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Botánica farmacéutica

* ESTUDIO DE LA RAÍZ

La raíz es el órgano de la planta que crece en sentido opuesto al tallo (presenta


geotropismo positivo); generalmente es la parte subterránea de la planta especializada
como órgano de sostén y absorción de substancias, la absorción que se realiza sólo
en las partes más jóvenes de la raíz como es la zona de los pelos absorbentes y la
zona de alargamiento.

La raíz primaria, se origina a partir de la radícula del embrión; las raíces que se
derivan de ésta se denominan raíces secundarias y de éstas a su vez se derivan las
terciarias, etc.

Todas las raíces que no proceden de la radícula del embrión o de la raíz


principal en que aquella se transforme, se denominan raíces adventicias.

ESTRUCTURA EXTERNA DE LA RAÍZ

La raíz consta de distintas partes o regiones esenciales que son: cuello, raíz
principal o cuerpo y cabellera.

El cuello. Es la línea de demarcación entre el tallo y la raíz. En el cuello se


encuentra la zona suberificada; es llamada así por estar formada por una epidermis
suberificada, es decir transformada en corcho, por lo que es impermeable y mala
transmisora de la temperatura.

Raíz principal. Es la porción cilíndrica, y afilada en su extremo libre; sigue al


cuello, y no siempre es fácil de distinguir. En ella se encuentra la cofia o pilorriza; en
esta parte de la raíz se encuentra la zona de crecimiento la cual es generalmente muy
pequeña y carece de pelos absorbentes.
La cofia es un engrosamiento de la epidermis en forma de dedal; protege la punta de la
raíz y evita el deterioro que se pudiera producir en esta al abrirse paso en el suelo.
Cuando la raíz no crece, la cofia se suberifica y protege al cono vegetativo.
El crecimiento longitudinal de la raíz se produce por el desarrollo de las células en la
zona de crecimiento.

La cabellera. Es el conjunto formado por las raíces secundarias más delgadas,


llamadas raicillas; en ella se encuentra la zona pilífera, en donde las células
epidérmicas se han convertido en pelos, encargado de absorber el agua y las sales
disueltas. Presenta una forma cónica, con los pelos inferiores más cortos que los
superiores; al crecer la raíz, los pelos superiores van cayendo, a la vez que nacen otros
en la parte inferior. Muchas raíces acuáticas carecen de pelos absorbentes. Esta zona
constituye una región de gran interés ya que aquí es donde la raíz: 1) crece en longitud,
2) se efectúa la mayor parte de absorción de materiales del suelo, y 3) se realiza el
desarrollo de tejidos primarios.
Longitud de las raíces. El tamaño que alcanzan las raíces depende de varios
factores: la especie de planta, el tipo de suelo, la humedad, etcétera.
Para que se tenga una idea más clara acerca de la longitud que alcanzan las raíces al
penetrar en el suelo, se presenta la siguiente tabla, en la cual se destaca la profundidad
normal del sistema radicular de varios sembrados en un terreno profundo, permeable,
bien drenado, y que, además, dispone de riego.

Tipo de planta Profundidad en cm

Algodón 120-180
Calabaza 90-180
Cítricos 120-180
Cebolla 30
Lechuga 15
Frijol 90-120
Maíz 90
Rábano 30
Papa 90-130
Remolacha 120-180
Tomate 180-300
Zanahoria 60-90

CLASIFICACIÓN DE LAS RAÍCES

La clasificación fundamental de las raíces es a partir de su origen, y de ella se


habló con anterioridad. Como consecuencia de esta clasificación surgen otras, las
cuales serán objeto de estudio en este tema, como son: la clasificación según la forma
y medio en que se desarrollan.

Por su forma pueden ser Típicas o Pivotantes y Fibrosas o Fasciculadas. Una raíz es
típica o pivotante, si predomina en ella la raíz principal bien desarrollada de las que
pueden derivarse pequeñas raicillas secundarias. Es fibrosa o fasciculada, si la raíz
principal ha sido sustituida por numerosas raíces secundarias restando importancia a la
raíz principal. Ambos tipos de raíces, típicas y fibrosas, pueden sufrir modificaciones y
transformarse en napiformes y tuberosas, respectivamente.

Las tuberosas o tuberiformes son las que tienen forma de tubérculos, como en la
dalia y la yuca. Estas raíces se convierten en depósitos de reservas alimenticias. Son
napiformes cuando la raíz principal está engrosada, como la de la zanahoria y la
remolacha, convirtiéndose en depósitos de la planta al acumular sustancias de reserva.

por el medio en que se desarrollan, las raíces pueden ser terrestres, acuáticas y
aéreas. Las terrestres son aquellas que se desarrollan en el suelo; como ejemplo se
pueden citar el cedro y la caoba, entre otros. Acuáticas son aquellas raíces que se
desarrollan en el agua, como el mangle; y aéreas, aquellas que se desarrollan en
cualquier parte de la planta, como en la orquídea, la malanga trepadora, etcétera.

ESTRUCTURA INTERNA DE LA RAÍZ

La estructura interna de la raíz varía en las plantas con crecimiento primario, a la


que se le denomina estructura primaria y en las plantas con crecimiento secundario, a
la que se le denomina estructura secundaria.

Estructura primaria

Si se realiza un corte transversal en la zona pilífera de una raíz de


monocotiledónea, y se observa al microscopio óptico, podemos distinguir tres tejidos
primarios: la epidermis,la corteza y el cilindro central o estela.
La epidermis está compuesta por una sola capa de células llamada rizodermis. Esta
sirve a la planta junto con los pelos radicales, para la absorción del agua y las
sustancias minerales del suelo. Es característica de la rizodermis, la falta de cutícula y
estomas. La rizodermis muere pronto, con los pelos radicales, su lugar lo ocupa la
exodermis que es la capa más externa de la corteza, cuyas paredes celulares se
modifican con suberina para la protección de la raíz.

La corteza puede ser de estructura homogénea y simple, o tener varios tipos de


células. El límite más interno es la endodermis, que se caracteriza por que sus paredes
celulares presentan una banda en las paredes radiales y transversales, denominada
Banda de Caspary, la cual puede tener impregnaciones de sustancias tales como
lignina, suberina y sustancias grasas.

El cilindro central o estela, la capa celular más externa del cilindro central, o sea la
capa situada inmediatamente debajo de la endodermis, tiene carácter de meristema
remanente y se llama periciclo o pericambium. El periciclo puede ser uniestratificado o
pluriestratificado y alcanza gran importancia para la formación de nuevas células y
especialmente en lo que se refiere al origen de las raíces laterales y del tejido protector
secundario, que se forma al producirse el engrosamiento secundario. Las vías
conductoras constituyen en el cilindro central de todas las raíces, un haz radical de
posición central.
La estructura primaria persiste durante toda la vida en las raíces de las plantas
monocotiledóneas y en los helechos, no así en las dicotiledóneas y gimnospermas.

Estructura secundaria

El crecimiento en espesor de una raíz de dicotiledónea no se efectúa en


determinada zona, sino en toda su longitud. Esto se puede apreciar si medimos su
circunferencia a diferentes niveles y en varios momentos de su vida.
En las plantas gimnospermas y dicotiledóneas, con el tiempo, se originan tejidos
nuevos que se intercalan entre los antiguos, engrosando la raíz por un proceso de
crecimiento.
En un corte transversal practicado en la región de los pelos absorbentes, se
pueden distinguir dos formaciones secundarias; una interna, en el cilindro central,
constituida por el cambium, y otra externa, en la región de la corteza, representada por
el felógeno.

FUNCIONES DE LA RAÍZ

Las funciones del sistema radical son la absorción, fijación, y almacenamiento.

IMPORTANCIA DE LA RAÍZ

Las raíces tienen una gran importancia porque a través de ellas las plantas
reciben los componentes del suelo. Además, son de gran utilidad para el hombre, pues
muchas de ellas le sirven de alimento, como medicina y para la industria.
Entre las raíces alimenticias tenemos la yuca, la remolacha, el rábano y la
zanahoria. Entre las medicinales tenemos el chayote y la valeriana. Entre las raíces de
utilidad industrial tenemos: la yuca, la remolacha, el henequén, etcétera.
Es importante tener en cuenta también que las raíces de los vegetales, a medida
que van progresando en edad, comienzan a incorpar la suberina, lo cual influye
directamente en la disminución de la intensidad de absorción de las sustancias del
suelo.
Estas raíces al mismo tiempo que progresa su suberificación, van siendo
sustituidas por nuevas raíces y pelos radicales; los cuales equilibran la intensidad de la
absorción.
Todo este reemplazo nos resulta de gran importancia, pues que esas raíces
muertas pasarán a formar parte del abono del suelo; También servirán como alimento a
los microorganismos, y además, contribuirán a un mayor desarrollo en el sistema
radicular del vegetal.

EL TALLO

El tallo es uno de los órganos de la planta, sirve de eje a las plantas superiores,
y sobre él y sus ramificaciones nacen los demás órganos aéreos. Se presenta como un
cuerpo cilíndrico sin ramificaciones, en su forma típica, o puede originar distintas
ramas. Su crecimiento es en sentido contrario a la raíz y a la fuerza de gravedad, por lo
que tienen geotropismo negativo y fototropismo positivo.

ESTRUCTURA EXTERNA DEL TALLO

El tallo se inicia en el cuello, donde se une con la raíz. En él encontramos las


siguientes partes: nudos, entrenudos, y yemas.

Nudos

Son los puntos del tallo donde se insertan las hojas. El espacio comprendido
entre dos nudos recibe el nombre de entrenudo el cual disminuye su longitud a medida
que se acerca al ápice terminal. El número de hojas en que se encuentran en cada
nudo es específico para cada clase de planta.

Yemas

Son pequeños abultamientos de forma ovoide o cónica, frecuentemente


escamosa, que se desarrollan para dar nuevos brotes, así como nuevos órganos
aéreos.

Tipos de yemas. El tipo de yema depende de: la posición que tengan en el tallo, la
naturaleza de los órganos que van a formar y la disposición en el tallo.
De acuerdo con la posición de las yemas en el tallo, pueden ser: terminales, laterales,
adventicias y axilares.
Las yemas terminales se encuentran al final del tallo y en el extremo de cada rama .
Las yemas laterales son las que crecen a los lados del tallo. Las yemas laterales que
nacen en cualquier parte de la planta (el tallo, la raíz o las hojas) se llaman adventicias,
y las que nacen en las axilas se llaman yemas axilares.
De acuerdo con la naturaleza de los órganos que van a formar, las yemas pueden ser
foliares o folíferas, que son las que producen ramas con hojas y tienen una compleja
estructura interna; y floríferas que son las que dan lugar a las flores.
En algunas plantas, hay yemas que tienen tanto hojas, como flores, llamándose yemas
mixtas.
Atendiendo a la disposición de las yemas en el tallo, estas pueden ser: alternas,
cuando en cada nudo aparece una sola yema, alternando su posición a uno y otro lado;
opuestas, cuando se encuentran dos yemas en cada nudo, una frente a otra; y
verticiladas, cuando se encuentra más de dos yemas en el mismo nudo.
Además de estas yemas hay algunas que aparecen de manera regular en las axilas de
las hojas, pero por alguna razón no se desarrollan en el tiempo normal; estas son las
yemas latentes.

CLASIFICACIÓN DE LOS TALLOS

Los tallos, atendiendo a su consistencia, pueden ser leñosos y herbáceos.


Los tallos leñosos son aquellos en los que predomina el tejido fibrovascular; como
representantes de estos tenemos numerosos árboles y arbustos de la división
espermatofitas: mango, aguacate, naranjo, etcétera.
En los tallos herbáceos predominan las células parenquimatosas, y la epidermis es
muy fina; esta consistencia la presentan los tallos jóvenes de las dicotiledóneas y
numerosas monocotiledóneas, por ejemplo; la caña de azúcar, el maíz, el arroz,
etcétera.

Atendiendo al medio en que se desarrollan estos tallos(leñosos y herbáceos), se


clasifican en: aéreos, terrestres y acuáticos. Y atendiendo a su duración, en: anuales,
bienales y perennes.

Tallos aéreos

Son los tallos que se desarrollan sobre la superficie del suelo, y son los más
frecuentes en la naturaleza. Pueden ser, según la dirección en que crecen, verticales o
erguidos, trepadores y rastreros.

El tallo vertical es el que se eleva verticalmente, de ahí su nombre. Tiene forma


cilíndrica y puede presentar o no ramificaciones a cierta distancia del suelo. Si presenta
un gran desarrollo y ramificaciones, como el naranjo, se llama tronco; si termina en
penacho, como el tronco de las palmas, se llama estípite. Los tallos de las gramíneas
reciben el nombre de cálamo, si son herbáceos, tiernos y sin nudos, como los juncos; y
de caña, si presentan nudos, como la caña de azúcar.

El tallo trepador es flexible y delgado; alcanza mucha longitud, y puede ascender


ayudándose de un soporte. Si describe espiras alrededor de un soporte se llama
voluble; si las espiras se dirigen de derecha a izquierda se llama dextrosa, por ejemplo
el frijol; y si van de izquierda a derecha, visto desde el ápice hacia abajo, se denomina
sinestroso, como por ejemplo, la madreselva.

El tallo rastrero, también flexible, es el que sigue una dirección más o menos
horizontal y crece pegado a la superficie del suelo. Puede se estolonífero, si origina de
trecho en trecho brotes delgados, a menudo muy largos, llamados estolones, por
ejemplo, la violeta y la pangola; y no estolonífero, si emite raíces en todos los puntos
que están en contacto con el suelo, como por ejemplo, el boniato.
Tallos terrestres o subterráneos

Los tallos terrestres o subterráneos, son los que crecen por debajo de la
superficie del suelo; los principales son los bulbos, los rizomas y los tubérculos.
Los bulbos tienen forma esférica y constan de una porción carnosa llamada disco o
platillo, que produce en su parte inferior numerosas raíces fibrosas y lleva en la parte
superior hojas modificadas, conocidas con el nombre de catáfilos. Los bulbos pueden
ser tunicados o imbricados. Los tunicados se caracterizan porque sus catáfilos son
laminares, numerosos, gruesos y suculentos, por ejemplo, la cebolla y el tulipán. Los
bulbos imbricados están formados por catáfilos escamosos que se sitúan como las
tejas de un tejado, por ejemplo, el bulbo de la azucena.
El rizoma es un tallo largo y poco profundo; en la parte inferior emite las raíces y en la
superior nacen los tallos aéreos, las hojas y las flores. Es un tallo perenne. Tiene hojas
escamosas reducidas en los nudos y posee yemas laterales en ellos y en las axilas de
las hojas escamosas. Las yemas laterales pueden dar origen a tallos aéreos. Estos
tallos almacenan sustancias de reserva, y entre ellos tenemos el plátano.

Los tubérculos son tallos cortos, gruesos y carnosos, modificados para almacenar
alimentos; el ejemplo más común lo tenemos en la papa. Por lo común, la superficie del
tubérculo está provista de yemas. De estas yemas aparece una situada en el extremo
terminal, y las otras, como yemas laterales. A estas últimas comúnmente se les llama
"ojos".

Tallos acuáticos

Pertenecen a las plantas que viven en el agua, fijas, flotantes o sumergidas. En


general son verdes y herbáceos, y algunos poseen espacios esponjosos llenos de aire
que facilitan la flotación. Como ejemplo de tallo acuático tenemos el cálamo.

ESTRUCTURA INTERNA DEL TALLO

Las tres zonas de tejidos primarios que también forman la estructura primaria de
un tallo: epidermis, corteza y cilindro central o estela, están diversamente delimitadas
entre sí. Por lo general la epidermis queda claramente separada de la corteza,pero la
delimitación entre ésta y el cilindro vascular resulta menos clara.

Estructura primaria

En la epidermis del tallo se presentan abundantes estomas y pelos o tricomas de


diferentes tipos. En la corteza del tallo se presenta abundante parénquima de relleno y
parénquima clorofílico, en los tallos verdes, así como colénquima y esclerénquima;
especialmente abundantes en los tallos herbáceos.
Los tejidos vasculares, xilema y floema primarios se encuentran formando haces o
paquetes conductores colaterales abiertos, con cambium fascicular dispuestos
alrededor de un parénquima de relleno que constituye la médula. El parénquima que
queda entre los paquetes conductores forma los radios medulares.
La médula se presenta generalmente con parénquima, sin cloroplastos generalmente,
muchos amiloplastos, y puede ser depósito de cristales y taninos.
En los tallos con estructura primaria durante toda su vida, en plantas
monocotiledóneas, se presentan diferencias en la distribución y características de los
haces o paquetes conductores; en este caso son haces colaterales cerrados, sin
cambium primario, que están distribuidos en todo el cilindro central de forma irregular.

Estructura secundaria

La estructura secundaria del tallo está caracterizada por la aparición y actividad


del anillo de cambium y del felógeno. En los tallos el felógeno surge de la
desdiferenciación de la capa más externa de la corteza, mientras que el cambium
secundario o cambium interfascicular se origina de la desdiferenciación de las células
parenquimatosas de los radios medulares, al lado del cambium fascicular. Luego el
anillo de cambium quedará formado por la unión del cambium fascicular y el cambium
interfascicular. La actividad estacional del anillo de cambium dará lugar a la formación
del xilema secundario hacia el interior y floema secundario, hacia el exterior del tallo.
Producto de la actividad del anillo de cambium y el felógeno se produce un crecimiento
en grosor del tallo, que varía según los tipos de tallos. En las plantas leñosas se
producen capas anuales de xilema secundario, que forman los llamados anillos
anuales de xilema, los cuales permiten determinar la edad del árbol, debido a la
sucesión anual de períodos cálidos y fríos, en países templados, o de períodos de
lluvia y seca, en países tropicales como el nuestro. Por otra parte, el floema secundario
también formado por la actividad del anillo de cambium, ocupa un menor espacio,
debido a que su formación es menor, dada su mayor durabilidad al ser un tejido vivo y
mantenerse sellado durante períodos ecológicos adversos. Estos tejidos vasculares y
el anillo de cambium se encuentran formando capas concéntricas en esta estructura.
Por fuera del floema, la corteza se engrosa por la actividad del cambium suberógeno o
felógeno, que forma nuevas capas de parénquima (felodermis) hacia la corteza y capas
de súber o corcho, hacia el exterior para proteger el tallo de la desecación y de los
factores ecológicos. El súber o corcho forma una capa compacta que se ve
interrumpida cada cierta distancia por las lenticelas, que consisten en áreas suberosas
donde las células presentan espacios intercelulares, o sea, constituyen un tejido
esponjoso que permite el intercambio gaseoso de los tallos.

FUNCIONES DEL TALLO

Las funciones del tallo son las siguientes: Conducción; sostén; almacenamiento;
respiración; propagación y fotosíntesis.

IMPORTANCIA DEL TALLO

El tallo es importante no solo para la planta, por las funciones que en ella realiza,
sino también para el hombre por la importancia económica que reviste.
Los tallos prestan al hombre grandes beneficios desde el punto de vista
alimenticia, medicinal e industrial.
Los tallos como la papa, la cebolla y el ajo, son alimenticios.
La explotación industrial de la caña de azúcar constituye una fuente de riqueza
para el país. La parte utilizable de ella es el tallo aéreo, donde se acumula sacarosa.

Algunos tallos producen sustancias medicinales, como el del espárrago, que es


dimético; el de algunas gramíneas, como el jengibre, que es excitante y dimético. Los
tallos de algunos helechos son utilizados para la cura de parásitos intestinales en el
hombre y para el tratamiento de enfermedades del hígado y de afecciones bronco-
pulmonares. Existe en nuestro país una gran variedad de plantas maderables, como el
cedro, la caoba, el pino, el pochote, etcétera, la madera que se obtienen de estos tallos
tienen múltiples aplicaciones.

LA HOJA

Las hojas son vegetaciones del tallo y de las ramas que nacen en los nudos de estos
órganos; generalmente son laminares, de color verde y con simetría bilateral. Tienen
crecimiento limitado y constituyen el órgano más importante de las plantas terrestres.

ESTRUCTURA EXTERNA DE LA HOJA

Una hoja típica consta de tres partes esenciales: lámina foliar o limbo, peciolo y
vaina.

El limbo de la hoja es la parte más visible y ancha, generalmente de color verde y


delgado, y en él pueden observarse las siguientes estructuras: dos superficies, la
superior de color verde oscuro llamada haz, y otra inferior llamada envés, de color
pálido; además se distinguen otras partes tales como; el borde o márgenes, el ápice o
extremo libre del limbo, y la base o porción más próxima al peciolo. Como si fuera la
continuación del peciolo, posee un nervio central o raquis y a partir de este se ramifican
pequeños hacecillos llamados nerviaciones o nervaduras, fáciles de distinguir en el
envés. Las nervaduras pueden ser cerrada y abierta.

El peciolo es la porción delgada que relaciona el limbo con el tallo, y que sirve para el
transporte de sustancias; además, es el encargado de la disposición de las hojas para
la mejor absorción de los rayos solares.

La vaina es un ligero ensanchamiento que se encuentra en la base del peciolo y por


donde éste se inserta al tallo o las ramas. Por lo común es pequeña y de forma cónica,
pero en algunas plantas, como las gramíneas, este ensanchamiento, conjuntamente
con la hoja, envuelve al tallo, y a esta hoja se le llama envainadora. Existe en estas
plantas, en el punto de unión del limbo y la vaina, una lígula, delgada membrana en
forma de lengüeta. Esta se puede observar en el maíz, la caña de azúcar, el arroz,
etcétera.

CLASIFICACIÓN DE LAS HOJAS

De acuerdo con las características morfológicas de las hojas simples, éstas se


clasifican por ejemplo: atendiendo a la forma, superficie, borde, ápice, base y
consistencia del limbo, a las nerviaciones y al peciolo.

A) Clasificación atendiendo a la Forma del Limbo:

*. Acicular: Cuando son largas y muy delgadas, como agujas.


*. Lineal: Forma Larga y estrecha.
*. Lanceolada: En forma de punta de lanza.
*. Auriculada: Con lóbulos en la parte inferior del limbo.
*. Sagitada: En forma de flecha.
*. Oblonga: De forma elíptica pero con los bordes laterales paralelos.
*. Escuamiformes: En forma de escama.
*. Elíptica: En forma de elipse.
*. Aovada: En forma ovoide.
*. Cordiforme: En forma de corazón.
*. Espatulada: En forma de cuchara.
*. Oblanceolada: En forma lanceolada invertida.
*. Rotundada: En forma de círculo.

B) Clasificación atendiendo a la superficie del Limbo:

*. Lampiña: Si está desprovista de apéndices.


*. Pubescente: Si tiene pelos cortos que no impiden ver la superficie.
*. Pelosa: Si lleva pelos largos.
*. Vellosa: Si lleva pelos numerosos y de pequeño tamaño.
*. Sedosa: Si lleva pelos suave.
*. Híspida: Si lleva pelos duros.

C) Clasificación atendiendo al Borde:

*. Entero: De borde continuo.


*. Aserrado: Con dientes agudos dirigidos hacia el ápice.
*. Dentado: Con dientes perpendiculares a los bordes del limbo.
*. Crenado: Con pequeños lóbulos separados por ángulos entrantes.
*. Lobulado: Con lóbulos separados por pequeñas escotaduras.
*. Ondulado: Con el margen sinuoso.
*. Hendido: Con lóbulos separados por escotaduras que penetran hasta la mitad del
limbo.

D) Clasificación atendiendo a la consistencia del Limbo:

*. Apergaminada: Con consistencia de pergamino.


*. Carnosa: Con abundantes tejidos, blanda.

E) Clasificación atendiendo a la Base del Limbo:

*. Cuneada: Con los bordes del limbo convergentes en la base, en forma de cuña.
*. Decurrente: Con el limbo prolongado por el pecíolo hasta el tallo.
*. Irregular: Cuando los dos lóbulos son diferentes.
*. Obtusa: Con un ángulo mayor de 90o, formando un ángulo obtuso.
*. Truncada: Como si estuviese cortada perpendicularmente al pecíolo.
*. Cordada: Con dos lóbulos, más o menos redondeados, con una entrada profunda en
la base.
*. Sagitada: Con dos lóbulos mas o menos triangulares en la base.

I) Clasificación atendiendo a la disposición sobre el Tallo:

*. Alternas: Si se inserta una hoja en cada nudo.


*. Opuestas: Si nacen dos hojas en un nudo, una frente a la otra.
*. Verticiladas o Verticales: Si se presentan tres o más en cada nudo.
*. Decusadas o cruzadas: Si siendo opuesta se superponen con cierta regularidad,
cruzadas, formando un ángulo con las del nudo anterior y posterior.
*. Imbricadas: Cuando las hojas están superpuestas en orden regular como las tejas
de una casa.
J) Hojas Simples y Compuestas:

Las hojas simples, constan de un solo limbo y se detectan por la presencia de la


yema axilar. Las hojas compuestas, constan de varios limbos parciales o foliolos
sostenidos por un peciolo común.
De acuerdo con los diversos grados de complicación que ofrecen los peciolos, la hoja
compuesta puede ser:

*. Compuesta de Primer Grado: Si hay un solo peciolo.

*. Compuesta de Segundo Grado: (Bicompuesta). Si hay un peciolo central y varios


peciolos laterales unidos a él.
*. Compuesta de Tercer Grado: (Tricompuesta). Si hay dos clases de peciolos laterales,
unos unidos al peciolo central y otros unidos a los primeros.

De acuerdo a la disposición de los foliolos en el peciolo, las hojas compuestas


son Pinnadas si los folios se disponen paralelamente a ambos lados, a lo largo del
peciolo y son Palmaticompuesta o digitadas, si los foliolos se disponen
divergentemente en el extremo del peciolo, y según el número de foliolos serán:
Trifoliadas, Tetrafoliadas o multifoliadas, etc. Las hojas compuestas pinnadas pueden
ser Paripinnadas, si terminan en dos foliolos e Imparipinnadas, si en el extremo hay un
foliolo.

MODIFICACIONES DE LAS HOJAS

Existe un tipo especial de hojas, tan diferentes en forma y estructura del tipo
común, que escasamente las reconocemos como hojas. Entre estas hojas con
modificaciones se encuentran las escamas de las yemas, las espinas, los zarcillos, los
órganos de almacenamiento gruesos y carnosos, y las estructuras peculiares que están
adaptadas para capturar insectos. Todas estas estructuras se consideran hojas, por las
siguientes razones:
a) Se producen en un orden regular en los nudos del tallo.
b) Pueden producir yemas en la axila.
c) Tienen la estructura esencial de las hojas.

ESTRUCTURA INTERNA DE LA HOJA

FUNCIONES DE LA HOJA

La hoja realiza las siguientes funciones: fotosíntesis; transpiración; respiración; y


almacenamiento.

La estructura interna de la lámina foliar se comprende mejor al observar un corte


transversal de esta. En él observamos tres tejidos principales: epidermis, mesófilo y
venas o haces vasculares.

Epidermis. La epidermis cubre toda la superficie de la hoja y continua con la del tallo al
que la hoja está adherida. En la mayoría de las hojas, la epidermis está formada por
una sola capa de células. Puede tener células de varios tipos: células epidérmicas
ordinarias, células estomáticas, células capilares y células glandulares. Las células
epidérmicas ordinarias muestran una gran variedad de formas, dependiendo esto de
las distintas especies.

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