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Lete

En la mitología griega, Lete o Leteo (en griego antiguo Λήθη Lếthê, ‘olvido’ u ‘ocultación’) es uno de los ríos
del Hades. Beber de sus aguas provocaba un olvido completo. Algunos griegos antiguos creían que se hacía beber
de este río a las almas antes de reencarnarlas, de forma que no recordasen sus vidas pasadas.

Lete era también una náyade, hija de Eris (‘Discordia’ en la Teogonía de Hesíodo), si bien probablemente sea un
personificación separada del olvido más que una referencia al río que lleva su nombre.

Algunas religiones mistéricas privadas enseñaban la existencia de otro río, el Mnemósine, cuyas aguas al ser bebidas
hacían recordar todo y alcanzar la omnisciencia. A los iniciados se enseñaba que se les daría a elegir de qué río
beber tras la muerte y que debían beber del Mnemósine en lugar del Lete. Estos dos ríos aparecen en varios versos
inscritos en placas de oro del siglo IV a. C. en adelante, halladas en Turios al sur de Italia y por todo el mundo griego.

Referencias posteriores

El mito de Er al final de la República de Platón cuenta que los muertos llegan a la «llanura de Lete», que es cruzada
por el río Ameles (‘descuidado’).

Había dos ríos llamados Lete y Mnemósine en el altar de Trofonio en Beocia, de los que los adoradores bebían antes
de hacer consultas oraculares con el dios.

Entre los autores antiguos se decía que el pequeño río Limia cerca de Ginzo de Limia (Orense) tenía las mismas
propiedades de borrar la memoria que el legendario Lete. En 138 a. C., el general romano Décimo Junio Bruto intentó
deshacer el mito, que dificultaba las campañas militares en la zona. Se dice que cruzó el Limia y entonces llamó a sus
soldados desde el otro lado, uno a uno, por su nombre. Éstos, asombrados de que su general recordara sus
nombres, cruzaron también el río sin temor, acabando así con su fama de peligroso.

En La divina comedia, la corriente del Lete fluye al centro de la tierra desde su superficie, pero su nacimiento está
situado en el Paraíso Terrenal localizado en la cima de la montaña del Purgatorio.

Otra referencia en la literatura clásica, aparece en el elogio a la locura de Erasmo de Rotterdam en el capitulo XIII del
mismo libro.

En la obra de teatro Eurídice de Sarah Ruhl, todas las sombras deben beber del Lete y convertirse en algo parecido a
piedras, hablando en su inaudible lenguaje y olvidando todo lo del mundo. Este río es un tema central de la obra.

Así mismo, en la obra de William Shakespeare "Hamlet", se hace mención al rio Leteo.

El la ópera Idaspe de Riccardo Broschi (1698-1756), el personaje Darío (interpretado originalmente por su hermano,
el castrado Carlo Broschi/Farinelli), canta un aria donde dice:

"Ombra fedele anch'io


sul margine di Lete
seguir vo' l'idol mio
che tanto adoro"

"Sombra fiel también yo


sobre las márgenes del Lete
seguiré a mi amor [lit:ídolo]
que tanto adoro"
El río Lete también es mencionado en el poema de Allen Ginsberg A Supermarket in California.

Se hace referencia a las aguas del río Lete en el poema número LXXVII Spleen de Las flores del mal de Charles
Baudelaire.

El inicio de la Oda a la Melancolía de John Keats también lo cita : No, no vayas hasta el Leteo, ni exprimas, de las
fuertes raíces de la árnica, su venenoso vino;.

La banda de Death metal de un solo integrante Mindpath hace referencia a Lete en la canción Nostalgia, del álbum In
A State Of Full Consciousness.

En el libro Hyperion de Dan Simmons, el capítulo que cuenta la historia del peregrino Sol Weintraub se titula "El Río
Leteo sabe amargo".

La banda de metal Solution .45 también hace referencia a dicho río en la canción Lethean Tears, de su álbum For
Aeons Past.

La banda de death metal melódico Dark Tranquillity hace referencia a él en su canción Lethe, de su álbum "The
Gallery".

En X-Men vol.1 #34 tres miembros de la Patrulla X quedan amnésicos tras oler los vapores del río Lete en las
profundiades de la Tierra.

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