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Técnicas
psicológicas
Tania Sánchez
Exp: PEDPC-171-00025S
Octubre de 2017
Técnicas del psicoanálisis
Clarificación
Análisis de sueños
Técnica analítica clásica donde el terapeuta guía al paciente para que recuerde sus sueños a fin de
luego analizarlos
Asociación libre: La libre asociación implica que hablar de lo que viene a la mente, sin censurar o
editar el flujo de recuerdos / ideas. El terapeuta anima a hablar libremente a su paciente para
ayudar a que regrese a un estado emocional anterior para que puedan entender mejor los
patrones recurrentes de conflicto que pueda estar experimentando
Terapia de apoyo: pretende suprimir la ansiedad y otros síntomas para volver al estado anterior a
la crisis, que se supone era mejor. En ella se sugieren comportamientos nuevos para modificar
pautas de conducta y establecer un vínculo terapéutico reasegurador o protector que desempeñe
un rol correctivo. La estrategia fundamental es de tipo sugestivo-directivo. En la clarificación se
explora con el paciente la información que nos ha dado y los elementos que son contradictorios.
La confrontación se utiliza para mostrar al paciente alguna situación que niega o esconde porque
le resulta conflictiva o dolorosa.
Las técnicas del psicoanálisis pueden ser utilizadas para diversos problemas, entre ellos: ansiedad,
soledad, estrés, traumas, depresión, duelo, confusión, baja autoestima, traumas de infancia
(abandono, enfermedades crónicas, negligencia, abuso emocional y físico, exposición a violencia
doméstica), problemas matrimoniales, fobias, psicosis.
Técnicas humanistas
Intención paradójica
Viktor Frankl llamó “intención paradójica” a una técnica consistente en hacer que el cliente
intensifique sus síntomas en contextos nuevos, promoviendo que el síntoma pierda su
funcionalidad. Dicho de otro modo, se pretende que el cliente provoque intencionadamente
aquello que teme, de modo que se genera una contradicción lógica, muchas veces humorística. La
intención paradójica acaba con la ansiedad anticipatoria que refuerza el síntoma (síntomas
fóbicos, obsesivos, insomnio, tics nerviosos, algunos casos de tartamudeo, etc...)
En la actualidad la intención paradójica se considera una técnica eficaz para manejar distintos
problemas, por ejemplo el insomnio de conciliación. Funciona porque, cuando la persona pasa a
desear que ocurra un suceso que normalmente le provoca ansiedad u otras emociones negativas,
tales consecuencias asociadas no se producen.
Terapia Gestalt
1) Técnicas Supresivas.
2) Técnicas Expresivas
3) Técnicas Integrativas.
1) Técnicas Supresivas: buscan suprimir los intentos de evasión del aquí y ahora del paciente,
hacerlo experimentar lo oculto que no desea afrontar.
- Experimentar la nada, intentando que el vacío estéril se convierta en vacío fértil, que
pueda integrar el sentimiento de vacío.
- Evitar “hablar acerca de”, como forma de escape, debe sustituirse por vivenciar.
- Detectar los “deberías, son otra forma de evitar ver lo que se “es”.
- Detectar las formas de manipulación y los juegos de roles “como si”, que se desempeñan
en terapia.
Es mejor vivenciarlos que suprimirlos. Constituyen formas de manipular, las preguntas, las
respuestas, pedir permiso, y las demandas.
2) Técnicas Expresivas: se busca que el sujeto exteriorice lo interno. Los elementos buscados son:
expresar lo no expresado, terminar o complementar la expresión, buscar la dirección y hacer la
expresión directa.
- Expresar lo no expresado:
- Repetición- se trata que el sujeto se percate de alguna acción o frase que pudiera resultar
importante. Ejemplo: repite esa frase nuevamente, haz de nuevo ese gesto, etc.
-Exageración y desarrollo- es más que la repetición, hacer que el sujeto ponga énfasis en lo que
hace, cargándolo emocionalmente.
- Traducir- es llevar al plano verbal, alguna conducta no verbal, o sea expresar con palabras lo que
se hace.
- El encuentro intrapersonal- el sujeto debe mantener un diálogo con diversas partes de su ser. Por
ejemplo entre el “yo debería” y el “yo quiero”.
- Asimilación de proyecciones- intenta que el sujeto reconozca las proyecciones que emite como
propias. Se le puede pedir que viva lo proyectado como suyo.
Silla vacía
Esta técnica es parte de la psicoterapia Gestalt y trata de reproducir un encuentro con una
situación o persona con el fin de dialogar con ella y contactar emocionalmente con el suceso,
pudiendo aceptar la situación y darle una conclusión.
En primer lugar, en una fase preparatoria, se realiza la confrontación física del paciente con la silla
vacía. Es decir, se posiciona la silla vacía delante del individuo (si bien en ocasiones se coloca
orientada diagonalmente de modo que no se vea una oposición a la persona o situación
imaginada).
En una tercera fase, se invita al paciente a que describa la proyección realizada, con el fin de
fortalecer la imagen imaginaria que se ha representado. Se ha de mencionar tanto lo positivo
como negativo, tanto de la persona como de la situación o sus efectos.
En el caso de un deceso o una separación, resulta útil rememorar la relación que había antes del
suceso y qué ocurrió antes, mientras que en sentimientos, traumas o facetas inaceptables del
propio yo es útil buscar el momento en el que éste apareció o cuando se convirtió en un
problema. Es probable que en este contexto surja la revelación de lo que quedó pendiente o las
sensaciones que producen las situaciones en cuestión, haciendo conscientes elementos
bloqueados.
Iniciando el diálogo:
Posteriormente, en la fase de expresión verbal, el paciente inicia el diálogo en voz alta con la
proyección, intentando ser sincero y dejando ver aquellos detalles que el paciente no se atreve o
no ha podido dejar ver en su vida cotidiana o ante la persona en cuestión, cómo ha vivido el
paciente la situación y por qué ha sido así. El terapeuta ha de vigilar el diálogo y redirigirlo con el
fin de que no se produzcan desviaciones que empeoren la situación, sin coartar por ello el flujo de
pensamiento del individuo.
Si bien en algunas variantes de la técnica no se aplica, resulta útil hacer que el paciente
intercambie su silla con la de la proyección, poniéndose en el lugar del otro de manera que se
facilite la expresión emocional. Este intercambio va a darse tantas veces como se considere
necesario siempre y cuando la transición sea necesaria y coherente con el problema a abordar.
Por último, se señala y se ayuda a reflexionar al paciente las sensaciones que va mostrando, de
manera que el sujeto sea capaz de identificar y darse cuenta de sus reacciones emocionales, cómo
le ha afectado el suceso y cómo afecta eso a su vida.
Para finalizar la técnica el terapeuta indica al paciente que cierre los ojos y se imagine la
proyección entrando de nuevo dentro de él, para posteriormente ir eliminando todas las imágenes
creadas mientras vuelve a prestar atención solo al contexto real en la consulta
Su uso es muy frecuente en casos parecidos al que se muestra en el ejemplo, como forma de hacer
frente a pérdidas traumáticas, o en el proceso de elaboración del duelo. Asimismo, resulta una
técnica válida para afrontar situaciones traumáticas, que pueden o no cursar con TEPT y/o
trastornos disociativos, tales como violaciones, divorcios o síndrome del superviviente.
Psicodrama
Es una técnica del psicodrama que consiste en que uno o más yo auxiliares representan la escena
completa (los diálogos, las reflexiones, la acción, las posturas, el tono…) para que el protagonista
la vea desde fuera y pueda ver algo más, tomar conciencia de lo que está haciendo y diciendo.
Otra opción es representar solo un detalle de la escena, un gesto, un tono de voz, una escultura
que ha moldeado el protagonista.
El protagonista puede hacer el doblaje del espejo: doblar a los personajes que participan en la
escena, incluido al yo auxiliar que le está representando a él mismo. También puede moldear
libremente la escena, realizar con ella una escultura, dirigirse a los personajes y hablarles desde
esta nueva posición de afuera.
La técnica del espejo es útil incluso tratándose de niños pequeños. Les puede ayudar a
comprender su modo de ser sin palabras ni confrontaciones verbales.
Las aplicaciones terapéuticas del psicodrama dependen más de las destrezas y experiencias del
director que de la técnica en sí, ya que se ha comprobado su utilidad para tratar diversas
patologías, como depresiones, trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos o fobias
sociales entre otras; además de para ayudar a superar el duelo, mejorar la autoestima y la
motivación, y para cambiar hábitos inadecuados.
Soliloquio
Técnicas cognitivo-conductuales
El entrenamiento en relajación progresiva favorece una relajación profunda sin apenas esfuerzo,
permitiendo establecer un control voluntario de la tensión distensión que llega más allá del logro
de la relajación en un momento dado.
Ejercicios de tensión-relajación
1. Mano y antebrazo dominantes: cierra el puño y apriétalo fuerte. Siente cómo tu mano, tus
dedos y tu antebrazo se tensan. Mantén la tensión un momento y luego abre la mano poco a poco
mientras sueltas la tensión.
2. Bíceps dominante: empuja el codo contra el brazo del sillón y siente la tensión en el músculo.
Mantenla durante unos segundos y comienza a aflojarlo suavemente. Concéntrate en la diferencia
de sensaciones.
5. Frente: arruga la frente subiéndola hacia arriba (subiendo las cejas). Nota la tensión sobre el
puente de la nariz y alrededor de cada ceja. Mantén la tensión unos segundos y comienza a relajar
muy despacio, tomando conciencia de estas zonas que antes estaban tensas. Tómate un momento
para disfrutar de la sensación de relajación.
6. Parte superior de las mejillas y nariz: arruga la nariz y siente la tensión en las mejillas, en el
puente y en los orificios de la nariz. Ve relajando gradualmente dejando que la tensión
desaparezca poco a poco.
7. Parte superior de las mejillas y mandíbula: aprieta los dientes y las muelas como si estuvieras
mordiendo algo con mucha fuerza y siente la tensión de los músculos que están a los lados de la
cara y en las sienes. Relaja poco a poco. Ahora adopta una sonrisa forzada, estira los labios y nota
cómo se tensan las mejillas. A continuación relaja la zona lentamente.
8. Cuello: empuja la barbilla hacia abajo, como si quisieras tocar el pecho con ella. Aprieta y tensa
el cuello y después ve relajando poco a poco mientras notas la sensación.
9. Pecho, hombros y espalda: haz una inspiración profunda y mantenla al mismo tiempo que echas
los hombros hacia atrás (como intentando que los omóplatos se junten). Siente la tensión en el
pecho, en los hombros y en la parte superior de la espalda. A continuación, comienza a relajar
despacio.
10. Abdomen: inspira profundamente y tensa el estómago, poniéndolo tan duro como puedas.
Imagina que te estás preparando para recibir un golpe. Ahora espira y deja que los músculos se
vayan relajando para liberarse de la tensión.
11. Parte superior de la pierna y muslo dominantes: inspira profundamente y pon el músculo largo
de encima de la pierna en contraposición con los de la parte de atrás. Intenta levantarte del
asiento pero sin llegar a conseguirlo. Mantén la tensión unos segundos y relaja progresivamente.
12. Pantorrilla dominante: inspira profundamente y haz que los dedos del pie miren hacia arriba.
Debes sentir la tensión y después haz volver el pie a su posición original mientras espiras y dejas
escapar la tensión.
13. Pie dominante: inspira y estira la punta del pie, girándolo hacia dentro y curvando al mismo
tiempo los dedos, pero no tenses demasiado, ya que te podrías hacer daño. A continuación relaja
los músculos y nota la ausencia de tensión.
14. Parte superior de la pierna y muslo no dominantes: (igual que con los dominantes).
A medida que vamos relajando músculos, hemos de mantener ese estado de relajación. Es muy
importante que esos músculos sobre los que ya hemos trabajado no vuelvan a tensarse. El
objetivo es que podamos mantener los músculos relajados sin necesidad de tensarlos
previamente, sino evocando mentalmente las sensaciones que antes hemos experimentado.
Cuando acabemos los ejercicios permanecemos un par de minutos disfrutando del estado de
relajación completa, centrando nuestra atención en las sensaciones agradables y placenteras.
Es útil para el tratamiento de diversas patologías como insomnio, depresión, adicciones, anorexia,
tics, tartamudez asociada a ansiedad.
Desensibilización sistemática
Es fundamental exponerse de forma real o imaginaria a los estímulos que producen emociones
ansiógenas y cuantas más veces mejor. Se trata de no evitar nunca, de enfrentarse pero armado
de unos recursos que antes no se tenían pero que se pueden aprender. Por eso es muy importante
repetir, repetir y repetir. Llevando a cabo acercamientos sistemáticos y progresivos (despacio pero
sin pausa, poco a poco hasta que vaya perdiendo fuerza el elemento ansiógeno) los cuales serán
reforzados puntualmente, de modo que la respuesta pierda poder ante dicha situación.
Podemos hacerlo repasando con la imaginación la exposición al estímulo que genera ansiedad (por
ej. cómo responder ante una situación o pensamiento ante los que sentimos descontrolar o con
gran malestar psicológico o fisiológico) y tras dominar la situación con la imaginación (viéndonos
por ej. a nosotros mismos respondiendo controladamente y de una forma mucho más positiva y
adaptativa) pasar posteriormente a practicar con la exposición directa. Se trata de deshacer
condicionamientos que provocan ansiedad y aprender otros más positivos y adaptativos. Esto sirve
para cualquier situación que pueda provocarnos ansiedad.
Terapia implosiva
Modelado
Condicionamiento encubierto
Educativa.
Entrenamiento.
Aplicación.
Consolidación y generalización.
Fase educativa o de presentación de las técnicas encubiertas y justificación razonada del uso de la
técnica.
El terapéuta explica la forma en la que se mantiene y se cambia una conducta mediante las
técnicas encubiertas. Incluimos 4 puntos:
Tras haber hecho comprender la influencia del ambiente en el control de la conducta, el terapéuta
plantea y demuestra la posibilidad de cambiar el comportamiento a través del aprendizaje.
En esta fase el terapeuta evalúa la capacidad de imaginar del paciente. Para evaluar la claridad y
emotividad de las imágenes mentales, se realiza de modo similar al proceso de aplicación de la DS.
Existen diferentes apartados:
Dice al paciente que imagine con toda la nitidez posible la situación que le va a describir. Le
recuerda que debe intentar mantenerse de lleno en la escena, como si realmente lo estuviera
viviendo y no como un espectador pasivo.
Indica al paciente que cuando haya conseguido imaginar claramente la escena levante un dedo de
la mano.
El terapeuta describe una escena relacionada con el problema del paciente. Pueden ocurrir 2
cosas:
Que el paciente no tenga ningún inconveniente con esta presentación mental, que la imagen se
produzca con facilidad, sea clara y le provoque la emoción correspondiente. Aquí el terapeuta le
dirá que lo repita el sólo, que vuelva a imaginar la escena.
Que el paciente muestre alguna dificultad a la hora de imaginar la escena mental. Clases de
dificultades: que el paciente no sea capaz de meterse en esa situación, que requiera más tiempo
para que pueda imaginar, que sea capaz de verla pero no de sentirla, etc. Según el motivo, el
terapéuta debe hacer hincapié en unos aspectos u otros, para mejorar la situación previa de
dificultad.
El terapéuta establece las pautas de comunicación entre ambos a lo largo de las sesiones. Esta
comunicación se establece de antemano. A nivel verbal la palabra "cambio" indica que se pasa de
una imagen mental a otra; la palabra "basta" termina la representación de una determinada
secuencia. A nivel gestual, levantar el dedo es indicativo de que el paciente ya ha visto lo que se le
pide.
Técnicas aversivas
- Reestructuración cognitiva.
Técnicas de autocontrol
Fases:
1. Autoobservación: Para poder intervenir sobre una conducta, lo primero que se debe hacer es
detectarla, darse cuenta de su ocurrencia. El terapeuta tendrá que enseñar procedimientos de
registro. Al respecto hay que saber que Ollendick y Hersen han demostrado que los niños pueden
hacer registros con bastante fiabilidad (comparándolos con los de sus padres y profesores). Así,
pediremos a la persona que sea ella quien registre la conducta (por ej, lo que tarda en vestirse, el
número de veces que llora, el número de cigarrillos que se fuma, la cantidad y el tipo de comidas
que realiza…).
Sabemos que el hecho de registrar conductas afecta ya a éstas y que es fácil que se reduzcan las
conductas problemas por el simple hecho de ir registrándolas y viéndolas en gráficos.
Establecimiento de objetivos: El paciente habrá de decidir qué nivel de control quiere alcanzar
sobre la conducta problema (por ej, dejar de fumar completamente o sólo reducir el número de
cigarros.
5. Revisión de las aplicaciones con el terapeuta: Una vez afrontadas las situaciones reales, en las
sesiones de terapia se revisarán las aplicaciones concretas, se analizarán las dificultades y se
buscará su solución.
Pasos:
Actividades que produzcan efectos placenteros o de aumento del estado de ánimo a las personas.
Son de carácter personal. Los programas que se componen de un aumento de estas persiguen
una mejora del estado de ánimo y un aumento de la actividad general llevada a cabo por el
paciente.
Biblioterapia: consiste en la lectura de materiales escritos para ayudar al cliente a modificar sus
pensamientos, sentimientos y conductas. Refuerza los contenidos de las sesiones terapéuticas.
Análisis de costes beneficios: es una técnica de la terapia cognitiva en la que se le pide al paciente
que haga un listado de las ventajas y desventajas de sus pensamientos negativos, sus creencias
contraproducentes, sus sentimientos negativos, sus hábitos inadecuados y sus problemas en las
relaciones interpersonales. Una variante del método es el Análisis de Costes- Beneficios
Paradójico, en el que sólo se enumeran las ventajas.
Árbol de autoestima: La persona dibuja un árbol grande; en las ramas va colocando los logros y
éxitos de su vida; en el tallo su nombre y en la raíz las cualidades que se posee.