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Actividad III
Autores:
Astudillo, José C.I: 5.859.605
Ferraioli, Francisco. C.I: 8.440.379
Mundaray, Odalys C.I: 10.465.273
Asesora: María García de Pernalete MSc.
Así:
Y (julio) = [Y (marzo) +Y (abril) +Y (mayo) +Y (junio)]/4
Y (julio) = [185+ 208+179+157]/4
Y ((julio) = 182 unidades
Como no hay una regla exacta para seleccionar el valor de n, es decir; la base
del promedio móvil y considerando de que existen variaciones de la demanda real
las cuales presentan oscilaciones entre 110 y 208 unidades, dando un rango de 98
unidades, cantidad importante si observamos que ésta representa
aproximadamente el 89% de110 y el 47 % de 208); es por ello que hemos decidido
tomar un valor de n pequeño.
A continuación, se presenta gráficamente la data suministrada y la
tendencia que se observa para la demanda pronosticada, esto con el fin de
realizar el diagnóstico gerencial para la toma de decisiones que corresponda.
Graficando la data suministrada
250
208
200
170 175 185
180 179
154 155 170
Demanda Y (t)
164
150
150 157
126 130
120
120 118
100
110
50
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
Meses (t)
Demanda (Yt)
250
208
200 180 185 179 182 182
170 175
164
154 155 150
150 170 175
Demanda Y (t)
126 157
120 130
100 120 118
110
50
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
Meses (t) Demanda (Yt)
Análisis y diagnóstico
Podemos observar que entre los meses septiembre y noviembre, hay cierta
tendencia de los valores a semejarse a los datos pronosticados y que las
variaciones más relevantes han ocurrido antes y después de estos meses, lo que
sugiere que con estos pronósticos la empresa será capaz de satisfacer las
demandas reales; además, observando el comportamiento de la demanda real, las
variaciones que pudieran darse por defecto o por exceso permitirán mantener un
equilibrio en el nivel de los inventarios.
En otro orden de ideas, el hecho de que se haya utilizado una base pequeña para
el cálculo del promedio móvil evitará que suprimamos la tendencia de los datos a la
vez nos facilitará la realización de pronósticos futuros una vez conocido el
comportamiento real.
Un pronóstico con base en los valores que pueden ser de 182 unidades y de 175
unidades para los meses julio, agosto y septiembre, son razonables considerando
que los mismos satisfacen los niveles promedio de demanda de un artículo en
inventario de acuerdo al comportamiento observado en la demanda real sin que se
saturen los almacenes por compras excesivas del producto.
En tal sentido la empresa no tendrá que invertir grandes cantidades de dinero y
otros insumos en la adquisición y mantenimiento del mismo, lo cual estancaría el
capital de la empresa en productos que no tienen demanda, lo que le permitirá
disponer de mayor liquidez dentro de sus activos. Pudiendo de esta manera reservar
esos recursos hacia otras inversiones que le generen utilidad a un corto plazo.
De esta manera, la empresa podrá mantener un equilibrio entre la demanda que
deberá satisfacer y el nivel de inversiones que deberá realizar a los efectos de
garantizar niveles óptimos de producción y por consiguiente de rentabilidad a un
menor costo posible. Esto sería de gran importancia para la empresa ya que le
permitirá predecir eventos a corto plazo, pudiendo dar respuestas con mayor
rapidez a los cambios si fuera el caso.
CONCLUSIÓN
El manejo de los modelos de pronósticos causales en la toma de decisiones viene
a ser de fundamental utilidad para los gerentes y administradores, especialmente
por que proporcionan al proceso de toma de decisiones un margen de seguridad,
validez y confiabilidad al manejarse con datos históricos y tendencias reales
observadas con el transcurrir del tiempo de las variables objeto de análisis. Esto es
especialmente importante para aquellas empresas que proyecten obtener una
mayor rentabilidad y garantizar su permanencia en el tiempo, ya sea a un corto,
mediano o largo plazo.
El tomador de decisiones dependiendo de las características y particularidades
del problema, contará con diversos métodos o técnicas para efectuar los pronósticos
que considere pertinentes para el buen desempeño de la empresa.
Al respecto Taha, H. (2004) señala:
En la toma de decisiones se elaboran planes para el futuro. Entonces los
datos que describen la situación de la decisión deben presentar lo que
sucederá en el futuro. Por ejemplo, en el control de inventarios, las decisiones
se basan en la naturaleza de la demanda del artículo controlado durante
determinado horizonte de planeación.