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Aprendizaje colaborativo en ambientes virtuales y sus bases socioconstructivistas como vía

para el aprendizaje significativo

Edith Inés Ruiz Aguirre

Nadia Livier Martínez de la Cruz

Rosa María Galindo González

Universidad de Guadalajara

RESUMEN

LAS COMUNIDADES VIRTUALES DE APRENDIZAJE

APRENDIZAJE COLABORATIVO EN AMBIENTES VIRTUALES (ACAV), UN ESPACIO PARA LA


CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO SOCIAL

BASES SOCIOCONSTRUCTIVISTAS DEL ACAV

EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN EL ACAV

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

RESUMEN

El presente artículo es parte de un proceso de investigación en torno al aprendizaje, sus


relaciones y significados para la construcción colaborativa de aprendizajes significativos. El
desarrollo de la Web 2.0, la generación de comunidades de aprendizaje, al igual que la
incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como
herramientas en los procesos de aprendizaje han favorecido el aprendizaje colaborativo en
ambientes virtuales, considerando la interacción y la reciprocidad intersubjetiva como
facilitadores que permiten la construcción colectiva del conocimiento entre un grupo que
comparte objetivos cognitivos comunes. El aprendizaje significativo se logra al transitar del
interaprendizaje al intraaprendizaje a partir de los vínculos y relaciones entre los
conocimientos previos y la nueva información; de esta manera se logra la co-construcción
conjunta de aprendizajes significativos.

Palabras clave:
Aprendizaje colaborativo, ambiente virtual de aprendizaje, interacción, aprendizaje
significativo y socioconstructivismo.

LAS COMUNIDADES VIRTUALES DE APRENDIZAJE

Los responsables de la educación en la sociedad del conocimiento están ante paradigmas


cambiantes, en los que "la enseñanza ya no se entiende como el esfuerzo por hacer aprender
a alguien que se encuentra en la orilla de la ignorancia, se mira más bien como el desafío
de llegar a ser capaz de diseñar ambientes y condiciones propicias para que los sujetos
puedan aprender" (Novoa, 1998, en Domínguez, 2010, p. 3). En este contexto, la
incorporación de las TIC a los sistemas educativos ha potencializado la capacidad
transformadora que ofrecen en su uso, tanto en la producción de una serie de cambios y
transformaciones de las formas en que se representan y ejecutan los procesos de enseñanza
y aprendizaje como en la generación de nuevos entornos educativos, en los que participan
un grupo de personas que interactúan a través de una red y utilizan las TIC como
instrumento de comunicación a fin de cumplir con un objetivo de aprendizaje determinado:
entorno denominado comunidades virtuales de aprendizaje (CVA).

Incorporar a las TIC y las CVA en la enseñanza implica la creación de nuevos mecanismos
comunicativos que impulsen situaciones de aprendizaje. Coll y Martí plantean que las
tecnologías "pueden llegar a comportar una modificación sustancial de los entornos de
enseñanza y aprendizaje" (en Bustos y Coll, 2010, p. 164); esto implica diseñar nuevas
estructuras y recursos formativos mediados por sistemas comunicativos no convencionales.
Con la aparición de internet, en especial la Web 2.0, se "promueven la interacción para
involucrarse en procesos de compartición y construcción conjunta del conocimiento, que
hacen posible la interacción grupal" (Shirky, 2003, en Bustos y Coll, 2010, p. 164). Dicha
interacción ayuda a la generación y construcción del aprendizaje colaborativo en escenarios
de enseñanza- aprendizaje utilizando recursos tecnológicos comunicativos que fomenten
dicho aprendizaje.
Tabla 1. Recursos tecnológicos que favorecen el aprendizaje.

La tabla 1 describe los recursos tecnológicos comunicativos que favorecen el aprendizaje


colaborativo y sus aplicaciones en la enseñanza en línea (adaptación de la recopilación de
Colvin y Mayer, 2007, en Díaz y Morales, 2008-2009, pp. 8-9).

Desde el punto de vista pedagógico, los recursos tecnológicos comunicativos que ofrecen
las TIC representan ventajas para el proceso de aprendizaje colaborativo, ya que permiten:
estimular la comunicación interpersonal; el acceso a información y contenidos de
aprendizaje; el seguimiento del progreso del participante, en lo individual y grupal; la
gestión y administración de los alumnos; la creación de escenarios para la coevaluación y
autoevaluación, y principalmente la construcción de significados comunes en un grupo social
determinado (Díaz y Morales, 2008-2009).

APRENDIZAJE COLABORATIVO EN AMBIENTES VIRTUALES (ACAV), UN ESPACIO PARA LA


CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO SOCIAL

El ACAV se concibe como el espacio virtual en donde interactúan dos o más sujetos para
construir aprendizaje por medio de la discusión, reflexión y toma de decisiones; los recursos
informativos actúan como mediadores psicológicos y eliminan las barreras espacio-tiempo;
abren la posibilidad de la educación individualizada a un contexto de amplia interacción
social. "Es un proceso en el que cada individuo aprende más de lo que aprendería por sí
solo, fruto de la interacción de los integrantes del equipo" (Guitert y Giménez, 2000, p.114).

En el desarrollo de un grupo, por tanto, la interacción se convierte en un elemento clave,


toma en cuenta que es el proceso esencial de juntar las contribuciones de los participantes
en la cocreación de conocimiento (Gunawardena, Lowe & Anderson, 1997). La interactividad
como eje medular de este proceso responderá a un conjunto de relaciones que se establecen
con un propósito, sea éste consciente o no, y en el que la interacción entre personas en un
contexto específico aporta un aprendizaje significativo; en éste, los materiales, servicios,
actividades e interacciones toman significado para el sujeto en la medida en que se
construye a partir de los vínculos que logra establecer con conocimientos anteriores (Pozo,
Nora, Pérez et al., 2007).

Crook (1998) menciona que el aprendizaje se genera a partir de la combinación de una serie
de principios, como la articulación, el conflicto y la co-construcción.
 El principio de la articulación se refiere a la relación entre el valor educativo y cognitivo.
Esta estrategia de aprendizaje se deriva de la necesidad del participante de organizar,
justificar y declarar sus propias ideas a sus compañeros, y de su interpretación, es decir,
traducción cognitiva, para que sea comprendida por sus iguales.
 El principio del conflicto asume que los beneficios se producen en el contexto de los
desacuerdos y de sus refuerzos para resolverlos, desacuerdos que estimulan los
movimientos discursivos de justificación y negociación.
 El principio de co-construcción hace referencia a la significación que tiene el hecho de
compartir objetivos cognitivos comunes, en los cuales el resultado alcanzado no sea la
simple yuxtaposición de información, sino su elaboración, reformulación y construcción
conjunta entre los participantes (Crook, 1998).

En este sentido, el aprendizaje en la interacción social mediada por lo recursos tecnológicos


comunicativos produce efectos sobre la percepción, interpretación, motivación, negociación
y especialmente sobre el aprendizaje y la adaptación del individuo. Las relaciones entre los
aspectos sociales y los cognitivos son de complementariedad y de equilibrio entre el
interaprendizaje y el intraaprendizaje.

Las autoras de este artículo, con el propósito de esclarecer lo anterior, proponen el concepto
de ACAV como:

La construccción del conocimiento como actividad social, que influye en los procesos
cognitivos de los sujetos que interactúan e intercambian información, percepciones,
experiencias, sensaciones y conceptos, donde la comunicación mediada por el asesor y por
los recursos tecnológicos proporcionan los medios didácticos y técnicos para almacenar,
organizar, procesar y reformular las ideas aportadas por cada participante, a fin de construir
de manera colaborativa conceptos de la realidad intersubjetiva, con significados orientados
a favorecer procesos cognitivos individuales creados desde la colectividad, para enfrentar y
resolver problemas, analizar situaciones o crear nuevos escenarios para la reflexión, la
producción y la transformación de la información a conocimientos.

De lo antepuesto, se deduce que el rol del alumno y el asesor se transforman para dar
respuesta a las nuevas tendencias en educación, centradas en el estudiante. El ACAV exige
a los docentes un conocimiento holístico e integrador, una comunicación asertiva, que
coadyuve a la asesoría de los estudiantes y al pertinente intercambio de ideas con otros
asesores dentro del contexto global. Para lograrlo, es necesario destacar la necesidad tanto
del estudiante como del asesor, de contar con las competencias para la interactividad
colaborativa en los ambientes virtuales de aprendizaje, a fin de responder a acciones que
potencien las más altas capacidades del hombre.
BASES SOCIOCONSTRUCTIVISTAS DEL ACAV

El hombre es un ser social, que vive en relación con otros, aprende y se desarrolla en un
proceso de interacción, intercambio, socialización, producción y construcción, en el cual la
actividad grupal es la forma de expresión de los vínculos que se establecen entre ellos, así
como la percepción de la realidad. El aprendizaje es un proceso de construcción social del
conocimiento y de cambio conceptual, generado mediante la reciprocidad intersubjetiva, la
confrontación y la reflexión colaborativa sobre la praxis. Por lo tanto, supone la participación
en una comunidad para dejar de ser considerado como la adquisición de conocimientos
individuales y entonces ser reconocido como un proceso de participación social.

Comprender el ACAV desde esta posición socioconstructivista supone que:

 El aprendizaje colaborativo es construir un conocimiento aplicado a las diferentes


concepciones y a los distintos contextos que intersubjetivamente permiten una
representación colectiva de la realidad. Esta representación implica la movilización de
estructuras significativas, donde la realidad es interpretada desde la individualidad, pero
construida desde la colectividad. En este sentido, Schutz indica que la estructura
cognoscente se construye a partir de un proceso social de intercambio, en el cual "el
mundo intersubjetivo no es un mundo privado, es común a todos (1972, p. 10).
 El aprendizaje colaborativo genera la participación en una comunidad y es reconocido
como un proceso de participación social. Este proceso se denomina de participación
periférica legítima, puesto que el nuevo participante, que se mueve de la periferia de la
comunidad hacia el centro, llegará a ser más activo y a estar más comprometido con el
grupo y, por ello, asumirá una nueva identidad (Lave & Wenger, 1991). La participación
periférica sugiere una apertura, un modo de acceder a las fuentes del conocimiento y la
comprensión, a través de una creciente introducción al proceso de aprendizaje dentro de
la comunidad de aprendizaje virtual.
 El aprendizaje colaborativo no siempre requiere la instrucción explícita, sino que, a través
de la observación, el intercambio, escucha activa, la percepción y los sentidos se van
igualmente adquiriendo diferentes conocimientos y habilidades; aquí, los aprendices son
participantes plenamente reconocidos como tales por los demás integrantes de ese grupo
social. Especial importancia se concede a la práctica, decisiva para poder aprender aquello
que ha de ser aprendido.

El socioconstructivismo considera a las comunidades de aprendizaje como lugares


privilegiados para la adquisición y creación de conocimientos. Tales comunidades
constituyen el contexto para desarrollar una práctica como un proceso activo, dinámico e
histórico de participación en la negociación de significado, en el que a la par se construyen
las identidades de los participantes y su aprendizaje. El aprendizaje considera la importancia
de las interacciones sociales entre las personas, que actúan en un mundo social y cultural
donde se construyen y coconstruyen significados sociales y, por ende, cognitivos que afectan
las estructuras de pensamiento de los actores, tal como lo señala Schutz: "Me encuentro a
mí mismo en mi vida diaria dentro de un mundo social preorganizado que me sobrevivirá,
un mundo compartido desde el exterior con semejantes organizados en grupos" (Schutz,
1973, citado en Ritzer, 1995, p. 329).

En este sentido, se concibe al hombre como un ente producto de las interacciones y de los
procesos sociales y culturales. Vigotsky (1978) considera que el aprendizaje colaborativo se
avala, porque el ser humano es un ser social que vive en continua interacción con otros y
los grupos de expresión con los vínculos que se establecen entre ellos. Al igual, el
pensamiento se desarrolla y forma en la comunicación, en la que destacan los beneficios
cognitivos y afectivos que impliquen el aprendizaje grupal como elemento que establece un
vínculo dialéctico entre el proceso educativo y el de convivencia en la sociedad donde surge
(Estrada, 2010), y genera estos mismos efectos en los grupos de aprendizaje virtual.

Desde este paradigma, la educación virtual promueve el desarrollo integral del alumno. La
función del tutor o asesor debe propiciar, mediante las herramientas Web 2.0, procesos
graduales de aprendizaje en los cuales el intercambio y la interacción social como
mecanismos para su generación sean fundamentales, ya que despiertan en el sujeto una
serie de procesos evolutivos internos capaces de operar. Sólo cuando el alumno está en
interacción con otros que lo rodean y en cooperación con pares o expertos, permite que los
iguales ejerzan el papel de mediadores, además de favorecer la interiorización de los
procesos cognitivos y sociales implicados (Monereo y Durán, 2003).

Estos fundamentos epistemológicos dan soporte al aprendizaje colaborativo, que se concibe


como una estrategia fundamental en los procesos cognitivos y de interacción social, y su
relación con las condiciones y características para obtener sus resultados, como son: grupos
pequeños, metas comunes, corresponsabilidad, el logro y la interacción social y,
principalmente, la formulación de alternativas para resolver problemas.

EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO EN EL ACAV

El aprendizaje colaborativo es parte del modelo constructivista cuyo postulado se basa en la


idea de la educación como un proceso de socioconstrucción, es decir, de la apertura a la
diversidad y la tolerancia; los alumnos deben trabajar en grupos, colaborar y cooperar
empleando una serie de estrategias que les faciliten la interacción y la comunicación, de
modo que aporte desde lo individual al proyecto común y constituya un proyecto colectivo.

Transitar entre el interaprendizaje al intraaprendizaje es adentrarse a su significatividad


como un proceso complejo interno del alumno que aprende; para ello, se requiere
fundamentar qué se entiende por aprendizaje significativo. Jonassen, Peck y Wilson (1999)
refieren que el conocimiento se construye. Las personas edifican representaciones mentales
del mundo y del contexto en que se mueven. Crean modelos en un proceso de elaboración,
acomodación y asimilación de nuevos conceptos, representaciones y proposiciones de las
informaciones significativas con que se enfrentan, y que anclan y construyen sobre los
conocimientos construidos previamente por los individuos.

El aprendizaje significativo en los ambientes virtuales debe ser un proceso de búsqueda de


significados, conocimientos sociales que trascienden a escenarios más complejos, que son
aplicados y transferidos a realidades profesionales o personales de la cotidianidad. Coll
(1994) considera que hablar de aprendizaje colaborativo equivale a poner en relieve el
proceso de construcción de significados. Para Ausbel (1983), la construcción de significados
depende, fundamentalmente, de relacionar, con orden y jerarquía, los nuevos
conocimientos.

Por lo anterior, el ACAV, como vía para generar aprendizajes significativos, requiere una
serie de elementos y condiciones que lo faciliten, por lo que plantea las siguientes
estrategias:

 Proponer actividades auténticas desde el ACAV para el diseño de tareas realistas,


relevantes y significativas para los alumnos, en las cuales las implicaciones directas de las
acciones al aplicar el conocimiento a situaciones reales permitan en ellos la capacidad de
construir un nuevo conocimiento para resolver otra situación problemática similar en el
mundo real (Wilson y Cole, 1996).
 Adquirir habilidades de resolución de problemas y toma de decisiones colaborativas, en las
que el trabajo conjunto para la generación de hipótesis y la exploración incluyan el uso de
espacios de debate sincrónico y asincrónico que permita a los estudiantes analizar los
problemas de un caso, gestionar un proyecto, resolver un problema o realizar una
investigación.
 Realizar actividades exploratorias mediante bases de datos y bibliotecas virtuales que
proporcionen datos científicos y estadísticos con información actualizada, el uso de web,
herramientas y lenguaje para desarrollar los módulos de aprendizaje centrados de la
realidad.
 Compartir perspectivas múltiples y generalizar su comprensión y conocimiento de modo
que pueda ser aplicable a diversos contextos. Las articulaciones se pueden conseguir por
diferentes medios, incluyendo el trabajo de equipo, los debates y discusiones de temas,
reportajes, presentaciones de resultados, la negociación y la defensa de conocimientos
adquiridos en entornos de aprendizaje (Oliver, Herrington, & Omari, 1996).
 Para trabajar en el ACAV, se necesita compartir experiencias, conocimientos y tener una
meta grupal definida; la retroalimentación es esencial para el éxito de la tarea; lo que
debe ser aprendido sólo puede conseguirse si el trabajo del grupo es realizado en
colaboración. Es el grupo el que decide cómo realizarla, qué procedimientos adoptar, cómo
dividir el trabajo (Gros y Silva 2006).
 El ACAV requiere construir objetos de aprendizaje colaborativos que integren los diversos
recursos tecnológicos comunicativos, que promuevan la comunicación sincrónica y
asincrónica que manifiesten los principios de articulación, conflicto y co-construcción
(Crook, 1998), así como la generación de comunidades de aprendizaje (Lave y Wenger,
1991).
 Establecer procesos de coevaluación y autoevaluación entre los integrantes del grupo es
una condición para lograr el aprendizaje significativo en una colectividad no competitiva,
en la que todos los miembros contribuyan al aprendizaje y colaboren en la construcción de
conocimiento.

De lo expuesto, se concluye que el ACAV concibe al alumno como un ente social,


protagonista y producto de las múltiples interacciones sociales en que se ve involucrado a
lo largo de la vida, en las cuales construye el conocimiento, primero en un plano
interindividual y luego en uno intraindividual, proceso denominado ley de la doble formación
del desarrollo, porque primero lo coconstruye con sus compañeros y después para sí mismo.
El proceso de internalización es entendido como formación de significados de la estructura
del pensamiento; lo importante es que no debe verse como un acto puramente individual,
sino como una auténtica coautoría compartida entre el asesor y los compañeros. Por lo
tanto, el papel de la interacción social con los que saben más –expertos– son considerados
fundamentales para el desarrollo cognitivo y sociocultural del individuo (Guzmán, 2004).

Este artículo pretende contribuir a la generación de un ACAV con estrategias docentes que
permitan desarrollar en el alumno diferentes habilidades personales y sociales, y conseguir
que cada integrante del grupo se sienta responsable no sólo de su aprendizaje, sino de los
que se generen en grupo. Partiendo de los principios de Crook (1998), se intenta favorecer
en los alumnos procesos de articulación, conflicto y co-construcción, en los que se instaure
una comunidad de aprendizaje, con redes de significado comunes configuradas a partir de
la interrelación e interacción con otros, que propicien logros a nivel académico, social e
intrapersonal.

Poner mayor hincapié en las interacciones que surgen de la aplicación del ACAV y su probable
relevancia al momento de evaluar el trabajo colaborativo, permitiría en un estudio más
detallado entender la dinámica que surge al aprender colaborativamente en ambientes
virtuales, así como definir cuál es el apoyo que le pueden brindar los recursos tecnológicos
comunicativos y las estrategias colaborativas por parte del docente al proceso de
aprendizaje de los alumnos.

Vale la pena destacar que el concepto de ACAV no está concluido; forma parte de una
construcción de significados compartidos y articulados que involucran otros conceptos
fundamentados por los autores citados en este artículo. Como parte de la investigación, los
procesos de integración requieren un tratamiento que aporten los elementos que constituyan
representaciones desde los escenarios virtuales y, específicamente, en el ámbito de la
educación superior.

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