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¿QUÉ ES LA ASERTIVIDAD?
Es la capacidad de decir lo que sentimos y pensamos de una forma adecuada, sin sentirnos
culpables y respetando a los demás y a nosotros mismos.
Es una forma de interactuar efectivamente en cualquier situación que permite a la persona
ser directa, honesta y expresiva.
La asertividad es una parte esencial de las habilidades sociales que reúne las actitudes y
pensamientos que favorecen la autoafirmación como personas y la defensa de los
derechos propios con respeto, es decir sin agredir ni permitir ser agredido.
La comunicación asertiva es una forma de expresión honesta, directa y equilibrada, que
tiene el propósito de comunicar nuestros pensamientos e ideas o defender nuestros
intereses o derechos sin la intención de perjudicar a nadie, es decir de acuerdo con el
principio que debe regir nuestros actos: el principio de no dañar a otro.
Las consecuencias de adoptar una conducta asertiva son las siguientes, según Roca:
Facilita la comunicación y minimiza la posibilidad de que los demás malinterpreten
nuestros mensajes.
Ayuda a mantener relaciones interpersonales más satisfactorias.
Aumenta las posibilidades de conseguir lo que deseamos.
Incrementa las satisfacciones y reduce las molestias y conflictos producidos por la
convivencia.
Mejora la autoestima.
Favorece las emociones positivas en uno mismo y los demás.
Quienes se relacionan con una persona asertiva obtienen una comunicación clara y
no manipuladora, se sienten respetados y perciben que el otro se siente bien con ellos.
La falta de asertividad se da en las personas que tienen problemas a la hora de relacionarse
y tienden a comportarse de forma pasiva o agresiva:
COMPORTAMIENTO PASIVO:
Se caracteriza por la persona que calla y no dice lo que siente y piensa, porqué...
Cree que va a herir los sentimientos de los demás.
Tiene miedo a que otros se enfaden y a quedarse solo/a
Simplemente no sabe cómo afrontar la situación.
Entendemos por comportarse de una forma ‘pasiva’:
Callar en vez de hablar.
Evitar el conflicto.
Querer contentar a los demás.
Quiere ser un “todo” para los demás.
Le es muy difícil decir que NO.
Su mirada es baja o la evita.
Baja autoestima.
Sentimiento de disgusto.
Sensación de que el control lo tienen los demás.
COMPORTAMIENTO AGRESIVO:
Se caracteriza por la persona que dice lo que piensa de una forma “agresiva” que no es
adecuada, ya que puede herir los sentimientos de la otra persona y no respectarla.
Entendemos por comportarse de una forma ‘agresiva’:
Insultar.
Humillar.
Dejar de hablar a la otra persona.
La voz: habla muy alto o chilla.
habla rápido
Girar la cara y no mirar a los ojos.
La mirada: amenazadora o desafiante
Mirar con desprecio.
Descalificar.
No atenderlos derechos de los demás y querer tener el control sobre las personas y las
situaciones.
A nivel corporal: su postura es intimidatoria e invade el espacio del otro.
A nivel interno: la persona tiene sensación de rabia y culpa.
Baja autoestima.
Frustración.
La conducta agresiva es reflejo a menudo de una conducta ambiciosa, que intenta
conseguir los objetivos a cualquier precio, incluso si eso supone transgredir las normas
éticas y vulnerar los derechos de los demás.
Principios generales:
- Respeto por uno mismo.
- Respetar a los demás.
- Ser directo.
- Ser honesto.
- Ser apropiado.
- Control emocional.
- Saber decir.
- Saber escuchar.
- Ser positivo.
- Lenguaje no verbal.
Los derechos asertivos son puntos a sostener y a hacer valer ante nosotros mismos y
ante los demás. Entre los derechos asertivos tenemos:
- Considerar las propias necesidades.
- Cambiar de opinión.
- Expresar tus ideas y sentimientos.
- Decir no ante una petición, sin sentirse culpable.
- Ser tratado con respeto y dignidad.
- Cometer errores.
- Pedir y dar cuando así lo decidas.
- Hacer menos de lo que como humano puedes hacer.
- Establecer tus prioridades y tus propias decisiones.
- Sentirse bien.
- Tener éxito.
- La privacidad.
- La reciprocidad.
- No usar tus derechos.
- Exigir la calidad pactada.
- Ser feliz.