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Ayer en México. Una crónica de la Revolución 1919-1936, Dulles, John W. F., 7ª reimp.
México, FCE, 2003, (Sección Obras de Historia).
Es una crónica escrita con base en entrevistas con protagonistas y testigos de los hechos
que narra en el período en que el triángulo sonorense enajenó el poder en México. El
autor, que escribe en los 50’s, vivió más de 15 años aquí inmerso en actividades
mineras, pero relacionado con relatores presenciales de los hechos a veces ya
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decantados por el paso del tiempo; sin embargo, la obra revisa una extensa bibliografía,
pertinentes fotografías y, para el lector poco común, tiene un aparato crítico acotado. No
es una obra interpretativa y está escrita en una prosa amena que quiere ser rigurosa,
aunque el autor confiesa que la hizo como un agradable pasatiempo.
Comienza tras la Decena Trágica relatando el surgimiento y ascenso de Álvaro
Obregón, Plutarco Elías Calles y otros en las “fuerzas irregulares” que se sumaron a la
rebelión encabezada por el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza con su Plan
de Guadalupe, contra el asesinato y destitución de Francisco I. Madero y su sustitución
por Victoriano Huerta. Carranza fue reconocido como Primer Jefe de la rebelión en la
Convención de Monclova y entablaron una lucha contra Huerta a la que se sumaron el
general Pablo González, a cargo del Ejército del Noroeste, el antiguo abigeo Francisco
Villa, que formó la División del Norte y otros. Emiliano Zapata, en Morelos y sus
alrededores, enfrentaba a Huerta sin reconocer la jefatura de Carranza, con la pretensión
de encabezar la lucha antihuertista. Había discordia en las filas del llamado Ejército
Constitucionalista, particularmente entre Villa y Carranza; el Primer Jefe evitó el avance
de Villa hacia la Ciudad de México y ésta fue tomada por Obregón en agosto de 1914,
desmantelándose el Ejército Federal y asumiendo el gobierno de la misma. Zapata
nunca reconoció la jefatura de Carranza, y más bien se acercó con Villa tratando de
establecer un contrapeso. Para dirimir sus diferencias propusieron reunirse en una
Convención, en la Ciudad de Aguascalientes en octubre de 1914, pero ante la propuesta
de destituir a Villa y Carranza ambos desconocieron los acuerdos de la Convención.
Villa y Zapata unieron fuerzas y resolvieron por las armas sus diferencias con Carranza,
por quien pelearon victoriosamente el ejército de Obregón y sus compañeros. Los dos
primeros terminaron como fuerzas opositoras regionales al gobierno constitucionalista
del Primer Jefe. Por su parte, la Convención erigió un gobierno que con el tiempo fue
perdiendo fuerza hasta disolverse; los presidentes surgidos de la misma fueron Eulalio
Gutiérrez, a fines de 1914, que fue sucedido por Roque Estrada y finalmente por
Francisco Lagos Cházaro, con quien se disolvió la Convención. Carranza pudo regresar
a México y asumir sus destinos en agosto de 1915. Las relaciones de Obregón y
Carranza también se deterioraron y aquél se retiró del gobierno en 1917, con la idea de
suceder a Carranza al término de su presidencia.
La campaña presidencial se inició en 1919 y los aspirantes a ocupar el cargo eran
Álvaro Obregón, por el Partido Liberal Constitucionalista, cuyos partidarios se reunían
una prolongada sequía que incidió en la merma de las cosechas y se tuvieron que hacer
recortes de trabajadores, aunque también se promulgó la Ley Federal del Trabajo, que
reglamentaba el Artículo 123 Constitucional. Para esas fechas Calles ya era conocido
como el Jefe Máximo de la Revolución.
Hubo una severa crisis en octubre de 1931 en la que se temió un golpe de estado
de algunos generales, que se resolvió con un cambio de gabinete por elementos más
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leales a Calles que al presidente. Otro conflicto que acotaba el poder de Ortiz Rubio dio
pie a que presentara su renuncia al Congreso el 1o de septiembre de 1932, misma que
fue aceptada. Se designó en ambas Cámaras a Abelardo Rodríguez como Presidente
Sustituto para concluir el período hasta el fin del período presidencial. Rodriguez se
hizo responsable de la administración, dejándole el control político a Calles. Se
instituyó un Plan Sexenal, para planear la administración del país. Se reformó la Ley
Federal del Trabajo, incluyendo la institución del salario mínimo. Entonces hubo una
confrontación con el clero, ahora por la institucionalización de la educación sexual en la
escuela pública y la educación socialista, que mereció censura del Vaticano y originó la
expulsión del delegado apostólico. Este gobierno mejoró la economía, creó la Nacional
Finaciera y otras instituciones, concretó y aplicó las reformas al 27 Constitucional.
Fue promovida la candidatura de Cárdenas para la sucesión presidencial de 1934
a pesar de la oposición de algunos. Sus contendientes fueron Villarreal, Tejeda y Hernán
Laborde, pero Cárdenas tomó posesión el 1o de diciembre de 1934 y en su gobierno se
aplicó el Plan Sexenal. También empezó a tener problemas con las compañías petroleras
y otra vez con la iglesia católica. Se decía que el conflicto era peor que en 1926 y 1929,
se cerraron las iglesias en casi la mitad de los estados y fueron encarcelados varios
prelados que incluían al obispo primado. El Presidente decretó que sólo el estado podía
impartir educación primaria, secundaria y normal y que sería socialista por añadidura.
Adicionalmente hubo múltiples huelgas, tanto generales, como en Puebla, como
petroleras y de los ferrocarrileros y telefonistas. Todo el año de 1935 fue presa de gran
agitación y Calles comentó que ocurría justamente lo mismo que en el régimen de Ortiz
Rubio y esto llevó a su ruptura con el Presidente. Tejeda pidió la expulsión de Calles y
Cárdenas renovó a su gabinete sin callistas. Calles regresó a México de un viaje a los
EUA y declaró que se defendería de las calumnias de que había sido objeto. Previendo
la inevitable confrontación, Cárdenas tomó las necesarias medidas: movimientos de
generales con mando de tropa, expulsaron senadores y diputados de la oposición,
desaparecieron poderes en varios estados y varias organizaciones laborales se alinearon
con Cárdenas mientras Calles publicaba en el diario El Instante sus puntos de vista y
luego en la prensa extranjera. Finalmente se apresó a Morones, acusado de pretender
rebelarse y el episodio concluyó con la expulsión de Calles y algunos de sus partidarios
del país el 10 de abril de 1936. Terminaba la era del 'trío de Sonora'.