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EXPLORACIÓN, EXPLOTACIÓN Y ABANDONO DE POZOS CON MÉTODO DE

FRACTURA HIDRÁULICA
(Respuesta a preguntas especificas sobre el pozo no-convencional de El Trebol,
Chubut, Argentina.)

Las respuestas incluidas en este informe están fundamentadas principalmente en datos basados
en la experiencia en fractura hidráulica de los EEUU. Las razones para ello son, por un lado, que
esta práctica experimental es relativamente nueva en la Argentina, y ademas que la industria
argentina no publica los datos necesarios para permitir un análisis basado en experiencias locales.

Exploración
El proceso de exploración de yacimientos convencionales normalmente comienza
con la prospección sísmica de superficie, la cual permite determinar la forma de
las deposiciones sedimentarias para decidir si estas pueden atrapar
hidrocarburos. De esta manera se detectan anticlinales, sinclinales, y fallas con
potencial para albergar gas o petróleo. Esto sólo da una indicación de la
posibilidad, no la certeza que efectivamente existan hidrocarburos atrapados en
esas formaciones.

El paso siguiente es perforar en las zonas favorables determinadas por la


prospección sísmica. Estos pozos exploratorios son caros y lentos. Se toman
muestras del terreno a medida que avanza la perforación y se tiene especial
cuidado en la determinación del perfil geológico. En la mayoría de los casos no
encuentran hidrocarburos, y esto explica porqué es tan cara la exploración de
hidrocarburos convencionales. Cuando no los encuentran mueven el equipo de
perforación a la próxima área determinada por la prospección sismográfica y
repiten el proceso.

Cuando se encuentran hidrocarburos se hacen pozos de avanzada para


determinar los limites y el potencial de la cuenca. Al mismo tiempo se comienzan
las obras de infraestructura necesaria -caminos, oleoductos, acueductos, fuentes
de energía eléctrica, fuentes de agua potable- en preparación para la siguiente
etapa. La etapa de producción se lleva a cabo perforando en forma ordenada
sobre toda el área definida por los pozos de avanzada.

Recursos versus reservas


En el caso especial de yacimientos no-convencionales, la determinación de las
áreas con rocas de esquistos capaces de albergar hidrocarburos ya fue publicada
por el Departamento de Energia de los EEUU, probablemente con información
proveniente de pozos exploratorios hechos anteriormente por compañías de la
Argentina. Esta información marca claramente cuales son las áreas con recursos
hidrocarburiferos.
La información provista por los EEUU no indica la posibilidad de albergar
hidrocarburos en función de la forma de los depósitos sedimentarios, tal como la
prospección sismografica. Lo que dice es que en las áreas marcadas existe la
probabilidad de encontrar rocas de esquistos, lo cual es un indicio de la
posibilidad que hayan hidrocarburos atrapados en estas rocas impermeables.

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El paso siguiente es el de hacer los pozos exploratorios para determinar la
profundidad de la roca de esquistos, el espesor, y el potencial de gas o petróleo.
Esta exploración indicará si existen reservas recuperables. Es decir, permite
determinar si la producción del pozo justifica invertir en su extracción. Si el
hidrocarburo esta muy profundo o inaccesible, o el volúmen es escaso, si bien
todavía constituye un recurso, deja de ser una reserva recuperable.
En el caso de la Argentina, las áreas marcadas con recursos son extensas pero
todavía no se sabe cuales son las reservas recuperables. Esto va a requerir una
gran inversión en pozos exploratorios.

Es de notar que en el caso de los EEUU las reservas recuperables resultaron en


general significantemente menores del total indicado por las áreas con recursos.

Características geológicas
La roca de esquistos, también llamada roca madre, es la roca donde se originó el
kerógeno, la materia prima constituyente de los hidrocarburos. A través de
edades geológicas , gracias a la presión y temperatura de confinamiento, este
kerógeno se transformó en petróleo y migró hacia arriba hasta quedar atrapado
bajo rocas impermeables. Este petróleo o gas es el que hoy denominamos
convencional. En general está contenido en rocas areniscas o calcitas porosas, de
alta o media permeabilidad. La porosidad es una medida del espacio poral de la
roca donde puede alojarse el hidrocarburo. La permeabilidad es una medida de la
interconeccióninterconeccion entre los poros de la roca. En un yacimiento típico
de Comodoro Rivadavia, la roca es arenisca de alta porosidad y permeabilidad.
Esto significa que los poros de la roca en todo el yacimiento están de alguna
manera interconectados. De esta manera, un pozo tiene acceso al contenido de
un gran volúmen de roca, y explica porqué un pozo convencional puede producir
durante mucho tiempo.

La roca de esquistos se caracteriza por estar formada por una serie de láminas
finitas de muy baja permeabilidad. El hidrocarburo que no pudo escapar de la
roca madre quedó atrapado en esa roca impermeable, y es lo que hoy se llama
petróleo o gas de esquistos (shale oil o shale gas). En este caso, al no haber
conexión entre los poros de la roca (falta de permeabilidad), la extracción queda
limitada al entorno inmediato al pozo.

Potencial de la roca de esquistos


Esta roca no es homogénea, y su contenido de hidrocarburos varía
significantemente aún dentro de la misma formación. Por esta razón es difícil
predecir cual es el verdadero potencial de estos yacimientos. En los EEUU se lleva
a cabo la explotación de estos hidrocarburos en forma intensiva desde hace unos
8 años y la realidad muestra que algunos de estos yacimientos ya están en franco
declive (Barnett Shale en Texas), mientras que otros están muy por debajo del
potencial anticipado (Bakken Field en North Dakota) (Anexo 1).

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Fractura hidráulica
La baja permeabilidad de la roca de esquistos impide el flujo del hidrocarburo
desde la roca hacia el pozo. El método de fractura hidráulica permite romper la
roca de esquistos de manera de abrir canales para el flujo del gas alojado en la
linea de cada fractura.

El proceso de fractura consiste en inyectar un gran volúmen de líquido a gran


presión para romper la roca tanto como sea posible, y en la mayor extensión
posible. Para mantener abiertas las grietas así creadas, el líquido de fractura lleva
arena en suspensión la cual queda atrapada en cada fractura impidiendo que esta
se cierre cuando se alivia la presión de bombeo. Para poder transportar la arena
hasta el fondo del pozo se le agrega al agua de fractura una cantidad de
productos químicos que la convierten en un gel bien espeso. Una vez efectuada la
fractura se inyecta un volúmen de otro producto químico para disolver el gel de
manera que la arena quede trabando la fractura y no retorne hacia el pozo. No
solo se gelifica y desgelifica el liquido de fractura, sino que se le agregan otros
aditivos para darle las propiedades necesarias para hacer la fractura y proteger el
pozo.

Cada pozo puede tener múltiple zonas de fractura, cada una a distintas
profundidades. Se comienza por la fractura más profunda y al terminar se pone
un tapón ciego perforable inmediatamente arriba de la zona fracturada. Se sigue
por la zona superior siguiente, y así hasta terminar con todas las fracturas
programas (hasta 10 de ellas en algunos casos).

El paso siguiente es poner el pozo en producción. Para ello primero se perforan


todos los tapones que se instalaron sobre cada una de las fracturas. Esto deja
escapar el gas proveniente de cada fractura. Este gas arrastra parte del liquido
usado en las fracturas que quedó atrapado en la formación. (hasta un 70 u 80%
inicialmente), más arena de fractura y materiales de formación. Este fluído de
desecho también se conoce como 'flowback' por su nombre en ingles. Pero no
solo lo inyectado vuelve a la superficie. Este fluído también arrastra materiales
enterrados en el suelo por millones de años, incluyendo metales pesados -cromo,
plomo, selenio, mercurio, antimonio- isotopos radioactivos (radio-226), y
compuestos volátiles orgánicos (VOC), incluyendo los gases llamados BTEX:
Benceno, Tolueno, Etilbenceno, y Xileno (Anexo 2). Todos estos elementos y
compuestos impactan negativamente tanto a los seres vivos como al medio
ambiente.

Explotación
A fin de maximizar la producción de cada pozo, en vez de perforar un pozo
vertical tal como en yacimientos convencionales, la tecnología moderna permite
perforar pozos desviados y horizontales. Los pozos horizontales se pueden
extender por cientos de metros a lo largo de la roca madre, exponiendo así un
mayor volúmen de roca a la fractura hidráulica. No solo eso sino que esta

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tecnología permite perforar múltiples pozos desde la misma plataforma, cada uno
en distintas direcciones.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que la producción efectiva de cada pozo
proviene del contenido de hidrocarburos en cada linea de fractura hecha en la
roca madre. Cuando este gas o petróleo se acaba la producción decae
abruptamente. Es por esta razón que los yacimientos no-convencionales tienen
tan poca vida productiva. En contraste con un yacimiento convencional que
puede producir 30 o 40 años por el mismo pozo, un pozo no-convencional
comienza con una muy alta producción inicial que decae abruptamente.
En general al cabo de dos años el pozo queda con una producción marginal
(Anexo 3). Cuando se llega a este punto se vuelve a refracturar el pozo, es decir se
repite todo la operación hecha inicialmente, esperando ahora abrir nuevas
fracturas. Cuando el pozo deja de responder a sucesivos tratamientos de fractura
entonces se perfora un nuevo pozo para extraer el petróleo que quedó atrapado
por la baja permeabilidad de la roca.

Como consecuencia, un yacimiento no convencional requiere la perforación


continua de nuevos pozos al solo efecto de mantener la producción original.
Como ejemplo, en Bakken Field, North Dakota, EEUU, se perforan 1800 nuevos
pozos por año sólo para mantener la producción (Anexo 1). Esto contribuye a
cuestionar la racionalidad de esta tipo de explotación.

Como es de esperar, este proceso produce cantidades industriales de productos


tóxicos de desecho. En cada operación de fractura se puede esperar que hasta un
70 u 80% del fluído retorne inmediatamente a la superficie, contaminado con los
productos químicos requeridos para la fractura más los compuestos arrastrados
desde el fondo del pozo. A esto se le suma el venteo de gas natural durante la
primera y segunda semana de producción, lo cual libera a la atmósfera toneladas
de gas metano, contribuyendo en manera desproporcionada al efecto
invernadero y calentamiento global.

Productos químicos
Las compañías a cargo de realizar fracturas hidráulicas declaran que sólo se usan
12 productos químicos, en una concentración del 0,5 a 2,0% del total del fluído
inyectado ((https://www.ypf.com/EnergiaYPF/Paginas/mitos-y-verdades.html).

Lamentablemente, la legislación actual permite a la industria ocultar la naturaleza


de muchos de estos productos bajo el lema de 'secreto de fabrica'.

En realidad se debería decir 12 aditivos, cada uno de ellos formados por decenas,
o centenas, de productos químicos individuales, dependiendo de las
características de las formaciones a fracturar. En los EEUU se han detectado mas
de 600 productos químicos, muchos de ellos conocidos como cancerígenos y
mutágenos (Anexo 2).

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Por otro lado, si se tiene en cuenta el tremendo volúmen de fluído inyectado en
una operación de fractura, el 0,5 a 2,0% del total puede sumar desde 30.000
hasta 600.000 litros, dependiendo de la formación a fracturar, sólo de productos
químicos.

Fin de la vida productiva del pozo


Cuando la productividad de un pozo llega a su fin, las normas requieren que se
instalen tapones de cemento a diferentes profundidades previo al abandono del
mismo, para asegurar la hermeticidad del pozo y prevenir posibles fugas de gas.

Sin embargo, la práctica en yacimientos convencionales consiste en sellar


solamente la boca del pozo con un tapón roscado, esperando a una eventual
recuperación de presión que permita extraer un poco más del petróleo
remanente. En general, la colocación de un tapón de cemento implica la
contratación de equipos de cementación, y estos son gastos que se prefieren
evitar sobre todo en un pozo que ya esta improductivo.

Muchos de los riegos asociados con la falta de tapones de abandono, o la mala


construcción de los mismos, están todavía presentes. Estos riesgos están
referidos a los tipos de fluídos remanentes en el espacio anular, el tipo y la
calidad del cemento usado durante la cementación de la cañería, las técnicas
usadas para limpiar y cementar el pozo, las presiones aplicadas a la columna de
entubación durante la vida activa del pozo, y obstrucciones dejadas en el pozo
durante su vida productiva. El cemento usado en un pozo se degrada a través del
tiempo, de la misma manera que el cemento usado en una autopista. Esto
permite que los hidrocarburos y productos químicos tóxicos escapen hacia el
medio ambiente. La zona de Comodoro Rivadavia es escenario de este tipo de
problemas, con vecinos quejándose de escapes de gas o petróleo a través del piso
de las casas.

La posibilidad de explotar yacimientos no-convencionales es nueva en la


Argentina, por lo tanto no existe una experiencia previa que nos permita juzgar la
práctica de abandono dichos pozos. Sí se debe tener en cuenta que las mismas
compañías que operan yacimientos convencionales ahora estarán a cargo de los
no-convencionales. Considerando que esta explotación implica la perforación de
miles de pozos de muy poca vida, se puede pensar en miles de pozos mal sellados
y con potencial de contaminar acuíferos a través de los años.

POSIBLES PROBLEMAS DURANTE LA CONSTRUCCIÓN DEL POZO

Las imágenes que publica la industria nos muestra una fractura hecha en un pozo
idealizado, donde el pozo queda terminado de acuerdo a lo planeado, la cañería
de entubación queda perfectamente centralizada, el anillo de cementación cubre
perfectamente toda la cañería para aislar las distintas secciones atravesadas, y el
cemento en calidad y cantidad permite imaginar una aislación perfecta que

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durará por décadas.

La realidad es bien diferente: nada ni nadie puede asegurar que la cañería de


entubación esté bien centralizada, que las partes roscadas queden impermeables,
y que la cementación cumpla con su cometido en cantidad y calidad.

En un pozo convencional, la perforación tiende a ser vertical. Sin embargo, el


trepano puede desviarse de la vertical debido a las características del terreno o
también debido a la forma en que se perfora el pozo. Una pequeñísima
desviación de ½ grado dará como resultado que la cañería de entubación se
recueste sobre un costado del pozo.

Esta desviación es intencional en los casos en que se perfora un pozo dirigido.


Estos pozos en general se hacen para penetrar las formaciones productivas en un
ángulo especial, en general para exponer la mayor cantidad de roca al proceso de
fractura. En estos casos una gran extensión de la entubación quedara recostada
sobre un costado del pozo.

El caso extremo es cuando se perfora un pozo horizontal. El pozo comienza en


forma vertical y al llegar a una profundidad determinada se lo desvía hasta
terminar perforando en forma horizontal. Esta sección horizontal se puede
prolongar por cientos de metros a lo largo de la roca madre, nuevamente, para
exponer la mayor cantidad de roca a los efectos de la fractura hidráulica. En estos
casos la sección vertical, la parte curvada, y la sección horizontal de la cañería
estarán recostadas sobre uno o mas lados del pozo.

Una vez instalada la cañería de entubación, el paso siguiente es cementarla. La


cementación está diseñada para completar el proceso de aislación: soporte de
aplicación de cargas y fuerzas en las cañerías, prevenir la corrosión exterior,
controlar las presiones, controlar pérdidas, y controlar invasión de agua.

Ahora bien, al estar la cañería de entubación normalmente recostada hacia un


lado del pozo, el anillo de cemento es incompleto y deja de cumplir las funciones
para las cuales fue diseñado.

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En este ejemplo, el cemento no podrá circular por la parte inferior de la cañería
de entubación.

Para evitar estos problemas se instalan centralizadores, tal como se muestra en el


siguiente diagrama:

A la izquierda se muestra la cañería sin centralizadores. A la derecha la cañería


con centralizadores. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el pozo no es un
cilindro rígido perfecto tal como lo muestra el diagrama, y las paredes del pozo
estarán reblandecidas por efecto de la inyección de perforación, por lo tanto los
centralizadores difícilmente puedan cumplir con su objetivo.

Los problemas asociados a fallas en la entubación o cementación se pueden


resumir como:

1. Pérdidas en la entubación
◦ pérdidas por las roscas
◦ corrosión
◦ rajaduras
◦ roturas
2. Desplazamiento deficiente de la inyección de perforación
◦ Circulación deficiente dejó en el pozo restos de cuttings
3. Mezcla inapropiada de lechada de cementación
◦ Problemas durante el fraguado y de hidratación
◦ Canales en el cemento permiten filtraciones de gas
4. Daños en el cemento después del fraguado
◦ Rajaduras por tensiones
◦ Maniobras dentro del pozo y actividad sísmica

Un estudio de la Universidad Duke (Anexo 4) demuestra que la contaminación

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asociada a la fractura hidráulica puede estar relacionada a una construcción
defectuosa del pozo, tanto en la instalación de la entubación como en la
cementación del mismo. Después de analizar mas de 100 pozos de agua en la
zona donde se explotan hidrocarburos no-covencionales en Pennsylvania, se
confirmó que el metano hallado en el agua es de origen termogénico, formado a
grandes profundidades. Este difiere del metano biogénico que se puede formar
en la superficie o a muy bajas profundidades. Es decir que la contaminación de
metano proviene de pozos gasíferos cercanos.

Anthony Ingraffea, de la Universidad de Cornell, coincide con el estudio realizado


por la Universidad de Duke. De los pozos perforados durante los últimos 3 años
en Pennsylvania, un 6 a 7% tiene problemas de entubación, o lo que se llama
'integridad estructural comprometida'. Dependiendo de la ubicación de los pozos
y la compañías perforadoras, se encontró que hasta un 60% de pozos viejos
tienen fallas en la entubación.

Datos recientes de pozos con fallas en integridad en el Marcellus Shale de


Pennsylvania muestran los siguientes números:

1454 pozos perforados en 2010, 90 pozos con fallas, 6,2% del total
1937 pozos perforados en 2011, 121 pozos con fallas, 6,2% del total
262 pozos perforados en Ene/Feb 2012, 19 pozos con fallas, 7,2% del total

Estos datos son consistentes con datos previos de la industria, y no muestran


signo de mejorar (Anthony Ingraffea, Fluid migration mechanisms due to faulty well design
and/or construction: an overview and recent experiences in the Pennsylvania Marcellus play.
Enero 2013. Pagina 7)
(http://www.psehealthyenergy.org/data/PSE__Cement_Failure_Causes_and_Rate_Analaysis_Ja
n_2013_Ingraffea1.pdf)

La entubación y la cementación del pozo están sujetos a grandes riesgos de fallas


mecánicas o químicas a través del tiempo. Si bien hablar de un 6 a 7% de fallas no
parece gran cosa, esto toma una dimensión especial cuando se considera la
enorme cantidad de pozos a perforar durante la explotación de hidrocarburos
no-convencionales.

Crear una zona de separación entre las napas freáticas, el terreno, y el pozo
usando cemento no es fácil. Si el cemento no se adhiere adecuadamente a las
paredes de la cañería o del terreno, los contaminantes o el metano pueden
encontrar un pasaje fácil hacia las napas de agua.
Los siguientes ejemplos ilustran los problemas que se pueden presentar, aún con
cañerías bien centralizadas. Los ejemplos nos muestran falta de adherencia entre
el cemento y la entubación, falta de adherencia entre el cemento y la pared del
pozo, rajaduras en el cemento, y fragmentación del cemento debido a
vibraciones, presiones, o cambios de temperatura.

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Las fallas de integridad del pozo están relacionada a estos factores:

1. Presión. Alta presión en la entubación debido a operaciones de fractura y


falta de un sistema de relevamiento de presión.
2. Edad. A medida que los pozos envejecen la entubación de acero queda
expuesta a la corrosión. De la misma manera los anillos de cemento
pueden encogerse, despegarse, o rajarse.

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3. Fallas en el diseño o la construcción del pozo.
4. Daños durante maniobras o durante la fractura hidráulica.
5. Desarrollo demasiado rápido del yacimiento.
6. Impactos sobre el cemento fresco debido a actividad de perforación en la
misma plataforma.
7. Pozos desviados.
8. Perforación en yacimientos gasíferos a baja profundidad.

De acuerdo a la Sociedad de Ingenieros del petróleo de los EEUU (SPE), los riesgos
de problemas durante la fractura aumentan cuando la temperatura del fluído de
fractura es baja, o donde la entubación y la cementación están expuestos a
grandes variaciones de presión y temperatura durante la fractura hidráulica. Se
estima que el 90% de las fallas en la entubación ocurren en las uniones de las
cañerías, en las partes mas profundas y desviadas.

Las fallas de cementación son tan comunes que la industria ha diseñado un


procedimiento de emergencia, “cementación a presión”, para corregir de alguna
manera la falta de aislación y problemas de contaminación.

Tampoco debe dejarse de lado el efecto destructivo que puede tener un


movimiento sísmico en la integridad del anillo de cemento. En general el anillo de
cemento alrededor de la cañería de entubación tiene entre 2 y 3 centímetros de
espesor el cual, una vez fraguado, toma las características rígidas y vidriosas
propias del cemento.

Cualquiera sismo pequeño, de los tantos que sacuden a diario nuestro planeta,
puede despegar o romper este anillo perdiéndose a partir de se momento la
capacidad de aislar las formaciones subterráneas.

Lo expuesto nos deja ver que la entubación y la cementación aislante son los
aspectos mas frágiles de la estructura del pozo, siendo quizas responsables de las
fugas de gases y fluídos tóxicos que contaminan los acuíferos y el medio
ambiente. La experiencia muestra que un pozo real dista mucho de los ejemplos
clásicos de laboratorio que nos muestra la propaganda de la industria.

POSIBLES IMPACTOS DE LA EXTRACCIÓN DE HIDROCARBUROS NO-


CONVENCIONALES

Para evaluar los posibles impactos se deben tener en cuenta una multitud de
factores, desde el diseño del pozo y las operaciones necesarias para ponerlo en
producción, hasta el desecho de los subproductos de esta explotación.
Son varios los riesgos asociados a la fractura hidráulica. Entre ellos,
a) Consumo excesivo de agua potable
b) Contaminación de acuíferos
c) Contaminación del aire
d) Desecho de fluídos tóxicos contaminantes

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e) Impactos en la salud
f) Daños ambientales

a) Consumo excesivo de agua potable


Texas encabeza la lista de estados productores de gas de esquistos, con más de
16.000 pozos. Esta extensa experiencia les permitió juntar datos estadísticos del
consumo de agua en estas operaciones, las cuales bien pueden extenderse a
operaciones similares en otras partes del mundo. Recientemente, en el año
2012, se hizo un estudio para evaluar el uso de agua en yacimientos no-
convencionales (Anexo 5).

De acuerdo a este estudio se puede verificar que el agua usada anualmente


representa el 9% del agua usada en Dallas, la 9° ciudad en los EEUU (población
1,3 millones). Por consiguiente, si tomamos como ejemplo una ciudad con mucha
menor población como Comodoro Rivadavia, el mismo volúmen de agua
representará un porcentaje mucho mayor comparado con el consumo total de la
ciudad, quizás hasta un 50 o 60% de su consumo anual. El impacto local varía con
la demanda y la disponibilidad de agua, por lo tanto se debe tener en cuenta las
necesidades de la población local.

Considerando el estado crítico del aprovisionamiento de agua en Comodoro


Rivadavia, Rada Tilly, y Caleta Olivia, debemos entonces pensar cómo
satisfaremos las necesidades básicas de la población una vez que se comience
con esta nueva explotación de hidrocarburos.

A menos que se implementen técnicas para hacer fracturas hidráulicas sin agua o
usando agua salada, el problema actual sólo se va a agudizar.

En este sentido ya se han hecho pruebas para realizar fracturas usando agua
proveniente de recuperación secundaria o de fracturas previas. En ambos casos el
agua debe primero tratarse para eliminar las impurezas y contaminantes de
manera de garantizar la eficacia del trabajo de fractura. Sin embargo, este
tratamiento es caro y de dudosa efectividad, dependiendo entre otras cosas de la
disponibilidad de aguas tratadas a distancia cercana al pozo, lo cual no siempre es
posible.

Si se tiene en cuenta la escasez de agua, sumada a la demanda creciente de la


población por agua pura y segura, cualquier nueva metodología deberá ser
evaluada por técnicos y laboratorios independientes, al igual que la supervisión
de cada una de las operaciones de fractura para evitar que se use agua potable a
fin de abaratar costos.

b) Contaminación de acuíferos
No está explicado cómo la contaminación que produce esta industria llega a las
capas de agua. Todavía se está investigando la posibilidad que las fracturas
generadas en el fondo del pozo lleguen hasta la profundidad de las capas

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freaticas. Sin embargo, está tomando fuerza la otra explicación posible: que los
líquidos de fractura o gases provenientes de las formaciones lleguen a los
acuíferos a través de fallas en la cañería de entubación y la cementación del pozo.
Tal como se explicó más arriba, estos distan de ser perfectos.

Desde la industria se trata de convencer que la explotación en la Argentina tiene


características diferentes a las de EEUU, las cuales terminaron con problemas de
contaminación masiva. De acuerdo a esta versión, la diferencia principal está
dada por la mucho mayor profundidad de las formaciones productivas en la
Argentina. Sin embargo, un análisis de las características geológicas de la
Argentina nos permite ver claramente que no hay diferencias sensibles que
permitan suponer condiciones mas favorables.

La Agencia de Información de Energía de los EE.UU detalla las profundidades


máximas, mínimas, y promedio en las distintas cuencas argentinas
(EIA_ARI_2013 World Shale Gas and Shale Oil Resource Assessment.pdf –
paginas V-2 y V-3). La tabla siguiente incluye la profundidad del Marcellus Shale
(EEUU) para ilustrar la igualdad de profundidades.

Formación Profundidad Promedio


metros
------------------------------ ------------------ -------------
Marcellus Shale (EEUU) 2100 – 3000 2500
Neuquén Vaca Muerta 1670 – 3000 2440
Chubut D-129 2000 – 4800 3200
Austral-Magallanes 1800 – 3000 2600
Chaco-Paranaense 1500 – 3400 2300

(World Shale Gas Resources: An Initial Assessment of 14 Regions Outside the United States

Por lo tanto, si la separación entre las formaciones productivas y las capas de


agua son equivalentes, es de esperar que la Argentina sufra los mismos efectos de
contaminación que están padeciendo en los EEUU.

c) Contaminación del aire


Muchos de los productos químicos encontrados en el proceso de fractura
hidráulica tienen la capacidad de evaporarse debido a propiedades químicas tales
como 'presión de vapor' y 'punto de ignición'. Los productos que se pueden
evaporar se llaman Compuestos Volátiles Orgánicos (VOC) e incluyen ozono,
sulfuro de hidrogeno, y gases BTEX: benceno, tolueno, etilbenceno, y xileno. Estos
gases se encuentran en todo el proceso de extracción de gas natural en las
quemas de gas, tanques de condensación, deshidratadores, y venteos de gas.

• Quema de gases: La quema de gases implica la combustión de excedentes


de gas natural para aliviar presiones que se puedan generar durante las
etapas de extracción y producción. El sulfuro de hidrogeno contenido en
el gas natural se quema para degradarlo en compuestos menos tóxicos. La

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cantidad de VOC emitidos durante la quema de gases varía dependiendo
de la composición química de los gases, la eficiencia de los equipos de
quema, y la temperatura a la que se calienta el gas. Se han encontrado
hasta 60 productos contaminantes en las cercanías de pozos en los que se
practica la quema de gases.

• Tanques de condensación: Algunos pozos de gas natural producen líquidos


concentrados al mismo tiempo que gas metano. Estos son hidrocarburos
que pasan al estado liquido a las presiones y temperaturas de superficie.
Los vapores emanados de estos tanques están altamente concentrados
con Hidrocarburos Policíclicos Aromáticos (HPA), incluyendo los gases
BTEX. Estos vapores son mas densos que el aire y se concentran a nivel
superficial, donde más están expuestos los seres vivos.

• Deshidratadores: Antes de bombear el gas natural a los gasoductos se les


debe eliminar la humedad del agua en suspensión usando
deshidratadores de glycol. Durante el proceso de reconversión del glycol
se liberan grandes cantidades de gases BTEX y otros CVO a la atmósfera.

• Venteo de gases: El venteo consiste en librar gas directamente a la


atmósfera. En principio esto se hace por razones de seguridad pero
también es parte de la práctica usada durante la limpieza del pozo
inmediatamente después de cada fractura individual. Ademas, el venteo
de gases también se hace después de rotar los tapones perforables que
sellan cada una de estas fracturas, antes de poner el pozo en producción.
El venteo es en realidad mas perjudicial para la salud humana que la
quema de gases, dado que durante la combustión la cantidad de
contaminantes se reduce en un 75%.
Este venteo es responsable por la mayor cantidad de metano librado
directamente a la atmósfera, por lo tanto contribuye en manera
desproporcionada al efecto invernadero y el calentamiento global
resultante.

d) Desecho de fluídos tóxicos contaminantes


Es difícil reusar o desechar en forma segura los fluídos de desecho de la fractura
dado que estos están contaminados con incontables productos químicos usados
para la fractura, algunos de ellos no declarados por la industria y por ende
todavía desconocidos, más materiales radioactivos, cloruros y bromuros
(cancerígenos) que salen de las formaciones fracturadas.

Los procedimientos para eliminar los desechos tóxicos pueden incluir:


• Limpieza
• Reutilizacion en fracturas
• Inyección en pozos sumidero
• Abandono y evaporación

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Limpieza
Si bien hay tecnologías que permiten limpiar los fluídos de desecho lo
suficiente como para reusarlos en una nueva fractura, este proceso es
caro y no es perfecto, lo que determina que un gran volúmen de esta agua
así tratada se vuelque en cañadones y cursos de agua. Como consecuencia
las plantas municipales de tratamiento de agua de los EEUU están
detectando niveles cada vez mas altos de radioactividad, sales, y metales
pesados en sus tomas de agua. El problema es de tal magnitud que en
Nueva York y Pennsylvania ya se están usando controles de radioactividad
en la entrada de las plantas potabilizadoras de agua, y algunas de ellas se
niegan a aceptar los fluídos tratados provenientes de la fractura hidráulica
(Anexo 6). (http://www.post-gazette.com/nation/2011/04/13/Some-water-treatment-
plants-refuse-to-take-fracking-fluid/stories/201104130129)

Reutilización en fracturas
Los ensayos de laboratorio que se hacen para determinar las propiedades
del fluído de fractura consideran el uso de agua dulce como agente de
fractura. Si bien se investigan alternativas al agua dulce, todavía el uso de
agua proveniente de otras fracturas no se considera como una práctica
aceptada por la industria en general, dependiendo de las características
geológicas de la formación a fracturar, profundidad, y temperatura. En los
EEUU se reusa típicamente un 15% de los fluídos de desecho (Anexo 5).

Inyección en pozos sumidero


Una manera de desechar estos fluídos contaminados es bombearlo a
presión en pozos sumidero. En general estos son pozos en yacimientos
agotados a los cuales se les repara la cementación mediante
'cementaciones a presión', destinada a recomponer la aislación perdida a
través de los años. El fluído se inyecta ocupando el espacio poral en la
roca previamente ocupado por petróleo o gas.

Lamentablemente, esta práctica no tiene en cuenta que el resto de los


pozos en el yacimiento son tan viejos como el pozo sumidero y, por lo
tanto, tienen los mismos daños en la cañería de entubación y la
cementación. Como consecuencia, los fluídos inyectados por el pozo
sumidero suben por las fallas en los pozos circundantes, exponiendo de
esta manera las formaciones acuíferas a los productos tóxicos inyectados
en el pozo sumidero.

Esta práctica es comparable a la de recuperación secundaria, en la cual se


inyecta agua a presión en la periferia del yacimiento para empujar
cualquier hidrocarburo remanente en las formaciones hacia pozos
centrales y facilitar su recuperación. En estos casos el bombeo a presión
resulta en la contaminación masiva de acuíferos, tal como lo demostrado

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en yacimientos de Las Heras y Medanitos.

En lugares donde no existen yacimientos agotados se perfora


intencionalmente un pozo sumidero para inyectar los fluídos tóxicos
dentro de alguna formación permeable. Sin embargo, tal como lo
demostrado en múltiples ocasiones en los EEUU, esta inyección a presión
puede ser responsable por movimientos de tierra, o mini-terremotos. El
problema es tan grave que varios estados tienen moratorias y
prohibiciones para parar esta práctica (Anexo 7).

Abandono y evaporación
Tanto la limpieza como la inyección en pozos sumidero tienen costos
elevados de transporte. Para evitar estos costos la industria en algunos
casos opta por la solución mas inmediata: abandonar los fluídos en
superficie para que el sol se encargue de evaporarlos. Como consecuencia
los productos tóxicos que evaporan pasan a contaminar el aire tanto a
nivel superficial como a gran altura. Los productos que no se evaporan
quedan como remanente toxico en el terreno, exponiendo a drenajes
sobre las capas acuíferas.

Uno de los problemas más grandes que tienen los EEUU, el país pionero
en esta técnica extractiva, es el desecho seguro y efectivo de los
contaminantes que resultan de la fractura hidráulica. Para poder
implementar esta práctica han tenido que modificar las leyes de control
sobre la calidad del agua, la calidad del aire, y la manipulación y desecho
de productos contaminantes, con la idea que si no se puede impedir la
contaminación al menos pueden eliminar los controles que la ponen de
manifiesto.

e) Impactos en la salud
Tal como se demostró en estudios en Texas, Colorado, y Wyoming (Anexo 2), el
desarrollo de pozos de gas natural resulta en emisiones directas y escapes al aire
libre de una mezcla compleja de contaminantes, tanto del pozo de gas natural
como de los motores diesel, los tanques con fluídos de retorno, y materiales
usados durante las operaciones tales como inyección de perforación y fluídos de
fractura.
Esta mezcla compleja de productos químicos, junto con contaminantes
secundarios tales como ozono, pueden ser transportados por el aire a zonas
residenciales o ciudades cercanas.

Existe una variedad de estudios que indican un riego creciente de irritaciones en


los ojos, dolores de cabeza, síntomas de asma, leucemia infantil aguda, leucemia
aguda mielogénica, y múltiple mieloma, tanto en trabajadores como en
residentes cercanos a destilerías, derrames de petróleo, y estaciones de servicio.

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El estudio encontró que muchos de los hidrocarburos analizados se encuentran
normalmente en los alrededores de pozos de gas natural, entre ellos los BTEX:
Benceno, Tolueno, Etilbenceno, y Xileno. Hay estudios robustos que confirman la
toxicidad de estos elementos.

Estudios en Colorado llegan a la conclusión que el benceno en el ambiente


demuestra un riesgo potencial creciente para el desarrollo de cáncer, tanto como
efectos no cancerígenos crónicos y agudos. Los efectos en la salud asociados al
benceno incluyen leucemia no-linfocítica aguda y crónica, leucemia mieloidea
aguda, leucemia linfocítica crónica, anemia, junto con otros desordenes en la
sangre y efectos inmunológicos.

El retorno de fluídos de fractura durante la etapa de terminación del pozo es lo


que contribuye principalmente a la emisión de hidrocarburos en el aire. Respirar
estos gases que incluyen trimetilbencenos, xilenos, benceno, y alcalenos, pueden
afectar negativamente el sistema nervioso, con efectos que van desde mareos,
dolores de cabeza, fatiga aun con exposiciones bajas, hasta insensibilidad en los
miembros, falta de coordinación, temblores, parálisis temporaria de los
miembros, y perdidas de conocimiento con exposiciones mas altas.

f) Daños ambientales
El gas natural esta compuesto en un 79/80% por gas metano, el cual tiene un
potencial de calentamiento global 72 veces mayor que el dióxido de carbono
(CO₂). El gas natural es mas limpio en el momento de quemarse, sin embargo,
antes de quemarse, mientras todavía es 79% metano, cualquier pérdida afectará
72 veces mas al efecto invernadero y el calentamiento global.

La figura siguiente nos muestra una terminación típica de un pozo horizontal no-
convencional, la cual incluye hasta diez fracturas hidráulicas separadas por
tapones perforables.
Las emisiones mas altas de metano son consecuencia de la fractura hidráulica de
las formaciones:
(1) a medida que el gas se escapa de los fluídos de desecho que retornan del
fondo del pozo después de cada una de estas fracturas, y
(2) durante la perforación de los tapones después de la fractura hidráulica.

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[Presentación publicada por Apache Energía Argentina ante el
Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, el 12 de Setiembre de 2011 (pp.18)]

Un análisis de las pérdidas de gas natural durante las distintas etapas de la


explotación nos brinda un panorama bastante sombrío acerca del impacto de
esta modalidad extractiva sobre el medio ambiente.

El gas natural puede perderse durante las siguientes etapas:


• Emisiones fugitivas de metano durante la terminación del pozo
• Venteo rutinario y pérdidas de los equipos
• Pérdidas durante el procesamiento
• Pérdidas durante el transporte, almacenamiento, y distribución

Se calcula que entre un 3,6% y un 7,9% del total de gas producido por un pozo no
convencional se pierde en forma de metano en la atmósfera, (Anexo 8), debido
principalmente a las emisiones durante la recuperación de fluídos de retorno y la
perforación de tapones durante la terminación del pozo. Esto es entre un 30% y
un 60% más que las pérdidas de gas convencional, estimado entre 1,7% y 6.0%.

Contrario a lo que se dice desde el gobierno y la industria del petróleo, el gas


natural no es una buena transición hacia un futuro de energías renovables. Tal
como se ha visto, la explotación de gas natural resulta en un aceleramiento del
calentamiento global.

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Pero el daño al medio ambiente no se limita a la contaminación del agua o del
aire. También debe considerarse el daño directo a cosas tangibles como el paisaje
o la seguridad publica.

Considerando que para facturar un pozo hay que movilizar flotas enteras de
camiones, el Departamento de Conservación del Medio Ambiente de Nueva York
preparó un estudio sobre el impacto que tendría la explotación de hidrocarburos
no-convencionales en el medio ambiente (http://www.dec.ny.gov/energy/58440.html).
Como parte del estudio se evaluó la cantidad de camiones cargados que harán
falta para transportar los equipos de perforación y terminación y los equipos y
materiales necesarios para hacer una fractura en un pozo. De acuerdo a este
análisis:

Movilización y desmovilización del equipo de perforación, y preparación de la


plataforma
• Construcción de caminos y plataforma del pozo 10 – 45
• Equipo de perforación 30
• Materiales y fluidos de perforación 25 – 50
• Materiales de perforación (cañerías, barras de sondeo) 25 – 50
• Equipo de terminación movilización/desmovilización 15

Terminación del pozo


• Materiales y fluidos de terminación 10 – 20
• Equipamientos de terminación (cañerias, válvulas) 5
• Equipos de fractura hidráulica (bombeadores, tanques) 150 – 200
• Agua para fractura hidráulica 400 – 600
• Arena de fractura 20 – 25
• Fluídos de desecho (flowback) 200 – 300
• Equipos de puesta en producción 5 – 10

Total = 895 a 1350 camiones cargados

Además se debe tener en cuenta que, a lo largo de la vida del pozo, éste puede
ser fracturado más de una vez, y, en casos excepcionales, hasta 18 veces.

La construcción de nuevos caminos y plataformas afectará la composición del


paisaje y alterará el débil equilibrio ecológico de la zona costera y meseta
patagónica. Más aún, el intenso tráfico de camiones y vehículos en las nuevas
zonas en explotación aumentará los riesgos existentes para el tránsito general de
la zona. La modalidad operativa de las compañías petroleras de servicios implica
la desregulación total de los horarios de trabajo del personal. Muchos de estos
camiones estarán a cargo de personal que ya excedió por mucho las horas
normales de trabajo, poniendo en riesgo a peatones, al tránsito, y al medio

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ambiente. Todo esto en una zona donde ya existen problemas graves de violación
de regulaciones y falta de control oficial efectivo.

Consideraciones finales

Los EEUU diseñaron esta técnica, son los que realizan todo el trabajo de
investigación, proveen los equipos de bombeo, aditivos, y materiales de fractura,
además de mandar sus técnicos y personal especializado. Más aún, las fracturas
se hacen a las mismas profundidades que en los yacimientos de los EEUU. Es
difícil imaginar una situación en la que estos mismos expertos puedan contaminar
menos en la Argentina que en su propio país.

Al respecto es significativo que se haya seguido con el trabajo de exploración en


el pozo de El Trébol, se haya realizado la fractura hidráulica, y se haya puesto el
pozo en producción pese al pedido de cautelar para frenar el proceso hasta que
se pueda cumplir con los requerimientos en cuanto al principio precautorio.

Debemos recordar que la zona de El Trébol es una de las mas viejas en la cuenca
del Golfo San Jorge, incluyendo cientos de pozos muy viejos con cañerías
ciertamente podridas y cementaciones indudablemente inefectivas.

Hablando ahora a partir de mi experiencia personal. Yo comencé mi carrera en


YPF en la década de 1960, hace casi 50 años. Parte de mi trabajo consistía en
medir presiones de fondo en pozos de El Trebol, para lo cual bajabamos
instrumentos de medicion hasta el fondo del pozo. En muchas ocasiones los
instrumentos quedaban atrapados en roturas de las cañerias y debíamos
abandonarlos. Cincuenta años mas tarde esos mismos pozos están mas rotos y
corroídos que antes, por lo tanto nada ni nadie puede garantizar que los fluídos
de fracturación no hayan migrado hacia esos pozos viejos y contaminar los
acuiferos.

Finalmente, es importante entender que en la Argentina estamos replicando,


paso por paso, exactamente los mismos errores de los EEUU. Estos errores han
costado contaminación del agua, aire, y medio ambiente, agotamiento de bienes
comunes, enfermedades, muertes, impactos en la salud que tardarán años en
manifestarse, y daños a la propiedad, a un costo tremendo para las finanzas del
estado. Sin embargo, estamos a tiempo para impedirlo si decididamente
implementamos los controles que permitan la aplicación efectiva del principio
precautorio, destinado precisamente a proteger a la población de estos
experimentos colectivos.

Las consideraciones sobre aspectos arqueológicos, geológicos y socio culturales


están fuera de mi especialidad, por lo tanto no podré comentar sobre las mismas.

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