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SENTENCIA No.

18

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA CONSTITUCIONAL. Managua, cuatro de


marzo de dos mil cinco. Las once y treinta minutos de la mañana.

VISTOS,
RESULTA:

Que por escrito presentado ante la Sala Civil Uno del Tribunal de Apelaciones de
esta Circunscripción, el día quince de enero del dos mil cuatro, por la Doctora
SUSY ANNABELLE DURIEZ GONZÁLEZ, en su carácter de Apoderada Judicial
Especial, de la compañía TEXACO CARIBBEAN INC, expuso: Que su representada
opera la venta de combustible sobre la base de un sistema de Estaciones de
Distribución ubicadas territorialmente. El sistema de depósito y despacho de
combustible en cada estación funciona con la lógica de almacenamiento en
tanques soterrados y distribución desde estos a través de tuberías hacia las
Bombas de cada Estación.

El sistema opera normalmente, bajo estrictas medidas de seguridad y estándares


internacionales establecidos para procedimientos de emergencia. Las medidas de
control sobre estos sistemas son aplicadas por Texaco con absoluta regularidad.
Que estos procedimientos de control, le permitieron a su representada detectar
en la fecha catorce de mayo del año dos mil tres un faltante de combustible en la
Estación de Distribución Parque Industrial ubicado en el Km. Nueve y medio de la
Carretera Norte, Managua. Verificado el faltante, se procedió de inmediato a
establecer las causas del mismo y a través de pruebas y procedimientos
especiales aplicados según los Protocolos de Seguridad para esta circunstancia,
se llegó a la conclusión de que efectivamente, el faltante se debía a una falla de
fabrica de la tubería que permitió una filtración de combustible, ascendiendo la
pérdida aproximadamente a Cinco mil ciento trece galones que evidentemente se
habían filtrado al subsuelo. Una vez que Texaco Caribbean Inc, confirmó la
naturaleza del evento y siendo claro que se encontraba frente a un accidente de
naturaleza ambiental, procedió a dar parte a las autoridades del Estado y del
Gobierno en la fecha veintitrés de mayo vía fax y remisión de originales con
fecha veintiocho y veintinueve de mayo del año dos mil tres notificando al
MINISTERIO DEL AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES MARENA, al Instituto
Nicaragüense de Energía (INE), ente Regulador de Gasolineras. Que
simultáneamente, su representada suspendió las operaciones de la estación de
distribución de combustible y procedió a tomar las medidas de emergencia
inmediata para este tipo de eventualidades, las cuales fueron: detener todos lo
equipos y evaluar la situación de seguridad que requería atención inmediata; e
identificar los puntos críticos incluyendo riesgos y posibles trayectorias que
pudieran causar un grave daño tanto a las personas como al medio ambiente,
habiéndose identificado los siguientes riesgos: I. Posible contacto directo con la
gasolina, II. Remoción inmediata de productos libre en el área, III.
Aseguramiento del área para evitar personas extrañas, IV. Existencia de posibles
vapores de hidrocarburo en los drenajes, V. Verificación de todas las aberturas
superficiales, alcantarillas y drenajes, en la vecindad del drenaje para descartar
que el producto se halle escapado por el alcantarillado. Se llevaron una serie de
acciones destinadas a la mitigación del derrame, mencionando las siguientes:
Monitoreo de vapores, con indicaciones de cero por ciento de explosividad,
compra de fotoionizador para medir vapores de hidrocarburo en el área de
trabajo dentro de las fosas de los tanques para proteger al personal, uso de
mascaras protectoras para vapores de combustible, disponibilidad de equipos de
rescate, uso de espuma para reducir vapores de combustible para proteger a
trabajadores y vecinos, trabajo por contratistas certificados, cerca del área para
impedir acceso a extraños, restricción de acceso al personal e implementación
estricta de la política de permiso de trabajo. Se identificaron todas y cada una de
las fuentes de agua potable y subterráneas. Se procedió a contactar de inmediato
a un geólogo profesional registrado ante el MTI que estableció las siguientes
informaciones: I. Ubicación de los pozos de agua, con la comprobación de que el
área próxima a la estación de servicio no tiene pozos de agua potable cercano, II.
Identificación del pozo del Hotel Camino Real, que según los estudios no
presentaba ningún tipo de contaminación con hidrocarburo. Habiéndose
concluido que ninguno de los pozos de abastecimiento de agua potable presenta
contaminación. Se perforó un pozo de monitoreo ubicado gradiente abajo del
punto del derrame y se procedió a examinar si existían vapores en el aire
monitoreándolo diariamente en diferentes condiciones. Que los trabajos
realizados por su representada una vez que se identifico el accidente fueron al
veintinueve de mayo: Prueba de tuberías y dispensadores, Perforación pozo de
monitoreo MW-1, Monitoreo continuo de alcantarilla, desagües, Perforación de
dos áreas de observaciones (área de tanques y pista), Monitoreo pozo de
absorción, Gobierno informado, Inspección del cauce localizado cercano a la
estación de servicio y no fue encontrado trazas de hidrocarburos. Del dos al
veintitrés de Junio, Fase Inicial de trabajos completados: Pozos de monitoreo, Un
pozo hasta el acuífero completado, muestreado y analizado, Pozo del Hotel, Cinco
perforaciones superficiales, Remoción de tanques, Remoción de 230 m3 (540 ton)
de material altamente impactado con gasolina, tratamiento del material en la
Unidad de Tratamiento en Plantel Managua, Muestreo y análisis de suelos debajo
del área de tanques (dentro de la fosa). Continuación de trabajos, del doce de
Julio al quince de Septiembre: Continuación monitoreo de vapores en suelos,
Muestreo de suelos completo en el fondo de la fosa, Perforación de 4 calicatas en
la fosa de tanques, Remoción de arcilla del fondo de la fosa de tanques,
Tratamiento de arcilla en la Unidad de Tratamiento en Plantel Managua, Pozos de
monitoreos adicionales, Cuatro Pozos de monitoreo hasta la tabla de agua (MW-2,
MW-3, MW-4 y MW-5), Muestras de agua analizadas (BTEX). Plan de
Investigación Adicional al veinte de Septiembre: Tres perforaciones de monitoreo
adicionales para ver si el producto se movió dentro de las fracturas (MW-6, MW-
7 Y MW-8). Se inician tres perforaciones adicionales al veinticuatro de
Septiembre. Se notifica al gobierno el tres de Octubre de que encontraron
producto libre en perforación de monitoreo MW-7, iniciándose proceso de
recuperación manual. Del nueve de Octubre al veintidós de Octubre:
Perforaciones adicionales (MW-9, MW-10), Compra de bomba especializada para
recuperación de producto (SKIMMER). Del veintidós de Octubre al once de
Noviembre, Instalación de Skimmer, Recuperación de producto, Perforación
(MW-11) dentro de fosa de tanques. Que la Comisión AD HOC Y MARENA formada
el cuatro de Julio del corriente año pidió una serie de informaciones relacionadas
a las fases de investigación y los requerimientos de la 1ª fase eran los siguientes:
1. Actividades realizadas a la fecha. 2. Cronograma de actividades a remitir al
INE-MARENA, 3. Pozos que se encuentran en el radio de la posible
contaminación, 4. Mapa de curvas de nivel de la zona, 5. Mapa de planta con
curvas de nivel, 6. Perfil geológico a escala local de la Estación de servicio,
señalando los estratos rocosos y nivel freático, 7. Plano de instalación de tuberías
indicando el sitio de la fuga, 8. Fecha exacta de instalación y especificaciones de
material de tanques y tuberías. Vida útil de los mismos, 9. Plano de instalación de
tanques y perfil, con dimensiones de la fosa, 10. Instructivo de funcionamiento de
Veeder-root, 11. Inventarios de combustible, 12. Plano de conexión de aguas
negras, 13. Fecha exacta de remodelación de estación de servicio. Detalle de
todas las actividades que se llevaron a cabo en su momento tales cimentaciones,
equipos a instalar etc., 14. Fecha de última prueba hidrostática a tuberías, 15.
Muestreo de suelo del área inmediata a los tanques y área de pista donde se ubica
el derrame en la tubería, 16. Monitoreo de aguas subterráneas a través del pozo
de monitoreo ubicado en la estación de servicio. Que Texaco remitió la
información de la siguiente forma en reporte del seis de Junio que contenía: 1.
Actividades realizadas hasta la fecha, 2. Actividades en ejecución, 3. Copia de
plano hidrogeológico del INAA que muestra los pozos cercanos # 14 y # 15, 4.
Mapas de curvas de nivel de la zona, 5. Perfil litoestratigráfico del avance de la
perforación MW-1 hasta los 19 metros (que estaba en ejecución), 6. Plano de
instalación de tuberías indicando el sitio donde falló la tubería primaria, 7. Plano
de instalación de tanques y perfil, con dimensiones de la fosa, 8. Inventarios de
combustible, 9. Plano de conexión de aguas negras, 10. Fecha de última prueba de
tubería. Que en reporte del nueve de Junio, se envió informe que contenía: 1.
Plano de planta con curvas de nivel, 2. Marca de tubería instalada, 3. Fecha de
instalación de tanques, 4. Fecha de instalación de tuberías, 5. Tiempo de garantía
de tanques, 6. Tiempo de garantía de tuberías, 7. Instructivo de funcionamiento
de Veeder-root, 8. Fecha de recepción de remodelación de estación de servicio, 9.
Capacidad de almacenamiento de producto (detallando cantidad y tipo de
producto por cada tanque), 10. Cantidad y marca de dispensadores instalados.
Que siguiendo con el cumplimiento de los requerimientos de la primera fase, se
tomaron las muestras de suelo de la fosa de tanques, área inmediata a los
tanques y área de pista donde se ubicaba el fallo de la tubería. También se tomó
muestra de agua del pozo de monitoreo MW-1. Estos análisis fueron realizados
por el laboratorio local CIRA de acuerdo a solicitud de la Comisión Ad-hoc. Que
con fecha veinticinco de Junio Texaco recibió comunicación de parte de la
comisión Ad-hoc donde se solicitaba información relacionada a la segunda fase de
investigación y requería: Fase de Seguimiento: 1. Descripción de las propiedades
físico-químicas, 2. Actividades realizadas hasta la fecha, 3. Elaborar perfil
geológico a escala local que demuestre la dimensión geométrica de la aureola de
contaminación de suelo-subsuelo. En este mismo perfil se debe expresar la
secuencia litoestatigráfica del terreno, espesor de las capas y el comportamiento
del gradiente hidráulico, 4. Una vez detectada la geometría de la aureola
contaminante, realizar muestreo geoquímico sistemático del área donde se
localiza toda la pluma de contaminación, 5. Muestreo del nivel freático localizado
propiamente debajo de la pluma de contaminación, 6. Cálculo del volumen de
suelo contaminado, 7. Propuesta de alternativa de recuperación y/o remediación
del suelo o área contaminada. Que fue solicitada por la Comisión Ad Hoc,
información Adicional así: 1. Texaco debe presentar el programa de
investigación, 2. Realizar prueba de permeabilidad tipo Lugeon, 3. Índice de
precolación del terreno, 4. Levantamiento geológico vertical y horizontal de la
pared norte de la fosa de tanques, 5. Realizar calicatas de 1 m de profundidad y 1
m2 de área iniciando una vez pasada la capa de arcilla, 6. Perfil litoestatigráfico
completo, 7. Definición de la fractura de la pared norte de la fosa de tanques,
para lo cual se deben hacer perforaciones en dirección a la fractura, 8. Las
perforaciones deben ser realizadas a una profundidad representativa de los
estratos hasta el manto acuífero, 9. Deben introducirse métodos de perforación
que incrementen la recuperación de materiales y disminuyan el grado de
impregnación por agua natural y lavado de muestras, 10. Testigos recuperados en
perforaciones deben ser clasificados y presentados a entes reguladores, 11.
Perforaciones deben realizarse en el menor tiempo posible, 12. Cronograma de
actividades, 13. Muestreo semanal al pozo del Hotel Camino Real, 14. Plan de
contingencia. Que se entrego reporte que contenía: Remisión de información y
respuesta a los seis puntos de la fase de seguimiento y de los catorce puntos de
información adicional solicitados. Igualmente en dicho reporte se informa el
punto de vista de Texaco, así como las acciones tomadas por ésta a las cinco
observaciones realizadas por la comisión y que se referían a: 1. Disposición de
suelo contaminado en la Unidad de Tratamiento del Plantel Managua, 2.
Protección del suelo removido de la fosa de tanques, 3. Protección de la fosa de
tanques, 4. Instalación de piezómetros en las perforaciones realizadas, 5.
Disposición de desechos materiales. Que la Comisión, bajo la responsabilidad y
conducción del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA),
comenzó a monitorear las medidas de remediación aplicadas para evitar mayores
consecuencias del accidente ambiental, y sobre todo, para evitar daños a la vida y
seguridad de los habitantes del sector. Que su representada Texaco Caribbean
Inc., brindó en todo momento su apoyo incondicional y cumplimiento claro de las
medidas emanadas por la Comisión Ad Hoc, haciéndole a la misma, las
observaciones técnicas que consideraron necesarias, frente a sus disposiciones.
Que sin embargo, a pesar de todo el trabajo desarrollado por su Representada, el
MARENA, decidió abrirle un proceso administrativo, y que Texaco Caribbean Inc.,
demostró hasta la saciedad, la responsabilidad y diligencia con que actuó, una
vez, detectado y fijado las dimensiones del accidente ambiental. Que sin
embargo, el MARENA emitió una Resolución Administrativa número 018-10-03 de
las cinco de la tarde del seis de noviembre del año dos mil tres y notificada a las
once y quince de la mañana del día diez de noviembre del mismo año, en la cual,
se realizan y expresan un conjunto de imputaciones a su representada por
supuesta negligencia y negativa a cumplir con disposiciones de la Ley 217 y otros
ordenamiento conexos. La referida resolución, genera e imputa infundadamente,
responsabilidades a su representada, distorsiona los hechos y particularmente
constituye una violación a los Principios constitucionales del proceso debido,
Igualdad ante la ley y Legalidad en la actuación de los funcionarios públicos. Que
ha existido agotamiento efectivo de la Vía Administrativa, en este proceso en el
orden siguiente: Interpuso Recurso de Revisión, en los términos definidos por el
arto. 39 de la Ley 290, declarándose sin lugar el recurso y confirmando la
Resolución 018-10-03. Interpuso Recurso de Apelación, en tiempo, habiéndolo
suscrito el Gerente General y presentado por el Supervisor de Operaciones, tal
como había ocurrido con el Recurso de Revisión y otros escritos propios de la
presente causa. Sorpresivamente, la Delegada Territorial de Managua del
MARENA, emitió un Auto negándose a admitir el Recurso de Apelación referido,
indicando que el mismo, debía ser presentado físicamente por el Gerente de la
Compañía. Nuevamente interpuso el recurso de apelación, esta vez, presentado
también físicamente por el Gerente de la Empresa. Nuevamente rechaza el
recurso de apelación, bajo el pretexto que ya era extemporánea, por lo cual
interpuso Recurso de Apelación por la vía de hecho ante el Ministerio del
MARENA. Finalmente, el Ministerio del MARENA, por medio del Auto
administrativo de las cinco de la tarde del día cinco de Enero del corriente año
dos mil cuatro y notificado a las diez y cuarenta y cinco minutos de la mañana del
día trece de Enero del año dos mil cuatro, resolvió rechazar el recurso de
apelación, por la vía de hecho interpuesto oportunamente por su representada,
agotándose de esta manera en forma definitiva la vía administrativa. Que señala
como fundamentos de derecho del presente recurso y disposiciones
constitucionales violentadas por el MARENA, los siguientes aspectos de carácter
jurídico. I. La inconstitucionalidad de la Resolución 018-10-03 de las cinco de la
tarde del seis de noviembre del año dos mil tres, pues se cometió el grave error
procesal de violentar la voluntad de la ley 217 del Ambiente, en el sentido de que
las sanciones aplicables por imputación de daños o afectaciones al Ambiente,
deben configurar una lógica progresiva y gradual, según lo establecido por el
artículo 149 de la Ley 217. Tal y como fue indicado en los recursos, se aplicó a su
representada la máxima sanción contemplada en el arto. 105 incisos b, i, n del
Reglamento de la Ley 217 sin tomar en cuenta el artículo 107 del mismo
Reglamento de la ley 217 y sin haberse concluido todo el proceso de investigación
y verificación de los daños producidos y sus circunstancias colaterales tales
como: a. Los daños causados a la Salud Pública, b. El valor de los bienes dañados,
c. El Costo económico y social del proyecto o actividad causante del daño, d. El
Beneficio económico y Social obtenido, producto de la “actividad infractora”. Que
es obvio que para fijar la sanción aplicada no se han determinado intoxicaciones,
daños físicos, afectaciones orgánicas ni ninguna otra forma de afectación a la
salud pública. La fase actual de la investigación no permite concluir con certeza
los daños generados y esto es tan cierto, que la misma resolución del MARENA,
ordena la contratación licitada de una compañía extranjera que realice este
estudio. Que la ley pretende castigar el ánimo de lucro temerario de los
Contaminadores, por lo cual, el cálculo del beneficio debe ser un componente a
considerar para fijar la sanción. Que la distorsión antojadiza de la progresividad
en la sanción para responsabilidades ambientales, aplicada en este caso por
MARENA, constituye una clara conducta violatoria de la Disposición 183 de la
Constitución Política de Nicaragua. Que la aplicación unilateral y precipitada de
la sanción, sin haber cumplido con los supuestos y premisas esenciales
concebidas en ella para determinar la aplicación de la sanción y las dimensiones
de la misma rompe también el principio de Igualdad ante la Ley, contenida en el
arto. 27 de la Constitución Política. Que también, MARENA pretendió negar a su
representada, el derecho a la Apelación de su resolución administrativa,
violentando el principio de Igualdad ante la Ley y Debido Proceso (Arto. 27 Cn.).
Que en la Sentencia de Amparo 238-99 publicada consagra como derecho de
rango constitucional la posibilidad de un segundo examen de la cuestión. Que es
evidente y claro que el Derecho de los ciudadanos nicaragüenses a un ambiente
sano, constituye un Derecho Constitucional incuestionable; sin embargo, la Ley
ambiental 217 establece las formas, criterios y procedimientos aplicables para la
sanción del Contaminador. De esta forma, en su arto. 144 de la ley 217 establece
como un elemento atenuante de la responsabilidad por daño ambiental el hecho
de que el sujeto o persona natural o jurídica haya tomado todas la medidas para
amortiguar los daños, y esa ha sido precisamente la actitud asumida por la
Compaña Texaco Caribbean Inc. desde el momento en que detectó la fuga de
combustible y en ello, su representada nunca se ha detenido en consideraciones
de tipo económico para disminuir al máximo los riesgos de afectación a la salud
de los pobladores y vecinos de la Estación de Servicio, tan es así que los trabajos
preliminares de remediación y amortiguación al treinta de Octubre del año dos
mil tres, representaron una cantidad treinta veces mayor a la establecida como la
máxima sanción pecuniaria, que aun sin mediar ninguna resolución ni orden
administrativa, empeña sin reservas, su capital y recursos para evitar mayores
consecuencias de un Accidente Ambiental absolutamente fortuito. Que no basta
con la simple existencia del daño, para derivar de este hecho “per se” la
responsabilidad de una empresa, por lo cual señala las partes pertinentes de
Sentencia de la Sala Constitucional No. 400-99 del 12 de Julio del año dos mil en
que estableció el criterio definitivo de la prueba para la sanción y valoración del
daño ambiental. Que por lo anterior interpone formal Recurso de Amparo, en
contra de la resolución administrativa No. 018-10-03 emitida a las cinco de la
tarde del día seis de noviembre del año dos mil tres por la Delegada Adjunta del
MARENA, confirmada, por el señor Ministro del MARENA, Ing. Arturo Harding,
por la vía de Auto Administrativo del día cinco de Enero del año dos mil cuatro.
Que es evidente, que la resolución podría ser suspendida incluso de oficio, pero
se inhibe de solicitar la suspensión del acto, para dejar claro que no es voluntad,
la paralización de actividades y trabajos, sin que tal actitud de buena fe, deba
interpretarse como admisión de Responsabilidad alguna en negligencia, omisión,
o culpa, tal y como ha pretendido establecerlo, la resolución recurrida en este
acto. Que agregaba al Recurso de Amparo los documentos pertinentes. Que por
escrito posterior del veinte de Enero del año dos mil cuatro, la referida
apoderada mencionó una serie de hechos sobrevenidos referidos al cumplimiento
de las medidas ordenadas por MARENA vinculados a los análisis químicos de las
muestras de agua del manto acuífero cercano a ser realizados por los
Laboratorios de Enacal por medio de un laboratorio norteamericano, de cuyo
costo la recurrente exige las facturas originales; así como lo relativo a la forma e
idoneidad de la contratación de la empresa “Carl Bro Intelligent Solutions” para
la valoración de los daños, todo lo cual hace modificar su posición original y
solicita la suspensión del acto reclamado, ofreciendo la fianza que corresponda,
acompañando la documentación correspondientes a los motivos de la variación
de criterio, que hace en tiempo por no haberse pronunciado aun el Tribunal de
Apelaciones referido. II. Que la Sala Civil número Uno del Tribunal de
Apelaciones de esta Circunscripción, por auto de las once y treinta minutos de la
mañana del veintidós de Enero del año dos mil cuatro, resolvió tramitar el
presente recurso; tener como parte a la recurrente; sin lugar la suspensión del
acto reclamado; ponerlo en conocimiento del señor Procurador General de la
República con copia íntegra del mismo; dirigir oficio al señor Arturo Harding,
Ministro del MARENA, y a la señora María Gabriela Abarca Martínez, Delegada
adjunta del MARENA, también con copia del mismo, previniéndoles a dichos
funcionarios envíen informe del caso a esta Corte Suprema de Justicia dentro del
término de diez días debiendo remitir las diligencias que se hubieren creado; y
ordenó remitir los autos a esta Corte, previniendo a las partes que deberán
personarse para hacer uso de sus derechos. III. Que aquí se personaron la
recurrente, quien solicitó nuevamente la suspensión del acto; la abogada
GEORGINA DEL SOCORRO CARBALLO QUINTANA como Procuradora
Constitucional, y los recurridos, quien acreditando su cargo rindieron el informe
solicitado con documentación que acompañó el Ministro recurrido. Que esta Sala
de lo Constitucional por auto de las diez y cuatro minutos de la mañana del uno
de Marzo del dos mil cuatro, tuvo por personados a las partes, declaró sin lugar
la suspensión del acto reclamado y se ordenó pasar el presente recurso para su
estudio y resolución, y en ese estado la parte recurrente solicitó audiencia para
realizar exposición técnica y por auto de las nueve y cincuenta y cinco minutos de
la mañana del quince de Abril del año dos mil cuatro, accedió a lo solicitado y fijó
audiencia para tal efecto. Por auto de las nueve y veinticinco minutos de la
mañana del veintiocho de Abril de ese mismo año se ordenó agregar a los
antecedentes, escrito de la parte recurrente que contiene comentarios e
impugnaciones al informe de los funcionarios recurridos. Por auto de las nueve
de la mañana del veintisiete de Mayo de esta Sala Constitucional accedió a la
audiencia solicitada por el Ministro recurrido para exponer en conjunto con los
técnicos especialistas las implicancias y consecuencias del derrame de gasolina,
habiéndose señalado la correspondiente audiencia. Que finalmente, la parte
recurrente presentó escrito del cuatro de Junio del año dos mil cuatro, en que
hace referencia a su informe del resto del cumplimiento de la resolución
recurrida, de los impedimentos para cumplir otras medidas, acompañando la
documentación que estimo pertinente y pidió el pronunciamiento del caso.

CONSIDERANDO:
I

Que el recurso de amparo, de carácter extraordinario, establecido en la Ley de


Amparo, Ley No. 49, publicada en La Gaceta, Diario Oficial, del 20 de Diciembre
de 1988, tiene como objetivo garantizar el derecho de amparo por violación o
amenaza de violación de los derechos y garantías establecidos en la Constitución,
a favor de toda persona natural o jurídica, contra toda disposición, acto o
resolución y en general contra toda acción u omisión de cualquier funcionario,
autoridad o agente de los mismos; pero establece también los requisitos que
deben de existir para que sea procedente entrar al conocimiento de lo reclamado
por la parte recurrente. Tales requisitos deben establecerse previos a una
resolución de fondo, y entre otros, se encuentran el haber agotado la vía
administrativa y el término legal para interponerlo. Que efectivamente hubo en
el Marena un procedimiento interno en contra de la recurrente por los hechos
ocurridos en la Estación Texaco que fueron referidos primeramente que dio
origen a la resolución originaria recurrida, así como la utilización de recursos
administrativos propios de la Ley 290, habiendo sido denegada
administrativamente la apelación de hecho y de derecho, lo que ha resultado en
el auto dictado por parte de la máxima autoridad del Ministerio el día cinco de
Enero del año dos mil cuatro, confirmatoria de la resolución dictada por la
Delegada Adjunta del MARENA, que son los actos recurridos a considerar en el
presente recurso. Que el procedimiento administrativo interno no requiere las
formalidades del procedimiento común en razón de la garantía constitucional del
derecho de acción y a un recurso judicial establecido en la Convención Americana
de Derechos Humanos (Pacto de San José) suscrito por el país y asumido
constitucionalmente su contenido por el Arto. 46 Cn., así como por el Arto. 188
Cn., por lo cual corresponde, en aplicación de las normas del debido proceso,
entrar al conocimiento del fondo del recurso, tomando en cuenta que ha sido
agotado el procedimiento propio e interpuesto en tiempo.

II

Aparte del derecho a recurrir de amparo, la parte recurrente funda su recurso,


resumidamente, en que se violentó la Ley 217 al imponerse la máxima sanción
prevista en la misma, al no tomar en cuenta la premisa de gradualidad dispuesta
en el arto. 149 de dicha ley, sin haberse concluido todo el proceso de
investigación y verificación, y lo que denomina circunstancias colaterales
previstas por el arto. 107 del Reglamento, particularmente los daños causados a
la salud pública y el valor de los bienes dañados. Aduce que los daños deben
comprobarse, que la actual investigación no permite concluir con certeza los
daños generados, lo cual es tan cierto que la misma resolución del Marena ordena
la contratación licitada de una compañía extranjera que realice el estudio. Que la
decisión es antojadiza, que imputa responsabilidades a su representada; que no
toma en cuenta un elemento atenuante de la responsabilidad por daño ambiental,
el hecho de que haya tomado todas las medidas para amortiguar los daños, tal
como lo ha hecho su representada. Que todo ello violaba el debido proceso, el
Arto. 183 Cn, y el Derecho a la Igualdad ante la ley, pues no se le han aplicado las
disposiciones para las circunstancias de un accidente ambiental fortuito e
imprevisible.

III
En cuanto a la gradualidad reclamada, hay que señalar previamente que la
competencia del MARENA para el procedimiento administrativo que concluyó con
la resolución recurrida, está claramente establecida en el arto. 134 de la Ley No.
137, y en el Arto. 106 del Reglamento a la referida ley, estando cuestionado
únicamente lo que respecta al contendido de la sanción impuesta por la autoridad
recurrida. La resolución del MARENA está sujeta al principio de legalidad para
determinar que lo actuado está previsto en la ley reguladora de su actuación
administrativa. El concepto de infracción administrativa es entendido de
conformidad con el Arto. 101 del Reglamento, como toda acción u omisión que
contravenga la Ley No. 137 y su reglamento, siempre que no esté tipificado como
delito y para su sanción se establece una lista de sanciones numerus clausus de
las cuales la autoridad no puede sustraerse al estar señaladas en los artos. 148,
149 y 150 de la Ley referida, disponiendo el Arto. 149 el criterio de sanción por
grados. En relación a la gradualidad de la sanción que reclama la parte
recurrente, como que le fue aplicada en forma antojadiza distorsionando las
disposiciones legales, cabe señalar que no le corresponde a la autoridad
administrativa establecerla discrecionalmente en el caso concreto, pues esa
gradualidad dispuesta por el arto. 149 de la Ley No. 137 como criterio de
aplicación ya está determinada expresamente en la reglamentación, al disponer
el arto. 102 del Reglamento, en función de la gravedad del caso, una clasificación
de las infracciones en Leves, Graves y Muy graves, y a su vez, en los artos 108,
109 y 110 del referido reglamento adjudica a cada infracción una o varias de las
sanciones ya previstas en las disposiciones ya señaladas de la Ley;
correspondiéndole a la autoridad administrativa una vez determinado el hecho,
calificar si constituye infracción y aplicar la sanción o sanciones que sean
pertinentes en función de criterios que la ley señala, tales son, Daños causados a
la Salud Pública, Valor de los bienes dañados, Costo del proyecto o actividad
causante del daño, Beneficio obtenido de la actividad infractora y la Naturaleza
de la infracción. Esta Sala estima que en la aplicación de las sanciones que
correspondan a cualquier infracción, no existe prevista precedencia alguna que
implique la existencia del antecedente para conceptualizar como Muy grave una
infracción, pues no hay orden de prelación entre una y otra, salvo en lo que se
refiere a la circunstancia de reincidencia como elemento de una de las
infracciones. O sea, que para la aplicación de una sanción por infracción muy
grave no se requiere que hayan ocurrido previamente las otras de la
clasificación, salvo cuando se requiere reincidencia para la aplicación, ya que la
graduación está por mandato de la ley en función de la gravedad prevista, y lo
que hace la autoridad administrativa es valorar en que situación se encuentra el
hecho ocurrido objeto del procedimiento administrativo.

IV

De los autos se desprende que en la actividad que desempeña la parte recurrente


como es la distribución y venta de combustible, en la Estación de Distribución
Parque Industrial ocurrió un derrame de combustible de cinco mil ciento trece
galones que se filtraron al subsuelo y al manto acuífero. Tal hecho comprende
por el conocimiento común la existencia de un contaminante, una contaminación
y un daño ambiental, en ocasión de la actividad propia de la entidad que
representa la recurrente, tal como se definen en el arto. 5 de la Ley 217, y eso
implica alterar la composición natural de elementos que componen el ambiente,
poner en riesgo la salud de las personas, la preservación y conservación del
ambiente, así como un perjuicio o daño ambiental, todo lo cual, constituye
evidentemente una infracción administrativa por ser una acción que contraviene
los preceptos de la Ley referida, tal como lo ha considerado la autoridad
recurrida, independientemente de la calificación de la situación en cuanto a si
era previsible e irresistible para los efectos de la responsabilidad civil o penal,
que la autoridad recurrida expresamente se ha abstenido de pronunciarse al
dejar eso a la función jurisdiccional, tal como corresponde legalmente.

La Sala en cuanto a la calificación de la infracción de muy grave, estima que está


comprobado en autos por lo menos la existencia de una de las causales
mencionadas en la Resolución objeto del recurso, tal es la contemplada en el
inciso n) del Arto. 105 del Reglamento que consiste en “Realizar actividades de
las que se deriven efectivos e irreversibles daños al ambiente y a los recursos
naturales”; pues la otra del inciso b) de la última disposición mencionada, no
queda claro cuales fueron las disposiciones y resoluciones administrativas
emitidas por MARENA previas al accidente que fueron contrariadas por la parte
recurrente. Y en cuanto a los criterios utilizados para imponer una de las
sanciones correspondientes a la infracción grave señalados en el Arto. 107 del
referido Reglamento que aduce la parte recurrente no existen, la Sala estima que
es contradictoria tal argumentación con la evidencia clara de todos los hechos
que la misma recurrente expone. También, por la propia ocurrencia del hecho y
de la definición legal, hay un daño ambiental, pues se ha producido en forma
manifiesta un deterioro o perjuicio al ambiente y a dos de sus componentes como
son el agua y el suelo; y así mismo, al ser el hidrocarburo derramado un
contaminante, por la propia definición legal del arto. 5 de la Ley está claro que
pone en riesgo la salud de las personas y la preservación y conservación del
ambiente, y tal riesgo en si mismo, es un daño eventual a la salud pública e
implica un monto o valor a los bienes jurídicos afectados. La apoderada de la
recurrente en toda la extensión de sus escritos del procedimiento administrativo
y del presente recurso de amparo, reconoce la existencia del daño, y todos sus
esfuerzos están encaminados a demostrar que ha realizado todas las actividades
posibles para mitigar y contener los efectos del daño ocurrido, y a explicar o
aducir que no se ha finalizado el proceso de investigación y verificación de los
daños, particularmente los causados a la salud pública y el monto exacto. Esta
Sala estima que para efectos del procedimiento administrativo y la
determinación de la violación a la normativa ambiental corresponde distinguir
entre la existencia del daño y el monto del mismo, bastando la comprobación de
su existencia y de las infracciones ocurridas, independiente de su magnitud y de
la responsabilidad del causante; pues la magnitud, grado de contaminación,
degradación producida, afectaciones específicas a la salud, reversibilidad o
cualquier otro elemento técnico, su determinación es propia y privativa de la
autoridad administrativa que no está sujeta al control judicial por el recurso de
amparo destinado a velar por las garantías constitucionales que pueda afectar el
procedimiento administrativo, y a su vez, se excluye en esta sede el asunto de la
responsabilidad civil o penal, al ser propia de la justicia ordinaria en su caso. Por
todo lo anterior, la Sala determina que no ha existido por parte de la autoridad
recurrida violación al arto. 183 Cn., ni violación al principio de legalidad, pues la
actuación de la autoridad recurrida ha estado ajustada a la aplicación de la
legislación propia de su competencia. En consecuencia, de lo considerado
anteriormente, tampoco hay violación al principio de igualdad reclamado por la
recurrente, pues la referencia a las medidas tomadas por la recurrente como
elemento atenuante de la responsabilidad que consigna el Arto. 144 de la Ley 217,
son impertinentes para el presente recurso de amparo y no pueden ser atendidas
por no corresponder al presente asunto.

POR TANTO:

De conformidad con las consideraciones hechas y artículos 424, 426, 436 Pr., 44
y 45 de la Ley de Amparo, los suscritos Magistrados de la Sala Constitucional de
la Corte Suprema de Justicia, resuelven: NO HA LUGAR AL RECURSO DE
AMPARO interpuesto por la Doctora SUZY ANABELL DURIEZ GONZÁLEZ como
apoderada especial de la entidad TEXACO CARIBBEAN INC., en contra de la
Señora MARÍA GABRIELA ABARCA MARTÍNEZ, Delegada adjunta del MARENA y
del Ingeniero ARTURO HARDING LACAYO, Ministro del MINISTERIO DEL
AMBIENTE Y LOS RECURSOS NATURALES (MARENA), del cual se ha hecho
mérito. Esta Sentencia está escrita en seis hojas de papel bond tamaño legal con
membrete de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y
rubricadas por el Secretario de la Sala de lo Constitucional. Cópiese y notifíquese.
M. AGUILAR G., FCO. ROSALES A., CARLOS A. GUERRA G., GUI. SELVA A.,
RAFAEL SOL. C., MANUEL MARTÍNEZ S., ROGERS C. ARGÜELLO R. Ante mí:
RUBÉN MONTENEGRO ESPINOZA, Srio.

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