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2.

ATENCIÓN MÉDICA ESPECIALIZADA de mi menor hijo hasta que cumpla los 18


años de edad, (pretensión accesoría)
3. CAMBIO PERIÓDICO DE PRÓTESIS OCULAR, conforme al crecimiento y
desarrollo de mi menor hijo, (pretensión accesoria)
Pretensiones que formulamos, porque los demandados son los responsables
solidarios de que mi menor hijo haya perdido el ojo derecho en forma definitiva, con
incapacidad permanente, desde los 02 años de edad, en consideración a los siguientes
fundamentos que paso a exponer:

FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO:


1. El día 14 de Agosto del 2001, mi menor hijo BRAYAN VARAS RIVERA, siendo
aproximadamente las 5:30 pm., por accidente de la infancia llegó a caerse sobre
unas plantas del jardín de mi domicilio, de inmediato llevé a mi hijo al Hospital de la
Sanidad de la Policía Nacional (Huancayo), siendo atendido por el demandado Dr.
Raúl Zárate Huynalaya, encargado del servicio de Emergencia, quien derivó a mi
menor hijo para ser atendido por el Médico Oftalmólogo demandado Dr. César
Ortega Ruiz, en su consultorio particular Oftalmólogo, según sus labores y de
acuerdo al Convenio – contrato que tiene con la Policía Nacional.
2. El demandado Dr. César Ortega Ruiz después de examinar minuciosamente al
paciente, diagnosticó que mi niño requería de una inmediata intervención quirúrgica,
pero negligentemente no lo operó hasta después de 15 horas de los hechos
mencionados, pues prefirió estar en las celebraciones de su cumpleaños antes que
cumplir con su juramento de médico al servicio de sus pacientes en cualquier
momento, a cualquier hora del día.
3. Es más, el demandado Dr. César Ortega Ruiz después de la intervención médica el
15 – Agosto – 2001 a horas 12:00 m (meridiano), que lo realizó a regañadientes, y
creo hasta embriagado por la mala noche de su fiesta personal, abandonó
completamente a mi menor hijo y continuo con sus festividades suspendidas “por
cumplir sus funciones”, porque en las horas posteriores cuando mi hijo mostraba
signos de agravamiento post operatorio, “inubicable” dicho médico, menos aún se
acercó para controlar y chequear a su paciente.
4. Ante el abandono médico de mi menor hijo, quien se había empeorado de salud,
dada la condición de “desaparecido” del demandado Dr. César Ortega Ruiz, el día
16 de Agosto del 2001, los otros dos demandados, para tratar de limpiar o
enmendar sus errores y negligencias médicas, en “Junta Médica”
extemporáneamente autorizan el traslado de mi menor hijo a la ciudad de Lima para
su atención en el traslado de mi menor hijo a la ciudad de Lima para su atención en
el Hospital Central de la PNP, pero ya era tarde, en dicho nosocomio se limitaron a
impedir el incremento de la infección orgánica con fuertes antibióticos y ha enuclear
el ojo derecho (extracción) para que no se complique al otro ojo.
5. Señor Juez, mi menor hijo ha debido ser intervenido quirúrgicamente de inmediato
el mismo día 14 de Agosto citado, el Director de la Sanidad informó que no había
Anestesista para una intervención inmediata, pero esta ausencia de un anestesista
ene l único hospital policial en una Ciudad grande como es Huancayo, es
responsabilidad funcionaria y administrativa del demandado Dr. Manuel Chiri
Márquez, Director del Hospital de Sanidad de Huancayo, nos preguntamos si
ingresa un paciente con una hemorragia grave por disparos de bala a la caja
toráxica por falta de anestesista nos e va a morir el paciente o gravarse hasta
quedar inválido como ocurrió con nuestro menor hijo. En todo caso, ante la
ausencia de un anestesista, la decisión adecuada y razonable era que dicho
demandado, según sus facultades y obligaciones funcionales, debió ordenar la
transferencia o traslado inmediato de nuestro menor hijo al Hospital Regional de
ESSALUD HUANCAYO, con el que existe convenio institucional, o a cualquier otro
Hospital de Huancayo; omisión y transferencia, a otro cualquier centro hospitalario
que también responsabiliza al Médico de Emergencia, demandado Dr. Raúl Félix
Zárate Huynalaya.
6. posteriormente, cuando fue ubicado encontrado el Anestesista aproximadamente a
las 9.00 p.m. del mismo día 14 de Agosto, el mal médico y demandado Dr. César
Ortega Ruiz se negó a operarle mediante un argumento absurdo y falta de ética,
dijo que sus instrumentos no los tenía a su disposición pues estaban
esterilizándose; lo cual es un incumplimiento a sus deberes de funciones, y más
aún, en el supuesto caso que no tenga herramientas médicas, era la segunda
oportunidad para que el Médico Responsable de Emergencias Dr. Raúl Zárate, y/o
el Director del Hospital ordenen el traslado del menor a otro Hospital, o en todo
caso se hubiesen prestado instrumental médico de otro colega, todo ello refleja
actitudes de total inhumanidad e indiferencia a la integridad física y la salud de sus
pacientes.
7. Nuestro hijo sufrió una lesión leve, que ninguno de los demandados asumió con
seriedad y objetividad profesional el tratamiento correspondiente; nuestro hijo tenía
una lesión mínima en el párpado del ojo ocasionado por una astilla (objeto
infeccioso que contiene bacterias y hongos), pero los demandados confiados de
que se trataba de una “pequeña herida” han dejado que prosiga y se incrementa la
infección hasta después de 15 horas, ni siquiera se le recetó antibióticos, sino
simplemente la medicina Diclofenaco (analgésico y antiinflamatorio), mientras que la
infección avanzaba inexorablemente por la negligencia de los tres, máxime que por
sentido común, sabemos que los ojos constituyan una parte sumamente delicada
del cuerpo humano, que cualquier neriua en dicho órgano vital por mínima que
sea es susceptible en devenir en una infección generalizada, inclusive con
complicaciones al otro ojo; y es por ello que los demandamos solidariamente, con la
única finalidad de resarciar el inmenso daño corporal, emocional y de proyecto de
vida ocasionado a nuestro menor hijo y a sus padres los recurrentes, la atención
medica se debió iniciar con antibióticos sistemáticos masivos según exponen los
médicos legistas en el Informe Médico de fecha 13-11-01 que han emitido en el
proceso penal Nº 2002-004 por ante el 5to Juzgado Penal de Huancayo, Instruido
contra el demandado Dr. César Ortega Ruiz, en dicho proceso este mal médico
reconoce contundentemente su negligencia

FUNDAMENTOS JURÍDICOS:
1. La responsabilidad civil extraconductual deviene del no cumplimiento de un deber
genérico y debe cumplir con cierto requisito referidos a la antijuricidad, el daño
causado, la relación de causalidad y de los factores de atribución, esta
responsabilidad proviene de una obligación legal, del deber jurídico genérico de no
causar daño a otro, y menos aún menor de edad (principio del interés superior del
niño) lo que han incumplido los demandados por ello deben responder por igual
solidariamente.
2. Dispone el artículo 1969º del C.C., aquel que por dolo o culpa causada un daño a
otro está obligada a indemnizarlo; numeral que debe concordarse para el caso de
autos con el art. 1981 en el cual se preescribe aquel que tenga a otro bajo sus
ordenes responde por el daño causado por este último, si ese daño se realizó en el
ejercicio del cargo o en incumplimiento del servicio respectivo (responsabilidad
vicaria). El autor directo y el autor indirecto están sujetos a responsabilidad
solidaria; lo que es aplicable para establecer la responsabilidad del Director del
Hospital de Sanidad PNP – Huancayo, quien celebró el convenió – contrato y hasta
la fecha sigue vigente el convenio, es decir es de su confianza, pues continua
contratando los servicios del demandado y autor directo del daño personal grave
irrogado a nuestro menor hijo; y asimismo se aplica al Ministerio del Interior
emplazado por ser el funcionario de la más alta competencia y jerarquía con
responsabilidad funcional, administrativa y civil de los actos dañosos que ocurran
dentro de la Policía Nacional y que afectan a terceros civiles en el desempeño de
sus funciones, como es el caso del médico demandado quien hasta la fecha
continua laborando al servicio del Hospital Sanidad PNP – Huancayo.
3. Cuando existe pluralidad de responsables, responderán solidariamente conforme a
lo dispuesto ene l Art. 1983º del C.C., en todo caso, después de pagarse la
totalidad de la indemnización, entre los codemandados pueden accionarse el
reembolso de la indemnización proporcional; pero en autos nos interesa
salvaguardar la integridad emocional y psicosomática de nuestro menor hijo con un
tratamiento médico constante, cambio periódico de prótesis ocular y una
indemnización pecuaria que serviría para poder ayudarlo con la atención de
especialistas y personal técnico de apoyo en su integridad normal a la sociedad,
para un desarrollo pleno de su personalidad, acorde al PRINCIPIO DEL INTERÉS
SUPERIORES DEL NIÑO, conforme a los dispuesto en el Código de los Niños y
Adolescentes Art. IX y Art. 36; en concordancia directa con el Art. 3 de la
Convención sobre los Derechos del niño.
4. Nuestro hijo ha quedado en la condición de niño impedido, que debe recibir
protección especial por parte del Estado, representado por el Poder Judicial ,
debiéndose amparar las pretensiones sub litis para que mi hijo disfrute de una vida
plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, se le capacite y proteja
para que llegue a bastarse por si mismo, facilitándose la participación activa de mi
hijo en su vida escolar, y en su comunidad, con acceso efectivo a la educación, la
capacitación, los servicios sanitarios, los servicios de rehabilitación y el tratamiento
psicológico respectivo, la preparación para el empleo y las oportunidades y
esparcimiento; en forma global las pretensiones sub-litis son conducentes a que mi
hijo impedido y lisiado de por vida por una negligencia médica, logre su integración
social y el desarrollo individual, incluido su desarrollo cultural y espiritual, en la
máxima medida posible, conforme a lo preceptuado en el Art. 23 de la
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, normal internacional y
vigente en el Perú, aprobada mediante Resolución Legislativa Nº 25278, con
vigencia desde el 02-09-90, conforme a lo establecido en nuestro actual
Constitución Política de 1993, en su Arts. 55, 56 y Cuarta Disposición Final y
Transitoria. Estableciéndose así los lineamientos normativos directrices para fijar la
indemnización civil sub-litis.
5. Con la incapacidad permanente generada a mi menor hijo, nosotros sus padres
hemos sufrido un tremendo DAÑO MORAL, con aflicción y congoja permanentes,
de verlo sufrir a diario, ante situaciones para otros niños normales, en aplicación del
Art. 1984 del C.C., el daño moral es indemnizado considerando su magnitud y el
menoscabo producido a la victima o a su familia; ene l caso de autos , solo Dios
sabe cuanto hemos sufrido, estamos sufriendo, y seguiremos en este pesar viendo
ene l futuro a nuestro hijo disminuido, incapacitado; sentimiento personal de
aflicción inmerecida, generada por terceros, que debe ser indemnizado.
6. Reclamamos también la indemnización por el DAÑO A LA PERSONA, y AL
PROYECTO DE VIDA de mi menor hijo, pues se le ha restado el cincuenta por
ciento de la visión al menor, que sólo tiene un campo de visión de 90 grados de
espacio solo hacia al LADO IZQUIERDO, y para ver u observar hacia el lado
derecho, tiene que girar la cabeza, lo que le da una postura grotesca y ridícula a
veces, también le va afectar a su escritura y lecto aprendizaje, a su desarrollo
psicomotriz, pues un deportista de un solo ojo está disminuido y no es requerido
por igual por sus amigos, compañeros de estudios, o entrenadores; su vista será
débil y mi hijo se agotará más pronto al leer que otros niños, perder un ojo es más
grave que perder unos dedos de la mano; mucho más grave cuando el afectado es
un niño que recién ingresa a la vida en sociedad, que debe indemnizarse conforme
a lo establecido en el Art. 1985º del C.C., esta disminución generada por actos
irresponsables y negligentes de los demandados, también le afectará en su vida
sentimental, por la otra lógica y elección estética del otro sexo; demás está decir
que mi hijo será objeto de diferenciaciones y discriminaciones, conscientes e
inconscientes de sus compañeros de estudios, de trabajo, de amistad; son pues
estos CRITERIOS HUMANOS, SOCIALES Y PERSONALES que solicito se tenga
en cuenta por su ilustre despacho, al sentenciar y fijar la indemnización integral
reclamada.
7. Al demandado Dr. César Ortega Ruiz se le instruido un proceso penal Nº 2002-004
ante el 5to Juzgado Penal de Huancayo, Sec. Javier Aquino, en el cual por
sentencia de fecha 07-01-03 se ha fijado una reparación civil de mil nuevos soles,
conforme a la copia que adjunto como ANEXO 1-B, y por Resolución de Vista de
fecha 27-03-03, se elevó la Reparación civil a la suma de S/. 3,000; que, como
usted comprenderá Señor Juez, resulta insuficiente para asumir todos los gastos de
atención especializada que mi hijo requiere, conforme a lo anteriormente expuesta;
además del cambio de prótesis periódico dado el desarrollo y crecimiento orgánico,
es por que ello que se interpone la presente demanda civil.
8. LA reparación civil fijada por el Juez Penal no ha sido cobrado por los recurrentes,
por tanto estamos facultados para recurrir a la vía civil solicitando tutela
jurisdiccional efectiva, máxime que tampoco se ha emplazado en la vía penal como
Terceros Civilmente responsables a los otros codemandados de autos, no existe
ningún impedimento legal para interponer esta demanda, además solo la madre del
menor se ha constituido en la parte civil en el citado proceso penal; el impedimento
surge cuando se pretende un doble cobro, esto es que se efectiviza el cobro de la
Reparación Civil en la vía penal, y luego en la vía civil también se pretende cobrar
otra indemnización.
8.1. Al respecto transcribimos la siguiente jurisprudencia casación Nº 3716-2001-ICA
“La reparación ordenada por el Juzgador, debe ser cobrada sin importar si los
agraviados se han constituido como parte civil o no en el proceso penal”, es
decir, el cobro de la reparación civil determinada en vía penal, no excluye del
cobro de la indemnización por daños y perjuicios en la vía civil”. (Fuente:
Diálogo con la Jurisprudencia Nº 54, Marzo – 2003, P. 286)
9. De lo expuesto fluye que, existe RELACIÓN DE CAUSALIDAD, entre el daño
orgánico y psicológico ocasionado a mi menor hijo, con el accionar de los médicos
demandados especialmente por las actitudes y comportamientos médicos
profesionales asumidos por el Médico de Emergencia Dr. Raúl Zárate y Dr. César
Ortega; y los otros codemandados responsabilidad funcional y administrativamente;
según sus cargos y obligaciones; existe puyes conexión directa entre la negligencia
médica y la pérdida del ojo derecho de mi menor hijo.
Reforzando lo expuesto transcribimos las siguientes ejecutorias civiles: “La
responsabilidad extracontractual conlleva a probar tanto la existencia de daños y
perjuicios alegados como la relación de causalidad”

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