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Son células pequeñas que carecen del núcleo celular definido, ya que su cromosoma circular flota
en el citoplasma, sin tener una membrana celular que lo separe del resto y sin tener organelos
como mitocondrias o cloroplastos, por lo tanto fotosíntesis y respiración se llevan a cabo en el
mismo citoplasma.Se reproducen por fisión binaria, pertenecen al Reino Mónera (bacterias y algas
verdiazules).Se consideran como las primeras formas de vida en la Tierra, de donde, después,
evolucionaron las demás.
Células Eucariotas
Son de mayor tamaño respecto a las precedentes. Sus cromosomas, lineales, se encuentran en un
núcleo envuelto en una doble membrana que lo aísla del resto del contenido celular.
Membrana celular: La célula toda, está rodeada por una membrana que la separa de su entorno.
Esta membrana es selectivamente permeable y está formada por fosfolípidos (grasas unidas a un
fósforo) dispuestos en dos capas (bicapa), atravesada en algunos sitios por proteínas
transmembranosas, mientras que otras proteínas, las periféricas, se encuentran en la superficie de
la bicapa (**).
La característica de los fosfolípidos es tener un extremo que atrae y se mezcla con agua
(hidrofílico), mientras que el otro la repele (hidrofóbico), controlando así el trasporte celular
porque de un lado el agua no puede pasar y del otro no pueden pasar las sustancias grasas.
Citoplasma: Llamado también citosol, está formado principalmente por agua donde se encuentran
disueltos solutos como las proteínas, que le dan consistencia gelatinosa y intervienen en las
reacciones químicas de la célula y otros componentes como grasas, sales minerales, hormonas,
azucares. En el citoplasma flotan los organelos, estructuras membranosas donde se llevan a cabo
las diferentes funciones celulares.
Las envolturas celulares son capas que separan el medio interno del exterior. Son: la membrana
plasmática, que poseen todas las células (eucariotas y procariotas) y las membranas de secreción
(que pueden faltar). Son membranas de secreción: la matriz extracelular (de animales), la pared
vegetal (de vegetales) y la pared bacteriana (en bacterias).
permite el paso o transporte de solutos de un lado a otro de la célula, pues regula el intercambio
de sustancias entre el interior y el exterior de la célula siguiendo un gradiente de concentración;
poseen receptores químicos que se combinan con moléculas específicas que permiten a la
membrana recibir señales y responder de manera específica, por ejemplo, inhibiendo o
estimulando actividades internas como el inicio de la división celular, la elaboración de más
glucógeno, movimiento celular, liberación de calcio de las reservas internas, etc. Las proteínas de
la membrana plasmática realizan funciones específicas (transporte, comunicación, uniones con
otras células, etc.). Se puede realizar una primera clasificación con relación a los lípidos en:
Proteínas integrales: Unidas a los lípidos intímamente, suelen atravesar la bicapa lípidica una o
varias veces.
Proteína periféricas: A un lado u otro de la bicapa lipídica, están unidas debilmente por enlaces de
hidrógeno a las cabezas polares de los lípidos de la membrana. COMPOSICIÓN DE LA MEMBRANA
CELULAR.
La membrana está compuesta fundamentalmente por lípidos y proteínas, y en menor cantidad por
glúcidos. Su composición relativa se determinó por primera vez en eritrocitos de rata ( 40% de
lípidos y 60% de proteínas ). Posteriormente se comprobado que dicha proporción es muy similar
en el resto de las células aunque puede variar en función del tipo celular; por ejemplo, en los
hepatocitos de rata la proporción es de un 58% de lípidos y un 42% de proteínas, mientras que en
las fibras nerviosas las proteínas alcanzan menos del 25%, y en músculo esquelético de rata, el
65% del total.
Lípidos de membrana
- Fosfolípidos. Son los lípidos más abundantes en las membranas biológicas. Presentan una zona
hidrófila, que constituye las denominadas cabezas polares (glicerina o glicerol en los
fosfoglicéridos), y una zona hidrófoba (ácidos grasos), que forma la cola apolar. Los fosfolípidos
poseen, por tanto, un carácter anfipático.
- Glucolípidos. Son muy semejantes a los fosfolípidos, pero contienen oligosacáridos. En las células
animales suelen ser derivados de esfingolípidos. En las células vegetales y procariotas, sin
embargo, los glucolípidos derivan de los fosfoglicéridos. Sólo aparecen en la cara externa de la
membrana plasmática.
De rotación: supone el giro de la molécula lipídica en torno a su eje mayor. Es muy frecuente y el
responsable, en gran medida, de los otros dos movimientos
De difusión lateral: las moléculas lipídicas pueden difundirse libremente de manera lateral dentro
de la bicapa. Es el movimiento más frecuente.
La fluidez o viscosidad es una de las características más importantes de las membranas. Depende
de factores como la temperatura (la fluidez aumenta al incrementarse la temperatura), la
naturaleza de los lípidos (la presencia de lípidos insaturados y de cadena corta favorece el
aumento de la fluidez) y la presencia de colesterol (endurece las membranas, reduciendo su
fluidez y permeabilidad). De la fluidez dependen importantes funciones de la membrana, como el
transporte, la adhesión celular o la función inmunitaria. Por ello, las membranas poseen
mecanismos de adaptación homeoviscosa encargados de mantener la fluidez.
Proteínas de membrana
Integrales. Estas proteínas se asocian a la membrana mediante enlaces hidrófobos. Sólo pueden
separarse de la membrana si se destruye la bicapa (por ejemplo, con detergentes neutros), Dentro
de este grupo existen proteínas transmembranales y proteínas asociadas a la cara externa o a la
cara interna de la membrana. Algunas proteínas presentan hidratos de carbono unidos a ellas
covalentemente (glucoproteínas) y se disponen siempre en el lado externo de la membrana, como
los glucolípidos.
Periféricas. Son proteínas unidas a la membrana por enlaces de tipo iónico y se separan de ella con
facilidad (por ejemplo, con soluciones salinas, que mantienen intacta la bicapa). Aparecen
principalmente en la cara interna de la membrana. En este grupo no existen proteínas
transmembranales.
Como se ha visto, la composición de los lípidos y de las proteínas es diferente en las dos caras de la
membrana. Por esta razón se dice que las membranas son asimétricas, es decir, se pueden
diferenciar las caras interna y externa en función de su composición.
Lípidos de membrana
- Fosfolípidos. Son los lípidos más abundantes en las membranas biológicas. Presentan una zona
hidrófila, que constituye las denominadas cabezas polares (glicerina o glicerol en los
fosfoglicéridos), y una zona hidrófoba (ácidos grasos), que forma la cola apolar. Los fosfolípidos
poseen, por tanto, un carácter anfipático.
- Glucolípidos. Son muy semejantes a los fosfolípidos, pero contienen oligosacáridos. En las células
animales suelen ser derivados de esfingolípidos. En las células vegetales y procariotas, sin
embargo, los glucolípidos derivan de los fosfoglicéridos. Sólo aparecen en la cara externa de la
membrana plasmática.
De difusión lateral: las moléculas lipídicas pueden difundirse libremente de manera lateral
dentro de la bicapa. Es el movimiento más frecuente.
Flip-flop: es el movimiento de la molécula lipídica de una monocapa a la otra gracias a
unas enzimas llamadas lipasas. Es el movimiento menos frecuente, por ser muy
desfavorable energéticamente.
La fluidez o viscosidad es una de las características más importantes de las membranas. Depende
de factores como la temperatura (la fluidez aumenta al incrementarse la temperatura),
la naturaleza de los lípidos (la presencia de lípidos insaturados y de cadena corta favorece el
aumento de la fluidez) y la presencia de colesterol (endurece las membranas, reduciendo su
fluidez y permeabilidad). De la fluidez dependen importantes funciones de la membrana, como el
transporte, la adhesión celular o la función inmunitaria. Por ello, las membranas poseen
mecanismos de adaptación homeoviscosa encargados de mantener la fluidez.
Proteínas de membrana
Periféricas. Son proteínas unidas a la membrana por enlaces de tipo iónico y se separan de
ella con facilidad (por ejemplo, con soluciones salinas, que mantienen intacta la bicapa).
Aparecen principalmente en la cara interna de la membrana. En este grupo no existen
proteínas transmembranales.
Como se ha visto, la composición de los lípidos y de las proteínas es diferente en las dos caras de la
membrana. Por esta razón se dice que las membranas son asimétricas, es decir, se pueden
diferenciar las caras interna y externa en función de su composición.
Citosol y citoesqueleto
El citosol es un gel de base acuosa, que presenta gran cantidad de moléculas grandes y pequeñas y
en la mayoría de las células es quien ocupa el mayor volumen. En él se producen muchas de las
funciones metabólicas más importantes de las grandes moléculas celulares. Al igual que nuestro
esqueleto da forma al cuerpo, cada una de las células tiene una configuración a base de finos
túbulos y filamentos que se conoce como citoesqueleto.
– Liquido intracelular (LIC): es el que se encuentra dentro de los 75 billones de células. Este líquido
constituye el 40% del peso corporal.
– Liquido extracelular (LEC): constituye el 20% del peso corporal; dentro de este se encuentran:
El liquido intravascular: es el líquido que hace parte de la sangre o sea el plasma. El volumen
sanguíneo medio de los adultos es el 7% del peso corporal, aproximadamente 5 lts, de estos el
60% es plasma y el 40% son eritrocitos.
El liquido transcelular: este esta presente dentro de las cavidades como el liquido pericárdico, el
pleural, el sinovial, etc). Es aprox. 1 lts.
La cantidad total de agua en el ser humano en relación con su peso corporal va disminuyendo
conforme aumenta la edad: en el recién nacido es de un 75%, en los niños de uno a doce meses de
edad del 65% y, en los de edad comprendida entre uno y diez años, del 62%. A partir de esta edad,
los cambios son mínimos hasta llegar a la edad adulta, en la que la relación es de un 60%, y en la
ancianidad, en la que puede llegar a un 45%. El agua corporal está distribuida en dos grandes
grupos:
Líquido extracelular: repartido a su vez entre el líquido intersticial (que baña las células),
plasmático y transcelular (líquido cefalorraquídeo, intraocular, pleural, peritoneal y sinovial). Estos
líquidos están separados por la membrana capilar, que es permeable a todos los solutos
plasmáticos y hace que su composición sea muy parecida. Sólo las proteínas aniónicas muestran
una gran dificultad para salir, lo que implica mayor osmolaridad en el líquido plasmático. La
difusión de solutos y gases entre el plasma y el intersticio se lleva a cabo a través de la pared
capilar, permitiendo la llegada de nutrientes a las células y la retirada de productos de desecho de
los tejidos.
Líquido intracelular: presenta una composición muy diferente al extracelular, debido a que están
separados por la membrana plasmática (Ver Tabla 1). Esta membrana semipermeable y muy
selectiva al paso de sustancias (las moléculas con mayor liposolubilidad, menor tamaño y apolares
la atraviesan con mayor facilidad), protege las células del exterior y regula el transporte de
nutrientes a su interior y de desechos al exterior. La permeabilidad de la membrana también
depende de las proteínas que la conforman (canales: por donde pueden pasar sustancias polares;
transportadoras: proteínas que se unen a la sustancia a un lado de la membrana y la llevan al otro
lado, donde la liberan).
El agua y los solutos se intercambian continuamente entre los distintos compartimentos a través
de mecanismos pasivos y activos:
Transporte pasivo
Se realiza a favor del gradiente, sin consumo de energía, a través de varios procedimientos:
Difusión: es el movimiento de partículas desde una zona de mayor concentración a una de menor
concentración (Na+, K+, HCO3-, Ca++, O2, CO2, etc.) hasta que ambas concentraciones se igualan.
A veces para facilitar la difusión de una molécula (p. ej.: glucosa), ésta necesita unirse a una
proteína transportadora (la insulina facilita la entrada de la glucosa al interior de las células).
Ultrafiltración: cuando el H2O y algunos solutos (urea, creatinina) pasan a través de la membrana
por efecto de una presión hidrostática, siempre desde el área de mayor presión a la de menor
presión. Tiene lugar en los riñones y es debida a la presión arterial.
Transporte activo
Bomba de Na+/K+: la energía del ATP (adenosintrifosfato) empuja la sustancia para que cruce la
membrana, manteniendo una baja concentración de Na+ en el interior de la célula y extrayéndolo
en contra del gradiente de concentración. También mueve los iones K+ desde el exterior hasta el
interior, pese a que la concentración intracelular de K+ es superior.
NOCIONES SOBRE DESHIDRATACIÓN ; Cuando el intestino funciona normalmente, el agua y las sales
se reabsorben y pasan a la sangre. En cambio cuando existe alteración en el metabolismo del agua
corporal, disminuye el líquido intracelular, acompañado de una perdida de las sustancias disueltas,
como potasio, magnesio y ciertas proteínas, que son responsables del cuadro clínico que se observa en
esta patología.
DESHIDRATACIÓN LEVE: La sed es el único síntoma, pero es necesario saber que la sed no
es un signo específico del déficit de agua, ya que aparece en otros síndromes (diabetes
descompensada, hemorragias o estados de ansiedad)
Permeabilidad selectiva:
La membrana es permeable cuando permite el paso, más o menos fácil, de una sustancia. La
permeabilidad de la membrana depende de varios factores relacionados con las propiedades
físico-químicas de la sustancia:
Solubilidad en los lípidos: Las sustancias que se disuelven en los lípidos (moléculas hidrófobas, no
polares) penetran con facilidad en la membrana dado que esta está compuesta en su mayor parte
por fosfolípidos.
Tamaño: la mayor parte de las moléculas de gran tamaño no pasan a través de la membrana. Sólo
un pequeño número de moleculas no polares de pequeño tamaño pueden atravesar la capa de
fosfolípidos
Carga: Las moleculas cargadas y los iones no pueden pasar, en condiciones normales, a través de
la membrana. Sin embargo, algunas sustancias cargadas pueden pasar por los canales proteícos o
con la ayuda de una proteína transportadora.
El mecanismo parece ser el siguiente: En el corazón, como en otros tipos de músculo, la fuerza de
contracción depende del grado de solapamiento de los filamentos finos y gruesos, y por tanto de
la longitud del músculo. En el caso del músculo cardíaco, la longitud fisiológica se encuentra en la
fase ascendente de la curva longitud-fuerza de contracción, por lo que un estiramiento del
músculo cardíaco resulta en un mayor solapamiento de los filamentos y una mayor fuerza de
contracción. .
Creada por el fisiologista Ernest Starling, la ley de Starling teoriza la función ventricular estipulando
que el músculo cardíaco está estrechamente correlacionado con la fuerza de contracción que
puede adaptarse al proceso de precarga. En nefrología, la ley de Starling formaliza el hecho de que
de la presión glomerular es el resultado de la presión hidrostática y de la presión oncótica. Por lo
tanto, cuando el flujo de los capilares es más grande que la capacidad de reabsorción de los vasos
linfáticos se forma un edema
Ecuación de Starling
Formulada en 1896, por el fisiólogo británico Ernest Starling, la ecuación de Starling ilustra el rol
de las fuerzas hidrostáticas y oncóticas (llamadas también fuerzas de Starling) en el movimiento
del flujo a través de las membranas capilares. Permite predecir la presión de filtración neta para
un determinado líquido en los capilares. La ecuación es:
siendo:
Kf, el coeficiente de filtración, que expresa la permeabilidad de la pared capilar para los líquidos.
Todas las presiones son medidas en milímetros de mercurio (mm Hg), y el coeficiente de filtración
se mide en mililitros por minuto por milímetros de mercurio (mL·min-1·mm Hg-1). Por ejemplo:
La solución a la ecuación es el flujo de agua desde los capilares al intersticio (Q). Si es positiva, el
flujo tenderá a dejar el capilar (filtración). SI es negativo, el flujo tenderá a entrar al capilar
(absorción). Esta ecuación tiene un importante número de implicaciones fisiológicas,
especialmente cuando los procesos patológicos alteran de forma considerable una o más de estas
variables.
Cuando dos medios son isotónicos, el total de la concentración molar de los solutos disueltos es el
mismo en ambos.
Cuando las células están en una solución isotónica, el movimiento de agua hacia afuera está
balanceado con el movimiento de agua hacia adentro. Un 0.9% de solución de NaCl (salina) es
isotónica para las células animales. Cuando se exponen tejidos animales a soluciones, es común
utilizar una solución isotónica como la de Ringer, para prevenir efectos osmóticos y el daño
consecuente a las células.
Hipotónico viene del griego "hypo," que significa bajo, y "tonos," que significa dilatarse. En una
solución hipotónica, el total de la concentración molar de todas las partículas disueltas, es menos
que el de otra solución o menos que el de la célula.
Si las concentraciones de solutos disueltos son menos fuera de la célula que dentro, la
concentración de agua afuera es correspondientemente más grande. Cuando una célula es
expuesta a condiciones hipotónicas, hay un movimiento neto de agua hacia dentro de la célula.
Las células sin pared celular se inflan y pueden explotar (lisis). si el exceso de agua no es removido
de la célula. Las células con paredes celulares a menudo se benefician de la presión que da rigidez
en medios hipotónicos.
Endocitosis
Potencial de acción
Cuando están en reposo, las neuronas y los axones están cargados eléctricamente gracias a los
iones (sodio, potasio, cloro...) que están en el exterior y en el interior de las células. Cuando la
neurona se excita se despolariza creando un potencial de acción. Este potencial de acción se
propaga de célula en célula a lo largo del axón hasta las sinapsis (unión de dos neuronas). El
potencial de acción es, pues, una variación breve y rápida de la carga eléctricas de las neuronas.
Sirve para vehicular una información de neurona en neurona.