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Causas
Dado que una alteración funcional en la misma zona de la vía de señalización
provoca síntomas similares independientemente de la causa, muchos de los
trastornos que ocasionan debilidad muscular se agrupan generalmente en
función de la zona de la vía nerviosa sobre la que actúan (ver Algunas causas y
características de la debilidad muscular). Es decir, las causas se agrupan en
aquellas que afectan al cerebro, a la médula espinal, a los nervios periféricos, a
los músculos o a las conexiones entre los nervios y los músculos. Sin embargo,
algunos trastornos afectan a más de una zona.
Causas frecuentes
Las causas varían en función de si la debilidad es generalizada o solo afecta a
músculos específicos.
Fatiga
En muchos casos se manifiesta debilidad cuando el problema es en realidad
la fatiga. Las causas comunes de fatiga incluyen una enfermedad grave, cáncer,
infección crónica (como la infección por VIH, hepatitis o mononucleosis),
insuficiencia cardíaca, anemia, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia y
trastornos del estado de ánimo (como la depresión).
Valoración
En primer lugar, el médico trata de determinar si el paciente está débil o
simplemente cansado. Si el paciente está debilitado, el médico determina si la
debilidad es lo suficientemente grave o está empeorando con la suficiente
rapidez como para poner en riesgo su vida.
Signos de alarma
En los pacientes con debilidad, los siguientes síntomas son motivo de
preocupación:
El médico solicita al paciente que describa con detalle lo que está percibiendo
como debilidad. El médico pregunta:
Lo que parece ser una debilidad súbita es a veces debilidad progresiva, aunque
la persona afectada no se percata hasta que ya no puede hacer algo, como
caminar o anudarse los zapatos.
El médico también pregunta sobre otros síntomas, lo que puede sugerir una o
varias posibles causas. Por ejemplo, si una persona con dolor lumbar y
antecedentes de cáncer refiere debilidad en una pierna, la causa puede ser que el
tumor se ha extendido y ejerce presión sobre la médula espinal.
Se estudian los nervios craneales (que conectan el encéfalo con los ojos, los
oídos, la cara y otras partes del cuerpo) comprobando, por ejemplo, los
movimientos oculares, la capacidad de hablar con claridad y la capacidad de
rotar la cabeza (ver Pares craneales).
Se realiza una exploración física general para buscar otros síntomas que puedan
sugerir una posible causa, como dificultad para respirar.
Pruebas complementarias
Si la persona presenta debilidad generalizada intensa o que progresa
rápidamente o cualquier dificultad respiratoria, el médico realiza en primer
lugar unas pruebas para valorar la fuerza de los músculos respiratorios (pruebas
de funcionalidad pulmonar). Los resultados de estas pruebas le ayudan a
estimar el riesgo de que se produzca una alteración funcional grave y súbita de
los pulmones (insuficiencia respiratoria aguda).
Un hemograma completo
Medición de los niveles de electrólitos (como potasio, calcio y magnesio),
de azúcar (glucosa), y de la hormona estimulante del tiroides
Velocidad de sedimentación globular (VSG), que puede detectar
inflamación
Tratamiento
Si se identifica la causa, se trata si es posible. Si la debilidad comenzó
repentinamente y causa dificultad para respirar, puede ser necesario
un respirador.
Los fármacos son otra causa común de debilidad en las personas de edad
avanzada, porque toman más medicamentos y son más susceptibles a los efectos
secundarios de estos.
CONCEPTOS CLAVE
Muchos pacientes de forma equivocada refieren que se sienten débiles
cuando en realidad quieren decir que están cansados o que sus
movimientos están limitados debido a dolor y/o rigidez.
La verdadera debilidad muscular se produce solo cuando alguna parte de
la vía necesaria para que se produzca el movimiento muscular voluntario
(desde el cerebro hasta los músculos) no funciona de forma adecuada.
Si la debilidad se agrava en pocos días o incluso en menos, o si se tiene
algún signo de alarmaasociado a la debilidad, se debe consultar con un
médico de forma inmediata.
A menudo, el médico puede determinar si el problema es una verdadera
debilidad muscular y puede identificar la causa basándose en el patrón de
síntomas y los resultados de la exploración física.
La fisioterapia suele ser útil para conservar la fuerza,
independientemente de cuál sea la causa de la debilidad.