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C.

EL JUICIO

Francisco Dall’Anesse Ruiz


Juez Superior Penal
Profesor de la Escuela Libre de Derecho
SUMARIO: 1.- ASPECTOS INTRODUCTORIOS. 2.- PRINCIPIOS

INFORMADORES DEL JUICIO ORAL: A) PRINCIPIO DE IMPUTACIÓN. B)

PRINCIPIOS DE ORALIDAD E INMEDIACIÓN. C) PRINCIPIO DE PUBLICIDAD:

C.1) EXCEPCIONES GENERALES A LA PUBLICIDAD POR NECESIDAD DEL

SECRETO. C.2) EXCEPCIONES INDIVIDUALES A LA PUBLICIDAD POR

RAZONES DE ORDEN. D) PRINCIPIO DE CONTRADICTORIEDAD. E)

PRINCIPIO DE CONTINUIDAD. 3.- NOCIONES PREVIAS ACERCA DEL DEBATE:

A) PREPARACIÓN DEL DEBATE. B) TIEMPO: CONTINUIDAD Y SUSPENSIÓN:

B.1) SUSPENSIÓN POR ASPECTOS INCIDENTALES. B.2) SUSPENSIÓN POR

NECESIDADES PROBATORIAS. B.3) SUSPENSIÓN POR RAZONES DE SALUD.

B.4) SUSPENSIÓN POR RESPETO AL DERECHO DE DEFENSA. C) LUGAR. D)

DIRECCIÓN DEL DEBATE. E) REGISTRO DE LA AUDIENCIA. 4.- DESARROLLO

DEL DEBATE: A) APERTURA: A.1) DECLARACIÓN DE APERTURA. A.2)

INTIMACIÓN Y DECLARACIÓN DEL IMPUTADO. A.3) INCIDENTES. B)

RECEPCIÓN DE PRUEBAS: B.1) PERITOS Y TESTIGOS. B.2) LECTURA DE

DOCUMENTOS Y PRUEBA ANTICIPADA. B.3) OTROS MEDIOS DE PRUEBA. B.4)

PRUEBA PARA MEJOR PROVEER. C) DISCUSIÓN FINAL. D) DIVISIÓN DEL

JUICIO EN DOS FASES. E) CLAUSURA. 5.- DELIBERACION: A) VOTACIÓN. B)

REAPERTURA DEL DEBATE. 6.- SENTENCIA: A) REQUISITOS. B) REDACCIÓN

Y LECTURA. 7.- BIBLIOGRAFIA.1.- ASPECTOS INTRODUCTORIOS

Con la promulgación del Código Procesal Penal de 1.996, la historia del proceso

penal costarricense ha sufrido una transformación importante: de un lado el despojo

definitivo de la escritura en el proceso, y del otro el establecimiento de la oralidad como

principal mecanismo de la administración de la justicia penal. No se realiza así una nueva

aspiración, por el contrario se alcanza un anhelo postergado desde la promulgación del

Código de Procedimientos Penales de 1.973.


En la década de años setenta, se introdujo en Costa Rica el juicio oral con la

finalidad de abandonar la escritura. Sin embargo este paradigma impidió la colmar esa

meta, para lo cual conspiró la estructuración del proceso en dos fases: la instrucción escrita

y el juicio oral.

La contienda judicial, cuyo momento debió ser el debate, corrió su centro de

gravedad hacia los Juzgados de Instrucción (que se extinguirán a partir del 1º de enero de

1.998) donde un procedimiento que debía desarrollarse en seis meses, pasó a vivir años.

Ante la inercia del Ministerio Público los titulares de esos tribunales asumieron la

investigación integralmente, con lo que los abogados defensores muchas veces tuvieron

como contraparte a los jueces. Se había desnaturalizado totalmente la instrucción y en la

práctica era un juicio escrito.

Tras meses o años de escritura, en la mayoría de los casos unas horas o a veces unos

minutos de oralidad determinaban la culpabilidad del imputado; pero con el mal sabor en

protagonistas y observadores, en punto a que la causa elevada a juicio era merecedora de

condenatoria. Esta sensación no era ajena a la realidad si se toma en cuenta que los jueces

de juicio leían -y muchos todavía leen- el sumario de la instrucción, con lo cual entran al

debate bajo el prejuicio de la culpabilidad.

Óbice para el desarrollo de la oralidad fue también la posibilidad de incorporar, por

lectura, los actos probatorios realizados por el agente fiscal (durante el sumario previo a la

citación directa a juicio) y por el Juez de Instrucción. De ese modo, muchos juicios no

fueron más que la lectura pública de la encuesta probatoria escrita, cerrados con una

condenatoria de cara a los folios del expediente y no como producto de la inmediación y la

oralidad.

Aunado a lo anterior, los abogados -con la complicidad silenciosa de los tribunales-

crearon formas para prolongar la instrucción y evitar el juicio, con la interposición abusiva

de nulidades, excepciones, excarcelaciones, etc. Lo que se suponía serían unos pocos folios
para preparar el debate se convirtió en kilos y kilos de papel, lográndose con ello el colapso

del proceso penal costarricense.

Digno de mencionar es el esfuerzo por controlar la situación, realizado con la

reforma legal al procedimiento de citación directa a juicio, así como la labor evangélica de

la Jueza Teresita Rodríguez, el Fiscal Carlos María Jiménez y el Defensor Público Alberto

Alpízar, quienes recorrieron incansablemente el país para enseñar -literalmente- la

utilización del mecanismo procedimental de comentario.

La respuesta legislativa a esa situación ha sido el nuevo Código Procesal Penal, que

terminó radicalmente con la instrucción al suprimir la fase escrita del proceso. Cualquier

acto probatorio realizado antes del juicio carece de valor, a menos que sea producido a

través de las regulaciones del anticipo jurisdiccional de prueba.

Esto es lo más novedoso del proceso, porque devolvió la contienda judicial a la

audiencia oral, y con ello se logra el viejo anhelo postergado desde 1.975 (fecha en que

entrara en vigor el Código de Procedimientos Penales de 1.973).

Importa destacar que veintiún años de experiencia de juicio oral no han pasado en

vano, de modo que la reforma viene a solventar algunos vicios producidos en la práctica.

Así, los jueces de juicio no pueden leer más el expediente, pues materialmente es

imposible; no tendrán que admitir la prueba, por lo que no deben consultar el sumario que,

por demás, no la contiene.

Con un Juez virgen en cuanto a la causa, se garantiza que el debate será el centro

productor del fallo judicial.

El presente trabajo, como parte de una antología que busca un primer contacto de

los operadores jurídicos con el nuevo proceso penal, no es la sede para una prolija

exposición acerca del juicio. Por ello el tratamiento aquí es descriptivo, con algunas

incursiones en aspectos importantes que -sin ser profundas- no se quedan en la mera

superficialidad. Ese ha sido el propósito con la publicidad, la continuidad y suspensión, la


lectura de documentos y prueba anticipada, la división del debate en dos fases y el voto de

los jueces.

Asistimos a un nuevo período del desarrollo democrático, constitucional y de

derechos humanos. Este es el significado de una reforma penal.

No puedo poner fin a esta nota introductoria, sin dedicar unas líneas a un obstáculo

que podría frustrar en alguna forma la recta aplicación del Código. Se trata de la «rigidez

paradigmática» de algunos operadores jurídicos, con relación a la interpretación literalista

de las normas procesales sin llegar a comprender que ese no es un método del derecho.

Pareciera que buena parte del esfuerzo de la comunidad científico-jurídica costarricense,

para fortalecer la democracia dinámicamente considerada, debe dirigirse a la preparación en

materias de derecho tales como retórica y sociología jurídica. Todo ello sin abandonar las

actividades tendientes a la excelencia en el manejo de las teorías del delito y del proceso,

que hace mucho tiempo realizan la Asociación de Ciencias Penales, el Colegio de

Abogados a través de la Dirección Académica “Dr. Eduardo Ortiz Ortiz” y la Escuela

Judicial.

2.- PRINCIPIOS INFORMADORES DEL JUICIO ORAL

Antes de hablar de los principios informadores del juicio oral, importa distinguir los

conceptos de proceso y procedimiento. La diferenciación es profunda y no un mero

capricho, pues se trata de la separación del fundamento político del ordenamiento

instrumental por una parte, y el acto procesal por otra. Así, cuando se habla de principios

procesales se hace alusión a los basamentos definitorios de la administración de justicia

dentro del sistema político, en tanto los principios del procedimiento son los reguladores de

un determinado acto procesal. Resultan distintos los principios del proceso y del
procedimiento, aunque estos son -por la lógica del sistema- reflejo de los primeros en cada

acto concreto.

Es un error -en mi opinión- el empleo, en casi la totalidad de los casos, del término

procedimiento cuando lo correcto es utilizar la voz proceso en muchas de esas ocasiones.

También se cometió el error de utilizar ambas palabras en un solo artículo, cuando se

intentó eliminar del todo la última1. Por ello, para resolver cualquier conflicto en el orden

conceptual, el intérprete del Código no debe ajustarse a la literalidad del artículo que tiene a

la vista, sino determinar si la regulación se dirige a la estructura general del sistema o al

acto procesal singularmente considerado.

De cualquier modo, por mucho que la mayoría de la comisión redactora no lo

quisiera, el Código refleja la diferencia entre los principios de orden procesal de aquellos

circunscritos a la regulación de un procedimiento. Así, los artículos 1º al 15 2 consagran los

principios del proceso, esto es los principios políticos de la administración de justicia penal;

y en lo que respecta al juicio, los principios de este procedimiento están definidos en los

artículos 326, 327, 328, 330, 333 y 336.


Hecha esta ineludible aclaración, me refiero de inmediato a los principios
informadores del juicio oral, no sin antes advertir que la enumeración del artículo 326 es
incompleta13, pues faltó indicar el principio de inmediación enunciado en el artículo 328.

a.- Principio de imputación

1 Un ejemplo obtenido de una rápida lectura entre líneas, es el artículo 2º: «...sujetos del proceso...»
y «...a quienes intervienen en el procedimiento». Obsérvese también cómo se utiliza la palabra
proceso en los artículos 1º, 179 y 326, mientras se usa procedimiento en los artículos 6º, 9º y 181.
2
Estos artículos forman la «Primera Parte. Parte General. Libro Preliminar. Disposiciones Generales.
Título Primero. Principios y Garantías Procesales».
1
«Artículo 326. Principios.
«El juicio es la fase esencial del proceso. Se realizará sobre la base de la acusación, en
forma oral, pública, contradictoria y contínua.»
Cuando la ley nos informa que el juicio «...Se realizará sobre la base de la
acusación...»4, se sitúa sobre el principio de imputación definido por la Sala Constitucional
como un componente de los derechos de audiencia y defensa, cuando ha delineado el
concepto del debido proceso25.
Este principio supone la formulación de una acusación por parte del actor penal

(Ministerio Público o querellante), descriptora del hecho de modo preciso y

circunstanciado6 con la respectiva calificación legal7, y, además, la individualización del

acusado8.

La importancia de este principio se establece por los efectos que trae consigo: (i) La

actuación del acusador debe ser transparente, en punto a los hechos que atribuye al

imputado, de modo que no puede haber sorpresas para la defensa. Y (ii) el tribunal de juicio

tiene limitada su competencia fáctica a los hechos objeto del proceso, aunque puede darles

una calificación distinta a la propuesta por el actor penal9.


4
Artículo 326, Código Procesal Penal.
2
«...b) El principio de imputación: Es el derecho a una acusación formal. Necesariamente debe

cumplirse a cualquiera que se pretenda someter a un proceso. Es, pues, deber del Ministerio

Público, aún inicialmente, y, después, de éste y del juez, y comprende los de individualizar al

imputado, describir detallada, precisa y claramente el hecho de que se le acusa, y hacer una clara

calificación legal del hecho, señalando los fundamentos de derecho de la acusación y concreta

pretensión punitiva...» (SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,

Nº 1739-92, 11:45 hrs., 1º de julio de 1.992. Ponente: Juez Piza.).


La doctrina alemana ve el tema como un corolario del principio de imputación. Así:
BAUMANN: Derecho Procesal Penal. Conceptos, Fundamentos y Principios Procesales.,
Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1.986, pp. 56 ss.
Acerca del principio de imputación v. BETTIOL: Instituciones de derecho penal y
procesal., BOSCH, Barcelona, 1.977, pp. 255 ss.
6
Artículo 303.b), Código Procesal Penal.
7
Artículo 303.d), ibid.
8
Artículo 303.a), ibid.
9
Artículo 365, ibid.
b.- Principios de oralidad e inmediación

En la fase de juicio el principio de oralidad juega un papel fundamental, en cuanto

la mayoría de los actos de esta etapa del proceso se cumplen de viva voz.
El conocimiento de los medios probatorios y la derivación de elementos de juicio a
través de la oralidad, es una decisión de importancia para un sistema penal democrático,
digna de elevarse a rango constitucional.310 El procedimiento escrito está plagado de
enormes dificultades de orden humano, constitutivas de obstáculos imposibles de soslayar
para alcanzar la verdad mediante la prueba.
Una rápida remisión al testimonio permite ilustrar esta afirmación. A través de los

sentidos el ser humano recibe constantemente una serie de datos como la temperatura,

corrientes de aire, sonidos, luz, colores, olores, sabores, etc. Objetivamente considerado

este es el fenómeno de la recepción. Sin embargo, los datos a nivel cerebral son

concatenados e interpretados; el producto de ese procesamiento es la percepción. El testigo

espontáneamente recibe y percibe los hechos total o parcialmente. Después viene el

fenómeno de la comunicación entre un transmisor (testigo) y un receptor. La riqueza o

pobreza cultural e idiomática del primero le permitirá informar con mayor o menor

exactitud su conocimiento, pero esto dependerá también de la formación del receptor en lo

que hace a su cultura y dominio del idioma.


La oralidad en la recolección de la prueba ubica en el mismo sitio a todas las partes
-incluido el tribunal- como receptor.411 Esto permite conocer al testigo, durante la brevedad
de la declaración, en los aspectos de educación y uso del lenguaje; las partes pueden
3
«...cuando se quiere mencionar el modelo de juicio republicano, se habla de juicio oral, aunque,

como dijimos, la oralidad sólo sea el mecanismo o el instrumento del juicio republicano...»
BINDER, ALBERTO M.: Introducción al derecho procesal penal., AD-HOC, S.R.L.,
Buenos Aires, 1.993, pp. 96-97. Acerca del rango constitucional de la garantía de oralidad del
juicio, v. CLARIA OLMEDO: Derecho procesal. T. II, Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1.983,
pp. 411 s.
4
«...En lo que se refiere a la exigencia mencionada en primer término, es necesario que todos los

que participan del proceso obren juntos. Todos deben estar presentes y tener capacidad para obrar
descender al nivel del deponente, para así valorar de la mejor forma el mensaje. Incluso, de
ser necesario, este podrá expresar sus ideas con ademanes o una dramatización en la sala de
audiencias, con el uso de una pizarra o maqueta, etc. Así se conocerá de la mejor forma la
versión del testigo. Este es el valor de la oralidad en la recolección de la prueba,
íntimamente relacionada con la inmediación.
Como si las limitaciones humanas del testimonio no tuvieran mayor significado, el
proceso escrito -en contraste con el procedimiento oral- introduce varias limitaciones
adicionales. Al juzgador llega un acta levantada por un escribiente o un actuario, quien
consigna lo que de acuerdo a su percepción dijo el testigo, pero limitado el documento a la
riqueza o pobreza de lenguaje de su escritor. De este modo, no es la versión del testigo sino
la que percibe el escribiente o actuario, pero además el deponente no podrá utilizar otros
medios de expresión complementarios como dibujos, mímica, etc. A lo anterior se suma la
crítica relativa a que el juicio escrito se da en ausencia de las partes512, lo que debe suplirse
mediante un excesivo formalismo innecesario en el juicio oral.13

(capacidad procesal)...»
BAUMANN: op. cit., p. 87.
5
Durante una conferencia pronunciada en Bolivia, CRUZ logró -con un ejemplo- ilustrar al

auditorio acerca de la ventaja de la oralidad e inmediación, sobre el juicio escrito:


«...En el sistema escrito hay exceso de formalismos y procedimentalismos. ¿Por qué?
Porque el juez necesita que un subalterno dé fe de que realmente se hizo lo que se hizo. En otras
palabras, yo necesito estar seguro de que mi subalterno firmó y que se recibió el testimonio, etc.
porque yo -el juez- no estuve presente, y lo mismo incluso con la indagatoria, en muchas ocasiones.
«En cambio el sistema oral no necesita ni procedimentalismos ni formalismos, y es
totalmente informal porque es el juez quien presencia todo, y el ejemplo más claro es el siguiente:
¿que pasaría si yo les hiciera esta charla por escrito? Primero, sería una cosa terrible, porque ustedes
no me ven a mí y o no los veo a ustedes: no hay comunicación y segundo, ustedes tienen que leer lo
que les doy. Lo leen y luego vuelven a este lugar, pero yo no estoy presente y ustedes me dejan por
escrito sus inquietudes. ¿Cuánto creen que vamos a durar? Me tengo que quedar a vivir en Bolivia
como unos dos meses, mientras les contesto todas sus inquietudes y además me aseguro que fueron
ustedes realmente las personas que me hicieron las preguntas, entonces necesito saber qué firmaron.
Cuando están aquí yo no necesito certificar quiénes son cada vez que ustedes necesitan hablar.
«Esa diferencia tan evidente nos explica por qué el sistema escrito, a diferencia del oral, se
nutre de un formalismo que permite sustituir la ausencia de las partes y del juez. El juicio escrito es
realmente un juicio en ausencia de las partes y del juez. El juicio escrito es realmente un juicio en
ausencia del juez y de las partes...».
CRUZ, FERNANDO: El juicio oral, Defensa Pública: Las violaciones al debido proceso.,
Programa de Administración de Justicia a través de Management Sciences for Development MSD-
USAID/Bolivia, Cochabamba, 1.995, pp. 68-69.
13
«...en el sistema escrito la labor del juez es prácticamente nula, porque lo único que hace es leer lo
que otros dijeron y lo que él no presenció, con la agravante de que el juicio escrito tiene en
contraste con el oral el problema de la delegación y de la ausencia de inmediación, elementos
realmente negativos...». CRUZ, FERNANDO: El juicio oral..., p. 67.
Por lo dicho hasta aquí la oralidad está íntimamente ligada a la inmediación 14, pues

no es suficiente con oír al deponente, debe verse cómo camina hacia la barra, cómo rinde el

juramento, cómo se identifica y cómo habla; además debe el juzgador estar atento a sus

gestos y movimientos, permitiendo inclusive la demostración corporal y el

desenvolvimiento espacial. Este contacto deja apreciar y otorgar crédito o desconfianza al

testigo, imposible durante el juicio escrito.

Inmediación implica el conocimiento directo de la prueba, el medio probatorio

como objeto de conocimiento y las partes del proceso como sujetos cognoscentes,

enfrentadas sin obstáculos o filtros que impidan la apreciación personal por el interesado.15

La oralidad e inmediación tienen sus excepciones pero sobre ello se volverá

posteriormente (infra 4.c.3). Sin embargo, basta por ahora destacar las ventajas sobre el

juicio escrito, agregando a lo expuesto la realización del derecho de defensa pues la

oralidad permite conocer directamente -de primera mano- la prueba incorporada al debate.16

c.- Principio de publicidad

La publicidad del debate es la posibilidad de cualquier ciudadano de presenciar la


audiencia, escuchar y observar la prueba para formarse su propio juicio. Es un medio que
sirve a un derecho penal democrático17 en dos sentidos: para la transparencia de la
administración de justicia penal, sometida al control indirecto del pueblo618; y como

14
Sobre ello ver CRUZ, FERNANDO: El proceso penal y el principio de oralidad, Revista de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Guatemala, Nº 1º, Guatemala, 1.995, pp. 47 ss.; CRUZ,
FERNANDO: El juicio oral... pp. 65 ss.
15
V. BINDER: op. cit., p. 238.
16
Acerca de la oralidad e inmediación v. BAUMANN: op. cit., pp. 97 ss.; CASTILLO
BARRANTES: Ensayos sobre la nueva legislación procesal penal. Colegio de Abogados de Costa
Rica, San José, 1.977. pp. 52 ss.; CLARIA OLMEDO: Derecho procesal. T. II, Ediciones Depalma,
Buenos Aires, 1.983, pp. 412 ss.
17
V. BINDER: op. cit., pp. 102 ss.
6
derecho del acusado de ser sometido a una pena sólo en el caso de ser demostrada su
culpabilidad.719
Quienes presencien el debate controlan la aplicación de los derechos

constitucionales y humanos, de modo que, cuando pudieran verse en la situación del

acusado tengan la seguridad de ser condenados únicamente a través de un juicio justo y

legal.
Por lo dicho, la publicidad del debate en su totalidad es la regla y la ley admite
pocas excepciones.20 La regulación concreta está en el artículo 330821.
Las excepciones pueden ser clasificadas de la siguiente forma:

«...La publicidad del juicio se relaciona, en primer lugar, con una de las funciones propias de la

justicia penal: la transmisión de mensajes a la sociedad, acerca de la vigencia de los valores sociales

que fundan la convivencia social...»


BINDER: loc. cit. Acerca del control del público sobre la administración de justicia penal,
ver en la misma obra: pp. 239 ss.
7
«...Sólo de esta manera se puede lograr que la parte esencial del procedimiento dé al acusado la
posibilidad de opinar acerca de todos los puntos que pueden ser importantes para la sentencia. Al
mismo tiempo se logra cierto control de la actividad judicial mediante la publicidad.. Siendo
público el debate, es posible examinar lo que ha determinado al juez a dictar sentencia (no
debiéndose utilizar hechos secretos que sólo constan en las actas...»
BAUMANN: op. cit., p. 83.
20
Acerca de las excepciones al principio de publicidad, ver BINDER: loc. cit.
8
«Artículo 330. Publicidad.
«El juicio será público. No obstante, el tribunal podrá resolver por auto fundado y aún de
oficio, que se realice total o parcialmente en forma privada, cuando:
«a) Se afecte directamente el pudor, la vida privada o la integridad física de alguno de los
intervinientes.
«b) Afecte gravemente la seguridad del Estado o los intereses de la justicia.
«c) Peligre un secreto oficial, particular, comercial o industrial, cuya revelación indebida
sea punible.
«d) Esté previsto en una norma específica.
«e) Se reciba declaración a una persona y el tribunal considera inconveniente la
publicidad; particularmente si se trata de delitos sexuales o declaraciones de menores.
«Desaparecida la causa, ingresará nuevamente el público y quien presida la audiencia
relatará brevemente lo sucedido, si así lo dispone el tribunal.
«El tribunal podrá imponer a las partes que intervienen en el acto el deber de guardar
secreto sobre los hechos que presenciaron o conocieron.
c.1) Excepciones generales a la publicidad por necesidad del secreto. Bajo esta

forma se incluyen aquellas situaciones en que se decreta el secreto de la audiencia,

afectando a la generalidad de los asistentes a quienes se impone el deber de desalojar la

sala:

c.1.1) Secreto para evitar la afección de la intimidad: En estos casos se pretende

evitar el sufrimiento del declarante -principalmente cuando es la víctima- quien revivirá los

hechos de su relato, o cuando el contenido de su declaración puede traducirse en alguna

forma de discriminación o estigmatización. Así podrá procederse en tratándose de delitos

sexuales o que afecten el pudor, la vida privada o secretos particulares, o de testigos

menores de edad.

c.1.2) Secreto para resguardo de la seguridad personal: Bajo esta clasificación

entran aquellas situaciones en que se pondría en peligro la vida de «alguno de los

intervinientes». La norma es totalmente abierta, no importa quién sea el afectado, podría ser

el imputado, el testigo, los abogados, fiscales, jueces u otros testigos o peritos. Sin

embargo, por analogía puede extenderse la protección, cuando peligre la vida de personas

cercanas a los intervinientes.

c.1.3) Secreto por razones de Estado: Son tres las hipótesis que entran en esta

categoría, como es (i) la afectación de la seguridad del Estado, referida directamente a

secretos para la defensa nacional; (ii) cuando la revelación de secretos oficiales pueda

constituir por sí misma un delito; y (iii) cuando se afecten los intereses de la justicia.

c.1.4) Secreto para la protección económica: Se trata de los casos en que la

revelación de un secreto industrial o comercial configuraría un tipo penal.


c.2) Excepciones individuales a la publicidad por razones de orden. Aquí se

clasifican las excepciones al acceso del público con afección individual, esto es no debe la

generalidad de los asistentes desalojar la sala, sino aquellos individualmente considerados

en cuanto su presencia puede afectar el orden en el desarrollo de la audiencia:

c.2.1) Limitaciones de acceso a la prensa: Un problema es el de la concurrencia de

la prensa a la sala de audiencias, por cuanto en la actualidad la mayoría de los medios de

comunicación colectiva dirigen sus esfuerzos a la satisfacción del morbo antes que a

informar objetivamente. Además de lo anterior, el uso de cámaras y micrófonos es molesto

para el tribunal y las partes, o podrían inhibir al declarante al sentirse observado por los

comunicadores.
Para lograr un equilibrio sano en este punto, el artículo 331 otorga a las empresas de
radiodifusión, televisión o prensa, el derecho de instalar -en la sala de juicios- equipos de
registro gráfico y de audio con la finalidad de informar al público acerca del desarrollo del
juicio. Para atemperar esta situación, el tribunal tiene el poder de establecer las condiciones
de ejercicio de ese derecho, y hasta de prohibir el uso de estas máquinas en los casos
señalados en los apartados c.1.1, c.1.2, c.1.3 y c.1.4. Además, se protege a cualquier
declarante si expresamente solicita que no se registre su imagen y su voz.922
En determinados casos la prensa se ha convertido en un verdadero obstáculo para el

desarrollo de los debates, cuando quienes se dedican a este oficio -como reporteros,

camarógrafos u otros- constantemente irrumpen en el recinto del tribunal e instalan

cámaras, caminan entre los abogados y el estrado, sin importar el trabajo de los operadores

del derecho. Cualquier llamado al orden es presentado al público como una forma de

coartar la libertad de expresión, sin considerar que el oficio del periodismo -tan necesario

9 «Artículo 331. Participación de los medios de comunicación


«Para informar al público lo que suceda en la sala de debates, las empresas de
radiodifusión, televisión o prensa podrán instalar en la sala de debates aparatos de grabación,
fotografía, radiofonía, filmación u otros. El tribunal señalará, en cada caso, las condiciones en que
se ejercerán esas facultades. Podrá, sin embargo, por resolución fundada, prohibir esa instalación
cuando perjudique el desarrollo del debate o afecte alguno de los intereses señalados en el artículo
anterior.
«Si el imputado, la víctima o alguna persona que deba rendir declaración solicitan
expresamente que aquellas empresas no graben ni su voz ni su imagen, el tribunal hará respetar
sus derechos.»
para una democracia cuando es ejercido con corrección como una forma de control

indirecto de las instituciones- no debe superponerse a la administración de justicia que es el

desarrollo y vida de las garantías ciudadanas.

Por ello creo -de lege ferenda- lo más saludable la prohibición total de cualquier

equipo, de registro de audio o de imagen, en la sala de debates. Así el periodista

permanecerá respetuoso en el espacio del público, sin obstaculizar el desarrollo del proceso

y con obligado respeto de los derechos inherentes a las personas. Esta posición la hice ver

en la comisión redactora del texto final de proyecto, aprobado después por la Asamblea

Legislativa, pero no fructificó.

c.2.2) Exclusión de menores de doce años: Por lo general, los menores de doce años
-y en algunos casos los mayores de esa edad también- no guardan el comportamiento y
atención debidos durante audiencias prolongadas de cualquier naturaleza, a menos que se
encuentren al cuidado de un mayor de edad. Igualmente, los niños son impresionables por
el desarrollo del debate, pues se trata de un acto fundamentalmente violento en que una
persona es examinada a través de una encuesta probatoria, poniéndose de por medio su
libertad jurídica materialmente hablando, y su honra socialmente considerada. Podemos
afirmar -por la violencia e inhumanidad del debate actual- que somos los bárbaros del
futuro. Para evitar interrupciones causadas por los menores de doce años, y para garantizar
que su observación del debate sea debidamente explicada y ahorrarles impresiones
psíquicas innecesarias, el artículo 332 ab initio les permite el acceso si son acompañados
por un mayor de edad.1023

c.2.3) Limitaciones de acceso por razones de orden y disciplina: Cuando alguien no


observe el comportamiento adecuado dentro de la sala de audiencias, el tribunal pueda y
prohibir su acceso24; igualmente podrá excluir el exceso de concurrentes o limitar la
asistencia, de acuerdo a la capacidad de la sala. Con ello la ley deja ver que la publicidad no
implica la satisfacción del morbo, sino la asistencia de una parte del público (de quien se
presente primero) para el control de la actividad jurisdiccional.1125

10
«Artículo 332. Prohibiciones para el acceso
«No podrán ingresar a la sala de audiencias los menores de doce años, excepto cuando
sean acompañados por un mayor de edad que responda por su conducta...».
Sobre esto v. BAUMANN: op. cit., p. 112
24
V. BAUMANN: op. cit., p. 113.
11
d.- Principio de contradictoriedad

El enfrentamiento entre partes en el proceso, implica -en la mayoría de los casos- un


choque de intereses sustentados en ideas opuestas, de modo que el razonamiento o la
argumentación de cada uno se dirigirá a convencer acerca de la debilidad de la tesis de la
contraparte y de la fortaleza de la propia. Es el espacio para la aplicación práctica de la
retórica jurídica1226 1327.
Supuesto importante del contradictorio es conocer el razonamiento del contrario y
las pruebas que lo sustentan, pues solo de esta manera es posible rebatir u oponerse
adecuadamente1428. A través de la concentración del debate se logra la imposición de los

«Artículo 332. Prohibiciones para el acceso


«...Por razones de disciplina y capacidad de la sala, el tribunal podrá ordenar también el
alejamiento de las personas cuya presencia no sea necesaria, o limitar la admisión a un
determinado número.»
12
«...los razonamientos jurídicos van acompañados de incesantes controversias, y ello tanto entre los

juristas eminentes como entre los jueces que ocupan sus puestos en los tribunales más prestigiosos.

Estos desacuerdos en la doctrina y en la jurisprudencia obligan, con frecuencia, tras eliminar

aquellas soluciones que parecen por completo faltas de razón, a imponer una solución por vía de

autoridad, ya se trate de la autoridad de la mayoría o de la de las instancias superiores...

precisamente porque es casi siempre controvertido, el razonamiento deductivo puramente formal,

sólo muy raramente puede ser considerado como correcto o incorrecto de manera que sea por

decirlo así impersonal...».


PERELMAN: La lógica jurídica y la nueva retórica. Editorial Cívitas S.A., Madrid, 1.988,
pp. 15-16. Cf. ATIENZA RODRIGUEZ, MANUEL: Sobre la analogía en el derecho., Editorial
Cívitas, S.A., Madrid, 1.986, pp. 96-98.
13
«...Como se puede apreciar, el juicio oral responde a una lógica muy sencilla y eso es lo que ha
hecho que se convierta en el modelo dominante de justicia penal. En cualquier conflicto, de
cualquier naturaleza, procederíamos del mismo modo: escuchar a uno y otro de los términos del
conflicto, para poder saber cuál es el objeto de la controversia...»
BINDER: op. cit., p. 241.
14
Aunque referido a la estructuración de documentos, la siguiente cita resalta la importancia del

pensamiento del oponente, vigente también en el juicio oral: «...Es importante contemplar los
argumentos por todas las partes, por lo cual es posible el inmediato cuestionamiento y
objeción.
Cualquier actuación en quebranto de la contradictoriedad del debate o en negación a
la posibilidad de rebatir, atenta contra el principio de inviolabilidad de la defensa29 y abre la
posibilidad de recurrir. Por ello la tendencia de la nueva legislación, es la de otorgar
siempre la última oportunidad de hacer uso de la palabra a la defensa del imputado, para
brindarle la más amplia posibilidad de contradecir a otros sujetos procesales (abogados,
fiscales, testigos o peritos). Así al contestar la acusación una vez que el Ministerio Público
intima1530, al interrogar testigos o peritos1631 y en la clausura del debate1732.33

e.- Principio de continuidad34

argumentos y hechos contrarios, intentando colocarse en la posición de la contraparte -empresa,

sindicato, funcionario público, etc.- para poder prever, argumentar y probar conforme a los

razonamientos que aquella empleará probablemente en la respuesta. Si un punto o argumento

adverso lo plantea la contraparte, y su tratamiento no estaba incluido en el propio escrito,

lógicamente éste queda debilitado en la comparación...».


GORDILLO, AGUSTIN: El método en derecho., Editorial Cívitas, S.A., Madrid, 1.995, p.
172.
29
V. CASTILLO BARRANTES: op. cit., pp. 69-70; GOMEZ COLOMER: El proceso penal
español., Investigaciones Jurídicas, S.A., San José, 1.993, p. 77.
15
«Artículo 341.- Apertura
«...Inmediatamente ordenará al Ministerio Público y al querellante en su caso, que lean la
acusación y la querella; ellos podrán en forma breve explicar el contenido. De seguido se le
concederá la palabra a la defensa, para que si lo desea, indique sintéticamente su posición
respecto de la acusación.»
16
«Artículo 352.- Interrogatorio
«...Al finalizar el relato, permitirá el interrogatorio directo. Iniciará quien lo propuso,
continuarán las otras partes, en el orden que el tribunal considere conveniente y se procurará que
la defensa interrogue de último...»
17
«Artículo 358.- Clausura del debate
«...Por último, quien preside preguntará al imputado si tiene algo más que manifestar.
Inmediatamente después declarará cerrado el debate.»
33
V. BAUMANN: op. cit., pp. 114-119.
34
Acerca de la continuidad del debate, v. CLARIA OLMEDO: op. cit., pp. 414 s.
El principio de continuidad es una forma de proteger los resultados de la oralidad,
inmediación y contradictoriedad. Estos permiten conocer la prueba, examinarla y derivar de
ella los elementos de juicio en forma directa por el tribunal y las partes; pero la continuidad
del debate hasta su finalización con el dictado de sentencia, pretende evitar el olvido por
parte de los juzgadores a fin de que emitan un fallo basado en sus apreciaciones del
debate.1835
El principio de continuidad es un elemento integrante del debido proceso, según fue

definido por la Sala Constitucional en el caso Corrales, por lo que cualquier trasgresión de

las normas reguladoras de la continuidad del debate genera la nulidad de este y de la

sentencia de mérito.36

Acerca del tiempo para la celebración del debate, causas de suspensión y

continuidad se volverá posteriormente (infra, 3.b); no obstante, basta de momento

18
«...A la ley le interesa obtener una impresión física, directa y libre del polvo de las actas, la

posibilidad de intervenir en forma permanente y la colaboración sin trabas de quienes participan en

el proceso. Todo esto puede producir el resultado deseado si no existen entre las distintas partes del

debate períodos de tiempo excesivamente prolongados. Si un debate se llevara a cabo discutiendo

hoy y luego dentro de una semana y después de nuevo dentro de 2 o 3 días o un mes, este

despedazamiento sería muy contraproducente para la firmeza e inmediación de las impresiones...»


BAUMANN: op. cit., p. 95.
36
«...Es poco discutible hoy la conveniencia de que exista la menor dilación posible entre el
momento en que sea recibida la prueba, se argumente sobre su posible resultado y el dictado de la
sentencia. Esta forma de concentración o continuidad es característica intrínseca del juicio oral,
dado que las pruebas presentadas se registran -por así decirlo- en la memoria de los jueces y partes,
lo que implica que éstas deben tomarse sin solución de continuidad entre ellas para prevenir
olvidos. La oralidad, entonces, supone la concentración, en lo que difiere del procedimiento escrito
que favorece la dispersión de la actividad procesal, dado que, por su misma naturaleza, los plazos
para recibir prueba y los establecidos para dictar sentencia generalmente no se cumplen. Por lo
anterior, aquel principio significa que el debate debe realizarse durante todas las audiencias que
sean necesarias pero en forma consecutiva y que sean necesarias hasta su conclusión, salvo las
excepciones taxativamente contempladas en que se permita una suspensión, que en el caso que nos
ocupa las contempla el artículo 361 del Código de Procedimientos Penales. De conformidad con lo
allí expuesto no se permite un término mayor de diez días para la suspensión, a fin de que exista una
valoración integral e inmediata de las probanzas, impidiendo, en la medida de lo posible que el
juzgado pueda desviar la atención en otro sentido, olvidando el resultado de los medios probatorios
recibidos o los interprete de modo incorrecto...» [(sic) SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA, Nº 5009-V-95, 15:51 hrs., 13 de diciembre de 1.995].
establecer que cualquier violación en este aspecto constituye un quebranto del debido

proceso, con las consecuencias apuntadas.

3.- NOCIONES PREVIAS ACERCA DEL DEBATE

Antes de entrar al desarrollo del debate, deben puntualizarse algunos aspectos que,

si bien no guardan organicidad expositiva dentro de este capítulo, deben ser conocidos

como requisitos de entrada -por llamarlos de alguna forma- para la comprensión del juicio

oral.

a.- Preparación del debate

Es digno de hacer notar un cambio fundamental del Código Procesal Penal de

1.996, con relación al Código de Procedimientos Penales de 1.973. De acuerdo a este

ordenamiento el tribunal de juicio -monocrático o colegiado- recibía el proceso y debía

examinar la acusación para ordenar la citación a juicio durante un término (cinco o diez

días) en que las partes, entre otras posibilidades, ofrecían la prueba. Una vez sufrido este

trámite, el tribunal de juicio debía «calificar» la prueba, para lo cual procedía a una lectura

del legajo de instrucción, en que constaban las actas de las declaraciones rendidas en esa

fase del proceso. Consecuencia de ello era el prejuicio de los jueces.


Con el nuevo ordenamiento el tribunal de juicio recibe un legajo de mínima
extensión (sin actas de declaraciones salvo las recibidas por el procedimiento de prueba
anticipada), con un auto de apertura a juicio dictado por el Juez del Procedimiento
Intermedio que ordena -entre otros- «...la prueba ofrecida para el juicio...»37. De esta
manera el tribunal de juicio es «virgen» con respecto al conocimiento de la prueba, no hay
posibilidad de prejuicio por esa vía.1938 2039

37
V. artículo 319, Código Procesal Penal.
19
Con esta novedad que da al juez de juicio su verdadero papel como juzgador

objetivo e imparcial, cabe detallar el trámite una vez que sea recibido materialmente el

proceso.

b.- Tiempo: continuidad y suspensión

En lo que respecta al tiempo en que deben cumplirse los actos del debate, el Código
Procesal Penal de 1.996 establece términos importantes cuyo respeto se traducirá en la
realización del principio de «justicia pronta». Así, recibida la causa por el tribunal de juicio
-monocrático o colegiado40 según las reglas de competencia material- debe señalar día y
hora para la celebración del debate2141; la resolución debe dictarse dentro de las cuarenta y
ocho horas siguientes al recibo de los autos, y el juicio oral iniciará entre los cinco días y un

«Artículo 320. Admisión de prueba para el juicio


«El tribunal de procedimiento intermendio admitirá la prueba pertinente para la correcta
solución del caso, y ordenará de oficio la que resulte esencial. Rechazará la que considere
evidentemente abundante o innecesaria. De oficio podrá ordenar que se reciba prueba en el
debate, sólo cuando sea manifiesta la negligencia de alguna de las partes y su fuente resida en las
actuaciones ya realizadas.
«Contra lo resuelto sólo procede recurso de revocatoria, sin perjuicio de reiterar la
solicitud de recibo de prueba inadmitida, como prueba para mejor resolver, ante el tribunal de
juicio.»
20
«...La preparación del juicio es, pues, la primera fase de juicio oral, cuyo cometido consiste en la
preparación de todos los elementos del debate, en depuración final de todas aquellas circunstancias
que pudieran nulificarlo o tornarlo inútil; es el momento de la integración del tribunal, del
ofrecimiento de la prueba; en fin, es la etapa de la organización del juicio.
«La importancia final o el contenido preciso de esta etapa se halla en estrecha relación con
la fase intermedia del proceso penal. Si existe una fase intermedia claramente marcada, la
preparación del juicio se convertirá en algo así como la “sintonía fina” del control sobre el proceso.
Por el contrario, si la etapa intermedia o de control de la acusación no se halla lo suficientemente
desarrollada, la etapa de preparación del juicio contribuirá también al control formal o sustancial de
la acusación...»
BINDER: op. cit., pp. 234-235.
40
Art. 325.
21
«...Como el juicio oral tiene este carácter definitivo, que se expresa en la instancia única que le es

propia... toda la organización del juicio refleja esa característica. Concretamente eso significa que el

juicio oral es mucho más estricto y más preciso en las reglas de producción de la prueba, que un
mes a partir de la resolución. Desaparece la posibilidad de suspensión (de hecho) de
procesos sin razón atendible, por semanas, meses o años; la negligencia del tribunal acarrea
responsabilidad a los funcionarios.
Una vez iniciado el debate, debe continuar durante todas las audiencias consecutivas

que sean necesarias hasta su terminación, pero puede suspenderse hasta por diez días por

cuatro causas distintas: (i) aspectos incidentales, (ii) necesidades probatorias, (iii) razones

de salud y (iv) respeto de la defensa. Sobre ellas se volverá posteriormente.

El término de diez días de suspensión del debate se ha fijado como medida

protectora de la inmediatez con que se ha conocido la prueba, en el sentido de evitar que el

transcurso de un tiempo prolongado pueda borrar de la memoria de los juzgadores y otras

partes los actos del debate. En consecuencia, cualquier superación del plazo de diez días es

causa de anulación del debate y la sentencia por la vía de impugnación, aun cuando hubiera

sido prorrogado el término con el consentimiento de las partes. Sobre este particular, debe

subrayarse, no hay disponibilidad de las normas procesales.

Una característica del término de suspensión es que no se trata de una medida

acumulativa, en cuanto no se suman los diversos períodos de suspensión hasta alcanzar diez

días, pues a partir de cada decreto de cesación de la continuidad comienza a correr el plazo.

P.e., en caso de darse tres suspensiones, cada una por el término de cinco días, no implica el

exceso del plazo por sumar quince días; cada vez comenzó a correr un tiempo de diez días

y por no haberse excedido nunca, el trámite se encuentra a derecho.


Finalmente, en lo que hace al plazo, debe computarse en días hábiles2242. Esto no
deja de ser un obstáculo a la inmediación, sobre todo cuando se presentan juntos varios días
no laborales como son p.e. Jueves, Viernes, Sábado y Domingo Santos.

sistema escrito. Por otra parte, el juicio oral requiere mayor preparación.
«En consecuencia, la primera fase de todo juicio oral es la preparación del juicio. En el
juicio oral deben coincidir tanto en el tiempo (simultaneidad) como en el espacio (contigüidad) una
serie de personas y de cosas que son las que le darán contenido y vida al juicio... De tal modo,
jueces, fiscales, defensores, testigos, peritos, documentos, cosas, etc., deberán coincidir temporal y
espacialmente en un ambiente, que es la sala de audiencias...»
BINDER: op. cit., p. 234.
22
«Artículo 167.- Regla general
«...En los plazos por día no deberán contarse los días inhábiles...»
Transcurrida la suspensión, el debate retoma el estado en que se encontraba cuando
cesó su continuidad, y no es menester la repetición de actuaciones ni la reiteración de
incidentes.2343
Corresponde ahora una breve observación de las causales de suspensión del debate,

recalcando que solamente opera en esos casos.

b.1) Suspensión por aspectos incidentales.44

Si bien la finalidad de justicia pronta es base fundamental del juicio oral, la presteza

no debe sobreponerse a la averiguación de la verdad y a la emisión de una resolución justa.

Por ello, de presentarse alguna situación no postergable hasta el dictado de sentencia el

tribunal debe resolver inmediatamente, pero de no poder hacerlo tiene la facultad de

ordenar la suspensión del debate por el tiempo necesario para la decisión. Se trata aquí de

incidentes, recursos y cualquier otro aspecto que por su naturaleza o grado de dificultad

impiden el rápido análisis por parte del tribunal.

b.2) Suspensión por necesidades probatorias.45

La actividad probatoria durante el juicio oral impone en algunos casos el traslado al

exterior del recinto de audiencias para la producción de una prueba (inspecciones oculares,

peritaciones en laboratorios, reconocimientos, etc.), o la presentación compulsiva de

testigos o peritos que desatendieron la citación del tribunal o del Ministerio Público, y -en

ocasiones- la información obtenida en juicio impone la recepción de prueba no ordenada

originalmente para la audiencia. En estos casos es admisible la suspensión del juicio.

23
«Artículo 337.- Efectos de la suspensión
«...El juicio continuará después del último acto cumplido cuando se dispuso la
suspensión...»
44
Art. 336.a).
45
Art. 336.b), 336.c) y 336.f).
Caso de suspenderse el debate por la incomparecencia de testigos -y es aplicable por
analogía a la incomparecencia de peritos46- de no lograrse su conducción por la fuerza
pública se prescinde de la prueba y continúa el debate2447. Con esta previsión se evita la
práctica de los tribunales de juicio, de no dictar sentencia y anular el debate a fin de
repetirlo integralmente cuando sea localizada la persona cuya declaración se echa de
menos. Refuerza este criterio el principio de irretractabilidad de los actos procesales, según
el cual «...bajo pretexto de renovación del acto, rectificación del error o cumplimiento del
acto omitido, no puede retrotraerse el proceso a períodos ya precluídos, salvo los casos
expresamente previstos...»48.

b.3) Suspensión por razones de salud.49

En tanto la salud humana es contingente, el debate puede ser suspendido por

enfermedad de los jueces, fiscales, defensores e imputado.

Sin embargo, cuando desde el principio del juicio el tribunal se hubiera constituido

por un número mayor de jueces de los requeridos, en tanto se conserve el número mínimo

exigido por la ley el debate puede continuar. Pareciera que esta hipótesis solamente puede

responder a dos situaciones: (i) Cuando iniciado el debate por un tribunal colegiado para el

conocimiento de un hecho de su competencia material, es recalificado bajo una figura

sustantiva definitoria de competencia material del tribunal monocrático. De enfermar uno o

dos jueces, podrá terminarse el debate y dictarse sentencia por el que conserve la salud. (ii)

En caso de enfrentar un debate cuya duración se prevé en varios meses, para lo cual

-preventivamente- se integra el tribunal con jueces titulares y suplentes. Si enferma uno de


los titulares podrá ser relevado por uno de los suplentes que hubiera presenciado, hasta ese

momento, todos los actos realizados.

46
V. art. 2.
24
«Artículo 353.- Incomparecencia
«...Si el testigo no puede ser localizado para su conducción por la fuerza pública, el juicio
continuará con prescindencia de esa prueba.»
48
Art. 179.
49
Art. 336.d) y 336.e).
Lo que no puede admitirse es que los jueces no presencien completamente el debate,

o el dictado de sentencia por juzgadores distintos a quienes asistieron al juicio oral y

público.50

No se suspenderá el debate y continuará, cuando a pesar del deterioro de salud de

fiscales y defensores puedan ser sustituidos. La sustitución no operará cuando se hubiera

evacuado con anterioridad algunos testigos o peritos, cuyas declaraciones se rindieron de

viva voz. Por el contrario, opera la sustitución cuando la prueba evacuada es solo

documental (dictámenes, actas de prueba anticipada, etc.), porque puede ser reproducida

nuevamente o el suplente podría imponerse de ella aun fuera de la audiencia si estuviera de

acuerdo.

b.4) Suspensión por respeto al derecho de defensa.


El Ministerio Público puede ampliar la acusación, para introducir un hecho nuevo
no contenido en el requerimiento o en la querella, si modifica la calificación legal y lleva a
la configuración de delito continuado2551. Resulta evidente que la ampliación se suma a la
acusación inicial, por lo cual el imputado tiene derecho a la suspensión de la audiencia para
la preparación de la defensa.

c.- Lugar

El lugar de celebración del debate se determina en función del público que puede

presenciarlo, en ejercicio del control indirecto de la función judicial. No es lícito trasladar

el lugar del juicio, a menos que importe a la comunidad en la que deba administrarse la

justicia penal, como sería el caso de grupos indígenas p.e. De otro lado, en razón de facilitar

50
V. BAUMANN: op. cit., p. 93.
25
«Artículo 347.- Ampliación de la acusación
«Durante el juicio el fiscal o el querellante podrán ampliar la acusación mediante la
inclusión de un hecho nuevo o una nueva circunstancia que no haya sido mencionada en la
acusación o la querella, que modifica la calificación legal o integra un delito continuado. En tal
caso deberán, advertir la variación de la calificación jurídica contenida en la acusación...»
la recepción de la prueba es posible celebrar el debate en localidad donde se encuentran los

testigos o peritos, cuando ello se traduzca en la facilitación de la defensa o de la recepción

de la prueba.

Con base en lo apuntado, también podría el tribunal dividir el debate en dos fases,

para realizar una parte en su asiento y la otra en el lugar que las necesidades lo impongan.
Así se ha regulado en el Código Procesal Penal2652, y no es posible fuera de las
causas apuntadas en el numero 339 de ese cuerpo normativo, realizar debates fuera del
lugar del tribunal.
No debe incurrirse en algunos abusos del pasado, de realizar debates

intracarcelariamente y fuera de la circunscripción territorial, pues con ello se sustrae el

tribunal del control del público y se pone en duda la transparencia de las actuaciones

judiciales.

d.- Dirección del debate

En lo relativo a la dirección del debate, no hay dificultad ni amerita mayores

explicaciones, pues resulta claro que el poder de dirección y disciplina está a cargo de quien

preside la audiencia; con una integración monocrática el Juez, y en un tribunal colegiado

quien tenga la presidencia para el caso. Corresponde al director del debate ordenar la

lectura de documentos, hacer las prevenciones legales, tomar los juramentos, moderar la

discusión, declarar la apertura y cierre del debate, etc.53

26
«Artículo 339.- Diversidad cultural
«Cuando el juzgamiento del caso o la individualización de la pena requieran un
tratamiento especial, por tratarse de hechos cometidos dentro de un grupo social con normas
culturales particulares o cuando por la personalidad o vida del imputado sea necesario conocer
con mayor detalle sus normas culturales de referencia, el tribunal podrá ordenar un peritaje
especial, dividir el juicio en dos fases y, de ser necesario, trasladar la celebración de la audiencia
a la comunidad en que ocurrió el hecho, para permitir una mejor defensa y facilitar la valoración
de la prueba.»
53
Sobre ello v. CLARIA OLMEDO: op. cit., pp. 415 s.
Como tesis de principio el director de la audiencia resuelve cualquier articulación,

excepto cuando la ley indique que deba hacerlo el tribunal en pleno. En todo caso será

quien ejerza la presidencia el que notifique verbalmente cualquier resolución, pero los otros

integrantes de tribunal pueden informar su voto de minoría.

e.- Registro de la audiencia

El registro de la audiencia tiene como finalidad la comprobación de los actos del

debate para todas las partes vinculadas al proceso. De conformidad con el articulado

correspondiente54, se distinguen cuatro formas de hacer el registro: (i) Mediante grabación

de imagen y sonido, lo cual supone un video demostrativo de los actos del debate. (ii) Por

grabación de sonido, en cuyo caso solamente se documenta el tenor de las declaraciones y

resoluciones, así como de otros actos propios del juicio. (iii) Por transcripción literal

taquigráfica o estenográfica. Y (iv) por acta levantada por el secretario55.

Del acta no se puede prescindir y su ausencia abre la vía de casación por la forma.

No debe incluir el acta las declaraciones de los comparecientes, sino la indicación de haber

declarado o no, las forma como fue tratado el testigo, si hubo interrogatorio y por quiénes.

A menos que sea ordenado no debe resumirse o transcribirse declaración alguna, pues eso

corresponde a la redacción de la sentencia. Tanto a las partes como al ad quem interesa lo

tomado en cuenta por los juzgadores y no lo que dice haber escuchado el secretario.56

54
Arts. 370 ss.
55
Sobre ello el acta de debate v. CLARIA OLMEDO: op. cit., pp. 429 ss.
56
La jurisprudencia constitucional ha resuelto que la simple indicación de los actos probatorios, sin
transcribir su contenido, en el acta de debate no es violatorio del debido proceso. V. el caso Mattey:
SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Nº 3683, 9:30 hrs., 30 de
julio de 1.993.
Debe -en todo caso- documentarse el debate mediante una grabación «al menos

fónica», pero su ausencia no abre de por sí la vía impugnaticia, aunque podría acarrear

responsabilidad disciplinaria a los funcionarios.

Grabaciones más complejas o transcripciones taquigráficas debidamente ordenadas

por el tribunal, prueban igualmente y con mayor detalle los actos del debate, pero con las

mismas consecuencias de la grabación fónica en caso de omisión.

4.- DESARROLLO DEL DEBATE

a.- Apertura

Aunque el artículo 342 es el único bajo el epígrafe «apertura», se refiere únicamente

a la acción de «abrir el debate» que es solo una parte. El concepto de la apertura del debate

es de carácter complejo y se compone de varios actos, como es el anuncio de abrir la

audiencia, la intimación y declaración del imputado, y la tramitación (no necesariamente

resolución) de los incidentes. Solamente cuando todo esto ha sido superado se considera

terminada la apertura del debate.57

a.1.- Declaratoria de apertura

La declaración de apertura del debate es el anuncio oficial de iniciación del juicio,

sin embargo -como ya se dijo- la apertura se compone de otros actos. Esta comunicación a

las partes y al público, es importante dado que a partir de ese momento comienza el

conocimiento de elementos que servirán de base para la sentencia. Se trata de una

resolución del presidente productora de seguridad jurídica para todos (partes y público).

57
Sobre ello v. BINDER: op. cit., pp. 240-241.
Una vez hecha la notificación, el director del debate debe prevenir al imputado

acerca de la importancia del acto que se inicia y solicitará su atención a todo cuanto suceda.

a.2.- Intimación y declaración del imputado

Cumplido lo anterior se otorgará la palabra al representante del Ministerio Público y

al querellante, quienes leerán las acusaciones fiscal y privada; también podrán explicar

verbalmente, en términos sencillos al alcance del imputado, el contenido de la acusación.

La defensa podrá informar de su punto de vista con respecto a la acusación y a la querella.

Los efectos del acto están dirigidos a todos los sujetos del proceso: el tribunal ve

demarcada claramente la competencia fáctica, lo que afectará la prueba a recibir y la

congruencia del fallo por dictar; el actor penal tiene limitada su actividad probatoria al

objeto del juicio que es la especie acusada; y la defensa tiene la seguridad de la

imputación.58
Inmediatamente -previo el interrogatorio de identificación- el imputado podrá
declarar en ejercicio de la defensa material, en descargo o confesión de los hechos, o se
podrá abstener. Todo esto debe serle advertido por quien presida.2759
La forma para la declaración del acusado o de varios imputados y sus facultades,

está regulada en los artículos 343, 344 y 345 del Código Procesal Penal.

a.3.- Incidentes

Terminada la intimación se podrán plantear las cuestiones incidentales.


Desde una óptica estrictamente formal, debe indicarse que pueden ser tramitados y
resueltos todos los incidentes en forma simultánea, sucesiva o diferida según sea el criterio
del tribunal; y de la gestión se escuchará una vez a cada una de las partes.2860 Podría

58
BINDER: op. cit., pp. 240-241.
27
«...De este modo, desde la lectura de la acusación hasta la declaración del imputado, queda fijado el

objeto del debate...»


BINDER: op. cit., p. 241.
28
reservarse para otro momento la tramitación, e incluso la resolución se puede inserir en la
sentencia.
Es necesario aclarar que contra la resolución de un incidente no cabe -en principio-
recurso de revocatoria. Obsérvese que el artículo 432 del Código Procesal Penal, da entrada
al medio impugnativo de comentario si se ha resuelto «sin sustanciación»2961, esto es sin
escuchar previamente a las partes. Como el incidente se resuelve con audiencia previa, se
procede «con sustanciación» y en consecuencia no cabe la revocatoria. De hecho la
finalidad de este recurso es la de atender los argumentos de las partes, cuando el tribunal a
dispuesto algo sin conocerlos.
No obstante lo dicho, cabe hacer una aclaración. Cuando al resolver un incidente el

tribunal toma disposiciones que se salen del tema de dicha articulación, cabe la revocatoria

sobre estas últimas pues acerca de ellas no se había escuchado a las partes. P.e.: el incidente

se formula y tramita sobre el punto «A», pero al resolver el tribunal se pronuncia acerca de

«A y B»; en consecuencia cabe recurso de revocatoria con relación a «B», porque sobre ello

no se había oído a las partes. Para evitar confusiones en el procedimiento lo recomendable

es limitar la resolución del incidente al tema central de estos, reservando cualquier otro

aspecto para una decisión independiente.

En cuanto al fondo del incidente los temas son los más variados, pues podría

tratarse de la denuncia y pedido de exclusión de actos procesales defectuosos 62, de la

oposición de excepciones63, etc.

«Artículo 342.- Trámite de los incidentes


«Las cuestiones incidentales serán tratadas en un sólo acto, a menos que el tribunal
resuelva hacerlo sucesivamente o diferir alguna para el momento de la sentencia, según convenga
al orden del juicio.
«En la discusión de las cuestiones incidentales, se le concederá la palabra a las partes sólo
una vez, por el tiempo que establezca quien preside.»
29
«Artículo 434.- Procedencia
«El recurso de revocatoria procederá solamente contra las providencias y los autos que
resuelvan sin sustanciación un trámite del procedimiento, a fin de que el mismo tribunal que los
dictó examine nuevamente la cuestión y dicte la resolución que corresponda.»
62
V. arts. 175 a 179.
63
V. arts. 42 a 44.
b.- Recepción de pruebas

b.1.- Peritos y testigos

Terminada la declaración del imputado se procede a la recepción de la prueba.

Se debe comenzar con las peritaciones. Los expertos comparecerán al debate y -de

ser posible- realizarán las pruebas necesarias para producir el peritaje, contestarán las

preguntas que le formulen las partes y podrá consultar documentos o notas. De ser

necesario se leerán sus dictámenes.64


Debe recordarse la particularidad del Código Procesal Penal, en cuanto introduce la
figura del consultor técnico que, sin ser un perito, auxilia a las partes en la producción y
cuestionamiento de la prueba pericial. En consecuencia, este sujeto procesal está en
posibilidad de interrogar directamente a los peritos3065, lo que constituye una novedad
importante del proceso y del derecho de defensa.
Responde al principio de contradicción y viene a tecnificar de la mejor forma la

actividad de los peritos, pues podrán ser cuestionados por otros expertos. Y a este respecto

debe quedar claro que los peritos oficiales (del Organismo de Investigación Judicial) no

están exentos de confrontar a los consultores técnicos de las partes, y debe romperse la

absurda creencia de algunos jueces, fiscales y abogados, en punto a una predominancia de

opinión del perito oficial sobre el criterio de expertos particulares. Los dictámenes de

cualquier perito corren la suerte de todo medio de prueba: deben valorarse de acuerdo a las

reglas de la sana crítica, no tienen valor a priori (tasado)y su crédito o desconfianza se

64
V. art. 350.
30
«Artículo 126.- Consultores técnicos
«Si, por las particularidades del caso, el Ministerio Público o alguno de los intervinientes
consideran necesaria la asistencia de un consultor en una ciencia, arte o técnica, lo propondrán al
Ministerio Público o al tribunal, el cual decidirá sobre su designación, según las reglas aplicables
a los peritos, sin que por ello asuman tal carácter.
«El consultor técnico podrá presenciar las operaciones periciales, acotar observaciones
durante su transcurso, sin emitir dictamen, y se dejará constancia de sus observaciones. Podrán
acompañar, en las audiencias, a la parte con quien colaboran, auxiliarla en los actos propios de su
función o interrogar, directamente, a peritos, traductores o intérpretes, siempre bajo la dirección de
la parte a la que asisten.»
exponen hasta la sentencia. El mito del perito oficial es uno de los que debe caer con la

vigencia del nuevo Código Procesal.

Cuando termina la recepción de la prueba pericial se pasa a escuchar a los testigos,

en el siguiente orden: los ofrecidos por el Ministerio Público, el querellante, las partes

civiles y la defensa. No podrán comunicarse entre sí antes de declarar, ni ser informados del

desarrollo del debate.66

Es evidente que ante la ausencia de algunos testigos puede modificarse el orden de

evacuación, sin que por ello resulte atendible a quien se pretenda agraviado.

La incomunicación de los testigos plantea un problema material, pues obliga a tener

más de una sala de espera a fin de distribuir a quienes deben declarar en la misma causa.

Otro obstáculo a esta disposición son las suspensiones para el almuerzo o de un día para

otro, sobre todo en casos de fuerte impacto social, pues aunque se cuidara la comunicación

del testigo no puede ser sustraído de las informaciones periodísticas. Estos aspectos no

invalidan por sí solos la prueba, pero deben ser apreciados por el tribunal de acuerdo a la

sana crítica.

En lo que respecta al interrogatorio, será el oferente quien haga uso de este poder y

después las otras partes en el orden indicado por el tribunal, pero la defensa podrá

interrogar de último aun cuando hubiera procedido inicialmente por ser su prueba. Quien

presida vigilará porque no se formulen preguntas capciosas (que induzcan a error al

compareciente), sugestivas (una afirmación que puede contestarse con un «sí» o un «no»

sin mayor explicación) o impertinentes (fuera del objeto de prueba).67 Cada pregunta debe

requerir una explicación del deponente.

Sobre este último concepto debe guardarse cuidado. La experiencia enseña que la

declaración se compone del tema central y del tema periférico, ambos igualmente

66
V. art. 351.
67
V. art. 352.
importantes. El primero es el hecho principal, p.e. el lugar, la hora, vehículos y personas

intervinientes en un hecho de tránsito con resultado de homicidio culposo. Alrededor de

esta información el testigo debe suministrar otros detalles que permiten, en algunos casos,

establecer la credibilidad de su versión; así p.e. por qué estaba en el lugar, de dónde venía,

hacia dónde iba, con quién estaba, cuántas personas llegaron al sitio, si se presentó primero

la policía de tránsito o la Cruz Roja, etc. Las partes tienen derecho al interrogatorio central

como al interrogatorio periférico, y ninguno de los dos son impertinentes o fuera de orden.

b.2.- Lectura de documentos y prueba anticipada

Una vez recibida la prueba testimonial y pericial, se pasa a la lectura de

documentos. Sin embargo, cabe aclarar que antes de suspender el debate por la

incomparecencia de algún testigo o perito, debe agotarse la prueba que se tiene a mano, de

donde es clara la modificación del orden de recepción de la prueba y es posible pasar

inmediatamente a la lectura de la prueba documental. Entre ella la más importante es la

prueba anticipada.
El procedimiento de anticipo de prueba es la confirmatoria de una regla de capital
importancia para el juicio oral: solamente tiene validez para fundamentar una sentencia, la
prueba producida verbalmente en el juicio oral3168. Esto es, no tiene validez acto alguno de
investigación realizado por el Ministerio Público o la policía en la fase preparatoria, pues
aquellos solo han de aprovechar para dar fundamento a la acusación o requerimiento de
apertura a juicio.
Esto cambia el concepto mismo de prueba, que será la producida en el debate o
incorporada por lectura cuando excepcionalmente se ha utilizado el mecanismo del anticipo
jurisdiccional. En otros términos, los actos de investigación de la policía y del Ministerio
Público para preparar la acusación no son prueba ni pueden llegar a tener el valor de
tal.3269 El principio está recogido por el artículo 276 del Código Procesal Penal, que reza
así:

31
«...Tan sólo puede emplearse en la sentencia lo que se expone en el debate verbalmente...»
BAUMANN: op. cit., p. 80.
32
«...Cuando afirmamos que esta primera fase del proceso penal es “preparatoria”, queremos decir,

fundamentalmente, que los elementos de prueba que allí se reúnen no valen como “prueba”. Hemos
«Artículo 276.- Validez de las actuaciones.

«No tendrán valor probatorio para fundar la condena del acusado las actuaciones

de la investigación preparatoria, salvo las pruebas recibidas de conformidad con las

reglas de los actos definitivos e irreproductibles y las que este Código autoriza introducir

en el debate por lectura.»

La regla es la ausencia de todo valor a las diligencias policiales y actos del

Ministerio Público, con dos aparentes salvedades: (i) las pruebas recibidas de acuerdo a la

regulación de los actos definitivos e irreproducibles, y (ii) las actuaciones autorizadas a

incorporar al debate por lectura.

Es claro que estas dos situaciones no constituyen excepción a la regla, por cuanto la

normativa para la realización de actos definitivos e irreproducibles y cualquiera otro

autorizado a introducirse por lectura al debate, son los anticipos de prueba dirigidos por un

Juez y no por un policía o un fiscal. Aquel debe hacer un señalamiento con cita de las

partes, y procurar el ambiente del juicio solo para el recibo de la prueba, con contradictorio,

oralidad e inmediación, y desde luego con el interrogatorio de las partes.


Las dos situaciones en que corresponde la realización del anticipo jurisdiccional de
prueba, son correlativas a las indicadas por el artículo 276: (i) La práctica de un acto
definitivo e irrreproducible, es decir que no podrá reproducirse en el debate; como p.e. la
inspección ocular de un escaparate que debe reparase inmediatamente, un peritaje que exige
la destrucción de la evidencia, la declaración de un testigo moribundo o de quien pueda

visto ya que existe una garantía básica que consiste en el juicio previo, es decir, que ninguna

persona puede ser condenada sin un juicio en el que se presente la prueba que permitirá comprobar

su culpabilidad o su inocencia. El juicio es, pues, el momento de la prueba, en un sentido sustancial.

Lo anterior no es sino la recolección de los elementos que servirán para probar la imputación en el

juicio; ése es, precisamente, el sentido de las palabras “preparatorio de la acusación”, con las que

calificamos al procedimiento previo al juicio...»


BINDER: op. cit., p. 216.
olvidar las circunstancias de hecho. Y (ii) los actos que afecten los derechos fundamentales,
constitucionales o previstos en convenios internacionales.3370 En este último caso, es
evidente que la potestad de suspender individualmente derechos fundamentales está a cargo
del Juez, nunca del Ministerio Público y menos de la policía.
Una conclusión preliminar es que la nominación anticipo jurisdiccional de prueba o

prueba anticipada corresponde al género, en tanto los actos definitivos e irreproducibles y

los que producen afección de derechos fundamentales son la especie.

Ambos casos de anticipo jurisdiccional de prueba, son correlativos a los incisos a) y

b) del artículo 334:

«Artículo 334.- Excepciones a la oralidad.

«Sólo podrán ser incorporados al juicio por su lectura:

«a) Las pruebas que se hayan recibido conforme a las reglas del anticipo

jurisdiccional de prueba, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la

reproducción, cuando sea posible.

«b) La denuncia, la prueba documental y los peritajes, los informes, las

certificaciones y las actas de reconocimiento, registro, inspección, secuestro, requisa,


realizadas conforme a lo previsto por este Código.

«c...» (El subrayado no es del original.)

33
«Artículo 293.- Anticipo jurisdiccional de prueba
«Cuando sea necesaria la práctica de un acto definitivo e irreproductible, que afecte
derechos fundamentales, o deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo difícil de
superar, se presuma que no podrá recibirse durante el juicio o, cuando por la complejidad del
asunto, exista probabilidad de que el testigo olvide circunstancias esenciales sobre lo que conoce,
el Ministerio Público o cualquiera de las partes podrá requerir al juez que la realice o reciba.
«El juez practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes, quienes
tendrán derecho de asistir, con todas las facultades y obligaciones previstas por este Código.»
La parte destacada del inciso a) (supra), en cuanto refiere la posibilidad de

reproducir actos que fueron realizados bajo las reglas de la prueba anticipada, es evidente

que alude a la especie de los actos definitivos e irreproducibles únicamente. Caso del

testigo que no murió para el momento del debate, del que regresó al país o que las cosas se

han conservado.

Por otra parte, el inciso b) alude documentos de diversas clases, cuya incorporación

al debate debe hacerse por lectura, pero las actas que se han hecho notar con el subrayado,

han debido levantarse también bajo el procedimiento de anticipo de prueba, por afectar

derechos fundamentales como son la defensa, el domicilio, la propiedad y la integridad

corporal. Esta interpretación deriva del citado principio de invalidez probatoria de los actos

extra juicio, pues de otro modo se estaría admitiendo la fuerza probatoria de los actos del

Ministerio Público y de la policía, en abierto quebranto del debido proceso estructurado en

el Código Procesal Penal.

Antes de volver sobre el anticipo jurisdiccional de prueba, cabe señalar que el

artículo 334 en sus incisos c) y d) permite la incorporación por lectura al debate de

declaraciones -legales71- rendidas por coimputados rebeldes o absueltos, así como de las

actas de prueba recibida durante el juicio pero fuera del recinto.


La prueba constante en documentos puede ser incorporada mediante una lectura
parcial, siempre que todas las partes lo consientan, pero uno de los jueces debe
-verbalmente- hacer un resumen de su tenor para que integralmente se introduzca al debate.
El incumplimiento de lo anterior implica la pérdida de toda fuerza probatoria, de modo que
se prohibe la valoración para sentencia.3472

71
Devienen ilegales la declaraciones extrajudiciales de los imputados, cuando no se han respetado los
derechos fundamentales. De conformidad con lo preceptuado por los arts. 98 y 286.h) la policía
puede entrevistar al imputado exclusivamente para individualizarlo, no acerca de los hechos que se
le atribuyen, cuando no tenga datos acerca de su identidad. Con estos arts. y con el 181 se establece
la ilegalidad de cualquier prueba perjudicial a los intereses del imputado, aunque su recopilación
individualmente considerada se ajuste a la normativa procesal, si deriva de una declaración ilegal
del acusado.
34
V. art. 354.
Ahora bien, la posibilidad de recabar prueba definitiva e irrproducible o que afecte

derechos fundamentales, puede presentarse -evidentemente- durante el procedimiento

preparatorio y esa es básicamente la prueba anticipada de la que ha versado la exposición.

Pero debe quedar claro que al cierre de la audiencia preliminar en el procedimiento

intermedio, el Juez puede ordenar la realización de prueba anticipada para el debate 73;

igualmente antes de la celebración del este, durante la etapa de juicio 74, de darse los

supuestos del anticipo jurisdiccional de prueba el tribunal puede ordenar la recopilación de

información por esta vía.

b.3.- Otros medios de prueba


Terminada la recepción de la prueba pericial, testimonial y documental, continúa la
recepción del material probatorio, conformado de otros medios de prueba. Debe recordarse
que el Código Procesal Penal establece el sistema de libertad probatoria3575, caracterizado
(por oposición al sistema de prueba tasada) por no tener un numerus clausus o catálogo
cerrado de medios probatorios con un valor preconcebido, sino un numerus apertus de
medios de prueba cuyo valor será determinado por el Juez -a posteriori- después de
conocer la información allegada al proceso.
De consiguiente, podrán reproducirse grabaciones de sonido o imagen o ambas, y

exhibirse las evidencias físicas cualesquiera que estas sean.

Es de reiterar aquí que por acuerdo de partes se podrá conocer solo parcialmente el

tenor de los medios audiovisuales, pero uno de los jueces debe hacer verbalmente una

síntesis de ellos. De no procederse de esta forma el medio carece de fuerza probatoria, por

no haberse incorporado íntegramente al debate.76


En contra BAUMANN: op. cit., p. 82.
73
V. art. 319.
74
Sobre la prueba anticipada en la etapa de juicio v. CLARIA OLMEDO: Derecho procesal.
Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1.983, p. 408 s.
35
«Artículo 182.- Libertad probatoria
«Podrán probarse los hechos y las circunstancias de interés para la solución correcta del
caso, por cualquier medio de prueba permitido, salvo prohibición expresa de ley.»
76
V. art. 354.
Esto termina con la práctica que hemos seguido de tener por incorporada la prueba

no testimonial, sin necesidad de su exhibición o lectura, cuando todas las partes y el

tribunal así lo consientan y conste en el acta.

b.4.- Prueba para mejor proveer

La potestad de ordenar prueba para mejor resolver se encuentra en el artículo 355,

como una medida de carácter excepcional, cuando las revelaciones resultantes del debate

hagan necesario conocer la información que podrían suministrar nuevos testigos, peritos,

documentos, etc. Puede ser ordenada esta prueba a petición de parte o de oficio.
Ordenar la prueba de oficio es reflejo del principio de instrucción, en virtud del cual
al Juez interesa la averiguación de la verdad real, de modo que no está limitado al
ofrecimiento del Ministerio Público y las otras partes.3677 Aun cuando se trata de una
potestad, es evidente el deber de ordenar la prueba para mejor proveer que se tiene a mano,
bajo el riesgo -en su omisión- de ver anulada la sentencia por concurrir en ella el vicio de
falta de fundamento.
No es posible sustituir la totalidad del material probatorio ordenado para el debate

por otro completamente distinto, encubriendo la maniobra bajo una orden de prueba para

mejor proveer. La necesidad de esta clase de prueba debe surgir del desarrollo del debate,

para elucidar un hecho o circunstancia nueva, pero no para acreditar la acusación fiscal

desde su origen. De no ajustarse a las disposiciones de ley se daría una flagrante violación

al derecho de defensa y la consecuente responsabilidad de las personas involucradas en el

hecho (jueces, fiscal, querellante, etc.).

c.- Discusión final78

36
Acerca del principio de instrucción v. BAUMANN: op. cit., pp. 71-79.
Este principio es eficaz una vez que precluyen las alternativas a la punición; en el caso de
los criterios de oportunidad antes de que el Ministerio Público formule la acusación (art. 24), en la
suspensión del procedimiento a prueba y en la conciliación antes de acordarse la apertura a juicio
(arts. 25 y 36).
78
Concluida la evacuación de la totalidad del elenco probatorio se pasa a la discusión
final, también conocida como «etapa de conclusiones», regulada por el artículo 3563779.
Aquí se empleará con mayor relieve la dialéctica, la retórica o la tópica jurídica. Las partes
ya conocen el contenido de la prueba igual que el tribunal, la defensa está impuesta del
hecho acusado y de las acciones penales y civiles en su contra; con esos antecedentes es
propicia la discusión con la finalidad -de cada una de las partes- de convencer al tribunal.
Obviamente los fiscales y abogados pueden consultar notas, sobre todo las tomadas

durante la audiencia al escuchar a los testigos y las conclusiones de las otras partes, pero no

es admisible el prejuicio que evidencia la lectura del discurso. Cada parte debe elaborar sus

conclusiones en la audiencia, no antes. Por ello, si bien es posible la consulta de apuntes

breves, queda prohibido leer memoriales.

Aunque no se traduce en consecuencias tan severas, llevar las conclusiones escritas

al juicio reviste la misma gravedad -a los efectos del proceso- que si el tribunal redactara la

sentencia antes de cerrar el debate. Probablemente se tocarían aspectos externos al

desarrollo del juicio y se dejarían fuera algunos puntos importantes del debate.

Sobre la discusión final, v. BINDER: op. cit.., p. 243; CLARIA OLMEDO: op. cit., pp. 427 ss.
37
«Artículo 356.- Discusión final
«Terminada la recepción de las pruebas, quien preside concederá, sucesivamente, la
palabra al fiscal, al querellante, al actor civil, al demandado civil y al defensor para que en ese
orden expresen los alegatos finales.
«No podrán leerse memoriales, sin perjuicio de la lectura parcial de notas para ayudar a
la memoria.
«Si intervinieron dos o más fiscales, querellantes o defensores, todos podrán hablar,
repartiendo sus tareas para evitar repeticiones o dilaciones.
«Las partes podrán replicar, con excepción de las civiles, pero corresponderá al defensor
la última palabra.
«La réplica se limitará a la refutación de los argumentos adversos que antes no hayan sido
discutidos.
«Quien preside impedirá cualquier divagación, repetición o interrupción. En caso de
manifiesto abuso de la palabra, llamará la atención al orador y, si este persiste, podrá limitar el
tiempo del alegato, teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos en examen, las pruebas
recibidas y las cuestiones por resolver.
«Al finalizar el alegato, el orador expresará sus conclusiones de un modo concreto.»
Leer un memorial es una violación al principio de contradictoriedad, pues se deja de

lado el argumento contrario desconocido cuando se escribieron las “conclusiones”. Si el

vicio es a cargo del defensor perjudicaría gravemente a su patrocinado.

d.- División del juicio en dos fases

Consecuencia del desgaste de nuestra disciplina ha sido correr el eje del derecho
penal, de las consecuencias del hecho punible al juicio de culpabilidad. Así, el centro de la
acusación, de la defensa y de la decisión jurisdiccional, es la absolución o la condena del
culpable; pero la pena, consecuencia que en mayor forma afecta al imputado, ha sido
tratada con descuido -por no decir desinterés- por parte de los operadores del sistema. Esta
denuncia, sin ser novedosa, ya ha sido afirmada por Binder para destacar la importancia de
la división del juicio en dos fases3880.
La cesura es un mecanismo creado para celebrar el juicio en dos partes: (i) una

primera fase denominada interlocutorio de culpabilidad, a cuyo término decide el tribunal

acerca del hecho investigado y de la culpabilidad del imputado, para lo cual emite una

sentencia fraccionada; y (ii) caso de declarar la responsabilidad penal del acusado,

continua el juicio con el capítulo de punición en el que se recibe la prueba relativa a la

individualización de la pena.81
Bajo esa fórmula, «químicamente pura», no se ha regulado la cesura en el Código
Procesal Penal de 1.996, pues al igual que en el proceso penal guatemalteco3982, la segunda
38
«...Esta forma de dividir el juicio se acomoda mucho más a un Derecho Penal que le otorga mayor

importancia a las consecuencias concretas de las decisiones judiciales. La aplicación de una pena es

la consecuencia más concreta de la decisión judicial penal y muchas veces ha sido tratada de un

modo superficial o matemático, como si el imponer ocho, quince o veinte años de prisión no fuera

un asunto de suma importancia (desde el punto de vista de quien debe sufrir esos años de encierro,

quizás el mas importante)...».


BINDER: op. cit., p. 237.
81
V. BINDER: loc. cit.
39
etapa se destina a decidir acerca de la pena pero también de la acción civil resarcitoria4083.
De acuerdo con la previsión del artículo 323 del código costarricense, la solicitud de
realización del debate en dos fases debe formularse ante el Tribunal de la Fase Intermedia,
el que decidirá este aspecto antes de remitir la causa al Tribunal de Juicio. Ese modo de
instrumentalizar la petición y decisión de la cesura, excluyendo de la decisión a los jueces
de juicio, pretende evitar el prejuicio de estos. De consiguiente, la oportunidad para
determinar la división del juicio es durante la etapa intermedia.
Sin embargo existe una excepción regulada en el número 339 del citado

ordenamiento: El Tribunal de Juicio puede escindir el debate en dos etapas cuando el hecho

fue cometido (i) en un grupo social con características culturales particulares, o (ii) si se

requiere saber de las reglas de cultura del imputado. Pero esta resolución no puede darse a
priori sino como una necesidad sobrevenida del desarrollo de la audiencia, de tal modo que

se protege al juzgador del prejuicio.

La previsión de la cesura en el Código Procesal Penal de Guatemala es la siguiente:


«Artículo 353. División del debate único.
«Por la gravedad del delito, a solicitud del Ministerio Público o del defensor, el tribunal
dividirá el debate único tratando primero la cuestión acerca de la culpabilidad del acusado y
posteriormente, lo relativo a la determinación de la pena o medida de seguridad y corrección que
corresponda. El anuncio se hará a más tardar en la apertura del debate.
«En este caso, al culminar la primera parte del debate, el tribunal resolverá la cuestión de
culpabilidad y, si la decisión habilita la imposición de una pena o medida de seguridad y
corrección, fijará día y hora para la prosecución del debate sobre la cuestión.
«Para la decisión de la primera parte del debate se emitirá la sentencia correspondiente,
que se implementará con una resolución interlocutoria sobre la imposición de la pena en su caso.
«El debate sobre la pena comenzará el día hábil siguiente con la recepción de la prueba
que se hubiere ofrecido para individualizarla, prosiguiendo de allí en adelante, según las normas
comunes. El plazo para recurrir la sentencia condenatoria comenzará a partir del momento en que
se fije la pena.
«Cuando se ejerza la acción civil, el tribunal la resolverá en la misma audiencia para la
fijación de la pena.»
40
Prescribe el Código Procesal Penal de Costa Rica la solicitud de división del debate en dos fases,
que debe plantearse ante el Tribunal de la Fase Intermedia. En principio :
«Artículo 323.- Solicitud de realización del debate en dos fases
«Dentro del plazo previsto en el artículo anterior, el imputado podrá pedir que el debate se
celebre en dos fases, con el fin de que en la primera se discuta lo concerniente a la existencia de la
culpabilidad y en la segunda, si existe, lo relativo a la individualización de la pena y las
consecuencias civiles.
«En ese mismo plazo, las partes civiles podrán realizar la misma solicitud; pero, en lo que
se refiere a las consecuencias civiles.
«Antes de remitir las actuaciones, el tribunal se pronunciará sobre la solicitud.
«Resueltos los asuntos anteriores, se remitirán las actuaciones, los documentos y los
objetos incautados al tribunal de juicio y se pondrán a su orden los detenidos.»
Debe subrayarse, con el fin de aclarar totalmente el tema, que la división del juicio

en dos fases no obedece al curso natural del proceso, sino a una petición de la parte

interesada o a la necesidad surgida en el desarrollo del debate. Pero debería ser la regla para

todos los juicios, en tanto la pena cobra la importancia que realmente merece.

Un problema importante es definir los parámetros a considerar por el juez de la

audiencia preliminar, para conceder o rechazar la petición de cesura. Como resulta obvio el

capítulo de punición responde a un concepto garantista, en cuanto a través de él debe

probarse y fundamentarse la pena necesaria, lo cual nos lleva a la idea de conceder siempre

la petición de cesura. Esta debería ser la regla, pues convendría evacuar en todo proceso la

prueba que permita la individualización de la pena; pero la realidad es otra, las partes no se

preocupan de realizar actividad probatoria sobre estos aspectos. Por ello la cesura debe

concederse, de momento (y con el deseo de un pronto cambio) por razones de orden

únicamente, cuando se ofrezca una buena cantidad de pruebas para la individualización de

la pena, que se reservarán para el eventual capítulo de punición. Igual criterio debe privar

en caso de división solicitada por las partes civiles, cuando el ofrecimiento de la prueba sea

abundante.

Desde una óptica economista del proceso, resultaría ocioso recibir una gran cantidad

de medios y elementos probatorios relativos a la pena y a la cuestión civil, si el tribunal ya

se hubiera formado criterio para absolver; así, resuelto el interlocutorio de culpabilidad -en

algunos casos- se podrá dictar sentencia definitiva.

Debe tratarse con cuidado el punto, pues no siempre que la primera fase termine en

absolutoria se podrá prescindir de la segunda parte de la audiencia, porque en algunos casos

a pesar de recaer sentencia liberatoria de responsabilidad penal habrá de condenarse

civilmente. No corresponde a esta sede hacer una exposición en extenso acerca de la cesura,

pero es menester advertir -aunque sea de paso- la existencia de dos situaciones en que a

pesar de la absolución en el primero debe celebrarse el segundo capítulo del juicio: (i)

Cuando el hecho probado en el interlocutorio de culpabilidad es típico y antijurídico pero


no culpable, por una causal de inimputabilidad, la concurrencia de inexigibilidad (no

exigibilidad de otra conducta) o un error de prohibición invencible. En esos casos, no

obstante la exclusión de la culpabilidad el hecho es típico y antijurídico, de donde se ha

configurado el injusto y -aunque no se configure el delito y no sobrevenga la pena- la

ilicitud podría acarrear responsabilidad civil. (ii) En los casos de responsabilidad civil

objetiva (culpa aquiliana), no originada en una acción típica y antijurídica.

Además podrían darse casos en que se lleva adelante una acción civil resarcitoria

iniciados bajo la calificación jurídica de estafa, estelionato, apropiación indebida, etc., que

si bien podrían resultar atípicos en sentencia, no por ello el tribunal podría dejar de resolver

en lo civil si hay base de orden contractual suficientemente probada. Ya los tribunales han

resuelto asuntos que entran en esta premisa y los recursos correspondientes han sido

rechazados por la Sala de Casación Penal.

e.- Clausura

Después de escuchar el resumen final de conclusiones de cada una de las partes, se

inicia la fase de clausura del debate que no está constituida por una simple declaración de

cierre, pues se trata de un acto complejo. Se encuentra regulada en el artículo 358 del

Código Procesal Penal.

Se dará la palabra a la víctima si está presente, aunque no se hubiera constituido en

parte durante el proceso, con la finalidad de que argumente de modo personal y directo con

relación a los hechos investigados. Esta es una novedad con relación al proceso anterior, en

que en el Nombre de la acción penal pública se trataba a ofendidos y damnificados como si

no tuvieran un interés digno de tutelar por el ordenamiento jurídico.


Acto seguido se otorga la palabra al imputado para que exprese cuanto considere
conveniente.4184
41
Finalmente se declara el cierre del debate. En este momento ha concluido el debate

y ha terminado su primera manifestación oral y pública.

5.- DELIBERACIÓN

El paso siguiente a la clausura del debate es la deliberación, regulada por los

artículos 360 y 361 del Código Procesal Penal. Esta se debe iniciar sin espera alguna, pues

con ello se pretende evitar los olvidos, se tutela así la inmediación.

Los jueces reunidos en sesión secreta por un plazo máximo de dos días, deben

resolver todos los extremos planteados en el juicio. Sólo se admite como causa de

suspensión, por un plazo máximo de tres días, la enfermedad de alguno de los miembros

del tribunal.
Pareciera que el sistema abierto del Código de Procedimientos Penales de 1.973 era
mejor, pues permitía deliberar por el tiempo necesario para llegar a una decisión. Con el
nuevo sistema el plazo máximo -como se dijo- es de dos días, prorrogable sólo en asuntos
complejos, cuando la realización del debate supere los treinta días; en estos casos el plazo
se extiende hasta los diez días4285.
El problema se da por cuanto la deliberación es tan impredecible como el debate,
pues no se sabe cuánto puede durar ya que eso depende de las variables a presentarse en la

«...La última impresión sobre el tribunal antes de la deliberación no ha de ser una opinión del

ministerio público, sino la aclaración del acusado...»


BAUMANN: op. cit., p. 82.
42
«Artículo 378.- Plazos
«Una vez autorizado este procedimiento (se refiere al procedimiento para asuntos de
tramitación compleja), se producirá los siguientes efectos:
«a)...
«d) Cuando la duración del debate sea menor de treinta días, el plazo máximo de la
deliberación se extenderá a cinco días y el tiempo para dictar la sentencia a diez. Cuando la
duración del debate sea mayor, esos plazos serán de diez y veinte días respectivamente.
«e)...
«En todo caso, regirán las normas sobre retardo de justicia.»
discusión. Como si limitar el tiempo para deliberar no fuera suficientemente negativo, se
expresa la amenaza sancionatoria sobre los jueces por incumplimiento del plazo4386.
Es comprensible, sin embargo, la posición de la nueva normativa pues en el pasado

se incurrió frecuentemente en abusos, al tomarse tiempo excesivo para deliberar asuntos

que no fueron complejos, lo que se reflejó en la sencillez de las sentencias producidas en la

deliberación.

Como quiera que sea, el límite temporal para deliberar ya existe y debe respetarse.

Un aspecto importante de la deliberación es su carácter secreto. Por razones

deontológicas, aunque la ley no hubiera dicho nada, debe guardarse reserva acerca de la
forma como se produjo la decisión jurisdiccional; pero al declararse positivamente la

secretividad, cualquier revelación podría configurar el delito de divulgación de secretos87 y

acarrear la sanción penal correspondiente.88

De acuerdo a lo dispuesto por el artículo 361, la agenda para la deliberación está

constituida por los siguientes temas que deben resolverse en orden: (i) Aspectos

incidentales. (ii) La existencia del hecho, calificación legal y la culpabilidad. (iii)

Individualización de la pena. (iv) Restitución de las cosas. Y (v) lo relativo a la

responsabilidad civil y aspectos reparatorios.

a.- Votación

43
«Artículo 360.- Deliberación
«...Transcurrido ese plazo sin que se produzca el fallo, el juicio deberá repetirse ante otro
tribunal, sin perjuicio de las acciones disciplinarias que correspondan...»
87
V. art. 203, Cód.Pen.
88
Sobre ello v. CLARIA OLMEDO: op. cit., pp. 435 ss.
El mismo artículo 361 establece la forma de votación. Todo será resuelto por

mayoría de los integrantes, a excepción de la cuantificación de la pena y de los montos de

indemnización civil que -caso de desacuerdo- se fijarán en el «término medio», es decir en

el promedio.

Interpretada esta previsión a contrario, revela que en casos distintos a la

cuantificación de la pena y de las partidas de la acción civil, de producirse diversidad de

criterios, debe continuar la deliberación hasta que se forme la mayoría. No deja de ser un

problema en este caso el trabajo contra el tiempo.

Debe aclararse que el voto se compone de dos partes: el fundamento y el

dispositivo. El fundamento está constituido por la argumentación o razonamiento que da

base al sentido del voto, en tanto el dispositivo es la decisión misma. P.e.: El Juez estima

que concurre en el hecho la legítima defensa y en consecuencia absuelve. Fundamento es lo

relativo a la justificante y el dispositivo es la absolución.

En algunos casos será suficiente la mayoría con relación al dispositivo, pero en

otros la mayoría debe compartir tanto el fundamento como el dispositivo. Esto último por

cuanto en algunos asuntos dependen del fundamento otras consecuencias no

exclusivamente penales.

Ejemplo Nº 1:

El Juez «A» considera la existencia de la justificante ejercicio legítimo de un derecho

(fundamento), y en consecuencia vota por absolver (dispositivo).

El Juez «B» ha estimado que la justificante es la legítima defensa (fundamento), por lo cual

también vota por absolver (dispositivo).

Y el Juez «C» considera acreditada la acusación por homicidio (fundamento) y en su

criterio se debe condenar (dispositivo).


En este caso la mayoría queda formada por el voto de los juzgadores «A» y «B», para lo

cual es suficiente con el dispositivo. Los dos han considerado que el hecho es típico pero no

antijurídico, no importa por cuál causa, con lo que no se configura en su criterio el injusto y

con ello se excluyen la responsabilidad civil y penal. Es indiferente el fundamento porque

con uno (legítima defensa) u otro (ejercicio legítimo de un derecho) la consecuencia o

efecto jurídico es el mismo, de donde basta con el dispositivo de cada voto para formar la

mayoría.

Ejemplo Nº 2:

El Juez «X» considera la existencia de la justificante ejercicio legítimo de un derecho

(fundamento), y en consecuencia vota por absolver (dispositivo).

El Juez «Y» ha estimado que concurre en el hecho la exculpante de error de prohibición

invencible (fundamento), por lo cual también vota por absolver (dispositivo).

Y el Juez «Z» considera probado el homicidio (fundamento) y en su criterio se debe

condenar (dispositivo).

Aunque los dos primeros formarían mayoría con el dispositivo, no es suficiente en este caso

porque el fundamento de cada voto conduce a efectos jurídicos distintos. Absolver con base

en una justificante se traduce en la exclusión de responsabilidad tanto penal como civil,

dado que no se configura el injusto o ilícito pues la acción es típica pero no antijurídica.

Mientras que absolver motivado en una exculpante excluye la responsabilidad penal pero

no la civil, pues el hecho es típico y antijurídico (injusto o ilícito) aunque no es culpable.

De consiguiente, la deliberación debe continuar hasta que se produzca mayoría en el

fundamento y en el dispositivo del voto.


Cuando la mayoría se forme por el dispositivo únicamente, el fundamento de cada

voto debe incluirse en la sentencia porque el razonamiento de cada Juez pasa a formar la

motivación integral del fallo.

En los casos en que la mayoría debió formarse por el fundamento y el dispositivo de

los votos, pero por un error in procedendo los juzgadores consideraron solo el dispositivo e

incluyeron fundamentos con efectos jurídicos distintos, la sentencia podría ser anulada por

el vicio de fundamentación contradictoria. Debe el tribunal cuidar este aspecto para realizar

un buen trabajo.

En lo que hace al voto de minoría, puede inserirse dentro del «Considerando» como

un capítulo más, o en su caso puede hacerse un apéndice en que el Juez disidente consigne

sus razones, pero esto no lo exime de firmar la sentencia junto con la mayoría.

b.- Reapertura del debate

Durante la deliberación el tribunal podría estimar la necesidad de allegar al juicio (i)

pruebas nuevas o (ii) ampliar las incorporadas, y con base en ello podrá ordenar la

reapertura del debate89.

En la primera de estas situaciones es aplicable lo dicho en relación con la prueba

para mejor proveer, y para no redundar se remite al lector a esa sección (supra 4.b.4).

El segundo caso de reapertura del debate es para ampliar la prueba conocida,

mediante la formulación de un nuevo interrogatorio a testigos o peritos, o una mayor

apreciación de la evidencia física, p.e.

89
V. art. 362.
Las conclusiones finales, durante la reapertura, se limitarán estrictamente a lo

realizado durante la reapertura. En la clausura se actuará igual que la primera vez (supra

4.f).

6.- SENTENCIA

a.- Requisitos

Como todo documento público la sentencia tiene dos perfiles, uno externo y otro
interno. Los requisitos externos están debidamente enumerados en el artículo 363, de
manera que no requieren mayor explicación4490. Sin embargo, es necesaria una rápida
visión de las exigencias internas del fallo.
Internamente la sentencia está estructurada por la fundamentación o motivación a

tres niveles91: (i) la fundamentación fáctica; (ii) la fundamentación probatoria, tanto

descriptiva como intelectiva; y (iii) la fundamentación jurídica.

44
«Artículo 363.- Requisitos de la sentencia
«La sentencia contendrá:
«a) La mención del tribunal, el lugar y la fecha en la que se ha dictado, el nombre de los
jueces y las partes, los datos personales del imputado y la enunciación del hecho que ha sido
objeto del juicio.
«b) El voto de los jueces sobre cada una de las cuestiones planteadas en la deliberación,
con exposición de los motivos de hecho y de derecho en que los fundan, sin perjuicio de que se
adhieran a las consideraciones y conclusiones formuladas por quien votó en primer término.
«c) La determinación precisa y circunstanciada del hecho que el tribunal estima
acreditado.
«d) La parte dispositiva con mención de las normas aplicables.
«e) La firma de los jueces.»
91
Acerca de este punto v. CAFFERATA NORES: Algunos aspectos de la motivación de la sentencia.
Temas de derecho procesal penal, Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1.988, pp. 283 ss. La
jurisprudencia constitucional ha declarado que el deber de fundamentar los fallos es parte integrante
del debido proceso. V. caso Roldán: SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, Nº 6828, 8:30 hrs., 24 de diciembre de 1.993.
La fundamentación fáctica se da por la inclusión en el fallo del hecho acusado 92 y

del hecho probado93. Detrás de esto hay una finalidad a corto plazo como es controlar la

correlación entre acusación y sentencia94 95; y una finalidad de largo plazo como es dotar al

imputado de un medio de defensa, para acreditar -caso de una nueva acusación por los

mismos hechos- la excepción de non bis in idem.

En su aspecto probatorio la fundamentación es descriptiva e intelectiva. El tribunal

debe incluir en la sentencia una descripción de los medios de prueba, no solo la

transcripción de los relatos, p.e.: al ser juramentado el testigo levantó su mano izquierda en

vez de la derecha, cómo utilizó la expresión corporal, cómo es la evidencia física, etc. Una

vez superada esta parte, que usualmente se incluye en un apartado bajo el epígrafe

«sumario de prueba», se debe aplicar la sana crítica a los medios probatorios para derivar

de ellos los elementos de prueba; esta operación de obtener elementos de juicio extraídos de

los medios probatorios utilizando las reglas de valoración de la prueba, debe incluirse en el

fallo y es lo que se conoce como fundamentación intelectiva.

Por su parte la fundamentación jurídica se conforma de la cita de disposiciones

legales y su interpretación96. Sin embargo, cuando la contradictoriedad del debate no ha

versado sobre la aplicabilidad de una norma a un hecho, será suficiente la mención pura y

simple de los artículos de ley.

b.- Redacción y lectura97

92
V. art. 363.a).
93
V. art. 363.c).
94
V. art. 365.
95
En torno a la correlación entre acusación y sentencia, v. ARAGONESES: Sentencias congruentes.,
Aguilar, Madrid, 1.957, pp. 197 ss.
96
V. art. 363.d).
97
Una vez terminada la deliberación, debe redactarse y firmarse la sentencia

cumpliendo los requisitos externos e internos apuntados en el acápite anterior. El tribunal

-después de convocar verbalmente a las partes- debe constituirse en la sala de audiencias,

donde será leída «a quienes comparezcan»; esto es, al imputado, público o periodistas,

abogados o al fiscal; con ello debe eliminarse la mala práctica de no leer los fallos cuando

no se presentan las partes a la lectura, con lo que se ignora la importancia del público que

ha concurrido como contralor del tribunal. Si se dijo que con la clausura del debate

terminaba la primera manifestación oral y pública del juicio, con la lectura y notificación de

la sentencia se da la segunda.

Por lo avanzado de la hora o la complejidad del caso, terminada la deliberación el

tribunal podrá redactar y leer únicamente la parte dispositiva del fallo, pero uno de los

jueces debe resumir oralmente las razones en que se basa el dispositivo. En la misma

oportunidad se citará a las partes para la lectura integral de la sentencia, dentro de un plazo

no superior a cinco días.

Aquí el Código Procesal Penal mejora con relación al viejo proceso que solo daba

tres días para la redacción y lectura diferida. Con ello se podrán cumplir de mejor forma los

requisitos externos e internos de la sentencia.

De recaer sentencia absolutoria, se ordenará la libertad del imputado que se hace

efectiva desde la sala de audiencias; esto es, en cuanto a la libertad el recurso de casación es

admisible sólo en efecto cognitivo, pero en otras disposiciones como restitución de objetos,

embargos, etc., el recurso se admite con efecto suspensivo.98

V. art. 364.
98
V. art. 366.
Caso de recaer sentencia condenatoria, podrá revocarse incluso la libertad del

condenado99 o mantenerse la prisión preventiva que, de rechazarse la casación, vendría a

abonar el descuento total de la pena.

99
V. art. 364.
7.- BIBLIOGRAFÍA

ARAGONESES: Sentencias congruentes., Aguilar, Madrid, 1.957.

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S.A., Madrid, 1.986.

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CAFFERATA NORES: Algunos aspectos de la motivación de la sentencia. Temas de

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CRUZ, FERNANDO: El juicio oral, Defensa Pública: Las violaciones al debido proceso.,

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GOMEZ COLOMER: El proceso penal español, Investigaciones Jurídicas, S.A., San José,

1.993.

GORDILLO, AGUSTIN: El método en derecho., Editorial Cívitas, S.A., Madrid, 1.995.

PERELMAN: La lógica jurídica y la nueva retórica. Editorial Cívitas S.A., Madrid, 1.988.

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