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Orígenes y desarrollo

Extracto de la tesis para optar al


grado de Magister en Literatura en la
P. Universidad Católica de Chile
por Humberto Olea Montero, 2008.

Orígenes

A pesar de la información disponible acerca de la importancia del uso de la

versificación entre los mapuche, sólo ha llegado a nosotros un breve comentario de

Alonso de Ovalle quien dice que los indígenas hacían coplas en alabanza a la Virgen

María en su Histórica Relación del Reino de Chile: “Todos los días, mañana y tarde,

acudía el cacique comendador con toda su gente a cortejar a esta soberana Reina, y

juntas las manos, puestas las rodillas en tierra, las cabezas y ojos bajos, la adoraban

diciendo Ave Maria, Ave María y lo repetían muchísimas veces, compusiéronle coplas

y varios cantares e iban a bailar y hacer fiesta”1. La información se amplía en relación al

período colonial. Los inicios del uso de la versificación se remontan a la llegada de los

jesuitas a Chile (1593), primero en La Serena y posteriormente hacia el sur. En la zona

central de Chile, cerca de Bucalemu construyen diversas estructuras en el lugar que

llevará como nombre “El Convento”2.

La labor que desarrollan los jesuitas comienza siendo de catequesis para

ampliarse a difusión de la cultura occidental. Su labor se realiza considerando que del

otro lado no existe nada que sea encomiable. No existe otro que pueda aportar nada a su

cultura. Su adoctrinamiento se inicia con un receptor vacío que perciben deseoso de

aprender, ya que nada tiene.

1
Ovalle, Alonso. Histórica Relación del Reyno de Chile. Roma: Francisco Caballo. 1646. p. 119.
2
Ver mapa al final del texto. Ver narración de Domingo Pontigo en DVD adjunto, sección

“Entrevistas: opiniones”.
desde entonces el p. Valdivia se constituyó en catequista de los indios; y el

p. Aguilera fue como su ayudante en tan laudable ministerio: aquel les hacía

la doctrina en la plaza, y este, en volviendo á casa, les hacía un sermón bien

patético dentro de la iglesia; el uno se proponía especialmente ilustrar sus

toscos entendimientos con la exposición de los dogmas de la fe y preceptos

de la moral de nuestra religión sagrada; y el otro reformar sus corazones,

inspirándoles horror al vicio y amor á la virtud. El primero para conseguir

su objeto, no contento con enseñarles las oraciones y la doctrina con la

mayor claridad, les redujo á forma de diálogo, que ellos misterios; y el

segundo, así que acababa la plática o sermón, se sentaba en el confesionario

para oír sus culpas, reconciliarlos con dios, desarraigar de su corazón los

hábitos viciosos, prescribirles individualmente el modo de vivir

cristianamente, y reclamarles en privado el cumplimiento de los que les

había enseñado en público. A entreambos pp. Prestaba poderoso auxilio el

h˚. Fabian Martinez, manteniendo el silencio y el órden entre los indios, y

enseñándoles con amabilidad, paciencia y constancia los rezos y la

doctrina.3

Una característica importante en su labor catequística fue predicar a los nativos

(indios y “morenos”) en su lengua natural, así como crear academias en las cuales se

incluye la poesía, tanto en latín como castellano. La poesía también se usó como

sistema mnemotécnico para enseñar la doctrina católica4. De esta semilla jesuita,

3
Enrich, Francisco, Historia de la Compañía de Jesús en Chile. Barcelona: Impr. de Francisco

Rosal, 1891. 2 v. p. 23.


4
Op. cit. p. 21.
Domingo Pontigo considera que se origina la poesía popular en la región: la enseñanza

se hará en versos simples de memorizar y eso generará la posterior utilización para otros

fines, más allá del religioso.

También tenemos registro de los primeros encuentros de payadores realizados ya

en 1633. Juan Alfonso Carrizo nos entrega la información recibida de Juan María

Gutiérrez sobre un encuentro realizado en Santiago el domingo 28 de agosto de 1633.

“uno de los capitanes del ejército montado en un alazán ricamente enjaezado, llevaba en

un asta de plata otro gran cartel de azul y oro, en que se leían las cuartetas que debían

glosarse por los sostenedores de la justa literaria”5

Juan Uribe Echevarría6 cita a José Toribio Medina, quien en su Historia de la

literatura colonial en Chile, publicada en 1878, incluye décimas de varios tipos,

especialmente de carácter erótico y cortesano. Ya la versificación se ha ampliado a la

décima glosada o de pie forzado. Se desarrolla el canto popular utilizando la décima

espinela, aprendida y acomodada para expresar todo un mundo que subyace en la

sociedad chilena. Este canto de desarrolla en variadas actividades de la comunidad –

fiestas familiares y religiosas, novenas, velorios y velorios de angelitos7–, las que van a

recibir apoyo o respaldo de la sociedad hegemónica en diferentes niveles.

La Iglesia Católica se desplaza de un rechazo a estas celebraciones que no

corresponden a su visión religiosa y moral y paulatinamente va aceptando algunas

actividades pero intentando mantener su control y acomodarlas a su doctrina.

5
Carrizo, Juan Alfonso. Antecedentes hispano-medievales de la poesía tradicional argentina,

Buenos Aires: Publicaciones de Estudios Hispánicos. 1945. P. 156.


6
Uribe Echevarría, Juan: Cantos a lo divino y a lo humano en Aculeo. Santiago: Editorial

Universitaria S.A., 1962. p11.


7
El infante que muere sin ser bautizado es considerado un angelito y se le honra especialmente.
El intento de apropiación de las fiestas por parte de la Iglesia Católica ha

dado resultados en los últimos cincuenta años. Muchas han sido las fiestas

que han sido tomadas por la iglesia como si fueran de ella, como si nacieran

de ella, como si la estructura eclesiástica representara la celebración

popular. Y la verdad, como lo demuestra la historia, es muy distinta. Los

chinos, ya sabemos, tienen una tradición de alrededor de 800 a 1.000 años,

que ha ido

modificándose y adaptándose al continuo cambio del mundo. A partir de

1950 la Iglesia hizo una gran arremetida contra la devoción popular y tomó

las riendas de lo que supone le compete sólo a ella: el contacto con lo

divino.8

Los velorios de angelitos son violentamente rechazados por los periódicos y el

Estado a principios del siglo XX, siendo denostados como focos de corrupción y debido

a su espíritu carnavalesco que pretendía equilibrar el dolor por la pérdida. M. Salinas

cita varias publicaciones de fines del siglo XIX que no sólo los rechazan sino que los

denigran al nivel de actividades bárbaras y salvajes:

Cosa de bárbaros: en días pasados la Gubernatura recibió denuncio de que

en una casa de la calle Valdés hacía ya cuatro días que varios viciosos

celebraban un velorio de un angelito en medio de la orgía más completa. La

policía se encargó de hacer entrar en vereda a esos desalmados.9

8
Mercado, Claudio. Ritualidades en conflicto: los bailes chinos y la Iglesia Católica en Chile

Central, Revista musical chilena, vol. 56 n. 197 Santiago Jan. 2002. p. 4-5.
9
Salinas, Maximiliano. Canto a lo divino y religión popular en Chile hacia 1900. Santiago: LOM

Ediciones. Segunda edición, 2005. p. 291.


Los finales de los años sesenta son claves en el fortalecimiento de

manifestaciones culturales largamente reprimidas o ignoradas. Son los años en que,

dentro de los grupos católicos, también se producen grandes transformaciones: Iglesia

Joven en Chile (movimiento que presenta sus objeciones a la doctrina oficial con la

toma de la Catedral de Santiago, 11 de agosto de 1968), Concilio Vaticano II, que

renueva la doctrina de la Iglesia Católica y en 1968 la Conferencia de Medellín en que

toma gran fuerza la Teología de la Liberación. Así, después de años de rechazo por

parte de los sacerdotes10, el canto a lo divino encuentra la iglesia como nueva opción de

reunión.

Ahora bien, si la situación anterior había limitado el desarrollo del cantor, no lo

había anulado, ya que su actividad se continuó desarrollándose –hasta el día de hoy– en

casas particulares. La Iglesia Católica no lo aceptaba dentro de las iglesias, pero lo

permitía fuera de ella, aceptando lo que no podía evitar.

En contraste, los grupos evangélicos prohíben en la actualidad toda

manifestación de canto popular y en cualquier lugar, por considerarla un pecado. Al

cortar totalmente la actividad de los cantores que se les incorporan, se ha causado un

daño profundo al canto popular11.

Durante el período de la dictadura militar el cantor popular no puede cantar

públicamente lo que le dice su conciencia y el canto a lo humano se transforma en

secuencias de chistes en verso. El payador pasa a ser sinónimo de cómico. Se destaca en

ese período Juan Sepúlveda “el Monteaguilino” payador al que se le abren las puertas

de la televisión y que, entre los payadores, se le reconoce como informante de la CNI12.

10
Mercado. p. 5.
11
Ver en DVD adjunto, sección “Entrevistas: opiniones”.
12
Central Nacional de Inteligencia.
F. Astorga caracteriza este período de la siguiente manera: “El período comprendido

entre 1973 y 1987, en que se reemplazó a los auténticos poetas y payadores por

pseudoexponentes que tergiversaron los verdaderos valores de nuestra cultura: los

"payadores designados".”13

Transición oralidad - escritura

La escritura

La difusión y hegemonía de la escritura modificó la manera de comunicarse y

creó una nueva relación y manera de ver el mundo14. Este proceso se ha dado y se

continúa presentando en todo el planeta, como lo analiza W. Ong en diversos

momentos. La escritura implica cambios profundos en la representación del mundo e

incluso en la organización social. La oralidad es afectada fuertemente por esta nueva

manera de relacionarse y se subyuga a ella. Este choque entre escritura y oralidad

también lo veremos presente en los diálogos de Platón o en El Quijote, por nombrar

algunos textos claves de la literatura occidental, y en todos ellos se presenta el contraste

entre la sabiduría que nace de la vida y aquella que nace de las lecturas.

Creemos que un punto importante se produce en el desplazamiento de las

fuentes de conocimiento. En la oralidad, la sabiduría es propiedad de los mayores. Los

ancianos guardan los grandes conocimientos y los traspasan a las nuevas generaciones.

Con la llegada de la escritura, esa sabiduría se traspasa a los textos donde permanecerá

inmune al olvido y sin pertenencia a sus portadores. El sabio ya no es el más anciano, el

que acumula mayor cantidad de recuerdos sino el más “letrado”.

13
Astorga Arredondo, Francisco. “El canto a lo poeta”. Revista Musical Chilena. v.54 n.194

Santiago jul. 2000. p. 7.


14
Ong, op. cit. Cap. III, Algunas psicodinámicas de la oralidad.
El tópico de la sabiduría transmitida oralmente es reiterativo en toda reunión de

payadores. Si debiéramos cuantificar los adjetivos usados en sus encuentros, el término

“sabiduría” ocuparía un lugar destacado. El choque entre oralidad y escritura que se da

en este ámbito lo encontramos en muchos documentos. El legendario enfrentamiento

entre el mulato Taguada, maulino, apodado “El Invencible” y don Javier de la Rosa,

caballero latifundista de Copequén, as del guitarrón, filósofo, astrónomo y cantor jamás

aventajado, es un claro ejemplo de lo anterior, aunque las fuente difieren en sus

apreciaciones. Según el historiador Encina, la contienda se dio en Curicó a fines del

siglo XVIII, pero de acuerdo con el dramaturgo e historiador Acevedo Hernández (y lo

confirman los versos), tuvo lugar en San Vicente de Tagua-Tagua hacia 1830 y a ellos

se suman varios autores más que han hecho recreaciones del enfrentamiento Taguada/de

la Rosa.

El enfrentamiento se alargó por más de tres días y finaliza con preguntas sobre

conocimiento encontrado en los libros que de la Rosa hace al Mulato. Éste, que apenas

sabe leer, no puede responder y se desespera al ser derrotado

Pero su novia ve la situación de otra manera:

“-no te ganó él, te ganaron sus libros -le dijo a Taguada su novia.”15

Domingo Pontigo lo canta de esta manera:

Todo el pueblo aplaudía


combate tan decisivo
y se puso al rojo vivo
en llegando el tercer día.
El que más chance tenía
era el español Javier
que en razón de su saber
15
Bunster, Enrique. Bala en Boca. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002
preguntó por teología
y el Taguá que ni leía
no supo qué responder.16

Lira popular

El término “lira popular” es el vocablo usado en Chile para referirse a los

pliegos impresos que se vendían en las ferias, mercados, etc., muchas veces (como se

puede ver todavía en algunas ferias) colgadas de un cordel. Micaela Navarrete se refiere

al origen de dicho término de la siguiente manera: “lira popular” es el nombre que le dio

el poeta Juan Bautista Poblete, parodiando al de lira chilena que era el nombre de una

revista destinada a difundir la poesía “culta””17

Con la aparición las liras populares, el canto popular se transcribe en textos

rimados que modifican su estructura oral original, se amplía la difusión, las copias se

hacen por millares, pero el traspaso implica un cambio, en El medio es el masaje18 diría

McLuhan: “Los medios al modificar el ambiente, suscitan en nosotros percepciones

sensoriales de proporciones únicas. La prolongación de cualquier sentido modifica

nuestra manera de pensar y de actuar –nuestra manera de percibir el mundo. Cuando

esas proporciones cambian, los hombres cambian.”. La llegada de la escritura, en efecto,

genera cambios profundos en todas las culturas en que se produce, no sólo por la

manera de transcribir los vocablos, sino también porque implica un cambio de valores

en la sociedad.

16
Pontigo, Domingo. El Paraíso de América. p. 27.
17
Navarrete, Micaela. Literatura Popular. Literatura de cordel en Chile. Santiago: Archivo de

Literatura Oral y Tradiciones Populares. Biblioteca Nacional, 2003.


18
McLuhan, Fiore y Agel. El medio es el masaje. Barcelona: Paidós. 1988. Nota: la edición no

presenta numeración de páginas.


Platón, que vivió también en Atenas el momento de transición, por boca de

Sócrates, expresa sus temores de esta manera:

(la escritura) no producirá sino el olvido en las almas de los que la

conozcan, haciéndoles despreciar la memoria: fiados en este auxilio extraño

abandonarán a caracteres materiales el cuidado de conservar los recuerdos,

cuyo rastro habrá perdido su espíritu. Tú no has encontrado un medio de

cultivar la memoria, sino de despertar reminiscencias, y das a tus discípulos

la sombra de la ciencia y no la ciencia misma. Porque cuando vean que

pueden aprender muchas cosas sin maestros, se tendrán ya por sabios, y no

serán más que ignorantes en su mayor parte, y falsos sabios insoportables en

el comercio de la vida.19

Las largas discusiones de don Quijote con Sancho, en las que le critica su

manera de expresarse, también presenta este enfrentamiento entre el personaje literario,

lleno de conceptos abstractos y el personaje de la oralidad concreto y lleno de frases

consagradas por la tradición.

Rodolfo Lenz (1863-1938) creó una importante colección de Liras Populares

(hoy conservadas en la Biblioteca Nacional) y estudió su desarrollo. Su estudio Sobre la

poesía popular impresa de Santiago de Chile lo lleva a cabo durante un largo período,

teniendo su primera aparición en una obra de difusión que escribe en alemán y es

publicada por la Universidad de Berlín en 1895. Posteriormente lo traduce a nuestro

idioma. Si bien actualmente su obra es respetada, en su época “estuvo llena de

19
Platón. Fedro o del amor. 274. ss.
incomprensiones y descalificaciones que lo presentaban como un “ridículo” y un

“charlatán”, un insulto a la cultura nacional”.20

Lenz realiza su investigación en un momento de quiebre entre ambas

expresiones similar al que describe Platón entre ambas expresiones y eso le da un valor

importantísimo tanto a su trabajo de investigación como de recopilación de los

impresos. Este nuevo momento en la expresión producirá una decadencia que él aprecia,

ya que el paso de la oralidad a la escritura implica también un cambio de estructura

mental, modifica el modo de ver el mundo e incluso la situación temporal del hablante.

W. Ong en su estudio sobre la oralidad analiza las repercusiones que tiene este cambio

“…aprender a leer y escribir incapacita al poeta oral: introduce en su mente el concepto

de un texto que gobierna la narración y por lo tanto interfiere en los procesos orales de

composición.”21 El poeta oral, al escribir su obra, pierde en gestualidad, en música, en

interacción con sus oyentes y debe introducir su canto dentro de un lenguaje con

estructura lógica diferente.

La forma preferida para el poeta oral, la décima octosilábica, es una canción que

emana casi naturalmente acompañada de un instrumento. Para el poeta literato, esa

misma labor implica trabajar con una estructura compleja que considera contar sílabas,

coordinar rimas y por supuesto respetar la gramática escrita. De acuerdo con Lenz el

paso de la oralidad a la escritura ha sido dañino para la primera, concluyendo que “el

contenido de las hojas que venden los verseros en las calles de Santiago en jeneral está

20
Salinas, Maximiliano. Canto a lo divino y religión popular en Chile hacia 1900. Santiago: LOM

Ediciones. Segunda edición, 2005. p. 21.


21
Ong, op. cit. p. 64.
lejos de ser poesía e igualmente lejos de ser popular. Es una literatura de alta alcurnia

que ha caído al barro.22”

Con posterioridad, la Lira Popular desaparece, para reaparecer de 1952 a 1957

publicada por el diario El Siglo, bajo la dirección de Diego Muñoz e Inés Valenzuela.

En ella se aprecia un cierto apego a la ortografía aceptada pero permitiendo grafías

propias del canto: pa, versiar, revoltorio, casorio, como se ve más abajo y mayor

profundidad de los contenidos, además de su adhesión a la línea política del diario

perteneciente al Partido Comunista. Las décimas abarcan temáticas sobre la situación

del obrero, la opresión yanqui, las injusticias sociales pero también se presentan temas

mundanos e incluso el contrapunto entre payadores, en que uno desafía y días después

aparece la respuesta que le enviaron, como se ve en el ejemplo de Águeda Zambrano.

Para ser su regalón Muchas gracias, Miguel Luis


casarme tengo pensado por tus frases elogiosas
para vivir acompañado son flores muy hermosas
y dormir en buen colchón. que has enviado para mí.

Aquí hay un pobre mocito Perdona que mi contesta


aburrido de soltero te llegue un tanto atrasada
muy pronto casarme quiero es que estaba preocupada
Para dormir calientito; haciendo algo pa la fiesta
entuavía está enterito mas te aseguro que ésta
este noble corazón estuvo presente en mí
aproveche la ocasión desde el día que leí
pa que tenga su ruquita los versos que me escribiste,
tírese al plato mijita y ahora voy a decirte

22
Lenz, op. cit. p. 617
23
Luis Paredes, poeta popular de Tagua-Tagua. Publicado en El Siglo el 17 de enero de 1953.
para ser su regalón. muchas gracias, Miguel Luis.

Por si la llego a encontrar Me he sentido emocionada


preparado tengo todo cuando evocaste el momento
como yo lo hice a mi modo en que escapó un pensamiento
aquí le voy a contar; que llegó hasta tu morada;
ya lo empecé a fabricar las ideas enlazadas,
el nido de desposados que un mismo sentir emboza,
hice firme el encatrado siempre corren presurosas
que nos resista a los dos hacia donde son enviadas,
con el permiso de Dios y ésta volviese premiada
casarme tengo pensado por tus frases elogiosas.

A mi novia compraré Te achicas y eres muy diestro


un caballo con montura y cantas con muchos bríos,
un burro de raza pura y ves talento en lo mío
a su padre donaré; cuando talento es el vuestro;
a mi suegra le daré reconoce que el Maestro
dos mulas con un arado que sabe hacer bien las cosas,
pa que me atienda el sembrado te legó la poderosa
y no me haga revoltorio facilidad para versiar
voy a apurar el casorio y lo que hay en tu cantar
pa vivir acompañado. son flores y muy hermosas.

Si hay alguna admiradora Tus flores las he guardado


no importa sea viudita y hoy las quiero compartir
sea rubia o morenita y entre todas elegir
pero sí acariciadora; las que han sido de más agrado,
cuando sea mi señora y el ramillete enlazado
seré yo harto querendón destinado para ti,
trabajaré con tesón lo recibes, Miguel Luis
vivirá bien mi querida en este mismo momento,

24
Zambrano, Águeda poetisa popular de Santiago. Publicado en El Siglo el 27 de junio de 1953.
pa que me haga la comida del ramo de pensamientos
y dormir en buen colchón. que has enviado para mí.

Aquí me estoy despidiendo Aprovecho este final


pensando en la mujercita para dejarte invitado
al cachorro en la cunita a los actos programados
ya me parece estar viendo; de Congreso y Festival;
el tino lo estoy perdiendo yo deseo por igual
por botarme a enamorado estrechar tu diestra mano
aquí me tienen fregado y en un abrazo de hermano
poniéndoles el dilema expresarte mi alegría,
por una guapa chilena te espero pues, para el día
me encuentro desesperado.23 que tu presencia ha de honrarnos.24

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