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MATEO
6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo (AYIN); así que, si tu ojo es bueno, todo tu
cuerpo estará lleno de luz;
6:23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz
que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
LUCAS
11:33 Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el
candelero, para que los que entran vean la luz.
11:34 La lámpara del cuerpo es el ojo (AYIN); cuando tu ojo es bueno, también
todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo
está en tinieblas.
11:35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.
11:36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de
tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su
resplandor.
Todas las veces que leímos estos extractos, tuvimos un leve destello de su
significado. Ahora pues les hago la pregunta: ¿A qué se estaba refiriendo realmente
Yeshúa cuando decía estas palabras? ¿Con qué estaba haciendo vínculo cuando
hablaba de ese modo? y ¿cuánta riqueza podemos encontrar en su significado?
Hoy les traigo un artículo publicado por “unitedwithisrael.org” por la pluma
del Rabino Yosef Bitton, colaborador de Unidos con Israel, que nos abrirá los ojos
del entendimiento !. El título del artículo es:
Comencemos por aclarar que la palabra ( עיןque se pronuncia ‘ayin), “ojo” en hebreo
corresponde al género femenino. Por eso no se puede decir en hebreo עין רעpara
decir “el ojo malo” sino que se dice עין רעה, en femenino. Ahora bien, si ‘ עין הרעayin
hará no se refiere al mal de ojo, ¿a que sí se refiere? O, en otras palabras, ¿qué
significa “el ojo del malo”? .
עין הרעPara entender el concepto del “ojo del malo” deberíamos compararlo con
una expresión hebrea mucho más y mejor conocida: “leshón hará” (que mucha
gente erróneamente pronuncia “lashón hará”). En hebreo la palabra “lashón”,
lengua, también es femenino (en hebreo, los elementos del cuerpo se adjetivizan en
femenino: lashon medaberet guedolot, etc). Leshón hará entonces no es la “lengua
mala” o “el mal de la lengua” sino “la lengua delmalvado”. En hebreo la expresión
“la lengua del malvado” no se refiere al daño causado a otra persona a través de un
poder sobrenatural sino que define lo que se conoce como “maledicencia”, hablar
mal de otras personas, degradarlas y dañarlas con nuestras palabras. Esta acción es
considerada como una gravísima transgresión. La maledicencia puede herir, destruir
y hasta matar (en inglés hay un concepto muy interesante: “character assassination”,
“destruir la reputación de una persona”, una forma de asesinato virtual).
Veamos ahora la expresión ‘ayin hará, el ojo del malo. “El ojo del malo” se refiere
al carácter envidioso de una persona. De la misma forma que leshón hará se usa
para definir los daños que causa la maledicencia, ‘ayin hará se usa para definir las
consecuencias destructivas que acarrea la envidia. Es interesante que en Birkot
haShahar (Bendiciones de la mañana), todas las mañanas le pedimos a HaShem que
nos proteja de los daños que nos pueden causar otras personas a través del leshón
hará, hablando mal de nosotros, y del ‘ayin hará, cuando alguien se obsesiona con
nuestro éxito, ya que como vimos por ejemplo con Koraj, los celos son destructivos.
עין רעהVeamos ahora el segundo concepto: “El ojo malo”. En la Mishná aparece la
expresión “el ojo malo” asociado con la idea de falta de generosidad y la
avaricia. Un ejemplo: La Terumá, que era una donación (o impuesto), de una parte
de la cosecha que debía ser entregada a los Cohanim, los maestros del pueblo judío.
La Torá no establece cuál es el porcentaje exacto de nuestra cosecha que se dona al
Cohen. Ahora bien, si una persona aportaba para la Terumá un 1/40 de su cosecha se
consideraba un acto de “ojo generoso” (en hebreo ‘ayin yafá). Si alguien aporta
1/50 de su cosecha, tiene un “ojo promedio” (‘ayin benonit) y el que aportaba 1/60
tiene un “ojo malo” o ‘ayin ra’a. Como vemos, el concepto de “ojo malo” no tiene
que ver con poderes mágicos sino con la avaricia y la falta de generosidad. El
ideal de un Yehudí en el área de Terumá o Tsedaqá (caridad, asistencia económica
al necesitado) es comportarse con ‘ain yafá, con un “ojo generoso” (literalmente,
“ojo lindo”).
עין טובהPara finalizar, veremos cual es el concepto opuesto al ojo malo o al ojo del
malvado. En la Mishná de Pirqué Abot los rabinos se refieren a ‘ayin toba, “el buen
ojo”. ¿Qué es el buen ojo?. El buen ojo se define de varias maneras: la actitud
positiva, ver el lado bueno de los demás, ver el vaso medio lleno, etc. Pero creo
que la mejor definición es que cuando uno tiene un “ojo bueno” es capaz de estar
contento no sólo por su propio éxito sino también por el éxito de los demás.
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Muy interesante ¿Verdad?. Ahora, entendiendo todo esto veamos otros versículos
que nos están hablando de Ayin (del “Ojo” ), y recibamos la enseñanza:
MATEO
MATEO
15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira (AYIN) ahora los cielos, y cuenta las estrellas,
si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
15:6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Y podemos ver que también lo llevó a “ver” (AYIN) la tierra que le daría por
heredad.
13:14 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos,
y mira (AYIN) desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al
occidente.
13:15 Porque toda la tierra que ves (AYIN), la daré a ti y a tu descendencia para
siempre.
13:16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar
el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
13:17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.
AYIN = 70
NUMEROS
11:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta (AYIN) varones de los
ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y
tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo.
11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti,
y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.
SALMO
Ayin (OJO)
119:121 Juicio y justicia he hecho;
No me abandones a mis opresores.
119:122 Afianza a tu siervo para bien;
No permitas que los soberbios me opriman.
119:123 Mis ojos desfallecieron por tu salvación,
Y por la palabra de tu justicia.
119:124 Haz con tu siervo según tu misericordia,
Y enséñame tus estatutos.
119:125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento
Para conocer tus testimonios.
119:126 Tiempo es de actuar, oh Jehová,
Porque han invalidado tu ley.
119:127 Por eso he amado tus mandamientos
Más que el oro, y más que oro muy puro.
119:128 Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas,
Y aborrecí todo camino de mentira.