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CONCEPTO DE TOMA DE DECISIONES

Las decisiones son una parte esencial de la vida, tanto dentro como fuera del trabajo. Los
ejecutivos son los responsables de decidir entre dos o más opciones. La toma de decisiones
abarca todo el proceso que supone tomar decisiones adecuadas y eficaces, desde la liberación
inicial hasta la puesta en práctica.
Definir decisiones
Una decisión es un juicio o una elección entre dos o más opciones, y es algo que surge en
innumerables situaciones, ya sea para solucionar un problema, ya sea para aplicar una medida.
Por definición, los directivos han de saber tomar decisiones.
¿Quién toma las decisiones?
Una decisión consiste en elegir entre diversas posibilidades, y es el ejecutivo quien hace tal
elección. Una decisión puede tomarse de manera inmediata, pero suele suponer un proceso de
identificación, análisis, evaluación, elección y planificación. Para llegar a una decisión debe
definirse el objetivo, enumerar las opciones disponibles, elegir entre ellas y luego aplicar dicha
opción. Las decisiones y el proceso de tomarlas son fundamentales en la gestión.
Clasificar las decisiones
Las decisiones que un directivo debe tomar incluyen las rutinarias, de emergencia, estratégicas
y funcionales. Muchas decisiones son rutinarias: se repiten las mismas circunstancias y se opta
por tomar unas medidas cuya eficacia ya ha sido comprobada. Sin embargo, hay situaciones
que no tienen precedentes: la decisión se toma en ese instante, a medida que se suceden los
acontecimientos. Son decisiones de emergencia y pueden ocupar casi todo el tiempo de un
directivo. La forma más exigente de tomar decisiones está relacionada con las decisiones
estratégicas: la tarea más importante de un directivo consiste en decidir metas y objetivos, y
convertirlos en planes concretos o en decisiones secundarias. Las decisiones funcionales, sobre
todo las relacionadas con ‘problemas del personal’ (contratar y despedir), requieren un manejo
especialmente delicado.
PROCESO DE TOMA DECISIONES
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO
El proceso de toma de decisiones se refiere a todas las actividades necesarias desde identificar
un problema hasta finalmente resolverlo poniendo en práctica la alternativa seleccionada; por
lo tanto, está enmarcado en la solución de problemas donde se debe encontrar alternativas de
solución.
Cuando se habla sólo de toma de decisiones se refiere a una etapa dentro del proceso y debe
existir a lo menos más de una alternativa de solución, de lo contrario la decisión se reduciría a
llevar o no a cabo la acción correspondiente.
El proceso de toma de decisiones presentado aquí debe tener una premisa, debe ser efectuado
en forma racional o "como debería hacerse" lo que deriva en un modelo normativo o modelo
prescriptivo para tomar decisiones que sirva como una guía objetiva para resolver un
problema de la forma más óptima.
Esta racionalidad en concordancia con un modelo normativo significa tomar las decisiones de
acuerdo al criterio de coste y beneficio. Es decir, realizar la actividad únicamente cuando los
beneficios esperados son superiores a los costos asociados, de esta forma se lleva a cabo
aquella actividad que ofrece la mayor utilidad. En este contexto la utilidad como diferencia de
los beneficios y los costos se asocia a una medida de bienestar o mejora lo que implica
cuantificar siempre las opciones.
Según el pensamiento económico en todas las decisiones hay, en mayor o en menor grado, un
problema de escasez relativa con relación a las necesidades o deseos, no siendo el dinero el
más crucial. El tiempo, por ejemplo, es un recurso escaso en el que sólo se puede seleccionar
algunas actividades a llevar a cabo. Por ende, la racionalidad implica formular las decisiones
de acuerdo a los beneficios y los costos tanto explícitos como implícitos tratando de expresar
y cuantificar las alternativas de solución en términos monetarios, aún en situaciones que no
involucra el desembolso o ingreso de dinero. De esta forma se pueden comparar las
alternativas y escoger aquella que ofrece un valor de utilidad mayor.
Dos importantes definiciones del concepto de racionalidad corresponden al de los objetivos
inmediatos y al del egoísmo. En el primero, se es racional si se es eficiente en la realización
de los objetivos que se tengan en el momento. Para el segundo criterio, se es racional cuando
se produce mayores beneficios directos a la persona según sus preferencias y gustos.
El proceso puede ser simple como escoger qué desayunar en un día cualquiera o como qué
carrera estudiar. De la experiencia personal se sabe que muchas decisiones se toman
considerando otros aspectos no asociados con la racionalidad como las costumbres,
preferencias, hábitos, fe e intuición, etc. Sin embargo, la racionalidad es una forma de justificar
una decisión y ser entendida por otros.
En el contexto de racionalidad, (1957) sugiere que las decisiones son efectuadas en
forma racional acotada, es decir las personas tratan de comportarse lo más racional posible
dentro de las fronteras de la información limitada, restringida capacidad cognitiva y a veces
con objetivos en conflictos, buscando soluciones satisfactorias y no óptimas según los
criterios de selección establecidos. Sin embargo, la organización busca un comportamiento
racional en término de sus metas y objetivos, por lo tanto ésta debe contribuir en
establecer premisas de decisión y rutinas de decisión que simplifique las decisiones y
minimice la brecha entre la racionalidad acotada de los individuos y la racionalidad deseada
en la organización (March y Simon 1993).

RELACIÓN DE LA INFORMACIÓN Y LA TOMA DE DECISIONES


“La información es poder”, sin embargo, es un poder con matices, muchos matices. El poder
viene definido en la RAE como “la disposición de la facultad o potencia de hacer algo” (1). Y,
también en el contexto del Estado del Bienestar, ese “hacer algo” debe acompañarse,
necesariamente, del calificativo “benéfico”.
Así, la información, potencialmente, se encuentra en la base de: la gestión excelente; la
promoción de los cambios necesarios para las mejoras organizativas; la generación de
conocimiento; la planificación eficaz y eficiente; la evaluación y la revisión de los logros; la
evolución de las tendencias en el uso de los servicios; la gestión de la prevención; y el control
del presupuesto.
Y un sin fin de etcéteras potenciales que son posibles gracias a la información obtenida. Sin
ella, la mayoría de las decisiones, como mucho, quedarían en meras elucubraciones o impulsos
con algún que otro acierto. La información es la fuerza vectorial sobre la que gravita la toma
de decisiones adecuadas.
Y dicha adecuación se apoya, en su totalidad, sobre dos grandes pilares: uno, la veracidad de
la información con la que se trabajará, y, dos, su correcta interpretación. Sin ésta última, no se
puede hablar de la toma decisiones como algo racional, sino más bien como una ejecución de
meros actos entusiastas. Es en la buena interpretación de la información donde se sostiene el
buen gobierno y la buena dirección.
Un punto clave, por tanto, en ese previo que permite todo lo demás, son las fuentes de
información. Es imprescindible, desde la gerencia, desde sus equipos directivos, garantizar y
exigir, por una parte, la fiabilidad y veracidad de dicha información, con la cual se trabajará,
y, por la otra, garantizar y permitir la estabilidad en el tiempo de los métodos aplicados para
su obtención.
Sin la fiabilidad y sin la estabilidad metodológica la información queda fraccionada. Entonces,
el riesgo más obvio es el de quedarse atrapados en la anécdota, en lo ruidoso. Garantizada la
validez y fiabilidad de la información, la estabilidad de los métodos de su obtención, después
del correspondiente registro, los datos están prestos para su análisis e interpretación y con ella
el desarrollo de la acción. Cuando los números hablan y lo hacen correctamente, poco cabe
añadir.
Situados en el sistema sanitario, apoyados en su propia naturaleza y función (la que le reconoce
la Ley General de Sanidad, y, por extensión, las diferentes leyes autonómicas), la información
generada en su seno se puede aseverar, convierte a éste, al sistema sanitario, en uno de los más
influyentes en materia de promoción del bienestar.
SISTEMAS LA TOMA DE DECISIONES FUNCIONAL
Se define como un conjunto de programas y herramientas que permiten obtener oportunamente
la información requerida durante el proceso de la toma de decisiones, en un ambiente de
incertidumbre. Su objetivo es proporcionar la mayor cantidad de información relevante en el
menor tiempo posible, con el fin de decidir lo más adecuado. Sistema de apoyo a la toma de
decisiones
Apoyan la toma de decisiones que, por su misma naturaleza son repetitivas y estructuradas, así
como no repetitivas y no estructuradas.
Estos sistemas pueden ser desarrollados directamente por el usuario final sin la participación
operativa de los analistas y programadores del área de informática. Características Generales
Tipos de sistemas de apoyo a la toma de decisiones
Sistemas de Soporte a la Toma de Decisiones (DDS)
Apoyan la toma de decisiones mediante la generación y evaluación sistemática de diferentes
alternativas o escenarios de decisión. Mediante el uso de modelos y herramientas
computacionales
CARACTERISTICAS DSS
Características para considerarlo un DSS Descripción Interactividad Interactuar de forma
amigable y con respuesta a tiempo real. Tipo de decisiones Apoya a decisiones estructuradas
y no estructuradas. Frecuencias de uso Utilización frecuente de la admón. Media y alta
Variedad de usuarios Puede ser empleado por usuarios de diferentes áreas funcionales.
Flexibilidad Se acopla a una variedad determinada de estilos administrativos autocráticos,
participativos, etc. Desarrollo El usuario puede desarrollar de manera directa modelos de
decisión sin la participación de personal informático.
Interacción ambiental Permite interactuar con información externa como parte de los modelos
de decisión. Comunicación interorganizacional Facilita la comunicación de información
relevante de los niveles altos hacia los niveles operativos y viceversa, a través de gráficas.
Variedad de usuarios Capacidad de accesor información de las B.D corporativas. Simplicidad
Simple y fácil de aprender y utilizar por el usuario final.
Sistemas de Información para Ejecutivos (EIS)
•Destinados a apoyar el proceso de toma de decisiones de los altos ejecutivos de una
organización.
•Presentan información relevante y usan recursos visuales y de fácil interpretación con el
objetivo de mantenerlos informados.
EJERCICIO PARA LA TOMA DE DECISIONES
Toma de decisiones
Si tú no decides, alguien lo hará por ti.
Por eso te animo a que leas mi post “¿Qué camino escoges?” y reflexiones sobre cómo tomas
tú las decisiones. Y luego, a que practiques este ejercicio que te ayudará a desarrollar
habilidades en la toma de decisiones a hacerlo de una manera consciente con este ejercicio que
te propongo.
Vivir es elegir. Lo hacemos constantemente, de manera consciente o inconsciente, programada
o sobre la marcha. Y según dicen los expertos, de entre las muchas estrategias para tomar
decisiones, la mayoría de las veces sólo utilizamos 4 ó 5. Lo más curioso es que estas mismas
estrategias las aplicamos a decisiones tan cotidianas como la compra diaria en el súper o por
dónde vamos al trabajo, o de tanto alcance como cambiarnos de casa o de trabajo.
No existe la decisión ideal, porque en todas hay incertidumbre, y cualquiera que tomemos
tendrá ventajas e inconvenientes. Pero sí podemos aprender a tomarlas con mayor eficacia y
con mejores resultados.
Para llegar ahí, ¿qué necesitas saber? y ¿qué tienes que hacer?
Lo primero, conocerte, saber de ti. Porque sabiendo esto podrás tomar la decisión más acorde,
la que te proporcionará una sensación mayor de serenidad y de acierto.
Entrenarme para conocer qué es lo que quiero y qué es lo que no quiero en mi vida.
toma de decisiones 1
Toma papel y lápiz y dibuja un cuadro con cuatro casillas, como el que te pongo más abajo,
y escribe en ellas:
1ª Casilla: lo que sí quiero y sí tengo.
2ª Casilla: lo que sí quiero y no tengo.
3ª Casilla: lo que no quiero y sí tengo.
4ª Casilla: lo que no quiero y no tengo.

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