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CECILIA PASCHERO
EL CRISTO INDÍGENA,
EL REY NATIVO
El sustrato histórico de la mitología
del ritual de los mayas
Título original:
Thelndian Christ, thelndian King. The Historical Substrate o/Maya myth and ritual
© 1981, University of Texas Press, Austin
ISBN 0-292-73824-2
ISBN 968-l6-3l6l-7
Impreso en México
I
ÍNDICE
Prefaao 9
Agradecimientos 11
Abreviaturas usadas en las notas 17
Primera Parte
Introducción
Segunda Parte
Las primeras "rebeliones" (1511-1697)
Tercera Parte
Las rebeliones coloniales
Cuarta Parte
"Guerras de Casus" Poscoloniales
Quinta Parte
La estructura del conflicto étnico
El español a quien se atribuye el descubrimiento de Yucatán es Francisco Her- joven indígena conocida por los españoles como doña Marina, quien años más
nández de Córdoba. En 1517 Hernández de Córdoba zarpó de La Habana y casi tarde habría de ser inmortalizada en el foldor y la novela histórica mesoame-
de inmediato su barco fue empujado por una tormenta en dirección al sur hacia ricana como la Malinche. La joven hablaba tanto el idioma maya como el náhuatl,
•, es decir el habla de los aztecas y el de sus pueblos dominados. Trabajando juntos
una pequeña isla que era o bien Isla Mujeres o la punta nororiental de Yucatán,
que los españoles denominaban Cabo Catoche.2 Luego de desembarcar en Ecab, en la traducción simultánea del náhuatl, el maya y el castellano, la Malinche y
donde fueron atacados por los indígenas, los españoles continuaron su travesía Aguilar habrían de servir como intérpretes durante la conquista de México (Cham-
siguiendo la costa de la península. A resultas de un nuevo ataque al tratar de 1 berlain, 1948¿:l6).
desembarcar en Champotón, Hernández de Córdoba resultó gravemente herido. Ni a Hernández de Córdoba ni a Grijalva ni a Cortés se les había otorgado
AI comprender que con mucho eran superados en número por los indígenas, los el derecho de conquistar y colonizar Yucatán. Sus expediciones habían sido apro-
españoles decidieron regresar a Cuba, donde Hernández de Córdoba murió al poco badas por el gobernador de Cuba con el único fin de exploración y comercio.
tiempo a consecuencia de sus heridas (Chamberlain, 1 9 4 8 í í : 1 2 ) . Pero cualesquiera que hayan sido las intenciones de las autoridades españolas, esas
AI año siguiente zarpa de Cuba, para explorar la península, una nueva expe- expediciones sirvieron para preparar a los mayas para lo que habría de suceder
dición constituida por cuatro barcos y entre 250 y 300 hombres al mando de Juan más adelante. Cuando Francisco de Montejo llega a Yucatán en 1527 en calidad
de Grijalva. Este desembarcó en la isla de Cozumel y tomó posesión de la misma de "pacificador" de la península nombrado por la Corona, los mayas ya estaban
para la Corona de Castilla. Luego los españoles recorren la península hasta llegar diezmados por la viruela y probablemente estaban menos preparados para resistir
a Campeche, donde se ven obligados a luchar contra un contingente maya, y luego a los españoles de lo que pudieron estarlo en 1511 o 1517. Los dieciséis años
de vencerlo se dirigen hacia el sur pasando por Champotón hasta llegar a la Lagu- transcurridos entre 1511 y 1527 habían constituido tiempo suficiente para que la
na de Términos; después marchan al norte hasta el río Panuco. En su viaje de viruela "aplacara" a los mayas debilitando su resistencia a ser conquistados. Por
regreso se detuvieron en Campeche donde volvieron a ser atacados por los indí- otra parte, el periodo de exploración permitió a los mayas probar a los españoles
genas (Cnamberiain, 1948a: 13-14). en la batalla y familiarizarse con las tácticas militares de los conquistadores. En
esto fueron auxiliados por Gonzalo Guerrero.
Hernán Cortés organiza, también desde La Habana, la siguiente expedición a
Yucatán. Los principales capitanes de Grijalva: Pedro de Alvarado, Francisco de Para los mayas, existía una estrecha relación entre la llegada de los españoles y
Montejo y Alonso Dávila, se unieron a la expedición de Cortés; tiempo después epidemias de enfermedades hasta ese entonces desconocidas, como lo demuestran
a Montejo habría de atribuírsele la conquista de Yucatán (Chamberlain, 1948¿*: algunos de sus relatos del arribo de los extranjeros:
14-15).
Cortés leva anclas rumbo a Yucatán en 1519 al mando de cuatrocientos hom- XI
bres y diez barcos. Cortés desembarca en la isla de Cozumel, donde se entera Once Ahau
de que hay dos españoles, Aguilar y Guerrero, sobrevivientes de un naufragio de Fue cuando ellos llegaron,
Los poderosos hombres del Oriente.
1511, que viven entre los mayas de tierra firme. Por intermedio de indígenas
Su enfermedad hicieron venir,
amistosos de Cozumel, Cortés les envía a Aguilar y a Guerrero sendos mensajes Y llegó
invitándoles a volver con los españoles. Aguilar aceptó unirse a la expedición Por el primero
de Cortés y actuó como intérprete durante la conquista del imperio de Moctezuma. Y original tiempo
En cambio Guerrero, quien se había casado con una mujer maya y había pasado Aquí,
a ser capitán del ejército maya, se negó a regresar, posteriormente hizo todo lo A estas tierras
posible por desbaratar los intentos de Montejo de conquistar Yucatán (Cham- De nosotros,
berlain, 1948^:15-; Díaz del Castillo, 1904:1:73-74, 80). El pueblo maya de aquí,-
Se cree que Cozumel fue el único lugar de Yucatán donde Cortés desembarcó. En el año
Sus barcos rodearon Cabo Catoche recorriendo la costa hasta la Laguna de Tér- 1513.
minos sin detenerse en ninguno de los pueblos mayas. En lugar de ello, se dirigió [Roys, 1933:49]
a Tabasco, donde intervino en una batalla de grandes proporciones y salió victo-
rioso, obteniendo entre otras cosas, como botín de guerra, los servicios de la Habiendo llegado el año.
Fue el comienzo de la llegada del cristianismo aquí:
2
Aparentemente los españoles equivocaron la invitación de los indígenas, contx, cotóch, Vómito de sangre [fiebre amarilla],
conex cotóch (ko'oné>es, K Jotoc,, "¡Vayamos a nuestras casas!"), tomándolo por el nom- Muerte indolora;
bre del lugar donde desembarcaron (Cogolludo, 1842-1845:1:4). Tiempo de sequía,
38 LAS PRIMERAS "REBELIONES" LA CONQUISTA DE YUCATÁN 39
Tiempo de langostas;
expedición con fines, de exploración hacia el sur, al mando de un barco que acababa
Fiebre pustulosa (viruelas}
• Fue la carga de desgracia, de llegar de Santo Domingo. Luego de navegar a lo largo de la costa hasta la
El regalo del Demonio, bahía de Chetumal, los españoles capturan a varios indígenas durante una co-
Coronilla blanca, [roña}. rrería nocturna, y los nativos les informan que Gonzalo Guerrero, el.español que
se había negado a unirse a Cortés, era uno de los jefes militares del señor de
[Roys, 1933:60] Chetumal. Montejo le envía una carta con uno de los indios capturados, instán-
dole a renunciar a sus costumbres paganas y volver a ponerse al servicio del rey
Así pues, es muy probable que para los mayas fuesen más importantes los efectos de España. Guerrero se niega nuevamente a retornar con los españoles, dando
devastadores del contacto con los españoles que la distinción técnica y legal entre como excusa que era esclavo de los indígenas y que no estaba en libertad, de de-
descubrimiento e intento de conquista, ya-que algunas de las armas españolas más jarlos (Chamberlain, 19484:60-63).
eficaces en dicha conquista fueron las enfermedades que los españoles importaron Las características de la bahía de Chetumal convencen a Montejo de que es
durante el período de exploración. un sitio muy apropiado para fundar una colonia española permanente. Pero como
11 para lograr su propósito necesita mayor cantidad de.hombres y de provisiones, se
embarca rumbo a España en el mismo barco que lo llevara hasta Chetumal. Mon-
PRIMERA CAMPAñA DE MONTEJO: 1527-1529 tejo esperaba estar de regreso en pocos meses con el propósito de organizar
el traslado a Chetumal, pero ciertos acontecimientos que estaban ocurriendo en
A pesar de haber acompañado a Grijalva y a Cortés en las expediciones de ex- otras pautes de Mesoamérica le hicieron abandonar este plan, poniendo fin a su
ploración de Yucatán, Francisco de Montejo no emprendió la conquista de la intento por conquistar Yucatán desde el este (Chamberlain, 1948a:65-66).
península sino hasta 1527, pues entre 1519 y 1526 dedicó la mayor parte de su
tiempo a aumentar los bienes de Cortés en Nueva España y Castilla. Pero el 19
de noviembre de 1526 solicitó formalmente al rey de España y al Consejo de Indias SEGUNDA CAMPAñA DE MONTEJO: 1531-1534
permiso para conquistar y colonizar Yucatán (Chamberlain, 1948a: 18-19).
En septiembre de 1527, Montejo y sus hombres llegan en cuatro barcos a la
isia de Cozumel, siendo amistosamente recibidos por el jefe maya de la isla, Naum Al llegar a España, Montejo vio que se le presentaba la oportunidad de extender
Pat. Los españoles se dirigieron entonces a tierra firme y, en las proximidades sus dominios en la provincia de Tabasco, colindante con la parte surocciclental de
del pueblo de Xelhá, Montejo procedió de inmediato a efectuar la ceremonia para Yucatán. Los indígenas de dicha provincia eran rebeldes y se resistían a ser domi-
declarar las tierras, presuntamente conquistadas, posesión del rey de Castilla (Cham- nados, al punto de que hacia finales de 1528, los españoles que se encontraban
berlain, 1948*: 34-36). allí querían abandonar la colonia. Aprovechando la situación, Montejo solicitó
y obtuvo permiso para tratar de sojuzgar la provincia (Chamberlain, 1948¿:
El siguiente paso de Montejo fue fundar una villa española en las cercanías
de Xelhá, a la que llamó Salamanca. A finales de 1527 o principios de 1528, 73-74).
luego de quemar sus barcos para impedir que sus hombres regresaran a Cuba o La pacificación de Tabasco mantuvo ocupado a Montejo hasta comienzos de
España, partió de Salamanca encabezando una expedición que se dirigió hacia el 1531, fecha en que, a causa de problemas políticos con el anterior alcalde mayor
norte con el objeto de explorar la costa. Con la ayuda de Naum Pat, estableció de la provincia, se vio obligado a dejar Tabasco decidiéndose a regresar a «Yu-
buenas relaciones con los habitantes de la provincia de Ecab, donde permaneció catán. Una vez establecido un campamento en Campeche, convocó a los jefes
durante cuatro meses (Chamberlain, 1948a: 38-49). indígenas de la región a presentarse ante él, y en esa ocasión muchos de ellos
se declararon sus aliados. Posteriormente fundó un pueblo español en Campeche al
Desde Ecab, Montejo y sus hombres se internaron en el territorio en dirección
que también puso por nombre Salamanca (en homenaje a la ciudad en donde
oeste. Llegaron a Chauaca sin hallar resistencia en su camino, pero en esa po-
había nacido). Al punto repartió los pueblos indígenas que le habían jurado
blación, luego de ser recibidos amistosamente con el propósito de sorprenderlos
lealtad entre los españoles de la ciudad recientemente fundada, para que les sir-
desprevenidos, fueron atacados por cientos de guerreros mayas. Repuestos de la
sorpresa del primer momento, los españoles lograron reunir sus fuerzas y derrotar vieran según el sistema de encomienda (Chamberlain, 1948¿:93-98).
al ejército maya. Sufrieron una segunda arremetida al llegar a Aké, pero esa vez Aun cuando Montejo había trasladado el centro de sus operaciones a Campeche
estaban preparados (Chamberlain, 1948¿:50-55). sobre la costa occidental de Yucatán, no dejaba de interesarse en la parte oriental
de la península. Envió a Alonso Dávila en un viaje de exploración de las regiones
Satisfecho por haber logrado "pacificar" una considerable parte de la penín-
meridionales y orientales de Yucatán, con instrucciones de fundar una ciudad
sula, Montejo regresa a Salamanca sobre la costa, y se prepara para dirigir otra
en la provincia interior de Cochuah, en el caso de que esa zona resultara favorable
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para su colonización. De lo contrarío, Dávila debía fundar una ciudad en Chetu- una población a la que puso por nombre Gudad Real en homenaje a su homó-
mal o en sus proximidades (Chamberlain, 1948*:99-100). nima castellana. Al punió envió partidas bien armadas para explorar las. zonas
Divila partió para cumplir con su misión en 1531. Al no encontrar un sitio aledañas y procurar conquistar la alianza de los jefes locales con quienes se en-
adecuado para fundar una colonia en Cochuah, decidió seguir la segunda suge- contraran. Y, desde luego, uno de sus primeros actos fue distribuir los indígenas
rencia de Monte/o, para lo cual se internó en las provincias vecinas de Uaymil y de la región entre los ciudadanos españoles de la ciudad siguiendo el sistema de la
Chetumal. Pese a no encontrar ninguna resistencia por parte de los indígenas en encomienda (Chamberlain, 1948*: 134-139).
Uaymil, los jefes de Chetumal rehusaron despreciativamente su petición de for- Los copólas, como los indígenas del lejano sur, no se sometieron mansamente
mar una alianza con los españoles. Para el tiempo en que Dávila llega a la ciudad al sistema de la encomienda. Uno de sus jefes, Nacon Cupul, trató infructuosa-
de Chetumal, los indígenas ya la habían abandonado, retirándose a un lugar
mente de matar a Montejo el Mozo. Los demás se negaron a servir o pagar tributo
menos accesible llamado Chequitaquítl, desde el cual, podrían lanzar una mejor
a los españoles. En 1533, los copólas decidieron atacar la colonia española .de
ofensiva (Chamberlain, 1948a: 101-104).
Chichén Itzá. A pesar de fracasar en su ofensiva, pusieron sitio a la ciudad durante
Durante dos meses aproximadamente, los españoles pudieron permanecer en varios meses, con lo cual obligaron a los españoles a regresar a Campeche (Cham-
Chetumal sin ser molestados por los nativos. Dávila, quien había interpretado berlain, 1948*: 144-149).
erróneamente la pasividad con que los indígenas de Cochuah, Uaymil y algunas Montejo el Viejo entró entonces en.campaña en un esfuerzo por reconquistar
partes de Chetumal le habían recibido, como indicio de su deseo de someterse el prestigio que su hijo había perdido en Chichén Itzá. Hacia mediados de 1534,
al gobierno español, distribuyó en encomienda entre sus hombres a los indígenas pudo jactarse de haber impuesto su dominio absoluto en las provincias indígenas
de esos distritos (Chamberlain, 1948a: 103-104). de Champotón, Campeche, Ah Canul, Ceh Pech, Ah Kin Chel y Maní. Fundó
Mientras tanto, los nativos continuaban construyendo las defensas de Chequi- una nueva Ciudad Real en el puerto de Dzilán en Ah Kin Chel (Chamberlain,
taquitl y preparándose para una ofensiva contra los españoles. Al enterarse de sus 1948*: 158-159).
planes, Dávila decide atacar primero, sorprendiendo a los indígenas al amanecer. Las fuerzas españolas superaban como nunca a las de los indígenas, de modo
Sorprendidos, los nativos huyen en desbandada (Chamberlain, 1948*: 104). que ya se encontraban en situación de poder intentar la conquista del interior;
Pero con este triunfo no se completó la pacificación de la región. Uno sin embargo, desafortunadamente en ese preciso momento recibieron noticias so-
tras otro, casi todos los pueblos que tan sólo unos meses antes recibieran a los bre la conquista de Perú por parte de Pizarra y acerca de las cuantiosas riquezas
españoles pacíficamente, se levantaron en armas. Era ésta la región en la cual que allí había Los hombres de Montejo estaban desalentados por no haber en-
Dávila trataba de introducir la encomienda, institución creada para explotar a los contrado oro en Yucatán; por lo tanto, atraídos ante la posibilidad de enrique-
nativos. Era evidente que los indígenas hacía ya mucho tiempo que habían dejado cerse en Perú,, muchos de ellos desertaron y se marcharon a ponerse a las órdenes
de considerar a los españoles como inofensivos o benévolos visitantes. Llegó el de Pizarra (Chamberlain, 194&z: 160-161). Tan debilitadas quedaron las fuer-
momento en que Dávila tuvo que evacuar el pueblo fundado por él en Chetumal, zas de Montejo por el éxodo de los colonos españoles hacia el Perú, que éste
porque los indios se negaron a abastecer de víveres a los españoles, con lo cual comprendió que a menos que abandonase su intento de conquistar la península,
de hecho pusieron sitio a la colonia (Chamberlain, 1948*: 105-119). tanto él como los pocos hombres que quedaban bajo su mando serían fácilmente
Entre tanto, Montejo se había enfrentado a sus propios problemas en Campeche. liquidados por los indígenas. Así pues, en el preciso momento en que Montejo
El 11 de junio de 1531, los mayas de las provincias de Campeche y Ah Canul pudo rematar felizmente su conquista, se vio obligado, por sus propios hombres,
lanzaron un ataque contra la población española de Campeche. Luego de encar- no por los mayas, a retirarse y admitir su derrota (Chamberlain, 1948*: 166-167).
nizada lucha, los indígenas fueron obligados a replegarse. "Montejo completó su
triunfo con una rápida campaña en contra de Ah Canul, y a pesar de encontrar
tenaz resistencia, logró restablecer el dominio español en toda la provincia" LA úLTIMA ETAPA DE LA CONQUISTA: 1540-1545
(Chamberlain, 1948*: 131).
En 1532, sojuzgadas nuevamente al gobierno español las provincias costeñas
de occidente, Montejo envió a su hijo, Francisco de Montejo el Mozo, a llevar En los años que siguieron a su involuntaria evacuación de la península, Montejo
a cabo en las provincias norteñas del interior lo mismo que le ordenara a Dávila el Viejo perdió interés en Yucatán y volvió su atención hacia Honduras. No
realizar en la parte meridional de la península, es decir, fundar una colonia es- intervino, pues, en la conquista final de Yucatán, dejándoles dicha tarea a su hijo
pañola (Chamberlain, 1948íí:99, 132-133). y a su sobrino.
Como primer paso para lanzarse luego a la ocupación de la península, en 1537
Montejo el Mozo llegó a la provincia de Cupul sin hallar resistencia a su paso. Montejo el Mozo envió a Lorenzo de Godoy a Champotón para que estableciera
Empero los españoles siguieron avanzando hasta Chichén Itzá, dónde su jefe fundó allí una base de vanguardia. Los españoles establecidos en Champotón pasaron
42 LAS PRIMERAS "REBELIONES" LA CONQUISTA DE YUCATAN 43
varios años de penurias, principalmente porque a Montejo el Mozo le resultaba orientales cayeron bajo el dominio español, cuando menos nominalmente. A dife-
sumamente difícil enviarles refuerzos y víveres, pues su padre necesitaba casi rencia de Cochuah y Cupul, que resultaron difíciles de conquistar, Ecab, por el
todas las fuerzas con que contaban los españoles para su conquista de Honduras. contrario, no opuso resistencia (Chamberlain, 1948^:221-229). Acaso la cam-
En 1538, Montejo el Mozo envió a su primo, Francisco de Montejo el Sobrino, paña dirigida por Alonso y por Melchor Pacheco en Uaymil-Chetumal fue la
en remplazo de Godoy (Chamberlain, 1948¿z: 189-190). más sangrienta de todas:
A poco de llegar a la base de vanguardia, Montejo el Sobrino tuvo grandes
problemas, pues los indios se negaban a pagar tributos y a prestarles a los espa- Cientos de mayas, lo mismo hombres que mujeres, fueron matados con el
ñoles los servicios que éstos les exigían. Al responder a la resistencia indígena garrote, o bien arrojados a los lagos con pesos atados a sus cuerpos para que
por medio de la fuerza, Montejo el Sobrino lo único que consiguió fue indisponer se hundieran. Feroces mastines adiestrados para la guerra, aunque no era la pri-
aún más a los indios, hasta llegar al extremo de que el campamento estuvo en mera vez que se usaban en Yucatán, despedazaban a los indefensos nativos.
grave peligro de ser atacado y de que sus hombres murieran de inanición (Cham- Se cuenta que los Pacheco mutilaron a muchísimos indígenas cortándoles las
berlain, 1948^:190-195). manos, las orejas y las narices... La campaña de los Pacheco... tuvo efectos
desastrosos en Uaymil-Chetumal... Algunas zonas, que estaban densamente po-
En 1540, cuando los españoles se disponían a evacuar el campamento, lleg6 bladas cuando los Pacheco entraron en la provincia, quedaron diezmadas por
Montejo el Mozo al frente de sesenta hombres bien equipados. Una de sus pri- la excepcional crueldad de la lucha y por la muerte por inanición, pues los
meras medidas fue prometerles a los indígenas de Champotón que "en recom- indígenas no podían cultivar sus milpas o remplazar los alimentos que des-
pensa por la ayuda prestada a los españoles, sin importar que a veces lo habían truían o aquellos que los españoles les quitaban. Cientos de ellos abandonaban
hecho con desgano, a partir de ese momento quedaban relevados del pago de sus pueblos y se dirigían a regiones más inaccesibles en un esfuerzo por po-
tributos y de la prestación de servicios" (Chamberlain, 1948^:200). Conside- nerse siempre fuera del alcance de los españoles. Al parecer, algunos han
rando que Campeche estaba mejor ubicado desde el punto de vista estratégico que emigrado permanentemente a la provincia de Peten Itzá, que se encuentra muy
Champotón, Montejo el Mozo abandonó el lugar llevándose a todos sus soldados tierra adentro, en las cercanías del lago de Peten El cacicazgo de Peten Itzá,
hasta Campeche, elegido como base de operaciones (Chamberlain, 1948¿:201). con su fortaleza isleña de Tayasal, pasó a ser el último refugio de los mayas
yucatecos. (Chamberlain, 1948d:234-236].
Una vez establecido su campamento en Campeche, Montejo el Mozo convocó
a los jefes mayas de la región y durante la asamblea les pidió que le juraran fide-
lidad. Cuando algunos de estoi jefes de Ah Canul lo desafiaron, el español in- Con el sometimiento del pueblo de Uaymil-Chetumal, los españoles consideraron
vadió la provincia obligando por la fuerza a someterse a su liderazgo a los jefes completada la conquista de Yucatán; no obstante, no pensaban lo mismo los ma-
rebeldes (Chamberlain, 1948^:202-203). yas, quienes continuaron su resistencia al dominio español hasta finales de 1547.
En la segunda mitad de 1541, a la cabeza de la totalidad de sus fuerzas se
dirigió a T-ho y estableció ahí el campamento fuertemente fortificado en medio
de las ruinas de la antigua ciudad que en algún tiempo había existido allí. In- LA úLTIMA RESISTENCIA DE LOS MAYAS, 1546-1547
vitó a una reunión a los jefes nativos de la zona, pero sólo respondieron dos o
tres pueblos. Entonces los españoles atacaron a las poblaciones de la región y En la noche del 8 al 9 de noviembre de 1546, los mayas del este llevaron a cabo
obligaron a sus habitantes a someterse al gobierno español. El 6 de enero de su último y más unificado esfuerzo por resistir la dominación española. La fecha
1542, Montejo fundó la ciudad de Mérida sobre las ruinas de T-ho (Chamberlain, del levantamiento correspondía al 5 Gmi 19 Xul según el calendario maya. Chn't
1948^:212-213). significa "muerte" y Xi/l, "fin" y, de acuerdo con Juan Martínez Hernández,
A poco tiempo de fundada Mérida, el gobernante de la provincia de Sotuta, especialista en historia yucateca, probablemente esa fecha fue elegida para sim-
Ñachi Cocom, dirigió una ofensiva contra dicha ciudad al frente de una coali- bolizar la muerte anticipada de los españoles y el final de su dominio en Yuca-
ción de fuerzas mayas. No obstante, a pesar de superar con mucho en número tán (Chamberlain, 1948¿:240n).
a los españoles, los indígenas fueron vencidos gracias a la astucia y pericia de sus Las provincias que intervinieron en la rebelión fueron Cupul, Cochuah, Sotuta,
contrincantes. Para completar este triunfo, Montejo envió compañías a los más Tazes, Uaymil-Chetumal y Chikinchel.
remotos distritos de la región, y gracias a estas campañas logró sojuzgar a las
provincias de Chakán, Hocabá-Homún y a Ah Kin Chel (Chamberlain, 1948a: En su mayoría, las víctimas eran de la región de Cupul, aunque también hubo
214-216). otras en Uaymil-Chetumal... Algunos eran crucificados bajo los calcinantes
rayos del sol tropical o se les tomaba como blancos para arrojarles flechas. A
Posteriormente Montejo marchó hacia el este de la península, atacando de sor- otros se les mataba por medio del fuego o de lentas torturas. Dos niños espa-
presa y sometiendo a Sotuta y Cochuah. Una por una, las restantes provincias ñoles fueron achicharrados sobre copal, el incienso maya, y la ceremonia es-
;-.v .«•?
44 LAS PRIMERAS "REBELIONES"
LA CONQUISTA DE YUCATAN 45
tuvo dirigida por sacerdotes nativos. Hubo otros más, sacrificados por los
sacerdotes ante sus ídolos, a quienes se les abría el pecho para arrancarles el Había también chilam balames en la región occidental de la península, y, uno ,de
corazón según la costumbre de los rituales mexicanos [Chamberlain, 1948a: los,más famosos vivía en Maní. A pesar de que también el cristianismo;consti-
241].
tuía una amenaza para la religión tradicional de los mayas de occidente, :eIlos no
opusieron resistencia a la dominación española, lo cual sugiere que más impor-
Por lo que se desprende del texto citado, parece ser que los sacerdotes mayas de- tantes que los factores religiosos fueron los de carácter económico y político..
sempeñaron un papel importante en esta sublevación, y es a ellos a quienes Mon- Existen evidencias de que, incluso en esta fecha tan temprana, algunos con-
tejo atribuye toda la culpa del alzamiento ceptos e ideas cristianos causaron una profunda impresión entre los mayas, inclu-
yendo a los chiiames. La idea que más influyó fue la crucifixión, como'lo.de-
(Los indígenas se sublevaron] por culpa de algunos chiiames, a quienes con- muestra el hecho de que en 1546 los mayas crucificaran a algunas de sus víctimas
sideran dioses. Uno de ellos pasaba por ser el Hijo de Dios, mientras que españolas (Chamberlain, 194&*:24l). Acaso ésta fue la primera vez que se utilizó
otros [declaraban] que Dios los había enviado. [Estos] chiiames le decían a una práctica que habría de repetirse infinidad de veces en la región maya, para
la gente que dejara pasar a los españoles a los pueblos de sus encomiendas, y gran desesperación de los frailes católicos. Dieciséis años después, el ¡padre Diego
3 ue [entonces] ellos los debían matar. [Esto tenía que hacerse] porque Dios
ería que todos- los españoles tenían que morir sin que ninguno quedara en
de Landa habría de iniciar una investigación de esta práctica en el oeste de la
península.
el territorio... El principal [chilam]... era el que se decía Hijo de Dios, lla- Quizá la declaración por parte del chilam balam de Cupul de ser el Hijo de
mado Chilam Anbal, quien [posteriormente] confesó muchas maldades que el Dios, sea otro ejemplo de la temprana influencia del catolicismo sobre la religión
l
diablo le había enseñado [Chamberlain, 194&*:239]-
maya. De ser así, resultaría significativo que usara un concepto cristiano para
lograr objetivos políticos. Con el transcurso del tiempo, fueron introduciéndose
En mi opinión, el sacerdote maya a quien en el texto citado se le denomina Chi- cada vez más elementos cristianos en los sermones y profecías de los chilam bala-
lam Anbal en realidad era Chilam Balam.3 La explicación que da Chamberlain mes (e.g., Roys, 1933).
(194&*:237) del levantamiento de los sacerdotes o chiiames mayas en esa época Les llevó más de cuatro meses a los españoles aplastar la rebelión, pues los
es que "sabían perfectamente que era inevitable la desaparición de la antigua re- mayas defendían sus poblaciones con bravura indómita, y cuando se veían obli-
ligión debido al empeño tenaz de los españoles por imponer el catolicismo, y
gados a retirarse destruían sus almacenes de víveres para impedir que los espa-
que, por ende, ellos perderían su influencia y poder".
ñoles pudieran usarlos y huían a buscar refugio en los matorrales, desde donde
Esta interpretación de los motives que tuvieron los sacerdotes mayas que inter- continuaban combatiendo a los invasores mediante la guerra de guerrillas.. Las
vinieron en la revuelta ha sido refutada por Ann C Collins (1973:3), quien
afirma: provincias del este y del sur quedaron reducidas
a un estado de caos nunca visto. Y los pueblos quedaban abandonados, sus ha-
bitantes dispersos, la agricultura destruida y la vida nativa totalmente desorga-
Cabe señalar que la influencia de los franciscanos en esta parte oriental de la
península era insignificante en ese periodo. Toda la obra de los franciscanos nizada. En un éxodo continuo, cientos de indios abandonaban sus hogares para
se realizaba desde las dos misiones principales situadas en Campeche y Mé- emigrar a otras regiones, como había ocurrido durante etapas anteriores de la
rida; y, en realidad, no fue sino varios años después cuando los frailes ini- Conquista. No cabe duda de que algunos se dirigían a la lejana y todavía libre
ciaron la evangelización de la parte oriental de Yucatán con el establecimiento Peten Itzá [Chamberlain, 194&*:251].
de una misión base en Valladolid (1353). Con ello no queremos negar que Los mayas de Yucatán constituyeron el grupo indígena mesoamericano que
hubiera indígenas cristianos en las provincias orientales en la época de la re- se opuso durante más tiempo a la dominación española. En tan sólo dos años,
belión: las crónicas indican claramente que los había, sobre todo entre los na- Cortés logró conquistar a los aztecas, pero a los Montejo les llevó veinte años so-
tivos vinculados a familias españolas que vivían en Valladolid. Cabe preguntarse
por qué, si la afirmación de Chamberlain es correcta, el alzamiento no se ori- juzgar a los mayas. En 1547, el triunfo de los españoles aún no se había com-
ginó o bien se extendió a aquellas regiones en las cuales se realizaban esfuerzos pletado, pues transcurrirían otros 150 añoá antes de que los mayas que habían
más intensos de evangelización, y en las que, por lo tanto, los sacerdotes o huido hacia el sur hasta el lago Peten Itzá quedasen sometidos al dominio
nativos tenían razones más sólidas para tomar medidas que contrarrestaran la español.
influencia de los frailes.
LA INQUISICIóN EN YUCATáN
* Deduzco esto dd hecho de que la consonante final en la primera parte del nombre
no es /a/ sino / m / , que es lo que debiera ser si el siguiente fonema fuese la labial Igualmente difícil resultó la conquista espiritual de Yucatán. Los mayas eran
/ b / , en lugar de una aspiración gJótica o una vocal. eclécticos; su reacción' ante los esfuerzos de los misioneros franciscanos por con-
vertirlos al cristianismo fue enriquecer su religión aborigen combinando al-
46 LAS PRIMERAS "REBELIONES"
LA CONQUISTA DÉ YUCATÁN 47
a poco de su llegada, los indígenas los atacaron. "Dieron muerte a todos los „rque se encargara de la conquista espiritual de los indígenas, pero a fin' de
soldados, arrancándoles los corazones de sus pechos, mientras que las cabezas' gg&asggurarse de que la conversión no "obstaculizara" la construcción de la^ca-
fueron clavadas en estacas por toda la aldea. Luego se apoderaron de fray Diego,
lo descuartizaron y también clavaron su cabeza en una estaca" (1917:81). La m, -Jarretera, Urzúa hizo que Avendaño fuese acompañado por un numeroso grupo
muerte de Delgado puso fin a la etapa evangelizados de los esfuerzos españoles j | l ¡ | l | ' d é soldados bien armados (Avendaño y Loyola, 1696:3).
por dominar a los itzaes. fpSC' La expedición se puso en marcha rumbo al lago Peten Itzá el 2 de julio de
£§g| 1695 (Avendaño y Loyola, 1696:1). En el camino, los soldados saquearon al-
Presumiblemente, en los setenta años siguientes lo» españoles no volvieron a
molestar a los itzaes (Means, 1917:83). En 1695, Martín de Urzúa y Arismendi,
gobernador interino de Yucatán, y Jacinto de Barrios Leal, presidente de la
f l í ^ gunos pueblos indígenas, sin hacer caso de las advertencias y consejos del padre
j ¡ | Avendaño y los demás curas que estaban bajo sus órdenes, y que se daban cuenta
SU de que la misión religiosa estaba destinada a fracasar por culpa de los desen-
Audiencia de Guatemala, acordaron unirse para conquistar las tierras bajas situa-
!¡Jf'> frenados soldados. Como éstos se negaban a poner límites a su codicia, pata
das entre las partes pobladas dé sus respectivas provincias (véase el capítulo rv).
Los choles y los lacandones, vecinos de los itzaes, habían estado hostigando a las mjá evitar daños mayores e irreparables, los sacerdotes determinaron volver a Mé-
autoridades guatemaltecas, y por otra parte Urzúa y Barrios Leal estaban inte- ?W' "da, ciudad a la cual llegaron el 17 de septiembre de 1695, después de haber
resados en construir una carretera que uniera las dos provincias, para su mutuo í¡:7, estado muy cerca de llegar al lago Peten Itzá (Avendaño y Loyola, 1696:31-42).
beneficio económico. Urzúa explicaba el proposito de la construcción de ese •:;!£.. Transcurridos tres meses, Avendaño aceptó hacer un segundo intento por lle-
camino en una carta dirigida al rey Carlos V: "''•' gar al lago Peten Itzá luego de haber convencido a Urzúa de que impusiera
•moderación a sus soldados. Y en efecto, éstos se abstuvieron, esa vez, de saquear
•MT- las aldeas indígenas por las que pasaban en su, marcha hada el lago (Avendaño
Asi pues, propongo a Vuestra Majestad que de mi propio peculio, y sin nin- •!# y- Loyola, 1696:1, 42-44, 51-54; Means, 1917:123).
gún costo para el Tesoro Real, tan pronto me convierta en gobernador y haya A su arribo a las orillas del lago Peten Itzá salió a recibirles en una embar-
hecho mis preparativos, emprenderé la tarea de abrir una carretera desde las cación que partió de Tayasal, un grupo de indígenas a cuya cabeza iba el rey
provincias de Yucatán hasta las de Guatemala; a la vez que habrá de some- Canek (Avendaño y Loyola, 1696:64). En su conversación con el soberano,
terse pacíficamente, por medio de la prédica evangelizadora, a todos los indí- Avendaño supo, con gran habilidad, utilizar como argumento a favor de su mi-
genas que se encuentren en aquellas regiones. Empero, la conversión no debe sión, esas mismas profecías que casi ochenta años antes los itzaes habían usado
anteponerse al objetivo de construir el camino, que es mucho más importante
pues posteriormente facilitará el sometimiento de todos aquellos que viven en para desalentar a Órbita y Fuensaüda: "Yo soy quien viene a cumplir vuestras
esas regiones merced al continuo movimiento y tráfico de españoles de una propias profecías según las cuales habréis de convertiros en cristianos: este bene-
a otra provincia [Villagutierre Soto-Mayor, 1933:150]. ficio os llegaría por intermedio de unos hombres barbados provenientes del este
quienes, de acuerdo con las predicciones de sus [J/V] profetas, éramos nosotros,
que llegaríamos desde el Oriente, luego de recorrer muchas leguas, surcando los
En marzo de 1695, Barrios Leal tomó la iniciativa al ponerse al frente de una mares, sin otro interés que, movidos por nuestro amor hacia sus almas [traer-
expedición militar que se internó en las tierras bajas. Según la crónica del padre les a costa de mucho esfuerzo], ese obsequio, esa protección que el verdadero
Agustín Cano, un sacerdote dominicano que acompañó a la expedición, los es- Dios les demuestra" (Avendaño y Loyola, 1696:66). Al parecer, el momento
pañoles primero atravesaron territorio habitado por choles y mopanes. Fueron
señalado por las profecías para que ocurriera la conversión había llegado, pues
bien recibidos por esos indígenas, logrando convertir al cristianismo a muchos
de ellos (Cano, 1942:65-67; véase también el capítulo ni). Luego se dirigieron esa vez los itzaes se mostraron receptivos al cristianismo, logrando los sacerdotes
al lago Peten Itzá, en donde les salió al encuentro un grupo de itzaes armados, bautizar a cientos de indígenas en las semanas siguientes (Avendaño y Loyola,
quienes, al enterarse de que la finalidad de la expedición era convertirlos al 1696:78; Means, 1917:138-139).
cristianismo, los atacaron. A pesar de que en el combate salieron victoriosos los El pueblo sobre el cual reinaba Canek habitaba en veintidós distritos, cada uno
españoles, y apresaron a dos de los jefes itzaes, uno de los cuales posteriormente de ellos administrado por un jefe político. Era evidente que Canek no ejercía
logró escapar, decidieron alejarse de la región lacustre. El padre Cano consideró un poder absoluto sobre los jefes de distrito, ya que luego de una corta perma-
inútil permanecer en Tayasal por ser evidente que los indígenas no aceptarían nencia en Tayasal, los indígenas de uno de los distritos urdieron un plan para
mansamente convertirse al cristianismo, y por otra paite él no se consideraba matar a los españoles. Al enterarse Canek de esta conspiración, ayudó a Aven-
autorizado para tratar de imponerles la nueva religión por la fuerza (Cano, daño y a sus compañeros a huir de Tayasal. Después de vagar por la selva du-
1942:67-68). rante muchos días soportando innumerables penurias, los españoles lograron regre-
sar a Mérida el 6 de abril de 1696 (Avendaño y Loyola, 1696:79, 105-139).
Entre tanto, Urzúa organizaba en Yucatán una expedición para penetrar en el A su regreso, Avendaño se enteró de que, apenas él partiera de Mérida en
territorio itzá. Nombró al cura franciscano fray Andrés de Avendaño y Loyola diciembre de 1695, los itzaes habían enviado una embajada para informarle a
52 LAS PRIMERAS "REBELIONES"
LA CONQUISTA DE YUCATAN 53
Urzúa que había llegado el momento de convertirse al cristianismo (Avendaño
y Loyola, 1696:139). Así se explica por qué los itzaes se mostraron tan com- Cuando los españoles llegaron al lago Peten Itzá, encontraron que los indios
placientes y flexibles a los esfuerzos de Avendaño por convertirlos. Se dice que estaban preparados para la guerra. La batalla dedsiva tuvo lugar el 13 de mar-
el. sobrino del rey Canek, quien encabezaba la embajada, dirigió el siguiente Mis- zo' de 1697. Como frente a la artillería usada por los españoles, las flechas de
curso al gobernador de Yucatán: los indígenas resultaban armas inofensivas, éstos se desbandaron y huyeron ha-
cia el lago. AI día siguiente los españoles tomaron posesión de Tayasal (Means,
Señor: Como representante de mi tío, el gran Can-ek, rey y gobernante de
!§-;€> 1917:184-185).
los itzaes, en nombre y de parte de él, vengo para postrarme a vuestros pies, Aunque en realidad el lago Peten Itzá no formaba parte de la peninsula de
y ofreceros su corona real, para que en el nombre de vuestro gran rey, de Yucatán, en su interpretación de la historia colonial yucateca los españoles des-
quien sois el representante, nos recibáis y admitáis en su servicio real, con su tacaron la conquista de los itzaes como un acontecimiento de gran importancia.
ayuda y protección, y vos nos enviaréis a padres sacerdotes para que nos bau- Sea o no verídico, tanto los españoles como los indígenas de la península con-
ticen, nos gobiernen y nos enseñen la ley del verdadero Dios. Es por esto que sideraban que los itzaes eran un pueblo yucateco que había emigrado partierido
he venido, y lo que mi rey quiere y desea, consentimiento que comparten de Chichén Itzá al norte de la península, varios años antes de la llegada de ios
todos sus vasallos [Embajada de los itzaes, 1846:6}. españoles (Means, 1917:101). Por ende, mientras continuaban siendo indepen-
dientes; no podía considerarse finalizada la conquista de Yucatán.
La fecha en que se envía esta embajada, como ocurrió en el caso de la misión Mayor importancia simbólica tenía el hecho de que la época en que ocurre la
de 1614, no fue de-ninguna manera elegida al azar. En 1618 Canek se había conquista de los itzaes significaba el cumplimiento de una antigua profecía maya.
opuesto a los esfuerzos de Fuensalida y Órbita de que su pueblo adoptara el Conforme a las predicdones del Chilam Balam 'de Chumayel, que menrionamos
cristianismo ditíéndoles que era el periodo Katún 3 Ahau, es decir, que aún anteriormente, la capital itzá habría de ser conquistada durante un Katún 8 Ahau,
no había llegado el momento para ese cambio señalado por las profecías (Villa- y ese año en cuestión comenzó alrededor del 1695.7 El hecho de que los itzaes
gutierre Soto-Mayor, 1933:86). De acuefdo con las predicciones del Chilam Ba- en efecto hayan invitado a los españoles a que los conquistaran después de esa
lam de Chumayel, tal como se describen en el capítulo i, la. destrucción y el aban- fecha sugiere que los vatidnios katunes de los mayas pueden considerarse históri-
dono de la capital itzá ocurriría en el Katún 8 Ahau (Roys, 1933:135-137). cos a la vez que profetices. Al pedirles a los españoles que los convirtieran en
En una de las crónicas del Libro de Chilam Balam de Chumayel se hace coin- m el momento preciso establecido por las profecías, los itzaes hicieron que éstas se
cidir la llegada del arzobispo Francisco Toral a Yucatán en 1562 con el sexto cumplieran.
tun (año de 360 días) de Katún 8 Ahau (Roys, 1933:143). En el caso de ser Es pues discutible interpretar la conversión de los itzaes como una "conquista"
correcta esta correspondencia de fechas, ello significa entonces que el año l 6 l 8 l según el sentido común que tiene dicho término. Es evidente que llegada la fecha
aproximadamente comenzó dos años después de inidado el Katún 3 Ahau. Con- vaticinada desde la antigüedad como el momento en que ocurriría la destruedón
tando a partir de 1616, el año en que supuestamente empezó el Katún 3 Ahau, de su ciudad, los itzaes trataron de obrar de acuerdo con la profecía invitando a
podemos calcular el inicio del siguiente Katún 8 Ahau que debió ser en 1695.a El que los sacerdotes españoles regresaran. Es también patente que Avendaño cono-
hecho de que 1695 haya sido el año en que los itzaes enviaron sus embajadores cía la profecía y que calculó el momento apropiado para su misión hadendo coin-
para hacer saber que ya estaban dispuestos a aceptar la conversión (Embajada cidir la fecha con el comienzo de un Katún 8 Ahau.
de los itzaes, 1845; Avendaño y Loyola, 1696:139) constituye una sólida base
para este razonamiento.
Fue Urzúa, el gobernador de Yucatán, quien logró por fin someter a los itzaes.
Movilizó a los indígenas de varios pueblos yucatecos, incluyendo Soluta, Yaxcabá,
Tixcacal, Peto y Maní, para que lo ayudaran en la conquista. Éstos partieron 7
De acuerdo con la correlación Goodman-Thompson-Martínez del calendario maya con
rumbo al lago Peten Itzá el 23 de enero de 1697'(Means, 1917:182-183). el calendario cristiano Katún 8 Ahau no comenzaba sino en julio de 1697 (Roys, 1962:68).
Esto debió ser varios meses después que se hubiera completado la conquista de los itzaes.
6
"Debido a un arbitrario comienzo al final de Katún 13 Ahau, los números y los Por otra parte, si se utiliza la correlación de la fecha de la llegada de Toral a Yucatán
nombres de los días, siempre ahau, cambian en el ciclo, 11, 9, 7, 5, 3, 1, 12, 10, 8, 6, con el calendario maya, que aparece en el Libro de Cbilam Balam de Cbumajel, Katún 8
4, 2, 13" (Satterthwaite, 1965:626). Esto significa que el tiempo transcurrido entre el Ahau comenzó en 1695. En ambos casos, resulta evidente que los itzaes esperaban ser con-
sexto tun de Katún 9 Ahau (1562) y el comienzo del siguiente Katún 3 Ahau (1616) quistados después de diciembre de 1695, cuando enviaron su segunda embajada a Mérída.
es dos katunes, 14 tunes que representa aproximadamente, treinta y cuatro años. También Esto explicaría por qué los itzaes se resistieron a los esfuerzos de Cano de cristianizarlos
significa que el tiempo entre un Katún 3 Ahau y el siguiente Katún 8 Ahau es aproxima- en marzo de 1695, pero recibieron bien a Avendaño en el siguiente año.
damente de ochenta años, lo cual corresponde al intervalo entre la visita de Fuensalida y Si julio de 1697 como fecha del comienzo de Katún 8 Ahau es correcta, entonces es po-
la de Órbita en 1618 y la de Avendaño en 1696. sible que los itzaes hayan exagerado la cantidad de tiempo que los españoles necesitarían
para conquistarlos.
54 LAS PRIMERAS "REBELIONES" LA CONQUISTA DE YUCATÁN 55
6
La causa de nuestra desgracia,
El origen del tributo,
El origen de los diezmos de la iglesia, &
1 En el mundo.
[Roys, 1933:20}
El origen de que nos arrebataran nuestros bienes con violencia,
El origen de la violación por la fuerza, Es indiscutible que a los mayas, los españoles y los itzaes sólo les causaron desgra-
El origen de disputas de brujería, cias y destrucción. Lo más importante o notorio respecto de la llegada de los
El origen de pérdidas por robo, españoles era, para los mayas, el hecho de que, igual que los itzaes, eran foras-
El origen del peonaje obligatorio, teros y explotadores. Supongo que fue por esta razón que todos los acontecimien-
El origen de deudas por falsos testimonios
tos del periodo de la Conquista por lo general se atribuyeron al Katún 11 Ahau,
El origen de riñas de arrancarse los pelos,
fdcha también asociada con el arribo y la explotación por parte de los itzaes.1*
El origen de torturas,
El origen de pérdidas por robo, • Así pues, los mayas interpretaron la Conquista en función de su concepción
El origen del servicio a los españoles cíclica de la historia, según la cual la llegada de los españoles no fue un hecho
Y a los sacerdotes, inesperado porque ocurrió aproximadamente a los 256 años, o sea una serie com-
Del servicio a los cabecillas, pleta de ciclos katunes, del arribo de los itzaes. Una de las consecuencias de esta
Del servicio a los maestros, aparente coincidencia es que las dos invasiones a menudo son consideradas como
Del servicio a los funcionarios públicos una sola.
Por parte de los jóvenes, Esta visión cíclica de la historia al parecer desempeñó un papel aún más im-
Los muchachos del pueblo. portante en el caso de la invasión de los itzaes al lago Peten Itzá, y que presu-
Entre tanto ellos podían ser torturados, miblemente eran descendientes de los forasteros que invadieron la península du-
Aquellas desdichadas gentes. rante el precedente Katún 11 Ahau. Los itzaes fueron él último grupo de los
En cuanto a aquella desdichada pobre gente, mayas peninsulares que opusieron resistencia a los españoles durante 150 años.
Aquellas gentes muy pobres, Pero, llegado el momento en que según las profecías su ciudad sería destruida,
Ellos no se iban, jdócilmente invitaron a los españoles a que fuesen a convertirlos!
A pesar de lo que ellos hicieran,
A pesar de la violencia. Es muy probable que la filosofía de la historia sustentada por los mayas haya
En cuanto a aquellos anticristos aquí favorecido a los españoles durante gran parte del periodo colonial; sin embargo,
En el mundo, posteriormente causó desasosiego y angustia a las autoridades españolas. En efec-
Los humanos kincajús, to, en toda concepción cíclica de la historia, ningún ciclo es eterno. En el caso
Los zorros humanos [personas astutas], de los mayas, el Libro de Cb'tlam Balam de Cbumayel predecía lo siguiente:
Las sanguijuelas humanas,
Los explotadores de los pobres plebeyos aquí, Entonces él abandonará la tierra de piedra
Bueno, vendrá Y la tierra de árboles [i.e., el monte y el desierto],
El día en que Para convertirse allí en un hombre,
Las lágrimas asomen
Para entonces allí fundar una ciudad.
A los ojos
I
M
De nuestro Señor, Edmonson (1976) presenta pruebas de que en 1539 los mayas de Yucatán reforma-
Dios, ron su calendario al pasar de una cuenta terminal a una cuenta inicial, es decir, dejaron
de nombrar a cada katún por su último día y.empezaron a nombrarlo por su primer día.
En que descienda Iniciaron el nuevo Katún 11 Ahau el último día 11 Ahau del antiguo Katún 13 Ahau que
La justicia era 80 días más temprano que Katún 11 Ahau lo hubiera sido en el caso de comenzar según
De nuestro Señor, el antiguo sistema de cuenta terminal. ¿Qué efecto tuvo este cambio en el anterior katún, el
Dios, Katún 13 Ahau? ¿Terminaba el Katún 13 Ahau el día antes 11 Ahau, el día en que se
Por doquier inició este nuevo sistema? ¿O bien los dos sistemas se sobrepusieron en un día, con la fecha
En el mundo. 11 Ahau, tanto como final de la cuenta según el viejo sistema y el comienzo de la cuenta
Directamente del nuevo? El efecto de esta última posibilidad debió ser duplicar Katún 11 Ahau (es
De Dios decir, dándole el nombre de Katún 11 Ahau al antiguo Katún 13 Ahau así como al nuevo
Katún 11 Ahau) haciendo así posible atribuir todos los sucesos de la conquista española
Sobre los adulteradores del maíz al profetizado katún.
1
64 LAS PRIMERAS "REBELIONES" LA CONQUISTA D E YUCATAN 65
Allí no habrá entonces ningún zorro habían transcurrido cinco años del Katún 9 Ahau, muchos de los rebeldes firma-
Que pueda morderlos. ron un tratado con el gobierno yucateco (véase el capítulo vía).
Será en Katún 9 A han. La fecha más reciente respecto del manuscrito del Libro de Chilam Balam de
Pues cinco años transcurrirán Chumayel es 1838 o bien 1858 (Roys, 1933:7), lo cual nos lleva a suponer que
Hasta que se complete, es muy factible que dicha profecía fuese conocida de todos en esa época. Final-
El final de mi profecía entonces.
mente, en apoyo de esta hipótesis, digamos que muchos descendientes de españoles
Llegó entonces,
En el tiempo de la desaparición del tributo. consideraban que los indios habían sido influidos por las profecías de Chilam
Entonces terminó, Balam en la'víspera de aquella rebelión (González Navarro, 1970:78).
El que ellos tuvieran que pagar para el reclutamiento de ejércitos
[Por parte de] nuestros amos.
Vosotros no llamaréis
A vuestra guerra de soberanía.
Él está próximo a llegar aquí,
Entre nosotros,
Nuestro salvador,
Aquel Jesucristo,
El guardián
De nuestras almas.
Así como aquí en la tierra,
Él va a recibir
A nuestras almas
En el Santo Cielo también
Oh vosotros [que sois] hijos
Del verdadero Dios. Amén.
[Roys, 1933:43]
l:>
D e acuerdo con el Libro de Chújm Balcm de Tizimin, se introdujo una reforma
calendárica en 1752 que cambió la longitud del periodo katún desde veinte tunes ( d e
360 días cada u n o ) a 24 años (de 365 días cada uno) (Roys, s.f.:35). Tal vez se hizo
esto para sincronizar el ciclo katún maya con el ciclo cristiano, pues como resultado de
esta reforma, Katún 13 Ahau comenzó en 1800 en vez de en 1793, como hubiera ocurrido
según el antiguo sistema. De no haber sido por esta reforma, el Katún 9 Ahau hubiera
precedido la Guerra de Castas de Yucatán y el movimiento de revitalización basado en la
segunda llegada de Cristo profetizada por este katún (o acaso la insurrección se hubiera
iniciado unos años antes).