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International Center for the Arts of the Americas at the Museum of Fine Arts, Houston

Documents of 20th-century
Latin American and Latino Art
A DIGITAL ARCHIVE AND PUBLICATIONS PROJECT AT THE MUSEUM OF FINE ARTS, HOUSTON

Registro ICAA: 832583


Fecha de Acceso: 2018-03-04

Cita Bibliográfica:
José Vasconcelos, “Hispanoamericanismo y panamericanismo”, Bolivarismo y Monroísmo.
Temas Iberoamericanos, 3rd ed., (Santiago de Chile: Ediciones Ercilla, 1937): pp. 9-21.

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or downloading for personal José Vasconcelos describe en este texto cómo, desde mediados del siglo XIX, las fuerzas del
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“panamericanismo” han ido provocando, de forma general y progresiva en México e
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work intended for commercial Hispanoamérica, una paulatina pérdida de su independencia cultural y económica. Su
purpose will require permission razonamiento consta de dos ejes principales: en primer lugar, defiende la reputación de Lucas
from the copyright owner(s).
Alamán, político mexicano, como valedor del “hispanoamericanismo” y, en segundo lugar, disipa
ADVERTENCIA: Este docu-
el “mito” de Benito Juárez afirmando que ha sido el máximo exponente en México del
mento está protegido bajo la
ley de derechos de autor. Se “panamericanismo”. En su defensa de Alamán, relata que desafió a John Quincy Adams —el
reservan todos los derechos. redactor, de hecho, de la llamada Doctrina Monroe— al convencer a los delegados hispanos en
Su reproducción o descarga
el Congreso de Tacubaya de 1833 para que ratificaran la creación de la Liga Aduanera
para uso personal o la inclusión
de cualquier parte de este Iberoamericana. En su relato revisionista de Juárez, sostiene que la idea de Juárez como
documento en otra obra con liberador del pueblo mexicano es una versión “panamericana” de la historia y que, en realidad,
propósitos comerciales re-
Juárez despejó el camino al imperialismo norteamericano al destruir los sistemas mediante los
querirá permiso de quien(es)
detenta(n) dichos derechos. cuales la iglesia católica cultivaba la tierra sin ofrecer una alternativa viable. A lo largo de esta
Please note that the layout narración histórica revisionista de cómo el país cayó presa del imperialismo norteamericano (y
of certain documents on this perdió durante el transcurso cerca de la mitad de su territorio a favor de los Estados Unidos),
website may have been modi-
José Vasconcelos recalca la importancia de fomentar el español y el catolicismo para hacer
fied for readability purposes.
In such cases, please refer to frente a las influencias “anglosajonas” y al protestantismo.
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CAPITULO PRIMERO

HISPANO~MERICANISMO y PANAMERICANISMO

1
Es Propiedad.
Inscripción N ,9 3524
Llamaremos holivarismo al ideal hispanoamericano de
COPYRIGHT by crear una federación con todos los pueblos de cultura espa-
Editorial Ercilla - 1937 ñola. Llamaremos monroísmo al ' ideal anglosajón de incor-
porar las veinte naciones hispánicas al Imperio n6rdico, me-
diante la .política del panamericanismo.
Bolívar tomó la iniciativa de creación de un organismo
inter-hispa.noamericano y para eso convocó el Congreso de
Panamá. Sin embargo, no estaban su,~ ideas muy claras, des-
de que se aceptó la presencia en el Congreso, de delegados
de Norteamérica y aún se habló de una vaga unión "entre
todos los paises de r8gimen republicano d el mundo", COll-
trapeso de la Santa A\l ianza, refugio de todos los monárqui-
cos. La idea de raza no pesaba en una época en que la intro-
misión de] inglés había. reemplazado la influencia del pariente
españoL La comunidad de idioma no despertaba entusiasmo,
acaso porque 110 se veía la amenaza; no era todavía el inglés
idioma mundial de conquista. Y, por último, el problema re-
ligioso aún no surgíR., 'Porque iúdas 1as ' ilonstitucioneb .do(' los
países nuevos habían gar'lntizado sus privilegios Il. la %Mli-
ca. Nadie previó la asechanza de los misioneros del protestan-
tismo,sembradores d.e la discordia entre cristianos, desde que
invaden nuestros países, habiendo en Asia y en Africa tanto
PRINTED IN CH~E 'pup-hlo que resultaría beneficiado con cualquiera de los aspec-
tos del cristianismo.
Pl:rensa.s de la Editorial Ercilla, S. A.
Ningún hombre de la época pudo ver claro en los pro-

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10 JOSE VASCONCELOS BOLIVARISMO y MONROISMO 1'1.
bIemas que creaba una emancipación que en realidad no era 11H'IH\.j ea la patrona de México, la Virgen del mismo nombre,
obra nuestra exclusiva sino r esultado de una crisis europea; .Y V ietoria., por la victoria de la Independencia. En México,
cOllsecuencia dc la derrota. de E spaña, en · la península, DO la independencia había sido derrotada; los rebeldes fusilados,
f;ólo cn AmArica, y obra asociada de los ejércitos patriotas )lI'l'O vino a consumarSe por un extraño golpe de Estado que,

y dc las llave ' inglesas y los Estados Mayores del mismo lm- <!() no haber oreado una patria, todo¡;:. llamaríamos traición
perio qU(!, la víspera, fuera nuestro enemigo enconado. Del J¡ura y de las feas. En efecto sucedió que un buen día el últi-
lado hi spúllico, la confusión no pudo ser mayor. En cambio, mo. Virrey, O'donojú, obedeciendo instrucciones de no s¿ cuál
del lado ingI6s y norteamericano, el plan era claro y perfecto. logia, líamó a. Iturbide. Mandaba éste, fuerzas realistas y se
Primero Canning había excluído a España del Nuevo Mundo, había dir1til.g'uido por Su odio contra los ill.':mrgcnte3 . Entre
con lo que, no teniendo nosotros marina mercante, todo el · oo- ambos pro.~lamaron la independencia de México, le crearon una
. mercio pasaba, ipso facto , a la marina inglesa. En seguida. bandera ypa~a dar al complot apariencia nacional, incorpo-
Adam¡;:, arrelmtál1l101e el bot!n a Canning formuló el tema: raron a sus húestes el viejo guerrillero don Vicente Guerrero.
"Améri ca para los amt')'i ca II os", pero bi en entendido que éstos En seguida se retiró O' donojú, proclamándose Iturbide em-
fJll<:!dilban (livicli(los cn grupos ~] e ht'rmanos menores a cargo perador. Poco después el cuartel que lo ha:bía creado, lo echó
exclusivo dc un hermanG mayor que haría de regente. abajo y comenzó la serie de los caudillos y eaudillejos. Sin.
No sé qu é opiniones tendría Bolívar sobre la doctrina. embargo, por el año treinta y tres, en el bagaje de uno de estos
de CannÍng. En lo que conozco no he hallado condenación ni jefes despistados, a pareció un hom Lre de conciencia clara.
siquiera visión del riesgo de dejarla sin recusación expresa. Se llamaba ATamán. Lo primero que hizo, para ubicar a Mé-
Yeso que nadie como él, tuvo visión para intuir el destino xico frente al exterior, fué reanudar el esfuerzo roto en Pa-
parcial de todos estos pueblos. Lo que me parece probado, namá. Al efecto, convocó el "Congreso de rracubaya". N o
pero poco sabido es que el primer intento de asestar un golpe mencionan este Congreso las historias elementales de las es-
a la doctrina del monroísmo, se debe a Lucas Alamán, el me- cuelas de Hispanoamérica. Y eso que se celebró con asistencia
xicano. '. ¿ Qué es eso?, va a exclamar un noventa por cientO de representantes de cada nación iberoamericana y llegó ~
de mis lectores' y tiene razón. Yo mismo mexicano de la clase conclusiones, ya no simplemente románticas como los postu-
letrada, vine a ' saber quién era en verdad Alamán sólo en la. lados de Panamá sino altamente novedosas y trascendentales.
madurez de mi reflexión independiente. Anteriormente, Ala- Esto, sin duda, lo perdió, pues ya desde entonces el mon-
mán era para mí, como para la mayoría de mis compatriotas, roísmo se complacía con nuestra oratoria, pero desbarataba.
un reaccionario casi traidor y enemigo del pueblo. N o en bal- sin piedad nuestras accíon,es.
de la escuela juarista, escuela panamericana, ha envenenado Lo más importante para €l porvenir iberoamericano que-
las conciencias de la multitud, dllrante todo este largo perío- dó definido en el Congreso de Tacubaya, pero también allí
do, de obscuridad y-traición manifiesta o tácita. mismo quedó condenado. Lo más importante -que jamás ha-
Pero no adelantemos, no califiquemos, historiemos los ya hecho un estadista del continente fué la concertación de
hechos en desnuda, brutal, vergonzosa desnudez. una Liga Aduanera Iberoamericana. que Alamán hizo apro-
bar por el congreso tacubayense. La firmaron unánimemente
los delegados, pese a la oposición del Ministro norteamerica-
Ir no y del Departamento de Estado norteamericano. Estaba
al ' frente de éste, el célebre Adams, rival digno de la talla.
Lucas AIamán ~ llamaba el Ministro de Relacion'*l del de Alamán. Repr€Senta.ba a Aidams el célebre Poinsett. An-
primer gabinete de un señor que se puso a sí mismo el nom- teriormente Poinsett había recorrido el continente, informán-
bre estrambótico ele "Guadalupe Victoria". Guadalupeen ho- dose de nuestras miserias y localismos; sabía que los eaudi-

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12 JOSE VASCONCELOS BOLIVARISMO .y . MONROISMO 13
110s favorecían la disgregaci6a: para me;or dominar sus ' feu~ hatlto. hace pO{tO aiiO§9Jli ya, ' qUié ah&Ya hablo de él, sahíamos
dos. Pese a todo, Alamán lograba USa.r para bien, la influeil~ qu ién ero. Alamán.
cia que entonces ejercía México en su calidad de país, el más Subido es que' cada ideal victorioso fabrica su santoral,
poderoso y culto de la familia hispánica; Era necesario des- en tanto que se crea un '. martirologio al ideal .vencido. El ,hig':
truir a Mamán. El delegado de Adams preparó' el golpe opo.. pnnoamericanjsmo Se ha p.stSldo éreando bautistas y mártires
niéndose a las refloluciones del Congreso. en las generaciones del J)resente. Y se empieza a dar oído a
No era justo, alegaba, dejar a los Estados Unidos fue- Manuel Ugartey a Rodó y hay mártires ya populares como
ra de ese consorcio eConói:nico creado PQr la Liga. Aduanera Sandino, pero sólo unos cuantos recuerdan el nomhré de las
hispanoamericana. Los Estados Unidos también eran "re- vlctimas de la primera época del hispanoamericanismo. Nadie
pública". Este argumento boiivariano ya no pesó en el áni- sabe en el sur quién fué AJamán, así como nadie sabe en M:é-
mo de Alamán. El monroísmo, insistía Adams, excluye a los xico quién fué Monteagudo. Y si -en Miéxico Alamán por su
europeos de las ventajas de América, pero había ayudado a . pet'.sonalidad extraordiharia ha sido objeto de una sistemáti-
loo paises de América, por lo mismo los Estados U nidos ' de- ca campaña de oprobio, a Monteagudo en su propia patriase .
bían incorporarse a la Liga. Pero Alamán no tenía ningún l:a..tiene en olvido. Su doctrina carece de contactos con la ex-
compromiso con el monroísmo. No era y!l. de la generación portación triguera, el fomento de hlS inversiones inglesas o la
que se alió con Inglaterra para batir a España. Alamán creía expansión de los frigoríficos yanquis.
en la taza, creía en el idioma, creía en la comunidad religiosa. En cambio, a diario, en publicaciones, discursos y libros,
En suma, Alamán ' daba al bolivarismo el contenido que le se nos pregona la fama . de los héroes bilingües, o, por lo me-
estaba faltando. Y sin sobresaltos liquidaba el monroísmo. nos, anfibios en el patriotismo, los h&roes del panamericanis-
Con Alamán naoe elhiSi>a~~americanismoen cl~ra' y de- mo. No necesitamos mencionar sus nombres; no hay alto par-
finida posición frente al hibridÍlSmo .panamericanista. lante meroonario, ni periodismo de gran tiraje, que no repit~
sus nombres por todo el continente . .
Alamán convenció a los delegados de la América espa-
Nos detendrem~s, sin embargo, en un personaje que,
ñola que sin excepción ' votaron su plan. Alamán venció en el
acaso sin saberio,fué encarnación del panamericanismo aun
Congreso a la luz de la di<;cusión esclarecida. Pero Adams
antes de que éste precisara sus objetivos en Congresos eIn's.;,
derrotado, no ~e ~o~formó. Al servicio de Adams estaba Poin-
tituciones. Es él para muchos, la más alta figura de la histo-
sett y Poinsett comenzó a organizar en México; las logias del
ria mexicana y ademáS Benemérito de no pocas "Américas
Tito anglosajón, ¿logias contrarias quÍzás de las logias que
Latinas" del Continente. Su busto ocupa sitio ,de honor en el
habían hecho la independencia? '
templo Panamericano de Washington y sus estatua.s fueron
. Lo cierto es que las logias de Poinsett derrQ~aron al go~ multiplicadas, en su tierra natal, pOr ley qUE! manda colocar
bierno que servía Alamán. Triunfó la prim,e ra revolución "li- 'u na en cada plaza pública. Hablo dé Benito J uárez. Ningún
benl" y Alamán quedó exc1uído, no ,sólo del gobierno, de la. mexicano alcanzó jamás notoriedad más extendida. Ninguno
Qpini6n ae] país. del corazón de sus conciudadan~. Lo "per~ hi~o más daño a México ni mayor confusión creó en América.
siguió el .nuevo gobierno, lo calumnió la propaganda monroi- En sus manos reaparece el hacha azteca consumando el s~cri­
zante. fiCio inútil de Maximiliano. "Sin embargo, llU eoro de alaban-
y el panamericanismo se apuntó su primern. victoria me- zas persiste en proclamarlo grande.
xica.na. A J uárez lo encontramos en el centro de una epopeya
El hispanoamerícanismo cayó con Alamán para no le-' angustiosa en la que el alma de México naufraga, pese al oro-
vantarse más en todo el siglb, no obstante uno ' que otro inten- pel de victoria con que &El ha logrado revestirla. La historia.
to más o menos falsificado. Por e&o eS que, nil1lis lectores; .y oficial nos dice .}ue Francia la imperialista y Austria la del

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14 JOSE VASCONCELOS BOLIVARISI\.iO ·YMONROISMO 15:
rancio abolengo, con eh Pap8l'uetllá¡;¡ de'4a esrel'ta, cóludldOBi tantefj no sajQn-es. ¡~ill. p@~mericatd~l'\Se, Nuevo Méxie~. se
COn mexicanos traidor~ pretendieron arreoatar al pueblo d;e vit'l Ilu¡.;orbido, péo su población más unida ymág - patr<i.9ta~
}(~xieo ij11S libertades y sus bienes. Entonees Benito Juárez, pacJ,ó con el in.vasor y le impuso . condiciones: el respeto ' de
indígena humilde pero :f.Lrreo en el tesón, encabeza; su pueblo, lu kllg'na, el respeto de la t;eligión ~atólica; nada d.e m-ision~
y 10 conduce a nna apoteosis de la justicia yel derechó. Tal mcioo istasentre IO's neome:úcanos illOOFporados a la fu;er~;
es todavía la versión panamericana. Y" en este credo único: nO$ Na(b de panamericanismo; hispanismo fundamental, aún en
hcm06 criado cuatro o cinco generaciones de mexicanos. Y sin la derrota. El resultado ha sido que los mexicanos de Nuevo
el desastre de' la actual situación mexieana quizás nunca se' Ir! éxicono sólo cOI1servan algunas propiedacles sina que di-
habría hecho la luz en la oonciencia de unos cuantos mexic~ g('n representantes y Iuncion.a,rios de su misma raza y oh.
nos. Levantemos ,en alto esa luz, tan penosamente encendida~ t,ienen que las leyes y dAcretos se publiquen para, ellos. en
Dediquemos unas palabras al mito de J uárez. Uipañol; para los demás habitantes en ingJ""'.
Nada importa que acaso no sean muchos los dispuestos a Salgamos de estos islotes de la marea cOlltinentltl y voi-
oír la verdad hasta su término, sin Que los ciegue la ira, l'Iin vamos los ojos al caso México que: es molde y anticipación .
que los venza el prejuicio. de la tarea monroizadora del continente .. En México, S~ta
Como liberales hemos sido criados y como liberal-es escá· Ana había quebrantado la nacionalidad. Reproa<>enta él entre
bimos, pero sin comprom~o alguno de secta ode opiri.ión, sin nosotros lo que Rosas en la Argentina, lo que Franeiaen el
más compromiso que el de la verdad,. y el interés de nuestro Paraguay. Un .Beudonacionalismo de mera arrogancia sin
pueblo, en peligro, de uno a otro confín de la América hi~.., contenido espiritual que lo vivifiq;ue'. A nosotros, Santa Ana
pana. nos cuesta la mitad del territorio y lo que es peor: la Refor-
Ahondemos en el doble leitmotiv. de la vida del Nuevo ma. A la Argentina, Rosas le cuestá, no sólo. una pausa larga
Mundo. Desde que nos emancipamos de España, el conflicto en su progreso, sino que también la corriente extranjerizante,
disimulado con palabras de traición ode engaño o de, inge-, paname!icaniza:lte. monroísta que ' desarrollan, sin advertir
nuidad,prolóngase brutal en sus efectos. Hispanoamerica- IHlS riesgos, hombres de capaCIdad tan eminente como el mis-
nismo y Paname;icanismo; Bolivarismo y Monroísmo.En t0l1-: mo Sarmiento. La leyenda negra justificativa de la des€spá-
no al rudo conflicto se a¡;rotan y !;le desgarran las nacione.s ñoliza.ción encuentra en efecto en 'Sarmiento 'un abander~d¡)
del Nuevo Mundo. que ella no se merece. La leyenda negra prepara el ~ango­
Ya antes de Juárez y poco después Je la caída del Mé- neo delmonroísmo qúe, en el caso de la Argentina, (lB todavía
' :Deo que encarnara Alamán, habíamos tenido que padecer doctrina Canning. O sea, la introwsiónde Inglaterra en la
uno de esos auxiliares que las fuerzas del mal deparan a las vida argentina por vía de las inversiohes capitalistas y el
causas turbias predestinadas al triunfo. Me refiero al truhán antiespañolismo, ya que no pudo hacerlo por las armas, ven-
apodado Santa Ana que, con su tiranía desaforada. su me- cidas por . los patriotas que. encabeza;ba Linioers.
galomaniasanguinaria y sus vicips de gallero felón, exaspe- SÍJ1. la penetración moral de los ingleses, hoy figuraría
ró a los pueblos de una nación toda-via .sin consolidar. ¡ A Liniers alIado de San Martín. Un patriotismo a lo Liniers; en
punto de que, provineias enteras como Texas, bendijeron al vez de patriotismo fraccionario e iIlconsciente de los caudillos,
nuevo .conquistador que las lib.aba de una admini;;;tración habría evitado qu~ el Uruguay se separara de la Arg.entina
de forajidos! Re~uérdese el caso . de Zabala, el primer pan- y el río de la Plata sería un río latino. Así como está, no se
americano asociado a Houston para la Independencia de !'!aoo bien si es o no es inglés. Por lo menos, sin el Uruguay no
Texas, en contubernio bjlingÜe con el monroismo de la COD- llllhria cuña peligrosa entre Brasil y la Argentina; no habría
quista de Texas. Su rasultado: la 'extirpación de la cult~ra t('nido sede el panamericaniBmoen el sur. Sede peligrosa que,
méxico-española en Texas y la proletarización de loshabi.. por ejemplo, durante la gran guerra comprometió la posición

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16 JOSE VASCONCELOS BOLIVAIUS.ÑIO y MONROISMO 17
auh)lloma de la Argentina, abriendo. los puertos uruguayos, nos parecen alarmantes ' y que por eso mismo, acaso estimu-
al panamericanismo. len una acción salvadora.
Con un patriotismo inclinado un pOco más al estilo Li-
niers no se habría sometido a Inglaterra la cu.estión de lími-
tes de la Tierra del Fuego y se habría evitado ese fallo, típica !Ir
expresión de mala fa, que traza un lindero absurdo seg1Í:l
la g.eografía, pero ~studiado de modo que los conflictos ve- J uárez .es el héroe máximo . del panamencalllsmo. Repre-
cinales se multipliquen. De modo que el Estrecho no qu.ec1a- Hcnta. la idea sajona en la conciencia hispánica. N o era él un
se del todo, ni en poder de la soberanía arg€ntina ni d.e la. hispano sino por el ambiente del México qu.e lo engendró.
chilena, sino libre para los barcos de la escuadra británic'a. En su sangre no había sangre europea. Su educación se la.
y acaso convertido en . prolongación del dominio de las Mal- debió a 'un C~lra mestizo y sus estudios los hizo en el Semi-
vinas. Y la prueba es que, junto con el fallo, vino a la Tierra nario oaxaquE:ño de pura cepa española. El panamericanismo
del Fuego la invasión misionera; lo mismo que en Texas, aprovecha su rencor subconsciente de indio que no acaba de
antes de la guerra de conquista y lo mismo que en el México perdonar al \:spañol. Cuando J uárezcont~ae matrUnonio, el
de hoy puesto en f'-oScabeche metodista para la digestión lenta iustinto depurativo de la raza que .se inicia con la Malinche.
del coloso. el grito de la carne, '10 ileva a casarse con mujer .clÚSi blan-
No caiga, pues, nadie en la ingenuidad de decir que el ca, de origen ibérico. Los doctrinarios del indigenismo puro
sur está libre de asechanzas. En muchos sentidos ha estado haoon eso mismo en México; en la duda d~ su propia doctri-
y está el sur más entregado que los mexicanos. Y; por lo me- na se casan con. la criolla qUe blanqueará la sangre de s.as
nos, allá la lucha ha sido incesante. Nuestra personalidad .hijos. LoIS blancos suelen casarSe por allá e'on "trigueñas" G
más hecha, nos obliga a mayor conciencia. De todas maneras, los muy pobres. Juárez casó a sus ·hijas "con españoles" pero
se trata de una situación continental; dígalo si no la pene- su alma la había entregado al, sajón. Y su programa conte-
tración de misioneros prooostantes y de capitalistas . norte- nía' implícita, la entrega del alma de la patria al panameri-
americanos en el interior de la Argentina y en Bolivia, en canismo. En su interior tal vez, estos hombres no tenía~ con-
Chile y el Perú, en Ecuador y Colombia. Digamos de paso ,ciencia plena <;l.e lo que afirmaban al decir, como decía J uá-
que, a pesar de todo, .es quizás Colombia el pueblo que mejor rez: "reemplacemos el atrasado catolicismo nacional con el
Se ha ' def.endido y reanudemos el hilo de nuestra exposició:l protestantismo adelantado de losnorteam.ericanos" . Juguetes
volviendo al caso México que nos enseña el proceso en la in- de una política cuyo . alcance no comprendían, es infundado
tegridad de sus elementos. acusar de mala fe a Ler-do y a Juárez y a Ocampo. Ellos sin
Para los detalleS de la historia panamericana remitimos dlida no advirtieron las sombras del toroollino qUe los arrás-
al lector a la obra magistral del mexicano Carlos Pereyra traba. Por ellos y a prsar de ellos, el país pagaba el delito
que, sin que nadie se lo agradezca, ha hecho po~ la reivindi- :de haber permitido que un embajador extranjero, el 'oscuro
cación de lo español €n América -más que todos los Institu- Poinsett, deRplazase de la política mexicana al único esta-
tos con subvenció~ oficial. Y para despertar la conciencia dista capaz que la raza había producido en la alborada de
hispanoamericana, más que tantos estadistas. Especialmente la nacionalidád. Ningún pueblo produce a docenas los Ala~
recomendamos su "Breve Historia de Hispanoamérica". El manes dotados del ge:J.io necesario para salvarlo. Y es de
monroísmo se nos revela en ella como una serpiente que cons- explorada verdad que sobresalen en la historia las naciones
triñe el cuerpo aletargado de Hispanoamérica. N osotro.3 · sin que rigen su conducta por el mandato de sus adelantados. Y
pretensión alguna de erudición histórica nos limitamos a ex- se hunde}l en cambio los que excluyen al capaz y lo reem-
traer de los hechos sabidos y elementales, conclusiones que Boli varismo y Monroísmo. - 2 '

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18 JOSE VASCONCE~SS BOLIVARIS1'lIO y MONROIS!vIO 19
plazan con instintiv08 de tipo napoleonoide o con leguleyos 4'l>JlIlt.riados de México siempre hemos tenido que caer en los
de mente ramplona. Los reformadores,el grupo de Juaréz, todo ]':";I.II(los Unidos. Allí se pierde la ind'épendencia moral cuan-
entero era de cuistres. Lea quien quiera convencerse las obras clo !lO también, el punto de vista mexicano. El deseo legíti-
incoherentes y desorbitadas que ,escribieron; lea en cambio JIto de introducir la práctica de la libertad de la época 'en que
a Alaman quien se proponga averiguar cómo pensaba un la democracia era ~ficaz realidad .en los Estados Unidos, in-
iberoamericano de primera a mediados del primer siglo in- J'Iuye en el ámmo de los más despejados y sinceros. Lo cierto
dependiente. Sin sa:ber a ciencia cierta. lo que hacía~, J uárez ~~s que la conquista moral 's e adelanta a la material y . ya no
y los suyos gritaban la lección del monroísmo, en tanto que- J1( ~cesita hacer gran esfuerzo el estadista del norte para im-
·los conservadores con el lastre de un alto clero egoísta y con poner su polítira en el sur. Cuenta de antemano COn la sim-
recursos de desesperado, trataban de contener la invasión llatía equivocada de los refugiados que al día siguiente domi·
moral de un enemigo que ya nos había devorado en asalt() narán en su país. Juárez había estado en Nueva Orleáns y
material, m:edio territorio~ . Perdieron los conservadores por ahor.a esperaba .en el Paso .
. ese incorregible desprecio del interés de las masas que les Apenas se rehacen los Estados Unidos de los efectos del
es característico y porque los liberales se entregaron al yan~ conflicto interno llamado de "la guerra civil" y su primer me-
qui, sin reservas, con tal de triunfar. En realidad México. dida ,en ' 'el orden internacional es exigir de Francia el retirO'
fué campo de batalla, a mediados del siglo, de dOs ideas im- de los contingentes militares que apoyaban a Maximiliano.
periales: la idea latina y la sajona; el hispanoamericanismo. Prefiere entonces Francia renunciar a su aventura de México
y el monr.oísmo ;el catolicismo y el protestantismo. Alamán antes qu~ distanciarse ' de la nación yanqui, en vísperas de su
contra Adams, aunque ya ambos se habían eliminado de la conflicto con Alemania (se está en vísperas del setenta) y Na-
e8{)ena.Pero el ~ecuerdo de Alamán,1a doctrina de Alamá.l~ poleón III ordena . la evacuación. Antes de embarcarse,
.' el zollverein de · Alamán eran la inspiración del movimien- los franceses invitan a Maximiliano a que los acompañe.
to mexicanista, que ni en unos ni en otros hallaba expr&3ión P ero éste eonfía ~n la fidelidad que 'le ofreCen millares de
cabal. Los liberales, ayunos de doctrina nacional, se resig":' tropas mexicanas. Además no se resuelve 'a dejar sin bandera
naban a la gloria adoptiva, . tomando de modelo a los Wash- a los oficiales y a los generales que lo ha:bían acompañado en
ington' los Canning, los Franklin y el propio Adams, el pa': la guerra y en el gobierno. La nación parecía unida en tor-
dre del panamericanismo. "Que se lleven esto los yanquios an- no al príncipe .extranjero que abandonara una posición de
tes d>e que sea otra vez católico", llegó a ser expresión ' pan- privilegio para jugar su destino a la carta de la soberanía de
americano-mexicana en uso. Los monroístas hicieron el jua- M.éxlco, frente al poder anglOlSajón. En cierto modo era la
rismo. Juárez se hallaba derrotado sin escape en el ·Paso del sombra de Aiamán la que reencarnaba en un nacionalismo
Norte que-hoy lleva su nombre: oscura aldea fronteriza, que allténtico.Las tierras de los conv:entos nohahian sido de-
los panamericanos de hoy tienen convertida engarito. Domi- vueltas a los conventos. El gobierno de los afrancesados 3e
nado el país ' por los imperiali¡stas, Maximiliano presidia una JJr(~ocnpaba del porvenir de los desheredados. LOs problemall
corte de pura extracción criolla. Mariscal de Francia huho 80eiales eran atendidos y cesaba la lucha religiosa. Se de-
que casó con mexicana. No demostró el Imperio ninguna ca- chmba que México era católico, con el mismo derecho con
pacidad administrativa, pero tampoco la tuvieron antes sus que ~n .el norte la Con.. titución exige qUfel presidente jure' la
predecesores ni despu~, los sucesores 'inmediatos. ,Los ejé~rcitos CClJH.!titución puesta la mano en la Biblia de alguna de 188
que apoyaban ' al Imperio estaban compuestos en sU mayoría Il'dllS protestantes ...
de mexicanos. La misma plebe aceptaba la nueva ' situación. ' Esto último era precisamente lo que no convenía a Wash-
Una aristocracia del patriotismo se había expatriado, en prO-: ¡1I~f()1l ,y la causa fundamental por la que, en vez de otor-
'testa contra el triunfo imperialista. Desgraciada~ente lo.~ ,,,r 1'111 /'e( ~onocimiento al gobierno de hecho, libre ya de.,la

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10 JOSE Vf.SCONCELCS EOLIVARIS:~O y MONROISMO 21
lUt.I'1II1I i,. i1'111 ti" InH tropas francesas, aprovechó el retiro de «ludt,s t'seapasen a la voracidad de los cazadores de conce-
~"t"i'I ,l/II'n lun:'.u)' d-e nuevo a Juárez," bien pertrechado de r~ "!Ollt'S :->obre el suelo mexÍcano. Exigían la parte' del leoa
CUl"l4()H 11(\ todo género, La política de Juárezal llegar al el" il"ws adelañtaran el dinero y los rifles para la restaura-
JlClbi(!rJl() tll'tnut'stra al hombre agradecido y más que eso, al "i(". juarista. Se disolvieron pues. las comunidades obligándo-
hll!lIbrc tomado por -entero en las redes del enemigo tradi- 111' IL los indios a repartirse entre sí, a fracción por vecino la
(' illual (le la nación. N o hacia veinte años que los ejércitOs Hllpt'l'fieie dividida en parcelas. Pero como esta operación re-
yanquis nos habían quitado la' mitad del territorio 'J~ scin em- Hldtllb¡l casi imposiple entre abor{genes sin letras, ni hábi-
bargo, los liberales constituí dos en gobierno ofrecen a Wash- tos bancarios, ni capacidad adininistrativa, el resultado fué
ington la ñapa del Istmo de Tehuantepec. Contentos de po- 11'1\', los derechos personales de los vecinos, cayesen en ma-
der perseguir curas eatólica.s, reparten las riquezas nacio- 110,-; de leguleyos y de traficantes. Y la propiedad a la poostre,
nales entre los norteamericanos y abren la puerta a la pe- pllStJ a manos de los explotadores extranjeros. Con las tienRs
netración del protestantismo. Por su política interior Juá.:rez )ihres o 'Sea con los bienes del fisco se practicó id~ntica e6~
'deshizo a México al decretar leyes de desamortización de una (!andalosa maniobra,
torpeza inigualada en el mundo. En efecto, confiscaron toda,¡; T'odos los gobiernos de la tierra, y especialmente los go~
las propiedades del clero, pero en beneficio de negociantes fu: hicrnos del Nuevo Mundo, se han reservado ciertas zonas
daicos, inspiradores sin d1,Ulade la confiscación. Las gran- para la cólonizacÍón o para aprovechatn,ientosde interés pú-
des fortunas del juarismo indican pOr los nombre;¡; (Hagen- blico, Las Universidades de Estados Unidos deben su pros-
heck, Limantour emparentado con el judío Necker, She- peridad a la cesión que de tierras nacionales les , hizo el go-,
l'er~etc., etc.), cuál es el poder que se substituyó.a la Igle- hiprno federal en la época en que se fundaron. Las antiguas
sia, en la posesión fle las fincas de ' campo y ,de las. casas Universidades de México también se sostenían, en gran parte,
de alquiler productivo de todas las ciudades. Examinemos con el producto de legados y rentas garantizadas con bienes
las leyes juaristas de desamortización ' con criterio exclusiva- raíces. La ley de Juárez pudo exceptuar de la desamortiz.a~
mente económico, En el antiguo convento el monje ayudaba cilín obligatoria a los bienes dedicados a la enseñanza y a la
a. labrar la tierra y tanto el como los superiores. que no la Iwneficencia, Un patriotismó elemental así lo aconsejaba y
labraban eran mexicanos. Es decir, con su privilegio y a pe- no es creíble que hombres que echaban tantos discurso~ sohI'-e
sal' de él aliviaban la economía del país, puesto que cadl,l el progreso y las luces, como los Ocampo y los Lerdo no ad·
familia nu~erosa daba un miembro para el monjío o para virtiesen que apagarían las luces si privaban a, los eentros
el sacerdocio. Con los beneficiarios de ia desamortización, las doeentes del apoyo económico acumulado desde los "tiempos
familias mexicanas no tenían más relación que la del emplea- dl.~ Hernán Cortés, Lo que pasaba es que todos estos hombroEl!S
do con el patrón, la del amo con el sirviente. Los banque- tl'lIían atada la voluntad por,1asfuerzas que los habían crea-
ros ' judí~ y los generales victoriosos ' comenzaron la escla,; elo, La orden era de desamortizar, Sólo mediante una des-
vización del trabajador del campo en ' la forma en que lo ve- IIIl1ol't.izacion general y precipitada, las tierras pasarían
mos al ' terminar el período porfirista. Las masas indígenas hl1Hmamente de manos mexicanas a manos anglosajonas, El
también fueron víctimas del juarismo. Pues a consecuencia Jll'l)(l(\<;O de la conquista de Texas que eliminó al propietario
de la ley de manos ~nuertas fueron disueltas l~ asociaciones mnx iea no en beneficio del norteamericano se consumaba, gra-
de propiedad comunal. ciu~ 11 1 juaris~o,en el resto de México, sin necesidad de 'con..
Condenaron los liberales todo colectivismo posesorib, úni- CI\li~tn, El gobierno mismo se deshizo a'e sus tierras, y t~da
camente porque la Iglesia de,sde sus principios ha tendido a 1.., pl'nínsula de la Baja Californiafué repartida i'!obre el
cierto comunismo de los bienes temporales. Tampoco convenía tllll JI 11 , por paralelos, uno a cada concesionario, inglLs' onor-
a los secretos directores de J uárez que las ' tierras da comuni- ft'R 11 II'I'il'lmo ,

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