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La Devoción de los Siete Dolores

de la Bienaventurada Virgen María


“Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Inmaculado Corazón”.

Oraciones a la Madre Dolorosa


(Rezarla cada viernes para comenzar el Rosario de los Siete Dolores durante
La Cuaresma )
María, Santísima Virgen y Reina de los Mártires, acepta el homenaje sincero
de mi afecto filial. Recibe mi pobre alma en vuestro corazón, traspasado por
tantas espadas. Recíbela como compañera de vuestros dolores al pie de la
Cruz en que Jesús murió por la redención del mundo. Junto a Ti, oh Virgen
dolorosa, sufriré alegremente todas las tribulaciones, contradicciones y
enfermedades que Nuestro Señor quiera enviarme. Las ofrezco todas a Ti en
memoria de vuestros dolores, para que cada pensamiento de mi mente y
cada latido de mi corazón sean un acto de compasión y de amor por Ti. Oh
Vuestra Merced, dulce Madre, ten piedad de mí, reconcíliame con vuestro
Divino Hijo Jesús, consérvame en vuestra gracia y asísteme en mi última
agonía, de modo que pueda alcanzar el Cielo, estar con tigo y cantar vuestras
glorias. Amén.

Meditación de sus siete dolores :


Primer dolor
“La profecía del anciano Simeón”

En el templo, el Santo anciano Simeón, después de haber recibido en sus brazos al Divino Infante, le
predice a la Virgen que aquel Hijo suyo sería blanco de las contradicciones de los hombres:
“Este Niño ha sido puesto como señal de contradicción”, y por eso “una espada de dolor
atravesará tu alma.” (Lc 2, 34-35).

Meditación
(Meditación viernes 16)
Dijo la Virgen Santísima a Santa Matilde que, ante el aviso de Simeón, “toda
su alegría se volvió tristeza”. Porque como le fue revelado a Santa Teresa, la
Madre Santísima, aunque sabía desde el principio que su Hijo sería
sacrificado por la salvación del mundo, sin embargo, desde esa profecía,
conoció en particular y con más en detalle las penas y la muerte despiadada
que le había de sobrevenir a su amado Hijo.
Conoció que le iban a perseguir y contradecir en todo. En la doctrina, porque
en vez de creerle lo habían de tener por blasfemo al afirmar que era Hijo de
Dios, como lo declaró el impío Caifás cuando dijo: “Ha blasfemado … es Reo
de muerte” (Mt 26, 65-66).
Contradicho en la estima que se merecía porque era noble de estirpe real y
fue despreciado como plebeyo: “Acaso no es éste el hijo del carpintero?” (Mt
13,55) “¿No es éste el artesano, el hijo de María?” (Mc 6,3) . Era la misma
sabiduría y fue tratado de ignorante: “¿Cómo es que éste sabe las letras, si no
ha estudiado?” (Jn 7,15); de falso profeta: “Le cubrieron con un velo y le daban
bofetones, y le preguntaban diciendo: ¡Adivina! ¿Quién es el que te ha pegado?”

(Lc 22,64); lo trataron de loco: “Ha perdido el juicio ¿Por qué lo escucháis?”(Jn
10,20). Fue tratado de bebedor, glotón y amigo de los pecadores. “Vino el
Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un hombre glotón y
bebedor, amigo de publicanos y de pecadores” (Lc7,34). Lo tuvieron por
hechicero: “Por arte del príncipe de los demonios lanza a los demonios” (Mt
9,34), por hereje y endemoniado: “¿No decimos con razón nosotros, que eres
un samaritano y que estás endemoniado?” (Jn 8,48). En suma, fue tenido por
criminal tan notorio que no necesitaban proceso para condenarlo, como le
gritaron los judíos a Pilatos: “Si éste no fuera un malhechor, no te lo
hubiésemos entregado” (Jn 18,30).

Padrenuestro... Siete Ave Marías ...

Rezar a continuación el rosario de los siete dolores cómo cada día viernes

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