sucesión testamentaria o intestada al
respecto; b) Infracción normativa del artículo 122 incisos 3 y 4
del Código Procesal Civil, menciona que la sentencia de primera
instancia, así como la de vista incurren en el deber de motivación
a que refiere dicho artículo, toda vez que lo resuelto no se ajusta
al mérito de lo actuado, ni expresa las razones donde se funda la
decisión adoptada, en el caso concreto reitera que el demandado
no ha demostrado ser heredero de Ángela Trinidad Navarrete
Velasco, en ese sentido las sentencias materia de impugnación
adolecen de falta de motivación. QUINTO.- Que, respecto a la
infracción contenida en el acápite a) del quinto considerando, se
advierte que la recurrente no cumple con el requisito exigido en
el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, no
demuestra la incidencia directa de dicha denuncia sobre la decisión
impugnada, puesto que hace referencia a cuestiones de hecho
ya dilucidadas por las instancias de mérito, advirtiéndose que se
pretende una modificación del criterio asumido, teniendo en cuenta
que la Sala Superior ya estableció que si bien en el presente caso,
no se ha podido garantizar la existencia de la declaratoria de
herederos, mucho menos la división y partición del bien inmueble
sub litis; sin embargo, con el fallecimiento de Ángela Trinidad
Navarrete Velasco, ha operado la apertura de la sucesión, y a la
vez la transmisión a sus herederos, de los bienes y derechos de las
que la causante era titular, herederos que serían Ángela Trinidad
Navarrete Velasco, así como Florencio Ubillús Velasco, lo cual
no ha sido materia de cuestionamiento por la parte demandante,
aunado a que con las partidas obrante a fojas sesenta y dos y
sesenta y tres, se colige la relación paterno filial entre los mismos.
Por tanto en aplicación del artículo 660 del Código Adjetivo, los
bienes dejados por la causante a sus hijos se transmiten en partes
iguales, correspondiendo el cincuenta por ciento (50%) a favor
de cada uno de ellos. SEXTO.- Que, finalmente, en cuanto a la
infracción normativa contenida en el acápite b), se verifica que la
recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, no se describe
en forma clara y precisa en qué consiste la infracción denunciada,
ni se demuestra la incidencia de dicha denuncia sobre la decisión
impugnada, toda vez que, si bien no se encuentra acreditado
en autos que el bien en su totalidad le pertenezca a la parte
demandante, ni tampoco que exista títulos contradictorios sobre
el mismo bien a efectos de determinar su preferencia, sino que
existe un régimen de copropiedad entre ambas partes; siendo ello
así, la Sala Superior ha cumplido con precisar de forma adecuada,
suficiente y congruente los fundamentos de hecho y de derecho
que sustentan su decisión, emitiendo un pronunciamiento de fondo
acorde con lo alegado por las partes y debatido en el proceso.
SÉTIMO.- Que, respecto a la exigencia prevista en el inciso 4
del artículo 388 del Código Procesal Civil, si bien la recurrente
cumple con indicar su pedido casatorio anulatorio como principal
y revocatorio como subordinado, no es suficiente para atender el
recurso materia de calificación, en virtud a lo dispuesto en el artículo
392 del Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Doris Graciela Zevallos Chumacero de
fojas ciento ochenta y siete, contra la sentencia de vista de fojas
ciento setenta y cinco, de fecha diecisiete de agosto de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Piura; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Doris Graciela Zevallos Chumacero contra
Víctor Alejandro Vilela Navarrete, sobre Mejor Derecho de
Propiedad; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor
Mendoza Ramírez. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-35
CAS. Nº 3925-2014 LIMA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. SUMILLA.- A
efectos de evitar nulidades posteriores, la sentencia de vista debe
contener la fundamentación necesaria pertinente a los efectos de
establecer si a los demandantes les corresponde o no usucapir el
predio sub materia; que al no obrarse de esta manera, dicha
situación comporta una resolución con motivación contradictoria,
además de insuficiente, que constituye causal de nulidad
insubsanable, en aplicación del artículo 170 del Código Procesal
Civil, contribuyendo por ello a la inoperación en su sentido
dogmático jurídico. Lima, veintitrés de mayo de dos mil diecisiete.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: En discordia; vista la causa
número tres mil novecientos veinticinco guion dos mil catorce, en el
día de la fecha, en Audiencia Pública; emite la siguiente sentencia;
y habiéndose dejado oportunamente en Relatoría de esta Sala
Suprema los votos emitidos por los Señores Jueces Supremos
MENDOZA RAMÍREZ, HUAMANÍ LLAMAS y VALCÁRCEL
SALDAÑA obrantes a fojas ciento ocho y ciento cuatro del
cuadernillo de casación respectivamente; de conformidad con los
artículos 142, 148 y 149 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se deja constancia de los mismos para
los fines pertinentes de acuerdo a ley. RECURSO DE CASACIÓN:
Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas mil ciento
ochenta y siete por Javier Marco Antonio Grisolle Aguirre, contra la
sentencia de vista de fojas mil ciento setenta, su fecha uno de
setiembre de dos mil catorce expedida por la Tercera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima que revoca la sentencia
apelada de fojas novecientos ocho, de fecha diecinueve de agosto
de dos mil once que declaró fundada la demanda y reformándola
declararon infundada la misma; en los seguidos por Javier Marco
Antonio Grisolle Aguirre y otro con Ernesto Vásquez Zelada y otra,
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio. FUNDAMENTOS POR
LOS CUALES SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO:
Que, el recurso de casación fue declarado procedente por
resolución de fecha veintitrés de abril de dos mil quince, que corre
a fojas setenta y ocho del cuadernillo formado en este Supremo
Tribunal por la causal prevista en el artículo 386 del Código
Procesal Civil, por la que se denuncia: la infracción del artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú, articulo 122 inciso 3
del Código Procesal Civil, y artículo 12 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial. CONSIDERANDO: PRIMERO: Estando a los
fundamentos del recurso que sustentan la causal por infracción
normativa procesal, se debe señalar que el recurrente, en efecto,
hace consistir su denuncia en los siguientes agravios: a) En el
considerando décimo de la sentencia impugnada existe motivación
insuficiente y contradictoria puesto que la Sala Superior ha
concluido que en el proceso signado bajo el número 27933-1997,
los padres de los recurrentes ejercieron la posesión del inmueble
sub litis en calidad de arrendatarios, lo que determina que la
posesión de los recurrentes no sea en calidad de propietarios, sin
embargo, no existe ningún desarrollo previo en base al cual la Sala
Superior pueda justificar la conclusión establecida en tal
considerando. Si el fallo final del citado expediente establece con
claridad que a partir del año mil novecientos noventa y uno los
demandantes (padres de los recurrentes) evidencian “animus
domini” ¿Cómo la Sala Superior concluye que en dicho proceso se
determinó que los padres de los demandantes tenían la calidad de
arrendatarios del bien? Es evidente la contradicción que existe
entre lo expuesto por la Sala Superior y el texto expreso del fallo
final que se cita; b) En el considerando undécimo, la Sala Superior
incurre en un vicio de motivación insuficiente, pues solo se remite
al sentido de la decisión y a que fue expedida de conformidad con
la sentencia y el dictamen fiscal, omitiendo la importancia de la
parte considerativa del fallo final, en la cual se determinó la
existencia del animus domini. El que no se haya reconocido un
derecho a favor de los demandantes y que la demanda haya sido
desestimada no determina que el reconocimiento del animus
domini de los padres de los recurrentes a partir de mil novecientos
noventa y uno por parte de la Sala Superior en dicha sentencia
carezca de validez o no tenga efectos; y, c) En el considerando
undécimo de la recurrida, la Sala Superior incurre nuevamente en
un vicio de motivación aparente, pues si bien establece que existe
contradicción entre los considerandos de la sentencia en el
Expediente número 27933-1997 o que se pretende una
interpretación aislada del segundo considerando de la misma, ello
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
no es correcto pues no existe ningún tipo de contradicción entre
sus considerandos primero y segundo. Una correcta lectura del
fallo final del citado expediente permite concluir que los padres de
los recurrentes evidencian animus domini desde mil novecientos
noventa y uno y que en dicho proceso el plazo de posesión en la
calidad (de propietario) no abarcó los diez años requeridos por ley
y por ello se declaró infundada la demanda. SEGUNDO: La
motivación de las resoluciones judiciales constituye un principio y
derecho de la función jurisdiccional, consagrado en el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, norma
constitucional que ha sido recogida en el artículo 123 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, inciso 6 del artículo 50 e inciso 3 del
artículo 122 del Código Procesal Civil, cuya contravención origina
la nulidad de la resolución, conforme lo disponen las dos últimas
normas adjetivas señaladas. TERCERO: La exigencia de
motivación como se tiene expuesto, se encuentra regulada en el
plano constitucional como en el procesal; debiendo tenerse en
consideración que la garantía procesal específica de motivación,
integra a su vez la garantía de la tutela jurisdiccional relacionada
también con el debido proceso; de ahí que toda decisión
jurisdiccional debe estar fundamentada con logicidad, claridad y
coherencia, lo que permitirá entender el porqué de lo resuelto.
CUARTO: En el presente caso, esta Suprema Sala advierte la
existencia de una motivación contradictoria en la sentencia de vista
recurrida en casación, pues si bien del proceso que se tiene como
acompañado sobre prescripción adquisitiva de dominio (Expediente
número 27933-1997) determina que los progenitores de los hoy
demandantes ejercieron la posesión del predio sub litis en calidad
de arrendatarios, sin embargo, con posterioridad desarrolla una
argumentación distinta al establecer que en esa misma causa, el
animus domini de los padres de los recurrentes había sido
reconocida a partir del año mil novecientos noventa y uno;
conclusión que como se tiene dicho resulta contradictoria e
incongruente si consideramos que en un proceso de esta
naturaleza no se puede a la vez tener la calidad de arrendatario y
poseedor con animus domini respecto de un bien inmueble.
QUINTO: Sin perjuicio de lo expuesto, se advierte además
afectación al debido proceso por motivación insuficiente por cuanto
en el referido proceso acompañado si bien se verifica que la
demanda incoada por los padres de los hoy demandantes fue
declarada infundada al no haber cumplido con el plazo de
prescripción de diez años a que se contrae el artículo 950 del
Código Civil, sin embargo quedó evidenciado el hecho de que los
demandantes en dicho proceso se encontraban poseyendo el bien
sub materia con ánimo de propietario desde mil novecientos
noventa y uno, situación que igualmente amerita ser analizada
detenidamente por el Ad quem dada la importancia para la
dilucidación de la presente controversia. SEXTO: En ese sentido,
no debe perderse de vista que uno de los requisitos exigidos por
ley para que se produzca la prescripción adquisitiva es establecer
si el demandante ha actuado con “animus domini”, el cual como
elemento subjetivo se refiere a la intencionalidad de poseer el bien
para sí, esto es, el comportarse como propietario. Así, la doctrina
ha señalado que “El animus domini no lo tienen los poseedores
cuya causa posesoria no sea en concepto de dueño, como es el
caso de quienes poseen como arrendatarios, comodatarios,
depositarios, etcétera (…)” (Gonzales Barrón, Gunther (2003)
Curso de Derechos Reales.. Jurista Editores, Lima, pág. 515).
SÉTIMO: Por consiguiente, la situación arriba señalada amerita ser
esclarecida detenidamente en tanto que los fundamentos de la
Sala Superior para declarar infundada la demanda constituyen
argumentos contradictorios al carecer de consistencia lógica
interna y fundamentarse en razones contradictorias sobre hechos
determinantes de la realidad; por consiguiente el recurso de
casación deviene en fundado. OCTAVO: En el caso de autos,
corresponde además a la Sala Superior determinar si a los
demandantes les corresponde adicionar a su plazo posesorio el de
aquel que les fue transmitido válidamente por sus padres a tenor
de lo dispuesto en el artículo 898 del Código Civil, entendiéndose
que fue a partir de mil novecientos noventa y uno en que según se
dejó precedentemente anotado, la posesión fue ejercida por los
padres de los demandantes en calidad de propietarios, ello con la
finalidad de determinar finalmente si a los demandantes les
corresponde o no usucapir el predio sub litis en aplicación del
artículo 950 del Código Civil. NOVENO: Siendo esto así, se
advierte que la sentencia de vista no contiene la fundamentación
necesaria pertinente a los efectos de establecer si a los
demandantes les corresponde o no usucapir el predio sub materia;
por tanto, al no haberse obrado de esta manera, dicha situación
comporta una resolución con motivación contradictoria además de
insuficiente que se constituye en causal de nulidad insubsanable
en aplicación del artículo 171 del Código Procesal Civil, por
contravenir normas de rango constitucional; por lo que el Ad quem
debe emitir nuevo pronunciamiento al respecto. DÉCIMO: Por
consiguiente, se verifica que el Colegiado Superior contraviene la
disposición que contiene el artículo 122, incisos 3 y 4 del Código
Procesal Civil, los cuales determinan que la resolución debe
contener los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan su
decisión, según el mérito de lo actuado; y la expresión clara y
precisa de lo que se decide u ordena respecto de los puntos
controvertidos, por lo que se acredita que la Sala Superior ha
contravenido las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso. En consecuencia, habiéndose configurado la causal
97303
prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil y en aplicación
del inciso 1 del artículo 396 del acotado Código Adjetivo, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas mil ciento
ochenta y siete por Javier Marco Antonio Grisolle Aguirre;
CASARON la sentencia de vista corriente a fojas mil ciento setenta,
de fecha uno de setiembre de dos mil catorce, expedida por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, en
consecuencia nula la misma; ORDENARON que los presentes
actuados sean devueltos a la indicada Sala Superior para que a la
brevedad posible expida nueva resolución conforme a Ley;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Javier Marco Antonio Grisolle Aguirre y otro con María Mavila
Marín viuda de Vásquez y otros, sobre Prescripción Adquisitiva de
Dominio; y se devuelvan. Ponente Señora Cabello Matamala,
Jueza Suprema. S.S. HUAMANÍ LLAMAS, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, CÉSPEDES CABALA. EL VOTO DE LA
SEÑORA JUEZA SUPREMA CÉSPEDES CABALA ES COMO
SIGUE: Que, adhiriéndome al voto de los Señores Jueces
Supremos HUAMANÍ LLAMAS, CABELLO MATAMALA y
MIRANDA MOLINA, por los mismos fundamentos expuestos; MI
VOTO es porque se declare FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Javier Marco Antonio Grisolle Aguirre a fojas mil
ciento ochenta y siete; por consiguiente, SE CASE la sentencia de
vista de fojas mil ciento setenta, de fecha uno de setiembre de dos
mil catorce, expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; en consecuencia, NULA la misma; SE
ORDENE que los presentes actuados sean devueltos a la indicada
Sala Superior para que a la brevedad posible expida nueva
resolución conforme a Ley; SE DISPONGA la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Javier Marco Antonio Grisolle
Aguirre y otro contra María Mavila Marín Vda. de Vásquez y otros,
sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio; y se devuelvan. S.
CÉSPEDES CABALA. EL VOTO EN MINORÍA DE LOS SEÑORES
JUECES SUPREMOS MENDOZA RAMÍREZ Y VALCÁRCEL
SALDAÑA, ES COMO SIGUE: PRIMERO.- Que, se trata del
recurso de casación corriente a fojas mil ciento ochenta y siete
interpuesto por Javier Marco Antonio Grisolle Aguirre, contra la
sentencia de vista contenida en la resolución número veintiocho - II
obrante a fojas mil ciento setenta expedida por la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima el uno de setiembre de dos
mil catorce, que revoca la sentencia apelada que declaró fundada
la demanda y reformando la recurrida declara infundada la incoada.
SEGUNDO.- Que, esta Sala Suprema por resolución de fecha
veintitrés de abril de dos mil quince obrante a fojas setenta y ocho
del Cuaderno formado por este Supremo Tribunal ha declarado
procedente el recurso de casación por la causal de infracción
normativa procesal de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Perú, 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 122
inciso 3 del Código Procesal Civil, sosteniendo que: A) El primer
vicio de motivación se configura en el considerando décimo de la
sentencia impugnada, al existir motivación insuficiente y
contradictoria, pues la Sala Superior ha concluido que en el
proceso signado bajo el Expediente número 27933-1997, los
padres de los recurrentes ejercieron la posesión del inmueble
sublitis en calidad de arrendatarios, lo que determina que la
posesión de los recurrentes no sea en calidad de propietarios, sin
embargo, no existe ningún desarrollo previo en base al cual la Sala
Superior pueda justificar la conclusión establecida en tal
considerando; agrega que si el fallo final del citado expediente
establece con claridad que a partir del año mil novecientos noventa
y uno los demandantes (padres de los recurrentes) evidencian
“animus domini” ¿Cómo la Sala Superior concluye que en dicho
proceso se determinó que los padres de los demandantes tenían la
calidad de arrendatarios del bien?, siendo evidente la contradicción
que existe entre lo expuesto por la Sala Superior y el texto expreso
del fallo final que se cita; B) El segundo vicio de motivación se
configura en el Considerando Décimo Primero, toda vez que la
Sala Superior incurre en un vicio de motivación insuficiente, al
remitirse solamente al sentido de la decisión y a que fue expedida
de conformidad con la sentencia y el dictamen fiscal, omitiendo la
importancia de la parte considerativa del fallo final, en la cual se
determinó la existencia del animus domini; afirma que por no
haberse reconocido un derecho a favor de los demandantes y que
la demanda haya sido desestimada no determina que el
reconocimiento del animus domini de los padres de los recurrentes
a partir del año mil novecientos noventa y uno por la Sala Superior
en dicha sentencia carezca de validez o no tenga efectos; y C) En
el considerando décimo primero de la recurrida la Sala Superior
incurre nuevamente en un vicio de motivación aparente, pues si
bien establece que existe contradicción entre los considerandos de
la sentencia en el Expediente número 27933-1997 o que se
pretenda una interpretación aislada del segundo considerando de
la misma, ello no es correcto, pues no existe ningún tipo de
contradicción entre sus considerandos primero y segundo; señala
que una correcta lectura del fallo final del citado expediente permite
concluir que los padres de los recurrentes evidencias animus
domini desde el año mil novecientos noventa y uno y que en dicho
proceso el plazo de posesión en tal calidad (de propietario) no
abarcó los diez años requeridos por la ley y por ello se declaró
infundada la demanda. TERCERO.- Que, a efectos de determinar
si en el caso en concreto se ha incurrido en la infracción normativa

97304 CASACIÓN
procesal en los términos propuestos es menester realizar las
siguientes precisiones. CUARTO.- Que, tramitada la causa acorde
a su naturaleza el Juez del Décimo Noveno Juzgado Especializado
en lo Civil de Lima por Resolución número treinta y cuatro obrante
a fojas novecientos ocho declaró fundada la demanda
consecuentemente declaró a Javier Marco Antonio Grisolle Aguirre
y Héctor Eduardo Grisolle Aguirre propietarios del inmueble
constituido por el Departamento número veintitrés del Edificio Río
de la Plata ubicado en la Calle Río de la Plata número 250 Distrito
de San Isidro, Provincia y Departamento de Lima inscrito en al
Partida número 49060899 del Registro de la Propiedad Inmueble.
QUINTO.- Que, apelada que fue la precitada decisión, la Sala
Superior por resolución número veintiocho corriente a fojas mil
ciento setenta revoca la recurrida que declara fundada la demanda
y reformando la misma declara infundada la demanda, al considerar
lo siguiente: 1) La suma de plazos que solicitan los demandantes
no es procedente si en el Expediente número 27933-1997 se
determinó que los progenitores de los demandantes no detentaban
la posesión para si sino para terceros; 2) La sentencia de vista de
fecha siete de octubre de dos mil tres no se reconoce a los
causantes de los demandantes ningún derecho a su favor, pues si
bien lo expresado en el segundo considerando relativo a que es a
partir de mil novecientos noventa y uno que se evidencia el animus
domini, es un argumento que no puede analizarse de manera
aislada puesto que el fallo no se pronuncia sobre el cumplimiento
de los demás presupuestos legales exigidos para la declaración de
propiedad por usucapión, los cuales son copulativos conforme lo
dispone el articulo 950 del Código Civil. SEXTO.- Que, sobre al
particular es del caso anotar que este Supremo Tribunal ha
establecido en reiteras ocasiones que el artículo 139 inciso 3 de la
Constitución Política del Perú ha fijado como garantía y derecho de
la función jurisdiccional la observancia del debido proceso y la
tutela jurisdiccional la cual asegura que en los procesos judiciales
se respeten los procedimientos y normas de orden público
previamente establecidos en tal sentido el debido proceso se
constituye como un derecho de amplio alcance el cual comprende
a su vez el derecho al Juez natural, el derecho de defensa, la
pluralidad de instancia, la actividad probatoria, la motivación de las
resoluciones judiciales entre otros lo que permite no sólo la revisión
de la aplicación del derecho objetivo desde una dimensión
estrictamente formal referida al cumplimiento de actos procesales
o la afectación de normas del procedimiento sino también al
análisis desde su dimensión sustancial de lo que se ha identificado
como la verificación del debido proceso procesal y material por
esta razón es posible revisar en sede de casación la motivación
adecuada de las resoluciones judiciales por cuando sólo de este
modo será posible prevenir la ilegalidad o la arbitrariedad de las
mismas expedidas por las instancias de mérito. SÉTIMO.- Que,
asimismo la motivación de las resoluciones judiciales constituye un
principio y derecho de la función jurisdiccional consagrado en el
artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú el cual
resulta esencial toda vez que los justiciables deben saber las
razones por las cuales se ampara o desestima un pedido siendo
recogida esta norma constitucional en el artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial así como en los artículos 50 inciso 6 y
122 incisos 3) y 4) del Código Procesal Civil cuya inobservancia se
sanciona con nulidad acorde al precitado precepto procesal
correspondiendo al Juzgador de conformidad a lo previsto por el
Artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil aplicar a
su vez el derecho que corresponda al proceso aunque no haya sido
invocado por las partes o lo haya sido erróneamente no pudiendo
sin embargo ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos
diversos a los que han sido alegados por las partes regulando por
ende la precitada norma el principio de congruencia el cual implica
que el Juez debe respetar el contradictorio del proceso esto es
pronunciarse sólo sobre las pretensiones postuladas por los
justiciables. OCTAVO.- Que, de lo consignado en el considerando
décimo, la Sala Superior determina que al derivar el derecho de
posesión de la parte demandante del que ostentaban sus
progenitores, quienes a su vez tenían la calidad de arrendatarios,
la suma de plazos que solicitan no es procedente al determinarse
que en el proceso judicial seguido en el Expediente número 27933-
1997 se estableció que aquellos no detentaban la posesión para si
sino para terceros; coligiéndose de lo antes expuesto que dicha
fundamentación no resulta insuficiente y menos contradictoria,
pues lo que solicita la parte demandante es que se sumen los
plazos de posesión de sus padres quienes conformaban la
sociedad conyugal Grisolle-Aguirre, sin considerar que este
Tribunal Supremo no tiene la calidad de instancia a efectos de
modificar los hechos establecidos por la instancia superior que ha
determinado que la suma de plazos no es procedente al derivar su
derecho de posesión del que ostentan los progenitores de los
demandantes, siendo del caso anotar que dicha situación fáctica
no puede ser materia de revisión en sede extraordinaria toda vez
que implica la revalorización de los medios probatorios lo cual
resulta ajeno al debate casatorio atendiendo a la finalidad del
recurso prevista en el artículo 384 del Código Procesal Civil, esto
es, la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y
la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema
de Justicia, no resultando por tanto amparable la denuncia
contenida en el acápite A). NOVENO.- De igual forma la denuncia
contenida en los acápites B) y C) tampoco resulta amparable, toda
vez que la Sala Superior considera que el argumento contenido en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
la sentencia de vista de fecha siete de octubre de dos mil tres
referente a que a partir del año mil novecientos noventa y uno que
se evidencia el animus domini, dicho argumento no puede ser
analizado de manera aislada al no haber pronunciamiento sobre el
cumplimiento de los demás presupuestos legales exigidos para la
declaración de propiedad por usucapión, los cuales deben
presentarse copulativamente, por lo que no podría concluir que
dicho fallo reconoce algun derecho a los progenitores de los
demandantes; advirtiéndose de lo antes expuesto que lo que
pretende la parte recurrente es que se revalorice los extremos de la
sentencia de vista emitida en el Expediente número 27933-1997,
no resultando por tanto amparable la causal denunciada. Siendo
esto así, en aplicación de lo dispuesto por el artículo 397 del
Código Procesal Civil: NUESTRO VOTO es porque se declare
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Javier Marco
Antonio Grisolle Aguirre, en consecuencia NO SE CASE la
sentencia de vista contenida en la resolución número veintiocho - II
obrante a fojas mil ciento setenta expedida por la Tercera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima el uno de setiembre de dos
mil catorce; y SE DISPONGA la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en
los seguidos por Javier Marco Antonio Grisolle Aguirre y otro, con
María Mavila Marin Viuda de Vásquez y otra, sobre Prescripción
Adquisitiva de Dominio; y se devuelvan. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
VALCÁRCEL SALDAÑA C-1569468-36
CAS. Nº 3956-2016 LIMA NORTE
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO.
Lima, nueve de diciembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de
esta Sala Suprema el recurso de casación interpuesto por Janet
Rumay Vargas a fojas quinientos diecisiete, contra la resolución de
vista de fojas cuatrocientos noventa, de fecha nueve de junio de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, que confirma la sentencia
apelada contenida en la Resolución número treinta y dos, de fecha
seis de marzo de dos mil quince, que declara fundada la demanda;
por lo que debe examinarse los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en
cuanto a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene
que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: I)
Se impugna una resolución expedida por la Sala Superior que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II) Ha sido
interpuesto ante la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, que emitió la resolución recurrida; III) Ha
sido interpuesto dentro del plazo de diez días de notificado con
la resolución impugnada, pues esta fue notificada el veinticuatro
de junio de dos mil dieciséis, según cédula de notificación de
fojas cuatrocientos noventa y nueve y el recurso fue presentado
el doce de julio del mismo año; IV) Adjunta el arancel judicial
correspondiente a dicho concepto conforme consta a fojas
quinientos cuatro. TERCERO.- Que, en lo referente a los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte que la recurrente
no dejó consentir la sentencia de primera instancia, en razón que
le fue desfavorable a sus intereses, por lo que cumple con lo
dispuesto en el inciso 1 de la norma procesal anotada. CUARTO.-
Que, debe considerarse que el recurso de casación es un medio
impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o
de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema
de Justicia; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa, y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, de conformidad con lo establecido por los incisos 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil y su modificatoria.
QUINTO.- Que, la recurrente denuncia como causal la infracción
normativa de los artículos 345-A y 352 del Código Civil y el
apartamiento inmotivado del precedente judicial contenido en
el Tercer Pleno Casatorio Casación número 4664-2010-Puno:
Sostiene que, quien generó el decaimiento del matrimonio es el
demandante, y que la recurrente ha sido la cónyuge inocente y
perjudicada con la separación, causándole daño personal y moral
al sentirse abandonada por el padre de su hijo, frustrando su
proyecto de vida matrimonial, daños que deben ser resarcidos
con un monto prudencial en consideración al menoscabo sufrido.
Asimismo, respecto a la reconvención formulada, indica que el
A quo ha determinado la existencia de los elementos objetivos y
temporales de la causal de abandono injustificado del hogar; sin
embargo, luego considera que no hay elementos de prueba para
la citada causal y que debió solicitar pruebas de oficio. SEXTO.-
Que, del examen de la argumentación expuesta se advierte que
la recurrente no cumple con los requisitos exigidos en los incisos
2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir
con claridad y precisión la infracción normativa así como demostrar
la incidencia directa sobre la decisión impugnada, por lo que la
infracción denunciada en el considerando que precede debe ser
desestimada, puesto que hace referencia a cuestiones de hecho
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
ya dilucidadas por las instancias de mérito, advirtiéndose que
se pretende una modificación del criterio asumido, más aun si la
Sala Superior ya ha establecido que según el artículo 345-A del
Código Civil, el Juez podrá otorgar una indemnización por daños
o disponer de la adjudicación preferente de bienes de la sociedad
conyugal a favor del cónyuge más perjudicado, advirtiéndose que
el A quo ha optado por adjudicar el único bien de la sociedad de
gananciales constituido por un vehículo de placa de rodaje número
TO-5891, al haber sido solicitado por la propia recurrente al
contestar la demanda y reconvenir; por lo que no correspondería
concederle además, una indemnización. Por otro lado respecto
a la reconvención planteada por la demandada por la causal de
abandono injustificado de la casa conyugal, si bien se determinó la
existencia de los elementos objetivos y temporal de la mencionada
causal; sin embargo, el elemento subjetivo no pudo ser acreditado
por la reconviniente, esto es que el reconvenido haya tenido
voluntad de sustraerse de sus obligaciones conyugales, y
finalmente en relación a la actuación de medios probatorios de
oficios, de conformidad con el artículo 194 del Código Procesal
Civil, está obligación se encuentra supeditada a que el juzgador
no sustituya la carga probatoria de las partes y que la parte
procesal haya citado la fuente de prueba correspondiente, lo que
no ha sucedido en autos. SÉTIMO.- Que, finalmente, respecto
a la exigencia prevista en el inciso 4 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, si bien la recurrente cumple con indicar su pedido
casatorio como anulatorio, no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación, en virtud a lo dispuesto en el artículo 392
del Código Adjetivo, norma que prescribe que los requisitos de
procedencia de este recurso extraordinario son concurrentes. Por
estos fundamentos y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Janet Rumay Vargas a fojas quinientos
diecisiete, contra la resolución de vista de fojas cuatrocientos
noventa, de fecha nueve de junio de dos mil dieciséis, emitida por
la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Tomás Antonio Díaz Vargas contra Janet Rumay
Vargas y otro, sobre Divorcio por Causal de Separación de
Hecho; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569468-37
CAS. Nº 3971-2016 UCAYALI
REIVINDICACIÓN. Lima, nueve de diciembre de dos mil dieciséis.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Suprema Sala el recurso de casación interpuesto por
Soraya Portocarrero Rodríguez sucesora procesal de Gertrudis
Rodríguez Solsol (fojas 359), contra la sentencia de vista contenida
en la Resolución número cinco de fecha quince de julio de dos mil
dieciséis (fojas 348), expedida por la Sala Especializada en lo Civil
y Afines de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, la cual confirmó
la sentencia apelada contenida en la Resolución número veintitrés,
de fecha treinta de octubre de dos mil quince (fojas 286) que
declaró fundada en parte la demanda de Reivindicación e
improcedente la demanda en el extremo de la Indemnización por
Daños y Perjuicios; para este efecto debe procederse con calificar
los requisitos de admisibilidad y procedencia del medio
impugnatorio, conforme a lo previsto en los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación cumple con los
requisitos de admisibilidad conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra
una sentencia expedida por la Sala Especializada en lo Civil y
Afines de la Corte Superior de Justicia de Ucayali que como órgano
de segundo grado pone fin al proceso; ii) Ante la referida Sala
Superior que emitió la sentencia de vista que se impugna; iii)
Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente de
notificada la sentencia de vista que se impugna, puesto que la
recurrente fue notificada el diecinueve de agosto de dos mil
dieciséis (fojas 355) y el Recurso se interpuso el día cinco de
setiembre de dos mil dieciséis; y, iv) Adjunta arancel judicial por
concepto de recurso de casación (foja 357). TERCERO.- De otro
lado, el recurso de casación cumple con el requisito de
procedencia previsto en el inciso 1) del artículo 388 del Código
Procesal Civil, dado que la recurrente apeló la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable, dictada mediante resolución
(fojas 286), que ha sido confirmada por la impugnada. En cuanto al
requisito señalado en el inciso 4) de la referida disposición,
manifiesta que su pedido casatorio es revocatorio. CUARTO.-
Verificando los demás requisitos de procedencia, en el marco
descrito por el artículo 388 del Código Procesal Civil, se aprecia
que el recurso se sustenta en las siguientes causales: a) Infracción
normativa material del artículo 923 del Código Civil, señalando
los siguientes agravios: i) La pretensión principal de Reivindicación
del demandante no ha sido considerada en autos como punto de
controversia, circunstancia que vicia de nulidad las sentencias de
merito; ii) Las sentencias de merito adolecen de motivación
insuficiente toda vez que han soslayado incorporar de oficio las
documentales aparejadas a su escrito de contestación de
demanda; iii) Con la finalidad de sustentar la fundabilidad de la
demanda se ha traído a colación el Informe número 143-08-MPCP-
GAT-SGPUOT-CSV del siete de julio de dos mil ocho, que realiza
97305
una disquisición respecto del área de la demandante cuando en
realidad dicho documento carece de la idoneidad y suficiencia
probatoria para controvertir su título de propiedad derivado de la
Resolución de Alcaldía número 1024-98-MPCP de fecha seis de
noviembre de mil novecientos noventa y ocho que ha dado lugar a
la Partida Electrónica número 00005422 que informa que su
propiedad cuenta con un área total de cuatrocientos veinte punto
noventa metros cuadrados (420.90 m2) que controvierte lo
sostenido por la demandante en el sentido que solo contaría con
doscientos noventa y un metros cuadrados (291.00 m2). b)
Infracción normativa procesal de los artículos III y VII del Título
Preliminar y artículos 121, 123, 194 y 197 del Código Procesal
Civil, toda vez que en las resoluciones de merito existe
incongruencia que las vicia de nulidad al haberse expresado
indebida posición respecto de temas no considerados en autos
como puntos de controversia, puesto que la Reivindicación de
fracción de predio e Indemnización por Daños y Perjuicios no
aparecen expresamente establecidas como pretensiones admitidas
a trámite para ser dilucidadas en la presente controversia; y. c)
Infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, puesto que las instancias de
mérito se han permitido concluir que su propiedad sólo tendría
doscientos noventa y un metros cuadrados (291.00 m2) y no los
cuatrocientos veinte metros cuadrados (420.00 m2) que realmente
informa la Partida Registral número 00005422, omitiendo
pronunciamiento expreso respecto de cómo es que llegan a dicha
conclusión, por lo que la sentencia de vista adolece de falta de
motivación. QUINTO.- Analizando de manera conjunta los
fundamentos de la infracción normativa denunciada en el punto i)
del apartado a) y el apartado b) por guardar relación de conexidad
en cuanto a sus argumentos, se advierte que este extremo debe
desestimarse por carecer de veracidad dado que si bien la
pretensión sobre Reivindicación no fue señalada de manera
expresa como punto controvertido, no obstante, sí se señaló como
punto de controversia determinar la restitución del predio sub litis
que para estos efectos se asimila a la pretensión de Reivindicación
de fracción de predio demandada, por lo que no se advierte la
infracción denunciada; asimismo, en cuanto a la pretensión sobre
Indemnización, dicho extremo sí fue solicitado de manera expresa
en la demanda, siendo materia de fijación de los puntos
controvertidos y objeto de pronunciamiento sobre el fondo del
asunto controvertido por lo que no se advierte la infracción
normativa denunciada en este extremo, tanto más, cuando la
recurrente no logra acreditar en qué medida vulnera su derecho la
pretensión indemnizatoria fijada en sede de instancia pues dicho
extremo fue finalmente desestimado. SEXTO.- En cuanto a los
puntos ii) y iii) del referido apartado a), se advierte que la
recurrente fue declarada en rebeldía, por cuya razón y en aplicación
del principio de presunción legal relativa que recoge el artículo 461
del Código Procesal Civil, los hechos expuestos en su demanda
por la Asociación demandante han sido tomados como verdaderos,
máxime si en el Informe número 143-08-MPCP-GAT-SGPUOT-
CSV, emitido por la Municipalidad Provincial de Coronel Portillo se
establecen las medidas perimétricas correspondientes a los lotes
materia del proceso, medio probatorio que según se advierte de lo
actuado no fue materia de observación por parte de la demandada,
dejando de esta manera consentir los hechos allí establecidos a lo
que se debe de agregar que las medidas perimétricas allí señaladas
en favor de la accionante se encuentran corroboradas en la Ficha
Registral número 25561, por lo que la causal denunciada en estos
extremos debe desestimarse por improcedente. SÉTIMO.-
Finalmente, en cuanto al apartado c), la recurrente denuncia una
supuesta falta de motivación en las sentencias de merito, no
obstante, analizando los fundamentos de la infracción normativa
denunciada en este extremo, contrario a lo señalado por la
recurrente y conforme se aprecia del texto integral de las sentencias
emitidas en sede de instancia, estas se encuentran debidamente
sustentadas según los fundamentos de hecho y de derecho que allí
se exponen, no apreciándose la falta de motivación denunciada,
habiéndose efectuado por lo demás una valoración del caudal
probatorio conforme a lo dispuesto en el artículo 197 del Código
Procesal Civil, evidenciándose que lo que pretende la recurrente es
forzar un nuevo debate probatorio sobre hechos debidamente
acreditados en esta causa, lo que no resulta idóneo dada la
naturaleza de este recurso extraordinario; por cuyas razones la
causal denunciada en este extremo debe también desestimarse.
En consecuencia, las infracciones denunciadas por la impugnante
no satisfacen las exigencias previstas en los incisos 2) y 3) del
artículo 388 del Código Procesal Civil, por lo que en aplicación del
artículo 392 del mismo código; declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Soraya Portocarrero
Rodríguez, sucesora procesal de Gertrudis Rodríguez Solsol
(fojas 359), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número cinco de fecha quince de julio de dos mil dieciséis (fojas
348), expedida por la Sala Especializada en lo Civil y Afines de la
Corte Superior de Justicia de Ucayali; DISPUSIERON la publicación
de esta resolución en el Diario Oficial "El Peruano", bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Asociación Sindicato de
Trabajadores de Ex Papelera Pucallpa Sociedad Anónima contra la
Sucesión de Gertrudis Rodríguez Solsol, sobre Reivindicación y
otro; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569468-38

97306 CASACIÓN
CAS. Nº 1271-2016 LIMA
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. SUMILLA.- El
ejercicio de la acción de otorgamiento de escritura pública se
orienta a dar formalidad a los actos jurídicos con la finalidad de
otorgarles seguridad y afianzamiento, de tal modo que para el
amparo del mismo se requiere indispensablemente de la existencia
de un contrato cuya solemnidad se persigue. Lima, trece de marzo
de dos mil diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la
causa número mil doscientos setenta y uno – dos mil dieciséis, en
Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha; luego de verificada la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: I.
RECURSO DE CASACION: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Juan Alberto Vega Rodríguez (fojas 1323) contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número siete, de
fecha once de diciembre de dos mil quince (fojas 1281) expedida
por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, la
cual revocó la sentencia apelada contenida en la Resolución
número ochenta y siete, de fecha veintitrés de diciembre de dos mil
catorce, la cual declaró fundada la demanda; y reformándola la
declaró improcedente. II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta
Sala Suprema mediante la Resolución de fecha uno de junio de
dos mil dieciséis (folios 74 del cuadernillo de casación) ha declarado
procedente el recurso de casación por la causal de: a) Infracción
normativa procesal consistente en la violación al debido
proceso al negársele el acceso la justicia y transgredirse el
principio de elasticidad, sostiene que se le ha negado el acceso
de la justicia al habérsele declarado improcedente su demanda
bajo el argumento que la vía de conocimiento (más amplia y más
lata) no es la correcta para dilucidar todas las cuestiones
controvertidas y complejas en el proceso, y menos aun, la vía
sumarísima, se le está negando el acceso a la justicia lo cual le
genera una situación de indefensión. De otro lado se ha trasgredido
el principio de elasticidad, es decir, la Sala lejos de administrar
justicia y resolver un proceso de diecinueve años de antigüedad
ajustando o adaptando la materia controvertida al proceso
instaurado, tomó la alternativa más fácil, rechazando la demanda
por improcedente a fin que se reinicie un nuevo proceso con todo
lo que ello signifique, sin reconducir lo actuado y decidiendo el
derecho que correspondía a la causa, a pesar de existir razones
suficientes que le permitían ejercer dicha facultad como directores
del proceso judicial. III. CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previo a la
absolución del recurso de casación es necesario hacer un breve
recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se
desprende de los actuados lo siguiente: Juan Alberto Vega
Rodríguez (fojas 28), solicita que la Cooperativa de Vivienda La
Universal Limitada número 441 cumpla con formalizar la Escritura
Pública de Determinación y Transferencia de un inmueble
equivalente a mil cuatrocientos ochenta metros cuadrados
(1,480.00 m2) que constituye el diez por ciento (10%) de un área
mayor de catorce mil ochocientos metros cuadrados (14,800.00
m2) de propiedad de la demandada, ubicado entre las Avenidas
Evitamiento, Los Cripreces y Los Eucaliptos del Distrito de Santa
Anita, Provincia y Departamento de Lima en cumplimiento del Acta
de Compromiso de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos
noventa y tres y Clausula Adicional de fecha once de junio de mil
novecientos noventa y tres. Como sustento factico de su demanda
manifiesta que mediante Resolución Directoral número 097-93-
MLM/SMDU-DMDU, de fecha veintiocho de mayo de mil
novecientos noventa y tres, se autorizo la habilitación urbana de
seiscientos cincuenta y siete mil novecientos sesenta y uno punto
veintisiete metros cuadrados (657,961.27 m2) denominada
Urbanización La Universal de propiedad de la Cooperativa de
Vivienda La Universal Limitada número 441, reservando el área
bruta de catorce mil ochocientos metros cuadrados (14,800.00 m2)
para un intercambio vial en la intersección de las avenidas antes
señaladas, en ese sentido y con el propósito de desafectar dicha
área, se contrato los servicios del demandante, logrando finalmente
el cambio de uso de área, correspondiéndole por dicha labor el diez
por ciento (10%) del área útil del inmueble del área mayor según el
Acta de Compromiso señalada. SEGUNDO.- Luego de admitida la
demanda, mediante la Resolución número uno, de fecha once de
julio de mil novecientos noventa y siete (foja 40), y corrido el
traslado de la misma, se apersona al proceso la Cooperativa de
Vivienda La Universal Limitada número 441 contesta la demanda
en los términos que allí expone, solicitando que la demanda
incoada sea desestimada. Asimismo, la Municipalidad Distrital de
Santa Anita y la Municipalidad de Lima Metropolitana (fojas 273
y 299 respectivamente) se apersonan las que fueron declaradas
litisconsortes necesarias de la demandada. En ese sentido,
tramitada el presente proceso por los cauces que a su naturaleza
corresponde, el Juez del Vigésimo Sétimo Juzgado en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima, mediante la Resolución número
ochenta y siete de fecha veintitrés de diciembre de dos mil catorce,
declaró fundada la demanda, disponiéndose en consecuencia que
la parte demandada otorgue la Escritura Pública en cumplimiento
del Acta de Compromiso de fecha treinta y uno de marzo de mil
novecientos noventa y tres y Clausula Adicional de fecha once de
noviembre de mil novecientos noventa y tres. De los fundamentos
de dicha sentencia se extrae esencialmente que el a quo ha
señalado: i) El demandante cumplió a cabalidad con lo que se
había obligado en la primera y segunda cláusula del Acta de
Compromiso de fecha treinta y uno de marzo de mil novecientos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
noventa y tres, esto es, lograr la desafectación de la Reserva
establecida en el artículo 3 de la Resolución número 097-93-MLM/
SMOU-DMOU de fecha veintiocho de mayo de mil novecientos
noventa y tres, con lo cual la Cooperativa de Vivienda La Universal
Limitada número 441 ya estaba obligada a transferir a su favor el
área de terreno que se había convenido, cuya entrega estaba
supeditada a lograr la entrega del Anteproyecto y Proyecto de
Habilitación Urbana de la IV Etapa, lo que no pudo cumplir por
responsabilidad exclusiva de la Cooperativa de Vivienda La
Universal Limitada número 441, pues, esta sin mediar motivo
alguno se opuso a que dicha parte prosiga con el trámite de
Habilitación, pues, de no ser así la referida Habilitación Urbana
habría tenido lugar, con lo cual la entrega del terreno se vería
formalizada con la aprobación incluso de los proyectos de agua,
desagüe y electrificación de dicha IV Etapa; en tal sentido, no
habiendo dependido del demandante el incumplimiento de la
Habilitación Urbana de la IV Etapa, para que se produzca la
entrega del terreno de mil cuatrocientos ochenta metros cuadrados
(1,480.00 m2) a su favor, sino, únicamente de la Cooperativa de
Vivienda "La Universal limitada número 441", quien sin motivo
justificado impidió al accionante cumplir con su cometido, como en
efecto lo venía haciendo, corresponde, en virtud de los artículos
1412 y 1549 del Código Civil, disponer la formalización de la
transferencia del bien a favor del demandante en cumplimiento de
la citada Acta de Compromiso; ii) Si bien la Municipalidad
Metropolitana de Lima, expidió la Ordenanza número 127-97-MLM
de fecha veintinueve de setiembre de mil novecientos noventa y
siete, que aprueba el Plano del Sistema Vial Metropolitano de Lima,
en la cual se incluye el área de catorce mil ochocientos metros
cuadrados (14,800.00 m2) materia de reserva, el mismo que
contiene los mil cuatrocientos ochenta metros cuadrados (1,480.00
m2) que se reclama, en cuyo artículo tercero se establece que las
áreas que forman parte del Derecho de Vía son de dominio público,
inalienables e imprescriptibles y cuyo artículo duodécimo ha dejado
sin efecto resoluciones de alcaldía en las que el actor ampara su
demanda, sin embargo no se acredita que el área, cuya
transferencia se pretende, forme parte del sistema de vías
aprobado; en todo caso, el Plan Vial en mención únicamente
afectaría un área mínima de los catorce mil ochocientos metros
cuadrados (14,800.00 m2). TERCERO.- Apelada la sentencia de
primera instancia, la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima (fojas 1281), mediante Resolución número siete,
de fecha once de diciembre de dos mil quince, revocó la sentencia
apelada la cual declaró fundada; y reformándola la declaró
improcedente la demanda. Como sustento de su decisión
manifiesta esencialmente que si bien se acredita que el demandante
y la Cooperativa demandada los une un Acta de Compromiso
relativa a la elaboración de una propuesta que logre que el área
destinada a intercambio vial, sea recuperada como área habitable,
y que de lograrse tal hecho la Cooperativa se compromete a
entregar al demandante el diez por ciento (10%) del área bruta en
área útil con frente a la Avenida Circunvalación y colindante con la
avenida Eucalipto; no menos cierto es que en el propio escrito de
demanda se reconoce que resta determinar las medidas exactas
que se efectuará al momento de la habilitación, es decir no precisa
cual es el área útil ni sus linderos y medidas perimétricas, a lo que
se una los alegatos de las Municipalidades en el sentido que se
estaría reclamando un área de uso público, según la Ordenanza
número 127 de fecha veintinueve de diciembre de mil novecientos
noventa y siete, la misma que luego de considerar que las áreas
que forman parte del Derecho de Via, son de orden público y como
tal inalienables e imprescriptibles, deja sin efecto cualquier otra
disposición municipal que se oponga a la misma como es la
Resolución número 110-97-MML-DMDU de fecha de veintisiete de
mayo de mil novecientos noventa y siete que en su oportunidad
dejó sin efecto la reserva para el intercambio vial establecida en la
Resolución Directoral número 097-93-MLM/SMDU-DMDU de fecha
veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y tres. CUARTO.-
Existe afectación al debido proceso cuando se transgrede el
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva; hay inobservancia de la
jurisdicción y de la competencia predeterminada por ley; se
evidencia error o deficiencia en la apreciación y valoración de las
pruebas, falta de logicidad y razonabilidad en la fundamentación de
las sentencias y se limita la pluralidad de instancia; debiendo
relievarse que para que exista un pronunciamiento motivado, los
jueces deben precisar los argumentos o razones suficientes en los
que sustentan su decisión, así como la subsunción de los hechos
determinados en la norma apropiada para la solución del conflicto
intersubjetivo de intereses, lo que garantizará a los justiciables el
respeto al derecho de defensa y por ende al debido proceso.
QUINTO.- Examinando la sentencia de vista impugnada en sede
casatoria, corresponde señalar en línea de principio que ésta reúne
a cabalidad los requisitos previstos en los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, toda vez que la sala
revisora ha observado de manera rigurosa las normas, principios y
garantías que regulan el proceso como instrumento judicial,
emitiendo finalmente dentro del ejercicio de su función jurisdiccional
un pronunciamiento sobre el asunto materia de controversia en
base al caudal probatorio ofrecido por las partes y en clara
referencia a las normas de orden sustantivo, lo que permite por
consiguiente determinar que la sentencia de vista satisface los
presupuestos mínimos de una debida motivación y en orden a las
normas del debido proceso. SEXTO.- En efecto, esta Suprema
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Sala, contrario a lo denunciado en el recurso de casación, aprecia
que la Sala Revisora ha logrado establecer, sobre el contexto de
una sólida y coherente motivación fáctica y jurídica, la existencia de
una serie de cuestionamientos objetivos que impiden la
formalización de la escritura pública demandada como son la falta
de determinación de los linderos y medidas perimétricas del predio
sub litis, además que existen fundadas razones para considerar
que el área mayor de catorce mil ochocientos metros cuadrados
(14,800.00 m2) que comprende a los mil cuatrocientos metros
cuadrados (1,400.00 m2), materia del presente proceso, es en
realidad un predio de dominio público y por tanto resulta un bien de
naturaleza inalienable e imprescriptible. SÉTIMO.- Es así que la
denuncia en el sentido que se le habría denegado el acceso a la
justicia por el hecho que la via de proceso de conocimiento resulta
no ser la via adecuada para la dilucidación de la presente causa no
resiste mayor análisis dado que dicha argumentación no ha
formado parte del razonamiento lógico jurídico expresado por la
Sala Superior al momento de emitir el respectivo pronunciamiento
de fondo; por cuyas razones la denuncia debe desestimarse
por infundada. OCTAVO.- Finalmente en cuanto a que se habría
vulnerado el principio de elasticidad, se debe tenerse presente que
el proceso no es un fin en sí mismo sino un medio para resolver los
conflictos de intereses; así, lo prescribe el artículo III del Título
Preliminar del Código Procesal Civil la cual establece que el Juez
deberá atender que la finalidad concreta del proceso es resolver un
conflicto jurídico, haciendo efectivos los derechos sustanciales y
que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia; de allí,
que si bien existen los principios de vinculación y de formalidad de
las normas procesales, también se contempla el principio de
elasticidad en virtud del cual las exigencias de las citadas normas
se adecuarán a los fines del proceso; principio contemplado en el
artículo IX, in fine, del Código Procesal Civil. NOVENO.- En ese
sentido, si bien la Sala Superior ha dejado a salvo el derecho del
accionante para efectos de hacer valer su derecho; ello en modo
alguno significa que haya abdicado de su labor de administrar
justicia al caso concreto, pues lo que se advierte en realidad es que
la Sala Superior ha advertido la existencia de serios
cuestionamientos para concretizar la formalidad que exige el
artículo 1412 del Código Civil, los que han sido desarrollados en el
considerando sexto de la presente resolución. En el contexto
precedentemente descrito, se advierte que el recurrente pretende
forzar a través del presente recurso casatorio un tema que no
guarda relación con el asunto materia de controversia al no
corresponder a la naturaleza y fines del proceso de Otorgamiento
de Escritura Pública, por cuyas razones resulta evidente que el
recurso en este extremo debe también desestimarse por
infundada. IV. DECISIÓN: Por tales consideraciones y al no
configurarse ninguna de las causales procesales denunciadas, el
recurso de casación resulta infundado, debiendo proceder
conforme a lo dispuesto en el artículo 397 del Código Procesal
Civil: 4.1. Declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Juan Alberto Vega Rodríguez (fojas 1323) ); en
consecuencia, NO CASARON la Resolución número siete, de
fecha once de diciembre de dos mil quince (fojas 1281) expedida
por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima.
4.2. DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Juan Alberto Vega Rodríguez contra la Cooperativa de Vivienda
La Universal Limitada número 441 y otras, sobre Otorgamiento de
Escritura Pública; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-39
CAS. Nº 1266-2016 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: “La Sala Superior
vulnera el Derecho a la adecuada motivación de las Resoluciones
Judiciales, así como al Principio de Congruencia Procesal cuando
emite un pronunciamiento inhibitorio sustentado en que los agravios
denunciados en el Recurso de Alzada ya fueron esgrimidos como
sustento de la excepción propuesta en autos; cuando del trámite se
advierte que el medio de defensa planteado fue rechazado; esto es,
que nunca existió un pronunciamiento de fondo sobre los
fundamentos que sostenían la excepción; por tanto, es exigible que
el Ad quem dé respuesta a los agravios del Recurso de Prelación”.
Lima, siete de noviembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número mil doscientos sesenta y seis -
dos mil dieciséis en la presente fecha y producida la votación
conforme a ley, procede a emitir la siguiente sentencia: I.- MATERIA
DEL RECURSO: En el presente proceso sobre Nulidad de Acto
Jurídico la accionada Zoila María Quispe Torres ha interpuesto
Recurso de Casación1, contra la Sentencia de Vista expedida
mediante Resolución número cuatrocientos veinte de fecha diecisiete
de septiembre de dos mil quince2, emitida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte que
confirma la sentencia apelada de primera instancia emitida mediante
Resolución número quince de fecha diecisiete de febrero del mismo
año3, que declaró fundada la demanda sobre Nulidad de Acto
Jurídico y en consecuencia nulo el acto jurídico contenido en el
contrato de compra venta de derechos y acciones celebrado por Luis
Antonio Gutiérrez Calle y la demandada el catorce julio de dos mil
seis, respecto al cincuenta por ciento de las acciones y derechos del
97307
Lote ubicado en el Pasaje Gloriabamba, Manzana “K”, Lote 14,
Zapallal, Distrito de Puente Piedra, de mil novecientos metros
cuadrados (1900 m2). II.- ACTUACIONES PRINCIPALES DEL
PROCESO: 2.1. Demanda: El once de abril de dos mil once4 Alicia
Ruíz de Castilla Galindo viuda de Gutiérrez acude al órgano
jurisdiccional interponiendo demanda de Nulidad del Acto Jurídico de
Compra Venta celebrado por su cónyuge fallecido Luis Antonio
Gutiérrez Calle con la demandada Zoila María Quispe Torres el
catorce de julio de dos mil seis, respecto a la transferencia del
cincuenta por ciento de las acciones y derechos del Lote de terreno
número 14, Manzana “K”, ubicado en el Pasaje Gloriabamba,
Zapallal, del Distrito de Puente Piedra, no inscrito, por no haber
manifestado su consentimiento ni haber suscrito el referido Contrato
en su calidad de copropietaria del bien. Expone como fundamentos
principales de su petitorio lo siguiente: a) La recurrente fue casada
con Luis Antonio Gutiérrez Calle, quien falleció intestado el veintidós
de septiembre de dos mil siete, siendo declarada sucesora
notarialmente según inscripción registral correspondiente; b) Ha
requerido a la demandada para que desocupe el predio sub materia
sin que cumpla con ello; y, c) La propiedad del predio materia de
autos fue adquirida dentro del matrimonio con una mayor área de
tres mil cuatrocientos veinte metros cuadrados (3420 m2), según
Testimonio de la Escritura Pública de Transferencia de Derechos y
Acciones de Terreno Rústico, habiendo vendido mil quinientos
metros cuadrados (1500 m2) a los esposos César Nolberto Reyes
Díaz y María Victoria Gallegos Villajuana de Reyes, y quedando un
área de mil novecientos metros cuadrados (1900 m2) que es
precisamente el espacio físico ocupado indebidamente por la
emplazada. 2.2. Contestación a la demanda: Mediante escrito
presentado el veinticuatro de agosto de dos mil once5 la demandada
absolvió el traslado de la demanda en los términos siguientes: a) Es
propietaria del predio ubicado en el Jirón Gloriabamba Manzana “K”
Lote 40-A (antes pasaje Gloriabamba Manzana K Lote 14),
Asociación de Pobladores Micaela Bastidas-Zapallal del Distrito de
Puente Piedra, en mérito al Certificado de Posesión del veinticinco
de julio de dos mil seis y dos de febrero de dos mil nueve y copia de
la Minuta de Compra Venta del catorce de julio de dos mil seis, por lo
que viene pagando el Impuesto Predial y ha instalado los servicios
de agua, desagüe y energía eléctrica; y, b) La demandante no tiene
legitimidad para obrar porque no es propietaria del predio reclamado,
al no haberlo acreditado. La recurrente ha sido conviviente de Luis
Antonio Gutiérrez Calle, esposo de la actora, por más de veinte
años, pues aquella lo abandonó. 2.3. Primera Sentencia de
Primera Instancia: Mediante Resolución número ocho de fecha
nueve de noviembre de dos mil doce6, el Juzgado Especializado en
lo Civil Permanente de los Distritos de Puente Piedra, Santa Rosa y
Ancón de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, declaró
infundada la demanda. Tal decisión fue objeto de apelación por la
parte accionante según Recurso presentado el veintinueve de
noviembre del mismo año7. 2.4. Primera Sentencia de Vista: Por
Resolución de fecha veinte de agosto de dos mil trece8 la Primera
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima Norte declara nula la sentencia apelada, argumentando que el
Juzgado no ha expresado el razonamiento lógico jurídico que le ha
permitido considerar que la pretensión formulada deviene
desestimable, toda vez que ha sustentado su decisión en aspectos
subjetivos que devienen en impertinentes a efectos de resolver la
pretensión demandada, evidenciándose una total ausencia de
fundamentos fácticos y jurídicos. 2.5. Segunda y última sentencia
de primera instancia: Mediante Resolución número quince de
fecha diecisiete de febrero de dos mil quince9, se declara fundada la
demanda, esgrimiéndose como argumentos principales lo siguiente:
i) La demanda de nulidad de acto jurídico de compra venta se
sustenta en las causales de falta de manifestación del agente y no
revestir la forma prevista bajo sanción de nulidad, previstos en los
incisos 1) y 6) del Artículo 219° del Código Civil; ii) Con la Partida de
fojas seis se acredita el matrimonio de la demandante con su esposo
fallecido Luis Antonio Gutiérrez Calle, ocurrido el veintiocho de
diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho, siendo declarada la
actora como su única heredera según declaratoria de herederos que
aparece inscrita en el Asiento A0001 de la Partida número 12072088
de los Registros Públicos de Lima; iii) La existencia de predio
materia de reclamo se acredita con el Contrato de folios trece al
treinta y uno del once de septiembre de dos mil, compra venta
celebrada entre la actora, su cónyuge y los esposos César Norberto
Reyes Díaz y María Victoria Gallegos Villajuana; iv) Conforme al
documento de folios siete a nueve el cónyuge fallecido dispuso del
bien sub materia transfiriendo el cincuenta y cinco punto ocho mil
ochocientos veintitrés por ciento (55.8823 %) del área resultante del
Contrato que hicieron con los esposos César Reyes Díaz y María
Gallegos, equivalente a mil novecientos metros cuadrados (1900 m2)
por el precio de treinta y dos mil soles (S/.32,000); v) Del examen de
lo actuado y valoración de medios probatorios se tiene que el
Contrato de Compra Venta del catorce de julio de dos mil seis está
afectado de las causales invocadas en la demanda; vi) La emplazada
ha actuado en contravención de lo previsto por el Artículo 315° del
Código Civil, dado que sabía que el bien pertenecía a la demandante
y su esposo fallecido, lo que se corrobora cuando aquélla afirma que
convivió con el fallecido Luis Antonio Gutiérrez Calle por más de
veinte años; vii) Resulta de aplicación lo previsto por el Artículo V del
Título Preliminar del Código Civil, donde la autonomía privada se ve
limitada, pues lo contrario importaría contravenir una norma de orden
público, por lo que el Contrato también ha quebrantado el mandato

97308 CASACIÓN
contenido en el citado Artículo 315° del acotado Código, en
concordancia con el Artículo V de su Título Preliminar; y, viii) Los
demás argumentos de defensa de la demandada no resultan validos
para el caso concreto, pudiendo en todo caso ejercer su derecho en
la forma prevista por ley. 2.6. Recurso de Apelación de la
demandada: El nueve de marzo de dos mil quince10 la demandada
Zoila María Quispe Torres ejercita su derecho impugnatorio contra la
sentencia de primera instancia, esgrimiendo sustancialmente los
siguientes argumentos: a) La parte actora no tiene título inscrito y el
bien es uno perteneciente al Estado, conforme al Artículo 32° de la
Ley número 29151-Ley del Sistema Nacional de Bienes Nacionales;
b) El vendedor Luis Antonio Gutiérrez Calle no tenía título inscrito
sino que solo era posesionario del bien transferido, por lo que la
demandante no tiene legitimidad para obrar y no puede afirmar que
el predio es parte de la sociedad conyugal; c) No se ha inscrito la
Sucesión Intestada sobre la propiedad del inmueble materia de litis
debido a que la actora no tiene título inscrito a su favor; y, d) El predio
sujeto a materia lo viene poseyendo desde el catorce de junio de dos
mil seis, comportándose como propietaria y tramitando la titulación a
través del COFOPRI, contando con Constancia de Posesión y
Rehabilitación otorgada por la Municipalidad Distrital de Puente
Piedra. 2.7. Segunda y última Sentencia de Vista: Elevados los
autos en mérito al Recurso de Apelación interpuesto, la Sala
Especializada en lo Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte mediante Resolución de fecha diecisiete de
septiembre de dos mil quince11, emite la Sentencia de Vista
confirmando la apelada, indicando como pilares fundamentales de
su decisión lo siguiente: i) Los fundamentos del Recurso de
Apelación también fueron planteados en el escrito del veinticuatro de
agosto de dos mil once, inserto de fojas doscientos treinta y ocho a
doscientos cuarenta y uno, en el que formula la excepción de falta de
legitimidad para obrar de la demandante, el mismo que fue
rechazado por Resolución número dos de fecha veintitrés de mayo
de dos mil doce, corriente a fojas doscientos cuarenta y tres y
respecto de la cual no se interpuso apelación; ii) Alegar los mismos
hechos que quiso hacer valer mediante la excepción planteada y
sobre la cual obtuvo una decisión contraria a sus intereses,
demuestra la inexistencia de agravio; y, iii) La propiedad de un bien
no se transfiere por su inscripción, tal como lo señala el Artículo 949°
del Código Civil. III.- RECURSO DE CASACIÓN: La accionada Zoila
María Quispe Torres (adquiriente en el negocio jurídico de compra
venta discutido) con fecha dieciséis de noviembre de dos mil quince
interpone Recurso de Casación contra la Sentencia de Vista, el
mismo que fue declarado procedente por este Tribunal Supremo
mediante resolución del tres de mayo de dos mil dieciséis, obrante
de fojas veintinueve a treinta y cuatro del Cuaderno respectivo, por
Infracción Normativa Procesal de los Artículos 2° y 70° de la
Constitución Política del Perú, Infracción Normativa Material del
Artículo 923° del Código Civil y la Procedencia Excepcional
procesal por infracción del Artículo 139° inciso 5) de la
Constitución Política del Perú. IV.- CUESTIÓN JURÍDICA EN
DEBATE: En el caso particular, la cuestión jurídica en debate radica
en determinar si la sentencia de la Sala Superior ha infringido las
reglas de la debida motivación en sus aspectos de ser congruente y
presentar una debida valoración probatoria, con infracción de las
disposiciones procesales denunciadas y aquella por la cual se
declaró procedente de modo excepcional el Recurso y, en su caso,
si se ha infraccionado la disposición material que también se
denuncia, por falta de probanza de la adquisición del bien por parte
de la pretensora y su fallecido cónyuge. DESARROLLO
ARGUMENTATIVO DE ESTA SALA SUPREMA: Apuntes sobre
Recurso de Casación: PRIMERO.- El Recurso de Casación tiene
por fines la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República, conforme lo precisa el Artículo
384° del Código Procesal Civil. En materia de casación es factible el
control de las decisiones jurisdiccionales, con el propósito de
determinar si en ellas se han infringido o no las normas que
garantizan el derecho al proceso regular, teniendo en consideración
que éste supone el cumplimiento de los principios y garantías que
regulan el proceso como instrumento judicial, precaviendo sobre
todo el ejercicio del derecho a la defensa de las partes en conflicto.
SEGUNDO.- Por causal de casación se entiende al motivo que la ley
establece para la procedencia del Recurso12, debiendo sustentarse
el mismo en aquellas previamente señaladas en la ley, pudiendo por
ende interponerse por infracción de la ley o por quebrantamiento de
la forma. Se consideran motivos de casación por infracción de la ley,
la violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso, así
como la falta de congruencia de lo decidido con las pretensiones
formuladas por las partes y la falta de competencia. Los motivos por
quebrantamiento de la forma aluden a infracciones en el proceso13,
por lo que en tal sentido si bien todas las causales suponen una
violación de la ley, también lo es que éstas pueden darse en la forma
o en el fondo. TERCERO.- La infracción procesal se configura
cuando en el desarrollo de la causa no se han respetado los
derechos procesales de las partes, se han soslayado o alterado
actos del procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva, el
órgano judicial deja de motivar sus decisiones o lo hace en forma
incoherente, en evidente quebrantamiento de la normatividad
vigente y de los principios procesales. CUARTO.- En el caso
particular, y como se ha adelantado, se ha declarado procedente el
Recurso de Casación por causales de infracción normativa material
y procesal (incluyendo la excepcional), por lo que en primer término
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
debe procederse con el análisis de la infracción de normas de
carácter procesal, desde que si por ello se declarara fundado el
Recurso su efecto nulificante implicaría la anulación de lo actuado
hasta donde se advirtiera el vicio, con disposición, en su caso, de un
nuevo pronunciamiento por el respectivo órgano de instancia,
careciendo de objeto en tal supuesto emitir decisión sobre la
infracción material invocada por el casacionista en el escrito de su
propósito. Sobre el debido proceso – motivación de las
resoluciones judiciales: QUINTO.- El debido proceso es un
derecho complejo que está conformado por un conjunto de derechos
esenciales que impiden que la libertad y los derechos de los
individuos perezcan ante la ausencia o insuficiencia de un proceso o
procedimiento o se vean afectados por cualquier sujeto de derecho
-incluyendo el Estado- que pretenda hacer uso abusivo de éstos.
Como señala la doctrina: “(…) por su naturaleza misma, se trata de
un derecho muy complejamente estructurado, que a la vez está
conformado por un numeroso grupo de pequeños derechos que
constituyen sus componentes o elementos integradores, y que se
refieren a las estructuras, característica del Tribunal o instancias de
decisión, al procedimiento que debe seguirse y a sus principios
orientadores, y a las garantías con que debe contar la defensa”14.
Dicho de otra manera, el derecho al debido proceso constituye un
conjunto de garantías de las cuales goza el justiciable, que incluyen
la tutela procesal efectiva, la observancia de los principios o reglas
básicas y de la competencia predeterminada por ley, así como la
pluralidad de instancias, la motivación, logicidad y razonabilidad de
las resoluciones y el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción y de contradicción), entre otros. SEXTO.- Así
también, el derecho al debido proceso, consagrado en el inciso 3) del
Artículo 139° de la Constitución Política del Perú15, comprende a su
vez, entre otros derechos de los ya señalados en el considerando
precedente, el de obtener una resolución fundada en derecho,
mediante decisiones en las que los Jueces expliciten en forma
suficiente las razones de sus fallos, con mención expresa de los
elementos fácticos y jurídicos que los determinaron, dispositivo que
es concordante con lo preceptuado por el inciso 3) del Artículo 122°
del Código Procesal Civil16 y Artículo 12° del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial17. Además, la exigencia de
motivación suficiente prevista en el inciso 5) del Artículo 139° de la
Carta Fundamental18, garantiza que el requirente de justicia pueda
comprobar que la solución del caso concreto viene dada por una
valoración racional de la fundamentación fáctica, de lo actuado y la
aplicación de las disposiciones jurídicas pertinentes al caso, y no de
una arbitrariedad de los magistrados, por lo que en ese entendido es
posible afirmar que una resolución que carezca de motivación
suficiente no solo infringe normas legales, sino también principios de
nivel constitucional. SÉPTIMO.- En esa misma línea, la motivación
escrita de las resoluciones judiciales en sociedades pluralistas como
las actuales, importa el deber de justificar las decisiones jurídicas, de
tal manera que sean aceptadas por la sociedad y que el Derecho
cumpla su función de guía19. Como ya se ha señalado, la obligación
de fundamentar las sentencias, propias del derecho moderno, se ha
elevado a categoría de deber constitucional, a mérito de lo cual la
Corte Suprema de Justicia de la República ha señalado en el Primer
Pleno Casatorio Civil, Casación número 1465-2007-CAJAMARCA,
una similar posición a la adoptada por el Tribunal Constitucional
nacional en el expediente número 37-2012-PA/TC, fundamento 35,
en el sentido que: La motivación de la decisión judicial es una
exigencia constitucional; por consiguiente, el juzgador para motivar
la decisión que toma debe justificarla, interna y externamente,
expresando una argumentación clara, precisa y convincente, para
mostrar que aquella decisión es objetiva y materialmente justa, y por
tanto, deseable social y moralmente. OCTAVO.- El proceso regular
en su expresión de motivación escrita de las resoluciones judiciales,
entiende que una motivación defectuosa puede expresarse en los
siguientes supuestos: a) Falta de motivación propiamente dicha:
cuando se advierte una total ausencia de motivación en cuanto a la
decisum jurisdiccional emitida en el caso materia de conflicto, sea en
el elemento fáctico y/o jurídico; b) Motivación aparente: cuando el
razonamiento en la sentencia sea inconsistente, sustentado en
conclusiones vacías que no guardan relación con el real contenido
del proceso; c) Motivación insuficiente: cuando se vulnera el principio
lógico de la razón suficiente, es decir que el sentido de las
conclusiones a las que arriba el juzgador no se respaldan en pruebas
fundamentales y relevantes, de las cuales éste debe partir en su
razonamiento para lograr obtener la certeza de los hechos expuestos
por las partes y la convicción que lo dirija a un sentido determinado,
respecto de la controversia planteada ante la judicatura; y, d)
Motivación defectuosa en sentido estricto: cuando se violan las leyes
del hacer/ pensar, tales como de la no contradicción (nada puede ser
y no ser al mismo tiempo), la de identidad (correspondencia de las
conclusiones a las pruebas), y la del tercio excluido (una proposición
es verdadera o falsa, no hay tercera opción), entre otros, omitiendo
los principios elementales de la lógica y la experiencia común.
NOVENO.- De otro lado, el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales tiene como una de sus expresiones al
principio de congruencia, el cual exige la identidad que debe mediar
entre la materia, las partes, los hechos del proceso y lo resuelto por
el juzgador, en virtud a lo cual los Jueces no pueden otorgar más de
lo demandado o cosa distinta a lo pretendido, ni fundar sus
decisiones en hechos no aportados por los justiciables, con
obligación entonces de pronunciarse sobre las alegaciones
expuestas por las partes, tanto en sus escritos postulatorios como,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de ser el caso, en sus medios impugnatorios, de tal manera que
cuando se decide u ordena sobre una pretensión no postulada en el
proceso, y menos fijada como punto controvertido, o a la inversa,
cuando se excluye dicho pronunciamiento, se produce una
incongruencia, lo que altera la relación procesal y transgrede las
garantías del proceso regular. En el sentido descrito, se tiene que la
observancia del principio de congruencia implica que en toda
resolución judicial exista: 1) Coherencia entre lo peticionado por las
partes y lo finamente resuelto, sin omitir, alterar o excederse de
dichas peticiones (congruencia externa); y, 2) Armonía entre la
motivación y la parte resolutiva (congruencia interna), de tal manera
que la decisum sea el reflejo y externación lógica, jurídica y
congruente del razonamiento del juzgador, conforme a lo actuado en
la causa concreta, todo lo cual garantiza la observancia del derecho
al debido proceso, resguardando a los particulares y a la colectividad
de las decisiones arbitrarias, conforme a lo establecido por el
Tribunal Constitucional en el fundamento jurídico número once de la
sentencia número 1230-2003-PCH/TC. Es en el contexto de lo
detallado que este Supremo Colegiado verificará si se han respetado
o no en el asunto concreto las reglas de la motivación y, con ello, el
proceso regular. El control de las decisiones jurisdiccionales y el
debido proceso en el caso concreto: DÉCIMO.- Ingresando al
análisis de las infracciones normativas procesales que sirven de
fundamento al Recurso de Casación interpuesto por la demandada
Zoila María Quispe Torres, se observa que invoca como agravio la
vulneración a la debida motivación de las resoluciones judiciales y a
la inviolabilidad del derecho de propiedad, al considerar que la Sala
Superior no analiza la situación real y jurídica del predio sub materia,
siendo éste un bien no inscrito en los Registros Públicos y no
integrante de la sociedad de gananciales, desde que no se ha
comprobado que la accionante y su fallecido cónyuge hayan
comprado el inmueble; que solo se ha transferido el cincuenta por
ciento que le correspondía al vendedor, según se desprende del
propio Contrato cuya nulidad se pretende, sin afectarse derechos
patrimoniales de la sociedad conyugal, conservando la actora su
cincuenta por ciento; que no se ha valorado que el área que viene
ocupando la demandada lo es en mérito al Contrato Imperfecto del
catorce de julio de dos mil seis, en el que se establece que el predio
objeto de transferencia no es parte de la sociedad conyugal y que los
celebrantes son simplemente posesionarios; y, que el predio materia
de discusión se encuentra dentro de los alcances del Artículo 32° de
la Ley número 29151. En tal escenario de agravios, corresponde a
este Supremo Tribunal determinar si la decisión adoptada por la Sala
de mérito fue expedida respetando lo dispuesto por el Artículo 50°
inciso 6) del Código Procesal Civil, concordante con el Artículo 12°
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que
disciplinan que los Magistrados tienen la obligación de fundamentar
los autos y las sentencias bajo sanción de nulidad respetando los
principios de jerarquía de las normas y el de congruencia, el mismo
que tiene como base, entre otros, la obtención de una resolución que
resulte coherente con las pretensiones propuestas por las partes y
que exprese los motivos mínimos por los cuales se ha adoptado una
determinada decisión en un caso concreto, todo ello en concordancia
con los incisos 3) y 5) del Artículo 139° de la Carta Magna y numeral
122° del Código Procesal Civil. DÉCIMO PRIMERO.- De la lectura
de la sentencia impugnada se advierte que la Sala Superior centró la
fundamentación de su decisión final en los siguientes párrafos: “3.2.
Es de verse de los actuados, que los fundamentos del recurso de
apelación también fueron planteados en el escrito de fecha 24 de
agosto del 2011 (fs. 238-241) en el que formula excepción de falta de
legitimidad para obrar de la demandante; el mismo que fue
rechazado por resolución número 02 de fecha 23 de mayo de 2012
(fs. 243) y sobre el cual no interpuso medio impugnatorio alguno. 3.3.
En este sentido, alegar los mismos hechos que quiso hacer valer
mediante la excepción planteada, y sobre la cual, obtuvo una
decisión contraria a sus intereses, demuestran la inexistencia del
agravio planteado”. No obstante esa transcripción, este Supremo
Tribunal estima que la motivación desarrollada por el Colegiado
Superior es insuficiente, toda vez que no evalúa elementos
relevantes para solucionar la controversia planteada. DÉCIMO
SEGUNDO.- Así tenemos que, en base al íter procesal desarrollado
en la presente causa, se tiene que efectivamente la recurrente
planteó el veinticuatro de agosto de dos mil once20 la excepción de
falta de legitimidad para obrar de la demandante, recibiendo como
providencia una declaración de inadmisibilidad con el apercibimiento
de rechazarse en caso de incumplirse con lo ordenado, como se
desprende de la resolución número uno del diez de noviembre de
dos mil once21. Luego, a mérito de la razón de la Secretaría del
Juzgado y haciendo efectivo el apercibimiento decretado, el Juez
emitió la Resolución número dos de fecha veintitrés de mayo de dos
mil doce22, rechazando el medio de defensa propuesto, en aplicación
de lo previsto en la última parte del Artículo 426° del Código Procesal
Civil. En dicho escenario, es claro que no existió un pronunciamiento
de fondo que haya analizado los fundamentos que sostenían la
excepción en mención, situación que no ha advertido la Sala
Superior, la que ha entendido que el rechazo de la excepción implica
un pronunciamiento que en realidad no existió y que en consecuencia
exigía de esa instancia una respuesta a los pertinentes agravios del
Recurso de Alzada, con un análisis lógico jurídico y evaluación
probatoria de acuerdo a los parámetros contemplados por el Artículo
197° del Código Procesal Civil, lo que no ocurrió. DÉCIMO
TERCERO.- Asimismo, de las actuaciones procesales realizadas en
la presente causa judicial se observa que ha sido una constante el
97309
argumento de defensa de la accionada en el sentido que la
pretensora Alicia Ruíz de Castilla Galindo viuda de Gutiérrez no ha
acreditado tener título alguno sobre la propiedad materia de litigio,
constituida por el Lote 40-A, Manzana “K” del Jirón Gloriabamba
(antes pasaje Gloriabamba Manzana “K” Lote 14) Zapallal, Distrito
de Puente Piedra, y que en ese sentido no tiene legitimidad para
obrar. Así se desprende del escrito de absolución a la demanda, del
escrito en el que propone la excepción de falta de legitimidad para
obrar activa y del Recurso de Apelación, pieza esta última en la que
también agrega que no teniendo título inscrito el vendedor Luis
Antonio Gutiérrez Calle, de acuerdo a la Ley número 29151-Ley
General del Sistema General de Bienes Nacionales, es titular el
Estado representado por la Superintendencia de Bienes y/o
COFOPRI por ser un bien urbano, y que tampoco es un bien de la
sociedad de gananciales que conformaron la actora y el fallecido
Luis Antonio Gutiérrez Calle. En ese panorama es vital para lograr la
paz social en justicia que se absuelvan los agravios sustentarios del
Recurso Vertical, que denuncian la ausencia de derecho de la actora
en virtud a no haber probado ser propietaria del predio materia de
litigio. DÉCIMO CUARTO.- De otro lado, fluye de la sentencia de
primer grado que para el Juez Especializado la propiedad alegada
por la pretensora se encuentra acreditada con el Contrato de
Compra Venta del once de septiembre de dos mil, afirmando en el
literal 4 de la apelada que: “(…) En cuanto a la existencia del bien
social que se reclama, conforme al contrato de folios 13 a 31 de
fecha 11 de septiembre de 2000 entre la demandante, su cónyuge
ahora causante y los esposos César Nolberto Reyes Díaz y María
Victoria Gallegos Villajuana de Reyes se constata que la actora y su
esposo son propietarios del predio sub materia”. Sobre ello, advierte
este Tribunal de Casación que lo transcrito no puede considerarse
como suficiente argumento para sustentar que la parte pretensora
ostenta la calidad de propietaria del bien objeto de reclamo, desde
que el órgano de justicia no da a conocer las razones por las cuales
estima que la sola inserción o precisión en la cláusula primera de la
Minuta contenida en la Escritura Pública del veinte de octubre de dos
mil diez -Contrato de Transferencia distinto del que se menciona en
dicha cláusula, corriente de fojas veintitrés a treinta y uno- de un acto
celebrado el diecinueve de diciembre de mil novecientos setenta y
tres por el fallecido Luis Gutiérrez Calle y su vendedora Renee
Masías Bresiani, pueda servir válidamente para establecer la
existencia de este último Contrato, en cuya circunstancia se requiere
una motivación más acabada y/o de otros elementos que orienten al
órgano judicial a obtener la verdad sobre el derecho de propiedad
que invoca la accionante. En tal virtud, lo expresado por el Juez de
la causa en el literal 4 de la apelada afecta la garantía constitucional
que exige a los Jueces una motivación suficiente de sus decisiones,
para no incurrir en anomalías que afecten el desarrollo de un proceso
regular. DÉCIMO QUINTO.- Así también, del desarrollo
argumentativo del Juez especializado en la sentencia apelada, se
colige que éste luego de mencionar que las causales nulificantes
que sustentan el petitorio de la demanda son las previstas en los
incisos 1) y 6) del Artículo 219° del Código Civil, con la sola exposición
del vínculo matrimonial, del Contrato de Compra Venta del once de
septiembre de dos mil once y el Contrato cuestionado, concluye que
con dichas instrumentales más el análisis de lo actuado y medios
probatorios presentados -sin explicar cuáles son éstos y mucho
menos desarrollar un valoración acorde con lo previsto por el Artículo
197° del Código Procesal Civil- el Contrato atacado se encuentra
afectado con nulidad, lo que evidencia un intento de argumentación
que infringe el aludido deber a la motivación de las resoluciones
judiciales. DÉCIMO SEXTO.- Por consiguiente, al haberse detectado
los vicios procesales antes mencionados, es ineludible afirmar que
las sentencias de las judicaturas de mérito han vulnerado el derecho
a la adecuada motivación de las resoluciones judiciales así como el
Principio de Congruencia Procesal contenido en el inciso 6) del
Artículo 50° del Código Procesal Civil, los que a su vez forman parte
del derecho al proceso regular, por lo que corresponde amparar el
Recurso de Casación propuesto por la demandada y ordenar la
renovación del acto procesal por parte del Juzgado de mérito,
conforme a lo previsto por el artículo 176° del Código Procesal Civil;
careciendo de objeto emitir pronunciamiento respecto de la infracción
material detallada en la parte introductoria de la presente sentencia.
Por tales consideraciones y de acuerdo a lo regulado además por el
Artículo 396° inciso 1) del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por la demandada
Zoila María Quispe Torres; CASARON la Sentencia de Vista
contenida en la Resolución número cuatrocientos veinte de fecha
diecisiete de septiembre de dos mil quince, expedida por la Sala
Especializada en lo Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia
de Lima Norte, en consecuencia NULA la misma e INSUBSISTENTE
la sentencia contenida en la Resolución número quince de fecha
diecisiete de febrero de dos mil quince, corriente de folios doscientos
cincuenta y cuatro a doscientos cincuenta y siete; ORDENARON
remitir los autos al Juzgado Especializado en lo Civil Transitorio de
los Distritos de Puente Piedra, Santa Rosa y Ancón de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte para que emita nueva sentencia
de acuerdo a los lineamientos contenidos en el presente
pronunciamiento; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en
los seguidos por Alicia Ruíz de Castilla Galindo viuda de Gutiérrez
con Zoila María Quispe Torres sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los
devolvieron. Integran esta Sala los Jueces Supremos Señores
Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de los Jueces

97310 CASACIÓN
Supremos Señores Romero Díaz y Cabello Matamala. Ponente
Señor Yaya Zumaeta, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA
1
Inserto de folios 330 a 335.
2
Inserta de folios 323 a 325.
3
Inserta de folios 254 a 257.
4
Escrito de demanda inserto de folios 32 a 36, subsanado a folios 42 y 43.
5
Corriente de folios 73 a 79.
6
Obrante de folios 126 a 132.
7
Inserto de folios 152 a 155.
8
Inserta de folios 199 a 201.
9
Inserta de folios 254 a 257.
10
Recurso obrante de folios 280 a 285.
11
Inserta de folios 323 a 325.
12
Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, página
359.
13
De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F, 1940, página 222.
14
Faudes Ledesma, Héctor, “El Derecho a un juicio justo”, en Las garantías
del debido proceso (Materiales de Enseñanza) Lima. Instituto de Estudios
Internacionales de la PUCP y Embajada Real de los Países Bajos, página 17.
15
Artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.
16
Artículo 122° inciso 3) del Código Procesal Civil.- Las resoluciones
contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos sobre los que versa
la resolución con las consideraciones, en orden numérico correlativo, de
los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los respectivos de
derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el
mérito de lo actuado.
17
Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.- Todas las resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son
motivadas, bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que
se sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales de
segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la reproducción
de los fundamentos de la resolución recurrida, no constituye motivación
suficiente.
18
Artículo 139° inciso 5) de la Constitución Política del Perú.- Son
principios y derechos de la función jurisdiccional:
(…) 5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan.
19
ATIENZA, Manuel. “Las razones del Derecho”. Centro de Estudios
Constitucionales. Madrid 1991, páginas 24 y 25.
20
Escrito inserto de folios 238 a 241.
21
Inserta a folios 242.
22
Inserta a folios 243.
C-1569468-40
CAS. Nº 12-2017 LIMA SUR
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, uno de marzo
de dos mil diecisiete. VISTOS; Con el Cuaderno Principal y el
Cuadernillo de Casación; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de casación
formulado por la demandada Brunilda Julia Anco Infantes1 contra
la Sentencia de Vista contenida en la Resolución número cuatro de
fecha veinte de julio de dos mil dieciséis, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur2 la cual confirmó la
Sentencia contenida en la Resolución número nueve de fecha uno
de octubre de dos mil quince, que declaró fundada la demanda, en
consecuencia, ordena que la demandada cumpla con desocupar y
restituir al accionante Jorge Antonio Tasayco Paredes la posesión
del inmueble constituido por el Puesto número 90, Fila G, Giro de
Comidas ubicado en la Asociación de Comerciantes Unificados de los
Campos Feriales de Villa El Salvador (Plaza Villa Sur), del Distrito de
Villa El Salvador, Provincia y Departamento de Lima, inscrito dentro
de los límites de la Partida número P03246807, con todo lo demás
que contiene; por consiguiente, corresponde examinar si el referido
recurso cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple con los requisitos de
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la Sentencia de
Vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima Sur, que como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone
fin al proceso; ii) Ante el mismo órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma,
ya que la recurrente fue notificada el ocho de noviembre de dos mil
dieciséis3 e interpuso recurso de casación el veintidós de noviembre
del mismo año4 y iv) Cumple con acompañar el arancel judicial
respectivo5. TERCERO.- Respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Adjetivo, es de verse
que la ejecutada formuló recurso de apelación6 contra la sentencia de
primera instancia del primero de octubre de dos mil quince, expedida
por el Juzgado Civil Transitorio de Villa El Salvador de la Corte Superior
de Justicia de Lima Sur7 que declaró fundada la demanda y ordenó
que la demandada cumpla con desocupar y restituir al accionante la
posesión del inmueble constituido por el Puesto número 90, Fila G, Giro
de Comidas ubicado en la Asociación de Comerciantes Unificados de
los Campos Feriales de Villa El Salvador (Plaza Villa Sur), del Distrito
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de Villa El Salvador, Provincia y Departamento de Lima, el mismo
que se encuentra inscrito dentro de los límites de la Partida número
P03246807, con costas y costos. En cuanto al requisito señalado en el
inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su pedido es anulatorio.
CUARTO.- La demandada Brunilda Julia Anco Infantes denuncia la
siguiente causal: i) Infracción normativa procesal del artículo 197
del Código Procesal Civil, refiere que el error fáctico y de derecho
consiste en que no ha tenido en cuenta que cumplió con acompañar
los documentos fehacientes e indubitables que demuestran su
condición de compradora en el “Acuerdo de Voluntades Privado de
Compraventa con Pago del Valor Comercial del Bien” de fecha diez
de diciembre de dos mil diez celebrado con el demandante respecto
al Puesto número 90, Fila G del Giro Comidas de la Selva, por el
cual canceló la suma de treinta y tres mil soles (S/.33,000.00) en tres
armadas; Que, al haberse demostrado los hechos antes descritos, la
Sentencia de Vista aplica indebidamente el artículo 197 del Código
Procesal Civil, al realizar una inadecuada valoración de los medios
de prueba aportados a la acción, puesto que ingresó a la posesión
desde el día diez de diciembre de dos mil diez, de forma pública y
con justo título. QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal
que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no
fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin
esencial la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y
la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en
ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial y demostrar la incidencia directa de la infracción
sobre la decisión impugnada, de conformidad con lo establecido por
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil. SEXTO.-
Conforme a lo reseñado en la considerativa quinta, lo que pretende
en esencia la recurrente, es que se realice una nueva valoración del
causal probatorio, sin tener en cuenta que no es actividad constitutiva
del recurso de casación revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar
los motivos que formaron convicción en la Sala Superior, lo que es
ajeno al debate casatorio; además, si bien el derecho de acceso a los
recursos o a recurrir las resoluciones judiciales, es una manifestación
implícita del derecho fundamental a la pluralidad de la instancia el cual,
a su vez, forma parte del derecho fundamental al debido proceso,
esta no debe ser utilizada de manera irrestricta. 6.1. Debe agregarse,
que la demandada ha referido a lo largo del proceso encontrarse
en posesión del Puesto número 90 a mérito del Contrato Verbal de
Compraventa celebrado con el demandante el diez de diciembre del
año dos mil diez, el mismo que la legitima para su uso y disfrute; no
obstante, conforme lo han invocado los Tribunales de Mérito no se
acredita la existencia del referido Contrato ni la cancelación del mismo
conforme lo aduce en sus escritos de contestación a la demanda8 y
del dieciocho de setiembre de dos mil quince9, por consiguiente, dicha
parte no ha demostrar contar con título alguno que justifique el ejercicio
de la posesión, deviniendo en precaria su ocupación y configurándose
la causal prevista en el artículo 911 del Código Civil. SÉTIMO.- Por
tanto, no habiéndose incurrido en vulneración de derecho o garantía
alguna, o que se haya aplicado incorrectamente normas de derecho
material o procesal, es de estimar como no cumplidos los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, para hacer operante este medio impugnatorio. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la demandada Brunilda Julia Anco Infantes10 contra
la Sentencia de Vista contenida en la Resolución número cuatro de
fecha veinte de julio de dos mil dieciséis, expedida por la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur11 la cual confirmó la
Sentencia contenida en la Resolución número nueve de fecha uno
de octubre de dos mil quince, que declaró fundada la demanda;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Jorge
Antonio Tasayco Paredes contra Brunilda Julia Anco Infantes, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA
1
Folio 260
2
Folio 235
3
Cargo de notificación a folio 277
4
Folio 260
5
Folio 257
6
Folio 189
7
Folio 138
8
Folio 82
9
Folio 129
10
Folio 260
11
Folio 235
C-1569468-41
CAS. Nº 1287-2017 LIMA
ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. Lima, dieciséis de junio de
dos mil diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO; PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de
casación interpuesto por la demandante Marina de Guerra del
Perú a fojas quinientos treinta y cuatro, contra la sentencia de
fecha diez de enero de dos mil diecisiete, emitida por la Primera
Sala Comercial Permanente de la Corte Superior de Justicia de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Lima; que declara infundado el recurso de anulación de laudo
arbitral, en los seguidos con Consorcio El Sol sobre Anulación
de Laudo Arbitral; por lo que corresponde verificar si el medio
impugnatorio interpuesto cumple o no con los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.- En cuanto a los
requisitos de procedencia, al estar frente a un proceso especial,
previsto en una norma especial del Decreto Legislativo número
1071 para los pedidos de Anulación de Laudo Arbitral, tal norma
ha señalado un requisito de procedencia especial, previsto en el
artículo 64 numeral 5, en el sentido que contra lo resuelto por la
Corte Superior sólo procede recurso de casación, cuando el laudo
hubiera sido anulado en forma total o parcial. TERCERO.- En
autos, el recurso de anulación de laudo arbitral ha sido declarado
infundado, por tanto, el requisito de procedencia indicado en
el considerando anterior, no se ha verificado, lo que determina
la improcedencia del recurso de casación. En consecuencia y
conforme a lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la demandante Marina de Guerra del Perú a fojas quinientos
treinta y cuatro, contra la sentencia de fecha diez de enero de
dos mil diecisiete, de fojas cuatrocientos setenta y tres, emitida
por la Primera Sala Comercial Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Marina de Guerra del Perú contra Consorcio
del Sol y otro, sobre Anulación de Laudo Arbitral; y los devolvieron.
Ponente Señor De La Barra Barrera, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA C-1569468-42
CAS. Nº 1234-2017 SAN MARTÍN
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, trece de
junio de dos mil diecisiete. AUTOS, VISTOS; y, ATENDIENDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso
de casación interpuesto por Paola Liliana Valdivieso Grandez
(folios 146), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número doce, de fecha doce de enero de dos mil diecisiete (folios
126), expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto
de la Corte Superior de Justicia de San Martín, la cual confirmó
la sentencia apelada contenida en la Resolución número siete,
de fecha veintitrés de setiembre de dos mil dieciséis (folios 87),
que falló declaró fundada la demanda; por lo que, se procederá a
calificar los requisitos de admisibilidad, y luego de superados éstos,
recién se hará lo propio con los de procedencia, conforme lo exigen
los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Examinados los requisitos de
admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil,
se aprecia que el recurso de casación cumple con los señalados
en los incisos 1, 2 y 31. TERCERO.- No obstante, el recurso no
cumple con el requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, porque la recurrente Paola
Liliana Valdivieso Grandez, no apeló la sentencia de primera
instancia que le fue desfavorable, por lo que el recurso de casación
deviene improcedente. Por estos fundamentos, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Paola
Liliana Valdivieso Grandez (folios 146), contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número doce, de fecha doce
de enero de dos mil diecisiete (folios 126), expedida por la Sala
Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia
de San Martín; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Freddy Daniel Meléndez Córdova contra Luz
Angélica Noriega Grandez y otras, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; oficiándose. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA
1
Artículo 387 del Código Procesal Civil incisos 1) Contra la sentencia de vista
expedido por la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior
de Justicia de San Martín, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; 2) Ante el órgano jurisdiccional que emitió
la resolución impugnada; 3) Dentro del plazo que establece la norma, ya
que la recurrente fue notificada el día 26/01/2017, mediante la Notificación
número 316-2017-SP-CI, a su domicilio legal sito en el Jirón Los Andes 748
– San Martín / San Martín (foja 133); e interpuso el recurso de casación el
31/01/2017 (fojas 146).
C-1569468-43
CAS. Nº 700-2016 AREQUIPA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Lima, cuatro de
noviembre de dos mil dieciséis. SUMILLA: “La cosa juzgada (…)
exige para su configuración, en armonía a lo dispuesto en los
Artículos 452 y 453 del citado Código Procesal, la concurrencia de
la triple identidad, esto es: que las partes que siguieron el proceso
sean las mismas y que el objeto y la razón que lo justifica (conocida
también como causa petendi) sean idénticos”. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número setecientos – dos mil dieciséis,
en audiencia del día de la fecha y producida la votación con arreglo
a ley, emite la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del recurso de casación de fojas trescientos veinticuatro
interpuesto por Hilda Naty Cárdenas Medina contra la sentencia de
97311
vista de fojas trescientos trece de fecha diez de diciembre de dos
mil quince, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, que confirma la apelada de fecha dos de
junio de dos mil quince, corriente a fojas doscientos cincuenta y
cinco, que declaró improcedente la demanda instaurada por la
impugnante contra Miguel Ángel Medina Mariño, sobre Prescripción
Adquisitiva de Dominio. 2.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES
SE DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante
Resolución Suprema de fecha dieciocho de abril de dos mil
dieciséis, corriente a fojas treinta y cinco del cuadernillo de
casación, se declaró procedente el recurso por los siguientes
agravios: a) La infracción normativa de los incisos 2 y 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, bajo cuyo
cargo se ha expresado que el fundamento propuesto en la presente
demanda no es el mismo planteado en el expediente anterior
signado con el número 473-08, por cuanto el tiempo de posesión
ahí demandado es diferente, habiéndose añadido que la buena fe
que es presumible hasta que se demuestre lo contrario, es mutable
dentro del tiempo, tanto para la posesión ordinaria como para la
extraordinaria; b) La infracción normativa del artículo V del
Título Preliminar del Código Civil, bajo cuyo cargo se ha
señalado que no existe norma que prohíba la interposición de una
demanda de prescripción adquisitiva de dominio cuando se ha
cumplido el plazo establecido por el órgano jurisdiccional en otro
proceso; c) La infracción normativa del artículo 123 del Código
Procesal Civil, a través de la cual se ha sostenido que el tiempo
para favorecerse de la posesión es mutable; d) La infracción
normativa del artículo 149 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, bajo cuyo cargo se ha argüido que
el plazo con que cuentan los Magistrados para la emisión de sus
votos no atañe a la pretensión demandada; e) El apartamiento
inmotivado del precedente judicial, bajo cuyo cargo se ha
indicado que en la sentencia de vista emitida en el proceso anterior
se dejó establecido que no había transcurrido el plazo de diez años
que exige la ley, dejando entrever, a su parecer, que solo le falta un
año de posesión; presupuesto que se habría cumplido con la nueva
demanda que data del trece de noviembre de dos mil trece,
habiéndose agregado que de conformidad con el II Pleno Casatorio
Civil el animus domini está ligado al tiempo posesorio y a la calidad
con que se posee. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO: Por escrito
de fecha doce de noviembre de dos mil trece, corriente a fojas
cuarenta y nueve, Hilda Naty Cárdenas Medina interpone demanda
solicitando que se le declare propietaria por usucapión del inmueble
ubicado en el Lote número trece, Manzana “E” del Pueblo
Tradicional de Socabaya del Distrito de Socabaya, Provincia y
Departamento de Arequipa, de una extensión de ciento siete punto
dieciocho metros cuadrados (107.18 m2), cuyas colindancias y
medidas perimétricas aparecen anotadas en el Registro de Predios
de la SUNARP Zona XII – Sede Arequipa, con Código Predial
número P06093547; así como se disponga la cancelación de los
Asientos Registrales donde aparecen inscritos el derecho de
propiedad de Miguel Ángel Medina Mariño, argumentando, entre
otras razones, que ejerce la posesión pacífica del predio sub judice
desde el año mil novecientos treinta y tres y que tras habérsele
asignado un código de contribuyente, viene realizando los pagos
de los autovalúos del predio. SEGUNDO: Admitida a trámite la
demanda y conferido el traslado respectivo, el demandado Miguel
Ángel Medina Mariño la contesta por escrito de fojas noventa y
nueve, señalando, entre otros, que en anterior oportunidad la
actora ya ha intentado la misma pretensión que ahora propone a
través del Proceso signado con el número 473-08, la cual ha sido
desestimada por las dos instancias; y que tras haberse interpuesto
el recurso de casación respectivo, el Tribunal Supremo declaró la
improcedencia de dicho recurso extraordinario. TERCERO: Por
sentencia de fecha dos de junio de dos mil quince, corriente a fojas
doscientos cincuenta y cinco, el Juez del Sexto Juzgado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa declaró improcedente la
demanda por haberse configurado la cosa juzgada, debido a que
consideró que tanto en el anterior como en el presente proceso se
ha invocado que la posesión que detenta la pretensora data desde
el año mil novecientos treinta y tres, por ende, existe igualdad de
hechos alegados, partes y la materia es la misma; fallo que al ser
apelado motivó a que la Segunda Sala Civil de la citada Corte
Superior expidiera la sentencia de vista de fecha diez de Diciembre
de dos mil quince, materia de impugnación, que bajo los mismos
basamentos que el Juez de la causa, confirmó tal pronunciamiento.
CUARTO: De los argumentos que sostienen el recurso de casación
se puede colegir que el cuestionamiento medular que se ha
formulado contra la recurrida estriba en que no se ha considerado
que la nueva demanda de prescripción adquisitiva que se ha
interpuesto es de fecha trece de noviembre de dos mil trece, por
ende -según refiere la impugnante- ésta contiene un tiempo
diferente al invocado en el juicio anterior donde el órgano
jurisdiccional estimó que el plazo para el cómputo de la referida
acción debe empezar a regir a partir del diecinueve de setiembre
de mil novecientos noventa y nueve, fecha en que culminó el
proceso penal que se le instauró a la demandante; planteamiento
que apertura el debate casatorio en torno a determinar si la
pretensión demandada deviene en improcedente por haberse
configurado el instituto de la cosa juzgada conforme lo han
determinado los Jueces de mérito. QUINTO: La cosa juzgada es
una institución de orden procesal fundada en el Principio de
Seguridad Jurídica, por la que la sentencia definitiva contra la que

97312 CASACIÓN
no procede ningún recurso susceptible de modificarla, adquiere la
calidad de inmutable o irrevocable, pudiendo ser propuesta por la
parte emplazada vía excepción conforme lo prevé el inciso 8 del
artículo 446 del Código Procesal Civil o como argumento de
defensa al momento de contestar la demanda como se ha suscitado
en el caso de autos. Esta figura jurídica exige para su configuración,
en armonía a lo dispuesto en los artículos 452 y 453 del citado
Código, la concurrencia de la triple identidad, esto es que las partes
que siguieron el proceso sean las mismas y que el objeto y la razón
que lo justifica (conocida también como causa petendi) sean
idénticos. SEXTO: Del planteamiento propuesto en el presente
recurso de casación a que ha hecho mención anteriormente y de lo
establecido por los Jueces de Instancia se puede señalar que la
discusión se centra básicamente en establecer si la causa o razón
que justificó la interposición de la pretensión incoada en el proceso
primigenio signado con el número 473-08 seguido por ambas
partes resulta ser el mismo al que se vislumbra en la presente
acción. SÉPTIMO: Para despejar tal aspecto es necesario hacer un
recuento de lo acontecido en el primer proceso que siguieron las
partes y que corre como acompañado. Así se tiene que: i) por
escrito de fecha veintidós de agosto de dos mil ocho corriente a
fojas treinta y seis, la recurrente Hilda Naty Cárdenas Medina
interpuso demanda de Prescripción Adquisitiva de Dominio contra
el ahora demandado Miguel Ángel Medina Mariño y otra, a efecto
de que se le declare propietaria del inmueble sub judice, alegando
entre otras razones que se encuentra en posesión del mismo
desde el año mil novecientos treinta y tres; ii) dicha pretensión
motivó a que el Juez del Segundo Juzgado Mixto del Módulo
Básico de Justicia de Paucarpata de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa expida sentencia por Resolución de fecha trece de
enero de dos mil doce, corriente a fojas seiscientos trece,
declarando infundada la referida pretensión; decisión que al ser
apelada trajo consigo la emisión de la sentencia de vista de fecha
uno de agosto de dos mil doce, corriente a fojas setecientos uno,
que confirmó el pronunciamiento en comento, tras estimar, entre
otros, que del proceso penal seguido contra Hilda Naty Cárdenas
Medina sobre usurpación que se tuvo a la vista, se aprecia que
éste culminó mediante auto de vista de fecha diecinueve de
setiembre de mil novecientos noventa y nueve; por lo que al
veintidós de agosto de dos mil ocho en que fue interpuesto el
proceso de prescripción adquisitiva, no había transcurrido los diez
años establecidos por el artículo 950 del Código Civil, fallo que
ameritó la interposición del recurso de casación por parte de la
actora, el mismo que fue desestimado por resultar improcedente,
conforme es de verse de la Resolución Suprema de fecha trece de
noviembre de dos mil doce, corriente a fojas setecientos cincuenta
y uno. OCTAVO: De los antecedentes expuestos, se evidencia que
la razón que surge de la pretensión ahora instaurada difiere de la
base fáctica que generó el debate en el anterior proceso en lo que
atañe al plazo que establece el artículo 950 del Código Civil para
acceder a la pretensión de prescripción adquisitiva de dominio,
pues si se tiene en cuenta la fecha de interposición de la nueva
acción propuesta, es indudable que ésta trae consigo el decurso de
un nuevo periodo de tiempo que no habría sido analizado por el
órgano jurisdiccional con anterioridad. NOVENO: Por consiguiente,
al advertirse que el presente proceso incumbe un aspecto que no
ha formado parte de la acción entablada anteriormente por la
impugnante, es de concluirse que no existe identidad de la causa
petendi que exige para su configuración la cosa juzgada, debiendo
precisarse que la decisión adoptada en la presente resolución
únicamente deja zanjado el asunto que concierne a lo que es
materia del debate casatorio, correspondiendo que los órganos de
mérito sobre la base de lo expuesto por las partes y las
instrumentales aportadas al proceso, determinen si concurren los
presupuestos de posesión contínua, pacífica y pública como
propietario durante el plazo que exige el artículo 950 del Código
Civil para el amparo de la nueva pretensión instaurada. DÉCIMO:
En tal sentido, no habiéndose detectado la concurrencia copulativa
de la triple identidad que se requiere para oponer la garantía de la
cosa juzgada contenida en el inciso 2 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, con el consecuente efecto de
inmutabilidad señalado por el artículo 123 del Código Procesal
Civil, es de anotarse que al expedirse las sentencias de mérito no
solo se han vulnerado tales preceptos legales, sino además el
debido proceso a que hace alusión el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, que comprende a su vez el derecho
a obtener una resolución fundada en el mérito de lo actuado y en el
derecho, conforme lo prevé el inciso 3 del artículo 122 del Código
Procesal Civil, debiendo éstas ser anuladas, careciendo de objeto
emitir pronunciamiento acerca de los demás agravios invocados a
través de la presente resolución. 4.- DECISIÓN: Por estas
consideraciones, declararon: FUNDADO el recurso de casación de
fojas trescientos veinticuatro interpuesto por Hilda Naty Cárdenas
Medina; CASARON la sentencia de vista de fecha diez de
diciembre de dos mil quince, corriente a fojas trescientos trece, e
INSUBSISTENTE la apelada de fecha dos de junio de dos mil
quince, obrante a fojas doscientos cincuenta y cinco; ORDENARON
que el Juez del Sexto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa emita nuevo pronunciamiento con arreglo a las
consideraciones expuestas de manera precedente; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Hilda Naty
Cárdenas Medina con Miguel Ángel Medina Mariño, sobre
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Prescripción Adquisitiva de Dominio y otro; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por
licencia del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señora
Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-44
CAS. Nº 772-2016 LA LIBERTAD
EJECUCIÓN DE GARANTÍA HIPOTECARIA. Lima, diecisiete de
enero de dos mil diecisiete. VISTOS; con los Cuadernos Principales,
Cuadernillo de Casación y la Razón emitida por el Secretario de
Sala1; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a conocimiento
de esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por la
ejecutada Constructora Beta Sociedad Anónima Cerrada.2 contra
el auto de vista contenido en la Resolución número ochenta y cuatro,
de fecha veintitrés de setiembre de dos mil quince, expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad3,
la cual confirmó la resolución apelada que declaró infundada la
contradicción formulada por la demandada por las causales de
pago o cancelación de la obligación puesta a cobro (Extinción de la
Obligación) e inexigibilidad de la obligación contenida en el Título y
ordena el remate público del bien; para cuyo efecto debe procederse
a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia dispuestos
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso cumple
con los requisitos de admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i)
Contra el auto de vista expedido por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad, que como órgano jurisdiccional
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante la instancia que
emitió la Resolución que se impugna; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la empresa recurrente fue notificada el
diez de diciembre de dos mil quince4 e interpuso recurso de casación
el quince de diciembre del mismo año5 y, iv) Cumple con adjuntar el
pago del arancel judicial por la presentación del presente recurso6.
TERCERO.- Respecto al requisito de procedencia regulado en el
inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, éste se encuentra
satisfecho puesto que la empresa recurrente formuló recurso de
apelación7 contra el auto final contenido en la Resolución número
setenta y ocho de fecha cuatro de marzo de dos mil quince, emitida
por el Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, que declara
infundada la contradicción y ordena procederse con el remate del
inmueble otorgado en garantía8. En cuanto al requisito señalado
en el inciso 4 de la referida norma, manifiesta que su pedido es
revocatorio. CUARTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso
de casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación del
derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema; en ese sentido, debe fundamentarse de manera
clara, precisa y concreta indicando en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial y demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de
conformidad con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil. QUINTO.- La demandada Constructora
Beta Sociedad Anónima Cerrada sustenta su recurso en la siguiente
denuncia:--i) Infracción normativa procesal del inciso 3 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú concordante
con el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil;
señala que las afirmaciones que utiliza como punto de partida para
rechazar los cuestionamientos formulados por su defensa carecen
de la correspondiente motivación, los razonamientos y conclusiones
además de ser evidentemente subjetivos no se encuentran conforme
a lo actuado en el proceso; contiene argumentaciones gratuitas de
carácter defensivo; que el Colegiado ha olvidado que la observación
se formula contra la pericia contable, medio probatorio ofrecido
para dar sustento a su contradicción; que no se da respuesta a
su cuestionamiento sobre la capitalización de intereses, sino que
además, termina confundiendo los resultados de la pericia contable
con la cláusula de la Escritura Pública conforme a la cual se elaboró
el Estado de Cuenta de la Liquidación del Saldo Deudor, que
representan dos montos distintos. SEXTO.- La causal denunciada
está referida al Debido Proceso en su vertiente a la motivación de
las resoluciones judiciales, la cual deberá ser rechazada porque los
argumentos no tienen correspondencia con la norma denunciada
como infringida, ya que se encuentran dirigidos a cuestionar la
valoración realizada por los Jueces Superiores respecto a los
medios probatorios actuados en el proceso, sin tener en cuenta que
en sede casatoria no se pueden alterar los hechos, ni revalorar las
pruebas, pues ello contravendría los fines esenciales del recurso
de casación, como es la correcta aplicación e interpretación del
derecho y la unificación de la jurisprudencia por la Corte Suprema.
SÉTIMO.- Por tanto, no habiéndose incurrido en vulneración de
derecho o garantía alguna, o que se haya aplicado incorrectamente
normas de derecho material o procesal, no se han satisfecho los
requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, para hacer operante este medio impugnatorio. Por
estos fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la ejecutada Constructora Beta
Sociedad Anónima Cerrada.9 contra el auto de vista contenido
en la Resolución número ochenta y cuatro, de fecha veintitrés de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
setiembre de dos mil quince, expedida por la Primera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad10, la cual confirmó la
resolución apelada que declaró infundada la contradicción formulada
por la demandada por las causales de pago o cancelación de la
obligación puesta a cobro (Extinción de la Obligación) e inexigibilidad
de la obligación contenida en el Título y ordena el remate público
del bien; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Consuelo Graciela Ríos Castillo y otro contra Constructora Beta
Sociedad Anónima Cerrada sobre Ejecución de Garantía Hipotecaría;
y los devolvieron. Ponente Juez Supremo Señor Romero Díaz. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
Folio 88 del Cuadernillo de Casación.
2
Folio 1654.
3
Folio 1622.
4
Cargo de notificación a folio 1640
5
Folio 1654
6
Folio 1653 del expediente principal; 57 y 70 del Cuadernillo de Casación.
7
Folio 1576
8
Folio 1522
9
Folio 1654.
10
Folio 1622.
C-1569468-45
CAS. Nº 732-2017 HUANCAVELICA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, veintiocho
de marzo de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por Benito Quintanilla Aroni a
fojas quinientos treinta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas quinientos nueve, de fecha veintinueve de noviembre de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huancavelica, que confirmó la sentencia apelada de
fojas trescientos noventa y dos, de fecha doce de mayo de dos mil
dieciséis, que declaró fundada en parte la demanda; en consecuencia
ordena que los demandados cumplan con pagar la suma de cuatro
mil cuatrocientos soles (S/4,400.00); medio impugnatorio cuyos
requisitos de admisibilidad y procedencia deben ser verificados
de conformidad con la modificatoria establecida en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución
expedida por la Sala Superior que, como órgano de segundo
grado pone fin al proceso; II) Ha sido interpuesto ante la Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica, que emitió la
resolución recurrida; III) Ha sido presentado dentro del plazo que
establece la norma, pues la resolución impugnada fue notificada
el once de enero de dos mil diecisiete, conforme se advierte del
cargo de notificación obrante a fojas quinientos veintisiete y el
recurso ha sido registrado el diecisiete de enero del mismo año; y,
IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente a dicho concepto a
fojas quinientos treinta y dos (vuelta). TERCERO.- Que, respecto al
requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se advierte
que el recurrente no consintió la resolución expedida en primera
instancia que le fue desfavorable, al haberla impugnado mediante
escrito de fojas cuatrocientos sesenta y uno, por lo que cumple
con lo dispuesto en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que,
para establecer el cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil, se debe señalar en qué consisten la
infracción normativa denunciada o el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. En el presente caso la impugnante denuncia:
Infracción normativa de los artículos 1969, 1971 inciso 1 y
1982 del Código Civil y Apartamiento del primer precedente
judicial, señala que la Sala Superior al pronunciarse por la
apelación de sentencia, validó erróneamente la interpretación del
artículo 1982 del Código Civil, que incorporó las copias fedateadas
de la denuncia penal al proceso civil, para dar crédito irrefutable
como medio probatorio idóneo, sin correr traslado a la parte
demandada. Asimismo, ha confirmado el extremo referido a que
existió responsabilidad extracontractual dolosa, cuando dicho
hecho no estaba debidamente probado en autos, lo que sí estaba
probado eran los motivos para denunciar, de modo que al no
haber existido dolo, la Sala debió aplicar el artículo 1971 inciso
1 del Código Civil, referido al ejercicio regular de un derecho. No
se ha tenido en cuenta el primer pleno casatorio civil referido a
la Indemnización por Daños y Perjuicios por responsabilidad
extracontractual. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación
expuesta se advierte que el recurrente no cumple con los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, toda vez que la infracción denunciada carece de sustento,
ya que del pronunciamiento de la Sala de mérito se aprecia que
la sentencia de vista ha concluido a partir de las declaraciones de
los testigos Felicita y su hijo Milton, que en ningún momento los
ahora demandantes intentaron despojar a los demandados con
violencia, ni amenazas, de modo que, cual los ahora demandados
interpusieron la denuncia penal con términos como “grupo criminal”,
“organización criminal”, “propósito criminal” entre otros y ratificarse
con ésta, actuaron con dolo, pese a tener conocimiento de dichas
declaraciones. Por lo demás, la argumentación del recurso se
97313
encuentra relacionada a pretender modificar el criterio asumido
por las instancias, a través de un nuevo análisis de los medios
probatorios. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia contenida en
el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es revocatorio; sin
embargo, ello no es suficiente para atender el recurso materia
de calificación, toda vez que los requisitos de procedencia de
este medio impugnatorio son concurrentes, conforme estipula el
artículo 392 del Código Adjetivo. Por las razones expuestas y en
aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Benito Quintanilla Aroni a fojas quinientos treinta
y nueve, contra la sentencia de vista de fojas quinientos nueve,
de fecha veintinueve de noviembre de dos mil dieciséis, emitida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huancavelica;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Crecintina Auris de Araoz y otro contra Mario Francisco Aroni
Aroni y otros, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los
devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-46
CAS. Nº 786-2016 LA LIBERTAD
TERCERÍA DE PROPIEDAD. Lima, veinticinco de enero de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Alicia Elizabeth Flores Rojas a fojas ciento ochenta
y dos contra la sentencia de vista de fojas ciento sesenta y cuatro,
de fecha cuatro de noviembre de dos mil catorce, emitida por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad;
que confirma la sentencia apelada de fojas ciento treinta y uno,
de fecha siete de julio de dos mil catorce, que declara infundada
la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que
el recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad,
de conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código
Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente la
sentencia de primera instancia que le fue adversa, satisface el
requisito de procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso
1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su
recurso denuncia: A) No se ha aplicado debidamente el inciso
1 del artículo 190 del Código Procesal Civil: El ad quem ha
establecido que al no haber probado la recurrente la distancia
entre el Centro Poblado de Chiclín, lugar donde ejerce funciones
el Juez de Paz y además, el lugar más próximo de residencia de
un notario, el cual es la localidad de Chocope, la legalización de
firmas no puede tener validez ni eficacia jurídica. Sin embargo, no
tiene en cuenta que tal hecho no necesita probarse, pues se trata
de un hecho notorio y de pública evidencia, en razón de cualquier
persona y sobre todo una autoridad que ejerce en la jurisdicción de
La Libertad sabe que la localidad de Chiclín, Distrito de Chicama,
está a más de diez kilómetros de Chocope; es por tal razón que
se ha instalado un Juez de Paz en dicha localidad. B) No se ha
aplicado debidamente el segundo parágrafo del artículo 2022
del Código Civil: En virtud de esta norma resulta claro que frente
a un derecho personal inscrito prevalece el derecho real, aunque
no esté inscrito. El Colegiado aplica normas de los Registros
Públicos para declarar infundada la demanda. Estas normas
nada tienen que ver con el caso concreto, como sí tiene que ver
la norma invocada, la cual resuelve el conflicto entre un derecho
real y uno personal. El derecho personal no puede oponerse a un
derecho real, así esté inscrito con anterioridad, pero esto no ha
sido aplicado debidamente por el Colegiado. CUARTO.- En cuanto
a la denuncia contenida en el apartado A): Mal hace la recurrente
en pretender que en esta sede se efectúe una nueva revisión
de la prueba establecida ante las instancias de mérito, ya que el
Ad Quem ha establecido claramente que la recurrente no probó
alguno de los supuestos fácticos que contiene el artículo 58 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, concluyendo que, por ello no
puede reconocerse como fecha de transferencia la de legalización
de firmas efectuada por el Juez de Paz de Chiclín (cuatro de
diciembre de dos mil diez). Debe tenerse presente que la revisión
de la prueba y de los hechos no es parte del oficio casatorio, por no
corresponder a los fines establecidos por el artículo 384 del Código
Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el
apartado B): Contrariamente a lo sostenido por la recurrente es
correcta la conclusión a la que ha arribado el Ad Quem, en cuanto
ha establecido que si la competencia subsidiaria del Juez de Paz
de Chiclín para legalizar firmas no ha sido probada en el proceso y
si –además- el título adquisitivo presentado por la recurrente ante
los Registros Públicos, el cual está inscrito, contiene una minuta
de compraventa carente de dicha legalización (agregamos, quiere
decir carente de fecha cierta), la conclusión no puede ser otra que
la fecha de su adquisición es la de dicha escritura (veinticuatro de
octubre de dos mil doce) y, por ende, fue posterior a la inscripción
del embargo. Por consiguiente, este segundo extremo denunciado
en el recurso tampoco puede prosperar, ya que no existe la
infracción alegada, por lo que no se ha cumplido, en rigor, con el
requisito del artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil. Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Alicia Elizabeth Flores Rojas a fojas ciento

97314 CASACIÓN
ochenta y dos contra la sentencia de vista de fojas ciento sesenta
y cuatro, de fecha cuatro de noviembre de dos mil catorce, emitida
por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Alicia Elizabeth Flores Rojas contra Oscar Ricardo
Sánchez Medina y otros, sobre Tercería de Propiedad; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-47
CAS. Nº 778-2017 ICA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, cuatro de mayo de
dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Máximo Montañez Marcos a fojas sesenta y cinco,
contra el auto de vista de fojas cincuenta y nueve, de fecha doce de
octubre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Mixta de Chincha de
la Corte Superior de Justicia de Ica, que confirma el auto apelado de
fojas treinta y uno, de fecha cinco de agosto de dos mil dieciséis, que
declara improcedente la demanda interpuesta sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; para cuyo efecto este Colegiado debe proceder
a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida en la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto a
los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, toda vez que se ha interpuesto
contra una resolución que pone fin al proceso, ante el órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, dentro del plazo
de diez días contado desde el día siguiente de notificada la citada
resolución y adjuntando la tasa judicial correspondiente. TERCERO.-
Que, como sustento de su recurso, el impugnante alega las causales
de: 1) Infracción normativa de carácter material del artículo 9
de la Ley número 26872 - Ley de Conciliación, señala que se ha
inaplicado la norma en mención la misma que establece que no se
someten a conciliación extrajudicial las controversias sobre hechos
que se refieren a la comisión de delitos o faltas, estando acreditado
que la demanda de Desalojo por ocupante precario del bien materia
de litis proviene de un proceso penal de Usurpación por lo tanto la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria no es conciliable;
y, 2) infracción normativa de carácter procesal del artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, señala que la
fundamentación jurídica no es correcta, pues si se acepta la tesis
propuesta por el Colegiado respecto que la demanda de Desalojo
por Ocupación Precaria es conciliable, no estaríamos hablando de la
excepción a que hace referencia el artículo 9 de la Ley número 26872
- Ley de Conciliación. CUARTO.- Que, evaluados los requisitos de
procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
respecto a las causales denunciadas, se advierte que el recurrente
apeló la resolución de primera instancia que le fue desfavorable.
Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta en
las causales de infracción normativa de carácter procesal y
material y a su vez de los argumentos del mismo se aprecia que
su pedido casatorio es anulatorio como principal y revocatorio como
subordinado; cumpliendo con ello los presupuestos de los incisos
1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que, analizada
la fundamentación de la causal denunciada se advierte que no
puede estimarse, debido a que el recurso de casación no satisface
el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haberse demostrado la incidencia directa de
las infracciones denunciadas respecto a la decisión impugnada,
advirtiéndose que los mismos están destinados a cuestionar la
motivación de la resolución de vista la misma que claramente ha
establecido que no se advierte que el caso planteado encuadre
en alguno de los supuestos o materias a las que no es exigible la
conciliación extrajudicial, todo ello, de acuerdo al Decreto Supremo
número 004-2015-JUS referido a la obligatoriedad del intento
conciliatorio previo a un proceso judicial, previsto en el artículo
6 de la Ley número 26872 - Ley de Conciliación, y al no haberse
presentado la copia certificada del Acta de Conciliación deviene en
causal de improcedencia; en consecuencia, el recurso de casación
propuesto deviene en improcedente. Por estas consideraciones y de
conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Máximo
Montañez Marcos a fojas sesenta y cinco, contra el auto de vista
de fojas cincuenta y nueve, de fecha doce de octubre de dos mil
dieciséis, emitida por la Sala Mixta de Chincha de la Corte Superior
de Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Máximo Montañez Marcos contra Héctor Félix
Junior Donayre Salazar, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y
los devolvieron. Ponente Señora Céspedes Cabala, Jueza Suprema.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA C-1569468-48
CAS. Nº 779-2016 SULLANA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA: Ocupante
precario.- Tiene la condición de ocupante precario cuando falte un
título (acto o hecho), o este haya fenecido, en el cual deberá
fundarse o justificarse la condición de precario con el bien. En
autos al haberse omitido valorar las pruebas que acreditarían el
título del demandado la sentencia de vista adolece de causal de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
nulidad. Lima, veintitrés de noviembre de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPUBLICA; vista la causa número setecientos
setenta y nueve – dos mil dieciséis, y producida la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: I. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Pedro
Purihuamán Minguillo (fojas 352) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número veintitrés de fecha dos de
octubre de dos mil quince (fojas 321) expedida por la Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Sullana, la cual recovó la sentencia
apelada contenida en la Resolución número dieciocho de fecha
veintisiete de octubre de dos mil catorce (fojas 274) que declara
infundada la demanda. II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta
Sala Suprema, por resolución de fecha veintiocho de abril de dos
mil dieciséis (fojas 32 del cuaderno de casación), ha declarado la
procedencia ordinaria del recurso de casación interpuesto por la
causal de: 1) Infracción normativa procesal del artículo 197 del
Código Procesal Civil, señalando que: i) En autos ha sido
admitido como medio probatorio el documento privado obrante a
fojas doscientos treinta y cuatro, de fecha veinticinco de marzo de
dos mil tres, con el cual acredita que su ingreso al inmueble materia
de litis fue en calidad de arrendatario y acreedor de Héctor Miguel
Valdiviezo Romero, al haberle otorgado en calidad de préstamo la
cantidad de nueve mil soles (S/.9,000.00) dejándole en garantía el
inmueble sujeto materia, con una merced conductiva de cien soles
(S/.100.00) mensuales, con lo que justifica el uso y disfrute del bien
y demuestra que no es ocupante precario; y, ii) El referido
documento no ha sido objeto de cuestionamiento por la actora, sin
embargo la Sala Superior sostiene que el mismo no sirve para
acreditar la posesión con justo título, sin la debida motivación, es
decir sin expresar cuáles son los motivos para ellos; 2) Infracción
normativa material consistente en la interpretación errónea del
artículo 911 del Código Civil, afirmándose que la Sala Superior
no ha merituado que con el mencionado documento privado
acredita que no tiene la condición de ocupante precario, sino que
tiene la calidad de arrendatario del inmueble materia de litis y
acreedor a la vez del difunto cónyuge de la demandante, y por
tanto, el mismo documento privado obrante a fojas doscientos
treinta y cuatro constituye título que justifica su derecho a la
posesión del bien sub judice; y 3) Apartamiento Inmotivado e
indebido del Precedente Vinculante emitido por la Corte
Suprema de Justicia de la República en la sentencia recaída en
la Casación número 2195-2011-Ucayali, señalándose que en ese
precedente vinculante se han determinado los requisitos necesarios
para que se declare fundada una demanda de Desalojo por
Ocupación Precaria y que en autos han demostrado con el aludido
documento privado que ostenta un título que justifica el uso y
disfrute del bien objeto del proceso. III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- DE LA DEMANDA: Conforme fluye de los presentes
actuados Uberlinda Rejas viuda de Valdiviezo (fojas 20)
subsanando (foja 34) interpuso demanda de Desalojo por Ocupante
Precario contra Pedro Purihuaman Minguillo con la finalidad que
desocupe el inmueble ubicado en la Manzana D, Lote 43, I Etapa
- Urbanización Enrique López Albújar – Sullana, inscrito en la
Partida número P15130833. Entre los principales argumentos de
su demanda sostiene que conjuntamente con su difunto esposo
Héctor Valdiviezo Romero adquirieron el inmueble materia de la
pretensión, de la Empresa Nacional de Edificaciones – ENACE,
mediante sorteo; confiados de la buena fe concedieron al
demandado el inmueble para que lo ocupe y cuide; sin embargo, y
a pesar de que no cancela ningún tipo de merced conductiva, se
muestra reacio a la desocupación de dicho bien, pese a las
continuas gestiones personales, habiendo cumplido con cursarle
carta notarial para que desocupe el inmueble. SEGUNDO.-
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA: Admitida a trámite la
demanda mediante la Resolución número dos, de fecha veintitrés
de julio de dos mil doce (fojas 36), habiéndose corrido traslado a
las partes dentro del plazo de ley: el demandado Pedro
Purihuamán Minguillo contesta la demanda (fojas 56) señalando
que le concedió al difunto esposo de la demandante un préstamo
de nueve mil soles (S/ 9,000.00) dejándole en garantía dicho
inmueble, conforme a la documentación que suscribió con fecha
veinticinco de marzo de dos mil tres. Interpuso demanda de
Obligación de Dar Suma de Dinero contra el esposo de la
accionante, ante el Segundo Juzgado de Paz Letrado de Sullana,
signado con el número 805-2004, el mismo que se encuentra en
ejecución de sentencia, habiéndose sacado a remate el inmueble
en primera convocatoria; y no habiéndose presentado postor
alguno ha solicitado la adjudicación. TERCERO.- SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: Tramitada la litis conforme a su naturaleza,
el Juez del Primer Juzgado Especializado en lo Civil de de la
Corte Superior de Justicia de Sullana expide sentencia contenida
en la Resolución número dieciocho de fecha veintisiete de octubre
de dos mil catorce (fojas 274), declarando infundada la demanda,
al considerar que el demandado ingresó al inmueble en calidad de
arrendatario y además acreedor del propietario del inmueble
Héctor Miguel Valdiviezo Romero, al haberle otorgado en calidad
de préstamos la suma de nueve mil soles (S/.9,000.00); crédito que
ha sido materia de proceso judicial, en el cual se ha dispuesto el
pago de la suma puesta a cobro y al no haber cumplido con el
mismo, se está rematando el inmueble materia de desalojo. Así las
cosas, se ha acreditado la relación contractual entre Héctor Miguel
Valdiviezo Romero y el demandado, situación que permite concluir
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que no tiene la condición de precario. CUARTO.- SENTENCIA DE
SEGUNDA INSTANCIA: Apelada la sentencia de primera instancia,
la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Sullana expide
la sentencia de vista contenida en la Resolución número veintitrés
de fecha dos de octubre de dos mil quince, revocando la sentencia
impugnada, y declarando fundada la demanda, sosteniendo que, el
documento manuscrito firmado el veinticinco de marzo de dos mil
tres, por Héctor Valdiviezo Romero esposo de la demandante, no
sirve para acreditar la posesión con justo título o con las categorías
en el artículo 586 del Código Procesal Civil cuando dice: “(…)
pueden ser demandados: el arrendatario, el sub-arrendatiro, el
precario o cualquier otra persona a quien le es exigible la
restitución”; en ese sentido, se establece que el demandante tiene
la condición de precario, por lo que en aplicación del artículo 911
del Código Civil procede la demanda contra este. QUINTO.- LA
CAUSAL POR INFRACCION NORMATIVA PROCESAL:
Existiendo denuncias por infracción normativa material y procesal,
corresponde verificar primero si se ha configurado o no esta última
causal, pues en caso de ser estimada, se dispondría el reenvío de
la causa al estadio procesal correspondiente, impidiendo que sea
factible el análisis de las normas materiales en las que se sustenta
la resolución recurrida. SEXTO.- En cuanto se refiere al recurso de
casación por la causal de infracción normativa procesal, es
necesario señalar, en principio, que el impugnante denuncia la
infracción del artículo 197 del Código Procesal Civil, relacionado a
la valoración de prueba. SÉTIMO.- Precisamente, regulando éste
derecho el legislador ha optado por imponer al Juez, en los
términos que señala los artículos 188 y 197 del Código Procesal
Civil, la obligación en atención a la finalidad de la prueba, valorar
en forma conjunta y razonada todos los medios de prueba, dado
que, las pruebas en el proceso, sea cual fuera su naturaleza, están
mezcladas formando una secuencia integral; por lo que, es
responsabilidad del juzgador reconstruir, en base a los medios
probatorios, los hechos que den origen al conflicto, por lo tanto,
ninguna prueba deberá ser tomada en forma aislada, tampoco en
forma exclusiva, sino en su conjunto, toda vez, que sólo teniendo
una visión integral de los medios probatorios se puede sacar
conclusiones en busca de la verdad que es el fin del proceso.
OCTAVO.- De los fundamentos expuesto por el demandado en su
recurso de casación refiere que en autos se ha admitido un medio
probatorio con el cual acredita que su ingreso al inmueble materia
de litis fue en calidad de arrendatario y acreedor de Héctor Miguel
Valdiviezo Romero al haber otorgado en calidad de préstamo
nueve mil soles (S/.9,000.00), dejándose en garantía el inmueble
sujeto a materia, con una merced conductiva de cien soles
(S/.100.00) mensuales, con lo que justifica el uso del bien;
documento que no ha sido objeto de cuestionamiento por la actora.
NOVENO.- Al respecto debe indicarse que conforme el Cuarto
Pleno Casatorio recaído en la Casación número 2195-2011-Ucayali
en el considerando 61 en relación al ocupante precario que: “(…)
se presentará esta figura en cualquier situación en la que falte un
título (acto o hecho), o este haya fenecido, en la cual deberá
fundarse o justificarse la condición de precario con el bien, situación
que se imputa al demandado y que habilita al reclamante –sea a
título de propietario, poseedor mediato, administrador, comodante,
etcétera – pedir y obtener el disfrute del derecho a poseer. Por ello,
una persona tendrá la condición de precaria cuando ocupe un
inmueble ajeno, sin pago de renta y sin título para ello, o cuando
dicho título, según las pruebas presentadas en el desalojo, no
genere ningún efecto de protección para quien ostente la posesión
inmediata, frente al reclamante”. DÉCIMO.- Siendo así, el Ad
quem, al emitir la decisión impuganda, no ha valorado
adecuadamente las instrumentales que obran en autos y que
acreditarían el título del demandada, en virtud al cual justificaría su
posesión, como es el documento de fojas doscientos treinta y
cuatro de fecha veinticinco de marzo de dos mil tres suscrito por el
esposo fallecido de la demandante, Héctor Valdiviezo Romero, y en
virtud del cual ingresó al inmueble sub litis, por haberle otorgado un
préstamo de nueve mil soles (S/.9,000.00), pagando una merced
conductiva de cien soles (S/.100.00) mensuales; además, del
actuado en el proceso judicial signado con el número 805-2004,
seguido ante el Segundo Juzgado de Paz Letrado de Sullana que
se encuentra en ejecución de sentencia y ha dispuesto el remate
del bien sub litis, instrumentales que deben ser valoradas en forma
conjunta por la entidad demandada, los cuales demostrarían que
tiene la condición de ocupante precario, motivo por el cual debe
anularse la sentencia impugnada. DÉCIMO PRIMERO.- En este
orden de ideas, este Supremo Tribunal considera que al expedirse
la resolución de vista impugnada, ha vulnerado no solo el derecho
a la valoración conjunta de la prueba, sino también el derecho al
debido proceso y la motivación de las resoluciones judiciales, por lo
que debe declararse la nulidad de la resolución de vista impugnada,
careciendo de objeto emitir pronunciamiento respecto a las
causales materiales declaradas procedentes. IV.- DECISIÓN: Que,
estando a las consideraciones que anteceden y a lo dispuesto en el
artículo 396 del Código Procesal: 4.1. Declararon FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por Pedro Purihuamán Minguillo
(fojas 352); CASARON la sentencia de vista contenida en la
Resolución número veintitrés de fecha dos de octubre de dos mil
quince (fojas 321) expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Sullana; en consecuencia, NULA la misma;
ORDENARON que la Sala Superior. expida nueva resolución con
arreglo a ley. 4.2. DISPUSIERON la publicación de la presente
97315
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”; bajo responsabilidad,
en los seguidos por Uberlinda Rejas viuda de Valdiviezo contra
Pedro Purihuamán Minguillo sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Ponente señor Romero Díaz, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA C-1569468-49
CAS. Nº 77-2017 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, tres
de marzo de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO: El recurso de casación interpuesto por Federico Carlos
Cia a fojas setecientos noventa y ocho, reúne los requisitos de
forma para su admisibilidad, conforme a lo previsto en el Artículo
387 del Código Procesal Civil. SEGUNDO: Que los numerales 2)
y 3) del Artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por la
Ley número 29364, establecen que constituyen requisitos de fondo
del recurso, que se describa con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, así como el
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. TERCERO: El recurrente, invocando los Artículos
384, 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil, denuncia como
agravios: a) La vulneración al principio de la motivación de
las resoluciones judiciales regulado en los Artículos VII del
Título Preliminar y 50 inciso 6) del Código Procesal Civil, y
139 inciso 5) de la Constitución Política del Perú, señalando
que la Sala Superior no se ha pronunciado sobre ninguno de los
agravios ni fundamentos invocados por las partes en sus recursos
de apelación, sino que invoca un nuevo argumento que jamás
fue materia de discusión en el proceso, como es que los actos
realizados por el demandado Instituto Nacional de Cultura - INC
se encontraban conforme al marco de su competencia y funciones
al amparo del ordenamiento jurídico nacional, acota que aun en
el supuesto negado que fuera real que la conducta del Instituto
Nacional de Cultura - INC se encontraba dentro de lo permitido por
el ordenamiento jurídico y no se causó ningún daño al recurrente,
era oportuno que se expusieran las razones por las cuales no se
cumplían con los demás elementos de la responsabilidad civil; b)
La infracción normativa del Artículo 197 del Código Procesal
Civil, argumentando que la Sala de vista no valoró ninguno de
los medios probatorios que aportó a lo largo del proceso, sino
que únicamente resolvió en base al Informe número 423-2008-
JRT/OR/DDPH/INC ofrecido como medio probatorio por la parte
demandada, el mismo que carece de carácter probatorio por tener
diversos defectos y por carecer de objetividad, además no se han
dado a conocer los motivos por los cuales la pericia ofrecida por
Federico Carlos Cia no causó convicción alguna; agrega que la
recurrida yerra al concluir que la pintura de propiedad de Federico
Carlos Cia, por pertenecer a la época virreinal, necesariamente
formaría parte del patrimonio cultural del Perú; y c) La infracción
normativa del Artículo II del Título Preliminar de la Ley número
28296 así como de la Ley número 29565, indicando que al
sostener la Sala de mérito que no existía duda respecto a que el
lienzo “Virgen de Cocharcas” pertenecía al patrimonio cultural de
la Nación, está cambiando la presunción iuris tantum que contiene
la norma por iuris et de iure, y que para acreditar su derecho de
propiedad sobre la pintura “Virgen de Cocharcas” contaba con la
declaración jurada de la vendedora Gea Monga de Carteri; arguye
que la sentencia de vista no ha advertido que jamás cuestionó
cuáles son las facultades o responsabilidades del Instituto Nacional
de Cultura - INC con respecto al patrimonio cultural nacional, lo
que sí ha cuestionado es que tal institución ha actuado en forma
arbitraria, ya que no cuenta con pruebas certeras que demuestren
que la pintura en comento era la misma que fue sustraída del
Museo de Ayacucho. CUARTO: En relación al literal a), al haberse
determinado en la recurrida que el asunto sub litis versa acerca
de la acción de repatriación ejercida por el Instituto Nacional de
Cultura - INC del lienzo “Virgen de Cocharcas” que se encontraba
en el Museum of Fine Arts de Boston, Massachussets – Estados
Unidos de América, lo que a decir del actor significa un atentado
contra su imagen y prestigio como Marchand de Artes, es indudable
que el análisis de la conducta adoptada por la referida entidad,
pasa en primer orden porque se establezca si aquella se ciñó o
no a las leyes que regulan la defensa, protección y conservación
del patrimonio cultural de la Nación, no evidenciándose por ende
la alegada infracción al principio de congruencia procesal, tanto
más, si al ser el sustento de la supuesta violación a tal principio
legal, la aplicación de las leyes a las que se hacen alusión, resulta
indispensable que el impugnante precise jurídicamente cuál es
la defensa que no habría podido ejercer, habida cuenta el fin
nomofiláctico que persigue este recurso extraordinario, debiendo
subrayarse que el recurrente tampoco ha indicado cuál es la
trascendencia de que se examinen los otros presupuestos que
se exigen para la configuración de la responsabilidad que ha sido
puesta en debate. QUINTO: En lo que atañe a los literales b) y
c), la argumentación impugnatoria esgrimida sin tomar en cuenta
las premisas que ha establecido la Sala de vista, como son, que
en este caso no corresponde determinar la titularidad del bien
mueble que motiva la controversia así como que el recurrente no
ha cuestionado que el lienzo “Virgen de Cocharcas” forma parte
del Patrimonio Cultural de la Nación, dado que solo ha indicado
que el lienzo que reclama como suyo no es el sustraído del Museo
Andrés Avelino Cáceres de la ciudad de Ayacucho, trae consigo
la desestimación de estos cargos denunciados por incumplimiento

97316 CASACIÓN
del requisito de procedencia previsto en el inciso 3) del Artículo 388
del Código Procesal Civil. Por las razones expuestas, al no haberse
satisfecho las exigencias de fondo a que se contrae el Artículo 388
del Código Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por
el Artículo 392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Federico Carlos Cia a fojas
setecientos noventa y ocho contra la Resolución de Vista número
siete de fecha veintiséis de agosto de dos doce obrante a fojas
setecientos ochenta y dos expedida por la Quinta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo
responsabilidad; en los seguidos por Federico Carlos Cia contra
el Instituto Nacional de Cultura - INC sobre Indemnización por
Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-50
CAS. Nº 171-2017 LA LIBERTAD
ALIMENTOS. Lima, seis de marzo de dos mil diecisiete. VISTOS; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el recurso de casación interpuesto por Ricardo Edinson
Morales Capristán a fojas cuatrocientos treinta y cinco, contra
la sentencia de vista de fojas cuatrocientos dieciocho, de fecha
dieciséis agosto de dos mil dieciséis, emitida por la Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que confirmó
la sentencia apelada de fojas doscientos veinte, de fecha dos de
diciembre de dos mil trece, que declaró fundada la demanda, en
consecuencia ordena que el demandado acuda a los adolescentes
alimentistas con la pensión alimenticia mensual y adelantada
a razón de quinientos soles (S/500.00) para cada adolescente.
SEGUNDO.- En tal sentido, examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido el recurrente la sentencia
de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface el requisito
del inciso 1 del artículo 388 del precitado Código Procesal Civil.
TERCERO.- El recurso de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisión y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los
agravios que invoca a las causales que para dicha finalidad se
encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal.-
-CUARTO.- En tal sentido, del texto del recurso se aprecia que
éste se sustenta en la causal de contravención de las normas
que garantizan el debido proceso concretado en la vulneración
del derecho a ser juzgado en un plazo razonable garantizado
por el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú,
alegándose que: i) Entre el tiempo de la interposición de la
demanda y la sentencia de primera instancia contenida en la
Resolución número 25, de fecha dos de diciembre de dos mil trece,
notificada el doce de diciembre de dos mil trece, han traído como
consecuencia la vulneración del derecho de defensa, puesto que
los argumentos esgrimidos en aquella oportunidad y la realidad
actual en que se ha emitido sentencia ya no tiene asidero fáctico,
como resultado del cambio drástico de las condiciones objetivas de
sus posibilidades que han variado enormemente en el transcurso
de diez años de espera para solucionar el conflicto de intereses; ii)
El proceso de alimentos discurrió en el proceso único, el cual no
tenía complejidad alguna, pues se trataba de establecer el monto
mensual que debería pasar el recurrente como pensión alimenticia
para los menores alimentistas, ya que inicialmente la pretensión
radicaba en que no existía la prueba indubitable de parentesco,
para cuyo efecto era necesario establecer las necesidades de los
menores y las posibilidades del alimentista, conforme a lo dispuesto
por el artículo 481 del Código Civil, máxime si se había fijado
como único punto controvertido determinar las necesidades de los
menores alimentistas, así como las posibilidades económicas del
demandado, quedando este proceso desde el quince de noviembre
de dos mil cuatro para emitir sentencia, notificándose con fecha
doce de diciembre de dos mil trece con la sentencia contenida
en la Resolución número 25 que declara fundada la demanda,
debiéndose imputar la demora al órgano jurisdiccional, dado que
tuvo la posibilidad de emitir sentencia en un tiempo oportuno, no
explicándose las razones por las que se dejó de dar impulso al
proceso por más de once años, de conformidad con los artículos I,
II y III del Título Preliminar del Código Procesal Civil; iii) Han sido
dos veces que el expediente ha sido remitido al Archivo Central
de la Corte Superior, y sobre todo sin notificar adecuadamente de
todo lo actuado, y por otro lado, la demandante denotó un total
desinterés en el proceso, dado que venía recibiendo directamente
del recurrente lo necesario para la subsistencia de los menores
alimentistas, afectando la demora del proceso su derecho de
defensa. QUINTO.- Al respecto, analizado el medio impugnatorio,
se desprende que las denuncias formuladas son inconsistentes
y no satisfacen las exigencias que prevé el artículo 388 incisos
2) y 3) del Código Procesal Civil, pues el tema en debate,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
conforme a reiterada jurisprudencia, se centra en establecer
las posibilidades del obligado, así como las necesidades de los
alimentistas, conforme a lo prescrito por el artículo 481 del Código
Civil, lo que se ha evaluado y determinado por el Ad quem al
resolver la controversia planteada con sujeción al mérito de lo
actuado, conforme a lo estipulado por el artículo 122 inciso 3 del
Código Procesal Civil. SEXTO.- En efecto, según lo consignado
en el considerando quinto se ha establecido una pensión justa y
equitativa a favor de los alimentistas, hijos del demandado, quienes
a la fecha de la interposición de la demanda contaban con cinco
y tres años de edad, a efectos de garantizar su óptimo desarrollo
psicobiológico, de lo que se desprende que ha sido emitida
conforme al Principio de Motivación consagrado en el artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, concordante con
los artículos 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, 50 inciso 6 y 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal
Civil, desestimándose por lo tanto las alegaciones contenidas en
el presente medio impugnatorio, por cuanto mal puede señalar
el recurrente la vulneración de su derecho de defensa, pues,
los argumentos expuestos en la contestación de la demanda,
así como los medios probatorios ofrecidos por el recurrente han
sido analizados, cumpliéndose a cabalidad con dicha facultad, al
expresar las valoraciones esenciales y determinantes que justifican
la decisión, conforme a lo dispuesto por el artículo 197 del Código
Procesal Civil, dándose prioridad a los alimentistas. SÉTIMO.-
Asimismo si bien por el Principio de Dirección e Impulso de Oficio,
le corresponde al Juez de la causa, sin embargo, ese principio no
descarta la actividad procesal de las partes, dado que en ningún
momento dejan de ser las principales interesadas en lo que se
resuelva, constituyéndose de esta manera en las promotoras del
proceso, cuya iniciativa deviene en indispensable, no sólo para
la parte demandante sino para la parte demandada, a efectos
de solicitar lo que convenga a sus intereses, siendo que en un
proceso de alimentos la falta de plazo razonable perjudicó sobre
todo a los menores alimentistas y no al deudor incumplido. Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Ricardo Edinson Morales Capristán a
fojas cuatrocientos treinta y cinco, contra la sentencia de vista
de fojas cuatrocientos dieciocho, de fecha dieciséis agosto de
dos mil dieciséis, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Olga Gladys Lezcano Timote
contra Ricardo Edinson Morales Capristán, sobre Alimentos; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-51
CAS. Nº 641-2017 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, seis de abril de dos mil
diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Enrique Alfredo Gonzales Gálvez a fojas trescientos
veintitrés, contra la sentencia de vista de fojas trescientos catorce,
de fecha siete de octubre de dos mil dieciséis, emitida por la
Sala Transitoria Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte, que confirmó la sentencia apelada de fojas doscientos
veintisiete, de fecha catorce de setiembre de dos mil quince, que
declaró fundada la demanda en todos sus extremos; por lo que
deben examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia
de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene
que el presente recurso cumple con dichos requisitos, esto es:
I) Se recurre una sentencia expedida por la Sala Superior que
como órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha
presentado ante la Sala Transitoria Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima Norte, que emitió la resolución impugnada; III) Ha
sido interpuesto dentro del plazo de diez días de notificado con
la resolución impugnada, pues el recurrente fue notificado el once
de noviembre de dos mil dieciséis, según cédula de notificación
de fojas trescientos cuarenta y tres, y presentó el recurso de
casación el dieciséis de noviembre del mismo año; y, IV) Adjunta
el arancel judicial correspondiente por recurso de casación, según
consta a fojas trescientos diecinueve. TERCERO.- Que, respecto
al requisito de procedencia previsto en el inciso 1 del artículo
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley acotada, se
advierte que el recurrente no consintió la resolución expedida en
primera instancia que le fue desfavorable, al haberla impugnado
mediante escrito de fojas doscientos cuarenta, por lo que cumple
con lo dispuesto en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que,
para establecer el cumplimiento de los requisitos contenidos en
los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es
necesario que el recurrente señale en qué consiste la infracción
normativa o el apartamiento inmotivado del precedente judicial.
En el presente medio impugnatorio se denuncia: a. Infracción
normativa de los artículos 364 y 366 del Código Procesal Civil,
señala que no se han tomado en cuenta sus argumentos expuestos
en la apelación, lo que ha ocasionado que el demandante sea
considerado legitimado para presentar la demanda. Mediante
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
engaños y documentos falsos sustenta su pretensión de anular
el contrato de fecha trece de noviembre de dos mil doce. b.
Infracción normativa material: los jueces de las instancias han
dejado de aplicar una norma de derecho material, que es necesaria
para la solución del caso de autos. QUINTO.- Que, del examen de
la argumentación expuesta se advierte que el recurrente no cumple
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, esto es, describir con claridad y precisión
la infracción normativa así como demostrar la incidencia directa
sobre la decisión impugnada, toda vez que en el recurso no ha
indicado cuál sería la norma material que se ha dejado de aplicar
al caso de autos, ni realiza mayor fundamentación al respecto; y en
cuanto a la infracción procesal -apartado a)-, lo alegado respecto
a la legitimidad del demandante para incoar la demanda, dichos
argumentos ya fueron analizados por las instancias, determinando
que el demandante sí tiene legitimidad para obrar. Aunado a ello,
la Asociación Pro-Vivienda Santa Luzmila dispuso de un bien que
ya no le pertenecía, pues éste ya había sido adjudicado a favor de
Zoila Gálvez Landeo, quien realizó la disposición del bien a favor
de Zoila Gonzales Gálvez; y el hecho que ella haya renunciado
a la Asociación no significa que haya renunciado a los derechos
adquiridos sobre el bien; y en cuanto al apartado b), el recurrente
no ha cumplido con señalar qué artículo se ha dejado de aplicar
y cuál sería su incidencia. De modo que, carece de base cierta
lo alegado en el presente recurso, debiendo desestimarse ambas
infracciones. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia contenida en
el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, el recurrente
cumple con indicar que su pedido casatorio es revocatorio como
principal; sin embargo, ello no es suficiente para atender el recurso
materia de calificación, toda vez que los requisitos de procedencia
de este medio impugnatorio son concurrentes, conforme estipula
el artículo 392 del Código adjetivo. Por las razones expuestas y
en aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Enrique Alfredo Gonzales Gálvez a fojas trescientos
veintitrés, contra la sentencia de vista de fojas trescientos catorce,
de fecha siete de octubre de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Transitoria Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por José
Alejandro Morales Elera contra la Asociación Pro-Vivienda Santa
Luzmila y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-52
CAS. Nº 1-2017 SAN MARTÍN
INTERDICTO DE RECOBRAR. Lima, veinticuatro de febrero de
dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es
materia de calificación el recurso de casación interpuesto por la
demandante Julia Yuyarima Mozombite (folios 248), contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número veintisiete
de fecha veinticinco de agosto de dos mil dieciséis (folios 242),
expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte
Superior de Justicia de San Martín, la cual confirmó la sentencia
apelada contenida en la Resolución número veintitrés de fecha
veinticuatro de mayo de dos mil dieciséis (folios 186), que declara
infundada la demanda; por lo que corresponde examinar si el
referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento
de los requisitos mencionados precedentemente, es necesario
tener presente que el recurso extraordinario de casación es
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
Precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en i) La
infracción normativa, o ii) En el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Presentar una fundamentación puntualizada,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Esta exigencia, es para lograr los fines del recurso,
estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así,
es responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de la causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por la casante en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Se verifica que el recurso
cumple con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia
de San Martín, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que
emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la parte recurrente fue notificada el día
trece de setiembre de dos mil dieciséis (folios 246) e interpuso el
recurso de casación el veinte de setiembre del mismo año (folios
248); iv) No adjunta el pago del arancel judicial por la presentación
del recurso al haber obtenido el beneficio de auxilio judicial,
97317
mediante la Resolución número dos de fecha treinta y uno de enero
de dos mil catorce (folio 10 del cuaderno de Auxilio Judicial).
CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia contenidos en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica que la parte
recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso 1, toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa la impugnó mediante recurso de apelación (folios 225). En
cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que su pedido
es anulatorio. QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso
de casación bajo la siguiente causal: Infracción normativa del
artículo 603 del Código Procesal Civil; argumentando que no se
han tenido en cuenta: 1) Las tomas fotográficas que como medio
probatorio atípico acredita el proceso de destrucción del inmueble
construido de materiales aligerados en el lote ocupado por el
recurrente; 2) El certificado médico legal por las lesiones y
hematomas causados a la recurrente cuando pretendió recuperar
su lote; 3) El acta de empadronamiento en el Asentamiento
Humano, realizado por la Municipalidad Provincial de Alto
Amazonas, cuya prueba ha sido obtenida recientemente; 4)
Constancia de pago del impuesto predial; 5) Inscripción de
Asociados del Asentamiento Humano “María Andrea”, cuyo
Consejo Directivo lo preside. La Sala Mixta Descentralizada se
basa en la dirección que aparece en su Documento Nacional de
Identidad, sin embargo, el inmueble donde tiene su casa de
material noble está en proceso de erosión, como consecuencia de
eso su casa quedó desnivelada y está por irse la mitad al río
Huallaga, por eso pidieron ayuda al Alcalde de Alto Amazonas
quien le entregó el lote ocupado por el ahora denominado
Asentamiento Humano “María Andrea”, siendo ella la iniciadora y
fundadora de dicho Asentamiento, por lo que sería ilógico que no
tenga su lote. La adjudicación efectuada a los demandados carece
de eficacia puesto que el Asentamiento Humano ella lo preside y
con fecha diez de marzo de dos mil trece, no otorgó constancia de
adjudicación a nadie. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código
Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas
por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo
388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como
requisitos de procedencia del recurso de casación, la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre
la incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- Respecto a la infracción denunciada por la parte
recurrente cabe mencionar que la misma merece ser rechazada,
por cuanto, los cuestionamientos de la recurrente no están
orientados al ámbito mencionado (infracción del artículo 603 del
Código Civil), sino más bien a un tema de valoración probatoria, la
misma que no incide en la decisión tomada por la Sala Mixta
Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia de
San Martín, que resolvió confirmar la sentencia de primera instancia
la cual declaró infundada la demanda, al concluir que la demandante
no se encontraba en posesión del bien y en vista que fue
abandonado, la Asamblea del Asentamiento Humano decidió
concederlo a los demandados que lo requerían en forma inmediata
para residir en él y además ha quedado establecido que los
demandados no la despojaron del bien, sino que accedieron a
aquel en virtud al acuerdo arribado por la Asamblea del
Asentamiento Humano procediendo a ejecutar dicho acuerdo.
Asimismo, debe señalarse que los aspectos alegados no pueden
ser motivo de casación, pues a través de este medio de
impugnación no se constituye una tercera instancia, para trasladar
al órgano jurisdiccional el poder para de nuevo enjuiciar los hechos
y las pruebas. Por estas consideraciones y de conformidad con el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la demandante Julia
Yuyarima Mozombite (folios 248), contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número veintisiete de fecha veinticinco
de agosto de dos mil dieciséis (folios 242), expedida por la Sala
Mixta Descentralizada de Tarapoto de la Corte Superior de Justicia
de San Martín; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Julia Yuyarima Mozombite contra David Pinedo
Gonzales y otra, sobre Interdicto de Recobrar; y los devolvieron.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-53
CAS. Nº 177-2016 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, diecisiete
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS: Con los cuadernos
acompañados y con la razón emitida por el secretario de esta Sala
Suprema; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento
de esta Sala Suprema, el recurso de casación interpuesto por el
demandado Carlos Guillermo Basadre Lacunza, a fojas dos mil
quinientos sesenta y tres, contra la sentencia de vista de fecha
once de mayo de dos quince, de fojas dos mil cuatrocientos
noventa y cinco, emitida por la Quinta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirma la demanda en el

97318 CASACIÓN
extremo que declara infundada la demanda contra César Patiño
Gutiérrez, Rosa María Nairn Sayán, María Sofía Aponte Zevallos
y Carmen Victoria Parra Ramos; y, fundada en parte la demanda
contra Félix Amadeo Rivera Lecaros y Carlos Basadre Lacunza y
señala que el segundo prenombrado pague la suma de veinte mil
soles (S/.20,000.00); revoca el extremo que declara infundada la
demanda contra Alberto Maguiña Valle y en el extremo que señala
como monto indemnizatoria a cargo de Félix Amadeo Rivera
Lecaros la suma de treinta mil soles (S/.30,000.00); y, reformándola
declara fundada en parte la demanda contra Alberto Maguiña Valle
y dispone que pague la suma de nueve mil seiscientos cincuenta y
nueve soles con ocho céntimos (S/.9,659.08); y dispone que Félix
Amadeo Rivera Lecaros cumpla con pagar la suma de diecisiete
mil cuatrocientos sesenta soles con sesenta y cinco céntimos;
por tal motivo, corresponde verificar si el medio impugnatorio
interpuesto cumple o no con los requisitos previstos en los artículos
387, 388, 391 y 392 del Código Procesal Civil, modificados por
la Ley 29364. SEGUNDO.- Verificando el cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, se advierte que el medio impugnatorio interpuesto
cumple con tales requisitos, toda vez que se interpone: i) Contra
una resolución emitida por la Sala Superior que, como órgano
de segunda instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el mismo
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Es
presentado dentro del décimo día de notificado con la resolución
que se impugna; y iv) Se adjunta el arancel judicial correspondiente.
TERCERO.- Analizando los requisitos de procedencia previstos en
el artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte que el recurso
de casación interpuesto no cumple con la exigencia prevista en
el inciso 1 del citado artículo, toda vez que el recurrente dejó
consentir la sentencia de primer grado que le fuera desfavorable
a sus intereses, es decir, no interpuso recurso de apelación contra
la citada resolución. CUARTO.- Estando a lo expuesto, resulta
aplicable lo dispuesto en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
el cual prevé que el incumplimiento de cualquiera de los requisitos
previstos en el artículo 388 da lugar a la improcedencia del recurso.
Por las razones expuestas y conforme a lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Carlos Guillermo Basadre Lacunza,
a fojas dos mil quinientos sesenta y tres, contra la sentencia de
vista de fecha once de mayo de dos quince, de fojas dos mil
cuatrocientos noventa y cinco; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Contraloría General de la
República contra Carlos Guillermo Basadre Lacunza y otros, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Ponente
Señor de la Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA, SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-54
CAS. Nº 457-2016 LA LIBERTAD
OBLIGACIÓN DE DAR BIEN MUEBLE. Lima, uno de febrero de
dos mil diecisiete. VISTOS; con la razón emitida por el Secretario
de este Supremo Tribunal de folio 63 del cuadernillo de casación,
de fecha veintiocho de noviembre de dos mil dieciséis; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto por el demandado Juan Alberto
Salgado Castro (folios 142), contra el auto de vista contenido en la
Resolución número ocho de fecha veintiocho de setiembre de dos
mil quince (folios 130), expedido por la Tercera Sala Especializada
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, la cual confirmó
el auto final de primera instancia contenido en la Resolución
número cinco de fecha treinta de enero de dos mil quince (folios
81), que declaró infundada la contradicción, en consecuencia
ordena lleva adelante la ejecución forzada, esto es, ordenarse la
captura del vehículo de Placa de Rodaje número T2C-289, Clase
Camioneta Rural, Marca Mitsubishi, Año de Fabricación 2012,
Color Gris Oscuro Metálico, Número de Motor 4B11JT5551,
Modelo ASX 2WD 2.0 GLS MT; por lo que corresponde examinar si
el referido recurso cumple con los requisitos previstos en los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento
de los requisitos mencionados precedentemente, es necesario
tener presente que el recurso extraordinario de casación es
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en: i) La
infracción normativa, o ii) En el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Presentar una fundamentación puntualizada,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. Esta exigencia, es para lograr los fines del recurso,
estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así,
es responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de la causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por la casante en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Se verifica que el recurso
cumple con los requisitos de admisibilidad, conforme exige el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra el auto de vista expedido por la Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que como
órgano jurisdiccional de segunda instancia pone fin al proceso; ii)
Ante el órgano jurisdiccional que emitió el auto de vista impugnado;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que el recurrente
fue notificado el día nueve de diciembre de dos mil quince (folios
138) e interpuso el recurso de casación el veintitrés de diciembre
del mismo año (folios 142); iv) Adjunta el pago del arancel judicial
por la presentación del recurso (folios 53 del cuadernillo de
casación). CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia
contenidos en el artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica
que la parte recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso
1, toda vez que no consintió el auto final de primera instancia, pues
al serle adversa lo impugnó mediante recurso de apelación (folios
113). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que
su pedido es revocatorio. QUINTO.- La parte recurrente sustenta
su recurso de casación bajo la siguiente causal: Infracción
normativa de derecho procesal del inciso 3 del artículo 139 de
la Constitución Política del Perú y artículo I del título Preliminar
del Código Procesal Civil, argumentando que la resolución
impugnada contiene una endeble fundamentación, toda vez que
con las documentales que presentó en autos ha demostrado haber
cumplido con cancelar en su integridad la suma puesta a cobro y el
solo hecho que no haya contestado la carta notarial de la
demandante, no significa que venga adeudando la suma puesta a
cobro. Cuando se le corrió traslado a la parte demandante de su
contradicción, la accionante ni siquiera los tachó ni observó sus
documentos, validando los mismos y por ello a la fecha el
demandante no lo ha denunciado por falsificación de documentos,
por lo tanto las documentales que obran en autos como son las
facturas de cancelación de la número uno a la quince son ciertas.
El Colegiado no ha analizado el contenido de dichas pruebas
documentales (que no fueron tachadas) y que acreditan que
cumplió su obligación de pago, por lo tanto, se ha vulnerado su
Derecho de Defensa, Debido Proceso y Tutela Jurisdiccional
Efectiva y si se confirma la sentencia conllevaría a efectuar un
doble pago de la deuda. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del
Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República; de esta manera, tenemos que el recurso
de casación debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas
referentes al logro de los fines legalmente establecidos, no
permitiéndose una nueva evaluación de los hechos y de las
pruebas actuadas y evaluadas por las instancias de mérito.
SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo 388 del Código Procesal Civil,
en sus incisos 2 y 3 dispone como requisitos de procedencia del
recurso de casación, la descripción con claridad y precisión de la
infracción normativa o el apartamiento del procedente judicial,
exigiendo que en el recurso se demuestre la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada. OCTAVO.- Respecto a
la infracción denunciada, esta merece ser desestimada, por
cuanto, sus fundamentos no están referidos a la infracción
normativa por vulneración al Debido Proceso, sino lo que pretende
en esencia el recurrente, es que se realice una nueva valoración
del caudal probatorio, específicamente de los documentos que
adjuntó oportunamente en autos (folios 53 a 55), sin embargo,
estos ya han sido merituados por parte de las instancias de mérito,
quienes han señalado que estos no tienen firma o sello del
funcionario y es que de constituir pagos a cuenta tendrían que
llevar la firma y sello respectivo, por lo que resultan insuficientes
para acreditar los pagos que dice haber realizado, debiéndose
aclarar que no es actividad constitutiva del recurso de casación
revalorar las pruebas, los hechos, ni juzgar los motivos que
formaron convicción en la Sala Superior, lo que es ajeno al debate
casatorio; a lo que debe agregarse además, que si bien el derecho
de acceso a los recursos o a recurrir las resoluciones judiciales, es
una manifestación implícita del derecho fundamental a la pluralidad
de la instancia el cual, a su vez, forma parte del derecho
fundamental al debido proceso, esta no debe ser utilizada de
manera irrestricta. Por estos fundamentos y en aplicación del
artículo 392 del Código Procesal Civil declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por el demandado Juan Alberto
Salgado Castro (folios 142), contra el auto de vista contenido en la
Resolución número ocho de fecha veintiocho de setiembre de dos
mil quince (folios 130), expedido por la Tercera Sala Especializada
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Banco de
Crédito del Perú contra Juan Alberto Salgado Castro y otros, sobre
Obligación de Dar Bien Mueble; y los devolvieron. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-55
CAS. Nº 1180-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. SUMILLA: No hay
responsabilidad civil si el demandado cumplió con informar al actor
el mandato de retención de fondos solicitado por un tercero. Lima,
seis de junio de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:
Vista la causa número mil ciento ochenta – dos mil quince, en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Audiencia Pública de la fecha y producida la votación correspondiente,
emite la presente sentencia. MATERIA DEL RECURSO.- Se trata
del recurso de casación interpuesto por Telefónica del Perú Sociedad
Anónima Abierta a fojas dos mil ciento cincuenta y uno, contra la
sentencia de vista de fojas dos mil ciento treinta y cuatro, de fecha
quince de enero de dos mil quince, emitida por la Primera Sala Civil
con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas dos mil cuarenta y
siete, de fecha diez de marzo de dos mil catorce, que declara
infundada la demanda; en los seguidos por Telefónica del Perú
Sociedad Anónima Abierta contra el Banco de la Nación, sobre
Obligación de Dar Suma de Dinero. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de fojas
setenta y cuatro del presente cuadernillo, de fecha veintitrés de julio
de dos mil quince, ha estimado procedente el referido recurso por las
causales de infracción normativa de derecho material e infracción
normativa de derecho procesal. La empresa recurrente denuncia lo
siguiente: A) La infracción normativa de los artículos 139 incisos
3, 5 y 14 de la Constitución Política del Perú, 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, VII del Título
Preliminar, 50 inciso 6, 122 incisos 3 y 4; y 366 del Código
Procesal Civil, indicando que la Sala Superior ha considerado en
base a una motivación aparente que la comunicación electrónica
dirigida al Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta y las
posteriores a la entrega del dinero embargado surten efectos contra
Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta, obviando que entre
la retención y la entrega del dinero embargado, no se realizó
comunicación alguna ni al Banco Wiese Sudameris Sociedad
Anónima Abierta ni a Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta,
pese a que dicho aspecto fue alegado en su recurso de apelación,
en atención al reconocimiento por parte de la entidad demandada de
que en el referido período no se efectuó comunicación alguna; B) La
infracción normativa de los artículos 33 de la Ley de
Procedimiento de Ejecución Coactiva número 26979, numeral
7.3 del Reglamento de la precitada Ley, aprobado por el Decreto
Supremo número 069-2003-EF, 155, 156 y 158 del Código Civil,
275 inciso 14 de la Ley número 26702, y 75 del Código Procesal
Civil, al haberse presumido que el Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta tenía facultades especiales de
representación para ser notificado en representación de Telefónica
del Perú Sociedad Anónima Abierta, de la existencia de un embargo
en forma de retención trabado en su contra, pese a que legalmente
no cabe tal presunción, no pudiéndose presumir la existencia de
poder alguno ya que el mismo debe ser delegado expresamente,
más aún si del texto de los artículos 275 inciso 14 y 158 del Código
Civil -que regulan la sustitución para la cobranza de documentos- no
es posible extraer como conclusión que el Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta o el Banco de la Nación ejercían la
facultad de representación de Telefónica del Perú Sociedad Anónima
Abierta en las actuaciones que forman parte de un Procedimiento de
Ejecución Coactiva; añade que no se ha considerado que la puesta
a disposición de la información electrónica no es la forma en que el
embargo debe ser notificado al afectado, pues esta comunicación
debe ser formal y anterior a la entrega del dinero embargado; C) La
infracción normativa del artículo 3-A de la Ley número 26979,
argumentando que dicha norma exige que el ejecutor exhortado se
conduzca y asuma las responsabilidades del procedimiento previstas
en el artículo 22 de la Ley en mención; y en virtud de la cual el
ejecutor coactivo del Callao no podía ordenar embargo alguno
porque él mismo ya había suspendido el procedimiento de ejecución
coactiva ante la existencia de una demanda de revisión judicial;
agrega que el Banco de la Nación debió haber devuelto la notificación
al ejecutor coactivo del Callao señalando que el ejecutor de la
Municipalidad de Colquioc no tiene competencia para actuar en la
localidad del Callao y que a dicha entidad bancaria le cabía
responsabilidad por entregar los fondos retenidos a la Municipalidad
de Colquioc, en la medida que la entrega del dinero embargado sólo
podía hacerse mediando mandato judicial y al ejecutor coactivo
exhortado que en este caso no era otro que el ejecutor coactivo de la
Municipalidad Provincial del Callao; D) La infracción normativa de
los artículos 23.7 y 33.B.2 de la Ley número 26979; indica que
resulta contrario a derecho que se sostenga que el Banco de la
Nación actuó con diligencia razonable, cuando no cumplió con exigir
el documento válido que le hubiera permitido no realizar la entrega
de los fondos que se encontraban bajo su custodia, ello si se tiene en
cuenta el hecho que en la propia Resolución número setenta y uno
de la Ejecutoría Coactiva de la Municipalidad de Colquioc se hace
referencia a un proceso de revisión interpuesto contra ese
procedimiento de ejecución coactiva; E) La violación del artículo
33-A de la Ley número 26979, alegando que a pesar de que remitió
al Banco de la Nación la Carta número CGR-131-A-818-2005 de
fecha treinta y uno de enero de dos mil cinco, requiriéndole entre
otras cosas que le presente las acreditaciones de los ejecutores
coactivos en las entidades del sistema financiero y bancario, la
Policía Nacional y las oficinas registrales del territorio nacional
conforme a la norma denunciada, recibió como respuesta la Carta
número EF/92.3210-N-16-2005, donde se anexa sólo las
acreditaciones de dichos funcionarios públicos ante el Banco de la
Nación, mas no ante las demás entidades mencionadas.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- De la revisión de los autos consta
que a fojas setenta y seis (expediente principal) Telefónica del Perú
Sociedad Anónima Abierta interpone demanda contra el Banco de la
Nación solicitando: A) Pretensión Principal: Que se declare que el
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Banco de la Nación incumplió su obligación contractual asumida en
el contrato celebrado con el Banco Wiese Sudameris Sociedad
Anónima Abierta para el manejo de la Cuenta Corriente número 000-
0-00-244341, denominada -Banco Wiese Sudameris Sociedad
Anónima Abierta- Telefónica del Perú-M.N. Cobranza Servicio
Telefónica del Perú, que se abrió en el Banco de la Nación a favor de
la parte demandante; incumplimiento que se habría generado al
retener arbitrariamente de dicha cuenta la suma de tres millones
trescientos siete mil ochocientos seis soles con treinta y dos céntimos
(S/.3’307,806.32), de propiedad de la parte demandante, para
posteriormente entregar ilegalmente tal monto a la Municipalidad
Distrital de Colquioc; y como consecuencia de esa declaración se
disponga que el Banco demandado le pague la suma indicada; B)
Pretensión Accesoria a la Pretensión Principal: Solicita que el Banco
demandado pague los intereses legales devengados desde las
fechas en que se produjeron las ilegales retenciones de los fondos,
hasta la fecha en que cumpla con pagar la suma reclamada; C)
Pretensión Subordinada: Que en el improbable caso de desestimarse
la pretensión principal, la entidad financiera demandada en
cumplimiento de su responsabilidad extracontractual les indemnice
por la suma de tres millones trescientos siete mil ochocientos seis
soles con treinta y dos céntimos (S/.3’307,806.32), a causa del daño
emergente provocado; D) Pretensión Accesoria a la Pretensión
Subordinada: Que la parte demandada pague los intereses legales
devengados desde las fechas en que se produjeron las ilegales
retenciones de los fondos, hasta la fecha en que se cumpla con
pagar la suma reclamada. Como fundamentos de su demanda
manifiesta que el diez de setiembre de mil novecientos noventa y
tres, la empresa recurrente Telefónica del Perú Sociedad Anónima
Abierta (antes Compañía Peruana de Teléfonos Sociedad Anónima),
y el entonces Banco Wiese Limitado Sociedad Anónima Abierta
(luego Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta y
actualmente Scotiabank Perú Sociedad Anónima Abierta), celebraron
un contrato de cobranza, en mérito al cual Telefónica del Perú
Sociedad Anónima Abierta le encargó al Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta la cobranza de los recibos por consumo
telefónico a cambio de una contraprestación pactada en dicho
contrato y según la Ley número 26702, esta clase de contrato es uno
de mandato con representación, destinado a cobrar créditos en los
que Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta actúa como
mandante y el Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta
como mandatario. El veintidós de julio de dos mil tres, el Banco
Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta celebró con el Banco
de la Nación un contrato de corresponsalía delegando el Banco
Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta en el Banco de la
Nación el encargo de cobranza de documentos conferido por sus
clientes. En virtud a dicho contrato, el Banco de la Nación se obligó
a abrir cuentas corrientes a favor de los clientes del Banco Wiese
Sudameris Sociedad Anónima Abierta, en las que debía depositar el
importe de la cobranza efectuada en sus ventanillas. En
consecuencia, el Banco de la Nación abrió la cuenta corriente
número 000-0-00-244341–Banco Wiese Sudameris Sociedad
Anónima Abierta–Telefónica del Perú–M.N. Cobranza Servicio
Telefónica del Perú, en la que se depositaban fondos de propiedad
de la empresa demandante. El dieciséis de setiembre de dos mil
dos, la Municipalidad Distrital de Colquioc emitió la Resolución de
Alcaldía número 013-2002-MDC/A en la que impuso a Telefónica del
Perú Sociedad Anónima Abierta una multa ascendente a tres
millones seiscientos mil soles (S/3’600,000.00), por una supuesta
infracción administrativa consistente en la excavación de zanjas para
el tendido de redes de servicio público de telefonía sin contar con la
respectiva autorización o licencia municipal, y dicha Resolución no
fue notificada legalmente a Telefónica del Perú Sociedad Anónima
Abierta, que por esta razón se vio privada de su derecho a
impugnarla; en consecuencia, la falta de impugnación originó el
inicio de un ilegal proceso de Ejecución Coactiva en el cual la
Municipalidad Distrital de Colquioc dispuso que se trabe embargo
sobre los bienes y fondos de propiedad de la empresa demandante.
El ejecutor coactivo de la Municipalidad Distrital de Colquioc, remitió
el respectivo exhorto al ejecutor coactivo de la Municipalidad Distrital
del Callao, a fin de que por su intermedio se ejecutara la ilegal
medida cautelar ordenada en perjuicio de la empresa demandante.
Enterado de la existencia del procedimiento seguido por el ejecutor
coactivo de la Municipalidad Provincial del Callao, el nueve de junio
de dos mil cuatro interpuso ante la Sala Especializada en lo
Contencioso Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima,
una demanda de Revisión Judicial de Legalidad contra el cobro
coactivo iniciado por la Municipalidad Distrital de Colquioc,
dirigiéndola contra la Municipalidad Provincial del Callao, como
encargada de materializar la cobranza mediante la ejecución de la
medida cautelar; y en mérito a la presentación de dicha demanda, el
ejecutor coactivo del Callao dispuso la suspensión del procedimiento
de ejecución coactiva, comunicándole esta decisión al ejecutor
coactivo de la Municipalidad Distrital de Colquioc el día dieciocho de
junio de dos mil cuatro. Con fecha veinte de diciembre de dos mil
cuatro, el ejecutor coactivo de la Municipalidad Distrital de Colquioc
emitió la Resolución número setenta y uno, y remitió exhorto a la
Ejecutoría Coactiva de la Municipalidad Provincial del Callao para
que esta última ejecute la medida ordenada, es así que mediante la
Resolución número treinta y tres, de fecha siete de enero de dos mil
cinco, la Municipalidad Provincial del Callao, no dispuso la ejecución
de lo ordenado por el exhortante, toda vez que el procedimiento se
encontraba suspendido y tal suspensión no había quedado sin

97320 CASACIÓN
efecto, por lo tanto, resolvió tan sólo poner en conocimiento del
Banco de la Nación la Resolución número setenta y uno, emitida por
la Municipalidad Distrital de Colquioc. El Banco de la Nación a pesar
de conocer la existencia del proceso de revisión de legalidad en
trámite, le respondió al ejecutor coactivo de la Municipalidad
Provincial del Callao, solicitándole que informara si existía o no
proceso de Revisión Judicial de Legalidad, y si los obligados habían
presentado la respectiva póliza de caución o carta fianza irrevocable;
o si en su defecto habían realizado la consignación del monto
equivalente a nombre de la Corte Superior de Justicia de Lima; al
respecto el ejecutor coactivo de la Municipalidad Provincial del
Callao se limitó a copiar la respuesta del ejecutor coactivo de la
Municipalidad Distrital de Colquioc, en la que informa la inexistencia
de demanda alguna de Revisión Judicial de Legalidad interpuesta
contra la Municipalidad Distrital de Colquioc. El ejecutor coactivo de
la Municipalidad Provincial del Callao, comisionado para realizar el
encargo de la ejecución de la medida cautelar, y única autoridad
competente para tal fin, no solicitó al Banco de la Nación que trabara
la medida de embargo en forma de retención, ya que no podía
hacerlo, debido a la existencia del proceso de Revisión Judicial de
Legalidad del cobro coactivo, sin embargo, el Banco demandado sin
que existiera mandato alguno que lo obligara, retiró arbitrariamente
el día veintiuno de enero de dos mil cinco, de la Cuenta número
0-000-244341, la suma de un millón setecientos mil cincuenta y siete
soles con treinta y dos céntimos (S/1’700,057.32) y luego el día
veinticuatro de enero de dos mil cinco, la suma de un millón
cuatrocientos setenta y tres mil quinientos diecisiete soles
(S/1’473,517.00), de la misma cuenta, sumas que totalizan la
cantidad de tres millones ciento setenta y tres mil quinientos setenta
y cuatro soles con treinta y dos céntimos (S/3’173,574.32). Asimismo
el Banco de la Nación, sin informar a la empresa demandante de los
embargos en forma de retención trabados, como era su obligación
legal, procedió también, sin que mediara mandato judicial de ninguna
naturaleza, a su solo arbitrio, los días veintiuno y veinticuatro de
enero de dos mil cinco, respectivamente, a depositar directamente
en la Cuenta número 0-331-001163 de la Municipalidad Distrital de
Colquioc Foncomún dichos importes, en abierta infracción a lo
dispuesto en los artículos 3-A y 23.7 de la Ley de Procedimiento de
Ejecución Coactiva. El Banco demandado actuó ilegalmente como
agente de retención, pues no cumplió con la obligación de verificar
que los ejecutores coactivos que intervinieron en el procedimiento se
encontraran acreditados ante las entidades del sistema financiero y
bancario, la Policía Nacional y las diferentes oficinas registrales del
territorio nacional. El Banco demandado actuó con grave negligencia
y hasta con intención de consumar los diversos actos ilícitos
perpetrados en agravio de la empresa demandante, por despojarlos
arbitraria e ilegalmente de su patrimonio, incumpliendo de esta
manera con su obligación contractual de custodia de los fondos
existentes en su cuenta corriente. SEGUNDO.- Efectuado el traslado
de la demanda correspondiente, el Banco demandado la absuelve
en los siguientes términos: Con la empresa demandante no ha
tenido ni tiene vínculo contractual alguno. La interposición de la
demanda de Revisión Judicial de Legalidad contra el cobro coactivo,
presentada el día nueve de junio de dos mil cuatro por la empresa
Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta, le fue desconocido
hasta el día veintiséis de enero de dos mil cinco, en que recibieron la
Carta número GGR-131-A-0682-2005 remitida por la empresa
demandante; fecha posterior a la concreción de la retención y
entrega de los fondos de propiedad de la empresa actora a la entidad
ejecutante. Indica que el diez de enero de dos mil cinco recibió la
cédula de notificación de la Ejecutoría Coactiva de la Municipalidad
Provincial del Callao, con la cual se le comunica que ésta había dado
por recibido el exhorto librado por la Ejecutoría Coactiva de la
Municipalidad Distrital de Colquioc, a través de la cual le notificó la
medida cautelar ordenada mediante la Resolución número setenta y
uno, que dispuso la traba de un embargo definitivo en forma de
retención hasta por la suma de tres millones ciento setenta y tres mil
quinientos setenta y cuatro soles con treinta y dos céntimos
(S/3’173,574.32). Señala además, que debido a que la Resolución
número setenta y uno no era clara y además ambigua, dado el
desconocimiento de los hechos subyacentes entre las partes del
procedimiento coactivo, requirió al ejecutor coactivo de la
Municipalidad Provincial del Callao (autoridad exhortada), que le
informara si la obligada Telefónica del Perú Sociedad Anónima
Abierta había interpuesto una demanda de Revisión Judicial de
Procedimiento de Ejecución Coactiva por la que se le requería el
pago de los tres millones ciento setenta y tres mil quinientos setenta
y cuatro soles con treinta y dos céntimos (S/3’173,574.32) y, de ser
el caso, si presentó la garantía o consignación del monto exigido;
recibiendo respuesta de la autoridad coactiva exhortada por la
Municipalidad del Callao, con la Resolución número setenta y dos,
expedida por la autoridad coactiva exhortante de la Municipalidad de
Colquioc, quien comunicó que a esa fecha no existía demanda de
Revisión Judicial del Procedimiento de Cobranza Coactiva
interpuesta por Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta,
requiriendo a la autoridad exhortada para que notifique al Banco de
la Nación a fin de dar cumplimiento del embargo ordenado; por ello
en virtud de la respuesta y previa acreditación de las autoridades
coactivas mediante cotejo de sus firmas registradas en la institución
demandada, se procedió a dar cumplimiento al mandato de embargo,
efectivizando la retención de los fondos con cargo a la cuenta
corriente antes mencionada. Sostiene que no es cierto lo alegado
por la empresa demandante respecto a que la Municipalidad
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
exhortada sólo remitió al Banco de la Nación copia de los mandatos
y no solicitó la traba de los embargos, siendo la Municipalidad
exhortada la que debía ordenar la traba de los embargos, siendo que
tal afirmación es incorrecta, ya que la Municipalidad exhortada era
simplemente una intermediaria comisionada para realizar
actuaciones que constan de manera expresa en el exhorto, pues el
mandato cautelar lo expide el titular de la acción coactiva y no el
comisionado. Señala que respecto a la acreditación de las
autoridades coactivas, el Banco de la Nación observó dichas
obligaciones específicas impuestas por la ley, ya que se cumplió con
verificar la acreditación hecha oportunamente por los alcaldes de
dichas municipalidades; asimismo, señala que de la interpretación
de las normas se colige que los terceros únicamente están obligados
a verificar dicha acreditación ante sí mismos, en este caso si el
Banco de la Nación iba a dar cumplimiento a los mandatos de
retención de dichas autoridades, tenía que verificar si figuraban
inscritas éstas en su registro de acreditaciones, y en efecto así se
hizo. Respecto al cuestionamiento formulado por la empresa
demandante sobre la supuesta falta de información de las
retenciones, que ella sí cumplió con informar al Banco Wiese
Sudameris Sociedad Anónima Abierta, en su condición de titular de
la cuenta corriente número 0-000-24434, de las retenciones
efectuadas, siendo que tal información le fue proporcionada al
Banco de la Nación inmediatamente después de efectuados los
cargos de retención a la referida cuenta corriente, en tiempo real y a
través del sistema de Consultas de Cuentas Corrientes SICO, del
cual es usuario y le permite la visualización en línea de los
movimientos y saldos de dicha cuenta. Sostiene que los mandatos
cautelares de embargo dictados por las autoridades coactivas
intervinientes, no sólo dispusieron la retención sobre los fondos de
Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta, sino que también
ordenaron su entrega mediante depósito de las sumas retenidas a la
cuenta de la Municipalidad ejecutante; encontrándose en la
obligación de cumplir dichos mandatos, no correspondiéndole la
interpretación de los mismos, pues éstos se dictan bajo
responsabilidad de dichas autoridades. Señala, que los referidos
embargos tenían carácter de definitivos y en ejecución forzosa,
coligiéndose que el procedimiento coactivo estaba concluido; en
consecuencia, no tiene ninguna responsabilidad derivada de la
observancia de los mandatos cautelares dictados por las
mencionadas autoridades coactivas del Callao y Colquioc; siendo
estas autoridades las que han actuado con deliberada intención de
ocultar información al Banco de la Nación, con el propósito de
conseguir sus fines, lo cual lo exonera de toda responsabilidad,
considerando que el control de legalidad del procedimiento coactivo
y por ende de sus aspectos incidentales de ejecución (exhorto)
corresponden a estas autoridades coactivas. TERCERO.- El A quo,
mediante la sentencia de fojas dos mil cuarenta y siete, de fecha diez
de marzo de dos mil catorce, declaró infundada la demanda. Como
sustento de su decisión expone lo siguiente: En atención a las
pretensiones planteadas en la demanda y los términos de la
contestación, en la audiencia respectiva se fijaron como puntos
controvertidos los siguientes: A) Determinar si le asiste a la entidad
financiera demandada la obligación de pago de la suma de tres
millones trescientos siete mil ochocientos seis soles con treinta y dos
céntimos (S/3’307,806.32) y de ser el caso; B) Determinar la
responsabilidad civil extracontractual de la entidad financiera
demandada, y consecuentemente la obligación de indemnizar a la
empresa demandante por el monto indicado. Respecto al primer
punto controvertido: Atendiendo a los mandatos contenidos en las
Resoluciones números setenta y uno y setenta y dos, el Banco
demandado se encontraba en la obligación de proceder a retener la
suma ordenada por el ejecutor coactivo exhortante y seguidamente
entregársela, en la medida que a la fecha de notificación de las
referidas resoluciones como al momento de ejecutar la medida, la
parte demandada no había sido informada de la existencia de la
demanda de Revisión Judicial de Legalidad que habría interpuesto la
empresa demandante contra el procedimiento de ejecución coactivo
instaurado en su contra. Que, el deber de información del Banco
demandado de poner en conocimiento a la parte obligada de la
existencia del embargo, se generó una vez retenidos los fondos,
siendo que en el caso de autos el Banco demandado procedido a
informar al obligado sobre la existencia del embargo luego de
efectuada la retención. Que, la entidad financiera demandada
cumplió con verificar la acreditación de los ejecutores coactivos que
participaron en el procedimiento coactivo, conforme lo estipula el
artículo 33-A de la citada Ley. Que, en atención a lo expuesto, el
Banco demandado se ciñó al procedimiento y a las obligaciones que
para su condición de tercero retenedor establece el Texto Único
Ordenado de la Ley número 26979, Ley de Procedimiento de
Ejecución Coactiva, aprobado por el Decreto Supremo número 018-
2008-JUS; por consiguiente, no incurrió en incumplimiento de sus
obligaciones estipuladas en la cláusula novena del Contrato de
Corresponsalía celebrado entre el demandado Banco de la Nación y
el Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta; por
consiguiente no le asiste obligación alguna de pago de la suma de
tres millones trescientos siete mil ochocientos seis soles con treinta
y dos céntimos (3’307,806.32) solicitados en la demanda.
Finalmente, respecto al segundo punto controvertido fijado,
habiéndose determinado que el Banco demandado no incurrió en
incumplimiento de sus obligaciones, ello determina a su vez la
inexistencia de responsabilidad civil, por lo tanto, no le asiste
obligación de pago de indemnización alguna, así como de intereses
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
a favor de la empresa demandante. De igual forma, de conformidad
con lo establecido en el artículo 412 del Código Procesal Civil,
corresponde el pago de costas y costos del proceso a la parte
vencida.--CUARTO.- La Sala Superior mediante sentencia de fojas
dos mil ciento treinta y cuatro, de fecha quince de enero de dos mil
quince, confirma la resolución antes indicada. Como fundamentos
de su decisión expone que: En la demanda se señala que la empresa
demandante y el Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima
Abierta celebraron el día diez de setiembre de mil novecientos
noventa y tres un contrato de cobranza, en mérito al cual Telefónica
del Perú Sociedad Anónima Abierta le encargó al Banco Wiese
Sudameris Sociedad Anónima Abierta la cobranza de sus recibos
por consumo telefónico a cambio de una contraprestación pactada.
Se añade que según lo dispuesto en el inciso 14 del artículo 275 de
la Ley número 26702, esta clase de contrato es uno de mandato con
representación. Y refiere que el veintidós de julio de dos mil tres, el
Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta celebró en el
Banco de la Nación un contrato de corresponsalía, delegando el
Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta en el Banco
demandado el encargo de cobranza de documentos conferido por
sus clientes, abriéndose en virtud de ese contrato la Cuenta Corriente
número 000-0-00244341, denominada Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta – Telefónica del Perú- M.N. Cobranza
Servicio Telefónica del Perú, en la que se depositaban fondos de
propiedad de la empresa demandante. La pretensión principal
demandada deriva de la relación contractual establecida entre el
Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta y el Banco
demandado en el Contrato de Corresponsalía que tiene como una
de sus operaciones la cobranza de documentos. La empresa
demandante sostiene que el Banco demandado debió informarle de
la existencia del embargo inmediatamente después de efectuada la
retención. De lo actuado en el proceso, de la apelada, y de la misma
apelación se desprende que el Banco de la Nación informó al Banco
Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta del embargo y de la
retención aludidas en la demanda, en la misma fecha de su
realización, a través del acceso remoto a los movimientos de la
cuenta donde se produjo el embargo, y de manera física con la guía
de remisión de fojas doscientos doce, conteniendo dos notas de
cargo en la cuenta abierta en virtud del Contrato de Corresponsalía
suscrito entre ambas entidades bancarias. Esto no está en discusión.
Lo que dice la empresa demandante es que toda comunicación
hecha al Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta no
surte efecto frente a ella. El Ad quem no comparte la idea de la parte
apelante, porque la comunicación virtual y física se hizo al Banco
Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta, esto es, a quien
contrató con el Banco demandado, y con quien la empresa
demandante alega que tenía un contrato de cobranza con mandato
de representación en virtud del inciso 14 del artículo 275 de la Ley
número 26702, lo que significa que el Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta lo representaba en todo lo relacionado
con la cuenta afectada, con lo cual se puede concluir que las citadas
comunicaciones fueron correctas y ajustadas a la ley. En otro agravio
de la apelación se indica que sólo el ejecutor coactivo exhortado
podía disponer el embargo en el ámbito de su competencia territorial,
y también es el único competente para recibir los fondos embargados,
conforme lo dispone el artículo 3-A de la Ley de Procedimiento de
Ejecución Coactiva. En este caso el ejecutor coactivo del Callao no
podía ordenar embargo alguno porque el mismo ya había suspendido
el procedimiento de ejecución coactiva (que es el mismo
procedimiento de ejecución promovido por el ejecutor de la
Municipalidad de Colquioc), ante la existencia una demanda de
Revisión de Legalidad. Este agravio tampoco merece amparo por lo
siguiente: En principio, ha quedado establecido en autos (cosa que
recoge la apelada), que el Banco demandado fue notificado por
intermedio del ejecutor coactivo de la Municipalidad del Callao
(ejecutor exhortado), con la Resolución número setenta y uno,
emitida por el ejecutor coactivo de la Municipalidad de Colquioc
(ejecutor exhortado), que ordenó trabar embargo definitivo en forma
de retención. Frente a ello, el Banco demandado mediante carta
remitida al ejecutor exhortado, le solicitó que le informe bajo
responsabilidad, si Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta
había interpuesto demanda de Revisión Judicial del procedimiento
de ejecución coactiva por la suma de tres millones ciento setenta y
tres mil quinientos setenta y cuatro soles con treinta y dos céntimos
(S/3’173,574.32), y/o presentado la póliza de caución o carta fianza
o había efectuado la consignación del monto exigido ante el Banco
de la Nación. Ante esa misiva, el ejecutor exhortante emitió la
Resolución número setenta y dos, de fecha dieciocho de enero de
dos mil cinco, la cual señala que a la fecha no existe demanda de
Revisión Judicial, la misma que fue puesta en conocimiento del
Banco demandado por el ejecutor exhortado. Lo que se viene
exponiendo, pone de manifiesto que el Banco demandado actuó con
diligencia antes de proceder a retener los fondos, al averiguar si
existía o no la demanda de Revisión Judicial que refiere la empresa
demandante, habiendo obtenido respuesta negativa sobre esa
averiguación. Por ende no puede acusarse en este extremo de
negligencia grave al Banco de la Nación, máxime si, como se dice en
la apelada, la empresa demandante recién le informó a dicho Banco
de la existencia de la demanda de Revisión Judicial mediante carta
de fecha veintiséis de enero de dos mil cinco (fojas cuarenta y dos y
cuarenta y tres), esto es, con posterioridad a las fechas en que se
ejecutaron los embargos -veintiuno y veinticuatro de enero de dos
mil cinco, por un millón setecientos mil cincuenta y siete soles con
97321
treinta y dos céntimos (S/1´700,057.32) y un millón cuatrocientos
setenta y tres mil quinientos soles con cincuenta céntimos
(S/1´473,500.50), respectivamente-, y con posterioridad al veinticinco
de enero de dos mil cinco, fecha en que se remitió físicamente al
Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta las dos notas de
cargo en la cuenta afectada. Por lo demás, como se sabe el ejecutor
exhortante es quien toma las decisiones y el ejecutor exhortado es
quien cumple y desarrolla los actos procesales destinados al
cumplimiento de esas resoluciones, y eso es lo que se ha cumplido
en autos, en armonía con las reglas del artículo 3-A de la Ley del
Procedimiento de Ejecución Coactiva. Por otro lado, el Ad quem
reitera lo señalado en el fundamento anterior, en el sentido que el
Banco de la Nación obró con diligencia razonable al preguntarle al
ejecutor coactivo exhortado sobre la existencia de algún proceso de
Revisión Judicial, y al comunicar a este mismo ejecutor sobre las
retenciones efectuadas y los depósitos respectivos en la cuenta de
la Municipalidad de Colquioc, tal como se verifica de las cartas de
fojas doscientos veintidós y doscientos veintitrés, recibidas por la
Municipalidad del Callao el día veintiséis de enero de dos mil cinco.
En consecuencia, tal agravio tampoco es viable. En relación al último
agravio, esto es a la acreditación de los ejecutores coactivos, el
artículo 33-A de Ley del Procedimiento de Ejecución Coactiva
establece ante qué entidades debe acreditarse el ejecutor coactivo
que ordena embargos o requiere su cumplimiento, mas no se
desprende de sus reglas que dicha acreditación debió haber sido
verificada por el Banco demandado ante todas las entidades allí
señaladas, interpretación que guarda concordancia con la que se ha
fijado por el Tribunal Constitucional en el Expediente número 0037-
2012-PA/TC, que se cita en la apelada. Por lo tanto dicho agravio
tampoco es admisible, sin que obste en contrario la resolución
dictada por otra Sala Superior, que según la empresa demandante
acoge su agravio, pues ella no tiene carácter vinculante. Según el
artículo 1319 del Código Civil “Incurre en culpa inexcusable quien
por negligencia grave no ejecuta la obligación”, y conforme a lo
explicado en esta resolución superior y en la misma apelada, en
autos no se ha demostrado que el Banco demandado haya actuado
con negligencia grave en el cumplimiento de sus obligaciones.
QUINTO.- Conforme se ha anotado precedentemente, el recurso de
casación ha sido declarado procedente por las causales de infracción
normativa de derecho procesal e infracción normativa de derecho
material, debiendo absolverse, en principio, las denuncias de
carácter procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por
esta causal deberá verificarse el reenvío, no teniendo objeto, en tal
caso, el pronunciamiento respecto a la causal sustantiva. SEXTO.-
En cuanto a las denuncias formuladas en los apartados A) y B): Tal
como han establecido las instancias de mérito, de modo correcto, el
Banco de la Nación cumplió con informar al Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta, persona jurídica con quien había
celebrado el Contrato de Corresponsalía de fecha veintidós de julio
de dos mil tres, de la retención de los fondos efectuada y de su
entrega a la Municipalidad Distrital de Colquioc, en la misma fecha
de su realización, a través de sus sistemas informáticos. Es decir, le
informó antes de la entrega de las sumas retenidas respecto de los
créditos de Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta. Sin
perjuicio de la comunicación por el medio antes indicado, también se
efectuó mediante soporte de papel (ver fojas doscientos doce),
habiendo recepcionado el documento el Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta con fecha veintiséis de enero de dos mil
cinco. Es decir, se dio pleno cumplimiento a la obligación que
compete al agente retenedor, conforme está determinado por el
artículo 33 in fine del Texto Único Ordenado de la Ley número 26979,
aprobado por el Decreto Supremo número 018-2008-JUS. Por otro
lado, en cuanto a la alegación de la empresa recurrente, en el
sentido de que las comunicaciones en mención efectuadas al Banco
Wiese Sudameris Sociedad Anónima Abierta no surten efecto frente
a ella, cabe indicar que ello carece de asidero jurídico alguno, ya fue
el citado Banco quien contrató con el Banco de la Nación y, a su vez,
aquél tenía un contrato de cobranza con mandato de representación
con la empresa recurrente, en virtud del inciso 14 del artículo 275 de
la Ley número 26702, lo cual significa que el Banco Wiese Sudameris
Sociedad Anónima Abierta ejercía la representación de Telefónica
del Perú Sociedad Anónima Abierta en todos los asuntos
relacionados con la cuenta embargada; advirtiéndose que las
comunicaciones fueron efectuadas de conformidad con el artículo 33
in fine del Texto Único Ordenado de la Ley número 26979. Por tales
consideraciones, las denuncias casatorias bajo examen deben
desestimarse. SÉTIMO.- En cuanto a la denuncia formulada en el
apartado C), las instancias de mérito, a quienes corresponde la
valoración de los hechos y los medios probatorios, han establecido
que el Banco de la Nación fue notificado por el Ejecutor Coactivo de
la Municipalidad del Callao (Ejecutor Exhortado), con la Resolución
número setenta y uno, emitida por el ejecutor coactivo de la
Municipalidad de Colquioc (ejecutor exhortante), en la que se
ordenaba trabar embargo definitivo en forma de retención. En
respuesta el Banco de la Nación, mediante carta dirigida al ejecutor
coactivo de la Municipalidad del Callao, le requirió que le informe
bajo responsabilidad si existía demanda de Revisión Judicial del
Procedimiento de Ejecución Coactiva que Telefónica del Perú
Sociedad Anónima Abierta había presentado por la suma de tres
millones ciento setenta y tres mil quinientos setenta y cuatro soles
con treinta y dos céntimos (S/3’173,574.32) y/o presentado la póliza
de caución o carta fianza, o había efectuado la consignación del
monto exigido ante el Banco de la Nación. Como respuesta el

97322 CASACIÓN
ejecutor exhortante emitió la Resolución número setenta y dos, de
fecha dieciocho de enero de dos mil cinco (fojas doscientos nueve),
manifestando que a la fecha no existía demanda de Revisión Judicial
del Procedimiento de Ejecución Coactiva. Se aprecia que el Banco
demandado actuó con diligencia antes de proceder a retener los
fondos, al averiguar si existía o no la demanda de Revisión Judicial
que refiere la empresa demandante, habiendo obtenido respuesta
negativa sobre esa averiguación. Por ende, no puede acusarse de
negligencia al Banco de la Nación. Con mayor razón si se tiene en
cuenta que la empresa demandante le comunicó a este último,
respecto a la demanda de Revisión Judicial que había interpuesto,
recién mediante la carta de fecha veintiséis de enero de dos mil cinco
(fojas cuarenta y dos y cuarenta y tres); es decir, con posterioridad al
veintiuno y veinticuatro de enero de dos mil cinco, en que el Banco
de la Nación había ejecutado los embargos por un millón setecientos
mil cincuenta y siete soles con treinta y dos céntimos (S/1´700,057.32)
y un millón cuatrocientos setenta y tres mil quinientos soles con
cincuenta céntimos (S/1´473,500.50), respectivamente, y con
posterioridad al veinticinco de enero de dos mil cinco, fecha en que
se remitió físicamente al Banco Wiese Sudameris Sociedad Anónima
Abierta las dos notas de cargo en la cuenta afectada. Sin perjuicio de
lo anotado, cabe agregar, que es el ejecutor exhortante quien toma
las decisiones y el ejecutor exhortado debe observarlas y diligenciar
los actos encaminados a la efectivización de los mismos,
advirtiéndose que es precisamente ello lo que se ha verificado en el
caso de autos, en aplicación de la prescripción contenida en el
artículo 3-A de la Ley del Procedimiento de Ejecución Coactiva. Por
consiguiente, este extremo del recurso de casación tampoco puede
prosperar. OCTAVO.- En cuanto a la denuncia formulada en el
apartado D): Haciendo una breve reseña de los acontecimientos
tenemos lo siguiente: a) La Resolución número setenta y uno, que
ordenó se trabe embargo en forma de retención le fue notificada al
Banco de la Nación por el ejecutor coactivo de la Municipalidad del
Callao a través de su Resolución número treinta y tres (fojas treinta
y uno), lo que motivó que mediante la Carta número EF/92.3212
Número 0038, de fecha catorce de enero de dos mil cinco, de fojas
doscientos seis, el Banco demandado solicite al ejecutor exhortado
le informe, si la empresa demandante Telefónica del Perú Sociedad
Anónima Abierta había interpuesto demanda de Revisión Judicial del
Procedimiento de Ejecución Coactiva por la suma de tres millones
ciento setenta y tres mil quinientos cuarenta y un soles con treinta y
dos céntimos (S/3´173,541.32) y/o presentado la póliza de caución o
carta fianza, o había efectuado la consignación del monto exigido
ante el Banco de la Nación; b) Como respuesta a dicho pedido,
mediante la Resolución número treinta y cinco, de fecha dieciocho
de enero de dos mil cinco, notificada al Banco demandado el
diecinueve de enero de dos mil cinco, a fojas doscientos ocho, el
ejecutor coactivo exhortado pone en conocimiento del Banco
demandado la resolución número setenta y dos expedida por la
Ejecutoría Coactiva de la Municipalidad de Colquioc, de fecha
dieciocho de enero de dos mil cinco, a fojas doscientos nueve, la que
en su parte resolutiva dispuso comunicar al Banco de la Nación la
inexistencia de una demanda de Revisión Judicial del Procedimiento
de Cobranza Coactiva que hubieran presentado los obligados contra
la Municipalidad Distrital de Colquioc y/o contra la Ejecutoría
Coactiva de las Cortes Superiores de Justicia de Huaraz, Callao y
Lima y, en consecuencia, dispuso que se libre exhorto a la Ejecutoría
Coactiva del Callao a fin de que notifique ello al Banco de la Nación.
Por consiguiente, resulta evidente que el Banco de la Nación actuó
con diligencia, exigiendo la documentación necesaria antes de
proceder a efectuar la retención ordenada. Razones por las cuales
este extremo del recurso de casación también debe desestimarse.
NOVENO.- En cuanto a la denuncia formulada en el apartado E):
Las instancias de mérito han aludido, con acierto, a la Sentencia del
Tribunal Constitucional número 00037-2012-PA/TC (fojas cincuenta
y siete y cincuenta y ocho), donde se establece que la acreditación
en referencia sólo resulta exigible ante la entidad frente a la cual el
ejecutor coactivo pretende hacer efectiva su acreencia, lo que se
desprende de la ratio legis de la norma en cuestión, cual es vincular
la acreditación exigida con la naturaleza de la medida cautelar que
va a ser ejecutada. En tal sentido, no resulta pertinente la
interpretación propuesta por la empresa recurrente en la cual se
pretende afirmar que el Banco de la Nación habría tenido la
obligación de verificar que los ejecutores coactivos que intervinieron
en el procedimiento se encontraran acreditados ante las entidades
financieras y bancarias, la Policía Nacional y las diferentes oficinas
registrales del territorio nacional. Esta Sala Suprema, al igual que el
Tribunal Constitucional, considera que esta última interpretación
resulta irrazonable y desproporcionada, por restringir
injustificadamente la garantía institucional de la autonomía municipal
y el sistema de ejecución coactiva del Estado en su conjunto. Por
tales razones este extremo del recurso de casación tampoco puede
prosperar. Por las consideraciones expuestas, no se configuran las
causales de infracción normativa de carácter procesal denunciadas,
en consecuencia no procede amparar el presente recurso de
casación, por lo que de conformidad con el artículo 397 del Código
Procesal Civil, declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta a fojas
dos mil ciento cincuenta y uno; por consiguiente, NO CASARON la
sentencia de vista de fojas dos mil ciento treinta y cuatro, de fecha
quince de enero de dos mil quince, emitida por la Primera Sala Civil
con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que confirma la sentencia apelada de fojas dos mil cuarenta y
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
siete, de fecha diez de marzo de dos mil catorce, que declara
infundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Telefónica del Perú Sociedad Anónima Abierta
contra el Banco de la Nación, sobre Obligación de Dar Suma de
Dinero; y los devolvieron. Integran esta Sala los Señores Jueces
Supremos Calderón Puertas y De La Barra Barrera por licencia de
los Señores Jueces Supremos Mendoza Ramírez y Romero Díaz.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-56
CAS. Nº 1181-2017 LIMA SUR
OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA. Lima, nueve de
junio de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: Primero.-
El recurso de casación interpuesto a fojas seiscientos sesenta
y cuatro por los litisconsortes necesarios pasivos Luis Orlando
Bocanegra Gálvez y Gerson Sicha Chauca, reúne los requisitos de
forma para su admisión conforme a lo previsto en el artículo 387
del Código Procesal Civil. Segundo: El numeral 1 del artículo 388
del Código Procesal acotado, modificado por la Ley número 29364,
establece que constituye requisito de procedencia del recurso,
que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución
adversa de primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la
resolución objeto del recurso. Tercero: De la revisión de los autos
se advierte que Luis Orlando Bocanegra Gálvez y Gerson Sicha
Chauca no han satisfecho este puntual requisito de procedibilidad,
en razón a que los recurrentes no cumplieron con proponer su
recurso de apelación contra el fallo de primera instancia en la
forma y modo que establece la ley, conforme se desprende del
texto de la resolución número cuarenta y cuatro, corriente a fojas
cuatrocientos cincuenta y cuatro. Por las razones expuestas, no
habiéndose dado cumplimiento a la exigencia de fondo prevista
en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil; y en
atención a la facultad prevista en el artículo 392 del mismo Código,
declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto a
fojas seiscientos sesenta y cuatro por los litisconsortes necesarios
pasivos Luis Orlando Bocanegra Gálvez y Gerson Sicha Chauca
contra la sentencia de vista contenida en la resolución número
tres de fecha doce de octubre de dos mil dieciséis obrante a fojas
seiscientos cuarenta y cuatro expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima Sur; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo
responsabilidad; en los seguidos por Johnny Edward Sarmiento
Sifuentes con la sucesión de Guzmán Elías León Cochachin y
otros, sobre Otorgamiento de Escritura Pública; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA C-1569468-57
CAS. Nº 1333-2016 CUSCO
DIVORCIO POR CAUSAL. SUMILLA: Habiéndose amparado la
demanda de Divorcio por la causal de imposibilidad de hacer vida en
común, prevista en el artículo 333 inciso 11 del Código Civil, el
régimen de sociedad de gananciales fenece desde la fecha de
notificación con la demanda de Divorcio, en aplicación del artículo
319 del mencionado texto normativo. Lima, veinticuatro de abril de
dos mil diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa el día
de la fecha y producida la votación correspondiente de acuerdo a ley,
expide la siguiente sentencia. I.- MATERIA DEL RECURSO: Se
trata del recurso de casación interpuesto por la demandada Luisa
Mamani Quispe (folios 615) contra la sentencia de vista contenida
en la Resolución número treinta y nueve, de fecha ocho de marzo de
dos mil dieciséis (folios 604), expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, la cual confirmó la sentencia de
primera instancia contenida en la Resolución número veintinueve de
fecha dieciséis de junio de dos mil quince, que declaró fundada la
demanda por la causal de imposibilidad de hacer vida en común, en
consecuencia, disuelto el vínculo matrimonial existente entre
Evaristo Vásquez Vega y su cónyuge Luisa Mamani Quispe, por el
matrimonio civil contraído el dieciséis de agosto del año mil
novecientos ochenta y cinco, ante la Municipalidad Distrital de
Wanchaq, Provincia y Departamento de Cusco, declarando el
fenecimiento de la sociedad de gananciales desde el diecinueve de
febrero de dos mil trece, y confirmándola en lo demás que contiene.
II.- FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema mediante
resolución de fecha diecinueve de mayo de dos mil dieciséis (folios
39 del cuadernillo de casación), ha declarado procedente el recurso
de casación por la causal de: Infracción normativa material del
artículo 319 del Código Civil; al respecto, se fundamentó dicha
infracción normativa precisando que en el caso de la demanda de
Divorcio, el fenecimiento de la sociedad de gananciales se produce
en la fecha de la notificación con la demanda de Divorcio, para las
relaciones entre los cónyuges, pero que la Sala Superior ha señalado
que la fecha de fenecimiento de la sociedad de gananciales entre las
partes se produjo el diecinueve de febrero de dos mil trece, tiempo
en el que solo existía una separación de hecho, situación que incide
directamente en la determinación del caso respecto a la fecha del
fenecimiento de la sociedad de gananciales. III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Previamente a la absolución del recurso de casación
sub examine, es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en el presente proceso, a fin de poder evaluar si efectivamente se
incurrió en la infracción normativa denunciada. a) DEMANDA:
Evaristo Vásquez Vega interpone demanda de Divorcio por Causal
contra Luisa Mamani Quispe, invocando las causales de conducta
deshonesta que hace insoportable la vida en común y de
imposibilidad de hacer vida en común (incisos 6 y 11 del artículo 333
del Código Civil), solicitando acumulativamente la separación de
bienes gananciales, precisando que la total separación de cuerpos
se ha producido el día diecinueve de febrero de dos mil trece, y que
desde dicha fecha ha fenecido la sociedad de gananciales (folios
41). b) CONTESTACIÓN: El Ministerio Público contesta la
demanda solicitando que sea declarada infundada, invocando la
defensa de la unidad familiar y que la institución familiar constituye el
núcleo fundamental para el desarrollo de la sociedad y de sus
integrantes, y que como tal debe ser protegida, por lo que considera
que la demanda deberá ser declarada infundada (folios 51). Por su
parte, la demandada Luisa Mamani Quispe no contestó la
demanda, siendo declarada rebelde mediante Resolución número
nueve de fecha veinte de agosto de dos mil trece (folios 158). c)
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA. Mediante sentencia
contenida en la Resolución número veintinueve de fecha dieciséis de
junio de dos mil quince (folios 404), se declaró fundada la demanda
de Divorcio por la Causal de Imposibilidad de Hacer Vida en Común,
e infundada en cuanto a la causal de Conducta Deshonrosa que
haga insoportable la Vida en Común, y en consecuencia se declaró
disuelto el vínculo matrimonial así como el fenecimiento de la
sociedad de gananciales desde el diecinueve de febrero de dos mil
trece, entre otros. d) SENTENCIA DE VISTA: Habiendo interpuesto
recurso de apelación únicamente la demandada Luisa Mamani
Quispe, mediante sentencia de vista contenida en la Resolución
número treinta y nueve (folios 604) se confirmó la sentencia de
primera instancia que declaró fundada la demanda de Divorcio
únicamente por la Causal de Imposibilidad de Hacer Vida en Común,
confirmándose además el extremo que dispuso el fenecimiento de la
sociedad de gananciales desde el diecinueve de febrero de dos mil
trece. SEGUNDO.- En el caso de autos, se ha declarado la
procedencia del recurso de casación únicamente en razón de la
alegada infracción del artículo 319 del Código Civil, respecto a la
fecha a partir de la cual se debe considerar como fenecida la
sociedad de gananciales como resultado del amparo de la causal de
Divorcio prevista en el inciso 11 del artículo 333 del texto legal
mencionado, consistente en la Imposibilidad de Hacer Vida en
Común, debidamente probada en proceso judicial; puesto que en la
sentencia de vista recurrida se ha confirmado la decisión de primera
instancia de declarar el fenecimiento de la sociedad de gananciales
a partir del diecinueve de febrero de dos mil trece, fecha desde la
cual estarían separados, mientras que la recurrente considera que el
fenecimiento recién se produjo desde la fecha de notificación de la
demanda, por lo cual considera que no se aplicó el artículo 319 del
Código Civil para la resolución de la controversia. TERCERO.- El
artículo 318 del Código Civil contempla los supuestos de fenecimiento
del régimen de sociedad de gananciales, indicando que fenece dicha
sociedad: 1) Por invalidación del matrimonio; 2) Por separación de
cuerpos; 3) Por Divorcio; 4) Por declaración de ausencia; 5) Por
muerte de uno de los cónyuges; y, 6) Por cambio de régimen
patrimonial; esta norma no establece desde qué momento, en cada
supuesto específico, se considera que se ha producido el
fenecimiento del régimen. En efecto, el régimen de sociedad de
gananciales fenece por ejemplo, entre otros, por Divorcio y por
Separación de Cuerpos, pero el citado artículo 318 del Código Civil
no señala desde qué momento se produce el fenecimiento en cada
uno de esos casos, sino que es el artículo 319 del Código Civil el que
lo regula para cada uno de los supuestos. CUARTO.- En ese
sentido, resolviendo la infracción normativa material denunciada
tenemos que el artículo 319 del Código Civil, según modificatoria
dispuesta por el artículo 1 de la Ley número 274951, estipula lo
siguiente: "(…) artículo 319.- Fin de la Sociedad.- Para las relaciones
entre los cónyuges se considera que el fenecimiento de la sociedad
de gananciales se produce en la fecha de la muerte o de la
declaración de muerte presunta o de ausencia; en la de notificación
con la demanda de invalidez del matrimonio, de Divorcio, de
Separación de Cuerpos o de separación judicial de bienes; y en la
fecha de la Escritura Pública, cuando la separación de bienes se
establece de común acuerdo. En los casos previstos en los incisos 5
y 12 del artículo 333 del Código Civil, la sociedad de gananciales
fenece desde el momento en que se produce la separación de
hecho. Respecto a terceros, el régimen de sociedad de gananciales
se considera fenecido en la fecha de la inscripción correspondiente
en el registro personal (…)". QUINTO.- Conforme al citado artículo
319 del Código Civil, en los casos de Divorcio –como el presente– el
régimen de sociedad de gananciales fenece desde la fecha de
notificación con la demanda de Divorcio, salvo que se sustente en
las causales previstas en los incisos 5 y 12 de su artículo 3132, y por
tanto tal disposición específica debió ser aplicada para la resolución
de la controversia, considerándose que el régimen de sociedad de
gananciales resultante del matrimonio celebrado entre el
demandante Evaristo Vásquez Vega y la demandada Luisa Mamani
Quispe feneció el día diez de junio de dos mil catorce, fecha en
que se notificó a esta última con la demanda, según el respectivo
cargo de notificación (fojas 64). SEXTO.- Respecto al artículo 319
del Código Civil, el catedrático Benjamín Aguilar Llanos ha señalado:
"(…) En el caso de Divorcio, separación legal, invalidación de
matrimonio y cambio judicial de régimen, fenece el régimen de
97323
sociedad de gananciales a partir de la notificación al otro cónyuge
con la demanda respectiva, y ello es así a fin de evitar que cualquiera
de los cónyuges, se aproveche de la duración del juicio para
continuar con los beneficios del régimen, sin embargo y a propósito
de la Ley 27495 tratándose de la separación legal o Divorcio por la
causal de abandono injustificado de la casa conyugal y la de
separación de hecho, el régimen de sociedad de gananciales
concluye, cuando se produce la separación de hecho, lo que torna
de suma importancia acreditar cuando dejaron de vivir juntos (…)"3.
SÉTIMO.- No puede considerarse que el fenecimiento del régimen
de la sociedad de gananciales se haya producido desde el día
diecinueve de febrero de dos mil trece, fecha desde la cual las partes
estarían separadas, conforme lo han considerado las instancias de
mérito, puesto que no nos encontramos ante un proceso de Divorcio
por las causales contenidas en los incisos 5 y 12 del artículo 333 del
Código Civil, correspondientes al Divorcio por Abandono Injustificado
de la casa conyugal por más de dos años continuos o cuando la
duración sumada de los períodos de abandono exceda a este plazo
(inciso 5), o por la separación de hecho de los cónyuges durante un
período ininterrumpido de dos años o durante un período de cuatro
años por tener los cónyuges hijos menores de edad (inciso 12), sino
que en aplicación del artículo 319 del Código mencionado, el
fenecimiento del régimen de sociedad de gananciales se produce en
la fecha de notificación con la demanda de Divorcio por la Causal de
Imposibilidad de Hacer Vida en Común (inciso 11 del artículo 333 del
Código Civil). OCTAVO.- Por lo anterior, se acredita la infracción
normativa por inaplicación del artículo 319 del Código Civil, debiendo
ampararse el recurso de casación planteado por la demandada
Luisa Mamani Quispe, y de conformidad con el primer párrafo del
artículo 396 del Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de
la Ley número 29364, revocarse parcialmente la sentencia de vista
impugnada, determinándose la fecha correcta a partir de la cual
fenece el régimen de la sociedad de gananciales entre demandante
y demandada. IV. DECISIÓN: Que, estando a las consideraciones
que anteceden y a lo dispuesto en el acápite 2.3 del inciso 2 del
artículo 396 del Código Procesal: 4.1. Declararon FUNDADO el
recurso de casación interpuesto por la demandada Luisa Mamani
Quispe (folios 615) contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número treinta y nueve, de fecha ocho de marzo de dos
mil dieciséis (folios 604), expedida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, la cual confirmó la sentencia de
primera instancia contenida en la Resolución número veintinueve de
fecha dieciséis de junio de dos mil quince, que declaró fundada la
demanda por la Causal de Imposibilidad de Hacer Vida en Común,
en consecuencia, disuelto el vínculo matrimonial existente entre
Evaristo Vásquez Vega y su cónyuge Luis Mamani Quispe, por el
matrimonio civil contraído el dieciséis de agosto del año mil
novecientos ochenta y cinco, ante la Municipalidad Distrital de
Wanchaq, Provincia y Departamento de Cusco, declarando el
fenecimiento de la sociedad de gananciales desde el diecinueve de
febrero de dos mil trece, y confirmándola en lo demás que contiene;
y actuando en sede de instancia, REVOCARON la Sentencia de
vista sólo en el extremo que al confirmar la sentencia apelada
declara el fenecimiento de la sociedad de gananciales desde el
diecinueve de febrero de dos mil trece, y REFORMÁNDOLA en ese
extremo declararon que el fenecimiento del régimen de la sociedad
de gananciales, resultante del amparo de la demanda de Divorcio
por la causal de imposibilidad de hacer vida en común prevista en el
inciso 11 del artículo 333 del Código Civil, se produjo el día diez de
junio de dos mil catorce, fecha en la cual la demandada Luisa
Mamani Quispe fue notificada con la indicada demanda. 4.2.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial "El Peruano", bajo responsabilidad; en los seguidos por
Evaristo Vásquez Vega contra Luisa Mamani Quispe y otro, sobre
por Divorcio por Causal y otro; y los devolvieron. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA
1
Publicada el día 07 de julio de 2001.
2
"Artículo 333.- Causales: Son causas de separación de cuerpos: […]"
5. El abandono injustificado de la casa conyugal por más de dos años
continuos o cuando la duración sumada de los períodos de abandono exceda
a este plazo […]"
12. La separación de hecho de los cónyuges durante un período
ininterrumpido de dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los cónyuges
tuviesen hijos menores de edad. En estos casos no será de aplicación lo
dispuesto en el Artículo 335 […]".
3
En: Tratado de Derecho de Familia; Primera Edición; Grupo Editorial Lex &
Iuris; junio 2016; Lima – Perú; página 220.
C-1569468-58
CAS. Nº 3213-2016 ICA
INFRACCIÓN A LA LEY PENAL. Lima, dieciséis de enero de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso de
casación interpuesto por Ronaldo Abel Quispe Chipana a fojas
ciento noventa y ocho, contra la resolución de vista de fojas ciento
setenta y siete, de fecha veintitrés de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Mixta y Penal de Apelaciones de Nasca de
la Corte Superior de Justicia de Ica, que confirma la resolución
apelada de fojas ciento treinta y ocho, de fecha veintidós de
abril de dos mil dieciséis, que declara la responsabilidad penal

97324 CASACIÓN
de Ronaldo Abel Quispe Chipana como autor de la Infracción
a la Ley Penal contra la Seguridad Pública – Peligro Común en
la modalidad de Tenencia Ilegal de Arma de Fuego y contra la
Salud Pública – Trafico Ilícito de Dogas en la modalidad de Micro
comercializador en agravio del Estado Peruano, con lo demás
que contiene; para cuyo efecto debe procederse con calificar
los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho medio
impugnatorio, conforme a lo previsto en los artículos 387 y 388
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, se advierte
que el presente recurso de casación satisface dichas exigencias, al
haberse interpuesto: I) Contra una resolución expedida por la Sala
Superior respectiva que, como órgano de segundo grado, pone
fin al proceso; II) Ante la Sala Superior que emitió la resolución
impugnada, que para el caso de autos es la Sala Mixta y Penal de
Apelaciones de Nasca de la Corte Superior de Justicia de Ica; III)
Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día siguiente
de notificada la resolución que se impugna, conforme se corrobora
con los cargos de notificación obrante a fojas ciento ochenta y dos
(vuelta); y, IV) Sin adjuntar el respectivo arancel por recurso de
casación al encontrarse exonerado. TERCERO.- Que, respecto a
los requisitos de procedencia contenidos en los incisos 1 y 4 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte de autos que
el recurrente apeló la sentencia de primera instancia que le fue
adversa y señaló que su pedido casatorio es revocatorio; por lo que
ambos requisitos han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en cuanto
a las exigencias contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, el recurrente denuncia las siguientes
causales: a) Infracción normativa procesal del artículo 325 del
Código Procesal Penal, alegando que la Sala Superior al emitir
su sentencia de vista ha infringido dicho artículo respecto al valor
probatorio que le otorga la ley a las diligencias practicadas en
sede preliminar; b) Infracción normativa material del artículo
40.2 numeral IV) de la Convención sobre los Derechos del
Niño y del Adolescente, alegando que la Sala Superior al emitir
su sentencia de vista ha vulnerado dicho artículo ya que restringió
el derecho a interrogar o hacer que se interrogue a testigos de
cargo en condiciones de igualdad ante la inasistencia de los
efectivos policiales que intervinieron al infractor a la Audiencia de
Esclarecimiento de los Hechos; c) Apartamento del Precedente
Judicial (Acuerdo Plenario número 2-2005/CJ-116), sosteniendo
que la Sala Superior al emitir su sentencia de vista se ha apartado
de dicho precedente que regula los requisitos que debe reunir
la sindicación de testigo para que esta pueda enervar la inicial
presunción de inocencia que le asistía al infractor debido a que
su aplicación fue defectuosa; d) Infracción normativa procesal
del artículo 393 inciso 2 del Código Procesal Penal, alegando
que la Sala Superior al emitir su sentencia de vista ha vulnerado
dicho artículo, ya que no verificó la forma como debe valorarse
los medios probatorios aportados al proceso y con ello omitió el
análisis de los medios de pruebas de descargo al momento de
resolver; y, e) Apartamento del Precedente Judicial (Recurso
de Nulidad número 2735-2014), alegando que la Sala Superior
al emitir su sentencia de vista se ha apartado de dicho precedente
que regula el valor de las diligencias policiales sin participación del
representante del Ministerio Público. QUINTO.- Que, estando a los
fundamentos expuestos se advierte que las causales denunciadas
no satisface el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388
del Código Procesal Civil, por las siguientes razones: I) Porque, tal
como ha sostenido la Sala Superior, la intervención del infractor por
parte de los efectivos policiales se ha realizado de manera legal,
pues los policías actuaron conforme a sus atribuciones; II) Porque
las declaraciones de los testigos, mencionadas por el impugnante
en su recurso de apelación, conservan solidez en la incriminación
del procesado, pues no han sido contundentes para contrarrestar
y/o desvirtuar los hechos denunciados por la fiscalía; y III) Porque
dichas declaraciones fueron corroboradas en forma conjunta con
el acta de registro personal, el acta de intervención policial, las
declaraciones de los policías intervinientes y el acta de orientación,
descarte, pesaje y lacrado de drogas, así como las declaraciones
de los testigos ofrecidos por la defensa; llegando la Sala Superior
a la convicción sobre la responsabilidad del investigado en los
hechos imputados como auto de la Infracción Penal contra la
Seguridad Pública – Peligro Común en la modalidad de Tenencia
Ilegal de Arma de Fuego y contra la Salud Pública – Tráfico Ilícito
de Drogas en la modalidad de Micro comercialización, en agravio
del Estado. En consecuencia, habiéndose valorado en forma
conjunta el caudal probatorio; las alegaciones expuestas por el
recurrente no cumplen con demostrar la incidencia directa sobre
la decisión impugnada; máxime si se tiene en cuenta que en el
caso en concreto no se requería la presencia del Ministerio Público
en la intervención policial, porque el investigado fue intervenido en
flagrancia con un arma de fuego (revolver) y en posesión de drogas;
por lo que las citadas causales devienen en improcedentes. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Ronaldo Abel Quispe Chipana a fojas
ciento noventa y ocho, contra la resolución de vista de fojas ciento
setenta y siete, de fecha veintitrés de junio de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Mixta y Penal de Apelaciones de Nasca de la
Corte Superior de Justicia de Ica; en los seguidos por el Ministerio
Público contra Ronaldo Abel Quispe Chipana en agravio del Estado
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Peruano, sobre Infracción a la Ley Penal; y los devolvieron. Integra
esta Sala el Juez Supremo Señor Sánchez Melgarejo por licencia
del Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-59
CAS. Nº 1344-2016 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, dieciséis
de marzo de dos mil diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de este Supremo Tribunal el
recurso de casación interpuesto por la Empresa de Transportes
El Pino Sociedad Anónima Cerrada a fojas seiscientos noventa y
cinco, contra la sentencia de vista de fojas seiscientos sesenta y
tres, de fecha cinco de noviembre de dos mil quince, emitida por
la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Lima; que confirma
la sentencia apelada de fojas quinientos setenta y tres, de fecha
veintitrés de abril de dos mil catorce, que declara fundada en parte
la demanda; en los autos seguidos por Jenifer Traicy Torres Valiente
y otra con la Empresa de Transportes El Pino Sociedad Anónima
Cerrada, sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; para cuyo
efecto debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad
y procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en la Ley 29364 que modificó - entre otros - los artículos 387, 388,
391, 392 del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Que, verificando
los requisitos de admisibilidad regulados en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la ley acotada, se advierte
que el presente recurso cumple con tales exigencias, esto es: i)
Se recurre una resolución expedida por la Sala Superior que pone
fin al proceso; ii) Se ha interpuesto ante el órgano que emitió la
resolución impugnada; iii) Fue interpuesto dentro del plazo de
los diez días de notificado con la resolución recurrida; y iv) Ha
cumplido con reintegrar el pago de la tasa judicial que corresponde
en el modo y plazo indicado en la resolución de inadmisibilidad de
fojas veintisiete del cuadernillo de casación. TERCERO.- Previo al
análisis de los requisitos de fondo, debe considerarse que el recurso
de casación, es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
éste tiene como fin la adecuada aplicación del derecho objetivo al
caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la
Corte Suprema de Justicia. En ese sentido, debe fundamentarse
de manera clara, precisa y concreta indicando en qué consiste
la infracción normativa incurrida y cuál es la incidencia directa en
que se sustenta. CUARTO.- Analizando los requisitos de fondo
contemplado en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, la empresa recurrente cumple con ello en razón a que no
consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
QUINTO.- Respecto a los requisitos contenidos en los incisos 2, 3 y
4 del artículo bajo análisis, es necesario que la recurrente describa
con claridad y precisión en qué consiste la infracción normativa
incurrida o el apartamiento inmotivado del precedente judicial, que
demuestre la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada y que precisen si su pedido casatorio es anulatorio
o revocatorio. En el presente caso, la recurrente denuncia la
causal de infracción normativa del artículo 139 incisos 3 y 5
de la Constitución Política del Perú: Los argumentos expuestos
en la sentencia de vista, no son suficientes para responder los
agravios de su recurso de apelación, en tanto el hecho que el
atestado policial número 04-05-VII-DIRTEPOL-DIVPOL-PNP-
CP-SIAT sea de fecha veintiocho de febrero de dos mil cinco y
la Resolución Directoral 4701-2005-MTC/15 de fecha veintiocho
de setiembre de dos mil cinco, no es argumento suficiente para
no amparar sus alegaciones. Señala que la Sala, simplemente
argumenta que TEPSA sí es responsable porque ha quedado
establecido que la misma iba a una velocidad desmedida, situación
que impidió una mejor maniobra frente a la embestida del otro
vehículo; sin embargo no es un argumento suficiente y conforme
a lo dispuesto en la norma cuya infracción denuncia. SEXTO.- La
recurrente alega hechos que en suma resultarían ser atentatorios
al debido proceso y a la motivación de las resoluciones judiciales;
sin embargo dicha causal no puede prosperar por carecer de base
real, al no advertirse la concurrencia de vicios insubsanables que
afecten el debido proceso, en tanto, la recurrida - tomando en
cuenta la naturaleza del proceso sobre indemnización por daños
y perjuicios derivada de un accidente de tránsito - contiene una
motivación coherente, precisa y sustentada en base a los hechos
invocados en la demanda, valorándolos de manera conjunta
utilizando su apreciación razonada, en observancia a la garantía
constitucional contenida en el artículo 139 incisos 2 y 3 de la
Constitución Política del Perú; llegando a la conclusión que la
parte demandada es responsable del daño ocasionado a las
accionantes, al haberse determinado que el conductor de TEPSA
iba a una velocidad desmedida que le impidió una mejor maniobra
y que la recurrente no ha enervado el mérito del atestado policial.
En suma, pretende cambiar el criterio jurisdiccional establecido por
las instancias de mérito; por consiguiente, se tiene que, lo que en el
fondo pretende es el re examen, propósito que como ha sostenido
esta Sala Suprema en reiteradas ocasiones resulta contrario
a la naturaleza y fines del recurso extraordinario de casación.
Debiéndose precisar que, las instancias de mérito se han remitido
al atestado policial que especifica cuál fue la unidad que ocasionó
el accidente de tránsito que motivó los daños ocasionados a las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
demandantes. Por las razones expuestas y de conformidad con lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la
Empresa de Transportes El Pino Sociedad Anónima Cerrada a
fojas seiscientos noventa y cinco, contra la sentencia de vista de
fojas seiscientos sesenta y tres, de fecha cinco de noviembre de
dos mil quince, emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior
de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Jenifer Traicy Torres Valiente y otra con la Empresa
de Transportes El Pino Sociedad Anónima Cerrada, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Ponente
Señor De La Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-60
CAS. Nº 1393-2017 TACNA
INTERDICTO DE RECOBRAR. Lima, cuatro de julio de dos
mil diecisiete. AUTOS Y VISTOS: con los acompañados; Y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el recurso de casación interpuesto por Kewin Arnold
Espinoza Choquecota, contra la Sentencia de Vista que confirma
la apelada que declara fundada la demanda. En ese sentido
corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
del medio impugnatorio conforme a lo previsto por la Ley número
29364, que modificó entre otros los Artículos 386°, 387° y 388°
del Código Procesal Civil. SEGUNDO.- Acorde a lo regulado en
el último párrafo del Artículo 364° del Código Procesal Civil, el
recurso de apelación, como consecuencia del principio de la doble
instancia, tiene como finalidad que las resoluciones de los jueces
inferiores puedan ser examinadas de nuevo a pedido de las partes
por los tribunales superiores pues permite a los litigantes llevar
ante el Tribunal de segundo grado una resolución estimada injusta
para que la modifique o revoque según sea el caso. TERCERO.-
En ese contexto, el derecho de apelar corresponde a todo aquel
que haya sido parte y sea perjudicado por la sentencia incluyendo
al sustituto procesal y además al coadyuvante adhesivo y al
obligado asimismo es de señalarse que el perjuicio del que nace
el interés de apelar está contenido sobre todo en la sentencia de
fondo que no es sólo teórica sino es prácticamente desfavorable
por cuanto niega a uno de los litigantes en todo o en parte un
derecho1. CUARTO.- En ese orden de ideas el Artículo 364° del
Código Procesal Civil señala que el recurso de apelación tiene por
objeto que el órgano jurisdiccional superior examine a solicitud
de parte o de tercero legitimado la resolución que les produzca
agravio con el propósito de que sea anulada o revocada total o
parcialmente constituyendo la fundamentación del agravio
un precepto legal que guarda estrecha relación con lo señalado
en el artículo 366 de dicho cuerpo legal. QUINTO.- Asi también
el Artículo 388 inciso 1) del Código Procesal Civil, prevé que el
recurso de casación se declarará procedente si el recurrente no
hubiera consentido previamente la resolución adversa de primera
instancia, cuando esta fuere confirmada por la resolución objeto
del recurso. SEXTO.-Revisado los autos, se aprecia que habiendo
emitido el Juez de Primera Instancia de la Corte Superior de
Justicia de Tacna, pronunciamiento mediante resolución de fecha
cuatro de octubre de dos mil dieciséis, no se aprecia de autos que la
parte recurrente, haya interpuesto recurso de apelación alguno, no
obstante lo indicado, es de advertirse que el impugnante mediante
escrito corriente a fojas doscientos sesenta y uno, ha planteado
recurso de casación contra la Sentencia de Vista, expedida por la
Sala Superior, el veintitrés de enero de dos mil diecisiete, por la
cual confirma la decisión apelada. Siendo esto así, es de colegirse
que el recurrente incumple con los lineamientos consagrados por el
Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil, pues dejó consentir
la decisión emitida por el juez de la causa. Fundamentos por los
cuales y en aplicación del Artículo 359° del Código Procesal Civil
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Kewin Arnold Espinoza Choquecota contra la Sentencia de
Vista contenida en la resolución número veintisiete de fecha
veintitrés de enero de dos mil diecisiete obrante a fojas doscientos
trece expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Tacna; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial “El Peruano” bajo responsabilidad;
en los seguidos por Jessy Espinoza Grados con Kewin Arnold
Espinoza Choquecota y otra sobre Interdicto de Recobrar; y los
devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA
1
Chiovenda. Apelación. Capítulo III Las relaciones procesales. Páginas 378 a
405.
C-1569468-61
CAS. Nº 1460-2016 AREQUIPA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, tres de mayo de dos mil
diecisiete. VISTOS: y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandada Cristal Maroliny Apaza Juárez a
fojas noventa y nueve, contra el auto de vista de fecha veintiséis de
enero de dos mil dieciséis, de fojas ochenta y seis, emitida por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; que
revoca la apelada que declara infundada la contradicción al
97325
mandato de ejecución sustentada en la causal de inexigibilidad de
la obligación; y, reformándola la declaró improcedente; confirmaron
el extremo que ordena el remate del bien inmueble; por tal motivo,
corresponde verificar si el medio impugnatorio interpuesto cumple
o no con los requisitos previstos en los artículos 387, 388, 391 y
392 del Código Procesal Civil, modificados por la Ley Número
29364. SEGUNDO.- El acto de calificación del recurso de casación,
conforme lo dispone el artículo 387 del Código Procesal Civil,
comprende inicialmente la verificación del cumplimiento de los
requisitos de admisibilidad, relacionados con: a) Naturaleza del
acto procesal impugnado: Que lo que se impugne sea una
sentencia o un auto expedido por una Sala Superior que, como
órgano de segundo grado, ponga fin al proceso. b) Recaudos
especiales del recurso: Si el recurso de casación es interpuesto
ante la Corte Suprema, debe acompañar copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital, por el abogado
que autoriza el recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no es exigible si se interpone ante el órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada. c) Verificación del plazo: Que
se ha interpuesto dentro del plazo de diez días, contado desde el
día siguiente de notificada la resolución que se impugna, más el
término de la distancia cuando corresponda. d) Control de pago de
la tasa judicial: Según la tabla de aranceles judiciales vigente al
tiempo de la interposición del recurso. TERCERO.- En el presente
caso, el recurso de casación satisface los citados requisitos de
admisibilidad, en cuanto se dirige contra el auto de vista, contenida
en la resolución número 07, de fecha veintiséis de enero de dos mil
dieciséis, expedida en apelación por la Tercera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Arequipa, no requiriendo adjuntar los
recaudos adicionales en tanto se interpuso ante el mismo órgano
jurisdiccional que dictó la resolución impugnada, como consta del
cargo obrante a folios noventa y nueve, observando el plazo legal,
pues la resolución de vista se notificó a la recurrente el quince de
marzo de dos mil dieciséis, según cargo de folio noventa y cuatro,
y el recurso se presentó el treinta y uno de marzo de dos mil
dieciséis. Finalmente se cumple con el pago de la tasa judicial
conforme se tiene de fojas noventa y siete. CUARTO.- El recurso
de casación se sustenta en la infracción normativa que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente judicial
y dado su carácter extraordinario y formal debe cumplir con ciertas
exigencias que nuestro ordenamiento procesal civil dispone, para
lo cual quien hace uso de él está en la obligación de exponer con
claridad y precisión la infracción normativa ya sea de orden
sustantivo o procesal, y según sea el caso, fundamentar en qué
consisten éstas, además de exponer de qué manera las mismas
inciden en la resolución impugnada. QUINTO.- Analizando el
cumplimiento de los requisitos de procedencia previstos en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, se advierte lo siguiente: a)
En relación al requisito previsto en el inciso 1 del citado artículo, el
mismo se cumple, toda vez que la recurrente no dejó consentir la
resolución de primer grado que le fuera adversa a sus intereses. b)
En cuanto a la descripción con claridad y precisión de la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, referido en el
inciso 2 del artículo bajo análisis, se tiene que la recurrente
denuncia la causal de: Infracción normativa del artículo 169 del
Código Civil: No se ha interpretado correctamente la tercera
cláusula del Contrato de Constitución de garantía hipotecaria que
dice: “Las demás condiciones del crédito constarán en el contrato
de préstamo que suscribirán las partes al momento del desembolso,
por medio del presente documento la parte prestataria declara
conocer y se sujeta además, a los alcances del contrato de
préstamo (adicional al presente documento), que suscribirá al
momento del desembolso, y en el cual están anotados las
condiciones específicas del crédito” (sic), esto significa que al
haberse incardinado los Pagarés Números
000244423000000480173 y 000244423101000709773 al contrato
principal, ello por acuerdo expreso de la segunda cláusula, resulta
que el monto demandado por la suma de treinta y cuatro mil
cincuenta y ocho soles con veintitrés céntimos (S/34,058.23), es
inexigible, por cuanto la fecha de suscripción del pagaré es del
doce de marzo de dos mil catorce, fecha anterior a la suscripción
del referido contrato, por lo que no resulta aplicable el término
endosado en la cláusula tercera, numeral 2, referido a que la
hipoteca garantiza “contratos u operaciones que se hayan
celebrado o se celebren en el futuro”. SEXTO.- El agravio planteado
no cumple con el requisito de procedencia del recurso de casación
a que se refiere el inciso 3 del artículo 388 del Código Adjetivo
modificado por el artículo 1 de la Ley Número 29364, lo que implica,
demostrar la incidencia directa de la infracción del artículo
denunciado sobre la decisión impugnada; esto es, señalar en qué
habría consistido el error al aplicar o interpretar la norma de
naturaleza procesal, debiendo repercutir ésta en la parte resolutiva
del auto de vista recurrido, para que se entienda configurada dicha
infracción, es decir, la infracción denunciada debe trascender el
fallo. Por el contrario, las alegaciones del recurso están orientadas
a cuestiones de probanza, sin considerar que la Corte de Casación
no constituye una tercera instancia donde se puede valorar el
caudal probatorio y el aspecto fáctico del proceso, lo que constituye
una facultad de los jueces de mérito que no puede ser traída en vía
del recurso de casación; de ahí que también son excluidos aquellos
hechos que la parte casante estima probados con la finalidad que

97326 CASACIÓN
la pretensión contenida en la demanda sea desestimada, más aun
si tenemos en cuenta que lo que es materia de ejecución no son los
pagarés aludidos, sino la escritura pública de constitución de
garantía hipotecaria, la misma que expresamente señala en su
tercera cláusula que garantiza todas las obligaciones presentes y
futuras que haya asumido la prestataria, así como la ejecución de
los contratos u operaciones que se hayan celebrado o se celebren
en el futuro; por lo que el argumento de que los Pagarés tienen
fecha anterior a la suscripción de la escritura pública no tiene
amparo legal, pues la obligación cuestionada se encuentra bajo la
cobertura del contrato de Constitución de garantía hipotecaria. Por
las razones expuestas y de conformidad con lo previsto en el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por la demandada Cristal
Maroliny Apaza Juárez a fojas noventa y nueve, contra el auto de
vista de fecha veintiséis de enero de dos mil dieciséis, de fojas
ochenta y seis, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Caja Municipal de Ahorro y
Crédito de Arequipa contra Cristal Maroliny Apaza Juárez, sobre
Ejecución de Garantías; y los devolvieron. Ponente Señor De la
Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
CÉSPEDES CABALA C-1569468-62
CAS. Nº 1319-2016 AREQUIPA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: Que en el presente
caso estamos frente a una materia de Nulidad de Acto Jurídico
respecto de la Escritura Pública de Compraventa de un lote urbano
por adjudicación directa que otorga la Municipalidad Distrital de
Majes a favor del demandado, teniendo ello como antecedentes los
Acuerdos Municipales de las Sesiones del Concejo Municipal, los
cuales mantienen su eficacia en tanto y en cuanto no se emita
pronunciamiento definitivo en el expediente contencioso
administrativo. Lima, quince de marzo de dos mil diecisiete. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número mil
trescientos diecinueve – dos mil dieciséis; y, producida la votación
con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto por la Municipalidad Distrital de Majes a fojas
trescientos treinta y dos, contra la sentencia de vista de fojas
trescientos veintiuno, de fecha veinticinco de enero de dos mil
dieciséis, expedida por la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante
de Camaná de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que
revoca la sentencia apelada de fojas ciento ochenta y dos, de fecha
veintiocho de mayo de dos mil quince, que declara fundada la
demanda sobre Nulidad de Acto Jurídico y Restitución de Bien; y
reformándola declararon improcedente la misma. 2.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución
de fecha dos de junio de dos mil dieciséis, corriente a fojas cuarenta
y cinco del cuaderno de casación, se ha declarado procedente el
recurso de su propósito, por las siguientes causales denunciadas:
- La infracción normativa procesal de los artículos 139 inciso 5
de la Constitución Política del Perú, 50 inciso 6 y 122 inciso 4
del Código Procesal Civil. - La Infracción normativa material de
los artículos V del Título Preliminar y 219 inciso 8 del Código
Civil. 3. ANTECEDENTES: - Previamente a la absolución de las
denuncias formuladas por la recurrente, conviene hacer las
siguientes precisiones respecto de lo acontecido en el proceso; con
fecha once de mayo de dos mil once, de fojas cincuenta y siete a
sesenta y cuatro, subsanada de fojas sesenta y nueve a setenta y
tres, se interpone demanda peticionando se declare la Nulidad del
Acto Jurídico contenido en la Minuta y Escritura Pública número
787 realizada por la Municipalidad Distrital de Majes a favor del
demandado Pablo Huilfredo Cornejo Hinojosa; accesoriamente la
restitución del predio inscrito en la Partida Registral número
11075669 a favor de la Municipalidad Distrital de Majes; como
fundamentos de hecho: Adquirieron el Lote 10, Manzana J, de la
Lotización A-1, Sector 5 de la ciudad de Majes, distrito de Majes,
provincia de Caylloma, departamento de Arequipa, con una
extensión de cuatrocientos diez metros cuadrados (410 m2),
terrenos destinados al campo ferial y Mercado Metropolitano, que
tiene la condición de zona de recreación pública, en mérito a la Ley
número 28099 y Resoluciones número 130-2006/SBN-GO-JAD;
número 87 y número 88 2004/SBN-GO-JAD de la Superintendencia
Nacional de Bienes Estatales - SBN. En sesión de Concejo
Municipal de fecha treinta y uno de agosto de dos mil seis, se
aprobó la modificación de cambio de uso de toda la lotización A-1
del sector 5 dentro del cual se encuentra el predio objeto de
transferencia, de Zona de Recreación Pública a Zona Residencial.
El treinta de octubre de dos mil seis, se aprobó por el Concejo de la
Municipalidad Distrital de Majes, el Plan Urbano Distrital 2006-
2011. Por Acuerdo Municipal número 189-2006MDM/AL de fecha
veintinueve de noviembre de dos mil seis, se aprobó la creación del
Programa de Vivienda de la Municipalidad Distrital de Majes que
incluye la habilitación urbana a favor de los trabajadores de la
recurrente. El diecinueve de diciembre de dos mil seis, se aprobó la
designación de lotes a favor de los trabajadores en aplicación del
programa de vivienda aprobado con el pago mínimo establecido
por el Consejo Nacional de Tasaciones - CONATA y la Municipalidad
asume el saneamiento físico y legal. - Con fecha veintisiete de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
diciembre de dos mil seis y mediante Acuerdo de Concejo Municipal
número 194-2006-MDM se aprobó la designación de lotes a favor
de los trabajadores en aplicación al programa de vivienda y descrito
estableciendo el precio por metro cuadrado en la suma de diez
soles (S/10.00). Mediante Informe número 17-2007-AL-MDM de
fecha veintiocho de febrero de dos mil siete, el asesor legal de la
Municipalidad concluye que deberán declararse nulos los acuerdos
municipales de fechas treinta y uno de agosto de dos mil seis,
treinta de octubre de dos mil seis y veintinueve de noviembre de
dos mil seis. Por Acuerdo Municipal número 021-2007-MDM de
fecha ocho de marzo de dos mil siete, se declaran nulos los
acuerdos adoptados por el Concejo Municipal, así como las que
materializan sobre adjudicación directa de lotes urbanos a favor de
los trabajadores de la Municipalidad Distrital de Majes. Se violentó
el artículo 16 del Decreto Supremo número 154-2001-EF que
exige, previa transferencia, el pronunciamiento favorable de la
Superintendencia Nacional de Bienes Estatales - SBN y deberá ser
bajo la modalidad de subasta pública y excepcionalmente por
venta directa, siendo que la normatividad sobre disposición de
bienes municipales no prevé la venta directa. También se ha
contravenido el artículo 3 de la Ley número 26878 - Ley de
Habilitaciones Urbanas. - Mediante sentencia de primera instancia
obrante a fojas ciento ochenta y dos, se declaró fundada la
demanda, en consecuencia, nulo e ineficaz el acto jurídico
contenido en la Escritura Pública número 787, de fecha treinta de
diciembre de dos mil seis; se dispone la restitución del inmueble
signado como Lote 10, Manzana J, de la Lotización A-1, Sector 5,
Ciudad Majes, distrito de Majes, provincia de Caylloma,
departamento de Arequipa, a favor de la demandante en el plazo
de diez días; y exonera al demandado del pago de costas y costos
del proceso, basado en los siguientes argumentos: 1) La pretensión
de nulidad debe ampararse por la causal del artículo 219 inciso 8
del Código Civil, concordado con el artículo V del Título Preliminar
del Código Civil, esto es por contravenir normas imperativas como
el artículo 37 del Decreto Supremo número 027-2003-VIVIENDA,
que confiere facultades para los cambios de zonificación solo a las
Municipalidades Provinciales; el artículo 3 de la Ley número 26878
- Ley General de Habilitaciones Urbanas, que confiere competencia
para la aprobación de las habilitaciones urbanas a una Comisión
Técnica y no a las Municipalidades Distritales y el inciso c) del
artículo 63 de la Ley Orgánica de Municipalidades, que prohíbe al
Alcalde, Regidores, servidores, empleados y funcionarios
municipales adquirir bienes de propiedad municipal ya sea directa
o por interpósita persona; 2) La causal de objeto física y
jurídicamente imposible no se configura dado que el acto jurídico
cuestionado tiene existencia fáctica pues se ha verificado en el
mundo factico y su objeto jurídico fue la traslación de dominio del
predio. Siendo que el acto jurídico no persigue una finalidad
antijurídica sino la transferencia de la propiedad de un bien
determinado perfectamente permitida. 3) El demandado ha ofrecido
como prueba extemporánea el Expediente número 222-2008
tramitado ante el mismo despacho en virtud a cuya decisión firme
en sede casatoria se habría recobrado plena vigencia los acuerdos
que se pretendieron anular mediante Acuerdo Municipal número
021-2007-MDM; sin embargo, como se ha venido señalando en
otros procesos, así se hubiese realizado el cambio de zonificación
de manera regular, así se trate de bienes de dominio privado de la
Municipalidad, subsistía una prohibición taxativa de una Ley
Orgánica como es la de Municipalidades, para adquirir bienes
municipales por la especial condición del demandado de ser
trabajador de la Municipalidad, situación que, por lo demás, no
resulta ser discriminatoria pues no existen derechos absolutos,
teniendo en cuenta además que la propia Ley Orgánica de
Municipalidades al establecer el efecto jurídico de la prohibición del
artículo 63, no diferencia entre adquirir bienes directamente de la
Municipalidad o a través de un programa social de vivienda; y, 4) El
artículo 590 del Código Procesal Civil, permite la ejecución del
lanzamiento en un proceso de conocimiento siempre que la
restitución se haya demandado acumulativamente, lo que ha sido
peticionado por la demandante en forma accesoria, por lo que
corresponde ampararla. - Apelada que fue la sentencia, la Sala
Mixta Descentralizada e Itinerante de Camaná de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa, mediante Resolución número treinta y tres,
de fecha veinticinco de enero de dos mil dieciséis, obrante a fojas
trescientos veintiuno, revoca la sentencia apelada; reformándola
declara improcedente la demanda, bajo los siguientes argumentos:
1) Se desprende de la copia de la Escritura Pública de la
compraventa impugnada de fojas treinta y seis, que la Municipalidad
demandante expresa tener como antecedentes autoritativos para
realizada dicha venta, el Acuerdo de Consejo número 194-2006-
MDM de fecha veintisiete de diciembre de dos mil seis, por la que
se aprueba el Programa de Vivienda Municipal a favor de los
trabajadores de la Municipalidad demandante, Sesión de Concejo
Municipal de fecha diecinueve de diciembre de dos mil seis, por el
que se aprobó la adjudicación directa de predios e informe del
comité de gestión patrimonial de la demandada por el que se
beneficia al demandado con la adjudicación directa del inmueble
sub materia; 2) Si bien dichos actos administrativos fueron
declarados nulos por el Acuerdo Municipal número 021-2007-MDM
de fecha ocho de marzo de dos mil siete; sin embargo, impugnado
judicialmente dicho Acuerdo fue declarado nulo como se desprende
de la Casación número 4243-2011-Arequipa, con lo que han
recobrado su plena validez y vigencia y sobre los cuales recaen la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
presunción de validez prevista por el artículo 9 de la Ley del
Procedimiento Administrativo General – Ley número 27444; 3) Se
cita el octavo considerando de la Casación número
4243-2011-Arequipa y el precedente vinculante establecido en la
Casación número 8125-2009-Del Santa, en su octavo considerando
que coinciden en afirmar que resulta imprescindible que
previamente a ejercer la facultad para declarar la nulidad de oficio
de los actos administrativos, la autoridad administrativa cumpla con
notificar al administrado cuyos derechos pueden ser afectados,
cuando estos conciernen a materia previsional o de derecho
público vinculado a derechos fundamentales. Esto nos permite
deducir que si la administración pública no puede declarar de oficio
la nulidad de un acto administrativo que afecte derechos
previsionales y fundamentales, como la propiedad, sin conocimiento
de la parte afectada para que ejerza su Derecho de Defensa, con
menor razón podrá presumir la nulidad o ineficacia del mismo acto
administrativo, aun cuando se alegue la concurrencia de
vulneraciones a normas de imperativo cumplimiento; 4) Se ha
valorado la alegación de vulneración de normas legales como los
artículos 37, 38 y 39 del Decreto Supremo número
027-2003-VIVIENDA, artículo 3 de la Ley número 26878, artículo
142 del Decreto Supremo número 005-90-PCM, Decreto Legislativo
número 276 y artículo 63 de la Ley Orgánica de Municipalidades; y
sin embargo, desestimó la impugnación de la sentencia de vista
que declaraba fundada la pretensión de nulidad de Acuerdo
Municipal número 021-2007-MDM, de lo que se deduce que ni aun
la alegación de contravención evidente de dichas normas puede
justificar la nulidad de los actos administrativos que justificaron la
compraventa impugnada mediante este proceso; y, 5) Es errado
que la sentencia apelada refiera que el acto jurídico de compraventa
ha sido celebrado contraviniendo normas de orden público y como
consecuencia de ello declare fundada la demanda. 4.
FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que,
previamente al análisis de la causal procesal denunciada
consistente en la contravención de los artículos 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, 50 inciso 6 y 122 inciso 4 del Código
Procesal Civil, referidos al Debido Proceso y la Motivación de las
Sentencias, es necesario precisar que el Debido Proceso tiene por
función asegurar los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política del Perú, dando a toda persona la posibilidad
de recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional de sus
derechos, a través de un procedimiento legal en el que se dé la
oportunidad razonable y suficiente de ser oído, ejercer el Derecho
de Defensa, de producir prueba y obtener una sentencia
debidamente motivada que decida la causa dentro del plazo
preestablecido en la ley procesal; siendo ello así, es de advertirse
una debida motivación, puesto que la Sala de Vista ha determinado
con claridad que si bien dichos actos administrativos fueron
declarados nulos por el Acuerdo Municipal número 021-2007-MDM
de fecha ocho de marzo de dos mil siete; sin embargo, impugnado
judicialmente dicho Acuerdo fue declarado nulo como se desprende
de las Casación número 4243-2011-Arequipa, con lo que han
recobrado su plena validez y vigencia y sobre los cuales recaen la
presunción de validez prevista por el artículo 9 de la Ley de
Procedimientos Administrativos; por lo que la causal denunciada
deviene en improcedente. SEGUNDO.- Que, de otro lado, respecto
a la causal material argumentado en el sentido que el acto jurídico
cuya nulidad se demanda por sí solo acredita la vulneración de
normas jurídicas imperativas y que lo correcto es que la instancia
de mérito debió centrarse en el análisis de la verificación de las
causales de nulidad del acto jurídico cuestionado; es de advertirse
que a fin de dilucidar los fundamentos del recurso de casación es
preciso tener en cuenta que de conformidad a lo previsto por el
artículo 140 del Código Civil, el acto o negocio jurídico es la
manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o
extinguir relaciones jurídicas requiriéndose para su validez la
concurrencia de determinados elementos, presupuestos y
requisitos como agente capaz, objeto física o jurídicamente posible,
fin lícito y observancia de la forma prescrita por la ley bajo sanción
de nulidad o dicho de otra manera los actos o negocios jurídicos
son supuestos de hecho conformados por una o más
manifestaciones de voluntad emitidas por los sujetos con el
propósito de alcanzar un resultado práctico el cual tutelado por el
ordenamiento legal se convierte en un resultado jurídico que
consistirá en crear, modificar, regular o extinguir relaciones jurídicas
estando conformada en general la estructura del negocio jurídico
de la siguiente manera: a) Los elementos que son los componentes
indispensables para que los sujetos celebren el acto jurídico y que
son comunes a todo acto jurídico: la Manifestación de Voluntad y la
Causa; b) Los presupuestos que se definen como los antecedentes
o términos de referencia, es decir todo aquello que es necesario
para la celebración del acto y son: el Objeto y el Sujeto; y, c) Los
requisitos que son todas aquellas condiciones que deben cumplir
tanto los elementos como los presupuestos para que el acto
jurídico se considere formado válidamente y por tanto pueda
producir efectos jurídicos los cuales vienen a ser: la Capacidad, la
Licitud, la Posibilidad Física y Jurídica del Objeto, la Determinación
de Especie y Cantidad y además que la Voluntad haya estado
sometida a un proceso normal de formación sin vicios de tal modo
que la ausencia de alguno de los elementos estructurales del acto
o negocio jurídico acorde a lo previsto por los artículos 219 y 221
del Código Civil, acarrea la invalidez del mismo por nulidad o
anulabilidad. TERCERO.- Que, fijados así los hechos se colige que
97327
en el presente caso estamos frente a una materia de Nulidad de
Acto Jurídico respecto de la Escritura Pública de compraventa de
un lote urbano por adjudicación directa que otorga la Municipalidad
Distrital de Majes a favor del demandado (Pablo Huilfredo Cornejo
Hinojosa), teniendo ello como antecedentes los Acuerdos
Municipales de las Sesiones del Concejo Municipal de fechas
treinta y uno de agosto de dos mil seis, veintinueve de noviembre
de dos mil seis y diecinueve de diciembre de dos mil seis.
CUARTO.- Que, a través de los mencionados acuerdos se aprobó
la modificación de cambio de uso al predio Manzana A-1, Lote 01
de la Zona de Recreación Pública a Zona Residencial, se aprobó la
creación del Programa de Vivienda de la Municipalidad Distrital de
Majes y la designación de lotes a favor de los trabajadores de la
Municipalidad en aplicación del programa de vivienda aprobado.
QUINTO.- Que, si bien los mencionados actos administrativos
fueron declarados nulos mediante Acuerdo Municipal número 021-
2007-MDM, también lo es que éstos sirvieron de base para que la
Municipalidad demandante realizara la venta a favor del
demandado; sin embargo, impugnado judicialmente este último
Acuerdo fue declarado nulo con lo cual los actos administrativos
antes mencionados, recobraron vigencia y validez conforme se
desprende de la Casación número 4243-2011-Arequipa, en la cual
se arribó a dicha decisión amparada en que resulta imprescindible
que previamente a ejercer la facultad para declarar la nulidad de
oficio de los actos administrativos, la autoridad administrativa debe
cumplir con notificar al administrado cuyos derechos pueden ser
afectados. SEXTO.- Que, siendo ello así, no es estimable la causal
material denunciada, puesto que, manteniendo su eficacia los
actos administrativos que permitieron la compraventa de un lote
urbano por adjudicación directa a favor del demandado, y en tanto
y en cuanto dicha eficacia se mantenga hasta las resultas del
pronunciamiento definitivo en el Expediente número 222-2008
ofrecido como medio de prueba y admitido mediante acta de fojas
ciento setenta; no se puede emitir pronunciamiento respecto del
acto jurídico cuestionado por la parte demandante, en el sentido
que estaría incurso dentro de la causal de contravención a las
leyes que interesan el orden público. 5. DECISIÓN: Estando a las
consideraciones expuestas y de conformidad con los artículos 12
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso
de casación interpuesto por la Municipalidad Distrital de Majes a
fojas trescientos treinta y dos; en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista de fojas trescientos veintiuno, de fecha
veinticinco de enero de dos mil dieciséis, expedida por la Sala
Mixta Descentralizada e Itinerante de Camaná de la Corte Superior
de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por la Municipalidad Distrital de
Majes contra Pablo Huilfredo Cornejo Hinojosa, sobre Nulidad de
Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-63
CAS. Nº 1322-2016 HUAURA
INEFICACIA DE ACTO JURÍDICO. Lima, dos de febrero de dos mil
diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandada Olga Eduvijes Ríos de Chinchay
(folios 516), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
número treinta y cinco de fecha uno de febrero de dos mil dieciséis
(folios 505) expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Huaura, la cual revocó la sentencia de primera instancia contenida
en la Resolución número treinta y uno de fecha catorce de mayo de
dos mil quince (folios 454), que declaró infundada la demanda, y
reformándola la declara fundada y, consecuentemente, ineficaz el
acto jurídico contenido en el Contrato de Compraventa de fecha
catorce de agosto del dos mil tres, respecto del lote número sesenta
y seis del pabellón E del Centro Comercial ACOMERSUR sito en la
Avenida San Martín número trescientos uno – Huacho, provincia de
Huaura, Departamento de Lima, celebrado entre los codemandados;
para cuyo efecto debe procederse a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación cumple con los
requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del
Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra la
sentencia de vista expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Huaura, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante la instancia que emitió la
sentencia de vista que se impugna; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la recurrente fue notificada el día once de
febrero de dos mil dieciséis (folios 513, anverso y reverso) e
interpuso el recurso de casación el día veinticuatro de febrero de dos
mil dieciséis (folios 516); y, iv)No adjunta la tasa judicial
correspondiente por haberse concedido a la recurrente el auxilio
judicial según Resolución número uno de fecha veintitrés de junio de
dos mil quince (folios 08 del Cuaderno de Auxilio Judicial).
TERCERO.- El recurso de casación es formal puesto que
normativamente se han previsto requisitos de admisibilidad y de
procedencia que deben ser satisfechos, señalando las causales que
pueden invocarse (infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el

97328 CASACIÓN
apartamiento inmotivado del precedente judicial)1, exigiéndose una
fundamentación clara y precisa de la causal respectiva, que se
demuestre la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada y que se indique el pedido casatorio2. En vía de casación
no se pueden volver a valorar las pruebas actuadas en el proceso
conforme a las cuales las instancias de mérito han considerado
acreditado un hecho, puesto que la revaloración probatoria no
resulta acorde con los fines de la casación plasmados en el artículo
mencionado, sino que este recurso versa sobre cuestiones de iure o
de derecho, con exclusión de las de hecho y de lo que se estima
probado. CUARTO.- El recurso de casación cumple con el requisito
de procedencia previsto en el artículo 388 inciso 1 del Código
Procesal Civil, porque la impugnante si bien no apeló la sentencia de
primera instancia, ésta no le fue desfavorable. En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 de la referida norma, del recurso se tiene que
su pedido es anulatorio y revocatorio. QUINTO.-Que, el recurso de
casación se sustenta en la primera causal prevista en el artículo 386
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, esto
es, en la infracción normativa que incide directamente sobre la
decisión contenida en la resolución impugnada; así tenemos que se
alega: 1.- Infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, debido a que la sentencia
de vista adolece de una motivación insuficiente por cuanto no emite
pronunciamiento respecto a todos los puntos controvertidos y los
puntos esenciales y sustanciales del litigio; fundamenta tal infracción
indicando que la Sala Civil, en la recurrida, estableció que conforme
a la Asamblea General Extraordinaria de fecha nueve de mayo de
dos mil tres se otorgaron facultades al Presidente de la Asociación
para que pudiera titular la propiedad de cada lote a favor de los
asociados y no para celebrar contratos de compraventa para generar
ingresos a fin de pagar deudas en los bancos; al respecto la
recurrente sostiene que dicho fundamento no corresponde a lo
verdaderamente acordado por la Asamblea citada, donde sí se
aprobó otorgar facultades al ex Presidente Fernando Chinchay
Giraldo con la finalidad de realizar la transferencia de los puestos a
cada asociado mediante la entrega de su título de propiedad
individual saneado física y legalmente, y que por ende, la
transferencia de puestos fue una de las facultades otorgadas a favor
del ex Presidente indicado, debido a que la Asociación demandante
se encontraba con necesidad de dinero para cumplir con cancelar el
valor de los terrenos de su campo comercial; agrega que en cuanto
a la celebración de Contratos de Compraventa, estos se realizaron
con sustento en las facultades genéricas otorgadas en la Asamblea
del nueve de mayo de dos mil tres, corroborada con la Asamblea del
ocho de agosto de dos mil tres, donde se dispuso la transferencia
(compraventa) de lotes a favor de la recurrente Olga Eduvijes Ríos
de Chinchay. 2.- Infracción normativa procesal del artículo 197
del Código Procesal Civil, porque no se han valorado
conjuntamente todos los medios probatorios, como son las Actas de
Asamblea de fecha nueve de mayo de dos mil tres y ocho de agosto
de dos mil tres, el acta de compromiso de pago del cinco de abril de
dos mil tres, la Carta S/N-P-CLSB/H-03 así como la falta de
exhibición del Libro de Actas número 01. --3.- Infracción normativa
procesal del artículo 245 del Código Procesal Civil, porque en la
Sentencia de vista se ha valorado la copia simple del Acta de
Asamblea de fecha ocho de agosto de dos mil tres, el cual no cumple
con los parámetros de eficacia de la norma indicada por tratarse de
una copia simple que no genera convicción sobre la existencia del
acta y su contenido; y 4.- Infracción normativa material del
artículo 161 del Código Civil, debido a la errónea interpretación de
los Acuerdos en el Acta de la Asamblea General de fecha nueve de
mayo de dos mil tres y ocho de agosto de dos mil tres, conforme a
los cuales se facultaba al ex Presidente de la Asociación para la
transferencia de terrenos a favor de los asociados; en tal sentido la
recurrente señala que la Sala Superior al declarar fundada la
demanda de Ineficacia de Acto Jurídico adopta la tesis que el
demandado Fernando Chinchay Giraldo se excedió en las facultades
otorgadas como Presidente de la Asociación al transferir puestos a
favor de la demandada Olga Eduvijes Ríos de Chinchay, cuando la
interpretación que se obtiene del contenido del Acta de Asamblea del
nueve de mayo de dos mil tres, es que se le facultó para transferir
puestos a favor de los asociados que solo contaban con certificados
de posesión y también la posibilidad de transferir aquellos puestos
que aún no contaban con titular con la finalidad de obtener recursos
para la cancelación del terreno del campo comercial de la Asociación;
y que por tanto, en la Asamblea de fecha ocho de agosto de dos mil
tres, el indicado ex Presidente únicamente ejecutó las facultades que
ya se le habían otorgado con anterioridad, lo cual no quiere decir que
él haya escogido unilateralmente la alternativa de transferir lotes a
favor de la demandada, sino que ello fue acordado por la Asamblea
General; asimismo se indica que el hecho que la Asociación
demandante no haya exhibido el Libro de Actas de Asamblea para
poder conocer si existió consenso o no, o si existió votación para
acordar la transferencia de lotes a favor de la recurrente, no puede
adoptarse como argumento para concluir que el ex Presidente se
excedió en las facultades conferidas; finalmente se agrega que la
carga probatoria sobre el exceso de las facultades otorgadas
corresponde a la Asociación demandante y que nunca se han
cuestionado las afirmaciones realizadas sobre los problemas
económicos que pasaba la asociación en la época en que se
suscribieron los Contratos de Compraventa, siendo que precisamente
las facultades para vender fueron otorgadas con la finalidad de
obtener recursos económicos para poder cancelar la deuda de los
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
terrenos de la Asociación. SEXTO.- Sobre las infracciones
normativas procesales descritas en los ítems 1 y 2 del Quinto
Considerando, debe señalarse que alegando motivación
insuficiente, supuesta falta de pronunciamiento respecto a los puntos
controvertidos y la no valoración conjunta de los medios de prueba,
se está cuestionando la evaluación probatoria realizada por la Sala
Superior al esclarecer un hecho concreto, puesto que tras analizar el
acuerdo adoptado con fecha nueve de mayo de dos mil tres en
Asamblea General Extraordinaria de la Asociación de Comerciantes
Unidos La Merced y Mercado Sur –ACOMERSUR, entre otros
medios de prueba, concluyó que no se habían otorgado facultades al
anterior Presidente de la referida Asociación para que efectúe la
venta de diversos inmuebles, siendo que, por el contrario, la
recurrente considera que sí se habían otorgado tales facultades, lo
cual pretende acreditar con una nueva valoración de los medios de
prueba ya meritados por el Colegiado Superior; es decir, no se están
alegando supuestos de infracción normativa que darían lugar a la
procedencia de la casación sino que a través de dicho recurso
extraordinario se pretende reabrir un debate sobre un hecho y los
medios probatorios que ya fueron materia de pronunciamiento, y
como se ha indicado, en sede casatoria no puede reabrirse un
debate probatorio que permita determinar hechos que han sido
acreditados o desvirtuados, puesto que ello no resulta acorde con los
fines previstos en el artículo 384 del Código Procesal Civil. En tal
sentido, no puede considerarse que se haya fundamentado con
precisión y claridad la infracción normativa invocada, puesto que la
alegada motivación insuficiente, la omisión de pronunciamiento
sobre los puntos controvertidos y la no valoración conjunta de la
prueba, se ha fundado en cuestionamientos al análisis fáctico y
probatorio realizado en la Sentencia de vista que se impugna y no en
supuestos de infracción normativa, incumpliéndose con el requisito
de procedencia del artículo 388 numeral 2 del Código Procesal Civil.
SÉTIMO.- Sobre la infracción normativa procesal reseñada en el
ítem 3 del Quinto Considerando debemos señalar que,
nuevamente, la parte recurrente cuestiona la valoración probatoria
efectuada por la Sala Superior a fin de dilucidar un hecho concreto,
puesto que sostiene que en aplicación del artículo 245 del Código
Procesal Civil, no debía dársele eficacia probatoria a un documento
presentado en copia simple (Acta de Asamblea del ocho de agosto
de dos mil tres), siendo que como se ha indicado precedentemente,
en sede casatoria no se puede reexaminar la valoración de la prueba
efectuada por las instancias de mérito, puesto que ello no constituye
un supuesto de infracción normativa ni resulta acorde con los fines
de la casación. Asimismo, se observa que tampoco se ha descrito
con claridad y precisión la supuesta infracción normativa del artículo
245 del Código Procesal Civil porque no se han expuesto las razones
por las cuales se considera que dicha norma procesal contiene un
supuesto precepto normativo que prohíbe valorar una copia simple,
cuando la misma se limita a describir diversos casos en los cuales un
documento privado adquiere fecha cierta e indicar el momento a
partir del cual empiezan a surtir efectos jurídicos los documentos
privados de fecha cierta. OCTAVO.- Sobre la infracción normativa
material reseñada en el ítem 4 del Quinto Considerando, se
observa que la parte recurrente no ha expuesto con claridad y
precisión la alegada infracción del artículo 161 del Código Civil,
referente a la ineficacia del acto jurídico por exceso de facultades,
toda vez que los argumentos que se invocan no están referidos a el
contenido normativo de dicha disposición legal, no exponiéndose de
qué manera ha sido infringida, sino que constituyen alegaciones en
torno a la valoración probatoria realizada por la Sala Superior, en
especial, respecto a dos acuerdos de Asamblea General conforme a
las cuales se concluyó que el ex Presidente de la Asociación
demandante se excedió en el ejercicio de sus facultades al efectuar
la venta de inmuebles de la Asociación demandante. NOVENO.- En
consecuencia, de acuerdo a lo expuesto precedentemente, el
recurso de casación planteado no satisface el requisito de
procedencia previsto en el inciso 2 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, debiendo ser declarado improcedente. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido por el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la demandada Olga Eduvijes Ríos de
Chinchay (folios 516), contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número treinta y cinco de fecha uno de febrero de dos mil
dieciséis (folios 505) expedida por la Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Huaura; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por la Asociación de Comerciantes Unidos La Merced y
Mercado Sur – ACOMERSUR, contra Olga Eduvijes Ríos de
Chinchay y otros, sobre ineficacia de acto jurídico. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA
1
Artículo 386 del Código Procesal Civil modificado por el artículo 1 de la Ley
número 29364.
2
Incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por el
artículo 1 de la Ley número 29364.
C-1569468-64
CAS. Nº 2387-2016 HUÁNUCO
DIVORCIO POR CAUSAL DE SEPARACIÓN DE HECHO. Lima,
veinticinco de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; con los
acompañados; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Nemesia Segundina Rayo Pablo a fojas quinientos
veintidós, contra la sentencia de vista de fojas quinientos catorce,
de fecha once de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco, que
confirma la sentencia de primera instancia de fojas cuatrocientos
sesenta y siete, de fecha diecinueve de noviembre de dos mil
quince, que declara fundada en parte la demanda de Divorcio
por la Causal de Separación de Hecho; improcedente en cuanto
a la Tenencia y Suspensión de Patria Potestad; fundada en parte
la reconvención de Indemnización por Daños y Perjuicios, en
consecuencia fija la suma de tres mil soles (S/3,000.00) a favor
de la demandada; revocándola en cuanto al monto indemnizatorio
y reformándola fija la suma indemnizatoria en ocho mil soles
(S/8,000.00); medio impugnatorio cuyos requisitos de admisibilidad
y procedencia deben ser verificados de conformidad con la
modificatoria establecida en la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Que, en tal sentido, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley citada, se tiene que el presente recurso cumple con tales
exigencias, esto es: I) Se impugna una resolución expedida por
la Sala Superior que, como órgano de segundo grado pone fin al
proceso, en el extremo que fija el monto indemnizatorio; II) Ha sido
interpuesto ante la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Huánuco, que emitió la resolución recurrida; III) Ha
sido presentado dentro del plazo que establece la norma, pues
la resolución impugnada fue notificada el dieciocho de mayo de
dos mil dieciséis, conforme se advierte del cargo de notificación
obrante a fojas quinientos veinte, y el recurso ha sido registrado
el treinta de mayo del mismo año; y, IV) No adjunta el arancel
judicial correspondiente a dicho concepto al contar con auxilio
judicial. TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no
consintió la resolución expedida en primera instancia en el extremo
que le fue desfavorable, al haberla impugnado mediante escrito
de fojas cuatrocientos ochenta y siete, por lo que cumple con lo
dispuesto en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que, para
establecer el cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del artículo 388
del Código Procesal Civil, se debe señalar en qué consisten la
infracción normativa denunciada o el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. En el presente caso la impugnante denuncia lo
siguiente: a. Infracción normativa del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, señala que en el presente caso
no se ha cumplido el deber de motivación, conforme se advierte
de la resolución de vista, pese a que la Constitución impone el
deber de motivar las resoluciones judiciales. Indica que no se
advierte congruencia entre lo pedido y lo resuelto, ya que pese a
citar el artículo 345-A no se refleja su aplicación en la sentencia,
fijando una indemnización de ocho mil soles (S/8,000.00) sin tener
en cuenta la estabilidad económica de la recurrente en su calidad
de cónyuge perjudicada, ni se ha pronunciado por el daño a la
persona y el daño moral causado a la recurrente. b. Infracción
normativa del artículo 351 del Código Civil, señala que no se
ha tenido en cuenta que la demandada ha tenido a su cargo el
cuidado de sus seis hijos, y que mientras el demandante estudiaba
en otra provincia no aportaba suma alguna para la manutención
de sus hijos, lo que motivó que entablara el proceso de alimentos.
Mientras el demandante se hacía profesional, la perjudicada era la
demandada quien tenía que cuidar y mantener a sus hijos, lo que
sin duda constituye un daño moral. QUINTO.- Que, del examen de
la argumentación expuesta se advierte que la recurrente no cumple
con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, toda vez que las infracciones denunciadas
en el considerando que precede carecen de sustento, ya que se
aprecia que las instancias de mérito han resuelto de acuerdo a
los hechos expuestos por las partes, valorando en forma conjunta
y razonada los medios probatorios válidamente aportados al
proceso, expresando las valoraciones esenciales y determinantes
que sustentan su decisión, aplicando el derecho correspondiente
al caso de autos, determinando que el monto indemnizatorio no
puede ser uno simbólico ni irrisorio, pero tampoco puede constituir
un enriquecimiento injusto, de modo que son analizadas las
circunstancias especiales de cada caso en particular, como en el
presente proceso que ha sido posible determinar que el demandante
se trasladó a otro lugar con motivos de trabajo; sin embargo, pese
a estar aun casado con la demandante dejó en abandono a sus
seis hijos, sin que la recurrente haya dado motivos para la ruptura,
iniciando una nueva relación, y es frente a ello que tuvo que iniciar
un proceso de alimentos en salvaguarda de sus hijos, y afrontar
la situación sola, todo lo cual sin duda ha causado un daño que
debe ser indemnizado en una suma prudencial que estima en ocho
mil soles (S/8,000.00). Por lo demás, la argumentación del recurso
se encuentra relacionada a cuestiones de hecho y probanza que
implican el reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno
a los fines del recurso de casación, previstos en el artículo 384
del Código Procesal Civil. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia
contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, la recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio
es revocatorio; sin embargo, ello no es suficiente para atender
el recurso materia de calificación, toda vez que los requisitos
de procedencia de este medio impugnatorio son concurrentes,
conforme estipula el artículo 392 del Código Procesal Civil. Por las
97329
razones expuestas y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Nemesia Segundina Rayo Pablo a
fojas quinientos veintidós, contra la sentencia de vista de fojas
quinientos catorce, de fecha once de mayo de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Huánuco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Dictinio Montes Salazar contra Nemesia
Segundina Rayo Pablo y otro, sobre Divorcio por Causal de
Separación de Hecho; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-65
CAS. Nº 1451-2016 CALLAO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Sumilla: Motivación:
“Una de las garantías que compone el derecho al debido proceso
es la contenida en el inciso 5 del artículo 139 de la referida Carta
Magna, que preceptúa que toda resolución que emita una instancia
judicial, debe estar debidamente motivada, esto es, que deberá
contener: a) fundamentación jurídica; b) congruencia entre lo
pedido y lo resuelto; y c) suficiente justificación de la decisión
adoptada, aún si ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto
de motivación por remisión”. Lima,. veinte de enero de dos mil
diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa
número mil cuatrocientos cincuenta y uno – dos mil dieciséis, en
audiencia pública de la fecha y producida la votación con arreglo a
ley, procede a emitir la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas
setecientos cuatro por Air Canadá Sucursal del Perú, contra la
sentencia de vista de fecha siete de julio de dos mil quince,
corriente a fojas seiscientos ochenta y seis, expedida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia el Callao, que
confirmando la apelada del veintitrés de agosto de dos mil trece,
corriente a fojas seiscientos cuarenta y ocho, que declara fundada
la demanda de obligación de dar suma de dinero incoada por
Frutipack Sociedad Anónima Cerrada; y en consecuencia, ordena
que la impugnante pague a la actora la suma de diecinueve mil
seiscientos sesenta y dos euros con veinticuatro céntimos
(€19,662.24), más intereses legales, costas y costos del proceso.
2.- CAUSALES POR LAS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACION: Mediante
resolución suprema del nueve de junio de dos mil dieciséis,
corriente a fojas cuarenta y seis del cuaderno de casación, se ha
declarado procedente el recurso, sustentado en las siguientes
causales: a) La infracción normativa del inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú, inciso 3 del artículo
122 del Código Procesal Civil y artículo 12 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, bajo cuyo
cargo se ha expresado que la recurrida contiene una motivación
aparente y que el pronunciamiento resulta escaso en razón de que
no menciona bajo qué criterios considera que existe una
responsabilidad directa de parte del transportista, y sobre todo
cómo ha llegado a concluir en calificar el accionar del personal
como temerarios, habiéndose agregado que no existe norma
alguna que determine la obligación de pagar el valor total de la
carga; b) La contravención de los Términos Comerciales
Internacionales – INCOTERMS 2000 CIF, bajo cuyo cargo se ha
alegado que la Sala Superior no se ha pronunciado acerca de su
denuncia circunscrita a los términos comerciales internacionales y
que de acuerdo a las facturas comerciales emitidas por la
demandante la empresa George Helfer Sociedad Anónima,
efectivamente habría adquirido un lote de mangos por un valor
“CIF” (costo, seguro y flete), por las sumas de once mil novecientos
noventa y tres euros con veintiocho céntimos (€11,993.28) y doce
mil treinta y seis euros con noventa y seis céntimos (€12,036.96),
puntualizándose que bajo tal condición el vendedor también
procura un seguro que beneficie al comprador por la pérdida de la
mercadería, razón por la cual la demanda deviene en improcedente,
dado que George Helfer Sociedad Anónima, asumió el riesgo
desde que embarcó la mercadería, y la demandante celebró un
contrato de seguro a efecto de cubrir el riesgo con el cliente, motivo
por el cual no se puede demandar por indemnización contractual;
c) La aplicación indebida del artículo 1319 del Código Civil,
bajo cuyo cargo se ha indicado que no actuó con negligencia grave
durante el traslado de la mercancía, puesto que el traslado de la
carga se realizó de manera convencional, pudiendo registrarse la
pérdida al momento de la descarga de la misma y no presumir que
dicha pérdida se realizó durante el traslado de la mercancía. 3.-
CONSIDERANDO: PRIMERO.- El derecho al debido proceso
previsto en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Estado, está concebido como el cumplimiento de todas las
garantías, requisitos y normas de orden público que deben
observarse en las instancias procesales de todos los procesos, a
fin de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier acto del Estado que
pueda afectarlos. SEGUNDO.- Una de las garantías que compone
el derecho al debido proceso es la contenida en el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Estado, que preceptúa
que toda resolución que emita una instancia judicial, debe estar
debidamente motivada, esto es, que deberá contener: a)

97330 CASACIÓN
Fundamentación jurídica; b) Congruencia entre lo pedido y lo
resuelto; y c) Suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si
ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación
por remisión. TERCERO.- Constituye un vicio de tal garantía, la
emisión de una resolución que contiene una motivación aparente,
por la cual una determinada resolución judicial si bien contiene
argumentos o razones de derecho o de hecho que justifican la
decisión del juzgador, éstas no resultan pertinentes para tal efecto,
sino que son falsos, simulados o inapropiados en la medida que en
realidad no son idóneos para adoptar dicha decisión, tal como
fuera recogido por el Tribunal Constitucional en su Sentencia
número 01939-2011-PA/TC. CUARTO.- Por escritos de fojas
cuarenta y nueve y ciento cinco, Frutipack Sociedad Anónima
Cerrada interpone demanda a efecto de que Air Canadá cumpla
con pagarle la suma de diecinueve mil seiscientos sesenta y dos
euros con veinticuatro céntimos (€19,662.24), por la pérdida total
del cargamento de mil doscientas cuarenta y ocho cajas de mangos
de su propiedad, flete interno e informe pericial, más intereses
legales. QUINTO.- Como sustento de su pretensión, la empresa
demandante argumenta que vendió a George France Sociedad
Anónima, seiscientas veinticuatro cajas de mangos frescos con un
peso neto de tres mil quinientos cincuenta y seis punto ocho
kilogramos (3,556.8 kg.) y un peso bruto de tres mil ochocientos
cincuenta kilogramos (3,850.0 kg.), a un valor costo y flete de
diecinueve mil seiscientos sesenta y dos euros con veinticuatro
céntimos (€19,662.24), cargamento que lo embarcó en una nave
de la línea aérea Air Canadá para su transporte refrigerado desde
el Aeropuerto Jorge Chávez - Callao a París – Francia, según
indicaciones contenidas en la Guía Aérea número 014 45098082,
empero a pesar de haberse estipulado que la carga tenía como
aeropuerto de destino la ciudad de París, Air Canadá sin
autorización despaletizó la carga en el aeropuerto de Toronto, y la
puso como carga suelta en contenedores cerrados LD3, en los
cuales arribó al aeropuerto de París, lo que trajo como consecuencia
que la carga llegara dañada a su destino, obteniendo George
Helfer Sociedad Anónima por la venta de esta mercadería la suma
de dos mil ciento ochenta y cuatro euros (€2,184.00), y tras el
reclamo de esta empresa, tuvo que emitir una Nota de Crédito a su
favor por la suma de nueve mil ochocientos nueve euros con
veintiocho céntimos (€9,809.28). SEXTO.- Agregó que lo propio
ocurrió con una segunda mercancía de seiscientos veinticuatro
cajas de mangos frescos refrigerados, con un peso neto de tres mil
quinientos cincuenta y seis punto ocho kilogramos (3,556.8 kg.) y
un peso bruto de tres mil quinientos cincuenta y seis punto ocho
kilogramos (3,556.80 kg.), registrada en la Guía Aérea número 014
45098034 a un valor costo y flete a cargo de la empresa George
Helfer Sociedad Anónima de doce mil treinta y seis euros con
noventa y seis céntimos (€12,036.96), pues Air Canada desplegó la
misma conducta referida anteriormente, ya que dicha empresa al
hacer el transbordo de la mercadería en Toronto - Canadá, la
colocó en contenedores apilados unos encima de otros y otras
ubicadas totalmente de cabeza, ocasionando que George Helfer
Sociedad Anónima vendiera los mangos dañados en la suma de
dos mil ciento ochenta y cuatro euros (€2,184.00), y tras el reclamo
formulado tuvo que emitir una Nota de Crédito a su favor por la
suma de nueve mil ochocientos nueve euros con veintiocho
céntimos (€9,809.28). SÉTIMO.- El Colegiado de la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao, al expedir
la Sentencia de Vista que declaró fundada la demanda, concluyó, a
la luz de los artículos 7 y 18 incisos 1, 2, 3 y 4 del Convenio de
Montreal y bajo la premisa de que no estamos frente a un contrato
de transporte regulado por el Incoterm “CIF” (Costo Seguro y
Flete), que en las cartas porte no se estipuló ni se informó de la
realización de una escala en la ciudad de Toronto – Canadá, ni
tampoco que la carga se despaletizaría y que se cambiaría la forma
de embalaje original realizado por Frutipack Sociedad Anónima
Cerrada para el arribo en la ciudad de París, como el agente de Air
Canadá Perú Travel Cargo Sociedad Anónima Cerrada informó
mediante cartas de fojas nueve y veintiuno, en las que señala con
claridad que la explicación de que la fruta haya llegado a París en
mal estado, se debe a la manipulación no autorizada de la carga
efectuada por decisión unilateral de la línea aérea en el aeropuerto
de Toronto. OCTAVO.- Añadió el aludido órgano jurisdiccional que
con el informe pericial elaborado por el Perito Especialista de
Frutas y Verduras Joel Jean Etienne a fojas veintiocho, ha quedado
probado que los daños no provienen de la descomposición natural
del producto transportado sino de la mala manipulación de la
mercancía durante las operaciones de descarga a raíz de que
fueron cambiados de sus pallets originales, que entre un quince y
veinte por ciento (15% y 20%) de la fruta estaba aplastada, y que
ciento setenta cajas estaban aplastadas y vacías (sin fruta), que los
mangos aplastados también evidenciaban daños por manipulación
y que por la comercialización de la mercancía se obtuvo solamente
dos mil ciento ochenta y cuatro euros (€2,184.00) por cada una de
las dos cargas. NOVENO.- Acotó que las circunstancias en que la
mercancía llegó a su destino también se hicieron constar en la
carta de reclamo del veintinueve de marzo de dos mil cinco,
obrante a fojas veinticinco, en la que se indicó que se trató de una
mala manipulación de la carga no autorizada por la demandante,
misiva que la demandada no ha probado haber contestado; por
consiguiente, al haber asumido la actora la pérdida antes aludida
tiene derecho a repetir el pago contra la emplazada Air Canadá.
DÉCIMO.- Hechas estas precisiones, es evidente que el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
razonamiento del Colegiado Superior no solo resulta pertinente con
el caso concreto, en la medida que al estar circunscrito los hechos
a un asunto relacionado a la empresa Frutipack Sociedad Anónima
Cerada (Perú) que contrató a Air Canadá para que le brinde el
servicio de transporte procedente del Aeropuerto de Lima-Perú al
Aeropuerto de París-Francia, en virtud a un contrato de
compraventa de productos que mantiene la primera de las
nombradas con George Helfer France Sociedad Anónima, el
debate debe estar dirigido a establecer las obligaciones y
responsabilidades de cada una de dichas empresas involucradas
en los hechos materia de autos. DÉCIMO PRIMERO.- Es por ello,
que la cuestión fáctica establecida en el proceso ha justificado la
aplicación de una serie de normas del Convenio de Montreal del
veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y uno, que ha sido
ratificado por el Perú a través del Decreto Supremo número 026-
2002-RE, publicado el once de marzo de dos mil dos, tales como
su artículo 7, que regula el contenido de la Carta de Porte Aéreo,
así como de su artículo 18 que preceptuando el daño de la carga,
regula lo concerniente a la responsabilidad del transportista en
caso de destrucción o pérdida o avería de la carga, las causas
eximentes de responsabilidad y el periodo de transporte aéreo que
trae consigo la custodia de la carga. DÉCIMO SEGUNDO.- Dichos
aspectos permiten demostrar que la recurrida no solo ha enfocado
el asunto litigioso a partir de los hechos que conciernen al asunto
controvertido; sino también con arreglo a las normas que resultan
de puntual pertinencia al caso concreto, no evidenciándose por
ende que la misma adolezca de una motivación aparente, además
la Sala Superior ha establecido que la responsabilidad de la
demandada emerge del rol de empresa transportista que ha
asumido a raíz del contrato comercial celebrado con la actora,
habiéndose acreditado los daños producidos en la relación
comercial que mantenía la actora con George Helfer France
Sociedad Anónima, quien era la empresa a quien se le iba a
entregar las cajas de mangos que contenían las cargas materia de
autos, y la responsabilidad de la emplazada en la producción de
tales daños acaecidos debido al no traslado idóneo de la mercancía,
lo que finalmente ocasionó la emisión de las Notas de Crédito por
las sumas de nueve mil ochocientos nueve euros con veintiocho
céntimos (€9,809.28) y nueve mil ochocientos cincuenta y dos
euros con noventa y seis céntimos (€9,852.96), montos que
totalizan la suma puesta a cobro. DÉCIMO TERCERO.- Es decir, el
análisis que ha efectuado el Colegiado Superior para arribar a la
conclusión que la demanda deviene en amparable resulta además
de claro, ceñido a las normas del Convenio de Montreal, la cual a
entender de este Supremo Tribunal armoniza con la garantía
contenida en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú y artículo 122 inciso 3 del Código Procesal Civil y artículo
12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial
y, por tanto, el cargo descrito en el literal a) del recurso deviene en
inamparable. DÉCIMO CUARTO.- En lo que atañe al literal b),
debe repararse que la sentencia de vista ha establecido, en el caso
concreto, previa compulsación de caudal probatorio aportado al
proceso que el Incoterm “CIF” (Costo, Seguro y Flete) no formó
parte del contrato de transporte celebrado por los sujetos
procesales, conclusión que merece ser destacada habida cuenta
que la función de este Supremo Tribunal exento de valoración de
pruebas, se ejerce respecto de la aplicación e interpretación de la
norma que sobre los hechos establecidos en el proceso han
realizado los jueces de instancia. DÉCIMO QUINTO.- Así las
cosas, no cabe duda que la Sala Superior ha analizado la
naturaleza de la relación comercial que vinculó a las partes en
conflicto, estableciendo que el presente proceso ha sido promovido
en virtud de las Notas de Crédito de fojas catorce y veintisiete,
emitidas por la disminución del precio por el arribo de la fruta en
mal estado a favor de la empresa George Helfer France Sociedad
Anónima, por lo que se ha determinado que es la demandante
quien ha asumido el costo irrogado producto de la pérdida de la
mercancía dañada, en aras de mantener las buenas relaciones
comerciales que debe preservarse en este tipo de negocios, siendo
razonable que aquélla ejerza su derecho de repetición frente a la
transportista emplazada, quien no ha probado la cancelación del
monto que contiene tales documentos de crédito a los que se ha
hecho alusión; de donde se colige que contrario a lo alegado por la
recurrente no existe ausencia de pronunciamiento en torno a la
tesis de defensa que surge a partir del referido Incoterm “CIF”, ya
que tal aspecto quedó zanjado por el referido órgano jurisdiccional
al haber sostenido, luego de la evaluación probatoria, que tal valor
resulta ajeno a la negociación comercial sub materia. Bajo tales
linderos de razonabilidad, es indudable que el cargo denunciado en
este extremo deviene en inamparable; tanto más, si la recurrente a
través de esta causal no ha aportado elementos de juicio que haga
revertir la decisión que impugna. DÉCIMO SEXTO.- En lo concierne
al literal c), la Sala Superior utilizando su apreciación razonada
sobre las pruebas aportadas, ha determinado que el motivo de la
producción del evento dañoso obedece a que las frutas fueron
reacomodadas sobre otros pallets y colocadas en contenedores de
lata en los que finalmente se reembarcó la fruta a la ciudad de
París, generando que un porcentaje de la fruta se perdiera porque
estaba aplastada; frente a ello, la recurrente alega que la pérdida
se habría producido durante el traslado de la mercancía, lo que
sustentaría una supuesta aplicación indebida del artículo 1319 del
Código Civil; sin embargo, tal argumentación impugnatoria no
cuestiona a la de vista por aplicación indebida del contenido
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
esencial de la norma en comento, en cuanto a que ésta se basa en
una culpa inexcusable por negligencia grave de la demandada;
antes bien, la carga argumentativa de este extremo del recurso se
orienta a reabrir el debate en torno a este aspecto, pretendiendo
una nueva verificación del caudal probatorio, lo cual desnaturaliza
los fines perseguidos por este extraordinario recurso. DÉCIMO
SÉTIMO.- En consecuencia, al no haberse amparado ninguna de
las causales casatorias propuestas, el recurso merece ser
desestimado por resultar infundado. Por los fundamentos
expuestos y de acuerdo a lo regulado además por el Artículo 397°
del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto a fojas setecientos cuatro por Air Canadá
Sucursal del Perú; en consecuencia NO CASARON la sentencia
de vista de fecha siete de julio de dos mil quince, corriente a fojas
seiscientos ochenta y seis, expedida por la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia el Callao; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Frutipack
Sociedad Anónima Cerrada contra Air Canadá, sobre Obligación
de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señora Cabello
Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-66
CAS. Nº 1461-2015 LIMA
RESCISIÓN DE CONTRATO POR LESIÓN. SUMILLA.- El inciso 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, recoge como
uno de los principios y derechos de la función jurisdiccional la
motivación escrita de las resoluciones judiciales, que viene a ser el
derecho de todo justiciable a obtener por escrito la motivación en
que se basa determinado órgano jurisdiccional (unipersonal o
colegiado) para decidir una controversia sometida a su
competencia, con expresa mención a los fundamentos de hecho y
de derecho y que pasa por un tamiz previo, como es la valoración
conjunta de los medios probatorios, aplicando los principios que
rige la prueba y esa valoración probatoria no debe quedar en la
oscuridad sino que el juez debe exteriorizarla a través de sus
fundamentos fácticos y de derecho, de manera que el justiciable
pueda apreciar el raciocinio lógico jurídico que le ha permitido al
juez arribar a una determinada decisión o fallo judicial y así pueda
impugnar la decisión si considera que no se encuentra arreglada a
ley, caso contrario el Juez podría caer en la tentación de emitir una
sentencia arbitraria, aparentemente motivada o en forma
defectuosa, causando indefensión a la parte agraviada puesto que,
al no existir una debida motivación, no sabe exactamente cómo
defenderse, siendo todas estas garantías parte del denominado
Derecho al Debido Proceso. Lima, diez de agosto de dos mil
dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; visto el expediente
número mil cuatrocientos sesenta y uno – dos mil quince, en
Audiencia Pública de la fecha, y emitida la votación de la Suprema
Sala conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, se expide la
siguiente sentencia: I.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por Memcorp Inc. (folios 754)
contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
cuatro de fecha catorce de octubre de dos mil catorce (folios 741)
expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, la cual confirmó la sentencia apelada contenida en la
Resolución número cincuenta y nueve de fecha diecinueve de
diciembre de dos mil trece, la cual declaró infundada la demanda
en todos sus extremos. II.- CAUSALES POR LAS QUE SE
DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema, por resolución de fecha diecinueve de enero de dos
mil dieciséis (folios 49 del cuaderno de casación), ha declarado la
procedencia ordinaria del recurso de casación interpuesto por la
causal de: infracción normativa material del artículo 1448 del
Código Civil, y procedencia excepcional por la causal de
infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú concordante con el inciso 6 del
artículo 50 del Código Procesal Civil y artículo 12 del Texto
Único Ordenado del Poder Judicial. III.- ANTECEDENTES: Para
analizar esta causa civil y verificar si se ha incurrido o no, en la
infracción normativa reseñada en el parágrafo que antecede, es
necesario realizar las siguientes precisiones fácticas sobre este
proceso: 3.1. La parte demandante Memcorp Inc. (folios 59)
Interpone demanda en vía de proceso de conocimiento dirigida
contra la sociedad conyugal conformada por Francisco Abel
Garibaldi Casalino y Patricia Marcela Derteano Velarde de Garibaldi
y solicita como Primera Pretensión.- Se declare la Rescisión por
Lesión del Contrato de Donación de Pago otorgado mediante
Escritura Pública extendida con fecha quince de agosto de dos mil
tres, y celebrado por los demandados Francisco Abel Garibaldi
Casalino y Patricia Marcela Derteano Velarde de Garibaldi, como
parte transferente y Jorge Walter Mc Falene Aguilera, como
adquiriente, mediante el cual manifestaron la voluntad de transferir
la propiedad del inmueble sito en la Avenida José León Barandiarán
números 101 y 109, Urbanización La Portada de la Planicie, Distrito
de La Molina, inscrito con fecha veinte de noviembre de dos mil
tres, en el Registro de Propiedad Inmueble de Lima, en la Partida
número 45038696, Asiento C00001; como Segunda Pretensión.-
Se declare la invalidez de la inscripción registral generada por el
Contrato de Dación de pago cuya rescisión por Lesión de demanda,
y como consecuencia de ello, se ordena la cancelación del asiento
97331
registral donde corre inscrito dicho título, en el Registro de
Propiedad Inmueble de Lima, Partida número 45038696, Asiento
C00001. 3.2. Por auto contenido en la Resolución número dos
cinco (folios 96) se ADMITE a trámite la demanda de Rescisión de
Contrato interpuesta por MEMCORP INC., en contra de la Sociedad
Conyugal conformada por Francisco Abel Garibaldi Casalino y
Patricia Marcela Derteano Velarde de Garibaldi y Jorge Walter Mc
Farlane Aguilera, en vía de proceso de conocimiento. 3.3. La
empresa demandante MEMCORP INC., (folios 113) solicita
incorporación de Sonia Aida Ravello Venegas, en calidad de
Litisconsorte Necesario Pasivo, la misma que fue admitida como
tal, mediante la Resolución número tres, del veinte de setiembre de
dos mil cinco (folio117). 3.4. Jorge Walter Mc Farlane Aguilera
(folios 127) contesta la demanda la niega y contradice en todos sus
extremos señalando que no ha existido desproporción en la
transferencia del bien sub materia como aprovechamiento de su
parte por supuesta necesidad apremiante de los ex propietarios;
asimismo refiere que el artículo 1447 del Código Civil no faculta su
intervención como titular para el ejercicio de la acción rescisoria del
bien, como es del texto legal, ésta se encuentra restringida
exclusivamente para una de las partes del contrato que ha
resultado perjudicado (lesionada) por la otra que se beneficia.
Asimismo debe de tenerse en cuenta que la acción rescisoria por
lesión, deviene en una relación contractual determinada; en
consecuencia, su acción es personalísima y restringida a los
agentes que integran la relación jurídica material; el inciso 4 del
artículo 1219 del Código Civil invoca como amparo de la demanda
por la accionante, la autoriza para sustituir o reemplazar a uno de
los contratantes del negocio jurídico, para disolver, resolverlo,
anularlo o dejarlo sin efecto por vía rescisoria. Dicho dispositivo
legal solo autoriza para que el acreedor ejercite los derechos del
deudor para que en vía de acción, o para asumir su defensa cubren
un crédito de éste o defiendan sus derechos patrimoniales, que
han de servir para hacerse cobro de su deuda, la cual no se adecúa
ni es compatible con la pretensión de MEMCORP INC por atípica,
al no estar prevista por ley. 3.4.1. Añade que el valor del inmueble
al momento de celebrarse el contrato según el informe de
autoevaluó expedido por la Municipalidad de La Molina ascendía a
ciento setenta mil soles (S/.170,000.00), por lo que para entender
la lesión como la transferencia en menor de sus 2/3 partes, ésta
operación comercial para ser rescindida tendría que ser suscrita
por menos de ciento doce mil soles (S/.112,000.00); y al haberse
celebrado la dación en pago por la suma de setenta mil dólares
americanos (US$.70,000.00) dicho valor resulta ser superior dado
que al tipo de cambio a ésta fecha asciende a la suma de doscientos
treinta y ocho mil soles (S/.238,000.00), y por último en el caso sub
examen no ha existido, toda vez que la Dación celebrada fue
consecuencia de un crédito impago, que ha falta de dinero por
parte de los codemandados, fue su voluntad otorgarle su bien con
el fin de saldar la deuda, que por cierto es mucho mas antigua que
la supuesta deuda a favor de la demandante, dado que su crédito
data del año dos mil dos (treinta de abril de dos mil dos), conforme
se aprecia de la Escritura de Dación, nacida la obligación suscrita
ante la persona de Francisco Abel Garibaldi Casalino con la
Empresa MEMCOR INC. 3.5. Francisco Abel Garibaldi Casalino
y Patricia Marcela Derteano Velarde de Garibaldi (folios 145)
contestan la demanda niega todos los extremos de la misma, y
solicita se declare improcedente manifestando lo siguiente: a) Si
bien es cierto que se inició un proceso judicial de ejecución de
conciliación extrajudicial ante el Trigésimo Noveno Juzgado
(Expediente número 2004-81093), ésta pretensión ha sido también
interpuesta con anterioridad ante la Corte del Circuito de Miami,
donde se está demostrando la extinción de la referida obligación al
no haberse respaldado documentalmente; b) Los indicados
pagarés que han sido adjuntados como anexos en la demanda
(solo en copia simple), su propia traducción está intitulada
“traducción simple sin valor oficial” advirtiéndose de su texto que no
reúne los requisitos exigidos en la ley de la materia (Ley número
27287), por lo que el acto de someter esta documentación no oficial
e impropia a la justicia peruana, encubriendo una maniobra ilegal
mediante un proceso conciliatorio, no solo implica un error que no
debe generar derechos al infractor, sino también el ejercicio
abusivo a la acción que para ser válido tiene que ser legal o
legitimado de acuerdo a nuestra legislación; y c) Sobre la supuesta
lesión, rechazan haber sido sujetos de aprovechamiento por parte
del codemandado Jorge Walter Mc Farlane Aguilera, persona a
quien en el año dos mil tres se le otorgó como pago de una deuda
el inmueble objeto de la Dación en pago, el cual fue transferido
tomando como base la declaración jurada de autoevaluó expedida
por la Municipalidad de La Molina en el año dos mil tres, que
consignada como valor total del inmueble la suma de ciento
sesenta y nueve mil ochocientos treinta y un soles con ochenta y
un céntimos (S/.169,831.81), por ello sin presión alguna aceptaron
valorarla en dicho monto, a fin de extinguirle la obligación contraída
por setenta mil dólares americanos (US$.70,000.00) y evitar líos
judiciales, con la condición de que el citado codemandado sufrague
los gastos de la extinción del patrimonio familiar que pesaba sobre
el bien. 3.6. Sonia Aída Ravello Venegas (folios 182) contesta la
demanda, negándola y contradiciéndola en todos los extremos,
manifestando lo siguiente: a) Su persona adquirió el inmueble
ubicado en la Avenida José León Barandiarán números 101 y 109,
Urbanización la Planicie, Distrito de La Molina, mediante la Minuta
de fecha veinticinco de febrero de dos mil cuatro, la cual en forma

97332 CASACIÓN
inmediata fue bloqueada sucesivamente en la Partida Electrónica
número 45038696, en los Registros Públicos, hasta que se
protocolizo dicho acto jurídico mediante Escritura Pública de fecha
dieciséis de agosto de dos mil cinco; b) En la fecha de adquisición
de la propiedad (febrero del año dos mil cuatro), no existía
gravamen, ni carga que afectara al bien, lo cual significaba que se
encontraba saneado y expedito para su venta, lo cual se efectuó
conforme a las reglas que norma nuestra legislación civil; y c) Con
el emplazamiento recién toma conocimiento de la existencia de un
pleito entre los anteriores propietarios, respecto a la celebración
del Contrato de Dación que obra en el expediente. 3.7. El Juez del
Décimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, mediante la Resolución número
cincuenta y nueve, de fecha diecinueve de diciembre de dos mil
trece (folios 662), declaró infundada la demanda. Argumentando
para ello lo siguiente: a) El Contrato de Dación cuestionado fue
celebrado el diez de mayo de dos mil tres, elevado a Escritura
Pública el quince de agosto del mismo año (folios 27) del cual se
desprende que el inmueble fue valorizado por los contratantes en
la suma de setenta mil dólares americanos (US$.70,000.00), monto
que según se dijo corresponde a la acreencia de la sociedad
conyugal Garibaldi-Derteano frente a Jorge Walter Mc Farlane
Aguilera, por lo que se daba por cancelada la misma; b) La
sociedad conyugal demandada afirma y acredita que el inmueble
de dación, según la declaración jurada de autoevaluó (folios 142),
estaba valorizado en ciento sesenta y nueve mil ochocientos treinta
y un soles con ochenta y un céntimos (S/.169,831.81), por
consiguiente desde ese enfoque no se daría el supuesto
establecido en el referido dispositivo legal para acreditar la lesión
invocada por la accionante, y por ende, no se acredita la
“desproporción” invocada por Memcorp Inc.; y c) El Valor Comercial
del inmueble al trece de noviembre de dos mil tres en doscientos
setenta y seis mil doscientos cuarenta y ocho dólares americanos
con sesenta y ocho centavos (US$.276,248.68) respecto de la cual
no se indica ni se señala cuál o cuáles han sido los parámetros en
los que han basado su valorización , por consiguiente, la
observación planteada en la audiencia, carece de sustento fáctico
y jurídico. 3.8. La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, absolviendo el grado, confirmó la apelada
mediante la Resolución número cuatro de fecha catorce de octubre
de dos mil catorce (folios 741). IV.- MATERIA JURÍDICA EN
DEBATE: En este caso, la cuestión jurídica objeto de control en
sede casatoria consiste en determinar si los Jueces han
transgredido o no la infracción normativa material del artículo
1448 del Código Civil, y por procedencia excepcional de la
infracción normativa procesal del inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú concordante con el inciso 6 del
artículo 50 del Código Procesal Civil y el artículo 12 del Texto
Único Ordenado del Poder Judicial. V.- CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Tal como lo establece el artículo 384 del Código
Procesal Civil modificado por el artículo 1 de la Ley número 29364,
el recurso de casación tiene por fines esenciales la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República (finalidad: Nomofiláctica y Uniformizadora,
respectivamente); finalidad que se ha precisado en la Casación
1
número 4197 – 2007/La Libertad y Casación número 615 – 2008/
Arequipa2; por tanto, este Tribunal Supremo sin constituirse en una
tercera instancia procesal, debe cumplir con pronunciarse acerca
de los fundamentos del recurso, por las causales declaradas
procedentes. SEGUNDO.- En el momento de calificar el recurso de
casación, se ha declarado la procedencia por la causal de infracción
normativa por vicios in procedendo y vicios in iudicando y, ahora, al
atender a sus efectos y alcances, es menester realizar, previamente,
el estudio y análisis de las causales de índole procesal, pues en
cuyo caso de ampararse, los autos deberán ser remitidos a la
instancia de origen para que se proceda conforme a lo resuelto,
dejando sin objeto pronunciarse respecto a la causal de infracción
normativa de normas materiales. TERCERO.- Estando a la
procedencia excepcional, es necesario destacar que el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, recoge como uno
de los principios y derechos de la función jurisdiccional la motivación
escrita de las resoluciones judiciales, que viene a ser el derecho de
todo justiciable a obtener por escrito la motivación en que se basa
determinado órgano jurisdiccional (unipersonal o colegiado) para
decidir una controversia sometida a su competencia, con expresa
mención a los fundamentos de hecho y de derecho y que pasa por
un tamiz previo como es la valoración conjunta de los medios
probatorios, aplicando los principios que rige la prueba y esa
valoración probatoria no debe quedar en la oscuridad sino que el
Juez debe exteriorizarla a través de sus fundamentos fácticos y de
derecho, de manera que el justiciable pueda apreciar el raciocinio
lógico jurídico que le ha permitido al juez arribar a una determinada
decisión o fallo judicial y así pueda impugnar la decisión si
considera que no se encuentra arreglada a ley, caso contrario el
Juez podría caer en la tentación de emitir una sentencia arbitraria,
aparentemente motivada o en forma defectuosa, causando
indefensión a la parte agraviada puesto que, al no existir una
debida motivación, no sabe exactamente cómo defenderse, siendo
todas estas garantías parte del denominado Derecho al Debido
Proceso. CUARTO.- En el presente caso en la Casación número
3528-2007 – Lima, de fecha uno de setiembre de dos mil ocho
(folios 207 del cuaderno de excepciones), este Supremo Tribunal
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
actuando en sede de instancia, resolvió confirmar la resolución de
fecha doce de abril de dos mil seis (cuaderno de excepciones) que
declaró infundada la Excepción de Falta de Legitimidad para Obrar
del demandante, señalando que, para ejercitar los derechos a que
se refiere el inciso 4 del artículo 1219 del Código Civil, no se
requiere otra calidad que la de ser acreedor y en el caso de autos
esta calidad se vislumbra de los documentos adjuntados a la
demanda y en todo caso, es en el proceso donde se debe
determinar finalmente si la empresa demandante es acreedora o
no y si por tanto le asiste o no el derecho de ejercitar las acciones
a que se refiere el artículo mencionado. QUINTO.- Sin embargo,
las instancias de mérito no han emitido pronunciamiento respecto a
lo señalado por este Supremo Tribunal en la Casación mencionada
en el considerando precedente, es decir, si la empresa demandante
es acreedora o no de Francisco Abel Garibaldi Casalino, esto en
mérito a los Pagarés emitidos con fecha posterior a la Dación en
Pago efectuada por Francisco Abel Garibaldi Casalino y Patricia
Marcela Derteano Velarde a favor de Jorge Walter Mc Farlane
Aguilera y a partir de ello, establecer si corresponde amparar la
acción rescisoria por lesión. Asimismo, las instancias de mérito no
han establecido de manera clara, precisa y fundamentada
jurídicamente, respecto del valor de la propiedad que debe tomarse
en cuenta a efectos de determinar si se produjo desproporción
entre las prestaciones al momento de celebrarse el contrato
respectivo. SEXTO.- En consecuencia, dado que la sentencia de
vista impugnada, así como la sentencia de primera instancia
adolecen de falta de motivación, han vulnerando el derecho
contenido en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú en concordancia con el artículo 12 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial e inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal Civil,
resultando insubsanable tal vicio, haciendo que los alcances de la
nulidad se extiendan hasta dicho estado procesal conforme a los
artículos 173 y 177 del Código Procesal Civil. Por lo que estando a
las consideraciones expuestas y a lo previsto en el inciso 1 del
artículo 396 del Código acotado: VI.- DECISIÓN: Que, estando a
las consideraciones que anteceden y a lo dispuesto en el acápite
2.3 del inciso 2 del artículo 396 del Código Procesal: 6.1. Declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por MEMCORP INC
(folios 754), CASARON la sentencia impugnada, en consecuencia,
NULA la sentencia de segunda instancia, contenida en la
Resolución número cuatro, del catorce de octubre de dos mil
catorce (folios 741) , expedida por la Quinta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima; e INSUBSISTENTE la sentencia de
primera instancia contenida en la Resolución número cincuenta y
nueve del diecinueve de diciembre de dos mil trece (folios 662);
DISPUSIERON el reenvío del proceso al Décimo Octavo Juzgado
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, a fin de emita nuevo
pronunciamiento teniendo en cuenta la presente resolución. 6.2.
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”; bajo responsabilidad, en los seguidos
por Memcorp Inc contra Patricia Marcela Derteano Velarde de
Garibaldi y otros, sobre Rescisión de Contrato por Lesión; y los
devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Diario Oficial El Peruano: Sentencias en Casación, Lunes 31 de marzo de
2008, páginas 21689 a 21690.
2
Diario Oficial El Peruano: Sentencias en Casación, Lunes 31 de marzo de
2008, páginas 23300 a 23301.
C-1569468-67
CAS. Nº 1436-2016 MOQUEGUA
LEVANTAMIENTO DE HIPOTECA. SUMILLA: Conforme a lo
dispuesto en el incisos 1) del artículo 1122 del código civil no
resulta factible el levantamiento de la hipoteca si es que la
obligación contraída por el deudor se mantiene impaga. Lima,
dieciséis de enero de dos mil diecisiete. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA; vista la causa número mil cuatrocientos treinta y seis
- dos mil dieciséis, en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha;
luego de verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia. I.- RECURSO DE CASACION: Se trata del recurso de
casación interpuesto por Placido Ibáñez Biguria (fojas 349) contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número treinta y
tres de fecha once de marzo de dos mil dieciséis (fojas 334),
expedida por la Sala Mixta de Mariscal Nieto de la Corte Superior
de Justicia de Moquegua, la cual revocó la sentencia apelada
contenida en la Resolución número veinticinco de fecha quince de
julio de dos mil quince (fojas 225) que declaró fundada la demanda
sobre Levantamiento de Hipoteca y reformándola la declara
infundada. II.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala
Suprema por resolución de fecha dieciséis de mayo de dos mil
dieciséis (folios 39 del cuadernillo de casación) declaró procedente
el recurso de casación por las siguientes causales: i) la Infracción
normativa del inciso 1 del artículo 1122 del Código Civil y
artículos VI y VII del título preliminar del precitado código;
señala que la Sala Superior no ha considerado el pago de los
catorce mil quinientos cuarenta y nueve soles (S/.14,549.00) de un
préstamo de tres mil soles (S/.3,000.00) soles, según contrato de
fecha veinticinco de julio de mil novecientos noventa y siete,
habiendo presentado los recibos de dicha cancelación, que
sobrepasan el monto del préstamo, por lo que procedió a interponer
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
denuncia penal por el delito de falsificación; sin embargo, no
prospero, es por ello que demando la nulidad del contrato de mutuo
con garantía hipotecaria, proceso que terminó con sentencia que
declaro fundada la demanda, cuestión que no se ha tenido en
cuenta; ii) Infracción normativa procesal excepcional de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú y artículo 197 del Código Procesal Civil; a efectos de
evaluar si en el caso de autos se ha vulnerado el Debido Proceso y
el Derecho a la Motivación de las Resoluciones Judiciales, para
cuyo efecto deberá determinarse si la conclusión arribada por la
sentencia impugnada resulta congruente. III. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- De la revisión de autos se desprende lo siguiente:
Placido Ibáñez Biguria y Petronila Dávila Rolin de Ibáñez (fojas
23), interponen demanda solicitando el Levantamiento de Mutuo
con Garantía Hipotecaria suscrito entre la Cooperativa de Ahorro y
Crédito Santa Catalina de Moquegua Limitada número 103 y el
recurrente mediante Escritura Pública de fecha veinticuatro de julio
de mil novecientos noventa y siete, estando inscrita en la Ficha
Registral número 8710, asiento 1-D de los Registros Públicos de
Moquegua que pesa sobre su propiedad, ubicada en la
Urbanización Mercedes Cabello de Carbonera Fonavi III Etapa
D-10 de la Ciudad de Moquegua, señalando haber solicitado un
préstamo a la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Catalina de
Moquegua Limitada número 103 por la suma de tres mil soles
(S/.3,000.00) en el año mil novecientos noventa y siete,
celebrándose para tal efecto una Escritura Pública de Mutuo con
Garantía Hipotecaria sobre el inmueble de su propiedad; que
cancelada dicha deuda, envió un poder a su hija para el
levantamiento de la citada hipoteca, sin embargo la obligaron a
suscribir un nuevo contrato de mutuo con garantía hipotecaria por
la cantidad de seis mil trescientos ochenta y tres soles con cuatro
céntimos (S/.6,383.04), por cuya razón interpusieron una demanda
judicial de Nulidad de Contrato de Mutuo con Garantía Hipotecaria
que fue declarada fundada en ambas instancias e infundado el
recurso de casación; que habiendo solicitado vía carta notarial el
Levantamiento de la Hipoteca, ésta no ha sido respondida por la
demandada, por lo que acude al órgano jurisdiccional para ser
efectivo el Levantamiento de la Hipoteca. SEGUNDO.- La
Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Catalina de Moquegua
número 103 (fojas 53), se apersona al proceso y absolviendo los
términos de la demanda, señala que el proceso judicial que señalan
los demandantes únicamente declaro la nulidad de la refinanciación
realizada por la hija de los accionantes en representación de sus
padres, la cual quedo sin efecto por falta de manifestación de
voluntad de la parte deudora, sin embargo, en dicho proceso en
ningún momento se declaró la cancelación de la deuda ni la nulidad
del acto cuyo levantamiento registral se pretende. TERCERO.- Por
sentencia de primera el Juez del Primer Juzgado Mixto de
Mariscal Nieto, mediante la Resolución número veinticinco de
fecha quince de julio de dos mil quince (folios 225), ampara la
demanda interpuesta por el recurrente señalando en concreto que
la obligación se encuentra cancelada pues del Estado de Cuenta
del demandante expedido por la Cooperativa demandada (fojas
149), aparece que el saldo principal, intereses adeudados y moras
suman cero, por consiguiente, el total de la deuda es igualmente
cero, de lo que se acredita que la deuda que mantenían los
demandantes con la entidad demandada ha sido pagada en su
totalidad. CUARTO.- El Ad quem, por Resolución número treinta y
tres de fecha once de marzo de dos mil dieciséis resolvió revocar la
sentencia apelada y reformándola la declaró infundada al
considerar básicamente que se habían suscrito dos contratos con
la demandada, la primera, mediante Escritura Pública de Mutuo
con Garantía Hipotecaria celebrada en fecha veinticuatro de julio
de mil novecientos noventa y siete por la suma de tres mil soles
(S/.3,000.00) entre los demandantes a favor de la citada
Cooperativa, y la segunda, correspondiente a una Escritura Pública
de Mutuo con Garantía Hipotecaria celebrada entre María Josefa
Ibáñez Dávila, en representación de los demandantes y la
Cooperativa demandada en fecha veinticinco de junio de dos mil
dos por la suma de seis mil trescientos ochenta y tres soles
(S/.6,383.00); que al haberse declarado judicialmente la ineficacia
del acto jurídico del veinticinco de junio de dos mil dos, en
consecuencia, había igualmente dejado de tener efecto legal las
pretensiones y obligaciones contenidas en dicho contrato de
mutuo, entre ellas, el préstamo que otorgado por la Cooperativa
demandada para cancelar la primera hipoteca, siendo así, el monto
otorgado a través del acto jurídico declarado ineficaz no podía ser
considerado como parte del pago de la deuda contraída en la
Escritura Pública de Mutuo del veinticuatro de julio de mil
novecientos noventa y siete; en tanto que no podían surtir efectos
sobre los demandantes los montos otorgados a través de un acto
jurídico declarado ineficaz. QUINTO.- Habiéndose declarado
procedente el recurso de casación por la causal de infracción
normativa material y procesal, debido a su naturaleza y efectos
corresponde analizar en principio la causal de infracción normativa
procesal, que de merecer amparo, carecería de objeto emitir
pronunciamiento respecto a la causal de infracción normativa
material. SEXTO.- Analizando los fundamentos de la infracción
normativa procesal declarada procedente, se advierte que la sala
revisora ha declarado infundada la demanda al haber considerado
que los demandantes no habían cancelado en su totalidad la deuda
contraída el veinticuatro de julio de mil novecientos noventa y siete
al no haber acompañado medio probatorio tendiente a demostrar
97333
de manera fehaciente el pago de la totalidad de la obligación
asumida por los accionantes. SÉTIMO.- En el sentido
precedentemente expuesto, se advierte que el Ad quem ha emitido
un pronunciamiento congruente y razonado con el objeto materia
de controversia, habiendo expresado una motivación fáctica y
jurídica que ha servido de sustento a la decisión jurisdiccional
finalmente adoptada, conforme a la exigencia prevista en el inciso
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú, no
advirtiéndose por lo demás afectación de los artículos VI y VII del
Título Preliminar del Código Civil por las mismas razones; en
consecuencia, los argumentos denunciados por el recurrente
constituyen en realidad un cuestionamiento al criterio jurisdiccional
y a la valoración que de los hechos y pruebas asumido por el
Colegiado Superior, lo que no corresponde ser analizado en sede
casatoria, deviniendo por tanto en infundado el recurso de
casación en este extremo. OCTAVO.- En cuanto a la denuncia
casatoria referida a la infracción normativa material del inciso 1 del
artículo 1122 del Código Civil, el recurrente denuncia en concreto
que la Sala Superior no habría tomado en consideración el pago
efectuado por la suma de catorce mil quinientos cuarenta y nueve
soles (S/.14,549.00) que sobrepasarían, según refiere, el monto
del préstamo originario otorgado a su favor de tres mil soles (S/
3,000.00). NOVENO.- El inciso 1 del artículo 1122 del Código Civil
establece como una causal de extinción de la hipoteca, la
cancelación de la obligación que la garantiza, siendo en efecto el
pago de la totalidad de la deuda la principal causa de extinción de
la obligación. Esta situación de cancelación total de la deuda,
refleja por consiguiente una acreditación real y efectiva del pago
total de la deuda contraída, lo que en efecto debe ser demostrada
de manera fehaciente e indubitable por el deudor u obligado.
DÉCIMO.- En el caso de autos, conforme se aprecia de los
fundamentos que sirven de sustento a la sentencia de vista,
habiéndose declarado por resolución judicial firme la ineficacia de
la Escritura Pública del Contrato de Mutuo con Garantía Hipotecaria
de fecha veinticinco de junio de dos mil dos, la obligación contraída
por los demandantes con fecha veinticuatro de julio de mil
novecientos noventa y siete se mantenía subsistente habida
cuenta que el préstamo de seis mil trescientos sesenta y siete
soles con treinta y siete céntimos (S/.6,367.37) efectuado por la
demandada para la cancelación de la primera hipoteca, había
provenido de la Escritura Pública de Mutuo con Garantía
Hipotecaria de fecha veinticinco de junio de dos mil dos; por
consiguiente al haberse declarado la ineficacia de este último acto
jurídico, todas las pretensiones y obligaciones derivados de dicho
contrato de mutuo, incluido el préstamo que sirvió de pago para la
cancelación de la primera deuda de tres mil soles (S/.3,000.00)
había dejado de surtir efecto por lo que la deuda del primer contrato
de mutuo se mantiene vigente. DECIMO PRIMERO.- En ese
contexto, resulta evidente que la suma adeudada en el primer
contrato de mutuo con garantía hipotecaria aun se encuentra
subsistente e impaga, por lo que no corresponde amparar la causal
material denunciada. Por lo demás, estando a que el recurrente
reclama haber efectuado pagos a cuenta a favor de la Cooperativa
demandada, estos deberán, en todo caso, ser tomados en
consideración en ejecución de sentencia. IV.- DECISION: Por tales
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el inciso 1 del
artículo 396 del Código Procesal Civil. 4.1. Declararon INFUNDADO
el recurso de casación interpuesto por Placido Ibáñez Biguria
(fojas 349); NO CASARON la sentencia de vista contenida en la
Resolución treinta y tres de fecha once de marzo de dos mil
dieciséis (fojas 334), expedida por la Sala Mixta de Mariscal Nieto
de la Corte Superior de Justicia de Moquegua. 4.2. DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad, en los seguidos por Placido Ibáñez
Biguria y otra contra la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa
Catalina de Moquegua número 103, sobre Levantamiento de
Hipoteca; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor Sánchez Melgarejo por licencia del Juez Supremo Señor
Romero Díaz. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA, SÁNCHEZ MELGAREJO
C-1569468-68
CAS. Nº 268-2017 LIMA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO, Lima, seis de marzo de dos mil
diecisiete. VISTOS: y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por el demandante Moisés David Regalado Cuadros,
a fojas setecientos noventa y uno, contra la sentencia de vista de
fecha seis de setiembre de dos mil dieciséis, de fojas setecientos
treinta y nueve, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, en los extremos que confirma la
resolución de fecha diecinueve de diciembre de dos mil catorce, de
fojas quinientos treinta y nueve, que resuelve admitir los medios
probatorios; y, la sentencia apelada de fecha veintidós de julio de
dos mil quince, de fojas seiscientos veintinueve, que declara
infundada la demanda; por tal motivo, corresponde verificar si el
medio impugnatorio cumple o no con los requisitos previstos en los
artículos 387, 388, 391 y 392 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley N° 29364. SEGUNDO.- El acto de calificación del recurso
de casación, conforme lo dispone el artículo 387 del Código
Procesal Civil, comprende inicialmente la verificación del
cumplimiento de requisitos de admisibilidad, relacionados con: a)

97334 CASACIÓN
Naturaleza del acto procesal impugnado: Que lo que se impugne
sea una sentencia o un auto expedido por una Sala Superior que,
como órgano de segundo grado, ponga fin al proceso. b) Recaudos
especiales del recurso: Si el recurso de casación es interpuesto
ante la Corte Suprema, debe acompañar copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital, por el abogado
que autoriza el recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad,
lo que no es exigible si se interpone ante el órgano jurisdiccional
que emitió la resolución impugnada. c) Verificación del plazo:
Que se ha interpuesto dentro del plazo de diez días, contado desde
el día siguiente de notificada la resolución que se impugna, más el
término de la distancia cuando corresponda. d) Control de pago
de la tasa judicial: Según la tabla de aranceles judiciales vigente
al tiempo de la interposición del recurso. TERCERO.- En el
presente caso, el recurso de casación satisface los citados
requisitos de admisibilidad, toda vez que se interpone contra la
sentencia de vista emitida por la Sala Superior, no requiriendo
adjuntar los recaudos adicionales en tanto se interpuso ante el
mismo órgano jurisdiccional que dictó la resolución impugnada,
como consta del cargo obrante a fojas setecientos noventa y uno,
observando el plazo legal, pues la resolución de vista se notificó al
recurrente el dos de noviembre de dos mil dieciséis, según cargo
de fojas setecientos ochenta y seis, y el recurso se presentó el tres
de enero de dos mil diecisiete. Finalmente se cumple con el pago
de la tasa judicial conforme se tiene de fojas treinta y uno del
cuadernillo de casación. CUARTO.- El recurso de casación se
sustenta en la infracción normativa incurrida que incida
directamente sobre la decisión contenida en la resolución
impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente judicial
y dado su carácter extraordinario y formal debe cumplir con ciertas
exigencias que nuestro ordenamiento procesal civil dispone, para
lo cual quien hace uso de él está en la obligación de exponer con
claridad y precisión la infracción normativa incurrida, ya sea de
orden sustantivo o procesal, y según sea el caso, fundamentar en
qué consisten éstas, además de exponer de qué manera las
mismas inciden en la resolución impugnada. QUINTO.- En tal
contexto, corresponde verificar el cumplimiento de los requisitos de
procedencia, con arreglo a lo dispuesto por el artículo 388 del
Código Procesal Civil. a) Se cumple con el requisito previsto en el
inciso 1 del citado artículo, toda vez que el recurrente no dejó
consentir la resolución de primer grado que le fuera adversa. b) En
cuanto a la descripción con claridad y precisión de la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial, referido en el
inciso 2 del citado artículo, se tiene que el recurrente denuncia la
siguiente causal: i. Infracción normativa de las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso, consistente en la
motivación suficiente de la resolución y la trasgresión a la
tutela jurisdiccional efectiva y el debido proceso y aplicación
indebida del artículo 429 del Código Procesal Civil. Señala que
la Sala Superior no ha aplicado debidamente el artículo 429 del
Código Procesal Civil, el cual dispone que después de los actos
postulatorios, solo podrán ofrecerse medios probatorios referidos a
hechos nuevos y a los mencionados por la otra parte al contestar la
demanda o reconvenir. Y de concurrir ello, el Juez deberá correr
traslado a la otra parte para que reconozca o niegue la autenticidad
de los documentos; que los medios de prueba aportadas por los
demandados de manera extemporánea no constituían hechos
nuevos y al haberlos el juez admitido, ha transgredido la tutela
jurisdiccional efectiva. ii. Aplicación indebida de los artículos 77
y 161 del Código Civil. Alega que la Sala Superior tomó como
suyo la posición de la sentencia de primera instancia, en el sentido
que el ordenamiento jurídico permite que las personas jurídicas
que aún no existan, puedan celebrar contratos y la no inscripción y
ratificación, no los invalida, sin embargo, lo que se está reclamando
es que jamás existió voluntad de dicha persona jurídica en celebrar
dicho contrato, aquí no se trata de invocar una falta de legitimidad
de los arrendadores, sino que la persona jurídica nunca tuvo la
voluntad de celebrar contrato con el recurrente; que si bien es
cierto, la existencia de la persona jurídica empieza el día de su
inscripción, también es cierto que antes de la misma debe existir la
voluntad de crearla y esto es mediante la respectiva asamblea, la
cual no ocurrió, por lo que nunca estuvo presente la voluntad de
dicha persona jurídica, sino que quienes actuaron lo hicieron a
título personal, luego no habiéndose dado la manifestación de
voluntad de dicha persona jurídica, el acto es nulo de pleno derecho
por falta de manifestación de voluntad y no puede confundirse esto,
como lo hacen las instancias judiciales con la falta de representación
que es una cosa distinta. SEXTO.- Analizando la denuncia descrita
en el ítem i, el cual se sustenta en el cuestionamiento del extremo
de la recurrida que confirma la admisión de medios probatorio, no
merece mayor pronunciamiento, en atención al artículo 387 del
Código Procesal Civil, que prescribe: “El recurso de casación se
interpone: Contra las sentencias y autos expedidos por las salas
superiores que, como órgano de segundo grado, ponen fin al
proceso”. Aun así, es necesario precisar que los medios probatorios
admitidos por resolución número treinta y uno (puntos 13 y 14) si
constituyen hechos nuevos, razón por la que el A quo los merituó,
lo que motivó incluso que el recurrente interponga recurso de
apelación; por tanto, no resulta cierto que se haya vulnerado su
derecho a un debido proceso. SÉTIMO.- Respecto a la denuncia
descrita en el ítem ii, las alegaciones del recurrente están
orientadas a cuestiones de probanza, sin considerar que la Corte
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de Casación no constituye una tercera instancia donde se puede
valorar el caudal probatorio y el aspecto fáctico del proceso, lo que
constituye una facultad de los jueces de mérito que no puede ser
traída en vía del recurso de casación; de allí que también son
excluidos aquellos hechos que la parte casante estima probados
con la finalidad que la pretensión contenida en la demanda sea
estimada. OCTAVO.- A mayor abundamiento, cabe precisar que la
falta de representación que alude el demandante, no conlleva a la
nulidad de los actos jurídicos, sino a la ineficacia, ello si tenemos
en cuenta que el contrato de arrendamiento materia de nulidad, es
estructuralmente válido, al permitir el ordenamiento jurídico la
celebración de actos con persona jurídica que no existen
registralmente y que en todo caso, se permite la ratificación,
cuando el acto fue celebrado por persona que no tenía
representación para hacerlo. En consecuencia y conforme a lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Moisés
David Regalado Cuadros, a fojas setecientos noventa y uno,
contra la sentencia de vista de fecha seis de setiembre de dos mil
dieciséis, de fojas setecientos treinta y nueve; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Moisés David
Regalado Cuadros contra Gerardo Rivera Chumpitaz y otros, sobre
Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor De la
Barra Barrera. Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA, SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-69
CAS. Nº 280-2017 MOQUEGUA
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima,
treinta de marzo de dos mil diecisiete. AUTOS Y VISTOS; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el Recurso de Casación interpuesto por la Empresa de
Servicios Generales Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada, contra el Auto de Vista que confirma la resolución apelada
número dieciséis que declara el abandono del presente proceso.
Por lo que corresponde calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia del medio impugnatorio conforme a lo previsto por
la Ley número 29364. SEGUNDO.- En cuanto a los requisitos
de admisibilidad, es del caso señalar que el presente Recurso,
acorde a lo dispuesto por el Artículo 387° del Código Procesal
Civil, modificado por la precitada Ley, se ha interpuesto: i) Contra
el Auto de Vista expedido por la Sala Mixta Descentralizada de Ilo
de la Corte Superior de Justicia de Moquegua, que como órgano
de segundo grado pone fin al proceso; ii) Ante la Sala Superior que
emitió la resolución impugnada; iii) Dentro del plazo previsto por
la indicada disposición procesal; y, iv) Adjuntando la tasa judicial
correspondiente. TERCERO.- En lo atinente a los requisitos de
procedencia, contemplados por el Artículo 388° inciso 1) del
Código Procesal Civil, es de apreciarse que la recurrente cumple
con ello, al no haber dejado consentir el auto de primera instancia
le fue desfavorable. CUARTO.- De otro lado la impugnante invoca
como causal de su recurso la infracción normativa del Artículo
346° del Código Procesal Civil, sostiene que con las decisiones
adoptadas se limitan su derecho al debido proceso y se pronuncian
de manera contraria al precepto legal acotado, el mismo que
establece que cuando el proceso permanece en primera instancia
durante cuatro meses, sin que se realice acto que lo impulse el
Juez declarará su abandono de oficio o a solicitud de parte o
terceros. Asimismo, refiere que existe impedimento del Juez, acto
que es muy delicado porque hay sustento resolutivo que declara
expresamente nulidad del abandono del proceso. QUINTO.- El
recurso extraordinario de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisa y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que estas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad de los justiciables -recurrentes- saber
adecuar los agravios que invocan a las causales que para dicha
finalidad se encuentran taxativamente determinadas en la norma
procesal, desde que el Tribunal de Casación no está facultado
para interpretar el recurso, ni integrar o remediar las carencias del
mismo, o dar por supuesta y explícita la falta de causal, no pudiendo
subsanarse de oficio los defectos incurridos por los recurrentes en
la formulación del recurso. SEXTO.- En cuanto al agravio descrito
en el cuarto considerando de la presente resolución, corresponde
indicar que la misma no puede ampararse por cuanto incumple con
los requisitos previstos en el Artículo 388° incisos 2) y 3) del Código
Procesal Civil. La parte recurrente, si bien alega que se transgredió
los alcances regulados por el Artículo 346° del Código Procesal
Civil, cierto es que de las afirmaciones sobre las cuales sustenta
su pretensión casatoria, no se advierte la incidencia que la misma
tendría para revertir la decisión adoptada, siendo evidente que en
realidad lo que pretende el impugnante es que a través de una
revaloración de los medios probatorios se ampare su recurso, lo
cual no es atendible en sede casatoria. Sin embargo, esta Sala
Suprema, después de efectuar la revisión y estudio de autos,
colige que la resolución recurrida, se encuentra arreglada a ley, por
cuanto el órgano de mérito confirmando la decisión impugnada,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
determinó que el último acto que impulso el proceso se encuentra
en la resolución número once, de fecha cinco de mayo de dos mil
quince, el mismo que tiene por contestada la demanda por parte
de la apoderada del Banco Continental, la cual fue notificada a las
partes el doce y quince de mayo de dicho año, no constituyendo
documentos que impulsen el proceso los escritos de variación de
domicilio procesal; y verificándose que desde el quince de mayo
de dos mil quince al dos de noviembre de dicho año -fecha en la
que se solicita el abandono del proceso- paralizada la causa por
más de cuatro meses, la resolución que declara el abandono ha
sido expedida con arreglo a ley, por lo que el recurso de casación,
en este extremo debe desestimarse. SÉPTIMO.- En cuanto a las
afirmaciones consistentes en que no se tuvo en cuenta al declarar
el abandono del proceso, las resoluciones de fecha dieciséis de
noviembre y catorce de diciembre de dos mil quince, es del caso
señalar que dichas aseveraciones están orientadas a cuestionar un
extremo que no se encuentra dentro de los alcances previstos por
el Artículo 387° inciso 1) del Código Procesal Civil. Pues, de autos
se advierte que, si bien el Juez Arturo Rolando Valdivia Arana,
declaró por resolución catorce de fecha dieciséis de noviembre
de dos mil quince, el abandono del proceso, cierto es que dicho
pronunciamiento al haber sido impugnado, fue declarado nulo
mediante resolución número quince de fecha catorce de diciembre
del mismo año, y atendiendo a que no es una decisión que pone fin
al proceso y contra la cual tampoco procede el recurso de casación
debe desestimarse la misma. Por tales razones y en aplicación
de lo preceptuado por el Artículo 392° del Código Procesal Civil
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por la Empresa de Servicios Generales Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada contra el Auto de Vista contenido en
la resolución número veintitrés de fecha trece de octubre de dos
mil dieciséis obrante a fojas trescientos cincuenta expedida por la
Sala Mixta Descentralizada de Ilo de la Corte Superior de Justicia
de Moquegua; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el diario oficial “El Peruano” bajo responsabilidad;
en los seguidos por la Empresa de Servicios Generales Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada con Poder Judicial y otros
sobre Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta; y los devolvieron.
Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-70
CAS. Nº 290-2017 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, treinta de marzo
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Gaby Marianela Mendoza Peña a fojas ciento
setenta, contra la sentencia de vista de fojas ciento cincuenta y
ocho, de fecha once de agosto de dos mil dieciséis, emitida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
confirmó la sentencia apelada de fojas ciento veintitrés, de fecha
catorce de diciembre de dos mil quince, que declaró fundada la
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria, en consecuencia
ordena que la demandada desocupe el inmueble sub materia.
SEGUNDO.- En tal sentido, examinados los autos se advierte que el
recurso en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente la sentencia
de primera instancia, que le ha sido adversa, satisface el requisito
del inciso 1 del artículo 388 del precitado Código Procesal Civil.
TERCERO.- El recurso de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisión y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad
y procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o
en el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los
agravios que invoca a las causales que para dicha finalidad se
encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
pues el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar
el recurso, ni integrar o remediar las carencias del mismo, no
pudiendo subsanarse de oficio los defectos incurridos en su
formulación. Por ello “(…) el recurso debe ser concedido solo
cuando el recurrente denuncie y acredite que la infracción
aparentemente incurrida ha sido determinante para decidir el caso.
Por cierto, no solo la infracción sino la calidad de ‘determinante’
de ésta es un tema que debe ser argumentado por el recurrente
y respecto del cual la Corte Suprema de Justicia de la República
debe ser persuadida, de lo contrario, estaremos ante un recurso
improcedente”1. CUARTO.- En lo referente a los restantes
requisitos de procedencia y en el marco descrito por el artículo
388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil, se desprende del
texto del recurso que éste se sustenta en: La aplicación indebida
del artículo 911 del Código Civil e indebida motivación,
argumentándose que: i) La recurrente no tiene la condición de
precaria por cuanto el inmueble sub materia era de propiedad del
padre de su hija; ii) Si bien es verdad que la demandante acredita
su derecho de propiedad, también lo es que el propietario del
inmueble antes de la supuesta transferencia era el padre de su
hija, según la Partida Electrónica número 13108585, inscrita en el
97335
mes de noviembre de dos mil trece, sin embargo, ha acreditado
su derecho de posesión conforme a la Resolución de Gerencia
número 003-2013-CDU/MDSMP del veintitrés de enero de dos mil
trece, así como con el Informe número 137-2012-APC-SGCHU-
GDU/MDSMP en el que se señala la existencia de problemas en
la posesión, dado que al efectuar la inspección judicial, a quien
se encuentra en posesión del inmueble es a la recurrente y no a
Emilio Vignolo Herrera; iii) Jamás tuvo la condición de arrendataria
del inmueble, pues, en dicha propiedad convivió con el padre de
su hija y el contrato de arrendamiento se celebró sólo para obtener
la licencia de funcionamiento de un gimnasio; iv) La demandante
adquirió el bien por enajenación pero nunca detentó la posesión,
situación por la que se otorga el derecho a la reivindicación; y v)
La Sala Superior no ha valorado ni interpretado correctamente la
ley, ni ha tenido en cuenta su condición de posesionaria legítima
del inmueble sub materia, la cual data de hace más de veinte
años y que es anterior a la supuesta transferencia que hiciera
el padre de su hija a la demandante Sonia Esperanza Sánchez
Clemente.--QUINTO.- Al respecto, debe precisarse que la causal
de aplicación indebida de una norma se configura cuando el Juez
aplica una norma impertinente a la situación fáctica establecida en
autos. De las alegaciones que esgrime la recurrente se tiene que
ellas se orientan, en principio, a cuestionar un hecho que según
afirma no está suficientemente acreditado, como es, que nunca
tuvo la condición de arrendataria al ser su posesión legitima por
más de veinte años. Al respecto, se advierte que la Sala Superior al
confirmar la sentencia apelada que declara infundada la demanda,
según lo consignado en los considerandos octavo a décimo de la
sentencia de vista impugnada, se persuadió de que la demandada
no ha demostrado tener título vigente que justifique la posesión del
inmueble sub materia, por lo tanto, lo expuesto por la recurrente tiene
como intención la modificación de la conclusión arribada por dicha
instancia, sin tener en cuenta que la situación fáctica establecida
en sede de instancia no puede variarse, al implicar la revalorización
del caudal probatorio ofrecido, admitido y actuado en el transcurso
del proceso, aspecto que generalmente resulta ajeno al debate
en Sede Extraordinaria, atendiendo a las finalidades del recurso
interpuesto, previstas en el artículo 384 del Código Procesal Civil,
circunscritas a la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República, desestimándose por lo tanto
la causal invocada. SEXTO.- Asimismo, de lo antes expuesto se
desprende que si bien la recurrente describe la presunta infracción
normativa consistente en la aplicación indebida del artículo 911
del Código Civil, no demuestra la incidencia directa de la misma
en la resolución impugnada, pues dicha norma resulta pertinente
a los hechos establecidos por la Sala Superior, al establecer en
sede de instancia la condición de propietaria del inmueble sub
litis de la parte demandante, así como la condición de precaria
de la demandada, al no haber justificado la posesión que detenta
respecto del bien inmueble sub materia, razones por las que
confirma la sentencia apelada que declara fundada la demanda,
justificando dicha decisión con la correspondiente fundamentación
de hecho y derecho, por lo tanto, tampoco se observa una indebida
motivación. SÉTIMO.- Finalmente, si bien la recurrente cumple
con el requisito previsto por el artículo 388 inciso 4 del Código
Procesal Civil, al indicar que su pedido casatorio es anulatorio
cuando aduce que se ha incurrido en nulidad insalvable, ello no
es suficiente para la procedencia del recurso interpuesto, pues los
requisitos de fondo a los que el mismo se sujeta son concurrentes.
Por las consideraciones expuestas y de conformidad con lo
previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Gaby Marianela Mendoza Peña a
fojas ciento setenta, contra la sentencia de vista de fojas ciento
cincuenta y ocho, de fecha once de agosto de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, en consecuencia ordena que la demandada desocupe el
inmueble sub materia; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Sonia Esperanza Sánchez Clemente contra
Gaby Marianela Mendoza Peña, sobre Desalojo por Ocupación
Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
En Jornadas de Derecho Procesal. Teoría de la Impugnación, Editorial
Palestra, noviembre de 2009, “El Recurso de Casación y su Imprescindible
Reforma”, Juan F. Monroy Gálvez y Juan J. Monroy Palacios, página 159.
C-1569468-71
CAS. Nº 277-2016 PIURA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. SUMILLA:
Corresponde a este Supremo Tribunal velar por la observancia del
debido proceso; que en este caso particular ha sido afectado al no
haberse valorado la documentación presentada por la parte
demandante. Lima, veinticinco de enero de dos mil diecisiete. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número doscientos
setenta y siete – dos mil dieciséis, en Audiencia Pública llevada a
cabo en la fecha; luego de verificada la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Se trata del recurso de casación interpuesto por la

97336 CASACIÓN
Asociación de Comerciantes del Anexo Juan Velasco Alvarado -
ACOMAJVA a fojas cuatrocientos veintiocho, contra la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos doce, de fecha dos de noviembre de
dos mil quince, expedida por la Segunda Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, que revoca la
sentencia apelada de fojas ciento ochenta y cuatro, de fecha treinta
de setiembre de dos mil catorce, que declara fundada la demanda;
y reformándola la declararon infundada la misma; en los seguidos
por La Asociación de Comerciantes del Anexo Juan Velasco
Alvarado - ACOMAJVA contra Silvia Micaela Sánchez Calle, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Que, el recurso de casación fue
declarado procedente por resolución de fecha cinco de abril de dos
mil dieciséis, obrante a fojas cuarenta y siguientes del cuadernillo
formado en este Supremo Tribunal, por la causal de: 1)
Interpretación errónea del artículo 911 del Código Civil, puesto
que la Sala Civil no ha valorado que con fecha veintitrés de octubre
de dos mil quince (fojas cuatrocientos uno) mediante escrito se ha
alcanzado copia del Acta de Asamblea General de Asociados, en el
que se ha excluido a la demandada del padrón de asociados, por lo
que se estaría vulnerando el artículo 84 del Código Civil; y, 2) En
forma excepcional por la causal de infracción normativa
procesal del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política
del Perú. ANTECEDENTES: Del examen de autos se advierte que
mediante escrito de fojas veintiséis, de fecha once de octubre de
dos mil trece, la Asociación de Comerciantes del Anexo Juan
Velasco Alvarado - ACOMAJVA, debidamente representada por su
Presidente Fernando Amaya Valencia, solicita Tutela Jurisdiccional
Efectiva y procede a interponer demanda de Desalojo por
Ocupación Precaria, que la dirigen contra Silvia Micaela Sánchez
Calle, con la finalidad de que la emplazada desocupe y entregue el
puesto número 14, Manzana número 03 - Unidad 01 del Interior de
La Plataforma Juan Velasco Alvarado del Mercado de Piura.
FUNDAMENTOS DE HECHO: - Manifiesta que con fecha dos de
diciembre de dos mil diez, según Acuerdo Municipal número 388-
2010-C/CPP, la Municipalidad Provincial de Piura acuerda privatizar
el mercado denominado “Plataforma Juan Velasco Alvarado”, con
un área de once mil noventa y nueve punto sesenta y dos metros
cuadrados (11,099.62 m2) bajo la modalidad de “Venta Directa por
Excepción”, a favor de la “Asociación de Comerciantes del Anexo
Juan Velasco Alvarado - ACOMAJVA”, por el monto de tres millones
trescientos setenta y tres mil ochocientos treinta y cuatro soles con
treinta y cinco céntimos (S/3’373,834.35). Que con fecha doce de
enero de dos mil once, fue inscrita en Registros Públicos de Piura,
la Partida número 11092405, la misma que corresponde a la
Escritura Pública de Compraventa, que otorga la Municipalidad
Provincial de Piura a favor de la Asociación de Comerciantes del
Anexo Juan Velasco Alvarado – ACOMAJVA, quién legalmente
aparece como la nueva propietaria de la Plataforma mencionada
líneas arriba, por esta razón Silvia Micaela Sánchez Calle pasa a
ser una ocupante precaria, tal como lo señala el artículo 911 del
Código Civil. Que la demandada se encuentra adeudando los
conceptos siguientes: Venta del bien inmueble, SISA, intereses y
gastos administrativos, cuyos detalles han estado a disposición de
la misma, en las Oficinas de la Asociación a fin de que tenga
conocimiento de sus adeudos, los mismos que no ha cumplido,
perjudicando económicamente la proyección de las metas futuras
de la Asociación. Que con fecha treinta de abril de dos mil once, se
le cursa un escrito de requerimiento de deuda de: SISA, Acta de
Adjudicación y de puesto, documento que la demandada se ha
negado a firmar. Asimismo el uno de agosto del mismo año, se
emite una Carta Múltiple número 018-2011/ACOMAJVA,
requiriéndole el pago nuevamente. Que el veinticinco de mayo de
dos mil doce, se cursó Carta Múltiple número 0014-2012,
solicitándole se acerque a cancelar la deuda del valor del terreno,
Sisa y otros conceptos del puesto del cual está en posesión,
documento que se le entrega pero que hubo que dejar constancia
que se había negado a firmar, pese a la presencia del Presidente
de ese periodo, tal y como obra en copia del documento que se
adjunta a la presente demanda. Posteriormente, el ocho de julio de
dos mil trece, se le presenta nuevamente la oferta de pago por el
valor actualizado a la fecha incluyendo intereses compensatorios y
moratorios, ascendente a treinta y un mil treinta soles con noventa
y tres céntimos (S/31,030.93). Que, el dieciséis de agosto de dos
mil trece, se le remite una solicitud para conciliar, la misma que es
llevada cabo el veintiuno de dicho mes (agosto) sin éxito alguno por
falta de acuerdo entres las partes. Finalmente, es necesario
precisar que la Asociación de Comerciantes del Anexo Juan
Velasco Alvarado – ACOMAJVA, aun es propietaria del Puesto
número 14, Manzana 03 del Interior de la Plataforma Juan Velasco
Alvarado del Mercado de Piura. - Que, valoradas las pruebas y
compulsados los hechos expuestos por las partes, mediante
sentencia de primera instancia de fecha treinta de setiembre de
dos mil catorce, se declaró fundada la demanda, bajo los
argumentos que la demandante acredita la propiedad del predio
que reclama, y que la carta de presentación de fecha diecinueve de
febrero de dos mil once, no constituye justo título que avale su
posesión. - Apelada que fuera la sentencia de primera instancia, la
Sala Superior mediante resolución de vista de fecha dos de
noviembre de dos mil quince, revocaron la sentencia que declara
fundada la demanda y reformándola la declararon infundada, bajo
los siguientes argumentos: Del testimonio de Escritura Pública de
fecha doce de julio de dos mil diez, obrante a fojas ciento sesenta
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
y dos, se desprende de su artículo 38 que: “Es asociado de
ACOMAJVA toda apersona mayor de edad (…) que ejerza posesión
directa de su puesto en el mercado Anexo Juan Velasco Alvarado
del Complejo de Mercados de Piura y que haya sido previamente
admitido como asociado conforme al presente estatuto”. Que, si
bien el propio estatuto regula que la condición de asociado se
puede perder, señalando expresamente en el numeral 4 del artículo
45 como causal de exclusión de asociado, el no cumplir con el
pago puntual de los aportes para la adquisición del mercado o para
la construcción del centro comercial que establezca la Asamblea
General; también es verdad, que en el numeral 4 del artículo 43 del
mismo Reglamento, se contempla la exclusión como medida
disciplinaria, regulándose más adelante que como tal corresponde
que esta sanción sea impuesta por el Consejo Directivo, que
incluso esta sanción puede ser objeto de impugnación ante la
Asamblea General. En el caso de autos, no se ha probado de modo
alguno por la parte accionante, que la demandada haya sido
sancionada con la exclusión de la asociación; por ende y en tanto
conserva su condición de asociada, no puede considerársele como
ocupante precaria. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA:
PRIMERO.- Que, estando a la calificación de procedencia del
recurso, en el que se comprende la infracción procesal y material,
deberá analizarse previamente la causal adjetiva o de error in
procedendo denunciada, pues debido a su naturaleza y a los
efectos que produce, de manera que, si mereciera ser amparada
por infracción al Debido Proceso, entonces carecerá de objeto
pronunciarse respecto a la causal sustantiva por ser incompatibles
con aquellas. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, la infracción
normativa procesal es sancionada ordinariamente con nulidad
procesal, la misma que se entiende como aquél estado de
anormalidad del acto procesal, originado en la carencia de algunos
de sus elementos constitutivos o en vicios existentes sobre ellos
que potencialmente los coloca en la situación de ser declarados
judicialmente inválidos. El estado de nulidad potencial no puede
afectar necesariamente el Debido Proceso, sea por haber sido
subsanado el vicio, o por convalidación o porque el acto cumplió
con su finalidad. La garantía al Debido Proceso implica también el
administrar justicia de acuerdo a las normas procesales, en razón
a que son consideradas imperativas o de estricto cumplimiento;
consecuentemente, se encuentra sancionada su omisión o
cumplimiento deficiente, con la respectiva declaración de nulidad.
Siendo ello así, es tarea de esta Suprema Sala revisar si se
vulneraron o no las normas que establecen expresamente un
determinado comportamiento procesal con carácter de
obligatoriedad, en cuyo caso debe disponerse la anulación del acto
procesal viciado. TERCERO.- Que, el artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú, establece el derecho a la: “(…)
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que
se sustentan”; asimismo, el artículo 50 del Código Procesal Civil,
precisa: “Son deberes de los Jueces en el proceso: 6. Fundamentar
los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los
principios de jerarquía de las normas y el de congruencia”; por su
parte, el artículo 122 del Código Adjetivo, establece que: “Las
resoluciones contienen: (…) 3. La mención sucesiva de los puntos
sobre los que versa la resolución con las consideraciones, en
orden numérico correlativo, de los fundamentos de hecho que
sustentan la decisión, y los respectivos de derecho con la cita de la
norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo
actuado”. Finalmente, el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales también se encuentra presente en el artículo 12 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial que regula: “Todas las resoluciones,
con exclusión de las de mero trámite, son motivadas, bajo
responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que se
sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales
de segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la
reproducción de los fundamentos de la resolución recurrida, no
constituye motivación suficiente”. CUARTO.- Que, en esa medida,
la debida motivación deberá estar presente en toda resolución que
se emita en un proceso, lo que implica que cualquier decisión
contará con un razonamiento que no sea aparente o defectuoso,
sino que exponga de manera clara, lógica y jurídica los fundamentos
de hecho y de derecho que la justifican, de manera tal que los
destinatarios, a partir de conocer las razones por las cuales se
decidió en un sentido o en otro, estén en la aptitud de realizar los
actos necesarios para la defensa de sus derechos. QUINTO.- Que,
conforme a lo expuesto, corresponde verificar a este Colegiado
Supremo si ha habido vulneración al Debido Proceso por no
haberse valorado la documentación presentada en el escrito de
fecha veintitrés de diciembre de dos mil quince, que acreditaría la
exclusión de la demandada del padrón de asociados. Que, al
respecto aparece que la documentación anexada por la parte
demandante consiste en una Carta Notarial, la misma que cumple
la función de comunicarle a la demandada su expulsión de la
Asociación de Comerciantes del Anexo Juan Velasco Alvarado -
ACOMAJVA. SEXTO.- Que, del tenor de la Carta Notarial en
mención se advierte que la mencionada expulsión se llevó a cabo
en Asamblea General Extraordinaria de fecha nueve de julio de dos
mil quince; no obstante, no obra en autos el Acta de dicha
Asamblea, empero no debemos dejar de hacer mención respecto
al Principio de Buena Fe Registral, que abona a favor de la Carta
Notarial, la misma que estaría beneficiada por dicho principio,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
circunstancia que debe ser objeto de análisis por la Sala de Vista
máxime si fue adjuntada antes de la expedición de la sentencia
recurrida y es un medio probatorio referido a la ocurrencia de un
hecho relevante para el derecho o interés discutido, aunque
acaecido con posterioridad a la expedición de la sentencia de
primera instancia. SÉTIMO.- Que, resulta necesario que la
instancia de mérito analice lo precedentemente mencionado a los
efectos de estimar o desestimar la demanda; que aun cuando el
medio probatorio en cuestión, que acreditaría la expulsión de la
demandada, resulta ser posterior a la interposición de la demanda
se debe establecer si ameritaría generar el inicio de un nuevo
proceso y con ello determinar que por el hecho de haber sido
expulsada de acuerdo al estatuto devendría en precaria; hechos
que no han sido objeto de dilucidación por parte de la Sala de Vista.
DECISIÓN: Por tales fundamentos y en aplicación a lo establecido
en el artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la Asociación de
Comerciantes del Anexo Juan Velasco Alvarado – ACOMAJVA a
fojas cuatrocientos veintiocho; por consiguiente, CASARON la
resolución impugnada; en consecuencia, NULA la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos doce, de fecha dos de noviembre de
dos mil quince, expedida por la Segunda Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura; ORDENARON que
la Sala Superior emita nuevo fallo, con arreglo a derecho y a lo
actuado, teniendo en cuenta las consideraciones glosadas;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por la Asociación de Comerciantes del Anexo Juan Velasco
Alvarado – ACOMAJVA contra Silvia Micaela Sánchez Calle, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor
Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-72
CAS. Nº 242-2017 LORETO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, treinta de marzo
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal el recurso
de casación interpuesto por Enith Sánchez Vda. de Montenegro
a fojas ciento sesenta y cuatro, contra el auto de vista de fojas
ciento cuarenta y nueve, de fecha dieciocho de julio de dos mil
dieciséis, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Loreto, que confirma el auto definitivo de fojas setenta y dos,
de fecha siete de enero de dos mil dieciséis, en el extremo que
declara: I) Infundada la contradicción formulada por la recurrente;
y, II) Fundada la demanda de Obligación de Dar suma de Dinero;
en consecuencia, ordena llevar adelante la ejecución hasta que los
ejecutados cumplan con pagar a la entidad ejecutante la suma de
cuarenta y siete mil doscientos setenta y seis soles con cincuenta
y nueve céntimos (S/47,276.59), más los intereses compensatorios
y moratorios, costas y costos; sin perjuicio de descontar
aquellos montos abonados con posterioridad a la interposición
de la demanda, lo que se hará en ejecución; para cuyo efecto
debe procederse con calificar los requisitos de admisibilidad y
procedencia de dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto
en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, se advierte que el presente recurso de casación
satisface dichas exigencias, al haberse interpuesto: I) Contra
una resolución expedida por la Sala Superior respectiva que,
como órgano de segundo grado, pone fin al proceso; II) Ante la
Sala Superior que emitió la resolución impugnada, que para el
caso de autos es la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Loreto; III) Dentro del plazo previsto por ley, contado desde el día
siguiente de notificada la resolución que se impugna, conforme
se corrobora con el cargo de notificación obrante a fojas ciento
cincuenta y cinco; y, IV) Adjuntando el respectivo arancel por
recurso de casación. TERCERO.- Que, respecto a los requisitos
de procedencia contenidos en los incisos 1 y 4 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, se advierte de autos que la recurrente apeló
la resolución de primera instancia que le fue adversa y señaló que
su pedido casatorio es revocatorio; por lo que ambos requisitos
han sido cumplidos. CUARTO.- Que, en cuanto a las exigencias
contenidas en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, la recurrente denuncia la causal de contravención de las
normas que garantizan el Debido Proceso y la infracción de
los artículos 139 incisos 3 y 14 de la Constitución Política
del Perú, I y III del Título Preliminar, 188 y 197 del Código
Procesal Civil, alegando que la Sala Superior reproduce los
argumentos del Juez, sin motivar el por qué no deben compulsarse
las pruebas aportadas por la parte recurrente, para acreditar
que los argumentos de su contradicción son ciertos. QUINTO.-
Que, estando a los fundamentos expuestos se advierte que las
causales denunciadas no satisfacen los requisitos de procedencia
señalados en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, por cuanto la recurrente no describe con claridad y precisión
en qué consiste las infracciones denunciadas, menos aun
cumple con demostrar cuál sería la incidencia directa de dichas
infracciones sobre la decisión recurrida; advirtiéndose más bien
que la recurrente se limita a reproducir el contenido de las normas
denunciadas y los conceptos doctrinarios sobre Debido Proceso,
derecho de motivación, etc.; por tanto, el presente recurso deviene
97337
en improcedente, máxime si la recurrente no ha señalado qué
medios probatorios presentados en su escrito de contradicción no
han sido debidamente compulsados por las instancias de mérito.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Enith Sánchez Vda. de Montenegro
a fojas ciento sesenta y cuatro, contra el auto de vista de fojas
ciento cuarenta y nueve, de fecha dieciocho de julio de dos mil
dieciséis, expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Loreto; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por la Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Maynas
Sociedad Anónima contra Enith Sánchez Vda. de Montenegro y
otro, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron.
Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-73
CAS. Nº 235-2016 JUNÍN
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA
SUMILLA: La Sentencia de Vista se encuentra incursa en causal
de nulidad, toda vez, que la misma contiene un razonamiento
incongruente. Si por una parte la Sala Superior considera que la
demanda deviene en improcedente por cuanto se estaría
discutiendo un mejor derecho de propiedad sobre el inmueble
materia de litis, también lo es que haciendo caso omiso a las
disposiciones establecidas por la Corte Suprema en el Cuarto
Pleno Casatorio, recaído en la Casación número 2195-2011-Ucayali,
efectúa una calificación de los títulos –Partida Electrónica N°
02008732 y Escritura Pública de Donación del catorce de marzo de
dos mil seis- aportados como pruebas al proceso para colegir que
ambas partes son propietarias del mismo. Asimismo, es de
observarse que se ha vulnerado el Principio Tamtum devolutum
quantum apellatum, en virtud a que no emitió pronunciamiento
alguno sobre los agravios expuestos por el recurrente en su escrito
de apelación, causándole indefensión. Lima, veinticinco de enero
de dos mil diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número doscientos treinta y cinco - dos mil dieciséis y
producida la votación conforme a ley, procede a emitir la siguiente
sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso del
recurso de casación interpuesto por Jhonnie Marcos Poma
Romero a fojas doscientos cuatro, contra la Sentencia de Vista de
fecha quince de octubre de dos mil quince, a fojas ciento noventa y
cinco, expedida por la Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior
de Justicia de Junín, que revoca la apelada que declara infundada
la demanda y reformando la misma, la declara improcedente. 2.-
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO
PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante resolución suprema de
fecha cinco de abril de dos mil dieciséis, se ha declarado
procedente el recurso por las siguientes causales: a) Infracción
normativa material de los Artículos 1415, 1416 y 2012 del
Código Civil, la parte recurrente como argumento de su recurso
señala que dichos preceptos legales son pertinentes al proceso,
porque de manera clara señalan los requisitos que deben contener
los contratos preparatorios para que sean válidos y puedan
amparar la posesión de los demandados; asimismo, determinan
que la propiedad inscrita tiene la calidad de ser erga omnes; b)
Infracción normativa del Artículo 139 incisos 3) y 5) de la
Constitución Política del Perú, sostiene que en la Sentencia de
Vista no existe pronunciamiento alguno sobre los agravios
denunciados en el recurso de apelación, razón por la cual la
sentencia recurrida contiene un pronunciamiento citra petita,
pronunciamiento que también vulnera el derecho a la motivación
de resoluciones judiciales; y c) Apartamiento Inmotivado del
Precedente Judicial contenido en el Cuarto Pleno Casatorio
Civil, refiere que claramente se deduce que en el desalojo por
ocupante precario se debe de verificar si el demandado –parte
pasiva- acreditó que cuente con título que justifique su posesión y
si este no es inválido o nulo, criterios vinculantes que no han sido
analizados por el Ad quem. 3.- CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Declarada la procedencia de la infracción normativa procesal del
recurso de casación, es de apreciarse que la parte recurrente
sustenta como fundamentos que se ha vulnerado su derecho al
debido proceso toda vez que la Sala Superior omitió pronunciarse
sobre los agravios expuestos en su recurso de apelación,
consistentes en el hecho de que el juez de primera instancia no
resolvió el proceso, conforme a lo regulado por el Artículo 979° del
Código Civil, así como el hecho de que se han inaplicado los
artículos 1415° y 1416° de dicho cuerpo legal, tampoco se ha dicho
nada sobre el apartamiento inmotivado del Cuarto Pleno Casatorio
Civil del juez de instancia, omisiones que infringen el deber de
motivación y debido proceso. Correspondiendo a esta Sala
Suprema analizar si el razonamiento sobre el cual se sustenta la
decisión adoptada se ha efectuado conforme a los lineamientos
previstos por el Artículo 139° incisos 3) y 5) de la Constitución
Política del Perú; así como de lo dispuesto por los Artículos 50°
inciso 6) del Código Procesal Civil y 12° del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que estatuyen que los
magistrados tienen la obligación de fundamentar los autos y las
sentencias bajo sanción de nulidad respetando los principios de
jerarquía de las normas y el de congruencia. SEGUNDO.- El
Artículo 139° inciso 3 de la Constitución Política del Perú, sostiene

97338 CASACIÓN
que el debido proceso, es aquel derecho que le asiste a toda
persona por el sólo hecho de serlo, facultándola a exigir del Estado
un juzgamiento imparcial y justo ante un juez responsable y
competente, constituyendo por tanto la motivación de las
resoluciones judiciales una garantía constitucional que asegura la
publicidad de las razones que los jueces tuvieron en cuenta para
pronunciar sus sentencias, resguardando a los particulares y a la
colectividad de las decisiones arbitrarias, no pudiendo ampararse
en imprecisiones subjetivas, ni decidir causas a capricho.
TERCERO.- Debe tenerse en cuenta que conforme a lo establecido
por el Principio Tamtum devolutum quantum apellatum, el poder del
Tribunal de apelación se haya limitado por la extensión del recurso,
por lo que puede realizar una conducta que se ajuste a lo
peticionado por el impugnante, lo que quiere decir, que deberá
pronunciarse sobre todos y cada uno de los agravios postulados
por el recurrente; mas no puede pronunciarse sobre un agravio no
propuesto, ni crearlos, ni tocar los extremos de la sentencia que
quedaron consentidos1. CUARTO.- Una resolución es atentatoria
del debido proceso, cuando hay: a) Inexistencia de motivación o
motivación aparente: En el sentido de que no da cuenta de las
razones mínimas que sustentan la decisión, que no responde a las
alegaciones de las partes del proceso, o porque sólo intenta dar un
cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico; b) Falta de motivación interna
del razonamiento: Se presenta en una doble dimensión; por un
lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las
premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por
otro lado, cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de
transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la
decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito
constitucional de la debida motivación mediante el control de los
argumentos utilizados en la decisión asumida por el Juez o
Tribunal; sea desde la perspectiva de su corrección lógica o desde
su coherencia narrativa; c) Deficiencias en la motivación
externa; justificación de las premisas: El control de la motivación
también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando
las premisas de las que parte el Juez no han sido confrontadas o
analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica; d) La
motivación insuficiente: Se refiere, básicamente, al mínimo de
motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de
derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal
en reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada
una de las pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en
términos generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva
constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que
en sustancia se está decidiendo; e) La motivación
sustancialmente incongruente: El derecho a la debida motivación
de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos
en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones
que supongan modificación o alteración del debate procesal
(incongruencia activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se
produzca tal incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de
su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el
dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del
marco del debate judicial generando indefensión, constituye
vulneración del derecho a la tutela judicial y también del derecho a
la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva)2. QUINTO.-
Sobre la calidad de ocupante precario, esta Corte Suprema en la
sentencia recaída en la Casación número 2195-2011-Ucayali,
dictada en el Cuarto Pleno Casatorio, el día trece de agosto de dos
mil doce, estableció que conforme a los lineamientos consagrados
por el Artículo 911° del Código Civil, la posesión precaria es la que
se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía, ha fenecido;
por lo que corresponde al demandante acreditar dicho derecho
sobre el bien materia de litis o cuando menos tener derecho a la
restitución del mismo, y al emplazado probar que tiene derecho
vigente que justifica la posesión que ejerce sobre el predio, no
siendo objeto en este tipo de procesos la validez o invalidez del
título. También es necesario que el objeto litigioso sea identificado,
pues los bienes, normalmente, constituyen elementos de la
realidad externa; es decir, son los términos de referencia sobre los
cuales se ejercen las facultades y poderes del derecho real. En
caso contrario, este caería en el vacío, pues no habría objeto de
referencia. Por ello, los bienes deben estar determinados; es decir,
conocerse cuál es la entidad física (o ideal) sobre la que su titular
cuenta con el poder de obrar lícito. En tal sentido, los bienes deben
estar individualizados, aislados o separados de cualquier otro bien;
en resumen, deben contar con autonomía jurídica, fundada sobre
la función económica y social que el bien cumple de acuerdo a su
naturaleza y la voluntad de los sujetos. SEXTO.- De la revisión de
autos es de apreciarse que el Juez del Quinto Juzgado
Especializado en lo Civil de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín, por sentencia de fecha veintiuno de julio de dos
mil quince, declaró infundada la demanda al considerar que el área
que se pretende desalojar del inmueble sub litis no ha sido
debidamente acreditada, pues no obra documento oficial que
corrobore que la misma ha sido materia de división y partición
sobre los cuales los actores puedan ostentar derecho alguno.
Asimismo, se determinó que no se acreditó la calidad de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
poseedores precarios de los demandados, en razón a que los
mismos justifican su posesión en el inmueble en mérito al contrato
privado corriente a fojas diecinueve, así como la manifestación
dada donde hacen saber que tienen autorización del Arzobispado
de Huancayo para ocupar el inmueble, pues estos serían
propietarios en mérito a la Escritura Pública de Donación realizada
por Felipe Salazar Fuertes y Ferbonia Blanca Loayza de Salazar, la
misma que se encuentra vigente. SETIMO.- Por escrito corriente a
fojas ciento setenta y nueve, la parte recurrente formuló recurso de
apelación, alegando como agravios que el juez de primera instancia
no resolvió el proceso, conforme a lo regulado por el Artículo 979°
del Código Civil, así como el hecho de que se han inaplicado los
artículos 1415° y 1416° de dicho cuerpo legal, tampoco se ha dicho
nada sobre el Apartamiento Inmotivado del Cuarto Pleno Casatorio
Civil del juez de instancia, omisiones que infringen el deber de
motivación y debido proceso. Correspondiendo a esta Sala
Suprema analizar si el razonamiento sobre el cual se sustenta.
OCTAVO.- Atendiendo a las consideraciones expuestas y habiendo
efectuado el análisis de autos, esta Sala Suprema, determina que
la sentencia de vista se encuentra incursa en causal de nulidad,
toda vez que la misma contiene un razonamiento incongruente. Si
por una parte la Sala Superior considera que la demanda deviene
en improcedente por cuanto se estaría discutiendo un mejor
derecho de propiedad sobre el inmueble materia de litis, también lo
es que haciendo caso omiso a las disposiciones establecidas por la
Corte Suprema en el Cuarto Pleno Casatorio Civil recaído en la
casación número 2195-2011-Ucayali, efectúa una calificación de
los títulos –Partida Electrónica número 02008732 y Escritura
Pública de Donación del catorce de marzo de dos mil seis-
aportados como pruebas al proceso para colegir que ambas partes
son propietarias del mismo. Asímismo, es de observarse que se ha
vulnerado el Principio Tamtum devolutum quantum apellatum, en
virtud a que no emitió pronunciamiento alguno sobre los agravios
expuestos por el recurrente en su escrito de apelación, causándole
indefensión; siendo esto así y resultando evidente la afectación al
debido proceso, debe declararse fundado el recurso de casación,
anularse la sentencia de vista y disponerse la emisión de un nuevo
pronunciamiento, careciendo de objeto resolver las denuncias
materiales. Por tales consideraciones y de acuerdo a lo regulado
además por el Artículo 396° inciso 1) del Código Procesal Civil,
declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Jhonnie Marcos Poma Romero a fojas doscientos cuatro; en
consecuencia, NULA la Sentencia de Vista de fecha quince de
octubre de dos mil quince, a fojas ciento noventa y cinco, expedida
por la Sala Mixta de Huancayo de la Corte Superior de Justicia de
Junín, e INSUBSISTENTE la apelada de fecha veintiuno de julio de
dos mil quince, corriente a fojas ciento setenta y uno; ORDENARON
que la Sala Superior emita nuevo pronunciamiento teniendo en
cuenta las consideraciones precedentes; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Jhonnie
Marcos Poma Romero y otro contra Anita Silvina Chahuaya
Torrecillas y otro, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los
devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
Alsina, Hugo/ Tratado Teórico Practico Del Derecho Procesal Civil y
Comercial. Editorial Ediar. Buenos Aires 1961, Toma por Hurtado, Reyes
Martín Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Teoría de la Impugnación
pág. 853-857 Idemsa.
2
Tomado de la Sentencia del Tribunal Constitucional expediente. N.°
00728-2008-PHC/TC, LIMA- En Lima, a los 13 días del mes de octubre de
2008.
C-1569468-74
CAS. Nº 287-2016 TACNA
INTERDICTO DE RECOBRAR
Lima, veinticuatro de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; con la
razón emitida por el Secretario de Sala; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de este Supremo Tribunal
el recurso de casación interpuesto por la Asociación Junta de
Usuarios del Mercado Mayorista Terminal Pesquero de Tacna a
fojas trescientos trece, contra la sentencia de vista de fojas
doscientos setenta y cinco, de fecha veinte de noviembre de dos
mil quince, emitida por la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior
de Justicia de Tacna, que confirma la sentencia apelada de fojas
doscientos diecisiete, de fecha diez de julio de dos mil quince, que
declara fundada en parte la demanda interpuesta por Emilio René
Ponco Guillermo contra la Asociación recurrente sobre Interdicto
de Recobrar; en ese sentido, corresponde calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio ejercitado
conforme a lo previsto por la Ley número 29364, que modificó entre
otros los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
previstos en el artículo 387 del Código Procesal Civil, se advierte
que el presente recurso de casación satisface dichas exigencias, al
haberse interpuesto: a) Contra la sentencia de vista que pone fin al
proceso, contenida en la resolución de fojas doscientos setenta y
cinco; b) Ante la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de
Justicia de Tacna, como órgano superior que emitió la sentencia
recurrida, no requiriéndose por tal circunstancia acompañar los
recaudos adicionales; c) Dentro del plazo establecido por ley, dado
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
que la sentencia de vista se notificó a la Asociación recurrente el
diez de diciembre de dos mil quince, según la cédula de notificación
obrante a fojas doscientos ochenta y nueve, y el Recurso se
presentó el veintitrés de diciembre del mismo año; y, d) Adjuntando
el pago de la tasa judicial respectiva, conforme aparece inserta a
fojas doscientos noventa y uno, debidamente reintegrada a fojas
cincuenta y siete del presente cuadernillo de casación.
--TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto
en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que la Asociación recurrente no
consintió la resolución expedida en primera instancia que le fue
desfavorable a sus intereses, al haberla apelado mediante escrito
de fojas doscientos treinta y cuatro, por lo que cumple con lo
dispuesto en la norma procesal anotada. CUARTO.- Que, en
cuanto a los restantes requisitos de procedencia contenidos en el
artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil, es del caso
señalar que el recurso de casación es formal y excepcional, por lo
que debe estar estructurado con precisión y estricta sujeción a los
requisitos que exige la norma procesal civil para su admisibilidad y
procedencia, correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál
de las causales se sustenta, esto es en la infracción normativa o en
el apartamiento inmotivado del precedente judicial, debiendo
asimismo contener una fundamentación clara y pertinente respecto
a cada una de las infracciones que se denuncian, demostrando la
incidencia directa que éstas tienen sobre la decisión impugnada,
siendo responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los
agravios que invoca a las causales que para dicha finalidad se
encuentran taxativamente determinadas en la norma procesal,
desde que el Tribunal de Casación no está facultado para
interpretar el recurso ni integrar o remediar las carencias del
mismo, no pudiendo subsanarse de oficio los defectos incurridos
en su formulación. QUINTO.- Que, estando a lo señalado se
advierte del texto del recurso que este se sustenta en las siguientes
causales: a) Infracción normativa procesal del artículo 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú, concordante
con el artículo 197 del Código Procesal Civil, alegando que la
sentencia de vista no se encuentra debidamente motivada, puesto
que el Colegiado Superior no ha resuelto todos los puntos
controvertidos y que han sido materia de agravio, ya que la
Asociación recurrente ha alegado que existe nulidad en la sentencia
apelada porque el juzgado no ha cumplido con actuar las pruebas
ofrecidas por la recurrente; sin embargo, este extremo no ha sido
resuelto por el Colegiado. Por otro lado, ni el Colegiado ni el Juez
han valorado debidamente el Acta Fiscal de fojas veintisiete; y, b)
Aplicación indebida de una norma de derecho material (sic),
alegando que se actuó una norma impertinente a la relación fáctica
establecida en el proceso, incurriendo en la falsa aplicación de la
ley, toda vez que la sentencia de vista no se ha basado en los
agravios ni analizado debidamente la sentencia apelada, ya que el
Juez ha resuelto aplicando otras pruebas, pero el Colegiado se
basa en otros hechos. Agrega que el Colegiado Superior procede a
valorar nuevas pruebas, pues se basa en un Acta de Constatación
de un Juez de Paz no Letrado, cuando dicho Juzgado es
incompetente para efectuar constatación, por cuanto no se
encuentra dentro del radio urbano o de la zona donde se encuentra
el inmueble en litis, pues el bien corresponde al Juez de Paz de
Leoncio Prado. SEXTO.- Que, estando a lo expuesto se desprende
que las causales denunciadas en los ítems “a)” y “b)”, no
satisfacen los requisitos de procedencia señalados en los inciso 2
y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, pues lo que en
esencia pretende la Asociación impugnante es que esta Suprema
Sala revalore las pruebas presentadas, especialmente el Acta
Fiscal de fecha ocho de enero de dos mil doce, obrante a fojas
veintisiete, a fin de determinar que el demandante no ha estado en
posesión del inmueble sub litis; sin embargo, tal pretensión
colisiona frontalmente con la naturaleza y fines del recurso
extraordinario de casación, consagrados en el artículo 384 del
Código adjetivo. Por otro lado, de autos se advierte que la
Asociación demandada no cuestionó oportunamente las Actas de
Constatación del Juez de Paz Letrado de fojas nueve, por una
supuesta incompetencia; por lo que mal hace la Asociación
recurrente en alegar este aspecto en sede casatoria. Finalmente,
en cuanto a la segunda causal denunciada, no se ha precisado la
norma material que habría sido inaplicada. SÉTIMO.- Siendo ello
así, la Asociación recurrente no ha cumplido con señalar en forma
clara en qué han consistido las infracciones denunciadas ni con
demostrar la incidencia directa de dichas infracciones sobre la
decisión impugnada; por lo que las citadas causales devienen en
improcedentes. OCTAVO.- Que, finalmente, si bien la Asociación
demandada precisa que su pedido casatorio es revocatorio,
cumpliendo con el requisito previsto por el artículo 388 inciso 4 del
Código Procesal Civil, ello es insuficiente para declarar procedente
el recurso planteado, desde que los requisitos de procedencia a los
que él mismo se sujeta son necesariamente concurrentes, lo que
no se advierte en el caso concreto. En consecuencia, al no reunir el
recurso bajo calificación los requisitos exigidos por el artículo 388
del Código Procesal Civil y con la facultad conferida por el artículo
392 del mismo Código, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por la Asociación Junta de Usuarios del
Mercado Mayorista Terminal Pesquero de Tacna a fojas trescientos
trece, contra la sentencia de vista de fojas doscientos setenta y
cinco, de fecha veinte de noviembre de dos mil quince, emitida por
la Sala Civil Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Tacna;
97339
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Emilio René Ponco Guillermo contra la Asociación Junta de
Usuarios del Mercado Mayorista Terminal Pesquero de Tacna,
sobre Interdicto de Recobrar y otro; y los devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-75
CAS. Nº 21-2017 AREQUIPA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, uno de marzo
de dos mil diecisiete. VISTOS: Con el cuaderno acompañado; y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema, el recurso de casación interpuesto por el demandado
Sayri Masías Machicao Blanco, a fojas mil, contra la sentencia
de vista de fecha veintisiete de setiembre de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Arequipa, que confirma la sentencia apelada de fecha quince
de enero de dicho año, de fojas ochocientos uno, que declara
fundada la demanda; por tal motivo, corresponde verificar si el
medio impugnatorio interpuesto cumple o no con los requisitos
previstos en los artículos 387, 388, 391 y 392 del Código Procesal
Civil, modificados por la Ley N° 29364. SEGUNDO.- El acto de
calificación del recurso de casación, conforme lo dispone el artículo
387 del Código Procesal Civil, comprende inicialmente la verificación
del cumplimiento de requisitos de admisibilidad, relacionados con: a)
Naturaleza del acto procesal impugnado: Que lo que se impugne
sea una sentencia o un auto expedido por una Sala Superior que,
como órgano de segundo grado, ponga fin al proceso; b) Recaudos
especiales del recurso: Si el recurso de casación es interpuesto
ante la Corte Suprema, debe acompañar copia de la cédula de
notificación de la resolución impugnada y de la expedida en primer
grado, certificada con sello, firma y huella digital, por el abogado
que autoriza el recurso y bajo responsabilidad de su autenticidad, lo
que no es exigible si se interpone ante el órgano jurisdiccional que
emitió la resolución impugnada; c) Verificación del plazo: Que se
ha interpuesto dentro del plazo de diez días, contado desde el día
siguiente de notificada la resolución que se impugna, más el término
de la distancia cuando corresponda; d) Control de pago de la tasa
judicial: Según la tabla de aranceles judiciales vigente al tiempo
de la interposición del recurso. TERCERO.- En el presente caso, el
recurso de casación satisface los citados requisitos de admisibilidad,
toda vez que se dirige contra la sentencia de vista, emitida por la
Sala Superior, no requiriendo adjuntar los recaudos adicionales en
tanto se interpuso ante el mismo órgano jurisdiccional que dictó la
resolución impugnada, como consta del cargo obrante a fojas mil,
observando el plazo legal, pues la resolución de vista se notificó al
recurrente el diecisiete de octubre de dos mil dieciséis, según cargo
de fojas novecientos noventa y cinco, y el recurso se presentó el
dieciocho de dicho mes y año. Finalmente, se cumple con el pago
de la tasa judicial conforme se tiene de fojas novecientos noventa y
ocho. CUARTO.- El recurso de casación se sustenta en la infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial y dado su carácter extraordinario y formal debe
cumplir con ciertas exigencias que nuestro ordenamiento procesal
civil dispone, para lo cual quien hace uso de él está en la obligación
de exponer con claridad y precisión la infracción normativa incurrida,
ya sea de orden sustantivo o procesal, y según sea el caso,
fundamentar en qué consisten éstas, además de exponer de qué
manera las mismas inciden en la resolución impugnada. QUINTO.-
En tal contexto, corresponde verificar el cumplimiento de los
requisitos de procedencia, con arreglo a lo dispuesto por el artículo
388 del Código Procesal Civil; por consiguiente: a) Se cumple con
el requisito previsto en el inciso 1 del citado artículo, toda vez que
el recurrente no dejó consentir la resolución de primera grado que
le fuera adversa a sus intereses. b) En cuanto a la descripción con
claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, referido en el inciso 2 del artículo bajo análisis,
se tiene que el recurrente denuncia la siguiente causal: i. Infracción
normativa de los artículos VII del Título Preliminar, 50 incisos 4
y 6, 122 incisos 3 y 4, 171, 172, 173, 174, 175, 176, 197, 198 y 200
del Código Procesal Civil. Señala que con la demandante celebró
un contrato de compra venta sobre la parte del inmueble materia
de desalojo, conforme lo acredita con la Escritura Pública de fecha
veintinueve de octubre de dos mil uno que adjunta; que la presente
demanda se inició en el año dos mil nueve, es decir, cuando tenía plena
vigencia el referido contrato; por lo tanto, a la fecha que se interpuso
la demanda, el recurrente ostenta la calidad de propietario del bien
y no la calidad de ocupante precario; que la parte demandante inició
en el año dos mil diez, un proceso de resolución del contrato de fecha
veintinueve de octubre de dos mil uno, es decir, con fecha posterior
al inicio del proceso de desalojo; por consiguiente, las instancias de
mérito, han trasgredido normas jurídicas elementales en el derecho
y de trascendencia constitucional. ii. Infracción normativa de los
incisos 3, 13 y 14 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú. Alega que la parte demandante con posterioridad al inicio del
presente proceso, interpuso contra el recurrente una demanda de
resolución de contrato - Proceso Número 3792-2010 (Sexto Juzgado
Especializado en lo Civil de Arequipa), el cual concluyó con fecha
anterior al presente proceso, por lo que constituye cosa juzgada, es
decir, se duplica el petitorio del proceso sobre resolución de contrato;
el mismo que no ha sido merituado en la sentencia de primera y

97340 CASACIÓN
segunda instancia conforme a ley; por lo que no es posible entablar
dos acciones con petitorios idénticos, siendo nulo de puro derecho.
SEXTO.- Analizando las denuncias descritas en los ítems i y ii, se
advierte que las alegaciones que las sustentan están orientadas a
cuestiones de probanza, sin considerar que la Corte de Casación no
constituye una tercera instancia donde se puede valorar el caudal
probatorio y el aspecto fáctico del proceso, lo que constituye una
facultad de los jueces de mérito que no puede ser traída en vía del
recurso de casación; de allí, que también son excluidos aquellos
hechos que el casante estima probados con la finalidad que la
pretensión contenida en la demanda sea desestimada. SÉTIMO.-
Es necesario precisar que el proceso de resolución de contrato
iniciado por Nancy María Machicao Blanco, ha sido debidamente
merituado por la Sala Superior, quien ha señalado que se tratan de
procesos completamente distintos y con consecuencias jurídicas
distintas, toda vez que en el proceso de resolución de contrato se
discute sobre el cumplimiento o no de un contrato de compra venta
(referido a las habitaciones sub litis), en tanto, que en el proceso
de desalojo, se discute la restitución o no de la posesión de dos
habitaciones, no existiendo por tanto vulneración al debido proceso.
Finalmente, se debe acotar que a lo largo del proceso, no se advierte
cuestionamiento alguno a la tesis planteada por la demandante,
limitándose la defensa en señalar que se trataba de otro bien, es
recién – después de haberse anulado dos veces la decisión del A
quo – en el recurso de apelación que se plantea el argumento errado
de que existe un proceso de resolución de contrato con el mismo
petitorio planteado en esta causa. En consecuencia y conforme a
lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Sayri
Masías Machicao Blanco, a fojas mil, contra la sentencia de vista de
fecha veintisiete de setiembre de dos mil dieciséis; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”; bajo responsabilidad; en los seguidos por Nancy María
Machicao Blanco contra Sayri Masías Machicao Blanco y otra, sobre
Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor
De la Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-76
CAS. Nº 260-2017 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, treinta de marzo
de dos mil diecisiete. VISTOS: y, CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por el demandado Reynaldo Pablo Sandoval
Santisteban, a fojas ciento cincuenta y cinco contra la sentencia de
vista de fecha trece de octubre de dos mil dieciséis, de fojas ciento
dieciséis, emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima; que confirma la sentencia apelada de fecha seis de
agosto de dos mil quince, de fojas setenta y siete, que declara
fundada la demanda de desalojo por ocupación precaria así como
confirmar la resolución número 5 que declara infundada la excepción
de incompetencia. SEGUNDO.- El acto de calificación del recurso de
casación, conforme lo dispone el artículo 387 del Código Procesal
Civil, comprende inicialmente la verificación del cumplimiento de
requisitos de admisibilidad, relacionados con: a) Naturaleza del acto
procesal impugnado: Que lo que se impugne sea una sentencia o un
auto expedido por una Sala Superior que, como órgano de segundo
grado, ponga fin al proceso. b) Recaudos especiales del recurso: Si
el recurso de casación es interpuesto ante la Corte Suprema, debe
acompañar copia de la cédula de notificación de la resolución
impugnada y de la expedida en primer grado, certificada con sello,
firma y huella digital, por el abogado que autoriza el recurso y bajo
responsabilidad de su autenticidad, lo que no es exigible si se
interpone ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada. c) Verificación del plazo: Que se ha interpuesto dentro
del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de notificada
la resolución que se impugna, más el término de la distancia cuando
corresponda. d) Control de pago de la tasa judicial: Según la tabla de
aranceles judiciales vigente al tiempo de la interposición del recurso.
TERCERO.- En el presente caso, el recurso de casación satisface
los citados requisitos de admisibilidad, toda vez que se dirige contra
la sentencia de vista, contenida en la resolución número 4, de fecha
trece de octubre del dos mil dieciséis, expedida en apelación por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, no
requiriendo adjuntar los recaudos adicionales en tanto se interpuso
ante el mismo órgano jurisdiccional que dictó la resolución
impugnada, como consta del cargo obrante a folios ciento cincuenta
y cinco, observando el plazo legal, pues la resolución de vista se
notificó al recurrente el veintiséis de octubre de dos mil dieciséis,
según cargo de folio ciento cuarenta y nueve, y el recurso se
presentó el catorce de noviembre de dos mil dieciséis. Finalmente se
cumple con el pago de la tasa judicial conforme se tiene de fojas
ciento cincuenta y dos. CUARTO.- El recurso de casación se
sustenta en la causal de infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial y dado su carácter
extraordinario y formal debe cumplir con ciertas exigencias que
nuestro ordenamiento procesal civil dispone, para lo cual quien hace
uso de él está en la obligación de exponer con claridad y precisión la
infracción normativa, ya sea de orden sustantivo o procesal, y según
sea el caso, fundamentar en qué consisten éstas, además de
exponer de qué manera las mismas inciden en la resolución
impugnada. QUINTO.- Analizando el cumplimiento de los requisitos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
se advierte lo siguiente: a) En relación al requisito previsto en el
inciso 1 del citado artículo, el mismo se cumple, toda vez que el
recurrente no dejó consentir la resolución de primer grado que le
fuera adversa a sus intereses. b) En cuanto a la descripción con
claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, referido en el inciso 2 del artículo bajo análisis,
se tiene que el recurrente denuncia la causal de: Infracción
normativa del artículo 122 inciso 3, 9 del Código Procesal Civil,
VII del Título Preliminar del Código Civil y el artículo 139 inciso
3 de la Constitución Política del Perú.- Señalando que: a) La
sentencia de vista le causa agravio porque se ha infringido el artículo
12 del Decreto Legislativo Número 709, que indica que los Contratos
de Arrendamientos sujetos al Decreto Ley Número 21938 existentes
a la fecha de la publicación de la presente ley que contengan las
características expuestas en el artículo 10, continuarán excepcional
y temporalmente regidos por dicho decreto mencionado, esta norma
ha sido prorrogada año tras año, lo que significa que el contrato de
arrendamiento celebrado con la Beneficencia Pública está regido por
la Ley del Inquilinato con un tratamiento especial para el desalojo, ley
especial que se ha hecho presente al momento de contestar la
demanda; b) Existe una mala interpretación del artículo 9 del Código
Procesal Civil en cuanto se refiere a la competencia por razón de la
materia que se determina por la naturaleza de la pretensión, el Juez
Civil no es competente para solucionar la litis por desalojo por
ocupación precaria porque no tiene esa condición, su situación
jurídica está inmersa dentro de la ley del inquilinato, hecho que el A
quo no ha valorado en su sentencia debiendo haber solicitado los
informes correspondientes para determinar su situación jurídica
porque no tiene la condición de inquilino precario, toda vez que la
competencia se determina por la situación del hecho existente en el
momento de la interposición de la demandada y no podrá ser
modificada por cambios que ocurran posteriormente, como es el
presente caso, que para poder confirmar la sentencia de vista en
grado se realiza una mala interpretación del artículo 9 del Código
Procesal Civil; y, c) Se ha violado el inciso 3 del Artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, referente al derecho fundamental del
debido proceso, por cuanto las instancias de mérito no han valorado
y menos interpretado los medios probatorios que existen en autos; y
se confirma la sentencia dando una interpretación a una norma que
el demandante no ha planteado en su demanda. SEXTO.- Que, las
alegaciones del recurrente no pueden ampararse, si tenemos en
cuenta que en el fondo pretende cuestionar el criterio jurisdiccional
asumido por las instancias de mérito a partir de un reexamen fáctico
y/o probatorio no viable a nivel de esta Corte Suprema, dado el
carácter formal del recurso de casación, más aun si tenemos en
cuenta que el recurrente insiste en el tema que le alcanza la ley del
inquilinato regulado por el Decreto Legislativo Número 709, cuando
dicha aseveración ha sido tratada tanto por el A quo como por el Ad
quem al sostener que la prórroga del arrendamiento está
condicionada al valor del inmueble a Diciembre del 2003, conforme
lo prevé su artículo 14; y al no haber probado el recurrente estar
dentro de dichos supuestos, la regulación de dicha ley no le alcanza,
aunado a que, su artículo 15 señala que vencidos los plazos
mencionados en el artículo anterior, los contratos de arrendamiento
de los predios urbanos indicados, quedarán también sujetos
exclusivamente a las disposiciones del Código Civil, siendo ello así,
la presente litis se encuadra dentro de los alcances del artículo 1703
del Código Civil que prescribe; “Se pone fin a un arrendamiento de
duración indeterminada dando aviso judicial o extrajudicial al otro
contratante”; deviniendo en precario el emplazado al habérsele
cursado carta notarial exigiendo la devolución del inmueble sub litis;
por tanto, al no advertirse vulneración alguna al debido proceso, los
extremos a) y c) deben desestimarse. SÉTIMO.- Respecto al
cuestionamiento de la competencia, es de tenerse en cuenta que la
pretensión del demandante es el “desalojo por ocupación precaria”,
siendo competentes los Juzgado Civiles al no haber hecho referencia
el accionante a una cuantía determinada, circunscribiéndose la
presente a los términos de la pretensión. En ese sentido, los
argumentos del literal b) deben desestimarse, aunado a que, dicho
extremo no es un auto que ponga fin al proceso en atención al
artículo 451 numeral 5 del Código Procesal Civil. En consecuencia y
conforme a lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por el demandado Reynaldo Pablo Sandoval Santisteban, a
fojas ciento cincuenta y cinco contra la sentencia de vista de fecha
trece de octubre de dos mil dieciséis, de fojas ciento dieciséis,
emitida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana contra Reynaldo
Pablo Sandoval Santisteban, sobre desalojo por ocupación precaria;
y los devolvieron. Ponente Señor De la Barra Barrera, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-77
CAS. Nº 901-2016 LIMA
NULIDAD DE JUNTA GENERAL DE ACCIONISTAS. Lima, diecisiete
de enero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Es materia de calificación el recurso de casación
interpuesto por la demandada Empresa de Transportes y Servicios
Fundo Barbadillo Sociedad de Responsabilidad Limitada (folios
1100), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
número cinco de fecha quince de diciembre de dos mil quince (folios
1076), expedida por la Segunda Sala con Subespecialidad Comercial
de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual confirmó la sentencia
de primera instancia contenida en la Resolución número sesenta y
dos de fecha seis de noviembre de dos mil trece (folios 1013), que
declaró fundada la demanda, consecuentemente nulos los actos
contenidos en las Juntas Generales de Accionistas de fechas
dieciséis de enero, veintiocho de marzo y veinticuatro de abril de dos
mil ocho de la Empresa de Transportes y Servicios Fundo Barbadillo
Sociedad de Responsabilidad Limitada, disponiéndose en ejecución
de sentencia se cancelen los asientos registrales en los cuales se
encuentran inscritos; por lo que corresponde examinar si el referido
recurso cumple con los requisitos dispuestos por los artículos 387 y
388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento de los requisitos
mencionados precedentemente, es necesario tener presente que el
recurso extraordinario de casación es eminentemente formal,
técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado con
sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en: i) La infracción normativa, o ii) En el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para
lograr los fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora
y Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.- Se
verifica que el recurso cumple con los requisitos de admisibilidad,
conforme exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez
que ha sido interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por
la Segunda Sala con Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que como órgano jurisdiccional de
segunda instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional
que emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que la parte recurrente fue notificada el día
dieciocho de enero de dos mil dieciséis (folios 118 del cuaderno de
casación) e interpuso el recurso de casación el día veintiséis de
enero de dos mil dieciséis (folios 1100); iv) Adjunta el pago del
arancel judicial por la presentación del recurso (folio 1099-A).
CUARTO.- Al evaluar los requisitos de procedencia contenidos en el
artículo 388 del Código Procesal Civil, se verifica que la parte
recurrente cumple con el requisito previsto en el inciso 1, toda vez
que no consintió la sentencia de primera instancia, pues al serle
adversa la impugnó mediante recurso de apelación (folios 1033). En
cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que su pedido
es anulatorio. QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso de
casación en la siguiente causal: Infracción normativa procesal del
inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú y
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil;
argumentando que se ha vulnerado el Debido Proceso por carecer
de congruencia al no guardar relación con la demanda, señalando
además lo siguiente: 1) Se ha empleado un argumento distinto al
discutido por las partes, contraviniendo el Debido Proceso, por el
hecho que el Juzgado por resolución número veintiséis fija como
punto controvertido: “Establecer si el Acta de la Junta General de
Accionistas de la Empresa de Transportes y Servicios Fundo
Barbadillo Sociedad Anónima Cerrada levantada con fecha dieciséis
de enero de dos mil ocho adolece de nulidad absoluta por la causa
de simulación absoluta y fin ilícito”; sin embargo, del tenor del
petitorio de la demanda aparece como pretensión principal: “Nulidad
absoluta y total de la Junta General de Accionistas de la Empresa de
Transportes y Servicios Fundo Barbadillo SAC levantada con fecha
dieciséis de enero de dos mil ocho”, sin mencionar causal de
simulación absoluta y fin ilícito, pero que el Juzgado con evidente
parcialidad y sin haberlo solicitado la parte demandante fija este
agregado como punto controvertido y bajo esta causal declara
fundada la demanda. 2) La demanda se ha calificado
defectuosamente como una nulidad de acto jurídico y pese a lo
impreciso de la demanda debió exigirse al accionante y calificarse
como nulidad de junta general de accionistas, lo que ha conllevado
al Juzgado a desnaturalizar el trámite del proceso al disponer de
oficio la subsanación de la demanda, señalando que la acción es
dirigida contra la persona jurídica Empresa de Transportes y
Servicios Fundo Barbadillo Sociedad Anónima Cerrada cuando
debió ser Empresa de Transportes y Servicios Fundo Barbadillo
Sociedad de Responsabilidad Limitada violentando normas
procesales de orden público, sin que lo solicitara el demandante,
decidió que el emplazamiento debió dirigirse contra persona jurídica
y no natural, pese a que tal facultad de modificación estaba reservada
únicamente al demandante conforme lo establece el artículo 428 del
Código Procesal Civil. 3) En la parte de la decisión se declara
fundada la demanda declarando nulos los actos contenidos en las
Juntas Generales de Accionistas del veintiocho de marzo de dos mil
ocho y veinticuatro de abril de dos mil ocho, pero estos hechos no
han sido fijados como puntos controvertidos en la resolución número
veintiséis. 4) Es incoherente que se pronuncie por una nulidad de
97341
acto jurídico cuando se varió la demanda por impugnación de
acuerdos, por lo que se ha producido la caducidad para impugnar de
treinta días como lo establece el artículo 142 de la Ley General de
Sociedades. 5) Se admite como medio de prueba una exhibición que
no se actuó, tomando el dicho del demandante que se habría
fraguado un libro de Actas de Junta General (Libro 2) y en virtud a
ello el Juzgado lo tiene por acreditado a falta de contradicción por la
parte demandada, recortando su derecho de defensa; y 6) Se debe
tener en cuenta los votos singulares de los señores Jueces
Superiores, contradictorios a las consideraciones de la Magistrada
ponente. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del Código Procesal
Civil, el recurso de casación tiene por fines la adecuada aplicación
del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la
jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia de la
República; de esta manera, tenemos que el recurso de casación
debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes al logro
de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una nueva
evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y evaluadas por
las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el artículo 388 del
Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone como requisitos
de procedencia del recurso de casación, la descripción con claridad
y precisión de la infracción normativa o el apartamiento del
procedente judicial, exigiendo que en el recurso se demuestre la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada.
OCTAVO.- El derecho al Debido Proceso y a la Tutela Jurisdiccional
Efectiva reconocidos también como principio de la función
jurisdiccional en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú, garantiza al Justiciable, ante su pedido de tutela, el deber
del órgano jurisdiccional de observar el Debido Proceso y de impartir
justicia dentro de los estándares mínimos que su naturaleza impone;
así mientras la Tutela Judicial Efectiva supone tanto el derecho de
acceso a los órganos de justicia como la eficacia de los decidido en
la sentencia, es decir, una concepción genérica que encierra todo lo
concerniente al derecho de acción frente al poder – deber de la
jurisdicción, el derecho al Debido Proceso en cambio significa la
observancia de los principios y reglas esenciales exigibles dentro del
proceso, que tiene como uno de sus contenidos esenciales, el
derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta
razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente deducidas por las partes en cualquier tipo de
procesos. NOVENO.- Respecto a los puntos 1), 2) y 4) que
sustentan la infracción normativa alegada, cabe mencionar que los
argumentos allí expuestos, ya han merecido un pronunciamiento
claro y preciso por parte de la Sala Civil con Subespecialidad
Comercial, quien ha señalado lo siguiente: i) Que la demanda fue
sustentada en las causales de simulación absoluta y fin ilícito,
conforme puede apreciarse del texto de la propia demanda y de lo
señalado además en el punto controvertido fijado mediante
Resolución número veintiséis, lo que no fue cuestionado por la parte
recurrente en su oportunidad; ii) Que el hecho de haberse otorgado
al actor un plazo de diez días a fin que establezca una correcta
relación jurídica procesal se ciñe a sus facultades como director del
proceso, en aplicación del artículo II del Título Preliminar del Código
Procesal Civil; iii) Que la demanda no fue variada por Impugnación
de Acuerdos, por cuanto el objeto de la subsanación era únicamente
que se establezca que la parte demandada correspondía a la
persona jurídica y no natural. De lo expuesto se concluye que los
cuestionamientos señalados, no están orientados al ámbito
mencionado precedentemente (infracción normativa), sino más bien,
están dirigidos a cuestionar el criterio jurisdiccional de las instancias
de mérito que desestimaron sus argumentos de defensa, empero
esos aspectos no pueden ser motivo de casación, pues a través de
este medio de impugnación no se constituye una tercera instancia,
para trasladar al órgano jurisdiccional el poder para de nuevo
enjuiciar los hechos y las pruebas, por lo que dichos argumentos
merecen ser desestimados. DÉCIMO.- En cuanto a los puntos 3), 5)
y 6) que sustentan la infracción normativa alegada, también merecen
ser desestimados, ya que no se ha demostrado la incidencia directa
sobre la decisión impugnada, es decir, sobre la decisión de la Sala
Superior de confirmar la sentencia de primera instancia que declara
fundada la pretensión principal de nulidad de Junta General de
Accionistas de fecha dieciséis de enero de dos mil ocho y las
pretensiones accesorias (que siguen la suerte del principal) de
nulidad de Junta General de Accionistas de fechas veintiocho de
marzo y veinticuatro de abril de dos mil ocho y la nulidad de la
inscripción registral contenida en los Asientos números 8, 9 y 10 de
la Partida Electrónica número 1155875 de los Registros Públicos de
Lima. Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo
392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la demandada Empresa de
Transportes y de Servicios Fundo Barbadillo Sociedad de
Responsabilidad Limitada (folios 1160), contra la sentencia de
vista contenida en la Resolución número cinco de fecha quince de
diciembre de dos mil quince (folios 1076), expedida por la Segunda
Sala con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia
de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Víctor Esteban Rojas Puente contra Empresa de Transportes y
de Servicios Fundo Barbadillo Sociedad de Responsabilidad
Limitada, sobre Nulidad de Junta General de Accionistas; y los
devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-78

97342 CASACIÓN
CAS. Nº 946-2017 AREQUIPA
DELIMITACIÓN DE ÁREAS Y LINDEROS. Lima, dieciocho de abril
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por Martha Esperanza Hualpa Quispe a fojas
mil cuatrocientos cincuenta y dos, contra la sentencia de vista
de fojas mil cuatrocientos cuarenta y dos, de fecha veintiocho de
noviembre de dos mil dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, que confirma la
sentencia apelada de fojas mil trescientos treinta y tres, de fecha
siete de diciembre de dos mil quince, que declara improcedente
la demanda; para cuyo efecto este Colegiado debe proceder a
calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida en la
Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que
el presente recurso cumple con tales exigencias, toda vez que se
ha interpuesto contra una resolución que pone fin al proceso, ante
el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, dentro
del plazo de diez días contado desde el día siguiente de notificada
la citada resolución y adjuntando la tasa judicial correspondiente.
TERCERO.- Que, como sustento de su recurso, la impugnante
alega las causales de: 1) Infracción normativa de carácter
material del artículo 2 inciso 16 de la Constitución Política del
Perú, concordante con el artículo IV del Código Procesal Civil:
Señala que no se ha aplicado la norma en mención, vulnerándose
su Derecho a la Propiedad al no permitírsele la delimitación del
área total del inmueble, limitándose al Expediente número 1809-
2008; 1.2) Artículos 923, 924 y 1985 del Código Civil: Como
consecuencia de no poder usar ni disponer de su propiedad de la
mejor manera, es que la demandada al efectuar la superposición
en el área del inmueble de su propiedad ha ocasionado y sigue
ocasionando daños los cuales deben ser indemnizados; que a tenor
del artículo 1985 la indemnización comprende las consecuencias
que deriven de la acción; y, 2) Infracción normativa de carácter
procesal de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú y 50 inciso 6 del Código Procesal Civil: Se
ha infringido el Debido Proceso al no cumplir los jueces con su
deber de motivar y fundamentar debidamente las resoluciones.
CUARTO.- Que, evaluados los requisitos de procedencia previstos
en el artículo 388 del Código Procesal Civil, respecto a las causales
denunciadas, se advierte que la recurrente apeló la resolución de
primera instancia que le fue desfavorable, conforme se advierte a
fojas mil trescientos cuarenta y siete. Asimismo, cumple con precisar
que el recurso se sustenta en la causal de infracción normativa
de carácter material y procesal y a su vez de los argumentos
del mismo se aprecia que su pedido casatorio es anulatorio
como principal y revocatorio como subordinado; cumpliendo con
ello los presupuestos de los incisos 1, 2 y 4 de la referida norma
procesal. QUINTO.- Que, analizada la fundamentación de la causal
denunciada se advierte que no puede estimarse, debido a que el
recurso de casación no satisface el requisito de procedencia del
inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haberse
demostrado la incidencia directa de la infracción denunciada
respecto a la decisión impugnada, advirtiéndose que los
argumentos del mismo están destinados a cuestionar la motivación
de la resolución de vista, cuando claramente se ha establecido que
en el expediente contencioso administrativo se ordenó la corrección
de la Resolución Jefatural número 383-2002-COFOPRI-OJAAQP,
únicamente en el extremo que declara la modificación de la frontera
del Lote 5-B, Manzana 4, Zona A del Pueblo Joven Generalísimo
San Martín, a 5.28, a efecto de que se rectifique por el de 5.73;
por lo que dicho expediente contencioso administrativo se meritúa
objetivamente, conjuntamente con los medios probatorios del
presente proceso de deslinde, por lo que no puede ampararse la
pretensión de la accionante, al colisionar con la sentencia emitida
en el proceso contencioso administrativo, dejando a salvo su
derecho para hacerlo valer en la forma e instancia correspondiente.
En relación al pago de daños y perjuicios y el monto al de éstos,
y si la demandada ha actuado con dolo o culpa en la probable
superposición imputada, estos también devienen en improcedentes.
Por estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Martha Esperanza Hualpa Quispe a
fojas mil cuatrocientos cincuenta y dos, contra la sentencia de vista
de fojas mil cuatrocientos cuarenta y dos, de fecha veintiocho de
noviembre de dos mil dieciséis, emitida por la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Martha
Esperanza Hualpa Quispe y otros contra Jesús Ramos de Luque,
sobre Delimitación de Áreas y Linderos; y los devolvieron. Ponente
Señor Mendoza Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-79
CAS. Nº 3640-2016 LIMA
DECLARACIÓN JUDICIAL. Lima,. dieciséis de noviembre de dos
mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO: El recurso
de casación de fojas seiscientos cuarenta y uno interpuesto por
Continuum Sociedad Anónima Cerrada contra la sentencia de vista
de fojas quinientos sesenta y tres, de fecha catorce de junio de
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
dos mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, reúne los requisitos de forma para
su admisibilidad, conforme a lo previsto en el artículo 387 del
Código Procesal Civil. SEGUNDO: Respecto a los requisitos de
procedencia, el artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil
modificado por la Ley número 29364, establece que son requisitos
de fondo del recurso de casación, que se describa con claridad y
precisión la infracción normativa o el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, así como demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. TERCERO: Asimismo, del
recurso materia de examen, se aprecia que la parte recurrente,
invocando los artículos 386, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
denuncia como agravios: a) La infracción normativa del numeral
1) del artículo 65 del Decreto Legislativo número 1071 - Ley
General de Arbitraje, alegando que si bien no se puede aseverar si
el órgano jurisdiccional invocó el inciso e) del numeral 1 del artículo
63 del citado Decreto Legislativo, por mero “formulismo legal”, lo
cierto es que al haberse consignado en la parte resolutiva de la
sentencia de fecha doce de octubre de dos mil once que la materia
no susceptible de arbitraje puede ser demandada judicialmente, es
indudable que tal expresión definitivamente surte plenos efectos
legales, por lo que al no permitírsele el acceso al fuero judicial
se está conculcando su derecho a la tutela jurisdiccional y al
debido proceso; b) El apartamiento inmotivado del precedente
judicial, indicando que la Sala Superior no ha tenido en cuenta
lo anotado en el Expediente número 0060-2011-0-1817-SP-
CO-02, en donde a través de la Resolución número nueve de
fecha doce de octubre de dos mil once se ha declarado que la
materia no susceptible de arbitraje en el presente caso podrá ser
demandada judicialmente; y c) La infracción normativa de los
artículos 103 y 139 incisos 3 y 14 de la Constitución Política
del Perú, arguyendo que: i) Cuando se contraviene el inciso d)
del artículo 65 del Decreto Legislativo número 1071, sea porque
se trata de un formulismo legal o cualquier otra razón, se está
inaplicando las normas constitucionales glosadas, dejándose de
lado el mérito de una sentencia ejecutoriada dictada en un proceso
relacionado con la materia que se litiga y entre las mismas partes;
y ii) Se ha contravenido el debido proceso, tutela jurisdiccional y su
derecho a la defensa, al admitirse que la demandada no cumpla
con lo dispuesto mediante Resolución número nueve de fecha
veintiséis de setiembre de dos mil catorce, que dispuso requerirla
a fin que en el plazo de cinco días cumpla con adjuntar copias
certificadas de los documentos ofrecidos como medios probatorios,
al admitirse extemporáneamente el escrito de fecha veintidós de
diciembre de dos mil catorce, al no poner en su conocimiento las
copias presentadas por su contraparte, lo cual afecta su derecho
al contradictorio y a la defensa; y al no exigir que se presenten
copias certificadas de las resoluciones pertinentes. CUARTO: En
relación al literal a), el solo énfasis de una parte de la resolución de
fecha doce de octubre de dos mil once expedida en el recurso de
anulación de Laudo Arbitral de fecha catorce de diciembre de dos
mil diez propuesto por el Ministerio de Educación, aislado no solo
del contexto que antecedió a dicho pronunciamiento, como es el
caso del Laudo Arbitral de fecha dieciocho de marzo de dos mil diez
y su subsecuente recurso de anulación propuesto por Continuum
Sociedad Anónima Cerrada, sino además de lo analizado en
cada uno de dichos pronunciamientos, que han conllevado a
que el Colegiado Superior sostenga que la expresión a la que
se hace alusión no significa que debe evaluarse nuevamente
en el caso concreto la Resolución del Contrato de Obra número
141-2006-ME-SG-OGA-UA-APP, denota que este cargo adolece
del requisito de procedencia previsto en el inciso 3 del artículo
388 del Código Procesal Civil. QUINTO: En lo que toca al literal
b), la causal denunciada importa en principio que el recurrente
haga referencia a un pronunciamiento que reúna los requisitos que
prevé el artículo 400 del Código Procesal Civil, aspecto que al no
haber sido tomado en cuenta por la impugnante trae consigo la
inviabilidad de este cargo propuesto. SEXTO: En lo que respecta
al literal c), es de advertirse que esta causal denunciada deviene
en improcedente, pues: i.- Se sustenta en el mismo argumento
esgrimido en el cargo a), lo que trae como consecuencia que siga
la misma suerte de aquél, y ii.- La Sala Superior ha establecido
que los documentos a que se hace referencia no solo han sido
anexados por la impugnante sino además por la parte actora,
así como que las copias fedateadas y certificadas tienen el
mismo valor; conclusiones que al no haber sido rebatidas
adecuadamente a través del presente recurso evidencian que
este cargo incumple con el requisito de procedencia previsto en
el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil; tanto más
si la recurrente no ha cumplido con precisar cuál es la defensa
que no pudo realizar debido al supuesto desconocimiento de las
copias fedateadas presentadas por la demandada, resultando
insuficiente, dada las particularidades que se han determinado en
el caso concreto, que se alegue genéricamente que se ha afectado
su derecho al contradictorio o a la defensa, debiendo subrayarse
que la denunciada extemporaneidad carece de base real, pues la
emplazada ha sido notificada el quince de diciembre de dos mil
catorce con el texto de la Resolución número nueve que dispuso
que cumpla con anexar una serie de copias dentro del plazo de
cinco días; en tanto que el escrito que satisface tal pedido data
del veintidós del citado mes y año, conforme es de apreciarse de
fojas quinientos treinta y cuatro y quinientos siete respectivamente.
Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho las exigencias
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
de fondo a que se contrae el artículo 388 del Código Procesal
Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el artículo 392 del
citado cuerpo normativo, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación de fojas seiscientos cuarenta y uno interpuesto por
Continuum Sociedad Anónima Cerrada contra la sentencia de vista
de fojas quinientos sesenta y tres, de fecha catorce de junio de dos
mil dieciséis, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad;
en los seguidos por Continnum Sociedad Anónima Cerrada
con el Ministerio de Educación Unidad Ejecutora 108 Programa
Nacional de Infraestructura Educativa, sobre Declaración Judicial;
y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor De La
Barra Barrera por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello
Matamala. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-80
CAS. Nº 3659-2016 AREQUIPA
INTERDICTO DE RECOBRAR. Lima, diez de octubre de dos mil
dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Marco Antonio Huamán Ochochoque y Fabiana
Ochochoque Inofuente a fojas cuatrocientos once, contra la
sentencia de vista de fojas trescientos cincuenta y cuatro, de fecha
dieciocho de julio de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; por lo que
debe examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre de
una sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa,
que emitió la resolución impugnada; III) Ha sido interpuesto dentro
del plazo de diez días de notificado con la resolución impugnada,
pues los recurrentes fueron notificados el veintisiete de julio de dos
mil dieciséis, según constancia de fojas trescientos sesenta y dos,
y presentó el recurso de casación el doce de agosto de ese mismo
año (teniendo en cuenta que el veintiocho y veintinueve de julio de
dos mil dieciséis fueron declarados feriados por Fiestas Patrias);
y, IV) Adjuntan el arancel judicial correspondiente por concepto de
recurso de casación, según consta a fojas cuatrocientos nueve.
TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado por
la Ley acotada, se advierte que los recurrentes no consintieron la
resolución expedida en primera instancia que le fue desfavorable
a sus intereses, al haberla apelado mediante escrito de fojas
doscientos noventa y uno, por lo que cumple con lo dispuesto en
la norma procesal anotada. --CUARTO.- Que, para establecer
el cumplimiento de los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3
del artículo 388 del Código Procesal Civil, es necesario que los
impugnantes señalen en qué consiste la infracción normativa o
el apartamiento inmotivado del precedente judicial. QUINTO.-
Que, los recurrentes denuncian la infracción normativa de los
artículos 188 y 603 del Código Procesal Civil, señalan que
no se ha acreditado la posesión por parte de los demandados,
únicamente la propiedad del inmueble materia de litis; siendo que
no han interpretado y aplicado correctamente dichos artículos del
Código Adjetivo, en el cual indica que este procede cuando el
poseedor es despojado de su posesión. SEXTO.- Que, del examen
de la argumentación expuesta se advierte que los recurrentes
no cumplen con los requisitos exigidos en los incisos 2 y 3 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es, describir con
claridad y precisión la infracción normativa así como demostrar la
incidencia directa sobre la decisión impugnada, puesto que hace
referencia a cuestiones de hecho ya dilucidadas por las instancias
de mérito, advirtiéndose que lo que pretenden es una modificación
del criterio asumido, ya que los recurrentes se limitan hacer un
correlato del decurso del presente proceso, más aun si la Sala
Superior ha determinado que el día veinticuatro de marzo de dos
mil catorce, se produjo el despojo de la posesión del bien sub
litis, en forma arbitraria ejerciendo la fuerza y sin motivo alguno,
hecho que también ha sostenido el representante del Ministerio
Público. Asimismo, cabe traer a colación que los documentos
como los recibos de pago de los servicios de luz y agua de
fojas trece y catorce respectivamente, y el Acta de Constatación
Policial de fojas cuarenta y cinco, acreditan que Richard Santos
Huamán Flores poseía el bien materia de este proceso, derecho
que es objeto de protección mediante las acciones interdictales.
Cabe resaltar que los referidos documentos no fueron objeto de
cuestionamiento alguno por la parte contraria, conteniendo plena
eficacia probatoria. Finalmente se observa que la Sala Superior ha
cumplido con precisar de forma adecuada, suficiente y congruente
los fundamentos de hecho y de derecho que sustenta su decisión,
emitiendo un pronunciamiento de fondo acorde con lo alegado por
las partes y debatido en el proceso. SÉTIMO.- Que, respecto a la
exigencia prevista en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, si bien el recurrente cumple con indicar su pedido casatorio
anulatorio como principal y revocatorio como subordinado, no
es suficiente para atender el recurso materia de calificación, en
97343
virtud a lo dispuesto en el artículo 392 del Código Adjetivo, norma
que prescribe que los requisitos de procedencia de este recurso
extraordinario son concurrentes. Por estos fundamentos: y en
aplicación de lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Marco Antonio Huamán Ochochoque y Fabiana Ochochoque
Inofuente a fojas cuatrocientos once, contra la sentencia de vista
de fojas trescientos cincuenta y cuatro, de fecha dieciocho de julio
de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Tony Ángel Huamán Flores
y otro contra Marco Antonio Huamán Ochochoque y otra, sobre
Interdicto de Recobrar; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569468-81
CAS. Nº 3817-2016 CUSCO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, trece de
diciembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el Gobierno Regional del
Cusco a fojas doscientos cuarenta y nueve, contra la sentencia
de vista de fojas doscientos cuarenta y dos, de fecha quince de
agosto de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, que confirma la sentencia apelada
de fojas ciento setenta y seis, de fecha dieciocho de marzo de
dos mil dieciséis, que declara fundada la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención
cumple con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo
exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al
no haber consentido la entidad recurrente la sentencia de primera
instancia que le fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad
contemplado en el artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil.
TERCERO.- Como sustento de su recurso, denuncia: I) Infracción
normativa del artículo 15 de la Ley de Contrataciones del
Estado, alegando que conforme aparece del escrito de demanda,
la empresa accionante reclama el pago de nueve mil trescientos
soles (S/9,300.00) por haber participado en un proceso de
selección, habiendo recibido la buena pro, siendo que conforme
aparece del Oficio número 500-2015-GR-CUSCO-DRTCC, de
fecha uno de octubre de dos mil quince, se acredita con la Orden
de Compra número 00114-2013, de fecha siete de junio de dos mil
trece, que la adquisición no corresponde a un proceso de menor
cuantía, sino a una adjudicación directa (distinta de un proceso
de selección), la misma que se encuentra anulada, por lo tanto,
no se habría cumplido con la formalidad exigida por la Ley de
Contrataciones, en consecuencia, su inobservancia origina que la
pretensión demandada no sea exigible; II) Infracción normativa
de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú, alegando que la recurrida evidencia una falta de
motivación, toda vez que no se admitió la prueba extemporánea
-ofrecida antes de la sentencia, en su escrito de fecha once de
marzo de dos mil dieciséis- consistente en el Oficio número
500-2015-GR-CUSCO/DRTCC, de fecha uno de octubre de dos
mil quince, lo cual le ha causado indefensión. Asimismo, antes de
expedirse la sentencia de primera instancia se solicitó que el A
quo declare su incompetencia funcional por razón de la cuantía,
lo cual no fue resuelto antes de emitirse la sentencia -de fecha
veinticinco de abril de dos mil dieciséis-, siendo que de haberse
pronunciado al respecto no se habría emitido el pronunciamiento
ahora impugnado. CUARTO.- Respecto a la denuncia señalada
como I) en el considerando anterior, se tiene que la misma no ha
sido descrita con claridad y precisión como dispone el inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que las instancias
de mérito han establecido que en base a los documentos de fojas
diez y veintiocho a cincuenta y uno, consistentes en facturas,
órdenes de compra y guías de internamiento, así como de la Carta
Notarial de fecha siete de noviembre de dos mil trece, la Dirección
Regional de Transportes y Comunicaciones del Cusco adquirió un
Turbo Compresor de la empresa demandante, compraventa que se
ha llevado a cabo a través de un proceso de adjudicación, no siendo
un fin del recurso de casación el reexamen de las conclusiones
fácticas establecidas en el proceso. Siendo así, debe declararse
improcedente este extremo del recurso. QUINTO.- Respecto a la
denuncia señalada como II) en el considerando tercero, se tiene que
tampoco ha sido descrita con claridad y precisión como dispone el
inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que en
la recurrida se ha indicado que el cuestionamiento que se hace a la
competencia del órgano jurisdiccional de primera instancia, ha sido
resuelto con la emisión de la Resolución número nueve, por la que
se admite la demanda, la misma que no ha sido cuestionada luego
de haberse declarado la nulidad de todo lo actuado ante el Juzgado
de Paz Letrado; y en cuanto al Oficio número 500-2015-GR-
CUSCO/DRTCC, de fecha uno de octubre de dos mil quince, se
tiene que el argumento que él mismo establece sí ha sido tomado
en cuenta por el Ad quem, en consecuencia, este extremo también
debe ser declarado improcedente. SEXTO.- Finalmente, no escapa
a este Supremo Colegiado que la propia entidad demandada da
cuenta de que habrían existido irregularidades en el proceso de

97344 CASACIÓN
adquisición, en el cual se habría originado la obligación cuyo
cumplimiento se pretendía en este proceso, por lo cual, una vez
devueltos los actuados del mismo a su juzgado de origen, deberán
ponerse dichos hechos en conocimiento de la Contraloría General
de la República, a fin de que actúe según sus atribuciones. Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto el Gobierno Regional del Cusco a fojas
doscientos cuarenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas doscientos cuarenta y dos, de fecha quince de agosto de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
ORDENARON asimismo, que el Juez de la causa ponga en
conocimiento de la Contraloría General de la República de
las presuntas irregularidades acontecidas en el procedimiento de
adquisición, que el Gobierno Regional del Cusco ha cuestionado
a lo largo de este proceso, ello a fin de que actúe conforme a sus
atribuciones; en los seguidos por Enso Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada contra el Gobierno Regional del Cusco
y otro; sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por
licencia de la Señora Jueza Suprema Cabello Matamala. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA C-1569468-82
CAS. Nº 3817-2016 CUSCO
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, trece de
diciembre de dos mil dieciséis. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por el Gobierno Regional del
Cusco a fojas doscientos cuarenta y nueve, contra la sentencia
de vista de fojas doscientos cuarenta y dos, de fecha quince de
agosto de dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, que confirma la sentencia apelada
de fojas ciento setenta y seis, de fecha dieciocho de marzo de
dos mil dieciséis, que declara fundada la demanda. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención
cumple con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo
exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al
no haber consentido la entidad recurrente la sentencia de primera
instancia que le fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad
contemplado en el artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil.
TERCERO.- Como sustento de su recurso, denuncia: I) Infracción
normativa del artículo 15 de la Ley de Contrataciones del
Estado, alegando que conforme aparece del escrito de demanda,
la empresa accionante reclama el pago de nueve mil trescientos
soles (S/9,300.00) por haber participado en un proceso de
selección, habiendo recibido la buena pro, siendo que conforme
aparece del Oficio número 500-2015-GR-CUSCO-DRTCC, de
fecha uno de octubre de dos mil quince, se acredita con la Orden
de Compra número 00114-2013, de fecha siete de junio de dos mil
trece, que la adquisición no corresponde a un proceso de menor
cuantía, sino a una adjudicación directa (distinta de un proceso
de selección), la misma que se encuentra anulada, por lo tanto,
no se habría cumplido con la formalidad exigida por la Ley de
Contrataciones, en consecuencia, su inobservancia origina que la
pretensión demandada no sea exigible; II) Infracción normativa
de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú, alegando que la recurrida evidencia una falta de
motivación, toda vez que no se admitió la prueba extemporánea
-ofrecida antes de la sentencia, en su escrito de fecha once de
marzo de dos mil dieciséis- consistente en el Oficio número
500-2015-GR-CUSCO/DRTCC, de fecha uno de octubre de dos
mil quince, lo cual le ha causado indefensión. Asimismo, antes de
expedirse la sentencia de primera instancia se solicitó que el A
quo declare su incompetencia funcional por razón de la cuantía,
lo cual no fue resuelto antes de emitirse la sentencia -de fecha
veinticinco de abril de dos mil dieciséis-, siendo que de haberse
pronunciado al respecto no se habría emitido el pronunciamiento
ahora impugnado. CUARTO.- Respecto a la denuncia señalada
como I) en el considerando anterior, se tiene que la misma no ha
sido descrita con claridad y precisión como dispone el inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que las instancias
de mérito han establecido que en base a los documentos de fojas
diez y veintiocho a cincuenta y uno, consistentes en facturas,
órdenes de compra y guías de internamiento, así como de la Carta
Notarial de fecha siete de noviembre de dos mil trece, la Dirección
Regional de Transportes y Comunicaciones del Cusco adquirió un
Turbo Compresor de la empresa demandante, compraventa que se
ha llevado a cabo a través de un proceso de adjudicación, no siendo
un fin del recurso de casación el reexamen de las conclusiones
fácticas establecidas en el proceso. Siendo así, debe declararse
improcedente este extremo del recurso. QUINTO.- Respecto a la
denuncia señalada como II) en el considerando tercero, se tiene que
tampoco ha sido descrita con claridad y precisión como dispone el
inciso 2 del artículo 388 del Código Procesal Civil, toda vez que en
la recurrida se ha indicado que el cuestionamiento que se hace a la
competencia del órgano jurisdiccional de primera instancia, ha sido
resuelto con la emisión de la Resolución número nueve, por la que
se admite la demanda, la misma que no ha sido cuestionada luego
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
de haberse declarado la nulidad de todo lo actuado ante el Juzgado
de Paz Letrado; y en cuanto al Oficio número 500-2015-GR-
CUSCO/DRTCC, de fecha uno de octubre de dos mil quince, se
tiene que el argumento que él mismo establece sí ha sido tomado
en cuenta por el Ad quem, en consecuencia, este extremo también
debe ser declarado improcedente. SEXTO.- Finalmente, no escapa
a este Supremo Colegiado que la propia entidad demandada da
cuenta de que habrían existido irregularidades en el proceso de
adquisición, en el cual se habría originado la obligación cuyo
cumplimiento se pretendía en este proceso, por lo cual, una vez
devueltos los actuados del mismo a su juzgado de origen, deberán
ponerse dichos hechos en conocimiento de la Contraloría General
de la República, a fin de que actúe según sus atribuciones. Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto el Gobierno Regional del Cusco a fojas
doscientos cuarenta y nueve, contra la sentencia de vista de
fojas doscientos cuarenta y dos, de fecha quince de agosto de
dos mil dieciséis, emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cusco; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
ORDENARON asimismo, que el Juez de la causa ponga en
conocimiento de la Contraloría General de la República de
las presuntas irregularidades acontecidas en el procedimiento de
adquisición, que el Gobierno Regional del Cusco ha cuestionado
a lo largo de este proceso, ello a fin de que actúe conforme a sus
atribuciones; en los seguidos por Enso Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada contra el Gobierno Regional del Cusco
y otro; sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo De La Barra Barrera, por
licencia de la Señora Jueza Suprema Cabello Matamala. Ponente
Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA
BARRA BARRERA C-1569468-83
CAS. Nº 3887-2015 TUMBES
REIVINDICACIÓN. SUMILLA.- El principio de la motivación de los
fallos judiciales constituye una exigencia que está regulada como
garantía constitucional, consagrada en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, el cual asegura la publicidad de
las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus
sentencias, ella resguarda a los particulares y a la colectividad de
las decisiones arbitrarias de los jueces, quienes de este modo no
pueden ampararse en imprecisiones subjetivas ni decir las causas
a capricho, sino que están obligados a enunciar las pruebas en que
sostienen sus juicios y a valorarlas racionalmente. Lima, diez de
octubre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la
causa número tres mil ochocientos ochenta y siete - dos mil quince,
en Audiencia Pública llevada a cabo en la fecha; luego de verificada
la votación con arreglo a ley, emite la siguiente resolución: I.
RECURSO DE CASACION: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Carlos Albino Masías Cornejo de fojas doscientos
sesenta y cinco, contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número diecinueve de fecha veinticinco de junio de dos
mil quince de fojas doscientos veintiocho, expedida por la Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Tumbes, la cual resolvió confirmar la sentencia contenida en la
Resolución número once, de fecha veintidós de diciembre de dos
mil catorce, de fojas ciento cincuenta y cinco, que declaró fundada
la demanda interpuesta por Yessenia Barcenes Vegas contra
Carlos Albino Masías Cornejo sobre Reivindicación; en
consecuencia se ordena que la parte demandada en la persona de
Carlos Albino Masías Cornejo, dentro del término de ley efectúe la
restitución de la posesión del inmueble ubicado en la Manzana N´,
Lote número 06, Urbanización Municipal Portal "Las Lomas de
Tumbes" a su legitima propietaria Yessenia Barcenes Vegas. II.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala Suprema mediante
resolución de fecha veintisiete de noviembre de dos mil quince de
fojas cuarenta y ocho del cuadernillo de casación, ha estimado
procedente el recurso por las causales de: a) Contravención de
las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
referido a los incisos 3 y 5 del Artículo 139° de la Constitución
Política del Perú y el Artículo IV del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, al señalar el recurrente que la incidencia
directa se acredita al haberse vulnerado el debido proceso, puesto
que el demandado no cumple con la relación jurídico sustancial de
propietario- posesionario, requisito sine quanom para la Institución
Jurídica Civil de Reivindicación, por ende no es aplicable la relación
jurídico procesal de demandante- demandado y más aún, no tiene
la legitimidad para obrar pasiva, precisando que no tiene la
condición de posesionario dentro del bien materia de litis, por lo
que no debe estar obligado al pago de costas y costos del presente
proceso; refiere con relación a la falta de motivación de las
resoluciones, que el A quo no ha tomado en cuenta las
intervenciones de los ciudadanos Liz Vanesa Morán Morales
identificada con Documento Nacional de Identidad número
44531601, Edwin Leonardo Chuyes Rodríguez identificado con
Documento Nacional de Identidad número 41427366, además de
haber emitido un antejuicio a la decisión jurisdiccional con la
manifestación de Emérida Elizabeth Cum Ramírez con Documento
Nacional de Identidad número 00237493, manifestación que fue
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
direccionada de manera ambigua y parcializada a favor de la parte
demandante, demostrándose con ello que el acta de inspección
judicial realizada en la fecha del cinco de noviembre de dos mil
catorce, obrante a fojas ciento tres, es objeto de cuestionamiento,
los cuales acreditarían una infracción a la norma constitucional –
debido proceso; y por ende una infracción normativa; sostiene
también, que el Magistrado al avocarse al proceso, primero observa
la relación jurídico procesal de demandante ha demandado, y
manifiesta las posibles acciones que deberían tomar las partes
procesales (deducir excepción de falta de legitimidad para obrar
por parte del demandado), apelación del auto de saneamiento
procesal; luego en el acta de Inspección Judicial, cambia de
posición y se contradice, manifestando que el demandado, al
demostrarse que no tiene la calidad de posesionario, conforme a
los hechos acreditados en la Inspección Judicial a la cual no
concurrió el recurrente en virtud a que se encontraba en la ciudad
de Lima, por temas de salud, conforme se encuentra acreditado
con la solicitud de reprogramación de dicha diligencia, la cual el
juzgador no le dio la debida atención del caso y califica la
manifestación de Emérida Elizabeth Cum Ramírez y pretende
convalidar la relación jurídico procesal que estableció el Juez
Leoncio Quispe Tomaylla; además de calificar como conducta
procesal maliciosa, calificación que es ofensiva y tiene como
propósito direccionar el proceso a favor de la parte demandante; se
encuentra acreditada la vulneración al debido proceso, desde el
acto de emplazamiento al recurrente, al darle la condición de
demandado, cuando la relación jurídica procesal no es válida; que
la Inspección Judicial, se realizó aún cuando el emplazado, en sus
escritos manifestó no ser el posesionario del bien materia de litigio
(Manzana N, Lote 6, -Urbanización Municipal Portal Las Lomas de
Tumbes); sino ser el propietario de la Manzana "Ñ", Lote 3 de la
Urbanización Municipal Portal Las Lomas, ubicado en el Centro
Poblado Menor de Andrés Araujo Morán – Tumbes, conforme lo
acredita con los medios probatorios presentados en su escrito de
demanda; que tomó conocimiento del proceso, por la cédula de
notificación que fue diligenciada a su domicilio real en Manzana
"Ñ", Lote 3 de la Urbanización Municipal Portal Las Lomas, ubicado
en el Centro Poblado Menor de Andrés Araujo Morán- Tumbes; y
ésta fue recepcionada por Betty Margot Urbina Ladines que se
encontraba en el citado domicilio; en consecuencia, la falta de
motivación se encuentra plenamente acreditada, puesto que una
Inspección Judicial donde dos personas intervinientes, en este acto
por disposición del Juez, manifiestan desconocer quién domicilia
en el terreno sub litis y aseveran que el emplazado Carlos Albino
Masías Cornejo es propietario del inmueble ubicado en la Manzana
"Ñ", Lote 3 de la Urbanización Municipal Portal Las Lomas, ubicado
en el Centro Poblado Menor de Andrés Araujo Morán-Tumbes. III.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previo a la absolución del recurso
de casación es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido
en el proceso. En tal sentido, se desprende que Yessenia
Barcenes Vegas mediante escrito obrante a fojas trece, interpone
demanda contra Carlos Albino Masías Cornejo y solicita que se
declare fundada la demanda y restituyéndose la posesión del
inmueble ubicado en la Manzana "N", Lote número 06, Urbanización
El Portal - La Lomas - Tumbes. Como sustento factico de su
demanda manifiesta lo siguiente: a) La recurrente es legítima
propietaria del inmueble urbano ubicado en la Manzana "N", Lote 6,
Urbanización El Portal Las Lomas, Tumbes, habiendo adquirido
dicho inmueble a plazos de parte de la Municipalidad Provincial de
Tumbes, habiéndosele otorgado el título de propiedad número
000613-2013 con fecha veintiséis de setiembre de dos mil trece,
inscrita en la Partida número 11017901 de la Propiedad Inmueble
de la Oficina Registral Piura; b) Ha venido realizando trámites ante
la Municipalidad Provincial de Tumbes para obtener el saneamiento
físico legal del bien y es como resultado de estas gestiones en el
mes de julio de dos mil trece, el Gerente General de EMUCSA ha
remitido al demandado la Carta número 455-2013-EMUCSA-GG,
ya que la recurrente ya había cumplido con cancelar la totalidad del
terreno en cuestión y ya se estaba tramitando su título de propiedad;
y c) Toma conocimiento que personas extrañas han tomado
posesión de su propiedad, pues la persona de Carlos Albino
Masías Cornejo de manera ilegal viene ocupando el bien urbano
materia de litis, el mismo que es de su propiedad. SEGUNDO.-
Admitida la demanda mediante la Resolución número uno de fecha
veintisiete de diciembre de dos mil trece de folios veintidós y corrido
el traslado de la misma, el demandado Carlos Albino Masías
Cornejo contesta la demanda de fojas treinta y seis, manifestando
que, si bien es cierto, la demandante alega ser propietaria del
inmueble urbano ubicado en la Manzana “N”, Lote 6, Urbanización
El Portal – Las Lomas, Tumbes; sin embargo, él se encuentra
viviendo en la Urbanización Municipal Portal – Las Lomas I –
Sector Las Lomas, Manzana “Ñ”´ (eñe prima), Lote 3 del Centro
Poblado Andrés Araujo Morán – Tumbes, por lo que el
emplazamiento efectuado a su persona no es el correcto, ya que
en los casos de reivindicación, quien debe ser emplazado con la
demanda es el poseedor no propietario, es decir, quien ejerce la
posesión del bien sin título o derecho que ampare dicha situación.
TERCERO.- Tramitado el presente proceso por los cauces que a
su naturaleza corresponde, el Juez del Juzgado Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Tumbes, mediante resolución
número once de fecha veintidós de diciembre de dos mil catorce de
fojas ciento cincuenta y cinco, declaró fundada la demanda, en
consecuencia, ordenó que la parte demandada Carlos Albino
97345
Masías Cornejo, dentro del término de ley efectúe la restitución de
la posesión del inmueble ubicado en la Manzana "N", Lote 06,
Urbanización Municipal Portal Las Lomas de Tumbes, a su legítima
propietaria Yessenia Barcenes Vegas, bajo apercibimiento de
darse inicio a la ejecución forzada de la sentencia y disponerse la
entrega física de la posesión del bien por el juzgado, en aplicación
del Artículo 593° del Código Procesal Civil; sin perjuicio de ser
denunciado por la desobediencia al mandato judicial; una vez
consentida o ejecutoriada esta sentencia. De los fundamentos de
dicha sentencia se extrae esencialmente que el A-quo ha señalado
en cuanto a la cuestión de forma, que si bien el demandado ha
sostenido como parte de su estrategia de defensa que no ocupa el
inmueble, que vive en un domicilio distinto, sin embargo, este no ha
deducido la excepción de falta de legitimidad pasiva; empero,
además, tampoco apeló el auto de saneamiento procesal que
declaró la validez de la relación procesal dictada el cuatro de marzo
de dos mil catorce, por el entonces Juez a cargo del Juzgado Civil
Permanente de Tumbes, letrado Leoncio Quispe Tomaylla,
conforme se aprecia del folio treinta y uno y siguientes, con lo cual
de algún modo convalida con su comportamiento procesal lo
decidido por el señor Juez citado. A lo que se agrega que en efecto,
en el Acta de Inspección Judicial, Emérida Elizabeth Cum Ramírez,
con Documento Nacional de Identidad número 00237494, ha
reconocido que ha sido Carlos Albino Masías Cornejo, quien le ha
puesto la puerta blanca de calamina y el candado al bien sub litis;
por consiguiente, a pesar de las alegaciones expuestas al contestar
la demanda, por el demandado, sobre una supuesta afectación a la
condición de la acción, de la legitimidad pasiva, encontramos en
estas dos cosas, consistentes en la conducta procesal del
demandado y en la propia declaración de su esposa, que, en
efecto, el acto posesorio de colocar una puerta con candado para
evitar el ingreso de la propietaria ha sido realizado por el
demandado, de modo que quien en la práctica ejerce dominio de
facto, para evitar la restitución del bien, es el mismo demandado y
en general otros miembros de su familia, como son su hija y la
propia esposa, que también riega las plantas del frente del bien;
por lo tanto, no existe error in procedendo al calificar la validez de
la relación procesal. En cuanto a la cuestión de fondo, acerca de
saber si el demandado se encuentra ocupando o no la posesión del
bien y si tiene la obligación de restituirlo, hay que tomar en cuenta
las alegaciones vertidas por éste, en el sentido que el demandado
ha negado que se encuentre en posesión del bien inmueble sub
litis “(...) no me encuentro en posesión del bien en litis ...”,
sosteniendo que se encuentra viviendo en la Urbanización
Municipal Portal Las Lomas I – Sector Las Lomas, Manzana "Ñ"
(eñe prima) Lote número 3 del Centro Poblado Andrés Araujo
Morán - Tumbes, pues como resultado del comportamiento
procesal del demandado, quien en lugar de excepcionar la falta de
legitimidad pasiva y de efectuar la denuncia civil respecto de su
hija, a quien su esposa, sin mayor información, sindica como
poseedora del bien y que se encuentra por razones de salud en
Lima, de la propia declaración del demandado se advierte, entre
otras cosas, que laboró como Director de Servicios Comunales en
la Municipalidad Provincial de Tumbes, y por tanto, en esas
circunstancias conoce la ubicación de los terrenos que no están
siendo ocupados por sus propietarios, y a quien la propia actora le
ha llamado usurpador; la inspección judicial, de donde fluye que en
efecto, el lote en cuestión se encuentra cercado con material de la
región, con una pared hecha de caña y barro (al frente), de reciente
construcción, colindando con propiedad de terceros en los
laterales, pared de frente en la cual se ubica una “puerta de entrada
hecha de calamina, pintada de color blanco, sujeta con dos
candados”, asimismo en la inspección judicial, en la que también
ha intervenido Emérida Elizabeth Cum Ramírez, esposa del
demandado, ha reconocido que ha sido su esposo Carlos Albino
Masías Cornejo, quien le ha puesto la puerta blanca de calamina y
el candado al bien sub litis, sin tener derecho alguno, pues no tiene
la condición de propietario del bien, con derecho inscrito, por
consiguiente concluye que el demandado, encontrando cierta
apariencia de consistencia en su defensa formal, al sostener que
no ocupa el bien, sin embargo, opone resistencia a la restitución de
la posesión de la propietaria, pues teniendo conocimiento que
sobre el bien existe persona que tiene derecho como propietaria,
ha instalado una puerta de entrada con calamina, pintada de color
blanco, sujetándola con dos candados, con el ánimo de hacerse
del bien en beneficio aparentemente de una de sus hijas, como se
infiere de la propia declaración de su esposa, lo que en buena
cuenta constituye un acto posesorio que viola el derecho de
propiedad del actor. CUARTO.- Mediante escrito de folios ciento
setenta y siete y siguientes, el demandado fundamenta su recurso
impugnatorio de apelación, sosteniendo básicamente lo siguiente:
i) No ha quedado probado en ningún extremo de cómo perdió la
posesión física del bien materia de litis, tampoco se ha establecido
si era terreno o si era de material noble, o de la región, si fuera así,
no se encuentra tampoco acreditado ninguno de estos presupuestos
que es lo que realmente la demandante habría construido; ii) No ha
sido probado si se ha despojado a la demandante de su posesión,
máxime si en su escrito de demanda señala lo siguiente: “que he
tomado conocimiento que personas extrañas han tomado posesión
de mi propiedad”; iii) Existe falta de motivación respecto a los
medios probatorios que obran en el expediente, como es la falta de
definición al precisar si es terreno o inmueble y quien es la persona
que tendría la posesión del bien materia de litis. QUINTO.- La Sala

97346 CASACIÓN
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Tumbes, mediante Resolución número diecinueve de fecha
veinticinco de junio de dos mil quince de folios doscientos
veintiocho, resolvió confirmar la sentencia contenida en la
Resolución número once, de fecha veintidós de diciembre de dos
mil catorce, que declaró fundada la demanda, bajo los siguientes
argumentos: i) De autos se desprende que la accionante ha
demostrado ser la propietaria del bien inmueble materia de litis, tal
como se corrobora con el título de propiedad debidamente
registrado en Registros Públicos, Zona Registral número I, Sede
Piura, Oficina Registral Tumbes, copia literal donde consta la
Adjudicación efectuada por su anterior propietaria, La Municipalidad
Provincial de Tumbes (folios ocho); Pese a que el emplazado ha
intentado inducir a error al Juzgado, manifestando que él no es el
poseedor del bien inmueble materia de litis, sin embargo, sus
reales intenciones de apropiarse de dicho bien han sido develados
por él mismo, quien, por un lado ha salido a juicio, a pesar de
manifestar que él no tiene nada que ver con el inmueble, ya que si
manifiesta vivir en otro domicilio, como es que llegó a sus manos la
notificación con la demanda; por otro lado, si es que tenía plena
consciencia que no posee el bien materia de proceso, porque no
hizo uso de los recursos procesales, utilizando las excepciones
que le facultaba la ley para su defensa, sin embargo, en la
inspección ocular a folios ciento cuatro, ha quedado evidenciado,
por su misma esposa Emérida Elizabeth Cum Ramírez, las reales
intenciones con que ha procedido el demandado, quien ha
reconocido que su esposo Carlos Albino Masías Cornejo, ha sido
quien ha colocado la puerta blanca con dos candados y la calamina
en el bien inmueble que hoy reclama su propietaria, sin tener
ningún derecho sobre el bien de propiedad de Yessenia Barcenes
Vegas, actuando de esta manera con el único interés de apropiarse
del bien para su beneficio y el de su familia, lo que constituye una
acto posesorio que viola el derecho de propiedad de la accionante,
impidiéndole a ésta el derecho que tiene de usar y disfrutar del bien
de su propiedad, tal como lo dispone el Artículo 923º del Código
Civil. SEXTO.- En cuanto se refiere al recurso de casación por la
causal de infracción normativa procesal, es necesario señalar, en
principio, que la impugnante denuncia la Infracción normativa
procesal de los incisos 3 y 5 del Artículo 139° de la Constitución
Política del Perú; al respecto, debe precisarse el debido proceso
regulado como garantía constitucional, consagrada en el inciso 3
del Artículo 139° de la Constitución Política del Perú, es un derecho
complejo, pues, está conformado por un conjunto de derechos
esenciales que impiden que la libertad y derechos de los individuos
sucumban ante la ausencia o insuficiencia de un proceso o
procedimiento, o se vean afectados por cualquier sujeto de derecho
– incluyendo el Estado – que pretenda hacer uso abusivo de éstos.
Como señala la doctrina procesal y constitucional, "por su
naturaleza misma, se trata de un derecho muy complejamente
estructurado, que a la vez está conformado por un numeroso grupo
de pequeños derechos que constituyen sus componentes o
elementos integradores, y que se refieren a las estructuras,
características del tribunal o instancias de decisión, al procedimiento
que debe seguirse y a sus principios orientadores, y a las garantías
con que debe contar la defensa” (Faúndez Ledesma, Héctor. "El
Derecho a un Juicio Justo". En: Las garantías del debido proceso
(Materiales de Enseñanza). Lima: Instituto de Estudios
Internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Perú y
Embajada Real de los Países Bajos, Página diecisiete). En ese
sentido, el derecho al debido proceso constituye un conjunto de
garantías de las cuales goza el justiciable, que incluyen, la tutela
procesal efectiva, la observancia de los principios o reglas básicas
y de la competencia predeterminada por Ley, así como la pluralidad
de instancias, la motivación, la logicidad y razonabilidad de las
resoluciones, el respeto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción, de contradicción) entre otros. SÉTIMO.- Por
otro lado, el principio de la motivación de los fallos judiciales
constituye una exigencia que está regulada como garantía
constitucional, consagrada en el inciso 5 del Artículo 139° de la
Constitución Política del Perú, el cual asegura la publicidad de las
razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus
sentencias, ella resguarda a los particulares y a la colectividad de
las decisiones arbitrarias de los jueces, quienes de este modo no
pueden ampararse en imprecisiones subjetivas ni decir las causas
a capricho, sino que están obligados a enunciar las pruebas en que
sostienen sus juicios y a valorarlas racionalmente; en tal sentido, la
falta de motivación no puede consistir, simplemente, en que el
juzgador no exponga la línea de razonamiento que lo determina a
decidir la controversia, sino también en no ponderar los elementos
introducidos en el proceso de acuerdo con el sistema legal, es
decir, no justificar suficientemente la parte resolutiva de la sentencia
a fin de legitimarla. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional
señala que: “el derecho a la debida motivación de las resoluciones
judiciales es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad
judicial y garantiza que las resoluciones judiciales no se encuentren
justificados en el mero capricho de los magistrados, sino en datos
objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
deriven del caso”.1 OCTAVO.- A su vez, el principio de motivación
de los fallos judiciales tiene como vicio procesal dos
manifestaciones: 1) La falta de motivación y 2) La defectuosa
motivación, la cual a su vez se divide en tres agravios procesales:
a) Motivación aparente; b) Motivación insuficiente; y c) Motivación
defectuosa en sentido estricto; en ese sentido y coincidiendo con la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
doctrina, la motivación aparente, se da cuando la decisión se basa
en pruebas no actuadas o en hechos no ocurridos; la motivación
insuficiente, que se presenta cuando vulnera el principio de la
razón suficiente y la motivación defectuosa, se presenta cuando el
razonamiento del juez viola los principios lógicos y las reglas de la
experiencia. NOVENO.- En el presente caso, la demandante
Yessenia Barcenes Vegas mediante escrito obrante a fojas trece,
solicita la Reivindicación del inmueble de su propiedad, ubicado en
la Manzana "N", Lote número 6, Urbanización El Portal - La Lomas
– Tumbes. En tal sentido, corresponde señalar que el derecho de
propiedad es el derecho real por excelencia consagrado en el
Artículo 70° de la Constitución Política del Perú. Este derecho
otorga a su titular la posibilidad de usar, disfrutar, disponer y
reivindicar un bien, conforme lo señala el Artículo 923° del Código
Civil, siendo que este derecho solo se realiza o desarrolla de
manera plena cuando excluye a otras personas en la participación
del mismo derecho sobre determinado bien, dado que es imposible
que sobre un mismo bien existan o subsistan dos idénticos
derechos de propiedad. De otro lado, uno de los atributos del
derecho de propiedad es la Reivindicación, entendida inicialmente
como la pretensión real destinada a conseguir la restitución de la
posesión del bien, de la que se encuentra privado el propietario, de
persona que solo tiene la calidad de poseedor. DÉCIMO.- En virtud
a lo señalado precedentemente se aprecia que para declarar
fundada la demanda de Reivindicación, los Juzgadores han
considerado básicamente: 1) La demandante ha acreditado su
derecho de propiedad sobre el lote de terreno número 6, de la
Manzana "N", con un área de ciento sesenta metros cuadrados
(160 m2) y un perímetro de cincuenta y dos metros lineales (52 ml),
ubicado en la Urbanización Popular Municipal - Portal Las Lomas I,
Sector Las Lomas; 2) El hecho de haber sido el demandado
Director de Servicios Comunales en la Municipalidad Provincial de
Tumbes lo hace conocedor de la ubicación de los terrenos que no
están siendo ocupados por sus propietarios; 3) En la inspección
ocular realizada ha quedado evidenciado, por la propia esposa del
demandante Emérida Elizabeth Cum Ramírez, sobre las reales
intenciones del demandado, quien reconoció que su esposo ha
sido quien ha colocado la puerta blanca con dos candados y
calamina en el inmueble que reclama su propietaria. DÉCIMO
PRIMERO.- Conforme se advierte del Acta de Inspección Judicial
de fojas ciento tres, con fecha cinco de noviembre de dos mil
catorce, se realizó una inspección judicial en el inmueble materia
de Reivindicación, con la finalidad de establecer si el demandado
se encontraba ejerciendo la posesión del inmueble, para lo cual el
Juez de la causa se constituyó en el mismo y al no encontrar a
nadie, procedió a entrevistar a algunos de los vecinos, entrevistando
en un primer momento a la persona de Liz Vanessa Morán Morales
con Documento Nacional de Identidad número 44531601 a quien
se le preguntó, por la persona que vive en el inmueble materia de
Reivindicación, respondiendo lo siguiente: “cuando vine a invadir
allí invadió una señora”; asimismo, ante la pregunta de si el
demandante vive en dicho bien, señaló: “que no, que vive a la
vuelta”; Posteriormente, se entrevistó a la persona de Edwin
Leonardo Chuyes Rodríguez con Documento Nacional de Identidad
número 41427366, quien señaló, ante la pregunta acerca de quién
vivía en el predio materia de litis respondió: “que desconoce porque
aquí viene uno viene otro y no sé exactamente quien ocupa”;
agregando además, que el demandado no es la persona que
ocupa el inmueble. DÉCIMO SEGUNDO.- Sin embargo, pese a las
declaraciones de las personas mencionadas en el considerando
precedente, las cuales han señalado desconocer si el demandado
se encuentra en posesión del inmueble, se ha declarado fundada la
demanda, basándose en la declaración de la esposa del
demandado (consignada en el Acta de Inspección Judicial); no
obstante, esta en ningún momento ha señalado que el demandado
se encuentre en posesión de dicho inmueble, pues ha manifestado
que su hija se encuentra ocupando dicho terreno; por lo tanto, se
aprecia que a lo largo del proceso no se ha cumplido con establecer
con exactitud quién es la persona que viene poseyendo el bien,
requisito indispensable para dilucidar la presente causa, lo cual
deberá ser subsanado con la finalidad de emitir un pronunciamiento
válido sobre el fondo de la controversia. DÉCIMO TERCERO.- En
este sentido, este Supremo Tribunal concluye que la sentencia
recurrida, así como la sentencia de primera instancia contienen
una motivación insuficiente para sustentar el amparo de la presente
demanda de Reivindicación y, en conclusión, consideramos que el
recurso de casación debe ser amparado, al haberse infringido el
derecho al debido proceso y el deber de motivación de las
resoluciones judiciales previstos en los incisos 3 y 5 artículo 139 de
la Constitución Política del Perú. IV. DECISIÓN: Que, estando a las
consideraciones que anteceden y a lo dispuesto en el artículo 396
del Código Procesal Civil: 4.1. Declararon FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por el demandado Carlos Albino Masías
Cornejo de fojas doscientos sesenta y cinco; CASARON la
sentencia de vista contenida en la Resolución número diecinueve
de fecha veinticinco de junio de dos mil quince de fojas doscientos
veintiocho, expedida por la Sala Especializada en lo Civil de la
Corte Superior de Justicia de Tumbes; en consecuencia, NULA la
misma e INSUBSISTENTE la apelada contenida en la Resolución
número once, de fecha veintidós de diciembre de dos mil catorce,
de fojas ciento cincuenta y cinco; ORDENARON que el A-quo
expida nueva resolución con arreglo a ley. 4.2. DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial "El
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Peruano", bajo responsabilidad; en los seguidos por Yessenia
Barcenes Vegas contra Carlos Albino Masías Cornejo sobre
Reivindicación; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza
Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Fundamento jurídico cuatro de la Sentencia del Tribunal Constitucional
número 04295-2007-PHC/TC.
C-1569468-84
CAS. Nº 1502-2016 LIMA SUR
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, diez de octubre de dos mil
dieciséis. VISTOS; con la razón emitida por el Secretario de esta
Sala Suprema (folio 63 del cuadernillo de casación); y,
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala
Suprema el recurso de casación interpuesto por Celinda Torres
Antonia (folios 1128) contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número cinco de nueve de marzo de dos mil dieciséis
(folios 1112) expedida por la Sala Civil Transitoria de Chorrillos de la
Corte Superior de Justicia de Lima Sur la cual confirmó la sentencia
apelada contenida en la Resolución número veintiuno de uno de julio
de dos mil quince, (folios 1005) que declaró infundada la demanda;
por lo que corresponde examinar si el referido recurso cumple con
los requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para la
casación, se debe tener presente que este recurso es eminentemente
formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado
con sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, esto es: Precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en la i) Infracción normativa o en el ii)
Apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión: Nomofiláctica, Uniformizadora y
Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal,
tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por el recurrente
en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.- Previo al
análisis de los requisitos de procedencia, debe considerarse que
el recurso de casación es un medio impugnatorio extraordinario de
carácter formal que solo puede fundarse en cuestiones
eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria,
es por ello que este tiene como fin esencial la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República; en ese
sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa y cuál es la
incidencia directa en que se sustenta. CUARTO.- En ese sentido el
recurso reúne los requisitos de admisibilidad, conforme exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez que este ha sido
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala Civil
Transitoria de Chorrillos de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur
que como órgano de segundo grado pone fin al proceso (folios 1112);
ii) Ante el órgano jurisdiccional citado que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, dado que la
demandante fue notificada el treinta y uno de marzo de dos mil
dieciséis (folios 1120), e interpuso el recurso de casación el once de
abril del dos mil dieciséis (folios 1128); y, iv) Presentó el arancel
judicial (folios 58 del cuadernillo de casación). QUINTO.- Evaluando
los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, se desprende que la recurrente cumple con lo
establecido en los incisos 1 y 4, debido a que sí apeló la sentencia
de primera instancia que le fue adversa; que el pedido es anulatorio
(principal) y revocatorio (subordinado). SEXTO.- Al evaluar los
requisitos de procedencia previstos en los incisos 2 y 3 del Código
Procesal Civil, tenemos que el recurso se sustenta en la causal de:
1) Infracción normativa procesal de los incisos 3 y 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú; artículo 12 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; incisos
3 y 4 del artículo 122 e inciso 6 del artículo 50 del Código
Procesal Civil; denuncia que las sentencias emitidas no han tenido
una debida valoración de los hechos y pruebas expuestas por las
partes, que ha probado que no tenía conocimiento de los efectos del
acto jurídico de compraventa del cinco de agosto del dos mil cuatro
celebrado con los demandados Pedro Garay Anaya y Anastacia
Najarro Torres de Garay, que han adquirido de mala fe el bien que se
encuentra registrado a nombre de los demandados en la Partida
Registral número PO3261059, que sus medios probatorios respaldan
la veracidad de la demanda, lo que origina que se ha afectado el
debido proceso y la motivación de las resoluciones, al no haberse
valorado en forma ordenada y concatenada los actos materia de la
pretensión. 2) Infracción normativa material del inciso g) del
artículo 54 y artículo 59 de la Ley número 26002; denuncia que no
se ha valorado la falta de intención y discernimiento de la demandante
por ser iletrada, que no ha expresado su voluntad en el acto jurídico,
para declarar la nulidad del mismo por fin ilícito y nulidad absoluta de
97347
la compraventa de la Escritura Pública del inmueble que consta en la
Partida Electrónica número PO3261059 del Registro de Propiedad
Inmueble de la Oficina Registral de Lima. Señala que si hubiera
sabido leer y escribir no hubiera vendido la propiedad toda vez que
se le ha causado un grave daño moral y personal efectuado por la
demandada sociedad conyugal, su hijo y el Notario; que nunca quiso
venderles su propiedad ya que su deseo era dejarles la propiedad en
forma igual a todos sus hijos. Agrega que, respecto a la nulidad del
primer acto jurídico por falta de manifestación de voluntad de la
demandante, este debe equipararse al que ha nacido nulo, al carecer
de un hecho relevante como es, el no saber leer, que fue sorprendida
de mala fe por la demandada que es su hija y que no pensó que iba
a obrar de esa forma llevándola con engaños a la Notaría, haciéndole
firmar e impregnar documentos que no comprendía de que se
trataba por su avanzada edad y porque es iletrada; que su hija actuó
en complicidad con su cónyuge, del abogado que hizo la minuta y
personal de la Notaría Landi Grillo; que su hija conoce su condición
de iletrada ya que en el contrato suscrito con Emadi Perú con el que
compró el inmueble Anastacia Najarro Torres de Garay firmó como
testigo a ruego de la demandada. Afirma que, los demandantes al
saber que no habían cumplido con formalidades esenciales en su
acto ilícito, y en pleno proceso judicial transfieren la propiedad a su
hijo y codemandado Carlos Alberto Garay Najarro, pretendiendo
justificar un acto de buena fe y publicidad registral, en donde no
podría darse ese hecho de quien fuera un tercero ajeno a los actos
jurídicos; que los codemandados venden a su propio hijo, quien no
tiene arte ni oficio, y supuestamente ha pagado quince mil soles
(S/.15,000.00) quien no tiene la propiedad ni la posesión, lo que
origina la trasgresión de normas imperativas, ya que el Notario
incumplió con el inciso g del artículo 54 y artículo 59 de la Ley del
Notariado número 26002 (vigente al tiempo de los hechos)
actualmente contenidas en el inciso g), del artículo 54 y artículo 59
de la Ley del Notariado- Decreto Legislativo número 1049. SÉTIMO.-
Sobre la causal contenida en el ítem 1) en el proceso no se advierte
la concurrencia de vicios insubsanables que afecten el Debido
Proceso, en tanto, la recurrida contiene una motivación coherente,
precisa y sustentada en base a los hechos invocados, absolviendo
las posiciones y contraposiciones asumidas por las partes en el
desarrollo del mismo, valorando en forma conjunta los medios
probatorios, utilizando su apreciación razonada, en observancia a la
garantía constitucional contenida en los incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú; por lo que esta causal deviene en
improcedente. OCTAVO.- En relación a la causal contenida en el
ítem 2) se aprecia que la pretensión del proceso consiste en que se
declare la nulidad del acto jurídico por la causal de falta de
manifestación de voluntad del agente, contenida en el inciso 1 del
artículo 219 del Código Civil, siendo que la manifestación de voluntad
se advierte de cualquier comportamiento exterior de un sujeto apto
para revelar su intención; siendo que en autos la voluntad de la
demandante de efectuar la transferencia se exterioriza hasta en tres
momentos, como son, en el documento presentado por la
demandante el veintisiete de febrero de dos mil cuatro ante la
Municipalidad Distrital de San Juan de Miraflores (folios 465), en la
Minuta de Compraventa de cinco de agosto de dos mil cuatro y en la
elevación a Escritura Pública de la Compraventa suscrita el dieciocho
de noviembre de dos mil cuatro en el despacho notarial (folios 28).
En referencia a la infracción del inciso g) del artículo 54 y artículo 59
de la Ley número 26002 (aplicable al proceso en razón de la
temporalidad de las normas), en la Escritura Pública de Compraventa
suscrita el dieciocho de noviembre de dos mil cuatro, se observa que
el Notario Público dejó constancia, previamente a la trascripción de
la minuta, de que los comparecientes eran mayores de edad, hábiles
para contratar e inteligentes en el idioma castellano, que se les
identificó, que se dio fe que procedían con capacidad legal, libertad
y conocimiento para contratar; y en la parte final acota que la
escritura fue leída por los comparecientes quienes instruidos de su
objeto la encontraron conforme, ratificaron su contenido y la firmaron;
razones por las cuales esta causal deviene en improcedente.
NOVENO.- En cuanto a la pretensión de nulidad del acto jurídico de
compraventa de veinticuatro de agosto dos mil once por la causal de
simulación absoluta, la cual se produce en aquellos casos en que se
aparenta celebrar un acto jurídico cuando no existe realmente
voluntad para celebrarlo, conforme lo prevé el artículo 190 del
Código Civil, de autos se aprecia que conforme se señala en la
sentencia de vista impugnada, la demandante no ha presentado
medios probatorios tendientes a acreditar que en la celebración de
dicho contrato haya concurrido la causal de simulación absoluta que
alega. Por lo que atendiendo a que en la causal expuesta no se tiene
en cuenta que la situación fáctica establecida en sede de instancia
no puede variarse, al implicar la revalorización del caudal probatorio
ofrecido, admitido y actuado en el transcurso de la causa, aspecto
que generalmente resulta ajeno al debate en esta Sede, atendiendo
a las finalidades del recurso previstas en el artículo 384 del Código
Procesal Civil, circunscritas a la adecuada aplicación del derecho
objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia de la República; en
consecuencia, esta causal deviene en improcedente. DÉCIMO.-
Analizados de manera conjunta los fundamentos de las causales
denunciadas, se advierte que ellas no satisfacen las exigencias del
inciso 2) del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no describir
con claridad y precisión la infracción normativa incurrida, ocurriendo
lo mismo sobre el inciso 3), al no demostrarse la incidencia directa de
la infracción sobre la decisión impugnada, lo que abona a la

97348 CASACIÓN
improcedencia del recurso. Por tales razones y de conformidad con
lo regulado por el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Celinda
Torres Antonia (folios 1128) contra la sentencia de vista contenida
en la Resolución número cinco de nueve de marzo de dos mil
dieciséis (folios 1112) expedida por la Sala Civil Transitoria de
Chorrillos de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Celinda Torres Antonia con Pedro Garay Anaya y otra, sobre Nulidad
de Acto Jurídico; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez
Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo
Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569468-85
CAS. Nº 1019-2017 CAJAMARCA
DECLARACIÓN DE PATERNIDAD. Lima, dieciocho de abril de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia
de calificación el recurso de casación interpuesto por las demandadas
Lina, Enélida y Zoila Deza Nureña (folios 276), contra la sentencia
de vista contenida en la Resolución número veintitrés de fecha
veintiocho de junio de dos mil dieciséis (folios 248), expedida por la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca,
la cual confirmó la sentencia de primera instancia contenida en la
Resolución número dieciséis de fecha cinco de agosto de dos mil
catorce (folios 172), que declaró fundada la demanda de declaración
judicial de filiación paterna extramatrimonial, en consecuencia
ordenó que se anote la sentencia en las partidas de nacimiento de
los solicitantes, debiendo remitirse los oficios correspondientes a las
Municipalidades y fundada la ampliación de sucesión intestada, en
consecuencia declara como herederos universales a Rosa Angélica
Deza Guzmán de Terán, Aurora Deza Guzmán de Quiroz, Cecilia
Aurora Deza Guzmán, Luz Marina Deza Guzmán de Payesa y
Segundo Manuel Deza Guzmán; por lo que corresponde examinar si
el referido recurso cumple con los requisitos dispuestos por los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Antes de la revisión del cumplimiento
de los requisitos mencionados precedentemente, es necesario tener
presente que el recurso extraordinario de casación es eminentemente
formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que estar estructurado
con sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para
su admisibilidad y procedibilidad, esto es: precisar en cuál de las
causales se sustenta, si es en i) La infracción normativa, o ii) En el
apartamiento inmotivado del precedente judicial. Presentar una
fundamentación puntualizada, clara y pertinente respecto de cada
una de las referidas causales; demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. Esta exigencia, es para
lograr los fines del recurso, estos son: Nomofiláctica, Uniformizadora
y Dikelógica. Siendo así, es responsabilidad del recurrente saber
adecuar los agravios que denuncia a las causales que para dicha
finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma
procesal; pues este Supremo Tribunal no está facultado para
interpretar el recurso de casación, ni de integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de la
causal, tampoco subsanar de oficio los defectos incurridos por la
casante en la formulación del recurso extraordinario. TERCERO.- Se
verifica que el recurso cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil; toda vez que ha sido interpuesto: i) Contra el auto de vista
expedido por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Cajamarca, que como órgano jurisdiccional de segunda
instancia pone fin al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que
emitió la sentencia de vista impugnada; iii) Dentro del plazo que
establece la norma, ya que las recurrentes fueron notificadas el día
ocho de julio de dos mil dieciséis (folios 256 a 258) e interpusieron el
recurso de casación el día veinte de julio del mismo año (folios 276);
iv) No se adjunta el pago del arancel judicial por la presentación del
recurso al encontrarse exoneradas del mismo. CUARTO.- Al evaluar
los requisitos de procedencia contenidos en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, se verifica que la parte recurrente cumple con
el requisito previsto en el inciso 1, toda vez que no consintió la
sentencia de primera instancia, pues al serle adversa la impugnó
mediante recurso de apelación (folios 188). En cuanto al requisito
señalado en el inciso 4 manifiesta que su pedido es revocatorio.
QUINTO.- La parte recurrente sustenta su recurso de casación
señalado como infracciones las siguientes: a) Infracción normativa
procesal del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política
del Perú, argumentando que con la sentencia de segunda instancia
se atenta flagrantemente el deber inobservable de emitir una
resolución judicial suficientemente motivada, en el sentido que
ampara la pretensión formulada en la demanda, sin que dentro del
proceso se haya demostrado la exigencia prevista en el artículo 402
del Código Civil, afectándose de esta manera el debido proceso, por
cuanto se ha inobservado la taxatividad de una norma en caso de
filiación extramatrimonial, ya que de la lectura del contenido de la
sentencia vista se pretendería justificar insuficiente e indebidamente
la pretensión y objeto de demanda, conllevando a contar en el
ámbito judicial con resoluciones que fracturan la debida y obligatoria
observación de las normas que son aplicables para los casos objeto
de litis; y b) Infracción normativa material del inciso 1 del artículo
402 del Código Civil, en el presente caso se amparan las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
pretensiones bajo el argumento de darse el supuesto exigido en el
inciso 1 del artículo 402 del Código Civil, el cual supone que debe
haberse acreditado la existencia de cartas o cualquier otro tipo de
correspondencia (tarjetas e mails) que contengan una confesión
inequívoca de paternidad del supuesto padre, que puede probar su
paternidad. Se sustenta la sentencia en una apreciación distinta a lo
que exige la norma sustantiva para su amparo judicial. El documento
denominado acta de división y partición, solamente ha sido redactado
y firmado por Luis Rodas Hernández y a decir del Colegiado no
aparecería la firma de Manuel Deza Mendoza en razón de que este
no sabía firmar y a su ruego firmó el señalado árbitro, sin embargo,
este sí sabía firmar, lo que aparece en su Libreta Electoral de tres
cuerpos, asimismo participó en varias escrituras ante el notario
público. Según la Sala Superior las partidas de nacimiento y
bautismo corroboran el valor probatorio de su pretensión
(contradicción), es necesario resaltar que las partidas de nacimiento
han sido declaradas y firmadas por las propias demandantes y las
partidas de bautismo han sido asentadas luego del año mil
novecientos treinta y seis, por ende no tiene la calidad y fuerza de
una partida de nacimiento. SEXTO.- Conforme al artículo 384 del
Código Procesal Civil, el recurso de casación tiene por fines la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República; de esta manera, tenemos que el recurso de
casación debe limitarse a cuestiones netamente jurídicas referentes
al logro de los fines legalmente establecidos, no permitiéndose una
nueva evaluación de los hechos y de las pruebas actuadas y
evaluadas por las instancias de mérito. SÉTIMO.- En ese sentido, el
artículo 388 del Código Procesal Civil, en sus incisos 2 y 3 dispone
como requisitos de procedencia del recurso de casación, la
descripción con claridad y precisión de la infracción normativa o el
apartamiento del procedente judicial, exigiendo que en el recurso se
demuestre la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada. OCTAVO.- Respecto a la infracción denunciada en el
ítem a), cabe mencionar que el Tribunal Constitucional ha señalado
en reiterada jurisprudencia que el derecho a la motivación de las
resoluciones, importa que los Jueces, al resolver las causas,
expresen las razones o justificaciones objetivas que los llevan a
tomar una determinada decisión y que obliga a los órganos judiciales
a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente con
los términos en que vengan planteadas, sin embargo, la tutela del
derecho a la motivación de resoluciones judiciales no debe ni puede
servir de pretexto para someter a un nuevo examen las cuestiones
de fondo ya decididas por los Jueces ordinarios. Al respecto este
Supremo Tribunal considera que la infracción denunciada merece
ser desestimada, por cuanto se advierte que la sentencia de vista
se encuentra debidamente motivada, al haberse expresado en ella
los fundamentos de hecho y derecho suficientes para amparar la
presente demanda, al considerar que el documento de diligencia de
división y partición de los bienes de Catalina Guzmán Quispe (madre
de los demandantes) de fecha seis de octubre de mil novecientos
cuarenta y cuatro, presentado por la parte demandante, es un
documento indubitado a través del cual Manuel Deza Mendoza
admite que los demandantes son sus hijos, que dicho documento se
hizo con la intervención del Juez de Paz, constando en la parte final
del mismo que fue firmado por Manuel Deza Mendoza y que este
tuvo a los demandantes luego del deceso de su madre bajo su
cuidado y protección, por lo que dicho documento cumple con lo
previsto en el inciso 1 del artículo 402 del Código Civil. NOVENO.-
Respecto a la infracción denunciada en el ítem b), esta también
merece ser desestimada, debido a que los argumentos de la parte
recurrente no están referidos a un tema de infracción normativa,
específicamente del inciso 1 del artículo 402 del Código Civil, si no
que, a través de estos pretende que se efectúe una nueva evaluación
de las pruebas (partidas de nacimiento, partidas de bautismo y
documento de división y partición), las cuales ya fueron examinadas
por las instancias de mérito, sin embargo, la revaloración probatoria
no constituye alguno de los fines que persigue la casación, los
mismos que se encuentran previstos en el artículo 384 del Código
Procesal Civil. DÉCIMO.- En tal contexto fáctico y jurídico, y de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, reformado por la Ley número 29364, corresponde declarar
improcedente el recurso de casación. Por estos fundamentos,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por las demandadas Lina, Enélida y Zoila Deza Nureña (folios
276), contra la sentencia de vista contenida en la Resolución número
veintitrés de fecha veintiocho de junio de dos mil dieciséis (folios
248), expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Cajamarca; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en
los seguidos por Celia Aurora Deza Guzmán y otros, contra Enélida
Deza Nureña y otros, sobre Declaración Judicial de Paternidad y
otro; y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-86
CAS. Nº 1041-2017 LIMA
TERCERÍA DE PROPIEDAD. Lima, dieciocho de abril de dos mil
diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso de casación
interpuesto por la demandante Hilda Anaya Cárdenas (folios 385),
contra: 1) el Auto contenido en la Resolución número uno, de fecha
dos de setiembre de dos mil quince (folios 46), emitido por el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Décimo Quinto Juzgado Civil de Subespecialidad Comercial de de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró inadmisible la
demanda, otorgando a la recurrente el plazo de tres días de
notificada para subsanar los defectos advertidos; 2) el Auto
contenido en la Resolución número dos, de fecha veintidós de
octubre de dos mil quince (folios 131), emitido por el Décimo Quinto
Juzgado Civil de Subespecialidad Comercial de de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente la demanda
de Tercería de Propiedad; y, 3) El Auto contenido en la Resolución
número cinco, de fecha dieciocho de octubre de dos mil dieciséis
(folios 362), emitido por la Segunda Sala Civil Subespecializada en
Materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
resolvió confirmar el Auto emitido mediante Resolución número
dos, de fecha veintidós de octubre de dos mil quince (fojas 362),
que declaró improcedente la demanda; para cuyo efecto debe
procederse a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
dispuestos en los artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil,
modificados por la Ley número 29364. SEGUNDO.- El recurso de
casación es formal puesto que normativamente se han previsto
requisitos de admisibilidad y de procedencia que deben ser
satisfechos, señalando las causales que pueden invocarse
(infracción normativa que incida directamente sobre la decisión
contenida en la resolución impugnada o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial)1, exigiéndose una
fundamentación clara y precisa de la causal respectiva, que se
demuestre la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada y que se indique el pedido casatorio2. TERCERO.- El
artículo 387 del Código Procesal Civil contempla los requisitos de
admisibilidad del recurso de casación, señalando que se interpone:
1) Contra las sentencias y autos expedidos por las Salas Superiores
que, como segundo grado, ponen fin al proceso; 2) Ante el órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada o ante la Corte
Suprema; 3) Dentro del plazo de diez días, contado desde el día
siguiente de notificada la resolución que se impugna, más el
término de la distancia que corresponda; y, 4) Adjuntando el recibo
de la tasa respectiva. CUARTO.- Los Autos contenidos en las
Resoluciones números uno y dos, de fechas dos de setiembre y
veintidós de octubre de dos mil quince, respectivamente, fueron
emitidos en primera instancia por el Décimo Quinto Juzgado Civil
de Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, es decir, no han sido expedidas en segundo grado por las
Salas Superiores, por lo que atendiendo a lo dispuesto en el inciso
1 y segundo párrafo del artículo 387 del Código Procesal Civil,
debe rechazarse de plazo el recurso de casación en cuanto está
dirigido a cuestionar dichos Autos. QUINTO.- Con relación al Auto
contenido en la Resolución número cinco, de fecha dieciocho de
octubre de dos mil dieciséis (folios 362), emitido por la Segunda
Sala Civil Subespecializada en Materia Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que resolvió confirmar el Auto de
primera instancia que declaró improcedente la demanda, se verifica
que el recurso cumple con los requisitos para su admisibilidad,
conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal Civil, toda
vez que ha sido interpuesto de la siguiente forma: i) Contra el Auto
de vista expedido por la Segunda Sala Civil Subespecializada en
Materia Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante la instancia que emitió el Auto de vista que se
impugna; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que la
recurrente fue notificada el veintisiete de enero de dos mil diecisiete
(folios 406 y vuelta) e interpuso el recurso de casación el día ocho
de febrero de dos mil diecisiete (folios 385); y, iv) No se adjunta
tasa judicial por habérsele concedido auxilio judicial mediante
Resolución número uno de fecha once de agosto de dos mil
dieciséis (folios 24 del cuaderno de auxilio judicial). SEXTO.- El
recurso de casación cumple con el requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
porque la impugnante apeló el Auto de primera instancia (folios
311). En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la referida
norma, del recurso se tiene que su pedido es revocatorio.
SÉTIMO.- Con relación al Auto de Vista contenido en la Resolución
número cinco, la recurrente señala que su recurso de casación se
sustenta en la primera causal prevista en el artículo 386 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, esto es,
infracción normativa del artículo 535 del Código Procesal Civil,
del principio de congruencia procesal y del inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Perú; se fundamenta el
recurso conforme a los siguientes ítems: 1.- El artículo 535 del
Código Procesal Civil establece que la demanda de tercería no
será admitida si no reúne los requisitos de su artículo 424 y,
además, si el demandante no prueba su derecho con documento
público o privado de fecha cierta; norma de la cual la recurrente
infiere que: "Le basta al demandante probar la propiedad con
documento de fecha cierta anterior al embargo" (Sic.), para que se
declare fundada la demanda de tercería, y que no se exige que la
propiedad se encuentre inscrita previamente. 2.- Se vulnera el
principio de congruencia procesal puesto que, inicialmente, se
pronuncia sobre la admisibilidad de la demanda, y posteriormente,
mediante Resolución número dos, se declara su improcedencia,
decisión contradictoria que ha sido confirmada en segunda
instancia mediante el Auto de vista contenido en la Resolución
número cinco; sobre este punto la recurrente cita la Casación
número 1313-2003 Lambayeque, indicando que en dicha ejecutoria
se determinó que: "Existe incongruencia procesal al emitir el mismo
97349
colegiado decisiones contradictorias, pues en la primera resolución
se pronuncia por la admisibilidad de la demanda y en la segunda
por su improcedencia". 3.- El juez de primera instancia no se
pronunció sobre la adquisición en forma ilícita, por parte de Víctor
Urteaga Mendoza, del inmueble materia del proceso de Ejecución
de Garantías contra el cual se ha planteado la presente demanda
de Tercería de Propiedad, y sobre la simulación de su transferencia
a favor del demandado Julio César Chavarri Michaels. 4.- No se ha
realizado una adecuada aplicación e interpretación a la Prescripción
Adquisitiva de Dominio, que es una institución autónoma relativa a
los derechos reales y constituye un modo de adquirir la titularidad
del derecho real de propiedad mediante el ejercicio de la posesión
prolongada, en este caso, desde el año mil novecientos noventa y
cinco y hasta la actualidad, conforme indican los artículos 950, 951
y 952 del Código Civil, no considerándose todas las pruebas
presentadas que acreditan que la demandante tiene la posesión
del inmueble ubicado en Gregorio Paredes número ciento veintitrés
(antes Pichis) del Cercado de Lima. 5.- Tampoco se ha emitido
pronunciamiento respeto al número del inmueble sito en Gregorio
Paredes numero ciento veintitrés (antes Pichis) del Cercado de
Lima, siendo que dicha numeración no está inscrita. 6.- Si bien en
a Resolución número cinco emitida por la Sala Superior se señala
que la Resolución número dos, expedida en primera instancia, no
satisface el requisito de procedibilidad interpuesto por el artículo
533 del Código Procesal Civil, debe tenerse en cuenta que el Juez
no consideró las pruebas presentadas como son, la demanda de
Prescripción Adquisitiva donde indica que la demandante es
posesionaria por más de veintidós años y que la posesión y la
propiedad son derechos reales conforme lo indica el artículo 896
del Código Civil; y 7.- Se ha infringido un principio fundamental del
debido proceso como lo es el principio de debida motivación de las
resoluciones judiciales previsto en el inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, puesto que como se ha indicado, no
se ha motivado ni fundamentado de manera suficiente la decisión,
no habiéndose advertido el carácter imprescriptible de la tercería.
OCTAVO.- Acorde con los fines de la casación, el artículo 388 del
Código Procesal Civil, al contemplar los requisitos necesarios para
la procedencia del citado recurso, exige –inciso 2– describir con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento del
procedente judicial, así como –inciso 3– demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada. NOVENO.-
Sobre el ítem 1 del sétimo considerando tenemos que, la recurrente
no ha fundamentado con claridad y precisión la infracción normativa
del artículo 535 del Código Procesal Civil, puesto que
encontrándonos ante un proceso de Tercería de Propiedad
destinado a suspender la ejecución judicial de una garantía
hipotecaria, los argumentos expuestos en el recurso están
orientados a brindar una interpretación de dicho artículo para los
supuestos en los cuales se demande la Tercería de Propiedad
contra un “embargo”, esto es, en razón a un supuesto fáctico ajeno
al que es materia de demanda. DÉCIMO.- En cuanto al ítem 2 del
sétimo considerando, referido al principio de congruencia procesal,
tampoco se ha cumplido con fundamentar dicha infracción con
claridad y precisión, puesto que la recurrente sostiene que
inicialmente el Juzgado se pronunció sobre la “admisibilidad” de la
demanda de Tercería de Propiedad y que con posterioridad declara
su “improcedencia”, sin embargo, no identifica cuál es la supuesta
resolución que habría admitido a trámite la demanda, lo que resulta
relevante puesto que de la revisión de lo actuado durante el
presente proceso se tiene que no se ha emitido auto admisorio
alguno. DÉCIMO PRIMERO.- Con relación a los ítems 3, 4, 5, 6 y
7 del sétimo considerando, referentes a la falta de pronunciamiento
en el Auto de vista impugnado acerca de la alegada adquisición
ilícita de Víctor Urteaga Mendoza, de la simulación de la
transferencia del inmueble materia de ejecución a favor del
demandado Julio César Chavarri Michaels, de los efectos jurídicos
de la Prescripción Adquisitiva, de la posesión que vendría
ejerciendo la demandante desde mil novecientos noventa y cinco y
las pruebas que la acreditan, de la numeración del inmueble, y del
carácter de derecho real que la demandante le atribuye a la
posesión, debe señalarse que ninguno de dichos argumentos o
medios de prueba está orientado a desvirtuar la imposibilidad
jurídica del petitorio que ha sustentado la improcedencia liminar
de la demanda de Tercería de Propiedad, y por tanto, en modo
alguno tendrían incidencia directa sobre la decisión impugnada,
conforme lo requiere el inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil para la procedencia del recurso de casación. En efecto,
mediante el Auto de vista materia de casación se resolvió confirmar
la Resolución número dos (folios 131) que liminarmente declaró
improcedente la demanda, indicándose concretamente que
resultaba aplicable la causal de improcedencia del inciso 6 del
artículo 427 del Código Procesal Civil –petitorio jurídica o
físicamente imposible– puesto que el segundo párrafo de su
artículo 533 establece que, la tercería de propiedad puede fundarse
en la propiedad de bienes afectados con garantías reales, cuando
el derecho del tercerista se encuentra inscrito con anterioridad a
dicha afectación, infiriendo que en el supuesto que se estuviera
frente a un derecho real de propiedad acreditado fehacientemente,
pero que no esté inscrito con anterioridad al gravamen hipotecario
al cual pretende oponerse, la tercería deberá ser rechazada,
señalándose además que, precisamente, en el caso de autos la
parte demandante no acreditaba contar con derecho de propiedad
inscrito con anterioridad a la hipoteca que se ejecuta. Ninguno de

97350 CASACIÓN
los argumentos y medios de prueba supuestamente no
considerados por la Sala Superior desvirtuaría la causal de
improcedencia alegada, debiendo tenerse en cuenta además que,
de acuerdo a la parte final del artículo 197 del Código Procesal
Civil, en la resolución sólo serán expresadas las valoraciones
esenciales y determinantes que sustentan su decisión. Por estos
fundamentos, RECHAZARON de plano el recurso de casación
interpuesto por la demandante Hilda Anaya Cárdenas (folios 385)
en cuanto fue dirigido contra: 1) el Auto contenido en la Resolución
número uno, del dos de setiembre de dos mil quince (folios 46),
emitido por el Décimo Quinto Juzgado Civil – Comercial de Lima; y,
2) el Auto contenido en la Resolución número dos, del veintidós de
octubre de dos mil quince (folios 131), emitido por el Décimo Quinto
Juzgado Civil – Comercial de Lima; y, declararon IMPROCEDENTE
el indicado recurso de casación en cuanto está dirigido contra el
Auto contenido en la Resolución número cinco, de fecha dieciocho
de octubre de dos mil dieciséis (folios 362), emitido por la Segunda
Sala Civil Subespecializada en Materia Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Hilda Anaya Cárdenas contra
Julio César Chavarri Michaels y otra, sobre Tercería de Propiedad;
y los devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo.
S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
Artículo 386 del Código Procesal Civil modificado por el artículo 1 de la Ley
número 29364.
2
Incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por el
artículo 1 de la Ley número 29364.
C-1569468-87
CAS. Nº 1004-2016 LIMA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, ocho de
febrero de dos mil diecisiete. VISTOS: Con la razón emitida por el
secretario de esta Sala Suprema y con el cuaderno acompañado; y
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a conocimiento de este
Supremo Tribunal, el recurso de casación interpuesto por el
demandado José Eduardo Risso Montes, a fojas cuatrocientos
ochenta y tres, contra la sentencia de vista de fecha treinta y uno
de diciembre de dos mil quince, de fojas cuatrocientos cuarenta y
tres, emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, que confirma la sentencia apelada de fecha uno de julio
de dos mil catorce, de fojas trescientos veinte, que declara fundada
en parte la demanda; por tal motivo, corresponde verificar si el
medio impugnatorio cumple o no con los requisitos previstos en los
artículos 387, 388, 391 y 392 del Código Procesal Civil, modificados
por la Ley N° 29364. SEGUNDO.- Verificando los requisitos de
admisibilidad regulados en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, se advierte que el recurso de casación cumple con tales
exigencias, esto es: i) Se recurre contra una resolución emitida por
la Sala Superior que pone fin al proceso; ii) Se ha interpuesto ante
el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Se
ha interpuesto dentro del plazo de los diez días de notificado con la
resolución recurrida; y iv) Se ha cumplido con adjuntar la tasa
judicial correspondiente, por concepto de recurso de casación.
TERCERO.- Previo al análisis de los requisitos de fondo, debe
considerarse que el recurso de casación, es un medio impugnatorio
extraordinario de carácter formal que solo puede fundarse en
cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas o de revaloración
probatoria, es por ello que éste tiene como fin la adecuada
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de
la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia. En ese
sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y concreta
indicando en qué consiste la infracción normativa incurrida y cuál
es la incidencia directa en que se sustenta. CUARTO.- Analizando
los requisitos de fondo contemplados en el artículo 388 del
Código Procesal Civil, se advierte que el inciso 1 del citado artículo
se cumple, toda vez que el recurrente no dejó consentir la
resolución de primer grado que le fuera adversa a sus intereses.
QUINTO.- Respecto a los requisitos contenidos en los incisos 2, 3
y 4 del artículo bajo análisis, es necesario que el recurrente
describa con claridad y precisión en qué consiste la infracción
normativa incurrida o el apartamiento inmotivado del precedente
judicial, que demuestre la incidencia directa de la infracción sobre
la decisión impugnada y que precise si su pedido casatorio es
anulatorio o revocatorio. En el presente caso, el recurrente
denuncia la siguiente causal: i. Infracción normativa de los
artículos 65 y 123 del Código Procesal Civil. Señala que las
sucesiones son patrimonios autónomos conforme al artículo 65 del
Código Procesal Civil, por tanto, las sucesiones de Marín Aragón y
Marín Aliaga constituyen terceros ajenos al proceso que no pueden
ser alcanzados por los efectos de una sentencia dictada en un
proceso iniciado por sus partícipes, respecto de pretensiones
indemnizatorias individuales para cada uno de ellos; no son
pretensiones de la sucesión, sino de cada uno de los deudos de las
personas fallecidas; que las pretensiones indemnizatorias
corresponden a los daños que dicen haber sufrido cada uno de los
demandantes de manera individual, los señores Marín Aragón y
Marín Aliaga no han invocado la representación de las sucesiones,
el artículo 164 del Código Procesal Civil establece que el
representante está obligado a expresar en todos los actos que
celebre que procede a nombre de su representado; que la Sala
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
Superior ha inaplicado el artículo 123 del Código Procesal Civil al
dictar una sentencia que beneficia a terceros que no han sido
citados con la demanda; que sea inaplicado el artículo 65 del
Código Procesal Civil al desconocer que las sucesiones constituyen
patrimonios autónomos distintos de sus participes y que al no
formar parte del proceso, los efectos de la sentencia no podrían
alcanzarles; siendo así, solicita que se declare nula la resolución
de vista y se ordene se emita nuevo pronunciamiento respetando lo
establecido en las normas cuya infracción denuncia, a fin que se
pronuncie sobre si cabe pagar indemnizaciones a las personas
naturales demandantes. ii. Infracción normativa del artículo 93
inciso 2 del Código Penal y del artículo 123 del Código
Procesal Civil. Afirma que se ha desconocido que la indemnización
otorgada en el proceso penal alcanza a todo daño o perjuicio
generado como consecuencia del fallecimiento de los padres de
los demandantes, por lo tanto, se infringe el artículo 93 del Código
Penal, así como el artículo 123 del Código Procesal Civil; que se ha
desnaturalizado los efectos de la sentencia firme del proceso penal
que concedió la indemnización de noventa mil soles (S/.90,000.00);
que la recurrida contradice la sentencia firme que dictó el Juzgado
Penal de Chincha, lo cual es grave porque vulnera la cosa juzgada
y la seguridad jurídica, así como el artículo 123 del Código Procesal
Civil; por lo tanto, solicita que se declare nula la recurrida en el
extremo que concedió indemnización por daño moral a las
sucesiones de Marín Aliaga y Marín Aragón, en consecuencia, se
ordene emitir nuevo pronunciamiento. iii. Infracción normativa de
los artículos VII del Título Preliminar, 50 inciso 6, 94 y 122
incisos 3 y 7 del Código Procesal Civil. Arguye que la Sala
Superior ha vulnerado el mérito de lo actuado, ya que si bien se
indica en el escrito de apelación de fecha once de agosto de dos
mil catorce, que éste fue interpuesto por “Freddy Arturo Marín
Aragón y otros”, el juzgado mediante resolución de fecha
veintinueve de setiembre de dicho año, señaló que el escrito fue
presentado por el prenombrado y que no es suficiente señalar la
palabra “otros” para invocar representación de otras personas,
ordenando que, en todo caso, la mencionada persona “cumpla con
individualizar quiénes son los que interponen apelación, además
del citado recurrente”; sin embargo, al subsanar la omisión
advertida, no se individualizó absolutamente nada, por ello, el
juzgado afirmó que el escrito de subsanación fue presentado por el
referido demandante y luego concedió la apelación interpuesta por
éste; que la Sala Superior procede de manera contraria a las
resoluciones en donde se estableció que el apelante era Freddy
Arturo Marín Aragón; que se ha reformando todo el daño moral,
beneficiando a quienes no recurrieron la sentencia de primera
instancia, obviando que el artículo 94 del Código Procesal Civil
prevé que los actos de cada litisconsortes facultativo no favorecen
ni perjudican a los demás; por tal motivo, la Sala Superior debió
pronunciarse solo respecto al mencionado demandante. iv.
Infracción normativa de los artículos 50 inciso 6, 121 y 122 del
Código Procesal Civil y del artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Perú. Menciona que la recurrida ha
infringido el derecho y el deber a la motivación de las resoluciones
judiciales, ya que ha vulnerado el principio de la razón suficiente al
elevar el monto del daño moral y concederlo a dos patrimonios
autónomos, sin haber explicado ni analizado los elementos
mínimos e indispensables como la gravedad del delito, la intensidad
del sufrimiento en el ánimo (teniendo presente la duración del
dolor, la edad y el sexo del lesionado), la sensibilidad de la persona
ofendida, (teniéndose en cuenta el nivel intelectual y moral de la
víctima) y las condiciones económicas y sociales de las partes que
deben ser superadas porque contrastan con el sentimiento
humano; que la Sala Superior no ha explicado ni justificado cómo
es que un ente inmaterial como las sucesiones intestadas (a
quienes se les ha concedido indemnización sin ser demandantes)
pueden tener sentimientos y sufrir; que las indemnizaciones fueron
concedidas a los integrantes de la sucesión, sin haberse evaluado
ni merituado cuál habría sido el daño o menoscabo que habrían
sufrido cada uno de los demandantes, de manera individual o
particular; que es clara la motivación aparente que concede de
manera arbitraria, global y sin ninguna valoración dos
indemnizaciones de trescientos mil soles (S/.300,000.00), lo cual
es absurdo en tanto es imposible que todos los demandantes
hayan sufrido daño exactamente en la misma magnitud y que
merezcan idénticas indemnizaciones, pues las personas son
diferentes y se encuentran en condiciones distintas, una sucesión
está integrada por dos personas y la otra por tres; que la Sala
Superior considera que si bien el vehículo de las víctimas circulaba
a excesiva velocidad, eso no fue el factor determinante del
accidente, lo cual constituye motivación aparente, pues basta que
haya concurrido en la producción del daño para que tenga lugar la
aplicación de la reducción judicial de la pena conforme al artículo
1973 del Código Civil; que no se expresa porqué se llega a la
conclusión que José Eduardo Risso Montes fue el único
responsable del accidente de tránsito, pese a que se reconoce que
el vehículo que ocupaban los padres de los demandantes transitaba
a excesiva velocidad, por lo que, se le debe exonerar de la
indemnización concedida en aplicación del artículo 1972 del
Código Civil; que existe incongruencia en la recurrida al señalar
que el recurrente en el proceso penal aceptó tener culpa
determinante, en tanto ello no es cierto, pues se acogió por la
presión sin reconocer una responsabilidad absoluta como pretende
hacerse ver en este proceso, habiendo dejado constancia que no
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
asume total responsabilidad; que la Sala Superior no se ha
pronunciado sobre su agravio relacionado a que la demanda es
improcedente en tanto los demandantes ya recibieron reparación
civil en el proceso penal, la cual comprende cualquier daño y
perjuicio; que existió una ruptura del nexo causal, en tanto no se ha
tenido en cuenta que el accidente confluyeron otros factores que
contribuyeron a la colisión, como la oscuridad de la zona, por lo que
es aplicable el artículo 1972 del Código Civil. SEXTO.- Analizando
la denuncia descrita en el ítem i), la misma no puede prosperar por
carecer de base real, en tanto, los demandantes invocan su
derecho en su condición de herederos de las víctimas del accidente
de tránsito, habiendo acompañado las respectivas actas de
sucesión intestada, por tal razón, se emitieron los montos
indemnizatorios a favor de cada sucesión. SÉTIMO.- Respecto a
las denuncias descritas en los ítems ii) y iv), se advierte que el
recurrente alega hechos que en suma resultarían ser atentatorios
al debido proceso y a la motivación de las resoluciones judiciales;
sin embargo, dicha denuncia no puede prosperar por carecer de
base real, al no advertirse la concurrencia de vicios insubsanables
que afecten el debido proceso, en tanto, la recurrida – tomando en
cuenta la naturaleza del proceso sobre indemnización por daños y
perjuicios – contiene una motivación coherente, precisa y
sustentada en base a los hechos invocados en la demanda,
valorando de manera conjunta todos los medios probatorios, en
observancia a la garantía constitucional contenida en los incisos 3
y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú; llegando a
la conclusión que, el demandado José Eduardo Risso Montes
ocasionó el accidente de tránsito que produjo la muerte de los
padres de los demandantes, siendo su accionar el único factor
determinante; que los demandantes no se constituyeron en parte
civil en el proceso penal en el que el demandado aceptó su
responsabilidad y por tanto no se encuentran impedidos de acudir
en la presente vía, devengándose los montos fijados en dicho
proceso; y que la pérdida de la vida de los padres de los
demandantes genera un daño moral irreparable. En suma,
pretende cambiar el criterio jurisdiccional establecido por la
instancia de mérito, propósito que como ha sostenido esta Sala
Suprema en reiteradas ocasiones resulta contrario a la naturaleza
y fines del recurso de casación. Debiéndose precisar que, nos
encontramos ante la determinación de un daño moral, el cual como
se ha precisado en la Casación 867-2007–Arequipa publicada en
el Diario Oficial “El Peruano”, el veintitrés de noviembre de dos mil
cinco, por su propia naturaleza no patrimonial no requiere de
medios probatorios, pues se trata de una apreciación libre confiada
al Juez. OCTAVO.- En cuanto a la denuncia descrita en el ítem iii),
tampoco puede prosperar por carecer de asidero real, pues tanto el
recurso de apelación y el de subsanación han sido suscritos
únicamente por el letrado premunido de las facultades contenidas
en el artículo 74 del Código Procesal Civil, otorgadas por todos los
demandantes integrantes de ambas sucesiones al momento de
presentar la demanda; de allí, que la sola suscripción del recurso
por parte de éste es suficiente. Por las razones expuestas y de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por José Eduardo Risso Montes, a fojas cuatrocientos
ochenta y tres, contra la sentencia de vista de fecha treinta y uno
de diciembre de dos mil quince, de fojas cuatrocientos cuarenta y
tres; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Jorge Marin Aliaga y otros contra José Eduardo Risso Montes,
sobre Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron.
Integra esta Sala el Señor Juez Supremo Sánchez Melgarejo, por
licencia del Señor Juez Supremo Mendoza Ramírez. Ponente
Señor De La Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA, SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-88
CAS. Nº 2654-2015 LA LIBERTAD
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. Sumilla: La litis se
debe resolver en concordancia con los fundamentos de hecho y de
derecho expuestos por las partes, responderlos con razones
suficientes que esclarezcan la controversia; hacer lo contrario
implica afectación al debido proceso y a la debida motivación de las
resoluciones. Lima, nueve de enero de dos mil diecisiete. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil seiscientos
cincuenta y cuatro – dos mil quince; en audiencia pública de la
fecha; de conformidad con el Dictamen Fiscal Supremo y producida
la votación de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia. I.
ASUNTO: Se trata del recurso de casación interpuesto por los
litisconsortes necesarios pasivos Luis Germán Contreras
Zavaleta y Azucena Vera Quezada de Contreras, de fojas
seiscientos nueve, contra la sentencia de vista de fecha catorce de
agosto de dos mil catorce, de fojas quinientos ochenta y ocho,
emitida por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, que confirma la sentencia apelada de fecha treinta de
mayo de dos mil trece, de fojas quinientos veintiuno, que declara
fundada la demanda. II. ANTECEDENTES: DEMANDA Por escrito
de fojas cincuenta, Nicolás Aurelio Delgado Vejarano interpone la
presente demanda, a fin que se le declare propietario por
prescripción respecto al inmueble ubicado en la calle Santa Cruz
Nº 780-782 costado de la Urbanización Chicago, Distrito y Provincia
de Trujillo, Departamento de La Libertad, de trescientos cincuenta
97351
y tres punto sesenta y seis metros cuadrados (353.76m2), inscrito
en el Tomo 291, Folio 659, actualmente Partida Nº 03093225 a
nombre de los demandados Félix Delfín Corcuera y otros. Como
fundamentos de hecho señala: 1) Que sus padres José Eligio
Delgado García y Santos Leonor Vejarano Mariño le transfirieron el
citado inmueble en el año mil novecientos ochenta y nueve; 2) Que
a la fecha han transcurrido más de diecinueve años que se
encuentra en posesión del inmueble de manera pacífica, continua
y pública y como propietario del inmueble; 3) Que el inmueble
materia de prescripción forma parte de un predio de mayor
extensión. CONTESTACIÓN Por escrito de fojas ciento veinte, los
litisconsortes necesarios pasivos Luis Germán Contreras Zavaleta
y Azucena Vera Quezada de Contreras contestan la demanda y
señalan que: 1) El demandante reconoce que el mueble materia de
prescripción, que forma parte de un predio de mayor extensión
perteneció a la familia Delfín – Corcuera, quienes lo adquirieron
bajo un régimen de enfiteusis o censo, con lo que se concluye que
su posesión no es mediata sino inmediata, por lo tanto, no posee el
inmueble como propietario; 2) Mediante escritura pública de fecha
nueve de febrero de mil novecientos noventa y ocho, César José
Morelli Delfín y María Caridad Morelli de Ibarra, herederos legales
de los primigenios propietarios, les transfirieron sus derechos y
acciones que tenían sobre el inmueble; 3) Los ocupantes del
inmueble tenían la condición de censistas, es decir, no ejercían una
posesión mediata sino una posesión inmediata, concedida por
encargo del titular, porque ya regía a partir del año mil novecientos
once, la Ley 1447. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El juez
mediante sentencia de fecha treinta de mayo de dos mil trece, de
fojas quinientos veintiuno, declara fundada la demanda; en
consecuencia, declara propietario al demandante respecto del
inmueble materia de prescripción, al considerar que: 1) Conforme
fluye de la memoria descriptiva, del certificado de búsqueda
catastral, del plano de localización y del Oficio N° 634-2003-MPT/
DGDU-DE, se verifica que inmueble materia de prescripción, se
encuentra ubicado en la calle Santa Cruz N° 780-782, Sector
Singapur, Barrio Chicago, Distrito y Provincia de Trujillo, el mismo
que forma parte del inmueble de mayor extensión inscrito en la
Partida N° 03093225, cuyos propietarios registrales son Féliz
Delfín Corcuera y otros; 2) De la valoración conjunta de los medios
probatorios, se prueba que el demandante ha venido conduciendo
el inmueble en forma continua y como propietario por más de diez
años; 3) La posesión ha sido pacífica, toda vez que al demandante
nunca se le ha requerido vía judicial o extrajudicial la entrega del
inmueble que viene poseyendo; 4) La posesión pública también ha
sido acreditada, toda vez que los testigos han declarado que les
consta la posesión del demandante, afirmación que se corrobora
con el acta de inspección judicial; por tanto, es el demandante
quien posee el inmueble que está destinado a un taller de mecánica
automotriz, probando con ello su posesión pública, a vista y
paciencia de todos y no oculta; 5) Corresponde ordenar la
inscripción de la sentencia en una nueva partida, toda vez que
forma parte de un inmueble de mayor extensión, debiendo en
forma obligatoria hacerse la anotación pertinente de esta última
situación en la partida matriz, actualmente, Partida 03093225; 6)
La figura jurídica del régimen de enfiteusis que existió durante la
vigencia del Código Civil de 1852 hacía referencia a un contrato por
el cual una persona transfería a otra el dominio útil de un fundo,
conservando el dominio directo, por cierto rédito o canon anual,
siendo que a la fecha tal figura jurídica se encuentra derogada en
nuestro ordenamiento civil vigente, no obstante ello, los
litisconsortes necesarios pasivos, no han probado con certeza que
el inmueble se haya encontrado dentro de esta figura ya extinta,
tampoco ha demostrado que este vínculo se encuentre vigente a la
fecha, máxime sí han transcurrido varias generaciones desde el
año mil ochocientos noventa y tres, fecha en que se otorgó escritura
pública de compra venta, a favor de José Antonio Delfín y Rosa
Corcuera, siendo así, lo argumentado por los litisconsortes no
encuentra amparo fáctico ni legal alguno. RECURSO DE
APELACIÓN DE SENTENCIA Por escrito de fojas quinientos
cuarenta y cuatro, los litisconsortes necesarios pasivos Luis
Germán Contreras Zavaleta y Azucena Vera Quezada de Contreras
interponen recurso de apelación contra la resolución de primera
instancia y denuncian como agravios: 1) No se ha cumplido con
valorar en forma conjunta todos los medios probatorios, utilizando
una apreciación razonada, como lo dispone el artículo 197 del
Código Procesal Civil; 2) Se incurre en error no relacionar el tenor
de la escritura pública de fojas ciento tres, con otros documentos
que se han aportado como prueba; 3) No se ha discernido la
controversia promovida respecto de todos los puntos controvertidos
existentes en el proceso, obviando los que se propusieron
puntualmente por los recurrentes; 4) Una valoración de la prueba
en forma conjunta, habría permitido establecer que el inmueble
materia de prescripción, no formaba parte de la Urbanización
Chicago, ya que ésta fue regularizada a nivel de manzanas;
asimismo, se habría determinado que el bien fue adquirido bajo el
régimen de enfiteusis o censo; otra prueba objetiva, es el
reconocimiento que hacen los propietarios censistas, quienes
constituidos en asociación, suscribieron un convenio con los
sucesores de la familia Delfín - Corcuera 5) El demandante no ha
acreditado encontrarse en posesión directa del bien por un período
mayor de los diez años a la fecha de interposición de la demanda,
ya que en la declaración jurada de autoavaluo, solo figura su
nombre a partir del mes de marzo de mil novecientos noventa, así

97352 CASACIÓN
como en su documento nacional de identidad, consigna como su
domicilio real en la calle José Santos Chocano N° 571-573 Y 575
de la Urbanización Palermo y que la dirección del predio por
usucapir se nota como en construcción, es decir, no habitable.
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA Los jueces de la Segunda
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, mediante
sentencia de vista de fecha catorce de agosto de dos mil catorce,
de fojas quinientos ochenta y ocho, confirmó la resolución apelada.
Fundan su decisión bajo los siguientes fundamentos: 1) De la
valoración conjunta de los medios probatorios, se acredita que el
demandante posee el inmueble por más de diez años con animus
domini, a título de propietario, máxime si no se evidencia que haya
reconocido la existencia de otro propietario o poseedor mediato del
bien; 2) El demandante ha acreditado tener la posesión continua,
pacífica y pública como propietario del inmueble por más de diez
años, por lo que le corresponde adquirir la propiedad del bien por
prescripción; 3) La resolución número catorce, que fija los puntos
controvertidos, fue debidamente notificada a los recurrentes, sin
que haya sido materia de cuestionamiento; 4) Se ha determinado
que el inmueble materia de litis, está debidamente identificado; 5)
Resultan desestimables los argumentos impugnatorios expuestos
por la parte demandada, al devenir en alegaciones insuficientes
para desvirtuar las apreciaciones expresadas por el A quo, o las
expuestas adicionalmente por el Colegiado en los considerandos
precedentes, máxime, si tales argumentos no han sido
acompañados de elementos de juicio idóneos, conducentes y
suficientes que permitan corroborar la pretensión sustancial, a
pesar que ostentaban la obligación de asumir la carga de probar
los hechos afirmados que configuraban la pretensión defensiva, tal
y conforme lo exige el artículo 196 del Código Procesal Civil.
RECURSO DE CASACIÓN Mediante resolución de fecha cinco de
octubre de dos mil quince, de fojas cuarenta y siete del cuaderno
de casación, este Supremo Tribunal declaró procedente el recurso
de casación interpuesto por los litisconsortes necesarios
pasivos Luis Germán Contreras Zavaleta y Azucena Vera
Quezada de Contreras, por la causal de: Infracción normativa
procesal del artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución
Política del Perú y del artículo I del Título Preliminar del Código
Procesal Civil. Sostiene que se vulneraron estos principios
constitucionales porque: a) La Sala Superior mediante resolución
número treinta y cuatro dispuso admitir las pruebas presentadas
con su escrito de folios trescientos sesenta y cinco, sin embargo
éstas fueron declaradas improcedentes; b) No se valoró en forma
conjunta y utilizando una apreciación razonada las pruebas,
considerando que el predio sub litis se encuentra dentro del área
remanente del predio matriz, Chacra o Fundo Santo Tomás de
Villanueva, en parte de cuya extensión se regularizó la Urbanización
Chicago, a nivel de manzanas, y estar por sus linderos naturales,
que se insertan en el Testimonio de fojas ciento tres, los cuales se
verifican con la Primera Inscripción de Dominio del veintidós de
setiembre de mil novecientos cuatro, en el Tomo 7 Folios 75,
Asiento I, Partida XXXII del Registro de Propiedades, no admitida
como prueba; c) La mencionada zona fue adjudicada a María
Delfín Corcuera, conforme a la Escritura Pública de Aclaración de
fojas trescientos sesenta y tres y el plano de fojas trescientos
setenta y cuatro, quien por Testamento instituyó como herederos a
sus sobrinos; d) Que de haberse obrado con la debida probidad se
hubiera establecido que el carácter de posesión del demandante
no fue como propietario, en consecuencia no se hubiera procedido
a la cancelación de la Partida Registral por lo que la sentencia no
se puede ejecutar en sus propios términos, por lo que se vulneró el
artículo 122 inciso 3 del Código Procesal Civil; e) En el dictamen
fiscal se opinó respecto a que tratándose de persona incierta la
demanda deviene en nula; f) No se cumple los requisitos para que
se configure la prescripción adquisitiva de dominio, pues el
demandante no es poseedor mediato de la propiedad sino que al
poseerlo por la enfiteusis ejerce la posesión inmediata; y g) No se
aplicó los alcances de la Ley número 1447 promulgado el siete de
noviembre de mil novecientos once, como derecho objetivo, que
prohíbe la Constitución de Enfiteusis en el futuro y prescribe las
reglas para consolidar las existentes. III. MATERIA JURÍDICA EN
DEBATE: En el caso de autos, la cuestión jurídica objeto de control
en sede casatoria, consiste en determinar si la sentencia de vista
ha infringido o no, el debido proceso, específicamente el derecho a
la debida motivación de las resoluciones judiciales. IV.
FUNDAMENTOS: PRIMERO.- El recurso de casación tiene como
fin la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso en concreto
y la unificación de la jurisprudencia nacional de la Corte Suprema
de Justicia, conforme se señala en el artículo 384 del Código
Procesal Civil. SEGUNDO.- Respecto a la causal de infracción
normativa, Monroy Cabra señala que: “Se entiende por causal (de
casación) el motivo que establece la ley para la procedencia del
recurso...”1. Al respecto, De Pina refiere: “El recurso de casación ha
de fundarse en motivos previamente señalados en la ley. Puede
interponerse por infracción de ley o por quebrantamiento de forma.
Los motivos de casación por infracción de ley se refieren a la
violación en el fallo de leyes que debieran aplicarse al caso, a la
falta de congruencia de la resolución judicial con las pretensiones
deducidas por las partes, a la falta de competencia etc.; los motivos
de la casación por quebrantamiento de forma afectan (….) a
infracciones en el procedimiento2. En ese sentido Escobar Forno
indica que: “Es cierto que todas las causales suponen una violación
de ley, pero esta violación puede darse en la forma o en el fondo”3.
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
TERCERO.- Estando al sustento del recurso que nos ocupa, es
necesario destacar que, el debido proceso es un derecho complejo,
pues está conformado por un conjunto de derechos esenciales que
impiden que la libertad y los derechos de los individuos sucumban
ante la ausencia o insuficiencia de un proceso o procedimiento, o
se vean afectados por cualquier sujeto de derecho – incluyendo el
Estado – que pretenda hacer uso abusivo de éstos. Como señala
la doctrina procesal y la constitucional, "por su naturaleza misma,
se trata de un derecho muy complejamente estructurado, que a la
vez está conformado por un numeroso grupo de pequeños
derechos que constituyen sus componentes o elementos
integradores, y que se refieren a las estructuras, características del
tribunal o instancias de decisión, al procedimiento que debe
seguirse y a sus principios orientadores, y a las garantías con que
debe contar la defensa”4. Dicho de otro modo, el derecho al debido
proceso constituye un conjunto de garantías de las cuales goza el
justiciable, que incluyen, la tutela procesal efectiva, la observancia
de los principios o reglas básicas y de la competencia
predeterminada por Ley, así como la pluralidad de instancias, la
motivación y la logicidad y razonabilidad de las resoluciones, el
respeto a los derechos procesales de las partes (derecho de
acción, de contradicción) entre otros. CUARTO.- Que, bajo ese
contexto dogmático, la causal de la infracción normativa procesal
denunciada se configura, entre otros supuestos, en los casos en
los que en el desarrollo del proceso, no se han respetado los
derechos procesales de las partes, se han obviado o alterado actos
de procedimiento o si la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva y/o
el órgano jurisdiccional deja de motivar sus decisiones o lo hace en
forma incoherente, en clara trasgresión de la normatividad vigente
y de los estadios superlativos del procedimiento. QUINTO.- Que, el
principio denominado motivación de los fallos judiciales, constituye
un valor jurídico que rebasa el interés de los justiciables por cuanto
se fundamenta en principios de orden jurídico, pues la declaración
del derecho en un caso concreto, es una facultad del Juzgador que
por imperio del artículo 138 de la Constitución Política del Estado,
impone una exigencia social de que la comunidad sienta como un
valor jurídico, denominado, fundamentación o motivación de la
sentencia; el mismo que se encuentra consagrado en el artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado concordante con
el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial e incisos 3 y 4 del artículo 122 y 50 inciso 6 del
Código Procesal Civil. SEXTO.- El principio de la motivación de los
fallos judiciales constituye una exigencia que está regulada como
garantía constitucional, consagrada en el artículo 139 inciso 5 de la
Constitución Política del Estado, el cual asegura la publicidad de
las razones que tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus
sentencias, ella resguarda a los particulares y a la colectividad de
las decisiones arbitrarias de los jueces, quienes de este modo no
pueden ampararse en imprecisiones subjetivas ni decir las causas
a capricho, sino que están obligados a enunciar las pruebas en que
sostienen sus juicios y a valorarlas racionalmente; en tal sentido, la
falta de motivación no puede consistir, simplemente, en que el
juzgador no exponga la línea de razonamiento que lo determina a
decidir la controversia, sino también en no ponderar los elementos
introducidos en el proceso de acuerdo con el sistema legal, es
decir, no justificar suficientemente la parte resolutiva de la sentencia
a fin de legitimarla. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional
señala que: “El derecho a la debida motivación de las resoluciones
judiciales es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad
judicial y garantiza que las resoluciones judiciales no se encuentren
justificados en el mero capricho de los magistrados, sino en datos
objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
deriven del caso”5. SÉTIMO.- Bajo dicho contexto, la motivación
escrita de las resoluciones judiciales constituye un principio y un
derecho de la función jurisdiccional, y debe ser el resultado del
razonamiento jurídico que efectúa el juzgador sobre la base de los
hechos acreditados en el proceso (los que forman convicción sobre
la verdad de ellos) y la aplicación del derecho objetivo. Sin
embargo, cuando dicho razonamiento jurídico viola las reglas de la
lógica en su estructura se incurre en lo que se denomina como
“error in cogitando” o de incoherencia. OCTAVO.- Por su parte, el
“Principio de Congruencia Procesal” se encuentra íntimamente
relacionado con el Principio de Iura Novit Curia, regulado en el
artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
concordante con los artículos 50 inciso 6 y 122 inciso 4 del citado
Código; según el cual en toda resolución judicial debe existir: 1)
Coherencia entre lo solicitado por las partes y lo finalmente
resuelto, sin omitirse, alterarse o excederse dichas peticiones
(congruencia externa); y, 2) Armonía entre la motivación y la parte
resolutiva (congruencia interna); en suma, la congruencia en sede
procesal, es el “(...) principio normativo que delimita el contenido de
las resoluciones Judiciales que deben proferirse de acuerdo con el
sentido y alcance de las peticiones formuladas por las partes (...)
para que exista Identidad Jurídica entre lo resuelto y las
pretensiones (...)”6; de donde los jueces tienen el deber de motivar
sus resoluciones, como garantía de un debido proceso; no están
obligados a darle la razón a la parte pretendiente, pero sí a indicarle
las razones de su sin razón y a respetar todos los puntos de la
controversia fijados por las partes, respetando así el principio de
congruencia. NOVENO.- Revisados los autos, se observa que el
presente proceso iniciado por Nicolás Aurelio Delgado Vejarano
tiene como pretensión que se le declare propietario por prescripción
del inmueble ubicado en la calle Santa Cruz 780-782, costado de la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
urbanización Chicago, Distrito y Provincia de Trujillo, Departamento
de La Liberta. Ejerciendo su derecho de defensa, los recurrentes
Luis Contreras Zavaleta y Azucena Vera Quezada de Contreras
señalan que el demandante no posee el bien a título de propietario,
sino bajo el régimen de enfiteusis o censo; además, el bien
pertenece a uno de mayor extensión, que fue adquirido por los
esposos José Antonio Delfín y Rosa Corcuera de Delfín el quince
de marzo de mil ochocientos noventa y tres, cuando ya estaba
ocupado sujeto al régimen enfiteusis. DÉCIMO.- El enfiteusis es un
derecho real, que estuvo regulado en el artículo 1886 del Código
Civil de 1852 (vigente a la fecha en que habrían adquirido el bien,
los esposos Delfín Corcuera), el cual establecía que: “Censo
enfitéutico, es un contrato por el cual una persona transfiere a otra
el dominio útil de un fundo, por cierto rédito o canon anual,
conservando su dominio directo”, es decir, alude al dominio útil del
bien y la conservación de la propiedad del otorgante. DÉCIMO
PRIMERO.- Estando a lo expuesto, se evidencia que el meollo del
presente proceso radica en determinar si la posesión que invoca el
demandante es considerada como una a título de propietario; por
tal motivo, correspondía establecer: si el predio materia de
prescripción pertenecía a uno de mayor extensión de propiedad de
los esposos Delfín Corcuera; si el referido bien se encontraba
sujeto bajo el régimen de enfiteusis o censo cuando fue adquirido;
si el mismo bien materia de litis fue transmitido al demandante y si
el derecho real de enfiteusis resultaría aplicable al presente caso.
DÉCIMO SEGUNDO.- Empero, al analizar la resolución materia de
casación, se advierte que lo señalado en el considerando
precedente, no han merecido un examen razonado por parte de la
Sala Superior, quien se ha limitado a confirmar la apelada que
declara fundada la demanda, circunscribiéndose a determinar la
concurrencia de los requisitos establecidos en el artículo 950 del
Código Civil, y que los agravios denunciados en el recurso de
apelación, no son suficientes para desvirtuar los fundamentos del A
quo; rehusándose a analizar tales agravios que tiene como
propósito evidenciar que el demandante posee el bien bajo el
régimen de enfitéutico o censo, por ende, no existe animus domini;
omitiendo así expresar cuáles son concretamente las razones por
las que dicha posesión no puede ser considerada como una
inmediata, por la existencia de un propietario que la concedió a
través del referido derecho real. DÉCIMO TERCERO.- De lo
expuesto y al encontrarse sustentada en razones que resultan
claramente escasas para justificar lo decidido, la resolución materia
de casación ha vulnerado el contenido normativo de lo previsto en
el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, por
infracción al debido proceso específicamente a la motivación de las
resoluciones judiciales y el principio de congruencia procesal; por
consiguiente, corresponde declarar fundado el recurso de casación
y ordenar la Sala Superior emitir nueva resolución. V. DECISIÓN:
Por los fundamentos precedentes y en aplicación de lo establecido
por el artículo 396 del Código Procesal Civil: declararon: FUNDADO
el recurso de casación interpuesto por Luis Germán Contreras
Zavaleta y Azucena Vera Quezada de Contreras, de fojas
seiscientos nueve; por consiguiente, CASARON la sentencia de
vista de fecha catorce de agosto de dos mil catorce, de fojas
quinientos ochenta y ocho, emitida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad; en consecuencia, NULA
la misma; ORDENARON a la Sala Superior de su procedencia
emita nueva sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo
establecido en los considerandos precedentes; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Nicolás Aurelio
Delgado Vejarano contra Félix Delfín Corcuera y otros, sobre
Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Señor Juez Supremo Sánchez Melgarejo, por licencia del
Señor Juez Supremo Mendoza Ramírez. Ponente Señor De La
Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
SÁNCHEZ MELGAREJO
1
MONROY CABRA, Marco Gerardo. Principios de Derecho Procesal Civil,
Segunda Edición, Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, p. 359.
2
DE PINA Rafael. Principios de Derecho Procesal Civil, Ediciones Jurídicas
Hispano Americanas, México D.F., 1940, p. 222.
3
ESCOBAR FORNOS Iván. Introducción al Proceso. Editorial Temis, Bogotá-
Colombia, 1990, p. 241.
4
FAÚNDEZ LEDESMA Héctor. El Derecho a un Juicio Justo en: Las Garantías
del Debido Proceso (Materiales de Enseñanza), Lima, Instituto de Estudios
Internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Embajada
Real de los Países Bajos, p. 17.
5
Expediente N° 04295-2007-PHC/TC.
6
DEVIS ECHANDÍA Hernando. Teoría General del Proceso, Tomo II, p. 533.
C-1569468-89
CAS. Nº 2615-2015 LIMA
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. SUMILLA.- Que,
el proceso de nulidad de cosa juzgada fraudulenta es un remedio
excepcional, puesto que la causal para intentar la nulidad es
específica; es decir, sólo procede cuando existe fraude procesal;
por otro lado, su extensión es limitada, porque una vez que se
estima fundada la demanda se debe anular solo los actos viciados
de fraude, manteniéndose la validez de los demás actos procesales.
Por tanto, resulta claro que no puede emplearse como una nueva
instancia o una nueva oportunidad para discutir una materia ya
97353
resuelta en un proceso concluido. Lima, dos de noviembre de dos
mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la causa
número dos mil seiscientos quince – dos mil quince, en Audiencia
Pública llevada a cabo en la fecha; luego de verificada la votación
con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: I.- RECURSO DE
CASACION: Se trata del recurso de casación interpuesto por
Violeta Esperanza Benavente Gonzáles, en representación de
Negociación Agrícola Ganadera Paullo Sociedad Anónima -
NAGPASASA, Rosa Julia Gonzáles Gutiérrez y César Augusto
Benavente Gonzáles (fojas 1089) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número noventa y siete, de fecha
dieciséis de abril de dos mil quince (fojas 1064), expedida por la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual
confirmó la sentencia apelada contenida en la Resolución número
cuarenta y cuatro de fecha quince de junio de dos mil doce (fojas
748), que declaró infundada todos los extremos de la demanda.
II.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO: El recurso de casación fue
declarado procedente por resolución de fecha veinticinco de abril
de dos mil dieciséis (fojas 158 del cuadernillo de casación) por la
causal prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil, por la
que se denuncia; a) Infracción normativa procesal por
contravención de las normas que garantizan el debido proceso
y violación de la garantía de la debida motivación y de
valoración de las pruebas con arreglo a los parámetros
previstos en el artículo 178, inciso 6 del artículo 50, artículo
121, incisos 3 y 4 del artículo 122, artículos 188, 196 y 197 del
Código Procesal Civil; e inciso 5 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú, sosteniendo que: i) La recurrida
es violatoria del Principio de Congruencia Procesal dado que ha
desacatado sin justificación alguna la Casación número 3412-2013
de fecha seis de octubre de dos mil catorce, expedida por esta
Suprema Sala, que anulo la anterior Sentencia de Vista de fecha
siete de mayo de dos mil trece, ordenando a la Sala Superior se
pronuncie sobre todos los actos constitutivos de fraude procesal
denunciados en la demanda y recurso de apelación, dado que la
Sala Superior ha vuelto a reproducir los mismos fundamentos de
su anterior sentencia que fue anulada; ii) En las sentencias no se
han analizado lo actuado y las pruebas aportadas, dentro del
marco propuesto en que se desarrollo el fraude procesal cometido
por el demandado Miguel Ángel Benavente Escobar, lo que
permitiría determinar que el resultado del proceso número 17149-
2003 afectaría no solo a la empresa sino también a sus accionistas
demandantes y miembros del Directorio; iii) En un plano
comparativo entre las sentencias de vista emitidas, se advierte que
son iguales, dado que la última sentencia no añade nada nuevo
que resulte esencial para diferenciar a una de la otra, siendo que la
última sentencia no efectúa un análisis fáctico jurídico ni evalúa la
prueba aportada; iv) No existe pronunciamiento sobre la conducta
procesal del demandado Miguel Ángel Benavente Escobar,
respecto a haber guardado silencio durante los cuatro años que
duró el proceso sobre Reivindicación, Expediente número 2004-
059 que le seguía Negociación Agrícola Ganadero Paullo Sociedad
Anónima ante el Juzgado Mixto de Cañete, y tampoco en relación
a que el domicilio de la empresa era fácilmente conocible,
empleando una normal diligencia a través de la publicidad registral
sobre dicho domicilio, que aparecía de los Acuerdos contenidos en
los títulos cuyas nulidades se demandaba, por lo que era necesario
un análisis sobre la exigencia de la diligencia normal para el
conocimiento del domicilio de la empresa; v) La sentencia incurre
en manifiesto error al pretender justificar la conducta del curador y
de los magistrados que conocieron el proceso, con meras
argumentaciones relacionadas a que se cumplieron con las
formalidades de ley; vi) En la nueva sentencia se omite analizar
(folios 298 y 299) del proceso número 17149-2003, El Fiscal
Superior emitió Dictamen para que se declare nulo todo lo actuado,
precisamente para que se efectuara el emplazamiento a los
litisconsortes que se verían afectados con la sentencia; vii) La
violación al Principio de Congruencia se verifica desde que no se
cumple con los criterios que fueron impuestos a la Sala Superior
por la Corte Suprema de Justicia en la Casación número 3412-
2013 dado que debe existir identidad entre los puntos controvertidos
establecidos en una sentencia casatoria y lo que debe resolver una
sentencia de vista para dar cumplimiento a lo ordenado por una
Ejecutoria Suprema con carácter vinculante; y, viii) La sentencia de
vista contiene una valoración aparente y resulta arbitraria por
cuanto la instancia superior no ha cumplido con efectuar valoración
alguna sobre los hechos constitutivos de fraude procesal, conforme
a los criterios que fueron ordenados en la referida casación; y, b)
Infracción normativa material del artículo 78 del Código Civil,
artículos 99 y 104 del Reglamento General de los Registros
Públicos, afirmándose que: i) La demanda ha sido desestimada
por las instancias de mérito con el pueril argumento que la sociedad
era distinta de los miembros que la integran, aplicando
indebidamente el artículo 78 del Código Civil; ii) El emplazamiento
obligatorio a la empresa y a sus integrantes era imperativo, pues
los títulos materia del proceso de nulidad se extendían a todos los
actos y derechos contenidos en los asientos registrales de la
persona jurídica. III.- CONSIDERANDO: PRIMERO.- Cuando se
invocan en forma simultánea agravios consistentes en la infracción
normativa procesal e infracción normativa material que inciden
directamente sobre la decisión de la resolución impugnada, resulta
innecesario emitir pronunciamiento respecto del segundo agravio

97354 CASACIÓN
denunciado, atendiendo a que, de ampararse el primero, deberá
declararse la nulidad de la resolución impugnada y ordenarse que
se expida un nuevo fallo. SEGUNDO.- En ese sentido, se procederá
a analizar la infracción procesal denunciada, a efectos de
determinar si efectivamente se ha transgredido los incisos 3 y 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú. TERCERO.- El
debido proceso es un derecho complejo, pues está conformado por
un conjunto de derechos esenciales que impiden que la libertad y
los derechos de los individuos sucumban ante la ausencia o
insuficiencia de un proceso o procedimiento, o se vean afectados
por cualquier sujeto de derecho -incluyendo el Estado- que
pretenda hacer uso abusivo de éstos. Como señala la doctrina
procesal y constitucional: “por su naturaleza misma, se trata de un
derecho complejamente estructurado, que a la vez está conformado
por un numeroso grupo de pequeños derechos que constituyen sus
componentes o elementos integrantes, y que se refieren ya sea a
las estructuras y características del tribunal, al procedimiento que
debe seguir, a sus principios orientadores y a las garantías con que
debe contar la defensa”1 CUARTO.- Conforme lo establece el
artículo 178 del Código Procesal Civil: “hasta dentro de seis meses
de ejecutada o de haber adquirido la calidad de cosa juzgada, si no
fuere ejecutable puede demandarse, a través de un proceso de
conocimiento la nulidad de una sentencia o la del acuerdo de las
partes homologado por el Juez que pone fin al proceso, alegando
que el proceso que se origina ha sido seguido con fraude, o
colusión, afectando el derecho a un debido proceso, cometido por
una, o por ambas partes, o por el Juez o por éste y aquellas (…)”.
QUINTO.- La nulidad de la cosa juzgada fraudulenta tiene como
notas características esenciales: a) Que es excepcional dado que
solo procede su utilización frente a causales específicas tipificadas
en el ordenamiento jurídico, no teniendo lugar interpretaciones
extensivas o integración analógica a materia distintas de las
reguladas por el ordenamiento procesal civil; b) Que, es residual,
puesto que no corresponde ser utilizada si en un proceso existen
mecanismos internos y ordinarios que puedan subsanar el vicio
ocurrido a propósito de la comisión del fraude procesal; c) Que, es
extraordinario, dado que sólo se puede cuestionar la autoridad de
la cosa juzgada recaída en una sentencia judicial, cuando ésta
decisión ha sido obtenida sobre la base de un engaño o simulación
o acto fraudulento que agravie a tal punto el espíritu de la justicia,
y de mantener la cosa juzgada sería una aberración; y, d) Que es
de extensión limitada, pues en el entendido que se declare fundada
la demanda de nulidad de cosa juzgada fraudulenta, ésta solo
alcanzará a los actos viciados de fraude. SEXTO.- La vigente
doctrina precisa que el “fraude procesal” es un acto doloso
destinado a desnaturalizar el normal desarrollo de un proceso,
provocando situaciones injustas que afecten los intereses de una o
ambas partes y eventualmente de terceros. Nuestro Código
Procesal Civil, como se ha anotado, señala como requisitos para la
procedencia de una demanda de Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta, la existencia de fraude o colusión que afecten a un
Debido Proceso. Por consiguiente, para decidir la presente
controversia, debe determinarse si en el desarrollo del proceso
judicial cuestionado ha existido o no “fraude procesal” y si el mismo
ha afectado el debido proceso. SÉTIMO.- Previamente, es
menester señalar que la pretensión de Negociación Agrícola
Ganadera Paullo Sociedad Anónima y otros está dirigida a que se
declare la nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta y con ello la
nulidad de las sentencias expedidas en el proceso recaído en el
Expediente número 17149-2003 sobre Nulidad de Acto Jurídico
seguido por Miguel Ángel Benavente Escobar contra Negociación
Agrícola Ganadera Paullo Sociedad Anónima y otros, la nulidad de
todo lo actuado en el citado proceso judicial, así como la
cancelación del Asiento Registral D000001, Partida número
03019871 del Registro de Personas Jurídicas de Lima donde
corren inscritas las referidas sentencias judiciales. OCTAVO.- Esta
Suprema Sala mediante Ejecutoria Suprema de fecha seis de
octubre de dos mil catorce (fojas 1033), ha declarado fundado el
recurso de casación interpuesto por Negociación Agrícola
Ganadera Paullo Sociedad Anónima y otros, en consecuencia, nula
la sentencia de vista de fecha siete de mayo de dos mil trece,
ordenando que la Sala Superior expida nueva resolución al
considerar que no se había emitido pronunciamiento alguno sobre
el fraude procesal denunciado por la empresa demandante en
contra de Miguel Ángel Benavente Escobar quien a su vez había
señalado en el proceso de origen desconocer el domicilio de la
citada empresa y declarado incluso bajo juramento haber agotado
las gestiones para conocerlo. NOVENO.- En efecto, revisada la
sentencia de vista de fecha dieciséis de abril de dos mil quince,
recurrida en casación, se verifica que la Sala Superior ha emitido
nuevo pronunciamiento al haber incumplido con lo expresamente
ordenado por esta Suprema Sala en la Ejecutoria Suprema de
fecha seis de octubre de dos mil catorce, lo que significa entonces
que la resolución de vista impugnada ha incurrido una vez más en
causal de nulidad insubsanable por falta de motivación al no haber
efectuado análisis alguno sobre lo fuera objeto de recurso de
casación en anterior oportunidad. DÉCIMO.- En el sentido
precedentemente descrito, resulta indispensable que la Sala
Superior analice detenidamente los actos de fraude procesal
denunciados por la demandante en contra del codemandado
Miguel Ángel Benavente Escobar en el proceso sobre nulidad de
acto jurídico recaído en el Expediente número 17149-2003, así
como los demás actos fraudulentos manifestados en la demanda
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
contra el citado Benavente Escobar así como contra los demás
demandados en este proceso, debiendo para tal efecto actuar los
medios probatorios necesarios y pertinentes que obran en autos
con la finalidad de emitir un pronunciamiento con motivación
suficiente y razonada. DÉCIMO PRIMERO.- Asimismo, esta
Suprema Sala se ve en la necesidad de recordar una vez más,
conforme se ha dejado anotado en los considerandos cuarto a
sexto de la presente resolución, que la nulidad de cosa juzgada
fraudulenta es aquella acción que procede ante la existencia de
Fraude Procesal, no correspondiendo que por la presente vía se
efectúe una revisión del fondo de lo resuelto en el proceso que se
cuestiona, y menos aún que las pruebas que en el se hallan
valorado vuelvan a ser analizadas, como si se tratara de una nueva
instancia, pues para ello existen recursos que pueden ser actuados
dentro del mismo proceso cuestionado. DÉCIMO SEGUNDO.- En
ese contexto, la Sala Superior deberá encaminar toda su labor
jurisdiccional a fin de determinar de manera fehaciente y palmaria
si se ha materializado la comisión del fraude procesal que
afecta el debido proceso, en el entendido que la demandante en
este proceso así lo ha denunciado además de constituir la parte
medular del asunto materia de controversia. DÉCIMO TERCERO.-
De ello se advierte entonces que la sentencia de vista incurre en
vicio procesal de falta de motivación, dado que el sentido de las
conclusiones arribadas por la Sala Superior no se sustenta en una
motivación adecuada y relevante, para efectos de formar convicción
en lo que corresponde al asunto materia de controversia al haber
expedido una sentencia sin mayor motivación al no haber dilucidado
acabadamente la presente controversia. DÉCIMO CUARTO.- Por
consiguiente, este Supremo Tribunal ve limitado el estudio de la
infracción normativa material declarada procedente debido a la
falta de motivación fáctica y jurídica de la recurrida, deficiencias
que deben ser corregidas para efectos de emitir la correspondiente
sentencia, de lo que se concluye entonces que la sentencia de
vista lesiona gravemente el contenido esencial de la garantía
constitucional de la debida motivación contemplada en el inciso 5
del artículo 139 de la Constitución Política del Perú. IV.- DECISIÓN:
Que, estando a las consideraciones que anteceden y a lo dispuesto
en el acápite 2.3 del inciso 2 del artículo 396 del Código Procesal:
4.1.- Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Violeta Esperanza Benavente Gonzáles, en representación de
Negociación Agrícola Ganadera Paullo Sociedad Anónima -
NAGPASASA, Rosa Julia Gonzáles Gutiérrez y César Augusto
Benavente Gonzáles (fojas 1089), CASARON la sentencia
impugnada, contenida en la Resolución número noventa y siete, de
fecha dieciséis de abril de dos mil quince (fojas 1064), expedida por
la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; en
consecuencia, NULA la misma; ORDENARON el reenvío de los
autos a la Sala Superior de origen a efectos de que expida una
nueva sentencia con arreglo a ley. 4.2.- DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial "El
Peruano"; bajo responsabilidad, en los seguidos por Negociación
Agrícola Ganadera Paullo Sociedad Anónima y otros contra Miguel
Ángel Benavente Escobar y otros, sobre Nulidad de Cosa Juzgada
Fraudulenta; y los devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo
Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez Supremo Señor
Romero Díaz. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Faundes Ledesma Hector. El Derecho a un Juicio Justo en Las Garantías
del Debido Proceso. (Materiales de Enseñanza). Lima. Instituto de Estudios
Internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Perú y Embajada
Real de Los Países Bajos. pg. 17
C-1569468-90
CAS. Nº 3702-2015 LORETO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA.- La motivación escrita
de las resoluciones judiciales constituye un principio y un derecho
de la función jurisdiccional, y debe ser el resultado del razonamiento
jurídico que efectúa el juzgador sobre la base de los hechos
acreditados en el proceso (los que forman convicción sobre la
verdad de ellos) y la aplicación del derecho objetivo. Lima,
diecinueve de setiembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número tres mil setecientos dos – dos
mil quince; producida la votación correspondiente, emite la
presente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto por Elizabeth Pinche Vásquez1
contra la Sentencia de Vista contenida en la Resolución número
veinticuatro de fecha nueve de enero de dos mil quince, expedida
por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto, la cual
confirmó la sentencia de primera instancia contenida en la
Resolución número diecisiete, de fecha seis de setiembre de dos
mil trece2 que declaró infundada la demanda, con todo lo demás
que contiene. II. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala
Suprema mediante la Resolución del veinticinco de noviembre de
dos mil quince3, declaró la procedencia del recurso de casación
interpuesto por la demandante Elizabeth Pinche Vásquez por las
causales de: Infracción normativa de derecho procesal de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú concordante con el artículo I del Título Preliminar del
Código Procesal Civil. III. CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine,
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido en el
proceso. En tal sentido, se advierte que Elizabeth Pinche
Vásquez4 pretende la Declaración de Nulidad del Título Definitivo
de Propiedad del Lote de Terreno signado como Lote número 31,
Manzana C del Asentamiento Humano “Anita Cabrera” otorgado
por la Municipalidad Provincial de Maynas y accesoriamente la
cancelación de la inscripción de la adjudicación en la Ficha número
23265, Rubro C1 del Registro de Propiedad Inmueble de Loreto de
fecha nueve de setiembre de mil novecientos noventa y siete.
Como fundamentos de su demanda sostiene que: a) En el mes de
febrero de mil novecientos ochenta y ocho, su señora madre
Josefina Vásquez Ahuanari tomó posesión de un lote de terreno en
el Asentamiento Humano denominado “Anita Cabrera” el mismo
que ulteriormente fue identificado como Lote número 31 de la
Manzana C; b) Su señora madre ejerció la posesión directa,
inmediata, sin interrupciones y construyó una vivienda; c) Habitó
en dicho bien hasta su deceso el veintiséis de octubre de dos mil
once; d) Al fallecimiento de su madre recién se enteró que el titulo
definitivo de propiedad del lote de terreno no se encontraba a
nombre a nombre de su madre sino del demandado Riboberto
Pinche Vásquez, lo que le ha generado asombro, puesto que dicha
parte ejerció la posesión del terreno, infiriéndose que se ha
aprovechado de la condición de iletrada de su madre para tramitar
el título de propiedad a su nombre pese a no haber cumplido con lo
exigido en la Ley Orgánica de Municipalidades número 23583 y su
Reglamento aprobado por el Decreto Supremo número 053-84-VC.
Sustenta su pretensión en la causal de nulidad prevista en el inciso
8 del artículo 219 del Código Civil. SEGUNDO.- Tramitada la causa
según su naturaleza, el Juez del Segundo Juzgado Civil de
Maynas de la Corte Superior de Justicia de Loreto, mediante la
Sentencia contenida en la Resolución número diecisiete, de fecha
seis de setiembre de dos mil trece (fojas 183), declara infundada la
demanda interpuesta. Dicha decisión tiene como sustento: a) El
demandado ha desmentido en todos sus extremos la incoada al
mencionar que dicho título definitivo de propiedad fue inscrito en el
Registro de Propiedad Inmueble en el año mil novecientos noventa
y siete, siguiendo los trámites de ley; b) Elizabeth Pinche Vásquez
tiene la calidad de hermana, Wagner Celis Monce es su cuñado y
los hijos de ellos, Imelda, Segundo, Francisco Celis Pinche, vienen
a ser sus sobrinos a quienes le dio alojamiento porque habían
vendido sus propiedades y tenían la finalidad de irse a vivir a otro
país, razón por la cual les proporcionó en forma temporal
alojamiento, empero, hasta la fecha siguen al interior de su
domicilio; c) Referente a la posesión que hace mención la
demandante, el emplazado desmiente ello, al demostrar con los
medios probatorios que apareja a la contestación que él era quien
venía posesionando dicho predio. TERCERO.- Apelada dicha
decisión, la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de
Loreto emite la Sentencia de Vista contenida en la Resolución
número veinticuatro de fecha nueve de enero de dos mil quince,
confirmando la sentencia de primera instancia que declara
infundada la demanda. El Colegiado sustenta su decisión en las
siguientes premisas: a) No se advierte medio probatorio alguno
que acredite la pretensión de la parte demandante quien alega la
nulidad del Título Definitivo de Propiedad por ser contrario al orden
público, cuando de autos se observa que el Título fue otorgado
dentro de lo prescrito por la Ley Orgánica de Municipalidades; b)
La entidad edil haciendo uso de sus atribuciones de conformidad
con el inciso 5 del artículo 70 y artículo 151 de la citada Ley otorga
el Título Definitivo de Propiedad, en consecuencia, habiéndose
cumplido con el procedimiento señalado por Ley, no se ha
desconocido normas que interesan el orden público; c) La
demandante expresa que su hermano se ha aprovechado de la
ignorancia de su madre al tramitar el Título Definitivo de Propiedad
a su nombre, sin embargo, en el expediente administrativo obra la
Declaración Jurada de Posesión de Terreno donde Elizabeth
Pinche Vásquez firma como testigo, medio probatorio que no ha
sido objeto de tacha, en consecuencia, tiene pleno valor probatorio;
d) Que el demandado no posee el inmueble, lo cual carece de
sustento fáctico, porque el demandado ha ofrecido como medios
probatorios en la absolución de la demanda, copia del Contrato de
Crédito suscrito con el Banco de Materiales y el Calendario de
Pagos, copia del recibo de luz correspondiente a diciembre de dos
mil once, recibo de agua del mes de setiembre de dos mil diez,
además de las instrumentales que obran en el expediente
administrativo. CUARTO.- Cuando entre las causales por las que
se ha declarado procedente el recurso de casación se encuentra la
infracción del derecho al debido proceso y la motivación de las
resoluciones judiciales, éstas deben ser analizadas primero, pues
de ampararse acarrearía la nulidad de la impugnada, resultando
innecesario el pronunciamiento sobre las demás causales; por lo
que, habiéndose declarado la procedencia por la causal de
infracción normativa in procedendo, corresponde verificar si se ha
configurado o no esta causal (infracción normativa de los incisos 3
y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú concordante
con el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil),
pues en caso de ser estimada, se dispondrá el reenvío del proceso
al estadío procesal correspondiente. QUINTO.- El debido proceso
está referido al respeto de los derechos fundamentales consagrados
en la Constitución Política del Perú, por el cual se posibilita que
toda persona pueda recurrir a la justicia para obtener tutela
jurisdiccional efectiva, a través de un procedimiento legal, con la
observancia de las reglas procesales establecidas para ello, y las
97355
instancias jurisdiccionales emitan pronunciamiento debidamente
motivado con arreglo a Ley. SEXTO.- “(…) el debido proceso puede
descomponerse en debido proceso formal o adjetivo, el cual alude
al trámite y procedimiento utilizado para dictar una sentencia; y en
debido proceso sustantivo o material, el cual cuestiona directamente
el fondo de la decisión, cualquiera sea la materia que en su seno se
pueda dirimir. (…). En ese sentido, el derecho al debido proceso,
en su dimensión formal, está referido a las garantías procesales
que dan eficacia a los derechos fundamentales de los litigantes
mientras que, en su dimensión sustantiva, protege a las partes del
proceso frente a leyes y actos arbitrarios de cualquier autoridad,
funcionario o persona particular pues, en definitiva, la justicia
procura que no existan zonas intangibles a la arbitrariedad, para lo
cual el debido proceso debe ser concebido desde su doble
dimensión, formal y sustantiva.”5 SETIMO.- El principio de la
motivación de los fallos judiciales constituye una exigencia que
está regulada como garantía constitucional, consagrada en el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
concordante con el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, artículo I del Título Preliminar, incisos
3 y 4 del artículo 122 e inciso 6 del artículo 50 del Código Procesal
Civil, este principio se transgrede con la expedición de una
resolución incongruente. Al respecto el Tribunal Constitucional,
precisando el contenido del derecho constitucional a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, ha señalado que: “(…) se
respeta, prima facie, siempre que exista: a) fundamentación
jurídica, que no implica la sola mención de las normas a aplicar al
caso, sino la explicación y justificación de por qué tal caso se
encuentra o no dentro de los supuestos que contemplan tales
normas; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto, que implica la
manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad
entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones formuladas
por las partes; y c) que por sí misma exprese una suficiente
justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o
concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión”6. En
concordancia con lo expuesto, el mismo Tribunal ha señalado
también que una debida motivación de las resoluciones judiciales:
“(...) obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de
las partes de manera congruente con los términos en que vengan
planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa) (...). El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el
dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del
marco del debate jurídico generando indefensión, constituye
vulneración del derecho a la tutela judicial y también del derecho a
la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva)”7. OCTAVO:
Tal como se desprende del recurso formulado, la demandante
aduce que la donación de bienes inmuebles debe hacerse por
Escritura Pública con indicación individual del inmueble o
inmuebles, su valor real y las cargas que ha de satisfacer el
donatario, bajo sanción de nulidad, precepto preterido por el Juez
Superior y, que de haberse merituado con arreglo a un debido
proceso, la decisión impugnada hubiera sido diversa. 8.1. En el
presente caso, tenemos que la parte demandante pretende la
declaración de nulidad del Título de Propiedad otorgado por la
Municipalidad Provincial de Maynas a favor de Rigoberto Pinche
Vásquez respecto al lote número 31 de la Manzana “C” del
Asentamiento Humano “Anita Cabrera”, así como la cancelación de
su inscripción registral por la causal prevista en el artículo 8 del
artículo 219 del Código Civil (contrario a las leyes que interesan el
orden público o las buenas costumbres), bajo la premisa que el
demandado nunca ejerció la posesión de dicho bien y que éste fue
de propiedad de su señora madre Josefina Vásquez Ahuanari. 8.2.
No obstante, de los medios probatorios aportados y el
pronunciamiento de los Tribunales de Mérito, se logra determinar
que para el título definitivo de propiedad fue otorgado al
demandante luego de concluir el procedimiento administrativo
previsto en el artículo 150 de la Ley Orgánica de Municipalidades
-Ley número 23853 (vigente hasta el veintisiete de mayo de dos mil
tres)- quien satisfizo los siguientes requisitos: “ 1.- Acreditar una
posesión continua personal, no menor de tres años a la vigencia
del Decreto Legislativo número 51, en terrenos de libre disposición
del Estado, no comprometidos o reservados por las entidades del
Sector Público Nacional para otros fines o en terrenos de propiedad
privada que serán debidamente expropiadas a condición que no
estuvieran dedicados a uso agropecuario o con viviendas
construidas, en construcción u obras de urbanización autorizadas o
en ejecución, dentro del plazo de ley. Es condición indispensable
que sea la única propiedad inmobiliaria y que este destinada a
vivienda o lugar de trabajo del ocupante. 2.- Estar empadronados
como poseedores en los registros que establezcan al efecto las
Municipalidades Provinciales de las jurisdicciones en la que se
ubiquen los asentamientos. 3.- Satisfacer las exigencias de
identidad personal y seguridad de los ocupantes de dichos
asentamientos. 8.3. Dichas exigencias fueron cumplidas y
detalladas por la Sala Superior en la considerativa cuarta de la
Resolución de Vista cuestionada, puesto que respecto al requisito
previsto en el precitado inciso 1), el demandado presentó el
Certificado Negativo de Propiedad8 emitido por la Oficina Registral
de Maynas – Iquitos, en cuanto al inciso 2), presentó los recibos de
pago de impuesto predial que datan del año mil novecientos
noventa seis respecto al predio sub litis, los cuales figuran a
nombre del demandado9y, respecto al inciso 3), presentó la Ficha

97356 CASACIÓN
de Empadronamiento y Encuesta Socio Económica realizada en el
predio sub litis10, donde se precisan los datos personales del
demandado y su composición familiar. 8.4. Es decir, para la
obtención del Título de Propiedad se siguió el procedimiento
preestablecido por la norma especial, desvirtuándose la comisión
de la causal de nulidad prevista en el inciso 8 del artículo 219 del
Código Civil, ya que la parte demandada cumplió con presentar la
documentación que le exigía la entidad edil y ésta en concordancia
con el inciso 5 del artículo 70 de la Ley número 23853 expidió el
correspondiente título de propiedad. De otro lado, debe agregarse
que para acreditar el ejercicio de su posesión, Rigoberto Pinche
aparejó el Contrato de Crédito celebrado con el Banco de
Materiales, recibos por servicio de luz y agua, por lo que, las
afirmaciones de la demandante tendientes a desconocer dicho
ejercicio carecen de asidero. Finalmente, debe acotarse que en la
Declaración Jurada de Posesión de Terreno (folio 141) y que forma
parte del expediente administrativo que dio origen al Título de
Propiedad cuestionado, la demandante intervino como testigo
dando fe del ejercicio de la posesión del demandado y del derecho
de propiedad de éste sobre las construcciones efectuadas.
NOVENO.- En tal orden de ideas, se aprecia que las instancias de
mérito han emitido sus fallos consignando sus consideraciones de
hecho y de derecho en forma ordenada y coherente, dando estricto
cumplimiento al deber de motivación contenido en el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Perú, concordante con el
artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil; cabe
precisar, que ambas sentencias de mérito han establecido que
para la obtención del Título de Propiedad del demandado respecto
al Lote 31 de la Manzana C del Asentamiento Humano “Anita
Cabrera”, la parte emplazada cumplió con presentar toda la
documentación que requería el artículo 150 la Ley número 23853,
deviniendo en infundada la pretensión invocada en concordancia
con lo previsto en el artículo 200 del Código Procesal Civil. Es
decir, no existe vulneración alguna de las normas precedentemente
citadas. IV. DECISION: Por las consideraciones expuestas y al
amparo de lo previsto en el artículo 397 del Código Procesal Civil.
4.1. Declararon INFUNDADO el recurso de casación interpuesto
por Elizabeth Pinche Vásquez11; en consecuencia NO CASARON
la sentencia de vista contenida en la Resolución número
veinticuatro de fecha nueve de enero de dos mil quince, expedida
por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto, la cual
confirmó la sentencia de primera instancia contenida en la
Resolución número diecisiete, de fecha seis de setiembre de dos
mil trece12 que declaró infundada la demanda. 4.2. DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Elizabeth
Pinche Vásquez contra la Municipalidad Provincial de Maynas y
otro. sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
YAYA ZUMAETA
1
Fojas 254
2
Fojas 183
3
Folio 24 del Cuadernillo de Casación.
4
Folio 12 subsanado a folio 20
5
LANDA ARROYO, CÉSAR. El Derecho al Debido Proceso en la
Jurisprudencia: Corte Suprema de Justicia de la República del Perú, Tribunal
Constitucional del Perú, Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Colección Cuadernos de Análisis de la Jurisprudencia. Academia de la
Magistratura. Lima 2012, volumen 1, página 17.
6
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Sentencia recaída en el Expediente número
04348-2005-PA/TC, del 21 de julio de 2005, fundamento dos.
7
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Sentencia recaída en el Expediente N°
4295-2007-PHC/ TC, del 22 de setiembre de 2008, fundamento cinco.
8
Folio 121
9
Folio 124 a 128
10
Folio 119
11
Fojas 254
12
Fojas 183
C-1569468-91
CAS. Nº 1641-2016 LIMA NORTE
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA. Lima, nueve de
febrero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema
el recurso de casación interpuesto por Jhonny Lenyn Aburto
Montero a fojas seiscientos cincuenta y tres, contra la sentencia
de vista de fojas seiscientos cuarenta y tres, de fecha veintitrés de
setiembre de dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente
de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que confirma la
sentencia apelada de fojas cuatrocientos noventa y seis, de
fecha ocho de setiembre de dos mil catorce, que declara fundada
la demanda de Desalojo por Ocupación Precaria; para cuyo
efecto este Colegiado debe proceder a calificar los requisitos
de admisibilidad y procedencia de dicho medio impugnatorio,
conforme a la modificación establecida en la Ley número 29364.
SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos de admisibilidad
se advierte que el presente recurso de casación cumple con
los requisitos previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que se ha
interpuesto contra una resolución que pone fin al proceso, ante el
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, dentro
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
del plazo de diez días contado desde el día siguiente de notificada
la citada resolución y adjuntando la tasa judicial correspondiente.
TERCERO.- Que, como sustento de su recurso, el impugnante
alega la causal de infracción normativa de carácter procesal
del artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú,
concordante con los artículos 122 inciso 3, 188 y 197 del
Código Procesal Civil, señala que la decisión debe motivarse en
mérito de las pruebas actuadas en el proceso, ya sea ofrecidas por
las partes o por el juez de oficio, que la valorización de los medios
probatorios no puede ser aislada o separada una de la otra sino
en conjunto, debiendo contener la resolución la mención sucesiva
de los puntos sobre los que versa la resolución; agrega que nunca
han ocupado un inmueble ajeno y que el título para su posesión
inicia hace muchos años atrás con la guía de adjudicación de
lote donde figura como titular su madre Leny Montero Caballero,
inclusive figura su nombre como hijo, además del comprobante de
admisión y adjudicación del lote. CUARTO.- Que, evaluados los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, respecto a la causal denunciada, se advierte que
el recurrente apeló la resolución de primera instancia que le fue
desfavorable, conforme se advierte a fojas quinientos veintinueve.
Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta en la
causal de infracción normativa de carácter procesal y a su vez
de los argumentos del mismo se aprecia que su pedido casatorio
es anulatorio; cumpliendo con ello los presupuestos de los incisos
1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que, analizada
la fundamentación de la causal denunciada se advierte que no
puede estimarse, debido a que el recurso de casación no satisface
el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haberse demostrado la incidencia directa
de la infracción denunciada respecto a la decisión impugnada,
advirtiéndose que los argumentos del mismo están destinados a
cuestionar la motivación de la sentencia de vista, cuando claramente
se ha establecido que los demandados no han podido acreditar
con medio probatorio alguno el título que los faculta a ejercer la
posesión del bien, y por tanto, los demandados tienen la calidad de
ocupantes precarios, más aun, que estos no guardan relación de
familiaridad alguna con el actual propietario (demandante), además
de no advertirse la nulidad manifiesta del contrato de compraventa
que avala la titularidad del demandante; en consecuencia, el
recurso de casación propuesto deviene en improcedente. Por
estas consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Jhonny Lenyn Aburto Montero a fojas
seiscientos cincuenta y tres, contra la sentencia de vista de fojas
seiscientos cuarenta y tres, de fecha veintitrés de setiembre de
dos mil quince, emitida por la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Frank Yeins Martínez Girón
contra Jhonny Lenyn Aburto Montero y otras, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-92
CAS. Nº 2673-2016 LIMA
NULIDAD DE COSA JUZGADA FRAUDULENTA. Lima, veintiocho
de febrero de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el
recurso de casación interpuesto por Juan Adrián Gutiérrez Tijero
a fojas doscientos treinta y tres, contra la resolución de vista de
fojas doscientos uno, de fecha cuatro de mayo de dos mil dieciséis,
emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que confirma la resolución apelada de fojas ciento sesenta y
uno, de fecha diecinueve de marzo de dos mil quince, que declara
improcedente la demanda. SEGUNDO.- Examinados los autos se
advierte que el recurso en mención cumple con los requisitos de
admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el artículo 387
del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber consentido la
empresa recurrente la sentencia de primera instancia que le fue
adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado en el
artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como
sustento de su recurso denuncia: La infracción de los artículos
139 incisos 3, 5 y 14 de la Constitución Política del Perú, I
del Título Preliminar y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil,
sosteniendo que no existe fundamentación debida; manifiesta que
con el auto de primera instancia y el dictado por la Sala Superior
se han transgredido sus derechos al debido proceso; la entidad
demandada viene sorprendiendo al A quo con hechos por demás
falsos hacia su persona, y en autos no ha cumplido con acreditarlos
en forma fehaciente y sólo por su simple dicho, y el Juzgado al
expedir la sentencia no ha tomado en consideración su solicitud
de demanda, siendo un acto abusivo, no respetando su derecho
al Debido Proceso y a la defensa. CUARTO.- Del examen de
las alegaciones expuestas por el recurrente se advierte que no
explica con claridad y precisión cómo prescribe el artículo 388
inciso 2 del Código Procesal Civil las infracciones en las cuales
habría incurrido la Sala Superior al emitir la impugnada, ya que
si bien cumple con indicar las normas que presuntamente habría
infringido dicho Colegiado, en su exposición posterior se limita a
repetir extensamente los mismos argumentos que expusiera en su
demanda, resultando ello manifiestamente incongruente. Por las
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto por el
artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por Juan Adrián Gutiérrez Tijero a fojas doscientos
treinta y tres, contra la resolución de vista de fojas doscientos uno,
de fecha cuatro de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Cuarta
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Juan Adrián
Gutiérrez Tijero contra la Municipalidad Metropolitana de Lima
y otros, sobre Nulidad de Cosa Juzgada Fraudulenta; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S.
MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-93
CAS. Nº 2620-2015 ICA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. SUMILLA.-
Convalidación de la nulidad.- Conforme lo exige el artículo 172
tercer párrafo del Código Procesal Civil, el pedido de nulidad debe
formularse en la primera oportunidad que se tuvo para hacerlo, por
lo que si en el recurso de apelación no se alegó la falta de
notificación de las resoluciones expedidas en autos no resulta
viable invocar este agravio a través del recurso de casación. Lima,
dos de diciembre de dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPUBLICA; vista la causa número dos mil seiscientos veinte –
dos mil quince, y producida la votación con arreglo a ley, emite la
siguiente sentencia: I. MATERIA DEL RECURSO: Se trata de los
recursos de casación interpuesto por Nancy Violeta Castro
Flores, heredera de Luis Guillermo Castro Morales (sucesor
procesal del fallecido fiador César Guillermo Castro Flores) de
fojas cuatrocientos cincuenta y Domitila Flores Gutiérrez
(sucesora procesal de César Guillermo Castro Flores), de fojas
cuatrocientos veintiséis contra el auto de vista contenido en la
Resolución número cincuenta y nueve de fecha veinte de mayo de
dos mil quince, de fojas cuatrocientos ocho, expedida por la
Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, la cual
confirmó el auto apelado contenido en la Resolución número
cincuenta y tres de fecha treinta y uno de marzo de dos mil quince
de fojas trescientos cuarenta y dos que declaró infundada la
contradicción formulada por el curador procesal del ejecutado
César Guillermo Castro Flores y ordena sacar a remate público el
inmueble de propiedad de los ejecutados. II. FUNDAMENTOS DEL
RECURSO: Esta Sala Suprema por Resolución de fecha treinta y
uno de mayo de dos mil dieciséis de folios ciento treinta y ocho y
ciento cuarenta y cuatro del cuadernillo de casación declaró
procedente el recurso de casación por las siguientes causales: a)
Nancy Violeta Castro Flores: a.1) infracción normativa
procesal de los incisos 3, 5 y 14 del artículos 139 de la
Constitución Política del Perú e incisos 1 y 3 del artículo 690-D
e inciso 2 del artículo 720 del Código Procesal Civil, sosteniendo
lo siguiente: i) En la presente causa no sólo se debió nombrar
curador procesal del fiador solidario César Guillermo Castro Flores
(por su fallecimiento), sino también de la obligada principal Día
Market Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, cuyo
titular y representante legal era el mencionado causante por lo que
no habiéndose procedido de tal forma se ha vulnerado el derecho
de defensa; ii) Por Resolución número cuarenta y uno de fecha
treinta de octubre de dos mil doce, obrante a fojas doscientos
noventa y doscientos noventa y uno, se ordena que a partir de
dicha fecha los padres del fiador solidario fallecido, Luis Guillermo
Castro Morales y Domitila Flores Gutiérrez, se consideren sus
sucesores procesales, no habiéndose cumplido con notificárseles
con la Resolución cuarenta y uno ni con las subsiguientes que se
emitieron en el proceso; iii) La demanda deviene en improcedente
por cuanto el Estado de Cuenta de Saldo Deudor ha sido suscrito
por el Abogado de la entidad bancaria ejecutante, quien no tiene
poder suficiente para ello conforme consta del Asiento C00307 de
la Partida número 11009127 del Registro de Personas Jurídicas de
Lima; iv) El indicado Estado de Cuenta no precisa qué interés
moratorio y compensatorio es materia de ejecución y menos si el
interés compensatorio debe ser el quince por ciento anual,
conforme se menciona en la cláusula segunda del Contrato de
Prestamos Dinerario de Uso de Pagaré Incompleto a la Vista, o a lo
estipulado en el Pagaré del dieciocho de febrero de dos mil diez, no
precisando tampoco el indicado Estado de Cuenta la tasa de
interés a pagar, por lo que el anexado a la demanda no reúne los
requisitos legales; v) La Sala Superior no ha emitido un
pronunciamiento razonable sobre la cláusula octava de la Escritura
Pública del Contrato de Prestamos Dinerario y Constitución de
Fianza Solidaria y de Hipoteca de fecha veintisiete de junio de dos
mil ocho, donde las partes pactan un seguro en caso de siniestro,
a través del cual el acreedor tiene derecho a cobrar directamente el
importe de la indemnización por un “siniestro” el cual puede abarcar
todas las consecuencias que trae el mismo, entre ellos la muerte
de una persona, como aconteció en el presente caso con el
fallecimiento de César Guillermo Castro Flores; vi) Tampoco se ha
evaluado sobre la imposibilidad de que un contrato pueda ser
modificado por una de las partes en forma unilateral, como ha
pretendido la entidad bancaria, con el documento privado a manera
de informe de fecha doce de setiembre de dos mil trece, corriente
a folios doscientos sesenta y nueve y doscientos setenta, por el
que concluye que no existe seguro de desgravamen y que la
97357
obligación a cargo de César Castro Flores sigue impaga; vii) La
Sala Superior considera equivocadamente que el VI Pleno
Casatorio no es aplicable al caso de autos, por haberse expedido
con posterioridad a la elaboración del Estado de Cuenta del Saldo
Deudor, sin tener en cuenta que los Plenos Casatorios no son
normas jurídicas cuya vigencia es obligatoria desde el día siguiente
a su publicación, sino acuerdos de unificación de jurisprudencia
para que no existan sentencias contradictorias sobre un mismo
hecho; y, viii) Habiendo el curador procesal del fiador solidario
fallecido César Guillermo Castro Flores, sustentado la contradicción
en las causales de inexigibilidad de la obligación contenida en el
título y la extinción de la obligación demandada, no se ha evaluado
que existiendo un seguro en caso de siniestro y habiendo perdido
la vida el mencionado causante en un siniestro, se ha extinguido la
obligación reclamada y, por ende, ha devenido también en
inexigible la obligación contenida en el título; y, b) Domitila Flores
Gutiérrez: b.1) infracción normativa procesal de los inciso 3 y
14 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú y
artículo 396 del Código Procesal Civil, referidos al derecho de
defensa, debido proceso y tutela jurisdiccional efectiva,
sosteniéndose lo siguiente: i) Por Resolución numero cuarenta y
uno de fecha treinta de octubre de dos mil doce, corriente a fojas
doscientos noventa y doscientos noventa y uno, se designa a la
recurrente conjuntamente con Luis Guillermo Castro Morales
sucesores procesales de su hijo fallecido, el fiador hipotecario
César Guillermo Castro Flores, por lo que debió ser notificada con
esa y demás resoluciones para ejercitar su derecho de defensa,
más aún cuando en los Registros Públicos aparece la transferencia
de dominio por sucesión del predio sub materia a favor de la
recurrente y su cónyuge, habiendo tomado conocimiento del
proceso en forma extraoficial; ii) La demanda deviene en
improcedente por cuanto el Estado de Cuenta de Saldo Deudor ha
sido suscrito por el Abogado de la entidad bancaria ejecutante,
quien no tiene poder suficiente para ello conforme consta del
Asiento C00307 de la Partida número 11009127 del Registro de
Personas Jurídicas de Lima; iii) El indicado Estado de Cuenta no
precisa qué interés moratorio y compensatorio es materia de
ejecución y menos si el interés compensatorio debe ser el quince
por ciento anual, conforme se menciona en la cláusula segunda del
Contrato de Prestamos Dinerario de Uso de Pagaré Incompleto a la
Vista, o a lo estipulado en el Pagaré de fecha dieciocho de febrero
de dos mil diez, no precisando tampoco el indicado Estado de
Cuenta la tasa de interés a pagar, por lo que el anexado a la
demanda no reúne los requisitos legales; iv) Erradamente la Sala
Superior considera que el VI Pleno Casatorio no es aplicable al
caso de autos, por haberse expedido con posterioridad a la
elaboración del Estado de Cuenta del Saldo Deudor, sin tener en
cuenta que los Plenos Casatorios no son normas jurídicas cuya
vigencia es obligatoria desde el día siguiente a su publicación, sino
acuerdos de unificación de jurisprudencia para que no existan
sentencias contradictorias sobre un mismo hecho; y, v) Se le ha
impedido explicar con mayores fundamentos las causales de
inexigibilidad de la obligación contenidas en el título y sobre la
extinción de la obligación reclamada, formuladas por el curador
procesal del fallecido César Guillermo Castro Flores. III.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- DE LA DEMANDA: Conforme
fluye de los presentes actuados, el Banco de Crédito del Perú
interpuso demanda de ejecución de garantías contra la Empresa
Día Market Empresa Individual de Responsabilidad Limitada
(obligada principal) y César Guillermo Castro Flores (Garante
Hipotecario), peticionando se ordene a los demandados paguen
acumulativamente la cantidad de trescientos ocho mil seiscientos
setenta y siete soles con setenta y cinco céntimos (S/.308,677.75);
importe de su estado de cuenta de saldo deudor, bajo apercibimiento
de procederse al remate del bien afectado a favor del Banco de
Crédito del Perú, haciendo extensiva la demanda al pago de los
intereses compensatorios y moratorios pactados desde la fecha del
incumplimiento del pago de las obligaciones, con las costas y
costos del proceso. Entre los principales argumentos de su
demanda sostiene que el dieciocho de febrero de dos mil diez las
partes suscribieron un “Contrato de Préstamos Dinerario con uso
de Pagaré Incompleto a la Vista” a fin de consolidar y refinanciar
sus Saldos Deudores, más intereses y gastos, por la suma de
trescientos tres mil setecientos sesenta y cuatro soles con diecisiete
céntimos (S/.303,764.17); en la cláusula quinta del citado contrato
se convino en la facultad del Banco para dar por vencidos todos los
plazos y exigir el pago inmediato de la deuda, así como se
integraría el Pagaré a la Vista que la emplazada emitió incompleto
en caso de incumplimiento; mediante escritura pública de “Contrato
de Préstamos Dinerario y Constitución de Hipoteca” de fecha
veintisiete de junio de dos mil ocho, el co-ejecutado César
Guillermo Castro Flores constituyó a favor del Banco una hipoteca
hasta por la suma de ciento veinte mil ochocientos cuarenta y siete
dólares americanos (US$.120,847.00), sobre el inmueble de su
propiedad, ubicado en la Urbanización Divino Maestro, Manzana F,
Lote 36 – Ica, a fin de garantizar las obligaciones de la ejecutada
Día Market Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, la
misma que se encuentra inscrita en los Registros Públicos.
SEGUNDO.- CONTRADICCION DE LA DEMANDA: Admitida a
trámite la demanda mediante la Resolución número uno, de fecha
dieciocho de junio de dos mil diez, a folio cincuenta y uno, luego de
notificados a los ejecutados; mediante la Resolución número
nueve, de fecha veintinueve de marzo de dos mil once a foja

97358 CASACIÓN
noventa y siete se resolvió nombrar Curador Procesal de la
sucesión procesal de César Guillermo Castro Flores; de fojas
ciento setenta y dos Percy Hubert Ramos Córdova, se apersona
al proceso y formula contradicción al mandato de ejecución,
invocando como causal la inexigibilidad de la obligación contenida
en título de ejecución o la extinción de la obligación exigida,
alegando que en la cláusula octava de la Escritura de Constitución
de Fianza Solidaria y de Hipoteca otorgada por César Guillermo
Castro Flores favor del Banco de Crédito del Perú se llegó a
establecer que durante la vigencia de la hipoteca, el otorgante se
obliga a tener asegurado el inmueble contra los riesgos que el
Banco de Crédito del Perú señale y contra incendios, terremotos,
deterioros, daños maliciosos, vandalismo, terrorismo, conmoción
civil y otros riesgos típicos de los inmuebles, en una compañía de
seguro a satisfacción del Banco y por una cantidad no menor de
noventa y seis mil trescientos dieciocho dólares americanos
(US$.96,318.00) monto que corresponde al cien por ciento (100%)
del valor de las construcciones y desde ya transfieren al Banco su
derecho a la indemnización que deben pagar la compañía
aseguradora en caso de siniestro, para cuyo efecto le entregaran
las pólizas debidamente endosadas de manera que en caso de
ocurrir un siniestro, el Banco cobre directamente el importe de la
indemnización y lo aplica a la amortización y/o cancelación de lo
que adeuda el cliente. Con lo que queda establecido que la entidad
ejecutante lo ha cobrado o lo ha podido cobrar, toda vez que se
trata de una indemnización que deben pagar la compañía
aseguradora en caso de siniestro, y precisamente la muerte de
César Guillermo Castro Flores constituye propiamente un siniestro
que debe estar garantizada con la póliza de seguro que el Banco
debió tomar, renovar y/o mantener vigente, y con dicha
indemnización hace el pago y/o cancelación de la deuda. De la
revisión de autos se aprecia que mediante Resolución número
cuarenta y uno, de fecha treinta de octubre de dos mil doce de fojas
doscientos noventa, se resolvió declarar fundada el pedido
formulado por Humberto Uchuya Carrasco, abogado de Luís
Guillermo Castro Morales; en consecuencia se ordeno que a partir
de la fecha los sucesores procesales de Luís Guillermo Castro
Morales y Estanislada Donatila Flores Gutiérrez, ocupen el lugar
del codemandado César Guillermo Castro Flores y ante el deceso
de Luis Guillermo Castro Morales se designa a su sucesor procesal,
mediante la Resolución número cuarenta y nueve, de fecha veinte
de enero de dos mil quince de foja trescientos veintiocho.
TERCERO.- AUTO FINAL DE PRIMERA INSTANCIA: Tramitada
la litis conforme a su naturaleza, el Juez del Juzgado Civil
Transitorio de Ica expide el auto final contenido en la Resolución
número cincuenta y tres de fecha treinta y uno de marzo de dos mil
quince, de fojas trescientos cuarenta y dos declaró infundada la
contradicción y ordena sacar a remate público en primera
convocatoria el inmueble de propiedad de los ejecutados, al
considerar que, tratándose de operaciones bancarias que generan
la garantía hipotecaria, la obligación figura en forma expresa para
su cumplimiento en los términos acordados, no encontrándose
pactado en forma alguna la póliza de seguro por desgravamen en
caso de siniestro, no resultando por tanto valedero ese argumento
de defensa máxima aún que no cuenta con medio probatorio
alguno al respecto; la parte actora ha cumplido con adjuntar la
valorización o tasación comercial actualizada del bien materia de
ejecución el mismo que ha sido confeccionado por dos ingenieros
civiles. Asimismo, se ha presentado el Estado de Cuenta de Saldo
Deudor del que se desprende la deuda total de trescientos ocho mil
seiscientos setenta y siete soles con setenta y cinco céntimos
(S/.308,677.75), de ahí que el mandato ejecutivo se encuentra
arreglado a ley. CUARTO.- AUTO DE SEGUNDA INSTANCIA:
Apelado el auto de primera instancia, la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ica expide el auto de vista contenido
en la Resolución número cincuenta y nueve de fecha veinte de
mayo de dos mil quince de fojas cuatrocientos ocho, confirmando
la resolución de primera instancia, sosteniendo que, la juzgadora
ha efectuado análisis respecto al seguro de desgravamen
señalando que tratándose de las operaciones bancarias que
generan la Garantía Hipotecaria, la obligación figura en forma
expresa para su cumplimiento en los términos acordados, no
encontrándose pactado en forma alguna la póliza de seguro por
desgravamen en caso de siniestro personal, no resultando por
tanto valedero ese argumento de defensa; el otorgante no tenía la
obligación de contratar un seguro ante un eventual siniestro
personal; finalmente el VI Pleno Casatorio Civil donde se estableció
que el Estado de Cuenta resulta ser un documento sujeto a ciertos
requisitos; empero, es de verse que dicho Pleno Casatorio tiene
como fecha el tres de enero de dos mil trece, es decir, con mucha
posteridad a la emisión del estado de cuenta que sirve de sustento
para ampararse la presente demanda, por lo que no resulta lógico
ni coherente exigirle al ejecutante el cumplimiento de requisitos
que a la fecha de emisión del citado documento la Corte Suprema
no había establecido. QUINTO.- LA CAUSAL POR INFRACCION
NORMATIVA PROCESAL: El texto del artículo 384 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, establece los
fines esenciales del recurso de casación civil: Velar por la correcta
aplicación del derecho objetivo al caso concreto y unificar la
jurisprudencia nacional. Ahora bien, velar por la correcta aplicación
de la ley significa controlar que en las decisiones judiciales se
hayan interpretado o aplicado correctamente la norma jurídica.
SEXTO.- En cuanto se refiere a los recursos de casación por la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
causal de infracción normativa procesal, es necesario señalar, en
principio, que las impugnantes denuncian la infracción de los
incisos 3, 5 y 14 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, artículo 396, inciso 1 del artículo 690-D e inciso 2 del artículo
720 del Código Procesal Civil. SÉTIMO.- Existe afectación al
debido proceso consagrado por el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú cuando se transgrede el derecho a
la tutela jurisdiccional efectiva; hay inobservancia de la jurisdicción
y de la competencia predeterminada por ley; se evidencia error o
deficiencia en la apreciación y valoración de las pruebas, falta de
logicidad y razonabilidad en la fundamentación de las sentencias y
se limita la pluralidad de instancia; debiendo relievarse que para
que exista un pronunciamiento motivado, los jueces deben precisar
los argumentos o razones suficientes en los que sustentan su
decisión, así como la subsunción de los hechos determinados en la
norma apropiada para la solución del conflicto intersubjetivo de
intereses, lo que garantizará a los justiciables el respeto al derecho
de defensa y por ende al debido proceso. OCTAVO.- El principio de
motivación de las decisiones judiciales constituye una exigencia
que está regulada como garantía constitucional, constitucional,
consagrada en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, el cual asegura la publicidad de las razones que
tuvieron en cuenta los jueces para pronunciar sus sentencias, ello
resguarda a los particulares y a la colectividad de las decisiones
arbitrarias de los jueces, quienes de este modo no pueden
ampararse en imprecisiones subjetivas ni decidir las causas a
capricho, sino que están obligados a enunciar las pruebas en que
sostienen sus juicios y a valorarlas racionalmente, en tal sentido, la
falta de motivación no puede consistir simplemente, en que el
juzgador no exponga la línea de razonamiento que lo determina a
decidir la controversia, sino también en no ponderar los elementos
introductorios en el proceso de acuerdo con el sistema legal, es
decir, no justifica suficientemente la parte resolutiva de la sentencia
a fin de legitimarla, esta norma constitucional ha sido recogida en
los incisos 3 y 4 del artículos 122; inciso 6 del artículo 50 del Código
Procesal Civil; y artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial; siendo que su contravención acarrea
la nulidad de la resolución. NOVENO.- El derecho de defensa
consagrado en el inciso 14 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú el Tribunal Constitucional ha señalado en el
Expediente número 04587-2009-AA/TC, fundamento jurídico 5:
“(…)en virtud de dicho derecho se garantiza que los justiciables, en
la protección de sus derechos y obligaciones, cualquiera que sea
su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etcétera.), no queden
en estado de indefensión. El contenido constitucionalmente
protegido del derecho de defensa queda afectado cuando, en el
seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta
impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de ejercer
los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus
derechos e intereses legítimos”. DÉCIMO.- De los fundamentos
expuestos en los recursos de casación respecto a la infracción
normativa procesal refieren: i) No solo se debió nombrar curador
procesal al fiador solidario César Guillermo Castro Flores (por su
fallecimiento) sino también de la obligada principal Día Market
Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, cuyo titular y
representante legal era el mencionado causante. Sin embargo, no
ha tenido en cuenta que el artículo 1 del Decreto Ley número
21621, que: “La Empresa Individual de Responsabilidad Limitada
es una persona jurídica de derecho privado, constituida por
voluntad unipersonal, con patrimonio propio distinto al de su Titular,
que se constituye para el desarrollo exclusivo de actividades
económicas de Pequeña Empresa, al amparo del Decreto Ley
número 21435;” lo que guarda estricta concordancia con el artículo
78 del Código Civil refiere que: “La persona jurídica tiene existencia
distinta de sus miembros y ninguno de éstos ni todos ellos tienen
derecho al patrimonio de ella ni están obligados a satisfacer sus
deudas”; más aun a través del proceso de ejecución de garantía lo
que se pretende en realidad es hacer efectiva la venta del bien
dejado en garantía, por incumplimiento de la obligación, razón por
la cual este agravio deviene en infundado. DÉCIMO PRIMERO.-
También refiere que no se ha notificado a los sucesores procesales
de César Guillermo Castro Flores, Luis Guillermo Castro Morales y
Domitila Flores Gutiérrez con la Resolución número cuarenta y uno
ni las subsiguientes que se emitieron en el proceso; al respecto
debe precisarse que los recurrente en su respectivo recurso de
apelación no invocaron como agravio la falta de notificación de las
resoluciones expedidas en el proceso, sino que refirieron que no se
emitió pronunciamiento sobre la extinción de la obligación, que el
estado de cuenta del saldo deudor fue suscrito por un abogado que
no tenía poder, no se precisó el interés moratorio y compensatorio,
que la demanda es improcedente y se pretende favorecer al Banco
ejecutante, por tanto, resulta de aplicación lo previsto por el tercer
párrafo del artículo 172 del Código Procesal Civil que refiere:
“Existe convalidación tácita cuando el facultado para plantear la
nulidad no formula su pedido en la primera oportunidad que tuviera
para hacerlo”; siendo así, al no haber formulado su pedido de
nulidad en la primera oportunidad que tenía para hacerlo no resulta
viable que denuncia esta supuesta nulidad a través del presente
recurso de casación, razón por la cual su denuncia es infundada.
DÉCIMO SEGUNDO.- En los recursos de casación se alega que la
demanda es improcedente por qué el Estado de Cuenta del Saldo
Deudor ha sido suscrito por el abogado de la entidad bancaria que
no tenía poder suficiente para ello, además que no precisa el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
interés moratorio y compensatorio; al respecto debe indicarse que
el Estado de Cuenta del Saldo Deudor es un documento el cual
debe contener la indicación del capital adeudado, la tasa y tipo o
clases de intereses aplicados, precisando los periodos
correspondientes, por tanto es un documento no se encuentra
sujeta a una formalidad preestablecida, siendo así, al haberse
comprobado que de dicho documento se desprende la deuda total
materia de cobro (conforme lo ha indicado el A Quo) su denuncia es
infundada. DÉCIMO TERCERO.- En el extremo referido a que la
Sala Superior no ha emitido pronunciamiento razonable sobre la
cláusula octava de la Escritura Pública del Contrato de Prestamos
Dinerario y Constitución de Fianza Solidaria y de Hipoteca de fecha
veintisiete de junio de dos mil ocho donde las partes pactan un
seguro de siniestro y que se ha modificado el contrato al sostener
que no existe un seguro de desgravamen; de los fundamentos
expuestos por el Ad Quem se aprecia del considerando octavo
numeral 8.7 que expresamente ha indicado que: “el otorgante se
obligó a tener asegurado el inmueble contra los riesgos que el
banco señale y contra incendio, terremoto, deterioro, daños
maliciosos, vandalismo, terrorismo, conmoción civil y otros riesgos
típicos de los inmuebles, más no tenía la obligación de contratar un
seguro ante una eventual siniestro personal (…)”; esto es ha
quedado acreditado que el seguro de riesgo al que hacen referencia
los emplazados estaba referido al inmueble objeto de garantía y no
así del causante, como erradamente consideran, consiguientemente
esta denuncia también deviene en infundada. DÉCIMO CUARTO.-
En cuanto al extremo en el que se considera equivocadamente el
VI Pleno Casatorio Civil no es aplicable al caso de autos por
haberse expedido con posterioridad a la elaboración del estado de
cuenta del saldo deudor. Debe indicarse que el artículo 400 del
Código Procesal civil, modificado por la Ley número 29364 señala
que: “La Sala Suprema Civil puede convocar al pleno de los
magistrados supremos civiles a efectos de emitir sentencia que
constituya o varíe un precedente judicial. La decisión que se tome
en mayoría absoluta de los asistentes al pleno casatorio constituye
precedente judicial y vincula a los órganos jurisdiccionales de la
República, hasta que sea modificada por otro precedente (…)”, por
tanto, a partir de su publicación es vinculante a todos los órganos
jurisdiccionales, por lo que no puede exigirse su cumplimiento a
situaciones ocurridas antes de su publicación, razón por la cual
este agravio también deviene en infundado. DÉCIMO QUINTO.-
En referencia que se ha impedido explicar con mayores
fundamentos las causales de inexigibilidad de la obligación
contenida en el título y sobre la extinción de la obligación reclamada,
dicho agravio no resulta veraz, dado que no se ha demostrado que
en este proceso se haya vulnerado el derecho de defensa de los
recurrentes, por el contrario se han apersonado al proceso y han
formulado recurso de apelación contra la resolución de primera
instancia que consideraron desfavorable a sus intereses, habiendo
determinado las instancias de mérito que la causal propuesta por el
curador procesal es infundada, por encontrarse acreditada la
deuda del extinto César Guillermo Castro Flores que a la fecha se
encuentra impaga. DÉCIMO SEXTO.- Estando a lo señalado al
haberse desvirtuado las causales de contradicción previstas en el
artículo 690-D del Código Procesal Civil, corresponde amparar
la demandada y sacar a remate el bien inmueble dado en garantía,
en aplicación del artículo 790 del acotado código adjetivo, razón
por la cual no se aprecia que se haya incurrido en la infracción
normativa denunciada, por lo que no resulta aplicable tampoco el
artículo 396 del Código Procesal Civil, sino por el contrario el
artículo 397 del Código citado. IV. DECISION: Por tales
consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el inciso 1 del
artículo 396 del Código Procesal Civil: 4.1.- Declararon:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Nancy
Violeta Castro Flores, heredera de Luis Guillermo Castro
Morales (sucesor procesal del fallecido fiador César Guillermo
Castro Flores) de fojas cuatrocientos cincuenta y Domitila Flores
Gutiérrez (sucesora procesal de César Guillermo Castro
Flores), de fojas cuatrocientos veintiséis, en consecuencia NO
CASARON el auto de vista contenido en la Resolución número
cincuenta y nueve de fecha veinte de mayo de dos mil quince, de
fojas cuatrocientos ocho, expedida por la Primera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Ica. 4.2. DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad, en los seguidos por el Banco de Crédito del Perú
contra Día Market Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada, y otra sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los
devolvieron. Integra esta Sala el Juez Supremo Señor Calderón
Puertas por licencia del Juez Supremo Señor Miranda Molina.
Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, CALDERÓN
PUERTAS, YAYA ZUMAETA C-1569468-94
CAS. Nº 2624-2016 ICA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO, Lima, nueve de mayo de dos mil
diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Maytte Isabel Peralta Avilés a fojas ochocientos
cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fojas ochocientos
veintinueve, de fecha diecisiete de mayo de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Ica, que confirmó la sentencia apelada de fojas seiscientos
ochenta, de fecha veintiséis de octubre de dos mil quince, que
97359
declaró infundada la demanda en todos sus extremos; asimismo,
confirmó las Resoluciones números 13 y 38. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención
cumple con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo
exigido por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al
no haber consentido la recurrente la sentencia de primera instancia,
en cuanto le fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad
establecido en el artículo 388, inciso 1 del Código Procesal Civil.
TERCERO.- Como sustento de su recurso denuncia lo siguiente:
Infracción del artículo 139 incisos 3, 5 y 14 de la Constitución
Política del Perú: A) Infracción del artículo 320 del Código
Procesal Civil: No se entiende el criterio del juzgador de no
comprender que al resolverse la compraventa a favor de Ronald
Edmundo Sánchez Torres, en el proceso de Resolución de
Contrato, el cual se encuentra en giro con el número 589-14,
resulta evidente que hay conexidad entre ambos procesos; es
decir, entre el proceso de autos y el antes mencionado; resultando
lógico y coherente que primero se sentencie la Resolución de
Contrato, al amparo del segundo párrafo del artículo 1372 del
Código Civil. Al no suspender el proceso el Juez tiene el deber de
proceder conforme a la última parte del segundo parágrafo del
artículo 320 del Código Procesal Civil, es decir, ordenar la
acumulación de ambos procesos; B) La notificación electrónica
de la Resolución número 36 es nula, ya que al no verificar que la
Casilla numero 6223 no correspondía al letrado Juan Temístocles
García Córdova, no se cumplió con el principio de trazabilidad,
mediante el cual se tenía que verificar la llegada correcta de la
validez de la notificación o suspender el proceso en cualquier
estado. La citada Resolución número 36 ameritaba el fin del
proceso mediante suspensión (sic); por lo tanto, al amparo de la ley
debió ser notificada por cédula, sin perjuicio de las notificaciones
electrónicas; prevaleciendo el físico como notificación real; C) En
cuanto a la nulidad de la sentencia: Están conformes con el
segundo considerando por tratarse de normas legales. No están
conformes con el tercer considerando, porque en forma sesgada
se califica la Partida Registral número 11004712 en forma errada
refiriéndose al Asiento número C-6, respecto de la propiedad,
cuando dicho asiento se refiere a la deuda a su favor. Están
conformes con la frase inicial del cuarto considerando, ya que el
conocimiento del juzgador es clarísimo; sabe y le consta que no
hay aún pronunciamiento judicial sobre Resolución de Contrato; sin
embargo, se “olvida” que sus superiores le ordenaron suspender el
proceso; por ende, al resolver contra sus superiores se viola el
principio elemental del respeto a la instancia superior. En el mismo
sentido, el quinto considerando demuestra el conocimiento referido
a no haber aún sentencia firme sobre Resolución de Contrato; si
bien es cierto, el demandado podía vender el predio a terceros,
pero también lo es, que tienen el derecho de pedir la resolución
como viene dándose en el juzgado civil. Según el sexto y sétimo
considerando no hacen otra cosa que verse inmersos en su
impugnación de los puntos anteriores, ya que ha existido una
conducta delictiva de estafa al hacerles renunciar al derecho de
hipoteca legal; y D) La sentencia es nula porque no ha cumplido
con pronunciarse sobre todos los puntos demandados y se ha
olvidado de resolver los extremos demandados de la Nulidad del
Acto Jurídico. La resolución cuestionada presenta una motivación
aparente o insuficiente, referida básicamente al mínimo de
motivación exigible, atendiendo a las razones de hecho o de
derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. CUARTO.- En cuanto a la denuncia
contenida en el apartado A): La recurrente insiste en sostener que
debió declararse la suspensión del proceso; sin embargo, mediante
la resolución de fojas seiscientos setenta y tres, de fecha veinticinco
de setiembre de dos mil quince, el A quo declaró improcedente el
pedido de suspensión del proceso formulado por la recurrente, la
misma que al no haber sido impugnada ha quedado firme, y al no
cumplir con los requisitos del artículo 387 del Código Procesal Civil,
no es pasible de atacarse mediante recurso de casación. Razones
por las cuales esta denuncia no puede prosperar. QUINTO.- En
cuanto a la denuncia contenida en el apartado B): Tal como ha
establecido el Ad quem en la sentencia recurrida, la demandante
habría subrogado al letrado Juan Temístocles García Córdova en
sucesivas ocasiones, tal como se advierte de los escritos
presentados por la misma a fojas seiscientos cuarenta y cuatro y
seiscientos setenta y dos (suscritos por letrados distintos); sin
embargo, no varió su domicilio procesal o casilla electrónica,
verificándose que se notificó la Resolución número 36 en la casilla
electrónica número 6223, concluyéndose que ha sido notificada
válidamente con dicha resolución. Razones por las cuales este
extremo del recurso de casación también debe desestimarse, pues
al no existir la infracción denunciada, no se cumple, en rigor, con el
requisito del artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil, extremo
este que ya ha sido resuelto por el Juez de la causa en la resolución
de fojas seiscientos noventa y seis que declaró improcedente la
nulidad de la notificación de la Resolución número 36. SEXTO.- La
denuncia contenida en el apartado C) tampoco puede prosperar,
pues las alegaciones aquí postuladas consisten en meros
comentarios del contenido de las consideraciones expuestas por el
Ad quem en la recurrida, no cumpliendo en modo alguno con
indicar la infracción en que habría incurrido la Sala Superior, tal
como exige el artículo 388 inciso 2 del Código Procesal Civil.
SÉTIMO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado D): La
recurrente no precisa respecto a qué extremos demandados se

97360 CASACIÓN
habría omitido pronunciamiento, debiendo indicarse que la Sala
Superior resuelve en mérito a los agravios denunciados en
apelación, no acreditando la demandante que el Ad quem haya
omitido pronunciamiento sobre algún tema de la apelación de
sentencia que tenga incidencia directa en el fallo ahora cuestionado.
Razones por las cuales este extremo no cumple con los requisitos
del artículo 388 incisos 2 y 3 del Código Procesal Civil. Sin perjuicio
de lo ya expuesto cabe advertir que la recurrida contiene los
fundamentos de hecho y de derecho consignados en forma
ordenada y coherente, en consecuencia, ha dado cumplimiento a
la exigencia constitucional de motivación contenida en el artículo
139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú. Por las
consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto por el
artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley
número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Maytte Isabel Peralta Avilés a fojas
ochocientos cuarenta y cinco, contra la sentencia de vista de fojas
ochocientos veintinueve, de fecha diecisiete de mayo de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Ica; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por Maytte Isabel Peralta Avilés contra Ronald
Edmundo Sánchez Torres y otros, sobre Nulidad de Acto Jurídico;
y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA C-1569468-95
CAS. Nº 1595 -2016 AREQUIPA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, dieciséis
de marzo de dos mil diecisiete. VISTOS; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de este Supremo Tribunal
el recurso de casación interpuesto por la demandada FIJUCY
EMPAQUETADURAS Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada a fojas ciento doce, contra el auto de vista contenida en
la resolución número catorce, de fecha veintiocho de marzo de
dos mil dieciséis, de fojas ciento tres, emitida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; que confirma
la sentencia apelada que declara infundada la contradicción al
mandato ejecutivo por las causales de inexigibilidad de la obligación
y nulidad formal del título; y, fundada la pretensión de Dar Suma
de Dinero. SEGUNDO.- Verificando los requisitos de admisibilidad
regulados en el artículo 387 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, se advierte que el presente recurso
cumple con tales exigencias, esto es: i) Se recurre una resolución
expedida por la Sala Superior que pone fin al proceso, esto es
el auto de vista contenida en la resolución número 14, de fecha
veintiocho de marzo de dos mil dieciséis. ii) Se ha interpuesto ante
el órgano que emitió la resolución impugnada, la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; iii) Fue interpuesto
dentro del plazo de los diez días de notificado con la resolución
recurrida como consta del cargo de notificación a folios ciento
doce, observando el plazo legal, pues la resolución de vista se
notificó al recurrente el ocho de abril de dos mil dieciséis, según
cargo de folio ciento nueve, y el recurso se presentó el veintidós de
abril del dos mil dieciséis.; y iv) Han cumplido con el pago de tasa
judicial que corresponde a folios ciento once (vuelta) del expediente
principal y treinta y dos (vuelta) del cuadernillo de casación.
TERCERO.- El recurso de casación se sustenta en la infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial y dado su carácter extraordinario y formal
debe cumplir con ciertas exigencias que nuestro ordenamiento
procesal civil dispone, para lo cual quien hace uso de él está en
la obligación de exponer con claridad y precisión la infracción
normativa ya sea de orden sustantivo o procesal, y según sea el
caso, fundamentar en qué consisten éstas, además de exponer
de qué manera las mismas inciden en la resolución impugnada.
CUARTO.- En tal contexto, corresponde verificar el cumplimiento
de los requisitos de procedencia, con arreglo a lo dispuesto por
el artículo 388 del Código Procesal Civil. a) En relación a los
requisitos de procedencia, se cumple con el previsto en el numeral
1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, al no haber consentido
la decisión que le fue adversa en primera instancia. b) En cuanto a
la descripción con claridad y precisión de la infracción normativa o
el apartamiento del precedente judicial, referido en el inciso 2) del
artículo 388 citado, se tiene que la recurrente denuncia la causal
de: Infracción normativa del artículo 19 numeral 2 de la Ley de
Título y Valores – Ley Número 27287.- Señalando que “El deudor
también puede contradecir al tenedor del título valor, proponiendo
las defensas que se deriven de sus relaciones personales y las
que resulten procedentes, según la ley procesal”; ello a razón de
que en la resolución impugnada solo se considera que se puede
contradecir el mandato ejecutivo basando la contradicción en la
inexigibilidad de la obligación por cuestión de plazo no vencido o
sujeta a condición o cargo por cumplir, más no como fundamenta
la recurrente en una relación causal inexistente que dio origen
al pagaré puesto a cobro, considerando que lo alegado no
sustenta la inexigibilidad de la deuda, conforme al artículo 690-
D del Código Procesal Civil, cuando queda establecido que si
se puede contradecir la relación de causalidad que da origen al
título valor que se pone a cobro por mandato de la Ley de Títulos
y Valores artículo 19 numeral 2. QUINTO.- Las alegaciones de la
recurrente no pueden ampararse, si tenemos en cuenta que en el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
fondo pretende cuestionar el criterio jurisdiccional asumido por las
instancias de mérito a partir de un reexamen fáctico no viable a
nivel de esta Corte Suprema, dado el carácter formal del recurso
de casación; ello atendiendo a que si bien la norma denunciada, le
permite al deudor contradecir al tenedor del título valor, proponiendo
las defensas que se deriven de sus relaciones personales y las que
resulten procedentes, éstas deben hacerse conforme a las causales
establecidas en el artículo 690- D del Código Procesal Civil; y,
siendo que en el presente caso, su contradicción se sustentan
en que el monto a ejecutar es distinta de la relación contractual,
en definitiva, dicho argumento no encuadra dentro la causal de
inexigibilidad de la obligación, al haber acreditado la ejecutante que
el cobro de la obligación es viable. Por las razones expuestas y de
conformidad con lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal
Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por la demandada FIJUCY EMPAQUETADURAS
Empresa Individual de Responsabilidad Limitada a fojas ciento
doce, contra el auto de vista contenida en la resolución número
catorce, de fecha veintiocho de marzo de dos mil dieciséis, de
fojas ciento tres, emitida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Arequipa; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Banco Internacional del
Perú- INTERBANK con FIJUCY EMPAQUETADURAS Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada y otra , sobre Obligación
de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor De
La Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-96
CAS. Nº 1514-2016 MOQUEGUA
TERCERIA DE PROPIEDAD. Lima, nueve de junio de dos mil
dieciséis. VISTOS: Y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Arturo Flores Flores (folios 412) contra la
sentencia de vista contenida en la Resolución número treinta y uno
del catorce de marzo de dos mil dieciséis (folios 395) expedida por
la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Moquegua, la cual
confirmó la apelada contenida en la Resolución número veintiuno
del uno de setiembre de dos mil quince (folios 277) que declaró
fundada la demanda de Tercería de Propiedad; por lo que
corresponde examinar si el referido recurso cumple con los
requisitos dispuestos por los artículos 387 y 388 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364. SEGUNDO.-
Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para
la casación, se debe tener presente que este recurso es
eminentemente formal, técnico y excepcional, por lo que tiene que
estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, esto es:
Precisar en cuál de las causales se sustenta, si es en la i) Infracción
normativa o en el ii) Apartamiento inmotivado del precedente
judicial. Presentar una fundamentación puntualizada, clara y
pertinente respecto de cada una de las referidas causales;
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
Nomofiláctica, Uniformizadora y Dikelógica. Siendo así, es
responsabilidad del recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para dicha finalidad taxativamente se
encuentran determinadas en la norma procesal; pues este
Supremo Tribunal no está facultado para interpretar el recurso de
casación, ni de integrar o remediar las carencias del mismo o dar
por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco subsanar de
oficio los defectos incurridos por el recurrente en la formulación del
recurso extraordinario. TERCERO.- Previo al análisis de los
requisitos de procedencia, debe considerarse que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter
formal que solo puede fundarse en cuestiones eminentemente
jurídicas y no fácticas o de revaloración probatoria, es por ello que
éste tiene como fin esencial la correcta aplicación e interpretación
del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional
por la Corte Suprema de Justicia de la República; en ese sentido,
debe fundamentarse de manera, clara, precisa y concreta indicando
en que consiste la infracción normativa y cuál es la incidencia
directa en que se sustenta. CUARTO.- En ese sentido el recurso de
casación reúne los requisitos de admisibilidad, conforme exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil, toda vez que éste ha sido
interpuesto: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Mixta de la Corte Superior de Justicia de Moquegua que como
órgano de segundo grado pone fin al proceso (folios 395); ii) Ante
el órgano jurisdiccional citado que emitió la resolución impugnada;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, dado que el
demandante fue notificado el veintiocho de marzo del dos mil
dieciséis (folio 409) e interpuso el recurso de casación el once de
abril del dos mil dieciséis (folios 412); y iv) Adjuntó el arancel
judicial correspondiente (folios 411). QUINTO.- Evaluando los
requisitos de procedencia previstos en el artículo 388 del Código
Procesal Civil, se aprecia que el recurrente cumple con lo
establecido en los incisos 1 y 4, debido a que sí apeló la sentencia
de primera instancia que le fue adversa, y cumple con indicar que
su pedido es anulatorio (principal) y revocatorio (subordinado).
SEXTO.- En cuanto a las exigencias contenidas en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, el recurrente invoca
como causales de su recurso: 1) Infracción normativa procesal
del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Perú; artículo VII del Título Preliminar, e incisos 3 y 4 del
artículo 122 y artículo 535 del Código Procesal Civil; denuncia
lo siguiente: i) El inciso 5 del artículo 139 de la constitución Política
del Perú fija como una garantía y Derecho de la Función
Jurisdiccional el deber de motivación de las resoluciones judiciales
esto es que los Jueces cualquiera sea la instancia a la que
pertenezcan expresen el proceso mental que los ha llevado a
decidir una controversia asegurando que el ejercicio de administrar
justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley, en tal
sentido habrá una motivación adecuada de las resoluciones
judiciales cuando la resolución contenga los fundamentos jurídicos
y fácticos que sustentan la decisión así como cuando la motivación
responda efectivamente a la ley y a lo que fluye de los actuados
debiendo además existir una correspondencia lógica (congruencia)
entre lo pedido y lo resuelto de tal modo que la resolución por sí
misma constituya suficiente justificación de lo que se decide u
ordena, en contrario si la resolución infringe alguno de estos
aspectos esenciales de la motivación se incurre en causal de
nulidad contemplada en los incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley 27524; ii) Por
el Principio de Congruencia Procesal contemplado en el artículo VII
del Título Preliminar del Código Procesal Civil las sentencias
expedidas en el proceso civil necesariamente deben guardar una
relación de correspondencia lógica entre el petitorio contenido en la
demanda, la fijación de puntos controvertidos y lo que es resuelto
en definitiva por las instancias de mérito pues de no existir esta
correspondencia necesaria se afectaría gravemente el Principio de
Congruencia Procesal y se incurriría en causal de nulidad prevista
en el inciso 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil, modificado
por el artículo 1 de la Ley número 27524. iii) La sentencia
impugnada considera que con el Testimonio de Escritura que obra
en autos es suficiente para definir la controversia y por ello ha
confirmado la sentencia de primera instancia que declara fundada
la demanda de Tercería, al haberse cumplido con el artículo 535 del
Código Procesal Civil, sin embargo lo resuelto por el superior
colisiona con los Principios de Legalidad y Buena Fe Registral que
deben prevalecer en atención a la medida cautelar de embargo en
forma de inscripción sobre el inmueble materia de litis goza de
prioridad frente al derecho real del tercerista, pues este no fue
inscrito a la fecha, indicando además que las medidas cautelares
guardan una importante función procesal como instrumento jurídico
para asegurar la eficacia de las pretensiones postuladas ante el
órgano jurisdiccional garantizando a su vez una adecuada y
efectiva tutela jurisdiccional. En consecuencia, las sentencias
expedidas afectan el Principio de Buena Fe Registral teniendo en
cuenta que al momento de la inscripción registral de la medida
cautelar de embargo el bien se encontraba registrado a favor del
obligado y no del tercerista, incurriéndose en causal de nulidad
prevista en el inciso 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil por
lo que corresponde disponer que las instancias de mérito expidan
nueva resolución cuidando que la sentencia guarde correspondencia
lógica con el petitorio. 2) Infracción normativa material de los
artículos 2012, 2013, 2014 y 2016 del Código Civil; denuncia que
el artículo 2012 del Código Civil, recoge el Principio de Publicidad
Registral y establece la presunción iuris et de iure por la que se
presume que toda persona tiene conocimiento del contenido de las
inscripciones; el artículo 2013 del mismo código recoge el Principio
de Legitimidad o Legitimación por el cual el contenido de las
inscripciones se presume cierto y produce todos sus efectos
mientras no se rectifique o se declare judicialmente su invalidez,
estableciéndose una presunción iuris tantum de exactitud entre la
realidad y lo que publican los registros; el Principio de Buena Fe ha
sido consagrado en el artículo 2014 del anotado código al
establecer la situación del tercero de buena fe; y el artículo 2016
del Código Civil consagra el Principio de Prioridad en el Rango, que
determina la preferencia de los derechos que otorgan los registros
prior in tempore potior iure. Señala que la Sala Superior no ha
valorado en forma conjunta los medios probatorios como es el título
aparejado de anticipo de legítima que usaron los demandados para
evadir su obligación, que fue otorgado a título gratuito y no a título
oneroso, y por ello se estaría vulnerando el Derecho al Debido
Proceso. SÉTIMO.- Respecto a las causales previstas en el ítem 1)
se advierte que si bien la recurrente cumple con señalar las normas
cuya infracción habría incurrido no cumple con señalar en forma
clara y precisa en qué consiste la infracción en que habría incurrido
el Colegiado de mérito al emitir pronunciamiento; y asimismo, no
cumple con demostrar la incidencia directa de dichas infracciones
sobre la resolución recurrida, pues pretende que se analicen
hechos y medios probatorios que fueron revisados por las
instancias de mérito, siendo que en esta instancia no es factible el
análisis ya que no corresponde a la finalidad del recurso de
casación, motivo por el cual estas causales devienen
improcedentes. OCTAVO.- En relación a las causales contenidas
en el ítem 2) se aprecia que con el sustento de las indicadas
normas el demandado considera que la medida cautelar que
peticionó goza de prioridad frente al derecho real del tercerista,
pues ésta no fue inscrita a la fecha, y que además las medidas
cautelares guardan una importante función procesal como
instrumento jurídico para asegurar la eficacia de las pretensiones
postuladas ante el órgano jurisdiccional, garantizando a su vez una
adecuada y efectiva tutela jurisdiccional. Sobre el particular se
observa que, si bien, ante la existencia de un peligro en la
satisfacción del interés de un derecho, el acreedor buscará remover
97361
los obstáculos que impidan la satisfacción de su derecho, para
tutelar al crédito de los peligros que impiden su plena realización,
para tal efecto la normatividad prevé varios mecanismos de tutela
preventiva tales como la acción revocatoria, la acción subrogatoria,
las medidas cautelares, con los que se busca que el crédito no se
vea impedido de ser satisfecho, por actos que realice el deudor a
fin de disminuir su patrimonio, que podrían afectar gravemente su
crédito; no obstante se debe tener presente que de acuerdo a la
regla 1. del VII Pleno Casatorio Casación número 3671-2014-Lima:
“En los procesos de tercería de propiedad que involucren bienes
inscritos, debe considerarse, de conformidad con lo dispuesto en la
segunda parte del artículo 2022 del Código Civil, en concordancia
con los artículos 949 y 1219 inciso 1° del mismo cuerpo legal, que
el derecho de propiedad del tercerista es oponible al derecho del
acreedor embargante, siempre que dicho derecho real queda
acreditado mediante documento de fecha cierta más antigua que la
inscripción del embargo respectivo”; tal como ocurre en este caso
que el tercerista opone ante la medida cautelar de embargo en
forma de inscripción otorgada judicialmente a favor del recurrente e
inscrita conforme de aprecia de la Anotación de Inscripción del
Título número 2013-00004289 presentado el diecisiete de junio del
dos mil trece, el derecho real que adquirió sobre el inmueble
ubicado en la calle Buenos Aires, Manzana G, Lote nueve, del
Centro Poblado San Francisco, Distrito de Moquegua, Provincia de
Mariscal Nieto, Departamento de Moquegua, mediante el Anticipo
de Legítima con dispensa de Colación otorgado ante la Notaría
Pública María Isabel Guiselle Vera Kihien de la Provincia de
Mariscal Nieto (folios 24); por lo que la medida cautelar peticionada
por el recurrente no resulta ser la idónea para cautelar su derecho;
por lo que la causal invocada deviene en improcedente.
NOVENO.- Analizados de manera conjunta los fundamentos de las
causales denunciadas, se advierte que no satisfacen las exigencias
de los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, por
cuanto el recurrente no ha cumplido con señalar en forma clara y
precisa en qué han consistido las infracciones materiales y
procesales denunciadas; asimismo no ha cumplido con demostrar
cuál sería la incidencia directa de dichas infracciones sobre la
decisión contenida en la resolución recurrida; por lo que dichas
causales devienen improcedentes. Por estas consideraciones y
de conformidad con el artículo 392 del Código Procesal Civil,
declararon IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto
por Arturo Flores Flores (folios 412) contra la sentencia de vista
contenida en la Resolución número treinta y uno del catorce de
marzo de dos mil dieciséis (folios 395) expedida por la Sala Mixta
de la Corte Superior de Justicia de Moquegua; dejando a salvo el
derecho del recurrente para hacerlo valer con arreglo a ley;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Roy Isidoro Mamani Cuayla contra Arturo Flores Flores, y otros,
sobre Tercería de Propiedad; y los devolvieron. Integra esta Sala el
Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia del Juez
Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza Ramírez,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569468-97
CAS. Nº 1592-2016 LORETO
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO, Lima, dos de febrero de dos mil
diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Javier Tuesta Vásquez a fojas mil ciento cinco, contra
la sentencia de vista de fojas mil ochenta y nueve, de fecha veintitrés
de julio de dos mil quince, emitida por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Loreto, que confirma la sentencia apelada de
fojas mil doce, de fecha veinticinco de marzo de dos mil catorce, que
declara fundada la demanda; para cuyo efecto este Colegiado debe
proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida en
la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en cuanto a los requisitos
de admisibilidad se advierte que el presente recurso de casación
cumple con los requisitos previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que se
ha interpuesto contra una resolución que pone fin al proceso, ante
el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, dentro
del plazo de diez días contado desde el día siguiente de notificada
la citada resolución y adjuntando la tasa judicial correspondiente.
TERCERO.- Que, como sustento de su recurso, el impugnante alega
las causales de: 1) Infracción normativa de carácter procesal del
artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil, señala
que se ha producido la infracción de las normas esenciales para la
eficacia y validez de los actos procesales al vulnerar a todas luces
el Principio de Tutela Jurisdiccional Efectiva, así como el Debido
Proceso, aceptándose como medio de prueba el Boucher expedido
por el Banco Scotiabank sin la debida corroboración por parte del
juzgador, limitándosele su Derecho Constitucional a la Defensa; y
2) Infracción normativa de carácter material del artículo 219
inciso 5 del Código Civil, la Sala Superior al emitir la sentencia
de vista ha inaplicado dicho artículo al indicar que los demandados
no acreditan con documentos que a la fecha de la celebración del
Contrato de Compraventa de Derechos y Acciones hayan tenido
alguna fuente de ingreso que les permita pagar el precio del bien
inmueble materia de litis, configurándose con ello la simulación
absoluta, no teniendo en cuenta que dicho acto jurídico se realizo

97362 CASACIÓN
con el consentimiento de los demás hermanos, por lo que no incurre
ninguna causal de nulidad. CUARTO.- Que, evaluados los requisitos
de procedencia previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil,
respecto a las causales denunciadas, se advierte que el recurrente
apeló la resolución de primera instancia que le fue desfavorable.
Asimismo, cumple con precisar que el recurso se sustenta en la
causal de infracción normativa de carácter procesal y material
y a su vez de los argumentos del mismo se aprecia que su
pedido casatorio es anulatorio como principal y revocatorio como
subordinado; cumpliendo con ello los presupuestos de los incisos
1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que, analizada
la fundamentación de la causal denunciada se advierte que no
puede estimarse, debido a que el recurso de casación no satisface
el requisito de procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil, al no haberse demostrado la incidencia directa de la
infracción denunciada respecto a la decisión impugnada, habiéndose
establecido claramente que se observa que los demandados Javier
Tuesta Vásquez y Rogelio Segundo Tuesta Vásquez no acreditan
documentalmente que a la fecha de celebración del Contrato de
Compraventa de Derechos y Acciones (once de diciembre de dos mil
ocho) hayan tenido alguna fuente de ingreso que les permita costear
el precio fijado para la venta del bien inmueble materia de litis, lo que
sí acreditan es disponibilidad de recursos en fecha muy posterior,
tanto más si al momento de celebrarse la compraventa ante el Notario
Público no se ha presentado el documento que sirvió como medio de
pago lo cual constituye la causal de simulación absoluta; advirtiendo
este Supremo Colegiado que no resulta objeto de pronunciamiento el
consentimiento que hayan otorgado o no las partes en la celebración
del acto jurídico, sino la simulación como repetimos respecto al
pago del inmueble al no haber acreditado ello con medio probatorio
alguno; en consecuencia, el recurso de casación propuesto deviene
en improcedente. Por estas consideraciones y de conformidad con el
artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE
el recurso de casación interpuesto por Javier Tuesta Vásquez a fojas
mil ciento cinco, contra la sentencia de vista de fojas mil ochenta y
nueve, de fecha veintitrés de julio de dos mil quince, emitida por la
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Lidia Luz
Cauper de Flores y otra contra Javier Tuesta Vásquez y otros, sobre
Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-98
CAS. Nº 1297-2016 LIMA NORTE
REIVINDICACIÓN. Lima, veintiocho de abril de dos mil diecisiete.
VISTOS; Con el cuaderno principal, cuadernillo de casación, la
Razón emitida por el Secretario de Sala1; y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el recurso
de casación interpuesto por el demandante Julio Marcial Tapia
Bocanegra (folios 461), contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número trescientos noventa y cuatro, de fecha veinte de
agosto de dos mil quince (folios 446) expedida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, la cual
resolvió revocar la sentencia apelada contenida en la Resolución
número treinta y cuatro, de fecha dos de octubre de dos mil catorce,
que declaró fundada la demanda de reivindicación y fundada la
pretensión accesoria de demolición de la edificación, y reformándola
declara infundada la demanda de reivindicación interpuesta por Julio
Marcial Tapia Bocanegra contra Elvira Wila Corales Manrique, e
infundada la pretensión accesoria de demolición de la edificación;
para cuyo efecto debe procederse a calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia dispuestos en los artículos 387 y 388 del
Código Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.
SEGUNDO.- El recurso de casación es formal puesto que
normativamente se han previsto requisitos de admisibilidad y de
procedencia que deben ser satisfechos, señalando las causales que
pueden invocarse (infracción normativa que incida directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada o en el
apartamiento inmotivado del precedente judicial)2, exigiéndose una
fundamentación clara y precisa de la causal respectiva, que se
demuestre la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada y que se indique el pedido casatorio3. En vía de casación
no se pueden volver a valorar las pruebas actuadas en el proceso
conforme a las cuales las instancias de mérito han considerado
acreditado un hecho, puesto que la revaloración probatoria no
resulta acorde con los fines de la casación plasmados en el artículo
mencionado, sino que este recurso versa sobre cuestiones de iure o
de derecho, con exclusión de las de hecho y de lo que se estima
probado. TERCERO.- Se verifica que el recurso de casación cumple
con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo
387 del Código Procesal Civil, toda vez que ha sido interpuesto de la
siguiente forma: i) Contra la sentencia de vista expedida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que
como órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al
proceso; ii) Ante la instancia que emitió la sentencia que se impugna;
iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que el recurrente fue
notificado el día doce de octubre de dos mil quince (folios 454, y
vuelta) e interpuso el recurso de casación el día veintidós de octubre
de dos mil quince (folios 461); y, iv) ha presentado la tasa judicial
correspondiente (folios 36 del cuadernillo de casación). CUARTO.-
El recurso cumple con el requisito de procedencia previsto en el
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, porque si bien el
impugnante no apeló la sentencia de primera instancia, la misma no
le fue adversa. En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 de la
referida norma, del recurso se tiene que su pedido es anulatorio y
revocatorio. QUINTO.- El recurso de casación se sustenta en la
primera causal prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley número 29364, esto es, en la infracción
normativa que incide directamente sobre la decisión contenida en la
resolución impugnada; así se señala que existe infracción
normativa del incisos 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, artículo I del Título Preliminar, artículo 197 del
Código Procesal Civil y artículo 7 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; se fundamenta el recurso señalando concretamente que
se han contravenido las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso y que prescriben el derecho de toda persona a la
tutela jurisdiccional efectiva en el ejercicio y defensa de sus
derechos, puesto que para la resolución de la controversia no se
habrían considerado pruebas instrumentales que aparecen en
autos, como las pruebas presentadas con su escrito de fecha
diecinueve de diciembre de dos mil trece, como es la copia legalizada
ante Notario Público de la escritura pública de compraventa otorgada
por Isavel Manrique en calidad de vendedora y la sociedad conyugal
conformada por Elivorio Corales y Benedicta Manrique en calidad de
compradores, con lo cual se acredita el tracto sucesivo, siendo que
esta prueba fue solicitada como prueba de oficio por el Juzgado
mediante Resolución número veintisiete de fecha veintidós de
noviembre de dos mil trece y por Resolución número veintiocho de
fecha veintisiete de diciembre de dos mil trece se tuvo por cumplido
el mandato, y sin embargo, en la Sentencia de vista se señala que en
autos no obra medio probatorio alguno que corrobore a su vez que
Elivorio Corales Machay haya sido propietario del inmueble sub litis,
no teniéndose presente el principio de unidad de la prueba contenido
en el artículo 197 del Código Procesal Civil, pues todos los medios
probatorios representan, a efecto de su valoración, una unidad, y
consecuentemente debieron ser apreciados en su conjunto.
SEXTO.- Bajo el argumento de que no se habrían valorado todos los
medios probatorios ofrecidos por el demandante recurrente, éste
cuestiona la valoración probatoria realizada por la Sala Superior en
la sentencia de vista que se impugna, en la cual se ha concluido que
no se ha probado el derecho de propiedad que sustenta la pretensión
reivindicatoria, puesto que se consideró que resultaba insuficiente el
contrato de compraventa a favor del accionante porque no se había
corroborado debidamente que quien le transfirió –Elivorio Corales
Machay– haya sido propietario del inmueble, sino que el mismo
demandante admitió –durante la Audiencia de Pruebas– que la
titulación de los terrenos donde se encuentra ubicado el inmueble
sub litis, es decir, en el Centro Poblado de Huacaschuque, Provincia
de Pallasca, Departamento de Ancash, se viene obteniendo a través
del Organismo de Formalización de la Propiedad Informal -
COFOPRI; y que siendo así, también resultaba insuficiente para
acreditar que la demandada venga poseyendo parte del inmueble de
copropiedad del demandante, la declaración efectuada por el Juez
de Paz del Distrito de Huasaschuque respecto a que la demandada
ha utilizado seis punto sesenta metros cuadrados (6.60 m2) de
propiedad del accionante, y la diligencia de inspección judicial de
fecha veintidós de agosto de dos mil doce, donde se afirmaba que
dentro del inmueble poseído por la emplazada se encuentra el
inmueble sub litis; advirtiéndose que realmente se persigue que esta
Sala Suprema efectúe una nueva evaluación respecto al derecho de
propiedad que alega ostentar el demandante y si la accionada viene
efectivamente poseyendo parte del inmueble del cual este último
afirma ser propietario, hechos que ya fueron dilucidados en la
recurrida, es decir, no se está describiendo un supuesto de infracción
de alguna norma procesal o material, sino que se está procurando
que en sede casatoria se emita un nuevo pronunciamiento con
relación a hechos –cuestionamiento fáctico– que ya fueron
analizados, siendo que, como se ha indicado precedentemente, la
revaloración probatoria y las cuestiones de hecho no resultan acorde
con los fines de este recurso, conforme a lo estipulado en el artículo
384 del Código Procesal Civil, no cumpliéndose con el requisito de
descripción clara y precisa de alguna infracción normativa según el
inciso 2 de su artículo 388 del Código Procesal Civil. Por estos
fundamentos y conforme a lo establecido en el artículo 392 del
Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por el demandante Julio Marcial Tapia
Bocanegra (folios 461), contra la sentencia de vista contenida en la
Resolución número trescientos noventa y cuatro, de fecha veinte de
agosto de dos mil quince (folios 446) expedida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Julio
Marcial Tapia Bocanegra contra Elvira Wila Corales Manrique, sobre
Reivindicación y otro; y los devolvieron. Ponente Señor Romero
Díaz, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA,
MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES
CABALA
1
Folio 42 del Cuadernillo de Casación.
2
Artículo 386 del Código Procesal Civil modificado por el artículo 1 de la Ley
número 29364.
3
Incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por el
artículo 1 de la Ley número 29364.
C-1569468-99
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
CAS. Nº 1286-2016 LIMA
DESALOJO POR OCUPACIÓN PRECARIA
SUMILLA: Se advierte la incongruencia de la motivación de ad
quem, por cuanto ha omitido pronunciarse respecto a la alegación
de la recurrente en que sostiene que no ha sido notificada con la
demanda, resolución que declara saneado el proceso y la que
convoca a la audiencia única. Es decir, se aprecia una clara
vulneración del deber de motivar las resoluciones judiciales,
contenida en la norma invocada en el recurso de casación bajo
examen. Lima, quince de marzo de dos mil diecisiete. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número mil doscientos ochenta
y seis – dos mil dieciséis en Audiencia Pública de la fecha, y
producidos el debate y votación correspondientes, emite la
presente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se trata del
recurso de casación interpuesto, a fojas novecientos cincuenta y
cuatro, por Mercedes María Morante Muro, contra la sentencia de
vista de fojas novecientos veinte y uno, de fecha veintiuno de
diciembre de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma la sentencia
apelada de fojas sesenta y uno, su fecha dieciséis de setiembre de
dos mil trece, en cuanto declara fundada la demanda; la revoca en
el extremo de costas y costos; reformándola, la exonera del pago
de costas y costos. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Esta Sala
Suprema, mediante resolución de fojas sesenta y tres del presente
cuadernillo, de fecha diecinueve de mayo de dos mil dieciséis, ha
estimado procedente el recurso de casación referido por las
causales de infracción normativa de derecho procesal e infracción
normativa de derecho material. La parte recurrente denuncia: A)
Infracción normativa del artículo122 inciso 3, VII del Título
Preliminar y 197 del Código Procesal Civil e inciso 3 del
artículo139 de la Constitución Política del Estado: Alega que las
sentencias de mérito han inobservado los artículos 155 y 157 del
Código citado, que ordena la notificación a la demandada para que
conozca de la demanda, auto admisorio, audiencia y sentencia;
puesto que en el presente caso se vulnera su Derecho de Defensa,
Tutela Jurisdiccional Efectiva y Debido Proceso al no habérsele
notificado con la demanda, auto admisorio, audiencia única,
sentencia y requerimiento de lanzamiento, siendo el día que la
expulsaron con la diligencia de lanzamiento, que conoció del
proceso. Y, en lugar de declararse la nulidad de todo lo actuado,
sólo se declaró nulo hasta el acto de notificación de la sentencia,
por lo que no se le dio la oportunidad de defenderse con sus
medios probatorios (pago de impuesto predial, recibo de luz, agua,
cartas de la Municipalidad de Jesús María dirigida a la demandada
como propietaria del inmueble). Asimismo, señala que impugnó la
sentencia apelada acusando la nulidad de todo lo actuado por falta
de notificación; sin embargo, dicho punto no ha sido resuelto por el
Ad quem, alegando solamente, que dicho argumento ya fue
resuelto mediante Resolución número nueve de fecha trece de
abril de dos mil quince. Alega que el documento privado de
compraventa contiene firmas falsificadas de los vendedores, el
mismo que ha sido desglosado y en su lugar se ha dejado una
copia autenticada por secretario a fin de que no se practique una
Pericia de Cotejo sobre el original, respecto de las firmas de los
dueños. Finalmente, alega que la presente demanda ha caducado,
y denuncia que la sentencia de vista impugnada no se encuentra
debidamente motivada. B) Inaplicación de los artículos 140,
1359 y 1529 del Código Civil: Alega que la Sala Civil determina
que el actor es propietario del inmueble sub litis por la Minuta de
Compraventa que obra a fojas tres; sin embargo, la manifestación
de voluntad que exigen los artículos 1359 y 1529 del Código Civil,
no está consignada a fojas tres, sino tan sólo a fojas cuatro, donde
no obra el bien que es materia de transferencia, no habiéndose
efectuado una apreciación razonada exigida por el artículo 197 del
Código Procesal Civil. Agrega que el Ad quem debió aplicar lo
normado por el inciso 4 del artículo 968 del Código Civil; y en
consecuencia, no debió tener por cumplido el primer requisito de
que es propietario con derecho a restitución del predio, ya que tal
derecho de propiedad se extinguió al tener abandonado el inmueble
por un periodo de tiempo de cuarenta y siete años.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Del examen de los autos se
advierte que a fojas trece Eliseo Basilio Huamán Ticse interpone
demanda de Desalojo por Ocupación Precaria contra Mercedes
María Morante Muro solicitando que desocupe el inmueble de su
propiedad ubicado en la avenida General Garzón mil ciento treinta,
Jesús María. Como fundamentos de su demanda sostiene que es
propietario del bien, conforme se advierte de la minuta de
compraventa, de fecha tres de noviembre de mil novecientos
sesenta y cinco, el cual corre inscrito a nombre de los anteriores
propietarios. La demandada no tiene contrato de arrendamiento u
otro título que justifique su posesión. SEGUNDO.- Tramitada la
demanda según su naturaleza, el juez de la causa, mediante
sentencia de fecha dieciséis de setiembre de dos mil trece, declara
fundada la demanda. Como fundamento de su decisión sostiene
que la parte actora tiene la calidad de propietaria del inmueble
materia de desalojo y que por el contrario la demandada, debido a
su propia condición de rebeldía no ha justificado de modo alguno
cual es el título que ampara la posesión que ejerce. TERCERO.-
Apelada la mencionada sentencia, la Sala Revisora, mediante
sentencia de fojas novecientos veintiuno, su fecha veintiuno de
diciembre de dos mil quince, la confirma. Como sustento de su
decisión manifiesta que el inmueble se encuentra inscrito a nombre
97363
de Arturo Sumway Davis y Lucía Adalid Wolseley de Sunway y se
aprecia un tracto sucesivo dominial a favor del demandante, pues
este ha presentado una minuta de compraventa a fojas tres. Si bien
dicho contrato no fue inscrito en los Registros Públicos también lo
es que el Código Civil de 1936 y el actual Código no exigen que el
título se encuentre inscrito para que genere efectos (artículo 949
del Código Civil). La demandada no ha demostrado tener título
vigente que justifique su posesión. CUARTO.- Conforme se ha
anotado precedentemente, el recurso de casación ha sido
declarado procedente por las causales de infracción normativa de
derecho procesal e infracción normativa de derecho material,
debiendo absolverse, en principio, las denuncias de carácter
procesal, de modo que si se declara fundado el recurso por esta
causal deberá verificarse el reenvío, no teniendo objeto, en tal
supuesto, el pronunciamiento respecto a la causal sustantiva.
QUINTO.- En tal sentido, conviene absolver, en principio, la
denuncia de vulneración del principio de motivación de las
resoluciones judiciales (artículo 122 inciso 3 del Código Procesal
Civil). Al respecto se aprecia que desde su apersonamiento al
proceso, mediante escrito de fojas ciento veintitrés, la demandada
Mercedes María Morante Muro ha alegado la nulidad de los
actuados por no haber sido notificada con la demanda, con la
resolución que dio por saneado el proceso, la que convocó a
Audiencia Única y la sentencia, resolución que ordena el
lanzamiento. Tal argumento también ha sido propuesto como
agravio en su recurso de apelación de sentencia de fojas
cuatrocientos cinco y siguientes.--SEXTO.- En la sentencia de vista
ahora impugnada el ad quem, al absolver el referido agravio (ver
considerando décimo de la misma) se ha limitado que tal alegación
ha sido resuelta mediante resolución número 09 de fecha trece de
abril de dos mil quince, cuyo texto obra a fojas trescientos setenta
y cuatro de los autos. Sin embargo, es de notar, que ésta última
sólo hace referencia a la resolución que dispuso se dejen los autos
en despacho para emitir sentencia, omitiendo absolver la denuncia
de omisión de notificación de la demanda, la resolución que declara
saneado el proceso, la que convoca a la Audiencia Única. Como
corolario, en dicha resolución (N° 09) la Sala Superior declara la
nulidad de los actuados pero sólo a partir del acto de notificación de
la sentencia de primera instancia. SÉTIMO.- En tal sentido, se
advierte la incongruencia de la motivación del Ad quem, por cuanto
ha omitido pronunciarse respecto a la alegación de la recurrente en
que sostiene que no ha sido notificada con la demanda, resolución
que declara saneado el proceso y la que convoca a la Audiencia
Única. Es decir, se aprecia una clara vulneración del deber de
motivar las resoluciones judiciales, contenida en la norma invocada
en el recurso de casación bajo examen.--OCTAVO.- Por otro lado,
se aprecia que en el recurso de casación bajo examen la recurrente
invoca la infracción del artículo ciento noventa y siete del Código
Procesal Civil, manifestando que se ha faltado al deber de
apreciación razonada de la prueba, por cuanto en la minuta de
compraventa de fojas 3 y siguientes (en que sustenta el
demandante su legitimidad para solicitar la restitución del bien sub
litis), no existe la manifestación voluntad que exigen los artículos
1359 y 1529 del Código Civil, pues no está consignada a fojas tres,
y sólo se encuentra a fojas cuatro.--NOVENO.- Al respecto, mal
hace la Sala Superior al afirmar (ver considerando décimo de la
sentencia de vista ahora impugnada en absolver los agravios 4), 5)
y 6) del recurso de apelación) que no puede atender a argumentos
que corresponden a un proceso de nulidad de acto jurídico en que
se discute la validez o invalidez de un acto jurídico, pudiendo la
demandada hacer valer su derecho en otro proceso. Nótese que el
Pleno Casatorio sobre desalojo (Casación N° 2195-11) estableció
en su apartado 5 de su doctrina jurisprudencial vinculante que el
juez podía analizar la invalidez del título posesorio en la parte
considerativa de la sentencia. En todo caso, al analizar la validez o
invalidez del acto jurídico contenido en el documento de fojas tres
y siguientes, las instancias de mérito deben tomar en cuenta que
existe un proceso de otorgamiento de escritura pública que ha
incoado Eliseo Basilio Huamán Ticse, esto es el proceso número
28504-2014, seguido ante el Décimo Quinto Juzgado Civil de Lima,
respecto del cual este Colegiado Supremo ha tomado conocimiento
a través del sitio web del Poder Judicial- Corte Superior de Justicia
de Lima, el mismo que a la fecha no cuenta con sentencia firme.
DÉCIMO.- Por consiguiente, se advierte una clara vulneración del
principio de motivación de las resoluciones judiciales (Artículo 122
inciso 3 del Código Procesal Civil), así como del principio de
valoración de la prueba contenido en el artículo 197 del Código
Procesal Civil; ello implica que debe declararse la nulidad de la
sentencia recurrida, así como de la apelada (es necesario que las
directivas formuladas en esta sentencia observadas inclusive por el
juez de la causa, de conformidad con lo establecido por el artículo
396, inciso 3 del Código Procesal Civil, correspondiendo al A quo
renovar el acto procesal viciado, es decir, emitir nueva sentencia,
de conformidad con las consideraciones previamente vertidas.
Cabe agregar que, en atención a lo establecido en el considerando
cuarto de la presente resolución carece de objeto pronunciarse
sobre las denuncias de contenido material. Por las razones
anotadas y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del Código
Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de casación
interpuesto por Mercedes María Morante Muro, a fojas novecientos
cincuenta y cuatro; por consiguiente, CASARON la sentencia de
vista de fojas novecientos veintiuno, de fecha veintiuno de
diciembre de dos mil quince, emitida por la Segunda Sala Civil de

97364 CASACIÓN
la Corte Superior de Justicia de Lima; en consecuencia, NULA la
misma e INSUBSISTENTE la sentencia apelada de fojas sesenta y
uno, su fecha dieciséis de setiembre de dos mil trece, que declara
fundada la demanda; ORDENARON que el Juez de la causa emita
nueva sentencia, con arreglo a ley y conforme a lo establecido en
los considerandos precedentes; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad en los seguidos por Eliseo Basilio Huamán Ticse
contra Mercedes María Morante Muro, sobre Desalojo por
Ocupación Precaria; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-100
CAS. Nº 1862-2017 LIMA ESTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Lima, veintinueve de mayo de dos
mil diecisiete. AUTOS Y VISTOS Y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Paulino Nemias Montes Huamán, contra la
Sentencia de Vista que confirma la apelada que declara fundada
la demanda; en ese sentido corresponde calificar los requisitos de
admisibilidad y procedencia del medio impugnatorio conforme a
lo previsto por la Ley número 29364, que modificó entre otros los
Artículos 386°, 387° y 388° del Código Procesal Civil. SEGUNDO.-
Acorde a lo regulado en el último párrafo del Artículo 364° del
Código Procesal Civil, el recurso de apelación -como consecuencia
del principio de la doble instancia- tiene como finalidad que las
resoluciones de los jueces inferiores puedan ser examinadas de
nuevo a pedido de las partes por los tribunales superiores pues
permite a los litigantes llevar ante el Tribunal de segundo grado una
resolución estimada injusta para que la modifique o revoque según
sea el caso. TERCERO.- En ese contexto, el derecho de apelar
corresponde a todo aquel que haya sido parte y sea perjudicado
por la sentencia incluyendo al sustituto procesal y además al
coadyuvante adhesivo y al obligado asimismo es de señalarse
que el perjuicio del que nace el interés de apelar está contenido
sobre todo en la sentencia de fondo que no es sólo teórica sino es
prácticamente desfavorable por cuanto niega a uno de los litigantes
en todo o en parte un derecho1. CUARTO.- En ese orden de ideas
el Artículo 364° del Código Procesal Civil señala que el recurso
de apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior
examine a solicitud de parte o de tercero legitimado la resolución
que les produzca agravio con el propósito de que sea anulada o
revocada total o parcialmente constituyendo la fundamentación
del agravio un precepto legal que guarda estrecha relación con lo
señalado en el artículo 366 de dicho cuerpo legal. QUINTO.- Así
también el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal Civil, prevé
que el recurso de casación se declarará procedente si el recurrente
no hubiera consentido previamente la resolución adversa de
primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la resolución
objeto del recurso. SEXTO.- Revisado los autos, se aprecia que
habiendo emitido el Juez de Primera Instancia de la Corte Superior
de Justicia de Lima Este, pronunciamiento mediante sentencia de
fecha veintiocho de octubre de dos mil quince, no se aprecia de
autos que el recurrente, haya interpuesto recurso de apelación
alguno, no obstante lo indicado, es de advertirse que el impugnante
mediante escrito corriente a fojas quinientos cincuenta y seis,
ha planteado recurso de casación contra la sentencia de vista,
expedida por la Sala Superior, el veintisiete de enero de dos mil
diecisiete, por la cual confirma la decisión apelada. Siendo esto así,
es de colegirse que el recurrente incumple con los lineamientos
consagrados por el Artículo 388° inciso 1) del Código Procesal
Civil, pues dejó consentir la decisión emitida por el juez de la causa.
Fundamentos por los cuales y en aplicación del Artículo 359° del
Código Procesal Civil declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Paulino Nemias Montes Huamán contra
la sentencia de vista contenida en la resolución número siete de
fecha veintiocho de noviembre de dos mil dieciséis obrante a fojas
quinientos diecinueve expedida por la Sala Civil Descentralizada
Transitoria de Ate de la Corte Superior de Justicia de Lima Este;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por la
Iglesia Evangélica Peruana con Paulino Nemias Montes Huamán
y otros sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente
Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA, CÉSPEDES CABALA
1
Chiovenda. Apelación. Capítulo III Las relaciones procesales. Páginas 378 a
405.
C-1569468-101
CAS. Nº 2207-2016 LA LIBERTAD
INDEMNIZACIÒN POR DAÑOS Y PERJUICIOS. Lima, ocho de
mayo de dos mil diecisiete. VISTOS: y, CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el
recurso de casación interpuesto por la demandada BBVA Banco
Continental a fojas mil cuatrocientos cincuenta y uno, contra la
sentencia de vista de fecha dieciocho de junio de dos mil quince, de
fojas mil trescientos ochenta y cuatro, emitida por la Tercera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad; que confirma
la apelada que declara fundada en parte la demanda de
indemnización por daños y perjuicios; en consecuencia ordena que
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
el demandado cumpla con devolver el importe del dinero contenido
en el Pagaré número 18570, ascendente a ciento veinte mil dólares
americanos (US$ 120,000.00), más los intereses legales que se
calcularán en ejecución de sentencia; por tal motivo, corresponde
verificar si el medio impugnatorio interpuesto cumple o no con los
requisitos previstos en los artículos 387, 388, 391 y 392 del Código
Procesal, modificado por la Ley 29364. SEGUNDO.- El acto de
calificación del recurso de casación, conforme lo dispone el artículo
387 del Código Procesal Civil, comprende inicialmente la
verificación del cumplimiento de los requisitos de admisibilidad,
relacionados con: a) Naturaleza del acto procesal impugnado: Que
lo que se impugne sea una sentencia o un auto expedido por una
Sala Superior que, como órgano de segundo grado, ponga fin al
proceso. b) Recaudos especiales del recurso: Si el recurso de
casación es interpuesto ante la Corte Suprema, debe acompañar
copia de la cédula de notificación de la resolución impugnada y de
la expedida en primer grado, certificada con sello, firma y huella
digital, por el abogado que autoriza el recurso y bajo responsabilidad
de su autenticidad, lo que no es exigible si se interpone ante el
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada. c)
Verificación del plazo: Que se ha interpuesto dentro del plazo de
diez días, contado desde el día siguiente de notificada la resolución
que se impugna, más el término de la distancia cuando corresponda.
d) Control de pago de la tasa judicial: Según la tabla de aranceles
judiciales vigente al tiempo de la interposición del recurso.
TERCERO.- En el presente caso, el recurso de casación satisface
los citados requisitos de admisibilidad, en cuanto se dirige contra la
sentencia de vista contenida en la resolución número 95, de fecha
dieciocho de junio de dos mil quince, expedida en apelación por la
Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad,
no requiriendo adjuntar los recaudos adicionales en tanto se
interpuso ante el mismo órgano jurisdiccional que dictó la resolución
impugnada, como consta del cargo obrante a fojas mil cuatrocientos
cincuenta y uno, observando el plazo legal, pues la resolución de
vista se notificó a la recurrente el diecinueve de abril de dos mil
dieciséis, según cargo de fojas mil cuatrocientos cuarenta y dos, y
el recurso se presentó el tres de mayo de dos mil dieciséis.
Finalmente se cumple con el pago de la tasa judicial conforme se
tiene de fojas mil cuatrocientos cuarenta y nueve (del expediente
principal) y setenta y tres del cuadernillo de casación. CUARTO.- El
recurso de casación se sustenta en la causal de infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida en
la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial y dado su carácter extraordinario y formal debe
cumplir con ciertas exigencias que nuestro ordenamiento procesal
civil dispone, para lo cual quien hace uso de él está en la obligación
de exponer con claridad y precisión la infracción normativa ya sea
de orden sustantivo o procesal, y según sea el caso, fundamentar
en qué consisten éstas, además de exponer de qué manera las
mismas inciden en la resolución impugnada. QUINTO.- En tal
contexto, corresponde verificar el cumplimiento de los requisitos de
procedencia, previstos en el artículo 388 del Código Procesal Civil.
a) En relación al requisito previsto en el inciso 1 del citado artículo,
el mismo se cumple, toda vez que los impugnantes no dejaron
consentir la resolución de primer grado que les fuera adversa a sus
intereses. b) En cuanto a la descripción con claridad y precisión de
la infracción normativa o el apartamiento del precedente judicial,
referido en el inciso 2 del artículo bajo análisis, se tiene que los
recurrentes denuncian la causal de: Infracción normativa de los
incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, artículos I, III y VII del Título Preliminar, 188, 189, 196,
197, 429 y 468 del Código Procesal Civil: Señalando que
conforme se puede colegir de la Resolución número 63, en ningún
extremo de la misma se admite formalmente como medio probatorio
extemporáneo el documento consistente en el Estado de
Movimiento de Pagaré Descontado número 18570 de fojas
novecientos sesenta y seis, peor aún, dicho movimiento no
corresponde a un estado de cuenta mensual de la Cuenta Corriente
número 249-2-070583 al que hace referencia la Resolución número
39, como erróneamente lo argumenta el Ad quem. Con respecto a
la Resolución número 65, si bien es cierto, ésta admite dicho medio
probatorio, en ningún extremo de la misma se cumple con correr su
traslado a nuestra parte a fin de ejercer nuestro derecho de
contradicción, configurándose la infracción. Señala también que,
del tenor de la demanda se advierte que el sustento de la pretensión
radica en la falsedad del Pagaré número 18570, adjuntándose
como correlato los estados de la Cuenta Corriente número 240-2-
070583 correspondientes a los meses de Noviembre y Diciembre
de mil novecientos noventa y cuatro y Febrero de mil novecientos
noventa y cinco con los que se buscaba acreditar que el importe de
dicho título valor no había sido abonado. En ningún extremo del
escrito de demanda se advierte la falsedad de estos estados de
cuenta. El Colegiado no ha valorado: a) El mérito del Pagaré
número 18570 que había sido catalogado en la demanda como
falso, montado, trucado. Sin embargo, la pericia grafotécnica
actuada y ratificada en Audiencia de Prueba de fecha cinco de
Diciembre de dos mil seis que desvirtuaban la alegación del
demandante como principal fundamento de la litis. En ningún
extremo de la sentencia de vista se ha valorado tal medio
probatorio, evidenciándose la trasgresión al sentido de consonancia
como base del Principio de Congruencia; b) Los estados mensuales
de la Cuenta Corriente Nùmero 249-2-070583 correspondiente a
los meses de Noviembre y Diciembre de mil novecientos noventa y
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
cuatro y los meses de Enero y Febrero de mil novecientos noventa
y cinco; medios probatorios que acreditan el abono de la suma de
ciento veinte mil dolares americanos (US$ 120,000.00). El Ad
quem siguiendo el razonamiento errado del A quo, argumenta en el
párrafo segundo del considerando quinto que dicho documento
está en copia simple y que no podría generar convicción; como lo
podemos advertir, la carga de la prueba fue revertida a nuestra
parte; c) Declaración de parte; en la cual se advierte una serie de
contradicciones que tampoco han sido debidamente valoradas por
la judicatura; d) Pericia Contable, en la que se advierte una
trasgresión al Principio de Congruencia, pues se ordena una
prueba a fin de acreditar un hecho no pretendido con la demanda
ni fijado como punto controvertido; pero aun, el fallo ordena el pago
de ciento veinte mil dòlares americanos (US$ 120,000.00) pese a
que la pericia contable no lo desvirtúa, ni mucho menos logra
determinar si efectivamente el importe del pagaré cuyo desembolso
se niega, fue devuelto por el demandante, no acreditándose por
ende el supuesto pago indebido que se ordena devolver. SEXTO.-
El agravio planteado no cumple con el requisito de procedencia del
recurso de casación a que se refiere el inciso 3 del artículo 388 del
Código Adjetivo modificado por el artículo 1 de la Ley número
29364, lo que implica, demostrar la incidencia directa de la
infracción del artículo denunciado sobre la decisión impugnada;
esto es, señalar en qué habría consistido el error al aplicar o
interpretar la norma de naturaleza procesal, debiendo repercutir
ésta en la parte resolutiva de la sentencia recurrida, para que se
entienda configurada dicha infracción, es decir, la infracción
denunciada debe trascender el fallo. Por el contrario, las
alegaciones del recurso están orientadas a cuestiones de
probanza, sin considerar que la Corte de Casación no constituye
una tercera instancia donde se puede valorar el caudal probatorio
y el aspecto fáctico del proceso, lo que constituye una facultad de
los jueces de mérito que no puede ser traída en vía del recurso de
casación; de ahí que también son excluidos aquellos hechos que la
parte casante estima probados con la finalidad que la pretensión
contenida en la demanda sea desestimada; aún así, resulta
necesario precisar que sus agravios no tienen amparo legal, pues
en autos se ha determinado a través de pericias contables,
posteriormente ratificadas en audiencia de pruebas, que la
recurrente jamás ha efectuado el depósito de ciento veinte mil
dólares americanos (US$ 120,000.00) a la cuenta corriente número
249-22-070583 perteneciente al accionante durante los períodos
de mil novecientos noventa y cuatro a mil novecientos noventa y
seis, por ello es que las instancias de mérito ordenaron que dicho
monto le sea devuelto; además que se debe tener presente, la
conducta renuente de la recurrente, la misma que como entidad
financiera se encontraba en mejor posición respecto del
demandante, a fin de contrarrestar con los estados de cuenta la
aseveración del accionante, lo que evidentemente no ha sucedido.
En consecuencia y en aplicación de lo previsto en el artículo 392
del Código Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por la demandada BBVA Banco Continental
a fojas mil cuatrocientos cincuenta y uno, contra la sentencia de
vista de fecha dieciocho de junio de dos mil quince, de fojas mil
trescientos ochenta y cuatro, emitida por la Tercera Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de La Libertad; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Estuardo
Alejandro Prentice Vargas contra BBVA Banco Continental, sobre
Indemnización por Daños y Perjuicios; y los devolvieron. Ponente
Señor De La Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA, CÈSPEDES CABALA C-1569468-102
CAS. Nº 2243-2015 LIMA ESTE
MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD. SUMILLA.- La acción sobre
mejor derecho de propiedad tiene por objeto oponer este derecho
real frente a un tercero que también alega ese mismo derecho
sobre un mismo bien. Lima, ocho de marzo de dos mil diecisiete.
LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil
doscientos cuarenta y tres – dos mil quince; en Audiencia Pública y
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia.
I. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación
interpuesto por Marco Antonio Ramos Romero (fojas 495), contra
la sentencia de vista contenida en la Resolución número cinco, de
fecha veinte de marzo de dos mil quince (fojas 458), expedida por
la Sala Civil Descentralizada y Permanente de San Juan de
Lurigancho de la Corte Superior de Justicia de Lima Este, la cual
confirmó la sentencia apelada contenida en la Resolución número
diecinueve, de fecha veintitrés de marzo de dos mil doce, que
declaró fundada la demanda. II. CAUSALES POR LAS QUE SE
DECLARÓ PROCEDENTE EL RECURSO DE CASACIÓN: Esta
Sala Suprema mediante la Resolución de fecha doce de mayo de
dos mil dieciséis (fojas 63 del cuadernillo de casación) ha declarado
procedente el recurso de casación por las siguientes causales: i)
Infracción normativa procesal de los artículos I del Título
Preliminar, artículo 221 del Código Procesal Civil e incisos 3 y
5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú; y, ii)
Infracción normativa material del artículo 2012 del Código
Civil, concordante con el inciso 1 del artículo 219 del precitado
código. III. ANTECEDENTES: 3.1. Del examen de autos se
desprende que Pedro Esteban Ramírez Villarreal (fojas 41)
97365
subsanado (fojas 62), interpone como pretensión principal,
demanda de Mejor Derecho de Propiedad y como pretensión
accesoria el Desalojo y lanzamiento del demandado y demás
ocupantes, a fin que se declare a su favor el Mejor Derecho de
Propiedad respecto del bien inmueble sito en la Avenida Las Flores,
Lote 14, Manzana B, Urbanización San Rafael, Canto Grande,
Distrito de San Juan de Lurigancho, Lima. Como sustento fáctico
de su demanda manifiesta lo siguiente: i) Haber adquirido
conjuntamente con su cónyuge el referido inmueble, mediante
Contrato de Compraventa de fecha doce de febrero de mil
novecientos noventa y siete de sus anteriores propietarios Hoover
Raúl Camavilca Castañeda y Ena Camavilca Castañeda,
encontrándose inscrita su derecho en la Ficha número 75588-B del
Registro de Propiedad Inmueble de Lima; ii) En el año dos mil
cuatro toma conocimiento que un grupo de personas al mando de
Jovita Blacida Romero Contreras había invadido el citado predio,
siendo denunciada penalmente por el delito de usurpación quien al
ser interrogada manifiesta haber adquirido el citado inmueble
mediante una Minuta de Compraventa efectuada por Marco
Antonio Ramos Romero; iii) Al efectuar las averiguaciones del
caso, advierte que el inmueble de su propiedad se encontraba
inscrito en dos fichas registrales distintas, la primera inscrita a su
favor en la Ficha número 75588 de los Registros Públicos de Lima
en merito a la Escritura Pública de fecha doce de febrero de mil
novecientos noventa y siete suscrita con sus anteriores propietarios
Hoover Raul Camavilca Castañeda y Ena Camavilca Castañeda, y
la segunda inscrita en la Partida Registral número 43071017 de la
ficha número 334187 donde se aprecia que el mismo predio tenía
como actual titular al demandado Marco Antonio Ramos Romero el
mismo que supuestamente habría transferido la propiedad
mediante Escritura Pública de Compraventa a favor de la señora
Jovita Blacida Romero Contreras. 3.2. El demandado Marco
Antonio Ramos Romero contesta la demanda (fojas 119),
señalando que no es cierto que el demandante sea el propietario
del predio sub materia al existir dos inscripciones registrales sobre
un mismo bien y en su caso refiere haber adquirido el citado
inmueble mediante Escritura Pública de fecha trece de diciembre
de dos mil tres de su legitima propietaria Esther Berta Pinedo
Victorio quien le confirió la posesión de dicho terreno encontrándose
inscrita su Compraventa en la respectiva Ficha Registral número
334187 de la Partida número 43071017. 3.3. El Juez del Juzgado
Mixto -MBJ de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior de
Justicia de Lima Este, mediante sentencia contenida en la
Resolución número diecinueve, de fecha veintitrés de marzo de
dos mil doce (fojas 346) declaró fundada la demanda de Mejor
Derecho de Propiedad, disponiéndose en consecuencia que los
demandados cumplan con restituir al demandante el bien inmueble
sub materia, tras considerar que el demandante presenta como
sustento de su solicitud la copia literal de la Partida número
49070315 de la Ficha número 75588-B donde aparece como
propietario conjuntamente con su cónyuge, al haberlo adquirido
mediante Escritura Pública de fecha doce de febrero de mil
novecientos noventa y siete, encontrándose inscrita en Registros
Públicos en fecha veintiocho de febrero de mil novecientos noventa
y siete; de otro lado, el demandado presenta copia literal de la
Partida número 43071017 en la que aparece registrado el bien en
el Asiento C00001 al haberlo adquirido de su anterior propietaria
Esther Berta Pinedo Victorio mediante Escritura Pública de fecha
trece de diciembre de dos mil tres, encontrándose inscrita en los
Registros Públicos el ocho de enero de dos mil cuatro, habiéndose
efectuado la venta al demandado en virtud de la independización
que hizo la Urbanizadora Canto Grande Sociedad Comercial de
Responsabilidad Limitada a favor de Esther Berta Pinedo Victorio
según Escritura Pública de quince de diciembre de mil novecientos
setenta y uno, e inscrita en los Registros Públicos el diecinueve de
diciembre de mil novecientos ochenta y seis. En ese sentido, el
Mejor Derecho de Propiedad corresponde al demandante al tener
una cadena secuencial sucesiva de ventas a su favor y al haber
efectuado primero la inscripción registral de la Compraventa a su
favor por lo que resulta de aplicación los Principios de Tracto
Sucesivo y de Prioridad Registral a que se contraen los artículos
2015 y 2016 del Código Civil. 3.4. La Sala Descentralizada y
Permanente de San Juan de Lurigancho de la Corte Superior
de Justicia de Lima Este, mediante la Resolución número cinco,
de fecha veinte de marzo de dos mil quince (fojas 458) confirma la
sentencia apelada que declara fundada la demanda. De los
fundamentos que sirven de sustento a dicha decisión se advierte
que tanto demandante como demandado han inscrito la
compraventa su favor pero en diferentes momentos y distintas
partidas registrales, sin embargo los primeros en inscribir su
derecho fueron los demandantes Pedro Esteban Ramírez Villarreal
y Maribel Alvarado Balabarca (veintiocho de febrero de mil
novecientos noventa y siete) según se aprecia del asiento 1-C de
la Ficha número 75588-B continuada en la Partida número
49070315, mientras que el demandado Marcos Ramos Romero lo
hizo con fecha ocho de enero de dos mil cuatro, según se
aprecia del asiento C00001 de la Partida número 43071017, por lo
que los primeros tiene preferencia, aunada al hecho que el
demandado ha actuado de mala fe. IV.- CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Antes de ingresar al análisis sobre las infracciones
normativas denunciadas, corresponde señalar en principio que,
conforme a reiterada y uniforme jurisprudencia de esta Sala de
Casación, el Derecho de Propiedad es aquel derecho real por

97366 CASACIÓN
excelencia, consagrado en el artículo 70 de la Constitución Política
del Perú, en virtud del cual el titular puede usar, disfrutar, disponer
y reivindicar un bien, conforme al artículo 923 del Código Civil;
siendo que este derecho solo se realiza o desarrolla de manera
plena cuando excluye a otras personas en la participación del
mismo derecho sobre determinado bien, dado que es imposible
que sobre un mismo bien concurran dos idénticos derechos de
propiedad. SEGUNDO.- Uno de los atributos del Derecho de
Propiedad es la Reivindicación, entendida inicialmente como la
pretensión real destinada a conseguir la restitución de la posesión
del bien, de la que se encuentra privado el propietario, de persona
que solo tiene la calidad de poseedor; sin embargo, en virtud a que
por su propia naturaleza el Derecho de Propiedad excluye la
posibilidad de que otra persona alegue idéntico derecho sobre el
mismo bien, el ejercicio del atributo reivindicativo puede comprender
también la posibilidad de recuperar la posesión del bien de persona
que incluso se atribuye Derecho de Propiedad. TERCERO.-
Entrando a la análisis de la primera causal invocada, en cuanto a
su primer extremo referida a la: Infracción normativa procesal
del artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Civil,
debe señalarse que no se aprecia que esta denuncia in procedendo
tenga asidero toda vez que, en aplicación del artículo 197 del
Código Procesal Civil, si bien todos los medios probatorios deben
ser valorados por el Juez de manera conjunta, utilizando su
apreciación razonada, sin embargo, debe precisarse que el Juez
no se encuentra obligado a expresar las valoraciones de todos los
medios probatorios sino las esenciales y determinantes que dan
sustento a su decisión, lo que en efecto así se advierte en el caso
de autos habida cuenta que la Sala Superior ha efectuado una
valoración en conjunto del caudal probatorio aportado según las
precisiones efectuadas por esta Sala Suprema en anterior recurso
casatorio, incluido la confrontación registral de los títulos de
propiedad de las partes en conflicto, al haber considerado que el
título del actor se encuentra determinado por la inscripción en el
registro en un tiempo anterior definido (veintiocho de febrero de mil
novecientos noventa y siete) que se antepone con preferencia
excluyente a cualquier acto registrable, como es el título del
demandado cuya inscripción es de data posterior a la inscripción
del inmueble del accionante (ocho de enero de dos mil cuatro); por
consiguiente, el derecho del demandante resulta claramente
oponible al del demandado, tal como lo han establecido los jueces
de grado; por cuya razón la causal denunciada en este apartado
debe desestimarse por improbada. CUARTO.- De otro lado el
artículo 221 del Código Procesal Civil, recoge lo que en doctrina
se conoce como declaración asimilada la cual dispone que las
afirmaciones contenidas en actuaciones judiciales o escritos de las
partes se tiene como declaración de éstas aunque el proceso sea
declarado nulo, siempre que la razón del vicio no las afecte de
manera directa. QUINTO.- El recurrente invoca como sustento de
la infracción de la norma procesal precedentemente denunciada,
que la Sala Superior debió tomar en consideración que los
demandantes han declarado en este proceso que no se
encontraban en posesión del predio sub litis y que recién después
de siete años de su compra, es decir en el año dos mil cuatro, se
dieron cuenta que había otro ocupante en dicho predio, por
consiguiente, añade, que no ha actuado con mala fe. Sobre el
particular, conviene precisar que el proceso sobre Mejor Derecho
de Propiedad es eminentemente declarativo en el que solo se
evalúan los títulos de los que nace el Derecho de Propiedad a fin
de determinar la existencia de un derecho preferente y oponible.
SEXTO.- En el caso de autos, la sala superior además de
establecer el Mejor Derecho de Propiedad a favor del demandante
por las razones antes señaladas, ha determinado además la
existencia de una mala fe en el demandado al no haber actuado
con la mínima diligencia posible al momento de adquirir el predio
sub materia al no tomar en consideración la posesión ejercida por
el demandante desde mil novecientos noventa y siete; y, si bien
existe una declaración contradictoria, dicha situación no enerva en
modo alguno la conclusión arribada por la Sala Superior sobre la
base del material evaluado por las instancias de mérito que dan
cuenta efectivamente que el accionante originariamente se
encontraba en posesión del inmueble a dicha fecha y que
posteriormente el demandado tomo posesión del mismo, lo que ha
motivado incluso que se demande como pretensión accesoria la
restitución de referido predio que por lo demás ha sido estimada en
sede de instancia a favor del demandante; por consiguiente, esta
causal procesal debe igualmente desestimarse por infundada.
SÉTIMO.- En cuanto a la causal por: Infracción normativa
procesal de los incisos 3 y 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, se advierte que el presente proceso ha sido
tramitado respetando el aspecto procesal y sustantivo garantizando
con ello la actuación de las partes, quienes han hecho uso de los
mecanismos procesales que franquea la ley; y, finalmente se ha
emitido pronunciamiento dilucidando así la controversia; por otro
lado, se aprecia que en la sentencia de vista el Ad quem, a su
criterio ha desarrollado un análisis respecto a las pretensiones
demandadas y lo actuado en el proceso, exponiendo de manera
clara, los fundamentos de hecho y de derecho en que sustenta su
decisión; en ese sentido, no se aprecia las infracciones al
debido proceso o deber de motivación; por lo que corresponde
desestimar este extremo del recurso. OCTAVO.- Por último, el
recurrente denuncia la infracción normativa material del artículo
2012 del Código Civil, en concordancia con el inciso 1 del
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
artículo 219 del Código Civil, en lo que aquí respecta, el
impugnante denuncia en concreto que la Sala Superior no ha
tomado en consideración que en la cadena sucesiva de
compraventas que derivaron finalmente en la venta a favor del
accionante, no se analizó que en una de esas compraventas no
existió manifestación de voluntad de la vendedora, además que el
apoderado de la citada vendedora carecía de facultades para
enajenar dicha propiedad. Al respecto, se debe señalar que la
denuncia formulada en este extremo carece de sustento pues,
tanto el proceso sobre Mejor Derecho de Propiedad como el de
Nulidad de Acto Jurídico, resultan ser procesos de distinta
naturaleza y finalidad en tanto que en el proceso sobre Mejor
Derecho de Propiedad solo se evalúan los títulos de los que nace
el derecho de propiedad a fin de determinar la existencia de un
derecho preferente y oponible, mientras que en el proceso de
Nulidad de Acto Jurídico se discute si el Contrato de Compraventa
ha cumplido con los requisitos para su validez; por consiguiente los
artículos denunciados devienen en inoficiosos al caso de
autos al no corresponder a la naturaleza y fines de la presente
causa; por estas razones, la causal denunciada en este
apartado debe igualmente desestimarse. V. DECISIÓN: Por
tales consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el artículo
397 del Código Procesal Civil. 5.1. Declararon INFUNDADO el
recurso de casación interpuesto por Marco Antonio Ramos
Romero (fojas 495), en consecuencia, NO CASARON la sentencia
de vista contenida en la Resolución número cinco, de fecha veinte
de marzo de dos mil quince (fojas 458), expedida por la Sala Civil
Descentralizada y Permanente de San Juan de Lurigancho de la
Corte Superior de Justicia de Lima Este. 5.2. DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad, en los seguidos por Pedro Esteban
Ramírez Villarreal contra Marco Antonio Ramos Romero, sobre
Mejor Derecho de Propiedad; y los devolvieron. Ponente Señor
Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-103
CAS. Nº 2251-2016 TUMBES
PETICIÓN DE HERENCIA. SUMILLA: En el proceso de Petición
de Herencia el objeto materia de análisis es establecer si la
demandante es titular o no del derecho sustantivo, por lo tanto
tiene legitimidad para obrar, por lo que no procede inhibirse de
definir dicha situación sobre la base de un proceso de Rectificación
de Partida de Nacimiento. Lima, ocho de marzo de dos mil
diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número dos mil doscientos cincuenta y uno - dos mil dieciséis, y
producido el debate y votación correspondientes, emite la presente
sentencia: MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del recurso de
casación interpuesto por Margarita Alegría Valdivia Ortiz de Añazco
a fojas ciento noventa y siete, contra la sentencia de vista de fojas
ciento ochenta y ocho, de fecha, doce de enero de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Tumbes, que revocó la sentencia apelada de primera
instancia de fojas noventa y nueve, de fecha dieciséis de julio de
dos mil quince, que declaró fundada la demanda de Petición de
Herencia, y reformándola, la declaró improcedente, dejando a
salvo el derecho de la demandante para que lo haga valer con
arreglo a ley. II.- ANTECEDENTES DEL PROCESO: 2.1.-
DEMANDA.- Con fecha veintiséis de febrero de dos mil catorce,
según el escrito de la demanda obrante a fojas veinticinco,
subsanado mediante escrito de fojas cuarenta, Margarita Alegría
Valdivia Ortiz de Añazco solicita que se le declare heredera de su
madre Manuela Ortiz Ortiz, conjuntamente con Ego Fermín Valdivia
Ortiz. Sostiene como fundamentos de hecho que: i) Es hija legítima
heredera de quien en vida fue su madre Manuela Ortiz Ortiz, lo cual
acredita con su Partida de Nacimiento, quien falleció el nueve de
julio de mil novecientos ochenta y tres sin dejar testamento; ii)
Según la Partida número 020175548, emitida por el Registro de
Sucesión Intestada, se declaró a Ego Fermín Valdivia Ortiz como
único heredero de su madre, pretiriéndose a la demandante; y iii)
Su madre era propietaria de un área urbana de trescientos catorce
punto nueve metros cuadrados (314.9 m2), ubicada en la Calle
Arica según el título emitido el treinta de marzo de mil novecientos
setenta y seis, y a raíz de la sucesión intestada sólo se expidió a
favor del demandado Ego Fermín Valdivia Ortiz conjuntamente con
su cónyuge Ruth Nelly Zárate de Valdivia, quienes han procedido a
despojarla de la herencia, con el fin de lograr la propiedad exclusiva
del citado inmueble. Ampara la demanda en lo dispuesto por el
artículo 664 del Código Civil. 2.2.- CONTESTACIÓN DE LA
DEMANDA.- Admitida a trámite la demanda por Resolución
número 2 de fecha diecisiete de marzo de dos mil catorce, de fojas
cuarenta y tres, se corre traslado de ella al emplazado Ego Fermín
Valdivia Ortiz, quien contesta la misma mediante escrito de fojas
cincuenta y dos, alegando que rechaza la solicitud de división y
partición del inmueble que es de su propiedad, recordándole a la
demandante que con fecha dos de agosto de mil novecientos
ochenta y tres estuvo de acuerdo que se otorgaran ciento cincuenta
metros cuadrados (150.00 m2) al recurrente, fecha en que se
suscribió la Declaración Jurada en la que sus hermanos Carlos
Enrique Puel Ortiz, Teobaldo Humberto Puell Ortiz, Fernando
Ananías Puell Ortiz, José Oriol Valdivia Ortiz, Judit Esperanza
Valdivia Ortiz, Manuela Tilda Valdivia Ortiz, Ego Fermín Valdivia
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
Ortiz, Mardonia Santos Valdivia Ortiz y Margarita Alegría Valdivia
Ortiz de Añazco herederos de Manuela Ortiz Ortiz declaran que el
haber hereditario dejado por su madre de seis metros de largo por
veinticinco metros de fondo a favor de su padre José Valdivia
Mejía, de lo cual no tiene inconveniente que se proceda a la división
y partición. 2.3.- SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.-
Tramitada la causa de acuerdo a su naturaleza, el Juez de primera
instancia por sentencia contenida en la Resolución número 12, de
fojas noventa y nueve, de fecha dieciséis de julio de dos mil quince,
declaró fundada la demanda, en consecuencia, declaró a la
demandante heredera legal de la causante Manuela Ortiz Ortiz,
fallecida el nueve de julio de mil novecientos ochenta y tres,
conjuntamente con el demandado Ego Fermín Valdivia Ortiz y
Mardonio Santos Valdivia Ortiz, dejando a salvo el derecho de
acción de los demás sucesores. Considera para asumir tal posición:
1) Que la accionante es hija de Manuela Ortiz Ortiz, conforme a la
Partida de Nacimiento número 238 expedida por el Registro de
Estado Civil de la Municipalidad Provincial de Tumbes, que obra a
fojas veintiuno, en consecuencia tiene vocación hereditaria
respecto a dicha causante; 2) Al haberse declarado la sucesión
intestada de la causante Manuela Ortiz Ortiz, considerando como
único heredero a su hijo Ego Fermín Valdivia Ortiz, conforme se
aprecia de la Partida Registral número 02017548 expedida por la
Zona Registral número 1 - Sede Tumbes, que corre a fojas ocho,
sin considerar a la recurrente, se ha preterido su derecho hereditario
para concurrir en la herencia de su madre; 3) Lo mismo ocurre con
la sentencia contenida en la Resolución número 10 de fecha
veintiocho de mayo de dos mil diez, de fojas treinta y cuatro,
expedida por el Juzgado Civil Permanente de Tumbes, recaída en
el Expediente número 803-09, en los seguidos por Mardonia
Santos Valdivia Ortiz de Velasco (hermana de la demandante),
contra Ego Fermín Valdivia Ortiz (hermano de la demandante),
mediante la cual se declara que aquélla es heredera de la causante
Manuela Ortiz Ortiz, conjuntamente con Ego Fermín Valdivia Ortiz,
sin haberse considerado a la recurrente como heredera, siendo por
tanto preterida. 2.4.- RECURSO DE APELACIÓN.- La precitada
decisión de primera instancia fue impugnada por el demandado,
según el recurso de fojas ciento veinticuatro, expresando como
agravios que al no haberse considerado la Declaración Jurada, así
como tampoco el legitimo derecho que le asiste como parte de la
masa hereditaria y parte de las acciones, equitativamente de todos
su hermanos especialmente de Manuela Tilda, José Oriol y Judith
Esperanza Valdivia Ortiz. 2.5.- SENTENCIA DE VISTA.- La Sala
Superior mediante sentencia de vista de fojas ciento ochenta y
ocho, de fecha doce de enero de dos mil dieciséis, revoca la
recurrida que declara fundada la demanda, y reformándola, declara
improcedente la misma. Considera para asumir esa posición: 1)
Que a fojas veintiuno obra la Partida de Nacimiento de la
demandante, de la que se aprecia con claridad que es hija de
”Manuela Ortiz”, persona que difiere sustancialmente de la
causante, quien responde al nombre de “Manuela Ortiz Ortiz”; 2)
Resulta incuestionable que la demandante carece de legitimidad
para obrar, por cuanto la Partida de Nacimiento con la que pretende
acreditar su vocación hereditaria respecto a Manuela Ortiz Ortiz no
resiste mayor valor probatorio, pues corresponde a “Manuela
Ortiz”, sin que se indique de manera expresa el apellido materno de
ésta, que podría diferir del indicado en la Partida de Defunción, en
consecuencia, previamente debe procederse a la rectificación
correspondiente, deviniendo por lo tanto la demanda en
improcedente, de conformidad con el artículo 427 inciso 1 del
Código Procesal Civil, dejando al salvo el derecho de la demandante
para que lo haga valer con arreglo a ley. III.- RECURSO DE
CASACIÓN.- Esta Sala Suprema declaró procedente el recurso de
casación, por resolución de fojas treinta y cuatro del cuadernillo
formado en este Supremo Tribunal, de fecha doce de julio de dos
mil dieciséis, por la causal de infracción normativa material del
artículo 2 inciso 16 de la Constitución Política del Perú, y por la
causal de infracción normativa procesal del artículo 139 inciso 3 de
la Constitución Política del Perú, además, de manera excepcional
por infracción normativa procesal del artículo 392-A del Código
Procesal Civil, al haber alegado la recurrente: A) La aplicación
indebida del artículo 2 inciso 16 de la Constitución Política del
Perú: En la sentencia de vista se ha preterido dicha norma, porque
constituye una forma de protección constitucional a la propiedad
privada, y se extiende al derecho de adquirir por herencia en
cualquiera de sus modos de sucesión; siendo así, el demandado,
en su afán de engrosar sus bienes ha obtenido en forma indebida
el título de propiedad, excluyendo totalmente a la recurrente. En
forma indebida y amañada el demandado llegó al extremo de
obtener el título de propiedad del bien inmueble que adquirió la
causante Manuela Ortiz Ortiz, por lo tanto, la recurrente se vio en la
imperiosa necesidad de efectuar una acción de Petición de
Herencia, amparada en el artículo 664 del Código Civil. La
recurrente ostenta legitimidad activa para efectuar la acción de
petición de herencia por tener la calidad de heredera forzosa, en
mérito a su partida de nacimiento y la partida de defunción de su
señora madre. Por su calidad de heredera se debe obligar al
demandado a ejercer posesión concurrente con la demandante del
bien hereditario de cuya propiedad participa. La recurrente ha
acreditado su vocación sucesoria y su vínculo de entroncamiento
con su madre Manuela Ortiz Ortiz, tal como lo acredita con la
respectiva partida de defunción y su partida de nacimiento; B) En
forma omisoria la Sala Superior no ha fundamentado, ni se ha
97367
amparado en alguna norma jurídica procesal válida, sólo se ha
efectuado un simple comentario respecto al entroncamiento con la
causante. IV.- ASUNTO JURÍDICO EN DEBATE.- En el caso
particular, la cuestión jurídica en debate consiste en determinar si
la demandante tiene legitimidad para obrar para ejercitar la
demanda incoada de Petición de Herencia y si tiene derecho a la
herencia. CONSIDERANDO: PRIMERO.- En efecto, la demanda
constituye un acto procesal destinado a solicitar tutela jurisdiccional
efectiva, respecto a la pretensión que en ella se detalle, para lo
cual, antes de emitir pronunciamiento sobre el fondo de la
controversia, debe verificarse si para quien solicita tutela le es
imprescindible la intervención del órgano jurisdiccional, a efectos
de solucionar el enfrentamiento intersubjetivo de intereses
sustanciales, surgido como consecuencia de la resistencia ofrecida
por uno de los confrontados, y se está frente a un caso justiciable,
lo que se conoce como las condiciones de la acción (legitimación
para obrar, el interés para obrar y la voluntad de la ley)1, por cuanto
la evaluación de esas condiciones permite que se dicte una
sentencia sobre el fondo que responda a la cuestión principal del
proceso. En dicho contexto la falta de legitimidad para obrar
plantea la imposibilidad de que exista un pronunciamiento válido
sobre el fondo por no haber coincidencia entre las partes que
conforman la relación jurídico procesal con la sustancial. La
legitimidad para obrar consiste en la aptitud para ser sujeto de
derecho en una determinada controversia judicial y poder actuar en
ella eficazmente, aptitud que la tiene quien afirma ser el sujeto de
la relación jurídica o que se encuentra en situación de reclamar o
de ser destinatario del reclamo. SEGUNDO.- Nuestro ordenamiento
procesal civil en materia de verificación del cumplimiento de los
requisitos de procedibilidad de la demanda ha fijado tres momentos
claramente diferenciados para que ello ocurra: El primero, al
momento de calificarse la demanda; el segundo, en la etapa del
saneamiento; y, el tercero, en la etapa decisoria, emitiéndose, en
su caso y de modo excepcional, una sentencia inhibitoria, por
advertencia de una relación procesal inválida, conforme lo señala
el artículo 121, última parte del Código Procesal Civil, lo que ocurrió
en el caso que nos ocupa, al declararse improcedente la demanda,
en sentencia, bajo el argumento de una falta de interés para obrar
del accionante. TERCERO.- Si bien nuestro Código Procesal Civil
no define el concepto de legitimidad en causa o legitimidad para
obrar, la doctrina lo identifica a decir de Devis Echandía2, en dos
grupos, con el objeto de analizar en qué consiste esta institución: a)
El primero como la titularidad del derecho o relación jurídico
material objeto del juicio (Calamandrei, Kisch, Guasp Y Couture), y
b) El segundo, reclama una separación entre las dos nociones y
acepta la existencia de la legitimidad independientemente de la
titularidad (De La Plaza, Roserberg, Chiovenda, Schönke, Redenti,
Allorio, Fairén, Guillén, Carnelutti y Rocco). Es por esta razón que
un gran sector de la doctrina ha confundido la legitimidad para
obrar con la titularidad misma del derecho material de quien
interpone una demanda para reclamar tutela de sus derechos y la
posición del demandado, con quien igualmente es parte de la
relación jurídicamente material, sin embargo este Supremo Tribunal
considera que la legitimidad para obrar consiste en la identidad que
existe entre la persona que la ley autoriza a solicitar la actividad
jurisdiccional en resguardo de determinados derechos de tipo
material y la persona que interpone la demanda o a quien debe
dirigirse la pretensión, pues, esta posición resulta más coherente
con la concepción de la acción o de la tutela jurisdiccional efectiva,
según la cual para que se cumpla con la legitimidad para obrar,
bastará la afirmación de la existencia de la posición autorizada por
la ley. En dicho contexto, queda claro que esta verificación de
correspondencia, no implica juzgar si el demandante o el
demandado es titular o el obligado del derecho sustantivo,
respectivamente, ni menos aún se juzga la justicia de la pretensión
contenida en la demanda, por ser aspectos que conllevan el
juzgamiento de fondo que debe hacerse al expedir la sentencia,
cuando se decide el hecho controvertido en el proceso, emitiendo
el respectivo juicio de fundabilidad, de modo tal que para tener
legitimidad para obrar activa no es necesario ser titular de un
derecho, sino expresar una posición habilitante para demandar,
toda vez, que la titularidad del derecho es una cuestión de fondo
que deberá ser dilucidada en la sentencia, en tanto que la posición
habilitante es una condición procesal mínima para establecer la
existencia de una relación jurídico procesal válida. CUARTO.- En el
caso de autos, se aprecia que la Sala Superior ha declarado
improcedente la demanda de su propósito, señalando que la
demandante carece de legitimidad para obrar, al ser hija de
“Manuela Ortiz”, que difiere sustancialmente de la causante quien
responde al nombre de “Manuela Ortiz Ortiz”, y que la Partida de
Nacimiento corresponde a “Manuela Ortiz”, sin que se indique de
manera expresa el apellido materno de ésta. Al respecto, según lo
anota en la sentencia del veinte de abril de dos mil seis, recaída en
el Expediente número 2273-2015-PHC/TC, el Tribunal
Constitucional, sostiene que la partida de nacimiento3 es el
documento a través del cual se acredita el hecho del nacimiento y,
por ende la existencia de una persona. Con este asiento registral y
sus certificaciones correspondientes en los Registros Civiles se
deja constancia del hecho inicial o determinante de la existencia de
una personalidad humana y permite la probanza legal: a) Del
hecho de la vida; b) De la generación materna y paterna, salvo las
omisiones por legitimidad; c) Del apellido familiar y del nombre
propio; d) De la edad; e) Del sexo; f) De la localidad en que surge

97368 CASACIÓN
a la existencia, que lleva consigo la nacionalidad; g) De la soltería,
mientras no se ponga nota marginal del matrimonio (…). En dicho
contexto, al reclamar la accionante el derecho a que en concurrencia
con su hermano Ego Fermín Valdivia Ortiz se le declare heredera
de la causante Manuela Ortiz Ortiz, es evidente que no se requiere
de un pronunciamiento inhibitorio, sobre la base de un proceso de
Rectificación de Partida de Nacimiento, pues si la demandante es
titular o no del derecho sustantivo, es precisamente el objeto
materia de análisis, por lo tanto, tiene legitimidad para obrar,
respecto a lo que invoca en la demanda a efecto que se le declare
su calidad de heredera de dicha causante, aspecto que debe
definirse en una sentencia sobre el fondo de la controversia,
analizándose el vínculo materno con la causante, al ser una
cuestión de fondo que deberá ser dilucidada, encontrándose por lo
tanto legitimada para recurrir al órgano jurisdiccional en busca de
tutela jurisdiccional efectiva, en atención al Principio de Tutela
Jurisdiccional, en su dimensión de acceso a la Justicia consagrado
en el artículo 139 inciso 3 de nuestra Carta Magna. QUINTO.- En
ese sentido, no es posible justificar la inexistencia de un actual y
concreto estado de necesidad de tutela jurisdiccional efectiva
sobre la base de un proceso de Rectificación de Partida de
Nacimiento, pues, el contenido y alcances de aquel proceso no
evidencian que la ahora invocación del derecho de la demandante
en su calidad de heredera de su causante, se vea afectada por
aquél, dados los instrumentos acompañados a la demanda.
SEXTO.- Por lo mismo, la Sala Superior se ha abstraído de resolver
la materia en controversia, configurándose la infracción normativa
del artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú, por lo
que al haberse incurrido en causal de nulidad insubsanable, de
conformidad con lo previsto por el artículo 171 del Código Procesal
Civil, corresponde declarar nula la sentencia impugnada, de
acuerdo a lo estipulado por el artículo 176, parte final del citado
Código Procesal Civil, careciendo de objeto analizar la infracción
normativa material. Por las razones anotadas y en aplicación del
artículo 396 inciso 1 del Código Procesal Civil, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Margarita
Alegría Valdivia Ortiz de Añazco a fojas ciento cuarenta y siete; por
consiguiente, CASARON la sentencia de vista de fojas ciento
ochenta y ocho, de fecha, doce de enero de dos mil dieciséis,
emitida por la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Tumbes; en consecuencia, NULA la misma;
ORDENARON que la Sala Superior de su procedencia emita
nueva sentencia, con arreglo a ley, y conforme a lo establecido en
los considerandos precedentes; DISPUSIERON la publicación de
la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Margarita Alegría Valdivia
Ortiz de Añazco contra Ego Fermín Valdivia Ortiz, sobre Petición de
Herencia; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
1
TICONA POSTIGO, Víctor, Análisis y comentarios al Código Procesal Civil,
Tomo I, Segunda Edición, Editora Jurídica Grijley E.I.R.L., Lima, Octubre de
1995, páginas 76-78.
2
Hernando Devis Echandia “Nociones Generales de Derecho Procesal Civil”,
Editorial Temis, Bogotá, 2009.p.331.
3
Fundamento décimo primero.
C-1569468-104
CAS. Nº 2253-2015 TACNA
PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA DE DOMINIO. SUMILLA: “Las
instancias de mérito han determinado que la posesión ejercida por
la demandante ha sido pacífica, pública y de manera continua
como exige el artículo 950 del Código Civil, dejándose claramente
establecido que durante el plazo prescriptorio no se ha producido
conflicto y/o causal de interrupción alguna, pues la recurrente no ha
acreditado la existencia de procesos judiciales a los que hace
alusión en el recurso, además que dichos procesos no han sido
materia de debate al no haber sido ofrecidos ni mencionados en el
escrito de contestación a la demanda”. Lima, dieciséis de enero de
dos mil diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa
número dos mil doscientos cincuenta y tres – dos mil quince; y,
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:
1. MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso
de casación interpuesto por Sabina Laura Tumire a fojas mil
doscientos setenta y ocho, contra la sentencia de vista de fojas mil
doscientos diez, de fecha veinticuatro de abril de dos mil quince,
expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Tacna, que confirma la sentencia apelada de fojas mil
ciento treinta y uno, de fecha veintidós de octubre de dos mil
catorce, que declara fundada la demanda interpuesta por Alicia
Victoria Condori Vda. de Ticona contra Gabriel Flores Navarrete y
Sabina Laura Tumire, sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio. 2.
CAUSALES DEL RECURSO DE CASACIÓN: Por resolución de
fecha veintiuno de julio de dos mil quince, corriente a fojas cuarenta
y seis del cuaderno de casación, este Supremo Tribunal ha
declarado procedente por las causales denunciadas: 1.1.
Infracción normativa material del artículo 950 del Código Civil.
1.2. Infracción normativa material del artículo 70 de la
Constitución Política del Perú. 3. ANTECEDENTES: Previamente
a la absolución de las denuncias formuladas por la demandante,
conviene hacer las siguientes precisiones respecto de lo acontecido
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
en el proceso: 3.1. Mediante escrito de fojas cincuenta y tres,
presentado en fecha siete de noviembre de dos mil ocho, Alicia
Victoria Condori Vda. de Ticona interpone demanda contra Gabriel
Flores Navarrete y Sabina Laura Tumire, solicitando que se le
declare propietaria por prescripción adquisitiva del inmueble
ubicado en la avenida Vigil número 480, inscrito en la Ficha
Registral número 5254 (actualmente Partida Electrónica número
05002192), con un área de doscientos cincuenta metros cuadrados
(250 m2). Argumenta lo siguiente: I) Con fecha tres de setiembre de
mil novecientos setenta y cinco, celebró con la codemandada un
contrato de compraventa respecto al predio ubicado en la avenida
Vigil número 480, por el precio de cien mil soles oro (S/100,000.00),
según documento con firma legalizada otorgado ante Notario
Público Doctor Jorge Berrios Velarde; II) Ante la negativa de la
demandada de otorgar la correspondiente Escrituras Pública de
Compraventa respecto al predio, con fecha treinta de setiembre de
mil novecientos ochenta y dos, interpuso demanda de Otorgamiento
de Escritura Pública (Expediente número 295-1983), proceso que
concluyó mediante sentencia de fecha dos de mayo de mil
novecientos ochenta y tres, que declaró fundada la demanda e
improcedente la reconvención de nulidad de contrato deducida en
el referido proceso, sentencia que fuera confirmada, ordenándose
mediante Resolución de fecha nueve de setiembre de mil
novecientos ochenta y tres, el Otorgamiento de la Escritura Pública
de compraventa en rebeldía de la demandada; III) No obstante lo
expuesto, con fecha catorce de marzo de mil novecientos ochenta
y tres, el esposo de la demandada, Gabriel Flores Navarrete,
interpuso contra la recurrente y contra su esposa Sabina Laura
Tumire, demanda de Nulidad de Contrato respecto de la
compraventa del predio sub litis, (Expediente número 414-1983);
proceso que concluyó mediante sentencia de fecha once de junio
de mil novecientos ochenta y cuatro, que resolvió declarar fundada
la demanda, nulo el contrato de venta y ordenó que Alicia Victoria
Condori Vda. de Ticona entregue el inmueble sub litis a Gabriel
Flores Navarrete, estando el actor obligado a devolver la suma que
recibió su cónyuge, pero debidamente actualizado; IV) Desde el
tres de setiembre de mil novecientos setenta y cinco, fecha en que
celebró con la demandada el contrato de compraventa, la
recurrente mantiene a título de propietaria de manera continua,
pacífica y púbica la posesión del referido inmueble hasta la
actualidad. 3.2. Admitida a trámite la demanda por resolución de
fojas sesenta y tres, la codemandada Sabina Laura Tumire
contesta la demanda, alegando lo siguiente: I) Resulta
jurídicamente imposible solicitar la declaración de propiedad por
prescripción adquisitiva, si se afirma haber adquirido ésta por
contrato de compraventa; II) La pretensión de la demandante es
lograr otro pronunciamiento respecto al mismo inmueble, lo que es
jurídicamente imposible, toda vez que en el Expediente número
414-1983, iniciado por Gabriel Flores Navarrete se declaró fundada
la demanda, ordenando que Alicia Victoria Condori Vda. de Ticona
entregue el inmueble, estando obligada la citada demandante a
devolver la suma que recibió su cónyuge, el mismo que según tiene
conocimiento, fue efectuado por Gabriel Flores Navarrete conforme
puede verificarse de la copia del depósito judicial por la suma de
I/.206'954.688, obrando el original en el expediente en mención; III)
La demandante no ha tenido la posesión pacífica, prueba de ello es
que, existen hasta tres proceso judiciales: Expediente número 295-
1983 (Otorgamiento de Escritura Pública), Expediente número
414-1983 (Nulidad de Contrato) y Expediente número 1537-2007
(Desalojo por Ocupación Precaria), así como los reiterados
requerimientos a la hoy demandante por parte de la recurrente
para que entregue el inmueble, entonces, no puede alegarse que la
conducción es pacifica; IV) La posesión del bien es compartida por
Alicia Victoria Condori Vda. de Ticona, Esteban Ricardo Ticona
Condori y sus hermanos, no siendo exclusiva la posesión; V) Las
Declaraciones Juradas de Autoavalúos que adjunta la demandante
son de un inmueble distinto, no habiendo acreditado el cambio de
numeración ante la Municipalidad Provincial de Tacna; y, VI) La
recurrente entregó de buena fe una casa construida, no un terreno
que hoy pretende prescribir y que al parecer se trata de dos
inmuebles diferentes. 3.3. Por resolución de fojas ciento setenta y
siete se declara la rebeldía del codemandado Gabriel Flores
Navarrete. A fojas doscientos treinta, obra el Acta de Audiencia de
Saneamiento y a fojas doscientos noventa y cuatro el Acta de la
Audiencia de Pruebas. 3.4. A fojas cuatrocientos sesenta, obra la
sentencia de juez de fecha veintiocho de marzo de dos mil once,
declarando fundada la demanda; sin embargo, es declarada nula
por sentencia de vista de fojas seiscientos dos, al haberse omitido
emitir pronunciamiento sobre la tacha propuesta por la parte
demandada. Devueltos los autos al juzgado de origen, el Juez de
primera instancia emite nueva sentencia a fojas novecientos
cincuenta y dos, declarando improcedente la tacha formulada y
fundada la demanda; sin embargo, dicha sentencia es declarada
nula por resolución de vista de fojas mil ochenta y cinco. 3.5. Por
Sentencia de primera instancia de fecha veintidós de octubre de
dos mil catorce, obrante a fojas mil ciento treinta y uno, el A quo
declara improcedente la tacha propuesta por la parte demandada y
fundada la demanda sobre Prescripción Adquisitiva de Dominio.
Fundamenta su decisión en lo siguiente: I) La posesión de la
demandante tiene dos momentos, el primer momento que inicia
desde el tres de setiembre de mil novecientos setenta y cinco,
cuando la demandante poseía en mérito a un contrato de
compraventa celebrado con la demandada con firma legalizada
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otorgado ante Notario y un segundo momento que se produce en
forma posterior a la declaración de nulidad del acto jurídico de
compraventa (Expediente número 414-1983), cuando la
demandante continuando en la posesión del predio sub litis, lo
hace sin contar con título alguno. El plazo en este segundo
momento, que es precisamente el controvertido, debe computarse
a partir del último actuado en dicho proceso, esto es, a partir del
uno de julio de mil novecientos noventa y siete, fecha en la que se
expidió la Resolución número doscientos diecisiete, que resolvió
un escrito presentado por Gabriel Flores Navarrete, plazo que se
interrumpe a partir del momento en el que la demandante interpone
la demanda de desalojo que dio origen al Expediente número
1537-2007, esto es, desde el día seis de noviembre de dos mil
siete; por tanto, para el cómputo del plazo prescriptorio, tomando
en cuenta únicamente el segundo momento de posesión de la
demandante, se tiene que desde el uno de julio de mil novecientos
noventa y siete al cinco de noviembre de dos mil siete, la
demandante tenía una posesión de más de diez años; II) Además
dicha posesión ha sido ejercida en forma continua, al haber
superado largamente el plazo prescriptorio que señala la ley, no
habiéndose producido interrupción civil alguna del plazo, dado que
la demanda de desalojo se ha interpuesto luego de superado el
mismo, debiendo resaltarse que en el proceso de desalojo, no obra
aun sentencia firme; III) Asimismo, la posesión fue pacífica, dado
que como se ha establecido precedentemente, durante el
transcurso del segundo momento de su posesión, ha transcurrido
más de diez años, sin que la demandada haya recuperado la
posesión o solicitado la restitución del predio sub litis; y, IV) La
posesión también ha sido pública, atendiendo a los elementos de
prueba que obran en el expediente, tales como las Declaraciones
Juradas del Impuesto Predial correspondiente a los años mil
novecientos ochenta, mil novecientos ochenta y tres, mil
novecientos ochenta y nueve, mil novecientos noventa, mil
novecientos noventa y uno, mil novecientos noventa y tres, mil
novecientos noventa y cuatro, dos mil, dos mil uno, dos mil dos,
dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco, dos mil seis, dos mil siete
y dos mil ocho, el Plano Perimétrico, Plano de Ubicación y la
Memoria Descriptiva, la Certificación de la Verificación de Linderos
y Medidas Perimétricas, la Constancia número 050-2009-SGPFR-
GGT-MPT expedida por la Municipalidad Provincial de Tacna y las
Declaraciones Testimoniales. Por tanto, en el caso de autos se dan
los presupuestos que exige el ordenamiento civil para que opere la
prescripción larga o extraordinaria. 3.6. Elevado el proceso en
apelación, el Tribunal Ad quem, por sentencia de vista de fecha
veinticuatro de abril de dos mil quince, obrante a fojas mil
doscientos diez, resuelve confirmar la sentencia apelada que
declara fundada la demanda, tras considerar lo siguiente: I) La
posesión de la demandante tiene dos momentos: el primero que se
inicia justamente desde el tres de setiembre de mil novecientos
setenta y cinco, a mérito de un título como lo es el contrato de
compraventa suscrita con la demandada; y, un segundo momento
que se produce en forma posterior a la declaración de Nulidad del
Acto Jurídico de compraventa (Expediente número 414-1983),
iniciado por Gabriel Flores Navarrete, en contra de la ahora
demandante y la codemandada Sabina Laura Tumire, proceso en
el cual se declaró nulo el contrato de compraventa celebrado entre
éstos últimos, pero que sin embargo, la demandante continuó en
posesión y que al haberse declarado nulo el título que inicialmente
lo legitimaba como poseedora, continuó siendo poseedora, pero
sin justo título; II) El primer momento de la posesión se ha
interrumpido por los procesos judiciales habidos entre las partes,
como son el de Otorgamiento de Escritura Pública que concluyó
declarando fundada la demanda y, el de Nulidad de Contrato que
concluyó declarando nulo el título de compraventa a mérito del cual
la demandante detentaba la posesión, ordenándose que ésta
entregue el inmueble a Gabriel Flores Navarrete, y éste devuelva
las sumas que recibió su cónyuge, así como el importe de las
mejoras consistentes en la instalación de los servicios de agua,
desagüe y energía eléctrica; sin embargo, en la etapa de ejecución,
ambas partes no cumplieron, siendo el último acto procesal la
resolución de fecha uno de julio de mil novecientos noventa y siete;
en consecuencia, a partir del referido acto procesal, culmina la
interrupción del plazo prescriptorio, dando lugar a una nueva etapa
o nuevo cómputo del referido plazo; por lo que siendo así y si
consideramos que en éste segundo momento de la posesión, la
demandante ejerce la misma sin justo título, el plazo de adquisición
por prescripción se habría cumplido con fecha uno de julio de dos
mil siete, plazo este último en el que no se advierte que se haya
producido conflicto y/o causal de interrupción alguna; y, si bien la
apelante sostiene que se dieron varios procesos judiciales
entablados entre las partes como lo son el pago de mejoras
(Expediente número 128-94); Desalojo por Ocupación Precaria
(Expediente número 429-94), demanda de Nulidad de Suscripción
y Nulidad de Escritura Pública (Expediente número 277-95); sin
embargo, en el curso del proceso no se ha acreditado la existencia
de los mismos y tampoco han sido materia de debate; y, III) A la
fecha en la que se interpuso la demanda de Desalojo por Ocupación
Precaria contra la ahora demandante, ésta ya tenía una posesión
de más de diez años. 4. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA
SUPREMA: PRIMERO.- Que, según lo establecido por el artículo
384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, el recurso extraordinario de casación tiene por fines
esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
97369
concreto así como la uniformidad de la jurisprudencia nacional por
la Corte Suprema de Justicia de la República, por ende este
Tribunal Supremo sin constituirse en una tercera instancia adicional
en el proceso debe cumplir su deber pronunciándose acerca de los
fundamentos del recurso por la causal declarada procedente.
SEGUNDO.- Que, en ese sentido conviene subrayar que la
casación no es ajena a la vinculación exigida por el principio tantum
apellatum quantum devolutum, que implica que al resolverse la
impugnación ésta solo debe pronunciarse sobre aquellas
pretensiones o agravios invocados por el impugnante en el referido
recurso extraordinario. Es decir que, la Corte de Casación no tiene
más facultades de revisión que aquellas que han sido objeto del
recurso; y más aun, no puede entrar en el examen de las cuestiones
consentidas por las partes o que no han sido cuestionadas porque
éstas han quedado ejecutoriadas, salvo que el vicio sea de tanta
trascendencia que vulnere de manera clara derechos
fundamentales cuyo cumplimiento no haya sido advertido por el
recurrente. En este sentido la competencia de la Corte de Casación,
al enmarcarse en los extremos del recurso, “no puede realizar
averiguaciones de hecho ni alterar el relato fáctico resultante de las
sentencias de mérito. No tiene competencia para modificar las
cuestiones de hecho, porque no aprecia prueba, no puede
pronunciarse sobre aspectos de la resolución superior que no han
sido reclamados ni aplicar el derecho de oficio”1. TERCERO.- Que,
dicho esto, se advierte del recurso de casación que la recurrente
denuncia la infracción normativa material del artículo 950 del
Código Civil, alegando que la Sala Superior realizó una
interpretación errónea de esta norma, porque la demandante no
acreditó que su posesión sea continua ni publica, toda vez que,
entre las mismas partes existieron diferentes procesos judiciales
como: Pago de Mejoras (Expediente número 128-94), Desalojo por
Ocupación Precaria (Expediente número 429-94), Nulidad de
Suscripción y Nulidad de Escritura Pública (Expediente número
277-95) y Desalojo por Ocupación Precaria (Expediente número
1537-2007). CUARTO.- Que, el artículo 950 del Código Civil
prescribe que: “La propiedad inmueble se adquiere por prescripción
mediante la posesión continua, pacífica y pública como propietario
durante diez años. Se adquiere a los cinco años cuando median
justo título y buena fe.” En el caso de autos, las instancias de mérito
han determinado que la posesión ha sido ejercida por la
demandante en forma pacífica, pública y de manera continua como
exige la norma citada, dejando claramente establecido que durante
el plazo prescriptorio que corre desde el uno de julio de mil
novecientos noventa y siete, no se ha producido conflicto y/o
causal de interrupción alguna, pues la recurrente no ha acreditado
la existencia de los procesos judiciales a los que hace alusión en el
recurso, además que dichos procesos no han sido materia de
debate, al no haber sido ofrecidos ni mencionados en el escrito de
contestación a la demanda de la recurrente; por lo que este
extremo del recurso debe ser desestimado. QUINTO.- Que, por
otra parte, la recurrente denuncia la infracción normativa material
del artículo 70 de la Constitución Política del Perú, alegando
que los magistrados superiores han vulnerado esta norma
constitucional, así como el Cuarto Pleno Casatorio Civil, porque
emitieron sentencias contradictorias al declarar fundados tanto el
proceso de Desalojo por Ocupación Precaria (Expediente número
1537-2007), como el presente proceso sobre Prescripción
Adquisitiva de Dominio, ambos seguidos entre las mismas partes.
SEXTO.- Que, revisados los actuados se observa que en efecto,
entre las mismas partes existe un proceso de Desalojo por
Ocupación Precaria; sin embargo, el citado proceso seguido por la
recurrente en contra de la ahora demandante aun se encuentra en
trámite, y si bien es cierto que la Sala Superior que emitido la
sentencia de vista en el citado proceso es la misma Sala que ha
emitido la sentencia recurrida en autos, este hecho no constituye
per se vulneración del Derecho de Propiedad consagrado en la
norma constitucional denunciada, pues aun cuando en el proceso
de desalojo la Sala Superior confirmó la sentencia de primera
instancia que declaró fundada la demanda, dicho pronunciamiento
no resulta contradictorio con el fallo emitido en el presente proceso;
toda vez que en la fecha que la Sala Superior dictó la sentencia de
vista en el proceso de desalojo aun no existía sentencia con calidad
de cosa juzgada que haya declarado el Derecho de Propiedad vía
prescripción adquisitiva a favor de la ahora demandante; de modo
tal que, al no existir en dicha fecha título alguno que justificara la
posesión de Alicia Victoria Condori Vda. de Ticona, resultaba
ajustado a derecho que la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Tacna, declarase fundada la demanda de
Desalojo por Ocupación Precaria; por lo tanto, dicha sentencia no
resulta siendo contradictoria con el presente proceso; por lo que
este extremo del recurso debe ser igualmente desestimado. 5.
DECISIÓN: Estando a las consideraciones expuestas y de
conformidad con los artículos 12 del Texto Único Ordenado de la
Ley Orgánica del Poder Judicial y 397 del Código Procesal Civil,
declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Sabina Laura Tumire a fojas mil doscientos setenta y ocho; en
consecuencia, NO CASARON la sentencia de vista de fojas mil
doscientos diez, de fecha veinticuatro de abril de dos mil quince,
expedida por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior de
Justicia de Tacna; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad;
en los seguidos por el Curador Procesal de la Sucesión de Alicia
Victoria Condori Vda. de Ticona contra Sabina Laura Tumire, sobre

97370 CASACIÓN
Prescripción Adquisitiva de Dominio; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor Sánchez Melgarejo por licencia del
Juez Supremo Señor Romero Díaz. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
SÁNCHEZ MELGAREJO
1
SÁNCHEZ PALACIOS PAIVA, Manuel. El Recurso de Casación Civil,
Ediciones Legales, Editorial San Marcos, pág. 61
C-1569468-105
CAS. Nº 2286-2015 CAJAMARCA
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO. Sumilla: Se incurre en motivación
defectuosa, cuando no se advierte que en este tipo de procesos se
puede tramitar, ya sea por la impugnación de paternidad o por las
causales de invalidez o ineficacia, esto último, al mediar un vicio de
la voluntad como es el engaño al momento de reconocer la
paternidad. Lima, once de enero de dos mil diecisiete. LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil doscientos
ochenta y seis – dos mil quince, en audiencia pública de la fecha,
con el cuaderno acompañado y producida la votación de acuerdo a
ley, emite la siguiente sentencia: I. ASUNTO: Se trata del recurso
de casación interpuesto por el demandante César Flores Dávila,
a fojas doscientos cincuenta y dos, contra la sentencia de vista de
fecha dieciséis de marzo de dos mil quince, de fojas doscientos
veinticinco, emitida por la Sala Mixta Descentralizada – Sede
Chota de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca, que declara
nula la sentencia apelada de fecha veintitrés de mayo de dos mil
catorce, de fojas ciento ochenta y cuatro, que declara fundada la
demanda; asimismo declara nulo todo lo actuado desde la
resolución número uno, dejando a salvo el derecho del demandante
para que lo haga valer en la vía correspondiente y en el modo y
forma de ley. II. ANTECEDENTES: DEMANDA Por escrito de fojas
seis, César Flores Dávila solicita que se declare la nulidad el acto
de reconocimiento de paternidad y nula la partida de nacimiento del
menor de iniciales J.F.D., inscrita ante la Municipalidad Distrital de
Huambos. Como fundamentos de hecho señala que: 1) En el mes
de diciembre del año dos mil tres, conoció a Bersabeth Dávila
Sánchez, llegando a tener relaciones sexuales esporádicas, la cual
culminó al constatar que a la prenombrada también la frecuentaba
otro hombre; b) En el mes enero del año dos mil ocho, fue
conducido por las rondas campesinas del distrito de Huambos para
entregar una pensión de treinta soles; c) Al ser notificado por las
rondas campesinas, recién se enteró que estaba citado por
alimentos a favor del referido menor, a lo que se negó rotundamente,
al no ser su hijo, pero por tanta insistencia y latigazos que caían en
su cuerpo decidió firmarlo y pasar la pensión solicitada; d) Ha sido
víctima por parte de las rondas campesinas como también por
parte de la madre, quien lo ha engañado y sorprendido, asegurando
que el menor era su hijo, pues en esa creencia lo ha reconocido,
firmando la partida de nacimiento. c) La madre ocultando la verdad,
ha ocasionado que se altere la identidad de su propio hijo, lo ha
privado de su verdadera identidad, le ha recortado el derecho que
tenía su hijo de saber quién era su verdadero padre.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA Por escrito de fojas treinta,
Bersabeth Dávila Sánchez contesta la demanda y señala que: a)
Cuando tenía dieciséis años de edad, salió embarazada del
demandante, toda vez que desde los doce años de edad, éste
venia abusando sexualmente cuando iba a la casa de su hermana,
quien es su esposa; b) El demandante la tenía amenazada y
cuando sus padres se enteraron, lo denunciaron en el año dos mil
dos, ante el Ministerio Público; c) Con la condición que el
demandante no vaya a la cárcel, se realizó una Transacción
Extrajudicial el nueve de abril de dos mil dos; d) Es falso que el
demandante haya sido denunciado ante las rondas campesinas.
PUNTOS CONTROVERTIDOS Determinar si corresponde
disponer la nulidad del acta de nacimiento perteneciente al menor
de iniciales J.F.D., inscrita en la Municipalidad Distrital de Huambos.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA Culminado el trámite
correspondiente, mediante sentencia de fecha veintitrés de mayo
de dos mil catorce, de fojas ciento ochenta y cuatro, se declara
fundada la demanda, bajo el fundamento que: a) El resultado de la
prueba genética de ADN, declaró que el demandante no es el
padre biológico del menor; así como que no hay vínculo
consanguíneo entre éste y el reconocido; b) En la Transacción
Extrajudicial, celebrado entre el padre de la demandada y el
demandante, se compele a éste ultimo a reconocer el embarazo de
la emplazada y asentar la partida de nacimiento ante el Registro
Civil, en este caso se ha configurado el dolo, ya que cotidianamente
un determinado ciudadano no firma una transacción extrajudicial
para reconocer a un hijo, más bien ha existido una maniobra para
obtener la voluntad positiva en este caso del demandante y de esta
manera lo obligaron al reconocimiento de la paternidad en cuestión.
RECURSO DE APELACIÓN Por escrito de fojas ciento noventa y
ocho, Bersabeth Dávila Sánchez interpone recurso de apelación
contra la sentencia de primera instancia y denuncia los siguientes
agravios: a) La sentencia carece de motivación; b) No se ha
señalado cuales son las causales de nulidad del acto jurídico que
prescribe el artículo 219 del Código Civil; c) No se ha valorado el
Acta de Transacción Extrajudicial, que fue certificada por el Juez de
Paz de Huambos; c) La nulidad de la partida repercutirá en los
alimentos del menor que está siendo tramitado ante el Juez de Paz
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Lunes 2 de octubre de 2017
de Huambos. SENTENCIA DE VISTA Los jueces de la Sala Mixta
Descentralizada – Sede Chota de la Corte Superior de Justicia de
Cajamarca, mediante sentencia de vista de fecha dieciséis de
marzo de dos mil quince, de fojas doscientos veinticinco, declararon
nula la sentencia apelada; asimismo declararon nulo todo lo
actuado desde la resolución número uno, dejando a salvo el
derecho del demandante para que lo haga valer en la vía
correspondiente y en el modo y forma de ley. Fundamentan su
decisión en: a) Para la generación de los efectos jurídicos
pretendidos por las partes, es necesario que concurran ciertos
presupuestos y requisitos de validez, que se encuentran regulados
en el artículo 219 del Código Civil, pues en el caso de omisión de
uno de ellos deviene en nulo, situación o característica que no ha
ocurrido en la inscripción de la Partida de Nacimiento, cuyo acto
jurídico se pretende su nulidad; b) Los fundamentos de hecho del
escrito de demanda no resultan compatibles, con el presente
proceso de nulidad de reconocimiento de paternidad y de partida
de nacimiento, sino de otra naturaleza, en el cual el demandante
emplace directamente a su verdadero progenitor, o en todo caso se
proceda a modificar la partida de nacimiento primigenia del menor
a través de los recursos legales que corresponda, a fin de ser el
caso se excluya su nombre registrado en su oportunidad y no de la
manera como lo ha solicitado en el presente caso, por cuanto, los
actos cuestionados son aquellos que en un determinado momento
permitieron a la demandada registrar su nombre en la partida de
nacimiento cuya nulidad se solicita; por lo que, al haberse admitido
a trámite la demanda, y declarado fundada la misma, se ha
vulnerado el principio constitucional del debido proceso
contemplado en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú. RECURSO DE CASACIÓN Mediante resolución
de fecha dos de junio de dos mil dieciséis, este Supremo Tribunal
declaró procedente el recurso de casación interpuesto por César
Flores Dávila, por la siguiente causal: i. Infracción normativa de
los artículos 210, 219 y 221 del Código Civil. Señala que: a) Lo
que pretende es que se anule el reconocimiento materializado en la
partida de nacimiento del menor, por la causal de “dolo”; que el dolo
civil es la maquinación o artificio que se emplea para engañar a
otro, es el error provocado por la otra parte o excepcionalmente por
un tercero con conocimiento de la parte que obtuvo beneficio de él;
que el vicio de voluntad no es la falsa representación de la realidad
en que incurrió la víctima, sino la intención de la otra parte o del
tercero de provocar dolosamente un error en la víctima, por lo que
cabe preguntarse si existió un vicio de tal magnitud que pueda ser
causal de anulación del acto jurídico, en la voluntad del
demandante, al reconocer, previo engaño de la madre, un hijo que
no era suyo; que si existe un vicio en la creación de la manifestación
de voluntad del demandante, debido a que el engaño provocado
por la madre lo ha inducido a reconocer, por error, a un hijo que no
era suyo y que es factible que la demanda pueda ser interpuesta
ante un Juez civil y ser declarada fundada, en resumen, se ha
inaplicado el artículo 210 del Código Civil, que establece que el
dolo es la causa de anulación del acto jurídico cuando el engaño
usado por una de las partes haya sido tal que sin él la otra parte no
hubiera celebrado el acto; que se mantiene el vínculo filial con el
menor, estando viciado el acto de reconocimiento debido al engaño
doloso de la demandada; que ha optado por demandar la
anulabilidad del acto (negocio jurídico) y no la negación de
paternidad, lo cual, como se ha determinado en diversas
casaciones resultaría válido, puesto que, el hecho que el artículo
395 del Código Civil regule la prohibición de revocar el
reconocimiento de un hijo, no impide que el recurrente no pueda
ejercer la acción de nulidad o anulabilidad, para obtener la nulidad
del acto jurídico de reconocimiento; b) Se aplica de forma incorrecta
los artículos 219 y 221 del Código Civil, pues en el supuesto de
hecho que la demanda sea uno de nulidad absoluta y que por ello
debió haberse sustentado en una causal de nulidad, cuando del
petitorio de la demanda, se solicitó que se declare nulo el acto de
reconocimiento de paternidad y nula la partida de nacimiento del
menor, es decir, se puede inferir de manera clara y expresa que no
se demandó la nulidad absoluta, sino la anulabilidad, por cuanto,
se sustentó en la causal establecida en el inciso 2 del artículo 221
del Código Civil (el dolo); enfatizando que en una acción de
anulabilidad es posible declarar nulo el acto jurídico cuestionado,
como ya se ha explicado en los fundamentos precedentes, en
cuanto es posible ejercer la acción de nulidad o anulabilidad,
siendo que en el presente caso, no se esgrimieron las causales
previstas en el artículo 219 del Código Civil; por lo que, la Sala
Superior ha aplicado una norma material que no corresponde al
caso concreto. ii. Infracción normativa de los artículos I y III del
Título Preliminar del Código Procesal Civil. Alega que se le ha
negado el derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva, al no
admitirse su demanda para el esclarecimiento del derecho
invocado, a fin de poder ser liberado de la responsabilidad respecto
del menor; ya que existe un reconocimiento de su parte viciado
debido al dolo ejercido por la demandada, por cuanto, está
demostrado que no es el padre biológico del menor; por ello,
considera que la Sala Superior ha infringido dichas normas
procesales, pues al concluir en la resolución impugnada que todo
lo actuado en el proceso es nulo, se ha lesionado su derecho de
acceso a la justicia cuando en realidad es válida la acción planteada
y plenamente válido el optar por la acción de nulidad o anulabilidad,
a fin que se declare nulo el reconocimiento de un hijo por la causal
de dolo. III. MATERIA JURIDICA EN DEBATE: El tema en debate
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
radica en establecer sí procede impugnar el reconocimiento de
paternidad por la acción de invalidez del acto jurídico. IV.
FUNDAMENTOS: PRIMERO.- Al concurrir causales de infracción
normativa por vicios in iudicando e in procedendo, corresponde
verificar primero si se ha configurado o no esta última causal, pues
en caso de ser estimada, se dispondría el reenvío de la causa al
estado procesal correspondiente, impidiendo que sea factible el
análisis de las normas materiales en las que se sustenta o debió
sustentarse la resolución recurrida. SEGUNDO.-En ese sentido, de
la revisión de autos se advierte lo siguiente: a) Del escrito postulario,
se observa que la pretensión del demandante se disgrega en dos
puntos: i) Se declare nulo el acto de reconocimiento de paternidad
y ii) Se declare nulo la partida de nacimiento del menor; b) Sustenta
jurídicamente la demanda en los artículos 210 y 221 inciso 2 del
Código Civil, y señala concretamente que ha reconocido al menor
por presión de las rondas campesinas y que la madre del menor lo
ha engañado y sorprendido, cuando le aseguró que era su hijo; c)
La demandada al contestar la demanda, asegura que el
demandante ha reconocido al menor, con la única finalidad de
evitar ir a la cárcel, por el delito que había cometida, esto es,
abusar sexualmente de ella desde los doce años de edad; y ello, se
ve reflejado en la Transacción Extrajudicial de fecha nueve de abril
de dos mil dos. TERCERO.- Como se advierte, la demanda no fue
sustentada conforme a las disposición del artículo 399 del Código
Civil “impugnación de paternidad”, sino bajo las causales de
anulabilidad del acto jurídico [ineficacia] de los artículos 210 y 221
inciso 2 del Código Civil, al considerar el demandante, la existencia
del elemento subjetivo llamado “dolo”, a través del cual se le
engañó para reconocer la paternidad de un hijo ajeno, bien sea por
que se le conminó por las rondas campesinas (año dos mil ocho)
– así lo manifestó en su demanda – o porque firmó la transacción
extrajudicial (año dos mil dos) – en la creencia de que el niño era
su hijo – en uno u otro caso, el tema es que – conforme lo ha
señalado el recurrente – existió dolo o engaño. CUARTO.- La
Casación N° 2274-2004-Lima de fecha dos de junio de dos mil seis
señala que: “Se admite que el reconocimiento de un hijo
[extramatrimonial] puede ser controvertido mediante la acción de
impugnación de reconocimiento (en la que se ataca el nexo
biológico entre el reconociente y el reconocido) y también a través
de la acción de invalidez o ineficacia; es así que siendo el
reconocimiento de la paternidad (o en su caso, de la maternidad)
un acto jurídico de declaración unilateral, es susceptible de las
causales de nulidad y anulabilidad, pues la irrevocabilidad de dicho
reconocimiento supone la existencia de un acto jurídico válido y
con todos los elementos estructurales, en tanto que cuando se
aduce su nulidad se alega que el acto carece de aquellos
elementos…”. QUINTO.-Bajo dicho contexto, no hay duda, que la
Sala Superior ha incurrido en una motivación defectuosa, al negar
el acceso de la Tutela Jurisdiccional Efectiva, omitiendo resolver el
conflicto de intereses para lograr la paz social, al inadvertir que
este tipo de procesos se puede tramitar ya sea por la impugnación
de paternidad (artículo 399 del Código Civil) o por las causales de
invalidez o ineficacia, esto último, al mediar un vicio de la voluntad
como es el engaño al momento de reconocer la paternidad de un
menor de edad. SEXTO.- Cabe precisar que la acción de
impugnación del reconocimiento ataca o controvierte el presupuesto
biológico que lo implica: El nexo biológico determinado por la
procreación entre reconociente y reconocido; y, la acción de
invalidez, ataca la validez sustancial del acto jurídico que contiene
el reconocimiento por vicios que atañen a su eficacia constitutiva o
estructural como tal. De tal modo que en la acción de invalidez no
está en juego, ni se discute, si quien reconoce es en verdad el
padre o la madre del reconocido – como en la acción de
impugnación del reconocimiento – sino el vicio sustancial que
impide la eficacia del acto jurídico. SÉTIMO.- Por tanto, al haberse
vulnerado la garantía constitucional al debido proceso y a la Tutela
Jurisdiccional Efectiva, la denuncia de carácter procesal debe
ampararse, careciendo de objeto emitir pronunciamiento sobre la
infracción normativa de carácter material. V. DECISIÓN: Por los
fundamentos expuestos y en aplicación de lo previsto en el artículo
396 del Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por César Flores Dávila, a fojas doscientos
cincuenta y dos; CASARON la sentencia de vista de fecha dieciséis
de marzo de dos mil quince, de fojas doscientos veinticinco; en
consecuencia, NULA la misma; ORDENARON que la Sala
Superior emita nueva resolución, considerando lo expuesto en la
presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial "El Peruano", bajo responsabilidad; y
los devolvieron; en los seguidos por César Flores Dávila contra
Bersabeth Dávila Sánchez, sobre Nulidad de Acto Jurídico. Integra
esta Sala el Señor Juez Supremo Sánchez Melgarejo, por licencia
del Señor Juez Supremo Mendoza Ramírez. Ponente Señor De
La Barra Barrera, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-106
CAS. Nº 2290-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. SUMILLA: El
razonamiento efectuado por la Sala Superior no transgreden los
lineamientos que consagra el Artículo 139° incisos 3) y 5) de la
Constitución Política del Perú. Pues, de una correcta interpretación de
los alcances regulados por el Artículo 690-D numeral 2) del Código
Procesal Civil, se dejó plenamente establecido que las alegaciones
97371
sobre las cuales pretende se efectúe la nulidad formal del título
aparejado por la parte ejecutante – referidos a que se anulen las
obligaciones descritas en la transacción, por pertenecer al régimen de
la sociedad de gananciales- hacen referencia a supuestos que deben
ser materia de análisis, estudio y pronunciamiento en un proceso de
cognición –nulidad de acto jurídico- bajo los alcances regulados por el
Artículo 219° del Código Civil. Y, al tener pleno valor el acuerdo
arribado en la transacción extrajudicial, donde existen concesiones
recíprocas- pues hay una concesión de plazo en el pago de las
obligaciones y la condonación de los intereses- las afirmaciones
expuestas por el recurrente carece de sustento. Lima,. veintitrés de
enero de dos mil diecisiete. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la
causa número dos mil doscientos noventa – dos mil quince, en
audiencia pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley,
procede a emitir la siguiente sentencia: 1.- MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del recurso del recurso de casación interpuesto por José
Juan Martín Mauricio Del Risco Pesquera, contra el Auto de Vista
de fecha veinticinco de marzo de dos mil catorce, expedido por la
Primera Sala Civil con Subespecialidad en materia Comercial de la
Corte Superior de Justicia del Lima, que confirmando la apelada
declara infundada la contradicción y dispone que la parte ejecutada
cumpla con pagar la suma de ciento trece mil cuatrocientos cincuenta
y seis dólares americanos con cuarenta y un centavos (US$113,456.41)
más intereses correspondientes. 2.- CAUSALES POR LAS CUALES
SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO DE
CASACION: Esta Sala Suprema Civil Transitoria mediante resolución
de fecha veintiocho de abril de dos mil dieciséis, declaró la
procedencia del recurso de casación por la Infracción normativa
procesal de los Artículos 139° incisos 3), 6) y 14) de la Constitución
Política del Estado y I del Título Preliminar del Código Procesal
Civil, alega que se vulnera su derecho, toda vez que al confirmar la
decisión impugnada, no se ha tenido en cuenta que la transacción
extrajudicial contiene concesiones recíprocas, pero el colegiado no se
ha pronunciado sobre ello, impidiendo que el demandado pueda hacer
efectivo el principio de Doble Instancia frente a la argumentación
establecida, cuando lo correcto era que anule la resolución de primera
instancia y ordene se expida un nuevo pronunciamiento respecto a si
la transacción extrajudicial contiene concesiones recíprocas, aspecto
que fue materia de argumento en la contradicción al mandato de
ejecución; y, b) Infracción normativa de los Artículos 139° incisos
3, 5 y 14) de la Constitución Política del Estado y I del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, pues sostiene que la
Sentencia de Vista no se pronunció sobre todos los argumentos
expuestos en su contradicción al mandato de ejecución, consistentes
en que las tres obligaciones –un reconocimiento y dos préstamos-
contenidas en la Escritura Pública de reconocimiento de deuda de
nueve de diciembre de dos mil ocho, están inmersas en causal de
nulidad formal del título, porque representan bienes generados dentro
de la vigencia del régimen de la sociedad de gananciales sobre las
cuales los cónyuges no pueden celebrar contratos, vulnerando con
ello el derecho de defensa del demandados. 3.- CONSIDERANDO:
PRIMERO.- La parte recurrente, como fundamentos de su pretensión
casatoria, sostiene que se afecta su derecho toda vez que la decisión
adoptada por la Sala de mérito, adolece de una debida motivación, en
ese sentido debe verificarse si el razonamiento sobre el cual se
sustenta el fallo se ha realizado respetando lo dispuesto por el Artículo
50° inciso 6) del Código Procesal Civil concordante con lo señalado
por el Artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, que estatuye que los magistrados tienen la obligación
de fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción de nulidad
respetando los principios de jerarquía de las normas y el de
congruencia. SEGUNDO.- En ese contexto, el Artículo 139° inciso 3
de la Constitución Política del Perú, sostiene que el debido proceso, es
aquel derecho que le asiste a toda persona por el sólo hecho de serlo,
facultándola a exigir del Estado un juzgamiento imparcial y justo ante
un juez responsable y competente, constituyendo por tanto la
motivación de las resoluciones judiciales una garantía constitucional
que asegura la publicidad de las razones que los jueces tuvieron en
cuenta para pronunciar sus sentencias, resguardando a los
particulares y a la colectividad de las decisiones arbitrarias, no
pudiendo ampararse en imprecisiones subjetivas, ni decidir causas a
capricho. TERCERO.- En ese sentido, debemos considerar que el
Proceso Civil es aquel instrumento puesto por el legislador, a fin de
que los órganos jurisdiccionales tutelen los derechos sustanciales de
los justiciables. De allí que se habla de “Tutela jurisdiccional de los
derechos”. Por ello se han desarrollado – clásicamente – tres formas
distintas de tutela: la cognitiva, la cautelar y la ejecutiva. Siendo el caso
de que ésta última se pone en evidencia, en virtud a una sentencia de
condena emitida en un proceso de cognición o en base a un
documento que la Ley le ha conferido mérito ejecutivo, obteniendo el
trámite de la actividad jurisdiccional para la concreta satisfacción de su
derecho1. CUARTO.- Bajo el principio dispositivo, sólo a iniciativa del
acreedor se podrá ejercer la “acción ejecutiva”; y, bajo el impulso de la
misma, el órgano jurisdiccional pone las manos en el patrimonio del
deudor y provee con los bienes que se encuentren a satisfacer el
derecho del acreedor. Sin embargo, debe admitirse que no siempre se
pasa de la acción ejecutiva al proceso ejecutivo después de haber
atravesado un proceso de cognición previo -porque muchas veces la
acción se ejercita independientemente de una acción anterior de
declaración y de condena- sino que, ésta podría iniciarse en base a
una declaración de otra naturaleza, esto es, de una declaración
contractual, o de cualquier otro acto al que se le atribuya efectos

97372 CASACIÓN
ejecutivos y, por lo tanto, la posibilidad de proceder en la vía ejecutiva.
Este presupuesto para el ejercicio de la acción ejecutiva, lo conocemos
como el “título ejecutivo”, el cual da cabida al aforismo: nulla executio
sine título, lo que equivale a decir que no puede procederse a la
realización coactiva del derecho mediante la acción ejecutiva, si no
existe un título ejecutivo. QUINTO.- Entonces, el título viene a ser el
documento que consiste en una representación documental del
derecho subjetivo, cuya realización se pretende en las formas
ejecutivas. Es decir, constituye el parámetro a partir del cual se refleja
la posición procesal del acreedor e incluso la potestad jurisdiccional
del órgano ejecutivo, de manera que, en efecto, ni el acreedor pueda
pedir, ni el órgano de la ejecución dar más de lo que se indica en el
título ejecutivo. SEXTO.- Lo que convierte un documento en título
ejecutivo, es una disposición expresa de la ley, por cuanto es
susceptible de desempeñar las funciones siguientes: i) Fundamentar,
directa o indirectamente la actuación de sanciones (consecuencias de
la infracción de deberes); ii) Determinar la legitimación activa y pasiva;
esto es, indicar quién puede pretender la tutela jurisdiccional ejecutiva
y frente a quien; iii) Delimitar el contenido, sentido, medida o alcance
de los actos jurisdiccionales ejecutivos. El Artículo 688° del Código
Procesal Civil, ratifica la necesidad de contar con un título para dar
inicio al proceso de ejecución. Inclusive la jurisprudencia resulta
uniforme en relación a dicho principio, cuando señala que la base del
procedimiento (hoy proceso de ejecución) es el título que trae
aparejada ejecución; la autonomía de la acción ejecutiva tiene como
fundamento el título, sin título no hay ejecución ni acción, el derecho
está incorporado a éste y las medidas de ejecución sólo pueden
efectivizare sobre ésta, la que debe ser suficiente y bastarse así
mismo. Sin embargo, este título ejecutivo deberá contar con ciertos
requisitos. SÉTIMO.- En efecto, el Artículo 689° de nuestro Código
Procesal Civil dispone que procede la ejecución, cierta.- está
perfectamente descrita en el título, la existencia de un sujeto activo –
acreedor- y un sujeto pasivo- deudor- pero nada impide que uno u otro
sujeto sea múltiple, esto es que vinculan a varios acreedores con un
solo deudor o viceversa; expresa.- cuando consta por escrito aquello
que el deudor debe satisfacer a favor del acreedor, consiste en una
cosa o en un hecho que habrá que ejecutar el deudor o en abstención
de algo que el deudor habría podido efectuar libremente de no mediar
la existencia de la obligación que le exige un comportamiento negativo;
y, exigible.- es aquella cualidad que permite que el título sea
reclamable, también supone la llegada de vencimiento si se trata de
una obligación al término y la aparición de la condición, si se trata de
una obligación condicional. Asimismo, debe verificarse que el objeto
de la obligación este determinado o que sea determinable, sea
posible, liquida o liquidable mediante operación aritmética. OCTAVO.-
Frente a esas circunstancias el diseño del procedimiento ejecutivo
permite al ejecutado contrarrestar la intervención recurriendo a la
contradicción, bajo los diversos supuestos que regula el Artículo 690°-
D del Código Procesal Civil y dentro del plazo legal que establece. Así
la contradicción aparece como la posibilidad que se le asigna al
demandado para hacer valer la defensa que tenga, contra el título. Las
causales para la contradicción se describen en los tres supuestos que
son causales cerradas, porque no cabe interpretación extensiva a
otros supuestos que no sean los expresamente regulados en dicho
artículo, de tal manera que el juez debe declarar liminarmente la
improcedencia de la contradicción si esta se funda en supuestos
distintos a los que describe la norma. NOVENO.- En ese sentido, la
Inexigibilidad de la obligación: Se invoca dicha causal para
cuestionar el fondo del título. Aquí no hay cuestionamiento al
documento en sí, sino al acto que recoge dicho documento, se
cuestiona la ejecutabilidad del título por carecer de una prestación
cierta expresa y exigible, condiciones básicas para que un título
resista ejecución, tal como lo establece el Artículo 689 del Código
Procesal Civil. La iliquidez de la obligación.- implica que no tiene
inmediata ejecución una prestación ilíquida. Si la obligación
comprende una parte líquida y otra parte es ilíquida, se puede
demandar la primera. La nulidad formal del título: El documento se
cuestiona de nulo, cuando no acoge la forma señala por Ley; y, se
imputa la falsedad de un título cuando la autoría del acto cambiario, la
firma falsificada puede ser del creador del título o la de cualquier otro
sujeto que posteriormente participe en el tráfico cambiario. La
falsificación se refiere a un documento cambiario inicialmente
autentico, que es alterado en alguno de los elementos de su contenido
es decir que el cuestionamiento se centra en el texto del acto
cambiario; y la Extinción de la obligación: Constituye otra causal
para sustentar la contradicción, los hechos extintivos para invocarla no
difieren de los previstos para las obligaciones del derecho común,
como el pago, la novación, la compensación, la consolidación. Como
actos para extinguir la obligación está la ejecución voluntaria que
puede ser directa o indirecta, en el primer caso el deudor cumple con
la prestación debida, la misma que se tuvo en cuenta al momento de
la celebración y con la segunda con la ejecución y como hechos que
extinguen la obligación, se tiene a la consolidación, la prescripción
extintiva, el vencimiento del plazo extintivo o el cumplimiento de la
condición resolutoria la muerte del deudor o del acreedor, cuando se
trata de derechos personalísimos. DÉCIMO.- Si bien es cierto que,
conforme a los alcances regulados por el Artículo 1302° del Código
Civil, la transacción viene a ser un sistema auto-compositivo de
resolución de controversias, por el que los propios contendientes
pueden resolver su conflicto, incluso aunque hayan iniciado un
proceso judicial o arbitral. Figura jurídica que se basa en el principio
general de la libertad de contratación -artículo 1255° del Código Civil-
por el que las partes pueden disponer de todo aquello que tengan por
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
conveniente, en tanto no se vulneren normas de orden público, cierto
es que la transgresión a su realización sólo puede ser determinada
conforme a los alcances establecidos en el Artículo 219° del Código
Civil. DÉCIMO PRIMERO.- De lo actuado en el proceso se tiene lo
siguiente: i) Que Lucero Elizabeth Victoria Yrigoyen Miroquesada y
Fernando José Juan Martín Mauricio del Riscco Pesquera, con fecha
cinco de abril de dos mil cuatro contrajeron matrimonio ante el Consejo
Distrital de San Isidro, constituyendo el régimen de sociedad de
gananciales; ii) Mediante Minuta de fecha veinticuatro de noviembre
de dos mil ocho, elevada a Escritura Pública el nueve de diciembre de
dicho año cuyo Kárdex es el número 81815, las partes convienen en
sustituir el régimen de sociedad de gananciales por el de separación
de patrimonios a partir de la fecha de inscripción de la escritura
acotada, estipulándose en la décima cláusula que, luego de haberse
practicado la liquidación del régimen de sociedad de gananciales y
realizado el inventario, no existen obligaciones y/o deudas sociales ni
cargas pendientes; y, en caso apareciera alguna deuda, esta será
asumida exclusivamente por el cónyuge; iii) Mediante Minuta de fecha
veinticuatro de noviembre de dos mil ocho, las partes celebraron una
transacción extrajudicial de reconocimiento de deuda, donde
Fernando José Juan Martín Mauricio del Risco Pesquera –valga la
redundancia- reconoce haber recibido de la actora la suma de sesenta
mil dólares americanos (US$60,000.00), el mismo que debía
cancelarse el treinta de noviembre de dos mil nueve. Asimismo, el
ejecutado reconoce haber gestionado y obtenido con el consentimiento
de la demandante, dos préstamos en el Banco BluBank con sede en
Las Bahamas, documento que tiene como saldo deudor la suma de
cincuenta y tres cuatrocientos cincuenta y seis dólares americanos
con cuarenta y un centavos (US$53,456.41) por los préstamos
realizados en la Cuenta número 100-287-92378 por la suma de
veintiséis mil doscientos dieciocho dólares americanos con cuarenta
centavos (US$26,218.40) y Cuenta número 100-288-62191 por la
suma de veintisiete mil doscientos treinta y ocho dólares americanos
con un centavo (US$27,238.01); dejándose constancia en dicho
documento que la acotada deuda no tiene la calidad de bien social y
que el deudor se obliga a pagar hasta su total cancelación, teniendo
en cuenta que ha sido utilizado única y exclusivamente a su total
beneficio. DÉCIMO SEGUNDO.- Estando a las consideraciones
expuestas, efectuada la revisión de autos y procedido al análisis de la
sentencia recurrida, esta Sala Suprema determina que la misma se
encuentra acorde a ley, pues en el razonamiento efectuado por la Sala
Superior, quien confirmando la decisión adoptada por el juez de la
causa desestimando la contradicción formulada por el recurrente, no
transgrede los lineamientos que consagra el Artículo 139° incisos 3) y
5) de la Constitución Política del Perú. Pues, de una correcta
interpretación de los alcances regulados por el Artículo 690-D numeral
2) se dejó plenamente establecidos que las alegaciones sobre las
cuales pretende se efectúe la nulidad formal del título aparejado por la
parte ejecutante – referidos a que se anulen las obligaciones descritas
en la transacción, por pertenecer al régimen de la sociedad de
gananciales- hacen referencia a supuestos que deben ser materia de
análisis, estudio y pronunciamiento en un proceso de cognición –
nulidad de acto jurídico- bajo los alcances regulados por el Artículo
219° del Código Civil. Y, al tener pleno valor el acuerdo arribado en la
transacción extrajudicial, donde existen concesiones recíprocas- pues
hay una concesión de plazo en el pago de las obligaciones y la
condonación de los intereses- las afirmaciones expuestas por el
recurrente carecen de sustento. Siendo esto así, y resultando evidente
que lo que en el fondo pretende el impugnante es que a través de una
revaloración de los medios probatorios se ampare su pretensión
casatoria, lo cual no es viable por contravenir los fines del mismo, el
recurso de casación debe declararse infundado. Por los fundamentos
expuestos y de acuerdo a lo regulado además por el Artículo 397° del
Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Fernando José Juan Martín Mauricio del
Risco Pesquera a fojas ciento setenta y cinco; en consecuencia NO
CASARON el Auto de Vista de fecha veinticinco de marzo de dos mil
catorce, expedido por la Primera Sala Civil con Subespecialidad en
materia Comercial de la Corte Superior de Justicia del Lima,
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Lucero
Elizabeth Victoria Yrigoyen Miró Quesada contra Fernando José Juan
Martín Mauricio Del Risco Pesquera, sobre Obligación de Dar Suma
de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala,
Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA
1
Ariano Deho, Eugenia. El proceso de ejecución. Reimpresión. Lima:
Rodhas, 1998, p.161. Tomado de la Tesis para optar el grado de Magíster en
Derecho Procesal Pontificia Universidad Católica del Perú: Sergio Natalino
CASASSA CASANOVA -Asesor: Juan Eugenio Morales Godo: el Debido
Proceso de Ejecución de Obligación de Dar Suma de Dinero: en busca de un
proceso justo.
C-1569468-107
CAS. Nº 2203-2015 LORETO
INDEMNIZACIÓN POR RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL. SUMILLA: Analizada la decisión
impugnada se constata que la misma contiene una adecuada
motivación fáctica y jurídica en concordancia con los hechos
expuestos por las partes, por lo que al haberse configurado la
responsabilidad extracontractual de la demandada, es lógico
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
concluir que también corresponde el pago de un monto
indemnizatorio. Lima, dieciséis de marzo de dos mil dieciséis. LA
SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil
doscientos tres – dos mil quince; y, producida la votación con
arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL
RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de casación
interpuesto por la Municipalidad Provincial de Maynas a fojas mil
ochocientos seis, contra la sentencia de vista de fojas mil
setecientos noventa y seis, de fecha diecisiete de diciembre de dos
mil catorce, expedida por la Sala Civil Mixta de la Corte Superior de
Justicia de Loreto, que confirma la sentencia apelada de fojas mil
setecientos veintisiete, de fecha seis de enero de dos mil catorce,
que declara fundada en parte la demanda de Indemnización por
Responsabilidad Extracontractual; y ordena que la aludida
demandada pague a favor de la demandante María Disnarda Tafur
Zegarra Vda. de Márquez la suma de trece millones setecientos
diecisiete mil doscientos ochenta y cinco soles con doce céntimos
(S/13’717,285.12). 2. FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE
CASACIÓN: Por resolución de fecha veintiuno de julio de dos mil
quince, corriente a fojas cincuenta y cuatro del cuaderno de
casación, se ha declarado procedente el recurso de su propósito,
por la siguiente causal denunciada: Infracción normativa
procesal de los incisos 3 y 14 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú: Al señalar que el Ad quem con la emisión de la
sentencia de vista ha vulnerado las normas que garantizan el
Derecho a un Debido Proceso, toda vez que ha confirmado una
sentencia que declara fundada la demanda en la debida motivación,
con argumentos aparentes. Asimismo, en el numeral cinco de los
considerandos de la sentencia, el Ad quem señala: “(…)
cuestionándose específicamente la valoración de la pericia (…)”, al
respecto señala el recurrente que lo alegado en dicha sentencia no
se condice con lo solicitado en su escrito de apelación, por cuanto
lo que ha expresado en él es lo siguiente: “(…) el Juzgador no ha
realizado una adecuada valoración, conjunta y razonada de los
medios probatorios aportados en el proceso, menos aun la pericia
valorativa del bien (…)”, señalando que respecto a este extremo el
Ad quem ha emitido pronunciamiento manifestando en el numeral
seis una vaga y aparente fundamentación, es más hace referencia
a una pericia ampliatoria, señalando además el Ad quem que no
puede determinar en forma alguna la disminución de la
indemnización que corresponde otorgar a la actora, por tanto
también desestima tal fundamento, sin tampoco realizar y expresar
el razonamiento lógico–jurídico que lo llevó a desestimar el
argumento señalado en la apelación. Además señala que la
sentencia de vista no ha expresado ni efectuado una debida
motivación referente a los argumentos escritos en el segundo
considerando del recurso de apelación, referidos a la inadecuada
valoración, conjunta y razonada de los medios probatorios al
proceso, tanto más de la pericia valorativa del bien. 3.
ANTECEDENTES: Previamente a la absolución de las denuncias
formuladas por la parte recurrente, conviene hacer las siguientes
precisiones respecto de lo acontecido en el proceso: 3.1. Con
fecha uno de setiembre de mil novecientos noventa y ocho, María
Disnarda Tafur Zegarra Vda. de Márquez interpone demanda de
Indemnización por Responsabilidad Extracontractual contra la
Municipalidad Provincial de Maynas, a fin que cumpla con pagarle
la suma de veinte millones de soles (S/20’000,000.00), por
concepto de indemnización por daños, perjuicios y lucro cesante
ocasionados como consecuencia de la disposición y ventas
indebidas de las áreas del inmueble de su propiedad ubicada en la
avenida José Abelardo Quiñones Gonzales Kilómetro 3.5, cuya
área de extensión es de ciento once mil trescientos cuarenta y uno
punto sesenta metros cuadrados (111,341.60m2). Argumentando
su pedido en los siguientes fundamentos de hecho: I) Su padre
José María Tafur Vílchez es propietario del inmueble ubicado en la
avenida José Abelardo Quiñones Gonzales, con fecha diecinueve
de diciembre de mil novecientos setenta y cinco, solicitando la
formación del título supletorio del terreno urbano que se encontraba
en su posesión por más de treinta años y cuya área superficial era
de doscientos setenta y un mil ochocientos cincuenta y tres punto
cincuenta metros cuadrados (271,853.50 m2), reconociéndose su
propiedad del bien en la extensión mencionada; II) A la muerte del
padre de la demandante, y al haber realizado la declaratoria de
herederos procedieron mediante Escritura Pública de fecha nueve
de febrero de mil novecientos ochenta y dos a efectuar la división y
partición del bien, quedando en poder de la demandante como
consecuencia de ello ciento once mil trescientos cuarenta y uno
punto sesenta metros cuadrados (111,341.60 m2) de terreno que
fue inscrito en el Registro de Propiedad de Inmueble de Loreto; y
III) El Alcalde de la Municipalidad Provincial de Maynas ha emitido
diversas resoluciones de alcaldía con la finalidad de expropiarse
del inmueble sub litis, inclusive desnaturalizando el uso y la
finalidad para lo cual estaba destinado el predio, siendo las
siguientes resoluciones administrativas: a) Resolución de Alcaldía
número 2827-82-CPM-A, de fecha veinte de diciembre de mil
novecientos ochenta y dos, que confirma en todos sus extremos la
Resolución Directoral Regional número 257-81-ORDL-DRVC-6700,
de fecha veinticinco de setiembre de mil novecientos ochenta y
uno, que declara nula e insubsistente la Resolución Directoral
Regional número 136-81-ORDL-DRVC-6700, de fecha trece de
julio de mil novecientos ochenta y uno, que reconoce el Derecho de
Propiedad de los herederos de José María Tafur Vílchez,
97373
disponiendo la cancelación del Asiento Registral donde constaba
tal dominio y afectando a favor de la indicada corporación edil un
área total de trescientos ocho mil ochocientos setenta punto
setenta y siete metros cuadrados (308,870.77 m2) del terreno de
propiedad de la actora ubicado en los kilómetros 2.5 y 3.2 de la
avenida José Abelardo Quiñones Gonzales; b) Haber dispuesto la
ejecución a través de la Resolución de Alcaldía número
197-92-A-MPM, de fecha diez de marzo de mil novecientos noventa
y dos, la expropiación del área de terreno de propiedad de la
demandante de trece hectáreas con ocho mil seiscientos cuarenta
y cuatro punto setenta y nueve metros cuadrados (8,644.79 m2),
donde se encuentra ubicado el Asentamiento Humano Marginal
“Las Palmeras”, de propiedad de los herederos de José María Tafur
Vílchez; y c) Haber dispuesto la inscripción por Resolución de
Alcaldía número 341-92-A-MPM, de fecha veintisiete de abril de mil
novecientos noventa y dos, a favor de la Municipalidad Provincial
de Maynas de los planos perimétricos, lotización y vías del terreno
ocupado por el Asentamiento Humano Marginal “Las Palmeras”, ex
fundo San Antonio, con un área de ciento treinta y ocho mil
seiscientos cuarenta y cuatro punto setenta y nueve metros
cuadrados (138,644.79 m2), ubicado en la avenida José Abelardo
Quiñones Gonzales, margen izquierda, a la altura del kilómetro 3.0,
entre los Asentamientos Humanos Marginales “Señor de los
Milagros”, “Las Amazonas” y “Las Mercedes” y terreno adjudicado
a la sanidad de la Policía Nacional del Perú y en virtud a la
persecución de una acción de expropiación interpuesto por el ente
municipal contra la Sucesión de José María Tafur Vílchez, la misma
que fue admitida a través de la Resolución número uno, de fecha
veintiséis de marzo de mil novecientos noventa y dos. 3.2. En fecha
diecisiete de marzo de mil novecientos noventa y nueve, la
demandada contesta la demanda, contradiciendo la misma en los
siguientes fundamentos: I) La primera inscripción de dominio es a
favor del Estado, representado por la Dirección Regional de
Vivienda y Construcción, sobre un área de trescientos ocho mil
ochocientos setenta punto setenta y siete metros cuadrados
(308,870.77 m2), del cual forma parte el terreno que se le atribuye
propietaria a la demandante, se materializó en mérito a la
Resolución Directoral Regional número 014-80-DRDL-DRVC-6700,
de fecha seis de febrero de mil novecientos ochenta; II) Está
demostrado que los herederos de José María Tafur Vílchez nunca
han estado en posesión del inmueble, situación que motivó que el
terreno fuera invadido en los años mil novecientos ochenta y cuatro
y mil novecientos ochenta y cinco, dando origen a la formación de
los Asentamientos Humanos “Las Palmeras”, “Primavera” y “Señor
de los Milagros”; III) Es cierto que en el año mil novecientos noventa
y dos, la Municipalidad Provincial de Maynas, amparada en la
disposición contenida en el artículo 4 de la Ley número 24517,
demandó por ante el Juzgado Civil de Maynas (Expediente número
574-92), la expropiación del terreno ocupado por los Asentamientos
Humanos ya indicados, cuyo proceso fue declarado en abandono
por Resolución número nueve, de fecha treinta de julio de mil
novecientos noventa y tres, por el no impulso del proceso de las
partes; IV) Asimismo, se ha dado la afectación en uso del terreno
de treinta mil doscientos cuarenta metros cuadrados (30,240.00
m2) a favor del Ministerio del Interior – Dirección General de
Sanidad, la misma que se materializó en mérito a las Resoluciones
Supremas número 158-82-IN-SA-L, de fecha seis de diciembre de
mil novecientos ochenta y dos y número 120-1984-VC-560, de
fecha catorce de agosto de mil novecientos ochenta y cuatro,
expedidas por el Ministerio de Vivienda y Construcción, en tal
sentido la Municipalidad Provincial de Maynas tampoco tiene culpa
respecto a la adjudicación a favor del Ministerio del Interior; y V) En
lo que respecta a un supuesto proyecto de habilitación urbana,
según dice la demandante quedó frustrado como consecuencia de
la invasión del terreno por parte de los moradores de los
Asentamientos Humanos ya indicados, asimismo, conforme al
Reglamento Nacional de Construcciones del Perú y la Ley Orgánica
de Municipalidades, concordante con la Nueva Ley de
Habilitaciones Urbanas número 26867, todo proyecto de
habilitación urbana efectuada por particulares o alguna institución
del Estado, requiere ser aprobada por la respectiva Municipalidad
Provincial de Maynas, situación que no se da en el caso y la
demandante pretende culpar a esta Municipalidad por la no puesta
en práctica de un supuesto proyecto que no tienen la formalidad
legal. 3.3. Por sentencia de primera instancia, de fecha seis de
enero de dos mil catorce, obrante a fojas mil setecientos veintisiete,
el A quo declara fundada en parte la demanda interpuesta por
María Disnarda Tafur Zegarra Vda. de Márquez, contra la
Municipalidad Provincial de Maynas; en consecuencia, ordena que
la demandada pague la suma de trece millones setecientos
diecisiete mil doscientos ochenta y cinco soles con doce céntimos
(S/13’717,285.12), por daños, perjuicios y lucro cesante, a favor de
la demandante, como consecuencia de la disposición y ventas
indebidas hechas por la emplazada del inmueble de propiedad de
la demandante. Fundamenta su decisión en los siguientes
considerandos: I) Se ha probado el Derecho de Propiedad de la
actora, correspondiéndole un área superficial de ciento veintinueve
mil ciento ochenta y dos punto diez metros cuadrados (129,182.10
m2) sobre la extensión superficial total del terreno que es ciento
noventa y tres mil ochocientos veintisiete punto diez metros
cuadrados (193,827.10 m2) y posteriormente la propiedad de la
demandante se ve reducida a una extensión superficial de ciento
once mil trescientos cuarenta y uno punto sesenta metros

97374 CASACIÓN
cuadrados (111,341.60 m2) como producto de la venta de parte del
terreno aludido a favor de Gilberto Vela Armas y esposa, en una
extensión de diecisiete mil ochocientos cuarenta metros cuadrados
(17,840 m2); II) Se ha probado la responsabilidad del Alcalde y de
sus subordinados realizando conductas antijurídicas con la
finalidad de lograr la disposición y ventas indebida sobre el
inmueble de la propiedad de la demandante, al emitir diversas
resoluciones administrativas con dicha finalidad; III) El predio de la
demandante de un área de ciento once mil trescientos cuarenta y
un punto sesenta metros cuadrados (111,341.60 m2) está ocupado
por el Asentamiento Humano “Las Palmeras”, por ende el monto
indemnizatorio tan solo debe estar referido a tal área de terreno,
quedando excluidos de la pretensión incoada el terreno ocupado
por el Asentamiento Humano Primavera y el ocupado por la
Sanidad de las Fuerzas Policiales, agregando que el monto
indemnizatorio debe ser por predio urbano, considerado como tal
mediante título supletorio; y IV) Se pronuncia solo por el lucro
cesante, en tanto que la demandante tan solo ha demandado por
tal rubro, conforme aparece en su escrito de demanda, debiendo
tomarse como referente la tasación en la suma de cuatro millones
ochocientos noventa y nueve mil treinta dólares americanos con
cuarenta centavos (US$4’899,030.40) o su equivalente en moneda
nacional al tipo de cambio al día de su pago, respecto del área de
terreno de la actora ocupada por el Asentamiento Humano “Las
Palmeras”, en una extensión de ciento once mil trescientos
cuarenta y uno punto sesenta metros cuadrados (111,341.60 m2).
3.4. Mediante la sentencia de vista, de fecha diecisiete de diciembre
de dos mil catorce, obrante a fojas mil setecientos noventa y seis,
el Ad quem confirma la apelada, fundamentando su decisión en los
siguientes considerandos: I) El predio de propiedad de la
demandante se encuentra ocupado por el Asentamiento Humano
“Las Palmeras”, motivo por el cual no puede determinar en forma
alguna la disminución de la indemnización que corresponde otorgar
a la actora, pues precisamente es en la afectación de su Derecho
de Propiedad en el que encuentra sustento la reparación que esta
solicita; II) La conversión realizada por el A quo del monto de cuatro
millones ochocientos noventa y nueve mil treinta dólares
americanos con cuarenta centavos (US$4’899,030.40), establecido
como valor del predio de la actora a la suma de trece millones
setecientos diecisiete mil doscientos ochenta y cinco soles con
doce céntimos (S/13’717,285.12) encuentra sustento en el hecho
de que la moneda de curso legal en el Perú es el nuevo sol, por
tanto el pago debe efectuarse en dicha moneda nacional; III) Se
determina que la resolución impugnada ha sido emitida conforme a
derecho, habiéndose analizado cada uno de los requisitos de la
responsabilidad extracontractual, de conformidad con las normas
vigentes y en contraste con los medios de prueba aportados al
proceso; y IV) Los argumentos expuestos en el recurso de
apelación deben ser desestimados por cuanto el Colegiado no
advierte que la sentencia materia de apelación haya contravenido
derecho alguno invocado por el recurrente, esto es, no se advierte
afectación alguna del Derecho a la Defensa, ni transgresión de los
Principios de Legalidad y Debido Proceso. 4. FUNDAMENTOS DE
ESTA SALA SUPREMA: PRIMERO.- Que, examinada la sentencia
expedida por la Sala de mérito obrante a fojas mil setecientos
noventa y seis, fluye con suma claridad que esta se ha pronunciado
sobre los agravios expuestos por la parte impugnante, habiéndose
determinado que el predio sub litis se encuentra ocupado por el
Asentamiento Humano “Las Palmeras”, conforme se aprecia de la
Pericia Ampliatoria obrante de fojas mil seiscientos setenta y nueve
a mil seiscientos ochenta y uno, lo que ha motivado además que el
órgano jurisdiccional establezca la afectación del Derecho de
Propiedad de la demandante así como la determinación del
quantum indemnizatorio arribado en atención al caudal probatorio
valorado por las instancias de mérito, resultando inatendible la
denuncia expuesta en el recurso. SEGUNDO.- Que, asimismo, no
debe perderse de vista que el Dictamen Pericial es aquella
herramienta técnica que tiene por finalidad coadyuvar en el
esclarecimiento de una controversia cuando aquella resulta ser de
naturaleza compleja o requiera de una destreza o experiencia
especial necesarios para la dilucidación de una contienda judicial.
En ese contexto, los informes periciales actuados en el decurso del
proceso han servido a las instancias de mérito como instrumentos
técnicos necesarios con la finalidad de determinar, en conjunción
con los demás medios de prueba actuados en el proceso, la
responsabilidad de la Municipalidad Provincial de Maynas al haber
realizado las conductas antijurídicas destinadas a disponer de
manera indebida del bien inmueble de propiedad de la accionante
al emitir sendas resoluciones administrativas con dicha finalidad.
TERCERO.- Que, asimismo, sobre la inadecuada valoración
conjunta y razonada del material probatorio aportado al proceso
que cuestiona la recurrente, debe precisarse en principio que la
violación de las reglas relativas a la actividad probatoria prevista en
el numeral 197 del Código Procesal Civil, se encuentra concatenado
con el Principio de Motivación de las Resoluciones Judiciales, toda
vez que la verificación de una Debida Motivación, solo es posible si
en las consideraciones de la sentencia se expresan las razones
suficientes que sustenten la decisión y que justifiquen el fallo, las
cuales deben ser razonadas, objetivas, serias y completas, cuyas
conclusiones deben extraerse de la evaluación de los hechos
debidamente probados lo que supone una adecuada valoración de
las pruebas; supuestos que se cumplen en el caso de autos, si se
tiene en cuenta que las instancias de mérito han procedido a
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
estimar el quantum indemnizatorio a favor de la demandante en la
suma de cuatro millones ochocientos noventa y nueve mil treinta
dólares americanos con cuarenta centavos (US$4´899.030.40) que
al cambio en moneda nacional actualizada asciende a la suma de
trece millones setecientos diecisiete mil doscientos ochenta y cinco
soles con doce céntimos (S/13´717,285.12), habiéndose además
efectuado la tasación conforme a las normas vigentes al momento
de la ocupación indebida del predio el mismo cuya naturaleza se
determinó como predio urbano y no rústico. CUARTO.- Que, esta
Suprema Sala debe recordar, asimismo, que los Dictámenes
Periciales efectuados durante el decurso del proceso y en especial
la que obra de fojas mil quinientos seis a mil quinientos ocho, han
resultado determinantes y sustanciales para la dilucidación de la
controversia suscitada; en ese sentido, conviene recordar una vez
más la doctrina que ha venido acompañando a esta Suprema Sala
al haberse establecido en uniforme y reiterada jurisprudencia
casatoria que la prueba debe ser valorada por el juzgador según
las reglas de la sana crítica, es decir, de conformidad con las reglas
de la lógica, la psicología y la experiencia, dándole a cada uno de
los medios probatorios el valor que se considere tienen, con una
adecuada motivación y apreciándolas en conjunto, lo que se
corresponde con el interés público del proceso, con la búsqueda de
la verdad y con la aplicación de la justicia. QUINTO.- Que, esta
Suprema Sala, no puede igualmente dejar de destacar que
conforme a lo previsto en el artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Civil, el Juez deberá atender a que la finalidad
concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar
una incertidumbre jurídica, ambas con relevancia jurídica, haciendo
efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es
lograr la paz social en justicia. Esto implica que no puede aplicar ni
interpretar de manera rígida las normas procesales, ni desarrollar
la actividad procesal sin tener en consideración que su finalidad
última, es resolver el conflicto de intereses planteado por las
partes. Para ello el Juez como director del proceso, se encuentra
no solo facultado, sino en alguna medida razonablemente
compelido a agotar todos los medios que le permitan esclarecer los
hechos y resolver el conflicto, obviamente sin que esto signifique
sustituirse a las partes. En tal sentido, se advierte que las instancias
de mérito han actuado los medios probatorios necesarios para
llegar a establecer la responsabilidad extracontractual de la
demandada Municipalidad Provincial de Maynas ocasionado como
consecuencia de la disposición y venta indebida del área de terreno
de ciento once mil trescientos cuarenta y uno punto sesenta metros
cuadrados (111,341.60 m2) de propiedad de la demandante.
SEXTO.- Que, por consiguiente, no se aprecia de autos que la
sentencia de vista haya contravenido derecho alguno invocado por
la recurrente, siendo necesario resaltar por este Supremo
Colegiado que el Dictamen Pericial que sirve de base para
determinar el monto indemnizatorio fue objeto a su vez de un
dictamen complementario el cual obra a fojas mil quinientos
dieciocho; asimismo, los peritos encargados dieron Respuesta a
las Observaciones conforme al acta de fojas mil quinientos
cincuenta y cuatro y ya en Audiencia Complementaria de fojas mil
quinientos noventa y cinco, se llevó a cabo una nueva absolución
de observaciones, quedando así los autos expeditos para ser
sentenciados por el Juez de la causa, por lo que el Colegiado
Superior confirmó la apelada al determinar con claridad que la
relación de causalidad está dada por el hecho del despojo de la
propiedad sub materia y en específico el acto de expropiación
realizado por la demandada omitiéndose la indemnización
justipreciada incluido el pago por el eventual perjuicio que se hace
a la propietaria al privarla de su derecho más aun si esta Suprema
Sala agrega que ello se encuentra establecido en el artículo 70 de
la Constitución Política del Perú. SÉTIMO.- Que, por consiguiente,
al concluir la mencionada Sala Superior confirma la resolución que
declara fundada en parte la demanda sobre Indemnización por
Daños y Perjuicios sub materia ha emitido un pronunciamiento
congruente con lo actuado en el proceso, siendo que en casación
no resulta viable reexaminar los hechos aducidos en el juicio que
ya han sido debidamente analizados en el desarrollo de la litis, ni
tampoco revalorar los medios probatorios con el propósito de variar
la decisión emitida por las instancias inferiores. OCTAVO.- Que,
por lo demás, respecto al argumento vertido por la recurrente en
cuanto a la supuesta existencia de una motivación aparente en la
sentencia de vista, es del caso señalar que, constituye una
exigencia a los organismos jurisdiccionales la fundamentación de
todas y cada una de sus resoluciones, salvo aquellas de mero
trámite. Este precepto está recogido en el artículo 139 inciso 5 de
la Constitución Política del Perú; y asimismo, dicha exigencia está
prevista en el artículo 122 inciso 3 del Código Procesal Civil. A ese
respecto, analizada la decisión impugnada se verifica que la misma
contiene una adecuada motivación fáctica y jurídica en
concordancia con los hechos expuestos por las partes, por lo que
al haberse concluido en el sentido que se ha configurado la
responsabilidad extracontractual de la demandada, es lógico
deducir que también corresponde el pago del monto indemnizatorio
respectivo, siendo que como se ha anotado precedentemente no
corresponde en este estadío del proceso revalorar los medios
probatorios aportados al proceso para variar el sentido de la
decisión impugnada. Por lo demás, la resolución de vista al decidir
la contienda, no evidencia que la decisión impugnada haya sido el
resultado de una valoración probatoria absurda, arbitraria o carente
de racionalidad e ilógica. 5. DECISIÓN: Estando a las
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Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
consideraciones expuestas y de conformidad con los artículos 12
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
397 del Código Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso
de casación interpuesto por la Municipalidad Provincial de Maynas
a fojas mil ochocientos seis; en consecuencia, NO CASARON la
sentencia de vista de fojas mil setecientos noventa y seis, de fecha
diecisiete de diciembre de dos mil catorce, expedida por la Sala
Civil Mixta de la Corte Superior de Justicia de Loreto; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por María
Disnarda Tafur Zegarra Vda. de Márquez contra la Municipalidad
Provincial de Maynas, sobre Indemnización por Responsabilidad
Extracontractual; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, YAYA
ZUMAETA C-1569468-108
CAS. Nº 2780-2015 LIMA
ANULABILIDAD DE ACTO JURÍDICO. SUMILLA: Se vulnera el
principio a la pluralidad de la instancia y el deber de motivación de
las resoluciones judiciales cuando el órgano jurisdiccional que
conoce de la apelación, absuelve el grado sin evaluar los
argumentos planteados por el apelante. Lima, quince de junio de
dos mil dieciséis. LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: Vista la causa el
día de la fecha y producida la votación correspondiente de acuerdo
a ley, expide la siguiente sentencia. I. MATERIA DEL RECURSO:
Se trata del recurso de casación interpuesto por el demandante
BBVA Banco Continental, (fojas 415), contra la sentencia de vista
expedida mediante la Resolución número doce de fecha veinticinco
de mayo de dos mil quince (folio 392), expedida por la Cuarta Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, la cual confirmó la
sentencia contenida en la Resolución número quince de fecha
ocho de abril de dos mil catorce, que declaró infundada la demanda
interpuesta por el BBVA Banco Continental contra Comercial JR
Molina Sociedad Anónima Cerrada, sobre anulabilidad de acto
jurídico (pretensión principal) y nulidad de acto jurídico (pretensión
subordinada). II. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA
DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Esta Sala Suprema
mediante resolución de fecha uno de octubre de dos mil quince
[folios 43 del cuadernillo de casación], ha declarado procedente el
recurso de casación por las siguientes causales: a) Infracción
normativa procesal del artículo 139 inciso 6 de la Constitución
Política del Perú y artículo X del Título Preliminar del Código
Procesal Civil; referente a que la Sala Superior ha vulnerado el
principio de la doble instancia al no haber actuado como órgano
revisor del Juzgado de primera instancia, sino ha resuelto por
primera vez justamente lo que ha denunciado en su recurso de
apelación, que no había sido valorado por el Juez de primera
instancia; b) Infracción normativa procesal del artículo 139
inciso 5 de la Constitución Política del Perú, artículo 12 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, y artículo 122 incisos 3 y 4 del
Código Procesal Civil; al haber incurrido la sentencia de vista en
un supuesto de inexistencia de motivación, al no haber analizado,
valorado o rebatido ninguno de los argumentos que justamente
refiere el A quo no ha analizado, valorado ni rebatido uno de los
argumentos, cuando emitió sentencia; c) Infracción normativa
material del artículo 1362 del Código Civil; manifiesta que el
banco actuó al amparo de la norma infringida dado que, de buena
fe, aceptó negociar y suscribir un negocio jurídico propuesto y
promovido por la demandada, para el que necesariamente se
creyó en la licitud de la demandada, de su actuar y de sus
declaraciones contractuales; d) Infracción normativa material del
artículo 211 del Código Civil; refiere que dicha norma fue aplicada
en forma indebida por la Sala Superior en tanto no se encuentran
ante un supuesto de dolo incidental sino ante un supuesto de dolo
directo, y en consecuencia, debe declararse fundada la demanda;
e) Infracción normativa material del artículo 219 inciso 3 del
Código Civil; por cuanto la argumentación del banco es
plenamente válida y no resiste el menor análisis, toda vez que el
banco carece de las Guías de Transporte Forestal de la Caoba, y
que en la práctica, se cuenta con una madera que no es susceptible
de comercio, debido a que estos documentos son los únicos que le
permitirían realmente usar o disponer de dicho bien. III.
CONSIDERANDO: PRIMERO.- Previamente a la absolución del
recurso de casación sub examine, es necesario hacer un recuento
de lo acontecido en el presente proceso, a fin de poder evaluar si
efectivamente se incurrieron en las infracciones normativas
denunciadas. 1.1. DEMANDA.- BBVA Banco Continental (en
adelante: Banco Continental).- Interpone demanda contra
Comercial JR Molina Sociedad Anónima Cerrada (en adelante: JR
Molina S.A.C.) a fin de que se anule al acto jurídico de Dación en
Pago y Reconocimiento de Deuda de fecha dos de setiembre de
dos mil diez, por cuanto la empresa demandada lo ha inducido a
error (dolo causante) para su celebración (pretensión principal);
asimismo, en el caso de que su pretensión principal no sea
amparada, se solicita que se declare la nulidad del acto jurídico de
Dación en Pago y Reconocimiento de Deuda de fecha dos de
setiembre de dos mil diez, por contener un objeto jurídicamente
imposible (pretensión subordinada). Se sustenta la demanda
indicando principalmente: a) Que, JR Molina S.A.C. obtuvo una
serie de créditos del Banco Continental, cuyo futuro pago fue
garantizado con un total de diez warrants emitidos por Almacenera
97375
del Perú Sociedad Anónima sobre maderas de propiedad de JR
Molina S.A.C., tales como caoba, nogal negro, cedro odorata,
congona y copaiba, siendo que el indicado banco aceptó recibir
como endosatario dichos warrants sobre madera depositada
físicamente en las instalaciones de la demandada, pero
jurídicamente controlada por el referido almacén; b) Que durante el
año dos mil diez, JR Molina S.A.C. incumplió con el pago oportuno
de las obligaciones contraídas y que siempre actuando con buena
fe y cooperación para con su cliente, el veinticinco de junio de dos
mil diez se celebró la “Transacción Extrajudicial y Reconocimiento
de Deuda” en virtud de la cual no solo se refinanció la deuda que
JR Molina S.A.C. mantenía con el banco, sino que se estableció
expresamente en las cláusulas cuarta y quinta, que dicha empresa
se reservaba la posibilidad de entregar en Dación en Pago la
madera antes referida, a efectos que su valor fuera aplicado para
amortizar el capital de su deuda total, por lo que posteriormente, el
día dos de setiembre de dos mil diez, a solicitud de JR Molina
S.A.C. celebraron el Contrato de Dación en Pago y Reconocimiento
de Deuda, en virtud del cual dicha empresa les transfirió la
propiedad de la madera objeto de los warrants, valorizada en la
suma total de cuatrocientos dieciséis mil ciento ochenta y ocho
dólares americanos con setenta y seis centavos (US$.416,188.76),
siendo la razón principal que determinó la decisión del Banco
Continental de acceder a la celebración de la dación en pago, la
afirmación de los representantes de JR Molina S.A.C. en el sentido
de que sobre los bienes cuya propiedad se transfería no pesaba
carga, gravamen, acto, contrato, medida judicial ni extrajudicial
alguna que limite, restrinja y perjudique su dominio y libre
disposición (cláusula quinta), afirmación que fue asumida como
cierta en razón del principio de buena fe contractual que consagra
el artículo 1362 del Código Civil, a lo que sumaba la confianza
derivada de tratarse de bienes cuyo tráfico comercial venía
precedido de la emisión de warrants por parte de una empresa
almacenera de reconocida seriedad en el país; c) Que, incluso, a
fin de corroborar la condición de bienes de “libre disposición” de la
madera objeto de la dación en pago, JR Molina S.A.C. les entregó
guías de transporte forestal respecto a las especies de madera
copaiba, congona, cedro odorata y nogal negro, así como un
cuadro donde se indicaba que las guías de transporte forestal que
corresponden a la madera caoba se encontraban en el Instituto
Nacional de Recursos Naturales (en adelante: INRENA) desde el
año dos mil seis, y que para ese mismo propósito les alcanzó
también la Factura número 002-01335, emitida por la propia JR
Molina S.A.C. en la que se detallan las maderas entregadas,
tomando como referencia los números de warrants así como la
copia del cargo de recepción de la solicitud de permiso de
exportación CITES para especies maderables con fines
comerciales, presentada con fecha cinco de setiembre de dos mil
seis, a la que presuntamente habría adjuntado las respectivas
Guías de Transporte Forestal que acreditaban el origen legal de la
madera transferida, siendo así que la madera les fue entregada el
veintiocho de setiembre de dos mil diez, en el depósito del Banco
Continental ubicado en Avenida Néstor Gambeta número 9900 –
Callao; d) Que, grande fue su sorpresa cuando el día dieciséis de
marzo de dos mil doce se presentaron en el depósito del banco, los
representantes de la Fiscalía de Prevención del Delito del Callao,
de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre de Lima
(ATFFS-Lima) y de la Dirección Policial de Turismo y de Protección
del Ambiente, los cuales procedieron a la inmovilización de la
madera caoba y nogal negro que les había entregado JR Molina
S.A.C. bajo la imputación que se trataba de especies legalmente
protegidas, cuya comercialización se encuentra prohibida; dichas
intervenciones continuaron los días doce y veinticuatro de abril de
dos mil doce, disponiendo las autoridades la inmovilización de lotes
adicionales de la madera transferida; e) Que, solicitaron a la
Dirección General Forestal y de Fauna del Ministerio de Agricultura
la devolución de los originales de Guías de Transporte Forestal que
supuestamente le había entregado JR Molina S.A.C. al INRENA,
informándoseles que fueron devueltas al denegársele el permiso
de exportación CITES, por tratarse de madera de origen no legal; y
f) Que, JR Molina S.A.C. conoció en todo momento que la
comercialización de las indicadas mercaderías estaba prohibida,
sin embargo, los indujo a error al señalar que sobre tales bienes no
solo no existía carga o gravamen alguno, sino que nada afectaba
su libre disposición. 1.2. REBELDÍA de la demandada Comercial
JR Molina Sociedad Anónima Cerrada.- La demandada JR
Molina S.A.C. se apersonó al proceso y contestó la demanda
(folios 187), emitiéndose la Resolución número cuatro que declaró
su inadmisiblidad (folio 198), y al no efectuarse la subsanación
requerida en el plazo concedido, fue rechazada mediante
Resolución número cinco (folio 208) y, posteriormente, por
Resolución número seis de fecha diecisiete de junio de dos mil
trece, la empresa emplazada en mención ha sido declarada
rebelde (folio 216). 1.3. TRÁMITE PROCESAL.- Por Resolución
número siete de fecha dos de agosto de dos mil trece, (folio 230) se
fijaron los puntos controvertidos, se calificaron los medios
probatorios y declaró el juzgamiento anticipado del proceso. 1.4.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.- Mediante sentencia de
primera instancia contenida en la Resolución número quince de
fecha ocho de abril de dos mil catorce (folio 282), el Vigésimo
Primer Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima, la cual declaró infundada la demanda
respecto a la pretensión de Anulabilidad de Acto Jurídico e

97376 CASACIÓN
infundada también en cuanto a la pretensión de Nulidad de Acto
Jurídico. Se fundamentó la decisión señalando concretamente: a)
Que, la alegación de que el bien objeto de la transferencia no era
comercializable solo se refiere a parte de los bienes objeto de la
venta (madera caoba) y no a la totalidad; b) Que, no se ha
acreditado fehacientemente que la madera caoba efectivamente
no fuera susceptible de comercializarse porque de las actas
fiscales solo se advierte que existía una investigación en curso,
esto es, que no se ha llegado siquiera a efectuar una acusación o
denuncia; c) Que, la resolución administrativa (fojas 99) se refiere
a un permiso de exportación y no se advierte que hubiera quedado
firme; d) Que, la adquiriente de la madera caoba es una entidad
financiera y bancaria que se encuentra en capacidad de contar con
los técnicos y profesionales que la asesoren para la celebración de
los actos jurídicos propios de su actividad; e) Que, cuando se le
entregó la madera con el cuadro que indicaba que en relación a la
madera caoba, las guías de transportes forestal estaban en poder
de INRENA, pudo percatarse que tal trámite se remontaba al año
dos mil seis, esto es, hacía cuatro años, por lo que la mínima
diligencia le exigía haber previamente indagado la razón de la falta
de culminación del trámite, tanto más si como afirma, antes ya se
le habían entregado los warrants en garantía, no advirtiéndose que
la conducta desarrollada por la demandante fuera la idónea para
alegar un engaño por la parte demandada, por lo que, carece de
sustento la pretensión principal de Anulabilidad del Acto Jurídico
por dolo; y f) Que, en cuanto a la pretensión subordinada de
nulidad del acto jurídico por la causal de objeto jurídicamente
imposible, se reitera que no se acredita fehacientemente que la
madera caoba no fuera comercializable, por no haberse acreditado
un pronunciamiento que la madera no fuera comercializable, por no
haberse acreditado un pronunciamiento firme, administrativo o
fiscal que así lo estableciera. 1.5. RECURSO DE APELACIÓN DE
SENTENCIA.- El Banco Continental apela la Sentencia de primera
instancia (folio 307) indicando sustancialmente: a) Que, la
sentencia apelada es nula por vulnerar sus derechos
constitucionales a la motivación de las resoluciones judiciales, al
Debido Proceso y a la Defensa; indicándose al respecto que existió
una motivación inexistente pues el Juzgado no se pronunció sobre
uno de los argumentos que sustentan la demanda, referido al
contenido de la Quinta Cláusula de la Dación en Pago suscrita con
JR Molina S.A.C. en el cual se expuso que: “(…) de no haber sido
por la declaración expresa de JR MOLINA S.A.C. (un engaño
deliberado), referido a que supuestamente los bienes eran pasibles
de tráfico comercial, el Banco no habría celebrado alguno, más aún
cuando –recuérdese– a través de la adquisición de la propiedad de
dichos bienes estábamos renunciando al cobro de una parte
importante del crédito adeudado por la mencionada empresa (…)”,
y que un elemento crucial al momento de analizar la conducta de
las partes en una relación comercial, es revisar las declaraciones
que éstas han emitido; y b) Que, en el supuesto de que el superior
jerárquico considere que no deba declararse la nulidad de la
sentencia, la misma deberá ser revocada, por incurrir en errores de
apreciación de hechos y derechos, pues: (i) No se ha entendido el
real estándar de diligencia que debió prescribir el Banco; (ii) No se
ha entendido a qué se referían con que un bien no sea susceptible
de comercio; y, (iii) Analizó la situación “en abstracto”, sin poner en
contexto el interés comercial del Banco dentro de la relación que
mantenía con JR Molina S.A.C.. 1.6. SENTENCIA DE VISTA.-
Mediante sentencia de vista contenida en la Resolución número
doce del veinticinco de mayo de dos mil quince (folios 392),
expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima se confirmó la sentencia de primera instancia,
señalándose concretamente: a) Que, para que se configure la
causal de Anulabilidad del Acto Jurídico consistente en el dolo, se
requiere de la presencia de un elemento objetivo que incide en la
verificación de un comportamiento, sea por acción u omisión; y, un
elemento subjetivo, referido a la intención de dañar; asimismo, se
precisa que son presupuestos para la configuración del dolo como
causal de anulabilidad: 1) Que, haya sido grave, esto es, apto para
engañar a una persona que actúa con la diligencia ordinaria en el
manejo de sus asuntos; 2) Que, haya sido la causa determinante
de la voluntad, es decir, que sin él no se hubiera realizado el
negocio jurídico; b) Que, respecto al requisito a) el Banco
demandante refiere que de no haber sido por la declaración
expresa de JR Molina S.A.C. emitida en la quinta cláusula
contractual, referida a que supuestamente los bienes eran pasibles
de tráfico comercial, no habría celebrado contrato alguno, más aún,
si a través de dicha adquisición estaba renunciando al cobro de
una parte importante del crédito adeudado por la mencionada
empresa; pero que sobre este punto se observa que lo declarado
en la referida cláusula contractual, no ha sido expresamente
consignado como el motivo determinante para la celebración de
dicho acuerdo contractual, por lo que, en tal caso, únicamente se
habría presentado un supuesto de dolo incidental, de acuerdo al
artículo 211 del Código Civil, circunstancia que en modo alguno
afecta la validez del contrato bajo análisis; c) Que, en cuanto al
requisito b) se considera que, el hecho de que dicho negocio
jurídico no haya cumplido en parte su finalidad debido a la presunta
conducta engañosa de la demandante, no lo hace anulable, si se
tiene en cuenta que ésta parte era consciente al momento de la
suscripción del contrato que parte de los bienes transferidos (lote
de madera del tipo caoba y nogal negro) no contaban con la Guía
de Transporte Forestal respectiva, de manera que no obstante, la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
normativa de la materia señala que dichas guías son los únicos
documentos que permiten el transporte y disposición de maderas
por ser especies protegidas, la demandante convino en la
celebración voluntaria del acto jurídico en cuestión sin actuar con la
diligencia que la situación ameritaba, esto es, informarse
previamente a través del INRENA sobre la situación jurídica de
dicha mercancía, ya que fue informado que el reclamo de la
demandada ante la autoridad administrativa se remontaba al año
dos mil seis, habiendo solicitado la información solo después de
producida la inmovilización de la misma; d) Que, en cuanto a la
pretensión subordinada de Nulidad del Acto Jurídico de Dación en
pago y reconocimiento de deuda, por tener un objeto jurídicamente
imposible conforme al artículo 219 inciso 3 del Código Civil, se
indica que no se ha acreditado la existencia de alguna decisión
administrativa o fiscal firme que así lo haya establecido y que haya
estado vigente al momento de la celebración del contrato sub
materia, debiéndose tener en cuenta además, que de conformidad
con el artículo 1409 inciso 2 del mencionado Código, la prestación
materia de la obligación creada por el contrato puede versar sobre
bienes ajenos o afectados en garantía o embargados o sujetos a
litigio por cualquier causa; y, que consiguientemente, la causal de
nulidad invocada no se encuentra verificada; y e) Que, sin perjuicio
de lo expuesto, la declaración emitida por el representante de la
demandada, en la quinta cláusula contractual de la dación en pago
cuya validez se cuestiona, no puede ser considerada como un vicio
estructural de dicho negocio jurídico, sino que, en tal caso, se
trataría de una circunstancia que estaría afectando la ejecución de
las prestaciones convenidas en dicho acuerdo, que en caso de
incumplimiento, las propias partes han previsto el remedio a ser
aplicado, esto es, el saneamiento de los bienes por parte del
deudor (quinta cláusula contractual) o la resolución del contrato
(sétima y octava cláusula contractual). SEGUNDO.- Con relación a
las causales de casación por las cuales se ha declarado procedente
el recurso corresponderá, en principio, ingresar al análisis de las
infracciones normativas de carácter procesal, dilucidando si se
vulneró el principio de la doble instancia (artículo 139 inciso 6 de la
Constitución Política del Perú y artículo X del Título Preliminar del
Código Procesal Civil) y el Derecho a la Debida Motivación de las
resoluciones judiciales (artículo 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Perú, artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
y artículo 122 incisos 3 y 4 del Código Procesal Civil), puesto que
de acreditarse alguna de esas afectaciones, el pronunciamiento
consistirá en una declaración de nulidad, en cuyo caso no
corresponderá ingresarse al análisis sobre las infracciones de
carácter material (artículos 211, 219 inciso 3 y 1362 del Código
Civil). TERCERO.- El inciso 6 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú contempla el principio y derecho de la función
jurisdiccional de: “La pluralidad de la instancia”, el mismo que
según jurisprudencia reiterativa del Tribunal Constitucional1
constituye un derecho que «tiene por objeto garantizar que las
personas, naturales o jurídicas, que participen en un proceso
judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un órgano
jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma
naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los medios
impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal”. El
máximo intérprete constitucional también ha entendido que la
pluralidad de instancia: “queda satisfecha con la duplicidad de la
instancia, sin necesidad de que sean más de dos las instancias
procesales reguladas”2, por lo que resulta acorde a nuestra norma
fundamental, la previsión legal contenida en el artículo X del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, cuando en alusión al proceso
civil y al principio de doble instancia señala que: “El proceso tiene
dos instancias, salvo disposición legal distinta”. CUARTO.- El
Derecho a la Pluralidad de la instancia y el Principio de la Doble
Instancia requieren, necesariamente, que la revisión que efectúe el
órgano jurisdiccional jerárquicamente superior al que emitió la
resolución impugnada, analice los argumentos expuestos por la
parte que interpuso el medio impugnatorio, puesto que
precisamente este derecho procura que se emita una decisión en
nueva instancia que tenga en cuenta los cuestionamientos
planteados por el impugnante contra la decisión recurrida. De esta
manera se garantiza no solo que la decisión emitida en primera
instancia sea examinada por el superior, sino que su revisión se
efectúe considerando las objeciones planteadas por quien
interpuso el medio impugnatorio que originó el grado, y
consecuentemente, si el órgano revisor no tiene en cuenta los
argumentos esgrimidos en dicho recurso, no habrá dado debido
cumplimiento al artículo 139 inciso 6 de la Constitución Política del
Perú y artículo X del Título Preliminar del Código Procesal Civil.
QUINTO.- Del recurso de apelación (folios 307), interpuesto contra
la sentencia de primera instancia, a mérito del cual se elevó el
expediente a la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, se observa que el demandante Banco Continental, señaló
con claridad diversos argumentos conforme a los cuales
consideraba que debía declararse nula la sentencia apelada o
debía ser revocada; específicamente, la pretensión impugnatoria
orientada a que se declare la nulidad, se sustentó en que la
sentencia apelada incurrió en vicio de motivación inexistente y que
se había inobservado el inciso 4 del artículo 122 del Código
Procesal Civil, debido a que no analizó ni se pronunció sobre uno
de los argumentos centrales que sustentaban su pretensión
principal de Anulabilidad de Acto Jurídico, esto es, sobre la
declaración de la empresa demandada JR Molina S.A.C. contenida
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en la cláusula quinta del Contrato de Dación en Pago y
Reconocimiento de Deuda de fecha dos de setiembre de dos mil
diez. SEXTO.- De la revisión de la sentencia de vista materia de
casación se observa que, en efecto, no contiene análisis alguno
respecto a los argumentos planteados en el recurso de apelación
conforme a los cuales el Banco impugnante pretendía que se
declare la nulidad de la sentencia de primera instancia, esto es,
sobre la alegada motivación inexistente y la inobservancia del
inciso 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil. Por tanto, al
haberse emitido sentencia en segunda instancia, sin considerar los
argumentos planteados por el impugnante en el recurso de
apelación que generó el grado, se ha vulnerado el Derecho a la
Pluralidad de instancia y el Principio de la Doble Instancia, previstos
en el inciso 6 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú y
artículo X del Título Preliminar del Código Procesal Civil. Sobre
este punto nótese que la Sala revisora, si bien para pronunciarse
sobre el fondo de la controversia y la pretensión revocatoria evaluó
la declaración contenida en la indicada quinta cláusula contractual,
omitió analizar y resolver los argumentos que sustentaron el pedido
de nulidad que contenía la apelación3 y que se sustentaban en la
existencia de vicios procesales. SÉTIMO.- Otras de las infracciones
normativas de carácter procesal declaradas procedentes en el
presente caso, giran en torno al deber de motivación de las
decisiones jurisdiccionales. El principio y derecho de la función
jurisdiccional referente a la motivación escrita de las resoluciones
judiciales, se encuentra consagrado en el inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú, y asimismo, el artículo 12 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial estipula que: “Todas las
resoluciones, con exclusión de las de mero trámite, son motivadas,
bajo responsabilidad, con expresión de los fundamentos en que se
sustentan. Esta disposición alcanza a los órganos jurisdiccionales
de segunda instancia que absuelven el grado, en cuyo caso, la
reproducción de los fundamentos de la resolución recurrida, no
constituyen motivación suficiente”. OCTAVO.- En ese mismo
sentido, el artículo 122 del Código Procesal Civil, modificado por el
artículo 1 de la Ley número 27524, establece que las resoluciones
contienen –inciso 3– “La mención sucesiva de los puntos sobre los
que versa la resolución con las consideraciones, en orden numérico
correlativo, de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión,
y los respectivos de derecho con la cita de la norma o normas
aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado”, e –inciso
4– “La expresión clara y precisa de lo que se decide u ordena,
respecto de todos los puntos controvertidos. Si el Juez denegase
una petición por falta de algún requisito o por una cita errónea de la
norma aplicable a su criterio, deberá en forma expresa indicar el
requisito faltante y la norma correspondiente”. NOVENO.- Las
infracciones procesales al inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
e incisos 3 y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil, se
sustentan en la inexistencia de motivación porque en la sentencia
de vista no se habría analizado, valorado o rebatido los argumentos
planteados por el Banco Continental en la apelación que se referían
a la falta de motivación que también se habría incurrido en la
sentencia de primera instancia. Como se ha indicado
precedentemente, la parte recurrente al plantear su recurso de
apelación indicó que la sentencia de primera instancia era nula
porque adolecía de motivación inexistente respecto de uno de sus
argumentos centrales en los que sustentaba su pedido de anulación
del acto jurídico de Dación en Pago y Reconocimiento de Deuda de
fecha dos de setiembre de dos mil diez, específicamente, en la
declaración contenida en la cláusula quinta del contrato, conforme
a la cual la empresa JR Molina S.A.C. “(…) declara expresamente
que sobre los BIENES MUEBLES materia de transferencia no pesa
carga, gravamen, acto, contrato, medida judicial ni extrajudicial que
limite, restrinja o perjudique su dominio y libre disposición, siendo a
la fecha materia de warrant a favor de EL BANCO”; este argumento
no mereció respuesta alguna en la sentencia de vista, conforme ya
se fundamentó al momento de analizar la infracción procesal al
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú y
artículo X del Título Preliminar del Código Procesal Civil, omisión
que a la vez infringe el deber de motivación de las resoluciones
judiciales. DÉCIMO.- Además de los vicios procesales que afectan
a la sentencia de vista, se aprecia que la infracción al deber de
motivación denunciado en el recurso de casación alcanza a la
sentencia de primera instancia donde, según indica el recurrente
Banco Continental también se habría incurrido en motivación
inexistente, y encontrándose facultada esta Sala Suprema para
anular la resolución apelada y ordenar al juez de primer grado que
expida otra, según prevé el inciso 3 del artículo 396 del Código
Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley número 29364,
debe evaluarse la existencia de tal vicio a fin de determinar si
procede ejercitar dicha facultad, en aras de los principios de
economía y concentración procesales que contempla el artículo V
del Título Preliminar del mencionado Código. DÉCIMO PRIMERO.-
Si bien en la sentencia de primera instancia se hace mención al
referido Contrato de Dación en Pago y Reconocimiento de Deuda
incluyendo al contenido de la cláusula quinta, no es menos cierto
que la declaración brindada por JR Molina S.A.C. que contiene
dicha cláusula contractual, que según el Banco Continental
constituyó la razón principal que determinó la celebración del acto
jurídico y que asumió por cierta en aplicación del artículo 1362 del
Código Civil, no ha sido materia del análisis realizado por la A-quo
al momento de resolver el fondo de la controversia;
97377
consecuentemente, se acredita la falta de motivación (motivación
inexistente) respecto a tal argumento planteado por la parte
accionante como sustento de la demanda, así como la infracción
procesal del inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del
Perú, artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial e incisos 3
y 4 del artículo 122 del Código Procesal Civil. DÉCIMO SEGUNDO.-
En consecuencia, conforme a lo expuesto en los considerandos
precedentes, queda acreditada las infracciones normativas
procesales referente a la vulneración del Derecho a la Doble
Instancia y a la Debida Motivación de las resoluciones judiciales, y
de conformidad con el inciso 3 del tercer párrafo del artículo 396 del
Código Procesal Civil, modificado por el artículo 1 de la Ley número
29364, deberá casarse la sentencia de vista y declararse la nulidad
de la sentencia apelada, así como ordenarse a la señora juez de
primer grado emita nueva sentencia que se encuentre debidamente
motivada, no correspondiendo ingresarse al análisis sobre las
infracciones de normas de carácter material. IV. DECISIÓN: Que,
estando a las consideraciones que anteceden y a lo dispuesto en el
acápite 2.3 del inciso 2 del artículo 396 del Código Procesal: 4.1.
Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el
demandante BBVA Banco Continental, (fojas 415), en
consecuencia, CASARON la sentencia de vista expedida mediante
la Resolución número doce de fecha veinticinco de mayo de dos
mil quince (folio 392), expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima; declararon NULA e insubsistente en
todos sus extremos la sentencia contenida en la Resolución
número quince, de fecha ocho de abril de dos mil catorce (folios
282), que declaró infundada la demanda; ORDENARON que se
emita nueva Sentencia de primera instancia que se encuentre
debidamente motivada. 4.2. DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial "El Peruano"; bajo
responsabilidad; en los seguidos por el BBVA Banco Continental
contra Comercial JR Molina Sociedad Anónima Cerrada, sobre
Anulabilidad de Acto Jurídico y otro; y los devolvieron. Integra esta
Sala el Juez Supremo Señor De La Barra Barrera por licencia de la
Jueza Suprema Señora Cabello Matamala. Ponente Señor Romero
Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
MIRANDA MOLINA, YAYA ZUMAETA, DE LA BARRA BARRERA
1
Sentencias recaídas en los Expedientes números 04235-2010-PHC/TC
(Fundamento número 9), 00121-2012-PA/TC (Fundamento número 4), y
00607-2009-PA/TC (Fundamento número 51), entre otros.
2
Sentencias recaídas en los Expedientes números 04235-2010-PHC/TC
(Fundamento número 15), y 06149-2006-PA/TC (Fundamentos números 26
y 27), entre otros.
3
El artículo 382 del Código Procesal Civil señala que «El recurso de apelación
contiene intrínsecamente el de nulidad, sólo en los casos que los vicios estén
referidos a la formalidad de la resolución impugnada».
C-1569468-109
CAS. Nº 2794-2016 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, cuatro de mayo de
dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que,
viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por José Carlos Salmon Balestra a fojas doscientos, contra
la resolución de vista de fojas ciento ochenta y siete, de fecha diez
de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil con
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que confirma la resolución apelada de fojas ciento cincuenta y dos,
de fecha seis de enero de dos mil dieciséis, que declara infundada la
contradicción y ordena llevar adelante la ejecución en el proceso sobre
Obligación de Dar Suma de Dinero; para cuyo efecto este Colegiado
debe proceder a calificar los requisitos de admisibilidad y procedencia
de dicho medio impugnatorio, conforme a la modificación establecida
en la Ley número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, en cuanto
a los requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley citada, se tiene que el presente
recurso cumple con tales exigencias, toda vez que se ha interpuesto
contra una resolución que pone fin al proceso, ante el órgano
jurisdiccional que emitió la resolución impugnada, dentro del plazo
de diez días contado desde el día siguiente de notificada la citada
resolución y adjuntando la tasa judicial correspondiente. TERCERO.-
Que, como sustento de su recurso, el impugnante alega las causales
de: 1) infracción normativa de carácter material del artículo 1302
del Código Civil, señala que del texto de la norma se desprende que
mientras el recurrente efectúa una concesión de capital dinerario la
demandante solamente efectúa una presunta concesión de intereses
dinerarios; por consiguiente, no existe equivalencia en la operación
contractual entre las partes. No se verifica cuál es realmente la
concesión realizada por la demandante pretendiendo cobrar la misma
cantidad de deuda que se tenía antes de suscribir el documento
mal denominado “Transacción Extrajudicial; y, 2) Apartamiento del
precedente judicial contemplado en el punto 11) del Primer Pleno
Casatorio (Casación número 1465-2007-Cajamarca), referido
a la transacción la cual se basa en un intercambio de sacrificios y
requiere que medien concesiones recíprocas. CUARTO.- Que,
evaluados los requisitos de procedencia previstos en el artículo 388
del Código Procesal Civil, respecto a las causales denunciadas, se
advierte que el recurrente apeló la resolución de primera instancia que
le fue desfavorable. Asimismo, cumple con precisar que el recurso se
sustenta en la causal de infracción normativa de carácter material
y a su vez de los argumentos del mismo se aprecia que su pedido
casatorio es revocatorio; cumpliendo con ello los presupuestos de los

97378 CASACIÓN
incisos 1, 2 y 4 de la referida norma procesal. QUINTO.- Que, analizada
la fundamentación de la causal denunciada se advierte que no puede
estimarse, debido a que el recurso de casación no satisface el requisito
de procedencia del inciso 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, al no haberse demostrado la incidencia directa de la infracción
denunciada pretendiendo revertir lo resuelto por las instancias de
mérito no obstante que las mismas han fundamentado correctamente
que, de la lectura integral del mencionado título se observa que en él
las partes intervinientes han acordado la forma de pago de la deuda
a cargo del cliente –ahora ejecutado-, la tasa que se generaría ante
el incumplimiento de las cuotas pactadas y la condonación que se
efectuaría a favor de éste, en caso cumpliese en forma oportuna con
el pago de las cuotas pactadas. Los acuerdos en mención reflejan que
ambos han realizado concesiones recíprocas puesto que de un lado
el ahora acreedor ha procedido a fijar un nuevo cronograma de pago
frente a una deuda vencida aceptada por el deudor y de otro lado este
se beneficiaría con la condonación ya descrita. Que la descripción
del contenido del título denominado “transacción extrajudicial de
reconocimiento y pago de deuda” permite concluir que se ha sujetado
a lo normado en el artículo 1302 del Código Civil, habiéndose
transigido sobre derechos de contenido económico conforme lo
exige el artículo 1305 de la norma sustantiva; en consecuencia, el
recurso de casación propuesto deviene en improcedente. Por estas
consideraciones y de conformidad con el artículo 392 del Código
Procesal Civil, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación
interpuesto por José Carlos Salmon Balestra a fojas doscientos,
contra la resolución de vista de fojas ciento ochenta y siete, de fecha
diez de mayo de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil
con Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por
la empresa Diners Club Perú Sociedad Anónima contra José Carlos
Salmon Balestra, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los
devolvieron. Ponente Señora Céspedes Cabala, Jueza Suprema. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA
BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA C-1569468-110
CAS. Nº 2740-2015 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, catorce de marzo
de dos mil diecisiete. AUTOS Y VISTOS con el Cuaderno Principal,
el Cuadernillo de Casación y la Razón emitida por el Secretario de
Sala; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Es materia de calificación el
recurso de casación interpuesto por el Centro de Educación
Ocupacional de Gestión No Estatal – CESCA contra la Resolución
de Vista contenida en la Resolución número tres de fecha catorce de
abril de dos mil quince1 expedida por la Segunda Sala Civil Sub
Especialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, la
cual confirmó el Auto Final contenido en la Resolución número once
de fecha once de setiembre de dos mil catorce, que resuelve declarar
infundada la excepción de incompetencia y fundada la demanda,
debiéndose llevar adelante la ejecución. En ese sentido, al haberse
verificado los requisitos de admisibilidad, corresponde realizar la
labor de verificación del cumplimiento de los requisitos de
procedencia, en el marco descrito por el artículo 388 del Código
Procesal Civil. SEGUNDO.- Se verifica que el recurso de casación
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme exige el
artículo 387 del Código Procesal Civil; toda vez que ha sido
interpuesto: i) Contra el Auto de Vista expedido por la Segunda Sala
Civil Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima, que como órgano jurisdiccional de segunda instancia pone fin
al proceso; ii) Ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución
impugnada; iii) Dentro del plazo que establece la norma, ya que la
parte recurrente fue notificada el día once de junio de dos mil quince2
e interpuso recurso de casación el veinticinco de junio del mismo
año3; iv) Adjunta tasa judicial por interposición del recurso4.
TERCERO.- En cuanto al requisito de procedencia descrito en el
inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, es de verse que la
parte recurrente satisface dicha exigencia al haber interpuesto
recurso de apelación5 contra el Auto Final de primera instancia
contenido en la Resolución número once de fecha once de setiembre
de dos mil catorce6, que declara infundada la contradicción y fundada
la demanda, en consecuencia, ordena llevar adelante la ejecución,
hasta que la ejecutada Centro de Educación Ocupacional de Gestión
Estatal – CESCA cumpla con pagar a favor de la parte demandante
la suma de setenta y ocho mil ochocientos dólares americanos
(US$.78,800.00), más intereses legales, costas y costos del proceso.
En cuanto al requisito señalado en el inciso 4 manifiesta que su
pedido es anulatorio. CUARTO: La demandada Centro de
Educación Ocupacional de Gestión No Estatal – CESCA, sustenta
su recurso en las siguientes causales: a) Infracción normativa
procesal del inciso tercero del artículo 122 del Código Procesal
Civil, señala que no existe fundamentación jurídica que sustente los
fundamentos de hecho recogidos en el considerando quinto y sétimo
del Auto de Vista impugnado; que la Sala de forma errada considera
que el documento denominado “Acuerdo de Pago” respecto del cual
se solicita ejecución, constituye en la práctica una Transacción
Extrajudicial”. b) Infracción normativa procesal del inciso 6 del
artículo 50 del Código Procesal Civil, refiere que se ha vulnerado
el principio de congruencia, puesto que si en la Resolución de Vista
se indicó que no resultaba de aplicación el artículo 339 del Código
Procesal Civil, debió declararse la nulidad del fallo; y. c) Infracción
normativa procesal del inciso 4 del artículo 122 del Código
Procesal Civil, alega que no se expresa de manera clara y precisa
lo que se decide u ordena, respecto de todos los puntos
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
controvertidos, al dejar de emitir pronunciamiento sobre la validez
del medio probatorio oportunamente ofrecido como es la Resolución
del Décimo Juzgado Comercial en el Expediente número 08740-
2011. QUINTO.- Debe tenerse en cuenta que el recurso de casación
es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal que solo
puede fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no fácticas
o de revaloración probatoria, es por ello que tiene como fin esencial
la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la
unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema; en
ese sentido, debe fundamentarse de manera clara, precisa y
concreta indicando en qué consiste la infracción normativa o el
apartamiento del precedente judicial y demostrar la incidencia
directa de la infracción sobre la decisión impugnada, de conformidad
con lo establecido por los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código
Procesal Civil. SEXTO.- En cuanto a los argumentos esgrimidos en
el ítem a) éstos deben ser desestimados, ya que de la considerativa
décima de la Resolución de Vista cuestionada, se desprende que el
Colegiado analizó la estructura del Acuerdo de Pago, determinando
que ésta a pesar de su denominación constituye una Transacción
Extrajudicial, reuniendo las condiciones de un título de ejecución
previsto en el inciso 8 del artículo 688 del Código Procesal Civil, por
lo que, en concordancia con la Resolución Administrativa número
006-2004-SP-CS, su cumplimiento resulta exigible a través de la vía
del proceso único de ejecución ante los Juzgados Civiles con Sub
Especialidad Comercial, desvirtuando con ello la supuesta carencia
de los fundamentos jurídicos de dicha conclusión. SÉTIMO.- Sobre
el ítem b), la parte ejecutada aduce que se ha vulnerado el principio
de congruencia, al haber reconocido la Sala que no era de aplicación
lo previsto en el artículo 339 del Código Procesal Civil, sin embargo,
no declaró la nulidad de la resolución cuestionada. 7.1. Al respecto,
si bien es cierto en la Resolución de Vista se hace referencia que no
resulta de aplicación el artículo 339 del Código Procesal Civil,
denunciado como uno de los agravios en el recurso de apelación,
empero, ello no incide sobre la decisión arribada por el Colegiado,
toda vez que en concordancia con la posición asumida por la
emplazada, esta normativa resulta de aplicación a los actos
posteriores a la sentencia tendientes a novar, prorrogar, condonar
las obligaciones con el objeto de regular o modificar su cumplimiento,
condición que no satisface el referido “Acuerdo de Pago” puesto que
éste fue celebrado con anterioridad al proceso, reuniendo las
condiciones del inciso 8 del artículo 688 del Código Procesal Civil
para requerir su cumplimiento a través de la vía ejecutiva. OCTAVO.-
Finalmente, en el ítem c), la demandada aduce que la Resolución
apelada no cumplió con emitir pronunciamiento sobre los puntos
controvertidos y la prueba documental consistente en la Resolución
número once del Décimo Juzgado Comercial dictada en el
Expediente número 08740-2011. 8.1. Dada la naturaleza especial
del proceso único de ejecución, nuestro ordenamiento ha previsto en
los artículos 690-A; C; D y E del Código Procesal Civil que una vez
notificada el mandato de ejecución, la parte emplazada tiene el plazo
de cinco días para formular su recurso de contradicción y si éste no
es formulado, se deberá emitir el Auto Final correspondiente sin más
trámite ordenando llevar adelante la ejecución; con lo antes referido,
se desprende que la norma no exige la fijación de puntos
controvertidos, por lo que, carece de asidero el argumento expuesto
por la ejecutada. 8.2. Asimismo, quedan desvirtuadas las alegaciones
sobre la falta de valoración de la Resolución número once expedida
por el Décimo Juzgado Comercial, ya que en la considerativa novena
de la Resolución de Vista, dicha documental ha sido debidamente
analizada, en este sentido, la denuncia formulada debe ser
desestimada. NOVENO.- Por tanto, no habiéndose incurrido en
vulneración de derecho o garantía alguna, o que se haya aplicado
incorrectamente normas de derecho material o procesal, es de
estimar como no cumplidos los requisitos exigidos en los incisos 2 y
3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, para hacer operante este
medio impugnatorio. Por tales razones y en aplicación de lo
preceptuado por el artículo 392 del Código Procesal Civil, se declara:
IMPROCEDENTE el recurso de casación formulado por el Centro
de Educación Ocupacional de Gestión No Estatal – CESCA
contra la Resolución de Vista contenida en la Resolución número
tres de fecha catorce de abril de dos mil quince7 expedida por la
Segunda Sala Civil Sub Especialidad Comercial de la Corte Superior
de Justicia de Lima, la cual confirmó el Auto Final contenido en la
Resolución número once de fecha once de setiembre de dos mil
catorce, que resuelve declarar infundada la excepción de
incompetencia y fundada la demanda, debiéndose llevar adelante la
ejecución; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Ángela Maritza Pérez Zamora y otros contra Centro de
Educación Ocupacional de Gestión No Estatal - CESCA, sobre
Obligación de Dar Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente
Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA
1
Folio 179
2
Cargo de notificación a folio 221.
3
Folio 210
4
Folio 53 del Cuadernillo de Casación.
5
Folio 171
6
Folio 142
7
Folio 179
C-1569468-111
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
CAS. Nº 2794-2015 HUAURA
EJECUCIÓN DE GARANTÍA. SUMILLA: Se ha vulnerado el
principio de motivación de las resoluciones judiciales (Art. 139 inc 5
de la Constitución Política), que a su vez contiene el principio de
congruencia procesal, ya que tanto el juez de la causa como el Ad
Quem han emitido un fallo que no guarda coherencia con los
argumentos contenidos en la contradicción del mandato ejecutivo,
así como en el recurso de apelación formulado en contra del auto
final. Lima, once de enero de dos mil diecisiete. LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA: Vista la causa número dos mil setecientos noventa y
cuatro – dos mil quince, y efectuados el debate y la votación
correspondientes, emite la siguiente sentencia. MATERIA DEL
RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto por Alex
Sander Giraldo Granados, a fojas doscientos setenta y seis contra
el auto de vista de fojas doscientos cuarenta y seis, de fecha
dieciocho de mayo de dos mil quince; que confirma el auto final
apelado de fojas ciento noventa y cuatro, de fecha veintiuno de julio
de dos mil catorce, que declara infundada la contradicción
planteada por los coejecutados Alex Sander Giraldo Granados y
Geovanna Alicia Aquino Silva y ordena llevar adelante el remate de
los bienes inmuebles hipotecados; en los seguidos por Banco de
Crédito del Perú contra Alex Sander Giraldo Granados y Geovanna
Alicia Aquino Silva, sobre Ejecución de Garantía. FUNDAMENTOS
DEL RECURSO.- Esta Sala Suprema, mediante resolución de
fojas sesenta y uno del presente cuadernillo, de fecha doce de
mayo de dos mil dieciséis, ha estimado procedente el recurso de
casación referido por la causal de infracción normativa de derecho
procesal, respecto de las normas contenidas en los artículos 139
inciso 3 y 5 de la Constitución Política del Perú y VII del Título
Preliminar, 50 inciso 6, 122 incisos 3 y 4 y 197 del Código Procesal
Civil. El recurrente denuncia: 1) Infracción normativa de los
artículos VII del Título Preliminar y 50 inciso 6 del Código
Procesal Civil, alegando que: i) La Sala Superior ha omitido
pronunciarse respecto al punto cinco del Recurso de Apelación, en
el que se indicó que la contradicción formulada contra el mandato
de ejecución estaba sustentada en la causal de nulidad formal del
título contenido en el Pagaré número BNO03944517 de fecha uno
de octubre de dos mil nueve y pagaré del catorce de mayo de dos
mil doce, por haber sido completados esos títulos en forma
contraria a los acuerdos adoptados en el Contrato de Créditos
Negocios número BNO03944517 y Contrato de Crédito Personal
de las mismas fechas indicadas; y, ii) Respecto a los puntos seis y
siete del recurso de apelación existe vulneración al Principio de
Congruencia, al indicar la Sala Superior que no ha señalado qué
medio de prueba no se ha tenido en cuenta y no haberse
presentado prueba conforme al artículo 19, numeral 19.1, literal e,
de la Ley número 27287 - Ley de Títulos Valores, desvirtuándose
dicha afirmación del Tribunal Ad Quem por cuanto: a) En el escrito
de contradicción del quince de mayo de dos mil trece se indicó
como fundamento en los puntos 5 y 6, que el Contrato de Créditos
Negocios número BNO03944517 del uno de octubre de dos mil
nueve, es el documento por el cual se regían las condiciones del
crédito otorgado al recurrente, y conforme a lo estipulado en su
quinta cláusula el cliente autorizaba al Banco completar los
Pagarés que pueda haber emitido a la firma de ese Contrato en
forma incompleta y conforme a la Ley número 27287, con la
totalidad del importe adeudado, sin pactarse expresamente la
adición de intereses compensatorios u otros conceptos a la deuda
principal al momento de llenar aquel pagaré, por lo que fue
completado en forma contraria a lo estipulado en el referido
Contrato de Negocios; y, b) Los medios de prueba fueron
adjuntados al escrito de contradicción, lo que debió ser materia de
pronunciamiento, al haberse sostenido en el recurso de apelación
que el A Quo no había merituado ni analizado las pruebas
presentadas por el recurrente, a fin de determinar si los títulos
valores suscritos incompletos fueron completados en forma
contraria a lo pactado entre demandante y demandados, conforme
a los referidos títulos y contratos descritos. 2) Infracción normativa
por vulneración de los artículos 139 incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Perú, 122 incisos 3 y 4; y 197 del
Código Procesal Civil, afirmando que: i) Según lo consignado en
los puntos 3.9 y 3.10 del auto de vista, la Sala Superior tiene una
motivación defectuosa, al sostener que el recurrente en condición
de ejecutado y al formular la contradicción del quince de mayo de
dos mil trece, no ha acompañado el documento en el que consten
los acuerdos que no se han cumplido por la parte demandante y
que por tanto no se han probado los hechos alegados en la
contradicción, lo que es contrario a lo desarrollado y acreditado en
el proceso, pues como consta del escrito de contradicción se
ofrecieron como medios probatorios el Contrato de Créditos de
Negocios número BNO03944517 del uno de octubre de dos mil
nueve, Hoja de Resumen-Tarjeta Solución número de solicitud
BNO03944517 de la misma fecha, Liquidación de deuda con
Código número 4099800008841121 a la fecha de operación
veintiséis de septiembre de dos mil doce, y Pagarés de fechas uno
de octubre de dos mil nueve y catorce de mayo de dos mil doce,
basándose la contradicción en el contenido del Contrato de
Negocios, que en su quinta cláusula establecía la autorización al
Banco para completar los pagarés con la totalidad del importe
adeudado, sin pactarse expresamente la adición de intereses
compensatorios u otros conceptos a la deuda principal; ii) La Sala
Superior ha infringido la valoración de la prueba presentada en el
97379
escrito de contracción, y que fue argumentado en el recurso de
apelación, por lo que al no pronunciarse respecto a la prueba a fin
de determinar si el título valor contenido en el Pagaré número
BNO03944517 fue completado en contra a lo estipulado en el
Contrato de Crédito Negocios del uno de octubre de dos mil nueve,
vulnera lo previsto por el artículo 197 del Código Procesal Civil; y,
iii) La Sala Superior no ha motivado suficientemente su decisión, al
inobservar las pruebas ofrecidas, trasgrediendo el artículo 139
incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Perú. CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Previamente a la absolución del recurso de casación
sub examine es necesario hacer un breve recuento de lo acontecido
en el proceso. En tal sentido, se advierte que a fojas ochenta y tres,
el Banco de Crédito del Perú interpone demanda de ejecución de
garantía solicitando que se ordene a los ejecutados que le paguen
la suma de cuatrocientos siete mil trescientos cuarenta y seis soles
con ochenta y cuatro céntimos (S/.407,346.84), más intereses
compensatorios y moratorios, costas y costos del proceso, bajo
apercibimiento de proceder al remate del bien dado en garantía,
constituido por el predio ubicado en: (1) La Urbanización “Santa
Catalina”, del distrito de Barranca, provincia de Barranca,
departamento de Lima y (2) La parcelación – Lote número 07,
Manzana C “Santa Catalina”, del distrito de Barranca, provincia de
Barranca, departamento de Lima, inscritos en las Partida
Electrónica números 08033205 y 80000301, respectivamente, del
Registro de Propiedad inmueble de la Oficina Registral de
Barranca. Como fundamentos de su demanda sostiene que
mediante escritura pública de fecha veinte de octubre de dos mil
ocho, los ejecutados constituyeron a favor del Banco de Crédito del
Perú primera y preferencial hipoteca, hasta por la suma de sesenta
y seis mil quinientos noventa y cuatro dólares americanos con
sesenta y dos centavos (US$. 66,594.62), sobre el inmueble de su
propiedad constituido por el lote de terreno ubicado en la
Urbanización Santa Catalina, distrito y provincia de Barranca,
departamento de Lima, quedando debidamente inscrito en el
asiento número D00002 de la partida electrónica número 08033205
del Registro de Predios de Barranca. La hipoteca fue otorgada para
garantizar un crédito de negocios activo fijo hasta por la suma de
ciento cincuenta y seis mil novecientos cuatro soles (S/156,904.00),
así como cualquier tipo de obligación que los ejecutados tenían o
pudieran tener en el futuro frente al banco. Por escritura pública de
fecha veinticinco de junio de dos mil diez, los ejecutados
constituyeron primera y preferencial hipoteca hasta por la suma de
setenta y ocho mil novecientos setenta y nueve dólares americanos
con treinta centavos (U$$78,979.30), sobre el inmueble constituido
por el Lote 7, Manzana “C” de la Parcela Santa Catalina Distrito y
provincia de Barranca, departamento de Lima, debidamente
inscrita en el asiento número D00005 de la partida electrónica
número 80000301 del Registro de Predios de Barranca. La
hipoteca fue otorgada para garantizar cualquier tipo de obligación
que los ejecutados tenían o pudieran tener en el futuro frente al
Banco. Los ejecutados han incumplido, con las siguientes
obligaciones: a) Pagaré completado con el saldo deudor del
Contrato de Crédito Negocios número 4099800008841121, por la
suma de noventa y siete mil quinientos setenta y cinco soles con
dos céntimos (S/97,575.02); b) Pagaré Completado con el saldo
deudor del Contrato de Créditos Personales número
100235000000000003836513, por la suma de trescientos nueve
mil setecientos setenta y uno con ochenta y dos céntimos
(S/309,771.82). Mediante cartas notariales de fecha cinco de
diciembre de dos mil doce, se les comunicó a los demandados la
decisión de dar por terminado los contratos; en consecuencia, se
dio por vencidos los plazos procedimiento a demandar en esta
instancia haciendo exigibles la totalidad de las obligaciones. El
crédito total adeudado por los ejecutados es de cuatrocientos siete
mil trescientos cuarenta y seis soles con ochenta y cuatro céntimos
(S/407,346.84), más los intereses compensatorios y moratorios
pactados que se generen hasta la fecha de pago e incluyendo las
costas y costos del proceso. SEGUNDO.- Tramitada la demanda
según su naturaleza, el juez de la causa, mediante auto de fojas
ciento noventa y cuatro, de fecha veintuno de julio de dos mil
catorce declara infundada la contradicción planteada por los
coejecutados Alex Sander Giraldo Granados y Geovanna Alicia
Aquino Silva y ordena llevar adelante el remate de los bienes
inmuebles hipotecados, para efectuar el cobro hasta por la sumas
de cuatrocientos siete mil trescientos cuarenta y seis soles con
ochenta y cuatro céntimos (S/407,346.84), más los intereses
compensatorios y moratorios, costas y costos del proceso. Como
fundamentos de su decisión sostiene: i) Respecto a la excepción
de incumplimiento: la excepción planteada por los demandados no
se encuentra contemplada en la norma 690 - D y 446 del Código
Civil, además que los fundamentos que la sustentan resultan ser
contradictorios, por lo que corresponde rechazarla por
improcedente; ii) Respecto a la contradicción: a) Los coejecutados
Geovanna Alicia Aquino Silva y Alex Sander Giraldo Granados han
formulado contradicción bajo la causal de nulidad formal del título,
en tanto el título valor emitido en forma incompleta, ha sido llenada
en forma contraria a los acuerdos adoptados. Al respecto, el literal
e) del artículo 19 del mencionado texto legal señala que si el
ejecutado formula la contradicción bajo la causal de que el título
valor incompleto ha sido completado en forma contraria a los
acuerdos adoptados, necesariamente ésta tiene que estar
acreditada con el documento en que conste el acuerdo transgredido
por el demandante; siendo que la prueba plena que sirve para

97380 CASACIÓN
demostrar dicha transgresión lo constituiría la copia del documento
firmado en blanco “Pagaré” y del texto donde consten los acuerdos
para llenarlos posteriormente, a la cual se puede acceder desde
que el deudor contrata con una entidad financiera, tal como lo
dispone el numeral 10.2 del artículo 10 de la Ley de Títulos Valores;
y, b) Para el caso que nos ocupa, de la cláusula quinta pagaré
adjuntado por los ejecutados (fojas ciento cuarenta y siguientes) se
advierte: “(…)5.2 Completar con el importe adeudado el pagaré a la
vista que el cliente y/o fiadores puedan haber emitido a la firma de
este contrato, en forma incompleta y conforme a la Ley número
27287, procediendo a protestarlo si no fuera pagado por el cliente
y/o fiadores. El cliente declara haber sido instruido sobre los
alcances y finalidad de este pagaré cuya copia declara recibir.
Protestados cualesquiera de los títulos antes mencionados, el
banco iniciará la respectiva acción ejecutiva, que incluirá el cobro
de los intereses compensatorios, moratorios y comisiones de las
tasas notariales, judiciales, extrajudiciales y demás en las que se
hubiera incurrido en la cobranza (…)”, de lo que concluye que la
inclusión de los intereses, si estaba pactada en el pagaré además
de ser de pleno conocimiento de los ejecutados; en consecuencia,
el pagaré ha sido llenado en forma correspondiente y sin
transgresión de lo establecido. En relación al cobro de intereses
corresponde aplicar la cláusula que contiene el pagaré recaudado
respecto al pago de intereses compensatorios y moratorios. En ese
sentido, en aplicación de la norma antes citada, deberá ordenarse
el pago de intereses desde que se produjo el incumplimiento de la
obligación. TERCERO.- Apelada la mencionada resolución, la Sala
Revisora, mediante auto de fojas doscientos cuarenta y seis, de
fecha dieciocho de mayo de dos mil quince, la confirma y precisa
que la ejecución está limitada por el monto de la garantía
constituida. Como sustento de su decisión manifiesta que,
conforme el artículo 720 del Código Procesal Civil, en el presente
caso el Banco ha presentado los contratos de constitución de
garantía, tanto a fojas siete como a fojas doce, otorgado por ambos
ejecutados sobre los predios ya señalados precedentemente y
para que se ejecute la obligación está contenida en el pagaré que
aparece a fojas veintiocho, por la suma de noventa y siete mil
quinientos setenta y cinco soles con dos céntimos (S/97,575.02),
debidamente firmada por los ejecutados; asimismo, el pagaré de
fojas cuarenta y uno por la suma de trescientos nueve mil
setecientos setenta y un soles con ochenta y dos céntimos
(S/309,771.82), también debidamente firmada por los ejecutados;
asimismo, se ha presentado los estados de cuenta de saldo deudor
los que aparecen a fojas veintinueve y cuarenta y dos; en
consecuencia, el Banco ha cumplido con presentar los requisitos
que establece la ley para restitución de garantía. Los ejecutados
han planteado contradicción contra el mandato contenido en la
resolución número uno, que consiste en la cuestión previa mediante
la excepción de incumplimiento. En cuanto a lo que los ejecutados
denominan defensa previa y formulan la excepción de
incumplimiento, en la teoría general del proceso está establecido
que los demandados pueden formular tres tipos de defensa: la
defensa previa, la defensa de forma y la defensa de fondo. La
defensa previa es aquella que no forma parte del contenido de la
pretensión, pero es una condición necesaria para iniciar el proceso
judicial (por ejemplo, tener el inventario de bienes para iniciar el
proceso de división partición), la defensa de forma, por otro lado,
se ejerce a través de las excepciones y el artículo 446 del Código
Procesal Civil establece que el demandado sólo puede proponer
las excepciones establecidas en dicho dispositivo legal en las que
no está la excepción de incumplimiento, de lo que se concluye que
lo que los ejecutados han denominado defensa previa no es
defensa previa ni es excepción. Sin embargo, tratando de
interpretar lo que los ejecutados han deseado proponer en la
contradicción, debemos considerar que en este caso, se trata de
una contradicción al mandato ejecutivo con la aplicación de la Ley
de Título Valores número 27287 y no según las normas del Código
Procesal Civil. En efecto, la contradicción promovida se sustentaría
dentro de lo previsto por el artículo 19, numeral 19.1, literal e) de la
Ley de Título Valores número 27287, pagaré completado con el
saldo deudor del contrato de crédito negocios número
4099800008841121, por la suma de noventa y siete mil quinientos
setenta y cinco soles con dos céntimos (S/97,575.02); pagaré
completado con el saldo deudor del contrato de créditos personales
número 100235000000000003836513 por la suma de trescientos
nueve mil setecientos setenta y uno con ochenta y dos céntimos
(S/309,771.82). Es de señalar que conforme al artículo 10 de la Ley
de Títulos Valores número 27287, en el presente caso las partes
han procedido con suscribir los pagarés con la facultad de
completarlos y en caso los ejecutados no estuvieran conformes
con la forma como se completó el título valor pueden formular
contradicción, como en efecto han procedido en este caso. Sin
embargo, los ejecutados al contradecir han debido acompañar
necesariamente el documento donde consten los acuerdos que
según la contradicción no se han cumplido, con la finalidad de
verificar el incumplimiento. Y no habiéndose cumplido con este
requisito, tal contradicción debe ser declarada infundada al no
haberse probado los hechos alegados en la contradicción. En tal
sentido, la decisión del Juez debe ser confirmada con la variación
de la ratio decidendi. Respecto de los alegatos expuestos en la
apelación de fojas doscientos doce corresponde señalar lo
siguiente: a) En los procesos únicos de ejecución la actividad
probatoria es limitada por la naturaleza del proceso y cuando la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
parte propone una contradicción ésta debe ceñirse al procedimiento
y requisitos establecidos por la ley; no es posible hacer un análisis
de todos los medios de prueba porque no se trata de un proceso de
cognición. b) En cuanto a la resolución revisada hay falta de
motivación porque no se ha merituado los medios de prueba, en
principio la parte no ha señalado qué medio de prueba no se ha
tenido en cuenta y respecto a la contradicción es la parte que no ha
presentado el medio de prueba que señala el artículo 19, numeral
191, literal e) de la Ley de Títulos Valores número 27287, situación
que ha generado que su contradicción sea desestimada.
Finalmente, de acuerdo con el precedente sétimo del VI Pleno
Casatorio Civil que, “el acreedor tan solo podrá ejecutar la hipoteca
por el monto de esa garantía, es decir, que su concesión está
limitada al bien o bienes que se especifican al constituir la garantía
y que también está limitada a la suma que expresa y claramente se
determina en el correspondiente documento constitutivo de la
hipoteca. En los supuestos en que suma dispuesta en el mandato
ejecutivo exceda el monto del gravamen de la garantía real, la
parte ejecutante a fin de asegurar la posibilidad de ejecución debe
proceder conforme a lo establecido en el artículo 724 del Código
Procesal Civil (por el saldo deudor tras la realización del remate del
bien o, en su caso, la adjudicación en pago al ejecutante)”.
CUARTO.- Conviene absolver, en principio, la denuncia de
vulneración del principio de motivación de las resoluciones
judiciales, específicamente del principio de congruencia procesal
(éste está contenido en aquél), según el cual el juez no puede ir
más allá del petitorio, ni fundar su decisión en hechos diversos de
los que han sido alegados por las partes, debiendo la resolución
contener la expresión clara de lo que se decide u ordena respecto
de todos los puntos controvertidos. La congruencia se establece en
la resolución con relación a las pretensiones que se ejercitan, con
las partes que intervienen y con el objeto del petitorio, de tal
manera que el pronunciamiento tiene que referirse a estos
elementos y no a otros. Adicionalmente, el principio de congruencia
también importa que el razonamiento que sustenta la decisión
judicial debe ser formalmente correcto desde el punto de vista
lógico; es decir, la motivación no debe contrariar las reglas básicas
de la lógica. QUINTO.- En tal sentido, se aprecia que, con arreglo
al artículo 10.1 de la Ley número 27287, la contradicción postulada
por los ejecutados estuvo sustentada en que los pagarés que han
sido adjuntados a la demanda se han completado en forma
contraria a lo estipulado en el contrato que les dio origen, al no
haberse pactado la adición de intereses compensatorios u otros
conceptos a la deuda principal. El mismo argumento fue invocado
en apelación. SEXTO.- Respecto a tal argumentación el juez de la
causa ha establecido que la inclusión de los intereses sí estaba
pactada en el pagaré, además de ser de pleno conocimiento de los
ejecutados. Por su parte, el Ad Quem ha manifestado que,
conforme al artículo 10 de la Ley de Títulos Valores número 27287,
los ejecutados al contradecir han debido acompañar
necesariamente el documento donde consten los acuerdos, con la
finalidad de verificar el incumplimiento; por lo que, no habiéndose
cumplido con este requisito, tal contradicción debe ser declarada
infundada al no haberse probado los hechos alegados en la
contradicción. SÉTIMO.- Sin embargo, es evidente que el
pronunciamiento del Ad Quem resulta incongruente, pues tal como
ha sido puntualizado por la parte ejecutada y consta en autos, los
documentos donde constan los acuerdos conforme a los cuales
debían llenarse los pagarés han sido presentados por el banco
ejecutante conjuntamente con su demanda y están constituidos por
los textos de los contratos de créditos de fojas dieciocho a veinte y
treinta y uno a treinta y dos (vuelta), que contienen instrucciones
sobre el llenado de los pagarés. Por otro lado, el pronunciamiento
del A Quo tampoco satisface el principio de congruencia, pues se
ha limitado a indicar que la inclusión de los intereses sí se había
pactado en la cláusula 5.2 del “Contrato de Crédito Personal”
obrante a fojas ciento cuarenta y siguientes. A este respecto, cabe
precisar que corresponde a las instancias de mérito efectuar la
valoración de los medios probatorios, no siendo ello parte de la
labor casatoria. No obstante, en el caso bajo análisis, la
determinación de la incongruencia en el pronunciamiento del A
Quo pasa, necesariamente por advertir que, si bien es cierto la
cláusula tercera del contrato obrante a fojas ciento cuarenta y
siguientes, que fue valorado por el A Quo, establece que “la tasa de
interés, comisiones y gastos que el BANCO cobrará inicialmente,
serán las que se señalan en la Hoja de Resumen”, no es menos
cierto que un pronunciamiento congruente con lo alegado en la
contradicción formulada por los ejecutados (y por lo demás,
repetido en apelación y, ahora, en casación) importaba que el A
Quo (los jueces de mérito) verificaran si los intereses que han sido
incluidos en el monto demandado se han calculado en base a la
hoja de resumen a la cual se alude dicha cláusula tercera, así como
en el “Contrato de Crédito Personal” de fojas treinta y uno (vuelta)
a treinta y dos; puntualmente, si tal cálculo se ha hecho en base a
la “Hoja de resumen” en que se alude en la cláusula tercera de
ambos contratos. OCTAVO.- Ello no ha sido cumplido por los
jueces de mérito, por lo que, tal como se ha anotado antes, se ha
vulnerado el principio de motivación de las resoluciones judiciales
(artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú), que a su
vez contiene el principio de congruencia procesal, ya que tanto el A
Quo como el Ad Quem han emitido un fallo que no guarda
coherencia con los argumentos contenidos en la contradicción del
mandato ejecutivo, así como en el recurso de apelación formulado
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
en contra del auto final; ello implica que, de conformidad con lo
establecido por el artículo 396, inciso 3, del Código Procesal Civil,
debe declararse la nulidad de la resolución recurrida, así como de
la apelada, correspondiendo al A Quo renovar el acto procesal
viciado, es decir, emitir nueva resolución, de conformidad con las
consideraciones previamente vertidas. Finalmente, dados los
efectos de la denuncia casatoria acogida carece de objeto
pronunciarse sobre los demás extremos del recurso. Por las
razones anotadas y en aplicación del artículo 396 inciso 1 del
Código Procesal Civil, declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Alex Sander Giraldo Granados a fojas
doscientos setenta y seis, por consiguiente; CASARON el auto de
vista de fecha dieciocho de mayo de dos mil quince, de fojas
doscientos cuarenta y seis, expedido por la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Huaura; en consecuencia, NULO el mismo,
e INSUBSISTENTE el auto final apelado de fojas ciento noventa y
cuatro, de fecha veintiuno de julio de dos mil catorce, que declara
infundada la contradicción planteada por los coejecutados Alex
Sander Giraldo Granados y Geovanna Alicia Aquino Silva y, ordena
llevar adelante el remate de los bienes inmuebles hipotecados;
ORDENARON que el Juez de la causa emita nueva resolución,
con arreglo a lo establecido en los considerandos precedentes;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por el Banco de Crédito del Perú contra Alex Sander Giraldo
Granados y otra, sobre Ejecución de Garantía. Integra esta Sala el
Juez Supremo Señor Sánchez Melgarejo por licencia del Juez
Supremo Señor Mendoza Ramírez. Ponente Señor Miranda
Molina, Juez Supremo. S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA,
SÁNCHEZ MELGAREJO C-1569468-112
CAS. Nº 1574-2016 LIMA NORTE
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, nueve de febrero
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Solventes Pacifico Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada, subsanado en mérito a lo dispuesto por
este Supremo Tribunal, mediante resolución dictada el cuatro de
octubre de dos mil dieciséis, contra el auto de vista de fojas
doscientos setenta y cuatro, de fecha tres de agosto de dos mil
quince, emitido por la Sala Civil Permanente de la Corte Superior
de Justicia de Lima Norte; que confirma el auto final de primera
instancia de fojas doscientos veinticinco, de fecha veintinueve de
setiembre de dos mil catorce, que declara infundada la contradicción
formulada por los ejecutados y ordena se lleve adelante la
ejecución hasta que la ejecutada pague a la ejecutante la suma
reclamada, más intereses legales. SEGUNDO.- Examinados los
autos se advierte que el recurso en mención cumple con los
requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por el
artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la recurrente el auto final de primera instancia que le fue
desfavorable, la misma que fue expedida por el Cuarto Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
Norte, mediante resolución número 20, a fojas doscientos
veinticinco, de fecha veintinueve de setiembre de dos mil catorce,
satisface el requisito de procedibilidad contemplado en el artículo
388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- El recurso de
casación es formal y excepcional, por lo tanto debe estar
estructurado con precisión y estricta sujeción a los requisitos que
exige la norma procesal civil para su admisibilidad y procedencia,
correspondiendo al impugnante puntualizar en cuál de las causales
se sustenta, esto es en la infracción normativa o en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial, debiendo asimismo contener
una fundamentación clara y pertinente respecto a cada una de las
infracciones que se denuncian, demostrando la incidencia directa
que éstas tienen sobre la decisión impugnada, siendo
responsabilidad del justiciable -recurrente- adecuar los agravios
que invoca a las causales que para dicha finalidad se encuentran
taxativamente determinadas en la norma procesal. CUARTO.- En
el sentido anotado, corresponde realizar la labor de verificación del
cumplimiento de los restantes requisitos de procedencia, en el
marco descrito por el artículo 388 del Código Procesal Civil.
Encaminados en dicha labor, se desprende del texto del recurso
que éste se sustenta en: 1) La infracción normativa por
inaplicación del artículo 6.4 de la Ley número 27287 - Ley de
Títulos Valores; alegándose que la Sala Superior no ha motivado
suficientemente el fundamento primero y segundo de su apelación
referente a la violación de la precitada norma, la misma que se
encuentra dentro de lo establecido en la sentencia emitida en la
Casación número 1743-2003-Lima; 2) Infracción normativa por
interpretación errónea del artículo 119 literal d) de la Ley
número 27287 Ley de Títulos Valores afirmándose que: i) El
requisito de identificación es indispensable, no sólo para aceptar
letras sino también para aceptar pagarés, hipotecas, en las cuales
los representantes legales se deben identificar con el respectivo
Documento Nacional de Identidad (DNI), por cuanto si tan solo se
coloca en los títulos valores el número de Registro Único de
Contribuyente (RUC) de la empresa ¿cómo se identifica al
interviniente en el caso de homonimias si no obra su Documento
Nacional de Identidad (DNI)?; y ii) En igual sentido se encuentra
regulado en lo previsto por el artículo 6.5 de la misma ley, pues lo
que se castiga es la omisión de consignar el documento de
97381
identificación; 3) Infracción normativa del artículo 139 incisos 3
y 5 de la Constitución Política del Perú; argumentándose que se
ha efectuado una motivación aparente por haber interpretado
erróneamente el artículo 119 literal d) de la Ley número 27287 e
insuficiente respecto a las formalidades que debe contener un título
valor, no obstante haberse adjuntado las sentencias contenidas en
las Casaciones números 3040-2007-Piura y 1742-2003-Lima; 4)
Infracción normativa por inaplicación del artículo 690-F del
Código Procesal Civil; señalándose que se le ha dado validez a
un título valor que no reúne los requisitos para que sea admitido
para su ejecución en virtud de lo dispuesto por el artículo 6.4 de la
Ley número 27287 Ley de Títulos Valores; y 5) Apartamiento
inmotivado del precedente judicial contenido en las
jurisprudencias casatorias números 34010-2007-Piura, y 1742-
2003-Lima. QUINTO.- Al respecto, analizado el medio
impugnatorio, se aprecia que si bien la recurrente describe las
infracciones normativas, no demuestra la incidencia directa de las
mismas en el fallo cuestionado, por cuanto en relación al argumento
contenido en el punto 1) del considerando precedente según se
consigna en el auto de vista impugnado (acápites 4.4 y 4.5) la Sala
de revisión señala que el mismo es manifiestamente extemporáneo
al haberse alegado con el escrito presentado con fecha doce de
mayo de dos mil catorce, obrante a fojas ciento noventa y siete, y
reiterado en el recurso de apelación, en ese sentido, mal se puede
argüir que no hubo fundamentación sobre ello, si de lo acontecido
en el proceso no fue materia del sustento de la contradicción,
desestimándose la precitada denuncia. SEXTO.- En esa misma
línea de análisis, se observa que la Sala Superior según se
consigna en el acápite 4.6 que: “Además, atendiendo a que la
demandada Solventes Pacífico Empresa Individual de
Responsabilidad Limitada, es una persona jurídica, resulta ajustado
a derecho que su representante Fidel M. Suarez Villanueva se
haya identificado con el Registro Único de Contribuyente número
20202169725 de la citada empresa. Con lo que se desvirtúa el
argumento de la apelante, al haberse acreditado cumplir con el
requisito de la identificación, regulado en el numeral d) del artículo
119 de la Ley de Títulos Valores, Ley número 27287”, de lo que se
desprende con claridad que el órgano superior a relievado que las
Letras de Cambio adjuntadas a la demanda contienen los requisitos
de ley en aplicación de lo previsto por el Artículo 119 numeral d) de
la Ley número 27287, que prevén, en el mismo orden, que: “La
Letra de cambio debe contener: d) El nombre de la persona a quien
o a la orden de quien debe hacerse el pago; (…) g) El nombre, el
número del documento oficial de identidad y la firma del emitente,
quien tiene la calidad de obligado principal”, por tanto, la Sentencia
de Vista contiene un razonamiento lógico y suficiente con la
correspondiente fundamentación de hecho y de derecho, acorde al
Principio de Motivación consagrado en el artículo 139 inciso 5) de
la Constitución Política del Perú, concordante con los artículos 12
del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y
50 inciso 6) y 122 incisos 3 y 4) del Código Procesal Civil,
desestimándose por ende el argumento referente a que la
Sentencia de Vista contiene una motivación aparente contenida en
el punto 3). SÉTIMO.- En lo concerniente a la denuncia contenida
en el punto 2), debe anotarse que la interpretación errónea de una
norma de derecho material está referida al sentido o alcance
impropio que le hubiera dado el Juez a la disposición pertinente,
siendo sólo procedente la citada causal cuando al aplicarse la
norma de derecho material se le ha dado un sentido que no le
corresponde, por lo que el recurrente debe proponer la
interpretación correcta. En ese orden de ideas, no se configura la
interpretación errónea de la norma denunciada, no sólo por lo ya
anotado en la consideración inmediata precedente, sino porque
además lo que en realidad se pretende con el recurso es cuestionar
interpretación jurisdiccional asumida por la Sala de mérito producto
de la valoración de la prueba aportada en el intento de demostrar
que los títulos valor aparejados a la demanda no reúnen los
requisitos formales para validarlo como tal, lo que implica una
revisión de la prueba y del aspecto fáctico del proceso, que no
corresponde en casación por no constituir esta Sala Suprema una
tercera instancia, atendiendo a la finalidad del recurso de casación
prevista en el artículo 384 del Código Procesal Civil, esto es la
adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la
uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de
Justicia de la República, desestimándose por lo mismo la causal
denunciada. OCTAVO.- En lo concerniente al argumento contenido
en el punto 4), no se vislumbra cómo la aplicación de la norma
prevista en el artículo 690-F del Código Procesal Civil que regula la
denegación de la ejecución, incida en el fallo, por cuanto la
actividad probatoria que corresponde a la parte demandada en el
proceso único de ejecución, se encuentra dirigida a demostrar que
la obligación contenida en el título no es cierta, expresa o exigible,
lo que no ha sido acreditado en autos, habiéndose establecido en
sede de instancia que el título valor consistente en las letras de
cambio aparejadas en la demanda contiene una obligación con
aquellas características; en consecuencia, lo perseguido es
adecuar la aplicación de dicha norma a hechos que la recurrente
considera probados a efectos que se modifiquen, lo que tampoco
resulta posible en sede casatoria, conforme se ha señalado
precedentemente. NOVENO.- Finalmente, en relación las
sentencias casatorias que invoca, la denuncia contenida en el
punto 5) tampoco es atendible, desde que la misma no ha sido
emitida acorde a los lineamientos establecidos por el artículo 400

97382 CASACIÓN
del Código Procesal Civil, por lo que no tienen el carácter de
precedente vinculante. Por las consideraciones expuestas y de
conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Solventes
Pacifico Empresa Individual de Responsabilidad Limitada, contra el
auto de vista, de fojas doscientos setenta y cuatro, de fecha tres de
agosto de dos mil quince, emitido por la Sala Civil Permanente de
la Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la
publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Grupo Avi
Sociedad Anónima Cerrada contra Solventes Pacifico Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada, sobre Obligación de Dar
Suma de Dinero; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina,
Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-113
CAS. Nº 1586-2016 LIMA NORTE
NULIDAD DE ACTO JURÍDICO, Lima, trece de marzo de dos mil
diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO: El recurso
de casación interpuesto por Luis Raymundo García Arones a fojas
seiscientos tres, reúne los requisitos de forma para su admisibilidad,
conforme a lo previsto en el Artículo 387 del Código Procesal Civil.
SEGUNDO: Que los numerales 2) y 3) del Artículo 388 del Código
Procesal Civil modificado por la Ley número 29364, establecen que
constituyen requisitos de fondo del recurso, que se describa con
claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento del
precedente judicial, así como el demostrar la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada. TERCERO: El recurrente,
invocando los Artículos 385, 387 y 388 del Código Procesal Civil,
denuncia como agravios: a) La aplicación e interpretación
indebida del Artículo 923 del Código Civil, señalando que ha
demostrado ser hijo de Pedro Pablo García Guillén, quien adquirió
en virtud del Contrato de Compra Venta de fecha quince de marzo
de mil novecientos setenta y seis celebrado con Pelegrín Gómez
Hurtado, dos mil metros cuadrados (2,000 m2) que forma parte del
Lote 14 del fundo “Chuquitanta” del Distrito de San Martín de Porres,
no obstante, éste sin respetar el contrato transfirió la propiedad de
manera simulada a favor de Confidencio Obispo García Matta y de
su esposa Edelvina Claudina Patricio de García mediante Escritura
Pública de fecha quince de setiembre de dos mil cuatro, aclarada
por Escritura Pública de fecha doce de marzo de dos mil cinco;
b) La inaplicación del inciso 5) del Artículo 219 del Código
Civil, indicando que el negocio jurídico por el cual se le transfirió
la propiedad del predio sub judice a favor de Confidencio Obispo
García Matta y Edelvina Claudina Patricio de García es nulo, por
ser un acto simulado, ya que Pelegrín Gómez Hurtado transfirió
el uno punto mil seiscientos sesenta y siete por ciento (1.1667%)
(trescientos cincuenta metros cuadrados 350 m2) a sabiendas que
el predio ya no le pertenecía, no existiendo en la Escritura Pública
de fecha quince de setiembre de dos mil cuatro ni en su aclaratoria
de fecha doce de marzo de dos mil cinco, comprobante de pago
de cancelación del precio, incluso los aludidos compradores jamás
tuvieron la posesión del predio sub judice; y c) La afectación a los
Artículos 139 inciso 5) de la Constitución Política del Perú, 122
numerales 3) y 4), y 197 del Código Procesal Civil, expresando
que jamás se ordenó que se practique una Inspección Judicial en
el predio sub litis, pese a que se ha establecido que es indiviso, y
que no se solicitó el expediente penal signado con el número 2612-
08 donde se encuentra la declaración de su madre Toribia Arones
Gonzales viuda de García, quien ha denunciado a Pelegrín Gómez
Hurtado y a su esposa, asimismo a Enma Elvira García Arones y a
su esposo, así como a Confidencio García Matta, a quien le cedieron
dos terrenos, uno de trescientos cincuenta metros cuadrados (350
m2) y otro de ciento cincuenta metros cuadrados (150 m2); aduce
que no se ha valorado la carta notarial de fecha veinte de diciembre
de dos mil diez en la que se requiere a los demandados que se
abstengan de edificar el terreno de trescientos cincuenta metros
cuadrados (350 m2), la copia certificada de la carta notarial que
enviara su madre a su hermana Enma Elvira García Arones para
que le devuelva el contrato de Compra-Venta de fecha quince de
marzo de mil novecientos setenta y seis, la carta notarial en la
que le requiere al demandado Pelegrín Gómez Hurtado a que le
otorgue la Escritura Pública del área de dos mil metros cuadrados
(2,000 m2) y la manifestación de Pelegrín Gómez Hurtado, donde
reconoce que vendió el área de dos mil metros cuadrados (2,000
m2) a favor de su padre Pedro Pablo García Guillén y señala que
Enma Elvira García Arones no le pagó por la transferencia del área
de mil cuatrocientos cincuenta y siete punto noventa y cinco metros
cuadrados (1,457.95 m2). CUARTO: Con relación al literal a), del
análisis de la sentencia de vista de fecha catorce de octubre de dos
mil quince, no se advierte que el Artículo 923 del Código Civil haya
servido de base para su expedición, por lo que no resulta viable
denunciar su aplicación indebida, imprecisión que sumado al hecho
que se ha denunciado simultáneamente una causal excluyente a la
antes mencionada, como es la interpretación indebida del mismo
citado dispositivo legal, trae consigo la improcedencia de este
extremo del recurso a tenor de lo dispuesto en el numeral 2) del
Artículo 388 del Código Procesal Civil. QUINTO: En lo que respecta
al literal b), el Colegiado de la Sala Civil Permanente de la Corte
Superior de Justicia de Lima Norte, sobre la base de la prueba
actuada, ha establecido que en el negocio jurídico contenido en
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
la Escritura Pública de compra venta de acciones y derechos, de
fecha quince de setiembre de dos mil cuatro, que otorga Pelegrín
Gómez Hurtado y Elva Georgina Coronado Rivera de Gómez a
favor de Confidencio Obispo García Matta y Edelvina Claudina
Patricio de García, aclarada por Escritura Pública de fecha doce de
marzo de dos mil cinco, no se ha acreditado la configuración de la
causal de nulidad relativa a la simulación absoluta; conclusión que
solamente puede ser revertida a través de una nueva apreciación
del caudal probatorio, actividad que no es propia de este Supremo
Tribunal a tenor de lo preceptuado en el Artículo 384 del Código
Procesal Civil. SEXTO: En lo que atañe al literal c), de autos se
aprecia que no se ha impugnado la resolución número nueve de
fecha seis de enero de dos mil catorce corriente a fojas ciento
ochenta y ocho, que denegó el pedido de inspección judicial
sobre el predio sub judice que solicitó el recurrente, así como
que su tesis propuesta al amparo de los instrumentales cuya
supuesta omisión de valoración ahora denuncia, ha sido denegada
finalmente por resolución de vista de fecha treinta de abril de
dos mil quince corriente a fojas quinientos cincuenta y siete, que
confirmando el auto apelado de fecha cuatro de diciembre de dos
mil catorce rechazó por extemporáneo los alegatos que contenían
tales instrumentales, aspectos que al no haber sido rebatidos
adecuadamente al formularse la presente denuncia casatoria,
evidencian que ésta no satisface el requisito de procedencia
previsto en el numeral 3) del Artículo 388 del Código Procesal Civil,
tanto más, si el recurrente no ha reparado que por resolución de
fecha cuatro de junio de dos mil catorce obrante a fojas trescientos
noventa y seis, el Juez de la causa dispuso que se agreguen al
proceso copias certificadas del expediente penal signado con el
número 2612-08-PE al que hace alusión, lo cual no aparece que
haya sido cuestionado oportunamente, debiendo precisarse que el
Colegiado Superior haciendo uso de la facultad que le confiere la
última parte del Artículo 197 del Código Procesal Civil, ha expresado
solo las valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su
decisión. Por las razones expuestas, al no haberse satisfecho las
exigencias de fondo a que se contrae el Artículo 388 del Código
Procesal Civil, en ejercicio de la facultad conferida por el Artículo
392 del anotado Código, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Luis Raymundo García Arones a fojas
seiscientos tres contra la Resolución de Vista número quinientos
cuarenta y dos de fecha catorce de octubre de dos mil quince
obrante a fojas quinientos noventa y cinco expedida por la Sala
Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Luis
Raymundo García Arones contra Pelegrín Gómez Hurtado y otros,
sobre Nulidad de Acto Jurídico; y los devolvieron. Ponente Señora
Cabello Matamala, Jueza Suprema. S.S. MENDOZA RAMÍREZ,
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA C-1569468-114
CAS. Nº 2186-2016 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, treinta y uno de enero de
dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Daniel Alejandro Revoredo Valera a fojas ciento
noventa, contra la resolución de vista a fojas ciento cincuenta y
siete, de fecha catorce de abril de dos mil dieciséis, emitida por la
Segunda Sala Civil Subespecialidad Comercial de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que confirma el auto definitivo a fojas ochenta
y cuatro, de fecha uno de julio de dos mil quince, que declara
infundadas las contradicciones y ordena se proceda al remate
del bien inmueble dado en garantía. SEGUNDO.- Examinados
los autos se advierte que el recurso en mención cumple con los
requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido por
el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la recurrente la sentencia de primera instancia que le fue
adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado en el
artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.- Como
sustento de su recurso denuncia: A) Vulneración del artículo
122 inciso 4 del Código Procesal Civil: La resolución de vista
contiene una deficiente motivación, ya que no se pronuncia sobre
todos y cada uno de los extremos de la contradicción formulada y
del recurso de apelación planteado contra el auto final de pago.
El juzgado omitió pronunciarse sobre los puntos 2, 3, 4 y 5 de su
escrito de contradicción. B) Interpretación errónea del artículo
21 de la Ley de Títulos Valores: El argumento expuesto en su
escrito de contradicción y recurso de apelación, respecto a que
se puede deducir la nulidad del título valor obtenido con intereses
usurarios o prohibidos por la ley, no recibió pronunciamiento alguno
en la resolución de vista. CUARTO.- En cuanto a la denuncia
contenida en el apartado A): lo afirmado por la recurrente carece
de asidero alguno, ya que tanto el A Quo como el Ad Quem no se
han pronunciado sobre cada uno de los argumentos expuestos en
su escrito de contradicción, así como en su recurso de apelación,
respectivamente. Por consiguiente, este primer extremo no puede
prosperar, pues al no existir la infracción alegada no se cumple, en
rigor, con el requisito del artículo 388, inciso 2 del Código Procesal
Civil. Sin perjuicio de lo anotado, la recurrente no ha precisado
en qué forma en vicio (la omisión) que alega incidiría directa y
decisivamente en el sentido de la resolución impugnada, razón por
la cual tampoco se cumple con la exigencia contenida en el artículo
388 inciso 3 del Código Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a la
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
denuncia contenida en el apartado B): también carece de asidero
alguno, ya que la Sala Superior sí se ha pronunciado sobre el
argumento al cual alude la recurrente, manifestando que la cláusula
sexta contenida del contrato de mutuo con garantía hipotecaria
(según la cual se acuerda aplicar en calidad de interés moratorio,
la tasa fijada para obligaciones pactadas en moneda extranjera,
conforme a lo autorizado por el Banco Central de Reserva del
Perú en su Circular Nro. 021-2007-BCRP) resulta vinculante
para las partes (artículo 1361 del Código Civil), resultando ello
ceñido a Ley; en tanto que el Banco Central de Reserva del Perú,
es la entidad de Derecho Público competente para regular las
tasas máximas aplicables para las personas ajenas al sistema
financiero, conforme al artículo 1243 del Código Civil, ejerciendo
tal competencia mediante Circulares Normativas, como la adherida
por las partes en su contrato, razones por las cuales al no existir
la infracción denunciada, este segundo extremo tampoco puede
prosperar. Por las consideraciones expuestas y de conformidad con
lo previsto por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso
de casación interpuesto por Daniel Alejandro Revoredo Valera a
fojas ciento noventa, contra la resolución de vista a fojas ciento
cincuenta y siete, de fecha catorce de abril de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil Subespecialidad Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Ricardo Justo Figueroa
Cornejo y otra contra María Angélica Valera Odiaga viuda de
Revoredo, sobre Ejecución de Garantías; y los devolvieron.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-115
CAS. Nº 2186-2016 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, treinta y uno de enero de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por Elizabeth Angélica Marcia Revoredo Valera a
fojas doscientos ocho, contra la resolución de vista a fojas ciento
cincuenta y siete, de fecha catorce de abril de dos mil dieciséis,
emitida por la Segunda Sala Civil Subespecialidad Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma el auto definitivo
a fojas ochenta y cuatro, de fecha uno de julio de dos mil quince,
que declara infundadas las contradicciones y ordena se proceda
al remate del bien inmueble dado en garantía. SEGUNDO.-
Examinados los autos se advierte que el recurso en mención cumple
con los requisitos de admisibilidad, de conformidad con lo exigido
por el artículo 387 del Código Procesal Civil. Asimismo, al no haber
consentido la recurrente la sentencia de primera instancia que le
fue adversa, satisface el requisito de procedibilidad contemplado
en el artículo 388, inciso 1, del Código Procesal Civil. TERCERO.-
Como sustento de su recurso denuncia: A) Vulneración del
artículo 122 inciso 4 del Código Procesal Civil: La resolución de
vista contiene una deficiente motivación, ya que no se pronuncia
sobre todos y cada uno de los extremos de la contradicción
formulada y del recurso de apelación planteado contra el auto final
de pago. El juzgado omitió pronunciarse sobre los puntos 2, 3,
4 y 5 de su escrito de contradicción. B) Interpretación errónea
del artículo 21 de la Ley de Títulos Valores: El argumento
expuesto en su escrito de contradicción y recurso de apelación,
respecto a que se puede deducir la nulidad del título valor
obtenido con intereses usurarios o prohibidos por la ley, no recibió
pronunciamiento alguno en la resolución de vista. CUARTO.- En
cuanto a la denuncia contenida en el apartado A): lo afirmado
por la recurrente carece de asidero alguno, ya que tanto el A Quo
como el Ad Quem no se han pronunciado sobre cada uno de los
argumentos expuestos en su escrito de contradicción, así como en
su recurso de apelación, respectivamente. Por consiguiente, este
primer extremo no puede prosperar, pues al no existir la infracción
alegada no se cumple, en rigor, con el requisito del artículo 388,
inciso 2 del Código Procesal Civil. Sin perjuicio de lo anotado,
la recurrente no ha precisado en qué forma en vicio (la omisión)
que alega incidiría directa y decisivamente en el sentido de la
resolución impugnada, razón por la cual tampoco se cumple con la
exigencia contenida en el artículo 388 inciso 3 del Código Procesal
Civil. QUINTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado
B): también carece de asidero alguno, ya que la Sala Superior sí
se ha pronunciado sobre el argumento al cual alude la recurrente,
manifestando que la cláusula sexta contenida del contrato de
mutuo con garantía hipotecaria (según la cual se acuerda aplicar
en calidad de interés moratorio, la tasa fijada para obligaciones
pactadas en moneda extranjera, conforme a lo autorizado por el
Banco Central de Reserva del Perú en su Circular Nro. 021-2007-
BCRP) resulta vinculante para las partes (artículo 1361 del Código
Civil), resultando ello ceñido a Ley; en tanto que el Banco Central
de Reserva del Perú, es la entidad de Derecho Público competente
para regular las tasas máximas aplicables para las personas
ajenas al sistema financiero, conforme al artículo 1243 del Código
Civil, ejerciendo tal competencia mediante Circulares Normativas,
como la adherida por las partes en su contrato, razones por las
cuales al no existir la infracción denunciada, este segundo extremo
tampoco puede prosperar. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, declararon:
97383
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Elizabeth
Angélica Marcia Revoredo Valera a fojas doscientos ocho, contra
la resolución de vista a fojas ciento cincuenta y siete, de fecha
catorce de abril de dos mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala
Civil Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia
de Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
seguidos por Ricardo Justo Figueroa Cornejo y otra contra María
Angélica Valera Odiaga viuda de Revoredo, sobre Ejecución de
Garantías; y los devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez
Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO
MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA BARRERA
C-1569468-116
CAS. Nº 2186-2016 LIMA
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS. Lima, treinta y uno de enero de dos
mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Viene
a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación
interpuesto por María Angélica Valera Odiaga viuda de Revoredo
a fojas ciento setenta y uno, contra la resolución de vista a fojas
ciento cincuenta y siete, de fecha catorce de abril de dos mil
dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma
el auto definitivo a fojas ochenta y cuatro, de fecha uno de julio
de dos mil quince, que declara infundadas las contradicciones y
ordena se proceda al remate del bien inmueble dado en garantía.
SEGUNDO.- Examinados los autos se advierte que el recurso
en mención cumple con los requisitos de admisibilidad, de
conformidad con lo exigido por el artículo 387 del Código Procesal
Civil. Asimismo, al no haber consentido la recurrente la sentencia
de primera instancia que le fue adversa, satisface el requisito de
procedibilidad contemplado en el artículo 388, inciso 1, del Código
Procesal Civil. TERCERO.- Como sustento de su recurso denuncia:
A) Vulneración del artículo 122 inciso 4 del Código Procesal
Civil: La resolución de vista contiene una deficiente motivación, ya
que no se pronuncia sobre todos y cada uno de los extremos de
la contradicción formulada y del recurso de apelación planteado
contra el auto final de pago. El juzgado omitió pronunciarse
sobre los puntos 2, 3, 4 y 5 de su escrito de contradicción. B)
Interpretación errónea del artículo 21 de la Ley de Títulos
Valores: El argumento expuesto en su escrito de contradicción y
recurso de apelación, respecto a que se puede deducir la nulidad
del título valor obtenido con intereses usurarios o prohibidos por la
ley, no recibió pronunciamiento alguno en la resolución de vista.
CUARTO.- En cuanto a la denuncia contenida en el apartado A): lo
afirmado por la recurrente carece de asidero alguno, ya que tanto
el A Quo como el Ad Quem no se han pronunciado sobre cada
uno de los argumentos expuestos en su escrito de contradicción,
así como en su recurso de apelación, respectivamente. Por
consiguiente, este primer extremo no puede prosperar, pues al no
existir la infracción alegada no se cumple, en rigor, con el requisito
del artículo 388, inciso 2 del Código Procesal Civil. Sin perjuicio
de lo anotado, la recurrente no ha precisado en qué forma en
vicio (la omisión) que alega incidiría directa y decisivamente en
el sentido de la resolución impugnada, razón por la cual tampoco
se cumple con la exigencia contenida en el artículo 388 inciso
3 del Código Procesal Civil. QUINTO.- En cuanto a la denuncia
contenida en el apartado B): también carece de asidero alguno,
ya que la Sala Superior sí se ha pronunciado sobre el argumento
al cual alude la recurrente, manifestando que la cláusula sexta
contenida del contrato de mutuo con garantía hipotecaria (según
la cual se acuerda aplicar en calidad de interés moratorio, la tasa
fijada para obligaciones pactadas en moneda extranjera, conforme
a lo autorizado por el Banco Central de Reserva del Perú en su
Circular Nro. 021-2007-BCRP) resulta vinculante para las partes
(artículo 1361 del Código Civil), resultando ello ceñido a Ley; en
tanto que el Banco Central de Reserva del Perú, es la entidad
de Derecho Público competente para regular las tasas máximas
aplicables para las personas ajenas al sistema financiero, conforme
al artículo 1243 del Código Civil, ejerciendo tal competencia
mediante Circulares Normativas, como la adherida por las partes
en su contrato, razones por las cuales al no existir la infracción
denunciada, este segundo extremo tampoco puede prosperar. Por
las consideraciones expuestas y de conformidad con lo previsto
por el artículo 392 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, declararon: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por María Angélica Valera Odiaga viuda de
Revoredo a fojas ciento setenta y uno, contra la resolución de vista
a fojas ciento cincuenta y siete, de fecha catorce de abril de dos
mil dieciséis, emitida por la Segunda Sala Civil Subespecialidad
Comercial de la Corte Superior de Justicia de Lima; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Ricardo Justo
Figueroa Cornejo y otra contra María Angélica Valera Odiaga viuda
de Revoredo, sobre Ejecución de Garantías; y los devolvieron.
Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo. S.S. MENDOZA
RAMÍREZ, ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA
MOLINA, DE LA BARRA BARRERA C-1569468-117
CAS. Nº 2121-2016 ANCASH
REIVINDICACIÓN. Lima, seis de marzo de dos mil diecisiete.
VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, viene a
conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de casación

97384 CASACIÓN
interpuesto por Julia María Figueroa Alegre a fojas quinientos
cinco, contra la sentencia de vista de fojas cuatrocientos ochenta,
de fecha diecinueve de junio de dos mil quince, emitida por la Sala
Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash,
que confirmó la sentencia apelada de fojas trescientos noventa y
siete, de fecha nueve de octubre de dos mil catorce, que declaró
fundada la demanda sobre Reivindicación, Indemnización por
Daños y Perjuicios y Pago de Frutos; y la revocaron en el extremo
que fija cuarenta mil soles (S/40,000.00) por indemnización;
reformándola declara infundado dicho extremo; por lo que debe
examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de
dicho medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley
número 29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificados los
requisitos de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código
Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que
el presente recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se
recurre una sentencia expedida por la Sala Superior que como
órgano de segundo grado pone fin al proceso; II) Se ha presentado
ante la Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de Ancash, que emitió la resolución impugnada; III) Ha
sido interpuesto dentro del plazo de diez días de notificado con la
resolución impugnada, pues la recurrente fue notificada el quince
de abril de dos mil dieciséis, según cédula de notificación de fojas
quinientos, y presentó el recurso de casación el quince de abril
del mismo año; y, IV) Adjunta el arancel judicial correspondiente
por recurso de casación, según consta a fojas quinientos uno.
TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia previsto en
el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no consintió la
sentencia expedida en primera instancia que le fue desfavorable
al haberla impugnado a fojas cuatrocientos dieciséis, por lo
que cumple con lo dispuesto en la norma procesal anotada.
CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento de los requisitos
contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, es necesario que la recurrente señale en qué consisten la
infracción normativa denunciada o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente medio impugnatorio se
denuncia la infracción normativa del inciso 5 del artículo 139
de la Constitución Política del Perú: La Sala Superior al emitir
la sentencia de vista no ha cumplido con motivar su fallo debido
a que no ha considerado el justo título que ha adjuntado en su
contestación de demanda, el cual no ha perdido vigencia y no ha
sido declarado nulo en autos teniendo plena vigencia, de modo
que se le está ocasionando un agravio, ya que han aplicado
indebidamente o interpretado erróneamente la norma de derecho
material o de doctrina jurisprudencial. Asimismo, no se ha podido
perfeccionar el documento privado mediante Escritura Pública
por el fallecimiento de la dueña que en vida fue María Luisa
Milla Martínez. QUINTO.- Que, del examen de la argumentación
expuesta se advierte que la recurrente no cumple con los requisitos
exigidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal
Civil, toda vez que carece de sustento y base real, pues conforme
se advierte de la propia recurrida, esta ha fundamentado su decisión
en base a los hechos y medios probatorios aportados por ambas
partes, aplicando el derecho pertinente, de acuerdo a los puntos
controvertidos fijados en la audiencia de fojas ciento cuarenta y
cuatro y doscientos diecisiete, así como la inspección judicial de
fecha veinticuatro de enero de dos mil once, garantizando además
el derecho al contradictorio; por lo que no se configura la causal
de contravención de las normas que garantizan el Derecho a
un Debido Proceso, en su vertiente del derecho a la debida
motivación que alega la recurrente. Asimismo, se ha concluido que
el documento en que sustenta su pretensión la parte demandada,
esto es, el Contrato de Guardianía y Promesa de Venta de fecha
diecisiete de noviembre de dos mil cuatro, ha sido desvirtuado en
el proceso penal sobre delito contra la fe publica en su vertiente de
falsificación de documentos, es por ello que dicho documento no
puede ser considerado como documento que legitime la propiedad
del demandado. Por lo demás, la argumentación del recurso se
encuentra relacionada a cuestiones de hecho y probanza que
implican el reexamen de los medios probatorios, lo cual es ajeno
a los fines del recurso de casación previsto en el artículo 384 del
Código Procesal Civil. SEXTO.- Que, en cuanto a la exigencia
contenida en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, la
recurrente cumple con indicar que su pedido casatorio es anulatorio
como principal y revocatorio como subordinado; sin embargo, ello
no es suficiente para atender el recurso materia de calificación,
toda vez que los requisitos de procedencia de este medio
impugnatorio son concurrentes, conforme estipula el artículo 392
del precitado Código. Por las razones expuestas y en aplicación de
lo previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por Julia
María Figueroa Alegre a fojas quinientos cinco, contra la sentencia
de vista de fojas cuatrocientos ochenta, de fecha diecinueve de
junio de dos mil quince, emitida por la Sala Especializada en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Ancash; DISPUSIERON
la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Antonio Víctor
Barrios Mejía y otra contra Julia María Figueroa Alegre, sobre
Reivindicación y otros; y los devolvieron. Ponente Señor Mendoza
Ramírez Juez Supremo. S.S. MENDOZA RAMÍREZ, ROMERO
DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE LA BARRA
BARRERA C-1569468-118
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
CAS. Nº 2198-2016 LIMA
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, nueve de mayo
de dos mil diecisiete. VISTOS; y CONSIDERANDO: PRIMERO.-
Que, viene a conocimiento de esta Sala Suprema el recurso de
casación interpuesto por Marielissa Baiocchi Pujalt a fojas ciento
ochenta y cuatro, contra el auto de vista de fojas ciento setenta
y seis, de fecha dieciocho de abril de dos mil dieciséis, expedida
por la Segunda Sala Civil Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirmó la resolución apelada
de fojas ciento quince, de fecha veintiocho de agosto de dos mil
quince, que declaró infundada la contradicción; por lo que debe
examinarse los requisitos de admisibilidad y procedencia de dicho
medio impugnatorio, conforme a lo previsto en la Ley número
29364. SEGUNDO.- Que, en tal sentido, verificado los requisitos
de admisibilidad previstos en el artículo 387 del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, se tiene que el presente
recurso cumple con dichos requisitos, esto es: I) Se recurre una
sentencia expedida por la Sala Superior que, como órgano de
segundo grado, pone fin al proceso; II) Se ha presentado ante
la Segunda Sala Civil Subespecialidad Comercial de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que emitió la resolución impugnada;
III) Se ha interpuesto dentro del plazo de diez días de notificada
con la resolución impugnada, pues según cédula de notificación
de fojas ciento noventa y siete, la recurrente fue notificada el cinco
de mayo de dos mil dieciséis, y presentó el recurso con fecha
diecinueve de mayo del mismo año; y, IV) Adjunta el arancel judicial
respectivo conforme se advierte de fojas veintitrés del presente
cuaderno. TERCERO.- Que, respecto al requisito de procedencia
previsto en el inciso 1 del artículo 388 del Código Procesal Civil,
modificado por la Ley acotada, se advierte que la recurrente no
consintió la sentencia expedida en primera instancia que le fue
desfavorable al haberla impugnado mediante escrito de fojas
ciento veintiocho, por lo que cumple con lo dispuesto en la norma
procesal anotada. CUARTO.- Que, para establecer el cumplimiento
de los requisitos contenidos en los incisos 2 y 3 del artículo 388 del
Código Procesal Civil, es necesario que la recurrente señale en
qué consiste la infracción normativa o el apartamiento inmotivado
del precedente judicial. En el presente medio impugnatorio se
denuncia: - Infracción normativa del artículo 1561 del Código
Civil, señala que en la Ley de Arrendamiento Financiero no se
establece ninguna cláusula especifica respecto de los plazos para
la resolución, por lo que debe acudirse a las normas supletorias,
esto es, el artículo 1561 del Código Civil que establece que para
la resolución de un acto jurídico se deben haber incumplido tres
cuotas o más, y no de una sola, por tanto, no puede reducirse
al plazo que al Banco le convenga. Por tanto, aplicando dicho
artículo no es posible resolverse dicho contrato. QUINTO.-
Que, del examen de la argumentación expuesta se advierte
que la impugnante no cumple con los requisitos exigidos en los
incisos 2 y 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, por los
siguientes argumentos: La infracción contenida en el considerando
precedente no puede ser acogida, toda vez que carece de
sustento y base real, pues conforme se advierte de la propia
resolución recurrida, la Sala Superior ha sustentado su decisión
en base a los hechos y medios probatorios aportados por ambas
partes, aplicando el derecho pertinente, mas bien, la denuncia se
encuentra referida a cuestiones de hecho y probanza que implican
el reexamen de los medios probatorios, que han señalado que en
mérito a la Escritura Pública de fecha veinticinco de febrero de dos
mil trece, cláusula 11.4, se ha pactado expresamente que ante
el adeudo de una cuota o más mensual procede la resolución de
pleno derecho, de modo que, con la revisión de la liquidación del
saldo deudor, se observa que se encuentran vencidas las cuotas
del diecinueve al veintitrés, por tanto, de ello se denota que el
ejecutante tiene el derecho a exigir la prestación debida plasmada
en el título materia de ejecución, al existir un atraso de 5 cuotas, no
correspondiendo la aplicación del artículo denunciado, pues en el
caso de autos las partes han convenido expresamente la cláusula
resolutoria en el acápite 11.4 del Contrato de Arrendamiento
Financiero, debiendo respetar el Principio de Consensualismo
y el Pacta Sunt Servanda; es entonces, en mérito a ello que se
resuelve el contrato, cursando la comunicación a la arrendataria;
por lo demás, es ajeno a los fines del recurso de casación
previstos en el artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley 29364, más aun cuando el ejecutado ha argumentado
la causal de contradicción por inexigibilidad de la obligación en
una supuesta falta de representación del representante legal de
la demandante; por tanto, devienen en improcedentes. SEXTO.-
Que, en cuanto a la exigencia contenida en el inciso 4 del artículo
388 del Código Procesal Civil, la recurrente cumple con indicar
que su pedido casatorio es revocatorio; sin embargo, ello no es
suficiente para atender el recurso materia de calificación, toda vez
que los requisitos de procedencia de este medio impugnatorio
son concurrentes, conforme estipula el artículo 392 del precitado
Código. Por las razones expuestas y en aplicación de lo
previsto en el artículo 392 del Código Procesal Civil, declararon:
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por
Marielissa Baiocchi Pujalt a fojas ciento ochenta y cuatro, contra
el auto de vista de fojas ciento setenta y seis, de fecha dieciocho
de abril de dos mil dieciséis, expedida por la Segunda Sala Civil
Subespecialidad Comercial de la Corte Superior de Justicia de
Lima; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución
en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017 CASACIÓN
seguidos por BBVA Banco Continental contra Marielissa Baiocchi
Pujalt y otros, sobre Obligación de Dar Suma de Dinero; y los
devolvieron. Ponente Señora Céspedes Cabala, Jueza Suprema.
S.S. ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA,
DE LA BARRA BARRERA, CESPEDES CABALA C-1569468-119
CAS. Nº 2101-2016 LA LIBERTAD
OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO. Lima, nueve de mayo
de dos mil diecisiete. VISTOS con la razón emitida por el Secretario
de este Supremo Tribunal, de fecha veintidós de marzo de dos mil
diecisiete (folio 47 del cuadernillo de casación); y CONSIDERANDO:
PRIMERO.- Viene a conocimiento de esta Sala Suprema, el
recurso de casación interpuesto por la demandada Bertha
Luzbella García Berrospi (folios 170), contra el auto de vista
contenido en la Resolución número veintiuno de fecha veinticuatro
de agosto de dos mil quince (folios 158) expedido por la Segunda
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, la cual confirmó el auto final contenido en la Resolución
número once de fecha dos de julio de dos mil catorce (folios 76),
que declaró fundada la demanda; en consecuencia, ordena llevar
adelante la ejecución hasta que la parte ejecutada cumpla con
cancelar a favor de la ejecutante la suma de treinta y seis mil
ochocientos cincuenta y cinco dólares americanos con veinticinco
centavos (US$.36,855.25) que representa la letra de cambio en
ejecución, más intereses moratorios y compensatorios
correspondientes; para cuyo efecto debe procederse a calificar los
requisitos de admisibilidad y procedencia dispuestos en los
artículos 387 y 388 del Código Procesal Civil, modificados por la
Ley número 29364. SEGUNDO.- El recurso de casación es formal
puesto que normativamente se han previsto requisitos de
admisibilidad y de procedencia que deben ser satisfechos,
señalando las causales que pueden invocarse (infracción normativa
que incida directamente sobre la decisión contenida en el auto
impugnado o en el apartamiento inmotivado del precedente
judicial)1, exigiéndose una fundamentación clara y precisa de la
causal respectiva, que se demuestre la incidencia directa de la
infracción sobre la decisión impugnada y que se indique el pedido
casatorio2. En vía de casación no se pueden volver a valorar las
pruebas actuadas en el proceso conforme a las cuales las
instancias de mérito han considerado acreditado un hecho, puesto
que la revaloración probatoria no resulta acorde con los fines de la
casación plasmados en el artículo mencionado, sino que este
recurso versa sobre cuestiones de iure o de derecho, con exclusión
de las de hecho y de lo que se estima probado. TERCERO.- Se
verifica que el recurso cumple con los requisitos para su
admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387 del Código Procesal
Civil, toda vez que ha sido interpuesto de la siguiente forma: i)
Contra el auto de vista expedido por la Segunda Sala Especializada
en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que como
órgano jurisdiccional de segunda instancia, pone fin al proceso; ii)
Ante la instancia que emitió el auto final que se impugna; iii) Dentro
del plazo que establece la norma, ya que la recurrente fue notificada
el día cuatro de diciembre de dos mil quince (folios 165) e interpuso
el recurso de casación el día veintiuno de diciembre de dos mil
quince (folios 170); y, iv) Ha subsanado el pago de la tasa judicial
correspondiente conforme a lo dispuesto en la Resolución del
veintiséis de octubre de dos mil dieciséis emitida por esta Sala
Suprema (folios 42 del cuadernillo de casación). CUARTO.- El
recurso cumple con el requisito de procedencia previsto en el inciso
1 del artículo 388 del Código Procesal Civil, porque la impugnante
apeló la sentencia de primera instancia (folios 144). En cuanto al
requisito señalado en el inciso 4 de la referida norma, del recurso
se tiene que su pedido es anulatorio. QUINTO.- El recurso de
casación se sustenta en la primera causal prevista en el artículo
386 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número
29364, esto es, en la infracción normativa que incide directamente
sobre la decisión contenida en la resolución impugnada; así se
señala que existe: Infracción normativa procesal de los incisos
3, 5 y 14 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú,
artículo III del Título Preliminar, artículos 14, 50, inciso 4 del
artículo 122, 424, 425 e inciso 6 del artículo 426 del Código
Procesal Civil. La recurrente fundamenta el recurso señalando
concretamente que se afectó el debido proceso, los derechos al
juez natural, a la defensa y a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, así como el principio de congruencia que
obliga a los jueces a pronunciarse sobre todos los errores de hecho
y de derecho expuestos en la apelación así como en los
fundamentos del agravio producido; específicamente la recurrente
afirma: a) Se afecta su derecho a la tutela efectiva y al debido
proceso porque la demanda no fue calificada válidamente, pues
fue planteada y calificada ante un Juez que no era competente en
razón del territorio, y que no advirtió el pago de una tasa diminuta y
la falta de pago de una tasa judicial de exhorto a otro distrito
judicial; b) No se le ha notificado formalmente con la demanda,
pues la misma no ha sido admitida válidamente, por lo que
considera que no existe un emplazamiento válido; c) En el auto de
vista recurrido se afirma que en el proceso único de ejecución no
se necesita acreditar la causa que dio origen al derecho invocado o
la obligación incumplida, bastando con presentar el título ejecutivo
de naturaleza judicial o extrajudicial; que la contradicción debe
fundamentarse en cualquiera de las causales que señala el artículo
690-D del Código Procesal Civil; y que, en estos procesos no se
requiere declarar fundada la demanda sino que se debe ordenar
97385
llevar adelante la ejecución, debiendo expedirse ese auto sin más
trámite cuando no se ha formulado contradicción; consideraciones
que a considerar de la impugnante constituyen una aparente e
innecesaria motivación puesto que ello no ha sido materia de
objeción ni alegación en el proceso, resolviéndose sobre un tema
no controvertido, cuando el análisis debió partir que no se les había
dado el derecho a contradecir; y, d) La Sala Superior debió
pronunciarse sobre sus alegaciones referente a que no fue
emplazada válidamente, por lo que no se le había dado la
oportunidad de contradecir; sin embargo, se afirmó incorrectamente
que en anterior resolución de vista ya se había emitido
pronunciamiento respecto a tales alegaciones. SEXTO.- Sobre los
cuestionamientos reseñados en el ítem a) Quinto Considerando,
debemos señalar que siendo materia de casación el auto de vista
contenido en la Resolución número veintiuno, de fecha veinticuatro
de agosto de dos mil quince (folios 158), las infracciones normativas
que se denuncien como lo es el mandato ejecutivo contenido en la
Resolución número siete (folios 53), y no pudiendo emplearse este
recurso para denunciar vicios procesales que en su oportunidad
debieron ser cuestionados vía excepción o nulidad, salvo que se
trate de vicios de nulidad insalvables; no pudiendo considerarse
como tales a los cuestionamientos referidos a la incompetencia
territorial y al incumplimiento en el pago correcto de aranceles
judiciales, en el primer caso, porque es viable la prórroga tácita de
la competencia territorial3, y en el segundo caso, porque se trata de
vicios que, de acreditarse, serían subsanables. SÉTIMO.- Sobre
los argumentos reseñados en el ítem b) Quinto Considerando, en
principio debemos indicar que el emplazamiento es el acto procesal
de notificación a la parte demandada con la demanda, anexos y
auto que la calificó admitiéndola a trámite (en este caso, con el
mandato ejecutivo por tratarse de un proceso único de ejecución),
a efectos de que dicha parte pueda comparecer al proceso; dicho
acto procesal se realiza por medio de cédula que se entregará en
el domicilio real de la demandada, y de encontrarse fuera de la
competencia territorial del juzgado, el emplazamiento se realizará
mediante exhorto a la autoridad judicial de la localidad donde se
halle; en ese sentido, tenemos que la ejecutada recurrente no ha
descrito con claridad y precisión la infracción normativa procesal en
torno a que no se le habría emplazado “válidamente”, esto es, que
no se le notificó debidamente con la demanda, anexos y el mandato
ejecutivo, puesto que los argumentos que esgrime no inciden en
ese específico acto procesal de notificación, sino en supuestos
vicios que según la impugnante afectarían la resolución que calificó
la demanda, que es un acto procesal diferente; en efecto, del tenor
del recurso de casación se tiene que la recurrente no denuncia
algún vicio que afecte el acto procesal de emplazamiento, como
sería –a modo de ejemplo– la falta de notificación de la demanda o
alguna omisión o defecto en el procedimiento de notificación o en
la cédula dirigida a la ejecutada, que haya imposibilitado tomar
conocimiento de la demanda incoada y, consecuentemente, que
acuda ante el juzgado a denunciar los vicios procesales que
considere afectan el mandato ejecutivo, deducir excepciones u
otros medios de defensa de forma o a formular contradicción, e
incluso a interponer una contienda de competencia ante el Juez
que considere competente en razón del territorio4. OCTAVO.- Con
relación a los cuestionamientos reseñados en el ítem c) Quinto
Considerando, referentes a que se habría incurrido en motivación
aparente y, consecuentemente, en la vulneración del deber de
motivación previsto en el inciso 5 del artículo 139 de la Constitución
Política del Perú, debemos tener en cuenta que de acuerdo a la
sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente
número 01939-2011-PA/TC, «Existe motivación aparente cuando
una determinada resolución judicial si bien contiene argumentos o
razones de derecho o de hecho que justifican la decisión del
juzgador, éstas no resultan pertinentes para tal efecto, sino que son
falsos, simulados o inapropiados en la medida que en realidad no
son idóneos para adoptar dicha decisión» (Fundamento número
26); por lo que, para poder apreciar la infracción consistente en la
motivación aparente de la recurrida, las alegaciones que contiene
el recurso deben corresponder a supuestos en los cuales la
resolución materia de casación, contiene argumentos o razones de
derecho o de hecho que son falsos, simulados o inapropiados en la
medida que no son idóneos para adoptar la decisión. Si bien la
parte recurrente denuncia la existencia de motivación aparente, no
describe con precisión y claridad dicha infracción normativa, puesto
que no alega que los argumentos o razones que contiene la
recurrida sean falsos, simulados o inapropiados para sustentar la
decisión, sino que más bien reconoce que se trata de argumentos
jurídicos referentes al proceso único de ejecución, como lo es el
presente proceso judicial. NOVENO.- En cuanto a los argumentos
reseñados en el ítem d) Quinto Considerando, tenemos que la
recurrente tampoco describe con precisión y claridad la alegada
falta de pronunciamiento en el auto de vista respecto a que no fue
notificada válidamente con la demanda y que erróneamente se
consideró que en anterior resolución de vista ya se había emitido
pronunciamiento sobre tal argumento; una descripción debida de
dicha infracción procesal, a efectos de determinar la procedencia
del recurso, implica que la parte impugnante analice las razones
expuestas en la recurrida que sustentaron la decisión adoptada, sin
embargo en el recurso planteado se han omitido citar y analizar los
argumentos que determinaron que el Colegiado Superior concluya
que ya existía un pronunciamiento, contenido en una resolución de
vista anterior, que desestimó la existencia de un vicio procesal en

97386 CASACIÓN
el acto de notificación de la demanda. En efecto, en el Considerando
número Diez del auto de vista que se impugna, se transcribió el
Considerando IV.4.5.- de una anterior Resolución de Vista5 emitida
en este proceso, en la cual la Sala Superior expresamente se
pronuncia respecto al acto de notificación de la demanda6,
desvirtuando cualquier vicio de nulidad que lo afecte, y en mérito a
ello se concluye en la recurrida que ya se había emitido
pronunciamiento; sobre tal argumento que definió la decisión de
considerar que se trataba de un agravio resuelto y desvirtuado, en
el recurso de casación no se precisa cuestionamiento alguno,
limitándose a indicar de manera genérica que se trata de una
afirmación que no se sustenta en verdad. DÉCIMO.- Conforme a lo
expuesto precedentemente, no se ha cumplido con el requisito de
procedencia del recurso de casación contemplado en el inciso 2 del
artículo 388 del Código Procesal Civil, puesto que no se han
descrito con claridad y precisión las infracciones normativas.
En consecuencia, las infracciones denunciadas por la impugnante
no han satisfecho las exigencias previstas en los incisos 2) y 3) del
artículo 388 del Código Procesal Civil, por lo que en aplicación del
artículo 392 del mismo código; declararon: IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por la demandada Bertha
Luzbella García Berrospi (folios 170), contra el auto de vista
contenido en la Resolución número veintiuno de fecha veinticuatro
de agosto de dos mil quince (folios 158) expedido por la Segunda
Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, la cual confirmó el auto final contenido en la Resolución
número once de fecha dos de julio de dos mil catorce (folios 76);
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Vanessa Otoya Haakman contra Bertha Luzbella García
Berrospi, sobre Obligación De Dar Suma de Dinero; y los
devolvieron. Ponente Señor Romero Díaz, Juez Supremo. S.S.
ROMERO DÍAZ, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, DE
LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES CABALA
1
Artículo 386 del Código Procesal Civil modificado por el artículo 1 de la Ley
número 29364.
2
Incisos 2, 3 y 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil modificado por el
artículo 1 de la Ley número 29364.
3
De acuerdo al artículo 26 del Código Procesal Civil: «Se produce la prórroga
tácita de la competencia para el demandante por el hecho de interponer la
demanda y para el demandado por comparecer al proceso sin hacer reserva
o dejar transcurrir el plazo sin cuestionar la competencia.»
4
De acuerdo al primer párrafo del artículo 38 del Código Procesal Civil,
modificado por el artículo 1 de la Ley número 28544, «La incompetencia
territorial relativa puede ser invocada, excluyentemente, como excepción o
como contienda. La contienda de competencia se interpone ante el Juez que
el demandado considere competente, dentro de los cinco días de emplazado
y ofreciendo los medios probatorios pertinentes.»
5
Auto contenido en la Resolución número Diecisiete, de fecha veintinueve de
setiembre de dos mil catorce, a folios 126.
6
«10. Agrega que “(…) IV.4.5.- Respecto de la notificación de las resoluciones:
se observa de folios sesenta y uno, el aviso de notificación judicial dirigido
a Bertha Luzbella García Berrospi con dirección en Jr. Cajamarca 240
– Huaraz, por la cual se remite cédula de notificación y resolución siete
de fecha 20 de septiembre del año dos mil trece que admite a trámite la
demanda. En dicha cédula de notificación (folio sesenta y dos) consta que
fue notificada “bajo puerta” al domicilio antes indicado, y que corresponde
válidamente al domicilio real de la demandada; por lo cual, dicho acto no
adolece de nulidad. […].”»
El Peruano
Lunes 2 de octubre de 2017
recurso de casación satisface los requisitos de admisibilidad antes
mencionados, toda vez que se interpone contra el auto de vista,
contenida en la resolución número 02, de fecha veintidós de marzo
de dos mil dieciséis, expedida en apelación por la Primera Sala Civil
con Sub Especialidad en Materia Comercial de la Corte Superior de
Justicia de Lima, no requiriendo adjuntar los recaudos adicionales
en tanto se interpuso ante el mismo órgano jurisdiccional que dictó
la resolución impugnada, como consta del cargo obrante a folios
doscientos veintiuno, observando el plazo legal, pues la resolución
de vista se notificó a la recurrente el ocho de abril de dos mil
dieciséis, según cargo de fojas doscientos veintisiete, y el medio
impugnatorio se presentó el catorce de abril del dos mil dieciséis.
Finalmente, se cumple con el pago de la tasa judicial conforme
se tiene de fojas doscientos diecinueve del expediente principal.
CUARTO.- Que, el recurso de casación se sustenta en la infracción
normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial, y dado su carácter extraordinario y formal debe
cumplir con ciertas exigencias que nuestro ordenamiento procesal
civil dispone, para lo cual quien hace uso de él está en la obligación
de exponer con claridad y precisión la infracción normativa, ya sea
de orden sustantivo o procesal, y según sea el caso, fundamentar
en qué consisten éstas, además de exponer de qué manera las
mismas inciden en la resolución impugnada. QUINTO.- Que,
en tal contexto, corresponde verificar el cumplimiento de los
requisitos de procedencia, con arreglo a lo dispuesto por el artículo
388 del Código Procesal Civil: a) En relación a los requisitos de
procedencia, se cumple con el previsto en el inciso 1 del referido
artículo, toda vez que la impugnante no consintió la decisión que le
fuera adversa en primera instancia. b) En cuanto a la descripción
con claridad y precisión de la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial, referido en el inciso 2 del citado artículo,
se tiene que la recurrente denuncia la causal de: Contravención
de normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
artículo 158 del Código Procesal Civil, artículo 70 de la Carta
Magna y artículo 923 del Código Civil.- Señalando que el derecho
de propiedad es inviolable, y que a nadie se le puede privar de su
propiedad sino, exclusivamente por causa de seguridad nacional
y necesidad pública, de este modo, el derecho de propiedad no
solo adquiere categoría constitucional de derecho sino, que su
defensa y promoción se constituyen en garantía institucional para
el desarrollo económico, tal conclusión se ve reafirmada cuando en
el título “Del Régimen Económico” específicamente en el artículo
60 del Texto Constitucional se dispone que “El estado reconoce
el pluralismo económico. La economía nacional se sustenta en
la coexistencia de diversas formas de propiedad y de la empresa
(…)”; es decir, es necesario que el estado cree la garantía que
permitan institucionalizar el derecho. SEXTO.- Que, las alegaciones
de la recurrente no cumplen con el requisito de fondo previsto en
el numeral 3 del artículo 388 del Código Procesal Civil, esto es,
demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, pues sus argumentos solo versan en la obligación
que tiene el estado de proteger la propiedad individual y no en
contradecir los argumentos de la ejecutante en el sentido de que
se le adeuda un total ascendente a cien mil dólares americanos
(US$100.000.00), obligación que por cierto se encuentra respaldada
con el Testimonio de la Escritura Pública, el pagaré y el estado
de cuenta obrante en autos. Por las consideraciones expuestas
y de conformidad con lo previsto por el artículo 392 del Código