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XIII

LA TEORIA GENERAL
"LAS EXENCIONES EN TRIBUTARIO"
DEL DERECHO

Autor: PEDRO SALINAS ARRAMBIDE,


Trib. Asc. Feder., México, 1990, 404 págs.

Indudablemente, esta obra tiene gran importancia


tanto por su contenido, que sigue una línea lógico-abstracta
rigurosa, como por la temática que aborda, la cual pese a su
gran trascendencia, ha sido ignorada por la mayoría de la
Doctrina, con la excepción de algunos intentos aislados
tendentes a explicar su naturaleza. En este sentido, el
PRIMER CAPITULO, se encuentra dedicado a señalar la
importancia y delimitación del asunto, caracterizado por su
vertiginoso crecimiento y por generar una serie de problemas
jurídicos que no han tenido explicación, pues se desconocían
las causas, funciones, relaciones y efectos de las exenciones
en materia tributaria.

La SEGUNDA PARTE, pone de manifiesto esos


Intentos aislados a los que anteriormente nos referíamos y
que, en concreto han sido cuatro:

a) El Prof. Fernando Saínz de Bujanda ha querido


abordar su solución a través de lo que el autor
ha denominado como la "teoría del envés del
Impuesto", vale decir, explicando la figura como
el lado negativo de la tributación (la otra cara de
.';' la medalla); postura que ha sido criticada por
poseer obstáculos formales y materiales que
impiden que se pueda establecer una relación
XIV

directa entre el impuesto y la exención hipoti­ XV


zada;
terminado y, lo único que debe triunfar es la
b) A su vez, el Prof. Berliri, ha dado origen a la justicia tributaria; y,
"Teoría de la legitimación" señalando que, en la
d) La denominada "teoría de la subjetividad" ha sido
exención, se produce un defecto de la misma
creada por el Prof. D'Amati, indicando que hay
respecto de aquellos sujetos, que no tienen la
exención cuando existe subjetividad formal pero
cualidad requerida por ley para que pueda nacer
no material o sea cuando nos encontramos con
la obligación tributaria pues, aunque se realiza el
idoneidad mas no con aptitud y que, la exacta
supuesto de hecho, surge otra circunstancia que
definición del hecho imponible sólo puede deri­
neutraliza su eficacia; sin embargo, debe
varse de la integración entre norma de imposi­
señalarse que esta posición no explica la exen­
ción y norma de exención. Esta visión, es quizás
ción como tal, sino los efectos de la misma y,
la más sustanciosa, pues supera la anacrónica
pretende trasladar un concepto Propio del Dere­
consideración de la exención como un privilegio,
cho Procesal que se adapta deficientemente a vale decir, un simple tino ser" del impuesto, para
situaciones de carácter sustantivo;
pasar a conectarla con algunos principios jurídi­
cos, básicamente el de capacidad contributiva.
c) El tratadista italiano La Rosa considera que la
exención depende de que el Sistema Tributario El CAPITULO TERCERO estudia la exención
consienta afirmar que en determinados conflictos desde la óptica de los Principios Constitucionales que rigen
de intereses prevalezca el interés del contribu. la materia, en tal sentido, tenemos que las mismas se
yente frente al interés del Fisco, es decir, que la encuentran justificadas desde sus perspectivas pues, el
valoración del interés jurídico tutelado, sea lo poder de eximir es una manifestación positiva del Poder
suficientemente amplia para tutelar el interés del Tributario que se encuentra sometido a las mismas reglas y
contribuyente a conservar la riqueza que debería Principios que rigen la creación de los tributos. La configu­
haber sido tomada; de esta manera, no sólo se ración de las exenciones, se encuentra afectada por el
reconduce la exención a la figura de la subven­ Principio de Legalidad ya que las mismas son un elemento
ción, sino que se deja de lado el hecho de que la que ayudan a fijar el contenido del tributo y sirven para
citada conservación, no es un fin en sí mismo, identificarlo, y como quiera que afectan aspectos concretos
sino un instrumento para lograr otros fines, cuyo del Ordenamiento Tributario sujetos a este Principio, también
mantenimiento se produce por vía de con­ ellas (las exenciones) deben cumplirlo, en aquellos elemen­
tos referidos a su identificación, cuantificación y ámbito de
secuencia mas no independientemente: no se
trata, de que unos intereses prevalecen frente a aplicación; esto, no sólo es consecuencia de la vigencia de
otros, sino de que 1a exención homologa el la reserva legal, sino que se produce como una exigencia del
Sistema Tributario a un Sistema de valores de- Principio de jerarquía normatíva ya que, al afectar normas
de rango legal, es lógico que a fortiori, posea el mismo status
de aquéllas.
XVII

XVI
taria, evitando que la incidencia de los tributos, sea tan uni­
El Principio de Seguridacf Jurídica aplicado a esta forme que conduzca a idéntico trato de situaciones que
parcela tributaria, supone que se cumpla con las exigencias merecen distinta valoración, es decir, pretende evitar la exce·
de interdicción a la arbitrariedad en la esfera productiva slva homogeneidad; en otros términos, elude el peligro de
(requerimientos formales, materiales y estructurales) yen la que una extrema igualdad formal ante la Ley Tributaria, obs­
aplicativa (fase administrativa y fase jurisdiccional) así como, taculice la efectiva aplicación del Principio de Igualdad real.
en lo concerniente a la certidumbre del derecho (publicidad
y estabilidad). También hace referencia, a la cuestión de la Las exenciones se encuentran íntimamente ligadas
retroactividad de las normas que crean exenciones (en prin­ al Principio de Capacidad Contributiva que se basa en la
cipio permitida por no ser dañosa respecto del contribuyente, potencialidad económica del sujeto a la imposición y en este
pero que suponen una fricción con el Principio de Igualdad sentido, la figura estudiada delimita el ámbito de tributación,
ya que, a priori supondrían un trato discriminatorio entre dejando fuera de la misma a las personas cuya potencialidad
liquidaciones provisionales y definitivas) y de aquellas que económica es nula; surge así, la cuestión de los denomina­
las derogan o modifican, las cuales llevan consigo la pro­ dos "mínimos vitales" que han sido configurados como su­
blemática de los derechos adquiridos, la misma que debe puestos de no sujeción (pues sólo a partir de cierto nivel de
analizarse desde tres diferentes hipótesis: su virtualidad tras renta, existe capacidad contributiva y, si no se supera ese
la realización del presupuesto de hecho de la exención y el tope, habrá inexistencia del presupuesto de hecho que la
agotamiento de todos sus efectos, el despliegue de tan solo propia norma requiere para la imposición) y en otros casos
algunos de sus efectos y/o su proyección a diferentes perío­ como exenciones (el Legislador declara sujeto a gravamen
dos impositivos. toda una potencialidad y sólo después declara como exento
un determinado nivel de aquella potencialidad). Es preciso
Con referencia al Principio de Generalidad, la exen­ señalar, que en este punto en concreto, el autor es bastante
ción no supone su derogación sino su delimitación negativa cauteloso ya que, evita tomar una postura clara y decisiva
en relación al deber de contribuir, es decir, determinan su respecto a las dos vertientes que existen sobre su configu­
esfera aplicativa y además, responden a un principio mucho ración; es decir, la nebulosa sigue presente, aunque debe
más amplio cual es el de coherencia del Sistema en su . remarcarse que en algunas partes del trabajo, parece incli­
conjunto; este principio, tiene un papel preponderante en dos narse por su incardinación dentro de la Teoría de la exención
facetas de la exención: al ejercer el poder de eximir y al y, en tal sentido, manifiesta que se trata de un elemento
aplicar la norma en sí, en tal sentido, todas las situaciones codefinidor de la capacidad contributiva por la vía de la
que se encuentren en la misma posición de desigualdad, exclusión, pues ésta empieza precisamente donde finaliza la
deben incluirse en el presupuesto del hecho exento y, la aplicación del mínimo exento y, en estos casos, la exención
Administración, debe aplicar esta figura, a todas las situacio­ viene legitimada por el propio principio de capacidad contri­
nes que tengan cabida en el referido presupuesto. En cuanto butiva que logra una personalización del gravamen.
al Erincipjo de Igualdad, la exención se presenta como un
mecanismo para hacerla efectiva 9a que, busca su aplicación ResultCl muy interesante la fundamentación que
real y no sólo formal pues, se configura como un instrumento realiza de lo que se ha designado como "exenciones extrafis­
técnico legislativo imprescindible para lograr la justicia tribu-
XVIII
XIX
cales" que se oonciben y aplican en atención a motivos
extrajuridioos y además extraños a la finalidad principal det más llamativos que abarca esta parcela del trabajo, son a
tributo (oomo pueden serlo la redistribudón de ta renta, et nuestro entender los siguientes:
desarrollo o el pleno empJeo); señala que este tipo de exen­
ciones no se establecen contra el interés fiscal sino que a) Deslinda, en una primera aproximación, el ámbito
tienen la función de atemperar el mismo, frente a otro interés en el que actúan las exenciones y aquel propio
distinto pero que también se encuentra tutelado por el mismo de figuras afines como lo son la reducción, la
Ordenamiento y que es digno de protecdÓf'l. Así, resulta bonificación, la deducción y la desgravación.
justificado que la nOfTTla de imposición sufra una desviadÓfl, Considera que, las exenciones son siempre to­
si ello se hace para perseguir otra finalidad igualmente válida tales -no existen las parciales- pues, esta figura
e importante dentro del Sistema de vaJores sociales y supone el "no pago" y no el "menos pago",
además, debe notarse que el interés fiscal y el extrafiscal no además, cuando ella actúa no nace la obligación
son antagónicos sino que se complementan para lograr un tributaria porque se produce una modificación del
mismo fin: el interés público o general; en este sentido, la régimen jurídico, en tal sentido, mal podrían ac­
Constitucionalidad o Inconstitucionalidad de este tipo de tuar los mecanismos aminoradores antes cita­
normas, dependerá de la conexión de los fines de esta clase dos. Manifiesta que se trata de técnicas norma­
de exenciones y los objetivos de la Norma Fundamental así tivas de liquidación que actúan sobre los
como de que su derivación provenga del Ordenamiento elementos de cuantificación de la obligación (en
Constitucional y tienda a la utilidad social. Esta discrimi­ la base, en la cuota, en el tipo) y que se diferen­
nación cualitativa de la riqueza, parte del principio de capaci­ cian nítidamente tanto por sus efectos (operan a
dad contributiva pero, es el destino o uso de esa riqueza extramuros del hecho imponible), por su estruc­
hacia los fines públicos, el que determinará un trato diferente tura (son ajenos al hecho imponible) como por su
basado en el mayor o menor grado de contribución de su finalidad (tienden a crear un efecto desgravatorio
poseedor al cumplimiento de los fines Constitucionales: en sobre el monto de la deuda tributaria).
tal virtud, las exenciones complementan este principio que
por otra parte, es una especificación del de Igualdad en el b) El autor, define a la exención como una "figura
ámbito Tributario. jurídico-tributaria conectada íntimamente con el
hecho imponible e inspirada y ajustada con los
La CUARTA PARTE del libro, se encuentra dedi­ principios jurídicos que Informan el deber de
cada al concepto y régimen jurídico de la exención, se enfoca contribuir, lo cual provoca un efecto jurídico con­
su fundamento jurídico, sus diferencias con los supuestos de creto: el sometimiento para ciertas personas o
no sujeción, las cactererísticas del presupuesto de hecho hechos, incluidos en el hecho imponible, a un
exento en sus elementos objetivo (aspecto material, es­ régimen jurídico que se caracteriza por el no
pacial, temporal y cuantitativo~ y subjetivo, sus efectos jurídi­ nacimiento de la obligación tributaria".
cos y las características de la norma de exención, es deCir,
su ámbito temporal, espacial y cuantitativo. Los aspectos c) Las exenciones no son normas de derecho ex­
cepcional por cuanto no contradicen ni quebran­
XXI
xx
la exención y, considera que no hay exención en casos en
tan los principios fundamentales del conjunto los que técnicamente sí las hay.
normativo que constituye el Sistema Tributario:
no derogan sino que delimitan el deber de con­ La Doctrina de este país, ha seguido la vía de los
tríbuir a los gastos públicos; en tal sentido, las derroteros a través de dos posiciones: quienes consideran
normas de exención -al igual que las de imposi­ que las exenciones son Inconstitucionales (Flores lavala y
ción- son ordinarias y se les debe aplicar todos Arrioja Vizcaíno) y quienes señalan que sólo algunas exen­
los criterios comúnmente admitidos en todas las ciones son Inconstitucionales (De La Garza y Margáin Ma­
ramas del derecho. En cuanto a su interpretación nautou), decimos derroteros pues, aunque literalmente sean
analógica, la misma no debe descartarse sino acertadas, histórica y sistemáticamente las reputa censu­
que, deberá analizarse casuísticamente, para rables ya que en su opinión, en virtud del Art. 31 de la
ver si cuenta con los presupuestos indispensa­ Constitución Mexicana, se deja al Legislador Ordinario la
bles para su aplicación: la falta de regulación facultad de ordenar las contribuciones en base a complejas
expresa o tácita de un hecho y, la similitud entre valoraciones que permiten señalar su relación cuantitativa
el presupuesto de hecho regulado y el no regu· (proporcional) y cuaUtativa (con equidad) o sea que, es
lado, ambos referidos a una misma ratio norma. precisamente este precepto el que abre la vía para la posible
tiva. creación de exenciones fiscales. En suma y, tomando en
consideración la Reforma producida en México en 1983, el
La ULTIMA PARTE se circunscribe al estudio del autor considera que desde una óptica global que tome en
caso Mexicano que ha llamado la atención de la Doctrina por cuenta la evolución histórica del Art. 28 de la Constitución y
considerarse un caso extremo, ya que el Art. 28 de la sus relaciones con otros principios constitucionales, dentro
Constitución de ese país prohibe la exención de impuestos; de la coherencia sistemática que debe reinar en el Orde­
del análisis histórico del citado precepto, se llega a estable­ namientoTributario, las exenciones en dicho país, no son
cer que lo que en realidad se quiso abolir fueron los mono­ Inconstitucionales, excepto en aquellos casos previstos por
polios y privilegios, tratando de evitar que éstos se escuden el Art. 13 de la Ley de Monopolios es decir, cuando se las
bajo la denominación de exenciones. También, se hace un utilice para encubrir verdaderos privilegios, tiendan a ins­
estudio de la postura que ha asumido la Jurisprudencia de taurar regímenes monopolísticos o no tengan asidero en
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (que considera a algún precepto Constitucional, en la equidad o en la propor­
la exención como una concesión gratuita y que señala que cionalidad que debe inspirar el Sistema.
el Art. 28 de la Constitución, se refiere tan solo al es­
tablecimiento de verdaderos privilegios) que en opinión del En definitiva, se trata de una excelente aportación
Dr. Salinas, es errónea pues, considera que la exención es que pretende -y por cierto logra- desentrañar la esencia,
un trato de favor y las mismas no tienen carácter particular función y régimen jurídico de una figura sumamente utilizada
sino mas bien general; íntima.tnente relacionado con todo pero poco o nada délineada; pero no sólo se limita a estruc­
ello, se encuentra la desafortunada Ley de Monopolios que turarla de manéra global sino que además, aborda puntos
complica más la cuestión ya que, define como exenciones lo neurálgicos que surgen al hilo de su desarrollo, como puede
que en realidad son privilegios, confunde la condonación con
XXII

ser el tema de la extrafiscalidad, de la interpretación analógi­


ca de normas tributarias o de los mecanismos.de bonificación
fiscal, temas que a su vez, presentan problemática suficiente
para justificar su estudio autónomo.

La Contribución de esta obra al ámbito tributario es


realmente valiosa y de gran utilidad, tanto en la práxis como
en la teoría, ya que explica las exenciones partiendo del
propio hecho imponible, consolida conceptos y abre nuevos
horizontes para la investigación en esta área del cono­
cimiento humano.

Para finalizar, sólo resta pedir disculpas al lector de


esta recensión pues, probablemente la misma, no goza de
la neutralidad que merece, sin embargo, creo que es muy
difícil desprenderse de la subjetividad, cuando se procede a SUMARlQ
comentar el trabajo de un compañero y amigo.

Ma. Silvia Velarde Aramayo


Universidad de Salamanca
Departamento Derecho Tributario

:;.,
Primera aproximación al concepto de Exención Tri·

butaria. . . .. . . . . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . '. . . 41

CAPITULO 111

LA EXENCION y LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES EN


MATERIA mIBUTARIA.

1.- PLANTEAMIENTO GENERAL...... 45

a).- La Actividad Financiera frente a la Actividad


Política. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45

b).- Constitución y Derecho Tributario. . . . .. ..... 46

c).- La Exención Tributaria. una manifestación posi­


tiva del Poder Tributario 49

d).- Las Exenciones Tributarias: Renuncia. Limitación

o Autolimitación al Poder Tributario. . . . . . . . . .. 50

e).- Conexión de las exenciones tributarias al ámbito

constitucional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 53

2.- PRINCIPIO DE LEGAUDAD y EXENCIONES TRiBU-

TARIAS..................................... 55

a).- Principio de Legalidad -Notas Previas· . . . .. .. 55

b).- La Legalidad Y el Estado de Derecho. . . . . . . . . 56

c).- Legalidad y ExenciónTributaria. . . . . . . . . . . . . .. 51

a,.- Contenido o fundamento del principio de Lega­


.~~
lidad en materia de Exenciones Tributarias. . . . 58

. b).- La supuesta ruptura de la generalidad tributaria

10.- La Exención como reguladora del mecanis­ . por medio de las exenciones. . . . . . . . . . . . . . .. 89

mo impositivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 58
c).- Exigencias def principio de generalidad tributa·

20.- Principio de Jerarquía Normativa. . . . . . . .. 60


ria en materia de exenciones. . . . . . . . . . . . . . . .. 92

30.- La exención como Instituto de incidencia di­ 10.- En el ejercicio del poder de eximir. . . . . . . . 93

recta en los principios de Justicia Tributaria 61


20.- En la aplicación de la norma de exención. . 93

40.- La exención como "Gasto Fiscal". . . . . . . . . 62

SO.- La interdicción de la Arbitrariedad. . . . . . . . 63

5.- EXENCION y PRINCIPIO DE IGUALDAD TRIBUTA­


b?. Ambito de la Reserva de Ley en materia de exen­ RIA ..............................•........... 94

ciones 64

c?- La Reserva de ley en materia de "Supresión" o


a).- Breves notas sobre el principio de igualdad. . . 94

"Reducción" de exenciones tributarias. . . . . . . . 68


b).-La exención como un mecanismo para el logro

d?-Formulaciones Positivas 69
de la Igualdad Tributaria 96

3.- El PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURIDICA y LAS


6.- EXENCION y PRINCIPIO DE CAPACIDAD CONTRI-

EXENCIONES TRIBUTARIAS " 72


BUTlVA 99

a).- Análisis previo del principio de Seguridad Jurí­ a).- El principio de capacidad contributiva y su
dica 72
importancia en el Derecho Tributario. . . . . . . . . 99

b).- Contenido de la Seguridad Jurídica. . . . . . . . . . 73


b).- Breve análisis sobre su contenido. . . . . . . . . . 101

c).- Seguridad jurídica y exenciones tributarias. " 74


c).- El mínimo exento como elemento estructural de

A?-Fundamento y ámbito de la interdicción de la ar­ la capacidad contributiva . . . . . . . . . . . . . . . . .. 103

bitrariedad en materia de exenciones. . . . . . . . .. 76


d).-La exención del mínimo vital y la problemática

10.- La interdicción de la arbitrariedad en las e­


de su extensión 105

xenciones, "Esfera Productiva". . . . . . . . . . . .. 77

20.-la interdicción de la arbitrariedad en las e­


7.- LA CONFIGURACION DE EXENCIONES POR RAZO­

xenciones. "Esfera Aplicativa". . . . . . . . . . . . .. 83


NES PE POlIT!CA ECONOMICA y SOCIAL. . . . . . . 106

B?. Fundamento y ámbito de la certidumbre en ma.

teria de exenciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 86
a).· Las exenciones extrafiscales y su presencia en
el actual Estado Social y de Derecho. . . . . . . . 107

4.- El PRINCIPIO DE GENERAUDAD y LAS EXENCIO­ b).- El interés fiscal y la exención extrafiscal. . . . . . 108

NES TRIBUTARIAS '~ 87


c).-la exencjón extrafiscal y su justificación en el sis­

tema tributario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 111

a).- Breves notas sobre el principio de generalidad.. 87

configuración del presupuesto de hecho exento. 136


d).-la exención extrafiscal en el marco constitucio­ b).- El presupuesto de hecho exento, fenómeno 'JO­
nal 114 sitivo de la relación jurídico-tributaria. • . . . . . . .. 138
e).- Las exenciones extrafiscales y el Principio de
capacidad contributiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 118
4.­ ELEMENTOS CONSTJTUT1VOS DEL PRESU­
PUESTO DE HECHO EXENTO....•............•. 140

CAPITULO IV a).- Consideraciones generales previas. . . . . . . .. 140


b).- Elemento objetivo. -Exenciones objetivas-o . . .. 141
1.- Aspecto material. 142
LA EXENCION TRIBUTARIA CONCEPTO Y REGIMEN JURIDICO 2.- Aspecto espacial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 142
3.- Aspecto temporal. 143
4.- Aspecto cuantitativo. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 145
1.- EXENCION y NO SUJECION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
c).- Elemento subjetivo. -Exenciones subjetivas-o ... 146
d).- El problema de la mixtura de los elementos ob­
a).- Notas preliminares 125 jetivo y subjetivo. -las mal llamadas exenciones
b).- No sujeción. Su concepto y función en el ámbito , mixtas 147
tributario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125 e).- Efectos del presupuesto de hecho exento. exen­
e).- Exención y no sujeción. Figuras jurídicas dife­ ciones puras y condicionales 149
renciadas.. ; . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 130

5.- LA NORMA PE EXENCION TRIBUTARIA. . . . . . . . 150


2.­ FUNDAMENTO JURIDICO DE LA EXENCION 132
a).- Ambito temporal 150
a).-la ley como único fundamento jurídico de la e­ a') Comienzo de la vigencia de las normas de
exención. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 151
xención 132
b).- El presupuesto de hecho exento fuente mediata b? Duración o vigencia de las normas de exen­
ción. Exenciones temporales Y permanen
de la exención tributaria 133
tes. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
c).- Fu~damento jurídico del presupuesto de hecho
c, Fin de vigencia de las normas de exención. 153
exento o hecho exento tributario 134
b).- Ambito espacial 154
a1 Exenciones que rigen en todo el territorio na­
cional................................ 156
3.- EL PRESUPUESTO DE H~CHO EXENTO 136
b' Exenciones que rigen en espacio regional 157
c' Exenciones que rigen en espacio local. . . 157
a).- Significación fáctica del hecho imponible en la
dI) Exenciones de Derecho Internacional. . . 158
CAPITULO V

c).- Ambito cuantitativo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159

a? Exención total y parcial. . . . . . . . . . . . . . . .. 159

b? El tipo O y la exención tributaria. . . . . . . . . 161


LAS EXENCIONES EN EL DERECHO CONSTITUCIONAL

TRIBUTARIO MEXICANO

6.- EXENC10N. SU CONCEPTO.. . . . . . . . ..... . .. .. 161

1.­ INTRODUCCION: LA NECESARIA ADAPTACION


a).- Figuras afines 162
DE LAS ESTRUCTURAS JURIDICAS A LA REA­
1).- Desgravación 162
UDAD POLmCA. ECONOMICA y SOCIAL DEL PAIS 185

2}.- Reducción 162

3}.- Deducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 163

4}.- Bonificación 163


2.­ EL ARTICULO 28 CONSTITUCIONAL: ALCANCE y
b}.- Concepto de exención tributaria. . . . . . . . . . . 163
SIGNIFICADO . 187
c}.- La necesidad de reconducir ciertas figuras al

concepto de exención. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163


a}.- Perspectiva histórica del Articulo 28 Constitucio­
d}. - Pérdida de la exención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
nal: ¿Exención o Privilegio? . . . . . .. .. 187

b).- El problema de la constitucionalidad de las exen­

ciones tributarias en la jurisprudencia y doctrina

7.- INTERPRETACION DE LAS NORMAS DE EXENCION


mexicana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194

. .. .... . . .. .. . .. .. . .... . .. . . ... . ... .. . . . . . .. 165


1.- Evolución de la jurisprudencia mexicana en ma­
teria de exenciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 194

a}.- La naturaleza de la norma tributaria como crite­


2.- Las exenciones en la doctrina tributaria mexica­
rio informador de la naturaleza de la norma de
na...................................... 205

exención. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165

b).- La pretendida exepcionalidad de la norma de


3.­ LAS EXENCIONES EN EL NUEVO MARCO DE LA
exención tributaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
CONSTlTUCION MEXICANA. . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 212

c}.- Criterios interpretativos en materia de exenciones

tributarias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
a).- Las exenciones en la reforma del primer párrafo

d}.- Resultados de la actividad interpretativa en ma­ del Artículo 28 Constitucional . . .. 212

teria de exenciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 176


b) Las exenciones fiscales y los principios constitu­

e}.- El problema de la analogía en las exenciones


cionales de justicia tributaria en la Constitución

tributarias. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
Mexicana de 1917 . 214

.'''
.....­

CONCLUSIONES 229 CAPITULO I

APENDICE " 237


NOTAS INTRODUCTORIAS EN TORNO AL ESTUDIO DE LAS

LA RETROACTIVIDAD Y LAS EXENCIONES TRIBU­ EXENCIONES TRIBUTARIAS

TARIAS..................................... 23

a).- Breve Análisis del problema de la retroactividad 1.- JUSTIFICACION DEL ESTUDIO
en el Derecho Tributario " 237
b).- La retroactividad de las normas que crean Exen­ a) Las exenciones y. su importancia en el Moderno Estado
ciones Tributarias 242 Social V de Derecho.
c).- La retroactividad de las normas que derogan o
modifican Exenciones Tributarias. . . . . . . . . . .. 249 El presente estudio supone un intento de análisis con­
ceptual y dogmático de una de las instituciones del mundo jurí­
NOTAS 257 dico-tributario que menor interés parece haber suscitado entre
BIBllOGRAFIA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 383 la Doctrina. Intento de aproximación, digo, a una figura que no
responde al hecho fácilmente constatable de la escasez de es­
tudios sobre la misma, sino, particularmente, al reconocimiento
de la importancia incuestionable que las exenciones tienen en la
actualidad respecto a la actividad financiera del moderno Estado
Social y de Derecho.

Bien conocido es el vertiginoso desarrollo cuantitativo


de las exenciones tributarias y, en general, de todo el conglome­
rado de beneficios fiscales, en sus distintas modalidades, alcan­
zado en las últimas décadas (1). Basta examinar superficialmen­
te los sistemas tributarios de los Estados contemporáneos y
comprobar el elevado número de exenciones que se conceden
en los mismos: concluyendo necesariamente que estamos en
presencia de un instrumento decisivo en la política social y eco­
nómica del moderno Estado Social y de Derecho.

!,i, Las causas de este elevado crecimiento de las exen­


ciones tributarias soñ múltiples y de diversa naturaleza. Se habla
de las incuestionables presiones de los grupos organizados de
interés (2); de la existencia indudable de inercia administrativa
11
que se manifiesta a través de desafortunadas disposiciones di­
latorias, etc. (3). Evidentemente todo ello repercute y es motivo En definitiva los privilegios fiscales significaron el no
que justifica el que nos encontremos con un desarrollo cuantita­ sometimiento al impuesto en general o la aplicación de disposi­
tivo tan elevado de nuestra institución (4). Pero en nuestra ciones fiscales de favor en tributos específicos a determinadas
opinión y sin restar importancia a lo anterior, no son estas cir­ clases sociales, personas o comunidades territoriales; con el fin
cunstancias secundarias o accesorias la verdadera causa de exclusivo de aumentar sus arcas (6)
todo ello, el origen inmediato de que hoy nos encontremos, al
examinar cualquier sistema impositivo particular, con un cúmulo Esta figura desaparece con la Revolución Francesa ya
de disposiciones que implican una exención tributaria, no es que en la misma se proclama, entre otras, la supresión de los
otra que la peculiar estructura actual de la actividad financiera privilegios fiscales personales, y hoy, sin perjuicio de la existen­
del Estado Social y de Derecho. Es en dicha estructura donde cia de algunos con reminiscencia histórica, son considerados
las exenciones tributarias se insertan como medio importante como trato de favor incompatibles con los principios de la uni­
para la consecución de la justicia social que persigue el Estado. versalidad e igualdad de todos ante el impuesto.

Creemos necesario, por ello, exponer algunas conside­ Por supuesto que exenciones también existieron en el
raciones sobre esta cuestión para explicar, as!, el "cómo' y el Estado liberal de Derecho; pero su desarrollo e importancia no
'porqué" de la importancia de nuestra institución en el momento alcanzaría una notable cota. Piénsese tan sólo que con el libera­
actual. lismo económico se impone un dogma: "Laissez faire, laissez
passer, le monde va de lui·meme"; y más abiertamente la llama­
b) Una perspectiva histórica sobre exenciones tributarias da regla de Edimburgo: 'Leave them as you find them" tomada
de un artículo publicado en la Edimburg Review en 1833, según
Como es lógico suponer, la historia de la exención ha la cual el impuesto debe dejar a cada cual en la misma situación
estado ligada a la historia de los tributos; ya que la existencia de relativa de renta y patrimonio en que le haya encontrado; inten­
una exención presupone, por su propia estructura y razón de tando reducir al mínimo los ingresos públicos y condenando
ser, la existencia de un tributo a quien liberar. Así, efectivamente, cualquier corrección del proceso económico por medio de los
nos encontramos con exenciones en la etapa medieval, aunque, impuestos (7). Por lo tanto, al Estado se le impone una misión
ni su importancia, ni su fundamento era el actual; teniendo en de exiguos objetivos: la defensa, la justicia y la realización de
cuenta que a su lado se encontraba una figura como el privilegio obras necesarias que a los particulares no les interesa llevar a
injustificado y discriminatorio que eclipsaba por entero a la exen­ cabo. Para el logro de estos mínimos fines el Estado sólo va a in­
ción; piénsese tan sólo en las constantes luchas de intereses tentar obtener los ingresos necesarios para su mantenimiento;
que sostenían los ricos homes, infazones, hijosdalgo y nobles nos encontramos por tanto con la Hacienda clásica, fiscal o neu­
de todos los rangos y categorías frente al monarca, que obtuvie­ tral para cuyos teóricos (8) el mejor impuesto es el que no existe
ron siempre como uno de sus ~randes privilegios, la exención y la igualdad ante el mismo se configura como una igualdad
de tributos, llegando a defenderlo con las armas en las manos y matemática. .
con gran entereza, cuando un monarca buscaba alguna justifi­
cación para destruir este privilegio (5) . Ante estos presupuestos, como es lógico entender, las

12 13
exenciones no tenían el campo abonado para su expansión, de c) Atenuar todas las desigualdades eXistentes.
ahí que su importancia fuese relativa, por no decir nula, ya que d) Lograr una justicia distributiva.
la utilización periódica y frecuente de este instrumento no era
necesaria debido todo ello a los objetivos -ya señalados- que el Por todo ello esta actividad financiera nos presenta
Estado tenía asignados (9). múltiples aspectos: no nos encontramos con una actividad fi·
nanciera de dimensión exclusivamente económica ·obtención
Pero pronto surgirá un profundo cambio experimenta­ de recursos para los fines públicos- cubierta con un ropaje
do en las funciones del Estado moderno, puesto de manifiesto jurídico, sino que nos encontramos frente a una actividad polié­
en el pleno reconocimiento del Estado social frente al Estado li­ drica siendo las dos caras importantes, el aspecto político y el
beral decimonónico, cambio que se acentuó de forma decisiva aspecto social (13).
con las dos guerras mundIales. Guerras, crisis económicas,
prácticas monopolíticas, injusticias sociales. entre otras causas Todo el/o es comprensible porque, por una parte, no
motIVaron la evolución de los conceptos económicos en sentido se puede concebir una actividad financiera precisa sino es en
polftico-socíal y su vinculación con las finanzas (10). base a una estructura y a unos objetivos concretos y, por otra
parte, una orientación financiera sólo será óptima cuando haga
Llegó así poco a poco el momento en que la interven­ rendir a cada operación la máxima ventaja social (14).
ción de Estado aparece en la vida económica, ante la solicitud
de sus ciudadanos expresada a través del sufragio universal, el En conclusión, quizás se pueda afirmar que el decisivo
Estado se ve en la necesidad de corregir los defectos sociales y cambio de contenido en las ideas y postulados de justicia políti­
económicos, amparar a las clases más desfavorablemente situa. co-tributaria hay que verlo en el hecho de que el orden económi­
das, desarrollar y crear fuentes de riqueza, realizar funciones co y social vigente con anterioridad fue considerado a lo largo
que en otros tiempos eran atendidas por diversas organizacio­ de siglos y siglos como digno de ser mantenido, tanto por darse
nes soclares; haciendo de estos postulados uno de sus fines por supuesto que tal forma era "natural" y/o "querida por Dios·
primordiales, en definitiva, el Estado tuvo que intervenir (11). como por cualquier otra consideración, especialmente las de ca­
rácter ético-social (15). En tanto que, por el contrario, desde fi­
Surge, por tanto, el intervencionismo estatal V con él la nales del siglo pasado se ha empezado a pensar que no es po­
Hacienda funcional o extrafiscal que desarrolla una actividad fi. sible una "justa" solución de los problemas inherentes a la
nanciera con finalidad económica-social, es decir, una actividad distribución sin la intervención económica y correctora del Esta­
que siendo medio de una economía general se impone' como do mediante la política de gastos y la política fiscal (16).
guía de su quehacer, entre otros.
Ante todo el/o, el legislador. para I/evar adelante dicha
a) Estimular el desarrollo de la iniciativa privada política. se auxilia de las InstitUCIones juridicas que el sistema le
fundamento de la actividad económica y, en­ coloca a su alcance y que a su Juicio sean las más idóneas para
su caso, ser suplida por la acción de éste el logro de dichos objetivos mixtos -fiscales y extrafiscales
(12). porque hoy día cualquier politica fiscal produce efectos extrafis­
b) Elevar el nivel de ocupación. cales independientemente de la voluntad del legislador (17)
14
15
transcurrido, no han perdido un ápice de su vigencia las pala­
bras de BERURI, A. (20), quien calificaba a las exenciones como
Pues bien, de entre esas instituciones jurídicas, el mo­ 'campo inexplorado' del Derecho Tributario (21). Es cierto que
derno Estado intervencionista ha hecho de las exenciones tribu­ contamos, si no me equivoCO, con tres aportaciones específicas
tarias uno de sus medios preferidos para llevar a cabo dichos sobre las exenciones de reconocida importancia (22). También
objetivos (18); concluyendo con esto que estamos en presencia es cierto que pueden localizarse útiles aportaciones en buen nú­
de una figura decisiva en la política económica y social del mo­ mero de trabajos y en aigunas obras de carácter general (23);

derno Estado social y de Derecho (19). pero la realidad es que, a pesar de todo, la producción doCtrinal

resultante es modesta si la comparamos con el volumen biblio­

Ahora bien, si este crecimiento cuantitativo de las e­ gráfico de otros fenómenos Jurídico-Tributarios.

xenciones -fenómeno generalizado, por lo demás en todos los


Estados- es de por sí un dato básico que justificaría la b) posibles causas de la parquedad de estudio Jurídico­
necesidad de estudiar con detalle, no sólo los aspectos econó­ Tributarios.
micos y sociales, sino también los problemas jurídicos que se
han desencadenado y que la Doctrina jurídica-tributaria ha trata­ En relación con las insuficiencias aportadas, no parece
do de resolver, manteniéndose posturas disidentes. fácil llegar a una explicación determinante acerca de cuáles han
podido ser las razones concretas para que no se haya tratado a
En este sentido, tenemos que la importancia actual de las exenciones con la profusión que se merecía. Algunos secto­
las exenciones en relación con los mecanismos jurídicos de es­ res doctrinales atribuyen como causa el carácter fragmentario
tablecimiento y aplicación del tributo y en particular del impues­ de la parte del Derecho Tributario que se refiere específicamente
to, es una realidad palpable que ponen de manifiesto los orde­ a aquéllas (24); ya que sin la existencia de un marco normativo
namientos tributarios de muchos países, ya que tanto en las le­ que trace con carácter general las líneas directrices Y los princi­
yes reguladoras del sistema tributario como en el marco jurídico­ pios básicos del régimen jurídico de las exenciones, resulta difí­
positivo que articula el fenómeno de la imposición, aparecen
cil su tratamiento (25).
todo un cúmulo de relaciones jurídico-tributarias que implican
una exención, que son, por lo demás, de contenido complejo. Se ha señalado también que el propio proceso de
De ahí, tal como espero resaltar oportunamente a lo largo de construcción dogmática del Derecho Tributarla se ha centrado
este estudio, la díversidad de concepciones que se han venido tradicionalmente en el aspecto positivo del fenómeno tributario
sustentando sin llegar a resultados del todo satisfactorios. (26) (27). Por otra parte, tenemos que también han influído ne­
gatívamente en toda esta temática las circunstancias que deri­
2.- LIMITES DEL ESTUDIO van de los numerosos e importantes problemas dogmáticoS que
en general ha provocado el fenómeno del intervencionismo esta­
a) La insuficiencia de aportaciones doctrinales. tal en la vida social y particularmente en la economía por medio
de figuras como la exención tributaria, estimándose más fructífe­
Sin embargo, toda la temática de las exenciones tribu­ ro el estudio de los e!l:;)mentos finalistas Y sus efectos en la eco­
tarias apenas sí han sido objeto de análisis de la Doctrina jurídi­ nomía en general, y en otras ocasiones tratándose tanto los as­
co-tributaria. En este sentido, tenemos que a pesar del tiempo 17
16
pectos económico-sociales como jurídicos al mismo tiempo (28). ciencia de estudios sobre nuestra figura no son sino la propia
justificación de nuestro estudio (30).
Sin embargo, y sin quitar importancia a todo lo dicho,
estimamos que hay con todo un aspecto que de manera espe­ En efecto, todo problema financiero es susceptible de
cial ha condicionado negativamente el notable retraso que la una diversidad de tratamientos científicos (31); esto explica que
dogmática de la exención presenta; esto es, la falta de inserción la exención sea examinada con método jurídico en el campo del
de nuestra institución en los esquemas explicativos del tributo. Derecho Tributario y con método económico en el de la Econo­
mía Financiera, por lo que resulta necesario llevar a cabo un
Efectivamente, enfocando, por un lado, el instituto del análisis ordenado y aislado de las exenciones (32). Por ello y si­
tributo como expresivo de una prestación patrimonial que de for­ guiendo determinadas orientaciones metodológicas ya apunta­
ma coactiva realiza el ciudadano a favor del Estado, y por el das por la doctrina jurídica elaborada en torno a las exenciones
otro, a la exención como una negación del mismo, como 'Ia otra tributarias, de la que creemos resulta especialmente fructífera la
cara de la medalla', de forma que la teoría de la exención consti­ reivindicación formulada por SAINZ DE BUJANDA, F., que resal­
tuye el envés del tributo (29), no resulta difícil advertir el porqué ta el carácter sustancial del elemento jurídico, frente al carácter
de la falta de inserción de nuestra figura en los esquemas expli­ formal o accídental -de mera técnica jurídica- que frecuentemen­
cativos del tributo. Por tanto, y en el marco de referencia te se ha otorgado al Derecho en este terreno, en el que los me­
apuntado, resulta explicable que la exención, con sus efectos li­ canismos tributaríos aparecen como instrumentales (33).
beratorios del gravamen, no centrara la atención que en la ac­
tualidad cabría esperarse, ya que al concretarse ésta en la no Así pues, y siguiendo el hilo conductor de las ideas ex­
exigencia de una suma de dinero, no merecía los esfuerzos dog­ puestas, es necesario resaltar la conveniencia de depurar el tra­
máticos que, por otra parte, iban desarrollándose para la tamiento de las exenciones tributarias de ese elemento fínalista
construcción del instituto del tributo. que tan frecuentemente se sitúa en el prímer plano de análisis y
que dada su peculiar connotación puede resultar perturbadora
3.- MEraDO DE ESTUDIO desde la perspectiva jurídica, por lo que, por un lado, refuerza
los prejuicios metodológicos señalados, que relegan la función
del Derecho a un segundo plano y, por otra parte, también
a) El problema de la depuración metodológica.
pueden constituír un obstáculo para el adecuado planteamiento
de determinados aspectos jurídicos de las exenciones tributa­
En definitiva y como consecuencia de lo anterior, el es­
rias (34).
tudio sobre nuestra figura ha sido explorado por la ciencia eco­
nómica al analizar sus efectos frente a la economía en general
b) El método jurídico en las exenciones tributarias.
con mayor interés respecto a la doctrina jurídico-tributaria, lo
que explica la abundancia de estudios económicos y la parque­
Por tanto, tenemos que el único método adecuado
dad, en cambio, de los elaborados desde una perspectiva jurí­
para acercarse al conocimiento de nuestra figura jurídico tributa­
dica Afirmaciones, como se obs~ará, que más aflá de aventu­
ria no puede ser otro .que el método jurídico, el cual habrá de ser
rar algunas de las posibles causas determinantes de la insufí­
el mismo que corresponde a cualquier otra rama del Derecho
18 19
4.- DEUMITACION DE LA INVESTIGACION
(35). Sin embargo, y a efectos de nuestra investigación, no bas­
ta con afirmar que aplicamos un método jurídico, sino que es Así pues, nuestro propósito es estudiar y exponer
preciso plantearse además la significación y alcance de lo que nuestra instituci6n desde dicha perspectiva jurídico-tributaria, es
el método comporta como conjunto instrumental que posibilite decir, investigarla con el designio científico de conocerla, debi­
un conocimiento que pueda ser reputado científico. damente depurada de los aspectos extrajurídicos Y de aquéllos
de carácter jurídico ajenos al Derecho Tributario, aislándola,
Se parte, por tanto (36), de la idea de que el Derecho dentro de este último, de figuras afines. Por tanto, hemos de
Financiero, como cualquier otra rama del tronco jurídico, es una analizar las causas, funciones, relaciones y efectos jurídicos que
disciplina intersubjetiva y formal (37). Por ello, concebimos a giran en torno a la exenci6n tributaria, por lo que y delimitado el
nuestra disciplina como un sistema de conocimientos que, con objeto de la investigación comenzaremos con un primer aparta­

referencia a un realidad compleja -la actividad financiera- aisla do que se dedicará al estudio de las teorías explicativas más

como objetivo propio de estudio la relación en que se encuentra acabadas en torno a la exenciÓn, llevando a cabo una exposi·

el comportamiento de cada sujeto con las conductas comple­ ción de las consideraciones señaladas por la doctrina, para así

mentarias de los otros sujetos. Por tanto, lo que pretendemos en confrontar seme¡anzas Y divergencias. para desvelar a modo de

nuestra investigación es aislar y valorar el haz de relaciones in­ colorario las consecuencias lógicas de todo ello. sirviendo de

tersubjetivas que en nuestro instituto se manifiestan utilizando el pórtico para situar a nuestra figura dentro del sistema tributario

método jurídico, mismo que nos ayudará a sistematizar adecua­ en general a efectos de facilitar su posterior desarrollo.

da y progresivamente a las exenciones en el ámbito del Derecho


Tributario (38). De acuerdo, pues. con el objetivo que nos hemos deli­

mitado, el estudio se complementa con tres capítulos más, cuyo

Ahora bien, estimamos que la esencia del método contemdo responde a las siguientes cuestiones: primera, tenien­

jurídico ha de proclamarse, primordialmente, como un método do en cuenta que toda teoría jurídica de las exenciones tributa­

lógico abstracto (39). Esta afirmación requiere, sin embargo, ser rias tiene que apoyarse ante todo en normas constitucionales fi­

aclarada. No entendemos el método jurídico de investigación en nancieras (43), resulta indispensable el tratamiento del aspecto

una acepción puramente 'formalista" sino que, por el contrario constitucional del tema (44) (45); por lo que analizaremos la co­

(40) aún reconociendo que el dato positivo, las normas lurídi­ nexión de nuestra Institución al ámbito del Derecho Constitucio­

cas, es el objeto de la tarea del jurista, no cabe por otra parte nal. Posteriormente analizaremos la proyección de la exención

desconocer la interconexión existente entre la norma y la reali­ frente a los principios ¡urídicos de rango constitucional, para así

dad plural que constituye su propio sentido y fundamento (41), tratar de delimitar su legitimaciÓn constitucional, o bien, la falta

de ahí que tal y como señala AODRIGUEZ BEREIJO, A., "El juris­ de la misma En segundo término,y debido a que gran parte de

ta haya de atender a otros aspectos que trascienden el mero la complejidad del tema es que las exenciones han sido, gene­
"1
dato positivo; políticos, económicos, sociológicos, históricos. Y ralmente, entendidas como "la otra cara de la medalla' del fen6­

esto no supone, creo yo, disolvel'" la ciencia del Derecho en la meno o sistema impositivo, se pretende confrontar a éstas con

Política, en la Economía, en la Sociología o en la Historia" (42). los principios materiales que informan el Derecho Tributario, utili­

zando, para ello. el primer concepto que daremos de exención,

21
20
trando nuestra atención en el caso mexicano. Las razones que
lo que nos permitirá organizarla en un sistema común para sa­ nos han movido a elegir el caso mexicano como centro de estu­
ber si la instituciÓn en cuestión constituye una aplicación o una dio, obedecen básicamente a dos tipos de consideraciones: pri­
excepción de dichos principios, y, por consiguiente, determinar mera, el atractivo científico que supone el estudio de la exen­
si la exención es la otra cara del fenómeno impositivo, o bien, si ción, en un país en el que la utilización o instauración de regíme­
es un instituto que coadyuva a la formaciÓn del mismo; punto de nes jurídiCOS de exenciÓn se encuentra prohibida por el ordena­
partida verdaderamente problemático en relaciÓn con la exen­ miento constitucional (47). Segunda, debido a que esta cuestiÓn
ción tributaria en general. no ha sido analizada por parte de la doctrina juridico tributaria,
nuestro propósito es cubrir la laguna existente al respecto y pro­
En tercer lugar, y debido a la gran potenciación de las fundizar en este tema para perfilar el contenido y alcance de di­
exenciones denominadas "extrafiscales", resulta indispensable cha prohibición constitucional, con el ánimo de poder ofrecer así
un estudio profundo sobre ello, no tanto por el gran número y a la doctrina un instrumento útil a la hora de abordar esta pro­
variedad de las mismas, sino porque al igual que los tributos blemática; por lo demás, y a la vista de la realidad presente, de
con fines no fiscales, tampoco las exenciones de este tipo han una extraordinaria importancia.
encontrado fácil acomodo desde la perspectiva jurídica (46). En
este sentido, estudiaremos las exenciones extrafiscales en cone­ Así, pues, somos conscientes de enfrentarnos a un te­

xiÓn con el tema de los principios jurídicos tributarios de rango ma difícil; sin embargo, el hecho de continuar con una labor in­

constitucional, que son, por lo demás, los que orientan al legisla­ vestigadora que ha girado en torno a las exenciones y adaptar

dor a la hora de ordenar justamente los tributos. las bases de la formulación jurfdica de éstas a la actual perspec­

tiva del Derecho Tributario, así como la necesidad de insertar a

En cuarto lugar, la fijaciÓn del concepto final de exen­ nuestra institución en los esquemas explicativos del tributo, son

ción como el estudio de su naturaleza jurídica se asume tras el suficientes alicientes para desarrollar nuestra labor investigado­
previo y necesario conocimiento de su régimen jurídico. Por tan­ ra.
to, habrá oportunidad de examinar los rasgos característicos de
la exención, así como todo un cúmulo de problemas jurídicos
que surgen en relación con su mecánica interna. Una vez deter­
minados Jos rasgos característicos de la exención tributaria, se
procederá a diferenciarla respecto de otras figuras o técnicas ju­
rídicas que cumplan similares funciones y, llegados a este pun­
to, estaremos en condiciones de fijar nuestro concepto de exen­
ción, así como su naturaleza jurídica, culminando este punto de
nuestra investigación con el estudio de la aplicación e interpreta­
ciÓn de las exenciones tributarias, tema, como se verá más ade­
lante, poco pacífico dentro de la do61rina jurídico tributaria.

Por último, y una vez perfilada nuestra institución a ni­


vel teórico, descenderemos al campo del derecho positivo, cen­ 23
"1 1

22
CAPITULO 11

TEORIAS MAS REPRESENTATIVAS EN TORNO A LA

EXENCION TRIBUTARIA

1.- LA TEORIA DEL ·ENVES DEL IMPUESTO·.

A) Síntesis de la teoría.

La creación de esta posición dogmática se debe al


profesor español SAINZ DE BUJANDA, F., en su trabajo "Teoría
Jurídica de la Exención Tributaria". del cual y al objeto de
nuestro estudio, hemos entresacado de manera sintética sus a­
portaciones más interesantes y que résumimos de la siguiente
forma:

1.- El autor nos dice que existe exención cuando de la


realización del hecho imponible no nace la deuda tributaria por
la existencia de una norma que excluye dicha obligación.

2.- Señala que las normas de exención son normas


con eficacia enervante puesto que rectifican la esfera de imposi­
ción y además producen auténticos derechos subjetivos a la vez
que suponen una desgravación.

3. - Pone de manifiesto que las exenciones nacen auto­


máticamente ·ex-lege·, siendo el reconocimiento administrativo
de las mismas un acto declarativo.

4.- Por último, construye toda su Teoría como el ·EN­


tj, VES· de la Teoría impositiva (48).

25

".
B) CRrnCA yor de la exención- mientras que, en el caso contrario, los efec­

tos de /a norma de exención son de carácter complejo, ya que

Una vez señalados los puntos medulares de esta cons­ nace la obligación tributaria -material-, por lo que al configurarse

trucción dogmática, pasamos a realizar una exposición analítica plenamente ésta, lo que sucede es un cambio -transformación­
I
de ella, destacando algunos aspectos de los que ha sido objeto de una situación jurídica existente, es decir, se pasa de un estar

1I11

de crítica por la doctrina tributaria e indicando nuestro parecer al obligado a un no estar/o, quedando como consecuencia de ello,
respecto: anulados todos los efectos jurídicos que se hubiesen desplega­

do en virtud de la realización por sí solo del hecho imponible.

1.- En cuanto a la definición o concepto que da de e­


xención es en buena medida correcto, aunque creemos conve­ En resumen y a manera de conclusión, podríamos de­
niente realizar una serie de precisiones: cir que en el caso de simultaneidad los efectos de la norma de
exención serían evitar o enervar el despliegue de las consecuen·
Partiendo de la base de que la exención se configura cias jurídicas que aparecen en la norma impositiva, mientras que
en todos y cada uno de sus elementos de forma simultánea a la n el caso contrario -no simultaneidad- los efectos no son ya
realización del hecho imponible, nos parece correcto el decir enervar o evitar el nacimiento de la obligación tributaria, sino
que a pesar de la realización del hecho imponible no nace la configurar una transformación o cambio de situación jurídica en·
deuda tributaria (49), ya que al connuir seguidamente el supues· tre administrado y Administración, esto es, se anulan o se dejan
to de exención con el de imposición, los efectos que sobrevie­ sin efectos las consecuencias jurídicas desplegadas por la nOI
nen son el no permitir -enervar- el despliegue de los efectos pro­ ma impositiva -normalmente pago de la deuda tributaria- apli­
pios de la realización del hecho imponible; es decir, quedan cándose por tanto otro supuesto normativo -el de exención-.(53)
éstos totalmente al márgen (50), siendo que en realidad los prin­
cipales efectos que se despliegan son los propios de la norma 2.- Continuando el análisis de esta Teoría, nos adheri­
de exención (51), pero por otra parte ya nuestro entender esta mos a la consideración de las normas de exención como nor­
situación de simultaneidad no se da en todos los casos, puesto mas constitutivas y no meros preceptos didácticos u orientado­
que en otras ocasiones los supuestos de la norma de exención res, puesto que la función de las normas de exención es rectifi­
no confluyen inmediatamente con los de la norma impositiva car o delimitar el ámbito de aplicación de la norma impositiva y
(52); con Jo que tendremos que los efectos de esta última tienen por consiguiente la esfera de tributación (54).
oportunidad de desplegarse, naciendo por tanto la deuda tribu­
Ahora bien. hemos de completar todo eflo añadiendo
taria -material-, siendo por ello de distinta naturaleza los efectos
dos carácteres:
de la norma de exención -configurada con posterioridad- frente
a los casos de simultaneidad. Esto es, que en el supuesto de si­
a) En cualquier caso, lo que define a la norma de e­
multaneidad lo que sucede es que se sigue una misma hipótesis
xención es que se trata de un hecho integrado en el hecho im­
normativa -vista en su conjunto- ge carácter ininterrumpida, lo
que lleva única y exclusivamente a la aplicación de los efectos ponible, pese a lo cual. no se dan los efectos de hacer nacer la
señalados en la norma de exención, quedando al márgen -ener­ obligación de pago del tributo.
vados- los efectos previstos en la norma impositiva -premisa ma­
26 27
i
I
¡
b) Por tanto, las normas de exención tienen carácter ro, por otra parte, cuando dicha actuación no está definida y re­
integrativo, toda vez que la propia existencia de las exenciones gulada por la norma, sino que ésta se limita a conceder una po­
deriva de valoraciones de orden funcional, es decir, internas a la testad -en este caso a la Administración- dejando la determina­
mecánica del hecho imponible, con lo que no resulta difícil ad­ ción de sus efectos jurídicos a la voluntad del sujeto que ha de
vertir que la norma de exención constituye un todo orgánico con ejercitarla, en este caso los efectos jurídicos del ejercicio de esta
la de imposición, consiguiéndose con esto una mejor delimita­ potestad nacen de él y tienen su fuente en él y no en la norma
ción de la esfera de la tributación de una manera positiva, esto (60).
es, desde dentro del hecho imponible (55).
Ahora bien, dada la realidad positiva en que se instru­
3.- Ahora bien, y siguiendo el hilo conductor de nuestra menta esta situación (61) y conectando las ideas anteriormente
exposición, nos parece insuficiente la opinión señalada por el expuestas al campo de las exenciones tributarias, tendremos
autor al decir que las exenciones nacen automáticamente "ex­ que:
lege", siendo el reconocimiento administrativo de las mismas un
acto declarativo (56), ya que como veremos esta situación no o­ a) En unas ocasiones se condicionará cronológica y ló­
pera siempre así (57). gicamente la aplicación de la norma de exención a la previa y
necesaria actividad de los interesados en su cumplimiento (por
Tradicionalmente la concepción clásica del pensa­ los cauces y ejerciendo los POderes que las normas de derecho
miento jurídico continental asigna al supuesto de hecho tipifica­ formal les otorgan). En tal caso, la participación de aquéllos no
do en la norma dos funciones: sólo es un presupuesto axiológico, sino además un presupuesto
cronológico y un presupuesto lógico, premisa de la aplicación
a) La de servir de premisa, de presupuesto lógico, en de la norma material; descartándose por tanto un nacimiento au­
el mecanismo silogístico de la aplicación del Derecho. tomático 'ex-Iege' de la exención tributaria.

b) La de que su realización concreta sea el presupues­ b) En otras ocasiones, en cambio, la participación o


to cronológico para proceder a aquella aplicación (58). control de los interesados se efectúa posteriormente (por vía de
comprobación y exigencia) al incumplimiento o defectuosa apli­
c) Ahora bien, más recientemente, viene decantándose cación de la norma de exención. En estos casos, pues, la norma
otro aspecto del supuesto de hecho, esto es, la vinculación al formal sólo establece, regula y concede aquella partiCipación
mismo de unos efectos jurídicos (59); efectos que si bien deter­ como un presupuesto axiológico para la aplicación (lel Derecho
minan la actuación de los Interesados en cuanto a la aplicación material -en este caso la norma de exención- y no es tal particl.
y cumplimiento de la norma, pueden ser diferenciados en razón paclón su presupuesto lógico ni su precedente cronológico oro·
a su fuente inmediata, esto es, que en los casos en que la nor­ cediendo, por tanto, un nacimiento automatico "eX-lege" ya 4 ue
ma -tributaria- define rigurosa y taxativamente todos los efectos la participación de los interesados se instrumenta roan el tin de
jurídicos determinantes de esa aqJuación de los interesados, és­ garantizar el perfecto y completo cumplimiento de las exencio­
tos tienen. pues, su fuente en la norma, nacen de ella y no de la nes, evitando su abuso y mal uso.
actuación de los interesados (Administración-administrado) pe­
28 29
Por último y siguiendo las ideas apuntadas por PEREZ serie de intereses con igual o distinta valoración a aquéllos
DE AVAlA, J.L. (62), en virtud de que en la observancia de las sobre los cuales operan los tributos, calificándolos autónoma·
exenciones están interesados tanto el común de los ciudadanos mente y derivando de su incidencia un supuesto de no tributa­
como los propios beneficiarios de las mismas, es necesario que ción, ya que el legislador los considera de mayor validez que los
ante toda actividad administrativa se instrumenten las pertinen­ que justifican la disciplina de los singulares tributos, implicando
tes medidas de defensa, a efectos de controlar el márgen potes­ todo ello la afirmación de que dicha disciplina debe ocupar su
tativo -de díscrecionalidad- que en la apreciación de los presu­ propia posición en el sistema jurídico (67).
puestos de la exención se conceda a la Administración pública
(63). Así pues, y una vez analizada esta construcción dog­
mática, se llega a la conclusión de que aunque es muy suges­
4.-Así, y para finalizar llegamos al centro o piedra ano tiva, no llega a convencer plenamente, aunque, por otra parte,
guiar de la construcción dogmática sujeta a análisis, es decir al es bajo muchos aspectos fecunda, ya que permite conectar el
tema de la configuración de las exenciones como el 'envés' del fenómeno de la exención con los principios jurídicos tributarios
impuesto. Esta construcción que es bastante utilizada por buen de rango constitucional y, constituye el primer tratamiento siste­
número de autores (64), ha sido objeto de duras críticas por par­ mático de la exención, en el cual se articulan en torno a la mis­
te de la doctrina jurídico tributaria (65); por lo que desde ésta ma todos los hallazgos de la teoría del tributo.
perspectiva, no puede aceptarse la construcción de la exención
como 'envés' del impuesto, porque no cabe establecer esa rela­ 11.- LA TEORIA DE LA "LEGITIMACION'
ción directa entre impuesto y exención hipotizada por el citado
autor español, ya que la misma se encuentra obstaculizada por A) Síntesis de la teoría.
una serie de consideraciones tanto formales como materiales
que desglosamos a continuación: Esta construcción se debe al profesor BERLlAI, A., la
cual se desarrolla fundamentalmente en torno a las siguientes
a) Obstáculos formales: La teoría de la exención no ideas:
sólo quedaría condicionada en sus esquemas dogmáticos, (lo
que, en definitiva, constituye un inconveniente menor) sino que, a) Dice, que si se habla de legitimación respecto de
además, se vería seriamente limitada para desarrollar ulterior­ aquellos sujetos que poseen la cualidad requerida y establecida
mente su problemática por la misma imposibilidad de establecer por la ley para el nacimiento de la obligación, debe hablarse de
una relación directa entre las normas de exención y el ordena· defecto de legitimación en relación con aquellos sujetos que
miento tributario en su conjunto, del que las primeras forman están desprovistos de aquella cualidad (68).
parte (66).
b) Señala que si la falta de legitimación determina, igual
b) Obstáculos materiales: Está justificada y aprobada que la exención, la inaplicabilidad del tributo, las dos figuras no
la normal impostación de las exenciones de modo totalmente pueden, sin embargo, confundirse, sino que por el contrario de­
autónomo frente a la imposición, y\ que la exención supone la ben distinguirse netamente. En el primer caso, la obligación no
expresión de una particular disciplina jurídica que tutela una surge porque no se ha verificado el supuesto de hecho previsto
30 31
por el legislador, en tanto que en el segundo caso, aquella obli­ Creemos que las duras críticas de que fue objeto esta
gación no nace porque, además, y a pesar de realizarse aquel construcción dogmática, ha motivado el cambio de postura lle­
supuesto de hecho, se ha verificado también otra circunstancia vado a cabo por éste autor italiano, ya que posteriormente aban­
que neutraliza la eficacia del hecho imponible (69). donó dicho concepto -legitimación- de índole procesal y de ino­
perante acomodo.
8) Crítica
Conecta BERLlRI en su nueva construcción la exen­
Pues bien, el concepto que BERLlRI da de exención ción con el principio de capacidad contributiva, diciendo que e­
parece que visto desde una perspectiva en sentido "lato' es en xiste exención cuando en el presupuesto de hecho está presen­
buena medida correcto, aunque exiguo, ya que solamente te la capacidad contributiva que la norma pretende contemplar,
muestra una de las caras de dicha institución, es decir, su cara por lo que el impuesto en principio se aplica, pero resulta no de­
negativa, consistente en la delimitación interior del hecho impo­ bido en base a consideraciones ajenas a la capacidad contribu­
nible, aspecto correctamente descrito con los términos de neu­ tiva contemplada por la norma (73).
tralización e impedimento (70), pero no muestra su cara positiva
consistente en la tutela de una serie de valores jurídicamente re­ Como bien ha señalado un sector doctrinal, las dudas
levantes y prioritarios (71). que semejante planteamiento suscita, sobre todo en lo que se
refiere a la configuración de la exención al márgen de toda valo­
Por otra parte, discrepamos totalmente en cuanto a la ración de ~a capacidad contributiva contemplada por la norma,
configuración de la exención como una legitimación a la remo­ son grandes (74). Pero, por otra parte, tampoco nos parece co­
ción del impuesto, ello es debido a la calificación que utiliza en rrecta la solución opuesta, es decir, aquella que ve en la existen­
términos de legitimación de las peculiares situaciones subjetivas cia de diferentes capacidades contributivas el único criterio váli­
a que son reducidas determinados tratamientos por ciertas si­ do y operante en orden a la graduación y establecimiento de las
tuaciones de hecho. Decimos que discrepamos de esta orienta­ exenciones (75).
ción porque el concepto de legitimación es un concepto propio
del Derecho Procesal y que, como tal, se adapta mal a una si­ Por todo ello hemos de concluir diciendo que tan in­
tuación jurídica de carácter sustantivo como es la exención tribu­ consecuente es configurar la exención al márgen de toda valora­
taria (72); se trata, por tanto, de un concepto que implica, bien ción de la capacidad contributiva contemplada por la norma, co­
en acto, bien en potencia, un proceso con figuras específica­ mo afirmar que el único criterio válido y operante para el estable­
mente contrapuestas; cuestión ésta que BERURI denota, pero cimiento y graduación de las exenciones sea la existencia de
se olvida quizás de la más importante de todas ellas y que LA distintas capacidades contributivas. ya que la realidad muestra
ROSA, S. extrae a la luz pública, al decirnos que no parece con­ la existencia de exenciones de uno y otro tipo así como exencio­
ducente la referencia del supuesto de exención a la categoría de nes que se adhieren a ambos planteamientos, siendo por tanto
legitimación, porque en tales términos se acostumbra a cualifi­ la posición de BERLlRI poco válida, ya que no explica adecua­
car una particular posición subjelJva en las relaciones de deter­ damente la problemátjca de nuestra institución.
minados actos -(y no hechos)- jurídicos.

32 33
111.- LA TEORIA DE LA 'CONSERVACION DE LA RIQUEZA'
e) Finalmente lleva a cabo una reconducción de la e·
A) Síntesis de la teoría. xención a la subvención (79),

Esta construcción dogmática a la que hemos denomi­ B) Critica


nado teoría de la conservación (76) se debe a SALVATORE LA
ROSA EN SU OBRA "Eguaglianza Tributaria ed esenzioni fiscali", Pues bien, ante todo ello, hemos de hacer las siguien­
en la cual el ilustre profesor comienza haciendo una fuerte crítica tes observaciones:
a la doctrina dominante (77), construyendo posteriormente una
teoría de la exención positiva, autónoma e independiente, que a} Efectivamente, en la norma de exención se atribuye
por su gran influencia e importancia, vamos a esquematizar ex­ por parte del legislador tributario un valor jurídico al hecho de la
trayendo las siguientes ideas centrales: conservación de la riqueza que debería ser tomada por parte de
la Administración frente al interés del contribuyente a esa con­
a) Señala que el hecho de que exista exención sólo servación, tutelándolo en forma directa. Ahora bien, hemos de
cuando la no tasabilidad es debida a la incidencia de intereses decir que el legislador tributario no solamente toma en cuenta
extraños respecto a aquellos sobre los cuales operan los tribu­ esa premisa al llevar a cabo su juicio de valor, ya que éste no
tos y a los cuales ese ordenamiento intenta acordar una tutela, tiene su seno en el interés del contribuyente, sino que toma tam­
es propio del indice de la existencia de una autónoma califica­ bién en cuenta de manera preeminente, otros intereses extraños
ción del interés del contribuyente a la conservación de la rique­ (pero legitimas) a los cuales las exenciones sirven de medio
za (80); es decir, el interés del contribuyente -la conservación de la
riqueza que debería ser tomada- no es un fin en si mismo, sino
b) Dice que la configuración de un efecto jurídico en la un instrumento para el logro de otros fines; por 10 que, en este
exención depende del hecho de que el sistema consienta afir­ sentido, dicho 'interés del contribuyente es tutelado indirecta e
mar que los conflictos de interés entre el fisco y el contribuyente incidentalmente -porque se encuentra en esa situación especIfi­
vengan a veces por la norma tributaria en la tutela del segundo ca·, por lo que la conservación de la riqueza lo es por vía de
antes que del primer interés (78). consecuencia, y no por la conservación en sí misma.
c) Ofrece una valoración del interés jurídico tutelado lo
Por todo ello podemos afirmar que esos llamados inte­
suficientemente amplia para considerar que también tiene cabi­
reses extraños son los que verdaderamente forman el epicentro,
da dentro de él la diversa situación económica en que pueda
la "ratio-Iagis· del juicio de valor emitido por el legislador, es de­
encontrarse el contribuyente respecto a la noona general dero­
cir, son los que verdaderamente son asumidos en la norma -de
gada por la noona de exención.
exención- con valor jurldico, siendo el interés del contribuyente a
¡;,. la conservación de la riqueza un ingrediente Importante de él.
d) Conecta la norma de exención a la tutela del interés
del contribuyente a la conservación de la riqueza que debería
Después de cuanto llevamos dicho no resulta difícil ad­
haber sido tomada
vertir que este tipo de valoraciones a que nos hemos referido
34 35
exención tiene por objeto llevar a cabo una transformación o
cambio de situación juridica, por medio de la cual se pasa del
aparecen, a primera vista, como de distinta naturaleza de las régimen jurídico creado por el hecho imponible al régimen juridi­
que inspiran la norma impositiva, por lo que los efectos de di­ co que origina el presupuesto de la exención, por lo que, y
chas valoraciones -previstos en la norma de exención- han de como consecuencia de esto se declara inaplicable el régimen
variar de los efectos de aquélla -la de imposición- desplegándo­ jurídico creado por la norma que establece el gravamen, la cual
se, por tanto, los propios de la situación jurídica de exención. De es la que en principio entra en conflicto con los valores a los que
todo ello y siguiendo a LA ROSA, se puede advertir que en el pretende servir la exención, resolviéndose asi el conflicto de
fondo la norma de exención viene a prohibir que a situaciones intereses creado por la norma impositiva.
con valoraciones diferentes les sea aplicada una misma normati­
va, con lo que la exención puede convertirse efectivamente, en ¿La norma de exención supone el triunfo del interés
un instituto que puede evitar la excesiva uniformidad que podría del contribuyente sobre el interés del fisco consentido por el sis­
derivarse para quienes realizan el supuesto genérico tipificad tema? Pues bien, tal y como hemos señalado al inicio de este
como presupuesto del tributo (81). apartado, la respuesta a nuestro parecer es negativa. puesto
que aunque la norma de exención supone la solución de un
b) Por otra parte, cabe señalar que la norma de exen­ conflicto de intereses que la norma impositiva ha creado, dicha
ción no supone -contrariamente a lo que dice LA ROSA- el triun­ solución no se decanta ni en favor del contribuyente ni del fisco,
fo del interés del contribuyente sobre el interés del fisco cosenti­ sino que lo que se logra es homologar el sistema tributario frente
do por el sistema Ahora bien, llegados a este punto creemos a un sistema de valores determinado, -políticos, económicos y
necesario reflexionar sobre los siguientes cuestionamientos: sociales-, por lo demás juridificados, con lo que a fin de cuentas
lo único que sale triunfando es la justicia tributaria en general.
¿Existen verdaderos conflictos de intereses debido a la Además el Estado no sale derrotado en su interés, puesto que él
aplicación de la norma de imposición? Creemos que la respues­ es quien crea las exenciones y a la postre redunda todo ello en
ta es afirmativa, circunscribiendo el problema a aquellos intere­ su propio interés, ya que directa o indirectamente con las nor­
ses que realmente se ven afectados con la aplicación de la nor­ mas de exención se tutela también el propio interés estatal (85).
ma impositiva (82) y que Po( ser éstos, -en principio- de distinta
naturaleza, así como tutelados de acuerdo con un sistema de c) Por lo que se refiere a la reconducción que hace el
valores determinados -creado y aceptado por la sociedad-, al in­ autor de la exención a la subvención hemos de señalar que nos
cidir la esfera de imposición sobre éstos, se crea un conflicto de parece poco afortunada esta posición, ya que tanto si dicha re­
intereses que deriva de la titularidad y uso de unos determina­ conducción se realiza de forma indiscriminada (86), como si se
dos recursos; de lo cual se deduce que dicho conflicto surge matiza el alcance de la misma, circunscribiéndola a las exencio­
entre los intereses protegidos por el impuesto y los que el presu­ nes objetivas (87), parece claro que la exención nunca podrá ser
puesto de exención incorpora al hecho exento- (83). llevada al ámbito de los contratos traslativos de dominio, que es
el propio de la subvención (88).
¿La norma de exencióri"'tiene como función resolver
ese conflicto de intereses creado por la norma impositiva? Ante
este cuestionamiento, y como una primera aproximación al tema
37
(84), hemos de responder afirmativamente, ya que la norma de
36
Además, no parece aceptable dicha reconducción. ya para el supuesto de hecho tributario.
que el criterio de ligar la exención a fines y propósitos de incenti­
vo es evidentemente limitado, implicando el que no se tomen en b} Partiendo de la distinción entre subjetividad tributa­
consideración exenciones debidas a motivos diferentes a aqué­ ria formal -aptitud- y subjetividad tributaria material o sustancial,
llos (89). -idoneidad- nos dice que habrá exención: cuando habiendo ap­
titud para contribuir a las cargas públicas, no existe idoneidad
d) Para finalizar con el análisis de esta teoría hemos de para ello según criterios valorativos del legislador en virtud de
resaltar a modo de apunte que la norma de exención no deroga determinados fines.
el principio general de la norma impositiva, ya que como vere­
mos posteriormente -concretamente en el punto tocante a la in­ c} Proyecta la distinción anterior al campo de la capa­
terpretación de la norma de exención- es posible que la norma cidad contributiva, considerando la exención del impuesto como
de exención pueda constituir un principio general favorable al una forma de oposición absoluta a la tributación de ciertos he­
sujeto pasivo, delimitador del principio que impone la contribu­ chos imponibles en abstracto y que produce el reconocimiento
ción al sostenimiento de los gastos públicos por parte de todos, de unos márgenes o diferencias contributivas.
es decir que la desviación de un principio general no constituye
una derogación del mismo, ya que ésta es una simple delimita­ d} Finalmente, cierra su construcción, diciendo que la
ción de su esfera de eficacia (90). exención no constituye un modo de no ser del impuesto, que
puede expresarse mediante el recurso puro y simple a la noción
IV.- TEORIA DE LA "SUBJETIVIDAD" de ausencia de deuda, y, por tanto, con un valor denegatorio del
título jurídico a la prestación, sino que representa una modalidad
A) Síntesis de la teoría. (tan peculiar como se quiera, pero indudable) de la imposición
considerada en su plenitud dogmática y normativa (91).
Esta teoría formulada por NICOLA D'AMATI se presenta
a nuestro juicio como la más innovadora en torno a nuestra insti­ Así pues, tenemos que frente a la consideración gene­
tución, puesto que parte de un adecuado análisis de las cons­ ral de la exención como una norma particular que, derogando
trucciones dogmáticas que hemos venido tratando en nuestro una norma general, excluye de la aplicación del impuesto situa­
estudio. de las que toma como ingredientes en su construcción ciones tipificadas en el supuesto de hecho legal, NICOLA D'A­
los aspectos más fecundos y valiosos que circunscriben el ám­ MATI reacciona con su teoría en el sentido de conceptuar este
bito conceptual de la exención, enriqueciéndola con una cons­ tipo de planteamientos como resultado de una ·visión demasia­
trucción muy original y bien hilvanada de la cual hemos de es­ do esquemática del ordenamiento tributario (concebido) como
quematizar los nuevos elementos de tratamiento dogmático que conjunto de leyes impositivas, respecto de las que las leyes de
aporta: exención tienen carácter excepcional o al menos, derogatorio.
~ Pero si se parte de una visión más rica y compleja del ordena­
a) Define la exención como la transformación intrínse­ miento tributario no' es posible establecer separación alguna
ca de una proposición normativa, en virtud de una integración entre la norma de imposición y la de exención, ambas están
de su sentido preceptivo, que establece uno o más requisitos perfectamente integradas entre sí y permiten llegar a la exacta
38 39
definición jurídica del hecho imponible" (92). faccionamiento y de particularización en la tipificación de los
presupuestos de hecho de los tributos.
B) Qrítica
V.- RECAPJTULACION
Pues bien, de esta construcción dogmática se dedu­
Primera aproximación al concepto de exención tributaria.
cen varias conclusiones fundamentales para la elaboración de
nuestra institución; ya que si bien apunta algunas ideas ya apor­
Así pues, en visión panorámica de lo dicho hasta el
tadas por la doctrina tributaria, nos parece muy original y fructí­
momento presente, tanto a través de la primitiva construcción de
fera bajo muchos aspectos, puesto que:
GIANNINI (93), como la de BERLlRI (94), SAINZ DE BUJANDA
(95), LA ROSA (96) Y D'AMAll (97), el estudio de la delimitación
a) Se da una visión más rica de la exención, la cual
jurídica de la exención se ha ido enriqueciendo con cada una de
proviene de una valoración de corte complejo, dirigida a deter­
estas construcciones, lo cual ha supuesto, con sus vinudes y
minar la conformidad del supuesto de hecho con los postulados
económicos, políticos y sociales, que a fin de cuentas son los sus defectos, que actualmente nos encontremos con una serie
que fundamentan el ordenamiento jurídico en general. de ideas que circunscriben suficientemente el ámbito concep­
tual de nuestra figura.
b) Se supone la anacrónica visión de la exención como
un privilegio. Tenemos asf, que a través de estas y otras formulacio­
nes dogmáticas que podrían desglosarse (98), se nos suminis­
c) La exención ya no se constituye solamente como un tran unas bases teóricas sumamente amplias para cualquier a­
modo de "no ser" del impuesto, con lo que es posible integrar la proximación al estudio de la exención tributaria.
norma de exención en su plenitud dogmática y normativa dentro
De todo ello y a efectos de configurar una primera a··
del sistema tributario.
proximación al concepto de exención tributaria, hemos sacado
d) Por último, al conectar su construcción con el princi­ las siguientes conclusiones (99):
pio de la capacidad contributiva -(en la cual la capacidad contri­
1.- Resulta claro que la doctrina jurfdico tributaria coin­
butiva no sólo responde a diferencias económicas estrictamen­
cide en entender la exención como el efecto de ciertas normas ­
te, sino que existen otros elementos que la determinan)- se abre
las de exención- en cuya vinud determinados supuestos incluí­
la posibilidad -aunque algo angosta- de fundamentar la exen­
dos en el ámbito del hecho imponible del tributo (100), no lle­
ción tributaria; con el consiguiente beneficio de poder insertar
gan, sin embargo, a producir las consecuencias jurrdicas que
su problemática jurídica dentro de los esquemas del tributo. ya
derivan de éste y que se resumen en el nacimiento de la deuda
que el conectar la exención con los principios jurídicos tributa­
tributaria (1 01).
rios (capacidad contributiva, entre otros) supone que la exen­
ción deja de ser un elemento accidental del ordenamiento tribu­
2.- La mecánica interna por medio de la cual no se pro­
taría, para mostrarse en algunas hipótesis como exigencia de
ducen las consecuencias jurídicas del hecho imponible del tribu­
los principios de justicia, como una imprescindible labor de per­
40 41
to, se alcanza por la presencia de una norma -la de exención­ Ahora bien teniendo en cuenta estas notas característi­
que eneNa o anula los efectos de la realización del presupuesto cas de la norma de exención, entendemos que la exención es:
de hecho del tributo; ya sea porque dispone que se eneNen o
anulen en relación a determinados sujetos (exenciones subjeti­ Una relación jurídica que resulta de la confluencia de
vas), o bien porque dispone que para ciertas situaciones de he­ dos normas -la de sujeción y la de exención· con distinta valora­
cho incluídas en el presupuesto de ¡lecho del tributo, no han de ción, produciendo un efecto jurídico concreto: el sometimiento
desplegarse los efectos propios de este último (exenciones de un hecho o persona determinada a un régimen jurídico que
objetivas). se caracteriza por el no nacimiento de la obligación tributaria.

3. -De las notas características señaladas anteriormente


se desprende que:

a) Dada la generalidad con que la norma triburaria


define el presupuesto de hecho del tributo, la exención viene a
cumplir la función de eneNar la carga tributaria en determinadas
personas o situaciones incluidas en el presupuesto de hecho, y
que por encerrar una valoración .oratio legis"o distinta a la de
aquél. se estima que deben quedar fuera de tributación (102).

b) Del mecanismo jurídico de la norma de exención se


deduce la prohibición de que a situaCiones con valores diferen­
tes se les aplique una misma normativa, traduciéndose por con­
siguiente en el respeto a la coherencia interna del ordenamiento
jurídico en cuanto a las valoracione& implícitas en el mismo.

c) Tal prohibición lleva implícita una valoración


especifica y positiva al hecho de la conseNación o uso de la ri­
queza que debería -en principIo, ser tomada, por haberse reali­
zado el hecho imponible tipificado en la norma tributaria.

d) De esta forma tenemos que la exención contribuye


a una redefinición del presupuesto de hecho del tributo; por
tanto, la norma de exención constituye un todo orgánico con la
de imposición. ya que ésta actúa positivamente, es decir desde
dentro del hecho imponible.

42 43
CAPITULO 111

LA EXENCION y LOS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES EN


MATERIA TRIBUTARIA.

1.- PLANTEAMIENTO GENERAL ( * )

a) La actividad Financiera frente a la actividad política

La actividad financiera, tanto desde el punto de vista


lógico o científico como desde el punto de vista histórico o expe­
rimental, se ha manifestado íntimamente conectada con la activi­
dad política. Una consideración lógica de la cuestión nos lleva a
destacar en la actividad financiera -de la cual forma parte la acti­
vidad tributaria- su carácter instrumental al servicio de los fines
político-sociales que le marca el ideario político vigente en el
Estado donde se desarrolla (103).

Así pues, esta naturaleza política de la actividad


financiera se basa en la triple consideración de ser político el su­
jeto agente, políticos los poderes de los que aparece investido
para la consecución de sus fines y políticos también esos mis­
mos fines, para cuya obtención se desarrolla la actividad finan­
ciera; he aquí la complejidad de la actividad financiera, política
en su naturaleza, económica en su contenido y jurídica en su
forma, de que hablan PUGUESE, M. (104) Y SAINZ DE BUJAN­
DA, F. (105).

Por otra parte, y desde el punto de vista histórico, el


poder de establecer impuestos ha sido tradicionalmente una de
las manifestaciones de la soberanía (106), de lo que se deduce
.~.
que el aspecto financiero y político lógica e históricamente
andan por el mismo sendero (107).

46
Desde esta óptica, pues, cobran pleno sentido las pa­ financiera en general y la tributaria en particular, haya tenido una
labras de SAINZ DE BUJANDA cuando señala que: "El Derecho parcela de regulación en el ámbito constitucional (111).
Financiero no puede prescindir del concepto poítico de sobera­
nía del que deriva la noción del poder financiero del Estado. La Parece evidente que lanormativa constitucional ha con­
soberanía es una noción que compendía las cualidades del po­ templado tradicionalmente el tributo como detracción de riqueza
der o capacidad que al Estado corresponde para cumplir sus de las economías particulares, coactivamente exigido por el Es­
fines a través de una serie de actividades (108). Por lo que, y tado para subvenir a sus necesidades; es decir, como contribu­
siguiendo a este autor "El Estado goza de una facultad que le ción al sostenimiento de los gastos públicos (112). El tributo,
permite establecer su sistema de ingresos y gastos. Esta pues, tiene peso específico en el plano constitucional, que regu­
facultad que podemos denominar, en una primera aproxima­ la estas exacciones coactivas y en consecuencia determina las
ción, "poder financiero', tiene su fundamento en la soberanía del correspondientes limitaciones a la propiedad privada en interés
Estado, de la que constituye una manifestación (109). De esta de la colectividad. Por ello, y siguiendo a LASARTE, J. (113) 'Si
forma, el concepto poder financiero-poder tributario se conforma debe someterse a reglas juridicas el aparato por el cual el Esta­
como una categoría cuya finalidad en el ámbito de la ciencia do detrae parte de la renta obtenida por los sujetos sometidos a
jurídico-financiera no puede ser otra que la de poner de mani­ su soberanía, parece que es ineludible, a no ser que superemos
fiesto el origen o fundamento material de la propia actividad el esquema del Estado de Derecho, la necesidad de que las nor­
financiera en general y del tributo en particular: la soberanía, el mas constitucionales, raíz y esencia del ordenamiento jurídico,
poder político organizado bajo la forma de Estado. contengan los principios de la actividad tributaria; de donde se
deduce que las normas impositivas deben respetar y realizar los
Ahora bien, en el Estado de Derecho, el ejercicio del principios constitucionales tributarios' (114).
poder político -a diferencia del Estado Absolutista- ha de discu­
por cauces jurídicos (110). Desde esta perspectiva, cabe pues Pues bien, y de acuerdo con una autorizada corriente
afirmar que el fundamento del tributo reside en la ley. En este doctrinal (115), se pueden distinguir los principios referidos an­
sentido, concebimos a la ley, a la Constitución, como un hecho teriormente entre las siguientes categorías de prescripciones
político, ya sea ésta fruto de un pacto o de una imposición, y sin constitucionales: a).- Prescripciones estrictamente obligatorias o
que ello implique, obviamente, cuestionar su carácter de norma preceptivas, de las que emanan inmediatamente derechos y
jurídica. deberes; b).- Otras que son puramente instituciones constitucio­
nales sin establecer reglas de conducta; y c).- Finalmente. las di­
b) Constitución y Derecho Tributario. rectrices o pragmáticas, las cuales establecen líneas de acción,
de las que no puede en el futuro apartarse el legislador.
Si los textos constitucionales aspiran, de una parte, a
recoger los derechos básicos del ciudadano -parte dogmática-, Así pues, al parecer es la tercera categoría en la que la
y de otra, a estructurar los pode~s que se ejercen en el Estado mayoría de los preceptos constitucionales tributarios quedan
y distribuir las consiguientes funciones -parte orgánica-, lógico enmarcados, puesto que la doctrina tributaria moderna ha trata­
es suponer que una cuestión de tan vital importancia. tanto para do su problemática con especial interés refiriéndose a ellos di­
el Estado como para el común de los ciudadanos, como es la rectamente con el nombre de vínculos jurídicos constitucionales

46 47
con lo que, de acuerdo con SAINZ DE BUJANDA, ·limitan la nor­
del legislador tributario. o bien algún otro sector lo hace enfo­ mativa ordinaria de establecimiento de los tributos, en un doble
cando primordialmente la idea de ·Iimitación· o Hmites constitu­ sentido: formal, en cuanto que tales normas han de exteriori­
cionales al ejercicio del poder fiscal (116). zarse como leyes, y material en cuanto que, al regular los ele­
mentos estructurales y de cuantificación de las relaciones tribu­
Según una importante corriente doctrinal (117), son tar/as, han de acomodarse a criterios directivos de justicia fiscal,
muy variadas las formas que esos vínculos o limitaciones pue­ que la propia Constitución señala· (120).
den adoptar y, sobre todo, el sentido que ha de atribuírseles en
el conjunto del ordenamiento. Lo que, en definitiva. se pretende c) La exención tributaria, una manifestación positiva del
con todas ellas son tres cosas esenciales: poder Tributario

10.- Que la norma jurídica en materia Tributaria emane en Así, pues, y de acuerdo con lo hasta aquí dicho, tene­
cuanto se refiera a la creación o reforma de las exacciones mos que el tributo -y la actividad financiera en general- se expli­
públicas de la colectividad a la que únicamente corresponde la ca y encuentra su fundamento a partir del poder político organi­
titularidad del poder imperativo, que ejercita a través de sus zado bajo la forma de Estado,
órganos de representación en forma de leyes.
Ahora bien, si el tributo encuentra su fundamento en la
20.- Que la legislación ordinaria ofrezca cierta coherencia y se soberanía, en el poder político, hay que señalar que exacta­
inspire en algunas ideas o criterios rectores respecto a lo que se mente igual sucede con el fenómeno que, en una primera apro­
estima justo en punto a la distribución de la carga tributaria ximación, hemos configurado como elemento integrante del sis­
(118); y tema tributario -la exención-, mismo, que, desde esta óptica,
aparece como inherente al propio concepto de poder tributario.
30.- Que ese conjunto de garantías que el poder constituyente y es que estimamos que esto es así, ya que si con el término po­
otorga a la colectividad no resulte burlado por una acción der tributario estamos refiriéndonos al fundamento material del
premeditada, irreflexiva o arbitraria de la Administración (119). tributo, resulta claro que la configuración de exenciones tributa­
rias es consustancial a/ propio poder o soberanía. De esta for­
He aquí, pues, el sentido de los tres principios básicos ma, si todo tributo presupone la existencia de un poder político
que operan en el campo del Derecho Tributario, legalidad tribu­ organizado bajo la forma de Estado, resulta que la configuración
taria, justicia tributaria -contenido de la misma son la capacidad de personas o situaciones de hecho que den lugar a una
contributiva, igualdad y generalidad, entre otros- y seguridad ju­ exención tributaria, no es más que una manifestación de ese
rídica; siendo éstos los que dan sentido y coherencia a nuestro mismo poder político.
campo, ya que sin estos tres motores determinantes, el trata­
miento del Derecho Tributario no tendría vida. permaneciendo De ahí que se pueda afirmar que quien tiene el poder
estático e incompleto. ... de gravar, tiene el 'poder de no gravar, de gravar de diversa
manera y de desgravar. ejercitando el poder tributario con las
Ahora bien, por lo general, las respectivas Constitucio­ facultades correspondientes, entre las cuales está la de no
nes han venido positivando esos principios y criterios de justicia, 49
48
sujetar, "exentar", así como dispensar en todo o en parte, del FONROUGE (124), al instaurar regímenes de exenciones tributa­
pago de obligaciones debidas (121). Estas múltiples circunstan­ rias queda puntualizado que el ente público que dispone del po­
cias o realidades que van reconducidas al concepto de poder der tributario "se desprende de él" en determinadas circuns­
tributario, han sido puestas de relieve por parte de la doctrina tancias y por razones diversas. Para UCCARDO (125), la instau­
jurídico-tributaria. Así, por ejemplo, cuando BERLlRI (122) señala ración de exenciones objetivas, justificadas por motivos de or­
que "la potestad tributaria, en cuanto potestad jurídica, se mani­ den social, económico o jurídico son ·Iímites especiales a la po­
fiesta en actos jurídicos que pueden ser muy diversos, tanto por testad tributaria". Por último BLUMENSTEIN (126), señala que la
su naturaleza (legislativos y administrativos) como por su exención "elimina" en casos singulares, mediante especiales
contenido: establecimiento y supresión de impuestos, prórrogas disposiciones jurídicas la sujeción subjetiva al poder de
de términos, "concesión de exenciones', suspensión de la obli­ imposición.
gación de pago, interpretación de normas vigentes, etc.', no ha­
ce otra cosa, sino que expresar, a nivel jurídico, esta múltiple ca­ Nuestra opinión al respecto es distinta a la mantenida
racterística consustancial al poder tributario. por los autores antes citados, es decir, para nosotros la instaura­
ción de regímenes de exención no implica límites, eliminaciones,
En definitiva, el llamado 'poder de eximir" es también ni renuncia al poder tributario, sino más bien eíercicio y someti­
una manifestación "positiva" del poder tributario, sometido en miento al mismo, an razón a lo siguiente.
general, a los mismos principios y reglas constitucionales que
De acuerdo con algunas ideas expresadas anterior­
rigen para la creación de tributos, ya que cuando el legislador ­
mente, tenemos que en el Estado de Derecho, el ejercicio del
constitucional u ordinario-, sea en la Constitución, en la norma
poder polltico, entre el cual está el poder tributario, ha de dis­
del tributo o en otra diversa, establece una exención, no se abs­
currir por cauces jurídicos. Desde esta perspectiva, cabe pues
tiene de ejercer su poder tributario, sino todo lo contrario, practi­
afirmar que el ejercicio del poder tributario se manifiesta en for­
ca el mismo. Por tanto, la creación de regímenes de exención,
ma de norma jurídica -constitucional u ordinaria-, por lo que la
constituyen manifestaciones "positivas' de diverso alcance I del
norma jurídica tributaria, vaciada en el texto legal, representa un
poder tributario (123).
poder tributario ejercido, y el contenido que lo nutra es siempre
derecho en permanente dinamismo, aún cuando únicamente
d) Las exenciones tributarias: renuncia, limitación o auto­
haya establecido una posición. De esta forma tenemos que para
limitación al poder tributario
los sujetos alcanzados por la norma tributaria, la relación que los
vincula con el sujeto activo es de derecho y no de poder, si bien
Ahora bien, entendida la exención, en una primera
continúan sometidos al poder tributario.
apoximación, como la negación del tributo, cabe preguntarse si
ante la instauración de regímenes exentos estamos en presen­
Ahora bien, y trasladando astas ideas al campo de las
cia de una renuncia, una limitación o una autolimitación al poder
tributario. .
exenciones tributarias, tenemos que el "poder de exención" -ma­
nifestación concreta.del genérico poder de imposición- vaciado
En cuanto a esta cuestión, son diversas las soluciones
que ha dado la doctrina jurídica tributaria. Así, para GIULlANI

50 51
en el texto jurídico, representa una manifestación del poder tri­ e) Conexi6n de las exenciones tributarias al ámbito
butario ejercido, con lo que la relación que vincula a los sujetos constitucional
exentos con el sujeto activo será de derecho y no poder, si bien
continuarán sometidos al genérico poder tributario, ya que quien Así, pues, y siguiendo con el hilo conductor de nuestra
detenta éste -si así lo considera oportuno- puede derogar la e­ exposici6n, tenemos que todo sistema de Derecho tributario,
xención y, como consecuencia de ello, atraerlos a la esfera de cualquiera que sea la organizaci6n política que se inspire en el
imposición. Por tanto, lo que sucede con el ejercicio del "poder Estado de Derecho y que aspire a regir una conducta libre, justa
de exención" es que se deja a ciertos sujetos fuera del ámbito y racional, ha de sustentarse en base a los principios jurídicos
de imposición, más no fuera del ámbito del génerico poder tribu­ tributarios (128); pues bien, es precisamente aquí donde encu­
tario. entran su conexi6n las exenciones tributarias dentro del ámbito
constitucional; y las bases o fundamentos para ello no son otros
En consecuencia, la instauraci6n de regímenes de e· sino los siguientes:
xenci6n no implican renuncia, limitación, ni autolimitación al po­
der tributario, ya que resulta obvio que las exenciones, al derivar 10.- De acuerdo con lo hasta ahora dicho, tenemos que, gene­
de normas jurídicas. no pueden limitar la soberanía o poder tri­ ralmente, el ordenamiento constitucional ha percibido el tributo
butario considerado en abstracto. En todo caso, la exención no como detracci6n de riqueza de las economías particulares coac­
puede limitar más que el derecho de aplicar el impuesto, en tivamente exigido por el Estado para subvenir a sus necesida­
cuanto concurre a delimitar el ámbito de aquel derecho (127). des (129), es decir, como contribuci6n al sostenimiento de los
gastos públicos y, por tanto, ha de someterse a los principios o
Cuesti6n distinta son los límites que pueda crear la ins­ vínculos que la Constituci6n determina en materia tributaria.
tauración de regímenes de exenci6n, en relación 105 distintos ni­ Ahora bien, entendida la exenci6n como negaci6n del tributo, es
veles de poder tributario -y no poder tributario considerado en decir, como instituto cuyos efectos son de sustraer de la imposi­
abstracto- en materia de producci6n normativa. Así, cuando el ci6n ciertos hechos o sujetos, tenemos que ésta aparece, en un
legislador constituyente establece una exención tributaria, limita primer plano, como una excepción al deber de contribuir; por lo
el poder tributario del legislador ordinario, ya que éste no podrá que toda reflexión y valoraci6n de tipo constitucional que se ha­
integrar en el presupuesto de hecho de (a obligación tributaria ­ ga en torno al tributo deberá necesariamente ser trasladada al
hecho imponible- el supuesto integrado en la exenci6n constitu­ campo de las exenciones tributarias. Dicho en otras palabras, si
cional, ni derogar esa clase de exenciones. En otras palabras, el la aplicación de una exención tributaria afecta directamente al
legislador constitucional al instaurar regímenes de exenci6n, no modo en que se lleva a cabo aquella detracci6n de riqueza so­
se abstiene, ni se autolimita, ni renuncia al poder tributario, sino bre los ciudadanos, esto es, al contenido y al alcance del deber
que ejercita el mismo, aunque, por otra parte, la instauraci6n de de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos, resulta.
esos regímenes implica, necesariamente, una limitación al poder evidente que, por ello mismo, la exenci6n ~ de sustentarse
tributario del legislador ordinario, sn tanto no se haya previsto la dentro del marco de los principios constitucionales que ordenan
posibilidad de que éstos puedan derogar o alterar las exencio­ el fenómeno tributario' (130).
nes constitucionales.

52 53
20.- Por otra parte, y siguiendo algunas ideas expresadas en 2.- PRINCIPIO DE LEGAUDAD y EXENCIONES TRIBUTARIAS
el capítulo anterior (131), la norma de exención constituye un
todo orgánico con las normas tributarias, de lo que se despren­ a) Principio de Legalidad -notas previas-
de que la misma ha de ser considerada como un instituto perte­
neciente al campo del Derecho Tributario; por tanto, al ser la El primer principio fundamental del Derecho Tributario
exención un elemento constitutivo del sistema tributario, resulta Constitucional, lo que podríamos llamar la partida de nacimiento
insoslayable que ésta -al igual que las normas Impositivas-, pues del Derecho Tributario, es el principio de legalidad (134);
la exención es también una norma tributaria habrá de someterse principio éste que no es una creación moderna, como expresa
al imperio de las reglas o vínculos constitucionales en materia DUS (135), sino que se encuentra profundamente enraizado en
tributaria; no sólo ya por respetar la coherencia interna del orde­ la tradición europea
namiento jurídico tributario, sino que al constituir un elemento
estructural en la configuración del gravamen, afecta directa­ Este principio de legalidad, llamado también principio
mente a la valoración constitucional de los propios tributos. de reselVa de ley (136), tan parecido es al que rige en el Dere­
cho PenaJ -si bien sus fundamentos en la actualidad son distin­
30.- Por último, la exención tributaria ha nacido y se ha desarro­ tos- que se expresa con un aforismo casi idéntico al que se em­
llado dentro del Estado de Derecho, razón por la cual se ha ido plea en materia penal. En esta materia se dice: "nullum crimen et
configurando corno un verdadero instituto jurídico, y como tal nulla poena sine lege"; y en materia tributaria: "nullum tributum
tiene su origen inmediato en ta propia Constitución, a la cual sine lege".
debe su respeto (132).
La base histórico-constitucional del principio es que los
Creemos que por ello, si la exención tributaria no se tributos representan invasiones del poder público en la riqueza
sometiese a las reglas o principios jurídicos contenidos en el de los particulares; en un Estado de Derecho estas invasiones
ámbito constitucional, tendría a la misma como una manifesta­ sólo pueden hacerse a través del instrumento legal, o sea, de la
ción arbitraria del poder político, llegando al extremo de asimi­ ley (137).
larla a esa figura tan odiosa y por la que tanto se ha luchado en
el pasado para su desaparición, como es el verdadero privilegio Asi, pues, "en su concepción más restringida y propia,
tributario (133), acarreando como efecto primero un grave que­ el principio de legalidad tributaria exige que sólo pueden ser
branto al justo reparto de las cargas públicas, cuestión ésta que impuestos por el Estado sacrificios patrimoniales a sus súbditos
tanto el Estado Social y de Derecho como el común de los ciu­ mediante ley, esto es, en virtud de aquella fórmula juridica, que
dadanos están interesados en proteger. Así, pues, estimamos por ser expresión soberana (legítimamente constituida, en otro
que resulta indispensable que la exención tributaria sea analiza­ caso no seria jurídica) manifestada en la forma solemne esta­
da a la luz de los principios jurídicos tributarios contemplados blecida, tiene la virtud de obligar (la fuerza de la ley), al tiempo
por el constitucionalismo moden{o; de estas premisas hemos de que permite, en su c:aso, la apertura de los mecanismos reviso­
partir, para poder llevar a cabo un adecuado análisis de nuestra res previstos ante la jurisdicción (138). La conexión de esta idea
figura jurídica. con el principio de autoimposición (consentimiento de los im­
puestos por los súbditos) (139), es clara' (140).
54 55
Así, pues, el principio de legalidad de la tributación se
b) La legalidad y el Estado de Derecho ha ido consagrando como uno de los principios esenciales del
Estado modemo; de la import.ancia del mismo de idea el hecho
Con el advenimiento del Estado de Derecho, el princi­ de que todas las Constituciones lo incluyan en su texto (148),
pio de autoimposición o de general consentimiento a los impu­ pues en la organización democrática se reafirma el concepto de
estos perdió su fuerza inicial (141). Más, en contacto con las que sólo el Parlamento (149), como representante del pueblo,
nuevas ideas, la misma regla venía a desdoblarse en dos gran­ puede crear contribuciones, y, por tanto, tendrá la potestad de
des corolarios que se encontraban en la base de las modernas diseño y estructuración básica del sistema tributario (150).
concepciones: por un lado, el principio de que los impuestos
sólo pueden ser creados por ley formal, lo que, en el rigor de c) Legalidad y Exención Tributaria
una estricta separación de poderes, se traducía en la idea de
que la creación de los tributos es de la exclusiva competencia Como hemos apuntado anteriormente el principio de
de las asambleas legislativas; por el otro, el principio de que las legalidad no es sino una respuesta del Estado constitucional a .
intervenciones del poder ejecutivo en la esfera de la libertad y la exigencia de autoimposición, esencial en el Estado demolibe­
propiedad de los ciudadanos no deben de carecer de ley que ral, en el que el valor de la propiedad se erige en juicio funda­
los autorice, lo que es la esencia misma del concepto de reserva mental de la nueva sociedad, y por ello, se dota a todo lo que re­
de ley (142). El principio de legalidad en el Estado de Derecho presente un potencial atentado al mismo de las mayores garan­
no es ya, pues, mera emancipación de una idea de auto-tributa­ tras representadas en este campo por la ley, en cuanto expre­
ción (143), de libre consentimiento de los impuestos, antes pasa sión de voluntad general formulada por los representantes de
a ser encarado por una nueva perspectiva, según la cual (a ley los diversos estamentos.
formal es la única forma posible de expresión de justicia (144),
esto es, que el principio de legalidad tributaria es el instrumento Ahora bien, en el caso que nos ocupa y puesto que se
-único válido para el Estado de Derecho- de revelación y garan·· trata de exenciones, no parece que la exigencia de autoimposi­
tía de justicia tributaria (145). ción represente valor alguno, más bien todo lo contrario, ya que
no se trata de gravar, sino de eximir de gravamen; por lo que, a
Ahora bien, este principio no significa solamente que el primera vista, se podría afirmar que el establecimiento y regula­
tributo ha de ser determinado por ley sino que va más allá; ei ción de las exenciones no es materia cubierta por la reserva de
legislador tributario habrá de determinar lo más preciso posible ley, en cuanto no afecta a la garantía fundamental representada
todos los elementos que contienen los supuestos de la relación por la auto-imposición (151).
jurídico tributaria (146); no sólo para que exista una garantía
formal, sino también para que los actos económicos de los Sin embargo, y según hemos afirmado en páginas
hombres puedan regirse conociendo con rigor las reglas del precedentes, el principio de legalidad en la actualidad no es ya
juego "the rules of the game·; en 'Jlras palabras, el ciudadano al mera emancipación de una idea de auto-imposición, sino tamo
realizar un acto de su vida económica debe saber cuáles son las bién encarna otras exigencias entre las que destacan una mayor
consecuencias tributarias que cabe esperar (147). garantía de la seguridad jurídica, por una parte, asl como la par­
ticipación del Parlamento, como representante del pueblo, en el
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diseño y estructuración básica del sistema tributario, a efectos ciones decimonónicas se limitaban s610 a exigir que las contri­
de lograr una mayor realización de la justicia financiera, por la buciones fuesen establecidas mediante ley, en la actualidad
otra este principio se ha ido enriqueciendo, ya que no sólo el esta­
blecimiento de los impuestos es lo que ha de ser obra de la ley,
Desde esta perspectiva, resulta evidente que las exen­ sino también la regulación de las cuestiones básicas del meca­
ciones tributarias no deben de ser indiferentes al principio de le­ nismo impositivo (156).
galidad tributaria, ya que, por un lado, al constituir éstas un ele­
mento determinante en el diseño y estructuración básica del sis­ Ahora bien, y de acuerdo con algunas ideas expresa­
tema tributario (152) y, al afectar directamente al contenido y al­ das anteriormente, la norma de exención constituye un todo or­
cance del deber de contribuir al sostenimiento de los gastos pú­ gánico con la de imposición debido a que aquélla tiene la fun­
blicos, así como a los principios y reglas que informan a ese de­ ción de conseguir una mejor delimitación del hecho imponible
ber (153), por el otro, habrán de ser, necesariamente, impregna­ ·positivamente·, esto es, desde dentro del hecho imponible, a­
das -al igual que los tributos- por el principio de legalidad. Por fectando directamente el mecanismo impositivo. Entonces, tene­
tanto, lejos de suponer que el principio de legalidad en materia mos que si la exención implica una delimitación del hecho impo­
de exenciones tenga un carácter puramente formal, éste -corno nible, actuando como reguladora de la norma que establece la
se verá a continuación- reviste una serie de exigencias de mar­ obligación tributaria, ésta, necesariamente, habrá genéricamen­
cado carácter material. te de situarse dentro de los elementos de creación de los tribu­
tos y su esencial configuración y, por tanto, afecta al principio tri­
En este sentido, un sector de la doctrina española ha butario (157). Y es que esto ha de ser asf, ya que la exención
señalado que la referencia específica del principio de legalidad constituye, claramente, un elemento -al igual que otros- que ayu­
en las exenciones tributarias (154), debe entenderse como un dan a fijar el contenido del tributo y, en último término, sirve para
reforzamiento en este sector de regulación del principio de lega­ identificarlo (158).
lidad tributaria, reclamando la intervención directa de la ley para
el establecimiento y modificación de cada exención (155). Ello De esta forma, es, generalmente, justificada la aplica­
nos parece correcto pero insuficiente, pues, a nuestro juicio, el ción del principio de legalidad en materia de exenciones, esto
contenido del multicitado principio en esta materia es mucho es, no tanto por sí misma sino como consecuencia de afectar
más amplio y de gran importancia. aspectos concretos del ordenamiento tributario que se encuen­
tran sujetos a dicho principio. Sin embargo, estimamos que esta
a1 Contenido o fundamento del principio de legalidad en óptica resuta muy pobre, ya que el principio de legalidad en
materia de exenciones tributarias materia de exenciones ha de estar justificada desde la misma
perspectiva de la exención y no, tan sólo, por la afectación de
1o.La exención como reguladora del mecanismo impositi­ elementos concretos -hecho imponible- del ordenamiento tribu­
vo tario; es decir, la inclusión del establecimiento de las exenciones
En los textos constitucionales modernos se ha venido dentro del ámbito de la reserva de ley, ha de ser mantenida en
produciendo un notable fenómeno referido al alcance del princi­ función del interés de que sean establecidas mediante ley las
pio de legalidad tributaria. Esto es, si anteriormente las constitu­ líneas fundamentales de todo el sistema tributario, tanto en sus
58 59
aspectos positivos (imposición) como los que, en principio, apa­ por la aplicación de la normativa general del tributo, estamos en
recen como negativos (exención) (159). presencia de normas limitativas, modificativas o negativas, que
restringen, midífican o suprimen los efectos de otro precepto ju­
En nuestra opinión, esta valoración no sólo es válida,
rídico, para casos determinados y que por ello, siendo formal­
sino que se acemúa de forma clara en relación con aquellas
mente legales las normas que son objeto de limitación o modifi­
exenciones -que representan, por lo demás, un número elevado
cación, ese mismo rango han de tener las limitativas o modifica­
dentro de conglomerado de exenciones- que aparecen configu­
tivas (a saber). las que, para los supuestos de exención, decre­
radas, no como situaciones específicas y aisladas de exención
tan un régimen tributario especiall.
total o parcial de un determinado tributo, sino como elemento
estructural en la configuración del gravamen que. por ello mismo En definitiva, el principio de jerarquía normativa. obliga
conforman y definen el contenido del sistema tributario en a la norma de exención a tener el mismo rango jurídico de a­
general.
quella norma -la de imposición- a la que afecta tanto en su es­
tructura y efectos jurídicos, no ya por mera lógica jurídica, sino
20.Principio de jerarquía normativa porque el mismo orden jerárquico de las normas, es una exi­
Por otra parte y desde el pumo de vista de la lógica ju­ gencia jurídico-constitucional del principio de legalidad y pieza
dica normati\ta, si la exención supone la del¡",itación y, por tan· inexcusable de la seguridad jurídica (161).
to, la afección de ciertos efectos d& las normas imponibles, que
lo demás se encuentran sometidas al principio de legalidad, 30. La exención como instituto de incidencia directa en los
lógico es afirmar que las exenciones deben tener la fvrtíon" su principios de justicia tributaria
mismo rango r¡ormativo. extendiéndose, por ello, necesariamen­ Hasta aquí, hemos visto el contenido o fundamento del
te la reserva de ley en materia de exenciones tributarias (160). principio de legalidad en materia de exenciones desde una
perspectiva que podríamos etiquetar como formalista. Ahora
De ahí, que en este caso sigamos a SAINZ DE BUJAN­ bien, en nuestra opinión, el principio de reserva de ley en esta
DA (Cfr. "Teoría." op. cit. pág. 386) en el sentido de que: "en el materia lejos de estar inserto en aspectos puramente formales,
caso de que se trate de exenciones inseparables del presupues­ encierra un contenido o fundamento mucho más profundo que
to de hecho elegido por el legislador para el tributo de que se el hasta ahora tratado; es decir, la exigencia de ley en las
trate, actúan -en este tipo de exenciones·, desde dentro, como exenciones, responde más bien a razones intrínsecas a la
elemento estructurador del propio presupuesto constitutivo de misma exención '''1 no se limita tan sólo como una mera conse­
él... y, en consecuencia, la exención ha de regularse por las mis­ cuencia de la genérica reserva de ley en los tributos-desde el
mas normas que organizan jurídicamente el tributo de que se momento en que ésta afecta directamente al deber de contribuí
trate. En el caso, por el contrario, de que se trate de exenciones a los gastos públicos y, por tanto, incide en los principios de
estructuralmente ajenas al presupuesto de hecho, no alterando justicia tributaria que ordenan dicho deber (162).
la estructura del presupuesto sinQ que se limitan, simplemente,
ó
a excluir, respecto a las personas situaciones exentas, el naci­ En efecto, i¡ según se ha visto, la exención significa
miento de las obligaciones de pago que normalmente surgirían que determinadas personas o supuestos de hecho, incluídos en
la norma de imposición. se tes exime de la carga tributaria en
60 61
función de razones que aquí no es oportuno anotar; y, como tal Por otra parte, y al márgen de que esta cuestión sea
mecanismo, incide directamente en la forma en que se lleva a estudiada con mayor profundidad, tenemos que para un sector
cabo la imposición sobre la riqueza de los particulares a efectos de la doctrina (167), el principio de legalidad en materia de be­
de contribuir a los gastos púbicos, éste está inmediatamente neficios fiscales. en general, y de las exenciones, en particular,
sujeto al estricto principio de legalidad que rige en materia opera como consecuencia de un principio más general: la legali­
tributarla, en virtud del cual los particulares sólo deben soportar dad del gasto público.
los tributos exigidos por las leyes Y. por aplicación de los
principios de igualdad y generalídad -entre otros-, sólo podrán En este sentido, tenemos que para esta corriente doc­
eximirse de dichos tributos los supuestos especialmente con­ trinal, el gasto público originado por los beneficios fiscales tiene
templados en una norma de rango legal (163). Y es que resulta la misma justificación que los gastos públicos (168), cual es la
claro que si el citado principio no se aplicara en materia de atender las necesidades públicas; por lo que de esta forma, los
exenCIones, todos los derechos individuales que se tratan de beneficios fiscales pasan a ser configurados legalmente como
proteger con el principio de legalídad aplicado directamente a gastos públicos, que responden a distintos fines y que son sus­
los tributos. podrlan verse vulnerados por una utilización de las ceptibles de encajar en varias de las clases de gastos públicos
exenciones al márgen de dicho principio; pues, sería de muy elaborados por la doctrina Yprevistos jurídicamente (169). Asr, y
poca utilidad para los particularp,s contar con un mecanismo d desde esta perspectiva, los beneficios fiscales -gastos fiscales­
aprobación y vigilancia de los ingrews '1 gastos públicos. si lue se nos presentan, intrínsecamente, con una justificación y fun­
go por medio de la instauración de exenciones. dietadas al már­ damento semejante a los que presentan otros gastos públicos;
gen del principio de legalidad. se permite disminuir el número de por lo que y, como consecuencia de ello, "tanto lo que se refiere
personas que van a contribuir a sufragarlos (164). al establecimiento y regulación de los beneficios fiscales y de los
gastos públicos que éstos suponen, como lo que concierne a su
Además, se ha dicho que el principio de legalidad consignación presupuestaria, se hallan amparados por el
tributaria no sólo debe entenderse como requisito de la inter­ principio de reserva de ley· (170).
vención del parlamento, como una garantía de carácter indivi­
dual, sino como una regla encaminada a garantizar el derecho En definitiva, la consecuencia inmediata que esta
de la colectividad frente al debate y aprobación de la política construcción dogmática tiene en torno al tema que nos ocupa ­
fiscal en el parlamento; por lo que y de acuerdo con PEREZ la legalidad de las exenciones-. es que al considerar la exención
ROYO (165) ·cabe afirmar que mediante dicho principio se tratan como un gasto fiscal. y debiendo preveerse los gastos públicos
de crear las condiciones para un reparto uniforme de la carga por la Ley de Presupuestos. haría falta asimismo una norma con
tributaria así como para la gestión racional de la política tributa­ ese rango -de ley- para establecer la exención.
ria'. Por ello y en orden a dichas finalidades no es en absoluto
indiferente el que las exenciones puedan ser establecidas por 50.La interdicción de la arbitrariedad
otro instrumento que no sea la. ley; máxime cuando éstas Por último, un contenido que deriva del principio de
inciden directamente en el justo reparto de la carga fiscal (166). legalidad en materia' de exenciones es el principio de legalidad
administrativa, que exige la conformidad de la Administración en
4o.La exención como 'gasto fiscal' todas sus actuaciones a la ley, a efecto de eliminar cualquier
63
delimitar el ámbito de dicha reserva, por lo que hemos de resol­
atisbo de arbitrariedad en esta materia. En efecto, una conse­
ver si ésta es de carácter absoluto o, por el contrario, relativa.
cuencia obligada de la operatividad del principio de legalidad en
el establecimiento de exenciones es que su aplicación deba ha­
Así, pues, y según se ha visto, tenemos que la genera­
cerse de acuerdo con la ley, impidiendo la arbitrariedad de los
lidad de la doctrina jurídico-tributaria admite, concretamente,
órganos del Estado, tanto en el desarrollo de funciones norma­
que el principio de reserva de ley en materia de exenciones se
tivas, como cuando se dirigen a aplicar las mismas (171). Yes
refiere al establecimiento o institución de exenciones; por lo que,
que, al poder desplegarse la arbitrariedad de los órganos del
Estado a la esfera de creación del Derecho, es lógico que con­ y siguiendo esta línea, se podría afirmar que la reserva de ley se
limita a la creación o institución de una exención, dejando la
templemos la operatividad del principio de legalidad en esta ma­
regulación de la misma, sin ningún límite específico a fuentes se­
teria, como mecanismo limitativo de la posible arbitrariedad de
cundarias. Sin embargo, estimamos que esta conclusión resulta
los órganos del Estado en esta Importante parcela del Derecho
absurda, ya que del mismo fundamento o contenido del
Tributario.
principio de reserva de ley en el establecimiento de exenciones,
Además, y al constituir la exención un importante ele­ se deduce que no sólo el establecimiento o institución, sino,
mento del sistema tributarlo, tenemos que el principio de lega­ también, todos los elementos esenciales que giran en torno a la
lidad de la actuación administrativa en materia tributaria impreg­ exención son materia cubierta por la reserva de ley.
na por completo la exención, pues resultaría peligroso dejar
abierta cualquier posibilidad de actuación arbitraria por parte de Como consecuencia de la anterior afirmación, tenemos
la Administración, ya que de ser así se podrían causar -entre que el problema de la delimitación del ámbito o materia cubierta
otras cosas- graves alteraciones en la correcta actuación del por la reserva de ley, se traslada a la concreta determinación de
sistema tributario, así como en los principios que lo informan. los elementos que han de considerarse como esenciales en la
configuración de la exención tributaria. En este sentido, estima­
En definitiva, el necesario fundamento, mediato o in­ mos que el criterio a seguir en orden a determinar qué elemen­
mediato, en la ley de la actividad administrativa que gire en tomo tos de la exención tributaria deben ser regulados por ley ha de
a la exención es de gran importancia, pues de esta forma se li­ sujetarse, obligadamente. a las exigencias que fundamentan el
mita la posible arbitrariedad de la Administración en virtud de principio de reserva de ley en esta materia. Así, y de acuerdo
que la ley la obligará a actuar en un sentido determinado: de con nuestra linea argumental,. resulta que con la implantación
acuerdo con la ley y buscando en cada caso la mejor realización del principio de legalidad se pretende garantizar: primero, que
que ésta representa. todos los principios jurídicos tributarios que se pretenden garan­
tizar por medio del principio de legalidad aplicado directamente
b? Ambito de la reserva de la ley en materia de exencio­ a los tributos, no pueden ser vulnerados por una utilización de
nes las exenciones al márgen de dicho principio; segundo, el dere­
.:' cho de la colectividad frente ai debate y aprobación de la políti­
Ahora bien, y una vez llegados a la conclusión de la ca fiscal -de la cual las exenciones son pieza importante- en el
necesaria reserva de ley en esta materia, resulta indispensable Parlamento; tercero, la interdicción de la arbitrariedad. En
consecuencia, únicamente los aspectos de la exención que

64 65
afecten a dichas exigencias deberán entenderse cubiertos por el
principio de reserva de ley. de ese derecho -de forma arbitraria o discrecional- a una serie
de requisitos o exigencias formales -que actúan en función de
Asi, y en orden a dichas finalidades, tenemos que en verificar si se ha configurado o no el presupuesto de la exen­
materia de exenciones la salvaguarda de la legalidad alcanza ción- que pudiesen, en caso de incumplimiento, acarrear la pér­
paralelamente a todos los elementos determinantes del régimen dida de una exención otorgada por la ley (172).
sustancial de la exención; esto es, todos aquellos que afecten a
la identidad o la entidad de la exención. En este sentido, la ley En conclusión, la reserva de ley en materia de exen­
debe determinar qué categorías de ciudadanos y (en el caso de ción abarca a "todos' los elementos sustanciales del régimen ju­
exenciones objetivas) en razón de qué presupuestos de hecho rídico de la exención no estando, por el contrario, comprendida
van a quedar exentos del tributo; así como el ámbito cuantitativo la reglamentación de los aspectos formales de la relación jurídi­
de la exención (total o parciaQ y el ámbito aplicativo de la misma ca que surge de la norma de exención, ya que dicha reglamen­
(a un determinado tributo o varios). En defintiva, el ámbito de la tación no afecta a las diversas funciones que pretende desem­
reserva de ley en esta materia alcanza a los siguientes paliar el multicitado principio de reserva de ley en esta materia;
elementos: A. - Elementos de identificación de la exención: 10. pues, la acción de la Administración y el juego de las potestades
caso de exenciones subjetivas: el elemento subjetivo o sujeto administrativas -entre ellas las reglamentarias- tienen un carác­
contenido en el presupuesto de hecho del tributo al cual hace ter instrumental o auxiliar que posibilita la realización de los de­
referencia o redefine la norma de exención; 20. caso de rechos y deberes reconocidos por la normativa legal que, en
exenciones objetivas: el presupuesto de hecho o hecho exento este caso. es la norma de exención. Por tanto, las facultades de
que configura la exención. B.- Elementos de cuantificación de la que puede gozar la Administración tienen la finalidad de verificar
exención: exención total o parcial, y de ser parcial, qué si se han configurado los presupuestos de la exención con to­
porcentaje concreto. C.- Elementos gue configuren el ámbito dos. y cada uno de sus elementos configuradores, por lo que
aplicativo de la exención: si se refiere a varios tributos dicha potestad se encuadra dentro de las genéricas potestades
determinar a cuáles y si se refiere a uno determinar a cuál se de comprobación, inspección y control que desarrolla la Admi­
refiere. nistración Financiera para verificar la efectiva actuación del
sistema tributarlo.
Ahora bien, y como consecuencia directa de lo ante­
rior, entendemos que si, por una lado, la reserva de ley alcanza Como consecuencia de todo lo anterior, resulta evi­
a los elementos que determinan quiénes y porqué causas se en· dente que en relación a toda esta temática, el encaje dogmático
cuentran vinculados a un régimen jurídico de exención -y por de la exención en el de la dogmática general del tributo es,
tanto, su correlativo derecho a que se aplique la misma-, lógico absoluto, pues, desde 'nuestra óptica, la relación jurídica que ha
es suponer que, por otro lado, a nivel de caducidad o pérdida de surgir de la norma de exención, no reviste ninguna peculiari­
de la exención, dicha reserva ha -ge estar presente; pues, resul­ dad con respecto a la actuación de la Administración en tos su­
taría de muy poca utilidad que la ley determinase quiénes y por­ puestos en que se produce la configuraCión del hecho impoOl­
qué causas tienen derecho a la exención, si luego la Adminis­ ble (173).
tración -al usar facultades reglamentarias- supedita el ejercicio
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establecimiento, que, por el contrario, signífica su desgravación
e') La reserva de ley en materia de "supresión" o "re­ (177).
d ucclone
"" d exenciones tributarias
20. Por otra parte, y teniendo en cuenta que la exen­
Tenemos, asl, que la exención tributaria con todos sus ción tributarla es un instituto que afecta directamente al ámbito
elementos sustanciales se encuentra sometida bajo el principio de la tributación -la obligación tributaria-, resulta claro que lo
de reserva de ley. Ahora, en materia de supresión o modifica· hará tanto en su creación como supresión o modificación y, en
ción de las mismas ¿será indispensable que se lleven a cabo tal sentido, ha de ser regulada por ley, ya que la determinación
también por ley? Creemos que este cuestionamiento, y en del ámbito de la tributación -y por tanto, de la obligación tributa­
razón de la linea argumental antes expuesta, tendrá que ser, evi· ria· por ley es la finalidad de la reserva. Además, y a mayor
dentemente, afirmativa (174). Y la razón de tal afirmación encu­ abundancia, si con la creación de una exención tributaria se lle­
entra su fundamento en los siguientes argumentos: va a cabo una redefinición del hecho imponible (178), resulta e­
Vidente que al modificar o suprimir dicha exención, también se
1o. Desde el punto de vista de la lógica jurídica, si la exen­ está modificando o redefiniendo el hecho imponible y. al ser és­
ción ha de establecerse por medio de ley, sólo en virtud de una te y su esencial configuración materia de la reserva de ley, en­
norma de igual rango jerárquico podrá llevarse a cabo una mo­ tendemos que tanto la creación, modificación o supresión de la
dificación sobre la misma; ya que de no ser así, supondría en exención está sometida a dicha reserva.
principio que aquélla se materializaría por simples disposiciones
administrativas; pero esto resulta a todas luces absurdo jurídi­ d? Formulaciones positivas
camente (175), debido al carácter de ley que han de tener las
disposiciones que las crearon. Y es que, en cuanto al tema de la . El principio de legalidad de la exención, cuyo conteni­
reserva de ley en materia de exenciones, resulta claro que no se do y ámbito hemos desvelado, es susceptible de diversas for­
pueda mantener por separado la reserva de ley para la ins­ mulaciones positivas en relación a la posibilidad de su existen­
tauración o creación de exenciones, de una parte, y para la su­ cía, supresión o modificación (179).
presión o modificación de las mismas. de otra. En definitiva, la
solución no puede ser más que unitaria, o bien se niega la vin­ En este sentido, cabe, en primer lugar, que el principio
culación a 'a reserva de ley para la instauración, modificación o de legalidad en materia de exenciones se consagre explícita­
supresión de exenciones, o bien se acepta para todos los casos mente en la propia Constitución de un pals (180). Asi, tenemos
enunciados. los que, evidentemente, no se puede aceptar es que en la actualidad un buen número de textos constitucionales,
que se adopte para su instauración o creación y que se niegue pertenecientes a los más dispares sistemas politicos (181), se
para su modificación o supresión (176). han apresurado a implantar la reserva de ley en esta materia
(182).
Además, y en caso de -¡la mantener una postura uni·
taria. si hay algún aspecto de las exenciones tributarias respecto En segundo lugar, tenemos que a diferencia del supu­
del cual estaria fundada la existencia de una reserva de ley, éste esto anterior. existe una segunda posibilidad en cuanto a la for­
es supresión o reducción, ya que éste supondría la creación o el mulación constitucional del principio de legalidad en esta mate­
incremento de obligaciones a cargo del contribuyente y no su 69
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potestades reglamentarias en el ámbito fiscal. De ahl que, y de
ria; esto es, el silencio (183). Ahora, cuando la Constitución na­ acuerdo con un sector doctrinal (184). sea indispensable que el
da dice ¿serán válidas las exenciones? ¿Cómo podrían, en su legislador ordinario se ocupe de formular la vinculación de la
caso. establecerse? reserva legislativa en esta materia, pues según se ha dicho, las
únicas facultades de que puede gozar la Administración han de
Pues bien, en cuanto el primer cuestionamiento resulta ser en orden a verificar si se ha cumplido el hecho exento, sí se
imposible dar una respuesta basada en criterios de vigencia uni­ ha cumplido los deberes que derivan del mismo, etc.; esto es,
versal. ya que sería indispensable tomar como referencia las di­ las genéricas potestades de comprobación, inspección y control
rectrices fundamentales del ordenamiento positivo de que se que desarrolla la Administración financiera para la correcta ac­
trate; aunque de acuerdo con su clara importancia en el sistema tuación del sistema tributario. En nuestra opinión, es necesario
tributario. todo acto o facultad de otorgar exenciones de ningu­ eliminar, al máximo, cualquier indicio de discrecionalidad admi­
na forma habría de ser omnímodo. pues éste debe sustentarse nistrativa en torno a la creación y aplicación de exenciones
en razones ajenas a la mera discrecionalidad de las autoridades tributarlas, ya que al constituir un instituto de gran influencia en
y praeticarse con la debida competencia, por lo que es doctrina el sistema tributario resulta claro que su manejo debe estar al
común señalar que las exenciones que se establezcan -estén o márgen de cualquiera discrecionalidad administrativa.
no contenidas expresamente en el ordenamiento constitucional­
serán o no válidas, según respeten o vulneren las normas que Sin embargo, y a pesar de lo que venimos propugnan­
determinen la posición jurídica de los sujetos frente a la ley, en do, en los últimos tiempos se ha generalizado la mala práctica
general, y la tributaria en particular. Dicho en otras palabras, una de delegar en la Administración la facultad de crear o modificar
exención será válida mientras no vulnere los principios básicos ­ exenciones (185) aduciendo, entre otras causas, la rapidez que
constitucionales- aplicados a los tributos -generalidad. igualdad. exige la utilización de los instrumentos de intervención económi·
capacidad contributiva- o bien si éstos resultasen vulnerados, la ca y la minuciosidad con que éstos deben de adaptarse a la rea­
exención necesariamente deberá tener su apoyo y justificación lidad sobre la que quieren influir (186). lo cual conlleva una des­
por estar al servicio de otros principios -también constituciona­ legalización en esta materia; esto es, un rebajar el rango nor­
les- a los que el legislador, debido a ciertas necesidades impe­ mativo de una institución tan importante como la exención (187).
rantes, los considera de mayor relevancia práctica -pues todos,
en principio, tienert igual relevancia jurídica- dando, así, legitimi­ No vamos a entrar aquf, por ser ajeno a nuestro foco
dad a su implantación. de atención, en la problemática que plantea la delegación legis­
.
Por otra parte, y en relación con el segundo cuestiona-
lativa en materia tributaria; en cualquier caso y llegado el extre­
mo de tener que delegar la facultad de crear o modificar exen­
miento. resulta evidente, que siguiendo el hilo conductor de ciones a otra entidad distinta del legislador ordinario, habrá que
nuestra exposición, ha de contestarse que éstas habrán de tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
establecerse por ley, aunque, por otro lado. es necesario
señalar que la ausencia de un pfecepto constitucional en el que 10. Que la ley delegante deberá precisar los términos
se exija la reserva de ley en esta materia genera un importante en que se verifica el establecimiento de la exención, en el sentí­
grado de peligrosidad; ya que puede dar origen a un manejo
arbitrario por parte de la Administración en el ejercicio de
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de Derecho. que naciendo de los nuevos presupuestos políti­
do de que: A) debe ser expresa y lo más precisa posible; y B) cos. llega hasta nuestros días (190).
contendrá ella misma los elementos esenciales de la exención o
bien precisar -inexcusablemente- los principios y criterios que El primer problema que se nos plantea es el siguiente
hayan de seguirse para su determinación. ¿Puede concebirse el principio de seguridad como un criterío
vaJorativo del ordenamiento jurídico? El problema viene plan­
20. Que la norma delegada se ajuste a los preceptos teado por la afirmación concreta de que 'Ia legalidad necesita le­
de la ley delegante, expresado nítidamente las características de gitimarse instaurando un orden seguro y estable que permita a
las nuevas regulaciones en materia, para facilitar, así, el conoci­ todos saber a qué atenerse y que delimite con precisión las es­
miento de dicha acomodación. feras de lo Ifcito y lo obligatorio en el obrar humano socia" (191);
la seguridad, en este sentido, es una dimensión ontológica del
30. La delegación deberá recaer sobre el órgano que Derecho, dado que el orden jurídico engendra, por esencia, la
en el ordenamiento jurídico del país de que se trate tenga enco­ estabilidad de las situaciones y. por lo tanto, implica una
mendada la gestión fiscal, ello no sólo por respeto al principio situación general de seguridad. La solución a este problema cre­
de especialidad. sino porque este órgano es el único que se en­ emos que es clara, porque, si bien la seguridad es algo esencial
cuentra en condiciones de tener una visión de conjunto de todo al Derecho, 'su encarnación efectiva en un ordenamiento positi­
el sistema de justicia e imparcialidad, porque establecer determi­ vo concreto puede realizarse en una diversidad de grados y esti­
nadas condiciones para la concesión o utilización de una exen­ los. Así, es más seguro un Derecho fundado en el principio -po­
ción puede ser justo si se las considera aisladamente, pero no sitivado- de la jerarquía formal de las normas. que un Derecho
serlo tanto o no serlo en absoluto si se las compara con las que donde esa jerarquización no ha sido positivamente declarada.
se exigen en otras (188). De aquí que toda institución jurídica pueda ser valorada en fun­
ción del principio de seguridad' (192). Así, pues, y desde el pun­
40. Por último. habrán de instrumentarse los distintos to de vista positivo, interesa destacar la enorme importancia de
medios de control y de impugnación propios del Derecho Tribu­ la ley como vehículo generador de certeza -aspecto positivo de
tario a efectos de asegurar. en último término, la efectiva tutela la seguridad iurídica-; y desde el punto de vista negativo, el pa­
jurisdiccional frente a los posibles excesos de la Administración. pel de la ley como mecanismo de defensa frente a las posibles
arbitrariedades de los órganos del Estado -aspecto negativo del
3.- El principio de seguridad jurídica y las exenciones tributa­ principio-, deduciéndose de todo ello la íntima relación existente
rias entre los principios de legalidad y de seguridad jurídica (193).

a) Análisis previo del principio de seguridad jurídica. b) Contenido de la seguridad jurídica.

El principio de seguridad jurídica es reconocido tam­ El principio de seguridad jurídica, se encuentre o no


bién por la Revolución Francesa:~189) y, como consecuencia de expresamente en los distintos ordenamientos, su contentdo ha
ello, se convertirá en uno de los principios esenciales del Estado de ser doble: 10. Certidumbre del Derecho: el cual supone para
los individuos un conocimiento seguro. claro y evidente de las

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normas -aspecto subjetivo- y que sus elementos sean Comple_ nstltuto jurídico puede ser valorado en función del principio de
tos, precisos y que su posición respecto a los demás responda seguridad jurfdica, lo mismo que puede ser apreciada desde la
a un orden -aspecto objetivo- (194); 20. La interdicción de la ar­ perspectiva de cualquiera otros de los valores que el Derecho
bitrariedad: en este sentido hemos de señalar que arbitrariedad tiene como misión tutelar. Entendemos, por tanto, que resulta in­
significa comportamiento no ajustado a Derecho, por ello no re­ diSpensable analizar la proyección del principio de seguridad
sulta correcto hablar de un tipo de Derecho arbitrario porque se­ Jurídica en materia de exenciones tributarias, ya que éstas de·
ría, como señala con agudeza LEGAZ y LACAMBRA (195), una ben establecerse con marginación de la arbitrariedad, lo cual im­
·Contradictio in adjecto·, sino de actividad -normativa y aplica­ plica la impregnación de dicho principio en esta materia.
ble- o inacitividad arbitraria o jurldicamente irregular de los
órganos estatales (196). Ahora bien, ¿Cuál es el alcance o exigencias específi­
cas del principio de seguridad jurídica en materia de exenciones
La seguridad tributaria no es más que un aspecto de la utarlas? Este cuestionamiento resulta ciertamente difícil de
seguridad jurídica, y la seguridad de las exenciones es simple­ contestar pues, nos encontramos ante un principio indefinido en
mente un elemento de la de la seguridad tributaria; pero en este su ámbito y en sus exigencias que remite globalmente a la idea
punto es donde hay que recalcar que es en el Derecho Tributa­ misma de Estado de Derecho y al sometimiento de todos los po­
rio donde el principio de seguridad jurídica asume su mayor gra­ deres públicos al ordenamiento jurídico (199). A pesar de ello,
do de intensidad y desarrollo (197), ello como consecuencia de es el propio SAINZ DE BUJANDA (200» quien señala el alcance
que el tributo es uno de los instrumetos de intervención -quizá el y exigencias de este principio en materia de exenciones, tributa­
más directo en la esfera de la libertad y propiedad de los partI­ rias. Para éste, las circunstancias que hacen acorde el estableci­
culares, razón por si suficiente para que los mismos exijan al Es­ miento de las exenciones tributarias con el principio de seguri­
tado que sus situaciones jurídicas tributarias se encuentren pre­ dad jurídica, son las siguientes:
vistas de tal forma que puedan tener una expectativa precisa
tanto de los derechos y deberes así como de los beneficios que 10. Que el establecimiento de la exención se produzca por las
genera la ley; por lo que las consideraciones de seguridad jurídi­ vfas que señala el ordenamiento constitucional.
ca nunca podrán ser absorbidas por otros intereses no Insertos
en la normativa legal. 20. Que las exenciones tengan publicidad.

c) Seguridad jurídica y exenciones tributarias. 30. Que los contribuyentes beneficiarios de la exención pue­
dan disfrutar de ellas directamente, por obra de ley, sin necesi­
De esta forma tenemos que, ·Ia idea de seguridad jurí­ dad de previa declaración administrativa
dica es, ciertamente, más amplia que la de legalidad; más, pues­
to en contacto con ésta, no puede dejar de modelarle, de impri 40. Que en la hipótesis de que la declaración administrativa
mirle un contenido que necesariamente ha de revelar el grado de la exención sea por alguna razón indispensable, el ordena­
de seguridad o certeza impuesto por las concepciones domi miento habilite recursos administrativos y judiciales frente a los
nantes o por las peculiaridades del sector respectivo· (198). actos relativos en lá materla.
Desde esta perspectiva resulta claro que, toda técnica jurídica o
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SO. Que llevado a cabo el reconocimiento de la exención no 20. El que se refiere a la esfera "aplicativa' de dichas
puedan producirse modificaciones arbitrarias en el estatuto jurí­ normas (202).
dico de los sujetos favorecidos por ella.
10. La interdicción de la arbitrariedad en las exenciones
60. Que los litigios en materia de exenciones se resuelvan, 'esfera productiva"
aQotados los recursos administrativos, en la esfera jurisdic­
cional. De acuerdo con algunas ideas expresadas con ante­
rioridad (203), la instauración de regímenes jurfdicos de exen­
De esta forma, tenemos que la seguridad jurídica en ción han de materializarse al márgen de cualquier atisbo de arbi­
esta materia no se identifica con la sensación que el contribu­ trariedad, de ahí que la interdicción de la arbitrariedad en la fase
yente experimente de hallarse ante una exención justa o injusta, de elaboración de los presupuestos de hechos exentos sea un
sino con una serie de exigencias concretas de cuyo cumpli· factor trascedental en la generación de la seguridad jurídica
miento o incumplimiento dependerá el logro o quebranto de la (204). Ahora bien, la línea fronteriza entre un proceso arbitrario y
misma; de ahí que resulte imprescindible examinar el contenido uno ajustado a Derecho en la elaboración de una exención
de cada una de éstas. tributaria vendrá determinado por el cumplimiento o incumplimi­
ento de una exigencia concreta, esta es, 'que el establecimiento
Para ello, hemos creído oportuno agrupar, según sea de la exención se produzca por las vías que señala el ordena­
el caso, a las exigencias anteriormente enumeradas dentro de miento constitucional· (205).
las dos facetas o doble contenido del principio de seguridad jurí­
dica aludido en páginas precedentes; esto es, la interdicción de Efectivamente, el derecho a que todos los órganos del
la arbitrariedad, por una parte, y la certidumbre del Derecho, por Estado actúen conforme a un orden jerárquico de normas pre­
otra. establecidas, que no pueden ser arbitrariamente interpretadas ni
alteradas, así como el derecho a que la legislación ordinaria
A~ Fundamento y ámbito de la interdicción de la arbitra­ respete, en la normativa reguladora de cada sector de la vida
riedad en materia de exenciones. social, las directrices que señala la Constitución, son manifesta­
ciones propias del principio; de seguridad jurídica a las que ne­
En este sentido, por cuanto se refiere a la interdicción cesariamente el proceso de elaboración de exenciones ha de
de la arbitrariedad, ésta trata de impedir la arbitrariedad de los estar debidamente vinculado (206), pues la instauración de reglo
órganos del Estado, tanto en el desarrollo de funciones menes de exenciones puede producirse a través de una actua­
normativas como cuando se dirigen a aplicar el derecho vigente ción jurídicamente irregular del órgano competente para esa
(201), por lo que el logro de la seguridad jurídica en materia de función cradora, independientemente de la escala de potesta­
exenciones dependerá, pues, de dos grupos de factores, a des normativas en esta materia (207).
saber: :.
A estos efectos tenemos que la seguridad jurídica que­
10. El que se refiere a la esfera 'productiva' de normas dará salvaguardada en esta esfera concreta con el cumplimiento
de exención. de tres exigencias especfficas, a saber:

76 n
que no existen límites formales para crear, modificar o suprimir
exenciones por medio de normas de rango subordinado -no de
a") Exigencia de tipo formal.· Cabe, en primer lugar, que ley.? Bueno, en cuanto al primer cuestionamiento hemos de se­
en el proceso de elaboración de exenciones se puedan vulnerar ñalar que estamos ya en presencia de una notable causa de in­
una serie de exigencias formales que vendrían resumidas en el seguridad jurídica, pues al no existir un marco jurídico que deli­
respeto al principio de jerarquía normativa u orden jerárquico de mite el orden erárquico en materia de creación, modificación o
las normas (208). En este sentido, tenemos que cuando se supresión de exenciones, se supone que tampoco se tiene una
analizaron las formulaciones positivas del principio de legalidad referencia clara para determinar la frontera entre un ejercicio co­
en esta materia, veíamos como en la actualidad un buen número
rrecto -jurfdicamente regular- y un despliegue arbitrarío -jurídica­
de textos constitucionales implantan la reserva de ley para la
mente irregular- en esta materia. abonando, así, el campo para
creación de exenciones (209). Pues bien, en este caso la
que germinen actuaciones arbitrarias. Sin embargo, -y con esto
primera amenaza, radical y básica, contra la seguridad jurídica
contestamos al segundo cuestionamiento- en caso de que la
vendría materializada por el hecho de que una autoridad distinta
Administracíón instaure, modifique o suprima una exención tri­
del legislador ordinario estableciese o en su caso suprimiese o
butaria por medio de normas de rango subordinado -no de ley­
modificase una exención tributaria por medio de normas jurídi­
y con independencia de que no exista orden jerárquico sobre la
cas de rango subordinado.
materia, dicho proceder podrá ser tildado de arbitrario no ya por
contradecir un precepto superior de rango legal sino porque no
Efectivamente, el principio de jerarquía namativa u or­
existe precepto legal alguno que la autorice (211).
den jerárquico de las normas establece, en términos generales,
que las normas jurídicas aparecen jerarquizadas dentro del or­ En definitiva, y al márgen de estos dos problemas con­
denamiento, lo que establ~ce entre ellas un sistema de conexio­ cretos creemos que en aras de las seguridad jurídica resulta in­
nes formales que la autoridad ha de respetar en su actuación. dispensable la instauración ya sea por el legislador constitucio­
Por tanto, cuando ésta se produce con vulneración de esas co­ nal o el ordinario del orden jerárquico que habrá de presidir esta
nexiones -en este caso desconectado del ordenamiento consti­ materia, pues de esta forma además de delimitar claramente la
tucional- el acto de producción será arbitrario atacando, de esta linea fronteriza entre el ejercicio correcto y el arbitrario en mate­
forma, el principio de seguridad jurídica. Debido a ello en el caso ria de creación, modificación o supresión de exenciones tributa­
de ser el legislador ordinario quien determinase el orden jerár­ rias tendremos que su estructuración estará orientada por el
quico en materia de exenciones, tendríamos que la autoridad
principio de seguridad jurídica (212).
administrativa deberá respetar dicho orden pues, de vulnerarlo,
estaríamos en presencia de normas irregulares -arbitrarias- con­
bOl) Exigencias materiales. Cabe, en segundo término, ha­
trarías al principio de seguridad jurídica (210).
blar de una serie de exígencias de tipo material que afectan, se­
gún sea el caso, tanto al legislador ordinario -en el ejercicio de
Ahora bien, y en el caso de que el orden jerárquico en
sus facultades normativas- como a la Administración -en el des­
materia de creación, supresión o modificación de exenciones no
pliegue de sus potestades reglamentarias sobre la materia-o De
fuese delimitado por el ordenamiento constitucional ni por el le­
ahí que en función de dichas exigencias, pueda hablarse de ar­
gislador ordinario cabe hacerse dos cuestionamientos: ¿qué
ocurre con el principio de seguridad jurídica? y ¿significa esto bitrariedad por parte del legislador al elaborar exenciones con

78 79
rango formal de ley y de arbitrariedad por parte de la Administra­
ción en el desplíegue de sus potestades en materia de exen­ no debe apartarse, ya que de ser asl además de vulnerar el prin­
ciones. cipio de seguridad jurfdica se infringirá también el principio de
justicia tributaria, pues dichos valores o principios trascendenta­
les tienen una significación jurídica en el sentido de que éstos
Ahora bien, dichas exigencias se materializan en el res­
son a los que el Derecho Tributario trata de servir (214).
peto a una serie de valores que conforman el fondo del ordena­
miento tnbutario por lo que, en este sentido, tenemos que en el
c") Exigencias estructurales. En último término, la seguri­
proceso de elaboración de exenciones tributarias además de
dad jurídica queda igualmente amenazada cuando en la norma
acatar el orden jerárquico de las fuentes normativas en esta ma­
que crea la exención no se dererminan con la debida precisión
teria también será necesario no entrar en conflicto con los valo­
res de fondo que impregnan todo el ordenamiento jurídico tribu­ los elementos estructurales -sean objetivos o subjetivos-- que
tario, a saber: los llamados principios generales del Derecho configuran el presupuesto de hecho de la exención, así como
Tributario. todos aquellos que conforman el régimen sustantivo de la exen­
ción. Efectivamente, infundir precisión a los presupuestos fác­
Efectivamente, el legislador o en su caso la Administra­ ticos de la norma de exención, esto es, determinar con la mayor
ción en el ejercicio de sus facultades normativas en esta mate­ claridad los elementos estructurales de su régimen sustantivo
ria, sin necesidad de vulnerar las exigencias formales antes refe­ equivale a dar certidumbre a la misma, sin la que no puede con­
ridas pueden actuar arbitrariamente al crear, modificar o supri­ cebirse ningún tipo de seguridad, máxime cuando lo que se tra­
mir una exención tributaria cuando la naturaleza, contenido, fi­ ta de acotar es una realidad ya acotada por otra norma -en este
nes o efectos de ésta entre en pugna con los principios genera­ caso, el hecho exento sobre el hecho imponible-, es decir, una
les del Derecho Tributario con independencia de que éstos es­ realidad jurfdica sobre otra preexistente (215).
tén o no explícitamente recogidos en textos positivos (213). En
este sentido, tenemos que una exención vulnerará las exigen­ De esta forma, tenemos que las exigencias estructura­
cias de tipo material cuando de fa valoración de su naturaleza, les prescriben que la norma de exención exprese con la mayor
contenido, fines o efectos se deduzca, con independencia de to­ claridad y precisión el marco, contenido y alcance de las situa­
da referencia formal, que la misma es contraria a los principios ciones jurfdicas que la misma abarca, evitando al máximo cual­
que inspiran todo el ordenamiento jurídico tributario; de ahf que quier posible ambigüedad o indeterminación en el diseño y pre­
pueda afirmarse que las exigencias de tipo material -siempre y visión de los elementos estructurales que determinan el régimen
cuando aparezcan positivadas- tengan una dimensión mayor sustancial de la exención (216), ya que de no ser así además de
que las formales pues, comprenden todo un cúmulo de princi­ generar inseguridad frente al contribuyente -pues no sabría con
pios básicos -igualdad, generalidad, capacidad contributiva, certeza si está o no dentro del presupuesto de hecho de la nor­
etc.-, que constituyen la dimensión ontológica del mismo. ma de exención- se abona el campo para que la autoridad pue­
da aplicar o Interpretar, de forma y manera arbitrarla, la norma
En definitva, las exigen~s de tipo material prescriben de exención debido a las lagunas creadas por la norma (217).
la debida atención en el proceso de elaboración de la norma de
exención a una serie de principios de fondo -aquellos que inspi­ Ahora bien, la siguiente cuestión a tratar será pregun­
ran el ordenamiento tributario- de los que el legislador tributario tamos a quién van dirigidas estas exigencias. En principio, y si
80 81
se acepta nuestra posición respecto a la necesaria reserva de delegadas deberá -exigencia formal· ajustarse a los preceptos
ley en materia de creación, modificación y supresión de exencio­ de la ley delegante en el sentido de que: primero, la norma de
nes tributarias, evidentemente, éstas van dirigidas en exclusiva exención será clara y precisa, abarcando el contenido y alcance
al legislador tributario (218), pues -no es ya desde nuestra ópti­ de las situaciones que ésta configura y segundo, el principio de
ca- una fórmula poco aconsejable para atender al principio de seguridad jurldica se verá reforzado en el proceso de elabora­
seguridad jurídica, es la que por delegaciones del legislador ción de la norma de exención, ya que a la Administración se le
tributario se encomiende a la Administración a configurar o mo­ fijan unos parámetros concretos y estrictos -no discrecionales- a
dificar los elementos estructurales que configuran a una exen­ seguir para su determinación (220).
ción tributaria mediante normas de rango inferior (219). Sin em­
bargo, y a pesar de lo que venimos propugnando, ya vimos co­ 2.- La interdicción de la arbitrariedad en las exenciones, • es­
mo en los últimos tiempos se ha generalizado la mala práctica, fera aplicativa".
de delegar en la Administración la facultad de crear, modificar o
suprimir exenciones por lo que desde esta perspectiva tenemos Oentro de la esfera aplicativa de las normas de
que el ámbito de las exigencias estructurales varía notable­ exención -y no ya en la esfera productiva, que acabamos de ver­
mente. también acaecen frecuentes peligros y ataques al principio de
seguridad jurídica. Efectivamente, la posible arbitrariedad de los
En efecto, en este caso no se trata ya de que las exi­ órganos estatales en materia de aplicación e interpretación de
gencias anteriormente aludidas se materialicen directamente en exenciones tributarias, es susceptible de proyectarse en dos es­
la norma de exención emanada por el legislador tributario, sino feras concretas, a saber: primero, en la esfera administrativa y,
más bien se trata de que la norma delegante sea configurada de en segundo término, en la jurisdiccional.
tal manera que asegure, en último término, la materialización de
dichas exigencias en la norma de exención -delegada- emanada Se ha dicho en páginas precedentes que el principio
de la autoridad investida de dicha potestad, así como la elimina­ de legalidad tributaria se manifiesta plenamente en materia de
ción de cualquier vía que conduzca a un manejo arbitrario de és­ exenciones -instauración, configuración de los elementos sus­
ta. Para ello, creemos que el mejor camino a sE!guir es el sigui­ tanciales del régimen jurídico de la exención, modificación y su­
ente: primero, la ley delegante deberá ser expresa y lo más pre­ presión- se ha afirmado también que si por una parte la regla­
cisa posible; segundo, la delegación se condicionará a efectos mentación de los aspectos formales de la relación jurídica que
de que la autoridad delegada determine con la debida precisión surge de la norma de exención no están comprendidos dentro
los elementos estructurales del régimen sustantivo de la exen­ del ámbito de la reserva de ley resulta indispensable por la otra,
ción -presupuesto de hecho de la exención, ámbito cuantitativo, que la Administración ponga en acción todo el juego de potesta­
ámbito espacial, etc.-; tercero, la ley delegante deberá precisar des administrativas -entre las que se encuentra la raglamentaria­
los términos en que se verificará el establecimiento de la exen­ cuyo carácter auxiliar o instrumental posibilita la realización de
ción, en el sentido de especificar;. los principios y criterios que los derechos y deberes reconocidos por la norma de exención.
hayan de seguirse para su determinación. Así, tendremos que el Pues bien, y de acuerdo con el marco descrito tenemos que co­
principio de seguridad jurldica queda. en buena medida, prote­ menzado, en efecto, por su Instauración, configuración y
gido, pues la Administración al hacer uso de sus potestades continuando con el complejo de deberes formales e incluso
82 83
materiales que la exención puede suponer, su aplicación se en­
etc.- tienen una proyección directa en la esfera juridico tributaria
cuentra siempre reglada, y las facultades de que goza la Admi­
del contribuyente que gira en torno de una norma de exención.
nistración en orden a verificar sí se ha configurado el hecho e­ Pues bien, como ya se dijo, el despliegue de esta actividad de la
xento, si se han cumplido sus requisitos formales, etc., no son Administración Tributarla es susceptible de desenvolverse o
más que las genéricas potestades de comprobación, inspección concretarse de forma arbitraria, por tanto, será indispensable a
y control que desarrolla la Administración para verificar la efecti­ efectos de cumplir con el principio de seguridad jurídica -el cual
va actuación del sistema tributario (221).
veda la arbitrariedad de la Adminlstración- que el ordenamiento
jurídico tributario habilite una serie de recursos administrativos
Efectivamente, todo lo concerniente a la exención ha
de estar regulado por las normas y, normalmente, el llamado para que el contribuyente pueda impugnar los actos dentro del
'derecho a la exención' (222) con todas sus consecuencias jurí­ procedimiento administrativo que se trate que. a su juicio, hayan
dicas deriva directamente de la ley -'ope legls'-, sin necesidad generado un trato arbitrario por parte de la Administración Tribu­
de que los sujetos que se encuentren dentro del presupuesto de taria (227). Pero el problema de la seguridad jurídica no acaba
hecho de la exención necesiten acreditar previamente ante la aquf, ya que aún dentro del procedimiento contencioso-adminis­
Administración su derecho al disfrute (223), por lo que desde trativo se puede dar una interpretación arbitraria de la norma de
esta perspectiva el principio de legalidad de la actuación admi­ exención que gira en torno de la controversia por parte de la au­
nistrativa -al igual que cuando se trata de aplicar un tributo- se toridad administrativa. Y es que tenemos que todavía en la ac­
manifiesta con todas sus consecuencias en la disciplina de la tualidad ante la presencia de supuestos litigiosos dentro de la
exención, erigiéndose en valladar -pues delimita las fronteras esfera administrativa se pone claramente de manifiesto la preva­
entre una actuación arbitraria y otra jurisdiccional irregular- fren­ lencia de criterios marcadamente "fiscalistas' en la solución de
te a cualquier quillotro de arbitrariedad por parte de la Adminis­ controversias entre Administración y contribuyentes, con motivo
tración tributaria en esta materia, en el sentido de que su actua­ de la aplicación de las leyes tributarias y especialmente de las
ción debe someterse a lo querido sustancialmente por la norma normas configuradoras de exenciones (228).
de exención (224). Sin embargo, y a pesar de ello, tenemos que
el despliegue de la actividad aplicativa por parte de la Adminis­ Debido a ello, y como las exenciones tributarias deben
tración tributaria es, con todo, la fuente principal de infracciones aplicarse e interpretarse con marginación de la arbitrariedad, es
al principio de seguridad jurídica (225). necesario que ante toda actividad administrativa se instrumen­
ten las pertinentes medidas de defensa, a efectos de controlar el
Ahora bien, y abreviando nuestra exposición, tenemos márgen potestativo -de discrecionalidad- que en la aplicación e
que en términos generales la exención provoca -al igual que el interpretación de la norma de exención se conceda a la Adminis­
tributo- una relación jurídica compleja -cargada de deberes for­ tración pública. asegurando, en último término, la efectiva tutela
males e incluso materiales- en virtud de la cual la Administración jurisdiccional (229) Efectivamente, tanto el común de los ciuda­
Tributaria puede -y debe- actuar por medio de todo un complejo danos como los propios sujetos vinculados a la norma de exen­
de procedimientos administrativoS' (226) -comprobación, control ción están interesados en la exacta observancia de la exención,
e inspección, entre otros- cuyos resultados -reconocimiento o pues la posible arbitrariedad de la Administración Tributaria en
denegación de la exención, liquidación tributaria, devolución de este campo puede contribuir decisivamente a romper un siste­
cuotas tributarias, sanción por infracción de requisitos tormales, ma de prestaciones tributarias racionalmente concebido (230).

84 85
cho que dicho principio reclama; la doctrina italiana tiende más
Por tanto tenemos que para garantizar la seguridad ju­ bien a considerar los aspectos basilares de la certeza, como
rídica en esta materia no basta con instrumentar una serie de re· fundamento del principio de legalidad. La doctrina española.
cursos administrativos en sede de la Adminstraci6n Tributaria quizá por influencia de las anteriores, ha valorado ambos aspec­
sino que también tendrán que hacerse extensibles a la exenci6n tos, poniendo además especial énfasis en el estudio de las ma­
todos los medios de control y de impugnaci6n en sede Jurisdic­ nifestaciones o aspectos más relevantes (233). Pero. en definiti­
cional propios del Derecho Tributario que giran en torno a la ac­ va, la certeza jurídica se traduce prácticamente en la posibilidad
tuaci6n de la Administraci6n frente a los supuestos "normales· dada al contribuyente de conocer V computar sus encargos tri­
en que debe exigirse el gravamen. De esta forma la esfera jurídi­ butarios con base directa y exclusivamente a la ley. Debido a
ca del particular se verá reforzada pues en el caso de haber ello y centrándose en la exención tributaria éstas deben tener
agotado todos los recursos a su alcance en sede administrativa publicidad (234) pues de esta forma la exención podrá ser sus­
y persistir todavia -a juicio del contribuyente incólume el acto o ceptible de precisión objetiva. por parte de los particulares, de
interpretación arbitraria se podrá recurrir a la autoridad jurisdic­ sus situaciones jurídicas de tal modo que éstos puedan tener
cional (231). una expectativa precisa de sus derechos y deberes, de los
beneficios que les serán concedidos o de los encargos que
Nos encontramos pues en la esfera jurisdiccional la hayan de soportar.
cual nos puede llevar a analizar una serie de problemas que gi­
ran en torno al tema que nos ocupa; sin embargo estimamos Por otra parte, tenemos que para que la seguridad jurí­
que éste es un problema estrictamente procesal, el cual, eviden­ dica se cumpla en esta materia resultará indispensable que lle­
temente desborda los límites de nuestro estudio. Bástenos, tan vada a cabo la configuración y posterior reconocimiento de la
sólo, con señalar que en el caso de que la interpretación arbitra­ exención no puedan producirse modificaciones arbitrarias por
ria proceda del órgano jurisdiccional, al contribuyente afectado una ley posterior (235), problema que nos conecta directamente
no le queda otra vía que agotar las sucesivas instancias o apela· con el tema de la retroactividad de las exenciones tributarias.
ciones jurídicas que el ordenamiento jurídico le conceda le
conceda en cada situación, hasta llegar al Tribunal Supremo 4.- El principio de generalidad y las exenciones tributarias
(232).
B~ Fundamento v ámbito de la certidumbre en materia a) Breves notas sobre el principio de generalidad.
de exenciones.
El principio de generalidad también llamado principio
No cabe duda de que, se encuentre o no expresamen­ de universalidad florece con la Revolución Francesa (236);
te recogida en los distintos ordenamientos, la idea de certeza afirmándose en el sentido de que "todos' son "iguales" ante el
sobre el Derecho es una exigencia primaria del principio de se­ deber tributario. en un intento de acabar con los privilegios rei­
guridad jurídica. Dada la amplituQ del principio, es obvio que el nantes en aquella época (237); es decir que en sus comienzos
mismo puede ser estudiado desde muy distintos puntos de vis­ nos encontramos que este principio. que alude al carácter ex­
ta: la doctrina alemana ha solido presentar una mayor atención tensivo del impuesto, se identifica con la idea de la tasación de
a sus aspectos formales, centrándose en la estabilidad del Dere­ "todos" los individuos independientemente de la entidad de su
86 87
fuerza económica (238). Este razonamiento es totalmente lógico
lante veremos- se nos presenta, pues, el principio de generali­
dado que nos encontramos, en aquel entonces, en un Estado
dad como una especificación del principio de igualdad (242).
Uberal de Derecho que sostenía, en su vertiente económica,
que la distribución de la riqueza depende del libre desenvolvi­
b) La supuesta ruptura de la generalidad tributaria por
miento de las fuerzas económicas y tal distribución no podía ser
medio de las exenciones.
alterada por la imposición.
As!, pues, en el moderno Estado Social de Derecho no
A pesar de ello, es obvio que en la actualidad la gene­
pueden ni deben existír privilegios que rompan con los esque­
ralidad de la imposición, en el sentido de que "todo' individuo
mas de la generalidad tributaria, por lo que la exención no debe
debe tributar por todos y cada uno de los tributos, resultaría
en modo alguno configurarse como tal (243).
prácticamente Imposible y en muchos casos absurdo (239), ya
que, como es natural, quien no tiene renta ni patrimonio alguno,
A pesar de ello no faltan opiniones en las que se seña­
es decir, quien vive de la caridad o de la beneficiencia pública,
la a la norma de exención como una declaración de tipo excep­
no debe quedar sujeto a los impuestos en general.
cional, de derecho singular, lo cual implica una desviación con
respecto a una razón directriz y por tanto una excepción a la ge­
Además, en nuestros días resulta indudable el hecho
neralidad de la carga fiscal e incluso al principio de igualdad tri­
de que el principio de generalidad no debe significar que cual­
butaria (244). Sin embargo, estimamos, que si bien la función
quier riqueza por mínima que sea deba ser objeto de tributación,
desempeñada por las normas que configuran una exención tri­
sino que es necesario respetar un tope limite de no tributación a
butaria es sacar fuera la esfera de la tributación, según sea el
aquellas rentas mínimas; mismas que debido a su 'aspecto
caso, a algunos sujetos o a ciertas situaciones de hecho, que de
cuantitativo' se desprende que sólo se tiene -apenas- lo indis­
acuerdo con el presupuesto de hecho del tributo -hecho imponi­
pensable para la subsistencia (240).
ble- quedarían dentro de ésta El propugnar, por ello, la ruptura
del principio de generalidad tributaria, es fruto de un razona­
Así, pues, el citado principio se ha de formular de ma­
miento precipítado.
nera que únicamente se comprendan los casos en los que exis­
ta una capacidad tributaria de pago. Por otra parte y debido a Esta corriente doctrinal, que considera la norma de exen­
que nos encontramos en nuestra época con un Estado interven­ ción como incompatible con el principio de generalidad, tiene su
cionista, el impuesto no sólo va a contribuir a las necesidades origen en la observación de que la regla general del Derecho
públicas, sino también a una mejor distribución de la renta y del Tributario es el sometimiento a la imposición de "todas' las mani­
patrimonio, siendo única y exclusivamente conducidos a la esfe­ festaciones de capacidad contributiva (245); por lo que, vistas
ra del tributo aquellos individuos que superen este límite o tope asf las cosas, cualquier norma que permita la no imposición de
necesario para la existencia. Del anterior razonamiento se dedu­ determinadas manifestaciones de capaCidad contributiva -máxi­
ce que dicho principio no tiene et<istencia autónoma, en cuanto me si se encuentran delimitadas por el presupuesto de hecho
debe estar siempre referido al principio de capacidad económi­ del tributo- representaría una excepción a aquella regla general.
ca del que es una simple e inmediata consecuencia (241). En Pero en este caso, el problema radica en confundir la generali­
este sentido, -que es correcto pero incompleto como más ade­ dad con la universalidad; esto es, que un principio general del
88 89
xención no quebranta el principio de generalidad tributaria pues,
derecho no es absoluto, sino necesariamente debe ser relativo, el hecho de que ésta delimite -negativamente- el deber de con­
limitado. Por lo tanto, la verificación de la existencia de normas tribuir a los gastos públicos -concretamente a la norma que con­
distintas -(en este caso la diferenciación surge, en principio, en figura este deber, esto es al hecho imponible- no debe llevarnos
el efecto jurídico de ambas normas -tributación v.s. no tributa­ a la falsa conclusión de configurar a la exención como una ex­
ción- pues, todavfa no estamos en condiciones de afirmar si cepción o ruptura de la generalidad tributaria, ya que, entre el
existe o no diferenciación en el contenido o trasfondo normati­ deber de "todos" a contribuir al sostenimiento de los gastos pú­
vo)- no implica, necesariamente, la derogación del principio ge­ bUcos y la no imposición de ciertas manifestaciones de capaci­
neral, sino que puede ser su complemento por la vía de la dad contributíva -por lo demás expresamente delimitadas por el
delimitación (246). legislador tributario (249)- no existe una relación de derogación
sino de delímitación; es decir, lo segundo no contradice a lo pri­
Por otra parte, si bien es cierto que la mayoria de los mero, sino que simplemente señala su ámbito de validéz consti­
textos constitucionales seflalan el sometimiento a gravamen de tuyendo. asimismo, un principio general de carácter concurrente
"todas" las manifestaciones de capacidad económica; también lo (250).
es, por el contrario, que existe un principio general que impone
el no sometimiento a gravamen de "todas· aquellas en las que Ahora bien. y centrando nuestra atención no ya en el
se reúnan ciertas c;aracteristicas cuantitativas o cualitatívas. Y es genérico deber de contribuir por parte de "todos·, sino descendi­
que al seflalarse qUle "todos· deben concurrir al sometimiento de endo al campo de los tributos en particular, se podrla afirmar, en
los gastos públicos en razón de su capacidad contributiva, no principio, que la exención es, por definición, una excepción al
se afirma que "todos" deban hacerlo, sino que sólo "todos· aque­ principio general que inspira a un tributo determinado pues, ésta
llos que reúnan ciertas características cuantitativas o cualitativas nace y existe cuando el no sometimiento a gravamen contradi­
de tipo patrimonial" que una vez valoradas por el legislador -pri­ ce, a primera vista, los presupuestos generales del tributo de
mer destinatario de dicho mandamiento constitucional- vienen que se trate tal como fueron previstos por la ley; pero en un se­
configuradas comlo tal deber en el ordenamiento jurídico­ gundo plano resulta evidente que si la exención afecta al princi­
tributario (247). pio que inspira a un determinado tributo, no es sino el resultado
de la aplícación de un principio más amplío: el que proclama la
Pues biel1l, la consecuencia que se dema del plantea­ coherencia del sistema en su conjunto -esto es, "todos" tienen el
miento anterior es lIa conjugación de un principio general -de do­ deber de contribuir a los gastos públícos, por un lado, y "todos"
ble sentido- que es a la vez positívo y negatívo, vislumbrándose en los que se den ciertas características cuantitativas o cualitati­
dos reglas generales que se complementan y definen recíproca­ vas no se sitúan dentro de dicho deber, por el otro-, por lo que
mente, esto es, potr un lado, "todas" las manifestaciones de ca­ no se debe considerarta como excepción al principio general
pacidad económica deben ser gravadas, y por otro, "todas" a­ que ordena a un determinado tributo, ya que el primero constitu­
quellas en las que concurran cietjas características cuantitatívas ye un principio general únicamente hasta donde no entra en
o cuaJitatívas no deben ser objetode gravámenes (248). conflicto el segundo.

Teniendo en cuenta todo lo esgrimido con anteriori­


dad, creemos estar en condiciones de poder afirmar que la e­ 91
90
éste juega un papel preponderante en dos facetas de la exen­
En definitiva, y teniendo en cuenta los argumentos
ción tributaria, a saber:
aquí esgrimidos tendremos que:
10. En el ejercicio del poder de eximir.' La norma de exención
10. Los principios generales del Derecho están siempre deli­
debe atender al principio de generalidad en el sentido de que
mitados en su extensión por principios generales paralelos que
"todas" las manifestaciones de capacidad económica que por
no contradicen a los primeros debido al carácter relativo que tie­
reunir ciertas características cuantitativas o cualitativas se les
ne el concepto de principio general, el cual debe ser obtenido
considere como desiguales -por parte del legislador tributario", y
confrontando principios de contenido diverso de manera que a­
por tanto, susceptibles ae un trato desigual -en este caso, dicho
quél que puede derogar la lógica de un tributo en particular,
trato desigual se manifiesta a través de la exención-, sean preci­
puede también en cualquier caso, ser acorde con la lógica del
samente "todas" aquéllas que se encuentren en la misma situa­
sistema visto en su conjunto (251).
ción de desigualdad incluidas en el presupuesto de hecho que
configura la norma de exención (254). Desde esta perspectiva
20. La exención no deroga, necesariamente, el principio de
tendremos que cualquier discriminación o preferencia de sólo
generalidad en materia tributaria, pudiendo ser tan sólo una sim­
una parte de esta categoría de situaciones desiguales en el trato
ple delímitación de su esfera de eficacia, por lo que de esta for­
tributario, podría, ' por comportar una distinción arbitraria, ser til­
ma se constituye en un principio general favorable al sujeto pasi­
dada de privilegio y, por ello, contraria al principio de generali­
vo, delimitador del principio que liga la contribución al sostenimi­
dad tributaria (255).
ento de los gastos públicos por parte de "todos" (252).

Después de cuanto llevamos dicho, resulta claro que En s(ntesis, el principio de generalidad tributaria exige
las exenciones no chocan contra el principio de generalidad tri­ que "todas" las situaciones que sean consideradas como desi­
butaria, máxime si aquéllas tienen su fundamento jurídico en el guales a efectos del trato tributario, deberán de tener precisa­
mismo principio de capacidad contributiva -caso del mínimo e· mente "todas· la misma consideración tributaria en el marco de
xento-, pues como ya vimos, el principio de generalidad tributa­ la norma que da un tratamiento especifico a las mismas -en este
ria únicamente es comprensible en relación con el de capacidad caso la exención- (256).
contributiva (253),
20. En la aplicación de la norma de exención.- Como conse­
c) Exigencias del principio de generalidad tributaría en cuencia del planteamiento anterior, tendremos que el principio
materia de exenciones de generalidad exige a la Administración que al aplicar una e­
xención tributaria, debe hacerlo de forma tal que a "todas· las si­
En definitiva, lo que veda el principio de generalidad tuaciones que tengan cabida en el presupuesto de hecho que la
tributaria, es el privilegio, la distinción arbitraria, caprichosa e in­ configura se les reconozca su calidad de exentos, sin discrimi­
justificada. De ahí que si bien la $Cención no contraría el princi· nación alguna; ya que de no hacerlo asl se vulneraría la genera­
pio de generalidad tributaria, ello no obsta para que el multipli­ lidad e igualdad tributarias.
cado principio esté presente en esta materia, pues precisamente

92 93
5.- EXENCION y PRINCIPIO DE IGUALDAD TRIBUTARIA son iguales y la ley no debe hacer discriminación "en principio'
de determinados individuos o grupos de individuos. Dentro de
a) Breves notas sobre el principio de igualdad. esa igualdad en la ley, se distingue la igualdad jurídica -que se
refiere a las condiciones físicas o morales de la persona huma­
El principio de igualdad florece con la Revolución na;-raza, sexo, religión, ideas políticas, etc.-, y la igualdad eco­
Francesa como un instrumento de modificación del ordenami­ nómica -la que se relaciona con las posibilidades económicas
ento social, de abolición de la distinción de clases y de atribu­ del contribuyente, su situación patrimonial-. Esta es la concep­
ción a todos los individuos de un trato igual como "status' jurí­ ción clásica en la que el principio de igualdad tenderla a la ob­
dico fundamental (257). Por ello tenemos que en un principio se tención de la justicia tributaria por la vía de neutralídad (263).
habla de igualdad ante la Ley, como expresión del intento
innovador de sustituir el ordenamiento clasista por un ordena­ Por otra parte y concibiendo la norma Tributaria como
miento fundado en la igualdad social de los individuos (258). En un instrumento de política fiscal. comienza a plantearse la posi­
el siglo XIX la igualdad ante la Ley viene a identificarse con la bilidad de atender a la igualdad a través de la ley; es decir, que
soberanía y la imparcialidad del Derecho, obligando a los órga­ el Tributo puede ser utilizado como un instrumento para lograr la
nos jurisdiccionales y administrativos a aplicar uniformemente la igualdad entre los ciudadanos. El fin de la igualdad a través de
Ley a cuantos se encuentran en las condiciones por ella previs­ la leyes lograr la "justicia social" por la vía de la redistribución de
tas, perdiendo así gran parte de su contenido primario. la riqueza, y el empleo de la imposición con fines de intervención
económica, por ejemplo incentivar ciertas actividades o desalen­
El desarrollo del principio ha sido de gran importancia, tar otras. Por su parte, F. NEUMARK lo define como aquel prin­
tanto del punto de vista jurídico como del económico. encami­ cipio -igualdad por la ley- en virtud del cual 'Ias personas, en
nando siempre a determinar que se debe entender por igualdad tanto estén sujetas a cualquier impuesto y se encuentren en
(259). De esto ha derivado que el alcance del principio venga iguales o parecidas condiciones relevantes a efectos tributarios
determinado por el desarrollo jurisprudencial de cada país (260). han de recibir el mismo trato en lo que se refiere al impuesto res­
Así,la concepción moderna de la igualdad jurídica se basa en la pectivo", señalando que de esta definición se deriva como con­
fuerza de las orientaciones jusnaturalista, rejuvenecidas, especi­ secuencia lógica el principio de la desigualdad en el trato tribu­
almente en Alemania, en el período inmediatamente posterior a tario de las personas que se hallen en condiciones desiguales
la primera guerra mundial; de ahí que el citado principio no solo (264).
signifique igualdad ante la Ley, -que la ley se aplique de igual
manera a todo el mundo- sino que la misma debe dar un trata­ Pues bien, suele aceptarse como punto de partida que
miento igual, respetando, por otra parte, las desigualdades en el principio de igualdad "permite al legislador emanar normas
materia de cargas Tributarias (261). Surge así el concepto de diferenciadas en atención a situaciones objetivamente diversas,
igualdad en la misma ley, obligando al legislador a proporcionar a fin de que dichas normas respondan a la exigencia de que la
un tratamiento igualitario de los ~ntribuyentes. Desde este pun­ disparidad de tratamiento esté fundada sobre presupuestos
to de vista, el principio es un límite impuesto al poder legislativo, lógicos, los cuales racionalmente justifiquen la adopción hecha"
el cual responde a la concepción clásica del Estado liberal
(262). Tenemos entonces que en esta etapa todas las personas
94 95
(265), evidenciándose con cierta nitidez la tendencia -por lo de­ compatible la exención tributaria con el ordenamiento Tributario
más generalizada prácticamente en todos los ordenamientos en su conjunto, y en particular, con los valores que inspiran una
constitucionales (266) -a afianzar más un principio de "igualdad sociedad -plasmados en normas constitucionales- en general;
social", sustancial o de hecho (267), que el tradicional o clásico por ello, si en un principio el fundamento de las exenciones se
significado -puramente formal- del principio de igualdad como encontraba en la carencia de una capacidad económica grava­
un principio superior del Derecho Constitucional que exige, bajo ble (274), -caso del mínimo exento- actualmente tenemos que
los postulados del Estado Social de Derecho, considerar priori­ éstas encuentran su fundamento concretamente en exigencias
tariamente, en un plano objetivo e imparcial. las diversas situa­ derivadas directamente del mencionado principio.
ciones sociales y económicas de los ciudadanos. o dicho en
otras palabras, exige tener en cuenla esas circunstancias para Así, pues, dada la generalidad con que en nuestros
tratar de modo Igual las situaciones iguales y desigualmente las días la norma tributaria define el presupuesto de hecho del tri­
diversas situaciones (268). En síntesis el principio de igualdad buto, las exenciones vienen a cumplir la función de enervar o
excluye las preferencias, no la diversidad; con lo que, el princi­ modificar la carga tributaria en determinadas situaciones, in­
pio igualdad parece desplazarse hacia una configuración más cluídas en el presupuesto de hecho y que, por encerrar una 'ra­
próxima a la idea de no discriminación, máxime cuando no apa­ tio legis" distinta de la de aquél, éstas son tenidas en cuenta
rezca basada o apoyada en razones de interés general debida­ como meritorias para llevar a cabo una disparidad de trato (275).
mente justificadas (269); pasándose, en tin, de un Igual trata­ La exención se convierte de esta forma en una categoría de
miento mecánico de todas las personas -concepción clásica- a técnica legislativa, en un elemento que resulta imprescindible
la proporcional igualdad de las cargas del ciudadano frente a las para el logro de la justicia en el establecimiento de los tributos
necesidades vitales dentro del Estado Social (270). (276). Tenemos así que la exención se instrumenta como una
medida que adopta el legislador para evitar que la incidencia de
b) La exención como un mecanismo para el 109ro de la los tributos sea tan uniforme que conduzca a idéntico trato para
igualdad Tributaria. situaciones que, en coherencia con los principios generales del
ordenamiento, merecen distinta valoración y, en consecuencia,
Pues bien, sólo, en efecto, entendiendo la igualdad co­ distinto tratamiento (277).
mo mera uniformidad (271), cabria considerar a la norma de
exención como contraria al principio de igualdad (272); pero co­ Son, pues, las exenciones no una disposición singular
mo se ha señalado hoy día esa identificación no es ya sosteni· o un privilegio -mismas que quebrantan la igualdad tributaria­
ble, ya que en ciertas ocasiones- de desigualdad material entre aplicable a los presupuestos de hecho que contemplan. sino
otras· es necesario instrumentar un trato desigual. Partiendo de todo lo contrario (278), un instrumento para evitar que una exce­
la desigualdad de supuestos a los que la ley debe aplicarse, se siva uniformidad en la aplicación del tributo suponga un peligro
exige una cierta disparidad en el tratamiento de los mismos para para la realización del principio de Igualdad, cuyo contenido
poder reconducirlos a una situ~ión de igualdad (273). puede entenderse como garantía de respeto a la coherencia in­
terna del ordenamiento y, por consiguiente. como prohibitivo de
Creemos que es precisamente aquí donde encuentra ­ que a situaciones con valoraciones diferentes -desde la pers­
en buena medida- un punto de apoyo el considerar coherente y

96 97
pectiva constitucional- le sea aplicada una misma normativa
modificarse en parte las concepciones sobre la igualdad, o
(279).
adoptarse otras, ello está perfectamente justificado por la otra
finalidad a cumplir. Además, y como hemos señalado, en tanto
Desde esta perspectiva la exención opera como un
las exenciones estén establecidas en la ley, darán a los contri­
instituto jurídico por medio del cual se elude el peligro de que
buyentes -beneficiarios o no- la seguridad y certeza que
una extrema igualdad formal ante la ley tributaria venga a obsta·
requiere el Derecho.
culizar la efectiva aplicación del principio de igualdad en su sen­
tido real o material (280). En efecto, este aspecto de la igualdad
6.- EXENCION y PRINCIPIO DE CAPACIDAD CONTRIBUTI­
nos abre el camino para poder afirmar que la exención tributaria
VA
guarda respeto al principio de igualdad e incluso se podría decir
que existe una cierta compatibilidad del citado principio con la
a).-EI principio de capacidad contributíva y su importan­
utilización del tributo en general y las exenciones en particular,
cia en el derecho tributario.
como instrumento de la política de redistribución de ingresos o
de las políticas de estabilización y desarrollo. Para JARACH la
El principio de capacidad contributiva es uno de los
solución a este planteamiento vendría dada por la circunstancia
principios más importantes y fundamentales para la cabal com­
de que la capacidad contributiva -principio que como veremos
prensión de un sistema tributario (282). Este principio ha sido
más adelante se vale de la igualdad- en la actualidad no es una
empleado para justificar ética y jurídicamente el poder de im­
medida objetiva de la riqueza de los contribuyentes, sino una
posición del Estado, y ha sido recogido, en forma expresa o im­
valoración política de la misma (281). El principio de igualdad se
plfcita por buen número de constituciones, que establecen que
identificaría, para este autor, con el de la capacidad contributiva,
todos los ciudadanos tienen la obligación de contribuir a los
y éste contempla todos los valores importantes para la compren­
gastos públicos de acuerdo con sus facultades (283). Por otra
sión de la riqueza real del contribuyente. El tributo debería ins­
parte, otras constituciones no se refieren tan concretamente al
trumentarse sobre los valores que constituyen las ideas del go­
principio en cuestión; sino que establecen que todos los ciuda­
bierno. De esta forma, no existiría contradicción entre los fines
danos son iguales ante la ley, de lo que se extrae el princípio de
de la política fiscal, en la cual las exenciones desempeñan un
igualdad ante las cargas tributarias, lo que significa la consagra­
papel determinado y el principio de igualdad. en un momento
ción en el campo financiero del concepto de igualdad y respon­
dado en un país dado.
de, en distinto término, a concepciones políticas extrafiscales
(284).
Para finalizar con este punto, hemos de señalar que en
nuestra opinión la armonización del principio de igualdad con la
Asf tenemos que el principio de capacidad contributi­
utilización de exenciones -incluídas las extrafiscales- debe
va no es algo que se acepte o se repudie, sino que es una direc­
buscarse en base a la coexistencia del principio de igualdad con
triz constitucional de forzosa aplicación en el sistema tributaría
otros de igual jerarqufa, coma. el de bienestar general o soli­
(285); por ello este principio caracterfstico del tributo, es el que a
daridad nacional; ya que, en la actualidad, puede decirse que
la vez constituye su fundamento o causa jurídica; ya que, preci­
los principios de bienestar general o desarrollo económico, son
samente, es el medio por el cual un hecho de la vida es tomado
tan importantes como el de igualdad, y si para su logro deben
98
99
por la ley como presupuesto de hecho de la obligación tributaria respecto a la tasación tributaria, en cuanto está recogido en
en cuanto es índice o síntoma de riqueza (286). preceptos de necesaria observancia, por lo que resulta eviden­
te que sólo los hechos de la vida social que sean índice de ca­
En este sentido, este principio, 'per se' económico- fi­ pacidad contributiva pueden ser constituidos en presupuestos
nanciero, cuya primera integración conceptual en el sentido tri­ del nacimiento de la obligación tributaria; es decir, que el prin­
butario fué realizada por GRIZJOTTI y sus discípulos (287), se cipio de capacidad contributiva debe erigirse como criterio de le­
nos presenta como criterio de tasación por si solo suficiente, gitimidad de las leyes fiscales y de su justicia (292).
aunque, como veremos más adelante, susceptible de ser com­
plementado, en cuanto reflejo de la justicia tributaria, que exige b).-Breve análisis sobre su contenido.
que para existir obligación de tributar debe haber capacidad
para contribuir (288), yen cuanto especificación del principio de Se suele aceptar que lo más difícil consiste precisa­
Igualdad, ya que através de él se garantiza la igualdad de trata· mente en determinar el contenido o significación de la locución
miento de los que se encuentran en la misma situación de he­ capacidad contributiva (293). Un rápido repaso de la literatura
cho y asegura la uniformidad de las discriminaciones de los su­ elaborada en tomo a esta cuestión nos indica que este significa­
jetos que se encuentran en distinta situación; contribuyendo de do ha cambiado notablemente desde sus inicios hasta nuestros
esta forma a una equitativa repartición de la carga tributaria días (294). Así, pues, la concepción varía y es relativa: en una
(289). concepción primitiva se enlaza a la posesión de riqueza consi­
derada en sí misma Luego el concepto se afina y se relaciona
Como consecuencia de lo hasta aquí expuesto, recha· con la. persona titular de la riqueza, su situación en la sociedad,
zamos de entrada todas aquellas tesis doctrinales que lo han el núcleo familiar que integra y la teoría del valor decreciente de
considerado como un principio general de Indole programática, las distintas fracciones de riqueza poseídas por el contribuyen­
irrelevante, carente de contenido, para-jurldico, que interesa só· te; sin entrar a determinar todas las justificaciones que se han
lo al economista (290); y es que sea cual fuere el fundamento dado de la imposición progresiva.
del principio, el hecho es que está recogido por las leyes cons~
titucionales de casi todos los paises, por lo que se produce una D'ALBERGO (295) define la capacidad contributiva co­
doble consecuencia: mo 'Ia medida en que los ciudadanos pueden soportar la carga
tributaria teniendo en cuenta las respectivas situaciones perso­
a).- 'En cuanto sirve para conocer el criterio de distribución de nales·. Pone de relieve el elemento objetivo, cantidad de riqueza,
las cargas públicas que debe seguir el legislador tributario; y el subjetivo, las situaciones de los particulares (296). El ele­
mento objetivo, la posesión de riqueza, se manifiesta, en gene­
b).- En cuanto, por su propia formulación constitucional, de· ral, por signos externos: la simple posesión de un bien, o por las
termina un límite para el ejercicio del poder impositivo' (291). manifestaciones de la riqueza como indicio de la capacidad
" contributiva apreciados en dos momentos: cuando se adquiere
Por tanto, estamos frente a un principio que obliga al la riqueza, por ejemplo. aumento de patrimonio, o cuando se
legislador tributario en todos y cada uno de sus actos legjslati~ consume la riqueza en la etapa dal gasto (297).
vos a seguir determinadas orientaciones en sus juicios de valor
100 101
Por otra parte tenemos que el progreso científico y po­ c).-EI mlnimo exento como elemento estructural de la ca·
litico de la Hacienda indica que no todos los ingresos ni todos pacidad contributiva
los gastos pueden ser considerados como signos de capaci­
dad contributiva, por lo que se ha investigado qué manifestacio­ Como hemos señalado anteriormente es doctrina co­
nes son las que se deben ser tenidas en cuenta. En este sentido mún aceptar que el contenido Jurídicamente necesario de la ca·
la doctrina admite, en general, lo que se llama índices directos pacidad contributiva es que ésta debe basarse siempre en la
de capacidad contibutiva, como son la posesión de bienes o la fuerza o potencialidad económica del sujeto a la imposición
percepción de rentas; éstos no suscitan dudas en cuanto su (304); pero, por otra parte, se admite también que para que el
identidad para servir de elemento material de la definición de he­ concurso a los gastos públicos se adecué a la misma, es nece­
cho imponibles; aunque, por otra parte, eXÍsten también otros sario no sólo gravar los Indices de riqueza que antes apunta­
(ndices a tomar en cuenta, como son los llamados indirectos, mos, sino que se ha de tener en cuenta la situación particular
siendo éstos los que presentan mayor dificultad en el momento que rodea al contribuyente (305).
de adoptar/os como presupuesto de hecho de un tributo, por su
A este respecto, el legislador tributario en un primer
gran complejidad en el ámbito de su valoración (298).
plano no sólo ha de buscar fuentes de recursos susceptibles de
Ahora bien, tras las primeras incertidumbres interpreta­ tributación, sino que antes es necesaria una valoración de típo
tivas, doctrina y jurisprudencia han convenido en que el concep­ cuantitativo atendiendo las variantes circunstancias sociales y
to capacidad contributiva presupone en principio una referencia económicas en un tiempo y lugar determinado, con el fin de fijar
a la potencia económica global (299); por lo que el reparto de /a un lrmite mlnimo por encima del cual surja o se tenga aptitud pa­
carga tributaria exige la determinación concreta de la prestación ra ser objeto de tributación (306).
tributaria de cada individuo (300). GIARDINA distingue a estos
De las formulación antes indicada surge el principio de
efectos la capacidad contributiva absoluta, que es la aptitud
la exención del mlnimo vital, el cual podríamos definir como
abstracta para concurrir a las cargas públicas (301); y por otro
aquel mínimo de recursos económicos indispensables para a­
lado la capacidad contributiva relativa, criterio orientador de la
frontar las necesidades primarias y esenciales de existencia o
determinación concreta de la carga tributaria; siendo esta última
subsistencia, garantizado en la carta constitucional a favor del
de gran importancia, pues no basta con saber que han de con­
ciudadano por el hecho de ser persona. y sobre los que el impu­
tribuir al levantamiento de las cargas quienes tengan ciertos re­
esto no deberá recaer (307).
cursos para ello, sino que es preciso averiguar en qué medida
es capaz cada sujeto, siendo éste criterio el que presida la elec­
ción de los métodos impositivos (302); métodos que resultarán En este orden de cosas l. MANZONI (308) expone que
de la combinación de los siguientes criterios esenciales: la natu­ 'no se puede confundir la capacidad económica con la capaci­
raleza real o personal de los pr~supuestos objetivos del tributo; dad contributiva en el sentido de que primero es la capacidad
la estructura, proporcional o progresiva, de los tipos de grava­ contributiva'; por lo que para que 'una situación de hecho sea
men, y el carácter objetivo o subjetivo del tributo (303). legítimamente asumida como hecho imponible es necesario, no
sólo que sea índice de una capacidad económica, sino que ésta
ha de ser superior al mlnimo vital', de ahí el aforismo 'primun vi­

102 103
vere deinde contribuire·, que no quiere decir otra cosa sino se­ ción del mecanismo impositivo y la ordenación de otros meca­
ñalar que existe capacidad económica -aptitud para contribuir­ nismos jurídicos tan potenciados en nuestros días como el de
cuando, una vez detraído el mínimo vital, existen recursos eco­ las prestaciones sociales, pues ·no parece tener sentido alguno
nómicos para contribuir (309). Así, pues, tenemos que para que recaudar impuestos de aquellos sujetos a los que al mismo tiem­
exista una aptitud a efectos tributarios es necesario tener en cu­ po tiene que series garantizada una ayuda social con el fin de
enta dos elementos esenciales: asegurarles el minimo de existencia· (313).

a).- El volúmen de recursos que el sujeto posee para satisfa­ Se requiere, por tanto, que en todo caso el tribulo res­
cer con ellos el gravamen. pete por lo menos ese elemento esencial de personalización
que es la exención del mínimo vital, puesto que la posesión de
b).- La necesidad que de tales recursos se tiene (310). una renta no superior a lo estrictamente necesario para la exis­
tencia, o el consumo de un bien de primera necesidad ·en lugar
Por tanto, entendemos que la fórmula cuantitativa a de demostrar índices de recursos manifiestan un estado de ne­
efectos da determinar la aptitud para contribuir a los gastos pú­ cesidad· (314).
blicos, contiene en sí misma la idea de las limitaciones y de las
exenciones que se han de conceder en atención a quien haya d).-la exención del mínimo vital y la problemática de su
de contribuir no tiene recursos suficientes para hacerlo, o si bien extensión.
los tiene, por una situación determinada se produce una reduc­
ción en los mismos (311); pero, en todo caso, esta falta de apti· Otra cuestión importante, y que conviene citar. es la
tud a efectos de contribuir a los gastos públicos no surge de problemática de la exención del mínimo vital y su extensión. En
una circunstacia de hecho, sino, más señaladamente, de una este sentido estimamos que el concepto del mínimo no suscepti­
valoración que de ella hace el legislador (312). ble de imposición encierra un contenido mucho más amplio que
el significado del mínimo físico o vital de existencia, derivando la
Por ello estimamos que la fijación de un límite mínimo extensión del mismo en función de la garantla de los derechos
de no imposición, resulta lógica y Jurídicamente justificado, ya económicos y de los objetivos económico-sociales proclamados
que está conectado con la razonable presunción de ausencia en el texto constitucional (315).
de recursos económicos, e incluso se podrla decir que no sólo
está plenamente justificado, sino que ha de ser un principio Por tanto, estimamos que la exención del mínimo de
vinculante para el legislador tributario, por lo que serán forzosa­ subsistencia ha de suponer para el legislador tributario una haz
mente no susceptibles de gravamen aquellos sujetos que perci­ de exigencias mucho más estrictos de lo que a primera vista su­
ban rentas tan modestas que apenas sean suficientes para sa­ giere. En consecuencia, la adopción de la capacidad, vista ce­
tisfacer elementales necesidades humanas, y de no ser así se mo aptitud a efectos de ser susceptible de gravamen, ha de re­
estará vulnerando la justicia tlibutaria, ya que se estarla gra­ presentar no ya el mínimo ético indispensable para no atentar
vando una situación donde no existen recursos para tributar; contra la justicia material de los tributos, sino el mínimo lógico
pero además de encontramos ante un caso flagrante de injusti­ exigible para asegurar una existencia digna y libre al individuo
cia fiscal, estaremos frente a una incongruencia entre la regula­
104 105
(316). A pesar de ello somos conscientes que la cuestión no se
presta a generalizaciones teóricas, pues habrá que remitirse a no cabe discutir; sin embargo ésta valoración aparece puesta en
las decisiones más o menos discrecionales que el legislador tri­ cuestión cuando advertimos que hoy dia nas encontramos con
butario puede adoptar en base a complejas valoraciones econÓ­ una realidad evidente: la existencia de exenciones no ya
micas y sociales (-pero siempre en relación con el techo mínimo fiscales, que son las menos, sino con una amplia gama de exen­
de los derechos económicos y sociales amparados por el man­ ciones extraflscales. De aqur cabe plantearse las siguientes Inte­
dato constitucional-) sobre cuál debe ser la magnitud de renta rrogantes: ¿Cómo explicar1as?, ¿Tiene algún fundamento jurídi­
deseable a partir de la cual ha de ser pOSible el sometimiento a co, o cabe entenderlas como instrumentos extrajurídicos?,
gravámen (317). ¿Contradicen el principio de capacidad contributiva? A estas in­
terrogativas trataremos de dar solución a continuación.
Sin embargo, entendemos que el concepto de mínimo
exento deberá contener en su definición una valoración lo más a).-Las exenciones extrafiscales y su presencia en el ac­
completa posible, en términos cuantitativos y cualitativos, de las tual Estado Social v de Derecho.
necesidades del contribuyente por razones diversas de las deri­
vadas de su propia naturaleza de persona; es decir, debe abar­ Ante la presencia de exenciones, cuya concesión es
car tanto la vida física (salud, asistencia, bienes de propia nece­ debida a razones extrañas a al fiscal o recaudatoria, es decir
sidad, etc.) como la vida espiritual (fama, formación social, desa­ cuando supuestamente se conciben y aplican en atendón a mo­
rrollo de la personalidad, etc.) (318). tivaciones extrajurídicas, se ha señalado que dejan de ser me­
dios perceptivos del sistema tributario y pasan por tanto a ser
Además el concepto del minimo exento habrá de ence­ instrumentos extraños a la frnalidad primordial del tributo (el me­
rrar una valoración no sólo de tipo individual, sino que también dio de recaudar ingresos y expresión del deber constitucional
hará referencia a las circunstancias familiares del individuo, por de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos), ya que al
lo que los tributos que recaigan sobre las personas tendrán en quedar ésta finalidad marginada, puede la medida fiscal y en es­
cuenta las situaciones familiares (319). te caso la exención, vulnerar la justicia tributaria y en virtud de
ello, como es lógico suponer, tal instrumentación habrá de tildar­
se de ilegitima
En definitiva, lo que se debe de eludir es la determina­
ción del mínimo vital de forma arbitraria por parte del legislador
tributario, por lo que, bástenos con señalar que éste deberá En este sentido, la consideración del tributo como re­
atender a ciertos limites de prudencia y racionalidad (320). curso de la Hacienda, implica que el interés jurídico especifico
protegido por el ordenamiento Constitucional es de naturaleza
7.- LA CONFIGURACION DE EXENCIONES POR RAZONES financiera, representado en este ámbito por la efectiva realiza­
ción del crédito tributario de acuerdo con las exigencias de las
DE POUTICA ECONOMICA y SOCIAL.
directrices contributivas. Por tanto, toda norma que exima o re­
."
Hasta aquí tenemos a la exención tributaria como un
duzca, en su caso, la carga tributaria en detrimento de los recur­
claro elemento configurador de la capacidad contributiva, pues, sos tributarios además de atentar contra la Hacienda habrá de
en este aspecto, son una exigencia de la justicia tributaria que suponer una ruptura en el equilibrio de la distribución de sacrifi­
cio tributario. Sin embar~o, entendemos que en el actual Estado
106
107
Social y de Derecho (321), esa valoración Inicial aparece puesta Pues bien, en un primer plano se puede decir que las
en cuestión cuando el tributo se presenta como figura polivalen­ exenciones extrafiscales actúan en contra del interés fiscal, ya
te (322), en función de los distintos objetivos que se le asigne al que, de acuerdo con lo hasta aquí dicho, el sistema tributario
Estado en el propio ordenamiento jurídico (323). Surgen así, en bajo el prisma de la Hacienda pública debe verse como instru­
el seno del Estado moderno dos valoraciones distintas y. desde mento de recaudar medios económicos al Estado, para el de­
cierta perspectiva, contradictorias. La primera de ellas se centra sempeño de sus fines, sistema que se ha cimentado y sigue ci­
en la justicia tributaria o financiera, que consiste en la distribu­ mentándose en normas constitucionales que, además de justifi­
ción o reparto del coste de la actividad pública según el poder car jurídicamente las prestaciones tributarias. sirven de directriz
económico de cada contribuyente; la otra, es la que encuentra para ordenarlas justamente. Por tanto, dado que las grandes di­
en el tributo su virtud para incidir en el sistema económico y so­ rectrices tributarias aparecen señaladas en los textos constitu­
cial, a través de la cual se pretenden incrementos del bienestar cionales, éstos han de imprimir también su tónica al régimen de
material y social de la comunidad. las exenciones, por lo que cualquier norma de exención que no
actúe dentro de las fronteras de dichas directrices habrá de con­
En principio, ambas valoraciones se presentan como siderarse contraria a los Intereses fiscales y por ende contraria a
sugestivas y dignas de ser tomadas en consideración; pero, en la justicia fiscal,
oualquier caso, es una realidad palpable que, como consecuen­
cia de la doctrina de la hacienda funcional, se ha generalizado Sin embargo, nos encontramos con que las normas
en los estados contemporáneos el fenómeno de utilización del que reguJan las exenciones extrafiscales no se estableoen neceo
tributo con fines extrafiscales (324); siendo, de todos los aspec­ sariamente contra aquel interés -el fiscal·, sino más bien como
tos del fenómeno tributarlo a través del cual se manifiesta aque­ un instrumento que tiene como función, por regla general. la de
lla utilización, el más importante el conglomerado de beneficios atemperar el interés fiscal frente a otro interés en cierta medida
fiscales, entre los que destaca notablemente la exención tributa­ distinto, pero que se tutela por el mismo ordenamiento jurídico .
ria, la cual aparece concebida, generalmente, como Instrumento de ahí la polivalencia de éste- al considerarse igualmente digno
de política económica y por tanto de distinta forma a los princi­ de protección (325).
pios que presiden la ordenación del tributo de acuerdo con su
finalidad fiscal o financiera. Es, pues, en este punto donde surge la polémica en el
seno de la Doctrina jurídico-financiera en cuanto al planteamien­
Asi, pues, ante esta disyuntiva surgen una serie de to sobre la legitimidad o ilegitimidad de la medida extrafiscal; es
cuestionamientos a los que ineludiblemente hemos de respon­ decir, si ha de considerarse lícito subordinar el interés fiscal y
der, de entre los cuales destacan los siguientes: ¿la medida ex­ sus principios ordenadores a las exenciones extratiscales. Por
trafiscal necesariamente se establece contra el interés fiscal?, su parte, la Doctrina que supone una colisión casi siempre inevi­
¿en caso de incompatibilidad entre fines fiscales y extrafiscales table entre los criterios del reparto justo de la carga tributaria y la
cuál de estos habrá de prevaléter?, ¿existe la posibilidad de utilización de las exenciones extrafiscales, ha reaccionado
integrar ambas valoraciones en el campo tributario? utilizando diversas vías. Por ejemplo, SAINZ DE BUJANDA, que
habla en términos de ilegitimidad, señala que "la equitativa
b).-EI interés fiscal y la exención extrafiscal.
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108
fines fIScales de los extrafiscales (330) y, por otro, los fines extra­
distribución de la carga fiscal no puede sacrifcarse para el logro fiscales constituyen irrenunciables exigencias éticas (331).
de otros fines, por muy elevados y atrayentes que estos sean"
(326), de suerte que "jamás la injusticia puede servir a la justicia! .sí, pues, hoy dr3 no podemos concebir el impuesto
(327). como simple instrumento recaudatorio para la cobertura de los
gastos públicos; los tributos deben estar fundados, no sólo co­
Para JAVIER LA8ARTE "existe una primera aproxima­ mo medios de contribuir a las CrJ 'gas públicas, sino también a
ción a la problemática que plantea el principio de capacidad los fines extrafiscales que el eOld público se propone en virtud
contributiva para comprender que, cuando la imposición del tri­ de las importantes e inexcusables funciones por él asumidas
buto se rija por este criterio, queda a la Administración una posi­ (332).
bilidad muy limitada de utilizar el impuesto con fines de regula­
ción económica. Los instrumentos impositivos son medios m~ c),-La exención extrafiscal y su justificación en el sistema
limitados de intervencion, si deben reducirse al campo que les tributario.
marca una estrecha relación (de proporcionalidad o de progresi­
vidad) con la capacidad de los sujetos . , , , . El impuesto con Por otra parte estimamos que la polivalencia del meca­
fines extrafiscales -es utilizado- en forma abiertamente opuesta a nismo tributario es un dato que aunque hay que tomar en cuen
la mayoría de las veces al principio de capacidad contributiva" ta, resulta ciertamente irrelevante si no se puede justificar o ex­
(328). YEBRA, quien se pronuncia en el sentido de la formula­ plicar cómo una manifestación de riqueza gravable puede que­
ción propuesta por SAINZ DE BUJANDA, señala que es dar exonerada del deber de contribuir al sostenimiento de los
precisamente en relación con los beneficios fiscales donde se gastos públicos.
pone de manifiesto el conflicto entre los principios constituciona­
les y el uso de la medida extrafiscal considerando a ésta "como Sobre este punto hemos de destacar que en el caso
portillo abierto a la vulneración del principio de capacidad concreto de las exenciones extrafiscales, ese fundamento se
contributiva.. ,". Agregando que "la posible colisión entre los encuentra en la justificacIón misma de la contribución ·deber de
postulados constitucionales y la medida extrafiscal, puede contribuir-o De modo que si la riqueza, en principio sujeta, se exi­
producirse por la abundancia con que el legislador concede me del cumplimiento de dicho deber y puede, por ello mismo,
exenciones o beneficios de dudosa justificación, o por los abu­ dedicarse a otros fines, que redunden en interés público o bien
sos de apoyos fiscales' (329), que reduzcan, a través de una mayor participación de la riqueza
privada, el volumen de las cargas públicas asumidas por el Esta­
En principio, la solución dada por esta corriente Doctri­ do, la exención habrá de estar plenamente justificada, no a pe­
nal resulta indudablemente acertada pero sólo en el marco his­ sar de, sino incluso desde la perspectiva de los propios criterios
tórico que fué concebida. ya que el ciclo financiero se cerraba materiales de reparto de las cargas públicas (333),
con dos operaciones tan sólo; el Estado gastaba y los súbditos
contribuían a ese gasto en propárción a sus haberes, más sin En este seqtldo, los autores italianos que se han ocu­
embargo, este tipo de argumentos son criticables en un Estado pado de los temas relativos a la justicia tributaria, y en particular
moderno donde, por un lado, es casi imposible deslindar los del principio de capacidad contributiva, se muestran, en lineas
111
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que reforzar1os en cuanto a su premisa fundamentaJ; es decir
generales, partidarios de la compatibilidad entre la vigencia del que. en todo caso, tendrá que existir un mecanismo de control
citado principio y la existencia de normas tributarias -de exen­ (336) a efectos de asegurar que el destinatario de la norma de
ción o de otro tipo- establecidas con fines extrafiscales. Como exención dedique el excedp.nte de riqueza que le produce el dis­
muestra representativa de ello tenemos la opinión de l. MANZO­ frute de tal situación jurfdica en provecho del interés general o
NI, para quien la compatibilidad reside en el propio concepto del de los objetivos que han de cumplirse con dicha riqueza, ya que
principio de capacidad contributiva como principio de reparto de de no ser ~(, la medida extrafiscaJ se convertiría automática­
los gastos públicos, de tal modo que "siempre que el partícular mente, no ya en un medio para el logro de la justicia fiscal, sino
destine una parte de los propios medios económicos a finalida­ en un instrumento para la injusticia tributaria (337).
des de interés público o de utilidad pública, ello determina, por
lo menos, una reducción de los gastos públicos y, en conse­ Por otra parte, nos encontramos con que, hoy día el le­
cuencia, una reducción de la carga tributaria global. Por ello, si gislador tributario, al contemplar la realidad social al objeto de
es cierto que el ente público no puede repartir más que los gas­ crear un tributo, no se limita tan sólo al aspecto económico -ele­
tos que sostiene, y no los que debería sostener si no chocase mento riqueza-, sino que en sus valoraciones tiene en cuenta
en mayor o menor medida con la iniciativa privada, ello no signi­ otros aspectos de carácter objetivo. como pueden ser, entre o­
fica que aquel consurso, suministrado por el particular a la con­ tros, el valor de la aportaci6n de los contribuyentes a los fines de
secución de los fines públicos, con independencia de cualquier la Nación y del Estado, o su posicl6n en la comunidad. Es este
relación de carácter fiscal, no pueda ser tenido en cuenta por el sentido los órganos que se encuentran investidos del poder de
ente público con fines de un más exacto reparto de la carga imposición estiman que sólo así podrá considerarse la imposi­
tributaria, y por ello, de una aplicación más completa del princi­ ción como justa Debido a ello se deducen legítimas discrimina­
pio de igualdad tributaria" (334). ciones en la imposición, que son imposibles de reconducir a me­
ras diferencias económicas; pero ello no supone de niguna for­
En el ámbito de la Doctrina española además de las ma que el principio de igualdad y el de capacidad contributiva
posiciones ya señaladas, existen otras que se manifiestan en estén desvinculados (338), ya que. como hemos señalado ante­
sentido análogo a la italiana; as!, por ejemplo, J.L DE JUAN Y F. rionnente el principio de igualdad supone trato de situaciones
DE LUIS destacan la licitud de este tipo de instrumentación fiscal tenidas por iguales, en virtud de ciertos criterios de justicia impe­
en la medida que la misma "puede ser tanto un medio de actua­ rantes en el contexto social en un lugar y tiempo determinados
ción directa para proteger actividades encaminadas inmediata­ y, en tal sentido, por lo que concierne al campo tributario, la co­
mente al cumplimiento de fines de gran interés para la comuni­ munidad demanda que sean tenidos por igual aquellos hechos
dad, como un modo de obtener la colaboración de la iniciativa que manifiestan una misma cantidad de riqueza; pero 51 esos
privada en la realización de éstos, cuando por su propia hechos maniftestan otros aspectos relevantes socialmente por
magnitud no pueden ser conseguidos por el Estado sin la apor­ responder a objetivos de justicia demandados por la comunidad
tación de la sociedad" (335). (..generalmente tutelados por el ordenamiento jurídico constitu­
cional-), dichos hechos, en virtud del mismo principio de igual­
Hasta aquí entendemos que los razonamientos en los dad, deben ser tratados desigualmente. Se trata pues, no de la
que nos movemos para justificar la exención extrafiscal parecen prevalencia de un criterio sobre otro, sino más bien de una ex­
formalmente correctos, más, sin embargo, estimamos que habrá
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exención y los Umites a la subordinación reciproca entre dicho
tensión de los criterios a aplicar; es decir, a partir del criterio ba­ interés y los principios que ordenan el reparto justo de la carga
se. que seguirá siendo la justicia fiscal o distributiva, se tendrán tributaria; ya que sólo demostrando que la norma de exención
en cuenta otras directrices de justicia que se consideran desea­ deriva de ciertas exigencias constitucionales -y no de cuales­
bles y, por ello, llevan a una más real aplicación de la igualdad y quiera fines de política económica y social- POdrá afirmarse que
justicia tributarias (339). las objeciones que giran en tomo a la utlizacíón de las exencio­
nes con fines extrafiscales se encuentran definitivamente supe­
En conclusión tenemos que en las exenciones que res­
radas.
ponden no ya a motivos puramente fiscales, sino en aquéllas
que concurren otros criterios para su determinación se dan las Hemos hablado ya antes de las causas que motivaron
siguientes hipótesis: el intervencionismo estatal y de la profunda crisis económica co­
mo principal característica de nuestra vida económica desde
10,- En el caso de la exención extrafiscal, en un primer orden 1973 (343); también se ha señalado la forma en que han incidi­
de consideraciones se trata de casos en los que la ley tributaria do estos factores en la configuración del constitucionallsmo mo­
sufre una desviación , porque entra en colisión con normas de derno, que si bien respeta la propiedad privada como basamen­
orden superior ante las que debe de ceder (340). Pero tales des­ to del sistema económico, autoriza al Estado para que por todos
viaciones, que son fruto de la necesaria contemporización en el los medios a su alcance tienda a impulsar el progreso de la Na­
ordenamiento jundico de normas que tutelan necesidades dis­ ción, utilizando todos los instrumentos que el ordenamiento jurí­
cordes. no quiebran la justicia tributaria (341). dico permita (344). En este sentido tenemos que las funciones
de Estado se ven notablemente ampliadas, asumiendo en el de­
20.. En otras hipótesis, por el contrario, la norma de exención
sarrollo de las mismas un papel relevante la función social de la
no es más que una disposición a través de la cual se tiende a
propiedad (345). Pues bien, partiendo de la actual perspectiva
conseguir la realización del principio de igualdad ante el im­
constitucional, las intromisiones estatales en el juego de las
puesto, buscando con normas de tipo particular, que tengan en
fuerzas económicas sirviéndose de normas tributarias, son ad­
cuenta las diferencias objetivas consideradas como relevantes.
misibles (346), El hecho de que una intervención tributaria per­
al efecto de obviar los inconvenientes de la inevitable y excesiva
siga principalmente una finalidad político-económica no lleva,
abstracción de la norma general (342). por si sólo, a la conclusión de que nos encontremos ante un uso
de formas inconstitucionales; esto es así en cuanto la función
d) La exención extrafiscal en el marco constitucional.
impositiva del Estado es un medio legitimo para fomentar ciertas
áreas -polltica, económico-social- en armonía con el ordenami­
Ahora bien, anes de continuar con el desarrollo de es­ ento constitucional de valores del actual Estado social y de De­
te trabajo hemos de buscar cuál es el marco jurídico en el que
recho (347).
se conciben este tipo de exenciones; es decir, que aunque se
haya demostrado la polivalencl~. del mecanismo tributario y su
Dicho esto, no resulta difícil derivar la constitucionali­
reconocimiento por parte del ordenamiento jurldico. no pasará
dad de las normas con fines extrafiscales en el sentido de que si
de ser una declaración de intenciones, si no se delimita adecua­
se acepta, por una parte. que el legislador no está atado de pies
damente cuál es el interés jurldico a proteger por la norma de
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114
y manos al interpretar el mandato constitucional; éste, al alum­ gro de los objetivos constitucionales, lo cierto es que en la ma­
brar nuevas fuentes tributarias, puede guiarse más allá de las yoria de los Textos Constitucionales no se da la necesaria con­
consideraciones fiscales, por metas de política económica y creción sobre los medios tributarios -o de otra fndole- que de­
social de orden superior, que como tales, aparecen plasmadas ben utilizarse en cada caso concreto para alcanzar esos objeti­
en el mandato constitucional. Por otra, si se demuestra que el fIn vos constitucionales; sin embargo nos inclinamos por aceptar
de la medida extrafiscal es la de llevar a cabo el cumplimiento de que, aunque no se determine concretamente por parte del orde­
los objetivos constitucionales, necesariamente habrá que enten­ namiento constitucional cuales han de ser las medidas a tomar y
der tal medida como constitucional, no sólo por su finalidad, los instrumentos a utilizar para cada caso, ello no impide al le­
sino porque su porque su propia instrumentación deriva del gislador para que dentro de un cierto marco de discrecionali·
ordenamiento constitucional (348). dad, opte por la vía que le parezca más idónea para desarrollar
los objetivos constitucionales, orientando y legitimando sus de­
Desde esta perspectiva, tenemos que, en definitiva, lo cisiones normativas en la interpretación de los principios de jus­
que determinará la constitucionalidad o inconstitucionalidad da ticia tributaria, tal y como se encuentran formuladas en las Cons­
las exenciones que responden a motivos distintos de meras dife­ tituciones modernas (351).
rencias económicas, será la relación entre la norma de exen­
ción con dos premisas fundamentales; es decir, que por un la­ Lo que en definitiva se trata de evitar, es que por me­
do habrá de existir conexión entre los fines de la exención y los dio de exenciones con fines extafiscales se pongan en peligro
objetivos constitucionales (349), y por el otro que la derivación los derechos fundamentales relativos a la libertad de iniciativa
de dicha figura provenga del ordenamiento constitucional. económica y a la propiedad privada en particular, así como la
justicia tributaria en general (352). Por tanto, necesariamente
En cuanto a la primera premisa estimamos que por lo habrá de existir una adecuación entre el instituto del tributo y los
general existe conexión entre los fines de la exención y los obje­ criterios rectores del ordenamiento constitucional; pero tal como
tivos constitucionales; ello debido a que el legislador procede señala F. VICENTE ARCHE "bien conscientes de que esta tarea,
frecuentemente a declarar el fin de la norma de exención y su con la ayuda de la doctrina jurídica, compete ante todo al legis­
conexión con los mandatos de orden superior; condicionando lador, primer destinatario de los mandatos constitucionales so­
en muchos casos su definitiva aplicación a la previa comproba­ bre el orden hacendístico y económico. Hemos de apelar, pues,
ción de que se dan en concreto los requisitos necesarios para a su prudencia y sensibilidad a la hora de especificar el deber
conseguir dicho fin. En algunas ocasiones, aunque no se decla­ de contribuir -así como el promulgar exenciones-, sin descartar,
ra expresamente la finalidad de la norma, ésta puede estar impH­ claro está, el pronunciamiento del Tribunal Constitucional cuan­
cita en el hecho que la ley integra, actualizada o modificada, to­ do resulte verdaderamente necesario (353).
da una serie de disposiciones normativas claramente dirigidas a
tal fin (350). Asf, pues, tenemos, que el Tribunal Constitucional ten­
drá la misión de controlar et cumplimiento de los mandatos
Por lo que se refiere alasegunda premisa, hemos de constitucionales en el sentido de comprobar desde el punto de
reconocer que si bien en ciertos casos aislados se señala expre­ vista objetivo la adecuación de las normas de exención con el
sa o implícitamente la instrumentación de exenciones para el 10­ ordenamiento constitucional, pronunciándose en caso de posi­
116 117
ciudadanos de contribuir al sostenimiento de los gastos públi­
ble inadecuación sobre si existe arbitrariedad, o no, en la con­ cos de acuerdo con su capacidad contributiva; por lo que, y a
figuración de tales normas, así como sobre la existencia, o no, tener de dicha formulación, habrán de deducirse los elementos
de un fundamento objetivo de dichos tratamientos jurídicos dife­ identificadores del tributo como prestación ex-Iege, tanto en su
renciados, que el legislador ha establecido (354). finalidad de cobertura del gasto público, como en su criterio de­
limitador, esto es, la capacidad contributiva.
Cuestión distinta es confundir el juicio de mérito sobre
la actuación legisladora con el juiCIO de legitimidad constitucio­ Asr, pues y, desde esta óptica, parece que la función
nal por arbitrariedad del legislador, o incluso por exceso de de la capacidad contributiva es la de servir como presupuesto
poder legislativo, en el sentido de que "en el caso de que sean legitimador del tributo ·su causa jurídica- en el sentido de que no
simplemente discutibles, desde el punto de vista económico, la puede existir un tributo ahí donde no hay capacidad contributiva
eficiencia y la oportunidad del instrumento fiscal -en este caso la -entendida, claro está, como índice de riqueza susceptible de
exención-, o se con:.>tate que éste no ha producido los efectos gravámen-, por lo que, y a sensu contrario, no puede dejar de
que se podían esperar, lo Que \.onstituye discusión opinable existir un tributo ahí donde exista una capacidad contributiva
emre distintas directrices de polftica económica, para el desarro­ elevada.
llo imprevisible de medidas económicas, se sustrae, evidente­
mente, al juicio de constitucionalidad y se deja a la disc; acionali­ Ahora bien, partiendo de este planteamiento, la doctri­
dad del legislador" (355). na clásica ha encontrado en el principio de capacidad contributi­
va un criterio de carácter exclusivo para detenninar la igualdad o
e) Las exenciones extrafiscales y el principio de capaci­ diversidad de las situaciones susceptibles de tributación, en el
dad contributiva sentido de que todos habrán de ser tratados de acuerdo con su
potencialidad económica, por tanto, a igual potencia económica
De acuerdo con lo hasta aqur dicho, tenemos que el ha de corresponder igual impuesto y a diversa potencialidad
fundamento de este tipo de exenciones se suscribe dentro del económica corresponderla un impuesto desigual (356).
fenómeno de la utilización del tributo con fines extratiscales,
razón por la cual han sido tradicionalmente denominadas como A la vista de todo lo anterior, cuando en la realidad de
exenciones extrafiscales y, si bien algunos autores las justifican la producción normativa se presenta un trato diferenciado, no ya
y la mayoría las acepta, existe cierta inclinación por conside­ a la luz de meras razones económicas, sino, tal y como se ha
rarlas abiertamente contrarias al principio de capacidad contri­ visto, para llevar a cabo una efectiva igualdad de hecho o por
butiva; más, sin embargo, y como se verá a continuación, esto desarrollar y cumplir con objetivos y metas de rango constitucio­
no tiene por que ser necesariamente asf. nal, no resulta dificil entender las actitudes de condena y erradi­
cación de todo posible trato diferenciado, que no sea en base a
Se ha observado a lo largo de las páginas preceden­ diferencias económicas (357).
tes la gran importancia que ha ctenotado el principio de capaci­
dad contributiva en el campo del Derecho Tributario, y esto ha Ante esta cuestión, estimamos que el problema no es
enido siendo así debido a que desde la actual perspectiva de tan fácil solución -esto es negar o afirmar la vinculación de
constitucional, se establece la obligación básica de todos los
119
118
este tipo de trato diferenciado con la capacidad contributiva·, ya que sÓlo a través de dicha adecuaciÓn será posible Que las dife­
que precisamente el error en el que cae la corriente doctrinal rentes instituciones y principios constitucionales permitan alcan­
Que rechaza este tipo de trato diferenciado, reside, fundamental­ zar esos fines, Que la Constitución busca como deseables para
mente, en el hecho de Que han dedicado su atención, tan sólo. la sociedad (359).
a la delimitación de la capacidad contributiva, destacando que
es ésta la medida estelar por excelencia de la tributación, enten­ Pues bien, desde esta perspectiva, lo Que ocurre es
dida siempre como medIda de riqueza; pero pasan por alto un que el principio de capacidad contributiva -tal y como tradicio­
aspecto importantísimo del problema, en tanto y cuanto no se nalmente ha sido formulado- ya no es capaz de abarcar todo el
analiza a fondo el fenómeno según el cual determinadas mani­ fenómeno tribut.ario, y, como consecuencia de ello, la justicia tri­
festaciones de riqueza dejan de ser gravadas; por lo que. y en butaria no es un concepto -antes así se consideraba- que pueda
todo caso, el análisis no ha ido más allá de una genérica decla­ tener como criterio orientador exclusivo la capacidad contributi­
'ación de incompatibilidad de la medida extrafiscal con las exi­ va de los sujetos afectos a las distintas obligaciones tributarias
gencias del citado principio (358). (360).

Creemos que, vistas así las cosas, resulta evidente que Ante esta cuestiÓn, cabría entonces formularse las si­
la !fnea argumental de la doctrina que declara la incompatibili­ guientes interpretaciones: al no explicar el principio de capaci­
dad de la medida extrafiscal -en este caso la exención- sólo pue­ dad contributiva los fines extrafiscales del tributo ¿habría Que
de ser correcta si se considera al tributo como una institución hacer una dejaciÓn apriorística del mismo en el ámbito del tribu­
cerrada en sí misma, en el sentido de Que agota toda su eficacia to con fines de polftica económico-social? o si bien a la vista de
en el instante Que cumple con su función de recaudar los me­ las nuevas e importantísimas funciones del tributo ¿resultaría
dios necesarios para los gastos públicos de acuerdo con el prin­ fructífero en el ámbito jurídico profundizar y adaptar el concepto
cipio Que le es propio, esto es, el de capacidad contributiva. Sin y funciones del principio en base a su interconexión con todos
embargo y, según se ha visto en las páginas precedentes, ese los demás valores y principios expresados en el ordenamiento
planteamiento está totalmente superado, debido a que en la ac­ constitucional?
tualidad el tributo no se agota en su función recaudatoria, ya
que en cuanto es una institución constitucional, tiene un papel Así, pues, por un lado, no creemos que sea posible ni
trascedental Que cumplir al servicio del programa y los princi­ correcto hacer una dejaciÓn apriorística respecto a la operativi­
pios constitucionales, mismos, Que le exigen Que además de ser dad del principio de capacidad contributiva en el ámbito de la u­
un instrumento para recaudar los recursos para los gastos públi· tilización del tributo con fines de política económica y social
cos, habrá Que atender también a los fines extrafiscales Que el (361), ya que por otra parte, resulta claro que en la actual pers­
Ente público se propone en virtud de las importantes e inexcu­ pectiva histÓrica y socio-cultural, el principio de capacidad con­
sables funciones por él asumidas, tanto en el área económica tributiva habrá de tenerse en cuenta para la ordenaciÓn impositi­
como social, que al ser considerFldas de orden superior apare­ va; pero sÓlo y una vez deducido su contenido a través de su
cen plasmadas en el ordenamiento constitucional. Será, por conjugación con todos los valores y principios expresados en el
tanto, necesaria la debida adecuación de la instituciÓn tributarla, texto constitucional (362).
en su conjunto, con las demás instituciones constitucionales, ya
120 121
dicha revisión, una mayor adecuación normativa frente a los va­ De esta forma tenemos que la capacidad contributiva
lores y principios constitucionales (367). requiere no sólo que exista. a juicio del legislador, en el sujeto o
en la situación considerada una fuerza económica suficiente pa­
Así, tenemos, que el criterio de imposición -la capaci­ ra pagar el impuesto -esto es, una vez deducido el mínimo exen
dad contributiva- es el resultado de una valoración legislativa. en to~, sino también la posibilidad de pagarlo, sin chocar en mayor
la que junto a los datos que definen el elemento constante de la o menor medida con el conjunto de los valores constitucionales
capacidad tributaria -manifestación objetiva de riqueza-, deben lo que provocaría efectos ya sean políticos. económicos o socía­
ponderarse otros elementos variables extraídos de la inte­ les no queridos por el legislador. Por tanto, la determinación de
rrelación de todo el fenómeno financiero y su conexión con otras la capacidad susceptible de imposición, esto es, la capacidad
normas y exigencias constitucionales. contributiva, incluye. junto a la fuerza económica, una serie de
juicios de valor sobre los efectos económicos, socIales y políti­
En definitiva, lo que todo esto significa es que una mis­ cos de los tributos (363).
ma potencialidad económica que resulte gravable, puede ser o
no objeto de tributación según los fines fiscales o extrafiscales En este sentido. F. MOSCHETII señala que "en el con­
que se pretendan con el tributo, lo que pone de relieve que los cepto de capacidad contributiva hay implícito un elemento de
fines de tributo adquieren un papel definitivo en el gravámen o juicio, una valoraCIón, una estimación de la idoneidad para con·
exención de una manifestación de riqueza, y en el sucesivo en­ tribuir a los gastos públicos, (364); ya que, y según se ha puesto
juiciamiento de su legitimidad o ilegitimidad constitucional (368). al descubierto, el concepto requiere un juicio de valor, conforme
a los ideales políticos y sociales acogidos en una determinada
En este sentido, 1, MANZONI argumenta que "a la con­ colectividad que como tales "han hallado expresión en la Consti­
secución de los fines públicos y a la cobertura de los correspon­ tución misma" (365). "Capacidad contributiva no es, por tanto,
dientes costes se puede también contirbuir por vía distinta de la toda manifestación de riqueza. sino sólo aquella potencia eco­
fiscal y parece, en nuestra opinión, perfectamente lógico y cohe­ nómica que debe juzgarse idónea para concurrir a los gastos
rente que el destino y utilización que el particular haga de su públicos, a la luz de las fundamentales exigencias económicas y
propia riqueza o capacidad económica se tenga en cuenta a la sociales acogidas en nuestra Constitución" (366).
hora de determinar concretamente el ingreso tributario: Eximien­
do. por ejemplo, la cuota parte de la riqueza o capacidad econó­ Es preciso hacer notar que sólo desde este contexto
mica de los sujetos, que sea destinada a las citadas finalidades, resulta posible explicar el fenómeno de las exenciones extrafis·
también -sino exclusivamente- de interés o utilidad pública. De cales y el principio de capacidad contributiva, por lo no puede
tal modo el principio de igualdad no solo no sufre violación, sino dejar de tenerse en cuenta la función esencialmente Ideológica
que parece obtener una más completa y satisfactoria aplicación, que cumple este pnncipio, en su papel de instrumento de legiti­
también en el plano sustancial" (369). mación del sistema tributario. En este sentido y circunscribién­
dose al campo jurídico de la producción normativa, se entiende
Tenemos, pues, que se 'acepta que puede y debe exis­ el planteamiento que promueve e inspira en el legislador la
tir una discriminación cualitativa de la riqueza, basada en el prin­ revisión de los parámetros normativos sobre los que define, en
cipio de capacidad contributiva cada caso. la riqueza sujeta al impuesto, buscando, en virtud de
122 123
Puede entenderse, por tanto, también que el destino o
uso de cierta riqueza hacia los fines públicos, habrá de determi­
nar un trato discriminatorio basado en el mayor o menor grado
de contribución del poseedor de dicha riqueza al desarrollo y
cumplimiento de los objetivos constitucionales, frente a quien no
lo hace asl; de manera que habrá de existir una mayor idonei­
dad para el pago de un determinado tributo respecto a aquella
riqueza que no es destinada a fines públicos, frente a aquélla
que si lo es (370).

AsI, pues, y para finalizar, se podrla afirmar, en definiti­


va, que la configuración de exenciones extrafiscales, no sólo no
contradice el principio de capacidad contributiva, sino que com­
plementa dicho principio, como especificación del principio de
igualdad en el ámbito tributario (371).

124
íl
t

CAPITULO IV

LA EXENCION TRIBUTARIA, CONCEPTO Y REGIMEN JURIDICO

1.­ LA EXENCION TRIBUTARIA y NO SUJECION TRIBUTA­


RIA

a).- Notas preliminares.

Para una mejor comprensión de cualquier figura, es


conveniente incluso antes de formular su concepto y caracterls­
ticas, determinar en un primer plano el peñil de la misma con el
auxilio de criterios diferenciales que delimiten su contorno, con­
tribuyendo de esta forma a una mejor configuración de la misma
(372).

En este sentido los autores clásicos del Derecho Fi­


nanciero. al desarrollar y profundizar en la temática de las exen­
ciones, advirtieron ya sobre la necesidad de delimitar dos supu­
estos que por su carácter de llegar a un mismo resultado -no ta­
sabilidad- puede pensarse que provienen del mismo tronco; sin
embargo son dos conceptos diferenciados entre si, concreta­
mente nos referimos a los supuestos de exención y no sujeción
(373).
1I1
b).- No sujeción. Su concepto y función en el ámbito tri­
butario (374).

Toda norma jurídica consiste ordinariamente en una hi­


' . pótesis y en un mandato. Pues bien, en su caso la norma tribu­
taria como norma jurídica que es, al establecer un mandato ha
de ligar la producción del efecto jurídico deseado a la realización
de un determinado hecho. que en la doctrina jurídica recibe el
nombre de supuesto de hecho (375). En este sentido tenemos
125
tratributarias, frente a las que el Derecho Tributario sólo tiene
una respuesta negativa o de exclusión" (378).
que cuando la ley determina cuáles son los supuestos de hecho
que habrán de originar la sumisión en el ámbito tributario, la ley
Pues bien, desde esta óptica parecen claros los pun­
está delimitando el campo donde la realización de los referidos
tos cardinales que delimitan los supuestos de sujeción y de no
hechos provocan el nacimiento de ciertos deberes -obligaciona­
sujeción, y por tanto. los límites de lo que afecta al Derecho Tri­
les o no- entre los que destaca la deuda tributaria; por tanto,
butario y lo que no afecta, en tanto y cuanto que la no sujeción.
cuando la probabilidad de realizarse en concurrencia imputable
como cualidad derivada del tributo no tiene vida propia. estando
el presupuesto de hecho (hecho imponible), que en principio
condicionada su propia esencia a la voluntad del legislador. mis­
era hipotético o estático en el texto muerto de la ley, se torna ac­
tivo y dinámico después de que surge -en la vida real- el hecho mo que podrá atraer al área de sujeción a aquéllos hechos o
jurídico que viene a contemplar la regla, se tiene por tanto, que personas situados fuera del ámbito de la tributación.
la hipótesis originadora de la sujeción se produce debido a la
plena realización de esa misma hipótesis imponible o hecho im­ Ahora bien, y llegado el momento de aplicar una nor·
ponible (376). ma tributaria. el intérprete habrá de relacionar esa concreta nor­
ma tributaria con un hecho o persona de la vida real, llevando a
cabo un razonamiento lógico, a efectos de formularse un juicio
De lo anterior se desprende la definición del hecho im­
en concret.o, esto es, si tal hecho o persona es subsumible al
ponible (y por tanto, de sus elementos objetivo y subjetivo) que
presupuesto de hecho de esa norma y por tanto dentro de su
en cualquier figura impositiva, divide idealmente a los hechos de
esfera aplicativa. con la consecuencia de estar afectado al man­
la vida real en hechos sujetos y no sujetos, y correlativamente a
dato que dicha proposición normativa describe.
las personas, en personas sujetas y no sujetas. Es claro, pues,
que no resulte difícil llegar a la conclusión de que, la no sujeción
En cuanto a la operación o razonamiento lógico que ha
es justamente la situación contraria a la descrita; es decir, que la
de realizar el intérprete, estimamos que bajo la óptica de la línea
no sujeción consiste en que la norma tributaria no es aplicable
argumental hasta aqur descrita no parece tener gran dificultad,
porque la actividad del presunto sujeto pasivo no realiza la hipó­
ya que tan solo se requiere confrontar el plano jurídico, frente al
tesis de dicha norma, o porque el sUjeto que actúa no puede su­
plano real para declarar si se encuentran o no vinculados; pero
frir las consecuencias jurídicas derivadas del mandato de la nor­
además. tenemos que entre el campo de lo sujeto y lo no sujeto
ma tributaria, por no encontrarse en la hipótesis que vincula la
existe gran diferencia en el sentido de que el ámbito de lo no su­
relación requerida por la norma tributaria; en síntesis, así como
jeto es de una amplitud enorme, mientras que, el ámbito de lo
el hecho imponible contempla todo el ámbito objetivo y subjetivo
sujeto es concreto y limitado, de lo que se desprende. a primera
de lo sujeto, lo que queda por fuera del hecho imponible es el
vista,que no es preciso que el legislador se detenga a estable­
ámbito de lo no sujeto (377). En este sentido EUSEBIO GONZA­
cer normas a efectos de determinar qué hechos o qué personas
lEZ GARCIA señala que "planteado así el tema de la sujeción,
no están sujetas. en virtud de que ésto se deduce a sensu con­
resulta evidente que lo no sujeto ~s, por definición, todo el an­
trario de la delimitación positiva de qué o quiénes lo están (379).
cho campo de lo no contemplado por las normas tributarias defi­
nidoras de hechos imponibles y por consiguiente, viene a coinci­
dir así exactamente con el mundo de supuestos y relaciones ex­
127
126
Ocurre, sin embargo. que aunque la construcción a Ahora bien, ante este tipo de instrumentos habrfa que
que nos hemos referido; sin dejar de ser correcta, no se agota preguntarse si realmente estamos ante la presencia de normas
en absoluto, en el sentido de que si bien el legislador intenta jurídicas. Ciertamente creemos que ésto no es asf, sino mas
acotar con la mayor precisión el terreno de los hechos o perso­ bien se trata simplemente de ·disposiciones jurídicas·, pues sólo
nas que han de tributar. lo cierto es que. ya sea por la compleji­ cobran valor en relación o en conexión con las normas impositi­
dad o las í1imitadas variaciones de la realidad contemplada por vas a las que sirven de determinación o limitación. En definitiva
la norma, o bien por las propia incapacidad del legislador para estamos en presencia tal y como dice SAINZ DE BUJANDA
aprehender con el suficiente grado de abstracción y generalidad (383), de preceptos didácticos para orientar la gestión tributaria,
las fronteras entre este terreno y los que el legislador no quiere en virtud de que este tipo de disposiciones jurídicas no excluyen
que tributen. no siempre son tan claros. En este sentido. resulta por sí mismas el nacimiento de la obligación tributaria, en el sen­
evidente que cuando al intérprete no se le señala una Ifnea divi­ tido de que ésta tampoco nacería sin ellas, pero como hemos a­
soria lo suficientemente clara y segura entre los hechos sujetos puntado, ayudan a configurar el hecho imponible o el sujeto pa­
y los no sujetos, el razonamiento lógico para clasificar y determi­ sivo del tributo de que se trate (384). Además, por nuestra parte,
nar estos dos planos resulta difícil y confuso. estimamos que para que exista una verdadera norma jurídica,
hemos de encontramos con un interés tutelado que constituya
Tenemos por tanto que dentro del ampllsimo campo un autónomo valor ¡uridico; pero en el caso de la no sujeción no
de los supuestos de no sujeción, no todos revisten la misma evi­ nos encontramos can ningún valor jurídico porque, como dice
dencia llegado el momento de su calificación como tales, por lo LA ROSA (385). la definición de los supuestos de no sujeción
que el intérprete, tal y como señala EUSEBIO GONZALEZ GAR­ supone la delímitacl6n de una realidad social en virtud de unos
CIA ·'frente a este tipo de supuestos, sólo después de un largo criterios que no expresan un interés por ellos tutelado, es sólo
proceso de reflexión puede sentirse inclinado a considerarlos un reflejo de los Umites en los que los intereses del fisco son
más bien dentro o más bien fuera del campo acotado por el he­ asumidos con valor jurídico.
cho imponible y ello, naturalmente, admitiendo siempre el már·
gen razonable de error al que todo juicio humano se halla suje­ Como consecuencia de lo hasta aquí dicho. tenemos
to· (380). que las disposiciones de no sujeción no producen ni derechos
ni deberes fiscales, ya que de ésta no se deduce ninguna posi­
Entonces, lo que ocurre, es que cuando el legislador ción especial de un heCho o sujeto frente a la autoridad fiscal,
tributario quiere excluir una de estas ·zonas borrosas· (381) del puesto que estos ·hechos o sujetos- en lugar de estar vincula·
ámbito de un tributo lo hace mediante un pronunciamiento ne­ dos a dicha autoridad se les niega cualquiera vinculación.
gativo, contribuyendo de esta forma a facilitar la labor del intér­
prete. puesto que este tipo de instrumentos interpretativos re­ Naturalmente, las disposiciones de no sujeción habrán
suelven las posibles dudas de esos supuestos conflictivos -por de ser aplicadas de oficio por parte de la autoridad fiscal, en el
su proximidad-, que presumiblemente la redacción por vía afir· sentido de que ésta no está condicionada por requisitos forma·
mativa del hecho lmponible habría de suscitarle (382). les o procesales para su ejecución ni tampoco hay que solicitar­
la. Lo que podría suceder es que ante la pretensión indebida de
la autoridad competente de atraerla a la esfera de la tributación.
128 129
tos objetivos -subjetivos- de la correspondiente norma tributaria
el sujeto afectado habrá de argumentar la ilegalidad de tal pre­ (392). Por tanto y tal como señala GONZALEZ GAACIA (393) "El
tensión por violación del principio fundamental de legalidad. supuesto de exención libera el cumplimiento de ciertos deberes.
y si libera o exime de ellos, es obvio que previamente han debi­
c).-Exención y no sujeción. Figuras jurídicas diferencia­ do de nacer". Por lo que respecta a la no sujeción. no hay mas
das. que una norma, pero no es aplicable simple y sencillamente por­
que no regula ni contempla la actividad del sujeto (394), por lo
El concepto de no sujeción, es uno de los conceptos que, y desde esta perspectiva, al no realizarse éste no cabe exi­
que con mayor facilidad puede inducir a confundirlo con el con­ mir o liberar de deberes no nacidos (395).
cepto de exención (386). Sin embargo, entendemos que niguna
de las caracterfsticas -salvo la cuestión de no-tasabilidad- intrín­ Ahora bien, tal como se ha visto, ocurre que en ciertos
secas que enmarcan al concepto de no sujeción, pueden aso­ casos el legislador manifiesta de forma expresa -esto es. por
ciarse con las de la exención. medio de una formulación positiva- la no sujeción al tributo. con
lo que se "delimita" que determinados supuestos no resultan
En este sentido, hemos de señalar que nos encontra· contemplados por el hecho imponible señalado por una norma
mos ante dos figuras perfectamente diferenciadas entre sí (38n. tributaria. y por tanto, no afecta a los deberes tributarios que la
la diferencia se nos presenta nftida, ya que si bien en ambos misma genera.
supuestos no surge la obligación de pagar un determinado tri­
buto (388), en las exenciones, como ya hemos tenido ocasión Ante estos supuestos cabría preguntarse si nos encon­
de ver (389), la nota característica es la previa realización del he­ tramos ante un caso de exención o no, debido a que estamos
cho imponible, esto es, la concurrencia de todos los elementos en presencia de una disposición emanada del poder legislativo.
que integran o forman parte del presupuesto del impuesto o si­ lo que puede llevar a pensar que al igual que en la exención
tuación básica del gravámen y por tanto, la previa sujeción a la existe la coexistencia de dos normas; es decir: la del hecho im­
norma tributaria, naciendo debido a ello, el deber de realizar la ponible y la de no sujeción. Sin embargo y tal como se ha seña­
prestación tributaria correspondiente (390). Mientras tanto, en lado, en estos casos tampoco nos encontramos ante un supu­
los supuestos de no sujeción, en cambio, se trata de actos o esto de exención (396). puesto que. y según señala CORTES
personas en los que no se cumplen los supuestos del hecho im­ DOMINGUEZ, M. "ni siquiera en los casos de formulación positi­
ponible tipificados en la ley de un determinado impuesto, en de­ va existe una yuxtaposición de normas, ya que los preceptos
finitiva, el sujeto siempre se mueve por fuera del hecho imponi­ que contienen la expresada formuJación son meras normas in­
ble (391). terpretativas..." (397).

Así. pues, tenemos que la diferenciación entre ambos Tenemos por tanto. que este tipo de formulaciones
conceptos es profunda, ya que para el caso de la exención es sirve para facilitar una interpretación auténtica, evitando la posi­
necesaria la coexistencia de dos normas: a).- La que establece ble confusión que podrfa surgir por la concurrencia en él de cier­
la sujeción al tributo y b).- la que declara la exención del mismo; tas semejanzas con los actos sujetos -de ahí su importancia jurí­
esto es. aquella norma jurídica -la de exención- que se refiere
exactamente al mismo supuesto de hecho que tipifica los aspec­
131
130
dica- completando de esta forma y por vía negativa la determina­ que según se ha dicho, la involucración de tan diversos asPec­
ción concreta del hecho imponible (398). tos podría resultar perturbador desde la perspectiva jurídica.

En síntesis, la diferencia más acusada es que los su­ Desde la óptica jurídica la exención tributaria tiene un
puestos de exención no se limitan a recortar el ámbito del im­ único fundamento: la ley. Por tanto, tenemos que para la crea­
puesto, contribuyendo a seí'lalar, en términos generales, los he­ ción de exenciones -lo mismo que para cualquier tributo-, habrá
chos y las personas sujetas; sino a excluir o eliminar de este ám­ de excluirse cualesquiera otras fuentes de producción de Dere­
bito, una vez delimitado para la generalidad de los casos, a de­ cho, pues se ha visto (403) que nuestra materia está enmarcada
terminados supuestos o personas, de manera que en caso de por el principio de legaJldad (404).
no declararse la exención esos determinados supuestos o per
sonas estarían obligados a tributar (399); mientras tanto, en el Asr, pues, el punto de partida de cualquier especula­
caso de no sujeción esas determinadas personas o supuestos, ción jurídica, es la ley (405), ya que sólo la ley da la necesaria
siempre tienen condición de no sujetos, haya o no una disPOSi· fuerza jurídica para el surgimiento de ciertos efectos jurfdicos
ción que los declare asl, precisamente porque falta la disposi­ (que vinculan al ciudadano al poder tributario del Estado) en
ción fiscal que los declare sUjetos al impuesto (400). materia tributaria (406). Tenemos, por tanto, que la misión de la
norma legal consiste, en transformar acontecimientos o situacio­
2.. FUNDAMENTO JURIDICO DE LA EXENCION nes de la mas diversa naturaleza en presupuestos para la
producción de determinados efectos jurídicos, OPeración ésta,
a).-La ley como único fundamento jurídico de la exención. por medio de la cuaJ se define lo que es y lo que no es relevante
para la confección del presupuesto jurídico, -conocido con el
Las razones por las que el legislador establece exen· nombre de presupuesto de hecho- mismo que ha de contener el
ciones, o más bien, el fundamento genérico de las mismas, es conjunto de elementos necesarios para la producción de un
variadísimo y circunstancial. Así como el impuesto tiene un fun­ núcleo de efectos (407).
damento politico, económico, social y Jurídico, lo mismo puede
predecirse en materia de exenciones debido a la simetría exis­ b) -El presupuesto de hecho exento, fuente mediata -de la
tente entre ambas figuras (401). Ahora bien, no se puede hablar exención tributaria
de un único fundamento de las exenciones puesto que las moti­
vaciones o los fines que justifican nuestra institución son múlti­ Pues bien, en materia de exenCiones, la misión de la
ples y de diversa naturaJeza, convergiendo, en la mayoría de los norma legal consiste, en transformar acontecimientos o situacio­
casos, diversos criterios en una misma exención (402). Tenemos nes (-por lo demás y como se ha visto ya juridificado (408) en
así y según se ha visto, que motivaciones finalistas de lndole presupuestos para la producción de un determinado efecto: el
social, política, económica, financiera, cultural, etc., así como por exentar. Dicho presupuesto ha de estar enmarcado por la nor­
la escasa capacidad contributiva o razones de carácter técnico, mativa legal, es decir, corresponde a la ley la determinación de
son las que fundamentan racionaJmente a las exenciones. Sin los elementos constitutivos que confeccionan el presupuesto de
embargo, y siguiendo nuestra linea de investigación no entra­ hecho exento o hecho exento tributario.
mos a analizar el fundamento genérico de las exenciones, ya
132 133
Ahora bien, y como consecuencia de lo anterior, tene­ necesario que dicha operación selectiva, no sólo se base en
mos que el presupuesto de hecho exento o hecho tributario 'deas de discrecionalidad y racionalidad; sino que además debe
exento es la fuente u origen mediato de la exención tributaria, ya estar vinculada juridicamente de algún modo; es decir, que el le­
que de acuerdo con él, determinados actos, acontecimientos. si­ gislador no es totalmente libre a la hora de elegir los presu­
tuaciones o cualidades de las personas que deberían -en princi­ puestos de hecho que habrán de conformar la exención, sino
pio- dar origen a determinadas obligaciones tributarias -(por lo que dicha elección ha de realizarse dentro de ciertos límites que
general obligaciones de dar y hacer, entre otras)-, en virtud de le vienen impuestos por el ordenamiento juridlco (413).
haberse realizado en la vida real el presupuesto de hecho tribu­
tario o hecho imponible confeccionado por la normativa legal, Por tanto, la norma tributaria, al configurar el presu­
éstas no surgen (409), puesto que el presupuesto de hecho puesto de hecho exento, "lo hace porque la medida está de al­
exento somete -(a determinados actos, situaciones, personas, gún modo 'justificada', tiene algún fundamento juridico' (414).
etc., delimitados por el hecho imponible)-, a un régimen nuevo En este sentido. y según se ha visto (415), el presupuesto de he­
caracterizado por el no nacimiento de la obligación tributaria de cho exento, fuente mediata de la exención tributaria, ha de en­
las exenciones "ratione materiae" (410), o por la exoneración de contrar su fundamento Jurídico en los principios generales del
determinados sujetos en las exenciones "ratione personae" Derecho, y mas concretamente en los principios jurídicos tribu­
(411). tarios que emanan del ordenamiento constitucional (416). Así, el
c).-Fundamento jurídico del presupuesto de hecho exen­ legislador tributario, al configurar un presupuesto de hecho
to o hecho exento tributario. exento, deberá basarse en el principio de la capacidad contribu­
tiva (417), ya que también se ha apoyado en éste al confec­
Asl, pues. tenemos que el presupuesto de hecho exen­ cionar el presupuesto de hecho del tributo o hecho imponible, el
to es la fuente mediata de la exención tributaria, ya que tal y co­ cual constituye el motor para lograr el surgimiento de la obliga­
mo se verá mas adelante, al configurarse todos y cada uno de ción tributaria (418). Análogamente, el fundamento jurídico del
los elementos que lo conforman, se produce como consecuen­ presupuesto de hecho exento de las denominadas exenciones
cia -efecto jurldico- el nacimiento de la exención tributaria; sin extrafiscales. ha de estar en conexión con los principios jurídi­
embargo, si bien queda explicada la fuente u origen de la exen­ cos que derivan del ordenamiento constitucional, ya que, si
ción, lo que todavía no hemos buscado es el porqué del presu­ bien, su fundamento o sustrato jurídico no ha de provenir direc­
puesto de hecho exento; es decir, qué razón justifica que el tamente del principio de capacidad contributiva -principio este
legislador asuma como "exento", un determinado acto, situación característico del Derecho Tributario- plJede conectarse con
o cualidad personal de los contenidos en el presupuesto de he­ otras directrices consitucionales, que si bien, no son exclusivas
cho de la norma impositiva o hecho imponible (412). o características del Derecho Tributario, tampoco son ajenas al
mIsmo, ya que el Derecho Tributario como parte integrante de
En este sentido, hemos de señalar que efectivamente, todo el ordenamiento juridico -esto es, el sistema Jurídico gene­
estamos en presencia de un fenómeno de selección: el legisla­ ral- ha de someterse a esas reglas o principios Jurídicos que uni­
dor ha de elegir los presupuestos -por lo demás ya contempla­ forman todo el orden jurídico en un tiempo y lugar determinados
dos por la norma impositiva-, que juzgue como "no idóneos' pa­ (419).
ra dar origen a la obligación de pago del tributo. Ahora bien, es
134 135
Tenemos así y en conclusión que:
diente (423). También señalamos que el supuesto de exención
1.- El fundamento del presupuesto de heche> exento o hecho
exento tributario, consiste en el criterio directivo -ésto es, la ·ratio libera del cumplimiento de ciertos deberes, y si libera o exime de
legis' de su elección-, que haya incidido en el legislador para ellos, es obvio que han de existir de alguna forma, resaltando
atribuir aquélla significación -la del hecho exento- a un además que en el caso de la exención es necesaria la coexisten­
determinado estado, acto o cualidad personal configurado cia de dos normas: a).- la que establece la sujeción al tributo y
dentro del presupuesto jurídico que lleva en gérmen, el b).-Ia que declara la exención sobre el mismo.
nacimiento de la obigación tributaria -hecho imponible­
Ahora bien, y a pesar de todo ello, no nos hemos pre­
guntado una cuestión muy importante, ésto es, ¿por qué esta si­
2.- Los criterios directivos de selección de los presupuestos
de hecho exento -lo mismo que de los hechos imponibles-, es­ tuación -en esencia o en apariencia- se dá asi o es as!? La res­
puesta a esta pregunta es la siguiente: -La norma de exención
tán inspirados en consideraciones de tipo jurídico que vinculan
no es en modo alguno indiferente respecto a la eficacia de la
positivamente al legislador, puesto que dichos criterios están
norma impositiva (424), ya que toda exención hace referencia a
plasmados en normas supremas, es decir, de rango constitucio­
un hecho -el hecho imponible- que la norma ha acotado como
nal (420).
susceptible de generar la obligación tributaria. Y hace referencia
a él de manera que tal hecho, al producirse bajo determinadas
3.- La aplicación -a la hora de confeccionar el presupuesto
circunstancias, que acota y define concretamente la norma de
de hecho exento- del principio de capacidad contributiva como
exención, queda sometido a un régimen jurídico que se caracte­
criterio directivo único de justicia, sólo puede, en la práctica, ga­
nar plena eficacia si éste es permeable frente a otros criterios di­ riza por el no nacimiento (425) de la obligacIón tributaria
rectivos que también vinculan positivamente al legislador tributa­ material.
rio (421).
De lo anteriormente descrito, no resulta dificil advertir
que el presupuesto de hecho del tributo o hecho imponible es
3.- EL PRESUPUESTO DE HECHO EXENTO
un elemento esencial, de carácter fáctico, en la elaboración y
posterior configuración del presupuesto de hecho exento. Por
a).- Significaclón p-revia del hecho impnible en la configu­
tanto, tenemos que en las exenciones el presupuesto de hecho
ración del presupuesto de hecho exento.
del tributo o hecho imponible asume una significación previa,
tanto en la elaboración o creación del presupuesto de hecho
La inmensa mayoría de los tributaristas, ponen de relie­
exento como en su posterior configuración. En este sentido, te·
ve que en la exención se produce el hecho imponible. Nosotros
nemos que la norma de exención no se limita simple y sencilla­
en nuestro estudio (422) hemos dicho que la nota característica
mente a acotar o delimitar al presupuesto de hecho del tributo o
es la previa realización del hecho imponible; esto es, la concu­
hecho imponible; sino que se vale de éste para asumirlo como
rrencia de los elementos que integran o forman parte del presu­
parte integrante de su presupuesto de hecho (esto es, el presu­
puesto de hecho del tributo o situación básica del gravámen y
puesto de hecho que encierra la norma de exención), para apli­
por tanto, la previa sujeción a la norma tributaria, naciendo debi­
car un régimen jurfdlco concreto -el de exención- a ciertas situa­
do a ello, el deber de realizar la prestación tributaria correspon­
136
137
de hecho -hecho imponible- con los postulados económicos,
ciones de hecho o personas de la vida real que se encuentran politicos y SOCiales que fundamentan el ordenamiento jurídico
sometidas- en su configuración primaria- a tributación. (428). Por tanto, si la norma de exención define y valora ciertos
elementos del hecho imponible, es evidente que esa operación
En síntesis, se podría decir que el presupuesto de he­ definitoria, producida por la norma de exención, crea una nueva
cho exento es un supuesto jurídico, el cual toma como elemento realidad jurídica. el presupuesto de hecho exento, dado que con
para su confección otra realidad jurídica -hecho imponible- que anterioridad, sólo existían los supuestos económicos sobre los
existiría con anterioridad a él: es decir, el legislador tributario a la que el legislador apoyaba su labor creadora (429).
hora de confeccionar el presupuesto de hecho exento, toma co­
mo elementos del mismo. algunos que ya estaban previstos en Ahora bíen, cuando el legislador tributario asume co­
a norma de imposición; de ahí la importancia previa que asume mo hecho exento un hecho jurídico -hecho imponible-, tipificado
el hecho imponible en las exenciones tributarias (426). ya con anterioridad por el ordenamiento jurídico tributario; no
puede en modo alguno. pensarse que no existe labor creadora
b).- El presupuesto de hecho exento, fenómeno positivo (ésto es, que se limite a un juicio negativo) de una realidad jurídi­
de la relación lurfdico-tributaria. ca, por la sencilla razón de que el hecho exento es una realidad
jurídica nueva (430). Lo que ocurre en esta segunda hipótesis
El hecho de que el presupuesto de hecho exento haga (la del presupuesto de hecho exento) es que sobre al base de
referencia al hecho imponible, podría llevar a pensar que las una realidad jurídica preexistente (el hecho imponible) surge
exenciones se refieren a obligaciones tributarias nacidas, y co­ una nueva realidad jurídica (hecho exento). Y hasta tal punto és­
mo consecuencia de ello, las exenciones aparecerfan como una to es asl, que el presupuesto de hecho exento adopta una signi­
forma de extinguir obligaciones tributarias. Esto, nos llevarla a ficación y produce unos efectos perfectamente diferenCIales de
sostener que la exención es una dispensa del pago, admitiendo la del hecho imponible. Por ello, el tratamiento jurídico tributario
de una forma u otra que la exención es una forma de extinguir la que dá el hecho imponible a la situación o persona que se trate,
obligación tributaria (427). es pues, distinto del tratamiento jurídico tributarlo del hecho
exento, por lo tanto, rJos encontramos con dos realidades distin­
Ya hemos visto que la exención tiene por objeto, dejar tas (y con dos normas Jurídicas distintas); la primera está consti­
sin efecto, declarar inaplicable -para ciertos casos que se encar­ tuida por ciertas circunstancias -objetivas y subjetivas- que
ga de definir la norma de exención- los efectos de la norma de generan normalmente, la deuda tributaria. y en cuanto a la se­
imposición; con lo que tenemos que el principal efecto de la nor­ gunda que toma ciertos elementos -objetIVOS y subjetlvos- de la

ma de exención es el de eliminar de la regla general de causa­ primera, añade otras circunstancias de la cual se deriva un efec­

ción determinados hechos o sujeciones que de otra manera re­ to exoneratorio ya sea total o parcial (431).

sultarían gravados. Sin embargo, ésto no ha de significar que la


exención sea un medio de extinguir la deuda tributaria; ni tam­ En definitiva, la consecuencia de lo que se acaba de

poco implica que la exención se concrete tan solo en un nuevo indicar nos muestra la cara positiva del presupuesto de hecho e­

juicio negativo sobre la eficacia impositiva de un determinado xento, ya que resulta claro, que el presupuesto de hecho exento

supuesto de hecho; sino que "implica una valoración más com­ tiene en todo caso, naturaleza jurídica propia; sin que dicha pro­
pleja dirigida a determinar la conformidad del mismo supuesto
139
138
proposición pueda verse alterada por la circunstancia de que el b).- Elemento objetivo. -Exenciones objetivas-
elemento material del hecho exento consista, en supuestos eco­
nómicos (432) configurados como hecho imponible por el legis­ La exención objetiva está íntimamente ligada al ele­
lador tributario. mento objetivo del hecho imponible. El elemento objetivo del he­
cho imponible (y por tanto del presupuesto de hecho exento)
4.- ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL PRESUPUESTO DE
está constituido por un hecho considerado en sí mismo, objeti­
HECHO EXENTO.
vamente aislado de cualquier vinculación personal (435). En
efecto, el elemento objetivo comprende el hecho imponible con
a).· Consideraciones generales previas independencia de la persona que lo realiza, y esta no acepta­
ción de personas en el elemento objetivo del pesupuesto de he­
Como se ha dicho, el presupuesto de hecho exento se cho exento, es precisamente lo que caracteriza a la exención
caracteriza por las mismas o ciertas circunstacias que ocurren objetiva, establecida "ratione materia" (436). Por tanto, existe
en el hecho imponible a que hace referencia y por una nueva exención objetiva cuando la exención se concede en considera­
que al concurrir determina su configuración como exento; por lo ción a la determinada naturaleza o característica de la operación
que, en cualquier caso, el presupuesto de hecho exento está ín­ -en un principio- gravada. La posición jurídica exentaría se con­
timamente ligado al hecho imponible (433). cede en consideración a la determinada naturaleza o caracterís­
tica de la operación de que se trate, y como se ha visto, la exen­
ción se deriva directamente en función del elemento objetivo del
Consecuencia de lo anterior, es que las exenciones
presentan la misma estructura externa que la relación jurídica hecho imponible. Se trata, como señala MANZONI (437), "de un
del impuesto, por tanto y siguiendo algunas ideas de F. SAINZ problema de política legislativa, es decir, el particular puede
DE BUJANDA (434) "Todos los problemas inherentes al hecho contribuir a los fines públicos, o bien pagando el impuesto, o
imponible han de examinarse bajo una nueva perspectiva en bien asumiendo servicios sociales-asistenciales, implantando
cuanto se refiere al hecho imponible exento. Respecto a éste. empresas industriales en áreas pobres (438). En concreto, será
habrá pues que considerar su fundamento, sus elementos cons­ el legislador quien determine qué operaciones habrán de formar
titutivos, su duración, su interpretación. y en general. cuanto la parte del presupuesto de hecho exento -elemento objetivo-, en
doctrina analice con referencia al presupuesto de hecho de razón a complejas valoraciones sobre qué operaciones presen­
obligaciones tributarias". tan un interés primordial que justifique la exención. No resulta
perturbador a nuestro razonamiento el hecho de que, en ocasio­
nes, la exención objetiva pueda ser configurada con la ayuda de
La doctrina tributaria es casi unánime al distinguir en el
elementos personales (la participación de una persona como
hecho imponible un elemento objetivo y un elemento subjetivo.
elemento para configurar el presupuesto de hecho exento), por­
por ello. lógico será que el presupuesto de hecho e:'{ento ha de
que en estos casos, lo que ocurre es que tal referencia personal
contener dichos elementos en su pesupuesto jurídico, mismos
en realidad cumple una función delimitadora del elemento objeti­
que pasamos a estudiar a continuación.
vo del hecho impon.ible.

Ahora bien, y siguiendo a F. SAINZ DE BUJANDA

140 141
cho exento puede destacar o dar relieve al aspecto espacial, su­
(439), tenemos que en el elemento objetivo del hecho imponible mando a aquel condicionamiento genérico (el hecho exento) un
(y por tanto en el presupuesto de hecho exento), es posible dis­ factor de lugar, imponiéndolo como decisivo a la propia configu­
tinguir cuatro aspectos: material, espacial, temporal y cuantita­ ración del presupuesto de hecho exento o hecho exento. Un
tivo. eJemplo ele ello serían aquellas exenciones en las que se exige
que la operación o actividad que se va a exentar se realice o se
1.- Aspecto materíal. encuentre en una zona o territorio determinado.

El aspecto material es simple y sencillamente el ele­ 3. - Aspecto temporal.


mento objetivo del hecho imponible o del presupuesto de hecho
exento, según sea el caso de norma de imposición o norma de En relación con el aspecto temporal del hecho imponi­
exención (440). En este sentido GERALDO ATALlBA (441), seña­ ble F. SAINZ DE BUJANDA advierte que es importante porque
la que el aspecto material es el aspecto más complejo, ya que ayuda a contemplar la determinación del presupuesto de hecho
contiene en sí mismo la designación de todos los datos de or­ del impuesto. Pues bien, lo mismo se puede predicar en materia
den objetivo, configuradores del arquetipo en que el hecho im­ de exenciones, por lo que dicho aspecto ayudará a contemplar
ponible o hecho exento consisten, en la propia consistencia ma­ la determinación del presupuesto de hecho de la exención. La
terial del hecho o situación de hecho descrito por la hipótesis de función más Importante del aspecto temporal consiste en la indi­
incidencia. Contiene la indicación de su sustancia esencial, ya cación del momento en que se considera realizado el presu­
que es la propia descripción de los aspectos sustanciales del puesto de hecho exento, teniéndose por tanto, la condición de
hecho o conjunto de hechos que le sirven de soporte. En sínte­ exento la persona o hecho de que se trate (443).
sis, el aspecto material del presupuesto de hecho exento, lo mis­
mo que en el hecho imponible, consiste en una situación de he­ En definitiva, se trata de la determinación de el último
cho sobre la que recae la exención tributaria. elemento que sea indispensable para completar, el conjunto de
las circunstancias abstractas previstas por la norma para confi­
2.- Aspecto espacial gurar el presupuesto lega/. Y es que esta fórmula (444) se apoya
en la consideración de que el hecho exento no puede existir a
El presupuesto de hecho exento al igual que el hecho medias; sino en su integridad, es decir. en que no existe hecho
imponible, como hechos concretos de la vida real, insertados en exento o configuración del presupuesto de hecho exento, en
el mundo de los hechos, se producen en un determinado lugar. tanto no concurran todos los elementos exigidos por la normati­
La localización de los hechos exentos es esencial para la confi­ va tributaria para que surja la figura típica, en este caso la exen·
guración de la exención tributaria, por lo que un determinado ción que la ley prevea El presupuesto de hecho exento habrá.
hecho, aunque revista todos los caracteres previstos en el pre­ por tanto, de estima~,e producido ahí donde se completen to­
supuesto de hecho exento o hecho exento, si no se diera en el dos los elementos que lo constituyen. Por tanto, y como conse­
lugar previsto por éste implícita o explícitamente, no sería hecho cuencia de lo anterior el presupuesto de hecho exento o hecho
exento (442). exento, al igual que el hecho imponible, ha de ser concebido
como unidad. siendo por lo demás, necesario determinar si los
En este sentido, tenemos que el presupuesto de he­ 143
142
vez; sino que se produce en el tiempo (como por ejemplo, en
elementos que lo integran se configuran simultáneamente o una exención sobre la propiedad inmobiliaria). El legislador con­
sidera que al transcurrir cada período impositivo nace una nue­
sucesivamente.
va exención tributaria, en relación, claro está. con un hecho im­
ponible que genera la obligación tributaria y que se desenvuelva
As! pues, y siguiendo a F. SAINZ DE BUJANDA (445),
de igual forma.
los hechos imponibles pueden clasificarse temporalmente en:
c).- Hechos exentos en los que el período impositivo contribuye
a).- Hechos imponibles instantáneos.

a definir decisivamente el aspecto material de su elemento obje­


b).- Hechos imponibles de duración prolongada, clasificables,

tivo. En estos casos es necesario esperar a que cada periodo


por su parte, en tres categorías:

Hechos imponibles duraderos, pero únicos. termine para conocer si existe o no el elemento material del pre­
Hechos imponibles duraderos fraccionados temporal­ supuesto de hecho exento.
mente por períodos impositivos.
Hechos imponibles en los que el período impositivo ­ 4.- Aspecto cuantitativo.
contribuye a definir decisivamente el aspecto malerial
de su elemento objetivo. El aspecto cuantitativo representa la medición del ele­
mento objetivo del presupuesto de hecho exento (447). Se trata,
Pues bien, y debido a que la estructura del presupuesto de por tanto, de un indicador que delimita a partir de qué cantidad
hecho exento, tal y como se ha visto, hace referencia o toma co­ (monetaria o no) se entra en el presupuesto de hecho exento o
mo elementos propios los diseñados por el hecho imponible, los no, ya que normalmente si se sobrepasa dicha delimitación se
hechos exentos pueden clasificarse temporalmente en: cae en el terreno del presupuesto de hecho de tributo, y como
consecuencia de ello sujeto a la regla jurídica señalada en el
1.- Hechos exentos instantáneos: acaecen en un momento ins­ mismo. Tal cuestión se dá cuando se configuran exenciones
tantáneo o en un breve período de tiempo y al producirse (lógi­ frente a determinados supuestos de hecho que no alcanzan en
camente, en simetría con el hecho imponible), cada vez generan su valoración económica un determinado nivel, a diferencia de
una exención tributaria. aquellos otros supuestos que superando tal límite no entran en
el presupuesto de hecho exento. Así, por ejemplo, cuando el le·
2. - Hechos exentos de duración prolongada, clasificables, por gislador establece en el impuesto sobre el lujo que estarán suje­
su parte, en tres categodas (446): tos al mismo las adquisiciones de vehículos; pero posteriormen­
te configuran el presupuesto de hecho exento el cual señala que
a).- Hechos exentos duraderos; pero únicos: caract9rjzados por determinadas adquisiciones que no alcancen determinada
tener lugar en un lapso de tiempo dilatado, sólo al final del cual cuantía, estarán exentas.
se considere realiz.ado totalmente el presupuesto de hecho
exento, y nace, por tanto, la exención tributaria A tenor de lo anterior hemos de preguntamos si en el
caso del mínimo exento o mínimo vital (448), nos encontramos
b).- Hechos exentos duraderos fraccionados temporalmente por ante un supuesto de exención o de no sujeción tributaria, ya que
períodos impositivos: un mismo hecho, que no ocurre de una 145
144
ción, que, el presupuesto de hecho exento hará nacer. Tene­
se podría argumentar que para ser exención habría que hipoti­ mos, por tanto. que el presupuesto de hecho que genera la e­
zar que el mínimo vital supondría la previa sujeción cuya regula­ xención es configurado directamente en función del elemento
ción y efectos se modificarlan por las razones señaladas en la subjetivo del hecho imponible (450). De esta forma, existe exen­
norma de exención, lo cual no sería correcto porque el mínimo ción subjetiva cuando se concede ·in tuitu personae·; es decir,
vital (ausecia de capacidad contributiva) y hecho imponible (ín­ en consideración a determinadas características o circunstan­
dice de capacidad contributiva) nunca convergen. cias de la persona (4511).

Ahora bien, esta teorización, a veces, no viene refren­ Efectivamente, nos encontramos en el caso de exen­
dada por el legislador, ya que éste puede configurar el mínimo ciones subjetivas cuando la norma de exención, regula la rela­
vital en uno u otro sentido. Todo dependerá de la formulación ción jurídica de determinadas personas conectadas -en princí­
que haga el legislador del presupuesto de hecho del tributo y la pio- al presupuesto de hecho del tributo; pero tan sólo engloba
relación que establezca entre éste y la disposición de mínimo a esos sujetos que define el elemento subjetivo del presupuesto
vital. Por tanto: de hecho exento y no a otros.

1.- Será un caso de no sujeción cuando nos encontremos con Ahora bien. cuando la norma regula un supuesto de
un mínimo vital que delimite negativamente un hecho imponible exención subjetiva se está refiriendo no ya a una distinción entre
en el sentido de que éste viene formulado teniéndolo en cuenta, quienes son sujetos pasivos y quienes no lo son (452); sino que
es decir, a partir de él estaremos ante una no-sujeción. No es, delimita el ámbito, en esta operacIón de sujetos que se encuen­
por tanto, estrictamente, una exención, sino un elemento cuanti­ tran configurados en el presupuesto de hecho del tributo, para
tativo para la configuración de hecho imponible, de manera tal los que, algunos. ..Jos- no configurados en la norma de exen­
que éste no se produce mas que en aquellos casos que exce­ clón- habrá de nacer la obligación tributaria si se realiza el pre­
den el límite fijado por la norma supuesto de hecho. y aquellos otros -los configurados en el pre­
supuesto de hecho exento- para los que no nace o nace en foro
2.- Si por el contrario, nos encontramos con un mínimo vital ma reducida la obligación tributaria, aunque se hayan encontra­
que, una vez regulado o asumido por el hecho imponible, do delimitados por el presupuesto de hecho que genera -al reali­
aparece un presupuesto de hecho exento que impide que el tri­ zarse- la obligación tributaria En síntesis, lo que la exención
buto se aplique o se aplique en forma reducida a una serie de subjetiva prevee es que si el presupuesto de hecho es realizado
hechos o personas que solamente poseen dicho mínimo, esta­ por determinadas personas -las delimitadas en el presupuesto
remos en presencia de una exención. de hecho exento-, nacerán no los efectos de la norma de impo­
sición; sino los propios de la nonna de exención, esto es, el no
c).- Elemento subjetivo. -Exenciones subjetivas- nacimiento de la obligación tributaria (453).

Tal y como hemos tenido ocasión de ver, el elemento


subjetivo es el vínculo que une a una persona con el elemento d).- El problema de la mixtura de los elementos objetivo v
objetivo (449). Así, debido a ello, este elemento es la cualidad subjetivo. -Las mal llamadas exenciones mixtas-o
inherente a la hipótesis fáctica que determina los sujetos de la
147
146
como seflala LA ROSA (455), 'la nota distintiva de las exencio­
nes subjetivas es conceptualmente incompatible con la de las
Algunos autores al hablar de la clasificación de las e­ objetivas". Podrá haber, eso sí, y de hecho se dá, convergencia
xenciones, suelen decir que existen exenciones mixtas en aque­ de ambos elementos en sede de aplicación de la norma, como
llos casos en que el legislador acuerde tutelar a una serie de he­ por ejemplo, cuando una situación de hecho, que goza de exen­
chos o actos por la finalidad perseguida y por las características ción objetiva, es realizada por un sujeto que goza de exención
de la persona o personas que los realizan. Pues bien, podemos subjetiva
decir que buena parte de la doctrina está de acuerdo en negar
su existencia autónoma (454). Por tanto, tenemos que no existe e).- Efectos del presupuesto de hecho exento. -Exenciones
una categoría intermedia o de exenciones mixtas, que serían puras V condicionales-
aquellas definidas por una combinación de los elementos que
configuran a los dos supuestos antes mencionados: exenciones Como hemos tenido ocasión de ver, el presupuestO le­
objetivas que toman esta denominación en cuanto hacen refe­ gal de la exención está previsto en la norma y es de ésta de la
rencia a determinados supuestos de hecho; pero además subje­ que se deriva el efecto de que el supuesto contemplado quede
tivas, en cuanto que la exención sólo se produce si en tales he­ asumido como exento o no. Debido a ello, en defecto de alguno
chos participan determinadas personas. de los elementos que deben concurrir a integrar el hecho exen­
to, la relación jurfdica esencial prevista por la norma para el caso
Sin embargo, y a pesar de lo dicho hasta el momento, de su realización, esto es, el que se origine el nacimiento de la
no estamos de acuerdo en negar la autonomía de las exencio­ exención tributaria, no podrá producirse. En todo caso, para sa­
nes mixtas en base a que deben reputarse objetivas porque los ber si existe o no exención tributaria hay que verificar si se ha
beneficiarios repercuten a favor de todos los sujetos estípula­ agotado la dimensión temporal del presupuesto de hecho exen­
dos. Creemos que la razón es otra distinta. No puede hablarse to, la cual debe estar ineludiblemente predeterminada en la ley
de exenciones mixtas porque es imposible 'en sede normativa',
(456).
regular de manera convergente e igualitaria el elemento subjeti·
vo y el objetivo del presupuesto de hecho exento. Así, pues, en Ahora bien, hay que preguntarse, si de la simple reali­
función del elemento objetivo o subjetivo podrá hablarse de zación del presupuesto de hecho exento es posible que se de­
exenciones objetivas o subjetivas, pero nunca de mixtas; es de· sarrollen los efectos previstos por la norma de exención, ya que
cir, nos encontramos en el caso de exenciones subjetivas cuan­ una cosa es que el nacimiento de la exención se conecte a la
do la norma de exención, regula la relación jurídica de determi­ realización del presupuesto de hecho exento y, otra muy distin­
nadas personas conectadas -en principio- al presupuesto de ta, que de su nacimiento se desplieguen inmediatamente sus
hecho del tributo; pero tan solo engloba a esos sujetos determi­ efectos.
nados y no a otros, por lo que no hay elemento objetivo, en el
caso de exenciones objetivas, nos encontramos con exenciones En cuanto al anterior cuestionamiento, tenemos que en
cuyo presupuesto de hecho se configura al realizarse un presu­ la práctica los efeclOS de la exención no son siempre simultá­
puesto de hecho interviniendo determinadas personas (pero ta­ neos al de su nacimiento; la ley puede condicionar la aplicación
les personas no estarían exentas si no realizacen ese presu­ de sus efectos -esto es, su goce o disfrute-a que se produzca
puesto; no hay pues, elemento subjetivo) y ello es así porque,
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148
normalmente, una expresa petición del sujeto que se encuentra por una norma durante su vigencia
delimitado por el hecho exento, de tal suerte que, a falta de la
expresada solicitud, el impuesto se debe en la medida normal a?- Comienzo de la vigencia de las normas de exención.
(ya que el efecto de la exención no se dá) en tanto que, en pre­
sencia de la petición, se produce al efecto de la exención, por lo Por lo que se refiere al comienzo de vigencia de las
que el impuesto no se debe en absoluto. Como consecuencia normas de exención se presentan normalmente dos cuestiona·
de ésto, se podria pensar que la exención surge del acto de pe­ mientas:
tición; sin embargo, hemos de señalar que ésto es incorrecto, ya
que la exención tal y como se ha visto, se origina y inexorable­ 10.- Desde qué momento entra en vigor la norma que estable­
mente por imperativo exclusivo de la voluntad legal, y una vez ce la exención.
configurado el presupuesto de hecho exento previsto por la nor­
ma. Por tanto, la petición (457) del sujeto exento no es la fuente 20.- Desde qué momento opera la exención para un caso de­
de la exención, sino una condición legal para el uso y disfrute de terminado.
la misma (458).
En cuanto al primer cuestionamiento la respuesta es
En conclusión, las exenciones en relación al ámbito de lara y terminante: las normas de exención entrarán en vigor se­
aplicación de sus efectos pueden clasificarse en: simples o pu­ gún la normativa general tributaria de cada pals (460). Ahora
ras y condicional o condicionadas. Las exenciones simples o bien, ¿el hecho de entrar en vigencia una norma de exención,
puras son aquél/as que se aplican o ejercen -sus efectos- direc­ genera inmediatamente los efectos en ellas pervistas de exone­
ta o automáticamente; sin estar supeditado su uso o disfrute a rar en cada caso concreto amparado por la citada norma? la
contingencia alguna; pero por el contrario, las exenciones condi­ respuesta, y con ésto contestamos el segundo cuestionamiento,
cionales o condicionadas, están supeditadas a que acontezca puede ser tanto negativa como afirmativa, es decir, en las exen­
un determinado acto para poder aplicar, gozar o disfrutar de sus ciones denominadas simples o puras, esto es aquellas exencio­
efectos. nes que se aplican o ejercen directa o automáticamente; sin es­
tar supeditado el uso o goce de la misma a contingencia alguna
5.- LA NORMA DE EXENCION TRIBUTARIA (-por lo regular una solicitud ante la Admlnistración-) y sin térmi­
no para desplegar sus efectos (-para poder gozar de ella será
a).- Ambito temporal necesario que transcurra un tiempo determinado-), éstas gene-­
ran sus efectos con la entrada en vigor de la norma y se goza y
Partiendo sustancialmente del planteamiento de A. disfruta de la misma a partir de esa fecha; pero si por el contra­
BERLlRI sobre el tema de la eficacia de la ley tributaria en el rio la exención para cuya aplicación, goce o disfrute (461). está
tiempo (459), el problema de la eficacia de la norma tributaria, y condicionada forzosamente, a que acontezcan determinados
por tanto, de la norma de exención, se presenta bajo un triple hechos (462) que hacen que se disfrute la exención en plenitud
aspecto: a) La determinación del momento en que la norma co­ (-esto es, desplegar totalmenle sus efectos ya que estaban con·
mienza a ser obligatoria; b) La determinación en que deja de dicionados-), la respuesta ha de ser negativa (463).
serlo; c) La determinación de las relaciones jurídicas reguladas
150 151
b?-Duración o vigencia de las normas de exención. Exen­
ciones temporales y permanentes.
Serán pues, permanentes las exenciones que se apli­
Este epígrafe responde al siguiente cuestionamiento: can -están vigentes- sin limitación de tiempo, a toda persona o
¿Hasta cuándo estarán vigentes las normas de exención?, situación de hecho que se configuren dentro del presupuesto
Tenemos por tanto. que entre las cuestiones vinculadas al trans­ de hecho exento o hecho exento durante la vigencia de la nor­
curso del tiempo que hacen referencia a las exenciones, una de ma que delimita dicho presupuesto (-y, por tanto, nacidos jurídi­
las más importantes es la de su duración o vigencia. Son pues, camente durante la vigencia de la norma que estableció la exen­
dos los supuestos principales que se pueden dar en torno al ción-), conservando indefinidamente el carácter de exentos, mi­
tema de la duración o vigencia de las normas tributarias en ge­ entras no se derogue formalmente la norma en cuestión (468).
neral, y de las exenciones en particular. Primero, se trata del ca­
so en que la propia ley fije un plazo para su vigencia. Segundo, Por el contrario, se trata de normas de exención tem­
no se dá tal supuesto, entendiéndose por tanto, que la ley nace porales aquellas en las que su vigencia es por un plazo determi­
para un plazo indefinido, por lo que, y desde esta óptica tene­ nado: es decir, que los sujetos o situaciones de hecho que se
mos que las exenciones pueden clasificarse en temporales y encuentren dentro del presupuesto de hecho exento o hecho
permanentes (464). exento contemplados por la norma de exención, tendrán el ca­
rácter de exento, sólo cuando se realicen dentro de los siguien­
Ahora bien, hemos de hacer notar que los conceptos tes parámetros:
"permanente" o 'emporal", no son conceptos completamente
unívocos "ab ¡nitio"; sino que dan lugar a resultados diferentes, a).- Partiendo de la fecha en que entra en vigor la norma
según el punto de vista bajo el que la exención sea contem­
plada (465). b).- Antes de que culmine el plazo de vigencia de la norma de
exención.
Así, el concepto de exención permanente, no implica
su vigencia perpetua, esto es, que las exenciones de este tipo c?- Fin de vigencia de las normas de exención.
no tienen una posibilídad de absoluta perpetuidad en cuanto a
su vigencia, ya que resulta elemental (466) que toda norma otor­ Tradicionalmente se distinguen dos tipos de extinción
gadora de exenciones, aún nacida con carácter de "in perpe­ o finalización de vigencia de las normas: las extrínsecas y las in­
tuum vilitura", puede cesar su vigencia. trínsecas (469). Como causas extrínsecas se consideran la dero­
gación y el desuso, y como causas intrínsecas se citan el cum­
10.) Por ser derogada expresamente por otra norma posterior plimiento del plazo o situación para los que se ha dado, fijados
cuando el legislador tributario lo considere oportuno, o por la propia ley, Y la finalización del estado de cosas que cons­
tituían el necesario presupuesto de aquélla (470).
20.) Porque el contenido de una norma posterior resulte incom­
patible con la norma en que se estableció la exención y queda Pues bien. en cuanto a la extinción o fin de vigencia da
ésta, por tanto derogada tácitamente (467.). las nonnas de exención se puede dar los siguientes supuestos:

152
153
1.- Por derogación expresa, si una ley posterior así lo esta­ Siguiendo a BERURI, el problema de la eficacia de la
blece. ley en el espacio se reduce a: "saber si una determinada ley rige
o no como tal en un determinado territorio" (471 1). Por tanto, al
2.- Por derogación táctica, al regular una norma posterior de abordar la doctrina tributaria el tema de la eficacia de la ley en el
forma diversa, el presupuesto de hecho del tributo o hecho im­ espacio suele distinguir entre el problema de la determinación
ponible al que hace referencia el presupuesto de hecho exento; del ámbito espacial dentro del que la ley surte efecto y el propio
sin hacer mención específica o explicita a la exención. de la extensión de la ley; es decir, el relativo a la determinación
de los hechos que la ley de un Estado puede regular (472).
3.- Por derogación o supresión del tributo o presupuesto de
hecho del tributo al cual hace referencia la norma de exención. Ahora bien. y desde esta óptica, tenemos que el tema
Recuérdese que toda exención hace referencia a un tributo, por del ámbito espacial de las normas tributarias, entre ellas las de
lo que obviamente, la desaparición del tributo comporta el cese exención, está ligado al del Poder tributario, toda vez que la efi­
de la exención, de ahí el aforismo ·cesante ratione legis. cessat cacia de la ley como aeto normativo (ámbito de relaciones socia­
lex ipsa". les contemplados por la norma) I guarda una estrecha relación
con los limites espaciales del ente estatal -Nacional, Regional.
4.- Por la modificación del tributo o del presupuesto de hecho Provincial o Municipal- donde se ejercita la potestad legislativa
del tributo o hecho imponible al que hace referencia el presu­ correspondiente (473).
puesto de hecho exento, de forma tal que deje de estar sujeto
aquéllo sobre lo que recaía la exención; es decir, cambio de su­ Asr pues, se ha dicho (474) que una consecuencia ine­
jeción a no-sujeción, que sólo podrá darse en las exenciones lla­ vitable de la potestad o poder de gravar es la potestad o Poder
madas objetivas. de eximir de la carga tributaria, ya que el poder de eximir es si­
métrico con el poder impositivo, por ello ha de sentarse como
5.· Por desaparición física de la persona o desaparición jurí­ regla general que estarán investidos del poder de eximir, única­
dica de la entidad a la cual la norma de exención hace referen­ mente quienes tengan potestad de tributación.
cia, en el caso, claro está, de exenciones subjetivas.
En este sentido, cabe hacerse dos cuestionamientos:
6.- Por haber transcurrido el plazo fijado en la propia norma
de exención para su vigencia, en las normas de exención de ca­ 10.- ¿Qué autoridad o qué autoridades tendrán la potestad pa­
rácter temporal. ra que mediante ley eximan de la carga tributaria?

7.- En el caso de que se trate de exenciones de derecho inter­ 20.- ¿Hasta dónde regirá una norma de exención emitida por la
nacional, abandono de la reciprocidad o bien. denuncia del con­ autoridad competente para ello?
venio o tratado internacional.
Antes de responder a dichos cuestionamientos, hemos
b).- Ambito espacial de señalar que lógico es que en este tema no se puede dar una
respuesta general de carácter univoca, ya que ha de ser el orde­
154 155
punto de vista del territorio que afectan, las exenciones creadas
namiento supremo de cada país, esto es, la Constitución, quien por esta autoridad pueden clasificarse en:
habrá de fijar las directrices a efectos de distribuir el Poder Tri­
butario; sin embargo, y con ésto contestamos el primer cuestio­ Exenciones aplicables en todo el territorio nacional.
namiento, las exenciones pueden clasificarse, según la fuente
del poder de eximir en (475): Exenciones aplicables sólo en determinadas zonas
geográficas. Estas se establecen precisamente en razón a las
-Exenciones nacionales:- su fuente inmediata de poder particulares circunstancias de un territorio en un momento y si­
proviene del parlamento general o, legislatura nacional y tienen tuación determinada
la potestad tributaria y por tanto de crear normas de exención
sobre el territorio nacional de que se trate dentro de los tributos - Exenciones aplicables en todo el territorio nacional;
que le son otorgados por la Constitución. sin perjuicio de los regrmenes espaciales por razón del territorio.
Estas son exenciones que se establecen para todo el territorio
-Exenciones Regionales:- en éstas, la fuente de poder nacional; pero que pueden ver alterada total o parcialmente su
proviene de las legislaturas regionales, teniendo potestad tribu­ regulación en determinadas regiones que tengan competencia
taria (-con las limitaciones señaladas en la Constitución-) en la para ello.
Región de que se trate.
b?-Exenciones que rigen en espacio regional.
-Exenciones locales:- estas últimas tienen su fuente de
poder en las legislaturas provinciales o municipales teniendo po­ Los gobiernos regionales serán competentes para es­
testad en el municipio o provincia de que se trate, dentro de los tablecer exenciones respecto a los tributos propios y respecto a
límites que señale el ordenamiento jurídico. los tributos que le sean cedidos por el gobierno nacional, rigien­
do las exenciones que dicte tan sólo en los límites de la región
Por otra pane esta regla general admite excepción en que se trate (477). Estas exenciones se pueden clasificar en:
el caso de desplazamiento orgánico total o parcial de la compe­
tencia tributaria, debiendo en cualquier caso eximir a quien fuere - Exenciones aplicables en toda la región.
titular de la potestad correspondiente (476). _ Exenciones aplicables en determinadas zonas geo­
gráficas de tal región
Ahora bien, por lo que se refiere al segundo cuestiona­
miento las exenciones se clasifican en: c?- Exenciones que rigen en espacio local.

a?-Exenciones gue rigen en todo el territorio nacional los gobiernos locales tendrán la potestad de dictar
exenciones, de acuerdo con sus competencias, tanto de los im­
Normalmente y según se ha dicho, el parlamento ge­ puestos propios como aquéllos que le sean cedidos, obligando
neral o legislatura nacional es competente para establecer me-­ o teniendo vigencia tan s610 en el territorio local de que se trate.
diante ley formal, las exenciones que afecten sus tributos, por lo
demás, aplicables en todo el territorio nacional; pero desde el 157
156
de imposición tributaria tan diferentes que pueden dar lugar al
d~.-E.xenciones de Derecho Internacional.
nacimiento de situaciones de conflicto, ha dado pauta a la exis­
tencia de Tratados o Convenios, como aquéllos destinados a
No son extraños al Derecho Tributario y por ello a las
evitar la doble Imposición internacional (482) o aquellos que
exenciones, los convenios o tratados internacionales firmados
conceden exenciones tributarias a los diplomáticos, o a las orga­
entre dos o más pafses o entre un país o países con orgaOlza­
nizaciones internacionales intergubemamentales.
ciones Internacionales, pues son muy frecuentes los tratados
que tienen por objeto, exclusivo o no, cuestiones de tipo fiscal.
En cuanto al segundo punto, tenemos que los Trata­
Tenemos por tanto, que las exenciones tributarias no sólo se en­
dos o Convenios Intemacionales. son utilizados como medios
cuentran única y exclusivamente en normas de Derecho interno;
de limitar la soberanía tributaria, en materia de exenciones, sig­
sino también en normas de Derecho Internacional. Entre las nor­
nificarán la obligatoriedad de introducir determinadas exencio­
mas de Derecho Internacional tenemos a la costumbre interna­
nes en su ordenamiento jurídico o bien el compromiso de no
cional, los principios generales de Derecho y con mayor impor­
tancia, la legislación internacional y los tratados o convenios hacerlo (483).
internacionales (47A).
Por último, en cuanto a la duración o vigencia de los
tratados o convenios intenacionales, suele incluirse una claúsu­
Así, pues, tenemos que los tratados o convenios inter·
la por la que se declara que el mismo estará en vigor mientras
nacionales pueden establecer exenciones tributarias (479); pe­
no se denuncie (484). Dicha estipulación puede interpretarse co­
ro, para que las claúsulas de naturaleza tributaria en las que se
mo una declaración expresa de la duración indefinida de las nor­
otorgan exenciones contenidas en tratados o convenios interna­
mas otorgadas de exenciones; pero también se puede conside­
cionales, adquieran plena eficacia, es necesario que éstos sean
ra, sencillamente, como una no fijación de plazo a la norma en
ratificados con arreglo al ordenamiento jurídico nacional de que
conjunto que nace sin determinación del momento de extinCión,
se trate (480).
cualidad, como se ha visto, inherente a toda norma que no fije
su plazo, y que se dicta, pues, "In perpetuum valitura".
Ahora bien, los Tratados o Convenios Internacionales
pueden analizarse, en Derecho Tributario, desde dos puntos de
c).- Ambito cuantitativo.
vista: como reguladores del ejercicio y aplicación del poder tri­
butario, o como instrumentos para limitar la soberanía tributaria
Antes de analizar este punto hemos de hacer una ad­
(481).
vertencia previa: no debe confundirse el problema del ámbito
cuantitativo de la norma de exención, con el concepto de exen­
Por lo que se refiere al primer punto, tenemos las exen­
ciones en razón de la cuantfa, ya que como hemos tenido oca­
ciones tributarias establecidas en tratados internacionales que
sión de ver (485), la exención en razón de la cuantía hace refe­
son directamente aplicables en los Estados firmantes. Así por
rencia a el aspecto cuantitativo del elemento objetiVO del presu­
ejemplo. la existencia de unas soberanías nacionales territorial­
mente localizadas y por ende dotadas de unos sistemas fiscales puesto de hecho exento o hecho exento.
propios e independientes, regidos muchas veces por principios
a?-Exención total y parcial
158 159
es incorrecto, debido a que en la exención si se produce una re­
Una vez, hecha la aclaración, tenemos que las normas laci6n jurfdico-tributaria entre Administración Y administrado Y
de exención, desde el punto de vista cuantitativo, se clasifican sólo en la no suieción no se dá ninguna relación jurídico­
en: totales y parciales (486). Serán totales, aquéllas en los que tributaria (489).
los efectos previstos en la norma de exención sean la no tasabi­
IIdad o no obligación de pago de la carga tributaria material atri­ b?-EI tipo cero V la exención tributaria.
buída, en principio, por la ley a la situación de hecho -exencio­
nes objetivas- o a determinadas personas -en las exenciones El legislador tributario puede establecer para determi­
subjetivas- que viene a contemplar el presupuesto de hecho nados supuestos de una concreta figura impositiva un tipo de
exento previsto en la norma de exención. gravamen cero. Antes este tipo de gravamen hemos de hacer­
nos la siguiente pregunta: ¿estamos realmente en presencia de
En las exenciones parciales, si se produce el nacimien­ una exención tributaria? Estimamos que a respuesta ha de ser
to de una obligación tributaria material; pero el "quantum" de la afirmativa, ya que, cabe configurar -tanto desde el punto de vista
misma, se ve reducido o es menor del que se hubiera originado cuantitativo como cualitativo (490)- al tipo de gravámen cero co­
de la realización del hecho Imponible, y de no haber existido esa mo una modalidad de la exención tributaria (49 ti).
otra nueva regulación, de la cual se deriva una situación jurídica
nueva que se caracteriza por el pago parcial del tributo de que Ahora bien, el concepto con tipo de gravámen cero no
se trate (487). puede confundirse con los supuestos de no sujeción, mas bien
todo lo contrario, ya que, para que pueda darse el tipo cero es
En otras palabras, en la exención parcial si surge una preciso que exista el presupuesto de hecho que genera la suje­
obligación de pagar un tributo, pero sólo en la medida o "quan­ cl6n al tributo del hecho de que se trate. El tipo cero puede defi­
tum" que viene determinada por la norma de exención, ya que nirse como una exención tributaria total que afecta al tipo de
es ella y en razón del elemento objetivo -en las exenciones obje­ gravámen.
tivas-, o del elemento subjetivo -en la exención subjetiva- del he­
cho imponible quien fija cual es el monto del tributo a pagar Por último, hemos de señalar que el tipo cero se dá so­
(488). bre todo, en los pafses en los que rige un impuesto sobre el Va­
lor Añadido, y se estime como nonnal la aplicación del impues­
Ahora bien, un sector minoritario de la doctrina jurídi­ to -a tipo cero o nulo- sobre las ventas. y en consecuencia, se
co-tributaria, no está de acuerdo en clasificar a las exenciones puede deducir y reclamar al tesoro el impuesto pagado por las
tal y como hemos hecho, ya que señalan que sólo son verdade­ compras. En definitiva, el tipo cero se ha venido utilizando como
ras exenciones las exenciones totales, por cuanto -señalan­ mecanismo Para discriminar a favor de los bienes de primera ne­
exención implica "no pago" y no "menos pago'. Sin embargo, es­ cesidad. así como de aquellos otros que tienen carácter social o
timemos que esta posición es inadecuada, ya que parten de una distributivo.
premisa errónea, es decir, sostienen que en las exenciones no
se produce una relación tributaria, por lo que forzosamente el 6).- Exención. Su concepto.
"quantum" de la obligación ha de ser nulo. Estimamos que ésto
160 161
algo o alguien deja de estar sujetos a un tributo o bien porque la
a).- Figuras afines. carga tributaria es reducida

Para una mejor comprensión de cualquier figura es 3).- Deducción.


conveniente, no solamente analizar sus características; sino que
también es importante confrontarla con la figuras mas o menos Es una figura jurídica tributaria, la cual se produce
próximas a ella, para que entresacando afinidades y diferencias, cuando la base liquidable es una cantidad menor, la que exis­
contribuyamos a una mejor configuración de la misma. tiera de no mediar la deducción. En sentido usual, el término
deducción se utiliza como el de desgravación, para referirse a
En este sentido, junto al término exención, aparecen realidades heterogéneas.
otros términos con función semejante, de los que conviene aquí
hacer referencia. 4).- Bonificación.

1).- Desgravación. La bonificación se produce cuando la cuota tributaria


(deducida ésta a partir de bases y aplicando tipos normales) no
Es un concepto que se integra en la base imponible a se cobra en su integridad. Por tanto, en la bonificación tributario
efectos de determinar el tipo progresivo, y una vez fijado éste. se nace una obligación tributaria pero su 'quantum' es inferior al
exoneran de la tributación correspondiente, por lo general la normal. se diferencia de la reducción ya que. la deducción o
parte de cuota proporcional a dichos conceptos desgravables. afección se dá en la cuota, mientras er¡ la reducción se afecta la
F. SAINZ DE BUJANDA (492), señala que: 'en sentido amplio. la base imponible o el tipo a aplicar.
desgravación se produce siempre que el legislador introduce en
la normativa modificaciones a reducir la carga inherente a un de­ b).- Concepto de exención tributaria.
terminado tributo'. Desgravación. en sentido amplio no jurídico,
equivale a aliviar en todo o en parte a alguien o a algo de una o­ Así pues. y como consecuencia de todo lo dicho hasta
bligación tributaria. En este sentido, la desgravación siempre ha el momento, hemos de dar el siguiente concepto de exención:
de producir como efecto una disminución de la deuda tributaria.
La exención, desde el punto de vista jurídico. es una
2).- Reducción. elación jurídica conectada íntimamente con el hecho imponi­
ble e inspirada y ajustada con los principios jurídicos que con·
En el ámbito tributario, las reducciones se configuran forman el ordenamiento jurfdico. la cual provoca un efecto jurídi­
cuando la base imponible o el tipo aplicado, es inferior al normal co concreto: el sometimiento a un régimen jurrdico que se carac­
en función de una determinada políitca económica que se ins­ teriza por el no nacimiento o, el nacimiento en forma reducida de
trumenta mediante el impuesto. Por su parte en sentido corrien­ la obligación tributaria material.
te o usual, cuando se habla de reducción de impuestos, se hace
normalmente referencia a algo similar al significado amplio de e).- La necesidad de reconducir ciertas figuras al concepto
desgravación. La reducción tributaria puede efectuarse porque de exención,
163
162
Ahora bien, y como derivación del concepto de exen­ d). - Pérdida de la exención.
ción tributaria, entendemos que las figuras afines aqui estudia­
das (493), desde el punto de vista científico, son una misma co­ Hemos de señalar que no hay que confundir la extin­
sa: exenciones tributarias. Esto implica necesariamente, que a ción de la exención (49a) con la pérdida de la misma, ya que és­
estas figuras jurldico-tributarias les son aplicables, integramen­ ta última supone el cese de sus efectos para una persona deter­
te, todas las consecuencias jurídicas que surgen en torno a la minada (499).
teona general de la exención tributaria
Siguiendo a F. SAINZ DE BUJANDA (500), tenemos
Las razones de tal conclusión son las siguientes: que la pérdida de la exención puede darse:

1.- Si bien el concepto de exención se utilíza primordialmente Por desaparición de las circunstancias que legitimen para
para delimitar a la relación jurídica que incide sobre el hecho im­ el disfrute de la exención.
ponible (normalmente sus elementos objetivos y subjetivos),
mientras que el concepto de las figuras afines estudiadas, es re­ Por caducidad de los plazos concedidos para solicitar la
lacionada o Inciden en el aspecto cuantitativo del elemento obje­ renovación de la misma,
tivo del hecho imponible (esto es la base imponible, el tipo de
gravamen o la cuota), ello no impide evidentemente que por Por Infracción de los deberes impuestos al beneficiario pa·
esta circunstancia no sean asimilables como exenciones tributa­ ra continuar en el disfrute de la exención.
rias (494).
7.- INTERPRETACION DE LAS NORMAS DE EXENCION.
2.- Tanto los principios inspiradores, como los resultados
prácticos en este tipo de figuras, son afines a los que justifican a a) La naturaleza de la norma tributaria como criterio infor­
las exenciones tributarias, es decir se basan o tienen su funda­ mador de la naturaleza de la norma de exención.
mento en el principio de capacidad contributiva (495), o bien en
otros principios que inspiran y estructuran el ordenamiento jurí­ Interpretación, siguiendo a ENNECCERUS (501); es to­
dico (496). También sus efectos son los propios de una exen­ da indagación o investigación tendente a esclarecer el sentido
ción tributaria, ya que en algunos casos impiden el nacimiento de una norma jurídica y precisamente aquel sentido que es deci­
de la obligación tributaria o hacen que nazca en forma reducida sivo para la vida jurídica.
(497).
Ahora bien, si deseamos realizar una construcción co­
Por tanto, y en conclusión, sería conveniente que el ri­ herente conviene, antes de tratar la problemática de la interpre­
co acervo terminológico en materia de beneficios fiscales sea re­ tación de las exenciones tributarias, resolver en un primer plano
conducido al concepto de exención, sometiéndose debido a un tema tan debatido en la moderna doctrina jurídica tributaria
ello, a la teoría general de la exención tributaria, contribuyendo como es la de la propia naturaleza de la norma de exención. Y
de esta forma a dar una mayor claridad del sistema tributario. es que esto ha de ser necesariamente asf, ya que según la posi­
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ción que adoptemos al respecto ésta se verá reflejada frente al normas que no tienen carácter normal u ordinario, sino más bien
problema de su Interpretación. que se trata de normas de derecho singular o excepcional (507).
Esta tesis -la de considerar a la norma de exención como excep­
Asf, pues, y según se ha afirmado (502) la norma de e­ cional- ha tenido su origen principalmente en las siguientes con­
xención constituye un todo orgánico con la norma de imposi­ sideraciones:
ción. Por tanto y como una consecuencia lógica de dicha afirma­
ción entendemos que la naturaleza de la norma de exención ha­ 10.- LaS normas de exención contrastan con el sistema impo­
brá de estar fntimamente ligada a la de la norma de imposición. sitivo, ya que quebrantan los principios jurídicos fundamentales
Es decir, que siguiendo un razonamiento lógico, una vez deter­ de un conjunto normativo como es el ordenamiento tributario
minada la naturaleza de la norma de imposición, será el resulta- (508).
o de la misma el que nos habrá de servir como criterio infor­
mador a efectos de determinar la naturaleza de la norma de 20.- La regla general del derecho tributario es el sometimiento
exención (503). a imposición de todas las manifestaciones de capacidad contri­
butiva: por lo que, y desde esta perspectiva, cualquier norma
Por tanto, y en cuanto se refiere a la naturaleza de la que permita la no imposición de determinadas capacidades
norma impositiva, la cuestión se encuentra totalmente despeja­ contributivas representaría una excepción a aquella regla gene­
da actualmente por la moderna doctrina de una manera unáni­ ral (509).
me, en el sentido de que se afirma que la norma tributaria es
una norma jurídica de naturaleza idéntica a cualquier otra, que 30.- Las normas de exención suponen una derogación de una
ha perdido su carácter penal u odioso que pudiera haber tenido norma más amplia que es la norma determinante del hecho
en épocas pasadas (S04). Hoy día superado este problema y a Imponible o de otro elemento tributario (510).
través de un proceso que, naciendo de la Revolución Francesa,
culmina en los modernos Estados de Derecho, prima el principio Pues bien, y a la vista de los argumentos en los que se
de reserva de ley y el pensamiento fllosófico de que la ley tribu­ funda la doctrina que defiende la excepcionalidad de la norma
taria es una ley que obliga en conciencia {50S}. de exención, nos parece que su conclusión es el fruto de un ra­
zonamiento insuficiente en razón de lo siguiente:
Pero, as! como hay unanimidad en considerar a la nor­
ma tributaria como una norma ordinaria y normal, en términos 1.- Creemos que no es correcto calificar a la norma de exención
generales, no ocurre lo mismo en lo que respecta a la naturaleza tributaria como norma excepcional por cuanto un derecho es ex­
de la norma de exención (506). cepcional o una norma tiene carácter Singular cuando contradi­
ce o quebranta los principios fundamentales de un conjunto nor·
b) La pretendida excepcionalidad de la norma de exen­ mativo que conforman un sistema determinado -en este caso el
ción tributaria. tributo-, y esto no se dá en relación con la exención tributaria.
Desde el punto de-vista teórico estimamos que para resolver es­
Tenemos asl que en la actualidad existe toda una co­ ta cuestión es necesario plantearse el sentido y fin de las nor·
rriente doctrinal que considera a las normas de exención como mas tributarias, ya que del concepto jurídico que se tenga de los
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tributos no será difícil dar con los principios que inspiran esa y puesto que el efecto de la norma de exención es permitir la no
normativa así como la "ratio" del sistema impositivo. imposición de determinadas capacidades contributivas ésta re­
presenta una excepción a aquella regla general; debido a lo
Así, pues, y cuando se ha planteado esta cuestión an­ siguiente:
teriomente se llegaba como máximo a la conclusión de que las
normas impositivas eran establecidas por la necesidad de pro­ Bien sabido es que hace algún tiempo se consideraba
curar un ingreso a los gobernantes y, de ser posible, de la ma­ a la norma de imposición como norma excepcional en cuanto se
yor cantidad realizable (511 r). Esta posición, sin embargo, y se­ dacfa que se trataba de normas restrictivas de los derechos fun­
gún hemos visto a lo largo de nuestro estudio, carece de funda­ damentales de libertad y propiedad (515). Actualmente buena
mento. El fin de las leyes tributarías, es más bien el de poner al parte de la doctrina afirma que las exenciones excepcionan la
stado en condiciones de cumplir las funciones de la más varia­ regla general del derecho tributario (516) cayendo asf en el mis­
da especie que le competen en interés a fa colectividad hacién­ mo vicjo lógico, en el sentido de que al igual que la idea que se
dola progresar; evidentemente, alcanzar este fin suscita la obli· mantenfa frente a las normas impositivas era equivocada, en
gación de allegar dinero a las arcas públicas de modo que sean cuanto no existfa y no existe un principio absoluto de tutela de la
tutelados los intereses de esa colectividad (512); pero esta libertad y de la propiedad, la posición que hoy se mantiene en
cuestión no excluye que los intereses de la colectividad pueden relación con la naturaleza de la norma de exención es inexacta,
ser tutelados por otras vlas, esto es, que el fin de la imposición en cuanto no existe un principio absoluto de contribución al
no sólo puede y debe ser llevado a cabo por medio de la obten­ sostenimiento de los gastos públicos (517).
ción de ingresos, sino también la recaudación tributaria puede
ser un medio secundario para la obtención de los fines del en y es que, tal como se ha dicho en páginas preceden­
tramado impositivo. tes (518), de la fórmula o principio jurfdico "todos están obliga­
dos a concurrir a los gastos públicos en razón o de acuerdo con
Por tanto, partiendo de esta bases, el atribuir carácter su capacidad contributiva" no se desprende un "principio gene­
excepcional a las normas cOnfiguradoras de exención sólo pue­ ral" o "absoluto" que imponga o establezca el sometimiento a
de ser válidamente sostenido en un ordenamiento rígido, inspi­ gravamen de todas las manifestaciones de capacidad contributi­
rado en los principios de la Hacienda Pública neutral (513), pero va (519); sin que, a "sensu contrario' de dicha orden de validéz
no en los ordenamientos impositivos modernos en los que junto positiva se desprende una orden de validéz negativa o principio
a los principios puramente fiscales o recaudatorios, coexisten general de signo contrarío, que impone el sometimiento a grava­
otra serie de principios intervencionistas que delimitan y comple­ men de todas aquellas manifestaciones de capacidad contributi­
mentan aquéllos y a cuya realización práctica responden, hoy va que no tengan ciertas características cualitativas o cuantitati­
dfa, los tributos y las exenciones como medios juddicos (514). vas, que en orden a valoraciones complejas por parte del legis­
lador no pueden ní deben ser objeto de gravamen (520).
2.- En segundo término hemos de decir que la norma de exen·
ción no puede considerarse como excepcional en base al argu­ Por tanto. las normas que establecen exenciones tribu­
mento de que la regla general del derecho tributario es el some­ tarias y las normas configuradoras de tributos encuentran su
timiento de todas las manifestaciones de capacidad contributiva, apoyo en un mismo "principio general", que por su propia natu­

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raleza sólo es completo y cognoscible en cuanto a su verdade- . ción a esa regla general, en tanto que el primero constituye un
ro alcance una vez contrastada tanto su orden de validéz positi­ principio general únicamente hasta donde no entre el conflicto
vo -las manifestaciones de capacidad contributiva deben ser con el segundo. Incluso podría afirmarse que en este sentido la
gravadas- como la orden de validéz de signo contrario -en las norma de imposición seria la excepcional y no la de exención ya
que concurren ciertas características cualitativas o cuantitativas que la mecánica interna que inspira a un determinado tributo,
no deben ser objeto de gravamenes- y es que la verificación de puede infringir, respecto a determinados casos, una regla o
la existencia de normas distintas no implica una derogación de principio general que intenta conseguir validéz en el más amplio
un principio general, sino que más bien se trataría de un princi­ sentido posible, porque su realización pareció al legislador
pio general concurrente; razón por la cual no solo no estamos oportuna o necesaria (525).
frente a un conflicto con un principio general, sino que, además.
se trataría de disposiciones armónicas, en el sentido de que la En conclusión, la pretendida excepcionalidad de la
norma de contenido diverso al del principio general de signo po­ norma de exención -con todas sus concecuencias interpretati­
sitivo, se encuadra dentro del principio general que define el va- no parece que pueda ser actualmente mantenida en razón
contenido de la norma de signo contrario (521 1) .
de lo aqui expuesto.

3.- Por último, y desde la perspectiva, no ya de las normas gene· c).-Criterios interpretativos en mateda de exenciones tribu­
rales en materia tributaria, sino desde el punto de vista del trIbu­ ~
to en concreto, se podría afirmar, en principio, que la norma de
exención es por definición norma excepcional, ya que una exen­ la solucí6n aceptada por nosotros en cuanto a la natu­
ción existe cuando el no sometimiento a gravamen contradice, raleza de las normas de exención nos lleva como consecuencia
en un primer plano, los presupuestos generales del tributo tal en el campo de su interpretación a afirmar que tanto las nor­
como fueron previstos por la ley (521). mas de Derecho tributario en general, como las normas de e­
xención en particular, por responder a análogas consideracio­
Ahora bien, y prescindiendo de la corrección de dicha nes y al ser estimadas tan ordinarias ~omo cualquier otra ley,
definición, hemos de hacer notar que la formulación de la norma cuando llegue el momento de su interpretación les serán aplica­
juridica en la ley ·ya sea de exención o de cualquier otro tipo- en bles los criterios comunmente admitidos en todas las ramas del
modo alguno decide si esta ha de ser o no considerada como Derecho (526).
norma excepcional, ya que la verificación de la existencia de
normas distintas no necesariamente ha de implicar la deroga· Por tanto, y como afirmación de principio hemos de ha­
ción del principio general (523). Yes que si la norma de exen· cer notar la no viabilidad de la interpretación económica, porque
ción "delimita" la mecánica interna que inspira un determinado según la idea anterior nos referimos concretamente a criterios
tributo, no es, para contradecirla sino más bien para adaptarla a de "interpretación Jurldica", lo cual deviene necesario por el he­
la "ratio' que inspira el sistema tributario en su conjunto (524). cho de que el ordenamiento tributario es un conjunto de normas
Por tanto la norma que delimita -la exención- el principio general jurídicas con sustantividad y autonomfa propias y no una simple
de un determinado tributo pero es el resultado de la aplicación expresión formal de realidades económicas (527); por todo ello,
de un principio más amplio, no se puede considerar como exen­ cualquier interpretación que de ellas se haga, para que sea legi­
170 171
tima (528), tlene que ser conforme a las normas, ha de estar vin­
culada al Derecho; pero mucho cuidado, esto no quiere decir, 1.- Que el Derecho Tributario y. en concreto en materia de exen­
entiéndase bien, que las consideraciones económicas no ten­ ciones, en su interpretación se ha de estar a su tenor gramatical
gan importancia dentro de la interpretación jurídica de las nor­ cuando las palabras sean claras y no dejen lugar a dudas sobre
mas financieras (529). la internación del legislador (535). Esto último conviene precisar­
lo para evitar equivocos; con ello no queremos decir que las nor­
Así, pues, en la interpretación de las normas tributa. mas tributarias y en concreto las de exención sólo se deben in­
rias el general y las exenciones en particular son varios los crite­ terpretar cuando sean dudosas, pues la expresión "in claris non
rios o métodos interpretativos que han de servir a la finalidad de fit interpretatlo", es falaz (536), ya que no se debe confundír la in­
conocer la voluntad objetivada del legislador (530) a saber: a).­ terpretación con la dificultad de la misma; ni tampoco afirmamos
El gramatical o la propia letra de la ley; b).- El sistemático o cir­ un erróneo literalismo, ya que estamos hoy muy lejos de los pre­
cuito hermenéutico de la ley; c).- El teleológico; d).- El histórico. supuestos que dieron valídéz a la famosa frase de ESMEIN de
Esta clasificación es aceptada, con ligeras variantes, por toda la que "Le droit fiscal comme le droit penal est un droit stricr (537).
doctrina (531), si bien algún autor añade, por lo que respecta en Lo que más bien queremos decir es que si bien el intérprete ha
concreto a las exenciones, el "método principalista" (532). de comenzar con el sentido literal de la norma, no tiene por qué
detenerse en la pura letra de la ley, sino que tiene que fijar el
Ahora bien, una vez enumerados los criterios interpre­ significado propio de las palabras según su conexión entre las
tativos para nuestra materia, hemos de preguntarnos qué impor­ mismas y, a través de ello, la intención del legislador y cuando
tancia tienen unos frente a otros, así como la forma y uso que el en virtud de ello no surgen dudas sobre la misma -suficiencia li­
intérprete tendrá que llevar a cabo a efecto de poder conocer, teral- se debe estar al sentido literal.
desarrollar y aplicar el sentido o pensamiento jurídico contenido
en las leyes tributarias y precisamente el exacto sentido que la Por el contrario. debe prevalecer la intención del autor
norma ha de tener en relación con los intereses que encierra la de la ley frente a texto literal de la norma, cuando la literalidad
norma a interpretar (533). normativa aparezca contraria al circuito hermeneútico de la ley
en que se encuadra (en este caso seria el sistema que informa a
Por tanto, y a tenor del primer cuestionamiento, he­ todo un conjunto de exenciones tributarias) y por tanto contraria
mos de decir que en materia de interpretación de normas consti­ a la intención reguladora y tendencia de la ley (538).
tutivas de exenciones tributarias no existen criterios interpretati­
vos específicos, así como todos a su vez asumen cierta relevan­ 2.- Por lo que se refiere al criterio o elemento sistemático, éste
cia para cada caso particular sin existir preeminencia de unos adquiere una especial atención debido a la peculiar estructura
sobre otros (534). de la exención tributaria Creemos por tanto que la primera ope­
ración a realizar será conectar e interrelacionar la norma de e­
No cabe, pues, una postura apriorística en cuanto a xención con la norma de imposición a la cual es referida; es de­
criterios a utilizar por lo que se puede señalar Jo siguiente: cir, que al estar -la norma de exención- en referencia con una
norma impositiva, lógico será, para determinar su verdadero ám­
bito de aplicación y alcance, relacionarla con la de imposición,
172 ya que al constituir un todo orgánico y al referirse siempre a és­
173
ta, la única forma de encontrar su sentido inicial y sus elementos por tanto dar con las verdaderas ideas y fines que el legislado
habrá de ser por medio de la interrelación. Una vez realizada es­ se propuso al objetivarlos en el precepto a interpretar.
ta operación inicial, lo que se deberá hacer para poder conocer
su alcance total o global será buscar su verdadera significación Sin embargo, y por el momento, hemos de decir que
no ya frente a la norma de imposición, si no más bien frente al hay que tener prudencia a la hora de utilizar este criterio inter­
sistema que la inspira y le dá luz propia; labor por lo demás cier­ pretativo' ya que hay que cuidar que el mismo no se aparte del
tamente complicada, ya que el sistema al que pertenece no sólo verdadero contexto de la dispos;ción particular que ha de ser in­
se buscará en la ley en que se encuadra, sino más bien en todo terpretada, tratando de conservar siempre en la medida de \o
el conjunto de normas y leyes que conforman el sistema tributa­ posible, el sentido que mejor corresponda a la regulación legal y
rio en su conjunto. Sólo así será posible encontrar su verdadero a la jerarqura de sus propios fines (539).
alcance y significado y a su vez estos pasos podrán llevar a co­
nocer el elemento teleológico de la misma. 4.- Naturalmente. el criterio histórico habrá de tenerse en cuenta
a la hora de llevar a cabo la labor interpretatitva, ya que la inves~
3. - En cuanto al criterio o elemento teleológico hemos de decir ligación de la circunstancias históricas. en el más amplio senti­
que juega un papel importante -más no primordial- por lo que se do, se convierten en un importante medio auxiliar en materia de
refiere a nuestra institución; mismo que estará constituido por exenciones tributarias, debido a su peculiar función. Sin embar­
los siguientes elementos: go hemos de hacer notar que este criterio interpretativo, no es,
en modo alguno, vinculante para el intérprete. ya que la meta úl­
a) Por los principios generales consagrados en el ordena­ tima de la interpertaci6n no es averiguar la voluntad real del I&­
miento constitucional, no sólo los que se refieran de manera ex­ gislador histórico, sino averiguar el significado de la norma par­
clusiva al derecho tributario, como podría ser el de capacidad tiendo de los problemas prácticos que en la realidad actual se
contributiva, sino también otros que de una forma más discreta presentan.
se plasman en el propio ordenamiento financiero, como podrían
ser el de la protección de la familia, el del progreso social y eco­ Tenemos as! que algunas exenciones responden a cir­
nómico, el del pleno empleo o el del desarrollo regional y secto­ cunstancias muy específicas que se han dado en un lugar y
rial equilibrados, entre otros. . mpo determinados (-por ejemplo exenciones otorgadas a al­
gunas reglones dañadas por una catástrofe natural-) lo que nos
b) Por la finalidad de la exención: es aquí donde se deben permitirá situar al texto de la norma dentro del verdadero cfrculo
tener en cuenta no sólo la consideraciones de tipo económico, que ha motivado su origen.
sino también las de tipo político, social, etc., puesto que todo es­
te conjunto de elementos podrán poner al intérprete en disposi­ 5.- Por último, y en cuanto a la propuesta de RAFAEL CALVO
ción de entender con mayor claridad -pero siempre desde la ORTEGA, (540) de utilizar de forma especial el método principa­
perspectiva jurídica- el problema o controversia que se le pre­ ista, esto es, la utilización como método o criterio interpretativo
senta dentro de un contexto real; con lo que tendrá un conoci­ del principio de capacidad contributiva en el campo de la exen­
miento más profundo sobre el 'porqué" de la elección de un de­ ciones tributarias; hemos de decir que su propuesta nos parece
terminado "hecho social" como 'presupuesto de hecho exento" y Inadecuada en razón de lo siguiente (541'): el principio de igual­
174 175
dad; lo que nos lIevarra a que este tipo de exenciones lo que restrictivamente (543). Sin embargo, esto en la actualidad es In­
realmente hacen es llenar o completar los huecos en los que no admIsible (544), ya que como ha quedado claro, la ley tributaria
puede operar el citado principio en el ámbito tributario. Por otra y, en concreto las normas de exención, como ordinarias que
parte, hablamos de métodos o criterios interpetativos, y el princi­ son, deben ser interpretadas mediante todos los medíos que el
pio de capacidad contributiva, si bien es un criterio importante a Derecho pone al alcance del intérprete, cualquiera que éste sea,
tomar en cuenta dentro de los de carácter teleol6gico a efecto y de dicha labor interpretativa podrá derivarse, según sea, un
de interpretar las normas tributarias y en concreto la constituti­ efecto declarativo. restrictivo o extensivo (545).
vas de exenciones tributarias, su operatividad es exigua en lo
que se refiere a las exenciones extrafiscales, tanto desde una Asf pues, y como consecuenpia de lo anterior censura­
perspectiva positiva (porque no son lógicas derivaciones de él, mos todos aquellos criterios y aforismos jurídicos que se consti­
sino de toros principios constitucionales que conforman junto tuyen en elementos de interpretación declarativa, restrictiva o
con él todo el sistema tributario), como negativo (puesto que, extensiva "a priori", por no responder al procedimiento normal de
según se ha visto, son normas autónomas correctoras y comple­ interpetación que debe imperar en las leyes tributarias en cuan·
mentarias de las de imposición, y no dependientes ni contradic­ to normas ordinarias que son (546).
torias) por lo que resulta absurdo que deban ser interpretativas
"a priori" restrictivamente. Por tanto, tampoco aceptamos la interpretación literal
defendida por A.D. GIANNINI (547) el cual señala que "Las exen­
b).- En definitiva, si realmente existiese un criterio interpretati­ ciones tributarias están condicionadas a la existencia de presu­
vo que tuviese primada o especificidad en nuestra materia (-cu­ puestos de hecho indicados taxativamente y que, por tanto, de­
estión esta que de nInguna forma pensamos-) no sería el princi­ ben verificarse en los términos precisos previstos por el legisla­
pio de capacidad contributiva -ya que no es capaz de poder ex­ dor. En estos casos el intérprete está ligado a la letra de la ley,
plicar ciertas discriminaciones tributarias- sino más bien el de "i­ no porque esté ligado a un principio legal general de interpreta­
gualdad", ya que nos permite explicar el porqué de una discrimi· ción de las normas tributarias, sino porque la letra y el espíritu
nación de tipo cuantitativo, esto es, basada en el principio de de la ley inducen a entender las disposiciones en su signítlcado
capacidad contributiva, pero conectada a aquel principio, así co­ litera'" y no aceptamos dicho planteamiento, porque el autor
mo las que tienen su razón en otros aspectos sustanciales rele­ parte de dos premisas con las que no estamos de acuerdo'
vantes tanto social como polfticamente para el legislador.
a}.- Seflala que en las normas de exención existe una ausen­

d).-Resultados de la actividad interpretativa en materia de cia de elasticidad.

exenciones b}.- Afirma que las normas que establecen exenciones están

condicionadas a la existencia de hechos taxativos y que, por

La interpretación se propone siempre determinar el tanto, deben verificarse en los términos precisos previstos por el

contenido de la ley, tal como resulte de su letra y de su espíritu legIslador.

(542). Pues bien, con frecuencia en materia tributaria. y no diga­


mos ya en concreto en materia de exenciones, suele decirse Pues bien, y siguiendo a un sector de la doctrina (548)
que este tipo de disposiciones se han de interpretar estricta o hemos de decir que en primer lugar el carácter rígido de una
176 1n
norma no tiene nada que ver con la interpretación de la misma; e).-El problema de la analogía en las exencjones tributa­
y en segundo término, no sólo una exención legal requiere un rias.
presupuesto de hecho taxativo, sino que cualquier efecto legaJ
demanda la conjunción de un presupuesto de hecho y de una Como es sabido el problema de la admisión de la ana­
norma jurídica; pero además la simple "taxatividad" no Implica. logía en el Derecho tributario es un tema que en la actualidad se
de por si, ni claridad, ni precisión alguna, por lo que se ha de encuentra sometido a una fuerte revisión crftica por parte de la
descartar toda Interpretación literal de las exenciones que no doctrina jurfdico-tributaria (549). Por tanto tenemos que son mu­
sea resultado de un proceso interpretativo, una vez finalizado el chos los puntos conflictivos sobre los que ha girado la discusión
cual se llegue a la conclusión que la voluntad del legislador no en tomo a la admisión de la analogia en el Derecho tributario en
tiene el contenido amplio que el texto literal de la norma permite general y en la exenciones tributarias en particular.
deduCÍI
As~ pues, y siguiendo a un sector mayoritario de la
Por otra parte, y siguiendo el hilo conductor de nues­ doctrina podemos decir que, en general, suele hablarse de ana­
tras ideas, hemos de sostener que la norma de exención no logra en el Derecho para referirse al procedimiento que consiste
puede ser Interpretada "a priori" de forma extensiva en base al en la aplicación de los principios ordenadores extrardos de de­
aforismo "favorabi1la sunt amplianda, odiosa sunt restringenda", terminado supuesto regulado en la ley a otro supuesto esencial­
porque aBo es la consecuencia lógica de considerar a la norma mente igual, pero d.istinto en los accidentes, que no aparece ex­
como norma onerosa, por lo que la norma de exenci6n habrá de presamente contemplado por ella (550). En definitiva, de lo que
conskIerarse como norma favorabfe; planteamiento éste que no se trata, es extender los principios extraídos de la ley a casos
corresponde a la realidad actual, tanto en el plano jurídico, como cuya semejanza con respecto a los decididos en la ley es esen­
en el socíal; ambas son normales y ordinarias y. como taJes, de-­ cial; por lo que el fundamento de la operación analógica es que
ben ser ínterpretadas con arreglo a criterios admitidos en Dere­ los hechos de igual naturaleza deben tener la misma regulación
cho sin predeterminar su resultado antes de la labor interpretati­ (551); Ubi eadem ratio, ibique eadem dispositio·.
va
Tenemos, por tanto, que la aplicación por analogía de
En conclusión, la distinción entre interpretación restric­ una norma a un caso no previsto expresamente en ella implica,
tiva, declarativa Y extensiva de las normas tributarias, y consecu­ en un primer plano, haber fijado su contenido específico, labor
entemente de las normas sobre exenciones, está hoy totalmen­ que, según se ha visto, usando todos los instrumentos o crite­
te, superada, al considerarse acertadamente que una cosa es el rios que se ofrecen en la interpretación jurídica. nos conducirá a
objetivo o finalidad de la Interpretación, que no puede ser más un resultado extensivo, estricto o restrictivo, pero, en todo caso,
que declarativo, en el sentido de conocer el verdadero significa­ anterior a la aplicación analógica de la norma así interpretada
do de la norma, y otra muy distinta el resultado, el cual podrá ca­ (552).
lificarse, en términos siempre relativos, como extensivo o restric­
tivo respecto a algo. Ahora bien, y siguiendo el hilo conductor de Jo aqur tra­
tado, es decir, que las normas tributarias deben ser interpreta­
das con arreglo a los criterios admitidos en Derecho, y, dado
178 179
a).- Se trata de normas excepcionales por lo que les está pros­
que la analogía es un criterio interpretativo en Derecho (553), la
consecuencia lógica de ello debería ser la admisibilidad de di­ crita la analogía
b).- Debido a que a las exenciones tributarias les afecta el princi­
cho proceso integrativo tanto en las normas constitutivas de he­
pio de reserva de ley, debe de predominar por ello un estricto
chos imponibles como en las creadoras de exenciones tributa­
respecto a la letra de la norma que las constituya, por lo que al
rias (5~). Sin embargo, nos encontramos con toda una corrien­
estar taxativamente previstas (principio de tlplcidad) no es posi­
te doctrinal (555) y jurisprudencial (556) la cual señala, como re­
ble extender su ámbito más allá de sus términos estrictos.
gia general, la no aplicabilidad de la analogía en materia tributa­
e).- Las normas de exención son normas "a fattispecie exclusi­
ria, por lo que las normas constitutivas de hechos imponibles así
va", es decir, recogen presupuestos de hecho determinados,
como las de exenciones tributarias han de atenerse a los límites
conteniendo una calificación característica y exclusiva y una de­
estrechos de la palabras concretas de este tipo de normas
terminación abstracta de efectos jurídicos igualmente típica y ex­
(557); por lo que cualquier aplicación del proceso analógico en
clusiva, no pudiendo extenderse a otros presupuestos de hecho
esta rama del Derecho es normalmente calificable de ilegal o an­
tijurídica. En efecto. el Derecho tributario, aún en la actualidad diversos.
(aunque ya no tan mayoritariamente), sigue arrastrando esa es­
Pues bien, a tenor de estas argumentaciones, hemos
pecifica tradición positivista en la cual siempre que se trate de
normas tributarias se ha mantenido persistentemente la regla de de decir lo siguiente:
una interpretación estrictamente orientada al tenor literal y una
a).- Por lo que se refiere al primer punto, y como ya ha sido
prohibición de la analogía y de la integración jurídica (558).
tratado llegando a la conclusión de que eso es un razonamien­
to inadmisible en la actualidad, nos remitimos al inciso b) del
Tenemos que tanto a las normas constitutivas de tribu­
tos como a las de exenciones les está proscrita la analogía, por presente epígrafe.
lo que desde esta perspectiva nos parece correcta la conclusión
y es que tal y como se ha dicho, la normas de exen­
a que llega A.D. GIANNINI (559) al decir que, si no se admite la
ción no son excepcionales, porque no se tundan en principios
analogía en el Derecho tributario, es lógico también negarla en
propios o características que se desvían ·propter a1iquam utiliu­
materia de exenciones (560).
tatem" de los principios jurídicos del sistema tributario, y si bien
en algunos casos se añaden, además algunos principios pro­
Pese a ello e independientemente de la solución que
pios. es por la necesidad de adecuar el instituto del tributo al sis­
se adopte en el Derecho positivo (561) Y circunscribiéndonos
tema jurídico general.
concretamente a las exenciones tributarias, hemos de señalar la
posibilidad de admitir la analogía en esta materia en razón de lo
b).- Por lo que se refiere al segundo argumento, en virtud del
siguiente (562):
cual se niega la posibilidad de analogía en nuestra materia, des­
tacan dos afirmaciones principalmente; la primera de ellas es
En general se ha dicho que a la norma de exención tri­
que se piensa que por medio del proceso analógico se vulnera
butaria no se le puede aplícar el procedimiento analógico,
el principio de reserva de ley, en base a la creencia de que en
puesto que:
virtud del mismo se lleva a cabo una creación judicial de Dere­
181
180
voluntad del legislador, expresada en ciertos casos de forma in­
cho (563); es decir, que se constituye una exención donde antes completa y con lagunas en el texto de la norma concreta (570).
no existía. Afirmación que nos lleva a la segunda, esto es, que
en materia de exenciones, al tratarse de supuestos taxativamen­ c).- Por otra parte y siguiendo el hilo conductor de nuestra
te previstos, no existen, debido a ello, lagunas que sean necesa­ exposición. tenemos que un sector de la doctrina (571) ha seí"la­
rias colmar o integrar (564). lado que las normas de exención al ser normas "a fattispecie es­
clusiva" no pueden, por ello, extenderse a otros supuestos de
Pues bien y a tenor de ello, hemos de señalar que la hecho díversos; pero esto no se debe a que éstas deban cansí
analogía no vulnera el principio de reserva de ley porque se limi­ derarse como excepcionales o por motívos apriorísticos, sino
ta a declarar lo que está contenido en las normas jurídicas, y es­ que por la propia naturaleza y estructura de este tipo de exen­
to es así debido a que 'el principio de reserva de ley opera en el ciones se infiere un límite lógico. toda vez que su aplicación ana­
momento de la producción normativa, mientras que la analogía lógica conducirá a una extensión de su ámbito que, por ser ex­
opera en el momento de la aplícación normativa' (565). por lo clusívo y determinado, no es susceptible de la misma (572).
que la analogía no contradice el principio de reserva de ley, en
cuanto 'su aplicación no determina la creación de una nueva Ahora bien, con esto no queremos decir que todas las
normativa jurídica, sino que revela una norma indirectamente normas constitutívas de exenciones tributarias sean normas "a
contenida en la ley' (566), lo cual implica, como afirma MICHELI fattispecie esclusíva" ni tampoco la mayoría, aunque si un buen
(567) que "'a analogía constituye la expresión más fuerte de la número de ellas. Esta nota distintiva se puede dar tanto en las
ley, al impulsar el pensamiento del legislador más allá de los su­ exenciones subjetívas como en las objetivas. sin embargo, y se­
puestos expresamente regulados'. Sin embargo, y a pesar de lo gún se verá, en principio podemos afirmar que resulta más ce­
dicho anteriormente, hemos de admitir el estrecho campo de mún encontrarse con esta caracteristica en las exenciones sub­
viabilídad práctica que supone la aplícación analógica de este jetívas que en las objetivas; ya que si bien la segundas pueden
tipo de normas (tal será el caso de las exenciones "a fattispecie estar constitufdas por normas con supuestos de hecho exclusi·
esclusiva") dada su exclusividad o falta de elasticidad, para pre­ vos, por otra parte tenemos que tales supuestos son siempre
sentarse al complejo mecanismo de una adecuada interpreta­ amplios, pudiéndose extraer con menor dificultad sus principios
ción analógica (568); pero ello de ninguna manera -y esto nos informadores, lo que posibilitara conectarlos con otros como el
introduce a la segunda afirmación- implíca que en esta materia de capacidad contributíva o igualdad en la operación analógica.
no existan lagunas necesitadas de integración, ya que siguien­ Pero además conviene advertir que, en cuanto se refiere a las e­
do a E. GONZALEZ GARCIA (569) "desde finales de la década xenciones subjetivas, normalmente no se trata de la imposibili­
de los cincuenta, se va abriendo firmemente paso la idea de que ad de analogla a causa del carácter exclusivo del supuesto de
en el Derecho Tributario también existen lagunas y de que es hecho de la norma (573), sino porque la fuerza normativa del
necesario colmar esas lagunas a través de la interpretación principio informador no puede e;(tenderse más allá de un cierto
analógica'; por lo que, y desde esta perspectiva, tendremos que limite (574).
la analogía en materia de exenciones tributarias no contradice
los principios de legalidad y democráticos, sino que es confor­ El problema principal de esta cuestión radica en esta­
me con ellos, pues de esta forma se podrá dar cumplimiento a la blecer si la norma a aplicar analógicamente tiene un supuesto
183
182
de hecho exclusivo o bien forma parte de un sistema cuyo prin­
cipio informador permita una aplicación analógica; cuestión és­
ta, que sólo se podrá saber después de la interpretación de la
norma concreta.

Por tanto, tenemos que en estos casos la analogía está


prohibida cuando a través de la misma se extiendan ámbitos
configurados en términos estrictos (norma con presupuestos ex­
clusivos), por lo que si la exención se apoya en determinados
principios, sería absurdo impedir la aplicación de tales principios
a casos que normativamente podrían incluirse en su ámbito y
que no han sido expresamente inclufdos debido al carácter de­
fectuoso de la norma (y por ello con lagunas en su texto) ema­
nada del legislador tributario (575).

Asf, pues, tenemos que en materia de exenciones la


posibilidad de realizar una interpretación analógica debe ser
analizada caso por caso; por lo que sólo podrá descartarse la
misma si faltan los presupuestos para su aplicación, a saber:

a).- La falta de regulación expresa o tácita de un hecho (576),


b).- Una similitud entre el presupuesto de hecho no regulado
y un presupuesto de hecho regulado, que se refiere a la misma
·ratio· de la materia a la que quiere extenderse su aplicación
(577).

En definitiva, lo que se trata de evitar es que, mediante


una interpretación demasiado amplia, o mediante su aplicación
analógica, la intención del legislador de trueque finalmente en lo
contrario a ella; de ahí las cautelas, prevenciones y reacciones
adversas que se han vertido en torno a esta problemática; pero
ello de ninguna forma significa que las normas constitutivas de
exenciones hayan de interpretarse tan estrictamente como sea
posible o que el proceso analógico quede excluido en todo caso
(578).

184
11. . . .

I CAPITULO V

EN EL DERECHO CONsmUCIONAL TRIBUTARIO MEXICANO


I
1.­ INTRODUCCION: LA NECESARIA ADAPTACION DE LAS
ESTRUCTURAS JURIDICAS A LA REALIDAD pOLmCA,
11 ECONOMICA y SOCIAL DEL PAIS

Uno de los temas que posiblemente hayan de ser revi­


sados por parte de la doctrina tributaria mexicana es el que
constituye el objeto de este trabajo. Asf permite pensarlo no so­
lamente Y, como se ha visto, la experiencia del Derecho Compa­
rado, sino el hecho de que el legislador constitucional haya in­
troducido cambios profundos en el ordenamiento jurídico. En
efecto, el legislador Constitucional en las reformas realizadas en
febrero de 1983 (615) no se ha limitado a garantizar la continui­
dad de una determinada estructura constitucional, sino que es­
tablece unas nuevas bases sobre las que se pueda asentar un
Estado moderno; elaborando, además unos nuevos principios
de orden social.

A partir del orden normativo instaurado con la Constí·


tución de 1917, México comenzó a construir sus instituciones de
fomento del desarrollo económico y se crearon los instrumentos
de intervención del Estado, tanto en el campo económico como
social, para promover un desarrollo más acelerado y equilibrado
de las fuentes productivas, regulando y fomentando actividades
con trascendencia económica y social (580). En este sentido, la
Constitución de 1917 se convirtió en una norma integradora y
programática que daba al Estado la responsabilidad fundamen­
tal, en la promoción del desarrollo integral de la colectividad y la
defensa de los intereses de los mexicanos a participar activa­
mente en la vida política, económica y social del país (581).

Asf pues, estas orientaciones fueron el motivo de que


el Estado fuese creando los instrumentos de la rectoría, confor­
185
era de carácter absoluto o no y en consecuencia, en un plano
me lo fueron exigiendo las realidades sociales y los programas más general, el problema de la constitucionalidad de las leyes y
de los distintos Gobiernos (582). La transformación rural-urbana, decretos leyes de exenciones dictadas baJO la vigencia de dicho
asociada a una acelerada industrialización. que ha modificado el precepto.
tamaño. composición y localización de la población, ha creado
un importantísimo desequilibrio económico y social entre las dis­ Por su parte. una importante corriente doctrinal (587)
tintas regiones del país. así como en la estructura productiva. entendió que el articulo 28, no dejaba lugar a dudas y prohibía
Debido a ello. tenemos que en la actualidad el tejido social y cualquier tipo de exención, ya que si el legislador constituyente
económico en México es mucho más complejo y exigencias hubiese querido prohibir determinados tipos de exención y per­
que al Estado se le piden han ido en aumento (583), por lo que mitir otros, asi lo habrá expresado. Sin embargo, y como tratare­
el Estado ha tendido a modernizarse y su ámbito, instrumentos y mos de demostrar a continuación, esta posición es inexacta.
mentos y dimensión han crecido. (584))
Ahora bien. y debido a la gran incertidumbre que origi­
No obstante, frente a la creciente diversificación en las naba la redacciÓn del citado precepto. el legislador constitucio­
funciones y objetivos del Estado, ocurría que las facultades y los nal ha intentado solucionar este problema por medio de la refor­
instrumentos para que el Estado cumpliese sus fines quedaron ma de 1983. quedando la actual redacción del mismo como si­
muy limitados en relación con las necesidades Imperantes en gue: "En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los
una sociedad moderna, ya que existía una falta de adecuación monopolios, las prácticas monopolísticas, los estancos y las
entre el orden normativo estructurado y creado por la Constitu­ exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fi­
ción y las nuevas exigencias de desarrollo económico y social jan las leyes'. Se desprende por tanto, que ha de ser el legisla­
obstaculizando, debido a ello, la puesta en marcha de instru­ dor ordinario quien determine el alcance y significado de dicho
mentos para el logro de dichos objetivos (585). precepto y, en concreto, de la prohibición de exenciones (588).

Ante esta situación, el legislador constitucional se ha Tenemos así, que el recorrido de las exenciones tribu
visto en la necesidad de adecuar el ordenamiento y estructura tarias ha sido largo y lleno de grandes controversias. Sin embar­
de la Constitución, creando. por un lado, nuevos instrumentos go, y aún a pesar de la actual reforma del articulo 28 constitucio­
jurídicos y. por otro, ordenando y actualizando las atribuciones nal, el problema apenas si ha sido tratado por la doctrina jurídico
que en mayor o menor medida limitaban el cumplimiento de los tributaria mexicana (589); razón por la cual se echa en falta, ur­
fines del Estado (586). gentemente, una investigación sobre el tema, que es lo que pre­
tendemos hacer a continuación (590).
De todas estas reformas y, a efectos de nuestra investi­
gación, la que más nos interesa destacar, por ahora, es la del ar­ 2.- EL ARTICULO 28 CONSTITUCIONAL: ALCANCE y SIGNI­
ticulo 28, 1ero párrafo. En efecto, antes de la reforma de 1983 el FICADO.
artículo 28, 1ero párrafo de la Constitución de los E.U.M. deda:
'En los Estados Unidos Mexicanos no habrá monopolios ni es­ a).- PERSPECTIVA HISTORICA DEL ARTICULO 28 CONS­
tancos de ninguna clase"; ni exención de impuestos; ...•. El cita­ TITUCIONAL: ¿EXENCION O PRIVILEGIO?
do precepto suscitó la indudable cuestión de si tal prohibición 187
186
Un correcto entendimiento del artículo 28 de la Consti­ Fracción XXVI: Fomentar y proteger la industria nacional. conce­

tución mexicana de 1917, cuya polémica se ha desatado en tor­ diendo exenciones y prohibiendo la importación de los artíCUlos

no a la "aparente" prohibición absoluta de crear exenciones tri­ y efectos que se manufacturen o exploten en la República.

butarias, aconseja hacer un breve recorrido histórico sobre el


modo en que las exenciones han sido plasmadas en los distin­ Tercer antecedente: Segundo proyecto de Constitución Pollti­

tos textos constitucionales mexicanos (591). ca de la Repúblíca Mexicana, de fecha 2 de noviembre de 1842.

Art. 13; Fracción IV: Queda prohibido todo privilegio para ejercer

En este sentido, tenemos que se suele atribuir gran im. exclusivamente cualquiera género de industria o comercio. a ex­

portancia a la evolución histórica de un instituto jurídico como cepción de los establecidos o que se establecieron en favor de

medio que propicia el captar su valor más profundo. A pesar de los autores. introductores o perfeccionadores de algún arte u

ello, tenemos que los institutos tributarios, al estar íntimamente oficio.

conectados con el principio de legalidad, no pueden presumir Art. 70.- Corresponde exclusivamente al Congreso Nacional:

de raíces profundas ni de una evolución que pueda parangonar­ Fracción XXIV: Fomentar y Proteger la industria nacional conce­

se a aquella propia de Institutos pertenecientes a otros campos diendo exenciones. o prohibiendo la importación de los artículos

del Derecho (592). Sin embargo, para el Derecho Tributario es y efectos que la pe~udiquen.

útil y tiene notorio valor el exámen de los antecedentes que han


precedido el nacimiento de la norma en cuestión, al permitirnos Cuarto antecedente: Comunicación de JOSE MARIA LAFRA

seguir el proceso formativo del sistema creado por las normas. GUA a los Gobiernos de los Estados con la que les remite el Es­

Por ello, y para tratar de disipar muchas de las incertidumbres tatuto provisional de la República mexicana. de fecha 20 de

relativas a tan compleja cuestión, pasamos a analizar los antece­ mayo de 1856.

dentes históricos del actual artículo 28 constitucional. Octavo párrafo.- Parte conducente.- En esta sección (de 9a­

rantras individuales)... se prohiben todos los monopolios. las dis­

Primer antecedente: Constitución Política de la Monarquía es­


tinciones. los privilegios pedudiciales, las penas degradantes y

pañola, promulgada en Cádiz el 19 de marzo de 1812.


los préstamos forzosos.

Art. 172.· Las restricciones de la autoridad del Rey son las si­

guientes:

Quinto antecedente: Dictámen y proyecto de la Constitución

Fracción IX: No puede el Rey conceder privilegio exclusivo a


politíca de la República Mexicana, de fecha 16 de junio de 1856.

persona ni corporación alguna.

Art. 20.- No habrá monopolios, ni estancos de ninguna clase. ni

Art. 339.- "Las contribuciones se repartirán entre todos Jos espa­


prohibiciones a título de protección a la industria

ñoles con proporción a sus facultades, sin excepción ni privile­

gio alguno'.

Sexto antecedente: Constitución Política de la República Mexi­

cana, sancionada por el Congreso General Constituyente el 5 de

Segundo antecedente: Primer proyecto de Constitución Políti.


febrero de 1857.

ca de la República mexicana, de fecha 25 de Agosto de 1842.


Art. 28.- No habrá monopolios. ni estancos de ninguna clase, ni

Art. So., Fracción XVII.- Quedan abolidos todos los monopolios.


prohibiciones a titulo de protección a la industria

Art. 79.- Corresponde al Congreso Nacional:

188 189
que habrían de prohibirse los monopolios, ya que se considera­
Séptimo antecedente. - Estatuto Provisional del Imperio Mexi­

ba que con la existencia de éstos se tendía a limitar la libertad


cano, de fecha 10 de abril de 1865.

de trabajo, industria y comercio y, por añadidurfa de dicha idea,


Art. 75.- Ninguna exención ni modificación de impuestos puede

habrfan de prohibirse también los privilegios, debido a que son


hacerse sino por uoa ley.

un medio que provoca la instauración de monopolios, o bien fa­


cilita su desarrollo (595).
Ultimo antecedente.- Constitución Política de los Estados Uni­

dos Mexicanos, de fecha 5 de febrero de 1927.


Ahora bien, con la instauración del régimen presiden­
Art. 28.- En los Estados Unidos Mexicanos no habrá monopolios
cial de PORFIRIO DIAZ (596), se crean, bajo la artificiosa deno­
ni estancos de ninguna clase: ni exención de impuestos;...

minación de exenciones, todo un cúmulo de verdaderos privile­


gios fiscales en favor de algunas socíedades, tanto extranjeras
Pues bien, y a la vista de la evolución histórica del artI­
como nacionales, de cuya ventaja exclusiva e indebida tan solo
culo 28 constitucional, tenemos que en todos los textos funda­
se beneficiaba· a éstas en perjuicio del interés nacional. Como
mentales que se promulgaron antes de la Constitución de 1917,
consecuencia de lo anteñor y con el triunfo de la Revolución Me­
no existe ningún antecedente negalivo en torno a las exencio­
xicana, surge el articulo 28 de la Constitución de 1917 (último
nes tributarias, es decir, no aparece ninguna prohibición expre­
antecedente), en el cual se prohiben por primera vez las exen­
sa ni tácita de exenciones, sino más bien, todo lo contrario. En
ciones de impuestos.
efecto, nos encontramos que tanto en el segundo como tercer
antecedente no sólo no se prohiben las exenciones, sino que se Ante esta situación cabe hacerse los siguientes cues­
consideran un instrumento adecuado para el logro de ciertos fi­
tionamientos: ¿Cuál es la razón de dicha prohibición? ¿Cuál es
nes estatales (en este caso, como instrumento para fomentar y
el alcance y significado de la misma? En cuanto al primer punto,
proteger la Industria nacionaQ. al otorgar constitucionalmente al
tenemos que la historia de la disposición, tal como la hemos es­
Congreso Nacional la facultad de conceder exenciones tributa­ bozado a grandes rasgos, pone de manifiesto que el precepto
rias. Más firme resulta la referencia que se hace en el séptimo surgió con el fin de evitar la creación de verdaderos privilegios;
antecedente del principio de legalidad en materia de exenciones asf como todo aquello que contribuyera una ventaja exclusiva e
tributarias (593). ya que se deja vfa libre a la implantación de re­
indebida a favor de una o varias personas, en perjuicio del inte­
gfmenes de exenciones, siempre y cuando se cumpliera con el
rés general. En este sentido, se estimaba necesario prohibir las
principio de legalidad tributaria (594).
exenciones de impuestos, por considerar que cualquier ventaja
exclusiva en favor de uno o varios productores, era contraria a la
Por otra parte, llama la atención el siguiente hecho:
libre competencia y tendia a crear el monopolio. (597)
desde el primer hasta el séptimo antecedente se observa una
tendencia clara, esto es, la prohibición de monopolios, por un la­
Sin embargo. tenemos la convicción de que el legisla­
do, y la prohibición de los privilegios exclusivos y/o indebidos,
dor constitucional no tenfa una Idea precisa de lo que es exen­
por otro.
ción, ya que resulta claro que confunde, por lo demás peligrosa­
mente, conceptos tan distintos como privilegio y exención (598).
En este sentido, tenemos que en el pensamiento de
En este sentido, y tal Y como se ha visto, tenemos que el privile­
los distintos legisladores constitucionales resultaba clara la idea
191
190
gio, en el estricto sentido de la palabra, son disposiciones ex­ gar, y segun se verá más adelante, las exenciones tributarias
cepcionales., no justificadas por un fin de utilidad pública, estan­ bien utilizadas no son un instrumento para generar o instaurar
do, debido a ello, excluida cualquier asimilación con las exenCio­ regimenes monopoHsticos, más bien todo lo contrario (601).
nes tributarias. Por tanto, tenemos que de la evolucIón histórica
del precepto en cuestión, así como de los debates de la Asam­ En definitiva, y una vez conocido el proceso formativo
blea constituyente, se desprende que la voluntad del legislador del artículo 28 Constitucional. hemos de decir que:
constitucional ha sido la de prohibir los privilegios fiscales que
se escuden bajo la denominación de exenciones (599), y no pro­ a).- Resulta claro que la intención del legislador Consti­
hibir las exenciones tributarias tal y como las conocemos (600). tuyente de 1917 ha sido prohibir los privilegios fiscales, o bien,
evitar que bajo el rótulo de exenciones puedan escudarse todo
Además, a la anterior conclusión se puede llegar, tam­ un cúmulo de privilegios exclusivos e indebidos que perjudiquen
bién, al analizar conjuntamente el primero y segundo párrafos el interés nacional.
del articulo 28, al decir:
En este sentido, tenemos que la prohibición de exen­
1ero párrafo: En los Estados Unidos Mexicanos no habrá mono­ ciones tributarias está erróneamente plasmada en el texto cons­
polios ni estancos de ninguna clase; ni exención de impues­ titucional, pues el espfritu del Constituyente fue indudablemente
tos:...
prohibir las prerrogativas o privilegios indebidos, que introdu­
20. párrafo: En consecuencia, la ley castigará severamente, y las clan desigualdades en los ciudadanos (602). pero no prohibir
autoridades perseguirán con eficacia, toda concentración o aca­ que por medio de la instrumentación de exenciones se tendiera
paramiento en uno o pocas manos de articulas de consumo ne~ a lograr el cumplimiento de los fines estatales (políticos, econó­
cesario y que tenga por objeto el alza delos precios; todo acto Q micos o sociales), en los que, evidentemente, todos tienen inte­
procedimiento que evite o tienda a evitar la libre concurrencia en rés y del que todos los ciudadanos resultan beneficiados.
la producción, industria o comercio. o servicios al público; todo
acuerdo o combinación, de cualquier manera que se haga, de b).- Por tanto, estimamos que se hubieran disipado
productores, industriales, comerciantes y empresarios de trans­ muchas de las incertidumbres relativas a las exenciones tributa­
portes o de algún otro servicio, para evitar la competencia entre rias, si el legislador constitucional hubiese tenido en cuenta a la
sí y obligar a los consumidores a pagar precios exagerados; y, hora de redactar el artículo 28. la diferencia entre privilegio y
en general, todo lo que constituya una ventaja exclusiva indebi­ exención; por lo que, si tal diferencia hubiese sido tomada en
da a favor de una o varias personas determinadas y con perjui­ cuenta, el citado precepto hubiera quedado como sigue: Art. 28:
cio del público en general o de alguna clase social. "En los Estados Unidos Mexicanos no habrá monopolios ni es·
tancos de ninguna clase; ni privilegios fiscales..."; ya que este
Pues bien, en primer lugar, y según se ha dicho en el cambio de redacción (puesto que, en el fondo, la intención real
capitulo tercero del presente trabajo, las exenciones no constitu­ que el legislador constitucional ha querido dar al artículo 28 no
yen ventaja exclusiva e indebida, sino más bien todo lo contra. se verá modificada) evitarla todas las incertidumbres y polémi­
rio, son institutos que coadyuvan al logro de ciertos objetivos cas que han girado en tomo a las exenciones tributarias y su
constitucionales en beneficio del interés general; en segundo lu. prohibición constitucional.
192
193
Este caso ha producido múltiples tesis íurisprudencia­
b).-EL PROBLEMA DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS les (60S). como por eíemplo la tesis número 158 (Apéndice del
EXENCIONES TRIBUTARIAS EN LA JURISPRUDENCIA S.J.F. 1917-75) en la que seMla que:
Y DOCTRINA MEXICANAS
"La exención de impuestos supone la conce­
1.- EVOLUCION DE LA JURISPRUDENCIA MEXICANA EN sión gratuita; pero no puede decirse que se e­
MATERIA DE EXENCIONES. xima a alguien del pago de contribuciones,
cuando a cambio de ellas, da alguna cosa,
Asr, pues. y a la luz de la interpretación que hemos a· en cumplimiento de un contrato celebrado en­
puntado como correcta para el articulo 28 constitucional, la pro­ tre el contribuyente Ylas autoridades. El Artí­
hibición constitucional de exenciones, era matizada, por parte culo 28 Constitucional,-que se refiere a la e­
del legislador, a partir de las políticas de desarrollo industrial, tan xención de impuestos, trata de evitar la desi­
necesarias en nuestro pafs, y que, desde 1926, se habían dicta­ gualdad de condiciones en los productores
do por medio de legislación ordinaria. de la riqueza para impedir que unos sean fa­
vorecidos en perjuicio de otros; mas no puede
Con esta legislación nace todo un cúmulo de exencio­ decirse que exista tal exención. cuando a cam
nes tributarias, que por ser consideradas por parte de un sector bio de contribuciones, se otorga una determi­
de la población como Inconstitucionales, son impugnadas ante nada prestación". (Sub-mío)
la autoridad judicial. Se presentó, por tanto, el problema de la le­
gitimidad constitucional de las exenciones tributarias. Como La segunda sentencia, en cuanto al tema que nos ocu­
consecuencia de ello, aparece la primera sentencia de la Supre­ pa, fue la interpretación que en 1925 hizo la Suprema Corte del
ma Corte de Justicia de la Nación (603) relativa al caso de la artículo 28 en relación con el caso Ferrocarriles Mexicanos
Compañía Abastecedora de Aguas de Maztlán (G04). Desde el (60G). en la que se señala que:
14 de Julio de 1887 el gobierno del Estado de Sinaloa y la citada
compañra habran celebrado un contrato, mediante el cual esta "El Artículo 28 no puede referirse más que a
última tendría exención de impuestos durante los cincuenta los casos en que se trate de favorecer intere­
años siguientes, a cambio de que suministrase agua al munici­ ses de determinada o determinadas perso­
pio, por lo que la Corte en su sentencia determinó que: nas, estableciendo un verdadero privilegio, no
cuando, por razones de interés social o eco­
"La exención supone la concesión gratuita pe­ nómico, se exceptúa de pagar impuestos a to­
ro no puede decirse que se exima a alguien da una categoría de personas, por medio de
del pago de contribuciones, cuando a cambio leyes que tienen carácter general" (Sub-mfo)
de ellas, dé alguna cosa, y se le ha exigido (G07).
previamente la eíecución de determinadas o­
bras" (sub-mfo), Pues bien, y raíz de la interpretación que la Suprema
Corte realizó del artículo 28 en las sentencias señaladas ante­
195
194
riormente, las cuales analizaremos más adelante, el legislador, or­ zaclón de la producción; así como para la cre­
dinario, al promulgar la ley orgánica del artículo 28 constitucio­ ación de industrias que, por ser de necesidad
nal, toma como directriz, en cuanto a lo relativo a las exenciones imprescindible a la planeación de la economía
tributarias, las orientaciones dadas por dicho órgano jurisdiccio­ del país, sean declaradas de utilidad nacional
nal; por lo que, y para tratar de dar luz al oscuro problema de las por Decreto que expida el Ejecutivo Federal·,
exenciones, fija las condiciones y el alcance de la prohibición
constitucional en materia de exenciones (608). El encuadramien­ Una vez establecido por la L. de M. (610) el alcance y
to positivo de este tema está recogido en los artículos 13 y 14 de significado de la prohibición constitucional, se dá la pauta a la
la citada ley, mismos que señalan que: interpretación que podríamos llamar tradicional en esta materia,
en el sentido de que la prohibición constitucional se refiere a la
Artículo 13.- ·Se considera que hay exención­ exención de impuestos concedída a título individual, pero no a
de impuestos cuando se releva total o parcial­ las que se otorgan por medio de disposiciones de carácter ge­
mente a una persona determinada, de pagar­ neral. Asf, lo determinó la Suprema Corte en el caso del impues­
un impuesto aplicable al resto de los causan­ to sobre remuneración al trabajo personal, vigente en el Estado
tes en Igualdad de circunstancias o se condo de Sinaloa, en el que se establecen exenciones a favor de cier­
nan en forma privativa los impuestos ya cau­ tos grupos de personas. Impugnadas de inconstitucionales ta­
sados·. les exenciones, la S.C.J.N. sostuvo que:

Artículo 14.-"No se consideran exenciones de "Es constitucional la exención de impuestos


impuestos: cuando se establecen considerando la situa­
1.- Las primas a la exportación y los subsidios ción objetiva de las personas exentas (no asi
que se otorguen en los términos de los regla­ cuando la exención se hace en atención a las
mentos de la presente ley, a las asociaciones características individuales de las personas,
o a las sociedades cooperativas de mexica­ estimándose sus características personalísi­
nos que se organicen en los términos del pá­ mas) sino en atención a la situación jurídica
rrafo cuarto del artículo 28 constitucional. prevista en la ley, la cual contempla elementos
objetivos para establecer excepciones en el
JI.-Los subsidios y prerrogativas que se otor­ pago de los impuestos". y de que ·interpretán­
guen a las empresas de nacionales en los ca­ dose en forma sistemática el articulo 28 cons­
sos comprendidos en la fracción IV del artícu· titucional y el articulo 13 de su ley reglamenta­
lo 7 de la presente ley (609); ria se obtiene la conclusión de que la prohibi­
ción contenida en el primero de ellos respecto
m.-Las franquicias y subsidios que se otor­ a la exención de impuestos,debe entenderse
guen conforme a las disposiciones de carác­ en el sentido de que ésta se prohibe cuando
ter general para estimular la organización de tiende a favorecer intereses de determinada o
empresarios y de consumidores o la racionaJi­ de determinadas personas, y no cuando la
196 197
exención de impuestos se otorga considerando por tanto, que las exenciones ni son concesiones arbitrarias, sin
situaciones objetivas, que reflejan intereses fundamento; ni tratos de honra, beneficio o gracia.
sociales y económicos en favor de categorías
de sujetos", Informe a la S.C.J.N.,1969, 1a. Sin embrago, lo dicho no es suficiente para dar cabal
parte. - A en R. 1116/64, Banco Occidental de respuesta al cuestionario planteado, dado que es necesario
México, S.A. pág. 196 (611). establecer tanto si la concesión gratuita o el trato de favor, en
sus diversas acepciones, es referible a los exentados, a la socie­
Pues bien, tanto a tenor de la evolución jurisprudencial dad o al estado, como si las exenciones a considerar son todas,
como de la Ley de Monopolios en tomo a las exenciones tributa­ incluyendo, por lo tanto las extrafiscales.
rias, hemos de decir que desde una perspectiva eminentemente
técnica, o si se prefiere Jurldico tributaria, son muchos los aspec­ Abreviando la exposición, por entender que el plantea­
tos negatIVos que nos han llamado la atención y a los que a con­ miento efectuado encuentra contestación en varios apartados
tinuación nos referimos. de esta investigación (613), Y abarcando todos los aspectos, se
puede afirmar que las exenciones no establecen un trato de fa­
En primer lugar, y para seguir un orden, nos parece vor ni mucho menos se trata de concesiones gratuitas, ya que
incorrecta la poSición adoptada por la S.C.J.N. en su primera de ser así no podrían justificarse, al colisionar con los principios
sentencia, al decir que: 'La exención supone la concesión gra­ juridicos a los cuales deben su respeto y por tanto serian contra­
tuita·. En este sentido, y según se ha visto, tenemos que, al hur­ rias al interés social, pudiendo llegar a generar grandes benefi­
gar en la historia de la tributación, los tratamientos dados a las cios y utilidades a personas dotadas de una enorme capacidad
personas, prescindiendo de las concepciones científicas de la
contributiva.
disciplina, lo común fue desde hace menos de dos siglos hacia
el pasado remoto, que no gravara a algunas personas concre­ En definitiva, por ser los presupuestos objetivos de las
tas, grupos y clases de notorio poderío económico. Efectiva­ exenciones externos a los que se encuentran en la situación de
mente, los privilegios consagran tratamientos diferenciales, los hecho cualificada por la norma como hecho exento, la exención,
que en el pasado, y según se ha visto, fueron el vehículo de os­ como sostiene BLUMENSTEIN, "no puede constituir un mero tra­
tensibles tratos de favor o verdaderas concesiones gratuitas. tamiento de favor" (614). Además, al estar las exenciones san­
cionadas en función de los principios que las informan y en mé­
Ahora bien, ¿en la actualidad las exenciones constitu­ rito a relevante interés social o económico nacional, resulta re­
yen concesiones gratuitas o tratos de favor? Para contestar este pugnante caracterizarlas como tratos de favor o concesiones
interrogante, nada mejor que precisar qué se entiende por con­ gratuitas, por lo demás legalmente establecidas. Sin embargo,
cesiones gratuitas y tratos de favor, a cuyo fin el Diccionario de hemos de admitir que aún desprovistas de discrecionalidad, fa­
la Lengua Espanola (612) nos da los siguientes significados: vorecen en mayor o menor medida. potencialmente o realmente,
gratuito. ta.- (Dellat. gratuitos) Adj. De balde o de gracia. Arbitra­ a los exonerados; pero se ha de destacar que el beneficio lo es
rio, sin fundamento; Favor.- (Del lal. favor-oris) 1.- Ayuda, soco­ por via de consecuencia, y no por el beneficio en sí (615).
rro que se concede a uno. Honra, beneficio, gracia. Tenemos

198 199
Por su parte, tenemos que en la tesis de jurisprudencia principio es susceptible (apta) de ser gravada, resulta, a la luz
número 158 (que tiene su raíz en la sentencia anteriormente co­ de los fines estatales e interés social, como no idónea a efectos
mentada), se mantiene la desafortunada tesis de considerar la de ser traída a la esfera impositiva En definitiva, y como se po­
exención tributaria como una concesión gratuita. Sin embargo, drá ver a lo largo de este capítulo, tanto a nivel jurisprudencial,
hemos de señalar que, por otra parte, ya nuestro juicio, esta Te­ legislativo y doctrinal existe una notable confusión entre lo que
sis jurisprudenclal resulta positiva en un aspecto; es decir, por es exención tributaria y lo que es un privilegio injustificado.
primera vez se extrae a la luz el verdadero significado de la pro­
. hibición constitucional, al señalar la S.C.J.N. que "EI artIculo 28 Más acertada y clara nos parece la Tesis que sostuvo
constitucional, trata de evitar la desigualdad de condiciones en la S.C.J.N. en su segunda sentencia (caso de Ferrocarriles Mexi­
los productores de la riqueza, para impedir que unos sean favo­ canos), ya que parte de la idea de que la prohibición de las
recidos en perjuicio de otros; ..... En efecto, tal y como vefamos al exenciones no es "absoluta", sino más bien 'relativa" a ciertos
analizar la evolución histórica del precepto en cuestión, lo que casos concretos. En este sentido, la S.C.J.N. señala que: "EI artí­
en el fondo pretendía el legislador constitucional era evitar que culo 28 no puede referirse más que en los casos en que se trate
por medio de tratos diferenciales se beneficiara a algunos pro­ de favorecer intereses de determinada o determinadas perso­
ductores (más no a sectores de producción que, por lo demás, nas, estableciendo un verdadero privilegio..."
pueden ser tutelados por el ordenamiento constitucional y, por
ello, necesaria su potenciación) en perjuicio de otros, situación Efectivamente, las exenciones son excepciones "relati­
ésta, como se verá más adelante, que no es provocada por me­ vas" al principio de generalidad tributaria, por lo que de estable­
dio de las exenciones tributarias. cerse en favor de determinadas personas o una persona con­
creta comprendidas en la definición del hecho imponible, de no
Por último, del análisis de la sentencia que nos ocupa, generalizarse, de particularizarse, implicarían un tratamiento di­
se desprende que la S.C.J.N. si bien tiene la idea clara de cuál ferencial consagratorio de situaciones de privilegio, reñidas con
es el fondo de la prohibición constitucional, no ocurre lo mismo la técnica exoneratoria. Sin embargo, tenemos casos de exen­
con la idea que tiene en tomo al concepto de exención tributa­ ciones subjetivas en las que sí se particulariza; tal es el caso de
ria, ya que al señalar este Alto Tribunal que: "no puede decirse las exenciones concedidas a la 'Cruz Roja', "Cruz Verde", entre
que exista tal exención, cuando a cambio de contribuciones se otros; pero tal y como señala GIANNINI (618), 'Es necesario, sin
otorga una determinada prestación", justamente niega el carác­ embargo, advertir que incluso las exenciones subjetivas, en sen­
ter de exención a lo que realmente sí es una exención tributaria. tido propio, encuentran su justificación en elementos de natura­
En este sentido, y según se ha visto (616) las exenciones (prin­ leza pol~ica, económica o social, que son externos a los indivi­
cipalmente las denominadas extrafiscales) se otorgan, no por el duos declarados exentos. Las exenciones no representan, por
hecho de que a cambio de contribuciones se otorgue una deter­ tanto, un privilegio y, como tales, no contradicen el principio de
minada prestación (617), sino por el hecho de que el legislador igualdad'. Por tanto, y una vez producido el presupuesto de he­
tributario considera como trascendente la actividad que realiza cho que configura el hecho imponible, si se resulta no afecto a
el particular en relación con los fines políticos, económicos y so­
la esfera aplicativa del tributo, a causa de gozar de un privilegio
ciales imperantes en un momento y territorio dado, por lo que, y
con el alcance y significado dado por la S.C.J.N., no por ello se
en ejercicio de su potestad, la capacidad contributiva que en un
está exento, puesto que si bien los privilegios son tratos diferen­
200 201
ciales. como las exenciones, éstas tienen generalidad. en tanto En este sentido, sorprende como el legislador ordina­
aquéllas particularidad. rio contunde el privilegio con la exención, ya que al decirnos
que: "se considera que hay exención de impuestos cuando se
Las exenciones. según se ha visto, responden a diver­ releva total o parcialmente a una persona determinada, de pagar
sas razones; pero cuanto más se alejen de las motivaciones de un impuesto aplicable al resto de los causantes en igualdad de
la Técnica Financiera y Tributaria y se consagren a favor de gru. circunstancias..." no hace otra cosa que definir como exención,
pa::; económicos. en la medida que la supresión de la detracción lo que realmente es un privilegio tributario. Efectivamente. el ver­
conduzca al enriquecimiento de éstos, sin claros beneficios a la dadero privilegio tributario se da, justamente cuando se releva
sociedad, aunque se explique por otros móviles politicos, cuanto total o parcialmente a una persona o personas determinadas, de
más particularizados resulten los tratamientos diferenciados en pagar un impuesto aplicable al resto de los contribuyentes en
beneficio de quienes más pueden tributar. cuanto más se pro­ igualdad de circunstancias; técnica, por lo demás, claramente
longue la protección a quienes no lo necesitan, es evidente que incomPatible con la exención tributaria.
bajo la denominación de exenciones pueden encubrirse verda.
deros privilegios. De ahí que nos parezca acertado lo expresado Se ha dicho (621), que la igualdad en materia tributaria
por GRIZlOTTI al decir que: "Hay una profunda diferencia entre es aquélla en virtud de la cual las personas, en tanto estén suje­
exención y privilegio. La exención se motiva y justifica o en el re­ tas a cualquier impuesto y se encuentren en iguales o parecidas
conocimiento de la falta de capacidad contributiva o en los fines condiciones relevantes a efectos tributarios, han de recibir el
de utilidad general o de oportunidad política que la exención tra­ mismo trato en lo que se refiere al impuesto respectivo; por lo
ta de conseguir... Los privilegios. en cambio, se fundamentan que resulta inadmisible, por componar un privilegio, que a situa­
únicamente en el favor que se quiere otorgar a clases y clones material y sustancialmente iguales se les otorgue un tra­
contribuyentes que tienen plena capacidad contributiva" (619). tamiento diferenciado (622).

Por otra parte, y centrando nuestra atención al alcance Como consecuencia lógica de lo anterior, se deriva un
y significado que da la Ley de Monopolios a las exenciones tri. principio igual, pero en sentido inverso, esto es, aquellas perso­
butarias, tenemos que decir que nos parece bastante desafortu­ nas que se encuentren en una situación material o sustancial­
nado el trato dado por el legislador ordinario a este tema. Ya se mente como desigual a efectos tributarías, han de tener un trato
ha dicho, que la intención primordial del legislador ha sido dar diferenciado. Así, tenemos el principio de la desigualdad en el
luz al oscuro problema de las exenciones tributarias. Pues bien, trato tributario de las personas que se hallen en condiciones de­
justamente, se ha logrado el efecto contrario, ya que, por un la. siguales. Pues bien, es aqur donde juega la técnica de la exen­
do. el artículo 13 de la citada ley define como exención lo que en ción tributaria, ya que ésta parte de una situación de desigual­
realidad es el verdadero privilegio tributario. confundiendo. por dad para reconducirla a una situación de igualdad, es decir, par­
lo demás, la figura tributaria de la condonación con la exención tiendo de la desigualdad de supuestos a los que la ley debe a­
Y. por otro lado, considera (artículo 14) que no existe exención plicarse. la exención viene a crear una cierta disparidad en el
en algunos casos que técnicamente no son más que exencio­
tratamiento de los mismos para poder reconducírlos a una situa­
nes (620).
ción de igualdad. En definitva, la exención no parte de una situa­
ción de igualdad -material o sustancial- y otorga un tratamiento
202 203
desigual -el efecto exonerador-, en cambio, la técnica del
privilegio sr. nal; es decir, el legislador más que tratar de delimitar los casos
en que existe o no exención tributaria; lo que en el fondo trata
Ahora bien, en cuanto a la reconducción que hace el de delimitar son los casos en que las exenciones han de ser
legislador de la exención a la condonación (623), hemos de se­ consideradas como inconstitucionales o no (627).
ñalar que si bien, y vistas desde el lado del contribuyente, éstas
tienen de común liberar total o parcialmente el pago de impues­ En éste sentido, han de ser consideradas como exen­
tos. resulta claro que nos encontramos ante dos figuras distin­ ciones inconstitucionales los casos delimitados por el articulo 13
tas. En ese senUdo, tenemos que la exención es una figura juri­ (trato diferenciado en igualdad de circunstancias y condonacio­
dica que impide que nazca la deuda tributarla, o bien ésta nace nes privativas), no tanto por comportar éstas exenciones ilega­
pero en forma reducida. actuando por ello en el seno del presu­ les, sino más bien porque, justamente, no son exenciones, ya
puesto de hecho que origina el nacimiento de la deuda tributaria que se trata de verdaderos privilegios escudados bajo la deno­
-hecho imponible-; mi€lntras que la posibilidad de la condona­ minación de exenciones (628). En cuanto al artfculo 14, la obser­
ción presupone que haya surgido ya obligación y que. en virtud vación es la misma, pero en sentido inverso, aunque es cierto
de ella, el contribuyente debe efectuar un pago. que las primas a la exportación y los subsidios, técnicamente no
son asimilables a las exenciones tributarias.
Es indudable que el poder legislativo, así como tiene la
facultad de crear exenciones, puede dictar leyes de condona­ En concreto y muy resumidamente, la redacción que
ción de tributos y sanciones fiscales; sin embargo, tal y como se desprende del análisis tanto de la evolución jurisprudencial
señala FERREIRO (<124). "La Ley no condona la deuda. simple­ como de la exposición de motivos de la citada ley, ha de enten­
mente porque la condonación es un acto der acreedor. y acree­ derse de la siguiente forma (629):
dor es el Estado. La ley lo único que hace, según los casos. es
ordenar o autorizar, con más o menos potestades discreciona­ Articulo 13.- 'Se considera que hay exención inconsti­
les, a la Administración para que a través de los oportunos ac­ tucional de impuestos cuando...
tos, remita las deudas a las que la ley se refiera" (625). Por tanto, Artículo 14.- No se consideran exenciones inconstitu­
la exención y la condonación son dos cosas totalmente disími­ cionales de impuestos:
les, ya que mientras la primera no es una forma de extinción de l.•...
la deuda tributaria, la segunda sí lo es (626). 11.- .

111.- .

En definitiva, y una vez establecida ('onceptualmente la


diferencia entre exención y PrivilegiO hemo~ de califIcar como 2.- LAS EXENCIONES EN LA DOCTRINA TRIBUTARIA MEXI­
desafortunar1d la regulaCIón que la Ley de Monopolios hace de CANA
la exencIón tributaria Resulta, pues, urgente una reviSión del te­
ma por parte del legislador ordinario, a efectos de reordenar los Por lo que a la Doctrina jurfdico-tributaria se refiere, la
citados preceptos Sin embargo, estimamos que en el fondo se discusión se ha polarizado en dos bloques o corrientes doctrina­
trata principalmente de un problema de redacción en el sentido les. Por un lado, está aquélla que señala que todas tas exencio­
de que al legislador se le olvidó InclUir la palabra inconstitucio­ nes tributarias son inconstitucionales (630). ya que la prohibí­
204
205
jurídica, todas las leyes que establezcan algún tipo de exencio­
ción del artículo 28 es absoluta y no da lugar al juego de las e­ nes de impuestos son inconstitucionales" (634).
xenciones; por el otro. tenemos aquellos (631) para los que la ci­
tada prohibición es relativa, por lo que sólo ciertas exenciones En principio, y si nos atenemos a la literalidad del pri­
han de ser tildadas de inconstitucionales. Es, pues, en este pun­ mer párrafo del artículo 28 ("En los Estados Unidos Mexicanos
to donde surge la polémica en el seno de la Doctrina en cuanto no habrá monpolios ni estancos de ninguna clase; ni exención
al planteamiento sobre la constitucionalidad o inconstitucionali­ de impuestos;...', la solución dada por esta corriente Doctrinal
dad de las exenciones tributarias; es decir, si la prohibición resulta indudablemente acertada; más, sin embargo, tanto des­
constitucional de exenciones es absoluta o relativa de una perspectiva histórica. como desde una interpretación
global del articulo 28, éste tipo de argumentos son criticables.
Por su parte, la Doctrina que supone una colisión inevi­
table entre las exenciones y la Constitución, ha reaccionado utili­ En este sentido. nos parece incorrecta la Tesis de FLO­
zando diversas vías. Por ejemplo. para FLORES ZAVALA. "Los RES ZAVALA, al decirnos que, interpretando conjuntamente el
preceptos constitucionales deben relacionarse, para su interpre­ articulo 28 con el articulo 31 fracción IV, se desprende la prohibi­
tación, unos con otros y al admitirse la posibilidad de las exen­ ción "Absoluta" de exenciones tributarias. Para este autor, el arti­
ciones de impuestos, aún cuando sean de carácter general, se culo 31 fracción IV senala que todos los mexicanos -sin excep­
ompe el principio de generalidad de los impuestos que forma ción-, están obligados a concurrir a los gastos públicos; por tan­
pane del de justicia, que exige otro de los preceptos de la to, cualquier discriminación que al respecto se haga es contraria
propia Constitución (An. 21. Frac. IV (632). Así, pues, debemos al principio de generalidad que dicho precepto consagra. En e­
interpretar el texto constitucional en el sentido de que está prohi­ fecto, la Tesis de FLORES ZAVALA coincide con la de aquélla
bida en términos absolutos. la exención de impuestos. Cuando corriente doctrinal (635), que considera la norma de exención
el Estado pretenda ayudar a determinadas categorías de indivi­ como Incompatible con el principio de generalidad tributaria
duos, debe emplear la forma de subsidio que presenta la venta­ (636), misma que tiene su origen en la observación de que la re­
ja de que puede ser graduado o regulado de acuerdo con las gia general del Derecho Tributario es el sometimiento a la impo­
necesidades y criterio que normen la ayuda" (633). Para ARRIO­ sición de todas las manifestaciones de capacidad contributiva;
JA VlZCAINO. "El texto del articulo 28 de nuestra ley Suprema por lo que, vistas así las cosas. cualquier norma que permita la
nos parece peñeetamente claro y tajante. De tal modo que no no imposición de determinadas manifestaciones de capacidad
deja lugar a dudas, ya que se concreta a señalar que en los contributiva representaría una excepción a aquella regla gene­
Estados Unidos Mexicanos no habrá exención de impuestos. A ral. Sin embargo, tal y como se ha senalado (637). en este caso
cualquier jurista que analice objetivamente el multimencionado el problema radica en confundir la generalidad con la universali­
texto, no le queda otra alternativa que la de concluir que nuestra dad; esto es, que un principio general del derecho no es absolu­
Constitución prohibe cualquier tipo de exención, toda vez que si to. sino que necesariamente debe ser relativo, limitado (638).
el legislador constituyente hubiese prohibido determinados tipos Por lo tanto, la verificación de la existencia de normas distintas
de exenciones y permitir otros, así lo habría expresado. Sin em­ no implica la derogación del principio general, sino su comple­
bargo, al no hacerlo asf, resulta a todas luces evidente que su mento por la vía de la limitación.
inteneJón fué la de prohibir, en términos absolutos, las exencio­
nes de impuestos. Por lo tanto, pensamos que. en sana lógica
207
206
Por otra parte, tampoco nos parece correcta la opinión
Así, pues, nos encontramos que, si bien es cierto que formulada por FLORES ZAVALA, en el sentido de que, cuando el
del artículo 31 fracción IV (639) se desprende la obligación de estado pretenda -ayudar", a determinadas categorfas de indivi­
todos los mexicanos de contribuir a los gastos públicos; también duos, debe emplear otras vlas, ya que la exención tributaria no
lo es, que éstos han de hacerlo de la manera proporcional razón es una figura jurídica que se instrumente para -ayudare, a al­
a su porción económica o capacidad contributiva) y equitativa guien. Efectivamente, la exención no se crea para "ayudare, es
(en razón a la equidad tributaria) que dispongan las leyes (640). decir, por la acción de un sector o sectores particulares, con el
Tenemos así, la conjungación de un principio general -de doble fin de obtener una ayuda o utilidad del Estado, sino más bien
sentido- que es a la vez positivo y negativo, vislumbrándose dos cuando en virtud de que el efecto querido por la norma tributaria
reglas generales que se complementan y definen recíprocamen­ (nacimiento de la obligacion tributaria) y su correspondiente in­
te, esto es, por un lado, "Es obligación de todos los mexicanos terés (el fiscal o recaudatorio) entran en conflicto con otro inte­
contribuir para los gastos públicos", y por características cuanti­ rés tutelado, también, por el ordenamiento jurídico.
tativas (de proporcionalidad) o cualitativas (de equidad) no de­
ben ser objeto de gravamen. Además, como hemos tenido oportunidad de ver, en
muchos casos la exención es un elemento indispensable que
En este sentido, entendemos que no es cierto que de ayuda a configurar el contenido propio del sistema tributario por
la interpretación conjunta de los artículos 28 y 31 fracción IV se lo que desde esta óptica, resulta inadmisible la intercambiabili­
deduzca la prohibición, en forma absoluta, de las exenciones tri­ dad de una exención por alguna otra técnica jurídica (643).
butarias, sino, más bien, todo lo contrario. Efectivamente, es el
mismo articulo 31 tracción IV el que da vla a la posible creación Tenemos, por tanto, que la exención, en un primer or­
de exenciones tributarias, ya que al mandar dicho precepto legal den de consideraciones se trata de casos en los que la ley tribu­
que el legislador ordinario habrá de ordenar las contribuciones a taria sufre una desviación (la exención), porque entra en colisí­
los gastos públicos de manera proporcional y equitativa, no dice cón con normas de orden superior ante las que debe de ceder.
otra cosa, más que el legislador ordinario, en base a esas direc­ En otras ocasiones, la exención se crea, a efectos de configurar
trices, ha de señalar quiénes, cómo y cuánto han de contribuir a el priclpio de igualdad ante el impuesto, buscando con normas
los gastos públicos, por lo que si el legislador considera (en ra­ de tipo particular, que se tenga en cuenta las diferencias sustan­
zón a la proporcionalidad y equidad) que ciertos hechos o pero ciales consideradas como relevantes, para asr, obviar los incon­
sonas enmarcados en el presupuesto de hecho del tributo (he­ venientes de la inevitable y excesiva abstracción de la norma tri­
cho imponible), no son aptos o idóneos a efectos de gravamen butaria general.
y, por tanto, ha de exonerarlos, no está violando el precepto ci·
tado, sino más bien, está aplicando los principios consagrados Además, cuando la exención tributaria actúa como fi­
en el mismo, al hacer uso de sus facultades (641). En definit.iva, gura incentivadora, no se trata, tan sólo, de una ayuda, ya que
lo que el articulo 31 fracción IV señala, no es que todos, sin ex­ desde nuestra óptica, en el fondo lo que hace la exención es
cepción, han de contribuir a los gastos públicos, sino todos a­ neutralizar, remover el posible obstáculo que representa una im­
quellos que por razones de proporcionalidad y equidad han de posición excesiva, que, por lo demás, dificultarla el desarrollo o
hacerlo (642). la instauración del sector o actividad que se estime necesario
209
208
lo, sobre la base de que será inalienable y no estará sujeto a
para el logro de los objetivos constitucionales. Por tanto, las embargo ni gravamen ninguno' -sub-mío), articulo 123 tracción
exen~ones no se instrumentan simplemente para ayudar, sino VIII ('El salario mínimo quedará exceptuado de embargo, ~
que en ciertas ocasiones, donde la exención actúa, el tributo pensación o descuento -sub-mío) y articulo 123 fracción XXVIII
puede constituir o constituye un obstáculo para el logro de cier­ ("las leyes detenninarán los bienes que serán inalienables, no
tos fines a los que la exención pretende servir. podrán sujetarse a gravámenes ni embargo, y serán transmisi­
bles a titulo de herencia con simplificación de las fonnalidades
Ahora bien, y en cuanto a la tesis de ARRIOJA VIZCAI­ de los juicios sucesorios' -sub-mio). Sin embargo, en estos últi­
NO que señala que: 'si el legislador Constituyente hubiese que­ mos casos cabria preguntarse si nos encontramos ante exencio­
rido prohibir detennínados tipos de exenciones y permitir otros, nes tributarias. o bien si se trata de un Umite al poder tributario,
así lo habría expresado. Sin embargo, al no haberlo hecho así, por lo que, al no poder integrarse, los supuestos señalados por
resulta a todas luces evidente que su intención fue la de prohi­ la Constitución, a la esfera tributaria, estaremos en presencia de
bir, en téminos absolutos, las exenciones de impuestos'; hemos supuestos de no sujeción. A nuestro entender, se trata de casos
de decir que nos parece que es fruto de un análisis aislado del en los que se señala un Umite al poder de tributación; por tanto
primer párrafo del artículo 28, ya que lo cierto es que en la mis­ son casos de no sujeción, ya que no constituyen materia apta
ma Constitución -antes de la reforma de 1983- tenemos casos para crear gravamen alguno (645).
en los qua expresa o tácitamente se deriva la posible instrumen­
t~ón de exenciones tributarias. Resulta, pues, evidente que la posición mantenida por
ARRIOJA VlZCAlNO. a la luz de una interpretación global de la
Así pues, se ha visto como del artículo 31 fracción IV Constitución es inadecuada, ya que admitir que la Constitución
de la Constitución se derivan legítimos tratos diferenciados, ya prohibe en ténninos absolutos la exención de impuestos, seria
sea en razón a la proporcionalidad (capacidad contributiva) o a tanto como negar la existencia de todos aquellos artículos de la
la equidad (razones de justicia tributaria), de las personas afec­ Constitución en los que implícita o explícitamente se le da cabi­
tas al poder tributario por medio de exenciones tributarias. Más da a la instrumenta~ón de la exención tributaria, así como admi­
clara resulta la derivación de exenciones, en tomo al artículo 131 tir que 'todos' los mexicanos, sin excepción alguna -ni en razón
segundo párrafo de la Constitución al decirnos que: de la proporcionalidad ni de la equidad-, están obligados a con­
tribuir a los gastos públicos.
Artículo 131.-....EI ejecutivo podrá ser facultado por
el Congreso de la Unión para aumen­ Por su parte, la corriente doctrinal para la cual las
tar, 'disminuir" o 'suprimir" las cuotas exenciones tributarias no implican una violación constitucional,
de las tarifas de exportación e importa­ ha reaccionado utilizando una misma vía. Así, por ejemplo, DE
ción expedidas por el propio Congre­ LA GARZA seMla que "El Estado está capacitado para conce­
so.... (Sub-mío) (644). der beneficios fiscales a las empresas que integren la industriali­
zación del país', por tanto, "Nosotros estimamos también que
Otros casos, los podemos encontrar en el artículo 27 son constitucionales estas exenciones (646), pues el espíritu del
fracción XVII, inciso g). ('Las leyes locales organizarán el patri­ Constituyente fue indudablemente prohibir las prerrogativas o
monio de familia, detenninando los bienes que deben constituir­ 211
210
privilegios indebidos, que ntroducían desigualdades en los ciu­ Ahora bien, debido a la reforma del primer párrafo del
dadanos, pero no prohibe proteger a aquellas industrias que artículo 28 constitucional (649), en la que dicho precepto queda
realizan un esfuerzo para lograr el desarrollo económico del como sigue: 'En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibi­
pafs, en el que todos tenemos interés y del que todos los ciuda­ dos los monopolios, las prácticas monopolísticas, los estancos y
danos derivamos beneficios indirectos' (647). las exenciones de Impuestos en los términos y condiciones que
fijan las leyes....; tenemos que el problema de la prohibición
Efectivamente, a nuestro entender, la posición de esta constitucional, ya no gira en torno a que si éstas son o no con­
corriente doctrinal es correcta, ya que y- según se ha visto, la trarias a la Constitución, sino que el problema se desplaza a otro
verdadera intención del Constituyente fue la de prohibir los privI­ ámbito; ésto es, qué alcance y significado ha dado, o en su de­
legios injustificados y no la de prohibir exenciones tendentes a fecto deberá dar el legislador ordinario -por lo demás, primer
lograr la igualdad entre los ciudadanos, o aquellas que suponen destinatario del citado mandato constitucional- a dicha prohibi­
el quitar un obstáculo para el desarrollo de ciertas áreas priorita­ ción constitucional.
rias para el bienestar social, por ejemplo, la vivienda (648). En
definitiva, y para finalizar, estimamos que la prohibición expUcita Por lo que se refiere al anterior cuestionamiento hemos
del artículo 28 constitucional en materia de exenciones no es de de señalar que hasta hoy existe un vacío legal al respecto, ya
carácter absoluto, sino más bien, relativa; relativa a los siguien­ que el legislador no se ha apresurado a delimitar cuáles o qué
tes casos: tipo de exenciones han de ser consideradas como prohibidas,
pero por otro lado, y según se ha visto, tenemos que antes de la
A) Aquellos tratos díferenciados que bajo la denomina­ multícitada reforma constitucional ya existía una ley o"La de mo­
ción de exención se escuden verdaderos casos de nopolios'- en la que en sus artículos 13 y 14 se regulaba algu­
privilegios o prerrogativas tributarias. nos aspectos de las exenciones tributarias, más no se delimita­
ba con certeza, qué tipo de exenciones habrían de ser conside­
B) Aquellas exenciones que instauren o tiendan a ins­ radas como prohibidas (650). Tal vez, por ello, es decir, por cre­
taurar regímenes monopolísticos o vulneren la libre er el legislador Constituyente que lo relativo a la prohibición de
concurrencia exenciones se encontraba delimitado por la ley de monopolios ­
artlculos 13 y 14- sea que el a-tículo 28 de la Constitución diga:
C) Aquéllas exenciones que no se fijen bajo las direc­ 'En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los mono­
trices de proporcionalidad o equidad tributaria, o polios, las prácticas monopolístlcas, los estancos y las exencio­
si bien no ocurre así, no tengan su fuente en algún nes de impuestos en los términos y condiciones que fijan -y no
precepto constitucional. fijen- las leyes'.

3.- LAS EXENCIONES EN EL NUEVO MARCO DE LA CONS­


Sin embargo, y si se acepta nuestra tesis (651) de que
mUCION MEXICANA
en el fondo los artículos 13 y 14 de la ley de monopolios lo que
tratan de delimitar no es, concretamente, cuando existe o no
a) LAS EXENCIONES EN LA REFORMA DEL PRIMER exención tributaria, sino más bien cuáles son los casos en que
PARRAFO DEL ARTICULO 28 CONSTITUCIONAL las exenciones son inconstitucionales (Art. 13), y, por tanto, pro­
212 213
,.......
,...

hibidas y, por otro lado. cuando se trata de exenciones constitu­ Tal Y como se ha señalado. el artículo 31. fracción IV.

cionalmente admitidas (Art. 14). tendremos que el legislador or­ de la Constitución Federal de 1917 establece que al contribuir a

dinario ya ha señalado cuáles son las exenciones prohibidas los gastos públicos los obligados deben hacerlo 'de la manera

(652). En este sentido, tendremos que de acuerdo con el artícu· proporcional y equitativa que dispongan las leyes' (654). Tene·
I
lo 13 de la ley de monopolios están prohibidas aquellas exencio­ mos. por tanto, que para que un tributo sea válido constitucio­
nes en las que 'se releva total o parcialmente a una persona de­ nalmente ha de estar orientado hacia la proporcionalidad y equi­
terminada, de pagar un impuesto aplicable al resto de los cau­ dad, ya que sin la satisfacción de éstos principios el tributo -y la
santes en igualdad de circunstancias o se condonan en forma exención- estaría viciado de ¡nconstitucionalidad (655). En efec­
privativa los impuestos ya causados' (653). Por tanto. y de acu­ to, en éste caso nos encontramos frente a unos principios direc­
erdo con la interpretación que hemos dado del artíCulo 28 cons­ tivos o pragmáticos. los cuales establecen las líneas de acción
titucional. creemos que el alcance y significado que se debe dar
a la prohibición de exenciones por parte del legislador no debe
en materia tributaria, de las que no puede apartarse el legislador
tributario (656).
111
ser otra más que la que venimos propugnando.
Ahora bien, y una vez determinada la importancia de
Naturalmente, al llegar a la conclusión de que sólo es­ dichos principios, en lo que a la materia tributaria se refiere, el
tán prohibidas las exenciones encuadradas en el artículo 13 de problema fundamental que se nos plantea. reside en la delimita­
la ley de monopolios, esto no significa que la instauración de re­ ción de lo que debe entenderse por ordenación de los tributos
gímenes jurídicos de exención sea omnímoda, ya que para que de acuerdo a la proporcionalidad y equidad. En este sentido, te­
éstos sean jurídicamente calificados como constitucionales, nemos que toda esta cuestión ha sido objeto de grandes polé­
además de tratarse de supuestos no incluidos en el artículo 13 micas, en especial en cuanto a que si dichos conceptos -propor·
de la L de M., han de respetar ciertos principios jurídicos consti­ cional y equitativo-, son dos conceptos diferenciados. o si bien,
tucionales asl. como responder o tener su fundamento en el mis­ por el contrario, se trata de dos expresiones de contenido
mo ordenamiento jurídico constitucional. En éste sentido, tene­ coincidente.
mos que es la propia Constitución en suma, y dentro de ella a­
quellas disposiciones que se refieren a los principios materiales En primer lugar, y por lo que se refiere a la coinciden­
de justicia tributaria. que por ende han de regir. tanto en la orde­ cia o no de ambos conceptos, la doctrina (657) que critica la se­
nación de los impuestos, así como en la instauración de regíme­ paración entre proporcionalidad Y equidad ha reaccionado utili­
nes jurídicos de exención. Por tanto, resulta insoslayable pasar a zando diversas vras. Por su parte. GARZA SERVANDO. J.• (658)
estudiar de qué forma encajan las exenciones tributanas y los seflala que: 'Es preciso examinar los conceptos de proporciona­
principios materiales de justicia tributaria que derivan de la lidad y equidad con objeto de determinar si son expresiones de
Constitución Mexicana de 1917. contenido coincidente o de conceptos contrarios y excluyen·
tes:¿Qué es la proporcionalidad en materia tributaria? Algunas
b) LAS EXENCIONES FISCALES Y LOS PRINCIPIOS veces este concepto s610 puede comprenderse en su sentido
CONSTITUCIONALES DE JUSTICIA TRIBUTARIA EN matemático, por ejemplo en los impuestos indirectos, como es e
LA CONSmUCION MEXICANA DE 1917 de ingresos mercantiles o cualesquiera de los especiales sobre
la producción. Una intUición de justicia nos anuncia de inmedia·
214 215

1
J
,
JL "1
to que la cuota debe ser fija (proporcional) en relación con la ca­ Por otra parte, para MARGAlN MANATOU, E. (6G2) ,
tegoría o volumen del objeto gravado (el ingreso o monto de quien mantiene una posición contraria a la subscrita por los au­
producción). La doctrina reserva este vocablo para la cuota tores antes citados, señala que ·son dos conceptos y no uno só­
constituída por un porcentaje fijo. Este criterio de justicia expre­ lo los que contienen las palabras "proporcional y equitativa".
sado en la proporcionalidad de los impuestos directos, no pue­ Que un tributo sea proporcional, significa que comprenda por
de ser aplicable para un impuesto directo como el de la renta. Si igual, de la misma manera, a todos aquellOS Individuos que se
el impuesto sobre la renta gravara con cuota fija (proporcional) y encuentran colocados en la misma situación o circunstancia;
única, la renta de los contribuyentes, sin diferenciar su distinta que sea equitativo. significa que el impacto del tributo sea el
capacidad contributiva, estaríamos en presencia de una injusti­ mismo para todos los comprendidos en la misma situación"
cia legal. Si el causante que percibe una renta anual de cinco (663).
mil pesos debe de pagar una cuota del 5% anual y este mismo
porcentaje es la cuota para el causante que obtuvo una renta de Nuestra posición al respecto es la siguiente: En primer
un millón, el impuesto sería justo en apariencia, pero en reali­ térmIno y si acudimos al Diccionario de la Real Academia (700)
dad, injusto. Su explicación se encuentra en el movimiento doc­ encontramos que por un lado el término proporción -del cual se
trinal que justifica la tarifa progresiva para igualar en el sacrificio deriva el adjetivo "proporcional" está delimitado de la siguiente
su objetivo a los causantes con diversa capacidad contributiva forma: proporción.- (Dellat.- proportio, onis) disposición. con co­
En la actualidad este movimiento no encuentra ya resistencia. sas relacionadas o correspondencia debida de las partes de
De este modo la proporcionalidad en los impuestos directos se una cosa con el todo o entre cosas relacionadas entre si. 11 a.
transforma de fórmula matemática de la cuota sobre el objeto Disposición u oportunidad para hacer o lograr una cosa 11 3. Co­
gravado en proporcionalidad subjetiva, es decir, en la nivelación yuntura, conveniencia 11 4. La mayor o menor dimensión de una
del sacrificio que se realiza mediante la tarifa progresiva. Puesto cosa; y por el otro el término equidad -del cual se deriva el adje­
que la proporcionalidad se sustenta en un concepto de justicia, tivo .equitativa"- viene recogido así: Equidad.- (Del lal. aequitas,
debemos concluir que coincide con el de equidad. En el precep­ atis, de aequus, igual.). Igualdad de ánimo. 11. 2. Bondad, tem­
to constitucional encontramos la existencia de justicia en materia planza habitual; propensión a dejarse guiar, o a fallar, por el sen­
tributaria acentuada mediante una expresión pleonástica por su timiento del deber de la conciencia. más bien que por las pres­
idéntico contenido conceptual·. Para FLORES ZAVALA (659), no cripciones rigurosas de la justicia o por el texto terminante de la
es posible separar las dos palabras, sino interpretar la expresión ley. 11.3. Justicia natural por oposición a la letra de la ley positiva.
'proporcional y equitativa" como significado de justicia, señalan­ 11. 4. Moderación en el precio de las cosas que se compran, o en
do que "lo que el contribuyente pretendió expresar, fue que los las condiciones que se estipulan para los contratos. Así, pues.
impuestos sean justoS" (660). Por último, DE LA GARZA, S.F., tenemos que desde una perspectiva estrictamente etimológica
(661), estima ·Ia exigencia de proporcionalidad y de equidad ambOS principios son distintos entre sí, ya que se les atribuyen
que establece la fracción IV del articulo 31 constitucional es una significados claramente diferenciados.
de justicia tributaria y que en esta materia impera la justicia lla­
mada distributiva, la cual tiene por objeto directo los bienes co­ En segundo término, y desde una perspectiva jurídica,
munes que hay que repartir y por indirecto solamente las car­ que es la que aquí interesa, estimamos que (664) los términos o
gas, entre ellas los Tributos·. 217
216
principios de 'proporcionalidad" y "equidad" son dos conceptos constituyente realmente pretendiÓ expresar, fué que los tributos
distintos, pero no por ello contradictorios ni excluyentes, sino sean justos (667). En nuestra opinión, decir que los principios
más bien complementarios; esto es, por un lado, los impuestos de proporcionalidad y equidad se engloban en uno solo, esto
han de ordenarse proporcionalmente -"de manera proporcional"· es, el de "justicia tributaria", es dar un paso hacia atrás frente al
y, por el otro, dicha ordenación proporcional necesariamente ha problema planteado, ya que se desvanece cualquier vía a se­
de estar orientada e inspirada en la equidad -"'1 equitativa"-. En guir para desentrañar el verdadero problema; es decir. de qué
este sentido, entendemos que el legislador Constitucional supu· elementos concretos o en base a qué directrices se ha de orien­
so que si bíen un tributo reúne el requisito de ser proporcional. tar el legislador para ordenar los tributos. En efecto. en la actua­
no por ello, necesariamente dicho tributo ha de ser equitativo; es lidad cualquier Constitución a lo que aspira en materia tributaria,
decir, toda idea de proporcioanlidad no lleva consigo la de es que la ordenación de los tributos sea justa, sin embargo esta
equidad, pero si ocurre lo mismo en sentido inverso -la idea de expresión -justicia tributaria- es un ideal, pero la justicia se inte­
equidad puede abarcar la de proporcionalidad, proporcionali­ gra con elementos concretos; no es suficiente postular que el tri­
dad en sentido equitativo-. buto sea justo. sino delimitar cómo puede ser justo (66B).

Ahora bien, y a pesar de cuanto llevamos dicho, no he­ Por su parte, tanto PEREZ CAMPOS, J.R. (669) como
mos desvelado una cuestión fundamental para saber si las MARGAlN MANATOU, E. (670) , en un intento de desentrañar el
exenciones tributarias snn acordes o no con los principios cons­ significado de la "equidad" en los Tributos (671), a lo más que
titucionales en materia tributaria; es decir, cuál es el verdadero llegan, es a decir que, el elemento equidad mira fundamental­
alcance y significado del artículo 31 fracc IV (665), que es donde mente a la generalidad de la obligación. Por tanto, cuando la ley
se encuentran los principios ordenadores de los tributos en Mé­ no es general, ya por sólo ello es inequitativa Equidad, enton­
xico. Sabemos (666), que'es obligación de los mexicanos con­ ces, vería fundamentalmente a la condición de juridicidad (672).
tribuir para los gastos públicos. así de la federación como del En cuanto al principio de "proporcionalidad", PEREZ CAMPOS,
estado y Municipio en que residan por virtud de la ley"; sabe­ J.R. (673) , llega a la conclusión de que se está aludiendo a un
mos, también, que dichas contribuciones han de ordenarse de elemento no estrictamente jurídico, o determinable jurídicamen­
la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes, pe­ te, como lo es el de la generalidad; sino a un elemento circuns­
ro lo que no sabemos es qué alcance y significado tiene la fór­ tancial, como es la economicidad del impuesto.
mula "de la manera proporcional y equitativa que dispongan las
leyes" que es de gran trascendencia, ya que de esta fórmula o Las tesis arriba señaladas nos merecen los siguientes
principio ha de partir el legislador tributario para ordenar los comentarios: En primer lugar, nos parece inexacta la reconduc­
tributos. ción que se hace del término equidad, ya que estimamos que el
principio de equidad en la ordenación de las contribuciones, su­
En este sentido. tenemos que la doctrina jurídico tribu­ pone mucho más que la generalidad de la obligación. Además,
taria mexicana, no arroja luz sobre el problema. Así, por ejemplo, si bien. estamos de acuerdo que una ley que no sea general (­
FLORES ZAVALA, SERVANDO GARZA Y DE LA GARZA, S., se li­ ley privativa-), es por ello inequitativa, no lo estamos con decir,
mitan tan sólo a decir que los principios de proporcionalidad y que ese es el verdadero alcance y significado que le quiso dar el
equidad son términos redundantes. y que lo que el legislador legislador Constitucional al término equidad (evitar que por me­
218 219
nido y signífícado de los principios de "proporcionalidad" y "equi­
dio de leyes privativas, se afecte la generalidad de la obliga­ dad" que operan en el ámbito tributario mexicano. En este senti­
ción), ya que esa función la tiene el primer párrafo del artfculo 13 do, tenemos que la Constituci6n sel"lala que las contribuciones
constitucional al decir que: Artrculo 13.- "Nadie puede ser juzga­ han de ordenarse "de la manera proporcional y equitativa que
do por leyes privativas ni por Tribunales especiales". En definiti­ dispongan las leyes". Presupone, por tanto, claramente el legis­
va, y como tendremos ocasión de ver, el principio de equidad en lador constitucional que para que los Impuestos sean justos,
la ordenación de los tributos, tiene un alcance y significación han de reunir o tomar en cuenta dos principios rectores, el de
muy distinta a la que le han atribuído en sus tesis los autores "proporcionalidad" y "equidad" (677). Nos encontramos, por tan­
comentados. to, frente a dos principios que obligan al legislador tributario (­
primer destinatario de dicho mandato constitucional-), en todos
En segundo término, nos parece desafortunada la po­ y cada uno de sus actos legislativos, a seguir determinadas ori­
sición de PEREZ CAMPOS, J.R., (674), al decimos que el térmi­ entaciones en sus juicios de valor respecto a la ordenación y ta­
no -principio, para nosotros- "proporcional" es un elemento no sación de las contribuciones. en cuanto está recogido en pre­
estrictamente jurídico, o determinable jurídicamente; sino un ele­ ceptos de necesaria observancia. Pero c6mo ha de integrar el
mento circunstancial, como es la economicidad del impuesto. legislador tributario a estos dos principios. Nuestra opini6n al
En este sentido, tenemos que el "principio de proporcionalidad", respecto es la siguiente:
se nos presenta como un criterio de tasaci6n contributiva (-no
suficiente por sí solo, como veremos más adelante-), en cuanto En principio, el mandamiento constitucional dice que
elemento concreto de la justicia tributaria, el cual exige su nece­ las contribuciones han de ordenarse proporcionalmente; pero
saria observancia por parte del legislador tributario, a la hora de en proporción a qué. En este sentido, parece evidente que la
ordenar las contribuciones para los gastos públicos (675). Como normativa constitucional ha contemplado el tributo en cuanto
cosecuencia de lo anterior, rechazamos que el "principio de detracción de riqueza de las economias particulares coactiva­
proporcionalidad" sea calificado como no jurídico e indetermina­ mente exigido por el Estado para subvenir a sus necesidades,
ble jurldicamente, ya que lo cierto es que sea cual fuere su con­ es decir, como contribuci6n al sostenimiento de los gastos pú­
tenido, el hecho es que está recogido en el ordenamiento cons­ blicos. Tenemos, por tamo, que la contribución a los gastos pú­
titucional, por lo que, y debido a ello, se produce una doble blicos ha de ordenarse en proporción a la riqueza de las econo­
consecuencia: mfas particulares, es decir, en razón a su fuente económica o
capacidad económica (678). As! pues, tenemos que no sólo es
a) Sirve como criterio ordenador de las contribuciones obligación de los mexicanos contribuir a los gastos públicos,
a los gastos públicos que debe seguir el legislador sino que dicha obllgaci6n debe ser de manera proporcional, es­
tributarlo. to es, en razón a su porci6n o capacidad econ6mica (679).

b) Por su propia fonnulación constitucional, determina Sin embargo, la anterior conclusión no nos lleva a nin­
un limite para el ejercicio del poder impositivo (676). gún lado, ya que queda por resolver un aspecto muy importan­
te, esto es. cómo ha de ordenar la proporcionalidad el legislador
Ahora bien, y después de cuanto llevamos dicho, cree­ tributarlo, es decir, en base a qué orientaciones o principios se
mos que ya es el momento, para tratar de desentrañar el conte­ 221
220
está vinculado a la necesaria observancia del principio de equi­
fijará la proporción económica sujeta a la obligación de contri­ dad tributaria, que delimita la Constitución. Pero como ha de in­
buir a los gastos públicos (fuente tributaria), así, como cuánto y terpretar o determinar jurídicamente el legislador tributario dicho
hasta cuánto, ha de ser susceptible a la obligación contributiva principio, es decir, a partir de cuándo resulta equitativo gravar
una porción económica particular. En este sentido, estimamos una fuente económica y cómo habrá de ser gravada.
que la facultad del legislador tributario de ordenar los tributos
proporcionalmente, no es por sí sola omnímoda, sino que debe Para dar cabal respuesta al anterior cuestionamiento,
atender a ciertas directrices o principios; pero cuáles. Recorde­ es necesario desvelar cuál es el contenido del principio de equi­
mos, que la Constitución dice que las contribuciones han de or­ dad. En este sentido, estimamos que dicho principio es de una
denarse de forma "proporcional' y "equitativa"; entonces, tene­ extremada relatividad, ya que en su seno acoge, a su vez, una
mos que si bien, el principio de proporcionalidad es un elemen­ serie de ideas o principios de justicia de la sociedad en que ac­
to, muy importante, en la configuración de las contribuciones a túa Ahora bien, entendemos, que no por ello ha de ser un prin­
los gastos públicos, no es el único ya que de estar orientado y cipio indeterminable jurídicamente, ya que las ideas o principios
complementado por otro principio de gran trascendencia como de justicia a los que hemos aludido, no son simples declaracio­
es el de equidad (680). nes ni ideas en abstracto, sino que se encuentran plasmadas
-posítivadas- en un texto concreto, como es el ordenamiento
Efectivamente, tenemos que la ordenación de las con­ constitucional (682).
tribuciones, no sólo ha de ser proporcional, sino que el elemento
o principio de la proporcionalidad ha de pasar bajo el prisma del En efecto, es en la propia Constitución donde se encu­
elemento o principio de equidad; derivando de esta fórmula jurí­ entran plasmadas las exigencias y postulados de justicia -por lo
dica, la "proporcionalidad en sentido equitativo". En otras pala­ demás y como ya vimos de marcado tinte social- por ello, resulta
bras, el legislador tributario en un primer plano no sólo ha de claro que ésta se erige como norma básica de un Estado de la
buscar porciones económicas -fuentes de recursos- suscepti­ que el legislador ordinario en general y, el tributario en particular
bles de tributación y atribuirles, sin más la obligación "proporcio­ no debe alejarse (683). Asi, pues, de manera esquemática se
nal" de contribuir a los gastos públicos, sino que antes de atri­ podría afirmar que si el artículo 127, fracción VI, primer párrafo
buirles dicha característica, es necesario que la porción econó­ de la Constitución dice: "los salarios mínimos que deberán dis­
mica de que se trate, sea reconducida hacia el filtro de la equi­ frutar los trabajadores serán generales o profesionales" y si la
dad, con el fin de determinar si es equitativo -y por tanto justo­ fracción VIII de dicho precepto manda que: "el salario mínimo
que dicha porción económica sea o no sujeta a la obligación quedará exceptuado de embargo, compensación o descuento",
antes aludida y, en caso de serlo, en qué medida· bajo qué sis­ resulta claro que la propocionalidad a efectos de contribuir a los
tema barométrico habrá de tributar. gastos públicos, esto es la capacidad contributiva (684), debe
comenzar a valorarse o medirse una vez que se haya detraido el
Tenemos, por tanto, que de la anterior construcción salario mínimo que protege la Constitución. En efecto, si entre
surge el principio de que no toda porción económica es suscep­ las exigencias primarias y postulados de justicia que encierra la
tible a la obligación de contribuir a los gastos públicos, sino que Constitución se encuentra la protección de un salario mínimo,
sólo aquella porción económica que por virtud del principio de cuya finalidad es poder garantizar una renta mínima pra que el
equidad ha de hacerlo (6811). Así, pues, el legislador tributario 223
222
....
r

trabajador pueda hacer frente a sus necesidades vitales, es a to­ contribuir a los gastos públiCOS, sino que es pre~iso determinar
das luces evidente que la obligación de contribuír a los gastos si se es capaz, si se es apto para contribuir a los gastos públi­
públicos queda limitada; limitada en el sentido de no vulnerar o cos y, por tanto, se se está en condiciones de hacer frente a un
poner en peligro la efectiva realización de aquella garantía cons­ tributo determinado.
titucional (685). Por tanto, y como consecuencia de lo anterior

tenemos que el principio de equidad tributaria actúa. en este ca­


Desde esta óptica, para que un tributo sea equitativo
so, en sentido negativo, esto es, ordenando al legislador tributa­ no basta con no gravar el salario mínimo, sino también hay que
rio que a la hora de diseñar la obligación de contribuir a los gas­ tener en cuenta la situación personal y famíllar del contribuyen­
tos públicos respete, en todo caso, ese mínimo de subsistencia te, es decir, debe haber una proporcionalidad entre la carga del
que representa el salario mínimo. tributo y la situación economica del contribuyente, es decir, de­
be haber una proporcionalidad entre la carga del tributo y la si­
En base a esta conclusión podemos afirmar que el tuación económica del contribuyente. Se requiere, por tanto.
principio de equidad tributaria no sólo puede influir o completar que cada tributo respete esa relación de proporcionalidad entre
al principio de proporcionalidad en sentido positivo, esto es, fi­ las necesidades personaJes y familiares del contribuyente y la
jando las directrices a seguir a la hora de ordenar los tributos, si­ carga del tributo, ya que esta proporcionalidad sólo puede afir­
no también, en sentido negativo; en el no establecimiento de marse como cierta después de que hayan sido satisfechas las
gravámen allí donde razones de equidad constitucional lo acon­ necesidades personales y familiares. Esto no sólo corresponde
sejen (686). De esta forma la exención tributaria -o la no suje­ a un evidente criterio lógico (688), sino que viene exigido por el
ción- que recae sobre el salario mínimo no sólo no vulneran los mismo principio de equidad constitucional.
principios de justicia tributaria -proporcionalidad y equidad-, sino
que incluso se ha de afirmar que la exención tributaria es exigida En efecto, la exigencia de que el principio de propor­
por dichos principios (687). cionalidad tenga en cuenta las necesidades personales y fami­
liares viene dada por el articulo 123, fracción VI, segundo párra­
Ahora bien, si el principio de equidad exige que antes fo, según el cual 'Los salarios mínimos generales deberán ser
de ordenar los tributos se respete un mínimo no susceptible de suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe
gravamen, esto es, el salario mínimo, ¿ello supone afirmar que de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a
una vez detraído éste, el legislador tributario puede hacer recaer la educación obligatoria de los hijos". Pues bien, de esta disposi­
tributos sobre los contribuyentes? Bueno, si partimos de la idea ción constitucional se extraen cuatro exigencias fundamentales
que tenemos del principio de proporcionalidad, en el sentido de a la hora de ordenar los tributos de forma proporcional: primera.
que éste no quiere decir proporcional con respecto a la medida ante todo, el tributo nunca puede gravar un 'salario mínimo', por
del impuesto, sino a la capacidad contributiva que denota un in­ lo que se confirma el principio de la exención -o no sujeción- del
dIViduo determinado, entendemos que la respuesta ha de ser mfnimo existencial; un segundo término, el salario mínimo no es
negativa. Y es que sí, en efecto, para poder entrar en funciona­ un mínimo vital o existencial, sino un mlnimo "suficiente para sa­
11
miento el principio de proporcionalidad resulta indispensable tisfacer las necesidades normales de un jefe de familia", por lo
detraer el mínimo de existencia -en este caso el salario mínimo­ que la exención del mínimo no s610 ha de ser referida a un míni­
ello no denota que el ciudadano tenga aptitud económica para mo vital o existencial, sino a un mínimo 'suficiente' para garantí­
224
225

~~ lo"",
zar "la satisfacción de las necesidades normales de un jefe de En definitiva, las exenciones tributarias se configuran
familia"; en tercer lugar, debido a que el salario mínimo se refiere como un instrumento jurídico de proyección constitucional. pues
también a "las necesidades normales de un jefe de familia", los resulta claro que al llevar a cabo una interpretación sistemática
tributos que recaigan sobre éste -o éstos según sea el caso- de­ del artículo 31. fracción IV, segundo párrafo y 40., quinto párrafo
berán, inexcusablemente. tener en cuenta la situación familiar se desprende que: el primero. en cuanto se refiera a la obliga­
que le rodea; en cuarto y último lugar, tenemos que el salario mí­ ción de "contribuír", se perfila como una norma de "solidaridad"
nimo no sólo garantiza la satisfacción de las necesidades vitales y, por ello requieren, en todo caso, de la exención tributaria para
o existenciales de la familia del contribuyente, sino que además dejar fuera de tributación al mínimo vital o existencial; el resto de
de las necesidades materiales -alimentos. salud, vestido, etc.- se articulos citados, tal y como hemos tenido ocasión de ver, dan
hace referencia también a las necesidades de orden "social y un contenido específico a dicha exención, estableciendo ade­
cultural" así como "a la educación obligatoria de los hijos"; por más que no sólo es exigible una exención del mínimo vital o
tanto, no basta con que el tributo respete un mínimo ético indis­ existencial. sino que también el propio contenido de la exención
pensable para no atentar contras las necesidades vitales del ha de tener en cuenta el conjunto de derechos y deberes que
contribuyente y su familia, sino que ha de cuidar de no vulnerar de dichos artículos derivan, por ejemplo, la situación familiar del
el mínimo suficiente para antender a las necesidades sociales, contribuyente (692).
culturales y educativas del contribuyente y su familia (689).
Lo mismo podríamos decir de otras exenciones -las de­
Entendemos que esta íntepretación ha de ser necesa­ nominadas extrafiscales- cuya fundamentación no es tan clara
riamente así, pues sería muy extraño e ilógico que la Constitu­ como las expuestas anteriormente. ya que si bien su derivación
ción mexicana garantice un salarlo mínimo suficiente para poder no proviene directamente del principio de proporcionalidad, és­
hacer frente a las exigencias del trabajo y de su familia, pero tas encuentran su amparo en el principio de equidad, esto es,
permitiera al Estado establecer tributos sin tener en cuenta las en la equidad constitucional (693). Así, por ejemplo, una exen­
exigencias mfnimas indIviduales como familiares. Además, y a ción que vaya dirigida a las sociedades cooperativas que se
mayor abundamiento, si el artículo 40., quinto párrafo, de la constituyan con la finalidad de construír casas baratas e higiéni­
Constitución manda que "es deber de los padres preservar el cas, destinados a ser adquiridas por lo trabajadores, resulta ple­
derecho de los menores a la satisfacción de sus necesidades y namente Justificada no ya como consecuencia del principio de
a la salud física y mental"; resulta claro que deber de contribuír a proporcionalidad, sino del principio de equidad (694). ya que si
los gastos públicos quedaría limitado al previo y necesario cum­ la Constitución señala en su artículo 123, tracción XXX que "gt
plimiento del deber de los padres de "preservar el derecho de rán consideradas de utilidad social, las sociedades cooperativas
los menores a la satisfacción de sus necesidades y a la salud fí­ para la construcción de casas de trabajadores en plazos deter­
sica y mental" (690). Como consecuencia de todo lo anterior te­ minados" y en su artículo 40., párrafo cuarto dice que: -roda fa­
nemos que el significado de los artículos 123, fracción IV, segun­ milia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa"; re­
do párrafo y 40., quinto párrafo de la Constitución, es que existe sulta evidente que si el Estado trata de facilitar el cumplimiento
una riqueza intangible: de igual modo que es garantizada, no de dichos preceptos, al exentar a aquéllos que se dediquen a
puede ser quitada (691). construír casas con esa finalidad, no sólo está plenamente justi­
226 227
CONCLUSIONES
ficado -desde la perspectiva constitucional-, sino incluso se po­ Estimamos que un autor, cuando ha concluido su o­
dría afirmar que el Estado tiene la obligación de facilitar tales bra, .debe formularse forzosamente un cuestionamiento: ¿es
actividades. cientlfica? En este sentido, entendemos que cualquier trabajo
sólo podrá calificarse verdaderamente de 'cientlfico' cuando,
En concreto, y para concluír, hemos de decir que las además de aportar algo nuevo a una determinada ciencia, las
exenciones desde la actual perspectiva constitucional no sólo jdeas en él vertidas estén expresadas de forma tal, que puedan
no vulneran los principios de justicia tributaria, sino que Incluso ser comprendidas por el futuro lector.
se podría afirmar que en muchos casos son una exigencia direc­
ta de los principios que inspiran y ordenan el ordenamiento Por ello creemos que, una vez finalizada la investiga­
constitucional en general, y el tributario en particular. ción que hemos desarrollado en las páginas precedentes, es
este el momento para que recojamos, a modo de síntesis, las
conclusiones finales obtenidas en nuestro trabajo:

Primera. Las exenciones tributarias se conciben debi­


do a la peculiar estructura actual de la actividad financiera del
Estado Social y de Derecho, como un medio importante para la
consecución de la justicia social que persigue el Estado.

Segunda. La exención ha nacido y se ha desarrollado


dentro del Estado de Derecho y por esa razón se ha ido configu­
rando como un verdadero instituto jurídico que, como tal, tiene
su origen Inmediato en la propia Constitución a la cual debe su
respeto así como a los principios que de ella se derivan.

Tercera. Como consecuencia de la anterior, la exen­


ción no puede ni debe ser asimilada a esa figura tan odiosa
como el privilegio fiscal, ya que no es una manifestación arbi­
traria del poder político.

Cuarta El poder de gravar es simétrico con el poder


de desgravar, ya que una consecuencia inevitable de gravar es
la potestad o poder de eximir de la carga tributaria.

229

228
Quinta La exención tributaria está ligada al principio
de legalidad, tanto en su establecimiento, modificación o supre­ Undécima. Las exenciones denominadas extrafiscales
sión; independientemente de la autoridad que la emita (nacio­ están plenamente justificadas dentro del sistema tributario en­
nal, regional o local) debe hacerse mediante ley y preveer en contrando, además plena incardinación jurídica en el ámbito
ella rígidamente tos límites de la discrecionalidad de la Adminis­ constitucional.
tración.
Duodécima. La configuración de exenciones extrafisca­
Sexta. El principio de seguridad jurídica, en materia de les, no sólo, no contradice al principio de capacidad contributi­
exenciones, ha de configurarse tanto en su concepción como en va; sino que lo complementan como especificación del principio
su aplicación, de tal forma que se respete el derecho de los ciu­ de igualdad en el ámbito tributario.
dadanos a la certidumbre jurídica, a la confianza en las situacio­
nes reguladas y evitar la arbitrariedad de los poderes públicos. Decimotercera. La no sujeción tributaria consiste, en
~ la norma tributaria no es aplicable porque la actividad del
Séptima~ La exención no quebranta al principio de presunto sujeto pasivo no realiza la hipótesis dicha norma o,
generalidad.; sino que incluso, es este principio el que juega un porque el sujeto que actúa no puede sufrir las consecuencias
papel primordial tanto en la creación como en la aplicación de jurídicas derivadas del mandato de la norma tributaria por no
normas de exención. encontrarse en la hipótesis que vincula la relación requerida por
la norma tributaria
Octava. El principio de igualdad no es incompatible
con la exención tributana. incluso, tal y como se ha visto, la Decimocuarta La exención y la no sujeción son dos fi­
exención es un instrumento para lograr que se aplique el mismo; guras jurídicas díferenciadas, ya que la primera está estrecha­
es decir, por medio de exenciones tributarias se logra que a si­ mente vinculada al hecho imponible mientras la segunda no.
tuaciones que se encuentren en condiciones desiguales se les
trate desigualmente. Decimoquinta. Desde la óptica jurídica la exención tri­
butaria tiene un único fundamento: la ley.
Novena. El legislador tributario a la hora de configurar
el tributo, ha dE' tomar en cuenta un límite mínimo o vital dentro Decimosexta. El presupuesto de hecho exento, fuente
del cual, no se tiene capacidad para contribuir a los gastos pú­ mediata de la exención es: el presupuesto de hecho legal que
blicos. una vez configurado o realizado en la vida real, provoca un e­
fecto concreto: el exentar.
Décima. El mínimo exento o mínimo vital deberá en­
cerrar en su definición una valoración lo más completa posible, Decimoséptima. El presupuesto de hecho exento tiene
en términos cuantitativos y cualitativos, de las necesidades del su fundamento jurídico en los principios generales del Derecho
contribuyente y su familia, por razones diversas de las derivadas y, concretamente en los principios jurídicos Tributarios que ema­
de su propia naturaleza de persona; es decir, debe abarcar tan­ nan del ordenamiento constitucional.
to la vida fí~ica, como la espiritual.
231
230
Decimooctava El hecho imponible tiene significación cho exento, sino que están supeditadas a que acontezca un de­
fáctica en la configuración del presupuesto de hecho exento, ya terminado acto.
que este último toma como elementos propios algunos ya confi­
gurados en el hecho imponible, agregando, posteriormente, los Vigesimosegunda Las características del ámbito tem­
propios del presupuesto exento. poral de la norma de exención son:

Decimonovena. El presupuesto de hecho exento es un _Las normas de exención entrarán en vigor según nor­
fenómeno positivo de la relación jurídico-tributaria, ya que la nor­ mativa general tributaria de cada país.
ma de exención no se limita tan sólo a un nuevo juicio negativo
sobre la eficacia impositiva de un determinado supuesto de he­ - En cuanto a su duración o vigencia pueden ser:
cho; sino que surge una nueva realidad jurídica distinta de la de
imposición. a).- Temporales: Cuando son establecidas por un pla­
zo determinado, fijado en la norma de exención.
Vigésima Los elementos más importantes del presu­
puesto de hecho de la exención son: b).- Permanentes: No significa o implica su vigencia
perpetuas y, son aquellas en las que no se señala plazo para su
- El objetivo: está íntimamente relacionado con el e­ vigencia. por lo que regirán hasta que no sean derogadas por
lemento objetivo del hecho imponible, de ahí, su denominación una norma posterior.
de exenciones objetivas. Son aquel tipo de exenciones que
están constituidas por un hecho considerado en sí mismo, obje­ Vigesimotercera. En relación al aspecto espacial de la
tivamente aislado de cualquier vinculación personal. norma de exención, ésta se puede clasificar en:

• El subjetivo: Está íntimamente realcionado con el e­ _Nacionales: Aplicables en todo un territorio nacio­
lemento subjetivo del hecho imponible, de ahl su denominación nal.
de exenciones subjetivas. Existen estas exenciones cuando se
conceden "in tuitu personae'; es decir, en consideración a deter­ _Regionales: Aplicables en una región territorial de­
minadas características o circunstancias de la persona. terminada

Vigesimoprimera. Las exenciones en cuanto al des­ _Locales: Aplicables en el territorio local que se
pliegue de sus efectos pueden ser: trate.

- Puras: cuando los efectos surgen Instantáneamente _De Oerecho Internacional: Aplicables tan lO dentro
con la realización del presupuesto de hecho exento. como fuera del territorio nacional de
que se trate, según el caso de tratado
- Condicionales: cuando los efectos de la exención no o convenio internacional o de acuer­
surgen inmediatamente a la realización del presupuesto de he­ do con las normas de Derecho inter­
232 nacional. 233
Vigesimooetava Por último, y como consecuencia de
lo anterior, las exenciones tributarias deben interpretarse con­
Vigesimocuarta. Según su ámbito cuantitativo las forme a las reglas de interpretación generalmente admitidas en
exenciones pueden ser: Derecho para cualquier otra rama jurídica

- TotaJes' Aquellas en las que los efectos previstos en


la norma de exención provocan, la no tasabilidad o el no nací­
miento de la obligación tributaria material

- Parciales: Son las que sI producen el nacimiento de la


obligación tributaria material; pero, el 'quantum" de las mismas
se ve reducido o es menor del que se hubiera producido de la
realización del hecho imponible.

Vigesimoquinta. La exención se puede definir, desde el


punto de vista jurídico como: una relación jurídica, conectada ín­
timamente con el hecho imponible e Inspirada y ajustada con los
principios jundicos que conforman el ordenamiento jurídico, la
cual provoca un efecto jurídico concreto: el sometimiento a un
régimen jurídico que se caracteriza por el no naCimiento o, el na­
cimiento en forma reducida de la obligación tributaria.

Vigesimosexta. Desde el punto de vista científico, cier­


tas figuras jurídico-tributarias (bonificación, deducción, desgra­
vación, etc.) son una misma cosa: exenciones tributarias. Ello
implica que le son aplicables, íntegramente. todas las conse­
cuencias jurfdicas que surgen en torno a la teorla general de la
exención tributaria.

Vigesimoséptima. Las normas de exención lienen natu­


raleza normal u ordinaria como cualquier otra norma jurídica, por
lo que la pretendida excepcionalidad de la norma de exención.
con todas sus consecuencias interpretativas, no parece que
pueda ser actualmente sostenida.

234 235
APENDICE

La retroactividad y las exenciones tributarias

a} Breve análisis del problema de la retroactividad en el De­


recho Tributario.

La particularidad de la retroactividad de las leyes (695)


consiste en que regulan una situación jurídica existente hasta su
entrada en vigor con determinados efectos hacia el pasado por
medio de un nuevo Derecho. Permiten, por lo tanto, que con
posterioridad se introduzca otro ordenamiento en el lugar del or­
denamiento jurídico vigente para un espacio de tiempo anterior,
modificado retroactivamente las consecuencias jurídicas de los
hechos ya realizados (696) , de ahí que el problema de la re­
troactividad sólo pueda comprenderse a la luz de la dimensión
temporal de la norma jurídica.

Ahora bien, han sido múltiples los argumentos que ha


esgrimido la doctrina jurídica a efectos de fundamentar la prohi­
bición de aplicar retroactivamente las normas, esto es, el princi­
pio de ¡rretroactividad de las leyes (697). Sin embargo, el argu­
mento definitivo ha venido a concretarse en el principio de segu­
ridad jurídica, ello en virtud de que la retroactividad normativa in­
troducia en el ordenamiento jurídico un punto de inseguridad tal
que se dificultaría e incluso haría imposible el normal desarrollo
de las relaciones jurídicas (69B). A pesar de ello, como es sabi­
do, en la gran mayoría de los ordenamientos constitucionales
modernos, no se establece la limitación del alcance retroactivo
de las leyes, exceptuando en todos ellos específicamente la ma·
teria penal (699).

Pues bien, este último dato -la limitación de la retroacti­


vidad en materia penal- tiene una notable importancia en el
campo del Derecho Tributario, ya que se ha buscado, respecto
237
de la aplicabilidad a la materia tributaria del principio de irre­
bargo, tenemos que el fenómeno de la retroactividad de las le­
troactividad, la posibilidad de fundar en él un principio de inter·
yes tributarias de palpable en gran cantidad de países, pues así
dicción de la retroactividad de las normas tributarias. Efectiva­
nos lo pone de manifiesto la aburmadora relación de supuestos
mente, como se ha observado a lo largo de nuestro estudio, his­
tóricamente las leyes tributarias, por su concomitancia con las de retroactividad en el momento actual (703).
penales o con las que restringían la esfera patrimonial. habían
Como consecuencia de lo anterior, la doctrina jurídico­
de ser aplicadas restrictivamente, y por análogos motivos exclu­
tributaria -principalmente la alemana e italiana (704)- fué reaccio­
sivos de la retroactividad. Pero en la actualidad, resulta evidente
nando frente a este problema utilizando diversas vías -principal­
que esta posición está ciertamente superada (700), ello debido
mente fundándose en diversos preceptos constitucionales- lle­
a que la vieja concepción de las normas tributarias como odio­
gando a varios resultados no del todo fructíferos (705). Sin em­
sas o asimiladas a las penales, no cabe, por los motivos que
bargo. la doctrina jurídico-tributaria alemana (706), tras una fase
más adelante veremos, y. por tanto, no se les debe considerar
inicial sin resultados, se pasa a otra con evidentes resultados
como restrictivas de derechos individuales, por lo que la retroac­
positivoS, no por el hecho de haber encontrado un argumento
tividad de las normas tributarias puede, en principio, ser
de peso a efectos de fijar un principio de irretroactividad en esta
admitida (701).
materia -ya que lo cierto es que la doctrina no suele negar el po­
sible alcance retroactivo de las leyes tributarias-, sino más bien
Ahora bien. cabe en este momento hacerse el siguien­
por haber perfilado unas bases sólidas que fijan determinados
te cuestionamiento ¿La autoridad que ha de aplicar la ley, po­
criterios limitativos u ordenadores de la retroactividad en materia
drá decidir libremente si una ley ha de ser aplicada o no retroac­
tivamente? Evidentemente, la respuesta no puede ser otra más tributaria (707).
que negativa, ya que la autoridad que aplicará o intepretará la
De esta forma. tenemos que si bien la retroactividad
ley, por razones obvias -interdicción a la arbitrariedad y certeza
de las normas tributarias es, en principio. admitida por la mayo­
jurídica- no puede fijar, arbitrariamente, la posibilidad de aplicar
ría de los ordenamientos constitucionales ello no supone mante­
retroactivamente una norma, sino que ha de ser el Parlamento
ner, siempre y en todo caso. su legitimidad constitucional, pues
quién determine el alcance retroactivo de la ley así como sus Ji
una cosa es que el principio de irretroactividad de las leyes pe­
mites. De esta forma tendremos que, en principio. a ninguan ley
nales no opere en el ámbito tributario y otra muy distinta en que
se dará efecto retroactivo, si no está dispuesto en el cuerpo de
la eficacia retroactiva de dichas normas no pueda se cuestiona­
la ley -normalmente en sus artículos transltorios- que tendrá este
da cuando su efecto retroactivo entre en colisión con otros prin­
carácter, es decir, que como principio general las leyes no ten­
cipios consagrados -explícita o implícitamente- en la Constitu­
drán efecto retroactivo. salvo que el propio legislador dispusiese
ción (708). Por tanto, una ley tributaria que tenga efectos re­
lo contrario (702), 'una cosa es que la Constitución de un país
troactivos no será inconstitucional por el simple hecho de confi­
no prol11ba la retroactividad de otras leyes, salvo las penales, y
gurar dichos efectos, sino más bien cuando dicho carácter sea
otra muy distinta que la imponga·, cosa queen la doctrina nadie
sostiene. Efectivamente, la interdicción de la retroactividad aspi­ arbitrario, no razonable (709)
ra a que hechos y relaciones anteriores a la entrada en vigor de
Ahora bien, y centrando nuestra atención en la relación
una norma nueva no se vean reguladas por ésta, más, sin em­
retroactividad de las normas tributarias y el principio de segur¡­
238 239
dad jurídica (710), se ha dicho que la doctrina dominante tiende promúlgación. Del principio del Estado de Derecho puede deri­
a ver la esencia de la seguridad jurídica -concretamente en su varse el principio constitucional según el cual las leyes tributa­
vertiente de certidumbre del Derecho- en la susceptibilidad de rias desfavorables ("belastende") no deben extender su eficaCia
previsión objetiva, por parte de los particulares de sus situacio­ a presupuestos de hecho ya concluidos· (713).
nes jurídicas, de tal modo que éstas puedan tener una expectati­
va precisa de sus derechos y deberes, de los beneficios que les Desde esta perspectiva, una autorizada corriente (714)
serán concedidos o de los encargos que hayan de soportar. señal que una modificación de las circunstancias objetivas ya
Pues bien, el Tribunal Constitucional de la R. F. A. al fijar los lími­ realizadas está conceptualmente excluida; distinguiendo varios
tes constitucionales a la retroactividad de las normas tributarias tipos de retroactividad, las propia e impropia (715). Existe retro­
se mueve claramente en orden a las ideas arriba apuntadas, es actividad propia de la ley -denominada también estricta- si esta
decir, dichos límites se deducen del principio de Estado de De­ actúa modificando hechos imponibles desarrollados que perte­
recho, más concretamente, de su corolarios: principios de segu­ necen al pasado. Se trata, por el contrario, de una retroactividad
ridad jurídica, certeza del Derecho, protección de la confianza impropia -llamada también material-, si la ley repercute hacia el
(711 ). futuro sobre circunstancias objetivas y relaciones jurídicas pre­
sentes no concluidas, y de esa forma al mismo tiempo desvirtúa
En este sentido, y siguiendo a CERVERA TORREJON, completamente "a posterior¡" la posición jurídica de referencia
F. (712), el Tribunal Constitucional alemán en sentencia de 19 (716). Esta misma corriente doctrinal sostiene que la retroactivi­
de diciembre de 1961 señala que: "A los elementos esenciales dad propia de las leyes impositivas es, por principio, inconstitu­
del prinCipio de Estado de Derecho pertenece la seguridad jurí­ cionalidad, ya que afecta al mandato contenido en el principio
dica. El ciudadano debe poder prever todas las posibles inter­ del Estado de Derecho de la seguridad jurídica y de la protec­
venciones de Estado frente a él y poder actuar en consecuen­ ción de la confianza (711); las leyes retroactivas están permiti­
cia; debe poder confiar en que el propio comportamiento, de das si la situación jurídica es confusa y necesita una clarificación
conformidad con el ordenamiento vigente, resulte reconocido retroactiva, ya que ha de reemplazarse una disposiCión oscura
por el ordenamiento jurídico con todas las consecuencias de de­ por medio de una norma clara (718). Por último, la retroactividad
recho origi ariamente conectadas a tal comportamiento. Pero el impropia de las leyes impositivas está en principio admitida; pe­
ciudadano ve traicionada su buena fé si el legislador hace deri­ ro resulta indispensable establecer ciertos límites a la facultad
var de supuestos de hecho ya realizados consecuencias más de regulación de la legislación para proteger lo más posible el
desfavorables de las que el ciudadano podía prever en orden al principio de seguridad juridica (719).
propio comportamiento. Para el ciudadano la defensa del Dere­
cho significa sobre todo protección de la buena fé ("Vertraue­ Por otra parte, y conectado ya el problema de la retro­
naschutz").. ,". y más adelante "En la medida en que los hechos actividad de las normas tributarias, en general, con las exencio­
imponibles (·Stervertatbest~nde") se conectan al comportamien­ nes en particular tenemos que de la sentencia del BVerfGE cita­
to, las consecuencias deben estar ya previstas por la ley en el da se desprende, en principio, que la retroactividad de las nor­
momento de realizarse lal comportamiento. Resulta de ello que mas de exención no debe plantear problema alguno, ya que
las leyes tributarias deben contemplar en principio únicamente desde cierta perspectiva se trata de normas "favorables· y no de
supuestos fácticos que se inician o perfeccionan después de su normas tributarias desfavorables; sin embargo, y como se verá a
240 241
continuación, también se dan una serie de cOmplejos problemas cipio de seguridad jurídica. ya que la retroactividad de las nor­
cuyo contenido analizamos ahora. mas de exención trasladada a otros planos plantea una serie de
problemas de una cierta complejidad. En este sentido, tenemos
b).- La retroactividad de las normas que crean exenciones que la norma de exención retroactiva puede excluír algunos de
tributarias los efectos que derivan de su propia naturaleza, es decir. el le·
gislador puede admitir una especia de ·soluti retentio· a favor del
El principio de la retroactividad de las normas que Fisco para los tributos liquidados de forma definitiva e incluso
crean o instauran exenciones tributarias, visto a la luz del princi­ pagados (724). ¿Qué ocurre en este supuesto? Ocurre que la
pio de seguridad jurídica y bajo el prisma de lo aquí tratado, se emanación de una norma de exención ·calificada de "favorable·
nqs presenta, en principio, de fácH solución. Efectivamente, te­ con efecto retroactivo puede, sin vulnerar el principio de seguri­
niendo en cuenta dla especial connotación que la doctrina jurrdi­ dad jurídica, entrar en contradicciÓn con algún otro principio de
co-tríbutaria hace de la norma de exención como norma "favora. igualdad. Efectivamente. en líneas generales. la vulneración del
ble· (720), resulta claro que se puede afirmar que todo efecto re. principio de igualdad se produciría, porque como consecuencia
troactivo de este tipo de normas está permitido y legitimado, ya de una expresa ·soluti retentio· a favor del Fisco el efecto retro­
que desde esta perspectiva no se pone en peligro el principio activo de la nueva norma de exención sólo se aplicaría a aque­
de protección de la confianza, pues no se causa perjuicio al llos presupuestos -ya sean subjetivos u objetivos- anteriores, en
contribuyente ni se invade su esfera de propiedad, más bien los que la liquidación tributaria no fuese firme, o aquéllos en los
todo lo contrario (721). que aún no es haya efectuado el pago del tributo respectivo y
no, en cambio, a aquellos presupuestos en los que el tributo. al
En este sentido. tenemos que siguiendo el criterio de tiempo de la promulgación de la nueva norma de exención,
la jurisprudencia constitucional alemana (722) se desprende un hubiese sido liquidado de forma definitiva -liquidación flrme- o
criterio de una cierta importancia en tomo a esta temática, esto bien pagado, extinguiendo la obligación tributarla. Se introduce,
es, que el alcance temporal de las normas retroactivas "favora­ por tanto. una ¡njustificación e injusta a todas luces disparidad
bles· no se ve /imitado en base al principio de protección de la de tratamiento respecto a situaciones sustancialmente idénticas,
confianza; por lo que, en principio, no existe duda alguna en lo cuya disparidad se configura sólo por el hechos meramente cir­
que respecta a su constitucionalidad (723). Ahora, una cosa es cunstancial de que unos contribuyentes se encuentren frente a
que en el supuesto de retroactividad de normas "favorables· no una liquidación definitiva, o bien han pagado y extinguido la obli­
se vulnere el principio constitucional de seguridad jurídica y otra gación tributaria, y otros -a los que si se les aplica la exención
distinta que la Constitución la imponga, es decir, la retroactivi­ tributaria retroaetivamente- no.
dad de normas ·favorables· será siempre constitucional, pero
ello no significa que la Constitución obligue allegislé:l.dor a exten­ Sin embargo, resulta claro que la disparidad de trata­
der a hechos concluidos en el pasado o aún en curso los benefi­ miento descrita con anterioridad no depende de una regulación
cios de la nueva ley que en este caso es la de exención. diferenciada de las situaciones comparadas, sino más bien la
circunstancia de tacto -ajena a la previsión normativa- de que en
Todo el planteamiento anteriormente descrito no ofre­ el momento de entrada en vigor de la nueva norma de exención
ce problema alguno, pero siempre desde la perspectiva del prin. se encuentre o no liquidada o pagada la deuda tributaria, pero
242
243
vas a que la nueva norma de exención le sea aplicada retroacti­
aún así, tenemos que se vulnera el principio de igualdad, por lo vamente haciendo caso omiso a sus deberes y obligaciones tri­
que elleg.slador deberá introuducir los mecanismos necesarios butarias; segundo, al no ratificar e impugnar las sucesivas liqui­
para eqUiparar dicho tratamiento desigual. daciones tributarias se provocaría un considerable aumento del
trabajo para la Administración y para los tribunales, haciendo,
Además estimamos que esta situación resulta cierta­ además, que se retrase el pago del tributo en cuestión.
mente peligrosa para el logro de la efectiva incidencia del orde­
namiento tributario en el quehacer del particular, ya que se intro­ Por tanto. y como consecuencia de todo lo anterior, re­
duce un factor negativo en dicho ordenamiento, pues al ser sulta claro que en caso de que el legislafor quiera dar efecto re­
efectiva la retroactividad de la norma de exención sólo para troactivo a una norma de exención tendrá que hacerlo de forma
unos casos .los que no se encontrasen frente a una liquidación tal que dicho efecto retroactivo sea aplicable -absteniéndose de
firme o con el tributo ya pagado- y no para todos -caso contrario declarar una especie de 'soluti retentio" a favor del Fisco -a to­
al anterior- los que se encuentran en una situación sustancial­ dos los contribuyentes que se encuentren en condiciones sus­
mente idéntica, resulta que el efecto retroactivo de la norma de tancialmente iguales. pues de esta forma, y al ser aplicable la
exención provocará un impacto negativo en el comportamiento exención a casos en los que el tributo se encuentre liquidado de
leal del contribuyente, frente al ordenamiento jurídico tributario manera finne o Incluso pagado, no se vulnera el principio de
(725). Efectivamente, dicho impacto negativo se produciría debi­ i~aldad, evitando, además, el posible impacto negativo que la
do a la posibilidad -mediata- de que los contribuyentes que han aplicación retroactiva de la exención producirla en el comporta­
quedado excluídos de la aplicación retroactiva de /a norma de miento de los contribuyentes frene al ordenamiento jurídico
exención -caso de la declaración de una especia de 'soluti re­ tributario.
tentia· a favor del Fisco"- se negasen en el futuro a aceptar, im­
pugnándolas, las liquidaciones tributarias que se girasen a su En este sentido, BERURI. A. (729) al aludir casualmen­
cargo o bien tratasen de retardar o e/udir el pago de sus obliga­ te al problema de la aplicación retroactiva de una norma de
ciones tributarias, pues su anterior actitud frente al ordenamien­ exención, señala que 'no es extraño que el legislador. al modifi­
to tributario -cumpliendo con sus deberes y obligaciones tributa­ car la ordenación de un tributo, dicte disposiciones que no sólo
rias-lejos de beneficiarles les ha perjudicado (726). Por otra par­ se refieren al futuro.. sino también al pasado, estableciendo que
te, los contriubuyentes que se "favorecen" de la aplicación retro­ un heCho que. según la Ieg~ precedente, hada nacer una
activa de la norma de exención por no haber ratificado las liqui­ obligación tributaria, sea ahora lrrelevante. En tal caso, Las obli­
daciones giradas a su cargo o bien por haberse negado a pagar gaciones tributarias nacidas antes de la publicación de la nueva
el tributo, verían así confirmadas las ventajas de su comporta­ ley quedan extinguidas por efecto de ésta, que consiguiente­
miento -a todas luces negativo-, Jo que les llevaría a mantenerlo mente, funciona como una causa extlntiv8 de dichas obligacio­
de cara el futuro (727). Todo lo antenor desembocaría en una nes. Es lo que generalmente sucede cuando una ley que conce­
serie de consecuencias que afectan directamente a la efectiva de una exención viene prorrogada después de su vencimiento;
inCidencia del ordenamiento tributario, entre las que destacan: para lograr una solución de continuidad entre el anterior período
primero, el fomento a la defraudación fiscal, ya que con el simple de exención. ya vencido, y el nuevo, la ley de prórroga contiene
efecto noticia de la promulgación de una futura exencIón (728), una cláusula, en virtud de la cual su eficacia se retrotrae hasta la
el contribuyente se abstendrá de pagar el tributo, con expectati­ 245
244
ciones tributarias Iiquidas- o restitutoria -pues provoca la devolu­
fecha en que venció la disposición precedente; el ejemplo más ciÓn de las cantidades pagadas al Fisco como consecuencia de
reciente nos lo proporciona la prórroga de la denominada Ley la obligación tributaria-, lo cual nos hace cuestionar que la exen­
TUPINI: esta ley, después de sucesivas prórrogas, venció el 31 ción pueda retrotraerse sin desnaturalizarse. Efectivamente, de
de diciembre de 1955, por lo que todos los actos y los corres­ acuerdo con nuestra primera aproximación al concepto de exen­
pondientes contratos de ejecuciÓn de obras o de realización de ción tributaria, tenemos que ésta se materializa en un régimen
servicios encaminados a la construcción de casas no considera­ Jurídico-trlbutario, que se caracteriza por el no nacimiento de la
das como de lujo que se efectuaren a partir de dicha fecha que­ obligación tributaria. por lo que desde este punto de partida re­
daron sujetos a los Impuestos de registro y sobre ingresos. Sin sulta evidente que si la exención actúa -retroactivamente- sobre
embargo, al considerar el legislador que permanecían vigentes obligaciones tributarias nacidas -Iíquidas- o bien extinguidas
las razones que habían aconsejado la concesión de los benefi­ -pagadas- se desvirtúa su esencial característica, convirtiéndose
cios otorgados por la Ley TUPINI. por la Ley número 166, de 15 en una figura dispensativa o restitutoria de la obligaciÓn
de marzo de 1956, se prorrogaron sus efectos hasta el 15 de di­ tributaria (731).
ciembre de 1956. Pero para salvar los inconvenientes que supo­
nía el que los actos realizados entre el 31 de diciembre de 1955 Sin embargo, no estimamos que la voluntad del legisla­
V el18 de abril de 1956 (fecha de la entrada en vigor de la nueva dar tributario al implantar una exención con efectos retroactivos
ley) tuviesen que satisfacer el impuesto general sobre Ingresos y sea simple y sencillamente dispensar, remitir, condonar o resti­
el impuesto de registro. mientras estaban exentos de ambos tri­ tuir obligaciones tributarias, pues este efecto lo podría lograr -sin
butos los actos verificados antes o después de las referidas fe­ entrar a desnaturalizarse a la exención- por medio de otras fi­
chas. la citada ley ha dispuesto que la prórroga operase a partir guras jurídico tributarias -condonación, remisión, derogación de
del 1 de enero de 1956. En virtud de este precepto los impues­ tributos con efectos retroactivos; etc.-, sino que realmente lo que
tos pagados en el período que media entre ambas fechas deben esta en el fondo de toda esta cuestión es la intención del legisla­
restituírse. y las obligaciones nacidas a lo largo del mismo. toda­ dar -por motivos diversos, entre los que juegan un papel pre­
vía no satisfechas. quedan automáticamente extinguidas. Como ponderante los principios de justicia tributaria- de someter retro­
se ve, en esta caso nos encontr amos ante una obligación naci­ activamente a determinados hechos o personas encuadrados
da regularmente, en cuanto el presupuesto de hecho se había en el presupuesto de hecho del tributo -hecho imponible- reali­
verificado al cesar la primera ley y no haber entrado todavía en zado o configurado en el pasado, a un régimen jurídico nuevo
vigor la nueva, que se extingue por efecto de una disposición -el de exenclón- que se caracteriza por el no nacimiento de la
legislativa' (730). obligación tributaria (732). De esta forma, al retrotraerse la exen­
ción, no actúa ésta como figura extintora o restitutoria de la obli­
Ahora bien, después de un análisis de la anterior cons­ gación tributaria, sino más bien como una norma que provoca
trucciÓn de BERUAI. A. , señala a la luz que la retroactividad pro­ -para determinados hechos o personas encuadrados en el he­
pia de la norma de exención. es decir, aquélla que actúa sobre cho imponible- una transformación intrínseca de una proposi­
hechos imponibles desarrollados y concluidos en el pasado ción normativa hacia el pasado; es decir, la norma de exención
afectando a obligaciones tributarias nacidas -liquidadas definiti­ retroactiva viene a mandar que aquellas personas o hechos que
vamente o firmes- e incluso pagadas y, por tanto. extinguidas, en el pasado se encontraban bajo un régimen jurídico de tributa­
opera como una figura extintiva -pues remite o condona obliga­ 247
246
ción ·el delimitado por el hecho Imponible- ahora y para el pasa· 4a.- Por último, el legislador tributario deberá cuidar de no vio­
do -concretamente derterminado por el legislador tributario- se lar otros principios distintos del de seguridad jurídica, ni introdu­
encuentran baJo un régimen jurrdico de exención. cir factores negativos en el ordenamiento jurídico tributario por
medio de normas de exención con efectos retroactivos, pues
Por tanto, y como consecuencia de lo anterior, nos en­ como ya vimos, esto es factible.
contramos ante un supuesto de un tributo legalmente determi­
nado e incluso satisfecho que. como consecuencia de una nor­ En conclusión, la cuestión de la retroactividad de la ley
ma posterior -la de exención-. deviene ilegal, indebido, por la tributaria no es determinante en materia de creación o implanta­
inexistencia legal "a posteriori" del régimen jurrdico -el delimitado ción de regimenes juridicos de exención, no existiendo un princi­
en el hecho imponible- que dió pie a la liquidación o pago de di­ pio de retro o irretroaetividad aplicable al tema, sin embago
cho tributo (733). En este sentido, el elemento esencial de la ex­ creemos que la solución -aunque la mayoria de la doctrina juridl­
tinción o restitución de la obigación tributaria que consolida el co tributaria acepta la retroactividad de este tipo de norma- de­
régimen jurídico de la exención, el cual provoca el derecho del berá centrarse en los motivos que determinan su fuerza retroac­
contribuyente a la restitución de cuanto ha pagado indebida­ tiva. es decir, en el contenido tanto social, político y de justicia
mente o bien la declaración de nulídad de las liquidaciones gira­ de las disposiciones antigua y nueva, en la voluntad reformado­
das a su cargo, por no serie aplicable el régimen jurrdico que dió ra y restaurada que determine la finalidad de esta última (735).
pie a las mismas (734). De esta forma, tenemos que el retrotraer
una exención tributaria es perfectamente factible -aunque como c).- La retroactividad de las normas que derogan o modifican

acabamos de ver marcada por una serie de complicaciones sin exenciones tributarias.

devirtuar o desnaturalizar su esencial característica. pero estima­


mos que deben existir ciertas reglas mfnimas en esta materia, Antes de entrar a examinar toda la problemática que este
mismas, que enumeramos a continuación: tema comporta hemos de hacer las siguientes aclaraciones:

1a- A ninguna execión se le dará efecto retroactivo, si no se


dispone lo contrario en el mismo cuerpo de la ley que la crea. 1a.- Nuestro análisis se limitará tan sólo a aquellos casos en
que la derogación o modificación de la exención tanga alcance
2a- El legislador deberá deteminar con la mayor precisión po­ retroactivo, esto es, cuando la norma que derogue o modifique
sible a qué período o períodos impositivos se aplicará la norma la exención tributaria permita que con posterioridad se introduz­
de exención retroactivamente. ca otro régimen jurldico tributario -en este caso el de tributación­
en lugar de aquél -el de exención- vigente para un espacio de
3a.- Los períodos impositivos a los que se podrá aplicar la nor­ tiempo anterior, modificando retroactlvamente las consecuen­
ma de exención retroactivamente no deberán exceder del térmi­ cias jurídicas -el sometimiento a un régimen jurídico de tributa­
no o plazo previsto por la ley, en materia de prescripción extin­ ción donde antes existía uno de exención- de los presupuestos
tiva de la obligación estatal de devolución de impuestos de hecho -de exención o hechos exentos- ya realizados. Por tan­
indebidos. to. el exámen de otros problemas que plantea el aspecto temPo­
ral de la exención. tanto desde su óptica normativa -norma de
248 249
exención- como estructural ·ámbito temporal del hecho exento­
se dejan para otros apartados. tro agere", accionar hacia atrás, modificando directamente los
hechos y acontecimientos ocurridos en el pasado, resulta con
2a.- Teniendo en cuenta que los problemas que trae consigo claridad que aqur estamos en presencia de una norma con cla­
la modificación o supresión retroactiva de la exención pueden ros efectos retroactivos, pues se trata de una norma que con­
ser enfocados desde muy distintos planos, nosotros hemos de templa -derogando o modificando- hechos producidos y efectos
señalar desde ahora que nuestro tratamiento girará en tomo a si agotados antes de su entrada en vigor, por tanto, se han de apli­
es posible o no dicha retroactividad, sin entrar a vulnerar el prin­ car las reglas generales de la retroactividad en materia tributaria
cipio de seguridad jurídica en sus vertientes de certidumbre del
Derecho e interdicción a la arbitrariedad, si bien no se desco­ En este sentido, se ha dicho que si bien las leyes tribu­
nozcan los distintos tratamientos que se le han dado a esta tarias retroactivas no están prohibidas, éstas podrán ser decla­
cuestión (736). radas como inconstitucionales y, por tanto, invalidadas, cuando
su efecto retroactivo entre en colisión con otros principios con­
3a.- Al hablar de modificación retroactiva de las normas de sagrados en la Constitución, en nuestro caso, con el principio
exención, nos estaremos refiriendo sólo a aquéllas que modifi­ de seguridad jurídica Pues bien, este caso sería equiparable a
can disminuyendo el ámbito de aplicación del presupuesto de aquél que crea un impuesto basado en hechos realizados antes
hecho de exención, ya que si se trata de una modificación que de la entrada en vigor de la ley que lo crea y, por tanto, nos en­
aumente ese ámbito, la serán aplicadas las mismas reglas a que contramos, entonces, frente a aquél tipo de retroactividad propia
hemos hecho referencia en el apartado anterior. de las leyes impositivas. En efecto, modificar o derogar retroaeti­
vamente un régimen jurídico de tributación donde antes existiría
Ahora bien, una vez enfocado el centro de nuestra uno de exención, lo cual equivale a decir que donde antes no
atención, resulta indispensable abordar el análisis de las diver­ existía obligación de pagar un determinado tributo, ahora y para
sas hipótesis posibles en las que se puede dar la retroactividad el pasado si existe dicha obligación (738).
de las normas que derogan o modifican una exención tributaria;
a saber: Como consecuencia de ello, resulta evidente que esta­
mos en presencia de una norma tributaria retroactiva que ha de
1. Tras la realización del presupuesto de hecho de la exen­
ser tildada como Inconstitucional, pues al modificar o derogar re­
ción y el agotamiento de todos sus efectos. Cabe, en primer lu­
troaet:ivamente la exención tributaria, se introduce un grado de
gar, que la nueva norma que suprime o modifica la exención tri.
inseguridad tal que se ataca directamente al mandato contenido
butaria entre en vigor y se aplique sobre exenciones cuyo presu­
en el principio del Estado de Derecho de la seguridad jurfdica y
puesto de hecho -hecho exento- se ha configurado con todos y
de la protección de la confianza (739).
cada uno de los elementos estructurales antes de la entrada en

vigor de aquella norma, habiendo agotado además todas las


11. Tras la realización del presupuesto de hecho de la exen­
consecuencias -efectos jurídicos- que derivan de la realización
ción y la falta del despliegue de algunos efectos jurídicos. Una
de dicho presupuesto (737). ¿Qué ocurre en este caso? Bueno,
segunda hipótesis consiste en que la nueva norma que deroga
teniendo en cuenta que retroactividad es, indudablemente, "re­ o modifica la exención tributaria entre en vigor y se aplique a
250 unos presupuestos de hecho exentos configurados en su
251
totalidad con anterioridad a la entrada en vigor de dicha norma, verdaderamente determinante para que la norma de exención
pero sus efectos jurídicos, o sólo algunos de ellos, están todavfa pueda producir sus consecuencias jurídicas -el efectivo someti­
pendientes de materializarse. Piénsese, por ejemplo. en el caso miento a un régimen jurídico-tributario que se caracteriza por el
de haberse configurado el presupuesto de hecho de la exención no nacimiento de la obligación tributaria material· es la realiza­
antes de entrar en vigor dicha norma, pero al entrar en vigor és­ ción del presupuesto de hecho de la exención; y una vez realiza­
ta todavfa no se ha declarado a la Administración la realización do dicho presupuesto -hecho exento- la declaración o reconoci­
de dicho presupuesto; por lo que la Administración no ha verifi­ miento del mismo, no son sino consecuencias directas de éste.
cado el efectivo cumplimiento de la norma de exención y, por Por tanto, modificarlas o derogarlas sería dotar de una nueva
tanto, esto es, el efectivo sometimiento a un régimen jurídico tri­ disciplina jurídica al propio presupuesto de hecho, ya configura­
butario, que se caracteriza por el no nacimiento de la obligación do antes de que la nueva norma entrara en vigor.
tributaria material (740).
111. Tras la realización del presupuesto de hecho de la exen­
Esta hipótesis guarda un importante paralelismo con el ción y la falta de proyección del efecto exoneratorio a distintos
supuesto anterior. pues si bien la norma de exención no ha des­ perfodos impositivos. Una tercera hipótesis consiste en que la
plegado y agotado todos sus efectos -declaración, verificación, norma que modifica o deroga una exención tributaria actúe so­
reconocimiento y aplicación del régimen jurídico de exención-, bre exenciones en las que una vez configurado su presupuesto
aún así la nueva normativa que modifica o deroga la exención de hecho -hecho exento-, sus efectos jurídicos -el sometimiento
tributaria estaría modificando no ya los efectos de la norma de a un régimen de exención- se proyectan sobre varios períodos
exención, sino más bien el propio hecho constitutivo de la exen­ impositivos. En esta hipótesis se pueden dar dos supuestos. En
ción tributaria, ya que. según se ha dicho. todos los efectos de primer lugar, tenemos el caso en que el presupuesto de hecho
carácter formal que derivan de la norma de exención -declara­ de la exención se ha configurado totalmente, habiendo proyec­
ción, verificación, etc.- no son más que los instrumentos para tado ésta sus efectos a una serie de períodos impositivos, pero
hacer efectivo el efecto principal que encierra el presupuesto de sin haber proyectado todavia todos los que se encuentran pre­
hecho de la exención; a saber: el efectivo sometimiento a un ré­ vistos en la norma de exención, produciéndose la entrada en vi­
gimen jurídico tributario que se caracteriza por el no nacimiento gor de la ley modificadora o derogatoria de la exención en ese
de una obligación tributaria material (741). Sería, en concreto, intervalo de tiempo; es decir, por una parte, unos efectos ya se
una nueva disciplina del presupuesto de hecho de la exención, han materializado y, por la otra, hay otros pendientes de proyec·
reconducible. por tanto, a la hipótesis del establecimiento de un tarse sobre algunos períodos impositivos (743). ¿Qué ocurre en
tributo con carácter retroactivo (742). este supuesto? Bueno, si atendemos al criterio que hasta ahora
hemos seguido de analizar el presupuesto de hecho sobre el
En definitiva, la no realización de todos los efectos que que incide la norma que deroga o modifica a la exención, tene­
derivan de la realización del presupuesto de hecho de la exen­ mos que ésta opera claramente de forma retroactiva, pues se
ción no adquiere Significación alguna para negar que estamos trata de un presupuesto de hecho ya configuado en su totalidad
en presencia de una norma tributaria con efectos retroactivos antes de la entrada en vigor de la nueva norma modificadora o
-concretamente la denominada propia o de grado máximo _y, derogatoria. Sin embargo, estamos ante dos tipos de
por tanto, contraria al principio de seguridad jurídica, pues lo retroactividad.
252
253
Por lo que se refiere al segundo cuestionamiento, tene­
En efecto, por lo que se refiere a la aplicación de la
moS que siguiendo el criterio del BVertGE la retroactividad im­
nueva norma a aquellos períodos impositivos en los que los
propia es, por principio. constitucional. Sin embargo, en la medi­
efectos de la norma de exención se han desplegado en su totali­
da en que del principio de la protección de la confianza se de­
dad quedando extinguidos, resulta claro que estaremos ante
ducen límites constitucionales respecto a la misma. tenemos
una retroactividad propia o de grado máximo de leyes impositi·
que esta constitucionalidad no puede ser declarada, en ningún
vas, la cual es, por principio, inconstitucional, ya que ataca di·
caso, "a priori". La declaración de constitucionalidad pasa por
rectamente al mandato contenido en el principio del Estado de
una previa confrontación de la norma retroactiva con el citado
Derecho de la seguridad jurídica y la protección de la confianza.
principio. Se asegura asf que el resultado de este contraste res~
Sería asimilable a la primera hipótesis que hemos visto.
ponda a criterios jurídicos sustantivos o de justicia material. Por
tanto, habría que determinar si en el fondo de dicha modifica·
Ahora bien, en cuanto a la aplicación de la nueva nor­
ción o derogación hay un Interés público lo suficientemente im­
ma a aquellos períodos impositivos en los que los efectos pre­
portante (745), pues si, como se ha visto, una ley -en este caso
vistos en la norma de exención -cuyo presupuesto de hecho, co­
la derogatoria o modificadora- accionando sólo sobre los efec­
mo ya vimos se ha configurado en su totalidad- no han sido pro­
tos futuros de los hechos configurados en el pasado, puede lle­
yectados todavía, la cosa no resulta del todo clara ¿Existe una
gar a vaciar de contenido los propios hechos, situaciones y
verdadera retroactividad? ¿Si realmente existe puede ser consi­
efectos jurídicos acaecidos en el pasado, vulnera directamente
derada como inconstitucional por contravenir el principio de se­
el principio de seguridad jurídica en su vertiente de certeza del
guridad jurídica? Bueno, en cuanto al primer cuestionamiento,
si partimos de la premisa de ue se ha configurado el presupues­ Derecho a interdicción a la arbitrariedad (746).
to que genera los efectos de la norma de exención y éstos ya
han comenzado a desplegarse en uno o más períodos impositi­
vos, la exención se ha configurado y, por tanto. la nueva norma
que modifica o deroga a la norma exención afectaría mediata­
mente a una situación ya en marcha, a una situación jurídica
que está produciendo sus efectos, algunos de los cuales ya se
han materializado, pero en la que otros quedan todavía pendien­
tes, al darse entrada en vigor de la nueva normativa. Estaríamos,
por tanto, ante una verdadera retroactividad aunque atenuada o
impropia (744), pues la nueva norma repercute hacia el futuro
sobre circunstancias objetivas y relaciones jurídicas presentes
no concluídas, y de esa forma al mismo tiempo desvirtúa 'a pos­
teriori' la posición jurídica de referencia, en este caso. la que
deriva de la realización del presupuesto de hecho de la norma
de exención.

254 25S
NOTAS

(1) Vid. entre otros FUENTES QUINTANA, E.: "Los principios de la imposi­
ción española y los problemas de su reforma', Madrid, 1975, págs. 63 y 65; GIA­
NNINI, A,O.: 'Instituciones de Derecho Tributario', Traducción al español por:
SAINZ DE BUJANOA, F.; Madrid, 1957, pág. 64; MORAL MEDINA, F.J.: "exencio­
nes tributarias: su problemática', en 'El reparto de la carga fiscal' Centro de Estu­
dios del Valle de los Caldos; Madrid, 1975, pág. 195.: PEREZ DE AVALA, J.L. Y
GONZALEZ GARCIA, E.: 'Curso de Derecho Tributario' vol. I 1a, Ed. Edersa,
Madrid 1975, pág. 248; UCKMAR, A.: 'Le agevolazioni Trlbutarie per le nuove
costruzlonl. Esenzioni o suwenzioni1' En Olr. e. Prat. Trib. núm. 25 2da. parte
1954, pág. 309.; URIARTE, M.: 'Análisis de la Orden de 1 de Junio de 1973',
Ed. R.D.F.H.P. núm. 109. vol. XXIV 1974, pág. 37. Todos ellos señalan el eleva­
do número de beneficios fiscales, resaltandO que las normas que regulan esos
beneficios no representan, por tanto, aspectos circunstanciales del sistema tribu­
tario, sino que constituyen uno de los elementos más importantes; asi tenemos
autoras como SELTZER L.H.; señalan que al ser las exenciones uno de los ma­
yores instrumentos, en materia de politica fiscal federal, constituyen éstos un
componente de gran importancia en la estructura impositiva; Vid. "The Personal
Exemptions in the Income TalC', Columbia University Press, New York, E.U. 1968,
págs. 3 y ss. En igual sentido CROCKETT, J.P.: 'The Federal Tax System of the
United Statas'. Greenwood Press, Publishers, Wast Port, Connecticut, U. S. A.
1970, págs. 21 y ss'

(2) Vid. entre otros NEUMARK, F.: 'Principios de la Imposición", Trad. Esp.
I.E.F. Madrid 1974; págs. 260 y ss.; PEREZ DE AVALA, 'J.L.: 'Prólogo' a las
'Exenciones en el Impuesto de Tráfico', de J. BANACLOCHE, Ed. Der. Fin. Ma­
drid 1974; MARTIN QUERALT, J.: 'La Constitución Española y el Derecho Finan­
ciero' en H.P.E. núm. 63 Madrid 1960, pág. 125.; RUSSO, M.: "Le esenzioni fiscali
quali manifestazioni di privilegio politico' En 'Bolletino Tributario' Milan 1975
Tom. 11 págs. 1189 y SS.; SAINZ DE BUJANDA, F.; 'Teorla Jundica de la Exen·
clón Tributaria', en XI semana de Estudios de Derecho Financiero, Ed. Der. Fin.,
Madrid 1963, pág. 419.

(3) Asi , tenemos que BERLlRI, A. ha señalado que 'la excesiva proliferación
de las exenciones es un defecto caracterlstico de los sistemas tributarios enveje­
cidos' Cfr. su 'Caratteristiche dell'IVA ítali(l.na', en Oir. Pral. Trlb., 1972, 1, pág.
410. Por su parte FUENTES QUINTANA, E., en su 'Introducción' a los 'Principios
de la Imposición' de NEUMARK, F. señala que tanto su facilidad como discre­
ción y vdriedad son caraeterlsticas que han contribuido a asegurar la profusa di·
fusión de la Exenciones Tributarias: Vid. op. cit. pág. XXXIV Y ss.

(4) Por nuestra parte, hemos de hacer notar que ese enorme desarrollo
cuantitativo de las exenciones, en muchos casos ha sido desmesurado y desor­
denado, presentándose por ello grandes incoherencias dentro del sistema tribu­
tario de algunos palses, convirtiéndolo en caótico. razón por la cual desde hace
unos veinte años, aproximadamente, uno de 105 objetivos del gobierno de ciertos
257
países, en materia tributana. ha sido el de reordenar y reducir al máximo posible
todo el conglomerado de beneficios y exenciones fiscales En este sentido GON­ (7) Vid. NEUMARK F.: ·Princlpios...• op. cit. pág. 39 Y 8$., en donde señala
ZALEZ GARCIA, E. señala que "Constituye una clamorosa exigencia de nuestro que no 8610 no se utilizaban sino que eran vistas con malos ojos ya que en esa
sistema tributario poner coto al sinfín de exenciones y bonificaciones que pesan época -(siglo XVIII hasta la crisis mundial de los años 30)- se mantenla la idea de
sobre la recaudación de los tributos. 'Vid. "La L.ey del Presupuesto en la Consti­ que las Intervenciones del Estado, tanto en favor del desarrollo econ6mico a lar­
tución Española de 1978". en P. G P núm 3, 1979, pág 129, En igual sentido go plazo como a corto y mediano plazo, no podían tener más que efectos perju­
vid. a NEUMARK, F : "Aspectos de un impuesto de tipo fijo' en R.D.F.H.P, núm. diciales. Vid. también, del mismo autor "Problemas económicos y financieros del
Estado Intervencionista'. Ed. Der. Fin. Madrid, 1964; págs. 160 y ss; págs. 178 y
181, 1986, págs. 108-110; y UCKMAR, V: 'Tendencias reformadoras de los or­
denamientos tributarios' en R.D.F,H.P. núrn 193. 1988, pág. 15. Por otra parte y ss y pág8. 396 Y ss.
como ejemplo representativo de lo que se ha señalado. tenemos, por una parte,
el caso español, Vid. entre otros a ANTON PEREZ, J.A.. 'Comentario al artículo (8) El libro V de la Riqueza de las Naciones, de SMrrH, A.; los Principios, de
DAVID RICARDO, yel libro V de los Principios, de MILL, J.S., son una muestra
15 de la L.G.T" en "Comentarios a las leyes Tributarias y Financieras', Vol. 1, E­
DER8A, pág. 126.; BRAÑA PINO, L: 'Las políticas de beneficios triblótarios: cues­ altamente representatlva de ello.
tiones técnicas', H.P.E. núm. 74, 1982, págs. 223-224.; URIARTE ZUl.UETA . M.:
'Orden de 10. de junio de 1973 sobre la vigencia de las normas que otorgan ( 9) Para una profundlzaci6n sobre el tema del liberalismo económico en la
exenciones o bonificaciones tributarias', R.D,F.H,P, núm. 109, 1974, pág. 37 Y Historia de la Tecrla de la Imposición. Vid. entre otros a SCHMOLDEAS, G.:
"1"eorla General del Impuesto". Trad. Esp., MAATIN MERINO, L. A., Ed. Der. Fin.
ss. y ZANCADA PEINADO, F. : 'Proyecto de ley de revisión de exenciones '1 bo­
nificaciones tributarias', C.T. núm. 11, 1974, págs. 123 y ss.; y por la otra. el ca­ Madrid, 1962; NEUMARK. F.; "Problemas .... op. cit. págs. 157 y 68.; SELlGMAN,
so italiano en su reforma tributaria de 1971. Vid. sobre el tema a BROSJO, G.: E.RA: "Essays in Taxation". Op. cit. Cap. 1.
'La agevolazioni Fiscali come spesa mediante imposta" en Riv. Dir. Fin. Sc. Fin.
(10) Sobre la evolución de 108 conceptos económicos en sentido politico GIU­
1976. págs. 323 y ss,; MOSCHETTI. F.: 'Ef principio de capacidad contributiva'
I.E.F., Madnd, 1980, pág, 268, nota 42; y PISTONE, A.. "Le agevolazioni Tri­ L1ANI FONROUGE, C.M.: "Derecho Financiero". Tomo 1; Ed. Depalma, Buenos Ai­
butarie come strumento di perequazione' en' L'Ordinamento Tributario' Tomo. il res. Argentina 19n; págs. 15 y ss.
Ed. CEDAM-PADOVA,1986, pág. n y ss.
(11) Creemos necesario hacer notar, que debido a la evolución de los con­
ceptos econ6mlcos en sentido pOlltico·social se ha desencadenado un creci­
( 5) Vid. al respecto, por ejemplo las importantes obras de TOl.EDANO, E.:
miento extraordinario, experimentado especialmente en los presupuestos estata­
'Curso de Instituciones de Hacienda Pública er¡ España", Tomo 1; Madrid 1963;
les de casi todos loa paIses, señalándose esto como uno de los fenómenos más
especialmente páginas 119 y ss. y SAINZ DE BUJANDA, F. "Organización políti­
notables que se han producido en la vida económica de este siglo. Y es que al
ca y DereCho Financiero' en Hacienda y Derecho, vol. 1, I.E.P, Madrid. 1975,
págs 245 y ss. analizar los textos constitucionales de algunos paises -Alemania, España, Italia,
México, Port1Jgal, etc.· es fácil comprobar que el conjunto de derechos que los
mismos conceden a sus ciudadanos es muy amplio, por lo que habrá de tener
(6) Por su parte E.R.A SELlGMAN ha puesto de relieve como la historia de
como consecuencia el aumento del gasto público, con su 16gica correlación de
la moderna impOSición es. en gran parte. la historia de esos antagonismos de
aumento de 10$ Ingresos públicos por medio del instrumento tributarlo; lo cual y
clases, que tratan de desplazar hacia otros las cargas tributarias que. conforme al
como se verá más adelante es uno de los factores más importantes que determi­
grado de desarrollo económico, debían soportar ellos mismos; Vid. su "Essays in
nan la Importancia actual de las exenciones; ya que estas derivan de sus efectos
Taxation". Ed. Augustos M. Kelley. Publisher. 10a. Ed. N.Y. 1969; concretamente
neutralizadores del hecho imponible y, por tanto, del tributo. En este sentido
Cap. 1, págs. 1-18. Así, tenemos que en fas Estados Unidos de Norte América ias
CALVO ORTEGA, A., señala que 'Si el tributo es un Instituto básico en la vida de
exenciones fiscales fueron consideradas -no por mucho tiempo. como legislación
un Estado Moderno, también lo es, lógicamente, el instituto de la exención" ....­
de clase. Un claro ejemplo de ello son las palabras del congresista, HULL. plas­
debido a que "Su actualidad trae causa. igualmente, de la omnipresencia del tri­
madas en el diario de debates parlamentarios y presupuestarios en la época que
precedió a la elección de WOODAOW WILSON al decir que:.. , "Un incontenible
buto". Cfr. "La interpretación de las exenciones tributarias", H.P.E. núm. 13, 1971,
pág. 115.
conflicto ha sido rabiosamente mantenido a lo largo de los siglos entre el fuerte y
el débil, y el primero siempre trata de trasladar las cargas tributarias sobre el úiti­
(12) Pues bien, el imparable intervencionismo del Estado en la economla ha
mo Ese conflicto todavia continúa... " Cfr. PAUL, E.A.· ''Taxation in the United Sta­
tes· s/data. pág 107. traldo como consecuencia la dependencia del sector privado frente a éste conlle­

258 259
vando un conjunto de consecuencias no queridas del todo. incompatibles con ( 18) Algún sector de la doctrina ha resaltado que la importancia actual de los
los supuestos de la economía de mercado; por lo que no deja de ir adquiriendo beneficios fiscales no es otra sino la consecuencia lógica de la actuación sobre
consistencia la idea de que el Estado social, de bienestar, no es sino el inicio del los sistemas tributarlos contemporáneos de lo que los hacendistas han denomi·
fin del estado capitalista. Vid. sobre esta cuestión las interesantes conclusiones a nado 'Leyes de incentivos' que han convertido aquella figura en el elemento bá­
las que llega VESSILLlER, E.: "Economla del sector público'. Ed. Ariel, Barcelona, sico de configuración, no ya sólo del impuesto, sino del propio sistema. Vid. por
1983 págs. 300 y ss. ejemplo FUENTES QUINTANA, E.: 'Prólogo a la obra de LAGARES CALVO, M.:
'Incentivos Fiscales a la inversión privada', Ed. I.E.F. Madrid 1974, págs. 5 y ss.
(13) Vid. SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Hacienda y Derecho' Tomo 1; Madrid 1962, En este sentido, PERICU, G., destaca la existencia de toda una serie de institucio­
págs. 14 y ss. nes (exenciones fiscales, reducciones tarifarias, etc.) que despliegan una serie de
consecuencias económicas, consistentes en un enriquecimiento del sujeto bene­
(14) DALTON, H., en sus 'Principios de Finanzas Públicas' Trad. LUZZETII, ficiario, y que son expresión, a su juicio, de un fen6meno que puede ser conside­
C. 2da. Ed. B.A. Arayu, 1953, ponta ya de manffiesto que 'una orientación finan­ rado unitariamente: la llamada actiVidad de incentivo. caracterlstica expresl6n del
ciera 8ólo será óptima cuando haga rendir a cada operación la máxima ventaja Estado social. Cfr. 'La sowenzloni come strumento di azionl amministratlvs', Vol.
social'. 1, Giuffre. Milán 1967, págs. 142 y ss. (Sub-mlo).

( 15) Como es bien sabido, una de las características más importantes del Es­ ( 19) Cabe hacer notar que las fases evolutivas que marcan el paso del Estado
tado actual del mundo occidental es el abandono de los postulados y principios liberal de Derecho al Estado social de Derecho, al márgen de otros efectos -poll­
liberales del 'Iaissez faire', que preconizaban una separación del Estado y la So­ ticos, sociales y económicos- han incidido decisivamonte en la interpretación de
ciedad que eran considerados como dos sistemas con un alto grado de autono­ los derechos fundamentales, partiendo de la base de que los derechos funda·
mía, para acoger en su lugar el criterio de la plena interconexión e interrelación mentales muestran una significación y alcance diverso según se contemplen s la
entre ambas esferas, de forma que, la sociedad penetra en el aparato estatal y el luz del Estado. Al respecto Vid. por ejemplo, SCHNEIDER, H. P.: 'Peculiaridad y
Estado hace lo propio en la sociedad civil, abandonándose de esta forma la an­ Funci6n de los Derechos Fundamentales en el Estado Constitucional Democráti­
terior inhibición que, y según se ha visto, no fue absoluta, ya que incluso en ple­ co', en A.E.P.• núm. 7, 1979, págs. 33 y ss.
no apogeo del liberalismo existlan exenciones tendentes a incentivar la industria
y, en general, medidas estatales tendentes a fomentar y encauzar el potencial (20) Cfr. BERLlRI, A.: 'Principi di diritto tributario', T·II, Giuffre, Milano, 1957,
económico, Cfr. a este respecto, entre otros, CAZORLA PRIETO, L. M.: 'Poder Tri­ pág. 200. En igual sentido D'AMATI, N., señala que la moderna doctrina del Dere­
butario y Estado Contemporáneo', I.E.F., Madrid, 1981, pág. 29.; FOHRSTHOFF, cho Tributario reconoce especialmente que se trata de un sector inexplorado de­
E.: 'EI Estado de la sociedad industrial', I.E.F., Madrid, 1975, pág, 27. bido a la indiferencia de ésta sobre la problemática de las exenciones tributarías.
Vid. la recensión que hace de la obra de LA ROSA, S.: ·Eguaglianza...·, en RIv,
(16) NEUMARK, F., hace notar que como consecuencia de esta evolución, se Dlr. Fin. Se, Fin.; 1969 núm. 28, pág. 761 Y 'Las exehciones y la subjetividad tri­
han producido cambios particularmente intensos en relación con las ideas sobre butaria', R.D.F.H.P. núm. 81, 1969, peg. 433.
los que el sector público está legitimado e incluso obligado a hacer para la reali­
zación de los objetivos sociales, o, tal vez mejor, de los objetivos sociopolíticos; (21) En este sentido, tenemos que en la mayoría de los trabajos sobre exen­
Vid. ·Princlpios.... op. cit. pág. 41 Y ·Problemas...• op. cit., pág. 178 Y ss. Tene· ciones tributarias, resulta tópico lamentarse de la escasa atenci6n que ha recibi­
mos así que en la actualidad 'EI Gobierno de la Hacienda Pública se ha converti­ do por parte de los juristas. Vid. por ejemplo a LA ROSA, S.: 'Voz Esenzione' (di­
do en indispensable para la realización práctica efectiva de los principios funda­ ritto tributario)', en Enc. del Dlritto, Tom. '1:01, Giuffre, Milano, 1966. pág. 567;
mentales del ordenamiento jurídico: la libertad, la igualdad y la justicia' Cfr. RO­ POLANO. M.: 'Spunti teorici e prospettlve in tema di regiml tributari sostitutivi',
DRIGUEZ BEREIJO, A.: 'Derecho Financiero, gasto público y tutela de los intere­ Dir. e Prat. Trib., Tomo 1,1972, pág. 268, PONT CLEMENTE, J.F.: 'La exención tri­
ses comunitarios en la Constituci6n', en 'Estudios sobre el Proyecto de la Consti­ butaria' EDERSA, Madrid, 1986, pág. 2; SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Teorlajurídica
tuoión', Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1978, pág. 347. de la exenci6n tributaria', XI Semana de Estudios de Derecho Financiero, Madrid,
1964, pág. 374.
(17) Así, por ejemplo, DEL VECCHIO, G., señala que las finanzas en general
son siempre de carácter fiscal y extrafiscal. Vid. su 'Introduzione alla Finanza', ( 22 ) Cronológicamente la primera de ellas fué debida al profesor SAINZ DE
Cedam, Padova. 1954. BUJANDA, F., que en el año 1963 sale a esta singular palestra con su trabajo
'Teoría Jurldica de la Exención Tributaria', que ha merecido calificativos elogio­
260 261
sos de la Doctrina; ya que a este autor se debe el indiscutible mérito de proponer impuesto, clt. por MARllN OVIEDO, J.Ma.: 'Reflexiones sobre los beneficios fls·
definitivamente la incardinación en la ciencia jurídica de la exención tributaria. Al­ cales ante la leglslaci6n del Impuesto General sobre transmisiones patrimoniales'
go más tarde apareció en 1968 la obra del profesor LA ROSA, S.: 'Eguaglianza R.D.F.H.P.1964, pÁgs. 557..s68. por ello no resulta dificil explicarse el por qué
Tributaria ed Esenzione Fiscali" siendo ésta el estudio más extenso y maduro que de la escasa atención prestada a nuestra Instituolón, debido a que las exencio­
existe en estos momentos. Por último el tercer autor que ha tratado directamente nes, en el curso de formaoión doctrinaria del Dereoho Tributario, también han si­
nuestra institución ha sido el profesor D'AMATl, N.: 'Las Exenciones y la Subjetivi­ do consideradas como 'Odioso Privilegio de clases'.
dad Tributaria' llevando a cabo una construc,;i6n completamente original y larga­
mente sugestiva. (28 ) AsI, Y como ejemplo represcfntativo de ello, tenemos que en la revista de
H.P.E. núm. 4 se señala lo siguiente: 'Ponderar la importancia alcanzada por las
(23) Vid. entre otros, CALVO ORTEGA, R.: 'La interpretación de las Exencio­ exenciones fiscales y la Imperiosa necesidad de su estudio y valoración constitu·
nes Tributarias'; MOSCHETTI, F.: 'Las Exenciones Fiscales como normas-límites ye .a la vista de la situacl6n presente- una tarea casi superflua, Los sistemas tri­
susceptibles de interpretación analógica'; PEREZ DE AVALA, J.L.: 'Prólogo' a las butarios de todos los paises han \,Jtillzado las exenciones con apasionamiento
'Exenciones en el Impuesto de Tráfico', de BANACLOCHE, J.; Vid. también las digno de las mejores causas. Esta utillzaci6n es, por otro lado, una politlce ac­
numerosas tomas de postura formuladas incidentalmente por AMATUCCI, BERLI­ tual·. Cfr. en el Editorial de la citada revista, pág. 3.
RI, GIANNINI, GAFFURI, MANZONI, ALBIÑANA, C., CORTES, M. Y MARTIN DEL­
GADO, J M., Y PEREZ DE AVALA, JL. Y GONZALEZ GARCIA, E., en sus obras (29) Vid. SAINZ DE BUJANDA, F.: "Teoría .... op. cit., págs. 375, 390 Y 401.
generales.
( 30 ) Porque, en efeow, de lo que aqul se trata es d6 analizar algunos aspec­
(24) Entre otros Vid. D'AMATI, N.: 'Las Exenciones y la Subjetividad Tributaria' tos del réglm"," Jundicotributario, si bien no 6e desconozcan, todo lo contrario,
R.D.F.H.P. Vol. XIX núm. 81, 1969, págs. 433 y ss., en el mismo sentido DE JUAN aquellas otras vertient8$ de tratamiento clentffico. En nuestro caso la espoclallza·
Y DE LUIS: 'Consideraciones sobre la Teoría de las Exenciones Fiscales', en XI ci6n viene marcada no sólo por atender a un objeto material preciso desde una
semana de Estudios de Derecho Financiero, 1.,1964, pág. 175 Y SAINZ DE BU­ óptica juridlca general, sino a la par, por singularizar esta 6ptica jurldlca on la
JANDA, F., "reorla .. .' op. cit., pág. 375. realidad jurldico tributaria. Pero además hemos de partir de le consideraci6n del
Derecho como objeto cognoscible complejo (norma, lenguaje, principIos, etc,).
(25) Al respecto Vid. MICHELI, G.A.: 'Curso de Derecho Tributario' Ed. Dei. Por lo que la especialidad en ningún caso habrá de suponer la quiebra del conQ­
Fin. 1975, pág. 386; PIQUERAS BAUTISTA, J. A.: 'Duración de las Exenciones y cimiento general, puesto que los métodos particulares se reconducen on último
Derechos Adquiridos' I.E.F. Vol. 1, 1978, pág. 322. término a los caracteres de cientificidad que informan a las disciplinas Jurldicas
como parte de la ciencia social.
(26) Como bien señala SOLER ROCH, Ma., la incontestable presencia de los
beneficios tributarios y su influencia en la configuración juridica del fenómeno im­ ( 31) De ahl que en nuestra investigación partimos de una idea medular, esto
positivo, no es motivo para sentar unas bases predominantemente positivas del 811, la necesidad de distinguir entrO las diferentes disciplinas que se ocupan del
análisis jurldico de dicho fenómeno, resaltando la inadecuación sobre este tema fenómeno financiere Sin embargo, esto no debe entenderse como 'una sel'l+
que se pone de manifiesto entre el ámbito de las normas y el de los conceptos. dumbre derivada de los limitados conocimientos de los estudiosos, sino una exi·
Vid, su 'Incentivos a la inversión y justicia tributaria', cuadernos Civitas 1983, gencia que viene Impuesta por 111 inedulible necesidad de separar con nitidez
pág. 22. zonas problemáticas heterogéneas Y de que se cultive cada una de ellas con un
método adecuado'. Cfr. SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Sistema de Derecho Financie­
( 27 1 Al márgen de las posibles causas que se han venido señalando, cabe ha· ro', Vol. 1. Facultad de Derecho de la Universidad Complutense. Madrid 1977,
cer notar la existencia de un cierto repudio por parte de algunos sectores doctri­
pág. 381,
nales en tomo a las exenciones tributanas, por lo que no es extraño encontrarse
con opiniones como éstas. Para EINAUDI, L., la palabra exención es palabra que ( 32) Sin embargo. tenemos que en la hlstografla del Derecho Financiero se
deberla estar prohibida en el vocabulario tributario 'Esistono ver! esenzioni aprecia la existencia. hace ya algLlnOS años, de una corriente cientmca que prQ­
d'imposte?', en 'Mitti e paradossi della giustlzia tributaria', Turín, 1938, pág. 105. pugnaba un estudio global del fen6meno financiero; siendo el promotor y más
LAURE al tratar las exenciones les aplica el calificativo de 'Cáncer' del IVA, Vid. afamado defensor de esta corriente doctrinal ·denomlnada Integralista· GRIZlo­
LAURE, M.: 'Au secours de la I.V.A.'. Presses Universitaires de France, París, TTl. B" pero tal y como selia!a JAAACH, D., 'hO creemos poslblo aceptar el crite­
1957, págs. 48 y ss., THIERS considera a toda exención como una iniquidad del rio de usar conceptos eeonómicO§ o politicos para definir los Institutos jurldicos,
262 263
( 37 ) Por au parte AMATUCCI, A., pone de manifiesto como 'EI Derecho se
a no ser, que los conceptos e<:on6micos o pollticos se resuelvan en conceptos ju­ presenta como un intercambio de voluntades y el Estado y el Derecho Público se
rldícos. De esta manera creernos no caer nunca en una confusl6n de disciplinas conciben como resultado de un contrato. La INTERSUBJETIVIDAD resulta punto
científicas heterogéneas; contra conceptos que pueden involucrar confusión de de partida del Derecho frente a la estabilidad'. Cfr. su 'Teoría de la Ley Tributaria'
esta naturaleza', Cfr, 'EI hechq imponible' Abeledo-Pettot 2da. Edici6n Buenos en A.D.F.H.P., núm. 34, 1984, pág. 43 (Sub-mlo).
Aires, 1971, pág. 11; Vid. en 1érminos similares a GIANNINI, A.D,: 'Instituciones",'
op. cit., págs, 143 a 149, (38) Vid. a este respecto SAINZ DE BUJANDA, F.: ·Sistema...• op. cit., págs.
382 Y ss.
( 33 ) El autor pone de relieve cómo estamos inmersos en un planteamiento del
tema que deriva de la concepci6n del tributo como instrumento de una politica ( 39 ) Sobre la primacía del método lógico-formal como criterio de Investiga­
que puede ser calificada con muy distintos objetivos: cabe, que la exenci6n se ción clentlflca de las instituciones financieras. Vid. el comentarlo de MARTIN
emplee como politica social o econ6mlca entre otras, agregando que pudiera QUERALT, J.: 'La Constitución...• op. cit. pág. 121; Y SAINZ DE BUJANDA, F.:
creerse que el planteamiento jurídico del tema no puede bajo ningún aspecto ser 'Slstema .... op. cit. pág. 383.
sustancial. Cfr. 'Teorla,." op. cit.. págs..370 y ss.
( 40 ) Esto es, no se trata de un método que aisla la norma del mundo circun­
(34) Tenemos, por tanto. que el empleo de la depuración para utilizar el méto­ dante y la considera aut6noma, aunque resulta evidente que, superado el 'positi­
do jurídico a lo que realmente contribUye es 'a construir una ciencia capaz de ha­ vismo', el método lógico-abstracto no pierde por ello su eficacia dada la esencia
cer intelegible el trozo de realidad que le es propio. a saber: la realidad JURIDI­ normativa del Derecho, más ello, sin embargo, no significa que con IiU empleo se
C0-TRIBLIrARIA·. Cfr. SAINZ DE BUJANDA, F.: ·Sistema...., op. cit. pág. 383 tenga una 'óptica de todo lo que es el Derecho y lo que 6ste demanda. Por ello,
(Sub-mío). En igual sentido, pero en torno'" la desgravaci6n tributaria se mani­ será necesario que junto a las conexiones lógicas de tipo normativo, hemos de
fiesta CORRAL GUERAERU, L., al señalar que: 'Es sabido que un método obliga­ captar los criterios de decisl6n para valorar justamente las conductas de la vida
do para (hac(;rj Derech'" Financiero e~ el de la purificación o depuración de la fi­ social, estando asl en contacto con las más íntimas y profundas conl/icciones de
gura normativa de que se trate. tanto de los elementos extrajurídicos, principal­ la comunidad en torno a los ideales de vida colectiva que inspiran todo el orde­
mente econ6micos y sociol6gic('Is. como de los jurídicos distintos de nuestra dis­ namiento jurldico; de ah! que tas realidades econ6micas y sociales sobre las que
ciplina. Y la literatura de la desgravación Fiscal a la Exportación (Y DE LA EXEN­ actúan las normas tributarias no hayan de ser indiferentes en nuestra investiga­
CION TRIBUTARI~ no es una excepción de este plinto. Porque, al presentar una ción para asl poder captar las ralees y la razón de ser de nuestra Instituci6n. Vid.
faz variada y diversa, se hace precist' realizar, con carácter previo, una disección a este respecto a SAlNZ DE BUJANDA, F.: ·Sistema•..• op. cit., págs.. 383 y ss.
de perspectivas y métodos, es decir. la aplicación de una metodología pura en Ibld. en su 'Estudio Preliminar' a las 'Instituciones de Derecho Tributario', de GIA­
funci6n de los diferentes aspectos que ofrece'. Cfr. 'La desgravación Fiscal a la NNINI, A.D., pág. XXIII.
exportacIón '1 el Derecho Financiero (1): Doctrina', R.E.D.F., núm. 6, 1975, págs.
337-338 (Sub-mIo). (41) Hemos de señalar que ésto no es un obstáculo para que el elemento for ­
mal -el conjunto de norma&- sea el elegido para erigir sobre él la construccl6n
(35) En este sentido RODRIGUEZ BEREIJO, A. señala que 'el único método teórica Instrumental de nuestra figura jurídica, esto es, el sistema de la misma.
adecuado para acercarse al conocimiento del ordenamiento Jurídico-Financlero
no puede ser otro que el método jurldico·. Cfr. 'Introducci6n al estudio del Der' ( 42) Cfr. RODRIGUEZ BEREIJO, A.: ·lntroducci6n.. " op. cit. pág. 386.
cho Financiero'. I.E.F. Madrid, 1976, pág. 389. Vid. también SIMON ACOSTA, E.:
'EI Derecho Financiero y la Ciencia Jurídica', Bolonla, 1985, págs. 244 y ss, ( 43 ) En este sentido, tenemos que la exenci6n tributaria es ante todo un insti·
tuto jurldlco y. por tanto, ha de ser una materia reglada sometida al imperio de
36) As!. pues, BELTRAN DE HEREDIA DE ONIS, P., señala que 'Es innega­ las normas constitucionales.
ble. y así lo afirmamos rotundamente, que el estudio del método jurídico Implica
una postura previa ante el derecho y que aquel estudio estará determinado o in­ (44) Vid. SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Teorla.... op. cit.. págs. 3n y ss.
fluído por la postura que se adopte ante el fundamento, esencia y naturaleza del
Derecho'. Cfr. su 'Reflexlones en torno al método científico', Rev. Der. Priv., Te>­ ( 45 ) Por otra parte cabe hacer notar que un sector de la doctrina señala que la
mo XLV, 1961, pág. 696. ciencia del Derecho impositivo después de haber permanecido en larga agonta
desde 1945 ha recibido un fuerte impulso a partir del Derecho Constitucional,
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agregando, que casi todo tratamiento científico fundamentado de fecha reciente ( 52 ) Piénsese el caso de las exenciones objetivas, en las que en ocasiones
parte del Derecho Constitucional y tiene como objeto los distintos aspectos de los efectos de éstas no se agotan, ya sea porque no se cumplen simultáneamen­
los vinculos jurídicos constitucionales del Derecho impositivo, Vid. KAUSE, W.: te todos y cada uno de los elementos del hecho exento -caso de las exenclonas
'Derecho Tributario' parte general, Ed. Edersa, Madrid, 1978. 'A formazlone successlva·· o bien en otras -tema de reembolso de cuotas Imposl·
tivas- previamente satisfechas. A título reflexivo verse algunas de las observacio­
( 46 ) Sabido es que la utilización de las instituciones tributarias con fines no nes hechas por ANTONINI, E.: 'La condizlone nel dirltto tributario' en'La formula­
fiscales -normalmente fines de intervención económica· plantea en la actualidad zione della legge e le categorie gluridiche'. Giuffre, Milán, 1958, págs. 63 y ss. Y
muy sugestivos problemas juridicos. Vid., por ejemplo NEUMARK, F.: 'Proble­ FEDELE, A.: "Teor!a del Procedimiento de Imposicl6n del Tributo'. R.O.F.H.P.,
ma.... op. cit. págs. 178 y ss., PALAO TASOADA, C.: 'La protección constitucional nóm. 114 Nov. Ole. 1979 págs. 1787 y ss.
de la propiedad privada como límite al poder tributario', en 'Hacienda y Constitu­
ción' publicación conjunta. Ed. I.E.F. págs. 228 y ss. ( 53 ) Aunque posteriormente se maticen y estudien con mayor precisión ·con·
cretamente cap. IV- las Ideas anteriormente descritas, hemos de señalar que éste
( 47 ) En este sentido, el artículo 28 primer párrafo de la. Constitución mexicana es el enfoque habitual que ha girado en torno a las exenciones; es decir, la exen­
de 1917 dice: 'En los Estados Unidos Mexicanos quedap prohibidos los mono­ cl6n no llega a ser profundizada como hecho en si mismo, sino que se explica,
polios. las prácticas monopolísticas, los estancos y las exenciones de impues­ fundamentalmente, por sus efectos, por lo que el análisis de éstos agota las con­
tos...•. sideraciones que sobre la misma se hacen. Siendo esto as!, el estudio de nuestra
institucl6n se centra en averiguar c6mo, pese a realizarse el presupuesto de he­
(48) Cfr, SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Teoría.. ,' op, cit págs. 375, 390 Y 401 Y ss, cho del tributo -hecho imponible-, no surge la obligaci6n tributarla que normal·
Cfr. También en HACIENDA y DERECHO 111, Madrid 1963; págs. 394 y SS., 425 Y mente se asocia al mismo, llegándose, normalmente, a la conclusión de que la
ss. y 460 cualidad de la exenci6n es la de constituir un hecho impeditivo de los efectos de·
rivados del hecho Imponible. Cfr. en este sentido, en1re otros, ANTONINI, E.: 'La
( 49) Sin embargo, y como tendremos ocasi6n de ver, en el caso de exencio­ condizione..' op. cit. págs. 64 y SS., BERLlAI, A.: ·Prlncipl...· op. cit. págs. 220 y
nes parciales aún confluyendo simultáneamente el presupuesto del tributo con el SS., BLUMENSTEIN, E.: 'Sistema di diritto delle Imposte', Gluffré, 1954, pág. 164;
de la exenci6n se determina igualmente el nacimionto de un deber de pago a la GIANNINI, A. D.: 'Istltuzionl di dirltto tributarlo·,. 9a. ed. Giuffre, Milano, y" con­
Hacienda Pública, cetti fondamentall del diritto tributario', Ed. Torlnese, Turln, 1956, pág. 174; PO­
LANO, M.: 'Spuntl Teoricl e prospettlve in tema di reglml tributari sostitotlvi', en
( 50) En este sentido, hemos de precisar desde ahora que nos referimos, exac­ Dlr. e Prat. Trlb., 1972, 1, pág. 268; VILLANI, M.: 'Ancora sui presupposti é Ilmiti di
tamente, al presupuesto de hecho de la exonción, a lo que llamaremos 'hecho applicabilitá del diritto a11'esenzione dalle Imposte dirette', Dir. e Prat. Trib; 1984,
exento', sin que por ello se suponga escindirlo o confundirlo como antitético del 11, pág. 470.
hecho imponible, sino, al contrario como parte integrante del mismo, ya que en
cualquier caso la consecuencia es la misma; sujeción al ordenamiento tributarlo, ( 54 ) AsI, HENSEL, A., señala que la norma de exenci6n sirve a la del hecho
sea con deberes materiales o sólo de tipo formal. Imponible a una más exacta delimitaci6n del mismo, señalando como contraposl­
016n de la norma de exenci6n la ampliacl6n del hecho tributarlo; Vid. al respecto
(51) Hemos de aclarar que los efectos propios de la realización del hecho im­ su 'Olrltto Tributario' en Gluffre Editore; Milán 1956, págs. 79 y ss. Esta proble­
ponible son la obligaci6n del pago de la deuda tributaria material; con lo cual mática será tratada con mayor profusl6n en el capítulo IV de nuestra investiga­
queremos decir que si bien los efectos de la norma de exención son precisamen· cl6n.
te crear un régimen Jurídico paralelo al del hecho imponible ·el de exencl6n-, que
se caracteriza por el no nacimiento de deuda tributaria o el nacimiento en forma (55) Vid. O'AMATI, N.: 'Las exenciones...• op. cit. págs. 441 a 443; Cfr. también
reducida, ello no es óbice para que queden en pie otros deberes no obligaciona­ su 'Fondamento glurldico delle agevolazioni tributarie per L'l:"'Idustriallzzazlone
les de contenido formal, así como la potestad de imposición a favor de la Admi­ Del Mezzogiorno' en Dir. e Prat. Trib. Parte 1, 1968, págs, 471 Y ss.
nistraci6n, dirigida a controlsr la efectiva inclusión, en cada caso, en el supuesto
de la exención y en definitiva a velar por la exacta aplicación de la norma ( 56 ) Como bien ha señalado un sector de la doctrina, algunas de las conse·
tributaria. cuenclas de ésta tesis, ligadas al supuesto nací miento automático de la obliga·
clón tributarla, no dejan de ser deseables, en lo que se refieren a un reforzamlen­

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to del principio de legalidad en esta materla; Vid. al respecto PEREZ DE AVALA, Ed. Tecnos, Madrid 1968, pág. 283; D'AMATI, N.: 'Nacimiento de la relación tribu­
J.L. Y GONZAlEL GARLA•., c.:·Curso.. .' Tomo 1, 1a.. Ed. pág. 250. taria y función dinámica de la seguridad jurídica', A.D.F.H,P. núm. 47, t962,
págs. 549 y SS.; GONZALEZ GARCIA, E: 'De nuevo...• op. cit. págs. 457 y SS.;
( 57 ) As!, pues, éste nacimiento, según reitorada Jurisprudencia española,no PEREZ DE AVALA, J.L Y GONZALEZ GARCIA, E.: ·Curso...• op. clt. 3a, Ed. págs.
se produce 'ope-Iogis', automáticamente, sino que necesita expresa declaración 105 y ss.; RODRIGUEZ BERE1JO, A.: 'Introducolón.. .' op. cit. págs. 235 y SS.;
de la autoridad administrativa competente, Vid. por su extrema claridad en este SAINZ DE BUJANDA, F.: 'El nacimiento de la obligaci6n tributaria', Haoienda y
punto, la sentencia del T.S. de 26 de Octubre de 1973 (Aranzadi, núm. 3876). En Derecho, T. rIJ, I.E.F., Madrid, 1966, págs. 5 y ss. También en A.D.F.H.P. núm. 58
el mismo sentido, entre otras, las resoluciones del T.E.A.C. del 25 de Octubre de y 59, pág. 243 Y ss. Y 511 Y ss.
1973 y 22 de Enero de 1975
(61) Por otra parte, estimamos con la d'Xlrina más atenta que lo auténtica­
(58) Cfr. al respecto PEREZ DE AVALA,J.l.: ·Prólogo... • op. cit. pág. VII Y SS.; mente importante no es discutir cómo y cuándo nace la exenci6n tributaria, si de
PEREZ DE AVALA, J.L. Y GONZAlEZ, E.: ·Curso.... op. cit. 3a. Ed. págs. 132-133; la realización del hecho exento -tesis declarativa- o del aclo de la autoridad admi­
y GONZAlEZ GARCIA, E.: 'De nuevo en torno al nacimiento de la obligación tri­ nIstrativa competente -tesis constitutlva-, sino estudiar los distintos sistemas de a­
butaria' R.D.F.H.P. núm. 170, 1984, págs. 457 y ss. pllcacl6n de las exenciones y el papel que en ellos juegan los contribuyentes y
la Administración; Cfr. al respecto MICHEU, A.: 'CoNlO di diritto tributarlo' 68. Ed.
(59) En sintesis, tenemos así la triple dimensi6n o significado del supuesto de UTET, Torlno 1981, págs. 161 y 22. Vid, también la traducción al español por
hecho tipificado en la norma: BANClOCHE, J., en Edersa, págs, 221 y ss. Sin embargo, hay algunos autores
a) Relevancia lógica.- Que se configura por la licita aplicación de la que al abordar la temática de las exenciones parton de una hlpótosls concreta;
norma. asl por ejemplo, O'AMATl, N" parte de la hipótesis de que 'Ia obligación tributaria
b)Aelevancia cronoI6gica,- Condiciona el momento en que aquéllo es no surge directa e Inmediatamente del supuesto de hecho al que 01 legislador
posible. vincula la apllcaoión del Impuesto, exige Integrar la definición de la subjetividad
c) Relevancia axioI6gica.- Actúa no tanto como presupuesto de su tributaria, como una situación de deuda, mediante la referencia a otros conceptos
apllcaci6n, cuanto como requisito que exige su total y completo cumplimiento. Jurídicos, con el fin de calificar aquellos aspectos de la subJetividad, en si mi&­
mos, que no se explican por el esquema de la obligación'. Cfr. 'las exencIo­
( 60 ) Sobre esta ouesti6n, tenemos que la moderna ciencia jurídica tributaria nes.. .' op. cit. págs. 443-444.
se ha elaborado y ha crecido sustancialmente en torno al esquema de la rela­
ci6n tributaria, concebida como relación obligacional, 'ex-Iege', cuyo principal (62 ) Cfr. PEREZ DE AVALA J.l.: 'Prólogo.... op. cit. pág. XrIJ.
contenido, la obllgaci6n tributaria sustantiva, que tiene por objeto el pago del tri­
buto, ha sido el eje sobre el que ha girado la atención de la dogmática jurídica ­ (63) AsI, pues, se ha señalado que a la abundancia de posibilidades de Inter­
(unánimemente se reconoce a GIANNINI, A.D., el mérito de haber elaborado el vencl6n en la esfera de los obligados tributarlos que se concede actualmente a la
concepto de 'relaoi6n Jurídica tributarla)-. Sin embargo, esta oonstrucción ha sido AdminIstración financiera, tiene que corresponder la garantla de los derechos de
considerada un error de peNlpectiv8 que ha puesto a la obligación tributaria en el cada ciudadano. Cuanto más gravosa sea la Intervenol6n tributarla tanto más cuI­
centro de todo el Dereoho Tributario, relegando a un plano muy distante, casi al dadosamente habrá de protegerse mediante eficaces garantias propias de un E&­
horizonte, todas las otras relaciones jurídicas diversas de aquélla, en claro con­ tado de Derecho, la esfera de Intereses del individuo. Vid. al respecto 'Estudio
traste con la realidad jurídica tal como resulta de un atento y mediato exámen, no preliminar' por PAUUCK, H., en Odenanza Tributaria Alemana, Traduccl6n al e&­
faltando, en los últimos años, diversos Intentos de elaborar sistemáticamente el pañol por PALAO TABOADA,C.; l.E.F. 1980 págs. 38 y ss.
Derecho Tributario sobre esquemas conceptuales distintos al de la relación jurídi­
ca. AsI, tenemos las teorlas declarativistas cuyos autores más representativos (64 ) Vid. entre otros; MAIOR BORGES, J.S.: 'Oirelto Tributario Moderno' págs,
pueden ser: AlESSl, BASCIU, CAPACCIOll, CUTRERA, GIANNINI, HENSEL, 36 y SS.; PONT CLEMENTE, J.F.: 'La exención tributaria' Edersa, Madrid 1986,
KRUSE, PUGUESE, entre otros; y por contrapartida las teorias constitutivas; cu­ pág, VII Y SOLER ROCH, Ma.: 'Incentivos.. .' op. clt, pág. 20.
yos autores más representativos podrian ser: ALLORIO, BERURI, BOSELLO, FAl­
SITTA, FEDELE, GRIZlOTTI, INGROSSO, MAFFEZZONI y MICHEU entre otros; (65 ) En este sentido, la tesis de SAINZ DE BUJANDA, F., en el sentido de quo
sobre la situaci6n y desarrollo de toda esta problemática Vid. entre otros BOLLO 'ei existe una teerla jurídica del tributo también debe existir una teoria jurldlca de
AROCENA, MA.: 'Análisis jurídico de la liquidación provisional'. Edersa, Madrid la exenolón tibutarla vista como el envés de aquélla' ha sido ouestionada por una
1983, pégs. 5 y SS., CORTES DOMINGUEZ, M.: 'Ordenamiento tributario español, serie de autores. Asl, por ejemplo, D'AMATI, N., sefiala que 'dicha propuesta es

2f'Fl 269
sin duda, sugestiva y, hajo m'lchos as!=,'=.:tos, fecunda, ya que permite conoctar
el fenómeno do fa oxem.lón con los rrir.m<'s prir,ci('os constitucionales y adml· (70) En este sentido, tenemos que BERURI, A., cae también en el enfoque ha·
bitual de la ciencia jurldlca tradicional, es decir, el estudio de la exenci6n que no
nistrativos que el desmrollo del Derecho COtn¡..-.. ,·'l para garantla de los sujetos
se enfoca como hecho en sí mismo, sino que se explica por sus efectos. Por tan­
tributarios, Sin embargo, estas consideraolones no permiten superar una critica
to, BERLlRI, concibe la exencl6n como un 'defecto de legitimaci6n', de forma si·
de fondo, que afecta la piedra angular de la construcción, considerada como el
étrica a como la titularidad de una capacidad econ6mica manifestada en el he·
envés de le feorle dellmpuosto, la teoria de. la exencl6n no s610 queda condicio­
cho imponible conlleva la legitimación al tributo. Cfr. ·Principi .. • op. cit. pág. 220
nada en sus esquemas dogmAticos (lo que, en definitiva, constituye un Inconve­
niente menor), sino que, :l.d olm¡!16, 8e vo seriamente limitada para desarrollar ulte­
Y ·Corso...• op. cit. pág. 206 Y ss. En el sentido de considerar a la exención como
un hecho impeditivo de los efectos derivados del hecho Imponible, Vid. también
riormente su problemática por le misma Imposibilidad de establecer una relaci6n
a ANTONINI, E.:·La condizione...• op. cit. págs. 64 y ss.; MICHELI, G.A.: ·Corso.. '
directa entre las norm8ll do exencl6n y el ordenamiento tributario en su conjunto,
op. clt. pág. ~7; Y POLANO, M.: ·Spunti...• op. cit. pág. 269.
del que las primeras forman, sin duda, parte' Cfr. 'Las exenciones...• op. cit.
págs. 433-434; FONROUGE, G., pone de manifiesto que 'en su opinl6n no cabe
(71) Asl, pues, O'AMATI señala con agudeza que la exenci6n nO se concreta
segregar el fen6meno de In oxencl6n de la \ooría de la tributaci6n y crear una
en un nuevo juicio negativo sobre la eficacia Impositiva de un determinando su­
doctrina de la misma independionte', Cfr. 'Oerecho Financiero' Ed. Oepalma,
puesto de hecho, sino que Implica una valoraci6n más compleja dirigida a deter·
Buenos Aires, Argentina, 1977. pág. 287; PEREZ DE AVALA, J.L., señala que '01
minar la conformidad del mismo supuesto de hecho con los' postulados econ6mi·
Impuast{l no altera un equilibrio, slnl) que resuelve un conflicto de intereses pre­
cos, políticos y sociales que fundamentan el ordenamiento jurldico; Vid. al res·
existente, y la exenci6n no repone las cosas e aquel estado Inicial, sino que re­
pecto 'Las exenciOfl8$...• op. cil pág. 443 y 'Fondamento, ... op. cit. pág. 471.
suelve, a su vez, 01ro conflicto dlstinh\ en cuanto a su génesis' el que surge entro
los intereses protegidos por el Impuesto y los quo el presupuesto de exención in·
( 72) AsI, pues, esta construcción no puede apartarse del origen procesal del
corpora al del Impuesto, Por lo tanto. fa exenci6n no es el envés del impuesto, sI­
Instituto de la legitimaci6n por lo que se este.rla circunscribiendo err6neamente
no la solucl6n al problema creado por la c·t'ncurroncia de este último -de una par·
dicho concepto a unas situaciones sustancialas que, por lo demás, se han en­
te- y ·de otre- el hecho presupuesto de la exención'. Cfr. ·Pr610go...' op. ci!. pág.
tendido coneXas con la capacidad jurídica más que con la capacidad de obrar, a
XII.
la que el instituto de la legitimación se refiere. Sobre esta cuesti6n Vid. O'AMATI,
N.: 'LM exenciones.... op. cit. pág. 442 Y ss; también, en ·Fondamento.. .' op. cit.
(66 ) Cfr. O'AMATI, N.: 'Las exenciones.... op. cil concretamente pág. 434; Y
páa.472.
·Fondamento.. .' op. cit. pág. 466.

(73) Cfr. BERURI, A.: 'Prlncipi di Oiritto Tributario' Vol. I 2a. Ed. Milán 1967,
(67) Cfr. LA ROSA, S,; 'Eguaglianza, .' op. cit págs, 187 y ss. y 191. Sin em·
pág. 244 Y ss. Y 247.
bargo, hemos de señalar que dicha afirmaci6n lojos de ser definitiva, es suscepti
ble de ser modificada en raz6n dcll3studic y confrontación de los principios Jurl·
(74) Cfr. O'AMATI, N.: 'LM exenciones..' op. cit. pág. 457; ·Fondamento.... op.
dicos que rigen los tributos en la actualidad, frente a las exenciones tributarias;
clt. págs. 472 y ss; y PEREZ DE AVALA, J,L. Y GONZALEZ GARCIA, E.: ·Curso....
ya que de ahí derivaré si la exencl6n es aut6noma frente a la Imposición, si bien,
forma un todo orgánico. 1a. Ed. pág. 251.

( 75 ) Así MANZONI expone su planteamiento que ocupa el polo opuesto, al


(68) Cfr. BEAUAI, A' 'Principl di diritto tributario', Milán, 1957, Tomo 1, vol. 11,
decir que la tesis de BERURI es insostenible porque el principio de capacidad
1a. Ed. pág. 220 Y más recientemente en 'Corso' Istituzíonale di Oiritto Tributario',
Milán, 1958, vol. 1, 20. Ed. págs, 206 y ss. contributiva no es un concepto vaclo, sino un ¡[mite al poder legislativo, por lo
que es inadmisible cualquier dlscriminaci6n que no esté b8llada en criterios de­
rivados de dicho principio; Vid. MANZONI, l.: '11 principio della capacitá contribu·
( 69 ) AsI, pues, desde esta 6ptlca, la exenci6n implica en todo caso que 'se
tiva nell' ordenamiento costituzionale italiano'. G. Giappichelli. Torlno 1965,
realiza el hecho Imponible, pero la obligacl6n tributaria no surge porque se reali·
págs. 36 y 44.
za otro hecho o subsiste una situación a la que la ley atribuye la virtud de neutra·
lizar el poder genético del presupuesto de hecho', Vid. BERLlRI, A.: ·Corso... • op,
ci!., pág. 207. ( 76 ) Como es lógico suponer, el lector se preguntará el porqué la hemos de­
nominado Teorla de la "Conservaci6n de la rlqueza', al igual que las teorlas que
llevamos analizad&. 'Envés' y 'legitimaci6n', y el motivo no es otro sino el querer
darle una denominación concreta a cada una do ellas, para as! facilitar la referen·
270
271
cia de las mismas, entresacando la piedra angular en que giran las construccio­
nes referidas y de ah! proviene la designación de esa denominación concreta. PEREZ DE AVALA, J.L: ·Prólogo...• op. cit. pág. XI.

( 64 ) En este sentido, hemos de aclarar que las conclusiones aqul vertidas no


(n ) La crítica va dirigida a BERLlRI, GIANNINI, SAINZ DE BUJANDA, entre son del todo definhivas, ya que esta cuestión será estudiada con mayor profusión
otros; diciéndonos que esta corriente doctrinal sólo concibe las exenciones co­ en el capitulo 111, puntos 5, 6 Y 7 del presente estudio.
mo factor negativo del ámbito de aplicación de la norma impositiva. Vid. si res­
pecto LA ROSA, S.: ·Eguaglíanza.. .' op. cit págs. 130 y ss. (85 ) Creemos que todo ello es relativo, ya que tal y como dice HENSEL, A.,
"Toda norma tributaria, debe estar siempre presidida por una voluntad no de su­
(78) En términos parecidos se manifiesta PEREZ DE AVALA, para quien la premacla, sino de equilibrio entre los intereses del contribuyente con los del Es­
exención resuelve un conflicto: 'EI que surge entre los intereses protegidos por tado'. Vid. HENSEL, A.: 'Diritto ..,' op. cit pág. 28.
el Impuesto y los que el presupuesto de exención incorpora al hecho imponible.
Por lo tanto... la exención es la solución al problema creado por la concurrencia (88 ) Vid. LA ROSA, S.: "Voz Esanzione', en 'Ene. Dir.· núm. X:V, págs. 568-569
del Impuesto -de una parte- y -de otra- el hecho presupuesto de la exención'. Cfr. y AMaROS, N.: 'Notas' a los 'Principios' de BERLlRI, A., Vol. 11, Ed. Der. Fin
·Prólogo...• op. cit. pág. XII. Madrid, 1971, págs, 401 y ss.

(79) Vid. LA ROSA, S.: 'Eguaglianza .. .' op. cit. págs. 160, 187, 188, 189 Y 202. ( 87) Vid. LA ROSA, S.: ·Eguaglianza...• op. cit pág. 202.

( 80 ) En este sentido se ha manifestado casi la generalidad de la doctrina tri­ ( 88 ) Esta diferenciación se produce como consecuencia de no darse en el su­
butaria; es decir, que al enmarcar la idea de la exención en contraposición al tri­ puesto de exención un efectivo desplazamiento patrimonial, una efectiva salida,
buto, se ha dado lugar a que se vea en la exención un trato de favor hacia ciertos en su caso, de fondos públicos o, en otras palabras, por no mediar una traslaci6n
supuestos iilcluídos en el hecho imponible del tribute y que, por razones ajenas material de recursos monetarios. En este sentido, Vid. entre otros, FERNANDEZ
o 'intereses extraños' a la estructura de éste, no producen el efecto derivado de FARRERES, G.: 'La subvenci6n: concepto y régimen jurídico' I.E.F. Madrid, 1983,
su realización, que as el sometimiento a la carga tributaria y, por tanto, la conser­ págs. 112 y ss.; GONZALEZ 8ANCHEZ, M.: 'Los beneficios fiscales y su conside­
vación' de una riqueza que debería de ser tomada. Vid. por ejemplo, BLUMEN8­ ración jurídica de gastos públicos', en 'Presupuesto y Gasto Público', núm. 5,
TEIN, E.: ·Sistema...• op. cit. pág. 164; GlANNINI, A.D.: 'Instituzioni. .. • op. cit 1980, pág. 61 Y SS.; NIEVES BORREGO, J.: 'Estudio sistemático y consideración
pág. 164 y'l concetti...• op. cit. pág. 174; LA ROSA. S.: ·Eguaglianza...• op. cit. jUlÍdica de la subvención' en XI Semana de Derecho Financiero, Ed. Der. Fin.,
págs. 191-192; y MICHELI, G.A.: ·Corso.... op. cit. pág. 307. Sin embargo, ya pe­ Madrid 1964, vol. 1, págs. 269-270; PEREZ DE AVALA, J.L Y GONZALEZ GARCIA,
sar de lo aquí dicho, hemos de señalar que es necesario analizar esos intereses E.: ·Curso.... op. cit. pág. 235.
denominados 'extraños' a la luz de los principios jurídicos que informan al tribu­
to, para así, poder determinar si dichos Intereses son o no ajenos o extraños al (89) Vid. O'AMAn, N.: 'Las exenciones.... op. cit. pág. 436 Y ·Fondamento....
instituto del tributo. op. cit. pág. 467.

( 81) Esta tesis, cuya tormulación más acabada se debe a LA ROSA, tai y co­ (90) Vid. al respecto MOSCHETTl, F.:·Las exenciones fiscales como ·norma ti·
mo veremos más adelante -(capitulo 111. núm. 5. inciso b)-. sitúa el fundamento de mite- susceptibles de interpretación analógica'; en H.P.E. núm. 84, 1984, págs.
las exenciones en el propio principio de igualdad Vid 'Eguaglianza... • op. Clt. 330 y ss.
págs. 73 y ss. y 185 Y ss. En el mismo sentido, Vid. STEFANI, G.: "Ezenzioni fis­
cali ed uguaglianza tributaria', Boll. Trib.. 1957, págs. 993 y ss. (91) Vid. O'AMATI, N.: 'Las exenciones...• op. cit. págs. 438, 442, 443 Y 448, Y
·Fondamento.... op. cit págs. 468, 469, 471, 474 Y ss.
182 ) Cabe aclarar que esta afectación de intereses no se produce por la mera
aplicaci6n de la esfera impositiva; sino que tiene que confluir con la misma esa (92) Cfr. O'AMATI. N.: 'Las exenciones.... op. cit. pág. 441 Y ·Fondamento....
serie de valoraciones a que hemos hecho referencia. op, cit. pág. 471.

(83 ) AsI, pues, un sector de la doctrina denomina a este conflicto 'intratributa­ ( 93 ) Convergencia, Junto a la realización del presupuesto de hecho de deter­
rio'; puesto que el mismo surge de la existencia de un tributo. Vid. al respecto minadas circunstancias políticas, econ6micas o sociales, que impiden el naci­
miento de la obligación tributaria.
272
273
su causa ?e la de hecho imponible estando indisolublemente unida al mismo, el
cual constituye la 'condltio sine qua non' para su nacimiento'. Cfr. 'Duracl6n de
(94 ) Realizaci6n del presupuesto de hecho y de otro adicional que neutraliza las exenciones y derechos adquiridos: El articulo 15 de la ley general tributaria'.
los efectos del primero. I.E.F. Vol. 1, Madrid 1978, pág. 309.

( 95 ) Realizaci6n del hecho imponible del cual no nace la deuda tributaría por (101) Cfr. entre otros, ALBIÑANA. C.: ·Exenci6n... • op. cit. pág. 233; BLUMEN~
fa existencia de una norma gue excluye dicha obligaci6n. TEIN. E.: ·Slstema.." op. clt. págs. 163 y SS.; BERLlRI, A.: ·COrso... • op. cit. pág.
191; BONALUME, W.L: 'los conceptos...• op. cit. págs. 602; CALVO ORTEGA,
( 96 ) Prevalencia del interés del contribuyente a conservar la riqueza que de­ R.:'La Interpretación...• op. cit. págs. 115 y 85.; GIANNINI, A.D.: ·Istituzioni..· op.
berla serie tomada. clt. pág. 164, y'l concetti...• op. cit. pág. 174; GIUUANI FONROUGE, e.M.: 'Dere­
cho Financiero' Ed. Oepalma. Buenos Aires 1976, V.I., pligs. 291 y SS.; LASARTE
( 97) Oposición absoluta a la tributación de ciertos hechos imponibles en abs­ ALVAREZ. J.: 'Impuesto sobre el Lujo': Efectos dellncumpllmiento de un plazo
tracto, que produce el reconocimiento de diferencias contributivas. reglamentario de solicitud de exencl6n' C.T. núm. 8, 1974, pág. 249; MICHELI,
G.A.: ·corso...• op. cit. pág. 304; PEREZ DE AVALA, J.L.: ·Pr610go...• op. cit. pága.
(98) Vid. entre otros, ALBIÑANA, C.: 'Exención del impuesto' en Nueva Enci· Xly ss.
clopedia Jurldica, Vol. IX, Ed. F. Seix, Barcelona, 1958; ACOSTA ESPAÑA, R.:
'Exenoiones, subvenciones y otros estímulos fiscales' XI Semana de E.D.F., Ma· (102) N6tese que se dice fuera de tributación, mas no fuera del ámbito
drid 1964; BONALUME, W.L.: 'Los conceptos de inmunidad y exención, en el De­ tributario.
recho Tributario brasileño', R.D.F.H.P. Vol. XVIII, núm. 75, Madrid 1968; CALVO
ORTEGA, R.: 'La interpretación de las exenciones tributarias', H.P.E. núm. 13, (*) Lo que se pretende en este apartado es hacer notar la influencia que ha
1971; DE JUAN PEÑALOSA, J.L. y DE LUIS MONASTERIO, F: 'Consideraciones tenido el poder polltico y su evoluci6n tanto en el ámbito financiero como en el
sobre la teorla de las exenciones fiscales' XI Semana de E.D.F., T.I., 1964; GON­ tributario en su conjunto. reflejado particularmente en el uso y raz6n de ser de las
ZALEZ GARCIA, E.: 'Concepto de exención tributaria', 111. S.E.F.P.M. Santiago de exenciones tributarias en un lugar y época determinada; ya que en nuestra opi­
Compostela 1976; GONZALEZ SANCHEZ, M.: 'Los beneficios fiscales y su consi­ ni6n, resulta Impensable desconectar el Instituto del tributo y, por ende, la exen·
deraci6n jurídica de gastos públicos', R.P.G.P. núm. 5, 1980; NUEZ DE LA TO ci6n tributaria, de la realidad del poder politico.
RRE, P.: 'Estudlos jurldicos de las exenciones en el Derecho Tributario español'
XI Semana de E.D.F. T.I.. 1964: LANZIANO, W.: "Teoria general de la exención tri· (103) Así, pues, tenemos que lo polltico impregna de tal forma la problemática
butaria' Ed. Depalma, Buenos Aires, 1979. financiera que explica el que GLAOSTONE SELLA afirmase que: 'Lo característi­
co de un Estado son las finanzas'. De ahí que los principios politicos hayan teni­
(99 ) Hemos de señalar que las conclusiones que se desglosan a continua­ do una proyecci6n muy distinta en los sistemas trlburarios, marcada por la ideo­
ción, si bien las asumimos plenamente, ·no son del todo definitivas. Lo que se logia de los grupos rectores de cada país. No olvidemos que en materia financie­
pretende, es que las mismas nos pongan en condiciones para confeccionar un ra los 6rganos pollticos tienen un poder de decisi6n en opciones fundamentales,
primer concepto de exenci6n tributaria, lo que permitirfa organizar nuestra Institu­ ya que 'toda la actividad financiera es la consecuencia de una selección politlca
cl6n en un sistema común, para relacionarla con el conjunto de principios jurídi­ y de una determlnaci6n dependiente de la voluntad del Estado'. Cfr. MORSELLI,
cos tributarios -de rango constitucional- y saber si ésta constituye su aplicación o E.: 'Los presupuestos cientlficos de la Hacienda Pública', Ed. Der. Fin., Madrid
una excepción a los mismos y, por tanto, averiguar si la exención es tan sólo la 1964, pdgS. 403-404.
'otra cara de la medalla' de la teoría del tributo, o si bien su dinámica es propia
de la Teoría del Tributo y si su inserción dentro del sistema tributario es de signo (104) Cfr. PUGLlESE, M.: 'Co1'80 di Scienza delle Finanze'; Padova, 1938,
'positivo' y no meramente ·negativo·. págs. 2 y ss. En el cual señala que 'La actividad financiera no puede considerar­
se más que como la actuaci6n en concreto de la facultad que constituye la esen­
( 100) Así, pues, la nota característica de la exenci6n es que la realizaci6n del cia misma del concspto de soberanla·.
supuesto de exenci6n implica la realizaci6n del hecho imponible, pero en este
caso aún verificándose la subsunci6n de un hecho por el Imponible, los efectos (105 ) Cfr. SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Hacienda y Derecho': T. 11, 'En torno a la
propios de tal subsunci6n no surgen, se anulan o modifican debido a la conver· naturaleza de la actividad financiera'. IEP., Madrid, 1962, pág. 11 Y ss.
gencia del supuesto de exenci6n. En este sentido, algún autor (concretamente
PIQUERAS BAUTISTA, J.A.) ha señalado que incluso 'Ia noci6n de exenci6n'trae 275
274
( 1(6) Para RODRIGUEZ BEREIJO, la soberanía "es un concepto eminentemen­
te relativo, en el sentido de que supone una confrontación entre el poder que re­
clama para sí la condición de soberano y otros poderes; la teoría de la soberanía (108) Cfr. 'Organización politica...• op. cit. pág. 256.
del poder real supone la existencia de otros poderes, de otros centros de poder
concurrentes con el Príncipe. Precisamente la teoría de la soberanía (y la unión 109 ) Cfr. SAINZ DE BUJANDA, F.: ·Notas.... T. l., Vol. 20. op. cit. pág. 1 Y
de este concepto con la de poder de imponer tribu1os) lo que pretende es san­ 'Lecciones de Derecho Financiero', Facultad de Derecho de la Universidad Com­
cionar o justificar teóricamente la imposición. la supremacía del poder del Rey plutense, Madrid 1979, pág. 62.
sobre el de los señores. De esta manera se comprende cómo el concepto mismo
de soberanía es inseparable del Estado Absoluto, de la 'Monarquía Absolu1a; es ( 110) En este sentido, y siguiendo a DIAl, E., tenemos que 'EI Estado de Dere­
decir, de aquella forma de Estado establecida sobre el orden feudal en la última cho es el Estado sometido al Derecho, o mejor, el Estado cuyo poder y actividad
fase de su desarrollo, uno de cuyos presupuestos era, precisamente, la concen­ vienen regulados y controlados por la ley (...) El Estado de Derecho comienza -16­
tración progresiva del poder político en el Príncipe. El orden se caracterizaba, co­ gica e históricamente- con el imperio de la ley; antes del control jurídico no hay,
mo es bien sabido, por la fragmentación del poder político, con la consiguiente en efecto, Estado de Derecho, sino Estados Absolu1os. Y esta situación se alcan­
oposición entre el poder de! Rey y el de los señores feudales, laicos o eclesiásti­ za con cierta generalidad (con precedentes importantes en el mundo anglosajón)
cos. El concepto de soberanía, forjado en el ámbito de esta lucha, es incompati­ gracias a la Revolución Francesa y a la implantación en el siglo XIX del Estado li­
ble fUera de él (...) El concepto de soberanía ( . ) es un concepto carente de senti­ beral montado precisamente sobre la doctrina del imperio de la ley'. Cfr. 'Estado
do en el moderno Estado Constitucional, cuyos presupuestos económicos, socia­ de Derecho y sociedad democrática', Ed. Cuadernos para el Diálogo, Madrid,
les y jurídicos-politicos son totalmente difE"0ntes" Por tanto, "El concepto de 1975, pág. 15. Sobre esta cuestión vid., entre otros, BISCARETIl, P.: 'Derecho
soberanía es referible exclusivamente a la etapa histórica de las Monarquías Ab­ Constitucional', Ed. Tocnos, Madrid, 1965, págs. 149 y SS., DUVERGEA, M.:
solutas como forma de Estado singular y, debido a ello, inaplicable al moderno 'Instituciones politices y Derecho Constitucional', Ed. Ariel, Barcelona, 1982,
Estado Constitucional" Cfr. 'Introducción..." op. cit. págs. 210 y ss. Por su parte págs. 51 y ss.
SAINZ DE BUJANDA señala que: "El poder del Estado es esencialmente distinto
al que ejercen los grupos sociales no políticos, y en consecuencia, Estado y so­ ( 111) En este sentido YEBRA MARTUL-ORTEGA señala que 'EI poder financia­
beranía -cualesquiera que sean las revisiones que se hagan de este concepto­ ro se encuentra siempre formalmente recogido, en mayor o menor extensión, en
son y serán siempre nociones inseparables'. Cfr. 'Organización política... • op. cit. los textos constitucionales. Estos preceptos constitucionales son las primeras
pág. 256. normas de todo el ordenamíento juridlco donde por primera vez aparece concre­
tizado el poder financiero, deja de ser un puro concepto abstracto para adquirir
( 107) En este sentido YEBRA MARTUL-ORTEGA señala q'Je: 'Una primera ca­ una forma en la letra de la ley. Los preceptos constitucionales designan a los títu­
racterización que se repite con generalidad, no sólo por lo autores españoles, si­ lares del mismo, los 6rganos encargados de ejercerlo, la materia que abarca y el
no también, por la dogmática jurídica-financiera extranjera es la de que el Dere­ rango juridico de la nOnTIa por la que se regulará dicha materia'. Cfr. 'Poder Fi­
cho Financiero no puede prescindir del concepto político de soberanía, ya que nanciero' op, clt. pág, 75.
de éste deriva la noción del poder financiero del Estado'. Cfr 'El poder financie­
ro' Edersa; Madrid 19n, pág. 2. Así, ya título de ejemplo, baste con referirnos a ( 112) Aal, pues, tenemos que el instituto del tribu10 goza de una raigambre in·
los siguientes autores: BLUMENSTEIN, E.: 'Poder de imposición es la posibilidad discutible en las estructuras constitucionales y la conexión de este instituto con la
de Derecho o de hecho de un ente público territorial de establecer impuestos Es­ estructura constitucional data de muchas déCadas y está en la raíz de les propias
lO es una emanación de la soberanía territorial, o sea. del podel de señorío sobre Institucionos, tanto financleres como pollticas. Vid. a este respecto a SAINZ DE
las personas o las cosas que se encuentran en el territorio del ente público'. Cfr. BUJANDA, F.: 'Organizaci6n Politica y Derecho Financiero', en Hacienda y Dere·
·Sistema. " op. cit. pág. 35; HENSEL, A.: 'la expresión 'poder tribu1ario' indica. cho, T. l.; 1. E. P., Madrid. 1955, págs. 119 y ss.
según la concepción moderna, el poder general del Estado aplicado a un sector
determinado de la actividad estatal, la imposición'. Cfr. ·Dirítto...• op. cit. pág. 27; ( t 13) En este sentido, tenemos que 51, por un lado, la obtención de recursos
JARACH, D,: 'EI poder fiscal es una expresión o manifestación del poder de por los entes públicos para financiar el coste de producción de servicios que $8­
imperio del Estado. Dicho poder, o sea, la potestad en virtud de la cual el Estado tisfagan necesidades públicas ha sido, virtualmente, exigencia de todos los tiem­
impone tributos es una manifestación de la fuerza del Estado'. G'fr. 'Curso supe­ pos y civilizaciones huta el punto que constiutye una constante histórica que
rior de Derecho Tributario', Ed. Liceo, Cima, Buenos Aires, 1969, pág. 23; MI­ permite afirmar que la fiscalldad es un fenómeno connatural a la existencia de co­
CHELI, G.A.: 'El poder tributario, que es expresión de la soberanía se define co­ munidades POrltiC83, tenemos que, por otro lado, esa fiscalidad ha venido cimen­
mo potestad normativa triburaria', Cfr. ·Corso... • op. cit. pág. 90.
276
2n
tándose en unas directrices o principios fundamentales -de justicia tributaria- VI­
gentes en un sitio y momentos determinados y corresponden, por ello, a las concretas exigencias de una sociedad determina­
da,
I 114) Nos referimos a BISCARtTll p. "Derecho Constitucional· op. cit.
pág. 26 ( 119) SAINZ DE SUJANDA, F.: 'Hacienda y Derecho', op, cit, vol. 111, pág. 185.
Por su parte, PONT MESTRES, M., señala que: 'Los principios sobre el reparto
( 115) Por su parte, KRUSE, H,W" señala que "La soberanía financiera está so­ de las cargas públicas no pueden quedar como un simple enunciado constitucio­
metida también a vínculos jurídicos y políticos sociales, como la soberanía estatal nal, sino que han de trascender al ordenamiento jurldico-tributario y han de ope­
y general. Las vinculaoiones jurídico-constitucionales' de la soberanía impositiva, rar en la esfera aplicativa de las normas. En rigor, tales principios han de impreg­
se han ido perfeccionando más y más, Algunas existían ya antes de la entrada en nar, con su fina esencia, tanto el ordenamiento como la actividad íurídica tenden­
vigor de la Constitución imperial de Weimar, otras se desenvolvieron en los años te a la apllcaci6n del Derecho Tribut.ario'. Cfr. 'La justicia Tributaria y su formula­
20 y son como aquélla ofrecidas por la Ley Fundamental en su forma actual. La ci6n constitucional'. R.E.D.F., núm. 31, 1981, pág. 368.
Ley Fundamental ha traído otros nuevos vínculos y aún han pasado años hasta
que se han consolidado suficientemente. Este proceso todavía no ha concluido. (120) Cfr. COCIVERA, S.: 'Principi di Diritto Tributario' Ed. Giuffre, Milán, 1961,
Hasta el momento éste desarrollo ha debido de superar importantes resistencias. vol. 1, pág, 148. Para este autor, 'no hay coincidencia entre sujeción personal al
A comienzo de los años cincuenta se había intentado deconectar la soberanía fi­ poder de imposicl6n y suíeto pasivo del triubuto, cuando la potestad tributaria en
nanciera e impositiva de la soberanía estatal general, y de esta forma liberarlas relaci6n a algunos individuos o no es ejercitada o aún 51 lo es, no dé lugar a una
relaol6n obligatoria, como sucede, por ejemplo, en todos los casos de exenci6n
también de las vinculaciones jurldico-constitucionales generales, en particular de
permanente o temporánea'.
las vinculaciones a 10$ derechos fundamentales. Estos intentos están malogra­
dos, Sin embargo, a partir de la resolución conyugal del BVerfG 6, 55, en un
principio criticada con mayor o menor vigor por casi todos los tributaristas, se ha (121) Cfr. SERLlAI, A.: ·Principios... • op, cit., vol. 1, pág, 172, En términos simila­
generalizado la opini6n de que también las leyes impositivas están sometidas a res se manifiesta GIULlANI FONROUGE, para quien 'una consecuencia inevitable
un control juridico-constitucional material', Cfr. 'Derecho Tributario' op. ci!. págs. del podar de gravar es la potestad de desgravar, de eximir de la carga tributaria,
89-90. En este sentido MAFFEZZONI, F., pone de manifiesto que 'la doctrina del y por cierto que nadie lo ha discutido entre nosotros', Cfr. 'Derecho Financiero'.
Derecho constitucional ha explicado suficientemente que este tipo de preceptos, Ed. Oepalma, vol. 1, 4a. edición, Buenos Aires, 1987, pág. 345.
son característicos de las llamadas normas programáticas de la Carta Constitu­
cional, las cuales, no obstante, a parte del nombre, son normas vinculantes como ( 122) De esta forma. tenemos que la símetrla existente entre el 'poder de exi­
todas las otras, con la sola salvedad de que el vínculo que de ellas derivan afecta mir' y el 'poder tributarlo' tiene consecuencias muy interesantes entre las que
al legislador ordinario, y éste, a su vez, debe supeditarse al vínculo, ya que a destaca el hecho de que prácticamente todos los problemas que convergen en el
falta de ello, las normas tributarias de él emanadas, serían constitucionalmente ámbito del tributo puedan ser trasladados al campo de las exenciones. En este
ilegítimas y podrían ser anuladas.. .' Cfr, '11 principio di capacitá contributiva nel sentido, as! como existen limitaciones constitucionales al poder tributario, habrá,
Diritto Finanziario'. Ed, UTET, Torlno, 1970, pág. 9. necesariamente, limites al ejercicio del 'poder de eximir', pues dicho poder no es
omnlmodo, debiendo asentarse en razones ajenas al mero discrecionalismo y
practicarse según la Constituci6n.
(116) Nos referimos concretamente a SAiNZA DE BUJANDA, F.: Vid. 'Teoría.. .'
op. cit. págs. 378 y 379.
(123) Cfr. 'Derecho Financiero.. : op. cit. pág. 347.

( 117) Por su parte, MUSGRAVE, AA, pone de manifiesto que 'El requisito de
(124) Cfr. 'Introduzlone a110 studio del Diritto Tributario' parto 1, '11 Dlrltto nel
que la distribución de pagos impositivos debe ser justo es muy antiguo'. Cfr.
quadro delle scienze giurldlche e finanziarie', Ed. Jovena, Nápoles, 1962, págs,
"Teoría de la Hacienda Pública', Ed. Aguilar, Madrid, 1967, pág. 94. Lo cual no
182y183.
quiere decir más que el sentimiento de la justicia en el reparto de las cargas pú­
blicas ha acompañado, en todas las épocas, al propio fen6meno tributario.
( 125) Cfr. ·Sistema...• op. cít. pág. 55.
(118) Tenemos, por tanto, que los principios que regulan la distribución de la
(126) En términos similares Vid. BEALlAI, A.: 'Principi .. .' vol. 1, 2a. Ed. Giuffre,
carga fiscal son mera expresión de una racionalidad históricamente determinada
1967, pág. 195.

278
279
(127) Cfr. SAINZ DE BUJANDA, F.: ·Teoría..." op. cil. pág. 379. JANDA, ~.: 'Organización polltica' op. cit., UCKMAR, V.: 'Princípi comuni di diritto
c:ostituzionale tributarlo' Cedam, Padua, 1959.
( 128) Por su parte, MICHELI, G.A., señala que: 'Aunque, efectivamente la
Constituci6n -Italiana- no dá una noci6n de tributo, es cierto que muchas disposi­ ( 135) Es doctrina común ver una diferencia entre legalidad y reserva de ley; el
ciones de la misma la presuponen; así, por ejemplo, los artículos 14, ap. 30., 20, primero significa la sumisión de la actividad Tributaria a la ley. En tanto el segun­
53,75, ap. 3, 112, ap. 20. El tributo, pues, tiene, una cierta trascendencia, aunque do consiste en establecer que la regulación de estas materias ha de hacerse por
indirecta, también en el plano constitucional que distingue estas exacciones co­ la ley formal y es un limite al poder reglamentario de la Administración.
activas y en consecuencia las correspondientes limitaciones a la propiedad en in­
terés de la colectividad de otras limitaciones como las que derivan de las expro­ (136) Por su parte, KRUSE, H.W., señala que 'Su origen específicamente juridi­
piaciones'. Cfr. ·Corso...• op. cil. pág. 89, sub-mío. co-Impositivo no es susceptible de demostración indubitativa. Sin embargo, es
indiscutible que el principio de la legalidad de las injerencias estatales gravosas
(129) Además, y según se ha visto, al ser la exención una manifestación del pudo realizarse una vez que quedó zanjada la lucha por el principio 'nullum vec­
poder tributario -el llamado "poder de eximir"-, 16gico es que se tenga que guiar tlgal sine lege' -igual que ocurrió con la lucha por el principio 'nulla poena sine
por los mismos limites y principios que impregnan el ejercicio de dicho poder. lege·-. Aat se corresponde con la necesidad de la colaboración de la representa­
ciÓn del pueblo en la realización de leyes gravosas, en especial de leyes imposl·
( 130) Vid. supra. págs. tlvas·. Cfr. 'Derecho Tributario' op. cit., pág. 94.

(131) En este sentido, nos encontramos que hoyes pacífica la doctrina en con­ (137) En efecto, uno consecuencia obligado del principio del establecimiento
siderar la exenci6n como un instituto jurídico y, como tal, ha de ser una materia de los tributos por leyes que su aplicación deba hacerse de acuerdo con la ley.
reglada sometida al imperio de los principios constitucionales. por lo que la posibilidad de impugnación ante los Tribunales, cuando su~an duo
das respecto a la legalidad de cualquier actuación administrativa, necesariamon­
( 132) En este sentido, y como tendremos ocasión de ver, ciertos sectores de la to, ha de quedar abierta. Vid. al respecto, entre otros, GONZALEZ GARCIA, E.:
doctrina al entender la exenc.iÓn como negaci6n del tributo, enseguida destacan 'Le revisión de actos tributarlos en vla administrativa'. R.D.F.H.P., núm. 122,
su carácter excepcional y, en consecuencia, aparece como una excepción al de­ 1976, págs. 284 y SI.
ber de contribuir, en contra de los principios o vínculos jurídicos constitucionales,
que ordenan el reparto de las cargas públicas -entre ellos el principio de genera­ (138) De esta forma, y según una extendida tesis doctrinal, el principio de auto­
lidad e igualdad tributaria·, encuadrando así la exención tributaria como un privi­ Imposición pasa a constituir el de legalidad tributaria. Vid. al respecto BARTHOLl­
legio que, evidentemente, no encuentra conexión con los principios que definen NI, S.: '11 principio di legalitá dei Tributi in materia di imposte', Cedam, Padua,
al actual Estado Social y de Derecho. 1957, págs. 73 y ss. Por su parte, GONZALEZ GARCIA, E., señala que 'en la base
de este principio -autoimposición-, que puede conectarse al viejo brocardo roma­
( 133) Cfr. JARACH, D.: 'Curso Superior de Derecho Tributario", Buenos Aires, no, '10 que a todos afecta, por todos debe ser aprobado', o al postulado liberal
1969, págs. 101 Y ss. de respeto por la libertad y patrimonio individuales, laten una serie de ideas de
muy variada Indole y significación, que, en líneas generales, podrían reconducir­
( 134) DUS, A.: 'Conslderazioni sulla discrezionalitá de" 'accertámento tributa­ se, con sentido positivo, a los principios de certeza y objetividad en la tributación
rlo' en Riv. Dir. Fin. Se. Fin., 1960, págs. 238 y ss. En este sentido, tenemos que (igualdad ante la ley), y en sentido negativo, a postularse la ausencia de discre­
ya en el Estatuto de Eduardo 1, en la petición de derechos de 1628, surgia que el clonalidad en la Administración, llegado el momento de aplicar el tributo estable­
rf1IJ no podra imponer tributos sin el consentimiento del parlamento. En los Esta. cido por ley', Cfr. 'Princlpio de legalidad .... op. cit. pág. 61, -sub-mlo-.
dos del medioevo, se consideraba principio universal que los tributos no podian
automantenerse fuera de los caaos previstos en tos estatutos, convenciones o (139 ) PEREZ DE AYALA, J.L. YGONZALEZ GARCIA, E.: ·Curso.... op. cit. pág.
costumbres, sin el consentimiento de los sujetos a ellos. Sobre las primeras for­ 28; GONZALEZ GARCIA, E.: 'El principio de legalidad tributaria en la Constitu­
mulaciones del principio de autoimposición, vid., entre otros, STUBBS, W.: 'Se­ ción española de 1978' en 'Seis estudios de derecho constitucional e internacio­
lect charters and o1her i1tuatrations of England constitulional History from the ear. nal tributario', Edersa, Madrid, 1980, págs. 60-61; XAVIEA, A.: 'Tipicidad y Legali­
Iiat times to the Reign of Edward the firsf. Oxford, 1876, cita extralda del articulo dad en el Derecho Tributario'. R.D.F.H.P. núm 137, 1978, pág. 1266.
de PEREZ ROYO, F.: 'Fundal'nento y 1mbito...• op. cit. p6g. 210., SAINZ DE BU.
(140 ) Vid. BERLlRI, A.: ·Principi .. .' op. cit. Tomo 1, 2a. ed., págs. 36 y ss.

280 81
( 147) AsI, pues, desde el texto constitucional francés de 1791, en la parte dis­
(141) Sobre las repercusiones de los elementos del Estado de Derecho en el positiva de la Constituci6n se establecía que: Título V, Articulo 10.: 'las contribu­
Derecho impositivo vid. KRUSE, H.w.: 'Derecho Tributario' op. cito pág. 92 Y ss.: ciones públicas serán deliberadas y fijadas cada año por el Cuerpo legislativo, y
UCKMAR, V.: 'Principi comuni ..' op. cit., y XAVIER, A.: "Tipicidad y legalidad.. .' no podrán subsistir más allá del último día de la sesión siguiente si no han sido
op. cit. págs. 1265 y ss. expresamente renovadas'. En la Declaraci6n de Derechos del Hombre y el Ciu­
dadano del 26 de Agosto de 1789 en su artículo 14 se decía que: "Todos los ciu­
( 142) Así, pues, tenemos que modernamente el fundamento del principio de le­ dadanos tienen el derecho de constatar, por ellos mismos o por sus representan­
galidad no se sitúa de modo exclusivo en la autoimposición, como tradicional­ tes, la n8Ce$idad de la contribución pública, de consentirla libremente, de con~ro­
mente se había entendido, es decir, el principio de reserva de ley en materia tri­ 181 su empleo y de determinar su cuota, su base, la recaudación y la duración'.
butaria, aunque se derive del histórico principio de autoimposición, tiene, actual­
mente, un sentido muy distinto del papel que hist6ricamente ha desempeñado la
exigencia de la partlcipaci6n de los presuntos contribuyentes en el estableci­ (148) Por otra parte y debido a la nueva actitud del Estado intervencionista, di­
miento de las cargas fiscales. En la base del principio de reserva de ley se halla, rigiste en casi todos los órdenes de la vida social, ha llevado a penser a los técni­
actualmente, no sólo la exigencia tradicional de la autoimposición, sino también cos de esta meteria, que le labor que deben realizar, es imposible de conectar en
otras exigencias. Vid. al respecto, entre otros, AMATUCCI, A.: 'Interpretazione de­ el marco de los principios jurldicos tradicionales entre los cuales se ubica el de
lIa norma di diritto finanaziario' Ed. Jovene, Nápoles, 1965, págs. 92 y ss.; BERL!­ legalidad. Se dice que la rapidéz que exige la utilizaci6n de los instrumentos de
RI, A.: 'Appunti sul fondamento e il contenuto dell'art. 23 della Costituzi6ne', en intervención económica y la minuciosidad con que éstos deben adaptarse a la
'$ludi in onore di ACHILLE DONATO GIANNINI' Giuffre, Milán, 1961, págs. 140 y realidad sobre la que quieren influir tienen como consecuencia la necesidad de
S~.; GONZALEZ GARCIA, E.: 'El principio.. .' op. cito págs. 60 Y SS.; PEREZ ROYO,
dejar a la Administración un amplio campo de discrecionalidad; es difícil conce­
F.: 'Fundamento y ámbito de la reserva de ley en materia tributaria' en H.P.E. bir una intervención eficaz a través de los actos generales o impersonales pro­
núm. 14. 1972, págs. 209 y ss. y SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Organización políti­ pios del poder legislativo. Nuestra opinión al respecto a manera de apunte es
ca.. .' op. cit. págs. 330 y ss. que los argumentos esgrimidos de desenvolvimiento de la política económica
son improcedentes, ya que el Derecho como instrumento coadywante del desa­
( 143) Ello viene de la idea de que el Estado de Derecho fué, al menos rrollo, no requiere la quiebra de este principio. sino su defensa más acérrima. So­
inicialmente, concebido como aquél que tiene la justicia por fin y la ley como bre esta cuestión vid. entre otros SAINZ DE BUJANDA. F.: 'Hacienda y Derecho'
medio de su realizaci6n. Vid. DiAl, E: "Estado de Derecho ...' op. cit. vol. 11. págs. 141 y SS.; Y GONZALEZ GAAClA, E.: 'El principio...' op. cit. págs.
106y ss.
( 144) En este sentido SAINZ DE BUJANDA señala que: 'la seguridad en su do­
ble manifestación -certidumbre del derecho y eliminación de la arbitrariedad- ha ( 149) En expresi6n de una autorizada corriente doctrinai, la reserva de ley en
de considerarse ineludiblemente en función de la legalidad y de la justicia. Esta materia tributaria trata con ello de fijar unos contenidos y unos criterios básIcos
última y la seguridad son valores que se fundamentan mutuamente y que, a su del sistema triburario que salvaguarden a éste del puro declsionlsmo administra­
vez, necesitan de la legalidad para articularse de modo eficaz'. Cfr. 'Reflexiones tivo, redundando así en una mayor coherencia del propio sistema, en una más
sobre un sistema de Derecho Tributario español', Hacienda y Derecho, 111. Ma­ pausada reflexión sobre las medidas que prevé y los efectos que despliega, y, en
drid, 1963. Vid. también a este respecto, BAATHOLlNI, S.: '11 principio di legali­ definitiva, en una mejor garantla de la seguridad jurldica, por una parte, y de los
tá.. .' op. cit.; PEREZ DE AYA LA, J. L: en 'Las fuentes del Derecho Tributario y el objetivos y fines que con él se persiguen, por la otra; en definitiva, en una mayor
principio de legalidad' A.D.F.H.P. 1976, pág. 389; Y XAVIER, A.: 'Tipicidad y Le­ realización de la justicia financiera. Vid. entre otros, BERlIRI, A.: 'Appunti.. .' op.
galidad.' op. cit. págs. 1276 y ss. clt págs. 140 Y SS.; GIANNINI, M.S.: " proventi degli enti pubblici mlnor! e la riser­
va di 18gge'. Riv. Dir. Fin. Sc. Fin., 1957, l., pág. 3, PEREZ ROYO, F.: 'Funda­
145) Vid. GIANNINI, A.D.: 'Instituciones de Derecho Tributario', Madrid, Ed. mento y ámbito...' op. cit. págs. 215 y SS., 'Las Fuentes del Derecho Tributarlo en
Der. Fin. 1957, pág. 67; Y 'Istituzioni.. .' op. cit. págs. 78-79. el nuevo ordenamiento constitucional', en 'Hacienda y Constitución', Madrid,
1979, págs. 31-32; SAINZ DE BUJANDA, F.: 'El Derecho, instrumento de polltlca
( 146) Es precisamente aquí el punto de surgimiento de la idea de la seguridad económica', en 'Hacienda y Derecho', vol. 11, Madrid, 1962, págs. 140 y ss. y VA­
jurídica o certeza jurídica Vid. al respecto, entre otros, JARACH, D.: 'Curso.. .' op. NONI. E.: 'Naturaleza e interpretación de las leyes tributarias', Ed. I.E.F., Madrid,
cit. pág. 113. 1973. págs. 151 y ss.

282 283
( 150) En este sentido afirma JESCH, que 'el principio de legalidad tiene valí­ 1655, Y 'Las Fuentes del Derecho Tributario en el nuevo ordenamiento constitu­
dilz según la doctrina tradicional sólo en la medida en que el ciudadano es so­ cional' en 'Hacienda y Constituci6n' I.EF., Madrid, 1979, pág. 21.
metido a ¡as cargas públicas en virtud de disposiciones del poder ejecutivo más
allá de un deber legal. De acuerdo con éste las exenciones (BEFREIUNGEN) del (155) Así, pues, no alcanza con afirmar que no hay tributo sin ley que lo esta­
deber fiscal pueden ser establecidas por la Administración financiera tanto indivi­ blezca, puesto que toda la seguridad que dá la Constitución a quíen esté llama­
dual como colectivamente'. Cfr. 'Ley y Administración' 'Estudio de la evolución do a ser sujeto pasivo por medio de este principio, se desvirtuaría en cuanto los
del principio de legalidad' LEA, Madrid, 1978, pág. 83. Por su parte LA ROSA aspectos esenciales del tributo no estén contemplados en la norma legal. En este
señala que: 'En efecto, si se juzga éste (el principio de reserva de ley) está sentido, un importante sector doctrinal, señala que la reserva de ley en materia
establecido en función de la exigencia de la autoimposición (es decir, de la deter­ tributaria trata de fijar unos contenidos básicos del sistema tributario que salva­
minaci6n de las cargas fiscales por parte de quienes deben soportarlas) o en guarden a éste del puro deciaionismo administrativo, redundando en una mejor
gsrantla de la libertad patrimonial y de acción del ciudadano, aún admitiendo garantía de la seguridad jurl"dJca, por una parte, y en una mayor realizaci6n de la
que ésta pueda ser limitada con ley, debe, en consecuencia, afirmarse que dicho Justicia tributaria, por la otra. Vid., entre otros, los trabajos de BERLlRI, A.: 'Ap­
principio no prohibe la atribución a la Administración financiera de poderes dis­ punti...• op. cit., DUS, A.: ·Considerazioni. ..• op. cit., GONZAlEZ GARCIA, E.: 'EI
crecionales en tema de desgravaciones fiscales, puesto que éstas no sacrifican principio...• op. cit., GlANNINI, M.S.: ., proventi degli enti pubbici minori e ia riser­
ni la libertad de los ciudadanos sin la exigencia de la autoimposiciÓn·. Sin em­ va dllegge·. Riv. Olr. Fin. se. Fin. 1957, Tomo 1, PEREZ ROYO, F.: 'Fundamento y
bargo, y después de desarrollar esta construcción, LA ROSA llega a la conclu­ ámbito... • op. cíl, SAINZ DE BUJANDA, F.: 'EI Derecho, instrumento...• op. cit. y
sión de que al formar la exención parte de los aspectos negativos esenciales del los citados en páginas precedentes.
sistema tributario, éstas (las exenciones) habrán de someterse al principio de le­
galidad. Vid. 'Voz Esenzione' op. cit. págs. 572 y ss. PEREZ ROYO señala que, ( 156) En este sentido, tenemos que la mayorla de la doctrina tributaria ha sos­
en un primer plano, 'El establecimiento de una exención no afecta a esta garantía tenido que la exención está situada dentro de las materias cubiertas por la reser­
fundamental -aute>-imposición-, en la medida en que no supone instituci6n de tri­ va legal. Vid., entre otr09, AMATUCCI, A.: 'La intervención...• op. cit., pág. 29"
butos, ni aumento de la carga tributaria; según esto, no deberla comprenderse BERURI, A.: ·Appuntl...· op. cit., pág. 224; CALVO ORTEGA, R.: 'Conslderaciones
dicha materia dentro de la reserva de ley'. Sin embargo, más adelante señala sobre los presupuestos científicas del Derecho Financiero', H.P.E núm. 1, 1970,
que además de le aute>-imposici6n la reserva de lay tiene otro fundamento: 'me­ pág. 138; GlANNINI, A.D.: ·Istituzioni...· op. cit. págs. 121 y ss.; GlANNINI, M.S.:"
diante dicho principio se pretende crear las condiciones para un reparto uniforme proventi...• op. cit. págs. 10-11; GONZALEZ GARCIA, E: 'EI principio...• op. cit.
de la carga tributaria, así como pera una gestión racional de la política tributaria. pága.65-00; MICHELI, G.A.: 'Profili critici in tema di potesta di imposizione·. Riv.
Yen orden a dichas finalidades, no es en absoluto indiferente el que las exencie>­ Dor. Fin. Sc. Fin., Parte l., 1963, pág. 3; PEREZ ROYO, F.: 'Fundamento y ámbi­
nes puedan ser establecidas libremente por la Administración o por entes loca­ to... op. cit. pág. 233; VANONI, E: 'Naturaleza e interpretación...• op. cit. pág.
les'. Cfr. 'Fundamento y ambito...• op. cit págs. 233-234. 143; XAVIER, A.: 'Tipicidad y legalidad... • op. cit. págs. 1275-1276.

( 151) Recuérdese que la exención tributaria es una institución jurídica que ayu­ (157 ) Por lo que se refiere al Derecno Tributario Latinoamericano, tenemos que
da a redefinir el hecho imponible. en las conclusiones adoptadas en el simposio sobre el principio de legalidad, ce-­
lebrado en Montevideo, Uruguay, el16 de Octubre de 1986, en la tercera conclu­
( 152) Piénsese, por ejemplo, en las exenciones que configuran el mínimo no ai6n se dice: 3a.) 'La ley debe establecer todos los aspectos relativos a la existen­
tributable y su gran trascendencia en la redefinición del principio de capacidad cia, estru tura y cuantia de la obigación tributaria (prellupuesto de hecho, base
contributiva de cálculo, exonera.ciones, alícuotas), asl como jos relativos a la responsabilidad
tributaria, a la tipificación de infracciones, imposición de sanciones y estableci­
( 153) Se refieren concretamente al articulo 133.3 que dice: 'Todo beneficio fis­ miento de limitaciones a los derechos y garantías individuales'. Cfr. la Memoria
cal que afecte a los tributos del Estado deberá establecerse en virtud de ley". de dicho simposio 'EI principio de legalidad en el Derecho Trlbutario' en la que
Irrt&rvlene autores Importantes como: ATALlBA, G., DE LA GARZA, S,F., FLORES
(154) Nos referimos a MARTINEZ LAFUENTE, A.: 'EI tipo cero y las exenciones ZAVALA, E.. GARCIA BELSUNCE, H., LUQUI, J.C., PEIRANO, J.C., VALDES
tributarias' en H.P.E. núm. 84, 1983, págs. 65 y 66, Y 'Estudios sobre la jurispru­ r
COSTA~ R. XAVI~~:.A::
dencia tributarla'. Ed. Civltas, Madrid, 1985, pág. 42. PEREZ ROYO, F.: 'La Cons­
tituci6n Española y las Fuentes del Derecho'. LE.F., vol. 11i, Madrid. 1979, pág. ( 158) Vid. JARACH, D.: ·Curso...• op. cit. pág. 100 Y LA ROSA, S.: 'Voz Esenzie>­
neo op. cit. pág. lOO.

284 285
1979, págs. 21 y $S., Y SAINZ DE BUJANDA, F.: 'El Derecho, Instrumento...• op.
( 159) En este sentido, JARACH, D., señala que· ...si no hay impuesto sin ley cit. págs. 140 y $8.
que lo establezca, tampoco hay exención de impuesto sin ley que lo determine'.
Gir. ·Curso.. .' op. cit. págs. 205-206. Para MARTIN RETORTILLO, L., el principio ( 165) En este sentido, tenemos que al someter las exenciones al principio de
de legalidad en materia de exenciones es el reverso del enunciado del principio legalidad tributaria, no s610 se evitan las posibles arbitrariedades por parte de la
de legalidad de los tributos, dice: 'se trata ahora de la formulación negativa del Administraci6n, sino que también puede servir como instrumento que facilite la
principio de legalidad'. Si para establecer un impuesto hace falta una ley, con la cr1tlca a las posibles violaciones motivadas por una exenci6n que vulnere directa­
misma lógica para establecer una excepción a cualquier impuesto, que es lo que mente el justo reparto de las cargas públicas, pues debido a la necesaria publici­
en definitiva supone una exención, hará falta igualmente un precepto del mismo dad de las leyes y en tanto se manifiestan abiertamente, existe al menos la posi·
ango·. Cfr. 'La interpretación de las leyes tributarias'. RD.F.H.P., núm. 43, 1961, bllidad de atenuarlas o suprimirlas, más pronto o más tarde, bajo la presión ya
pág. 958. En igual sentido Vid., entre otros, ALBIÑANA, C.: ·Exención.... op. cit. sea de una critica científica e imparcial o bien por otra parte de los particulares
pág. 235., BONALUME, W.L.: 'Los conceptos.,,' op. cit. pág. 621., DE JUAN Y DE frente a los Tributarios competentes.
LUIS.: 'Consideraciones,," op. cit. pág. 180; GIULlANI FONROUGE, C.M.: 'oere·
cho Financiero' op. cit. pág. 353. Y TESORO, G.: 'Principi di Dlritto Tributario" ( 166) Vid. ALBIÑANA, C.: 'El presupuesto de gastos fiscales' P.G.P. núm. 1,
Marci, Bari, 1938, pág. 141. págs. 45 y 811.; DIAl LEMA, J.M.: 'Subvenciones y crédito oficial en España'.
I.E,F., Madrid, 1985, págs. n y ss.; GONZALEZ SANCHEZ, M.: 'Los beneficios
( 160) Vid. a este respecto a GONZALEZ GARCIA, E.: 'EI principio"." op. cit. fiscales y su conslderaci6n jurídica de gastos públicos' P.G.P. núm. 5, 1980,
págs. 69 y ss; y SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Reflexiones sobre un sistema de Oere­ págs. 67 Y ss.; LAGARES CALVO, M.J.; 'Incentivos fiscales a la inversión priva­
cho Tributario Español', en 'Hacienda y Derecho', 111, pág. 320. da', I.E.F., Madrid, 1974; PEREZ AOYO, F.: 'Las Fuentes".' op. cit. pág. 22.

(161 ) Cuestión distinta, y que tendremos ocasión de analizar más adelante, es (167) Si bien, tal y como certeramente pone de manifiesto GONZALEZ SAN­
determinar si la exención incide "positiva" o 'negativamente' frente a dichos CHEZ, M., la dualidad ingreso-gasto que normalmente tiene lugar en el ámbito
principios. de la actividad financiera no tiene operatividad externa, sino más bien interna, ya
que no media una traslaci6n material de recursos monetarios. Vid. 'Los benefi­
(162) En este sentido, GARCIA AÑOVEROS al comentar el artículo 10 de la cios fiscales...• op. cit. págs. 63 y 67.
L.G.T., afirma, en relaci6n a las exenciones que 'Ia exigencia de leyes conse­
cuencia más bien de los principios de generalidad, equitativa distribución y ade­ (168) Vid, ALBIÑANA, C.: 'EI presupuesto.... op. cit. págs. 45 y ss.; GONZALEZ
cuaci6n de la carga tributaria a la capacidad económica del sujeto pasivo'. Cfr. SANCHEZ, M.; 'Los beneficios fiscales ..' op. cit. pág. 67.
'Las fuentes del Derecho en la Ley General Tributaria', RD.F.H.P. núm. 54, 1964,
pág. 329. Para LASARTE 'El principio de legalidad en las exenciones debe ser (169) Cfr. GONZALEZ SANCHEZ, M.: 'Los beneficios fiscales,," op. cit. pago
entendido como una afirmación del principio de igualdad ante el trIbuto.. .' Cfr. 68.
'Legalidad tributaria en el proyecto de Constitución española de 1978', R.E.D.F.,
núm. 1978, pág. 497. En igual sentido vid., entre otros, LASARTE, J.: 'Impuesto (170) En este sentido, tenemos que el principio de igualdad, no s610 obliga a la
sobre el Lujo: Efectos del incumplimiento de un plazo reglamentario de solicitud Administración cuando actúa por vIs de aplicación o singular, sino también cuan·
de exención'. C.T. núm. 8, 1974, pág. 249, MARTIN QUERALT, J.: 'El incumpli­ do ejerce funciones normativas, exige que no pueda el Gobierno conceder exen·
miento de deberes formales en materia de exenciones tributarias' R.E.D.F. núm. ciones de forma discriminatoria, pues están sujetas a lo previsto en la ley.
5,1975, págs. 161 y ss.; y SCHICK, W.: 'La obligación.,,' op. cit. pág. 185.
( 171) En este sentido, LASARTE, J., señala que 'A nivel de pérdida o perma·
(163) Vid. a este respecto DE JUAN Y DE LUIS.: ·Consideraciones. .' op. cit. nencia de un derecho, las consecuencias del incumplimiento del procedimiento
pág. 180. no pueden dejarse al arbitrio de la Administración que crea ese procedimiento.
La tentación de sustituir el razonamiento jurldico por criterios de simplificaci6n de
(164) Cfr 'Fundamento y ámbito ... " op. cit. págs. 207 y ss. y 233 Y ss. Vid. tam­ la tarea administrativa es, no hay duda, demasiado fuerte'. Cfr. 'Efectos del In­
bi6n, en términos parecidos del mismo autor 'Las Fuentes del Derecho Tributario oumplimlento.... op. cit. pág. 256. En términos similares vid., entre otros, GIANNI­
en el nuevo ordenamiento constitucional' en 'Hacienda y Constituci6n', Madrid, NI, A.D.: 'Nascita del debito d'imposta ed esenzione nell'imposta di fabbricazio­
ne·. Riv. Dir. Fin. Se. Fin., 1954, par. 11, pág. 131 Y ss.; MARTIN QUERALT, J.: 'El
286 287
incumplimiento de deberes formales en materia de exenciones' R.E.D.F., núm. 5, es aln embargo de nuestros dlas, sino que tiene ratces bastante lejanas'. As!, la
1975, pág. 161; POTTTO, E: 'Esenzioni e poteri dell'aministrazione in ordine alla Constitución belga de 7 de febrero de 1831, señala que, 'ninguna exenci6n o re­
riscossione del tributo' Dir. e Pral. Trib., 1970, parto 11, pág 916; VILLANI, M.: 'An­ duccl6n de impuestos puede ser establecida más que por una ley'. Cfr. SAINZ
cora.... op. cit. pág. 478. DE BUJANDA, F.: 'Teoria.... op. cit. pág. 387

( 172) En este sentido vid., entre otros, GIANNINI, A.D.: 'Nascita.... op. cit. pág: ( 180) Lo que, y siguiendo a SAlNZ DE BUJANDA, 'no hace más que revelar la
132; y LA ROSA,S.: ·Eguaglianza...• op. cit. pág. 131. universalidad del dogma'. Cfr. 'Teoría ..' op. cit. pág. 387.

(173) En este sentido, vid., entre otros, LASARTE, J.: ·Efectos.... op. cit. pág. (181) AlIf, por ejemplo, la Constitución de Brasil de 1967, arto 20, núm. 2 dice:
249; MARTIN OVIEDO, J.M.: ·Reflexiones.... op. cit. págs. 626-627; MARTIN aUE­ 'La Unl6n, mediante ley complementaria atendiendo al Interés social o econ6mi­
RAlT, J.: 'EI incumplimiento.... op. cit. pág. 163; PEREZ ROYO, F.: 'Las Fuen­ co nacional, podrá conceder exenciones de impuestos federales, estatales y mu­
tes.... op. cit. pág. 21; Y PALAO TABOADA, C.: 'Las disminución retroactiva de nicipales'. La Constituci6n de Burundi de 1962 arto 101 dice 'Ninguna exenci6n o
bonificaciones fiscales y los decreto-leyes en materia tributaría" C.T. núm. 43, reducci6n de impuestos puede ser establecida sino por ley'; la Constitucl6n de
1982, pág. 174. España de 1978, art. 133.3 dice 'Todo beneficio fiscal que afecte a los tributos
del Estado deberá establecerse en virtud de ley'; La Constitución de Jordania de
(174) Piénsese, tan s610 en el grave quebranto del principio dü legalidad en su 1962, arto 118 dice 'Nlnguna persona está exenta del pago de tasas o Impuestos,
dimensi6n de generador de certeza jurídica, pues la Administraci6n podrla modi­ salvo en las circunstancias previstas por ley'; y los ejemplos podrlan multiplicar­
ficar la posición jurídica de los contribuyentes con relativa facilidad. se, Constituci6n Suiza de 1871, arto 32; etc.

( 175) Sobre esta cuestión, pueden verse los argumentos que han vertido cier­ (182) A diferencia de otros países en los cuales existe disposici6n constitucio­
tos sectores de la doctrina jurídica tributaría española en torno a la sentencia del nal acerca de esta materia, nos encontramos con otros -los más- en los que no
T.C. de 4 de febrero de 1983; B.O. E de 9 de marzo de 1983. Vid. CANO MATA, existe disposición constitucional a este respecto, aunque por lo general es el le­
A.: 'Sentencias del Tribunal Constitucional sistematizados y comentadas', Tomo gislador ordinario el que se encarga de regular lo concemiente a las exenciones
11110.1983 Enero-Junio, Edersa, 1983, págs. 96 y SS., DE LA HUCHA CELADOR, tributarias.
F.: 'Comentario a la sentencia del Tribunal Constitucional de 4 de febrero de
1983' R.ED.F. núm. 39, 1983, pág. 461; LAFUENTE, A.: 'Estudios sobre la juris­ (183) Vid. GIUUANI FONROUGE, C.M.: 'Derecho Financiero' op. cit. págs. 353­
prudencia. ... op. cito págs. 135-136; MARTIN aUERALT, J.: 'Jurisprudencia Fi· 354; LASARTE, J.: ·Efectos...• op. cit. pág. 256; MARTlN OVIEDO, J.M.: 'Reflexio­
nanciera y Tributaria del Tribunal Constitucional' Ed. Civitas, Madrid, 1983, pág. nes...• op. cit. págs. 626 Y SS.; MARTIN aUERALT, J.: 'EI incumplimiento.... op.
263 y SS.; PALAO TABOADA, C.: 'La disminución retroactiva.... op. cito págs. 172 cit. págs. 1~159; POMINI, A.: 'Note sull'attívitá discrezionale della pubblica
y ss. ammlnistrazlone in materia tributaria'. Riv. Oir. Fin. Sc. Fin., 1962, Parto l., págs.
175 y SS.; SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Teoría.... op. clt. pág. 389.
(176) En este sentido, PALAO TABOADA, C., señala que 'Ia supresi6n de la
exenci6n implica un aumento de la imposición, equivalente a estos efectos a un
nuevo impuesto para los sujetos afectados' Cfr. 'La disminuci6n retroactiva.... op. (184) Sobre esta cueati6n vid., entre otros, GIULlANI FONROUGE, C.M.: 'Dere­
cito pág. 167. cho Financiero' op. oito págs. 353 y ss.; KRUSE. H.W.: 'Derecho Tributario' op.
cIt págs. 162 y as.; POMINI, R.: 'Note sull'attivitá...' op. cit. págs. 175 y 118.;
(177) Vid. El Capitulo 11, punto V de la presente investigación. SCHICK, W.: 'La obligaci6n de las autoridades.... op. cito páa. 187.

( 178) Hemos de señalar que en la elaboración de este eplgrafe, hemos tomado (185) Vid. LASARTE, J.: 'Notas sobre los principios del ordenamiento tributario
como base los esquemas ideados por SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Teorla.... op. cit. y la politica fiscal, seguida en relaci6n con el desarrollo industrial' R.D.F.H.P.
págs. 386 yss. núm. 78, 1968, págs. 1293-1294; NEUMANN, P.: 'La Admlnistraci6n reguladora
de la economía' Est Administrativos, Madrid, 1967, págs. 142 y ss.; XAVIER, A.:
( 179) A lo largo de este apartado hemos analizado la diversificación material 'Tlpicidad y Legalidad...• op. cit. págs. 1286 y ss.
del principio de legalidad tributaria en los modernos textos constitucionales; pero
y aiguiendo a SAINZ DE BUJANDA, • en relación a la exención este fen6meno no
288 289
( 186) En cuanto a este problema entendemos que, si bien es cierto que la
exención tributaria, manejada como instrumento de política económica se aviene posible ilegalidad o injU8tioía. Vid. a este respecto, entre otros, GONZALEZ GAR­
mal con el principio de legalídad tributaria, al menos si éste actúa en su forma CIA, E: 'EI Principio...• op. cit. págs. 73 y 88.; UCCAROO, G.: 'Introduzione allo
tradicional, pero por otra parte no se nos escapa el peligro que surgirla con la ab­ studio...• op. cit. pág. 55; MARTIN OVIEOO, J.Ma.: 'EI principio....• op. cil pág.
dlcaci6n de las facultades inherentes al Parlamento y el manejo discrecional del 501 Y ss.; MIR DE LA FUENTE, r.: 'Incidencia de la Constitución de 1978 en el
Ejecutivo en esta importante materia, por lo que habrán de buscarse puntos de sistema de recursos administrativos' en 'Hacienda y Constituci6n' obra conjunta,
equilibrio. soluciones poderadas. que el Derecho Financiero ha de ofrecer, máxi­ I.E.F., Madrid, 1979, págs. 537 y SS.; PEREZ ROYO, F.: 'Fundamento y ámbito...•
me cuando el respeto a los derechos fundamentales del ciudadano sigue siendo op. cit. págs. 217 Y ss.; RAMALLO MASSANET, J.: 'Seguridad Juridica, Jurados
uno de los postulados sobre los que se asienta la organización de las comunida­ Tributarios y Recursos de Agravio', en H.P.E. núm. 21, págs. 101 y ss. y XAVIER,
des políticas en casi todo el mundo y ello asegura la necesidad de respeto a la A.: 'Legalidad y Tipicidad...• op. cit. págs. 1281 y ss.
vigencia del principio de legalidad. Vid. al respecto SAINZ DE BUJANDA, F.: 'EI
Derecho, Instrumento...• op. cit. págs. '41 Y ss. (193) Vid. SAINZ DE BUJANDA, F.: Reflexiones... op. cil págs. 314 y 315.

(187) Cfr. DE JUAN Y DE LUIS.: 'Estudio jurídico...• op. cit. pág. 181. (194) Cfr. LEGAl YLACAMBRA, L: ·Filosofla...• op. cit. pág. 613.

( 188) El reconocimiento del principio de seguridad jurídica entre -los derechos (195) SAINZ DE BUJANDA, F., señala, como actividad normativa arbitraria: a)
naturales e Imprescriptibles del hombre- por parte de la Declaraci6n del Hombre La anti-iusnaturalista; b) La material y formalmente anticonstitucional; c) La regla­
y del Ciudadano (Vid. La Declaraci6n de Derechos del 26 de Agosto de 1789 mentaria ilegal; d) La reglamentaria antijjuridíca; y. como actividad aplicativa fru·
concretamente los artículos 2.7 Y8), ha tenido como lógica consecuencia conec­ to de la arbitrariedad menciona: a) Los actos administrativos ilegales: y b) Los ac­
tar desde antiguo su estudio al nacimiento del Estado liberal de Derecho, y por tos adminmrativos antlJurldicos. Cfr. ·Reflexlones...' "p. Cit. págs. 2B7 y SS., 305 Y
añadidura, al conjunto de principios filosóficos, politicos y econ6mlcos que, con ss.
base en el movimiento ilustrado, conforman dicha concepci6n del Estado.
(196) Vid. por ejemplo, XAVIER, A.: 'Legalldad y Tiplcldad.. .', op. cil pág. 1284.
( 189) Asl, pues, en un Estado de Derecho el ordenamiento jurídico pretende
producir seguridad. La esencia y razÓn de ser de la seguridad jurídica estriba (197) Cfr, XAVIER, A.: 'Legalidad y Tlpicidad..' op. cit. pág. 1281.
precisamente en establecer un Derecho 'claro' e 'inequlvoco', Un Derecho cierto,
no arbitrario. (198) Vid. por ejemplo, GONZALEZ GARCIA, E.: '8 principio...' op. cit. págs.
74 y SS.; MAfmN OVIEDO, J. Ma.: 'EI principio..' op. cit. pág. 499; PALADIN, L:
(190) Cfr. LEGAl y LACAMBRA, L.: 'Filosofía del Derecho', 2a. Ed. Bosch, 'JI principio cos1ituzionale de Eguaglianza', Giuffré, Milán, 1965, pAga. 330 y SS.;
Barcelona, 1963, págs. 583 y ss. SAINZ DE BWANDA, F.: ·Reflexiones...• op. cít págs. 313 y ss. XAVIER, A.: 'le­
gaJldad y Tiplcidad.. .' op. cit. pá98. 1283 Y ss.
( 191) Vid. MARTIN OVIEDO, J. Ma.: 'EI principio de seguridad jurídica, en Dere­
cho Fiscal', Rev Der. Priv., Tom. L1V, 1970, págs. 1040 y 1041" e Idem, Idem, en (199) Cfr. 'Teoría. ..• op. cit. pág. 403.
'Memoria' de la Asociaci6n Española de Derecho Finaciero, Madrid, 1973, págs.
498 y ss. (200) Cfr. GONZALEZ GARClA, E.: 'EI principio...' op. cil pAgo

( 192) Cfr. LEGAl y LACAMBRA. L.: ·Filosofía.,,· op. cit. págs. 583 y ss.; del mis­ (201) Sobre esta cuasti6n vid. en un plano más general SAINZ DE BUJANDA,
mo autor, 'EI Derecho, la Justicia y la seguridad', en Humanismo, Estado y Dere­ F.: ·Reflexiones.. .' op. cit. págs. 289 y ss.
cho, Barcelona, 1960; y PEREZ DE AVALA, J.L. Y GONZALEZ GARCIA, E:
'Curso.. .' op. cít. pág. 29. As!, pues, tenemos que la arbítrariedad hace referencia ( 2(2) Vid. Capitulo 111, punto 10. inciso E) Y punto 20. inciso C), apartado a' de
al comportamiento de los Poderes Legislativo y Ejecutivo. Mientras que la certeza nuestra investigaci6n.
es una situación social como consecuencia de la actividad legislativa y ejecutiva.
No basta que dichas actividades no sean arbitrarias, sino que hace falta que pro­ ( 203) En este sentido tenemos que 'la ooguridad no es compatible con la arbi·
duzcan, en el destinatario de la norma y el sujeto pasivo de la relaciÓn jurídica, trarledad o, 81 88 prefiere, la arbitrariedad engendra Inevitablemente inseguri·
certeza. Y aún no basta c.on ello. Deben existir medios para reaccionar frente a la dad·.Cfr. SAINZ DE BUJANDA, F.: ·Reflexiones...' op. cit. pago 295.

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(211) Después de cuanto llevamos dicho, no resulta dificil advertir que el prin­
(204) Tenemos así, que la primera exigencia de las enumeradas por SAINZ DE cipio de seguridad jurldica se enlaza perfectamente con el de reserva de ley, que
BUJANDA se encuadra dentro de la Interdicción de la arbitrariedad en su fase o requiere certeza en la regla del derecho y prohibe fórmulas proclives a la
esfera normativa. arbitrariedad.

(205) Vid. SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Teoría.. .' op. cit. pág. 442. ( 212) Por otra parte, resulta claro que, en la medida en que esos principios
queden expfcltamente recogidos en' textos positivos, generalmente de rango
( 206) En este sentido, y en un plano más general SAINZ DE BUJANDA señala constitucional, quedarAn recortadas las exigencias de tipo material. y ensancha­
que 'cabe, por tanto, que, desde este punto de vista, hablemos de una arbitrarie­ das las de tipo formal, toda vez que al conculcar los órganos estatales cualquiera
dad del legislador al elaborar normas con rango formal de ley y de una arbitrarIe­ de esos principios e&tarán, a la vez, cometiendo una violación a las exigencias
dad de la Administración en el despliegue de su potestad reglamentaria, esto es, de tipo forma', concretamente al principio de jerarquía de las normas que, como
al producir normas jurídicas de rango subordinado'. Cfr. ·Reflexiones...• op. cit. ya vimos, obliga a la observancia de las de tipo constitucional. Vid. a este respee­
pág. 300 to, SAJNZ DE BUJANDA, F.: ·Reflexiones...• op. cil, pág. 322.

(207) Efectivamente, tal y como señala SAINZ DE BUJANDA 'Las normas jurídi­ ( 213) Después de cuanto llevamos dicho, resuta muy interesante ver como el
cas aparecen jerarquizadas dentro del ordenamiento, lo que establece entre ellas principio de seguridad jurldica además de tener una importante conexión con el
un sistema de conexiones formales que la autoridad ha de respetar en su actua­ principio de reserva de ley, opera como un puente para que 105 principios gene­
ción. Cuando ésta se produce con vulneraoión de esas conexiones, el acto será rales que informan el ordenamiento tributario desemboquen en la norma de
irregular o defectuoso, es decir, arbitrario". Cfr. 'Reflexiones... ' op. cit. pág. 300. exención.

( 208) Concretamente capitulo 111, punto 2, inciso d). ( 214) En este sentido, tenemos que la norma de exención no viene a decir si se
estA o no fuera del ámbito que configura el hecho imponible, sino mAs bien si se
( 209) En este sentido, también podrlamos hablar de actuación arbitraria -jurídi­ está o no dentro de la esfera de la imposición,
camente irregular- por parte de la Administración cuando ésta hace uso indebido
de las facultades en materia de creación, modificación o supresión de exenciones (215) Vid. en un plano más general, SAINZ DE BUJANDA, r.. 'HeTleXIOnes...·
que el legislador tributario la haya delegado; es decir, cua"do el resultado de la op. cit. págs, 312-313.
actividad normativa de la Administración en esta materia, exceda los estrictos lí­
mites de la ley delegante, pues de ser así se estaría vulnerando una norma de (216) Piénsese tan &610 que si ya gran parte de los malentendidos -por no decir
rango superior -la delegant&- y, por tanto, contraviniendo el principio de jerarquía tratamientos arbitrarios- que se producen en materia de exenclones encuentran
normativa. Por otra parto, resulta claro que el principio de respeto al orden jerár­ su raíz en una excesiva Indeterminación conceptual de nuestro instituto por par·
quico de las normas no s610 va dirrgldo a la Administración sino también al legis­ te de la Administración pública encargada de su aplicación, toda esta problemá­
lador ordinario en el sentido de que éste en el proceso de elaboración de una tica se agravarla notablemente si además la norma de exención fuese redactada
exención está vinculado e una serie de exigencias formales que le vienen señala­ de forma ambigua e indeterminada. SerIa como echar más leña al fuego,
das en un ordenamiento jurldlco jerárquicamente superior, a saber: el ordena­
miento constitucional. Así, por ejemplo, será arbitrario el acto de creación de una (217) En este sentido, vid los argumentos esgrimidos en el punto 2, inciso cl.
norma de exención cuando éste aparezca desconectado al procedimiento que a apartado A~.
G$los efectos señale la Constitución, o bien, si en la elaboración de dicha norma
no se han respetado una serie de principios insertos de forma exresa en el or­ (218) En este sentido, tenemos que buena parte de la doctrina es opuesta a es­
denamíento constitucional -igualdad, generalidad, capacidad contributiva, etc.­ ta clase de delegaciones o autorizaciones de carácter más o menos general, en
cuanto Implica, por una parte, una abdicación de facultades del legislador tribu­
(210) Por su parte, SAINZ DE BUJANDA al hablar en un plano más general nos tario y se acentúa ei peligro de un manejo arbitrario por parte de la Administra­
dice que 'en esta hipótesis, la arbitrariedad no consiste en establecer una norma cl6n en el ejercicio de sus potestades normativas en esta importante materia, por
eglamentaria contraria a la ley, sino en crear normas jurídicas de carácter gen&­ otra. Sobre esta cuestión vid., entre otros, ALBIÑANA, C.: 'La exención...• op. cit.
ral que no puedan invocar el amparo o fundamento de un precepto de rango su­ pág. 225; GIULANI FONROUGE, C.M.: 'Derecho Financiero' op. cit. págs. 353 Y
perior". Cfr. 'Reflexiones... • op. cit. pág. 301 .. ss.; KRUSE, H.W.: 'Derecho Trlbutarío' op. cit. págs. 162 y SS.; LASARTE, J.: 'E­

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fectos.. .' op. cit. pág. 256; MARTIN OVIEDO, J.M.: ·Reflexiones.... op. cit. págs.
626 y ss.: MARTIN QUERALT, J.: 'EI incumplimiento.. .' op. cit. págs 158 159; PO­ es, 'que los contribuyentes beneficiarios de la exención puedan disfrutar de ellas
MINI, R.: 'Note sull'attivitá.. ' op. cit. págs. 175 y ss.; SCHICK, W.: 'La obligación directamente, por obra de la ley, sin necesidad de previa declaraci6n administra·
de las autoridades .. .' op. cll. pág. 187. tiva·. Sin embargo, tal '1 como pone de manifiesto este autor, no ocurre siempre
as\. 'En ocasiones, las personas a quienes genéricamente se concedan exencio­
(219) En este sentido, ciertos sectores de la doctrina han destacado la necesi· nes subjetivas vienen legalmente obligadas a solicitar y a obtener de los 6rganos
dad, en materia de exenciones, de eliminar cualquier indicio de discrecionalidad de gestión tributaria una declaración favorable al disfrute de la exenci6n. Esta ha
por parte de la Administración. Vid. los autores enunciados en la cita precedente. de pedirse a través de un procedimiento en el que los interesados acrediten que
Por otra parte, hemos de hacer notar que todas las ideas apuntadas en este aparo reúnen las oircunstancias que la ley establezca como presupuesto para el disfru­
tado -de producción normativa- son igualmente predicables para la Administra­ te. Se trata, pues, de un acto puramente 'declarativo', que ha de ajusta,rse estric­
ci6n ~n uso de sus facultades reglamentarias con el fin de regular los aspectos tamente a lo previsto en las normas jurldicas que decreten la exención. Las exen­
formales -esto es, aquellos que posibilitan la realizaci6n de los derechos '1 debe­ cIones objetivas no necesitan nunca una previa declaración adr)1inlstrativa de es­
res reconocidos por la norma de exención· que habrán de girar en torno de la te género. Pero es posible que la ley exija en cada caso la declaración de los in·
exenci6n tributaria. teresados a los órganos de gestión del tributo con fines de control. La declara­
ci6n administrativa no suele exigirse en las exenciones subjetivas reconoeidas
(220) En este sentido, y de acuerdo con LOZANO SERRANO, C., tenemos que por la ley en forma individualizada, esto es, en favor de una entidad determina­
el aplicar una exención no debe revestir ninguna peculiaridad respecto a los su­ da. Es frecuente, en cambio, que se imponga, con los fines de control 'la expre­
puestos en que la realizaci6n del hecho imponible genere el nacimiento de un sados, en las exenciones subjetivas reconocidas en favor de determinadas cate­
deber de pago a la Hacienda Pública. Vid. 'Exenciones tributarias...• op. cit. pág. gorlas de sujetos'. Cfr. 'Teoría.. .' op. cit. pág. 461. De todo lo dicho por SAINZ DE
52. En términos generales vid., entre otros, D'AMATI, N: ·Fondamento•. .' op. cil BUJANDA se desprende con claridad lo que venimos propugnando, esto es, que
págs. 472 y ss.,·Las exenciones.... op, cil págs. 441 '1443 Y 'Riattivazione di sta­ la exenci6n deriva directamente de la ley, y el hecho de que la Administraci6n tri­
bilimenti industriali ai finl delle agevolazionl tributarle per iI mezzogiorno' Dlr. e butaria aparezca con mayor o menor número de potestades, o incluso siendo neo
Prat. Trib., 1976, T. 11, pág. 357; GIANNINI, A.D.: ·Nascita..' op. cit. págs. 132­ cesario el despliegue de la actividad de la Administración a efectos de configurar
133; LA ROSA, S.: ·Eguaglianza.. .' op. cil págs. 131; paTITO, E.: 'Esenzlone e el presupuesto de hecho exento ·porque forma parte del mismo- su función en
poterL ..' op. cit. págs 910 y ss. Por su parte SAINZ DE BUJANDA, F.: señala que torno a la exención, no reviste ninguna peculiaridad con respecto a su actuaci6n
en los supuestos en que debe exigirse el gravamen; es decir, las genéricas po­
'De igual modo que la recaudación del tributo -entendida esta expresi6n en 8U
sentido lato, de procedimiento dirigido a hacer efectivas las prestaciones tributa­ testades de comprobación, inspección y control a efectos de comprobar la co­
rias- puede dar origen a nctos administrativos de diverso contenido y efectos, en­ rrecta actuaci6n del sistema tributario.
tre los que destaca el acto IIquidatorio en estricto sentido, la exenci6n provoca un
procedimiento administrativo complejo, en el que adquiere una especial signifi­ ( 223) VId. a este respecto paTITO, E.: 'Esenzioni e poteri.. .' op. cit. pág. 912.
cación el acto de reconocimiento o denegación de la exención'. Cfr. 'Teorla ..' Por 4U parte LOZANO SERRANO, C.: señala que 'el hecho de que ésta ­
op. cit. pág. 463. refirl6ndose a la Administración Financiera· aparezca con mayor o menor número
de potestades, o incluso 'concediendo' la exenci6n, no reviste ninguna
(221) En cuanto a esta cuestión hemos de apuntar que s610 empíricamente se peculiaridad con respecto a su actuación en los supuestos en que debe exigirse
puede hablar de un 'derecho a la exención', 'la que técnicamente no existe. VId. el gravamen. No en vano se ha destacado 'la la necesidad, en materia de
a este respecto, entre otros, DUS, A.: 'Le agevolazioni fiscali' en Rlv. guardia Fin. exenciones, de unos procedimientos que eliminen cualquier indicio de discrecio­
1962, pág. 579 (cita es1Taide de la obra de LA ROSA, S.: ·Eguaglianza.. .' op. cit. nalldad adminlstrativa..•• Cfr. 'Exenciones tributarias.... op. cit. pág. 52. En térmi·
pág. 132 nota 23); O'AMATI, N.: 'Sulla revocabilitá delle agevolazioni per nce similares vid., entre otros, GIUUANI FONROUGE, e.M.: 'Derecho Financiero'
I'importazione di macchinari industriali destinati alle regioni meridionali·. en Dir. e op. cil pág. 352; LA-SARTE, J.: 'Efectos del incumplimiento.. .' op. cit. pliga.254
Prat. Trlb., 1974, parto 11, págs. 453 y ss. GIANNINI, A.D.: ·Nascita.. .' op, cil. pág. y N.; POMINI, R.: 'Note sull'attivltá...• op. cit. págs. 175 y N.; SAINZ DE BUJAN­
132; LA ROSA, S.: ·Eguaglianza.... op. cito pág. 131: PALAO TABOADA, C.; 'La DA, F.: "feorfa...' op. cit. págs. 424, 439 Y 461; SCHICK, W.: 'La obligación de las
disminución retroactiva.. .' op. cit. págs. 164-165. autoridades...' op. cil pág. 167.

( 222) De esta forma se cumpliría con la tercera exigencia del principio de segu­ ( 224) En este sentido, tenemos que la interdicción de la arbitrariedad en la apli·
ridad jurídica en materia de exenciones apuntada por SAINZ DE BUJANDA, esto cación o Interpretacl6n de una exención por parte de la Administración Tributaria
estli amenazada, en primer término, por el simple error. Nadie puede evitarlo. El
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error, es decir, la falsa aplicación de la exención, viene favorecida en su gran ma­
yoría por una defectuosa redacción de la norma de exención por ello, como ya se
dijo -concretamente en las exigencias estructurales del principio de seguridad
jurídica en el proceso de creación de exenciones tributarias- será necesario, al ( 226) De esta forma se verla plasmada la cuarta exigencia que SAINZ DE BU·
menos, que los elementos estructurales que configuran el presupuesto de hecho JANDA señala para que las exenciones sean acordes oon el principio de seguri­
de la exención se determinen con la debida precisión En segundo término, la se­ dad Jurídica, esto es, 'Que en la hip6tesis de que la declaraci6n administrativa de
guridad jurídica se verá amenazada cuando la Administración Tributaria se exce­ la exenoi6n sea por alguna raz6n indispensable, el ordenamiento habilite recuro
da en el uso de sus facultades discrecionales en materia de exenciones, cosa 60$ administrativos y Judiciales frente a los actos relativos en la materia'.

que ocurre con mucha frecuencia, no en vano -vid. cita precedente- se ha desta­
cado ya la necesidad, en esta materia, de unos procedimientos que eliminen (2Z7) Vid. entre otros, GIANNINI, A.D.: ·Nascita...• op. cit. págs. 131 y ss.; LA­
cualquier Indicio de discrecionalidad administrativa. Por último, la aplicaci6n o SARTE, J.: 'Efectos del incumplimiento... • op. cit. pág. 256: MARTIN QUERAlT,
interpretaci6n arbitraria de una exenci6n tributaria se puede dar devido a la pre­ J.: 'Ellnoumpllmlento de deberes...• op. cit. págs. 158 y ss.; VILLANI, M.: 'Anco­
valencia de criterios marcadamente "flscalistas' en la resolución de controversias ra...' op. cit. pág. 478.
entre Admlnistraci6n y contribuyontes que tanto se dA en nuestra época. Sobre
estas cuestiones vid. en un plano más general, POTl-TO, E.: 'Esenzloni e pote. ( 228) En este sentido, SAINZ DE BWANDA pone de manifiesto 'Ia amenaza
ri...• op. cit. pág. 905 Y ss.; SCHICK, W.: 'La obllgacl6n de las autoridades...• op. que para la seguridad jurídica puede representar la eventual supresi6n de recur­
cil págs. 183 y es. sos en materia de reconocimiento de exenciones, dado que, imperando en ellas,
con todo rigor, el principio de legalidad, toda la actuación admlnstratlva en la
(225) En este sentido, SAINZ DE BUJANDA, F. señala que "la legislación de los materla es, por esencia, susoeptible.de revisi6n jurIsdiccional'. Cfr. 'Teoría...' op.
distintos países organiza esa labor atendiendo a la estrctura de cada sistema y a oll pág. 463. En términos similares vid. entre otros, LA ROSA, S.: 'In Tema di
las peculiares modalidades que ella imponga a la actuación administrativa. No aooertamento delle esenzloni' Glur. 11, 1968, T.I., Vol. 1, pág. 123; Y PEREZ DE
obstante, puede afirmarse que, en términos generales, las facultades de la ins­ AVALA, J.L: ·Prólogo...' op. cil pág. XIV.
pecci6n del tributo en materia de exenciones se desenvuelven en tres fases fun­
damentales. La primera se refiere a la comprobación de las condiciones para el (229) Piénsese tan solo en el oaso en que la Adminstraci6n Tributaria reconoz­
disfrute de las exenciones subjetivas y suele traducirse en actuaciones que sir­ oa de toma arbitrarle una exenci6n a un contribuyente que de aouerdo con la
van de fundamento a la resoluci6n administrativa de reconocimiento o denega­ norma de exencl6n no se enouentra dentro de su presupuesto -subjetivo u objeti­
cl6n. La segunda gira en torno a los hechos imponibles exentos y al comporta­ vo da igual- de hecho. En este sentido, vid. el ejemplo que nos da SCHICK, W.
miento tributario de los titulares de exenciones subjetivas y puede, consiguiente­ 'La obligación de las autoridades.... op. oit. pág. 187.
mente, dar origen a propuestas de IIquldaci6n de ouotas cuando en tales esferas
se hayan producido, a juicio de la inspeoción, infraoclones de las normas tributa­ (230) De esta forma se oubre la sexta exigencia que señala SAINZ DE BUJAN­
rias. La tercera, en fin, se produce para oomprobar el mantenimiento de las oon­ DA para que las exenciones sean acordes con el prIncipio de seguridad jurldlca:
dloiones de disfrute que en su día, hubieran servido de base para el reconooi­ esto es, 'que los litigios en materia de exenciones se resuelvan, agotados los re­
miento administrativo de la exenci6n. En ooasiones, la labor inspectora en senti­ cursos administrativos, en la esfera jurisdiccional'.
do estricto ha de aoompañarse de informes emitidos por 6rganos consultivos a
los que la ley especialmente confla el estudio y asesoramiento en cuantos asun­ (231) Vid. a este respecto, en un plano general a GONZAlEZ GARCIA, E.: 'La
tos se refleren al estatuto jurídico espeoial de las entidades a las que genérica­ revisi6n de aotos tributarios.... op. cit. y 'El prinoipio.... op. cit. pág. 80.
mente se concedan exenciones de tipo subjetivo'. Cfr. "Teoría...• op. cit. págs.
462-463. De lo anterior se desprende como la exenci6n provoca, al igual que el ( 232) Cfr. GONZALEZ GARCIA, E. 'EI principio.... op. cit. pág. 80.
tributo, todo un complejo procedimiento administrativo ouyo fin último es verificar
el correcto cumplimiento de las normas tributarias, incluso cuando la actuaoi6n (233) De esta forma cumplimos con la exigenola número 2 que señala SAJNZ
de la Admlnístraci6n resulta indispensable a efectos de oonfigurar el presupuesto DE BUJANDA, es decir, que las exenolones tengan publioidad.
de hecho de la exención -piénsese, por ejemplo, en el caso en que la exenci6n
se conoreta por medio de un contrato celebrado entre la Administraoi6n y el con· ( 234) Con esto se cumplirla la quinta exigencia señalada por SAINZ DE BU­
tribuyente ouya instrumentación tiene por origen la norma de exención-o Eviden­ JANDA, esto es, 'que llevado a cabo el reconocimiento de la exencl6n no puedan
temente, la exenoión tributaria genera múltiples e interesantes problemas en rela­ producirse modlfioaclones arbitrarias en el estatuto jurídico de los sujetos favore­
ci6n con la actuaci6n de la Admlnlstracl6n, pero como se podrá comprender su cidos por ella'.
análisis exiglria una investigaci6n especifica. que no es la que ahora nos ocupa.
296 297
(235) Así, en la 'Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano' de excepci6n, están llamados a contribuir, si al mismo tiempo no se afirma que "to­
1789, en su llrtículo 13 se dice que 'para el mantenimiento de la fuerza pública y dos', sin excepci6n, disponen de capacidad eontributiva, lo cual no siempre es
para los gastos de la Administración es indispensable una contribución común, asr. Cfr. 'Aproxlmaci6n al principio eonstitucional de igualdad tributaria' en 'Seis
que debe ser igualmente repartida entre ·todos' los ciudadanos en razón de sus Estudios sobre Derecho Costitueional e Internacional Tributario'. Ed. Edersa, Ma­
posibilidades'. drid, 1980, pág. 125. En términos similares vid., entre otros, D'AMATI, N.: 'Sche­
ma costituzlonale dell'attivita impositiva', en Dlr. e Pral Trib.; 1964, parto 1, pág.
(236) En este sentido, los privilegios exoneradores, la discriminación personal 473; Y NEUMARK, F.: ·Principios...• op. cit. págs. 109 y ss.
por razón de casta, profesi6n, religi6n, etc., que tanto proliferan en épocas y paí­
ses de organizaci6n política absolutista, pugnan y son contrarios a este principio, (241) En este sentido, HEINZ PAUUCK señala que 'EI principio de generalidad
pues la noción del mismo proviene en raz6n a que todos los ciudadanos son de la Impoeiclón 8lgniflca también que la earga tributaria no ha de imponerse ar·
'iguales' ante la ley. De esta forma, el principio de generalidad hunde sus raíces, bltrarlamente, sino de modo igual -ajustado a la capacidad contributiva personal­
en la propia concepción del Estado de Derecho y de ahí que, como señala SAINZ de suerte que el sacrificio económico que el individuo ha de soportar en forma
DE BUJANDA, cuando más enérgicamente se sintió la necesidad de consagrar de Impuesto sea Igualmente gravoso para todos (principio de la imposlci6n en
constitucionalmente esta principio fue en los albores del Estado de Derecho. Cfr. proporcl6n a los haberes). En tal sentido, el principio de generalidad comprende
·Notas...• op. cit. pág. 184. 1mIsmo tiempo al de igualdad V justicia de la Imposici6n...•. Cfr. 'La ordenanza
tributaria...• op. cft. págs. 47 Y 48. En términos similares vid., entre otros, LEJEU­
( 237) Vid. WAGNER, A.: 'La sclenza delle Finanze' Bib. Económica, Vol. 10, NE VALCARCEL, E.: ·Aproximaci6n...• op. cit. pág. 125; MICHELI, G.A.: ·Uguagli·
parte 2a., seco 10.; págs. 885 y ss. anza di trsttamento, capacitá contributiva e presunzioni di legge (a propósito
dell'art 31 , commi 1 e 2 della legge tributaria delle successionij en 'Opere minon
(238) Por su parte, HEINZ PAULlCK señala que el pricipio de generalidad "sig­ di Dlrltto Tributarlo' Giuffré, Milán, 1982, P'gs. 198 y ss.
nifica que todos aquellos en quienes se cumpla la situaci6n de hecho a la que la
ley vincula el deber de prestación están obligados, sin discriminaci6n alguna, a (242) En este sentido, para que la exención tributaria sea respetuosa con el
contribuir a las cargas públicas. Con ello quedan eliminados los privilegios tribu­ prineipio de generalidad, deberá estarse a lo que resulte de su fundamento, pues
tarios de individuos, estamentos o clases y se proclama su validéz y obligatorie­ tal como señala NEUMARK 'El principio de generalidad impositiva exige que, por
dad generales de las disposiciones jurídico-tributarias, no en el sentido de que una parte, todas las personas (naturales o jufldicas) en tanto tengan capacidad
todos estén sometidos a todas las leyes tributarias y puedan ser gravados eon to­ de pago y queden tipificadas por una de las razones legales que dan nacimiento
dos los impues-tos, sino en el de que ello acontece únicamente cuando se realice a la obligaci6n tributaria, sin que se tengan en cuenta para ello criterios extraeco­
en cada caso concreto el presupuesto de hecho tributario'. Cfr. 'La ordenanza tri­ n6micas, -extrajurídicos, dir'íamos nosotros- (-tales como nacionalidad jurídica,
butaria de la Repúbliea Federal Alemana. Su funci6n y significado para el Dere­ amento y clases sociales, religión raza, etc.-) sean sometidas al gravamen tri­
cho Tributario'. I.E.F., Madrid, 1980, pág. 47. butarlo y que, por otra parte, no se admitan en el marco de un impuesto particu·
lar otras exenciones a la obligación tributaria subjetiva y objetiva, que las que pa­
( 239) A pesar de que ya en tiempos relativamente remotos hubo defensores de rezcan inexcusables por razones de política económica, social, cultural y sanita­
un mlnimo de existencia libre de impuestos, -tal es el caso de BENTHAM, JUSTI, ria o por imperativo de la técnica tributaria'. Cfr. ·Principios... • op. cit. págs. 109 y
SONNENFELS y SISMONOI· lo cierto es que este concepto fue combatido hasta as. El contenido.
finaJes del siglo pasado por innumerables economistas de la escuela liberal; su
actitud se debla a que tomaban al pie de la letra la generalidad, cosa que tal vez (243) En este setido vid., entre otros, ALBIÑANA, C.: 'Sistema Tributario espa­
fuera 16gica y defendible en la época del Estado Burgués pero que, y de esto no ñol y comparado' . 2a. ed. Ed. I.C.E., Madrid, 1983, págs. 17 y 33; del mismo au­
cabe duda alguna, ya no es sostenible en la época del Estado social o en el inter­ tor 'Derecho Flnaneiero y Tributario' vol. 1. Ed. U.N.E.D., Madrid, 1982, pág. 324;
vencionismo social en que vivimos. Vid. a este respecto, entre otros, NEUMARK, (Hemos de seflalar que este autor en las dos obras citadas cambia su posición
F.: ·Principios.... op. cit págs. 15 y ss. original con respecto a este tema, pues en el artículo 'Exenci6n del impuesto' op.
oit pág. 234 decla que 'EI pricniplo de generalidad de la imposici6n no queda
( 240) En este sentido, SAINZ DE BUJANDA señala que 'el principio de genera­ desconocido por la exlsteneia de exenciones, siempre que la causa de éstas sea
lidad sólo puede ser rectamente compendido en el marco de la capacidad contri­ objetiva e Impersonal',) DE LA NUEZ, P.: 'Estudio jurídico de las exenciones fis­
butiva'. Cfr. ·Notas...• op. cit. Tom. 1, Vol. 20., pág. 195. De ahí la afirmaci6n de cales en el Derecho Tributario español' XI Semana E.D.F., Madrid, 1964, pág,
lEJEUNE VALCARCEL en el sentido de que 'no puede afirma.rse que 'todos' sin 207; MUÑOZ DEL CASTILLO, J.L.:·Las sociedades en el impuesto sobre transmi·
298 299
sienes patrimoniales' Ed. I.E.F, Madrid, 1975, pág. 150; TAMAGNO, R. 'Exencio­ ( 246) A este respecto, creemos que resultan muy Interesantes 188 obeervacio­
nes Tributarias". Enc. Jur. Omeba, Tom. XI 32; págs. 497 y 498; UCKMAR, A.:"Le nea de LOZANO SERRANO al decir que 'la normas en materia social y económi­
agevolaziúni ... • op. cil. págs. 310 Y 311. Por otra parte, hay un grupo de autores ca -como son las tributarias- presentan un carácter polivalente derivado de la re­
que si bien, en principio, señalan que la exención choca con el principio de ge­ cepción que se hace de estos derechos y deberes en la Constitución. A diferen­
neralidad, seguidamente matizan su posición; así, por ejemplo, PIQUERAS BAU­ cia de los derechos clvíles y politicos, cuya formulaci6n suele ser más precisa y
TISTA si bien las encuadra en un concepto amplio de privilegio, por otra parte univoca, imponiendo el legislador un limite negativo de abstención frente a su
suaviza su posición al señalar: 'Aún admitiendo la exención subjetiva concreta eJercicio, en los derechos de contenido económico, comenzando por el de la
como un privilegio, y aplicando el concepto de "Lex singularis' a la establecida propiedad, se exige a la ley una intervención positiva para enmarcarlos y definIr­
en contemplación de un sólo sujeto... no puede negársele un cierto sentido de los. Intervención que persigue, sobre todo, establecer su peso relativo y su con­
generalidad desde el punto y hora en que responde a la voluntad general que ri­ tenido con respecto a otros principios o derechos contrapuestos, y de cuyo equi­
ge la comunidad y contemplan los casos jurídicos no en todas sus particularida­ librio resultará el orden social y económico previsto por la máxima norma. No se
des, sino en sus elementos más destacados'. C(r. 'Duraci6n de las exenciones...• trata -entiéndase blen- de que los del primer grupo vengan ya definidos y concre­
op. ci!. págs. 311-312. En términos parecidos vid., entre otros, GIULlANI FON­ tados sin precisar un desarrollo legal que los regule, sino de que, en el caso de
ROUGE, C.M.: "Derecho Financiero" op. cil. pág. 368 y NEUMARK, F.: 'Princi­ loa segundos, dicha regulación ha de cohonestar derechos y deberes de conteni­
pios... ' op. cit. pág. 115 Y ss. do contrario procediendo a una ponderación entre ellos de la que resultará 8U
ámbito, su contenido y su propia definición'. Cfr. 'Exencionee Tributarias... • op.
(244 ) Así, por su parte, AMATUCCI, A. señala que "Es cierto que la exención cll pág8. 145-146. En términos similares vid. MOSCHETTt, F.: 'Las exenciones...•
está implícitamente prevista en una norma constitucional como la del artículo 53 op. cit. pág. 330.
de la Constitución que, si bien parece excluirla en su tenor literal establecido en
el primer apartado que 'todos están obligados a concurrir a los gastos públicos ( 247) En este sentido, resulta conveniente aclar~r que el hecho de que dicho
en raz6n de su capacidad contributiva', consiente que algunos sujetos y determi­ principio general tenga un doble sentido no debe, necesariamente, significar qua
nadas situaciones indicativas de capacidad contributiva, ya contempladas en o­ nos encontremos frente un principio cuyos elementos -uno de signo posltíVo y
tras normas, puedan no ser considerados, respectivamente, como sujetos pasi­ otro de signo negativo- 80n contrarios o incompatibles, sino más bien se conju­
vos y hechos imponibles; y esto porque la previsi6n de exenciones en el ejerci­ gan y complementan mutuamente, por lo que nos encontramos frente a un prin­
cio del poder de imposición faculta al tributo para asumir, de un modo más efi­ cipio general de carácter COrl<:urrente.
caz, la función de instrumento de política econ6mica. De donde se deriva que,
solamente en estos términos y sobre la base de consideraciones de dicha natura­ (248) Por tanto, se podrla afirmar, desde ahora, que la justificación o raz6n de
leza y ajenas al sujeto, una exención es legítima por no comportar un privilegio'. aer que gira en tomo a la producción de normas sobre exenciones puede hallar­
Cfr. ·l'interpretazione...• op. cil págs. 69-70. (sub-mio). ·se en el Intento de favorecer el cumplimiento de (a función de los sujetos legiti­
mados para ejercer el poder impositivo, pues como ya vimos, la instauración de
(245) En este punto, resulta claro que seguimos los pasos de MOSCHETTI, reglmenes de exención es una manifestación positiva del poder tributario.
quien una vez estudiada la doctrina general que gira en torno al estudio del ám­
bito y operatividad de los principios generales señala que: 'La regla general de (249) Y es que al Igual que no existla (y no existe) un principio absoluto de tu­
todos los principios generales consiste en que, aliado de un principio general de tela de la libertad y de la propiedad, misma que encuentra ciertas limitaciones de
signo positivo o negativo, existe un principio general de signo contrario que deli­ carácter general de signo contrario -como por ejemplo las penas que deben im­
mita y define al primero y que desde el plano lógico formal, lo 'general' a diferen­ ponerse por la comisi6n de hechos delictivos o aquellos que señalan limites a la
cia de lo'universal' se refiere s610 a la mayor parte de los términos de una clase y tutela civil de la posesi6n, caso del arrendamiento- la teorla que hoy se mantiene
no a todos los términos de la misma (Ad universos). Y desde la perspectiva de la Inexacta en cuanto no existe un principio general 'absoluto' de contribución al
Filosofía del Derecho, un ordenamiento jurídico puede perseguir finalidades múl· sostenimiento de los gastos públicos por parte de 'todos', Vid. MOSCHETTI, F.:
tiples las cuales, precisamente porque son múltiples y se persiguen por un mis­ 'las exenciones...• op. cit. págs. 328 Y ss.
mo ordenamiento jurídico, sólo pueden ser parciales y complementarias. A cada
una de estas finalidades parciales y complementarias corresponde un principio (250) En efecto, desde ahora estimamos que el problema estriba en que al lle­
general, que es asimismo parcial y complementario respecto a otro' Cfr. 'Las var a cabo una construcción de esta naturaleza, el legislador tributario debe tener
exenciones.. .' op. ci!. págs. 328 y ss. presente que buena parte de las exenciones fiscales son expresión concreta de
directrices fijadas en los ordenamientos constitucionales, y que precisamente
300 301
porque son de contenido diverso a otros -caso de la generalidad tributaria enten­ que 'Estados Unidos se di6 un caso de una disposición formalmente de carácter
dida en su aparente literalidad de que "todos' han de contribuir- es necesario qUG general sobre taxabllity to employee of termlnatlon payments, formulada de ma­
al analizar los principios generales del Derecho Tributario se haga prescindien. nera tan solapada que de hecho únicamente se podrla aplicar a un solo indivi­
do de las normas constitucionales de forma aislada, en el sentido que para guaro duo, A MA. LOIS B. MAYET. de Hollywood. y en cuya virtud este contribuyente se
dar o respetar la 16gica del sistema. y en su conjunto de los preceptos constitu­ ahorr6 unos dos millones de dólares en cuotas tributarias. Cfr. 'The rise and de­
cionales. deben relacionarse unos con otros. cline of the estate tax", en la publicación del Joint Economíc Committee sobre
'Federal Tax policy for economic grawth and stability·, 'Papers', Washington,
(251) Sobre esta cuestión, vid. las interesantes observaciones de MOSCHETTI. 955, págs. 156-157. Evidentemente. esto no afecta nuestro planteamiento. en
F., en 'Las exenciones...• op. cit. págs. 33(}.331. virtud de que se trata de una norma que ha nacido en la ilegalidad y nuestra teo­
rización se mueve dentro de los parámetros de un legislador 'ideal', que ha de
(252) Sin embargo, y a pesar de lo aquí dicho algunos sectores de la doctrina moverse dentro de ciertos parámetros éticos; si bien, por otra parte, este caso
jurídico tributaria sostienen que todas aquellas exenciones que no encuentren Su anecdótico nos demuestra la importancia que juegan tanto el principio de legali­
fundamento en el principio de capacidad contributiva -caso del mínimo exent~ dad como el de generalidad en esta materia.
son contrarias al principio de generalidad tributaria a lo que y siguiendo a MOS­
CHETTl, F., hemos de decir que es tan prinoipio general aquél según el cual no ( 256) AsI. pues, tenemos que el principio de igualdad surge con el propósito
deben ser gravadas 188 manifestaciones de capacidad contributiva que \\e de sustituir el anterior sistema de sociedad clasista por una nueva concepción de
encuentren debajo de ciertos mínimos. como el que se refiere a la exenci6n o la sociedad y el ordenamiento jurídico basado en la igualdad de todos los hom­
bonificaci6n de determinados tipos de manifestación de capacidad contributiva ­ bres, poniendo fin de este modo a todo un sistema de privilegios que habrla de­
créditos de favor para la construcción, aglcultura. etc.- siendo éstas -a lo Igual jado de tener fundamento y razón de ser en la nueva etapa postrevolucionaria. A­
que en el caso del minimo exento- constantes delimitaciones del principio hora bien es su formulaci6n t86rica. el principio habla surgido, sin embargo, con
general que señala el deber de "todos' a contribuir a los gastos públicos. Vid. anterioridad a la Revolución Francesa en la obra de ADAM SMITH; 'La Riqueza...•
MOSCHETTl. F.: 'Las exenciones...• op. cit. pág. 329. op. cit. libro V Capítulo 2. CFR. al respecto ERNESTO LEJEUNE VALCARCEL
'Aproxlmaci6n al principio Constitucional de igualdad Tributaria en seis estudios
(253) Véase. desde ahora, la Intima relaci6n entre los principios de generalid~d sobre Derecho Constitucional e Internacional Tributario, Edersa, Madrid, 1980.
e igualdad tributaria. Como dato complementarlo hemos de señalar que el principio de igualdad es el
principio constitucional impositivo más próximo en antigüedad. Vid. al respecto
(254) De esta forma tenemos que el principio de generalidad tributaria no q~e­ H. WILHELM KRUSE; 'Derecho Tributario' op. cit. pág. 103.
dará desconocido por la existencia de exenciones, siempre que la causa de éstas
Sea objetiva e Impersonal confirmando, de esta manera, la vaJidéz del principio (257) Creemos que en el fondo debiera ser una consecuencia natural del Esta­
de generalidad tributaria. do de Derecho en general, y de la democracia real en particular, que la 'igual­
dad de todos ante la Ley' riía también en materia Tributaria; entendiéndose que
(255) En este sentido, VANONI, E., pone de manifiesto que 'Ia exenci6n no se la Ley Tributarla ha de asegurar un igual tratamiento a todos los contribuyentes,
formula en base a consideraciones 'ad personam', sino en virtud de elementos aplicándose la misma con criterio de igualdad a todos los afectados por ella; Vid.
objetivos, considerados por abstracción como índices de diversa capacidad C()n­ GIULlANI FOROUGE; 'Derecho Financiero' op. cit. Tomo I pág. 304. F. NEU­
tributlva. El precepto que concede la exención no dice: los ciudadanos A.BC..... MARK; 'Principios' op. cit. pág. 128. Por lo que se refiere a la evolución del prin­
están exentos del impuesto; la subsistencia de tales exenciones no desvirt\Ja, cipio de igualdad puede verse, entre otros, SALVATORE LA ROSA 'Eguaglian­
pues, el carácter de generalidad de la norma impositiva, carácter que no d""be Z&. ... op. cit. págs. 97 y ss. PALADIN: '11 principio costltuzionale de Eguaglianza·.
entenderse como aplicabilidad de la norma a todos los individuos. sino co~o Milán. 1955, parte
aplicabilidad de la norma a todos los individuos que se encuentren en condie:lo­
nes idénticas. Cfr. 'Opere giuridiche' vol. 1, parto 1. 'Natura e interpretazione d~lIe (258) Tenemos, asl. que el contenido concreto del principio de igualdad se nos
leggi tributaria' Giuffré, 1961, págs. 94-95. Por nuestra parte, hemos de adv8llrtlr presenta como una cláusula general más o menos vaga, imprecisa. Vid. al res­
que a pesar de este tipo de razonamientos. la doctrina tributaria ha denunci~do pecto KLAUS TIPKE 'Principio de igualdade e idéia de sistema no Dlreito Tributa­
casos en los que aún estando regulados por una norma de exención y, por tal"tto, rio' en 'Olreito Tributario' Estudios em homenagem Ao Prof. RUY BARBOSA NO­
con carácter general se ha violado de forma flagrante en perjuicio del contrl~u­ GUEIPA, Ed. Saraiva, SAO PAULo-BRASIL, 1984.
yente el principio de generalidad tributaria. En este sentido, EISENSTEIN, sefiala
303
302
(259) AsI, por ejemplo, tenemos el caso de la jurisprudencia del B. Ver. G. -Tri­ de exención, están justificadas con vistas a conseguir las finalidades que el legis­

bunal Constitucional Alemán- que desarrolla el citado principio, tomando como lador mismo pretende obtener en base a los principios constitucionales.

punto de partida el hecho de que el principio de igualdad se inspira en la idea de Vid. op. cll págs. 384 y 385.

justicia. Por tanto. señala que hay que tratar igual lo que es igual, lo desigual s&­
gún su propia cualidad que lo determina como tal, es tan significativa en la co­ ( 266 ) Es así como se subordina y se limita la valldéz de una norma positiva a su
rrespondiente dependencia tralda a consideración, es necesario que su incardi· conformidad con principios de Justicia socialmente prioritarios, de lo cual se des­
nación sea de acuerdo con un punto de vista orientado en pensamientos de justi­ prende que lo que debe prevalecer es el principio de Igualdad material ·el legis­
cia B. Ver G. 9, 124, 129; 13,356, 362; 14,221, 240-. HW. KRUSE al examinar esta lador debe tener por iguales aquellas situaciones que sólo él, objetiva y no arbi­
posición llega alas siguientes coclusiones: trariamente puede tenerlas por iguales, dado que debe someterse a los criterios
a).-Los conceptos de igualdad y justicia no son idénticos, sino que el primero es de justicia Imperantes en el orden social· y que el principio de Igualdad formal·
un subcaso del segundo siendo aquél un mandato de éste, aunque no el único. regulación de modo Igual de aquellas situaciones tenidas por iguales por el le­
b).- El concepto o principio de justicia impositiva se sobrepone al de igualidad, gislador debe ser tan solo reflejo jurldico del anterior, por dos razones principal­
por lo que hay que estimarle conceptualmente superior. mente: a).- Porque lo arbitrarlo no es susceptible de definición mediante notas
formales, pues supone una contradicción con lo que en cada situación hist6rica
Vid. 'Derecho Tributario' op. cito págs. 104 y ss.
se considera como justo o razonable o conforme a la natural.eza de las cosas. La
( 260 ) De estas orientaciones se deduce que el principio de igualdad obliga a arbitrariedad es, asl, la negación misma del derecho. b).- La tesis de la igualdad
disciplinar en modo igual situaciones que a la luz de criterios abstractos de justi­ material es la única que permite atribuir al principio un contenido propio, ind&­
cia deben ser entendidos por iguales. Por otra parte hemos de hacer notar que pendiente y supraordenado a sus posibles especificaciones positivas. Vid. al res­
en la actualidad el citado principio está contenido en casi todas las cartas consti­ pecto G. LEIBHOLZ; 'Die Gleichheit vor dem Gesetz'; 20. Ed. Bec1<, Munich y
tucionales, en cuanto prlncpio rector del ordenamiento jurldico general. Berlln, 1959, págs. 72 y ss.; la cita es de PALAO TABOADA; 'Apogeo y crisis del
princIpio de capacidad contributiva' Vid. también PAlAOIN, '11 principio costitu­
(261) En este sentido, hemos de aclarar que no se debe confundir el principio zlonale de'eguaglianza'; Giuffré, Milano, 1965, pág. 171.
de igualdad con el principio de Identidad, ya que el principio de igualdad a
díferencla del de Identidad presupone una pluralidad de objetos que son necesa­ (267) Vid. ESPOSlTO, 'Eguagllanza op. cit. pág. 64.
riamente diversos en algunos aspectos -por lo menos en su posici6n en el espa­
cío- pero que, en virtud de ciertos criterios, deben ser de manera igual. Vld. al (268) Vid. MICHEW, G. A.: ' 'Curso op. cit. págs. 384 y 385.
respecto los comentarios de SALVATORE LA ROSA 'Eguaglianza.... op. cit. pág.
97. (269) Vid. NEUMANN; 'La Administraci6n reguladora de la Economla'; Madrid,
(262) Esta etapa es la llamada de la 'Hacienda Neutral', que debla abstenerse 1967, pág. 162.
de toda intervención en el libre juego do las fuerzas económicas y que tenía co­
mo única funci6n asegurar la cobertura de fos gastos públicos y dividir las car­ ( 270) En opinión de LA ROSA, 'La tutela de la igualdad Tributaria ha pasado del
gas según criterios de igualdad prevalentemente formal. ámbito de los tributos en particvular, a una esfera más amplia y genérica, que
abarca los efectos del sIstema tributario en su conjunto sobre las economlas de
( 263 ) Según HESSE. las igualdades o desigualdades deben ser definidas a tra­ los particulares. La pluralidad de ingresos no impide que pueda plantearse una
vés de las orientaciones culturales, filos6ficas, políticas, etc., sobre las que se valoración unitaria de su incidencia sobre los particulares contribuyentes Y una
tutela de la uniformidad impositiva que haga referencia a aquellos. Si los ideales
funda el orden social. Vid. al respecto HESSE; 'OerGleicnhitsggrundsatz 1m Sta­
tributarios del siglo pasado exigían que la uniformidad inform~o rigurosamente
atsRect' in 'Archiv des OffentlichenRechts'. 1951-52, pág. 178-179. La cita es de
la normativa de cada tributo, hoy la atribución de importantes funciones sociales
la obra de LA ROSA, 'Eguaglianza...' op. cil. pág. 82.
del instrumento fiscal implica la Iimitaci6n de la tutela de la uniformidad a la rela­
ción entre las cargas fiscales totales y la fuerza econ6mica global de los contribu·
( 264) ESPOSITO 'Eguaglianza e Giustizia' Padua 1954. págs. 17 y ss.
yentes', op. cit. pág. 34 Y 35; un interesante esquema de la slgnificacl6n origina­
rla del principio de Igualdad y su posterior evoluci6n puede encontrarse en esta
(265) M1CHELi, G. A. señala que sobre este plano, se comprende la duda for­
mulada acerca de la legitimidad constitucional de las exenciones, que violarían el misma obra.
principio de Igualdad. Pero debe considerarse, caso por caso, si las diferencias
subjetivas y objetivas tomadas en consideración por el legislador, con la norma
305
304
(271) En cuanto a la Incompatibilidad de las exenciones frente al principio de
Igualdad vid. la obra 'Exenciones impositivas' de ROBERTO TAMAGNO; en Enci­
clopedia Juridica OMEBA en /a que se citan fas opiniones en este sentido de RO­ ( 278) Desde esta perspectiva. es notorio que se adopta en buena parte la posi·
TONDI, EINAUDI y TANGORRA entre otros. págs. 497 y ss. Vid. también CESAR clón de SALVATORE LA ROSA expuesta en su obra 'Eguaglianza...' op. cito
ALBIÑANA 'Sistema Tributario español y comparado' I.C.E. Madrid 1983, pág. págs. 73y ss. 185 Y ss. Vid. también la posición defendida por PALAO TABOADA
17-18y34yas. en su obra 'Apo-geo y crisis del principio de capacidad contributiva' en 'Estudios
en Homenaje al Prof. FEDERICO DE CASTRO, T. 11 Madrid, 1976; págs. 294 y ss.
(272) En este sentido 8& IIflnna que el contenido del principio so manifiesta 379 Y ss. que si bien tilda aquella construcción de excesiva en cuanto a su
como una tendencia a lograr la Igualdad real, más que como la obligación de un formalismo, no parece estar tan alejada en el fondo.
trato igual para todos. Vid. J.L. PEREZ DE AYALA 'Las cargas públicas, principios
para su distribución' H.P.E. #59, 1979.
( 279 ) Vid. entre otros. las orientaciones dadas por ESPOSfTO, GIARDINA, HW.
KRUSE, MOSCHETTI y NEUMARK
(273) Por lo general esta posición era mantenida por la doctrina cuando el prin­
cipio de capacidad económica se entendia como plasmaclón de la justicia on el (280) Vid. DINO JARACH; 'Finanzas Públicas' Can gallo, Buenos Aires, 1978,
ámbito tributarlo. Por ello cabla plantearse la ¡nconstitucionalidad de las pág. 314.
exenciones que no respondieran a la carencia de aquella. Asl, SAINZ DE
BUJANDA; 'Teoría. ..' op. cit. págs. 395 y ss. (281 ) En este sentido MATlAS CORrES DOMINGUEZ comenta que Incluso p<r
driamos decir que el principio de capacidad contributiva es la verdadera estrella
polar del tributarista. Vid. su 'Capacidad contributiva y la técnica jurídica' en
(274) Vid. O.A. MICHELI op. clt. pág. 384 Y 385. R.D.F.H.P. # 62, 1965, pág. 989.

(275) Vid. al respecto J.L. DE JUAN Y F. DE LUIS en 'Consideraciones sobre la (282) Una buena relación de los paisos que han precisado los principios infor­
teorla de las exenciones fiscales' XI Semana de Estudios de Derecho Financiero; madores de la potestad tributaria puede encontrarse en F. MOSCHETTI en 'El
Madrid 1964, págs. 1n y ss. principio de capacidad contributiva' I.E.F. Madrid, 1980 págs. 52 y ss.

(276) En este sentido SIMONNET, al referirlse a las exenciones fiscales, señala (283 ) Así, algún sector doctrinal ha puesto de relieve la función que la capaci·
como la Igualdad fiscal no es Igualdad absoluta, sino relativa respetándose este dad económica desempeña para la realización de la efectiva igualdad de tratami­
principio si todas las personas colocadas en la misma situación son tratadas de ento, como objetivo fundamental que debe presidir la actuación de los poderes
la misma manera y sometidas al mismo régimen fiscal. AsI, añade el autor que el públicos; Vid. ABBAMONTE, G. 'Principi di Dírltto Flnanziario', Napoli, 1975, pág.
Conseil d'Etat ha admitido en su 'Arret Comptoir National de Comtes de Parls', 213 Y ss.
del 22 de Diciembre de 1950, el otorgamiento de exenciones a favor de
detenninadas categorías de contribuyentes en una situa-ci6n particular ( 284 ) Es necesario hacer notar que en el Derecho español ee debe hablar de ca­
susceptible de justificar esa exención, y en cambio, ha declarado ilegal en el pacidad económica y no de capacidad contributiva. El término 'capacidad contri­
'arret Socieaté 'Bazaine-Publlclté', del 26 de Octubre de 1945, una exención butiva' corresponde al ordenamiento italiano, concretamente al artículo 53-1 de su
fiscal que no se justifique en la existencia de una situación particular y diferente a Constituci6n, mientras en la legislación española en el artículo 31-1 de su Consti­
las demás. 'Le controle jurisictionnel', págs. 276-2n. tución se habla de capacidad econ6mica, lo cual y de acuerdo con cierta corrien·
te doctrina.1 de ese país es digno de elogio, ya que por una parte se evita la taut<r
(m) Así A.D. GIANNINI señalaba ya que 'las exenciones subjetivas, en sentido logia que supone decir que cada uno debe pagar tributos según su capacidad
propio, encuentran su justificación en elementos de diversa naturaleza, ·social, de pagarlos y por otra parte, debido a que es un término mucho más restringido
económica, etc.- que son externas a los individuos declarados exentos. Las exen­ y puramente crematístico, evita las diversas interpretacioAes que se pueden ha·
ciones no representan. por tanto, un privilegio y, como tales. no contradicen el cer de la expresi6n italiana, que Implícitamente incluye elementos políticos. éti·
principio de la Igualdad tributaria'. Vid. op. cit. págs. 110 Y 111. cos, sociológicos, etc. En este sentido Vid. ALBIÑANA GARCIA-QUINTANA; 'De·
recho financiero y tributario', Ministerio de Hacienda, 1979, 314; PEREZ DE AYA­
LA Y EUSEBIO GONZALEZ: 'Curso.. .' op. cit. pág. 193; SAINZ DE BWANDA;
'Reflexiones sobre un sistema de Derecho Tributario Español' Madrid, 1963.
306
307
( 285) En relaci6n con la conexi6n de la capacidad contributiva con el presu­
puesto del tributo viene siendo aceptada por la doctrina; Vid. sobre este punto ( 293 ) Sobre el principio de capacidad contributiva y su evolución, los tratados
las opiniones de GIARDINA, E.: 'le basi Teoriche...• op. cito págs. 425 y ss. clásicos son: E. GIARDINA; 'Le basi t80riche...• op. clt.; GAFFURI, F., 'L'attitudlne
JARACH ·Curso.... op. cit. págs. 126 y ss; MARTIN DELGADO, "Los principios de alla contrtbuzlone', Ed. Giuffré, Milán, 1969; MAFFEZZONI; '11 principio di capaci­
capacidad econ6mica e igualdad op. cit. págs. 86 y ss; MANZONI, 1. '11 tá conbibutiva nel diritto flnanziario' Torino, 1970; 1. MANZONI '11 principio della
principio della capacitá contributiva • op. cit. págs. 109 y ss; J.L. PEREZ DE capacitá contributiva nell'ordenamiento costituzionale italiano', Ed. Glaplchelli,
AYAu.. y EUSEBIO GONZALEZ ·Curso.....op. cit. págs. 171-172 y, la bibliografía Turln, 1965; F. MOSCHETTI; 'El principio de capacidad contributiva' op. cit.
ahí citada.
(294 ) D'ALBERGO 'La crisis dell'imposta sul reddito', Padua, cedam, 1931, pág.
(286) Vid. GRIZIOnl: 'Intorno al concepto di causa nel diritto finanziario', en 3.
Saggi sul rinnovamento dello studio della scienza delle finanze e del diritto
finanziario'; Giuffré. Milán 1953; págs. 197 y 298. ( 295) Esta definiclón es Importante, ya que como veremos más adelante nos
permite distinguir dos elementos. El primero, es común a todas las capacidades
(287) En este sentido nos adherimos a lo expuesto por J.L. PEREZ DE AYAu.. contributivas, absoluta y relativa, tanto en las entradas racionales como en I
quien señala que si bien· ... la capacidad económica de contribuir va adquiriendo Irracionalea o arbitrarla, como lo señala GRIZ10TTI al sostener que 'la dilucida­
el significado de un principio autónomo, al que de modo más o menos explicito cl6n financiera del problema requiere algo más que la simple afirmacl6n de que
se considera como el criterio fundamental para calificar la justicia del impuesto.. .' capacidad contributiva significa la posibilidad de pagar un tributo'. Vid. al re&­
En el 'sólo se trabajan aspectos parciales del mismo y, en consecuencia, dicho pe<:to 11 prinolpio della capacitá contributiva e su applicazloni' en Riv. Dlr. Fin. Se.
concepto no puede constituir, en modo alguno, el principio fundamental de justi­ FIn., 1949, l. pág. 15.
cia tributaria'. Vid. sus 'comentarios' sobre el artículo 3 de la L.G.T. en 'Comenta­
rlos a las leyes Tributarias y !inancleras', EDERSA, Madrid 1982. ( 296 ) Se admite, en general, que es la renta del contribuyente la que mejor ex­
presa los recursos de que se dispone para pagar el Impueato; pero como es sa­
(288) Vid. J.L. PEREZ DE AYAu.. y EUSEBIO GONZALEZ ·Curso...' op. cito pág. bido, existen varias definiciones de renta en las que 8e discrepa notablemente
168. sobre la oual es la que debe tomarse como base para gravar al contribuyente en
funci6n de su auténtica capacidad contributiva; por lo que en tanto no se lleve a
(289) Sobre este problema CFR. A. BERLlRI: ·Principi.... op. cito vol. 1. pág. 275 cabo una formulación única de renta deberá de entenderse que el legislador tri·
Ed. italiana; A.D. GIANNINI: 'Instituciones' op. cit. pág. 73; GIARDINA E. 'Le basi butario gravará la renta en los términos en que la configura, y ello será asl en
teoriche.... op. cit. capítulo final; y FERNANDO SAINZ DE BUJANDA 'Teoría' op. prinolplo porque dicha renta ha de constituir la expresión de capacidad contribu­
cito pág. 397. Vid. también, entre otros, F. MOSCHEnl, 'EI principio.... op. eit. tiva del sujeto pasivo. Sobre esta problemática Cfr. les obras de GIARDINA, MA­
págs. 379 y ss; A. XAVIER; 'Manual de Direito Fiscal" op. cit. pág. 107. FfEZZONI, MANZONI, MOSCHETTI y PALAO TABOADA. GIULIANI FONROUGE
señala que 'El rédito ea un concepto eminentemente funcional, que asume foro
mas y contenidos diversos, según la funcl6n que está llamado a desempeñar'.
(290) Vid. E. GIARDINA 'Le basi teoriche.. .' op. cito pág. 6 Y ss. Vid. op. clt. vol. 11, pág. 850.

(291 ) Vid. a este respecto entre otros, CORTES DOMINGUEZ, M.: y MARTIN ( 297 ) En 88te sentido vid. GIARDINA, op. cit. págs. 440 Y ss; MANZONI. op. cito
DELGADO, J. Ma., 'Ordenamiento tributario español' Tom. 1, Madrid, 1977, pág. págs. 125 y as.
69. Por otra parte es necesario recordar lo dicho en la cit. 213 de este apartado;
GUARINO, 'Scritti di diritto pubblico dell'economia e diritto dell'energia', Milano, (298) Vid. GIAADINA; op. cit. pág. 438, MANZONI op. cit. pág. 110 MOSCHETTI;
1962, pág. t81, MANZONI, 1. 'EI principio della.... op. cit. pág. 13; SAINZ DE BU­ 'El principio.. .' op. cit. pág. 259.
JANDA 'Hacienda y Derecho', Madrid, 1966 Tom. IV págs. 550-551.
(299) A pesar de ello ee necesario hacer notar que, por otra parte, la ley tiene
(292) Vid. a este respecto N. D'AMAT1; 'Schema costituzionale dell'attivita impo­ que atenerse a unoa criterios generales, por lo que es evidente que no se puede
sitiva'. en Dir. e Prat. Trib., 1964, pág. 386. Por otra parte hemos de aclarar que al descender al terreno de la casuística.
analizar el contenido y significado del principio de capacidad contributiva nues·
tra intención no es otra sino la de tratar de buscar un punto de apoyo para poder
fundamentar las exenciones en el citado principio.
309
308
( 300) En este sentido LELLO GANGEMI esboza un principio absoluto de capaci­ ( 306 ) Aaf al mlnimo exento se le ha considerado de la siguiente manera: para
dad tributaria, dado por JACCON, PERSON, NEUMANN, RAU y otros, expresan­ GIARDINA 'se trata de una implicación lógica y necesaria de la capacidad con­
do que los ciudadanos, en virtud de su subordinación política, están obligados a tributiva·,op. cit pág, 447; para PALAO TABOADA 'se trata de una estructura 16­
entregar parte de su riqueza al Estado en proporción a la riqueza que posee glca·objetiva que conatltuye la naturaleza de la cosa y que ha de tenerse presen·
cada uno de ellos vid. su "Tratado de Hacienda Pública' Vol. I pág. 481. Pero lo te en la legislación tributaria, de modo que su evidente ignorancia objetivamente
cierto es que este criterio ha sido duramente criticado, ya que no dice como la comprobada, equivale precisamente a la arbitrariedad de la legislación fiscal' op.
capacidad tributaria varia al variar la cuantía de la renta o del patrimonio y en cit 423; y por su parte PEREZ DE AVALA Y EUSEBIO GONZALEZ señalan que se
qué medida; pero lo más importante, tal y como dice D. JARACH, es que 'es evi­ trata de un concepto ético-económico (de justicia económica material) op. cit.
dente, que no se trata de una medida objetiva y absoluta de las distintas rique­ pág. 168.
zas, porque, si fuera así, no debería de hablarse de capacidad contributiva, sino
que a paridad de riqueza debe corresponder igual impuesto' Vid. su ·Curso... ' (307) VId. l. MANZONI '11 principio...' op. cit. págs. 73, 74 Y148.
op. cit. págs. 126 y ss.
( 306) En este sentdio F. MOSCHEITI señala que 'se requiere, en todo caso,
(301 ) Vid. SAINZ DE BUJANDA: 'Notas de Derecho financiero .. .' op. cit. págs. que cada tributo respete por lo menos ese elemento esencial de personalización
190y192. que es la exención del mfnimo vital'; Vid. 'El principio.,,' op. cit. pág. 267; en
Igual sentido 1. MANZONI, op. cit págs. 148-155 y F. NEUMARK op. cit. págs,
( 302) Id., 'Reflexiones sobre un sistema de Derecho tributario español en Ha­ 115 y es. Por su parte SAINZ DE BUJANDA al tratar esta problemática concluye
cienda y Derecho, Vol. 111, págs. 145 y ss. que en el campo de la justicia tributaria 'las virtudes operativas de la exención
son bien conocidos' agregando que 'en último Instancia, es ella la que permite
( 303) En efecto, si el tributo es por definición una detracción coactiva de rique­ exonerar de tributación los recursos vitales del individuo, tanto en el área de la
za, mal puede devengarse un tributo alll donde no hay riqueza, aunque ello su­ Imposición directa sobre la renta -mlnlmos exentos- como en la de los
ponga, claro está, una concepción extremadamente vaga y un contenido muy gravamenes indirectos sobre el gesto -exención de los artlculos de primera
pobre del principio de capacidad contributiva. Vid. a este respecto el comentario necesidad-·. VId. su rreoria. ..• op. cit pág. 398.
de PALAO TABOADA en su 'Apogeo y crisis...' op. cit. pág. 423.
( S09 ) Vid. J.L. PEAEZ DE AYALA Y EUSEBIO GONZALEZ, ·Curso.. .' op. cit. pág,
(304) En este sentido MARTIN DELGADO, J. Ma., señala que 'si las cosas fueran 168.
de otro modo no podría hablarse con sentido del principio de exención del míni·
mo de existencia ni de la progresividad como principio informador del sistema tri­ (310) EZIO VANONI señala que a estos efectos 'Ias normas de exención no ha­
butario. Como es sabido, ambos principios (el mínimo exento y el de progresivi­ cen alno sustituir loe lndices generales impositivos por nuevos fndices que, te­
dad) exigen el cálculo de la capacidad económica del sujeto, es decir, la defini­ nIendo en cuenta las particulares circunstancias, permiten una más exacta defini·
ción de su potencialidad económica, ya que sólo de esa forma podrá concluirse clón de la real capacidad contributiva' VId. BU 'Naturaleza e interpretación de las
sus necesidades elementales o cual sea el grado de progresividad que debe rea­ leyeetributarlu·I.EF. Madrid 1973, págs. 46-350.
lizar el sistema tributario'. Vid. 'EI control constitucional del principio de capaci­
dad económica, en 'El Tribunal Constitucional', I.E.F. Madrid, 1981, Tomo 11, pág. ( 311 ) VId. D. JARACH, 'Curso...' op. cit. pág. 129.
1612.
(312) Vid. VOOEL, K: 'La Hacienda pública y el Derecho constitucional' en
( 305) De esta forma el concepto de capacidad contributiva se formula por vía H.P.E. 11 59,1979, pág.. 20.
negativa -como límite- al poder tributario, quedando excluidos de tributación a­
quellos supuestos relativos a una figura impositiva concreta, caracterizada por no (313) Vid. F. MOSCHETTI: 'EI principio.. .' op. cit. pág. 267.
alcanzar en su valoración económica un límite determinado. Por otra parte, y
aunque en la actualidad existe acuerdo unánime sobre esta cuestión lo cierto es ( 314 ) En este sentido Vid. E. GIARDINA: 'Le basi teoriche...' op. cit. pág. 447 Y
que en tiempos nada remotos se formularon diversas objeciones contra el mIni­ SS.; N. D'AMATl 'Las exenciones...• op. clt pág. 454 Y ss.; F. MOSCHEITI: 'EI
mo exento. Vid. sobre esta problemática E. GIARDINA, "Le basi Teoriche...• op. principio...' op. cit. 268 y ss.
cit. pág. 212 Y 58.

310 311
(315) Vid. PALAO TABOADA, 'Apoyo y crisis.... op. cit. pág. 423 Y F. MOSCHE­
m, quien al analizar el art. 53, entendido a la luz del art. 36 de la Constitución ( 321 ) Es decir. que el impuesto además de ser un medio para recaudar ingresos
italiana, según el cual 'el trabajador tiene derecho a una retribuci6n proporciona­ a los fines públicos 68 utilizado a efectos de intervenir en el terreno social y eco­
da El la cantidad y calidad de su trabajo y en todo caso suficiente para asegurar n6mico con fines de tutela, redistribución equilibriO ocupaci6n y desarrollo.
asl mismo y a su familia una existencia libre y digna' de la cual extrae tres impor­
tantes consecuencias: 'ante todo, el impuesto nunca puede gravar una retribu­ (322) El' este sentido le voluntad de la comunidad se ve plasmada en el orde·
cl6n apenas 'suficiente' (se confirma, por tanto, el principio de la exención del namiento juridico. mismo que abre y delimita las vias a efectos de que el Estado
mismo); en segundo lugar, el mlnimo no es el 'mlnimo' vital, sino el mlnimo para tienda entre otras cosas a elevar el nivel ocupacional; en definitiva resolver las
una existencia 'digna y libre'; en tercer lugar puesto que el mlnimo de retribución exigencias colectivas de la sociedad moderna haciéndola mas lusta e igualitaria.
lHl refiere también a las necesidades familiares, fos tributos que recaigan sobre
1118 personas deberán siempre tomar en cuenta las situaciones familiares'. ( 323 ) Vid. al respecto entre otros SALVATORE LA ROSA; 'Eguaglianza Tributaria
ed Ezenzloni flscalj' op. cit. págs. 24 y 29; GRIZIOTTI, 'Princlpi.. ' op. cit. pág. 139
(316) Vid. a este respecto EUSEBIO GONZALEZ GAACIA; 'Aportaciones que Y ss.
cabe esperar del Tribunal ConstituciO/1al en materia tributaria a la vista del Dere­
ho Comparado' en 'El tribunal Constitucional' Vol. 11, I.E.F., Madrid 1961, pág. ( 324) En 68te sentldo, tenemos que el efecto querido por la norma tributaria
1206. Por su parte F. MOSCHETTlseñala que 'no es del todo exacto decir que la (nacimiento de la obllgaci6n tributaria) y su correspondiente interés, s610 podrá
cuantla ele la cuota constituye una valoración discrecional confiada a fa compe­ realizarse cuando el resultado de la imposición no contravenga a ese otro Interés
tencia y responsabilidad del legislador y, como tal. no susceptible de revisión'. El tutelado por el ordenamiento jurídico.
comentario se desprende del análisis de la sentencia #' 97, de 1968 de la Corte Por otra parte y debido ala presencia de este tipo de instrumentos. se ha
Costituzlonale italiana; Sobre el mínimo exento y el control constitucional. Vid. 'El pensado que en estos casos, el elemento finalista de la exencl6n es elevado a la
Principio,..' op. cit. pág. 270. categoría de sustancial; por lo que la instrumentaci6n de este tipo de normas al
servicio de la politica econ6mica es lo que importa y, desde esta perspectiva,
( 317 ) Por su parte 80n varias las modalidades que se pueden adoptar en oualquier análisis que prescinda de ese elemento teleol6gico aparece err6neo o
relaci6n con la configuraci6n de la exenci6n del mínImo vital, pero esta cuestión Insuficiente, siendo por tanto el planteamiento jurídico insustancial o reducido a
será tratada con posterioridad. un papel puramente formal o instrumental. Entendemos que este planteamiento
es erróneo, ya que como veremos más adelante, este tipo de normas 'no se pr~
(318) En este santido entre otros, D'AMATI, GIAADINA, MANZONI, MOSCHETTI, ducen en base a valoraciones extrajurldlcas, sino en base a interpretaciones deri·
NEUMANN, NEUMAAK, J.L. PEAEZ DE AYALA, etc. vadas del propio ordenamiento constitucional y no para cualquIer fin de politica
econ6mlca.
(319) Por su parte algún sector de la doctrina ha señalado que no basta tan
8610 oon fijar ese tope mlnimo, sino que es necesario revisar con cierta periodici­ (325) Vid. SAINZ DE BUJANDA, 'Teol1a.... op. cit. pág. 400.
dad el nivel del mlnimo exento a efectos de adecuarlo con el incremento inflacio­
nista del coste de la vida para que no resulte insignificante dícho nivel. Sobre es­ (326) Vid. SAlNZ DE BWANDA; 'Teor!a... ' op. cit. pág. 419. Por otra parte, es
ta problemática se pueden encontrar unas conclusiones muy interesantes en la necesario mencionar el ~mentario que hace CORTES DOMINGUEZ , sobre la
obra de LAWAENCE H. SELTZER 'The personal exemptions in the income tax°, afirmación de SAINZ DE BUJANDA en el sentido que 'es susceptible de una mati·
NBEA, Fiscal studies No. 12, New York, 1968 págs. 11 y ss; 155 y ss. Vid. ademés zación que permita enfrentarse con el problema fuera de situaciones hist6rioas
F. MOSCHETTI. 'El Principio.... op. cit. pág. 119 Y ss. concretas', ya que a su parecer, 'dadas unas ciertas estructuras econ6micas y
pollticas, el legislador 'ideal' puede verse obligado a manejar el instrumento fis­
(320) Tenemos que en la gran mayoría de 105 paises occidentales el Estado So­ oal én contra del principio de capacidad económica para conseguir un mayor
cial (etat providence o Etat faustien en Francia. Weltare State en Inglaterra y Esta­ grado de Justicia en el reparto de la renta' preguntándose en definitiva 'si todo el
dos Unidos, sozlal Staat en Alemania) sucade al Estado liberal, con lo que la lIa· problema no nace de una faita de adecuación entre el perfil que adopte el jurista
mada hacienda neutral es sustituida por la hacienda funcional. cuando ve el sistema a través del principio de capacidad econ6mica y la misión
que hoy ha de cumplir el estado a través de la política fiscal'. Vid. su 'Principio
de Capacidad Contributiva en el marco de la Técnica jurldica'. En R. D. F. H. P. #'
60 Madrid, 1.965; págs. 1.006 y ... Cfr. también 'Ordenamiento Tributario
312 Eapaiiol. Ed. Tecnoe, Madrid, 1J110 págs. 40 y 88. [)Qbemos, sin embarQo aclarar
313
que la opinl6n de SAlNZ DE BUJANDA no está fundada en una oplni6n
radicalmente contraria 8 la polltica fiscal, sino en el rechazo de un uso (333) l. MANZONI; '11 principio della capacita...• op. cit. pág. 90. Además del cl·
desmesurado de ésta. tado autor se han ocupado de este problema (en particular por lo que se refiere a
la utilizaci6n del sistema tributario como instrumento de política redistrlbutiva) au­
(327) Vid. JAVIER LASARTE, 'Principlos Tributarios y Política Fiscal en tores como GIARDINA; 'Le basi teoriche...• op. cit. págs. 150-154, SALVATORE LA
desarrollo' en R.D.F.H.P. # 78, Madrid, 1.968, pág. 1292. ROSA; ·Eguaglianza...• op. cit págs. 31-31, MAFFEZZONI, F., '11 principio di ca·
pacitá..: op. cit. págs. 320-350 Y MOSCHETTI, F., 'EI principio de Capacidad
( 328 ) El comentario surge del análisis del Art. 40. de la Ley General Tributaria Contributiva' op. cit. págs. 278 y 303. Por nuestra parte hemos de señalar desde
española, que dice 'Los tributos, además de ser medios para recaudar ingresos ahora que las exenciones extrafiscaJes se dan, no por la acci6n de un sector par­
públicos, han de servi"r como instrumentos de la pol!tlca económica general, ticular a efectos de obtener una utilidad por parte del Estado ·es decir, la exen­
atender a las exigencias de estabilidad y progreso sociales y procurar una mejor ción-, sino en virtud de que el Estado reconoce como relevante la voluntad del in­
distrlbuci6n de la renta nacional'. Vid. YEBRA. P; 'Comentarios sobre un precep­ dividuo a la hora de reconducir su riqueza hacia ciertos fines, que, en última ins­
to olvidado: El artículo 40. de la Ley General Tributaria', en H.P.E.. # 32, 1975, tancia, redundarán en beneficio de la sociedad. Por lo que tenemos que, en este
págs. 145 y ss. Por su parte estimamos que sobre el valor de este precepto, asl sentido, lo que ocurre es que hay coincidencia entre los fines del Estado y la re­
como los principios polftlco-econ6micos y su relaci6n con los principios de la jus­ conduccl6n de la riqueza del particular.
ticia tributaria, resultan altamente esclarecedores los comentarios de José Luis
PEREZ DE AYALA en 'Comentarios a las leyes tributarias' op. cít. págs. 42 a 49. (334 ) Vid. J.L. de JUAN y F. de LUIS; 'Signlficado e importancia de las exencio­
Cfr. también LEJEUNE E.; 'Aproximaci6n al principio constitucional de igualdad nes fi&cales', en XI semana de Estudios de Derecho Fianaciero; Madrid 1964,
tributaria', en 'Seis estudios de Derecho Constitucional e Internacional Tributa­ pág. 176. en Igual sentido tenemos las opiniones formuladas por PABLO DE
rio', Edersa, Madrid, 1,980. Y ANDREA AMATUCCI; 'La intervención de la norma NUEZ 'Exenciones en el Derecho español' op. cit. pág~. 214 Y 215, ACOSTA ES­
financiera en la economla' Idem, págs. 38 y ss. PAÑA: 'Exenclones, subvenciones y otros estímulos fiscales' en XI Semana
E.D.F. Madrid 1.964, pág. 151 Y ss. Por su parte TEJERIZO LOPEZ ha formulado
( 329) En este sentido se ha venido manifestando la Doctrina Tributaria; así, por una posición intermedia ·a la que se han sumado algunos- en el sentido de que
ejemplo, LEJEUNE E. señala que resulta poco convincente caracterizar a los im­ 'Ias posturas defendidas por los autores citados no son excluyentes entre sí. sino
puestos por sus fines, y, de otro lado, ambos fines pueden estar, a la vez, presen­ que ponen de relieve los distintos aspectos que presenta el problema en torno a
tes en el mismo impuesto. Vid. su ·Aproximación...• op. cit. pág. 120 Y ss. Y 171 Y los siguientes críterlos: limitar los beneficios fiscales concedidos con finalidad ex­
ss. traflscal sustituyéndose por otras medidas de fomento; adecuar la redacción de
los preceptos constitucionales, de modo que permitan la utilización del sistema
(330) Vid. PALAO TABOADA; 'Apogeo y crisis...' op. cit. pág. 418. tributario como instrumento de actuaci6n económica y completar los tratamientos
fevorables con otras medidas que restauren el equilibrio patrimonial de los suje­
(331 ) De ahí que el Estado tienda ti realizar aquello que en cada momento sea tos afectados, dando así cumplimiento al principio de justicia financiera'. Vid. sus
el Ideal de justicia de la comunidad que rige, pues sólo de esta forma podrá legi­ 'Notas críticas sobre los beneficios tributarios a la inversi6n' en REDF, # 11,
timarse su actuaol6n; por lo que, desde este punto de vista, lo que ocurre es que 1976, págs. 375 y ss.
se potencia al Estado, pero a condici6n de que su organismo no esté controlado
por un grupo, sino que necesariamente ha de servir a toda la sociedad y sólo a (335) En este sentido, en Alemania Occidental existen los 'Tribunales de Cuen­
ella. tas' quienes controlan -entre otras cosas- la ejecución de las leyes en relaci6n
con las exenciones y los 'Comités parlamentarios de investigación' quienes ejer·
( 332) HEINZPAULlCK señala que 'el producto de los impuestos se destina a cu­ Cen una funci6n similar; por lo que, desde ésta perspectiva, ni el derecho ni los
brir las necesidades financieras públicas, a cumplir las funciones y satisfacer los contribuyentes se encuentran totalmente desprotegidos. Vid. a este respecto a
gastos necesarios para el bien común. Esta objetivo es perfectamente compatible WALTER SCHICK 'La obligación de las autoridades fiscales de recaudar los "im­
con la afectación de los Ingresos tributarios a determinados fines establecidos en puestos' en 'seis estudios sobre Derecho Constitucional e Internacional Tributa­
loe presupuestos. la afectación del producto a un fin no se opone a la naturaleza rio' op. clt. pág. 188.
dellmpumo. Los impuestos destinados a un fin son auténticos impuestos en el
sentido de la Ordenanza Tributaria'. Vid. su estudio en 'Ordenanza Tributaria ( 336) A pesar de lo hasta aquí dicho, hemos de hacer notar los problemas que
Alemana' op. cil pág. 46. 315
314
esta temática plantea; es decir que se trata de un problema de ideología econ6­
mica, en el sentido de que ante la disyuntíl/a de reactil/aci6n econ6mica, el decir olvidando por otra parte, que la justicia social es más general que la distributiva.
si se debe incentil/ar la actil/idad econ6mica pril/ada o, por el contrario, aumentar
la intervenci6n del sector público responde, en última instancia, a una decisi6n ( 340) Por ello, estimamos que determinadas medidas incentil/adoras como la
política no siempre fácil de I/alorar, de acuerdo con los postulados constituciona­ '8Xenci6n. tratan no 8610 de estimular una actillldad concreta, sino también, al
les. Así, pues, en este sentido decisiones alternatil/as e incluso contradictorias en mismo tiempo, neutralizar el posible obstáculo que representa una imposicl6n
torno a los medios para Ilel/ar a cabo los objetil/os constitucionales podrían excesiva que dificultara el desarrollo de aquel proceso. La necesidad de estable­
considerarse igualmente I/álidas y legítmas; así, por ejemplo, podría ser tan cer estas garan1las se acentúa en una coyuntura econ6mica como la actual; cu·
I/álida una política econ6mica a efectos de cumplir los objetil/os contitucionales estión ésta que explica el fenómeno de extensión de los incentil/os fiscales; ex­
mediante incentil/os a la iniciatil/a pril/ada por I/ía tributaria, como una politica tensión que corresponde paralelamente a la orisis del concepto de renta basado
fiscal que optara por reducir los incentil/os y reforzar así la suficiencia en la doctrina de la acumulaci6n; fundada en unos presupuestos ideol6glcos,
presupuestaria del sístema financiero a efectos de ampliar y reforzar la presencia que dificilmente pueden sostenerse en una situación de crisis econ6mica como
económica del sector público. En definitil/a, ello dependerá, en un primer plano, la de nuestros días; así, por ejemplo, F. MOSCHETTI al analizar el artículo 30.
del modelo econ6mico que en cada caso concreto esté determinado en el párrafo segundo de la ConstitUci6n italiana ('Es tarea de la República suprimir
ordenamiento constitucional, y si por su parte el mismo no fija las líneas maestras los obstáculos de orden econ6mico y social, que limitando de hecho la libertad y
para el desarrollo de un modelo econ6mico concreto, será en el legislador en la Igualdad de los cludadanos, impidan el pleno desarrollo de la persona huma­
quien recaiga la responsabilidad de desarrollando en I/irtud de ser éste el primer na y la efectiva participación de todos los trabajadores en la organización políti­
destinatario de los mandatos constitucionales sobre el orden hascendístico y ca, econ6mica y social del pals") seríala que 'por cuesti6n de coherencia consti­
económico. tucional, no son admisibles aquellos supuestos de tributación de la capacidad
econ6mica que podrlan Impedir el 'pleno desarrollo de la persona humana' o 'Ia
efectil/a participaci6n de todos los trabajadores en la organización politica, eco­
( 337) Se el/ita, por tanto, la opini6n de SALVATORE LA ROSA para quien el nómica y social del país'. La tributación podría constituir uno de los 'obstáculos'
principio de igualdad y el de capacidad contributil/a tienen distintos ámbitos de que 'incumbe ala República remOller": En este caso, 'remOller' significa ·eximlr".
actuaci6n. Vid. su 'Eguaglianza.... op. cít. pág. 17 Y ss. En términos similares se Vid. 'El principio...' op cit. págs. 288 y ss. y los ejemplos ahí citados. De manera
expresa GAFFURI, para quien la relaci6n entre ambos principios es meramente que las exenciones por motivos estrafiscales -o la no imposición por iguales moti­
accidental. Vid. su 'L'attitudine alla contribuizone'; Ed. Giuffré, Milán 1.969, pág. VO&- desembocan en un tratamiento desigual que puede quedar justificado por el

223 Y ss. respeto de otros principios tutelados por el ordenamiento jurldico. Por tanto y de
forma esquemática podrla afirmarse que los objetos extrafiscales no s610 pueden
( 338) Concretamente en la página 136 y 137. Influir en la creaci6n de un tribute¡, sino también en sentido negatil/o, es decir en
el de no establecimiento de un gravamen allf donde razones fiscales (en función
( 339) En este sentido hemos de aclarar que de lo que no se trata aquí es de mi­ de la potencialidad económica) aconsejarían la imposici6n.
nusl/alorar o desnaturalizar el concepto de impuesto tal y como lo hemos encon­
trado, sino más bien, el hacer notar que su línea investigadora no queda agotada (341 ) Vid. GIAN ANTONIO MICHEU ·Curso...• op. cit. pág. 384.
en absoluto, tanto en su dlmesl6n como en sus funciones, en el sentido de que
puede lograrse un ordenado planteamiento del mismo partiendo en un primer (342) En este sentido A.O. GIANNINI señala que 'Ia exención es el medio por el
plano de su tradicional configuraci6n conceptual y dogmática, poniendo poste­ cual, derogando el rigor de los principios en que se inspira un determinado im­
ñormente de relieve su incardinación con el resto del ordenamiento jui'ldico, con puesto, se intenta alcanzar una aplicaci6n más equitatil/a de aquél'. Vid. su 'Insti­
lo que, tal y como señala E. LEJEUNE: 'Con este razonamiento no sólo se puede tuciones.... op. cít. pág. 157; Y los ejemplos ahi citados. Pero además y en este
explicar suficientemente el papel constitucional del impuesto (sin que por ello sentido podrfa Incluso pensarse -y con razón- sobre la posible inconstí1ucionali­
sea preciso renunciar a sus tradicionales características definidoras), sino que dad en la que incurrirla el legislador -por omisi6n· por la no instrumentaci6n de
pueden abordarse también otros problemas íntimamente conexos, como es el de las instituciones jurldicas que el ordenamiento jurídico le ofrece -y, en este caso
la justicia tributaria'. Vid. su 'Principio constitucional', op. cit. pág. 179. podría ser la exención-, a efectos de cumplir con el principio de Igualdad tal y co­
En igual sentido se ha señalado que el tributo utilizado como objetil/o a mo se encuentra configurado en nu8$b'os dlas; máxime si por causa de dicha
instrumento de finalidad política-eonómica está perfectamente justificado, omisión se producen efectos contrarios a! mismo.
siempre y cuando estén I/inculados al bien común y a la justicia social; no
316 317
( 343) Concretamente en el Capftulo I inciso b) de este trabajo. la Constitucl6n en lo que deberá buscarse cada vez su fundamento y justifica­
ción' Vid. '11 principio della..' op. clt. pág. 92.
( 344) En este sentido, será el ordenamiento constitucional quien ilumine y con­
dicione la instrumentación de las concretas instituciones jurídicas, de forma tal (350) Por su parte F. MOSCHETTI señala que en última instancia los 'criterios
que éstas, para responder a criterios de justicia, no deben estar sólo al servicio de interpretación subsidiarlos podrán derivarse de la consideraci6n de la espe­
de sus fines y objetivos específicos, sino también al servicio de los fines y objetI­ cial sItUación socio-económlca en que fueron emanadas las leyes, de los trabejos
vos constitucionales. preparatorios y de las discusiones parlamentarias'. Vid. 'E1 principio. . .' op. clt.
p6g.290.
( 345) Por ello mismo entendemos que de acuerdo con la actual perspectiva
constitucional, el fundamental derecho de propiedad sólo puede ser suficiente­ ( 351 ) Asi, pues, tenemos que por lo que respecta a 1M normas de exencl6n con
mente explicado si se pone al mismo tiempo de manifiesto su subordlnaci6n al fines extraflscales no se actúa de forma arbitraria, ya que son precisamente en
interés común. este campo en donde los fines perseguidos por la organizacl6n polltica y jurídica
loe que marcan la pauta en el otorgamiento de un trato excepcional, y si e8to no
( 346 ) Y esto no s610 es as! en la teoría, ya que en el actual constitucionalismo es ui habrán de consIderarse como verdaderos privilogioslas exoneraciones
moderno existe todo un cúmulo de mandamientos, que no s610 autorizan sino establecidas para fines distintos a los reconocidos constitucionelmente como
que vinculan a los Poderes Públicos a participar activamente en áreas tanto metas del poder pábllco, del mismo modo que, por ejemplo, merecerla el califi­
econ6micas como sociales. cativo de rechazable un Impuesto creado sin tener en cuenta la situacl6n econó­
mica del contribuyente. En este sentido señala F. MOSCHETTI que 'Si el medio
( 347) En este sentido, puede ser indicativa la evoluci6n del Bundesverfassungs utilizado es estructuralmente no Id6neo -por exceso o por defoct~ para alcanzar
gerlcht -Tribunal Constitucional Alemán· en Alemania Federal. Vid. sobre esta el Interés colectivo deolarado, ha de excluírse que la norma se proponga su
cuestión la reseña que lleva a cabo F. MOSCHETTI en su 'El principio...• op. ci!. reallzacl6n. Por ejemplo, no POdrla justificarse con fines antlcíclicos una exención
pág. 283. Vid. también el artlculo 30. I de la Ordenanza Tributaria Alemana, que perpetua, que se prolongarla más allá de la duracl6n normal del ciclo econ6mi­
dice: Articulo 3. Impuestos, Prestaciones Tributarias Accesorias. 'Impuestos son co. En tal caso, se podrla presumir que la disposición de favor no estarla orienta­
prestaciones pecuniarias que no constituyen la contraprestación de una presta· da a realizar un Interós colectivo preemlente, sino que se escudarla en el inter~
ción especial, impuestas por un ente público para la obtención de ingresos a to­ colectivo para constituir un prlvilegio·. Vid. 'El principio.. ,' op. cit. pág. 290.
dos aquellos respecto de quienes se realice el supuesto de hecho al que la ley
vincula el deber de prestación. La obtención de ingresos puede ser un fin (352) VId. a este respecto ldem, Idem, págs. 291 '1 ss.
secundario'.
(353 ) Vid. su 'Pr6Iogo...' a 'Incentivos a la Inversl6n y justicia tributaria' op. cit.
(348) En este sentido, hemos de señalar la necesidad de conectar las institu­ pág. 13. En términos parecidos se manifiesta PALAO TABOADA para quien 'A la
ciones juridicas con los presupuestos ideol6gicos -en un lugar y tiempo determi­ Inconstituclonalidad de una norma fiscal s610 ha de apelarse, en sumD., cuando la
nad~ en el campo de la actividad financiera del Estado, ya que tal y como seña­ InJustioia que ella genera sea de tal grado que se convierta en 'justificable'. PA­
la E. LEJEUNE 'no es pensable que la Constituci6n asigne unos objetivos al Es­ LAO TABOADA 'Apogeo y Crisis...·, op. ~lt. pág. 120, nota 231.
tado en el campo económico social y que las instituciones jurídicas -especial­
mente aquellas que tienen una proyecci6n económica- queden reducidas a ám­ ( 354) El exceso de poder legislativo se produce, por tanto, cuando la Constitu­
bito especifico, desconectadas enter sí y desconectadas de esos presupues1ós cl6n Indica expresamente el propósito que debe conseguir la norma de exenci6n,
generales o básicos'. Vid. su 'Principio Constitucional de iguladad tributaria' op. Hmltándose el Tribunal a verificar su desviaoi6n o su conformidad con los fines
clt. pág. 176. Impuestos.

( 349) Como ha obseNado en este setido 1. MANZONI 'ya que la medida de la ( 355 ) Vid. F. MOSCHETT1; 'EI principio...' op. cit. pág. 290. Como es sabido los
exención encuentra justificaci6n -en el plano sustancial- precisamente en aque­ criterios de oportunidad, sustanciales a la misma noción de lo polltico, no pue­
llas finalidades que con la misma se intentan conseguir, está claro que la adop­ den ni deben estar tíOmetidos a revisl6n Jurisdiccional, ya que ello supondrla un
ci6n de tal medida podrá considerarse legítima sólo en cuanto que las propias fi­ control de mérito que le estil prohibido al Tribunal Constitucional; se evita por
nalidades estén previstas o considerarse en el ordenamiento constitucional. Será, tanto la posici6n de D. JARACH para quien 'Ies impuestos son iguales cuando
por tanto, en las normas y en los principios generales y particulares dictados en las apreciaciones polltico-soclales del legislador coinciden con las del poder judl­

318 319
,

cial, y son desiguales cuando no coinciden 'Vid. su 'Curso... ' Tom. I pág. 123. ( 360 ) Se trata de lo que los hacendistas te6ricos de la criaia fiscal del Estado
Para ampliar sobre el tema Vid. entre otros RODRIGUEZ OLIVER, en 'El Tribunal han denominado el conflicto entre la doctrina del Incentivo y el principio de capa­
Constitucional' I.E.F. Madrid 1981, Vol. 111, pág. 2280 Y ss. y, GABRIEL CASADO cidad de pago. Vid. sobre e$la cuestión a O.CONNORS., "Too fiscal crisis of the
OLLERO 'El principio de capacidad contributiva y el control constitucional de la state'; Martln's PreR, N.Y., 1973, pág. 203 Y 68.
imposición indirecta'; REDF, números 32, 1.981 Y 34, 1.982.
(361) En sentido contrario se manifiestan entre otros, ACOSTA ESPAÑA y COR­
( 356 ) Según se ha visto ya, en la actualidad el principio de igualdad supone TES DOMINGUEZ en "XI Semana de Estudios de Derecho Financiero' Vol. 11, Ma­
igual trato de situaciones tenidas por iguales en virtud de ciertos criterios de justi­ drid, 1964, p6g. 1152 Y 88.
cia imperantes en el contexto social en un lugar y tiempo determinados y, en tal
sentido por lo que concierne al campo tributario, la comunidad demanda que ( 362) En este sentido ANDREA FEDELE señala la necesidad de "extraer, incluso
sean tenidos por igual aquellos hechos que manifiestan una misma cantidad de de sus relaciones con todos los demás principios expresados en la Constifución
riqueza; pero si esos hechos manifiestan otros aspectos relevantes socialmente un conlunto orgAnIco de juicios de valor, de cuya reciproca Integración resulten
por responder a objetivos de justicia demandados por la comunidad, dichos he­ las lineas de fondo del sistema tributario que deberla lograrse en cumplimiento
chos, en virtud del mismo principio de igualdad, deben ser tratados desigual­ del mandato constitucional' Vid. su 'Corrispettivl di pubblicl 8elVizl. ..' op. clt. pág.
mente. 26. Por su plllte CASADO OLlERO G. destaca que 'No fu6 por ello casual que en
la Constitución -e&pafiola- de 1»78 la capacidad económica no se formulará co­
(357) En este sentido Vid., entre otros, EINAUDI, L.; 'Esistono vere esenzioni mo principio Inspirador del sistema tributario, alno más bien como criterio para
d'imposte?' op. cit. págs. 105 Y ss. ROTONDI, M. 'Crisi di conscienza e attivitá ordenar, dentro del sistema, aquellos tributos que hacen posible la contribución
finanziaria', en Dir. e Pral. Trib., 1951-1 págs. 113 y ss.; y TAMAGNO R. a los gastos p(¡blicoll como deber de sohdaridad social" Vid. su 'El principio de
'Exenciones impositivas' op. cit. pág. 498. cap....eldad 'f el control constitucional" op. cil pág 231. En este sentido PEREZ
DE AYAtA J.L señala que 'En realiclad, la función de dicho concepto es, la de
( 358 ) En este sentido PALAO TABOADA señala que 'la razón fundamental del r de presupuesto técnico para la consecución o realización de otroa prinol­
fracaso de las doctrinas de la capacidad contributiva, en sus formulaciones de Justicia fiscal' Vid. su 'ComenUrloa al Articulo :3 de la LG.T.' op. cit. pág.
dogmáticas, es el intento, metodológicamente erróneo, de hallar en el concepto 36.
de capacidad contributiva un criterio exclusivo para determinar la igualdad o di­
versidad de las situaciones a efectos de imposición. Desde este estrecho punto ( 36S) En este sentido GIARDlNA señala que 'la fuerza económica constituye en
de partida se acomete el imposible empeño de encerrar en este concepto todos todo 08$0 el suetrato de la fórmula de capacidad contributiva enunciada en la
los posibles datos de la realidad que pueden inducir al legislador a tratar de mo­ Conatltuclón.. Vid. 'Le basl teoricoo...' op. clt. pág. 434.
do dispar a los diferentes supuestos. Cuando esto no se consigue, se declara ile­
gítimo el trato diferencial, llevando los postulados iniciales a sus últimas consecu­ ( 364 ) Vid. su '8 principio...• op. cit. pág. 276.
encias o, por imposición de la realidad, se buscan explicaciones que suponen el
abandono de dichos postulados'. Vid. su 'Apogeo y crisis... • op. cit. pág. 410. ( 365) Idem, Idem,

( 359) En este sentido y en relación con el ordenamiento italíano, ANDREA FE­ ( 366) idem, Idem, pág. ZTl. Por su parte MAFmN DELGADO señala que 'desde
DELE destaca que 'El principio de capacidad contributiva no puede ser enuncia­ la óptica del alticulo 31-1 de la ConstItución ·Española de 197&- la capacIdad
do en una fórmula definitiva e inmodificable, deducida del tenor literal del Articu­ contributiva no Implica la aceptación de la doctrina tradicional, según la cual
lo 53, I -Constitucional- sino que constituye más bien el resultado de una serie de cada tributo debe inforTT\8IM en base a dicho principio'. Para este autor, 'una
interacciones entre múltiples principios constitucionales. Por lo tanto, al igual que coea es que solo puedan gravarse manifestaciones de capaoidad económica y
muchos de estos principios, la noción de capacidad contributiva resulta de la sin­ otra muy distinta ea que toda manifestación de riqueza tenga que ser sometida a
tesis de una serie de juicios de valor, que no están rígidamente definidos en to­ tributaolón; lo que • puede concluirse es el rechazo de cualquier criterio de
dos sus aspectos en las disposiciones constitucionales, sino que al menos se de­ Imposición que sea opuesto a la capacidad económica'. Vid. 'Loa principios de
jan en parte confiados al intérprete, para adecuar asi el mandato constitucional a capacidad económica e Igualdad en la Constitución Española', en H.P.E. # 60,
la realidad cambiante en la que debe actuar", Vid. su 'Corrispettivi' di pubblici
1979, pág. 69.
servizi, prestazioni imposte, trlbuti'. en Riv. Dir. Fin. Sc. Fin. # 1, 1972, parte 28.
pág. 28.
321
320
tud, existen en últim.a instancia ciertos aspectos puramente hacendlsticos que no
( 367) En definitiva, lo que parece claro es que el principio de capacidad contri.
están presentes en el término de 1)0 sujecl6n. Vid. a este respecto a WILSON
butiva actúa como un criterio informador de la estructura jurídica del sistema tri· LUIZ BONALUME en 'Los Conceptos de Inmunidad y Exención, en el Derecho
butario cuya operatividad se proyecta en el ámbito normativo, por lo que en este
Tributario brasileño'. En R.D.F.H.P. Vol. XVIII, No. 15, Madrid, 1968, págs. 610 y
sentido, y tal y como señalan CALERO GALLEGO, J. Y NAVAS VAZQUEZ, R., di·
ss.
cho principio habrá de ser 'ante todo, un concepto normativo, una realidad
formal, fruto de la función calificadora del Derecho'. Vid. su 'Estudio preliminar' a
( 375) Vid. D. JARACH; 'El hecho imponible'. Op. cit. SAlNZ DE BUJANDA;
la obra de F. MOSCHETII 'EI principio .. .' op. cit. pág. 38.
'Análisis Jurldico del Hecho Imponible' R.D.F.H.P.. 1965-66 núms. 60-52. En
otros pal&e8 el hecho imponible es conocido por otras denominaciones. As!, en
(368) Vid. CASADO OLLERO, G.; 'El principio de capacidad y el control consti­
Alemania so emplea la expresión 'Tatbestand' que significa situación de hecho,
tucional...' op. cit. págs. 195-196.
circunstancia de hecho, soporte fáctico. En Francia se utiliza la expresión 'hecho
generador'. En italia A.D. GIANNINI lo denomina 'Presupuesto de hecho', E.
( 369) Vid. '11 principio della.. .' op. cit. págs. 90 y ss. Por su parte, F. MOSCHETII
VANONI 'Fattíspecla tributaria', En Argentina O. JARACH utiliz6 la expresión
señala que 'no se puede considerar la riqueza del individuo separadamente de
'hecho Imponible'. En Brasil se utiliza la expresión 'hecho generador' si bien G.
las exigencias colectivas', haciendo notar el importante papel que juega la
ATALlBA lo denomina 'hipótesls de incidencia tributaria'. Por último en Uruguay
aptitud para realizar el interés público como elemento cualificante de la
GIAMPIETRO BORRAS opta por la expresión 'hecho tributable'.
capacidad contributiva, en el sentido de que se debe quitar de la riqueza de
cada uno, no sólo cuanto parezca sopostable en relación con su situación
( 376) Por su parte SAINZ DE BUJANOA define al hecho imponible como el pre­
económica, sino también cuanto parezca oportuno en relación con las
supuesto legal, de c81ác1er fáctico, que explica y Justifica el nacimiento de la obli·
necesidades públicas'. Vid. 'El principio...• op. ci!. pág. 279.
gación tributaria, ea decir, la producción de ese efecto Jurldlco y no de otro dls1in·
too Vid. 'Anállsis jurldlco', en 'Hacienda y Derecho', Vol. IV, Madrid, 1966, pág.
( 370) En este sentido GIARDINA afirma que 'sin duda el modo en que cada uno
162 Y ss. O. JARACH, explica que: 'pOI" voluntad de la ley la obllgaci6n del contri·
utíliza sus recursos económicos puede asumir relevancia en el plano de la discri·
uyente y la pretensi6n correlativa del fisco se hacen depender del verificarse de
mlnación fiscal' Vid. 'Le basi teoriche.... op. cit. pág. 186 Y ss.
un hecho Jurldlco, el titulado presuput'Sto feg'il del tributo, o hecho Imponible'
Cfr. su 'EI Hecho Imponible" op. cit. pág. 73.
(371 ) A este respocto nos parecen acertadas las palabras del CASADO OLLERO
quien señala que 'la creciente diversificación on las funciones y objetivos del tri.
(377) Vid. a este respecto entre otros a NICOLA O'AMATI; 'Las Exenciones... •
buto no debe llevarnos a aherrojar los nuevos mecanismos fiscales en esquemas
op. cit. pág. 437, BERURI, ·Principios.... op. cit. pág. 328, SAINZ DE BUJANDA
primitivos, sino más bien a permeabilizar el alcance de los Institutos jurldicos pa­
'l8Orla.... op, cit. págs. 408-409; N. MOROS; 'Ley General Tributaria', Madrid,
ra acomodarlos a sus actuales funciones' Vid. 'EI principio de capacidad y el
control constitucional. . .' op. cit. pág. 229. 1967, págs. 418 y ss.; J.L PEREZ DE AYALA 'Prólogo' op. cit. pág. 128 Y ss. EU­
SEBIO GONZALEZ GARCIA; 'Concepto de Exenci6n Tributaria', 111, S.E.F.P.M.,
Santiago de Compostela, 1976, págs. 327 y ss.
( 372) En este sentido SAINZ DE BUJANDA señala que: 'el perfil de la exención,
como el que cualquier otra figura jurldica, se dibuja no sólo por notas positivas,
( 378) Vid. su ·COncepto...• op. cit. pág, 327; Por su parte WlLSON LUIZ BONA­
sino con el auxilio de criterios diferenciales que delimiten su contomo' Vid.
"1"8Or1a...• op. cit. pág. 408. LUME al plantearse esta problemátice propone el siguiente ejemplo: 'Seria como
un huevo estéril (hecho económico), pero que no pudiese engendrar (hecho
Imponible o generador) el polluelo correspondiente.... Vid. su 'Los Conceptos....
( 373 ) Asi lo han puesto de manifiesto entre otros A. BERLlRI; 'Principios...' op.
op. ci!. págs. 610 y 88.
cit. Vol. 11 pág. 328; A.D. GIANNINI; 'Instituciones... ' op. cit. pág. 111; NICOLA
D'AMATI; 'Las exenciones...' op. ci!. pág. 436; Y SAINZ DE BUJANDA; "1"eorla...'
( 379) En este sentido EUSEBIO GONZALEZ GARCIA señala que 'podria consl·
op. cit. pág. 408. Por su parte LUCAS BELTRAN es partidario de la opinión con­
deraree como una especie de despilfarro o prodigalidad normativa tributaria'.
tr81ia, ya que para él tal distinción no es clara ni útil. Vid. a este respecto sus
Vid, su 'Concepto.... op. cit. pág. 327-328.
'lecciones de Derecho Fiscal' Ed. lex. Nova, Valladolid, 1968, pág. 19.
( 380) Vid. idem
( 374 ) En la terminología tributarla brasileña en lugar de hablarse de supuestos
de no sujeción se habla de supuestos de no incidencia que, a pesar de su simili.
322 323
(381) Este tipo de supuesto ha sido denominado de distintas formas por la
doctrina tributaria; así SAINZ DE BUJANDA los denomina 'zona de peligrosidad' ( 388) Obsárvese que decimos la obligaci6n de pagar un tributo y no la libera­
EUSEBIO GONZALEZ 'zona fronteriza', PALAO DE LA NUEZ 'zonas próximas', cl6n de otro tipo de deberes no obligaclo'nales de contenido formal, los cual"
etc. pueden quedar en pie. Vid. al respecto G.A. MICHELI ·COrso.... op. cit. págs. 305­
306.
( 382) De esta forma se consigue que el tributo no se aplique a ciertas situacio­
nes o no se exija a determinadas personas que, no obstante estar fuera del ámbi· ( 389) Vid. Capftulo 11 de nuestra investigación.
to real o personal acotado por la normativa tributaria, pueden atraer la aplicación
inadecuada de éstas y dar origen a prestaciones fiscales no queridas por la ley. (390) En este sentido PEREZ DE AVALA J.L. señala 'puesto que, según opini6n
Vid. a es1e respecto entre otros a SALVATORE LA ROSA ·Eguaglianza...• op. mayoritaria -que compartimos- la exención presupone la previa sujeción (es de­
cit. págs. 161-162; NICOLA D'AMATI; 'Las exenciones...• op. cit. pág. 442 Y SAINZ cir, s610 procede declarar exento a un hecho sujeto al tributo), únicamente es po­
DE BUJANDA; "Teorla.. .' op. cit. pág. 409; A. HEN8EL 'Diritto Tributario' op. cit. ,Ible una construcción satisfactoria conectado a las normas de exenci6n con las
pág. 79. que tipifican hechos Imponibles'. Vid. ·Prólogo...• op. cit. pág. X. En igual sentido
so manifiesta la doctrina italiana Vid. ANTONIO BERLlRI; ·Principios.. .' op. cit. vol.
(383) Vid. su 'leoria.. .' op. cit. pág. 410. 11, pág. 328.

( 384) Podr!amos decir que incluso en los casos de no-sujeción que no están (391) En este sentido se ha venido manifestando la doctrina mayoritariamente.
expresamente declarados pueden dar ciertas orientaciones cardinales a aquél 51n embargo nos encontramos casos en los que se confunde calramente la exen­
que aplica la norma para determinar el ámbito de lo sujeto frente a casos limite o ci6n con la no suJeción, tal es el caso de ROBERTO TAMAGNO para quien '10
fronterizos. que se llama exencl6n es, en realidad, lo que se deja fuera de imposlci6n. La
obligaci6n no llega a Integrarse, no nace' Vid. 'El contribuyente .. .' Ed. Perrot,
(385) Vid. su ·Eguaglianza.. .' op. cit. pág. 143. Buenos Aires, 1.953, pág. 167.

(386) En este sentido DE JUAN Y PEÑASOLA, J.L. y de LUIS DiAl MONASTE­ (392) En este sentido hemos de señalar que la 'norma de exenci6n" sólo es
RIO, F. señalan que 'De hecho en la práctica a veces, es difícil precisar si nos en­ comprensible en conexl6n con su precedente -est<- es la norma de imposici6n-.
contramos ante un acto exento o no sujeto, sobre todo en aquellos casos en los y ésto lo entendemos as! ya que al contener la norma de exenci6n una orden de
que para resolver la deuda hay que interpretar la finalidad política o social que el valldéz negativa es decir: 'no vale'. 'no se aplica' es necesario conectarla con
legislador busca en el impuesto'. Vid. su 'Las Exenciones.. .' op. cit. págs. 182­ una precedente orden positiva de validéz 'vale', 'se aplica'.
183. Por su parte MANUEL M. de URIARTE destaca que 'Son varias las causas
que explican la proliferación de las exenciones y bonificaciones. Algunas respon­ ( 393) Vid. J.L. PEREZ DE AVALA Y GONZALEZ GARCIA E. ·Curso...• op. cit.
den a una cierta confusi6n entre las ideas de exención y no sujeción, que llevan pág. 211. Por otra parte resulta altamente clarificadora a estos efectos la defini·
a calificar exentos supuestos que ni siquiera encajan dentro de la definci6n del ci6n de CORTES DOMINGUEZ y MARTIN DELGADO para quien 'hay exenci6n
hecho imponible' Vid. su 'Orden de 1 de junio de 1.973 sobre la vigencia de la tributaria cuando una norma (llamada norma de exenci6n) establece que una
normas que otorgan exenciones o bonificaciones tributarias', en R.D.F.H.P. nú­ norma tributaria no es aplicable a supuestos de hecho que realizan la hip6tesis
mero 109, 1.974. de dicha norma tributaria o cuando impide que se deriven los efectos jurldlcos
del mandato de esta norma tributaria para los sujetos fijados en la norma de
( 387 ) Por su parte LUCAS BELTRAN se muestra pesimista ante la posibilidad exenci6n'. Vid. 'Ordenamlento Tributario Español, Madrid, 19n, pág.
de poder distinguir ambas figuras y señala que 'La creencia en la posibilidad de
distinguir entre no sujeción y exención en definitiva está fundada en un realismo ( 394) Vid. a este resoecto a NUEZ DE LA TORRE, op. cit. pág. 205.
filosófico extremo que parece admitir que el 'Impuesto sobre la renta· el 'impues­
to sobre gastos y consumos' o el 'impuesto sobre el valor añadido' son seres ( 395) En este sentido WILSON LUIZ BONALUME señala que: 'No existe caso
reales que exlsten en alguna forma y que las figuras legales son encarnación de de no exencl6n, más si de exenci6n como equivalente a la no trlbutaci6n. La
los mismos. Pero lo cierto es que las figuras legales son la única realidad y los exenci6n es una excepcl6n a la regla de Incidencia -sujecI6n-. La absurda no
modelos ideales ni existen ni pueden constrllirse'. Vid. su 'Lecciones... • op. cit. 'exencl6n' tiene dos interpretaciones: tanto puede ser un producto sometido (por
págs. 22 y ss. no estar exento) como también un articulo de no incidencia, por no estar com­

324 325
prendido en el campo de trlbutaci6n... ¿Cuál de las dos hipótesis deberíamos de (404) Tenemos por tanto que sólo la ley constitucional así como la derivada de
escoger? la primera está dentro del campo de la ley tributaria y la segunda esta ·norma secundarla- 60n las fuentes directas de las exenciones, sin embargo,
fuera'. Vid. 'Los Conceptos de... ' op. cit. pág. 610. hemos de señalar que las exenciones pueden fundamentarse en normas de
Derecho Internacional. Estas normas pueden ser los Tratados o Convenios inter·
( 396) Recuérdese que en los casos de no sujeci6n expresamente declarados nacionales y la legislación internacional; pero este tipo de normas sólo adquirirá
por el legislador no estamos en presencia de una verdadera norma jurídica, debi­ plena eficacia una vez terminado el proceso necesario para formar parte del or­
do a que no nos encontramos con un interés tutelado que constituya un aut6no­ denamiento Interno (discusión y aprobación por el parlamento asl como 8U publi­
mo valor jurídico, y por el contrario, en el caso concreto de las exenciones se tu­ cación oficial) . Vid. a este respecto, entre otros, JAIME BASANTA DE LA PEÑA,
telan una serie de intereses distintos a los que fundamentaban la norma impositi­ 'Las fuentres no escritas del Derecho Tributario y el Derecho supletorio escrito'.
va en un primer plano. En XI Semana de Estudios de Derecho Financiero, Madrid, 1972. págs. 273 y ss.,
BARTHOUNI, '11 principio dllealitá...• op. cít., pág. 1n y ss. J.L PEREZ DE AYALA
( 397) Vid. ·Ordenamiento...• op. cit. pág. 329 Y ss. En igual sentido entre otros 'Las fuentes del Derecho tributarlo y el principio de legalidad' en R.D.F.H.P. 122,
SAINZ DE BUJANDA, HENSEL, BERLlRI, etc. 1976, págs. 371 y SS., V. UCKMARCK'La potestá regolamentare In materia tribu­
taria' en 'Studl in Onore' di A.D. GIANNINI Milán, 1961, págs. 930 y ss. A. XAVIER
(398) Vid. SALVATORE LA ROSA; ·Eguaglianza... • op. cit. pág. 43 "Típicidad y Legalidad en el Derecho Tributarlo' en R.D.F.H.P. 120., 1975, págs.
1275 y 1276. Vid, también la bibliografia citada en el Capitulo 111 punto 20. de
( 399) Por su parte GONZALEZ GARClA E. señala que 'así como en la no suje­ nuestra investigaci6n.
ción quedan expresamente por fuera del hecho imponible hechos que el legisla­
dor no considera dignos de Imposici6n en base a una cualificaci6n jurídica del ( 405) AsI, las consIderaciones políticas, económicas, financieras, administrati·
sujeto o de Is situación contemplados, dirigida, primordialmente, a una mejor de­ vas, etc., que motivaron al legislador y determinaron su comportamiento se ago­
limitación del hecho imponible por vla negativa, en los supuestos de exenci6n tan en la fase pre-Ieglslativa. Cfr. GERALDO ATAUVA 'Hipótesls de Incidencia Tri­
sólo puede obtenerse ese afecto positivamente; es decir, desde dentro del hecho bUtaria' en R.D.F.H.P. Tomo 1, 1973, pág. 347.
imponible, toda vez gue la propia existencia de Iss exenciones deriva de valora­
ciones de orden funcional, esto es, internas a la mecánica del hecho imponible'. (406) En este sentido J.L. PEREZ DE AYAlA Y E. GONZALEZ GARCJA elaboran
Vid. ·Concepto... ' op. cit., pág. 325 Y ss. (Sub-mío). el siguiente ouadro de deberes jurfdlcos del administrado en el Derecho
Trlbutarlo:
( 400) Vid. NICOLA D'AMATI; 'Las Exenciones... ' op. cit., pág. 442.
a~ No obllgaclonales (frente a
( 401) Recuérdese que tanto el impuesto como la exenci6n, en su casO, son ins­ ellos no existe un derecho
titutos jurídicos encaminados para el logro de los fines u objetivos que el Estado subjetivo de la Administra­
se propone llevar a cabo. Vid. a este respecto F. SAINZ DE BUJANDA ·Teoría...• cI6n).
op. cit. pág. 414.
a) La cuota tributarla
( 402 ) Asi, por ejemplo, en la aplicación de un mínimo exento, no sólo se toma (deberes tributarios b) Obligaciones (frente a
en consideración el hecho que el contlbuyente así como su familia tenga un míni­ stricto sensu) ellos existe un derecho
mo estandar social y económico de vida; sino que el proteger un mínimo vital pa­ subjetivo de la Adminis­
ra procurar la salud y educación del contribuyente y su familia es importante tam­ A) De dar (normalmente tración Obligaciones tri­
bién para la eficacia econ6mica de la nación, defensa nacional, reducción de la pagar)•........ butarias, 'stricto oensu'
delincuencia y en general, para el completo desarrollo del talento humano en to­ b) Otras prestaciones
dos los campos. Vid, a este respecto HAROLD M. GROVES 'Federal Tax Treat­ (sanciones, Intere­ a) No obligacionales
ment of the Famlly', The Brokings Instituto, N.Y. 1963 págs. 11, 12 Y 24. $Q$ de demora, de­
p6sitos, fianzas, b) Obllgaclonales
( 403) Concretamente en el apartado del capitulo 111 dedicado a las exenciones eto.)
y el principio de legalidad tributaria.
B) De hacer, no hacer o a) No obllgacionales
soportar b) Obllgacionales 327
326
(415) Concretamente en el capitulo 111 de nuestra investigacl6n.

( 416) En Igual sentido; pero en relaci6n con la configuracl6n del hecho imponi­
Cfr. su ·Curso... • op. cit. pág. 120. ble -esto es, el presupuesto que dá nacimiento a las obligaciones tributarias-, F.
SAINZ DE BUJANDA señala que: 'Ias consideraciones que guian la selección de
( 407) En este sentido, FERNANDO SAINZ DE BUJANDA, señala que 'Ios ele­ 108 hechos imponibles no son extrañas al Derecho Tributario, en la medida en
mentos relevantes para la especificaci6n del efecto son en definitiva, los que inte­ que &e trate de criterios que parezcan plasmados en textos positivos de carácter
gran el presupuesto de hecho por lo que en ausencia de uno cualquiera de los superior y deben ser acatados por el legislador al llevar a cabo su tarea seleccio­
elementos que concurren a formar el presupuesto, el efecto jurídico en cuestión nadora Nos referimos, claro está, a textos de rango constitucional, a los que por
no se produce; no siendo posible establecer una distincl6n entre los varios ele­ Imperativo del principio de Jerarqula de las normas han de plegar&e los precep­
mentos del presupuesto en cuanto se refiere a la causalidad jurídica existente en­ tos emanados del legislador ordinario'. Cfr. su 'Anállsis jurldlco...• en R.D.E.F.­
tre cada uno de esos elementos singulares y el efecto Jurídico producido y, a ralz H.P., 1966. pág. 42.
de ello resulta que dos presupuestos distintos deben contener, al menos, un ele­
mento diverso, que es precisamente el que cualifiqua el presupuesto particular (417) En este sentido, J.F. PONT CLEMENTE, señala que: •... el fundamento de
de que se trate en contraste con todos los otros presupuestos posibles. No todos la exención deberá basarse en el principio de capacidad económica. El legisla­
esos elementos son relevantes para la produccl6n del efecto jurídico. Por ello, los dor atiende a 61 a la hora de determinar el hecho imponible. En una segunda fa­
elementos relevantes para la especificaci6n del efecto son, en definitiva, los que &e, al establecer las exenciones, el legislador no desanda el camino, no crea pri­
integran el presupuesto de hecho tal como éste aparezca configurado por la ley.' vilegios inmunes al imperativo constitucional -lo que seria contrario al Estado de
Cfr. su 'Análisis jurídico del hecho imponible' en R.D.F.H.P. 60, 1965. pág. 835. Derecho-, sino que profundiza en el principio de capacidad econ6mica...• Cfr. 6U
'La Exención Tributaria' EDERSA, Madrid, 1986, pág, 21.
( 408) Recuérdese que no existe exención sin hecho imponible previo, es decir,
no puede declararse exento lo que antes no se ha declarado 6UjetO. Por tanto, te­ (418) En este sentido, señala F. SAlNZ DE BUJANDA, que: 'en \a eleccl6n de los
nemos que la exenci6n hace referencia, ésto es, ·toma como elemento de su pre­ hechos imponibles el legislador está determinado generalmente por considera­
supuesto de hecho- a un presupuesto enmarcado por la ley -y por ello juridifica­ ciones de tipo econ6mico, 'la que el Impuesto es una detracci6n sobre la riqueza
do- denominado hecho imponible. de los particulares que requiere una base ecor,6mica para poder hacerse
efectiva'.
( 4(9) Normalmente las obligaciones que quodan enervadas o modificadas son
las de dar, esto es, las obligaciones de carácter material, '18 que Y según &e ha (419) Sobre este punto, nos remitimos a lo dicho en el Capítulo 111 punto 7,
visto, las obligaciones de tipo formal normalmente quedan en pie. Inciso c1), de nuestralnv8stigaci6n.

(410) Exenciones objetivas. ( 420) Tenemos, por tanto, que la selección de los presupuestos de hecho
exento ~e lleva a cabo con sujeción a normas y criterios jurldicos de rango
( 411) Exenciones subjetivas. constitucional, cuya efectividad queda ineludiblemente subordinada a factores
de tipo extrajurfdlco -ésto es, política, económicos, sociales, técnicos, pslc6logi­
( 412) Tenemos por tanto, que el hecho de fundamentar el presupuesto de he­ cos, etc.-; pero tal y como se ha dicho, ésta será una cuestl6n de mérito y no
cho exento o hecho exento tributario es lo mismo que justificar a la exención tri­ Jurldlca, ya que el hecho de que la 6fíciencla y oportunidad del presupuesto de
butaria, dado que el presupuesto de hecho exento es la fuente mediata de la hecho exento o la constataci6n de que 6ste no ha producido los efectos que se
exención, es decir, es el elemento que hace posible la vida '1 aplicación de la podlan esperar, constituyen un juicio que, evidentemente, nada tiene que ver con
exención tributaria. la Juricidad del mismo.

(413) En este sentido, y según se ha demostrado, las exenciones tributarias de­ (421) Recuérdese lo dicho en el Capítulo 111, punto 7, inciso e) de nuestra
rivan de ciertas exigencias constitucionales y no de cualesquiera fines de polltica Investlgaci6n.
económica y social.
( 422) Concretamente en las páginas 220 '1 221 ,
(414) Cfr. F. SAINZ DE BUJANDA "Teoría...• op. cit. pág. 415.
329
328
( 430) Esto es, se eleva a la categoría de hecho exento. una relación que ya
( 423 ) N6tese que hablamos de deber y no de obligaci6n, ya que es técnica­ aparece acuñada como hecho imponible por el ordenamiento jurldico tributario.
mente incorrecto -salvo ciertos casos concretos- estimar que de la realizaci6n del
hecho imponible, surge automáticamente una relaci6n crédito-deuda, porque el (431) Por lo que se refiere a las exenciones totales y parciales Vid. el punto 5,
presunto acreedor carece de los medios Jurldlcos habitualmente atribuidos por el apartado e), inciso a?, del presente capítulo.
ordenamiento jurldico en defensa de su derecho; por tanto, cabe posponer el
momento del nacimiento de la obligación a la liquidaci6n de la cuota tributaria. ( 432) AsI, el substrato económIco que se somete a la regla de la exencl6n, ya
En conclusi6n, la realizaci6n del hecho imponible constituye condici6n necesa­ ha eldo modelado prevl(llTlente como hecho imponible -y por tanto susceptible
ria: pero no suficiente para producir el nacimiento de la obligación tributaria. de generar la obligación tributar!a-; pero por las razones que estima el legislador
Sobre el tema Vid., entre otros E. GONZALEZ GARCIA, 'De nuevo en torno al na­ (econ6mlcas, politicas, sociales, etc.) viene a crear una realidad jurídica -la exen­
cimiento de la obligación tributaria' en R. D. F. H. P. núm. 170, Madrid, 1984. ción- dándole unos efectos determinados, distintos de la norma de Imposici6n.

( 424) Sin embargo, algún autor señala que el exento es quien goza de su posi­ ( 433) De este razonamiento deviene la siguiente pregunta. ¿el presupuesto de
ción, siendo indiferente que> se produzca o no el hecho imponible, el cual no es hecho exento hace referencia a cualquier hecho imponible?, es decir ¿de qué
atribuible con efectos jurídicos tributarios Para que la exención exista no es ne­ tributos se puede conceder exenciones? Tenemos que el concepto de exencl6n
cesaria la existencia de un hecho imponible. Vid. a este respecto a WASHING­ se refiere a las exenciones de impuestos. Por tanto, como regla general, todos
TON LANZIANO 'Teoría general de la exenci6n tributaria' Ed. Depalma, Buenos los impuestos pueden ser objeto de exenciones; pero en alguna6 clases de ellos,
Aires, 1979, págs. 23 y ss. como los que graven el lujo o las actividades suntuarias, dificilmente podrlan
encontrar su Justificación, por lo que se refiere a los demás tributos, estimamos
( 425 ) Al decir en forma reducida nos referimos a un 'quantum' inferior o reduci­ que éstas se pueden aplicar a las contribuciones especiales, pues la potestad
do de deuda tributaria, en relaci6n del monto de la deuda de que se hubiese pro­ tributaria, en cuya virtud se exigen éstas, faculta también para exonerar de su
ducido por dertvaci6n fa norma de imposición, de no haber existido la norma de pego a determinados actos o personas y, por lo que se refiere a las tasas
exenci6n. eatimamos que también es posible in6trumentar exenciones.

(426) Tenemos asl, que la norma de exenci6n hace referencia necesariamente, ( 434) Cfr. su 'Teorla...• op. cit. pág. 450.
a una previa norma de sujeción. Esta describe el hecho imponible, aquélla confi­
gura sobre éste, el presupuesto de hecho exento. (435) Por su parte F. SAINZ DE BUJANDA senala que. 'el elemento subjetivo
es el vinculo que une a una persona con el elemento objetivo'. Cfr 'Análisls
( 427 ) Tenemos debido a ello, que algunos autores suelen utilizar la expresi6n Jurldico...• op. oil p6gs. 332 Y 86.
exención, como sin6nimo de dispensa de pago. Sin embargo y como se verá
( 436) Por tanto, tenemos que cuando la norma jurídica distingue determinados
mú adelante ésto es Inexacto.
hechos de la vida real y afirma -a pesar que se encontraban regulados por otra
norma, esto es, la de imposición -que quedan eximidos total o parcialmente, nos
( 428) Cfr. NICOLA D'AMATI 'Las exenciones...• op. cit. pág. 443. AsI pues, se·
gún se ha visto -concretamente en el capítulo 111 puntos 6 y 7- la producci6n de hallamos ante una exenci6n objetiva.
normas financieras y concretamente tributarias está condicionada, en ocasiones,
por objetivos de política econ6mica. El sistema tributario y la posterior aplicaci6n ( 437) 1. MANZONI, '11 principio della capacitá ..• op. cit. págs. 89 y ss.
de loe recursos al gasto público no &610 son un instrumento de Justicia
(438 ) Recuérdese lo dicho en el capítulo 111, apartado 7 incisos cl y d).
distributiva y de polltica eociallndiscutible; sino que sirven también, a finalidades
de producción, empleo y potenciación de ciertos sectores econ6micos.
( 439) Vid. su 'Análisis jurldico...' op. cit págs. 332 Y ss.
(429) Tenemos asi, que en un principio el legislador se basa en ciertos aspec­
( 440) Por su parte J.F. PONT CLEMENTE señala que: 'por lo mismo se incurre
tos (económicos, políticos, etc.) para crear el hecho imponible; sin embargo,
con frecuenoia en el error de llamar hecho imponible (o presupuesto de hecho
después de profundizar en dichos aspectos cree conveniente configurar -para
exento) a lo que sólo es el aspecto material del elemento objetivo de hecho Im­
ciertas situaciones de hecho o pereonll8- una regulación distinta; e&to es, el pre­
supuesto de hecho exento que encierra la norma de exenci6n. ponible (o hecho exento). Vid. su 'La exención.,,' op. cit pág. 28. Lo que está
entre paréntesis es nuestro.
331
330
(441) Vid. su 'Hlpótesis de incidencia tributarla' op. cit. pág. 346. ( 448) Este tema ha sido desarrollado en el capítulo 111, apartado 6, inciso c) y d)
da la presente investigación.
( 442) Sobre este tema y en relación con el hecho imponible vid. GERALDO
ATALlBA ·Hipótesis...• op. cit pág. 361-362. ( 449) Efectivamente, tal vínculo es indispensable en la configuración de los he­
chos Juñdlcos. ya que tal como pone de manifiesto en relación con el hecho
( 443) Por su parte y en relación con el hecho imponible, F. SA1NZ DE BUJAN­ Imponible F. SAINZ DE BUJANDA 'el hecho considerado en su pura objetividad
DA advierte que el aspecto temporal del hecho Imponible hay que tomarlo en es imponible respecto a alguien y, por tanto, deja de tener ese carácter de hecho
cuenta al analizar los siguientes problomas: gravado si en su delimitación legal no se comprende el tlpo de relación que ha
a).- La estructura temporal del hecho Imponible.
de existir entre sus elementos componentes' vid. su 'Análisis juridico...• op. cit.
b).- El momento de nacimiento de la obligación tributaria.
pág. 392. Por lo que respecta concretamente a las exenciones, se puede predicar
c).- El momento de exlglbilidad de la prestación pecundaria.
lo mismo, ya que la posición de exento es respecto a alguien.
d).- La ley aplicable para la determinación del origen de la obligación.

Cfr. su 'Análísis juridico...• op. cit. pág. 360. Por nuestra parte. hemos de
(450) En este sentido F. SAINZ DE BUJANDA afirma que 'no es menos cierto
señalar que dichos aspectos también se pueden planlear en relación con el pre­ que el elemento subjetivo -es decir, la relación entre sujeto y supuesto de hecho­
supuesto de hecho exento pero serán do la siguiente forma: forma también parte del hecho imponible, y, en tal sentido, el exámen de las
a).- La estructura temporal del presupuesto de hecho exento. exenciones subjetivas -al menos, de su noción jurídica- tiene clara relación con la
b).- El momento de la configuración del presupuesto de hecho exento y, teona del hecho imponible'. Cfr. su ·Notas...• op. cil. Tomo 1, vol. 2, pág. 559
por tanto, cuando se adquiere la posición Jurídica de exento. (Sub-nuestro) .
c).- El momento en que se ojerce, goza o disfruta de los efectos de la
exención. (451) Por tanto, la exención subjetiva se diferencia del privilegio en los fines
d).- Cuando es aplicable o no una norma de exención para cada caso que los sujetos beneficiarios persiguen, por lo que la exención se debe no a la
concreto. cualidad del sujeto o de la renta; sino a la naturaleza de la actividad de los pre­
Por lo que se refiere a los incisos a) y b) se desarrollarán en ese momen­ ceptores de la renta. Efectivamente, las exenciones subjetivas suponen un límite
to, en cuanto al inciso c), se hablará en 01 inciso e) del presente apartado, por úl­ a la capacidad jurldlca tributaria en el sentido de no idoneidad a la titularidad de
timo el Inciso d) ya ha sido desarrollado, en parte. en el capitulo 111, apartado 3, la obligación tributaria, tal y como viene configurada en el presupuesto de hecho
inciso d), completándose en el presente capitulo, concretamente en el apartado del tributo -por ello no nace o nace reducida-; pero no un Ilmite a la capacidad
5. jurldica en general, por lo que la extensión de dicha capacidad está en función
del número de situaciones subjetivas reconocidas por el ordenamiento jurídico, y
( 444) Utilizada por todos en relación con el presupuesto de hecho del tributo. en el supuesto de dichas exenciones, la negaci6n de la titularidad de las obliga­
Vid. a este respecto F. SAINZ DE BUJANDA, 'Análisis jurfdico...• op. cit. págs. 360 ciones tributarias se ve compensada por el reconocimiento de la titularidad de la
y ss. situación jurldica de ella derivada.

(445) Vid. su 'Anállsls jurídico...• op. cit pág. 386. ( 452) Recuérdese que ésta es la función de los supuestos de no sujeción
expresa. Vid. a este respecto los incisos b) y c) del apartado 2. del presente
( 446) Hemos de hacer notar que, en todo caso. el hecho exento o presupuesto cepltulo.
de hecho exento se desenvuelve simétricamente con el presupuesto de hecho
del tributo o hecho imponible, hasta que aparece el elemento o hecho que carac­ ( 453) Por tanto, la exención subjetiva, no contempla al 8ujeto aislado come
teriza al hecho exehto. persona natural o juridlca; sino que se refiere al vínculo que une a una persona
con el hecho Impo.nlble para efltablecer supuestos fácticos encuadrados ata!
( 447) En cuanto al aspecto cuantitativo de elemento objetivo del hecho imponi­ vInculo, en los cuales se produce el nacimiento de la exención tributaria.
ble, '-te es la medición del elemento objetivo del hecho Imponible en unidades
monetarias o bien en otra medida que resulte relevante para la normativa (454) Por su parte F. SAINZ DE BUJANDA, sostiene que 'no es posible
tributaria. mantener la autonomía de las pretendidas elCenciones mixtas. dado que no son
otra cosa que una modalidad de las exenciones objetivas, ya que en este tipo de
332
333
(463) A este respecto vid. lo tratado en el Capitulo N, apartado 4, inciso e).
exenciones, es claro que por su conducto no se pretende tan 5610, ni siquiera
primordialmente, favorecer al sujeto, que dada la estructura de la exención, ha de ( 464) En este sentido, F. SAINZ DE BUJANDA señala que: concepto de exen·
invertir en la operaci6n para que ésta quede desgravada. Lo que 58 persigue es ci6n permanente alude a aquel tipo de exoneraciones fiscales cuyo período de
que la operaci6n, considerada en sí misma, no atraiga la earga fiscal hacia vigencia no aparece, de antemano, al ser establecidos por la ley'. Por el contra­
ninguno de los sujetos que en ella participan. Y además, el elemento de la rio, son exenciones temporales 'aquellas otras que sólo excluyen el nacimiento
relaci6n tributaria en torno a que se configuran este tipo de exenciones, es el de las correlativas obligaciones tributarias durante un plazo que se fija por la nor­
presupuesto de hecho exento. Es por tanto, posible desde el punto de vista majurldica'. Cfr. su 'Teorla. ... op. cit. pág. 458.
lógico, que uno de los elementos constitutivos del presupuesto de hecho exento
consista precisamente en la intervenci6n de determinada persona en el acto, ( 465) Cfr. PIQUERAS BAUTISTA, 'La duración de las exenciones y derechos
contrato o documento que quiera objetivamente eximirse'. Cfr. su 'Teoría adquiridos' op. cit. pág. 327.
jurfdica...• op. Cí!. pág. 455.
( 466) Esto es asl, porque la norma de exenci6n no puede crear una situación
( 455) Cfr. SALVATORE LA ROSA "Eguaglianza.. .' op. cit. págs. 199·200. perpetua e inalterable, porque ésto equivaldría a crear unos islotes en la vida civil
inmunes a la acción del poder legislativo, privilegio de reminiscencias medieva­
( 456) En este sentido, la exención se produce o nace cuando el aspecto tem­ les e incompatible con el actual Estado Social y de Derecho.
poral del presupuesto de hecho exento, ha quedado integrado con los restantes
elementos que forman o constituyen el presupuesto de hecho en cuestión. ( 467) Por otra parle, no se nos escapa el problema de las derogaciones tácitas
Imp9rtante en todo el ámbito del Derecho, pues va Intlmamente ligado al de se­
( 457) La solieitud es utilizada normalmente como medio de control, as! como guridad jurídica, reviste, por esta misma raz6n, un interés particular en la rama
para comprobar si el sujeto solicitante está o no comprendido en el supuesto pre­ del Derecho Tributario. Ahora bien, y sin entrar en profundidad en esta temática,
visto por la ley para que la exención pueda y deba ser reconocida. entendemos que al crear gran confusi6n las derogaciones tácitas, ya que es muy
dificil entender y delimitar cómo, cuándo y porqué se está en presencia de una
( 458) En este sentido, la solicitud no es mas que un requisito procedimental y derogaol6n tácita y por tanto existe cierta inseguridad jurfdica por parte de los
no un ingrediente legal necesario para encontrarse en presencia de una contribuyentes, la derogación expresa deberla de ser el único modo de
exención. derogación de las normas tributarias entre las que se encuentra la de exención.
Sobre esta problemática vid. J. L PEREZ DE AVALA Y E. GONZALEZ GARCIA,
( 459 ) Vid. 'Principi di Diritto Tributario', op. cit. vol. 1, pág. 157 Y ss. ·Curso.... op. clt. pág. 69 Y la bibliografta ahí citada.

( 460 ) As!, por ejemplo, el Articulo 7 del Código Fiscal de la Federación Mexica­ (468) Por su parte J.A. PIQUERAS BAUTISTA, quien nos habla de plazo para el
na, señala que: 'Las leyes fiscales, sus reglamentos y las disposiciones adminis­ ejercicio de la exenci6n y no de vigencia de las normas que las' establecen
trativas de carácter general, entrarán en vigor en toda la República el día siguien­ -(cuesti6n ésta totalmente distinte, pues una cosa es el plazo de vigencia de una
te al de su publicaci6n en el 'DIario Oficial' de la Federación, salvo que en ellas norma de exenci6n y otra muy distinta el plazo o lapso de tiempo de que sa
se establezca una fecha posterior". Por su parte en el Derecho Tributario español puede gozar o disfrutar una exencI6n)- señala que: 'Exenci6n perpetua será la
la L.G.T. en su articulo 20 señala que: 'Ias normas tributarias entrarán en vigor susceptible de un ejercicio o goce repetido e ilimitado por parte del sujeto pasivo
con arreglo a lo dispuesto en el Artículo 10. del Código Civil'. Dicho Artículo (en mientras esté en vigor el precepto que la otorga'. Cfr. 'La duraci6n de.... op. cí!.
la actualidad 20.) dice: 'Las leyes entrarán en vigor a los veinte dlas de su pág. 327.
completa publicaci6n en el Boletín Oficial del Estado si en ellas no se dispone
otracoea'. ( 469) Vid. a este respecto CASTAN, op. cit. págs. 578 y ss; Y DE CASTRO, op.
cit. págs. 629 y ss.
(461) Nótese que decimos, que lo que puede estar condicionado es el goce,
uso o disfrute de la exencl6n, más no, el presupuesto de hecho exento. (470) Tenemos as!, que la doctrina reconoce entre las causas intrínsecas de
extinoi6n de las normas, la desaparición de ta ocaci6n para que fueron dictadas
(462) Normalmente la solicitud y el pronunciamiento de la autoridad adminis­ y la desaparici6n del estado de cosas que constituía su necesario prosupuesto.
trativa. Esta causa de extinción o cese de vigencia de las leyes recoge el aforismo 'ce­
335
eunque 61 criterios para Interpretar el Derecho Intemacionel en esta materia. Por
lo que respecta al principio de reciprocidad, éste, por si mismo, no es fuente de
sante ratione legis, cessat lex ipsa'. Sin embargo, para que tal aforismo sea cier­ exenciones tributarias, ya que para que la reciprocidad genere una exenci6n, ha
to, es preciso que lo que se extinga sea la finalidad de la ley, no s610 sus de estar Inserta en un Convenio Internacional o en una norma de Derecho Inter­
motivos. nacional. Por lo que se refiere a la legislaci6n Internacional, ésta se dá cuando a
determinados 6rganos Interestatales se tes concede la facultad de promulgar
( 471) En este sentido BERLlRI señal que: 'La regla fundamental es que las nor­ directamente normas obligatorias de carácter general. Ejemplo de ello podrla ser
mas jurídicas dictadas por el Estado, por las Regiones y, dentro de los limites de la Comunidad Econ6mica Europea.
su potestad reglamentaria, por las provincias y los municipios obligan en todo el
territorio nacional, y ésto aunque se trate de normas jurídicas con eficacia mera­ ( 479) El tratado establece normas de conducta general obligatorias para las
mente local". Cfr. sus 'Principios.. .' op. cit. vol. 1, pág. 152. partes -paises u organizaoiones internacionales- firmantes del mi6mo. Por tanto,
el tratado a diferencia de la norma (-lmposici6n de la voluntad soberana del Esta­
( 472) Vid. a este respecto, entre otros, G.A. MICHELI 'Lezioni. .. ' op. cit. págs. do realizada unilateralmente por ést~) se trata de un acuerdo C? concomitancia
39 y ss.; J.L. PEREZ DE AVALA Y E. GONZALEZ GARCIA 'Curso.. .' op. cit. pág. de voluntades para producir u efecto. En otras palabras el tratado es una concor­
80. dancia de voluntades entre dos o más sujetos de Derecho internacional
deetlnada a producir efecto jurldicos; es decir, a crear, modificar o extinguir un
( 473 ) Por otra parte, hemos de recordar que todas las exenciones tienen que derecho, por ello, este aspecto de bUateralídad que acarrean los tratados, les
cumplir con el principio de legalidad, independientemente que sea de carácter impide que sean considerados exclusivamente como simple norma.
nacional, regional o local.
( 480) Normalmente, aprobaci6n del parlamento naoional y su debida publica­
( 474) Vid. pág. 81 de este trabajo. cl6n en el Diario Oficial del Estado.

( 475) Hemos de resaltar que la importancia de la siguiente clasificaci6n, es útil ( 481) Por su parte GIUUANI FONROUGE nos dá el siguiente cuadro respecto
para sacar a flote las incompetencias y detectar la violación de algún precepto al tema:
constitucional, en caso de haber eximido de tributos, quien no gozaba de pote ­
tad para ello. Un ejemplo de delimitación -tanto positiva como negativamente- en 1.- Referente a los
cuanto al poder de exentar, lo tenemos en el artículo 115, apartado IV, inciso c) Estados y otros
de la ·Cosntituci6n de los Estados Unidos Mexicanos de 1.917 mismo que sujetos de Derecho
señala: c) .. .'Ias leyes federales no limitarán la facultad de los Estados para A. Subjetivas Internacional.
establecer las contribuciones a que se refieren los incisos a) y b), ni exenciones
en relación con las mismas. Las leyes locales no establecerán exenciones, en 2.- Referentes a
favor de personas fisicas o morales, ni de instituciones oficiales o privadas. Sólo particulares ex­
los bienes del dominio público de la federaci6n, de los Estados o de los Umitaciones tranjeros.
Municipios estarán exentos de dichas contribuciones'. (Sub-mío).
lntemaclonal"
al ejercicio terri­ al En raz6n del prin­
( 476) Esta regla también es aplicable en materia de supresi6n de exenciones torial del poder cipio de libre trán­
tri butarias. tributarlo. 1.- Independientes sito.
del ejercicio con
( 477) Por tanto, las exenciones regionales sólo rigen en dicho territorio, no pu­ currente de otro b) En mérito a objeti­
diendo extenderse a otros distintos de él. AsI, por ejemplo, el artículo 121 aparta­ .poder tributario. vos de interés uni­
do I de la Constituci6n Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1.917 señala versal.
que: 'Las leyes de un Estado s610 tendrán efecto en su propio territorio y, por B. Objetivas c) Por regulaciones
consiguiente, no podrán ser obligatorias fuera de él'. del comercio.

( 478) Hemos de hacer notar que, los principios generales del Derecho, la cos­
tumbre internacional, la cortesía entre Estados, la jurisprudencia internacional y 2.- Vinculadoe con el eJercicio de poderes
la norma de reciprocidad, no serán en general fuente de exenciones tributarias; tributarios externos (doble ImposlcI6n).
336 337
desde el punto de vista cuantitativo, aunque pueden advertirse en ellos aspectos
o matices cualitativos que aconsejan sean considerados como categoría tributa­
ria distinta de la tradicional exención' Cfr. su 'Sistema.... op. cit. pág. 35.

Cfr. 'Derecho Financiero' op. cit. pág. 326. ( 491) Por su parte MARTINEZ LAFUENTE señala que: 'los tipos cero exoneran
de hecho las operaoiones, permitiendo sin embargo, la devolución por el Estado
( 482) Los Tratados o Convenios Internacionales para evitar la doble imposi­ del impuesto pagado en origen'. Vid. su 'el tipo cero y las exenciones tributarias'
ci6n, son normas de Derecho Internacional, cuya finalidad es solucionar los pro­ op. cit. pág. 77 -Sub-mlo-.
blemas o personas vinculadas a más de un Estado de forma tal que su carga tri­
butaria es incrementada o adicional. Las exenciones tributarias son uno de los (492) Cfr. su 'Teorla jurldica.. .', op. cit. pág. 432.
instrumentos más utilizados para evitar la doble imposición internacional.
( 493) Concretamente en el inciso a) del pre!>8nte apartado.
(483) Vid. F. SINZ DE BUJANDA 'Teoría...' op. cit. págs. 443 y 444.
( 494) Recuérdese que el concepto de tipo cero, se define como exenci6n tribu­
( 484 ) Dada la peculiar naturaleza de los tratados o convenios internacionales, taria aún y cuando afecta al tipo de gravámen. vid. el punto 5, apartado e), inciso

resulta evidente que cuando uno de los Estados firmantes deja de cumplir unila­ b', del presente capitulo.

teralmente alguna de las cláusulas del tratado, el otro Estado firmante podrá ejer­
cer la facultad de denunciarlo. ( -495 ) Asi, por ejemplo, en el caso de la deducci6n en la base Imponible de una
cantidad monetaria considerada como mínimo vital. Caso concreto la deduccl6n
(485) Concretamente en el punto 4, apartado c), inciso b'), número 4, del capi­ en la ba!>8 imponible de un salarie' mlnimo.
tulo IV de esta Investigaci6n.
( 496) Bonificaciones, deducciones, etc., basadas sobre todo, en criterios de
( 486) Esta clasificaci6n de exenciones totales o parciales ha sido utilizada por politica econ6mica.
algunos autores haciendo referencia, no s610 al aspecto cuantitativo en la norma
de exenci6n; sino que además, en tomo a si comprenden a todos los impuestos (497) Normalmente son asimilables a las exenciones parciales, ya que la obliga
o solamente uno o alguno de ellos; es decir, para estos autores serán totalEls cl6n tributaria nace en forma reducida.
aquellas exenciones que se aplican a todos los impuestos y parciales aquellas
que solamente se aplican a uno o alguno de ellos. Vid. a este respecto a GIULlA­ ( 498) Sobre la extinción, vid. el apartado 5, punto a) ,nciso c') del present
NI FONROUGE, 'Derecho Financiero' op. cit., Tomo 1, pág. 296. capitulo.

( 487) Para comprender estas ideas, recuérdese que la norma de exenci6n, si ( 499) F. SAlNZ DE 13UJANDA sostiene que la pérdida s610 afec1a a las exencio­
bien define y valora ciertos elementos delimitados en el hecho imponible, crea nes subjetivas. Vid. su 'T/loria juridica.... op. cit. pág. 460.
una nueva realidad jurídica que es el presupuesto de hecho exento, dado que
con anterioridad a la configuraci6n de la norma de exenci6n sólo existian los su­ ( 500) Cfr. su 'Tecrla jurídica 'op cit. pág. 46'
puestos que configuraban el presupuesto de hecho del tributo. Sobre esta cues­
ti6n vid. el punto 4, apartados a) y b) del capítulo IV. (501 ) Vid. ENNECCERUS-NIPPERDEY 'Al!gemeiner teil des burgerlichen
Rochta', 150. Ed.. pág. 54 Cita extralda de la obra de KARL LARENZ
(488) En términos parecidos vid. F. SAINZ DE BUJANDA 'Teoría...' op. cit.; 'Metodología de la ciencia del Derecho'. AnoL, 1980,28. Ed. pág. 313
pág. 459, A. XAVIER 'Manual de Direito Fiscal', op. cit., pág. 289.
( 5(2) Concretamente en pág. 61 del presente trabajo.
( 489 ) Esto 8$ 8$1, ya que de qué otra forma se podría explicar que en las exen·
c'lones quedan en pie numerosos deberes -formales o no- por parte del contribu­ (503) En este sentido estimamos que si se llega a la conclusi6n de que las nor­
yente frente a la Administraci6n. mas de Imposición son de naturaleza ordinaria cabe afirmar que la I"IOrrna de
exención, por responder a análogas condiciones (y a decir análogas considera­
(490) Por tan10 se evita la posición de ALBIÑANA GARCIA-QUINTANA para ciones no nos referimos tan s610 cuando la misma se apoya en una falta de capa­
quien es 'incuestionable que han de ser equiparados a supuestos de exenci6n 309
338
cidad contributiva que por lo demás resulta evidente la similitud sino también a gía aplicativa del Derecho Tributario' Madrid, 1951, pág 18. En contra se han ma·
las exenciones denominadas extrafiscales) tendrá que ser considerada como nor­ nifestado entre otros N D'AMATI 'las exenciones.... op. cit. pág. 440; LA ROSA,
ma de naturaleza normal u ordinaria. Igualmente calificamos coherente la solu­ 'Eguaglianza...' op. cit. págs. 191·199; GA MICHELI, 'Corso di diritto tributario'
ci6n opuesta. Esto es, si se considera la norma de imposición como una norma op. cit. pág. 267; F. MOSCHETTI 'Las exenciones fiscales op. cit. págs. 328­
excepcional, parece claro que la norma de exención habrá de considerarse igual­ 330; J.L PEAEZ DE AVALA Y EUSEBIO GONZALEZ ·Curso ' op. cit. págs. 212­
mente excepcional por operar '1 encuadrarse en un ordenamiento jurídico que la 213; POLANO 'Norme di agevolazione tributaria ed Interpetazione' en Dir. e Prat.
califica como excepcional por coherencia en la normativización de esta materia y Trib. Tom, 11, 1972, pág. 722.
unidad de criterios informativos.
(508) Vid. por ejemplo A. AMATUCC¡·L'interpretazione...• op. cit. pág. 71.
( 504) A partir de la obra E. VANONI 'Natura ed interpretazione delle 16gg1 tribu­
tarie' Padova, 1932. es generalmente admitido que las norma tributarias nada tie­ ( 509) En este sentido vid. entre otros RAFAEL CALVO ORTEGA 'Las exencio­
nen de odiosas y no se diferencian de las restantes del ordenamiento jurídico. nes...' op. cit. pág. 118-119; 51 bien matiza su posición en relacl6n a las exencio­
sobre este tema vid., entre otros, A. AMATUCCI, 'L'interpretazione della norma di nes basadas en aspectos cuantitativos -mínimos exentos- al decir que 'una exen­
diritto finanziario', Nápoles, 1965, págs. 66 y ss.; N. AMOROS 'Derecho tributario. ci6n puede ser norma excepcional respecto a una norma legal y no serlo respec­
explicaciones' Madrid, 1963, pág. 165.; M.S. GIANNINI 'L'interpretazione e to a una norma o principio constitucional. Concretamente respecto al principio de
L'intregazione delle le99i tributarie', en Riv. Dir. Fin. Se. Fin.. tomo 1, 1941, págs. capacidad contributiva'.
120 '1 ss.; GARCIA AÑOVEROS, 'La interpretación de las leyes tributarias y los or­
ganismos autónomos ante el impuesto', en R. D.F.H.P. # 39, 1960, págs. 703 '1 (510) En este sentido DE JUAN '1 PEÑALOSA '1 DE LUIS DIAZ-MONASTERIO:
SS.; SAINZ DE BUJANDA, 'Hacienda '1 Derecho', 1, op. cit. pág. 442 Y ss. ·Conslderaciones...' op. cit. págs. 179-180.

( 505) En este sentido HEINZ PAULlCK en su 'Estudio preliminar' a la Ordenan­ (511) Desde esta perspectiva se entienden las posturas de algunos te6ricos co­
za Tributaria Alemana señala que 'el impuesto es más bien un sacrificio que se mo por ejemplo A. AMATUCCI quien señala que 'Ios principios generales del
exige regularmente de los obligados tributarios con arreglo a su capacidad con­ sistema jurldico financiero inciden en la determinaci6n. provisión, gestión y gasto
de los medios econ6micos necesarios para la vida de los entes públicos; les
tributiva personal, un deber clvico que ha de cumplirse para poner al Estado en
concleme por tanto, explicita y sustancialmente, la actividad de Imposici6n·. Si
condiciones de cumplir las funciones de la más variada especie que le competen
bien ciertamente matiza algo al decir que·... y s610 de modo marginal e impliclto,
en interés del bien común'. Vid. op. cít pág. 45. Por su parte la generalidad de la
como criterio en la dIWlbuci6n de la carga fiscal ...• Vid. ·L'interpretazione.... op.
Doctrina jurldica tributaria resalta la utilidad de la función del derecho tributario
que se encamina a conseguir el bienestar de la colectividad. Vid. por ei~m~lo, la cit. pág. 71:
bibliografía citada en nota anterior. Vid. también F. VICENTE ARCHE DOMINGO
'Apuntes sobre el instituto del tributo, con especial referencia al Derecho ( 512) t:n este sentido tenemos que el fundamento jurídico del °derecho;poder
español', R.O.F.H.P., Civitas 1.975 págs. 482 y ss. del Estado al impuesto deriva de su obligaci6n de satisfacer el Interés colectivo,
do un parte y de otra, que el reparto de la carga tributaria deba hacerse en razón
( 506) Cualesquiera de las dos soluciones que hemos dado anteriormente, al de la capacidad contributiva de cade sujeto.
márgen de su receptividad por el Derecho positivo, pueden ser justamente califi­
cadas de coherentes. Lo que evidentemente no admitimos son soluciones híbri· (513) Vid. por ejemplo, SALVATORE LA ROSA ·Eguagllanza.. .' op. cit. pág.
das y en cierta medida cotradictorias; es decir, que lo que no cabe es considerar, 193 Y ss. 'Sul concet1o de primo implanto di stabillmento industriale e sull'inter·
de un lado, a la norma tributarla como ordinaria; y, de otro, estimar que las pretazione delle esenzlonl' en Riv. Oir. Fin. Se Fin., 1967. 11. pág. 410-411.
normas de exenci6n deben ser calificadas de excepcionales o extraordinarias, o
vicerversa. ( 514) AsI, pues, superada la actitud Impositiva como instrumento de una mera
y exigua finalidad recaudatoria, no se puede sostener que las exenciones tienen
( 507) En la doctrina esta opinión es compartida, entre otros por, A. AMATUCCI carácter excepcional. porque ambas están entrelazadas entre sI formando un
'L' Interpretazione...' op. cit. pág. 68-71; RAFAEL CALVO ORTEGA, 'La interpre­ todo orgánico, ya que responden a análogas consideraciones. Tanto las exencio­
taci6n de las exenciones tributarias' en H.P.E. # 13. Madrid, 1971, pág. 118-119; nes fiscales (que parten de los mismos principios básicos que ordenan los tribu­
tos) como las extraflscales (que atienden a los mismos fines que hoy se les atri­
DE JUAN '1 PEÑALOSA y LA NUEZ DE LA TORRE 'Estudio jurídico...' op. cit.
pág. 207; A.D. GIANNINI 'Instituzioni. .. ' op. cit. pág. 164; J. LARRAZ 'Metodolo­ buyen a los tributos) suponen la realizaci6n de la actual 'ratio del sistema imposto
341
340
(520) En este sentido R. CALVO ORTEGA dice que una exención puede ser
tivo. Las normas de exención y concretamente las extrafiscales, no son normas norma excepcional respecto a una norma legal y no serlo respecto a una norma
excepcionales porque como señala N. D'AMAT!, 'no establecen límites a dere­ o principio constitucional. Concretamente, respecto al princpio constitucional de
chos fundamentalos, ni impiden su libre ejercicio. Vid. 'Las exenciones...• op cito capacidad contributiva. Resulta así que si no existiesen, como la lógica jurídica
pág. 440. Por otra parte, hemos de hacer notar que esta argumentación no es su­ demanda, más exenciones que las justificadas por el principio de capacidad con­
ficiente para negar la supuesta excepcionalidad de la norma de exención, aun­ tributiva no podrla hablarse en última instancia, y considerando el ordenamiento
que si nos sitúa en condiciones favorables para ello, tal y como se verá a conti· tributario en su conjunto, de excepcionalidad con referoncia a las normas consti­
nuación; y esto es así, ya que de acuerdo con cierto sector de la doctrina 'Ia cali­ fuváS de exenciones: Vid. 'La inierpretaci6n ...• op. cit. pág. 118. Como se puede
ficaci6n de una norma jurídica como excepcional sólo puede hacerse en base a observar en el planteamiento de CALVO ORTEGA sólo se sustraen del carácter
criterios jurídicos, siendo irrelevante al campo Jurídico las consideraciones que excepcional las exenciones basadas en aspectos cuantitativos ·mínimos exenios­
no tengan apoyo en un principio o norma de derecho'. Vid. por ejemplo A. AMA· Sin embargo esta conclusi6n no nos parece correcta por ser incompleta, ya que
TUCCI ·L'lnterpretazlone...• op. cit. págs. 70-71 Y A. CALVO ORTEGA 'La interpre­ tal y como 8e ha señalado F. MOSCHETTI 'Es tan principio general aquel según
taclón...• op. cn. pág. 118 cita (9). el cual no deben ser gravadas las manifestaciones de capacidad contributiva que
se encueniren por debajo de ciertos mínimos, como el que se refiere a la exen·
ción o bonificación de detenninados tipos de manifestación de capacidad contri­
515) Vid. la bilbliografía citada en nota 430. butiva.... Vid. 'Las exenciones...• op. cit. pág. 329. Con esto queremos decir que
tanto las exenciones basadas en aspectos cuantitativos como aquellas en raz6n
(516) Como se ha visto esta doctrina parte de la premisa que la regla general cualitativa son Igualmente normales y ordinarIas y es que la armonía de los prin­
del derecho tributarlo es el sometimiento a gravamen de todas las manifestacio­ cipios generales en 10& cuales se engloban los principios constitucionales se
nes de capacidad coniributiva; sin embargo, y como veremos a continuación es­ pueden reclprocamente complementar, pero también limitar.
to no es sostenible actualmente, por la simple razón de que e5te principio no es,
por sí solo, un principio universal, omnicomprensivo de todas las situaciones jurí­
dico-tributarias posibles.
(521) En este sentido podemos afirmar que la norma de exención no puede ser
( 517) En este sentido F. MOSCHETTI señala que 'Así como aquel limite a la Ii • considerada como excepcional puesto que no contradice ni ataca a ningún prin­
bertad que es la contribución pecuniaria coactiva, era expresi6n de una regla cipio general, ya que en1re el deber de "todos' a contribuir el sostenimiento de
general, el límite a la cOniribución al sostenimiento de los gastos públicos pOi los gastos públicos y la no Imposición de los hechos o personas (-ya sea base a
parte de todos, es decir, la exenci6n, es también expresión de una regla general criterios cualitativos o cuantitativos-) que sean considerados como no id6neos a
no derogatoria de aquélla, sino concurrente'. Consiguientemente de esto se de­ tales efectos, no existe una relación de derogaci6n sino de Iímitación; esto es, lo
duce que la teorla según la cual la norma que establece una exenci6n ha de con­ segundo no cotradice a lo primero, sino que simplemente señala o enmarca sus
siderarse como excepcional, no es sustancialmente distinta de aquelia otra que limites constituyendo asl mismo un prIncipio general concurrente más no deroga­
se refería a al excepcionalidad de las normas tributarlas en general; por lo qu torio, ya que tal y como señala F. MOSCHETTt en estos casos se dá una relación
del miSmo modo que no podía tildarse a la norma do imposición de excepcional, de 'prlnciplo a limite' y no de sistema de las normas que establecen el sometí·
tampoco puede decirse lo mismo respecto de la norma de exencIón'. Vid. 'Las mlenio a gravamen de la manifestaciones de capacidad contributiva con el siste­
exenciOr'les... ' op. cit. pág. 330. ma de las normas que preveen exenciones fiscales. Vid. 'las exenciones...• op.
en. págs. 329-330.
( 518) Concretamenie en el tema de 'Ia supuesta ruptura de la generalidad tri­
butaria por medio de exenciones tributarias' pág. punto 3 del capítulo 3ro. de (522) En este sentido CALVO ORTEGA señala que esta excepcionalidad se dé
nuestro trabajo. siempre, ya que 'La exenci6n es siempre una derogación. total o parcial y para
(519) En este sentido, por ejemplo, MARTIN DELGADO señala que 'una cosa es determinados casos de los efectos del hecho imponible o de otro elemento del
que sólo pueden gravarse manifestaoiones de capacidad económica y otra muy tributo es siempre una norma general respecto a la norma que establece la exen­
distinta es que toda manifestación de riqueza tenga que ser sometida a tributa­ ción'. Vid. "La interpretación...' op. cil. pág. 118. Sin embargo y tal y como seña­
ción·. Vid. 'Los principios de capacidad económica e igualdad en la Constituci6n lan J.L. PEREZ DE AVAlA Y E. GONZALEZ GARCIA 'Tan ordinaria, común y
española' en H.P.E. # 60, 1979, pág. 69. Vid. también J.A. FAIÑA MEDIN "La in­ normal ea, un caso, la norma de imposici6n, como la de exención en el suyo, que
terpretaOi6n econ6mica de las leyes tributarias y el fraude a la ley fiscal' R:O.F.­
H.P. # 115, 1975, pág. 182.
343
342

únicamente por su ámbito de ampliación hay que presumir menos general; pero
ello, obviamente, no Implica oxcepcionalidad alguna' Vid. ·Curso...• op. cit. pág. ( 528) Vid. SAINZ DE BUJANDA: 'Hacienda y Derechoo op. cit. 1. pág. 446,
Además y tal y como señala CALVO ORTEGA habrá que considerar la
·relatividad· del concepto de norma excepcional, ya que ·no siempre ni necesa­ ( 529) En este sentido CORTES DOMINGUEZ llama la atención sobre el carác­
rlamente el principio Jurldlco que actúa en una norma excepcional es más restrin­ ter primordial que el principio de capacidad económica Juega en materia de Inter­
gIdo que una norma general'. Es decir, que aunque parezca paradógico, una pretación tributaria, si bien posteriormente aclara que la utilizaci6n del principio
norma general puede ser más restringida que una norma excepcional, no obstan­ de capacidad econ6mica no significa, en ningún momento, una apertura o una
te normativizar las dos la misma materia·. Vid. 100m., pág. 117 Y el ejemplo cita vuelta a la interpretación funcional (como todos sabemos fuá GRIZIOnl, y con él
(5). sus seguidores, que integran la Escuela de Pavla. entre ellos DINO JARACH,
( 523) En este sentido F. MOSCHETTI señala la importancia en cuanto a este te­ quienes desarrollaron la doctrina mencionada), sino que la cuestión de que si el
ma asume la relatividad del concepto de .principlo general de forma que 'puede mencionado principio tiene vigencia s610 en el momento de la configuración del
existir un prlncpio general que Insprire un tributo determinado, un sistema tributa­ tributo o si también en el momento de su aplicacl6n debe ser contestado afirmati­
rio o un ordenamiento jurldico, Cada uno de estos principios será 'general' res­ vamente, pero claro está, en conjunci6n con todos los criterios elementales de la
pecto a principios menos generales, pero no serán 'generales' con relaci6n a norma a interpretar, Cfr. CORTES DOMINGUEZ, MATIAS: ·Ordenamiento. , .' op.
principios más generales', Vid, 'Las exenciones...• op. cit. pág. 330 Y la biblio­ cit. págs. 127-128.
grafía ahl citada.
( 530) En este sentido KARL LARENZ señala que: 'Los fines que el legislador
( 524) Y es que un conjunto de exencionos tributarlas (que por lo demás pue­ intenta realizar por medio de la ley, son, en muchos casos, aunque tampoco en
den encontarse dispersas en distlntas leyes del sistema tributario), inspirados en todos, fines objetivos del Derecho.... Vid. ·Metodología...• op. cit. pág. 331.
la misma ·ratio· pueden llegar a constituir un sIstema particular, pero no aislado,
dentro del conjunto del sistema tributario, ( 531) Vid. entre otros A.D. GIANNINI, JARACH, KRUSE, VANONI, etc,y en lo
que respecta a la Doctrina General del Derecho vid, los citados en LORENZO
(525 ) En este sentido, nos parece altamente esclarecer el ejemplo que dá F. MAATIN-RETORTILLO; 'La interpretaci6n.. .' op. cit. págs. 927-928.
MOSCHETTI al decir: 'Es principio inspirador de ILOR gravar todas las rentas pa­
trimoniales, mientras que es un principio general del sistema tributario (deduclbl (532) Concretamente RAFAEL CALVO ORTEGA en 'La interpretación. , .. op,
de múltiples normas relativas a distintos tributos) el establecer bonificaoiones fis­ cit. págs. 123-124; si bien y como veremos más adelante su posición resulta po­
cales a los edificios de proteccl6n oficial. Pues bien. la norma que establece la co acertada.
excepci6n del ILOR de las rentas que se derivan de edificios que no son de lujo
contradice la 16glca del principio inspirador del ILOR, pero no al que es propio ( 533) Antes de entrar con mayor profundidad en esta temática hemos de hacer
del sistema tributario. Entre ambos, el segundo, por ser más general que el pri­ nuestras las palabras de KARL LARENZ en el sentIdo de que ·La interpretacl6n
mero, es el único 'principlo general" y, por tanto, la exonci6n, lejos de contrade­ no es, como hemos subrayado siempre, un eíemplo de cálculo, sino una activi­
cirlo, es el rO$ultado de su aplicaci6n·. Vid. olas exenciones .... op. cit. pág. 330. dad creadora del espiritu' Cfr. ·Metodologla. , .' op, cit. pág, 344. Con elio lo úni­
co que queremos hacer notar es que sobre esta materia nada es exacto ni abso­
( 52B ) Como ha destacado la doctrina, bien es cierto que las normas de derecho luto, pero por lo menos n06 puede ayudar a acercarnos un poco más a la proble­
tributario a lo largo de su historia han soportado determinados pruritos Interpre­ mática de un tema que ha vivido su particular calvario como es el de la interpre­
tativos, pero, en definitiva, debe concluirse que superada la vieja polémica doc­ taci6n de las no mas de exención.
trinal sobre la presunta O$pecialidad en materia interpretativa del derecho tributa­
rio, ésta en la actualidad debe ser rotundamente negada, para afirmar, sin lugar a (534 ) Tenemos, por tanto, que la mayor parte de la doctrina afirma que la inter­
dudas. que los criterlos de Interpretacl6n en la rama jurídico-tributaria 50n los pretación de cualquier ley exige la utilizaci6n de todos los datos posibles; es de­
mismos que ha consagrado la tooría general del Derecho. Sobre esta cuesti6n. cir, que la Interpretaci6n de las mismas debe estar presidida por ~n método aclé­
VId. la bibliografla citada en el apartado anterior. tico que requiere utilizar una pluralidad de criterios e Instrumentos Ninguno de
loa criterios tiene, ni validéz universal, ni debe prevalecer sobre los demás; como
( 527) Vid. al respecto entre otros LORENZO MARTIN RETOATILLO BAQUER; dice RECASENS SICHES. ·nlngún jurista puede escoger uno como correcto o re­
'La Interpretación...' op, cit. págs. 912 a 914 y la bibtiografla ah! citada, pudiar a los demás·, porque cada uno tiene su interés parcial y además Ola 16glca
de las normas es la lógica de lo razonable y no la 16glca de lo racional'. De lo
344 que en definitiva se trata es que cualquiera que sea el criterio que se aplique en
345
la operaci6n interpretativa, lo importante será que el resultado de la misma nos
( 540) Cfr. 8U 'La Interpretaci6n... op. cil pág. 122-124.
0

ayude a aclarar el significado de la norma; es decir, el significado verdaderamen·


(54 ) Hemos de aclarar que no por ello descartamos la potenciaci6n de 108
te inserto en la norma, el que ella encierrra; por lo que todo el sistema variará y 1
se adaptará según el caso concreto planteado. Vid a este respecto, entre otros, "r¡ncípioa generales del sistema financiero.
RAFAEL CALVO ORTEGA 'La interpretaci6n...• op. cit. pág. 123 Y la bibliografía
(542) V1d. CASTAN TOBEÑAS: 'Derecho Civil Español Común y Foral' Tom. 1,
ahí citada: LORENZO MARTIN RETORTILLO B. 'La interpretación...• op. cl1. pág.
959-960. Vol. 12a. Edición, Madrid, 1975 pág. 528.

(543) En este sentido vid. la bibliografía citada en notas anteriores.


( 535) Por otra parte hemos de señalar que no debe ponerse demasiado peso
en el texto de las leyes impositivas ya que estas leyes son realizadas frecuente­
( 544) A pesar de lo que aqul decimos, existe toda una corriente en alguno de

mente al vapor y, por tanto, sin retocar y con expresiones y palabras poco claras,
los palses aqul analizados en los que se está todavfa lejos de la linea doctrinal

por lo que no siempre son decisivas; ni pueden ignorarse tampoco, ya que es un


qu, proclama pura Y simplemente el carácter normal y ordinario de las normas

principio general del Derecho que en la interpretaci6n del precepto legal se ha


de 6'lCencI6n. VId. entre otros, por ejemplo, en italia las sentencias que cita. F.

de tener en cuenta no s610 la letra, sino el esplritu que las informa y anima.
MQSCHETT1 0 Las exenciones...• op. cil pág. 328, concretamente nota (6). En Es­

palla, entre otros. R. CALVO ORTEGA'La Intepretalci6n..,' op. cit. pAgo 127 Y ss.

( 536) En este sentido MARTIN-RETORTILLO BAQUEA pone de manifiesto que


YJ.L PEREZ DE AYAlA YEUSEBIO GONZALEZ ·Curso...• op. cit. págs. 220-221.

en todo caso se hace necesaria la interpretación. independientemente de la facill


En México vid., entre otros, SERGIO F. DE LA GARZA 'Derecho Financiero Mexi­

dad o complejidad de expresión de las leyes, ya que la claridad de una norma


cano' Ed. Porrúa Méxlco 1979, pág. 504 Y ss. Por último y en lo que respecta al
nada tiene que ver con la existencia de la interpretación; puesto que para llegar a
Derecho tributarlo alemán, según su doctrina, no existe ningún principio jurldico
la conclusión de que las normas son claras no se ha hecho otra cosa sino realizar
en virtud del cual las exenciones y los beneficios fiscales en forma general debe­
una auténtica labor Interpretativa. Cfr. su "la interprotaci6n.. .' op. eil. págs. 919 y
rán ser interpretadas de alguna forma en especial. Vid. F. MOSCHEITI ¡dem,
922. Vid. también, entre otros, KAAL LARENZ ·Metodología...• op. cil. págs. 316 y
88.; GJAN ANTONIO MICHELI 'Curso de Derecho Tributario', Madrld 1975, pág. Idem.
123; H. WILHELM KAUSE 'Derecho tributario' op. cil. pág. 182-183. Además tal y ( 545) ~ criterio común en la doctrina señalar que es legitimo hablar de estos
como señala la doctrina, ya no se trata de conectar o no la norma con el circuito tres tipos de Interpretaci6n, pero solamente en cuanto se conciban como un re­
legislativo al que pertenece (que por lo demás es indispensable), sino saber el
sultado de la tarea interpretativa, por lo que la Interpretaci6n de un precepto sea
aigniflcado mismo de las palabras; es decir, si ha de entenderse en sentido jurídi­ extensiva o restrictiva, $OrA algo que sólo se sabe una vez que se ha Inter­
co, técnico o usual y cual debe elegir el intérprete, por tanto toda ley fiscal por pret8do. En comecuen<:la, hemos de censurar el actual articulo So. del C6dlgo
precisa y detallada que sea formulada, dejará abierto en numerosas cuestiones ~ca1 de la Federación mexicana mismo que dice: 'Las disposiciones fiscales
un márgen de variacl6n de posibilidades interpretativas. que establezcan cargas a los particulares y las que señalan excepcionas a las
mIsmas, asl como las que fijan las Infracciones y Sllnclones, son de apllcacl6n
estrictaO, ya que como señala MARTlN-AETORTlLLO BAQUEA "Tal posici6n es
( 537) Vid. LAARAZ: 'Metodología aplicativa del Derecho tributario' Madrid 1951 absurda e inoperante, porque al decimos que la interpretacl6n se hace como se
pág. 14. tiene que hacer y luego resulta que es restrictiva, extensiva o declarativa, t.c6mo
.. puede foaar alln18rprete a alterar la esencia de su tarea llegando a resuitadoa
( 538) Lo que en definitiva se trata es de rechazar cualquier criterio Interpretati­ prevlamento determInados? V1d. su'La Interpretación...• op. cit. pág. 947
vo que conduzca al absurdo; sin embargo habrá que tener ciertas reservas al ad·
mitir que la ley no dice lo que su texto indica.
(546) Aal, rechazamos los brocardos °in dubio contra fiscum' e 'in dubio pro fis.
(539) Por su parte RAFAEL CALVO ORTEGA ya di6 muestras de preocupación
ca'. El brocardo 'In dubio pro fisco', como expone AMATUCCI, aparte de repre­
sobre esta cuestión al decir que 'si la interpretaciónprentendeconocer entre otras
&entar una f6rmula vacla de contenido )uñdlco, es Inactual, pues el DerechO p~
cosas la finalidad de la norma, no parece correcto que la misma finalidad sea al blloo aew.I está muy lejos de su fase de Isa °causas favorabills' Imperante en
mismo tiempo método de Interpretacl6n, El método juega como instrumento para
Flama y Derecho Intermedio; y el brocardo 'in dubio contra fiscum', que aurgi6
conocer la finalidad, slmul1áneamente método y punto terminal' Vid. su 'Las 341
exenciones tributarias en al jurisprudencia' en R.E.D.F. #3, 1974, pág. 642.
346
la ley los criterios ordenados dictados para un supuesto semejante'. Cfr. 'La ana­
como reacción contra el anterior y apoyado en el 10 ola 49. 14 'non puto logia. ..' op. cit pág. 20.
delinquere eum, qui in dubiis quaestionibus contra fiscum facile responderif; así
como en la seguridad de la obligación tributaria (sólo se debía pagar la parte (551 ) Ten6m08 de esta forma al diferencia entre Intepr~lón extensiva y anaJo­
cierta) está hoy fuera de lugar por la pérdida, por parte de la ley fiscal, de su ca­ gis, ya que según hemoa visto, la Interpretaci6n extensiva resulta de la mayor
rácter penal u odioso. Cfr. 'Interpretazione della...• op. cit principalmente amplitud y alcance de la nomra (después de la labor interpretativa) que el que a
capftulos V y VI. . primera vista ofrecla, mientras que se recurre a la analogla cuando quien aplica
el Derecho no encuentra una norma expresamente dirigida a regular tal situaci6n
( 547) Vid. su ·Instituciones...' op. cit. pág. 45. (por lo demás necesitada de solución jurldlca) por lo que se dá entrada a otra
norma que regual un caao similar o análogo. Por lo que, siguiendo a BOBBIO y
( 548) Concretamente RAFAEL CALVO ORTEGA en su "La interpretación... ' op. F. DE CASTRO, tenemos que entre Interpretación extensiva y procedimiento ana·
cit. 116. Por otra parte hemos de manifestar nuestra duda en relación con lo que lógico no existe una diferencia esencial, sino de grado, cfr. J.L PEREZ DE AVALA
quiere decir A.D. GIANNINI, ya que en cierta forma creemos que el autor más Y E. GONZALEZ ·Curso..."op. cit. pág. 102.
bien trata de referirse a normas de 'Fattispecie exclusiva' con el término de
twchO$ indicados taxativamente.
( 552) En efecto, la aplicación por analogla de una norma a un caso no previsto
( 549) En este sentido señala E. GONZALEZ GARCIA que 'Este es un tema so­ en ella Implica, primeramente haber fijado su contenido específico, contenido
metido a fuerte revisión c(rtica, desde hace al menos quince años, por parte de que puede haber conducido ya a una Interpretacl6n extensiva; (En este sentido
un sector muy calificado de nuestr6 doctrina' Cfr. 'La admisión de la analogía en MARTIN RETORTILLO señala que 'ello hace que hoy deban ser considerados
los Derechos tributarlos italiano y alemán" En H.P E. # 86" 1984, pág. 289 y ss. como auténticos caaos de intepretaclón ·aunque el resultado sea una
Vid. también por lo que se refiere a esta ouesti6n entre otros 'Limites de la inte­ intepretacl6n extensiva- casos que en otra época eran considerados como de
gración en el Derecho tributario' (Reunión de la Asociación alemana de Derecho Integración analógica', Cfr. 'La Interpretación' op. cit. pág. 956. Vid. también KH.
tributario) de KLAUS TIPKE, traducido por PALAO TABOADA en R.E.D.F. # 34, FRIAUF 'Poelbllldades y '¡mites' op. cit pág. 349. Por lo que como
1.982, pág. 181 Y ss. del 'Grenzen der Rechitsfortbildung durch Rechstprechung acertadamente expone A. AMATUCCI 'En la intepretación extensiva se dA un
und Verwaltungsvorschriften 1m Steuerrecht', Colonia, 1982, págs. 3 y ss. KH. reparto en el significado literal y lógico, mientras que en la analog!a el reparto se
FRIAUF 'Posibilidades y límites del perfeccionamiento jurídico en el Derecho tri­ establece entre la situación de hecho, la norma jur!dlca y el hecho normativo'.
butario' en H.P.E. # 86, 1984, págs. 345 y 65. Asi como la bllbllografla citada en Vid. 'La Interpretazlone...• op, cit pág. 54.
el eprgrafe anterior. Por otra parte el mismo E. GONZALEZ GARCIA pone de ma·
nifiesto que 'A nadie $8 le puede ocultar que el tratamiento de la analogra (argu· ( 553) As!, pues, en la mayoría de los ordenamientos jurldicos modernos se
mentum a eimrll' es, en si mismo, uno de los puntos más oscuros y problemáticos acepta la admisibilidad del procedimiento analógico como método interpretativo;
de la Teoría General del Derecho... y ouando se traslada al ámbito del Derecho en los que no cabe oponer más ¡Imites que los naturalmente exigidos por la lógl·
tributario, las dificultades 16gicamente suben de punto...' CfL 'La analogla en los ca Interna del argumento 'a simili' y las prohibiciones que, ocasionalmente,
ordenamientos tributarios latinos e Iberoamericanos más representativos' en puedan venir expresamente consignadas en las leyes. Vid. E. GONZALEZ
Revista del Tribunal Fiscal del Estado de México. Enero-Abrll 1983 # 17 págs 19 GARCIA 'La analogla' op. cit pág. 24 Y la bibllografTa ah! citada.
y 88.
( 554) En este sentido se ha manifestado gran parte de la doctrina como por
(550) Cfr. J. L. PEREZ DE AVALA Y E. GONZALEZ 'Curso ..' op. cit pág. 100.
ejemplo DE LA NUEZ, M.S. GIANNINI, E. GONZALEZ, LASARTE, MARTIN­
Por su parte CASTAN rOBEÑAS define a la analogía. como la aplicaci6n extensi· RETORTlLLO, MOSCHETII, TlPKE, GA MICHEU, TANZER, VANONI, etc.
va de 10$ pirncipl08 extaldos de la norma a un caso no previsto por ella, pero que
presenta igualdad jurldlca eaenclal con otro u otros que la norma regula. Sin em­ ( 555) En este sentido, por ejemplo, se cuenta con la autoridad de A.D. GINANNI­
bargo. tal y como señala E. GONZALEZ 'El centro de gravedad de la definici6n, NI en Italia; en Alemania KH. FRlAUF y H.W. KAUSE entre otros; en España GAR­
constituye su punto más problemático', ya que 'la precisa determinación de lo ClA ANOBEROS; en Argentina ANDREOZZI y JARACH entre otros; por lo que se
que deba entenderse en cada caso por igualdad en lo esencial y diversidad en lo refiere a otros paises como Portugal, Brasil, México, Vid. E. GONZALEZ GARClA
aCCIdental o, lo que es lo mismo, en determinar el alcance de la 'relación de se­
'La analogla.. .' op. cit págs. 41 y ss.
mejanza' que hace posible aplicar a un supuesto no expresamente regulado en
349
348
( 556) Un amplio muestrario que refleja esta corriente jurisprudencial puede en­ de la analogla, sino que habr6. que estar a lo que en cada ordenamiento decidan
contrarse, por lo que respecta a Italia, en M.S. GIANNINI 'L'interpretazione...' op. sus principios fundamentales' Vid. 'Derecho Civil de España' op. cit. pág. 537.
cit. págs. 172 y ss., y F. MOSCHElTI 'Las exenciones...' op. cit. pág. 328; en
cuanto a España N. AMOROS 'ley General Tributaria' Madrid 1967; págs. 260 y (562) En la doctrina esta opini6n es compartida entre otros por A. CALVO OR­
ss. y A. CALVO ORTEGA 'La interpretaci6n...' op. cit.págs. 126 y SS.; MARTfN. TEGA, E. GPNZALEZ GARCIA y con ciertas reservas, SAlVATORE LA ROSA,
RETORTILlO 'La interpretaoi6n.. .' op. cl!. págs. 959 y ss. Por último en Alema­ MOSCHElTI, MARTIN-RETORTILLO, POLANO, RUJU, VANONI, etc.
nia el Tribunal Flnaciero Federal (Budesfinanzhof) nunca se ha manifestado en
contra de una prohibici6n de la analogla, pero esta prohibición se ha deslizado ( 563) En este sentido KH. FRIAUF señala que 'Desde el punto de vista del Es­
tácitamente en numerosas decisiones. Vid. KLAUS TIPKE 'Umites de la Integra­ tado de Derecho, el perfeccionamiento jurídico 'per analogiam' se convierte en
oi6n...' op. cit pág. 182. Por otra parte, merece hacer notar, tal y como pone de problema en primer lugar, por el hecho de que colisiona con situaciones de se­
relieve la doctrina aqué citada, que dllbido a las fuentes criticas de que ha sido guridad de los contribuyentes merecedoras de protecci6n y con ello concluca los
objeto la tesis del carácter excepcional de las normas tributarias llevaron de un mandatos de la seguridad juridica. puesto que en el momento de la realización
lado a camuflar bajo el r6tulo de la intepretaci6n extensiva (permitida) auténticos del supuesto fáctico faltaban las reglamentaciones tributarias pertinentes, la de­
supuestos de extensi6n analógica (presuntamente prohibidos); y por otra llevar terminación posterior de la existencia de un deber tributario (o de una excepcl6n
la discusi6n de este problema a un terreno más sutil: el de quienes postulan ( a la misma) tiene que aparecer ante los afectados como un efecto retroactivo
A.D. GIANNINI y KH. FRIAUF. entre otros) que la práctica de la interpretacl6n para el que no pudo tomar las oportunas previsiones'. Cfr. 'Poslbllidades y
anal6glca choca con el principio do reserva de ley, y el de seguridad jurídica. limites' op. clt. págs. 352-353 lo encorchado es nuestro.
Cfr. a este respecto E. GONZAlEZ GARCIA 'la admisión.. .' op. cit. pág. 296.

(564) En este sentido se afirma que las leyes tibutarlas como en todas las leyes
(557) Sin embargo, tal y como señala LOTHAR WÓRNER "El sentido literal po­ que Imponen obligaciones de derecho público, no existon verdaderas lagunas;
sible no es sostenible como limite de palicación del Derecho' Vid. KLAUS TIPKE basándose en el principio de que las obligaciones que la ley oxpresamonte no
'Umltes de la Integración.. .' op. cit. pág. 183. Impone no existen, esta posición ha sido mantenida entre otros por BlUMENS­
TEIN, A.D. GIANNINI, HENSEL, JARACH.
( 558) Como es bien sabido esta postura se deriva de la ideología liberal, según
la cual el impuesto es tan represivo y perturbador como la pena, por lo que como ( 565) Vid. A. AMTUCCI: 'La interpretazione...' op. cit. pág. 57 y 104.
protecci6n del individuo frente al Estado, debe demostrarse que un impuesto ha
sido consentido; por tanto una obligaci6n (o cualquier regulación sustancial so­ (566) Vid. VANONI 'Natura ed interpretazione.. .' op. cit. págs. 278 y 282.
bre la misma) que no resulte de la letra de la ley no puede ser impuesta aunque
esté dentro de su esplritu. (567) Vid. MICHEU; 'lezioni di Diritlo Tributario', Bulzonl, Roma 1.968 pág. 54.
En el mismo sentido entre otros, AMATUCCI, M.S. GIANNINI quien señala que
( 559) Vid. su 'Istituzioni.. .' op. cit. pág. 44 Y ss. En igual sentido se manifiesta 'debo abandonanle la vioJa idea que la analogla suponga la creacl6n 'ex nihilo'
HANS GEORS RUPPE, para quien el principio de legalidad (que es el cantro de de una norma: la analogla no crea ninguna norma, pues es un simple desarrollo
gravedad en que gira el problema de la admisi6n analógica) no permite normativo de los principios, los cuales, en cuanto existe en un ordenamiento da­
distinguir entre una analogía desgravatorla admisible y una analogía agravatoria do, necesariamente tienen por sí mismos un valor normativo' Cfr. 'la interpreta­
inadmisible. Vid. KlAUS TIPKE 'límites de la integraci6n. 'op. cit. pág. 183. ci6n.. " op. cit. pág. 344; MOSCHETTI, VANONI. Por su parte K.H. FRIAUF pone
de relieve que 'El derecho a ta vigencia y observancia lo tiene en un Estado de
Derecho no una Intenci6n unánime del Parlamento, sino exclusivamente la norma
( 560) lo que en definitiva no cabe son posiciones contradictorias esto es, sos­ aprobada formalmente y publicada como está ordenado' Cfr. 'Posibilidades y li­
tener por un lado, la admisión de la analogía para las normas constitutivas de tri­ mites...' op. cit pág. 349 a lo que hemos de contestar que lo que se pretende
butos y por otro lado. sostener la inadmisibilidad de la analogla para las normas con la analogía no es buscar la intenci6n del legislador y hacer que ésta se cum­
de exenci6n. pla lo más ampliamente posible, sino más bien aplicar precisamente la voluntad
'objetivada' de éste a casos que Indirectamente se encuentran dentro de esa
(561) De esta forma seguimos la recomendaci6n de F. DE CASTRO para quien voluntad que la norma encierra.
'ningún criterio 16gico o teórico puede decidir en pro o en contra de la admisi6n
350 351
ento jurldlco con verificar la incompleta regulaci6n de un determinado hecho;
( 568) Vid. a este respecto M.S. GIANNINI 'La interpretación. puede ocurrir que ésta obedezca a una elección concreta por parte del legislador
para darle un tratamiento distinto, no siendo en este caso aplicable al razona­
(569) Cfr. 'La admisión...' op. cito pág. 297. Vid. también pág. 298 Y la miento analógico alno el 'argumentum a contrario'. Cfr. 'Las exenciones...' op.
corriente doctrinal ahí señalada.
oll pág. 331.
En parecidos términos se manifiesta R. CALVO ORTEGA para quien 'El
(570) Vid. a este respecto KiAUS TIPKE 'Límites .. ' op. cit. pág. 183. legislador con une exenoión de politice económica quiere favorecer una determi­
nada actividad o sector en una medida determinada, y sólo en esa' por lo que
(571) Vid. Concretamente M.S. GIANNINI 'La interpretación.. .' op. cit. págs. 'es probable que el contenido y el alcance de una norma puedan también ser
336 y ss. considerados como aspectos concretos de la finalidad, en cuanto el legislador
quiere un fin no en abstracto o Indeterminado, sino concreto y en una determina­
( 572) Por su parte M.S. GIANNINI 'Cuáles sean estas normas es algo que no da medida'. Cfr. 'Las exenciones tributarlas en la jurisprudencia' op. cit. págs.
puede decirse de un modo general, sino que deberá determianrse caso por caso 641-642.
a través de una interpretación sistemática de las leyes en que están contenidas'.
Cfr. idem., pág. 339. (5Tl ) Tal es el caso de las exenciones 'a fa!tispecle eSclúslVa', Además, tal y
como señala F. MOSCHETTI, 'es necesario que entre el hecho regulado y el no
(573) Tal puede ser el caso de la exención otorgada a la 'Cruz Roja'; y~ que regulado existan, no sImples similitudes y afinidades genéricas, sino un conjunto
suponiendo la existencia o creación de una institución que tuviese los mismos fi­ de elementos especlfieoa &Obre los que se base la regulación jurídica. Vid. idem.,
nes y realizarse las mismas actividades pero se denominase 'Cruz Verde', no se dem.
le podría aplicar por analogía la misma exención, ya que resulta claro que la in­
tención del legislador fué reservarse la exención única y exclusivamente a la Cruz
roja y no a otra institución distinta de ella. Cuestión distinta sería que en el ( 578) Tenemos por tanto que siempre 'en mayor o menor medida el punto de
presente supuesto la institución Cruz Verde alegara disparidad de tratamiento ­ vista del Intérprete, la finalidad que en último término que preside su actitud ten­
previa demostración de la igualdad de situaci6n- pero de ninguna forma se po­ drá una Influencia decisiva en la valoración final del resultado obtenido' Cfr. E.
dría recurrir a la interpretación anal6gica debido a la falta de laguna normativa. GONZALEZ 'La analogia...' op. cil págs. 21 y la bibliografia ahl citada. De ahl
que no parezcan Interesantes las palabras de PAUL, R.E. para quien 'la creciente
(574) En este sentido SALVATORE LA ROSA soñala que si 'la extensión analó­ tendencia de \os jueces de alejarse de las 'notas' literales de la ley impositiva en
gica es, en la mayor parte de los casos, imposible, ello se debe a la falta de ele­ favor de su 'melodla' demuestra tal vez una creciente apreciación de las necesi­
mentos sistemáticos, a la objetiva dificultad de determinar los principios inspira­ dades prácticas del gobierno, pero también ocasiona muchas incertidumbres en
dos de cada norma' Cfr. 'Eguaglianza... ' op. cit. págs. 196-197. cuanto diferentes músicos, tocan melodlas discordantes'. Cfr. "The effect on fede­
ral Taxation of Local RuiN of Property" en 'Paul's Selected Studles on Federal Ta­
( 575) Por su parte MARTIN-RETORTILLO señala a este respecto que 'los tribu­ xstlon' 20. series, 1938, pág. 3.
nales deberán de interpretar las leyes que contengan exenciones lo mismo que
interpretan los demás leyes, si, efectivamente, una vez interpretado un precepto (579) Concretamente las reformas y adiciones a los artlculos 25, 26, 27 Y 28 pu­
que contenga una exenci6n, resulta que ciertos supuestos que se pretende exl blicadas en el D.O.F. del 3 de febrero de 1983; cuyo alcance y significado estu­
mir del Impuesto no están contenidos en tal ley. acontece que no se podría inte· diaremos más adelante.
grar dicho precepto recurriendo a otra fuente del Derecho para Intentar estable­
cer la pretendida exención' Cfr 'La Interpretación.... op cit. pág. 959. Un clar~. ( 580) En efecto, las actividades de fomento y de promoción fiscal poco a poco
ejemplo sobre esta cuesti6n puede encontarse en JAVIER I.ASARTE 'Significado fueron siendo establecidas a través de exenciones y subsidios, pero siempre con
usual versus. , .' op. cit. págs. 66 y ss. gran incertidumbre y buen número de polémicas por la existencia del artículo 28
constitucional que en principio y ateniéndonos a su tenor literal parecla prohibir­
(576) Por otra parte, y tal como señala F. MOSCHETTI 'la existencia o no de las. AsI, en 1934 M promulga la ley de Protección y Control Industrial; en 1941 la
una 'laguna' debe examinarse a la luz de 'ratio legis', a su vez la voluntad del le­ ley de Industrias de Transformación; y en 1943, 1946 Y 1955 las leyes de Fomen­
gislador podrla llevar, más que a \a argumentación a 'si mili' al 'argumentum a to de Industrias Nuevas y Necesarias, que a través del otorgamiento de exencio­
contrario' y en tal caso no hay laguna sino simplemente una regulación distinta': nes y subsidios -subvenciones- estimularon el desarrollo de diversas actividades
por lo que 'no es suficiente para concluir que existe una 'laguna' en el ordenami­ 353
352
Industriales. Junto con las normas generales y especiales antes citadas, han exis­ ( 586) Las reformas señaladas, que más adelante estudiaremos, se refieren a la
tido disposiciones concretas para la promoción y estímulo de ciertas actividades raetorla del Estado y la economla mixta, fijan las bases para 01 desarrollo rural in­
(Programa Nacional Fronterizo y el Programa de Inlegración de Ramas Industria­ tegral y una mejor justicia agraria; se ordenan, por tanto, las atribuciones del Es­
les). así como normas expresas de beneficios tributarios en la ley del Impuesto tado en materia de planeación, conducción, coordinación y orientación de la eco­
sobre la Renta -U.S.A.- y en el arancel de importaciones. Con relación a este ré­ nomía nacional, asl como aquellas de regulación v fomento.
gimen tienen notoria importancia las leyes de 26 de febrero y 19 de junio de
1973, que establecen. respectivamente, bases para la 'promoción e inversión ( 587) Nos referimos a FLORES ZAVALA, E.: 'Elementos de Finanzas Públicas
mexicana y regular la Inversión extranjera' y la "concesión de estímulos a las so­ Mexicanas' Ed. PorfÚa. México, 1985, págs. 193 a 199; y ARRIOJA VIZCAINO, A.:
ciedades y unidades económicas que fomenten el desarrollo industrial y turístico 'Oerecho Fiscal' Ed. lhemis, México, 1982, págs, 330-331.
del pals.
(588) Hemos de señalar que antes de la reforma constitucional de 1983 el le­
( 581) En este sentido. las orientaciones pollticas y sociales del desarrollo eco­ gislador ordinario en la 'Ley Orgánica del artículo 28 constitucional en materia de
nómico y el régimen de propiedad no se vislumbran sino es en el conjunto de la monopolios' publicada en el O.O.F. el 31 de Agosto de 1934 en sus artlculos 7,
colectividad, con lo que el régimen jurídico instaurado por la Constitución de 13, 14; ya reguló lo relativo a las exenciones tributarias. aunque, como tendre­
1917. comienza a alejarse del marco liberal que regía al ser concebida. mos ocasión de ver más adelante, lo ha hecho en forma deficiente, sin que hasta
la fecha haya habido una nueva ley al respeeto.
( 582) Un paso importante para lograr el fomento y utilización de instrumentos
tributarios se dió a travós de diversos acuerdos y Decretos -ley que a partir de (589) Salvo las obru de FLORES ZAVALA, E.: ·Elementos.•.• op. clt págs. 136 a
1971 fueron publicados en el D.O.F .. en los que tratando de salvar la supuesta 139 y 193 a 199 y DE lA GARZA, S. F.: 'Derecho Financiero Mexicano' op. cit.
prohibición absoluta de exenciones tributarias. no se utilizó el establecimiento de P'gs. 21#7 a 300 y 50S a 505, no existe ninguna obra general ni ninguna mo­
exenciones. sino que se crearon instrumentos de crédito a favor de los contribu­ nografla que analice, con la debida profundidad, los múltiples problemas sobre
yentes. denominados Certificados de Devolución de Impuestos (CEDIS) y Certifi­ la constitucionalidad de las exenciones. Las posibles causas de ellos son, a
cados de Promoción Fiscal (CEPROFIS) en los que se otorgan créditos fiscales a nuestro juicio, las siguientes: a).- La escasa producción doctrinal en materia de
favor de una persona determinada para acreditar su importe contra cualquier im­ Derecho Tributarlo y b).- La errónea construcción que la doctrina mexicana ha
puesto federal a su cargo. salvo aquellos que son destinados a un fin específico. realizado, por regla general, del concepto do exención, asimilándola, con la figu·
Sin embargo. estimamos que por medio de estos instrumentos no se salvaba la ra del privilegio.
barrera impuesta por el articulo 28 constitucional, ya que estos instrumentos son
asimilables a las exenciones y, además, violan el principio de legalidad. ya que (590) Por su parte, algunos eectores de la doctrina tributaria extranjera han
la mayoría de estas figuras se instrumentan por medio de Acuerdos Administrati­ puesto de manifiesto su Interés sobre el tema; así, por ejemplo, SAINZ DE BU­
vos y no en leyes o Decretos-Ioves. JANDA señala que 'EI ejemplo de la Constitución mexicana, es por otra parte, In·
teresante, ya que en ella se recoge un caso Ifmite (el de radical prohibición de
( 583) Así, por ejemplo, tenemos que más de una cuarta parte de la población exenolones tributarias), con el que ha de contarse al formular el repertorio de so­
mexicana (21 millones de habitantes) está asentada en la capital de México. por lucIones constitucionales al tema de la exención'. Cfr. 'leorla...• op. cit. pág. 384
lo que. y como consecuencia de ello, existen gravlsimos problemas de toda índo­ Y Seminario de Derecho Financiero de la Universidad Complutense: 'Notas de
le (v¡vlenda. sanidad, alimentos. seguridad ciudadana. etc Derecho Financiero', T.I., Vol. 20., Madrid, 1976, pág 561. En igual sentldo, han
puesto de manifiesto su Inquietud dogmática sobre este tema, entre otros. SONA·
( 584) Equilibrio económico y social, empleo. aumento en el nivel de vida (vi­ lUME, W.L.: 'Los conceptos...• op. oit. págs. 352·353; LEJEUNE VALCARCEL E.
v¡enda, salud. servicios. públicos, etc.) equilibrio interregional, entre otras, son ·Aproximaclón.. ' op. olt. pág. 126; PONT CLEMENTE, J.F. 'La exención.• op.
las nuevas exigencias para el Estado. cit. pág. 1.

( 585) Así, por ejemplo, en la Constitución no existían bases para asentar el ré­ (591) En nuestro recorrido histórico analizaremos, también, las referencias he­
gimen económico del Estado mexicano, ni se atribuía al Estado la rectorla del de­ chas a las prohibiciones de los privilegios y los monopolios, ya que como se verá
sarrollo nacional, más adelante, estos elementos asumen un papel relevante en la clarificación del
tema relativo a la prohibición do exenciones tributarias.

354 355
( 592) En este sentido, tenemos que la conexi6n del tributo con el principio de
legalidad tiene su origen en el Estado Constitucional de Derecho y éste, a su vez, ( 601) SI realmente se prohibieran las exenciones fiscales en raz6n a que crean
es un fenómeno relativamente reciente (S. XIX-XX). o tienden a crear monopolios, por qué el Articulo 70. fracci6n IV, de la ley OrgA­
nica del ArtIculo 28 constitucional (más conocida por el nombre de ley de mono­
( 593) He aqui una referencia más al prinoipio de legalidad en materia de polios) del 31/8/1934 señala lo siguiente: Articulo 70. 'Cuando de hecho exista
exenciones tributarias; Vid. al respecto el capitulo 111, punto 2, inciso c), de una concentración o un acaparamiento industrial o comercial, o una situación no
nuestra investigación. deliberadamente creada, que permita a una o varias personas determinadas im­
poner los precios de los artículos o las cuotas de los servicios, con perjuicio del
( 594) Resulta obvio que además del cumplimiento del principio de legalidad público en general o de alguna clase $Ocial, el Ejecutivo Federal estará facultado
(requisito indispensable, méa no único, en la creacl6n de exenciones) habria que para dlotar, previa consulta del Consejo Nacional de Economla, las medidll8 si­
estar en armonía con los demás principios consagrados en el ordenamiento guientes:

constitucional. Fracción IV: Promover y estimular el establecimiento de explotaciones o indus­


trias similares, otorgándoles los subsidios o franquicias que se estimen conve­

( 595) Por tanto, resultaba lógico que ambas prohibiciones fuesen siempre de nientes'. Las respuestll8 a esta pragunta pueden ser dos: existe una gran contra·

la mano. Asimismo la prohibición de privilegios era clara, ya que existla el princi­ dicción entre la ley Orgánica del articulo 28 constitucional, y el esplrltu de la

pio de Igualdad. ConstitucIón, con lo cual aquella es inconstitucional; o bien, lo que realmente

prohibe la Constitución son los privilegios y no las exenciones tributaries. Noso­


( 596) El general PORFIRIO DIAl logró mantenerse en el poder por medio de la tros nos Inclinamos por la segunda respuesta.
reelecci6n durante 30 años (1880-1910), hasta que la Revolución iniciada en
1910 proclamó la prohibición de la reelección en forma ebsoluta, y derrocó mili· ( 602) Además, recuérdese que las exel'lCiones tributarias son un mecanismo
tarmente al presidente Díaz, quien se vi6 forzado a dimitir. efectivo para cumplir una verdadera igualdad; es decir, que a partir de una situa­
ción de desigualdad y tratar de reconduclrla a una efeotiva igualdad lo que se
( 597) Recuérdese que la prohibicIón de monopolios y de privilegios siempre .~onflgura es un verdadero trato de igualdad y no de desigualdad. Vid. a este res­
han Ido de la mano, por considerarse que los privilegios son o tienden a la crea· pecto el Cap. 111, punto 5, inolso b), de nuestra investigaci6n.
ci6n de monopolios.
(603) la Suprema Corte de Justicia de la Nación (S.C.J.N) ostá compuesta por
( 598) Así, de las discusiones desarrolladas por el legislador constituyente de veintiún ministros (magistrados) numerarios y cinco supernumerarios y funciona
1917, en las sesiones ordinarias núms. 39 (1211/1917), 45 (16/1/1917) Y 46 en Tribunal plano, o en Salas (CUlWO salas: Penel, Administrativa, Civil y Traba­
(16/1/1917) se desprende que lo que se quiere prohibir son los privilegios fisoa­ jo), Le corresponde ..-oIver, entre otras cosa&, cuestiones de constitucionalidad
les y no las exenciones tal y como las conocemos en nuestros días. Vid. a este de leyes en última lnetancia. Sobre la confolTTlación Y organización del poder Ju­
respecto el Diario de los debates de Congreso Constituyente en 'Derechos del dicial da la federación. ,(id. La Ley Orgánica del Poder Judicial de'" Federaci6n,
puebio mexicano' Tomo V; 'Antecedentes y evolución de los artlculos 28 a 53 publicada en el o.O.F. 8130/1211935.
Constitucionales' publicado por el Congreso de la Uni6n en la XLVI legislatura de
la Cámara de Diputados, México, 1967. (604) Vid. El Semln..rio Judicial de la Federación (S.J.F. Organo encargado de
la publicación de las sentencill8 en matena federaQ Tomo VI, pág. 728, año 1920.
( 599) Sólo asl puede explicarse el contenido del artículo 24 de la Constituci6n
PoJltjca del Estado de Nuevo le6n de fecha 16 de diciembre de 1917, el cual di­ (605) AsI, en este sentido, tenemos las Tesis (Ap. S.J.F.) (1917-1965), Tesis 448
ce: Art. 24.- 'No habrá monopolio ni estancos ni prohibiciones a titulo de protec­ (Ap. T. LXIV, pág. 543, S.J.F.) Tésis 405 (S.J.F Ap. T. LXXVI, pág. 676). Tesis 456
ci6n a la industria, ni exención de impuestos gue constituyan una ventaja exclusi· (S.J.F. T. XCVII, pág. 872) Y asl otras tésls jurisprudenclales.
va. e indebida a favor de una o varias personas determinadas. o con perjuicio del
público en general o de alguna clase social'. (606) Vid. S.J.F. T. XVI, pág. 451

( 600) En este sentido, resulta altamente significativo que desde el primer hasta ( 6(7) Esta ejecutoria fue posteriormente recogida en la tesis jurlsprudenolal 55
el séptimo antecedente se hayan prohibido los privilegios y en la Constitución de del Apéndice al S.J.F. 19171975, pág. 136.
1917 no se haga referencia a los mismos y sI a las exenciones.
356 357
( 608) En este sentido, en la exposici6n de motivos de dicha ley se lee lo sigui­
(612) 'Dicclonario de la Lengua Española', Vigésima Edici6n. Ed. Real Acade­
ente: 'En materia de exenci6n de impuestos se hace menci6n expresa de los ca­
mia Española, Madrid, 1984, pág. 701.
sos que no deben considerarse comprendidos en la prohibición constitucional,

pues se estima preferible evitar dudas o falsas intepretaciones que pueden entor·
(613) Capitulo 111, número 5 Inciso b); número 6, Incisos o) y d); número 7, IncI­
pecer la actuacl6n administrativa que se desarrolla en beneficio de la economía
sOS e) y d).
del pels (Sub-mio).

(614) BLUMENSTEIN, E.: ·Slstema...• op. cít pág. 55.


(609) Recordamos el tenor Ilteral de dicho precepto legal:

Artículo 7.- 'Cuando de hecho exista una concentraci6n o un acaparamiento in­


(615) En este sentido, tenemos que la conservaci6n de la riqueza, que en un
dustrial o comercial, o una situaci6n no deliberadamente creada, que permita a
principio deberla tributar, no es un fin en si mismo, sino un instrumento para el
una o varias personas determinadas Imponer los precios de los artículos O las
logro de otros flnes, por lo demás positivados por el ordenamiento constitucional
cuotas de los servicios, con perjuicio del público en general o de alguna clase
y, por tanto, por parte del legislador tributario.
social, el Ejecutivo Federal estará facultado para dictar, previa consulta del Con­

sejo Nacional de Economía, las medidas siguientes':


(616) Concretamente Capítulo 111, número 6.
Fracci6n IV: 'Promover y estimular el establecimiento de explotaciones o indus­

trias similares, otorgándoles los subsidios o franquicias que se estimen conveni­


(617) En efecto, en las exenciones tributarias no se trata de una negociaoi6n o
entes'.
un acuerdo de voluntades, en la cual el Estado se comprometa a exentar a al­
guien a cambio de otorgar una prestación determinada Esto, en nuestra oplni6n,
( 61 O) Ley de Monopolios. seria algo absurdo, ya que se estaría contrariando una de las potestades que le
corresponden al Estado como poder soberano, y es bien sabido que los atributos
(611) Esta ejecutoria gener6 otras sentencias en igual sentido, quedando ya de la soberanla no constituye bienes que estén en el comercio y que puedan en
instaurada como jurisprudencia obligatoria (la jurisprudencia se forma al darse forma alguna sar objeto de transacci6n.
cinco casos seguidos, sin ninguno en contra, en los que la Suprema Corte mano
tenga un mismo criterio, siendo, por lo demás, de obligada observancia para los (618) Asl, tal y como se ha señalado, éste fue el verdadero sentido y alcance
demás Tribunales de jerarqufa inferior) en la tesis número 52 que señala: que el legislador constituyente quiso dar a la prohibici6n constitucional de exen­
Impuestos, Exenci6n de. Es constitucional cuando se establece conside­ ciones, es decir, que bajo el r6tulo de exenciones tributarias se escudarán todo
rando la situaci6n objetiva de las personas exentas. un cúmulo de verdaderos privilegios injustificados.
Interpretando en forma sistemática el ertículo 28 constitucional y el artícu­
lo 13 de su ley reglamentaria, se obtiene la conclusi6n de que la prohibici6n con· (619) GIANNINI, A.D.: ·Instituciones...·op. cit. pág. 111.
tenida en el primero de ellos r8$pecto de la exenci6n de Impuestos debe enten­
derse en el sentido de que ésta se prohibe cuando tiende a favorecer intereses (620) GRIZIOnl, B.: 'Prlncipios de Politica, Derecho y Ciencia de la Hacienda'.
sociales o econ6micos en favor de categorías determinadas de sujetos. Ed. Reus, Madrid, 1935, pág. 135.
Séptima Epoca, Primera parte, S.J.F.:
Vol. 7, Pág. 32. A. en R. 1116/64 Banco Occidental de México, S.A. Unanimidad (621) Todo eflo, no es sino una muestra más de lo que venimos diciendo, es
de 20 votos. decir, la enorme confusión entre privilegio y exención. Asl, en la escasa doctrina
Vol. 7, Pág. 32 A. en R. 1015/63. Angel Torréntegui Millán. Unanimidad de 19 mexicana, tenemos, por ejemplo, que FLORES ZAVALA, E. señala: 'En efecto, ~
votos. exenci6n es un privilegio; es decir, una gracia o prerrogativa que se concede a
Vol. 7, Pág. 32 A. en R. 1004/63. Bertha Olgufn Urquidez. Unanimidad de 19
una persona liberándola de una obligaci6n' Cfr. ·Elemen1os... op. cit. pág. 194;
votos.
ARRIOJA VlZCAINO, A. dice: 'En el momento mismo en que, a diferencia de otros
Vol. 8, Pág. 34. A. en R. 1016163. José Hidalgo Guzmán Landeros. Unanimidad
ciudadanos, a los exentos se les elimina de la regla general de causaci6n,
de 18 votos.
utomáticamente se les está colocando en una situaci6t de privilegio'. Cfr.
Vol. 66, Pág. 40. A. en R. 3978/68. Maria Enigdla Contreras de Garza..
'Derecho Fiscal'. Ed. Themls, México. 1982, pág. 328; MARGAlN MANATOU, E.
Unanimidad de 19 votos.
señala: 'Entendemos por exenci6n, la situaci6n que está comprendida dentro de
la regla general, a la que por voluntad del hombre, el legislador, se le elimina o
excluye de ella, pero que puede desaparecer en cualquier momento, la exencl6n
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es un verdadero privilegio de que goza su titular". Cfr. 'Introducción al estudio cuentra carta de naturaleza tratándose de la Hacienda, ya que ésta no puede re­
del Derecho Tributario Mexicano'. Ed. Universidad Potosins, San Luis Potosí, nunciar a los Impuestos que le son debidos'. Comentando que la falta de un po­
México, 1985, pág. 311; DELGADILLO GUTIERREZ, H., 'La exención tributaria es der en la Administración a loa 6rganos del Estado. cuando no cumplen funciones
un privilegio establecido por ley por razones de equidad o conveniencia, para legislativas, no tienen más misión que la de ejercitar los derechOll del Estado y
liberar a una persona de la obligación de cumplimiento de pago de determina­ los de los entes a que pertenecen, no pudiendo. por consiguiente. privarles me­
das contribucion s' Cfr. 'Principios de Derecho Tributarlo' Ed. Pac, México, 1985, diante una renuncia de los derechos que les corresponden, de donde se des­
pág. 128. prende que la inadmlslbllldad de la renuncia como causa de la extinción de la
obligación tributaria, deriva, precisamente de la falta de poder de los órganos
(622) Concretamente en el Capitulo 111, punto 5, inciso b). que deberlan efectuarla. Cuando el Estado considera conveniente renunciar a
sus propios crádltos tributarios, tal renuncia viene recogida por una ley' Cfr.
( 623) En este sentido, además del artículo 28, esta situación de igualdad es ·Prlncipios • op. clt. Vol. 11, pág. 67. En igual sentido Vid. entre otros, HENSa
garantizada por el artlculo 12 de la Constitución, al decir que: Artículo 12: 'En los A.: ·Dlritto op. clt. pág. 159, lESORO. G.P.: ·Prlncipi." op. clt. págs. 506 y 507,
Estados Unidos Mexicanos no se concederán rrtulos de nobleza ni prerrogativas PUGUESE, M.: ·COrso.... op. clt. pág. 343.
y honores hereditarios, ni se dará efecto alguno a los otorgados por cualquier o­
tro país'. Tonemos así 01 reconocimiento de una más entre las diferentes manifes­ (628) Además, en el articulo 13 se señala algo que en la actualidad es inadmi­
taciones especificas del principio de Igualdad jurídica de los ciudadanos, los sible; es decir, la condonación en forma privativa, lo cual nos parece caduco, ya
cuales, dotados como están' de razón y conciencia, no deben ser objeto de nin­ que vulneraría los principios jurídicos tributarios y automáticamente sus efectos
gún tratamiento dosigual o diferencial, por lo que resulta Injustificable un trata­ son antijurídicos y por tanto nulos.
miento tributario diferencial, si deriva o se otorga en función del origen familiar,
nacional o social, del nacimiento o de la posición econ6mlca de los ciudadanos, (629) En igual sentido, Vid. a MARGAIN MANATOU, E.: ·lntroducoi6n...• op. cit.
porque constituye sobre todo -además de las consecuencias jurídicas- una ofen­ pág. 315.
sa a la dignidad de la persona Vid. también los artlculos 10. y 40. de la Constitu­
ción Mexicana. (630) Tllonlca muy utilizada, según vimos, en el régimen dictatorial del Gral.
PORFIRIO DIAZ.
( 624) Esto no ocurre solamente en la Ley de Monopolios, sino también en el
Código Fiscal de la Federación (C.F.F.), puesto que el término 'eximir' se utiliza (631) En parecidos t6rminos se ha expresado la S.C.J.N. en su tesis jurispru­
como sinónimo de 'condonar', ya que el artículo 39 del C.F.F. señala que: Art 39 denclal número 52, misma que recordamos: 'Impuestos, Exenci6n de. Es consti­
'EI Ejecutivo federal mediante resoluciones de carácter general podrá: Fracción 1: tucional cuando se establece considerando la situación objetiva de las personas
Condonar o eximir, total o parcialmente. el pago de contribuciones y sus acceso­ exentas. Interpretando en forma sistemática el artículo 28 constitucional y el artí·
rios, autorizar su pago a plazo, diferido o en parcialidades, cuando se haya afec­ culo 13 de su ley reglamentaria, se obtiene la conclusión de que la prohibición
tado o trate de impedir que se afecte la situaci6n de algún lugar o región del contenida en el primero de ellos respecto a la exención de Impuestos debe en­
pals, una rama de actividad, asl como en casos de catástrofes sufridas por fenó­ tenderse en el sentido de que ésta se prohibe cuando tlende a favorecer intere­
menos metereol6gicos, plagas o epIdemias. ses sociales o económicos en favor de catagorfas determinadas de sujetos'.

( 625) En este sentido, tenemos que la condonación es un modo de extinguir la (632) En 6ste sentido, FLORES ZAVALA, E.. ·Elementos...• op. cit. págs. 193 a
deuda tributaria y si la extingue, 16gico es que ésta ha nacido, mientras la exen­ 199 y ARRIOJA VIZCAINO, A.: 'Derecho Fiscal' op. cit. págs. 330 y 331.
ción evita que ésta nazca. o si nace, el efecto de la exención se despliega antes
de la determinación de crédito tributario; es decir, justo on el momento en que la (633) Nos referimos 8 DE LA GARZA, S.F.: 'Derecho Financiero Mexicano' op.
norma impositiva comienza a desplegar sus efectos. clt págs. 297 a 300 y MARGAlN MANATOU, E.: ·lntroduccI6n... op. cit. págs. 314
y315.
(626) Cfr. FERREIRO LAPATZA, S.S.: 'La extinción de la obligación tributaria'
R.D.F.H.P. núm n,
1968, pág. 1073. ( 634) El artlculo 31 Fracelón IV dice: Articulo 31.- 'Son obligaciones de los me­
xicanos: FraccN.- Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación com
( 627) Por su parte, BERURI, A. señala que: 'A nadie puede extrañar que la con­ del Estado y Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa
donación de la deuda impositiva sea una de las causas de extinción que no en· que dispongan las leyes'. Este precepto constitucional contiene seis elementos
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de gran trascendencia para el Derecho Tributario Mexicano. En primer lugar, es­
tablece la obligación, a cargo de todo mexicano, de contribuir a los gastos públi­
cos. De esta forma, se consigna la universalidad del impuesto para asegurar la (636) Para 6ste autor, el texto que nos ocupa, desde hace muchos años debió
igualdad, obligando a todos los habitantes de la República a contribuir para los haber sido objeto de reforma. como ha sucedido con otros tantos preceptos de
gastos públicos, que el Estado requiera para el desarrollo de sus funciones. En nuestra Constitucl6n, ya que 'es obvio que el legislador constituyente del periodo
segundo término, se declara que los entes habilitados para recibir impuestos -po­ 1916-1917 no estuvo en condiciones de prever cuál iba a ser el desarrollo econó­
der tributario- son la Federación, las entidades federativas - Estados- y los muni­ mico del pais y las Muras lIneas polltico econ6micas que tendrlan que adoptar
cipios. En tercer lugar, el citado precepto señala que el Estado y municipio que los distintos gobiernos que han regido a México durante la vigencia de la Constl­
pueden crear gravámenes son sólo aquellos en los que resida un contribuyente. tucl6n de 1917'. Cfr. 'Derecho Fiscal'. op. cit. págs. 330-331. Sin embargo, y si
En cuarto término, de dicho precepto se desprende que los impuestos deben ser bien es cierto que el legislador constitucional (1916-1917) no estwo en condicio­
establEK:ídos a través de una ley. Así, se espicifica que la creación de impuestos nes de prever cuál iba a ser el desarrollo económico del pals, también lo es que,
estará sujeta al principio de legalidad. En quinto lugar. se señala que los impues­ &! sabIa que al prohibir las exenciones, estana cerrando las puertas a un meca­
tos son creados con el fin de contribuir a los gastos públicos, por lo que el desti­ nismo de fomento y desarrollo de ciertas áreas prioritarias (Industria, etc.), ya
no del impuesto a los gastos públicos es una condición de validez constitucional ue aogún se ha visto en la perspectiva hist6rica del artículo 28 (Segundo. Tere&­
de los Tributos. Por último, el multicitado precepto establece que, al contribuir a ro y Séptimo antEK:edente), las exenciones estaban institucionalizadas a efectos
los gastos públicos, los obligados, deben hacerlo de la manera proporcional y &­ de fomentar y desarrollar la industria nacional, entre otras cosas; lo cual no hace
quitativa que dispongan las leyes, lo cual quiere decir que se han de pagar los pensar que el no prever cuál iba a ser el desarrollo EK:on6mlco del pals, no fuese
impuestos en razón o de acuerdo con el principio de capacidad contributiva. Nos uno de los motivos de haber adoptado la prohibición de las exenciones tributa­
hemos limitado, tan sólo, a señalar los elomentos que se desprenden del articulo rias.
31 fracción IV, ya que el análisis sobre toda la problemática que del mismo s de­
riva, hubiese significado desviar nuestra atención a otros torrenos distintos del to­ (637) Capitulo 111, punto 4, Inciso b).
ma que nos ocupa, por lo que en cuanto a toda <'sto temática Vid. A. DE LA GAR­
ZA, S.F.: 'Derecho Financiero Mexicano' op. clt. págs. 257 a 284 y FLORES ZA­ (638) En este sentido, FLORES ZAVALA, señala que 'EI principio de generali­
VALA, E. ·Elementos... • op. cit. págs. 257 a 284 y FLORES ZAVALA, E. 'Elemen­ dad consiste en que todos los que tienen capacidad contributiva deben pagar
tos...• op. cit. págs. 199 a impuestos", por tanto 'Las exenciones que se conceden a ciertas categorlas de
personas que no se encuentran dentro de los mlnimos de existencia, como las
( 635) Por su parte, este mismo autor, considera que en el caso del mínimo cooperativas, las industrias nuevas, las exenciones que se conceden en ciertos
exento o en los casos de exenciones que se otorguen, cuando se haya afectado paIses para las rentas de los capitales invertidos en ellos, etc., son contrarias al
o trate de impedir que se afecte la situación de algún lugar o región del pals, una principio de generalidad', Cfr. 'Elementos .... op. cit. págs. 138-139.
rama de actividad, la producción o venta de productos, o la realización de una
actividad, así como en casos de catástrofes sufridas por fenómenos meteorol6gi­ (639) Concretamente, oapltulo 111, número 4, inciso b).
COS, plagas o epidemias, no se deben considerar como exenciones inconstitucio­
nales; ya que, en su opini6n, en el caso del mínimo exento no se trata de exen­ ( 640) En este sentido, PEREZ CAMPOS, J.R. señala que: 'Generalidad de ley
ción de impuestos, sino del reconocimiento, por parte de! Estado, de la inexisten­ no implica universalidad del mandato. Generalidad para todos los causantes su­
cia de la obligación de pagar impuestos, por lo mismo, no es contrario el articulo puestos dentro de los elementos o hipótesis objetivas de aplicación del mandato;
28 constitucional. Y en cuanto al segundo caso, señala que la capacidad contri· es decir, por factores genarales y no por particularizados, aún cuando en la apli­
butiva de los individuos ha desaparecido por causa de fuerza mayor. por lo que cación de la ley debe particularizarse la norma o singularizarse en la determina­
se justifica una exención que tiene los mismos caractores que los del mlnimo de ción de la persona flslca o mOlal que incurri6 en aquellos supuestos de la ley.
existencia. Vid. ·Elementos... • op. cit. págs. 194 a 196. La opini6n que nos merece Pero esto es singularización de la norma en su aplicación concreta, más no es
la citada posición doctrinal es que no estamos de acuerdo que en los casos de establecimiento de norma dirigida a personas en particular predeterminadas.
mlnimos exentos se diga que no hay exenci6n, pues evidentemente en estos ca· Una cosa es la determinación en la norma, y otra cosa es la determinación por la
sos hay y existe una exención en raz6n de la cuantía y. por lo que respecta a los norma. y lo único que se exige en los conceptos de generalidad es determinabilí­
demás casos ·salvo en caso de catástrofes naturales- son exenciones tributarias, dad, pues cuando hay determinación en la norma misma, se está faltando al cri­
por lo que la afirmación de FLORES ZAVALA en cuanto a que todas las exencio­ terio de abstracción y de generalidad'. Cfr, 'Equldad y Proporcionalidad en los
nas son inconstitucionales, resulta contradictoria. impuestos' en Tribunal Fiscal de la Federación -45 años'. Ed. T.F.F. Talleres de
Prisma mexlcana, SA, México. 1982., Tomo l., pág. 475.
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(641) Recordamos dicho precepto constitucional. Articulo 31.- 'Son obligacio­ de las CO&alI distinguidas'. Vid. los siguientes casos: A.A. 3608/63, Cartuchos
nes de los mexicanos: Fracclon IV.- 'Contrlbuir para los gastos públicos, asl de la Deportivos, S.A. 'ZT12fT3. Unanimidad de 20 votos; A.A. 4381, Miguel Loyo Dlaz y
Federación como del Estado y Municipio en que residan, de la manera propor­ coallgados; A.R 6108/63, Acumulados ALfONSO COROOVA MENDOZA y
cional y equitativa que dispongan las leyes. coags.; ElNARW. HAGASlER y coags. y ALLEN M. SITLIS y coag8. (Sub-mlo).

(642) Tenemos asl, que el Constituyente señala que la obligación 8 la contribu· (644) Tenemos, por tanto, que lo que la Constitución prohibe son las preferen·
ción ha de ser proporcional y equitativa en los términos que fijen las leyes, dejan­ cias y no la diversidad de trato tributarlo. En este sentido, la S.C.J..N. en otra Te­
do, por tanto, al legislador ordinario la facultad de ordenar las contribuciones de sis jurlsprudenclal, declaró inconstitucional el articulo 18, fracción 1, inciso b) de
la forma proporcional (relación cuantitativa) y equitativa (relación cualitativa) en la LFIIM, según reforma del 27 de diciembre de 1954, que gravaba los ingresos
base a complejas valoraciones (políticas, económicas y sociales) imperantes en por la venta de galletas, mientras declaraba exentos del Impuesto los Ingr8$OS
la sociedad mexicana. por la venta de pan. La Suprema Corte dijo que: 'Dicha reforma contraria el
principio de equidad en la imposición' y que el precepto Impugnado 'establece
(643) Por su parte. la S.C.J.N. en varias Tesis jurisprudenciales ha sostenido una desigualdad tributarla al excluir unos artículos y afectar otros, que tienen la
que en el articulo 31 fracción IV, de la Constitución, 'se consigna, en primer tér­ misma naturaleza en relaci6n con los fines de exención, ya que el esplritu del
mino, la universalidad del impuesto para asegurar la igualdad, obligando a to­ articulo 18 de la LFIIM, en sus diversas fracciones, específicamente la 1, es el de
dos los habitantes de la República a contribuir para los gastos públicos que el no gravar con dicho tributo la enajenación de productos de consumo necesario y
popular, evitando de esta manera su encarecimiento, por lo que, si las galletas y
Estado requiera para &us funciones. Sin embargo. esta universalidad del impu­
el pan estén colocados en la misma categoría, de acuerdo con el prlnoiplo de
esto que es universalidad de le obligación constitucional. no significa que todas
las personas f1sicas o morales deban pagar todos los impuestos que el Estado que donde existe la misma razón debe existir ia misma disposición resulta In­
se vea obligado a crear para cubrir sus necesidltdes presupuestales, y por ésta constitucional la reforma legal de que se trata, en cuanto excluye de la exenoión
razón el propio Constituyente señala inmediatamente después de la obligación, del tributo de referencia, e la enajenación de galletas'. A.A. 6294/956/2a.; Informe
que la contribución sea proporcional y equitetiva en los términos que fijen las le­ del Presidente de la S.C.J.N., 1960, pág. 139.
yes, dejando así al legislador ordinario la facultad de imponer las contribuciones
que estime necesarias para cubrir el presupuesto... As! cada persona o categoría (645) En este sentido, hemos de señalar que la convertibilidad de exenciones
de personas serán causantes en las materias determinadas por el legislador, por otras técnicas jurldicas, resulta ciertamente limitada a un tipo de exenciones
cuando en la materia del impuesto se produzca tanto el hecho generador como concretas, esto es, a aquéllas que persiguen fines de incentivo en pro de deter­
su condición de contribuyente en esta materia. La garantía de igualdad en reali­ minados objetivos de polftjca econ6mica, pero aún admitiendo la similitud del
dad establece que las leyes deben tratar igualmente a los iguales. en igualdad efecto suasorio que llegan a producir técnicas tan diferentes en cuanto a su natu­
de circunstancias. Como esta igualdad debe tomar en consideración tanto las di­ raleza como por ejemplo, la subvención y la exención tributaria. resulta evidente
ferencias que caractericen a cada una de las personas en la materia regulada por que la totalidad de efectos producidos no es similar en un caso u otro, En el mis­
el régimen legal de que se trate, para determinar quiénes son iguales, cuanto la mo sentido, vid. entre otros, DE JUAN Y DE LUIS.:·Conslderaclones...• op. cit.
relación en que la particular obligación impuesta por la ley esté con las necesida­ pág. 200; FERNANDEZ FARREAES, G.: 'La subvención ...• op. cit. pág. 66; LOZA­
des o conveniencias generales en el lugar, tiempo y modo de su aplicación para NO SERRANO, C.: 'Exenolones..' op. cit. págs. 20-21.
determinar si son o no iguales las circunstancias, las leyes pueden y aún deben,
establecer categorías diversas, a condición de que la decisión sea razonable, es (646) La adlcl6n del segundo párrafo del citado precepto, que se publicó en el
decir tenga razón de ser en la naturaleza de las cosas de que se trata. En ambas D.O.F. del 28 de marzo de 1951, di6 un giro decisivo en la politice tributaria del
determinaciones se trata de trascender las apariencias de la igualdad aritmética pals, ya que con el fin de regular el comercio exterior, la economla del pals, la es­
para observar desigualdades esencialer. y hallar el modo de compensarlos medi­ tabilidad de la producción nacional, o de realizar cualquier otro propósito en be­
ante obligaciones o exenciones legales que igualen ante la ley a todos los como naflclo del pala, se da vla al ejevutivo federal para 'dlsmlnuir" -por medio de
prendidos en su regla. La medida común de referencia es el bienestar general o exencIones, desgravaciones, etc.- o 'suprlmir" las cuotas en materia aduanal; con
bien común al que debe ordenarse el comportamiento de los gobernados con la lo que este tipo de exenciones no sólo no están prohibidas, sino Impllcltamente
acción de la autoridad gobernante, porque todo bien común, su fundamento y sancionadas.
requi6ito. puesto gue la discriminación razonable a que S6 ha aludido a tantas
veces es la gue determina categorías distintas con razón de ser en la naturaleza (647) En sentido contrario, Vid. A MARGAlN MANATOU, E,: ·,ntroducción...• op.
clt. pág. 312.
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carácter general para estimular la organización de empresarios y de consumido­
(648) En éste sentido, DE LA GARZA, S.F hace referencia a MARGAlN MANA­
res o la racionallzacl6n de la producci6n; así como para la creacl6n de industrias
TOU. E.. para quien 'mientras una exención se establezca con carácter de gene­
que, por ser de necesidad imprescindible a la planeaclón de la economla del
ral, sin pretender favorecer a determinada persona. sino para que gocen de ella
paJs, sean declaradas de utllldad nacional por Decreto que expida el Ejecutivo
todos los que se encuentran incluIdos dentro de la situación previs1a, no se viola
Federal'.
lo dispuesto por el citado artículo 28 Constitucional'. Cfr. 'Introdu~ión .. " op. crt.
pág. 315.
( 653) Vid. las argumen1aciones expuestas en las páginas a
( 649) Cfr. 'Derecho Financiero Mexicano' op. cit. pág. 298. Por su parte, DE LA ( 654) Sólo asl podrfa explicarse que el legislador ordinario no haya emitido una
GARZA, S.F. señala que 'En lo que toca a las exenciones concedidas a las socie­ dlsposici6n e efectos de dellmítar qué tipo de exenciones hen de ser prohibidas.
dades cooperativas, indudablemente están afectas de inconstitucionalidad, pues Sin embargo, estimamos que resulta acuclante une nueva pronunciación al res­
significa una prerrogativa desigual e indebida en favor de una determinada for­ pecto, ya que le actual regulaci6n lejos de solucionar el probleme crea una cierta
ma de organización comercial'. Cfr. idem. idem. Sin embargo, hemos de decir
Inseguridad Jurídica. lo cual resulta inadmisible en un Es1ado de Derecho. Vid. al
que dichas exenciones no son caprichosas, ni arbitrarias, sino más bien se basan respecto la edici6n que hemos propuesto en la página de nuestra investigación.
en la misma Constitución, ya que el artIculo 123 fracción XXX señala que: Artículo
123.- 'Asimismo, serán consideradas de utilidad social, las soci.edades cooperati­ ( 655) Además, por otra parte, el legislador tributarlo ha delimitado positivamen­
vas para la construcción de casas baratas e higiénicas, destinadas a ser adquirI­ te algunos C880S en los que, según sea el caso, pueden instrumerrtarse reglme­
das en propiedad por los trabajadores en plazos determinados..... En este senti­ nes jurldlcos de exencl6n. As!. por ejemplo, en el C.F.F de 1981 el legislador or­
do, hemos de señalar que dichas exenciones no son inconstl1uclonales. ya que dinario delega ciertas facultades al Ejecutivo Federal en materia de exenciones al
lo únioo que haoen es cumplimentar un precepto de la Constitución y quitar el señalar en el articulo 19 fracción I lo siguiente: Articulo 39.- 'El Ejecutivo Federal,
'posible obstáculo' que podrla ser la imposición sobre es1a actividad, por lo de­ medlan1a resoluciones de carácter general podrá Fracc. 1: Condonar o eximir,
más, declarada constitucionalmente como de utilidad pública lotal o parcialmente, el pago de contribuciones y sus accesorios, autorizar 8U pe­
go a plazo, diferido o en parcialidades. cuando se haya afec1ado o trato de Impe­
(650) En este sentido, tenemos que al artIculo 40., cuarto párrafo de la Consti· dir que se afocte la situacl6n de algún lugar o región del país, una rama de una
tución señala que. "-oda familia tiene derecho a disfru1ar de vivienda digna y d&­ actívldad, asl como en casos de catástrofes sufridas por fen6menos meteorológl·
corosa. La Ley es1ablecerá los instrumentos y apoyos !1ecesarlos a fin de alcan­ COS, plagas o epidemias'
zar tal objetivo'. De ah! que resulte claro, que si el legislador crea una exencl6n a
efectos de alcanzar el objetivo de allegar al máximo número de familias de una (El56) Loe antecedentes hlst6r1cos de dicho pronunciamiento constitucIonal, los
vII/len da digna y decorosa, ésta no sea constitucional, pues deriva y tiene su encontramos desde la Constituci6n de Cádlz de 1812, en le oual el articulo 339
fuente directa en la Constitución. eñaJaba que: 'Las contribuciones se repartirán entre todos los españoles ~
porcl6n de sus facultades, sin excepci6n ni privilegio alguno'. (Sub-mío). En el
(651) La Reforma del articulo 28 fué aplicada en el O.O.F. el 3 de Febrero de México Independiente, dicho postulado aparece por primera voz en el Reglamen­
1983. lo Provisional Politlco del Imperio Mexicano, del 10 de Enero de 1822, que seña­
laba en su articulo 15 que: "-odos los habitantes del Imperio deben contribuir !TI
( 652) Recordamos dlohos preceptos legales: Artículo 13.- 'Se considera que raz6n de sus proporciones, a cubrir las urgencias del Estado'. (Sub-mlo). Siendo
hay exención de Impuestos cuando se releva total o parcialmente a una persona su úhlmo antecedente la Constitución de 1857, en la cual su articulo 31 estable­
determinada, de pagar un Impuesto aplicable al resto de los causantes en igual· cla, tal cual lo encontramos' hoy, que la obligación de contribuir debla realizarse'
dad de circunstancias o se condonan en forma privativa los impuestos ya causa­ de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes'.
dos' Articulo 14.- 'No se consideran exenciones de Impuestos. l.. Las primas a la
exportación y los subsidios que se otorguen en los términos de los Reglamentos ( 651) En este sentido, la S.C.J.N. ha señalado que: 'De acuerdo con el artIculo
de la presente ley, a las asociaciones o a las asociaCiones cooperativas de meXI­ 31, fracción IV de la Carta Magna, para la validez constitucional de un impuesto
canos que se organizen en los térmanos del párrafo cuarto del artlculo 28 consti­ se requiere la satisfacción de tres requisitos fundamentales: primero, que sea
tucional; 11.- Los subsidios y prerrogativas que se otorguen a las empresas de ne­ proporcional¡ segundo, que sea equitativo y tercero, que se destine al pago de
cionaJes en los casos comprendidos en la fracci6n IV del artíCUlo 7 de la presente los gastos públicos. Si falta alguno de estos tres requisitos. necesariamente el im­
ley; 111.- Las franquicias y subsidios que se otorguen conforme a disposiciones de puesto será contrario a lo estatuido por la Constituci6n, ya que ésta no concedl6
366 367
una facultad cmnlmoda pare establecer las exa~iones que, a juioio del Estado,
fueren convenientes, sino una facultad limitada por estos tres requisitos'. Vid. al (667) Contrariamente a lo señalado por FLORES ZAVALA, E., GARZA
respecto la te$is jurisprudencial núm. 541, publicada en el S.J.F., Recopilaci6n SERVANDO, J., Y DE LA GARZA, S.F., para los cuales los términos o principios
del año 1955_ de 'proporcionalldad y equidad' son redundantes.

(658) En éste sentido, la S.C.J.N. estableci6 que: 'La proporoionalidad y equi· (668) Recordemos el contenido de dicho precepto constitucional: Articulo 31.­
dad de los impuestos constituyen una garantla Individual, aún cuando se encu· 'Son obligaciones de los mexicanos; Fracción IV.- Contribuir para los gastos púo
entre IQcaliz~do fuera del capitulo respectivo -<:te Garantías Indivlduales- de la bllcos, así de la Federación como del Estado y Municipio en que residan, de la
Constitllción, por lo que dichoS principios vinculan al poder legislativo en la ins­ de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes'.
tauraciÓn de "Tributos'. Vid. la Ejecutoria Aurelio Maldonado, S.J.F. V Epoca, To­
mo XVII, pág. 1013.. YApéndice al S.J.F. 1965, 1a. Parte, Pleno, Tesis 11, pág. 42. ( 669) Sobre el alcance y significado jurídico de esta frase, vid. lo dicho en
pAginas anteriores.
(659) Concl"etamente nos referimos a FLORES ZAVALA, E.: ..Elementos...• op.
cit. págs.204 y ss.; DE LA GARZA, S.F.: 'Derecho Financiero Mexicano' op. cit. (670) En este sentido, DE LA GARZA, S.F., señala que 'La exigencia de propor­
págs. 261 y ss. y GARZA SERVANDO, J.: 'Las Garantías Constitucionales en el cionalidad y de equidad que establece la fracción IV del articulo 31 constitucional
Derecho Tributario Mexicano', Ed. Cultura, México, 1949, págs. 70 y ss. es una de justioia tributaria y que en esta materia impera la Justicia llamada distri­
butiva, la cual tiene por objeto directo los bienes comunes que hay que repartir y
(660) Cfr. 'Las Garantías... • op. cit. págs. 71 -72. por Indirecto solamente las cargas, entre ellas los Tribunales'. 011. 'Derecho Fi·
nanciero Mexicano', op. cit. pág. 263.
( 661) Cfr. 'Elementos...• op. cit. pág. 204.
(671) Tales objetivos no se formulan, sin embargo, como meros criterios que
( 662) En este sentido, FLORES ZAVALA destaca la gran simiitud existente, en deban Inspirar el texto de las normas, sino como exigencia de unos resultados
esencia entre la expresi6n 'proporcional y equitativa' y la f6rmula con la que A· del ordenamiento y de la actuación de los poderes públicos tendentes a hacerlos
DAM SMITH plantea el principio de justicia de los impuestos, al decir: 'Los súbdl· efectivos. En definitiva, el servicio o retóricas innovaciones, sino precisamente
tos de cada E:stado, deben contribuir al sostenimiento del Gobierno...' En propor·
con técnicas jurldicas.
ción ·a los ingresos de que gozan ...• De la observancia o el menosprecio de esta
máxima dep&nde lo que se llama la equidad'. Con lo cual FLORES ZAVALA de­
(672) Vid. 'Equldad y Proporcionalidad...• op. cit. pág. 477.
duce qUe 'con la expresión 'proporcional y equitativa' sólo se busca la justicia de
los impllestc$-. Ibid... , ídem, idem.
( 673) Vid.·La Constitución...• op. cit pág. 109.
(663) Vid. 'Derecho Financiero Mexicano' op. ci!. pág. 263. En términos simila· (674) Como tendremos ocasión de ver, el elemento o principio de 'equidad en
res vid. MORENO PADILLA, J.:'Principios constitucionales de los impuestos en los tributos, es un elemento clave o punto de partida en la ordenación de los tri­
México'. en Cuad. lber. de Fisc. núm. 8, Madrid, 1988, pág. 366. butos en México.
(664) Cfr. -La constitución y algunos aspectos del Derecho Tributario (675) En este sentido, PEREZ CAMPOS, J.R. señala que: equidad vería funda­
Mexicano', Ed. Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosi, 1967, mentalmente a la condición de juricidad; y a la juridicidad a los requisitos de abs­
pág. 109.
tracción V generalidad de las leyes impositivas. Uevándolos, éstas no serian im­
pugnables por carerTte$ de equidad, es decir, por carentes de tratamiento obliga·
(665) En términos similares se manifiesta PEREZ CAMPOS, J.R.: 'Equidad y torio a cargo de cualquier causante determinado según los supuestos objetivos
Proporcionalidad en los Impuestos' en 'Tribunal Fiscal de la Federación -45
del precepto Impositlvo·. Cfr. 'Equidad y Proporcionalidad...• op. cit. pág. 475.
añoso' Ed. T.F.F., MéXico 1982, Tomo I págs. 469 y ss.
( 676) Ibid., ¡dem, pág, 477.
( 666) 'Diccionario de la Lengua Española', Real Academia Española, 2Oa. ed.,
Madrid, 1984, 'equldad' y 'equitativa' Tomo 1, pág. 572, 'proporción' y ·propor·
( 677) lbid, Idem., idem.
cional'Tomo 1" pág. 1112.
368
369
(678) Recuérdese la ejecutoria Aurelio Maldonado, y posteriormente al formu­ ( 683) De ahí, que anteriormente se haya dicho que los principios de proporcio­
larse la jurisprudencia número 11 de la Recopilación de 1965, donde estableció la nalidad y equidad son complementarios; esto es, por un lado, las contribuciones
S.C.J.N. que la proporcionalidad y equidad de los impuestos constituyen una ga­ a los gastos públicos han de ordenarse proporcionalmente y, por otro, dicha or­
rantía individual, aún cuando se encuentre localizado fuera del capitulo respec­ denación proporcional ha de estar orientada e inspirada en la equidad.
tivo de la Constitución.
( 684) Evidentemente, tenemos que ya al hablar de porción o potencialidad
( 679) En términos similares, pero en relación directa con el principio de capaci­
económica quedarían fuera de tributación aquellas personas cuya porción o po­
dad contributiva, se expresa GIARDINA, E. 'Le base Teoriche... • op. cit. pág. 6 Y
tencialidad económica es nula, es decir, aquellas personas que vivíen de la cari­
ss.
dad, no tanto porque el filtro de la equidad así lo determine -pues ni siquiera
pueden ser valoradas en función de ésta sino porque al ser el impuesto una
(680) Tenemos, por tanto, que los principios de 'proporcionalidad y equidad'
detracción de riqueza, lógico es que éste no puede ni debe actuar donde no
deben erigirse como criterios básicos de la legitimidad de las leyes tributarias y
de su justicia. existe valoración económica alguna.

(681) Sobre el principio de Capacidad Contributiva, Vid. el Capitulo 111, incisos (685) Así, pues, los valores trascendentales -de justicia- que imperan en una
a) y b) del presente trabajo. sociedad son o tienen de esta forma slgnificacióh jurídica, en el sentido de que
dichos valores son los que el Derecho sirve, fundamentalmente el de justicia y el
( 682) Por su parte, JARACH, D. al tratar el problema de la proporcionalidad y la de seguridad.
equidad que de forma similar se daba en el artículo 40. de la Constitución argen­
tina -establece que las contribuciones deben ser equitativas y proporcionales­ (686) En este sentido, tenemos que el sentido del constitucionalismo moderno
nos dice que 'esta formulación tiene su antecedente en una análoga fórmula de estriba en el ansia de racionalidad que caracteriza al nombre moderno y al Esta­
la Constituci6n norteamericana, donde se interpreta que la proporcionalidad para do al que pertenece; por lo que si el constitucionalismo clásico fué una reacción
los impuestos directos significaba proporcionalidad de las contribuciones, en re­ defensiva del individuo frente al absolutismo del poder, el constitucionalismo de
lación al censo de los Estados miembros de la Federación, o sea, en proporción nuestra época es una proclamación de fé de los pueblos en una serie de princi­
al número de habitantes de cada Provincia. Pero en "nuestro país -Argentina-, en pios básicos organizativos y finalistas cuya salvaguarda se encomienda al
virtud de la jurisprudencia de la Corte, se ha adoptado un criterio completamente Estado.
distinto. Se dijo en el fallo 'Díaz Vélez' que la proporcionalidad del artículo 40. no
está referida únicamente a la población, sino a la riqueza o al capital; gue dicho ( 687) Recuérdese que para nosotros contribuir a los gastos públícos de mane­
precepto no debe considerarse aisladamente, sino en correlación con las reglas ra proporcional significa contribuir en razón a su capacidad contributiva; es de­
expresadas en los artículos 16 y 67, inciso 20. Por esto debe entenderse el cir, que haya una porción económica suficiente a estos efectos.
principio de la proporcionalidad indeterminada en función de la rigueza, o sea,
gue proporcionalmente guiere decir proporcionalmente a la capacidad de los ( 688) De esta forma, tenemos que el principio de proporcionalldad a efectos de
habitantes, lo cual es equivalente al principio de igualdad, según la doctrina contribuír a los gastos públicos, no debe entenderse en el sentido de que toda
que, hemos visto, es el resultado de la evolución jurisprudencial con respecto al proción o índice de recursos es susceptible de entrar en su definici6n, sino s610
criterio de igualdad. Igualdad quiere decir igualdad a paridad de capacidad tri­ aquella proción o índice de recursos que supere el salario mínimo protegido por
butaria, y proporcionalidad quiere decir en relación a la capacidad tributaria...• la Constitución,
Por tanto, 'Proporcionalidad no guiere decir proporcionalidad con respecto aJa
medida base del impuesto, sino a la capacidad contributiva apreciada por el (689) Todo este planteamiento nos ayuda a consolidar lo que venimos dicien­
legislador. Debe haber igual proporcionalidad de acuerdo a la capacidad y no a do, esto es, que los principios de proporcionalidad y equidad son dos priclpios
la rigueza, porgue, de lo contrario, seria igual gue admitir como leaitimos y váli­ distintos, pero no por ello dispares, es decir, el primero -proporcionalidad- es
dos sólo los impuestos proporcionales'. Cfr. ·Curso.. .' op. cit. págs. 125-126. En completado por el segundo -equidad-o
términos similares, vid. GARZA SERVANDO, J.: 'Las garantías.. .' op. cit. págs 70­
71. ( 690) Sobre la exención del mínimo vital y sus repercusiones en los principios
de justicia tributaria vid. Cap. 111, punto 6, apartado c, incisos a') y b').

370 371
( 699) Por su parte, otros autores consideran también retroactividad la acción
(691) Asi, PEREZ DE AVALA, J. L. señala que 'allí donde no exista capacidad de la nueva norma sobre los efectos futuros de los hechos pasados en la medida
no puede existir el impuesto. Podrá haberse establecido en la Ley, pero no llega­ en que ello implica una modificación sustancial o un vaciamiento de los hechos,
rá 8 ser una realidad social, porque no podrá ser pagado, y soportado, por quié­ situaciones o efectos jurídicos acaecidos o adquiridos anteriormente. La norma,
nes han de pagarlo y soportarlo' Cfr 'Los principios de justicia 'op cit. pág. aún formalmente proyectada hacia el futuro, sería materialmente retroactiva. Vid.,
23 por ejemplo, GARCIA VALDECASAS, G.: 'Sobre la significaci6n del principio de
no retroactividad de las leyes', en 'Anuario de Derecho Civil', Madrid, 1966, pág.
(692) Hemos de hacer notar que detrás de toda esta construcción laten con 48. De ahí que, y contrastando lo aquí señalado con lo dicho arriba -en el texto­
cierta intensidad las formulaciones idead3:l por MOSCHETII, F. en su obra "El pueda distinguirse entre una retroactividad en sentido lato o material -la de esta
principio. . ' op. eit págs. 265 y ss. cita-, Vid. GAYA SICILlA, R.: 'El principio de irretroactividad de las leyes en la ju­
risprudencia constitucional' Ed. Monlecorvo, Madrid, 19B7, pág. 24 Y la
(693) Por otra parte, hemos de hacer notar que el tributo no s610 ha de reape1ar bibllografia ahl citada.
ese mínimo suficiente que representa el salario mínimo, sino también ha de ha­
cerlo cuando se encuentre frente al denominado patrimonio familiar mínimo, el (700) En este sentido, y siguiendo a GAYA SICILlA, R. tenemos que "la doctrina
cual encuentra pr01ección en el ordenamiento constitucional; concretamente en lo ha fundamentado aduciendo que no es justo afectar la ley nueva a actos reali­
el artículo 27, fracción XVII. inciso g) de la Constitución, según el cual "Las leyes zados cuando ésta aún no se ha promulgado y, por tanto, nles conocida ni tiene
locales organizarán el patrimonio de familia, determinando los bienes que deben aplicación. Otros autores han alegado razones de moral legislativa y de moral
constituirlo, sobre la base de que será inalienable y no estará sujeto a embargo humana. No han faltado quienes han puesto el acento en argumentos de lógica y
ni a gravamen ninguno'. (sub-nuestro). racionalidad. A la vez, se han puesto de relieve motivos de politica legislativa y
de respeto al orden jurídico anterior. Se ha Invocado la autoridad de la ley y va
( 694) Vid. a este respecto, pero con referencia al ordenamiento constitucional en estrecha relaci6n con la evidente peligrosidad que el efecto retroactivo de la
italiano a MOSCHETII. F.' 'El principio.. ' op. cit. pág 269. ley comporta, han querido ser, por último, la base sustentadora del principio".
Cfr. "El principio..." op. cit. págs. 27-2B y las obras ahí citadas.
( 695) De esta forma tenemos que no es del todo exacta la tesis de PEREZ
CAMPOS, J. A., según la cual el principio de proporcionalidad es un elemento no (701) De esta forma tenemos que el principio de seguridad jurídica y el de irre­
estrictamente jurídico, o determinable jurldicamente; pues com acabamos de ver, troactividad se han venido asimilando.
nose puede negar que es posible determinar algunos aspectos primordialos de
dicho principio desde una perspectiva eminentemente jurídica, como es la que ( 702) Excepción a esta regla es la Constitución de los Estados Unidos Mexica­
deriva del ordenmiento constitucional. n08 en la que se establece la prohibición de la retroactividad de las leyes de ma­
nera general al decir en su artículo 14 ..constitución de 191'7- que: 'A ninguna ley
( 696) En este sentido, es posible apreciar como el principIo de proporcionali­ se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna~. Sin embargo, y a pe­
dad es suscepcitlble de ser complementado con el principio de equidad. sar de dicha prohibición expresa, la S. C. J. N. ha entendido que dicha prohibi­
ci6n expresa no se dirigía al legislador, sino al juez, con lo que de esta forma el
( 697) Nótese que al hablar de principio de equidad nos referimos a al equidad legislador sí podrá dar efecto retroactivo a las leyes. En relación con esta
que deriva del ordenamiento constitucional. cuesti6n vid. ANDRADE, M.: 'Nuevo Código Civil anotado' Ed. Porrúa, México,
1948, Comentario al artículo 50. Por otra parte, la jurisprudencia de la S. C. J. N.
(698) En este sentido tenemo que una ley es retroacriva cuando sus efectos se ha señalado, que cuando la aplicación retroactiva de la ley no causa perjuicio a
proyectan sobre hechos. actos o relaciones jurídicas acaecidas antes de su en.. persona alguna, se podrá dar efecto retroactivo a la misma; vid. la jurisprudencia
trada en vigor De ahi su retroactIVidad' la nueva norma actúa haCIa atrás InCI núm. 161, en apéndice 197, Bo. parte págs. 283 y 284.
diendo sobre el pasado Como consecuencia de esto último, un sector doctrinal
ha señalado que el modismo, 'retroactividad' conduce a un error, ya que, sería ( 703) Sin embargo, un sector de la doctrina jurídico-tributaria señala que esta
mejor hablar de 'punto de contacto haCIa atrás'. Vid. a este respecto WOLFF, H posici6n está ciertamente superada, pero de todas formas no deja de estar laten­
F. 'VelWaltungsrecht' T 1, apéndice 27 1, C. cita extraída de KRUSe. H. W. te en el fondo de muchas teorías y, desde luego, en algunas manifestaciones ju­
'Derecho Tributario' op cit. pág. 151. risprudenciales. Vid. al respecto PARRA DE MAS, S.: "La retroactividad de la iey

373
372
fi~ Y el principio de capacidad tribulana' en XIX Semana da Estudios de Dere­
( 709) Sobre el deaarrollo doctrinal en tomo a este problema vid., entre otros,
cho Financiero, Madrid, 1972, pa' g. 615. CEAVERA TORREJON, F.: 'La retroactividad.... op. cit. págs. 263 Y $8., GAYA
SICIUA, R.: 'El principio...' op. cit. págs. 334 y 88. Y 370 Y ss. MOSCHETT1, F.:
( 704) En este sentido, tenemos que la mayoría de la doctrina y Jurisprudencia 'El principio.... op. cit. págs. 348 y ss., TABET, G.: 'Successlone di tributl nel
trIbutaria ·n08 referimos concretamente a la alemana, española e italiana- ha va­ tempo e retroattivitá delle dlsposizionl transitorie' Riv. Dir. Fin. Sc. Fin. 1971, parte
nido rechazado la posibilidad de fundamentar la ilegitimidad de la retroactividad 1, págs. 570 y ss., Y ZORNOZA PEREZ. J. Y FALCON Y TELLA, R.: 'La
tributaria en la expresa prohlblcl6n constitucional de las normas penales o &an­ retroactividad...' op. clt. págs. 435 Y ss.
cionadoras. En cuanto a las diversas posturas de la doctrina y jurisprudencia ala­
mana vid., entre otros. CEAVERA TORREJON, F.: 'La retroactividad de la norma (710) Por su parte CEAVERA TORREJON, F. pone de manifiesto que más que
tributarla' R. E. D. F. núm. lO, págs. 264-265., GAYA SICILIA, R.: 'El principio.... 108 autores en tema de retroactividad tributarla en Derecho alemán, el auténtico
op. cit. págs. 370 Y SS., KRUSE, H. W.: 'Derecho Tributario' op. cit. pág. 148., Y protagonista sobre la doctrina en tomo a esta cuesti6n ha sido el BundesVer·
ZORNOZA PEREZ, J. Y FALCON TELLA, R.: 'La retroactividad de las normas tri­
faasungsGerich ·Tribunal Constitucional de la R. F. A. Vid. 'La retroactividad...'
butarias; especial referencia a las normas Interpretativas'. R. E. D. F. núm. 43,
op. cit. pág. 275.
1984, pág. 435. Por lo que se refiere a la doctrina española, además de los cita·
dos en nota anterior vid. también, entre otros, PALAO TABOADA. C.: 'La disminu·
(711) En este sentido. CERVERA TORREJON, F., señala que 'En Derecho ale­
ci6n.. .' op. cit. págs. 168-169., PARRA DE MAS, S.: 'La retroactividad.. .' op. cit.
mán, tras una fase Inicial sin resultados, se va acudir directamente a la idea del
págs. 626-627., PEREZ DE AYALA, J. L Y GONZALEZ GARCIA, E.: 'Curso.. .' op.
Estado de Derecho (formalizada alll bajo el imperio de la Ley Fundamental de
cit. págs.72 y ss., SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Lecciones.. .' op. cit. págs. 51-52. y
Bonn en auténtico principio operativo, el 'Rechtsstaatsprinzip' y en particular a la
LlAMAS LABELLA, M.: 'Ensayos sobre jurisprudencia tributaria' Ed. 1. E. F.,
exigencia derivada de la seguridad jurldica de 108 ciudadanos para encarar la
Madrid, 1973, págs. 17-18. Por último en cuanto a la doctrina y jurisprudencia ita·
cuesti6n de la constitucionalidad de la retroactividad tributarla'. Cfr. 'La retroactl·
liana se refiere vid., entre otros, ALLORIO, E.: 'Breve trittico sulla irretroattivitá de·
vidad.... op. cit. págs. 370 Y ss. En cuanto al Derecho italiano, tras un largo pe­
lIe norme tributarle' en "Studi in onore di ACHILLE DONATO GIANNINI', Giuffré, riodo de esfuerzos fallidos por Intentar fundar en diversos preceptos constituclo·
Milano, 1961, pág. 30., BERLlRI, A.: 'Corso istituzionale...' op. cit T. l., pág. 25., nales un principio de intedicción de la retroactividad de las normas en el princi­
DE MITA, E.: 'L'lnflusso della giurisprudenza della Corte Costituzionale sul Dirítto pio de capacidad contributiva ·articulo 53 de la Constitución italiana· cuyo argu­
Tributario' Riv. Dir. Fin. Se. Fin., 1981, parte la., pág. 600., MICHELI, G. A.: mento se desenvotvla de acuerdo al siguiente esquema: 'La aplicación retroacti­
'Corso...' op. cit. págs. 63 y ss., MOSCHETTI, F.: 'El principio de capacidad va de un tributo, consistiendo su presupuesto en un hecho pretérito, podría afec­
contributiva' 1. E. F., Madrid, 1980. págs. 350 y ss. . tar al principio de capacidad contributiva por cuanto aquella 'aptitud' para tribu­
tar que el contribuyente mostró en su momento puede haberse alterado (dismi­
(705) Vid. a este respecto GAYA SICIUA, R.: 'El principio...' op. cit. págs. 29·
nuido o Incluso haberse extiguldo) con el transcurso del tiempo, de manera que
30., PEREZ DE AYALA, J. L. Y GONZAlEZ GARICA, E.: 'Curso.. " op. cit. págs.
las personas 'ahora' lIamad8$ a pagarlo carezcan ya de aquella capacidad'. Cfr.
72 y $5., SAINZ DE BUJANDA, F.: 'Lecciones.... op. cit. pág. 53., ZORNOZA
GAYA SICILlA, R.: 'El principio...' op. cit. pág. 335. Sobre la evolución de este
PEREZ, J. Y FALCON Y TELLA, R. : 'La retroactividad.... op. cit. págs. 436-437.
problema en la doctrina jurídico-tributaria pueden verse la referencia de CERVE­
AA TORREJON, F.: 'La retroactividad ...' op. cl1. págs. 264 Y ss.• MOSCHETIl,
(706) ALLORIO, E.: 'Breve trltiico.... op. cit. pág. 30.
F.: 'El principio.. .' op. cit. págs. 348 y ss., PARRA DE MAS, S.: 'La retroactivi­
dad.... op. ci1. págs. 635 y ss.• y ZORNOZA PEREZ, J. y FALCON y TELLA, R.:
(707) A titulo Ilustrativo, vid., entre otros, CERVERA TORREJON, F.: 'La retro­
'La retroactividad...' op. cit. págs. 435 Y 438 nota 18.
acrividad...' op. cit. págs. 250 Y ss., DE MITA E.: 'Fisco e Costituzione' T. 1. Glu·
ffré, Milano, 1984, págs. 70 Y ss., GAYA SICILlA, R.: 'El principio.. .' op. cit. págs.
( 712) En este sentido, el BVerfGE en su sentencia de 9 de mayo de 1960 seña­
244 y ss., LLAMAS LABELLA, M.: 'Ensayos.. .' op. cit. págs. 17,18., MARTINEZ
la que la previsi6n expresa de la irretroactividad de las disposiciones sanciona­
LAFUENTE, A.: 'Estudios sobre la jurisprudencia tributaria'. Civitas, Madrid,
dorllB no excluye la existencia de limites a la retroactivdad de otras normas relati·
1985, págs. 140 y ss. Y KRUSE, H. W.; 'Derecho Tributario' op. cit. págs. 151-152.
vas a materias distintas en virtud de otros principios en la 'Neve Juristische Wo­
chenschrift'? 1960, pág. 1588. Referencia extraída del trabajo de ZORNOZA PE­
(708) Vid. CERVERA TORREJON, F.: 'La retroactividad.... op. cit. págs. 257­
REZ, J. Y FALCON y TElLA, R.: 'La retroactividad ...' op. cit. pág. 436, nota 10.
258.

374
375
( 713) En términos similares, vid. el criterio utilizado por la jurisprudencia Supre­
ma de los Estados Unidos de Norteamérlca. Vid. a este respecto a PALAO TA­
SOADA, C.: 'La disminución...' op. cít. pág. 169. (721) Sin embargo, el propio BVerfGE señala que 'Cuando graves razones de­
rivadas del bien común \'zwingende Grunde des gemelnen Wohls;, que se en­
(714) Por tanto, dejamos al márgen las posibles conexiones con otros princi­ cuentran por encima del principio de seguridad jurldica, justifican una dlsposi­
pios jurídicoli conlititucionales -capacidad contributiva, igualdad, reserva de ley, cl6n retroactiva'. Cfr. CERVERA TORREJON, F.: 'La retroactividad. .' op. cit.
etc.- a fin de fundamentar la interdicción de la retroactividad de las normas pág, 275.
tributarias.
( 722) En este sentido CERVERA TORREJON, F. al enunciar las excepciones
(715) En este sentido, y siguiendo a GAYA SICillA, R., tenemos que en Alema­ hechas por el BVerfGE del principio de retroactividad señala que: ' ... d).- Cuan­
nia Federal es el principio de Estado de Derecho el que se adopta como punto do una norma retroactiva corrige lo que por razones no imputables al legislador,
de partida para solucionar el problema de la Interdicci6n conlititucionel de la re­ en la primitiva normativa determinaba oscuridades o lagunas objetivas. Pero la
troactividad; pues, 'a la exigencia de seguridad jurídica que élite comporta, y en retroactividad serla i1icita sí la norma primitiva corregida retroactivamente no era
consecuencia, la necesidad de que el ciudadano tenga la posibilidad de prever arbitraria ('willkürllch') si no coherente islnnvoll'), y podia aparecer como queri­
cualquier intervenci6n de! Estado en la esfera de su autonomía, conllevan la prcr da por el legislador... 1).- Cuando el legislador sustituye retroactivamente una
tección de la confianza del individuo en que su conducta, valorada jurldicamente disposlcl6n nula mediante una norma Inatacable jurídicamente.. .' Cfr. 'La retro­
desde la legislaci6n en vigor al tiempo de su realización, no será valorada en un actividad.... op. cit. pág, 275. Vid. también GAYA SICIUA, R: 'El principio.. .'
momento politorlor de modo distinto y menos favorable, manteniéndose las con­ 3n
op. cit. págs. y ss.
secuencias jurldicas originadas a ella conectadas'. Cfr. 'El principIo...' op. cit.
pág. 370. (723) En este sentido, GAYA SI CILlA, R señala 'La retroactividad Impropia tal y
como aparece definida por el Tribunal alemán, Incluye a la retroactividad de gra­
(716) Cfr. 'La retroactividad...' op. cit. págs. 273-274. do m!nlmo, es, por principio, constitucional. Sin embargo, en la medida en que
del principio de la protecci6n de la confianza se deducen límites constitucionales
(717) Sobre esta sentencia además de la obra de CERVERA TORREJON, F.: respecto a la misma, esta constitucionalidad no puede ser declarada, en ningún
Vid. también. GAYA SICILlA, R: 'El principio...' op. cit. págs. 381 y ss., KAUSE, caso, 'a priori'. La declaración de constitucionalidad pasa por una previa con­
H. W.: 'Derecho Tributario'. op. cit. págs. 151-152., MOSCHETTI, F.: 'El principio. frontacl6n de la norma retroactiva con el citado principio. Se asegura as! que el
.' op. cit. págs. 361-362., XAVIER, A.: 'Los principios...' op. cit. pág. 1283. resultado de este contraste responda a criterios jurldicos sustantivos o de justicia
material'. Cfr. 'El principio.. .' op. cit. págs. 419-420.
(718) Nos referimos concretamente a KRUSE, H. W.: 'Derecho Tributario'. op.
cit. pág. 151. (724) Dicha relación viene atribuída por el principal efeoto jurldico que la exen­
016n tributarla provoca, esto es, liberar del pago de un tributo. Se pasa por tanto
(719) Sobre esta cuestl6n vid. GAYA SICILlA, R.: 'El principio...' op. cit. págs. de un estar obligado a pagar un triubto -norma 'desfavorable'- a un no elitarlo •
412 y ss. 'norma favorable'-. Sin embargo, no creemos conveniente darle sin más el atribu­
to de favorable a la norma de exenci6n, ya que se trata de una cuesti6n de extre­
(720) En Derecho español la distlnci6n elaborada por DE CASTRO, F. señala mada relatividad. Sin embargo, no creemos conveniente darle sin más el atributo
tres grados de retroactividad; a saber: a).- Máxima. La nueva ley se aplica a' de favorable a la norma de exenci6n, ya que se trata de una cuesti6n de extrema·
misma relaci6n jurídica básica y a sus efectos, sin tener en cuenta, para nada o da relatividad. Sobre relatividad del concepto de norma favorable vid. GAYA
s610 de modo secundario, que aquélla fuera creada o éstos ejecutados bajo el SILlCIA, R.: 'El principio.. .' op. cit. págs. 392 y ss.
imperio de la ley anterior; b).· Media. La nueva ley se aplica a efectos nacidos ya
durante la vigencia de la ley derogada, pero s610 en cuanto hayan de ejecutarse ( 725) En este sentido KAUSE, H. W. señala que 'la puesta en vigor de leyes fa­
después de la vigencia de la nueva ley; c).- Mínima o atenuada. La nueva ley se vorables conefecto retroactivo está permitida' ...as! por ejemplo 'los convenios
aplica a los efectos de una relaci6n jurldica regulada según la legislaci6n ante­ de doble Imposici6n que con frecuencia entran en vigor retroactivamente, porque
rior, pero sólo a las que nazcan después de estar vigente la nueva ley, sustitu­ su ratificación emplea un tiempo largo. La entrada en vigor retroactiva está cons­
yéndose desde entonces la nueva leglslaci6n a la antigua. Cfr. 'Derecho Civil de titucionalmente permitida en los convenios de doble imposici6n, ya que no gra­
España' T. l. Ed. 1. E. P. Madrid, 1955, págs. 723 y ss. van al sujeto pasivo, no fundamentan prestaciones impositivas, sino que limitan

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377
recíprocamente el derecho nacional', Cfr, 'Derecho Tributario' op. cit, págs. 151·
153. normalmente está destinado a provocar el nacimiento de una deuda impositiva a
cargo de un sujeto determinado, no provoca, como consecuencia de una norma
( 726) Así, el Tribunal Constitucional alemán señaló que' ,.no se verá lesiona· limitativa de excepción, el mencionado efecto. Ahora bien, en los supuestos en
da la confianza de los ciudadanos cuando una regulación legal 'mitigue' retroac­ los que la Ley concede el derecho a la devolución de las cuotas tributarlas paga­
tivamente los efectos impositivos derivados de unos hechos concretos, de acuer­ das, no deja de surgir ninguna obligación tributaria. Por el contrario, la devolu­
do con el derecho vigente y con su intepretación por los tribunales competentes'. ción del impuesto al contribuyente presupone que este último ha satisfecho con
BVerfGE, 325. También señaló que 'La prohibición de retroactividad sólo rige anterioridad una cuota al ente público, y es claro que esa cuota ha sido pagada
para las leyes perjudiciales o agravantes, no -sin embargo- para las favorables'. para extinguir una obligación tributaria surgida a cargo del pagador". Cfr.
BVerfGE 23, 85, 93. Cfr. a este respecto CERVERA TORREJON, F.: 'La 'Notas...' op. cit. T. l. Vol. 20. págs. 547 y ss. En términos similares vid. CORRAL
retroactividad.. " op. cit. pág. 274. GUERRERO, L: 'El derecho del contribuyente a la devolución de Impuestos' Ed.
Edersa, Madrid, 19n, págs. 21 y 22.
(727) En este sentido, GAYA SICIUA, R. señala que 'la retroactividad fravorable
no plantea problema alguno desde le punto de vista de su constitucionalidad. El ( 736) Hemos de recordar que 51 bien el régimen jurldlco de la exención se ca­
Tribunal Constitucional alemán así lo ha manifestado coincidiendo en este punto racteriza por el no nacimiento de la obligación, ello no significa que éste sea el
con el español'. Cfr. 'El principio.. " op. cit pág. 419. único efecto jurldico resultante, ya que la exención además provoca toda una se­
rie de deberes formales de contenido complejo.
(728) De esta forma el legislador tributario vendría a configurar una especie de
'derecho adquirido' a favor del Estado con respecto a los créditos tributarios li­ ( 737) De esta forma nos encontramos ante obligaciones o pagos indebidos por
quidados de forma definitiva o a aquéllos ya pagados la inexistencia sobrevenida -para las personas o hechos configurados en la nor­
ma de exención- del régimen jurídico de imposición. Por su parte TESAURO, F.
( 729) Sobe la íntima relación entre los efectos negativos y el principio de segu· al tratar sobre los pagos indebidos por la inexistencia sobrevenida de la norma
ridad jurídica vid. GAYA SICllIA, R.: 'El principio. , ,'op. cit. págs. 392-393. Impositiva, encuadra dentro de este tipo de pagos indebidos las siguientes hipó­
tesis: a).· Inexistencia pura y simple de la norma legal que se ha acordado apli­
( 730) En este sentido, al hablar de perjuicio nos referimos a un perjuicio relati­ car; esto es, la aplicación administrativa de un tributo, privada de base legislati­
vo, es decir, relativo a 10$ otros contribuyentes que no cumplieron con sus debe­ va., b).- falta de conversión de un decreto-Iey en ley., c).- Declaración de incons­
res y obligaciones tributarias, ya que si nos centramos a analizar su situación titucionalidad., d).· Derogación de la norma impositiva; o introducción de normas
personal frente al ordenamiento jurídico-tributario ésta no ha empeorado, pues se retroactivas de exención., e).- Interpretación contraria al Fisco. Vid. '11 rimborso
encuentran bajo el mismo régimen jurídico y no otro distinto. dell'impo6ta' Ed. lJTET Torino, 1975, págs. 47 Y ss., Y en cuanto a la exención
, concretamente pág., 57. Sobre esta cuestión vid. también CORRAL GUERRERO,
(731) De esta forma tendrfamos que el legislador tributario premiarla, Indirecta· L: 'El derecho del contribuyente.. .' op. cit. págs. 311 y ss. y POTITO, E.: 'Azione
mente, a aquellos contribuyentes que hubiesen mantendio un actlrud negariva di accertamento o ripetizione dell'lndebito in materia tributaria'. Riv. Oír. Fin. Se.
frente al ordenamiento jurídico tributaria y no a aquellos otros que su posición Fin. 1974, parte 1. págs. 133 y ss.
respecto a dicho ordenamiento ha sido positiva.
( 738) Por su parte CORRAL GUERRERO, L. pone de manifiesto que los pagos
(732) Sobre esta cuestión vid. SCHMÓLDERS. G.: 'Teoría .. op. cit. págs. indebidos por inexistencia sobrevenida de la norma impositiva (-nosotros diría­
1231 y ss. mos más bien por inaplicación sobrevenida del régimen jurldico que configura la
norma de imposición ·hecho imponible- pues si admitieramos la inexistencia de
( 733) Cfr, 'Principl. ,'op. ci!. vol. 11, T. 1. págs. 333-334 (sub-mlo). la norma impositiva, la exención no tendrla razón de ser, ya que, esta última va
indisolublemente unida a aquélla), lo son igualmente por ausencia de legalidad.
( 734) Vid. también a este respecto BERLlRI, A.: 'Corso. .' op. cit. T. l. pág. 142; Y también, tanto de decir que son pagos indebidos, con ausencia de legalidad
y MICHELI, G. A: 'Corso...' op. cit. pág. 63. n la obigación tributaria, a causa de su inexistencia. Vid. 'El derecho del contri­
buyente...' op. cit. pág. 315.
( 735) En este sentido, SAINZ DE BUJANDA, F. señala que 'desde el punto de
vista de la dogmática jurídica, sólo puede existir exención cuando un hecho que ( 739) Piénsese, tan s610, en una exención del mínimo vital con efectos
retroactivos.
378
379
efectivamente dicho contribuyente se encuentra sometido bajo un régimen jurldi.
( 740) Asi. pues, tenemos que ciertos sectores de la doctrina jurldlco-tributaria co de exención y, por tanto, exento del pago del tributo de que se trate.
enfocan este problema a la temática de derechos adquiridos. En este sentido,
SAINZ DE BUJANDA, F. inspirándose en la doctrina tradicional define a los dere­ (742) En este sentido, PALAO TABOADA, C. señala que 'La supresión de la
chos adquiridos como aquellos que por razón de la ley se encuentran incorpora­ exención (no importa si retroactiva o no) Implica un aumento de la imposición,
dos al patrimonio de una persona. Partiendo de esta idea y al entrar en análisis equivalente a estos efectos a un nuevo Impuesto para los sujetos afectados'. Cfr.
sobre las exenciones señala que "tratándose de exenciones subjetivas y tempora­ 'La dlsmlnucl6n retroactiva...' op. cit. pág. 167.
les se genera en el beneficiario el derecho a que el disfrute de la exención no
pueda ser suprimido ni suspendido durante el tiempo de vigencia de la exen­ (743) En este sentido, vid., entre otros, GAYA SICILIA. R.: 'EI principio.... op.
ción'. Cfr. 'Teorla...• op. clt. pág. 437, En términos similares se manifiesta ALBI­ cil pág, 260 y SS., LOZANO SERRANO, C.: ·Exenciones.. " op. cil pág. 79.,
ÑANA, C. para quien 'Ias exenciones objetivas temporales deben respetarse por KAUSE, H. W.: 'Derecho Tributario' op. cil pág. 151 Y PALAO TABOADA, C.: 'La
el plazo que hayan sido concedidas, esto es, deben reconocerse derechos ad­ disminuci6n retroactiva. , .' pág. 168.
quiridos en cuanto se presume que la exención tributarla cumple la función de
una contraprestación por un determinado comportamiento económico de sus ti­ (744) En efecto, sí el contribuyente que ha realizado el presupuesto de hecho
tular". Cfr. 'Sistema...' op. cit. pág. 81. Por su parte el profesor MARTIN aUE­ de la exención no pone de manifiesto ante la Administración que esto ha sido asl,
RALT, J. quien llega a una conclusión semejante respecto a estas últimas, no va­ esta última se verá obligada a aplicar un régimen Jurídico de tributación y no el
cila en aceptar el concepto de derechos adquiridos, poniendo de manifiesto que propio de la realización dal presupuesto de hecho de la exención.
'EI reto que se plantea es hacer compatible el disfrute de las bonificaciones tribu­
tarias con la posibilidad de que las modificaciones del ordenamiento no supon­ ( 745) Hemos de hacer notar que en ciertas ocasiones algunos de los efectos
gan una Innovación arbitraria en el 'status' que viene aplicándose a una determi­ -formales- de la norma de exención tales como la declaración o reconocimiento
nada bonificación tributaria' Cfr. 'La lrretroactividad. • op. cit. pág. 266-267. Por por parte de la Administración de la existencia de la exención, pueden ser asumi­
otras parte, existe otro seotor doctrinal el cual entiende que las exenciones n dos como parte integrante del presupuesto de hecho de la exención, por lo que
constituyen situaciones subjetivas y, por tanto, no puede hablarse de derechos la no efectiva ralización de los mismos vendrían a desembocar en la no configu­
adquiridos en esta materia. Vid. por ejemplo PALAO TABOADA, C.: 'La disminu­ ración del presupuesto de hecho de la exención y, debido a ello, en le hipótesis
ción retroactiva...' op. cit pág. 165 Y LOZANO SERRANO, C.: 'Las exenciones..' que nos ocupa no estaríamos en presencia de una norma que deroga o modifica
op. cit. págs. 69 y ss. Otra corriente doctrinal analiza el problema bajo el prls-ma retroactivamente la exención, pues todavía no se ha configurado el presupuesto
del principio de igualdad. Asl, por ejemplo, GUARINO, G" señala que la mo­ de hecho de la exención con todos y cada uno de sus elementos -declaración y
dificación retroactiva de normas incentlvadoras no s610 atentaria contra la irretro­ reconocimiento por parte de la Admlnlstraci6n-,
actividad de las normas desfavorables y contra el derecho de libre iniciativa eco­
nómica o de libertad de empresa, sino también contra el mismo principio de (746) Por tanto, se aplican las reglas generales en materia de retroactividad de
igualdad. al conllevar la ley modificadora un trato Igual para situaciones que no las norma tributarlas, Inciso a) de este apartado.
lo son. Vid. 'Sul regime costituzionale...' op. cit. págs. 165 y ss. También se ha
objatado que la modificaci6n o supresi6n de una exención podría atentar contra ( 747) Piénsese, por ejemplo. en la hipótesis de que la norma de exención diga
los siguientes principios: generalidad tributaria, capacidad económica, la libertad en su presupuesto de hecho: 'Aquéllos que establezcan una fábrica X en una zo­
de iniciativa privada, etc. Sobre toda esta problemática vid. la importante obra de na y se le aplicerá un régimen de exención Z durante cinco periodos impositi­
LOZANO SERRANO, C., 'Las exenciones tributarias.. .' op. cit págs. 69 y ss., en vos'. El contribuyente estableció la fábrica X en la zona Y, por tanto, ·efecto jurldi­
la cual se hace un estudio profundo y se extraen unas conclusiones muy intere­ co- estará bajo un régimen de exención Z a partir de la configuración del presu­
santas sobre esta temática siendo. a nuestro modo de ver, la obra más importan­ puesto de hecho mencionado, hasta que se agoten cinco períodos impositivos.
te que trata los problemas que surgen en torno a los aspectos temporales de la Desde la fecha de la confIguración del presupuesto de hecho exento, hasta la en­
exenci6n tributaria. trada en vigor de la nueva norma que actúa modificando o derogando la exen­
ci6n tributaría se han materializado los efectos de la norma de exención -el some­
(741) Dichos efectos pueden concretarse en la presentación de la declaración timiento a un régimen ¡uridico de exenci6n Z· tan sólo a dos periodos impositivos
por parte del contribuyente sobre la configuración del presupuesto de hecho de faltando, por tanto, la proyección del efecto de la norma de exención a tres
la exención y el posterior reconocimiento por parte de la Administración de que periodos Impositivos.

380 381
BIBLlOGRAFIA
( 748) Por su parte BERLlRI, A. usa el término de 'pseudoretroactlvidad', dife­
renciándola de la verdadera retroactividad, para los supuestos en que la ley que
ABBAMONTE, G.:
entra en vigor, aún refiriéndose. a hechos anteriores, s610 se aplica a efectos
pendientes de los mismos, pero que se producen con posterioridad a dicha en­
trada en vigor, Vid, 'Corso istituzionale, , " V, 1. op. cit, pág. 25, En Derecho ·Prinlcipl di Diritto Finanziario·, Uguori, Napoli, 1975,
español vendrla a ser según la claslflcación de DE CASTRO, F. de grado medio,
esto es, aquélla en que la nueva ley se aplica a efectos nacidos ya durante la
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vigencia de la ley derogada. pero s610 en cuanto hayan de ejecut8r$e después
de la vigencia de la nueva ley, Vid. 'Derecho Civil de España' T. 1. op. cit. pág.
723 Y ss. ·Exenciones, subvenciones y otros estímulos fiscales'
XI Semana de E.D.F., Madrid, 1964.
( 749) En efecto, dicha norma tendrta que tener un peso específico frente algu­
nos de los principios jurldicos que derivan el ordenamiento constitucional -igual­
dad, capacidad contributiva, solidaridad, etc.­
ALBIÑANA GiARCIA·QUINTANA, C.:

(750) En este sentido el BVerfGE en sentencia del 19/12161 señala que el clu· ·Derrecho Financiero y Tributario·, Ministerio de Ha­

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de supuestos de hecho ya realizados consecuencias más desfavorables de las


que el ciudadano podla prever en orden al propio comportamiento, Para el ciu· ALlORIO, E.::
dadano la defensa del Derecho signlflca sobre todo protección de la buena fé.
En la medida en que los hechos Imponibles se conectan al comportamiento, las
consecuencias deben estar ya previstas por la ley en el momento de realizarse tal ·Breve Trittico sulla irretroacttivitá delle norme tributa­
comportamiento, Resulta de ello que las leyes tributarias deben contemplar en rie·. En ·Studi in onore di achille Donato Giannini", Ed.
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