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Una sala moderna debería ser el centro de toda casa; un lugar presto para la
interacción en familia y la relajación. Actualmente, las salas suelen ser espaciosas
pero además tienden hacia un estilo y, por lo general, cuentan con un punto focal
de atención visual, el cual puede ser desde un televisor hasta una ventana, una
pared o una chimenea. Hoy por hoy, las alfombras rara vez son usadas; por el
contrario, los pisos de las salas modernas están hechos -en su mayoría- a base de
distintos tipos de maderas y piedras. Otra tendencia muy contemporánea es que
estas sean despejadas y se encuentren libres del exceso de objetos decorativos
tendiendo más hacia un estilo minimalista. En homify podrás encontrar múltiples
ejemplos de este tipo de espacios.
El color blanco siempre será ideal para decorar sus paredes. Si quieres recurrir a
colores más vivos y emocionantes entonces deberás contar con al menos una pared
más neutral para brindar balance y equilibrio al diseño. Combinar un rojo suave con
blanco es, por ejemplo, una gran opción. Los colores monocromáticos van muy bien
con objetos metálicos para así dar un look industrial, actual y altamente urbano. Los
grises claros son otro color que será tu aliado para estas ocasiones de diseño
moderno.
Menos siempre es mejor; un lugar moderno jamás deberá pecar por excesos de
decoración y eso es algo que debes tener muy en cuenta. Sin embargo, podrás
recurrir a arte abstracto o moderno repleto de figuras rígidas y geométricas que
aportarán al estilo de tu espacio. Recurre así mismo a objetos decorativos poco
usuales como esculturas. Dale un toque de calor de hogar a un espacio muy
contemporáneo poniendo mantas de colores sobre tus sofás monocromáticos.
Recuerda que es importante darle tu toque personal sin importar que tan minimalista
esta pueda ser.
Por lo general, las salas de hoy evitan patrones muy marcados o estampados en
sus paredes pues lo anterior tiende a considerarse como anticuado. Muchas
personas optan por contrastes marcados eligiendo que una pared se destaque
dentro del montón; de este modo, la pared se convierte en un punto focal o centro
de atención visual. Podrás poner unas cuantas fotografías (preferiblemente en
blanco y negro) o obras de arte pero, ojo: no permitas que se te vaya la mano o se
te irá con ella el estilo minimal.