Vous êtes sur la page 1sur 8

LIJPHART, A.

“LA ESTRATEGIA DE CASOS


COMPARABLES EN LA
INVESTIGACION COMPARADA”
¿Qué es el “método comparado”?

Lo que yo hice (en el artículo anterior) fue, en primer lugar, indicar lo que el
método comparado no es: no es meramente una vaga perspectiva sobre una cierta
materia o un set especial de asuntos sustantivos, no es sinónimo del método científico
en general, no es meramente un método de medición. En segundo término,
provisoriamente, lo describí como uno de los métodos básicos de descubrir y establecer
proposiciones empíricas generales (los otros son el experimental, el estadístico y ciertas
formas de los métodos de estudio de caso). Finalmente, hice un listado de cuatro forma
específicas – que pueden ser consideradas como “métodos” comparados en plural - de
minimizar el problema “muchas variables, pocos casos” al que a menudo se enfrenta la
investigación comparada:
1- incrementar el número de casos tanto como sea posible extendiendo el análisis
geográfica e históricamente
2- reducir el espacio de análisis combinando variables y/o categorías
3- focalizar el análisis en los casos comparables (casos que son similares en un
gran número de importantes características, pero distintos en aquellas variables entre
las que se hipotetiza una relación), los cuales pueden ser encontrados en un área
geográfico-cultural, por análisis de un mismo caso (nación) diacrónicamente,
seleccionando casos intranacionales o focalizando sectores intranacionales en dos o
más países diferentes.
4- Restringir el análisis en las variables clave y omitir aquellas de importancia
marginal.

Esta descripción del método comparado trae e colación un número de problemas.


Antes que nada, es preferible no usar los ambiguos términos “descubrir” y “establecer”
proposiciones empíricas. Como señala Meckstroth, la función principal del método
comparado es testear hipótesis empíricas y, en consecuencia, corroborarlas o falsarlas.
El término descubrir puede reservarse para el procesos que antecede a la formulación de
hipótesis. Debe señalarse, sin embargo, que una perspectiva comparada (la cual no debe
confundirse con el método comparado) puede ser útil en el descubrimiento. En efecto,
Streton rechaza el método comparado como un método de testear hipótesis pero
argumenta fuertemente a favor de la comparación como un mecanismo heurístico (que
ayuda la imaginación del investigador en el planteamiento de problemas, búsqueda de
causas y alternativas, etc).
La segunda dificultad es que, mientras hay límites razonablemente claros entre el
método comparado por un lado y el experimental y los estudios de caso por otro, no
existe una clara línea divisoria entre los métodos estadístico y comparado. En el diseño
experimental, distinto de los otros tres diseños de investigación, el control se logra por
una manipulación situacional de las variables. Los estudios de caso también permanecen
aparte porque son exámenes intensivos de casos singulares que no pueden resultar
directamente en generalizaciones empíricas y tampoco ser usados para testear hipótesis.
Los “casos” a los que hacemos referencia aquí no son sinónimos de las entidades
(países, provincias, organizaciones, individuos, etc.) sobre las cuales se hacen las
observaciones. En un estudio de caso se hace solamente una observación básica y las
variables dependientes e independientes no cambian durante el período de observación.
Esto significa que el estudio de una entidad puede emplear el método comparado, es
decir, que las variables operativas pueden variar a lo largo del tiempo considerado.

Nota: El presente artículo ha sido extraído de las publicaciones Comparative Political Studies, Vol 8, N°
2, julio de 1975, donde aparece titulado: “The comparable cases strategy in comparative research”.
La distinción entre los métodos comparado y el estudio de casos en términos de la
cantidad de casos analizados no es enteramente satisfactoria porque los casos singulares
investigados en los estudios de caso son usualmente examinados en el contexto teórico
de un gran número de casos: un case study es un estudio de cierto problema,
proposición o teoría, y el caso pertenece a una categoría mayor de casos. Siguiendo esta
línea de razonamiento, Scarrow expresa que un estudio de caso puede ser considerado
“comparativo” si el “análisis es hecho dentro de una perspectiva comparada que
demanda que la descripción del particular sea hecha en términos de construcciones
analíticas más amplias”. Además, la lógica de los dos métodos es muy similar, en
particular, el análisis de los casos desviados debe ser considerado como implícitamente
comparativo en naturaleza: por un lado, el caso desviado en sí mismo y, por otro, la
mayoría de los casos expresando los hallazgos generales.
Estos problemas de límites, sin embargo, son relativamente menores si los
comparamos con las dificultades para distinguir en tre los métodos comparado y
estadístico en términos del número de casos analizados. En mi trabajo anterior, yo
argumenté que la diferencia era sólo relativa:
“El método comparado se parece al método estadístico en todos los
aspectos , excepto en uno. La diferencia crucial es que el número de
casos con que se maneja es demasiado pequeña para permitir un control
sistemático por correlaciones parciales...No hay, en consecuencia, una
clara línea divisoria entre los métodos estadístico y comparado, la
diferencia depende enteramente del número de casos”.
Smelser comparte esta postura diciendo que en el momento en que “el número de
unidades llega a ser lo suficientemente grande como para permitir el uso de técnicas
estadísticas, se cruza la línea divisoria entre los dos métodos”.

Método experimental
Método estadístico

Método Maximizar N
Científico
Reducir el espa-
Método no-experim. Método comparado cio de propiedad

Estrategia de ca-
sos comparables

Variables claves

Método de estudio
de casos

La estrategia de casos comparables

Un problema final que, al mismo tiempo, contiene la clave para una solución para
la búsqueda de una definición satisfactoria, es que la primera de las cuatro formas de
aliviar el problema muchas variables – pocos N (maximizar el número de casos de una
investigación) implica que podrán usarse procedimientos estadísticos para analizar estos
casos. El método comparado no es entonces otra cosa más que el método estadístico
bajo circunstancias relativamente desfavorables. Además, la tercera recomendación
(usar casos comparables en los que muchas variables aparezcan como constantes)
difiere fundamentalmente de la primera. Esta se concentra en el problema de muchas
variables más que en el de pocos casos, y como producto de la búsqueda de casos
comparables, el número de casos a ser analizados casi siempre decrecerá. Las otras dos
recomendaciones (reducir el espacio de propiedad y focalizar las variables clave)
pueden ser combinadas con la maximización de N o con el enfoque de casos
comparables, pero estas dos últimas no pueden combinarse, si bien pueden usarse como
métodos paralelos en un mismo estudio. Existen entonces dos soluciones esencialmente
diferentes al problema de muchas variables – pocas N: 1) maximizar el número de casos
y manipular estadísticamente los datos a fin de testear hipótesis empíricas ejerciendo el
control por medio de correlaciones parciales y 2) seleccionar casos comparables para el
análisis y obtener el control como un resultado de su comparabilidad. Creo que lo más
apropiado es focalizar el término método comparado a la estrategia de casos
comparables y asignar la primera solución a la categoría de método estadístico. (ver el
cuadro)
El método comparado no es un método simple porque no es fácil identificar casos
comparables. Además, se presenta el problema de que los casos comparables
probablemente son similares no solamente con respecto a las variables de fondo que
deberían ser controladas, sino también con respecto a las variables operativas. Lo que
aquí es importante es la razón entre la varianza (grado de diferenciación) de las
variables operativas y la varianza de las variables de control (la cual debería ser igual a
cero). La razón debe ser lo más amplia posible, y puede ser maximizada minimizando la
varianza de las variables de control y maximizando aquella de las variables
dependientes e independientes. El método comparado puede ser ahora definido como :
el método de testear relaciones empíricas entre variables sobre la base de la misma
lógica que guía al estadístico, pero en el que los casos son seleccionados de tal forma
que se maximiza la varianza de las variables independientes y se minimiza la varianza
de las variables de control. La pequeña muestra de casos comparables que analiza el
método comparado contrasta con la gran muestra de casos representativos (o la
población entera) que es típica del método estadístico.
Esta concepción del método comparado está de acuerdo con el uso que le da
Smelser. Smelser identifica como problema del método comparado el hecho de
enfrentarse a datos que no pueden ser controlados experimentalmente y cuyo número
de casos es demasiado pequeño para permitir análisis estadísticos, y afirma que el
método apropiado consiste en investigar casos comparables nacionales e
intranacionales: “cuánto más similares son dos o más casos con respecto a variables
cruciales... más fácil resulta al investigador aislar y analizar la influencia de otras
variables que podrían dar cuenta de las diferencias que desea explicar.
El diseño de “los sistemas más diferentes” de Przeworski y Teune no encaja en
esta definición de método comparado y debería asignarse a la categoría de método
estadístico. El punto de partida de su método es el análisis de comportamientos “a un
nivel más bajo que el de los sistemas, la mayoría de las veces al nivel de los actores
individuales”. Esto significa que ellos no tienen el problema de pocas N y que pueden
utilizar las técnicas estadísticas. Los factores sistémicos son considerados solamente si
el análisis al nivel individual está agotado, mientras que las diferencias entre sistemas
aún no han sido eliminadas. En las propias palabras de los autores “el diseño de los
sistemas más diferentes se centra en eliminar factores sistémicos irrelevantes”. Sin
embargo, las investigaciones más típicas de política comparada tienen lugar a un nivel
macro: focalizan las características de los sistemas, grandes subsistemas y sistemas
parciales (recordar La Palombara), pero también sobre características individuales en
forma de agregados o promedios cuando los datos a nivel individual no están
disponibles. Debería notarse que Przeworski y Teune excluyen este tipo de análisis que
opera enteramente a un nivel sistémico y que yo considero el más apropiado para la
aplicación del método comparado, partiendo de su misma definición de análisis
comparado: “en investigación comparada, nos interesan aquellos estudios en los cuales
el análisis se realiza a múltiples variables”.

El método comparado versus el método estadístico

Para investigaciones a nivel sistémico, la elección básica se encuentra por


consiguiente, entre las estrategias comparadas y estadísticas. Las tendencias de
postguerra en política comparada han seguido la dirección de una gran confianza en las
últimas, y se ha logrado un progreso considerable mediante el desarrollo de
vocabularios aplicables universalmente, referidos a conceptos políticamente relevantes
(por ejemplo, los enfoques basados en la teoría parsoniana y el modelo de Armond) y la
colección de vastos cuerpos de información cuantitativa y cualitativa acerca de las
naciones del mundo. Porque el método comparado debe considerarse el método más
débil, usualmente es aconsejable cambiar al método estadístico si existen suficientes
casos disponibles para investigación. Sin embargo, el método comparado tiene ciertas
ventajas intrínsecas que pueden ser capaces de contrabalancear la fuerza del método
estadístico. En lo que resta de este artículo contrastaré las respectivas ventajas y
desventajas de ambos métodos.

El sesgo de la nación entera

Probablemente la debilidad más seria del empleo del método estadístico a un


nivel macro en el campo de la política comparada, es que no puede abandonar su propia
aspiración de liderar las generalizaciones empíricas válidas y cuidadosamente
controladas. La lógica del método estadístico requiere que el universo de casos entero
sea tenido en cuenta a fin de maximizar el control. Si el universo llegara a ser
demasiado grande como para manejarlo, podría extraerse una muestra representativa. En
el estudio de los sistemas políticos no hay problemas de pocos casos: hay decenas de
miles de sistemas políticos nacionales, subnacionales e internacionales, y si agregamos
los sistemas políticos de organizaciones privadas y extendemos longitudinalmente
nuestra búsqueda de casos, hay millones de casos para el análisis. Esta “gran N” implica
la necesidad de obtener alguna clase de muestra representativa, lo cual es una tarea
difícil si no imposible porque el universo no está claramente definido. Además, la
información necesaria sobre muchos de los casos de la muestra no se encontraría
disponible, especialmente si se trata de casos históricos.
En la práctica, los estudios estadísticos de gran escala en política comparada
tienden a limitarse a los sistemas políticos nacionales. Esta tendencia, que Rokkan ha
llamado el “sesgo de la nación entera”, es en parte el resultado de consideraciones
pragmáticas: es relativamente más fácil obtener datos acerca de naciones que de
asociaciones privadas y unidades subnacionales. La atención exclusiva a sistemas
nacionales también está justificada en un terreno teórico. Pro ejemplo, Blondel
argumenta que los gobiernos nacionales son cualitativamente diferentes de otros
gobiernos: ellos son “tan inusualmente poderosos” que su estudio no debería ahogarse
en un estudio que abarcara todos los gobiernos. Desde este punto de vista, la restricción
del análisis a los casos nacionales no seria completamente arbitraria, aunque como
afirma Roberts, muchas unidades subnacionales como Texas, Baviera o el gran Londres,
“disponen de mayores recursos políticos y financieros que muchos estados
independientes con asiento en la ONU”. También, la selección de casos nacionales
solamente, es arbitraria donde el poder político es un factor marginal o sin relevancia.
Este parece ser el caso, por ejemplo, de un estudio de las consecuencias del sistema
electoral sobre el sistema de partidos.
En agudo contraste, el método comparado requiere la cuidadosa selección de
casos que se adecuen al problema de investigación, y esto conduce al análisis de casos
subnacionales. En efecto, la mayoría de los académicos que han escrito sobre el método
comparado insisten en que el estudio de sectores dentro de una misma nación ofrece el
marco ideal para investigaciones comparadas. Smelser argumenta que las
comparaciones inter-unidad pueden resultar más provechosas que las comparaciones
inter-unidad porque su grado de similaridad es probablemente mayor. Del mismo modo,
Linz y De Miguel afirman: “usando la nación entera, el número de casos que puede ser
estudiado tiende a ser limitado, pero con un diseño de investigación que tiene en cuenta
diferencias intranacionales podemos multiplicar el número de casos sin incrementos
considerables en el tamaño de nuestros estudios”. Y con una referencia particular al
estudio comparado de los EEUU, Eulau comenta: “si el control es el sine que non de
todo procedimiento científico, ciertamente parece más fácil de obtener en una misma
cultura, aún tan heterogénea como la de Estados Unidos, que entre varias culturas”.

Confiabilidad y validez de los datos globales

Aunque han sido ideados vocabularios que presumiblemente no tienen límites


culturales, existen dudas acerca de su capacidad de permanencia global. Sartori ha
efectuado una clara advertencia ante el peligro del “estiramiento conceptual”. Del
mismo modo, aunque hoy hay disponibles sets de datos cuidadosamente recolectados,
estos también pueden ser “estirados” si se los usa sin criterio. Por ejemplo, el PBI per
cápita ha sido usado ampliamente como una medida del nivel de desarrollo económico,
pero este no tiene exactamente el mismo significado en los distintos sistemas
económicos.
En general, los problemas de confiabilidad y validez son más pequeños para el
investigador que usa el método comparado. Él puede analizar sus pocos casos más
minuciosamente y es menos dependiente de los datos que no puede evaluar
apropiadamente. Puede también usar la disponibilidad de datos confiables como un
criterio subsidiario en la selección de sus casos.

Independencia de casos y el problema de Galton

Quien usa el método comparado es también menos propenso al peligro de basar


sus conclusiones en casos que no son realmente independientes, porque está lo
suficientemente cerca de sus casos como para notar algún rastro de, por ejemplo, el
“problema de Galton”. El problema de Galton consiste en que una relación empírica
encontrada en varias sociedades puede llegar a ser un verdadero eslabón causal, pero
también el resultado de conocimientos históricos; las características relacionadas
pueden, simplemente, haberse difundido juntas. Esto puede ser interpretado como un
ejemplo de relación espúrea, el cual puede ser manejado sin dificultad si la fuente de la
difusión es conocida o sospechada. También puede considerarse como un ejemplo del
problema general de falta de independencia de los casos. Como señalan Przeworski y
Teune, la cuestión aquí es: “cuantos eventos independientes podemos observar”. Si la
similitud dentro de un grupo de sistemas es un resultado de difusión, hay solamente una
observación independiente. Si una unidad no es independiente, ninguna información
nueva acerca de una variable se obtiene estudiándola dos veces, y ninguna información
adicional de una teoría se obtiene contándola dos veces.
El afán de maximizar el número de casos en orden a sujetarlos al método
estadístico puede conducir a un grado demasiado alto de tolerancia hacia los casos
dependientes. Por ejemplo, las 115 elecciones de Rae no son realmente 115 casos, sino
solamente 21: 19 países no experimentan mayores cambios en sus leyes electorales o
sus sistemas de partido y solamente uno (Francia) hizo un cambio significativo.
Presentando sus resultados en términos de elecciones, Rae da un peso mayor a los
países con elecciones frecuentes que a aquellos donde las elecciones son menos
frecuentes. EEUU con 10 elecciones en el período 1945-1965, tiene dos veces el peso
de Noruega, donde se celebraron solamente 5 elecciones en el mismo período.
“El estiramiento de casos” puede resultar un problema tan serio como el
estiramiento conceptual y el estiramiento de datos. Todos estos problemas señalan las
ventajas de usar el método comparado. Cuando uno analiza un número de casos
relativamente pequeño, puede ser más atento y más minucioso con respecto a los
detalles que en el análisis estadístico: uno puede estar seguro de que los conceptos no
están estirados, que los datos son lo más confiable posible, que los indicadores son
válidos y que los casos son realmente independientes. Estas son enormes ventajas que
bien pueden compensar la relativa debilidad del método comparado con respecto al
problema del control.

Desventajas del método comparado

En esta sección final, consideraré brevemente las tres críticas más importantes
que han sido elevadas contra el método comparado.
1- La primera es la objeción de Mill al uso de los métodos de diferencia y de
variación concomitante en las ciencias sociales. En su opinión, nunca se
encontrarán casos suficientemente similares. Esta crítica es válida aunque el
problema puede aliviarse mediante la imaginativa selección de casos
adicionales, particularmente a un nivel subnacional.
2- Se dice que el método comparado no conduce más que a generalizaciones
parciales, mientras que la necesidad real es forjar generalizaciones de validez y
alcance universal. Nuevamente estoy de acuerdo con esta objeción pero las
generalizaciones parciales pueden ser útiles como un primer paso, y pueden
continuarse con repeticiones en diferentes conjuntos de casos. Puede también
suceder que una característica solamente ocurra en un solo conjunto cultural,
como el voto único transferible en el área de la cultura británica – irlandesa.
3- La tercera crítica se relaciona con la primera en cuanto a que es raro encontrar
casos comparables, y plantea como un problema serio el hecho de que las metas
de una investigación puedan estar dictadas por la preferencia del investigador
por un determinado método o por la disponibilidad fortuita de casos similares.
Sin embargo, este no es un peligro especialmente típico del método comparado.
La simple disponibilidad de sets particulares de datos a menudo también tienta
a los investigadores orientados estadísticamente. Como Dahl señala, por
ejemplo, una razón por la que se ha prestado tanta atención a la relación entre
régimen y nivel socioeconómico, a pesar del hecho de que esta relación está
lejos de ser perfecta, consiste simplemente en que se encuentran disponibles
datos razonablemente aceptables para construir indicadores.
He tratado de enfatizar algunos de los puntos fuertes del método comparado en
relación al método estadístico. Sin embargo, no es posible realizar una conclusión final
en cuanto a sus méritos relativos, porque su idoneidad como método de investigación
depende de cada problema de investigación.

Vous aimerez peut-être aussi