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CICLO : IV
Lima – 2011
1
INDICE
INTRODUCCION
CAPITULO I
LA PENA DE MUERTE EN LA EPOCA PRECOLOMBINA
I. ANTECEDENTES
I.1. EL ANTIGUO PERU
I.2. EPOCA PRE-INCAICA
I.3. EPOCA INCAICA
I.4. CLASES SOCIALES
II. LAS NORMAS JURIDICAS DEL IMPERIO
III. DERECHO PENAL INCAICO
III.1. OTRAS MODALIDADES
III.2. DE LOS DELITOS
III.3. DE LAS PENAS
III.4. PRINCIPALES CARACTERISTICAS DEL SISTEMA
CAPITULO II
LA PENA DE MUERTE EN EL DERECHO INDIANO O COLONIAL
CAPITULO III
CASO MONSTRUO DE ARMENDARIZ Y CASO GUILLERMO LAVALLE VÁSQUEZ
ALIAS: “PICHUZO”
CAPITULO IV
2
LA PENA DE MUERTE EN LA EPOCA DE JUAN VELASCO ALVARADO Y
FRANCISCO MORALES BERMÚDEZ (1968- 1980)
CAPITULO V
LA PENA DE MUERTE EN LA ACTUALIDAD
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
3
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
1
. FERRAJOLI, Luiggi (2000). El garantismo y la filosofía del Derecho. Bogotá: Universidad Externado de
Colombia, p. 92.
2
. Ibidem, p. 92.
4
LA PENA DE MUERTE EN LA EPOCA PRECOLOMBINA
I. ANTECEDENTES
Así se llama el período pre-hispánico. Este es netamente autóctono. Comienza con las
primeras manifestaciones culturales en la región y termina con la llegada de los
españoles culturales en la región y termina con la llegada de los españoles a estas
tierras en 1532. Comprende, pues, un dilatado período en el que no es posible indicar
cuándo se inició.
El Perú antiguo integra un período único. Empero, los historiadores lo dividen en dos
épocas3: la Pre-incaica y la incaica. Esta división debe aceptarse, por cuanto el
Imperio Incaico introdujo hondas variantes a las normas jurídicas que prevalecieron en
la época anterior.
Hasta fines del siglo XIX se conocía muy poco de esta época. Afortunadamente, los
arqueológicos nos han obsequiado algunas noticias de esta dilatada etapa. Empero, la
información continúa siendo escasa.
Hoy se conoce que antes de florecer el Imperio Incaico existieron en la región notables
culturas autóctonas, siendo las principales: Chavín, Tiahuanaco, Mochica, Chimú y
Nasca.
Antes de ser conquistados por los Incas había innumerables regiones independientes.
Sus respectivas poblaciones llevaban una existencia que giraba alrededor de una
Célula denominada "ayllu", de singular importancia. Su arraigo fue tan tenaz que su
importancia continuó en la época incaica. Aún hoy sigue poseyendo un enorme valor
entre el elemento indígena.
El ayllu estaba integrado por familias que habitaban un territorio delimitado llamado
"marca". Esta comunidad poseía tierras y, además, su centro era una aldea en donde
vivían sus habitantes, los que generalmente no pasaban de cien. Todo pertenecía a la
comunidad. Como norma, no existía propiedad privada.
3
LUMBRERAS, Luis Guillermo; RAVINES, Rogger; PEASE, Franklin; SILVA S., Jorge E; ORTÍZ
RESCANIERI, Alejandro; VALCARCEL, Luis E.; En: HISTORIA DEL PERÚ – Perú Antiguo. Editorial
Juan Megía Baca. T. II Pg. 09-327 y T.III Pg. 9-195.
4
Ob cit. T.II Pg. 242.
5
No habían, pues, ricos y pobres. Esta igualdad económica y social únicamente se
rompía tratándose del jefe del ayllu, denominado "curaca"5, quien gozaba de una
posición similar a un cacique. Este sobresalía socialmente. Además disponía de las
mejores tierras. Su situación económica le permitía tener varias esposas y hasta
esclavos.
Conviene indicar que el matrimonio era monogámico, por regla general. Como, la
mujer era objeto de compra, los ricos del grupo socio-económico, esto es, los curacas,
podían adquirir varias mujeres. La monogamia, por tanto, no fue una cuestión de
principios, sino un asunto meramente económico.
Los bosques y los pastos se dedicaban a servir a todo el grupo. Se hallaban en los
terrenos altos y la ganadería consistía únicamente en llamas, perteneciendo al ayllu.
En los llanos se cultivaba papas, maíz, cebada y otros vegetales, terrenos que
igualmente pertenecían a la comunidad. Frecuentemente su rendimiento era bueno, lo
que dio lugar a un intenso comercio entre diversas regiones, trocándose llamas por
productos vegetales. Las tierras eran trabajadas por todo el grupo, pero su rendimiento
era aprovechado por la familia, que poseía la parcela, puesto que se repartían
anualmente entre los miembros del ayllu. A cada familia le correspondía una chacra.
Los solteros, varones y mujeres, igualmente recibían una porción, la que se extendía
cuando se contraía el matrimonio. Cuando la pobreza del suelo así lo exigía, además
de las chacras propias, varios grupos gozaban de tierras comunes. Sólo se reservaban
determinados terrenos para el sustento de los enfermos y para el sostenimiento del
culto.
Las telas, cueros, utensilios de metal, etc., esto es, todo lo que requerían para llenar
sus necesidades era elaborado por los comuneros. Se tenía conocimientos
rudimentarios de hilandería, metalurgia, alfarería, etc.
Si aumentaba el número de comuneros por razón de nacimientos, se integraba un
nuevo ayllu.
Dentro del ayllu, el curaca ejercía las funciones judiciales y ejecutivas. Sin embargo,
sus poderes no eran omnímodos, pues se hallaban limitados mediante la intervención
de los campesinos de mayor edad y por los guerreros más experimentados.
Era frecuente que dos o más ayllus formaran una unión más amplia, de duración
permanente o transitoria. Estas confederaciones obedecían a diferentes finalidades:
guerreras; construcción de fortalezas, de grandes acequias, etc. y para el
mantenimiento de estas obras.
El sistema penal de los ayllus correspondía a normas simples. Como en todos los
pueblos primitivos, prevaleció el Derecho penal al civil. En verdad, no existía diferencia
entre la responsabilidad' civil y la penal. Se juzgaba la responsabilidad de acuerdo a
los actos realizados por lo que la simple tentativa no fue castigada.
Generalmente las penas eran crueles y la pena capital era empleada para sancionar
casi todos los delitos.
Para lograr la confesión del acusado se aplicaba el tormento. Eran responsables los
menores, los débiles mentales y hasta los animales y objetos.
Hemos dicho que la justicia era impartida por los curacas. Casas ha escrito: "Los
jefes de aldea prestaban especial atención a que nadie perjudicase al prójimo o que
procediese contra él injustamente, castigándose con rigor especial el robo de
mujeres, la violación y el adulterio"6. Por su parte, señala Trimborn 7: "Podemos
considerar como seguro que la ejecución del derecho, es decir, de las normas
usuales para la protección de la vida, propiedad y orden político, así como la
pronunciación de la sentencia correspondían a los curacas locales o tribunales".
Sin embargo, cuando algún problema afectaba a dos o más ayllus (controversia
acerca de linderos, usos de bosques, pastos, campos, etc.) la competencia pasaba al
jefe tribal. Aunque muchas veces daba lugar a un estado de guerra. Fue éste el
sistema penal que existió antes de la fundación del Imperio Incaico.
Ya se ha expresado que las tribus estaban formadas por numerosos ayllus y que
tenían un carácter predominantemente militar. Como es natural, cada tribu trataba de
expandirse a expensas de las vecinas. En la época pre-incaica se formaron imperios
de pujanza disímil y de duración diversa. Así se integraron, por ejemplo, la poderosa
confederación de los Collas, en la puna boliviana; la de los Chinchas, en el norte del
Perú; el Gran Chimó, la costa; etc.
El Imperio Incaico fue uno de ellos, logrando sobreponerse a todos los demás.
Mejores guerreros, alcanzaron a conquistar extensas tierras y sojuzgar a las demás
tribus, dando lugar a la formación del gran Imperio de los Incas. Pero, en verdad, los
incas del. Cusco integraban una tribu, corno todas las demás, en sus comienzos.
Mediante sucesivas conquistas el territorio del Imperio Incaico logró una enorme
extensión. Durante su etapa más grandiosa abarcó desde el Nudo de Pasco, en el
actual Ecuador, hasta el río Maule, en Chile. Además, comprendió toda la costa y la
sierra del Perú y ciertas regiones de su selva, la meseta boliviana y parte de
Argentina. Fue el Imperio más importante de América del Sur, no sólo por su
extensión territorial, sino por su valiosa cultura. Su población pasó de los diez
millones de habitantes.
Fundado en el siglo XI, perduró hasta el siglo XVI, al ser conquistado por los
6
CASAS, Fray Bartolomé de las. LAS ANTIGUAS GENTES DEL PERÚ. Colección De Libros y
Documentos referentes a la Historia del Perú.
7
www-gewi.uni-graz.at/jbla/Scans/JBLA_24_1987/Oberem_1.pdf (Publicaciones de Hermann Trimborn 7
antiguas sobre el imperio de los incas, Investigación y Progreso, V111/ 12, Madrid. 1934, pp. 371-372).
7
españoles.
Las tribus consiguieron vivir en paz, cesando el endémico estado de guerra, puesto
que el Inca garantizó e impuso la tranquilidad. Citando se suscitaban entre los ayllus
o las tribus problemas que amenazaran la paz, intervenía el poder central. Se
designaba un juez especial o se hacía intervenir al delegado permanente, quien
resolvía el conflicto.
Con admirable tacto los incas no modificaron los usos y costumbres de las demás
tribus conquistadas, los que, por lo demás, eran similares a los suyos. Los
conquistadores, pues, no trastornaron los sistemas anteriores. Sin embargo,
introdujeron algunas hondas variantes que convenían a sus propios intereses. Por
ejemplo, expropiaron tierras de los ayllus; impusieron tributos especiales, los que
podían consistir en especies, que eran almacenadas en depósitos del Estado, o en
servicios personales. Todos los ayllus estaban obligados a poner al servicio del Inca
miembros de su grupo para que actuaran como soldados del Imperio o trabajaran en
las minas, obras públicas, etc. De otro lado, se impuso la religión oficial y el idioma
quechua, aunque no desterraron completamente las creencias regionales y sus
dialectos. Las tribus y los ayllus que se resistían a las órdenes superiores eran
sancionados cruelmente. Puede afirmarse que perdieron todo asomo de
independencia.
Como afirma el cronista Casas "los caciques sometidos que daban con la jurisdicción
limitada". En verdad, los curacas pasaron a ser funcionarios del Imperio, quedando
totalmente subordinados al poder central. Cieza8 señala que el Inca "ordenó vivir a un
delegado autorizado entre los sojuzgados, pero sin privar de su jurisdicción al
cacique autóctono"9. Todos los asuntos que afectaban al nervio mismo del Estado
quedaron reservados a los funcionarios del Inca. Estos eran expertos en materias
judiciales y administrativas, lo que no sucedía con los curacas, a los que no podía
confiarse cuestiones de alguna importancia. Está demás decir que el poder absoluto
de los incas jamás permitió la intervención de organismo social o individuo que no
obedeciera ciegamente las órdenes superiores.
El centro del Imperio fue la ciudad del Cusco, vocablo que significa "ombligo", por
dicha razón. La unión de todas las regiones del incanato tomó el nombre de
"Tawantisuyo"10, que significa cuatro regiones, que eran las que conformaban el
Imperio. La Corte del Inca se hallaba en dicha ciudad.
8
CIEZA DE LEON, Pedro. DEL SEÑORÍO DE LOS INCAS. Argentinas Solar. Buenos Aires 1943-1550.
9
CASAS, Fray Bartolomé de las. Ob cit.
10
ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO, María. Ob. Cit.
11
PEASE, Franklin. Ob cit. 245.
8
Las clases sociales eran las siguientes:
b. La familia imperial, la que también era sagrada e integraba una casta superior.
Gozaba de grandes ventajas y atribuciones.
d. Los curacas o jefes de los ayllus, los que eran funcionarios del. Inca, al que
debían fiel obediencia. Obtenían múltiples
e. Los miembros de las tribus sojuzgadas, que integraban la masa del Imperio.
Sobre éstos recaían todos los tributos y obligaciones. Estaban sometidos a -un
régimen muy estricto.
Las normas jurídicas servían para regir al Imperio, reforzar los atributos del Inca,
fortalecer el orden político, social y económico, proteger a los conquistadores y a
imponer reglas morales y costumbres. Empero, junto al derecho imperial, continuaron
rigiendo algunas normas de los propios ayllus, siempre que no se opusieran a los
objetivos fundamentales del Estado incaico.
Al respecto dice el mismo Garcilaso13: "Ordenó [el inca Pocha-catee] muchas leyes y
fueros particulares arrimándose a las costumbres antiguas de aquellas Provincias
donde se habían de guardar, porque todo lo que no era contra su idolatría, ni contra
12
GARCILASO DE LA VEGA, Inca. COMNENTARIOS REALES DE LOS INCAS. EMECE EDIT. Buenos
Aires 1943-/1609.
13
Ob. Cit.
9
las leyes comunes, tuvieron por bien aquellos Reyes dejarlo usar a cada Nación,
como lo tenían en su antigüedad' .
Las normas jurídicas respondían a la voluntad del Inca, el que se hacía asistir por
experimentados ancianos y guerreros y por los "amautas" (sabios). En las últimas
etapas del Imperio intervinieron los "quipucamayoes", expertos en "quipus", que eran
cordeles de los cuales pendían varios cordones de diversos colores y longitudes,
llevando cada cordón nudos simples, dobles o triples, corno ya se ha explicado, que
representaban un primitivo lenguaje escrito. Los quipucamayoes integraron una
especie de oligarquía jurídica.
Estas normas eran comunicadas al pueblo por los pregoneros, que las daban a
conocer a viva voz. En el Cusco los pregones se hacían en una plaza denominada
"Rimacpampa". Eran llevadas hasta los pueblos más remotos por veloces "chasquis".
Es obvio que debían cumplirse irrefragablemente desde que fueran conocidas.
Prueba de que el rigor fue sorprendente en el Imperio es que los mismos cronistas
españoles hicieron resaltar el carácter despiadado de la penalidad, aunque estaban
acostumbrados a las inhumanas sanciones de España.
El sistema penal de los Incas se caracterizó por su crueldad. Acosta15 dice: "Los delitos
eran castigados rigurosamente". Garcilaso16 señala: "Y el castigo era riguroso, porque
la mayor parte era de muerte, por liviano que fuese el delito".
14
Web citada.
15
ACOSTA, Fray José de. HISTORIA NATURAL Y MORAL DE LOS INCAS. Fondo Cultural Económica.
México 1940-1950.
16
GARCILASO DE LA VEGA, Inca. Ob. Cit.
17
GARCILASO DE LA VEGA, Inca. Ob. Cit.
18
www.slideshare.net/mlinaresvizcarra/estado-inca-5646875
sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/inv.../a12.pdf
www.librosperuanos.com/autores/jorge-basadre3.html
www.scribd.com/.../Jorge-Basadre-y-El-Derecho...
10
La persecución del delincuente llegó a extremos tales que en muchas oportunidades el
castigo alcanzó a los antepasados ya fallecidos del criminal, pues, como dice Basadre:
"...se violaron las tumbas, fueron deshechas las momias y esparcidas sus cenizas". La
mujer y los hijos del delincuente sufrían terribles castigos generalmente. En el mejor
de los casos, quedaban deshonrados. En ocasiones se extendía la responsabilidad a
todo el ayllu al que pertenecía el criminal, mandándose matar a todos sus
componentes y destruir la aldea. Los Incas, dice Matienzo, "eran tan crueles que a los
que delinquían no sólo los mataban, pero a todos sus parientes".
Pero las normas penales no sólo eran inhumanas, sino injustas y aplicadas
desigualmente. Los curacas y los demás funcionarios no estaban sometidos al fuero
común. Eran juzgados por un delegado especial o por el mismo Inca, los que eran
miembros del grupo superior. Como señala Trimborn 19: "La nobleza incaica gozaba de
una situación privilegiada". El clero tenía su propia jurisdicción. El Supremo Sacerdote
(Huillac-Umu) era el juez superior en materia eclesiástica. Controlaba y juzgaba a los
sacerdotes, vírgenes del Sol, etc. Su jurisdicción se extendía a todos los templos,
lugares de adoración y personal. Las sanciones siempre fueron más benignas cuando
se trataba de un miembro de las clases sociales superiores
De otro lado, la pena podía ser disminuida o aumentada según la clase social a la que
perteneciera la víctima. No había, pues, ninguna igualdad ante la ley. Las penas eran
diferentes para los nobles y los plebeyos, los superiores; y los inferiores, los ricos y los
pobres.
Cobo20 indica que cuando el delincuente era un "orejón" la pena grave podía ser
sustituida por una simple amonestación pública..Sin embargo, esta sanción era
temida, toda vez que significaba desaprobación del Inca. Casa21s escribe que
cuando el delincuente era un "orejón", se evitaba la pena .capital. Aun en los ca-
sos en que un miembro de la nobleza fuera condenado a morir, la condena se
cumplía degollándolo, pena menos deshonrosa que las demás, como ser, horca,
hoguera, etc.
Cuando un noble cometía incesto u otros delitos graves el varón moría degollado
en la plaza pública y la mujer dentro de la prisión. El apedreamiento, el
descuartizamiento, etc., eran reservados para los miembros de la gran masa.
Pero, como .señala Basadre23: "no debe confundirse el caso de complicidad con
los castigos a las familias o a los pueblos de determinado delincuente". Estas
sanciones son meras supervivencias de la penalidad colectiva.
22
GARCILASO DE LA VEGA, Inca. Ob. Cit.
23
www.slideshare.net/mlinaresvizcarra/estado-inca-5646875
sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/inv.../a12.pdf
www.librosperuanos.com/autores/jorge-basadre3.html
www.scribd.com/.../Jorge-Basadre-y-El-Derecho.
12
pena capital. Si la mujer era casada, el delincuente moría apedreado y si era
soltera, moría en forma menos deshonrosa. Si el hombre y la mujer fueren
solteros y la última consentía en contraer matrimonio con su corruptor, el castigo
que recibían era menos cruel y, posteriormente, contraían matrimonio.
En los ayllus actuaban de jueces los curacas y/o el delegado del Inca. A veces
recibían asistencia de ancianos y guerreros.
La clasificación dada por Trimborn24 se estima superior. Los delitos los dividió en dos
categorías: a) aquellos que se refieren al orden público; y, b) aquellos que se
relacionan con el orden privado.
Los delitos contra el orden público comprendían cuatro clases: a) Las infracciones
que ponían en peligro el Derecho Constitucional; b) Las que atentaban contra el
Derecho Administrativo; c) Las infracciones consideradas riesgosas para los fines de
la política tributaria; y d) Las que atentaban contra la seguridad del mismo orden
jurídico. En seguida se estudiarán:
1° Las infracciones que minaban las instituciones políticas establecidas por los
conquistadores. Requerían ser drásticamente sancionadas, puesto que eran
sumamente peligrosas para el propio Imperio. La unidad del Imperio y el
fortalecimiento del poder de los incas eran objetivos fundamentales en esta época,
como es obvios.
Comprendían: A) Traición al Imperio y alta traición, B) Delitos de lesa majestad; y C)
Delitos contra la religión.
24
Web citada.
13
Entre los últimos se hallaban: asesinato de una persona dedicada a servir al culto;
profanación de templos o lugares destinados al culto oficial; blasfemias; las
relaciones sexuales con alguna virgen del Sol; etc.
2° Los delitos que ponían en peligro el Derecho Administrativo podían consistir en: A)
Infracciones cometidas por los funcionarios administrativos, como ser descuido en el
cumplimiento de sus deberes; soborno; remisión de datos falsos al poder central;
abuso de autoridad, etc; B) Faltar a la prohibición de cambiar de indumentaria o de
distinto de la tribu; y C) Cambiar de residencia sin la respectiva autorización oficial.
Los delitos de orden social privado los divide Trimborn 25 en tres grupos: A)
Violaciones a la vida; B) Violaciones del orden familiar; y C) Violaciones de la
propiedad.
La finalidad de las penas era la intimidación, por lo que eran en extremo crueles. La
pena capital era la más frecuente. El rigor fue tan grande que asombró a los mismos
cronistas españoles.
25
Web citada.
14
1. Al que asesinaba al Inca o a algún miembro de su familia. Moría arrastrándosele,
descuartizándosele y haciéndosele pedazos. Lo mismo acontecía con todos los
parientes del delincuente y con los pobladores de su ayllu. La aldea era destruida.
2. Se ahorcaba y se Ordenaba la muerte de sus familiares y habitantes de su pueblo
a quien tenía relaciones sexuales con aluna mujer reservada al Inca;
3. Al que hablaba mal del soberano;
4. Moría quien hurtase algo al Inca, aunque el hurto fuera mínimo;
5. El traidor era descuartizado y con él morían los moradores de su ayllu y parientes,
asolándose la aldea;
6. Se exterminaba a todos los habitantes de un ayllu o tribu que se levantase contra
el poder central;
7. Se hacía cuartos a quien mataba a un superior;
8. Era condenado a morir el recaudador que cometía defraudación;
9. El que tuviese relaciones sexuales con una virgen del Sol, moría, al igual que
sus parientes y los miembros de su ayllu;
10. La virgen del Sol que atentaba contra su virginidad era enterrada viva;
11. Todo hurto de objetos de los templos, por pequeño que fuese, era castigado
con la pena capital
12. El asesino de su padre, madre, abuelos o hijos se le descuartizaba;
13. Se le castigaba despeñándolo o apedreándolo hasta que muriese al que mataba
a un niño.
14. Lo colgaban de los pies, hasta que muriese, dentro de la misma casa al que
escalaba el lugar de recogimiento de las “mamaconas” que eran mujeres que
gozaban de muchos privilegios y respeto”.
15. La “mamacona” que dejase entrar en su casa a algún hombre merecía igual
penal.
16. El sodomita era ahorcada o arrastrada. Sus vestidos y el cadáver eran
quemados.
17. El que facilite o encubriese incestos debía morir.
18. Se condenaba a muerte, con gran publicidad, junto con todos sus familiares para
que no quedase ninguno que supiese el oficio, al que asesinase usando hechizos.
19. Al que corrompía a una mujer virgen, si era hija de nobles, moría. Pero si la
víctima era plebeya; se le daba tormento. En caso de reincidencia se aplicaba la
pena capital;
20. Al mentiroso o perjuro incorregible se le daba muerte. La misma suerte corrían
los chismosos crónicos, los vagabundos incorregibles y los ladrones reincidentes.
La prisión perpetua se aplicaba a los nobles que la merced del Inca los había librado
de la pena capital.
Todos los cronistas concuerdan en que las prisiones incaicas presentaban crueles
rasgos, que pocos podían soportar. Sin embargo, las destinadas a la nobleza eran
más humanas.
Refiriéndose a las cárceles incaicas escribe Murúa26: “La manera y el orden que el
Inca tenía para castigar, y las cárceles que para ello tenía, era que en esta gran
ciudad del Cusco había un subterráneo o mazmorra debajo de la tierra que ellos
llamaban Desanca, el cual estaba cubierto y empedrado de piedras de gran manera
agudas y esquinadas que cortaban como cuchillo o navajas muy agudas y dentro de
él había gran cantidad de animales muy feroces. Otro cronista que se ocupa de las
prisiones incaicas es Guaman Poma en su libro “Nueva Crónica y Buen Gobierno” 27
las describe en forma similar. La obra se halla acompañada de una interesante
iconografía. Guaman Poma es un cronista de raza india.
En las condiciones reseñadas los prisioneros no podían vivir muchas horas. Aun en
las mejores cárceles, el prisionero no podía terminar la condena, pues eran
húmedas, oscuras, mal aireadas, etc. Eran especie de cuevas.
En el siglo XIX el gran penitenciarista peruano Mariano Felipe Paz Soldán 28 visitó
varias regiones del Perú estudiando las prisiones. Llegó a un pueblecito llamado
Aquira, en el Sur, en donde conoció una prisión que databa de la época incaica,
aunque se siguió usando durante la Colonia y al comienzo de la República. La
descripción que hace de ella Paz Soldán, merece darse a conocer.
“Es una cueva natural en un crestón de granito; algunos creen que fue cavada por
los incas para encerrar a los criminales; su aspecto es aterrador: la entrada o boca
de la cueva apenas tiene cabida para un hombre y cuando se corre la compuerta de
hierro de la entrada, queda tapada como un baúl; a los pocos pasos se llega a un
cuarto de cuatro varas en cuadro y dos y medio de alto; de aquí por medio de otro
tubo se pasa a un segundo cuarto algo menor que el primero y por último, el tercer
cuarto, al que se entra por otro tubo; es tan bajo que ningún hombre de mediana
estatura puede en él estar de pie. Como estos cuartos están ahondados en la peña
viva sin más comunicación exterior que la boca de la cueva, es preciso usar la
artificial para distinguir los objetos. Mana sin cesar el agua del techo y por lo tanto el
interior es húmedo y frío. Sus estalactitas son hermosísimas a la luz de una
antorcha. Parece imposible que allí pueda vivir un hombre más de doce horas”:
Las penas deshonrosas podían consistir en amonestación pública, corte del cabello,
destitución de los funcionarios, etc.
En relación con las demás penas, las pecuniarias ocupaban un segundo término. Al
respecto Trimborn29 escribe: “La causa de que dentro del derecho de la colectividad
aldeana. No haya posibilidad para el desarrollo de las penas pecuniarias reside en la
amplia economía colectiva, cuya forma principal del capital, era la propiedad
colectiva del suelo”.
A manera de síntesis, cabe señalar las más notables características del sistema
penal incaico:
A. Era marcadamente intimidatorio. Las penas eran sumadas crueles. Pero, como
señala Jorge Basadre: “En realidad no ocurría nada excepcional, sino lo que
históricamente acompaña siempre a los Estados de conquista”.
29
Web citada.
17
18
CAPITULO II
Según refiere Constancio Bernaldo de Quirós30, cien años antes del descubrimiento de
América, la pena de muerte se había estabilizado ya, en cuanto a los medios de
ejecución, en toda Europa, reduciéndola a tan solo dos modalidades: degollación para
los nobles, horca para los villanos, sin embargo, acota este autor, para los villanos, en
realidad, quedaba la opción entre la horca y la hoguera, pero al tener esta última una
aplicación excepcional (para los delitos nefandos), quedó, como regla general, la horca
y el cuchillo31.
30
BERNALDO DE QUIRÓS, Constancio. La Picota en América. La Habana: J. Montero Editor, p. 107
31
Es de precisar que la ley de Partida admitía una excepción: ”que magüer el Fidalgo, a otro ome que
fuese onrrado por su sciencia, o por otra bondad que ouiesse en él, fiziesse cosa porque ouisse a morir,
non le duen matar tan abiltadamente como a los otros, assi como arrastrándolo o enforcándolo, o
quemándolo, o echándolo a las bestias brauas; más deuenlo mandar matar en otra manera, así como
faziéndole sangrar, o afogándole” (Ley 8, Título 31, Partida 7); sin embargo, no se ha tomado
conocimiento alguno, de aplicación de esta ley.
19
Este método de muerte judicial surgió bajo un signo favorable a su éxito pues, si bien
ningún nacido podría quererle para sí ya que, morir agarrotado era un género de
capitis diminutio, ello es, de menos valer en la hora suprema de la muerte, poco a
poco, el agarrotamiento introducido como un término medio entre la degollación y la
horca, comenzó a perder sus orígenes primeros, humillantes, haciéndose, al final, el
género propio de la muerte judicial para los simples hidalgos, ya que la degollación fue
solo para los caballeros.32
Pero todo ello solo fue hasta fines del siglo XVIII, en que el éxito aparece ya decidirse
francamente en favor del agarrotamiento con el total olvido de la horca, siendo que la
evolución queda cerrada poco después de la independencia de las antiguas colonias
americanas con la Real Cédula de 28 de abril de 1832, en que el Rey, Fernando VII,
declara abolida la horca para siempre y deja como único modo de ejecución de la
pena capital el garrote, con distintas modalidades adecuadas en lo sucesivo no a la
clase social del reo, sino a la naturaleza, más o menos vergonzosa, del delito.
Cabe precisar también que, algunas veces el garrote, como menos vil siempre que la
horca, se reservó a los delincuentes de raza blanca, mientras a los indios y a los
negros se les consideró carne de horca; esto, al menos, fue el parecer de la
32
Bernaldo de Quirós, haciendo referencia al Diccionario de Jurisprudencia de Joaquín Escriche, señala
que estas distinciones se llevaban con tanto rigor que, en la época, para entrar en ciertos cargos o
profesiones, era preciso hacer información de limpieza de sangre, existiendo casos en los que el
aspirante demostraba la de la suya probando que tal o cual antepasado suyo había muerto en el cadalso,
pero bajo el cuchillo (degollado). BERNALDO DE QUIRÓS: La Picota en América, cit., p. 113
33
Félix M. Pérez Sánchez. “Una expedición del siglo XVI que salió para el río de La Plata y tuvo su ocaso
en el Río Ozama”. La Nación, de ciudad Trujillo, de 19 de agosto de 1946. El trato de cuerda según el
Diccionario de la Academia, es un “tormento que se daba atando las manos por detrás al reo o al
acusado, y colgándole por ellas de una cuerda que pasaba por una garrucha, con la cual le levantaban en
alto, y después le dejaban caer de golpe sin que llegase al suelo”, o a la superficie del agua, según los
casos. Corresponde la descripción a lo que por otro nombre se le llamó el suplicio de “la estrapada”;
citado por BERNALDO DE QUIRÓS: La Picota en América, p. 114
20
jurisprudencia constante de algunos jueces como el Gobernador Viana, en el
Uruguay.34
II.1.1. LA PICOTA:
Por lo general este poste fue el propio rollo jurisdiccional del lugar respectivo como
emblema que era este de la soberanía del señor de la localidad y consiguientemente
del ejercicio de la justicia punitiva, en todo su desarrollo, hasta la muerte, de que
estaba investido, o sea del imperio. El rollo es la totalidad, el conjunto de la institución;
la picota su ejercicio penal.
El Rollo era un elemento de orden penal cuya existencia se extendió a casi toda
Europa y a algunos lugares de América. Su utilidad era la aplicación y ejecución de la
pena impuesta al condenado entre los siglos XIII y XIX, aproximadamente. En unos
sitios desapareció su uso antes que en otros.
a) Tipo originario: se trata de un simple pilar que se aguza al final, erguido sobre
el suelo, sin base ni gradería, ejemplo de ella se tiene en el rollo de Hoyo de
Pinares, en la Provincia de Avila.
34
Carlos Ferrés. Estudio sobre la administración de justicia en la época colonial, p. 272, citado por
Bernardo de Quirós en La Picota en América, p. 116.
21
curso de la existencia de esta clase de monumentos. Los rollos-picotas
presentan en su forma acabada las partes o elementos siguientes:
1. La gradería
2. La base de la columna
3. El fuste o caña
6. El Remate.
1. La gradería:
2. La base de la columna:
Con frecuencia la parte inferior de la columna del rollo está apoyada por un
juego de molduras que dan paso al fuste, y que tienen solo un valor
artístico, decorativo.
3. El fuste o caña:
Los distintos tipos de capitel que se presentan en Castilla son muy diversos,
lo más frecuente es la presencia de cuatro cabezas de amenazantes
leones, aunque las variantes son muchas:
6. El Remate:
Es el elemento que presenta mayor diversidad, a lo que hay que añadir que es
la parte peor conservada y más transformada del monumento. Los ejemplares
castellanos más elementales terminan en forma troncónica, pero también son
frecuentes los remates:
c) Tipo involutivo:
Hay casos en los que puede suceder que el señor de la localidad carezca, por
excepción, del mero imperio, es decir, de la facultad para imponer y hacer
cumplir penas, sobre todo la de muerte, es por ello que, ante situaciones
semejantes, se producía el efecto de la caducidad del fuste de la columna,
quedando el rollo reducido a su base, en la cual se inserta el blasón
Como pena, la picota aparece nombrada por primera y única vez, en el Código de las
Siete Partidas, como última, y más leve de todas las penas: “Siete maneras son de
penas porque puedan los Judgadores escarmentar a los fazedores de los yerros. E las
23
cuatro son de las mayores, e las tres de las menores… la setena es cuando condenan
a alguno, que sea azotado, o ferido palatinamente, por yerro que fizo; o lo ponen en
deshonra del en la picota, o lo desnudan, faziéndole estar al sol, untado de miel,
porque lo coman las moscas en alguna hora del día”.35
En realidad, la picota era poco cómoda para la pena de muerte, pues el degollamiento
y la suspensión exigían una amplitud de espacio que aquella no permitía, pero cuando
se les utilizaba, los canecillos que asomaban bajo el capitel de los rollos-picotas, a
menudo sirvieron para ahorcar; sin embargo, debe precisarse que lo general fue
levantar horcas aisladas, a mayor o menor distancia de las picotas.
Bernardo de Quirós nos habla en este punto de dos ejecuciones capitales en Nueva
Veracruz- México, escritas por el doctor Manuel B Trens, durante la segunda mitad del
siglo XVIII.
Así, narra que la primera ejecución fue en 1771, se trataba de un mulato que se llamó
Ildefonso Gabriel Herrera, vecino del Puerto de Veracruz, quien fue acusado de
practicar el “pecado nefando”, la sodomia, delito que se pagaba con la muerte, por lo
que fue sentenciado a morir en el garrote y, a que su cuerpo, fuese pasto de las
llamas. Asimismo, continúa el autor con su relato, para la ejecución se vistió al reo con
túnica y caperuza de bayeta blanca, se le sentó en el garrote y se le puso la mascada
de hierro, posteriormente, muerto ya, se le llevó a la pira, el cual era un palo largo y
grueso, empotrado en el suelo en uno de sus extremos y rodeado, en este caso, de
doscientas rajas de leña, que, al arder achicharraron al infeliz. El segundo de los
relatos versa de la muerte de Miguel María de La Concepción en el año de 1794,
sujeto que fue ejecutado en la ignorancia de saber que delito cometió.
España:
Fuera de las provincias citadas, son pocos los vestigios y referencias, correspondiendo
las excepciones a Cuenca, Zamora, Badajoz y Ciudad Real; también existen mínimas
muestras en Alava, Navarra y referencias documentales de algún ejemplar en
Andalucía y Asturias. En resumen, existen más de 300 ejemplares censados, de los
que quedan en pie aproximadamente la mitad.
Portugal:
El Alto y Bajo Alentejo, ofrecen menos ejemplares y muy escasas son las referencias
procedentes de la zona más meridional: el Algarve
Ultramar:
25
26
27
II.1.3. FUNCIÓN PREVENTIVA DE LA PICOTA:
28
Ahora bien, la picota también cumplió una función preventiva “ne peccetur”, realizada
mediante la exhibición pública y casi constante de los despojos de los reos, para que
sirvieran de saludable advertencia a todos.
Cualesquiera que fuese la muerte sufrida por los reos, degollados agarrotados,
ahorcado, todos dejaban sus testas trágicas expuestas largos tiempos en los
rollos picotas, bien clavadas sobre la madera o en la piedra, en defecto de la
jaula o farol -que sí estaba presente en las picotas de Castilla La Nueva- y que,
al parecer, falta en toda América, siendo que, este dispositivo fue reemplazado
en algunos lugares, como Montevideo, por una “redoma de hierro”, para que la
cabeza del malhechor quedara colgada en la horca por cuarenta días.
Sin duda alguna los casos más trágicos han sido de vulgares delincuentes; sin
embargo, también fueron expuestas en la picota las cabezas de políticos
generosos, sobre todo los rebeldes de toda clase que se alzaron contra los que
ejercían el poder, ya fueran los rebeldes españoles de la época de los primeros
descubrimientos (Vasco Núñez de Balboa) y de la Conquista (Gonzalo Pizarro),
los hijos de las razas indígenas sometidas (Túpac Amaru) o de los negros, e
incluso los mismos criollos, antes del éxito final; en resumen, todo el complejo
de movimientos revolucionarios padecieron bajo la picota.
“Fallo atentos los méritos del proceso, y del dictamen de mi Asesor, que por la
culpa que contra ellos resulta (los dos reos Manuel grande y Manuel chico,
asesinos de su amo don Antonio Massen) los debo condenar y condeno en
muerte afrentosa de horca: la que se les dará sacándolos de prisión,
29
arrastrados a la ola de un caballo y conduciéndolos así por a calles públicas de
esta ciudad hasta el lugar de la horca, donde por el verdugo serán ahorcados y
colgados sin que ninguno bajo las mismas (penas) se atreva a quitarlos de
aquel lugar sin mi orden expresa, lo cual se observará también con los cuartos
de sus cuerpos, que después de muertos deberá dividirlos el verdugo para que
se repartan por los caminos que conducen al paraje donde cometieron el delito.
Y por ésta mi sentencia”.37
El mejor ejemplo en que puede verse el juego de las dos distintas formas de
descuartizamiento judicial que hemos distinguido, le tenemos en el gran
proceso histórico de Túpac Amaru, el rebelde peruano llamado antes de que
tomara tal nombre, José Gabriel Condorcanqui y que vivió entre los años de
1740 ó 1742 y de 1782, reinando Carlos III.
“Y que, asido por unas cuerdas robustas, sea descuartizado por cuatro
caballos, que gobernarán los de su provincia del Tucurnán, hasta que
naturalmente muera; y fecho sea transferida su cabeza a la ciudad de la Paz,
para que, fijada sobre la horca de la Plaza Mayor, y puerto de Quilquilli, donde
tuvo la audacia de fijar la suya y sitiar los pedreros, para batirla, bajo la
correspondiente custodia, se queme después de tiempo, y arrojen las cenizas
al aire. La mano derecha en una picota y con un rótulo correspondiente a un
pueblo de Ayoaio; después al de Ficasica, donde se practique lo mismo; la
37
Carlos Ferrés. Época Colonial: la administración de la justicia en Montevideo, páginas 275 y 276. Autor
citado por Bernardo de Quirós: La Picota en América.
30
siniestra al pueblo capital de Albacadri, en igual conformidad para lo mismo; la
pierna derecha a los Tungas y Cabezas de Chuhuamani; y la otra, al de
Caquialiri de la de Dacajes, para lo propio…”
Los últimos ejemplares se levantan rodando ya finales del siglo XVIII. Así, en En
España, se cuenta con: Jaramillo Quemado (1715), Logrosán (1792) y Vinuesa (1799),
entre otras; en América: son más escasas las referencias de alzamiento de nuevos
monumentos en el siglo XVIII; sirven como muestra, al menos, los casos de Vila Bela
da Santíssima Trinidad en el Estado de Matto Grosso (Brasil), motivado por la
fundación de la villa en 1752 y de Montevideo también, elevado en la fundación de la
ciudad en 1726.
Al principio del siglo XIX se manda en España derribar los rollos y picotas por Decreto
de las Cortes de Cádiz de fecha 26 de mayo de 1813:
“Las Cortes Generales y extraordinarias, accediendo a los deseos que les han
manifestado varios pueblos, han tenido a bien decretar por regla general lo siguiente:
Los Ayuntamientos de todos los pueblos procederán por sí y sin causar perjuicio
alguno, a auitar y demoler todos los signos de vasallaje que haya en sus entradas,
casas capitulares o cualesquiera otros sitios, puesto que los pueblos de la nación
española no reconocen ni reconocerán jamás otro señorío que el de la Nación misma,
y que su noble orgullo sufriría tener a la vista un recuerdo continuo de humillación”
Poco efecto debió tener ese Decreto ya que veinticinco años después se dicta un
nuevo Decreto, el 25 de enero de 1837, dictado en nombre de la Reina Isabel II, por su
madre, la reina gobernadora María Cristina. Así decía el Decreto “Se establece con
toda su fuerza y vigor el Decreto de 26 de mayo de 1813, por le que las generales y
extraordinarias mandaron quitar demoler todos los signos de vasallaje que hubiere en
los pueblos, según en el mismo se previene”.
Sin salir del siglo XIX, otras conmociones políticas causan en España la destrucción
de nuevos ejemplares; entre nuestros datos figura la caída del ejemplar de Brunete
(Madrid) en la revolución de 1869.
32
CAPITULO III
38
38
www.monografias.com › Derecho, información recabada en noviembre de 2011.
33
calificado y por traición a la patria. Siete años más tarde se volvió a abolir la pena de
muerte pero dicha abolición solo duro un año. Desde 1868 la pena de muerte no fue
abolida en el Perú; las Constituciones de 1920, 1933, 1979 y 1979 la mantuvieron con
algunas variantes.39
En enero de 1969 la junta militar presidida entonces por Juan Velasco Alvarado emitió
un Decreto Ley que añadía al Código Penal el artículo 197º, el cual sostenía que si la
víctima era menor de 10 años y moría como consecuencia del asalto sexual se
aplicaba al autor la pena de muerte. El general Velasco también había leído las
encuestas de entonces que mostraban la preocupación social de la población por tales
delitos.
El primero en pasar por el patíbulo dentro del margen de esa ley fue Ubilberto
Vásquez Bautista, quien fue ejecutado en 1970 por la violación y asesinato de una
pastorcita de 11 años de edad 41.
Sin embargo, pese a tener carta blanca para ejecutar a condenados por delitos
comunes, el gobierno de Velasco “paró la mano” en diciembre de 1973, con el
fusilamiento del homicida José Murillo Andrade, ‘Patita de Cuy’. Ese mismo año otros
nueve convictos se encontraban en la cuerda floja y el régimen militar dio marcha atrás
por temor a un exceso de paredón.
Durante un siglo, hasta 1979 en que fue restringida, la pena de muerte se aplicó en el
Perú, a los criminales que violaban y asesinaban. En aplicación de la norma, en 1957
39
Rojas Dávila Roberto. El Monstruo de Armendáriz: ¿Quiénes son los que van al paredón?.
40
http://www.mailxmail.com/curso-pena-muerte-peru/investigacion-sobre-pena-muerte-peru
41
.http://www.rpp.com.pe/2011.09.17
42
www.caretas.com.pe/Modules/GetStorageFileAudit.ASP?Mode...
43
http://radio.capital.com.pe/carloscarlin/2009/10/21/debate-%C2%BFpena-de-muerte-para-violadores-
con-homicidio/
34
fue ejecutado Jorge Villanueva Torres, alias “El monstruo de Armendáriz”, por violar y
asesinar a un niño de tres años, este fue juzgado por la Constitución de 1933,
aprobada en el gobierno de Sanchez Cerro, quien hizo mas extensiva la lista de los
delitos que determinaban la pena de muerte aplicándose para los delitos de : homicidio
calificado, traición a la patria, espionaje, violación de menores de siete años, asesinato
por lucro, envenenamiento, fuego o explosión, robo con muerte de la victima.
A) HECHOS:
Dos jóvenes estudiantes, Marcelo Rojas Pérez y Alfonso Navarro Vilca, que recorrían
la quebrada de Armendáriz quedaron pasmados ante un sobrecogedor hallazgo, el
cuerpo sin vida de un niño de tres años con huellas de haber sido golpeado en la
cabeza, se encontraba en una covacha de Barranco. El horror se divulgo rápidamente
por las calles, el lugar se colmo de policías, periodistas y curiosos, un hombre de
mediana estatura, delgado y de bigotes ralos se acercaba, era el albañil Abraham
Hidalgo, quien desde la noche anterior estaba buscando a su pequeño hijo Julio
Hidalgo Zavaleta, se abrió paso entre la gente, oyéndose un grito de dolor que
despertó la avidez de los reporteros y de los detectives, pues era su hijo.45
44
El Caso de Jorge Villanueva Torres, “el Monstruo de Armendáriz”, Pág. 1.
45
Perú 21, Domingo 11 de setiembre de 2005, página 15.
46
Ibídem.
47
El Monstruo de Armendáriz: ¿Quiénes son los que van al paredón?. Pág. 1.
35
Días después, un vendedor de turrones de nombre Uldarico Salazar, que trabajaba en
la calle Atahualpa, hoy Alberto Lafon, donde vivía la familia de la víctima, afirmó que un
individuo afro descendiente que se llevaba al niño por la quebrada de Armendáriz le
compró una melcocha para el niño, manifestó que “era un sujeto negro y alto (…) me
compro 20 centavos de turrón para el niño. yo lo puedo reconocer” 48; entre las
fotografías que le mostraron en investigaciones, identifico a Jorge Villanueva Torres
como el sujeto que a las 11.00 de la mañana del día 07 de setiembre, lo detuvo
cuando se retiraba del Parque de Barranco para comprarle unas melcochas, este lo
describió por sus características personales: pantalón marrón, zapatos mocasines,
dedo pulgar chato, etc. Estas minuciosidades fueron comprobadas en Villanueva
Torres.49
Jorge Villanueva Torres, conocido como el “negro Torpedo” fue bautizado por la prensa
como el “Monstruo de Armendáriz”.51
En las calles de Lima, como era de predecirse la gente exigía que le aplicaran la pena
de muerte, se realizaron manifestaciones por las calles de Barranco, en donde los
pobladores exclamaban “Muerte para el monstruo”, incluso la prensa apoyaba la pena
de muerte para Villanueva.
En las calles de Lima, la gente exigía que le aplicaran la pena de muerte. Hubo una
manifestación pública por las calles de Barranco, donde vivían los familiares de la
víctima. "Muerte para el monstruo", gritaban los vecinos55.
48
Perú 21, Domingo 11 de setiembre de 2005, página 15.
49
Diario Extra, semanario de actualidad, año IV-145.
50
Perú 21, Domingo 11 de setiembre de 2005, página 15.
51
Ibídem.
52
Diario La Crónica del 15 de septiembre de 1954.
53
“Con indicios no se condena a muerte. No hay convicción, miente el turronero. En caso de duda hay
que estar a lo favorable al reo, ¡Indubio pro reo!. (Carlos Enrique Melgar/ Abogado defensor).
54
http://lacombivisual.blogspot.com/2007/12/medio-siglo-del-caso-del-monstruo-de.html
55
http://peru21.pe/impresa/noticia/cronica21-monstruo-que-fue-al-paredon-pese-dudas/2005-09-
11/147691
36
Jorge Villanueva Torres, desde su niñez tuvo un comienzo criminal que con el tiempo
fue creciendo, cuando era niño era conocido como "pájaro frutero", termino que se le
daba a lo que hoy en día conocemos como "pirañitas" (niños ladrones). Así su pasado,
delincuencial fue creciendo, robando en tranvías que surcaban Lima atiborrados de
gente y reforzando su imagen de ladronzuelo. Cuando por fin cumple los 35 años, este
señor ya había pisado la cárcel y tenía una muy bien ganada imagen de vago y ladrón
de poca monta en las comisarías56.
Los fundamentos de la defensa fueron que la confesión ante las autoridades policiales
se dio porque hubo presión de tipo moral, y que el hecho de hallar al menor a medio
vestir se ha aseverado el tipo de delito, pudiendo haber sido víctima de un indolente
chofer, quien luego de arrollarlo pudo haberlo llevado hasta el lugar donde lo hallaron,
produciéndose la asfixia por la acción inconsciente del propio menor.
El testimonio del turronero fue demoledor, este juro que Villanueva fue el hombre que
llevaba al niño a la quebrada, Villanueva se defendió como pudo, afirmo que los
policías lo habían obligado a auto culparse, nadie creyó en su palabra, pues durante la
audiencia demostró ser un tipo rebelde, díscolo, conflictivo y contestón57.
56
http://www.wix.com/sandriitaty/blog1#!albumphotos8=2
57
Perú 21, Domingo 11 de setiembre de 2005, página 15.
58
Diario Extra, Año II -90.
59
http://peru21.pe/impresa/noticia/sabia-que/2005-09-09/68551)
37
Procedimientos Penales, puesto que según el protocolo de autopsia de la víctima
nunca hubo violación.
Al leerse la sentencia, Villanueva estallo en ira, trato de agredir a los magistrados, fue
maniatado, luego con voz quebrada, el sentenciado insistió en su inocencia, este
manifestó: “Yo he cometido muchos delitos…he sido un hombre malo…pero este
crimen no me pertenece”.60
Los medios que se habían encargado de estar al tanto de cualquier novedad en este
caso que había conmocionado a la opinión pública se interesaron por relatar los
últimos momentos de vida de Villanueva Torres.
A las 09 de la noche se acostó despidiéndose antes del vigilante del penal y del
soldado de la guardia republicana que lo custodian.
Al igual que ayer no demostraba ningún temor por la muerte, no obstante que
ya sabe extraoficialmente su condena. Durante la mañana el sentenciado a
muerte estuvo contemplando el jardín que da frente a su celda. No perdió el
control en ningún momento.”64
Las últimas catorce horas de vida del “monstruo de Armendáriz” son una serie de
protestas de inocencia y de acusación a la justicia, el Juez Carlos Carranza Luna fue
el encargado de notificar a Jorge Villanueva Torres de que la Corte Suprema había
dado el fallo definitivo, confirmando la pena de muerte, señalando: “vengo a anunciarle
que la condena de muerte ha sido confirmada y que será fusilado”. El juez pronuncio
esas frases que temblaban y su rostro estaba pálido completamente. La actitud de
Villanueva fue serena, había una tranquilidad rara en él. La noticia era desconcertante
pero los funcionarios fueron los que quedaron desconcertados ante esta actitud, paso
un momento de silencio donde había tensión, el escribano Froilan Manrique, inicio la
lectura de la sentencia, y Villanueva comenzó a reaccionar y repentinamente gritó:
“Pueden leer lo que quieran – y dirigiéndose al Juez- Ud. sabe que yo soy inocente,
Ud. me hace matar y puede hacerlo cuando quiera”. El sacerdote capellán del
panóptico se acerco a Villanueva y lo reconforto, y Villanueva respondió al sacerdote:
“ Ud. sabe padrecito que soy inocente, este nomás- señalando al Juez- tiene la culpa
de todo, yo no lo perdono, que Dios lo perdone”, el escribano continuo la lectura,
mientras Villanueva guardo silencio hasta la terminación, el Juez pidió a Villanueva
que firmara el acta, pero este le respondió: “con firma o sin firma pueden matarme
igual, soy inocente”, el Juez no espero mas y se retiro conjuntamente con el escribano,
quedando con Villanueva su abogado Carlos Enrique Melgar y el sacerdote, este
ultimo comenzó a prepararlo para el momento de la ejecución y Villanueva se confeso.
Terminado este acto religioso ingreso a su celda, su abogado, a quien le entrego una
carta dirigida a su hijo de siete años de edad, llamado como el, Jorge Villanueva, el
sobre estaba cerrado y Villanueva lo extrajo del bolsillo izquierdo de su mameluco azul
descolorido, durante tres horas permaneció el condenado con su defensor y en ese
tiempo le pidió a su abogado que le cumpliera algunos encargos y que le explicara a
su hijo lo que había ocurrido cuando tuviera uso de razón: “dígale que no se
avergüence de mi y que el tiempo esclarecerá todo”; el defensor lo consoló y le
aconsejo que siguiera sereno, que el hasta el ultimo momento trataría de evitar la
ejecución, y a eso de las ocho de la noche regreso el sacerdote, retirándose el
abogado, momento en que Villanueva comenzó a llorar.65
El día del fusilamiento a las 03.15 a.m. llego el juez instructor Carlos Carranza Luna,
se le prohibió la entrada a los reporteros gráficos, en el lapso de una hora y cuarto
llegaron los médicos legistas Jorge Gaviria y Fernando Gambirazzio, y siendo las
05.05 a.m. se inicio el ingreso al patio en el que se debía efectuar la ejecución, las
personas presentes sumaban sesenta y siete.
64
Diario El Comercio en su edición del miércoles 11 de diciembre de 1957.
65
Diario Extra, semanario de actualidad, año IV-145, Pág. 8.
66
El Caso de Jorge Villanueva Torres, “el Monstruo de Armendáriz”, Pág. 5
39
Al promediar las 5:30 a.m. del 12 de diciembre de 1957, de una friolenta y nublada
mañana, fue llevado con mucha violencia a la Penitenciaría de Lima, situado en lo que
hoy se conoce como el Sheraton y el Centro Cívico, había sido insultado, golpeado,
caminaba esposado, con un overol jean azul muy gastado y descalzo, caminó hasta el
patio donde sería ejecutado, Víctor Maurtúa, quién era médico legista presenció la
ejecución67, fue amarrado a un poste de madera con una soga.
A las 5.38 a.m. se hizo presente en el patio el pelotón de fusilamiento compuesto por
ocho soldados de regimiento de la guardia republicana, al mando del alférez Orlando
Carrasco, y cuando el pelotón de fusilamiento iba a hacer fuego, grito: “soy inocente,
yo perdono a Uds.… pero a el- dirigiéndose al Juez- asesa…. Y una descarga cerrada
corto las frases, 68sonaron ocho disparos, impactaron tres disparos en su cuerpo,
Carrasco se acerco y de acuerdo a ley le proporciono el tiro de gracia, acabando todo
a las 05.40 a.m., hora en que los médicos constataron su muerte y el cadáver se bajo
del poste, colocándolo en un ataúd de madera negra, luego de lo cual levantaron el
acta de fusilamiento de acuerdo al procedimiento ordinario.
Media hora después de que se había escuchado la descarga y los médicos habían
constatado la muerte de Villanueva, salió por el portón de la penitenciaria un vehículo
plomizo llevando el ataúd, seguido de carros patrulleros y autos de los periodistas. En
el lugar destinado para los muertos sin familia se detuvo la carroza y fue extraído el
ataúd por empleados de la administración del Camposanto, siendo enterrado en una
fosa por orden de un comandante de la guardia civil, quien se negó a esperar que se
cumplieran los tramites de ley pese a la insistencia de unos de los empleados de la
Beneficencia Pública; el cadáver de acuerdo al Acta sentada a la ejecución, debía
entregarse al Dr. Carlos Enrique Melgar, defensor del ejecutado, quien lo había
reclamado para darle cristiana sepultura; pero pocas horas después tuvo que ser
desenterrado pues el Dr. Melgar efectuó todos los trámites correspondientes para que
le hagan entrega del cuerpo sin vida de Villanueva.69
Días después, en una entrevista a Ulderico Salazar, el testigo más importante del
proceso, el turronero dijo: "Espero que la sociedad me dé un trabajo estable para
mantener a mis tres hijos".
D) LA "MONSTRUITIS" DE LIMA
67
Víctor Maurtúa advierte: “Me llamó la atención que hasta el último momento insistiera en su inocencia.
Pedí el expediente del caso y me dijeron que estaba perdido. Pero logré conseguir el protocolo de
necropsia y no hay evidencias que prueben el crimen”
68
Diario Extra, semanario de actualidad, año IV-145, Pág. 8
69
Diario Extra, semanario de actualidad, año IV-145, Pág. 10
40
Para Manuel Jesús Orbegoso, periodista que siguió el caso, a Villanueva se le juzgó
más por negro, vago y ladrón que por asesinar a un niño. "Lo peor de las ejecuciones
que he presenciado es no tener la certeza de que el reo era culpable. Lo mismo
ocurrió con el monstruo de Cajamarca, Udilberto Vásquez Bautista, ejecutado en 1970
por violar y asesinar a una pastora. Se convirtió en un santo popular."
Víctor Maúrtua ensaya una teoría para la desgracia de Villanueva en su libro "La pena
de muerte y los delitos de violación": Villanueva fue víctima de la "monstruitis", un
fenómeno que se difunde a través de los medios de comunicación, creadores de seres
siniestros que aterrorizan a la sociedad y la hacen clamar por la aplicación de una
terapéutica radical: la pena de muerte.
Descubrió que sus restos tuvieron que ser incinerados por falta de pago en 1964.
Su historia dio origen a un mártir entre los presos, una canción y una película, pero a
pesar de todas las pistas de su inocencia, nunca dejaron de llamarlo Monstruo.
Ha sido considerado uno de los errores judiciales de nuestro país, se dice que debió
establecer la responsabilidad penal de los jueces, quienes a pesar de tomar nota de
las contradicciones del testigo clave y de la falta de pruebas fehacientes, mancharon
sus manos con la sangre de Villanueva, siendo también responsable civil el Estado
Peruano ya que era necesario una reparación pecuniaria los familiares de Villanueva,
marcando un precedente importante para el sistema de selección de jueces y una
manera de control en las ejecuciones de sus sentencias y sobre todo en temas tan
delicados como la vida de un ser humano.
Por otro lado, el racismo de los operadores de justicia (policía, fiscales, abogados y
jueces), el fallo de los jueces demostró una enorme carga racista, la cual se había
impregnado en todo el caso, Villanueva era un afro peruano pobre y desempleado que
había cometido delitos menores, siendo la interrogante si la sentencia hubiese sido la
misma si el inculpado hubiese sido un hombre acomodadote la sociedad limeña
descendiente de alemanes.
70
Rojas Dávila Roberto. Óp. cit.
41
A) DOLOR Y LLANTO POR LA MUERTE DEL MENOR AMERICO CHIHUAN
CUBAS
Con el pavor pintado en el rostro, el guardián llegó hasta la Comisaria del El Porvenir e
informó a la policía de su hallazgo.
B) HECHOS
Rubén Chihúan, hermano de la víctima, dio un dato valioso para su captura. “es
zambo y tiene una cicatriz al costado de la cara71”.
Guillermo Lavalle Vásquez, alias “Pichuzo”, cayó en poder de la policía cuando dormía
plácidamente en una guarida de delincuentes de similar calaña que él, denominada “El
Callejón de los Chinos”.
Afirmó que degolló al pequeño cuando lo iba a ultrajar, temeroso de que sus gritos
fueran escuchados por algún transeúnte. Luego lloró. Utilizó una filuda chaveta para
cercenar a sangre fría el cuello del menor, a quien raptó con engaños.
B) LA INVESTIGACION
Todo lo incriminaba, solo el examen el médico legista determinó que Pichuzo no pudo
ser el violador por una sencilla razón: un órgano genital que excedía enormemente el
promedio y que evidentemente hubiera desgarrado al niño. Sin embargo, como eterna
letanía en nuestro país, cada vez que se presentan casos similares a este, la presión
popular sobre la policía es tanta que se "exige" la captura del violador sí o sí.73
71
Ibídem.
72
Diario Extra, Martes 11 de octubre de 1966, Nº 595.
73
http://isabellax.blogspot.com/2005/09/los-miserables.html
42
rapto, tentativa de violación y homicidio calificado, en agravio del niño Américo
Chihuan Cuba, a quien degolló en forma cruel y salvaje la tarde del 31 de agosto de
1963, en una de las construcciones de la urbanización Apolo en La Victoria.
La Corte Suprema bajo la Presidencia del Dr. Cesar Augusto Lengua, dictó la
sentencia de muerte, modificando la pena de internamiento absolutamente
indeterminada no menor de veinticinco años que le impuso el Cuarto Tribunal
Correccional; los cinco vocales Dres. Cesar Augusto Lengua Romero, Napoleón
Valdez Tudela, Francisco Carranza Oliveros, Manuel Antonio Vásquez de Velasco y
Octavio Velasco Zarate dieron sus votos para que el tristemente célebre homicida
Guillermo Lavalle Vásquez (a) “Pichuzo” sea fusilado de conformidad con la Ley Nº
10978, que modificó el artículo 152º del Código Penal; luego de un exhaustivo examen
del voluminoso expediente, el Tribunal Supremo llego a la unánime convicción de que
“Pichuzo” es un sujeto peligroso para la convivencia social, que perpetro los horrendos
delitos con plena lucidez y conocimiento de la gravedad de lo que estaba haciendo.74
El defensor de Pichuzo, doctor Octavio Gutiérrez, hizo el último esfuerzo forense para
que no fuera sentenciado a muerte, tal como lo habían solicitado dos fiscales, los
doctores Joe Rosell Ríos, en el Cuarto Tribunal Correccional, y Hernán Medina Piñon
en la Corte Suprema. El Dr. Nicanor Córdova Vargas, en su condición de abogado de
la parte civil, insinuó en su alegato final, secundado a la petición del Fiscal Medina
Piñon, que se condenara a la pena capital al depravado delincuente y solicito una
reparación civil de 200 mil soles a favor de los deudos de la desdichada victima75.
MARCHA AL PATIBULO
Dicen los diarios de la época que “Pichuzo” antes de ser embarcado con destino a San
Lorenzo, bebió a grandes sorbos una taza de café caliente.
Después de una larga noche en la fría “lobera”, junto a los acantilados batidos
incesantemente por el mar, después de estar a solas consigo y el recuerdo de su
crimen, Lavalle Vásquez debía morir. La sentencia fue comunicada oficialmente por el
Juez Instructor Augusto Tambini del Valle, el Notario Daniel Céspedes, el actuario
Adolfo Mercado y el Director de Establecimientos Penales Dr. Rubén Mendieta,
quienes llegaron a la celda del condenado a muerte cuando moría el día, Lavalle
Vásquez estaba echado en su camastro, los parpados cerrados, fue iluminado en el
rostro con una linterna a pilas, el Actuario Mercado le leyó el fallo de la Corte Suprema
de Justicia, y ayudado por dos guardias, Lavalle Vásquez imprimió en el documento
sus huellas digitales77.
Guillermo Lavalle llegó al sector guanero “La Cruz” de la Isla San Lorenzo a las 6 de la
mañana.
74
Diario La Crónica, domingo 09 de octubre de 1966, año LV- Nº 28597, Pág. 02.
75
Ibídem
76
Diario Extra, Martes 11 de octubre de 1966, Nº 595, pág. 1.
77
Diario Correo, martes 11 de octubre de 1966, Nª 1250.
43
Arribó en una lancha del penal de El Frontón acompañado del Capellán Juan Gasparri
y fuertemente custodiado por 12 guardias republicanos.
Tenía las manos esposadas y hacia delante. Usaba un casco de explorador blanco y
roto que le cubría la frente, vestía una camisa verde desteñida, pantalón kaki y
zapatos marón. En si cuello pendía un rosario de color marrón. Tenía barba hirsuta.
Fueron despojados de sus máquinas fotográficas, hasta los obligaron a quitarse los
zapatos.
Tambini del Valle, se mostraba visiblemente nervioso e indeciso. Era él quien impartía
las órdenes en aquellas circunstancias,
“Pichuzo” ascendió a la cuesta donde iba a ser fusilado a las 6.05 a.m. El Capellán
Gasparri oraba a su lado,
ATADO Y ENCAPUCHADO
Sin embargo, hasta el final de su último suspiro clamo se le concediera un perdón que
nunca llegó78. “Ya… ya… disparen… juro por mi madre que soy inocente…”, alcanzó a
decir con frases entrecortadas79.
Siete hombres fueron los encargados de ejecutar la sentencia de muerte. Uno de ellos
tenía en su fusil un proyectil de fogueo.
Alrededor del lugar donde había sido ejecutado “Pichuzo” y a unos 80 metros de
distancia, cerca de 50 guardias republicanos, formaban un grueso cordón de
seguridad.
Minutos después el sentenciado fue bajado del madero donde había encontrado la
muerte. El Médico Legista le quitó la careta y comprobó el deceso.
RETORNO AL PUERTO
Cubierto con frazadas del ejército el asesinato de Américo Chihúan fue trasladado al
Puerto en la misma lancha del penal.
A las 8 y 45 de la mañana llegó frente al Muelle Dársena del Callao. Ocho guardias
rodeaban el cadáver.
Una multitud de curiosos había acudido al lugar para presenciar el arribo del
sanguinario criminal ajusticiado.
Ellos también se encargaron de limpiar la reducida zona que quedó manchada con la
sangre del monstruo homicida.
El doctor Octavio Gutiérrez, defensor de “Pichuzo” y que era quien hacia las
preguntas, optó por seguir interrogando al perito siquiatra.
En una palabra, Guillermo Lavalle no tiene tabla de valores. No distingue entre el bien
y el mal.
E) TRISTE INFANCIA
Hace 26 años que nació en Lima Guillermo Lavalle, era fruto de los amores de Samuel
Montes Lazarte e Inés Lavalle, quienes vivían en Cantagallo.
El mismo Montes se presentó voluntariamente ante los siquiatras en la época del juicio
y contó la historia: “Tenían relaciones con Inés por 1939 más o menos y de allí nació
Guillermo… pero después murió la mamá… creo que era alcohólica… no sé nada
más…”
El hecho es que el pequeño fue recogido por Hogar Infantil del Rímac.
“No sé cómo llegué a parar allá… muy vagamente recuerdo que estuve en “Tercera
Comisaría” – dijo “Pichuzo” – en una audiencia.
80
Diario Extra, Martes 11 de octubre de 1966, Nº 595, pág. 3.
45
De esa época, probablemente la mejor de su vida, sólo recuerda vagamente algunas
cosas. La comida diaria y el fútbol quedaron grabados en su mente con huella
indeleble.
Cuando fue demasiado grande para estar con niños fue trasladado al Centro de
Tutela. Su personalidad sicopática estaba ya definida: “no me gustaba estar
acompañado…”. Su carácter hosco e introvertido no le granjeó ninguna no se hizo
amigo de nadie.
RETERO LIMOSNERO:
Comenzó así su vida de vagabundo. Vestido con harapos comenzó con pequeños
robos ocasionales. Para comer diariamente pedía limosna. Era simplemente uno de
esos chiquillos que los automovilistas limeños conocen y que cuidan o limpian autos.
O piden limosna en la salida de los cines, teatros o restaurantes.
En una redada fue detenido. Tenía ya 15 años y fue remitido al Centro Correccional de
Maringa. Allí pasó una larga etapa de su vida: seis años en lo que trabó relación con
otros delincuentes mayores. Su vida futura estaba decidida.
EN EL EJÉRCITO:
A los 21 años salió en libertad, pero sólo para vivir del robo. Era fuerte y ágil y sin
piedad. Ayudado por amigos cometió algunos delitos de poca monta cuando unos
medes después lo levaron para el servicio en el Ejercito.
UN SOLO TRABAJO
Salió, volvió a cometer robos y más robos hasta que cayó en una redada por los bajos
fondos. Fueron ocho meses más de prisión.
46
La noche del 22 de mayo de 1948, un jurado de once mujeres y un hombre invocó la
“Ley del pequeño Lindbergh” de California, raras veces aplicada, al pronunciar contra
Caryl Chessman la sentencia que lo condenaba a muerte por rapto de dos mujeres.
Además de estos delitos, independientes uno del otro, y por os cuales los doce jurados
ejercían el derecho de pedir la pena capital, fue considerado culpable de otro delito de
rapto, por cuya pena le correspondía cadena perpetua. Treinta horas deliberó el jurado
para pronunciar el veredicto sobre la culpabilidad de los 18 delitos de asalto, ultraje,
violación y robo que se le imputaban a Chessman. Solo de uno fue eximido el
pistolero, que en aquel entonces contaba veintiséis años, era casado y tenía dos hijos.
Fue llamado “El bandido de la luz roja”.
El bandido de la luz roja había estado aterrorizando durante semanas a los habitantes
de la ciudad de Los Ángeles. Un lobo solitario que merodeaba por parajes aparatados
en busca de víctimas, y conduciendo un auto Ford con mucha similitud a los policiales,
cuya característica es un faro rojo. Amedrentaba a las parejas con una pistola calibre
45 y sometía a vejaciones y crueles torturas a las mujeres. Una joven a quien raptó, le
preguntó cierta vez por qué consumaba aquellos delitos. El individuo respondió que su
mujer le había sido infiel mientras él se hallaba en la guerra, y que por lo tanto quería
el desquite. Así siguió dando goles de ciego. Las noticias de sus hazañas brutales y
osadas eran cada vez más frecuentes. Sembraba el terror.
A las nueve y cuarenta de la noche del 23 de enero de 1948, los patrulleros May y
Reardon localizaron por los boulevares de Hollywood y Sunset, un vehículo que
respondía a las características del coche del “bandido de la luz roja”. Fue una infernal
persecución. Chessman la llamó "carrera de vida o muerte”. El Ford se estrelló y sus
ocupantes pretendieron huir. Uno lo consiguió. May disparó dos veces en rápida
sucesión, hiriendo al segundo en la cabeza. Lo detuvieron. Fue identificado como
Caryl Cheesman y luego acusado como “El bandido de la luz roja”.
Cheesman murió mientras en todos los ámbitos se clamaba por su vida. ¿Por qué? Él
lo había dicho “creo que ahora puedo ser más útil a la sociedad vivo que muerto.
Tantos años vividos en esa encrucijada llamada Pabellón de la muerte me han llevado
más allá de la amargura, más allá del odio, más allá de la violencia salvaje y animal. El
Pabellón de los condenados a muerte me ha impulsado a estudiar como no lo había
hecho nunca, a aceptar disciplinas que no hubiera aceptado de otro modo y a adquirir
una operación penetrante, de todas las fases de ese problema del crimen, visión que
estoy determinado a presentar como contribución eficaz para solucionarlo”.
47
La sociedad moderna, reacia a la pena de muerte hizo suyo este clamor, este
ofrecimiento y abogó por la vida de Chessman. Pero la justicia fría y demoledora,
distante de todo sentimentalismo dijo su palabra final: Chessman murió.
Los jóvenes son vehementes y audaces. Son idealistas, sí, y románticos. Sienten sed
de emociones. Necesita amar. Necesitan sentirse deseados, quieren ser poseídos.
Pero la realidad a veces los trata con dureza, con crueldad. El mido puede entrar en
sus vidas, un miedo horroroso e irracional. Pueden llegar a sentirse terriblemente
culpables e inadaptados, a creer que no son amados, que no son deseados, que son
rechazados, al verse solos. Pueden sentirse tiranizados confundidos. Pueden
rebelarse y su rebelión puede revestir muy diferentes aspectos. Puede llevarlos en
muchas direcciones. Puede conducirlos al mundo de la jungla, y darles un pretexto: el
crimen.
“No acuso en absoluto a los tribunales ni al gobernador. Está fuera de toda duda que
los tribunales no inventaron a Caryl Chessman, ese psicópata de violencia criminal.
Solo lo han juzgado. A él, un hombre a quien habían hecho muchas advertencias, que
era astuto, sinestro, peligroso, y a quien al parecer le importaba un bledo los
tribunales, la sociedad y todo lo demás, pese a sus protestas en sentido contrario.
Hablar es barato y las protestas de inocencia no son ninguna novedad. Un Chessman
que se enfrenta con la inminencia de la muerte, un Chessman que aspira a burlar al
48
verdugo y que puede hacerlo solo con la ayuda de algún tribunal, ese tal Chessman
¿no es capaz de hacer cualquier reclamación que crea conveniente a sus fines?
Y Chessman, ese Chessman contra quien los tribunales han procedido durante tantos
años, no es sino una más en la creciente horda criminal. ¿No es posible que su
ejecución sirva como freno para los demás? ¿Qué sirva para una finalidad útil?
ANEXOS
81
Notas del libro Celda 2455 de Caryl Chessman. Nota de prensa de la Revista Caretas 6 – 22 de mayo
de 1960.
49
Guillermo Lavalle Vásquez, “Pichuzo”
El Tercer Tribunal Correccional de Lima, integrado por los doctores Octavio Santa
Gadea, presidente, Octavio Torres y José Merino Reina quienes sentenciaron a
Villanueva Torres.
50
Foto del momento de la ejecución del Monstruo de Armendáriz.
51
El abogado Carlos Enrique Melgar tomó la defensa del Monstruo de Armendáriz, que
trato de demostrar que su cliente era inocente, habiendo logrado que, en solo un mes
y medio, se retire el cargo de violación.
52
Fotos de los familiares de Lavalle Torres y el momento de su entierro.
53
CAPITULO IV
(1968- 1980)
La pena de muerte se aplicó a los criminales durante más de un siglo, entre ellos a los
que violaban y asesinaban, hasta que fue restringida en el año 1979.
Las tres primeras constituciones (1823, 1826 y 1828) incluyen la aplicación de la pena
de máxima “solo en los casos que exclusivamente lo merezcan”, lo que permitía a las
autoridades gozar de un amplio margen de discreción.
En aplicación a la norma de 1957 fue ejecutado Jorge Villanueva Torres “El monstruo
de Armendáriz”, por violar y asesinar a un niño de tres años. También fue eliminado,
en 1966, Guillermo Lavalle Vásquez “Pichuzo” por abusar y decapitar a un niño.
54
En ese periodo siete hombres fueron ejecutados entre ellos Alejandro Lastra
Villavicencio, Gerardo Pinto Sulcahuamán, José Murillo Andrade, Miguel Salazar
Valdivia, Juan Machare Zapata, Luis Uscuvilca Patiño, Alfredo Benítez Caldas y el sub
oficial FAP Vargas Garayar. Pocos meses después se aprobó la restricción de la pena
capital, en la constitución de 1979, a los casos de traición a la patria en tiempo de
guerra; y en 1993 en medio de la dictadura de Alberto Fujimori, se amplió al delito de
terrorismo.
Ejecución: 1959.
Ejecución: 1966.
Ejecución: 19/11/1973.
Ejecución: 19/11/1973.
Ejecución: 18/12/1976.
Ejecución: 19/6/1974.
55
MIGUEL SALAZAR VALDIVIA (25).
Ejecución: 23/1/1976.
Ejecución: 4/2/1976.
Ejecución: 4/2/1976.
Espionaje.
Ejecución: 20/1/1979.
56
IV.4. EL FUSILAMIENTO DE LUIS USCUVILCA PATIÑO Y ALFREDO BENITEZ
CALDAS
En la madrugada del día 14 de febrero del año 1976, los asaltantes Luis Uscuvilca y
Alfredo Benítez, asesinaron al guardia Jesús Salvador Sotero Ramírez, motivo por el
cual fueron condenamos a pena de muerte, por ello el Consejo Supremo de Justicia
Militar (en adelante “CSJM”) hubiese confirmado la sentencia dictada por el Consejo
de Guerra de la II Zona Judicial de Policía, la cual los condenó a pena de muerte por
el asesinato del guardia Jesús Salvador Sotero Ramírez.
Los asaltantes Alfredo Benítez caldas y José Máximo Uscuvilca Patiño serán
ejecutados esta madrugada en el frontón, al haber confirmado ayer el consejo,
supremo de justicia militar. (CSJM), el fallo que los condeno a la pena de muerte por el
asesinato del GC Jesús Salvador Sotero Ramírez.
En su escueto veredicto leído en audiencia pública a las 12: 40 p.m, el CSJM resolvió
confirmar en todas sus partes la nueva sentencia dictada el jueves pasado por el
consejo de guerra de la II zona judicial de policía.
Una hora antes de conocerse esta resolución final e inapelable de los jueces
supremos, los abogados defensores hicieron una ardua exposición en un ultimo
esfuerzo legal por librar del paredón a sus defendidos, legando que no se había
establecido cual de dos hizo el disparo homicida.
El guardián Sotero Ramírez, cayó abatido de un balazo por la espalda la tarde del 6 de
noviembre pasado, cuando intentaba frustrar el asalto al banco popular de Huaral,
donde participaron Benítez y Uscuvilca junto con otros tres delincuentes.
57
Benítez y Uscuvilca serán ajusticiados en aplicación del decreto ley 19910 que
castigaba el delito de ataque de ataque a la fuerza armada con muerte subsecuente.
Ambos reos fueron encuadrados dentro del Art. 8º de esos dispositivos que señala que
al no poder individualizarse al autor del hecho criminoso, todos los implicados en el
delito serán considerados como autores.
Parados a dos metros de distancia y sin capuchas a petición de ellos mismos, fueron
fusilados simultáneamente ayer Alfredo Benítez Caldas y Usucuvilca Patiño quienes
en esta forma pagaron con sus vidas la muerte del valeroso guardia civil Jesús Sotero
Ramírez.
La ejecución fue cumplida a las 7 a.m. por dos pelotones de fusileros quienes hicieron
los disparos desde una distancia aproximada de diez metros. Instantes después
oficiales les dieron “el tiro de gracia” a un metro de distancia. El escenario de
fusilamiento fue presenciado por cerca de 60 personas entre autoridades judiciales y
policiales, así como los abogados de los reos y el médico legista Dr. Víctor Maúrtua
fue quien fue conducido donde está ubicada la celda de los reclusos en la isla del
Frontón.
Los condenados fueron embarcados en una lancha para trasladarlos al Frontón a las
2.40 a.m., hasta el muelle de embarque, en el Terminal Marítimo fueron acompañando
a los reos dos religiosas.
58
Una vez cumplida la ejecución los féretros con los cadáveres de los ajusticiados fueron
desembarcados alrededor de las 8 a.m. para ser sepultados en el Cementerio
Baquíjano del Callao.82
Julio Alfonso Vargas Garayar fue condenado a pena de muerte el 20 de enero de 1979
tras haber cometido el delito de traición a la patria.
Este es un caso diferente a los demás ya este caso de pena de muerte sigue vigente
en nuestra constitución, es decir, que la traición a la patria es considerada como uno
de los delitos mas grave que una persona puede cometer y no solo en muestro pis
,justo en el mismo año de fusilamiento .
El Diario “La Prensa” publicó un artículo sobre algunos países que consideraban que
la traición a la patria debía ser castigada con la muerte, entre ellos: Brasil, Yugoslavia,
Corea y China.
En este caso, el ex suboficial de 3ra Julio Alfonso Vargas Garayar se encargo durante
sus últimos días a espiar información del Perú para enviársela a los chilenos. El
Consejo de Guerra Permanente y de Aeronáutica. lo encontró responsable del delito y
lo sentencio a la pena de muerte, luego el procesado pidió una apelación y después de
una junta de Ministros se corroboro la decisión anterior y fue publicada oficialmente
por el Dr. Ricardo Gonzáles Ruiz de Castilla.
La sentencia se cumplió a las 06.00 a.m. del 20 de enero de 1979, luego de haber
degradado al Sr. Julio Vargas Garayar y de haber suprimido su inscripción en el
escalafón, quitándole así sus honores y derechos. El mencionado Sub Oficial proclamó
hasta ser vendado en el paredón, su inocencia. En esta última Carta escribió: “He
arriesgado inútilmente mi vida a favor de mi patria y mi institución, a los cuales he
dado valiosas informaciones, y como premio me dan 5 plomazos y la deshonra de mi
nombre al ser tachado de traidor. Efectivamente, me declaré “culpable” pero no
informan al pueblo peruano que lo hice por medio de la tortura y que mi juicio fue
fraude y burla”. Este ha sido dentro de la historia de los últimos tiempos uno de los
pocos casos de traición a la patria, y prueba que la deslealtad en nuestro país no tiene
perdón.
82
DIARIO EXPRESO, Humberto Rivera A.
59
JULIO VARGAS GARAYAR,
CONDENADO A MUERTE83
La edición 553 de Caretas del 15 de enero de 1979 salió explosiva, con una noticia
bomba, nada menos: Un extenso informe especial sobre los casos de espionaje a
favor de Chile cometidos supuestamente por el Sub Oficial FAP Julio Vargas Garayar,
quien habría entregado información clasificada a miembros de la embajada chilena en
Lima, y el develado caso de marinos del país de la estrella solitaria intentando
fotografiar la base aérea de Talara.
Esta osadía le costaría caro a la revista de Enrique Zileri y Doris Gibson, ya que la
junta militar decidió confiscar la edición y clausuró Caretas por un año. Pero más caro
aun le costó al Sub-Oficial FAP Vargas Garayar quién pagó con su vida la nunca
demostrada traición a la Patria.
Aunque la noticia había salido, primero, en el Semanario “El Tiempo”, y luego había
sido difundida por el propio régimen de Morales Bermúdez, la investigación hecha por
Caretas, con imágenes nunca antes vistas y revelaciones desconocidas, colmó los
estribos dictatoriales. Cuatro días después fue fusilado Vargas Garayar, quien hasta el
último momento proclamó su inocencia aduciendo haber formado parte de un plan de
contra-inteligencia de la propia FAP para remitir información falsa a los chilenos.
83
Revista “Caretas”, Edición 553, Lima, 15 de enero de 1979.
60
Su hija María Consuelo, ha revelado hace poco que su padre fue objeto de torturas y
humillaciones sexuales para que se autoinculpe, pero aun así dijo ser inocente hasta
que terminó sus días en el paredón.
Carta a la Madre84
84
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, página 18.
61
Vargas Garayar, fue detenido el 12 de octubre de 1978 cuando se disponía a ingresar
a la Base FAP de Talara. Los servicios de inteligencia de la FAP le habían seguido los
pasos desde quince días atrás. En esos interrogatorios confesó haber ingresado varias
veces a instalaciones de la FAP y haber hecho varios viajes a la base de La Joya, el
principal objetivo de la operación de espionaje auspiciada desde la embajada de Chile.
Al día siguiente de su detención, y desde Piura, le escribe esta carta a su madre. "Yo
por mi parte tengo mi conciencia limpia de lo que se me acusa y si fui a pedir trabajo a
las embajadas, entre ellas Chile, ellos tienen la culpa; ya que ellos se negaron a
ayudarme... Yo que todo obré bien, inclusive pedí autorización para viajar al
extranjero, inclusive pedí si pude viajar a Chile, ellos aceptaron y me dieron la
autorización para poder hacerlo..."
Carta a la Esposa85
85
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, página 21
62
El mensaje fechado el 28 de noviembre de 1978, Vargas Garayar le sugiere a su
esposa la conveniencia del divorcio y pide que, en caso de que le ocurra algo le envíe
flores. “Posiblemente ya no regrese nunca como te dije en mi última carta…Cambia de
apellido a los niños, quítales el mío para que ya no tengan problemas posteriores”,
dice el condenado a muerte.
ElBlancoeralaJoya86
El fiscal solicitó la pena de muerte basado en lo dispuesto por el artículo 79 del CJM,
este señala: "...se aplicará la pena de muerte en el caso de los incisos 14, 15 y 16,
cuando el infractor invista clase militar de las fuerzas armadas de la nación". El CJM
concierne a las Fuerzas Armadas y Policiales y a sus integrantes, estén o no en
situación de retiro.
Ritualde laEjecución87
De inmediato, colocado frente al piquete y con los ojos vendados, será fusilado.
Verificada la ejecución el cadáver podrá ser entregado a los deudos, si lo solicitasen y
no hubiese inconveniente para ello, prohibiéndose toda pompa en el entierro.
LaRepercusión88
Dos casos de espionaje, uno revelado por el semanario El Tiempo y otro anunciado
voluntariamente por el Gobierno, han conmovido a la opinión pública, enturbiado las
relaciones con Chile y empañado los últimos días de José de la Puente Radbill en la
cartera de Torre Tagle. Después de polémica sesión secreta, la Asamblea
Constituyente ha acusado a la Cancillería de actuar con "injustificada tolerancia" y de
haber proporcionado información sólo 'tardía o insatisfactoria" sobre el caso. Entre
87
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, página 21.
88
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979 , Página 3.
64
tanto, la vida del suboficial FAP, Julio Vargas Garayar, condenado a muerte por
traición, pende de una apelación. ¿Qué es lo que hizo Vargas Garayar? ¿Qué es lo
que pretendían el capitán del "Beagle" y su ayudante, pescados infraganti en Talara?
¿En qué medida está comprometida la embajada de Chile en Lima? Buena parte de
personal de CARETAS se lanzó esta quincena a buscar información muy difícil de
obtener. La fortuna nos acompañó en materia de fotografías, dándonos algunas
sensacionales primicias, como el lector lo podrá comprobar en las próximas páginas.
Entrevista
• Cómo es que, enterada ya la Cancillería del primer caso de espionaje, el que se
efectuaba en La Joya, viaja usted a Chile en lugar de mandar una nota de protesta,
expulsar a los diplomáticos involucrados y actuar más enérgicamente?
-Lo que me pregunta es por qué no cancelé mi visita a Chile como resultado de este
asunto. -En efecto.
—En primer lugar, establezcamos los niveles en que actúan los gobiernos. En la
Cancillería se ventilan los más altos intereses de la Nación, mientras que es imposible
negar que todo país, de una forma u otra, lleva a cabo actos de espionaje. No hay una
nación en el mundo donde no se registre el espionaje, y más que todo entre países
fronterizos.
Desde tiempos inmemoriales, los actos de espionaje son llevados a cabo por agentes
y ellos saben los riesgos que corren...
-En este caso específico, cuando ya se había planeado el viaje a Chile, cuando
además se había obtenido la buena disposición de la cancillería de Chile para
65
expresar formalmente su respeto por el cumplimiento de los tratados internacionales y
para señalar por primera vez en 18 años en su calidad de garantes que el Protocolo de
Río de Janeiro es vigente y válido —declaración que se produjo en Santiago.
De la Puente
volviendo de
Santiago.
66
LoVieronSaliendodelaEmbajada89
No cabe duda que la difusión del ingrato episodio fue decidida por el más alto nivel del
gobierno peruano y luego de una investigación que permitió conocer el mecanismo del
operativo montado desde la embajada de Chile y a las personas en él involucradas.
Esa investigación determinó, según todos los indicios, la responsabilidad central del
Agregado Aéreo chileno, General de Brigada Vicente Rodríguez Busto, del consejero
administrativo Julio Chiminelli, de Ricardo Aqueve-que, reconocido oficial de
inteligencia, y del Agregado Aéreo Adjunto, Mayor FACH Carbajal.
Carbajal fue el enlace clave en el reclutamiento del suboficial FAP Julio Vargas
Garayar y el hombre que, vestido de civil y con urgido tono, fue a buscarlo tres veces a
su casa.
¿Qué fue lo que Vargas Garayar entregó como información en la embajada de Chile?
Los agentes chilenos le habrían proporcionado una cámara Kodak 125, rollos a color y
en blanco y negro, y las siguientes sumas de dinero: 6,000; 10.000; 2,000; 7,000; y
20,000 soles.
89
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, Página 18.
67
más bien al norte, hacia Talara, desde donde tentaría pasar a Ecuador. Según el
testimonio de una amiga, Esther, el suboficial FAP llegó a Talara el jueves 12 de
octubre pasado y fue detenido al día siguiente, cuando se aprestaba a ingresar a la
Base FAP para visitar algunas amistades.
En realidad los servicios de inteligencia lo habían estado siguiendo por lo menos hacía
dos semanas. Fue detectado al salir de la embajada de Chile, donde había
conseguido, inicialmente, un modesto trabajo.
ElCondenadoamuerte
Al cierre de estas páginas, la vida del Suboficial FAP de Tercera Julio Alfonso Vargas
Garayar (en esta foto haciendo guardia durante un servicio en el Ministerio de
Aeronáutica 90) dependía de la decisión del Consejo Supremo de Justicia Militar.
Condenado en primera instancia a la pena de muerte. Vargas Garayar había intentado
suicidarse la mañana del 10 de enero pasado ingiriendo una fuerte sobredosis de
analgésicos. Nadie sabe cómo éstos llegaron, sin embargo, a su incomunicada celda
del Cuartel Bolívar. ¿Qué hizo Vargas, al fin y al cabo? ¿Y quién es y qué pasó con él?
CARETAS da
una respuesta en las
siguientes
páginas.
90
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, páginas 16 y 17.
68
guardia en Las Palmas. Abajo, la embajada
de Chile, donde algunos de sus
funcionarios trazaron el operativo.
91
ElBrigadierdelaBanda
Tenía 15 días de nacido Julio Alfonso Vargas Ga-rayar cuando el doctor Arias
Schreiber lo desahució.
-¿Sabe lo que hice, entonces? Me lo llevé así, en brazos, al Templo de las Nazarenas
y se lo regalé al Señor de los Milagros. Gracias a eso se salvó. Hacía dos días que mi
hijo ya no lactaba. Que se haga tu voluntad y no la mía, le dije al Señor.
Agradeciendo el pregonado milagro, Julio Vargas Garayar acudía todos los años a la
morada procesión de octubre y acompañaba la efigie hasta su reingreso a Las
Nazarenas.
91
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, página 23.
69
-Venía de donde estaba. No faltó ni un año -cuenta la madre.
-El veía que en la casa faltaban cosas y quería ayudarnos. Siempre fue tan bueno.
Hizo la primaria en el José Gálvez. Por las tardes y en las noches cuidaba y lavaba
carros en los cines Pacífico y Alcázar.
Un día, en una batida que la PIP organiza para atrapar a "El quáquer", un asaltante
más o menos vecino, Vargas Garayar es detenido.
-¿Lo confundieron o fue mala fe? -se pregunta ahora la madre. El tenía 14 años y
venía a las 10 de la noche de lavar carros. Dos de la PIP lo esperaban en la puerta.
-Es para probar que no lo hemos torturado, vieja mentirosa -le grita un subalterno a la
señora.
Y es cierto. Físicamente, Julio Alfonso está indemne pero a partir de ahí su tartamudez
se hace imposible, las manos le chorrean y se ensimisma como ostra. La madre,
persuadida por una asistenta social del colegio, lo lleva a la Clínica de Día, en Chacra
Ríos, un establecimiento estatal para el tratamiento ambulatorio de las afecciones
nerviosas y mentales.
Lo trataron seis meses y la tartamudez le mejoró mucho -dice la madre. Sus notas en
el colegio son apenas regulares pero, en cambio, destaca en la banda de músicos, de
la que es brigadier general durante tres años, y en las competencias de ajedrez, en las
que resulta varias veces campeón.
70
Desaprueba el tercer año de media pero no parece desalentarse. Y cuando concluye
el ciclo secundario el mejor de sus sueños sigue invicto: entrar a la Escuela Militar de
Chorrillos.
-Ese matrimonio fue un fracaso. Creo que mi hijo nunca se entendió con ella
-interviene el padre, Alfonso Vargas Castillo. En Pisco tendrá un problema personal
con el Mayor FAP Julio Benavides Pizarro. Según algunas versiones, Vargas Garayar
había tenido relaciones con la doméstica del Mayor, la que esperaba a un niño. El
Mayor, oficiando de impulsivo padre, había tratado de obligarlo a que se casara.
Vargas Garayar no cedió, aunque estuvo dispuesto a reconocer al niño. A partir de ese
momento le tocaron los servicios más incómodos, las guardias más nocturnas y los
castigos más inopinados. Le hacían la vida imposible. Felizmente que después lo
trasladaron a La Joya —cuenta la madre.
En esa base arequipeña sirve dos años. Y ahí también sella su desgracia:
desaprobará dos veces seguidas el examen de ascenso y una tarde de fines de abril
del año pasado alguien le entregará un sobre lacrado procedente de Lima: su
resolución de pase al retiro por insuficiencia profesional.
Tendrá tiempo para liar bártulos e irse a Pisco, donde están su mujer y sus dos
pequeños hijos. Ahí, luego de una fugaz segunda luna de miel, empezarán los
problemas económicos. Regresa a Lima, a casa de sus padres, y redacta entonces, el
21 de julio de 1978, una solicitud al Presidente de la República demandando la
reconsideración de su caso. Plantea que el examen le había exigido un nivel
profesional que no tenía y, al final, clama para que le den algún trabajo "ya que mi
institución a la cual he servido, la que me forjó, me ha abandonado por completo,
dejándome a mi suerte, sin trabajo, sin ayudarme en el momento que más necesitaba
de ella". Más tarde ese resentimiento lo empujará al abismo.
71
-Cuando comprendió que eso no llegaría nunca, empezó a buscar trabajo. Salía con El
Comercio y, para ahorrar, caminaba —cuenta la madre. Por las tardes lo veía con los
pies metidos en un lavatorio de agua con sal.
Desmoralizado, cada vez más nervioso y errático, le dice un día a su padre: voy a irme
al extranjero, aquí ya no puedo esperar nada.
Empieza así un curioso peregrinaje por ciertas embajadas pidiendo trabajo. Vargas
Garayar se imagina avionero en Argentina, ganapán afortunado en Venezuela, leñador
en Canadá. La respuesta será siempre la misma: mire, es muy difícil, mándenos sus
papeles.
Una tarde a mediados de agosto tocará las puertas de la embajada de Chile. Pedirá
trabajo, el más humilde, y le solicitarán datos, antecedentes, le pedirán que regrese.
Días después —la fortuna parecía sonreírle de nuevo— lo llamarán. Sí, tendría
trabajo, ahí se lo darían, y sí, podría ser técnico en Lan, viajaría a Chile —la voz de
Ricardo Aqueveque sonaba convincente.
La madre del condenado92: "Sólo Dios sabe que es inocente". Abajo, izquierda,
el suboficial FAP con sus dos hijos en Pisco. Abajo, derecha, reconstrucción de
92
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, página 25.
72
una de las tres visitas que hiciera el Mayor Carbajal, Agregado Aéreo Adjunto de
la embajada de Chile, a la casa de Vargas.
Foto de junio
del año pasado.
AlegatodeunPadre93
Julio Vargas Garayar, suboficial FAP de tercera, primero estuvo en Pisco y luego fue
trasladado a la base de La Joya. Su padre escribe: "en dicha base fue aplazado en
dos exámenes para su ascenso... fue separado de lo que el más quería porque desde
su infancia quería ser militar, lo cual lo logró sin ningún tropiezo. Su uniforme lo
llevaba con orgullo; me decía esta es mi Patria y tendré que defenderla en las buenas
y en las malas..."
"Cuál sería su desesperación que se le dio por buscar trabajo de cualquier índole en
instituciones, compañías de aviación, en embajadas, todas las puertas se le cerraron...
Tanto buscar trabajo llegó a la Embajada de Chile en la cual sanaron en parte su
preocupación porque no me avergüenzo de decirlo, trabajaba barriendo pisos y
también como mecánico arreglando un carro de lo cual le pagaban míseras monedas.
Les agradezco a estos señores que supieron comprender el dolor ajeno (el hambre)..."
93
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, página 26.
73
comprobante lo tomaron prisionero en Talara cuando él estaba abandonando su
patria..."
"...mi hijo posiblemente está destrozado por dentro porque por fuera se le nota el
castigo, que no se tome ninguna represalia más contra mi ser amado porque él me ha
confiado todo lo que ha sufrido... estas calidades de torturas son para hacer declarar
cosas que ni siquiera pasan por un cerebro sano de toda culpa como el de Julio
Alfonso Vargas Garayar..."
"No sé qué medidas tomarán los señores de la Fuerza Aérea sobre esta declaración
que hago pública porque no sería dable que lo haga cuando el traidor como ellos
titulan esté sin vida porque él mismo me ha confiado que lo van a fusilar no sé cuándo
por suposiciones. Si esto sucediera porque todo se puede esperar, ruego y pido de
corazón a estos señores que tienen la sartén por el mango me permitan y lo pido de
veras ser yo el que le dé el tiro de gracia porque el ser que yo creé después de Dios
soy el único que tiene el derecho de quitarle la vida!" "...yo ni nadie puede creer que
por suposiciones se merezca tan brutal castigo porque según mi hijo no tienen
ninguna prueba concreta. Ya tienen un antecedente que juzgar el cual pago con su
vida si habrá un Dios que juzgue y haga pagar al culpable o los culpables que se lavan
las manos como Poncio Pilatos pero tienen las entrañas más podridas queun
cementerio".
El espionaje es mía actividad tan vieja como la humanidad y sería absurdo sostener,
por ejemplo, que nadie ha espiado o espía para el Perú.
El espionaje puede ser un cínico juego de "pega", en el que un servicio canjea con
otros agentes valiosos, o una implacable práctica, en la que la tortura y el asesinato
son parte del trabajo. Cuando se descubre una acción que involucra a personal de
una embajada o compromete a militares de rango, sin embargo, el espionaje se
convierte en un affaire político.
Son más bien incidentes de frontera los que se conocen, sórdidos asuntos en los que
nuestros compatriotas parecen haber sido víctimas de errores y serios maltratos. Por
ejemplo:
Febrero 4, 1972. 5.00 p.m. Seis modestos ciudadanos peruanos son detenidos en el
puesto de control de Chacalluta, Chile, cuando trataban de cruzar la frontera hacia la
ciudad de Arica. Los conducen a una oficina y decomisan sus pertenencias. Al
anochecer, un tal Smith, jefe de los aduaneros, se presenta ante los detenidos. Les
74
ordena desnudarse y ponerse en fila frente a una mesa. Smith le pregunta a Francisco
Col-que Pilco, de 38 años, si es "jefe del destacamento". Colque responde que son
simples comerciantes. Un puñete lo hace rodar por tierra. Sujetado por tres aduaneros,
lo colocan en "posición escuadra" y le introducen una vela encendida en el recto.
Ante las protestas, Smith aplica al resto idéntico vejamen. Después los obligan a
comer uvas con alquitrán y excremento. A las dos de la madrugada, los conducen a
una zona desértica, ubicada a 8 km de la frontera boliviana. Allí los obligan a cavar
fosas. Les dicen que los matarán. Uno a mío son metidos en esos hoyos con la arena
hasta el cuello. Sólo uno es dejado suelto. A los enterrados los rapan con cuchillos.
Loqueespiaban94
94
REVISTA CARETAS, 8 de enero de 1979, página 14.
75
La Joya, base aérea fundamental.
Por lo menos desde los tiempos de Odría, en los que el Perú compró los primeros
Camberra del subcontinente, ha sido premisa fundamental del sistema defensivo del
país el de mantener una clara superioridad aérea sobre Chile.
Se trata de compensar la tradicional superioridad naval de nuestro vecino del sur, país
de extensísimo litoral que culmina en el Cabo de Hornos y Punta Penas, cuyo
centenario diferendo en el Canal del Beagle con Argentina involucra eventuales ac-
ciones navales y que naturalmente otorga a esta arma una excepcional importancia.
Inversamente, el mismo Instituto estimaba unos 163 aviones de combate en la FAP vs.
97 en la FACH.
Desde entonces, por cierto, han sucedido muchas cosas en el Cono Sur y tanto Chile
como la Argentina han realizado inmensas inversiones militares. Esta quincena, por
ejemplo, se difundió la noticia de que la deuda externa chilena se incrementó en US$
1,500 millones en el curso de los últimos 18 meses, confirmando la versión de que los
gastos militares de ese país superan ahora los mil millones anuales (vs. los US$ 406
millones que "The Military Balance" le calcula para el Perú en 1977).
Más aún, durante el año pasado se difundió la noticia de que Chile había comprado
100 aviones Hunter de segunda mano a la India -cosa que fue desmentida por
Santiago-.
Después, que Israel estaba a punto de venderle 25 Mirage, asunto que no se confirmó.
Lo único seguro es que la FACH cuenta actualmente con 18 F-5E/F norteamericanos y
otras máquinas subsónicas.
Por cierto que durante la última década, el equipamiento de la FAP ha estado jalonado
de conmociones internacionales. Ya en 1967, la noticia de que el gobierno de
76
Belaunde había comprado una docena de Mirage a Francia indujo al irascible senador
Wayne Morse a acusar al Perú de "minar la Alianza para el Progreso".
Ahora bien, la avanzada de tecnología del brazo aéreo militar peruano involucra
mucho más que sólo los aviones. Ya en los tiempos de Belaunde, por ejemplo, se
inició la construcción de la base aérea de La Joya, en el departamento de Arequipa.
Se trata, seguramente, de la instalación militar más elaborada del país y cuenta con
diversas facilidades subterráneas -inclusive, hangares cavados en las montañas—
capaces teóricamente de sobrevivir a un ataque sorpresivo.
Aun así, es hecho conocido que los F-5E/F está equipado con varios proyectiles y
bombas sofisticados, entre ellos el "Maverick", que utiliza rayos láser para bombardeos
de precisión. Más aún, desde por lo menos 1975 -año en que el Perú se abstuvo en
las Naciones Unidas de votar en contra de una moción árabe que acusaba injus-
tamente al sionismo de "racista"- Israel no sólo vende armas a Chile y Ecuador, sino
que mantiene importantes misiones militares en esos países.
Y cualquiera que recuerde la Guerra de los Seis Días, la táctica israelita consistió en
sorprender a la aviación enemiga en el suelo, a punto de despegar, con los pilotos a
bordo, destruyendo aparatos y hombres con certeros ataques. De allí que penetrar los
cercos de seguridad de La Joya para obtener mapas y detalles de las instalaciones ha
sido de primera prioridad para el servicio de espionaje chileno.
Por otro lado, el potencial del Sukhoi SU-22 es un misterio, no sólo porque se trata de
una máquina soviética, sino porque es la primera vez que los rusos utilizan la
nomenclatura "22". Descendiente del SU-17, conocido como el "Fitter C" en la NATO,
el modelo que usan los propios soviéticos, y del SIJ-20 que traspasan a los países del
Pacto de Varsovia, el SU-22 parece ser una nueva versión latinoamericana.
De lo que no deben dudar los chilenos es del poderío de los 35 Mirage VP, la mayoría
de los cuales están —según versiones fidedignas- concentrados hacia el sur.
Aun así, Chile cuenta ahora con una gran cantidad de cohetes y misiles de toda
índole. En Alemania Federal, por ejemplo, ha adquirido 3,000 misiles Manba tierra-
tierra, instalado una fábrica de cohetes en el campo militar de Penoblen y desplazado
baterías de SAMs tierra-aire en varias de sus fronteras. El conocer los equipos con
77
22 peruano.
que cuentan nuestros Mirage para evadir los disparos de misiles de tierra o los
'Sidewinder', aire-aire de sus F-5E/F le es también elemental.
MIRAGE VP peruano.
El Diario “La Nueva Crónica”, del jueves 29 de noviembre de 1973, tiene como titular
fusilaron hoy a 2 asesinos del policía y bancario, fueron fusilados Alejandro Lastra
Villavicencio y Gerardo Pinto Sulcahuamán, y establece que el consejo supremo de
justicia militar, ratifico la sentencia a pena de muerte tanto a Pinto como de Lastre.
78
PENA DE MUERTE FUE EL VEREDICTO FINAL
El Consejo Supremo de Justicia Militar confirmó ayer la pena de muerte para los reos
Alejandro Lastra Villavicencio y Gerardo Pinto Sulcahuamán. Los dos deberán pagar
sus delitos frente a un paredón de fusilamiento.
Los dos fueron cruelmente asesinados para quitarles 250 mil soles que portaban para
el pago de las planillas de los profesores del distrito del Monzón, Provincia de
Huamalíes (Huánuco).
El consejo Supremo de Justicia Militar que confirmó la pena máxima para los referidos
homicidas estaba integrado por los siguientes magistrados: Teniente General FAP
95
DIARIO “EXPRESO”, Lima, jueves 29 de noviembre de 1973, página 6.
79
Miguel Cocckis Rodríguez (Presidente), General EP César Cebrero Rueda, General
EP Roberto Zapata Vélez. General GC Aldo Gonzáles Bernales y Contraalmirante AP
Guillermo De Las Casas Fraysinete.
El Tribunal estuvo de acuerdo con los dictámenes emitidos por el Fiscal General EP
Cuerpo Jurídico Juan Francisco Miranda y el Auditor General EP Cuerpo Jurídico
Alfredo Vargas Ruiz de Somopurcio quienes opinaron por la procedencia de la pena
capital.
En su Informe Oral el Fiscal expresó que los condenados actuaron con todas las
agravantes señaladas en el Código de Justicia Militar, es decir, perfidia, ensañamiento,
alevosía, crueldad y venganza. Relató el hecho criminal expresando que en
Monocumpo, un lugar solitario del distrito de Monzón fueron emboscados el Guardia
Civil Pedro Bazán Panduro y el Guardia Civil Leonidas Huaytán Ortega.
El primero iba custodiando al civil que era Jefe de la Agencia del Banco de La Nación
de Monzón y portaba la suma de 250 mil soles para el pago de planilla de los
maestros. El hecho ocurrió a la una de la tarde del día 6 de mayo del presente año.
Los victimaron disparándoles con escopetas de retrocarga y luego los remataron
dándoles de balazos en la cabeza.
80
SIMULTÁNEAMENTE SERÁN FUSILADOS LOS
SENTENCIADOS96
Los que lleven a cabo la ejecución de la sentencia serán dos pelotones de fusilamiento
según se estila en el Perú serán miembros de la Guardia Republicana. Según lo
dispone el artículo 687 del CJM las ejecuciones serán simultáneas y habrá para cada
reo un piquete que será mandado por un mismo oficial.
El Juez que hará cumplir la sentencia será el Juez Instructor Permanente de la II Zona
Judicial de Policía Comandante GC Manases Moreno. El fue habilitado ayer para este
fin por el Consejo Supremo de Justicia Militar en vista de que el Juez que instruyó la
causa, el de Huánuco, se encuentra lejos del lugar donde están recluidos los reos.97
El art. 683 del C. de J.M. señala: "La notificación de la pena se hará en ir prisión quien
facilitará al condenado los auxiliados religiosos, los que necesita, par otorgar
testamento y los demás compatibles con su situación".
El Reverendo Padre Secular, Juan Carrasco Carrasco, prestó los auxilios religiosos a
los condenados Alejandro Lastra Villavicencio y Gerardo Pinto Sulcahuamán en El
Sexto. No se notó la presencia de un Notario Público cuando el Juez Instructor notificó
con la sentencia a los condenados, para que otorgaran el testamento.
El art. 684 precisa: "La ejecución en tiempo de paz, se verificará de día y cuando más
tarde, a las 24 horas de la publicación de la condena en la orden general respectiva".
"En los días feriados no se ejecutará la pena a muerte, a no ser en tiempo de guerra,
en que podrá verificarse en cualquier día y lugar".
97
Diario Expreso, Lima, Jueves 29 de Noviembre de 1973, página 6.
98
Diario “EXPRESO”, Lima, Viernes 30 de noviembre de 1973. página 3.
82
Los soldados -guardia republicanos, ya han sido designados. El art 686: A la hora
designada el reo, de uniforme, sí fuera militar, será conducido por un piquete al sitio de
la ejecución. Frente al piquete ejecutor se le vendará los ojos inmediatamente será
fusilado".
Art. 687: "Cuando por el mismo delito se ejecute a más de un reo, las ejecuciones
serán simultaneas y habrá, al efecto, un piquete para cada reo. Sólo un oficial
mandará el fuego para todas las ejecuciones".
El tiro de gracia lo hará el oficial que mandó al piquete. Art. 688: "Verificada la
ejecución, el cadáver podrá ser entregado a los deudos, si lo solicitaran y no hubiese
inconveniente para ello; prohibiéndose toda pompa en el entierro".
El médico legista comprobará el deceso de los ejecutados. Art. 689: "El Juez Instructor
extenderá en el proceso la diligencia de haberse llevado a cabo la ejecución;
agregándose el certificado médico que acredite el fallecimiento y mandará inscribir la
partida de defunción, cuyo certificado agregará también a los autos"
El Mayor BGC César Lizan Braganini entregó todos los actuados al Capitán CJM José
Carreño Carrillo, Secretario Letrado del Juzgado. La entrega se realizó a las 2.30 de la
tarde. A partir de esa hora el Juez instructor Sustituto Moreno Odicio puso el
"cúmplase de lo ejecutoriado y comenzó a correr el término de 24 horas.
Por primera vez en la Historia Judicial del país el Consejo Supremo de Justicia Militar
confirma una sentencia de pena de muerte. De la misma manera es también la
primera vez que se condena a la pena de muerte a dos personas en aplicación del
Decreto ley 19910 promulgado por el Gobierno Revolucionario.
100
Diario “EXPRESO”, Lima, Jueves 29 de noviembre de 1973, página 6.
101
Diario “LA CRÓNICA”, Tercera Edición. Lima, Jueves 29 de noviembre de 1973, Sección Judicial,
página 31.
84
La sentencia es inapelable y se dictó en aplicación del Decreto Ley 19910. El Consejo
Supremo de Justicia confirmó el fallo pronunciado por el Consejo de Guerra
Permanente de la II Zona Judicial de Policía. Ayer el local del Consejo Supremo de
Justicia Militar que funciona en la tercera cuadra de la Avenida Arequipa, al mediodía,
fue muy concurrido.
El Tribunal Supremo castrense estuvo presidido por el Teniente General FAP Miguel
Coquis Herrera y lo integraron los Vocales Contralmirante AP Guillermo de las Casas,
General EP Roberto Zapata Vélez, General EP César Cabrejos Rueda, General BGC
Aldo Gonzáles Bardales, Auditor General, General CJM Alberto Vargas Ruiz de
Somocurcio y de Fiscal intervino el General EP Juan Francisco Miranda Berríos.
El empleado bancario Leónidas Huaitán Ortega que iba adelante, al ser atacado en el
paraje solitario de "Monopunco", regresó para ayudar y auxiliar al guardia civil Bazán,
siendo también agredido a balazos por Lastra Villavicencio y Gerardo Pinto
Sulcahuamán. Con la culata del fusil que poseían los bandidos, destrozaron prácti-
camente el cráneo del infortunado Huaitán Ortega.
85
TODAS LAS AGRAVANTES DE LEY SE DIERON EN EL DOBLE CRIMEN102
El horrendo asesinato del guardia civil Pedro Tíazán Panduro y Leónidas Huaitán
Orteaga, fue preparado por Lastra y Pinto, al saber que los agraviados conducían cau-
dales del Banco de la Nación con dirección al distrito de Monzón.
Pinto se colocó delante de Lastra, quienes estaban armados con dos escopetas de
retrocarga. Como a las 12 y 30 del 16 de Mayo último, vieron aparecer a Bazán y
Huaitán que iban a caballo. "Ahí vienen" dijo Lastra a Pinto y añadió: "vamos a
matarlos". Se aseguró que Pinto se opuso, porque así no era el trato.
Lastro indicó a Pinto: "Tu vas a matar al empleado del Banco de la Nación y yo al
guardia civil".
Pinto vio pasar a Huaitán montado en su caballo y tras de él iba el guardia civil Bazán
Panduro chupando caña. Los dejó pasar, pero Lastra disparó contra el guardia Bazán,
hiriéndolo en el cuerpo, al lado izquierdo del tórax.
Al caer desplomado el guardia, Lastra exigió a Pinto que matara a Leónidas Huaitán
Ortega, quien se había alejado unos 15 metros y regresó para ayudar a Bazán que
estaba mortalmente herido. Lastra volvió a disparar, hiriendo esta vez a Huaitán
Orteaga, quien así herido corrió hacia Monzón pidiendo auxilio. Pinto lo persiguió
alcanzándolo a 450 metros del lugar de los hechos, matándolo a golpes de culata de la
escopeta, porque se había atascado el gatillo103.
102
Diario “LA CRÓNICA”, Tercera Edición. Lima, Jueves 29 de noviembre de 1973, Sección Judicial,
página 31.
103
Diario “LA CRÓNICA”, Tercera Edición, Lima Jueves 29 de noviembre de 1973. Sección Judicial.
Página 31.
104
Portada del Diario “El Comercio”, Lima, Viernes 30 de noviembre de 1973.
86
"A las 5.30 de la .madrugada de ayer, en un desolado paraje de la isla de San
Lorenzo, frente al Callao, pagaron con su vida ante sendos pelotones de fusilamiento,
los reos Alejandro Lastra Villavicencio y Gerardo Pinto Sulcahuamán, el homicidio que
cometieron el 16 de mayo último al victimar al guardia civil Pedro Bazán Panduro y al
empleado del Banco de la Nación Leónidas Huaytán Ortega, para robarles 200 mil
soles que transportaban.
LOS PREPARATIVOS
Una hora antes ingresó al Terminal Marítimo un ómnibus con cerca de 30 guardias
civiles, provistos de cascos que más tarde resguardaron el área del Muelle y Dársena.
Luego, a las 2.30 a.m., ingresó otro carro policial con personal de la Guardia
Republicana, presumiblemente integrantes del pelotón de fusila miento.
En ambos casos, y como sucedió a la llegada de los carros celulares con los reos, no
se dejó aproximarse a los vehículos a cerca de 20 periodistas que, desde las 12 de la
noche, hicieron guardia en la Plaza Grau, frente a la puerta de ingreso al Terminal
Marítimo. Los hombres de prensa fueron rechazados drástica me n te por el personal
de Capitanías y Guarda Costas que vigilan las instalaciones portuarias.
Eladia Quiñónez de Pinto, la esposa del condenado a muerte Gerardo Pinto Sulcahua-
mán, lloró con amargura su triste desventura al ver que su cónyuge era condenado a
la pena de muerte, por su equivocada conducta. La desdichada mujer, acompañado
con sus 8 menores hijos trató de pedir clemencia al Tribunal Supremo Militar, pero
vanos fueron sus esfuerzos.
“Si mi esposo muere, yo también moriré con todos mis hijos ..." dijo entre sollozos
Eladia Quiñónez de Pinto. Un ambiente de tensa expectativa había a las 9 y 30 de la
mañana en el local del Consejo Supremo de Justicia Militar. El abogado Dr. Tambini
del Valle, que patrocinan a Pinto Sulcahuamán, tenían la esperanza de internamiento.
Igual esperanza tenía el Dr. Mario Quito Vidal, pero a las 12 y 30 de la tarde se dio a
conocer el fallo, sentenciado a Lastra y Pinto a morir fusilados, Que no lo maten a mi
papá …" repetía la menor Martha, de 12 años, mientras que sus 7 hermanitos, sin
88
comprender el tremendo drama que vivían; también lloraban por la suerte que correría
Gerardo Pinto, el autor de sus días.
Todos lloraban en escenas desgarradoras, y solo tenían una débil esperanza de que
los Jueces Militares tuvieran compasión por los horrendos delitos cometidos por Lastra
y Pinto.
La ley es terminante: aquellos que maten en un asalto a un policía, tienen que pagar
con sus vidas, irremediablemente sus delitos. Los familiares de Lastra y Pinto
siguieron paso a paso el epílogo del fallo105.
Los médicos legistas Dis. Oscar Luna Vertiz y Nazario Basurto, certificaron que los
homicidas Alejandro Lastra Villavicencio y Gerardo Pinto Sulcahuamán habían muerto
mediante el fusilamiento. Previamente, los sentenciados fueron fotografiados por el
Técnico PIP Adolfo G lave Revilla y antes de ser conducidos a "El Frontón", los
oficiales PIP Fernando Zevallos Palao y Carlos Záia't'e Flores, tomaron las huellas
digitales de los condenados.
La difícil tarea, hizo sudar la gota gorda a los 20 fusileros, así como al oficial de la
Guardia Republicana. Naturalmente que tanto el Juez Instructor, el Secretario y todos
los que presenciaron.
105
Diario “LA CRÓNICA”, Tercera Edición, Lima, jueves 29 de noviembre de 1973.
106
“LA CRÓNICA”, Tercera Edición, Lima, Viernes 30 de noviembre de 1973.
107
Diario “La Crónica” Tercera Edición. Lima, Viernes 30 de noviembre de 1973,
89
Los 20 soldados de la Guardia Republicana, escogidos especialmente por la
superioridad, entre los más expertos tiradores, fueron los 'Verdugos" que hicieron cum-
plir la ley. Un Oficial de la Guardia Republicana hizo el disparo de gracia a las 6 de la
mañana, después que los 20 proyectiles segaron las vidas de los infortunados
Alejandro Lastra Villavicencio y Gerardo Pinto Sulcahuamán.
La corte Suprema, sin ligar a dudas, que los hechos que se le imputaba al inculpado
se hallan suficientemente probaos por la declaración del testigo Santos Dionisio
Saavedra, quien vio a Vásquez Bautista, en el momento en que copio del brazo a la
menor de once años de edad, introduciéndola en un matorral y escucho la voz
angustiada de aquella que gritaba: “Papá, papá, papá”; además, con el peritaje de
análisis biológico que establece que las manchas halladas en el pantalón son de
sangre humana y no de cerdo, lo que demuestra que la agraviada fue deshonrada y
que el inculpado ante los gritos de desesperación que dio la menor procedió a
asfixiarla; conforme se corroboro con el dictamen pericial y protocolo de autopsia la
causa de la muerte de asfixia por ahorcamiento.
108
, RAMOS NUÑEZ Carlos Augusto, Historia de la Corte Suprema de Justicia del Perú, Fondo Editorial
del Poder Judicial, Tomo I, Primera Edición, Diciembre 2008, pag. 457-460
91
Asimismo, los Diarios de la capital, señalaron La noticia de la muerte de fusilamiento
de Udilberto Vásquez como una frejolada de morbosidades periodísticas de latos
calibres y bajos instintos El Diario La Crónica “Necesitaron dos jueces para el
fusilamiento. Uno sufrió desmayo en plena ejecución; otro lo reemplazó. “Extra” abría
así su edición del 12 de setiembre de 1970: Así fue la ejecución del monstruo de
Cajamarca. La primera vez que hubo un fusilamiento en Cajamarca fue el 21 de
febrero de 1980. Manuel Antonio Vargas(a) “Pichichor” también fue fusilado por el
delito de ultraje a un menor. El asesino escribía poemas, yaravíes. En cambio
Udilberto Vásquez Bautista lee la Biblia y reza.
En Cajamarca, en la capilla donde esta enterrado Udilberto recibe visitas todos los
días y las velas nunca se apagan. 109
Hecho de la vida real, que fue llevado a las pantallas grandes (cine) por el director
Héctor Marreros, quien desde Cajamarca tuvo la gentileza de hacernos llegar la
información sobre su sétimo largometraje titulado Milagroso Udilberto Vásquez. Así
es, Marreros ya ha realizado varias películas de producción netamente cajamarquina.
Milagroso Udilberto Vásquez narra el último fusilamiento perpetrado por el Estado en
Cajamarca. Al Udilberto del título se le sindicó como sospechoso de violación y
posterior muerte de una menor de edad en el poblado de Chota. Luego se le sentenció
a 25 años, pero presentada la apelación por parte de la defensa, el General Juan
Velasco Alvarado ordenó la ejecución el 11 de setiembre de 1970. Tras 36 años de su
muerte Udilberto Vásquez es considerado el santo popular más famoso de los
cajamarquinos.110
109
Extractos del Diario El Comercio, Domingo
92
IV.8. VÍCTOR APAZA QUISPE - SANTÓN AREQUIPEÑO
El año de 1969, Víctor Apaza Quispe, con 33 años deja el anonimato para ser
acusado de la muerte de Agustina Belisario de 43 años. Estaba vigente la Ley Nº
10976 que modificó el artículo 151º del Código Penal, por la que se estableció la pena
de muerte para el parricida o uxoricida.
Por ello se realizo una búsqueda en donde junto al túnel de regadío El Ramal, se
descubrió, anormalmente, una gran cantidad de moscas, luego de remover piedras y
excavar un metro de tierra se toparon con el cadáver de la infortunada mujer,
acomodada en posición dorsal, “con los zapatos a un costado, con tres chompas de
diferentes colores y una falda floreada”. Fue entonces que el acusado confesó su
delito.
.
93
la misma mujer. Y cargándola la llevó hasta donde fue descubierto su cadáver.
Regreso hasta su casa para sacar lampa y pico para cavar la tumba, después las
enterró como a un kilómetro de distancia. Retorno presuroso al campamento y se
acostó sin que el otro vigilante Mauro Mamani, se diera cuenta.
El representante del
Ministerio Público formula
su acusación solicitando
para el inculpado la pena
capital. El tribunal en un
largo juicio oral, al expedir
sentencia concluye que
Apaza premeditó el
homicidio de su esposa,
pues ideo hábilmente una
coartada, regresó a media noche para sacar a su esposa con algún pretexto y
trasladarla confiadamente a otro punto, en donde la atacó a golpes de puño y piedra
hasta privarla de conocimiento, para después cavar su tumba con una picota y una
pala que ya tenía preparadas, y aplastarla en su propia sepultura con otras piedras
para asegurar su muerte.
Víctor Apaza Quispe fue sentenciado como autor del delito tipificado en el artículo 152º
del Código Penal, modificado por el Decreto Ley nº 10976, conduciéndose con
ferocidad, alevosía y perfidia, sin que exista atenuante alguna a su favor, pero no se
llego a probar el matrimonio celebrado ante el alcalde Coata, en junio de 1953, ya que
extrañamente había desaparecido las hojas oficiales de la partida de matrimonio, lo
cual seria prueba suficiente para condenarlo como uxoricida.
El Tribunal Correccional compuesto por los vocales Julio C. Mostajo Chávez, Eduardo
Cáceres Bedoya y Hernán Pretto Galve, en sentencia de 21 de julio de 1971, condenó
a Víctor Apaza Quispe de 39 años de edad, arequipeño, vecino de la joya, casado, tres
hijos, obrero, con primer año de instrucción primaria y primera vez enjuiciado a pena
de muerte, por ser autor del delito de homicidio calificado en agravio de Agustina
Belisario Capacoila, según el articulo 152º del Código Penal, modificado por la ley Nº
10976. Sentencia que fue confirmado en la Corte Suprema, donde la Sala declaro no
94
haber Nulidad en la sentencia recurrida de fecha 19 de julio de 1971, firmando al pie
de la sentencia de muerte los vocales: Torres Malpica, Enrique Cuentas Ormachea,
José Antonio García Salazar, Ricardo Bustamante Ugarte, Saldivar. De nada sirvieron
los esfuerzos de su abogado, el Doctor Cesar Villalba Trevilños, quien llego a Lima
para ejercer su defensa ante la sala penal.
Luego de emitida la sentencia no hubo nada que su abogado pudiera hacer. Víctor
Apaza pidió clemencia al presidente Juan Velasco Alvarado, con el apoyo del Capellán
de la prisión “Siglo XX”, pero no obtuvo ninguna respuesta. Igualmente llovieron
telegramas de indulgencias al despacho del Presidente de la República, sin embargo,
nada pudo impedir que el fusilamiento se llevara a cabo el 17 de setiembre de 1971 a
las cuatro y treinta y cinco minutos de la madrugada. Y con esto terminaron los últimos
ruegos por defender su vida: ”No he mentido. No he engañado. ¿Por qué me matan
ahora (…)? Yo nunca negué mi delito, dije la verdad”111.
La población estaba muy conmocionada por la noticia de sentencia capital, pero según
los medios de prensa Apaza, era el “quinto homicida calificado que fue pasado por las
armas, por decisión de la Suprema Corte”. En el mismo mes de setiembre, tres días
antes, se había cumplido el ajusticiamiento de Feliciano Helí Vizcarra Cuayla en un
paraje de la ciudad de Tacna. Un año antes, en setiembre de 1970, se llevó a cabo en
Cajamarca la condena de Ubilberto Vásquez.
Los restos del uxoricida fueron enterrados en el cuartel San Hilarión del cementerio La
Apacheta, sección numero veintidós, donde se deja ver su nombre “Víctor Apaza
Quispe, fusilado el 17 de setiembre de 1971”. La sepultura suele ser homenajeada por
inmigrantes del Altiplano, especialmente en Semana Santa y en el Día de todos los
Santos.112
Que recuerde la historia de Arequipa republicana, se trate del único y primer penado a
muerte fusilado con cuatro certeros balazos disparados por cuatro de los ocho
guardias republicanos. A las 4:30 de la madrugada del 17 de setiembre de 1971 , en
presencia de su abogado César Villalba Treviños, del padre jesuita Antonio de la Vega
y el inolvidable alcalde Humberto Olaechea Geldres. Pasados 24 años, desde que
fuera fusilado bajo el torreón que da a la esquina conformada por Corbacho y Santa
Rosa, en la ex cárcel del siglo XX, Víctor Apaza Quispe continua recibiendo visitas en
su tumba ubicada en el pabellón de San Hilarión Nº 22, de devotos que creen
absolutamente. En lo milagroso que es, si hasta le dejan prendas de mucha valor,
cuidando el anonimato.113
En el país se hallaba en vigencia el antiguo código penal que aun contenía la pena de
muerte para casos de homicidios calificados que el tribunal aludido no reparo en
aplicar. Varias cortes superiores y en la propia capital se venían sentenciando con
111
El Correo. Arequipa, jueves 16 de setiembre de 1971, p. 10.
112
RAMOS NUÑEZ Carlos Augusto, Historia de la Corte Suprema de Justicia del Perú, Fondo Editorial del
Poder Judicial, Tomo I, Primera Edición, Diciembre 2008, pag. 460-467
113
Ib, 28 de Octubre de 1995, Especial 7 .
95
pena de muerte a varios inculpados. En Tacna, en Lima (recuerden a Solón Poma, el
que asalto “El Comercio” de Lima con secuelas de muerte), en Puno, durante las
triunfales giras del general Juan Velasco Alvarado, luego de consolidar su movimiento,
aparecían potenciales sentenciados a la pena capital en patíbulos similares al de
Arequipa. Entre bambalinas, sus enemigos políticos que controlaban el Poder Judicial,
le espantaban poniendo piedras en el camino. Por eso es que el general, a los cinco
días del fusilamiento de Víctor Apaza Quispe, abolió la pena de muerte en el Perú.114
Arequipa, alrededor de los años de 1968 y 1975, comenzó a ser el foco de grandes
concentraciones migratorias, que se incrementaron mucho más con la Reforma
Agraria de 1969, provocando grandes oleadas migratorias del campo a la ciudad,
especialmente de los departamentos de Puno, Cusco y Apurímac. Lo que dio lugar a
un crecimiento indiscriminado de la ciudad, con la lotización de terrenos para la
construcción de nuevas urbanizaciones y el nacimiento de Pueblos Jóvenes. Como
consecuencia de esto se fue gestando una cultura mucho más variada, con una nueva
visión de las cosas, con una gran cantidad de migrantes que traían sus propias
costumbres y ritos andinos, mezcla de lo español impuesto y de lo autóctono. Así se
ve afectado “el aspecto religioso dando lugar a la creación de nuevos Santos y Dioses
como parte de lo que entendemos como religiosidad popular” .
Víctor Apaza como santo popular, tiene una buena parte de sus devotos en las zonas
periféricas de la ciudad, vale decir Pueblos Jóvenes y zonas colindantes, que es el
lugar donde se fueron asentando los grupos migrantes, la masa popular que sin ser
exclusiva es la que propicia y alimenta en cierta forma la mayoría de este tipo de
fenómenos. Se podría pensar, la más carente de recursos, la más necesitada y por lo
mismo la más proclive a ser atada, limitada en cierto sentido, consumidora al fin de un
producto gestado desde su propio núcleo social. Así, frente a una angustiosa realidad,
el hombre no halla mejor modo de superar los problemas que recurriendo a quien le
sirve de último consuelo, porque la fe que siembra en la imagen ante la cual implora
un pedido, le permite tener esperanza, una esperanza que posibilita que él mismo cree
la realidad que anhela.115
Verifica a través de las hojas oxidadas por el tiempo y encuentra el folio. Manda a
buscarlo y ahí aparece el documento en la dirección señalada. Ese testamento está
escrito a mano con lapicero de tinta líquida. Nueve páginas con nueve cláusulas que
inmortalizaron la voluntad del último fusilado de Arequipa. Años después la historia
está vigente porque se cree que Víctor Apaza concedió algunos milagros después de
su muerte, por eso es que su tumba en el cementerio general es la más concurrida.
114
Diario La Republica – Perú, Sábado, 28 de Octubre de 1995, Especial 6.
115
Tema del Mes. www.ucsm.edu.pe/espergesia/9ed/misc/victorapaza.html
96
Pero antes de morir Víctor Apaza no quiso dejar ninguna tarea pendiente. Se confesó
al capellán Juan Antonio de la Vega e hizo la primera comunión. Luego el 16 de
setiembre a las 7 de la noche, un día antes de la ejecución, hace su testamento en
presencia del notario Edilberto Zegarra Ballón. En ese año el abogado tenía 43 años y
hoy lleva 81 años. El abogado de Víctor, Cesar Villalba Treviños, convoca al notario
que era uno de los ocho funcionarios que solo podía tener Arequipa en esos años. El
número de notarios se escogía en función a la población y por ese tiempo se creía que
ocho eran suficientes. “Me llaman también porque tenía amistad con el Dr. Villalba”,
cuenta Ballón.
El Perú vivía
entonces el
gobierno militar de
Juan Velasco
Alvarado, que
gobernó en
nuestro país desde
1968 hasta 1975.
En estos años
estaba vigente la
ley Nº- 10976 que
modificó el artículo
151 del código
penal, por la que
se estableció la
pena de muerte
para el que a
sabiendas
asesinase a su
ascendiente,
descendiente o
cónyuge (3) .
Zegarra Ballón todavía recuerda ese momento. “Estaba tranquilo y con las ideas
claras, demoramos un poco porque quería contar las cosas que dejaba. En ningún
momento se quebró”, relata sentado en una de las sillas de madera de la pequeña
oficina del centro comercial La Gran Vía, tercer despacho que usa desde el inicio de
97
su carrera el 12 de enero de 1956. Se inició en la calle Alfonso Ugarte, luego pasó a la
calle Jerusalén y hoy está en la Gran Vía. Ballón prosigue y cuenta que el “santo” dejó
camiones de madera de juguetes a sus dos hijas Francisca y Alejandrina Quispe
Capacoyla. Apaza hereda 94 camiones grandes, 95 medianos y 115 chicos, algunos
incompletos y la mayoría sin pintar. También les pone precios: 180 soles por las
unidades grandes, 70 soles medianos y 25 por chicos. El condenado hizo los juguetes
durante su estancia en la cárcel pasatiempo que aplicó en tanto se resolvía su caso.
También deja 9 radiolas de juguete que deben venderse en 150 soles. Además
instruye para cobrar deudas y deja sus herramientas de trabajo a sus vástagas.
Nombra albacea al alcaide de la cárcel, Humberto Olaechea Geldres, a quien
encomienda especialmente a su hija Agripina porque era menor de edad.
En la tercera clausula aclara que no se casó son Agripina Belisaria Capacoyla pero sí
convivió con ella. El dato resulta importante porque los jueces que lo condenaron a
muerte aseguraron que Apaza estaba casado con la víctima pese a que no encontró la
partida de matrimonio, por tanto merecía morir fusilado como lo disponía la ley. Si se
comprobaba que era conviviente, como lo sostenía su abogado, la pena a aplicar era
25 años de cárcel.
Más adelante declara “que él se encuentra en esta cárcel como condenado a pena de
muerte y que habiendo examinado su conciencia se arrepiente de haber realizado los
actos que han motivado su condena y pide perdón a Dios”. El testamento se terminó
de escribir a las 11 de la noche del 16 de setiembre. A las 5 de la mañana del día
siguiente fusilaron a Víctor Apaza Quispe. Recibió seis balazos. 116
Un momento difícil toco vivir a la Corte Suprema, cuando la Sala Penal, dispuso la
pena de muerte de cuatro individuos, en la época en que el general Velasco y sus
ministros proyectaban una gira por el sur del país.
116
Tome nota: EL TESTAMENTO DE VÍCTOR APAZA elfrances82.blogspot.com/.../el-testamento-de-
Victor-Apaza
98
uxoricida, en agravio de Antonia Dorotea Mamani. El tribunal Correccional impuso al
acusado pena de internamiento, según fallo de 23 de junio de 1971, no obstante el
Fiscal Superior, que había solicitado la pena capital, planteó recurso de nulidad. La
Corte Suprema considero que no existían circunstancias atenuantes, como la emoción
violenta, aun cuando reconocía el móvil del delito era “el amor apasionado que
sostenía con la menor Manuela Graciela Sayra García, a quien como corolario del
drama convención para trasladarse a Lima para convivir con ella”, decretó la pena de
muerte. El abogado del reo, Luis Vargas Beltrán, en todo momento sostuvo que, en
realidad, Vizcarra no había intentado asesinar a su esposa, sino que, con motivo de un
puntapié propino en el vientre, se produjo el deceso de Antonia Mamani, habría sido,
pues un delito preterintencional, que no merecía la mayor de las penas.
En enero de 1969 la junta militar presidida entonces por Juan Velasco Alvarado emitió
un Decreto Ley que añadía al Código Penal el artículo 197, el cual sostenía que si la
víctima era menor de 10 años y moría como consecuencia del asalto sexual se
aplicaba al autor la pena de muerte. El primero en pasar por el patíbulo dentro del
margen de esa ley fue Ubilberto Vásquez Bautista, que fue ejecutado en 1970 por la
violación y asesinato de una pastorcita de 11 años de edad. Esa ejecución, aplicada
por decreto de un gobierno inconstitucional, se dio, sin embargo, dentro del marco de
la Constitución de ese entonces, la de 1933, que no sólo imponía la pena de muerte
por los delitos de traición a la patria y homicidio calificado, sino también por “todos
aquellos que señale la ley”.
Sin embargo, pese a tener carta blanca para ejecutar a condenados por delitos
comunes, el gobierno de Velasco paró la mano en diciembre de 1973, con el
fusilamiento del homicida José Murillo Andrade, ‘Patita de Cuy’, por asesinar a un
Policía de investigaciones y fue ejecutado el 18 de diciembre de 1976.
117
RAMOS NUÑEZ Carlos Augusto, Historia de la Corte Suprema de Justicia del Perú, Fondo Editorial
del Poder Judicial, Tomo I, Primera Edición, Diciembre 2008, pag. 468-470
99
Ese mismo año otros 9 convictos se encontraban en la cuerda floja y el régimen
militar dio de paredón. Después, la Constitución de 1979 restringió las causales de
ejecución a traición a la patria durante guerra exterior. Es en este contexto que el Perú
aceptó la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en 1981 y firmó el Pacto de San José.118
Miguel Salazar Valdivia, un obrero de 25 años, fue sancionado por matar a un policía
durante el asalto a una tienda y ejecutado el 23 de enero de 1976. En ese atraco, los
valientes efectivos se les enfrentaron y los hicieron huir, pese a quedar seriamente
heridos. En este país, los delincuentes no respetan a los policías y no tienen
miramientos para dispararles. Sin embargo, hace unas décadas, era muy distinto.
Durante los 12 años de las dictaduras de los generales Juan Velasco Alvarado y
Francisco Morales Bermúdez, entre 1968 y 1980, fueron ejecutadas siete personas por
matar a miembros de las fuerzas del orden.
118
Pena de muerte www.caretas.com.pe/Modules/GetStorageFileAudit.ASP?Mode...Formato de archivo:
PDF/Adobe Acrobat
119
Asesino de policías, Noticias Perú | Trome trome.pe/actualidad/716866/noticia-asesino-policías
100
CAPITULO V
120
Cfr. ROXIN, Claus, Derecho Penal: Parte General, T.1, Civitas, Madrid, 1997, p. 81 y ss.
121
MIR PUIG, Santiago, Derecho Penal: Parte General, 5ª Ed., Barcelona, 1998, p. 61.
101
Al respecto, Mir Puig señala, es la dignidad del individuo, como límite material primero
a respetar por un Estado democrático, lo que va fijando topes a la dureza de las penas
y agudizando la sensibilidad por el daño que causan en quienes las sufren. Aunque el
Estado y hasta la colectividad en general pudieran convenir penas crueles para
defenderse, a ello se opone el respeto de la dignidad de todo hombre – también del
delincuente - , que debe asegurarse en un Estado para todos122.
Desde esa perspectiva el inciso 22) del artículo 139º de la Constitución constituye un
límite al legislador, que incide en su libertad para configurar el quántum de la pena: en
efecto, cualquiera sea la regulación de ese quántum o de las condiciones en las que la
pena se ha de cumplir, ella debe necesariamente configurarse en armonía con las
exigencias de “reeducación”, “rehabilitación” y “reincorporación” del penado a la
sociedad. Del mismo modo, tales fines no se condicen con la pena de muerte, que
constituye una manifestación del fin retributivo de la pena, el cual, como ya se ha visto,
colisiona con el principio-derecho de dignidad humana, eje y motor de todo nuestro
ordenamiento jurídico.
Las consecuencias jurídicas del delito han constituido y constituyen la preocupación tal
vez fundamental de la Política Criminal moderna. La obra de Becaria 124, que suele
considerarse punto de partida del Derecho penal actual, representó el comienzo de un
movimiento de revisión de las penas admisibles que llegaría a nuestros días. La idea
básica que inspira dicha evolución es la de que es preciso humanizar las
consecuencias que el Derecho asigna al delito. La Ilustración puso de manifiesto la
crueldad de las penas del Derecho penal del Ancien Régime. Éste se basaba en la
utilización masiva de la pena de muerte y de las penas corporales (tortura, azotes,
mutilación, etc.). Las legislaciones liberales del siglo pasado atendieron en parte a las
voces favorables a la humanización, suprimiendo paulatinamente las penas corporales
y erigiendo en nuevo centro del sistema punitivo la pena de privación de la libertad125.
122
Crf. MIR PUIG, Santiago, Op. Cit, p. 95.
123
Véase, por todos, MIR PUIG, Santiago, Op. Cit, p. 101.
124
BECARIA, Cesare, De los Delitos y las Penas, 1764, citado por Antón Oneca, Derecho Penal: Parte
General, pp. 33 y ss.
125
Crf. MIR PUIG, Santiago, Op. Cit., p. 687.
102
Mas el proceso de humanización del Derecho penal ha proseguido en el presente
siglo, principalmente determinando un amplio movimiento legislativo de abolición de la
pena de muerte y una constante tendencia a restringir el uso de las penan privativas
de la libertad. Los sistemas penales modernos, surgidos de una serie de reformas que
han dado lugar al “movimiento internacional de reforma del Derecho penal”, se
caracterizan por la desaparición de la pena de muerte o, por lo menos, su limitación a
unos pocos delitos muy graves, y en todo caso por el progresivo desplazamiento de la
pena privativa de libertad de su lugar central. La prisión se va reservando para la
delincuencia grave, y se buscan otras penas o instituciones que permitan evitarla para
los delitos de menor gravedad. Entre las penas llamadas a ocupar este espacio
destaca la pena de multa, que se va perfilando como la nueva espina dorsal de los
sistemas penales del presente y del futuro próximo126.
La dimensión material del derecho a la vida guarda especial conexión con la dignidad
humana como base del sistema material de valores de nuestro sistema jurídico.
Es evidente que la pena de muerte no soporta un análisis desde el ángulo del principio
de racionalidad y humanidad de las penas frente al que se encuentra claramente
enfrentado. Esto se hecho evidente en el caso del reciente ahorcamiento de Saddam
Hussein, en el que incluso el secreto del ajusticiamiento debe hacer meditar a los
partidarios de la pena de muerte sobre las condiciones en que se ejecutó la pena de
muerte.136
135
CARO JOHN, José Antonio, http://www.unifr.ch/derechopenal/tribuna/CaroJohn-penamuerte.pdf., Cit.,
7 de febrero 2007, quien señala que «la pena de muerte elimina toda relación jurídica posible, porque al
acabar con la vida de la persona ¿qué juridicidad puede haber detrás de una práctica estatal que contradice el
«fin supremo… del Estado», cual es, «la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad», tal como
lo establece el Artículo de la propia Constitución Política?. Y precisamente aquí radica la falla estructural
advertida en líneas anteriores, porque un Estado que se identifique con la defensa de la persona no puede
utiliza a la propia persona como «carne de cañón» para evitar la impunidad de los delitos. Dicho de otro modo:
¡El paredón no es acorde con el Estado de Derecho!».
136
Cf. HURTADO POZO, José, http://www.unifr.ch/derechopenal/tribuna/pmuerte_jhp.pdf., Cit., 7 de
febrero 2007.
137
DONAYRE MONTESINOS, Chistian, Pena de Muerte, Violencia de Género y Autoamistía, Palestra
Editores, 1ª. Ed., Lima, 2007, p 129 y ss.
105
Convención Americana, nuestro país no puede aumentar los supuestos en los que se
contemple la pena de muerte. La extensión de estos supuestos implicaría una
violación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Es por ello que la promulgación de una ley tendiente a ampliar los supuestos de pena
de muerte no sólo resulta inconstitucional, por instituir una pena que resulta contraria
al principio resocializador de la pena, así como a la dignidad humana, sino que
implicaría la responsabilidad internacional del Estado peruano138.
El argumento esbozado podría constituir, aunque con serias dudas, una interpretación
que se ajusta al tenor literal del punto 2 del artículo 4 del Pacto de San José de Costa
Rica, pero no cabe duda de que va contra el sentido de este dispositivo. En el ámbito
internacional, se conoce a este principio como el principio de progresiva supresión de la
pena de muerte, lo que significa que la pena de muerte debe ir progresivamente
eliminándose. Así, se entiende incluso el propio artículo 4 si se lee con una visión de
conjunto el punto 3, que establece que no se restablecerá la pena de muerte en los
Estados que la han abolido. En este sentido, si la pena de muerte se eliminó para ciertos
casos, como sucedió con la Constitución Política de 1979 respecto de la violación sexual
de niños, no podrá volverse nuevamente a la pena de muerte para estos casos.
Creo que desde la lógica de la protección de los derechos humanos, habría que
considerar seriamente lo que implica para los ciudadanos una salida de la jurisdicción de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Una decisión del momento no puede
dejar de considerar las consecuencias futuras que dicha decisión traería consigo.
138
CAVERO GARCÍA, Percy, Análisis crítico de las propuestas de implementación de la pena de muerte
en el Sistema Penal Peruano, en http://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/?menu=numeros#2007.
106
respectivamente.
En este caso, la Corte expresó que el artículo 4º inciso 2 de la Convención «si bien [...] no
llega a suprimir la pena de muerte, sí prohíbe que se extienda su uso y se imponga respecto
a delitos para los cuales no estaba prevista anteriormente, impidiéndose con ello la
expansión de la lista de delitos castigados con dicha pena».140
139
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-3/83, del 8 de setiembre de 1983.
Restricciones a la pena de muerte (artículos 4.2 y 4.4 Convención Americana sobre Derechos Humanos).
140
Ibidem, pf. 56.
141
Ibidem, pf. 57
107
V.6. PENA DE MUERTE Y REFORMA CONSTITUCIONAL.
142
Los límites que caracterizan al órgano reformador pueden ser formales y materiales,
siendo los límites formales aquellos referidos a todos y cada uno de los requisitos
objetivamente reconocidos por la Constitución para que la reforma prospere. A su vez,
los límites materiales se refieren a los contenidos de la Constitución; con ellos no se
indica la presencia de condicionamientos de tipo procedimental, sino algo mucho más
trascendente: la presencia de parámetros de identidad o esencia constitucional,
inmunes a toda posibilidad de reforma. Y es que aunque toda Constitución se
caracteriza por ser un cuerpo normativo integral donde cada disposición cumple un
determinado rol, ciertas cláusulas asumen una función que resulta mucho más vital u
omnicomprensiva que las del resto. Se trata de los valores materiales y principios
fundamentales que dan identidad o que constituyen la esencia del texto constitucional
(la primacía de la persona, la dignidad, la vida, la igualdad, el Estado de Derecho, la
separación de poderes, etc.). Sin ellos, la Constitución sería un texto formalmente
supremo pero, en cambio, materialmente vacío de sentido.
Los límites materiales, entonces, están constituidos por aquellos principios supremos
del ordenamiento constitucional que no pueden ser modificados por la obra del poder
reformador de la Constitución. En consecuencia, la reforma que no observe dichos
límites, o simplemente los ignore, resultará ilegítima en términos constitucionales.
142
http://www.google.com.pe/search?q=pena+de+muerte+en+la+actualidad+en+Per
%C3%BA&hl=es&gbv=2&tbm=isch&ct=mode&cd=2
143
CAVERO GARCÍA, Percy, Análisis crítico de las propuestas de implementación de la pena de muerte
en el Sistema Penal Peruano, en http://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/?menu=numeros#2007.
108
solucionar simbólicamente el problema con una poca costosa reforma constitucional y
legal. En este contexto, la pena de muerte no es más que una adición irracional de un
mal a otro mal.
En ese sentido, creemos que el análisis del discurso político criminal que está en la base de
los proyectos legislativos que pretenden introducir la pena de muerte para algunos delitos
se trata, como señala Cancio Meliá 144 de un verdadero paroxismo de “Derecho Penal” del
enemigo, y a su vez, advierte que, si el ordenamiento jurídico del Perú da este paso, habrá
abierto una brecha mortal en el edificio del Estado de Derecho.
Muy a pesar de la equívoca redacción del artículo 140º de la actual Constitución Política,
en la actualidad, el único supuesto que admite la posibilidad de sancionar con la pena
capital la comisión de un delito en el Perú, sigue siendo el de traición a la patria en caso
de guerra exterior.
Los proyectos de ley presentados ante el Congreso de la República para ampliar los
supuestos de aplicación de la pena de muerte resultan innecesarios, toda vez que existe
una legislación penal que actualmente sanciona con penas privativas de la libertad muy
severas dichas conductas delictivas, las cuales no habiendo resuelto la existencia de tales
delitos pone en evidencia que la causa de dichos fenómenos delictivos debe ser
enfrentado con otro tipo de instrumentos145.
CONCLUSIONES.
144
CANCIO MELIÁ, Manuel, Pena de Muerte: paroxismo del “Derecho Penal” del enemigo, publicado en:
Hurtado Pozo (dir.), Anuario de Derecho Penal peruano 2007. Pena de muerte y política criminal, ed.
Université de Fribourg-Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2008, pp.67 a 82.
145
WALTER ALBÁN Peralta y otros, Pena de Muerte y Política Criminal, Informe Jurídico elaborado para
el Colegio de Abogados de Lima: Anuario de Derecho Penal 2007, en
http://es.scribd.com/doc/5510189/Anuario-de-derecho-penal-2007-pena-de-muerte-y-politica-criminal.
109
2. En la época incaica, la justicia era impartida por los
curacas, así los jefes de aldea prestaban especial atención a que nadie
perjudicase al prójimo o que procediese contra él injustamente, castigándose con
rigor especial el robo de mujeres, la violación y el adulterio. Sin embargo, cuando
algún problema afectaba a dos o más ayllus (controversia acerca de linderos, usos
de bosques, pastos, campos, etc.) la competencia pasaba al jefe tribal. Aunque
muchas veces daba lugar a un estado de guerra. Fue éste el sistema penal que
existió antes de la fundación del Imperio Incaico.
110
responsables del delito que se le imputaba. La presión de la población es un factor
determinante para que las autoridades busquen algún culpable en los casos de
crímenes que causan conmoción social, aunque ello signifique condenar aun
existiendo dudas respecto a la responsabilidad del imputado.
111
112
BIBLIOGRAFIA
LIBROS:
15. ROXIN, Claus, Derecho Penal: Parte General, T.1, Madrid: Civitas, 2ª,
1997, 1071 p.
16. ZECENARRO MATEUS, Carlos. "Pena de muerte".
EN INTERNET
1. http://elcomercio.pe/edicionimpresa/html/2007-12-09/a-50-anos-fusilamiento-
monstruo-armendariz.html
2. http://es.wikipedia.org/wiki/Muerte
3. http://es.wikipedia.org/wiki/Pena
4. http://isabellax.blogspot.com/2005/09/los-miserables.html
113
5. http://mjoh.blogspot.com/2006/08/el-congreso-y-la-pena-de-muerte_23.html
6. http://www.cepolicia.com/especiales/tipodroga/barbituricos.htm
7. http://www.cinu.org.mx/onu/documentos/_ciddh.htm
8. http://www.cinu.org.mx/onu/documentos/dudh.htm
9. http://www.justiciaviva.org.pe/nuevos/2006/agosto/17/argumentos_en_contra.d
oc
10. http://www.justiciaviva.org.pe/penademuerte/articulos_opinion/boletin_amnistia
_2006.doc
11. ttp://www.monografias.com/trabajos11/penmu/penmu.shtml
12. http://www.oas.org/Juridico/spanish/firmas/b-32.html
13. http://www.oas.org/Juridico/spanish/Tratados/b-32.html
14. http://www.terra.com.pe/noticias/articulo/html/act465340.htm
15. http://www.wix.com/sandriitaty/blog1
Sentencias
114