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Margaret R.

Somers, "Beyond the Economist Fallacy: The


Holistic Social Science 01 Karl Polanyi"; Gary G. Hamilton ESTRATEGIAS RECURRENTES Y NUEVAS
~onliguration.s i~ History: The Historical Sociblogy 01 S. N: AGENDAS EN SOCIOlOGIA HISTORICA
Eisenstadt"; Dietrich Rueschemeyer, "Theoretical Generaliza-
tio~ and Histori?a1~artic~larity in the Comparative Sociology 01 THEDA SKOCPOL
Relnhard Bsndix"; Destines Palhways: The Historical Socio-
logy 01 Perry Anderson"; Ellen Kay Trimberger, "E. P. Thomp.
som: Understandiq Ihe Process 01 History"; Lynn Hunt, "Charles
nlly's Collectiva Action"; Charles Ragin and Daniel Chirot, "The
World System 01 Immanuell Wallertein" Sociology and Politics
as History"; Dennis Smilh, Discovering Facts and Values: The
Historical Sociology 01 Barrington Moore".]
15 No ~eo necesidad de realizar una nota lormal para esta cita del
capitulo sobre Polanyi, de Block y Somers, no para otras citas
de los capitulos siguientes. Las principales agendas para la sociología histórica se
16 E. P. Thompsom, "The Poverty 01 Theory", en The Poverty 01 establecieron cuando Tocqueville, Marx, Durkheim y
Theory ~,!d Other Essays, London, Marlin Press, 1978, p. 237. Weber se plantearon importantes interrogantes y ofrecieron
[Hay ediCiónen español: Miseria de la teorfa, Barcelona Edito- fértiles y variadas respuestas acerca de los orígenes y
rial Crítica, 1981.] ,
efectos sociales de las revoluciones industriales y demo-
17 Véase especialmente Charles nlly, Big Structures, Large Pro-
cesses,. Huge Comparisons, New York, The Russell Sage
cráticas en Europa. Durante el siglo veinte, los más impor-
Fo~~dation, de ~róxima publicación. [Publicado en 1984; hay tantes estudiosos cuyos ensayos se discuten aquf" han
edición en espanol: Grandes estructuras, procesos amplios, estado a la vanguardia en la continuidad de las tradiciones
comparaciones enormes, Madrid, Alianza Editorial, 1991.] de la sociología histórica iniciadas por los fundadores. Evi-
dentemente, estos .hombres pudieron parecer, por momen-
tos, portadores aislados de formas de erudición que del
vital presente y futuro de la disciplina. Ahora, sin embargo,
está suficientemente claro que la corriente de la sociología
histórica se ha profundizado y extendido a toda las partes
de la empresa sociológica.
Hasta los años 1970, la frase sociología histórica no era
habitual en las conversaciones entre sociólogos en Estados
Unidos.' Por supuesto, los mayores trabajos de historia
comparada, como los de Bendix, Eisenstadt y Moore, eran
ampliamente conocidos y respetados. Pero eran pensados
como realizaciones especiales. Se consideraba que sólo
raramente algunos hombres mayores dotados de una
visión cosmopolita, operando en relativa aislamiento res-
pecto de las principales corrientes de la investigación empí-

"Skocpol se reliere a los autores considerados en el libro Visión


and Method in Historical Sociology Marc Bloch (cap. 2), Karl
Polanyi (cap. 3), S. N. Eisenstadt (cap. 4), Reinhard Bendix (cap.
5), Perry Anderson (cap. 6), Edward P. Thompson (cap. 7). Imma-
nuell Wallerstein (cap. 9) y Barrington Moore (cap. 10). (Nota del
compilador.)

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rica en la disciplina, eran capaces de producir trabajos his- tan los esfuerzos de grupos de investigación organizados,
tóricos de envergadura, mientras que los sociólogos comu- así como de estudiosos que trabajan individualmente en
nes utilizaban técnicas cuantitativas o de trabajo de campo las bibliotecas.
para el estudio especializado de aspectos de las socieda- Los cambios que uno puede ver, al comparar las agen-
des actuales. das y los métodos de investigación que utilizan los soció-
A partir de mediados de la década de 1970 ocurrieron logos históricos contemporáneos con los de los fundado-
cambios notables. En parte, dichos cambios se debieron res de la sociología, es tal vez la señal más segura de que
a los esfuerzos de prominentes constructores de institu- la sociología histórica está en un período no sólo de creci-
ciones como Charles Tilly e Immanuell Wallerstein. Como miento, sino de renovación. En los casos en que se inves-
he sugerido en la introducciórr", ellos también estaban tigan cuestiones tradicionales, como los orígenes y conse-
conectados con una cambiante sensibilidad respecto de cuencias de la Revolución Industrial europea, el ascenso
la importancia del saber dentro y fuera de la academia, de la clase obrera, la burocratización de los Estados y la
sensibilidades que revivían orientaciones históricas de democratización de la política, se utilizan ahora datos y
larga data en la sociología. De manera creciente, los métodos de análisis más eficaces que aquellos que desa-
investigadores más jóvenes formulaban preguntas históri- rrollaron los fundadores. Excelentes ejemplos vienen a la
cas y utilizaban testimonios y modos de razonar de tipo mente, como la reevaluación que hace Jere Cohen de la
histórico. Las sesiones anuales de ~a American Sooioloqi- tesis weberiana sobre el capitalismo racional mediante
cal Association versaban sobre sociología histórica o una atenta mirada de las prácticas económicas de la Italia
sobre métodos históricos. Muchas sesiones temáticas - renacentista;2 la revisión que realiza Mark Traugott de las
especialmente las dedicadas a temas macroscópicos, aseveraciones de Marx y Engels sobre los conflictos políti-
como la sociología del desarrollo o la de los mercados de cos y de clase en la Revolución Francesa de 1848;3 la cui-
trabajo o del crecimiento de los Estados de Bienestar- dadosa investigación de Jack Goldstone sobre las precon-
empezaron a incluir regularmente ensayos históricos. Pro- diciones demográficas e institucionales de la Revolución
liferaron los cursos de grado y de pos grado con nombres Industrial considerada en una perspectiva comparativa;4 el
o contenidos históricos y unidades académicas en todos estudio meticuloso de Victoria Bonnell sobre las raíces de
los Estados Unidos buscaron especialistas en sociología la rebelión de los trabajadores rusos en los inicios del
co~parativa e histórica. Finalmente, hasta las principales siglo veinte;S el análisis histórico comparado de Mary .F~I-
o

revistas de la disciplina abrieron sus páginas a artículos brook sobre las contribuciones de los movimientos religio-
históricos elaborados por sociólogos. A mediados de la sos puritanos y piadosos a favor y en contra de las monar-
década de 1980 la sociología histórica ya no es más un quías absolutistas en Prusia, Wurttemberg e Inglaterra;6 y
t~rrit~rio exclusivo de extrañas, aunque honorables y dis- por último, el original análisis de David Zaret sobre las
tinquidas, personalidades de la disciplina. Estudiantes y condiciones sociales y religiosas que acompañaron el sur-
jóvenes sociólogos, incluso mujeres y norteamericanos gimiento de la teología contractualista dentro del puritanis-
medios, pueden contribuir y contribuyen a la sociología, mo inglés.1
de manera significativa o modesta, mediante investigacio- De manera aún más eficaz, tal vez, las agendas de
nes de tipo histórico. Actualmente, los problemas y los investigación en sociología histórica se han ampliado, ~ara
métodos históricos constituyen el material del que se abarcar momentos y lugares diferentes y problemáncae
nutren conferencias, cursos y reuniones. Además, orien- respecto de las que preocuparon a lo~ fundad?,res .. P~e.de
pensarse en la imponente y extensa Indagaclon hístórica
comparativa sobre la naturaleza y dinámica interna. de la
"La autora se refiere °a la introducción a Visión and Method in His-
.toric~ Soci%gy, titulada "Sociology's Historical Imagination". Esta esclavitud realizada por Orlando Patterson.s O conSiderar-
incluida en ~I presente libro como capitulo "La imaginación históri- se el estudio de largo plazo de Daniel Chirot sobre la pro-
ca de la socioloqía", (Nota del compilador.) vincia gitana de Walachia entre 1250 y 1970.9 Asimismo se

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pueden considerar los estudios de 'Elbaki Hermassi, Mouni- Sarffati-Larson, Paul Starr y Ellen Kay Treimberger, logra-
ra Charrad, Ellen Kay Trimberger y Michael Adas que desa- ron desarrollar la perspectiva histórica o histórico compa-
rrollaron comparaciones históricas en profundidad entre rativa en Estados Unidos.v Proporcionaron así el tipo de
países y pueblos no occidentales examinados en su propia base contextual amplia para la mejor comprensión de las
perspectiva. 10 Todos estos trabajos rompen con la condi- relaciones sociales y los acontecimientos políticos actua-
ción eurocéntrica occidental que tradicionalmente ha limita- les en Estados Unidos que Charles Wright Milis propuso
do las cuestiones planteadas y los patrones explorados por en The Sociological Imagination e intentó proporcionar en
los sociólogos históricos. sus propios estudios históricos de clases y poder en ese
Relaciones industriales, Estados de Bienestar y patro- país.15 Si Milis aún viviera, tendría hoy mayores motivos
nes étnicos en el siglo veinte se han convertido en objeto de optimismo respecto de la imaginación histórica de la
de estudios cuidadosamente diseñados por analistas sociología que los que tenía en 1959.En ese entonces,
sociales con orientación histórica. Entre los importantes solamente unos pocos sociólogos, incluyendo a Lipset,
trabajos sobre las relaciones industriales se incluyen Bri- Bendix y el propio Milis, estaban contextualizando patro-
tish Factory, Japanese Factory: The Origins ot National nes norteamericanos en marcos verdaderamente históri-
Diversity in Industrial Re/ations, de Ronald Dore, y Work cos y comparativos.
and Po/itics: The Division of Labor in Industry, de Charles Por supuesto, los sociólogos' históricos de hoy constitu-
Sabel. 11 Sobre los Estados de Bienestar los ejemplos que yen una parte de la creciente comunidad interdisciplinaria
vienen a la mente son: The Social Democratic Image ot de científicos sociales con orientación histórica. El auge
Society: A Study ot tne Achievements and Origins ot del trabajo histórico en sociología es simultáneo a avan-
Scaminavian Social Democracy in Comparative Perspec- ces complementarios en ciencia política y antropología y
tive,de Francis Castles; en la colección de Peter Flora y ha ocurrido en un período en el que muchos estudiosos
Arnold Heidenheimer, The Development ot Welfare State de la historia (disciplina venerable y de lento cambio)
in Europe and Ameríca, mis propios artículos en coautoría están inusual mente abiertos a métodos y teorías prove-
con John Ikenberry y Ann Shola Orloff sobre los Estados nientes de otras ciencias sociales.ts La orientación históri-
Unidos en una perspectiva comparativa, y el trabajo de ca en la sociología tiene su propia lógica y contenido, no
Gaston Rimlinger, Welfare Policy and Industrialization in siempre paralelos a los desarrollos en otras disciplinas, y
Europe, America and Russia.12 Finalmente; las relaciones por ello la sociología histórica merece atención por sí mis-
étnicas y raciales han sido tema de algunos de los mejo- ma. Con todo, la sociología histórica toca ciertamente los
res libros de orientación histórica recientemente publica- límites de la historia económica y social y se funde com-
dos por sociólogos, incluyendo el de Michael Hechter, pletamente con una de sus primeras áreas, la sociología
Internal Colonialism: The Celtic Friáge in British National política, con los esfuerzos de estudiosos que son, a pesar
Devetopment, 1536-1966, The Declíning Signi(icance o( de todo, científicos de la política por afiliación a la discipli-
Race: Blacks and Changing American Institutions, d~ na (original o adoptada). La sociología histórica, entendi-
William Julius Wilson, Ethnic Entetprise in America: Buss/- da como una continua tradición de investigación sobre la
nes and Welfare Among Chinese, Japanese and Blacks, naturaleza y efectos de estructuras a gran escala y de
de Ivan light, el libro de Stanley lieberson, A piece of the procesos de cambio de largo plazo, llega a ser, de hecho,
Pie: Blacks and White Inmigrants Since 1880, y el de, Un conjunto transdiciplinario de esfuerzos que siempre
Doug Mc Adam, Polítical Process and Development o han tenido un importante centro de gravedad dentro de la
Black Insurgency, 1930-1970.13 . SOciología.
Muchos de estos trabajos, junto con otros estudioS
importantes en sociología histórica elaborados por Ro~ert
Belah, Joseph Ben-David, Fred Block, Morris Janowlt~~
Seymour Martin Lipset, Dietrich Rueschemeyer, Maga I

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¿Es la sociología histórica una subárea? sociólogos históricos que actualmente intentan vincular
estrechamente la sociología histórica con el legado episte-
rnológico, teórico y metodológico de Max Weber, pueden
Dentro de la sociología propiamente dicha, la sociología adoptar una postura estrecha defensiva en el intento de
histórica no es -y a mi juicio no debe llegar a ser- una lograr un lugar seguro para la sociología histórica.
subárea o una especialidad en sí misma. Tanto para la glo- Un artículo reciente de Charles Ragin y David Zaret,
ria como para la desesperanza de la disciplina, los sociólo- Theory and Method in Comparative Research: Two Strate-
gos han sido siempre notablemente eclécticos sobre los gies, ejemplifica de manera convincente esta estrategia. 19
problemas que eligen para sus investigaciones, los méto- En efecto, Ragin and Zaret le atribuyen mucho de lo que
dos que usan y el estilo de argumento que desarrollan. tradicionalmente se ha entendido como la empresa socioló-
Hoy, las orientaciones históricas están en ascenso en gica -la búsqued~ de vari?~I~s expli~atiyas generales, en )
todos estos aspectos de la empresa sociológica, pero no buen medida mediante análisis cuantitatvos-> a un enfo-
necesariamente constituyen orientaciones exclusivas. La que durkheimiano que define~ <;:?mo inherenteme~te
i~vestigación sociológica sobre problemas históricos, por antihistórico. En marcada opostcron a esta perspectiva
ejemplo, puede hacerse sobre tiempos y lugares del pasa- durkheimiana, ellos proponen en método weberiano desti-
do, o pu~de desarrollarse sobre procesos de cambio que do a explorar los rasgos particulares de casos históricos
se despliegan en el presente. Además, en el reino de la n la ayuda de conceptos de tipo-ideal. Así Ragin y Zaret
prá<;:tica de investigación actual, los sociólogos pueden ducen las formas en las cuales se pueden adaptar los
pedir prestados a los historiadores sus métodos de archi- 'todos cuantitativos al análisis de proceses en el tiempo,
vos o pueden utilizar trabajos históricos como fuentes al análisis de configuraciones complejas de causas que
secundarias de datos. Con todo, tales datos y técnicas his- eden explicar, de manera generalizable, casos particula-
tóricas pueden combinarse fácilmente con otros métodos res. Rompen el vínculo entre métodos his~óricos y o~ros
de recolección y análisis de testimonios sobre el mundo Tenninan por ponernos forzadamente a quienes practica-
social.
mos la historia comparada, desde Reinhard Bendix y Perry
De hecho, las técnicas cuantitativas que tradicionalmen- Anderson hasta Barrington Moore y yo, dentro de un cam-
t~ s~. han identiticado con la investigación sociológica no po weberiano único, ignorando las importantes difere.ncias
histórica han Sido reelaboradas para adecuarlas al análisis existentes entre aquellos que utilizan las comparaciones
de los procesos temporales.17 Los métodos cuantitativos y esencialmente para definir descripciones particulares y los
cualitativos pueden combinarse creativamente en la investi- que las utilizan para explorar o satisfacer generalizaciones
gación todavía más de lo que se ha hecho hasta ahora. ia causales.20
De la misma manera, mediante formas de análisis cuantita- Ciertamente es un error amarrar la sociología histórica a
tivos y cualitativos, la teorización sociológica puede hacer- alguna orientación epistemológica, teórica o metodológi~a,
se más sensible a secuencias que transcurren en el tiempo Un intento de esta naturaleza no lo hace justicia a la varie-
y a desarrollos históricos alternativos, sin abandonar pro- dad de enfoques que han utilizado los nueve principales
blemas de larga data para explicar patrones y efectos de estudiosos que se discuten en este libro?". Y ciertam~nte
las estructuras sociales y acciones de grupo en términos falla en captar la actual variedad de investigaciones· onen-
potencialmente generalizables.
Siempre que un conjunto de actividades económicas se
Nuevamente, Skocpol se refiere aquí a los autores considerados
amplia de manera tan notable como lo ha hecho la sociolo- el libro Vision and method in historicaJ sociology: Marc Bloch
gía histórica desde los años 1970, ocurre que repentina- {cap. 2), Kar1 Polanyi (cap. 3), S. N. Eisenstadt (cap. 4), Reinhard
f!len~~ se le otorqa mucho valor a la caracterización y clasi- 8eñdix (cap. 5), Perry Anderson (cap. 6), Edward P. Thompson
flca<;:lon del fenomeno, de manera que pueda ser enseñado (cap. 7), Immanuell Wallerstein (cap. 9) y Barrington Moore (cap.
debidamente encuadrado en marcos institucionales. Aque- 10). (Nota del compilador.)

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tadas ~istóricamente procede~tes de la sociología y s iones particulares respecto de las técnica~ y lo~ dise-
proximidades. Tanto Charles Tllly como Immanuell Walle Us de investigación siempre son hechas por investiqadc-
tein han adoptado un enfoque diferente al de Ragi~S- individuales o grupos de investigadores en el momento
Zaret. En efect~,. a.~bos han re~usa~o ~ed!c.ar demasiad~ abordar problemas dados a la luz de conceptcs específi-
tiempo a la detinición de la socioloqía histórica y en carn , teorías o hipótesis. No. hay. rec~t~s. rnecarucas para
bio, simplemente han proporcionado una amplia gama d - todos apropiados de soclologla hlst.onca. ~o. obstante,
agendas para la investigación y la teorización sobre cues~ minando la gama completa de trabajos sociolóqicos con
tiones sustantivas. Utilizando tantos métodos cualitativo • ntación histórica, uno puede trazar un "m~pa" de estra-
como cuantitativos, Tilly y sus estudiantes y cOlaboradore~ ías alternativas de investigación Y escntura que han
se han concentrado especialmente en describir y explicar ido, y probablemente continúen, utilizándose .Tal mapa
históricamente forma cambiantes de acción colectiva en puede proporcionar dictámenes meto~o.l~glcos para
la historia europea mbderna. Wallerstein y sus seguidores .Iquier investigación. Pero puede. sen~lbl~lz~r. tanto a
han adoptado una aproximación más teóricamente orienta- icantes como al público de la socioloqía hlstonc~ acer-
da -postulando un sistema capitalista mundial con ciertas de los propósitos, las ventajas y las desventajas de
estructuras y dinámicas- y luego realizaron varias clases rdajes alternativos. .. .'
de estudios sobre una enorme variedad de tiempos, luga- Doy por sentado que los soclologos que hacen ínvesti-
res y problemas para demostrar la eficacia de la nueva ión con orientación histórica siempre la hacen C?~ algu-
perspectiva. clase de intereses teóricos o conceptuales exphcitos en
Además de las agendas de investigación establecidas nte.21 Dada esta premisa relativamente neu.tra~, uno
por Tilly y Wallerstein, hemos observado también señales ede identificar fácilmente ~res. est~ategias .~nnclpales
de una rica serie de tópicos actualmente abordados por a vincular, una con otras, histona e Ideas te?~lcas: ~Igu- I
sociológos con orientación histórica. Quienquiera que mire sociólogos históricos aplican un modelo teonc.o UnlCOa
los métodos e ideas utilizados por muchos de estos investi- a o más de las muchas instancias posibles cubiertas p~r
gadores percibirá de inmediato un eclecticismo variado y modelo. Otros sociólogos históricos quieren des~u~r~r ~
fructífero. Obviamente, cuando proble s ersj2ectivas ularidades causales que den cuenta de procesos hls~or.'-
sustantivas, más que e istemologías o metodologías pre- s o resultados específicamente defin!dos "j exploren hipo-
conceDiOaS, d~inen la sus c· de la.sQC.iología..h[stólica, is alternativas para alcanzar ese fin. FIn.al~ente, otros ¡
las investigaciones y los argumentos son libres d sarro- iólogos históricos, que tienden a ser escépücos .re~pec::-
liarse eñ una val}eda de estilos. Las estrategias de investi- del valor de los modelos generales o de las hlpotesl~
gación en sociología histórica reflejan muy adecuadamente usales, emplean conceptos p~ra des~rr~lI~r lo q.ue 'p.odr~-
todas las diversidades, desacuerdos y dilemas que siempre llamarse, mejor, interpretaclone~stoncas slg,nlflcatl-
han marcado a la sociología y a las ciencias sociales en . Cada una de estas -estrategias puede s~r aph?ada ~
conjunto. Al mismo tiempo, las preguntas y respuestas his- único o a dos o más casos históricos mediante investi-
tóricas son libres de desafiar las aproximaciones no históri- ciones históricas comparativas.22
cas dondequiera que ellas puedan encontrarse en sociolo- Estas tres estrategias principales no están sepa~adas
gía. La competencia intelectual puede mantenerse abierta Y rméticamente una de otras; siempre se han realizado
los sociólogos orientados históricamente pueden ganar mbinaciones creativas. Más aún, muchos estudios regu-
terreno dondequiera que sus investigaciones pueden hacer ente reúnen estas estrategias principales y las estrate-
un trabajo mejor respecto de otras alternativas que dan 'as se repiten a pesar de que ocurran ~~riaciones en los
cuenta de los patrones y dinámicas de la vida social. os de problemas históricos que I~s socíóloqos traten, los
¿Podemos concluir, entonces, en que no puede decirse sos precisos para recoger y anahzar pruebas y el conte-
nada útil acerca de las estrategias de investigación en 'do de las ideas teóricas con las que tratan esos proble-
sociología histórica en un sentido amplio? De hecho las mas, Con la ayuda de ejemplos de publicaciones de algu-

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nos investiga~ores, ordenados en la figura 1
ahora profundizar esas afirmaciones y explor' m~ perl1'litité Aplicación de un modelo general a la historia
las fortalezas y debilidades de cada una de lar a gunas de
pra?ti~a.das d~ntro de la amplia gama deal~:sttateg.ias
sociológicos orientados históricamente. estudIos ~á por los años 1950 Y 1960, cuando la sociología asu-
",fa cómodamente -ie imperialísticamente!- que era una
a? a? disCiplinacapaz de formular una teoría general de la socie-
~
C/)
¡g dad aplicable de manera universal y la historia era condes-
3 ~' cendiente tomada por los sociólogos como y una colección
e, o' -de investigaciones de archivo dedicadas a reunir "los
;:;: o
i)' hechos· sobre determinados momentos y lugares del)
(j) pasado, la aplicación de un modelo general a uno o más
C/)
casos históricos era el tipo de sociología histórica que
tenía buenas posibilidades de ser recocido como empírica-
mente riguroso y teóricamente relevante en los principales
cfrculos disciplinarios. Un sobresaliente ejemplo de este
(J) .nfoque es Social Change in the Industrial Revolution, de
3
(1) Neil Smelser, un importante trabajo estructural-funcionalis-
(jj 18 de sociología histórica publicado en 1959 y subtitulado
..,
(1)
apropiadamente An Application of Theory to the British
Cotton Industry.23
La teoría aplicada en el libro de Smelser es un modelo \
»
::1 de relevancia supuestamente universal sobre las secuen- ,
a. cias lógicas por las que transitan todos y cada uno de los
(1)
cambios evolutivos que involucran diferenciaciones socia-
~ les. Este modelo es desarrollado por Smelser en la forma
::1
de conjuntos elaborados de "cajas teóricas vacías" que lue-
ID ~
::J go procede a "llenar" y "rellenar" con dos juegos de aconte-
(1) o
::1 cimientos tomados de la historia británica del siglo XX: pri-
a. 3 mero, los hechos relacionados con los cambios en la
x', 'O

G>
(1)
s::1 estructura de la industria del algodón como un conjunto de
empresas económicas, y luego los hechos respecto de los

TI
(1)
::.
N -
(J)
Q)
..,
..,
cambios en la vida y actividad de los trabajadores de la
industria del algodón. Por consiguiente, dicho con preci-
sión, Social Change in the Industrial Revolution es un tra-
ala. bajo de historia comparada, en el sentido en que el mismo
se aplica de manera sucesiva a dos casos analíticamente
5'
~
G>
o distintos de diferenciación social (aunque empíricamente
~(J) c::: interconectados). Smelser, sin embargo, no está interesado
::I~ a:(J)
gID ::I~ en comparar sus dos secuencias de cambio directamente
(1)0
-gal
_::1
.., (') una con otra. Tampoco presenta su aplicación de la teoría
_::1 "[ a la historia británica como algo más que incidental a s.us
=(1)
0-'"
propósitos teóricos generales. Su teoría estructural-funclo-
Di' nalista de la diferenciación evolutiva puede ser, en princi-
::1a±
--Q)
::.
-< ~_.
' 3 ñ'
(/) e
0;:::;-
00 ~ 157
"'::1
(1),
pio, igualmente aplicada a un conjunto infinito de casos riencias de Karl Marx, Nikolai L~nin, Mao Tse Tu.ng y
través del tiempo y del espacio. a Robert Michels. Sin embargo, siguiendo una estrategia de
_ Otro eje~pl~, est~ vez ~ublicado a .mediados de los análisis que recuerda muy de cerca la de ~melser, Sch-
an<;>s.1960, ilumina ~~s ampll.a~e.nte las Intenciones caras, wartz, en su libro Radical Protest and SOCIal Structures:
tarísücas de los ~oclo.logos histéricos que aplican modelos The Southem Farmer's Alliance and Cotton Tenancy, 1880-
ge.nerales a la historia .. El atrayente lI~ro escrito por Kai 1890, elabora un modelo general d~ los procesos por los
Enkson, Wayward PUf/tan s: A Study In the Sociology o( cuales movimientos de protesta .radlc.al se desarrollan y /0
Devi~nce, comi~nza elabo.rando tJn modelo dukheimiano tienen éxito o fracasan en el derribamiento de ~na estsuctu-
de como cual~Uler comunidad puede definir y regular la ra de poder establecida.26 Luego, Schwartz aplica ~I mode-
conducta desvlada.24 Luego toma la comunidad puritana de lo al ejemplo histórico de la Alianza de los Granjeros del
la bahía de Massachusetts en 1600 como un escenario Sur, que surge en Estados Unidos a fines del si~lo XIX y
para .examin~r muchas ideas principales sobre la conducta desafía a las oligarquías de plantadores Y comerciantes de
desviada derivadas del modelo dukheimiano. Erikson reco- algodón.
n?c~ .que tien~ ~~ interés personal intrínseco en el caso Evaluando la fortaleza y la debilidad de esta primera)
histórico que ellglo explorar y por consiguiente (como Smel- estrategia de sociología histórica, es nec?sario c?mpren-
ser con la Revolución Industrial) investiga su caso histórico der, en principio, que aquellos que la practican estan espe-
inspirándose en fuentes primarias, como puede hacerlo un cialmente interesados en demostrar y elaborar la I~g!ca
historiador social. No obstante, Erikson subraya que su interna de un modelo teórico general. Para este propósito,
estudio "debe verse más como sociológico que como histó- la aplicación detallada de éste a uno o más ~asos hi~t~ri-
rico" y ofre e una declaración perfecta de la lógica con que cos relevantes es muy valiosa, porque permite al teonco
7
muestra primera generación de sociólogos históricos sus- especificar y operacionalizar lo que de otra manera p~rma-
tenta esa caracterización: necería necesariamente como. conceptos y proposIciones
teóricas muy abstractas.27 Smelser, por ejemplo, debe pro-
"la .infonnación reunida aqul no ha sido recolectada para porcionar, para cada una de sus d~s secuencias de ~~m-
arrojar nue~s luces sobre la comunidad puritana de Nueva bio referencias concretas para nociones tales como dite-
Inglaterra, sino para agregar algo a nuestra comprensión de re~ciación estructural" Y "síntomas de dlsturbio" y debe
I~ cond.ucta desviada en general y, por lo tanto, la experien- dotar de sustancia histórica a su proposición centr~1 de
cia puntana en América ha sido tratada en estas páginas que en cualquier lugar en que "~na división del .t~abaJo se
como un ejemplo de la vida humana en cualquier parte. Si el hace más cornoleja" ocurren siete pasos analltlcamente
enfoque adoptado aqul es o no plausible ( ... ) dependerá
eventualmente de la medida en que contribuya a explicar la reconocibles.
De manera similar, Erikson se ve obligado a concretar
conduc~ de la gente en otros tiempos y no sólo de los suje-
tos particulares de este estudio".25 ideas tales como "límites comunitarios· y "normas de gru-
po. y debe demostrar cómo, ~n términos de los símbQlos Y
Mientras las ideas durkheimianas y, especialmente, prácticas sociales de los purítanos de Massachusett~, las
estr~ctural-funcio.nalistas parsonianas se prestan en buena personas con con~ucta desvia~as Y sus ~ctos propor~lo~an
medl.da a est~ genero de sociología histórica, muy diferen- "servicios necesarios a la SOCiedad, senalando los limites
tes tipos de concepciones teóricas pueden ser, también, externos de la experiencia de grupo Y suministran~o un
base para model~s aplicables a casos tratados simplemen- punto de constraste que da ( ... ) [a las normas socl~les]
te como una o mas entre muchas instancias históricas posi- cierto alcance y dimensi~n·.29. Finalmente, Schwart~ tlen~
bles a las cuales el modelo puede ser aplicado. No puede que especificar y operaclonallzar conceptos como p~d.e
encontrarse crítico más decidido a los puntos de vista de estructural", "organización de masas" Y "estructura matrl~ y
Smelser que, por ejemplo, Michael Schwarts, quien toma debe tratar de convencernos de que las demandas Y tácti-
sus argumentos sobre las clases subordinadas y sus expe- cas "incorrectas·, "ignorancia estructural" Y fallas en rnante-

159
ner la "democracia organizativa" pueden, plausible mente menos críticas de este tipo. Sin embargo, en principio pue-
servir para poner orden en los acontecimientos de la histo~ den atribuírseles los mismos cargos ?e acomodar I~s pre-
ría de la Alianza de Granjeros del Sur, desde su nacimiento sentaciones históricas para que encalen en una teoría pre-
hasta su muerte como movimientos de protesta radical.
concebida. .' I
La referencia a la verosimilitud nos lleva, sin embargo, a Trabajando dentro ~~ lo:" l!r~lItes de su. genero, os
los posibles escollos inherentes al género de sociología . 'Iogos con orlentactcn htstóríca que aplican modelos
histórica que practican Smelser, Erikson 'i Schwartz: la apli- SOCIO di . di t I
enerales se han movido en dos irecctones lame ra -
cación del modelo a uno o más casos históricos pueden ~nte opuestas en el intento ~e no caer en la tramp~ de
parecer muy arbitraria en, al menos, dos sentidos. Primero aparentar que aplican una teorla a ?,asos y hechos ar~lt!a-
el modelo en sí tiene que asumirse como dado del model~ riamente seleccionados. Una solución usada por el teórico
se expresa en la estructura asaz retórica de los trabajos de evolucionista Gerhard Lensi es,. en sus propias pa~abras,
este géne~o, ya que éstos invariablemente dedican capítu- -aplicar un modelo general al umverso de todas I~~ Inst~~
los o secclo~e.s enteras a la elaboración lógica de concep- cias históricas conocidas (incluyendo las etnoqráficas) .
tos y proposjcrones altamente abstractos antes de utilizar- Este abordaje tiene la ventaja de evitar. la acusecron de
los en el análisis de casos históricos. Para los lectores que que los casos son seleccionados para aJust.arse. a la teo-
ya simpatizan con el tipo de perspectiva teórica en cues- ría mientras se ignoran otros. La d~sventaJ~, Sin, e~b~r-
tión, esto puede no parecer problemática. Pero para aque- go: es que el investigador se distancia d~ su Int~res. Intn~-
llos que encuentran el modelo incomprensible, incoherente seco en algún caso particular que la etiqueta socioloqla
o cuestionable, surge desde el principio una sensación de histórica" difícilmente parece apropiada para esta clase de
arbitrariedad.
estudios.31 . . d r
Segundo, dado el modelo puede también surgir pregun- Un abordaje constrastante con el de la hlsto!la mo e I-
tas acerca de su aplicación en cada caso. Puesto que con- zada es refinadamente ejemplificado por el Intento de
ceptos y proposiciones de alta generalidad están en cues- David Willer de utilizar modelos formales elementales .~e
tión, ¿cómo podemos saber que dos investigadores lo relaciones y conflictos so~ia~e:" para ~xplorar la adecuaclo~
concretarían de la misma forma? ¿Podrían, acaso, algunos de las interpretaciones hlstóricas eXlstente~ de los proce
hechos históricos arbitrariamente seleccionados fundamen- sos que condujeron a la caída del Imperio R?m,a~o en
tar cualquier modelo general concebible? ¿Cómo podemos Occidente.32 Willer no intenta capturar el caso históríco en
saber si el sociólogo que aplica su modelo preferido no su totalidad, en toda su complejidad, en un m~d~l~ preesta-
está dejando fuera hechos importantes que pueden ser blecido. En cambio, indaga los argumentos hlstonc~s exis-
perjudiciales para el mismo? Es muy probable que pregun- tentes sobre puntos estratégicos del c~-so seleccionado.
tas de este tipo surjan cuando libros o artículos de este Lo que intenta es simplemente ver SI los procesos to-
género de sociología histórica tengan un alto grado de ela- mados se sostienen en términos de sus mo~elos formales,
boración teórica general para la presentación analítica de que han sido probados en situaciones expenmental~s con-
secuencias concretas de acontecimientos históricos. Todo troladas. Los resultados son merame.nte sugestivos y,
el ejercicio puede parecer, especialmente para historiado- como el propio Willer enfatiza, no sustituyen argum~nto~
res, como una imposición muy antiestética de jerga socioló- más comprensivos sobre el c.a:"o rom:'ln.o. Con to o'.~_
gica sobre hechos históricos arbitrariamente seleccionados estudio de Willer sugiere beneñciosas tácticas a los S~CI~
y ordenados. Por cierto hay quejas en este sentido que logos que quieren aplicar modelos generales a casos histó-
pueden dirigirse contra el libro de Smelser.29 En contraste,
libros como el de Schwartz y especialmente el de Erikson, rico~~se a que una perceptible arbitrariedad pu~de .in~n.dar
que dedican mucho mayor espacio a la descripción y los trabajos de este primer género de soclologla hlstónca,
reconstrucción de acontecimientos históricos relacionados quienes aspiran a aplicar ~odelos ~enerales r~ra ve~ retr~~
con lugares y coyunturas particulares, pueden despertar ceden ante las prácticas mas selectivas y parciales eJempll

160 161
ficadas en el estudio de Willer, Más a menudo, éstas co
binan la aplicación de un modelo general con alguna de ,rl1- medida, de su resona~cia ~~ las se~sibilidades políticas de
otras d os pnncma
"1' es estrategias de la sociología histórias fTlUchoscientíficos SOCialesjóvenes.P
~ue se discuten ,aquí. Charles, LO,uisey Richard Tilly, en ~~ En estas conclusiones sobre los modos en que se puede
libro The Rebellius Century, por ejemplo, aplican un model aplicar un modelo general a la historia de manera más plau-
general de "70nflicto P~lític~" para dar cuenta de los patro~ sible, asumo que los siguientes,?OS,~éneros de sociología
nes ,de conflicto colectivo violento en Francia, Italia y Ale- histórica que se tratará~ -la ~llrz,a~lond~ c~~ce~tos para
ma,nla~~tre 1830 y 1930,3J Ellos hacen más convincente la desarrollar interpretaciones hlst?ncas slgnrfrcatlv~s y la
aploación de este modelo porque confrontan sistemátic _ exploración de hipótesis alt,ernatlvas sob~e,regulanda?e~
~ente los p~tro~es históricos de cada historia nacional, n~ causales en historia- desplregan caractenstrcamente t,actl-
s?'o con hjpótesia causales derivadas de su propio modelo as discursivas más fuertes que las que emplea el pnmer
srno t~m~ren con las que se desprenden de un modelo ~nero para convencer a su público de que los argumentos
durkhelmlano opuesto que ha sido frecuentemente utilizado presentados son verosímiles, Las razone,s,por las cua!es
p,or leg,os y teóricos sociológicos por igual para explicar la esto puede ser verdad se harán más ma~iflestas a medrda
vrol:ncla colectr~a, Es harto interesante que, en un último que exploremos cada uno de estos aoordejes.
capitulo de SO~/al Change and the Industrial Revolution,
Smelser se dedique brevemente a una estrategia similar, El
contrasta su abordaje de la explicación del malestar de la
c!ase obrera británica a me,diadosdel siglo XIX con hipóte- El uso de conceptos para interpretar la historia
Sl~que se denvan ?e premrsas marxistas o de la economía
clasl?a, No es accidental, quizás, que estos pasajes pro-
porcionan la lectura más vital y consistente del libro de Una segunda estrategia principal regularmente empleada
Smelser, que de otra manera resultaría pesado» por sociólogos históricos e~ I~ ,qu~ usa conceptos ~ar,a
Una estrategia alternativa para apuntalar la plausibilidad desarrollar interpretaciones Significativas de patrones hrst?-
de ,un modelo ge~eral aplicado a la historia es ejemplificado ricos generalizados, De algu,n~ manera, esta ~~trategla
~Jor por el,trabajOde uno de los principales sociólogos his- puede ser considerada una ti mida respue~ta c~rtrcaa los
toncos analizados e~ este libro,•••• En Modern World-Sys- esfuerzos desplegados por estructural-tuncicnalistas, mar-
tern, como he~o,s Visto, Immanuell Wal/erstein aplica un xistas y muchos otros que aplican putativame~te model?s
modelo ~e caprtalismo mundral a los últimos quince años de teóricos muy generales a la hist~ria, ~~s trabajos de Reln-
la hístoria del mundo, Modelos complementarios -"imperio hard Bendix y E, P. Thompson ejeropliñcan nu~stra segun-
mundial", "rn,inisistema"~ "socialismo mundial"- son presen- da estrategia y ya hemos visto que tanto los metodos como
tados tarroién para cubrir cualquier otra posibilidad -previa los contenidos de sus estudios se han desarrol/~do~,como
o subsecuente- en la historia del mundo, No obstante la reacción contra las tendencias a la sobregenerahzacro~y el
empresa de Wall~rste,i~no puede ser considerada simple- determinismo que ellos perciben ,e~ el estructural~funclon~-
mente como la aplicación de una teoría general a la historia, lismo y en los escritos economlclstas, del marxismo, Sin
El ofrece también una significativa visión del mundo desde embargo, más allá de su posible géneSISen tales respues-
las perspectivas políticas de los críticos radicales del sistema tas críticas, la estrategia de usar conceptos par~ ~esarrolla~
capitalista ":lundial provenientes del Tercer Mundo y de los interpretaciones significativas de patrones históricos es u
Estad,osUnrdos, Como Ragin y Chirot enfatizan, el posible abordaje' positivo en sí m~smo,~omo lo d~muestra ,P,aul
atractrvo de la propuesta de Wallerstein depende, en buena Starr en The Social Trensiormetion of American Me~/c/~e,
ésta es una estrategia de investigación y prese~taclon dlS~
····Skocpol se refiere, obviamente, a Visión and Method in Histori- cursiva que puede ser usada directa y no pnm~namente,es
cal Soc/%gy. (Nota del compilador,) oposición polémica a los argumentos ofrecidos por o
constructuros de modelos generales,36

162
163
"te en las narraciones históricas de cada caso nacional.
Los sociólogos históricos interpretativos -el rótulo qUe ero, Bendix toma temas y conceptos específicos de los
he querido ponerle a los practicantes de esta segunda ajos de Max Weber, 000 Hintze y Alexis de Tocqueville
estrategia- son escépticos sobre la utilidad de aplicar ra dirigir la atención de sus lectores a las cuestiones
modelos teóricos a la historia o de emplear un enfoque de ,feridas a autoridad política y a la variedad de patrones de
hipótesis de control para establecer generalizaciones cau. stituciones políticas elegidas para debatir en los varios
sales sobre estructuras y patrones de cambio a gran esca, os que abarca. Debido a que todos sus libros son prefe-
la. En cambio, ellos procuran interpretaciones significati- Itemente comparativos, antes que estudios de casos úni-
vas de la historia, en dos sentidos entrelazados de la • Bendix despliega sus conceptos orientándolos en dos
palabra significativo.37 Primero, prestan cuidadosa aten- recciones. Primero, como Thompson Y Starr, emplea
ción a las intenciones culturalmente fijadas de los actores gunos de ellos _especialmente aquellos presentados
individuales o colectivos en los escenarios históricos obje- rno temas básicos para organizar la vida política en un
to de investigación. Segundo, tanto los temas elegidos "junto de políticas de cierto tipo- para orientar los rela-
para el estudio histórico como los tipos de argumentos que s de acontecimientos Y patrones en cada uno de sus
desarrollan sobre éste, deben ser cultural o políticamente itudios de caso. No obstante, Bendix utiliza adicionalmen-
"significantes" en el presente; esto es, significante para el algunos conceptos como puntos claves para establecer
público, siempre mayor que el especializado de la acade- s características particulares de cada caso, ya sea
mia, al cual se dirigen las publicaciones de los sociólogos diante contrastes de patrones de caso con un concepto
interpretativos. neral o mediante contrastes de ese caso con otros en
Pese a que los sociólogos históricos interpretativos son rminos de cómo maneja una cierta cuestión básica (como
ilTl'lícita o explícitamente escépticos sobre cuanto pase por
legitimación de la autoridad de un rey).
teoría entre los estudiosos de la sociedad y de la historia Efectivamente, siempre que los sociólogos históricos
científicamente orientados, ellos mismos no son ciertamente Iterpretativos realizan estudios históricos comparativos,
antiteóricos. Por el contrario, prestan cuidadosa atención a la ás que simples presentaciones de historias únicas con-
reorientación y la clarificación conceptuales y siempre emple- ceptualmente estructuradas, utilizan las comparaciones con
an conceptos explícitos de alguna generalidad para definir 1I propósito específico de destacar las características parti-
sus temas y guiarse en la selección y presentación de patro- culares de cada caso individual. Los estudios comparati-
nes históricos de uno o más estudios de caso. Por ejemplo,
vos, según Bendix,
E. P. Thompson, en The Making of the Enghish Working
Class, propone (en oposición polémica con las visiones eco- "aumentan la visibilidad de una estructura contrastándola
nómica-deterministas) un concepto de clase como "un fenó- con otra. Así, el feudalismo europeo puede ser definido más
meno histórico", "un proceso activo que se debe tanto a la precisamente por comparación, digamos, con el feudalismo
agencia como al condicionamiento",38 y luego utiliza este japonés [y} la significación de la Iglesia en la civilización
concepto para ordenar relatos seleccionados de aconteci- occidental puede verse más claramente por contraste con
mientos de la historia británica de principios del siglo XIX. Y civilizaciones en las cuales no se desarrolló una orientación
Paul Starr, en The Social Transformation of American Medi- clerical semejante".«>
cine, reelabora las nociones weberianas de autoridad y dra-
En otra parte, Bendix elaborará la siguiente manera de
matiza específicamente una concepción de la "autoridad cul-
tural" para establecer las etapas del largo camino de utilizar las comparaciones históricas:
ascenso recorrido por la profesión médica norteamericana
"Mediante el análisis comparativo quiero preservar, tanto
hacia una posición de gran prestigio, poder y riqueza.39 como pueda, un sentido de particularidad histórica, aun
De manera similar, los principales libros de Reinhard cuando esté comparando palses diferentes. En vez de
Bendix en historia política comparada, Nation-Building and intentar generalizaciones más amplias y perder ese sentido,
Citizensship y Kings or People, no se sumergen simple- hago las mismas preguntas o al menos preguntas similares

165
a.materiales divergentes y asf dejo espacio para respUes
dl.vergentes. QUIero hacer más transparentes las dive las a histórica ya analizada, ni probar o desarrollar generalí-
aes entre estructuras de autoridad y entre las vlas fger¡, iones causales, como en la tercera estrategia, que se
cuales Ias SOCl'ecj~ d~.sh'~n respondIdo a los desaffos impl(
POrla.s asentará a continuación.
tos en los logros ClVlhzaClonalesde otros países.".! el, Cuando se hacen bien, los trabajos interpretativos pue-
n ser las contribuciones más convincentes entre los dife-
Oe.bido a que los sociólogos interpretativos utilizan co
paracrones para resaltar las características particulares
c~da caso, es muy probable que ellos incluyan en sus est ~
¿' ntes estilos de sociología histórica -ciertamente,
más convincentes para el público más amplio que se
los

extiende más allá del académico. Las razones son simples.


dios casos q~? aum~nten las posibilidades de lograr co~, primera, puede desplegar, para mayor ventaja del género,
trastes ~ramatl~os. SI, como Bendix, cubren una gama de ¡Una escritura elegante. Los conceptos orientadores pueden
casos, Invocaran con más frecuencia los extremos t I esentarse brevemente y mucha de la argumentación pue-
co,:"o Ingl.aterra versus Rusia, en sus argumentos c~m~:~ de proceder del sentido común del narrador. No hay nece-
rativos. SI, cO,:"o a menudo sucede, tratan solamente un 'dad de moverse desde un modelo altamente abstracto a
p,ar.de cases. estos serán seleccionados de acuerdo con la ecificaciones históricas que pueden parecer arbitrarias
loglca .suc!ntamenkJ ilustrada por Cliffton Geertz en su arrancadas artificial mente de contexto; ni tampoco se
peque~o libro, Islam Observed. En un primer capítulo necesita romper repetidamente el fluir de la descripción
expreslv,amente titulado "Two Countries, Two CUltures; ara examinar hipótesis causales alternativas. Segunda,
rOos paises, dos cu~u~~s1, Geertz nos dice por qué, den- los trabajos de esta clase necesariamente tocan intensas
tro de muchas pOSibilidades, seleccionó Indonesia sensibilidades contemporáneas, tendencias intelectuales y
M~rrue?o~ para su estudio del desarrollo religioso en lor suposiciones de cómo funciona el mundo. Los tra~ajos
paises islámicos en proceso de modernización: interpretativos acentúan deliberadamente la rel~vancla .de
la visión del mundo significativa para su pretendido audito-
"Su más obvia semejanza es (...) su afirmación religiosa' rio, ya sea que se trate de un 'público perteneciente a los
~ro es.tam~ién, por lo menos culturalmente hablando, s~ grupos gobernantes (como en el caso de los li.bros de Ben-
dl!erencla ma~ obvia. ellos se mantienen en los extremos
dix y Starr) o de un público políticamente opositor (como en
?n?ntal y ~Idental de la angosta franja de la civilización
Islamlca das~ca que, emergiendo de Arabia, alcanzó la línea el del libro de E. P. Thompson).
cen~raJc:l&1 VIeJoMundo y, así ubicados, han participado en Finalmente, también, tanto los estudios de un único
la historia de la civilización de maneras completamente dife- caso como los comparativos realizados en este género
rentes, en grados con:'pletamente diferentes y con resulta- enfatizan la descripción de determinados momentos y luga-
dos completamente dIferentes. Ambos se inclinan ante la res destacando su rica complejidad y prestan atención a las
Meca, pero, en las antípodas del mundo islámico, lo hacen orientaciones de los actores tanto como a los contextos ins-
en dIreCCIonesdlferentes.42
titucionales y culturales en los cuales éstos operan. Conse-
cuentemente, los ensayos interpretativos pueden parecer
Para Geertz, Indonesia y Marruecos son tan adecuados extraordinariamente vívidos y completos, como una buena
para comparar precisamente porque, a causa del agudo novela de Flaubert. Por supuesto, el relato completo nunca
contra.ste que ofrecen dentro del Islam, "constituyen una puede ser desarrollado en ningún trabajo de historia o de
espec~~ de comentario del carácter de uno y otro".43 Su sociología histórica. Pero los estudios interpretativos pue-
selecciór, de. los casos, paralela a la razón principal de la den dar la impresión de plenitud mucho más fácilmente que
misma, refl?!a perf~ta!l:ente. el propós.ito distintivo para el los trabajos de sociología histórica que inten.'an aplicar
que los soclologos históricos tnterpretatívos utilizan la hlsto- modelos o establecer conexiones causales de Importancia
na c?mparada. Lo que intentan es clarificar particularidades para más de un caso.
mediante contra~t?s y no mostrar la aplicabilidad repetitiva Desde cierto punto de vista filosófico, los tipos de c?m-
de un modelo teórico, como en la primera clase de sociolo- prensión de la historia social que los trabajos interpretatlvos

166
167
buscan otorgar, representan el más deseable y tal Vez I estructuras, coyunturas y actividades que "hicieron" dis-
único conocimiento realmente factible y disponible media; ¡Ya a la clase obrera inglesa, si sólo hubiese querido ser
te la sociología histórica.w Resulta, entonces, que el mayO; IS cuidadoso en sus comparaciones entre Estados Uni-
o menor éxito de los trabajos interpretativos sólo puede ser y Europa occidental.-s Asimismo, en un comentario al
juzgado a partir del desafío que ellos mismos se imponen. 'o de Paul Starr, Charles Bidwell se pregunta si los médi-
encontrar el enfoque conceptual más convincente Con ei disfrutan de menos "autoridad cultural" que sus colegas
cual mediar entre los sucesos significativos del pasado y Estados Unidos. Bidwell apunta que si la autoridad cul-
los intereses del público de hoy. Sin embargo, desde la I y la demanda económica de servicios fueran verdade-
perspectiva de los científicos sociales interesados en el ,mente similares entre Gran Bretaña y Estados Unidos,
conocimiento teórico general (de cualquier grado) sobre las ros factores, distintos a los que Starr destaca, podrían ser
regularidades causales en estructuras y procesos sociales importantes a la hora de considerar el mayor poder
los sociólogos históricos interpretativos pueden ser casi ,fesional que ha alcanzado la profesión médica en Esta-
siempre señalados por su despreocupación por establecer s Unidos.46
razonamientos explicativos válidos. Tanto los conceptos Bidwell califica a las ideas que guiaron la interpretación
que desarrollan los sociólogos interpretativos corno sus ,Istórica de Starr en The Social Translormation 01 Ameri-
narraciones descriptivas sobre las que éstas descansan Medicine como "más metáfora que teoría" y concluye
fuertemente, aseguran o implican toda clase de conexiones e "cuando la (... ) metáfora se aplica a un solo caso, éste
causales. No obstante, estos sociólogos históricos no están elve al punto de sus propias particularidades" en lugar
interesados en establecer explicaciones que se sostengan ofrecer "una teoría comprobable de la profesional iza-
bien a través de más de un caso. Desde el punto de vista ión". Este es exactamente el tipo de crítica que puede
de quien se interesa por la verificación causal, empero, los acérsele casi siempre a un trabajo de sociología histórica
trabajos interpretativos pueden ser erróneos aún siendo Iterpretativa desde la posición ventajosa de los sociólo-
convincentes. lOS históricos y de otros que se dedican a desarrollar
En el estilo interpretativo, el peligro es probablemente generalizaciones causales y modelos teóricos. Mientras
mayor para estudios de un solo caso. Las historias compa- los sociólogos históricos interpretativos permanezcan en
rativas, especialmente los trabajos de amplia cobertura, los confines de su propio discurso, preocupados principal-
como los de Reinhard Bendix, tienen mayores posibilidades mente por presentar historias sociales significativas a otros
de mostrar aseveraciones causales inconsistentes y opor- que comparten su percepción de los problemas y su visión
tunidades perdidas de exploración de regularidades causa- del mundo, probablemente no encontrarán convincentes
les, de manera visible para cualquier lector astuto (como lo tales críticas. Pueden incluso estar preparados para ase-
demuestran las reflexiones de Dietrich Rueschemeyer gurar, como lo hace E. P. Thompson, que las conexiones
sobre Bendix). Para investigaciones de un solo caso, como causal es más significativas operan como configuraciones
las de Thompson y Starr, sin embargo, una crítica necesita complejas dentro de una historia nacional dada y, en cual-
traer a la mente nuevos casos comparativos potenciales quier caso, están demasiado ligadas a orientaciones signi-
para comenzar a percibir las mencionadas inadecuaciones ficativas de actores del pasado y presente para ser contra-
causales y las oportunidades perdidas. rias a generalizaciones causales que ignoran o subestiman
Es interesante que, para cada uno de estos ejemplos, esas orientaciones.47
uno pueda preguntarse cómo los argumentos presentados De la misma manera que los otros dos estilos de socio-
para Inglaterra o Estados Unidos se hubiesen sostenido si logía histórica que se presentan aquí, las investigaciones
cada autor hubiera extendido sus aseveraciones causales históricas interpretativas pueden ciertamente conjugarse
tentativas a la otra nación. Un trabajo reciente de Ira Katz- con elementos de las estrategias alternativas. Ya he argu-
nelson sugiere que E. O. Thompson pudo haber desarrolla- mentado que la perspectiva del modelo mundial de
do una argumentación más política y menos cultural sobre Wallerstein combina la aplicación de un modelo teórico

168 169
general íi1 la historia con el desarrollo de una interpretaci.
histórica políticamente significativa. Quienes aplican mOd°f)
los generales, he sugerido, pueden encontrar útil hacer :- smente en diferentes épocas y aspectos las relaciones
tipo de lIama~ie~tos a las sensibilidadas del público actual ,tre blancos y no blancos en Africa del sur y Estados Uní-
que los estudios mterpretativos expresan de manera rutina s, desde la colonia hasta los tiempos modernos. Básica-
ria. Desde el punto de vista interpretativo, Perry Andersof)- nte, Fredrickson, al igual que Geertz, desea que un caso
en Passages from Antiquy to Feudalism y Lineages o{ estre las características distintivas del otro. Pero aquí i¡
Absolutism State, refuerza sus argumentos histórico-com_ lá, en los puntos donde aparecen cuestiones en las cua-
parativos destinados a destacar trayectorias particulares 's argumentar sobre partes teóricas relevantes, Fredrick-
con la aplicación de una teoría marxista de la lógica de n rompe su relato para utilizar aproximaciones a compa-
cambios socio-políticos de largo plazo a un linaje histórico iones controladas dentro o entre sus principales casos
considerado más dinámico, progresivo y global mente rele- ra investigar cuál de los diversos argumentos causales
vante que cualquier otro linaje histórico. Los dos libros de ernativos responde mejor a los testimonios. Esto lo reali-
Anderson pueden así ser considerados como un intento por , por ejemplo, con los argumentos sobre las proporciones
fusionar la aplicación de un modelo general con un estudio mográficas como posibles explicaciones para el surgi-
básicamenta interpretativo y particularizado. Pero esta cla- íento de la esclavitud o los sistemas de castas raciales y
se de esfuerzo no es usual. Los sociólogos históricos inter- mbién con teorías sobre los efectos de los mercados de
pretativos encuentran más convenientes moverse cautelo- ajo industrial sobre la segregación racial. El efecto de
samente probando hipótesis alternativas, ya que la njunto es lograr que los eslabones cruciales del argu-
aplicación de modelos teóricos de verdades generales viola nto de Fredrickson se vuelvan más convincentes para
su percepción de particularidades y variedad históricas. '8 científicos sociales interesados en generalizaciones
El trabajo de Alvin Gouldner, "Stalinism: A Study of Inter- usales válidas que lo serían si se los orientara exclusiva-
nal Colonialism", es un excelente ejemplo de un estudio de nte en función de los contrastes concretos entre Africa
caso interpretativo que también se mueve en la dirección I Sur y Estados Unidos. Esto es cierto, aun cuando White
de convertir su interpretación preferida en hipótesis causa- 'Premacy sea en conjunto mucho más un trabajo inter-
les intranacionales cruzadas veriñcablss.se Buena parte del retativo en todo lo que se refiere a las características
ensayo de Gouldner está dedicado a la discusión de cómo Ifatizadas en esta sección.
el stalinismo puede ser conceptualizado más significativa-
mente, seguida de una presentación narrativa del drama de
la historia soviética desde 1920 hasta 1930 en términos de
"colonialismo interno", concepción que Gouldner apoya. Análisis de las regularidades causales en hist~ria
Brevemente, sin embargo, al final de su ensayo Gouldner
considera si esta interpretación puede explicar también el
curso diferente tomado por la dominación comunista en ienes practican la tercera de las principales estrategias
China, indicando así un anhelo de probar y refinar un argu- sociología histórica proceden de manera diferente a
mento visto como potencialrnenta generalizable más allá de mo lo hacen los sociólogos históricos interpretativos o
la sola instancia soviética. S que aplican modelos generales a uno o más casos
Un importante trabajo de historia que combina momen- istóricos. Aquí, como ejemplifican algunos de los traba-
tos de hipótesis explícitas probadas con interpretaciones y S más importantes de Marc Bloch y Barrington Moore, el
contrastes eficaces es White Supremacy: A Comparativa o se pone sobre el desarrollo de una explicación ade-
Study-in American and South African History, escrito por el ada para un resultado o un patrón definido en la histo-
historiador George Fredrickson.49 Cada capítulo de este . Ni lo lógica de un único modelo global, ni la explora-
trabajo impresionante y bellamente escrito divide compara- lón significativa de las complejas particularidades de
da tiempo y lugar singular tienen prioridad. En cambio,
investigador asume que en la historia pueden encon-
170

171
rt Brenner en "Agrarian Class Structure and Economic
trarse regularidades causales -al menos, regularidad elopment in Pre-Industrial Europee"?53¿Por qué la Chi-
causales de alcance limitado-. El o ella se mueve de ~s del siglo XIX fue inusualmente resistente a la compra de
lado a otro entre los aspectos de los casos históricos t1 ductos extranjeros?, como se pregunta Gary Hamilton
hipótesis alternativas que pueden ayudar a cuenta de "The Chinese Consumption of Foreign Commodities: A
esas regularidades.50 e
mparative Perspective".54
Las ideas sobre las regularidades causales pueden SUr- laS preguntas que se formulan en tales estudios se ase-
gir de dos o más teorías preexistentes que son confronta_ [an al tipo de cuestiones históricamente fundadas que
das con el testimonio histórico. O pueden generarse más plantean los sociólogos históricos interpretativos. Las
inductivamente a partir del descubrimiento, durante el curso eguntas de "por que", sin embargo, las plantean más
de una investigación histórica, de lo que Arthur Stichcombe sistentemente los sociólogos históricos analíticos, pues
llama "analogías causal mente significativas entre instan_ IS colegas interpretativos están más interesados en una
cias".51El punto decisivo es que no se hace ningún esfuer- iTlprensiónsignificativa de "qué sucedió". Más aún, debi-
zo para analizar hechos históricos de acuerdo con un a que los sociólogos históricos analíticos reconocen la
modelo general preconcebido. Siempre son exploradas o nveniencia de principios explicativos generalizables, ellos
generadas hipótesis alternativas. Ideas provenientes de scan, más de lo que lo harían los sociólogos históricos
paradigmas aparentemente opuestos pueden ser combina- :erpretativos, respuestas basadas en conexiones causa-
das, si es que ellas parecen la vfa más fructífera para tratar s válidas, conexiones que se sostienen unas a otras en
el problema histórico entre manos. O pueden dejarse com- Ijemplos históricos similares o dan cuenta de diferentes
pletamente de lado viejas teorías y generar tentativamente resultados a través del espacio y del tiempo, en caso simi-
una nueva explicación generada desde los materiales his- lares en los demás aspectos, en términos potencialmente
tóricos. El compromiso del investigador no es con alguna generalizables. Los sociólogos históricos analíticos evitan
teoría o teorías preexistentes, sino con el descubrimiento la tendencia interpretativa a atribuir una significación propia
de configuraciones causales concretas adecuadas para
a cada contexto particular.
explicar importantes patrones históricos. Al mismo tiempo, los sociólogos históricos analíticos
En efecto, en el género analítico de la sociología, la también evitan lo que Samuel Seer justamente llamó "el
investigación siempre se dirige hacia una cuestión histórica dogma de la universalidad" -la noción de que ninguna
claramente planteada. ¿Dónde, cómo y por qué ocurrieron hipótesis teórica merece explorarse a menos que pueda
las revueltas de base campesina contra la revolución fran- ser presentada como una ley de aplicación universal-. En
cesa y qué luz puede dar las respuestas a la cuestión cambio, se limitan a operar con generalizaciones explicati-
general de las protestas colectivas en contextos moderni- vas que se asumen como "relativas a cierto contexto o con-
zantes?, cómo se pregunta Charles Tilly en The Vendée. textos".55 En determinados estudios, sin embargo, los
Por qué algunas monarquías agrarias mercantiles terminan sociólogos históricos analíticos exploran regularidades cau-
como democracias y otras como dictaduras fascistas o sales dentro de Francia, concebida como un conjunto de
comunistas?, como se interroga Barrington Moore en comunidades, o en el interior del mundo capitalista del siglo
Social Origins of Dictatorship and Democract? ¿A qué res- XIX o dentro del universo de los estados agrarios burocráti-
ponde la similitud de causas y consecuencias de las revolU- cos, dejando para otra investigación la cuestión de cómo
ciones francesas, rusa y china y por qué los episodios de generalizar una explicación más allá de tales contextos.
crisis y conflictos políticos en otros Estados agrarioS Berr ilustra este punto a través de un análisis cuidadoso de
modernizantes no proceden de la misma manera?, como las formas en que Charles Tilly (en el estudio que finalmen-
me pregunto en States and Social Revolutions.52 ¿Por qué· te se convirtió en The Vendeé) comparó los patrones
algunas regiones de Europa experimentan la declinación comunales y regionales en Francia con la ayuda de argu-
de la servidumbre y algunas el surgimiento de la agricultura mentos alternativos de generalidad delimitada.
capitalista, mientras otras no lo hacen?, como se interroga

173
172
La interpretación de la sociología histórica analítl' "El análisis comparativo debe mejorar nuestra comprensión
mediante prueba d e h", Ipotesls pue d e hacerse con un sol
ea de los contextos en los cuales pueden extraerse Inferencias
causales más detalladas. Sin el conocimiento de los contex-
caso. Un ejemplo de esto es mi ensayo "Political Aespono
tos, las inferencias causa/es pueden pretender un nivel de
se to Capitalist Crisis: Neo-Marxist Theories ot the Stat - generalidad al cual no tienen derecho. Por otra parte, los
and the Case of the New Deal".56 En él yuxtapongo varia: estudios comparativos no deben intentar reemplazar el aná-
teorías alternativas acerca de cómo se espera qUe los lisis causal, debido a que éstos pueden manejar solamente
Estados capitalistas respondan a las principales crisis unos pocos casos y no pueden aislar fácilmente las varia-
económicas y me pregunto si las conexiones causales bles (como debe hacerío el análisis causal)".S6
implícitas en dichas teorías se verifican en los desarrollos
de la política exterior estadounidense sostenida durante el Barrington Moore ofrece una perspectiva muy diferente:
New Osal de la Gran Depresión de los años 1930. Al
encontrar que ninguna de las teorías neomarxistas es "Las comparaciones pueden servir para rechazar de plano
enteramente satisfactoria, diseño un argumento alternati_ explicaciones históricas aceptadas. Y una aproximación
vo sobre la base de los patrones que encontré en la histo- comparativa puede llevar a nuevas generalizaciones históri-
cas. En la práctica todas esas caracteristicas constituyen un
ria del New Deel. Pero los términos del argumento alter-
proceso intelectual único y hacen que un estudio tal sea
nativo no pueden delinearse adecuadamente ni más que una colección heterogénea de casos interesante.
explorarse su validez futura mientras la investigación per- Tras observar, por ejemplo, que los campesinos indios han
manezca concentrada en un solo caso. Normalmente, la sufrido de hecho durante los siglos XIX y XX tanto como los
sociología histórica analítica lleva a estudios campesinos chinos sin engendrar un movimiento revolucio-
comparativos, ya que ellos proporcionan los medios más nario masivo, uno empieza a reconsiderar las explicaciones
apropiados para explorar la validez de argumentos expli- tradicionales sobre lo que ha teniclo lugar en ambas socie-
cativos alternativos,57 Los estudios de un solo caso son dades y presta atención a los factores relacionados con
mucho más frecuentes para los primeros dos estilos de alzamientos campesinos en otros pelses, con la esperanza
los sociología histórica que para la estrategia analítica. de discernir causas genera/es. O tras tener noticias de las
desastrosas consecuencias para la democracia de la coali-
Los estudios comparativos tienen un propósito muy dife- ción entre élites agrarias e industriales en la Alemania del
rente para los sociólogos históricos analíticos que para los siglo XIX y principios del XX, el tan traído y llevado matrimo-
interpretativos. Los últimos, como hemos visto, utilizan nio del hierro y del centeno, se pregunta por qué un matri-
comparaciones para hacer contrastes entre casos y desta- monio similar entre hierro y algodón no impidió en los Esta:
car las características particulares de cada contexto históri- dos Unidos que se produjera la guerra civil: y así uno ha
co singular. Para los sociólogos históricos analíticos, las dado un paso para especificar las configuraciones favora-
diferencias entre casos también son interesantes -no bles y desfavorables al establecimiento de la democracia
menos que las similitudes. No obstante, estos estudios occidental modeme:»
examinan las variaciones de la historia con la intención de
establecer regularidades causales, una finalidad bastante En este fragmento del prefacio de Moore a Social Ori-
diferente de la de sus colegas interpretativos. Para enten- gins of Oictatorship and Dsmocracy se nota el mismo
der esta diferencia, escuchemos, primero, lo que tiene que recelo acerca de las teorías excesivamente generalizan-
decir el sociólogo histórico interpretativo Aeinhard Bendix y, tes como las difundidas por la escuela de Reinhard Ben-
luego, el sociólogo analítico Barrington Moore sobre los dix. Como lo dice Moore, la "dedicación demasiado devo-
propósitos de la historia comparada. Según Bendix, las ta a la teoría entraña siempre el peligro de que uno ponga
comparaciones macroscópicas no tienen ningún papel en excesivo énfasis en los hechos que encajan en la teoría
el establecimiento de inferencias causales, ya que tales más allá de su importancia en la historia de los países en
comparaciones deben utilizarse únicamente para contrastar cuestlón".» Sin embargo, es obvio que a Moore le intere-
un contexto socio-histórico con otro: sa más que a Bendix establecer generalizaciones causa-
les y al contrario de éste cree que las comparaciones his-

174 175
tóricas pue~en ~tilizarse tanto para probar la validez de
las hipóte sls existentes. como para desarrollar nueva
generalizaciones causales que su~t.ituyen a las que no tie~
nen validez. El sabor de la operacron Intelectual se expre_ Figura 2
sa con efectividad en el pasaje citado. Más que contrastar
historias c~mpletas en términos de co~.ceptos ~ temas Dos diseños para el análisis histórico
praestablecidos, como lo hacen los socióloqos históricos (según John Stuart Mili)
interpretativos en sus estudios comparativos, sus colegas
analíticos, como Moore, piensan en términos de hipótesis El método de acuerdo
alternativas y de comparaciones a través de aspectos
relevantes de los casos históricos que están siendo Com-
parados. Así, tratan de especificar, en términos en cierto
sentido generalizables, las "configuraciones favorables y Caso 1 Caso 2 ICaso 3
desfavorables" al tipo de resultados que intentan explicar
en sus casos.
a d 9
Los diseños de investigación que se utilizan en tales
b e h
análisis históricos comparativos comparten con otras apro-
e f i
ximaciones metodológicas en las ciencias sociales, la aspi-
ración de establecer controles mediante variaciones para x x x
distinguir causas válidas y no válidas.61 En contraste con
y y y
las técnicas de probabilidades del análisis estadístico -
técnicas que son usadas cuando hay un gran número de
casos y variables repetidamente cuantificables para anali-
zar-, el análisis histórico comparativo procede mediante
yuxtaposiciones lógicas de aspectos de un pequeño núme- x: Variable causal
ro de casos. Buscan identificar configuraciones causal es y: Fenómenos a explicar
invariantes que necesaria (más que probablemente) se
combinan para explicar resultados de interés.62 Como lo El método de la diferencia
subrayó originalmente John Stuart Mili en A System of
Logic, los análisis históricos comparativos pueden hacerse
de acuerdo con uno de los dos diseños de investigación
básicos (ver figura 2), o mediante la combinación
ambos.63
de Caso (s)
Positivo
I Casos (s)
Negativo
-
a a
b b
e c
x nox

y noy

177
tres rutas principales. En el tratamiento de los países
ada vía, ocasionalmente se refiere a aspectos relevan-
Utilizando la aproximación que Mili denomina el "ll'Iét de la historia de países de una o ambas de las otras
del acuerdo", el análisis histórico comparativo puede pr odll , utilizando sus direcciones de desarrollo constrastan-
rar establecer que varios casos que comparten el fenóocu- en coyunturas similares para favorecer la validación del
rtle
no a ser explicado tienen también en común los facto - mento causal que elabora en ese momento. En conse-
hipotetizados, aun cuando estos casos sean diferentesres ncia, no sólo en términos de su enfoque sustantivo sino
otros aspectos que puedan parecer causalmente relevaefl ién en los de la complejidad de su diseño explicativo,
tes de acuerdo con hipótesis alternativas. 0, empleandofl- ;al Origins of Dictatorship and democracy es un trabajo
abordaje que Mili llama el "método de la diferencia", el an~I
lisis histórico comparativo puede constrastar casos en 1:- ualmente sin parangón.
Mi propio libro, States and social Revolution, es mucho
cuales el fenómeno a ser explicado y las causas hipotetiza~ nos ambiciosos que la obra maestra de Moore.6s No
das están presentes con otros casos ("negativos"), en los rante. en la primera parte, "Causas de las revoluciones
cuales el fenómeno y las causas están ausentes, aun cua-; iales en Francia, Rusia y China", empleo también una
do estos casos negativos sean tan similares como sea binación de los abordajes analíticos básicamente de
posible a los casos "positivos" en otros aspectos. Tomado 11. Argumento que, a pesar de las diferencias en
por separado, este segundo abordaje es más poderoso chas dimensiones que ciertos teóricos de la revolución
para establecer asOciacionescausales válidas que el méto- rían considerar decisivas, tanto la Francia borbónica a
do del acuerdo utilizado solo. Algunas veces, sin embargo s del siglo XVIII, como la China imperial después de
es posible combinar los dos métodos empleando com~ 11 y la Rusia zarista desde marzo de 1917, experimen-
constrastes varios casos positivos junto con casos negati- n crisis sociales revolucionarias debido a la coinciden-
vos adecuados. de un conjunto de causas similares. De esta manera,
Un trabajo monumental de análisis histórico comparati- atizando las similaridades causales frente a otras dife-
vo, Social Origins of dictatorship and democracy, De
ncias importantes, razono conforme el método del
Barrignton Moore, utiliza principalmente el método del uerdo. También empleo la lógica del método de las
acuerdo, pese a que ciertas veces argumenta según el
ersncias introduciendo contrastes analíticos entre Fran-
método de la diferencia. Con la ayuda de configuraciones , Rusia y China, por una parte, y momentos y aspectos
causales que se refieren a la fuerza de las burguesías levantes de la historias de Inglaterra, Prusia/Alemania Y
comerciales en relación a los terratenientes, a los modos
pón, por la otra. Estos otros países constituyen centro-
de comercialización agrícola y al potencial de rebelión de
s aceptables porque,.aun en momentos de crisis rsvolu-
diferentes tipos de comunidades campesinas y de tas rela-
lonarlas, éstas no conducen a transformaciones sociales
ciones campesinaslterratenientes, Moore trata de explicar
voluctonarlae exitosas, a despecho de las importantes
por qué los siete principales Estados agrícolas que compa-
imilitudes históricas Y estructurales con Francia, Rusia y
ra recorren una u otra de las tres vías alternativas que con-
ducen a la democracia, a la dictadura fascista o a la dicta- ina.
Los contrastes con diferentes conjuntos de países en
dura comunista. Dentro de cada una de estas vías, Moore
mentos importantes de su historia contribuyen a vali-
discute fundamentalmente en conformidad con las líneas
r cada parte específica del argumento global sobre
del método del acuerdo: cada vía es ejempiificada por dos
rancia, Rusia y China. Para obtener argumentos causa-
o tres naciones sobre cuyo desarrollo Moore elabora un
s sobre las crisis en las reláciones de los Estados con
argumento causal similar,64utilizando a veces las caract~-
s clases altas terratenientes o la economía agraria
rísticas particulares o las diferencias de los casos para eli-
omo una configuración que favorece las crisis, elaboro
minar posibles argumentos alternativos sobre las paícesde
ontrastes con la Restauración Meiji en Japón y el Movi-
la democracia, el fascismo o el comunismo. simultáner
iento de Reforma Prusiano. Para argumentar sobre las
mente, Moore emplea en alguna medida el método de 11
diferencia en el nivel de las comparaciones en paralelo de
179

178
contribuciones de ciertas clases de estructuras agraria
de las revueltas campesinas a las revoluciones SocialS~ factores que influyeron en el uso de productos occidenta-
les por pueblos de civilizaciones no occidentales .67 El
marco los contrastes entre la Revolución Parlamentae~.
inglesa y las (fallidas) revoluciones alemanas de 1
1850. En States and Social Revolutions, los casos d'
8:~~ hecho de que la China del siglo XIX no quisiera comprar
productos textiles proporciona un problema concreto
control son tratados mucho más brevemente que los de especialmente intrigante, a través del cual tratar este
Francia, Rusia y China. Ellos son introducidos no cOn e amplio asunto. ¿Por qué la renuencia china? Hamilton
propósito de la explicación completa de sus propios patr~ sugiere tres líneas alternativas de explicación: argumen-
nes de conflicto político y de desarrollo, sino con el objeti. tos sobre la insuficiencia del mercado y la comercializa-
vo particular de fortalecer la línea principal de argumenta. ción; explicaciones culturales y la hipótesis weberiana de
ción sobre las revoluciones sociales en los tres países "competencia de status". Procediendo metódicamente,
principales. Halmilton hace un uso ingenioso de comparaciones a tra-
Los análisis históricos comparativos que se presentan vés del tiempo y del espacio para deshacerse de las dos
en forma de artículos, en oposición a los libros, pueden fre- primeras explicaciones: los argumentos económicos no
cuentemente corretear con mayor flexibilidad a través de pueden explicar por qué China se diferencia de otros paí-
los casos, especialmente cuando emplean comparaciones ses no occidentales en el siglo XIX; las referencia a los
relevantes para oponerse a los argumentos causales en valores culturales confucianos no explican por qué, en
cuestión. Dos ejemplos, ambos con énfasis en el método períodos históricos anteriores, China sí deseaba consumir
de la diferencia en sus diseños de investigación, ilustran productos extranjeros. Finalmente, Halmilton demuestra,
exactamente este punto. que la explicación que ha privilegiado, la de la competen-
El artículo de Robert Brenner, "Agrarian Class Structure cia de status, puede dar cuenta de las variaciones tempo-
and Economic Development in the Pre-Industril Europe', rales y entre naciones que las otras alternativas no
busca explicar el cambio económico de largo plazo en la logran. Con todo, sin embargo, Hamilton es capaz de
Europa del tardío medioevo y la temprana modernidad, en hacer un uso óptimo de la historia comparada como un
particular "la intensificación de la servidumbre en Europa instrumento de análisis causal, sobre todo porque se
oriental en relación con su proceso de deterioro en el Oes- mueve libremente a través de países y épocas para
te" y "el ascenso del capitalismo agrario y el crecimiento de encontrar las comparaciones lógicamente necesarias para
la productividad agrícola en Inglaterra en relación a su fra- el desarrollo de su argumento explicativo.
caso en Francia"66Decidido a demostrar la falsedad de las Debido a que las comparaciones de largo alcance son
explicaciones del crecimiento económico europeo que lo frecuentemente cruciales para los sociólogos históricos
atribuyen a la expansión del mercado o a las tendencias analíticos, éstos tienden a utilizar las fuentes secundarias
demográficas, Brenner socava tales argumentos demos- de datos más que quienes aplican modelos o desarrollan
trando que mercados y procesos demográficos están aso- interpretaciones de un solo caso. Las fuentes secundarias
ciados con resultados marcadamente diferentes en el desa- son simplemente libros y artículos publicados por historia-
rrollo económico entre Europa Oriental y Occidental y dores o por estudiosos especializados en un área geocul-
también entre regiones dentro de cada una de estas gran- tural del mundo. Algunas personas piensan que tales
des zonas. Luego, Brenner argumenta que las variables publicaciones son automáticamente inferiores a las fuen-
relativas a las relaciones de clase y a la fuerza de las tes primarias, los residuos originales del pasado que
comunidades campesinas contra los terratenientes puede,n muchos historiadores usan como sus fuentes básicas de
dar mejor cuenta de las variaciones en el desarrollo econo- testimonios sobre determinados momentos, lugares y
mico que quiere explicar. cuestiones, la insistencia dogmática en rehacer la investi-
En su artículo "Chinese Consumption of Foreign com- gación primaria para cada estudio podría ser desastrosa;
modities", Gary Halmilton se preocupa por ordenar tos eliminaría mucha de la investigación histórica comparada.
Si un tema es demasiado grande para una investigación

180
181
a~solutamente prim~ria -y si ya están disponibles estu-
dios excel.entes reallzad~s por especialistas-, las fuente zarse con, al menos, algunos de los testimonios primarios
secu~darlas s?n aproP.I~das para su utilización en u~ sobre los cuales las fuentes secundarias construyen sus
estudio determinado. Utilizarlas no es muy diferente a I conclusiones. Tal práctica puede reconfirmar la credibilidad
que hacen los analistas de encuestas cuando reelaborao en los hallazgos de los especialistas. alternativamente
los resultados de otras previas en lugar de hacer todas lan pueden cuestionar determinadas fuentes secundarias ¿
preguntas n~eva.mente, o los estudiantes de etnografí: abrir la posibilidad para que los sociólogos históricos reali-
, c?mparada slntetlz~ndo los resultados de diferentes estu. cen nuevos hallazgos a partir de fuentes primarias antes
dios de campo publicados.
analizadas inadecuadamente.
~!cho est?, .s~nembargo, sigue siendo cierto que los Un buen sociólogo histórico comparativo, con todo,
socióloqos históricos comparativos aún no han elaborad
debe resistir la tentación de desvanecerse para siempre
c~~ram~~tereglas y métodos consensuados para la utiliza~ en el testimonio primario de cada caso. Marc Bloch hizo
cion valida de fuentes secundarias como evidencias. Es una vez una manifestación que puede tomarse como una
pro~able que se establezcan ciertos principios cuando se máxima para la historia comparada cuando ésta la reali-
definan tal~~ reglas. Los sociólogos históricos comparati- zan los sociólogos históricos analíticos: "La unidad del
vos que utlh~~n fuentes s~cundaria~ deben, por ejemplo, lugar es mera confusión", declaró Bloch. "Sólo un proble-
~rest~~ atención a una variedad de Interpretaciones histo- ma unificado constituye un punto central".58 Los sociólo-
rioqráñcas. tanto entre historiadores contemporáneos como
gos históricos analíticos toman este punto muy seriamen-
ent~~ los de .pa~~dasgeneraciones. Las preguntas que los te, en particular cuando hacen historia comparada. Se
socióloqos hlst?ncos necesitan hacerse sobre cada uno de
resisten a la tentación de narrar secuencias ininterrumpi-
los casos incluidos en sus estudios pueden no correspon- das de acontecimientos o de cubrir todos los aspectos
der a las preguntas de moda que se hacen los historiado- relacionados con un lugar y tiempo determinados. En
res acerc~ de ~I~ún caso ~ado. Así, quien compara debe cambio, algunos de éstos son destacados de acuerdo con
s~r m.uys!s.tematlcoen la busqueda a través de la literatura las configuraciones causales en ese momento expuestas.
historioqrática para poder encontrar evidencias a favor o en Desde el punto de vista de los sociólogos históricos inter-
contr~ de las hipótesis que está explorando. Tal vez, la evi- pretativos (y de los historiadores tradicionales), la buena
d.encla se encuentre. en rincon~s menores de las publica- historia analítica comparativa puede parecer más anties-
~Ion~s o en el tra~aJo de un historiador "suelto", fuera del tética. Las unidades de tiempo y lugar necesitan ser rotas
ámbito de la~ ?ornentes historiográficas dominantes. Sobre con el propósito de delinear comparaciones y de probar
todo, el socióloqo histórico no puede permitir que sus
ha!l~gos sean .dictados simplemente por modas historio- hipótesis.
Cuando los historiadores analíticos comparativos se
graflca.sque.van.él;nde caso en caso o de tiempo en tiempo. sientan a escribir sus libros o artículos, enfrentan retos
La .lnyestlgaclon secundar~apuede ser también suplida especiales en el intento de integrar las explicaciones des-
estr.ateglcamente por una cuidadosa selección de investi- criptivas de varios caaos con las discusiones de hipótesis
gac!~nes o reinvestiqaciones primarias y sospecho que los alternativas y con el seguimiento coherente del argumento
socióloqos históricos comparativos convergerán de manera
global. Las trayectorias históricas no pueden simplemente
~reclente en la práctica de iniciarse con análisis secunda- yuxtaponerse o contrastarse, como se hace en los trabajos
no, pero no se quedarán allí. Las investigaciones primarias de historia comparada. En su lugar, para conducir lo lógica
propuestas pueden ser especialmente útiles para respon- de análisis, deben presentarse explícitamente las mej~r.e~
der a .cu~stlones relevant.e~ a partir de una perspectiva aproximaciones a comparaciones controladas. Así, es dIfICIl
corroaratíva que .Ios especialistas de la historia simplemen- preparar escritos efectivamente organizados en este géne-
t~ ~o h~n absorbido hasta hoy. Además, los sociólogos his- ro de sociología histórica. cuando se producen, sin amoar-
teneos interpretativos están bien preparados para familiari- go, pueden rivalizar en persuasión discursiva con t~abaJos
interpretativos, no por meras razones estéticas smo por

182
183
medio de la fuerza de un argumento explicativo que Se un esfuerzo equilibrado de examinar hipótesis alternativas
muestra más capaz que otros para responder a una cues- en el curso de dicha investigación. Además, cuando los
tión histórica dramáticamente planteada. análisis históricos comparativos ya están terminados y
Debido a que mi trabajo en sociología histórica cae den- redactados, a menudo se elaboran la introducción y las
tro del género analítico, no sorprenderá a los lectores que conclusiones a partir de argumentos que comparten la
lo considere como la estrategia más prometedora de las esencia del modelo general construido o la provisión de
tres que hemos discutido aquí. Creo que la sociología his- una visión del mundo significativa. Los trabajos de Charles
tórica puede combinar con efectividad el interés por discutir Tilly invocan la promesa provocadora de construcción de
problemas significativos planteados históricamente -un un modelo general para convencer a los lectores de que
interés que muchos de sus practicantes comparten con los los estudios de prueba de hipótesis sobre los patrones de
socióiogos interpretativos- con esfuerzos de mayor alcan- conducta de la acción colectiva en Francia (y en Europa
ce por construir mejores teorías generales, interés asimis- occidental) ofrecen una ventana hacia una teoría sociológi-
mo compartido con los que aplican modelos generales a la ca de aplicación posiblemente mucho más amplia. como
historia. La Sociología puede eludir los extremos de parti- argumenta Dennis Smith, el libro de Barrington Moore,
cularización versus universalización que limitan la utilidad y Social Origins of Dictatorship and Democracy, descansa
el atractivo de los otros dos abordajes. sobre una significación de "democracia" versus "dictadura",
No obstante, existen escollos y límites a la efectividad dada por sentada en su concepción de las principales polí-
de la sociología histórica analítica, especialmente en sus ticas en el mundo, dentro de vías alternativas teleológica-
semejanzas más acentuadas con el análisis histórico com- mente definidas del desarrollo social y político de largo
parativo. La búsqueda de controles apropiados que llenen plazo. Mucho de la fuerza de la argumentación causal del
los requisitos lógicos de los diseños comparativos puede libro se origina en el deseo del lector de aceptar sin cues-
convertirse en un trabajo árido y mecánico, debido espe- tionar las vías políticas alternativas de democracia, fascis-
cialmente a que el registro histórico no siempre permite ins- mo y comunismo.
tancias comparativas relevantes. Y, lo que es tal vez más En mayor medida que muchos investigadores sociales,
serio, que no puedan encontrarse las unidades indepen- los principales sociólogos históricos concluyen con un
dientes para utilizarlas en la determinación de las regulari- anhelo de desarrollar grandes mapas de la historia. Con
dades causales. Esto es especialmente probable en el gran admiración, Charles Tilly los ha denominado reciente-
caso de poner en cuestión conjuntos culturales significati- mente "comparaciones globalizadoras".69 Con mucha
vos o entidades sistemáticas particulares, como una "divi- menos aprobación, Arthur Stichcombe los llama "interpreta-
sión del trabajo del mundo capitalista". Immanuell Wallers- ciones de época",1oLa sociología histórica analítica, como
tein, como los lectores recordarán, se resiste a emplear los la he presentado, no proporciona por sí misma la base para
análisis históricos comparativos, precisamente porque no crear tales mapas. Así, tal vez no sorprenda que el más
considera que su lógica sea aplicable a unidades parciales ambicioso de los analistas históricos comparativos termine
y situadas de manera difusa (como las naciones) dentro de pidiendo en préstamo el énfasis de nuestras dos primeras
la economía capitalista mundial. estrategias de sociología histórica para poder formular sus
Pese a que los análisis históricos comparativos pueden preguntas y resultados de modo más globalizador o epocal,
tener más o menos éxito, sus intentos por validar regulari- En el análisis final, el escépticismo teórico que he pre-
dades causales en la historia no pueden sustituir a los sentado como una característica intrínseca de la buena
modelos teóricos o a los recursos conceptuales en la ela- sociología histórica analítica es simplemente una estrate-
boración de un cuadro significativo de cómo funciona el gia práctica para la investigación y presentación de argu-
mundo. Obviamente, algunas ideas teóricas siempre son mentos. Más aún, .tanto para el estudioso individual como
necesarias para plantear los términos de una investigación para la comunidad de sociólogos históricos, es una estra-
histórica comparativa, aun cuando se haga honestamente tegia práctica de valor inmenso. Esta estrategia de investi-

184
185
gación no pue~e: en última ins~ancia"desplazar las o~cio_ Notas
nes epistemologlcas y sustantivas báslcas o convertir en
superfluas las grandes teorías y las visiones del mundo
significativas. Pero utilizando esta estrategia de investiga_ El loco puesto aquí sobre los desarrollos en la sociología de los
ción se posibilitan debates vívidos sobre las regularidades Estados Unidos es, en cierta medida, arbitrario. Pero también
por descubrir en la historia y sobre la utilidad específica _ está parcialmente justificado por el hecho de que en las últimas
o la ausencia de la misma- de teorías y conceptos alter- décadas los Estados Unidos han sido el centro de mayor
inlluencia de la disciplina académica como tal. Las orientacio-
nativos para formular argumentos causales válidos sobre
nes históricas, por supuesto, han tenido, por mucho tiempo, un
tales regularidades. -
lugar privilegiado en otras tradiciones sociológicas nacionales.
La práctica de la sociología histórica analítica obliga a Jere Cohen, "Rational Capitalism in Renaissance Italy", Ameri-
un diálogo con el testimonio histórico más íntimo que el can Jouma/ of Soci%gy, 86 (6) (1980), pp. 1340-1355. Es par-
de los sociólogos históricos interpretativos o el de lo que ticularmente interesante una discusLQn posterior sobre este artí-
aplican un modelo a un caso histórico. aunque insosteni- culo, por la luz que arroja sobre cóftlo los sociólogos históricos
ble en algún eentidcñlosótico estricto, la sociología histó- arriban a conclusiones a partir de interpretaciones variadas de
rica analítica mantiene la posiblidad de construir mejores luentes secundarias. Ver R. H. Holton, "Max Weber 'Rational
teorías sociales en cierto sentido capturado por Arthur Capitalism' and Renaissance Italy: A Critique 01 Cohen", "A
Reply to Holton', Am.rican Jouma/ of Socio/ogy, 89 (1) (1983),
Stichcombe en una metáfora precisa: el sociólogo analíti-
co construye "como construye un carpintero, ajustando las pp. 166-187. .
Mari< Traugott, Armies 01 tIle Poor, Princeton, N. Y., Princeton
medidas mi~,tfás va avanzando, más que como lo hace University Press, en prensa. Ver también "Determinants 01 Poli-
un arquitec~,diseñand,? 'primero. y construyendo des- tical Orientation in the Parisian Insurrection 01 June 1949".
pués."71 . American Jouma/ of Socio/ogy, 86 (1) (1980), pp. 32-49.
La muestra es una era en la que la inexistencia de teoría Jack Goldstone, "Population and Revolution", Ph D. diss., Har-
macrosociológica parece adecuada, aun cuando la necesi- vard University, 1981. Ver también "Capitalism Origins 01 the
dad de conocimiento válido sobre las estructuras y transfor- Enghish Revolution: Changing a Chimera", Theory and Society,
maciones sociales nunca ha sido mayor. La sociología his- 12 (1983), pp. 143-180.
tórica analítica permite a los sociólogos moverse entre las Victoria Bonnell, Roots of Rebelion: Workers Politics and Orga-
nization in St. Petersburg and Moscow, 1900-1914, Be rl<eley ,
mejores teorías mediante una confrontación completa y
University 01 Calilornia Press, 1983.
detallada con la dinámica variedad de la historia. Aquellos Mary Fullbrook, Re/igion and Rise of Abso/utism in Eng/and,
que estén dispuestos a explorar hipótesis alternativos acer- Wurttemberg and Prusia, Cambridge (U. K.) and New York,
ca de las configuraciones causales en la historia, podrán Cambridge University Press, 1983.
plantear y desarrollar preguntas importantes sobre los cam- David Zaret, The Heaven/y Contract, Chicago University Press,
bios y estructuras sociales y sus explicaciones. En la medi- en prensa.
da en que, hoy y mañana, Marc Bloch y Barrington Moore Orlando Patterson. S/avery and Socia/ Death: A Comparative
encuentren sucesores meritorios, las perspectivas de que Study, Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1982.
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Intemational Economic Disorder: A Study of United States Inter- cos de orientación cuantitativa pueden a menudo reforzar sus
national Monetary Policy from World War 11to the Present, Bar- hallazgos con investigaciones cualitativas apropiadas. Por
keley, University of Califomia Press, 1977; Morris Janowitz, The ejemplo, David Knoke, "The Spread of Municipal Reform: Tem-
Last Ha/f Century: Societal Change and Politics in Ametic«. poral, Spatial and Social Dynamics", American Joumal of
Chicago, University of Chicago Press, 1978; Seymour Martín Sociology, 87 (6) (1982), pp. 1314-1339, podía haber ganado
Lipset, The First New Nation: The United States in Comparativa credibilidad si sus análisis de acontecimientos históricos se
and Historical Perspective, New York, Basic 800ks, 1963 [hay hubieran apoyado en unos cuantos casos cualitativos para
edición en español: La primera nación nueva. Los Estados Um- mostrar que el proceso de "difusión de vecindad" en efecto
dos desde una perspectiva histórica y comparada, BuenoS sucedió históricamente.
aires, EUDEBA, 1992]; Dietrich Rueschemeyer, Lawyers end

189
188
19 Charles Aagin y David Zaret, "Theory and Method in CO
c
ti,. R•••••
pp.731-754. ., TWoS",,,,,,.,,, Soc;s¡ Fo""'s, 6t (3) ('::,~.
Ill ),

20 ••••• ""', Sorn me" y yo ''''''os d'scutido~, ••••••• ;., de h' raJizations in /he Social Sciences", Polish Sociologiea! Sul/stin
torioco•••• -
",,,{ti,,,,- de -- •• "., Oris'fada,- v.,.",~,.",••~,.
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('980),
en pp. 4-'97.
la discusión Punlo, ••• 11
siguiente. •••• son ".00_, ••""",11 ki, "The Model Method in Economic History", The JOumal ot

""S d'...,,,,, ._" .••". "'_ European Economie History, 1 (3) (1972), pp. 713-726, Y DaVid
2' VIoloris80"", p,op"",~"" Wi//er, "Theory, Experimentation and Historical Interpretation",
"','" •••• "",to en ., --"o d. su "!h. U••• o, Theo in Joseph 8erger, Morris Ze/dich and 80 Anderson (eds.),
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173. rArti,"~ "lo, u..,
de ~ te",o, 'o, """,""", fa,"",p,.
y
's.. Piftsburgh Press, por aparecer.
28 Erikson, Wayward PUritans, p.27.
-, en la ""'~togr, "'''''ri"",,",,,uido en " P•••• ". "~.) 29 Véanse, para ejemplos de las reacciones de los histOriadores
lo, 'i'toriodo"", Po, ,"pu."o, temblé, "''''''' """"'Pto, • ale teorización de Slne/ser, la reseña de A. E. Musson en Jour:
ideo, leórico" po", a m."do 'o
""PlIoi""""" y ori.,,,, sus
'ac.,
'mp/,Cit,
'm."'ga"",oo,
a 'o d'seriporo,
O"••••• nal ot Economic History, '20 (2) (1960), pp. 497-499, los sonde-
os de Michae/ Anderson en el artrculo "SociologiCal History and
explicativos.
do "" '.mPo y "" '•••• r más que o P"",tame, ""''''.PIuota, o !he WOrking-C/ass Family: Sme/ser Revisited", Socia! History, 3
(1976), pp. 317-334, Y los mordaces comentarios de Edward P.
2> No •• ,-""" que ~, "'so,. s.a, "'o'.d,,,,., __ es, Thompson en Th« Poverty of Theory and Other Essays, Lon-
aunque Con frecuencia lo sean. Pueden ser ciVilizaciones, siste. don, Merlin Press, 1978, pp. 267-271.

mas m"""",,,, ""•••as """""."


grupos, organizaciones, comunidades
-to ••, '",,,"'''''., ••,
u otras unidades de Má.
30 Comunicación personal, 11 de octubre de 1983. Lenski ha
seguido esta estrategia en POW9r and Privilege: A Theory of
•• , que
objeto de se tom., do
investigación. ,os P-so, o t., ""OCio,,,•• oau,", •• Social Stratifieation, New YOrlc:,McGraw-HiI/, 1966, yen Human
Scienees: An Introdution to Maerosoeiology, 2nd. ed., New
23 90, Sm"•• " of
NeI'University Sooiat Chango in ••• Industrial R.VoIUfion, Chloa. York, MCGraw-HiI/, 1974.
Chicago Press, 1959.
31 Por ejemplo, un libro elogiado por Lenski, The PoIitics ot Aristo-
25
24 Kai
Idem,
T. Erikson,
p. vi;;. WaY'Hard PUritans, New YOrlc:,Wi/ey, 1966. eratie Empires, de John H. Kautsky (Chape// Hi//, University of
North Caroline Press, 1982), intenta generalizar respecto de
26 YOrlc:,Academic
"'"" •• t S""""",,Press,RadioaJ
1976. P",,,,,, AAd Soc;aI -"''", N•• todas las instancias conocidas de un tipo "premodemo" de orden
SOciopo/ítico. a pesar de que el libro se basa en la revisión de la
27 lo, """ta'le, "bojo, '''''uidos ., ~ 8'bI~•••• 0 ""_, • literatura sobre muchos casos históricos, los testimonios de los
final de este libro (se refiere a Vision and Method in Historiesl caSOs son presentados de manera tan fragmentaria que a uno no
Sociologñ, elaboran este punto y, en general, tratan cuestiones le queda una noción clara de qué era lo que realmente sucedra
metodo/ógicas pertinentes a la aplicación de teorias generales en los diversos tiempos y lugares particulares tratados.
32 David Wil/er, op eit
o modelos a casos histÓricos: Robert N. 8e//ah, "Research
. Chronic/e: TOkugawa Religion", History and 1ñeory, 3030 (1) 33 Charles, Louise and Richard TIIIy, Tb« Rebel/ius Century, 1830-
(1963), Pp. 6-29;\r~Io',E.80""0/', "!h. Usa, of _'Y, Co~. 1930, Cambrigde, Mass., Cambrigde University Press, 1975.
cepts and Comparison in History", Comparative Studies In 34 Sme/ser, Social Change in thelndustriaJ Revolution, cap. 14.
Society and History, 22 (2) (1980), Pp. 156-173 (artrculo incluido 35 Como en la Introducción, no se derán las citas, pues las refe-
m
en la presente CO pi/ación1; James West DavicJson and Mari< rencias son hechas al concluir los argumentos sobre los princi-
Hamilton Lytle, Afther the Faet· The AIt ot HistOrieal Detection, pales libros analizados en los ensayos centraJes. [Skocpol se
New YOrlc:,Knopf, 1982; Wi//iam H. Dray (ed.), Philosophical refiere a los caprtulos de Yision ena Method, cada uno dedica-
Analysis and History, New YOrlc:,Harper &Row, 1966; Stefan do a un autor diferente. La propuesta de Wa//erstein es tratada
Nowak, "General Laws and Historical Generalizations in the por Charles Ragin y Daniel Chirot en "The World System of
Social Sciences", Polish Sociologiea! BUI/etin, 1 (1961), pp. 21- Immanue// Wa/lerstein: Sociology and Politic in History", capítu-
32; Stanis/aw OssaWS/Ci, "Two Conceptions of Historical Gene- lo 9 de ese libro. Al concluir el mismo, en efecto, éstos incluyen
los más importantes trabajos del autor, los libros escritos por
estudiantes y discípulos de Wal/erstein y los textos criticos de
su propuesta. Nota de Wa/do Ansa/dij.

191
36 Paul Starr, The Social Transformation of American Medicine, 42 Clifford Geertz, Islam Observed: Re/igious Oevetopment in
New Yori<, Basic Books, 1982. Marocco and Indonesia, Chicago, University of Chicago Press,
37 Los siguientes trabajos incluidos en la Bibliografía Anotada, al 1971, p. 4.
final de este libro [se refiere a Vision and Method ... ], discuten 43 Ibfdem.
especialmente la lógica y los métodos que se emplean al usar 44 Véase Charles Taylor, "1nterpretation and the Sciences of Man",
conceptos para desarrollar interpretaciones significativas de Paul Rabinow and William M. Sullivan (eds.), lnterpretetiv«
patrones históricos: Reinhard Bendix, "Concepls and Generali- Social Sciences: A Reader, Berkeley, University of California
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192 193
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Michae/ Armer and Allen Grimshaw (eds.), Comparative Social Comparative Methods in the Social Sciences, op. cit.
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in Sociology, Barkeley, University of Califomia Press, 1971. arch...", op. cit., pp. 743-744.
51 A. Stichcombe, Theoratical Method ... ,op. dt., p.7. 63 John Stuart Mili, Philosophy of Scientific Method, ed. Emest
52 Theda Skocpol, States and Social Revolutions: A ComparatiVe Nagel, New York, Hafner, 1950, pp. 211-233. Véase También
Ana/ysis of France, Russia and China, Cambridge, U. K., and una amplia elaboración de los principios de Milis en Morris Zel-
ditch, Jr., op. cit.

194
195
64 Moore no argumenta que los casos incluidos en las vfas son
exactamente idénticos, y para la ruta democrática en particular Sumario
alternativos con el mismo resultado final. Lo que los tres casos
vra tienen en común son burguesras que después de los levan-
tamientos revolucionarios terminan aliadas con grupos agrarios
comerciales (i. B., sin trabajo coactivo) triunfantes: la gnetry
inglesa, los campesinos propietarios franceses y los farmers
I'lorteamaricanos. Para una amplia discusión del análisis causal
de Moore en Social Origins , véase mi "A Critical Rewie of
Barrington Moore's Social Origins of Dictatorship and Dema:
CIIICy", Politics and SociBty, 4 (3) (1973), pp. 1-34.
65 Véase la nota 52 para la referencia completa.
66 Brenner, "Agrarian Class Structure .. .", op. cit. p. 47.
67 Véase nota 54 para la referencia completa.
68 "Marc Bloch, "Une étude regionale: Géographie ou Historie?, Prólogo,
Annakls d'HistOirB EconomiquB Bt Socia/e, 6 (1934). p. 81; tra- Waldo Ansaldi......... 7
ducción libre mla [Theda Skocpol].
69 TIIIy, Big Structure ... , op. cit., cap. 8 El imperialismo sociológico frente a la historia,
70 Stichcombe, Theoretical Methods, op. cit., p. 7.
Philippe Besnard... 15
71 ld9m, p. 122.

Evolución social, historia y estudio de las


sociedades antiguas en la
tradición durkheimiana,
Yves Goudineau 31

Historia y sociología: identidad social e


identidad lógica de una disciplina,
Jean-Claude Passeron 49

Defensa e ilustración de la
sociología histórica,
Ludolfo Paramio 71

Los usos de la teoría, los conceptos y


la comparación en sociología histórica,
Victoria E. Bonnell 89

La imaginación histórica de la sociología,


Theda Skocpol...... ... .. . .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. ... ... .... .. ... ... 117

Estrategias recurrentes y nuevas agendas


en sociología histórica,
Theda Skocpol.. 147

196 197

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