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Cita Bibliográfica:
José Vasconcelos, “Hispanoamericanismo y panamericanismo”, Bolivarismo y Monroísmo.
Temas Iberoamericanos, 3rd ed., (Santiago de Chile: Ediciones Ercilla, 1937): pp. 9-21.
HISPANO~MERICANISMO y PANAMERICANISMO
1
Es Propiedad.
Inscripción N ,9 3524
Llamaremos holivarismo al ideal hispanoamericano de
COPYRIGHT by crear una federación con todos los pueblos de cultura espa-
Editorial Ercilla - 1937 ñola. Llamaremos monroísmo al ' ideal anglosajón de incor-
porar las veinte naciones hispánicas al Imperio n6rdico, me-
diante la .política del panamericanismo.
Bolívar tomó la iniciativa de creación de un organismo
inter-hispa.noamericano y para eso convocó el Congreso de
Panamá. Sin embargo, no estaban su,~ ideas muy claras, des-
de que se aceptó la presencia en el Congreso, de delegados
de Norteamérica y aún se habló de una vaga unión "entre
todos los paises de r8gimen republicano d el mundo", COll-
trapeso de la Santa A\l ianza, refugio de todos los monárqui-
cos. La idea de raza no pesaba en una época en que la intro-
misión de] inglés había. reemplazado la influencia del pariente
españoL La comunidad de idioma no despertaba entusiasmo,
acaso porque 110 se veía la amenaza; no era todavía el inglés
idioma mundial de conquista. Y, por último, el problema re-
ligioso aún no surgíR., 'Porque iúdas 1as ' ilonstitucioneb .do(' los
países nuevos habían gar'lntizado sus privilegios Il. la %Mli-
ca. Nadie previó la asechanza de los misioneros del protestan-
tismo,sembradores d.e la discordia entre cristianos, desde que
invaden nuestros países, habiendo en Asia y en Africa tanto
PRINTED IN CH~E 'pup-hlo que resultaría beneficiado con cualquiera de los aspec-
tos del cristianismo.
Pl:rensa.s de la Editorial Ercilla, S. A.
Ningún hombre de la época pudo ver claro en los pro-
y dc las llave ' inglesas y los Estados Mayores del mismo lm- <!() no haber oreado una patria, todo¡;:. llamaríamos traición
perio qU(!, la víspera, fuera nuestro enemigo enconado. Del J¡ura y de las feas. En efecto sucedió que un buen día el últi-
lado hi spúllico, la confusión no pudo ser mayor. En cambio, mo. Virrey, O'donojú, obedeciendo instrucciones de no s¿ cuál
del lado ingI6s y norteamericano, el plan era claro y perfecto. logia, líamó a. Iturbide. Mandaba éste, fuerzas realistas y se
Primero Canning había excluído a España del Nuevo Mundo, había dir1til.g'uido por Su odio contra los ill.':mrgcnte3 . Entre
con lo que, no teniendo nosotros marina mercante, todo el · oo- ambos pro.~lamaron la independencia de México, le crearon una
. mercio pasaba, ipso facto , a la marina inglesa. En seguida. bandera ypa~a dar al complot apariencia nacional, incorpo-
Adam¡;:, arrelmtál1l101e el bot!n a Canning formuló el tema: raron a sus húestes el viejo guerrillero don Vicente Guerrero.
"Améri ca para los amt')'i ca II os", pero bi en entendido que éstos En seguida se retiró O' donojú, proclamándose Iturbide em-
fJll<:!dilban (livicli(los cn grupos ~] e ht'rmanos menores a cargo perador. Poco después el cuartel que lo ha:bía creado, lo echó
exclusivo dc un hermanG mayor que haría de regente. abajo y comenzó la serie de los caudillos y eaudillejos. Sin.
No sé qu é opiniones tendría Bolívar sobre la doctrina. embargo, por el año treinta y tres, en el bagaje de uno de estos
de CannÍng. En lo que conozco no he hallado condenación ni jefes despistados, a pareció un hom Lre de conciencia clara.
siquiera visión del riesgo de dejarla sin recusación expresa. Se llamaba ATamán. Lo primero que hizo, para ubicar a Mé-
Yeso que nadie como él, tuvo visión para intuir el destino xico frente al exterior, fué reanudar el esfuerzo roto en Pa-
parcial de todos estos pueblos. Lo que me parece probado, namá. Al efecto, convocó el "Congreso de rracubaya". N o
pero poco sabido es que el primer intento de asestar un golpe mencionan este Congreso las historias elementales de las es-
a la doctrina del monroísmo, se debe a Lucas Alamán, el me- cuelas de Hispanoamérica. Y eso que se celebró con asistencia
xicano. '. ¿ Qué es eso?, va a exclamar un noventa por cientO de representantes de cada nación iberoamericana y llegó ~
de mis lectores' y tiene razón. Yo mismo mexicano de la clase conclusiones, ya no simplemente románticas como los postu-
letrada, vine a ' saber quién era en verdad Alamán sólo en la. lados de Panamá sino altamente novedosas y trascendentales.
madurez de mi reflexión independiente. Anteriormente, Ala- Esto, sin duda, lo perdió, pues ya desde entonces el mon-
mán era para mí, como para la mayoría de mis compatriotas, roísmo se complacía con nuestra oratoria, pero desbarataba.
un reaccionario casi traidor y enemigo del pueblo. N o en bal- sin piedad nuestras accíon,es.
de la escuela juarista, escuela panamericana, ha envenenado Lo más importante para €l porvenir iberoamericano que-
las conciencias de la multitud, dllrante todo este largo perío- dó definido en el Congreso de Tacubaya, pero también allí
do, de obscuridad y-traición manifiesta o tácita. mismo quedó condenado. Lo más importante -que jamás ha-
Pero no adelantemos, no califiquemos, historiemos los ya hecho un estadista del continente fué la concertación de
hechos en desnuda, brutal, vergonzosa desnudez. una Liga Aduanera Iberoamericana. que Alamán hizo apro-
bar por el congreso tacubayense. La firmaron unánimemente
los delegados, pese a la oposición del Ministro norteamerica-
Ir no y del Departamento de Estado norteamericano. Estaba
al ' frente de éste, el célebre Adams, rival digno de la talla.
Lucas AIamán ~ llamaba el Ministro de Relacion'*l del de Alamán. Repr€Senta.ba a Aidams el célebre Poinsett. An-
primer gabinete de un señor que se puso a sí mismo el nom- teriormente Poinsett había recorrido el continente, informán-
bre estrambótico ele "Guadalupe Victoria". Guadalupeen ho- dose de nuestras miserias y localismos; sabía que los eaudi-