Vous êtes sur la page 1sur 9

TRABAJO PRÁCTICO N°3

“IMPERIO ROMANO DE ORIENTE: LA SUPERVIVENCIA DE BIZANCIO”

ACTIVIDADES

 Leer atentamente el texto de Franz Maier “Bizancio” pp.4-37. Subrayar ideas


principales.
1. Desarrollar y explicar la visión de E.Gibbon, W.Lecky y A. Toybee sobre la
concepción de la historia bizantina.
2. Explicar en qué momento se produjo y en que consiste la categorización del
estudio histórico sobre Bizancio.
3. Explica detalladamente cuales fueron las diferentes áreas geográficas del imperio,
su estructura económica – productiva, los factores negativos y positivas de su
ubicación y la posición dominante de su capital.
4. Elaborar una red conceptual sobre el papel histórico de Bizancio.
5. Explicar cómo se desarrolla la capacidad de supervivencia de Bizancio teniendo
en cuenta estructura política, económica y social.
6. Fundamentar porque Maier sostiene que la Iglesia y la cultura actuaron como
fuerzas moderadora de esta sociedad.
7. Elaborar un cuadro sinóptico ({ }) sobre el problema de la periodicidad de la
historia bizantina.
8. Confeccionar el mapa #3 “Europa y el mundo mediterráneo en tiempo de
Justiniano” y elaborar su correspondiente explicación del proceso histórico al que
hace referencia.
DESARROLLO

1. Visiones sobre la concepciones de la historia bizantina:


 E. Gibbon, concebía la historia bizantina como el largo proceso de
decadencia de un pasado clásico, entronca perfectamente con el proceso
de reducción de la perspectiva histórica que operaba en el siglo XIX. Desde
la estrechez de miras, en cuanto a la política nacional, propia de la Edad
Media europea, el Imperio bizantino parecía algo carente de importancia; y
desde la estrechez conceptual clasicista, algo doblemente despreciable por
“oriental” y “decadente”.
 W. Lecky, en el año 1869 formulaba una interpretación de moda: “la
opinión general que la historia tiene sobre el Imperio bizantino es la de que
este representa, sin excepción alguna, la forma cultural más baja y abyecta
que haya podido darse hasta el momento…Ninguna civilización duradera
careció hasta tal punto de toda forma o elemento configurador de
grandeza…La historia de dicho Imperio es una relación monótona de
intrigas de sacerdotes, eunucos y mujeres, de envenenamientos,
conspiraciones, ingratitudes y continuos fraticidios.”.
 A.Toynbee, fue victima tardía de esta concepción según la cual la sociedad
bizantina resulto absolutamente estéril y carente de originalidad o fuerza
creadora, aunque se resistió a morir durante mil años, contradicción que
exaspera a cualquier clasicista.

2. Cien años después de Lecky, nuevas categorías del entendimiento


histórico, han modificado eficazmente la imagen que se tenía de la
sociedad bizantina del papel histórico por esta. Bizancio es considerado
ahora como fenómeno histórico independiente, cuyo aspectos, cada vez
mas diferenciados, dificultan normalmente la explicación del significado del
término de “lo bizantino”, sin caer en formulas vacías o definiciones
exclusivamente negativas. Resulta igualmente decisivo el hecho de que
Bizancio no se adapte al concepto de la historia como progreso. Hemos
renunciado al concepto de progreso formulado por Gibbon, evidentemente
afectado e ingenuamente racionalistas. Pero nuestra concepción lineal y
progresiva de la historia (Antigüedad, Edad Media, Edad Moderna)
demuestra suficientemente hasta que punto nuestra categorías de
entendimiento histórico están impregnadas de un desarrollo concebido
como progreso. La decadencia están solo el reverso de la categoría de
progreso, y, en última instancia, ninguna de estas dos categorías se
ajustan a la historia de Bizancio.
3. En el caso concreto de Bizancio influyeron en su historia ciertos factores
geográficos. La fronteras del estado bizantino correspondieron, en un
principio, a las del Imperio romano oriental creado por Teodosio en el año
395 al hacer su división del Imperio. El oriente griego y el occidente latino
se diferenciaban en la estructura y profundidad de su cultura como en su
situación económica y demográfica.
La zona de influencia dela cultura bizantina siempre abarco los limites
trazados en el año 395, la línea divisoria, ideada en un principio como
frontera administrativa, se convirtió en un factor influyente en los Balcanes,
al ser adjudicada la diócesis de Macedonia y de Dacia al Imperio Oriental,
gran parte de los Balcanes eslavos quedaron sometidos a la cultura
bizantina. Por falta de datos estadísticos es difícil esbozar una estructura
demográfica del área de dominio bizantino. Como así, también era evidente
la diferencia económica, desde hacia tiempo el centro de gravedad de la
productividad industrial, el capital y la potencia tributaria se hallaba en la
provincias orientales, por su mayor densidad demográfica y una estructura
más desarrollada. Estas provincias poseían estrechas relaciones con los
países limítrofes de oriente, los centros más importantes de la industria y el
comercio. La banca y los servicios de créditos se hallaban más
desarrollados que en las provincias del occidente, las cuales hacían de
mercados y suministradores de materias primas.
Ciertas regiones limítrofes de vital importancia para Bizancio estaban
situadas en dos áreas tradicionalmente críticas: el curso bajo el Danubio y
Siria-Armenia. Dos factores geográficos amenazaban la estabilidad y
resistencia del Imperio Bizantino: la situación limítrofe de las zonas más
ricas y fecundas (África del Norte, Egipto y Siria) y la falta de barreras
naturales que hubiesen facilitado una defensa eficaz de los frentes del
Imperio tanto el Danubio como en el desierto sirio y africano.
Un factor geopolítico fundamental lo constituyo la situación de su capital,
Constantinopla fue el centro vital y el último reducto del Imperio, su
posición dominante, intermedia entre Asia y Europa, hizo que se convirtiera
en el centro del imperio, al mismo tiempo en caso de necesidad hacia
posible el bloqueo de los territorios orientales del los Balcanes. Situada en
la línea estratégica de las principales comunicaciones entre los frentes
persa y germanos, la ciudad controlaba también la ruta comercial entre las
cuencas del Danubio y el Éufrates. Una posición favorable desde el punto
de vista marítimo, al estar situada entre el Mar Negro y el Mar Egeo,
comunicaba directamente con Siria, Egipto, África del Norte e Italia. Sus
instalaciones defensivas se convirtieron en mayor centro comercial del
Mediterráneo y en la fortaleza más resistente, de modo que en el curso de
su historia, únicamente pudo ser conquistada en dos ocasiones: en 1204 y
en 1453.
4.

EL PAPEL HISTORICO DE

BIZANCIO La parte occidente, en estados feudales germanos

Divide el Imp. Las provincias orientales, en un sistema de gobierno

basado en los principios absolutista y centralista, el

orden estatal, las normas jurídicas y las ideas

y las ideas políticas del Imperio Romano.

“LA NUEVA ROMA” potencia ECONOMICA

POLITICA

CULTURAL

Triple misión Defensa contra el Islam

Transmisión de la cultura griega

Mediación espiritual entre Occidente y Oriente

La tradición bizantina herencia dogma

religiosidad

arte
5. En los grandes temas y estructuras generales de la historia bizantina
pueden percibirse, elementos de vitalidad desempeño un papel decisivo,
ante la magnitud étnica y religiosa del Estado bizantino, la estructura de su
sistema político. El Imperio nunca se vio libre de las luchas defensivas
libradas en el este y en los Balcanes. la guerra y la religión influyeron de
forma múltiple en su desarrollo interno.
Las exigencias imperiales de Bizancio estaban por encima de las
posibilidades y fuerzas del Estado, actuando por ello a la larga como factor
de su decadencia. Bizancio se sentía protector de una tradición política
para la que, a imitación de la idea oriental del imperio universal, la
soberanía era en el fondo única e indivisible. El Imperio y a la soberanía del
emperador estaban considerados como finalidad de un plan divino en este
mundo. En el Imperio cristiano, como parte necesaria de la historia
escatológica, el Imperio romano y el pueblo de Dios se habían convertido
en una sola comunidad. El Estado no pretendía afirmar tan solo su
soberanía; su tarea era, proteger y propagar la verdadera fe.
La teoría helenística concebía ya la soberanía absoluta del monarca con
imitatio Dei, y al estado justamente organizado como reflejo del cosmos.
Esta fundamentación filosófica del absolutismo, junto con la interpretación
del soberano como mandatario del poder supremo, fue adoptada por el
cristianismo y adicionalmente fundamentada en la concepción del Antiguo
Testamento sobre la elección divina del rey. La estructura política se
entendía como reflejo del reino celestial: del mismo modo que existía un
solo Dios, únicamente podía existir un solo emperador, una sola autoridad
central decisiva.
Las estructuras políticas de la sociedad bizantina temprana procedían al
igual que sus formas sociales y bases económicas, del Imperio romano-
cristiano. El Estado tardoromano de Dioclesano y Constantino fue
concebido como el cumplimiento de un plan escatológico, y esta solución,
claramente condicionada a unos problemas políticos y sociales, se convirtió
en norma intemporal, en forma de gobierno metafísicamente legalizada.
El concepto del poder ejercido en virtud de la justicia divina confirió a la
autoridad imperial una legitimidad transcendente, que librada al Estado de
la arbitrariedad del ejercito. En principio, la monarquía bizantina fue una
monarquía electiva, en la que cualquier persona podía llegar a ocupar el
trono independientemente de su origen y formación. En la entronización de
un nuevo emperador procedían de acuerdo el ejercito, el senado y el
pueblo de Constantinopla; de hecho, la elección decisiva se hacia la
mayoría de las veces por el ejército, y con menos frecuencia por
funcionarios civiles influyentes.
Por otra parte, la teoría bizantina sobre el poder no respondía a la de una
simple monarquía electiva terrenal: el emperador era elegido al mismo
tiempo por Dios. La proclamación requería la confirmación canónica a
través de una serie de ritos en la coronación. Esta confirmación religiosa
del vicario de Dios tenía tanta importancia que, en algunos casos, se
compraba a cambio de promesas político-religiosa. Además, la concepción
original de la elección de emperador permitía que en este sistema,
rigurosamente absolutista, quedaran legitimadas la revuelta y la destitución
del soberano, al proclamar conjuntamente el ejército, el senado y el pueblo
a un nuevo emperador para reemplazar al antiguo soberano
“incompetente”.
El control sobre un aparato administrativo amplio y rigurosamente
centralizado, unido al poder sobre el ejército, garantizaba por regla general
la imposición de la voluntad imperial. El intento de crear un sistema político
centralizado encontró, como en otras situaciones históricas similares, la
oposición de determinados grupos políticos y sociales. El rival más
poderoso del poder imperial era la numerosa aristocracia latifundista; la
seguridad del poder imperial descansaba en la conservación de un
delicado equilibrio entre esta clase social y el aparato administrativo. Como
poder que limitaban el poder imperial actuaban el ejército y la Iglesia, con
su capacidad de influencia sobre las masas. La administración bizantina
fue en muchos aspectos una institución muy notable: extremadamente
costosa, proverbialmente corrupta, reaccionario en su espíritu y métodos,
como toda burocracia, y, sin embargo, la organización admistrativa mas
eficaz durante una serie de siglos en el mundo europeo u en el del próximo
Oriente.
Otros dos factores, que desempeñaron un papel decisivo en la
supervivencia bizantina fueron la diplomacia y las fuerzas armadas. La
política exterior bizantina siguió desarrollando las acreditadas tradiciones
romanas. Estas contribuyeron decisivamente a la ampliación del área de
influencia bizantina y al mantenimiento de su prestigio internacional. Tanto
la administración como la diplomacia y las fuerzas armadas requerían una
economía desarrollada y una administración hacendística eficaz.
Durante mucho tiempo en Occidente la vida social y cultural se limito cada
vez más al ámbito del latifundio y de los monasterios, mientras que una
pequeña capa de aristocracia rural se contraponía a la masa de la
población que trabajaba en calidad de campesinos semilibres. En Bizancio,
sin embargo, la base del desarrollo siguió siendo una relación diferenciada
que tendía hacia un sistema social equilibrado entre la ciudad y campo,
entre latifundio y campesinado libre. El enfrentamiento entre latifundio y
campesinado libre no era un simple problema económico y social, sino un
problema interno y político-financiero de primer orden. La nobleza
latifundista no solo era una fuerza económica. Con sus intereses
particulares descentralizados ponía en peligro la ejecución de las
decisiones políticas del poder central y la disponibilidad que las provincias
y sus ingresos podía tener este poder. El campesinado libre debió su larga
supervivencia exclusivamente al interés del Estado.
6. La decisión de Constantino de reconocer al cristianismo como religión
legitima en el Imperio romano tuvo extraordinaria trascendencia en el
mundo histórico. La Iglesia se convirtió en portador de poder social junto
con el emperador el ejército y la administración; al mismo tiempo se
transformaron de forma duradera tanto sus estructuras institucionales como
sus funciones sociales. En Bizancio subsistieron aquellas formas de vida
individual y social que resultaron de la fusión del sistema político
absolutista y la revolución espiritual de la nueva fe. Constantino creó un
instrumento eclesiástico-político de la mayor importancia. Los obispos y los
patriarcas, si bien poseían autoridad doctrinal carecían sin embargo de
poder; aun tenía validez la igualdad jerárquica de todos los obispos como
guardianes de la transmisión de la fe. Con el Concilio de Nicea (325) nació
una institución general para todo el Imperio: el sínodo general o Concilio
ecuménico: reunión de todos los obispos cristianos para deliberar y decidir
sobre problemas litúrgicos, dogmaticos y jerárquicos.
La cultura bizantina fue, en muchos aspectos, tradicional: el problema de
la tradición y de la asimilación desempeño aquí un papel importante como
en el ámbito político-social. Pero no fue nunca, como los propios bizantinos
pretendieron un y otra vez, una simple continuación de la pintura, la
literatura y el arte clásico griego. Indudablemente, en los “renacimientos”
de la cultura bizantina se manifiesta la influencia, aun viva, de los modelos
griegos, así como su reverso: preciosismo, formalismo exagerado e
imitación convencional. El cristianismo y formación helenística, la tradición
espiritual de los griegos siguió constituyendo la base de la cultura
bizantina, tradición no interpretada, sino directamente transmitida.
7.
- Desde Constantino el Grande hasta la
caída de Constantinopla en el año
1453, resulta indiscutible;
- Fenómeno histórico, en el que se
fundieron tradiciones romanas y otras
fuerzas diferentes y nuevas;
- El final de dicha historia está
claramente determinado, por la caída
de Constantinopla en el año 1453;
- Se ha intentado fijar el comienzo de su
historia con el reinado de Constantino I
y el final con el de Constantino XI,
- CUATRO POSICIONES
- gobierno de Constantino; se funda
Constantinopla como capital del
Imperio, y se inician transformaciones
con el reconocimiento del cristianismo
y grandes reformas políticas;
EL IMPERIO BIZANTINO - emperadores iconoclastas, en el
año 717 como repuesta a la amenaza
PROBLEMA DE islámica en el siglo VII;
PERIODICIDAD
- en el 395, reconoce al cristianismo
como única religión oficial;
-reinado de Justiniano; intenta
unificar el Imperio romano.

- El proceso inicia con la reforma


política y la aceptación del cristianismo
(395-476) ;

- Siglos IV-V; comienzos del imperio


apoyado en las disposiciones del Imperio
tardoromano;

- Siglo VI; se habla de Bizancio, en la


época justinianea se produce una
confusión;

- las innovaciones y los elementos


tradicionales se perciben en el arte y en la
cultura;

Vous aimerez peut-être aussi