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PERSPECTIVA DE CRECIMIENTO

ECONOMICO Y FINANCIERO

2018-2019
1. RESUMEN EJECUTIVO

El crecimiento de la economía peruana continuará acelerándose en el horizonte de


proyección del presente Marco Macroeconómico Multianual 2017 – 2019 (MMM), a
pesar del entorno internacional desfavorable, caracterizado por una menor demanda
externa, una continua caída de precios de materias primas, salida de capitales desde
países emergentes, incremento de costos financieros y significativas presiones
depreciatorias. Así, los motores de crecimiento serán una mayor producción minera, la
puesta en ejecución de importantes mega proyectos de infraestructura y la inversión
pública.

Por su parte, la política fiscal estará orientada a: (i) impulsar el crecimiento de corto y
mediano plazo a través de la inversión pública; y, (ii) mantener un manejo fiscal
responsable que permita reducir vulnerabilidades en un contexto internacional con
múltiples riesgos, asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas y preservar una
buena calificación crediticia.

Para sostener un crecimiento económico en el mediano plazo mayor al 4,0% es


imprescindible profundizar las reformas estructurales ya iniciadas (fortalecimiento del
capital humano, infraestructura, diversificación productiva, simplificación administrativa
e inclusión social) y adoptar nuevas reformas (laboral, descentralización, etc.). Dichas
reformas conllevan costos fiscales permanentes o multianuales. Financiar dichas
reformas a través de un mayor déficit fiscal (permanente) o incremento del
endeudamiento público pondría en riesgo la sostenibilidad fiscal. Por el contrario, existen
otros mecanismos que permitirían financiar estas medidas como: (i) una mayor
generación de ingresos fiscales permanentes; y, (ii) una búsqueda de mayor eficiencia
y priorización del gasto público, bajo un enfoque multianual.
2. Perspectivas 2017 – 2019

En el 2017, la economía peruana crecerá 4,6%, el mayor nivel desde el 2013,


explicado por la mejora en el entorno internacional, una mayor producción
minera, una continua ejecución de los megaproyectos de infraestructura y una
normalización de las expectativas de los agentes económicos post ciclo
electoral. En este contexto, la economía alcanzará su nivel potencial de
producción.

La mayor oferta de los sectores primarios permitirá que el PBI primario crezca
7,7%, con lo que contribuirá con 1,7 p.p. al crecimiento del PBI, la mayor
contribución desde el 2008. Así, el sector minero crecerá 7,5%, contribuyendo
con 0,7 p.p. al crecimiento del PBI, debido a que los nuevos proyectos de cobre
(Toromocho, Constancia, Las Bambas, Ampliación de Cerro Verde) alcanzarán
sus niveles máximos de producción. Adicionalmente, la normalización de las
condiciones climáticas también impulsará el desembarque de anchoveta y la
producción agrícola. Por su parte, en un contexto de estabilización de las
condiciones internacionales y disipación de la incertidumbre electoral, se espera
que la inversión privada vuelva a terreno positivo en el 2017 (4,5%), luego de
tres años consecutivos de caídas. En cuanto al gasto en infraestructura, este
crecerá 18% en términos nominales respecto del 2016, donde destacan
proyectos como la Línea 2 del Metro de Lima, la modernización de la Refinería
de Talara, el terminal portuario General San Martín, el tramo vial Desvío Quilca-
La Concordia, la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, la instalación de la
banda ancha en 4 regiones, la subestación Carapongo, y las líneas de
transmisión Moyobamba-Iquitos y Azángaro-Puno.

Hacia adelante, la economía crecerá 4,0%, en línea con su ritmo potencial de


mediano plazo, impulsada por la inversión en infraestructura y la continuidad de
las reformas estructurales iniciadas en este gobierno. Los megaproyectos de
infraestructura de mayor monto de inversión, como la Línea 2 del Metro de Lima
y la modernización de la Refinería de Talara, ya iniciaron construcción en el
2015, y realizarán los mayores desembolsos entre el 2017 y 2018. A esto se le
unirá la inversión que realizarán un conjunto de proyectos más pequeños que
iniciarán construcción entre el 2016 y 2017, entre los cuales se puede mencionar
el terminal portuario General San Martín, el tramo vial Desvío Quilca-La
Concordia, la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, la instalación de la banda
ancha en 4 regiones, la subestación Carapongo, y las líneas de transmisión
Moyobamba-Iquitos y Azángaro-Puno. Adicionalmente, algunos de los proyectos
que ProInversión tiene actualmente en cartera, más de 50 proyectos incluyendo
las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima, serán adjudicados en los próximos años e
iniciarían construcción entre el 2018-2019, los que contribuirán a cerrar la brecha
en infraestructura del país e impulsar la inversión y el crecimiento económico.
Por su parte,la actual administración ha diseñado cinco ejes de acción para
apuntalar el crecimiento potencial en el mediano plazo, manteniendo como
condición necesaria un manejo prudente y responsable de la política
macroeconómica: i) fortalecimiento del capital humano , ii) adecuación de la
“tramitología” y reducción de sobrecostos, iii) diversificación productiva, iv)
impulso a la infraestructura, e, v) inclusión social.

En el 2019, el PBI de Perú casi triplicará su nivel del 2005 y, en términos per
cápita, alcanzará los US$ 6 568 o US$ 15 739 en PPP (paridad del poder de
compra).En línea con el crecimiento de los próximos años, el PBI alcanzará los
US$ 213 mil millones en el 2019, monto que es 1,2 veces el del 2011 (US$ 171
mil millones) y más de 4 veces el del 2000 (US$ 51 mil millones). Y, en términos
per cápita, se espera que este alcance US$ 6 568 en el 2019, monto que es 1,1
veces más que el del 2011 (US$ 5 731) y más de 3 veces el del 2000 (US$ 1
964). Además, en términos de PPP, el PBI alcanzará los $ 511 mil millones,
monto que superará el nivel de Chile ($ 424 mil millones) del 2015 en 1,2 veces;
sin embargo, aún estaría por debajo de los niveles de otros pares regionales
como Colombia ($ 665 mil millones) y México ($ 2 220 miles de millones).
3. Balances macroeconómicos

En el escenario macroeconómico proyectado en el presente MMM, el déficit en


cuenta corriente se irá reduciendo gradualmente desde el 4,4% del PBI en el
2015 hasta el 2,9% del PBI en el 2019, como reflejo de una mayor producción
minera, estabilización de los términos de intercambio (en especial, a partir del
2018) y una gradual consolidación fiscal. Esto permitirá a la economía peruana
afrontar de mejor manera un entorno internacional que, si bien mejorará, también
mantendrá algunos riesgos. En particular, la reducción del déficit de la cuenta
corriente en el 2016 a 3,7% del PBI respecto del 2015 (4,4% del PBI) es la mayor
en siete años. El principal factor es el incremento en producción minera y la
normalización del desembarque de anchoveta. De acuerdo a cálculos internos,
ambos factores explican alrededor del 50% de la reducción del déficit en cuenta
corriente entre 2015 y 2016. Adicionalmente, la economía peruana, al ser
polimetálica y con una alta participación del oro (28,3% de las exportaciones
tradicionales y 19,3% del total de exportaciones) goza de una posición
privilegiada respecto del resto de países de la región. En situaciones de
incertidumbre asociadas con caída de precio de metales y salidas de capitales,
el oro se ve fortalecido como un activo de refugio de valor por lo que, para la
economía peruana, juega un rol de “cobertura natural”

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