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» Literatura romana »
El mundo griego nos ha legado las grandes ideas universales y las bases
fundamentales de nuestro pensamiento, mientras que, siglos después, Roma las extendió
por un inmenso territorio que abarcaba todo el Mediterráneo y se ha dado en llamar el
“Imperio”. Y nuestro actual mundo occidental, en buena parte, está formado por la
tradición romana: su manera de entender la vida (las costumbres, el Derecho, el
Cristianismo) y, sobre todo, su idioma, el latín, lengua madre de nuestro romances
medievales y, por tanto, de nuestra lengua castellana. Todos son elementos primordiales
para entender nuestro presente más inmediato.
Los romanos, por lo general, fueron escasamente originales en cuanto al arte puesto
que, tras la conquista definitiva de Grecia en el siglo II a.C., y casi completado uno de
los mayores imperios que ha visto la Historia, se afanaron ante todo en “imitar”, adaptar
y, en lo posible, superar, el modelo cultural heleno que consideraban único. Así pues,
nos encontraremos con una literatura “de asimilación”, de semejanzas (en el teatro, la
lírica y la filosofía) pero también de cierta renovación (en la prosa sobre todo) que se
desarrolló con particular brillantez entre los siglos I a.C. y I d.C., la llamada “época
clásica” o “época de oro” de la literatura latina.
1. El teatro de Plauto
Vivió nuestro primer autor los tiempos de la segunda gran guerra entre las entonces
potencias políticas y militares del Mediterráneo, Roma y Cartago, las llamadas “Guerras
Púnicas”, a caballo de los siglos III y II a.C.
Plauto fue un hombre de condición humilde que dedicó casi toda su vida a la
comedia, género teatral preferido por el burlón carácter romano en lugar de la tragedia,
y para ello tomaba como ejemplo argumentos, ambientes y personajes de tipo griego.
Eran tiempos de un teatro incipiente, con un público socialmente variado y de escasa
cultura que se reunía en graderíos provisionales de madera, dispuesto, sobre todo, a
pasar un buen rato, participando en un espectáculo (“ludus”) muy entretenido. Por esta
razón, porque daba al público lo que éste más pedía, Plauto tuvo un gran éxito en su
tiempo, escribiendo y representando un teatro ágil, muy divertido, repleto de sucesos
rápidos, equívocos, juegos de palabras, bromas, con un lenguaje coloquial cotidiano y
acompañado de música.
De sus comedias han salido los más variados enredos protagonizados por viejos
avaros (Euclio, por ejemplo, temeroso de que le roben una olla llena de dinero en
Aulularia ), esclavos inteligentes y avispados, jovencitos enamorados cuya relación es
obstaculizada por alcahuetes y padres severos; parásitos sociales, traficantes de hombres
y, como paradigma de sus más conocidos personajes, el Miles gloriosus o soldado
fanfarrón. Todos y cada uno de ellos han tenido su reflejo y pervivencia en obras y
autores de todos los tiempos como Shakespeare, Lope de Vega o Molière.
2. El final de la República: Julio César y Cicerón
En el siglo I a.C. se producen en Roma convulsiones políticas y sociales, incluso
guerras civiles que van a liquidar el modelo institucional de siglos: la República de los
magistrados y Senado. El sistema de gobierno que dio a Roma la primera grandeza se
va resquebrajando sin remisión, y será esta época de crisis la que produzca dos de los
nombres más ilustres del mundo antiguo: Julio César y Cicerón.
Julio César
Cayo Julio César fue un político y militar de familia patricia que alcanzó enorme
importancia en su tiempo, y ha llegado hasta nuestros tiempos como una leyenda. Tras
ocupar todos los cargos de la carrera política romana (desde la cuestura hasta el
consulado del “cursus honorum”), llegó a la Galia como Procónsul con el objeto de
conquistarla para Roma. Finalizadas sus campañas, después de diez años, regresó a
Roma, inició una guerra civil contra su gran rival Pompeyo, y terminó con el sistema
republicano, imponiendo un gobierno personal que sería el germen de los futuros
regímenes de los “emperadores”. Finalmente murió asesinado en los “idus de marzo”
del año 44 a.C. por la mano de nostálgicos republicanos que le consideraron un traidor y
usurpador de los tradicionales poderes.
Además de su genio y talante, nos han quedado de César dos documentos de
excepcional interés y calidad, que han servido como paradigma de la lengua latina
durante siglos. En primer lugar, sus Comentarios sobre la Guerra de las Galias, una obra
modélica que escribió como testimonio de sus batallas y victorias en su tierra
proconsular, con afán de objetividad pero enalteciéndose a sí mismo con orgullo, en
forma de “informes” que justificaran sus acciones ante los ojos del poderoso Senado de
Roma. Entre sus páginas nos encontramos decenas de luchas con los más diversos
pueblos de la Galia, Bélgica, Britania y Germania, descripciones de las costumbres de
éstos (los druidas, por ejemplo) o los enfrentamientos casi épicos con poderosos jefes
enemigos (entre otros destacamos al germano Ariovisto y al más conocido
Vercingetorix, rey de los Arvernos).
La segunda de sus obras trata de sus impresiones y apuntes sobre la Guerra Civil
contra el bando pompeyano.
Cicerón
Marco Tulio Cicerón es conocido en la Historia como “el orador por excelencia”,
siendo considerado entonces este oficio público, tan romano en sus orígenes, como el de
político y abogado. Compartió los peligrosos tiempos de César siendo, además, su rival
ideológico y político.
Cicerón es autor de diferentes géneros y personifica también un modelo clásico de la
consistencia y precisión de la lengua latina. De sus obras destacamos las filosóficas (con
títulos como De Republica y De Legibus) y, sobre todo, los discursos de diferentes
causas judiciales: las Catilinarias contra el revolucionario Catilina, que intentó por la
fuerza obtener el poder cuando Cicerón era cónsul de Roma, o las Filípicas, violentos
ataques contra Marco Antonio, heredero de la memoria de Julio César, que acabaron
costándole la vida.
3. El comienzo del Imperio: Virgilio, Horacio y Ovidio.
Muerto Julio César, su sobrino y nieto adoptivo Octavio Augusto se convertirá en el
creador de la primera dinastía imperial romana bajo el título de "princeps". Tras una
etapa de enfrentamientos y nuevas guerras civiles, además de conflictos en las
provincias (los belicosos cántabros y astures, por ejemplo) se inaugura a finales del I
a.C. en Roma lo que habrá de conocerse con el nombre de "pax romana ", un largo
período de tranquilidad política, de paz, que se reflejará en el testimonio de muchos
artistas en honor de su "príncipe". Escritores, escultores, arquitectos, etc. que comparten
todos ellos una ideología común: recuperar los tradicionales valores que hicieron de
Roma una potencia.
Es también aquel tiempo el de Mecenas, amigo del emperador y protector de los
literatos.
Virgilio
Publio Virgilio Marón es el creador de la obra más representativa e importante de la
literatura latina, el poema épico titulado la Eneida. Constituido por 12 libros (o
capítulos), que se estructuran en dos partes diferenciadas: la primera de ellas (libros 1 a
6) semeja la Odisea pues narra el viaje de Eneas, el protagonista, mientras que la
segunda (libros 7 a 12) se parece a la Ilíada al contarnos repetidos sucesos bélicos.
En la Eneida se cuentan las peripecias del príncipe troyano Eneas, que logra escapar
de la ciudad desolada por los griegos, acompañado por parte de su familia y algunos
compañeros, con el Destino de dirigirse hasta las tierras italianas y fundar allí un nuevo
linaje, del cual surgirán luego los romanos. Entre los episodios más relevantes de la
primera parte destacan especialmente dos: su relación amorosa y trágica con Dido, la
reina de Cartago, y la visita de Eneas a la Sibila de Cumas, que le conduce hasta la
entrada de los infiernos, en los que podrá ver a su fallecido padre y a los hombres que
serán ilustres en la futura Roma. En la segunda parte, una vez llegado al Tíber, salvando
los peligros y obstáculos que algunos dioses (la rencorosa Juno especialmente) le
provocan, conocerá al rey Latino y luchará contra Turno, monarca de los Rútulos; hasta
casarse, por último, con la princesa Lavinia.
La Eneida es un poema de batallas y héroes, escrito en honor del "princeps"
Augusto, el gran reformador y pacificador de Roma, a cuya gloria se narran los
acontecimientos protagonizados por Eneas, hijo de la diosa Venus. Y Eneas tendrá un
hijo, JuloAscanio, del que surgirá la "gens Iulia " de donde decían proceder César y su
heredero Octavio.
Otras obras del prestigioso poeta son las Bucólicas (poemas de tipo pastoril) y las
Geórgicas, un tratado didáctico en verso sobre el trabajo del campo.
Horacio
El poeta nacido en Venusia fue otro de los protegidos por Mecenas, que le
proporcionó una confortable villa en las colinas Sabinas en la que pudo escribir con
todo su talento a favor del Emperador.
Su poesía es la manifestación de una perfección formal sin precedentes y expresión
de una forma de vida anclada en el sosiego, la reflexión y la comodidad. De Horacio
destacamos dos títulos:
Las Odas, un ejemplo de belleza de la palabra tanto para escolares como para
hombres cultos de todos los tiempos. Bajo la influencia de poetas griegos como
Safo, Alceo o Píndaro, trata Horacio temas personales y cotidianos, sus experiencias
vitales, sus viajes, la relación con sus amigos, los escarceos amorosos, las delicias
del campo, del vino, etc., junto con otros de mayor trascendencia pública. En las
Odas se muestra como un profundo conocedor de la "naturaleza humana", fruto de
una profunda preocupación sobre la condición del hombre.
La Epístola a los Pisones, conocida luego en la tradición literaria como Ars
Poetica . Siguiendo el proceder de Aristóteles en su "Poética", Horacio proporciona
algunos consejos sobre la conducta del escritor, disposiciones en torno al teatro o
sobre los estilos artísticos, que han tenido mucha influencia en las literaturas
europeas.
De Horacio guardamos también la expresión literaria de algunos de los llamados
"tópicos" o lugares comunes de la literatura en la Edad Media y el Renacimiento
Humanismo, expresiones poéticas que se han convertido en universales: el "carpe diem"
(incitación a aprovechar el momento presente ante la fugacidad de la vida) y el "beatus
ille" (la exaltación de la vida retirada y tranquila, frente a las angustias y peligros de la
corte, la ciudad).
Ovidio
Poeta nacido en Sulmona que, tras ejercer unos pequeños cargos políticos, se dedicó
por entero a la poesía, acabando sus días con un triste final de exilio en la localidad de
Tomis (Mar Negro), por orden del mismísimo Octavio. Quizás fue culpable de alguna
acción privada deshonrosa o, simplemente, fue castigado por sus atrevidas propuestas
morales, muy alejadas de las que el "princeps" intentaba inculcar a sus ciudadanos. A
pesar de su público arrepentimiento (manifestado en sus obras Tristes y Pónticas), acabó
sus días apartado de Roma.
Ovidio es, quizás, el autor que más influyó en la literatura occidental, en Chaucer y
Shakespeare sobre todo, con su monumental obra las Metamorfosis: relatos en verso de
la leyenda y mitología clásicas sobre las transformaciones sufridas por diferentes
personajes cuyas acciones amorosas, celosas o vengativas provocan que los dioses les
transformen en diferentes seres vivos o celestiales. Entre ellas aparecen las historias del
origen del mundo, Faetón, Eco y Narciso, Píramo y Tisbe, Filemón y Baucis, Aracné,
las bodas de Cadmo y Harmonía y versiones de los mitos de Jasón, Ulises, Hércules,
etc..
4. Los tiempos de Séneca
Después de Augusto sigue la nómina de la primera de las dinastías, la JulioClaudia,
donde se hallan algunos de los Emperadores más conocidos como Tiberio, Calígula, ...
hasta llegar a Nerón, maestro del cual fue un ilustre hispano, un cordobés llamado Lucio
Anneo Séneca, sin duda una de las figuras más apasionantes de la Historia y literatura
romanas.
Filósofo de la escuela estoica (aquella que defendía, entre otras propuestas, la
resignación de la voluntad ante las dificultades y los sufrimientos humanos como virtud
máxima) Séneca dedicó gran parte de su vida a enseñar al futuro emperador las artes del
gobierno y la generosidad del gobernante (con obras, por ejemplo, como De clementia ),
y fue también autor de géneros literarios diversos como los tratados (De otio o De vita
beata ) y las cartas (las Epístolas morales a Lucilio que tratan sobre diversos aspectos de
la vida: la felicidad, la riqueza, la esclavitud, la muerte...; muy ilustrativas además sobre
la vida cotidiana del mediados del siglo I, y de enorme trascendencia para las primeras
ideas del Cristianismo incipiente).
5. Otros géneros y autores
Historiografía:
Salustio, La conjuración de Catilina.
Tito Livio, Ab urbe condita : inmensa obra que cuenta la Historia de Roma desde
sus orígenes allá por el siglo VIII a.C. hasta la época de Augusto.
Novela:
Petronio El Satiricón.
Apuleyo, El asno de oro.
Sátira y Epigrama:
Marcial y Juvenal.
¨ Lecturas recomendadas
Plauto, Miles gloriosus, Aulularia.
Virgilio, Eneida (libros 1 a 6) o alguna versión reducida o resumida.
Horacio, Poesía (selección).
Ovidio, Metamorfosis (selección), Heroidas.
Séneca, Epístolas morales a Lucilio (selección).
Plutarco , Vidas paralelas.
J. R. Ayllón, Querido Bruto.
Antonio Gómez Rufo, La leyenda del falso traidor.
Pierre Grimal, Memorias de Agripina.
Alan Massie, Julio César, Marco Antonio, Tiberio, Roma después del incendio.
Jesús Sánchez Adalid, La luz del Oriente y Félix de Lusitania.
Steven Saylor, alguna de sus novelas sobre los casos de Cicerón.
H. Sienkiewicz, Quo vadis?.
L. Wallace, BenHur.
Thornton Wilder, Los Idus de marzo.
@ Internet
http://www.geocities.com/thelatinsite (The latin site, con recursos sobre la
lengua y cultura latinas).
http://www.geocities.com/Athens/Acropolis/6524 (Ludus sanae mentis, páginas
sobre el latín y en latín).
http://www.dalton.org/groups/rome/ (Rome resources, temas de Historia y
cultura romana).
http://www.perseus.tufts.edu/ (Perseus Digital Library, el mejor buscador sobre
temas, personajes y bras del mundo antiguo).
http://heraklia.fws1.com/ (Julius Caesar ).
http://web1.cc.utexas.edu/depts/classics/documents/Cic.html (Marco Tulio
Cicero).
http://vergil.classics.upenn.edu/home/ (Vergil's Home Page, sobre Virgilio).
http://filoesp.topcities.com/seneca.htm (en español, sobre Lucio Anneo Séneca).
· Películas
Ben Hur (Cecil B. DeMille) – Quo vadis (Bruce Beresford) – Cleopatra (Joseph L.
Mankiewicz) Gladiator (Ridley Scott) – La caída del Imperio Romano (Anthony
Mann).
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Proyecto Aula, http://lenguayliteratura.org Autor: Juan M Ojembarrena Página 17