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"Cambia, todo cambia" dice la canción y ese pareciera ser el lema de los derivados,
un tipo de instrumentos financieros que se utilizan cada vez más en el país, para
enfrentar las cambiantes condiciones económicas.
Los derivados son uno de los principales instrumentos financieros que, entre otras cosas,
permiten a las personas y empresas anticiparse y cubrirse de los riesgos o cambios que pueden
ocurrir en el futuro, de tal manera de evitar ser afectados por situaciones adversas.
Gracias a los derivados, por ejemplo, es posible que una persona que haga un negocio por el
cual le van a pagar en dólares dentro de unos meses más, logre fijar hoy el precio de cambio de
la moneda de Estados Unidos para dicha operación. De esa manera, aunque el dólar suba o baje,
quien hizo esa operación dejará de preocuparse por el valor futuro del dólar, puesto que sabrá de
antemano cuántos pesos va a recibir por los dólares que obtendrá como pago.
En términos más formales, se puede decir que un derivado es un instrumento financiero cuyo
valor depende del precio de un activo (un bono, una acción, un producto o mercancía), de una
tasa de interés, de un tipo de cambio, de un índice (de acciones, de precios, u otro), o de cualquier
otra variable cuantificable (a la que se llamará variable subyacente).
A partir de los enlaces que se ofrecen a continuación, es posible ver una completa explicación
de cada uno de los derivados:
i) Los cálculos son aproximados y no pueden tomarse como definitivos u oponerse a aquellos
que en su caso entregue la propia institución al cliente.
ii) Los cálculos no incluyen las compras en cuotas no cargadas al estado de cuenta ni las compras
efectuadas después de la emisión de ésta.
iv) Se considera que el pago mínimo y el pago adicional se mantienen constantes durante todo
el período de la simulación.
v) Para efectos de cálculo, la tasa de interés se mantiene fija a lo largo del periodo de la
simulación.
vi) La información derivada de esta simulación no tiene carácter oficial y se obtiene en base a
los datos proporcionados por el usuario.
Debe tenerse presente que pagando sólo el monto mínimo sugerido que aparece en el
estado de cuenta, en algunos casos no se reduce la deuda de la tarjeta, y, por el
contrario, dicha deuda podría aumentar. Esta situación se produce cuando el pago
mínimo sugerido no alcanza a cubrir los intereses del período.
Un contrato futuro es muy similar a un forward, con la diferencia de que el futuro se negocia
con contratos estándares para todas las operaciones que prevean los mismos términos
contractuales y la suscripción de éstos se lleva a cabo en bolsas organizadas y no directamente
entre dos contrapartes.
Por ejemplo, tomemos el caso de un exportador que ha vendido productos en el exterior, por
los cuales recibirá el pago de un millón de dólares de Estados Unidos, en tres meses más. Si el
precio del dólar en el mercado de futuros en un momento determinado está en $560, él podrá
asegurar ese mismo precio para cuando reciba los dólares de sus clientes extranjeros.
Suponiendo que el exportador decida protegerse del riesgo de tipo de cambio, deberá suscribir
un número adecuado de contratos hasta cubrir la cantidad de un millón de dólares.
Por ejemplo, si el nocional de cada contrato futuro es de USD 10.000, deberá suscribir 100
contratos.
Sin embargo, en el ejemplo se dan por cumplidas varias condiciones para que la protección sea
adecuada, las que deben tenerse en cuenta al momento de realizar la operación:
Como se puede notar, los contratos futuros suelen ser más simples que los forwards puesto que
al ser negociados en bolsa, la suscripción de contratos futuros es más sencilla. No obstante,
ofrecen menos flexibilidad para realizar coberturas, porque las características de los contratos
negociados en bolsa pueden diferir de las que se requieren para hacerla.
Un swap es un contrato financiero entre dos partes que acuerdan intercambiar flujos de caja
futuros de acuerdo a una fórmula preestablecida. Se trata de contratos hechos "a medida" es
decir, con el objetivo de satisfacer necesidades específicas de quienes firman dicho contrato.
Debido a esto último, se trata de instrumentos similares a los forward, en el sentido de que no
se transan en bolsas organizadas.
El tipo de swap más común es el de tasas de interés, mediante el cual se intercambian flujos de
intereses en una misma moneda en ciertas fechas previamente convenidas: Una parte paga flujos
de intereses aplicando una tasa de interés fija sobre un cierto monto nocional y recibe flujos de
intereses aplicando una tasa fluctuante sobre ese mismo monto nocional. La contraparte recibe
los intereses calculados de acuerdo a la tasa fija y paga los intereses a la tasa fluctuante, sobre
el mismo monto y en las mismas fechas. Típicamente, este tipo de swap se utiliza para transformar
flujos de caja a tasa fija en flujos de caja a tasa fluctuante o viceversa.
Un swap de moneda extranjera opera de manera similar, sólo que el intercambio de flujos se
hace en función del tipo de cambio de dos monedas y, en la estructura básica, la tasa de interés
que entra en la fórmula de cálculo es fija para ambas partes. Se utilizan para transformar flujos
de caja en moneda extranjera en flujos de caja en pesos chilenos (o en otra moneda) o viceversa.
Supongamos que la "Empresa A" tiene una deuda de $100 millones a 5 años con pagos de
intereses a una tasa fluctuante (por ejemplo, LIBOR anual más un margen de 1%). Ante esa
situación, se corre el riesgo de que dicha tasa suba y, por lo tanto, deba gastar más dinero en
intereses.
Para evitar ese riesgo, la "Empresa A" acude a un banco para contratar un swap, mediante el
cual se obliga a pagar intereses a tasa fija al banco (por ejemplo, de 8% anual) por $100 millones
a 5 años plazo; vale decir, sobre un nocional del mismo monto y por el mismo período de la deuda
que ella tiene a la tasa fluctuante ya señalada. El swap además obliga al banco a pagarle a la
empresa al monto de intereses que corresponda a la tasa fluctuante, en forma anual.
De ese modo, en términos netos, la empresa quedará pagando intereses a la tasa fija del swap
más el margen de 1%; es decir, en la práctica habrá cambiado una deuda a tasa fluctuante por
una deuda a tasa fija.
Para entender mejor ese resultado, es conveniente examinar qué sucede con los flujos asociados
a la operación:
1. Paga un 8% anual sobre $ 100 millones, durante 5 años, al banco con el cual contrató el
swap.
2. Recibe del banco con el cual contrató el swap intereses sobre el mismo monto de
acuerdo a la LIBOR. .
3. Paga LIBOR + 1% a su acreedor
Como se ve en este ejemplo, la "Empresa A" está comprometida a pagar LIBOR más un margen
de 1% por la deuda de $ 100 millones. Debido a que gracias al swap contratado recibe el valor
equivalente a LIBOR de parte del banco, en términos netos, queda pagando el margen de 1% que
se suma al 8% que paga al swap, por lo que la Empresa A termina pagando una tasa de interés
fija de 9% y elimina el riesgo de que aumente la tasa fluctuante.
Las opciones que otorgan el derecho a comprar se llaman call y las que otorgan el derecho a
vender se llaman put. Adicionalmente, se llama opciones europeas a las que sólo se pueden
ejercer en la fecha de ejercicio y opciones americanas a las que pueden ejercerse en cualquier
momento durante la vida del contrato.
Cuando llega el momento en que la parte compradora ejerza la opción, si es que lo hace, ocurren
dos situaciones:
Quien aparece como vendedor de la opción estará obligado a hacer lo que indique dicho
contrato; vale decir, vender o comprar el activo a la contraparte, en caso en que ésta
decida ejercer su derecho de compra o de venta.
Quien aparece como el comprador de la opción tendrá el derecho a comprar o vender el
activo. Sin embargo, si no le conviene, puede abstenerse de efectuar la transacción.
En los mercados financieros internacionales, los tipos de opción que se negocian en bolsas
organizadas típicamente son americanas y europeas. En Chile, como sucede con los futuros, no
existe mercado bursátil para opciones.
Ejemplo: compra de una opción call por parte de una empresa importadora para asegurar hoy
el precio del dólar.
Para entender mejor el uso de las opciones, se presenta este ejemplo de una empresa
importadora que quiere asegurarse contra las alzas en el precio del dólar.
Para hacerlo, puede comprar hoy una opción call europea que le da el derecho a comprar un
millón de dólares, dentro de tres meses, a $550 por dólar. Para adquirir ese derecho la empresa
paga $2 por dólar, o sea, la prima de la opción tiene un costo de $2.000.000.
Si en la fecha de vencimiento de la opción el precio del dólar en el mercado estuviera sobre
$550 (por ejemplo a $560), la empresa ejercerá la opción de comprarlos, pues sólo pagará $550
por dólar.
Por el contrario, si en esa fecha el precio de mercado del dólar estuviera por debajo de $550
(por ejemplo a $530), la empresa no ejercerá la opción, ya que no tiene sentido pagar $550 por
dólar cuando en el mercado se puede comprar a $530; en este caso la opción vence sin ser
ejercida.
Compra una opción call europea, que le da el derecho de comprar USD 1.000.000 a
$550 el día 10 de octubre de 20XX, como el valor de la prima es de 2 y se compran
1000.000 de contratos (lo que supone que el nocional del contrato es de US$1) hay un
desembolso de efectivo de $2.000.000 por ese concepto..
Notas:
Finalmente, cabe hacer notar que si para realizar la misma cobertura se hubiese usado
un contrato del tipo forward con el mismo precio de entrega, el importador habría terminado
pagando siempre $550. No obstante, no habría tenido las oportunidades (que pueden aparecer
cuando se realizan coberturas con opciones call) de beneficiarse ante descensos en el tipo de
cambio de mercado. Nótese también que la operación es bastante más simple de realizar: se paga
una prima al momento de comprar la opción y en la fecha de vencimiento (o en cualquier momento
antes de esa fecha si la opción fuera del tipo americana) se obtiene como mínimo el precio que se
ha pactado.
1) Explicar detalladamente 2 ejemplos reales de Forward. Uno de compra y otro de venta, uno de
compra efectiva y otro de cobertura. ( 1,0 puntos)
Penta firmaba contratos forwards un día cualquiera, falsificando la fecha de suscripción, con el fin de
aparentar que el contrato fue firmado en el pasado. Este acto fraudulento era rentable, pues los
precios de hoy ya se saben.
para generar pérdidas contables. Empresas Penta un día sabía que el dólar estaba a $600
pesos. Firmaron contratos forwards simulando que habían sido suscritos hacía 2 meses atrás, donde
ellos se obligaban a comprar dólares a $650 pesos. Dicha transacción representaría una perdida de
$50 pesos por dólar. Eso iba a la contabilidad. Esas perdidas, al ser contabilizadas como gasto,
disminuía las utilidades de Penta, la renta o base imponible, y por ende el pago de impuestos.
utilizaban este mecanismo para un propósito adicional: pagar bonos a los altos ejecutivos de Penta.
Así como un aguinaldo, más cuantioso que los aguinaldos promedio en Chile
Forward de venta (creditex)
El sector textil-confecciones es de lejos el principal afectado con la caída del tipo de cambio. Es más, a
noviembre del 2012 las exportaciones de este rubro cayeron casi 15% en comparación con el 2011,
Empres tiene un mayor nivel de costos por las confeccion de estos productos textiles. El cual son
cubiertos en moneda nacional, obligandoa a
Estas empresas utilizan forwards que le permite, durante un período corto, vender sus dólares en una
fecha futura y a un precio establecido independientemente de lo que suceda en el mercado
Pero esto también tiene un costo que debe ser medido por la empresa, porque en algunos casos implica el
riesgo de que el tipo de cambio en lugar de bajar suba por encima del monto acordado.
1) Explicar detalladamente 2 ejemplos reales de SWAP. (1,0 puntos).
El caso denunciado al que se refiere esta sentencia tiene su origen en 2007, cuando una
empresa de Puerto de la Cruz dedicada a la venta de maquinaria, electrodomésticos,
electrónica, óptica y fotografía pidió un préstamo hipotecario por importe de 2 millones de
euros para comprar un inmueble.
A raíz de esta operación, la entidad bancaria ofreció a la empresa un swap, que fue
contratado por teléfono. Este contrato se formalizó por escrito en una sucursal del banco, y
estipulaba que tendría una vigencia de cinco años y se aplicarían dos tipos de intereses
sobre los 2 millones de euros: uno fijo del 4,5% para el cliente, y uno variable para el
banco.
Las primeras liquidaciones de intereses fueron positivas para el cliente, pero en 2009 las
liquidaciones comenzaron a ser positivas para el banco. En la demanda que puso la
empresa se considera que el desequilibrio de estas liquidaciones era demasiado, puesto que
las que percibió el cliente fueron inferiores a las que ganó la entidad bancaria.
Ante esta situación, la empresa quiso anular el swap. Sin embargo, el BBVA le comunicó
que para anularlo debía pagar la cantidad de 200.000 euros.